Nicolás Maquiavelo

El Príncipe
Estela Jiménez Molina
Grado de humanidades
Filosofía moral y política

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SUMARIO

BIOGRAFÍA DE NICOLÁS MAQUIAVELO

MARCO HISTÓRICO
MARCO SOCIOCULTURAL
MARCO FILOSÓFICO
CONJUNTO DE OBRAS DEL AUTOR
SU PRINCIPAL OBRA: EL PRÍNCIPE
RESUMEN DE LA OBRA
CAPÍTULOS I-XI
CAPÍTULOS XII-XIV
CAPÍTULOS XV- XXIII
CAPÍTULOS XIV-XVI
COMPRENSIÓN DEL TEXTO
CRÍTICA

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BIOGRAFÍA DE NICOLÁS MAQUIAVELO

Era natural de Florencia, nació el 3 de mayo de 1469, hijo del abogado Bernardo
Nicolás Maquiavelo y su esposa Bartolomea de Stefano Nelli, en una época turbulenta,
en la que los papas libraban guerras contra ciudades-estado , y la gente y las ciudades
podían perder el poder en cualquier momento. El Papa junto con las grandes ciudades
como Venecia y Florencia lucharon contra las potencias extranjeras Francia y España
por la influencia y el control regional. Por estas fechas las alianzas político-militares
cambiaban continuamente.

Maquiavelo estudió gramática, retórica y latín, y se cree que no aprendió griego,

a pesar de que Florencia era en ese momento uno de los centros de la erudición griega
en Europa.

En 1494, Florencia restauró la república tras expulsar a la familia de los Medici,

que había gobernado la ciudad durante cerca de sesenta años y en junio de 1498
Maquiavelo, a la edad de 29 años, fue elegido como director de la segunda cancillería y
era miembro de un consejo diplomático responsable de las negociaciones y asuntos
militares. Entre sus deberes se encontraba el de redactar informes de carácter político,
diplomático y militar para uso de los magistrados de la República.

Entre 1503 y 1506 Maquiavelo fue también el responsable de la milicia

florentina, incluida la defensa de la ciudad. Desconfiaba de mercenarios -como explica
en El Príncipe- prefiriendo los ciudadanos locales en las labores de defensa.

Bajo la cancillería de Maquiavelo los ciudadanos-soldados florentinos

derrotaron a Pisa en 1509. Sin embargo, en agosto 1512 los Medici, apoyados por el
Papa Julio II , derrotaron a los florentinos en Prato. Tras esto, Piero Soderini renunció
como jefe del Estado florentino y se disolvió la ciudad-estado de Florencia y
Maquiavelo fue destituido de su puesto en 1512 por la familia Medici. Un año después
fue acusado de conspiración, detenido y encarcelado, pero a pesar de haber sido
sometido a tortura "con la cuerda ", negó su participación y fue liberado. En estos
momentos fueron cuando escribió El Príncipe (1513) y los Discursos sobre la primera
década de Tito Livio (1519).

Finalmente se retiró a su finca de Sant'Andrea en Percussina, donde se dedicó a

estudiar la redacción de los tratados políticos, y después de un tiempo comenzó a
participar en los grupos intelectuales florentinos y escribió varias novelas y obras de

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teatro. Sin embargo la nostalgia que sentía por la práctica de
la política le llevó a establecer una correspondencia con
antiguos amigos, tratando así de intervenir de alguna manera
en la vida política de la ciudad.

Maquiavelo murió en su propia casa en 1527 a la

edad de 58 años. Fue enterrado en la iglesia de Santa
Croce en Florencia, donde un epitafio en su honor dice:
“Tanto nomini nullum par elogium” -un nombre tan grande
no tiene ninguna alabanza adecuada-.
Tumba de Maquiavelo en
la iglesia de Santa Croce
(Florencia)

MARCO HISTÓRICO

En los siglos XV y XVI, la cultura y la sociedad europeas experimentaron una

serie de transformaciones que cambiarían el curso de la historia:
En el siglo XV, el desarrollo del Humanismo modificó las condiciones de la
cultura substancialmente: se restauraron las lenguas clásicas -el latín y el griego-, se
recupera gran parte del legado literario, filosófico y científico de la Antigüedad y se
desarrollan nuevas orientaciones filosóficas.

El hecho primordial que caracteriza a este movimiento intelectual es la reforma

de la religión cristiana, que se plantea ya el Humanismo del siglo XV, gracias a la
exaltación del Mundo Antiguo, pero recibe sus formulaciones más precisas en los
primeros años del siglo XVI en la obra de Erasmo y de Lutero, y se acabará
produciendo la fragmentación de la cristiandad occidental en un largo período de
guerras civiles e internacionales de religión, también llamadas cruzadas, que acompaña
a la creación de los Estados modernos.

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MARCO SOCIOCULTURAL

Europa inició en el siglo XV una recuperación económica y demográfica y

superó la grave crisis de finales de la Edad Media. Se produjo, un incremento
continuado de la población, cuyas causas fundamentalmente fuero, la desaparición de
las grandes epidemias del siglo anterior -Peste Negra-, la convivencia en una época de
relativa estabilidad política y por la reactivación del comercio.
Las rutas marítimas del mediterráneo occidental y oriental, las del Mar Báltico y las del
Mar del Norte volvieron a retomar su actividad, y además se abrió una nueva ruta en el
Atlántico africano y se reactivó la ruta terrestre que comunicaba Italia con sur de
Alemania y los países del Rin.

El desarrollo del comercio tuvo como consecuencia el aumento de la producción

artesanal y el crecimiento de las ciudades que eran centros comerciales o puertos
importantes, como Génova, Venecia, Brujas, Lisboa, Londres o Hamburgo. Pero el
crecimiento de la economía tuvo como consecuencia la acumulación de enormes
beneficios en manos de la burguesía -mercaderes y comerciantes-.

Este grupo, ya importante en la baja edad media consolidó su poder y riqueza y

empezó a invertir sus beneficios en la exploración de tierras, en la compra de fincas
urbanas y en el préstamo de dinero a nobles y a monarcas. Es decir, no dedicaban su
dinero solo al consumo de bienes si no k invertían en nuevas actividades económicas.
De esta manera se originó un poderoso grupo social -la burguesía capitalista- cuya
fuerza e influencia política, no estaba ya en la propiedad de tierras como en la sociedad
feudal, sino en la posesión de capital.

La nobleza por su parte, había perdido la mayoría de su poder y estaban

sometidos a los monarcas, que se habían dedicado esencialmente a centralizar su poder
unificando sus territorios con la única motivación de evitar sublevaciones.

Otras de las características importantes de este periodo en Europa fue la llegada

de un movimiento cultural denominado Renacimiento, que supuso un "renacer" de la
cultura Antigua, y fue el desencadenante que produjo los cambios en el pensamiento de
la sociedad, tanto en lo económico como en lo social y en lo político. Estos cambios

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crearon una nueva forma de pensar que se conoce con el nombre de Humanismo -ya
nombrado anteriormente en cuanto al ámbito cultural-, que se caracterizó por los
siguientes rasgos:

Frente a carácter teocéntrico de la cultura de la Edad Media, el Humanismo puso

al "hombre" en centro de sus pensamientos y de sus escritos, estudiando su historia, su
pensamiento y su comportamiento social. Este movimiento supuso el triunfo de la
razón. Su principal promotor fue el holandés Erasmo de Roterdam con su libro "Elogio
de la licura" en el que critica la sociedad y la religión de su tiempo.

No podemos finalizar este apartado sin hacer una mención al descubrimiento de

América por Cristóbal Colón, que fue patrocinado por los Reyes Católicos de Castilla, y
que produjo un cambio importante no solo en España, sino en toda Europa, al posibilitar
la apertura de nuevas rutas de comercio que propiciarían nuevos inventos, como la
brújula por ejemplo.

MARCO FILOSÓFICO

El Renacimiento toma su nombre –como ya hemos comentado con anterioridad-

de la vuelta a la cultura clásica greco-romana que se produce en estos siglos.

La mentalidad del hombre renacentista y, por consiguiente, también de los

filósofos de esta época se basó en otra de las características principales de este periodo:
se dedicaron a estudiar a los clásicos desde una óptica distinta, renunciando a los
sistemas teológicos que dominaron la Edad Media y atendiendo a la figura del ser
humano como centro del Universo-antropocentrismo-, y todo ello recibiendo la
influencia de los pensadores árabes que provenían de la caída de Constantinopla en
manos turcas, lo cual provocó que muchos intelectuales de Oriente emigrasen a Italia,
llevando con ellos la lengua y la cultura griega.

Sin embargo, estos siglos no son especialmente favorables para la filosofía.

Buena parte del pensamiento filosófico de la época se dedicó a comentar a Platón y
Aristóteles y a las escuelas helenísticas, ignorando los movimientos científicos que

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nacían en esa época y que marcarían más adelante, en el siglo XVII, la orientación de la
filosofía.

CONJUNTO DE OBRAS DEL AUTOR

Maquiavelo no escribió en latín sino en italiano, como los grandes humanistas,

siguiendo los pasos de Dante , Petrarca y Boccaccio.

Se conservan una gran multitud de textos de Maquiavelo pero de ahora en

adelante haremos referencia a los que tienen mayor importancia:

Primeramente debemos mencionar los Discorsi sopra la prima deca di Tito

Livio, es una obra de reflexiones sobre el Estado y la política. Está formada por tres
discursos, y no se sabe exactamente cuándo fueron escritos estos, pero el mismo
Maquiavelo hace referencia a ellos en El Príncipe (Capítulo II), indicando que por lo
tanto estos Discursos sobre la primera década de Tito Livio ya era una obra que estaba
escrita hacia el 1513.

Otra de las oras maestras de Maquiavelo es Dell'arte della guerra (Del arte de
la guerra), la única obra publicada durante su vida en la que se ocupó de tratar cómo se
debía realizar el reclutamiento, cual sería el orden del combate, la moralidad del
combatiente, la disciplina o las fortificaciones y la defensa, entre otros muchos temas,
todos ellos relacionados con las cuestiones militares. La obra, que consta de siete libros,
fue escrita entre 1519 y 1520 y está desarrollada en forma de diálogos cuyo personaje
principal es el “condottiere” Fabricio Colonna. La idea principal de la obra es la
necesidad que tiene el Estado de tener unas fuerzas militares que garanticen la
seguridad, y que ese ejército no deba estar formado por soldados mercenarios, como ya
trató anteriormente en El Príncipe.

Más tarde escribió las Historias florentinas, una obra que le fue encargada por el
cardenal Giulio de Médici. La obra está dividida en ocho libros en los que Maquiavelo,
se refiere a la fundación de Florencia y a su evolución política centrándose en el periodo

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comprendido entre 1205 y 1495, donde la familia Médici domina en la mayor parte del
texto.

Para finalizar con este apartado no debemos olvidarnos de la gran multitud de

discursos que escribió nuestro autor, gracias a la incesante vida política que llevó y
tampoco de su faceta más propiamente literaria.
Por un lado escribió informes y discursos entres los que está el Discurso hecho
al magistrado de los Diez sobre las cosas de Pisa en 1499, o una serie de textos sobre
Francia o Alemania (Relación de las cosas de Alemania, 1508 o De la naturaleza de los
franceses, 1510).
Por el otro escribió varias novelas entre las que se encuentra Novela de Belfagor
archidiablo y teatros entre los que destaca La mandrágora.

SU PRINCIPAL OBRA: EL PRÍNCIPE

Es la gran obra de Maquiavelo, la que se encuentra en la cumbre de todos sus

escritos, que tuvo gran repercusión desde el momento en el que le fue enviado a su
destinatario. Fue escrita en 1513, e iba a ser dirigida en un primer momento a Giuliano
de Médici quien dominaba en Florencia, antes de que éste le cediese su poder a su
hermano Lorenzo, a quien finalmente Maquiavelo dedicó la obra.

Se sabe que la obra fue nombrada por el propio Maquiavelo con diferentes
nombres: De´principati, De principe, o De principatibus, pero la tradición hizo que el
nombre definitivo fuese Il principe.

La importancia que Maquiavelo y El Príncipe tuvieron desde el primer momento

se produjo no porque este fuese el primer libro que trataba la materia, sino porque en
este caso el hecho de hablar de un Príncipe, el gobernante sobre el que recae todo el
poder, suponía que antes habría habido un consenso y un consentimiento por parte de
los gobernados. En otras palabras, que el Príncipe en cuestión habría sido aceptado por
los súbditos de manera pacífica. Es una de las obras que más han influido en la historia;
Políticos, artistas y pensadores se han visto deslumbrados con el paso del tiempo por

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esta obra que adopta la siguiente línea de pensamiento: el fin justifica los medios. Esto,
que también se conoce como la ética consecuencialista, es la idea fundamental que trata
el texto.

El estilo y la estructura de la obra son los siguientes: está dividida en 26

capítulos, generalmente breves y de temas diferentes dentro del amplio ámbito militar.
Podría decirse que todos albergan ejemplos históricos y personajes destacables que se
repiten continuamente, en unos casos como modelos a seguir y en otros casos siendo
objeto de crítica, como es el caso de Cesar Borgia, Luis XII de Francia o Francesco
Sforza.

Además, no debemos olvidar que está escrita a modo de consejos y por ello no
pierde el estilo narrativo-coloquial que mezcla la manera de hablar junto con los
aspectos formales de la narrativa.

RESUMEN DE LA OBRA

CAPÍTULOS I-XI

Durante estos once capítulos, Maquiavelo describe los diferentes tipos de

principados atendiendo a cómo se consiguen y a cómo el Príncipe se puede llegar a
conservarlos. De este modo podemos diferenciar cuatro:

Los principados hereditarios son los que han estado siempre gobernados por
un Príncipe, por lo que el hecho de conservarlos a priori no tiene ninguna dificultad,
bastaría con no cambiar la manera de actuar que tenían sus antepasados.
Por otro lado se encontrarían los principados mixtos. Se trata en este caso de
principados nuevos, pero que han estado anexionados durante un tiempo a otro Estado.
Los habitantes de estos Estados esperan algún cambio o mejora con el cambio de
Soberano y, si esto no sucede, la decepción que sienten provoca rebeliones en contra de
él. Por ello el Príncipe no puede confiar ni en las gentes a quien ha arrebatado los
territorios ni en su propio pueblo. Otra dificultad que los estados mixtos presentan es

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que estén formados por pueblos con lenguas, religiones y tradiciones totalmente
diferentes, lo que dificultaría el gobierno y para solucionar este problema la mejor
solución sería vivir en ese país que ha sido anexionado, pero nunca ocuparlo
militarmente. Además, según nuestro autor el Príncipe deberá defender al débil e
ingeniárselas para derrocar a los poderosos, ya que es mucho más difícil que le sea
arrebatado un el reino si está rodeado de siervos que le apoyan puesto que son
mantenidos y defendidos por él.
También tenemos los principados civiles. En ellos el Príncipe que gobierne uno
de estos principados ha sido designado por sus conciudadanos, no ha hecho esfuerzo
expreso alguno. La elección la ha podido ejercer el pueblo o los notables. Si los que le
elegido han sido los notables, le será más complicado mantenerse en el poder, ya que
está rodeado de personas a las que no puede gobernar de la misma manera que al resto
de los ciudadanos ya que se consideran del mismo nivel en la escala social que él; sin
embargo, si ha sido elegido por el pueblo, habrá pocos que intenten rebelarse en si
contra.
Por último nos nombra a los principados eclesiásticos. En este caso tras haber
sido adquiridos por medio de la virtud o de la fortuna, es la Iglesia quien impone su
poder, por ello nunca le son arrebatados al Príncipe, a pesar de no contar con ejército
para la defensa.

Maquiavelo en estos once capítulos además nos habla de las distintas maneras
que hay para conseguir gobernar un Principado nuevo, y son las siguientes:
La primera manera es conquistar el territorio por medio de la virtud y de las armas. La
segunda forma es por medio de la fortuna (éstos son adquiridos con dinero u otorgados
por otros). También se puede conseguir un reino por medio de la vía de la conquista
usando un ejército propio u otro ajeno (prefiriendo Maquiavelo el propio ante el ajeno
ya que considera imprudente depositar la confianza en un ejército que lucha por sus
propios intereses) y finalmente la utilización del crimen y el terror.

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CAPÍTULOS XII-XIV

En estos tres capítulos, Maquiavelo explica la importancia de tener un ejército

propio, mencionándonos tres tipos de ejércitos: el propio, el mercenario, y el mixto, que
es una mezcla de ejército auxiliar y mercenario.

Nos argumenta de manera clara y concisa que las peores tropas las mercenarias y
las auxiliares, ya que las mercenarias son generalmente luchan por su propia
conveniencia además de ser muy indisciplinadas y cobardes frente a los enemigos.
En el caso de las tropas auxiliares, son buenas y efectivas, pero no para los intereses del
Príncipe, sino para los de su señor; el Príncipe que opte por luchar con ellas y vence,
queda a bajo la voluntad del señor que le facilitó esas tropas auxiliares.
Maquiavelo en este momento de la obra le hace una recomendación al Príncipe ideal, le
aconseja tener un ejército propio, que luche por y para él únicamente y además señala
que el propio Príncipe, debería ser un maestro en el arte de la guerra.

CAPÍTULOS XV-XXIII

Algunos de los rasgos y actitudes que presente el Príncipe pueden ser

considerados positivos en un primer momento, pero pueden con el paso del tiempo
pueden llegar a resultar erróneos para una buena actuación en el poder.

Afirma Maquiavelo que es mejor que un Príncipe peque de tacaño, con lo que
sus súbditos comprobaran que siempre tiene en cuenta sus rentas y que podrá
defenderse de los enemigos sin cobrar más impuestos innecesarios.

Asimismo, debe procurar ser considerado clemente y no demasiado cruel,

aunque a veces deba crear entre sus súbditos temor y respeto, y cuidar de no tener
demasiada confianza con ellos, actuando con prudencia. Debe conseguir ser respetado y
para ello es necesario un equilibrio entre ser temido y ser odiado.

Otra característica que debe destacar en el Príncipe es la veracidad de su palabra.

Según Maquiavelo entre los reyes de la antigüedad era habitual salir victorioso a base
mentiras y engaños. Por otro lado, el Príncipe deberá tener siempre presente la

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existencia de dos caminos a seguir, el de la ley y el de la fuerza, y deberá ser capaz de
valerse de ambos por igual. Llegados a este punto de la obra, Maquiavelo utiliza una
analogía entre el Príncipe y dos animales poderosos por sus características
fundamentales- el zorro, astuto y el león, fuerte y letal- para representar dos cualidades
necesarias en un Príncipe.

Otro de los temas que expone Maquiavelo en esta obra, es cómo tiene que evitar
el Príncipe ser odiado por su pueblo, y cuenta que para ello debe evitar arrebatarles sus
bienes y sus mujeres, y deberá además de preocuparse de los Estados extranjeros,
hacerlo también de las conspiraciones interiores que se puedan crear en su contra en el
caso de que el pueblo está descontento.
Aquí, mediante numerosos ejemplos, reafirma el autor la idea de que un Príncipe debe
ser duro y cruel en ocasiones, pero no hasta el punto de hacerse odiar.

En el capítulo XX nos señala que es fundamental mantener la seguridad del

Estado y entre las defensas posibles Maquiavelo nos cita las que él considera más
importantes:
-Que los súbditos tengan sus propias armas: de esta manera el Príncipe si carece de
ejército, no se verá obligado a contratar un ejército mercenario, o a pedir ayuda a alguno
extranjero.
-La construcción fortalezas: sirven para refrenan a los que se planteen atacar desde
dentro ya que no podrían escapar, además de servir de defensa contra las agresiones que
provengan del exterior, sirviendo de obstáculo.

Un Príncipe debe saber que el prestigio y la reputación se crean con respecto a

los restantes soberanos. Y según Maquiavelo esto se puede conseguir de muchas
maneras entre las que está por ejemplo, ser un buen aliado a la vez que un temible
enemigo, lo que significa que es un Príncipe hábil en sus alianzas contra otros, o siendo
benévolo con el pueblo para mantener una buena reputación en su reino.
Otro hecho que el Príncipe deberá tener muy en cuenta y donde deberá tener
especial cuidado, es en la elección de los ministros que le acompañarán en el poder, ya
que si un ministro no es habilidoso, su reputación se verá dañada. Los ministros deberán
ser fieles, de total confianza, y proporcionar sabios consejos que el Príncipe pueda

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valorar, y si los considera apropiados puedan ser llevados a cabo, en resumen, deberán
ser leales únicamente a su señor.

CAPÍTULOS XXIV-XXVI

Lo más importante que Maquiavelo nos cuenta en estos capítulos es su

concepción de Fortuna y de Virtud, dos características importantes a la hora de
conseguir un reino.
Según él, si se comparan un Príncipe antiguo frente uno nuevo, es el nuevo
quien acapara toda la atención puesto que estará siendo continuamente objeto de crítica
y examen. El Príncipe antiguo únicamente debe seguir la política tradicional para tener
éxito, mientras que el nuevo debe convencer con buenos actos a los nuevos súbditos, y
si lo consigue, estos le servirán sin problemas y podrá parecer realmente hereditario.

En esta comparación entre Príncipes antiguos y nuevos es donde Maquiavelo

hace la primera diferenciación entre Virtud y Fortuna. Afirma el autor que un Príncipe
nuevo llega al poder gracias a la Virtud, mientras que el antiguo gracias a la Fortuna y
sin esfuerzo, y acto seguido en el capitulo XXV trata lo que él entiende por Virtud y
Fortuna:
-La Virtud para Maquiavelo, se halla en la capacidad natural de gobernar; la
tienen los Príncipes que actúan con cabeza, que son justos, generosos y valientes en el
momento exacto en el que tienen que serlo.
-La Fortuna, sin embargo, no es algo que se cultive y se consiga con los actos, es
la suerte o el azar, es algo que decide de que manera acabarán las empresas militares o
cualquier otro acto que se realicen. Puede aparecer y desaparecer en cualquier momento,
por ello sería imprudente dejarse llevar por la Fortuna porque no asegura nunca la
victoria.
Finalmente Maquiavelo hace una crítica a la organización militar italiana y le
hace la petición a Lorenzo de Medici, destinatario de la obra, de que adopte esta labor
de mejorar los ejércitos y eleve al reino a su máximo esplendor.

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COMPRENSION DEL TEXTO

No debemos olvidar que la idea fundamental que trata el libro es el poder, y

Maquiavelo especialmente se centra en cómo alcanzarlo y conservarlo basándose en las
leyes y las armas.
Pues bien, si dividiésemos el libro en dos partes, podríamos decir que en la
primera parte el autor se centra en describir los tipos de principados que existían,
mientras que en la segunda habla sobre todo de la conducta que los Príncipes deben
tener para lograr resultados exitosos.

De este modo Maquiavelo, como ya hemos explicado anteriormente en el

resumen, trata los temas de la diferenciación entre los diferentes principados que
podrían existir, a continuación pasa a nombrar los tipos de ejércitos y tropas y señala los
más convenientes para conseguir el éxito. Después sigue con la caracterización que
debería tener el Príncipe perfecto, atendiendo fundamentalmente a las actitudes que
debe tener y finalmente pasa a hacer una reivindicación a las antiguas autoridades
italianas que perdieron sus reinos y ofrece el consejo a la autoridad del momento, la
familia Medici, para que reinstauren la época de esplendor en el Estado italiano.

CRÍTICA

Tradicionalmente el pensamiento de Maquiavelo a suscitado diversidad de

opiniones, además se dice que es el iniciador de la filosofía política moderna por lo que
sus argumentos deberán tener un peso considerable en el ámbito tanto político como
filosófico. Podemos aprovechar este momento, para decir que el pensamiento de
Maquiavelo ayudó o influyó en Hobbes a la hora de realizar su famosa definición del
hombre “el hombre es un lobo para el hombre” ya que la naturaleza humana que
expresa nuestro autor no es especialmente favorable a éste; la idea antropológica de
Maquiavelo es que el hombre es un ser perverso y ambicioso que únicamente busca su
propio bienestar.

Además el pensamiento que Maquiavelo plasma en esta obra desde el primer

momento tuvo mucha importancia y ha tenido una gran repercusión posterior porque
aunque iba dirigido para ayudar un líder político en su labor, también es útil para un

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empresario si se siguen los mismos consejos aplicados al trabajo que cada uno
desempeña. Esto será posible siempre que podamos sustituir a la palabra Príncipe por la
de líder o dirigente y a la de principado por la de empresa.

Con todo esto podemos apreciar la gran modernidad de las ideas y los
pensamientos que llegó a tener Maquiavelo, y por lo tanto la modernidad que le
caracterizaba como persona, humanista y político.

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