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Biofísica de los Campos Mórficos (I): Campo

Morfoestático, Corrientes Mórficas

ÍNDICE

Antecedentes: Hipótesis de los Campos Morfogenéticos, por el


Dr. Rupert Sheldrake. Teoría de los Memes, por el Dr. Richard
Dawkins. Teoría Cinética Schreiber de los Replicadores
Transferentes Evolucionarios (Genes y Memes)

II

Definición de Intensidad de Campo Mórfico Informacional


Conservativo y de su Potencial Mórfico Asociado. Sus analogías
con el Campo Electrostático. Definición de Flujo Mórfico de

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Información. Teorema “Gauss-Schreiber” del Flujo Mórfico.
Aplicaciones del Teorema; Un ejemplo sencillo: Cálculo de un
Campo y Potencial Morfo-Estático Laminar Uniforme, de una
Asociación Serie y de una Asociación Paralela (“Libro”) de ellos.

III

Concepto de Capacidad Mórfica, Condensadores Mórficos.


Cálculo de la Capacidad Morfogenética o Morfo-Memética de
los casos anteriores. Generalización: Condensadores Mórficos
“Esféricos” y “Cilíndricos”. Modelo del “Morfómetro Cilíndrico”

IV

Concepto de Densidad-Velocidad de Procesado Informacional,


Flujo o “Intensidad de Corriente Mórfica”. Resistencia Mórfica.
Leyes Local, General y Particular de Ohm-Schreiber de la
Conducción Mórfica. Tipos de Conductores-Resistores Mórficos.
Asociación de Resistencias Mórficas. Leyes de Kirchhoff-
Schreiber para los “Circuitos Mórficos”

Dedicatorias y Agradecimiento
2
VI

Bibliografía y Referencias

Antecedentes: Hipótesis de los Campos Morfogenéticos, por el


Dr. Rupert Sheldrake. Teoría de los Memes, por el Dr. Richard
Dawkins. Teoría Cinética Schreiber de los Replicadores
Transferentes Evolucionarios (Genes y Memes)

I.1

Hipótesis de los Campos Morfogenéticos, por el Dr. Rupert


Shaldrake

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A principios de los años 80 del pasado siglo un brillante, audaz e
inspirado científico británico nacido en 1942, Rupert Sheldrake,
revolucionó el paradigma excluyentemente mecanicista de las ciencias
biológicas, bioquímicas y biofísicas en general, asestándole un golpe
mortal a la obsoleta concepción decimonónica newtoniana de los sistemas
vivos, ya abandonada muchas décadas atrás a nivel subatómico en el
marco de la física cuántica. El concepto central del Nuevo Paradigma
propuesto por el innovador y osado Dr. Sheldrake en su magnífica obra
“Una Nueva Ciencia de la Vida” es la Hipótesis del Campo Mórfico o
Morfogenético. Como su nombre indica, podemos definir un Campo
Morfogenético como un campo de información asociado a patrones de
forma, en el sentido de rasgos o pautas estructurales codificables
determinantes a su vez del control de operaciones de materia-energía
definidas. Esto es, un “Campo Morfo-Funcional” dinámico, reactivo e
interactivo con los estímulos físico-químicos del entorno, responsable de
la génesis, desarrollo y evolución de las moléculas biológicas, las células y
los organismos. Cada unidad-entidad activa en estas redes de sistemas
transferentes-intercambiadores de información complejos y abiertos
llevaría ligada o “irradiaría” una intensidad de campo mórfico dada, por el
hecho mismo de procesar información, al igual que ocurre con la gravedad
por el simple hecho de poseer masa o del campo eléctrico al existir una
carga por exceso o defecto de electrones, por ejemplo. Pero, a diferencia
de estos últimos, puesto que los campos mórficos solo serían sensibles y
capaces de transportar unidades de información, no de masa-energía
estrictamente, podrían transmitirse e interactuar entre ellos y con el
medio de forma “virtualmente instantánea” o independiente de las
distancias espacio-temporales, sin violar el límite de velocidad de la luz
impuesto por la Teoría de la Relatividad. Su relación – por tanto – cono el
fenómeno del “entrelazamiento o teleportación cuánticos” y las
consecuencias del Teorema de Bell son patentes. De hecho, en cierto
modo la idea del Dr. Sheldrake no es sino una extensión a escala
macromolecular o celular del Principio de Dualidad de Louis de Broglie que
rige el mundo de las partículas subatómicas: Así, al igual que el “aspecto-
onda” de un electrón en movimiento alrededor del núcleo atómico no
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informa sobre el nivel de energía-masa cuantizado del mismo, pero sí de
su distribución de densidad de carga en el espacio, y viceversa, el campo
mórfico de un gen o de una proteína tan sólo fija sus patrones de forma-
código-significado codificable/decodificable, independientemente de su
soporte material. Los Campos Morfogenéticos serían – por ende – el
“aspecto-onda” de las redes de unidades morfo-funcionales de los
sistemas vivientes. Y no tan sólo de ellos: Cualquier sistema en red abierta
compleja capaz de intercambiar unidades o flujos de información
obedecería a tal Principio, desde cristales en crecimiento a virus y priones,
desde microprocesadores electrónicos a redes informáticas, desde células
a tejidos y órganos, y de éstos a los individuos de una especie y
poblaciones enteras de ellas, incluyendo por supuesto nuestros cerebros,
su “software” o contenidos mentales y sus productos socio-culturales.
Pues un organismo pluricelular poseería un gran campo mórfico resultante
de la yuxtaposición de los asociados a cada una de sus células
diferenciadas interrelacionadas unas con otras, el de cada célula a su vez
sería el sumatorio de las interacciones integradas de los campos mórficos
particulares de sus redes macromoleculares y, como “ principal antena-
receptor-transductor-codificador de respuestas adaptativas” se hallaría el
genoma, la red de genes conformada por el sub-sistema de ARNs-ADN,
como parece lógico suponer. Su papel en ese sentido sería análogo a
micro-escala al del sistema nervioso-endocrino-inmunológico a nivel
macroscópico orgánico en nuestros cuerpos. Asimismo, todo Campo
Mórfico tendería a organizar o repetir la ejecución de sus pautas de
formas específicas, de manera que su modo de operación esencial sería
restringir el puro azar estadístico o probabilístico de la mecánica material
“clásica” rectora de la causalidad de las partículas de talla mediana y
grande (mesoscópicas y macroscópicas, desde macromoléculas a cristales,
organismos, ecosistemas planetarios o galaxias), forzándola así mediante
sus “comandos informacionales” a adoptar patrones evolutivos morfo-
funcionales en una dirección de respuesta dada ante los cambios del
entorno a sus respectivas niveles. En términos físico-cuánticos, es como si
a escala macro los campos morfogenéticos y sus acciones mutuas jugaran
el papel del “observador” en los experimentos de microfísica, permitiendo
de esta manera “colapsar” un “camino o estado” de máxima probabilidad-
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óptima adaptación entre los muy distintos posibles compatibles con la
función de onda del Sistema, todos posibles en principio por simple juego
del azar. Así, Sheldrake conseguiría explicar “de un plumazo” la
serendipidad, otros fenómenos perceptivos aparentemente
“paranormales” tanto en el hombre como en otros animales e incluso
plantas, los grandes y bruscos tránsitos evolutivos biológicos en periodos
de Macro-Crisis Globales y la sombrosa convergencia de patrones y
soluciones evolutivas en sistemas complejos a muy diferente escala
espacio-tiempo y sostenidos por igualmente diversos soportes de masa-
energía, para su visión algo “secundario”, el mero “hardware” de lo
auténticamente esencial en su Universo Holístico-Fractal: La Información o
“software” de los mismos, directriz y fin de todos los procesos de la
Evolución.

Como pueden fácilmente observar mis Muy Queridos y Pacientes


Lectores, la Teoría Mórfica de Sheldrake encaja perfectamente con el
Nuevo Paradigma Holo-Cuántico/Fractal del Cosmos
Hiperdimensional/Multiverso que se destila de la Teoría de Supercuerdas
y la de Bucles Gravitatorios, los dos intentos más serios de la más
innovadora física teórica por unificar la Mecánica Cuántica y la Teoría de
Campo Gravitatorio de Einstein o Relatividad General…; Además, es
también profundamente coherente con el Modelo de “Darwinismo
Cuántico” para la Decoherencia o Colapso-Consenso de Realidad del
Universo Físico a nivel macroscópico, considerado – como lo hace la
Teoría de Supercuerdas – como un colosal “mega-objeto cuántico” entre
otra ingente cantidad de “Universos-Branas” en perpetua evolución en un
hiperespacio de hasta 11 dimensiones: Bastaría emitir la hipótesis
adicional que asociaría el “Campo de Vacío, Éter-Quintaesencia o Energía
Oscura” con un “Campo Mórfico Universal” y poco más.

También “cuadra” muy bien con la Teoría de Evolución Acelerada por


Transferencia de Impregnación Ambiental elaborada por este modesto
autor y su Modelo Cinético para los Replicadores Transferentes
Evolucionarios. En verdad, he de confesarles que yo apenas conocía nada
sobre Sheldrake al empezar a escribir esta ahora ya larga serie de ensayos
sobre “Psicofísica, Biofísica y Cosmología Cuánticas”…, por definirlos de
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algún modo. Pero el desarrollo y documentación de mi tarea me ha
conducido a él de modo natural, “mórfico”, se podría decir… Y las
profundas convergencias entre ambas teorías son tan enormes, que se
puede afirmar sin riesgo que las dos tan sólo difieren en su “jerga” o
“nomenclatura”, al menos en términos conceptuales básicos: Cambien
“Redes Replicantes Evolucionarias” por “Soportes de los Campos
Morfogenéticos” y apenas hallarán discrepancias entre sendos modelos.
En particular, su identidad en cuanto al mecanismo maestro de la
respuesta adaptativa a los cambios o estímulos perturbadores del
ambiente de suficiente magnitud es pasmosa y fascinante: Para Sheldrake,
dicho “resorte universal” es el hábito. Esto significa – en la “jerga” de mi
Teoría de la Evolución por Transferencia – que cuando en el seno de una
población de sistemas abiertos intercambiadores o procesadores de
información se inicia una nueva respuesta innovadora adaptativa ante una
modificación del medio de magnitud relevante, que la intensidad de tal
estímulo ambiental perturbador supere o sea elevada respecto a unos
umbrales perceptivos dados, así como el que la sensibilidad definida por
esos umbrales por parte de las redes o sistemas perceptores sea lo
bastante alta no componen más que la condición necesaria para que la
Impregnación Ambiental y la consiguiente Respuesta Adaptativa sea
efectiva. Para que ésta acontezca en realidad es precisa una tercera
condición, o condición suficiente: Que la frecuencia de dichos estímulos y
sus consiguientes “respuestas mórficas positivas” sea lo suficientemente
alta. Esto asegura que la “huella formal” de los campos “pioneros” se
transmita por “resonancia mórfica” a sus “herederos” de modo
estadísticamente significativo y por ello irreversible; Pues bien, en la
terminología de Sheldrake, las etapas “pioneras” de los cambios
evolutivos implican la formación de nuevos “campos mórficos
promotores” o “semillas morfogenéticas”, constituidos espontáneamente
en respuesta a las variaciones del entorno. Pero dichas “formas
codificables novedosas” un tanto “inmaduras” o “embrionarias” chocan,
son incompatibles o crean “conflictos” con los “viejos campos mórficos ya
bien asentados, ramificados, extendidos y predominantes” en el seno de
la población. Porque, por definición, “todo campo mórfico es específico y
tiende a preservar o reproducir sus formas, a replicarse idénticamente en
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el espacio y el tiempo” a través de sus soportes. Luego Sheldrake admite
implícitamente – le guste o no a muchos de los “gurús buenistas radical-
cooperativistas pseudocientíficos estilo New Age” y otras raleas de
“magufos creacionistas” o “partidarios del mal llamado “diseño
inteligente” de los asnos trasnochados, quienes lo alaban sin apenas
comprender la base científica de sus ideas –, que sus “campos mórficos”
establecen una competencia sustancialmente darwiniana entre sí… Lo que
implica inexorablemente una vasta inercia de lo viejo contra lo nuevo y
una fuerte selectividad de los “patrones de forma” más aptos para a pesar
de ella lograr la “resonancia mórfica” en una “masa poblacional crítica
suficiente” y sobrevivir a los cambios del ambiente, propagarse y
prosperar en el futuro.

Conclusión: Los Campos Mórficos no serían otra cosa que los Campos de
Patrones de Formas-Códigos o “Aspectos-Onda” Asociados a las Redes-
Soporte “Corpusculares-Moleculares” o Materiales- Energéticas de Genes,
Memes y otros tipos de retículos abiertos complejos receptores-
procesadores-intercambiadores de energía e información.

No es en ningún modo casual que los principales ejemplos empíricos y


experimentos esgrimidos por el Dr. Sheldrake, sus precursores y sus
discípulos “serios” a favor de su hipótesis provengan del campo fronterizo
entre la etología animal y las formas más primarias de cultura en el seno
de sus comunidades gregarias. Y no se debe tampoco a que el citado genio
realizara su Grado de Ciencias Naturales por Cambridge, el de Filosofía en
Harvard y por último el doctorado en Bioquímica de nuevo por Cambridge.
Sencillamente, es consecuencia directa del hecho de que las redes
genómicas-proteómicas y las que conforman el acervo cultural son los
“aspectos-corpúsculo” de las clases de campos mórficos más densos,
ramificados, especializados, intensamente modularizados, robustos y
auto-perfeccionados que existen, o al menos entre los que conocemos
sobre este planeta y Universo cuatridimensional (contando la “flecha
temporal”) hasta el momento.

Recordemos un par de ejemplos bien conocidos y en extremo sugestivos


de entre las múltiples observaciones y evidencias experimentales
expuestas por el Dr. Sheldrake cual respaldo de su teoría. El primero de
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ellos se encuentra justo en el límite entre la conducta biológica individual
aprendida y su transmisión social en el seno de sucesivas generaciones de
cobayas; El segundo, entre de lleno en el terreno de uno de los más
avanzados “productos” de la pura evolución memético-cultural humana, y
de hecho el más “racional y objetivo” de los mismos: El progreso de la
investigación científica en el marco de nuestros laboratorios.

El Dr. McDougall y sus “ratas listas”

Ya en 1920, el reputado fisiólogo y psicólogo experimental William


McDougall emprendió en Harvard una larga y rigurosa serie de ensayos en
comportamiento y aprendizaje animal cuyas conclusiones constituyen el
antecedente más serio y contrastado favorable a la hipótesis de
Sheldrake… A diferencia, por cierto de la famosa “historieta del Centésimo
Mono” del Dr. Watson que resultó ser un fiasco al cual nuestro talentoso
bioquímico dio demasiado crédito sin verificar fuentes originales, lo que
fue aprovechado hasta la náusea por la feroz “secta de los ultraortodoxos
mecanicistas” para desacreditarlo sin piedad… Pero – como bien saben
mis Queridos y Pacientes Lectores – la Tribu de los Ultra-Conservadores
decimonónicos obsoletos, hasta hace muy poco absoluta, hegemónica y
dañinamente dominante en las Ciencias Biológicas y Biomédicas, es la
única comparable en fanatismo y necedad a la de ciertos
“pseudomísticos” de la “ensaladilla rusa mental a lo New Age”. McDougall
adiestró ratas blancas de laboratorio y las adiestró en un tanque de agua
diseñado como un laberinto. Los roedores sólo podían escapar del tanque
nadando si enfilaban determinados pasillos hacia las únicas dos salidas del
mismo, situadas en extremos opuestos del laberinto. Una de estas salidas
se hallaba iluminada, pero al atravesarla los animales recibían una
descarga eléctrica una vez fuera del agua; La otra era totalmente inocua y
segura. Cuando se realizaba la primera prueba, las ratas eran vueltas a
introducir en el tanque tras concederles un adecuado descanso, bebida y
alimentos: Pero ahora el pasillo antes iluminado estaba a oscuras y su
salida era segura, mientras que el previamente sumido en tinieblas había
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sido iluminado y su salida provista de los dispositivos para propinar el
“fustazo” eléctrico a las cobayas que optaran por ella. Evidentemente,
mediante esta técnica de condicionamiento primario aversivo las ratas
debían aprender que resultaba doloroso elegir el pasillo iluminado y que
podían utilizar el oscuro para escapar sin trauma alguno. La primera
generación de ratas sometida a la serie experimental obtuvo un promedio
de 165 errores antes de aprender la solución correcta al problema; Las
sucesivas generaciones descendientes de la población empleada en la
batería de ensayos aprendieron cada vez con mayor rapidez, hasta que a
la decimotercera generación el número de elecciones fallidas y dolorosas
antes de conseguir el acierto fue de nada más que una media de 20
errores por cada rata. El profesor McDougall demostró que esta
“vertiginosa” y sorprendente progresión adaptativa no era efecto de la
selección genética de los individuos más inteligentes, porque repitió las
secuencias experimentales escogiendo deliberadamente las ratas más
torpes de cada generación (cuya tasa de errores era más alta respecto al
promedio) como progenitores de la siguiente, una y otra vez,
sucesivamente: Increíblemente, se seguía constatando un continuo
incremento en la capacidad de aprendizaje de los descendientes,
semejante en términos relativos proporcionales al nivel de
aciertos/errores iniciales. McDougall interpretó estos datos como prueba
de un mecanismo “Neo-Lamarckiano” de modificación de los genes
mediante los patrones de shock-trauma/aprendizaje adquiridos a través
de alguna clase de memoria celular. En plena consolidación del
“Neodarwinismo Sintético” y la “Selección Natural de los cambios y
recombinaciones genéticos azarosos” como “dogma único y excluyente”
de los fenómenos evolutivos tal conclusión desató las “iras de los
jumentos oficiales” contra él. Pero la base metodológica, el rigor y el
prestigio del investigador eran muy fuertes, y no pudieron evitar que –
como exige el método científico – otros equipos de expertos intentaran
reproducir sus experimentos para verificar o no los resultados
conseguidos por su arduo y prolongado trabajo. El primero en hacerlo fue
el grupo dirigido por el Dr. F.A.E. Crew en la Universidad de Edimburgo
(Escocia): ¡Lo más pasmoso y fascinante fue constatar que no tan sólo se
corroboraba el mismo proceso que el descrito por McDougall, sino que ya
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la primera generación de cobayas de la misma especie logró una media de
25 errores. Inclusive algunas ratas acertaban a la primera con la salida
correcta; Era como si partieran de la “cota de aprendizaje” lograda por el
la última generación del grupo de sus congéneres utilizado por McDougall
a través de una “misteriosa conexión o banco de memoria colectiva”… Por
supuesto, ninguno de los dos investigadores pudieron dar una explicación
ante tan inesperado y sorprendente fenómeno; Por otra parte, en la
Universidad de Melbourne (Australia), W. E. Agar y sus colaboradores
observaron que “su” primera generación de ratas estudiadas también
aprendían mucho más velozmente que las “pioneras inéditas” de
McDougall. Analizaron entonces hasta 50 generaciones sucesivas de ratas
blancas de laboratorio durante un periodo de nada menos que 20 años:
Demostraron que el potente incremento de la velocidad de aprendizaje se
producía igual que en la serie de experimentos de McDougall, pero
partiendo de un nivel inicial más elevado, como ya se dijo. Además,
hicieron algo muy importante que no incluyó el primer investigador:
Contrastaron los resultados con los de poblaciones de ratas-control que no
descendían de ejemplares adiestrados: Estas ratas experimentaron
asimismo una mejora progresiva de su capacidad de aprendizaje… Este
formidable resultado iba y va más allá de la mera hipótesis neo-
lamarckiana de la memoria celular o de los reajustes epigenéticos que hoy
en día esgrimiríamos; Pues si el mecanismo fuera cualquiera de estos, la
“herencia lamarckiana” habría beneficiado tan sólo a los descendientes de
las ratas adiestradas. Sin embargo, es justamente lo que cabe esperar que
ocurra según la Hipótesis de los Campos Mórficos resonantes creadores de
una memoria colectiva “arquetípica” o “inconsciente colectivo jungiano”,
solo que aquí a la más rudimentaria escala animal. Naturalmente, la
“ciencia oficial ortodoxa” aún no ha dado ninguna explicación al
respecto… Y ello a pesar de que si unimos los trabajos de Mc.Dougall con
los de los otros dos grupos de estudio suman más de 30 años de series
experimentales completas, las más largas de la historia de la investigación
en genética, herencia o conducta animal jamás nunca antes ni después
realizadas. Un vergonzoso “escándalo silencioso”, vamos: Como de
costumbre, los “mecanicistas excluyentes” se aferran a sus dogmas y
cierran los ojos para no mirar por el telescopio, como Monseñor
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Bellarmino ante las evidencias de Galileo… En agudo y cínico contraste,
sus más acérrimos “voceros” jalean sin cesar el “fiasco del Centésimo
Mono” como “prueba rotunda absoluta” de la “falsedad irracional de la
teoría pseudocientífica del Dr. Sheldrake”… Como pueden ver, la
“honradez intelectual” brilla por su ausencia entre los “materialistas-
mecanicistas Guardianes de la Ortodoxia”… Invocan a Darwin como su
más excelso y definitivo Maestro, pero están a siglos-luz de su más
preciosa virtud, la citada honradez intelectual, así como desprecian o
ignoran la herencia perfeccionada y puesta al día de la última intuición de
su más anciana sabiduría (Hipótesis Provisional de la Pangenesia)…
“Coherentes hasta el final”, como pueden apreciar…, a “imagen y
semejanza” de toda tribu o secta de dogmáticos, por más que se disfracen
de científicos. Y la historia no acaba aquí: Otros psicólogos experimentales
y etólogos han hallado – con gran pasmo – resultados semejantes; Claro
está que – educados casi todos ellos en la más “estricta obediencia
mecanicista ortodoxa” en Biología y/o Psicología – no buscaban
conscientemente corroborar o negar la Hipótesis de los Campos
Morfogenéticos ni nada remotamente parecido. Simplemente,
investigando los procesos de aprendizaje en modelos animales, las
evidencias salieron a su paso. Lo que confiere más valor aún si cabe a la
calidad probatoria indirecta o indiciaria de las mismas, desde luego: Por
citar tan sólo uno “clásico” entre varios ejemplos, el profesor R. C. Tryon,
de la Universidad de California, se dedicó a criar ratas con el propósito de
separar poblaciones de “cepas listas” y “torpes” mediante selección
artificial. Empleó un tipo especial de laberinto preparado de tal modo que
las ratas se pudieran liberar automáticamente, reduciendo al mínimo así
la posible influencia derivada de la manipulación por parte del
experimentador. Tal y como era de esperar, obtuvo promedios más
elevados de aciertos en los descendientes de las líneas genéticas “listas”
que en las “torpes”. Pero también comprobó que ambas cepas resolvían el
laberinto cada vez con mayor celeridad y mejoraban su capacidad de
aprendizaje al mismo tiempo desde sus respectivos niveles de partida. Esto
es con exactitud lo predicho por la Hipótesis de Causación Formativa o
resonancia Mórfica: Siempre que se enseñe a un grupo de animales un
comportamiento nuevo o se les obligue a adaptarse a novedosas
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condiciones, debe producirse una aceleración de la velocidad de
aprendizaje o adaptación global promedio a los cambios del medio, a
medida que tal adiestramiento, condicionamiento o variación ambiental
en general se repite una y otra vez, manteniendo el resto de las
condiciones invariantes. El problema es que resulta muy difícil por no decir
imposible aislar como constantes el citado “resto de condiciones”, porque
el propio adiestrador o experimentador asimismo va aumentando su
pericia con el tiempo o la práctica. Por eso la observancia de medidas
como la del Dr. Tryon – destinadas a minimizar la influencia del operador
en las pruebas –, la prolongación de los ensayos largas series de
generaciones o el uso cuidadoso de grupos de control – como los
empleados por el equipo de Melbourne –, son fundamentales. No
obstante, la cantidad de indicios positivos favorables a la Hipótesis
Morfogenética procedentes de entornos menos rigurosamente
controlados que los más selectos laboratorios no deja de ser interesante y
significativa: Adicionalmente – como comenta con acierto el mismo Dr.
Sheldrake en su excelente obra divulgativa “La Presencia del Pasado
(Resonancia mórfica y hábitos de la Naturaleza)” – tanto él mismo como
distintos investigadores de estos fenómenos han recibido numerosas
cartas y e-mails de propietarios o criadores de perros o gatos, domadores
de caballos, cetreros, ganaderos y granjeros en las que dichas personas o
profesionales afirman con rotundidad que las sucesivas nuevas
generaciones de animales o plantas se adaptan cada vez con mayor
facilidad y eficiencia a los nuevos adiestramientos o métodos. Lo curioso y
sugerente es que todos ellos se manifiestan convencidos de que tales
cambios progresivos ocurren en buena parte de manera independiente
del propio aumento de destreza por su parte como manipuladores,
porque persisten a pesar de que los procesos de cría selectiva o
adiestramiento sean efectuados por sus aprendices, socios, herederos o
personal auxiliar menos experto. Urge – concluye el autor, y no puedo
menos que apoyar con vehemencia sus palabras – que se emprenda una
investigación científica y rigurosa de estos hechos, para verificar su grado
de alcance, magnitud y generalidad. En definitiva, hemos de “volver a
escuchar a ganaderos, criadores, domadores, granjeros y jardineros” con
humildad, trabajando junto a ellos de igual a igual, como colaboradores,
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sin que se nos caigan los “anillos profesorales” o “académicos”, cual hizo
el mismísimo Maestro Charles Robert Darwin – gran herborista, jardinero
y criador de gusanos y palomas por su parte también –, con la sencillez y
clarividencia que siempre le caracterizó… Algo por desgracia muy lejano
de la actitud soberbia, displicente, rígida, cuadriculada y dogmática de la
mayoría de sus “seguidores oficiales negadores de toda alternativa a sus
cerrados principios”, lamentablemente… Pero no debe extrañarnos: Estos
“discípulos enaltecidos” se parecen tanto al Maestro como ciertos
cardenales de la Curia Vaticana a Jesús de Nazaret…, y por idénticas o muy
análogas y miserables razones.

Sincronicidades de Pizarra y Laboratorio

El segundo ejemplo fortalecedor de la Hipótesis Mórfica no afecta a


animales o plantas superiores, sino a nuestra misma especie y, dentro de
ella, a sus más “encumbrados talentos científico-técnicos”: Determinados
cristales químicos, así como ciertas proteínas o moléculas orgánicas, son
extremadamente difíciles de obtener, aislar o purificar y sintetizar,
respectivamente. Por tanto, requieren años y años de laboriosas pruebas
fallidas y graduales perfeccionamientos metodológicos y técnicos antes de
poder ser obtenidos con adecuado éxito y fiabilidad… Pero, basta que un
solo grupo de investigadores logre el triunfo, para que simultánea o casi
simultáneamente, a veces de forma escalofriantemente sincrónica, con
pocas horas, días o apenas algo más de una semana de diferencia, otro
grupo de especialistas localizados en una más o menos lejana Facultad
Universitaria, Departamento o Laboratorio del ancho mundo consiga
exactamente lo mismo, bien utilizando idéntico procedimiento o un
protocolo ligeramente diverso, e incluso a veces (las menos) alternativo.
Además, hablamos en exclusiva de casos en los que se halla certificada la
total ausencia de cualquier mínimo contacto, intercambio o comunicación
previa entre ambos conjuntos de investigadores, por tratarse de talentos
expertos contratados por proyectos militares o gubernamentales secretos
o al servicio de multinacionales corporativas altamente competitivas entre
sí, tan ferozmente celosas de la discreción y ávidas de patentes como los
primeros de salvaguardar la primacía y exclusividad de su producto por
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“motivos de seguridad nacional”. Nada más similar al “Tío Sam”, el
Pentágono y sus equivalentes en cualquier potencia que la Farma-
Industria en grados extremos de “paranoia reservada”. No en vano el
ansia de poder y la codicia son variantes de los mismos genes y memes…
Precisamente debido a ello, las grandes macro-empresas implicadas – al
verse envueltas con excesiva frecuencia en dudas atroces, pleitos y
demandas acerca de supuestas acusaciones de espionajes industriales
mutuos y parecidas peripecias –, encargaron hace tiempo serias y
profundas indagaciones y auditorías externas e internas acerca de este
fenómeno de “misteriosa y sospechosa sincronía”. Las conclusiones tras
décadas de despiadadas y exhaustivas inquisiciones – y no escribo el
término resaltado en cursiva como simple metáfora, lo que es previsible,
dados los volúmenes de intereses económicos en juego – fueron tan poco
difundidas – por razones obvias – como conmocionantes: Descartando los
casos verificados de traiciones, espionajes, negligencias, indiscreciones y
otras turbias causas “convencionales”, subsiste un anómalo y grueso
porcentaje de ocasiones en las que, sencillamente, la sincronicidad es real
e innegable. Las cifras estadísticas son demasiado elevadas sin discusión
para atribuirlas al mero efecto de la “casualidad” o el azar, tan grato a los
“cabezas de cubo” materialistas-mecanicistas caducos, obsoletos y
decadentes. Es seguro que los correspondientes organismos militares,
estatales y gubernamentales habrán llevado a cabo equivalentes
pesquisas a cargo de sus respectivas secciones de “asuntos internos”, si
cabe más estrictas, exhaustivas e inmisericordes. Pero – como es lógico –
en este ámbito las filtraciones de los resultados, a diferencia de lo
acontecido aunque sea en pequeña medida en el campo privado, no han
trascendido al público en absoluto. Recordemos que estas indagaciones
no han sido ordenadas por “soñadores pseudocientíficos”, “científicos,
pensadores o filósofos heterodoxos sospechosos” y “magufos de la New
Age” precisamente, sino por los perfiles psicológicos humanos más
opuestos a ellos que concebirse pueda: Los más fríos, escépticos,
pragmáticos y acerados funcionarios y directivos civiles o militares
gubernamentales, así como sus análogos ejecutivos a la cabeza de las más
grandes y poderosas corporaciones multinacionales de la Farma-Industria,
la Biotecnología y otros sectores afines… Personalidades a las que les hago
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un inmerecido favor calificándolas de “humanas”…, al menos cuando se
hallan funcionando en “modo profesional”…

La reflexión final es contundente y nítida: No creo necesario añadir nada


más.

Esto explicaría asimismo algo que se antoja patente a cualquiera que sepa
un poco de Historia de la Ciencia o recuerde sus textos de Bachillerato:
Con anómala e inquietante frecuencia, medianos o grandes
descubrimientos científico-técnicos idénticos se han logrado
prácticamente al mismo tiempo por parte de sabios e investigadores
independientes quienes jamás antes trabaron contacto alguno, una y otra
vez, a lo largo de épocas en las que trabajar en una cátedra y su
laboratorio asociado en el corazón de Alemania, en otra emplazada en el
entorno de la capital del Imperio Británico o en la Torre de los Alquimistas
de El Escorial cerca de Madrid era como hacerlo en planetas distantes
entre sí. Y esto ha ocurrido sucesiva y repetitivamente durante los
dilatados siglos donde no existían Internet, ni TV, ni radio, ni tan siquiera o
apenas revistas científicas especializadas de publicación periódica. Por
esta causa aprendimos desde el colegio o el instituto de secundaria la Ley
de Charles-Gay Lussac, el Principio de Le Chatelier-Braun o el Cálculo
Infinitesimal de Newton-Leibniz, por ejemplo, todos ellos entre otros
muchos enunciados mediante nombres compuestos porque fueron
descubiertos o creados sincrónicamente por sus dos respectivos autores.
En este último caso, ocasionando una dura, estéril y famosa polémica por
la primacía o autoría original intelectual entre el par de grandes genios
implicados, jaleada por sus respectivos corifeos y contaminada por ciertos
tintes de tradicional rivalidad anglo-germánica. Estéril y absurda, porque
sus más eminentes historiadores y biógrafos no dudan en afirmar que, por
más extraño que parezca, tanto Sir Isaac Newton, el “supremo astro
intelectual” inglés, como Gottfried Wilhelm von Leibniz, el no menos
estelar pensador alemán, establecieron los Principios Fundamentales del
Cálculo Diferencial e Integral con casi perfecta simultaneidad, sin haber
tenido comunicación alguna entre sí. El “oculto mecanismo mórfico”
afecta de hecho hasta la raíz original misma de las modernas Ciencias de la
Vida: Justo cuando un maduro Charles Robert Darwin decide por fin
16
“resumir”, organizar y publicar su colosal masa de datos, observaciones y
ensayos sobre una nueva teoría del “Origen y Transmutación de las
Especies por medio de la Selección Natural”, un por entonces joven,
oscuro y casi desconocido naturalista y zoólogo también inglés, Alfred
Russel Wallace, “se inspira en plena crisis de fiebres” en lo más profundo
de las selvas tropicales de Borneo, escribiendo tras recuperarse un mucho
más pequeño y menos elaborado ensayo, pero donde se postula
exactamente la misma idea básica sobre el mecanismo de la Evolución
Biológica.

De nuevo, nada más resta que invitarles a extraer sus propias


conclusiones.

I.2

Teoría de los Memes, por el Dr. Richard Dawkins

La tremenda analogía morfo-funcional y dinámica evolutiva entre las


redes de genes y las de contenidos y arquetipos de representación cultural
es cada vez más obvia y refrendada por pruebas rigurosas. En particular,
las recientes investigaciones que demuestran la fuerte similitud
estructural y funcional entre el código genético integral del ADN y su
“maquinaria” auxiliar de ARNs y el lenguaje humano y otros sistemas
simbólicos, ideográficos e icónicos de comparable complejidad. Hasta el
punto de que la Teoría de los Memes del asimismo creativo y eminente
zoólogo darwinista Dr. Richard Dawkins se halla hoy cimentada con más
firmeza que nunca (Revisar: “Genes y Memes (II): Analogía estructural y
funcional entre el código genético y el lenguaje humano. El Principio de
Coherencia como nuevo Paradigma Holográfico del ADN”).

Es importante destacar que el brillante genio británico concibió su modelo


evolutivo a partir de la más pura “ortodoxia neodarwinista” de la que
siempre fue y es uno de sus más sobresalientes representantes. El Dr.
Dawkins no es proclive precisamente a proponer hipótesis alternativas de
17
“campos de información hiperdimensionales de transmisión instantánea
por resonancia o entrelazamiento cuántico” ni nada parecido… Es y
siempre constituyó un materialista-mecanicista estricto, y desde ese
punto de vista se halla enfocada su Teoría del Gen Egoísta y, como
aplicación de la misma al plano cultural, la Teoría del Meme. No obstante,
las consecuencias de la misma son tan convergentes en múltiples y
sustanciales aspectos prácticos con la de los Campos Mórficos que, de
hecho, ello es una sólida razón objetiva para aceptar que tras ambas
aproximaciones debe subyacer una profunda y revolucionaria Verdad,
base firme de un Nuevo Paradigma Universal Evolutivo. Filosófica o
gnoseológicamente hablando, es decir desde la óptica de la Teoría del
Conocimiento, si dos modelos, uno de corte más “neoplatónico,
deductivista y formal-idealista” y otro de clara orientación
“neoaristotélica, inductivista y empirista-materialista”, coinciden en sus
predicciones y éstas con crecientes evidencias experimentales y otros sub-
modelos teóricos relacionados, es que ambos no son más que mutuo
reflejo del otro, complementarios y bastante buenas aproximaciones
simplificadas de una realidad integradora superior. En síntesis, lo que
Dawkins sostiene es que la unidad fundamental del proceso biológico
evolutivo es el gen, no la célula ni el organismo individual, y mucho menos
la población o especie como tal. Los virus, seres unicelulares y nosotros
mismos, los pluricelulares, no somos más que “vehículos” o “máquinas de
guerra darwinianas” evolutivamente desarrolladas por ellos para
fortalecer su replicación, propagación y lucha por la existencia en el marco
de una libre competencia perfecta por los recursos limitados y la
adaptación a las condiciones y cambios del medio a través de la Selección
Natural (concepto de “fenotipo extendido”). De modo análogo, los
diferentes “memes”, o unidades de representación cultural, pugnan por la
reproducción diferencial o la primacía en futuras generaciones
replicándose, mutando y recombinándose de unos cerebros a otros,
siendo en este caso las mentes sus recursos limitantes. Es patente que la
visión puramente “dawkiniana” es mucho más materialista-mecanicista y
reduccionista que la “sheldrakiana”, además de estricta y
excluyentemente “neodarwinista” en el sentido de que únicamente
contempla la Selección Natural de las variaciones azarosas casualmente
18
ventajosas del genoma o el acervo cultural de memes frente a las
modificaciones del entorno ambiental, pero ambas concuerdan en un
punto novedoso y fundamental: Las dos consideran que la magnitud clave
del proceso evolutivo es la transferencia de información codificable, no el
soporte físico o “vehículo-arma” de la misma. Esta primacía del “software”
sobre el “hardware” en la “dirección y control” de los procesos evolutivos
de los Sistemas-Redes abiertos procesadores de masa-
energía/información es el núcleo de la Revolución Copernicana del Nuevo
Paradigma Bio-Psicofísico-Cosmológico emergente. Lo demás, es en cierto
modo accesorio, pues en la práctica afecta al “perfil” continuo-gradualista
o eventualmente “saltatorio” y a la “velocidad” mayor o menor de las
“trayectorias evolutivas”, no al concepto esencial del fenómeno
propiamente dicho.

I.3

Teoría Cinética Schreiber de los Replicadores Transferentes


Evolucionarios (Genes y Memes)

Mi Modelo de Evolución Acelerada por Transferencia de Impregnación


Ambiental (consultar al respecto, en “Bibliografía y Referencias”: Ensayos
sobre un Nuevo Paradigma Evolutivo, I-VIII”), puede considerarse un
intento de formalizar biofísico-matemáticamente una suerte de “teoría
sintética” entre las ideas centrales que sostienen las de Sheldrake y
Dawkins, con grandes componentes basados en la Termodinámica No-
Lineal de los sistemas abiertos, su relación con la Teoría de la Información
de Shannon y, ligado a ella, el concepto de “neguentropía” de Schrödinger
y la Teoría de Redes complejas. A nivel empírico, sus cimientos se localizan
19
en las evidencias epigenéticas, los indicios de fenómenos asociados a la
memoria celular y los conceptos, observaciones, modelos celulares y
pruebas microbiológicas y genético-moleculares experimentales
favorables a la Teoría de la Endosimbiosis Seriada (SET) de la Dra. Lynn
Margulis. Tal cual ya les apunté en páginas anteriores, mi trabajo fue
desarrollado inicialmente de manera independiente a la Hipótesis de los
Campos Morfogenéticos de Rupert Sheldrake – cuyo contenido me era en
principio casi por completo desconocido –, si bien teniendo muy en cuenta
tanto las magníficas aportaciones de Dawkins y Margulis como las no
menos admirables derivadas de los estudios epigenéticos. En cuanto a lo
referido a la “memoria celular”, ya saben mis Queridos y Amables Lectores
que las fuentes primigenias de inspiración fueron el “Método Báthory” y la
“dieta culinaria/material ritual caníbal” de los “Chamanes, Cazadores y
Guerreros Paleolíticos de Atapuerca”. La bella, cruel y singular “Condesa
Sangrienta” de los Cárpatos y los excelentes paleontólogos españoles
directores del sobresaliente Proyecto de la Sima de los Huesos, así como
sus colaboradores internacionales deben – pues – ser honrados con el
mérito – o la responsabilidad indirecta – de haber jugado el papel de
“Musas Primarias” o “parteras” de la “criaturita” de este humilde
bioquímico y “políticamente incorrecto” librepensador.

Lo que ocurre es que al elaborar, documentar, desarrollar y generalizar el


modelo, se hizo patente que su “panorámica”, casuística, rasgos
sustanciales, discusión fenomenológica, predicciones lógicas y
conclusiones “encajan” a modo de mano y su guante con las que definen
la Teoría de los Campos Mórficos de Rupert Sheldrake. Por eso, en el
último ensayo dedicado al tema – enfocado sobre la “Cosmogénesis” de
los Sistemas Replicantes Evolutivos –, decidí “pagar mi deuda
sobrevenida” con el citado autor utilizando su terminología como
nomenclatura para definir los “Campos Biogenéticos de Información”
generados por las Redes de Genes y Memes o Replicadores
Evolucionarios.

Así, quedó definido en dicho trabajo la Intensidad de Campo Mórfico o


Morfogenético MG cual la determinada por el gradiente mínimo del
Potencial Neguentrópico Informacional vinculado a la actividad de la Red
20
de Genes o Memes Procesadores o Secuenciadores-Traductores
Reactivos-Adaptativos a los estímulos codificables de medio ambiente.
Todo ello derivado del Teorema Báthory/Schreiber de la Red Exponencial
de Impregnación y la Ecuación Schreiber del Estado Transferente, las dos
“piedras angulares” teóricas de todo el modelo. (Ver: “TEORIA DE REDES Y
TRANSFERENCIA. TEORIA BATHORY/SCHREIBER DE LAS REDES
PSICOBIOLOGICAS” y “Genes y Memes: Teoría Cinética de los Replicadores
Evolutivos Transferentes”, respectivamente).

Prosigamos a lo largo de este texto con la labor de formalización biofísico-


matemática emprendida.

II

Definición de Intensidad de Campo Mórfico Informacional


Conservativo y de su Potencial Mórfico Asociado. Sus analogías
con el Campo Electrostático. Definición de Flujo Mórfico de
Información. Teorema “Gauss-Schreiber” del Flujo Mórfico.
Aplicaciones del Teorema; Un ejemplo sencillo: Cálculo de un
Campo y Potencial Morfo-Estático Laminar Uniforme, de una
Asociación Serie y de una Asociación Paralela (“Libro”) de ellos.

En el ensayo original de este mismo autor: “Cosmología de los Procesos


Evolutivos Biológicos y Culturales, o Cosmología de los Genes y los Memes:
Los “Universos” Replicantes-Procesadores o Transferentes Evolucionarios
21
(UTEs). (Una primera aproximación a las Ecuaciones Generales de
“Cosmología Morfogenética Evolutiva” y sus principales Casos-Tipo
dinámicos)”, definimos la Intensidad de Campo Mórfico o Morfogenético
generado por una Red Procesadora Transferente de Información como:

MG = KMG i0 / NR*2

(Ec.1)

Donde:

• MG = Intensidad de Campo Mórfico (Unidades SI: J/K por unidad


operacional de réplica redundante de código, o sea posee magnitud
de “neguentropía acumulada por unidad de replicación redundante o
repetitiva”).

• KMG = Constante de Interacción del Código Mórfico de Transferencia


de Estímulos Ambientales Perturbadores, o “Constante
Morfogenética” del Sistema (Adimensional, su valor depende del tipo
de red de genes, memes u otras unidades portadoras de información
codificables/decodificables o intercambiables).

• i0 = Cantidad total, “peso” o “carga” de información activa


procesada-traducida-expresada en la Red Procesadora, por ejemplo
el volumen neto de actividad exónica efectiva en el caso del genoma
de una célula eucariota (Unidad SI: J/K, magnitud de “neguentropía
total acumulada” en el Sistema).

• NR* = Número de Operaciones de Réplica Redundante o Repetitiva o


“No de Réplica Redundante de Schreiber” (Adimensional).

22
Así, vemos que la Intensidad de Campo Mórfico es directamente
proporcional a la cantidad “bruta” de información expresada concentrada
o circulante en la Red, e inversamente proporcional al cuadrado del
“tamaño-longitud” y “complejidad” de las secuencias de código
procesadas, cuantificados por NR* : En efecto, si una secuencia procesable
es más “larga”, su Número Integral de Operaciones Replicantes-
Transcriptoras-Traductoras NR crece, y con ello también aumenta siempre
la cantidad de ellas que son repetitivas o redundantes NR*, como por
ejemplo, en el código genético, series de tripletes idénticos entre sí. Pero,
en ocasiones, instrucciones de código de igual longitud poseerán un alto
porcentaje de este tipo de secuencias redundantes (contenido informático
más simple), y en otras la proporción de éstos será baja (“mensajes” más
complejos). De este modo, en el límite ideal superior, si un comando de
código implicase una complejidad “infinita”, NR* = 0 y entonces la
intensidad de campo morfogenético MG por él creado tendería a
“infinito”, por más que la “longitud” de la serie de unidades de código
fuese pequeña; Por el contrario, en el extremo inferior, si un contenido
codificado, por “extenso” que fuere, repitiese interminablemente la
misma secuencia traducible, su complejidad sería nula y NR* “inmenso”,
de modo que MG se aproximaría a cero. Obviamente, las situaciones
reales se hallarían en todos los posibles casos intermedios.

En verdad, esta definición procede de la formulación del Potencial


Neguentrópico o Mórfico de Transferencia, deducido como:

SMG = – KMG i0 / NR*

(Ec. 2)

Equivalente al Trabajo o Consumo de Energía por unidad de Temperatura


e Información necesario para procesar o “leer-traducir” un contenido de
código de complejidad dada en relación al que supondría realizar idénticas
operaciones con otro de idéntica “longitud” y “peso neto de información”,
23
pero “infinitamente simple” (para el cual NR* tiende a “infinito”, con lo
que se supone representa el “punto cero” de potencial).

El signo (–) en la fórmula indica que todo proceso como el descrito implica
un aumento de “orden” o complejidad-densidad de información en la Red
procesadora, por lo que conlleva un incremento de “entropía negativa” o
“neguentropía”.

Resulta evidente que cuando una determinada secuencia de código con


pleno significado morfo-funcional propio asociado (un “gen” o “meme”
específico, por ejemplo), experimente un cambio o modificación debido a
las señales o estímulos inductores procedentes de las variaciones
ambientales, el “Coste o Trabajo Mórfico-Neguentrópico” del mismo
vendrá cuantificado por:

WMG = i (S1 – S2)

(Ec. 3)

Siendo S1 y S2 los Potenciales Mórficos inicial y final en la Red Procesadora


e i la cantidad o “carga” total de información transferida a causa de dicho
proceso.

De igual modo, es patente que si en cualquier fenómeno de transferencia


la complejidad de información no varía (NR*1=NR*2) el Sistema seguiría
una “trayectoria procesadora o secuencia operativa cerrada” sobre un
“plano informacional equipotencial” o “superficie iso-procesadora”, en
cuyo caso la Diferencia de Potencial Mórfico y su Coste Neguentrópico
correspondiente serían cero. De aquí se infiere que el Potencial
Neguentrópico de Información asociado a los Campos Mórficos es
Conservativo. Justo como su análogo, el potencial electrostático. Otra
forma de expresarlo es afirmar que – independientemente de los
“recorridos” o “caminos de lectura-traducción” para un cambio en una
secuencia de código cualquiera – si la diferencia entre los niveles de
24
complejidad del mismo o números de operaciones redundantes que
conlleva su procesado es igual en todas esas “trayectorias operacionales”,
el Trabajo o Coste Neguentrópico experimentado por el Sistema en Red
será constante.

En términos biofísico-matemáticos generales:

∆SMG (secuencia “cerrada”) = ∮ dS = ∮ MG dNR* = 0

(Ec . 4)

Las analogías con el Campo Electrostático para la Electromecánica de las


partículas materiales es clarísima: Sin más que considerar que para la
Dinámica de los Sistemas de Redes Replicantes-Procesadoras
Evolucionarias la cantidad bruta de información equivale a la carga
eléctrica, la Constante Mórfica de Interacción de cada tipo de red a la
Constante Dieléctrica de los distintos medios materiales y el Número de
Operaciones Redundantes de Procesado a la distancia de interacción o
transporte de cargas, la identidad formal y conceptual de las expresiones
físico-matemáticas y las Leyes que éstas expresan es absoluta.

De hecho, tal analogía es incluso más profunda y sutil: El Campo


Electrostático o su Fuerza de Interacción asociada es de naturaleza
bipolar: Un cuerpo o partícula con carga de signo “positivo” atraerá a
cualquier otro de polaridad opuesta o “negativa” y viceversa, mientras
que ambos sufrirán una mutua repulsión si los signos de sus cargas son
iguales (Ley de Coulomb). Pues bien, en nuestro modelo de Campo
Morfogenético ocurrirá lo mismo en razón a sus “magnitudes
25
equivalentes”: Si el contenido o “carga de información” de la Red
Perceptora i0 es “compatible” con el de la información transferida por los
cambios ambientales perturbadores i – entendiendo por “compatible”
que, al ser ambas decodificadas, replicadas, transcritas y traducidas
ejecuten instrucciones al menos no-contradictorias o mejor aún
“complementarias” entre sí – el Sistema Receptor asimilará
espontáneamente y bajo costes mínimos los nuevos códigos innovadores
adaptativos; Pero si, por el contrario, ambas secuencias de código
expresan comandos contradictorios entre sí, se produce un “conflicto
intra-sistémico”, y la Red Receptora tiende a “rechazar”, “neutralizar” o
“eliminar” los códigos novedosos, aun cuando sean objetivamente
ventajosos de acuerdo con las condiciones del entorno (Ver: “Cinética y
Termodinámica de la Adsorción Psicofísica por Transferencia”, de este
mismo autor, en particular la discusión sobre “redes flexibles, “rígidas” o
“sobresaturadas” y su relación metafórica con la “Parábola del
Sembrador”). Naturalmente, la primera opción sería análoga a la atracción
entre cargas de signo opuesto – para nuestra teoría de campos mórficos
“códigos compatibles o complementarios” –, y la segunda a la repulsión
entre cargas de signos idénticos, en nuestro modelo “códigos
competitivos mutuamente excluyentes”. En este último caso, el proceso
acaba por invertir el signo del Potencial Neguentrópico, pues provoca a
causa del conflicto inherente un mayor desorden del Sistema.

En mi trabajo sobre “Morfognénesis Cosmológica” formulé la “Ley General


de Interacción Mórfica” o de los “Esfuerzos Transferentes” (Tef)
presuponiendo que el proceso de adsorción o asimilación de la nueva
información adaptativa derivada de los estímulos cambiantes del
ambiente fuera favorable o espontáneo. Es decir, los contenidos de código
de ambas “cargas de información” complementarios, o al menos no-
contradictorios. Por eso dicha Ley aparecía enunciada de manera análoga
a la de Atracción Gravitatoria Universal de Newton.

Sin embargo, de forma más general, habría que plantearla como


equivalente a la Ley Electrostática de Coulomb, con objeto de contemplar
la alternativa en que ambos códigos informacionales sean “incompatibles”
o “conflictivos”.
26
Así, tomando, por razonable convenio que la carga de información i0 de la
Red Perceptora generadora del Campo Mórfico ha de suponer un “estado
neguentrópico inicial” de notable magnitud frente al “estado cero” de
transferencia (cuando no existiese Red), dicha magnitud llevará signo
“negativo”; Cuando se produzca un impacto perturbador codificable
procedente del medio, su carga de información i, si es “compatible-
complementaria”, se considerará de signo “positivo”; Pero si es
“incompatible-competitiva” o “contradictoria”, se le asignará signo
“negativo”. De tal forma que en el primer caso el “Esfuerzo Transferente”
resultante (equivalente en el “Mundo de los Campos Mórficos y sus Redes
Evolucionarias” a la “Fuerza Electrostática” en el “Mundo de los Campos
Materiales-Energéticos y sus Partículas”), será “negativo”, indicando
“asimilación adaptativa o atracción”. Y, por ende, un incremento
espontáneo de la neguentropía del Sistema; En el segundo caso, dicho
“Esfuerzo Transferente” adquirirá signo “positivo”, reflejando un “conflicto
sistémico, repulsión o rechazo de la información innovadora o
adaptativa”, con el consiguiente aumento del desorden o entropía de la
Red.

En definitiva, definiendo:

Tef = i MG = i MG uR

(Ec. 5)

Simbolizando uR el “vector unitario en la dirección de lectura


operacional de réplica-transcripción-traducción operativa”, esto es,
productora de expresión efectiva o incremento de neguentropía.

Sustituyendo ahora (1) en (5):

Tef = ( +-) KMG i0 i /NR*2 uR

27
(Ec. 6)

Esto es, que la expresión formal completa y “orientada


informacionalmente en razón a la dirección operativa de lectura” del
Vector Intensidad de Campo Morfogenético creado por la Red obedecería
a:

MG = (+-) KMG i0 i / NR*2 uR

(Ec. 1-bis)

Comparando esta última con (Ec. 2) es patente que:

MG = – (dSMG/dNR*) uR

Y, por consiguiente:

MG = – GradSMG

(Ec. 7)

Quedando así definida la Intensidad de Campo Mórfico como el Gradiente


del Potencial Neguentrópico, tal cual es coherente con nuestro modelo
analógico con el Campo Electrostático.
28
Definición de Flujo Mórfico de Información. Teorema “Gauss-Schreiber”
del Flujo Mórfico

Continuemos desarrollando la citada equivalencia entre los Campos


Morfogenéticos y los Electrostáticos.

Según dicho modelo, podemos definir el Flujo Mórfico Elemental de


Información como:

dΦMG = MG d = MG dσ cosθ

(Ec. 8-1)

O sea, como el producto escalar del vector Intensidad de Campo


Morfogenético y el vector unitario elemental de “superficie o plano de
procesado”. Este vector está determinado por la “dirección de lectura”
asociada a las secuencias de la carga de información i codificada a partir
de los estímulos externos, cuya orientación es normal por definición a la de
dicho eje secuencial de procesado. Por tanto, las “líneas de fuerza o campo
mórfico de información” generadas por la serie secuencial asociada a la
información previa operante en la Red Receptora i y tangentes a dicha
dirección de lectura formarán en general un “ángulo inter-secuencial” θ:
Si ambos códigos son “totalmente complementarios-compatibles”, las
nuevas series de unidades modificadas (genes o memes) codificadas a
partir de ellos se insertarán en idénticas direcciones secuenciales, por lo
que θ=0 y el Flujo Mórfico por Unidad Elemental de Procesado será
máximo. Esta es la “Condición de Resonancia Mórfica”; Ahora bien, en el
caso de que la ejecución de los dos códigos interactuantes sea
completamente contradictoria-competitiva, sus ejes o direcciones de
secuenciado se tornarán “perfectamente cruzadas o perpendiculares”
29
entre sí, con lo cual θ=π/2 (90o) y el flujo será cero; En cualquier otro caso,
su valor resultará intermedio, en la misma proporción que la efectividad
del mecanismo asimilador de las nueva información adaptativa.

La demostración que sigue después es totalmente equivalente si


estimamos condiciones de flujo máximo que otras cualesquiera, siempre
que no sea la de incompatibilidad total-flujo nulo. Por comodidad,
supondremos Condiciones de Resonancia Mórfica o Interacción o
Adsorción de Flujo Máximo.

Entonces, cosθ=cos0=1 e, integrando en superficie (8):

ΦMG = ∬MG dσ

(Ec. 8-2)

Queda un último factor por tener en cuenta: Si la “superficie de


procesado” es “cerrada”, “delimitada” o “finita”, esto es, si su Número de
Operaciones (Redundantes y No-Redundantes) de Procesado es limitado y
definido, lo que implica que el contenido de las secuencias de código
asimiladas en el Sistema es determinado, completo y con significado
propio, es obvio que la integral doble o de superficie formulada poseerá
una solución real, positiva y finita; En contraste, en el caso de hallarnos
ante una “superficie procesadora abierta o ilimitada”, o sea si el código
insertado es fragmentario o carece de sentido traducible, es evidente que
el valor obtenido al evaluar la integral será igual a cero, por más que la
“orientación de las líneas de lectura secuencial” fueran óptimas o
“resonantes”.

A la primera alternativa – “Superficie Procesadora Cerrada” – la


representaremos utilizando una sola vez el símbolo de integración
“circular”, con una suerte de “anillo” en medio del mismo, seguido de un

30
subíndice indicador de la Superficie Procesadora (Ps); Para la segunda,
emplearemos igual nomenclatura pero suprimiendo el “anillo”.

Por tanto, resumiremos escribiendo:

ΦMG (Ps “cerrada”) = ∮Ps MG dσ > 0

(Inec. 1)

ΦMG (Ps “abierta”) =∫Ps MG dσ = 0

(Ec. 9)

Teorema “Gauss-Schreiber” del Flujo Mórfico.

La desigualdad o inecuación (Inec. 1) puede concretarse en una igualdad o


ecuación general sin más que sustituir el módulo o valor absoluto de la
fórmula que describe la Intensidad de Campo Mórfico creado desde el
seno de una Red por una cantidad dada de información procesable i0 en
función de la complejidad-longitud o No de Operaciones Redundantes de
Réplica-Transcripción-Traducción (Ec. 1) y después integrarla para toda la
“superficie cerrada de procesado” correspondiente.

La analogía con el Campo Electrostático se sostiene, al ser ambos


conservativos (uno para la energía potencial y otro respecto a su potencial
neguentrópico asociados), y de simetría “radial” (el primero en función de
las distintas distancias frente al centro del campo a las que aproximemos
cualquier segunda “carga de prueba” y el Campo Mórfico respecto a todo
estímulo codificable que afecte al entorno de la Red Procesadora

31
Evolucionaria tal que suponga una variación en el número de operaciones
redundantes de procesado o complejidad-longitud del código expresable).
Una manera equivalente de explicarlo es decir que, alrededor de un
centro cargado Q generador de un campo eléctrico estático, todos los
puntos que se hallen sobre una esfera ideal a igual distancia radial del
mismo se encuentran sobre la misma superficie equipotencial, y por ello el
valor del campo eléctrico sobre ellos es constante; Análogamente, todos
los estímulos decodificables perturbadores del medio ambiente que
comporten cual reacción o respuesta el mismo número de operaciones
procesadoras de reajuste adaptativo o idéntico cambio de complejidad del
contenido de código traducible en el seno de la Red constituirán una
“superficie iso-procesadora constante sometida al mismo potencial
neguentrópico” y, por ello, asimismo a igual intensidad de campo
morfogenético.

Por esta simple razón de simetría, el flujo eléctrico o densidad de líneas de


campo electrostático que atraviesa cada una de esas superficies cerradas
reducibles a una “esfera óptima equivalente” tan sólo dependerá en
proporción simple directa de la suma algebraica de cargas tanto positivas
como negativas ΣQ contenidas en el interior de dicha superficie desde el
centro hasta su borde, equivalentes matemáticamente a su vez a tal
sumatorio total de cargas considerada como una única de ellas emplazada
en su centro geométrico de cargas. Este es el conocido “Teorema de
Gauss” del Campo Electrostático; De forma semejante, la analogía con los
Campos Mórficos predice que la cantidad de flujo morfogenético ha de ser
en exclusiva directamente proporcional a la suma total de información
compatible o no-compatible Σi activa en el sistema procesador dentro de
los límites de la superficie iso-procesadora limitada o cerrada determinada
por el proceso secuencial de lectura de la interacción.

Llamamos a este enunciado “Teorema Gauss-Schreiber del Flujo Mórfico”.

Su demostración es muy sencilla:

Llevando (Ec. 1) a (Inec. 1):

32
ΦMG (Ps “cerrada”) = ∮Ps KMG Σi / NR*2 dσ

Si bien para un intercambio de información “cerrado” y finito con sentido


definido propio traducible los “límites” de la “superficie iso-procesadora”
son fijos, por lo que NR*2 es un factor constante, al igual que Σi.
Consecuentemente, los extraemos de la integral, llegando a:

ΦMG (Ps “cerrada”) = KMG Σi / NR*2 ∮Ps dσ = KMG Σi σ / NR*2

(Ec. 10)

En la cual σ indica la “Superficie Iso-Procesadora Total” de procesado.


Recordemos que esta magnitud dependerá en parte de la “eficiencia
reactivo-traductora específica” de la Red Perceptora considerada,
determinada a su vez por los parámetros estructurales y topológicos de la
misma y, por otra parte, del cuadrado del No de Operaciones Redundantes
de Réplica, a semejanza del “Volumen Informacional de Procesado”, solo
que en este último caso tal valor se elevaría al cubo. La constante de
eficiencia traductora mediría por tanto la capacidad de la trama de
replicadores-traductores evolucionarios para procesar una cantidad o
volumen definido de información de complejidad dada mediante mayor o
menor número de ciclos operativos completos. Para el caso del “Volumen
de Procesado” se empleaba una “Constante de Eficiencia Traductora”,
propia de cada Red, que representábamos por KTrl (Ver: “Cosmología de
los Procesos Evolutivos Biológicos y Culturales, o Cosmología de los Genes
y los Memes: Los “Universos” Replicantes-Procesadores o Transferentes
Evolucionarios (UTEs). (Una primera aproximación a las Ecuaciones
Generales de “Cosmología Morfogenética Evolutiva” y sus principales
Casos-Tipo dinámicos)”; Aquí utilizaremos otro parámetro específico de
33
cada Red Receptora conceptualmente idéntico, pero equivalente en
unidades de superficie y no de volumen de procesado “cerrado”.
Denotaremos la citada constante por KsTrl. Esto es muy común en
metrología físico-química: Por ejemplo, cada material concreto posee un
“coeficiente de dilatación térmica cúbica” propio – habitualmente
denominado γ –, pero si en un problema o aplicación podemos suponer
que estudiamos el efecto del calor en la dilatación de láminas muy finas
del mismo – de modo que la muestra se aproxima a una sección
idealmente plana del material en cuestión –, usaremos su “coeficiente de
dilatación superficial” correspondiente (σ); Y si se trata de hilos
extraordinariamente delgados, el coeficiente lineal equivalente (λ). Igual
ocurre con la conductividad eléctrica y otras muchas propiedades.

Por tanto:

σ = KsTrl NR*2

(Ec. 11)

Sustituyendo (11) en (10) y simplificando:

ΦMG (Ps “cerrada”) = KMG KsTrl Σi

Por analogía con el Campo Eléctrico, definimos ahora:

εMG = 1 / KMG KsTrl = “Permitividad Mórfica” del Sistema

34
Observemos que dicha constante depende en parte del tipo de Código
“Universal” ligado a las Redes Procesadoras Evolucionarias consideradas
(el Código Genético para los sistemas biológicos, el Código Arquetípico
Inconsciente Colectivo para los sistemas memético-culturales…), y
asimismo de un factor mucho más específico y particular, vinculado a la
Red individual concreta dentro de su especie general (la “Constante de
Eficiencia Traductora Superficial”), cambiante según los rasgos morfo-
funcionales más o menos flexibles, modularizados, “robustos” y
compactos del tapiz reticular singular analizado. Exactamente lo mismo
que al variar de medio o dieléctrico en la física del Campo Electrostático.

Lo que nos conduce a la expresión definitiva del Flujo de Campo Mórfico


generado por una Red Replicante-Procesadora de Información a través de
una Superficie Iso-Procesadora “cerrada”, finita o “completa” dotada de
significado codificable-traducible propio:

ΦMG (Ps “cerrada”) = Σi / εMG

(Ec. 12)

C.Q.D.

Con lo cual el Teorema de Gauss-Schreiber del Flujo Morfogenético queda


demostrado.

A modo de síntesis final de esta Sección, plasmemos las Analogías entre el


Campo Mórfico y el Electrostático a través de una Tabla:

35
Campos Mórficos de Información Campos Electrostáticos de Carga
Ley de Interacción (Coulomb) Ley de Interacción (Coulomb-
Sheldrake-Schreiber)
FE = (+-) K Q q / r2 ur
Tef = ( +-) KMG i0 i /NR*2 uR

Intensidad de Campo Electrostático Intensidad de Campo Mórfico


(Generado por Carga Central Puntual (Generado por Red Replicante-
Aislada o Distribución Equivalente) Procesadora Evolucionaria
Individual o Distribución
E = (+-) FE / q Equivalente)

E = (+-) K Q / r2 ur MG = (+-) Tef / i

MG = (+-) KMG i0 / NR*2 uR


Potencial Escalar Conservativo Potencial Escalar Conservativo
asociado al Campo Eléctrico en cada asociado al Campo Mórfico o
punto de Superficie Equipotencial Potencial Neguentrópico
Radial (esfera a distancia r del centro Transferente en cada estado de
de cargas) “Superficie Iso-Procesadora”
(Respuesta a Estímulo Ambiental
V = (+-) K Q / r
Codificable-Traducible de
complejidad-longitud finita
definida mediante un No de
Operaciones Replicantes-
Procesadoras Redundantes NR*)

SMG = (-+) KMG i0 / NR*

Teorema del Campo o Potencial Teorema del Campo o Potencial


Eléctrico Conservativo Mórfico Conservativo

36
∮ E dr = 0 ∮ MG dNR* = 0

Relación Campo-Potencial Eléctrico Relación Campo-Potencial Mórfico


Asociado Asociado

E = – GradV MG = – GradSMG

Flujo Total o Integral del Campo Flujo Total o Integral del Campo
Eléctrico que atraviesa una Superficie Mórfico que atraviesa una
cualquiera en el entorno de su Centro Superficie Procesadora cualquiera
de Cargas en respuesta a un estímulo
cualquiera codificable procedente
ΦE = ∬ E dS del medio ambiente de la Red de
Replicantes-Traductores
Evolucionarios

ΦMG = ∬ MG d

Flujo Eléctrico Total si dicha Superficie Flujo Mórfico Total si dicha


es Abierta Superficie Procesadora es
“Abierta” o fragmentaria-carente
ΦE (S “abierta”) =∫S E dS = 0 de sentido propio traducible (No de
Operaciones de Procesado
Indefinido)

37
ΦMG (Ps “abierta”) =∫Ps MG dσ = 0

Flujo Eléctrico Total si dicha Superficie Flujo Mórfico Total si dicha


es Cerrada Superficie Iso-Procesadora es
“Cerrada”, limitada o posee
ΦE (S “cerrada”) = ∮S E dS > 0 sentido propio traducible (No de
Operaciones de Procesado Finito)

ΦPs (Ps “cerrada”) = ∮Ps MG dσ > 0

Teorema de Gauss para el Campo Teorema de Gauss-Schreiber para


Eléctrico el Campo Mórfico

ΦE (S “cerrada”) = ∮S E dS = ΣQ / ε ΦMG (Ps “cerrada”) = ∮Ps MG dσ = Σi / εMG

(Tabla 1)

Aplicaciones del Teorema; Un ejemplo sencillo: Cálculo de un Campo y


Potencial Morfo-Estático Laminar Uniforme, de una Asociación Serie y de
una Asociación Paralela (“Libro”) de ellos.

En Electrostática, el Teorema de Gauss se aplica para calcular la forma de


los campos eléctricos generados por distribuciones de cargas de simetrías
particulares, más complejas que una simple carga puntual o esfera hueca
de radio R cargada superficialmente de modo homogéneo, que equivale

38
directamente a la primera suponiendo la suma de cargas equivalente
concentrada en su centro por mera geometría elemental.

Cual muestra explicativa, repasaremos un caso cuyo “correlato” en el


terreno de los Campos Mórficos es, además, muy relevante.

Se trata de calcular el campo eléctrico creado en torno a una superficie


conductora cargada de manera homogénea, plana e infinitamente
delgada. Una lámina metálica muy fina, por ejemplo. Llamamos σq a la
carga por unidad de superficie o densidad superficial de carga – supuesta
constante – a la que se ha electrizado la lámina, S a la superficie total de la
misma, Q=Σq a la carga total acumulada y ε a su permitividad.

Por simetría, cada punto de la superficie emite la misma densidad de


líneas de campo, todas de igual valor absoluto entre sí e idéntica
dirección y sentido que el “vector normal de superficie” que define
geométrico-analíticamente la dirección unitaria de su superficie. Esto
ocurrirá en cada cara de la lámina, en idénticas direcciones y sentidos
opuestos dos a dos, de forma que si asignamos el sentido “positivo” a la
“cara anterior”, por ejemplo, los vectores de campo y superficie son
ambos “positivos” (paralelos, +) y sus dos análogos emergentes de la “cara
posterior” ambos “negativos” (antiparalelos, -). O viceversa, por supuesto.
Denotemos la “cara anterior” por 1 y la “posterior” por 2.

Entonces:

E1= E= – E2

y:

dS1 = dS = – dS2

Por ello, si “envolvemos” cualquier sector de la lámina en una superficie


gaussiana cerrada adecuada – un cilindro que atraviese

39
perpendicularmente el plano del conductor –, se cumplirá, por el Teorema
de Gauss:

ΦE = ∮S1 E1 dS1 + ∮S2 E2 dS2 = ∮S1 E1 dS cos0o + ∮S2 (-)E (-)dS cos0o = Σq / ε = Q / ε

ΦE = 2 ∮S E dS = Q / ε

Ya que las superficies circulares del cilindro son asimismo paralelas dos a
dos con ambas caras de la lámina y por ende sus vectores normales de
superficie coinciden respectivamente. La sección con las caras laterales del
cilindro no cuentan: sus vectores normales de superficie forman 90o con el
del campo, por lo que los flujos laterales son nulos.

Pero, por hipótesis, el campo creado por la lámina es uniforme en todos


sus puntos, luego:

2 E ∮S dS = Q / ε

Por otra parte, la densidad de carga que contiene el conductor es


homogénea, por lo que:

Q = σq S

De lo cual se deduce de inmediato:

2 E = σq / ε

40
Despejando:

E = σq / 2 ε

O bien, en su expresión más común:

E = Q / 2 ε S = Cte

(Ec. 13)

De aquí es muy fácil deducir la fórmula que nos cuantifica el Potencial


Eléctrico generado en el entorno de la lámina cargada.

En efecto, por el equivalente a (7) en términos electrostáticos (Ver Tabla


1):

E = – GradV = – (dV/dr) ur

Sin más que integrar, al ser el campo uniforme o constante y dadas las
condiciones de simetría del problema:

r
V = E ∫0 dr = E r

Remplazando el módulo del campo eléctrico por su valor según (13):

41
V(r) = (Q / 2 ε S) r

(Ec. 14)

Siendo r la distancia perpendicular de cualquier punto del espacio


respecto a la superficie de la lámina cargada.

Traslademos acto seguido este procedimiento al “Mundo de las Redes


Evolucionarias Transferentes”.

Imaginemos una “Superficie Iso-Procesadora” que codifica una cantidad


de información constante, fija, “estática”, siempre la misma, siguiendo
una “dirección de procesado uniforme”. Por ejemplo, la red de ADN-ARNs
replicando y transcribiendo el código de una proteína específica, o la red
neuronal de un cerebro humano leyendo un cartel indicador o página de
instrucciones estático. Este tipo de interacciones procesadoras
secuenciales fijas y simples se producirán cuando los campos mórficos
asociados son constantes, como el electrostático producido por una
lámina conductora cargada. Llamamos a esto un “Campo Morfo-Estático
Laminar Uniforme”. Destacamos que la analogía con los fenómenos
eléctricos se conserva, pues ahora, si la Sección o “Cara 1” de la
Isoprocesadora a la que asignamos el signo (+) es la “respuesta” del
Sistema (sentido réplica  transcripción), la Sección o “Cara 2” será
indefectiblemente la correspondiente a la recepción efectiva del “estímulo
perturbador específico” procedente del medio ambiente, que implica un
proceso de idéntica dirección y sentido contrario (-): (retro-transcripción 
réplica), o viceversa. Porque, obviamente, ambos mecanismos están
ligados por una relación directa causa-efecto.

“Traduciendo” al simbolismo formal del modelo:

MG1 = MG = – MG2


42
dσ1 = dσ = – dσ2

En consecuencia, por idéntico razonamiento al anterior, solo que


utilizando las magnitudes equivalentes para el Flujo Mórfico y su Teorema,
se llegará a:

MG = Σi / 2 εMG σ

(Ec. 15)

Llevando a continuación (11) sobre (15):

MG = Σi / 2 εMG KsTrl NR0*2 = Cte

Campo Morfo-Estático Laminar Uniforme

(Ec. 16)

Cuyo correspondiente Potencial Mórfico Laminar vendrá determinado


por:

SMG (∆NR*) = (Σi / 2 εMG KsTrl NR0*2) ∆NR*

(Ec. 17)

43
En las cuales:

• Σi = Cantidad total o “carga bruta” de información homogénea


contenida y expresada en la Superficie o Sección “Laminar” Iso-
Procesadora Secuencial de la Red Evolucionaria.

• εMG = Permitividad Mórfica de la Red Transferente.

• KsTrl = Constante de Eficiencia Traductora por Unidad de Superficie


Replicante-Transcriptora o Retrotranscriptora.

• NR0* = Nº de Operaciones Redundantes de Réplica-Transcripción o


Retrotranscripción ligadas al procesado de la información total
“cargada” en dicha Sección de la Red (Complejidad-Longitud
constante de su contenido de código funcional).

• ∆NR* = (NR* – NR0*) = Variación del Nº de Operaciones


Redundantes de procesado durante el proceso estímulo-respuesta =
Diferencia de tal parámetro o nivel de complejidad-longitud del
contenido de código cargado en el Sistema entre el estado final del
mismo (asimilación efectiva de los nuevos códigos activos o
“respuesta adaptativa”) y el estado inicial (recepción/decodificación
de los estímulos perturbadores inductores del cambio captados del
medio-entorno de la Red).

Tal y como predice el Modelo, el Campo Mórfico Laminar es uniforme o


invariable, y el valor absoluto de su Potencial o Coste Neguentrópico
crece de forma lineal directa con el incremento del grado de complejidad-
longitud de las respuestas de código activo inducidas por los estímulos
perturbadores. En este aspecto, es sumamente interesante reseñar que,
si estudiamos con detenimiento la fórmula (17), cuando la perturbación
del ambiente suponga un aumento en la complejidad-longitud del
contenido informacional tratado en la Red (∆NR*<0), el Coste
Neguentrópico o Potencial Mórfico de ésta – considerado en el sentido
“positivo” asignado al proceso de “respuesta” réplica transcripción –,
44
crece con dicho signo (se hace “más negativo”); Asimismo, cuando dicha
modificación conlleve una disminución del grado de complejidad-longitud
de la “carga informacional” procesada (∆NR*>0) – por ejemplo, si la
“respuesta adaptativa” supone “inhibir o desconectar genes o memes sin
sustituirlos por versiones alternativas de los mismos o por otros de
superior nivel de complejidad-longitud de código – dicho sentido de
“respuesta adaptativa” genera un “contrapotencial positivo” o “Coste
Neguentrópico negativo”, es decir, un crecimiento del desorden o
entropía del Sistema, una “simplificación” de la Red, en definitiva. Si ésta
relativa “desorganización” llega a ser severa, en la mayor parte de los
casos podría conducir al colapso o derrumbe de la misma, cuando los
estímulos específicos que la causan sean lo bastante intensos y
repetitivos. Esto corrobora una vez más lo que ocurre en el caso de que
los impactos ambientales cambiantes sean de alta magnitud y
persistencia o “catastróficos”: Ante estas “Macro-Crisis Globales”, las
redes genómicas o “meméticas” de fuerte nivel inicial de complejidad-
especialización-neguentropía – cuyos portadores orgánicos o “armas-
vehículos de guerra” de tales replicantes evolucionarios suelen ocupar los
estratos más “encumbrados” de sus niveles dentro de la “Pirámide
Trófica Alimentaria” o “Cultural-Expansiva-Civilizatoria” –, sufren más
probabilidad de serio quebranto o extinción que sus competidores más
simples y “flexibles”, cuyas redes toleran mucho mejor las
“simplificaciones entrópicas”.

Por enésima vez, el desarrollo de la Teoría – esta vez desde la óptica de


los Campos Morfogenéticos “análogos informacionales” a los
Electrostáticos en el terreno de la masa-energía – confirma que la
Evolución por Transferencia de la Impregnación Ambiental es, en su más
profunda esencia, radicalmente “selectiva” o “Darwiniana”, además de
“Neo-Lamarckiana” en la naturaleza de su mecanismo estímulo-
respuesta.

Una “Sección Iso-Procesadora Laminar” como la descrita equivale a una


“página”, “cartel” o “anuncio” en el seno de la “biblioteca” de los genes
comprimida o encriptada en nuestras células, o la que componen los
memes igualmente codificados o cifrados en nuestros cerebros y – más
45
rudimentariamente – en los de otras pocas especies animales superiores
capaces de desarrollar lo que denominamos “cultura”, como ciertos
primates, los delfines, los elefantes y – a nivel quizás de “mente
colectiva” –, los insectos sociales “colmenarios”.

Pero, ¿qué pasaría en el formalismo del modelo si consideramos


“asociaciones” de muchas de estas páginas o “planos mórficos cargados
uniformemente”?

En principio, tal cual cabe esperar siguiendo nuestra equivalencia con el


Campo Eléctrico, todo depende de cómo se lleve a cabo el proceso de
“carga” del conjunto de elementos o secciones laminares
correspondientes. Y, de acuerdo también con la citada analogía, hay dos
formas distintas fundamentales de hacerlo:

Asociación Laminar “Paralela”: Ecuaciones Mórficas de un “Libro”

En esta opción, las cantidades de información “cargadas” en cada unidad-


sección iso-procesadora o “página” de genes o memes no es la misma
que la de sus sucesivas vecinas anteriores o posteriores. Es cierto que, en
general, las cantidades netas de información contenidas en cada una de
las “superficies laminares secuenciales de lectura”, “hojas” o “páginas”
no serán muy diferentes las unas de las otras, pero sí presentarán
cambios sensibles o moderados dentro del mismo o similar orden de
magnitud. Y ello, aunque el “volumen” se halle “editado” o diseñado de
tal modo que el “tamaño” o nº de “tipos-unidades mínimas” de
secuenciado (tripletes o codones, palabras…) sea casi idéntico entre
ambas (como si dijéramos “impreso a máquina” o “por procesador de
textos” y no “a mano”, en cuyo caso la variabilidad sería bastante
mayor). Esto es obvio: No posee el mismo contenido relevante de código
46
una página dedicada al Prólogo o el Índice de un texto que la página o
páginas donde se codifican los conceptos más “sustanciosos”, abstractos
y “densos” de un ensayo, o el “nudo” de la trama de un relato; Ni
tampoco son equivalentes en el mismo sentido las secuencias donde se
cifran los comandos de traducción transcritos controladores de la función
de biosíntesis proteica esencial de un gen o serie de ellos (secuencias o
genes “estructurales”, que las series de tripletes o codones iniciales o
finales que marcan su “inicio” y “fin”, o los encargados de los
“dispositivos de control” de expresión, desde los más sencillos
(operones) hasta los más intrincados (“interruptores epigenéticos”). Esto
es bien conocido, en el primer ejemplo por cualquier lector y en el
segundo por todo bioquímico, biólogo molecular, genetista o simple
“profano interesado” actual que se precie o mantenga al día de los
tremendos avances de esas Ciencias.

De manera que, entonces, cada “lámina-página” posee su propia “carga


de información” ik y por tanto genera su propio Campo Mórfico. Además,
dado que el “sentido de lectura” o secuenciado decodificación-
recodificación o “traducción” es el mismo al “pasar de unas páginas a
otras”, la dirección y sentido (signo) de todos los Campos Mórficos
generados por ellas son plenamente coincidentes en dirección y sentido.

Así, es evidente que por los:

Principio de Superposición

MG = Σk=1k=n MGk = Σk=1k=n MGk uR

Donde cada Campo Laminar individual generado por cada “página” k es


igual a:

MGk = ik / 2 εMG KsTrl NRk*2


47
y “uR” representa el “vector unitario de la dirección y sentido de lectura
común a todos ellos, al igual que sus “permitividades mórficas” y
“constantes superficiales de eficiencia traductora”, no así los Números
Operaciones No-Redundantes o complejidades-longitudes individuales
por cada “hoja”, como ya se razonó. Lógicamente, “n” simboliza el
número de “láminas-hojas” del “Libro”.

Es decir que, extrayendo del sumatorio los factores constantes:

MG = (1 / 2 εMG KsTrl) (Σk=1k=n ik / NRk*2) uR

Campo Mórfico de un “Libro” de Genes o Memes (forma extendida)

Principio de Conservación de la “Carga” de Información

Naturalmente, la Información Total codificada en una Asociación Paralela


de “páginas” de lectura secuencial común será la suma de las “cargas o
pesos de información” contenidas en cada una de sus secciones o
páginas:

i = Σk=1k=n ik

Principio de Conservación de los Costes Neguentrópicos

Puesto que – por la definición estructural secuencial uniforme y


homogénea de “Libro” o Asociación Paralela de Superficies Iso-
Procesadoras idénticas entre sí – cada “página” contiene una “densidad
de caracteres o unidades mínimas de código por unidad de sección”
48
prácticamente constante, podemos suponer que, en excelente
aproximación, la razón o cociente entre la cantidad o “carga” bruta de
información y la “superficie laminar” u “hoja” de la red procesadora que
la contiene permanece invariable para cada una de estas “láminas” o
“páginas” individuales. Por ello, se cumplirá que:

ik / NRk*2 = Cte = Pr = Coeficiente de “Densidad de Impresión”

De modo que las páginas de contenido neto de código más “denso


informacionalmente” y/o incluso “ligeramente más largo”, requerirán
algo menor número de operaciones redundantes de procesado
(lógicamente, pues son más complejas de decodificar/traducir), y las
menos “densas en contenido” exigirán menor cantidad de dichas
operaciones (o mayor de las no-redundantes o diferenciadamente
significativas en términos semánticos, como es patente). Así, cuando el
numerador de la fracción apuntada sube, el denominador mengua en tal
proporción que la razón entre los dos no varía. Todo ello deriva de que
tanto las “páginas densas o más llenas” como las “ligeras o más vacías”
comparten un “tamaño” y formato fijo, la condición definitoria de la
“Asociación Laminar Paralela” o “Libro”, claro está.

Por consiguiente, se verificará lo que sigue:

Σk=1k=n Ik / NRk*2 = Σk=1k=n Pr = n Pr

Por lo cual, la expresión para el Campo Mórfico del “Libro” puede ser
compactada:

MG = ( n Pr / 2 εMG KsTrl) uR = Cte

49
(Campo Morfogenético generado por un “Libro” de Genes o Memes,
forma compacta)

Ahora bien, aplicando la definición de Gradiente (Ec. 7) a esta última e


integrando, obtenemos:

SMG = MG ∆NR*

SMG = ( n Pr / 2 εMG KsTrl) ∆NR*

Potencial Mórfico asociado a un “Libro” de Genes o Memes

Aquí “∆NR*” representa el “Incremento Neto Total del Nº de


Operaciones Redundantes de Procesado” experimentado por la Red
Lectora o Receptora al decodificar y traducir el contenido completo del
“Libro”, secuencialmente, página por página.

Puesto que dicho parámetro varía al menos levemente por cada “hoja” o
sección laminar de la asociación, su expresión desarrollada sería:

∆NR* = Σk=1k=n (NRk* – NR0*) = (Σk=1k=n NRk*) – n NR0* = ∆L

Diferencial de “Aprendizaje (Learning)” o “Enriquecimiento” de la Red


Perceptora

Pues en realidad, por cada lectura-procesado secuencial de una página la


Red Perceptora intenta integrar una nueva serie de secuencias de código,

50
a partir de su nivel previo de complejidad-longitud lectora activo,
expresado y “circulante”. Es decir, de “todo lo asimilado hasta la fecha”,
tanto lo que “vino de fábrica” o congénito como lo adquirido con mayor
o menor esfuerzo por precedentes procesos de aprendizaje semejantes.
En este último caso, cuanto mayor sea el nivel inicial de capacidad
asimiladora-lectora logrado por la Red, más flexible y robusta será, y por
ello más fácil y probablemente podrá asimilar nuevos “libros” de genes o
memes adaptativos. En caso contrario, sus posibilidades de respuesta
positiva caen bruscamente. Esto lo sabe bien por experiencia cualquier
estudiante. Pero incluso si la Red Receptora fuese densa y potente, si es a
la vez demasiado rígida o “sobresaturada”, su “habilidad” para adsorber
eficientemente nuevos paquetes de datos baja críticamente. (Ver “redes
espinosas y pedregosas” y la “Parábola del Sembrador”, en: “Cinética y
Termodinámica de la Adsorción Transferente”, de este mismo autor.

Pues bien, en todos los casos favorables la integración y expresión de


genes o memes-respuesta innovadores adaptativos a los estímulos
ambientales perturbadores se haría efectiva, por lo cual el Nº de
Operaciones Redundantes totales del Sistema disminuiría, aunque pueda
aumentar al “leer” o procesar ciertas “páginas” concretas. Así, el
sumatorio global de dicho número de operaciones extendido a todas las
“láminas-páginas” asimiladas se tornará menor que el valor inicial de
dicho parámetro para una cantidad de secuencias lectoras equivalente
(el producto de su cifra previa circulante en la Red por n, el nº de
“páginas” o series de lectura secuencial completa que exige el procesado
del “libro”). El “Diferencial de Aprendizaje” es entonces negativo,
correspondiente a un Coste o Potencial Mórfico-Neguentrópico menor
que cero (el Sistema “aprende positivamente”, su contenido
informacional traducible o expresado llega a ser más complejo y/o
extenso); Por el contrario, en las ocasiones en que – bien debido a la
insensibilidad, simplicidad o “vaciedad” operativa y/o rigidez-
sobresaturación previa de la red – el proceso de integración o
“aprendizaje” resulte desfavorable, tal suma de números operacionales
redundantes será mayor que su valor previo equivalente: La Red,
“bloqueada” debido a su escaso grado inicial de capacidad adsorbente de
nueva información, o bien a causa de los conflictos derivados de su
51
excesiva “rigidez-sobresaturación”, no consigue integrar funcionalmente
nuevos genes o memes-respuesta a los estímulos perturbadores o
presión ambiental a la que es sometida, su Coste Neguentrópico es
“positivo”, crece el desorden o entropía del Sistema y éste no “aprende”
adaptativamente, sino que se “confunde”, desorganiza o tiende a
colapsar. Y, si las condiciones de estimulación “traumática” del entorno
persisten y/o poseen suficiente magnitud, se encuentra condenado a la
larga a extinguirse, ya sea él mismo en sentido literal con su “vehículo-
máquina de guerra” incluida, o en las sucesivas “réplicas generacionales”
(biológicas o culturales) del mismo.

Este Diferencial de Aprendizaje también puede expresarse en forma


relativa, o “%”:

% ∆L = (∆L / n NR0*) 100

Estimado en valor absoluto, indicando en signo de ∆L su sentido


“adaptativo o favorable” (signo negativo) o “desfavorable-
desorganizador” (signo positivo).

Las

“Ecuaciones Mórficas para el procesado de un “Libro de Genes o


Memes”

son, por tanto:

MG = ( n Pr / 2 εMG KsTrl) uR = Cte

(Campo Morfogenético Total Generado por el “Libro”, forma


“compacta”)
52
i = Σk=1k=n ik

(Cantidad o “Carga” Total de Información contenida o codificada en el


“Libro”)

SMG = ( n Pr / 2 εMG KsTrl) ∆L

(Potencial Mórfico asociado aplicado sobre cualquier Red Receptora


Procesadora “lectora” o “decodificadora secuencial” de su contenido)

Siendo:

n = No de “Páginas” o “Láminas Cargadas de Información” que


componen el “Libro”

Pr = ik / NRk*2 = Coeficiente de “Densidad de Impresión” del “Libro” =


Cte

∆L = ∆NR* = (Σk=1k=n NRk*) – n NR0* = Diferencial de Aprendizaje


experimentado por la Red Perceptora

(Ecs. 18)

Asociación Laminar “Serie”

53
En este caso todas las superficies o secciones iso-procesadoras laminares
son “cargadas” con una misma y exacta cantidad bruta de información y
de forma independiente. Esto solo es rigurosamente posible si en cada
“lámina” se codifica un mismo mensaje específico, repetido n veces. La
segunda diferencia con el formato anterior es que el “tamaño” o
“densidad de impresión” de cada una de las láminas o “páginas” es, en
general, variable.

Si denotamos por i la “carga o peso de información” común a todas ellas,


este valor coincidirá con la cantidad total de información procesable en
el Sistema Perceptor, pues cada “lámina” no aporta ni más ni menos
información neta que las demás, sino la misma repetida un número finito
de veces. No obstante, a diferencia de lo que ocurre con una Asociación
Paralela o “Libro”, en cada sección laminar cambia el tamaño de los tipos
o unidades mínimas de código y, por ende, su densidad de “impresión”,
pues obviamente:

Prk = ik / NRk*2 ≠ Cte.

Consiguientemente, el Campo Mórfico total coincidirá con la forma


“extendida” o no-compactada del Campo-Suma obtenido por la
Superposición Paralela, pero extrayendo la cantidad de información
como factor común del sumatorio, según:

MG = (i / 2 εMG KsTrl) (Σk=1k=n 1 / NRk*2) uR

Campo Morfogenético de una Asociación Laminar Serie

54
De donde es elemental inferir que el Coste Neguentrópico o Potencial
Mórfico asociado a cada “lámina” es variante y específico de ella, por
(Ecs. 18):

Sk = (i / 2 εMG KsTrl) ∆Lk / NRk*2

(∆Lk = NRk* – NR0*)

Por lo cual, aplicando el Principio de Conservación es patente que:

SMG = Σk=1k=n Sk = (i / 2 εMG KsTrl) Σk=1k=n ∆Lk / NRk*2

Potencial Mórfico Total o Consumo Neguentrópico ligado al procesado


de la Asociación Laminar Serie

(Ecs. 19)

Ejemplos de este tipo de Asociaciones Laminares “Serie”: En la esfera


memético-cultural, series de anuncios o enunciados más o menos breves,
codificadores de idéntico mensaje promotor-condicionante, repetidos n
veces en diversos formatos (tamaños o densidades de impresión); En el
plano biogenético: Códigos de marcadores de membrana, secuencias de
“Inicio, Fin, Pausa, Parada…” (equivalentes a “signos estereotipados de
puntuación”), instrucciones para metilaciones sucesivas u otros reajustes
epigenéticos semejantes, etc.

55
III

Concepto de Capacidad Mórfica, Condensadores Mórficos.


Cálculo de la Capacidad Morfogenética o Morfo-Memética de
los casos anteriores. Generalización: Condensadores Mórficos
“Esféricos” y “Cilíndricos”. Modelo del “Morfómetro Cilíndrico”

Continuando con nuestra “Analogía Mórfico-Electrostática”, si ahora


asociamos un conductor laminar plano cargado “positivamente” con otro
idéntico portador de un mismo valor de carga “negativa”, separados por
un medio dieléctrico de permitividad dada, obtenemos entre ellos –
aplicando el Teorema de Gauss –, un campo eléctrico uniforme de líneas
paralelas entre sí nacientes en la “placa laminar positiva”, perpendicular a
ambas y cuyo sentido “apunta” hacia la placa “negativa”. Dicho campo
constante lleva asociada una diferencia de potencial electrostático
directamente proporcional a la distancia de separación entre las láminas
cargadas. El Sistema así “montado” funciona como un “condensador
plano” o “acumulador” de carga eléctrica fija, igual en valor absoluto a la
que se distribuye homogéneamente por cada una de sus placas
componentes con signos opuestos. La razón o cociente entre la carga
concentrada y la diferencia de potencial aplicada entre sus placas

56
laminares se define como “Capacidad Eléctrica” del condensador, C = Q/
∆V.

En efecto, por simetría, puesto que cualquier punto interno a un “cilindro


gaussiano” ocupado por una “carga de prueba convencionalmente
positiva” que atraviese perpendicularmente ambas placas recibirá un
campo idéntico al calculado en la Sección anterior para una sola lámina,
de igual dirección y sentido, tendremos que, por (13):

E= (Q / 2 ε S + Q / 2 ε S) ur

E= (Q / ε S) ur = Cte.

Campo Uniforme creado entre las placas de un Condensador Plano

(Ec. 20)

Donde ur simboliza el vector unitario en la dirección perpendicular a


ambas placas y sentido desde la positiva a la negativa.

Aplicando a (20) la definición de gradiente (equivalente para las


magnitudes electrostáticas a Ec. 7), e integrando:

∆V = (Q / ε S) d

Diferencia de Potencial entre las placas de un Condensador Plano

57
(Siendo d la distancia de separación entre las placas, muy pequeña frente
a las dimensiones o superficie de las mismas)

(Ec. 21)

Considerando en (21) la definición de Capacidad Eléctrica ya indicada:

C = Q / ∆V

C = ε S / d = Cte.

Capacidad Eléctrica de un Condensador Plano

(Ec. 22)

¿Cuál sería entonces el equivalente de un Condensador o Acumulador


Plano conformador de un Campo Eléctrico Uniforme concentrador de una
Carga Bipolar Constante en los Sistemas en Red Evolucionarios
Replicantes-Procesadores de Información operantes a través de los
Campos Mórficos? ¿Cómo conseguir un “dispositivo” equivalente, un
Acumulador Morfogenético de una “Carga” de Información Bipolar
estable?

En principio, hemos de seguir el Método Analógico hasta ahora utilizado.


Para ello, recordemos que, hasta ahora, hemos analizado la génesis de
Campos Mórficos Uniformes “Monopolares”, es decir, creados por una
cantidad dada de información secuencial ya integrada o codificada en un

58
sentido de lectura determinado, así como sus “asociaciones” más
habituales.

Pero, en realidad, el proceso de decodificación-asimilación/adsorción-


codificación de los estímulos perturbadores ambientales implica
necesariamente una “dialéctica bipolar” entre sentidos opuestos de
“signos” o flujos de transferencia de “carga de información”: La
decodificación de los estímulos derivados de la “presión ambiental”
impone forzosamente un mecanismo de “lectura inversa” o retro-
transcripción de señales moleculares, a veces literal y directa, como en los
fenómenos retro-víricos y parasitarios endosimbióticos asimétricos, pero
en otros casos canalizada por transmisores-receptores biomoleculares
intermedios, cual ocurre en los procesos de reajuste epigenéticos y los
supuestamente ligados a los procesos de memoria celular mediados por
complejos específicos ARNs-péptidos retro-transcriptores. Igualmente
acontecerá en los correspondientes fenómenos culturales, por la Hipótesis
de Dawkins. Si asignamos a tal “lectura inversa o retro-transcriptora” el
papel de la “sección laminar negativa”, es evidente que – de ser efectiva al
adsorción/integración o respuesta adaptativa en el seno de la Red
Perceptora – el ulterior mecanismo de “réplica-transcripción” supondrá el
equivalente a la “placa o superficie iso-procesadora positiva” con idéntica
cantidad de “carga o peso informacional” pero de signo contrario, o
“positivo”. Este conjunto – de producirse de hecho la asimilación
adaptativa o respuesta eficiente al estímulo perturbador – constituye el
“Condensador Mórfico Laminar”.

Cualquier “punto” o “estado transferente” interno al mismo


experimentará, por tanto, una suma de Campos Morfogeneticos en la
dirección y sentido de la Réplica-Transcripción-Traducción eficaz, según la
superposición:

MG = (i / 2 εMG KsTrl NR0*2 + i / 2 εMG KsTrl NR0*2 ) uR

59
MG = (i / εMG KsTrl NR0*2 ) uR = Cte.

Campo Generado por un “Condensador Mórfico Laminar”

(Ec. 23)

De lo que se infiere que la correspondiente “Diferencia de Potencial o


Coste Neguentrópico Mórfico asociada precisa para “cargarlo” será:

∆SMG = (i / εMG KsTrl NR0*2 ) ∆L

(Ec. 24)

Diferencia de Potencial Mórfico o Coste Neguentrópico de “Carga”


aplicado entre las “Superficies Laminares Iso-Procesadoras” de sentidos
de lectura “opuestos”

Simbolizando ∆L el Diferencial Máximo de “Aprendizaje”, Variación


Máxima entre el No de Operaciones Redundantes de Réplica-Transcripción
o Retrotranscripción-Réplica implicadas en el proceso, o Incremento de
complejidad-longitud de procesado del Sistema tras la asimilación-
respuesta efectiva de la Red a los estímulos perturbadores del medio,
cuantificada por:

∆L = (NR* – NR0*)máx

60
En consecuencia, la Capacidad Mórfica del “Condensador/Acumulador
Morfogenético” descrito vendrá determinada por:

CMG = i / ∆SMG

Aplicando esta definición a (24):

CMG = εMG KsTrl NR0*2 / ∆L = Cte.

Capacidad Mórfica de un Condensador Morfogenético Laminar

(Ec. 25)

La fórmula deducida es especialmente interesante por dos razones:

a) Análogamente a lo que ocurre con los acumuladores electrostáticos,


la Capacidad Constante del condensador mórfico solo depende de
factores estructurales o “geométricos”, en este caso “topológicos” de
la Red Receptora y de la Permitividad del Medio. Esto vuelve a
confirmar los términos del Modelo de Adsorción por Transferencia de
Impregnación Ambiental, o “Modelo Parábola del Sembrador”
previamente citado.

b) Además, dicha Capacidad es directamente proporcional a dicha


Permitividad (determinada a la par por la “Sensibilidad de la Red
Perceptora” y la “Permeabilidad del Medio Impregnado”), y a la
magnitud de la “Sección/Superficie Iso-Procesadora” (a su vez
producto de los parámetros de “eficiencia traductora por unidad
“laminar” y la “complejidad-longitud” o “n0 operacional redundante

61
inicialmente activo en su seno): A mayor simplicidad o “vaciedad
original” de la trama o número de operaciones redundantes, más
capacidad libre disponible y viceversa, naturalmente); Y, por otra
parte, la Capacidad Acumuladora es inversamente proporcional al
aumento de su nivel de complejidad-longitud de códigos
procesable/traducibles tras la interacción o “capacidad de
aprendizaje”, como es lógico: Un estímulo perturbador tan
“monstruoso” que suponga un crecimiento en la capacidad de
“aprendizaje” colosal (tendente a “infinito”), colapsaría cualquier Red,
por lo cual su Capacidad sería nula. En contraste, otro estímulo de
cambio ambiental de magnitud despreciable, al ser tan pequeño,
conservaría una Capacidad “inmensa” de acumulación de “carga
informacional” hasta en las Redes más sencillas y a la vez poco
“flexibles”. Exactamente el mismo papel ejercen la Permitividad
Eléctrica, la Superficie conductora y la Distancia entre placas,
respectivamente, en los Condensadores Electrostáticos.

c) Puesto que la Capacidad de un Condensador Electrostático Plano es


directamente proporcional al cociente S/d, es patente que éstos han
de ser montados de forma que la distancia entre sus placas bipolares
sea muy pequeña frente a las superficies planas paralelas de las
mismas. Esto se debe a que la Diferencia de Potencial o Coste
Energético de Carga aumenta justo con el factor inverso d/S para una
misma permitividad y carga total acumulada y, obviamente, a mayor
coste, menor capacidad del Sistema. Igualmente ocurriría en los
Sistemas en Redes Evolucionarias Procesadoras de Información en
referencia a la relación σ/∆L, siendo σ = KsTrl NR0*2 : Los “Diferenciales
de Aprendizaje Máximos” han de ser de orden notablemente inferior
al de sus “Secciones o Superficies Iso-Procesadoras” σ o “Productos
de sus Eficiencias Traductoras por sus “Niveles de Simplicidad-
Redundancias” originales: Las Redes inicialmente más “vacías-libres”
(NR0* elevados) y/o sin embargo “flexibles” (KsTrl asimismo grandes), o
sea, con “Superficies Iso-Procesadoras σ elevadas, soportarán
aumentos o esfuerzos en el “Nivel de Aprendizaje” ∆L más altos,
manteniendo Capacidades notables; Por el contrario, si se hallan

62
demasiado ocupadas y/o son en exceso rígidas (σ pequeñas),
únicamente admitirán incrementos en el “Grado de Complejidad-
Longitud de códigos activo” o “Aprendizaje” ∆L bajos, o bien tenderán
a “colapsar”, al ver reducidas sus Capacidades Mórficas o
condensadoras de nueva información drásticamente. Observen –
adicionalmente – que, dentro de los parámetros que influyen en el
valor de σ, la “vaciedad-desocupación” de la Red Perceptora resulta
más determinante que su “grado de complejidad modular-flexibilidad-
potencia o “eficiencia traductora”, debido a que el primer factor
citado se halla elevado al cuadrado. Este matiz confirma la coherencia
de nuestra “Analogía Electrostático-Mórfica” con otros enfoques de la
Teoría.

d) Precisemos algo sobre el Convenio de Signos Morfogenéticos: Para la


mayoría de los procesos adaptativos, el grado de complejidad-
longitud de la información acumulada/procesada aumenta, por lo que
el signo de ∆L es negativo (∆L<0), y por ello igualmente lo será el del
Coste o Diferencia de Potencial Neguentrópico-Mórfico. Esto es lógico,
pues en estos casos aumenta el nivel de orden interno de la Red o
decrece su entropía. Tomamos entonces arbitrariamente la Cantidad
o Carga de Información asimilada en el sentido perceptor-
retrotranscriptor (a la que ya asignamos asimismo signo “negativo”),
de modo que el cociente entre “Carga Informacional Condensada” y
“Diferencia de Potencial Neguentrópico” , la Capacidad Mórfica del
Sistema, resulte una constante convencionalmente positiva y en
exclusiva dependiente de la topología estructural de la Red
Procesadora y la permitividad mórfica del medio; Por el contrario, en
las singulares, escasos pero importantes ocasiones en que – bajo
condiciones de tremendo estrés o presión crítica ambiental – el
proceso implique una “simplificación adaptativa” o aumento de
entropía, es decir, si ∆L>0, consideraremos la cantidad bruta de carga
informacional acumulada en el sentido de la respuesta replicante-
transcriptora (signo convencional +). Lo que a la postre es por entero
equivalente y arbitrariamente opcional, pues ambas cantidades netas
han de ser por definición iguales en valor absoluto. Mediante ese

63
artificio, conseguimos que la medida de la Capacidad Mórfica sea
siempre un valor positivo.

Asociación “Paralela” o “en Cascada” de Condensadores Mórficos


Laminares

La definimos como un “Bloque” de Acumuladores o Condensadores


conectados en “Cascada Serial de Reacciones-Respuesta Adaptativas” del
Sistema ante los estímulos perturbadores del entorno.

Es decir, que la transcripción-réplica integrada codificadora del impacto


ambiental inicial es a su vez una “señal sistémica” desencadenante de otra
secuencia de nuevas transcripciones-réplicas traducibles que modifican o
reajustan la expresión de otros genes, memes o conjuntos mutuamente
imbricados de ellos, esta respuesta secundaria resulta inductora de otra
terciaria…, y así sucesivamente hasta un número finito de ellas más o
menos elevado, al cual denotaremos por n.

Se trata del caso más importante y sugestivo desde el punto de vista de


nuestro Modelo, pues está claro que sería el operante durante los
“grandes saltos bruscos evolutivos-adaptativos” provocados por series de
estímulos del medio especialmente traumático-perturbadores, que
implicarían un enorme y fuerte grado de reorganización global del
genoma o el acervo memético-cultural en respuesta a las Macro-Crisis
Globales.

Por hipótesis, ya que cada “Condensador” o “Sub-Sistema procesador de


respuesta” es distinto, la cantidad de “carga informacional” bipolar
acumulada en cada uno sería diferente, pese a encontrarse todos ellos
“conectados” entre sí:

Luego, por el:

Principio de Conservación de la Carga Informacional

64
i = Σk=1k=n ik

(“Carga” de Información Total Acumulada en el Sistema de


Condesadores Mórficos “Paralelos” o “en Cascada”)

Pero también es evidente que – al tratarse de una asociación de


Condensadores o Acumuladores de Información individualmente
diferenciados – sus respectivas “Capacidades Mórficas” poseerán cada
una un valor propio y en general distinto a las de los demás, que
llamaremos Ck.

Asimismo, dado que, por definición, la “Cascada Reactiva” se genera por


un único “Estímulo-Cero” u “Origen” desencadenante, y los tiempos
seriales de reacciones inducidas se presuponen despreciables frente al
orden de magnitud de los intervalos de los procesos de cambio ambiental
perturbadores y sus respuestas adaptativas globales, podemos establecer
que el “Coste Neguentrópico” o “Diferencia de Potencial Mórfico”
aplicado para “cargar” al Sistema en Red será fijo y constante para toda la
Asociación de Condensadores Morfogenéticos “interconectados
inductivamente” o por “resonancia mórfica común cuasi-simultánea”:

S1 = S2 = S3 = … = Sk = Sn = SMG

Luego, por definición de “Capacidad Mórfica”:

Ck = ik / SMG

O bien:
65
ik = Ck SMG

Imponiendo ahora este último resultado a la expresión del Principio de


Conservación de la Carga Informacional:

i = Σk=1k=n ik = Σk=1k=n Ck SMG = SMG Σk=1k=n Ck

De donde se deduce sin lugar a dudas que:

CMG = Σk=1k=n Ck

Capacidad Mórfica Total de una Asociación “Paralela” o en “Cascada” de


Condensadores Morfogenéticos

Por ende, reuniendo y recapitulando las conclusiones del análisis:

i = Σk=1k=n ik

S1 = S2 = S3 = … = Sk = Sn = SMG

Ck = ik / SMG

CMG = Σk=1k=n Ck

Ecuaciones de una Asociación o “Bloque” de Condensadores Mórficos


resonantes en “Cascada” o “Paralelo”
66
(Ecs. 26)

A “imagen y semejanza” de lo que es bien conocido en Electrotecnia, este


tipo de Asociación Paralela (en nuestro campo de estudio “Conexión por
Resonancia Mórfica en Cascada”), entre condensadores cargados bajo una
diferencia de potencial o coste por unidad de carga común (para nosotros
“por unidad mínima de información codificable”), conlleva que cada
componente-acumulador del mismo “almacene” o “adsorba” una
cantidad de carga (o información-respuesta) directamente proporcional a
su Constante de Capacidad, invariable y dependiente de sus específicos
rasgos topológico-estructurales. Ello conduce indefectiblemente a una
Capacidad Total Equivalente para el “Bloque Paralelo” en su conjunto
igual a la suma simple de sus capacidades individuales.

Esta es la forma habitual de concentrar o condensar grandes cantidades


de carga optimizando un mínimo coste de potencial.

Justo lo que cabe esperar para los mecanismos de “grandes saltos macro-
evolutivos adaptativos” forzados por altísima presión ambiental.

Asociación “Serie” o “en Batería” de Condensadores Mórficos Laminares

En esta opción nos hallamos ante el proceso reactivo “opuesto” al


anterior: Como consecuencia de la intensidad-frecuencia de un
determinado estímulo ambiental perturbador, una misma respuesta o
cambio adaptativo afecta a múltiples series o secuencias génicas o
contenidos de representación cultural, pero del mismo modo o
produciendo exactamente la misma modificación a modo protector, o bien
cual código activador, inhibidor o regulador/modulador de su expresión,
sin alterar el contenido esencial o “significado del código interno” del
67
mismo. Los “interruptores-potenciadores positivos o negativos” ligados a
los reajustes epigenéticos y sus equivalentes culturales-meméticos serían
el ejemplo-tipo de esta clase de dinámica adaptativa: Metilación múltiple
del ADN, como típico y bien estudiado botón de muestra; O la reacción de
las modas ante los ciclos de crisis económica (bonanza, predominio de la
minifalda y ropa “atrevida”, crisis, mayor dominancia de las prendas “más
conservadoras y severas”, aun cuando, paradójicamente supongan mayor
gasto en centímetros cuadrados de materiales textiles, por citar tan sólo
un ejemplo concreto en el plano “memético”).

En estos procesos, puesto que la naturaleza de la alteración es constante


para todos los elementos del acervo o secciones de Red afectados,
podemos suponer la “Carga” almacenada en cada “Condensador Mórfico”
como idéntica y uniforme a todos ellos. Sea ésta:

i = ik = Cte.

Al mismo tiempo, como ya sabemos que el valor de la Capacidad es


específico de cada uno de ellos y dependiente tan sólo de sus parámetros
topológicos o estructurales, es evidente que la Diferencia de Potencial
Mórfico o Coste Neguentrópico de cualquier acumulador individual será
diferente en general al de todos los otros, e inversamente proporcional en
el “reparto” a dicho factor de Capacidad propia, pues, por definición:

Sk = i / Ck

Así, por el:

Principio de Conservación del Coste Neguentrópico o Potencial Mórfico

68
Tendremos que:

SMG = Σk=1k=n Sk

Desarrollando ahora esta igualdad en función de las Capacidades de cada


Condensador Morfogenético y la Carga Informacional común adquirida
por el Sistema:

SMG = Σk=1k=n Sk = Σk=1k=n i/Ck = i Σk=1k=n 1/Ck

Por lo que es totalmente obvio que ha de cumplirse:

1/CMG = Σk=1k=n (1/Ck)

Lo que equivale a:

CMG = 1 / [Σk=1k=n (1/Ck)]

Capacidad Mórfica Total o Equivalente de una Asociación “Serie” o “en


Batería” de Condensadores Morfogenéticos

Resumiendo:

i = ik = Cte.

69
Sk = i / Ck

SMG = Σk=1k=n Sk

CMG = 1 / [Σk=1k=n (1/Ck)]

Ecuaciones de una Asociación o “Batería” de Condensadores Mórficos


resonantes en “Serie”

(Ecs. 27)

Por enésima vez, los resultados son totalmente análogos a los de los
Sistemas Electrostáticos: La Asociación en Serie o Batería conlleva una
carga bipolar acumulada idéntica en cada Condensador de Capacidad
variable, cuyo Coste o Diferencia de Potencial de Carga es por ello
asimismo diferente para cada uno, siendo entonces la Diferencia de
Potencial del conjunto la suma directa de todas ellas y la Capacidad
Equivalente del Sistema igual al inverso de la suma de los inversos de las
Capacidades individuales de sus componentes. El efecto-reacción del
proceso de condensación de carga-información es, por ende, aquí por
entero contrario al anterior tipo de Asociación: Los Costes de Potencial-
Neguentropía son máximos y la asimilación-concentración de carga-
información única e invariante en todas las secciones o elementos
interconectados en el circuito (eléctrico o mórfico).

Esto parece adecuado para describir los mecanismos de adaptación micro-


evolutiva provocados por “limitados” cambios locales de las variables del
medio.

De nuevo es notorio resaltar que las predicciones del Modelo se


mantienen firmes y coherentes con los datos empíricos: Las Redes
Evolucionarias – células/organismos o cerebros/comunidades culturales –
70
altamente complejos y especializados (estrategas de la “K”, estenoicos),
tenderían a soportar mejor una “rápida” y “frecuente” sucesión de
impactos ambientales perturbadores de baja-media intensidad y alcance
(procesos de adaptación micro-evolutivos, cuales los reajustes
epigenéticos). Éstos suponen pequeñas variaciones constantes y comunes
de la expresión de los genes o memes, sin alterar su secuencia o “código
interno” profundo o, por emplear una metáfora informática, su “código-
máquina/lenguaje de bajo nivel”, del que la modulación o regulación
epigenética serían su ejecución cual “lenguaje de programación de alto
nivel”, tangible en el “fenotipo-hardware” y “manipulable” por el
“operador/usuario” (el medio ambiente natural, o el creado en el
laboratorio por el investigador). Tal característica de la Asociación Batería
es fundamental para evitar “conflictos competitivos” en tramas reticulares
muy “pesadas”, intrincadas, interdependientes y en muchas ocasiones
“rígidas” o “sobresaturadas”. Además, aunque en esta clase de
“reorganización por resonancia mórfica interna múltiple” los Costes
Neguentrópicos o de Potencial Morfogenético crecen, dado que el
Genoma o Acervo de Memes que lo experimenta es en general “denso”,
“complicado” y “muy evolucionado”, posee “resortes”, “recursos” y
“reservas” de “control interno” capaces de minimizar y compensar la
pérdida de energía útil por consumo neguentrópico o fuerte disminución
de desorden del Sistema; En contraste, las Redes Procesadoras ligadas a
organismos o entes culturales más sencillos, aparentemente “primitivos”
y/o no-especialistas (estrategas de la “r”, eurioicos), aguantarían o se
adaptarían relativamente mejor a los grandes cambios o Crisis
Ambientales Globales o “Catastróficas”, debido a que los mecanismos de
la Asociación “Serie o en Cascada” implican tremendos y bruscos “saltos
reorganizativos” de multitud de muy diversos genes o memes a la par,
cada uno impelido a integrar o acumular nuevas “cargas de información”
específicas distintas. Esto genera “conflictos competitivos” con los códigos
“antiguos” operativos dominantes de forma inevitable, pero debido a que
la estructura morfo-dinámica de las tramas reticulares más simples
poseen mayor “flexibilidad”, menor grado de interdependencia e inferior
“rigidez-sobresaturación” por lo habitual, tales fenómenos negativos
disminuyen y pueden ser tolerados sin causar el colapso o “bloqueo” de la
71
Red en su conjunto. Adicionalmente, puesto que estos procesos
comportan además mínimos Costes de Potencial Neguentrópico, no
“agotan” las “reservas de energía libre útil” del Sistema, vital recurso más
“escaso” y “difícil de recuperar” en el caso de los organismos o mentes-
culturas más “elementales”.

Todas estas deducciones corroboran una vez más la razonable validez de


la teoría, pues el estudio paleontológico de las Grandes Extinciones
demuestra sin paliativos que, tras las Grandes Macro-Crisis Ambientales
de ámbito planetario, la proporción de especies supervivientes
modificadas o adaptadas a las novedosas condiciones del medio depende
críticamente de este factor: Las especies o líneas filogenéticas altamente
especializadas, con largos periodos de incubación/gestación-crianza y no
demasiado fértiles (estenoicos, estrategas de la “K”), sobreviven en muy
diminuta fracción; Las no-especializadas, de cortos periodos de desarrollo
embrionario y maduración además de muy fecundas (eurioicos, estrategas
de la “r”), superan el “desastre” en mayor medida. El célebre ejemplo de
los pequeños roedores y marsupiales que finalmente dieron lugar al
“Esplendor Mamífero” del Terciario después del “Apocalipsis Meteórico”
de los saurios en general y los dinosaurios en particular constituye ya un
“tópico manido” de tales hechos, pero existen una variada y abundante
cantidad de datos constatados semejantes a lo largo de la Historia de las
sucesivas “Extinciones/Renacimientos” de la Ecosfera Terrestre a lo largo
de sus miles de millones de años de existencia.

Generalización: Condensadores Mórficos Esféricos y de otras simetrías

En Electrotecnia, es bastante sencillo generalizar los dispositivos


acumuladores de carga anteriores a otros diseños geométricos o
simetrías. El ejemplo más característico es el uso de condensadores
electrostáticos esféricos.

En estos disponemos de dos láminas o armaduras muy finas conductoras


metálicas concéntricas, separadas por un dieléctrico una distancia
72
pequeña frente al radio R de la esfera exterior. El radio de la esfera
interior es r, y el resto del volumen desde la cara interna de tal lámina
inferior hasta su centro está hueco, se le ha practicado el vacío. Ambas
superficies esféricas se electrizan con cargas Q idénticas de signos
opuestos, por ejemplo supongamos negativa la externa y positiva la
interna.

Si aplicamos el Teorema de Gauss a cualquier punto alrededor de esta


configuración, situado a una distancia radial x del centro de simetría
común del Sistema, y denominamos q al sumatorio algebraico de la
cantidad de carga eléctrica “encerrada” en la esfera imaginaria trazada
con dicho radio respecto al citado centro, es patente y elemental
demostrar que el flujo de campo eléctrico que atraviesa todos los puntos
equipotenciales de la esfera virtual interpuesta es:

φ(x) = ∮ E ds cos0o = E 4π x2 = q / ε

Representando E la intensidad de campo que actúa en los puntos de radio


x, y ε la permitividad en el medio donde éstos se hallen, naturalmente.

De este modo, podemos encontrarnos tres casos o soluciones particulares


al problema:

a) Puntos Interiores a la “armadura” formada por las dos láminas curvas


del Condensador:

En ellos se cumple que q=0 y ε=ε0 (permitividad del vacío), luego


obviamente tanto campo como potencial son nulos:

73
Eint (x<r) = 0

x
Vint (x<r) = ∫0 Eint dx = 0

b) Puntos situados entre las dos placas del Condensador (los que
fundamentalmente nos interesan):

Aquí q=Q(+) y ε = Permitividad del Medio o Dieléctrico que “rellena”


el volumen definido entre las láminas.

Por lo cual:

φ(r<x<R) = ∮ E ds cos0o = E 4π x2 = Q / ε

E (r<x<R) = Q / 4π ε x2

Campo Eléctrico Creado en el Interior de un Condensador Esférico

De donde se infiere directamente:

R
∆V (r<x<R) = ∫r (Q / 4π ε x2) dx

74
∆V = Q / 4 π ε (1 / r – 1 / R)

∆V = (Q / 4 π ε) [(R – r )/ R r]

Diferencia de Potencial aplicado entre las placas de un Condensador


Esférico

A su vez, por definición de Capacidad Electrostática:

C = Q / ∆V

C = Q / [Q / 4 π ε (1 / r – 1 / R)]

C = 4 π ε / (1 / r – 1 / R)

C = 4 π ε [R r / (R – r)]

Capacidad Eléctrica de un Condensador Esférico

En principio, el diseño del aparato para lograr grandes capacidades de


concentración de carga sería – como se apuntó al plantear el asunto –
colocar las dos superficies conductoras esféricas cargadas muy próximas
entre sí, de manera que el factor (R – r) se torne muy pequeño respecto a
las dimensiones totales del acumulador y más todavía en relación al
producto de sus radios: En esta opción es evidente que los valores de C se
maximizan; Otro caso particular interesante es – por el contrario – cuando
75
consideramos que la lámina conductora externa se encuentra muy alejada
de la primera, hasta el punto de que (R – r) ˜ R, pues entonces la
Capacidad del Condensador se aproxima a la de una esfera conductora
hueca simple de radio r inmersa en un medio dieléctrico dado (o sea,
directamente proporcional a dicho radio), por:

C=4πεr

Y cuyo potencial en superficie obedece, lógicamente, a:

V=Q/4πεr

c) Puntos Exteriores a ambas superficies o “armadura” del Condensador:

φ(x>R) = q / ε = (Q – Q) / ε = 0

Pero, al resultar el flujo igual a cero, es patente que el campo y el


potencial también serán nulos:

E(x>R) = 0

V (x>R) = 0

En suma: Los resultados relevantes son los siguientes:

E (r<x<R) = Q / 4π ε x2
76
∆V = (Q / 4 π ε) [(R – r )/ R r]

(∆V = Q / 4 π ε r, si: R>>>…>>r)

C = 4 π ε [R r / (R – r)]

(C = 4 π ε r, si: R>>>…>>r)

Ecuaciones de un Condensador Esférico Cargado

(Ecs. 28)

De inmediato, podemos “trasladar” formalmente estas relaciones físico-


matemáticas a sus magnitudes análogas equivalentes en los Sistemas en
Redes Procesadoras productoras/transmisoras de Campos
Morfogenéticos, aplicando nuestro modelo teórico de partida.

De lo cual se deduce:

MG (Nr*<Xr*<NR*) = i / KTrl εMG Xr*2

Campo Mórfico Aplicado sobre un Estado o “Punto de Procesado


Interno” del Condensador Mórfico “Esférico” o “Trifásico” cuyo No de
Operaciones de Lectura Redundante (Xr*) sea intermedio entre el
previamente definido en la “Superficie Iso-Retrotranscriptora captadora/
decodificadora del Estímulo” (Nr*) y en el posteriormente determinado

77
en la “Iso-Procesadora Replicante-Transcriptora-Traductora codificadora
de su Respuesta” (NR*)

∆SMG = (i / KTrl εMG) (∆L / NR* Nr*)

(∆SMG = i / KTrl εMG Nr*, si: NR*>>>…>>Nr*, o ∆L “∞”)

Diferencia de Potencial Mórfico o Coste Neguentrópico entre las dos


“Superficies Iso-Procesadoras” que constituyen el Condensador
Morfogenético “Esférico” o “Trifásico”

CMG = KTrl εMG (NR* Nr* / ∆L)

(CMG = KTrl εMG Nr*, si: NR*>>>…>>Nr*, o ∆L “∞”)

Ecuaciones de un Condensador Mórfico “Esférico” o “Trifásico”

(Ecs. 29)

El significado biofísico o psicofísico de estas fórmulas es sustancialmente


idéntico al obtenido para los Condensadores Mórficos Laminares, pero
con una notable diferencia: Mientras la simetría de los segundos suponía
implícitamente que trabajábamos con una “simplificación” o
“aproximación plana”, esto es, una “sección iso-procesadora del Sistema
en Red” que contemplaba en exclusiva los mecanismos de
percepción/decodificación de los estímulos-retrotranscripción/asimilación
(equivalente a una de las “placas o láminas operativas”) y su subsiguiente
sección “gemela inversa” codificadora/replicante-transcriptora (la otra
78
placa “paralela”), ahora la “geometría esférica” impone considerar el
proceso mecanístico-informacional integral, incluyendo la tercera fase del
mismo o traducción del código asimilado en forma ejecutiva (biosíntesis
proteica específica en el mundo celular biológico o sus manifestaciones
“fenotípicas culturales” análogas en el “universo” de los memes). Por ello
denominamos a estos Condensadores Morfogenéticos Trifásicos, pues
dicha adición operacional es equivalente al concepto de
tridimensionalidad o esfericidad en la esfera puramente física o
electrostática. Por esta razón, en las expresiones aparece la Constante de
Eficiencia Traductora de las Redes propiamente dicha, no su reducción
“superficial” o “laminar-bidimensional”.

En el terreno de la Electromecánica Física, es posible concebir idealmente


e incluso diseñar en la práctica un condensador “plano”, si el grosor de sus
placas conductoras es lo suficientemente despreciable frente a sus
superficies y distancia de separación, sin cometer por ello apenas error
mensurable. Sin embargo, en la Morfodinámica Genética o Memética un
“Condensador Mórfico Laminar”, en estricto sentido, no existe. Pues, en
todo caso, se trataría de una aproximación adecuada tan sólo para
describir procesos de “carga-respuesta” ante los estímulos perturbadores
del medio “abortados” o inhibidos en su expresión-traducción final por
“conflictos” o “bloqueos” intra-sistémicos en Redes “rígidas” o “sobre-
saturadas”. En estos casos particulares, el Sistema
decodifica/retrotranscribe y codifica o replica-transcribe los nuevos
contendidos informáticos “adaptativos”, pero la reacción de los citados
“resortes defensivos” puestos en marcha por los complejos de memes o
genes “veteranos”, conservativos o “ya bien asentados” en la Red con
cuyos contenidos resulten conflictivos o competitivos se encargan de
impedir la crucial verificación de la tercera fase o etapa del proceso
íntegro de asimilación efectiva: La Traducción. Por consiguiente, los
“códigos innovadores” son eliminados directamente, o en el mejor de los
casos “relegados” al “fondo latente de reserva” del enorme “almacén
intrónico” de los cromosomas en las células eucariotas, o bien a su “sub-
sistema análogo” en las redes neuronales de nuestros cerebros: El
“pozo/archivo censurado” de la memoria subconsciente. Por ende, el
modelo de “Condensador Laminar”, aunque es una buena simplificación
79
didáctica como primera aproximación al problema, en rigor únicamente
sería descriptivo para esta clase de mecanismos incompletos y no-
generales, por más interesantes o sugestivos que puedan parecer.

Para los procesos completos y eficientes de transferencia adaptativa de


información hasta el nivel de ejecución “fenotípica” y más aún
“heredable”, hemos de utilizar el planteamiento y la formulación de los
Condensadores Mórficos “Esféricos” o “Trifásicos”, naturalmente.

De todos modos, las conclusiones conceptuales – que no los cálculos


cuantitativos, por supuesto – son esencialmente las mismas, porque
suponiendo por hipótesis que el mecanismo de integración/asimilación de
nueva información derivada de los estímulos ambientales fuese favorable,
a la secuencia “bifásica-laminar” ha de seguir de inmediato la “tercera
fase” de traducción secuencial en igual dirección y sentido.

En este aspecto, observemos que los Costes o Diferencias de Potencial


Neguentrópicos se mantienen directamente proporcionales al valor
absoluto del Diferencial de Aprendizaje, al igual que inversamente
proporcionales a éstos las correspondientes Capacidades Mórficas;
Asimismo, en el caso más general, cuanto menor es dicho Diferencial de
Aprendizaje, mayor Capacidad libre disponible nos queda; Además, en la
opción “especial” en que las perturbaciones o presiones del entorno sean
tan “colosales” que supongan un Diferencial de Aprendizaje “inmenso” o
“tendente a infinito”, el Sistema deja de funcionar como un acumulador-
condensador operativo de información en la práctica, tornándose
equivalente a un simple “conductor” o “almacén pasivo” de “cargas de
información bloqueadas”, en la “sección perceptora/retrotranscriptora”,
esto es, cual una “página llena de símbolos decodificados” pero incapaces
de ser “leídos” e “interpretados-ejecutados comprensiva o
dialécticamente” (equivalente a una esfera conductora cargada privada
de su “bipolaridad”). De nuevo – por todo ello – se cumple que las Redes
más sencillas pero a la vez “robustas” o flexibles (no-especialistas,
“estrategas de la r”), soportarían mejor las magnitudes y frecuencias
extremas de enormes estímulos perturbadores (“Macro-Crisis
Ambientales”) en comparación a las más complejas pero también más
“rígidas” y/o “sobresaturadas” (especialistas, “estrategas de la K”). Y
80
viceversa; Por último, los valores de la Diferencia de Potencial y la
Capacidad Mórficas se ven afectados asimismo por parámetros ligados a
la estructura-topología de la Red (Constante de Eficiencia Traductora) y el
medio (permitividad morfogenética), de igual modo que en la
simplificación “laminar”.

Pero surge un factor novedoso y extraordinariamente interesante: Si


observamos las fórmulas, la dependencia proporcional directa del Coste o
Diferencia de Potencial Neguentrópico con el Diferencial de Aprendizaje y
la correspondiente relación inversa de la Capacidad Mórfica con el mismo
se ven en parte “atemperados” o “compensados” por el producto de los
Nos Operacionales Redundantes previos y posteriores a la verificación del
proceso de recepción-respuesta de la información vinculada a los
estímulos perturbadores procedentes del medio (Nr* NR*).

Denominemos a tal factor “Producto Procesador o de Aprendizaje de la


Transferencia”, simbolizándolo por ΤΠ.

De esta forma, podemos volver a escribir las ecuaciones como:

∆SMG = (i / KTrl εMG) (∆L / ΤΠ)

CMG = KTrl εMG (ΤΠ / ∆L)

(Ecs. 30)

Esto implica que las Redes Evolucionarias (células, organismos, cerebros,


entes culturales…) más complejas y “densas”, cuyos Nos Operacionales
Redundantes (y No-Redundantes) son mucho más elevados que los de las
más simples, al presentar Productos Procesadores de Transferencia
superiores en valor absoluto (independientemente de los Diferenciales de
Aprendizaje del proceso adaptativo en cuestión que experimenten), gozan,

81
por ello mismo, de una cierta “protección adicional” ante los cambios
variablemente “traumáticos” del medio ambiente. Es como si el mero
hecho de poseer un mayor “peso o inercia operativa” les convirtiese en
“más difíciles de perturbar fuera de su equilibrio funcional homeostático”.
Lo cual conlleva una lógica bastante razonable, pues no olvidemos que los
mecanismos adaptativos transferentes o morfogenéticos siguen siendo, en
el fondo, básicamente selectivos o “darwinianos”. Y, aparte de ello,
recordemos la profunda analogía de partida de nuestra teoría entre
“masa movilizada” y “cantidad bruta de información procesada”.
Consecuentemente, su mayor “vulnerabilidad” sistémica ante los impactos
“de alta magnitud y alcance” asociados a las Macro-Crisis Catastróficas –
debida a su exceso de complejidad “conflictiva” interna, especialización y/
o menores tasas de fecundidad y más largos periodos de crianza-
maduración –, se ve compensada parcialmente por dicha “inercia
operacional” o “resistencia al colapso”. Pero solo cuando la magnitud,
intensidad y frecuencia de los estímulos impactantes del entorno no
alcancen valores demasiado grandes o “críticos”: En estas últimas
circunstancias, la razón (ΤΠ/∆L) se hará demasiado pequeña y la Red
colapsará (Capacidad próxima a cero y Coste Neguentrópico “Enorme”).
En contraste, si las modificaciones ambientales son bajas-moderadas el
cociente indicado será alto en general y la adaptabilidad de estas Redes
Complejas más eficaz que las de los organismos o sistemas
neuronales/culturales más simples; Justo al revés acontecerá con las
Redes o sistemas más sencillos: Variaciones relativamente menores o
moderadas podrán eliminar a muchos de ellos a causa de su escaso “peso
o Producto Operacional de Transferencia”, pero sin embargo aguantarán
relativamente mejor las transformaciones ambientales más globales y
“catastróficas” porque entonces su mayor flexibilidad y robustez promedio
cobra más importancia que su “ligera inercia operativa o procesadora”. Es
obvio que en tales opciones perecerán incontables individuos de entre
dichas especies, aún más que en los eventos perturbadores de menor
gravedad y alcance, pero conseguirán sobrevivir incorporando adecuados
cambios adaptativos favorables una proporción mínima suficiente de ellos,
tanto a causa de su “flexibilidad específica” como a que fundamentan su
estrategia reproductora en el número y no la “calidad” de su descendencia
82
(“estrategas de la r”), al contrario que los por lo común mucho más
especializados y complejos “estrategas de la K”.

Como podemos apreciar, al integrar la “tridimensionalidad morfo-


funcional”, tercera fase, o fase traductora, al Modelo, éste se muestra más
preciso y exacto, pero coherente con la aproximación simplificada
anterior.

Por otro lado, las Leyes y Principios de Conservación tanto de la Energía


como de la Entropía-Información aplicados a las Asociaciones entre
Condensadores – Mórficos o Electrostáticos – no se alteran en absoluto
porque éstos posean una simetría u otra…

Así, las expresiones que determinan los potenciales y capacidades de las


citadas asociaciones, conexiones o “resonancias mórficas múltiples” tanto
en “Paralelo-Cascada” o “Serie-Batería” de n acumuladores-procesadores
“esféricos” de información serían rigurosamente las mismas que las ya
deducidas a partir de la Aproximación Laminar.

Generalización Final: Condensador Mórfico “Cilíndrico”

La “Simetría Trifásico-Esférica” sigue siendo una segunda simplificación


insuficiente en general para describir el proceso de Transferencia de
Información por Impregnación Ambiental sobre Redes Evolucionarias.
Incluye la crucial y definitiva etapa de “Traducción”, de ahí su equivalencia
operativamente “tridimensional” o “trifásica” con la geometría esférica
electrostática, pero, al igual que esta última, presupone – por definición –
una distribución perfectamente uniforme entra cada una de sus líneas
operacionales o “dimensiones”, de forma análoga a como una esfera
presenta idénticas distancias desde su centro a cualquier punto de su
superficie-límite. Esto significa que partimos de presupuesto de que el No
de Operaciones Redundantes (y No-Redundantes) necesarias para
codificar e integrar cualquier estímulo en el estado final del Sistema es el
mismo para cada paso del mecanismo de respuesta, o sea:

83
NR*(réplica) = NR*(transcripción) = NR*(traducción)

De lo cual se infiere que el Volumen Iso-Procesador definido por la


cantidad bruta de información acumulada-asimilada por el Condensador
Mórfico “Esférico” vendrá determinado por: KTrl NR*3, de modo análogo a
como el Volumen Físico ocupado por la carga total condensada en su
equivalente electrostático obedece a: 4/3 π R3. En el primer caso, las
unidades mínimas de información procesable se distribuyen uniforme y
secuencialmente por todo el “Volumen Iso-Procesador” del Condensador
Mórfico comprendido entre sus secciones operacionales laminares de
Percepción/Retrotranscripción y Respuesta/Réplica-Transcripción-
Traducción, de manera conceptualmente equivalente a las cargas
eléctricas elementales homogéneamente repartidas por el Volumen del
dieléctrico limitado entre las placas de la esferas conductoras concéntricas
en el segundo.

Ahora bien, este esquema es válido como una correcta aproximación tan
sólo en las células procariotas desprovistas de núcleo u organización
cromosómica (principalmente, las bacterias). En efecto, en ellas toda serie
de paquetes de estímulos ambientales perturbadores teóricamente
decodificados y retro-transcritos desde la Sección Receptiva hacia la
Codificadora-Ejecutora responsable del procesamiento efectivo de los
mismos serán replicados, transcritos y traducidos de forma exacta,
repetitiva y mecánica, sin añadir, quitar o modificar un solo “carácter” o
base equivalente en cada uno de los tripletes y sus correspondientes
aminoácidos en la etapa final de biosíntesis proteica, salvo omisión o
error.

Pero sabemos a ciencia cierta que para los mismos procesos en el seno de
la intrincada maquinaria biomolecular del núcleo cromosómico de las
eucariotas – nuestras células vegetales, animales y las de otros muchos
organismos, desde protozoos hasta hongos –, no ocurre de esta forma tan
simple, ni muchísimo menos. En nuestros organismos, una vez replicado

84
en secuencias de ADN y transcrito cualquier mensaje-comando destinado
a ser expresado, la cadena de ARN transcrito primario obtenida es
“depurada” y refinadamente “simplificada” con un criterio funcional de
optimización de alto nivel. Específicas “enzimas de restricción” se dedican
a seleccionar las series o sectores a “cortar”, “eliminar” y “pegar” de
nuevo, operaciones de las que se encargan otros equipos enzimáticos
concretos en fluida y casi perfecta sucesión. El producto final es un
polímero lineal de ARN que codifica estrictamente el contenido que ha de
ser traducido, libre de toda otra secuencia aparentemente “superflua”
contenida en el código-fuente original: El ARN mensajero (ARNm).
Únicamente éste abandona el núcleo a través de un poro especial de su
membrana y accede al citoplasma o medio interno de la célula, camino de
las grandes “factorías” de los ribosomas, donde la lectura secuencial
terminal – mediada por ARNs transferentes (ARNt) también altamente
selectivos –, va “colocando” y, con la asistencia enzimática apropiada,
ensamblando uno a uno los enlaces peptídicos de cada aminoácido
equivalente a cada codón o triplete transcrito con el anterior y el siguiente
de la cadena proteica sintetizada que expresa el rol morfo-funcional
ordenado por el gen correspondiente según el código genético cuasi-
universal que gobierna la biología molecular básica de todas las células
vivas.

Los fragmentos o series de tripletes de nucleótidos “desechados” se


denominan “intrones”, pues nunca llegan a abandonar el interior del
“santuario nuclear” de la célula; Los realmente traducidos en su secuencia
de aminoácidos correspondientes, “exones” por motivos evidentes. Hasta
hace poco los biólogos moleculares, genetistas y bioquímicos
aceptábamos – porque así se nos había enseñado – que tales secuencias
eran en su mayor parte “signos de puntuación”, “señales de pausa-stop” o
similares “códigos auxiliares” únicamente útiles en el seno de la más
intrincada y compleja estructura nucleótido-proteica tridimensional
terciaria y cuaternaria del ADN eucarótico-cromosómico (“solenoide”),
mas “inservibles” y “superfluos” a la hora de resumir-cifrar el contenido
significante esencial preciso para la traducción en forma de una cadena
lineal complementaria de ARNm; Y, en verdad, esta idea era acertada
hasta cierto punto. No obstante, ya desde los primeros estudios sobre el
85
tema sorprendió a los científicos la enorme cantidad, extensión y
proporción de “genes desechables” o “intrones” no traducidos de
ordinario por la poderosa y eficiente maquinaria biomolecular de control
de la expresión genética de las células eucariotas. Pero como no existían
entonces evidencias experimentales de que los “dichosos” intrones
sirvieran para nada más concreto en la “economía del código genético”,
fueron bautizados muy a la ligera y en opinión de muchos – entre los que
me cuento desde que era estudiante –, precipitada y superficialmente
como “genes o genoma basura” y olvidados al fondo del “cajón de los
malditos” de la Nueva Biología. Aunque – como ya se dijo – los que desde
la pubertad siempre fuimos buenos lectores de los “filósofos de la
sospecha”, o fans de Scherlock Holmes, o devoradores de la “novela
negra” y/o algunas o bien todas esas cosas al mismo tiempo – y por ende
un tanto “heterodoxos” y “paranoico-críticos” que diría “El Genio”
(Salvador Dalí) –, además de estudiantes, licenciados y/o doctores en tales
especialidades, nunca nos creímos del todo que tan ingente masa de
material genético acabase etiquetado como “basura”, o en todo caso un
mero residuo de “signos secundarios y apuntalamientos estructurales del
solenoide de ADN cromosómico”. Lo enseñábamos en nuestras clases,
pero con un leve gesto de repugnancia y frunciendo el entrecejo, además
de añadir la coletilla “de que la cantidad de secuencias eliminadas o
`depuradas´ en el paso de ARN transcrito primario hasta ARNm funcional
hace sospechar a algunos (este humilde docente incluido), que el citado
material “basura” puede desempeñar papeles morfo-funcionales de
importancia aún no descubiertos”, o alguna otra de esas típicas frasecillas
parecidas al final de la exposición en el aula que tan sólo los más
“empollones”, “simples” o “pelotilleros” apuntan con fruición en sus
cuadernos, mientras la abrumadora mayoría de sus colegas bostezan con
el amplio descaro y desparpajo natural adolescente o juvenil primerizo…,
acompañando ese gesto con el unánime pensamiento “Bah…, chorradas
del… ( )”: (Colocar en el espacio subrayado el mote adjudicado a un
servidor o sus compañeros paranoico-heterodoxos)…. Y eso, en el mejor
de los casos, si no añadiendo un igualmente silencioso y demoledor
adjetivo “descalificativo” digno de la habitual crueldad asimismo propia de
las señaladas edades.
86
Sin embargo, mis Queridos y Amables Lectores, tanto ellos como, lo que
es mucho más grave, los acreditados expertos, reputados eruditos y
encumbrados catedráticos establecedores de la “doctrina oficial” al
respecto, se encontraban seria y totalmente equivocados.

Como de costumbre, los “paranoico-críticos de la sospecha”, los


fastidiosos y molestos “heterodoxos” o “herejes”, teníamos razón en
desconfiar…

Al fin y al cabo… cual afirma el sabio refranero castellano: “Piensa mal y


acertarás…”

Sobre todo, porque la Madre Naturaleza es “Mujer”…

Mujer y “económica” hasta el delirio cual excelente Ama de su Casa


Cósmica…

No era lógico ni aceptable tal “derroche de basura”, Srs…

Típico-tópico error de un pensamiento excesivamente simple, lineal,


utilitarista y estrecho de miras, cargado en suma de testosterona: “No le
veo utilidad inmediata, a la papelera”… cual “dijo el primate-padre Adán
al observar aquel extraño y nuevo juguete – el clítoris – encima de los
genitales de Eva (o quizás antes sobre la anatomía de su primera esposa
Lilith, según ciertos arcanos textos `prohibidos´ hebreos)…, jamás antes
percibido por los Viejos en mona en celo alguna…: `No me sirve para nada,
cortémoslo´”… No es de extrañar que la tal Lilith lo abandonase, mandase
al Anciano Pastor Yahvé “a tomar viento” por no emplear término mucho
más “escatológico” y “se entregase con deleite a las deliciosas artes
amatorias de los demonios”… (traduciendo, los discípulos o “rebaño
elegido” de otros “dioses/as” más abiertos de mente y sensualidad…).

“Serias bromas” y “sarcasmos mítico-feministas” aparte, lo cierto y verdad


es que ahora sabemos con rigor científico innegable que el “genoma
basura” es tan importante y decisivos para el funcionamiento de la
Genética Celular como el clítoris para la placentera y completa sexualidad
femenina... Y, como este último, hasta hace poco, nadie (en especial los
investigadores varones), le otorgó apenas atención…, excepto para
“cortarlo y tirarlo a los desperdicios como si de carroña se tratase”…,
87
amén de tachar de “herejes, impuros y sucios pecadores” a todos los
“rebeldes” que disintiesen de la “doctrina oficial” y osasen prestarle la
cuidadosa reflexión, estudio y mimo que en realidad merecía…

Por desgracia, hasta en la Ciencia se filtra la nefasta infección idiotizante-


represiva de los “Memes Patriarcales del Viejo Pastor”…

Afortunadamente, el volumen y calidad de evidencias empíricas


incontestables recabadas en las últimas dos décadas es tan abrumador
que hasta los más “acérrimos conservadores” y “ortodoxos mecanicistas
de acendrado olor mental a naftalina decimonónica”, incluso aquellos que
todavía se tapan los ojos y oídos, escandalizados, ante ideas como las de
Sheldrake, mascullan desaprobatoriamente entre dientes al escuchar la
palabra “memes” o el apellido “Dawkins”, o “gruñen”, incómodos, ante el
nombre y memoria de la difunta Lynn Margulis, reniegan hoy por hoy del
concepto mismo de “genes basura”. Los hallazgos que confirman la fuerte
analogía morfo-funcional entre el lenguaje humano y el código del ADN,
así como la secuenciación completa del Proyecto Genoma Humano se han
encargado de pulverizar cualquier objeción a ello: En el presente no
podemos dudar del rol fundamental de los “intrones” en el control,
regulación y “gobierno” de la expresión genética del sistema cromosómico
en su conjunto. De hecho, han pasado de ser tildados de “basura” o “junk-
ADN” a ser consideradoslos “Hubs” o “Módulos Rectores” de máxima
jerarquía dentro de la Red activa de complejos génicos que rige nuestra
herencia adaptable y su expresión fenotípica.

De modo que – dependiendo del tipo de tejido celular u orgánico y


condiciones o “señales” citoquímicas internas y externas del mismo –
específicas secuencias y series “silenciosas” o intrónicas dejarán de serlo,
mientras otras “exónicas” bajo otra configuración de variables complejas
pasarán a ser “apagadas” en su expresión de manera además variable y
graduada por mediación de “interruptores internos” además de
epigenéticos. Adaptabilidad y robustez altamente refinada tras cientos de
millones de años de presión selectiva del entorno, hasta un grado que
nadie antes pudo imaginar. Es más el análisis de las secuencias intrónicas
prueba que, a lo largo de los avatares evolutivos, las especies eucariotas
acumulan genes y conjuntos de ellos interactivos adquiridos
88
endosimbiótica o lisogénicamente a partir de bacterias, virus, protozoos y
otros endoparásitos “parcialmente simbiontes”, conservados en “latencia
de expresión o estado no-traducido” cual “reserva de emergencias” para
cuando violentos y bruscos impactos ligados a crisis medioambientales
severas les “obliguen” a reactivarlos en diverso grado, combinación y nivel
de modificación-modulación.

Como ven, el triunfo final tanto del modelo Endosimbiótico Seriado


generalizado de Lynn Margulis cual de la Teoría del Gen-Meme Egoísta de
Richard Dawkins.

Y, con ello, el derrumbe terminal irreversible de la vieja y obsoleta


concepción ultra-mecanicista decimonónica que entrega toda la
causalidad de la Evolución a la mera, gradualista y lentísima acción de la
selección estadística de variaciones azarosas centradas en el individuo o la
población como unidad evolucionaria clave. Unidad que ahora pasa a ser
el gen y, en el plano cultural, su “equivalente” morfo-funcional, el meme,
desde luego.

En consecuencia, la respuesta del Sistema en Red Perceptor a los


estímulos perturbadores del medio puede ser, multi-variable y multi-
modulada o graduada. La integración o asimilación efectiva de los nuevos
códigos “innovadores” será máxima, media o escasa en toda su variable
espectro según la conjugación de dos factores decisivos y coincidentes
espacio-temporalmente: 1) La “gravedad-urgencia” de la “crisis
ambiental” que los genere, es decir, la intensidad y frecuencia media de
los estíumlos “impregnadores”; 2) La cantidad y calidad de “conflictos
internos” que su adsorción funcional operativa completa ocasione en el
seno de la Red Receptora; Si ambos factores son elevados al mismo
tiempo, el Sistema tenderá a una asimilación-respuesta óptima
“intermedia” dentro de sus “márgenes de maniobra” topológico-
dinámicos (traducirá los códigos “reformadores” más importantes e
imprescendibles y reservará los demás a modo de “despensa intrónica
inactivada); Cuando el primero sea grande y el segundo pequeño, la
integración transferente será máxima y eficaz, suponiendo los nuevos
caracteres codificados beneficiosos y adaptativos; Para el caso en que el
primer factor sea bajo y el segundo alto, por más ventajoso que fuere un
89
proceso de integración total la “carga” o “proporción intrónica”
aumentará, condenando a la Red y sus “Máquinas de Guerra Orgánicas” a
una menor capacidad de adaptación o “inercia-lentitud evolutiva” reactiva
a los cambios del entorno, debido a su exceso de rigidez-sobresaturación;
Por último, dada la circunstancia de que los dos factores resulten escasa
magnitud, se producirá en la mayor parte de los casos un simple reajuste
micro-evolutivo, normalmente epigenético heredable, o a lo sumo un
mecanismo meiótico-direccional.

A escala mecánica-molecular, o celular-neuronal (en el “territorio” de los


memes), esto significa que la sofisticada “maquinaria procesadora” de las
células eucariotas no puede describirse en términos de nuestro Modelo
“Morfo-Electrostático” como una complicada red de circuitos de
receptores-condensadores asociados de “cargas de información” de
simetría operacional “homogénea” o “esférica”.

No, puesto que la extensión o “longitud” de la Tercera Fase del proceso


(Traducción) es fuertemente variable, y en todo caso casi nunca igual a los
Nos de Operaciones de Réplica y Transcripción Primaria anteriores. Pues es
obvio que tales cifras cambiarán tremendamente según si en la
“depuración” previa a la síntesis del ARNm impone un “paso a la reserva
intrónica” de un número mayor o menor de secuencias o genes,
considerando un mismo “mensaje” o conjunto de ellos decodificados y
codificados en las etapas anteriores del mecanismo de transferencia.

Dejamos – por consiguiente – tal esquema simplificado “esferoidal” para


el genoma de las bacterias y otras procariotas.

Pero ¿cuál habrá de ser entonces la “geometría funcional” adecuada para


representar la “Red Morfo-Estática” del genoma cromosómico de nuestras
avanzadas, complejas y “multi-moduladas” células nucleares?

La respuesta más idónea nos la proporciona, como de costumbre, la


naturaleza misma de nuestra “analogía electrostática”: Condensadores
Cilíndricos.

90
Repasemos primero la constitución del aparato eléctrico en cuestión, para
luego aplicar nuestro modelo “equivalente” en el formalismo
Morfogenético desarrollado en este ensayo.

Un Condensador Cilíndrico presenta dos láminas conductoras


confeccionadas con esa geometría, o sea, tubulares y concéntricas, de
radios r y R, siendo el más pequeño – representado en minúsculas – el
interior, y el más grande – como es lógico – el exterior, simbolizado por la
correspondiente mayúscula. Ambos conductores se polarizan con cargas Q
iguales y de signos opuestos, y se hallan separadas por un medio o
dieléctrico definido de permitividad ε dada. Como ya sabemos, por lo
común el espacio que ocupa tal medio es estrecho en comparación a los
radios, con objeto de incrementar la capacidad acumuladora del
dispositivo. La longitud de los cilindros es L.

Se procede a “envolver virtualmente” a los dos cilindros paralelos


“encajados” en otro tercero ideal de radio x e idéntica longitud, para
aplicar el Teorema de Gauss. Por geometría elemental, los flujos asociados
a las superficies circulares de los extremos son nulos, al guardar sus
vectores normales y las líneas del campo eléctrico que los atraviesan
ángulos perpendiculares entre sí; Los flujos que bañan la superficie lateral,
por el contrario, son máximos pues los vectores de campo y los normales
a las mismas resultan paralelos y del mismo sentido dos a dos, según:

φ = ∮ E ds cos0o = E ∮ dS = E 2 π x L = Σq / ε

Siendo “x” el punto considerado y “E” el campo eléctrico radial y


perpendicular al eje del cilindro, lo que es obvio asimismo por simetría
básica.
91
De modo similar a lo que ocurría con el Condensador Esférico, si tomamos
un “cilindro gaussiano” interior a ambos conductores (x<r), la carga
encerrada por esta superficie sería cero; Por otro lado, si consideramos un
cilindro virtual exterior al Sistema (x>R), la suma de cargas delimitadas por
él será igualmente nula, puesto que las armaduras concéntrico-paralelas
contienen cargas idénticas de signos opuestos: Q – Q = 0; Por tanto,
estimamos en exclusiva los puntos situados entre ambos conductores o
“sumergidos” en el dieléctrico (r<x<R), para los cuales:

E2πxL=Q/ε

Es decir:

E(x) = (Q / 2 π ε L) (1 / x)

Campo Eléctrico Generado por un Condensador Cilíndrico en cualquier


punto entre sus armaduras

De lo cual, la Diferencia de Potencial entre las placas del mismo vendrá


determinada por:

R
∆V = ∫r (Q / 2 π ε L) dx/x

Integrando:

∆V = (Q / 2 π ε L) Ln(R/r)

92
Diferencia de Potencial aplicada entre las placas o armaduras del
Condensador Cilíndrico

Ahora ya es muy simple calcular la Capacidad del Condensador Cilíndrico:

C = Q / ∆V

C = 2 π ε L Ln(R/r)

Capacidad de un Condensador Cilíndrico

Recopilando:

E(x) = (Q / 2 π ε L) (1 / x)

(r<x<R)

∆V = (Q / 2 π ε L) Ln(R/r)

C = 2 π ε L Ln(R/r)

Ecuaciones Electrostáticas de un Condensador Cilíndrico

(Ecs. 31)
93
“Transponiendo” ahora estos resultados a nuestro Modelo de
Condensador Mórfico “Cilíndrico” o Trifásico-Variable para la
Transferencias-Acumulación de “Cargas Informacionales” en un Sistema
Replicante-Procesador Evolucionario tipo “Eucariótico” o “Eucariforme”:

MG(Nx*) = ( 2 i / KTrl εMG NT*) (1 / Nx*)

(N*r<Nx*<NR*)

Intensidad de Campo Morfogenético creada en cada “punto” o estado


operacional de la Red Procesadora integrado en el Condensador Mórfico
“Cilíndrico”

∆SMG = (2 i / KTrl εMG NT*) Ln(NR*/Nr*)

Diferencia de Potencial Mórfico o Coste Neguentrópico asociado a la


transferencia-acumulación de la “carga informacional” al Condensador
Mórfico “Cilíndrico”

CMG = ½ KTrl εMG NT* Ln(NR*/Nr*)

Capacidad del Condensador Mórfico “Cilíndrico” o “Trifásico Variable”

Definimos a continuación:

94
• NT* = No Total de Operaciones Redundantes de Traducción
elemental ligadas al proceso de transferencia, o “No Operacional
Traductor de Schreiber”.

• Λρ= NR*/Nr* = Razón de Transferencia o “Cociente de Aprendizaje”:


Relación entre el No de Operaciones Redundantes de
Retrotranscripción-Réplica vinculados a la percepción del estímulo y
los asociados a su Réplica-Transcripción o Respuesta posterior. En
los Sistemas Receptores-Acumuladores Mórficos de Información de
tipo “Trifásico No-Variable” o “Esférico” – como los genomas
procariotas –, NT*=NR*.

Nótese que para cualquier proceso “adaptativo” que suponga un


incremento en el nivel de complejidad-longitud de la información
procesada por la Red, NR*<Nr*, el “Cociente de Aprendizaje” Λρ<1 y
entonces el logaritmo y por ello el Coste Neguentrópico o Diferencia de
Potencial Mórfico negativo, cual corresponde a un aumento del grado de
orden interno del Sistema, al igual que ocurría con los modelos
simplificados anteriores. Por otra parte – también como en aquéllos –
definimos la Capacidad Morfogenética del mismo como la Carga o
Cantidad Bruta de Información acumulada en sentido retro-transcriptor
(convencionalmente negativa) por unidad de coste o diferencia de
potencial neguentrópico experimentado, de manera que dicho cociente
resulte un parámetro positivo. Y, como las demás veces, tan sólo
dependiente de la topología estructural de la Red y la permitividad
mórfica del medio; En el caso opuesto, las “ exóticas e infrecuentes
simplificaciones adaptativas bajo altísimas presiones ambientales”
impondrán un “Cociente de Aprendizaje” Λρ>1 y el consiguiente
crecimiento de la entropía del Sistema (Diferencia de Potencial Mórfico o
Coste Neguentrópico mayor que cero), pero en tal opción tomaremos la
“Carga Informacional Acumulada” en el sentido replicante-transcriptor
primario (de igual valor absoluto, pero “signo” +). A través de este
convencionalismo, aseguramos que la Capacidad Mórfica constituya
siempre una constante positiva.

95
Reformulamos – por tanto – las ecuaciones como sigue:

MG(Nx*) = ( 2 i / KTrl εMG NT*) (1 / Nx*)

(N*r<Nx*<NR*)

Intensidad de Campo Morfogenético creada en cada “punto” o estado


operacional de la Red Procesadora integrado en el Condensador Mórfico
“Cilíndrico”

∆SMG = (2 i / KTrl εMG NT*) Ln(Λρ)

Diferencia de Potencial Mórfico o Coste Neguentrópico asociado a la


transferencia-acumulación de la “carga informacional” al Condensador
Mórfico “Cilíndrico”

CMG = ½ KTrl εMG NT* Ln(Λρ)

Capacidad del Condensador Mórfico “Cilíndrico” o “Trifásico Variable”

Ecuaciones Morfo-Estáticas del Condesador Mórfico “Cilíndrico” o


“Trifásico Variable”

(Ecs. 32)

96
En ellas, hay un novedoso aspecto crucial a destacar: Tanto el Coste
Neguentrópico o Diferencia de Potencial Mórfico como la Capacidad del
Condensador Morfogenético son funciones logarítmicas del Cociente o
Razón de Transferencia/Aprendizaje. Dicho de otro modo, constituyen
expresiones formalmente equivalentes a la Ley Psicofísica Fundamental
de Fechner-Weber, según la cual la Respuesta Receptora es directamente
proporcional al logaritmo del Estímulo Inductor de la misma, definiendo
éste cual la proporción entre la intensidad de estímulo recibida respecto
al “umbral inicial de referencia” del Sistema Perceptor. Si mis Queridos y
Amables Lectores recuerdan, esta era una de las bases de nuestra Teoría
de Evolución Acelerada por Transferencia de la Impregnación Ambiental
original, lo que confirma que el Modelo Morfo-Estático Analógico con el
Electrostático más completo y correcto es el que considera las Redes
Replicantes-Procesadoras de Genes y Memes como Condensadores-
Acumuladores Mórficos de información Trifásicos Variables, “Cilíndricos”
o “Eucariformes”.

Es más, este modelo simétrico no se limita a describir adecuadamente el


mecanismo de “depuración” o “selección intrónica/exónica” desde las
secuencias transcritas primarias a las de ARNm destinadas en la práctica
a ser traducidas y ejecutadas; Sino que puede asimismo explicar el
fenómeno de “procesado-traducción parcial variable” encargado de
“minimizar daños por conflictos” antes expuesto, característico de las
Redes más complejas de largo historial evolutivo.

En efecto, volviendo a la analogía electrostática, es posible construir un


Condensador Cilíndrico Variable, sin más que hacer que el cilindro
interior no se encuentre completamente introducido o “encajado
perfectamente” en el exterior toda su longitud L, sino otra inferior X<L.
En esta situación, es sencillo demostrar volviendo a aplicar Gauss que la
Diferencia de Potencial o Tensión y la Capacidad Eléctrica del mismo
obedecen a:

∆V (X) = ∆V = (Q / 2 π ε X) Ln(R/r)

97
C(X) = 2 π ε X Ln(R/r)

Ecuaciones del Condensador Electrostático Cilíndrico Variable

(Ecs. 33)

Comprobamos que el Coste Energético Unitario o Diferencia de Potencial


necesaria para lograr la misma condensación de carga se multiplica por
un factor igual a la proporción L/X, mientras la Capacidad se divide por
idéntico valor, lo que es natural al ser ambas magnitudes inversamente
proporcionales entre sí.

En términos Mórfico-Informacionales, el Sistema equivalente, al que


“bautizamos” como “Condensador Mórfico Trifásico o `Cilíndrico´ Multi-
Modulado”, vendría – pues – dado por las fórmulas:

∆SMG = (2 i / KTrl εMG NX*) Ln(Λρ)

CMG = ½ KTrl εMG NX* Ln(Λρ)

Ecuaciones de un Condensador Mórfico Trifásico Variable Multi-


Modulado

(Ecs. 34)

98
La “jerga” empleada alude al concepto de que – además de presentar una
“Tercera Fase” de traducción asimétrica operacionalmente con la réplica-
transcripción primaria previas debido al mecanismo de “depuración
intrónica” –, estas Secciones de Red procesadora cuentan con capacidad
de Respuesta Traductora Variable o Multi-Modulada, según qué fracción
NX* del No de Operaciones Redundantes de Traducción Total NT* posibles
ya “depuradas” procedan a ejecutar real y efectivamente. Pues, en
general, es evidente que NX*< NT*, no tan sólo por la menor “longitud”
de las secuencias seleccionadas para ser traducidas en realidad respecto al
total de las previamente transcritas como exones, sino porque el Sistema
tenderá a elegir, “cortar”, “re-enlazar coherentemente” y “pegar” las que,
dentro de su menor “conflictividad” con otros complejos de unidades
replicantes activas de la Red, codifiquen los contenidos adaptativos o
significados más relevantes, por lo cual cabe esperar que su grado de
“vaciedad” o series redundantes o repetitivas sea menor en promedio que
el “texto depurado exónico” completo.

El resultado de este recurso es – como señalan las expresiones


matemáticas – una disminución de los Costes Neguentrópicos o
Diferencias de Potenciales Morfogenéticos a órdenes de magnitud “más
tolerables” en el seno de la Red, pero a costa de un decrecimiento en
idéntica proporción de la Capacidad de Respuesta o Acumulación-
Procesado de Información Adaptativa del Sistema.

“Energía Mórfica o Neguentrópica-Informacional” Total Útil Almacenada


por un Condensador Mórfico cualquiera. Modelo del “Morfómetro
Cilíndrico” para los Condensadores Trifásicos Variables Multi-Modulados

La Energía Útil U almacenada en un Condensador Electrostático cualquiera


se puede calcular aplicando directamente el Principio de Conservación de
la Energía, según el cual ha de igualarse – despreciando mínimas pérdidas
– con el Trabajo Eléctrico de Carga We desarrollado al conectar sus placas

99
bipolares con una fuente externa o batería de diferencia de potencial
constante.

Esto es:

∆V
We = U = ∫0 q dV

Es obvio que durante el proceso de carga ésta no permanece invariable,


pero en cada instante del mismo su valor vendrá determinado por:

q=CV

Al constituir “C”, la Capacidad del Condensador-Receptor, una constante


definida únicamente en función de sus parámetros dieléctricos y
geométricos.

Por consiguiente:

U= ∫0∆V q dV = ∫0∆V C V dV = C ∫0∆V V dV

Integrando elementalmente:

U = ½ C (∆V)2

Energía Útil Acumulada en un Condensador Electrostático

100
(Ec. 35)

Su “equivalente Morfo-Estática” será, por tanto, siguiendo igual


procedimiento:

USMG = ½ CMG (∆SMG)2

“Energía Mórfica o Neguentrópica-Informacional” Total Útil Almacenada


por un Condensador Mórfico cualquiera

(Ec. 36)

Aquí USMG simboliza la “Energía Mórfica o Neguentrópica-Informacional


Interna Total Útil” acumulada por el Condensador-Receptor o sección de la
Red Procesadora Evolucionaria durante el proceso de Transferencia. Se
define la Energía Neguentrópico-Informacional o “Energía Mórfica” como
la equivalente al “Trabajo Neguentrópico-Mórfico”, o producto de la
cantidad de información transferida por la Diferencia de Potencial Mórfico
aplicado para transferirla. Como es patente, no se trata de un “trabajo” o
“energía” en el sentido físico/electro-mecánico ordinario del término, sino
su “magnitud biofísica/psicofísica análoga morfogenética-informacional”.
Equivale asimismo al producto escalar del Esfuerzo Transferente por el No
de Operaciones Elementales Redundantes de Réplica o en general de
Procesado por él movilizadas. Sus dimensiones físicas son – como puede
verse – de “entropía o energía por unidad de temperatura al cuadrado”,
J2K-2 en el SI.

Modelo del “Morfómetro Cilíndrico” para los Condensadores Trifásicos


Variables Multi-Modulados

101
Los Condensadores Cilíndricos Variables se usan en Electrotecnia para
fabricar un instrumento de medida denominado Electrómetro Cilíndrico.
Este aparato consiste en un condensador cilíndrico variable cuyo cilindro
interno puede desplazarse libremente en el interior del conductor mayor
fijo, desde cero a cualquier posición X hasta un tope ligeramente inferior a
la longitud del cilindro externo, L. Este montaje se halla dispuesto a modo
de “brazo” de una balanza de precisión, cuya otra extremidad paralela se
equilibra mediante pesos comunes y corrientes. La Fuerza Eléctrica F que
actúa sobre el cilindro interno cambia en función de las masas en
equilibrio colocadas en el brazo opuesto, como es natural. Ajustando una
tensión o diferencia de potencial constante, la derivada parcial o variación
de tal fuerza con la posición X de equilibrio del cilindro interno puede
calcularse, por (35) y (33):

(δF/δX)V = [2 π ε / Ln(R/r)] (∆V)2 = Cte = m

(Ec. 37)

Se obtiene una relación lineal perfecta F = m X entre la Fuerza Eléctrica


aplicada que desplaza el cilindro interno y el Desplazamiento del mismo,
de manera que podemos calibrar muy fácilmente dicha pendiente
constante en el dispositivo para cada valor de potencial de carga fijo
establecido.

En otras palabras, el Sistema o Campo Eléctrico interno del Condensador


aplicará una fuerza directamente proporcional a la longitud o cantidad de
avance del cilindro interno variable dentro de la longitud máxima del
cilindro externo concéntrico paralelo que lo recubre, conservando una
diferencia de potencial constante entre sus placas o armaduras
conductoras.

102
Su “análogo” para los Sistemas de Redes Transferentes Evolucionarias – el
“Morfómetro Cilíndrico” – o si lo prefieren, “Trifásico Variable Multi-
Modulado”, funcionaría – por ende – de acuerdo con el mismo principio
dinámico, para las relaciones de magnitudes, parámetros, constantes y
variables “equivalentes”.

O sea, en lenguaje biofísico-matemático:

(δTefT / δNX*)S =[ ½ KTrl εMG / Ln(Λρ)] (∆SMG)2 = Cte = µ

TefT = µ NX*

(Ecs. 38)

Según esto, las diferentes secciones activas de las Redes de Genes y


Memes se comportan como asociaciones en paralelo/cascada o serie-
batería de receptores-acumuladores trifásicos variables multi-modulados
o “morfómetros cilíndricos” de “cargas de información”. Estos
“dispositivos morfogenéticos” se hallan facultados para regular o graduar
el grado de respuesta a las intensidades de estímulos perturbadores
provenientes del entorno ambiental u optimizar la relación “costes por
conflictos/beneficios adaptativos” en función de sus capacidades de
“condensación” o características topológico-estructurales dadas.

Llamamos a tal descripción el “Modelo del Morfómetro Cilíndrico” para los


procesos de transferencia-procesamiento de información por
impregnación ambiental de las Redes Evolucionarias, o “Modelo del
Morfómetro Sheldrake-Schreiber”.

Ejemplos de “Morfómetros Ciíndricos Cultural-Meméticos” o


“Condensadores Mórficos Meméticos Eucariformes”
103
La simple introspección reflexiva o el más somero análisis de numerosos
casos histórico-sociológicos bien documentados ponen de manifiesto que
los procesos de cambio por asimilación efectiva de nuevos elementos de
representación cultural o “complejos de memes” innovadores – ya sea
procedentes de redes culturales diversas o producidos por los cerebros
más creativos –, es un mecanismo de transferencia extraordinariamente
análogo al funcionamiento a base de “depuración intrónica/exónica” y
“traducción o ejecución parcial selectiva minimizadora de daños
colaterales por conflictos” propios del genoma de las células eucariotas. Al
respecto existen incontables referencias, pero nos limitaremos a reseñar
un par de ejemplos, uno de índole más “íntima-individual” o psicológica y
otro de alcance mucho más social o colectivo.

El primero de ellos se refiere a los patrones promedio más frecuentes de


conducta personal cuando recibimos información acerca de un “rumor
extraño”, o proceso de génesis de las “leyendas urbanas” en el seno de las
redes sociales. Este mecanismo han sido muy bien estudiado por
prestigiosos equipos de psicólogos, sociólogos y expertos universitarios de
varios países y entornos culturales, hallando una pauta asombrosamente
común de reacción en las redes formadas por las mentes procesadoras de
“memes” ante los estímulos perturbadores que constituyen el “rumor”. Lo
primero que constataron es que para que fuese posible la propagación
eficaz del mismo y por tanto la posterior formación de una auténtica
“leyenda urbana” específica con rasgos definidos y “estables” habían de
confluir tres factores concomitantes en el origen mismo o “Emisor Zero”
del rumor: Alto nivel de “extrañeza”, “relevancia cultural local”, o
concordancia aunque fuere “relativamente lejana” con algún contenido
legendario, emoción inconsciente colectiva de la comunidad o “código
arquetípico” preexistente, y superar una mínima “frecuencia umbral” de
repetición del supuesto “hecho variablemente inverosímil”. Estos tres
factores desencadenantes corresponden exactamente con los que
postulamos desde el principio mismo de nuestra Teoría de la Transferencia
por Impregnación Ambiental cual componentes definitorios de la
“Imprimación” o “Estímulo Imprimatur”: Intensidad o Potencia de
104
Perturbación/Descarga Impregnadora notable, coeficiente de sensibilidad
o “permeabilidad” a la “impregnación” del soporte receptor y
“persistencia” o alta frecuencia estadística del fenómeno ambiental u
otros análogos, respectivamente y en el mismo orden; Lo segundo que
evidenciaron las observaciones de campo y experimentos es que cada
sucesivo receptor-transmisor del rumor no se limita a “copiar”, “divulgar”
y “sembrar” la información en el cerebro de otro miembro de la cadena o
red social – lo que sería el equivalente a la “réplica”, “transcripción literal”
y “traducción” del genoma primitivo procariota o bacteriano – sino que,
muy al contrario, opera de forma estrictamente análoga a como lo hacen
el magnífico “equipo” de su ADN y ARNs especializados dentro de sus
células eucariotas nucleadas cromosómicas a escala biomolecular:
“depura”, “selecciona”, “corta”, “pega”, “añade” y “modula” o “modifica”
en parte la secuencia de información recibida, transfiriendo luego “su
versión” al siguiente perceptor… Una versión que en ocasiones dista poco,
otras mucho y algunas veces medianamente de la que a él mismo fue
entregada por el anterior receptor-transmisor. En este proceso, la
“censura inconsciente” sería el operador análogo a la “inhibición
intrónica”, y la “fabulación semi-consciente” el equivalente a la
“modulación múltiple de la respuesta traductora”. Lo más interesante – y
lo que demuestra hasta qué extremos los hechos registrados por los
especialistas confirman nuestro modelo analógico y la Hipótesis del Meme
del Dr. Dawkins que conforma una de sus “piedras angulares” –, es que el
sujeto operador en la cadena de transmisión del rumor lleva a cabo tales
distorsiones del mensaje que procesa y comunica a su vez al siguiente
eslabón de la misma de acuerdo con los mismos principios y motivos – solo
que actuando a otra escala – que la maquinaria biogenética cromosómica
a la suya: Su mente elimina u “oculta” de modo predominantemente
inconsciente y “automático” o espontáneo aquellas partes o secuencias de
la información que recibe cuyos contenidos “chocan” o resultan
“inaceptables”, “incómodos” o “molestos” a sus propias creencias,
sentimientos, concepciones racionales, filosóficas, vitales, ideológicas o
religiosas… Es decir, intenta “suprimir”, “silenciar” o al menos “inhibir o
guardar en la recámara en estado latente” y/o “controlar o modular” la
propagación efectiva de los códigos de memes que ocasionan “conflictos”
105
con otros bien asentados y activos o dominantes en la trama de su Red
Neuronal; Por eso “sustrae”, “deforma”, “adiciona” y “vuelve a ensamblar
o copiar/pegar” tan solo lo que le interesa o “encaja mejor” con sus ideas,
actitudes, prejuicios y en definitiva patrones mentales subjetivos
preestablecidos; La analogía es poderosa y pasmosamente adecuada: Los
“archivos subconscientes censurados” equivalen al “fondo de
reserva/almacén de los intrones o Junk-ADN” vetados de forma temporal e
indefinida a la traducción, excepto si un nuevo trauma potente los
“reactiva” o “despierta”, y la manipulación/falseamiento en la expresión
del lenguaje verbal o escrito es el análogo a la “traducción selectiva
modulada o regulada de modo variable” y apenas algo más plenamente
consciente.

La segunda muestra elegida para destacar el fuerte paralelismo entre la


mecánica biogenética molecular eucariota y los procesos de transmisión
cultural de los nuevos estímulos innovadores, mítico-legendarios o
creativos es la paulatina integración del impacto de las nuevas tecnologías
y sus fundamentos científicos en el seno de sociedades inicialmente más
“atrasadas” en dichos aspectos: En este caso el elevado “índice de
extrañeza” (intensidad de estímulo), importancia cultural (permeabilidad a
la percepción por impregnación externa) y alta frecuencia o alcance
estadístico del fenómeno quedan garantizados en mayor o menor medida
por la naturaleza misma de los impactos desencadenantes; Las nuevas
tecnologías revolucionarias transforman la base de la economía, la salud y
el modo de vida o “bienestar aceptado” de comunidades enteras. Por
ende, las “condiciones necesarias” de acción de la “Transferencia por
Imprimatur” se hallan presentes de antemano, pues estas innovaciones
son siempre – desde el punto de vista perceptivo de las sociedades a las
que “invaden” –, contenidos culturales o memes “extraños”, “relevantes” y
“persistentes”. Por otro lado, las reacciones-respuestas adaptativas a las
mismas se perfilan de modo profundamente similar por no decir
completamente equivalente a la propagación de “rumores anómalos” o
“leyendas urbanas”, si bien a un nivel o escala espacio-temporal y
magnitud mucho más grande y relativamente más lenta (macro-evolutivo,
en lugar de micro-evolutivo): De hecho, tales culturas y Civilizaciones
propenden a asimilar o “ejecutar traductora-fenotípicamente” de forma
106
más o menos rápida e integral los conocimientos científicos y – más aún –
sus aplicaciones tecnológicas inmediatas que implican ventajas o
beneficios prácticos objetivos (por ejemplo, avances en ingeniería de
transportes e infraestructuras, novedosas tecnologías electrónicas, de
comunicaciones, innovaciones arquitectónicas, progresos médico-
sanitarios, mejoras agropecuarias y artesanales-industriales, más
eficientes métodos comerciales u organizativos gremiales o
empresariales…), relegando al mismo tiempo al “fondo del olvido
inconsciente colectivo o código intrónico latente de memes” gran parte de
la información que expresa los fundamentos y consecuencias filosóficas,
racionales y procesos mentales lógicos puramente científico-teóricos en
que se basan esas mismas derivaciones prácticas y técnicas beneficiosas a
las que pronto se acostumbra e incluso considera imprescindibles y
“naturales”… Por el sencillo hecho de que los citados códigos de memes
contradicen o “chocan” de frente con otros complejos de replicantes
culturales fuerte y firmemente dominantes y asentados en su acervo, en
particular los de índole religiosa, ético-moral familiar/tribal, nacionalista o
ideológico-política, por ese orden de importancia/resistencia en general,
además. Lo curioso, en cierto modo pasmoso pero a la vez predecible y no
por ello menos burlesco-sarcástico es que tal “estrategia de mimetismo o
mascarada memética” evitadora o al menos minimizadora de conflictos
internos graves en el seno de la Red sin por ello tener que renunciar a los
evidentes dictados de los memes y genes “Maestros” que impulsan a
primar la supervivencia y prosperidad global de las sociedades, afectan a
todo el Sistema en su conjunto, desde los “valores de nuevo consenso
reajustado” aceptados por la mayoría hasta su plasmación en los medios
públicos de comunicación y condicionamiento de masas, la praxis de la
educación familiar de los niños o el sistema escolar o de enseñanza. La
“estrategia del mimetismo por mascarada memética” es tan eficaz y
poderosa en términos darwinianos – al lograr aunque sea de modo
temporal indefinido un equilibrio óptimo entre ventajas innovadoras
adaptativas y conservación de la armonía endógena de la Red de Memes –
que se propaga y establece con vertiginosa fuerza y velocidad, ahogando
con variable contundencia y violencia según el grado de desarrollo
“liberal” o flexibilidad tolerante de cada tipo de Red Social las “protestas”
107
de minorías intelectuales o más o menos “anárquicas” que se atrevan a
denunciar la palmaria falsedad lógico-conceptual de tal patrón de
“traducción selectiva engañosa”… Así, cuales simples botones de muestra,
los que siguen: 1) A casi nadie le escandaliza ni extraña, y mucho menos se
le pasa por la cabeza poner en cuestión su pleno derecho a tal conducta,
que un influyente imán wahabita saudí, un refinado cardenal católico-
romano o un prominente líder comunista radical caribeño, se afanen en
someterse a los más modernos y revolucionarios tratamientos actuales de
vanguardia en terapia génica ante una enfermedad degenerativa mortal
que amenace con acortar su “venerable ancianidad”… Por más que es
evidente una clara y patente verdad: Sin la idea misma de “Evolución
Biológica”, toda la Nueva Biología Genético-Celular-Molecular y sus
inmensas y variadísimas aplicaciones biomédicas jamás existirían e incluso
carecerían de sentido en la mera imaginación; Pero el simple pensamiento
del “meme origen de la especie humana debido a causas naturales ajenas
a cualquier Dios Creador” o el de “Selección por Libre Competencia de los
Más Aptos” son – sin discusión – opuestos e incompatibles de pura lógica
elemental con los “memes” ardientemente asimilados, defendidos y
vigorosa o hasta agresivamente difundidos por los citados e ilustres
enfermos señalados, el primero respecto a los dos pacientes indicados en
primer lugar y el segundo en relación al reseñado en el último; 2) Para que
mis Amables y Pacientes Lectores “de diversos tintes de tonos rojizos” o
“más o menos intensamente ligados a las tres Religiones del Libro” – si es
que cuento con algunos “valientes” en tales “parajes o linajes meméticos”
– , no me acusen de “partidista o unilateral”, un ejemplo que pone en
solfa idéntica pauta “enmascarada” en ámbitos “liberales-libertarianos”:
Imaginemos a un famoso y reputado catedrático, un economista y
sociólogo brillante, apasionado y demoledor defensor de las tesis del libre
mercado globalista, la libre empresa, iniciativa y competencia, la
necesidad de la prevalencia de los derechos y libertades individuales sobre
cualquier otro factor o valor, como los de “igualdad de oportunidades” o
“protección social”… Un encendido postulante del darwinismo social
combinado con Ayn Rand, por llevar al extremo el perfil. Este personaje –
sin embargo – es titular de una prestigiosa cátedra en una de las más
importantes Universidades públicas de Europa. Por tanto, es un alto
108
funcionario, y al jubilarse percibe su generosa pensión estricta y
regularmente a cargo de los presupuestos de ese “Estado de corte
Socialdemócrata-Socializante” o “Capitalista Renano edulcorado” que él
mismo ha combatido con su privilegiado verbo dialéctico y sus
contundentes argumentos toda su carrera. La contradicción es tan brutal
como en los casos antes descritos, pero nadie se lo reprocha ni discute su
derecho a cobrar tal pensión al alcanzar la Tercera Edad; 3) Consideremos
ahora – por último – a un joven, apuesto y célebre y carismático “gurú
Ecologista-New Age”. Su éxito como escritor, ensayista y bloguero, su
creciente fama y predicamento popular en ciertos sectores y la totalidad
de sus notables ingresos proceden de su enérgico y arrollador discurso a
favor de la “vida sencilla”, el “retorno a la Madre Tierra” y la vehemente y
en ocasiones hasta casi violenta denuncia del “vampirismo tecnocrático
que está matando a nuestra Gaia”… Así como también de su cuidada
estética “neohippy limpia/Jesucristo Naif” y su natural atractivo y
fotogenia, dicho sea de paso. Su ideal de vida es volver al “estado de
pureza neo-rousseauniano”, cuyas más próximas muestras serían – según
sus propias palabras – “los pocos restos que quedan de tribus genuinas de
esquimales o yanomanis todavía no contaminadas por nuestra venenosa
Civilización Occidental”. Ahora bien, este individuo no duda en utilizar a
fondo todos los recursos que Internet, las redes sociales, las técnicas de
márquetin y los más sofisticados trucos cosméticos y videográficos
capaces de incrementar su ya de por sí superior magnetismo personal le
ofrecen. Armas todas ellas producidas por ese mismo “Sistema
Tecnocrático-Capitalista Perverso” que condena sin paliativos… Y, cuando
su anciana madre se pone enferma de cáncer, no duda en pagarle los
mejores médicos especialistas ni de internarla en los más selectos
hospitales de su California natal. Nada parecido a lo que decidirían de
mutuo acuerdo culturalmente bendecido una longeva señora y sus hijos
esquimales, indios algonquinos o de algunas otras comunidades étnico-
tribales “primitivas” a las que el susodicho sujeto tanto proclama admirar.
Pues en todas ellas, los ancianos – naturalmente conscientes de que su
avanzada edad y ya irreversible inutilidad e incapacidad para valerse y
alimentarse por sí mismos suponen una carga insoportable para sus
sociedades –, optan de pleno acuerdo con sus parientes y descendientes
109
por retirarse de sus poblamientos y “dejarse morir” en medio de la
Naturaleza salvaje. Como asimismo hacen los elefantes y otros animales
superiores de alto desarrollo cerebral, psico-emocional y social, capaces
por ello de manejar “memes o replicantes culturales” aunque sea de
manera “rudimentaria”.

Como en los ejemplos anteriores, la absurdez lógica, hipocresía ética


personal y falacia intelectual del comportamiento de nuestro “gurú
postmoderno” son abrumadoras y visibles para cualquiera, pero
prácticamente nadie se extraña o le reprocha por ello. El poder de la
estrategia de “mimetismo por mascarada memética”, “estrategia mmm”
o “triple m” podíamos bautizarla, es demasiado grande, porque interesa
de forma idónea a la economía global del Sistema en términos
darwinianos de adaptación.

Exactamente igual que el mecanismo de los rumores o leyendas urbanas.

Conclusiones-Resumen sobre el Modelo del “Morfómetro Cilíndrico”

• Las Redes o Sistemas de Replicantes-Procesadores Evolucionarios de


Genes o Memes se comportan como mallas o circuitos complejos de
asociaciones en serie o paralelo de “Condensadores Mórficos
Trifásicos Variables o Morfómetros Cilíndricos” receptores-
acumuladores de “cargas informacionales” reactivas de forma
adaptativa en respuesta a los estímulos cambiantes perturbadores del
medio ambiente.

• De este modo, las respuestas traductoras-ejecutoras fenotípicas son


selectivas, parciales, multi-moduladas, variantes y auto-reguladas, de
manera que tienden a un máximo de optimización adaptativa y un
mínimo de conflictos internos entre los nuevos patrones de
información asimilados y los previamente codificados, estables y
predominantes en el seno de tales Redes Perceptoras.
110
• Obviamente, esta dinámica de respuesta implica un mecanismo de
“depuración” o “filtrado selectivo” precedente a la transcripción-
traducción final de los códigos “innovadores” asociados a los
estímulos inductores. Las series de unidades de código “depuradas”,
“inhibidas” o “no-traducidas” en cada proceso son “desviadas” a un
“fondo o memoria de reserva latente de información”. En el plano
biogenético éste lo constituyen las secuencias intrónicas, en la esfera
memético-cultural/psico-neuronal, la citada función la desempeñan el
inconsciente individual y colectivo.

• Naturalmente, las redes más “flexibles”, “robustas” o “adaptables”, al


gozar de menor nivel potencial de “conflictos”, pueden incorporar
mayor cantidad y calidad de nueva información favorable adaptativa
frente las alteraciones severas del entorno: Por ello, los genomas y
“acervos de memes” de los organismos y culturas más fecundos,
menos rígidos y especializados, “estrategas de la r” y/o más simples,
sobreviven en mayor medida a las Grandes Crisis o “Catástrofes”
Ambientales Globales; Por el contrario, los menos prolíficos, más
rígidos o “sobresaturados”, super-especializados, “estrategas de la K”
y/o más complicados, suelen superar tales Extinciones Masivas en
menor proporción. Esta predicción de la teoría concuerda a la
perfección con los datos procedentes de la Paleontología y el Análisis
Histórico.

• Existen evidencias empíricas indirectas que apoyan – por otro lado –


con fuerza este modelo analógico a nivel incluso de las estructuras
físicas implicadas en el mismo: El soporte material de las “Redes
Mórficas Biogenéticas” más evolucionadas, los complejos de ADN-
Nucleproteínas cromosómicos de las eucariotas, presentan a escala
molecular profunda una conformación tipo “cilindro-solenoide”; Por
su parte, el “hardware” celular básico morfo-funcional de las redes de
neuronas se configura a base de conexiones intersinápticas finas y
otras de mayor alcance de simetría asimismo cilindro-axial (axones).
Estas últimas son las encargadas de la “ejecución neuro-sensitiva y
neuro-motriz” de las respuestas a los estímulos codificados – el

111
equivalente en los Sistemas de Redes Neuronales a la traducción
biosintética de proteinas –.

Es patente que tal hecho no puede constituir una mera coincidencia:


Teniendo en cuenta que tanto las interacciones específicas y
catalíticas o bioquímicas en general entre macromoléculas bio-
poliméricas como la transferencia del impulso nervioso operan a
través de campos electroquímicos cuyos impulsos codifican e
intercambian información, parece claro que la simetría estructural de
sus unidades operativas fundamentales a nivel de soporte físico
electrostático (“hardware”) y sus funciones como receptores-
generadores-concentradores-transmisores de campos morfogenéticos
de información asociados (“software”), deben mostrar una honda y
estrecha convergencia.

Y así resulta en la realidad.

Como de costumbre, les invito a extraer sus propias conclusiones.

IV

Concepto de Densidad-Velocidad de Procesado Informacional,


Flujo o “Intensidad de Corriente Mórfica”. Resistencia Mórfica.
Leyes Local, General y Particular de Ohm-Schreiber de la
Conducción Mórfica. Tipos de Conductores-Resistores Mórficos.
Asociación de Resistencias Mórficas. Leyes de Kirchhoff-
Schreiber para los “Circuitos Mórficos”

112
Hasta este momento hemos considerado el Campo Mórfico y sus
interacciones como si fuera estático, en correspondencia analógica con el
Campo Electrostático. Podemos decir en este sentido que hemos
desarrollado las bases de la “Teoría de los Campos Morfoestáticos”. Sin
embargo, es evidente que el procesado reactivo de información y su
respuesta adaptativa conllevan una Densidad-Velocidad de Flujo móvil de
información o “Intensidad de Corriente Mórfica”, la cual será la magnitud
biofísica equivalente a la Intensidad de Corriente Eléctrica.

Por esta razón, a partir de aquí numeraremos las ecuaciones


Electrodinámicas y sus correlatos “Morfodinámicos” mediante notación
romana en minúsculas, diferenciándolas de las anteriores, de índole
“estática”.

En la deducción de la Ecuación Fundamental del Estado Transferente ya


apareció algo semejante o íntimamente relacionado con dicha magnitud:
La Densidad Promedio de Información Procesada (ρ), “análoga” a la
“velocidad media v” de movimiento de las partículas en los sistemas
cinético-moleculares electromecánicos. Asimismo, ya nos consta que la
Cantidad Bruta de Información procesada i equivale en nuestro modelo a
la “carga eléctrica q” de los portadores (electrones, iones…). Por su lado,
el Número Integral de Operaciones Elementales de Procesado necesarias
para asimilar y ejecutar dichos códigos de información (β) “corresponde”
al “tiempo de flujo o paso de la corriente, t”. Ello implicaba a su vez que el
Número de Operaciones Redundantes de Procesado NR* o, mejor dicho, el
Diferencial de Aprendizaje ∆L experimentado por la Sección de Red a
causa de la diferencia generada en dicho parámetro durante el
mecanismo estímulo-respuesta es el “análogo” al recorrido de las
partículas cargadas en dicho intervalo de tiempo, ∆x. Y, su cuadrado y
cubo respectivos proporcionales a las secciones de área A y volumen V del
medio conductor, siendo las constantes directas que los relacionan las

113
Eficiencias Traductoras de la Red Replicante-Procesadora por unidad
“plano-laminar” o “trifásica”, KsTrl o KTrl respecivamente.

Partiendo de estas correspondencias fundamentales, es sencillo deducir


la:

Ley General de Conductividad Mórfica de Ohm-Schreiber

Imaginemos – como siempre – el “sistema eléctrico más simple análogo” a


nuestro “Morfómetro Cilíndrico” activo: Un delgado alambre metálico
conductor que une los extremos de polos opuestos de una batería de
corriente continua que aplica una diferencia de potencial constante, o su
equivalente relleno de un fluido electroquímico iónico conector de los dos
electrodos de una pila galvánica. Se define Intensidad de Corriente
Eléctrica I a su través como la cantidad de carga eléctrica total Q que lo
atraviesa por unidad de tiempo:

I = Q/t

(Unidades SI: C s-1 = A, “Amperios”)

(Ec. i)

Si llamamos ahora n al Número de Portadores de Carga por Unidad de


Volumen, q su carga unidad elemental, A su sección, V al volumen del
conductor y, como ya se señaló, v a la velocidad media de los mismos,
tendremos que:

I = n q V/t = n q ∆x A/t = n q v A

(Ec ii)

114
Por otra parte, se define como Densidad de Corriente a un vector cuyo
módulo J mide la rapidez del transporte de portadores de carga a través
de la unidad de área normal o perpendicular al flujo de corriente, siendo
la dirección de ésta la determinada por la velocidad promedio de tales
unidades portadoras de carga. Es decir:

J = I/A

(Unidades SI: A m-2)

(Ec. iii)

Llevando (ii) sobre (iii) es obvio que:

J=nqv

(Ec. iv)

Utilizando nuestro modelo analógico, la Intensidad de Corriente Mórfica o


Informacional IMG que fluya por una Sección “Cilíndrica Morfométrica
Conductora” de nuestra Red Transferente Evolucionaria vendrá definida
por el cociente o razón entre la cantidad bruta total de información
procesada it y el Nº Integral de Operaciones completas necesarias para
ello, β:

ΙMG = it/β

(Ec. v)

Si, para un proceso de transferencia específico, el número de unidades


mínimas codificadoras de información propia (palabras, iconos mínimos,
115
tripletes…) por unidad de “Volumen de Conductor-Procesador”
transferidas es n, dicha cantidad unitaria de información es i, la densidad
de promedio de cada una ρ, el Diferencial de Aprendizaje derivado del
procesado ∆L y KsTrl y KTrl los parámetros de Eficiencia Traductora del
sistema en red, resulta fácil demostrar lo siguiente a partir de (v):

ΙMG = n i KTrl ∆L3/β

(Ec. vi)

Pero el “Volumen de Conductor-Procesador Transferente de Información”


ocupado por tal proceso VT puede expresarse en función de la densidad
media de información que procesa ρ y su “recorrido secuencial lineal” de
operación, cuantificado por ∆L, pues:

VT = KTrl ∆L3 = ∆L AT

(Ec. vii)

Siendo AT la “Sección Laminar” interesada u ocupada por el proceso en el


seno de la Red (“superficie iso-procesadora de réplica-
transcripción/retrotranscripción”) y VT el Volumen o “Cilindro
Morfométrico” generado por ésta al “añadir” el factor de “recorrido
traductor variable”, o tercera etapa del mecanismo asimilador-ejecutor de
transferencia de información.

Ahora bien, como suponemos una densidad promedio de flujo de


información constante (ρ), entonces es evidente que: ∆L = ρ β, por lo cual,
sin más que sustituir en (vi, vii) y simplificar:

ΙMG = n i ρ β AT /β = n i ρ AT
116
(Ec. viii)

De idéntica manera, podemos definir la Densidad de Corriente Mórfica o


de Información cual un vector cuya dirección viene dada por la
determinada mediante el procesado secuencial y su módulo cuantifica la
Intensidad de Corriente Mórfica por unidad de Área o Sección Iso-
Procesadora “ocupada” por dicha serie de operaciones, según:

ϑ = ΙMG/AT

(Ec. xix)

Reemplazando (viii) en (xix):

ϑ=niρ

(Ec. x)

El significado vectorial de la electrodinámica (iv) y su “análoga


morfodinámica” (x) es el mismo, y en extremo interesante.

En la fórmula relativa a la conducción eléctrica, indica que la Densidad de


Corriente es un vector cuyo módulo es directamente proporcional a la
cantidad de carga total circulante (producto a su vez del número de
portadores por unidad de volumen conductor por la carga eléctrica de
cada uno en valor absoluto), y a la velocidad de movimiento promedio de
los mismos; Su dirección viene definida por la perpendicular a la sección
circular del conductor filiforme o cilíndrico de gran longitud y bajo espesor
correspondiente; Su sentido vendrá fijado por el de las cargas móviles: Si
suponemos que éstas son (+) adoptará dicho signo, si son (-), el opuesto.
Este convenio implica una fuente externa de potencial constante aplicada

117
sobre el conductor entre bornes de posiciones y polaridades estáticas,
generador de una corriente continua, como en una pila química galvánica
o celda de electrólisis.

Si – como ocurre en el “puente salino” o material de interfase que


interconecta las dos semiceldas/electrodos de una pila electroquímica
común, “líquida” o “seca” –, a través de dicha sección conductora
filiforme hay un desplazamiento simultáneo de cargas o iones de
polaridades contrarias a velocidades medias del mismo orden, tanto el
sentido de los vectores velocidad como los signos de las cargas cambian a
la vez dos a dos, de forma que el sentido final de la Densidad de Corriente
simplemente se torna aditivo o – aproximando idénticas velocidades
promedio de los diversos portadores – sencillamente se duplica, dado
que:

J = n q v + n (-q) (-v)

E igual acontecerá con la Corriente Eléctrica multiplicando por el factor


común del Área de Sección Conductora A.

El sentido de J es – pues – con toda generalidad el del flujo de cargas


positivas del polo (+) al (-) del generador (el mismo que el de la corriente
I), y opuesto al de los electrones (portadores de carga elemental negativa).

De modo equivalente tendremos que cualquier Sección o “Superficie Iso-


Procesadora” dada en el seno de una Red Replicante-Procesadora
Evolucionaria podrá presentar flujos de transferencia de información en
sentido convencionalmente “positivo” (réplica transcripción =
“codificación de respuesta”) y/o “negativo” (retro-transcripción réplica =
decodificación de estímulo perturbador ambiental). Los primeros llevarán
vnculadas densidades e intensidades de “corrientes mórficas”
vectorialmente (+) y los segundos (-), pero la resultante de ambas será
siempre aditiva e igual a la suma en valor absoluta de sus módulos, al
invertirse a la par los signos de la misma cantidad neta de información y el
sentido de sus “desplazamientos” secuenciales de “lectura” o “densidades
promedio de información”, por:
118
ϑ = n i ρ + n (-i) (-ρ)

Demostrar la Ley General de Conducción Eléctrica de Ohm a raíz de este


planteamiento en Electrodinámica es muy sencillo: Basta considerar que,
por definición, el Campo Eléctrico E aplicado sobre cada punto del
conductor ocupado por un portador de carga equivale a la Fuerza Eléctrica
F ejercida sobre él por dicha unidad de carga:

E = F/q

(Ec. xi)

Y el Trabajo Eléctrico o Diferencia de Energía Potencial Consumida W en


mover dicha carga elemental a lo largo de un desplazamiento paralelo al
eje axial del “cilindro hiper-fino o hilo conductor” ∆x vendrá dado por:

W = F ∆x

(Ec. xii)

Tomando (xii) sobre (xi):

E = W/(q ∆x)

(Ec. xiv)

Ahora bien, el Trabajo o Energía Potencial por Unidad de Carga es igual a


la Caída de Tensión o Diferencial de Potencial aplicado para generar la

119
corriente, ∆V (en “voltios”, donde 1 V = 1 J/C en el SI), deduciéndose
entonces:

E = ∆V/∆x

(Ec. xv)

A su vez, Ohm comprobó experimentalmente la llamada “Relación


Constitutiva de la Conductividad Eléctrica” o “Ley Local de Ohm”, que
demuestra que la Densidad de Corriente Eléctrica o Intensidad de
Corriente por Unidad de Área o Sección Transversal Uniforme del
Conductor es directamente proporcional a la Intensidad de Campo
Eléctrico que la impulsa:

J = σ E = E/ρ

(Ec. 16)

En la cual σ representa un parámetro que mide la propiedad de


conductividad específica del material, en general constante a una
temperatura determinada y de orden muy diferente en función del tipo de
conductor que éste sea, como veremos más tarde. Su inversa se define
como la resistividad específica del mismo, ρ (no confundir con la densidad
de información para los sistemas mórficos o transferentes). Esta relación
también puede inferirse de forma teórica, a partir de consideraciones
termodinámicas o mecánico-estadísticas, pero se omitirá porque dicha
deducción no aporta nada a nuestra argumentación y la embrollaría en
exceso.

Sustituyendo (xv) en (xvi):

J = ∆V/ρ ∆x

120
(Ec. xvii)

Y, ahora, igualando según la definición (iii):

I/A = ∆V/ρ ∆x

Despejando y reordenando factores:

I = (A/ρ ∆x) ∆V

Definiendo de inmediato:

R = Resistencia del Conductor = ρ ∆x/A = Constante bajo esas


condiciones y temperatura para un material dado

(En “ohmios”, Ω, en el SI)

Nos queda, finalmente:

I = ∆V/R

O bien:

∆V/I = R

Ley General de Conducción Eléctrica de Ohm


121
(Ec. xviii)

Cuya expresión en “lenguaje verbal humano” llano y accesible podría ser:

“En el seno de todo conductor material específico de simetría cilíndrico-


filiforme o hilo conductor sobre el que se aplica una diferencia de
potencial, éste y la Intensidad de corriente generada por el mismo son
magnitudes directamente proporcionales bajo unas condiciones dadas y
temperatura constante, siendo la pendiente, razón o cociente entre la
primera y la segunda, o constante de proporcionalidad entre ambas, una
propiedad del material conductor en cuestión a la que denominamos
Resistencia Eléctrica, y que mide la oposición promedio al paso o flujo de
portadores de carga por parte de la estructura atómico-molecular del
conductor cuando el fenómeno ocurre dentro de tales condiciones y
temperatura de trabajo”.

¡Ojo!: ¡No confundir esta Ley con un caso particular de ella, de ordinario
conocida como Ley de Ohm (“a secas”)!...

Mientras que la Ley General de Ohm se cumple siempre, (de ahí lo de


“general”), el citado caso particular tan sólo lo obedecen los hilos
conductores metálicos “corrientes”, tales cuales nuestros cables de cobre
o similares.

Y lo que cuantifica la Ley de Ohm (particular) es el comportamiento


observado únicamente en esta clase de materiales (por ello llamados
“conductores óhmicos”), el cual se debería escribir entonces así:

∆V/I = R = Cte.

“Ley de Ohm”

(Ec. xix)

“Traduciendo”:
122
“En el caso particular o concreto en el cual el material conductor filiforme
o hilo conductor sea un “conductor óhmico”, como los cables metálicos
usuales, la razón o pendiente entre la tensión o diferencia de potencial
aplicada y la corriente eléctrica producida será constante, idéntica para
cualquier sentido de flujo de cargas, específica para dicho soporte e
independiente de la temperatura. Esto es, la dependencia funcional de la
tensión aplicada y la corriente generada será perfectamente lineal”.

Sin embargo, otros tipos de materiales se comportarán de muy diferentes


formas y, de hecho, incluso los “conductores comunes” no son – en rigor –
“estrictamente óhmicos”: Su Resistencia R se conserva prácticamente
invariable dentro de un rango de temperaturas de orden ambiental, pero
la resistividad o resistencia específica de los mismos va aumentando más o
menos lentamente y de modo lineal al alcanzarse valores
significativamente superiores de temperatura; Por el contrario, en un
material semiconductor, la resistividad decrece de forma variablemente
curvilínea al subir la temperatura; En cambio, un superconductor se
caracteriza por mantener una resistividad específica exactamente nula
durante un más o menos extenso rango de temperaturas, valor que
sostiene desde ambientes extremadamente fríos, próximos al Cero
Absoluto, de ahí su tremendo interés tecnológico e industrial: Pero, al
llegar a cierta “Temperatura Crítica o de Transición” propia de cada uno
de estos materiales, sus estructuras moleculares o micro-cristalinas sufren
un cambio de fase que les hace reaccionar de otro modo ante el flujo de
portadores de carga eléctrica. Así, a partir de esa temperatura, su
resistividad “salta” bruscamente a órdenes de magnitud mucho más
elevados, y desde éstos continúa aumentando si lo hace la temperatura, al
principio con suavidad y luego más y más aceleradamente, a ritmo
exponencial; Por último, existen dispositivos como los diodos en los que la
resistividad es “inmensa” o “infinita” para una entrada o sentido de
corriente determinado, mientras que su valor se muestra muy pequeño en
sentido opuesto.

Así, en general, cada clase o especie de material capaz de lograr una


conducción efectiva de corriente eléctrica exhibirá una función de
dependencia entre la caída de tensión y la intensidad de corriente de
123
pendiente variable o “cuasi-constante”, en función de su naturaleza
constitutiva, la temperatura y las condiciones del proceso. A esta relación
plasmada gráficamente se le denomina “curva característica” del material.

Apliquemos ahora estos razonamientos a nuestro Modelo Analógico para


los Campos Mórficos: El razonamiento sería exactamente el mismo, pero
ahora “el papel” de la Fuerza Eléctrica es desempeñado por el Esfuerzo
Transferente, su valor por unidad de carga móvil o Campo Eléctrico por el
correspondiente Campo Morfogenético (Esfuerzo Transferente por unidad
de información procesada), el de Intensidad de Corriente Eléctrica por
Intensidad Mórfica o de Flujo de Información, la Densidad de Corriente por
la Densidad de Corriente Mórfica o de Flujo de Información, la Diferencia
de Potencial Aplicado por su análogo el Diferencial Neguentrópico
Consumido de Transferencia…, y así sucesivamente.

Las demostraciones físico-matemáticas son totalmente equivalentes,


reemplazando los símbolos de los pares de “magnitudes análogas”
respectivos. Por ello, no les cansaré ni me cansaré repitiéndolas.

Nos limitaremos a recapitular sus conclusiones e interpretar el significado


de las fórmulas:

ϑ = s MG = MG/r

Ley Local de Conducción Mórfica de Ohm-Schreiber

(Ec. xx)

“La Densidad de Corriente o Flujo Mórfico de Información ϑ transferida o


procesada es directamente proporcional a la Intensidad de Campo
Morfogenético MG aplicada en el seno de un Receptor-Conductor Trifásico
o `Morfómetro Cilíndrico de Reactividad Variable’ integrado en una Red de
Genes o Memes Perceptora-Procesadora Evolucionaria”

124
Siendo:

• s = Conductividad Mórfica Específica de la Sección de Red Operante


(mayor cuanto esta Red Receptora es más flexible, modularmente
robusta, adaptable…).

• r = 1/s = Resistividad Mórfica Específica de la Sección de Red


Operante (más elevada si dicha Red es más rígida, “sobresaturada”,
“vulnerable a conflictos”…).

Ρ = r ∆L/AT = r ∆L/KsTrl ∆L2

Por lo cual:

Ρ = r / (KsTrl ∆L)

Resistencia Mórfica de la Sección de Red Operativa

(Ec. xxi)

Donde:

• r = Resistividad Mórfica Específica de la Sección de Red Activa en el


procesado.

• ∆L = Diferencial de Aprendizaje experimentado por la Sección de Red


en el proceso (Longitud-Complejidad Secuencial de lectura de la
respuesta adaptativa al estímulo perturbador).

125
• KsTrl = Eficiencia Traductora por unidad de Superficie Iso-Procesadora
de la Sección de Red implicada.

Observemos que este resultado es absolutamente lógico y asimismo por


completo “analógico” con las correspondientes “magnitudes
equivalentes” electrodinámicas: En estas últimas la Resistencia Eléctrica R
de un material es directamente proporcional en unas condiciones dadas a
la longitud de dicho conductor e inversamente proporcional al área de su
sección transversal. Esto es natural: A mayor recorrido de los portadores
de carga por el medio conductor, más probabilidad existirá de que sufran
interacciones que los “frenen”, adsorban o hagan perder la energía
cinética media adquirida al aplicar el potencial externo impulsor. Por otro
lado, una sección transversal más grande implica mayor “cauce” para su
flujo y la resistencia a su paso menguará; De manera análoga, en la Ec.
(xxi), la Resistencia Mórfica Ρ (simbolizada por la “R” mayúscula griega), es
inversamente proporcional a la Eficiencia Traductora por Unidad de
Superficie Iso-Procesadora (o sea, replicante-transcriptora o retro-
transcriptora-replicante) y al Diferencial de Aprendizaje experimentado.
Ello también es lógico y era previsible: A mayor capacidad y eficiencia
traductora de la Red Perceptora, es obvio que ésta ofrecerá menos
resistencia a los cambios adaptativos frutos del flujo de la “corriente
mórfica” o transferencia eficaz de nueva información circulante; Además,
cuanto más elevada sea la complejidad-longitud de los nuevos contenidos
codificados ejecutables asimilados (más alto diferencial de aprendizaje),
ello mismo implicará que la Red es más flexible/robusta, esto es, que su
grado de resistencia es más pequeño.

En Electrodinámica, el comportamiento o “curva característica” del


material que nos permite calificarlo como “conductor óhmico”, “no-
óhmico”, “semiconductor” o “superconductor” depende – como es
natural – de la estructura atómico-molecular o micro-cristalina del mismo,
y más concretamente de la configuración de niveles o bandas solapadas
de niveles orbitales electrónicos característicos de la misma. Así, por
ejemplo, en los conductores metálicos “clásicos” que obedecen a la Ley de
Ohm en su sentido restringido en los intervalos de temperaturas
126
ambientales más habituales, los micro-cristales atómicos que lo
componen presentan macro-solapamientos o combinaciones de alta
densidad de energía electrónica de enlace entre sus orbitales atómicos
relativamente poco “ocupados” más externos, conocidos como “bandas
de valencia”. Su nivel de energía “colectivo” equivale al estado de mínima
energía o “fundamental” del Sistema. La correspondiente fusión o
combinación de orbitales “vacíos” en sus estados de mayor energía se
denominan “bandas de conducción”. Los electrones “saltan” desde las
bandas de valencia a las de conducción, en respuesta a la aplicación de un
potencial externo. Esta es la causa última de la corriente eléctrica. La
diferencia de niveles cuánticos de energía entre las bandas de valencia y
las de conducción (bautizada por los físico-químicos como “GAP”), es
comparativamente baja, por lo cual bastan la temperatura ambiente y
diferencias de tensión eléctrica pequeñas o moderadas para generar
intensidades de corriente en una amplia gama de magnitudes, incluso
muy grandes en algunas ocasiones. No obstante, cuando la temperatura
crece demasiado, el desorden o movimiento caótico de agitación térmica
aumenta en exceso, dificultando el tránsito uniforme y más “rectilíneo” de
los electrones super-excitados. Por eso la resistividad del medio es mayor
a temperaturas altas. Otra forma de explicarlo – menos “clásica” y más
“mecano-cuántica” –, es decir que, al subir mucho la temperatura, los
pequeños “GAPs” tienden a reducirse casi a cero poco a poco, con lo cual
los electrones se distribuyen al azar desordenadamente entre una única
gran “banda única final”, de manera que resulta cada vez más difícil
mantener un flujo o velocidad promedio más o menos orientada y lineal
en un sentido dado (la corriente eléctrica); Por su parte, en un
semiconductor, la situación es esencialmente similar, pero con una
enorme diferencia: El valor del GAP o “barrera” energética entre las
bandas de valencia y las de conducción es notablemente más grande. Así,
las conductividades a temperatura ambiente son reducidas – requieren
fuertes consumos de potencial para producir pequeñas micro-corrientes
–, porque los electrones necesitan mucha energía adicional externa para
“saltar”. Pero si aumentamos lo suficiente la temperatura la energía
cinética de la agitación térmica ambiental basta para “darles un empujón”
y facilitar su bombeo (por lo cual disminuye la resistividad cuando crece la
127
temperatura); Por último, los superconductores – resumiendo y
simplificando mucho, pues el tema es muy complejo y se halla en plena
fase de investigación teórica y experimental desde mediados del siglo
pasado – exhiben, mientras se encuentren por debajo de su temperatura
crítica, una estructura electrónica y micro-cristalina tal que se les puede
considerar perfecta o cuasi-perfectamente diamagnéticos. De este modo,
se comportan como “materiales absoluta o casi absolutamente
impermeables a cualquier campo magnético exterior” (Efecto Meissner).
Este efecto cuántico derivado de su especial constitución electrónica (la
ausencia de resistencia), permite que – una vez aplicado un mínimo
potencial o variación de flujo magnético excitador inicial, la corriente
eléctrica inducida persista en el tiempo sin consumo de energía ni efecto
Joule (disipación térmica, o conversión de parte de la energía eléctrica en
calor) de forma indefinida. Sin embargo, como el número de electrones
disponibles para desplazarse o transmitir su energía cinética sin gasto de
trabajo externo es finito, necesariamente el fenómeno sólo se sostiene
hasta cierta Intensidad de Corriente Máxima de Saturación, a partir de la
cual el sistema empieza a sufrir el Efecto Joule y dispar energía aunque se
halle a temperaturas inferiores a la crítica. Existen múltiples tipos de
materiales que gozan de esta singular y fascinante propiedad, desde
elementos metálicos simples como el mercurio, el plomo, el estaño o el
aluminio, diferentes aleaciones y algunos semiconductores fuertemente
dopados, hasta cerámicas, tanto de óxidos mixtos de Ytrio-Bario-Cobre
(Cerámicas YBCO) como a base de diboruro de magnesio, pasando por
superconductores orgánicos, cuales los fulerenos o nanotubos de carbono
puro. Algunos de ellos son superconductores o diamagnéticos perfectos, o
de Tipo I, pues a temperaturas inferiores a la crítica disfrutan de una
absoluta impermeabilidad a campos electromagnéticos externos,
experimentando justo al alcanzar dicha temperatura una brusca transición
de fase de primer orden que cambia su estructura íntima, provocando de
inmediato un fuerte salto de resistividad, la cual empieza a crecer si
seguimos calentando; Otros – los superconductores o diamagnéticos
imperfectos o de Tipo II – en los que en verdad los campos exteriores
penetran muy ligeramente a través de pequeñas “fisuras” o
“canalizaciones” ligadas a imperfecciones en su estructura micro-
128
cristalina, denominadas “vórtices” o “fluxones”. Estos últimos sufren un
cambio más gradual de fase (transición de segundo orden), pasando por
un estado mixto intermedio en el que conviven ambas configuraciones,
cuya “anchura” anterior a la Temperatura Crítica podemos agrandar si
perturbamos al material aplicando un campo magnético o
electromagnético externo de alta intensidad. Por supuesto, aquí el Campo
Crítico que precipita el cese de la propiedad superconductora depende de
la temperatura y la naturaleza del material; En ambos casos, cuando un
superconductor se aproxima a su temperatura crítica, en el mismo
entorno de dicho punto de discontinuidad en la curva de resistividades, se
observa que su calor específico deja de variar en “modo superconductor”,
o sea, incrementándose exponencialmente con la temperatura a partir de
un valor “cuasi-nulo” cerca del Cero Absoluto (0 K, o – 273,16 0C), para
justo superado el valor crítico, descender de golpe entre 2 y tres veces su
última magnitud y continuar variando de modo igualmente creciente pero
mucho más suave (lineal) con la temperatura. Simultáneamente, la
resistividad saltará de golpe en vertical desde cero a una cifra dada y
desde ahí aumentará con el cubo de la temperatura. Si se llega a
temperaturas más y más elevadas, el “disparo” de la resistividad puede
tornar a un ritmo prácticamente exponencial incluso. Evidentemente, el
punto crítico de temperatura cambia sensiblemente de unos materiales
superconductores a otros. Se estiman de “baja temperatura” si la
temperatura crítica (Tc) es igual o inferior a 77 K (– 196 0C), el punto de
paso del nitrógeno en estado líquido a presión normal, y de “alta
temperatura”, cuando Tc es mayor que dicho valor y no podemos por
consiguiente obtener la superconductividad enfriando mediante nitrógeno
líquido, lo que convierte en dicho proceso en prohibitivamente caro y
costoso técnicamente hablando. Parece claro que los de mayor interés
son lo superconductores de “alta temperatura”, capaces en teoría en un
futuro a corto-medio plazo de operar a temperaturas de orden ambiental
o al menos cercano a él… Y en ellos y su síntesis a nivel de laboratorio e
industrial se centran los esfuerzos de los especialistas y sus financiadores,
espoleados por las enormes y variopintas aplicaciones ventajosas de la
superconductividad a escala tecnológica y comercial en multitud de
campos bien conocidos, que no viene ahora al caso comentar. Las
129
cerámicas YBCO son las más prometedoras en este sentido, pues
constituyen el grupo de superconductores cuyas Tc son las más altas en
forma natural (de 93 K en adelante). A principios de la pasada década, se
obtuvo una variante de ellas que incluye mercurio, talio, bario, calcio y
cobre en la composición del óxido mixto, cuya Tc = 138 K = – 135 0C).

¿Existiría – por tanto – una “Clasificación por Conductividades Mórficas”


equivalente para nuestras Redes Receptoras Replicantes-Procesadoras
Evolucionarias, las esforzadas e infatigables Tramas de Genes y Memes
Adaptativos Transferentes de Información biológica o cultural?

Ello es lo que cabe esperar de nuestro modelo analógico.

Y así es en efecto: La misma distinción entre grandes “clases de Redes


Perceptoras-Reactivas” que dedujimos en ensayos anteriores desde un
punto de vista cinético y termodinámico – y que ilustramos con la famosa
“Parábola del Sembrador” original de Jesús de Nazaret –, se infiere ahora
de este modelo “Analógico Electromagnético/Mórfico”.

Reflejemos esta interpretación usando una Tabla como conclusión de este


apartado:

Conductores Eléctricos Conductores Mórficos

R = ρ ∆x / A Ρ = r ∆L / AT = r / KsTrl ∆L
Conductores Óhmicos (Metálicos) Redes o Conductores Mórficos
“Ohm-Schreiber”
GAP pequeño
Cambio de Información de Baja Magnitud
“ρ” crece linealmente con la temperatura,
(Estímulo Perturbador de Orden Inferior),
“T”
procesos micro-evolutivos, graduales,
predominio del Control de la Selección
Natural o “Dominio de la Reina Roja”

“r” crece uniforme o linealmente con la


longitud-complejidad total de la
información procesada o “grado de
avance” del proceso adaptativo, “β”

130
(proporcional a mayores y/o más
persistentes-frecuentes intensidades de
estímulos)

Semiconductores Redes “Frágiles” (“Sobresaturadas”


y/o “Rígidas”), o Semiconductores
GAP grande
Mórficos
“ρ” disminuye curvilíneamente con la
temperatura, rápidamente al principio, Cambio de Información de Alta Magnitud
luego suavemente (Estímulo Perturbador de Orden
Superior), procesos macro-evolutivos,
bruscos, predominio del Control de
Evolución Acelerada por Transferencia o
“Dominio del Bufón Saltarín”

“r” decrece curvilíneamente con la


longitud-complejidad total de la nueva
información asimilada o procesada, o
“grado de avance” del proceso
adaptativo, “β”, si bien cada vez más
suavemente hasta un “punto de
saturación”

Superconductores Redes “Antifrágiles” o “Robustas-


Flexibles”, o Superconductores
Estructura molecular-electrónica o micro-
cristalina “diamagnética perfecta” (Tipo I) o Mórficos
“cuasi-perfecta” (Tipo II) Topología estructural de elevada
“ρ” nula desde el Cero Absoluto hasta una modularidad adaptable, robustez o
Temperatura Crítica (Tc) específica. Tránsito flexibilidad de Red. Idealmente, podrían
de Fase de Primer Orden (Tipo I) o Segundo existir las de Tipo I, pero en la práctica,
Orden (Tipo II), con salto brusco de “ρ” y casi todas experimentan Transiciones de
posterior crecimiento con el cubo de la Fase Imperfectas o de Segundo Orden
Temperatura. (Si ésta aumenta mucho, (Tipo II)
“disparo exponencial” de “ρ”, pérdida de “r” nula desde estímulos-respuesta de
carácter conductor). longitud-complejidad umbral hasta cierto
Nº Integral Operacional o “Grado de
Avance Adaptativo” Crítico específico de
cada Red (βc). En general, Transición de
Fase de Segundo Orden ulterior con
131
fuerte salto discontinuo de “r”, y
posterior crecimiento potencial variable
de orden igual o superior al cuadrático.
Si la perturbación de alta magnitud
persiste “muy prolongadamente” y/o es
demasiado “enorme”, colapso por
saturación del Sistema (Probable
Extinción)

No-Conductores o Aislantes Redes “Insensibles” o Aislantes


Mórficos
Niveles electrónicos “llenos”, muy estables y/
o GAPs “inmensos” Topología estructural demasiado
“ρ” altísima, conductividad muy difícil, de simple y/o bien compleja pero
absurdo coste energético. Conducción rígida-sobresaturada
eléctrica nula en la práctica (superespecializada) para captar tan
siquiera los estímulos
perturbadores: Umbrales de
Sensibilidad Perceptora “enormes”
“r” muy elevada, transferencia/respuesta
al estímulo ambiental nula, por
disparatado coste neguentrópico.
Extinción Segura

(Tabla 2)

(Leyenda: ρ = Resistividad Eléctrica; r = Resistividad Mórfica)

Como puede colegirse con facilidad, al ser βc una constante específica de


cada Red Procesadora Evolucionaria, habrá genomas o “acervos culturales
de memes” que dispongan del “privilegio” de “Superconductividad Mórfica
de Alto Grado Operacional o de Avance/Cambio Adaptativo” y otras que
132
tan sólo posean una “Superconductividad Mórfica” de Bajo Grado
Operacional o de Avance/Cambio Adaptativo: Las primeras contarán con
un valor crítico de Transición de Fase βc elevado, siendo así capaces de
asimilar con un tolerable nivel de “daños colaterales internos por
conflictos” grandes cantidades-complejidades de información
“innovadora” o adaptativa, mientras que las segundas perderán su
propiedad “superconductora” o de máxima adaptabilidad-flexibilidad-
robustez o “antifragilidad” para valores de longitud-complejidad de nueva
información favorable más pequeños. Es decir, resistirán grandes cambios
o crisis ambientales “repentinas” en mayor o menor medida,
respectivamente. De hecho, al semejanza con lo ocurrido con los
materiales superconductores eléctricos, las “Redes Superconductoras
Mórficas de Muy Alto Nivel Operacional” – al igual que los
superconductores a alta temperatura o temperatura – serán
extraordinariamente escasas o difíciles de obtener.

Este “Modelo Analógico Electromagnético/Mórfico” vuelve a confirmar –


una vez más – por tanto, la naturaleza profundamente competitiva,
selectiva o darwiniana a la par que “neolamarckiana” de los mecanismos
de Evolución Acelerada por Transferencia de Información o Impregnación
Ambiental: En etapas de Grandes Crisis Globales, tan sólo las redes
mórficas “más aptas entre las aptas” se adaptan…, o sobreviven”.

Lo siento, pero esto es así… La estructura morfo-dinámica nuclear de la


Naturaleza lo impone, desde el nivel atómico-molecular electromecánico
al de los Campos Mórficos engendrados por las abiertas y complejas Redes
Replicantes-Procesadoras Evolucionarias Transferentes de Información…

“Lo que está Arriba, como lo que está Abajo”

Ya lo sabían los auténticos y Antiguos Sabios de todas las grandes culturas


y Civilizaciones…

Por más que disguste a los “nuevos magufos anti-darwinianos” cegados


por el neo-marxismo trufado con el “buenismo” de “Mamá Gaia-Natura”
a lo “New Age”…

133
Al igual que también es cierto que la relevancia de los impactos
ambientales es muchísimo más decisiva y crucial en la índole, ritmo y
alcance de los procesos y mecanismos evolutivos de lo que a los
neodarwinistas “ultraortodoxos” les complacería admitir…

Lamento – metafóricamente hablando, pues en realidad me encanta que


sea así –, que el Universo no se adapte a los dispares sueños ilusorios y
contaminados ideológicamente de tan “ilustres” Srs… Y les recomiendo
que lloren juntos, se reconcilien y consuelen entre sí y funden una nueva
secta de “Indignados contra la Madre-Energía Oscura Cósmica”…

La Ciencia – por más que algunos de ellos sean veteranos catedráticos o


bien asentados académicos – no les necesita para nada. Todo lo contrario.

Prosigamos ahora con nuestra recapitulación:

(∆S / I)MG = Ρ

Ley General de Ohm-Schreiber

(Ec. xxii)

“Cualquier Sección o `Morfómetro Trifásico Variable´o `Cilíndrico´ de una


Red Replicante-Procesadora Evolucionaria que capte, condense,
decodifique y responda a estímulos perturbadores externos mediante una
nueva codificación y ejecución traductora adaptativa de longitud-
complejidad o Número Integral Operacional dado bajo determinadas
condiciones, experimentará un Coste Neguentrópico o Diferencia de
Potencial Mórfico consumido impulsor de una Corriente o Flujo Mórfico de
Información tales que su cociente equivaldrá a la Resistencia Mórfica por
conflictos ocasionada en el seno de la Red por causa de dicha asimilación
de nueva información”.

134
En general, la Resistencia Mórfica del Sistema será variable en función del
Nº Integral de Operaciones de Procesado β requeridas por el proceso
integrador de nueva información, creciendo (conductores mórficos “de
Ohm-Schreiber”), o decreciendo con él (“semiconductores mórficos”), así
como de otras condiciones en algunos casos, tales como el sentido de
lectura primario, transcriptor o retrotranscriptor, (“diodo mórfico”), o su
valor por encima o debajo de un punto crítico (“superconductores
mórficos”), como acabamos de detallar en el punto precedente.

No obstante, considerando un rango promedio medio-bajo de intensidad


y frecuencia de estímulos perturbadores de orden estándar y por ende de
los valores de β (procesos micro-evolutivos bajo régimen de “Estasis” o
“Dinámica de la Reina Roja” y “Dominio preferente de la Selección
Natural”, los reajustes epigenéticos y el fenómeno de “meiotic drivers”
como límite superior), se cumplirá a modo de caso particular la siguiente:

(∆S / I)MG = Ρ = Cte.

Ley de Ohm-Schreiber

(Ec. xxiii)

“Para los procesos adaptativos de orden micro-evolutivo bajo las


condiciones antes precisadas el cociente entre el Coste Neguentrópico,
Tensión Mórfica o Diferencia de Potencial Mórfico aplicado y la Intensidad
de Corriente Mórfica generada – esto es, la Resistencia Mórfica del
Sistema – permanece constante, de manera que la relación funcional entre
la primera magnitud y la segunda es de carácter lineal”.

Asociación de Resistencias Mórficas

135
Como cabe imaginar, los mecanismos de respuesta adaptativa son
complejos e implican a múltiples “secciones o cilindros morfométricos”
(grupos estructurados de genes o memes) al mismo tiempo de modo
interactivo en el seno de la Red.

Por ello, “a imagen y semejanza” de lo que ocurre en los circuitos


eléctricos, resulta esencial estudiar al menos los casos-tipo más
elementales de asociación de Resistencias Mórficas, al igual que hicimos
con sus capacidades acumuladoras como receptores-condensadores de
“carga informacional”.

Tanto si suponemos que cada “Resistor Morfométrico Cilíndrico o


Filiforme” presenta una resistencia invariable o por el contrario cambiante
con el Nº Integral de Operaciones de Procesado, utilizaremos la Ley de
Ohm-Schreiber – formalmente idéntica en ambos casos –, además de los
Principios Fundamentales de Conservación de la Cantidad Bruta de
Información y Coste Neguentrópico o de Energía Útil por unidad de
Temperatura para deducir la expresión de las “Resistencias Mórficas
Equivalentes” de los dos tipos de asociaciones básicas de “Secciones
Resistoras”.

Pero antes de ello, recordemos cómo se lleva a cabo la análoga


demostración en los sistemas electrodinámicos:

Asociación de Resistencias en Serie

Tenemos n resistencias distintas por las que circula una corriente común,
y entre cuyos extremos se descarga una tensión o diferencia de potencial
determinado.

Por el Principio de Conservación de la Energía, es obvio que la caída de


tensión total del sistema será entonces la suma de las caídas individuales
aplicadas entre los extremos de cada uno de los resistores:

136
∆V = Σk=1k=n ∆Vk

(Ec. xxiv)

Llevando (xviii) a (xxiv):

I R = Σk=1k=n I Rk = I Σk=1k=n Rk

Por lo cual es evidente que:

R = Σk=1k=n Rk

Resistencia Equivalente de una Asociación Serie de Resistencias

(Ec. xxv)

La Resistencia Total de una Asociación en Serie o Batería de Resistencias


equivale a un único resistor cuya Resistencia sea igual a la suma de
Resistencias individuales componentes.

Análogamente:

Asociación Serie, Batería o de respuestas múltiples a un estímulo


primario común, generador de una corriente o flujo de nueva
información idéntico para todas las diversas Secciones Morfométricas
“Cilíndrico-Filiformes” o “Eucariformes” en el seno de una Red
Replicante-Procesadora Evolucionaria

137
La Intensidad de Corriente Mórfica o flujo codificado de respuesta al
estímulo común es la misma para cada unidad procesadora-resistora, pero
la Resistencia efectiva de cada una a asimilar dichos cambios no, por lo
que cada una de ellas sufrirá un coste neguentrópico diferente.

Así, Según el Principio de Conservación de los Consumos Neguentrópicos:

∆SMG = Σk=1 k=n ∆Sk

(Ec. xxvi)

Combinando (xxvi) con (xxii):

IMG Ρ = Σk=1k=n IMG Ρk = IMG Σk=1k=n Ρk

Resultando, por tanto:

Ρ = Σk=1k=n Ρk

Resistencia Mórfica Equivalente de una Asociación Serie de Secciones


Procesadoras Resistoras

(Ec. xxvii)

“Una asociación Serie o Batería de Secciones Procesadoras que responden


de forma diversa (costes neguentrópicos individuales variables) a un
estímulo o corriente/flujo mórfico de información común se comporta
como una sola Sección-Resistor cuya Resistencia Mórfica iguale a la suma
de Resistencias particulares de cada una”.

Asociación de Resistencias Eléctricas en Bloque o Paralelo

138
Ahora el conjunto de n líneas de conductor-resistores se ve sometido a
una diferencia de potencial común, derivándose a través de cada una de
ellas intensidades de corriente distintas que vuelven a unirse en el
extremo opuesto de la conexión a la fuente de tensión.

Por el Principio de Conservación de la Carga Eléctrica:

I = Σk=1k=n Ik

(Ec. xxviii)

Sustituyendo (xviii) en (xxviii):

∆V/R = Σk=1k=n ∆V/Rk = ∆V Σk=1k=n 1/Rk

De lo que se llega inmediatamente a:

1/R = Σk=1k=n 1/Rk

R = 1 / (Σk=1k=n 1/Rk)

Resistencia Equivalente de una Asociación Paralela de Resistencias

(Ec. xxix)

139
“La Resistencia Total o Equivalente de una Asociación en Paralelo de
conductores-resistores es igual al inverso de la suma de las inversas de
cada resistencia particular”.

A lo que corresponde:

Asociación “Paralela” o por reacción simultánea “En Cascada” ante la


recepción de múltiples estímulos-respuestas codificados como tantas
líneas de carga o flujo de información por igual número de Secciones
Perceptoras interconectadas en bloque en el seno de la Red

Al responder como un bloque autónomo coordinado de grupos génicos o


“mémicos” de respuesta simultánea o “en cascada”, todos los
acumuladores-perceptores-resistores o Secciones implicadas comparten
el mismo Coste Neguentrópico. Pero, naturalmente, las intensidades de
corrientes-respuestas de los nuevos códigos asimilados que éste moviliza
dependen de la naturaleza de cada uno de ellos, cuyas características
topológicas y funcionales diversas supondrán otras tantas resistencias
mórficas efectivas al paso o procesamiento integral de dichos flujos
adaptativos de información por parte de cada una.

En consecuencia, por el Principio de Conservación de la Cantidad de


Información:

IMG = Σk=1k=n Ik

(Ec. xxx)

Aplicando ahora como antes (xxii) sobre (xxx):

140
∆SMG/Ρ = Σk=1k=n ∆SMG/Ρk = ∆SMG Σk=1k=n 1/Ρk

A partir de lo cual inferimos directamente que:

1/Ρ = Σk=1k=n 1/Ρk

O, lo que es lo mismo:

Ρ = 1 / (Σk=1k=n 1/Ρk)

Resistencia Mórfica Equivalente de un Bloque o “Asociación en Cascada”


de Secciones Resistoras-Procesadoras

(Ec. xxxi)

“Una Asociación o `Bloque’ de Secciones Replicantes-Procesadoras


integradas en el seno de una Red Evolucionaria que responden coordinada
y autónomamente como un todo (Coste Neguentrópico común) a una serie
de diversos estímulos-respuesta o corrientes de información adaptativa
específicas de cada una de ellas muestra una Resistencia Mórfica
Equivalente igual al inverso de la suma de los inversos de sus resistencias
individuales”.

Conclusiones Analíticas del Modelo de Resistores Mórficos

Para redes cuyas sub-unidades modulares contengan Secciones o


Unidades Procesadoras-Resistoras con valores promedio altos de
Resistencia (Redes “Sobresaturadas” o “Rígidas”), de forma que tales
magnitudes sean siempre o casi siempre superiores a la unidad en mayor
o menor medida, es patente que la Asociación en Bloques Paralelos o en

141
Cascada minimiza la resultante de sus Resistencias Mórficas Equivalentes
frente a la Asociación en Serie o Batería; En contraste, cuando las
resistencias medias individuales del Sistema sean pequeñas (menores que
1, Redes de Elevada Flexibilidad-Robustez), acontecerá lo contrario,
siendo entonces en general la configuración de conexiones en Serie
menos resistiva que la Paralela. Esto implica – en principio – que, desde la
óptica de lograr una Resistencia Mínima a los cambios adaptativos, las
Redes Genómicas-Proteómicas/Celulares y Neuronales/Culturales más
densas e intrincadas cuya estrategia evolutiva sea la del especialista
(“estrategas de la K”), al soportar a cambio de su alto nivel de complejidad
morfo-funcional un grado mayor de conflictividad intrínseca y por ello
superiores valores promedio de resistencias en sus unidades operativas,
tenderán a desarrollar diagramas o “circuitos” de conexiones inter-
modulares a base de mallas o bloques en paralelo, mientras que aquellas
otras tramas más sencillas, menos especializadas, pero de velocidad
replicante o reproductora enorme (“estrategas de la r”), propenderán a
fundamentar su crecimiento mediante conexiones en serie o batería de
gran longitud pero mucho más limitada bifurcación. Ambas “inclinaciones”
respectivas se hallarán fuertemente “recompensadas” en términos de
Selección Natural, dado que a menores Resistencias Equivalentes los
índices de supervivencia durante las grandes Crisis Ambientales a escala
macro-evolutiva crecerán notablemente.

Esta predicción del modelo parece confirmarse en parte por la


observación empírica: Los sistemas nerviosos o redes neuronales – en
especial para el Sistema Nervioso Central (SNC) – de especies altamente
complejas y especializadas de baja-moderada fecundidad y prolongados
periodos de crianza – estrategas de la K, como los humanos, por ejemplo –
hemos desarrollado cerebros cuyas redes neuronales exhiben una
tremenda y asombrosa capacidad de ramificación, por lo que predomina
la modularidad en bloques paralelos sobre la lineal o en batería; Por el
contrario, las especies de organización más simple, menos especializadas,
si bien en cambio explosivamente fecundas y con periodos de crianza y
maduración más cortos – como las cucarachas, por citar una bien
conocida cuyas células son también eucariotas –, muestran SNC
articulados alrededor de unas pocas líneas principales de corrientes o
142
conexiones neuronales, de “diseño” incomparablamente más “rectilíneo”
y menos ramificado o dendriforme. Recientes estudios experimentales
revelan que la estructura y configuración del entramado de conexiones
entre las neuronas o “conectoma” de cualquier organismo superior
guarda una relación muy estrecha – casi “especular” o al menos
“isomorfa” – con la que traba sus redes genómicas cromosómicas, ya que
más del 80% de los genes activos traductores se activan en diversas
combinaciones y modulaciones mutuas en los núcleos celulares de las
diferentes neuronas a lo largo de su funcionamiento. Lo que confirma
otros estudios previos que prueban la estrecha relación entre la estructura
morfo-dinámica del código del lenguaje humano y otros sistemas de
símbolos de representación cultural y el del ADN-ARNs en las células
eucariotas, respaldando así una vez más la Hipótesis de Dawkins sobre la
profunda analogía entre genes y memes y sus procesos evolutivos. Cabe
esperar que semejantes diferencias se hallen entre los mapas genómicos
integrales de los dos tipos de “estrategas”, tema que debería ser objeto de
futuras y reveladoras investigaciones.

En el porvenir, nuestra creciente capacidad instrumental para “mapear”


genomas y conectomas neuronales habrán de demostrar la validez de este
modelo definitivamente.

Además, recordemos que, desde el punto de vista de las Capacidades


Mórficas o poder receptor-acumulador de cargas netas de información, las
Leyes Básicas de Asociación eran justamente las opuestas: Así, las Redes
Complejas Super-Especializadas “Anti-Frágiles” de Mínima Resistencia
(hiper-ramificadas o con Predominio de Conexiones en Cascada-Paralelo),
gozarán de una Máxima Capacidad Acumuladora-Perceptora de nuevos
estímulos-respuestas de información adaptativa; Y viceversa, las Redes
Simples “Generalistas” que optimicen o reduzcan lo más posible tal factor
de Resistencia por conflictos (poco ramificadas, con Predominio de largas
Conexiones en Serie-Batería), también dispondrán por ello mismo de
sobresalientes Capacidades Condensadoras de cargas informacionales.

Como es patente, este doble, sinérgico y complementario “aliciente”


multiplicará la tendencia a evolucionar respectivamente en ambos
sentidos por mero efecto darwiniano de Selección Natural.
143
En la esfera puramente cultural, dentro de una misma especie como la
nuestra, tales predicciones del modelo también se corroboran: Las
culturas más simples, primitivas y no-especializadas en la “estrategia de la
hipertecnología/mercado global industrial” mantienen sistemas culturales
o “acervos de memes” centrados en torno a unas escasas pero muy
poderosas “líneas de códigos” claras, unívocas y sencillas (sistemas de
valores ideológico-religiosos, costumbres y preceptos de conducta
“universal” y unilateralmente aceptados por todos sin apenas excepción),
la expresión o traducción de cuyas desviaciones, recombinaciones,
“variantes alélicas” o “mutaciones alternativas” son radical y severamente
penalizadas a nivel social, a veces incluso con violencia. El objetivo
principal – la estrategia de supervivencia evolutiva – de estas sociedades
es la réplica y ejecución traductora exacta de los memes dominantes
tradicionales, esto es, el equivalente cultural a la “estrategia de la
fecundidad” o de la `r’ en el plano biológico; En cambio, las culturas o
sociedades “especialistas-industrializadas”, y en menor medida sus
antecedentes históricos más próximos de fundamento económico agrícola
sedentario, como los grandes colectivos multi-culturales cuales el Imperio
Romano, por ejemplo, admiten en variable grado la expresión – dentro de
ciertos límites – de códigos de memes “innovadores”, “críticos” o
“disidentes”, así como un superior nivel de libertad personal, ideológica,
religiosa y de comportamientos, emprendimiento individual y variaciones
en suma sobre los códigos predominantes “oficiales” establecidos, en aras
de recolectar mucho más elevados beneficios en términos de progreso o
mejoras adaptativas. Su diversidad memética es más notable, pues su
estrategia se apoya en perfeccionar más y más sus productos de
reproducción cultural, no en la cantidad replicante “clónica exacta” de los
mismos. Dicho de otro modo: Son “estrategas meméticos” o “culturas de
la calidad” o la `K’, no “de la cantidad” o la `r’: Consiguientemente, sus
periodos de socialización, educación y formación profesional de los niños
y adolescentes se prolongan hasta buena parte de la edad adulta juvenil,
todo lo contrario que las “culturas de la r”.

Es sumamente interesante destacar hasta donde llega la honda analogía


entre lo bio-genético y lo cultural-memético: Todas las “Culturas de la r”
preconizan, predican o imponen tempranas uniones conyugales y la
144
fecundidad o familia numerosa como valores positivos…, con frecuencia
casi ineludibles u “obligatorios”… Así como en coherencia con ello exaltan
de un modo u otro el aspecto puramente “reproductor-familiar” de la
sexualidad, en particular para las mujeres, las “operadoras
imprescindibles de la gestación”; Antagónicamente, las “Culturas de la K”
son tolerantes con la promiscuidad, el sexo por placer y no favorecen
proles en exceso numerosas, aunque sí son mucho más exigentes en las
obligaciones parentales conjuntas de los padres para con la crianza y
educación de las escasas crías una vez alumbradas.

Como podemos comprobar, el potente Isomorfismo Gen-Meme no deja


de asombrarnos.

Asociaciones de Secciones Modulares en Red: Leyes de Kirchhoff-


Schreiber para los “Circuitos Mórficos”

De manera similar a lo que hallamos en Electrotecnia, pero aún a mayor


escala de complejidad, riqueza y variabilidad, en realidad las redes
integradas de asociaciones modulares y sub-modulares jerarquizadas e
interactivas de genes y memes, no se limitan a grupos en bloque o en
batería, sino a combinaciones complejas entre ellos.

Así, denominamos a cada unidad modular integradora de varias sub-


secciones en serie y otras en paralelo “Malla”, y la conexión de múltiples
Mallas nos definirá la Red Total, equivalente al Circuito Completo en
electrodinámica.

En los circuitos eléctricos más o menos intrincados, cada punto de cruce


común entre dos mallas contiguas se llama “Nodo”. Mantendremos
idéntica nomenclatura para la zona de interconexión entre Mallas
Modulares en el seno de nuestras Redes Replicantes-Procesadoras.

En 1845, antes de ser deducidas rigurosamente a partir de las Ecuaciones


de Maxwell del Campo Electromagnético, el físico alemán Gustav Kirchhoff
dedujo y demostró experimentalmente las Leyes que rigen en estos
145
circuitos complejos, aplicando a ellos los Principios de Conservación de la
Carga y de la Energía (Potencial). Y siguen siendo válidas y exactas en
Electrotecnia e Ingeniería Eléctrica.

Primera Ley de Kirchhoff, Ley de los Nodos

Es evidente que en todo Nodo – por definición – llegarán corrientes


eléctricas y saldrán otras. Suponiendo que la densidad de carga se
mantenga constante en el punto aplicado, como ocurre en la corriente
continua o en la alterna tomando valores integrales promedio o
“eficaces”, por el ya citado Principio de Conservación de la Carga se
cumplirá que:

Σk=1k=n Ik = 0

Ley de los Nodos de Kirchhoff

(Ec. xxxii)

“La suma algebraica de las corrientes eléctricas que “fluyen hacia” o


llegan (sentido +) y las que “fluyen de” o salen (sentido -) a cualquier Nodo
de la Red ha de ser cero”.

Por ejemplo, si a un Nodo entre tres mallas (cuatro líneas de corriente


intersectadas, que numeramos cuales 1, 2, 3,4), llegan i1 e i3 y salen i4 e i2:

i1 + i3 – i2 – i4 = 0

Por otra parte, si consideramos una Malla o sub-circuito cerrado


cualquiera, la suma de potenciales aplicados por los generadores o
baterías que bombean corriente en el sentido (+) asignado a la misma y
los que se encuentren colocados con sus bornes o contactos en polaridad
opuesta que impulsan corrientes de sentido (-), (o, lo que es equivalente,

146
los motores o en general receptores-consumidores de energía, tales como
simples resistores óhmicos, por ejemplo) en ella incluidos – contando con
los comunes a dos o más Mallas consecutivas – , sumarán
algebraicamente sus valores, resultando asimismo el total nulo. Esto se
debe a que la cantidad de energía potencial producida y consumida ha de
ser cero en el camino cerrado delimitado por la Malla por el Principio de
Conservación de la Energía:

Σk=1k=n Vk = 0

Ley de las Mallas de Kirchhoff

(Ec. xxxiii)

Así, imaginando por ejemplo una Malla con dos fuentes de potencial o
emisores de corriente V1 y V2 y dos receptores o consumidores cuyas
caídas de tensión correspondientes son V3 y V4, se verificará:

V1 + V2 – V3 – V4 = 0

Combinando ahora ambas relaciones mediante la Ley de Ohm,


obtenemos, para cada Malla, ecuaciones de la forma:

Σk=1k=n Vk = Σk=1k=n ik Rk

(Ec. xxxiv)

Suponiendo que conocemos las Resistencias y Potenciales presentes en la


Red, operando de idéntica manera para las “m” Mallas activas en ella,
planteamos Sistemas de Ecuaciones Lineales resolubles con relativa
facilidad empleando notación matricial y el Método de Eliminación de
Gauss, el de Gauss-Jordan, la Regla de Kramer u otros parecidos. La
147
solución de los mismos nos cuantifica la distribución de Intensidades de
Corriente por cada una de las líneas de la Red:

Σk=1k=n V1k = Σk=1k=n i1k R1k

Σk=1k=n V2k = Σk=1k=n i2k R2k

Σk=1k=n V3k = Σk=1k=n i3k R3k

Σk=1k=n Vmk = Σk=1k=n imk Rmk

(Ecs. xxxv)

Donde esta sería la formulación general de dicho Sistema de Ecuaciones


para m Mallas (filas) y n líneas de corriente (columnas).

Procedamos a formular sus “equivalentes mórficos” correspondientes:

Primera Ley de Kirchhoff-Schreiber, o Ley de los Nodos Mórficos

“La suma algebraica de Corrientes Mórficas o Flujos de Información


procesados en el sentido de lectura transcriptor (+) y su opuesto secuencial
retrotranscriptor (-) que atraviesen cualquier Nodo o Intersección de
Mallas en el seno de una Red Replicante-Procesadora Transferente
Evolucionaria ha de ser nula, por el Principio de Conservación de la
Cantidad de Información”.

148
Σk=1k=n ιk = 0

(Ec. xxxvi)

(Nota: Por comodidad, representamos las “Corrientes o Flujos Mórficos de


Información” con la letra “i” minúscula griega, para distinguirlas de las
“Intensidades de Corriente Eléctrica” sin necesidad de añadir los
subíndices “MG”).

Segunda Ley de Kirchhoff-Schreiber, o Ley de las Mallas Mórficas

“En cualquier Sub-Sección Modular Cerrada o Malla activa perteneciente a


una Red Replicante-Procesadora, la suma algebraica de los Consumos
Neguentrópicos causados por los reajustes organizativos productores de
orden interno y los Costes Entrópicos generadores de desorden derivados
de los conflictos, originados ambos por la asimilación o procesado
completo efectivo de las respuestas-flujos de información adaptativos a
los estímulos perturbadores ambientales, ha de resultar nula, debido al
Principio de Conservación de la Energía por Unidad de Temperatura”.

Σk=1k=n Sk = 0

(Ec. xxxvii)

Por lo cual, relacionando ambas ecuaciones a través de la Ley Ohm-


Schreiber de la Conducción Mórfica, se tiene que, para cada Malla Mórfica:

Σk=1k=n Sk = Σk=1k=n ιk Ρk

(Ec. xxxviii)

149
Extendiendo dicho tratamiento a las m Mallas integradas en una Red,
obtenemos el Sistema Lineal de Ecuaciones:

Σk=1k=n S1k = Σk=1k=n ι1k Ρ1k

Σk=1k=n S2k = Σk=1k=n ι2k Ρ2k

Σk=1k=n S3k = Σk=1k=n ι3k Ρ3k

Σk=1k=n Smk = Σk=1k=n ιmk Ρmk

(Ecs. xxxix)

El cual puede resolverse por los métodos matemáticos ya apuntados unas


líneas más arriba.

Estos sistemas no serían otra cosa que la representación teórica formal de


los esquemas, diagramas de conexiones o “Conectomas Genómicos o
Neuronales-Meméticos” de los soportes reticulares de la transferencia
activa de nueva información en respuesta a estímulos inductores del
entorno en el seno de estos Sistemas Abiertos Complejos en Red
Replicantes-Procesadores.

Su contraste con los datos logrados por cada vez más refinados protocolos
empíricos e instrumentales de mapeado genético cromosómico y
monitorización mediante técnicas de imagen o escáneres en tiempo real
de la actividad cerebral constituirán sin duda el futuro de un Nuevo
Paradigma Morfodinámico y Evolutivo para las prometedoras Ciencias
Biogenéticas y “Neuro-Meméticas”… Especialidades que – como ya está
empezando a ocurrir y se halla en la raíz misma de la Hipótesis del Meme
del Dr. Dawkins y la de los Campos Mórficos de Información de Rupert

150
Sheldrake – tenderán a fundirse en una sola, a la que podemos bautizar
como “Ingeniería de Redes Evolucionarias” o “Morfotecnia”.

Dedicatorias y Agradecimiento

Dedicatorias

• Al Dr. Rupert Sheldrake, el genio conceptual audaz e innovador

• Al Dr. McDougall, el gran experimentador..., y a sus “ratas listas”,


por supuesto

• Al Dr. Dawkins, el “Señor de los Memes”

• A los Drs. Jung y Pauli, con afectuosa “sincronicidad”

Agradecimiento

A todos los profesores tanto de bachillerato como universitarios que me


enseñaron las bases del fascinante mundo del Electromagnetismo

VI

Bibliografía y Referencias

151
• Sheldrake, Rupert: La presencia del pasado. Resonancia Mórfica y
hábitos de la Naturaleza. Editorial Kairós (1990)

• Sheldrake, Rupert: De perros que que saben que sus amos están
de camino a casa y otras facultades inexplicadas de los animales.
Paidós Ibérica (2001)

• Sheldrake, Rupert: Nueva Ciencia de la Vida, una Hipótesis de la


Causación Formativa. Editorial Kairós (2007)

• Gómez de Liaño, Beatriz Gil: William McDougall, un análisis de su


vida y de su obra. Revista de Historia de la Psicología, Vol. 21, Nº 2-
3, (2000), págs. 693-706

• Dawkins, Richard C. (1976): The selfish gene, Oxford University


Press

• Dawkins, Richard C. (1982): The extended phenotype, Oxford


University Press

• Distin, Kate E. (2005): The selfish meme, Cambridge Press Syndicate


(Ed. Original); El meme egoísta, Ediciones de Intervención Cultural/
Biblioteca Buridán (Ed. Española)

• Schreiber, Juan (28-03-2011): Genes y Memes: Teoría Cinética de


los Replicadores Evolutivos Transferentes. (Internet, disponible en:
www.scribd.com.). Para consultas al autor: enviar e-mail a: mago-
juan@outlook.com

• Schreiber, Juan (01/05/2011): Genes y Memes (II): Analogía


estructural y funcional entre el código genético y el lenguaje
humano. El Principio de Coherencia como nuevo Paradigma
Holográfico del ADN, edición digital en: www.scrib.com, (username:
juanalquimista). Para consultas, debates o comentarios directos con
el autor, escribir a mago-juan@outlook.com
• Schreiber, Juan (10/08/2012): Cinética y Termodinámica de la
Adsorción Psicofísica por Transferencia, edición digital en:
www.scrib.com, (username: juanalquimista). Para consultas,
152
debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-
juan@outlook.com
• Schreiber, Juan (9/10/2012): Cosmología de los Procesos
Evolutivos Biológicos y Culturales, o Cosmología de los Genes y los
Memes: Los “Universos” Replicantes-Procesadores o Transferentes
Evolucionarios (UTEs). (Una primera aproximación a las
Ecuaciones Generales de “Cosmología Morfogenética Evolutiva” y
sus principales Casos-Tipo dinámicos). edición digital en:
www.scrib.com, (username: juanalquimista). Para consultas,
debates o comentarios directos con el autor, escribir a mago-
juan@outlook.com
• Serway, Raymond A: Electricidad y Magnetismo. Cuarta Edición,
McGraw-Hill, Méjico D.F. (1999)
• Tipler, Paul A. y Mosca, Gene: Física para la Ciencia y la
Tecnología. Quinta Edición, Reverté, Barcelona (2005)

Madrid, a 21/07/2013

7:30 AM

Por:

Juan Schreiber
Bioquímico y Librepensador

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