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Prevención y detección de

conductas adictivas
María de Jesús Morales Cruz*

Establecimiento de
prioridades

*Profesora de la ENEO. Correo electrónico: moralescruz.mj@gmail.com

Asesoría pedagógica: Carlos Compton García Fuentes.


Contenido

• Establecimiento de prioridades.
• Fase II: Identificación de recursos

Establecimiento de prioridades

Alvira (1999), explica que la delimitación del problema y de las necesidades debe
realizarse antes de plantear alguna intervención preventiva. Todo programa de
prevención debe partir de un conocimiento del problema sobre el que se quiere
intervenir y de un diagnóstico de necesidades que tenga en cuenta el contexto
específico del área geográfica donde se va a aplicar, las características de la
población destinataria, etc. En un municipio donde exista una población
consumidora de drogas, la prevención deberá plantearse objetivos de evitación del
abuso en el consumo y de reducción de daños como consecuencia del consumo;
asimismo, si el problema se centra en una droga determinada, los objetivos de
prevención deberán centrarse en la misma. Todo ello sin dejar de considerar la
posibilidad de que además existan programas de prevención universales con
objetivos de no consumo.

El análisis del problema es una fase ineludible y previa e implica:

Delimitar y definir la condición o hecho social que constituye el problema (Ej.:


conducción de automóviles después de ingerir alcohol).
Conocimiento de las características de los que experimentan o sufren la
condición o hecho social.
Conocer:
o El alcance y la cuantía de dicha condición.
o El valor o valores sociales amenazados que convierten la situación o
condición social en problemática.
o Quién o quiénes definen la situación como problema.
o Cuál es la etiología del mismo.

El adecuado conocimiento de las necesidades existentes, implica ante todo


contextualizar el problema, conocer el contexto y lugar donde se va a intervenir, las
características de las diferentes poblaciones implicadas, los recursos existentes, los
dispositivos, etc.

Acero (2011), refiere que debemos establecer prioridades en base a las


posibilidades de intervención que vienen condicionadas tanto por esta
modificabilidad de los factores como por los recursos disponibles y la participación
comunitaria. Tengamos siempre en cuenta que un programa de prevención no es
una fórmula mágica. Hay que tener en cuenta la medida en que los factores de

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riesgo y protección pueden ser modificados o no. Así, los factores de riesgo y
protección se agrupan en tres categorías:

Algunos pueden ser completamente modificables (por ej. el fracaso escolar).


Otros pueden modificarse parcialmente pero no completamente (por ej. la
disponibilidad de tabaco y alcohol en una comunidad puede ser controlada
pero nunca eliminada completamente).
Otros factores de riesgo y protección no pueden ser modificados directamente
por efecto del programa (por ej. depravación económica extrema).

Cornejo (2009), explica que el “problema” de las drogodependencias no es igual en


todos los municipios y tampoco lo son las necesidades que van a guiar la
intervención.

Desde la perspectiva más general, una condición o hecho social determinado, por
ejemplo el consumo de heroína, se transforma en un problema social cuando así lo
definen los actores sociales de acuerdo con unos determinados valores. Por tanto,
es lógico pensar que las condiciones sociales objetivas y los valores sociales que
determinan el problema social puedan variar de una localidad a otra. Por eso,
cualquier programa de prevención requiere un previo conocimiento de los siguientes
aspectos:

La condición social y sus características,


El problema y las necesidades detectadas relacionadas con el problema
social.
En una secuencia lógico-necesaria, la condición social objetiva sobre la que se va a
intervenir debe convertirse en un problema y éste, a su vez, debe traducirse en
necesidad o necesidades sociales (déficits) que precisamente van a guiar la
intervención para acabar con dichos déficits. La traducción de un problema a
necesidades lleva en paralelo la elección de una o varias estrategias de
intervención, tal y como se puede observar en el cuadro 1 a continuación:

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Cuadro 1: Relación entre condiciones sociales y estrategias de intervención

(Fuente: Acero,2011)

Las hipótesis de un programa pueden desarrollarse en torno a:

Las causas de una determinada conducta o problema.


Los factores asociados a las causas.
Las consecuencias de la conducta o los factores asociados a dichas
consecuencias.

Aunque idealmente puede y debe separarse el análisis del problema relacionado con
las drogas sobre el que se va a intervenir de lo que es la evaluación de necesidades,
lo cierto es que evaluación de necesidades y análisis del problema están
estrechamente interrelacionados y deben hacerse juntos. La evaluación de
necesidades debe realizarse antes de haber seleccionado una estrategia de
intervención (una vez identificado y conocido el problema), o puede también
hacerse después para ajustar el programa de intervención a las necesidades
diagnosticadas en el contexto y lugar donde se van a aplicar. (Cornejo,2009).

Es importante considerar en los programas preventivos, la identificación de los


recursos, como veremos a continuación:

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Identificación de recursos

La efectividad y la sostenibilidad de los esfuerzos preventivos deben basarse en una


dotación adecuada de recursos internos y externos, tanto de la propia organización
como de sus niveles de coordinación con otras instancias. De igual modo, se debe
contar con un grado específico de preparación de la comunidad que, a su vez, viene
determinada por los mediadores de esa comunidad.

Existen tres elementos básicos a la hora de valorar la capacidad de nuestra


organización que son los niveles y tipos de recursos con los que se cuenta para
cubrir las demandas que conlleva la implementación del programa:

Determinar nuestra capacidad interna (humana, técnica y financiera).


Medir la capacidad externa (humana, técnica y financiera).
Identificar y captar a los colaboradores de la comunidad.

En el cuadro 2, podemos ver los diversos pasos que se deben realizar en la


identificación de los recursos.

Cuadro 2: pasos para la identificación de los recursos

Paso Características
Determinar la La capacidad interna del equipo de gestión se puede traducir en una serie de requisitos que se
capacidad interna organizan del siguiente modo:
del equipo de Liderazgo estratégico: Supone contar con el ejercicio explícito del liderazgo (cultura
gestión, de dirección, desarrollo de recursos, etc.); capacidad de planificación estratégica
(evaluación del entorno, desarrollo de tácticas para alcanzar objetivos y metas, etc.);
estructura (asignar roles y responsabilidades, sistemas de coordinacción, sistemas de
control, etc.); capacidad de dirección (estructura legal, procesos de toma de
decisiones, métodos directivos, contactos externos…)
Sistemas, procesos o dimensiones de los recursos humanos: Planificación de los
recursos humanos (reclutamiento, selección y orientación); formación y desarrollo
profesional (dirección, seguimiento y evaluación del desempeño); manejo de
incentivos, equidad, etc.
Recursos nucleares: Infraestructura (sistemas, equipamientos, herramientas);
tecnología (comunicación, información…) y financieros (planificación financiera,
dirección y seguimiento contable y sistemas de auditoría financiera).
Dirección de programa: Planificación (identificación de necesidades, estable- cimiento
de objetivos, valoración de alternativas y desarrollo de sistemas de evaluación);
implementación (registro de participación y coordinación de actividades) y
seguimiento (sistemas de evaluación de proceso y comunicación de feedback a los
mediadores).
Dirección de procesos: Planificación (identificación de necesidades, búsqueda de
alternativas, establecimiento de objetivos y prioridades, desarrollo de actividades y
de sistemas de evaluación); solución de problemas y toma de decisiones (definición
de problemas, búsqueda de alternativas, elección de soluciones y seguimiento de las
decisiones); comunicación (intercambio de información, registro y transmisión de
información a los miembros de la organización) y seguimiento y evaluación (registro
de datos, valoración de la ejecución, utilización de la información, introducción de
cambios en la organización y en el programa).

Evaluar la Las investigaciones y la experiencia sobre prevención comunitaria identifican como un


capacidad elemento básico el nivel de preparación de la comunidad para asumir el programa o la
externa. intervención preventiva. La preparación comunitaria se refiere al grado de conocimiento y
toma de conciencia del problema, el interés que suscita y la capacidad y habilidad de esa
comunidad para iniciar y soportar las iniciativas preventivas que se desarrollen.
Existen nueve estadios de preparación de la comunidad:
Tolerancia comunitaria: Existen normas tolerantes y a favor del comportamiento que
queremos modificar.

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Negación: No existe reconocimiento, o éste es muy pequeño, acerca de las
evidencias del problema.
Reconocimiento vago: Creencia general de la existencia del problema, pero el
reconocimiento se basa sólo en uno o dos incidentes.
Pre-planificación: Hay un reconocimiento del problema, una identificación de los
líderes, pero una escasa planificación acerca de cómo afrontar los problemas y los
factores de riesgo.
Preparación: La planificación está lista y enfocada a aspectos prácticos, incluso
existen líderes activos.
Iniciación: Existe suficiente información que justifica el programa de prevención y
altas expectativas respecto al inicio del programa.
Institucionalización: Más de un programa de prevención está ya desarrollándose,
pero puede que no sea de forma estable.
Consolidación/expansión: Existen programas estandarizados que son asumidos como
un valor integrado por la comunidad; están siendo desarrollados nuevos programas
en orden a alcanzar a poblaciones de más alto riesgo. La evaluación es regular y más
sofisticada.
Profesionalización: Existe un detallado conocimiento de la prevalencia, los factores de
riesgo y la efectividad de los programas existentes. La programación se diseña sobre
necesidades y factores de riesgos concretos e identificados y el equipo posee una alta
capacitación.

Crear estructuras Crear estructuras de colaboración es el proceso a través del cual distintas agencias,
de colaboración organizaciones o grupos configuran un equipo de trabajo para afrontar una misión común.
Esto genera un efecto de capitalización a través de la suma de los otros programas o
actividades que desarrollan esas otras organizaciones.
La estructura de colaboración estará formada por aquellos individuos que están muy
interesados en el problema específico o, de modo más general, en la prevención del abuso de
drogas. Los padres representan un elemento obvio, pero también pueden incluirse los medios
de comunicación, profesionales del medio escolar, de la salud, de los servicios sociales,
instancias legales y judiciales, etc.
Algunos de los posibles beneficios de crear estas estructuras de colaboración serían:
Simplificar y facilitar el proceso de evaluación de necesidades.
Identificar déficits en los servicios y trabajar juntos para cubrirlos.
Expandir la disponibilidad de servicios dentro de programas cooperativos
Proveer de mejores servicios a través de la creación de redes de intercomunicación
acerca de las necesidades de los participantes.
Aportar diversas perspectivas a través de los miembros que poseen distintas
experiencias.
Reducir la competitividad para intervenir sobre los problemas.
Establecer cauces de comunicación con más organizaciones de la comunidad y, de
este modo, hacer llegar a más amplios segmentos de la comunidad las iniciativas que
se desarrollan.
Amplificar la visibilidad de las actuaciones a través de los medios de comunicación y
la comunidad.
Facilitar el intercambio formativo para los miembros de los equipos.
Rentabilizar recursos y eliminar la duplicación de esfuerzos.

(Fuente: Acero,2011)

En la obra de Acero (2011), puedes encontrar el anexo 2 sobre los principales


recursos para la prevención.

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Referencias

• Acero Achirica Alicia. (2011). Guía Práctica para una prevención eficaz.
Madrid. Ministerio del Interior. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas. ADES (Asociación de Técnicos para el Desarrollo de Programas
Sociales)
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/prevencion_eficaz.pdf

• Alvira Martín, F. (1999). Manual para la elaboración y evaluación de


Programas de Prevención del Abuso de Drogas. Madrid: Agencia Antidroga.
http://personales.unican.es/salvadol/programas/materiales/Manual%20de%2
0evaluaci%C3%B3n%20de%20programas_Alvira.pdf

• Cornejo Ramírez, Herminia Del Carmen. (2009). Estrategias preventivas para


evitar el consumo de drogas en jóvenes adolescentes. TESIS Maestría en
Educación. República Bolivariana de Venezuela
http://www.slideshare.net/guest10804c/tesis-completaprevencin-consumo-
de-drogas

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