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A este respecto Castello (2012) menciona que el dependiente emocional jerarquiza sus
actividades, donde la pareja se encuentra en la punta de la cúspide, dejando relegadas
sus demás actividades cotidianas como por ejemplo el trabajo, estudios, familia, etc.
2. Voracidad afectiva
En este apartado el autor menciona que el dependiente emocional desea tener a su pareja
exclusivamente para sí mismo, de hecho así lo exige a su pareja, la cual por lo general
resulta alguien no dependiente por lo cual pondrá límites para bajar la frecuencia de la
necesidad de contacto físico exclusivo .
Sin embargo todo el padecimiento colosal del dependiente emocional suele desaparecer
de forma asombrosamente rápida, y esto basta con una simple llamada de la otra
persona. De las lágrimas y la desesperación a la risa y tranquilidad en cuestiones de
segundo.
El dependiente emocional por lo general busca parejas con ciertas características como
alguien engreído, distante afectivamente, egocéntrico, y a veces hostil, posesivo o
conflictivo. La cual se aprovecha del comportamiento sumiso del dependiente
emocional para atender sus intereses sin importarte el bienestar del otro. Esto se debe a
que el dependiente emocional busca una persona con problemas que en el fondo
muestra vulnerabilidad o fragilidad emocional con el que el dependiente se identifica.
En este apartado se refiere al amor propio que tienen los dependientes emocionales, y
como es lógico, es escaso, nulo. Es necesario no confundirlo con el auto concepto, es
decir concebirse a uno mismo como guapo, inteligente o capaz no implica el cuidado
propio de identificar aspecto nutridores y desnutridores para sí mismo.
El no estar solos también implica el no estar solos socialmente, esto quiere decir, que el
dependiente emocional no soporta la idea de verse en sociedad como alguien sin pareja,
este punto explica el repertorio amplio de relaciones de pareja y la necesidad constante
de tener una pareja.
Por otro lado Mireles (2013) considera que la necesidad extrema del dependiente
emocional se las puede detectar en seis dimensiones básicas, mismas que serán
detalladas a continuación.
1. Ansiedad de separación:
“Se describen las expresiones emocionales del miedo que se producen ante la
posibilidad de disolución de la relación, el temor es por el abandono, la separación o el
distanciamiento” (Mireles, 2013). Por lo cual se puede ver la existencia de una ansiedad
profunda por la separación la cual refuerza las pautas interpersonales de dependencia,
en este sentido la persona se aferra demasiado a su pareja, lo sobrevalora, lo concibe
como necesario para vivir completo y feliz, esto está relacionado con la angustia que le
genera la soledad para ellos.
2. Expresión afectiva:
Esto como se menciona en Castelló (2012) es una demanda excesiva de estar con otro,
esta por decirla asi adicción a estar con la pareja que se puede re puede relacionar con
un cuadro de dependencia a sustancias. Las creencias dice Mireles (2013) hacen
referencia a enunciados como los siguientes: “Necesito constantemente expresiones de
afecto de mi pareja”, “Necesito demasiado que mi pareja sea expresiva conmigo”,
“Necesito tener a una persona para quien yo sea 14 más especial que los demás”.
3. Modificación de planes:
“El cambio de actividades, planes y comportamientos debido a los deseos
implícitos o explícitos por satisfacer a la pareja o a la simple posibilidad de
compartir mayor tiempo con ella. Para el dependiente emocional su pareja es el
centro de su vida, de tal forma que no existe nada más importante, incluyéndose
a sí mismo, a sus hijos o al resto de su familia” (Mireles, 2013).
Se incluye una serie de supuestos que Mireles (2013) considera como: “Si mi pareja me
propone un programa dejo todas las actividades que tenga para estar con ella”, “Si tengo
planes y mi pareja aparece los cambio sólo por estar con ella”.
4. Miedo a la soledad:
En este apartado se identifica dos aspectos, el primero en el temor por no tener una
relación de pareja, y en el segundo el temor de sentir que no es amado. El primero tiene
una connotación social mientras que el segundo una más personal por lo que el
dependiente emocional necesita a su pareja para sentirse equilibrado y seguro, por lo
que la soledad le aterra, las personas con dependencia emocional suelen usar las
siguientes frases: “Me siento desamparado cuando estoy solo”, “No tolero la soledad”, y
“Siento una fuerte sensación de vacío cuando estoy solo”.
5. Expresión límite:
Bibliografía
Castello, J. (2012). Cómo superar la dependencia emocional. Madrid: Corona Borealis.