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El procedimiento
El mecanizado electroquímico de metales está basado en el principio de la electrolisis.
La herramienta se conecta como cátodo y la pieza como ánodo a una fuente de corriente continua.
En una solución electrolítica acuosa, entre el cátodo y el ánodo tiene lugar un intercambio de
carga, lo que mecaniza la pieza de forma selectiva. De esta manera se crean contornos, canales
anulares, ranuras o vaciados con la más alta precisión y sin necesidad de contacto físico. El
material desprendido de la pieza se precipita en la solución electrolítica en forma de hidróxido
metálico. El mecanizado se realiza independientemente de la estructura del metal. De esta manera
es posible mecanizar tanto materiales blandos como duros.
Ventajas
Desgaste reducido de la herramienta (cátodo) y, por tanto, condiciones ideales para la
producción en serie
Calidad de superficies de hasta Ra 0,05
Mecanizado de precisión
La ausencia de solicitaciones térmicas o mecánicas sobre los componentes evita que se
alteren las propiedades de los materiales
No se alteran su dureza, ni su tenacidad ni sus propiedades magnéticas
Fabricación de contornos de menor tamaño y grosor
Altísima reproducibilidad de la estructura de las superficies
Proceso de fabricación más sencillo y eficiente, sin necesidad de acabados tales como
desbarbado o pulido
Desbastado / alisado / pulido en un único paso de trabajo
Mecanizado de superaleaciones
Mecanizado simultáneo de macro y microestructuras
MAQUINADO ELECTROQUIMICO
Maquinado electroquímico (ECM) difiere de las técnicas convencionales para cortes de metales en que
se utilizan energía eléctrica y química como herramientas de corte. Con este proceso se remueve el
metal con facilidad, sin que importe su dureza, y se caracteriza porque no deja virutas.
La herramienta de corte es un electrodo fijo que tiene la forma de cavidad requerida en la pieza de
trabajo; por lo tanto, se pueden producir formas escuadradas o difíciles de cortar. Además, el
desgaste de la herramienta es insignificante porque nunca toca la pieza de trabajo. El maquinado
electromecánico es adecuado para producir agujeros redondos pasantes, cuadrados pasantes, ciegos
redondos o cuadrados, cavidades sencillas con lados rectos y paralelos y para operaciones de cepillo.
Su utilidad es mucho mayor en metales cuya dureza es mayor de 42 rockwell C (400 Brinell). Con este
proceso es difícil mantener aristas agudas, secciones inferiores planas o curvaturas exactas debido al
ligero exceso de corte que produce. Una ventaja importante del ECM es que no se deforman las
superficies y cantos de las piezas de trabajo y quedan libres de rebatas (El electrodo (“herramienta)
nunca hace contacto con la pieza de trabajo).
EL PROCESO
Desde hace muchos años se han utilizado los balos galvanoplásticos o electrodeposición para aplicar un
metal que está en solución en otro metal que se sumerge en el baño.
Dado que el ECM surgió de este proceso es conveniente conocer el proceso de electrodeposición.
El electrodo y la pieza de trabajo, aunque están separados apenas 0,002 a 0,003 pulgadas (0,005 a
0,007 milímetros) nunca se topan entre sí.
La solución de electrolito esta en circulación constante y controlada y es conductora de la corriente
(el electrolito suele ser una solución salina muy corrosiva). La corriente continua, a veces, puede ser
de 10.000 A/pulgada2 (1550 A/centimetro2) según el material de la pieza: la cantidad de remoción del
metal esta en proporción directa con la corriente que pasa entre el electrodo y la pieza de trabajo.
Una corriente elevada producirá remoción rápida del metal y a la inversa con una corriente baja.