L.

Pachman

ESTRATEGIA MODERNA EN
AJEDREZ

EDICIONES MARTINEZ ROCA

BARCELONA

1
 ÍNDICE
PRÓLOGO DEL TRADUCTOR 4

PRÓLOGO DEL AUTOR 5

LOS CONCEPTOS BÁSICOS DE LA ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA 6

I. Estrategia y táctica 6
II. El carácter de la posición y elección del plan 6
III. El equilibrio de la posición y su alteración 9

EL VALOR DE LAS PIEZAS 12

LAS PIEZAS MENORES 15

I. El alfil y las diagonales abiertas 15

II. El alfil bueno y el alfil malo 16
III. Alfiles diferentes 18
IV. El caballo y su base de operaciones 20
V. La lucha de alfil contra caballo 22
A. La superioridad del alfil 23
B. La superioridad del caballo 23
VI. Los dos alfiles 29

LAS TORRES 36

I. La creación y significado de las columnas abiertas 36

II. Columnas abiertas como factor de ataque contra el rey 38
III. Aprovechamiento de columnas abiertas en el centro y en el flanco de dama 42
IV. La séptima y octava filas 44
V. Torres activas delante de la cadena de peones 49

LA DAMA Y EL JUEGO CON LAS PIEZAS MAYORES 52

EL REY 59

I. El rey activo en el medio juego 59

II. El enroque 61
III. La expuesta posición del rey como factor estratégico 66

CAMBIO DE MATERIAL 67

LOS PEONES 71

I. El peón pasado; su creación y promoción 71

II. El bloqueo 77
III. Tipos especiales de peón pasado 83
IV. El peón aislado 93
V. El peón retrasado 104
VI. La pareja de peones aislados 111

2
 VII. Peones doblados 118

EL CENTRO 130

I. El centro clásico 130

II. El pequeño centro 137
III. Otros tipos de centro de peones 139
IV. Tensión en el centro 142
V. Centralización de piezas 147
VI. Control de las casillas centrales 151
VII. El centro parcialmente bloqueado 156

SUPERIORIDAD EN LOS FLANCOS 158

I. Mayoría de peones en el flanco 158

II. Concentración de piezas en el flanco 164
III. Superioridad de espacio en el flanco 166
IV. La cadena de peones bloqueada 171
V. El ataque en el flanco y en el centro 176

EL ATAQUE MINORITARIO 180

I. La lucha por el control de c4 183

II. El avance c5 por las negras 186
III. El cambio en la formación de peones 189

LOS PUNTOS ESTRATÉGICOS 191

I. Las piezas en posición avanzada 192

II. Peones avanzados 196
III. Casillas débiles en la cadena de peones 198

ELEMENTOS DINÁMICOS 205

I. Adelanto en el desarrollo 205

II. Ganancia de tiempo a costa de material 207
III. Cooperación de piezas y peones 210
IV. El sacrificio posicional 214

MÉTODOS DE CONDUCIR LA LUCHA 216

I. Ataque y defensa 216

A. Repulsión de las amenazas tácticas 219
B. El contraataque 221
C. Defensa preventiva 223
II. Atadura 226
III. Aprovechamiento de la superioridad 228

ESTILO INDIVIDUAL: JUEGO PSICOLÓGICO 229

CONFORMIDAD Y CONTRADICCIÓN EN EL AJEDREZ 234

3
 PRÓLOGO DEL TRADUCTOR
Cuando el Gran Maestro checoslovaco Ludék Pachman, durante el II Torneo Internacional
“Capablanca in Memoriam” celebrado en La Habana (agosto de 1963), nos expresó sus deseos de
que tradujéramos al español la versión inglesa de su recién editado libro “Modern Chess Strategy”,
aceptamos la encomienda, no sin antes comprender que si alto era el honor que se nos dispensaba,
más era aún la responsabilidad de la tarea.
Hemos puesto sumo interés y esmero en este trabajo para captar y expresar en los términos más
claros posibles, los profundos conceptos que expone el autor sobre la estrategia moderna en ajedrez.
Esta obra fue originalmente escrita en idioma checo con el título “Strategie Moderniho Sachus”; se
tradujo después al alemán (tres tomos) con el nombre de “Moderne Schachstrategie” y
posteriormente fue transcripta al inglés y abreviada en un solo tomo, por Alan S. Russell.
Al concluir nuestra empresa tenemos la satisfacción de haber contribuido en la medida de nuestro
alcance, a que los ajedrecistas de habla española puedan disfrutar de otra producción del gran
maestro internacional Pachman, quien por muchos años ha sido y es considerado en las altas esferas
ajedrecísticas mundiales, como uno de los más prominentes teóricos de los tiempos modernos.

CARLOS A. PALACIO
Arbitro Internacional de la FIDE.

4
 PRÓLOGO DEL AUTOR
Este libro no aspira a ser un completo tratado de texto para la conducción de una partida de ajedrez;
ni tampoco tiene la pretensión de ofrecer un nuevo acceso a la estrategia ajedrecfstica. Mi objetivo
ha sido meramente producir una guía práctica para el estudio del Medio Juego.
Todo aquel que desea tomar en serio el ajedrez se interesa por esta pregunta: ¿Cómo puedo conocer
las características de una posición para después adoptar mis planes de acuerdo con la misma?
La misión de este libro es ayudar a contestar esa pregunta.
Comenzamos con un examen de las peculiaridades individuales de las piezas y peones. Viene
después el problema del centro; la ventaja material y de espacio en determinada parte del tablero y
la estructura de los peones. También se discuten problemas generales relacionados con la lucha
ajedrecística.
Como fundamento del libro he utilizado un gran número de partidas que abarcan muchos períodos
del ajedrez, incluyendo, naturalmente y de manera predominante, ejemplos de recientes torneos. Se
podrá notar que mis propias partidas aparecen con comparativa frecuencia. Ello no se debe a que las
considere como los mejores ejemplos de la estrategia correcta, sino porque cada jugador de ajedrez
comprende mejor sus propias partidas que las de otros, y por lo tanto puede expresar mejor el
proceso mental que ha experimentado durante el desarrollo de las mismas.

LUDÉK PACHMAN.

5
 LOS CONCEPTOS BÁSICOS DE LA ESTRATEGIA
AJEDRECÍSTICA
I. ESTRATEGIA Y TÁCTICA
Un punto de vista ampliamente sustentado es
que la diferencia entre el ajedrecista experto y
el novicio estriba en el grado o magnitud en
que el primero puede calcular por anticipado,
y la pregunta respecto a cuántas jugadas
puede considerar un gran maestro es con
frecuencia materia de argumentaciones.
La habilidad de calcular correctamente es sin
duda necesaria para un jugador de clase
superior, aunque no es ése el requisito único
ni tampoco la diferencia más importante entre
el maestro y el jugador aventajado.
Hay muchos jugadores que tienen buen
dominio del arte de hacer combinaciones;
pero nunca alcanzarán la fuerza de maestros
porque carecen de habilidad para conducir
totalmente la partida sobre la base de un plan
previsto correctamente. Poder calcular
determinadas variantes es sólo posible y
necesario en ciertas posiciones claramente
definidas; pero en la mayoría de los casos
nuestro propio juicio será la brújula que nos
indicará el movimiento justo.
El plan a seguir en un momento dado de la
partida se llama plan estratégico, y el modo
como sea ejecutado así como el conjunto de
principios que seguimos para llevarlo a cabo,
se conoce como estrategia.
Esos términos y otros tales, como metas
estratégicas y táctica, tienen el mismo
significado en otras ramas del saber, como las
ciencias, el arte militar, ciencias políticas,
II. EL CARÁCTER DE LA POSICIÓN Y ELECCIÓN DEL PLAN
La elección del plan depende en cada caso de
la posición concreta del tablero y, por tanto,
debe estar de acuerdo con la misma.
Para poder hallar el adecuado plan estratégico
a seguir es requisito indispensable el juzgar
previamente la posición y definir sus
características. Por tanto, debemos preguntar
cuáles son los factores que caracterizan una
posición y, en consecuencia, cómo debe
deducirse el plan a seguir.
6
etcétera. Pudiera inferirse, que la meta
estratégica en cada partida es dar mate al rey
contrario; y en verdad, tal era el concepto
superficial que prevalecía en los días remotos
de la moderna forma del juego de ajedrez.
Hoy día, sin embargo, la técnica ha mejorado
y las ideas son más profundas. En las partidas
de los buenos jugadores aun la ganancia de un
peón débil no aparece como meta estratégica;
en cambio, más a menudo una pequeña
ventaja posicional (como el control de una
columna abierta, el debilitamiento de un peón
enemigo o la creación de un peón pasado),
son los objetivos tras los cuales un jugador se
enfrasca en las batallas más severas.
Es necesario advertir que el mejor de los
planes se desbarata si no se conduce
correctamente; y esto es aplicable tanto en el
ajedrez como en la vida.
El conjunto de medidas y métodos para llevar
a la práctica nuestro propio plan estratégico a
obstaculizar el del adversario se llama táctica.
A este campo pertenecen las maniobras,
combinaciones y sacrificios, así como el
ataque doble, la clavada, jaques a la
descubierta, celadas, etc.
Ocuparse detalladamente de estos conceptos,
no es, en todo caso, la tarea de este libro,
aunque el lector se llegará a familiarizar con
ellos mediante el estudio de las partidas y los
ejemplos que aparecen en las páginas que
siguen.
Naturalmente, esto no puede contestarse en un
solo capítulo; ello es la cuestión básica de que
trata este libro. Sin embargo, podemos señalar
en síntesis que el carácter de una posición está
determinado por los siguientes factores:
1.La relación del material, o sea la igualdad o
superioridad material de un bando respecto al
otro.
2.El poder individual de las piezas.
3.La cualidad individual de los peones.
4.La posición de los peones; es decir, su Diagrama 1
estructura o conformación. XABCDEFGHY
5. La posición de los reyes. 8r+lwq-trk+(
6.Cooperación mutua entre las piezas y 7zpp+psnpzpp'
peones. 6-+-zp-+-+&
Algunos de los factores que determinan el 5+Q+-+-+-%
carácter de la posición son permanentes, otros 4-+-+-+-+$
transitorios. Un importante factor permanente 3vL-+-+N+-#
es el que concierne a la posición de los
2P+-+-zPPzP"
peones, ya que éstos, en contraste con las
piezas, no pueden ser trasladados con
1tR-+-+RmK-!
facilidad de un lado a otro. La posición de los xabcdefghy
peones cambia gradualmente mientras que las
piezas pueden adoptar, por lo general, nuevas 1. Las blancas deben utilizar sus piezas, que
posiciones sin excesiva dificultad. están todas mejor situadas que las del
Como resultado, tenemos la aparente contrario, crear amenazas tácticas y lanzarse a
contradicción de que los peones, a pesar de su un violento asalto sobre el rey contrario.
valor relativamente pequeño, contribuyen Amenazas típicas serían ¥xd6, £h5, ¦e1,
ampliamente a darle carácter a una posición. ¤g5, etc.
Otro de los factores permanentes es la ventaja 2.Las negras deben intentar parar las
material, y en muchos casos, la posición de amenazas inmediatas, completar su desarrollo
los reyes. y realizar su ventaja material mediante la
Permítasenos ahora mostrar algunas simplificación.
posiciones y veamos cómo son determinadas
sus características, y cómo se elige Diagrama 2
correctamente el plan estratégico. XABCDEFGHY
En el Diagrama 1 tenemos una posición 8-+-tr-trk+(
derivada de una variante raramente jugada en 7+-zpqvlpzpp'
el Ruy López. En la práctica esta posición no 6p+n+l+-+&
ha sido suficientemente experimentada y los 5+p+pzP-+-%
teóricos sustentan diferentes puntos de vista 4-+-+-+-+$
sobre ella. 3+LzP-vLN+-#
Observamos que las negras tienen ventaja 2PzP-wQ-zPPzP"
material de dos peones, descontando el de d6 1+-+R+RmK-!
que no puede mantenerse. Sin embargo, están
xabcdefghy
retrasadas en el desarrollo y tienen sus piezas
pasivamente situadas. Las blancas, por otra
parte, tienen su dama, caballo y alfil Sólo mediante un completo y profundo
activamente situados, y sus torres están análisis de las posibilidades de ambos bandos
dispuestas para unirse a la lucha a través de es como podemos determinar si las blancas o
las columnas abiertas. las negras tienen 1as mejores perspectivas en
Estos factores determinan el carácter de la sus respectivos planes. Pero no estamos
posición y señalan el plan que debe seguir interesados en esto por el momento; nos atrae
cada bando, que es el siguiente: más el problema de que un elemento
permanente (ventaja material) sea enfrentado
con otro factor temporal (ventaja de
desarrollo y piezas mejor situadas).Lo
primero es un factor estratégico, lo segundo
un factor dinámico. En los últimos ejemplos
estos factores están antagónicos uno al otro y
convendrá un plan enteramente distinto para
cada bando.
En el diagrama 2 tenemos otra vez una
posición del Ruy López. Aquí el material es
7
igual y ambos bandos tienen igual número de
piezas desarrolladas. ¿Cuál es el plan a seguir
por cada jugador?
Aquí el factor principal es la asimétrica
posición de los peones. Si dividimos el
tablero en dos partes mediante una línea
divisoria entre las columnas del flanco del rey
y el de la dama, veremos que las negras tienen
cuatro peones contra tres en el flanco de
dama, mientras que en el flanco del rey la
posición es inversa.
Otro factor importante es el peón blanco en
e5, el cual, habiendo atravesado la “línea de
demarcación”, restringe los movimientos de
las negras en el flanco del rey: Las negras no
pueden ocupar su casilla f6, y si intentan jugar
f6 (o f5) deben atenerse a exf. Además,
suponiendo que jugasen g6, darían a las
Blancas la oportunidad de ocupar la casilla f6
con una pieza.
Podemos ahora bosquejar el plan estratégico
que corresponde a esta posición.
1. Las blancas preparan un ataque al flanco de
rey con sus piezas mediante movimientos
como £d3, ¥c2, ¤g5, etc. Esto lo facilita el
efecto restrictivo de los peones de las negras
en el flanco de rey. Por añadidura, podrán
avanzar -después de una adecuada
preparación- sus propios peones en el flanco
del rey (f4-f5).
2. Las negras tratarán de neutralizar las
amenazas en el flanco de rey, con un
contrajuego en el flanco de dama preparando
el avance de sus propios peones (¤h5, c5,
etcétera).
Diagrama 3
XABCDEFGHY
8r+l+-trk+(
7zpp+-vlpzpp'
6-wqnzppsn-+&
5+-+-+-vL-%
4-+-+P+-+$
3+NsN-+-+-#
2PzPPwQ-zPPzP"
1+-mKR+L+R!
xabcdefghy
En el diagrama 3 tenemos una posición de la
Variante Rauser de la Defensa Siciliana. Aquí
el factor dominante es la posición de los reyes
en flancos opuestos. Ambos bandos deben
8
procurar lanzar sus piezas y peones contra el
rey enemigo sin pérdida de tiempo.
En tales posiciones, la máxima primero en
llegar, primero en ser servido resulta
generalmente cierta. Por lo tanto, las blancas
avanzarán sus peones del flanco del rey tan
pronto como sea posible; y las negras harán lo
mismo en el flanco de dama. Otro factor,
aunque menos importante, es la debilidad del
peón de las negras en d6; y a causa de esto,
éstas, al llevar a cabo su plan cuidarán de
maniobrar sus piezas de manera que su peón
quede debidamente protegido (v. g. ¦d8 y
£c7).
Diagrama 4
XABCDEFGHY
8rsnlwq-trk+(
7zppzp-+-vlp'
6-+-zp-+p+&
5+-+Pzpp+n%
4-+P+P+-+$
3+-sN-vLP+-#
2PzP-wQ-+PzP"
1tR-+-mKLsNR!
xabcdefghy
Algunas veces se producen posiciones en las
que es posible la elección de los planes
estratégicos. En la Variante Saemisch de la
India del rey, las blancas tienen (después de
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 ¥g7 4.e4 d6 5.f3 0−0
6.¥e3 e5 7.d5 ¤h5 8.£d2 f5), la elección
entre dos planes enteramente distintos (ver
Diagrama 4).
1. Pueden jugar 9.exf5 gxf5 10.0-0-0 y
entonces tratar de lanzarse a un fuerte ataque
sobre el flanco de rey con ¥d3, ¤ge2, ¦g1 y
g4. Las negras entonces atacarían por el
flanco opuesto (a6, b5, etc.) el enroque
enemigo dando un carácter muy vivo a la
lucha.
2: También pueden con 9.0−0−0 f4 10.¥f2
permitir a las negras una ventaja de espacio
en el flanco del rey que podría ser ampliada
con g5-g4, etc.
En el período de transición entre la apertura y
el medio juego, suele producirse cierta
indecisión sobre qué plan se debe seguir. A
menudo, después de un enfoque practicado
objetivamente, no es fácil decidirse sobre cuál
es el mejor; en estos casos los factores
subjetivos, tales como nuestro propio estilo de
juego y el del adversario, o la posición que
ocupemos en el torneo, serán los factores que
habrá que tomar en consideración, pero sobre
esto trataremos en un próximo capítulo.
Cuando se ha hecho la elección correcta del
plan estratégico de acuerdo con la posición,
debe ejecutarse de manera persistente,
recurriendo a todos los recursos tácticos
III. EQUILIBRIO DE LA POSICIÓN Y SU ALTERACIÓN
Al juzgar una posición debemos atender a lo
que determine su carácter estratégico y la
elección del plan correcto a seguir. Otra cosa
no menos importante es que, parte del análisis
de una posición consiste en el juicio sobre las
perspectivas de ambos jugadores para el
futuro desarrollo de la partida. Tal juicio o
criterio es importante si queremos calcular
una serie particular de movimientos. Está
claro que sólo debemos decidirnos por una
maniobra o combinación cuando hemos
considerado que la posición resultante nos
será favorable, o al menos igual a la inicial
Por lo tanto, debemos tratar de inquirir las
perspectivas de ambos bandos en la posición
antes y después de cada forzada maniobra o
combinación.
El mismo criterio deberá también regir en la
determinación del plan estratégico.
Si las perspectivas para ambos jugadores son
iguales en una determinada posición, nos
encontramos en un caso de posición
equilibrada. Y esto, a menudo, es confundido
con el concepto de posición de tablas; y
emplear indistintamente ambos términos es
completamente erróneo, como lo demostrarán
los dos ejemplos que siguen:
Diagrama 5
XABCDEFGHY
8r+-wqr+k+(
7zppzp-+pzpp'
6-+p+-+-+&
5+-+-+l+-%
4-+-+nvL-+$
3+-zPN+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tR-+Q+RmK-!
xabcdefghy
En el diagrama 5 la posición de los peones es
simétrica. Tarde o temprano habrá un cambio
de piezas mayores en la columna de dama,
9
disponibles. Pero una frase de advertencia: el
plan debe mantenerse siempre bajo control
para el caso de que ocurriese alguna
alteración en la posición. Aun la más ligera
alteración puede obligar a un cambio
inmediato en el plan estratégico.
quedando, entre las piezas menores, alfiles de
distinto color que actuarán como elemento de
equilibrio. Ningún bando tiene, por el
momento, un plan convincente que pueda
ofrecerle chances de obtener alguna ventaja.
Si descartamos la posibilidad de blunders
(errores de bulto) y suponemos que los
jugadores son de fuerza equilibrada, entonces
podemos decir que las tablas serán el
desenlace lógico de la lucha. La posición es
tan igual que no ofrece perspectivas para
ningún bando.
Algo distinta es la posición del diagrama 6.
Diagrama 6
XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+(
7zpp+-zppvlp'
6-+-zplsnp+&
5sn-+-+-+-%
4-+-+PzPP+$
3+NsN-vL-+-#
2PzPP+L+-zP"
1tR-+QmK-+R!
xabcdefghy
De acuerdo con los teóricos esta posición
también es igual; pero está bien claro que no
lo es en el mismo sentido que en el ejemplo
precedente: Lejos de presentar características
de tablas tiene el aspecto de una lucha
violenta. Las blancas presentan ventaja en el
flanco del rey, están preparando allí un fuerte
ataque de peones y pretenden efectuar el
enroque largo después de jugar £d2.
Las negras, por su parte, pueden operar en la
columna c (¦c8, ¥c4 o ¤c4), y de ese modo
contraatacar en el flanco donde su oponente
está enrocado. La experiencia demuestra que
las posibilidades que ambos bandos tienen de
realizar sus planes son prácticamente iguales.
El desenlace de la partida sólo podrá decidirse
más tarde, y la victoria será del jugador que
ejecute su acción con más precisión y
consistencia y sea capaz de explotar con
mayor provecho cualquier posible inexactitud
de su adversario. Por lo tanto, se presentan
dos formas de equilibrio
1.Posiciones de tablas que no ofrecen ninguna
posibilidad para un activo y efectivo plan.
2.Posiciones donde las mutuas perspectivas
son iguales, pero el equilibrio está basado en
elementos particulares que determinan el
carácter de la posición.
¿Cómo es que surge ese equilibrio? Sabemos
que las blancas tienen el derecho de hacer el
primer movimiento y esto les da cierta ventaja
de desarrollo y posiblemente también de
espacio. Los teóricos presumieron y
argumentaron alguna vez sobre si la ventaja
de ejecutar el primer movimiento era
suficiente, jugando correctamente, para ganar,
o si una partida jugada sin errores debía
terminar en tablas. Experiencias recientes han
demostrado que la ventaja de la primera
jugada no es tan grande como se había
sospechado. Las negras pueden en general
neutralizar la iniciativa de las blancas dentro
de los primeros diez o veinte movimientos.
Sin embargo, el primer movimiento tiene
alguna importancia, ya que cualquier
inexactitud, no importa lo pequeña que sea,
por parte del segundo jugador durante la
apertura se traduce generalmente en una
perturbación del equilibrio. Por otra parte, las
blancas pueden por lo general apoderarse de
mayor radio de acción y pueden, a menudo,
elegir jugadas más débiles (quizás por razones
psicológicas), sin arriesgar un serio y
desfavorable cambio en el equilibrio de la
posición.
En la primera fase del juego las negras
procuran obtener igualdad, lo que, por
supuesto, no significa que estén forzadas a
jugar para conseguir el empate. Cuando las
negras han igualado la posición se ha
producido el equilibrio. ¿Cómo puede éste ser
perturbado? En realidad, sólo mediante un
error de alguno de los contendientes; pero este
no significa solamente pérdida de material o
clara desventaja posicional; un plan
estratégico equivocado o una serie de
pequeñas inexactitudes que a simple vista
parecen insignificantes, pueden también
provocar una perturbación del equilibrio.
Cuando mantenemos la tesis de que aquel
equilibrio sólo puede ser alterado debido al
10
error de los jugadores, no queremos decir que
no podamos esforzarnos para lograr esa
perturbación. A fin de conseguir alguna
ventaja debemos crear o provocar problemas
tácticos y estratégicos que causen dificultades
al adversario. A menudo, en posiciones
claramente de tablas es posible encontrar una
continuación que haga difícil al adversario el
hallar el correcto plan estratégico a seguir, o
inclusive que lo confunda y le haga cometer
algún error táctico.El equilibrio, sin embargo,
no puede ser alterado ventajosamente
mediante un ataque repentino. Esto puede
resultar perjudicial para quien lo provoca. Ese
es uno de los principios de Steinitz. Un simple
ejemplo lo demostrará prácticamente.
MEEK-MORPHY
(Mobile, 1855)
1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
3.d4 exd4
4.¥c4 ¥c5
5.¤g5?
La cuarta jugada de las blancas fue, en cierto
modo, un intento de perturbar el equilibrio
mediante el sacrificio da un peón a cambio
del desarrollo. Si las blancas hubieran
continuado de manera sólida con 5.c3,
entonces no hubiera habido ningún cambio
desfavorable en el equilibrio de su propio
juego. Con la jugada de la partida tratan de
explotar la debilidad del punto f7 con un
repentino ataque. Esto es un error, puesto que
hasta aquí es obvio que las negras no han
cometido ningún error. El equilibrio no había
sido perturbado, por lo tanto, el ímpetu de las
blancas en el combate no les proporcionará
ventaja alguna.
Diagrama 7
XABCDEFGHY
8r+lwqk+ntr(
7zppzpp+pzpp'
6-+n+-+-+&
5+-vl-+-sN-%
4-+LzpP+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tRNvLQmK-+R!
xabcdefghy
 5...¤h6 19.£f1
6.¤xf7?! ¤xf7
7.¥xf7+ ¢xf7 si 19.£xa5, las negras contestarían ...¦e2+.
8.£h5+ g6
9.£xc5 19...¥h3!
20.£d1 ¦f8
Diagrama 8 21.¤f3 ¢e8
XABCDEFGHY Las blancas abandonan.
8r+lwq-+-tr(
7zppzpp+k+p' Para terminar esta sección, examinaremos los
6-+n+-+p+& conceptos de ataque e iniciativa en relación
5+-wQ-+-+-% con el equilibrio. Por ataque queremos
4-+-zpP+-+$ expresar una amenaza directa contra la
3+-+-+-+-# posición adversaria, aun mediante el avance
de peones apoyados por piezas en una sección
2PzPP+-zPPzP"
determinada del tablero. El principio bien
1tRNvL-mK-+R! conocido en la ciencia militar de que el éxito
xabcdefghy de la ejecución de un plan requiere
superioridad en las fuerzas atacantes es
El diagrama 7 mostraba la posición antes de también aplicable al ajedrez. Aun muchos
empezar la combinación de las blancas. El principiantes conocen el “slogan”, “no ataque
número 8 ofrece el panorama tal como quedó donde usted está débil o de lo contrario sufrirá
después. perjuicios”. A fin de llevar adelante un ataque
En el curso de las últimas cinco jugadas las con esperanza de éxito necesitamos, o una
blancas han logrado recuperar el peón colocación más activa de nuestras piezas, o
sacrificado en su cuarta jugada y al mismo mayor ventaja de espacio, o mayor movilidad
tiempo han dejado expuesto al rey negro; pero de los peones, o que el enemigo presente
a causa de ello han quedado tan retrasadas en alguna debilidad en su posición. Necesitamos,
su desarrollo que el equilibrio ha sido en otras palabras, que exista una perturbación
perturbado en contra suya. del equilibrio. Esta regla tiene una excepción,
que ocurre en posiciones del tipo mostrado en
9...d6 el diagrama 6.
10.£b5 ¦e8 Allí el juego es igual, pero cada jugador tiene
11.£b3+? ventaja de espacio en diferente sector del
tablero. Cualquiera de los dos puede lanzar un
Un jugador familiarizado con los principios ataque partiendo de su región donde tiene
de la estrategia moderna que se encontrara en superioridad, pero debe contar con un posible
esta posición, sin dudar eligiría la contraataque por parte de su adversario en el
continuación 11.0−0 ¦xe4 12.¤d2 ¦e8 flanco opuesto.
13.¤f3. Ya que aun después que las negras Ahora consideremos las consecuencias de una
jugasen ...£f6; él tendría suficiente perturbación del equilibrio causada por el
compensación del peón, sacrificado, al haber modo inexacto de jugar del adversario. Una
completado su desarrollo y quedar por lo serie de perturbaciones del equilibrio puede
tanto con una posición apta para defenderse conducir a un juego objetivamente ganado:
de todas las amenazas inmediatas. por ejemplo, cuando entraña 1a pérdida de
material sin adecuada compensación, la
11...d5 cuestión de convertir o realizar una ventaja es,
12.f3? ¤a5 por lo general, cuestión de técnica; y cuando
13.£d3 dxe4 la posición de los reyes ha sido seriamente
14.fxe4 £h4+ debilitada, un irresistible ataque puede, a
15.g3 ¦xe4+ menudo, dar el resultado buscado. Pero en la
16.¢f2 £e7 mayoría de los casos la perturbación del
17.¤d2 ¦e3 equilibrio no conduce en seguida a un juego
18.£b5 c6!
11
objetivamente ganado; ni cualquier ventaja
puede ser utilizada para conquistar la victoria.
Un estudio del final de partida produce
posiciones en las que aún una amplia ventaja
material no puede convertirse en valor
positivo ; por ejemplo, un alfil y un peón de
torre contra rey solitario no puede ganarse si
la esquina de promoción es del color contrario
al alfil y está controlada por el rey defensor.
El resultado de una perturbación del
equilibrio, más bien sitúa a uno de los bandos
en disposición de llevar a efecto su plan
estratégico bajo condiciones más favorables,
cuya ejecución dejará huella en el resto de la
partida. Asimismo, el oponente está forzado a
evitar amenazas tácticas y estratégicas ya que
tiene poca oportunidad de desplegar, por su
parte, un plan activo.
El procedimiento de imponer un plan propio
(marcar el paso) se llama iniciativa, y es el
resultado natural de una perturbación del
equilibrio.
EL VALOR DE LAS PIEZAS
Una de las primeras tareas del principiante es
familiarizarse con el poder funcional de las
piezas individualmente, pues sin un
conocimiento de esto no podrá juzgar qué
cambios le son ventajosos y cuáles debe
evitar. Uno de los métodos más usuales y
sencillos de valorizar las piezas es tomar el
peón como unidad simple y calcular,
gradualmente, las demás piezas. Entonces
tenemos:
Alfil o caballo = 3
Torre = 5
Dama = 9
Por supuesto, difícilmente podemos dar un
valor al rey, porque esta pieza es un factor
absoluto: cuando él sucumbe, el juego está
perdido.
La conexión de las piezas entre sí es más
complicada que lo que muestran los valores
arriba señalados. Los valores aritméticos por
sí solos no pueden expresar exactitud. Un
principiante puede permanecer largo tiempo
basándose en un sistema que prohibe los
cambios sobre una base de simple cálculo
aritmético; pero un jugador aventajado sabe
12
La iniciativa no sólo puede adoptar distintas
formas sino que puede ser también de
distintos grados. Algunas veces es decisiva y
conduce a la victoria aun contra el mejor
juego. A veces no está claro que la ventaja
adquirida sea ganadora, aunque el oponente se
vea forzado a adoptar una actitud defensiva
durante largo tiempo sin desarrollar algunos
de sus planes; en este caso hablamos de
ventajas duraderas.
Por último, tenemos el caso en que un jugador
está obligado durante cierto tiempo a
contrarrestar las amenazas del enemigo ; pero
llega un momento en que está en condiciones
para restablecer el equilibrio. He aquí una
cuestión de iniciativa transitoria o temporal,
de lo cual es un ejemplo la iniciativa que las
blancas consiguen al principiar el juego por
tener la ventaja de realizar el primer
movimiento.
que este método falla cuando se compara una
torre con una pieza menor, como demuestra el
siguiente ejemplo. Una pieza menor y dos
peones equivalen, de acuerdo con el
promedio, a una torre, y aquí la suma 3+2=5
es completamente correcta; pero dos alfiles (2
x 3=6) son casi siempre más efectivos que
una torre y un peón (5+1=6), mientras que
tres piezas menores (3 x 3=9) son casi tan
fuertes como dos torres (2 x 5=10).
Esta valorización es, por supuesto, abstracta,
y no puede ser aplicada en ninguna posición
determinada, y sólo representa el valor
promedio de las piezas individuales, esto es,
la mutua conexión en la mayoría de las
posiciones. Por lo tanto, ciertamente no
debiera tomarse como válida para todas las
posiciones en concreto. Como el valor de las
piezas es relativo, todo depende del carácter
de la posición, así como el material actual que
haya sobre el tablero en una posición
particular.
Las piezas menores muestran, a menudo,
variaciones en el valor entre sí y esto lo
consideramos en detalle en otro capítulo más
adelante. Sin embargo, fluctuaciones
aparentemente mayores ocurren con otras
piezas. Por ejemplo, una torre es Las negras han sacrificado su dama por una
generalmente más poderosa que una pieza torre, un caballo y un peón, y llegaron a una
menor; pero un caballo situado en el centro posición que la mayoría de los participantes
puede, a veces, tener valor igual, como en el de aquel torneo consideraron buena para el
diagrama 9. oponente. Las blancas conservan su dama y
su posición aparenta ser completamente
Diagrama 9 sólida. Solamente la casilla b2 es un poco
XABCDEFGHY débil, pero esto parece no ser duradero. Sin
8-+-+-+k+( embargo, el ulterior desarrollo de la partida
7+-zp-+-+-' demuestra que Ragozin calculó bien al
6p+Pzp-+-+& entregar su propia dama, pues la de su
5+p+Pzpq+p% adversario permanece inactiva en el mismo
4-zP-sn-+-+$ sitio durante más de veinte jugadas.
3+-+R+-zP-# Bien podemos preguntar por qué una dama
sería superior a una torre y una pieza menor
2P+-+-+Q+"
cuando después de todo, sus movimientos son
1+-+-+-+K! meramente la combinación de los de una torre
xabcdefghy y alfil. Esto es cierto; pero la dama coordina
estos diferentes movimientos mucho mejor
Aquí las blancas estarían con ventaja si que las piezas simples; ¡su gran movilidad la
pudieran poner en acción su torre contra el hace un excelente instrumento de ataque! He
rey negro; pero no pueden hacerlo ni por la ahí donde descansa su superioridad. Sin
columna a ni f v. g. (a) 1.¦a3 e4! 2.¦xa6 ¤f3 embargo, su ventaja queda disminuida cuando
3.¦a3 e3! (amenazando £b1+) 4.¦b3 e2 las piezas enemigas están trabajando
ganando, o (b) 1.¦d1 ¤f3 2.¦f1 e4 3.¦d1 e3, eficazmente en mutua cooperación y cubren
etc. En vista de esto, el caballo puede todos los puntos débiles. La teoría de los
considerarse tan fuerte como la torre blanca, y finales produce posiciones en las que algunas
como las negras tienen un peón más como veces una dama no puede ganar contra una
compensación por su pérdida de la calidad, torre y peón a causa de la excelente
podemos creer que las negras tienen cierta coordinación de las fuerzas defensoras.
superioridad. Un análogo, aunque más complicado ejemplo
Igualmente es variable el valor de la dama. de cooperación lo ofrece la presente partida
Normalmente una dama es casi igual a una donde las piezas negras hacen imposible que
torre, una pieza menor y dos peones; pero hay la dama blanca encuentre un favorable blanco
ocasiones en que puede ser inferior a una donde atacar.
torre, una pieza menor y un peón. La
siguiente partida es un ejemplo: 20.¥d2 ¤e4
21.¥e3 ¤d6!
NAJDORF-RAGOZIN
(Interzonal 1948) En la lucha contra la dama es importante
evitar la formación de debilidades tácticas que
Diagrama 10 pudieran ser atacadas por el adversario. La
XABCDEFGHY posición de los caballos es importante en esta
8r+-tr-+k+( partida porque hacen posible una buena base
7zpp+-zppvlp' de operaciones. El caballo en d6 al mismo
6-+n+lsnp+& tiempo que se proyecta sobre c4 está
5+-+-+-+-% amenazando asegurar la conservación de los
4-+-+-+-+$ dos alfiles mediante ¤c4.
3wQ-+-+N+P#
2PzP-+LzPP+" 22.¦c1 ¤f5
1tR-vL-+-mK-! 23.¥f4 ¥d5
24.¥c4 ¥xc4
xabcdefghy
25.¦xc4 e5
26.¥g5?
13
El deseo de las blancas de mantener su
superioridad material (mecánicamente
señalada) es comprensible, pero ello conduce
a una verdadera catástrofe. La última
oportunidad de las blancas la ofrece el
sacrificio de la calidad sugerido por Smyslov:
26.¦xc6! bxc6 27.¥xe5 después de lo cual las
negras, con dos torres por la dama
conservarían aún ventaja, pero sus peones
debilitados ofrecerían al adversario un buen
objetivo de ataque, y por lo tanto, algunas
perspectivas de conseguir el empate.
26...¦d1+
27.¢h2 h6
28.¦c1 ¦d7
29.¥e3 e4
30.¤e1 ¦ad8
31.¥c5 ¥e5+
32.g3 ¦d2
33.¦c2 ¥xg3+
34.¢g2 ¥e5
No es posible jugar 34...¥xf2? 35.¥xf2 e3
36.£c3! exf2 37.¦xd2 fxe1£ 38.¦xd8+ y las
blancas ganan.
35.¢f1 ¦xc2
36.¤xc2 ¦d1+
37.¢e2 ¦b1
38.b4 ¦b2
39.¢d1 ¦b1+
40.¢d2 ¥f6!
41.¥xa7 ¤cd4
42.£a4 ¤f3+
43.¢e2 ¤g1+
Las blancas abandonaron sin reanudar el
juego. No hay nada que hacer después de
44.¢d2 ¤f3+ 45.¢e2 ¤d6 46.£d7 ¤g1+
47.¢e3 ¦d1.
Veamos ahora otras agrupaciones de piezas.
Como regla general, tres piezas menores
tienen ventaja sobre una dama; pero puede
haber excepciones si la dama logra
introducirse en la posición enemiga atacando
peones u obligando a las piezas menores a
adoptar una defensa pasiva; pero si el bando
de las piezas menores puede consolidar su
posición, sus piezas, por lo general, podrán
desarrollar gran poder y marchar a un ataque
concentrado.
El diagrama 11 muestra una posición donde
las piezas menores da a las blancas la
14
supremacía, aunque según el cálculo
puramente numérico, su oponente tiene
ventaja material (dama y peón contra dos
alfiles y caballo).
La razón de la superioridad de las blancas se
funda en la falta de actividad de las fuerzas
enemigas. Además, las debilidades creadas
por las jugadas b6 y g6 producirán sus
efectos.
También debe notarse que el peón aislado de
las blancas en d4 no resulta débil, ya que por
el contrario, desempeña un papel muy útil al
detener el avance de los peones negros, lo
mismo en el flanco de rey que en el de dama.
Diagrama 11
XABCDEFGHY
8rsn-wq-tr-+(
7zp-zp-zppmkp'
6-zp-+-+p+&
5+-+-+-+-%
4-+LzP-+-+$
3+-sN-+N+-#
2PzP-+-zPPzP"
1tR-vL-mK-+R!
xabcdefghy
Una lucha muy frecuente es la de dos torres
contra dama. En este caso la ventaja
corresponde casi siempre a las torres. El
bando de la dama debe, por lo general, tener
un peón más para disponer de posibilidades
de equilibrio. La potencia de las torres se
aprecia mejor cuando están dobladas en la
séptima u octava fila u operando en columnas
abiertas. Entonces se manifiestan las escasas
posibilidades de la dama como pieza
defensiva.
Lo mejor para 1a dama son aquellas
posiciones en las que puede atacar peones
débiles o un rey expuesto. También la dama
tiene mayores perspectivas cuando su acción
puede ser ayudada por algunas otras piezas.
Por ejemplo, una dama y alfil, contra dos
torres y un caballo, en una posición abierta,
ofrece mejores oportunidades que una dama
sola contra dos torres. La razón es que la
dama y alfil pueden coordinar mejor el ataque
a lo largo de una diagonal (Capablanca decía
que la acción conjunta de dama y caballo era
superior a dama y cualquier otra pieza,
inclusive dama y una torre- Nota del
traductor.)
 Diagrama 12 El diagrama 12 muestra una agrupación de
XABCDEFGHY piezas en que las negras tienen la ventaja por
8-+-tR-+-+( varias razones. La primera es la posibilidad de
7+psN-+pmk-' poder atacar los puntos débiles b4, f2 y,
6p+-+-+pzp& posiblemente e4. En segundo lugar,las torres
5+-+-vl-+-% blancas no están apoyadas entre sí y no
4-zP-+P+-+$ pueden fácilmente comenzar a operar en la
3+-+-+-+P# séptima u octava fila por la necesidad que
tienen de defender puntos que posiblemente
2q+-+-zPP+"
serán amenazados. Por último, el caballo, que
1+-tR-+-mK-! también requiere defensa, no puede ser
xabcdefghy mantenido en su ventajosa base de
operaciones d5, pues de situarse allí, sería
pronto retirado a una defensa pasiva.

LAS PIEZAS MENORES

Como ya sabemos, el alfil y el caballo son seis secciones siguientes podremos examinar
más o menos equivalentes en valor a pesar de varias combinaciones de estas piezas.
la gran diferencia de sus movimientos. En las

I. EL ALFIL Y LAS DIAGONALES ABIERTAS

A fin de poder ejercitar su absoluto poder ALEKHINE-JOHNER

funcional, el alfil debe tener expeditas las
diagonales. Es ahí donde su dilatado poder de 44.e5!! dxe5
acción surtirá el mejor efecto. En la apertura
las jugadas 1.d4 y 1.e4 abren diagonales, pero La alternativa 44...fxe5 es contestada con
tales jugadas por lo general, son únicamente 45.f6 £xf6 46.£xg4+ seguido de 47.¥e4.
modos de poner en juego los alfiles. Más
tarde se desarrolla la lucha por habilitar 45.d6! c5
diagonales desde donde un alfil pueda ejercer
presión en la posición enemiga. No es mejor 45...cxd6 46.c5! con la amenaza
El siguiente ejemplo muestra como la de 47.¥b3+.
apertura de una diagonal de ataque puede 46.¥e4 £d7
conducir a una decisión inmediata. 47.£h6! Abandonan.

Diagrama 13 La posición es desesperada; no hay defensa

XABCDEFGHY después de 47...¢f7 48.¥d5+.
8-+-+-snk+( Como puede suponerse, un alfil bien situado
7+-zp-+-wq-' es un factor estratégico extremadamente
6-zp-zp-zp-+& importante; por otra parte, un alfil cuyos
5+-+P+P+Q% movimientos están limitados por sus propios
4-+P+P+p+$ peones o los del enemigo, puede ser también
3+-+-+p+-# un factor importante y hasta decisivo. La
dificultad está en comprender si un alfil es
2PzPL+-zP-+"
bueno o malo en una posición particular, pues
1+-+-+K+-! ello no puede hacerse de una manera
xabcdefghy rutinaria.

15
 Diagrama 14 las negras atacaran con ¤h5 y f5, y por otra
XABCDEFGHY protegería el peón en e4 si las blancas se
8r+lwq-trk+( decidieran más tarde a jugar f4.
7+pzp-+pvlp' En las aperturas modernas la posición de un
6-+-zp-snp+& alfil es, a menudo, muy modesta al principio
5zp-snPzp-+-% del juego; sólo más tarde, en el transcurso de
4-+P+P+-+$ la partida, es cuando despliega sus poderes
3+-sN-+PzP-# ocultos. Si comparamos el alfil en g2 en e1
sistema de apertura 1.¤f3 d5 2.g3 ¤f6 3.¥g2
2PzP-+N+LzP"
con el sistema del Giuoco Piano en f4 (1.e4
1tR-vLQ+RmK-! e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4)
xabcdefghy podríamos considerarlo, a primera vista,
mucho más pasivo ; sin embargo, en c4
En el diagrama 14, por ejemplo, el alfil en g2 únicamente tiene la oportunidad de intentar
de las blancas sólo puede moverse a h1 y sin algunas amenazas tácticas, mientras que en g2
embargo, este alfil de ninguna manera es con frecuencia, puede determinar el carácter
débil, sino al contrario es muy fuerte. Por una total de la partida.
parte protege al rey blanco en el caso de que

II. EL ALFIL BUENO Y EL ALFIL MALO

Diagrama 15 puede modificarse fácilmente, cosa que se

XABCDEFGHY
8-+-+r+k+(
7+-tr-+pzp-'
6p+l+p+-zp&
5+p+pzP-+-%
4-+-mK-zP-+$
3+P+L+-zP-#
2P+P+-tR-zP"
1tR-+-+-+-!
xabcdefghy
Si observamos el diagrama 15 vemos una
posición en la que el material es exactamente
igual para ambos bandos ; sin embargo, las
blancas tienen considerable ventaja, y de
hecho, lograron ganar la partida diez jugadas
más tarde. La explicación de la ventaja de las
blancas estriba en la diferencia entre los
alfiles.
Mientras que el alfil en d3 no está reducido en
su acción por sus propios peones y puede
atacar indistintamente lo mismo uno que otro
flanco, el alfil negro está reducido a la
inactividad a causa de la cadena de peones
negros.
El valor de un alfil puede ser fijado, por lo
general, mediante la regla siguiente: El alfil
tiene un buen poder funcional si sus propios
peones están colocados en casillas de color
opuesto. Esto, por supuesto, es aplicable
solamente cuando la cadena de peones no
16
verá bien claro examinando el diagrama 16.
Ahí las blancas tienen tres peones en casillas
del mismo color de su alfil y sólo dos en
casillas distintas, mientras que la posición está
invertida para las negras. Pero los tres peones
del flanco dama de las blancas pueden
fácilmente cambiar su posición. Lo que
determina en este caso si los alfiles son malos
o buenos es la inmovilidad de los peones del
flanco del rey; por lo tanto es el alfil de las
blancas el que debiera ser considerado el alfil
bueno.
Diagrama 16
XABCDEFGHY
8-+-+k+-+(
7zp-zpl+p+-'
6-zp-+-zP-+&
5+-+-+-+p%
4-+-+-+-zP$
3+P+L+-+-#
2P+P+-+-+"
1+-+-mK-+-!
xabcdefghy
El diferente valor de los alfiles es un
importante factor estratégico. Por regla, cada
bando procurará colocar sus peones en
colores opuestos al de su propio alfil, lo que
hará más fácil bloquear los peones del
adversario en casillas accesibles al alfil.
Cuando la posición se ha simplificado y la SAKELLAROPOULOS-BOLESLAVSKY
formación de los peones se torna claramente (Helsinki, 1952)
rígida, ambos bandos tratarán, por su parte, de 1.d4 ¤f6
librarse del alfil malo y conservar el bueno. 2.c4 g6
En el medio juego a veces es posible iniciar 3.¤c3 ¥g7
una serie de cambios que conduzcan a un 4.e4 0−0
final favorable de alfil bueno contra alfil 5.¤f3 d6
malo. 6.¥e2 e5
7.d5 ¤bd7
Diagrama 17 8.0−0 ¤c5
XABCDEFGHY 9.¤d2 a5
8rtr-+q+k+( 10.£c2
7+-zp-+pvlp'
Diagrama 18
6-+lzp-+p+&
XABCDEFGHY
5+-zp-+-+-%
8r+lwq-trk+(
4-+P+P+-+$
7+pzp-+pvlp'
3+PvLR+-zPP#
6-+-zp-snp+&
2-+Q+-zPL+"
5zp-snPzp-+-%
1+-+-+RmK-!
4-+P+P+-+$
xabcdefghy
3+-sN-+-+-#
Bronstein utilizó esta idea contra Najdorf
2PzPQsNLzPPzP"
cuando a partir del diagrama 17, continuó 1tR-vL-+RmK-!
26...¥xc3 27.£xc3 £e5 28.£xe5 dxe5. La xabcdefghy
ventaja que obtuvo con su alfil bueno fue
suficiente para ganar la partida. La regla que Es de notar que esta posición se había
acabamos de dar para determinar si el alfil es producido con tanta frecuencia que casi se
bueno o malo debe ser modificada en ciertas pudo llamar la posición normal Sin embargo,
circunstancias. Así, por ejemplo, después de en 1950 en el Campeonato de la URSS,
1.d4 d5 2.c4 c6 3.cxd5 cxd5 4.¤c3 ¤c6 Petrosian empleó con las negras una
5.¤f3 ¤f6 6.¥f4 ¥f5 7.e3 e6, los alfiles en f4 continuación de tan brillante estrategia, que la
y f5 difícilmente pueden llamarse malos variante en pleno ha desaparecido ya de la
aunque sean del mismo color de su propia práctica entre maestros. Esta continuación se
cadena de peones. repite aquí.
Su posición ajena a dicha cadena de peones
constituye una gran diferencia y, de hecho, 10...¥h6!!
estos alfiles pueden desarrollar una gran
fuerza. ¿Cómo este movimiento (que en realidad es
En una partida Botvinnik-Trifunovic, Moscú una continuación muy lógica) pudo escapar a
1947, en la que se llegó a esta posición, las la atención tanto de los teóricos como de los
negras contestaron a 8.£b3 con ¥b4!, jugadores? La razón es que en muchas
después de lo cual cambiaron su “buen” alfil variantes de la India del Rey, el alfil negro en
en b4 por el caballo blanco en c3 y sin g7 juega un papel tan importante, que son las
embargo las negras obtuvieron buen juego a blancas las que a menudo tratan de eliminarlo
causa de la activa posición de sus otras piezas mediante un cambio. Pero ese caso es
menores. solamente cuando el peón d de las blancas
Seguiremos con una partida ilustrando ahora está todavía en d4 o las negras no han hecho
cómo la aplicación de la regla del alfil bueno el cambio exd. En tales casos el alfil de las
provocó un cambio en la teoría de la Defensa negras en g7 ejerce una importante presión
India del Rey. posicional a lo largo de la diagonal. Sin
embargo, una vez que el centro está
bloqueado las cosas son distintas. El alfil
negro en g7 se vuelve malo mientras que el de
17
las blancas en cl es el bueno. Con esta idea, Lo correcto es la jugada de espera 14.£d2. La
las negras aprovechan la posición del caballo jugada de la partida deja a las blancas con una
blanco en d2 para forzar el intercambio de seria debilidad en e4.
alfiles, después de lo cual su alfil en c1 será el
bueno y el de las blancas en e2 el malo. 14...exf4
15.¦xf4 £g5
11.¤b3 ¥xc1 16.¦ff1 ¥d7
12.¦axc1 17.¦ce1 ¦ae8
18.¥f3 f5
En una partida contra Petrosian, Flohr jugó 19.£b1?
12.¤xc5 y después de 12...¥h6 las negras
quedaron con los dos alfiles. En aquella Después de 19.exf5 las negras tienen la fuerte
oportunidad muchos comentaristas quedaron réplica 19...¦e3! ; pero algo mejor para las
aún tan convencidos de la importancia del blancas es 19.¢h1.
alfil rey, que recomendaron 12.¦axc1 (como
se jugó en la partida). Ellos suponían que esta 19...fxe4
continuación traería a las blancas alguna 20.¤xe4 ¤xe4
ventaja debido a la supuesta debilidad de la 21.¥xe4 ¦xf1+
posición del enroque de las negras. Pero este 22.¢xf1 £f4+
punto de vista es erróneo, puesto que las 23.¢g1 £e5
blancas no tienen buenas perspectivas en el 24.¢f1
flanco del rey.
De lo contrario las negras jugarían 24...¥f5.
12...¤fd7
13.¤xc5 ¤xc5 24...£xh2
14.f4? 25.¥f3 £h1+
26.¢f2 £h4+
27.Abandonan.

III. ALFILES DIFERENTES

Casi todos los principiantes están

familiarizados con el concepto de alfiles de Diagrama 19
distinto color. A menudo hay medios de XABCDEFGHY
salvación en situaciones materialmente 8-+-+-+-+(
desfavorables donde tales alfiles ofrecen 7+-+p+-+-'
grandes recursos para igualar y oponen 6-+-+-+L+&
dificultades cuando se trata de la promoción 5+k+-+-+-%
de un peón y a veces de varios. Instructiva al 4-+-+-+-+$
respecto es la posición manejada por W. 3+p+-zp-+-#
Tschechover (Diagrama 19): contra una 2-+-vl-+-+"
superioridad de tres peones las blancas 1+-+K+-+-!
pueden empatar la partida.
xabcdefghy

1.¥e8! ¢c6 (1...¢b4 2.¥xd7 ¢a3 3.¥f5 ¢b2

4.¥e6! ¢a2 5.¥f7 ¢a3 6.¥g6 tablas) 2.¢e2!
(2.¥f7? d5) 2...¥c1 (2...¢c7 3.¥f7 b2 4.¥g6
tablas) 3.¢d1 ¥b2 4.¢e2 ¥d4 5.¢d1 ¢d6
6.¥f7! b2 7.¥g6 ¢c5 8.¢e2 d5 9.¥f5 ¢b4
10.¥g6 ¢a3 11.¥b1 ¢b3 12.¢d1 ¢c3
13.¢e2 ¥c5 14.¢d1 d4 15.¢e2 ¢b3
16.¢d3, tablas.

18
 Diagrama 20
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7+-+-vL-+-'
6-+-+-+-+&
5+p+l+k+p%
4p+-+-+pzP$
3zP-+-+-mK-#
2-+-+-+-+"
1+-+-+-+-!
xabcdefghy
Otra posición de tablas es la del Diagrama 20.
La razón de estas perspectivas de empatar con
alfiles de distinto color está clara con estos
ejemplos. El lado más fuerte no puede pasar
peones por casillas controladas por el rey y
alfil enemigos, pues aparte del rey no hay
piezas para apoyar los peones. Además, el
alfil no puede atacar peones situados en
casillas de opuesto color.
La tendencia bien conocida de lograr tablas
los alfiles de distinto color (cuantas veces son
defendidos por la parte más débil) es
disminuida o desvanecida totalmente si
existen otras piezas en el tablero, ya que éstas
pueden muy bien, durante el medio juego,
resultar eficaces, facilitando a uno de los
bandos el obtener ventaja posicional.
La razón de esto es que el alfil del bando
defensivo no puede proteger un punto que
está atacado por el alfil del contrario.
Diagrama 21
XABCDEFGHY
8-tr-+-trk+(
7+-+-+pzpp'
6-+-+l+-+&
5+-+p+-zP-%
4qzPpvL-+-+$
3+-zP-+-wQ-#
2-+-+-tR-mK"
1+-+-+R+-!
xabcdefghy
En el Diagrama 21 las negras tienen ventaja
material, pero están impotentes contra el
ataque de las blancas: 1...¢h8 2.£e5 ¦g8
3.g6! o 1...£d7 2.£e5 f6 3.gxf6 ¥f7 4.fxg7
¦fe8 5.£g3. La siguiente partida muestra a
los alfiles funcionando de modo análogo.
19
FILIP-PACHMAN
(Campeonato de Checoslovaquia, 1953)
Diagrama 22
XABCDEFGHY
8-tr-+-+k+(
7+-wqr+pvlp'
6-+-+-+p+&
5+-zpL+-+-%
4QzpPzp-+-+$
3+-+P+-zP-#
2-zP-+-zP-zP"
1+-+RtR-mK-!
xabcdefghy
A primera vista esta posición parece
claramente de tablas; los peones están
distribuidos simétricamente, y por lo menos,
un par de torres parecen forzadas a cambiarse
en la columna abierta de rey. Además, los
alfiles de distinto color hacen presumir un
final de tablas. Pero es precisamente la
presencia de estos alfiles diferentes lo que da
a las blancas las posibilidades de ganar. Su
alfil en d5 está activamente situado, mientras
que el de las negras no tiene grandes
posibilidades. Otro factor importante lo
constituye la columna de rey abierta, que
pronto las blancas podrán utilizar a su favor.
29.¦e4 ¦e7
30.¦de1 ¥f8
Es malo 30...¦be8 debido a 31.£xe8+.
31.h4 ¢g7?
El error decisivo. Las negras quieren evitar el
dejar sus peones en casillas blancas, y se
preparan para un ulterior avance mediante h6
y g5. Sin embargo, es precisamente después
de estos movimientos cuando la debilidad de
las casillas blancas se pone más de
manifiesto. Era necesario 31...h5, después de
lo cual las negras habrían podido oponer una
magnífica defensa.
32.h5! ¦d8
33.¦xe7 ¥xe7
34.£d1 ¦d6
35.£e2 ¥f6
36.¢g2 ¦d7
37.£f3 £d6
 38.¦e4 g5
Las blancas estaban amenazando 39.¦f4.
39.£f5 h6
Las blancas han alcanzado ahora una posición
ganadora. Aunque la partida presente se
prolongó otros veinte movimientos, aquí
había una rápida y elegante victoria como
sigue: 40.¦e6! fxe6 41.£g6 ¢f8! 42.£xf6+,
etc.
Este ejemplo demuestra que los alfiles de
distinto color no son siempre factores que
conduzcan inevitablemente a un empate.
Quizás en el final de partida su influencia
para lograr las tablas es más fuerte; pues en el
medio juego la diferencia en sus respectivas
fuerzas puede, a menudo, ayudar a un bando a
una decisiva ventaja.

IV. EL CABALLO Y SU BASE DE OPERACIONES

Debido al movimiento especial del caballo un 13.¥d2 ¥d6

requisito esencial para el mejor éxito de sus 14.¤g3 e4
funciones es contar con una base de 15.¤e1 ¥xg3!
operaciones. Con esto queremos significar
una casilla en la cual el caballo esté protegido Diagrama 23
de ataques por piezas enemigas y lo que es XABCDEFGHY
más importante aún, por peones. Según 8r+-wqr+k+(
mencionamos en el capítulo anterior, un 7+pzp-+pzpp'
caballo instalado en el centro y protegido 6p+nvl-sn-+&
ofrece a menudo el mismo poder que una 5+-+-+-+-%
torre. Por otra parte, un caballo mal situado es 4P+-zPp+-+$
una debilidad definitiva. El viejo dicho, “un 3+-+-zP-sN-#
caballo en el flanco del tablero sólo trae
2-zP-vL-zPPzP"
dificultades” es un modo claro de expresar
que esta pieza despliega sólo una parte de su
1tR-+QsNRmK-!
poder, cuando está en los bordes del tablero. xabcdefghy
Mientras que un caballo en el centro puede
dominar ocho casillas, en la esquina sólo A primera vista este movimiento es
domina dos. Por esto su ubicación ventajosa sorprendente, pues el alfil parecía tener un
es en extremo importante. papel importante que jugar en un futuro
ataque sobre el flanco del rey. Sin embargo,
AHUES-ALEKHINE Alekhine lo realizó. Después de este cambio
(Bad Nauheim 1936) los peones de las blancas en el flanco del rey
quedarán inmóviles, dándole así a las negras
1.d4 d5 excelentes bases de operaciones para su
2.c4 dxc4 caballo en d5 y g4.
3.¤f3 a6
4.a4? ¤f6 16.hxg3 ¤e7!
5.e3 ¥g4 17.b4 £d7
6.¥xc4 e6 18.¤c2 ¤ed5
7.¤c3 ¤c6 19.¤a3
8.¥e2 ¥b4
9.0−0 0−0 Las blancas también quieren utilizar una base
10.¤d2 de operaciones para su caballo (en e5), pero
sus planes en tal sentido son rápidamente
Mejor es ¥d2. frustrados.

10...¥xe2 19...b5!
11.¤xe2 e5 20.axb5 axb5
12.¤f3 ¦e8 21.£e2 c6
22.¤c2 £f5
20
 23.¦fc1 h6
24.¦a5 ¦ac8
25.¤a1?
Las blancas pretender llevar su caballo a la
fuerte base de operaciones c5. Sin embargo,
para esta maniobra es demasiado tarde, pues
el ataque de las negras es muy fuerte. Lo
correcto era 25.f3 para privar al caballo negro
el acceso a la casilla g4.
25...¤g4
determinado color y sus movimientos no
quedan reducidos del todo por cadena de
peones. Su ubicación desfavorable es por lo
tanto, generalmente, de carácter transitorio.
No obstante, hay ocasiones en que la posición
de los caballos no puede ser mejorada sin
grandes dificultades; o aún puede suceder,
como en la siguiente partida, que el caballo
permanece completamente desplazado.
PACHMAN-SZABO
(Hilversum 1947)

Diagrama 24 1.d4 e6
XABCDEFGHY 2.c4 d5
8-+r+r+k+( 3.¤c3 ¤f6
7+-+-+pzp-' 4.¥g5 ¥e7
6-+p+-+-zp& 5.¤f3 0−0
5tRp+n+q+-% 6.e3 ¤e4
4-zP-zPp+n+$ 7.¥xe7 £xe7
3+-+-zP-zP-# 8.¦c1 c6
9.¥d3 f5?
2-+-vLQzPP+"
1sN-tR-+-mK-! Aquí era necesario ¤xc3. Después de la
xabcdefghy jugada del texto, la superior actividad del
caballo blanco es apreciable. En este caso, tal
Está claro que Alekhine ha llevado a efecto su factor posicional duradero es más importante
plan satisfactoriamente. Ahora amenaza que las perspectivas puramente técnicas de las
26...£h5. negras en el flanco de rey.

26.¢f1 ¦e6 10.0−0 ¤d7

27.¦xb5 ¦f6
28.¦cc5 ¤xf2
29.¢e1 ¤d3+
30.¢d1 £f1+
31.¥e1 ¦f2!
32.Abandonan.
Digna de atención en esta partida son las
distintas funciones desempeñadas por el
caballo: Un caballo de las blancas no ha
hecho casi nada útil, mientras que el de las
negras (especialmente el que permaneció
durante trece movimientos en d5), causó un
serio perjuicio en la posición enemiga.
Asegurar bases de operaciones para los
caballos es ciertamente uno de los temas más
importantes en la estrategia ajedrecística. Lo
que resultará interesante ver es si la
desfavorable posición de un caballo puede
también considerarse como un factor
estratégico duradero. Indudablemente tales
casos ocurrirán con menos frecuencia, pues el
caballo no se circunscribe a casillas de
21
11.a3 ¦f6
12.¤e5! ¤xe5
Ahora la torre de las negras queda con poco
juego.
13.dxe5 ¦h6
14.g3! ¥d7
15.f3
El caballo negro se convierte en objeto de
atención de las blancas. Un cambio mediante
15...¤xc3 16.¦xc3 no seduce, pues entonces
el ataque de las Blancas en el flanco dama se
desarrollaría rápidamente.
15...¤g5
16.f4 ¤h3+?
Un error análogo al de la jugada 9. En busca
de unas cuantas amenazas tácticas, las negras
sitúan su caballo en un punto sin porvenir, y
esto tendrá más importancia cuando la
posición se simplifique. La razón de tal error
es probablemente la falta de alternativas
atractivas, verbigracia 16...¤e4 17.cxd5 exd5
18.£b3 ¤xc3 19.£xc3. 17.¢h1 g5.
18.cxd5 exd5
Diagrama 25
XABCDEFGHY
8r+-+-+k+(
7zpp+lwq-+p'
6-+p+-+-tr&
5+-+pzPpzp-%
4-+-+-zP-+$
3zP-sNLzP-zPn#
2-zP-+-+-zP"
1+-tRQ+R+K!
xabcdefghy
19.£c2 gxf4
El primer infortunio. Las negras quizás
llegaron a planear el avance 19...d4?! 20.exd4
gxf4 21.gxf4 21...£h4, y después de ¢h8
conseguirían un turbulento ataque en el que su
caballo en h3 estaría admirablemente situado.
Sin embargo, las blancas podrían seguir una
línea más fuerte con 21.¤e2 fxg3 22.¤xg3
f4 23.¤f5 ganando el peón f. En la partida,
las negras virtualmente tienen una pieza de
menos, pues su caballo en h3 está prisionero.
20.exf4 £f7
V. LA LUCHA DE ALFIL CONTRA CABALLO
La lucha de alfil contra caballo es uno de los
más interesantes problemas de la estrategia
ajedrecística. En el siglo XIX el alfil era
considerado por algunas autoridades (v. g.
Tarrasch) como superior a causa de su largo
alcance; otros, sin embargo, preferían el
caballo por su habilidad para ocupar todas las
casillas del tablero. Aparte de estos diferentes
puntos de vista, surgió la expresión de “la
pequeña calidad” (the minor exchange), que
por lo común significaba la ganancia de un
alfil por un caballo y en ocasiones lo
contrario. No obstante, estas “reglas fijas” no
son recomendables para comparar estas
piezas: Para poner en claro sobre cuál en
realidad es superior debemos tener en cuenta
22
21.¤e2! ¢h8
22.¤d4
Por otra parte, el caballo blanco consigue una
fuerte posición desde donde ataca el débil
peón f. Está claro el contraste de las
posibilidades de los dos caballos.
22...¦f8
23.¦ce1 ¥e6
24.£c5!
Ganando un peón, pues si 24...a6, entonces
25.£d6 decide la cuestión.
24...¦g8
25.¤xe6 ¦xe6
Falla también 25...£xe6 a causa de 26.£d6,
pues después del cambio de damas el
prisionero caballo en h3 no podria ser
protegido. Ahora que la amenaza de ¦xg3
está planteada, las blancas tienen tiempo de
capturar el peón a.
26.£xa7 £h5
27.£e3 ¦h6
28.£e2 £e8
29.e6! ¦xg3
30.£e5+ ¢g8
31.¥xf5 ¦g7
32.¥xh3 ¦xh3
33.¦g1 Abandonan.
el carácter, y especialmente la formación de
peones, de cada posición particular.
E1 poder de largo alcance de los alfiles está
mejor definido cuando la posición es abierta,
con peones móviles en ambos lados del
tablero. También es eficaz cuando se atacan
peones contrarios, bloqueados en casillas de
su propio color. Por otra parte, la potencia del
caballo se aprecia mejor en posiciones de
bloqueo, donde su peculiar movimiento le
permite hallar puntos de ataque que están
vedados al alfil a causa de su movimiento en
sentido directo. Por supuesto, un requisito
importante para su efectivo poder funcional
serán las bases de operaciones desde las
cuales (el caballo) hostigará los puntos Como guía damos a continuación posiciones
débiles enemigos y defenderá los propios. que muestran cuándo cada una de las piezas
actúa mejor.

A. LA SUPERIORIDAD DEL ALFIL

Diagrama 26 28.¤d6 ¢xa4 29.¢c2 ¥e5 30.¤xf7 ¥xh2

XABCDEFGHY 31.¤d8 e5 y las negras ganaron.
8-+-+-+k+(
7zp-+l+pzpp' Diagrama 28
6-+-+-+-+& XABCDEFGHY
5+-+-+-+-% 8-+-+ktr-+(
4-+-sN-+-+$ 7zp-zp-+-+p'
3+P+-+-+P# 6-zp-+-+p+&
2-+-+-zPP+" 5sn-+p+-+-%
1+-+-+-mK-! 4P+-zP-zP-zP$
xabcdefghy 3+-zPL+-zP-#
2-+-+-+K+"
Diagrama 27 1tR-+-+-+-!
XABCDEFGHY xabcdefghy
8-+-+-+-+(
7zppmk-+p+p' En general podemos decir, que en posiciones
6-+-+pzp-+& similares a la de los Diagramas 26 y 27 donde
5+-+-vl-+-% los peones son movibles en ambos flancos, el
4-+-+P+-+$ alfil es superior. Sólo necesita una pequeña
3zPP+-+-+-# ventaja adicional, tal como un rey móvil para
alterar el balance, lo suficiente para ganar. De
2-+-+NzPPzP"
la misma manera son favorables para el alfil
1+-+-+-mK-! las posiciones análogas a la del Diagrama 28,
xabcdefghy en las que el alfil puede someter a un ataque a
los peones enemigos. En el presente caso,
A partir de las posiciones de los Diagramas respaldado por el avance de peón en h5, el
26, 27 y 28, los jugadores, con el alfil se las alfil puede atacar el flanco rey de las negras y
arreglaron en cada caso para ganar.Por simultáneamente proteger su propio flanco de
ejemplo, en el Diagrama 27 la partida siguió: dama. Por otra parte, la lentitud de
21.¢f1 b5 22.¢e1 ¥b2 23.a4 bxa4 24.bxa4 movimiento del caballo solamente le
¢c6! (24...¢b6 25.¢d2 ¢a5? 26.¢c2) permitirá maniobrar en un solo flanco.
25.¢d2 ¢c5 26.¤c3 ¢b4 27.¤b5 a5!

B. SUPERIORIDAD DEL CABALLO

Partiendo de las posiciones de los Diagramas Diagrama 29

29, 30 y 31, el caballo emerge victorioso. Por XABCDEFGHY
ejemplo, en el Diagrama 29 la partida 8-+-+-+-+(
continuó: 1.¤e1 ¥a1 2.¤f3 ¥d4 3.¤h4+ 7+-+-+-+-'
¢f6 4.¢h5 ¥b2 5.¤f5 ¥c1 6.¤h6 ¥b2 6-+-+-+k+&
7.¤g4+ ¢e6 8.¢g6 ¥c1 9.¤h6 ¥d2 10.¤f7 5+-zp-zp-+-%
¥f4 11.¤g5+! ¢d6 12.¢f6 y ganan. 4-+PvlP+K+$
3+-+N+-+-#
2-+-+-+-+"
1+-+-+-+-!
xabcdefghy
Las blancas juegan

23
 Diagrama 30 NAJDORF-STAHLBERG
XABCDEFGHY (Torneo de Candidatos 1953)
8-+-+-mk-+(
7+-+l+-zpp' Diagrama 32
6p+-+p+-+& XABCDEFGHY
5+p+pzP-+-% 8-+-trn+-+(
4-+-+-+-+$ 7zpp+-mkpzpp'
3+-zP-+-+-# 6-+p+-+-+&
2PzPN+-+PzP" 5+-+-+-+-%
1+-+-+-mK-! 4-+-+-+R+$
xabcdefghy 3+L+-zPP+-#
Las blancas juegan 2PzP-+KzP-zP"
1+-+-+-+-!
Diagrama 31 xabcdefghy
XABCDEFGHY
8-+-+-+k+( En esta posición, con peones movibles en
7+-+-+-zpp' ambos flancos, el alfil es ventajoso para las
6-+l+-zp-+& blancas, las que, no obstante, están algo
5+p+p+-+-% debilitadas por la presencia de sus peones
4p+-+-+-zP$ doblados.
3+P+NzPPzP-#
2P+-+-mK-+" 26.¦e4+ ¢f8
1+-+-+-+-! 27.¦a4 a6
28.¦f4 f6?
xabcdefghy
Las negras juegan
Por lo general, los peones debieran ser
situados en casillas de color opuesto al del
Las tres posiciones están bloqueadas o
alfil, pero aquí tenemos la excepción de la
semibloqueadas, con el alfil imposibilitado de
regla. El movimiento f6 actualmente aumenta
encontrar algún punto de ataque. El caballo
el radio y poder de acción del alfil y permite a
tiene, en cada caso, mayor libertad de
las blancas, en una fase posterior, la
movimiento que el mal alfil, y esto es
posibilidad de crear un peón pasado. Por esta
suficiente para facilitar la victoria.
razón 28...¤d6 era la jugada correcta.
De los seis ejemplos que acabamos de
exponer podemos sacar en consecuencia un
29.¦h4 h6
importante principio al conducir partidas de
30.¦h5!
alfil contra caballo : El bando que tiene el alfil
debe procurar mantener los peones movibles;
Impidiendo la movilización de los peones del
a su vez, el contrario debe tratar de paralizar
flanco dama de las negras que intentarían
los peones enemigos en casillas del mismo
30...c5.
color del alfil y al mismo tiempo, mediante
adecuadas maniobras con el caballo, crear
30...¤c7
puntos de ataque.
31.f4 ¢e7
Damos ahora dos ejemplos en los que el alfil
32.¦c5 ¦d6
resulta mejor.
33.¦c1?

Es en la próxima jugada cuando las blancas

hallan el plan correcto. Aquí debieran jugar f5
impidiendo 33...f5 que, de ser jugado, les
reduciría considerablemente su ventaja en el
flanco de rey.

33...b6?
24
 34.f5! No es jugable ¤e8 debido a 44.¥c6 ganando
un peón.
Esta jugada tiene un doble propósito:
restringir los movimientos del caballo y al 44.¢d4 ¦c7
mismo tiempo preparar el avance de los 45.¦c1 ¤b7!
peones de las blancas.
Contrarresta la amenaza 46.b3 que puede
34...c5 ahora afrontarse con 46...¤c5.
35.f4 ¦c6
36.a4! 46.¦a1! ¤c5
47.¦a8+ ¢e7
Haciendo posible la apertura, en el momento 48.e5 ¤b3+
adecuado, de la columna a, pues las negras 49.¢c3 ¤c1
tarde o temprano deberán jugar b5 para poner
en acción sus peones del flanco dama. Otras defensas no son mejores, verbigracia:
(a) 49...¦c5 50.¦a7+ ¢d8 (50...¢f8 51.¦d7
36...b5 o 50...¢e8 51.¥f7+ ¢f8 52.e6) 51.¥e4 fxe5
37.¥c2! 52.¦xg7 ¤d4 53.f6! ¤e6 54.¥f5 ganando.
(b) 49...fxe5 50.fxe5 ¦c5 51.¦a7+ ¢e8
Fuerte jugada que pretende, por medios (51...¢f8 52.¦d7 ¢e8 53.e6) 52.¥f7+ ¢f8
tácticos, llevar su alfil a la dominante 53.e6 ¦xf5 54.¥g6 ¦e5 55.¦f7+, etc.
posición d5. Por el momento la amenaza es
¥e4 ganando un peón, lo que no puede ser 50.¦g8 ¤e2+
contrarrestado con 37...c4 a causa de 38.¥e4 51.¢d2 ¤xf4
¦b6 (o d6) 39.b3, etcétera. 52.¦xg7+ ¢d8
53.exf6! ¦d7
37...¤e8
38.¥e4 ¦c7 O 53...¤xd5 54.¦g8+ y f7.
39.¥d5
54.¦xd7+ ¢xd7
La acción del alfil ha aumentado 55.¥c6+!, Abandonan.
considerablemente. Está ahora en una fuerte
posición para respaldar la ruptura e4-e5 Las blancas ganan ambos peones del flanco
mientras al mismo tiempo se opone al avance de dama porque ¢xc6 falla contra 56.f7.
de los peones de las negras en el flanco dama.
KRYLOW-RUNZA
39...c4 (Presov, 1951)

O de lo contrario, las blancas, después de la Las negras parecen tener una posición
maniobra e4, e5, ¢e3, ¢e4, ¥e6, ¢d5 satisfactoria. En verdad, con un juicio
penetrarían con su rey. meramente superficial se puede inclusive
aceptar que las blancas, en vista de sus peones
40.e4 ¤d6 bloqueados en el flanco dama llevan la carga
41.axb5 axb5 de un mal alfil. Sin embargo, una
42.¢e3 ¦a7 investigación más minuciosa demuestra que
más importante es la debilidad de los peones
Aparentemente las negras han ampliado el de las negras en el flanco dama, uno de los
radio de acción de sus piezas. Sin embargo, cuales (el de c7) es un natural objetivo de
dos jugadas más tarde se ven reducidas a una ataque para el alfil. Además, existen peones
defensa pasiva. en ambos flancos del tablero y esto inclina la
balanza a favor del alfil.
43.¦g1 ¢f8

25
 Diagrama 34 el débil peón en c7 ayuda la gradual
XABCDEFGHY penetración del rey blanco.
8-+-tr-trk+(
7+-zp-wqpzpp' 31...¦xd2
6p+p+n+-+& 32.¥xd2 ¢e7
5+-zP-+-+-% 33.¥c3 h5
4-zP-+-+-+$ 34.¥d4 ¢d7
3+-+-+-+-# 35.¢d3 ¢c8
36.¢c4 ¢d7
2PvLQ+-zPPzP"
37.a4 ¢c8
1tR-+R+-mK-! 38.b5! axb5+
xabcdefghy 39.axb5 ¢b7
40.h4!
21.£e4 ¦xd1+
22.¦xd1 ¦d8 Aún otro peón es situado en casilla de color
23.¦e1! del alfil; las blancas necesitan impedir
cualquier posible maniobra liberadora de las
En parte, las blancas conservan la torre negras mediante g5 o h4. El punto importante
porque esta pieza es admirable para atacar de tal avance es que las blancas no
peones débiles en los finales y en parte para contestarían a 40...cxb5+ con 41.¢xb5,
facilitar el cambio de damas, cuya después de lo cual 41...c6+ llevaría al empate,
desaparición las dejaría con un final superior, sino 41.¢d5! y entonces la penetración de su
que es su objetivo. Rey dentro del flanco rey adversario sería
decisiva.
23...¦d5
24.f4 £h4 40...¤d8
25.¥c3 h6 41.¥f6 ¢c8?
26.g3 £g4
27.£e2! £xe2 Aun sin este error no se podía salvar la
28.¦xe2 ¢f8 partida; e.g.
29.¢f2 g6 (a) 41...¤e6 42.¥e7 cxb5+ (42...¤g7
30.¢e3 f5 43.¢d4! cxb5 44.¢e5) 43.¢d5 ¤g7 44.c6+
31.¦d2! ¢b6 45.¥c5+ ¢a5 46.¢e5 b4 47.¢f6 ¢b5
48.¥d4 ¢c4 49.¥e5 ¤e8+ 50.¢e7 y ganan.
Diagrama 35
XABCDEFGHY (b) 41...¤f7 42.¥g7! cxb5+ 43.¢d5 c6+
44.¢e6 ¤d8+ 45.¢e7 y ganan (Krylow).
8-+-+-mk-+(
7+-zp-+-+-' 42.¥xd8 cxb5+
6p+p+n+pzp& 43.¢xb5 ¢xd8
5+-zPr+p+-% 44.¢a6 ¢e7!
4-zP-+-zP-+$ 45.¢a7!
3+-vL-mK-zP-#
2P+-tR-+-zP" No ¢b7? después de lo cual las negras ganan
1+-+-+-+-! con 45...¢d7 45.¢b8 ¢c6.
xabcdefghy
45...¢e6
Las blancas han consentido que sus peones 46.¢b8! ¢d5
del flanco de rey sean bloqueados en casillas
del mismo color que el alfil. Ahora cambiarán O 46...¢d7 47.¢b7 ¢d8 48.c6 y las negras
las torres renunciando a toda idea de explotar están destruidas.
el flanco de dama con maniobras como ¦b2-
b3-a3. Sin embargo, el solitario alfil resulta 47.¢xc7
todavía superior al caballo, pues su acción en
la gran diagonal junto con sus amenazas sobre
26
En este punto las negras abandonaron en vista es completamente correcto porque los
de la continuación 47...¢xc5 48.¢d7 ¢d4 movimientos del alfil quedan por lo tanto
49.¢e7 ¢e4 50.¢f6 ¢f3 51.¢xg6 ¢xg3 restringidos. Sin embargo, era mejor hacerlo
52.¢g5! con 24. f3 ya que entonces, después de un
Seguimos ahora con dos ejemplos en los que cambio de torres mediante 24...¦xc1 25.¦xc1
el caballo tiene la iniciativa. ¦c8 26.¦xc8+ ¥xc8, las blancas podrían
continuar inmediatamente con g5
LILIENTHAL-BONDAREWSKY comprometiendo seriamente la posición de las
(Moscú, 1940) negras.
Diagrama 36 24...f6
XABCDEFGHY 25.¤d3 g5
8r+-+-trk+( 26.f3 ¢f7
7zpp+-+p+p' 27.¢f2 ¢e7
6-+-+-wqp+& 28.¢e3 ¢d6?
5+-+p+l+-%
4-+-zP-+-+$ El error decisivo. Las negras debieron haber
3+-+-+N+-# jugado h5 seguido de ¢d6 y hxg4; de ese
2PzPQ+-zPPzP" modo hubieran evitado la penetración de la
1tR-+-+RmK-! torre enemiga en el flanco de rey.
xabcdefghy
29.¦xc8! ¦xc8
30.h4! h6
En esta posición (Diagrama 36) con el centro
de peones bloqueado, el alfil no tiene punto Peor es 30...gxh4 31.¦h1 f5 32.g5.
que atacar; mientras que el caballo, por su
parte, tiene libertad para maniobrar. Por lo 31.hxg5 hxg5
tanto, podemos juzgar la posición como 32.¦h1 ¦e8
favorable a las blancas, aunque debe admitirse 33.¢d2 ¥d7
que con tan pequeña ventaja difícilmente 34.¦h6 ¦f8
podrían ganar a menos que provoquen
debilidades en el flanco dama de su oponente. Si ¢e6 seguiría 35.f4! ¦g8 36.f5+.
18.£b3 ¥e4 35.¤e1 ¢e7
19.¤e5 36.¤c2 ¦f7
37.¤e3 ¥e6
Ahora las blancas amenazan: £xb7, f3 y 38.¢c3 ¢d6
¤d7. 39.¢b4 ¥d7
40.¤f5+ ¢c7
19...£b6!
20.£xb6 axb6 Aquí el cambio de alfil por el caballo
21.¦fc1 conduciría a la derrota: 40...¥xf5 41.gxf5
¢c6 42.a4! ¦f8 43.¦h7 ¦d8 44.¦f7 ¦d6
La tentativa de ganar un peón con ¤d7 no 45.b3 b5 46.a5 b6 47.a6 (Lilienthal).
tendría éxito a causa de: 21.¤d7 ¦fd8
22.¤xb6? ¦a6 y el caballo sería cazado. 41.a4 ¥e6
42.¤g3 ¥d7
21...¦fc8 43.¤h5! f5
22.a3 ¥f5 44.¤f6!
23.g4! ¥e6
24.h3? El fin de una maniobra de siete movimientos
en la que el caballo ha demostrado gran
Las blancas instalan sus peones en casillas del movilidad. Ahora las negras pierden un peón
mismo color que el alfil, un método que aquí y con ello la partida.
27
 44...fxg4 d5. Ahora surge una posición típica y muy
45.¤xd5+ ¢b8 frecuente en que el caballo blanco es superior
46.fxg4 ¥xg4 al alfil, el cual, en este caso, por su parte está
47.¤xb6 ¦f2 imposibilitado de conseguir contrajuego
48.b3 ¥d1 activo en el final.
49.d5 ¢c7
15...¦fe8
Si ¦f3, entonces 50.d6 ¦xb3+ 51.¢a5, etc. 16.¥xf6 ¥xf6

50.a5 ¦d2 Diagrama 37

51.¦h7+ ¢b8 XABCDEFGHY
52.d6! ¦d4+ 8r+-+r+k+(
7zpp+-+pzpp'
Si ¦xd6, entonces 53.¦h8+ ¢c7 54.¦c8 6-+-zp-vl-+&
mate! 5+-+-zpP+-%
4-+q+P+-+$
53.¢c5 ¦h4 3+-sN-+-+-#
54.d7 ¢c7 2PzPP+-+PzP"
55.d8£+ ¢xd8 1tR-+-wQRmK-!
56.¦d7+, Abandonan.
xabcdefghy
SMYSLOV-RUDAKOWSKY
(Moscú, 1945) 17.¤d5!

1.e4 c5 Las blancas no tienen por qué preocuparse por

2.¤f3 e6 la pérdida de su peón c2, pues si 17...£xc2
3.d4 cxd4 18.¦f2 £c4 19.¦c1 y las negras no pueden
4.¤xd4 ¤f6 evitar 20.¤c7 ganando la calidad.
5.¤c3 d6
6.¥e2 ¥e7 17...¥d8
7.0−0 0−0 18.c3 b5
8.¥e3 ¤c6 19.b3 £c5+
9.f4 £c7 20.¢h1 ¦c8
10.£e1 ¤xd4 21.¦f3 ¢h8
11.¥xd4 e5
12.¥e3 ¥e6? Aquí las negras tenían su última oportunidad
de fortalecer la defensa, con f6. En este caso
Mejor es ¥d7 seguido de ¥c6. las blancas hubieran podido escoger entre un
ataque con piezas mayores contra el flanco
13.f5? ¥c4? del rey (22.¦h3 a5 23.£h4 h6 24.£g4 ¢h8
25.¦f1 seguido de £g6 y ¦ff3) o bien la
Aquí era esencial probar 13...¥d7 14.g4 ¥c6 fuerte maniobra de apertura de la columna a
15.¥f3 d5!? 16.exd5 e4 17.¤xe4 ¤xd5 con 22.a4. La debilitada posición que ahora
aunque debe admitirse que en el punzante tiene el rey negro acarreará un rápido y
juego que seguiría serían mejores 1as desdichado desenlace para las negras.
perspectivas de las blancas.
22.f6 gxf6
14.¥xc4 £xc4 23.£h4 ¦g8
15.¥g5! 24.¤xf6 ¦g7
25.¦g3!
Posicionalmente ésta es una jugada decisiva.
Las negras no pueden evitar el intercambio de Amenazando al mismo tiempo 26.£xh7+ y
su caballo en f6 después de lo cual las blancas 26.¦xg7 ¢xg7 27.£xh7+! ¢xf6 28.¦f1+.
se aseguran una fuerte base de operaciones en 25...¥xf6
28
 26.£xf6 ¦cg8 28.¦xg7, Abandonan.
27.¦d1 d5

VI. LOS DOS ALFILES

Casi todos los jugadores de ajedrez están contra el rey enemigo pudiera compensar la
familiarizados con el significado de este desventaja material. El mejor recurso de las
concepto. En miles de anotaciones en partidas negras era declinar la oferta con 17...¥e6
magistrales es mencionada la superioridad de 18.¥b1 ¥d5 con buenas posibilidades
los dos alfiles sobre caballo y alfil. En muchas defensivas, si bien aun así las blancas
partidas un simple peón es sacrificado para pudieran obtener alguna iniciativa con
asegurar la posesión de los dos alfiles; y a 19.f3.
menudo nos encontramos con que,
independientemente de la posición, los dos 17...¥xe5?
alfiles pueden considerarse como una ventaja 18.dxe5 £xe5
absoluta. Nuestra tarea aquí es explicar las 19.¥c3 £e7
razones de su inherente ventaja, en qué 20.f3 ¤d5
posiciones esto es válido y cómo puede ser
mejor explotado. Si 20...exf3 entonces 21.¥b1 h6 22.¦xf3 ¤d5
En una sección previa considerábamos a un 23.¦g3! ganando. Sin embargo, mejor que la
solo alfil contra un caballo y concluimos que jugada de la partida es 20...¥e6; aún cuando
en posiciones no bloqueadas el alfil era después de 21.fxe4 ¥xa2 22.¦xf6! seguido de
generalmente la pieza mejor. Sin embargo, en 23.£g5, las blancas conseguirían un agudo
ocasiones sufre cierto menoscabo por su ataque; aunque la posición no está aclarada
confinamiento a una mitad del tablero. Esto del todo.
permitía al adversario operar libremente
inclusive con su rey por casillas de distinto 21.£xe7 ¤xe7
color al alfil. Pero cuando hay dos alfiles, este 22.fxe4
menoscabo se desvanece, pues todas las
casillas están entonces controladas y la Diagrama 39
potencia de los alfiles en posiciones de XABCDEFGHY
bloqueo resulta un factor considerable. Un 8r+l+-trk+(
simple ejemplo es el siguiente en una partida 7+p+-snpzpp'
de Botvinnik. 6-+p+-+-+&
5zp-+-+-+-%
BOTVINNIK-EUWE 4-+-+P+-+$
(La Haya, 1948) 3zP-vL-zP-+-#
Diagrama 38 2LzP-+-+PzP"
XABCDEFGHY 1+-+-tRRmK-!
8r+l+-trk+( xabcdefghy
7+pvl-wqpzpp'
6-+p+-sn-+& Ahora se presenta un interesante final de
5zp-+-sN-+-% partida (o más bien un medio juego sin
4-+-zPp+-wQ$ damas), en el que las blancas tienen peones
3zP-+-zP-+-# desligados, pero alfiles fuertes. Es importante
notar que las negras no pueden, por razones
2LzP-vL-zPPzP"
tácticas, proponer el cambio de alfiles:
1+-+-tRRmK-! 22...¥e6? 23.¥xe6 fxe6 24.¦xf8+ ¢xf8
xabcdefghy 25.¦f1+ ¢g8 26.¦d1 y las negras no pueden
evitar la penetración de la torre en la séptima
Botvinnik acaba de hacer la errónea jugada línea. La posición es ya difícil; después de la
17.¤e5 (Diagrama 38) ofreciendo un peón próxima jugada de Euwe queda
para lograr el par de alfiles, cuya acción completamente perdida. La mejor defensa
29
descansa en un activo contrajuego: 22...¥g4! BARCZA-PACHMAN
23.¦f4 ¥h5 24.g4 ¥g6 25.¦d1 ¦ad8 26.¦xd8 (Praga, 1954)
¦xd8 27.¥xa5 ¦d1+.
Diagrama 40
22...b6? XABCDEFGHY
23.¦d1 ¤g6 8-+-+r+k+(
7zpp+lzppvlp'
Es posible que las negras planearan 23...¦a7, 6-wq-zp-+p+&
pero se darían cuenta que esta jugada sería 5+-+P+-+-%
refutada con 24.¦xf7. 4-+rsN-+-+$
3+-zP-+-zPP#
24.¦d6 ¥a6 2PzP-wQ-zPL+"
25.¦f2 ¥b5 1tR-+R+-mK-!
26.e5 ¤e7
xabcdefghy
27.e4! c5
28.e6
Las blancas, aparentemente han obtenido un
Esto es mucho mejor que 28.¦xb6 ¥c6. punto fuerte para su caballo a cambio de
concederle al adversario la ventaja de los dos
28...f6 alfiles. Las negras hacen ahora uso de ella
29.¦xb6 ¥c6 para minar la posición del caballo. La
30.¦xc6! ¤xc6 amenaza es 20...¥xd4 debilitando los peones
31.e7+ ¦f7 blancos y a la vez permitiendo a las negras el
32.¥d5 Abandonan. control de la columna c.

En esta partida los dos alfiles funcionaron con 20.b3

absoluta libertad en sus diagonales abiertas,
atacando varios puntos de la posición
enemiga. El alfil en c3 se las ingenió inclusive
para dirigir al mismo tiempo su ataque a dos
lugares distintos (a5 y g7). Una aplicación
diferente de los dos alfiles sucede en el
próximo ejemplo. Ahí, no es su valor
intrínseco lo que cuenta, sino que resalta la
facilidad con que uno de ellos se cambia por
una pieza enemiga activamente situada.
Generalmente el poseedor del par de alfiles
está en mejores condiciones de realizar tales
cambios, que el que posee otras dos piezas
menores. Y a menudo eso es suficiente para
ganar.
Esto debilita el peón c, cuyo avance a c4 será
pronto necesario, privando al caballo en d4 de
su mejor apoyo. Sin embargo, si 20.¥f1,
entonces las negras doblan sus torres, a la vez
que ganan un tiempo: 20...¦c5 21.¥g2 ¦fc8.
20...¦c7
21.¦ac1 a5!
Mejor que ¦ec8, puesto que las blancas tarde
o temprano ya vendrán obligadas a jugar c4.
Las negras preparan la apertura de una
columna en el flanco de dama.
22.c4 a4
23.¦b1 ¦a8!

Las negras no temen bxa4, pues entonces

24...£c5 25.¤b5 ¦cc8 dejaría el peón c
peligrosamente débil.

24.¥f1 axb3
25.axb3 ¦cc8
26.£e3

Las negras estaban planeando fortalecer su

posición con ¦a3 seguido de ¦ca8. Las
30
blancas por su parte, preparan el cambio de 42.¦f2 ¢g7
damas, pues suponen que la penetración de 43.¢g2
las torres negras no será peligrosa puesto que
su única debilidad (el peón b) podrá ser O 43.b4 ¥c4 44.e4 ¥d3, etcétera.
fácilmente protegido.
43...¦xf1
26...¦a2! 44.¦xf1 ¥xf1+
27.¤f5 £xe3 45.¢xf1 ¢f6
28.¤xe3 h5 46.¢e2 ¢e5
29.¦d3 b5 47.¢d3 ¢xd5
30.cxb5 ¥xb5 48.b4 ¢c6
31.¦dd1 ¦b8! 49.¢c4 d5+
50.¢d4 ¢d6
La primera oferta de cambio. Después de 51.Abandonan.
32.¥xb5 ¦xb5 las negras no tendrían
dificultad en explotar los peones débiles de b3 En ambos ejemplos los alfiles triunfaron
y d5, v.g., 33.¦d3 ¦ba5! 34.¤c4 ¦a1 35.¦xa1 principalmente debido a su natural
¦xa1+ 36.¢g2 ¢f8, y el rey negro marcha coordinación en una posición abierta Sin
sobre el flanco dama. embargo, sucede a menudo que, aun en una
posición abierta, tales procedimientos no son
32.¤c4 ¥c3! suficientes. En su lugar, cuando los peones
están simétricamente distribuidos y la
El alfil se dirige hacia c5 desde donde puede posición simplificada debemos adoptar el
atacar el débil peón f. ingenioso método ideado por Steinitz, el cual
consiste en:
33.¦bc1 ¥b4 a) Adecuados avances de peones para privar
34.¦a1 ¦ba8 al caballo enemigo (o caballos) de efectivas
35.¦xa2 ¦xa2 bases de operaciones.
36.¦b1 ¥a6 b) Limitación de la acción del caballo
manteniéndolo en posición desfavorable en la
Este alfil se reserva para b7 desde donde retaguardia.
puede presionar el peón d, de las blancas las c) Explotación del poder restrictivo del
que ya no tienen defensa satisfactoria, pues si caballo mediante una ruptura en el momento
37.¤e3 ¥xf1 38.¢xf1 ¢g7, y la entrada del adecuado.
rey negro es decisiva. Fue sólo después de ser conocidos los
métodos de Steinitz cuando se formó el
37.¦b2 ¦a1 concepto de ventaja de los dos alfiles. Reti, en
38.¦c2 ¥b7 su libro “Masters of the Chess Board”
39.¤e3 ¥c5! (Maestros del Tablero), facilita dos ejemplos
en los cuales Steinitz, de una manera clara
El cambio del caballo, y con ello la pérdida de muestra su plan para el buen uso de los
un peón por lo menos, no puede ser evitada alfiles. No podemos hacer nada mejor que
por más tiempo. Es interesante ver cómo la repetir tales ejemplos.
primera amenaza de un cambio (en la jugada
31) redujo a las piezas blancas a una posición ROSENTHAL-STEINITZ
pasiva y cómo la segunda, termina la partida. (Viena, 1873)
Los dos alfiles han jugado un papel
importantísimo; su acción facilitó el cambio 1.e4 e5
vital. 2.¤c3 ¤c6
3.¤f3 g6?!
40.¦d2 ¥xe3 4.d4 exd4
41.fxe3 ¥a6 5.¤xd4 ¥g7
6.¥e3 ¤ge7
Naturalmente ¦b1 también gana. 7.¥c4
31
Aquí 7.£d2 seguido de 0-0-0 es fuerte. Por su imprudente jugada 9.f4 las blancas han
reducido la movilidad de su alfil en el flanco
7...d6 de rey; ahora las negras forman una cadena de
8.0−0 0−0 peones para restringir aquella pieza en el
9.f4? ¤a5! flanco dama.
10.¥d3 d5
11.exd5 18.¤e5 £e6
19.£f3 ¥a6
No 11.e5? c5! y se pierde una pieza. 20.¦fe1 f6!
21.¤g4 h5!
11...¤xd5 22.¤f2 £f7
12.¤xd5 £xd5
13.c3 ¦d8 Cuida la amenaza 23.f5 y al mismo tiempo
prepara ¥b7 atacando el punto débil g2. Está
Amenazando c5. claro ahora que las blancas están en situación
inferior, pues tanto su posición como sus
14.£c2 piezas están realmente restringidas. Su
próxima jugada, que pierde un peón, empeora
Intentando contestar 14...c5 con ¥e4. más las cosas y disminuye toda defensa
posible.
14...¤c4!
15.¥xc4 £xc4 23.f5 g5
16.£f2 24.¦ad1 ¥b7
25.£g3 ¦d5!
Diagrama 41 26.¦xd5 £xd5
XABCDEFGHY 27.¦d1 £xf5
8r+ltr-+k+( 28.£c7 ¥d5
7zppzp-+pvlp' 29.b3 ¦e8
6-+-+-+p+& 30.c4 ¥f7
5+-+-+-+-% 31.¥c1 ¦e2
4-+qsN-zP-+$ 32.¦f1 £c2
3+-zP-vL-+-#
Amenazando ¦xf2.
2PzP-+-wQPzP"
1tR-+-+RmK-! 33.£g3 £xa2
xabcdefghy 34.£b8+ ¢h7
35.£g3 ¥g6
Las negras estaban amenazando 16...¥xd4 36.h4 g4
17.¥xd4 ¦xd4! 37.¤d3 £xb3
Ahora tenemos una de esas posiciones típicas 38.£c7 £xd3
en las que los dos alfiles no tienen objetivo 39.Abandonan.
directo de ataque; por lo tanto será importante
restringir la movilidad del caballo blanco. Claramente puede observarse cómo la labor
Esta partida tiene gran interés histórico, pues de Steinitz estuvo facilitada por las jugadas
es el primer ejemplo en el que se pone de débiles de las blancas (9.f4 y 23.f5). Por esa
manifiesto el método de Steinitz de utilizar razón, otra partida de Steinitz jugada diez
los dos alfiles. años más tarde, resulta mucho más
interesante.
16...c5
ENGLISCH-STEINITZ
La primera y más importante base de (Londres, 1883)
operaciones (d4) es desalojada por el caballo.
1.e4 e5
17.¤f3 b6 2.¤f3 ¤c6
32
 3.¥b5 g6 Otra vez las negras inician maniobras cuyo
4.d4 exd4 objetivo es reducir la movilidad de las piezas
5.¤xd4 enemigas y privar al caballo de bases de
operaciones.
Fue algún tiempo más tarde cuando se
descubrió la fuerte continuación 5.¥g5! 18.h3 ¥e6
19.¦fd1 c5
5...¥g7 20.¥g5 f6
6.¥e3 ¤f6 21.¥f4 ¢f7
7.¤c3 0−0
8.0−0 ¤e7 Aquí vemos otra y frecuente característica de
la labor de los dos alfiles: bajo su protección
Prepara d5. Las blancas debieron jugar ahora al rey le resulta fácil por lo general presionar
9. e5 ¤e8 10.¥f4 asegurando ganancia de en el centro, y por otra parte, el rey enemigo
espacio. está, por lo general, expuesto a la acción
combinada de los alfiles adversarios. Por
9.£d2 d5 ejemplo, en este caso 22.¢f1 ¥c4+.
10.exd5 ¤exd5
11.¤xd5 £xd5 22.f3 g5!
12.¥e2 ¤g4
13.¥xg4 ¥xg4 En la partida anterior, el propio peón de las
14.¤b3 £xd2 blancas en f4 limitaba la acción de su alfil;
aquí es el peón de las negras que disminuye la
Más preciso era £c4! seguido (después de acción del alfil reduciéndolo a una posición
15.c3) por ¦ad8. Con la jugada de la partida pasiva. Si ahora las blancas quieren mantener
las negras sólo obtienen una mínima ventaja; su alfil en el centro deben conceder a su
pero por esta misma razón, la explotación de oponente el control de la columna d, pues un
tal ventaja resulta extremadamente inmediato ¥e3 pierde una pieza: 23.¥e3
instructiva. ¦xd1+ 24.¦xd1 ¥xb3.

15.¤xd2 ¦ad8! 23.¦xd8 ¦xd8

24.¥e3 h6
No 15...¥xb2 inmediatamente, debido a ¦ab1. 25.¦e1 f5
Sin embargo, ahora la amenaza es : 16...¥xb2 26.f4
17.¦ab1 ¥d4! y las negras deben soltar el
peón. Si las blancas consintieran 26...f4, quedarían
completamente oprimidas. Sin embargo, la
16.c3 ¦fe8 presencia del peón en f4 facilita a las negras,
17.¤b3 en un momento adecuado producir una
ruptura. (Ver jugada 30).
Diagrama 42
XABCDEFGHY 26...¥f6
8-+-trr+k+( 27.g3 a5!
7zppzp-+pvlp'
6-+-+-+p+& Amenaza 28...a4 29.¤c1 a3 rompiendo la
5+-+-+-+-% formación de los peones de las blancas en el
4-+-+-+l+$ flanco de dama. Ahora se procede a retirar el
3+NzP-vL-+-# caballo.
2PzP-+-zPPzP" 28.¤c1 a4
1tR-+-+RmK-! 29.a3 ¥c4
xabcdefghy 30.¢f2

17...b6!
33
 Diagrama 43 42.¢e4 f3
XABCDEFGHY 43.¢e3 ¢g3
8-+-tr-+-+( 44.Abandonan.
7+-+-+k+-'
6-zp-+-vl-zp& En los ejemplos dados hasta aquí los dos
5+-zp-+pzp-% alfiles obtuvieron éxito en posiciones cuya
4p+l+-zP-+$ estructura también hubiera favorecido en
3zP-zP-vL-zPP# algún caso a un solo alfil contra un caballo.
La presencia de los dos alfiles, simplemente
2-zP-+-mK-+"
aumentó tal ventaja natural, lo suficiente para
1+-sN-tR-+-! forzar la victoria. Cuando la posición es tal
xabcdefghy que un caballo es superior a un solo alfil, el
papel de los dos alfiles consiste en disminuir
El diagrama muestra el éxito alcanzado por o neutralizar una desventaja natural.
las negras en su plan de cercar el caballo En algunos casos, por supuesto, el caballo
blanco; ahora queda la tarea de convertir en tiene tanto en su favor que ni aún ambos
victoria su ventaja posicional. La posición de alfiles son lo suficientemente poderosos para
las blancas todavía parece ser sólida, pues el restringir su actividad. Un ejemplo extremo
alfil en e3 cubre los puntos más importantes; de esto ocurre en el diagrama 44, donde los
sin embargo, las negras pueden utilizar sus prisioneros alfiles pronto sucumben:
alfiles para cambiar las piezas de su contrario
bien colocadas. Diagrama 44
XABCDEFGHY
30...gxf4 8-+-+-+k+(
31.¥xf4 ¥g5! 7+-+-+pzpp'
6-+-zp-+-+&
Amenazando 32...¥xf4 33.gxf4 ¦d2+ que no 5+p+Pzp-+n%
puede ser contrarrestado con 32.¢e3 debido a
4-zPp+P+-+$
32...¦e8+ 33.¢f2 ¦xe1 34.¢xe1 ¥xf4
35.gxf4 ¢e6 seguido de ¢d5.
3+-zP-+P+-#
2-+L+-zP-zP"
32.¥xg5 hxg5 1+-vl-vL-mK-!
33.¢e3 ¢f6 xabcdefghy
34.h4
1.¥d1 ¤f4 2.¥c2 f6 3.¢f1 ¢f7 4.¥d1 ¢g6
O 34.¦h1 ¢e5 seguido de f4+ y la torre negra 5.¥c2 ¢g5 6.¥b1 ¢h4 7.¥c2 ¢h3 8.¢g1 h6
alcanzaría la séptima línea. 9.¥b1 h5 10.¥c2 ¤d3 11.¢f1 ¢xh2 12.¢e2
¢g2 13.¥xd3 cxd3+ y ganan. Estos ejemplos
34...gxh4 tan enérgicos, de completa impotencia por
35.gxh4 ¦e8+ parte de los alfiles no son muy comunes; con
36.¢f2 ¦xe1 más frecuencia se presentan casos, como el
37.¢xe1 ¢e5 del próximo ejemplo, en que el bando que
38.¤e2 ¥xe2 posee el caballo tiene tal ventaja posicional,
39.¢xe2 ¢f4 que dos alfiles en situación pasiva no
consiguen neutralizarla.
Aun teniendo las blancas un peón pasado en
un flanco, las negras ganan debido a la mayor
actividad de su rey.

40.c4 ¢g4
41.¢e3 f4+!

Naturalmente no ¢xh4?? 42.¢f4 y ganan las

blancas!
34
 SOKOLOSKY-KOTOV 23.¤xc5 £xc5
(Moscú, 1949) 24.£e2!

Diagrama 45 Nada más puede hacerse en el flanco dama;

XABCDEFGHY sin embargo, las blancas tienen aún una carta
8r+-tr-+k+( de triunfo, el ataque sobre el rey enrocado. Su
7+-wq-vlpzpp' caballo controla la casilla f5 y su dama puede
6p+pzplsn-+& llegar a h5 sin dificultades.
5+-+-zp-vL-%
4-+P+P+-+$ 24...¥f8
3+-+QsNN+-# 25.£h5 ¢h7
2PzP-+-zPPzP"
Débil sería 25...¥f7 debido a 26.£f3 ¥g7
1tR-+R+-mK-! 27.¤g4.
xabcdefghy
26.¤g4
Las negras tienen los dos alfiles, pero por el
momento están inactivos. El plan de campaña Una inexactitud. Las blancas debieron jugar
de las blancas está claro: deben evitar el £f3 seguido de ¤f5.
avance d5 a fin de mantener inmóvil el alfil
en e7, relegando por tanto a la innocuidad al 26...¥g7
par de alfiles. También pueden más adelante 27.¤e3
jugar c5 para desarticular la posición de los
peones enemigos. Sólo ahora las blancas se han dado cuenta que
27.hxg5 fxg5 28.¥xe5 falla contra 28...¥xg4.
14...¦ab8 Por esa razón debió tenerse cuidado de la
15.£c2 ¦b7 amenaza 27...¥f7.
16.¦ac1 £b8
17.b3 h6 27...a5
18.¥h4 g5 28.£f3 a4

Un serio debilitamiento de la posición del rey
negro. Sin embargo, después de otros
movimientos como a5 las blancas podrían
replicar 19.c5! d5 20.exd5 cxd5 21.¥g3.
19.¥g3 ¤d7
La tentadora jugada ¤h5 da ventaja a las
blancas después de 20.c5! ¤xg3 21.cxd6!
¥xd6 22.hxg3.
20.h4 f6
21.¤e1
Esto ayuda el ataque de las blancas, pues el
tiempo perdido en recuperar el peón a les
permite ocupar la columna b.
29.bxa4 ¦a8
Si 29...¦b2, una posible continuación es
30.¦b1 ¦db8 31.¦xb2 ¦xb2 32.¤f5 ¥f8
33.¤xd6! ¥xd6 34.£xf6 ganando.(Sokolski).
30.¤f5 ¥f8
31.¦b1 ¦f7
32.a5! ¦xa5

El caballo se dirige a d3 fortaleciendo la Contra 32...¢g6, Sokolski da la siguiente

amenaza c5. continuación: 33.a6 ¦xa6 34.¦b8 ¦xa2
35.¦xd6! ¥xd6 36.¦h8! y ganan.
21...¤c5
22.¤d3! £a7 33.¦b8 d5
34.£h5 d4
Si 22...¤xe4 entonces 23.¤xe5! dxe5
(23...¤xg3 24.¤xc6 £c7 25.¤xd8) 24.£xe4 No hay alternativas satisfactorias como lo
¥f7 25.£xc6 con ventaja blanca. demuestran las siguientes variantes:
35
a) 34...£xc4 35.¦xf8!
b) 34...¦xa2 35.cxd5 cxd5 36.exd5 ¥xd5
37.¦xd5! £xd5 38.¦xf8!
c) 34...dxe4 (o dxc4) 35.¤xh6! con una
posición similar a la de la partida.
35.¦db1 ¦d7
LAS TORRES
Este capítulo es uno de los más importantes
de este libro. No es precisamente porque la
torre, después de la dama, sea la pieza más
poderosa; sino porque el buen manejo de las
torres exige una gran comprensión de la
estrategia en relación con una posición
particular. Cuando observamos el juego de los
principiantes, vemos cómo a menudo utilizan
solamente la dama y las piezas menores,
mientras que por lo general las torres las
dejan inactivas durante todo el juego en sus
casillas de origen, sin contribuir en nada en la
marcha de la partida. Esto es muy
comprensible; pues de todas las piezas, la
torre es la más difícil de poner en juego. Su
desarrollo requiere, entre otras cosas, avances
de peones cuidadosamente planeados,
I. LA CREACIÓN Y SIGNIFICADO DE LAS COLUMNAS ABIERTAS
En contraste con las piezas menores, la torre
sólo puede entrar en juego después de una
gran preparación. El caballo puede ponerse en
juego sin movimientos preparatorios; el
desarrollo del alfil sólo requiere un
movimiento. La torre difícilmente tiene
aumentado su radio de acción después del
sencillo movimiento (a4), ya que su actividad
queda limitada por su propio peón. Lo que
necesita la torre para ejercer su poder peculiar
son columnas desprovistas de peones,
especialmente la propia. Estas columnas
abiertas, como así se llaman, pueden
producirse de diversos modos que quedan
ilustrados con los siguientes ejemplos.
36
Precipitando su derrota. Sin embargo, contra
las vigorosas amenazas de las blancas no
queda defensa satisfactoria.
36.¤xh6! ¥xh6
37.¦h8+! ¢xh8
38.£xh6+ ¦h7
39.£xf6+ ¦g7
40.¦b7 Abandonan.
cambios bien calculados y conocimientos de
los momentos oportunos para efectuar el
enroque. No es sorprendente pues que tal
empresa no esté, por lo general, al alcance del
principiante.
El material de este capítulo ha sido dividido
en cinco partes, que son las siguientes:
I. La creación y significado de las columnas
abiertas.
II. Las columnas abiertas como factor de
ataque contra el rey.
III. Aprovechamiento de columnas abiertas en
el centro y en el flanco de dama.
IV. La séptima y octava filas.
V. Torres activas delante de la cadena de
peones.
Diagrama 46
XABCDEFGHY
8rsnlwqkvlntr(
7zppzp-+pzpp'
6-+-+-+-+&
5+-+p+-+-%
4-+-zP-+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tRNvLQmKLsNR!
xabcdefghy
a) Simples intercambios de peones,
especialmente en el centro. 1.e4 e6 2.d4 d5
3.exd5 exd5 (Diagrama 46). En este caso
tanto las blancas como las negras tienen la
columna de rey abierta. Después de 1.e4 c5
2.¤f3 ¤c6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 las blancas
tienen la columna de dama abierta, y las
negras la de alfil dama (Diagrama 47).
Diagrama 47
XABCDEFGHY
8r+lwqkvlntr(
7zpp+pzppzpp'
6-+n+-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-sNP+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tRNvLQmKL+R!
xabcdefghy
b) Intercambio de piezas protegidas por
peones. 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.¤c3
¤f6 5.d3 d6 6.¥e3. Ahora, después de
6...¥xe3 7.fxe3 las blancas poseerían abierta
la columna alfil rey. Las negras, no obstante,
tienen un movimiento más fuerte con 6... ¥b6
donde un cambio por parte de las blancas les
daría a las negras la columna abierta de torre
dama, v. gr.: 7. ¥xb6 axb6 (Diagrama 48).
Otro caso ocurre después de 1.e4 c6 2.d4 d5
3.¤c3 dxe4 4.¤xe4 ¤f6 5.¤xf6+ (Diagrama
49) donde las negras pueden escoger entre
abrir la columna de rey (exf6) o la de caballo
de rey (gxf6). En ambos casos las negras
obtienen dos columnas abiertas y las blancas
una. Sin embargo, aunque la posesión de
columnas abiertas es esencial para poner las
torres en acción, sería erróneo suponer que la
posición de las negras es superior por el mero
hecho de tener dos columnas abiertas y las
blancas solamente una.
Existen otros factores que deben considerarse,
y algunos de estos pueden depreciar el valor
de las columnas abiertas y evitar que sean
utilizadas por las torres.
Diagrama 48
XABCDEFGHY
8r+lwqk+-tr(
7+pzp-+pzpp'
6-zpnzp-sn-+&
5+-+-zp-+-%
4-+L+P+-+$
3+-sNP+N+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tR-+QmK-+R!
xabcdefghy
37
Diagrama 49
XABCDEFGHY
8rsnlwqkvl-tr(
7zpp+-zppzpp'
6-+p+-sN-+&
5+-+-+-+-%
4-+-zP-+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tR-vLQmKLsNR!
xabcdefghy
c) Avance de peones contra la cadena de
peones enemigos. Después de 1.e4 e5 2.¤f3
¤c6 3.¥c4 ¥c5 4.d3 d6 5.¤c3 ¤f6 6.¥e3
¥b6 7.£d2 0−0 8.0−0−0 h6? 9.h3!
(Diagrama 50), las blancas pueden abrir la
columna g jugando g4 y g5.
Diagrama 50
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zppzp-+pzp-'
6-vlnzp-sn-zp&
5+-+-zp-+-%
4-+L+P+-+$
3+-sNPvLN+P#
2PzPPwQ-zPP+"
1+-mKR+-+R!
xabcdefghy
d) Otros modos de ruptura de la cadena de
peones. A partir de la posición del Diagrama
51, siguió: 22.g6 b3 (ambos bandos procuran
abrir líneas contra el enroque enemigo)
23.cxb3 axb3 24.¦c1 (24.axb3 ¦a1+!
25.¢xa1 £c2 y la columna abierta es
decisiva.) 24...bxa2+ 25.¢a1 £d7 26.gxf7+
(26.gxh7+ ¢xh7 27.¥f1 ¦g8 28.£g6+ ¢h8)
26...¢f8! (Obsérvese cómo tanto el rey negro
como el blanco encuentran protección del
fuego de las piezas mayores delante de un
peón enemigo); 27.¦gd1 ¦dc8 28.¦xc8+
£xc8 29.£g3 (29.¤xd6 ¤c5! 30.£g3 £g4! y
ganan.) 29...£c7 30.¦e1 ¢xf7 31.¤xd6+
¢g8 32.h6 £d7 33.f4 exf4 34.£c3 £xd6
35.£b3 ¥c8 36.¦d1 ¦b8 y las blancas
abandonaron. Este ejemplo muestra las
dificultades que se derivan de la apertura de
una columna cuando los peones adversarios
permanecen en sus casillas de origen.
 Diagrama 51
XABCDEFGHY
8r+-tr-+k+(
7+lwq-+pzpp'
6-+-zpn+-+&
5+-+-zpNzPP%
4pzp-+P+Q+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPL+"
1+K+R+-tR-!
xabcdefghy

II. COLUMNAS ABIERTAS COMO FACTOR DE ATAQUE CONTRA EL

REY

La explotación de las columnas abiertas es

estratégicamente uno de los métodos más 16.¤e3 ¥e6
sencillos para atacar al rey enemigo ; y es 17.a4!
aquí donde el gran poder de las torres es por
lo general el principal factor para obtener un Si ¤f5 en seguida, la réplica 17...¥c4
resultado satisfactorio. Sin embargo, a resultaría algo molesta.
menudo el camino debe ser preparado con
avance de peones cuya misión es abrir las 17...c4
coIumnas vitales. Un simple ejemplo de tal 18.axb5 axb5
ataque es la siguiente partida. 19.¤f5 0−0

PACHMAN-RUNZA La continuación ¥f8 seguido de g6 y ¥g7

(Campeonato checoslovaco, 1946) hubiera ofrecido mejores perspectivas para
una buena defensa.
1.e4 ¤c6
2.¤f3 e5 Diagrama 52
3.¥b5 a6 XABCDEFGHY
4.¥a4 ¤f6 8-+-tr-trk+(
5.0−0 ¥e7 7+-wq-vlpzp-'
6.¦e1 b5 6-+n+lsn-zp&
7.¥b3 d6 5+p+-zpN+-%
8.c3 ¤a5 4-+p+P+-+$
9.¥c2 c5 3+-zP-+N+P#
10.d4 £c7
2-zPL+QzPP+"
11.h3 ¤c6
12.¤bd2 ¥d7? 1tR-vL-tR-mK-!
xabcdefghy
Jugada débil que hace perder tiempo. Las
negras ahora tendrán dificultad en desarrollar 20.g4
la fuerza de sus piezas.
El principio de un ataque característico. Las
13.dxc5 dxc5 blancas pretenden abrir la columna g con la
14.¤f1 ¦d8 maniobra ¢h2, ¦g1, g5. Las negras tratan de
15.£e2 h6 evitarlo mediante la amenaza de controlar la
casilla g5. Al final, el plan de las negras
Una medida preventiva. Las negras quieren solamente permite la apertura de la columna h
jugar ¥e6 sin temor de ser molestadas por que aparenta ser menos peligrosa para ellas.
16.¤g5 una vez hecha dicha jugada.
38
 20...¤h7 Diagrama 53
21.h4 ¦a8 XABCDEFGHY
22.¦b1 8r+-tr-+k+(
7+-wq-vlpzp-'
El intercambio de torres también era bueno, 6-+n+l+-+&
pero las blancas quieren conservar sus torres 5+-+-zpNzP-%
para un posible ataque contra el rey enemigo. 4-+p+P+-+$
En realidad, la jugada del texto no ocasiona 3+pzP-+-+-#
pérdida de tiempo a las blancas, puesto que
2-zPL+QzPK+"
las negras tienen ahora que perder alguno en
desalojar la casilla f8 para dar alguna libertad
1+RvL-tR-+-!
a sus piezas. xabcdefghy

22...¦fd8 27.£h5!
23.¢g2
Las blancas no pierden tiempo jugando su
La preparación final para el ataque. La alfil, sino que hacen uso inmediato de la
contraofensiva de las negras va retrasada de columna abierta h. Si ahora 27...bxc2 28.¦h1
una jugada. f6 29.£h8+ ¢f7, entonces 30.g6+, etc.

23...b4 27...g6
24.g5 28.£h4 f6

La ruptura se produce en el momento La única jugada. Si ahora 29.¦h1 el rey negro

adecuado, pues las negras, agobiadas ahora
con su peón débil en c4, no pueden ahora
jugar h5 aun después de b3; v.gr.: 24...b3
25.¥d1 h5 26.¤d2 g6 27.¤h6+ ¢g7
28.¤xc4 ¤d4 29.cxd4 ¥xc4 30.£f3 ¦xd4
31.¥xb3 ¥xb3 32.£xb3 ¥b4 33.¦d1 , y ahora
33...¦xe4 falla contra £d5.Obsérvese que, si
las negras no hubiesen jugado 23...b4, las
blancas hubieran tenido que hacer mayores
esfuerzos antes de jugar g5; o de lo contrario
las negras hubieran mantenido cerrado el
flanco rey mediante h5
24...hxg5?
Esto pierde rápidamente y en realidad es peor
que la variante de la nota de la jugada
precedente.
25.¤xg5
Esto es más fuerte que la captura con el peón,
pues así la dama está dispuesta para el ataque.
En todo caso las negras están virtualmente
forzadas cambiar otra vez, debido a la
amenaza ¤xe6 que pondría bajo fuego al
peón c4.
25...¤xg5
26.hxg5 b3
39
se escapa mediante ¢f7.
29.¥d1!
Esta jugada impide la fuga del rey negro, ya
que 29...¢f7 falla contra 30.£h7+ ¢e8
31.¤g7+ seguido de ¤xe6 y ¥g4+.Las
negras también están perdidas después de
29...fxg5 30.£h6! gxf5 31.£xe6+ ¢g7
32.exf5 ¥f6 33.¥xg5!, etc.
Tampoco sirve el sacrificio de la calidad:
29...¦xd1 30.¦xd1 gxf5 31.¦h1 ¢f7
(31...¢f8 32.gxf6) 32.g6+, etcétera.
29...gxf5?
30.¦h1 ¢f7
31.¥h5+ ¢f8
Ahora se dan cuenta las negras que no pueden
jugar ¢g7, ya que después de 32.¥e8!!
seguiría el mate rápidamente.
32.¥g6 ¥c5
33.gxf6 Abandonan.
En esta partida la dama blanca y la torre
operaron eficazmente y con facilidad en la
columna abierta h. Llamamos la atención de
que aquí la dama, como sucede en muchas
ocasiones, se mantuvo delante de la torre. Sin
embargo, por lo general es mejor y a veces
esencial situar la dama detrás de las torres, lo
que permite a éstas desalojar el rey de la
octava fila mientras la dama le quita las
casillas de escape.
18...f4
Las negras replican enérgicamente, abriendo
la columna f, lo cual es avalado por la acción
del alfil en la diagonal blanca.

Diagrama 54 19.a5 fxe3

XABCDEFGHY 20.£xe3 ¤f5
8r+-wqrmk-+( 21.£c3 d6
7zp-zpn+pzp-' 22.axb6 axb6
6-zp-+p+-+& 23.¤e1 e5!
5+-+-zP-zPQ%
4-+P+-+-+$ Con este avance Alekhine crea una sólida
3+-zP-+-+-# base de operaciones en d4.
2P+-+-zPP+"
24.¦a7 ¤d4
1tR-vL-mK-+R! 25.£e3 ¦d7!
xabcdefghy
Con esta jugada no sólo se defiende el alfil
Un instructivo ejemplo lo ofrece el diagrama sino que, debido a la amenaza ¥f3, se hace
54, en que las blancas ganan invirtiendo la retroceder la torre. Al mismo tiempo las
disposición de sus piezas mayores:1.g6! (más negras preparan doblar las torres en la
debil es 1.£h8+ ¢e7 2.£xg7? ¦g8 3.£h6 columna f.
¦h8) 1...fxg6 2.£xg6 ¢g8 3.¦h7! £e7
4.£h5 y el mate es inevitable. 26.¦a2 ¦df7
En la siguiente partida Alekhine utiliza una 27.f3
columna abierta para destruir, de un modo
complicado, el flanco de rey de su oponente. Parece que las blancas creen que el peón en f3
evita toda acción en la columna f. Sin
STAHLBERG-ALEKHINE embargo, Alekhine demuestra de una manera
(Hamburgo, 1930) ingeniosa que la cuádruple protección de la
casilla f3 es insuficiente.
Diagrama 55
XABCDEFGHY 27...¦f4
8-+-trqtrk+( 28.¥d3 £h5
7zpl+psn-zpp'
6-zp-+p+-+& Ahora se amenaza e4! 30.£xd4 exf3, etc.
5+-+-+p+-%
4-zPP+-+-+$ 29.¥f1 £g5!
3zP-wQ-zPN+-#
2-+-+LzPPzP" Amenazando 30...¦xf3.
1tR-+R+-mK-!
30.¦f2 h6!
xabcdefghy
Una excelente jugada que restablece la
18.a4? amenaza 31...¦xf3 (32.£xg5 ¦xf2). Si las
blancas intentan pararla con 31.£d2, entonces
Con esta jugada, con la que se proyecta la
31...¥xf3! gana rápidamente.
apertura de la columna a, las blancas se
embarcan en un plan estratégico equivocado.
31.¢h1 ¦xf3!
Esto desperdicia tiempo y conduce a una
32.Abandonan.
inútil salida de la torre. Mucho más correcto
era jugar £e5!, amenazando £c7.
En los ejemplos hasta ahora presentados; el
ataque ha sido conducido simplemente en una
40
columna abierta. A menudo, sin embargo,
ocurre una acción mucho más peligrosa
cuando el ataque se lleva en dos columnas
abiertas simultáneamente. Un ejemplo es la
partida siguiente, en la que es instructivo
observar cómo las negras vencen obstáculos,
primeramente en la columna c y por fin en la
columna a.
BARCZA-FILIP
(Bucarest, 1953)
partida. En este caso sería erróneo ocupar la
columna c con la torre dama, pues ésta puede
ser necesaria para abrir la columna b en
operaciones contra el rey blanco. La amenaza
ahora es el sacrificio de pieza con 14...¤xd5
15.£xd5 £xc2+ 16.¢h1 ¤d3 y a menos que
las blancas se contenten con la jugada pasiva
14.¦c1, deberán jugar 14.c3; lo cual, sin
embargo, facilita la apertura de la columna b,
después de lo cual la torre dama negra queda
dispuesta para unirse al ataque.

1.e4 c5 14.c3 a5
2.¤f3 d6 15.¤d4 ¤c4
3.d4 cxd4 16.¥xc4 £xc4
4.¤xd4 ¤f6 17.¤c2 b5!
5.¤c3 g6 18.£d3?
6.¥e3 ¥g7
7.f3 0−0 Esta jugada pierde rápidamente. Una línea
8.¤b3 más prometedora era 18.¤a3 £h4 19.£f2, y
después del cambio de damas, las negras,
Mejor es 8.£d2. aunque sin duda mejor situadas, no tienen, sin
embargo, las mismas posibilidades de ataque.
8...¤c6
9.£d2 ¥e6 18...£c7
10.¤d5 ¥xd5 19.¦he1
11.exd5 ¤e5
12.0−0−0? Después de 19.£xb5 ¦ab8 20.£c6 £d8 el
ataque de las negras en las dos columnas
Mejor es 12.¥e2 seguido de 0-0. A 12.c4, abiertas sería muy fuerte.
Filip da la siguiente continuación: 12... ¦c8
13.¦c1 b5 14.cxb5 ¦xc1+ 15.¤xc1 £a8. 19...b4!
20.¥d4
12...£c7
13.¢b1 ¦fc8! Si 20.cxb4 ¤xd5!

Diagrama 56 20...bxc3
XABCDEFGHY 21.¥xc3 ¦ab8
8r+r+-+k+( 22.¢a1
7zppwq-zppvlp'
6-+-zp-snp+& El alfil ha heredado del peón el deber de
5+-+Psn-+-% bloquear la columna abierta; pero este nuevo
4-+-+-+-+$ obstáculo es eliminado fácilmente.
3+N+-vLP+-#
2PzPPwQ-+PzP" 22...¤xd5!
23.¥xg7 ¢xg7
1+K+R+L+R! 24.£xd5 £xc2
xabcdefghy 25.£d2 e5!

Uno de los problemas más difíciles en ajedrez Esta jugada impide un jaque en d4 con la
consiste en decidir cuál de las torres deberá dama blanca; ahora ¦xb2 se vuelve una
ocupar una columna determinada. Su solución amenaza real.
exige una visión íntima de todo el
desenvolvimiento posible que pueda tener la
41
 Diagrama 57 27.bxa4? ¦b2?
XABCDEFGHY Ahora las negras ganaban rápidamente con
8-trr+-+-+( 27...¦b1+.
7+-+-+pmkp'
6-+-zp-+p+& 28.£xc2 ¦cxc2
5zp-+-zp-+-% 29.¦xd6 ¦xa2+
4-+-+-+-+$ 30.¢b1 ¦cb2+
3+-+-+P+-# 31.Abandonan.
2PzPqwQ-+PzP"
Es digno de interés, observar que el desenlace
1mK-+RtR-+-! de la lucha en las columnas abiertas se
xabcdefghy verifica primeramente con la penetración de
las piezas mayores de las negras en la séptima
26.b3 a4! fila y después doblándolas en ella.
Generalmente ésta es la importante meta
Minando el obstáculo en 1a columna b da una estratégica a que debe aspirarse cuando se
partida claramente ganada. opera en columnas abiertas.

III. APROVECHAMIENTO DE COLUMNA ABIERTAS EN EL CENTRO Y

EN EL FLANCO DE DAMA

La tarea de explotar las columnas abiertas en

el centro y en el flanco de dama está rodeada No 9...¥e6? 10.¥b5.
de muchos problemas estratégicos. Algunos
de los que pueden señalarse son la 10.¦c1
penetración de las torres en el campo
enemigo, especialmente en la séptima y Más preciso parece 10.¥e2 ¤fd7 11.¥xe7
octava fila; la ganancia de peones mediante la £xe7 12.¤d3!
presión en columnas abiertas y la restricción
de las piezas enemigas. Sin embargo, 10...¤bd7
formular reglas generales para la aplicación 11.¤xd7
de tales objetivos sería complicado y el
resultado impreciso: Por lo tanto, en vez de Si 11.f4?, entonces 11...¤xe5 12.fxe5
ello nos contentaremos con el examen de la (12.dxe5 ¤e4) ¤d7 13.¥xe7 £xe7 14.¤b5
partida siguiente que ilustra algunos de los £h4+!
puntos que hemos señalado.
11...£xd7
PACHMAN-L.STEINER 12.¥d3 a6?
(Budapest, 1948)
Con esta jugada las negras se embarcan en un
1.d4 d5 plan equivocado. Era mejor 12...¤e4 y aún
2.¤f3 ¤f6 12...c5 13.£c2!, con lo cual la ventaja de las
3.c4 e6 blancas resultaría problemática.
4.¥g5 ¥e7
5.¤c3 h6 13.0−0 £e6
6.¥h4 0−0 14.£b3!
7.e3 b6
8.cxd5 exd5 Las negras planean permanecer pasivas en el
flanco de dama y preparar el avance f5. Por su
Más usual y mejor es ¤xd5. parte, las posibilidades de las blancas se
apoyan en su columna abierta c. La jugada del
9.¤e5 ¥b7 texto prepara doblar las piezas mayores y
42
también impide c5 por parte de las negras, en Las negras deben aceptar este sacrificio
el caso de que éstas, más adelante, temporal, pues si 20...f4 21.exf4 gxf4 22.¥f5
renunciasen a su plan en el flanco de rey. y entonces perderían un peón.

14...¦ad8 20...fxg4
15.¥g3 ¥d6 21.¤g3 ¤g7
16.¤e2 ¤e8
Ahora surge claro el sentido del movimiento
No es jugable 16...¤e4 a causa de 17.¥xe4 20 de las blancas. Las negras no pueden
dxe4 18.£xe6 fxe6 19.¥xd6 cxd6 20.¤f4 y si satisfactoriamente defender el peón c7; v. gr.:
20...¦fe8, entonces 21.¦c7 seguido de ¤h5. 21...¥c8 22.¥g6, o 21...c6 22.¥f5 seguido de
¥xg4, y el flanco rey de las negras quedaría
17.¦c3 ¥xg3 seriamente debilitado.
18.hxg3!
22.¦xc7 ¦c8
Después de 18.¤xg3 f5 19.£c2 g6, las negras 23.¦xc8 ¦xc8
tendrían buenas perspectivas de ataque con
¦d8-d7-f7. La acción de las blancas en la columna c ha
conducido a la ganancia del importante peón
18...g5 c7 y con ello la debilitación de la posición
enemiga. El control de las negras en la
Impide al caballo blanco el acceso al punto f4 columna c es sólo temporal, pues su torre muy
y al mismo tiempo pone en acción el avance pronto tendrá necesidad de defender las
en el flanco rey. Sin embargo, la debilitación debilidades que rodean a su rey.
de la casilla f5 de las negras permite a las
blancas la ruptura decisiva. 24.£e2 h5
25.¥b1
19.£c2 f5
Naturalmente no interesa 25.¥xa6? ¥xa6
A primera vista la posición de las negras 26.£xa6 ¦c2, pues la penetración de la torre
parece completamente firme, pues la única en la séptima fila vale más que el peón
debilidad, el peón de c7 está, en apariencia, sacrificado.
completamente seguro. Sin embargo, las
blancas se las arreglan, mediante maniobras 25...¦f8!
tácticas en el flanco de rey, para operar con
éxito en la columna abierta de c, y Virtualmente forzado, pues después de 25...h4
eventualmente ganan el peón c7. 26.£d3! £h6 27.¤f5 ¤xf5 28.£xf5 g3
29.£e5 gxf2+ 30.¦xf2 o 25...£h6 26.¤f5
Diagrama 58 ¤xf5 27.¥xf5 ¦f8 28.¥d3 a5 29.¦c1 y las
XABCDEFGHY blancas tienen ventaja decisiva. Pero ahora la
8-+-trntrk+( dama blanca puede penetrar la posición
7+lzp-+-+-' enemiga a través de la columna abierta c.
6pzp-+q+-zp&
5+-+p+pzp-% 26.£c2! £h6
4-+-zP-+-+$ 27.£c7 ¥c8
3+-tRLzP-zP-#
2PzPQ+NzPP+" Si 27...h4, las blancas podrían evitar que el
1+-+-+RmK-! adversario lograse algún ataque, bien con
27...h4 28.£xb7? hxg3 29.£xd5+ ¢h8
xabcdefghy
30.fxg3 ¦xf1+ 31.¢xf1 £h1+ o 28.¤f5?
¤xf5 29.£xb7 £e6. Sin embargo, la mejor
20.g4! respuesta a 27...h4 es sin duda alguna 28.¤e2
¥c8 29.£e5.

43
 28.£e5 h4 32.¢h1 las negras disponen aún del peligroso
29.¤e2 £h5? sacrificio de calidad 32...g4!

La posición de las negras es comprometida y 31...¦e8

la eventual pérdida de la partida es inevitable.
La jugada del texto, que pone a su dama fuera O 31...¥e6 32.¤xd5 £f7 33.¥g6! ganando.
de juego, sólo contribuye a la derrota. Las
negras probablemente esperaban 30.£xd5+?, 32.£xd5+ ¥e6
después de lo cual 30...¥e6 seguido de g3 les 33.£d6 ¥c4
hubiera dado un fuerte ataque. 34.¤d5 ¦e6
35.£xe6+! ¤xe6
30.¤c3 g3! 36.¤f6+ ¢f7
31.f3! 37.¤xh5 ¥xf1
38.¢xf1 Abandonan.
Lo más sencillo y mejor. Después de 31.fxg3
¦xf1+ 32.¢xf1 hxg3 33.£xg3 £h1+ la
partida es tablas, y después de 31.¤xd5 gxf2+

IV. LA SÉPTIMA Y OCTAVA FILAS

Debiera estar claro ahora que uno de los más Diagrama 59
importantes objetivos estratégicos al explotar XABCDEFGHY
columnas abiertas es la penetración de las 8r+-+-+k+(
piezas mayores en la séptima y octava filas. 7zp-zp-+-zpp'
Las piezas mayores en la séptima fila 6-zp-+-+-+&
deterioran por lo general la posición enemiga 5+-+-+-+-%
o fuerzan la ganancia de peones, los cuáles, 4-+-+-+-+$
en dicha fila se ofrecen como una recompensa 3+P+-+-+P#
al esfuerzo logrado. En la octava fila es el rey
2PmKP+-+P+"
enemigo el que se halla bajo el fuego, y no
son únicamente los principiantes quienes han
1+-+R+-+-!
sido sorprendidos por muy bellas xabcdefghy
combinaciones de mate basadas en la Juegan las blancas
debilidad de dicha fila.
Es de suma importancia el uso que se haga de Damos ahora cinco ejemplos típicos en que
la séptima línea en los finales, y se requiere las torres en la séptima fila demuestran ser
gran cuidado en justipreciar su valor antes de decisivas. El modo con que es asegurada la
entrar en un final de torres. En verdad, es a victoria o logradas unas tablas con grandes
menudo muy importante procurar un dificultades, ilustran en cada caso la
estratégico cambio de piezas que nos deje con estratégica significación de las torres en la
el acceso de una torre a la séptima fila, pues séptima. Seguimos después con otros cuatro
aun cuando el material sea reducido o igual, ejemplos mostrando los dos objetivos más
una torre en dicha fila puede resultar un factor importantes al controlar la octava fila; forzar
decisivo. el mate y reducir las piezas menores enemigas
Así, por ejemplo, la posición del diagrama 59 a la fila última.
está ganada por las blancas porque su rey,
después de 1.¦d7 ¦c8 (c5 2.¢c3) 2.¢c3 entra
en juego sin ser molestado, mientras que las
piezas negras están ceñidas a la defensa de
sus peones.

44
 (a) (c)
Diagrama 60 Diagrama 62
XABCDEFGHY XABCDEFGHY
8-+-+r+k+( 8-+r+-+k+(
7+p+R+-zpp' 7+-+R+-+p'
6-+-+-zp-+& 6-+-+-+p+&
5+-+-+-+-% 5+P+-+-+-%
4-+-+-+-wQ$ 4-+-+-+-+$
3+q+-+-+P# 3+-+-+-+-#
2-+-+-zPPmK" 2-+-+-+-+"
1+-+-+-+-! 1+-+-+-+K!
xabcdefghy xabcdefghy
Las blancas juegan y ganan Las blancas juegan y ganan

1.£g4 g6 2.£h4 h5 3.£xf6 y ganan. Aquí las
blancas utilizaron la posición de su torre para
maniobrar un simple ataque de mate. Es
importante observar la débil posición que
tenían los peones de las negras. Si su peón f
hubiera estado en su casilla de origen, las
blancas habrían tenido que luchar, aun para
hacer tablas.
(b)
Diagrama 61
XABCDEFGHY
8-+r+-+k+(
7tR-+-+-+-'
6-+-+-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+p+-+$
3+-zpp+-sN-#
2-+-+-+-+"
1+-+-+-+K!
xabcdefghy
Las blancas juegan y fuerzan las tablas
1.¤xe4 c2 2.¤f6+ ¢f8 (¢h8? 3.¦h7 mate)
3.¤h7+ ¢e8 4.¤f6+ y las blancas se habrían
salvado por jaque perpetuo, porque 4...¢d8
no es posible debido a 5.¦d7 mate. El
resultado hubiera sido el mismo si la torre
blanca estuviese en d7 y la negra en b2, pues
entonces la propia torre de las blancas priva al
rey enemigo de la casilla de escape. Esta
cooperación de la torre en la séptima y el
caballo para forzar jaque perpetuo es
frecuente meta estratégica en posiciones que
son material o posicionalmente desfavorables.
1.b6 ¢f8 2.b7 ¦b8 3.¦c7 ganando. Este es el
modo más sencillo de usar una torre en la
séptima fila para asegurar la promoción de un
peón pasado. Sin embargo, esto es eficaz
solamente cuando el rey enemigo no tiene
peones vecinos (únicamente peones de torre)
en la segunda fila para neutralizar la acción de
las torres. Si existen tales peones el desenlace
pudiera muy bien ser distinto. Supongamos,
por ejemplo, que los peones de las negras en
h7 y g6 estuvieran invertidos, esto es, en g7 y
h6, entonces las blancas no podrían ganar y
tendrían que luchar únicamente para alcanzar
tablas: 1. b6, ¦c1+ 2.¢g2 ¦b1 3.b7 ¢h7
4.¢f3 h5, etc.El contraste que resulta, en estas
posiciones similares revela el cuidado que es
necesario observar para avanzar los peones
delante del rey cuando una torre enemiga
alcanzó la séptima fila. Un descuido en situar
los peones, v. gr.: f5, g6 y h7 permite que el
rey sea encerrado y puede conducir a una
rápida derrota.
Un rey así limitado debe considerarse tan
seria desventaja, que aun una superioridad
material no puede servir de contrapeso. La
torre causante de tal encierro ha aumentado al
mismo tiempo de valor y según palabras de
Nimzowitsch, posee la “séptima absoluta”.

45
 (d)
Diagrama 63 1.¦h7+ ¢g8 2.¦eg7+ ¢f8 3.¦xd7
XABCDEFGHY (amenazando ¦h8 mate) 3...¢g8 (o 3...¢e8
8rtr-+-+-mk( 4.¦xc7 ¢d8 5.¦cg7,etc.) 4.¦dg7+! ¢f8
7+-+ntRR+-' 5.¦xc7 ¢g8 6.¦cg7+ ¢f8 7.¦xb7 ¢g8
6-+l+p+-zp& 8.¦bg7+! (no ¦xa7 a1£!) 8...¢f8 9.¦xa7 y
5+-+-+-zpP% ganan.
4-+-+-+-+$ En este caso el mate no puede forzarse, pues
3+-+-+-+-# no hay manera de proteger una torre en g7
mientras la otra da el mate en h8. En vez de
2p+-+-+PmK"
ello, las blancas recurren a las repetidas
1+-vL-+-+-! amenazas de mate y de este modo ganan
xabcdefghy decisiva ventaja material.
Las blancas juegan y ganan
(f)
1.¦h7+ ¢g8 2.¦eg7+ ¢f8 3.¥xg5! hxg5 Diagrama 65
4.h6 (amenaza ¦h8 mate) 4...¢e8 5.¦h8+ XABCDEFGHY
¤f8 6.h7 a1£ 7.¦xf8+ ¢xf8 8.h8£# 8-+r+r+k+(
El resultado es el mismo si las negras se 7+p+qvlpzpp'
desvían en la jugada tercera con 3...a1£
6-+-zp-sn-+&
4.¥e7+ ¢e8 5.¦g8+ ¤f8 6.¦xf8+ ¢d7
7.¥c5+ y mate a la siguiente, o bien 3...¥e4
5zp-+P+-vL-%
4.¥e7+ ¢e8 5.¦h8+ ¤f8 6.¥d6! seguido de 4-+-wQ-+-+$
7.¦xf8 mate! Este ejemplo demuestra algo del 3+-+-+N+-#
poder que ejercen dos torres dobladas en la 2PzP-+RzPPzP"
séptima fila. Es interesante señalar las 1+-+-tR-mK-!
amenazas de mate que surgen una vez que la xabcdefghy
torre en g7 ha sido protegida por, el avance Las blancas juegan y ganan
del peón h.
Tales posiciones de mate son características y 17.¥xf6! ¥xf6
constituyen la base de muchas
combinaciones. Después de 17...gxf6! sería unI error 18.¦xe7?
En este ejemplo las torres dobladas dieron la a causa de 18...£xe7! 19.¦xe7? ¦c1+ y las
victoria. En algunos casos, no obstante, blancas se habrían suicidado
actúan como factor salvador cuando la ajedrecísticamente.
posición material es desventajosa. Si, por Sin embargo, capturando de peón tampoco se
ejemplo, las blancas estuvieran sin alfil en c1 salvan las negras del todo, pues si las blancas
aún habrían podido hacer tablas por jaque juegan bien como consecuencia del debilitado
perpetuo: 1.¦h7+ ¢g8 (no ¦eg7+ ¢f8 y el flanco de rey de las negras y el mal alfil, su
rey escapa) 2.¦hg7+ ¢f8 3.¦gf7+, etc. posición aún da a las blancas suficientes
oportunidades para forzar una decisión, v. gr.:
(e) 18. h3! (amenazando ahora 19.¦xe7!)18...¦a8
Diagrama 64 19.£g4+ £xg4 20.hxg4 ¢f8 21.¤d4, etc.
XABCDEFGHY
8r+-+-+-mk( 18.£g4! £b5
7vlpzpltRR+-'
6-+-+-+-+& Si 2...£d8 3.£xc8.
5+-+-+-+-%
4-+-zp-+-+$ 19.£c4!! £d7
3+-+-+-+-# 20.£c7!! £b5
21.a4!
2p+-+-+K+"
1+-+-+-+-! No 21.£xb7? £xe2! 6.¦xe2 ¦c1+ y las
xabcdefghy blancas sufrirían el mismo destino que indica
Las blancas juegan y ganan
46
el comentario de la primera jugada de las (i)
negras. Diagrama 68
21...£xa4 XABCDEFGHY
22.¦e4! £b4 8-+r+-+k+(
23.£xb7 Abandonan. 7zpQ+-zppvlp'
6-zp-+l+p+&
Las negras tienen que entregar su dama para 5wq-+-+-+-%
evitar el mate en la octava fila. Esta es quizás 4-+-+-+-+$
la más famosa de todas las combinaciones 3+-sN-vL-+P#
orientadas a dar mate en la octava fila, pero el
2-zP-+-zPP+"
tema es el mismo que frecuentemente se
presenta si bien bajo distintos aspectos.
1+-+R+-mK-!
xabcdefghy
(g) Las blancas juegan y ganan
Diagrama 66
XABCDEFGHY 1.£xc8+!! ¥xc8 2.¦d8+ ¥f8 3.¥h6 y las
8-+-tr-+k+( negras no tienen defensa contra la amenaza
7zp-+r+pzp-' ¦xf8 mate. Este es un típico ejemplo de una
pieza que está clavada en la octava fila que
6-zpQ+-+p+&
conduce a un mate inmediato.
5+-+P+-wq-% Y ahora una partida mostrando las torres en la
4P+-+-+-+$ séptima.
3+-+-+-zP-#
2-+-+-zP-zP" ALEKHINE-YATES
1+-tR-tR-mK-! (Londres, 1922)
xabcdefghy
Las blancas juegan y ganan 1.d4 ¤f6
2.c4 e6
1.£xd7! ¦xd7 2.¦e8+ ¢h7 3.¦cc8 y las 3.¤f3 d5
negras no pueden evitar el mate. Esta 4.¤c3 ¥e7
combinación gira alrededor de la infortunada 5.¥g5 0−0
colocación de la dama negra que bloquea el 6.e3 ¤bd7
movimiento liberador 3...g5. 7.¦c1 c6
8.£c2 ¦e8
(h) 9.¥d3 dxc4
Diagrama 67 10.¥xc4 ¤d5
XABCDEFGHY 11.¤e4 f5?
8-+-+-+-mk(
7+-+-+-zp-' Posicionalmente ésta es una jugada dudosa
6-+-+Nvl-zp& porque permite a las blancas, en una fase
5+-+-+P+-% posterior, ocupar la casilla e5 con un caballo.
4-+-+-+-+$ Mejor era f6 o ¥xg5.
3+-+-+-+-#
12.¥xe7 £xe7
2ptr-+-+PmK"
13.¤ed2 b5?
1+-tR-+-+-!
xabcdefghy Un error parecido que debilita la casilla c5.
Las blancas juegan y ganan Alekhine utiliza ahora las dos debilidades
para adquirir una activa colocación de sus
1.¦c8+ ¢h7 2.¤f8+ ¢g8 3.¤g6+ ¥d8 piezas.
(retrasa el mate una jugada) 4.¦xd8+ ¢f7
(¢h7 5.¦h8 mate) 5.¦f8# 14.¥xd5 cxd5
15.0−0 a5
16.¤b3 a4
47
 17.¤c5 ¤xc5 27.¦c7 ¥b5
18.£xc5 £xc5 28.¦1c5 ¥a6
19.¦xc5 29.¦5c6 ¦e8
30.¢f4 ¢g8
Alekhine maneja la posición correctamente y 31.h5!
no teme las simplificaciones; su ventaja
posicional (control de la columna c y la fuerte Diagrama 69
base de operaciones para su caballo en e5) XABCDEFGHY
será muy pronto elocuente. 8r+-+r+k+(
7+-tR-+-zp-'
19...b4 6l+R+p+-zp&
20.¦fc1 ¥a6 5+-+psNp+P%
21.¤e5 ¦eb8 4p+-zP-mK-+$
3zPp+-zPP+-#
Es importante para las blancas que su 2-zP-+-+P+"
oponente no se atreva a cambiar torres 1+-+-+-+-!
(21...¦ec8 22.¦xc8+ ¦xc8 23.¦xc8+ ¥xc8
xabcdefghy
24.¤c6 b3 25.axb3 axb3 26.¤a5 y las negras
pierden un peón) pues su dominio de la
columna c está así asegurada. El plan Ahora sólo falta doblar las torres en la
estratégico que deben seguir consiste en séptima fila. Una vez logrado esto, la partida
doblar las torres en la séptima fila reduciendo se decide.
la posición del flanco rey enemigo y,
eventualmente, usar su caballo y 31...¥f1
posiblemente su rey, para cooperar en un 32.g3 ¥a6
ataque de mate. En el curso posterior de la 33.¦f7! ¢h7
partida Alekhine practica este plan con gran 34.¦cc7 ¦g8
vigor. 35.¤d7!

22.f3 b3 Con la amenaza funesta 36.¤f6+. En este

23.a3 h6 momento ya no hay defensa.

Otra vez un cambio de torres es imposible: 35...¢h8

23...¦c8 24.¦xc8 ¦xc8 25.¦xc8 ¥xc8 26.¤d3
y después de 27.¤c5 las blancas ganan el
peón a o el peón e. Aparte de esta variante tan
clara, un intercambio de torres daría a las
blancas un juego, ganado posicionalmente,
pues su rey podría entonces marchar sin
obstáculos hasta b4.
24.¢f2 ¢h7
25.h4 ¦f8
26.¢g3 ¦fb8
Las negras sólo pueden perder tiempos y
tienen que aguardar pasivamente mientras el
contrario prepara su acción.
36.¤f6! ¦gf8
37.¦xg7!! ¦xf6
38.¢e5! Abandonan.
Las blancas ganan la torre, pues su retirada a
f8 o bien defenderla con la otra torre privaría
al rey negro de su vital casilla de escape y la
partida terminaría en mate.
Esta partida demuestra cómo el control de una
columna abierta puede primero restringir
notablemente la posición enemiga y después
preparar un final favorable mediante las dos
torres dobladas en la séptima fila.

48
 V. TORRES ACTIVAS DELANTE DE LA CADENA DE PEONES
En las secciones precedentes nos interesamos Ambos son buenos ejemplos del manejo de
principalmente en los métodos fundamentales las torres cuando los métodos normales
de proporcionar posibilidades a las piezas (columnas abiertas) son inadecuados o no
mayores (creación y uso de columnas practicables.
abiertas). Sin embargo, sucede a menudo que
la ocupación de una columna abierta no es ALEKHINE-KMOCH
suficiente; o que la creación de una columna (San Remo, 1930)
abierta no es posible porque el plan
estratégico indica que tal columna no sería 1.d4 ¤f6
conveniente. 2.c4 e6
Por ejemplo, cuando ambos bandos han 3.¤c3 ¥b4
enrocado en el mismo flanco, abrir una 4.¥d2 0−0
columna contra el rey adversario implica un 5.e3 d5
ataque con avance de peones, lo cual 6.¤f3 c5
generalmente conduce a una debilitación de la 7.a3 ¥xc3
posición propia, mientras que abrir una 8.¥xc3 ¤e4
columna sin avanzar peones es 9.¦c1 ¤xc3
frecuentemente imposible. En casos como 10.¦xc3 cxd4
éstos es útil a menudo colocar la torre delante 11.exd4 ¤c6
de nuestra propia cadena de peones. Un 12.¥e2 dxc4
ejemplo es la vieja variante del Gambito 13.¥xc4 £f6
Dama en la cual Pillsbury, después de las 14.0−0 ¦d8
jugadas 1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 15.¦d3 ¥d7
¥e7 5.e3 0−0 6.¤f3 ¤bd7 7.¦c1 b6 8.cxd5 16.¦e1
exd5 9.¥d3 ¥b7 10.0−0 c5 acostumbraba
lanzarse a un ataque inmediato con 11.¤e5 Aunque las negras han salido de la apertura
seguido de f4, ¦f3 y ¦h3. consiguiendo la igualdad, las blancas juegan
Ejemplos parecidos en los que las torres para ganar. Por lo tanto evitan la continuación
operan delante de sus propios peones para 16.£d2 y 17.d5 que hubiera eliminado su
atacar al rey enemigo son muy frecuentes. En peón aislado, y en vez de ello preparan un
algunas partidas modernas, sin embargo, la ataque contra el flanco de rey enemigo.
torre se juega delante de sus propios peones
aun cuando no se trate de un ataque contra el 16...¥e8
rey contrario. La razón de esto estriba en que 17.£d2 ¤e7
para abrir columnas, son por lo general 18.¤g5!
necesarios los avances de peones y Steinitz
demostró que cada avance de un peón reduce La primera jugada agresiva, con la cual las
sus perspectivas en el final de la partida (un blancas esperan inducir al avance debilitador
principio recordado por Reti en todos sus del peón h a h6. La amenaza es 19.¤xe6!
sistemas). En tipos de partidas fxe6 20.¦xe6.
posicionalmente cerradas, los jugadores a
menudo se preocupan de mantener los peones 18...¤d5
en sus casillas de origen el mayor tiempo 19.¦f3 £e7
posible. Si las torres van a maniobrar, deben 20.¦g3
entonces accionar delante de sus propios
peones. Para describir tal operación de las Ahora la amenaza es 21.£d3 que, de llegar a
torres, Tartakower ha puesto en uso la frase realizarse, forzaría la réplica debilitadora
“Torre hipermoderna”. 21...g6.
Damos ahora dos partidas. En la primera las 20...h6
torres son utilizadas en un ataque directo 21.¤f3 £f6
contra el rey enemigo; en la segunda, ejercen 22.¦e4!
una presión posicional en el flanco dama.
49
Ahora la otra torre refuerza el ataque y al Si 31...£b1, entonces las blancas ganan con
mismo tiempo impide que el caballo negro 32.£e7 ¦c1 33.¦xg7+ ¢xg7 34.¦g4+ ¢h7
ocupe la casilla f4. 35.£f6 ¦h1+ 36.¢g3.

22...¤e7 32.d5! a5
23.¤e5 ¤f5
24.¦d3 ¦ac8 Si 32...exd5 33.£d4 con ataque decisivo.
25.h3!
33.£e4 ¦d6
Las blancas deben precaverse en primer lugar 34.£e5 g6
de un posible mate en la primera fila antes de 35.£h5! ¦xd5
lanzar todas sus fuerzas al ataque.
O 35...¢h7 36.¤g4! gxh5 37.¤f6+ y mate a
25...¤d6? la siguiente.

El intercambio del caballo por el alfil es 36.¤xd5 exd5

defectuoso y hace la defensa más difícil. 37.£xh6 Abandonan.
Después de la jugada correcta 25...¥c6, las
negras habrían conseguido el equilibrio.
TRIFUNOVIC-PACHMAN
26.¦f4 ¤xc4 (Hilversum, 1947)
27.¤xc4 £g5
1.e4 e5
Si 27...£e7 28.¤e5, entonces no es bueno 2.¤f3 ¤c6
28...f6 debido a 28.¤g4. 3.¤c3 ¤f6
4.¥b5 ¥b4
28.¦g3 £d5 5.0−0 0−0
29.¤e3 £c6 6.d3 ¥xc3
30.¢h2 7.bxc3 d6
8.¥g5 £e7
Diagrama 70 9.¥xf6 £xf6
XABCDEFGHY 10.£c1
8-+rtrl+k+(
7zpp+-+pzp-' Mejor es 10.¤d2.
6-+q+p+-zp&
5+-+-+-+-% 10...h6
4-+-zP-tR-+$ 11.¥xc6 bxc6
3zP-+-sN-tRP# 12.£e3 c5!
13.¦fb1?
2-zP-wQ-zPPmK"
1+-+-+-+-! Mejor es 13.¦ab1.
xabcdefghy
13...¥d7
Las torres blancas han tomado una posición 14.d4?
amenazadora y su acción hace posible un final
enérgico. La ocupación de la séptima línea Hubiera sido mejor para las blancas probar
por parte de las negras no tendría finalidad, 14.c4 ¦ab8 15.¦b3 ¦b6, aunque las negras
pues no habría tiempo para doblar las torres; tuvieran una ligera esperanza debida a la
en todo caso, el rey blanco por el momento posibilidad de jugar ¥a4. La alternativa
está adecuadamente protegido. 14.¦b7 ¦fb8! 15.¦ab1 £d8 da ventaja a las
negras.
30...£c1
31.£b4 £c7 14...cxd4
15.cxd4 exd4
50
 16.¤xd4 ¦fe8! 22.¤d4 ¦ea5 23.¤xe6 £xe6 24.£d2 £c4
seguido de ¦a3, etc., o 22.¦c1 ¦b5 23.¤d4
De aventurarse ahora la torre blanca a la ¦ba5 24.¤c6 ¦c5, etc.
séptima línea con 17.¦b7, las negras tienen
una fuerte réplica: 17...¥c6! seguido de ¥xe4. Diagrama 71
El último movimiento de las negras amenaza XABCDEFGHY
d5. 8-+-+-+k+(
7zp-zp-+pzp-'
17.¦e1 ¦ab8 6-+-zplwq-zp&
18.¤b3 5+-+-tr-+-%
4r+-+P+-+$
El plan de las blancas de controlar la columna 3+NzP-wQP+-#
b abierta se ha esfumado y es la torre negra la
2P+-+R+PzP"
que amenaza alcanzar la séptima línea. Por lo
tanto, las blancas se deciden a bloquear la
1tR-+-+-mK-!
columna b con este caballo, forzando a su xabcdefghy
oponente a buscar otros medios para utilizar
sus piezas mayores. 22.¦d1? ¦xa2!

18...¦b4 Gana un peón, pues si 23.¦xa2, la réplica

19.c3 23...¥xb3 es decisiva. El resto es cuestión de
técnica.
No sería buena para las blancas la siguiente
continuación: 19.£xa7 ¦bxe4 20.¦xe4 ¦xe4 23.¤d4 ¦ea5
21.£xc7? £xa1+! 22.¤xa1 ¦e1 mate. 24.¦xa2 ¦xa2
25.¦b1 £g6
19...¦a4 26.g4 £f6

Una de las torres negras ha tomado ya una
posición muy eficiente, desde a4 protege su
propio peón a7 mientras ataca el de las
blancas.
20.f3 ¦e5!
Ahora la otra torre se dispone a operar en el
flanco dama.
Después de haber provocado el avance
debilitador del peón g a g4, la dama negra
dirige ahora sus miras hacia h4 con amenazas
sobre el rey negro. Las blancas no pueden
traer el caballo a la defensa con 27.¤e2 a
causa de 27...¥c4 ganando el peón c, por lo
tanto la torre blanca debe abandonar toda idea
de contrajuego en la columna b y dirigirse a la
defensa de su rey.

21.¦e2 27.¦e1 c5
28.¤xe6 £xe6
Un intento de forzar el paso con 21.f4 falla 29.¦e2 ¦a3
contra 21...¦exe4 22.£xe4 ¦xe4 23.¦xe4 30.¢g2 £c4
£xc3 24.¦c1 £d3 25.¦e7 ¥e6 26.¦exc7 31.¦c2 ¦a1
£e3+ con ventaja para las negras. 32.¦c1

21...¥e6 Si 32.£d2 £f1+ 33.¢g3 ¦d1 34.£e2 £h1,

etc.
La presión de las negras en el flanco dama
aumenta a cada jugada. En su intento de 32...¦a2+
buscar contrajuego las blancas ahora pierden 33.¢g3 £b3
un peón y con ello virtualmente el juego. 34.£g1 £b2
Movimientos defensivos hubieran deparado 35.e5 dxe5
pocas esperanzas, pues las torres negras 36.¦b1 £xc3
operan muy fuerte en el flanco dama, v. g.: 37.¦c1 £d2
51
 38.¦xc5 £f4+ 42.¢g2 f6
39.¢h3 £xf3+ 43.¦c7 ¢h7
40.£g3 £xg3+ 44.Abandonan.
41.¢xg3 ¦a3+

LA DAMA Y EL JUEGO CON LAS PIEZAS MAYORES

Según hemos mencionado anteriormente, la No es satisfactorio para las negras 18...dxc4; a
principal característica de 1a dama es su gran causa de 19.¦d6; ni 18...bxc4; porque seguiría
movilidad. Tanto en el final como en el medio 19. £b7.
juego, su ágil cambio de frente hace de ella
una admirable pieza de ataque que opera con 19.£a3! ¦fd8
eficacia contra debilidades directas en la
posición enemiga, o en asaltos contra el rey Si 19...bxc4 20.£d6 ¦fd8 21.¦b1 seguido de
adversario. ¦b7.
El ejemplo que sigue demuestra cuán
suavemente puede trasladarse la dama de un 20.cxb5 cxb5
lado a otro aun cuando la posición presenta 21.£a6!
carácter parcial de bloqueo.
Con la amenaza 22.¥xd5 exd5 23.£xh6. Las
BOGOLJUBOW-MIESES negras debieran evitarlo con 21...£h4! y las
(Baden-Baden, 1925) blancas podrían continuar 22.¦d2,
amenazando 23.a4! bxa4 24.c4.
Diagrama 72
XABCDEFGHY 21...£h5?
8r+-+k+-tr(
7zp-+l+-zpp' Sólo en parte se preocupan las negras de la
6-+p+p+-wq& amenaza citada. Ahora las blancas tienen
5+p+pzPp+-% oportunidad de efectuar un elegante sacrificio
4-+P+-zP-+$ que permite 1a entrada de su dama en las
3+-zP-zP-+-# líneas enemigas con una consiguiente red de
2P+Q+-zPLzP" mate. La combinación es meramente el lógico
desenlace de las previas maniobras de la dama
1+-+R+-tRK! (£b2-a3-a6).
xabcdefghy
22.¥xd5! exd5
En esta posición ninguna de las damas parece 23.¦xg7+! ¢xg7
estar colocada en situación activa. Las 24.£f6+ ¢g8
jugadas que siguen demuestran, sin embargo, 25.¦g1+ £g4
que las blancas están dispuestas para trasladar 26.¦xg4+ fxg4
la dama de su modesta posición actual y
amenazar con ella simultáneamente las dos Con un recuento puramente aritmético, las
alas enemigas. Por contraste la dama negra, negras parece que tienen suficiente material
debido a su prematura salida hasta h6, ha por su dama. Sin embargo, los dos peones
quedado completamente inútil. ligados de las blancas entran en juego,
vigorosamente apoyados por la dama, en un
18.£b2! avance decisivo.
No sería buena jugada 18.cxb5? cxb5 después 27.f5 ¦dc8
de lo cual las negras tendrían contrajuego en 28.e6 ¥c6
la columna c. 29.£f7+ ¢h8
30.f6 ¦g8
18...0-0
52
 31.£c7 ¦ac8
32.£e5 d4+
33.¢g1 Abandonan.
En el ajedrez moderno se originan con
frecuencia posiciones en las que ningún
bando permite que se produzca debilidad
alguna en sus peones y en la que ambos reyes
están bien protegidos de ataques. En tales
casos resulta por lo general imposible utilizar
las funciones agresivas de la dama, como en
el ejemplo anterior, y por lo tanto, durante
largo rato debe limitarse a desarrollar sólo una
parte de su potencia. Entonces puede cooperar
con las torres en su lucha por controlar las
columnas abiertas; también puede ocupar
diagonales importantes y aumentar el poder
de los alfiles o bien cuando éstos han sido
cambiados, asumir, inclusive, su función. Las
operaciones de la dama en las diagonales es
una característica común de muchos sistemas
modernos de apertura en los que los alfiles se
hallan “fianchettados”; pues un intercambio
de éstos para eliminar alguna valiosa pieza
defensiva es a menudo un objetivo
importante, y la resultante diagonal libre es
utilizada por la dama. Un sencillo ejemplo es
la bien conocida variante de la India de dama
en la que las negras, después de 1.d4 ¤f6
2.¤f3 e6 3.g3 b6 4.¥g2 ¥b7 5.0−0 c5 6.c4
cxd4 7.¤xd4 ¥xg2 8.¢xg2 generalmente
continúan con 8...£c8 seguido de £b7+.
Quizás el más grande exponente de las
operaciones con la dama en largas diagonales
fue el gran maestro checoslovaco R. Reti. Su
partida contra el campeón del mundo en
aquella ocasión, Capablanca, ha dado la
vuelta al mundo.
RETI-CAPABLANCA
(Nueva York, 1924)
1.¤f3 ¤f6
2.c4 g6
3.b4?! ¥g7
Mejor es 3...a5! 4.b5 d6.
4.¥b2 0−0
5.g3 b6
6.¥g2 ¥b7
7.0−0 d6
8.d3 ¤bd7
9.¤bd2 e5
53
10.£c2 ¦e8
11.¦fd1!
La primera jugada exquisita que ya vislumbra
operaciones con la dama en la diagonal a1-
h8.Si las negras ahora jugasen 11...e4 según
podría suponerse por sus anteriores jugadas,
la continuación 12.dxe4 ¤xe4 13.¥xg7 ¢xg7
14.¤d4 ¤df6 15.£b2! daría ventaja a las
blancas debido a la fuerte posición de su
dama.
11...a5
12.a3 h6
13.¤f1 c5
14.b5!
Las blancas pudieron ganar aquí un peón con
14.bxa5 ¦xa5 15.¤xe5 ¥xg2 16.¤xd7 ¥c6
17.¤xf6+ ¥xf6 18.¥xf6 £xf6; pero la
resultante debilidad de la posición de su rey
habría dado a su oponente considerables
posibilidades de ataque.
14...¤f8
15.e3!
El principio de una maniobra con la cual las
blancas abren la columna de dama y la
diagonal a1-h8.
15...£c7
16.d4 ¥e4
17.£c3?
Un error táctico que pudo haber ocasionado a
las blancas la pérdida de una gran parte de su
ventaja. Más preciso era 17.£c1 con
consecuencias similares a las de la partida.
17...exd4
18.exd4 ¤6d7?
Después de este error todo está otra vez en
orden para las blancas. Mucho más fuerte
hubiera sido 18...¤e6 19.£c1 ¦ac8 con juego
complicado.
19.£d2! cxd4
Era preferible mantener la tensión en el centro
con 19...¦ad8. La jugada del texto, que gana
el peón c a cambio del peón d, deja una seria
debilidad en b6; y también abre camino a las
blancas hacia el importante punto avanzado No es jugable 27...¦xe3 28.fxe3 £xd1
de c6. 29.¤f5 (o e6!) y el largo poder de alcance
ejercido por la dama contra el rey se hace
20.¥xd4 £xc4 aparente. Una mejor defensa, sin embargo,
21.¥xg7 ¢xg7 descansa en 27...¤e5, en cuyo caso las
22.£b2+! ¢g8 blancas podrían mantener su ventaja con
23.¦xd6 28.£b3 o bien provocar un final de partida
favorable con 28.£e2 en el cual el peón b de
Diagrama 73 las negras significa una seria desventaja.
XABCDEFGHY
8r+-+rsnk+( 28.¤c4 £c5
7+-+n+p+-' 29.¤c6 ¦c7
6-zp-tR-+pzp& 30.¤e3 ¤e5
5zpP+-+-+-% 31.¦1d5! Abandonan.
4-+q+l+-+$
3zP-+-+NzP-# Después de 31...¤c4 32.¦xc5 ¤xb2 33.¦c2
2-wQ-+-zPLzP" ¤a4 34.¤d5 las negras pierden una torre.
Es interesante observar que la dama blanca
1tR-+-+NmK-! ocupó la gran diagonal en la jugada 22 y
xabcdefghy permaneció inmóvil en la misma casilla hasta
el final, y que su latente poder agresivo fue un
Una observación del diagrama muestra el importante factor en la rápida victoria. Por
éxito de la estrategia de las blancas: su dama otra parte, la dama negra estuvo
controla la gran diagonal y crea ocultas constantemente en acción, por su situación
amenazas contra el rey negro (véase la nota a expuesta tenía más importancia que no las
la jugada 27 de las negras). amenazas que originaba, y esto al final
Por otra parte, la dama negra resulta ser un condujo a la derrota.
manantial de preocupaciones, pues está sujeta Ya hemos mencionado que la dama es una
a la amenaza inmediata 24.¤3d2 y se esfuerza pieza cuya acción es predominantemente de
en inútiles excursiones tácticas que se reducen carácter táctico. Esto es cierto; pero hay
a nada. Al final, su desfavorable posición la también numerosas ocasiones en que la gran
conduce a dificultades tácticas que potencia de la dama que domina gran radio de
contribuyen al derrumbe de las negras. acción la capacita para apoyar la ejecución de
un plan estratégico; inclusive se presentan
23...£c5 algunos casos en que la simple presencia de la
24.¦ad1 ¦a7 dama ejerce una decisiva influencia en el
25.¤e3 £h5 carácter estratégico de determinadas
posiciones. En esta última categoría están
Una maniobra aparentemente lógica, cuyo incluidas aquellas posiciones en que las
propósito es provocar el debilitante avance piezas menores han sido eliminadas. La
del peón g3 de las blancas a g4. La jugada del partida se halla entonces en estado de
texto también hace frente a la amenaza transición entre el medio juego y el final; en
26.¤g4; pero para esto mejor era este caso la dama apoyada por una o dos
simplemente 25...h5. torres puede constituir una poderosa arma de
ataque en los asaltos al rey enemigo; pero un
26.¤d4! cambio de damas o de torres produce
simplemente un final de partida. Los
Probablemente, Capablanca contaba principios estratégicos que se aplican a tales
solamente con 26.¦1d5 ¥xd5 27.g4 ¥xf3 posiciones son, por lo tanto, una mezcla de
28.gxh5 ¥xh5 después de lo cual sus aquellos que se aplican al medio juego y los
perspectivas de defensa eran completamente aplicables al final de partida separadamente.
buenas. Un típico ejemplo es la siguiente posición de
26...¥xg2 una partida de un match por el Campeonato
27.¢xg2 £e5 del Mundo.
54
 SCHLECHTER-LASKER
(Match 1910)
Diagrama 74
XABCDEFGHY
8-+-+rmk-+(
7zppzp-wqpzp-'
6-+-zp-+p+&
5+-+-+-+-%
4-+-+P+-+$
3+-wQ-tR-+P#
2PzPP+-zPP+"
1+-+-+-mK-!
xabcdefghy
A primera vista la posición parece claramente
de tablas, y no nos sorprenderíamos de que
alguno de los jugadores las ofreciese. Pero, de
hecho, Lasker, con cierta justificación decide
jugar para ganar (como lo prueban las
primeras jugadas siguientes). Existen dos
factores que le ofrecen perspectivas de
victoria: primero, la relativa rapidez y
facilidad con que su rey puede alcanzar el
centro si se cambian las damas y, segundo, la
desagradable debilidad táctica del peón e de
las blancas cuya defensa con f3 provocaría el
fuerte avance del peón d o f de las negras. El
plan de Lasker es de doble sentido: primero
aproxima su rey al centro y después, mediante
la oferta del cambio de damas, coloca sus
piezas en mejor posición. Al principio
Schlechter escoge el contrajuego correcto,
que consiste en tratar de forzar la debilitación
de la formación de peones del flanco dama de
las negras, dándole así oportunidades, en un
final en que el rey negro sería el primero en
llegar al campo vital.
22.£b4 c6
23.£a3 a6
24.£b3 ¦d8
25.c4 ¦d7
26.£d1 £e5
27.£g4 ¢e8
28.£e2 ¢d8
29.£d2 ¢c7
30.a3 ¦e7
31.b4?
Pero ahora se equivoca. Esta jugada
demuestra que Schlechter está preparando un
avance de peones en el flanco de dama (un
55
rumbo tácticamente erróneo). Lo correcto era
31.a4 (aunque este avance habría sido mejor
una jugada antes), con la idea de entorpecer la
acción de las negras en el flanco dama y
posiblemente (después de un ulterior b4 con
la amenaza de una ruptura con b5), obtener
contrajuego en esta ala. Después de la jugada
del texto las negras pueden modificar
ventajosamente toda la estructura de los
peones.
31...b5
32.cxb5
Si 32.£d3, las negras replicarían 32...£a1+
manteniendo su ventaja después de 33.¢h2
£a2! 34.c5 dxc5 35.bxc5 ¦d7 36.£c3 £d2
37.£e5+ ¢b7 (Romanowsky).
32...axb5
Diagrama 75
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7+-mk-trpzp-'
6-+pzp-+p+&
5+p+-wq-+-%
4-zP-+P+-+$
3zP-+-tR-+P#
2-+-wQ-zPP+"
1+-+-+-mK-!
xabcdefghy
Las dos últimas jugadas le han dado tal
cambio a la posición de las negras; que el
final debieran ganarlo fácilmente. Además de
la debilidad de los peones blancos en el flanco
dama, las negras tienen ya la posibilidad de
adelantar su peón c, asegurando así un peón
pasado que el distante rey enemigo no podrá
detener. Estratégicamente la partida ya está
ganada por Lasker; la única esperanza de su
oponente es oponer resistencia haciéndole
difícil la tarea de ganar, apelando a amenazas
tácticas. El hecho de que la partida tenga un
trágico resultado para Lasker es meramente
una prueba de las dificultades que envuelven
el manejo de tales posiciones.
33.g3
Aunque esto es necesario para mejorar la
posición del rey, crea una nueva y
desagradable debilidad en h3.
33...g5!
34.¢g2 ¦e8
35.£d1! f6!
36.£b3
La ruptura con 36.a4 que las blancas
prepararon con su última jugada, ha sido muy
bien contrarrestada. Si ahora 36.a4, entonces,
después de 36...bxa4 37.£xa4 ¢b7 38.¦a3
£xe4+ 39.¢g1 £d4! 40.£a6+ ¢c7
41.£a7+! £xa7 42.¦xa7+ ¢b6 las negras
ganarían porque solamente perderían un peón
en el flanco de rey.
36...£e6
37.£d1 ¦h8!
38.g4 £c4?
El primer paso en falso. Después de lo
correcto 38...¦a8 las blancas no tendrían
ningún contrajuego.
39.a4! £xb4
Una continuación más prudente es 39...¦a8
40.axb5 £xb5 con ventaja posicional para las
negras. En la partida se aceptó la oferta del
peón, que fue el principio de una nueva fase:
las negras, debido a la posición desfavorable
que ahora tiene su rey, se verán reducidas
muy pronto a una situación meramente
defensiva.
40.axb5 £xb5
41.¦b3 £a6
42.£d4
Las blancas luchan por el control de la
columna a. No sólo amenazan £b4 seguido
de ¦a3 sino también ¦b1 seguido de ¦a1.
42...¦e8
43.¦b1 ¦e5
44.£b4 £b5
No es jugable 44...¦b5 a causa de 45.£c4.
45.£e1 £d3
46.¦b4
56
Ahora las blancas tienen una fuerte amenaza
con 47.£a1. Lo mejor para neutralizarla sería
jugar 46 ...¦a5! Sin embargo, Lasker comenta
que después de 46...¦a5 47.¦b3! £xb3
48.£xa5+ se produciría un final de damas en
el que su oponente tendría considerables
posibilidades defensivas, v. gr. 48...¢b7
49.£f5 £f7 50.£a5.
Sin embargo, lo lógico y correcto era entrar
en dicho final. En la partida es cierto que las
negras ganan un segundo peón dentro de
pocas jugadas, pero al mismo tiempo las
blancas fortalecen la posición agresiva de sus
piezas.
46...c5?
47.¦a4 c4
48.£a1! £xe4+
49.¢h2 ¦b5
50.£a2 £e5+
51.¢g1 £e1+
52.¢h2 d5
53.¦a8! £b4
Sin duda, las negras podrían forzar el empate
por jaque contínuo; pero no resulta fácil
conceder las tablas cuando se tienen dos
peones de ventaja. El juego ulterior demuestra
cuán desacertado es, jugar para ganar.
54.¢g2! £c5?
Las negras menosprecian la amenaza 55.£a6
y pierden con sorprendente rapidez. Aún
podían lograr tablas con 54...¦b8 55.£a7+
¦b7 56.£a6! (56.£e3 £d6) £b6 57.£a3 o
bien en esta variante 55...¢c8 56.£a6+ ¢c7.
55.£a6! ¦b8? Asimismo es insuficiente
55...¦b7 56.£e6.Sin embargo, Lasker
propone 55...c3! 56.¦c8+ ¢d7 57.¦xc5 ¦xc5
como un medio para alcanzar aún las tablas.
56.¦a7+ ¢d8
57.¦xg7 £b6
58.£a3 ¢c8
No serviría 58...£b4; a causa de 59.£a7.En
este momento Lasker abandonó sin esperar el
inevitable mate en tres jugadas, comenzando
con 59.£f8+.
De ningún modo esta partida es perfecta; sin
embargo, es extremadamente interesante e
instructiva. En la primera fase de la
escaramuza sostenida por las piezas mayores,
desde la jugada 22 a la 38, las negras 8.¥e2
mantuvieron una decidida iniciativa. Pronto
se vio claro lo fuerte que es un rey Mejor es 8.¥d3.
centralizado y cuán difícil es la partida para el 8...d5
bando que tiene que evitar el cambio de 9.0−0 ¤c6
damas. En la segunda fase, desde la jugada 39 10.c3 ¤e4
hasta el final, el panorama cambió. Las 11.¤xe4? dxe4
blancas sacrificaron primero un peón y 12.¤d2 f5
después otro a cambio de algunas 13.f4 g5!
posibilidades de contraataque. Las negras 14.¤c4 d5
desperdiciaron la oportunidad de conducir el 15.¤e5 ¤xe5
juego hacia un difícil aunque ganado final de 16.dxe5
damas, y por último, después de varios
errores, sucumbieron ante el asalto del Si 16.fxe5, entonces las negras pueden
adversario. Debe señalarse que los errores preparar una ruptura con f4.
cometidos por el excampeón del mundo no
fueron meros errores de oportunidades 16...¢h8
perdidas; la lucha con las piezas mayores 17.a4 ¦g8
originan con frecuencia errores serios aun en
partidas de maestros. Esto no es sorprendente, Las piezas mayores prestan a Alekhine
pues este aspecto de la partida implica tales grandes posibilidades de acción
dificultades estratégicas y problemas tácticos, compensándole de su mal alfil.
que manejarlos correctamente exige una gran
precisión. Se trata, en verdad, de uno de los 18.£d2 gxf4
tipos de posiciones más difíciles en ajedrez. 19.¦xf4
Al jugarse con las piezas mayores, los puntos
débiles del enemigo tienen especial Las blancas no tienen alternativa, pues si
importancia. Estas piezas con su poder de 19.exf4 £h4 amenazando las negras £xh3 y
largo alcance son excelentes para cualquier ¦xg2+, y después de 20.£e3 ¦g3 llega a una
maniobra de ataque, pero no tienen tanta posición ganadora. La jugada de la partida,
eficacia para la defensa. Cuando existen sin embargo, deja a las blancas con una
puntos débiles en el campo enemigo, los debilidad táctica en e5 que las negras pueden
ataques alternos causan pronto cierto siempre atacar con su dama desde g7. Por lo
acumulamiento de piezas defensivas y a veces tanto, las blancas deben restringir
dan más ventaja que un peón extra. voluntariamente la actividad de su propia
En la siguiente partida la acción concentrada dama a fin de que esté dispuesta para
de las piezas mayores dan como resultado una defender su débil peón e5 con £d4.
posición en que las piezas blancas están
seriamente restringidas en sus movimientos. 19...£g5
20.¥f1 £g3!
RUBINSTEIN-ALEKHINE
(Dresde, 1926) Una maniobra exquisita. Mediante la amenaza
de £xh3 las negras fuerzan el rey blanco a h1
1.d4 ¤f6 desde donde no protege la casilla f2. Pronto
2.¤f3 e6 las negras podrán ganar un tiempo importante
3.¥f4 b6 en un futuro ataque sobre una torre situada sin
4.h3 ¥b7 protección en dicha casilla.
5.¤bd2 ¥d6!
21.¢h1 £g7!
Fortalece el centro y al mismo tiempo abre la
columna c. La debilidad del peón e5 se hace sentir por sí
misma. Las blancas deben retirar su dama de
6.¥xd6 cxd6 la defensa de g2, dando a su oponente
7.e3 0−0 oportunidad de librarse de su mal alfil.
57
 22.£d4 ¥a6! 28.¦f4 ¦c7
23.¦f2 £g3! Una maniobra bien conocida con objeto de
ganar tiempo para trazar el plan ganador
Con sus cuatro últimas jugadas las negras han decisivo.
logrado dos cosas: están ahora en disposición
de cambiar su mal alfil y virtualmente han 29.¦c2 ¦cg7
forzado a la torre blanca a alejarse de la 30.¦e2 ¦g6!
columna f; pues si ahora 24.¢g1, entonces 31.£b4
24...¥xf1 25.¢xf1 (forzado por la amenaza
25...£xh3) £h2! 26.¦d1 ¦af8 y las negras Si ahora las blancas hubiesen jugado 31.£d1,
pueden romper con f4. después de 31...¦h6! se habría producido una
posición sumamente interesante en la que
24.¦c2 ¥xf1 ninguna de las piezas blancas se pueden
25.¦xf1 mover: todas las jugadas de torre hacen perder
un peón y una jugada de rey es seguida de
Diagrama 76 £xh3; si la dama blanca abandona la primera
XABCDEFGHY fila, las negras tienen la jugada 32...¦xh3+ y
8r+-+-+rmk( si 32.£e1 (o f1), el peón e está perdido
7zp-+-+-+p' después de 32...£g7; y si las blancas intentan
6-zp-+p+-+& 32.c4 pierden por la ruptura 32...d4! 33.£xd4
5+-+pzPp+-% ¦xh3+!!
4P+-wQp+-+$
3+-zP-zP-wqP# 31...¦h6
2-zPR+-+P+" 32.h4 £g7!
1+-+-+R+K! Esto gana mucho más rápido que 32...¦xh4+
xabcdefghy 33.¦xh4 £xh4+ 34.¢g1. Esto justifica
nuestro juicio anterior referente a que una
Aunque de material están iguales, la posición favorable posición de ataque por las piezas
es completamente desesperada para las mayores tiene más valor que un peón extra.
blancas. Con su peón débil y con poco Alekhine conduce el asalto final con energía.
espacio para sus piezas mayores están en vivo
contraste con la actividad de las piezas negras 33.c4 ¦g6
en la columna g abierta. No es de extrañar 34.£d2 ¦g3!
pues, que su posición se derrumbe pronto.
Amenazando 35...¦h3+.Si 35.¢g1 d4
25...¦ac8 36.exd4 e3! 37.£c2 ¦h3 seguido de £g3.
Amenazando 26...¦c4. 35.£e1 ¦xg2
36.Abandonan.
26.b3 ¦c7
27.¦e2 ¦cg7

58
 EL REY
Entre todas las piezas, el rey tiene una
condición singular. Por un lado es la pieza
focal de la partida; y por otro, debe
permanecer largos períodos reducida al triste
y modesto papel de resguardarse de ataques
enemigos. Generalmente es inútil tratar de
establecer el valor numérico del rey en
relación a las demás piezas, ya que no puede
ser cambiado por ninguna. En el final, las
amenazas de mate disminuyen y entonces el
rey tiene oportunidad de demostrar su poder
funcional; su actividad aumenta de modo
I. EL REY ACTIVO EN EL MEDIO JUEGO
Aunque el rey debe por lo general permanecer
inactivo hasta el final, hay muchos casos en
que entra en juego más pronto. Algunas veces
se une directamente a un ataque de mate; pero
con más frecuencia apoya el avance de un
peón o prepara alguna ruptura. En ambos
casos el rey solamente desempeña estos
aventurados papeles con cierta seguridad
cuando la posición del enemigo es restringida,
o cuando el material es tan reducido que no
está expuesto a un peligro inmediato. La
salida más común del rey es, en un medio
juego sin damas, en que uno de los jugadores
a menudo renuncia al enroque para llevar su
rey más rápidamente a presionar la posición
enemiga. La ausencia de damas, por lo
general, elimina los peligros de mate; y el rey,
después de contribuir en alguna ruptura,
permanece activamente preparado para un
venidero final de partida. Aunque esto es lo
más común, hemos escogido unos casos
excepcionales que ilustran el manejo del rey
en el Medio Juego y en que el hecho de que
las damas permanezcan en el tablero
demuestra las posibilidades que se presentan
al rey y manifiesta que su potencia como
fuerza funcional no debe olvidarse.
59
evidente y su manejo resulta un importante
elemento estratégico.
La experiencia demuestra que el poder que
ejerce el rey es entonces mayor que el de una
pieza menor, pero inferior al de una torre.
Los problemas estratégicos asociados al rey
en el final (centralización, oposición, etc)
están más allá del alcance de este libro ; nos
limitaremos pues al manejo del rey en el
medio juego. Su estudio ha sido dividido en
tres secciones.
PACHMAN-UJTELKY
(Campeonato checoslovaco, 1954)
Diagrama 77
XABCDEFGHY
8l+rtr-snk+(
7wq-+-vlpzp-'
6-+p+p+-zp&
5+psN-zP-+-%
4psN-zPL+-zP$
3zP-+-wQ-zP-#
2-zPR+-zP-+"
1+-tR-+-mK-!
xabcdefghy
Las blancas han logrado una favorable
colocación de sus piezas. Queda por ver cómo
puede explotarse esta ventaja. Un ataque
contra el débil peón c difícilmente puede tener
éxito, porque la retirada del caballo blanco de
c5 para facilitar este ataque crearía un ataque
contra el peón d blanco. Por lo tanto, el
correcto plan estratégico debe buscarse por
otros medios. Las blancas tienen superioridad
en el flanco de rey y lo indicado es una
ruptura en aquel lugar mediante avances de
peones; pero primeramente el peón h debe
quedar protegido.
Hacer esto mediante una lenta maniobra de
caballo tal como ¤bd3−f4−g2 o defenderlo
con la torre mediante ¢g2 seguido de ¦h1
sería posible; pero tales maniobras reducen
las posibilidades de ataque de las blancas.
Queda sin embargo, una pieza que no ha
participado aún en el juego y que puede
fácilmente asumir la protección del peón h. Si ahora 48...¦xh1 49.¢xh1, no hay defensa
Esa pieza es el rey blanco. contra la amenaza 50.¦h2.
Puesto que las negras se hallan en una
posición muy restringida, no están en 49.£h5 Abandonan.
condiciones de lanzarse a un efectivo
contraataque sobre el rey contrario en caso de En esta partida el rey participó en la lucha
que éste se expusiera. Por lo tanto, las blancas algunas jugadas para preparar un avance de
están en lo justo al avanzar su rey y sus peones, pero después se retiró a un lugar
peones presionando en el flanco de rey. seguro.
En algunos casos, no obstante, el rey rehúsa
35.¢h2 £b6 toda idea de retirarse y sigue adelante a todo
36.¢h3! £a7 trance hasta el instante final. Tal caso es el
37.f4 g6 siguiente.
38.g4 ¤d7
39.¥d3 ¤xc5
40.dxc5 £d7 TEICHMAN-BERATENDE
(Glasgow, 1902)
Las negras procuran detener el ataque
especulando en la posición del rey blanco. No Diagrama 78
obstante, sus esfuerzos son vanos, pues el rey XABCDEFGHY
después de haber contribuido a la ruptura, es 8-+-+-trk+(
retirado a una posición más segura y el ataque 7zp-+-wQ-zp-'
podrá entonces reanudarse con decisivo 6-zplsN-zp-zp&
efecto. 5+-+q+P+-%
41.f5 exf5 4-+p+-+-+$
42.gxf5 g5 3+-zP-+-+P#
2PzP-+R+P+"
No es posible 42...gxf5? ; a causa de 43.¦g1+
¢h7 44.£f4 y las blancas ganan.
1+-+-+-mK-!
xabcdefghy
43.¢g2! f6
Las negras están en la desagradable posición
Un intento de detener el avance f6, que de no tener buenas jugadas a su disposición.
bloquearía el alfil de rey de las negras. Una Acaban de mover su peón h a h6 en un
rápida pérdida también resultaría de 43...£d4 temerario intento de evitar un mate ahogado
44.£xd4 ¦xd4 45.f6 ¥d8 46.hxg5 ¦g4+ en caso de que su dama abandone la defensa
(46...hxg5 47.¦h1 ¦h4 48.¦xh4 gxh4 49.¢f3) de la casilla e6. La debilidad así creada en su
47.¢f3 ¦xg5 48.¦h1!, etcétera. flanco de rey da oportunidad a las blancas de
lanzarse a un asombroso ataque.
44.hxg5 hxg5
45.e6 £c7 28.¢h2 b5
29.¢g3 a5
El intento final. Asimismo pocas esperanzas 30.¢h4 g6
daría 45...£d4 46.£h3 £h4 47.£xh4 gxh4
48.¢h3. En esta defensa han cifrado las negras sus
esperanzas. Las blancas no pueden tomar el
46.£h3 ¦d4 peón a causa de 31.fxg6??, a causa de £g5
47.¦h1! mate.

Erróneo hubiera sido 47.£h5? ¦h4 48.£g6+ 31.¦e3! £xg2

¢h8 49.¦h1 ¦g8! 32.¦g3! £f2

47...¦h4 Si 32...g5+ las blancas no pueden jugar

48.£f3 ¦f4 33.¢g4?? ¥f3 mate, pero insistiendo en su
60
plan original: 33. ¢h5 £xg3 34.¢g6
ganarían.
II. EL ENROQUE
En la mayor parte de las partidas ambos
bandos protegen sus reyes mediante el
enroque, generalmente en la apertura. Pero el
enroque no sólo da protección al rey sino que
con frecuencia determina el plan estratégico
de todo el medio juego, especialmente cuando
uno de los jugadores enroca por el flanco de
dama. Esto puede ilustrarse mejor con
algunos ejemplos de la teoría de las aperturas.
A) Después de 1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6
4.¥g5 ¥e7 5.e3 0−0 6.¤f3 ¤bd7 7.£c2 c5
las blancas pueden escoger uno de dos planes
completamente distintos.
Diagrama 79
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zpp+nvlpzpp'
6-+-+psn-+&
5+-zpp+-vL-%
4-+PzP-+-+$
3+-sN-zPN+-#
2PzPQ+-zPPzP"
1tR-+-mKL+R!
xabcdefghy
a) Pueden aislar el peón d de las negras y,
después de enrocar por el flanco del rey
concentrarse en esa debilidad : 8.cxd5 ¤xd5
9.¥xe7 £xe7 10.¤xd5 exd5 11.¥d3 g6
12.dxc5 ¤xc5 13.0−0
b) Pueden crear una posición enteramente
distinta enrocando por el flanco de dama:
8.0−0−0 £a5 9.¢b1. Entonces se produce
una posición algo delicada en la que las
blancas atacarán por el flanco del rey
ayudadas por el avance de peones (h4, g4),
mientras las negras concentrarán su acción
contraria en el flanco de dama.
Este ejemplo demuestra claramente cómo
todo el curso de una partida puede depender
de la decisión de los jugadores de enrocar por
uno u otro flanco. Por lo general cuando los
contendientes enrocan en flancos distintos se
origina una lucha muy viva, pues un ataque de
peones contra el rey enemigo no deja
desamparado a nuestro propio rey. Por esta
61
33.fxg6 £f4+
34.¦g4 £f2+
35.¢h5 Abandonan.
razón es prudente que si nos encontramos
retrasados en el desarrollo, demoremos el
enroque hasta que el contrario se haya
decidido a efectuar el suyo. El próximo
ejemplo ilustra los peligros que lleva consigo
el desatender esta advertencia.
B) 1.e4 e5 2.¤f3 ¤f6 3.¤xe5 d6 4.¤f3
¤xe4 5.¤c3 ¤xc3 6.dxc3 ¥e7 7.¥d3.
(Diagrama 80) Las negras están retrasadas en
el desarrollo y si enrocasen ahora ofrecerían a
las blancas muchas posibilidades de ataque :
7...0−0? 8.¥e3 ¤d7 9.h4!. El curso correcto
para las negras es 7...¤c6! y esperar que las
blancas hayan enrocado antes de hacerlo ellas.
Si las blancas continuaran con 8.0-0, las
negras no tendrían peligro en hacer lo mismo,
pero si las blancas preparan el enroque largo,
las negras deben disponerse a hacer lo propio
; 8.¥e3 ¥g4 9.¥e4 £d7; etc.
Diagrama 80
XABCDEFGHY
8rsnlwqk+-tr(
7zppzp-vlpzpp'
6-+-zp-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+-+-+$
3+-zPL+N+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tR-vLQmK-+R!
xabcdefghy
Una idea similar se aclara en el siguiente
ejemplo (una bien conocida línea del Giuoco
Pianissimo).
C) Después de 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥c5
4.d3 d6 5.¤c3 ¤f6 no sería bueno para las
blancas enrocar en seguida, pues la molesta
amenaza que se origina después de 6.0-0? ;
¥g4! no puede ser rechazada con 7.h3 debido
a 7...h5; por lo tanto las blancas juegan a
menudo 6.¥e3, a lo cual las negras no deben
replicar 6...0-0? que daría a las blancas la
oportunidad, aun perdiendo un tiempo, de
crear la ventajosa amenaza 7.¥g5!
Sucede a menudo en la apertura, que un
jugador, por una razón u otra, debe renunciar
al enroque; entonces, como se verá en el
próximo ejemplo, traslada su rey a lugar
seguro mediante una operación de rodeo.
D) Después de 1.d4 ¤f6 2.¤f3 b6 3.¥f4 ¥b7
4.e3 e6 5.¥d3 ¥e7 6.¤bd2 ¤h5 7.¥g3 ¤xg3
8.hxg3, existen ciertas dificultades para las
negras para llevar a cabo su enroque por el
flanco del rey, pues su oponente tiene ciertas
posibilidades de ataque en la columna abierta
h. Por esta razón es usual en esta posición que
las negras jueguen 8...g6 seguido de ¢f8 y
¢g7.
Damos ahora unas cuantas partidas y
posiciones ilustrando los difíciles problemas
asociados con la decisión de arriesgarse a
enrocar.
SZABO-BISGUIER
(Buenos Aires, 1955)
13.0-0 y permitió a su oponente igualar. Sin
embargo, Szabo actúa mejor y escoge el
correcto plan estratégico que consiste en
enrocar por el flanco de dama y preparar un
asalto de peones contra el rey contrario, lo
cual pone a las negras en grave aprieto.
13.¤e5 £c7
14.0−0−0! c5
Aunque aparentemente lógica, es más bien
una contra-acción rutinaria. Sin duda era
mejor 14...b5! con la idea de asegurar un
punto de apoyo para el caballo en d5, si bien
aun así las blancas conservarían la iniciativa
después de 15.c5 porque el alfil de las negras
permanecería encerrado.
15.£e3 b6

1.d4 d5 Cambiar peones 15...cxd4 16.¦xd4 sólo

2.c4 c6 serviría para ayudar a las blancas en su
3.¤f3 ¤f6 ataque. La jugada de la partida impide, sin
4.¤c3 e6 embargo, cualquier perspectiva de
5.e3 ¤bd7 contraataque en la columna c.
6.¥d3 ¥d6
7.e4 dxe4 16.dxc5! bxc5
8.¤xe4 ¤xe4
9.¥xe4 ¤f6 La continuación: 16...£xc5 17.£xc5 bxc5
10.¥c2 ¥b4+ 18.f3 favorecería mucho a las blancas: pues el
11.¥d2 ¥xd2+ peón c de las negras es débil y la proximidad
12.£xd2 0−0 de1 rey blanco al centro es un factor
importante.
Diagrama 81
XABCDEFGHY 17.g4! ¦b8
8r+lwq-trk+( 18.¦hg1 £b6
7zpp+-+pzpp'
6-+p+psn-+& No es jugable 18...¤d7 a causa de 19.¤xd7
5+-+-+-+-% ¥xd7 20.£d3.
4-+PzP-+-+$
3+-+-+N+-# 19.b3 ¦b7
2PzPLwQ-zPPzP" 20.g5 ¤e8
1tR-+-mK-+R!
Completamente inútil es 20...¤d7 21.¤g4,
xabcdefghy
que daría a las blancas un decisivo ataque.
La posición es muy favorable a las blancas, 21.¥xh7+! ¢xh7
puesto que tienen superioridad en el centro y 22.£h3+ ¢g8
poseen un alfil activo, mientras que el alfil de 23.¦g4 Abandonan.
las negras tiene muy pocas posibilidades de
unirse de inmediato a la lucha. El problema La amenaza de mate en la columna h no
consiste en hallar el plan correcto para puede evitarse, v. gr.: 23...f6 24.¦h4 fxe5
explotar esta ventaja. En la misma posición 25.g6, etcétera.
Trifunovic contra Bisguier jugó erróneamente
62
Esta partida demuestra cómo el enroque por
un flanco puede ser el preludio de un ataque
por el otro. No obstante, algunas veces un
jugador tiene tal ventaja de espacio que el
enroque se hace posible aun en el flanco en
que se intenta maniobrar con los peones. El
hallarse el rey desprovisto de peones que le
protejan no está exento de peligros, como
puede verse en el siguiente ejemplo.
PACHMAN-FICHTL
(Campeonato checoslovaco, 1954)
Diagrama 82
XABCDEFGHY
8r+l+-trk+(
7+pwqn+p+p'
6-+p+-snpvl&
5zpPzPp+-+-%
4Q+-zPp+-+$
3+NsN-zP-+-#
2P+-vLLzPPzP"
1tR-+-mK-+R!
xabcdefghy
En esta posición está claro que el principal
campo de operaciones de las blancas estará en
el flanco dama donde, además de su ventaja
de espacio, tienen un objetivo de ataque en el
indefenso peón débil a5 de las negras.
A primera vista puede parecer que el enroque
por el flanco del rey es lógico; pero éste sería
un error. Las negras pueden replicar a 14.0-0
con 14...¤e8 seguido de f5 y obtener un
peligroso contraataque. El plan correcto es
enrocar por el flanco dama; la única dificultad
es saber en qué momento hay que hacerlo.
En la partida, las blancas enrocaron en
seguida y descuidaron una fuerte réplica
táctica que cortó en seco su plan estratégico y
creó problemas a su rey expuesto. El
procedimiento correcto era primero 14.b6!
£d8 y sólo entonces enrocar en el flanco
dama. Las negras no podrían, en tal caso,
disponer de contrajuego mediante la apertura
de líneas en el flanco de dama, y tendrían
simplemente que observar cómo las blancas
capturan el peón a y avanzan con su mayoría
de peones.
14.0−0−0? b6!
15.bxc6 ¤b8
16.cxb6 £xb6
63
Las tres últimas jugadas han dado un gran
cambio a la posición. El plan de capturar el
peón a debe ahora abandonarse. Jugar su alfil
a b5 no ofrece grandes perspectivas a las
blancas debido a la réplica 16...¥g4, seguido
de ¦c8 tomando cierta ventaja a causa de la
posición del rey blanco. Así pues, las blancas
deben buscar otro plan.
17.£b5!
Aunque el rey blanco parece estar mal situado
en esta posición, en un final estará en
disposición de atacar las debilidades de las
negras en a5 y d5. Por lo tanto, las blancas
procuran simplificar el juego todo lo posible y
explotar su ventaja en el final.
17...£xc6
18.£xc6 ¤xc6
19.¤a4 ¥g4
20.¦de1!
Un error habría sido 20.¥xg4? ¤xg4 21.¥e1
(o ¦ef1) ¤b4. Después de la jugada de la
partida las blancas pueden replicar
tranquilamente a 20...b4 con 21.¢b1. En las
jugadas que siguen las negras permanecen
pasivas y permiten una rápida simplificación
que ayuda a las blancas a alcanzar su objetivo
estratégico.
20...¥xe2?
21.¦xe2 ¤d7?
22.¢b1 ¦fc8
23.¦c1 ¥f8
24.¢b2 ¤b4?
25.¦xc8 ¦xc8
26.¥xb4 axb4
O 26...¥xb4 27.¦c2 ¦xc2+ 28.¢xc2 ¥e1
29.¤c3 (f3 seguido de ¤c3 también gana)
29...¥xf2 30.¤xd5 con un final ganador para
las blancas.
27.¦c2 ¦xc2+
O 27...¦a8 28.¦c7! ¤f6 29.¤b6 ¦b8
(29...¦a6 30.¤d7) 30.¦c6, etc. En la partida
el peón b está eventualmente perdido, debido
en gran parte a que el rey blanco está más
cerca que el negro.
28.¢xc2 ¥d6
 29.h3 ¢f8
30.¤bc5! ¢e7
31.¢b3 ¥h2
32.¢xb4 ¥g1
33.¤c3 ¤f6
34.¤d1 ¢d6
35.¢b5 ¢c7
36.a4 g5
37.a5 ¤e8
38.¤a6+ ¢b7
39.¤b4 ¤c7+
40.¢c5 f5
41.¤xd5 Abandonan.
En ambos ejemplos el bando más activo
enrocó por el flanco de dama. Sin embargo,
por lo general el enroque por el flanco del rey
es mucho más frecuente, pues su ejecución
sólo requiere cuatro jugadas mientras que son
cinco las que se necesitan para enrocar por el
ala de la dama. Además, la posición del rey es
mucho más segura en g1 que en c1, que
obliga a la constante vigilancia del indefenso
peón a. De hecho, al enrocar por el flanco de
dama, el rey tiene que invertir un tiempo en
asegurar su posición mediante ¢b1. Podemos
decir, por lo tanto, que efectuar el enroque
corto es una regla, mientras que efectuar el
largo constituye la excepción, que se
emprende con sus riesgos cuando está
combinado con un premeditado y definido
plan estratégico. En ciertas partidas sucede
que después del enroque la posición del rey
resulta insegura; es entonces cuando a veces
es necesario trasladarlo otra vez al centro o
inclusive al otro flanco. Tal recorrido está con
frecuencia lleno de peligros, pues la pérdida
de tiempo que entraña permiten al grueso de
las piezas enemigas atacar al rey errante. De
hecho, esta operación se lleva a efecto como
medida preventiva, que se aventura
únicamente cuando los riesgos de permanecer
inmóvil son mayores que los que pueden
sobrevenir en la carrera. Con frecuencia la
maniobra sucumbe ante un ataque del
enemigo, pero otras veces significa la
salvación.
BYRNE-KOTOV
(Match URSS-EUA, 1954)
Diagrama 83
XABCDEFGHY
8-+r+ntrk+(
7zp-+q+-zpp'
6lzp-zp-zp-+&
5sn-zpPzpP+-%
4P+P+P+-+$
3+-zPLvL-sN-#
2-+-+Q+PzP"
1tR-+-+RmK-!
xabcdefghy
En esta posición las negras tienen buenas
perspectivas en el flanco de dama,
especialmente contra el peón en c4. No
obstante, se enfrentan a la posibilidad de un
ataque en el flanco de rey, que las blancas
bien pronto reforzarán con un avance de
peones. No hay tiempo que perder; las negras
deben poner inmediatamente su rey en
seguridad.
17...¢f7!
Esta jugada es tácticamente posible porque las
negras conservan ventaja después de 18.£h5+
¢e2! 19.£xh7 ¥xc4. Para su desdicha, las
blancas persisten en el plan de atacar el flanco
de rey. Esto ahora carece de sentido y hubiera
sido mejor que aspiraran a lograr una
aproximada igualdad con 18.¦fb1! seguido de
¤g3-f1-d2-b3.
El cambio de caballos aliviaría entonces la
amenaza de las negras sobre c4 dando libertad
a la dama blanca para maniobrar en otro lugar
y, cuando eventualmente el rey negro llegase
al flanco de dama, el avance del peón a a a5
podría causarle algunas dificultades.
18.¦f3? ¢e7
19.¤f1 ¢d8
20.¦h3 ¦h8!
Más débil es 20...h6 a causa de 21.¤d2 y el
caballo blanco se dirigiría a g6.

21.g4 ¢c7
22.¤g3 ¢b8
23.¢f2 ¤c7
24.£a2 ¦cd8
64
 25.¦g1 £e7 débil peón de c3 pudiera ser una presa fácil
26.¥e2? para el rey negro.

Ahora las blancas se contentan con jugadas de 38...£d7

espera sin plan alguno; con ello se acentúa la 39.¦g3 £e8
ventaja de las negras. Lo indicado era 26.¤f1 40.¥d2 ¦a7?
seguido de g5.
Con esta jugada, la última antes del control
26...¥c8 del tiempo, las negras desaprovechan una
27.¤f1 ¥d7 victoria casi segura. Después de 40...¤xh5!
28.¤d2 41.¦h3 ¤f4 42.¦xh6 £e7, las piezas mayores
de las negras irrumpen a través de la columna
Las blancas desperdician su última h con efecto decisivo.
oportunidad de procurarse un juego activo
mediante g5, a lo que las negras podrían 41.¦h3 b5
replicar 28...¦dg8 seguido de g6, o aún, en
seguida, 28...g6 29.fxg6 £f7+, obteniendo en Esto da a las blancas la oportunidad de
ambos casos contrajuego contra el expuesto salvarse con una bonita maniobra táctica (ver
rey enemigo. jugada 47). Ciertamente la posición hubiera
ofrecido más posibilidades para las negras si
28...g5! pudieran trasladar su rey al otro flanco sin
riesgo alguno. Desdichadamente esto es
Habiendo logrado bloquear el flanco de rey, demasiado peligroso, ya que el flanco de rey
las negras tendrán pronto las manos libres no está enteramente bloqueado puesto que
para operaciones en el flanco de dama. siempre puede ser abierto mediante el avance
del peón blanco a h4.
29.¤f1 ¥e8
30.¤g3 h6 42.axb5 axb5
31.¤h5 ¥xh5 43.cxb5 ¦xb5
32.gxh5 44.¦xb5 £xb5
45.c4! £xc4+
Si 32.¦xh5, las negras trasladarían su caballo 46.£xc4 ¤xc4
a g7, después de lo cual siempre podrían 47.¥xg5!
amenazar la apertura de la columna h con h5.
La clave del plan defensivo de las blancas. Si
32...¤e8 ahora 47...hxg5 48.h6 ¦a8 49.hxg7 ¦g8
33.¥g4 ¤g7 50.¥e2 y las negras no consiguen nada.
34.¢e2 ¢c7 También después de 47...fxg5? 48.f6 ¢d8
35.¢d3 ¦a8 49.¦c3 ¤a5 50.¦f3 ¢e8 51.fxg7 ¦xg7 52.¦f6
36.¦b1 ¦hb8 ¤c4 53.¢d3 y las negras deben perder
37.¦b2 a6 (Romanowsky).
38.¢c2
47...¤xf5!
Pudiera preguntarse por qué las blancas 48.exf5 fxg5
juegan también su rey al flanco de dama, 49.f6 e4
máxime cuando habrá de estar allí más 50.f7 ¦a8
expuesto. La respuesta es que las blancas 51.¦c3 ¤e5
están pensando en un final de partida. Se dan 52.¦a3 ¦f8
cuenta que después de b5 la resultante 53.¥e6 ¢b6
apertura de la columna b pudiera conducir a 54.¦b3+ ¢c7
un intercambio de piezas mayores y que su 55.¦a3 ¢b6
56.¦b3+ Tablas.

65
III. LA EXPUESTA POSICIÓN DEL REY COMO FACTOR ESTRATÉGICO

Con mucha frecuencia el ataque contra el rey La mejor defensa. Las blancas estaban
enemigo es el objetivo de un plan estratégico, amenazando 19.£a6+ ¢d8 20.¥a5 ¥b6
pero en ocasiones constituye meramente parte 21.¦xb6! lo que no puede ser parado con
de algún otro motivo estratégico tal como: la 18...¥b6 debido a 19.c5! ¥xc6 20.£a6!,
explotación de columnas abiertas. En el etcétera.
ejemplo siguiente la estrategia del bando
agresor implica obligar a su oponente a 19.¥a5 ¥b6
enrocar hacia una posición expuesta donde su 20.¥xb6 axb6
rey puede ser objeto de un ataque directo. 21.£a8+!
En esta posición las negras tienen mejor
formación de peones. Si lograran completar La intención de esta jugada no es
su desarrollo y efectuar el enroque corto sus simplemente la ganancia del peón b; es más
perspectivas serían sin duda brillantes. Sin bien libertar la casilla a4 para la propia torre.
embargo, Alekhine con sus dos próximas Al mismo tiempo prepara privar al rey negro
jugadas, les impide efectuar dicho enroque de la casilla de escape e7.
para poder explotar más adelante la débil
posición del rey negro. 21...£c8
22.£a3! £b8
Diagrama 84 23.cxd5 cxd5
XABCDEFGHY
8r+-+kvl-tr( Después de 23...¦xd5 24.¦fd1 ¦e8 25.¦xd5+
7zpp+-+pzpp' cxd5 26.¦d1 ¦e5 27.f4, las blancas disponen
6-+n+p+-+& igualmente de un fuerte ataque.
5wqL+-+-+-%
4-+-zP-+-+$ 24.¦b4! £d6
3+QzP-+P+-# 25.¦e1
2P+-+-zP-zP"
Desde luego, 25.£a8+! ¢e7 26.£xh8 hubiera
1tR-vL-mK-+R! sido absurdo.
xabcdefghy
25...¦c7
12.d5! exd5
13.0-0 0-0-0 Si 25...¦e7 26.¦d1! con la amenaza 27.£b3.
No hay tiempo para efectuar el enroque corto, 26.£b3 ¦e8
pues si 13...¥e7, entonces 14.¦e1 y el rey 27.¦d1 ¦e5
negro debería situarse en una casilla en la que 28.¦xb6 ¦c6
la protección de sus peones sería deficiente. 29.¦xc6

14.¥xc6 bxc6 Si 29...£xc6? 30.£b8+ ganando la torre

15.¦b1 £c7 negra.
16.£a4 ¦d7
17.¥d2! 29...¦g5+

Aquí pudiera imaginarse 17.¥e3, pero esta Si 29...£xc6? 30.£b8+ ganando la torre
jugada en realidad no amenazaría nada. La negra.
hermosa jugada de Alekhine prepara llevar el
alfil a a5. 30.¢h1 £xc6
31.¦e1! £f6
17...¥c5 32.£b8+ ¢d7
18.c4! ¢d8 33.f4 ¦g6
66
 34.£e8+ ¢c7
35.¦c1+ ¢b6
CAMBIO DE MATERIAL
En los capítulos precedentes se ha expuesto al
lector la conexión que existe entre el material
(piezas y peones) y el plan estratégico.
También se ha hecho observar el modo en que
la importancia y el número de piezas influyen
en el carácter de una posición. De todo lo
dicho se llega a una clara conclusión: Cada
cambio importante de material altera en algún
sentido el carácter de la posición y obliga a un
cambio en la conducción táctica y estratégica
de la partida. Por supuesto, no todo cambio de
piezas puede considerarse de importancia; un
cambio de caballo por un alfil, un cambio de
un mal alfil por un buen alfil, un cambio de
ambas torres y, naturalmente, un cambio de
damas, sí pueden considerarse como cambios
importantes.
El cambio de damas merece especial atención,
pues generalmente señala la transición del
medio juego al final. Algunas veces tales
cambios tienen la finalidad de evitar
complicaciones, y son el resultado de un
deliberado esfuerzo de uno de los jugadores.
El caso más común de un deliberado cambio
de damas ocurre cuando un bando tiene
ventaja material. En el estudio de los finales
se ve claro que un peón de más puede
producir con mucha facilidad un favorable
final de peones; y que los finales de caballos,
lo mismo que los de alfiles del mismo color
no presentan grandes dificultades para
aprovecharse en sacar ventaja de la
superioridad de un peón de más; sin embargo,
los finales de dama y torre, así como los de
alfiles de distinto color son mucho más
difíciles de ganar.
En consecuencia, el aprovechamiento de la
ventaja material exige a menudo
simplificaciones que incluyen el cambio de
damas. Por lo general el bando con ventaja
material procurará llegar al tipo de final que
resulte más fácil de ganar; su oponente, por su
parte, si no puede evitar el final, se esforzará
en provocar uno que resulte, o imposible, o al
menos extremadamente difícil de ganar por el
enemigo.
67
36.¦b1+ ¢c5
37.£b5+ Abandonan.
Otro caso en que es ventajoso procurar el
cambio de damas ocurre cuando el oponente
está agobiado con peones débiles y expuestos.
La desaparición de las damas le quita la
oportunidad de crear contrajuego con algún
ataque y también le priva de una pieza que
quizás será la única capaz de defender sus
debilidades. La tarea de explotar esas
debilidades estratégicas de peones puede
entonces emprenderse sin serio impedimento.
Damos ahora un ejemplo de una combinación
de cambios estratégicamente bien concebida
que condujo a un final de partida.
RESHEVSKY-WALISTON
(Nueva York, 1940)
Diagrama 85
XABCDEFGHY
8r+-+-trk+(
7zplwq-+p+p'
6-zp-+pzp-+&
5+-vl-+-+-%
4-+-+-+-+$
3+-+L+N+-#
2PzPP+QzPPzP"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
A primera vista la debilitación del flanco del
rey de las negras parece ofrecer a su oponente
grandes posibilidades de ataque. El alfil de las
blancas en d3 parece destinado a jugar un
papel importante y agresivo. Sin embargo,
una investigación más profunda demuestra
que el campo de acción de las blancas se halla
limitado por la gran potencia de los alfiles
negros; de ahí que sus perspectivas para un
ataque de mate sean remotas. Por ejemplo, un
sacrificio inmediato de alfil está fuera de toda
consideración, ya que de 14.¥xh7+? ¢xh7
15.¤g5+! ¢g6 (no 15...fxg5 16.£h5+ ¢g7
17.£xg5+ ¢h7 18.¦d3, etc.) las negras
ganan. Tampoco se consigue nada con
14.¤h4 £f4 15.£h5 f5 16.g3 £e5.
Y con otras jugadas preparatorias, 1as negras
tendrían una adecuada defensa con £f4 que le
daría buen contrajuego. Reshevsky maneja la
posición correctamente y al renunciar a un
ataque directo, pone todas sus esperanzas en
la simplificación.
En un final, los peones doblados de las negras
serán una desventaja decisiva, ya que reducen
la tarea de crear un peón pasado; además,
invitan a ser atacados por las piezas blancas,
especialmente por el caballo, pieza que
usualmente es superior a un alfil cuando se
trata de atacar este tipo de formación de
peones. En consecuencia, las blancas están
deseosas de cambiar alfiles, aparentemente
activos, iniciando así una ventajosa
simplificación.
14.¥e4! ¦ad8
15.¥xb7 £xb7
16.¤d2 ¥e7
17.¤e4 ¦xd1?
Como ya se ha explicado, los cambios
favorecen a las blancas. Por lo tanto, las
negras no debieron hacer éste, y sí jugar f5
seguido de ¥f6; y aunque las blancas aún
mantendrían una definida ventaja posicional,
es dudoso que ésta fuera suficiente para ganar
contra un juego activo y preciso por parte de
las negras.
18.¦xd1 ¦d8
19.¦xd8+ ¥xd8
20.£d3 ¥e7
21.h3 £c7?
Otra vez f5 y ¥f6 era lo indicado. Las negras
no juegan bien al no intentar evitar el cambio
de damas y permitir a su oponente entrar en
un final favorable.
22.£g3+! £xg3
23.¤xg3 ¢f8
El resto de la partida es pura técnica por parte
de las blancas.
24.¢f1 ¢e8
25.¢e2 ¢d7
26.¢d3 ¢c6
27.¤e2 ¥c5
28.f4 b5?
68
Simplificando la tarea de las blancas de crear
un peón pasado.
29.g4 a6
30.¢e4 ¥f8
31.¤d4+ ¢d6
32.¤b3 ¥e7
33.¤d2 ¥f8
34.c4 ¢c5
35.cxb5 axb5
36.¤b3+ ¢d6
37.¤d4 ¢c5
38.f5 e5
39.¤f3
Amenazando 40.g5.
39...h6
40.h4 ¥e7
41.h5! ¥d6
42.a3 b4
43.a4 b3
44.¤d2 ¢b4
45.a5 ¢xa5
46.¤c4+ Abandonan.
Menos frecuentes son aquellas posiciones en
que la simplificación es buscada por el bando
que sufre desventaja material o posicional.
Sin embargo, a veces ocurre que provocar
cierto tipo de finales anula la ventaja del
oponente. El caso más obvio es aquel en que
el bando con una pieza de más concede tablas
cuando la mayor parte de las otras piezas y
todos los peones has sido cambiados. Es bien
sabido que una pieza menor sola no es
suficiente para ganar; hay también otras
combinaciones de piezas que no son
suficientes para ganar sin la ayuda de peones.
Aunque dos piezas menores y una torre por lo
general son superiores a una pieza menor y
una torre, cualquier futura simplificación por
lo general conduce a tablas: una pieza menor
puede oponerse a dos (excepto en pocas
posiciones donde un caballo sucumbe ante
dos alfiles), y una torre sola puede lograr
tablas, aunque con alguna dificultad, contra
torre y pieza menor.
Estos casos, por supuesto, son excepcionales,
pero demuestran que la simplificación no
garantiza de ningún modo la realización de las
ventajas materiales. Lo mismo sucede con las
ventajas posicionales. En realidad las
simplificaciones son a veces el único medio
que puede contrarrestar con éxito tales después de un eventual e4 y podrían entonces
ventajas. En la siguiente partida las negras iniciar fácilmente un ataque sobre el flanco de
provocan un final de partida con objeto de rey. Asimismo, después de 14...¥a6 15.¤xe4
evitar que su posición quede inferior. El las blancas se asegurarían un fuerte centro y
sacrificio de peón forma parte del ansiado con ello una clara ventaja posicional.
propósito que se persigue.
14...d5!
H.STEINER-PACHMAN El principio de la combinación que resuelve el
(Venecia, 1950) problema. Las negras sacrifican un peón a fin
de lograr un intercambio de damas y piezas
1.d4 ¤f6 menores. La ejecución de esta jugada traía
2.c4 e6 consigo la difícil tarea de juzgar
3.¤c3 ¥b4 correctamente la posición que pudiera
4.a3 ¥xc3+ derivarse después de la simplificación. La
5.bxc3 0−0 decisión, pues, de las negras fue justa; el
6.e3 d6 resultante final de torres trajo la salvación.
7.¥d3 e5
8.¤e2 e4 15.cxd5 ¥xd5
9.¥b1 b6 16.fxe4 ¤xe4
10.¤g3 ¦e8 17.¤xe4 ¥xe4
11.f3 ¥b7 18.¥xe4 ¦xe4
12.0−0 ¤bd7 19.¦xf7 ¤f6
13.¦a2! 20.£b3 £d5!
21.£xd5 ¤xd5
El objetivo estructural de las negras estriba en 22.dxc5 ¤xe3!
mantener el control en la casilla e4. La jugada
del texto pone en peligro todo el sistema. Las Mejor que 22...bxc5 23.¦7f5 ¤xc3 24.¦xc5.
blancas presionarán en la columna f y
forzarán un cambio de peones en f3 para 23.¥xe3 ¦xe3
conseguir fuerte posición en el centro. 24.cxb6 axb6

13...c5 Diagrama 87
14.¦af2 XABCDEFGHY
8r+-+-+k+(
Diagrama 86 7+-+-+Rzpp'
XABCDEFGHY 6-zp-+-+-+&
8r+-wqr+k+( 5+-+-+-+-%
7zpl+n+pzpp' 4-+-+-+-+$
6-zp-zp-sn-+& 3zP-zP-tr-+-#
5+-zp-+-+-% 2-+-+-+PzP"
4-+PzPp+-+$ 1+-+-+RmK-!
3zP-zP-zPPsN-# xabcdefghy
2-+-+-tRPzP"
1+LvLQ+RmK-! Después de diez jugadas prácticamente
xabcdefghy forzadas, la posición ha cambiado
radicalmente y las oportunidades de las
Las negras tienen que afrontar ahora un serio blancas de decidir la partida mediante un
problema, pues la pérdida de su peón f estará ataque directo han desaparecido enteramente
siempre latente después de 15.fxe4. Hacer como resultado de la liquidación efectuada. El
frente a esta amenaza con 14...exf3 15.gxf3 es peón extra no puede utilizarse en esta
completamente desesperado desde un punto posición porque los peones blancos del flanco
de vista estratégico, ya que las blancas de dama están aislados y pueden ser objeto de
obtendrían un masivo centro de peones constante ataque.
69
 25.¦c7 ¦e6 Diagrama 88
26.a4 h6 XABCDEFGHY
27.¦f4 ¦ae8 8r+-wq-trk+(
28.h3 ¦g6 7zppzplvlpzpp'
29.¢f2 ¦e5! 6-+nzp-sn-+&
5+L+-+-+-%
Las negras tienen que jugar activamente y 4-+-sNP+-+$
hostigar al enemigo en ambas alas. 3+-sN-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
30.g4 ¦ge6
31.h4 ¦e2+
1tR-vLQtR-mK-!
32.¢g3 ¦2e3+ xabcdefghy
33.¦f3 ¦3e4
34.h5 ¦e7 Si las blancas continúan ahora con un
35.¦c6 ¦7e6 movimiento natural de desarrollo como ¥g5 o
36.¦xe6 ¦xe6 b3, las negras pueden, con ¤xd4 seguido de
37.¢f4 ¦c6 ¥xd7, cambiar dos piezas; y como demuestra
38.¢e5 la práctica, el alivio conseguido con estos
cambios le dan un juego confortable. Por lo
Si 38.¦c4, entonces 39.¦g3 ¦xa4 40.¢d5 tanto, la teoría recomienda 9.¥xc6 con lo cual
seguido de ¢c6. sólo se cambia una pieza y entonces el peón
blanco en e4 proporciona una ventaja de
38...¦c5+ espacio que tiene alguna importancia.
39.¢d6 ¦c4 A continuación damos una lista de los casos
40.¦g3 ¢f7! principales en los que un cambio de piezas
41.¦f3+ ¢e8 resulta ventajoso. Tales son:
42.¦g3 ¢f7 1. Cuando una pieza inactiva o mal situada se
43.a5! cambia por otra del enemigo que está en
mejores condiciones.
Después de 43.¢d5 ¦c5+ 44.¢d4 ¦b5 la 2. Cuando un cambio impide al oponente la
partida es tablas. defensa efectiva de los puntos débiles de su
posición.
43...bxa5 3. Cuando un cambio nos facilita la tarea de
44.¢d5 ¦f4 realizar una ventaja material o posicional, o
45.c4 ¢e8 cuando la simplificación dificulta al oponente
46.¢c5 ¢d7 el aprovechamiento de su ventaja.
47.¢b5 ¢c7 4. En posiciones en las que los cambios
48.Tablas. suavizan la defensa o disminuyen los efectos
de una ventaja de espacio del contrario.
Hasta aquí hemos examinado los cambios
Hasta aquí hemos tratado diversos casos en desde el punto de vista de beneficiarnos con
los que las damas han sido cambiadas. A ellos. Naturalmente, lo que favorece a un
menudo, también, los cambios de las otras bando debe ser evitado por el otro ; por lo
piezas forman igualmente parte importante de tanto las reglas que acabamos de dar también
un plan estratégico. Por ejemplo, cuando un pueden servir para evitar los cambios. Con
bando tiene ventaja de espacio, su oponente frecuencia, los cambios erróneos son la causa
puede encontrar alivio cambiando varias principal de las derrotas. Algunas veces esto
piezas menores. Esta realidad ha influido en parte de un juicio incorrecto de la posición y
la teoría de aperturas en la Defensa Steinitz de la elección de un plan estratégico
del Ruy López. equivocado. Más a menudo esto deriva de la
Después de 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 ¤f6 resistencia en elegir una continuación
4.0−0 d6 5.d4 ¥d7 6.¤c3 ¥e7 7.¦e1 exd4 enérgica cuando así lo aconsejan
8.¤xd4 0−0 tenemos la posición del consideraciones estratégicas.
Diagrama 88.
70
Muchos jugadores, por timidez, rehuyen las
complicaciones y mediante repetidos cambios
intentan privar al juego de su viveza,
esperando de este modo asegurar sin riesgo
alguno unas tranquilas tablas. Tal plan está
casi siempre condenado al fracaso, pues no
LOS PEONES
A pesar de su limitado poder, los peones
tienen tan especiales cualidades, que
desempeñan un papel muy importante en la
estructura del carácter de una posición y
también al influir en el plan estratégico que
debe seguirse. Los peones son más adecuados
para defender puntos importantes y piezas,
que las piezas mismas; pero también merecen
nuestra atención por otras razones. Los
peones son los más indicados para bloquear
peones adversarios; su avance es a menudo
I. EL PEÓN PASADO; SU CREACIÓN Y PROMOCIÓN
A cambio de la modestia de sus movimientos,
el peón tiene, en comparación con las otras
piezas, una especial ventaja. Su avance está
influido por la seductora perspectiva de un
enorme aumento de su valor una vez ha
alcanzado la octava fila. Un eficaz avance de
peón altera completamente la relativa ventaja
material sobre el tablero y puede, de golpe,
decidir la partida. Sin embargo, el avance no
es tarea fácil, pues son muchos los obstáculos
que primeramente hay que vencer.
Los mayores obstáculos de un triunfante
avance de peones son los peones enemigos,
tanto los de las columnas contiguas como los
que están en la misma columna. Si no se
superan tales obstáculos, el avance de peones
se paraliza. Pero una vez que estos peones
enemigos han podido ser eliminados o
esquivados con éxito, entra en juego un nuevo
factor: toma vida un peón pasado, un peón
cuyo recorrido hasta la octava fila no podrá ya
ser impedido por otro peón. Este nuevo
elemento es, a menudo, de gran importancia
estratégica y puede ser el punto focal
alrededor del cual gire toda la partida. La
forma de lograrlo merece, por lo tanto,
considerable atención.
El peón pasado puede surgir de diversas
maneras, siendo la más frecuente el utilizar
una mayoría de peones en un particular sitio
71
hay que olvidar que cada cambio altera el
equilibrio de la posición, y que por lo tanto,
no deben practicarse con ligereza, ya que los
cambios injustificados no proporcionan
recompensa alguna.
presagio de la apertura de importantes
columnas y diagonales; debilidades en la
posición enemiga pueden crearse
frecuentemente mediante el uso de peones; y
ellos pueden privar a las piezas enemigas de
importantes bases de operaciones. No es
sorprendente, pues, que sean tantos y tan
variados los problemas relacionados con su
manejo. De ahí que este capítulo haya sido
dividido en siete partes.
del tablero; también puede ser forzando al
contrario a cambiar una pieza cuya recaptura
es con un peón; y también con recursos
tácticos.
El diagrama 89 muestra una posición que
ilustra el primer método.
Tanto las blancas como las negras disponen
de una mayoría de peones en uno de los
flancos que puede utilizarse para lograr
peones pasados. Veamos ahora cómo deben
proceder ambos bandos.
Diagrama 89
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zpp+-+-zpp'
6-+-+-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+-+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-+-zP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Está claro que b4 por parte de las blancas
sería un grave error posicional, puesto que su
oponente sólo replicando b5 paraliza los
ulteriores avances de las blancas. Lo mismo
se aplica a h5 por parte de las negras, pues las
blancas pueden responder h4 inmovilizando la
mayoría contraria. Volviendo a la mayoría de
las blancas, podemos decir que 1.a4 no es
aconsejable, pues retrasa la constitución de un
peón pasado, ya que las negras pueden
responder ...a5 después de lo cual las blancas
tienen que recurrir a preparativos adicionales
(c3 y b4) antes de proceder al avance. Peor
plan sería aún 1.a4 para seguir con c4, ya que
permitiría a las negras bloquear por completo
la mayoría blanca mediante a5. El plan lógico
para las blancas es 1.c4 con la idea de crear
un peón pasado después de los subsiguientes
avances c5, b4, b5 y c6. Si las negras tratan de
impedir este plan con 1...a5, tienen que
contestar a 2.a3 con 2...a4!. Por lo tanto, las
blancas para jugar correctamente deben
continuar con 2.b3 seguido de 3.a3 y b4.
En el diagrama 89, el procedimiento de las
negras para pasar un peón es similar: g5, h5,
g4, h4 y g6.
Habiéndose examinado estas posiciones
simples, podemos ahora formular dos
principios:
1. Cuando deseamos usar una mayoría de
peones para crear un peón pasado, lo mejor
por lo general es empezar por adelantar el
peón que no tiene otro enemigo en la misma
columna.
2. De dos mayorías de peones, la menor
puede crear primero un peón pasado. En
nuestro ejemplo la mayoría de las negras de 2
contra 1 produce un peón pasado antes que
los 3 contra 2 de las blancas, aunque éstas
jueguen primero, v. gr.: 1.c4 a5! 2.b3 g5 3.a3
g4 4.b4 axb4 5.axb4 h5 6.c5 h4 7.b5 g3.
Estos principios son producto de un examen
de la esquemática estructura de peones, y
pueden tomarse como regla general en caso
de que no estén influidos por peculiaridades
de la posición.
A partir de la posición del diagrama 89 ambos
pudieron lograr un peón pasado sin mucha
dificultad. En tales casos, cuando la
fundamental estructura de peones no ofrece
obstáculos para la creación de un peón
pasado, entendemos que se trata de una
mayoría móvil. En todos los casos la mayoría
no es tan fructífera; a menudo son impotentes
por sí mismas para abrirse paso a través de un
grupo de peones en cuyo caso deben
auxiliarse de las piezas.
72
Diagrama 90
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zppzp-+-+p'
6-+p+-+-+&
5+-+-+-zp-%
4-+-+-+P+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zP-zP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Un ejemplo es la posición del diagrama 90 en
que ambos bandos tienen mayorías expuestas;
no importa cómo avancen las negras, pues no
pueden forzar la creación de un peón pasado,
y las blancas con su mayoría, sólo lo pueden
lograr concediendo otro a su oponente.
Por lo tanto, las demás piezas deben ir en
ayuda de los peones si desean recoger el fruto.
Las blancas probablemente prepararán el
avance f4 con el apoyo de una pieza, de modo
que si las negras cambian peones, las blancas,
capturando en f4 con la pieza, se quedan con
una mayoría móvil de 2 a 1. Las negras, a fin
de utilizar su mayoría en el flanco dama
deben primero inducir a su contrario a realizar
la debilitante jugada b3; entonces las negras
deben avanzar su peón c a c5-c4 y cambiarlo
por el blanco en b3. En ningún caso es tarea
fácil utilizar con facilidad tal mayoría: las
negras pueden detener el esquema del flanco
del rey manteniendo control de la casilla f4 y
asimismo las blancas pueden frustrar los
planes de su oponente en el flanco de dama
ejerciendo presión en c4. Una mayoría
expuesta de peones es claramente mucho más
difícil de realizar que una mayoría móvil.
Aunque la utilización de una mayoría de
peones será examinada detalladamente en un
capítulo posterior, damos aquí un sencillo
ejemplo demostrando la exitosa creación de
un peón pasado.
PACHMAN-FOLTYS
(Praga, 1943)
Las blancas ejercen fuerte presión en la
diagonal a2-g8 y están dispuestas para
mejorar su posición con la maniobra ¥d5
seguido de ¤c3-e4-d6. La mejor defensa de
las negras pudiera ser ahora 19...¥c6, aunque
debe admitirse que su alfil podría hallarse
comprometido ante un futuro b5 por parte de 25.¦xe8+! ¦xe8
las blancas. 26.¥xf7+ ¢h8
27.¥xe8 ¦xe8
Diagrama 91 28.h3
XABCDEFGHY
8r+-tr-+k+( Sin duda es malo 28.£f7? £xc6!
7zpp+lwqpzp-'
6-+-+-+-zp& 28...d3
5+-zP-zp-+-% 29.£f7 ¦c8?
4-zPLvl-+-+$
3zPQsN-+-+-# Esto pierde enseguida igual que 29...¦f8
30.£d7 d2 31.¦d1 ¦d8 32.£xd6 ¦xd6 33.c7
2-+-+-zPPzP"
¦c6 34.¦xd2 ¦xc7 35.¦d8+ ¢h7 36.¦a8.
1+-tR-+RmK-! Mucho mejor era 29...¦d8! 30.c7 ¦c8 31.¦d1
xabcdefghy ¦xc7 32.£e8+ ¢h7 33.£e4+, y aunque las
blancas tienen un peón extra, la tarea de ganar
19...b6? el final es difícil en vista de la presencia de
las piezas mayores.
Las negras creen que después de la, en
apariencia, jugada forzada 20.cxb6?, pueden 30.£d7! Abandonan.
con 20...axb6, lograr controlar el avance de su
oponente en el flanco de dama y al mismo Diagrama 92
tiempo ampliar el radio de sus piezas porque XABCDEFGHY
las blancas no pueden continuar 21.a4 debido 8r+-tr-mk-+(
a 21...¥xc3 y el peón a está perdido. Pero las 7zp-+-+-zpp'
negras no consideraron una maniobra táctica 6-+-+-+-+&
que concede a las blancas un peón pasado. 5+-zp-zp-+-%
20.¥d5 ¦ac8
4-zpP+-+-+$
21.c6! ¥e8 3+P+-zP-+-#
2P+-+K+PzP"
Si 21...¥xc6 22.¥xc6 ¦xc6 23.¤d5 seguido 1+-tRR+-+-!
de 24.¦xc6. xabcdefghy

22.¤b5 Veamos ahora al segundo procedimiento de

Esto conduce, por fuerza, a la ganancia de un
peón. Sin embargo, se pudo mejor haber
jugado para conseguir una clara ventaja
posicional con 22.¤e4 ¢h8 23.b5.
22...a6!
Contiene la amenaza 23.c7 que ahora sería
contestado con 23...¦xd5!
23.¤xd4 exd4
24.¦fe1 £d6
lograr un peón pasado, capturando con un
peón después de haber obligado al contrario a
un cambio de piezas. Esto puede ser mejor
ilustrado examinando la posición del
diagrama 92. Si las blancas juegan 1.¦d5, la
amenaza a los dos peones obliga virtualmente
a las negras al cambio con 1...¦xd5 mediante
lo cual las blancas logran un peón pasado
después de 2.cxd5.
El tercer medio de procurar un peón pasado
(recursos tácticos) comprende diversos tipos
de maniobras; nos limitamos a examinar tres
basándonos en diagramas esquemáticos.

Una pérdida inmediata resultaría de 24...£g5

25.h4! £xh4 26.c7 ¦d7 27.¦xe8+, etcétera.
Asimismo 24...£c7 25.¦e4 d3 26.£xd3
¥xc6? 27.¦d4! ofrece a las negras pocas
esperanzas.
73
 Diagrama 93 ayuda para pasar un peón con éxito: 1.b4 ¢a6
XABCDEFGHY 2.b5+.
8-+-+-+-+( El jaque a la descubierta es el tema del
7zppzp-+-+-' diagrama 95: después de 1.c6+ seguido de c7,
6-+-+-+-+& las blancas consiguen el peón pasado.
5zPPzP-+-+-% Volvemos ahora al problema de utilizar el
4-+-+-+-+$ peón pasado. Con buena lógica pudiera
3+-+-+-+-# pensarse que coronar el peón pasado sea el
principal objetivo estratégico a perseguir; no
2-+-+-+-+"
obstante, las dificultades que entraña vencer
1+-+-+-m+-! todos los obstáculos que el contrincante pueda
xabcdefghy oponer, hacen de esto un método poco
Juegan las blancas frecuente de utilizar un peón pasado en el
Diagrama 94 medio juego. Desde luego, en el final lo
XABCDEFGHY reducido del material ofrece al peón pasado
8-+-+-+-+( mayor facilidad para avanzar hasta la casilla
7mk-+-+-+-' de promoción; y sobre este avance
generalmente gira la partida; pero en el medio
6-vl-+-+-+& juego las piezas enemigas, por lo general,
5zp-+-+-+-% pueden bloquear el peón de un modo o de otro
4-+K+-+-+$ y hacer virtualmente imposible su acceso a la
3+P+-+-+-# octava fila.
2-+-+-+-+" En vista de esto podemos bien preguntar si el
1tR-+-+-+-! peón pasado puede, por regla general, ser
xabcdefghy considerado como factor importante en el
Juegan las blancas medio juego.
La respuesta es afirmativa, pues, aunque el
Diagrama 95 peón puede usualmente ser paralizado, la
XABCDEFGHY constante amenaza de su avance sujeta las
8-+-+-+-+( piezas del contrario en una parte determinada
7mkp+K+-+-' del tablero y permite intentar entretanto un
6-+-+-+-+& ataque en otro lugar. Existe también una
5sn-zP-+-+-% posibilidad que consiste en sacrificar el peón
4-+-vL-+-+$ pasado con objeto de desorganizar las piezas
enemigas. Un buen ejemplo es la siguiente
3+-+-+-+-#
partida.
2-+-+-+-+"
1+-+-+-+-! SZABO-WADE
xabcdefghy (Trencianske Teplice, 1949)
Juegan las blancas
1.d4 ¤f6
En el primero, diagrama 93, las blancas 2.c4 g6
pueden proceder combinativamente con 1.b6, 3.¤c3 d5
y no importa con cuál peón tomen las negras, 4.¤f3 ¥g7
aquellas quedarán con un peón pasado. 5.£b3 dxc4
Ejemplo: (a) 1...axb6 2.c6 bxc6 3.a6 o (b) 6.£xc4 0−0
1.cxb6 2.a6! bxa6 3.c6. Similares tipos de 7.e4 ¤a6
ruptura pueden ocurrir en diversas posiciones, 8.¥e2 c5
pero cuando entraña el sacrificio de un peón, 9.d5 e6
sólo puede aspirarse al éxito si el valor del 10.0−0 exd5
peón pasado que se crea compensa el material 11.exd5
perdido.
El diagrama 94 muestra cómo un peón Ahora tenemos una de esas posiciones en las
enemigo sujeto a una clavada puede servir de que el peón pasado no tiene especial potencia
74
dinámica, pues las piezas blancas no están
suficientemente bien dispuestas para apoyar
un rápido avance; además, las negras tienen
contrajuego en la gran diagonal h1-a8. De
acuerdo con la teoría, las negras podrían, en
esta posición de la Defensa Grünfeld,
continuar con £b6, ¦fe8 y ¥f5, con lo que
tendrían la constante amenaza de
contraaccionar mediante ¤e4.
11...¤e8?
Como veremos en la próxima sección, la idea
de trasladar el caballo para bloquear el peón
pasado enemigo en d6 es estratégicamente
correcta; pero desdichadamente en este caso
falla en el terreno táctico, pues las blancas,
con su próxima jugada, obligan a su oponente
a renunciar a su única ventaja (la presión en la
gran diagonal h1-a8); y como resultado, las
piezas negras tienen poca oportunidad de
accionar eficazmente unidas.
12.¥g5! f6
Desde luego, después de 12...£b6 13.¥e7,
sería contundente.
13.¥f4 ¦f7
Más lógico era 13...¤d6, y después de
14.¥xd6 £xd6 15.¤b5 (o e4) £b6; las
blancas no consiguen nada. Sin embargo,
después de 14.£b3! las piezas blancas quedan
en situación más activa, aunque no es cosa
fácil explotar esta ventaja para conseguir el
triunfo.
14.¦ad1 ¥f8?
Diagrama 96
XABCDEFGHY
8r+lwqnvlk+(
7zpp+-+r+p'
6n+-+-zpp+&
5+-zpP+-+-%
4-+Q+-vL-+$
3+-sN-+N+-#
2PzP-+LzPPzP"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
75
Ahora ¤d6 era lo justo. En vez de ello las
negras proyectan llevar su alfil a d6 con el fin
de alejar o cambiar el enojoso alfil de 1as
blancas en f4. Pero entretanto, el peón pasado
de las blancas desarrolla su potencia dinámica
y, a costa de su sacrificio, proporciona a las
blancas una decisiva ventaja posicional.
15.d6! ¤g7!
El peón no podía tomarse en seguida ni con el
alfil ni con el caballo a causa de 16.¥xd6
seguido de £d5 con lo que las blancas
ganaban una pieza. Por lo tanto, las negras
preparan reagrupar sus fuerzas con ¥e6 y ¦d7
después de lo cual las blancas a duras penas
evitarían la pérdida del peón. Este plan de las
negras sería efectivo si no fuera por la
siguiente réplica.
16.d7!
Un peón en d6 atacado sería una manifiesta
debilidad para la posición blanca; pero por
otra parte, su inmediato sacrificio desorganiza
las piezas enemigas. Nimzowitsch escribió
una vez que los peones con ánimo de morir
eran los más peligrosos.
16...¥xd7
17.£e4 £c8
Esta jugada es obligada a causa de las
amenazas 18.£xb7 y 18.¥c4.
18.¥c4 ¥e6
19.¦fe1! ¥xc4
20.£xc4 ¤b4
21.¤b5 ¤e8
22.a3 ¤a6
El plan de llevar el caballo a c6 se manifiesta
de poco valor, pues si 22...¤c6 23.¥d6 ¥xd6
24.¤xd6 ¤xd6 25.¦xd6 £f5 26.¤h4 £g5
27.¦d7 ¦af8 28.¦e8!, etc.
23.h4 ¤ec7
24.¥xc7 ¤xc7
25.¤d6 ¥xd6
26.¦xd6 ¢g7
Una rápida derrota ocasionaría 26...¤e8
27.¦de6 seguido de 28.¦e7.
 27.h5!
Amenazando 28.h6 contra lo cual no hay
defensa satisfactoria, pues 27...gxh6 28.¤h4!
contribuye a reforzar el ataque de las blancas.
Una mirada al Diagrama da la impresión de
que la tarea de coronar el peón de las blancas
es ciertamente dificultosa. Nada menos que
tres piezas enemigas bloquean el camino
anhelado.

27...¤e8 23.h4!
28.h6+! ¢f8
29.¦de6 £c7 Esta es una jugada con doble objetivo. Por un
30.b4! ¤d6 lado las blancas se cuidan de posibles
amenazas tácticas en la primera fila, v. gr.:
El peón c de las negras no puede capturar ni 23...£xe5 24.¦xe5 ¦c1+. Por otro, inician
ser defendido. Si 30...cxb4?? 31.£xb4+ y si una maniobra reductora en el ala de rey
30...b6 31.£e4! £d8 (£c8 32.¦e7) 32.£c6 mediante un posible avance de peones.
¤c7 33.¦d6, etcétera.
23...¦c1?
31.£c3 ¤f5
32.¤g5! ¤d4 Típico ejemplo de una errónea combinación
33.¤xf7 ¤xe6 de cambio. Ello simplemente facilita al peón
34.¦xe6 ¦e8 d un avance próximo. Después de 23...¦e8, la
posición de las negras sería todavía
Apremiadas de tiempo, las negras esperaban sostenible.
atrapar el caballo blanco, que, sin embargo,
escapa ileso por la misma ruta que utilizó para 24.¦xc1 £xe5
lograr su triunfo. 25.£c4

35.¤g5! Abandonan. Es prematuro 25.d6 ¥c4! La jugada de la

Ahora damos un ejemplo del caso menos
común, que, es aquel en que el peón pasado
avanza triunfalmente a la octava fila. Debe
notarse que las blancas triunfaron en parte
debido a las medidas incorrectas adoptadas
por las negras, y también porque supieron
combinar la amenaza del avance del peón con
amenazas adicionales en otros lugares del
tablero.
partida es característica en tales posiciones. El
avance de peones debe ir precedido, o mejor
dicho, preparado por favorables maniobras de
piezas. En este caso las blancas aseguran el
control de la columna c y amenazan penetrar
en la séptima fila. Naturalmente, las negras no
pueden oponerse a esto con 25...¦c8? a causa
de 26.£xc8+.
25...£e8

FILIP-URBANEC La única defensa. Ahora 26.£c7 falla contra

(Campeonato Checoslovaco, 1954) 26...¦c8. Por lo tanto, las blancas reagrupan
sus piezas y se preparan para alcanzar la
Diagrama 97 séptima fila mediante operaciones en la
XABCDEFGHY columna de rey.
8-+rtr-+k+(
7zpp+l+pzpp' 26.£b4 b6
6-+-wq-+-+& 27.¦e1!
5+-+PtR-+-%
4-+-+-+-+$ Avanzar el peón es otra vez prematuro; si
3zP-+Q+-+-# 27.d6 ¥e6 28.¥xe6 £xe6 y llevar la torre
2L+-+-zPPzP" directamente a la séptima fila resulta inútil:
27.¦c7 ¦c8 28.¦xa7? ¦c1+ 29.¢h2 £b8+.
1+-+-tR-mK-!
xabcdefghy 27...£f8
28.¦e7! a5!
76
 29.£e4 ¥f5 32...¥d7 33.£e7! con la doble amenaza de
30.£e5 ¥e6 34.¦xd7 y 34.¥xf7+!
31.¦c7 ¥c8 32...¦e8
32.d6! 33.£xe8 Abandonan.

Al fin la lucha ha terminado. En vista de la Después de 33...£xe8 34.¥xf7+ £xf7

amenaza en f7 el peón no puede ser parado. Si 35.¦xc8+ £f8 36.d7 y el peón corona sin
ningún problema.

II. EL BLOQUEO
Diagrama 98 tanto ejerce gran presión, especialmente
XABCDEFGHY cuando bloquea un peón central.
8r+-+-trk+( La siguiente partida aclarará más este
7zp-+-wqpzpp' importante tema. Veremos cómo un peón
6-zp-sn-+-+& pasado efectivamente bloqueado vale menos
5+-+Pzp-+-% que una mayoría móvil de peones apoyada
4P+-+-+-+$ por la pieza “bloqueadora”.
3+PsN-+-+-#
VESELY-PACHMAN
2-+-wQ-zPPzP"
(Praga, 1951)
1tR-+-+RmK-!
xabcdefghy 1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
En el Diagrama 98 las blancas tienen un peón 3.¥b5 a6
pasado cuyo avance está efectivamente 4.¥a4 ¤f6
bloqueado por el caballo negro. La acción que 5.d4 exd4
ejerce el caballo negro se denomina bloqueo. 6.0−0 ¥e7
Es el más sencillo y efectivo método de tratar 7.e5 ¤e4
a un peón pasado y por esa razón el más 8.¤xd4 0−0
frecuente. En esta posición las blancas no 9.¦e1 ¤c5
tienen perspectivas de forzar el paso del peón, 10.¥xc6 dxc6
por lo que la posición es por lo menos igual. 11.¤c3
En lo que a las negras concierne, éstas tienen
una mayoría móvil en el flanco del rey, que Diagrama 99
pueden utilizar, después de efectuado el XABCDEFGHY
avance f5, e4, f4, o en atacar al rey contrario 8r+lwq-trk+(
con (f3), o en crear un peón pasado con (e3). 7+pzp-vlpzpp'
Después de 1...f5 2.f4 e4 3.¤d1! seguido de 6p+p+-+-+&
4.¤e3 tenemos una posición interesante: las 5+-sn-zP-+-%
negras tienen ahora un peón pasado que,
4-+-sN-+-+$
además, está protegido. Su posición, sin
embargo, de ningún modo es superior, pues el
3+-sN-+-+-#
caballo blanco en e3 es muy fuerte y el peón 2PzPP+-zPPzP"
negro de e4 puede ser más adelante socavado 1tR-vLQtR-mK-!
por las blancas con h3 y g4. xabcdefghy
De este sencillo ejemplo resulta claro que la
pieza que bloquea es importante en dos
sentidos: Esta es una posición que ya se produjo en mi
1. Como pieza defensiva evita el avance partida contra Foltys en el Campeonato de
gradual del peón pasado; Checoslovaquia, 1946. En aquella ocasión
2. Como pieza activa está protegida de un después de larga deliberación llegué a la
ataque frontal por el peón enemigo y por lo conclusión de que las negras, en vista de sus
dos alfiles, estarían bien situadas si pudieran
77
conectarse con los peones blancos del flanco
del rey; y esto sólo puede lograrse con una
jugada aparentemente ilógica.
11...f5!
Las negras obsequian a su oponente con un
peón pasado, que, sin embargo, puede
bloquearse en la casilla e6, con lo cual
obtienen juego en ambas alas.
17...b6
18.b4
Es comprensible que las blancas eviten
defensas pasivas y que intenten algún
contrajuego. La idea que encierra la jugada de
la partida es la preparación del avance a4 y
a5; pero este plan no pudo prosperar, pues las
negras inmediatamente comenzaron la acción
decisiva.

12.¤ce2 18...f4!
19.¤xf4
La mejor réplica. En su partida Foltys jugó
12.f4 ¤e6 13.¥e3 ¤xd4 14.£xd4 £xd4 Naturalmente 19.¥xf4? ¦xd3! es contundente
15.¥xd4 ¥e6 después de lo cual la posición y después de 19.¥d2 f3 20.g3 ¥f5 la posición
de las blancas está estratégicamente perdida, blanca no es muy prometedora.
pues no tienen efectivo contrajuego ante el
avance de los peones negros del flanco dama. 19...¥xb4
Otra posibilidad es 12.exf6 ¥xf6, pero 20.¤e2
entonces las piezas negras entran en juego
rápidamente. O bien: 20.¤d3 ¥c3 21.¦ab1 ¥f5 22.f4 c5.

12...¤e6 20...¥f5!
13.¤xe6 £xd1
14.¦xd1 ¥xe6 Una pequeña sorpresa. La réplica
15.¤f4? aparentemente fuerte 21.¤d4 falla contra
21...¥c3; v. g.:
Las blancas persiguen desalojar el alfil de su a) 22.¤xf5 22...¥xa1 23.¤e7+ ¢f7 24.¦xa1
fuerte posición de bloqueo; pero pudo ¢xe7 25.¥g5+ ¢e6 26.¥xd8 ¦xd8 27.f4 ¦d2
lograrse mejor con 15.¤d4, pues entonces la ganando las negras.
réplica 15...¦ad8? falla contra 16.¥g5! b) 22.¦ac1 ¥b2 23.¦b1 ¥xd4 seguido de
Después de 15.¤d4 las negras pueden ¥xc2.
responder 15...¢f7 16.¤xe6 ¢xe6 utilizando
el rey para bloquear el peón que en esta 21.c3 ¥a5
posición cumpliría con mucha eficacia su 22.¦ac1 c5
papel de bloqueador, dejando a las blancas 23.f3 ¥e6
pocas oportunidades de utilizar su peón
pasado y asegurando desde luego unas tablas Ahora la continuación 24.a3 ¥c4 es inútil
claras. Pero las negras tienen una para las blancas; por lo tanto intentan crear
continuación aún más fuerte después de complicaciones.
15.¤d4, que es 15...¥c8!, después de lo cual
el caballo blanco pierde rápidamente su 24.¢f2 ¥c4
posición central. Ejemplo: 16.b3 (16.¥e3 c5),
g5! seguido de c5 y ¥e6. Con objeto de privar a las blancas de
contrachances que surgirían después de
15...¦ad8! 24...¦xd1 25.¦xd1 ¥xa2 26.¦d7 o después de
16.¥e3 ¥c8 24...¥xa2 25.¦xd1 ¦xd1 26.c4.
17.¤d3
25.¤f4 ¦fe8
Si 17.¤e2, las negras replican c5 seguido de 26.¦xd8 ¦xd8
g5 y ¥e6. El alfil estaría entonces 27.a3 ¦e8
completamente seguro en e6 y las blancas 28.e6 ¥xe6
tendrían que defender ambos flancos. 29.¤xe6 ¦xe6
78
 30.c4 ¢f7 Diagrama 100
31.¥f4 b5! XABCDEFGHY
32.¥e3 ¥b6 8l+-+-+k+(
33.cxb5 axb5 7zP-+-+-+-'
34.¦b1 6K+-+p+-+&
5+-+-zPr+-%
Si 34.¥xc5 ¦c6. 4-+-+-+-+$
3+-+-+-+-#
34...c4!
2-+-+-+-+"
35.¥xb6 ¦xb6
36.¢e3 c5
1+R+-+-+-!
37.¢e4 ¢e6 xabcdefghy
38.Abandonan. Juegan blancas y ganan

Pudiera muy bien preguntarse ahora qué pieza Algunas veces, la mejor manera de contender
es la más adecuada para tomar a su cargo el con un bloqueador es evitar que llegue a
bloqueo. Con mayor frecuencia es el caballo; ejercer el bloqueo; inclusive se puede
pero según hemos visto, el alfil también justificar un sacrificio para evitar el bloqueo,
puede cumplir tal misión con éxito. La nota como se demuestra en el siguiente ejemplo.
del movimiento quince en la última partida
demostró que inclusive el rey es una pieza útil GRÜNFELD-STEINER
para bloquear un peón cuando la posición (Ostrava, 1933)
tiene características de un final. Por lo
Diagrama 101
general, las piezas menos apropiadas son la XABCDEFGHY
torre y la dama. Esto es debido a que su
función primordial es el ataque y su
8r+ltrnsnk+(
aplicación en el bloqueo de peones les merma 7+-wq-vlpzpp'
su gran potencia. En consecuencia, sólo serán 6p+-+-+-+&
destinadas al bloqueo en casos de apremiante 5+-zpP+R+-%
necesidad. Hemos visto lo efectivo que puede 4-zpP+P+N+$
ser un bloqueo que detiene un peón pasado; 3+-+L+-+-#
ahora debemos examinar cómo contrarrestarlo 2PvL-+Q+PzP"
; esto puede hacerse de varias maneras: 1+N+R+-mK-!
Por ataque directo contra la pieza que xabcdefghy
bloquea, obligándola a retirarse de la casilla
que ocupa; por un ataque en otra parte del En esta posición parece que las negras,
tablero que obligue a dicha pieza a retirarse y cambiando el caballo blanco después de la
acudir en defensa de la nueva posición retirada de la torre de f5, estarán en
hostilizada; por cambio de la pieza que disposición de bloquear los peones centrales
bloquea. El modo más común de eliminar al blancos, v. g.: 21.¦h5 ¥xg4 22.£xg4 ¤f6
“bloqueador” es el último, y a veces para ello
23.¥xf6 ¥xf6; o bien: 21.¦ff1 ¥xg4 22.£xg4
se recurre a sacrificio de material como ocurre
¥f6. Para evitar que sus peones sean de ese
en la posición del Diagrama 100: 1.¦b8+ ¦f8
modo bloqueados, las blancas sacrifican la
2.¦xa8 ¦xa8 3.¢b7 ¦f8 4.a8£ ¦xa8 5.¢xa8
calidad; y sus peones centrales móviles, bien
¢f7 6.¢b7 ¢g6 7.¢c7 ¢g5 8.¢d7 ¢f5
apoyados por piezas, seguirán adelante en
9.¢d6 y ganan. Las blancas sacrificaron la irrefrenable ataque.
calidad a fin de sustituir un bloqueador
efectivo (el alfil) por uno menos apto, 21.e5! ¥xf5
permitiendo así que su rey pueda aproximarse 22.¥xf5 £a5
a la casilla de bloqueo y apoyar el avance del 23.¤d2 £xa2
peón a la octava fila.
Después de otras jugadas las blancas obtienen
irresistible ataque con ¤e4 o ¤f3.

79
 24.¤f3 cambiar el alfil, y mediante amenazas
agresivas en el flanco del rey, apartaron el
Ahora, además de la amenaza d6 hay que caballo de d7. Acto seguido el peón en d5 se
considerar la insegura posición de la dama en convierte en un arma mortífera.
a2. Esto es una negligencia de las negras, pero
en todo caso no hay defensa satisfactoria,
pues sus piezas menores están completamente 16.¦e1 £d8
reducidas por la avalancha de peones blancos. 17.¥b1! ¦e8
18.£d3?
24...f6?
25.¦a1! £b3 Un ligero error táctico que 1as negras
26.¥c2! £xb2 debieron haber explotado con 18...¦xe1+
27.¥xh7+ ¤xh7 mejorando sus posibilidades defensivas. La
28.£xb2 fxe5 continuación correcta era 18.¦xe8+ £xe8
29.£xe5 ¥d6 19.£d3 ¤f8.
30.£e6+ ¢h8
31.¤fe5 ¥xe5 18...¤f8?
32.¤xe5 ¤f8 19.¦xe8! £xe8
33.£e7 ¤d6 20.¤h4!
34.¦f1 ¢g8
35.¦f3 Abandonan. Uno de los bloqueadores está sujeto a la
defensa del punto h7; el otro está a punto de
Ahora mostramos un ejemplo en el que el ser cambiado.
bloqueador ya asumió su cargo.
20...f6
NIMZOWITSCH-GOTTSCHALL
(Breslau, 1925) Después de 20...¥e5 21.¥xe5 £xe5 22.d6 (o
¤f5) sin duda las blancas están mejor. Por
Diagrama 102 otra parte, la jugada de la partida no es mejor,
XABCDEFGHY pues permite una embestida táctica que
8-+r+-trk+( aumenta considerablemente la ventaja de las
7zplwqn+pzpp' blancas.
6-zp-vl-+-+&
5+-zpP+-+-% 21.¤f5 ¦d8
4-+-+L+-+$ 22.¥xf6!
3+P+-+N+-#
2PvL-+-zPPzP" Probablemente las negras esperaban
22.¤xd6? ¦xd6 con lo que la defensa del
1+-tRQ+RmK-! peón d sería un problema. Después de la
xabcdefghy jugada de la partida la continuación 22...gxf6
23.¤xd6 ¦xd6 24.£g3+ es desesperada para
No solamente está el peón blanco bloqueado las negras; por tanto su réplica es virtualmente
por el alfil; hay también un caballo en d7 forzada.
como segunda línea de defensa. Por lo general
un doble bloqueo de esta naturaleza es un 22...¥xh2+
arma efectiva contra un peón pasado, ya que 23.¢xh2 gxf6
la eventual retirada del alfil no da vía libre al 24.£g3+ ¤g6
peón, puesto que su avance es detenido por la 25.f4!
pieza que ocupa la casilla posterior y que
actúa, según palabras de Nimzowitsch, como
un bloqueador de reserva.
En esta posición particular, sin embargo, el
doble bloqueo no está constituido para
perdurar, pues las blancas se ingeniaron para
80
 Diagrama 103 42.a5 f5
XABCDEFGHY 43.a6 c4
8-+-trq+k+( 44.a7 c3
7zpl+-+-+p' 45.¦b3 f4+
6-zp-+-zpn+& 46.¢f2 c2
5+-zpP+N+-% 47.¦c3 Abandonan.
4-+-+-zP-+$
3+P+-+-wQ-# Para concluir esta sección del “Bloqueo” a
continuación se explica un caso en el que no
2P+-+-+PmK"
se trata de bloquear el peón pasado, sino que
1+LtR-+-+-! el bloqueo se ejerce contra un par de peones
xabcdefghy centrales.

El punto clave de la jugada veintidós de las NIMZOWITSCH-SALVE

blancas. Se opone a la amenaza del cambio de (Carlsbad, 1911)
damas con 25...£e5 y protege el peón d, pues
si 25...¦xd5 (o ¥xd5) 26.¦e1 seguido de 1.e4 e6
27.¤e7+. Obsérvese el menoscabo que ha 2.d4 d5
sufrido la posición de las negras: no sólo han 3.e5 c5
sido desalojados los dos “bloqueadores” sino 4.c3 ¤c6
que ahora las blancas pueden combinar el 5.¤f3 £b6
avance de su peón pasado con un ataque 6.¥d3 ¥d7
contra el debilitado flanco del rey de las
negras. De este modo alcanzan decisiva Es mejor 6...cxd4.
ventaja material dentro de varias jugadas.
7.dxc5! ¥xc5
25...¢h8 8.0−0 f6
26.¦e1 £f8
27.d6! ¦d7 Diagrama 104
XABCDEFGHY
Esta jugada de bloqueo es realmente obligada; 8r+-+k+ntr(
impracticable es 27...¥c8 28.¤e7 £h6+ 7zpp+l+-zpp'
29.¢g1 ¤xf4 30.¤xc8 ¦xc8 31.d7! 6-wqn+pzp-+&
5+-vlpzP-+-%
28.£c3! ¦xd6
4-+-+-+-+$
No hay otro modo de oponerse a la amenaza
3+-zPL+N+-#
29.¦e8, pues 28...¦f7 falla contra 29.d7! 2PzP-+-zPPzP"
¦xd7 30.¦e8!, etc. El resto de la partida es 1tRNvLQ+RmK-!
ahora cuestión de técnica. xabcdefghy

29.¤xd6 £xd6 El peón en e5 es un importante factor

30.¥xg6 hxg6 estratégico a causa de la fuerte reducción que
31.¦e8+ ¢g7 produce ciñendo la posición de las negras en
32.£g3 ¥c6 el flanco de rey. Por lo tanto, las negras se
33.¦e3 ¥d7 deciden a cambiar este peligroso peón aun a
34.f5! £xg3+ costa de permitir que sus propios peones se
35.¢xg3 ¥xf5 debiliten. Está claro que las blancas no
36.¦e7+ ¢h6 pueden evitar el cambio; sólo pueden escoger
37.¦xa7 ¥b1 el modo más conveniente de hacerlo. Un
38.¦a6 b5 cambio inmediato de 9.exf6 sólo contribuiría
39.a4 bxa4 al desarrollo de las negras, por ello hay que
40.bxa4 ¢g5 considerar si el mejor procedimiento es
41.¦b6 ¥e4 defender el peón de rey y obligar a que sean
81
las negras las que efectúen el cambio. De ahí
que la mejor línea es 9.£e2 fxe5 10.¤xe5
¤xe5 11.£xe5 ¤f6; en cuyo caso la dama
blanca actuaría de “bloqueador”, evitando la
formación de un fuerte centro de las negras
después del eventual avance e5. Pero como ya
sabemos la dama es por lo general una pieza
inadecuada para tareas de bloqueo, y en todo
caso sería hasta difícil mantenerla en e5, pues
las negras siempre podrían amenazarla con
¥d6. De ahí que Nimzowitsch escoja una
maniobra diferente que demuestra su
profundo concepto del carácter estratégico de
la posición preparándose a utilizar su alfil
para bloquear el enemigo e6.
Las negras intentan desalojar la pieza de
bloqueo jugando £c7 y posiblemente ¤g4. El
plan correcto para las blancas ahora es
reemplazar el alfil bloqueador con el caballo y
fortalecer su posición mediante £e2 y ¦e1.
Por razones tácticas, el orden de las jugadas
es importante, y sería un error comenzar con
15.¥d4? £c7 16.£e2 ¤g4! 17.h3 e5! que
daría a las negras excelente juego. Las
blancas proceden correctamente y llevan su
caballo a e5 sin problemas.
15.£e2! ¦ac8
Si 15...¥xe5 16.¤xe5 ¦ac8 17.c4!

9.b4! ¥e7 16.¥d4 £c7

10.¥f4 fxe5 17.¤e5
11.¤xe5 ¤xe5
12.¥xe5 ¤f6 La ventaja de espacio de que gozan las
blancas y la debilidad del peón e de las negras
La tentativa de luchar en seguida por el deciden la partida. Las jugadas que siguen,
control de la casilla e5 de las negras con con las cuales las blancas utilizan su ventaja
12...¥f6 13.£h5+ g6 14.¥xg6+! hxg6 posicional con precisión y rapidez, son
15.£xg6+ ¢e7 16.¥xf6+ ¤xf6 17.£g7+ altamente instructivas.
hace perder a las negras.
17...¥e8
13.¤d2! 18.¦ae1 ¥xe5
19.¥xe5 £c6
Aquí las blancas pudieron jugar para ganar un 20.¥d4 ¥d7
peón con £c2, pero esto sería un paso en 21.£c2
falso. Después de 13.£c2 0−0! 14.¥xf6 ¥xf6
15.¥xh7+ ¢h8 seguido de e5, las negras Merece la pena examinar otra vez la nota a la
tendrían la mejor posición en virtud de su jugada trece. El ataque a h7 resulta efectivo
centro móvil y su par de alfiles. La caza del solamente cuando el centro de las negras está
peón por lo tanto hubiera desviado a las debidamente bloqueado.
blancas del correcto plan estratégico que es el
bloqueo de las casillas centrales d4 y e5. 21...¦f7
22.¦e3 b6
13...0-0 23.¦g3 ¢h8
14.¤f3 ¥d6 24.¥xh7!

Diagrama 105 Ahora las negras no pueden replicar

XABCDEFGHY 24...¤xh7 debido a 25.£g6.
8r+-+-trk+(
7zpp+l+-zpp' 24...e5
6-wq-vlpsn-+& 25.¥g6 ¦e7
5+-+pvL-+-% 26.¦e1 £d6
4-zP-+-+-+$ 27.¥e3 d4
3+-zPL+N+-# 28.¥g5 ¦xc3
29.¦xc3 dxc3
2P+-+-zPPzP"
30.£xc3 ¢g8
1tR-+Q+RmK-! 31.a3 ¢f8
xabcdefghy 32.¥h4 ¥e8
82
 33.¥f5 £d4 36.¥d3 ¢d6
34.£xd4 exd4 37.¥xf6 gxf6
35.¦xe7 ¢xe7 38.h4 Abandonan.

III. TIPOS ESPECIALES DE PEÓN PASADO

Interesa considerar tres tipos especiales: el FLOHR-ROMANOWSKY
peón pasado distante; el peón pasado (Moscú, 1935)
protegido y los peones pasados ligados.
El peón pasado distante es principalmente Diagrama 107
conocido como un factor del final de partida. XABCDEFGHY
Un ejemplo es la posición del Diagrama 106 8n+rtr-+-mk(
en la que el peón a de las blancas es el peón 7tR-+-snqzp-'
pasado distante, pues está a mayor distancia 6-+p+-zp-zp&
de los peones bloqueados en f4 y f5 que el 5zP-sN-zp-+-%
peón negro en c4. 4-+-+P+-+$
Diagrama 106
3+-+-vL-+-#
XABCDEFGHY 2-+-+QzPPzP"
8-+-+-+-+( 1+-tR-+-mK-!
7+-+-+-+-' xabcdefghy
6-+-+-+-+&
5+-mk-+p+-% Las blancas tienen un peón torre pasado que
no puede avanzar fácilmente. Sin embargo, su
4-+p+-zP-+$
presencia obliga a las negras a mantener por
3+-mK-+-+-# lo menos una pieza permanentemente lejos
2P+-+-+-+" del centro del tablero en una posición de
1+-+-+-+-! escaso valor. Por otra parte, la pieza de
xabcdefghy bloqueo blanca está bien situada en c5.
Las blancas juegan y ganan
28...¤c7
Las blancas ganan muy fácilmente con 1.a4
¢d5 2.a5 ¢c5 3.a6 ¢b6 4.¢xc4, etc. La En especial las negras quieren desalojar la
ventaja del peón distante, en este ejemplo, torre enemiga de la séptima fila.
está bien clara: mediante su avance, el rey
negro debe alejarse de las casillas de defensa 29.h3 ¤b5
del objetivo de ataque de las blancas, que en 30.¦b7 ¤d6
este caso es el peón negro de f5. 31.¦b2 ¤b5
En el medio juego, por supuesto, es mucho 32.¦d2 f5
más difícil utilizar con éxito el peón pasado 33.f3 fxe4
distante, pero aún allí existen ocasiones en
que hay posibilidad de conseguir efecto. Esto ayuda al contrario, pues en el final son
Puede, por ejemplo, sujetar alguna de las las blancas las que deben preocuparse por
piezas enemigas al borde del tablero y así abrir el juego en el flanco de rey. Era mejor
facilitar un ataque en el otro lado ; o inclusive 33...f4.
facilitar simplificaciones que pueden conducir
a un favorable final de partida. El siguiente 34.fxe4 ¤g6
ejemplo da alguna idea de la influencia que 35.£g4 ¢h7
ejerce en el juego un peón distante pasado.
De ahora en adelante las blancas pretenden
llegar a un final con piezas menores.

36.¦f2 £e7
83
 37.¦cf1 ¦f8 52.¢g2 ¤e7
38.£e6 £xe6 53.¢f3 g6
39.¤xe6 ¦xf2 54.¤d3 ¤c8
40.¦xf2 ¦e8 55.¥c5+
41.¤c5 ¦a8
42.a6 ¢g8 Por ahora el alfil asume las funciones de
43.¦a2 ¤f8 bloqueador, permitiendo así al caballo
preparar un ataque a los peones enemigos en
Hay que considerar que no puede violentarse e5 y g6.
el avance del peón; primero deben cambiarse
las torres que quedan. Las blancas logran esto 55...¢e6
obligando al caballo de f8 a trasladarse a g6, 56.¤b2
permitiendo así la penetración de la torre por
la columna de dama hasta la séptima fila; La obligación de vigilar constantemente el
entonces las negras cambiarán las torres. peón en a6 ha reducido a la inactividad a las
piezas negras La amenaza inmediata es
44.¥f2! ¢f7 57.¤c4 seguido de ¤a5, y después de la
45.¥g3 ¤g6 jugada obligada 58...¢d7 59.¥f8 h5 60.g4
46.¦d2! ¦a7 con lo que las blancas acometerían con su rey
47.¦d7+ ¦xd7 a los débiles peones enemigos.
48.¤xd7 ¢e6
49.¤c5+ ¢d6 56...¤d6
50.¥f2 ¤c7?
La tentativa de frustrar la maniobra antes
Esta jugada facilita considerablemente la tarea indicada permite una decisiva simplificación.
de las blancas. Más fuerte era 50...¤f4,
después de lo cual las blancas deben procurar 57.¥xd6 ¢xd6
el desalojo del caballo de su fuerte posición 58.¤c4+ ¢c5
mediante ¢f1 seguido de ¥e3, ¢f2 y ¢f3.
Si 58...¢e6, el rey blanco se dirigiría hacia el
51.g3 ¤a8 flanco dama para tomar posesión de la casilla
b7 después del avance a7 y así facilitar la
Diagrama 108 promoción del peón. Por lo tanto las negras
XABCDEFGHY prefieren eliminar el peón enemigo aunque les
8n+-+-+-+( cueste dos de los propios.
7+-+-+-zp-'
6P+pmk-+nzp& 59.¤xe5 ¢b6
5+-sN-zp-+-% 60.¤xg6 ¢xa6
4-+-+P+-+$
3+-+-+-zPP# Ahora las negras han logrado un distante peón
pasado en c6, pero en vista de la superioridad
2-+-+-vL-+"
material y posicional de las blancas, carece de
1+-+-+-mK-! importancia.
xabcdefghy
61.e5 ¢b7
En realidad la conclusión a que llegamos 62.¢e4 ¢c7
pertenece a un libro de finales de partidas, 63.¢f5 ¢d7
pero es todavía un magnífico ejemplo del 64.e6+ ¢e8
tema de realizar un distante peón pasado. Las 65.¤e5! c5
blancas amenazan el avance del peón y en 66.¤d7! c4
consecuencia obligan a las negras a ocuparse 67.¤f6+ ¢f8
de su captura. En verdad el peón está 68.¤d5 ¢g7
eventualmente perdido, pero las negras 69.¢e4 Abandonan.
descubren que su precio es muy elevado.
84
El segundo de los tres tipos especiales de Más prometedor es 10...cxd4 11.cxd4 ¤f6
peones pasados que deben considerarse, es el seguido de b6 y ¥b7.
peón pasado protegido. A partir del Diagrama
109 las blancas, que tienen un peón pasado y 11.¦d1 a6
protegido en g5 ganan fácilmente. Su rey se 12.a4 b6
dirige hacia el flanco dama donde captura el 13.d5 e5
peón enemigo y vuelve al flanco de rey para
apoyar el avance de su peón pasado. O 13...exd5 14.¥xd5 ¥b7 15.c4.Después de
la jugada de la partida surge una de esas
Diagrama 109 posiciones características que ilustran la
(Peón pasado protegido) ventaja del peón pasado protegido.
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+( Diagrama 110
7zp-+-+-+-' XABCDEFGHY
6-+-+-+k+& 8r+l+-trk+(
5+-+-+-zPp% 7+-wqnvlpzpp'
4-+-+-+-zP$ 6pzp-+-+-+&
3+-+-+-+-# 5+-zpPzp-+-%
2-+-+-mK-+" 4P+L+P+-+$
1+-+-+-+-! 3+-zP-+N+-#
xabcdefghy 2-+-+QzPPzP"
Las blancas ganan 1tR-vLR+-mK-!
xabcdefghy
La ventaja del peón pasado protegido es
doble: por un lado la amenaza de alcanzar la 14.¤e1!
octava fila constituye una preocupación para
el rey enemigo, y por otro su inmunidad que Jugada importante que impide al caballo
no permite ser capturado por el rey contrario negro bloquear el peón pasado. Si ahora
permite a su propio rey ocuparse en atacar 14...¤f6 (intentando ¤e8−d6), entonces las
debilidades del campo adversario. Aun en el blancas podrían jugar 15.f4 con las siguientes
medio juego la amenaza latente del avance del posibilidades:
peón es un factor importante, ya que este a) 15...exf4? 16.e5 ganando.
estado de protección permite despreocuparse b) 15...¤e8 16.fxe5 £xe5 17.¤f3 £xc3
de ciertas amenazas de las piezas enemigas. 18.¥b2, etc.
La siguiente partida ilustra en parte estos c) 15...¥d6 16.¤f3 ¥g4 17.f5 con ventaja
conceptos. para las blancas.
GLIGORIC-SANCHEZ 14...¥d6
(Torneo interzonal de 1952) 15.¤c2 ¦e8
16.¥d3 ¤f8
1.d4 ¤f6 17.¤e3 ¤g6
2.c4 e6 18.g3
3.¤c3 d5
4.cxd5 ¤xd5 Esta jugada no sólo mantiene alejado al
5.¤f3 ¥e7 caballo negro de f4, sino que prepara también
el importante avance estratégico f4. La
Es mejor 5...c5! desfavorable formación de las piezas negras
se pone de manifiesto; aun la jugada natural
6.e4 ¤xc3 ¥d7 es inadecuada, en vista del indefenso
7.bxc3 c5 peón en a6 que no puede avanzar a una casilla
8.¥c4 0−0 segura sin privar a las negras de todo
9.0−0 ¤d7 contrajuego en el flanco dama.
10.£e2 £c7

85
 18...¥b7 más ligero contrajuego, que podrían lograr
19.¤c4! con la maniobra ¤e7−f5.

Un motivo estratégico bien conocido. Las 27...¥h3

blancas preparan el cambio de la pieza 28.¥xh3 £xh3
bloqueadora y al amenazar ganar un peón con 29.£g3!
20.¦b1, ganan un tiempo.
Si 29...£xg3+ 30.hxg3, y las blancas, con c4
19...¦eb8 y ¦b1 pueden utilizar su posición superior sin
20.¥e3? grandes dificultades. Aun después de la
jugada de la partida podían proceder a un
Jugada inexacta, que las negras pudieron cambio de damas obteniendo así un final
explotar con 20...¥f8! amenazando b5. Lo ventajoso: 30.£xh4 ¤xh4 31¢f2 ¦e8 32.e5.
correcto era la inmediata eliminación del alfil
bloqueador. Afortunadamente para las 29...£h4
blancas, su oponente no aprecia en lo justo la 30.¥f2 £f6
importancia de esta pieza y deja pasar la
oportunidad de conservarla. Malo hubiera sido 30...£xf4 31.£xf4 ¤xf4
32.¥g3 g5 33.¥xf4 gxf4 34.c4 con un final
20...¥c8? ganado por las blancas.
21.¤xd6 £xd6
22.f3 h5 31.f5
23.£f2!
Las blancas renuncian al avance e5 y en su
Jugada muy fina que, por un lado prepara el lugar escogen un lento pero seguro plan:
avance f4 y por otro fuerza el bloqueo del cambiarán el caballo negro y en el
flanco dama. La amenaza inmediata es 24.a5! subsiguiente final, con sus piezas mayores y
ganando el peón de c5 de las negras. el peón pasado protegido, ejercerán presión
sobre el peón negro de b6.
23...a5
24.f4! 31...¤e5
32.¢h1 ¦e8
Con esta jugada las blancas se lanzan a la 33.¦e2 ¤g4
próxima fase de su plan, que consiste en una 34.¥g1 £e5
acción en el ala de rey. Ahora amenazan 25.f5 35.£f3 £f6
¤f8 26.¥e2 g6 27.fxg6 fxg6 28.¦f1 ¦a7 36.¦f1 ¦ad8
29.£f6.En vista de esto, las negras están 37.h3 £h4
virtualmente obligadas a cambiar en f4 a fin 38.¥h2 ¤xh2
de que después que las blancas jueguen f5,
puedan disponer de la casilla e5 para colocar Más débil es 38.¤f6 39.¦fe1 con lo que las
su caballo. Sin embargo, con este cambio blancas tienen las amenazas ¥c7 y £g3.
contribuyen a fortalecer el centro de las
blancas, y además el eventual avance e5 de 39.¢xh2 ¦e5
las blancas constituye una constante 40.¦g1 ¦d7
preocupación para las negras.
Algo mejor era 40...¢f8 41.c4 con lo que la
24...exf4 tarea de las blancas sería probablemente más
25.gxf4 ¥g4 dificultosa que en la partida.
26.¦d2 £d7
27.¥f1 41.¦eg2! f6
42.¦e2
También era bueno jugar 27.e5, pero las
blancas no quieren permitir a su oponente el

86
Con esta maniobra de torre, las blancas han Diagrama 112
encerrado por completo la dama negra, que XABCDEFGHY
puede ser cambiada ahora sin problemas. 8-+-+-+-+(
7zp-+-+pzpp'
42...¢h8 6-zp-sn-+-+&
43.c4 ¢g8 5+-zpPzp-+-%
44.¦ge1 ¢f8 4-+P+P+-+$
45.£g3 £xg3+ 3+-+L+-+-#
46.¢xg3 ¢e8
2PzP-+-+PzP"
47.¦b1 ¦b7
48.¢f4 ¢d8
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Diagrama 111
XABCDEFGHY En el próximo ejemplo procuramos aclarar
8-+-mk-+-+( algo los problemas relacionados con la
7+r+-+-zp-' creación y uso de un peón pasado y protegido.
6-zp-+-zp-+& El desarrollo de la partida muestra cómo el
5zp-zpPtrP+p% peón pasado y protegido de las blancas va
quedando gradualmente reducido a un mero
4P+P+PmK-+$
peón bloqueado y débil, mientras que los
3+-+-+-+P# peones de las negras quedan en disposición de
2-+-+R+-+" avanzar en el momento adecuado
1+R+-+-+-! conquistando la victoria para su bando.
xabcdefghy
CHRISTOFFEL-BOLESLAVSKY
Las blancas terminan la partida con una (Groningen, 1946)
maniobra característica: sacrifican el peón
pasado protegido para ganar en cambio el de Diagrama 113
b6 y entonces invaden con sus torres la XABCDEFGHY
posición enemiga. 8r+lwq-trk+(
7+p+-+pvl-'
49.d6! ¢d7 6-+-sn-snpzp&
50.¦eb2 ¢c6 5zp-zpPzp-+-%
51.d7 ¢xd7 4P+P+P+-sN$
52.¦xb6 ¦c7 3+-sN-+-zP-#
53.¦d1+ ¢e8
2-+-+-zP-zP"
54.¦d5 Abandonan.
1+RvLQtRLmK-!
Después de 54...¦ee7 55.¦b8+ ¢f7 56.¦dd8, xabcdefghy
y no hay manera de evitar pérdida de material.
El peón pasado protegido no constituye una Las blancas se las ingeniaron para lograr un
ventaja en todas las circunstancias. Su valor peón pasado protegido, pero en su posición
disminuye mucho si el oponente puede ello no les reporta ventaja alguna, pues las
bloquearlo, preferiblemente con un caballo, y negras ya bloquearon dicho peón y además
después comenzar una acción para debilitarlo, pueden preparar pronto una acción en el
análoga a la que parte de la posición del flanco de rey con el avance f5.
Diagrama 112.
Aquí las negras procurarán ejercer presión en 18.¥a3?
los dos peones que apoyan al pasado,
especialmente el de e4 que no está protegido Una jugada de desarrollo de dudoso valor.
por ningún peón contiguo. Su plan será un Las blancas además van mal orientadas con la
ataque contra el de c4 mediante a6 y b5, y perspectiva de amenazas tácticas en la
contra el de e4 con g6 y f5. columna b, que no prosperarán a causa de la
mala posición de su alfil. Lo correcto era

87
18.f3, con lo que el juego quedaría por lo
menos equilibrado.
18...b6
19.£b3 ¦a6
Jugada virtualmente obligada, pues 19...¦b8
sería contestada con 20.¥xc5. La posición
pasiva de la torre negra después de la jugada
de la partida, permitió a las blancas asegurar
su posición. Sin embargo, en el libro del
torneo, Euwe expuso el correcto punto de
vista de que la torre negra en a6 no está peor
situada que la dama blanca en b3.
20.£c2 ¤h7
21.¤b5!
24.¥b2 £d6
Por lo general, y como ya hemos dicho antes,
la dama no es una pieza adecuada para
bloquear peones. Sin embargo, en este caso
está bien situada en d6, pues
independientemente de actuar “bloqueador”
protege los peones en b6 y e5 a la vez que
apoya el importante avance f5.
25.£d2 ¦e7
26.¥g2 ¥h3!
El cambio de alfiles es favorable a las negras
porque el control que con el mismo pierden
las blancas de las casillas e4 y d5 aumenta la
actividad del avance f5 de las negras.

Un motivo que ya apareció en la sección en 27.¥xh3 ¤xh3

que tratamos del bloqueo del peón pasado. 28.¤g2 ¤g5
Las blancas intentan eliminar mediante un
cambio la pieza bloqueadora. Tácticamente la Las blancas estaban amenazando 29.f4 así
jugada se apoya en la siguiente interesante como 29.¤e3 seguido de ¤c4. Las negras lo
variante: 21...¤xb5 22.cxb5 (no 22.¦xb5? contrarrestan mediante la amenaza de ganar la
¥d7 23.¦bb1 £e8 después de lo cual el peón calidad con ¤f3.
blanco en a4 está perdido), ¦a7 23.¤f3 y en
este momento las blancas serían las que 29.£d1
podrían bloquear con un caballo un peón
pasado y protegido, quedando con posición Las blancas cuidan la amenaza enemiga y
favorable, pues el caballo desde c4 controla la confían en un eventual traslado de su caballo
casilla oponente de bloqueo (d6) y al mismo a la casilla de bloqueo c4. Las negras, sin
tiempo ataca los peones en b6 y e5. embargo, ya han completado sus preparativos
para la acción decisiva.
21...¤g5!
22.¢h1? 29...f5!
30.exf5 gxf5
La posición está ahora alterada y el cambio en
b5 da ventaja a 1as negras. Por tanto las Diagrama 114
blancas debieron jugar 22.¤xd6. XABCDEFGHY
8-+-+-trk+(
22...¤xb5 7+-+-tr-vl-'
23.cxb5 6-zp-wq-+-zp&
5zpPzpPzppsn-%
No 23.¦xb5? que falla por las mismas razones 4P+-+-+-+$
expuestas en la nota de la jugada 3+-+-+-zP-#
vigesimoprimera de las blancas. 2-vL-+-zPNzP"
23...¦a7
1+R+QtR-+K!
xabcdefghy
Ahora las blancas no pueden trasladar con
facilidad su caballo a c4: la casilla f3 ya no El Diagrama muestra cuánto ha cambiado la
está disponible y 24.¤g2 ¤f3 da a las negras posición desde el anterior diagrama: ambos
una extraordinaria ventaja posicional después apoyos del peón d5 han desaparecido, dejando
de ...¤d4 y ...f5. este peón como una debilidad en la posición
88
blanca. Por otro lado, el peón negro en e5 se
ha vuelto muy fuerte y su avance decidirá
eventualmente la partida. Es importante notar
que el peón negro en c5 no puede ser
fácilmente bloqueado por el caballo blanco,
pues después de 31.¤e3 f4! 32.¤c4 £d7, las
negras obtienen un decisivo ataque:
a) 33.¥xe5 £h3 34.¥xf4 ¦xe1+ 35.£xe1
¦xf4! 36.gxf4 £f3+ 37.¢g1 ¤h3+ 38.¢f1
£d3+, etc., o bien: 34.¥xg7 f3 35.¦g1 ¦e2!
36.¦b2 (o £f1) 36...¤e4!, etc.
b) 33.¤xe5 £d6! (no £b7? 34.¤c6) 34.¤f3
¦xe1+ 35.¤xe1 ¥d4! 36.¥xd4 £xd5+,
etcétera.
c) 33.¤xb6 £h3 34.d6 fxg3 35.£d5+
¦e6!,etc.
d) 33.d6 £b7+, etc.
31.f4
los más eficaces de todos. Su protección
mutua y avance unido constituyen un
verdadero obstáculo contra cualquier bloqueo,
por lo tanto no es sorprendente que su
formación, aun a costa de material, sea a
menudo suficiente para decidir la partida. Es
interesante advertir la posición en la que tres
peones pasados y ligados son, por lo general,
superiores a un caballo o a un alfil, pero en el
juego medio la posición es mucho más
compleja, pues la pieza de más puede ser
utilizada con eficacia en algún ataque antes de
que se produzca el avance de los peones. Por
supuesto, una vez que se han cambiado las
damas el valor de los peones aumenta, como
lo demuestra la siguiente partida.
BRONSTEIN-NAJDORF
(Match URSS-Argentina, 1954)

Esta jugada detiene el avace f4 negro, pero 1.e4 c5

deja libre la excelente casilla e4 para el 2.¤f3 d6
caballo enemigo. 3.d4 cxd4
4.¤xd4 ¤f6
31...¤e4 5.¤c3 a6
32.¢g1? 6.¥g5 e6
7.£f3 ¤bd7
Esto precipita la derrota. Una defensa mejor 8.0−0−0 £c7
era posible después de 32.¦f1. 9.£g3 b5
10.¥xb5!? axb5
32...c4! 11.¤dxb5 £b8?

Este avance, en el momento oportuno trae También es débil 11...£c5? 12.¥e3, pero
consigo dos amenazas: el ulterior avance a c3 había una jugada mejor que es 11...£a5!
y el jaque con la dama en £c5. Después de la jugada de la partida las damas
se cambian y la tarea de las blancas se aligera.
33.fxe5 ¥xe5
34.¥xe5 ¦xe5 12.¤xd6+ ¥xd6
13.£xd6 £xd6
Ahora las amenazas son ¤c3 y ¦xd5. La 14.¦xd6
partida es buena y también está decidida.
Diagrama 115
35.¤e3 ¤c3 XABCDEFGHY
36.£d4 ¤xb1 8r+l+k+-tr(
37.¦xb1 ¦e4 7+-+n+pzpp'
38.¤xf5 ¦xd4 6-+-tRpsn-+&
39.¤xd6 c3 5+-+-+-vL-%
40.¦c1 ¦xd5 4-+-+P+-+$
41.¤e4 ¦d4 3+-sN-+-+-#
42.¤xc3 ¦c8
2PzPP+-zPPzP"
43.Abandonan.
1+-mK-+-+R!
Los peones pasados ligados son el tercero de xabcdefghy
los tipos especiales de peones pasados; son
89
Al llegarse a esta posición merece la pena 21.¦b6 ¥c6
repetir la observación que hizo Bronstein con 22.¤d5 ¥xd5
relación a ella: “Como resultado del sacrificio 23.exd5
de la pieza las blancas han ganado en cambio
tres peones, dejando el material El número de peones ligados y pasados ha
aproximadamente igual. Sin embargo, sería aumentado a cuatro y la partida está
erróneo juzgar la posición solamente desde el virtualmente decidida.
punto de vista de las ventajas materiales.
Mientras que la actividad del caballo negro 23...¤c5
pueda ser fácilmente neutralizada, la lucha 24.¦b5 ¤fd7
contra los peones pasados de las blancas es 25.c4 e4
muy difícil. En esta partida las negras no 26.¥xc5
utilizaron totalmente todas las posibilidades
que tuvieron en sus manos.” Los dos caballos blancos eran un obstáculo
para el avance de los peones pasados, por esto
14...h6! las blancas cambian su alfil por uno de ellos.
15.¥d2? Además tienen el propósito de sacrificar uno
de sus peones para que los otros puedan
Ni 15.¥e3 ¤g4 ni 15.¥h4 g5 eran mucho forzar la decisión.
mejor para las blancas. Sobre la posibilidad
de cambiar 15.¥xf6, Bronstein escribe: “En 26...¤xc5
esta posición el alfil negro de las blancas es 27.fxe4 ¤xe4
extremadamente fuerte, y sería una lástima 28.d6! ¦xa2+
cambiarlo por una torre y mucho más por un 29.¢xa2 ¤c3+
caballo”. Probablemente Bronstein estimó en 30.¢a3 ¤xd1
demasía la importancia del alfil, pues en una 31.c5 ¤c3
partida del Campeonato de Checoslovaquia 32.¦a5 ¤d5
1954 entre Fichtl y Doleza1, las blancas 33.c6 ¤f6
jugaron 15.¥xf6! ¤xf6 16.¦hd1 ¥b7 17. f3 34.¦a6 ¢f8
¢e7 18.¦b6! ¦fb8 19.b3 y pronto usaron sus 35.b4 ¢e8
peones ligados con buen efecto. En la 36.b5 ¤d7
presente partida las negras pudieron aún
conseguir el equilibrio si hubieran jugado Las últimas jugadas de la partida fueron
correctamente. ejecutadas bajo extrema presión de tiempo, y
por tal motivo 1as negras hicieron un intento
15...¥b7 de crear complicaciones.
16.f3 0−0?
37.¦a7 ¦b8
El error decisivo. Lo correcto era 16.0-0-0, 38.¦xd7 ¦xb5
después de lo cual el rey juega un importante 39.¦a7 ¦b8
papel en la lucha contra los peones blancos 40.d7+ ¢e7
mientras se prepara un ataque por el flanco 41.d8£+ ¢xd8
rey con g5-g4. La posición ofrecería varias 42.c7+ ¢c8
posibilidades con iguales chances para ambos 43.cxb8£+ ¢xb8
bandos. Una cosa que resulta evidente es la
pérdida de tiempo que significó la jugada En esta situación las negras por fin,
quince de las blancas y que pudo haber abandonaron.
permitido a las negras completar su desarrollo Más corrientes que los casos de tres peones
y efectuar el enroque largo. pasados ligados son aquellos en los que éstos
son sólo dos. En tales casos es importante
17.b3 ¦fc8 asegurarse de que los peones no puedan ser
18.¢b2 ¤c5 bloqueados por piezas enemigas; por lo tanto,
19.¥e3 e5 como regla, los peones deberían avanzar
20.¦hd1 ¤e6 guardando uniformidad. Por ejemplo, si los
90
peones están en b4 y c4, el avance c5 o b5 Diagrama 116
debería hacerse únicamente cuando el avance XABCDEFGHY
del otro peón ya ha sido preparado. La 8rsnlwq-trk+(
siguiente partida ilustra claramente el 7+-+-vlpzpp'
pernicioso efecto del bloqueo de dos peones 6-+-+psn-+&
pasados ligados. 5+-zPp+-+-%
4-zP-+-+-+$
GLIGORIC-SZABO 3+-sN-+-zP-#
(Helsinki, 1952)
2-+-+NzP-zP"
1.d4 ¤f6
1+RvLQmKL+R!
2.c4 e6 xabcdefghy
3.¤c3 ¥b4
4.e3 c5 Tal avance se ha hecho antes del desarrollo de
5.¤ge2 d5 las piezas blancas, cuya posición es ahora tan
6.a3 cxd4 desfavorable, que el avance de los peones no
7.exd4 ¥e7 puede continuar. Ahora las negras explotan
8.c5 0−0 esta situación y preparan el bloqueo. Su plan
9.b4 b6! estratégico consistirá de dos partes:
10.g3 bxc5 1) Bloquear los peones blancos,
11.dxc5 especialmente el de b4, para lo cual deberán
colocar un caballo en b5 (jugadas 13 a la 27).
Más débil es 11.bxc5, porque después de ¤c6 2) Forzar el avance de sus peones centrales
y ¥a6 por parte de las negras, el peón pasado (jugadas 28 a la 36).
de las blancas queda bien bloqueado y las Merece señalarse que en el bloqueo de los
negras obtienen buen juego para sus piezas. peones ligados y pasados, generalmente lo
más importante es bloquear el peón de atrás;
11...a5! de esta manera los peones se hallan privados
de su fuerza principal, o sea su capacidad de
Esto parece ilógico, ya que concede a las avanzar unidos.
blancas dos peones pasados ligados y
avanzados. Sin embargo, estos peones no 13...¤c6!
resultan tan peligrosos como aparentan, ya
que su posición avanzada permitirá aplicarles La primera jugada de bloqueo, que va contra
un correcto bloqueo. los principios indicados antes, pero que es
jugable aquí por razones tácticas, puesto que
12.¦b1 si 14.b5? ¤e5 15.f4 ¤f3+! 16.¢f2 ¥xc5+
17.¢xf3 d4!, ganan las negras.
No 12.¥b2? ¤c6 13.b5 ¤e5.
14.¥g2 ¦b8!
12...axb4 15.¥a3
13.axb4
Otra vez b5 falla: 15.b5 ¥xc5 16.bxc5 ¦xb1
A primera vista la posición negra parece muy 17.¤xb1 £b6 y las negras consiguen un
lejos de ser prometedora: sólo tienen un peón fuerte ataque. Si las blancas intentan 15.£a4,
pasado mientras que las blancas tienen dos la réplica puede ser 15...¥d7 16.b5 ¤e5 17.c6
que ya están en cuarta y quinta filas; además, ¤d3+ 18.¢f1 (18.¢d2 ¤xf2) ¥xc6! 19.bxc6
está claro que el avance de los peones ¦xb1 20.¤xb1 £b6, etc.
centrales de las negras necesita muchos
tiempos. Sin embargo, ya hemos indicado que 15...¥d7!
la avanzada posición de los peones blancos 16.0−0
los hacen menos peligrosos.

91
Por tercera vez las blancas deben renunciar a
b5, pues después de 16.b5 ¤a5 17.0−0 ¤c4 y
las negras ganan un peón.
16...¤a7!
17.¦e1 ¤e8!
Ahora el otro caballo se apresura a unirse a la
lucha por la casilla b5. Mucho más débil
hubiera sido 17...¤b5 18.¤xb5 ¥xb5
19.¤d4, con lo que las blancas dispondrían de
¥f1 para oponerse a un futuro bloqueo.
18.¥c1 ¥f6
La primera jugada en la fase de ataque de las
negras. Las blancas debieran jugar ahora
19.f4 ¤c7 20.¥e3 (20.¤d4? ¥xd4+ 21.£xd4
¤c6) 20...¤cb5, aunque aun así las negras,
quedarían mejor. En vez de ello, las blancas
se embarcan en un plan equivocado; intentan
provocar el avance de los peones centrales de
las negras, en parte para atacarlos y también
para aumentar el radio de acción de su alfil en
g2.
19.¥f4? e5
20.¥d2 d4
21.¤d5 ¥c6
22.¤xf6+
Las blancas no pueden sostener el caballo en
d5, jugando 22.£b3, pues las negras pueden
replicar 22.£b3 con ¤c7. Sin embargo, £b3
es superior a la jugada de la partida porque,
como ya sabemos, el caballo es mejor pieza
bloqueadora que el alfil. En consecuencia era
preferible permitir el cambio del caballo con
el otro adversario, que ahora está en e8, que
no el del caballo por el alfil en f6.
Terminando con toda idea de avanzar los
peones del flanco dama, las piezas tienen que
reagruparse para luchar contra el avance de
los peones centrales negros. Pero ya es
demasiado tarde.
28...h6
29.g4
Con la intención de bloquear los peones
enemigos mediante ¤g3-e4.
29...¦be8?
Un error táctico, que pudo haber hecho más
difícil la tarea de las negras. Lo correcto era
29...¦fe8 30.¤g3 e4 con el final a la vista.
Después de la equivocación de las negras, las
blancas debieron continuar 30.fxe5 fxe5
31.¤g3, después de lo cual ¦xf1+ 32.£xf1
e4? falla contra 33.¤xe4 ¦xe4 34.£f8+ ¢h7
35.£f5+.
30.f5?
Las blancas pierden su oportunidad y se
lanzan a un desesperado ataque contra el
flanco de rey.
30...£d5
31.£c1
O bien 31.£xd5 ¤xd5 32.¤g3 ¦a8 y las
negras, gracias a la superior posición de sus
piezas, tienen un final ganado.
31...¢h7
32.¤g3 e4
33.¥f4 e3
34.£d1 £c4!

22...£xf6 Impidiendo un posible bloqueo del peón en d4

23.¥xc6 £xc6 con 35.£d3.
24.f4 f6
35.h4 ¤d5
Naturalmente no 24...exf4, que rompería la 36.g5 d3
cadena de peones negros. 37.£g4 ¦g8!
38.¤h5 ¦e4
25.£b3+ ¢h8
26.¦f1 ¤c7
27.£c4 ¤ab5
28.¦be1

92
 Diagrama 117 Es instructivo comparar este Diagrama con el
XABCDEFGHY anterior. Los peones blancos del flanco de
8-+-+-+r+( dama no han avanzado un solo paso, mientras
7+-+-+-zpk' que los centrales negros deciden ahora la
6-+-+-zp-zp& partida.
5+nzPn+PzPN%
4-zPq+rvLQzP$
3+-+pzp-+-#
39.g6+ ¢h8
2-+-+-+-+"
40.£g3 y las blancas abandonan.
1+-+-tRRmK-!
xabcdefghy

IV. EL PEÓN AISLADO

Todo ajedrecista ha experimentado el 7.¤f3 0−0

trastorno que produce un peón que ha sido 8.0−0 ¤c6
separado de sus compañeros laterales y no 9.d5 ¤b4
puede ser defendido por ninguno de ellos. Tal 10.e4 c6
peón se denomina: peón aislado. Puesto que 11.a3 ¤a6
un peón aislado no puede ser protegido por el 12.dxc6 bxc6
medio más sencillo y económico, o sea por
otro peón contiguo, circunstancialmente Diagrama 118
puede ser capturado por nuestro contrincante; XABCDEFGHY
y también el adversario, dirigiendo ataques al 8r+lwq-trk+(
peón, puede obligar a nuestras piezas a 7zp-+-zppvlp'
adoptar una actitud pasiva que permitirá a las 6nsnp+-+p+&
suyas obtener mejor posición. 5+-+-+-+-%
En muchos libros de ajedrez el concepto de 4-+-+P+-+$
“peón aislado” es aplicado solamente a un 3zP-sN-+NzP-#
peón aislado que está situado en una columna 2-zP-+-zPLzP"
abierta y es objeto de un ataque de frente. 1tR-vLQ+RmK-!
Creo que esta interpretación es errónea, pues
xabcdefghy
en muchos casos un peón aislado que está al
amparo de ataques de frente demuestra, sin
embargo, ser una debilidad estratégica. Por Las negras están subordinadas al cuidado del
supuesto, debe admitirse que cuando el peón peón aislado de c6, pero tienen cierta
está en una columna abierta, la posible compensación al disponer de la columna
presión de las piezas mayores hace que el abierta b, que pueden utilizar con algún
ataque al mismo sea, por lo general, más contrajuego en el caso de que las blancas no
difícil de contrarrestar. Un ejemplo puede acierten a jugar con precisión. Por lo tanto, la
examinarse en la siguiente partida. empresa de las blancas consiste en atacar el
peón c6 anulando al mismo tiempo cualquier
SOKOLSKY-SIMAGIN acción de las negras en la mencionada
(Primer Campeonato por Correspondencia de columna abierta.
la URSS)
13.£c2 £c7
1.d4 ¤f6 14.b3! e5?
2.c4 g6
3.¤c3 d5 Jugada dudosa con la que las negras,
4.cxd5 ¤xd5 voluntariamente, encierran su alfil en g7.
5.g3 ¥g7 Mejor era 14...¥e6 15.¥e3 ¦fd8.
6.¥g2 ¤b6
93
 15.¥e3 f6
16.¦fc1 ¥e6
17.¥f1 £b7
18.¤a4!
La maniobra decisiva, después de la cual las
negras no tienen motivos razonables para
defender el peón aislado.
18...¤xa4
Ahora las blancas pueden escoger entre atacar
el peón aislado por métodos directos o
indirectos. Si optan por el primero y juegan
19.£xc6 £xc6 20. ¦xc6 ¥xb3 21.¦xa6 ¤b6
22.¥xb6, ganan un peón; pero entonces las
negras se quedan con la ventaja de dos alfiles
y pueden oponer una obstinada resistencia.
Por lo tanto, las blancas adoptan el método
indirecto de explotar el peón: no lo capturan
en seguida, sino que mediante la amenaza de
tomarlo en circunstancias más favorables,
obligan a que las piezas del contrario tomen
mala posición. Entonces, con la superior
disposición de sus piezas, las blancas
iniciarán un rápido ataque.
19.bxa4 ¤b8
También se gana fácilmente después de
19...c5 20.¦ab1 £c6 21.£d3! ¥c8 (c4
22.¦xc4!) 22.£b3+ ¢h8 23.¥b5 £c7
24.£c4, etc.
20.¦ab1 £c7
21.¤d2 ¦c8
22.a5! ¤d7
La amenaza era 23.a6 seguido de ¦b7.Si las
negras la hubieran afrontado con 22...£xa5
23.¥c4 ¥xc4 24.£xc4+ ¢h8 25.¦b7 £d8
26.¤b3 ¦c7 27.¦xc7 £xc7 28.¦d1 se verían
perdidas por la lógica continuación 28...¤d7
29.£f7.
23.¥a6 £xa5
El sacrificio de la calidad no ofrece grandes
perspectivas a las negras, pero la retirada de la
torre 23...¦cb8 no es lo mejor, a causa de
24.£xc6.
24.¥xc8 ¦xc8
25.¦b7 c5
94
26.£d3 £a4
27.£d6 ¦c6
28.£e7 ¥f8
Como réplica a 28...¦a6, Sokolsky da la
continuación 29.£e8+ ¤f8 (¥f8 30.¥h6)
30.¦xg7+ ¢xg7 31.£e7+ ¥f7 32.¥h6+!
ganando.
29.£e8 Abandonan.
Si 29...¦d6 30.¥h6 seguido de ¦xd7; y si
29...¦b6 30.¦xb6 ¥f7 31.¦a6!, etc.
Aunque ya hemos explicado sus deficiencias,
el peón aislado no debe considerarse como
una debilidad en todas las circunstancias. Es
cierto que en el final de partida constituye
casi siempre una seria desventaja; pero en el
medio juego hay ocasiones en que puede
convertirse en un importante factor agresivo.
Con objeto de simplificar, de ahora en
adelante nos ocuparemos solamente del peón
aislado para demostrar la pugna existente
entre debilidad estática y potencia dinámica.
El peón aislado de dama se produce en
numerosas partidas, especialmente en aquellas
que comienzan con el Gambito de Dama; las
diferentes posiciones en que ocurre pueden
clasificarse según haya desaparecido o no del
tablero el peón de alfil dama o el peón de rey
del contrario.
El primer caso puede surgir después de 1.d4
d5 2.c4 dxc4 3.¤f3 ¤f6 4.e3 e6 5.¥xc4 c5
6.0−0 cxd4 7.exd4!, y el segundo después de
1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 ¥e7 5.e3
0−0 6.¤f3 ¤bd7 7.¦c1 c6 8.¥d3 dxc4
9.¥xc4 ¤d5 10.¥xe7 £xe7 11.0−0 ¤xc3
12.¦xc3 e5 13.£c2 exd4 14.exd4.
Examinaremos primero el caso en que el peón
dama aislado se opone al peón rey en e6,
según la estructura característica que muestra
el Diagrama 119.
 Diagrama 119 caballo, o a falta de éste un alfil, en la casilla
XABCDEFGHY d5, bloqueando de esta manera el peón
8-+-+-+-+( aislado.
7zpp+-+pzpp' 2. Las piezas deben situarse de tal forma que
6-+-+p+-+& las piezas enemigas queden sujetas a la
5+-+-+-+-% defensa del peón; v. g.: ¤c6, ¥f6.
4-+-zP-+-+$ 3. Deben buscar simplificaciones y procurar
3+-+-+-+-# llegar a la fase final.
2PzP-+-zPPzP"
Seguimos ahora con unos cuantos ejemplos
1+-+-+-m+-! que sirven para ilustrar los principios antes
xabcdefghy señalados.

El estudio del final demuestra que tal SZABO-VAN SETERS

estructura de peones es desfavorable al bando (Hilversum, 1947)
del peón aislado, cuya debilidad en posiciones
simplificadas puede ser explotada a menudo 1.d4 ¤f6
con propósitos ganadores por el oponente. En 2.c4 e6
el medio juego, la posición es mucho más 3.¤c3 ¥b4
complicada. Allí el peón aislado puede, en 4.e3 c5
ciertas circunstancias, alcanzar gran fuerza 5.¥d3 d5
dinámica cuando el desarrollo favorable de 6.¤f3 0−0
las piezas crean la amenaza d5. 7.0−0 ¤c6
Aún algunas veces, el peón puede sacrificarse 8.a3 cxd4
pare conseguirse este avance con utilidad. 9.exd4 dxc4
Además, el peón proporciona dos buenas 10.¥xc4 ¥e7
bases de operaciones: una para un caballo en
c5, especialmente cuando las negras, como a Diagrama 120
menudo ocurre, han jugado a6 y b5 con el fin XABCDEFGHY
de desarrollar su alfil por b7, y la otra base 8r+lwq-trk+(
que proporciona al caballo blanco es la casilla 7zpp+-vlpzpp'
e5 desde la cual puede contribuir a atacar al 6-+n+psn-+&
rey adversario; y si las negras tratan de 5+-+-+-+-%
desalojarlo con f6, su peón e queda debilitado.
4-+LzP-+-+$
Damos ahora algunas reglas como guía para
el correcto manejo de posiciones cuya 3zP-sN-+N+-#
estructura de peones se asemejan a la 2-zP-+-zPPzP"
esquemática del Diagrama 119. 1tR-vLQ+RmK-!
xabcdefghy
Para las blancas
Ahora tenemos una de las posiciones en que
1. Evitar toda simplificación grande. hay un peón aislado en d4. En este caso hay
2. Las piezas deben estar situadas de manera que señalar la importancia del peón blanco en
que puedan permitir el avance d5 en un a3. Por un lado, evita el bloqueo del peón d si
momento adecuado, u obligar a las negras a las negras intentasen ¤b4−d5; y por otro,
sujetar sus piezas para impedir este avance permite el desarrollo de la dama a d3 que, en
3. Deben ocupar la casilla e5 con un caballo y unión de las siguientes jugadas ¥g5, ¦ad1 y
atacar el flanco de rey, o bien ocupar la casilla ¥a2 pueden utilizarse para desarrollar un
c5 y operar en la columna de alfil de dama. ataque contra el flanco de rey.
Otra posible alternativa para las piezas
Para las negras blancas, que recomienda Nimzowitsch, es la
siguiente agrupación: £e2, ¥e3, ¦fd1 y ¦ac1,
1. El avance del peón aislado debe ser con lo cual las blancas desarrollan
evitado; esto puede hacerse colocando un primeramente todas sus piezas y esperan el
95
momento adecuado para iniciar el ataque. Sin Diagrama 121
embargo, la experiencia de varios años, XABCDEFGHY
particularmente sirviendo de ejemplo algunas 8-+r+-+k+(
partidas de Alekhine, ha demostrado que el 7zplwqrvlpzpp'
sistema adoptado aquí por Szabo es 6-zpn+psn-+&
preferible. La rápida acción contra el rey 5+-+-+-vL-%
enemigo es más eficaz. 4-+-zP-+-+$
3zP-sNQ+N+P#
11.¦e1 b6
2LzP-+-zPP+"
Más sólido que 11...a6 12.¥g5 b5 13.¥a2
1+-+RtR-mK-!
¥b7, después de lo cual la debilidad de la xabcdefghy
casilla c5 de las negras se hace sentir; v. g.:
14.£d3 ¤d5 15.¤e4! Las negras continúan jugando rutinariamente.
Ahora preparan doblar las torres con
12.£d3 ¥b7 17...¦cd8 y presionar el peón de dama
13.¥g5 ¦c8? enemigo; pero mientras tanto las blancas
acometen decisivamente.
Las negras no aprecian en lo justo el peligro
que encierra la agresiva disposición actual de 17.d5! ¤xd5
las piezas blancas; creen que tienen tiempo
suficiente para completar su desarrollo sin Si 17...exd5, las blancas replican
problemas. Después de 13...¤d5 las blancas, enérgicamente con 18.¥b1! g6 19.¦xe7 y
sin embargo, pueden escoger entre dos buenas 20.¥xe7.
continuaciones:
a) 14.¥xd5 exd5 (14...¥xg5 15.¥e4 con 18.¥xd5 £d8
ventaja) 15.¥xe7 ¤xe7 16.¤g5 ¤g6 17.h4!
h6 18.¤e6! fxe6 19.£xg6 £xh4 20.£xe6+ Las negras recurren a esta jugada por carecer
¢h8 21.£e3 ¦ae8! 22.£d2! y las blancas de alternativa: 18...exd5 19.¤xd5 y las
tienen superioridad posicional: el caballo en blancas ganarían calidad; y 18...¦cd8 es
esta posición es superior al alfil; además contestado con 19.¦xe6! Después de la jugada
controlan la casilla e5 para sus piezas. de la partida las negras pueden replicar a
b) 14.¤e4 ¦c8 15.¥a2 , seguido de ¦ad1 y 19.¦xe6 con ...¥xg5.
¥b1, dando a las blancas buenas perspectivas
de ataque. 19.£e4

14.¦ad1 £c7? La maniobra decisiva. Si ahora las negras

19...¥xg5; después de 20.¥xe6; pierden por
Continuando el equivocado plan, iniciado en lo menos la calidad.
la jugada anterior. En vez de esto, las negras
debieron buscar simplificaciones; por lo tanto 19...exd5
era mejor 14...¤d5, aunque aún así las 20.¤xd5 ¥xg5
blancas quedarían mejor. 21.¤xg5 g6

15.¥a2 ¦fd8 Desde luego, no es posible 21...£xg5

16.h3 22.£e8+ y mate a la siguiente. De todos
modos, la posición no puede sostenerse.
Parando en seco las complicaciones tácticas
que pudieran derivarse de 16...¤g4. 22.£h4 h5
23.¤f6+ £xf6
16...¦d7 24.¦xd7 ¤d8
25.¦e8+ ¢g7
26.¦xf7+! Abandonan.

96
Después de 26...¤xf7 las negras pierden la
dama con 27.¤e6+.
En esta partida las blancas decidieron la lucha
a su favor mediante el triunfal avance d5; en
el siguiente ejemplo las blancas se las
ingeniaron para desarrollar un fuerte ataque
sin avanzar el peón de dama.
BOTVINNIK-VIDMAR
(Nottingham, 1936)
1.c4 e6
2.¤f3 d5
3.d4 ¤f6
4.¤c3 ¥e7
5.¥g5 0−0
6.e3 ¤bd7
7.¥d3 c5
8.0−0 cxd4
9.exd4
No 9.¤xd4 ¤e5.
9...dxc4
10.¥xc4 ¤b6
De acuerdo con Botvinnik consideramos
mejor 10...a6; con la idea de desarrollarse con
b5 y ¥b7. Debe notarse que la debilidad de la
casilla c5 de las negras no sería tan perjudicial
en este caso, puesto que estaría vigilada por el
caballo que se jugó a d7 en vez de c6. Si en
réplica a 10...a6 1as blancas jugasen 11.a4,
entonces la debilidad de la casilla b4 de las
blancas daría a las negras oportunidad de
colocar allí sus piezas ventajosamente
después de la maniobra ¤b6-d5.
11.¥b3 ¥d7
12.£d3 ¤bd5?
Aquí las negras desatienden un importante
principio en la lucha contra el peón aislado
dama (la simplificación). Debieron haber
jugado 12...¤fd5 con la amenaza de ¤b4. Las
blancas entonces nada conseguirían con
13.¥c2 g6, y si jugasen 13.¥e3 ¤xc3 14.bxc3
¥a4, o bien 13. ¤e4, ¥a4!, las negras siempre
podrían lograr una apreciable reducción de
material.
13.¤e5 ¥c6
14.¦ad1
97
Diagrama 122
XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+(
7zpp+-vlpzpp'
6-+l+psn-+&
5+-+nsN-vL-%
4-+-zP-+-+$
3+LsNQ+-+-#
2PzP-+-zPPzP"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
Un agrupamiento característico de piezas en
ambos bandos. Las blancas están situadas de
tal modo que rápidamente pueden movilizarse
para un ataque contra el rey enemigo; también
están bien colocadas para apoyar el avance
del peón a d5, en el caso de que surja la
oportunidad debida. Por su parte las negras
han logrado fortalecer su importante casilla
d5, bloqueando de ese modo al peón aislado.
Existe, sin embargo, un detalle desagradable
en la posición de las negras: la desfavorable
posición de su alfil en c6 que estaría mejor
situado en b7. En estos momentos el alfil
dificulta el aprovechamiento de la columna
abierta c, que debiera ser un objetivo de las
negras para adquirir algún contrajuego.
Además, las blancas tienen oportunidad de
eliminar este alfil cuando lo crean
conveniente. Sin embargo, debe notarse que
un inmediato cambio del alfil, lejos de
proporcionar alguna ventaja a las blancas,
reforzaría el bloqueo en d5 y la debilidad del
peón negro en c6 no resultaría fácil de
explotar.
14...¤b4?
Las negras menosprecian la dinámica
potencialidad de la posición de su adversario
y por ello pierden. Ahora se embarcan en una
maniobra con pérdida de tiempos que permite
a las blancas iniciar un ataque directo contra
el rey. Era mejor 14...£a5 o ...¦c8.
15.£h3! ¥d5
16.¤xd5 ¤bxd5?
El error final, similar al primero (ver jugada
12). Era esencial jugar 16...¤fxd5 17.¥c1
¦c8, continuación característica en la que la
oferta de cambios proporciona algún tiempo a
las negras, obligando a las piezas enemigas a Aquí 21...¤xf6 falla contra 22.¦xf6! seguido
retirarse de sus posiciones agresivas. de £xc8+.

17.f4! 22.¦xd5 £c6

Esta jugada merece especial atención. En
muchas posiciones, con un peón de dama
aislado ésta es una jugada débil; pero en esta
posición es muy fuerte, pues está combinada
con la irresistible amenaza f5.
Esta jugada es una celada. Si ahora 23.¦c5?,
las negras pueden replicar 23...¥xd4+.
23.¦d6 £e8
24.¦d7 Abandonan.

17...¦c8 En estas dos partidas el poseedor del peón

aislado fue el ganador. En ambos casos se
Si 17...g6, las negras pierden la calidad ingenió para asegurar la mejor colocación de
después de 18.¥h6 ¦e8 19.¥a4. Y en el sus piezas y pudo explotar la dinámica fuerza
supuesto de que las negras intentasen del peón y también pudo utilizar para un
17...¤e4, el elegante sacrificio 18.¤xf7! ¦xf7 ataque decisivo, la base de operaciones creada
(¢xf7 19.¦de1!) 19.£xe6, proporcionaría a por el peón.
las blancas una posición ganadora. Es interesante notar que en muchas variantes
del Gambito de dama y de la Defensa Nimzo-
18.f5 exf5 India, el poseedor del peón de dama aislado es
en la práctica el que tiene más probabilidades
Después de 18...£d6 19.fxe6 fxe6 (19...£xe6 de triunfar. Esto no significa que la posesión
20.£f3) 20.¦fe1 y el peón e negro quedaría del peón de dama aislado sea una ventaja en
muy debilitado. sí; sino que solamente indica las dificultades
que surgen en la lucha por explotar la
19.¦xf5 £d6 debilidad de dicho peón.
En nuestras dos partidas anteriores el peón de
Diagrama 123 dama aislado proporcionó la victoria a un
XABCDEFGHY bando, debido principalmente a la defectuosa
8-+r+-trk+( defensa de su oponente. Esto sucede con
7zpp+-vlpzpp' frecuencia; pero no debiera olvidarse que el
6-+-wq-sn-+& poseedor del peón de dama aislado puede ser
5+-+nsNRvL-% tentado a un juego imperfecto, generalmente
4-+-zP-+-+$ por un impetuoso deseo de atacar el flanco del
3+L+-+-+Q# rey. En tales casos, la debilidad del peón
aislado se deja sentir, especialmente cuando la
2PzP-+-+PzP"
mayor parte de las piezas menores han sido
1+-+R+-mK-! cambiadas. Nuestro próximo ejemplo es uno,
xabcdefghy en que las blancas, con un peón de dama
aislado, se embarcan en un ataque, mientras
Mejor, aunque no del todo suficiente, es su oponente se defiende con destreza.
19...¦c7 20.¦df1 ; v.g.:
a) 20...a6 21.¤xf7 ¦xf7 22.¥xd5 ¤xd5 BOTVINNIK-FLOHR
23.¦xf7 ¥xg5 24.£e6! (Groningen, 1946)
b) 20...¤b6 21.£h4 (amenazando ¦xf6)
21...¤bd5 22.¤xf7 ¦xf7 23.¥xd5 ¤xd5 1.d4 d5
24.¦xf7 ¥xg5 25.£xg5 (análisis de Panov). 2.¤f3 ¤f6
3.c4 e6
20.¤xf7! ¦xf7 4.¤c3 c5
5.cxd5 ¤xd5
O bien 20...¢xf7 21.¥xd5+. 6.e3 ¤c6
7.¥d3 cxd4
21.¥xf6 ¥xf6 8.exd4 ¥e7
98
 9.0−0 0−0 Ahora las blancas amenazan decidir la partida
10.¦e1 ¤cb4 con el doble sacrificio 21.¤xg6! hxg6
11.¥e4 22.¥xg6!

Mejor es inmediatamente, ¥b1. 20...¤h5

21.¦h3 ¤hf6
11...¤f6
12.¥b1 b6 Puesto que las negras tienen adecuado
13.¤e5 ¥b7 contrajuego, unas tablas por repetición de
jugadas debiera ser la lógica conclusión de la
Diagrama 124 partida.
XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+( 22.¥b1 ¦c7
7zpl+-vlpzpp' 23.¦g3 ¤h5
6-zp-+psn-+& 24.¦h3 ¤hf6
5+-+-sN-+-% 25.£e2
4-sn-zP-+-+$
3+-sN-+-+-# Ahora la amenaza es 26.¤xf7 que las negras
paran con su activo juego.
2PzP-+-zPPzP"
1tRLvLQtR-mK-! 25...¤xc3
xabcdefghy
14.¦e3!? Por el momento, las negras transforman el
peón aislado de su oponente en un par de
En esta posición, con el alfil en b1 en vez de peones colgantes; sin embargo, con su
d3 o b3, Botvinnik se decide a un directo próxima jugada, privará al peón de dama de
ataque aun sin haber completado su su recién adquirido protector.
desarrollo. Sin embargo, si procediese
primero con las jugadas usuales ¥g5, a3 y 26.bxc3 b4!
£d3 estaría con dos tiempos de retraso
comparado con el desarrollo normal en tales Diagrama 125
posiciones. XABCDEFGHY
8-+-wqr+k+(
14...¤bd5 7+ltr-vlp+p'
15.¦h3 g6 6p+-+psnpvL&
5+-+-sN-+-%
Una jugada que tarde o temprano es
4-zp-zP-+-+$
necesaria, ya que la continua presión no es
tolerable. 3+-zP-+-+R#
2P+-+QzPPzP"
16.¥h6 ¦e8 1+L+-tR-mK-!
17.£d2 ¦c8 xabcdefghy
18.¥d3 a6!
19.¦e1 b5 Ahora 27.¤xf7 falla contra 27...£d5 seguido
de ¢xf7.
En esta posición es una buena jugada, porque
las blancas no están preparadas para explotar 27.¦g3 ¦xc3!
la debilidad de c5. El contraataque de las 28.¤xf7! £d5!
negras en el flanco de dama equilibra el de las 29.¤e5?
blancas en el flanco opuesto.
Lo correcto era 29.¦g5! £c4 30.¥xg6! hxg6
20.¦g3 31.¦xg6+ ¢xf7 32.¦g7+ ¢f8 33.¦g6+ con
tablas por jaque continuo. O bien Botvinnik
no vio esta fina maniobra táctica o
99
simplemente quiso evitar las tablas. Ahora se Diagrama 126
encontrará de pronto en una posición XABCDEFGHY
extremadamente difícil. 8-+-+-+-+(
7zpp+-+pzpp'
29...¦xg3 6-+p+-+-+&
30.fxg3 £xd4+ 5+-+-+-+-%
31.¢h1 ¥d6 4-+-zP-+-+$
3+-+-+-+-#
Un modo más rápido de patentizar su ventaja
2PzP-+-zPPzP"
era 31...¥d5.
1+-+-m+-+-!
32.¥f4 ¤h5 xabcdefghy

Un error grave que cuesta una pieza y que
sorprende que no costase la partida. Lo
correcto era 32...¤d5. Después de esta
equivocación, el juego no siguió con buena
lógica.
33.¦d1 ¤xf4
34.gxf4 £xf4
Después de 34...£c5 o 34...£b6 las blancas
ganan con 35.¤d7!
35.¦xd6 ¥d5
36.¥c2! ¦f8
Aquí, y en la jugada siguiente, las negras aún
pudieron jugar para ganar con ¥xa2.
37.h3 £f1+?
38.£xf1 ¦xf1+
39.¢h2 ¦f2
40.¦xd5! exd5
41.¥b3 ¢g7
Ahora se acordaron las tablas, pues después
de 42.¤d3 ¦d2 43.¤xb4 a5 44.¤xd5 a4
45.¥c4 ¦d4 46.¤b6 ¢f6, la ventaja de las
blancas no es suficiente para ganar.
Veamos ahora la posición en que el peón de
dama aislado no se opone al peón de rey
enemigo, sino al de alfil dama.
La estructura de peones es la del diagrama
126. Aquí hay varias diferencias en relación a
las mostradas anteriormente. En primer lugar,
la columna rey abierta no está bloqueada por
piezas menores, como ocurre en el caso de la
columna c abierta, en que generalmente el
caballo de dama de las negras y el caballo de
dama de las blancas están en sus
correspondientes casillas c6 y c3.
En consecuencia, hay aquí mayor radio de
acción para las torres en la columna de rey
abierta.
Algunas veces el poseedor del peón aislado
puede utilizar la columna de rey para
movilizar sus piezas para un fuerte ataque; en
otras ocasiones el oponente puede volver a su
favor la columna rey abierta y mediante
cambios de piezas llegar a un final ganador.
La otra diferencia está relacionada con el
importante punto estratégico c5 que
corresponde a e5 en posiciones del tipo
anterior. Desde esta casilla un caballo blanco
es por lo general menos eficaz que si
estuviera en e5, pues el caballo en c5 sólo
ataca el punto b7 mientras que en e5 está
presionando el flanco de rey enemigo.
Primeramente damos un ejemplo ilustrando la
triunfante lucha contra el peón aislado.
BOTVINNIK-BRONSTEIN
(Match por el Campeonato del Mundo, 1951)
1.d4 e6
2.e4 d5
3.¤d2 c5
4.exd5 exd5
5.¤gf3 ¤f6
6.¥b5+ ¥d7
7.¥xd7+ ¤bxd7
8.0−0 ¥e7
9.dxc5 ¤xc5

100
 Diagrama 127 adecuado contrajuego: verbigracia: 18.£f5
XABCDEFGHY ¥xd4 19.£xh5 ¤xh5 20.¥xd4 ¦e2 21.¦fc1
8r+-wqk+-tr( ¦c8.
7zpp+-vlpzpp'
6-+-+-sn-+& 18.£xg6 hxg6
5+-snp+-+-% 19.¦ad1 ¦e4
4-+-+-+-+$ 20.c3 b6
3+-+-+N+-# 21.¤c2 ¦d8
22.¦d3
2PzPPsN-zPPzP"
1tR-vLQ+RmK-! En posiciones como ésta el cambio de alfiles
xabcdefghy de casillas negras dificulta con frecuencia el
ataque contra el peón aislado, ya que si por el
Una posición que ocurre con frecuencia en contrario se le permite quedar sobre el
esta variante de la Defensa Francesa. Aunque tablero, el alfil de las blancas puede utilizarse
el cambio de alfiles de casillas blancas en la para eliminar la mejor protección del peón
jugada 7 fue en sí ventajoso para las negras, que es el caballo de f6. Sin embargo, las
también tiene varias facetas favorables para negras no se atreverán a cambiar alfiles en
las blancas. Por un lado contribuyó a su seguida, debido a que perderían el peón:
rápido desarrollo, y por otro, obligó a las 22...¥xe3 23.¤xe3 d4 24.¦fd1 o 23...¦d7
piezas negras a adoptar una posición 24.¦ed8 ¦e5 25.c4, etcétera.
desfavorable, dejando el alfil en e7 en vez de
c5 y el caballo en c5 en vez de c6 que es una 22...¢f8
casilla más útil. 23.¦fd1 ¢e7
24.¢f1
10.¤d4!
Aún más fuerte parece ser 24.g4 seguido de
Este bien conocido bloqueo del peón está ¢g2.
combinado con la amenaza ¤f5.
24...¢d7
10...£d7 25.¥g5 ¢c6
11.¤2f3 0−0
12.¤e5 £c8 Las negras, de momento, han tenido éxito
13.¥g5 ¦e8 trasladando su rey para defender el peón
14.¤d3 atacado. Sin embargo, las siguientes jugadas
de defensa conducen a las piezas negras a una
Esta maniobra que se dirige a la posición muy pobre.
simplificación es correcta. Otra buena idea es
14.c3 fortaleciendo el bloqueo. 26.b4! ¥f8

14...¤xd3 Después de 26...¥e7 las blancas pueden

15.£xd3 £g4 escoger entre 27.¤e3; y 27.¤d4+ ¢b7 28.b5
16.¥e3 ¥c5 seguido de 29.¤c6 en ambos casos con
17.h3 £g6? ventaja.

Un error frecuente en tales posiciones. 27.¤e3 ¦e5

Después del cambio de damas, las negras
pierden todas las posibilidades tácticas que
son usuales en el medio juego (v. gr., ataque
contra el rey), y conceden a su adversario una
ventaja posicional duradera. Por esta razón lo
correcto era 17...£h5 después de lo cual las
blancas sólo pueden forzar el cambio de
damas a costa de darle a su oponente
101
 Diagrama 128 ocasiones, estar llena de dificultades. En la
XABCDEFGHY siguiente partida más bien constituye un
8-+-tr-vl-+( impedimento para el adversario.
7zp-+-+pzp-'
6-zpk+-snp+& SMYSLOV-LILIENTHAL
5+-+ptr-vL-% (Moscú, 1942)
4-zP-+-+-+$
3+-zPRsN-+P# 1.d4 ¤f6
2.c4 g6
2P+-+-zPP+"
3.g3 d5
1+-+R+K+-! 4.cxd5 ¤xd5
xabcdefghy 5.¥g2 ¥g7
6.¤f3 0−0
Todas las piezas blancas están ahora dirigidas 7.0−0 ¤b6
hacia el ataque del peón aislado. La 8.¤c3 ¤c6
continuación lógica y correcta es 28.¥xf6! 9.d5 ¤b8
gxf6 después de lo cual hay tres maneras de 10.¤d4
ganar el peón:
a) 29.c4 d4 (29...¥xb4 30.¤xd5) 30.¤c2. Es mejor 10.e4 c6 11.£b3.
b) 29.a3 y no hay nada adecuado contra la
amenaza 30.c4. 10...e6
c) 29.f4! ¦h5 30.c4 ¥xb4 31.¤xd5 ¥d6 11.e4 exd5?
32.¤xf6 ¦hh8 33.¤e4 ¥e7 34.¦xd8 ¦xd8
35.¦xd8 ¥xd8 36.¢e2 f5 37.¤g5 y el caballo Un serio error. Lo correcto era 11...c6!
se dirige hacia e5 asegurando la victoria. liquidando el conflicto de su casilla d5.
A las blancas les pasa por alto la línea
correcta y cometen un error que les quita la 12.exd5
posibilidad de triunfar.
El error de las negras en su jugada anterior
28.f4? ¦e4 fue un intento de beneficiarse con el peón d
29.f5 blanco. Este peón, sin embargo, apoyado por
el alfil de g2 no es débil de ningún modo; por
Ahora 29.¥xf6 falla contra 29.¦xf4+ 30.¢g1 el contrario, restringe la movilidad de las
¦xf6. piezas negras y les bloquea el peón c,
ofreciendo de ese modo a las blancas un
29...¦e5! objetivo de ataque en la columna c. Además,
30.¥f4 las blancas tienen la posibilidad de abrir la
gran diagonal para su alfil de g2 mediante un
Una vez más el cambio del caballo conduce al posterior avance del peón a d6.
fracaso: 30.¥xf6 gxf6 31.c4 ¥xb4 32.¤xd5
¦xf5+ 33.¢e2 (33.¢g1 ¥c5+) 33...¦e8+. Diagrama 129
XABCDEFGHY
30...¦e4 8rsnlwq-trk+(
31.¥g5 ¦e5 7zppzp-+pvlp'
32.¥f4 ¦e4 6-sn-+-+p+&
33.¥g5 Tablas. 5+-+P+-+-%
4-+-sN-+-+$
Nuestro próximo ejemplo muestra el peón de
dama aislado como un poderoso instrumento
3+-sN-+-zP-#
de ataque. Un detalle de interés en esta partida 2PzP-+-zPLzP"
es la presencia del peón en la fila quinta en 1tR-vLQ+RmK-!
vez de la cuarta. El peón tan avanzado xabcdefghy
generalmente es un obstáculo en la posición
enemiga, aunque su defensa puede, en 12...¤8d7
102
 13.¥f4 ¤e5 Las blancas ganan después de 21...¦d6
14.h3 ¤bc4 22.£e2 ¤d4 23.£e4 f5 24.£e3.
15.b3
22.¦exd1 ¦d6
Débil sería la continuación 15.£c2 c5! 23.¤xb7 ¦xd1+
16.dxc6 £xd4 17.cxb7 ¥xb7 18.¥xb7 ¦ab8 24.¦xd1 ¦b8
con buen juego para las negras. 25.a4 ¤c3
26.¦d2 ¦e8
15...¤d6 27.¤c5 a5
16.¦e1 ¦e8 28.¦c2! ¤d1
17.¦c1 29.¥d2 ¥f8!

La amenaza es 18.¤cb5. Si ahora las blancas juegan 30.¥xa5, su

adversario obtiene contrajuego con 30...¤xf2,
17...a6 pues 31.¢xf2 ¥xc5+ 32.¦xc5 ¤d3+, sin
18.¤a4 ¤b5 ventaja para las blancas.

Diagrama 130 30.¤e4 ¦b8

XABCDEFGHY 31.¥xa5 ¦xb3
8r+lwqr+k+( 32.¥xc7
7+pzp-+pvlp'
6p+-+-+p+& Ahora las blancas han ganado un peón, lo
5+n+Psn-+-% cual, jugando con exactitud, es suficiente para
4N+-sN-vL-+$ ganar la partida.
3+P+-+-zPP#
32...¤d3
2P+-+-zPL+"
33.¥f1
1+-tRQtR-mK-!
xabcdefghy Afrontando la amenaza 33...¦b1.

19.¤e6! 33...¤1b2
34.a5 f5
Esta bella jugada táctica ha sido posible por la 35.¤d2 ¦a3
fuerte posición del peón en d5. Las negras no 36.¤c4! ¤xc4
pueden replicar 19...fxe6 debido a 20.¥xe5 37.¦xc4 ¦a1
exd5 21.£xd5+ ¢h8 22.¥xg7+ ¢xg7 38.¥b6 ¤e5
23.£xd8 ¦xd8 24.¦e7+ ¢h6 25.¤c5. 39.¦c3 ¥b4
40.¦c8+ ¢f7
19...¥xe6 41.¢g2! Abandonan.
20.dxe6 ¦xe6
21.¤c5 £xd1 El peón pasado decidirá rápidamente la
partida, y si las negras intentan 41...¥xa5;
pierden una pieza con 42.¥d4 ¦e1 45.¦c5.

103
 V. EL PEÓN RETRASADO
Un peón retrasado es aquel que está detrás, de otro lado, las piezas blancas tienen libertad de
los peones de las filas adyacentes, de modo acción. Las blancas tienen también la ventaja
que no puede ser defendido por ellos. El de que pueden escoger el momento oportuno
diagrama 131 muestra dos ejemplos. de atacar el peón; mientras que las negras no
tienen opción sino que deben cuidar de
Diagrama 131 defenderlo mientras sea atacado. Además de
XABCDEFGHY esta ventaja de dictar el juego, las blancas
8-+-+-+-+( tienen gran ventaja de espacio: disponen de
7+-+-+-+p' las cinco primeras filas para maniobras de
6-zp-+-zp-zP& ataque, mientras que su oponente apenas
5zp-+-+P+-% puede disponer de tres para su defensa.
4P+-+-+P+$ El plan de las blancas debe ser el siguiente:
3+-+-+-+-# asegurar el control de la columna b al mismo
tiempo que ejercer presión en el peón
2-+-+-+-+"
retrasado de c6; y una vez situadas sus piezas
1+-+-m+-+-! en la forma más activa posible avanzar por el
xabcdefghy centro o desarrollar un ataque contra el flanco
de rey.
Los peones retrasados son los que están en b6
y g4. Es cosa clara que los principios que 29.£b4 ¢f7
deben aplicarse a los peones retrasados son 30.a5!
análogos a los de los peones aislados.
También el peón retrasado es una desventaja El posterior avance a a6 proveerá a las
en el final, y su avance debe ser evitado con blancas de una útil base de operaciones en b7;
un bloqueo. Solamente en casos y después de un eventual cambio de piezas
excepcionales puede ser ganado por ataques allí, las blancas quedarían con un peón pasado
directos. En el próximo ejemplo las blancas en la séptima fila.
están en disposición de explotar la posición
pasiva de las negras causada por su peón 30...£e7
retrasado. 31.£b3 £d6
Diagrama 132 Malo sería 31...£c7 a causa de 32.e4! £xa5
XABCDEFGHY 33.exd5.En esta partida las blancas jugaron
8-+r+-+k+( ahora erróneamente 32.£b7+ y ganaron sólo
7zp-+q+-+p' después de varias equivocaciones por parte de
6-+p+-zpp+& las negras. La continuación apropiada era
5+-+p+-+-% 32.a6, y después de 32 ...¦b8 33.¦xc6 £xc6
4P+-zP-+-+$ 34.£xb8 £xa6 35.£c7+ y las blancas
3+-+-zP-zP-# ganarían un peón. Con esto y la mejor
2-+-wQ-zPP+" posición de su rey (importante factor en todos
1+-tR-+-mK-! los finales de dama) pronto se produciría la
xabcdefghy decisión.
Seguimos ahora con un ejemplo en que el
peón retrasado es bloqueado.
La posición está muy simplificada y está claro
que un ataque directo contra el peón negro de
BERATENDE-NIMZOWITSCH
c6 no conduce a nada favorable, si bien es la
(1921)
debilidad de este peón lo que debe
considerarse como decisivo factor estratégico.
1.e4 ¤c6
Las negras están obligadas a mantenerlo
2.d4 d5
protegido con sus piezas mayores y por ello
3.e5 f6
se ven reducidas a una posición pasiva. Por
4.¥b5
104
Es mejor 4.f4 ¥f5 5.¤e2. Las negras tienen ahora una señalada ventaja
y ya pueden proceder al avance de los peones
4...¥f5 del flanco del rey. Por su parte, las blancas
5.¤f3 £d7 debieran buscar algún contrajuego en el
6.c4 ¥xb1 flanco de dama con 19.b4! aunque aun así las
7.¦xb1 0−0−0 negras tendrían buen juego.
8.cxd5
19.¦c1? g5
Si 8.c5 g5! 9.£e2 £e6 seguido de ¤g8-h6-f7. 20.¤c5 ¥xc5
21.¦xc5 ¦g8
8...£xd5 22.£e2 h5!
9.¥xc6 £xc6 23.¥d2
10.0−0 e6
La jugada 23.£xh5, sería defectuosa porque
Como resultado de la manera defectuosa de abriría líneas de ataque a las negras y dejaría
jugar la apertura, las blancas tienen que la dama encerrada después de 23...g4.
soportar un peón retrasado (débil), en d4 y
además un alfil malo en cl. Si ahora se 23...h4
deciden por el cambio exf6 la resultante 24.a4 g4
apertura de la columna g dará a las negras 25.a5 a6
buenas posibilidades de ataque si bien en
realidad esta alternativa, por lo menos, daría a El ataque de las negras se produce casi
las blancas algún contrajuego atacando el automáticamente, mientras que el contrajuego
punto e6. de las blancas no existe. El caballo en d5
apoya el avance de los peones del flanco de
11.¥e3 ¤e7 rey y al mismo tiempo protege el flanco de
12.£e2 ¤d5 dama.
13.¦fc1 £d7
14.¦c4 ¢b8 26.b4 c6
15.£d2 ¦c8 27.¦b1 £f7
28.¦b3 f4
En su comentario de esta partida, 29.£e4 f3!
Nimzowitsch llama la atención al apropiado 30.¦c1 fxg2
reagrupamiento de las torres negras en c8 y 31.¢xg2 ¦cf8
d8. En mi opinión toda la maniobra es 32.¦f1 g3!
demasiado artificiosa. Yo le hubiera dado 33.hxg3 hxg3
preferencia al sencillo f5 seguido de ¥e7. 34.f4

16.¤e1 ¥e7 Mala jugada sería 34.¦xg3 ¦xg3+ porque el

17.¤d3 ¦hd8 rey blanco quedaría entonces en una red de
18.£c2 f5 mate.

Diagrama 133 34...¤e7!

XABCDEFGHY
8-mkrtr-+-+( Otro peón atrasado ha surgido en la posición
7zppzpqvl-zpp' de las blancas y el caballo rápidamente se
6-+-+p+-+& moviliza para bloquearlo a la vez que refuerza
5+-+nzPp+-% el ataque contra el rey. Ahora 35.¦xg3 ¤f5!
4-+RzP-+-+$ 36.¦g5 ¦xg5+ 37.fxg5 ¤h4+ ganan las
3+-+NvL-+-# negras.
2PzPQ+-zPPzP"
1+R+-+-mK-!
xabcdefghy
105
 Diagrama 134 Diagrama 135
XABCDEFGHY XABCDEFGHY
8-mk-+-trr+( 8-tr-+-+k+(
7+p+-snq+-' 7+-+-+pzp-'
6p+p+p+-+& 6p+-zp-+-zp&
5zP-+-zP-+-% 5wq-zp-+R+P%
4-zP-zPQzP-+$ 4-zpP+P+-+$
3+R+-+-zp-# 3+P+-+P+-#
2-+-vL-+K+" 2P+-+-wQP+"
1+-+-+R+-! 1+-+-+-mK-!
xabcdefghy xabcdefghy

35.¥e1 ¤f5 Después de 1.¦d5 £c7 2.£d2 ¦b6 (Si

36.¦h1 ¦g4
37.¥xg3 £g6
38.£e1 ¤xg3!
Las negras consiguen explotar la debilidad de
los dos peones retrasados y con su captura
deciden la partida.
39.¦xg3 ¦fxf4
40.¦hh3 ¦xd4
41.£f2 ¦xg3+
42.¦xg3 £e4+
43.¢h2 £xe5
Ahora también cae el peón e que estuvo
primero protegido por uno y después por dos
peones retrasados.
44.¢g2 £d5+
45.Abandonan.
Un factor importante en relación con el peón
retrasado es la ventaja de espacio que concede
al oponente, la cual por lo general es mayor
cuanto más cerca está el peón de su casilla de
origen. A menudo esta ventaja de espacio
permite una favorable concentración de
fuerzas sobre el peón retrasado, que puede ser
cambiado en el momento oportuno
permitiendo así a las fuerzas agresoras invadir
la posición enemiga. También algunas veces
el peón que antes estaba protegido por el peón
retrasado se convierte en una fácil presa
cuando se queda sin su apoyo. (Ver diagrama
135.)
106
2...¦d8 las blancas ganan con 3.e5 haciendo
uso de la clavada sobre el peón retrasado (un
tema táctico común)) 3.e5! dxe5 4.¦d8+ ¢h7
5.¦d7 £c6 6.£d3+ las blancas ganan: v.g.:
6...e4 7.fxe4 £e6 8.e5+ g6 9.hxg6+ £xg6
10.¦xf7+, o 6...g6 7.¦xf7+ ¢g8 8.hxg6 £xg6
9.£xg6+ ¦xg6 10.¦c7, etc.
En la sección referente al peón aislado
dejamos señalado que existen ocasiones en
que éste no es forzosamente una desventaja; y
lo mismo sucede con el peón retrasado.
Algunas veces el peón retrasado se crea ex
profeso con la esperanza de que proporcione
alguna ventaja a su poseedor. Bajo ciertas
circunstancias, el peón puede cerrar una
columna abierta evitando así el cambio de
piezas mayores o la penetración de las líneas
enemigas; puede también proteger
importantes casillas en el centro; y su
tendencia a avanzar, después de una adecuada
preparación, puede obligar a las piezas
enemigas a adoptar una determinada posición
para impedir tal avance.
Para que un peón retrasado no sea una
desventaja, deben observarse como reglas dos
condiciones, que son las siguientes:
1. El peón retrasado debe ser protegido en la
forma más sencilla y económica.
2. Nuestras propias piezas deben ejercer
efectivo control sobre las casillas delante del
peón retrasado.
Con una formación de peones blancos en d3 y
e4 frente a uno negro en e5, sería mejor, por
ejemplo, defender el peón con un alfil en e2;
entonces el otro alfil pudiera situarse en e3 o
b2 y un caballo en f3 o posiblemente en b3.
Tal formación impide la ocupación de nuestra
casilla d4 por una pieza enemiga y también
amenaza el avance d4. Si las negras sitúan su
caballo en d4, entonces podemos replicar
¥xd4 obligando ...exd4 después de lo cual el
peón blanco ya no se manifiesta tan débil, y
de hecho, el cambio verificado da movilidad a
los peones blancos del flanco de rey.
En la Defensa Siciliana se juegan a menudo
dos sistemas en los que las negras, ya en su
sexta jugada, crean voluntariamente un peón
retrasado con todos sus riesgos
correspondientes. Numerosas partidas, sin
embargo, han probado la vitalidad de ambos
sistemas : el de Opocensky (1.e4 c5 2.¤f3 d6
3.d4 cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 a6 6.¥e2 e5!) y
el de Boleslavsky (1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.d4
cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 d6 6.¥e2 e5!). En
ambos casos la formación de las negras llegó
a ser tan temida, que la jugada 6.¥e2 casi dejó
de jugarse, siendo sustituido por 6.¥g5 con el
principal propósito de impedir el avance
6...e5.
Bien podemos preguntar: ¿Qué idea hay
detrás del avance del peón e negro? Ante
todo, y lo más importante, las negras quieren
obtener superioridad en el centro mediante el
control de las casillas d4 y f4, y evitar que las
blancas ocupen su casilla d4, en cuya casilla
una pieza blanca es a menudo un importante
factor estratégico, por ejemplo en la variante
Dragón y Scheveningen. En segundo lugar,
las negras construyen un sólido centro y
previenen el avance peón blanco a e5 que en
variantes usuales es una jugada que debe
temerse. En tercer lugar, las negras preparan
un rápido desarrollo (¥e7 y ¥e6) logrando
además control sobre su casilla d5.
A menudo tienen éxito en jugar d5, logrando
así una superioridad en el centro. Si las
blancas buscan prevenir este avance, deben
por lo general ocupar la casilla d5 con un
caballo y, después que las negras cambian la
pieza, capturarán con su peón de rey con el
resultado entonces de una superioridad para
las negras en el flanco de rey. Por último, las
negras pueden, con su jugada e5, reducir
considerablemente las perspectivas de ataque
de las blancas en el flanco del rey y conseguir
para sí (las negras), mejor oportunidad de
hacer prosperar sus propios planes en el
flanco de dama en el que la explotación de la
columna c es de importancia. Es interesante
señalar que las operaciones de las negras en la
columna c son mucho más efectivas que la de
las blancas en la columna dama, pues el peón
en d6 negro protegido por el alfil en e7 es una
gran barrera para el primer jugador.
107
Las dos siguientes partidas demuestran que
los sistemas en que las negras juegan e5 en la
Defensa Siciliana contienen variedad de
problemas tácticos y estratégicos
extremadamente importantes.
UNZICKER-BRONSTEIN
(Torneo Interzonal, 1955)
1.e4 c5
2.¤f3 d6
3.d4 cxd4
4.¤xd4 ¤f6
5.¤c3 a6
6.¥e2 e5
7.¤b3
Esta jugada es la que casi exclusivamente se
usa hoy día. Después de la alternativa 7.¤f3,
las negras replican 7...h6! impidiendo que las
blancas ejerzan presión en d5 mediante
8.¥g5. Establecida esta consideración, las
blancas tienen menos perspectivas de juego
activo, pues 8.¥c4 es refutado con 8...¥e6
(manteniendo control en la citada casilla d5
de las negras), y después de un posible
cambio, las negras tienen buen juego gracias a
su fuerte posición en el centro, v. gr.: 9.¥xe6
fxe6 10.¤h4 ¢f7! seguido de ¥e7 y ¦f8.
7...¥e7
Menos preciso es 7...¥e6 8.0−0 ¤bd7 9.f4!
exf4 10.¥xf4 después de lo cual las blancas
tienen más libertad de movimiento. Si las
negras intentasen 9...£c7, las blancas
continúan con 10.f5 ¥c4 11.a4! ¦c8 12.¥e3
¥e7 13.a5 h5 (Si 13...0-0 entonces 14.g4)
14.¥xc4 £xc4 15.¦a4 £c7 16.h3 y están
mucho mejor, como puede verse en la partida
Geller-Najdorf, en el Torneo de Candidatos,
1953. (Partida Núm. 9 del libro “La Defensa
Siciliana” por C.A.Palacio). (Nota del
traductor). El cambio de alfiles de casillas
blancas es siempre favorable para las blancas,
aquí, porque debilita el control de las negras
sobre d5.
Con la jugada del texto las negras retienen la
posibilidad de desarrollar su alfil dama por b7
si las blancas jugasen f4. Desde b7 el aIfil no
sólo controlaría la casilla d5 sino que también
ejercerían presión en el peón e blanco; por lo
tanto, el avance f4 de las blancas es
desfavorable; v. g.: 8.0-0 0-0 9.f4 ¤bd7
10.¥e3 b5 11.a3 ¥b7 y las negras están bien.
8.0−0 0−0
9.¥e3
Diagrama 136
XABCDEFGHY
8rsnlwq-trk+(
7+p+-vlpzpp'
6p+-zp-sn-+&
5+-+-zp-+-%
4-+-+P+-+$
3+NsN-vL-+-#
2PzPP+LzPPzP"
1tR-+Q+RmK-!
xabcdefghy
Ahora las negras se enfrentan a la cuestión de
cómo completar su desarrollo. La jugada
9...¥e6 que desde el punto de vista de la lucha
en el centro parece lógica, es aquí
desfavorable, pues otra vez las blancas juegan
f4 y después de 10...exf4 (o de lo contrario
11.f5) 11.¥xf4 ¤c6 12.¢h1 £b6 (mejor es
12...d5, después de lo cual las blancas sólo
tienen una ventaja mínima) 13.£d2 ¦ac8
14.¥e3 £c7 15.¤d4, las blancas tienen una
ligera ventaja. (Smyslov-Panno, Torneo de
Candidatos,1956).
9...£c7!
La jugada más precisa, dando a las negras la
oportunidad de desarrollar su alfil bien por e6
o por b7 según convenga a la ocasión. Menos
preciso hubiera sido 9...b5 10.a4! b4 11.¤d5.
10.a4 b6
11.£d2
Las blancas están persiguiendo la formación
que demostró ser buena en la partida
Stcherbakov-Simagin, 22º Campeonato de la
URSS : 11...¥b7 12.f3 ¤bd7? 13.¦fd1 ¦fd8
14.¥f1! y después de 15.£f2 las blancas
tuvieron mejor juego. En el mismo torneo,
Simagin, defendiéndose contra Averbach,
mejoró el juego de las negras reteniendo el
desarrollo del caballo por d7; y en vez jugó
...¥b7 y ...¦d8 y entonces inició una
victoriosa campaña para forzar el avance d5.
108
Con tal disposición de piezas, esto
generalmente conduciría a cambios e
igualdad. En la presente partida Bronstein con
sus próximas jugadas pone en práctica una
maniobra original que igualmente le da
control de la casilla d5 y simultáneamente le
permite presionar en la columna c.
11...¥e6
12.¦fd1 ¦c8!
13.£e1 £b7!
Ahora se ve claro el plan de las negras.
Asegurarán el control de d5 con la ayuda de
su dama y su alfil. Las blancas sólo pueden
parar el avance d5 colocando su alfil en f3,
pero esto significaría renunciar a su plan
actual (f3 y £f3) y abandonar las esperanzas
de activas operaciones. Las negras podrían
replicar a 14. ¥f3 con 14...¤bd7 seguido de
...¦c7 y ...¦ac8.
14.¦d2 ¤bd7
Es obvio que no 14...¤xe4? 15.¤xe4 £xe4
16.¥f3.También es malo 14...d5? 15.exd5
¤xd5 16.¥f3.
15.f3
Diagrama 137
XABCDEFGHY
8r+r+-+k+(
7+q+nvlpzpp'
6pzp-zplsn-+&
5+-+-zp-+-%
4P+-+P+-+$
3+NsN-vLP+-#
2-zPPtRL+PzP"
1tR-+-wQ-mK-!
xabcdefghy
Si en vez de esto las blancas intentan prevenir
el avance d5 mediante 15.¦ad1, la
importancia de la torre negra en c8 se ve
clara: las negras pueden, mediante el
sacrificio de la calidad 15...¦xc3 16.bxc3
¤xe4 17.¥f3 d5 18.¥xe4 dxe4 seguido de f5,
obtener excelentes oportunidades de ataque.
Después de la jugada de la partida las negras,
bajo favorables condiciones, pueden efectuar
el avance d5, una de las metas de esta
apertura.
 15...d5 31.¦6d4 ¤e4!
16.exd5 ¤xd5 32.£f3 ¤g5
17.¤xd5 ¥xd5 33.£g4 ¤e6
18.¦ad1 ¤f6 34.¦e4 h5!
35.£f3 ¤g5
Amenazando ganar un peón con 19...¦xc2!
20.¦xc2 ¥xb3. La sencilla jugada 35...¤xf4 36.£xf4
(36.¦xf4 g5) ¦xe4, también ganaba.
19.¤c1 e4
20.£f2 ¥c5 36.¦xe8+ ¦xe8
21.¥xc5 bxc5 37.£g3 £xc2
38.¦d5 e2!
Ahora las negras tienen dos esferas de acción 39.¦xg5 e1£
donde dirigir el ataque: el ala del rey, donde 40.¦xg7+ ¢h8
tienen mayoría de peones, y la columna b 41.£g5 £xg2+!
abierta. 42.£xg2 ¦e2
43.Abandonan.
22.£e3 ¦e8
23.f4 La ejecución del avance d5 es siempre un
signo característico del éxito de la estrategia
El peón pasado en e4 está ahora bloqueado de las negras. Algunas veces ello sucede ya
del modo menos económico (por la dama avanzada la partida, al final de las
blanca). operaciones de las negras, por lo que el peón
retrasado permanece en d6 durante largo
23...c4 tiempo sin que las blancas puedan, de ningún
24.b3 modo, sacar ventaja de ello.

La amenaza era 24...c3 25.bxc3 ¦ac8. Si las UNZICKER-TAIMANOV

blancas intentan anticiparse a este avance con
24.c3, debilitan su peón en a4 y al mismo
tiempo brindan a su oponente la fuerte casilla
d3, que el caballo negro podría ocupar pronto.
24...¦ac8
25.h3 ¥e6
26.¢h2 £c7
27.¦d6
Las dos últimas jugadas de las blancas no
fueron buenas, pues tanto la torre en d6 como
el peón en f4 están bajo la presión de la dama
negra. No obstante, es bien sabido que en
posiciones malas es difícil encontrar jugadas
buenas, y ahora las blancas no tenían
posibilidad de una continuación activa.
27...a5
28.bxc4 ¥xc4
29.¤b3 ¥xe2
30.£xe2 e3!
Ahora las negras ya están amenazando
31...¤e4 y ganar el peón f4 blanco.
(Interzonal, 1952)
1.e4 c5
2.¤f3 ¤c6
3.d4 cxd4
4.¤xd4 ¤f6
5.¤c3 d6
6.¥e2 e5
7.¤f3 h6!
8.0−0 ¥e7
9.¦e1
Si las blancas continúan su desarrollo con
9.¥e3, la contestación es 9...¥e6, después de
lo cual el avance d5 no puede ser parado. Con
la jugada del texto las blancas previenen este
avance por la amenaza que apuntan sobre el
peón en e5: (9...¥e6 10.¥f1!). La misma idea
descansa en la continuación 9.b3 seguido de
¥b2. En verdad que con esto las blancas
pueden complacerse en evitar el citado
avance; pero el alfil en b2 está como
golpeando sobre granito, y la desventaja del
peón retrasado está más que compensada con
la pasiva posición de las piezas blancas.

109
 9...0−0
10.h3 a6!
Toda la estructura de las blancas está hecha
teniendo en la imaginación la continuación
siguiente: 10...¥e6 11.¥f1 ¦e8 (a fin de jugar
d5 después de ...¥f8) 12.¤d5 ¥xd5 13.exd5
¤b8 14.c4. Podrían entonces tener las blancas
mejores perspectivas que en otras posiciones
similares, pues estarían en disposición de
utilizar sus dos alfiles y su mayoría de peones
en el flanco dama.
En esta partida Taimanov logra refutar el plan
de las blancas: Renuncia al propósito de jugar
por ahora d5 y en vez de ello se ocupa
únicamente de terminar su desarrollo a fin de
poder iniciar operaciones en el flanco de
dama. Así, pues, desarrolla su alfil a b2; en
parte para estar dispuesto a cambiar el caballo
blanco, caso de que se aventure a d5, y
también para combinar una acción en la
columna c con presión en el peón e enemigo.
11.¥f1 b5
12.a3 ¥b7
Diagrama 138
XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+(
7+l+-vlpzp-'
6p+nzp-sn-zp&
5+p+-zp-+-%
4-+-+P+-+$
3zP-sN-+N+P#
2-zPP+-zPP+"
1tR-vLQtRLmK-!
xabcdefghy
De nuevo he aquí una de esas posiciones en
que el peón retrasado no es de ningún modo
una desventaja. Las negras están dispuestas
para llevar a cabo su plan de ataque por la
columna c. Por otra parte, las blancas no sólo
carecen de un buen plan, sino que además
tienen dificultades para completar su
desarrollo; por ejemplo, después de 13.¥e3
¦c8, deben considerar ¤c6-a5-c4.
13.b3 ¦c8
14.¥b2 ¦c7
15.¤b1
110
Después de 15.¤d5 ¤xd5 16.exd5 ¤b8 17.c4
bxc4 18.bxc4 ¤bd7 son las blancas las que
tienen un peón retrasado que puede ser
bloqueado con un caballo negro en c5 y
entonces la mayoría blanca en el flanco de
dama sería ineficaz. Entonces las negras
podrían proceder tranquilamente en la
preparación de un avance por el flanco del
rey. Sin embargo, debe señalarse que esta
continuación, aunque poco atractiva, envuelve
mejores perspectivas que el (callejón sin
salida) en que entran las blancas con sus
próximas jugadas.
15...£a8!
16.¤bd2 ¤d8!
El principio de una maniobra que conduce a
una completa paralización de la posición
blanca.
17.¥d3 ¤e6
Aquí el caballo tiene un espléndido campo de
acción y puede jugarse cuando convenga a c5,
d4 o f4.
18.¦c1 ¦fc8
19.¤h2 ¤d7!
20.¤hf1 ¤dc5
21.¤g3 g6!
Los caballos blancos no tienen bases de
operaciones desde donde poder actuar con
eficacia.
22.¤e2
Incitando a las negras a ganar un peón con
22...¤xe4 23.¤xe4 ¥xe4 24.¥xe4 £xe4 en
cuyo caso las blancas pueden continuar con
¤e2-c3-d5 asumiendo una fuerte posición de
bloqueo con su caballo.
22...¥g5!
23.¤c3 ¤d4
24.¤cb1 d5!
 Diagrama 139 Ninguna de las piezas blancas tiene ahora
XABCDEFGHY jugada razonable. La continuación 29.¦xe5
8q+r+-+k+( £c6 30.¦e1 ¦xc1! 31.£xc1 £xc1 32.¦xc1
7+ltr-+p+-' ¤e2+ es desesperada para ellas.
6p+-+-+pzp&
5+psnpzp-vl-% 29.a4 b4
4-+-snP+-+$ 30.¢h1 £c6
3zPP+L+-+P# 31.Abandonan.
2-vLPsN-zPP+"
En las dos últimas partidas el plan de las
1+NtRQtR-mK-! negras fue fundamentalmente distinto. En la
xabcdefghy primera lograron jugar prontamente d5 y con
ello abrir líneas de ataque que le permitieron
Al final, el avance del peón decide el juego. alcanzar superioridad en el flanco del rey. En
Ahora 25.¥xd4 falla contra 25...¤xd3. la segunda se permitió a las blancas paralizar
el avance d5; pero, como éste era su único
25.exd5 ¤xd3 objetivo y lo llevaron a cabo con detrimento
26.cxd3 ¦xc1 del mejor funcionamiento de sus piezas,
27.¥xc1 ¥xd5 dieron oportunidad a las negras de maniobrar
28.f3 ¦c2! libremente y preparar una acción en la
columna c abierta.

VI. LA PAREJA DE PEONES AISLADOS

El Diagrama 140 muestra una formación de la columna c. También un peón aislado

característica de peones. Por lo general tales confiere ventaja al contrincante,
posiciones surgen cuando un caballo que especialmente si ha sido avanzado a a3, donde
bloquea un peón de dama aislado se cambia puede ser atacado con ¥e7, ¤c4 o ¦c8-c4-a4.
por un caballo situado en c3 o en c6. A La importancia de la debilidad de pareja de
menudo los peones en c3 y d4 significan una peones aislados puede verse claramente en la
seria debilidad si el oponente consigue siguiente partida.
bloquear el peón c y someterlo a un ataque
(por ejemplo, mediante b6, ¥c8-b7-d5, ¤b8- FLOHR-VIDMAR
c6-a5, ¦c8, £c7, etc.); en este caso el peón c (Nottingham, 1936)
puede ser considerado en realidad como un
peón retrasado. Diagrama 141
XABCDEFGHY
Diagrama 140 8-+r+-mk-+(
XABCDEFGHY 7+-+-+p+p'
8-+-+-+-+( 6p+p+-+p+&
7zpp+-+pzpp' 5+-tRp+-+-%
6-+-+p+-+& 4-+-+-+-+$
5+-+-+-+-% 3+P+-zPP+-#
4-+-zP-+-+$ 2P+-+-+PzP"
3+-zP-+-+-# 1+-+-+K+-!
2P+-+-zPPzP" xabcdefghy
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy La posición de las negras presenta dos
debilidades, los peones en a6 y c6; pero un
Entonces el oponente por lo general obtiene ataque directo contra ellos no conduce a nada
ventaja de espacio en el flanco de dama a a causa de lo reducido del material. El plan
causa de la posición de bloqueo y el control correcto es el siguiente: Las blancas clavan
111
las piezas enemigas para debilitarlas y La maniobra decisiva. Si el rey retrocede a la
entonces, para conseguir más libertad de segunda fila, entonces 51.¦f5 gana; y si no, la
maniobra, cambian el peón de dama enemigo torre blanca penetra en la posición enemiga.
por el peón de rey. De este modo debilitan la
posición del flanco de rey contrario que 50...¢d6
podrán atacar ya, con éxito puesto que las 51.¦e8 c5
piezas defensoras están en el otro flanco.
Después de 51...¦e7+ 52.¦xe7 ¢xe7 53.¢e5
32.¢e2 ¢e7 la partida ha terminado.
33.¢d3 ¢d6
34.¦a5 ¦a8 52.¦d8+ ¢c6
35.¢d4 f5
O 52...¢c7 53.¦h8 ganando.
Las negras se han percatado del plan de las
blancas y quieren simplificar la posición en el 53.¦c8+ ¢b6
flanco de rey mediante un doble cambio en 54.¦xc5 ¦h7
e4; pero en realidad una formación pasiva, 55.¦e5 ¢c6
con el peón en f6 les hubiera reportado más 56.¦e6+ ¢b5
firme resistencia. 57.¢f5 ¦f7+
58.¦f6 Abandonan.
36.b4 ¦b8
37.a3 ¦a8 Nuestro próximo ejemplo viene de una
partida de Alekhine, que se ha convertido en
Es mala jugada 37...¦b6, pues con la torre algo clásico y ha aparecido en muchos libros
encerrada, las negras estarían pronto en de texto.
posición de zugzwang.
THOMAS-ALEKHINE
38.e4! (Baden-Baden, 1925)

La importancia de esta jugada ya ha sido Diagrama 142

explicada. Sin embargo, debe mencionarse XABCDEFGHY
una vez más que el cambio de un peón contra 8-+-+-+k+(
un par de peones aislados es un motivo 7zp-+-+p+p'
estratégico común. 6-+-+pvlp+&
5+p+r+-+-%
38...fxe4 4q+rzP-zP-+$
39.fxe4 dxe4 3+-zP-+R+P#
40.¢xe4 ¦a7
2PvL-+-+P+"
41.¢f4 h6
1tR-+Q+-+K!
La amenaza era 42.¢g5 seguido de ¢h6. xabcdefghy

42.h4! ¢e6 Las negras tratan de ceñir las piezas blancas a

43.¢g4 ¦a8 la defensa del flanco de dama y entonces
44.h5 g5 desarrollar un ataque en el flanco del rey. Un
45.g3 ¦a7 cambio de damas sería favorable a las negras,
46.¢f3 ¦a8 pues reduciría las posibilidades tácticas del
47.¢e4 ¦a7 contrario y facilitaría las maniobras de su
48.¢d4 ¢d6 propio rey en el flanco de rey. Con su gran
49.¢e4 ¢e6 ventaja de espacio no les será muy difícil
50.¦e5+! lograr este cambio, en condiciones favorables.

29.£b3! ¦d6!

112
El principio de una maniobra excelente. Las 39.¢g2 ¢e7
negras intentan una agrupación de sus piezas 40.¢f2 ¢d7
con la dama en c4 y las torres en a4 y a6 para 41.¢e2 ¢c6
mediante una presión en a2 forzar el cambio 42.¦a2 ¦ca4
de damas. 43.¦ba1 ¢d5
44.¢d3 ¦6a5
30.¢h2 ¦a6 45.¥c1 a6
31.¦ff1 ¥e7 46.¥b2 h5!
32.¢h1 ¦cc6
33.¦fe1 ¥h4! Ahora las negras amenazan h4 que las blancas
34.¦f1 sólo lo pueden evitar debilitando la casilla g4
que será accesible a la torre negra. A
Si ahora: 34.¦e5? £xb3 35.axb3 ¦xa1+ continuación las negras abrirán camino en el
36.¥xa1 ¦a6 37.¥b2 ¦a2 38.¦e2 ¥g3 ganan flanco de rey mediante f6 y e5.
las negras; y no es mejor para las blancas
34.¦e2 £xb3 35.axb3 ¦xa1+ 36.¥xa1 ¥g3, 47.h4 f6
etc. 48.¥c1 e5
49.fxe5 fxe5
34...£c4 50.¥b2

Diagrama 143 O 50.dxe5 ¥xe5 51.¦b2 ¦g4 con victoria para

XABCDEFGHY las negras.
8-+-+-+k+(
7zp-+-+p+p' 50...exd4
6r+r+p+p+& 51.cxd4 b4
5+p+-+-+-% 52.axb4 ¦xa2
4-+qzP-zP-vl$ 53.bxa5 ¦xb2
3+QzP-+-+P# 54.Abandonan.
2PvL-+-+P+"
1tR-+-+R+K! Hemos examinado aquellas posiciones en las
xabcdefghy que el contrario tuvo éxito en impedir el
avance c4 y nos convencimos de que la pareja
35.£xc4 de peones aislados fueron una seria
desventaja estratégica si el contrincante pudo
De no hacer este cambio seguiría la maniobra mantener bloqueado el peón c y utilizar su
antes citada de colocar las torres en a4 y a6. superioridad en el flanco dama. Sin embargo,
Este juego de torres es común cuando se trata con frecuencia el jugador que posee la pareja
de explotar debilidades de peones como las de de peones aislados se ingenia para efectuar el
a2 y c3 de las blancas. avance c4, produciéndose así la estructura de
peones del Diagrama 144.
35...¦xc4
36.a3 ¥e7 Diagrama 144
37.¦fb1 ¥d6 XABCDEFGHY
38.g3 ¢f8 8-+-+-+-+(
7zp-+-+pzpp'
Las negras no pueden ganar todavía el peón 6-zp-+p+-+&
en a3 jugando ¦ca4, pues su propio peón en 5+-+-+-+-%
b5 está indirectamente atacado. Por lo tanto
4-+PzP-+-+$
trasladan primeramente su rey a c6 haciendo
más real la citada amenaza y en consecuencia
3+-+-+-+-#
obligarán a las torres blancas a tomar una 2P+-+-zPPzP"
posición pasiva en a1 y a2. 1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
113
En este caso la posición es más complicada.
Es evidente que los peones en c4 y d4 pueden
ser objeto de ataque: el contrincante puede
atacar el peón d con ¤c6, ¥f6 y ¦ (o £) en
d8; y también el peón c puede ser atacado con
¥a6, ¤a5 y ¦c8. Por otra parte, ambos peones
(por lo común llamados peones colgantes)
tienen un importante poder dinámico. Ya
hemos indicado que el peón de dama aislado
tenía tendencia a avanzar a d5; pero ello se
manifiesta más fuerte en los peones colgantes.
Una ojeada al Diagrama 144 permite observar
que existe la posibilidad de crear un peón
pasado mediante el avance d5 o c5 (en la
práctica el último movimiento es menos
común) y la necesidad de hacer frente a esta
posibilidad impide o por lo menos contiene el
ataque a los peones colgantes. Más aún,
dichos peones, controlan varias casillas
centrales (c5, d5 y e5) y por lo tanto deben
mirarse como un definitivo centro de peones.
A continuación detallamos las posibilidades y
planes de ambos jugadores, considerando las
blancas en posesión de los peones colgantes.
Blancas
1. Pueden colocar sus piezas de manera que
amenacen crear un fuerte peón pasado
mediante el avance de uno de ellos.
2. Pueden ocupar la casilla e5 con un caballo
y preparar un ataque en el flanco de rey con la
ayuda del avance f2-f4-f5. Si las negras
entonces cambiasen (exf), abrirían la columna
f para el ataque de las blancas creándoles al
mismo tiempo un peón pasado en d4; si por el
contrario permiten a las blancas cambiar
(fxe5), entonces su peón en e6 queda
debilitado.
3. Pueden posiblemente llevar a cabo el
avance a2-a4-a5. Si las negras cambian el
peón, entonces quedan las blancas con un
peón pasado en c4 y con perspectivas de
atacar el peón negro en a6; y si no cambian,
las blancas podrán hacerlo, dejando al
adversario con un peón débil en b6.
Negras
1. Pueden mediante la adecuada colocación de
sus piezas, v. gr.: ¥b7, ¥e7, ¤f6, impedir el
avance de los peones colgantes o bien
suponiendo que lograran adelantar, podrían
preparar el bloqueo al resultante peón pasado,
v. gr.: después de 1.d5 exd5 2.cxd5 pueden
jugar ¤f6−e8−d6.
114
2. Pueden en un momento oportuno
desarrollar un ataque contra los peones
colgantes de modo que el adversario se vea
obligado a mantener sujetas sus piezas para
defenderlos.
3. Algunas veces las negras pueden
emprender el avance e6-e5 o b6-b5. Si
entonces las blancas cambian, quedan con un
peón aislado; y si por el contrario avanzan el
peón atacado a d5 o c5, entonces las negras
pueden bloquear el peón pasado resultante y
atacar el adyacente, que se convierte en un
peón retrasado.
BARCZA-GOLOMBEK
(Torneo Interzonal, 1952)
1.c4 ¤f6
2.d4 e6
3.¤f3 b6
4.e3 ¥b7
5.¥d3 ¥e7
6.0−0 0−0
7.¤c3 d5
8.b3 c5
9.£e2 cxd4
10.exd4 ¤c6
11.¦d1
Las blancas colocan sus piezas para apoyar la
ruptura mediante d5 después del cambio en
c4. Las negras debieran jugar ahora, o en la
próxima jugada ...¤b4 a fin de obligar la
retirada del alfil blanco a b1 con 1o que de
momento encerrarían la torre dama blanca.
11...¦c8
12.¥b2 ¦e8?
13.¦ac1 dxc4?
Ya las negras han obtenido lo peor. La
maniobra ...¤b4 ya no tiene objetivo, pues,
después de 14. ¥b1 dxc4 15.bxc4 ¥a6 las
blancas pueden adquirir ventaja con 16.¤e5 o
16.¤b5 ¥xb5 17.cxb5. En el último caso la
base de operaciones de las blancas en c6 es
más importante que la del contrario en d5. La
jugada de la partida seguida de otra con falta
de cautela brindarán a las blancas la
oportunidad de desarrollar un ataque directo
mediante una ruptura del centro.
14.bxc4 £c7
 Diagrama 145 24.£xe7 ¤xd5
XABCDEFGHY 25.£e6+ ¢h8
8-+r+r+k+( 26.£h3+ ¢g8
7zplwq-vlpzpp'
6-zpn+psn-+& Diagrama 146
5+-+-+-+-% XABCDEFGHY
4-+PzP-+-+$ 8-wq-tr-+k+(
3+-sNL+N+-# 7zpl+-+-zp-'
2PvL-+QzPPzP" 6-zp-+-zp-+&
1+-tRR+-mK-! 5+-+n+-+-%
xabcdefghy 4-+-+-+-+$
3+-+-+N+Q#
15.d5! exd5! 2PvL-+-zPPzP"
16.¤xd5! 1+-tR-+-mK-!
xabcdefghy
Un motivo que ocurre frecuentemente en tales
posiciones: Las negras están obligadas ahora 27.¤g5! fxg5
o en un futuro próximo a cambiar en d5, 28.£e6+ Abandonan.
privándose a a sí mismas de una importante
pieza defensora; además, las blancas abren la Si 28...¢h7 27.£f7 ¦g8 30.£h5 mate, y si
diagonal para su alfil en b2. 28...¢h8 29.£h6+, etc.

16...£b8 BOTVINNIK-SZABO
17.£d2 (Groningen, 1946)

Aún más fuerte es 17.¥b1!, después de lo 1.d4 d5

cual 18.¥xf6 seguido de £d3 es muy fuerte.
Si las negras replican 17...¤xd5 18.cxd5 ¥f6
entonces las blancas ganan con 19.£c2 ¥xb2
20.dxc6! ¥xc1 21.£xh7+ ¢f8 22.£h8+ ¢e7
23.¦d7+ y mate en tres jugadas.
17...¤xd5
18.cxd5 ¤b4
19.¥e4 ¦xc1
20.¦xc1 ¦d8?
Las negras pudieron haber opuesto tenaz
resistencia con 20...¥f8 aunque esto hubiera
implicado entregar la calidad: 21.¤g5 ¦xe4
(no 21...h6 22.¥h7+ ¢h8 23.¥f5! hxg5
24.£xg5) 22.¤xe4.
21.£d4 f6
O 21...¥f8 22.¥xh7+! ¢xh7 23.£h4+ ¢g8
24.¤g5 , etcétera.
22.¥xh7+! ¢xh7
23.£e4+ ¢g8
O bien 23...¢h8 24.¤g5! fxg5 25.£xe7.
115
2.¤f3 ¤f6
3.c4 e6
4.¤c3 c5
5.cxd5 ¤xd5
6.e3 ¤c6
7.¥c4
Esto parece una pérdida de tiempo si se
compara con la jugada 11 de las blancas
(¥d3); pero si ahora 7.¥d3 su oponente no
necesita cambiar caballos, y en lugar de ello
pueden contestar 7...cxd4 8.exd4 ¥e7 9.0−0
0−0 10.¦e1 ¥d2 seguido de ¦c1. Las blancas
planean presionar en d5 y así obligar el
cambio ...¤xc3.
7...¤xc3?
Esto no es lo más preciso. Las negras
debieron demorar el cambio lo más posible a
fin de procurar la adaptación del desarrollo de
las blancas a una posición con un peón
aislado y no peones colgantes. La
continuación correcta era 7...cxd4 8.exd4 ¥e7
9.0−0 0−0 10.¦e1 ¤xc3 11.bxc3 b6
reservando el cambio, hasta que las blancas
hayan jugado 10.¦e1.
 8.bxc3 cxd4 19.¦ac1
9.exd4
Diagrama 148
Después de 9.cxd4 ¥b4+ 10.¥d2 ¥xd2+ XABCDEFGHY
11.£xd2 0−0 12.0−0 b6 las negras tienen un 8l+rwqr+k+(
juego cómodo. 7+-+-vlp+p'
6pzp-+p+pvL&
9...¥e7 5+-+-sN-+-%
10.0−0 0−0 4-+PzP-+-+$
3+-+-+-+-#
Diagrama 147
2PwQ-+-zPPzP"
XABCDEFGHY
1+-tR-+RmK-!
8r+lwq-trk+(
xabcdefghy
7zpp+-vlpzpp'
6-+n+p+-+&
Sin duda las negras han alcanzado su objetivo
5+-+-+-+-%
estratégico, pues ahora las blancas sólo tienen
4-+LzP-+-+$ ligeros proyectos de un ataque contra el
3+-zP-+N+-# flanco de rey y deben mantener vigilados sus
2P+-+-zPPzP" peones colgantes. Sin embargo, las blancas
1tR-vLQ+RmK-! conservan todavía una carta de triunfo:
xabcdefghy pueden, en un momento adecuado, amenazar
d5 y entonces con ¤g4 iniciar un ataque a lo
11.¥d3 largo de la diagonal a1-h8.

Las blancas intentan emprender un ataque 19...b5!

contra el flanco del rey con la mayor rapidez
posible. Sin embargo, este ataque nunca
reviste suficiente fuerza, y ocasiona que las
blancas descuiden su par de peones aislados.
Era mejor 11.£e2, como jugó Stahlberg
contra Szabó en Helsinki 1952, en cuya
ocasión las blancas se ingeniaron para romper
el centro (d5) con decisivo efecto.
Esto decide la partida estratégicamente. Las
blancas no pueden cambiar 20.cxb5, a causa
de ...£d5; y después de 20.d5? f6 21.¤g4 e5
los peones colgantes sucumbirán pronto ante
las piezas.
20.c5 £d5

11...b6 Era mejor continuación 20...¥d5 después de

12.£c2 g6 lo cual las negras podían situar su dama en b7
y utilizar su mayoría en el flanco de dama.
Con la continuación 12...h6? 13.£e2 ¥b7
14.£e4 las negras pierden un peón. 21.f3 f6?

13.¥h6 ¦e8 Las negras quieren encerrar el alfil en h6;

14.¥b5
Con esto las blancas aseguran el avance c4,
evitando así el bloqueo de sus peones
colgantes; pero el precio es muy elevado: el
cambio de su activo alfil blanco.
pero hay poca lógica en este plan. Sus dos
alfiles y el bloqueo del peón d le dan una
clara ventaja posicional; por lo tanto es
injustificable permitir complicaciones tácticas
que den a su oponente oportunidades para un
juego activo.

14...¥b7 22.¤g4 ¦ed8

15.c4 a6 23.¦fd1 g5
16.¥xc6 ¥xc6 24.¤e3 £c6
17.¤e5 ¦c8 25.h4!
18.£b2 ¥a8
116
La jugada número 21 de las negras, que fue Después de breve consideración Szabó
defectuosa, se hace sentir, aunque todavía decidió tomar medidas activas contra los
tienen mejor posición. Ahora, después de peones colgantes, lo cual parece tener poca
25...gxh4? 26.d5 exd5 27.£d4! las blancas justificación.
adquieren fuerte ataque, v.g.: 27...¥xc5
28.£g4+ ¢f7 29.£g7+ ¢e6 30.£xh7, o 20.e4? d4
bien: 27...£e6 28.£xh4 ¥xc5? 29.¦xc5! 21.¤ce2
¦xc5 30.£g3+ ¢f7 31.£g7+ ¢e8 32.£f8+.
Después de 21.¤a4 ¤xa4 22.£xa4 h5! las
25...£e8 negras también tienen buen juego.
26.hxg5 fxg5
27.¤g4 £g6 21...h5!
28.¦e1 ¥f6 22.f3 ¦fd8
29.¦cd1 ¦d5?? 23.b3 ¤fd7!

Un error grave que conduce a una derrota
rápida. Después de 29...¥h8 o aun 29...¥d5 la
posición permanece complicada, pero, en mi
opinión, las negras tienen las mejores
perspectivas.
30.¦xe6! ¥xd4+
31.£xd4!
Probablemente las blancas presumen que
podrán bloquear los peones con sus caballos
en c4 y d3, pero el camino para llegar allí es
muy largo y este tiempo que se emplea
pueden utilizarlo las negras, que colocarán sus
piezas mayores en forma tan activa que las
blancas tendrán que contar con el avance del
peón pasado.

Las negras pasaron por alto esta jugada. 24.£d2 ¤e5

Después de 31...¦xd4 32.¦xg6+, pierden una 25.£h6
pieza, y después de 31...£xe6 es mate; por lo
tanto se rindieron. Con la intención de 26.¤f4 amenazando a la
vez ¤xh5 y ¤d3.
SZABO-PACHMAN
(Interzonal, 1952) 25...¦c6
26.¤f1 ¦dd6!
Diagrama 149
XABCDEFGHY Amenazando encerrar la dama blanca con g5!
8-+r+-trk+( De ahí que las blancas estén obligadas a
7zp-+-wqp+-' retirar la dama.
6-sn-+-snpzp&
5+-zpp+-+-% 27.£d2 ¦d7
4-+-+-+-+$ 28.f4
3+-sN-zP-sN-#
Si 28.¤f4 la réplica es ...f5; en todo caso las
2PzPQ+-zPPzP"
blancas no pueden permitir que el caballo
1+-tRR+-mK-! negro permanezca permanentemente en e5.
xabcdefghy
28...¤g4
En esta posición los peones colgantes no son 29.h3 ¤h6
desventaja, aunque su fuerza dinámica no 30.£d3
puede utilizarse. La desaparición de dos
piezas menores ha reducido la posibilidad de Las blancas esperan consolidar su posición
un ataque triunfante contra los peones Por con ¤d2; sin embargo, pronto recibirán una
otra parte, las negras no tienen ataque en el sorpresa desagradable.
flanco de rey ni la oportunidad de llevar a
cabo el avance efectivo de su peón dama. Por 30...¦e6!
estas razones ofrecí tablas a mi adversario. 31.¤d2 ¤f5!
117
La maniobra decisiva con el caballo. Ahora 39.¦c8+
32.exf5 sería contestado con ...¦e3! seguido
de ¦xe2. O bien: 39.¦e1 ¢g7! 40.£xf4 f5 tablas.

32.¦e1 ¤e3 39...¢g7

33.e5 ¤bd5 40.£xf4 ¦xe4
34.¤e4 ¦c7 Tablas.

Amenazando 35...¤xf4 36.¤xf4 ¦xe5
seguido de £g5.Por lo tanto las blancas se
deciden por un dudoso sacrificio de pieza que
es sorprendentemente satisfactorio.
35.¤xd4?! cxd4
36.£xd4 ¦xc1??
Después de 36...£h4! la partida estaba
claramente ganada por las negras, v. g.:
37.¤f6+ ¤xf6 38.£xe3 ¤d5.
37.¦xc1 ¤xf4
Las amenazas blancas ¤f6+ y ¦c8+ son tan
fuertes que las negras tienen que asegurar las
tablas.
Aunque en la tabla del torneo nada aparezca
para indicar lo sucedido, es lo cierto que las
blancas sufrieron una derrota estratégica
como consecuencia de su erróneo avance e4.
Bien podríamos preguntar la razón de esto.
Primeramente que las blancas no tuvieron
éxito en bloquear los peones colgantes; y en
segundo lugar que las negras se prepararon
situando rápidamente sus piezas de tal modo
que el avance de sus peones a d3 o c4 fue
siempre inminente. Por último las negras
pudieron ocupar fuertes bases de operaciones
para sus caballos en el centro. Esta partida
subraya una vez más la importancia de pesar
cuidadosamente las ventajas y desventajas
que pudieran resultar al provocarse el avance
de alguno de los peones colgantes.

38.£xe3 ¦xe5

VII. PEONES DOBLADOS

En el curso de la partida sucede a menudo que Aunque en realidad los peones doblados son
una pieza protegida por un peón es cambiada débiles, saber cómo deben ser explotados y
por otra, dando por resultado que dos peones cuándo pueden constituir una ventaja son
del mismo bando quedan colocados en la problemas estratégicos importantes.
misma columna. Estos peones doblados, Todo jugador débil sabe que el avance de los
como así se llaman, constituyen un concepto peones doblados con la intención de crear uno
bien conocido, aun para los principiantes, pasado presenta mayores dificultades que el
quienes en su mayor parte creen que esto avance de otros peones. Por esto en el
significa ineludiblemente una debilidad seria diagrama 150 la partida es completamente
que debe ser evitada a toda costa. desesperada para las blancas, pues sus peones
doblados en el flanco dama no pueden
Diagrama 150 conseguir un avance provechoso, mientras
XABCDEFGHY que los negros en el ala del rey crearán pronto
8-+-+-mk-+( uno pasado. Esto es fácil de apreciar. La
7zpp+-+pzp-' victoria obligada de las negras se debe
6-+-+-+-zp& enteramente a los peones doblados que hacen
5+-+-+-+-% de la posición, un final en el que las blancas
4-+-+-+-+$ tienen virtualmente un peón menos; pero si el
3+P+-+-zP-# peón de b3 estuviese en c3 el juego estaría
equilibrado.
2PzP-+-+-zP"
Añadiendo a las blancas un peón en f2 y otro
1+-+-+-mK-! a las negras en c7, cambian por completo la
xabcdefghy posición del diagrama 150 y la hacen
completamente tablas. Los peones doblados
118
no son pues una desventaja si impiden el
avance de los peones contrarios con la misma
efectividad que si estuvieran desdoblados. De
esto podemos llegar a la conclusión de que la
desventaja de los peones doblados se
manifiesta mucho más en la ofensiva, cuando
su avance tropieza con dificultades. Por otra
parte, en la defensa, cuando se trata de
impedir el avance de peones enemigos,
pueden equipararse a dos peones normales.
El caso más desfavorable de los peones
doblados surge en los peones doblados
aislados situados en una columna abierta. Un
simple peón aislado es en si mismo una
desventaja, pero los peones doblados aislados
son aún peor, porque en su avance no pueden
ser protegidos por una torre por la parte
posterior. Sólo la superior movilidad y
enérgico poder de nuestras piezas puede
compensar esta debilidad estratégica.
En este capítulo nos ocuparemos
principalmente de los peones doblados que
tienen algún contacto con sus vecinos y por lo
tanto no aparecen como una debilidad tan
manifiesta.
PODGORNY-PACHMAN
(Campeonato de Checoslovaquia, 1954)
Diagrama 151
XABCDEFGHY
8r+-+-trk+(
7+pzp-+pvlp'
6-zp-+-+p+&
5+-+-sn-+-%
4-+-+P+-+$
3+-sN-+P+-#
2PzP-tRLzP-zP"
1+-+-mK-+R!
xabcdefghy
Ambos bandos tienen peones doblados pero
existe una gran diferencia. La presión sobre la
casilla blanca a2 obligará muy pronto a
efectuar la jugada a3, y una vez sucedido esto
las negras podrán poner en acción sus peones
del flanco de dama eliminando eventualmente
sus peones doblados mediante el avance b6-
b5-b4.
Las blancas, por su parte, tienen pocas
perspectivas de movilizar su mayoría de
peones del flanco rey y crear un peón pasado.
Debe notarse que las blancas no pueden
119
frustrar los planes negros con 15.¤d5, pues
después de 15...c6! 16.¤xb6 ¦xa2 17.f4?
¥h6! 18.fxe5 ¥xd2+ 19.¢xd2 ¦xb2+ las
negras tienen una posición ganadora.
15.0−0 c6
16.¦fd1
No era posible jugar inmediatamente f4 a
causa de 16...¥h6; pero ahora se vuelve una
amenaza real.
16...g5!
16...¥h6 para bloquear los peones doblados
hubiera sido prematuro: las negras necesitarán
su alfil en la diagonal f8-a3 para apoyar el
avance de sus peones doblados.
17.a3 b5
18.¤a2
El caballo se dirige a la fuerte base de
operaciones de f5. Al realizar su jugada 16 las
negras tuvieron que considerar
cuidadosamente si la debilidad creada con su
jugada fue mayor que la ventaja que pudiera
reportarle. El curso ulterior de la partida
muestra que el bloqueo de los peones
doblados era, según comprendieron las
negras, la cuestión más importante a
considerar.
18...¦fe8
19.¤b4 ¥f8
20.¤c2 ¥c5
21.¤e3 ¢f8!
22.¤f5 b4
La primera fase del aprovechamiento de la
ventaja posicional de las negras está
cumplida; ahora la tarea principal es mejorar
la posición de sus piezas y poner en
movimiento los peones del flanco dama.
23.axb4 ¥xb4
24.¦d4 ¥c5
25.¦4d2 ¦a2!
Ahora se ve clara la importancia de la jugada
21 de las negras. Su torre dama no tiene ya
precisión de concretarse a defender la primera
fila.
 26.h4!
Las blancas adoptan el correcto plan
estratégico de levantar el bloqueo de sus
peones del flanco de rey. Este plan falla
contra la táctica de su oponente, pero falla
sólo por lo mínimo.
26...¥b4
Desde luego no 26...gxh4 que hubiera
permitido al peón del contrario iniciar una
marcha peligrosa: 27.f4! ¤g6 28.¥c4 ¦a4
29.b3 ¦aa8 30.¦d7.
27.¦c2 f6
28.hxg5 fxg5
29.¤g3 ¦ea8
30.¤h5 ¦a1!
31.¦cc1
Las blancas pudieron haber cambiado uno de
sus peones doblados con 31.¦xa1 ¦xa1+
32.¢g2, pero entonces caerían en la variante
32...¦a2 33.f4 gxf4 34.¤xf4 ¥a3 35.¤e6+
¢e7 36.¤c5 ¥xc5 37.¦xc5 ¦xb2! 38.¦xe5+
¢d6 39.¦h5 ¦xe2 40.¦xh7 b5, después de lo
cual las negras tienen la partida ganada en
vista de la superior posición de sus piezas.
Con esta variante las blancas no habrían
podido prosperar. Sin embargo, pueden
sentirse justificadas de haber escogido con sus
últimas jugadas un plan que estuvo muy cerca
de tener éxito; pero como la variante
demostró ser impracticable, las blancas
quedaron con una posición estratégicamente
perdida.
31...¦xc1
32.¦xc1 ¢e7!
De lo contrario sigue 33.f4 gxf4 34.¤xf4 ¥d2
35.¤e6+ ¢e7 36.¦d1.
33.¦d1 ¦a2
34.¦b1 ¥d2!
El peón en f3 está otra vez bloqueado, por lo
que las negras virtualmente tienen un peón
más. No hay necesidad de temer el cambio de
caballos, pues los dos peones pasados que
tendrán las negras estarán situados en
distintos flancos; por lo tanto, el final está
ganado a pesar de los alfiles de distinto color.
120
35.¢g2 b5
36.¤g3 ¢f6
37.¤f1 ¥c3!
Con esto se obtiene una ventajosa
simplificación en el flanco de dama.
38.¥xb5! ¥xb2
39.¥e2 ¥d4
Ahora, después de 40.¤g3 ¢e6! seguido de
h5 las negras ganan fácilmente.
40.¦d1! ¤g6!
Después de 40...c5 41.¦d2 las negras también
ganan; pero sólo después de una larga y
tediosa lucha. En la partida, que se ofrece un
peón, se gana más rápidamente.
41.¦xd4 ¤f4+
42.¢h1
Después de 42.¢h2 ¦xe2 43.¦d6+ ¢e5
44.¦xc6 ¦xf2+ 45.¢g1 ¤h3+ 46.¢h1 ¦xf3
las negras tienen un peón más y, a pesar de su
reducido material, tienen una posición
ganadora en vista de la mala posición del rey
blanco; por ejemplo:
a) 47.¢g2 g4 48.¤h2 ¤f4+ 49.¢g1 ¦g3+
seguido de h5.
b) 47.¦h6 ¦xf1+ 48.¢g2 ¦a1! 49.¦xh3 ¦a2+
50.¢g1 ¦a7.
c) 47.¤h2 ¦g3 48.¤f1 ¦g1+ 49.¢h2 ¦xf1
50.¢xh3 h5!
d) 47.¤d2 ¦d3 48.¦c5+ ¢d6 49.¦c2 h5.
Después de la jugada del texto resulta clara la
clave de la combinación de las negras.
42...¤xe2!
43.¦d1
Después de 43.¦d6+ ¢e7 44.¦xc6 ¦a1
45.¢g2 ¤f4+ 46.¢g1 h5, las blancas, a
pesar de su peón más, están indefensas, pues
sus peones doblados, bloqueados, son un
obstáculo que restringe los movimientos de su
rey. Las negras pudieran eventualmente ganar
el caballo, combinando el avance de su peón h
con ¤e7+.
43...¦c2!
44.¢h2 ¤f4
45.¢g3 h5!
 46.¤e3 ¦c1!
47.¦d6+?
Pasando por alto la amenaza de mate. Pero, en
todo caso, el final está perdido después de
47.¦xc1 ¤e7+ 48.¢g2 ¤xc1.
47...¢e5
48.¦d8? ¦h1!
49.¤c4+ ¢e6
50.Abandonan.
Esta es una de mis mejores partidas
posicionales; es interesante por cuanto
demuestra el correcto manejo del plan
estratégico para bloquear los peones doblados
de las blancas.
Muchas veces los peones doblados surgen
después que un caballo ha sido cambiado en
c3 o f3. Nos ocuparemos primero de las
posiciones en que los peones doblados están
en el flanco dama y en las que los principales
peones doblados están en la tercera línea. Este
tipo de formación ocurre en la Defensa
Steinitz, y se muestra esquemáticamente en el
Diagrama 152.
Diagrama 152
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zp-zp-+pzpp'
6-+pzp-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+P+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
En este ejemplo el peón negro en c6 controla
la casilla d5, evitando así cualquier operación
efectiva de las blancas en la columna
dama.Las negras pueden, a menudo, situar un
caballo en e5 y si las blancas lo desalojan con
f4, el peón en e4 blanco puede ser sometido a
fuerte presión. Otra ventaja para las negras es
la columna abierta b que les puede brindar
proyectos para una acción en este flanco. Por
ejemplo, pueden trasladar su torre a la
columna abierta y, después de provocar el
avance b3, proceder contra dicho peón
mediante a7-a5-a4; y esto pueden hacerlo
previa la preparación c5.
121
Debemos hacer notar que este último avance
requiere mucha cautela, pues el control de la
casilla d5 queda anulado, lo cual significa
abandonar una de las ventajas de la formación
y facilitar a las blancas un buen punto
avanzado, de ahí que las negras sólo deben
jugar c5, cuando hayan asegurado el control
sobre d5 con sus piezas o cuando su acción en
el flanco de dama haya sido desarrollada con
el ímpetu suficiente para obligar a las blancas
a desistir de su intención de explotar la
debilidad de d5 de las negras.
Vemos, pues, que los peones doblados en c7 y
c6 de ninguna manera son desventajosos para
las negras. Ahora cabe preguntar si las
blancas tienen algún buen medio de proceder
contra ellos. Un modo de hacerlo seria atacar
los peones con los avances e5 o c2-c4-c5; si
las negras entonces cambiasen se quedarían
con peones aislados doblados. Las
posibilidades existentes para ambos bandos
pueden apreciarse mejor con el estudio de las
siguientes partidas.
BOLESLAVSKY-FINE
(Radio Match URSS vs. EUA,1945)
1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
3.¥b5 a6
4.¥a4 d6
5.c4 ¥d7
6.¤c3 g6
7.d4 exd4
Es más seguro 7...¥g7, aunque después de
8.¥g5 las blancas tienen ventaja posicional.
8.¤xd4 ¥g7
9.¤xc6 bxc6
En esta posición es mejor 9...¥xc6, después
de lo cual las blancas tienen solamente una
ligera ventaja.
10.0−0 ¤e7
 Diagrama 153 columna abierta, y esto constituye una seria
XABCDEFGHY debilidad.
8r+-wqk+-tr(
7+-zplsnpvlp' 18.£f2 ¤d6
6p+pzp-+p+& 19.¥xc5 £d8
5+-+-+-+-% 20.¥d4!
4L+P+P+-+$
3+-sN-+-+-# Ciertamente las blancas pudieron ganar un
peón con 20.£f3, pero entonces su adversario
2PzP-+-zPPzP"
hubiera conseguido contrajuego presionando
1tR-vLQ+RmK-! en la columna b. Con la jugada del texto el
xabcdefghy primer jugador realiza su ventaja con mayor
seguridad: Cambia la pieza activa del
11.c5! contrario, el alfil de g7, y crea así una
debilidad en este flanco para después obligar
Un ataque característico contra el tipo de la entrada en el final donde los peones
formación de peones de las negras en el ala de doblados negros constituyen una carga fatal.
la dama. Su ejecución en esta primera fase de
la partida es posible porque las blancas ya en 20...¥xd4
su quinta jugada avanzaron c4. Además, sus 21.£xd4 £f6
piezas están bien colocadas. Tácticamente el 22.¥b3+ ¢h8
avance se funda en que las negras quedan 23.£xf6+ ¦xf6
muy mal después de 11...dxc5 12.¥e3 seguido 24.¦e7 ¦c8
de ¥xc5, y completamente perdidas después 25.¦de1
de 11...d5 12.exd5 cxd5 13.¤xd5 ¤xd5
14.£xd5 ¥xa4 15.£e4+. Las negras deben Una victoria más rápida es posible con
proteger ahora su peón de forma pasiva, 25.¤a4 ¤e4 26.¥e6 ¦b8 27.¥xf5, aunque
después de lo cual su adversario aún después de la jugada de la partida las
tranquilamente prepara una acción en el negras no pueden oponer apenas resistencia.
flanco del rey.
25...¥g6
11...¤c8 26.¦1e6 ¦xe6
12.¥e3 0−0 27.¥xe6 ¦e8
13.£d2 £e7 28.¦xe8+ ¥xe8
14.¦ad1 ¥e8 29.¤a4 ¢g7
30.¤c5 a5
Algo mejor es 14...¦d8, pero aún así la 31.¢f2 ¥f7
posición de las negras es pobre, pues el peón 32.¥xf7 ¢xf7
blanco en c5 oprime fuertemente el juego 33.b3 h5
negro. 34.g3 ¢e7
35.¢e3 ¤b5
15.f4! f5
O 35...¢f6 36.a4 ¢e7 37.¢d4 y las negras
Sería inconcebible pretender ahora ganar un están en posición de zugzwang.
peón, ya que después de 15...¥xc3 16.£xc3
£xe4 17.¥c2 seguido de f5 el ataque de las 36.¤b7 c5
blancas se produciría por sí solo. 37.¤xa5 ¢d6
38.¤c4+ ¢d5
16.exf5 gxf5 39.¢d3 ¤d6
17.¦fe1 dxc5 40.¤xd6 cxd6
41.a3 Abandonan.
Las negras no tienen alternativa si quieren
poner el caballo en juego; sin embargo, ahora
les quedan los peones doblados en una
122
 ZVETKOV-PACHMAN Esta jugada está hecha en el momento
(Hilversum, 1947) preciso; estando la torre blanca en d3 se
amenaza ganar un tiempo con ...c4. Las
Diagrama 154 blancas debieran simplificar ahora la posición
XABCDEFGHY mediante 18.¤fd5.
8rwq-+r+k+(
7zp-zplvlpzpp' 18.¦fd1 ¦e8
6-+pzp-sn-+&
5+-+-+-+-% Tres jugadas atrás las negras llevaron su torre
4-+-sNP+-+$ a la columna dama para contener el posible
3+-sN-vLP+-# avance e5 de las blancas; ahora que la dama
blanca ha abandonado la columna de dama y
2PzPPwQ-+PzP"
han sido dobladas sus torres, la torre negra no
1tR-+-+RmK-! cumple ninguna misión en d8; de ahí que sea
xabcdefghy trasladada a un sitio más prometedor. Ahora
las blancas debieran aprovechar la
Las negras acaban de jugar su dama a la oportunidad para igualar mediante 19.¤fd5
columna b a fin de iniciar una acción en dicho ¤xd5 20.¤xd5 a4; pero en vez de esto,
flanco. Están utilizando el conocido plan de emprenden un ataque contra el flanco de rey
obligar a su oponente a jugar b3 después de lo que está completamente injustificado desde el
cual prepararán el avance a7-a5-a4 y c6-c5- punto de vista estratégico, puesto que este
c4. El contrajuego de las blancas radica flanco no ha sido debilitado. La creación de
principalmente en el centro. serias amenazas contra ese punto tomará tanto
tiempo que mientras tanto las blancas podrán
12.b3 a5 contraatacar en el flanco dama.
13.¤de2 £b4!
19.g4? ¥c6
La dama negra está activamente situada en 20.g5 ¤d7
b4, especialmente porque su presencia ahí 21.£g3 a4
conduciría a un cambio de damas si las 22.¦3d2 axb3
blancas hacen ¤d5 en respuesta a un eventual 23.axb3 ¦a3!
...c5. El mejor plan de las blancas es ahora
14.g4 seguido de ¤g3. No lo hacen tratando Amenazando 24...c4.
de demostrar que la última jugada de las
negras fue una pérdida de tiempo. Diagrama 155
XABCDEFGHY
14.¤f4 8-+-+rvlk+(
7+qzpn+pzpp'
Esta jugada parece ser muy fuerte ya que 6-+lzp-+-+&
amenaza 15.¤d3 seguido de e5; pero después 5+-zp-+-zP-%
de la inmediata retirada de la dama negra 4-+-+PsN-+$
resulta ser completamente inofensivo. 3trPsN-vLPwQ-#
14...£b7!
2-+PtR-+-zP"
15.¦ad1 1+-+R+-mK-!
xabcdefghy
Después de 15.¤d3 ¥e6 16.e5 ¤d7, las
negras tienen buen juego, v.gr.: 17.¥f4 d5 o 24.¤fd5 ¦e6
17.exd6 cxd6.
Evitando 25.¤f6+ con todas las
15...¦ed8 complicaciones subsiguientes.
16.£f2 ¥f8
17.¦d3 c5 25.h4 ¥xd5
26.¤xd5 c4!
123
Ahora las negras ganan un peón, lo que menudo es posible llevar a cabo este ataque
debiera dar la victoria. Las blancas están aun cuando hayan efectuado el enroque corto,
completamente perdidas después de 27.bxc4 trasladando primero el rey a h1 ó h2.
c6 28.¤f4 ¦xe3 29.¤xe6 fxe6 30.£g4 ¤c5.
SZABO-EUWE
27.¥d4 cxb3 (Groningen, 1946)
28.cxb3 ¦xb3
29.h5 ¤e5?? Diagrama 156
XABCDEFGHY
Con esta jugada perdí el primer lugar del 8r+-wqkvl-tr(
torneo (la partida se jugó en el último turno). 7+l+-+p+p'
Se ganaba fácilmente con 29...¦xe4 30.¤f6+ 6p+-+pzp-+&
¤xf6 31.gxf6 ¦xd4 32.¦xd4 ¦xf3 33.£g2 5+-+-+-+-%
£b3. Vi muy claramente esta variante; pero 4-+pzP-+-+$
en el último momento dudé a causa de la 3+-zp-+N+-#
continuación 29...¦xe4 30.¥xg7? ¥xg7?? 2PzPQ+-zPPzP"
31.¤f6+ ganando las blancas. Pasé
completamente por alto que las negras pueden
1tR-vLR+-mK-!
tomar el alfil en g7 con el rey, después de lo xabcdefghy
cual las blancas están perdidas.
Los peones doblados se han producido en
30.¥xe5 ¦xe5 circunstancias favorables para las negras:
31.h6 ¦b1 Disponen de dos alfiles, uno de los cuales, el
de b7 apuntando hacia g2 es muy peligroso, y
Después de 31...¦e6 32.hxg7 ¥xg7 33.¤f6+ su rey puede permanecer en el centro
¢h8 34.¦h2! ¥xf6 35.gxf6 ¦xf6 36.£h4 o permitiéndoles ocupar la columna abierta g
32...¢xg7! 33.¤f6, las blancas tienen un sin perder tiempos. Las blancas ahora
decisivo ataque. debieran hacer frente a las amenazas de
ataque, con 16.£xc3 ¦g8 17.¥f4 £d5
32.hxg7 ¥xg7 18.¥g3; después de lo cual aunque su
posición no es particularmente buena, podrían
Todavía las negras no ven la amenaza. Sin tener mejores posibilidades defensivas que las
embargo, después de 32...¢xg7, las blancas que tuvieron en la partida.
replican 33.£h4 que es muy fuerte.
16.£a4+ £d7
33.¤f6+ ¢h8 17.£xc4
34.£xe5! Abandonan.
Estratégicamente sería funesto jugar
Cuando los peones doblados están en el 17.£xd7+ ¢xd7 18.bxc3 ¦g8 19.¢f1 ¥d6; o
flanco de rey, los problemas estratégicos que 19.¤e1 ¥d5, pues entonces las blancas se
se presentan son análogos, en especial si quedarían sin contrajuego alguno.
ambos bandos enrocan por el flanco de dama.
Pero si los reyes permanecen en su propio 17...¦c8
flanco, entonces existen factores adicionales 18.£e2 ¦g8
que afectan la situación. Por una parte los 19.¤e1 £d5
peones doblados significan una debilitación 20.f3 ¥d6
de la posición del rey, y por otra, abren una 21.¢h1 £h5
columna de ataque contra el rey enemigo.
Nuestro próximo ejemplo muestra a las Más enérgico es 21...c2! 22.¦d3 £h5 23.h3
negras utilizando con propósitos agresivos la ¦g3, con muy fuerte ataque aparte del
columna abierta que se produjo a causa de sus molesto peón en c2. La variante 21...c2!
peones doblados; es cierto que en esta partida 22.¤xc2? ¦xc2! 23.£xc2 £xf3 24.¦g1 £h3
tienen mayor facilidad por el hecho de que no 25.£c8+ ¥xc8 26.gxh3 ¥b7+, es desesperada
están enrocadas; pero también es cierto que a para las blancas.
124
 22.h3 ¦g3 40.¥b6 £f3+
41.¢b8 ¥a6
Aún era posible continuar con la fuerte jugada 42.¦ed1+ ¢e8
c2. 43.Abandonan.

23.¥e3 ¢e7 Nuestro próximo ejemplo muestra la

24.£f1 ¦cg8! debilidad de los peones doblados en el ala del
rey.
Como la presión en la columna g es
irresistible, las negras no tienen necesidad de
preocuparse por su peón. JANOWSKY-LASKER
(Match por el Campeonato del mundo, 1909)
Diagrama 157
XABCDEFGHY Diagrama 158
8-+-+-+r+( XABCDEFGHY
7+l+-mkp+p' 8-+-+rtr-mk(
6p+-vlpzp-+& 7zp-zp-+pzpp'
5+-+-+-+q% 6-zp-zp-wq-+&
4-+-zP-+-+$ 5+-+-+-+n%
3+-zp-vLPtrP# 4-+LzPPzp-+$
2PzP-+-+P+" 3+-zP-+P+P#
1tR-+RsNQ+K! 2P+PwQ-zP-mK"
xabcdefghy 1+R+-+-tR-!
xabcdefghy
25.bxc3 ¦xg2!
En esta interesante posición, las blancas, con
La más sencilla conclusión del ataque de las dos series de peones doblados tienen un
negras: Entregan dos torres por la dama; pero hermoso centro. También controlan la
el rey blanco queda tan expuesto que las columna g abierta y disponen de un alfil que
negras quedan con un completo control. Es es más activo que el caballo de su oponente;
obvio que 26. ¤xg2 £xh3+ 27.¢g1 ¥xf3 no obstante, son las negras las que tienen
28.¦d2 ¥h2+, sería desastroso. clara ventaja posicional.
Esta afirmación pudiera parecer sorprendente,
26.£xg2 ¦xg2 pues aun Janowsky consideró la posición tan
27.¢xg2 £g6+ a su favor que, a pesar de la mala experiencia
28.¢f2 ¥g3+ en esta partida, la escogió otra vez, pero el
29.¢e2 ¥xe1 resultado fue el mismo. Las ventajas de las
30.¦xe1 £g2+ blancas son imaginarias; pues su centro,
31.¢d3 ¥xf3 fuerte a primera vista, carece de movilidad y
32.a4 ¥e4+ está por lo tanto privado de este valor
33.¢c4 £c2 principal. Debe notarse que después del
34.d5 ¥xd5+ avance c5 las blancas carecen de un peón en
35.¢b4 ¢d7 b4 para apoyar un futuro avance a c5.
36.c4 Asimismo e5 que en una formación normal de
peones constituye una amenaza; está aquí
Un desesperado intento de ganar espacio para fuera de lugar, pues entonces las blancas
sus piezas, con la esperanza de apartar las quedarían con dos series de peones doblados
amenazas de mate. y aislados. Por su parte, las negras tienen un
plan bien definido: pueden preparar una
36...£xc4+ acción contra el debilitado flanco de rey de
37.¢a5 £c3+ las blancas.
38.¢xa6 ¥c4+
39.¢b7 £b3+ 20.¦b5 £h6
125
Un error posicional hubiera sido 20...c5? ya
que las blancas, después de a2-a4-a5 tendrían
varios objetivos de ataque a través de la
columna b.
21.¦bg5 f6
22.¦5g4 g6!
23.¥d3 ¦e7
24.c4?
En posiciones malas se hace difícil a menudo
aguardar para ver qué acción adoptará el
adversario para realizar su ventaja. La jugada
del texto da oportunidad a las negras de poner
su caballo en posición de ataque sin pérdida
de tiempo.
24...¤g7!
Ahora la continuación 25.£xf4 £xf4 26.¦xf4
¤e6 27.¦fg4 ¤xd4, conduce a un final que
las negras ganarían fácilmente, debido a la
debilidad de los peones blancos.
25.c3 ¤e6
Amenaza ...¤g5 atacando simultáneamente
los puntos h3 y f3.
26.¥f1 f5
27.¦4g2 ¦f6
28.¥d3 g5!
Amenazando £xh3+ seguido de ¦h3 mate.
29.¦h1 g4!
Amenazando otra vez ¤g5 contra lo cual no
hay defensa. Si en vez de esto las negras
hubiesen jugado 29...£xh3+, las blancas
habrían prolongado la partida algunas jugadas
más con 30. ¢g1 £xf3 31.exf5.
30.¥e2 ¤g5!
31.fxg4 f3
32.¦g3 fxe2
33.Abandonan.
Como regla general puede afirmarse que la
formación de peones que incluye peones
doblados es mejor no ponerlas en acción, pues
los avances, por lo general, van dejando
debilidades detrás. Por supuesto, hay
excepciones, pero éstas surgen principalmente
126
cuando el bando que emprende el avance de
los peones doblados tienen superior movilidad
en sus piezas.
Diagrama 159
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zppzp-+pzpp'
6-+-zp-+-+&
5+-+-zp-+-%
4-+-zPP+-+$
3+-zP-+-+-#
2P+P+-zPPzP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Un examen al esquema del diagrama 159
pone de manifiesto que el avance c4 del
blanco está fuera de orden, pues deja a las
blancas con peones doblados aislados. El
avance d5 es más difícil de regular. Sin
embargo, generalmente, con peones blancos
en e4 y d5 entrelazados con peones contrarios
en d6 y e5, es esencial para las blancas
preparar la ruptura mediante c5; pero, si falta
el apoyo de un peón en b4, las blancas pueden
verse frustradas por la simple contestación b6.
Además de esto, el avance d5 facilita a las
negras una casilla en c5 para un caballo de
donde no puede ser desalojado con b4. Y más
aún, las negras tienen la posibilidad de
colocar una torre en c8 y después de abrir la
columna c mediante c6, ejercer presión sobre
los peones doblados; y a menudo no importa
que las blancas apoyen el peón d5 con c4 para
capturar con éste cuando las negras hayan
jugado cxd5, librándose así de sus propios
peones doblados, pues el que quedará en c2
tendrá que soportar la más desagradable
presión.
La situación es por supuesto distinta si las
negras juegan c5 a fin de obligar el avance d5
de su adversario; pues entonces las negras no
tienen las mismas posibilidades de explotar
los peones doblados, y la lucha
probablemente se trasladará al flanco de rey.
Pero si las negras no juegan c5, las blancas
deben procurar mantener sus peones centrales
en c3, d4 y e4; ya que su activa posición en el
centro podría entonces compensar la debilidad
de sus peones doblados.
 Diagrama 160
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zppzpp+pzpp'
6-+-+p+-+&
5+-+-+-+-%
4-+PzP-+-+$
3zP-zP-+-+-#
2-+-+PzPPzP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Ahora vamos a ocuparnos de la formación
que surge en varias variantes de la Defensa
Nimzo-India que se muestra
esquemáticamente en el Diagrama 160. En
tales posiciones las blancas debieran tener el
intento de jugar e4 y f2-f4-f5 y entonces
atacar en el flanco de rey. Por su parte, las
negras deben tratar de explotar la debilidad de
los peones doblados. Eso sería bueno para las
negras si pudieran inducir a las blancas a
jugar d5; por ejemplo, después de 1...d6 2.e4
e5 3.d5? tenemos una posición donde las
negras pueden ocupar c5 con su caballo y
también operar en la columna c después del
avance c6; pero por lo general el avance e5 de
las negras raramente logra su propósito de
inducir a las blancas a avanzar su peón d: sino
que las blancas se limitan simplemente a
mantener su formación de peones y buscan
oportunidades de ataque en el flanco de rey.
Pero si las negras juegan c5, las blancas
pueden contestar d5, pues la posición
completamente bloqueada resultante
neutraliza en parte la desventaja de los peones
doblados. En vista de esto, un plan
completamente distinto ha sido desarrollado
por las negras en los años recientes; esto
puede sintetizarse en la forma siguiente:
1. Las negras renuncian a jugar e5.
2. Bloquean los peones doblados con c5.
3. Atacan los peones doblados con b6, ¥a6 y
¤a5; teniendo también la amenaza de
aumentar la presión en ocasiones mediante
¦c8 y cxd.
4. Hacen frente al ataque de las blancas contra
el flanco de rey de una o dos maneras:
después del enroque corto replican a e4 y f4
con f5, impidiendo así cualquier avance
ulterior; o, bien en casos menos frecuentes,
efectúan el enroque largo.
127
La formación de peones en el Diagrama 160
es por lo tanto desfavorable para las blancas,
las que deben buscar contrajuego con las
piezas. Por supuesto que en su ayuda tendrán
dos alfiles, pues los peones doblados son
consecuencia del cambio del alfil en b4 por el
caballo en c3. Muy a menudo sacrifican un
peón en c4, ganando así tiempo para su ataque
al cual las negras no siempre pueden hacer
frente debidamente a causa de su
concentración de fuerzas atacando el punto c4
de su oponente.
La siguiente partida nos muestra algunos de
los problemas relacionados con los peones
doblados en la Defensa Nimzo-India.
BOTVINNIK-RESHEVSKY
(Campeonato del Mundo, 1948)
1.d4 ¤f6
2.c4 e6
3.¤c3 ¥b4
4.e3 c5
5.a3 ¥xc3+
6.bxc3 ¤c6
Recientes experiencias han demostrado que
6...b6! 7.¥d3 ¥b7 es mucho más fuerte,
porque obliga a jugar: 8.f3, jugada que es
desventajosa para las blancas. La nota a la
jugada décima de las blancas demuestra
además porqué la jugada ¥b7 a tiempo es
importante para las negras.
7.¥d3 0−0
8.¤e2 b6
9.e4 ¤e8!
Una importante maniobra táctica; con ella las
negras evitan la clavada 10.¥g5 y deja el
camino abierto para replicar a f4 con f5.
10.¥e3?
Este es un serio error. En la presente posición
las blancas deben buscar compensación por la
debilidad de sus peones doblados mediante el
juego activo de sus piezas; por lo tanto una
jugada tranquila es un error. Era esencial
preparar un ataque contra el flanco de rey lo
más rápidamente posible.
En una partida del Interzonal de 1948 entre
Lilienthal y Najdorf, las blancas continuaron:
10.0-0 d6 11.e5! (aprovechando la posición
expuesta de la dama negra, maniobra que no
hubiera sido posible si el alfil de las negras
estuviese ya en b7) dxe5 12.dxe5 ¥b7
(12...¤xe5?? 13.¥xh7+) 13.¥f4 f5 14.exf6
e5? (14...£xf6 15.£c2 g6 16.¦ae1 es mejor.)
15.¥xh7+ y las blancas ganaron rápidamente.
Aún mejor para las blancas es el inmediato
avance del peón e, como ocurrió en una
partida del 16.º Campeonato Soviético entre
Averbach y Taimanov: 10.e5! f5 11.exf6
£xf6 12.¥e3 cxd4 (12...d6 13.£c2 g6 14.h4)
13.cxd4 ¥a6 14.£c2 con clara ventaja.
10...d6
11.0−0 ¤a5
Diagrama 161
XABCDEFGHY
8r+lwqntrk+(
7zp-+-+pzpp'
6-zp-zpp+-+&
5sn-zp-+-+-%
4-+PzPP+-+$
3zP-zPLvL-+-#
2-+-+NzPPzP"
1tR-+Q+RmK-!
xabcdefghy
En esta posición, las perspectivas de ataque
de las blancas no compensan suficientemente
la debilidad de sus peones doblados. Su
principal desventaja consiste en la dificultad
de apoyar su ataque con un avance de peones.
Por ejemplo, después de 12.f4, si las negras
insistiesen con 12...¥a6 13.f5! ¥xc4 14.f6!
¤xf6 15.¥g5 seguido de 16.¤g3 las blancas
conseguirían muy fuerte ataque a cambio de
sus dos peones sacrificados; pero las negras
jugando simplemente 12...f5 impiden el
avance de las blancas y restringen la
movilidad de sus dos alfiles.
12.¤g3 ¥a6
13.£e2 £d7!
Buena jugada, amenazando ganar el peón de
c4 con £a4. Si las blancas contestan 14.a4
siguen perdiendo el peón después de 14...cxd4
15.cxd4 ¦c8. Por lo tanto, 14.e5! era esencial
para dar a las blancas recursos tácticos en el
flanco de rey.
14.f4? f5!
128
Ahora el ataque de las blancas ha quedado
paralizado, mientras, su desventaja posicional
ha aumentado debido a la inmovilidad del
alfil en e3. El mejor recurso para las blancas
ahora es obligar la apertura de una columna
mediante e5 o d5; pero por desdicha el
inmediato d5 es inútil, pues después de 15.d5
g6! 16.dxe6 £xe6 17.exf5 gxf5 las blancas
pierden su peón en c4 antes de que tengan
oportunidad de explotar la débil posición del
rey negro.
15.¦ae1
Era mejor 15.¦fe1 seguido de ¦ad1, después
de lo cual las negras deben vigilar los avances
d5 y e5.
15...g6
16.¦d1
Ahora el avance 16.d5 puede ser contestado
con 16...¤b7; de ahí que las blancas se
decidan a preparar la ruptura e5. Las negras
no pueden todavía trasladar la dama a a4,
pues darían ocasión a las blancas de
emprender un fuerte ataque: 16...£a4 17.d5
¥xc4 18.dxe6 ¥xe6 19.exf5. Sin embargo, las
negras no tienen necesidad de apurarse por
capturar el peón en c4.
16...£f7
17.e5 ¦c8
18.¦fe1
Después de 18.exd6 ¤xd6 las blancas no
pueden sostener más su peón en c4. La jugada
de la partida es una celada, pues si ahora
18...cxd4? 19.¥xd4! ¥xc4? sigue 20.exd6
¤xd6 21.£e5.
18...dxe5!
Como las blancas tienen que recapturar con su
peón d (19.fxe5? cxd4), las negras logran
bloquear el centro, liberando así sus piezas.
La partida ya está estratégicamente ganada
por ellas.
19.dxe5 ¤g7
20.¤f1 ¦fd8
21.¥f2 ¤h5
22.¥g3
Desagradable, pero necesaria jugada. No es pero su inmediato ataque en el flanco dama ha
posible ¥e3, pues la casilla e3 debe reservarse sido repelido.
libre, y 22.g3? conduce a una decisiva
debilitación de la diagonal h1-a8 después de 26...¢f7
22...¥b7! seguido de ¥a8 y £b7. 27.¢f2 £b3!
28.£xb3 ¤xb3
22...£e8 29.¥d3
23.¤e3 £a4
24.£a2 ¤xg3 De lo contrario las negras ganan con ...¤a5, y
después del cambio de torres con la ayuda de
Se ganaba más rápido con 24...g5, pero parece ¢e7, se dirigirán con su rey a ¢h6 para
que las negras temieron las consecuencias del apoyar el avance g5 y h4.
ataque blanco después de 25.fxg5 f4; sin
embargo, este ataque no habría podido 29...¢e7?
prosperar. 30.¢e2 ¤a5
31.¦d2 ¦c7?
25.hxg3
Un serio error después del cual las blancas
Diagrama 162 obtienen contrajuego. Lo correcto era
XABCDEFGHY 31...¢f7! lo que demuestra que la jugada
8-+rtr-+k+( veintinueve de las negras no fue buena. La
7zp-+-+-+p' última fase de la partida está colmada de
6lzp-+p+p+& errores por ambos jugadores como resultado
5sn-zp-zPp+-% de dificultades de tiempo.
4q+P+-zP-+$
3zP-zPLsN-zP-# 32.g4! ¦cd7
2Q+-+-+P+"
1+-+RtR-mK-! Después de 32...hxg4 33.¦h1! las blancas
tendrían buen contrajuego en la columna h.
xabcdefghy
33.gxf5 gxf5
Está claro que las negras han logrado una 34.¦ed1??
meta estratégica en su ataque a los peones
aislados. Ahora debieran buscar un cambio de Un grave error que deja a las blancas casi sin
damas con 25...£b3; por ejemplo: 26.£xb3 ninguna jugada razonable. Lo indicado era 34.
¤xb3 27.g4 fxg4 28.¤xg4 ¤a5 29.¤e3 ¢f7 ¦dd1! seguido de ¦h1, con lo que lograrían
seguido de ¦d7 y ¦cd8. algún contrajuego y privaría a su oponente de
una clara victoria.
25...h5?
34...h4!
En un empeño por hacer inaccesible a las 35.¢e1 ¤b3
blancas la casilla g4, las negras, ofrecen a su 36.¤d5+ exd5
oponente una interesante posibilidad táctica. 37.¥xf5 ¤xd2
38.¦xd2 dxc4
26.¥e2? 39.¥xd7 ¦xd7
40.¦f2 ¢e6
Las blancas pierden su oportunidad. Después 41.¦f3 ¦d3
de 26.¥c2!, las negras no pueden continuar 42.¢e2
cómodamente con 26...¥xc4 27.¥xa4 ¥xa2
28.¥d7 ¦b8 29.c4. Sin duda tienen mejor Y las blancas se rindieron.
continuación después de 26.¥c2! £c6 27.a4,

129
 EL CENTRO
Al decir centro del tablero queremos
significar las cuatro casillas d4, d5, e4 y e5
(ver Diagrama 163): algunas veces usamos
también el concepto centro mayor, que
incluye las casillas adyacentes; es el área que
encierra las líneas quebradas del Diagrama
163.
Diagrama 163
XABCDEFGHY
8-+-m+-+-+(
7+-+-+-+-'
6-+-+-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+-+-+$
3+-+-+-+-#
2-+-+-+-+"
1+-+-+-+-!
xabcdefghy
Bien podemos preguntar: ¿Por qué esta región
central es tan favorecida? ¿Por qué la lucha
por el centro es tan importante elemento en la
estrategia ajedrecística?
Ante todo, según observamos en capítulos
anteriores, el poder eficiente de una pieza está
influido en gran parte por el espacio que
domina, y una pieza en el centro controla
mayor espacio. En segundo término, el hecho
de tener peones inmóviles en el centro estorba
por lo general al adversario para mover
I. EL CENTRO CLÁSICO
(Peones en d4 y e4)
La mayor parte de las aperturas que se usaron
durante el período clásico estaban
encaminadas a situar peones en d4 y e4. Un
ejemplo de esto es el Giuoco Piano en el que
las blancas, después de 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6
3.¥c4 ¥c5 continúan con 4.c3 en un esfuerzo
por alcanzar la deseada formación central de
peones. Sin embargo, como la pérdida de
tiempo que ello implica facilita a las negras
emprender un contraataque que liquida el
centro (¤f6! 5.d4 exd4 6.cxd4 ¥b4+ 7.¥d2
¥xd2+ 8.¤bxd2 d5!), se buscó una mejora en
los planes de las blancas, y ello fue el
Gambito Evans (4.b4?! ¥xb4 5.c3), que dio a
las blancas, al precio de un peón, el tiempo
130
libremente sus piezas, las cuales no tienen
libre acceso a las casillas centrales; además,
los peones amenazan avanzar y desalojar las
piezas enemigas de 1as columnas contiguas;
por ejemplo: e5 efectuado por las blancas
puede hacer retroceder un caballo colocado en
f6 o un alfil en d6. Ese control del centro
proporciona una ventaja de espacio que nos
permite maniobrar con relativa facilidad
nuestras propias piezas y restringe el
funcionamiento de las del contrario.
El más conocido y más común tipo de control
central toma la forma de peones en el centro,
y efectivamente muchos jugadores entienden
por disputa por el centro solamente la
tentativa de situar un peón en el mismo.
Tarrasch, por ejemplo, presentó el problema
en tales términos. Sin embargo, Nimzowitsch,
a través de su disputa con Tarrasch demostró
que el centro puede ser controlado por otros
medios mediante la centralización de piezas o
por presión en el centro desde los flancos. Por
ejemplo: un caballo situado en f6 y un alfil en
b7 pueden controlar las casillas d5 y e4. Por
lo tanto el centro es un área o grupo de
casillas; no consiste en peones.
Generalmente el control del centro por peones
es más permanente que por piezas; por lo
tanto comenzaremos por examinar los
distintos tipos de “centro de peones”.
necesario para controlar el centro con peones
en d4 y e4.
Otra apertura de ese período, el Gambito de
Rey está basado en lo mismo; en éste las
blancas ofrecen un peón (1.e4 e5 2.f4 exf4)
para eliminar el obstáculo a d4, y además
adquieren la posibilidad de obtener alguna
ventaja con la columna f abierta.
La idea que domina en estas apertures se
aprecia aún más claramente en el incorrecto
Gambito Steinitz (1.e4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.f4
exf4 4.d4?!) ; aquí las blancas no sólo ofrecen
un peón sino que también arriesgan la segu
ridad de su rey en su disputa por alcanzar el
deseado centro de peones.
La posición de los peones en d4 y e4 se PACHMAN-VESELY
aviene mejor con el sistema conocido, como (Praga, 1953)
la Escuela Italiana, de utilizar el centro, o sea
el uso del poder dinámico de los peones 1.d4 d5
centrales y su avance para obligar a las piezas 2.c4 c6
enemigas a retirarse, resultando de ello la 3.¤c3 ¤f6
creación de posibilidades para un ataque con 4.e3 e6
piezas. Un ejemplo de tal uso de los peones 5.¤f3 ¤bd7
centrales lo proporciona la bien conocida 6.£c2 ¥d6
variante del Giuoco Piano, que seguidamente 7.b3 0−0
se expone: 8.¥e2 £e7?

1.e4 e5 Es mejor 8...dxc4 9.bxc4 e5 10.0−0 ¦e8

2.¤f3 ¤c6 11.¥b2 exd4 12.exd4 ¤f8. Después de la
3.¥c4 ¥c5 jugada del texto el cambio en d5 no es casi
4.c3 ¤f6 posible, pues la dama negra tendría que
5.d4 exd4 perder tiempo retirándose de la columna rey
6.cxd4 ¥b6? abierta.

Diagrama 164 9.0−0 dxc4

XABCDEFGHY 10.bxc4 e5
8r+lwqk+-tr( 11.¦e1!
7zppzpp+pzpp'
6-vln+-sn-+& Como las blancas, después del posible avance
5+-+-+-+-% negro a e4 intentarán abrir la columna f
4-+LzPP+-+$ mediante ¤d2 y f3, hubiera sido mejor
3+-+-+N+-# estratégicamente jugar la otra torre a e1
aunque esto, sin embargo, tiene sus
2PzP-+-zPPzP"
inconvenientes: v. g. 11.¥b2 ¦e8 12.¦ae1 e4
1tRNvLQmK-+R! 13.¤d2 ¤f8 14.f3 exf3 15.¥xf3 ¤g4! y las
xabcdefghy blancas están obligadas a jugar 16.¥xg4
dejando a las negras con la pareja de alfiles en
7.d5! ¤e7 compensación de su centro fuerte.
8.e5 ¤e4
11...¦e8
O 8...¤g4 9.d6 cxd6 10.exd6 ¤c6 11.0−0. 12.¥b2 e4
13.¤d2 ¤f8
9.d6 cxd6
10.exd6 ¤xf2 Diagrama 165
XABCDEFGHY
O 10...¤ec6 11.£d5. 8r+l+rsnk+(
7zpp+-wqpzpp'
11.£b3 ¤xh1 6-+pvl-sn-+&
12.¥xf7+ ¢f8 5+-+-+-+-%
13.¥g5
4-+PzPp+-+$
Y las blancas ganan. 3+-sN-zP-+-#
Una aplicación más compleja de un centro 2PvLQsNLzPPzP"
móvil de peones ocurre en la siguiente 1tR-+-tR-mK-!
partida. xabcdefghy

14.f3!

131
Una forma que ocurre con frecuencia de 19.e5 ¥f5
eliminar al peón central del contrario. De ese 20.£f2 ¥d3
modo las blancas logran superioridad de
peones en el centro. Sin embargo, tal Haciendo frente a la amenaza 21.g3 que
maniobra requiere cuidadosa consideración, puede ser contestada con 21...¥xf1 22.¢xf1
ya que puede conducir a una manifiesta ¥d2.
debilitación del peón e. Por ejemplo, en la
Defensa Francesa las negras se quedan a 21.¤e4 £h6
menudo con peones colgantes en e6 y d5 22.g3 ¥xf1
después del avance liberador ...f6, y esto con 23.¢xf1 £h3+
frecuencia resulta una seria debilidad si las 24.¢g1 ¥h6
blancas pueden lograr bloquear el peón negro 25.¤d6 ¦e7
en e6. En la presente posición las blancas 26.d5!
pueden fácilmente efectuar el avance e4 y
formar así un fuerte centro de peones. Las blancas ya alcanzaron su objetivo y con el
avance de los peones centrales restringirán
14...exf3 seriamente la posición enemiga. La jugada de
15.¥xf3 ¤g4 la partida es mucho mejor que 26.£f5 £xf5
16.¤f1 27.¤xf5 ¦d7.

Ahora el sentido de la jugada once de las 26...cxd5

blancas se ve claro. A las blancas no se les 27.cxd5 ¦c7
puede impedir avanzar e4 (16...f5? 17.e4 fxe4 28.¦ad1 ¥g5
18.¦xe4) y además por ahora pueden 29.¦e2 h5
conservar la pareja de alfiles. 30.¦f1

16...£g5 El ataque a la casilla f7 da resultados más

17.e4 rápidos que la preparación del avance de los
peones centrales.
Es importante observar que las negras no
pueden hacer 17...c5 con la intención de 30...£d7
inducir a su oponente a jugar d5 que daría a 31.h4 ¥h6
las negras la oportunidad de ocupar el punto 32.£f3 g6
e5, pues las blancas pueden replicar 18.e5 33.£b3!
¥b8 (18...cxd4? 19.¤e4 £xe5 20.¤xd6)
19.¤e4 £g6 20.h3 ¤h6 21.dxc5! ¥xe5 El peón en f7 no puede ser protegido por más
22.¥xe5 ¦xe5 23.£c3 f6 (23...¦e7? 24.¤f6+) tiempo. Si 33...£d8 las blancas ganan con
24.¤d6 con una posición ganadora. 34.¤xb7 o 34.¤xf7 ¦xf7 35.d6 £d7 36.¦ef2.

17...¥f4
18.¥xg4!
Oponiéndose a la amenaza 18...¤e3. Cambiar
su alfil en estas circunstancias es bueno para
las blancas, pues el alfil negro en f4 está en
una diagonal desfavorable.
18...¥xg4?
Capturar y desarrollar al mismo tiempo
parece una cosa natural; sin embargo en esta
ocasión es un error. Era necesario tomar con
la dama a fin de dejar libre la retirada a h6
para el alfil de f4.
132
33...¤h7
34.¤xf7 ¥g7
35.d6 Abandonan.
En esta partida las blancas se valieron de la
movilidad de sus peones centrales para lograr
una ruptura en el centro. No obstante, a veces
esto no resulta tan directo, y el centro
entonces se hace sentir indirectamente. En tal
caso las piezas enemigas están restringidas
debido a la necesidad de impedir la ruptura
que está siempre amenazando. Entonces el
bando que posee el centro de peones está
situado favorablemente para iniciar diversos
tipos de operaciones.
 KOTOV-ELISKASES Lo cierto es que las negras debieron ahora
(Interzonal 1952) cambiar ambas torres, aunque hubieran
dejado su caballo y rey mal situados y les
Diagrama 166 costase la pérdida de un peón, v.g., 24...¦a8?
XABCDEFGHY 25.¦xa8 ¦xa8 26.¦xa8 ¤xa8 27.¤g3
8r+l+k+-tr( (amenazando ¤h5) 27...g6 28.e5 ¢d7
7zpp+n+pzpp' 29.¤e4 ¢e7 30.¤f6, etc.
6-+p+-+-+&
5+-+-+-+-% 25.¦7a5 ¦hd8
4-+-zPP+-+$ 26.¦g5!
3+-+-+-+-#
Esta jugada, en conexión con la siguiente, es
2P+-mK-zPPzP"
una bonita maniobra. La intención es avanzar
1+R+-+LsNR! con los peones del flanco de rey y entonces
xabcdefghy romper el centro en un momento adecuado. El
inmediato avance de los peones del lado del
Sin damas es más difícil utilizar un centro de rey (v.g. 26.f5 seguido de g5) sería
peones como base para un ataque al flanco; inofensivo, ya que los peones negros todavía
no obstante, las blancas tienen todavía no están debilitados; por esta razón las
ventaja, porque pueden situar activamente su blancas obligan el avance de uno de los
rey detrás de los peones y después de una peones negros.
eventual ruptura penetrar rápidamente en la
posición enemiga. 26...f6

14...¤b6 Después de 26...g6 27.¦ga5 las blancas

15.¥d3 ¥e6 podrían continuar con 28.g5 reduciendo el
16.a4 0−0−0 flanco rey adversario y seguir después
17.¤e2 presionando con h4 y f5.

No 17.a5? ¤c4+ 18.¥xc4 ¦xd4+ 19.¥d3 ¥c4 27.¦ga5

20.¢c3 ¥xd3, etc.
Ahora amenazan 28.f5 seguido de ¢e3 y
17...¤xa4 ¤e2−f4−e6.
18.¦a1 ¤b2
19.¦xa7 ¢b8 27...¤c8!
20.¦ha1 ¥c4! 28.f5?

Un error estratégico habría sido 20...¤xd3,
pues el caballo blanco, que puede apoyar
eficazmente el avance de sus peones, sería
estratégicamente más fuerte que el alfil negro.
21.¥xc4 ¤xc4+
22.¢d3 ¤b6
23.g4!
De este modo las blancas paralizan el posible
avance f5 negro, y al mismo tiempo inician el
avance de sus peones del flanco de rey.
23...¢c7
24.f4 ¦d7
Más preciso era 28.h4! ¤d6 29.¤c3, después
de lo cual las blancas podían escoger f5, e5 o
g5 según las exigencias de la posición. La
jugada de la partida complica la situación
considerablemente.
28...g5!
29.h4 h6
30.hxg5 hxg5
31.¦h1
Ahora las blancas deben disponer sus piezas
en la forma más favorable posible y luego
preparar la ruptura e5, que es el único plan
ganador.

31...¤d6
133
 32.¦h6 ¦e7! Después de 42...¦e8+ 43.¢f5 ¦f4+ 44.¢xg5
33.¤c3 ¦de8! ¦ee4 45.¦f5 las blancas tienen posición
ganadora.
Diagrama 167
XABCDEFGHY 43.¦d8! ¦xd8
8-+-+r+-+( 44.¦xd8+ ¢c7
7+pmk-tr-+-' 45.¦g8 ¢d7
6-+psn-zp-tR& 46.¦g7+ ¢e8
5tR-+-+Pzp-%
4-+-zPP+P+$ También ganan las blancas después de
3+-sNK+-+-# 46...¢c6 47.¦xg5 ¦f1 48.¢e6 ¦e1+ 49.¢f7
b5 50.¢g7.
2-+-+-+-+"
1+-+-+-+-! 47.¦xb7!
xabcdefghy
Es interesante observar que las negras pierden
La defensa indirecta del peón permite a las solamente debido a la existencia de su peón g,
blancas la maniobra ganadora e5, a la que las que sirve de escudo al rey blanco contra jaque
negras hacen frente mediante un ataque al perpetuo.
peón e cuyo avance tiene la apariencia de
estar impedido. 47...¦f2
48.¢e6 ¦e2+
34.e5! fxe5 49.¢f5 g4
35.¤d5+! 50.¢g6 ¦f2
51.f7+ ¢f8
La ruptura se logra mediante una 52.¦b8+ ¢e7
combinación que deja a las blancas con mejor 53.¦e8+ Abandonan.
juego.
Nuestros ejemplos han mostrado casos en los
35...cxd5 que la posesión del centro clásico trajo
36.¦c5+ ¢b8 consigo una clara ventaja posicional. Esto
sucedió porque los peones centrales fueron
Es más débil 36...¢d7 37.¦xd5, etcétera. apoyados por piezas y, siendo móviles,
amenazaron constantemente varias
37.¦xd6 exd4 operaciones de ruptura. Debiera recordarse
que los peones de d4 y e4 se arriesgaron a
Mucho más fuerte es 37...e4+! 38.¢e3 ¦h8 moverse únicamente en el momento
39.¦cxd5 ¦h3+ 40.¢e2 ¦h2+ 41.¢f1 e3 favorable, cuando sus avances fueron
42.¦e6! ¦c7 43.¦c5 y aunque las blancas acompañados por fuertes amenazas tácticas;
tienen buenas perspectivas, es dudoso que lo cual es análogo al caso de los peones
puedan ganar contra la mejor defensa. pasados ligados.
Después de perder esta oportunidad, las El avance de estos peones centrales debe estar
negras ven cómo su oponente aprovecha su bien preparado, y para asegurarse de esto
peón pasado en f5 de la manera más debe tenerse sumo cuidado de que los peones
instructiva. vecinos no sean dejados atrás, en una posición
en la que puedan ser bloqueados. Los peones
38.¦cxd5! ¦e3+ centrales son más fuertes en d4 y e4; un
39.¢c4! ¦c8+ prematuro avance puede cambiar por
40.¢xd4 ¦g3 completo la situación y convertir ese centro
41.f6 ¦xg4+ en una seria debilidad.
42.¢e5 ¦f4 En nuestro próximo ejemplo mostramos un
ataque triunfante contra el centro clásico.

134
 SLIVA-PACHMAN Diagrama 168
(Moscú, 1956) XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+(
1.d4 ¤f6 7zplzp-zppvlp'
2.c4 g6 6-zpn+-+p+&
3.¤c3 d5 5+-+-+-+-%
4.cxd5 ¤xd5 4-+LzPP+-+$
5.e4 ¤xc3 3+-zP-+-+-#
6.bxc3 ¥g7
2P+-+NzPPzP"
7.¥c4 0−0
8.¤e2 ¤c6!?
1+RvLQ+RmK-!
xabcdefghy
La Defensa Grünfeld es una apertura con la
que se presiona el centro de las blancas desde 11.¥a3?
los flancos. Esto requiere el avance c5 por las
negras; en consecuencia, la jugada de la Con esto confían las blancas dificultar el
partida parece ilógica; sin embargo, contiene ataque a su centro; pero lo que hacen es
una profunda idea desarrollada por el maestro facilitar los planes del adversario. Lo correcto
soviético Simagin: Las negras no desarrollan era 11.¥e3 £d7 12.£d2 ¦fd8 con
en seguida el movimiento c5, sino meramente aproximada igualdad.
lo posponen al desarrollo de sus piezas (v.g.,
b6, ¥b7, £d7, ¦fe8, ¤a5) para cuando 11...¤a5
consideren que su ejecución tendrá mayor 12.¥d3 £d7
fuerza. 13.f4?

9.0-0? Tal procedimiento agresivo es efectivo

Las blancas debieran contrarrestar el plan de
las negras de atacar el centro preparando una
acción en el flanco del rey: Para esto estaría
muy bien 9.¥g5!; y si entonces las negras
replican 9...h6, las blancas ganan un
importante tiempo con 10. ¥e3 seguido de
£d2. La mejor contestación de las negras es
9...£d7! 10.£d2 ¦d8 11.¥h6 con una
posición muy complicada en la que las
blancas tienen las mejores perspectivas.
9...b6
10.¦b1
Con esta jugada las blancas se previenen
contra el avance c5 de las negras. Después de
10...¤a5 11.¥d3, la jugada 11...c5 es
contestada con 12.d5 e6 13.c4, jugada esta
última que sería posible efectuarla gracias al
traslado de la torre a b1.
10...¥b7
solamente cuando la formación central está
suficientemente firme. En las presentes
circunstancias es un error estratégico después
de lo cual, a pesar de la aparente firmeza de
los peones en d4, e4 y f4, pronto serán
aniquilados. No obstante, la jugada ...c5 de las
negras no podía impedirse ni aun intentando
una repetición de jugadas, v. g., 13.¥b4 ¤c6
14.¥a3 ¦fd8! 15.f4 e6! 16.f5 exf5 17.exf5
¤a5! 18.¥b4 c5! 19.¥xa5 bxa5 20.fxg6 hxg6
21.¥c4 ¥d5 22.¥xd5 £xd5 y las negras, en
vista de su presión contra el resto del centro
blanco, tienen la ventaja.
13...c5!
14.dxc5
Si 14.d5, las negras contraatacan desde la otra
ala (14...f5) para liquidar el centro.
14...¦fd8
15.¥c2 £c7
16.£e1

Después de 16.£c1 ¤c4, las negras tienen

también una decisiva ventaja posicional.

16...¤c4
135
 17.cxb6 axb6 En esta partida las negras rompieron el centro
18.¥c1 ¤a3! de su adversario mediante el avance de un
peón de alfil. Otro medio de luchar contra un
El peón en a2 no puede escapar; por lo tanto centro fuerte consiste en presionar con las
las negras tienen tiempo de asegurar la piezas en d4 y e4; de este modo es posible a
ventaja duradera de los dos alfiles. menudo obligar a los peones a un prematuro
avance y ser entonces liquidados mediante
19.¥xa3 ¦xa3 cambios con los nuestros. Un sencillo ejemplo
20.e5 es la Defensa Alekhine: 1.e4 ¤f6 2.e5 ¤d5
3.c4 ¤b6 4.d4: si el peón e blanco estuviese
La tentativa de proteger el peón de a2 con todavía en e4 las blancas tendrían una
¦b2 fracasa por razones tácticas: 20.¦b2 decidida ventaja; pero como está ahora, las
¦xc3! 21.¤xc3 ¥xc3 22.£c1 ¥xb2 23.£xb2 negras pueden proceder satisfactoriamente
¦d2 24.¦c1 £c4 seguido de ¥xe4, y las contra el centro, mediante 4...d6 5.f4 dxe5
negras tienen un juego ganador. Por tanto las 6.fxe5 ¤c6 7.¥e3 ¥f5 8.¤f3 e6 9.¥e2, y
blancas deciden devolver el peón y cerrar la ahora pueden obligar el cambio del peón d
diagonal al alfil negro de g7. blanco con 9...¤b4 seguido de ...c5; o de su
peón e mediante 9...¥e7 seguido de ...f6.
20...¦xa2 Estamos ahora en condiciones de resumir los
21.¥b3 ¦ad2 objetivos y principios que debieran tenerse
22.¦f2 e6 presentes cuando el centro clásico hace su
23.¦d1 ¦xd1 aparición.
24.¥xd1
Para el jugador que posee el centro de
De la formación central sólo queda una peones
sombra. Queda aún el peón en e5 bloqueando
el alfil negro, pero bien pronto dicho peón 1. Las piezas debieran situarse de tal modo
será minado. que protejan los peones centrales y al mismo
tiempo estén dispuestas para apoyar un
Diagrama 169 posible avance.
XABCDEFGHY 2. Debiera maniobrar de tal modo que las
8-+-tr-+k+( piezas contrarias se vean obligadas a adoptar
7+lwq-+pvlp' una posición poco favorable.
6-zp-+p+p+& 3. Debiera avanzar los peones centrales en el
5+-+-zP-+-% momento adecuado y, mediante una ruptura
4-+-+-zP-+$ en el centro, crear amenazas tácticas en uno o
3+-zP-+-+-# en ambos flancos.
2-+-+NtRPzP"
Para el jugador que lucha contra el centro de
1+-+LwQ-mK-! peones
xabcdefghy
1. Procurará una ventajosa situación de piezas
24...g5! para inmovilizar los peones centrales
25.fxg5 enemigos.
2. Presionar el centro con piezas para obligar
Si 25.g3 £c6 26.¢f1 £h1+ 27.¤g1 ¥f8 a las del contrario a adoptar una posición
28.¦d2 ¥c5 y ganan las negras. pasiva.
3. Procurar debilitar el centro enemigo de
25...£xe5 modo que uno de los peones esté obligado a
26.h4 £e3 avanzar dando ocasión a que el otro sea
27.£f1 ¦d2 bloqueado.
28.¢h1 ¦xd1 4. Procurar la liquidación de uno o los dos
29.Abandonan. peones centrales mediante un ataque con los
peones laterales f o c.
136
Básicamente el centro clásico es fuerte Cuando los peones están inmovilizados o
solamente cuando está suficientemente bloqueados resultan una debilidad.
protegido por piezas y posee movilidad.

II. EL PEQUEÑO CENTRO

Con este concepto queremos significar la 10.£xd4 0−0
posesión por un bando de un peón en e4 o d4
mientras el oponente lo tiene en la tercera fila Diagrama 171
y en una columna central adyacente. XABCDEFGHY
8r+-+-trk+(
Diagrama 170 7zppzpqvlpzpp'
XABCDEFGHY 6-+-zp-sn-+&
8-+-+-+-+( 5+-+-+-+-%
7zppzp-+pzpp' 4-+-wQP+-+$
6-+-zp-+-+& 3+-sN-+-+-#
5+-+-+-+-% 2PzPP+-zPPzP"
4-+-+P+-+$ 1tR-vL-tR-mK-!
3+-+-+-+-# xabcdefghy
2PzPP+-zPPzP"
1+-+-m+-+-! 11.b3!
xabcdefghy
El alfil actuará con más eficacia en la
El Diagrama 170 muestra una posición en que diagonal a1-h8. Además, las blancas impiden
las blancas tienen el pequeño centro. En esta la posible maniobra de las negras, ¦fe8, ¥f8,
posición las blancas deben procurar el ¦e6, g6 y ¥g7 que mejoraría la coordinación
aprovechamiento de la columna d abierta para de sus piezas y convertiría su alfil malo de e7
ocupar la casilla d5, mientras las negras en una pieza activa.
procederán de forma análoga en la columna e
para ocupar su casilla e5. Pero como una 11...¦fe8
pieza blanca situada en d5 se halla en el seno 12.¥b2 ¥f8
del campo adversario, ejercerá una presión 13.¦ad1
mayor en la posición enemiga que una pieza
negra en e4; de ahí que la posesión del Ahora las blancas amenazan e5. Así el
pequeño centro proporciona cierta ventaja de pequeño centro, aunque tiene menos
espacio permitiendo así mayor libertad en el movilidad que el centro clásico, puede no
movimiento de nuestras piezas. La siguiente obstante, originar cierta fuerza dinámica.
partida muestra cómo esta ventaja de espacio
puede utilizarse para emprender un ataque 13...£c6
contra la posición enemiga. 14.¦d3 ¦e6
15.¦de3 ¦ae8
TARRASCH-SCHLECHTER 16.h3 £b6
(Leipzig, 1894)
Es dudoso que las negras pudieron mejorar la
1.e4 e5 coordinación de sus piezas con g6, pues las
2.¤f3 ¤c6 blancas habrían podido ocupar el punto
3.¥b5 d6 avanzado d5 con gran eficacia: v. g., 16...g6
4.d4 ¥d7 17.¤d5! ¥g7 18.c4 ¤h5 19.£d2 y las
5.¤c3 ¤f6 blancas, debido a la debilidad de f6, tienen
6.0−0 ¥e7 clara ventaja.
7.¦e1 ¤xd4
8.¤xd4 exd4 17.£d3 c6
9.¥xd7+ £xd7
137
Impidiendo a1 caballo blanco el salto a d5. 26.¦g3 ¤f7
Este avance es un triunfo estratégico para las 27.f3 ¤h8
blancas.
Ya las negras no tienen ningún contrajuego y
18.¤a4! £c7 sólo les queda aguardar el ataque enemigo.
19.c4
Diagrama 172
Una importante maniobra que impide d5 por XABCDEFGHY
las negras y permite al caballo blanco 8-+-+rvlksn(
trasladarse al flanco de rey. Aunque pueda 7zpp+-+-zpp'
sorprender, fue la jugada ¤a4 la que sentó la 6-wqpzprzp-+&
base para la amenazadora evolución del 5+-+-+-+-%
caballo hacia el flanco del rey. 4-+P+P+PzP$
3+PsN-+PtR-#
19...¤d7?
2PvLQ+-+-+"
Aquí las negras tuvieron su primera y única
1+-+R+-+K!
oportunidad de jugar ...g6. Es cierto que xabcdefghy
entonces la posición del alfil en g7 dejaba
débil el peón de d6; pero esta debilidad estaría 28.¤e2 £c7
compensada por la actividad del alfil. En vez 29.¦dg1!
de ello las negras optan por una defensa
pasiva, permitiendo a su oponente aprovechar Nubes tormentosas se ciernen sobre la casilla
su ventaja de espacio para desarrollar un g7. El plan de las blancas es sencillo: Abrirán
fuerte ataque contra el flanco de rey. la columna g con g5 y entonces trasladarán su
caballo a f5 después de lo cual la casilla g7
20.¢h1 estará atacada cuatro veces. Las negras están
imposibilitadas de impedir esta maniobra.
Preparando un ataque en la columna g. La
casilla g1 queda libre para la torre que entrará 29...£f7
en acción nueve jugadas después. 30.¤d4 ¦6e7
31.g5 fxg5
20...f6 32.¦xg5 g6
21.£c2 ¤e5 33.¤f5 ¦e5
22.¤c3
Si 33...¦d7 34.£c3, etc.
Amenazando 23.¤e2 seguido de ¤g3.
34.f4! ¦xf5
22...¤f7 35.exf5 ¥g7
23.g4! 36.fxg6 Abandonan.

No 23.¤e2? f5! después de lo cual el pequeño En esta partida la ventaja de espacio de las
centro quedaría eliminado y la ventaja blanca blancas les permitió emprender un ataque
desaparecería. contra el rey enemigo. Conviene advertir que
el peón central significó un importante punto
23...£a5 de apoyo para el caballo en f5.
24.¦d1 £b6 En posiciones en que el peón en la cuarta fila
25.h4! está apoyado por otro peón (v. g., peones en
d4 y c3, o e4 y f3), el centro no es muy móvil;
Otra vez es prematuro ¤e2, pues las negras pero por otra parte, no comprometen piezas
replicando ¤g5 obligarían el retroceso del para su defensa. Si el peón protegido llegase a
caballo blanco a c3. avanzar, el centro gana en movilidad, pero
con pérdida de protección cuyo resultado es
25...¤e5
138
que a menudo se convierte en objeto de
ataque.
Existen dos principios que hay que considerar
cuando se juega contra el pequeño centro. El
primero, que es el que generalmente ocurre
cuando el peón contiguo ha avanzado dejando
el peón central sin su natural protección, es
someter a presión este peón central. El
segundo, y más frecuente, es eliminar el peón
central mediante el avance de un peón de la
columna adyacente. Encontramos numerosos
ejemplos de esto en la teoría de las aperturas.
Por ejemplo, en la variante Rubinstein de la
Defensa Francesa (1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3
III. OTROS TIPOS DE CENTRO DE PEONES
Por supuesto, el centro de peones puede ser de
diferentes tipos. Una posibilidad es la
formación simétrica de peones, que, desde el
punto de vista estratégico, no requiere un
detallado examen. Un ejemplo es la
formación que se produce después de 1.e4 e6
2.d4 d5 3.exd5 exd5. En tales posiciones la
lucha por el centro es meramente una cuestión
de activo desarrollo de
piezas, lo cual hace posible el control de las
casillas centrales.
Un tipo común de formación de peones es la
que esquemáticamente muestra el Diagrama
173.
Diagrama 173
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zpp+-zpp+p'
6-+-zp-+p+&
5+-+-+-+-%
4-+P+P+-+$
3+-+-+-+-#
2PzP-+-zPPzP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Aquí las negras poseeen todavía ambos
peones centrales, mientras que las blancas ya
cambiaron su peón dama por un peón de alfil
adversario y sin embargo son las blancas las
que tienen superioridad en el centro. La razón
de todo ello es la falta de movilidad del centro
negro: el peón de dama está completamente
inmovilizado por el peón blanco de c4, y un
139
dxe4 4.¤xe4) un eventual avance c5 es la
piedra de toque de la estructura negra.
También, en algunas variantes encontramos el
avance de un peón central: v. gr. (1.e4 e5 2.d4
exd4 3.£xd4 ¤c6 4.£e3 ¤f6 5.¤c3 ¥e7!
6.¥d2 d5!).
Por lo tanto téngase presente que el pequeño
centro no es permanente, y sólo puede ser
mantenido por un corto tiempo. Con su
liquidación, la resultante apertura de las
columnas centrales, algunas veces
proporciona ventaja al oponente, si éste puede
ingeniarse para ocuparlas.
avance del peón e debilitaría
considerablemente al peón d. Tal centro de
peones da por lo general a las blancas mayor
ventaja de espacio que el pequeño centro, y es
una necesidad estratégica para las negras
eliminar, por lo menos, uno de los peones
blancos de la cuarta fila. De modo que, por
ejemplo, después de las jugadas de apertura
1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.d4 cxd4 4.¤xd4 g6 5.c4
¥g7 6.¤c2 d6 7.¥e2 , las negras
generalmente continúan 7...¤h6! 8.0−0 f5! y
obtienen un juego satisfactorio.
Diagrama 174
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zppzp-+pzpp'
6-+-zp-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+PzP-+-+$
3+-+-+-+-#
2PzP-+-zPPzP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
En el Diagrama 174 tenemos otra formación
que da superioridad a las blancas en el centro,
pues su peón d es móvil mientras que el de las
negras de momento está impedido de avanzar
por el peón blanco de c4. Generalmente un
centro de peones de este tipo tiene duración
temporal: o bien las blancas pronto avanzan a
d5 con lo que adquieren cierta ventaja de
espacio dejando la casilla d4 libre para una
pieza menor, o bien las negras logran efectuar
el avance d5; en este último caso la posición
central de peones se vuelve simétrica y las Diagrama 175
blancas, si quieren conservar su ventaja, XABCDEFGHY
deben procurar obtener mayor espacio en el 8r+-+-trk+(
flanco dama con el avance c5. Si, no obstante, 7zp-+qvl-zpp'
las negras no consiguen jugar d5, permitirán a 6-zpn+lzp-+&
las blancas mantener su superioridad en el 5+-zpnzp-+-%
centro y por lo tanto facilitarán el desarrollo 4P+N+-+-+$
de sus piezas. 3+-+PvLNzP-#
En las dos siguientes partidas pueden 2-zP-wQPzPLzP"
observarse las formaciones esquemáticas de 1tR-+-+RmK-!
peones de los Diagramas 173 y 174.
xabcdefghy
LISSIZYN-BOTVINNIK
(Leningrado, 1932) Los peones de c5 y e5 se han convertido en
puntos muy fuertes para las negras, cuya
1.¤f3 c5 ventaja de espacio es ahora tan grande que
2.c4 ¤f6 pueden tranquilamente preparar su ataque
3.g3 d5 contra la posición enemiga.
4.cxd5 ¤xd5
5.¥g2 ¤c6 13.¦fc1 ¦ac8
6.0−0? 14.£d1 ¢h8
15.¥d2 ¦fd8
Mejor es 6.d4. 6...e5 7.d3 Después de su error 16.£b3 ¤c7
en la sexta jugada, las blancas no tienen 17.¥c3 ¦b8
medios efectivos para luchar contra el centro 18.£c2 ¤d5
de su oponente. 19.¤fd2 ¦bc8
20.¤f1 ¤d4!
7...¥e7
8.¤bd2 Jugada característica en tales posiciones; sin
embargo, debe hacerse solamente en el
Más activo es 8.¤c3 seguido de ¥d2, ¤e1 y momento en que al cambiarse las piezas la
f4; pero aún así, debido a la defectuosa captura con uno de los peones sea favorable.
colocación de las piezas blancas, para apoyar En esta posición, las negras abrirán la
este avance, no podrían alcanzar una completa columna e para presionar el peón e2 blanco.
igualdad.
21.£d1 ¥g4!
8...0−0
9.¤c4 f6 Esto obliga a las blancas a efectuar un cambio
10.¥e3 ¥e6 que hubieran deseado no hacer tan pronto.
11.a4
22.¥xd4 exd4
La conducción estratégica de la partida es 23.£d2 ¥f8
defectuosa por parte de las blancas. La jugada 24.¦e1 ¦e8
de la partida, es cierto que asegura la casilla 25.h4
b5 para el caballo, pero simultáneamente
debilita el flanco dama; además, lleva Con la intención de desarrollar el caballo vía
implícita la renuncia del avance b4 y por lo h2. Desastroso seria 25.e4 dxe3 26.fxe3 ¤b4,
tanto de la lucha por eliminar el peón negro etc.
de c5.
25...¥h3
11...£d7
12.£d2 b6! Parte del plan de las negras es un ataque
contra el flanco de rey, que está ahora
140
reducido por el peón de d4; pero primero 42...£xf4
procuran privar a las blancas de su pieza más 43.gxf4 ¤xf2+
importante, el alfil en g2. 44.¢g2 ¤xd3
45.Abandonan.
26.¥f3 ¦e7
27.¤h2 ¦ce8 BOLESLAVSKY-BONDAREWSKY
28.¢h1 ¥e6 (Leningrado, 1948)
29.b3 ¤b4!
1.e4 ¤f6
Las negras intentan ahora cambiar el 2.e5 ¤d5
importante alfil de las blancas mediante ¥d5. 3.d4 d6
Un error habría sido 29...¤c3 a causa de la 4.c4 ¤b6
fuerte réplica 30.e4. 5.exd6 exd6
6.¥d3 g6
30.¥g2 ¥d5
31.¤f3 ¦f7 Esta jugada, en vez de la usual 6...¥e7 es
recomendada por Mikenas. La intención es
A fin de poner en juego el alfil de f8. desarrollar el alfil por g7 y así debilitan algún
posible avance d5 del blanco, pues en tal
32.¢h2 ¥d6 eventualidad el alfil tendría buenas
33.¥h3 £d8 perspectivas en la gran diagonal. Si las
34.¦ab1 ¦fe7 blancas no hacen dicho avance, el alfil
35.¤g1 ¥c7 ejercerá presión en el peón dama que puede
36.¤a3 ¥b7! ser inmovilizado por parte de las negras con
d5.
Ahora las negras inducen a efectuar el cambio
del alfil blanco: la amenaza es 37...£d5. 7.¤e2 ¥g7
8.0−0 0−0
37.¥g2 ¥xg2 9.¤bc3 ¤c6
38.¢xg2 ¤d5 10.¥e3
39.¤c2 £d6
Diagrama 177
Diagrama 176 XABCDEFGHY
XABCDEFGHY 8r+lwq-trk+(
8-+-+r+-mk( 7zppzp-+pvlp'
7zp-vl-tr-zpp' 6-snnzp-+p+&
6-zp-wq-zp-+& 5+-+-+-+-%
5+-zpn+-+-% 4-+PzP-+-+$
4P+-zp-+-zP$ 3+-sNLvL-+-#
3+P+P+-zP-# 2PzP-+NzPPzP"
2-+NwQPzPK+" 1tR-+Q+RmK-!
1+R+-tR-sN-! xabcdefghy
xabcdefghy
10...¤b4
Todo está dispuesto para el acto final; no hay
defensa contra la amenaza ...¤e3+. Las negras conceden un valor más alto a los
dos alfiles que al superior centro que regalan
40.¤a3 ¤e3+! a las blancas. Lo correcto era 10...d5! 11.c5
41.¢h1 ¤g4 ¤d7!, y las negras pueden igualar con ¤f6
42.£f4 seguido de ¤e7 y ¥f5.

No es mejor 42.¢g2 ¤xf2 43.¢xf2 £xg3+

44.¢f1 ¦e3 45.¤f3 £h3+ 46.¢g1 ¥h2+. 11.b3 ¤xd3
141
Ya d5 ha perdido alguna fuerza, pues después Diagrama 178
de 11...d5 12.c5 ¤d7 13.¥b1 seguido de XABCDEFGHY
14.a3 y 15.b4 las blancas inician su acción en 8r+l+-vlk+(
el flanco dama con un tiempo ganado. 7zpp+n+p+p'
6-+pzp-+p+&
12.£xd3 ¦e8 5wq-+-+-+-%
4-+PzP-vL-+$
En esta situación d5 es pobre, pues la posición 3+PsN-+-sN-#
de las negras en el flanco de rey queda
2P+-wQ-zPPzP"
debilitada después de 12...d5 13.c5 ¤d7
14.¤xd5 c6 15.¤df4 g5 (el único modo de
1+-+-tR-mK-!
recuperar el peón) 16.¤h5 ¤xc5 17.£c2. xabcdefghy

13.¦ad1 ¤d7 18...b5

14.£d2 c6
Las negras no pueden atreverse a jugar
14...¤f8 15.¥g5, pues entonces tendrían que
escoger entre dos posibilidades nada
atrayentes: restricción de la movilidad del
alfil después de 15...f6, o permitir su cambio
después de 15...¥f6. No obstante, ambas
continuaciones les hubieran ofrecido mejores
perspectivas que la jugada de la partida que es
cierto que abre una línea para la dama en su
propio flanco, pero tiene la desventaja de
debilitar seriamente la casilla d6.
15.¦fe1 £a5
A fin de contestar 19.¦e8 con ¥b7.
19.¤ge4 bxc4
Tan desesperado como 19...b4 20.¤b1 d5
21.¤d6 ¥a6 22.c5, con decisiva ventaja
posicional para las blancas.
20.¥xd6 ¥a6
O bien, 20...cxb3 21.¥xf8 ¤xf8 22.¤f6+
¢h8 (22...¢g7 23.¤e8+ y 24.£h6) 23.¦e8
¢g7 24.¦e5! seguido de 25.¤e8+ y ganan las
blancas.

Todavía era preferible 15...¤f8.La alternativa 21.b4 £f5

15...¤f6 es contestada con 16.¥g5 £c7 22.¥xf8 ¦xf8
17.¤g3 ¥d7 18.¤ce4. 23.d5! ¤e5

16.¥f4 ¥f8 Si 23...cxd5 sigue 24.¤xd5 ¢g7 25.¤e7 £e6

17.¤g3 ¦xe1+ 26.¤c5 y ganan las blancas.
18.¦xe1
24.dxc6 f6
Ahora las blancas están amenazando 19.¦e8
que no puede ser contrarrestado ni con Después de 24...¤xc6 25.b5 ¥xb5 26.¤d6 las
18...¤f6? 19.¤d5! £d8 20.¤xf6+ £xf6 negras pierden una pieza.
21.¥g5 £g7 22.¦e8, etc. ni con 18...£d8
19.¤ge4 ¤b6 20.¥g5 ¥e7 21.¥xe7 £xe7 25.b5 ¥c8
22.£f4. 26.£d4 a6
27.¤d5 ¢g7
28.¤exf6 Abandonan.

142
 IV. TENSIÓN EN EL CENTRO
Las formaciones centrales de peones que desarrollado. Otro hecho interesante es que a
hemos estudiado en las tres primeras menudo es preferible obligar al oponente a
secciones de este capítulo surgieron todas liquidar el centro que hacerlo uno mismo.
después de un cambio de peones; ahora
examinaremos las posiciones que ocurren
antes de tales cambios. Diagrama 179
Miremos primero la Defensa Francesa XABCDEFGHY
después de 1.e4 e5 2.d4 d5. El centro tiene 8r+lwqkvlntr(
cierta tensión, derivada de la posición del 7zppzp-+pzpp'
peón e blanco en relación con el peón d 6-+n+-+-+&
negro; pero sólo será una tensión transitoria, 5+-+pzp-+-%
pues tarde o temprano alguna alteración debe 4-+-zPP+-+$
ocurrir. Esta alteración se puede producir ya 3+-+-+N+-#
en el movimiento siguiente: Las blancas
2PzPPsN-zPPzP"
pueden continuar con 3.exd5 exd5
produciéndose un centro simétrico en el que
1tR-vLQmKL+R!
la tensión ha desaparecido; o pueden jugar xabcdefghy
3.e5 y construir una cadena de peones
bloqueados que tampoco tienen tensión. En el Diagrama 179, por ejemplo, la mejor
Las blancas, sin embargo, pueden mantener la jugada de las blancas es 1.¥b5 que obliga a
tensión central mediante la protección del las negras a abrir el juego; entonces si
peón e con un caballo (v. g., 3.¤c3), y en este 1...exd4, las blancas responden 2.0-0, y
caso la decisión queda de parte de las negras, después de 2...¥d7 3.exd5 ¤b4 4.£e2+ ¥e7
que pueden continuar la tensión con 3...¥b4 o 5.d6 cxd6 6.¤xd4, las negras tienen un juego
3...¤f6; o bien 3...dxe4. Si las negras optan difícil.
por hacer el cambio inmediato, eliminarían su La valoración de las ventajas y desventajas de
único peón situado en el centro. Tarrasch un cambio en el centro depende siempre del
llamaba a este cambio “abandono del centro” carácter total de la posición. La tensión
y lo consideraba desventajoso en todos los presenta complicados problemas tácticos y
casos; Nimzowitsch, por su parte, afirmaba estratégicos, y las posibilidades que puedan
que el cambio no significa necesariamente la surgir al producirse alguna alteración de la
total pérdida del centro, ya que la lucha por el estructura de peones requieren un juicio muy
mismo podría continuar, ejerciendo presión cuidadoso.
en las casillas e4 y d4. En nuestro próximo ejemplo las negras se
(Ya hemos visto que el pequeño centro puede esfuerzan por mantener su formación central
a menudo combatirse mediante presión de de peones, aunque a costa de restringir la
piezas y por el avance del peón c y f.) En sus movilidad de sus piezas. El resultado es que
conceptos del centro, Tarrasch y Nimzowitsch las Blancas logran un fuerte ataque abriendo
derivaron por caminos opuestos: Tarrasch el juego en el momento oportuno.
concedía excesiva importancia a la ocupación
central, mientras Nimzowitsch no concedía al SMYSLOV-LUBLINSKY
pequeño centro su verdadero valor. Hoy día (17.º Campeonato de la URSS)
sabemos que el cambio 3...dxe4 da a las
blancas una decidida ventaja de espacio, y por 1.e4 e5
esta razón queda desechado. 2.¤f3 ¤c6
Una formación central que ocurre algunas 3.¥b5 a6
veces es la del Diagrama 179 en cuyo caso la 4.¥a4 d6
tensión es usualmente de corta duración. 5.c3 ¥d7
Debiera tenerse en cuenta que la apertura de 6.d4 ¤f6
una posición favorece al bando mejor 7.¤bd2 ¥e7
8.0−0 0−0
9.¦e1
143
En esta posición es costumbre continuar 16.¤g5 h6
9...exd4 10.cxd4 ¤b4 11.¥xd7 £xd7 12.¤f1 17.¤xf6+ ¥xf6
c5! y entablar la lucha contra el centro clásico 18.£h5! ¤h8
de las blancas.

Diagrama 180 Diagrama 181

XABCDEFGHY XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+( 8r+-wqltrksn(
7+pzplvlpzpp' 7+pzp-+pzp-'
6p+nzp-sn-+& 6p+-zp-vl-zp&
5+-+-zp-+-% 5+-+-zp-sNQ%
4L+-zPP+-+$ 4-+-zPP+-zP$
3+-zP-+N+-# 3+LzP-+-zP-#
2PzP-sN-zPPzP" 2PzP-+-zP-+"
1tR-vLQtR-mK-! 1tR-vL-tR-mK-!
xabcdefghy xabcdefghy

9...¥e8 19.dxe5!

Las negras intentan mantener su centro de Abriendo el juego en el momento oportuno.

peones mediante ...¤d7 y ...f6.
10.¥b3
Este movimiento tiene un doble propósito:
por una parte impide la maniobra en el centro
que pudiera surgir después de un inmediato
¤f1 (v. g., 10.¤f1 exd4 11.cxd4 d5 12.e5
¤e4); y por la otra dificulta cualquier intento
de fortalecer la casilla e5 mediante ...f6 (v. g.,
10.h3 ¤d7 11.¤f1 f6).
Las negras difícilmente podrían evitar la
completa apertura de la columna de dama,
pues después de 19...¥xe5 20.f4 ¥f6 21.¤f3,
los peones centrales y del flanco del rey de las
blancas son sumamente móviles; y
enfrentadas entonces con amenazas como g3-
g4-g5 o e5, las negras estarían en una
posición muy incómoda.
19...dxe5
20.¥e3! £e7

10...¤d7 No es bueno aceptar la oferta del caballo,

11.¤f1 ¥f6?
Más de acuerdo con las necesidades del juego
negro es 11...¢h8 seguido de ...f6 y entonces
por lo menos tienen un centro firme en
compensación a su posición pasiva.
pues el ataque de las blancas en la columna h
sería decisivo: 20...hxg5 21.hxg5 g6 22.£h4
¥g7 23.¢g2 ¥c6 24.¦h1 ¦e8 25.£h7+ ¢f8
26.¥c5+ ¦e7 27.£xh8+! y ganan las blancas.
21.¥d5! c6

12.¤e3 ¤e7 Parece que 21...¥c6 22.¥xc6 bxc6 hubiera

sido menos perjudicial, aunque entonces las
Hacen bien en evitar 12...g6 13.¤d5 ¥g7 negras tienen peones débiles y un alfil malo.
14.¥g5. Después de la jugada del texto las negras
sucumben ante la embestida de las piezas
13.¤g4 ¤g6 blancas.
14.g3 ¥e7
15.h4! 22.¥b3 ¥d7

El preludio de un ataque en el ala del rey. Las Con su maniobra en la jugada anterior las
blancas crean una base en g5 para su caballo. blancas evitaron la activa colocación del alfil
negro en c6. Ahora tienen tiempo para
15...¤f6 preparar las operaciones en la columna dama.
144
 23.¦ad1 ¦ad8 5.d4 £e7
24.¦d2 ¥c8 6.0−0 ¤f6
25.¦ed1 ¦xd2 7.¦e1 d6
26.¦xd2 £c7 8.a4 a6
9.h3
El caballo aún no se puede tomar pues si
26...hxg5 27.hxg5 g6 28.gxf6 £xf6 29.£h6 Hay dificultades, relativas al mantenimiento
£g7 30.£h4 con clara ventaja para las del centro; las blancas deben prevenir ...¥g4 a
blancas. Con la jugada de la partida las negras fin de conservar suficiente control sobre d4.
esperan obligar al desagradable caballo a una 9...0-0 10.¥g5 Más fuerte es 10.b4 con objeto
decisión, pero en vez de esto dan ocasión para de desarrollar el alfil a a3, o bien 10.¤a3,
una bonita combinación. seguido de ¤c2 consolidando la posición
central.
27.¥c5! ¦d8
10...h6
Inútil es 27...hxg5 28.¥xf8, y la alternativa 11.¥e3
27...¥e7 28.¥xe7 £xe7 29.¤f3 ¦e8
30.£xe5! £xe5 31.¤xe5 ¦xe5 32.¦d8+ da Diagrama 182
un peón a las blancas. XABCDEFGHY
8r+l+-trk+(
28.¦xd8+ ¥xd8 7+pzp-wqpzp-'
29.¤xf7! ¤xf7 6pvlnzp-sn-zp&
30.¥b6! £d7 5+-+-zp-+-%
4P+LzPP+-+$
Después de 30...£xb6 31.£xf7+ ¢h7 32.h5 3+-zP-vLN+P#
el mate en g8 no puede evitarse.
2-zP-+-zPP+"
31.¥xd8 ¢h7
1tRN+QtR-mK-!
32.¥xf7 £xd8 xabcdefghy
33.¥g6+ Abandonan.
Después de 11.¥h4, el avance directo 11...g5?
En esta partida, la activa posición central de da a las blancas un decisivo ataque con
las blancas les proporcionó apreciable ventaja 12.¤xg5! hxg5 13.¥xg5; pero las negras
de espacio. Podemos afirmar que en general, podrían preparar el avance simplemente con
el mantenimiento por largo tiempo de la ¢h8 y ¦g8.
tensión en el centro, raramente es buena para La posición del alfil en e3 es desfavorable,
el bando que está a la defensiva. Hay, sin pues obstruye la defensa del peón e. Sin
embargo, dos medios importantes de proceder embargo, no es fácil para las negras
cuando estamos a la defensiva: aprovecharse de ello; por ejemplo: 11...¤xe4?
1. Cambios en el momento adecuado a fin de 12.d5 ¤a5 13.¥xb6 cxb6 14.¥a2 f5 15.b4
liquidar el centro completamente. pierden una pieza. No obstante, Alekhine
2. Presión contra los peones centrales del tiene éxito al encontrar una manera muy
enemigo, obligándole por lo tanto que termine sensata de eliminar la superioridad central de
la tensión. su oponente.
En la siguiente partida mostramos el primer
método en función. 11...£d8

TARRASCH-ALEKHINE Una fina jugada de tipo posicional, que

(Baden-Baden, 1925) amenaza liquidar el centro contrario con
12...exd4 13.cxd4 d5. Las blancas pueden
1.e4 e5 parar esto mediante la simplificación
2.¤f3 ¤c6 (12.dxe5) ; pero si lo prefieren y a fin de
3.¥c4 ¥c5 mantener la tensión en el centro, pueden
4.c3 ¥b6 retirar el alfil de su activa posición de c4.
145
 12.¥d3 17...c5!
18.¤4b3 £c7
No es tan bueno 12.¥a2 ¦e8! 13.¤bd2 exd4 19.¥f4
porque obliga a las blancas a tomar en d4 con
su alfil. Las blancas debieron contentarse con la
sencilla jugada 19.exd5 ¤xd5, que deja a su
12...¦e8 oponente solamente con una ligera ventaja.
13.¤bd2 ¥a7!
19...¤f3+!
Una excelente jugada de espera que también 20.¤xf3 £xf4
aleja el alfil de un posible salto de caballo a 21.exd5?
c4.
Ahora la ventaja de las negras adquiere forma
14.£c2? concreta. Alekhine recomienda 21.e5 ¥f5
22.£d2 £xd2 23.¦xd2 ¤e4 24.¦dd1
Diagrama 183 (24.¦xd5? ¥e6) 24...¦ad8 como mejor línea
XABCDEFGHY para las blancas; pero los dos alfiles dan a las
8r+lwqr+k+( negras una ventaja duradera.
7vlpzp-+pzp-'
6p+nzp-sn-zp& 21...¥f5
5+-+-zp-+-% 22.¥d3
4P+-zPP+-+$
3+-zPLvLN+P# Las blancas esperan 22...¥xd3? 23.£xd3 c4
2-zPQsN-zPP+" 24.£d2!, pero la fortuna no les favorece. En
contestación a 22.£d2, Alekhine da la
1tR-+-tR-mK-! continuación 22...£xa4 23.¤c1 ¥c2
xabcdefghy 24.¦xe8+ ¦xe8 25.¦e1 ¤e4 26.£f4 c4
27.¤d4 ¥xd4 28.cxd4 £b4!.
Las blancas quieren facilitar el traslado de su
caballo a b3; pero la desfavorable posición 22...¥xh3!
táctica de la dama en c2 permite a las negras 23.gxh3 £xf3
eliminar la tensión en el centro. Era mejor 24.¦xe8+! ¦xe8
14.£b1!, de manera que después de 14...exd4 25.¥f1 ¦e5
15.cxd4! ¤b4 las blancas pueden sin peligro 26.c4 ¦g5+
retirarse con su alfil a f1 (16.¥f1 ¤xe4? 27.¢h2 ¤g4+
17.¤xe4 ¥f4 18.¥d2!). 28.hxg4 ¦xg4
29.Abandonan.
14...exd4!
15.¤xd4 El otro método de eliminar la tensión central
(obligando al oponente a iniciar los cambios)
No es bueno 15.cxd4 ¤b4 16.£c3 ¤xd3 ocurre con frecuencia en la apertura.
17.£xd3 ¤xe4! 18.¤xe4 ¥f5 19.¥f4! £e7! Permítasenos considerar la bien conocida
(no 19...d5 20.¥xc7!) 20.¤c5 £f6 21.¤e4 variante cerrada del Ruy López (1.e4 e5
£g6 con ventaja para las negras. Pero después 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥a4 ¤f6 5.0−0 ¥e7
de la jugada de la partida el centro de las 6.¦e1 b5 7.¥b3 0−0 8.c3 d6). En este
blancas estará pronto completamente momento ya no se considera 9.d4 como la
destruido. mejor continuación, pues permite a las negras
la réplica 9...¥g4, obligando el avance 10.d5
15...¤e5 (10.¥e3 permite a las negras romper
16.¥f1 d5! ventajosamente el centro con 10...exd4
17.¦ad1 11.cxd4 ¤a5 12.¥c2 ¤c4 13.¥c1 c5). En vez
de 9.d4 es generalmente preferido 9.h3 ante
Las negras ganan un peón después de 17.f4 lo cual la réplica del negro debe ser luchar
¤g6 18.e5 ¤h5. con energía para eliminar la tensión: una
146
posibilidad es la variante Tchigorin, ¤a5 Diagrama 184
10.¥c2 c5 11.d4 £c7 12.¤bd2 ¤c6, después XABCDEFGHY
de lo cual las blancas están prácticamente 8-+-+-+-+(
obligadas al cambio 13.dxc5 o avanzar 13.d5. 7zppzp-+pzpp'
Para realizar posiciones en las que dos peones 6-+-+-+-+&
centrales en la cuarta fila (d4 y e4) están 5+-+-zp-+-%
enfrentados a uno situado en la cuarta, 4-+-zPP+-+$
defendido por otro en la tercera (v. g., e5 y 3+-+-+-+-#
d6), podemos decir que el bando que posee
2PzP-+-zPPzP"
los dos peones en la cuarta fila deberá
procurar mantener la tensión central, excepto
1+-+-m+-+-!
en los casos en que el cambio les proporcione xabcdefghy
ventaja manifiesta. Su oponente, por el
contrario, tratará de eliminar 1a tensión, ya Podría pensarse que en principio no haya
que, de este modo, suprime la superioridad diferencia en que el cambio sea efectuado por
enemiga en el centro. las blancas o por las negras. Sin embargo,
Para terminar esta sección sobre la tensión tácticamente existe a menudo una diferencia
central, examinaremos la posición del importante, pues el cambio generalmente
Diagrama 184. permite al oponente adquirir una
centralización ventajosa de la pieza que
realiza la recaptura. Debiera tenerse en cuenta
que el avance d5 raramente se produce en
tales posiciones, porque tiende a fortalecer el
peón e de las negras y les facilita un puesto
favorable en d6 que posiblemente pueda
convertirse en una casilla de bloqueo en el
caso de que el peón d blanco eventualmente
quedase aislado.

V. CENTRALIZACIÓN DE PIEZAS
Ya hemos mencionado que un fuerte centro caballos las que dominan el centro; un intento
de peones no es el único medio de controlar el inmediato para desalojar los caballos fallaría
centro. Examinaremos ahora uno de los otros (v. g., 7...e5 8.¤b5, o 7...f5 8.¤g5), y la
medios: la centralización de piezas. En los jugada preparatoria 7...a6 da a las blancas la
libros de aperturas nos encontramos con la oportunidad de conservar los dos alfiles
variante 1.d4 e6 2.¤f3 c5 3.¤c3 d5 4.e4 dxe4 (8.¥f4 seguido de ¤d6+).
5.¤xe4 cxd4 6.£xd4 £xd4 7.¤xd4 El centro de piezas según se muestra en el
Diagrama 185 es sin duda un caso
Diagrama 185 excepcional; por lo general sólo una pieza es
XABCDEFGHY la centralizada; y aun así, esta pieza, con su
8rsnl+kvlntr( potencia incrementada, es a menudo
7zpp+-+pzpp' suficiente para dictar completamente la
6-+-+p+-+& situación en el centro.
5+-+-+-+-% La pieza que se centraliza con más frecuencia
4-+-sNN+-+$ es el caballo, pues siendo una pieza de
3+-+-+-+-# limitado alcance, se beneficia enormemente
de tal situación; pero otras piezas también
2PzPP+-zPPzP"
acrecientan su fuerza cuando operan desde el
1tR-vL-mKL+R! centro del tablero. En la siguiente partida es el
xabcdefghy alfil que toma una posición central y
determina, por lo tanto, el carácter del juego.
Ahora, aunque las negras poseen el único
peón central, son las blancas, con sus dos
147
 BOTVINNIK-KAN Diagrama 186
(Leningrado,1939) XABCDEFGHY
8rsnl+-trk+(
1.d4 ¤f6 7zpp+-+pzp-'
2.c4 e6 6-+-+-+-zp&
3.¤c3 ¥b4 5wq-zp-zp-+-%
4.¤f3 c5 4-+P+-+-+$
5.a3 ¥xc3+ 3zP-zPLzP-+-#
6.bxc3 £a5?
2-+QsN-zPPzP"
Es mejor 6...d6 o 6...b6.
1tR-+-+RmK-!
xabcdefghy
7.¥d2 ¤e4
8.£c2 ¤xd2 14.f4!
9.¤xd2 d6
10.e3 Importante jugada. Las blancas intentan el
ulterior avance f5 con el fin de privar a las
Un error hubiera sido 10.e4? cxd4 11.cxd4 negras de la casilla natural de desarrollo de su
¤c6 12.£d3 e5!, después de lo cual las alfil en e6 con lo que aseguran el control de
negras podrían mantener los peones centrales d5. Si ahora las negras tratan de dificultar este
blancos bloqueados en casillas del mismo plan con 14...exf4, se encontrarán con que la
color del alfil blanco. apertura del juego favorece a las blancas
porque ya han completado su desarrollo.
10...e5?
14...¤d7
Ahora este avance es un error estratégico, 15.f5 ¤f6?
pues permite al alfil blanco alcanzar la
debilitada casilla d5 vía e4. Después de esto, la posición en el centro
pronto se habrá aclarado. Las negras debieron
11.dxe5! haber mantenido en reserva este caballo para
un posible cambio en d5. Su mejor plan era
A primera vista parece como si las blancas probar 15...f6 con objeto de contener
estuvieran debilitando su posición central y cualquier amenaza táctica que pudiera
cargando con dos peones doblados y aislados. derivarse del avance blanco f6. Por su parte,
En realidad esto es meramente la primera fase las blancas, aun entonces quedarían con
de su plan para establecer superioridad en el ventaja después de 16.¥e4 y ¥d5+.
centro.
16.¤e4! £d8
11...dxe5 17.¤xf6+ £xf6
12.¥d3 h6 18.¥e4 ¦b8
13.0−0 0−0 19.¦ad1 b6

Está claro que las blancas deben procurar
ocupar la casilla d5. La pieza más natural para
llevar a cabo su plan es el caballo, pero
desdichadamente una incursión del caballo
hasta d5 no es buena en la presente posición,
v. g., 14.e4? ¤c6 15.¦fd1 ¥e6 16.¤f1 ¦ad8
17.¤e3 ¤e7 18.¤d5 ¥xd5! 19.cxd5 ¤f8
seguido de ¤d6, y el bloqueo de las negras le
dan a éstas un juego superior.
Las negras parece que confían poder cambiar
el alfil contrario desarrollando el suyo por b7;
sin embargo, este plan es impracticable,
porque siempre tienen que vigilar el peligro
de las torres blancas haciendo incursiones en
su posición a través de la columna de dama.
También las negras tienen el inconveniente de
que su dama debe permanecer por largo
tiempo en f6 para prevenir de su adversario la
ruptura de la posición del rey negro mediante
f6.

148
 20.h3 26...£e7 27.f6 gxf6 28.£c2 ¢g7 29.¦f3 da a
las blancas un fuerte ataque.
Mientras esperan 20...¥b7, las blancas abren
una casilla de escape para su rey. Si ahora las 25.¦xb6 axb6
negras marchan adelante con su plan, seguiría 26.e4 ¥c8
20...¥b7 21.¥xb7 ¦xb7 22.£e4! ¦e7 27.£a4 ¥d7
(22..¦bb8 23.¦d7) 28.£a7 ¥e8
23.¦d5 seguido de 24.¦fd1. En vista de esto 29.¦b1 ¦d6
las negras deciden complicar la partida 30.a4
preparando b5.
No hay manera de evitar el ulterior avance a5
20...¥a6 que conduce, irremisiblemente, a la ganancia
21.¥d5 b5 de un peón.
22.cxb5 ¦xb5?
30...¢h7
Mejor es la línea propuesta por Botvinnik: 31.a5 bxa5
22...¥xb5! 23.c4 ¥c6 24.£e4 ¥xd5 25.¦xd5, 32.£xa5 ¦a6
y aunque las negras pierden un peón obtienen 33.£xc5 ¦a2
ciertas posibilidades de empate en un final de 34.£e3 £a6
piezas mayores. 35.¦b8 £a4
36.¢h2 ¦a3
23.c4 ¦b6 37.£c5 ¦a2
38.¦a8 £xa8
Diagrama 187 39.¥xa8 ¦xa8
XABCDEFGHY 40.£xe5 ¥c6
8-+-+-trk+( 41.£c7 Abandonan.
7zp-+-+pzp-'
6ltr-+-wq-zp& Es menos frecuente que la centralización de
5+-zpLzpP+-% las piezas mayores (torres y dama) constituya
4-+P+-+-+$ la característica predominante de la partida:
3zP-+-zP-+P# sin embargo, en determinadas circunstancias
se da al caso de que resultan mucho más
2-+Q+-+P+"
efectivas cuando efectúan un ataque a los
1+-+R+RmK-! peones centrales enemigos (v. g., e5). El
xabcdefghy siguiente, es un ejemplo característico.

La fuerte posición del alfil garantiza a las BOTVINNIK-TSCHECHOVER

blancas una superioridad manifiesta. Si el alfil (Leningrado, 1938)
blanco estuviera en d3 en vez de d5 y su peón
e en e4, entonces las negras, con su alfil Diagrama 188
bueno contra uno malo, tendrían ventaja. XABCDEFGHY
Como están las cosas, aunque la mayor parte 8-+-+r+k+(
de los peones de las blancas figuran en 7zp-+-+pzp-'
casillas blancas, su alfil es mucho más 6-zp-+-wq-zp&
poderoso que el negro, que sólo puede 5sn-zpRzp-+-%
moverse inofensivamente, si bien tienen la 4-+P+Q+-+$
posibilidad de 24...¥b7, pero esto puede
3+-zP-zPL+P#
resolverse adecuadamente.
2P+-+-zPP+"
24.¦b1! ¦d8 1+-+-+-mK-!
xabcdefghy
La continuación 24...¦fb8 25.¦xb6 ¦xb6 (no
25...£xb6? 26.f6! amenazando £g6!) 26.£a4 Aquí tenemos una posición característica en
(también es bueno la sencilla 26.¦b1) que la centralización de las piezas mayores
149
constituye una amenaza al peón de e5, no Nuestro ejemplo final nos muestra cómo
pudiendo las negras, por el momento, obligar ambos bandos maniobran para centralizar una
ningún cambio (v. g., 21...¦d8 22.¦xe4 pieza; pero en uno de ellos la centralización
¤xc4? 23.¦e8+ ¦xe8 24.£xe8+ ¢h7 de las piezas actúa en armonía con sus
25.£e4+, etc. Es interesante señalar que a compañeras, mientras que en el otro carecen
pesar de la superior formación de peones de de coordinación.
las negras, que pudieran hacerse sentir en un
final, tienen, sin embargo, posición inferior, a TEICHMAN-TCHIGORIN
causa de la falta de coordinación de sus (Cambridge-Springs, 1904)
piezas.
1.d4 d5
21...£e7 2.c4 ¤c6
22.¥g4 £b7 3.¤f3 ¥g4
4.cxd5 ¥xf3
Deteniendo la amenaza 22.¦d7. 23.¥f5! El 5.dxc6 ¥xc6
alfil contribuye al control del centro 6.¤c3 e6
protegiendo la dama y a la vez hace posible la 7.¥f4 ¤f6
colocación de la torre en d7. Las negras no 8.e3 ¥b4
pueden replicar 23...g6 a causa de 24.¥xg6 9.£b3 ¤d5
fxg6 25.£xg6+ ¢f8 26.¦d6. 10.¥g3 0−0
11.¥d3 £g5!
23...£b8 12.£c2
24.¦d7 ¦d8
25.£xe5 ¤xc4 Evitando 12.0−0? ¥xc3 13.bxc3 ¤xe3! que
26.£xb8 ¦xb8 perjudicaría a las blancas.
27.¥e4
12...f5!
Primero el alfil se encamina a d5 y entonces
las blancas iniciarán un avance de peones en Las negras aseguran la casilla d5 para su
el flanco de rey que las negras no podrán caballo, pero al mismo tiempo dejan la de e5
evitar. disponible para el alfil contrario. El ulterior
curso de la partida demostrará que no se trata
27...¤a3 de una simple centralización de piezas
28.¥d5 ¦f8 manteniendo irradiada a la otra.
29.e4 a5
30.c4 b5 13.¥e5 ¦f7
31.cxb5 ¤xb5 14.0−0−0 ¥xc3
32.e5 a4 15.bxc3
33.f4 ¤d4
34.¢f2 g5 Diagrama 189
35.g3 gxf4 XABCDEFGHY
36.gxf4 ¤e6 8r+-+-+k+(
37.¢e3 7zppzp-+rzpp'
6-+l+p+-+&
Hacia el final del juego hace su aparición la 5+-+nvLpwq-%
centralización del rey; una maniobra 4-+-zP-+-+$
característica de los finales de partida. 3+-zPLzP-+-#
2P+Q+-zPPzP"
37...c4
38.f5 ¤c5
1+-mKR+-+R!
39.¦c7 ¤d3 xabcdefghy
40.e6 Abandonan.
A primera vista la posición blanca no aparenta
ser muy mala: Tienen los dos alfiles y una
150
mayoría central de peones; su alfil en e5
parece tener posibilidades de promover un
eventual ataque sobre el rey enemigo. Sin
embargo, dentro de unas cuantas jugadas las
negras logran destruir la posición que rodea al
rey blanco. ¿Cuál es la causa de esta rápida
catástrofe? Ante todo, las piezas negras están
en completa armonía: el caballo centralizado
está apoyado por el alfil y la dama puede
trasladarse rápidamente al flanco dama.
Comparado con esto, la fuerza del alfil blanco
en e5 es ilusoria; él está apuntando a g7, pero
ineficaz mientras no tenga como apoyo la
apertura de la columna g; pero nadie puede
obligar a las negras a tomar el peón g que
abriría paso a las torres blancas. Por último, el
alfil está bloqueado por su propio peón en d4
y no puede influir en su flanco de dama.
15...b5!
16.¦hg1 £e7
17.¦df1
VI. CONTROL DE LAS CASILLAS CENTRALES
En la sección anterior pudo observarse que la
lucha por el centro fue conducida no sólo por
las piezas allí situadas; sino que también
tomaban parte en la lucha aquellas piezas que
controlaban el centro desde casillas laterales.
Veremos ahora cómo difieren, el control y la
ocupación; cómo la ocupación actual del
centro por una pieza, disminuye el control
sobre tal casilla.
Después de 1.d4 ¤f6 2.¤f3, por ejemplo, es
evidente que si las negras continúan con
2...¤e4 (que en todo caso es una importante
pérdida de tiempo), ellas alteran el control
sobre la casilla e4. Antes de su jugada las
negras tenían la casilla bajo observación; al
ocuparla abandonan el control sobre ella.
Asimismo sería completamente sin objeto
para las blancas después de 1.¤f3 d5
continuar con 2.¤e5, pues las negras pudieran
simplemente desalojar el caballo con ...f6. Por
lo tanto, la centralización de las piezas es
practicable solamente cuando ya se ha
obtenido un adecuado control sobre el centro.
Examinando las jugadas 1.d4 ¤f6 2.¤f3,
pudiéramos preguntar cómo pueden las negras
aumentar su control sobre la casilla e4 y por
lo tanto fortalecer su posición central.
Fundamentalmente existen dos medios:
pueden continuar con 2...d5 fijando un centro
151
Transferir al rey a h1 hubiera perdido
rápidamente: 17.¢b2 ¦b8 18.g4 b4 19.c4
¤c3 20.¦df1 ¤a4+ 21.¢a1 b3, etc.
17...£a3+
18.¢d2 b4
19.c4 ¥a4!
20.£b1 ¤c3
Con las piezas blancas sin gobierno, las
negras tienen varios modos de reforzar su
ataque.
21.£a1 ¦d8
22.g4 ¤e4+
23.¢e2 ¤c5
24.£b1 ¤xd3
25.£xd3 £xa2+
26.¢f3 ¥c2!
27.Abandonan.
de peones o bien pueden escoger 2...b6
seguido de ¥b7 ejerciendo así presión con
piezas sobre e4.
Los creadores de la Escuela Neo-Romántica,
Nimzowitsch y Reti, han demostrado que,
aunque un peón en el centro es en verdad en
muchos casos una garantía para su ocupación
estable, existe la desventaja de que el peón
constituye un impedimento para la efectiva
función de nuestras propias piezas.
Así, por ejemplo, después de 1.d4 ¤f6 2.¤f3
d5 el peón negro en d5 restringe la acción de
un alfil (del propio bando negro) que pudiera
desarrollarse vía b7 (v: gr.: como en el
sistema Tartakower). Por esta razón
Nimzowitsch preconizaba en la Defensa
Francesa (después de 1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3)
el cambio 3...dxe4. El afirmaba que de este
modo las negras podían aumentar la presión
ejercida por sus piezas (el alfil en la gran
diagonal a8-h1 y las piezas mayores en la
columna d).
Los sistemas de apertura descubiertos por los
Neo-Románticos tienen como base estratégica
la no ocupación del centro con peones sino la
presión con piezas y peones contra el centro.
Ya nos hemos ocupado del uso de alfiles y
peones para ejercer presión central. El control
del centro por piezas se caracteriza
generalmente por el fianchetto de un alfil en
b2 o g2. Ejemplos de esto son la Defensa
India de la Dama (1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3
b6), el Sistema Nimzowitsch (1.¤f3 d5 2.b3)
y el Sistema Reti (1.¤f3 d5 2.c4 e6 3.g3, o
2...c6 3.b3). Otro importante factor
estratégico en estas aperturas es el cambio de
las piezas adversarias que controlan el centro:
así, en la Defensa Nimzo-India después de
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3, la jugada 3...¥b4
sirve para clavar, y después cambiar el
caballo en c3, que controla los puntos e4 y d5.
El sistema de utilizar piezas y peones para
presionar en el centro ha sido conocido desde
los comienzos de la forma moderna del
ajedrez. Presionar con piezas contra las
casillas d4 y e5 es la idea básica que inspira al
Ruy López (1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3. ¥b5) y en
la Apertura Escocesa (1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.
d4 exd4 4.¤xd4) las negras se defienden
presionando con piezas en la casilla d4 (4...
¥c5 5.¥e3 £f6) o en e4 (4...¤f6 5.¤c3 ¥b4).
La presión de peones contra el centro es la
idea, no sólo del Gambito de Dama (1.d4 d5
2.c4) sino también de una de las aperturas
más antiguas: el Gambito de Rey (1.e4 e5
2.f4).
Antiguamente el uso de piezas y peones en la
lucha por el control del centro se apreciaba
como un medio de ocupación del mismo; sin
embargo, los Neo-Románticos han
demostrado que el dominio del centro es
posible sin la ocupación directa.
Nuestro primer ejemplo muestra una
interesante transición de un centro a otro: Las
negras comienzan su forcejeo contra el centro
de peones blanco presionándolo con piezas;
después ocupan el centro con sus piezas y por
último establecen un propio centro.
FEIGEN-FLOHR
(Kemeri, 1937)
1.d4 ¤f6
2.c4 g6
3.¤c3 d5
4.£b3 dxc4
5.£xc4 ¥e6
6.£b5+?
Aunque por aquella época se consideraba
bueno, esta jugada no lo es; lo correcto es
6.£d3.
152
6...¤c6
7.¤f3 ¤d5
8.¤xd5
Si 8.e4, entonces 8...¤db4 9.£a4 ¥d7
10.£d1 e5!
8...¥xd5
9.e3 e6
10.¥d2 a6
11.£a4 ¥d6!
Como resultado de la errónea jugada sexta de
las blancas, su oponente ha logrado ventaja de
desarrollo, que ha utilizado para asegurar el
control sobre las casillas centrales. El alfil
está mejor situado en d6 que en g7, pues
además de influir en e5, está en posición de
un posible ataque contra el flanco de rey.
12.¥e2 0−0
13.£c2 ¤b4
Esta jugada no puede considerarse buena,
pues disminuye temporalmente el control del
centro; era mejor jugar inmediatamente f5.
14.£b1 f5
15.0−0 ¤c6!
Las blancas amenazaban simplificaciones con
16. ¥xb4 ¥xb4 17.¤e5. Las negras
reconocen a tiempo el error de su jugada
decimotercera y preparan el traslado de su
caballo a la favorable casilla f6.
16.¥c3 £e7
17.¦d1 ¤b8!
18.¤d2
Después de 18.¤e5 ¥xe5 19.dxe5 £g5
20.¥f1 ¤d7 las negras también tendrían
ventaja, a causa de la activa situación de sus
piezas y de su mayoría de peones en el flanco
de dama.
18...¤d7
19.¥f3 ¤f6
El dominio de las negras de la casilla e4 ha
sido posible por el desarrollo del caballo. Las
blancas no pueden jugar ahora 20.e4? fxe4
21.¤xe4 ¤xe4 22.¥xe4 £h4. Esta variante
demuestra la importancia de la jugada 33.f3 ¤h3+
undécima de las negras ...¥d6. 34.¢h1

Diagrama 190 Si 34.¢h2, las negras tienen la fuerte réplica

XABCDEFGHY 34...¤f4.
8r+-+-trk+(
7+pzp-wq-+p' 34...¥e7
6p+-vlpsnp+& 35.¥d2? ¥xh4
5+-+l+p+-% 36.gxh4 £f5
4-+-zP-+-+$ 37.¦b3 ¦g8
3+-vL-zPL+-# 38.£h2 ¦e6
39.¦f1? ¤f2+
2PzP-sN-zPPzP"
40.Abandonan.
1tRQ+R+-mK-!
xabcdefghy En la próxima partida las blancas atacan el
centro enemigo presionando con piezas en
20.£d3 ¤e4! combinación con ataques laterales de peones.
Finalmente destruyen el centro mediante el
Por fin las negras pueden ocupar la casilla e4. avance del peón de dama de reserva que hubo
Las blancas no se atreverán a jugar 21.¤xe4 de retenerse atrasado.
fxe4 22.¥xe4 ¥xh2+.
PACHMAN-DONNER
21.£e2 ¤g5! (Rotterdam, 1955)

El caballo deja por un momento su puesto 1.c4 g6

central; la intención es jugar £e7-g7-h6 a fin 2.¤c3 ¥g7
de obligar al adversario al cambio de alfiles. 3.g3 ¤f6
Las blancas no esperan a verse obligadas y 4.¥g2 0−0
facilitan la tarea de las negras cambiando en 5.e4 e5
seguida, quizás temiendo 22...¤xf3+ y perder
su par de alfiles. Es mejor 5...c5.

22.¥xd5? exd5 6.¤ge2 d6

7.0−0 ¤fd7
Las negras tienen ahora un firme apoyo en el 8.d3 f5
centro; su peón de dama. Su buen alfil y la 9.exf5 gxf5
columna de rey abierta con el “punto
avanzado” en e4 le conceden positiva ventaja. Aunque las negras tienen mayoría de peones
en el centro, la posición no le es favorable. El
23.¤f3 ¤e4 plan de las blancas está bien definido:
24.¦ac1 c6 aumentarán su presión en el centro mediante
25.¥e1 ¦ae8 f4 y finalmente lo romperán con el avance d4
26.g3 £d7 en el momento adecuado. Mientras tanto, la
27.£f1 g5 presión ejercida en el centro por sus piezas
juega un papel importante.
Las blancas no tienen el más ligero
contrajuego ni medios para contrarrestar el 10.¥e3
ataque en el flanco del rey.
El inmediato f4 también es bueno; pero
28.¦d3 f4 generalmente es mejor no mostrar nuestro
29.exf4 gxf4 plan estratégico demasiado pronto; de ahí que
30.¤h4 ¢h8 sea completamente lógico completar el
31.£g2 fxg3 desarrollo.
32.hxg3 ¤g5
153
 10...¤f6 posición central de las blancas combinada con
11.£d2 c6 la columna g abierta le facilita un decisivo
ataque al rey. Puede verse en esta variante
Si 11...¤g4 12.¥g5. 12.h3 ¤h5? como el característico avance de ruptura g4
con un peón a dos casillas de distancia, puede
Diagrama 191 sin embargo, participar en la lucha por el
XABCDEFGHY centro.
8rsnlwq-trk+(
7zpp+-+-vlp' 17...¦g8
6-+pzp-+-+& 18.£f2 ¥f6
5+-+-zpp+n% 19.dxe5 dxe5
4-+P+-+-+$ 20.¦d6!
3+-sNPvL-zPP#
Invadiendo la posición enemiga.
2PzP-wQNzPL+"
1tR-+-+RmK-! 20...exf4
xabcdefghy
Las negras escogen este momento para abrir
Después de 12...d5 13.cxd5 cxd5 14.d4 e4 el juego en el flanco de rey, pero su intento es
15.¤f4 seguido de 16.¦fc1, las blancas sin frustrado por una sencilla combinación.
duda están mejor; pero la jugada de la partida
conduce a mayores dificultades. En vez de 21.¤xf4!
prevenir 13.f4, las negras hacen que esta
jugada sea más efectiva al retirar una pieza Una sorpresa muy desagradable. El peón en
del centro para una injustificada acción en un g3 tampoco se puede tomar, pues, después de
flanco. 21...£xg3+ 22.£xg3 ¤xg3 23.¦fd1! la
presión de las blancas es irresistible, v. gr.:
13.f4! 23...¦g7 24.¦xf6! ¤xf6 25.¦d8+ ¦g8
26.¥d4! ¦xd8 27.¥xf6+ ganando.
La importancia estratégica de este
movimiento ya ha sido explicada; y es posible 21...¤xf4
tácticamente porque la continuación 13...exf4 22.¥xf4 £f7
14.¤xf4! ¤xg3? 15.¦f3 £h4 (15...£g5 23.¦e1!
16.¤e6) 16.¥f2 es mala para las negras.
Un importante refuerzo del control de las
13...£e8 casillas centrales y ante todo evita la
14.¢h2 £g6 centralización del caballo negro con ¤e5, que
15.£e1! hubiera aliviado considerablemente la
posición de las negras. Si ahora 23...£xc4, las
Protegiendo el peón g de este modo, las blancas ganan con 24.¦xf6! ¤xf6 25.¥e5 ¦f8
blancas están en condiciones de capturar con (25...£f7 26.¤e4!) 26.¤e4 fxe4 27.¦xe4!
el caballo si las negras jugasen ...exf4. £c7 28.¦f4. El presente plan de las blancas
prevé el sacrificio de la calidad algunas
15...¤d7 jugadas después.

Algo mejor es 15...¤a6, que deja sin obstruir 23...¥g7

la acción del alfil. 24.¦de6! ¤f8

16.¦d1 ¢h8 Después de 24...¤f6 la partida se hubiera

17.d4! decidido de una manera similar.

La contienda por el centro ha llegado a 25.¦e7 £xc4?

término. Después de 17...e4 18.g4! fxg4
19.¤xe4 gxh3 20. ¥f3, y la espléndida
154
Después de 25...£f6 26.¦xg7! ¦xg7 28.¥e5 O 26...¢xg7 27.¥e5+ ¢f7 28.¤e4! y las
£c7 28.¤e4! las negras tienen asimismo una piezas blancas están todas apostadas para el
posición mala, aunque con mayores ataque final.
perspectivas de resistir.
27.¦e8
Diagrama 192
XABCDEFGHY El objeto del sacrificio fue paralizar todas las
8r+l+-snrmk( piezas negras; de ahí que no sea importante
7zpp+-tR-vlp' recuperar material con 27.¥e5?
6-+p+-+-+&
5+-+-+p+-% 27...¢g8
4-+q+-vL-+$
3+-sN-+-zPP# Después de 27...¦f7 o 27...£c7 las blancas
replican 28.£e3! dejando a las negras
2PzP-+-wQLmK"
indefensas contra numerosas amenazas.
1+-+-tR-+-!
xabcdefghy 28.¥d6 ¦f7
29.£e3 f4
26.¦xg7
Otras jugadas permiten 30.£g5+.
Este sacrificio de calidad no requería un
cálculo preciso. El alfil en g7 que está 30.£e5 ¦f5
influyendo directamente en el centro, es la 31.¦xf8+! ¦xf8
única pieza activa de las negras y después de 32.£g5+ Abandonan.
su eliminación las piezas blancas quedan
dominando toda la situación. No hay esperanza después de 32...¢f7
33.£e7+ ¢g6 34.£xf8 seguido de ¥e4+.
26...¦xg7

155
 VII. EL CENTRO PARCIALMENTE BLOQUEADO
En esta sección examinaremos posiciones en 21.d5!
las que el oponente tiene un peón central en la
cuarta fila; v. gr.: (formación de peones Las blancas han logrado la liquidación del
blancos en d4 y e3 contra otros opuestos en centro y con ello la ruptura de la posición
d5 y e6). negra. Después de 21...exd5 22.¤xd5 £e6
Algunas veces es posible eliminar este peón 23.¦xc8 ¦xc8 24.£xe4 £xe4 25.¥xe4 el par
central cambiándolo por un peón de alfil; de alfiles blancos centralizados concede una
otras veces es necesario avanzar nuestro peón ventaja decisiva.
central atrasado. Es de este segundo caso que
nos ocuparemos en esta sección. 21...f5
22.gxf6 ¤xf6
OPOCENSKY-IVKOV 23.¥e3! £d6
(Rogasskaslatina, 1948) 24.¤xe4 ¤xe4
25.¦xc8 ¦xc8
Diagrama 193 26.¥xe4 e5
XABCDEFGHY
8-+rtr-+k+( Por supuesto, no conviene: 26...exd5
7+p+-vlpzpp' 27.¥xd5+ ¢h8 28.¥xb7 £g6+ 29.¥g2 y las
6pwqn+psn-+& negras perderían un peón.
5+-+p+-+-%
4-+-zP-vL-+$ 27.b3 b5
3+-sN-zP-+P# 28.£g4 ¦d8
2PzP-+QzPP+" 29.¦c1
1+LtRR+-mK-! Mediante su triunfal ruptura en el centro las
xabcdefghy blancas ya lograron una positiva ventaja
posicional; su alfil centralizado controla todo
La ventaja de las blancas descansa en la y amenazan 30.¥c5 £f6 (30...£c7 31.£e6+
pareja de alfiles; pero sólo pueden explotarse ¢f8 32.£f5+) 31.d6! ¥xd6 32.¥b6. Las
de lleno en una posición abierta. Por lo tanto negras no tienen adecuada defensa, v.gr.:
las blancas deben procurar abrir el juego 29...¤b7 30.¦c6 o 29...£f6 30.£e6+ £xe6
mediante un avance en el centro. 31.dxe6.
18.g4 ¤a5? 29...£d7?
30.¥b6 £xg4+
La jugada decimooctava de las blancas va 31.hxg4 ¤b7
encaminada a desalojar el caballo negro de f6 32.¦c7 Abandonan.
con lo que las blancas tendrían más control
del centro. Las negras interpretaron mal la En la siguiente partida las blancas logran
idea y la consideraron como el preludio de un jugar e4 después de prepararlo con f3,
ataque contra su rey, y deciden iniciar un adquiriendo así un fuerte centro clásico.
contrajuego en la columna de c; pero la
descentralización del caballo faculta a las BOTVINNIK-KERES
blancas para romper violentamente el centro. (20.° Campeonato de la URSS)
19.g5 ¤e8 1.d4 ¤f6
2.c4 e6
Después de 19...¤d7 20.e4 dxe4 21.d5! las 3.¤c3 d5
negras no pueden responder 21...e5 debido a 4.cxd5 exd5
22.£xe4. 5.¥g5 ¥e7
6.e3 0−0
20.e4! dxe4 7.¥d3 ¤bd7
156
 8.£c2 ¦e8
En esta posición las blancas tienen varios
planes estratégicos distintos para elegir,
decidiéndose por preparar el avance e4.
9.¤ge2 ¤f8
10.0−0 c6
11.¦ab1
Preparar el avance e4 mediante f3 no hubiera
sido bueno en estos momentos; pues después
de 11.c3 h6 12.¥h4 ¤e6 13.¥f2 c5! el peón
aislado que adquieren las negras en d5 no es
más débil que el blanco de e3. Por lo tanto,
las blancas preparan otro avance, el ataque
minoritario (que trataremos más adelante). Su
plan de avanzar en el centro será aplazado
hasta que las circunstancias sean más
favorables.
11...¥d6?
Esta es la causa de las ulteriores dificultades
de las negras. El modo correcto de hacer
frente al mencionado ataque minoritario será
explicado en otro capítulo. La amenaza negra
¥xh2+ puede ser fácilmente contrarrestada
por las blancas.
12.¢h1! ¤g6
13.f3!
Después de 13.b4 las negras podrían intentar
13...h6 14.¥xf6 £xf6; con algún contrajuego
en el flanco del rey. Pero ahora las cosas son
distintas y las blancas adquirirían una clara
ventaja si las negras intentasen el mismo plan,
v. gr.: 13...h6 14.¥xf6 £xf6 15.e4.
13...¥e7
Diagrama 194
XABCDEFGHY
8r+lwqr+k+(
7zpp+-vlpzpp'
6-+p+-snn+&
5+-+p+-vL-%
4-+-zP-+-+$
3+-sNLzPP+-#
2PzPQ+N+PzP"
1+R+-+R+K!
xabcdefghy
157
Evitando por el momento el avance e4, v. gr.:
14. e4 dxe4 15.fxe4 ¤g4! 16.¥xe7 £xe7 con
las amenazas ¤e6 y £h4.
14.¦bd1! ¤d7
El eventual avance e4 de las blancas tampoco
puede ser evitado fácilmente con 14...¤h5;
v.gr.: 15.¥xe7 £xe7 16.g4! ¤f6 17.¤g3, etc.
La mejor continuación de las negras era
14...¥e6 15.¤g3 (15.e4 dxe4 16.fxe4 ¤g4
17.¥c1 ¥g5!) 15...£b6 16.¤f5 ¥xf5 17.¥xf5
¦ad8 después de lo cual es cierto que las
negras se han quedado sin la pareja de alfiles,
pero están en condiciones de impedir que las
blancas avancen e4.
15.¥xe7 ¦xe7
16.¤g3 ¤f6
17.£f2 ¥e6
18.¤f5
Otra vez es prematuro e4, v. gr,: 18.e4 dxe4
19.fxe4 ¤g4. La jugada de la partida
incitando a las negras a cambiar su alfil priva
a la casilla f7 de las negras de un valioso
apoyo, lo cual quedará de manifiesto cuando
se abra la columna f.
18...¥xf5
19.¥xf5 £b6
20.e4 dxe4
21.fxe4 ¦d8
22.e5! ¤d5
No era mejor 22...¤e8 23.¥xg6 hxg6, pues
las blancas tendrían entonces un fuerte ataque
por la columna h. La última jugada de las
blancas ha dado oportunidad a su oponente de
bloquear el atrasado peón de d4, pero en
compensación las blancas obtendrán una
excelente casilla en d6 para su caballo.
23.¤e4 ¤f8
24.¤d6 £c7
Oponiéndose a la amenaza 25.¤c8. Si las
negras jugasen 24...¤e6?, entonces 25.¤xf7!
seguido de 26.¥xe6 es decisivo; asimismo es
desastroso para las negras 24...¦c7 25.¤xf7!
¢xf7 (25...¦xf7 26.¥e6) 26.¥e6+ ¢xe6
27.£f5+ ¢e7 28.£f7 mate.
25.¥e4 ¤e6
Si 25...¤b6 26.£g3! ¤e6 (26...g6 27.¤f5
¦ed7 28.£g5) 27.¦d3 y las negras quedan
frente a la amenaza 28.¥xh7+ seguido de
£h4+ y ¦h3.
26.£h4! g6
27.¥xd5 cxd5
28.¦c1 £d7
29.¦c3 ¦f8
O de lo contrario, las blancas hubieran
decidido la cuestión con 30.¦h3, que ahora
puede ser contestada con 30...f5. Sin
embargo, los escasos recursos del rey negro
permiten una combinación que pronto termina
la partida.
30.¤f5! ¦fe8
Después de 30...gxf5 31.¦g3+ seguido de £f6
el mate no se puede evitar. Las blancas
SUPERIORIDAD EN LOS FLANCOS
En el capítulo anterior examinamos la
importante cuestión de la lucha por el centro;
pero no es sólo en el centro donde puede
efectuarse una acción decisiva: la mayor parte
de los juegos se caracterizan en algún
momento por una acción en los flancos. En
una de las partes iniciales del libro
declaramos que un ataque con éxito puede
llevarse a efecto únicamente cuando el
equilibrio ha sido perturbado, es decir, cuando
un bando ha adquirido superioridad en algún
punto, lo cual puede manifestarse por una
debilidad en la posición contraria, o por
superioridad numérica o por superioridad
posicional de nuestras propias piezas.
Cuando se aplica este principio a un ataque en
los flancos debemos expresar que por lo
menos una de las siguientes condiciones debe
I. MAYORÍA DE PEONES EN EL FLANCO
A menudo, en la primera fase de la partida, se
efectúa un cambio de peones dejando una
formación de peones asimétrica; por ejemplo:
después de 1.e4 c5 2.¤e2 ¤f6 3.¤bc3 d5
4.exd5 ¤xd5 5.¤xd5 £xd5 6.d4 cxd4
158
pueden ahora ganar la calidad, pero la rehusan
porque prefieren seguir presionando con el
ataque.
31.¤h6+ ¢f8
Si 31...¢h8 32.£f6+ ¤g7 33.¤xf7+, etc.
32.£f6 ¤g7
33.¦cf3
Amenaza mate en tres jugadas comenzando
con 34.£xf7+.
33...¦c8
34.¤xf7 ¦e6
35.£g5 ¤f5
36.¤h6 £g7
37.g4 Abandonan.
ser cumplida antes de que se lleve a efecto tal
ataque.
1. La posición del flanco del contrario debe
estar seriamente debilitada.
2. El bando agresor debe poseer mayoría de
peones en el flanco o bien una superioridad de
piezas en el mismo.
En este capítulo trataremos de los casos en
que se cumple la segunda condición. Las
debilidades en la cadena opuesta de peones
serán tratadas en otro capítulo. El tema que
nos ocupa será desarrollado a través de las
siguientes secciones.
A. Mayoría de peones en el flanco.
B. Concentración de piezas en el flanco.
C. Superioridad de espacio en el flanco.
D. La cadena de peones bloqueada.
E.Ataque en el flanco y en el centro.
7.£xd4 £xd4 8.¤xd4, las blancas tienen tres
peones en el flanco de dama y las negras sólo
dos; mientras que en el flanco de rey las
negras tienen superioridad de cuatro contra
tres. El lector recordará que en el capítulo de
los peones, ocurrieron tales posiciones, y que
el resultado usual fue que la mayoría hizo
posible la creación de un peón pasado. Esta
creación del peón pasado es el más importante
objetivo estratégico que se persigue al utilizar
una mayoría de peones.
Ahora examinaremos los diferentes casos en
que la mayoría de peones puede utilizarse
para producir un peón pasado y el efecto de
tal peón. Imaginémonos una posición en la
que ambos bandos han efectuado el enroque
corto y que la fuerza material es igual. ¿Es
mejor en este caso tener mayoría de peones en
el flanco de rey o en el de dama? Cualquiera
que haya reproducido una partida de una
revista o de un libro de ajedrez es seguro que
habrá tropezado con la nota, “Las blancas
tienen ventaja a causa de su mayoría de
peones en el flanco de dama”. La mayor parte
de los jugadores saben que una mayoría de
peones en el flanco dama es una ventaja; pero
no todos saben la razón. Con el fin de explicar
esta ventaja, consideraremos primeramente el
final de partida y después el medio juego.
Tomemos primero la posición de un final en
que las piezas han sido cambiadas totalmente
y los reyes están en sus respectivas posiciones
de enroque en g1 y g8. Las negras tienen
mayoría de peones en el flanco de dama y las
blancas en el de rey. Si ambos bandos
avanzan sus peones en el flanco en que tienen
mayoría, las negras obtendrán un peón pasado
en el ala de dama y las blancas en el ala de
rey. Ahora bien; el camino hacia la casilla de
promoción es más difícil para las blancas,
pues sus peones son obstruidos por el rey
adversario. Por otra parte, los peones negros
están mucho más lejos y por lo tanto son más
peligrosos, pues su avance no está dificultado
por el rey enemigo. Sin embargo, una cosa
debe tenerse en cuenta: en el final de partida
un importante principio estratégico aconseja
la centralización de los reyes, y así, ambos
reyes generalmente se apresuran a dirigirse al
centro del tablero tan pronto tienen la
oportunidad; y desde allí pueden vigilar
ambos flancos. Una vez lograda la
centralización del rey, cesa la ventaja de la
mayoría en el flanco de dama.
En el medio juego raramente se emplea el rey
como pieza activa, y el papel de detener un
peón pasado enemigo, no lo asume con tanta
frecuencia como en el final. En el medio
juego, la importancia de la mayoría de peones
159
en el ala de dama descansa en el hecho de que
pueden avanzarse con cierta libertad, mientras
que el intento de poner en movimiento una
mayoría en el flanco de rey deja a éste
peligrosamente descubierto, sin la natural
protección de sus peones, circunstancia ésta
que pondría al rey expuesto a sufrir toda
suerte de incomodidades y molestos ataques.
Resumiendo, podemos decir que el
aprovechamiento de una mayoría en el flanco
de dama, o sea, la creación de un peón
pasado, es más fácil, lo mismo en el medio
juego que en el final, que no en el flanco de
rey.
En el medio juego los peones del ala de dama
pueden avanzar sin hacer peligrar la posición
del rey; en el final, en el caso que el rey no
haya sido centralizado, pueden crear un peón
pasado fuera del alcance del rey enemigo.
Hasta ahora hemos partido de la suposición de
que ambos jugadores han enrocado por el
flanco del rey. Por supuesto, si en vez de esto,
hubieran enrocado por el otro flanco, la
posición sería invertida, y el flanco de dama
debe ser considerado como si fuera el de rey.
Si enrocan por flancos distintos no hay que
considerar especialmente el flanco de rey, y
todo lo dicho anteriormente carece de validez.
Es necesario hacer una advertencia. Al haber
llegado a la conclusión de que la mayoría en
el flanco de dama es ventajosa, hemos
supuesto que la fuerza ejercida por las piezas
de ambos jugadores es igual; y cuando esto no
es así, la posición es sin duda diferente. A
menudo un ataque con piezas puede ser
dirigido contra el rey del jugador que tiene
mayoría en el flanco de dama y la resistencia
al ataque puede quedar disminuida por la
ausencia de los peones del flanco de rey que
proporciona al jugador que está a la
defensiva, su mayoría en el flanco de dama.
Así, p. ej., con la formación de peones
blancos en f2, g2 y h2 contra los negros en g7
y h7, la capacidad de las negras para repeler
el ataque está reducida por la falta de su peón
en f7; y en el supuesto que estuviesen bajo la
acción de un alfil blanco situado en d3 y la
dama en h5, lo pensarían muy bien antes de
defenderse con el avance g6, pues siempre
tendrían que contar con el sacrificio ¥xg6;
cosa que sería difícilmente posible si las
negras tuviesen todavía su peón en f7.
Para citar otro caso; cuando la mayoría negra
de peones en el flanco de dama significa
conceder a su oponente una mayoría de cuatro
contra tres en el flanco de rey, las blancas
pueden algunas veces ejercer cierta presión
contra el peón en f7; pudiendo inclusive
utilizar sus propios peones e y f en el ataque,
y, avanzándolos, romper con ellos la posición
de las negras en el ala del rey.
Habiendo demostrado algunas de sus
limitaciones, podemos decir ahora que la
mayoría en el flanco de dama es de los
mayores y más duraderos valores en
posiciones en que los reyes no han sido
centralizados y en que el material es lo
suficiente reducido como para excluir el
peligro de un ataque con piezas al rey. Tales
posiciones generalmente se producen en la
fase de transición entre el medio juego y el
final; e incluyen posiciones en las que las
damas, pero no las torres ni las demás piezas
menores, han sido cambiadas, y aquellas en
que permanecen las damas apoyadas por
algunas piezas menores, pero sin haber torres.
Y ahora algunos ejemplos.
BRONSTEIN-KOTOV
(16.° Campeonato de la URSS)
Diagrama 195
XABCDEFGHY
8r+-tr-+k+(
7zpl+-+pzpp'
6nzp-+pwq-+&
5+-+-sN-+-%
4-zPP+-+-+$
3zP-+-wQ-+-#
2-+-+LzPPzP"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
El diagrama muestra una característica
posición de peones que permite a las blancas
utilizar su mayoría en el flanco dama. Debe
admitirse que la mayoría de las blancas es en
sí una ventaja relativamente pequeña, y si no
fuera por la desfavorable posición del caballo
negro en a6 y la dama en f6, tendrían
dificultad para realizarla.
17...¤c7
18.¥h5!
Con esta fina maniobra las blancas debilitan
considerablemente el flanco de rey enemigo:
160
las negras deben replicar ...g6 y como
probablemente tendrán que jugar también más
adelante ...f6 con el fin de desalojar al caballo
blanco de su dominante posición, tendrán
dificultades en defender su rey. Además, su
segunda fila quedará debilitada, lo que
pudiera ser un importante factor en un posible
final de damas.
18...g6
19.¥e2 ¤e8
20.f3
Esto reduce el alcance del alfil enemigo y al
mismo tiempo prepara la centralización del
rey en el caso de que la mayor parte de las
piezas sean cambiadas.
20...£e7
21.¦xd8 ¦xd8
22.¦d1 ¦xd1+
23.¥xd1
El material presente es favorable para utilizar
la mayoría de peones de las blancas. Estas
ahora deben procurar situar sus piezas lo más
ventajosamente posible y entonces iniciar el
avance de sus peones. Si bien el cambio de
damas no es bueno para las blancas, no tienen
que temer el cambio de sus dos piezas
menores si ello no les impide asegurar el
avance de sus peones.
23...f6
24.¤d3 ¤c7
25.¥b3 ¢g7
26.a4 £d6
27.c5 bxc5
28.¤xc5 ¥c8?
Las negras reconocen que la partida no se
podía sostener después del cambio de ambas
piezas menores; pero debieron permitir el
cambio de una de ellas con ¥d5 mejor que
alterar la coordinación de sus piezas con esta
retirada.
29.b5 e5
 Diagrama 196
XABCDEFGHY
8-+l+-+-+(
7zp-sn-+-mkp'
6-+-wq-zpp+&
5+PsN-zp-+-%
4P+-+-+-+$
3+L+-wQP+-#
2-+-+-+PzP"
1+-+-+-mK-!
xabcdefghy
La posición está claramente ganada por las
blancas. Ahora debieron jugar ¢f2 seguido de
¢e2 a fin de impedir la entrada de la dama
enemiga a la segunda fila. Con la casilla d2
defendida la dama blanca quedaba libre para
otras acciones en cualquier otro punto,
inclusive podría situarse en c4 donde crearía
amenazas a lo largo de la diagonal a2-g8;
considerando al mismo tiempo el ulterior
avance de los peones del ala de dama.
Si las blancas hubieran seguido este plan, las
negras no habrían tenido posibilidades de
contrajuego activo, pues cualquier avance de
sus peones del flanco de rey pone en peligro
al rey negro. Las blancas, sin embargo, optan
por otro plan y deciden resolver el problema
por procedimientos tácticos; llevan a cabo un
cambio de damas y calculan que podrán ganar
una pieza; pero no se dan cuenta, hasta muy
tarde, que esto conduce a una posición de
tablas.
30.¤e4? £b6!
No conviene 30...£b4?; a causa de 31.£c1.
31.£xb6
Ahora ¢f2 ya no sirve, pues las negras tienen
la réplica 31...¥e6, que les da la oportunidad
de trasladar su rey al flanco de dama.
31...axb6
32.¤d6 ¥d7
33.¥c4 ¤a8
No 33...¢f8? 34.a5 ¢e7 35.axb6 ¢xd6 36.b7
y ganan las blancas.
34.¥d5 ¤c7
161
Ahora las blancas se dan cuenta que la
esperada ganancia de una pieza conduce a una
clara posición de tablas: v. gr.: 35.¥b7 ¥e6!
36.a5 bxa5 37.b6 ¤d5! 38.¥xd5 ¥xd5 39.b7
¥xb7 40.¤xb7 a4 41.¢f2 a3 42.¤c5 a2
43.¤b3 En vista de esta posibilidad, las
blancas nada podían hacer, pues el cambio de
damas permitió a su oponente acercar el rey
para atender cualquier peón pasado que
pudiera surgir en el flanco de dama.
35.¥c6 ¥e6
36.¤b7 ¢f7
37.a5 bxa5
38.¤xa5 ¢e7
39.¢f2 ¥d7
Aún más seguro es 39...¢d6.
40.b6 ¤a6
41.¥b7
La partida también es tablas después de
41.¥xd7 ¢xd7 42.¢e3 ¤c5 43.f4 exf4+
44.¢xf4 ¢d6. Después de la jugada de la
partida se acordó tablas, pues las blancas no
pueden utilizar su peón pasado.
Si una mayoría de peones va a ser utilizada,
es importante que sea móvil. Con frecuencia
una mayoría móvil en el flanco de rey es más
valiosa que una inmóvil en el flanco de dama.
El próximo ejemplo muestra cómo las negras
están preparadas para sacrificar un peón,
simplemente para inmovilizar la mayoría de
su adversario.
SPIELMANN-COLLE
(Dortmund, 1928)
Diagrama 197
XABCDEFGHY
8r+-wq-trk+(
7zppzpnvl-zpp'
6-+-+-+-+&
5+-+P+p+-%
4N+PwQ-+-+$
3+-+-+-+-#
2PzP-+L+PzP"
1tR-+-+RmK-!
xabcdefghy
Las blancas acaban de jugar su caballo de c3 a
fin de evitar ...¥c5 y al mismo tiempo
preparar el avance c5; sin embargo, permiten LASKER-JANOSKY
a las negras la oportunidad de una réplica (Match, 1909)
sutil.
1.e4 e5
17...b5! 2.¤f3 ¤c6
3.¥b5 a6
Las blancas tendrán ahora dos peones de más 4.¥xc6 dxc6
en el flanco dama, pero como no están ligados 5.d4 exd4
tienen menos valor. Cualquier intento de crear 6.£xd4
un peón pasado irá acompañado de
considerables dificultades. Por otra parte, las El carácter de la posición está bien claro: con
negras obtendrán una excelente casilla en d6 el cambio de los peones centrales las blancas
para su alfil, y pronto estarán en condiciones han adquirido una mayoría de peones en el ala
de desarrollar un fuerte ataque contra el de rey y dejaron a las negras con un flanco de
flanco de rey. dama que está dislocado a causa de los peones
doblados. Sin embargo, las negras conservan
18.cxb5 ¥d6 el par de alfiles que pueden actuar
19.¦ae1 £e7 eficazmente en esta posición abierta. El plan
20.¥d3 ¤e5! de las blancas ahora es simplificar la posición
y utilizar su mayoría de peones para crear un
Un buen ejemplo de centralización. La peón pasado que pueda aprovecharse en el
continuación 21.¥xf5 ¦xf5! 22.¦xf5 ¤f3+ final. Por su parte las negras deben buscar sus
23.¦xf3 £xe1+ 24.¦f1 ¥xh2+ no es buena oportunidades en el juego de sus piezas. Ya
para las blancas. en 1894 Steinitz halló el método correcto para
las negras: en su match con Lasker continuó:
21.¢h1 f4! 6...£xd4 7.¤xd4 c5 8.¤e2 ¥d7 9.¤bc3 0−0−
22.¦e2? 0 10.¥f4 ¥c6 11.f3 ¤f6 12.0−0 ¥e7 con buen
juego. También Alekhine empleó más tarde
Esto ocasiona la derrota rápida. La única un buen sistema: 6...£xd4 7.¤xd4 ¥d7 8.¥e3
posibilidad de contrajuego estaba en 22.¤c5! 0−0−0 9.¤d2 ¤e7 10.0−0−0 ¦e8! 11.¦he1
seguido de ¤e6 o ¤e4.Es evidente que ¤g6 12.¤e2 ¥d6 13.h3 f5 y las negras están
22.¦xf4?? ¦xf4 23.£xf4 ¤xd3 está mejor.
desechado por las blancas.
6...¥g4?
22...¦ae8
23.¤c3 £h4 Diagrama 198
24.¤e4 ¤g4 XABCDEFGHY
25.h3 8r+-wqkvlntr(
7+pzp-+pzpp'
Tampoco hay salvación con 25.g3 £h3!; o 6p+p+-+-+&
bien: 25.£g1 ¤xh2 26.£xh2 £xh2+ 5+-+-+-+-%
27.¢xh2 f3+. 4-+-wQP+l+$
3+-+-+N+-#
25...f3! 2PzPP+-zPPzP"
26.¦xf3 ¦xf3
27.¤f6+ ¢f7!
1tRNvL-mK-+R!
28.Abandonan. xabcdefghy

Ahora examinaremos una apertura que está
fundada en la creación y aprovechamiento de
una mayoría de peones; es ésta la variante del
cambio en el Ruy López, con la cual Lasker
obtuvo muchos triunfos.
162
La última jugada de las negras fue hecha con
la idea de cambiar el caballo blanco de f3 y
romper la cadena de peones blancos del ala
del rey. Sin embargo, éste no es el plan
lógico, pues los peones doblados blancos
serán más movibles que los de su oponente.
Para convencernos de que esto es así,
imaginémonos que el cambio se ha hecho y
las blancas quedaron con sus peones doblados
en f2 y f3.En este caso tienen la posibilidad
de jugar su peón más adelantado (el de f3)
hasta f5, asistido, por supuesto, del adecuado
apoyo de una pieza; entonces pueden
adelantar su peón atrasado a f4 y el de rey a
e5 y después obligar la creación de un peón
pasado. Por supuesto, las blancas deben tener
cuidado de que las negras no desluzcan su
plan en su comienzo, bloqueando los peones
doblados antes de que inicien su avance; por
lo tanto deben anticiparse a la maniobra g5,
¤g8-e7-g6.
Cuando observamos los peones negros
doblados en el flanco de dama, la cosa es
enteramente distinta; allí no se ve un modo
claro de crear un peón pasado, y las negras
tendrán gran dificultad en lograrlo. Ahora
podemos apreciar que la mayoría de las
blancas es más móvil, y la razón estriba en
que el peón e4 no está obstruido por ningún
peón enemigo.
7.¤c3 £xd4
Con esta jugada las negras renuncian a su
plan de doblar los peones blancos; por lo
tanto su sexta jugada significa una pérdida de
tiempo, ya que el alfil podrá siempre ser
desalojado con f3.
8.¤xd4 0−0−0
9.¥e3 ¥b4
10.¤de2!
Después de 10.f3 ¥xc3+ 11.bxc3 ¥d7 12.¢f2
las blancas también tendrían mejor juego,
pero como quedarían alfiles de distinto color
después de un posible cambio de caballos, las
negras tendrían posibilidades de tablas.
10...¥xe2?
Una absoluta incomprensión del carácter
estratégico de la posición. Las negras
menosprecian sus posibilidades al deshacerse
de la pareja de alfiles con el fin de dejar a su
oponente con dos peones doblados; y sus
perspectivas en el flanco de dama no han
mejorado nada con esto. Lo correcto era
10...¤e7 11.f3 ¥d7 seguido de f5 y las negras
podían aspirar a obtener juego con sus piezas.
163
11.¢xe2 ¥xc3
12.bxc3
Diagrama 199
XABCDEFGHY
8-+ktr-+ntr(
7+pzp-+pzpp'
6p+p+-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+P+-+$
3+-zP-vL-+-#
2P+P+KzPPzP"
1tR-+-+-+R!
xabcdefghy
¿Cómo hemos de juzgar esta posición en la
que ambos bandos tienen peones doblados?
Los peones blancos doblados en el mismo
flanco en que su oponente tiene mayoría,
están inclusive aislados; pero aunque los
peones doblados son débiles cuando se busca
movilidad, pueden en cambio ser muy
efectivos como defensa; y en esta posición los
peones blancos en c2 y c3 son tan aptos para
impedir la creación de un peón pasado
enemigo, como si estuvieran en b2 y c2. En el
flanco de rey es sólo una cuestión de tiempo
el que las blancas puedan producir un peón
pasado; y por añadidura, su alfil es muy
activo. Por lo tanto puede decirse que las
blancas tienen clara ventaja posicional, y aun
sin que en cualquier momento de la partida el
contrario cometa los más ligeros errores
tácticos, Lasker debiera ganar.
12...¤f6
Al fin el caballo se dirige a c4 desde donde
puede luchar con energía contra el avance de
los peones blancos. Aunque la ruta directa a
c3 vía e7 es frustrada por 13.¥c5, había un
camino más rápido que el escogido por las
negras: 12...b6 13.¦ad1 ¤e7 seguido de c5 y
¤c6.
13.f3 ¤d7
14.¦ad1 ¤e5
Esto cuesta dos tiempos de más; era mejor
14...b6 seguido de c5 y ¤d7-b8-c6.
15.¦d4 b6
16.f4 ¤d7
 17.¦hd1 c5
18.¦4d3 ¤b8
19.¢f3 ¦de8
Las negras creen que apoyándose en sus
torres estarán mejor para oponerse al avance
de los peones enemigos; pero lo importante en
realidad es que su rey queda alejado por largo
tiempo del punto en que más necesita estar (el
flanco de rey). El cambio de torres les hubiera
ofrecido mejores perspectivas; 19...¦xd3
20.¦xd3 ¦d8, o 20.cxd3 ¢d7.
20.f5!
Esta jugada está en contradicción con la regla
que prescribe que el peón que no tiene otro
delante debe avanzar primero; pero el avance
20.e5 (de acuerdo con la regla) hubiera sido
erróneo en este caso, pues el ulterior avance
del peón f habría presentado dificultades ya
que el de e5 quedaría expuesto a ser
capturado. La jugada de la partida es fuerte
porque permite el acceso del alfil a f4 donde
podrá desempeñar una función más activa.
20...f6
No es mejor 20...¤c6 21.¥f4 ¦e7 22.¦e1
¦he8 23.¦d5 ¤e5+ 24.¥xe5 ¦xe5 25.¦xe5
¦xe5 26.¢f4 f6 27.¦d1 y las blancas pueden
proseguir con los avances g4, h4 y g5.
21.g4 ¦e7
22.¥f4 ¦he8
23.¦e3 ¤c6
24.g5 ¤a5
El caballo no estará mejor situado en c4 que
en c6; pero las negras no tienen medios de
II. CONCENTRACIÓN DE PIEZAS EN EL FLANCO
No es solamente una mayoría de peones lo
que hace posible un ataque en un flanco;
también pueden hacerlo una concentración de
piezas. Con esto no queremos significar la
concentración de todas las piezas en una
pequeña sección del tablero, sino más bien las
acciones de las piezas dirigidas y
concentradas en un área determinada. Por lo
tanto, debe concebirse que una pieza puede
actuar efectivamente desde alguna distancia
164
mejorar su posición. La jugada fxg5,
recomendada por Alekhine, es mala: v.gr.:
24...fxg5 25.¥xg5 ¤e5+ 26.¢f4 ¦d7 27.¦d5!
y las blancas pueden forzar el avance del peón
e, pues la continuación 27...¦xd5? 28.exd5,
acarrea a las negras, la pérdida de una pieza.
25.h4 ¤c4
26.¦e2 ¦f7
27.¦g1 ¢d7
Algo mejor es 27...g6; las blancas podrían
entonces continuar con 28.fxg6 hxg6 29.gxf6
¦xf6 30.¦g5! seguido de h5.
28.h5 ¤d6?
Esto facilita la ruptura decisiva.
29.h6! fxg5
No es bueno: 29...g6 30.fxg6 hxg6 31.gxf6
¦xf6 32.e5 ¦fe6 33.¦d2.
30.¦xg5 g6
Esto hace perder un peón; pero después de
30...gxh6 31.¦h5 la posición es desesperada
para las negras en vista de los dos peones
pasados y ligados.
31.fxg6 hxg6
32.¦xg6 ¦ef8
33.¦g7 ¦xg7
34.hxg7 ¦g8
35.¦g2 ¤e8
36.¥e5 ¢e6
37.¢f4 ¢f7
38.¢f5 Abandonan.
como, por ejemplo, un alfil situado en b2
apuntando hacia la casilla g7.
Un requisito importante para utilizar
adecuadamente la superioridad de piezas en
un área determinada, es la apertura de líneas.
Ya hemos visto en capítulos precedentes,
referente a las piezas individuales, que una
simple columna abierta para una torre era lo
que le daba a ésta su decisiva superioridad; y
lo mismo podemos aplicar a una diagonal
abierta controlada por un alfil.
La presión de piezas sobre los flancos puede Las negras persisten en su intención de atacar
asumir diferentes formas; pero siempre la el flanco de dama y en consecuencia debilitan
meta será la de alcanzar gran superioridad en más su flanco de rey. Lo correcto es
la potencia de estas piezas hasta el extremo de 15...¤bd7.
dejar al oponente lo más indefenso posible
para atender a todos sus puntos atacados. Esto 16.¤e4!
lo aclaramos con un ejemplo.
Repentinamente las blancas pueden hacer dos
AVERBACH-FUCHS amenazas: 17.¥d2 ganando la dama, y
(Dresden, 1956) 17.¤xd6. La respuesta de las negras es
obligada.
1.c4 g6
2.¤c3 ¥g7 16...¤c8
3.d4 ¤f6 17.£h3! £c7
4.e4 d6 18.£h4 ¦e8
5.¥e2 0−0 19.¦h3
6.¥g5 c5
7.d5 a6 Diagrama 200
8.a4 e6 XABCDEFGHY
9.£d2 £a5 8r+n+r+k+(
10.¦a3! 7+pwqn+pvlp'
6p+-zp-+p+&
Esta jugada parece más bien como de defensa 5+-zpP+-vL-%
contra la amenaza 10...b5, que ahora puede 4P+P+N+-wQ$
ser contestada con 11.axb5; pero tiene 3+-+-+-+R#
también otra finalidad: las blancas, que no 2-zP-+LzPPzP"
pueden desarrollar con éxito una acción ni en 1+-+-+RmK-!
el centro ni en el flanco de dama, trasladarán
eventualmente esta torre al flanco de rey para
xabcdefghy
obtener superioridad allí.
Todas las piezas blancas, con excepción de la
10...exd5 torre de f1 están apostadas para el decisivo
11.exd5 ¤bd7? ataque contra el enroque enemigo frágilmente
defendido. Inclusive el alfil de e2 está presto a
Con esto las negras no activan su desarrollo; sacrificarse en h5. Sólo falta la ejecución
era mejor 11...¦e8 seguido de ¥g4. táctica del ataque.

12.¤f3 ¤b6 19...h5

13.0−0 ¥g4
No es posible: 19...¤f8 20.¤f6+ ¥xf6
La anterior maniobra de las negras fue 21.¥xf6, que sería desastroso.
probablemente como un preludio a 13...£b4,
pero ahora se dan cuenta que esto puede ser 20.¤g3!
refutado con 14.£c1. Y como entonces
14...¤xc4? 15.¤h2 está fuera de La preparación final del golpe decisivo. El
consideración, las negras debieran buscar un sacrificio del alfil es prematuro en estos
medio de retirar su dama de la peligrosa momentos: 20.¥xh5 ¦xe4! 21.£xe4 gxh5
situación que las blancas pudieran crear con 22.¦xh5 ¤f8.
15.a5 seguido de ¦a4.
20...¤f8
14.£f4! ¥xf3 21.¥xh5! ¥xb2
15.£xf3 ¤fd7?
O bien, 21...gxh5 22.¤xh5 ¤g6 23.¤f6+!
¥xf6 24.¥xf6 ¤xh4 25.¦xh4, etc.
165
 22.¤f5! gxh5 23.¥f6 ¤g6
24.£g5 ¤ce7
Después de 22...gxf5 23.¥f6! ¥xf6 24.£xf6 25.¤h6+ ¢f8
£e7 25.¥xf7+!, las negras no pueden evitar el 26.¥xb2 Abandonan.
mate.

III. SUPERIORIDAD DE ESPACIO EN EL FLANCO

A menudo sucede que una estructura Es asimismo necesario añadir que tales
determinada de peones confiere ventaja de avances debieran estar bien preparados
espacio a uno de los dos bandos, y aun con mediante una adecuada colocación de las
material equilibrado esta ventaja puede en piezas. Las piezas deben también estar
ocasiones ser un requisito para el ataque. El situadas de manera que puedan detener el
carácter distintivo de la ventaja de espacio en avance enemigo; por ejemplo, un alfil negro
un flanco es la mayor movilidad de sus controlando la diagonal a8-h1 probablemente
peones. impediría a las blancas jugar g4 si su rey está
en g1. Y ahora veamos varios ejemplos.
Diagrama 201
XABCDEFGHY BOTVINNIK-RESHEVSKY
8-+-+-+-+( (Torneo AVRO, 1938)
7zpp+-+pzpp'
6-+-+p+-+& 1.c4 e5
5+-+-zP-+-% 2.¤c3 ¤c6
4-+p+-+-+$ 3.g3 g6
3zP-zP-+-+-# 4.¥g2 ¥g7
5.e3 d6
2-zP-+-zPPzP"
6.¤ge2 ¤ge7
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy Mejor es 6...¥d7.

En el diagrama 201 los peones del flanco de 7.d4 exd4

rey negro están contenidos por el peón blanco 8.exd4 0−0
de e5, mientras que los peones blancos del 9.0−0 ¤f5
flanco de dama sufren el mismo destino a 10.d5 ¤e5
causa del peón c4. Si las negras juegan f6 o f5
quedan con un peón débil en e6 después que Mejor es 10...¤cd4.
las blancas hayan tomado exf6; y sí intentasen
g6 o g5 quedarían con una debilidad muy 11.b3 a5
peligrosa en f6. En el otro flanco son las 12.¥b2 ¤d7
blancas las que tienen problemas de
movilidad. La fuerza del peón en d5 está acrecentada por
En general hay dos maneras de utilizar la la acción del alfil de b2, de modo que el
ventaja de espacio en un flanco: el ataque con flanco dama de las negras queda paralizado.
piezas contra el ala enemiga o el avance de El plan correcto para las blancas es adelantar
nuestros peones. En el segundo caso el sus peones del flanco de dama y romper en c5
motivo es, o abrir líneas para atacar o reducir en el momento adecuado.
la posición enemiga. En el diagrama 201 las
blancas podrían proceder con f4, g4 y f5 y
entonces, de acuerdo con las circunstancias,
hacer fxe6 o f6. El plan de las negras en el
otro flanco estaría caracterizado por b5, a5 y
b4.

166
 Diagrama 202 23.c6! bxc6
XABCDEFGHY 24.dxc6
8r+lwq-trk+(
7+pzpn+pvlp' Con el avance c6 las blancas han destruido la
6-+-zp-+p+& formación simétrica de peones; sin embargo
5zp-+P+n+-% no parece bastante satisfactorio sólo haber
4-+P+-+-+$ facilitado la ruta de su peón a la casilla de
3+PsN-+-zP-# promoción, pues con las piezas negras tan mal
situadas, se obtienen, por lo general,
2PvL-+NzPLzP"
resultados más rápidos por medios
1tR-+Q+RmK-! combinativos.
xabcdefghy
24...¥c8
13.a3! ¤c5?
Otras jugadas de alfil son igualmente
Como las blancas están planeando b4, esta inadecuadas: 24...¥f5 25.¤d4 £c8 26.¦e7, o
jugada es una pérdida de tiempo; más lógico 24...¥e6 25.¦xe6! fxe6 26.¤d4 £e7 27.¤xe6
es 13...¦e8. £f7 28.¥xf6 ¥xf6 29.¥d5 ¢h8 30.¤f4 £g7
31.£d3 y ganan las blancas.
14.b4 ¤d7
Diagrama 203
Después de 14...axb4 15.axb4 ¦xa1 16.¥xa1 XABCDEFGHY
¤a6 17.£b3 el caballo en a6 no está del todo 8r+lwq-trk+(
bien situado, lo que demuestra que la jugada 7+-zp-+pvl-'
anterior de las negras fue completamente 6-+Pzp-snp+&
inútil. 5+N+-+-+p%
4-zP-+-+-+$
15.£b3 ¤d4
16.¤xd4 ¥xd4 3+Q+-+-zPP#
17.¦ad1 ¥g7 2-vL-+-zPL+"
18.¦fe1 axb4 1+-+RtR-mK-!
19.axb4 ¤f6 xabcdefghy

Las negras deben desarrollar su alfil de alguna 25.¤xd6!

manera; pero esta jugada reduce el control
sobre su casilla c5 y facilita la ruptura de las Una combinación elegante. Está bien claro
blancas. que 25...cxd6 26.c7 está fuera de
consideración; pero las negras esperan
20.h3! h5 salvarse con su siguiente jugada.

La intención de esta jugada es asegurar la 25...¥e6

casilla f5 para el alfil, impidiendo ser 26.¦xe6! fxe6
desalojado con g4. Sin embargo, según lo 27.¤f5! £e8
demuestra el curso ulterior de la partida, el
alfil no está situado en f5 ni en d7. También hay pocas perspectivas de una
defensa adecuada con 27...£xd1+ 28.£xd1
21.c5! ¥f5 exf5 29.b5 ¦ab8 30.£b3+ ¢h7 31.¥a3
22.¤b5 ¥d7 seguido de £f7.

O bien 22...¦e8 23.¤d4 ¥d7 24.c6 bxc6 28.¤xg7 ¢xg7

25.dxc6 ¥c8 26.b5 con clara ventaja para las 29.¦d7+ ¦f7
blancas que pueden siempre obtener un peón 30.¥e5
pasado con b6.

167
Ganando el peón de c7, pues 30...¦c8 es después de 11.0−0 ¥xc3 12.£xc3 g5 13.¥g3
contestada con 31.£f3. Los dos peones ¤e4 14.£c2 f5 Estratégicamente, las blancas
pasados y ligados de las blancas apoyados por preparan el avance f4 después de efectuar el
la pareja de alfiles decidirán pronto la partida. enroque corto, y entonces estarán en
condiciones para obtener superioridad en el
30...¢g8 flanco del rey.
31.¦xc7 ¦xc7
32.¥xc7 ¦a1+ 11...¤bd7
33.¢h2 ¦a7
34.¥e5 ¦f7 Pero no 11...¦e8? 12.¥xf6 £xf6? 13.£a4 y
35.c7 ¤d7 las negras pierden una pieza.
36.£c2 ¦f8
37.c8£! Abandonan. 12.0-0 a5!

La siguiente partida desarrolla un tema muy El peón en d5 normalmente ha de dar a las

interesante. Las blancas obtienen superioridad blancas ventaja de espacio en el flanco de
en el flanco de rey y obligan a su oponente a dama; por lo tanto las negras crean un
una defensa pasiva de los puntos atacados; obstáculo a la explotación de esta ventaja.
entonces las blancas, repentinamente Ahora las blancas difícilmente pueden
irrumpen en el otro flanco donde el rey negro continuar con 13.a3? ¥xc3 14.£xc3 a4,
buscó refugio temporalmente. Tales cambios porque sus peones quedarían bloqueados.
de frente son con frecuencia el resultado de
un ataque de flanco, pues las piezas del 13.¦ae1!
jugador que está a la defensiva, quedan a
menudo tan mal situadas, como consecuencia La continuación del plan para avanzar f4.
de haber tenido que oponerse a amenazas Ciertamente las negras pueden frustrar la
continuas, que no pueden reagruparse intención de las blancas con 13...¥xc3
fácilmente para proteger a tiempo el otro 14.£xc3 e4, pero entonces las blancas
flanco. trasladarían su caballo a d4 con dos
posibilidades de obtener juego activo: en el
KERES-EUWE flanco dama después de las jugadas
(Match, 1939) preparatorias b3, a3 y b4; y en el flanco de rey
pueden, en un momento oportuno, abrir la
1.d4 ¤f6 columna f con f3 y emprender un ataque
2.c4 e6 contra dicho flanco.
3.¤c3 ¥b4
4.£c2 ¤c6 13...¦e8
5.¤f3 0−0 14.f4 ¥xc3
6.¥g5 h6
7.¥h4 d6 No hubiera sido bueno continuar con
8.e3 14...exf4? 15.exf4 porque pronto las negras
perderían el control de la columna de rey
Mejor es 8.a3. como consecuencia de su retrasado desarrollo.
La jugada de la partida con la cual las negras
8...£e7 mediante cambios pretenden reducir el ataque
9.¥e2 e5 de las blancas contra el rey, es por lo tanto
10.d5 ¤b8 correcta.
11.¤d2!
15.£xc3 ¤e4!
Esta jugada tiene un propósito táctico y 16.¤xe4 £xh4
también estratégico. Desde el punto de vista 17.g3 £e7
táctico, las blancas previenen que el 18.¥g4!
adversario consiga una fuerte posición de
ataque en el flanco del rey como sucedería
168
Estratégicamente bien jugado. Las blancas
eventualmente avanzarán su peón f a f5 a fin
de asegurar una ventaja de espacio en este
flanco; en este caso su alfil quedaría reducido
por los peones en d5 y f5; por tal motivo las
blancas preparan ahora su cambio.
18...¤f6
19.¤xf6+ £xf6
20.¥xc8 ¦axc8
21.¦f2
Las negras no pueden ahora ni aun en la
siguiente jugada, cambiar en f4 sin exponer
sus peones del flanco de rey; v. gr.: 21...exf4
22.£xf6 gxf6 23. ¦xf4 ¢g7 24.e4 ¦e7
25.¦ef1. Por lo tanto las blancas demoran el
avance f5 hasta que pueda hacerse ganando
un tiempo. Debe señalarse que 21.£xa5 no es
bueno para las blancas a causa de la respuesta
21...exf4 seguido de £xb2.
21...b6
22.¦ef1 £g6
23.f5! £f6
24.e4
Diagrama 204
XABCDEFGHY
8-+r+r+k+(
7+-zp-+pzp-'
6-zp-zp-wq-zp&
5zp-+PzpP+-%
4-+P+P+-+$
3+-wQ-+-zP-#
2PzP-+-tR-zP"
1+-+-+RmK-!
xabcdefghy
Gracias a su peón en f5 las blancas tienen
ventaja de espacio en el flanco del rey. Su
plan será preparar la ruptura g3-g4-g5 (v. gr.:
con g4,£g3, h4 y g5). Las negras sufren el
inconveniente de tener su dama esclavizada
en f6 de donde no se atreve a mover por
ahora, pues las blancas continuarían con f6
aumentando la fuerza de su ataque. Las
negras intentan ahora trasladar su rey al
flanco opuesto de acuerdo con el principio
examinado en el capítulo del rey; pero
primero deben precaverse de una posible
ruptura en el flanco de dama que pueden
practicar las blancas (b3, a3, b4, c5) a fin de
169
que el refugio del rey no esté expuesto de
pronto a peligros.
24...c6!
25.dxc6 ¦xc6
26.a4
Oponiéndose a la amenaza 26...b5.
26...¢f8
27.¦d1 ¦ec8
28.b3 ¢e7
29.£f3 ¢d7
30.h4 ¢c7
31.¢f1
También el rey blanco abandona su propio
flanco; el motivo es no dificultar allí las
acciones de las piezas blancas.
31...¢b7
32.¢e2 ¦8c7
33.¦h2 £d8
El rey negro está seguro y su dama ha sido
relevada de sus deberes en la casilla f6, que
pronto será ocupada por un peón negro.
Entonces la ruptura de las blancas mediante
g5 será más difícil de llevar a efecto. Si las
blancas tratan de entorpecer la jugada 34...f6
con 34.f6, las negras replican 34...g6! (más
fuerte que 34...£xf6 35.£xf6 gxf6 36.¦f2, y
que 34...gxf6 35.¦f2), y la posición que se
obtiene no permite a las blancas abrir ninguna
columna en el flanco del rey (v. gr.: 35.h5
g5).
34.g4 f6
35.¦g2 ¦c8
36.¦g3
Las blancas intentan preparar la ruptura sin
prisas; primeramente quieren estar en
condiciones de ocupar la columna h sin
dificultad en caso de que se abra. Después de
36.g5 hxg5 37.hxg5 £h8 las negras pueden
defenderse.
36...£d7
A fin de contestar 37.g5 con 37...hxg5
38.hxg5 ¦h8.
37.£d3 £f7
 38.¦h1 ¦h8 v.g.: 52...¢d7 53.£a7+ ¢e8 54.£b8+ ¢d7
39.¦hh3! ¦cc8 55.£b7+ ¢e8 56.£c8+ £d8 57.¦h8+; o bien:
40.g5! 52...¢c6 53.£a6+ ¢c7 54.¦h8 ¦f8 55.£a7+.

Después de 40.£xd6? ¦cd8 41.£a3 ¦d4 50.axb6+ ¢xb6

seguido de ¦hd8, las negras obtendrían fuerte 51.£xd6+ ¢a7
contrajuego en la columna de dama abierta. 52.£xe5 b3
53.¦h3! ¦f6
40...hxg5
41.hxg5 £c7 No 53...b2 54.¦a3+.
42.£d5+ ¢a7
43.¦d3 ¦xh3? 54.£d4+ ¦b6

Con esta jugada las negras abandonan la Las alternativas 54...£b6 55.£d7+ ¢a6
columna abierta y precipitan su derrota. En el (55...¢a8 56.¦h8+) 56.£a4+; o bien:
final de torres que se produciría después de 54...¢b8 55.¦h8+ ¢c7 56.¦d8 son también
43...fxg5 44.¦xh8 ¦xh8 45.£xd6 £xd6 insuficientes.
46.¦xd6 ¦h4, las negras tienen aún ciertas
posibilidades de tablas (v.g. 47.¢f3 ¦h3+ 55.¦xb3 Abandonan.
48.¢g4 ¦xb3 49.¦d7+ ¢a6!).
En posiciones en las que un bando consigue
44.¦xh3 fxg5 ventaja de espacio con f5 como sucede en la
45.¦h7 £e7 precedente partida, generalmente da resultado
46.¢f3 ¦f8 continuar con el avance en el otro flanco a fin
47.¢g4 ¦f7 de abrir columnas de ataque para las piezas
mayores. Si esto no se hace así, el ataque con
Afrontando la amenaza 48.£e6 que ahora simples piezas menores y dama es menos
puede ser contestada con 48...£xe6 49.fxe6 efectivo y a menudo puede ser detenido. El
¦e7. avance de los peones es el preparativo para la
ruptura, que aparte de abrir líneas para el
Diagrama 205 ataque, puede ocasionar debilidades en la
XABCDEFGHY posición enemiga, privar al rey de la
8-+-+-+-+( protección de sus peones, y posiblemente
7mk-+-wqrzpR' crear un peón pasado. Podrá apreciarse que la
6-zp-zp-+-+& ruptura es un medio muy importante para
5zp-+QzpPzp-% beneficiarse de la ventaja de espacio en los
4P+P+P+K+$ flancos, y fue un factor importante en la
3+P+-+-+-# anterior partida.
A menudo la ruptura es llevada a cabo con
2-+-+-+-+" fines posicionales, mediante preparación de
1+-+-+-+-! piezas y peones debidamente situadas.
xabcdefghy Algunas veces, sin embargo, no hay tiempo
para tales preparaciones, y hay que recurrir a
48.b4! métodos combinativos, como en el siguiente
ejemplo.
La ruptura decisiva. Merece señalarse el
poder que ejerce la dama blanca centralizada.

48...axb4
49.a5! £b7

Ahora se pierden dos peones; pero si se

jugase: 49...bxa5 50.£xa5+ ¢b7 51.£xb4+
¢c7 52.£a5+ , las negras no tendrían escape:
170
 PILLSBURY-LASKER Las blancas están amenazando ahora 23.£g3
(Nüremberg, 1896) seguido de £g7 y ¤xh5. Después de la
natural jugada defensiva de las negras, surge
Diagrama 206 otra amenaza, más sutil.
XABCDEFGHY
8r+-wqk+-tr( 22...h4
7+p+l+p+-' 23.¦a1 ¥e7
6-zP-+p+p+& 24.¦xa4! ¥xa4
5zp-+pzP-+p% 25.¤fxe6! fxe6
4n+-sN-zP-+$ 26.¤xe6
3vl-+PvL-+-#
Ahora la posición de las negras está destruida.
2-+-+NwQPzP"
En la partida las negras entregaron su dama
1+R+-+RmK-! con 26...¥d7 27.¤xd8, después de lo cual la
xabcdefghy victoria de las blancas fue sólo cuestión de
tiempo. Si las negras quisieran conservar su
La estructura de peones indica que dama se verían expuestas a un irresistible
corresponde practicar una ruptura en el flanco ataque como lo demuestran las siguientes
de rey con el avance f5. Sin embargo, si las jugadas.
blancas proceden de la manera normal con las
jugadas preparatorias g3, h3 y g4, pierden 26...£c8
muchos tiempos y también dan oportunidad a 27.£xf5 £c6
las negras para un contrajuego en la columna
h abierta. Por lo tanto rechazan este plan y se O 27...¥c6 28.¥g5! ¥c5+ 29.¢h1, etc.
deciden por la ruptura combinativa, que es
posible a causa de la desfavorable colocación 28.¥g5! £xb6+
de las piezas negras en a3 y a4. 29.d4 £b4
30.£f7+ ¢d7
21.f5! gxf5 31.¥xe7 £xe7
32.¤c5+ ¢d8
Después de 21...exf5 22.¤f4, el peón d de las 33.¤xb7+ ¢d7
negras se pierde pues no pueden continuar 34.¤c5+ ¢d8
con 22...¥c6 23.¦a1 £e7 24.¤xc6 bxc6 35.£xd5+
25.£a2, ni con 22...¤xb6 23.¤c2 a causa de
la pérdida de una pieza. Y las negras están completamente indefensas.

22.¤f4

IV. LA CADENA DE PEONES BLOQUEADA

En el capítulo que trata sobre el centro vimos Diagrama 207
que algunas veces la eliminación de la tensión XABCDEFGHY
central conducía a una cadena de peones 8-+-+-+-+(
bloqueados. Un ejemplo se muestra en el 7+-+-+pzp-'
Diagrama 207, a lo que muchos libros de 6p+-+-+-zp&
texto llaman simplemente una cadena de 5+pzp-zp-+-%
peones; pero en mi opinión esto no es 4-+-zpP+-+$
correcto pues la expresión cadena de peones, 3+-+P+-zP-#
puede ser aplicada a cualquier formación que
2PzPP+-zP-zP"
parezca ser ensartada por un cordón.
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy

171
En la posición del diagrama las características
principales son los dos peones blancos y los
dos negros bloqueados.
¿Qué posibilidades se presentan a ambos
jugadores en esta posición? Como claramente
se desprende de la sección anterior, el peón
negro en d4 restringe a las blancas en el
flanco de dama dándole allí ventaja de
espacio a las negras. El peón blanco en e4
desempeña una función similar en el otro
flanco, aunque más modestamente, puesto que
no ha cruzado la mitad del tablero.
Los peones negros son más movibles en el
flanco de dama, mientras la posición es
inversa en el ala opuesta. Debe observarse
que las negras en tales posiciones no tratarán
de expansionarse en el flanco de rey porque el
avance de su peón f dejaría débil el peón de
rey después que las blancas jueguen exf5. La
cadena de peones bloqueados a menudo
determinan el carácter de la posición al dar a
cada jugador una cualitativa y no cuantitativa,
superioridad de peones en un sitio
determinado del tablero, siendo la movilidad
el elemento cualitativo. Por lo tanto el campo
de operaciones de las negras será el flanco
dama, y el de las blancas el de rey.
El plan de las negras será jugar c4 seguido de
cxd3 o posiblemente la ruptura c3. Es por lo
general conveniente después de c4 mantener
la tensión hasta el momento en que su
eliminación proporcione alguna ventaja
concreta.
Para las blancas su acción en el flanco de rey
comenzará usualmente con f4; entonces si las
negras defienden su peón e con f6, hay dos
posibles continuaciones: las blancas pueden
abrir la columna f mediante fxe5, o pueden
aumentar su ventaja de espacio con f5; en este
último caso, que añade un tercer eslabón a la
cadena de peones bloqueados, el carácter de
la posición no se altera; las blancas
simplemente continuarán su avance en el
flanco de rey con g4, h4 y g5.
La adición de un eslabón a la cadena de
peones bloqueados se produce con relativa
frecuencia. A menudo uno de los jugadores en
el curso de sus maniobras en un flanco,
elimina la tensión por un momento y traslada
rápidamente su ataque un paso más adelante,
contra el eslabón menos avanzado de la
cadena contraria. En el caso del diagrama las
blancas, después de f5 pueden transferir su
presión de e5 a f6; y en la Defensa Francesa,
172
después de 1.e4 e6 2.d4 d5 3.e5 c5 4.c3, las
negras, algunas veces en una fase más
adelantada de la partida juegan c4 seguido del
avance b5-b4.
Cualquier plan para aumentar el número de
eslabones en la cadena de peones bloqueados
debe ser cuidadosamente considerado, pues
esta empresa tiene sus ventajas y sus
inconvenientes. La ventaja consiste en que la
superioridad en ese flanco puede ser
aumentada, y la desventaja es que la tensión
queda aligerada unas cuantas jugadas, durante
cuyo tiempo el contrario puede ejercer su
presión en el otro flanco.
Es especialmente en el flanco de dama en el
que hay que poner el mayor cuidado al hacer
este avance aligerando la presión, pues el
ataque del adversario contra el rey quizás
pueda resultar decisivo antes de que sea
posible renovar la tensión en el flanco de
dama creando futuras amenazas. La temporal
disminución de la tensión sobre el flanco de
rey es generalmente más efectiva porque
pronto crea peligrosas amenazas contra el rey
enemigo.
Añadiremos ahora algunas observaciones con
ejemplos tomados de la teoría de las
aperturas. Después de 1.e4 e6 2.d4 d5 3.e5
c5, las blancas tienen dos continuaciones
básicas a escoger: 4.c3 y dxc5. Si se decide
por la última, debe, después de 4.dxc5 ¤c6!
5.¤f3 ¥xc5, esforzarse por mantener su peón
en e5 y aprovecharse de su ventaja de espacio
en el flanco de rey, aunque en parte han
disminuido cierto grado de control sobre e5
con su cambio dxc5, y, después de 6. ¥d3 f5!
difícilmente se decidirán a continuar 7.exf6
¤xf6, pues si lo hicieran, no mantendrían el
suficiente control sobre e5 para evitar que las
negras formen un fuerte centro de peones con
e5.
La alternativa de las blancas en su cuarta
jugada es defender la base de la cadena de
peones con c3, lo que da a las negras
oportunidad de ejercer presión sobre la casilla
d4. Una variante típica es 4.c3 ¤c6 5. ¤f3
(las blancas están retrasadas en el desarrollo y
no tienen tiempo para el avance 5.f4 £b6
6.¤f3 ¤h6!, pues las negras pueden entonces
continuar con ¤f5 ejerciendo una intolerable
presión en el punto d4); y la variante sigue
con 5...£b6 6.¥d3 cxd4! 7.cxd4 ¥d7 8.¥e2
¤ge7 9.b3 ¤f5 10.¥b2 ¥b4+ 11.¢f1 0−0
12.g4 ¤h6 13.¦g1 f6! 14.exf6 ¦xf6 15.g5
¦xf3! 16.¥xf3 ¤f5 con ventaja para las 4.¥g5 ¥e7
negras, que con el sacrificio de la calidad han 5.e5 ¤e4?
roto la cadena de peones blancos y pronto 6.¤xe4 ¥xg5
capturarán su base, o sea el peón de d4 (v. gr.: 7.¤xg5 £xg5
17.¦g4 ¥e8 amenazando ¥h5). 8.g3!
Todas las jugadas de las negras en esta
variante se caracterizaron por la constante La ganancia de tiempo con 8.¤f3 parece
presión ejercida en d4. La jugada 3...c5 fue atractiva pero impediría la ejecución del plan
importante por dos motivos que son también estratégico de las blancas, atacar con peones
aplicables a todos los avances similares contra el flanco de rey.
una cadena de peones bloqueados. Ante todo,
fue la base de la acción en el flanco de dama, 8...c5
donde la especial formación de peones dio a 9.c3 ¤c6
las negras ventaja de espacio y les permitió en 10.f4 £e7
cualquier momento abrir el juego con cxd4 o 11.£d2
aumentar su ventaja de espacio con c4. En
segundo término, la jugada estableció presión Después de 11.¤f3 ¥d7 12.¥d3? (con la
sobre la base de la cadena enemiga de peones intención de replicar a 12...0-0 con 13.¥xh7+)
(d4); presión que generalmente puede ser las negras continúan con 12...cxd4 13.cxd4
reforzada con adecuados desarrollos de piezas ¤xd4! ganando un peón.
(£b6 y ¤c6) y a menudo obliga al oponente a
entregar su más importante eslabón con dxc5. 11...¥d7
En nuestras indicaciones de la Defensa 12.¤f3 0−0
Francesa hemos considerado el ataque a la 13.¥d3 c4?
base de la cadena de peones bloqueados; sin
embargo, algunas veces el eslabón más Un ejemplo del erróneo ataque súbito a otro
avanzado puede ser ventajosamente liquidado, eslabón de la cadena de peones: antes de que
como en la decimotercera jugada de las las negras puedan lograr contrajuego
negras (f6) en la segunda variante mostrada. sucumbirán ante el ataque sobre su propio
Cualquier jugada liberadora semejante debe rey. Lo correcto es 13...cxd4 14.cxd4 £b4, o
ser bien preparada con un adecuado apoyo de 14.¤xd4 ¤xd4 15.cxd4 ¦ac8 y en ambos
piezas, y debe tenerse cuidado de que el casos las blancas tendrían solamente la ligera
resultante peón atrasado (en la Defensa ventaja de alfil bueno contra uno malo.
Francesa es el de e6) no se convierta en una
seria debilidad; o, si así resultase, que dicha 14.¥c2 b5
debilidad sea compensada por una ventaja que 15.0−0 b4
inclusive pudiera ser, por ejemplo, un juego 16.¦ae1 a5
activo de piezas. En general, el avance contra
el eslabón más adelantado de una cadena de Diagrama 208
peones puede considerarse como un caso XABCDEFGHY
excepcional, y por lo general ocurre 8r+-+-trk+(
solamente cuando se ha establecido el apoyo 7+-+lwqpzpp'
táctico de las piezas. El procedimiento 6-+n+p+-+&
normal, como hemos visto, es avanzar en el 5zp-+pzP-+-%
flanco opuesto con presión sobre la base de la 4-zppzP-zP-+$
cadena de peones bloqueados, lo que 3+-zP-+NzP-#
podremos apreciar en nuestro primer ejemplo.
2PzPLwQ-+-zP"
FORGACS-TARTAKOWER 1+-+-tRRmK-!
(Petersburgo, 1909) xabcdefghy

1.e4 e6 Es evidente que las negras menosprecian las

2.d4 d5 posibilidades de ataque de su adversario sobre
3.¤c3 ¤f6 el flanco de rey. Continúan con su acción en
173
el flanco de dama contando probablemente en
contestar la jugada preparatoria 17.g4 con
17...f6! y obteniendo un juego nivelado
después de 18.exf6 £xf6, pues su peón de rey
débil estaría compensado con el débil blanco
de f4.
17.f5! exf5
Necesario, pues las blancas amenazaban
18.f6.
18.g4! fxg4
Avanzar es también insuficiente: v.gr.: 18...f4
19.£xf4 f6 20.e6! ¥xe6 21.¥f5 ¤d8
22.¥xe6+ ¤xe6 23.£f5 ¦fe8 24.£xd5 ¦ac8
25.£xa5 ¦a8 26.£b6 con la amenaza 27.d5.
19.¤g5 g6
Después de 19...h6 20.¤h7 las negras tienen
que entregar la calidad, pues si mueven la
torre pierden en seguida; v. gr.: 20...¦fd8
21.¤f6+ gxf6 22.£xh6 f5 23.¥xf5 ¥xf5
24.¦xf5 f6 25.¦xf6, etc.La jugada de la
partida, sin embargo, debilita las casillas
negras y facilita el ataque del blanco.
20.¦f6! ¢g7
Si 20...h6 las blancas continúan con 21.¥xg6!
fxg6 22.¦xg6+ ¢h8 23.¦xh6+ ¢g8 24.¦g6+
¢h8 25.e6 ¥e8 26.¤f7+! ¦xf7 27.exf7 £xf7
28.£h6+, etc.
21.¦ef1 ¥e8
Otras defensas también son insuficientes:
a) 21...¥e6 22.£f2 ¤d8 23.£h4 h6
24.¤xe6+ ¤xe6 25.¦xg6+, etc.
b) 21...¤d8 22.£e1 h6 23.¤xf7 ¤xf7
(23...¦xf7 24.¥xg6 ¥e6 25.£h4 ¦f8 26.¥e8!)
24.¦xg6+ ¢h8 25.e6 ¦ae8 26.exf7 £xe1
27.¦xh6+ ¢g7 28.¦h7 mate.
22.£f4 ¤d8
23.e6 ¦a6
24.£e5 ¢h6
25.¦1f5 fxe6
26.¤f7+! £xf7
27.¦h5+ ¢g7
28.¦xg6 mate.
174
Hasta ahora hemos considerado solamente
posiciones en las que la cadena de peones
bloqueados ha estado compuesta de ambos
peones centrales; sin embargo, en algunas
ocasiones se halla localizada en un flanco.
Después de 1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 d6 la
cadena de peones bloqueados está en el flanco
de dama; en esta posición las blancas
procurarán irrumpir en el centro con e4-e5, y
las negras en el flanco de dama con b5-b4.
Una posición similar surge en aquellas
variantes del Gambito de Dama en que las
blancas juegan c5. En este caso, son las
negras las que se esfuerzan por conseguir una
ruptura en el centro y las blancas en el flanco
de dama. Si las blancas pueden paralizar la
acción de las negras en el centro, su propio
ataque en el flanco de dama puede a menudo
ser decisivo, como lo demuestra el siguiente
ejemplo.
MAROCZY-SÜCHTING
(Barmen, 1905)
Diagrama 209
XABCDEFGHY
8r+-+ltrk+(
7+pwq-vl-zpp'
6-+p+psn-+&
5zp-zPpsNpvLn%
4-zP-zP-+-zP$
3zP-sN-zP-+-#
2-+-+LzPP+"
1tR-+QmK-+R!
xabcdefghy
La estructura de peones indica claramente que
el plan estratégico de las blancas es una
ruptura en el flanco de dama. Sin embargo, el
avance inmediato b5 no es posible
tácticamente a causa de la respuesta ¥xc5;
pero en cualquier caso, las blancas no están
apremiadas; primeramente se asegurarán
contra una posible ruptura en el centro (e5) o
en el flanco de rey (f4) antes de proceder con
su propio avance.
15.g3! axb4
16.axb4 ¦xa1
17.£xa1 ¤e4
18.g4! ¤xc3
19.£xc3 ¤f6
Después de 19...fxg4 20.¥xg4 las negras no Diagrama 210
pueden salvar su peón e6. XABCDEFGHY
8-trq+-+k+(
20.¥f4! 7tRp+n+lzpp'
6-+p+p+-+&
Amenazando 21.¤g6. De este modo las 5+PzPp+pzP-%
blancas ganan un tiempo para efectuar el 4-+-zP-zP-zP$
avance g5 y bloquear la posición en el ala de 3+-wQNzP-+-#
rey.
2-+-mKL+-+"
20...£c8
1+-+-+-+-!
21.g5 ¤d7 xabcdefghy
22.¤d3!
29.b6!
En vista de su gran ventaja de espacio, las
blancas no querrán cambiar piezas, Fuerte jugada en esta posición, con la cual las
especialmente en este caso, en que el caballo blancas trasladan el ataque de c6 a b7. Su plan
es necesario para otras acciones en el flanco lo llevarán a cabo con las jugadas ¤d3-c1-b3-
de dama. a5; entonces capturarán el peón de b7 con su
caballo, y, si las negras tomasen el caballo
22...¥f7 con la torre, la clavada con ¥a6 sería decisiva.
23.¢d2 Por su parte las negras carecen de espacio
para efectuar las correspondientes maniobras
El rey hubiera estado completamente seguro y quedarán sin defensa adecuada.
después del enroque corto; pero las blancas se
preparan para la posibilidad de un final en el 29...¥e8
que la penetración del rey en el flanco de 30.¤c1 ¤f8
dama pudiera ser decisiva. 31.¤b3 e5

23...¥d8 El sacrificio es el único modo de proteger la

24.¦a1 ¥c7 casilla b7.
25.¦a7 ¦e8
32.dxe5 ¤e6
Esperando aún llevar a cabo el avance 33.¥d3 g6
liberador e5. Pero para que no haya 34.h5 ¥f7
problemas, las blancas paralizan esto de una 35.¤a5 ¤d8
vez y para siempre. 36.e6! £xe6
37.h6
26.¥xc7 £xc7
27.f4 ¦b8 Las negras podrán parar la amenaza de mate,
28.b5 £c8 pero no salvarán el peón b7.

O bien: 28...cxb5 29.¤b4 ¥e8 30.c6! (no 37...d4

30.¥xb5? ¤xc5) 30...¤b6 31.cxb7, etc. 38.£xd4 £a2+
39.¢e1 ¤e6
40.£e5 ¦e8
41.¤xb7 £b3
42.¥e2 £b1+
43.¢f2 £h1
44.¤d6 £h4+
45.¢g2 ¤xf4+
46.£xf4 ¥d5+
47.¥f3 ¥xf3+
48.¢xf3 Abandonan.
175
En esta partida el avance c5 demostró ser un
arma muy fuerte; sin embargo en algunas
variantes del Gambito de la Dama es erróneo
porque permite la ruptura e5. Un ejemplo es
la siguiente variante: 1.d4 d5 2.c4 e6 3.¤c3
a6 4.c5? e5! 5.dxe5 ¥e6 6.¥e3 ¤e7 seguido
de ¤f5 y ¤c6.
Y ahora unas cuantas consideraciones acerca
de la cadena de peones bloqueados. Hemos
visto que cada jugador tiene un indiscutible
campo de acción: el área donde el eslabón de
su cadena de peones está más avanzado. Si tal
jugador puede ingeniarse para poner en
movimiento sus peones en su campo de
acción y atacar la base de la cadena
bloqueada, podrá a menudo obtener una
ventaja decisiva.
Además, debe procurarse que no surjan
obstáculos para tales avances, como son, p.
ej., piezas enemigas bloqueando nuestros
peones; y si se presentan, deben eliminarse lo
antes posible.
En la variante 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 ¥e7
4.d4 d6 5.d5 ¤b8 6.¥d3 ¤f6 7.c4 0−0 las
blancas cometerían un grave error si
continuaran con 8.b4?, pues después de 8...a5!
9.b5 (o bien: 9.bxa5 ¦xa5 seguido de ¤bd7),
la natural ruptura c5 quedaría
permanentemente impracticable. De esto se
deduce que generalmente el avance b4 en
similares situaciones no debe emprenderse
antes de estar en condiciones de contestar a3 a
la réplica a5 de las negras.
Hemos visto que fundamentalmente el
procedimiento más efectivo para luchar contra
la cadena de peones bloqueados es un avance
de peones dirigido contra el eslabón más
atrasado del enemigo. Sin embargo, esto no es
siempre posible porque el oponente puede
algunas veces impedir tácticamente el plan.
Por ejemplo, en la Defensa Francesa, la
V. EL ATAQUE EN EL FLANCO Y EN EL CENTRO
En el capítulo sobre el centro vimos que, en
general, una fuerte posición central hace
posible una efectiva acción de flanco. Se cree
en ocasiones que la superioridad en el centro
es un requisito necesario para algún ataque en
el flanco; pero ello no es así. Muchos
ejemplos de la práctica han demostrado que
un ataque triunfante en el flanco puede
llevarse a cabo cuando la posición en el
centro está equilibrada o aun cuando el
176
jugada de desarrollo ¤f3 es obligada algunas
veces antes de que pueda jugarse f4; y como
resultado el avance de peones en el flanco de
rey queda dificultado y por lo tanto debe
buscarse otro plan.
Por lo general con la formación de peones d4
y e5 (blancos) contra d5 y e6 (negros) las
blancas pueden también utilizar su ventaja de
espacio para desarrollar un ataque con piezas
en el flanco del rey. Con £g4 y ¥d3 pueden
efectuar ciertas amenazas tácticas tales como
el sacrificio del alfil en h7, atacar la casilla g7
mediante ¥h6 y debilitar la posición del rey
con h4-h5-h6.
Diagrama 211
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zp-+nvlpzpp'
6-zpn+p+-+&
5+-zppzP-+-%
4-+-zP-+-+$
3zP-zPL+N+-#
2-zP-+-zPPzP"
1tRNvLQ+RmK-!
xabcdefghy
En la posición del Diagrama 211 parecería
indicado preparar el avance f4-f5 mediante
¥e3 y ¤e1; pero si las blancas hacen eso, su
oponente tendrá oportunidad de liberarse con
f6. El curso adecuado es, por lo tanto,
renunciar a un avance de peones en el flanco
del rey e impedir las maniobras liberadoras de
las negras mediante el control sobre e5 con
jugadas tales como £e2 y ¥f4; entonces
quizás sea posible proceder con un ataque en
el flanco de rey apoyado por un avance de
peones.
oponente tiene cierta superioridad allí. Sin
embargo, tal ataque fallará casi siempre si el
oponente puede abrir el juego en el centro y
obtener líneas abiertas y bases de operaciones
para sus piezas.
Podemos por lo tanto formular la relación
entre una acción en un flanco y el centro de la
manera siguiente: el requisito para una
triunfante acción de flanco será una
superioridad en el centro, o por lo menos, un
centro firme aunque sea pasivo. El correcto que en el centro no son los peones los únicos
enjuiciamiento del centro y las posibilidades que cuentan: también las piezas deben
que ofrece para un ataque en el flanco es un considerarse, y aquí, según se puede observar,
complicado problema estratégico. Aun en todas las piezas menores de las negras están
partidas de los grandes maestros encontramos participando en la lucha por el centro, lo que
ataques de flanco iniciados cuando la posición no sucede con el alfil blanco en d2. Además,
en el centro indica que tales ataques conducen no debe desestimarse la posibilidad de las
forzosamente al fracaso. negras de jugar c5 con lo que no sólo
Ahora examinaremos las posiciones de los eliminarían el pequeño centro blanco sino que
dos diagramas y trataremos de apreciar si las también abrirían la columna de dama. Por lo
blancas estarían justificadas en proceder a un tanto, está claro que la posición central no
ataque en el flanco de rey. justifica un ataque de las blancas al flanco. Su
plan mejor es efectuar el enroque corto y
Diagrama 212 luego centralizar sus piezas mayores (¦ad1 y
XABCDEFGHY ¦fe1).
8rsnlwqntrk+( En la partida del diagrama las blancas
7zppzp-+pvlp' juzgaron mal la posición y se embarcaron en
6-+-+p+p+& un inmediato ataque con h4. Después de la
5+-+pzP-+-% réplica 1...c5 muy pronto pagaron las
4-+-zP-zP-+$ consecuencias de su grave error estratégico.
3+-sN-vLN+-#
Diagrama 214
2PzPP+L+PzP" XABCDEFGHY
1tR-+QmK-+R! 8r+-tr-+k+(
xabcdefghy 7+-wqlvlpzpp'
6p+nzppsn-+&
En el primer caso (Diagrama 212) las negras 5+p+-+-+-%
han perdido muchos tiempos y tendrán
dificultades para efectuar el natural avance c5.
4-+-+PzP-+$
Por lo tanto, las blancas están en condiciones 3+NsN-vLL+-#
de llevar a cabo un decisivo ataque en el 2PzPP+-+PzP"
flanco de rey. Debieran empezar con 1.h4 y 1tR-+-wQR+K!
seguir con g4 y h5; si las negras intentasen xabcdefghy
entorpecer este plan con 1: ...h5, entonces la
continuación 2.g4! hxg4 3.¤g5 seguido de Otro ejemplo interesante es el del Diagrama
¥xg4 y h5 es el camino de la victoria. 214; una posición característica de la Defensa
Siciliana. El plan estratégicamente correcto
Diagrama 213 para las blancas es un vigoroso ataque en el
XABCDEFGHY flanco de rey con jugadas tales como g4-g5,
8r+-+-trk+( ¥g2, ¦f3, ¦h3, £h4; por su parte las negras
7zppzpnwqpvlp' buscarán oportunidades en el flanco de dama
6-+-+p+p+& donde pueden operar en la columna c.
5+-+n+-+-% Debe señalarse que las blancas, al hacer su
4-+-zPNzP-+$ avance en el flanco de rey deben asegurarse
3+-zPL+Q+P# de que mantienen suficiente control en el
centro para prevenir una ruptura por parte de
2PzP-vL-+P+"
las negras. A este respecto su caballo de c3 y
1tR-+-mK-+R! el alfil de f3 juegan un importante papel por
xabcdefghy su presión ejercida en d5; de ahí que antes de
proceder con su ataque, las blancas debieran
En el segundo caso (Diagrama 213) la asegurar la posición de su caballo mediante
posición es distinta. Las blancas ciertamente a3.
poseen el pequeño centro, y por lo tanto En la partida no hicieron esto y procedieron
tienen cierta ventaja de espacio; pero sabemos de inmediato con 1.g4. Las negras
177
reaccionaron vigorosamente con 1...b4 2.¤e2
e5! 3.f5 (o 3.g5 ¤g4 4.¥xg4 ¥xg4 5.f5 ¥xe2
6.£xe2 d5) 3...d5. La mejor continuación de
las blancas era ahora 4.exd5 e4! 5.dxc6 exf3
6.cxd7 fxe2 7.£xe2 ¦xd7, pero aun aquí, a
pesar de su peón de menos, las negras habrían
tenido el mejor juego debido a los peones
blancos débiles y la expuesta posición de su
rey. En la partida las blancas menospreciaron
esta línea y continuaron su ataque a costa de
un peón con 4.g5 ¤xe4; pero la superioridad
central de las negras era ya muy grande para
ofrecerle a las blancas muchas esperanzas de
éxito. Después de intentar varias amenazas,
las blancas se vieron con su ataque
desbaratado por las negras, las cuales
pudieron emprender un triunfal contraataque
sobre el debilitado flanco de rey de su
adversario.
Este ejemplo demostró cómo un centro
inseguro es un verdadero obstáculo para un
ataque de peones en el flanco de rey: La
ruptura central de las negras probó ser una
réplica muy efectiva.
En nuestro próximo ejemplo la posición
central de las blancas es pasiva; pero es
también sólida. Están por lo tanto justificadas
de haber emprendido un ataque de flanco.
STEINITZ-TSCHIGORIN
(La Habana, match, 1892)
1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
3.¥b5 ¤f6
4.d3 d6
5.c3 g6
6.¤bd2 ¥g7
7.¤f1 0−0
8.¥a4 ¤d7
Es mejor 8...¤e8 seguido de f5.
9.¤e3 ¤c5
10.¥c2 ¤e6
Las jugadas d3 y c3 en unión del traslado del
alfil a c2 caracteriza el planteo de Steinitz.
Las blancas renuncian por el momento a toda
idea de ganar superioridad en el centro con
d4. De hecho dejan la posibilidad a las negras
de avanzar allí. El plan de las blancas será
abrir la columna h con h4-h5 y gradualmente
178
formar una posición de ataque en el flanco de
rey.
Diagrama 215
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zppzp-+pvlp'
6-+nzpn+p+&
5+-+-zp-+-%
4-+-+P+-+$
3+-zPPsNN+-#
2PzPL+-zPPzP"
1tR-vLQmK-+R!
xabcdefghy
11.h4! ¤e7
Las negras intentan contestar con un empuje
en el centro a la maniobra del contrario en el
flanco de rey; pero las fuerzas de las blancas
están lo suficientemente bien situadas para
oponerse a tal amenaza. La alternativa para
las negras 11...f5 hubiera conducido a la
apertura del juego y a la peligrosa exposición
de su rey. v.gr.: 12.exf5 gxf5 13.d4 e4 (13...f4
14.£d3!) 14.¤g5 ¤xg5 15.hxg5 £xg5
16.¤d5 £xg2 (16...£d8 17.£h5) 17.£h5
£g6 18.£xg6 hxg6 19.¤xc7 ¦b8 20.¥b3+ y
ganan las blancas.
12.h5 d5
13.hxg6 fxg6?
Pronto se verá que la apertura de la diagonal
a2-g8 expone en grado sumo la posición del
rey. Es mejor 13...hxg6 que da una posición
para la cual estaba preparado el plan
estratégico de Steinitz. La continuación
hubiera sido £e2 seguido de ¥d7, 0-0-0 y, si
fuera necesario (después de ¤f4 por las
negras), £f1. Entonces las blancas
mantendrían su posición defensiva en el
centro aumentando su presión en el flanco de
rey.
14.exd5!
La última jugada de las negras ha cambiado la
posición radicalmente. Las blancas ya no
necesitan mantener por más tiempo el punto
de e5, pues el peón aislado de las negras no
quedará lo suficientemente móvil para poder
amenazar una ruptura en el centro. Con la
jugada de la partida, las blancas están en Diagrama 216
condiciones para presionar en la diagonal a2- XABCDEFGHY
g8 y, en el momento adecuado, producir la 8-+-+rtr-mk(
ruptura del centro. 7+pzpl+-+p'
6-+q+-+p+&
14...¤xd5 5zp-+-+-+-%
15.¤xd5 £xd5 4-+-sn-+-+$
16.¥b3 £c6 3+LzP-vL-+-#
17.£e2
2PzP-+-zPP+"
Oponiéndose al posible avance e4 y al mismo
1+-mK-+Q+R!
tiempo preparando completar su desarrollo xabcdefghy
con 0-0-0.
23.¦xd4! ¤xd4
17...¥d7
18.¥e3 ¢h8 Las negras esperan ofrecer alguna resistencia
19.0−0−0 ¦ae8 después de 24.¥xd4+; pero Steinitz lleva a
20.£f1! cabo la combinación que inició en su
excelente jugada vigésima.
Preparando la completa apertura del juego
con d4. Las blancas también consideran un 24.¦xh7+ ¢xh7
sacrificio de torre en h7 después del cual su 25.£h1+ ¢g7
dama entrará por la columna torre con 26.£h6+ ¢f6
decisivo efecto. La posición negra no es 27.£h4+
sostenible por más tiempo; la siguiente
tentativa de contraataque sólo hace precipitar O 27...¢g7 28.¥h6+ y 29.¥xf8 mate.
la derrota.
27...¢e5
20...a5 28.£xd4+ Abandonan.
21.d4! exd4
22.¤xd4 ¥xd4 El mate, después de 28...¢f5 29.£f4 es
deleitoso para el problemista; es limpio y
O 22...¤xd4 23.¦xh7+. económico.

179
 EL ATAQUE MINORITARIO
Uno de los principios esenciales de la
estrategia es que un ataque con éxito
solamente puede realizarse en una parte del
tablero en que las fuerzas atacantes poseen
alguna superioridad. Esto es simplemente la
expresión del hecho, bien conocido en la
ciencia o el arte de la guerra, de que para
conquistar una posición defensiva enemiga se
requieren los recursos agresores suficientes
para vencer las fuerzas defensoras.
Pero ya Napoleón dio pruebas tácticas de que
tal superioridad no puede ser calculada
únicamente en términos de una superioridad
numérica, porque también depende en grado
sumo de una mejor concentración de fuerzas,
de su mayor movilidad, de su mejor contacto
entre sí y de otros muchos factores.
Allá por el 1920 el concepto de superioridad
en términos numéricos fue en general la base
para un plan estratégico; luego fue
descubierto el valor del Ataque Minoritario.
Para aclarar exactamente lo que quiere
significarse con el término de Ataque
Minoritario, veamos el Diagrama 217.
Diagrama 217
XABCDEFGHY
8r+-+-trk+(
7zp-+nwqpzpp'
6-zp-+-sn-+&
5+-+-+-+-%
4-+-vL-+-+$
3+-+-zPN+P#
2P+-+QzPP+"
1tRR+-+-mK-!
xabcdefghy
En esta posición la mejor continuación de las
blancas es a4 seguido de a5. Este avance
constituye un ataque de una minoría contra
una mayoría de peones. La razón del proceder
de las blancas es crear a las negras un peón
aislado en el flanco dama bien si son las
negras las que cambian o si esperan que las
blancas lo hagan. Aunque las negras tendrán
entonces un peón pasado, éste será muy débil,
y las blancas pueden combinar un ataque
simultáneo contra el mismo y sobre el flanco
del rey. Este es un ejemplo muy sencillo del
Ataque Minoritario.
180
Sin embargo, por lo general, el concepto de
“ataque minoritario” se aplica a un plan
estratégico adoptado en diversas variantes del
Gambito de Dama con la estructura de peones
similares a la del Diagrama 218.
Diagrama 218
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7zpp+-+pzpp'
6-+p+-+-+&
5+-+p+-+-%
4-+-zP-+-+$
3+-+-zP-+-#
2PzP-+-zPPzP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Aquí podemos ver que en el flanco de dama
las negras poseen cuatro peones contra tres,
mientras que en el de rey la posición es
inversa. No obstante, una observación más
concreta de la posición muestra que la
mayoría de las negras en el flanco de dama
está restringida, por el peón blanco en d4, y
que el avance c5 debilitaría el punto d5
después de la captura dxc5 y también privaría
a las negras de su mayoría de peones. El
avance b6 o b5 debilitaría el peón de c6.
Igualmente está reducido el valor de la
mayoría de peones en el flanco del rey.
En posiciones en que la cadena de peones es
similar a la del Diagrama 218, el correcto plan
estratégico de las blancas es el avance b2-b4-
b5. Si entonces las negras responden cxb5, o
bien si después de permitir a las blancas
cambiar los peones recapturan con una pieza
en c6, su peón de dama quedará débil; y si
capturan en la misma casilla con peón, el
peón c quedará débil. Las negras, por
supuesto, pueden responder al inicial avance
de las blancas b4 con a6; entonces las blancas
continúan con a4 y b5, y si las negras
cambian dos veces en b5 quedarán con peones
débiles en b7 y en d5. En el flanco de rey son
las negras las que desempeñan el papel
agresivo; pueden tratar de obtener contrajuego
con f7-f5-f4. El siguiente extracto demuestra
ambos planes en funciones.
 Diagrama 219 3.¤c3 ¤f6
XABCDEFGHY 4.¥g5 c6
8r+-+-trk+( 5.e3 ¤bd7
7zpp+-+pzp-' 6.cxd5 exd5
6-+p+-+-zp& 7.¥d3 ¥e7
5+-+p+-+-% 8.¤f3 0−0
4-+-zP-+q+$ 9.£c2 ¦e8
3zP-wQ-zP-+-# 10.0−0 ¤f8
11.¦ab1 ¤g6
2-zP-+-zPPzP"
12.b4 ¥d6
1tR-+-+RmK-!
xabcdefghy Las negras no hacen nada para oponerse al
avance de las blancas en el flanco dama.
Partiendo de la posición simplificada en el Intentan, con h6, asegurar el par de alfiles y
Diagrama 219 las blancas comienzan primero buscar sus oportunidades en un ataque en el
su Ataque Minoritario : 1.b4! f5! 2.b5 f4! flanco del rey.
3.exf4. Ahora las negras pueden obtener
igualdad bien con 3...cxb5 4.£b3 £d7 o con Diagrama 220
3...£xf4 4.bxc6 £c7. En el último caso las XABCDEFGHY
blancas tendrán un peón débil en d4 y las 8r+lwqr+k+(
negras en c6 y, aunque la debilidad de las 7zpp+-+pzpp'
negras es probablemente más apreciable 6-+pvl-snn+&
porque está en una columna abierta, lo 5+-+p+-vL-%
reducido del material hace que esto sea un
factor insignificante.
4-zP-zP-+-+$
Hemos podido apreciar que la lógica 3+-sNLzPN+-#
maniobra de las negras, f7-f5-f4 contra el 2P+Q+-zPPzP"
ataque minoritario puede ser una adecuada 1+R+-+RmK-!
defensa. Sin embargo, las negras no siempre xabcdefghy
tienen la oportunidad de ponerla en ejecución,
pues su preparación en la práctica tropieza 13.b5 ¥d7?
con dificultades considerables. En
consecuencia, deben buscarse otros métodos Más de acuerdo con la idea de su plan es
de defensa. En muchas partidas posteriores a 13...h6 14.¥xf6 £xf6 después de lo cual las
la guerra, las negras para hacer frente al blancas no logran nada si continúan con 15.e4
avance de las blancas en el flanco de dama ¤f4! 16.e5 £e6 17.exd6 £g4.
trataban de practicar un activo juego de piezas
para obtener contrajuego en el flanco de rey; 14.bxc6 ¥xc6
pero los métodos adoptados no correspondían
a las exigencias de la estructura de peones. En casi todas las posiciones de este tipo es un
Después de muchos años resultó claro que el error tomar en esta casilla con una pieza; un
contrajuego de las negras era insuficiente, y peón en c6 de las negras puede por lo general
por tal razón el Ataque Minoritario fue temido ser mejor defendido que los peones débiles en
como un arma formidable. Una de las últimas b7 y d5.Por tanto, las negras hubieran tenido
ocasiones en que se empleó este método de mejores perspectivas después de 14...bxc6
contrajuego en una partida entre dos grandes 15.¥f5 £c8 16.¥xd7 ¤xd7.
maestros fue en el Campeonato del Mundo en
1948; damos a continuación dicha partida. 15.£b3!

SMYSLOV-KERES Ahora se manifiesta la debilidad del punto d5

(Campeonato del Mundo, Moscú, 1948) de las negras. Estas no tienen por lo tanto otra
alternativa que retirar su alfil activo y regresar
1.d4 d5 a su anterior formación de piezas, y en
2.c4 e6 consecuencia han perdido dos tiempos.
181
 15...¥e7
16.¥xf6!
Este cambio es a menudo un importante tema
en el Ataque Minoritario. Si las blancas
hubiesen jugado, p. ej., 16.¥b5, entonces,
después de 16...¤d7 17.¥xe7 ¤xe7 las
negras podían utilizar su caballo con buen
efecto en la defensa de las debilidades de su
flanco de dama. Después de la jugada de la
partida, el alfil en f6 estará sin juego activo,
posiblemente por largo tiempo.
16...¥xf6
17.¥b5 £d6
18.¦fc1 h5
19.¤e2 h4
20.¥xc6
La presión en d5 ha dado provecho, que se
manifiesta en la pasiva posición de las piezas
negras. Las blancas trasladan ahora la
debilidad al punto c6.
20...bxc6
21.£a4 ¤e7
La posición está estratégicamente perdida por
las negras, que no pueden a la larga defender
todas las debilidades que tienen. El
procedimiento correcto ahora es 22.£a6! y
después no hay defensa adecuada contra la
amenaza 23.¦b7.La continuación 23...h3
24.g3 en vez de dar a las negras posibilidades
de ataque, simplemente debilita su peón h.
Las blancas, sin embargo, no advirtieron este
camino y escogieron una línea que da a las
negras buenas posibilidades defensivas.
22.¦b7? a5!
23.h3
Después de 23.¦cb1 ¦eb8! 24.¦xb8+ ¦xb8
25.¦xb8+ £xb8 26.£xa5 £b1+ 27.¤e1 ¤f5
28.¢f1 ¤d6 las negras a cambio del peón
consiguen un juego muy activo para sus
piezas.
23...¦eb8
24.¦cb1 ¦xb7
25.¦xb7 c5!
26.¦b5
182
Y no: 26.dxc5 £xc5 27.¤xh4? d4.
26...cxd4
27.¤exd4 ¦c8?
Un error. Mucho mejor es 27.£c7! y las
negras tienen buenas perspectivas de sostener
el juego.
28.¤b3 ¥c3
29.£xh4 ¦c4
30.g4! a4
31.¤bd4 ¥xd4
32.¤xd4 £e5
Es mejor 32...¤c6.
33.¤f3 £d6
34.¦a5 ¦c8
35.¦xa4 ¤g6
36.£h5 £f6
37.£f5 £c6
38.¦a7 ¦f8
39.¦d7 d4
40.¦xd4 ¦a8
41.a4 Abandonan.
Aunque esta partida tuviera algunos errores,
demostró las dificultades con que tropezaron
las negras cuando se decidieron a hacerle
frente al Ataque Minoritario sólo con un
juego de piezas. Es cosa clara que las negras
necesitan buscar un plan que corresponda al
carácter estratégico de la posición. Ya hemos
manifestado que el lógico avance f7-f5-f4 es
difícil de llevar a efecto. ¿Cuáles, pues, son
otros planes? En la práctica de los torneos han
predominado los tres siguientes planes
estratégicos:
A. La explotación de las debilidades de la
casilla c4 de las blancas así como su e4.
B. La prevención del avance del peón b de las
blancas mediante b5 por parte de las negras,
seguido de la neutralización de la casilla c6 de
las negras mediante la ocupación de c4 por un
caballo negro.
C. El cambio de la formación de los peones
mediante la colocación de un caballo en e4
negro obligando el cambio para retomar con
peón.
Veremos ahora con más detalles todos estos
planes estratégicos.
 I. LA LUCHA POR EL CONTROL DE LA CASILLA c4
(sin el avance b5 de las negras)
El avance b4 de las blancas, que es la
preparación del Ataque Minoritario, tiene la
desventaja de que, al renunciarse la jugada b3
se debilita la casilla c4. Un buen plan
estratégico para defenderse contra el Ataque
Minoritario es la ocupación de esta casilla con
un caballo negro, el cual, desde allí, sirve de
defensa a una posible debilitación de sus
peones del flanco de dama a causa de un
ataque de frente de las piezas blancas.
El diagrama 221 muestra una posición en que
las negras han llevado a efecto y con éxito su
plan, pues después de ...¤d6 queda asegurado
el control sobre la casilla c4. Si ahora éstas
continúan inmediatamente con 1.b5, las
negras pueden tranquilamente contestar
1...axb5 2.axb5 ¤d6; pero hay aún una réplica
más fuerte: 1...cxb5! 2.axb5 a5. La posición
del diagrama es favorable a las negras y
muestra perspectivas muy halagüeñas para
éstas si pueden triunfar en la lucha por el
control de c4.
Diagrama 221
XABCDEFGHY
8r+-wq-+k+(
7+p+-trp+p'
6psnp+-+p+&
5+-sNp+n+-%
4PzP-zP-+-+$
3+-+QzP-+-#
2-+-sN-zPPzP"
1+-tR-+RmK-!
xabcdefghy
A fin de llevar a efecto el control sobre esta
casilla, es necesario obligar el cambio de
alfiles de casillas blancas. Pero aquí conviene
hacer una advertencia: A menudo este cambio
se hace con el único objeto de la defensa de
las negras, sin la menor idea de la
subsiguiente lucha por el control de las
casillas blancas; así que las negras con mucha
frecuencia hacen automáticamente la
maniobra de cambio ¥g4−h5−g6.
El cambio de los alfiles de casillas blancas
puede resultar nulo a no ser que las negras
puedan apoyar este cambio con un favorable
desarrollo de piezas tendente a controlar la
casilla c4.
183
Ahora mencionaremos algunos detalles que se
presentan en el ataque minoritario. Ante todo,
la jugada a6, que a menudo hacen las negras
para detener el avance de su adversario. Este
movimiento tiene sus ventajas e
inconvenientes. Por un lado favorece a las
negras por la simplificación que significa en
el ala de dama después del avance blanco b5;
por otro lado con ello se debilita el punto b6,
y además, las blancas quedan en condiciones,
después de simplificar, para combinar la
ocupación de la columna a abierta con un
ataque al peón en b7. Por tanto, el avance a6
tiene sus lados buenos y malos para las
negras.
Otro punto de consideración es el tiempo del
cambio de las blancas bxc6. Cuando el peón b
blanco ha llegado a b5, a menudo las blancas
hacen el cambio lo antes posible; y sin
embargo, por lo general las negras sufren
mayores dificultades si este cambio es
demorado.
Vimos en el diagrama 221 un caso en que las
negras llevaron a cabo su plan con éxito; la
cooperación de sus dos caballos en el plan
estratégico está bien claro. En vista de ello,
las blancas, con frecuencia cambian uno de
los caballos, creándoles así a las negras
nuevos problemas.
Las jugadas iniciales de la partida Kotov vs.
Pachman en Venecia, 1950, muestra algo al
respecto.
1.d4 e6
2.c4 ¤f6
3.¤c3 d5
4.¥g5 ¥e7
5.e3 0−0
6.¤f3 ¤bd7
7.¦c1 a6
8.cxd5 exd5
9.¥d3 ¦e8
10.0−0 c6
11.£c2 ¤f8
12.a3
Las blancas preparan el avance b4 sin mover
la torre de la columna c.
12...g6
13.b4 ¤e6
 14.¥xf6! Diagrama 223
XABCDEFGHY
Un cambio bien conocido, que refuta la 8r+-wq-trk+(
acepción dogmática de la superioridad de la 7zpp+n+pvlp'
pareja de alfiles. 6-+p+-snp+&
5+-+p+-vL-%
14...¥xf6 4-+-zP-+-+$
15.a4 ¤g7 3+-sNQzPN+-#
16.b5 axb5
2PzP-+-zPPzP"
17.axb5 ¥f5
18.¥xf5 ¤xf5
1tR-+-+RmK-!
xabcdefghy
Diagrama 222
XABCDEFGHY El valor de las maniobras de tiempo de las
8r+-wqr+k+( negras g6 y ¥f5; se ve bien claro ahora: un
7+p+-+p+p' caballo está dirigido a b6 y el otro, después de
6-+p+-vlp+& la retirada de la dama negra, irá bien a d6 o e4
5+P+p+n+-% (vía e8). La misma posición ocurrió en una
partida Botvinnik-Euwe, que continuó
4-+-zP-+-+$
12.¤e5 £e8! 13.¤xd7 £xd7 14.b4 ¦fe8;
3+-sN-zPN+-# tablas. Si las blancas intentan 15.¥xf6 ¥xf6
2-+Q+-zPPzP" 16.b5, la respuesta es 16...c5!, y si 15.b5, las
1+-tR-+RmK-! negras contestan 15...¤e4.
xabcdefghy
12.¦ab1 £e7
En esta posición las negras tienen solamente 13.¦fc1 £e6
un caballo en que ampararse para su defensa,
aunque estaría muy fuertemente situado en Amenazando 14...¤e4.
d6. La mejor continuación de las blancas es
ahora 19.¤a4, después de lo cual tienen 14.¤d2 ¦fe8
alguna ventaja. 15.¥xf6! ¥xf6
Algunas veces las negras aumentan sus 16.b4 ¦ac8
perspectivas precipitando el cambio de alfiles 17.b5?
de casillas blancas. La siguiente apertura que
sirve de ejemplo a esto ocurrió en la partida Este avance es prematuro; debió haberse
Pachman vs. Ragozin, Saltsjöbaden, 1948. preparado con 17.£c2 ¥g7 18.£b3. Entonces
las negras podrían haber empleado el método
1.d4 d5 descrito en la próxima sección, 18...b5 a fin
2.¤f3 ¤f6 de sostenerse (ver página 186).
3.c4 e6
4.¤c3 c6 17...c5!
5.cxd5 exd5 18.dxc5 ¤xc5
6.£c2 g6
7.¥g5 ¥g7 Las negras tienen ahora el mando; está claro
que no es posible: 19.£xd5? ¥xc3 20.£xe6
No 7...¥f4? 8.£b6. ¤xd6. En la partida, las blancas se ingeniaron
únicamente para salvarse después de una
8.e3 ¥f5 larga y desigual acción defensiva.
9.¥d3 ¥xd3 Estas jugadas de apertura demuestran cómo
10.£xd3 ¤bd7 las negras pueden acelerar ventajosamente el
11.0−0 0−0 cambio de alfiles de casillas blancas. Pero
esto no es siempre posible; y deben emplearse
otros medios de reforzar la lucha por el
control de c4. Los siguientes movimientos,
184
que demuestran ligeras diferencias en el logro a romper el centro, pero se quedaron con un
de tal objetivo por las negras, ocurrieron en peón débil en d4, que las negras pudieron
dos partidas. explotarlo suficientemente para ganar.
Volvamos ahora al diagrama 224 y seguir la
1.c4 e6 otra partida, entre Pachman y Podgorny. En
2.d4 d5 ésta las blancas continuaron con más energía.
3.¤c3 ¤f6
4.¥g5 ¥e7 12.¥xf6! ¥xf6
5.¤f3 0−0 13.¤e2 c6
6.e3 ¤bd7 14.¤d2 ¥g4
7.¦c1 a6 15.¤g3 ¤c8
8.cxd5 exd5 16.¤b3 ¤d6
9.¥d3 ¦e8 17.¤c5 ¥h4!

Las negras no pierden tiempo en jugar c6, Correcto juicio de la posición; el “alfil
sino que preparan en seguida la colocación de bueno”, ha limitado su radio de acción, por lo
sus caballos. tanto lo mejor hacen las negras, sacrificar la
pareja de alfiles.
10.£c2 g6
11.0−0 ¤b6 18.¦fe1 ¥xg3
19.hxg3 £f6
Ahora las blancas tienen a elegir entre varias
continuaciones. La aparentemente fuerte Amenazando 20...¥f5.
12.¤e2 c6 13.¤g3 es contestada con
13...¤e4!, y después de 14.¥f4 ¥d6! 15.¥xe4 20.£b3
dxe4 16.¤xe4 ¥xf4 17.exf4 el peón de más
de las blancas está compensado con la Diagrama 225
debilidad de d4 y f4. A partir de la posición XABCDEFGHY
del diagrama, una de las partidas entre Filip y 8r+-+r+k+(
Fichtl continuó como sigue: 7+p+-+p+p'
6p+psn-wqp+&
Diagrama 224 5+-sNp+-+-%
XABCDEFGHY 4-+-zP-+l+$
8r+lwqr+k+( 3+Q+LzP-zP-#
7+pzp-vlp+p' 2PzP-+-zPP+"
6psn-+-snp+& 1+-tR-tR-mK-!
5+-+p+-vL-% xabcdefghy
4-+-zP-+-+$
3+-sNLzPN+-# Con su última jugada las blancas han
2PzPQ+-zPPzP" impedido la jugada de las negras: ¥f5, v. gr.:
1+-tR-+RmK-! 20...¥f5? 21.¥xf5 £xf5 22.¤xb7 ¦ab8?
xabcdefghy 23.¤xd6, etc. Sin embargo, su ataque
minoritario no se ha realizado y sólo retienen
12.¤d2 ¤h5 una ligera presión en el flanco de dama. Las
13.¥xe7 ¦xe7! negras debieran jugar ahora 20... ¦ab8 con lo
14.¤b3 ¤g7 cual sostendrían el juego; pero
15.¤c5 c6 desdichadamente cometieron un error
estratégico y jugaron 20...b5. En esta
Las negras ahora están preparadas para jugar posición, este movimiento es castigado,
¥f5 y seguirán con el traslado de su caballo porque el peón b de las blancas está aún en b2
de g7 a d6. Por su parte las blancas no tienen y puede utilizarse para reforzar el punto c4
posibilidades de llevar a efecto el ataque mediante b3; por tal motivo la debilidad de
minoritario. Reconociendo esto, se decidieron
185
las negras en c6 se pone completamente de
manifiesto.
Aunque las negras erraron en la segunda
partida, sus primeras diecinueve jugadas
demostraron que el sistema era adecuado para
obtener igualdad. La lucha por la casilla c4
tan importante estratégicamente aquí, como
en muchas posiciones similares, siguió un
plan defensivo muy bueno contra el ataque
minoritario.

II. EL AVANCE b5 POR LAS NEGRAS

La segunda posibilidad de luchar contra el Diagrama 227

Ataque Minoritario es con el avance b5. En el XABCDEFGHY
último ejemplo pudimos apreciar la errónea 8-+-+-+-+(
ejecución de este avance, y ello nos permite 7+-+-+pzpp'
establecer la siguiente regla: el avance b5 por 6p+p+-+-+&
parte de las negras debiera demorarse hasta 5+p+p+-+-%
que las blancas hayan jugado b4. 4PzP-zP-+-+$
Una posición característica la muestra 3+-+-zP-+-#
esquemáticamente el diagrama 226, en que el
2-+-+-zPPzP"
principal objetivo de las negras sería la
ocupación de c4 con un caballo.
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
Diagrama 226
XABCDEFGHY En nuestro primer ejemplo las negras lo hacen
8-+-+-+-+( en un momento inoportuno.
7zp-+-+pzpp'
6-+p+-+-+& FILIP-JEZEK
5+p+p+-+-% (Mariánské Lazné, 1951)
4-zP-zP-+-+$
1.d4 d5
3+-+-zP-+-# 2.c4 e6
2P+-+-zPPzP" 3.¤c3 ¤f6
1+-+-m+-+-! 4.cxd5 exd5
xabcdefghy 5.¥g5 ¥e7
6.e3 c6
La principal debilidad de la posición negra es 7.£c2 ¤bd7
su peón de c6 que las blancas pueden atacar 8.¥d3 ¤f8
con un caballo situado en e5 o con piezas
mayores en la columna de c después de la La maniobra del caballo en dirección a e6
posible ruptura del centro con e4. Las blancas sucede a menudo antes del enroque; pero ello
podrán más adelante aumentar la presión tiene sus desventajas.
sobre dicho peón situando un alfil en f3 o e4.
Otra posibilidad de las blancas es el avance a4 9.¤f3 ¤e6
como lo muestra la posición del diagrama 10.¥xf6!
227.
Aquí las blancas pueden abrir la columna a y Este cambio es casi siempre ventajoso en
asumir en ella una activa posición; sin posiciones similares aunque parece más bien
embargo, adolecen de una debilidad en b4, algo extraño. Hace sólo pocos años que ha
que las negras tratarán de atacar. sido sustituido por la rutinaria retirada ¥h4.
Se verá claro ahora que el avance b5 por parte
de las negras ofrece a su oponente muchas 10...¥xf6
posibilidades activas; en consecuencia, las 11.0−0 g6
negras deben considerar con mucho cuidado 12.b4 0−0
la posición antes de decidirse por tal 13.¤a4 a6
importante avance. 14.¤c5 £e7
15.¦ab1 ¤g7
186
Las negras tienen las mejores posibilidades
después de 15...b6, pero no es cosa fácil
decidirse por este camino. La jugada de la
partida está hecha de modo rutinario y no
conduce a nada positivo porque la maniobra
completa lleva varios tiempos de retraso.
16.a4 b5?
Ahora las negras están totalmente perdidas;
sin embargo, la partida se prolongó veinte
jugadas más.
En nuestra próxima partida las negras escogen
una ocasión más propicia para el avance b5.
PACHMAN-AVERBACH
(Saltsjöbaden, 1952)

Diagrama 228 1.d4 ¤f6

XABCDEFGHY 2.c4 e6
8r+l+-trk+( 3.¤f3 d5
7+-+-wqpsnp' 4.¥g5 ¥b4+
6p+p+-vlp+& 5.¤c3 h6
5+psNp+-+-% 6.¥xf6 £xf6
4PzP-zP-+-+$ 7.cxd5 exd5
3+-+LzPN+-# 8.¦c1
2-+Q+-zPPzP"
Probablemente la jugada más fuerte es
1+R+-+RmK-! 8.£a4+.
xabcdefghy
8...0−0
El plan de las negras de controlar su casilla c4 9.a3 ¥xc3+
para instalar allí su caballo es, 10.¦xc3 c6
estratégicamente sólido; pero tácticamente 11.e3 ¦e8
fracasa, pues las blancas muy pronto 12.¥e2 a5!
desarrollan un irresistible ataque en la
columna a, ayudadas en gran parte por la Este es un importante detalle de juego táctico
fuerte posición de su caballo en c5. que ocurre con frecuencia en el Ataque
Minoritario. Después de b4 de las blancas, las
17.¤d2 ¤f5 negras abrirán la columna a y al mismo
18.¤db3 ¤d6 tiempo debilitarán el peón blanco de b4; éste
19.¦a1 ¥d7 será entonces un buen momento para las
20.¦a2! ¤c4 negras de jugar b5.
21.¦fa1 ¦ab8
22.axb5 axb5 13.0−0 ¥g4
23.¦a7 ¦fd8
24.¦1a6 Después de 13...a4 la debilidad del peón
negro necesitará tarde o temprano el apoyo de
La penetración de las torres blancas deteriora b5 y es dudoso que las negras puedan
completamente la posición enemiga. trasladar a tiempo su caballo a c4.

24...£e8 14.b4 axb4

25.¦c7 ¥e7 15.axb4 ¤d7
26.¦aa7 ¥xc5 16.£b3
27.¤xc5 ¤b6
28.¤xd7 ¦xd7
29.¦xd7 ¤xd7
30.£xc6 ¤b6
31.£xe8+ ¦xe8
32.¦b7 ¤c4
33.¦xb5

187
 Diagrama 229 ahora establecer los requisitos para utilizarlo
XABCDEFGHY como respuesta al Ataque Minoritario:
8r+-+r+k+( 1. Las negras deben tener la posibilidad de
7+p+n+pzp-' defender activamente su punto débil c6.
6-+p+-wq-zp& 2. Deben estar en posición de ocupar la
5+-+p+-+-% columna a abierta, o por lo menos neutralizar
4-zP-zP-+l+$ allí la presión de las blancas.
3+QtR-zPN+-# 3. Deben tener perspectivas de una rápida
ocupación del punto c4 con su caballo o, en
2-+-+LzPPzP"
casos excepcionales con su alfil.
1+-+-+RmK-! Demos ahora un nuevo repaso a la partida
xabcdefghy Pachman-Ragozin (página 184).
En la nota al movimiento 17 de las blancas
El movimiento 16.b5? es contestado con declaramos que la continuación más fuerte
16...c5. Más fuerte que la jugada de la partida para las blancas era 17.£c2 ¥g7 18.£b3 a lo
es 16.£c2 demorando £b3 hasta que las cual las negras podían contestar 18...b5! cuya
negras jueguen ¥f5; después de lo cual las posición resultante la muestra el Diagrama
blancas conservarían su caballo, que puede 230.
operar fuertemente desde e5 en caso de que
las negras se decidan por el avance b5. Diagrama 230
XABCDEFGHY
16...b5! 8-+r+r+k+(
7zp-+n+pvlp'
El momento correcto para este avance, con el 6-+p+q+p+&
que las negras igualan el juego. 5+p+p+-+-%
4-zP-zP-+-+$
17.¦fc1 ¦e6
18.£b2 3+QsN-zP-+-#
2P+-sN-zPPzP"
Después de 18.¤e5 ¥xe2 19.¤xd7 £e7 1+RtR-+-mK-!
20.¤e5 ¥c4! se presenta una de esas raras xabcdefghy
posiciones en las que el alfil y no el caballo,
ocupa la casilla c4. La jugada de la partida Vemos que las negras tienen todavía buen
facilita el camino para un cambio de piezas juego, pues su caballo amenaza situarse en c4
mayores, un camino esencial para las blancas vía b6 y su alfil puede atacar el peón débil en
si quieren evitar caer en posición inferior. b4 desde f8; además, su peón de f7 está
preparado para el avance a f5 y f4.
18...¥xf3! ¿A qué conclusión llegamos en cuanto al
19.¥xf3 ¤b6 movimiento b5 de las negras en el Ataque
20.¦a3 ¦ee8 Minoritario? Debemos decir que es una
21.¦xa8 ¦xa8 jugada extremadamente arriesgada, que puede
22.¦a1 £d8 crear debilidades en la posición negra en
23.h3 Tablas. ciertas circunstancias; sin embargo, tal
movimiento puede ser la mejor contestación
Habiendo visto el avance b5 jugado de todas al Ataque Minoritario.
favorablemente por las negras, podemos

188
 III. EL CAMBIO EN LA FORMACIÓN DE PEONES

Una de las defensas más frecuentes contra el 11.¦ab1 ¤g6

Ataque Minoritario es la ocupación de la 12.b4
casilla e4 de las blancas con un caballo; por lo
común las blancas se verán obligadas a El cambio 12.¥xf6 también merece atención.
cambiar esta pieza fuertemente centralizada y
después de la captura por parte de las negras 12...a6
la estructura de peones se transforma a la del
Diagrama 231. Las negras renuncian al inmediato salto del
caballo a e4 (12...¤e4 13.¥xe7 £xe7) y
Diagrama 231 optan por un activo juego de piezas en el
XABCDEFGHY flanco de rey justamente como hizo Keres en
8-+-+-+-+( su partida contra Smyslov (página 180); pero
7zpp+-+pzpp' la línea que escogen con su próxima jugada es
6-+p+-+-+& aún más innocua que la iniciada por Keres en
5+-+-+-+-% su movimiento duodécimo (12...¥d6).
4-+-zPp+-+$
3+-+-zP-+-# 13.a4 ¤g4
14.¥xe7 £xe7
2PzP-+-zPPzP"
15.¤e2
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy Innecesaria cautela, que hace más difícil la
El traslado del peón negro de d5 a e4 aumenta tarea de las blancas. O bien inmediatamente
las perspectivas tácticas de las negras en el 15.b5 o primero 15.h3 y después 16.b5 era lo
flanco de rey porque las blancas están algo indicado.
reducidas por el peón de e4; además, las
negras tienen asegurada una excelente base en 15...¤h4
d5 para sus piezas. Sin embargo, pierden la 16.¤xh4 £xh4
posibilidad de emprender la lucha por el 17.h3 ¤f6
control de c4. 18.¤g3 ¤e4
El plan estratégico de las blancas será el 19.¥xe4 dxe4
avance b4-b5 que les dará un peón pasado en
el centro después que las negras cambien Diagrama 232
cxb5. XABCDEFGHY
Un ejemplo del éxito en la ejecución de este 8r+l+r+k+(
avance puede verse en la siguiente partida. 7+p+-+pzpp'
6p+p+-+-+&
SAJTAR-PEDERSEN 5+-+-+-+-%
(Marianské Lázné, 1951)
4PzP-zPp+-wq$
1.d4 ¤f6 3+-+-zP-sNP#
2.c4 e6 2-+Q+-zPP+"
3.¤c3 d5 1+R+-+RmK-!
4.¥g5 ¤bd7 xabcdefghy
5.¤f3 ¥e7
6.cxd5 exd5 20.b5! axb5
7.e3 0−0 21.axb5 ¥d7
8.£c2 c6 22.bxc6 ¥xc6
9.¥d3 ¦e8 23.£c5 £d8
10.0−0 ¤f8 24.¦b6 g6

No 10...¤e4? 11.¥xe4, y las blancas ganan Es evidente que las blancas están mejor: su
un peón. caballo está preparado para entrar activamente
189
en juego saltando a f4 vía e2; por otra parte, el con la jugada directa: 12...¤e4. Sin embargo,
alfil negro está reducido al pasivo papel de las perspectivas de las negras en tales
proteger los peones en b7 y e4. La tarea de las posiciones no son siempre tan malas, como lo
blancas sería más difícil si las negras hubieran demuestra la siguiente partida.
jugado £d5, pero aun después del cambio de
damas las blancas están mejor. RAGOZIN-KOTOV
(Moscú, 1947)
25.¤e2 ¦a2
26.¤f4 ¦d2 1.d4 d5
27.£b4 2.c4 e6
3.¤c3 ¤f6
Amenazando 28.¦xc6 seguido de 29.£xd2. 4.¥g5 ¥e7
5.e3 ¤bd7
27...¦a2 6.¤f3 0−0
28.d5! ¥d7 7.¦c1 a6
8.cxd5 exd5
Por supuesto 28...¥xd5 29.¦d6 está fuera de 9.¥d3 c6
consideración; por lo tanto las negras tienen 10.0−0?
que entregar un peón, lo que significa que el
juego está decidido. Un error táctico, que permite a las negras
liberarse en seguida. Si las blancas hubieran
29.¦xb7 ¥c8 continuado 10. £c2 ¦e8 11.0-0, las negras
30.¦b8 £c7 habrían tenido que demorar ¤e4 y jugar
31.d6 £c6 primero ¤f8, como en la partida anterior.
32.¦d1 ¢g7
10...¤e4!
Después de 32...£c2 33.£e1, las blancas 11.¥f4
amenazan a la vez 34.¦c1 y 34.d7.
Después de 11.¥xe7 £xe7 12.¥xe4 dxe4
33.£d4+ ¢h6 13.¤d2 ¤f6 las blancas no tienen
perspectivas de obtener ventaja alguna; las
Las alternativas 33...f6 34.d7 y 33...¢g8 negras pueden desarrollar su alfil a f5, o en
34.¤d5 £c2 35.¤e7+ ¦xe7 36.¦xc8+! £xc8 algunos casos a b7 después de b6.
37.dxe7 son ambas desesperadas para las
negras. 11...¤df6
12.¤e5 ¥d6
34.£f6! ¦d2 13.¤xe4 dxe4
14.¥b1 ¥e6!
O 34...¦a5 35.¦xc8! ¦xc8 36.£h4+ ¢g7
37.d7, etc. Diagrama 233
XABCDEFGHY
35.¦xd2 £c1+ 8r+-wq-trk+(
36.¢h2 £xd2 7+p+-+pzpp'
37.¦b5 Abandonan. 6p+pvllsn-+&
5+-+-sN-+-%
No hay nada que hacer contra la amenaza ¦h5 4-+-zPpvL-+$
mate. 3+-+-zP-+-#
En esta partida el ataque de las blancas en el
2PzP-+-zPPzP"
flanco dama fue coronado por el éxito,
aunque debe admitirse que el defectuoso
1+LtRQ+RmK-!
juego táctico de las negras contribuyó al xabcdefghy
resultado; por ejemplo, la línea escogida por
ellas en la jugada duodécima les ocasionó la Las negras ocuparán ahora la casilla d5 con su
pérdida de algunos tiempos en comparación alfil, y entonces tendrán un buen juego, pues
190
un ataque de peones por parte de las blancas
en el flanco de dama necesita muchos
tiempos.
15.¥g3 ¥d5
16.¥h4 ¥e7
17.¥g3 ¤e8!
18.£c2 ¤d6
Las negras amenazan ahora ganar el caballo
mediante f6. Por lo tanto las blancas deben
allanar el camino para un cambio de peones
en el centro.
19.f3 f6
20.¤g4 ¦e8
21.¤f2 f5
22.fxe4 ¤xe4
23.¥e5 ¥g5!
Las piezas negras están ahora tan activas que
las blancas no pueden hacer nada mejor que
simplificar el juego lo más rápidamente
posible para llegar a un final de tablas.
24.¤xe4 fxe4
25.£e2 £d7
26.g3 £e6
27.h4 ¥e7
28.¦f4 ¥d6
29.¥xd6 £xd6
30.¦cf1 Tablas.
LOS PUNTOS ESTRATÉGICOS
En los primeros capítulos de este libro
examinamos el poder funcional de las piezas
y peones; vimos entonces que una simple
pieza podría a menudo determinar el carácter
de toda una posición. En la práctica sucede
frecuentemente que un factor aparentemente
menos importante puede ser decisivo en
determinar un plan estratégico: el control de
una o más casillas del tablero.
En muchos de los ejemplos vistos hasta aquí,
el valor de una simple casilla se ha puesto de
manifiesto, y también hemos demostrado la
191
Podemos hacer ahora unos cuantos
comentarios generales acerca de este método
de oponerse al Ataque Minoritario. Las
mejores oportunidades de las negras ocurren
cuando hay todavía varias piezas en el
tablero; entonces tienen perspectivas de
ataque contra el flanco del rey. La posición en
general es dificultosa para las negras cuando
las piezas menores han desaparecido, pues las
blancas quedan más libres para maniobrar en
el flanco de dama. Con piezas mayores y
menores sobre el tablero, las perspectivas
varían de acuerdo con la combinación de las
piezas. Por ejemplo: las blancas tienen buenas
posibilidades con una combinación de
£+2¦+¤ contra £+2¦+¥ (de casillas
blancas), o bien £+2¦+¤+¥ contra
£+2¦+¤+¥ (de casillas blancas).
Sin embargo, las negras están mejor situadas
cuando ambos bandos tienen £+2¦+¤, aun
después del cambio de una de las piezas
mayores. Desde luego estas reglas sólo
pueden recomendarse con carácter muy
general. Están basadas en la práctica de los
torneos, pero pueden perder su validez en
ciertos casos concretos. Así son todos los
principios de la estrategia del ajedrez; nunca
debiera olvidarse la importancia de un
minucioso análisis en cada posición
particular.
importancia del control de las casillas
centrales. A tales casillas de especial
importancia para justipreciar el carácter
estratégico de la posición y el consiguiente
plan, las denominaremos puntos estratégicos.
Los problemas relacionados con estos puntos
estratégicos serán tratados en tres secciones:
A. Las piezas en una posición avanzada.
B. Peones avanzados.
C. Casillas débiles en la formación de peones.
 I. LAS PIEZAS EN POSICIÓN AVANZADA
Uno de los más importantes modos de 12.e5 ¤d5
conseguir superioridad es la penetración de 13.¤e4 ¥e7
las piezas dentro de la posición enemiga. La 14.¥g5!
superioridad resultante puede ser de carácter
material o solamente reduciendo la acción de Una jugada característica en tales posiciones:
las piezas adversarias. Ya sabemos que la las blancas eliminan el alfil que protege la
penetración de las torres en la séptima u casilla d6. Las negras difícilmente pueden
octava fila es uno de los más importantes completar su desarrollo con el enroque, pues
objetivos en maniobras a través de las después de 14...0−0 15.¥xe7 ¤xe7 16.¤fg5,
columnas abiertas; y en la mayoría de los sucumben ante el ataque contra su rey.
casos el resultado es de una superioridad
decisiva. 14...£b6
Con las piezas menores la penetración no 15.¥xe7 ¢xe7
resulta ser tan efectiva sino sólo de carácter 16.¦ac1 ¤d7
temporal si el adversario puede desalojar las 17.¥b1 h6
piezas avanzadas. Sin embargo, cuando una 18.¦fe1!
pieza puede alcanzar una base firme la
posición es diferente. Tal pieza puede con Esta jugada, como se verá claro más tarde, es
frecuencia decidir la partida, ya sea una parte importante de la ocupación del
reduciendo la acción de las piezas enemigas, punto d6.
ya atacando debilidades, o aumentando la
presión posicional o haciendo posible una 18...¦ac8
solución de tipo combinativo. 19.¦xc8 ¦xc8
Es difícil establecer principios concretos para 20.¤d6 ¦c7
la creación de tales bases o “puntos 21.£e4!
avanzados” y su ocupación con piezas. Unos
cuantos ejemplos serán más esclarecedores. Diagrama 234
XABCDEFGHY
E. RITCHER-PAOLI 8-+-+-+-+(
(Trencianske Teplice, 1949) 7+ltrnmkpzp-'
6pwq-sNp+-zp&
1.d4 d5 5+p+nzP-+-%
2.c4 e6 4-+-+Q+-+$
3.¤c3 c6 3+-+-+N+-#
4.¤f3 ¤f6
2PzP-+-zPPzP"
5.e3 dxc4?
6.¥xc4 b5 1+L+-tR-mK-!
7.¥d3 a6 xabcdefghy
8.0−0 c5
9.£e2 Mediante jugadas sencillas las blancas han
podido alcanzar una superioridad decisiva. Su
Hemos alcanzado ahora una posición del caballo en d6 restringe la libertad de las
Gambito de Dama Aceptado; pero las negras piezas negras, y su dama amenaza trasladarse
han perdido un tiempo, comparándola con las a h7 o h4 con gran eficacia.
variantes normales.
21...£c5
9...¥b7
10.dxc5 £a5 Sin esperanzas para las negras es 21...¤xe5?
22.¤f5+! exf5 23.£xe5+, etc; esta variante es
No 10...¥xc5? 11.¥xb5+. la justificación de la jugada decimooctava de
las blancas, ¦fe1. Otra variante que pierde
11.e4 ¥xc5 rápido es 21...¤f8 22.£h4+ f6 23.exf6+
192
¤xf6 (23...¢xd6 24.£g3+ seguido de fxg7.) No 12.¤d2? £xd4 13.¥xa8 ¤g4.
24.¤f5+ ¢f7 (24...¢d8 25.¤xg7) 25.¤e5+.
12...¥b7
22.¤xb7 13.¥b2

El modo más sencillo de ganar material. Más Las negras amenazaban ¥xf3.
de acuerdo con el carácter de la posición, sin
embargo, era 22.£h4+ f6 23.exf6+! con 13...bxa3
decisivo ataque. 14.¦xa3 £c7
15.£a1 ¤e8
22...¦xb7 16.¥xg7 ¤xg7
23.£h7 £b4 17.0−0 ¤e6
24.£xg7 £f4 18.¦b1
25.¥e4!
Ahora se amenaza ¦xa7, ya que nada hay que
Las negras han comprometido su dama en una temer a la contestación ¦xa7 seguido de ¦a8.
situación muy difícil donde no pueden evitar a
la vez las dos amenazas 26.g3 y 26.¥xd5. 18...¥c6
19.d4!
25...h5
26.¥xd5 ¦c7 La primera fase del plan para lograr un puesto
avanzado en c6.
O 26.exd5 27.e6, etc.
19...¥e4
27.g3 £g4 20.¦d1 a5?
28.¤g5! Abandonan.
En un intento por librarse de la debilidad de
En esta partida el avanzado caballo estuvo a7 las negras crearon otra en b5.Naturalmente
situado en una columna central. Este no es no es posible 20...£xc4? 21.¤d2.
siempre el mismo caso, pero aún alejado del
centro del tablero un caballo avanzado puede 21.d5 ¤c5
ejercer en ocasiones una gran presión. Un 22.¤d4 ¥xg2
ejemplo de ello es la siguiente partida de Reti. 23.¢xg2 ¦fd8
24.¤c6 ¦d6
RETI-RUBINSTEIN
(Carlsbad, 1923) Diagrama 235
XABCDEFGHY
1.¤f3 d5 8r+-+-+k+(
2.g3 ¤f6 7+-wq-zpp+p'
3.¥g2 g6 6-zpNtr-+p+&
4.c4 d4 5zp-snP+-+-%
5.d3 ¥g7 4-+P+-+-+$
6.b4! 0−0 3tR-+-+-zP-#
7.¤bd2 c5
2-+-+PzPKzP"
8.¤b3 cxb4
9.¥b2! 1wQ-+R+-+-!
xabcdefghy
Si 9.¤bxd4, las negras contestan
enérgicamente: 9...e5. En la partida anterior las negras no pudieron
cambiar el caballo avanzado de las blancas;
9...¤c6 en ésta las negras pudieran, si tuviesen
10.¤bxd4 ¤xd4 tiempo, jugar ¤c5-b7-d8 y obligar el cambio
11.¥xd4 b6 o retirarse. Por lo tanto las blancas deben
12.a3
193
someter al adversario a continuas amenazas Un intento de liberación; pero las blancas ya
sin distraer tiempos. tienen preparada una bonita combinación.

25.¦e3! 32.fxe4 ¤e5

33.£xb6! ¤xc6
Más fuerte que 25.f3 f6 26.e4 e5.
Después de 33...¤xd3 34.exd3 la lucha contra
25...¦e8 la fuerza de los peones pasados es inútil.

El sacrificio de la calidad 25...¦xc6 ofrece 34.c5!

pequeñas esperanzas de salvar la partida, y la
continuación 25...e6? permite a las blancas Probablemente Rubinstein contaba con
26.¤e5 exd5 27.¤g4 con las amenazas de 34.dxc6 ¦xc6 que conduce a tablas; sin
¤h6+ y ¤f6+. embargo, la jugada de la partida mantiene el
peón y asegura la victoria.
26.£e5
34...¦d7
Las blancas paralizan de una vez y para 35.dxc6 ¦xd3
siempre la jugada liberadora e6; pero aunque 36.£xc7+ ¦xc7
hubiesen jugado: 26.£b2, las negras, por el 37.exd3 ¦xc6
momento, difícilmente podrían arriesgarse a 38.¦b7+ ¢e8
jugar e6, que debilitaría seriamente la 39.d4 ¦a6
posición de su rey. 40.¦b6! ¦a8

26...f6 Después de 40...¦xb6 41.cxb6 ¢d8 42.e5

27.£b2 e5 fxe5 43.dxe5 a4 44.e6 a3 45.b7 las blancas
28.£b5 ¢f7 ganan fácilmente.
29.¦b1 ¤d7
30.f3 ¦c8 41.¦xf6 a4
42.¦f2 a3
Ahora las negras mediante ¤b8 amenazan 43.¦a2 ¢d7
obligar el cambio del caballo. 44.d5 g5
45.¢f3 ¦a4
31.¦d3! 46.¢e3 h5
47.h4 gxh4
Haciendo frente a la amenaza de cambiar 48.gxh4 ¢e7
caballos, pues si 31...¤b8 las blancas ganan 49.¢f4 ¢d7
con 32.c5. Ahora las negras están casi en 50.¢f5 Abandonan.
posición de zugzwang. Si continúan con
31...¦e8 (amenazando e5) 32.e4 ¦c8 las No es el caballo la única pieza que puede
blancas refuerzan su posición con 33.h4 h5 desarrollar gran potencia en una casilla
34.f4 y ganan mediante la ruptura del flanco avanzada; algunas veces también un alfil
de rey. Si las negras intentan en cambio : puede ser en extremo efectivo. En el
31...¤c5, la sencilla contestación 32.¦dd1 es Diagrama 236 las blancas se esforzarán para
lo más fuerte, aunque también es posible llevar a cabo una ruptura con e5; y cuando lo
32.£xb6 ¤xd3 33.exd3 ¦xc6 (o de lo consigan, el alfil en e6 demostrará ser una
contrario los dos peones pasados deciden la poderosa amenaza para el rey negro.
partida más rápidamente); 34.dxc6 £xc6
35.£xa5 y el peón de más de las blancas es
suficiente para ganar.

31...e4?!

194
 Diagrama 236 con un ataque al peón de rey. Si en vez de ello
XABCDEFGHY las blancas eligen el salto del caballo a dicha
8r+-trn+-mk( casilla, restringirán desde luego la movilidad
7+pzp-+-zpp' de las piezas enemigas, pero no amenazan
6-sn-vlLzp-+& nada; de ahí que esta limitación de funciones
5zpq+P+-+-% haga inferior esta jugada. Observemos ahora
4-+-+P+-+$ el Diagrama 238 en que las negras tienen
3+-+-vLNzP-# instalado un caballo en d6. En seguida se
aprecia una diferencia de las posiciones
2-zPQ+-zP-zP"
anteriores. Normalmente una pieza avanzada
1+-tRR+-mK-! está apoyada por un peón; en el caso presente
xabcdefghy son piezas las que sostienen al caballo en su
posición. Naturalmente que una base
Las piezas mayores no son tan aptas para protegida por un peón es más segura, y que
ocupar puntos avanzados, pero en ocasiones una pieza allí colocada puede por lo general
es conveniente que lo hagan. mantenerse en tal posición largo tiempo.
Diagrama 237 Diagrama 238
XABCDEFGHY XABCDEFGHY
8rsn-+-tr-+( 8-+-tr-wqrmk(
7zp-+-wq-zpk' 7zp-zp-+-+-'
6R+-+p+-zp& 6lvlp+-zppzp&
5wQ-zpnzPp+-% 5+-+-zp-+-%
4-+N+-+-+$ 4-+-+P+-sN$
3zP-+-+N+-# 3+-zPn+-vLP#
2-zP-+-zPPzP" 2PzPQsN-zPP+"
1+-tR-+-mK-! 1tR-+R+-mK-!
xabcdefghy xabcdefghy
A partir del Diagrama 237 la mejor Sin embargo, la ocupación de un particular
continuación de las blancas es 31.¦d6! ¤d7 punto estratégico controlado solamente por
32.£b5! ¦ad8 (amenazando 33...¤xe5 piezas puede algunas veces ser efectivo, como
34.¦xd8 ¤xf3+); 33.¢h1, y después de esto ocurre en el Diagrama 238. Aquí el caballo
no hay adecuada defensa para las amenazas contribuye a inmovilizar las piezas blancas.
de las blancas: 34.¤a5 seguido de ¤c6, y La mejor continuación para las negras es f5
34.b4 cxb4 35.¤d4. Jugar la torre a d6 en la después de lo cual no hay adecuada defensa a
posición del Diagrama es muy fuerte porque las amenazas f4 seguido de ¤xf2.
la ocupación de este punto avanzado combina

195
 II. PEONES AVANZADOS

Diagrama 239 amparando al alfil contra la amenaza h6;

XABCDEFGHY entonces la desagradable amenaza h2-h4-h5
8-+-+-+k+( es algo con lo que deben contar las negras.
7+-+-+p+p'
6-+-+-zPp+& 7...h6
5+-+-+-+-% 8.¥xf6 £xf6
4-+-+-+-+$ 9.d6!
3zpP+-+-+-# Diagrama 240
2P+P+-+-+" XABCDEFGHY
1+K+-+-+-! 8rsnl+-trk+(
xabcdefghy 7zpp+p+pvl-'
6-+-zP-wqpzp&
En el Diagrama 239 el peón blanco avanzado 5+-zp-zp-+-%
a f6 y el negro a a3 controlan el espacio que
4-+P+-+-+$
rodea al rey enemigo creando amenazas de
mate; las blancas, con su dama en el tablero 3+-sN-+-zP-#
amenazarían £h6−g7 mate y de forma 2PzP-+PzPLzP"
análoga las negras lo harían en el otro flanco. 1tR-+QmK-sNR!
Un peón avanzado puede a menudo ser tan xabcdefghy
peligroso que el bando defensivo debe
orientar todas sus posibilidades a eliminarlo. Este avance es importante por tres razones:
La literatura ajedrecística contiene 1. Restringe el desarrollo de las negras en el
abundancia de ejemplos de ataques de mate flanco de dama.
que han sido posibles por un peón avanzado. 2. Dificulta la movilidad de las piezas negras,
Sin embargo, el peón avanzado puede ser útil en especial su traslado del flanco de dama al
aun cuando no existan amenazas tácticas de rey.
directas. Por ejemplo, puede ser el apoyo para 3. Libera la casilla d5 para las piezas blancas.
un punto avanzado y también puede destruir Sin embargo, esta jugada es siempre
la armonía de las piezas enemigas como en la arriesgada, porque el peón avanzado puede
siguiente partida. ser atacado y capturado por las piezas
opuestas mediante (¦f8−e8−e6 y ¥f8). En la
EUWE-NAJDORF partida lo importante para las blancas es que
(Torneo de Candidatos, 1953) logran posibilidades de ataque en el flanco de
rey antes que la debilidad del peón se ponga
1.d4 ¤f6 de manifiesto.
2.c4 g6
3.g3 ¥g7 9...¤c6
4.¥g2 0−0 10.e3 b6
5.¤c3 c5 11.¥d5 ¢h8
6.d5 e5!
7.¥g5! Al eliminar la posibilidad de ¥xf7+, las
negras ponen el peón de dama bajo amenaza;
Esta espléndida jugada se anticipa al ulterior y también preparan el avance f5.
avance d6, que si le es permitido a las blancas
realizarlo, su alfil de dama tendrá menos 12.¤e4 £d8
importancia que el caballo negro que, por un 13.h4! f5
lado está ahora presionando en d5 y por otro 14.¤g5 ¥b7!
podría atacar el peón avanzado en d6. El
mejor plan de las negras es paralizar este Esto ofrece la calidad, pero si las blancas
avance con 7...d6, aunque después de esto las aceptan (15.¤f7+? ¦xf7 16.¥xf7 ¤b4 17.f3
blancas pueden continuar con 8.£d2 e4), las negras logran decisiva ventaja.
196
 15.g4! e4 Diagrama 241
XABCDEFGHY
Las negras buscan una defensa activa 8r+-+-tr-mk(
mediante la apertura de la gran diagonal; la 7zpl+p+-+-'
desventaja de este avance consiste en que deja 6-zpnzP-+-zp&
libre su casilla f4 para el caballo blanco. No 5+-zpL+q+-%
obstante, después de 15...£f6, las blancas 4-+P+-sN-zP$
tienen dos buenas continuaciones: 16.¤f7+ 3+-sN-zP-+-#
¦xf7 17.g5! y 16.gxf5 £xf5 (16...gxf5
2P+-+-zP-+"
17.£h5) 17.¦h2.
1+-+Q+K+R!
16.¤e2 ¥xb2 xabcdefghy
17.¤f4!
23...¦ae8?
Las blancas deben presionar con su ataque sin
preocuparse de la pérdida de material. Las negras previenen ¤e4 y preparan
Después de 17...¥xa1, la continuación devolver la calidad. Un método mejor era
correcta es 18.gxf5! (no 18.£xa1+ £f6 23...¤d8; entonces las negras pueden
19.¤xg6+ ¢g7) ¥c3+ 19.¢f1 dejando a las contestar a 24.¦g1 con 24.¢h7! y aunque las
blancas con una torre de menos, pero con un blancas tienen un peligroso ataque después de
fuerte ataque que difícilmente las negras 25.¥xb7 ¤xb7 26.¤cd5 el juego está aún
pueden contrarrestar. En esta variante las indeciso.
negras no pueden seguir con 19...hxg5?
20.hxg5+ ¢g7 21.¤h5+! gxh5 22.£xh5. 24.¤ce2 ¦g8!
25.h5!
17...£f6
18.gxf5! ¥xa1 Las blancas quedarían con un peón de más
19.¤xg6+ ¢g7 después de 25.¥xg8 ¦xg8; pero el poderoso
20.¤xe4? alfil de las negras sería suficiente
compensación.
Las blancas se deciden a recuperar por lo
menos una pieza, reduciendo su desventaja 25...¦g5
material; pero al hacerlo aumentan meramente 26.¤g3 ¦xg3
las perspectivas de defensa de las negras. Más
preciso era 20.¤f4!; v.gr.: 20...£c3+ 21.¢f1 Como las negras en ningún caso pueden
hxg5 (21...¦xf5 22.£g4!) 22.hxg5 ¦xf5 mantener su ventaja material (26...£f6
23.¦h7+!! y las negras están indefensas. 27.¤e4, o 26...£e5 27.¤g6+), se deciden a
devolverla en seguida y de este modo ganar el
20...¥c3+ peón e3 blanco. Las piezas blancas, sin
embargo, todavía permanecen
Virtualmente obligada, pues después de suficientemente activas para lograr una
20...£xf5? 21.£xa1+ ¢xg6 22.¦g1+, las decisión rápida.
negras pierden su dama.
27.fxg3 ¦xe3
21.¢f1 £xf5 28.¢f2 ¦e8
22.¤f4! ¢h8! 29.¦e1! ¦xe1
30.£xe1 ¢g7
La mejor defensa; la retirada o protección del 31.£e8 £c2+
alfil hace perder la dama: 32.¢g1 £d1+
a) 22...¥e5 23.¤g3! £h7 24.£g4+. 33.¢h2 £c2+
b) 22...¥f6 23.¤g3 £e5 24.£g4+. 34.¤g2 £f5
c) 22...£e5 23.£g4+ (Euwe). 35.£g8+ ¢f6
36.£h8+ ¢g5
23.¤xc3 37.£g7+ Abandonan.
197
 III. CASILLAS DÉBILES EN LA CADENA DE PEONES
En un capítulo anterior apuntamos que los
peones difieren de las otras piezas en que sólo
pueden moverse en un determinado sentido.
Así, pues, cada movimiento de peón debe ser
examinado cuidadosamente.
El maestro Steinitz estableció el principio de
que la situación más fuerte de los peones es su
casilla de origen. Esto se aplica
principalmente a los peones de un flanco que
está sometido a ataque. Sabemos que el
avance de un peón es a menudo el único
medio de aprovechar una ventaja material o
de espacio en el centro o en los flancos.
También sabemos que un avance de peones
bien preparado puede ser una poderosa arma
de ataque. Pero cuando se trata de la defensa;
cada movimiento de peón puede crear una
notable debilidad. A los principiantes se les
aconseja con mucha frecuencia no mover los
peones del área que está sometida a un ataque,
a menos que tal movimiento esté obligado por
una amenaza del adversario.
Diagrama 242
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7+-+-+-zp-'
6-zp-+-zp-zp&
5zp-zp-+-+-%
4P+-+-+-+$
3+P+-+-zP-#
2-+P+-zP-zP"
1+-+-m+-+-!
xabcdefghy
El Diagrama 242 muestra algunas casillas
débiles en las formaciones de peones de
ambos bandos, producidas por el avance de
tales peones; casillas que no pueden ser
protegidas por ningún peón. En el flanco de
rey con f3 y h3 las que son débiles de las
blancas y g6 de las negras; que si no están
suficientemente controladas por piezas,
pueden las piezas enemigas llegar a tomar
posesión de ellas. Es claro que tales
debilidades son relativas y varían de acuerdo
con la posición de las piezas: si, por ejemplo,
las blancas tienen un alfil en g2, las
debilidades de f3 y h3 no son tan patentes en
el supuesto de que las negras no logren
198
concentrar sus piezas adecuadamente (v. gr.:
£c8, ¥g4, ¤e5).
También existen debilidades en el flanco de
dama. Al adelantar sus peones de a y c las
negras han dejado débil su casilla b5 y
vulnerable el peón de b6; esto da oportunidad
a su oponente de ocupar el punto b5 con una
pieza y de atacar b6 con un caballo desde c4,
o un alfil desde c7 o una torre desde d6. La
cadena de peones blancos del ala de dama
tampoco está libre de debilidades. Hay un
punto débil en c3 que también puede llegar a
mostrarse como tal por alguna razón (v. gr.:
ocupación de c3 por las negras) con lo que las
blancas quedarían impedidas de jugar c3.
Como que las casillas débiles son ocasionadas
generalmente por el avance de algún peón
vecino, el oponente a menudo se esfuerza por
provocar tal avance. La creación y
explotación de las casillas débiles en el campo
enemigo son un elemento muy importante en
la estrategia moderna del ajedrez; con
frecuencia una casilla débil puede decidir una
partida.
Sin embargo, debiera insistirse en que la
debilidad de una casilla no es un factor
absoluto. Algunas veces la debilidad es de
suma importancia, en otras su influencia en el
juego es imperceptible: todo depende del
carácter de la posición, el material a mano, la
posición de las piezas, etc.
Reconocer debilidades reales, aquellas que
pueden ser explotadas, exige un profundo
análisis de la posición, y ello, a su vez,
requiere un sentido posicional que se adquiere
con la práctica.
En nuestro primer ejemplo se puede observar
una casilla débil explotada de la forma más
enérgica; ésta es la clase de tratamiento que
recibe usualmente una debilidad en el flanco
del rey. Nuestro segundo ejemplo demuestra
la tarea más difícil de explotar, un punto débil
en el flanco de dama.
 EUWE-FLOHR 25.£f4 £xb2
(Amsterdam, 1939) 26.¥f1 ¥e7!

Diagrama 243 Desde luego, no 26...¥g7 27.¥xg7 ¢xg7

XABCDEFGHY 28.£h6+, etc. Después de la jugada de la
8r+-wqrvlk+( partida las negras pueden contestar a 27.£h6
7zpp+l+p+p' con 27...¥xf6 28.exf6 £xf6.
6-+p+p+p+&
5+-+-vL-+-% 27.£h4?
4-+-zPP+-+$
3+-+-+Q+-# Las blancas pasan por alto una bonita
2PzP-+LzPPzP" combinación ganadora: 27.¦b1! £d4
(27...£xb1? 28.£h6) 28.¦b4!! £a1 29.£h4,
1+-tRR+-mK-! etc.
xabcdefghy
27...¥c5!
Las negras sufren una seria debilidad en su
punto f6; probablemente jugaron e6 (causa de Al atacar la casilla f2 las negras ganan un
la debilidad) en la creencia de que su alfil de tiempo importante para la defensa.
f8 evitaría que la debilidad fuera tan Naturalmente, la continuación 28.¦xh7?
apreciable. Pero pronto las blancas £xf2+ está fuera de consideración.
demuestran las oportunidades tácticas de
ataque que se le han presentado. 28.¦h6 a5!
21.¥f6 £a5 La última contra “chance”; pero el rey negro
está muy expuesto para que esta jugada
Después de 21...¥e7 22.e5! las debilidades de ofrezca alguna esperanza de salvación.
las casillas f6 y h6 se vuelven más apreciables
porque un cambio de alfiles deja a las negras 29.¦d3
con un alfil malo que no puede utilizarse en la
lucha por las casillas negras. En vista de la amenaza 30.¦f3 seguido de
¦xh7 las negras están obligadas a sacrificar
22.¦c5! una pieza.
Excelente jugada táctica. Las negras no 29...¥xf2+
pueden continuar con 22...¥xf8 23.dxc5, 30.£xf2 £xf2+
porque quedarían frente a la doble amenaza 31.¢xf2 a4
de ¦xd7 y £f3−e3−h6.
Diagrama 244
22...£xa2 XABCDEFGHY
23.¦h5! e5 8r+-+r+k+(
7+p+-+p+p'
No hay otro medio mejor de defender las 6-+p+lvLptR&
amenazas de mate.
5+-+-zP-+-%
a) 23...£xb2 24.¥f1 y las negras deben
contestar 24...e5, después de lo cual la partida
4p+-+P+-+$
seguiría como en la forma actual. 3+-+R+-+-#
b) 23...¥e7 24.¦xh7! ¥xf6 25.£xf6 ¢xh7 2-+-+-mKPzP"
26.£xf7+ ¢h8 27.¦d3 £b1+ 28.¥f1 e5 1+-+-+L+-!
29.£xd7 ganando. xabcdefghy
c) 23...¥g7 24.¥xg7 ¢xg7 25.¦xh7+ con una
continuación similar a las variantes anteriores. Las piezas blancas dominan con firmeza las
casillas f6 y h6. Sólo existe un problema
24.dxe5 ¥e6 táctico: ¿Podrán las blancas llevar a cabo su
199
ataque de mate antes que las negras consigan Diagrama 245
una nueva dama? La continuación 32.¦f3 a3 XABCDEFGHY
33.¦f4 (amenazando ¦xh7) g5! no es la 8r+-+-trk+(
forma correcta de conducir el ataque hasta el 7zpp+l+pzpp'
fin. 6-+n+psn-+&
5+-+psN-+-%
32.¥e2! 4-+-zP-+-+$
3wqP+L+N+-#
Ahora todo está decidido; no hay nada que
2P+P+-zPPzP"
puedan hacer las negras después de 32...a3
33.g4! a2 34. ¦xh7. El siguiente sacrificio
1tR-+Q+RmK-!
desesperado no cambia la situación. xabcdefghy

32...¦a5 El plan de las negras consistirá en presionar la

33.g4 ¦xe5 columna c; las blancas tarde o temprano
34.¥xe5 ¥c4 deberán jugar c3, después de lo cual su peón
35.¦dh3 ¥xe2 en c3 será atacado por las piezas mayores. Las
36.¥f6 ¦e6 dificultades de las blancas son la
37.e5 ¥xg4 consecuencia de su error al permitir el cambio
38.¦xh7 ¦xf6+ de su alfil de casillas negras después de haber
39.exf6 Abandonan. jugado b3, que las dejó con debilidades en el
flanco de dama. La continuación 13.c4 dxc4
BOGOLJUBOW-CAPABLANCA 14.bxc4 ¦fd8 no es favorable a las blancas
(Nueva York, 1924) porque el resultante par de peones aislado es
débil. Sin su alfil en b2 las blancas tendrían
1.d4 ¤f6 dificultades para la defensa de los peones;
2.¤f3 d5 también carecen de medios para emprender el
3.e3 e6 ataque contra el flanco de rey.
4.¥d3 c5
5.b3 ¤c6 13.¤xc6 ¥xc6
6.0−0 ¥d6 14.£d2?
7.¥b2 0−0
8.¤bd2? £e7! Algo mejor es 14.£c1: un cambio de damas
9.¤e5 cxd4 aumentaría las posibilidades de defensa de las
10.exd4 ¥a3! blancas aunque no igualarían la partida; por
otra parte, una retirada de la dama negra
El objeto de esta jugada está claro; después aliviaría algo las dificultades de las blancas.
del cambio de alfiles la debilidad del flanco
de dama de las blancas será apreciable. 14...¦ac8
15.c3 a6!
11.¥xa3 £xa3 16.¤e5 ¥b5!
12.¤df3
Un importante requisito para el ataque en el
Después de 12.¤xc6 bxc6 13.c4 las negras flanco de dama es la eliminación del alfil
tendrían mejor juego; v. gr.: 13...¥a6 14.¤f3 blanco. Así las negras no sólo se libran de su
dxc4 15.bxc4 ¦fd8 16.£e2 c5; etc. alfil malo sino que despejan la columna c;
también impiden a las blancas toda
12...¥d7 posibilidad de juego activo combinado con
(f4-f5), y además suprime uno de los
protectores de la casilla e4 lo que obligará a
las blancas a buscar otro medio para evitar la
penetración del caballo negro.

17.f3
200
No es mejor 17.¥xb5 axb5 18.f3 ¦c7 19.¦fc1 24...£xb3
¦fc8 20.¦c2 ¤e8, seguido de ¤d6. 25.¤c5 £b6
26.¦b2 £a7
17...¥xd3 27.£e1 b6
18.¤xd3 ¦c7 28.¤d3 ¦c4
19.¦ac1 ¦fc8 29.a5 bxa5
20.¦c2 ¤e8 30.¤c5 ¤b5
21.¦fc1 ¤d6 31.¦e2? ¤xd4!
22.¤e5? 32.cxd4 ¦8xc5!
33.Abandonan.
Un error que facilita el ataque de las negras.
Lo correcto es 22.¤c5!, con objeto de En las dos últimas partidas las debilidades
neutralizar la debilidad del punto c3; entonces surgieron del impreciso juego en la apertura:
las negras tendrían que jugar con mucha la tarea del bando agresor fue explotar una
precisión: 22.¤c5 b6 23.¤a4 ¦c6 (no debilidad que ya existía. Sin embargo, la
23...b5? 24.¤c5 ¤b7 25.b4) 24.£d3 ¦a8! mayoría de las veces el adversario pone
seguido de ¤b7. Solo después de alguna especial cuidado en no crear debilidades
preparación podrían las negras mediante b5 voluntariamente: es necesario tratar de
desalojar con seguridad el caballo blanco de obligarle a producirlas. Para ello existen dos
su defensiva posición. maneras:
1. Mediante ataque de piezas. Si por ejemplo,
Diagrama 246 las blancas amenazan la posición enrocada de
XABCDEFGHY su oponente con ¤f5 combinado con £g4, las
8-+r+-+k+( negras pueden estar obligadas a jugar g6. Una
7+ptr-+pzpp' similar maniobra con piezas puede también
6p+-snp+-+& usarse en el flanco de dama para inducir a
5wq-+psN-+-% crear debilidades allí.
4P+-zP-+-+$ 2. Mediante el avance de uno de nuestros
3+PzP-+P+-# propios peones. Un caso frecuente es el
avance del peón de torre (v. gr.: h2-h4-h5-h6).
2-+RwQ-+PzP" Si se le permite alcanzar la sexta fila el
1+-tR-+-mK-! oponente, por lo general, estará obligado a
xabcdefghy jugar g6, después de lo cual puede surgir una
seria debilidad en f6.
22...£a5! En el siguiente ejemplo las blancas adoptan el
23.a4 primer método. Aun antes de terminar su
desarrollo maniobran de manera de obligar la
Oponiéndose a la amenaza 23...¤b5, pero debilitación de la casilla f6 de las negras,
debilitando el peón en b3.Después de 23.¤d3 casilla que eventualmente probará ser el
¤b5 24.¤c5 las negras podrían continuar factor determinante de la partida.
24...b6 25.¤a4 ¦c6! (no 25...¤d6 26.c4!)
seguido de ¤d6. GELLER-UNZICKER
(Interzonal, 1952)
23...£b6!
24.¤d3 1.d4 d5
2.c4 c6
El peón no puede sostenerse en ningún caso; 3.¤f3 ¤f6
v.gr.: 24.b4 a5! 25.b5 ¤c4 26.¤xc4 ¦xc4 4.¤c3 dxc4
27.¦a2 e5! o 25.¦b1 axb4 26.¦xb4 £xb4!, 5.e4 b5
etc. Pero la tentativa de lograr algún 6.e5 ¤d5
contrajuego mediante un inmediato sacrificio 7.a4 e6
es frustrado por el juego preciso de 8.axb5 ¤xc3
Capablanca, que es coronado con una 9.bxc3 cxb5
exquisita combinación. 10.¤g5! ¥b7
201
 11.£h5
Esto obliga a jugar g6; pero esto es sólo el
principio de la lucha por f6. Ahora las blancas
deben eliminar aquellas piezas menores
enemigas que protegen dicha casilla; esto se
refiere especialmente al alfil negro de f8.
11...g6
12.£g4 ¥e7
13.¥e2 ¤d7
14.¥f3 £c7?
También resulta pobre para las negras la
continuación: 14...¥xf3 15.£xf3 0−0 16.h4,
que proporciona a las blancas buenas
perspectivas de ataque. El procedimiento
correcto para las negras fue el empleado por
Petrosian contra Szabó (match Moscú-
Budapest, 1955). Aquel juego continuó
14...£c8! 15.¤e4 f5! 16.exf6 ¤xf6 17.¤xf6+
¥xf6 18.¥xb7 £xb7 19.£xe6+ £e7 y las
negras tuvieron las mejores perspectivas en el
final.
Diagrama 247
XABCDEFGHY
8r+-+k+-tr(
7zplwqnvlp+p'
6-+-+p+p+&
5+p+-zP-sN-%
4-+pzP-+Q+$
3+-zP-+L+-#
2-+-+-zPPzP"
1tR-vL-mK-+R!
xabcdefghy
15.¤e4
El caballo en g5 ha cumplido allí su
propósito; ahora se necesita para la lucha por
el control de f6.
15...¤b6
Algunos comentaristas recomendaron 15...h5.
Ciertamente esto hubiera evitado 16.¥h6;
pero las “chances” de las negras difícilmente
habrían sido mejores que en la partida porque
la debilidad del flanco de rey habría excluido
igualmente las perspectivas de enroque.
16.¥h6! ¦g8
202
Oponiéndose a la amenaza ¥g7 seguido de
¤f6+. Después de 16...¤d5, las blancas
podían haber llevado a cabo esta maniobra
después de una pequeña preparación : v. gr.:
17.0−0 a6 18.¥g7 ¦g8 19.¥f6 ¥xf6 20.exf6
seguido de £h4 y ¤c5 (Stahlberg). La
continuación 16...¥xe4 17.¥xe4 0-0-0?!
recomendada por algunos comentaristas es
asimismo desfavorable, v. gr.: 18.£f3 ¥f8
19.¥g5 ¥e7 20.¥d2 ¥f8 21.0−0 ¤d5 22.¦a6
seguido de ¦fa1.
17.¥g5!
Con la jugada previa las blancas paralizaron
el enroque de su oponente y por lo tanto
entorpecieron la rápida movilización de sus
piezas mayores. En consecuencia no deben
temer ahora el cambio de todas las piezas
menores porque durante algún tiempo
quedarán con una torre más en juego.
17...¥xe4
18.¥xe4 ¤d5
Después de 18...0-0-0, las blancas logran un
decisivo ataque:19.¦a5 b4 20.0−0 b3 21.¥xe7
£xe7 22.d5.Euwe recomendó 18...¦c8 19.0-0
¤a4, pero entonces las blancas pueden
continuar enérgicamente con 20.¥xe7 £xe7
21.£f3 £c7 (21...£d7 22.d5) 22.¥b7 ¦b8
23.¥c6+ ¢e7 (23...¢f8 24.¦fe1 seguido de
d5) 24.£f6+ ¢f8 25.d5.
19.¥xd5 exd5
20.¥xe7 £xe7
21.0−0 ¢f8
22.¦fb1 a6
Parece como si las negras hubieran resuelto
todas sus dificultades; inclusive después de
23.¦xb5 axb5 24.¦xa8+ ¢g7 estarían
bastante bien, pues entonces amenazan
asegurar un peón pasado mediante la ruptura
b4. Pero en realidad las cosas no son tan
halagüeñas para las negras; la debilidad de la
casilla f6 es algo que no hay que olvidar.
23.£f3! £e6?
Esto conduce necesariamente a una rápida
derrota. Después de la inmediata devolución
del peón mediante 23...¢g7! 24.£xd5 ¦gb8:
tienen alguna esperanza de salvar el juego.
Las blancas difícilmente pueden continuar objetivo es aumentar el control de la casilla e4
con 25.¦xb5? axb5 26.¦xa8 ¦xa8 27.£xa8 y obtener un juego activo en el flanco de rey.
b4!, después de lo cual las negras tienen El sistema también puede ser adoptado por las
excelente contrajuego: pero 25. f4! da todavía blancas (1.d4 d5 2.e3 ¤f6 3.f4). La
a las blancas buenas posibilidades de ataque desventaja del avance f5 es que debilita la
en el flanco de rey. casilla e5 de las negras y generalmente el
sistema es satisfactorio solamente cuando el
Diagrama 248 oponente no está en condiciones de explotar
XABCDEFGHY esta debilidad; así, por ejemplo, después que
8r+-+-mkr+( el alfil de dama contrario ha sido encerrado
7+-+-+p+p' con la jugada e3 es correcto este planteo. En
6p+-+q+p+& esta partida éste no es el caso, y la debilidad
5+p+pzP-+-% de e5 determinará todo el curso de la partida.
4-+pzP-+-+$
3+-zP-+Q+-# 4.¤f3 c6
5.¥f4 ¥d6
2-+-+-zPPzP"
6.e3!
1tRR+-+-mK-!
xabcdefghy Aunque la jugada 6.¥xd6 también es buena,
la jugada de la partida es mucho más fuerte;
24.£f6! las negras tarde o temprano estarán obligadas
a jugar ¥xf4, y después de exf4, el peón
La jugada decisiva. El rey negro de momento atrasado de las negras en e6 queda fijado
está confinado a la octava fila. Después de como una seria debilidad en su posición;
24...£xf6 25.exf6 ¢e8 26.¦xb5 seguido de además, las blancas estarán entonces en
¦xd5 el final es desesperado para las negras. disposición de controlar la casilla e5 con una
torre situada en e1.
24...£c8
25.f4 £b7 6...¤f6
26.¦a5 ¢e8 7.¥d3 £c7
27.¦ba1 b4 8.g3! 0−0
9.0−0 ¤e4
O 27...¢d7 28.£d6+ ¢c8 29.¦xa6.
La favorable posición del caballo es el lado
28.cxb4 £xb4 positivo de la formación “stonewall”. Sin
29.¦xd5 £b7 embargo, la casilla e4 de las blancas en
30.e6 Abandonan. realidad no es débil porque el caballo negro
puede ser desalojado mediante f3.
Algunas veces no solamente una casilla es
débil; también puede surgir todo un complejo 10.£b3
de casillas débiles. En la sección del alfil
bueno y alfil malo ya mencionamos este tema; Amenazando ganar un peón con 11.cxd5 exd5
la siguiente partida es una instructiva 12.¤xe4 fxe4 13.¥xe4.
extensión del mismo.
10...¢h8
SCHLECHTER-JOHN 11.¦ac1 ¥xf4
(Barmen, 1905)
Después de 11...£e7 la dama queda sujeta a la
1.d4 d5 defensa del alfil. La natural continuación de
2.c4 e6 desarrollo 11...¤d7 12.cxd5 exd5 (12...¤xc3
3.¤c3 f5? 13.dxe6) ¤b5 es desesperada: no es de
extrañar pues, que las negras opten por el
El planteo de las negras se denomina cambio de alfiles, estratégicamente
formación "Stonewall" (muralla de piedra). El desfavorable.
203
 12.exf4! £f7? 22...£e7
13.¤e5 £e7 23.¦ef1 ¦ae8
14.¥xe4! 24.g4! ¥c8
25.¦h3!
La mejor manera de desalojar el caballo de su
fuerte posición; por supuesto es importante la Obligando el avance g6 que debilita las
próxima continuación de las blancas. casillas f6 y h6.

14...fxe4 25...g6
15.f3 exf3 26.b4
16.¦ce1 £c7
17.£a3! Aunque las blancas de momento no tienen
intención de producir ninguna ruptura en el
Diagrama 249 flanco de dama, colocan sus peones de tal
XABCDEFGHY manera que siempre está pendiente la
8rsnl+-tr-mk( amenaza de producirse.
7zppwq-+-zpp'
6-+p+p+-+& 26...£f6
5+-+psN-+-% 27.¦hf3 ¦e7
4-+PzP-zP-+$ 28.a4 a6
3wQ-sN-+pzP-# 29.¤d1!
2PzP-+-+-zP"
Las blancas necesitan un caballo en e3 a fin
1+-+-tRRmK-! de llevar a efecto la maniobra g5, ¤g4, ¤f6+
xabcdefghy (o ¤h6+).

Gradualmente se hace perceptible la debilidad 29...¦g7

de las negras en todo el complejo de sus 30.¤e3 £e7
casillas negras. Si juegan ahora ¤d7, las 31.g5 ¥d7
blancas pueden contestar en seguida £e7. 32.¤3g4 ¥e8
33.¤h6+ ¢h8
17...¢g8 34.£e2 £d8
18.¦xf3 ¤a6 35.¤eg4! ¥d7
19.b3 £d8 36.£e5 ¤e8
20.c5! 37.¦h3 £c7

La cadena de peones bloqueados se ha Las negras no pueden jugar 37...£e7?

formado en circunstancias muy favorables a
las blancas; éstas tienen el control de e5 y
también una clara ventaja de espacio en el ala
de rey; por lo tanto pueden operar
simultáneamente en ambos flancos sin darle
al contrario oportunidad de juego activo.
20...¤c7
21.£b2 ¥d7
22.£c2
Como el avance b3-b4-b5 presenta todavía
algunas dificultades, es mejor posponer la
acción en el flanco de dama hasta que las
negras estén totalmente atareadas parando
amenazas en el ala opuesta.
38.£b8. Esto demuestra que las piezas
blancas pueden moverse sin obstáculos en las
casillas negras del adversario.
38.¤f6!
El ambiente de la estrategia blanca sobre las
casillas negras. El cambio en e5 es obligado y
muy pronto las negras tendrán también que
cambiar en f6: entonces su oponente no sólo
tendrá un camino fácil para su rey hacia la
posición enemiga (vía f4 y e5) sino que
además tendrá un fuerte peón pasado en f6.

204
 Diagrama 250
XABCDEFGHY
8-+-+ntr-mk(
7+pwql+-trp'
6p+p+psNpsN&
5+-zPpwQ-zP-%
4PzP-zP-zP-+$
3+-+-+-+R#
2-+-+-+-zP"
1+-+-+RmK-!
xabcdefghy
38...£xe5
39.fxe5 ¦e7
40.¦hf3!
ELEMENTOS DINÁMICOS
El carácter de la posición está determinado
por diferentes tipos de elementos. Algunos de
ellos de índole material, o formación de
peones, debilidades permanentes, continúan
afectando la partida por largo tiempo, y son
conceptuados como elementos estáticos. En
cambio, la superioridad en el desarrollo, la
más activa posición de las piezas, la
concentración de piezas para atacar en
determinado punto del tablero, son diferentes;
y claro está que estos elementos ejercen
principalmente una importante influencia sólo
por un corto período: cada tiempo decide si el
bando activo tendrá éxito en transformar su
superioridad momentánea en una ventaja
material o en terminar la partida con un
ataque de mate, o si el bando defensor podrá
ingeniarse para esquivar las amenazas
inmediatas, o mejorar su posición, y aun
I. ADELANTO EN EL DESARROLLO
El derecho de cada jugador de realizar un
movimiento en cada jugada puede ser llevado
a cabo con distintas intenciones. Algunos
movimientos sirven para desarrollar piezas o
aumentar su acción; otros ayudan a constituir
una conveniente formación de peones. Hay
movimientos que son necesarios para repeler
las amenazas enemigas y asegurar nuestra
propia posición; hay también movimientos
superfluos e inclusive algunos que aceleran la
ventaja al adversario. En la apertura
especialmente, cuando ambos bandos están
sin desarrollar, la economía en el tiempo es en
205
Amenazando 41.¤xd7 (y también 41.¤xd5)
¦xf3 42.¦xf3 ¦xd7 43.¦f8+ ¢g7 44.¦g8
mate.
40...¤xf6
41.¦xf6 ¦xf6
42.exf6 ¦e8
43.¤f7+ ¢g8
44.¤e5 ¦d8
45.¢g2 ¢f8
46.h4 ¥e8
47.¢f3 ¥f7
48.¢f4 ¢e8
49.¦b1 ¢f8
50.b5! Abandonan.
eventualmente restablecer el equilibrio. En
este caso el factor tiempo es el más
importante.
Ningún bando puede, bajo tales condiciones,
asumir la empresa de maniobras extensas; una
simple pérdida de tiempo o un movimiento
superfluo pueden decidir la partida. Los
elementos de tal naturaleza, en los que el
tiempo desempeña el papel dominante, se
denominan “elementos dinámicos”. En este
capítulo serán tratados en cuatro grupos
temáticos.
A. Adelanto en el desarrollo.
B. Ganancia de tiempo a costa de material.
C. Cooperación de piezas y peones.
D. El sacrificio posicional.
extremo importante; las jugadas superfluas
aquí (v. gr.: las jugadas de peones de torre)
son típicos errores de los principiantes. En el
final y en el medio juego se presentan a veces
posiciones en que es conveniente hacer
movimientos, llamados de espera; pero en la
apertura es necesario emplear acertadamente
cada movimiento en disponer nuestras propias
fuerzas.
En el capítulo de introducción de mi libro
Moderne Schachteorie (Teoría moderna del
ajedrez), expuse los más importantes
principios para manejar la apertura. En
síntesis: debe completarse el desarrollo de las un ataque antes de haber completado el
piezas lo más rápidamente posible y asegurar desarrollo. Un ejemplo es la siguiente partida.
la posición en el centro. Con relación a esto,
deben atenderse las siguientes BOTVINNIK-DENKER
recomendaciones: (Match URSS vs EUA, 1945)

1. Situar las piezas sin pérdida de tiempo 1.d4 d5

donde puedan desarrollar su máxima 2.¤f3 ¤f6
potencia. 3.c4 c6
2. No mover una pieza que ya está 4.cxd5 cxd5
desarrollada a menos que exista una razón de 5.¤c3 ¤c6
peso para hacerlo. 6.¥f4 £a5?
3. Evítese colocar las piezas en casillas de
donde puedan ser desalojadas con Las negras intentan atacar el punto c3
movimientos que contribuyan al desarrollo de mediante ¤e4, e6, ¥b4, etc. En esta posición
las piezas y peones del adversario. tal plan es malo, pues las blancas pueden
4. Los movimientos de peones en la apertura, defender fácilmente esta casilla con jugadas
únicamente son una ayuda para el desarrollo y naturales de desarrollo. El ataque de las
un medio de luchar por el centro; por lo tanto negras será una mera pérdida de tiempo.
debieran reducirse al mínimum.
Desde luego, estos principios no deben ser 7.e3 ¤e4
aplicados demasiado dogmáticamente y sin 8.£b3 e6
consideración de las condiciones particulares 9.¥d3 ¥b4
existentes. Algunas veces es posible mover 10.¦c1 ¤xc3
una pieza tres o cuatro veces en la apertura y 11.bxc3 ¥a3?
aun así obtener alguna ventaja; este es el caso
en que cada movimiento de pieza forma parte El principio de un dudoso plan. Mejor es
de un plan para restringir la acción de las 11...¥e7 12.0−0 £d8, aunque después de
piezas adversarias: y crear debilidades en el 13.e4 las blancas obtendrían una peligrosa
campo enemigo. El simple cálculo de los iniciativa en el centro y en el flanco de rey.
tiempos de desarrollo no es, en sí, un modo
conveniente para decidir quién tiene ventaja. 12.¦b1 b6
El real significado del desarrollo de las piezas
descansa en el despliegue y alcance de la Diagrama 251
máxima potencia de las mismas. XABCDEFGHY
Sin embargo, por lo general, cualquier 8r+l+k+-tr(
infracción de alguno de los principios 7zp-+-+pzpp'
anteriores ayuda al adversario a conseguir 6-zpn+p+-+&
ventaja en el desarrollo o una superioridad en 5wq-+p+-+-%
el poder de acción de sus piezas. El bando que 4-+-zP-vL-+$
tiene ventaja en el desarrollo, no compensado 3vlQzPLzPN+-#
por otros factores (por ejemplo, desventaja 2P+-+-zPPzP"
material), obtiene la iniciativa, que puede ser 1+R+-mK-+R!
temporal o de duración permanente. El
adelanto en el desarrollo puede ser un medio
xabcdefghy
para lograr un ataque de mate, una ventaja
material o aun una ventaja posicional Las negras pretenden cambiar los alfiles de su
permanente. En el último caso, lo que puede adversario; pero las negras, con todas sus
resultar de obligar al oponente a debilitar sus maniobras tienen dos tiempos de menos, y si
peones o sacrificar su pareja de alfiles, etc., es consideramos que la dama negra más que
que una debilidad dinámica sea transformada desarrollada es una debilidad táctica en su
en una estática o duradera. posición presente; resulta que esto es otro
A menudo las pérdidas de tiempo en la tiempo perdido. No es de extrañar pues que
apertura dificultan el esfuerzo de emprender las blancas estén en condiciones de abrir el
206
juego con una simple ruptura en el centro,
después de lo cual las negras sufrirán grandes
dificultades.
13.e4! dxe4
Muchos comentaristas han puesto a esta
jugada un signo de interrogación; pero en
vista de la mala posición de los dos alfiles de
las negras (resultado de su defectuosa acción
iniciada en la jugada sexta), la partida no
puede sostenerse en ningún caso. Algunas
posibilidades serian:
a) 13...¥a6 14.¥xa6 £xa6 15.exd5 ganando
un peón.
b) 13...¥b7 14.exd5 exd5 15.0−0 0−0 16.£c2
y las blancas amenazan a la vez ¥xh7+ y ¦b5.
c) 13...¥e7 14.¥b5 ¥d7 15.exd5 y las negras
otra vez pierden un peón.
14.¥b5! ¥d7
15.¤d2 a6
El único modo de oponerse a la amenaza de
las blancas 16.¤c4.
16.¥xc6 ¥xc6
17.¤c4 £f5
18.¥d6 e3!
La única posibilidad de las negras de
prolongar el juego es sacrificar su dama; pero
aun esto no es suficiente. La alternativa
II. GANANCIA DE TIEMPO A COSTA DE MATERIAL
Dado el estado actual de la teoría de las
aperturas, no es frecuente que en partidas
entre jugadores experimentados le sea
permitido a un bando adquirir una clara
superioridad en la apertura; pero
corrientemente alguna ventaja se cede (en
material, etc.). En tales casos la partida es una
verdadera lucha entre elementos estáticos
(ventaja material) contra elementos dinámicos
(ventaja en el desarrollo). El bando más débil
de material procurará utilizar la superioridad
temporal de sus fuerzas para emprender un
ataque; y su oponente tratará de esquivar
todas las amenazas, completar su desarrollo,
207
18...¥d5 19.¥xa3 b5 20.¤d6+ también
pierden en seguida.
19.¤xe3 £xb1+
20.£xb1 ¥xd6
21.£xb6 ¢d7
22.£b3 ¦ab8
23.£c2 ¦b5
24.0−0 ¦h5
25.h3 ¦b8
26.c4 g6
27.¤g4 ¦f5
28.¤e5+ ¥xe5
29.dxe5 ¦xe5
30.£d2+ Abandonan.
Después de 30...¢e7 (o c7) sigue 31.¦d1.
Un adelanto en el desarrollo se hace sentir
principalmente en posiciones abiertas o en
aquellas en las que el bando activo tiene
posibilidades de abrir el juego mediante
ruptura en el centro. En posiciones cerradas
ello tiene menos importancia; en ellas la
situación de los peones y piezas en casillas
estratégicamente ventajosas es de más
importancia que el número de piezas
desarrolladas. De esto podemos inferir la
regla siguiente: Cuando se tiene superioridad
en el desarrollo, hay que procurar abrir la
posición mediante una ruptura en el centro y
tener líneas abiertas y diagonales; si es el
oponente quien tiene la superioridad, hay que
mantener la posición cerrada. Esta es una
regla tan lógica y clara que es válida en todos
los casos; su infracción, constituye siempre un
error estratégico.
simplificar la posición y utilizar su ventaja
material en el final.
La mayoría de los gambitos clásicos están
fundados en la idea del sacrificio de material
para acelerar el desarrollo de las piezas: típico
es en tal sentido el Gambito Danés (1.e4 e5
2.d4 exd4 3.c3 dxc3 4.¥c4 cxb2 5.¥xb2), en
el cual las blancas adquieren superioridad de
desarrollo a cambio de los dos peones
sacrificados. Gambitos similares demostraron
ser claramente peligrosos en una época en que
la técnica de la defensa estaba algo atrasada;
el bando defensivo, por lo general se aferraba
ciegamente a su ventaja material y nunca
estaba dispuesto a cambiarla por otra clase de no vindica al Gambito Danés, v.gr.: 6.f4 ¤c6
ventaja. Al perfeccionarse la estrategia en la (mejor que el teórico 6...¥e6 7.¥xe6 fxe6
defensa, la mayoría de estos gambitos fueron 8.£b3 £c8 9.¤f3) 7.¤f3 ¥e6 8.¥xe6 fxe6
refutados. Los dos sistemas principales de 9.£b3 £d7 (9...d5 también es bueno) 10.¤g5
refutación son: 0−0−0 11.¤xe6 (11.£xe6 ¤f6!) 11...¦e8,
1. Devolver el material en el momento en que etc.
la ventaja de desarrollo del adversario pueda,
de esta manera, ser neutralizada y si es 6...¤c6
posible, debiera procurarse al mismo tiempo 7.0−0 ¥e6
conseguir alguna ventaja posicional. 8.¥d5 ¤f6
2. Rehusar el material ofrecido y explotar la 9.£b3 £c8
defectuosa formación posicional del 10.¤f4 ¥xd5
adversario. 11.exd5 ¤e5
Entre las aperturas de la Era Clásica, el 12.¦e1
Gambito Danés ofrece a las negras
oportunidad de emplear ambos sistemas Diagrama 252
defensivos; así lo demostrará la siguiente XABCDEFGHY
partida. 8r+q+kvl-tr(
7zppzp-+pzpp'
MIESES-MAROCZY 6-+-zp-sn-+&
(Montecarlo, 1902) 5+-+Psn-+-%
4-+-+-sN-+$
1.e4 e5 3+Q+-+-+-#
2.d4 exd4
2PvL-+-zPPzP"
3.c3 dxc3
1tRN+-tR-mK-!
Maroczy elige el primer método. Hoy día xabcdefghy
muchos jugadores simplemente rehusarían el
gambito con 3...d5 4.exd5 ¤f6! 5.cxd4 ¤xd5 A cambio de los peones sacrificados las
(5...£xd5 también es bueno) 6.¥c4 ¥e6 blancas tienen considerable adelanto en el
seguido de ¤c6. desarrollo. Si las negras se defienden ahora
con 12...¤fd7 correrán serias dificultades
4.¥c4 cxb2 después de 13.£g3. Sin embargo, Maroczy
5.¥xb2 d6 obtiene una clara ventaja devolviendo ambos
peones.
Las negras pueden obtener confortable
igualdad devolviendo los dos peones 12...¥e7!
inmediatamente: 5...d5 6.¥xd5 ¤f6 7.¥xf7+ 13.¥xe5 dxe5
¢xf7 8.£xd8 ¥b4+, etc. ¿Significa pues la 14.¦xe5 £d7
jugada de la partida que las negras 15.£g3
pretenderán conservar su ventaja material a
toda costa? No; pues como lo demuestra la Es malo para las blancas 15.£xb7 0−0 ; v.gr.:
partida, Maroczy está meramente retrasando 16.£c6 £g4 17.¤e2 ¥d6 o 16.¦e1 ¥d6
la devolución de los dos peones hasta un 17.¤d3 ¤xd5! Pero la jugada de la partida
momento en que ello le reporte mucho más de tampoco salva a las blancas: las negras
lo que pueden obtener las negras si lo hacen menosprecian la amenaza a su peón.
inmediatamente.
15...0-0-0!
6.¤e2
Las negras están adelantadas en el desarrollo
La mayoría de los textos de aperturas, y sus piezas funcionan en cooperación. Las
incluyendo el mío, dan 6.f4 como más blancas intentan ahora igualar el material,
peligroso para las negras. Sin embargo, un pero lo que consiguen es perder la calidad.
cuidadoso estudio demostrará que esta línea
208
 16.£xg7 £d6! 7.¥h4 ¤e4
17.£g5 ¦he8! 8.¥xe7 £xe7
18.¤d2 ¤d7 9.£c2? c6
19.¦xe7 £xe7 10.¥d3 ¤xc3
20.£g3 £b4 11.£xc3 £g5?
21.¤f3 ¦g8
22.£h4 £c3 Las blancas no han manejado la apertura con
23.¦b1 £xf3 precisión y las negras pueden obtener
24.Abandonan. fácilmente igualdad con 11...¤d7 12.¤f3
dxc4 13.¥xd4 b6. En vez de esto se embarcan
Un difícil problema estratégico es la decisión en la captura de un peón, completamente
de ganar un peón en la apertura a costa del injustificada.
desarrollo. Tal maniobra debe ser siempre
cuidadosamente considerada porque una 12.¤f3! £xg2
posición sin desarrollar generalmente no 13.¢e2
puede resistir un repentino ataque de piezas.
La literatura ajedrecística contiene Diagrama 253
abundancia de partidas (a menudo miniaturas XABCDEFGHY
de veinte jugadas) en que la caza de un peón 8rsnl+-trk+(
en la apertura ha sido causa de la derrota. Es 7zpp+-+pzp-'
difícil formular reglas para decidir cuándo 6-+p+p+-zp&
está justificado jugar para ganar un peón: la 5+-+p+-+-%
solidez de nuestra propia posición y las 4-+PzP-+-+$
“chances” agresivas del adversario deben ser 3+-wQLzPN+-#
examinadas con la máxima atención.
2PzP-+KzPqzP"
Los teóricos, durante años en un número de
variantes, han sido incapaces de presentar 1+-tR-+-+R!
posiciones en que el tiempo de desarrollo ha xabcdefghy
estado igualado con la desventaja material.
Generalmente es más peligroso capturar un De repente las negras se han puesto frente a la
peón de torre o de caballo que uno central; la derrota; solamente tienen su dama en juego y
captura de un peón central no sólo significa su posición comprometida costará asimismo
ganancia de material sino también la varios tiempos. Las blancas tienen un definido
ocupación de las casillas centrales. En su libro plan de ataque en el flanco de rey gracias a la
Mi sistema, Nimzowitsch indica el siguiente temeridad de su oponente en abrir la columna
principio: Captúrese siempre un peón central de g.
si puede hacerse sin gran peligro. Pero la
palabra si es precisamente la clave de toda la 13...£h3
dificultad del problema. 14.¦cg1 f5
En nuestro próximo ejemplo vemos a las
negras tomando un peón bajo la más Jugada obligada porque el peón en g7 tendrá
desfavorable de las condiciones: no sólo que ser defendido por una torre situada en f7.
pierden tiempo, sino que abren también líneas Después de 14...¤d7 15.¦g3 £h5 16.¦hg1 g6
para ataques del enemigo. 17.¢e1! Las blancas amenazan 18.¦xg6+
fxg6 19.¥xg6; si las negras tratan de
FUDERER-MILIC defenderse con 17...¢h8 sigue 18.£a3 con las
(Agram, 1955) amenazas 19.£e7 y 19.¤e5.

1.c4 e6 15.¦g3 £h5

2.¤c3 d5 16.¦hg1 ¦f7
3.d4 ¤f6 17.£a3! ¤d7
4.¥g5 ¥e7 18.¢e1
5.e3 0−0
6.¦c1 h6
209
Ahora las blancas amenazan 19.£d6 seguido Naturalmente 24...¤xe5 25.£f8+ está fuera
de 20.¤e5; las negras ya no tienen de consideración.
posibilidades de defensa porque todas sus 25.f4
piezas están sujetas; v. gr.: 18...¤b6 19.¤e5.
Un fino remate. Por supuesto, 25.¤f7+ ¢g7
18...dxc4 26. ¤g5+ ¢g6 27.¥f7+ ganando la dama es
19.¥xc4 f4 también suficiente; pero la jugada de la
partida envuelve una amenaza más fuerte: 26.
Las negras quieren más espacio para su dama, ¤f7+ ¢g7 28.¤g5+ ¢g6 29.£f7 mate, y
pero su jugada es contestada elegantemente. contra esto no hay defensa.
Después de 19...¤b6 hay también una bonita La oferta de un peón para ganar tiempos no
conclusión: 20.£d6! ¤xc4 21.£d8+ ¢h7 está limitada únicamente a la apertura;
22.£e8 (amenazando 23.¦xg7+!) g5 también el medio juego presenta en ocasiones
23.¦xg5! hxg5 24.¦xg5, etc. oportunidades para ello; pero aquí el
sacrificio es generalmente de naturaleza
20.¦xg7+! ¦xg7 táctica y está adaptado a particulares variantes
21.¥xe6+ ¢h8 cuyo resultado puede ser calculado
22.¦xg7 ¢xg7 exactamente. En el medio juego, estando
23.£e7+ ¢h8 ambos bandos totalmente desarrollados, tal
24.¤e5! fxe3 sacrificio de peón exige un sumo cuidado.

III. COOPERACIÓN DE PIEZAS Y PEONES

El completo poder funcional de las piezas mover su caballo debido a la contestación

solamente puede ser utilizado con propiedad
cuando existe cooperación entre las diferentes
unidades. Sin esta cooperación, las piezas
pueden disminuir su potencia, y su valor
normal sufrir considerable reducción; por otra
parte, al funcionar conjuntamente pueden
muy bien hacer frente a fuerzas superiores
numéricamente.
Diagrama 254
XABCDEFGHY
8-+-+-+-mk(
7+-+-+-snp'
6-+-vL-+-sN&
5+-+-+-zP-%
4-+-+-+-+$
3+-+-+-+-#
2K+-+-+-+"
1+-+-+q+-!
xabcdefghy
El Diagrama 254 (fase final de un estudio de
B. N. Sachodjakin) muestra una posición en
que las negras no pueden ganar a pesar de su
notable superioridad material de dama contra
pieza menor. La razón de ello es la magnífica
cooperación de las piezas blancas. Las negras
no pueden ganar ni el alfil ni el peón con
jaque a causa de ¤f7+; tampoco pueden
210
¥e5+; y un intento de controlar su casilla e5
con su dama (£e2+) de nada serviría porque
dicha casilla está indirectamente defendida
por la amenaza del salto del caballo (¤f7+).
Las piezas blancas han desarrollado un
máximum de cooperación y en conjunto
pueden ejercer amenazas tácticas contra el rey
enemigo. Por otra parte, las piezas negras
están operando con merma de su potencia, el
rey está reducido en una esquina del tablero y
el caballo tiene que estar constantemente
protegiendo la amenaza ¥e5+. El resultado es
que la única pieza que permanece libre, la
dama, está rigurosamente precisada a la
persecución del rey enemigo ante la
imposibilidad de poder recibir el auxilio de
las demás piezas.
Diagrama 255
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7+-+-+-+-'
6-+-+-+-+&
5+-+-+-+-%
4k+-sN-+-+$
3+-+q+-+-#
2-vL-+-+-+"
1mK-+-+-+-!
xabcdefghy
Veamos ahora en el Diagrama 255 una
posición bien conocida de la teoría del juego.
Es éste el único caso de tablas con dama
contra alfil y caballo. Las piezas blancas se
protegen mutuamente y forman una barrera al
rey enemigo; por lo tanto las negras no
pueden utilizar su rey para apoyar ninguna
maniobra de mate o ganancia de material.
La cooperación entre las piezas y peones
puede ser de dos tipos. En algunos casos las
diferentes unidades (piezas) se ayudan entre sí
cuando existen amenazas tácticas; por
ejemplo, en ataques que pueden concentrar en
un punto del campo enemigo y en la defensa
que pueden cubrir en su propia posición. A
esto se denomina cooperación táctica. En
otros casos una buena cooperación puede
ayudar a la ejecución de un plan estratégico;
puede también, por ejemplo, significar el
apoyo de piezas prestado a un peón pasado
avanzado o para utilizar una superioridad
cuantitativa o cualitativa de peón; puede
asimismo tomar la forma de un bloqueo y
subsiguiente ataque a un peón aislado. Los
casos de esta naturaleza caracterizan la
cooperación estratégica.
Alcanzar la máxima cooperación táctica de
nuestras fuerzas de combate es el fundamento
de muchas combinaciones de distintos tipos.
Diagrama 256
XABCDEFGHY
8-wQ-+-+r+(
7zP-+-+k+-'
6-+-+-vL-+&
5+-zpqzPl+-%
4-+-+-mK-+$
3+p+-+P+-#
2-+-zp-+-+"
1tR-+-+-+-!
xabcdefghy
En la posición del Diagrama 256 (Fuderer-
Pachman, Interzonal 1955) me ingenié para
obtener la máxima cooperación de mis
fuerzas en el ataque contra el rey blanco; el
modo de lograr esto se funda en un sacrificio
de torre: 45...¦g4+ 46.fxg4 £e4+ 47.¢g3
£xg4+ 48.¢f2 £f4+ 49.¢g2 (49.¢e2 ¥g4+
50.¢d3 £d4 mate) 49...¥e4+ 50.¢h3 £f3+
51.¢h4 £f2+ 52.¢g4 ¥f3+ 53.¢f4 ¥e2+
54.¢g5 £g3+ 55.Abandonan. En este ataque
los peones negros de c5 y b3 jugaron un gran
211
papel; uno sólo que hubiera faltado hubiera
sido imposible el mate obligado. También el
rey negro desempeñó su función hacia el
final. El peón en d2 es en verdad superfluo,
pero la cooperación de todas las demás
unidades (piezas) fue absolutamente necesaria
para el éxito de la combinación.
Nuestro próximo ejemplo es de cooperación
estratégica; en esta partida las piezas blancas
operan de una forma que aumenta el valor de
un peón pasado.
GELLER-SOKOLSKY
(18.º Campeonato de la URSS)
1.e4 e6
2.d4 d5
3.¤c3 ¥b4
4.e5 c5
5.a3 ¥xc3+
6.bxc3 ¤e7
7.£g4 cxd4
8.¥d3 £c7
9.¤e2 dxc3
10.£xg7 ¦g8
11.£xh7 £xe5?
Capturar el peón de e5 parece completamente
lógico porque de este modo las negras
obtienen una gran superioridad central; y no
parece que tal captura ofrezca peligro. Pero
dos jugadas después se verá bien claro cómo
las piezas blancas funcionan conjuntamente
en maravillosa armonía. El avance del peón h
será entonces suficiente para decidir la
partida. Lo correcto es 11...¤bc6 12.f4 ¥d7
seguido de 0-0-0; aun 12...¦xg2!? es posible.
12.¥f4 £f6
Ni aun el cambio de damas aliviaría la
defensa de las negras: 12...£h8 13.£xh8
¦xh8 14.¥e5 ¦f8 15.¥xc3 ¤bc6 16.f4
seguido de h4 y el peón pasado de las blancas,
apoyado por la torre y los dos alfiles, decidirá
la partida.
13.h4!
 Diagrama 257 cooperación de nuestras propias fuerzas y
XABCDEFGHY destruir la del adversario. En nuestro próximo
8rsnl+k+r+( ejemplo las negras, que están retrasadas en el
7zpp+-snp+Q' desarrollo, se encuentran sujetas en una
6-+-+pwq-+& posición en que sus piezas no trabajan al
5+-+p+-+-% unísono.
4-+-+-vL-zP$
3zP-zpL+-+-# RESHEVSKY-EVANS
(Nueva York, 1955)
2-+P+NzPP+"
1tR-+-mK-+R! 1.¤f3 ¤f6
xabcdefghy 2.g3 d5
3.¥g2 ¥f5
Las negras tienen un peón más y 4.0−0 c6
aparentemente posición sólida; sin embargo 5.d3 e6
pierden rápidamente porque no tienen 6.¤bd2 ¤a6
adecuada defensa contra el avance del peón
de torre que está bien apoyado por las piezas Durante cierto tiempo esta fue considerada la
blancas. El único problema de las blancas es mejor continuación; su intención es
la posición de su dama, que está en la misma contrarrestar 7.£e1 (la usual respuesta a
columna del peón pasado; pero la maniobra 6...¤bd7), por la amenaza de contestar ¤b4.
¥g5, £h6-f6 pronto arregla esto. No obstante, desarrollar el caballo a a6 tiene
sus desventajas; el caballo no puede cooperar
13...¤bc6 en la lucha por el centro y carece de contacto
con las otras piezas menores.
Después de 13...¦h8 14.¥g5 £e5 15.f4 ¦xh7
16.fxe5 ¦h8 17.h5 ¤bc6 18.¥f6 el peón 7.a3! ¥e7
blanco no se puede parar. También es malo
para las negras 13...e5 14.¥g5 £g7 15.£xg7 Es débil 7...¤c5 8.b4 ¤a4 9.c4, etc. (9...¤c3
¦xg7 16.¥f6, etc. 10.£e1)

14.¥g5 £e5 8.b4 0-0

15.£h6! ¥d7 9.¥b2 h6
16.£f6 ¦c8? 10.¦e1 ¤d7?

Precipita la derrota. Más oportunidad de Las negras dejan a su oponente manos libres
salvación ofrecía el sacrificio de la calidad en el centro. Es mejor 10...¤c7 después de lo
16...£xf6 17.¥xf6 e5 18.¥h7 d4!. cual el caballo aunque pasivamente, presta
alguna contribución, en el centro (control de
17.f4! £e3 d5); entonces las negras estarían en situación
18.h5 e5 de iniciar el contrajuego en el flanco de dama
19.h6 e4 con a5.
20.¥b5 ¦xg5
21.h7! ¥g4 11.e4 ¥h7
12.c4 dxc4?
O 21...¦xg2 22.h8£+, etc.
Ahora las blancas obtienen una superioridad
22.£xg5 £d2+ numérica de peones en el centro. Es mejor
23.¢f1 ¥xe2+ dxe4 o ¤c7.
24.¥xe2 ¤d4
25.h8£+ Abandonan. 13.¤xc4! c5

Un importante plan estratégico que es posible O de lo contrario las blancas juegan 14.d4
bajo ciertas condiciones es fortalecer la obteniendo un centro clásico. Sin embargo, la
212
jugada de la partida significa una ulterior Diagrama 259
debilidad del flanco de dama. XABCDEFGHY
8r+-+nwqk+(
14.b5 ¤c7 7zp-+-+pzpl'
15.a4 6-zpN+p+-zp&
5+Psn-+-+-%
Diagrama 258
4P+N+PwQ-+$
XABCDEFGHY
3+-+-+-zP-#
8r+-wq-trk+(
2-+-+-zPLzP"
7zppsnnvlpzpl'
1+-+R+-mK-!
6-+-+p+-zp&
xabcdefghy
5+Pzp-+-+-%
4P+N+P+-+$
25.a5! bxa5
3+-+P+NzP-# 26.b6 axb6
2-vL-+-zPLzP" 27.¤xb6 g5
1tR-+QtR-mK-! 28.£e5 ¦a6
xabcdefghy
Después de 28...f6? 29.£b2 ¦a6 30.¥f1 las
Claramente puede apreciarse que las negras negras pierden la calidad.
están mal; todas sus piezas han sido reducidas
en la primera y segunda fila y carecen de 29.£b8!
coordinación.
Amenazan: 30.¥f1, así como 30.¦d8. Si las
15...¥f6 negras continúan 29...¥xe4! 30.¥xe4 ¤xe4
16.d4 cxd4 31.¤d7 y recibirán mate rápidamente o
17.¥xd4 ¥xd4 perderán su dama.
18.£xd4 b6
29...¥g6
En b7 el peón pronto estaría atacado con ¤d6 30.¦d8 f6
y e5. Por lo tanto las negras lo avanzan y 31.¥f1 ¦xb6
aseguran al mismo tiempo el punto c5 para su 32.£xb6 ¤xe4
caballo. Sin embargo, la jugada deja libre la 33.£xa5
casilla c6 para el caballo blanco.
Aunque todos los peones están en el mismo
19.¦ed1 ¤c5 flanco, la mala situación del rey negro y la
20.£e3 £e7 ventaja de la calidad de su adversario
21.¤fe5 ¦fd8 decidirán fácilmente.
22.¤c6 ¦xd1+
23.¦xd1 £f8 33...¤4d6
24.£f4! ¤e8 34.£a7 ¥f7
35.¦b8 e5
La coordinación de las piezas negras ha sido 36.£d7 ¢g7
al fin destruida. Ahora las blancas obligarán 37.¤e7 £h8
la decisión mediante una fina táctica de 38.¥d3 h5
ruptura en el ala de dama; el mutuo contacto 39.¤f5+ ¤xf5
de sus piezas le ayudan a la caza de las piezas 40.¥xf5 ¢f8
del enemigo, especialmente la torre de a8. 41.¦b7 £g7
42.£e7+ ¢g8
43.¥e6 Abandonan.

213
 IV. EL SACRIFICIO POSICIONAL
El sacrificio de material es estéticamente el Las blancas tienen sus piezas dispuestas para
más importante factor en una partida de la acción; ahora entregan un peón para
ajedrez. Las bellas combinaciones perduran debilitar la defensa de las negras y dar viveza
durante siglos y permanecen por siempre en la al ataque.
historia del juego-ciencia. ¿Dónde descansa el
valor estético de un sacrificio? La respuesta es 16.¤e5! ¥xc3
que en cierto momento el valor de las piezas y 17.bxc3 g5
el significado de la ventaja material
aparentemente experimentan un cambio y los Esta jugada debilitante ha sido provocada por
valores normales no tienen aplicación. la amenaza ¤g4.
Los sacrificios pueden efectuarse por varias
razones. A menudo tienen como objetivo 18.¥g3 ¦xc3
lograr un mate rápido, o una variante obligada 19.h4!
que al final de ella la parte activa recupera su
material; algunas veces con interés. Este es un Ante la amenaza 20.hxg5 hxg5 21.£d2 que
sacrificio táctico, y toda la maniobra se hubiera dejado bajo ataque el peón de caballo
denomina una combinación. En otros casos no y la torre, las negras tienen un problema que
ha habido un cálculo exacto; el sacrificio se resolver. Si intentan 19...¤bd5? 20.hxg5
lleva a cabo por razones estratégicas, hxg5 21.£d2 no pueden sostener el peón.
confiando el que lo ejecuta obtener También es insuficiente 19...¦c8 20.f4! pues
compensación en alguna forma: asegurarse la posición de su rey es muy débil.
los dos alfiles, debilitar las casillas del
contrario, ganar tiempos, promover la 19...¤fd5
coordinación de sus propias piezas, etcétera.
Los sacrificios de este tipo son: los sacrificios Esta solución permite la penetración de la
posicionales (o estratégicos).Algunas veces dama blanca en el flanco de rey.
un sacrificio fluctúa entre el táctico y el
estratégico: esto ocurre cuando un jugador 20.£h5 ¢g7
hace un sacrificio sin calcular exactamente 21.¥xd5! exd5
todas sus consecuencias, aun cuando más
tarde los análisis revelan variantes obligadas Diagrama 261
que conducen a algunas conclusiones XABCDEFGHY
definidas que vindican o refutan el sacrificio 8-+-wq-tr-+(
intuitivo. Nuestro primer ejemplo es un 7+p+l+pmk-'
sacrificio posicional con el intento de apoyar 6psn-+-+-zp&
un ataque contra la posición del rey enemigo. 5+-+psN-zpQ%
4-+-zP-+-zP$
RETI-ZNOSKO BOROWSKY 3+-tr-+-vL-#
(Londres, 1922)
2P+-+-zPP+"
Diagrama 260 1+-+RtR-mK-!
XABCDEFGHY xabcdefghy
8-+rwq-trk+(
7+p+l+pzp-' Las negras no pueden capturar con el caballo,
6psn-+psn-zp& pues después de 21...¤xd5 22.¤xd7 £xd7
5+-+-+-+-% hxg5, la dama negra no defendería ya el punto
4-vl-zP-+-vL$ g5.Las blancas pueden aprovechar ahora la
debilitada posición del rey negro para iniciar
3+LsN-+N+-# una combinación muy bonita, cuyo punto
2PzP-+QzPPzP" culminante se manifestará en la jugada
1+-+RtR-mK-! veintisiete.
xabcdefghy
214
 22.¤xf7! ¦xf7 Un sacrificio de calidad bien fundamentado.
23.¥e5+ ¦f6 Es cierto que las blancas no consiguen un
ataque directo de mate a pesar de su alfil
Esta es la única defensa que parece adecuada. amenazando en f6; pero las negras estarán tan
atareadas tratando de esquivar todas las
24.hxg5 hxg5 amenazas, que tendrán gran dificultad en
25.£xg5+ ¢f7 maniobrar con sus piezas.
26.£h5+ ¢g8
27.¦b1! 24...gxf6
25.¥xf6 £h5
Una jugada muy fina con la que las blancas
trasladan su torre al flanco de rey. La Las negras están obligadas a emplear sus
amenaza inmediata es 28.£g5+ seguido de piezas mayores con fines defensivos. Si en
£xf6. Si las negras prueban 27...¥b5, caen en lugar de la jugada de la partida prueban
una elegante combinación: 28.¦xb5! axb5 25...£c6 amenazando ¦e8, las blancas pueden
29.¥xf6 £xf6 30.¦e8+, etcétera. emplear la variante propuesta por Smyslov:
26.£b2! ¦fe8 27.¦c1 b5 28.¥h8 ¢f8
27...¦cc6 29.¥g7+ ¢g8 30.¥h6, etc.
28.¦b3 ¥e8
29.¦g3+ ¥g6 26.£e3 h6
30.¦xg6+! ¦xg6 27.h3 £f5
31.£h8+ ¢f7 28.¥c3 ¢h7
32.£xd8 ¦c8 29.g4! £g5
33.£h4 Abandonan.
Cualquier otra jugada de dama permite la
En los últimos años el sacrificio de la calidad decisiva 30.¥d2.
ha ocurrido con sorprendente frecuencia,
especialmente en las partidas de los maestros 30.f4 £h4
soviéticos. Sabemos que una torre necesita 31.¢g2!
líneas abiertas para sus funciones apropiadas;
en ausencia de éstas, una pieza menor puede Con el inmediato avance f5 sólo se obtienen
valer más que una torre al practicar un tablas: 31.f5 ¦ae8 32.£f2 (32.fxg6+ fxg6
sacrificio justificado. En nuestro próximo 33.¥e5 ¦xe5 34.£xe5 £f2+ y las negras
ejemplo las blancas sacrifican la calidad para tienen jaque perpetuo) 32...£xh3 33.¦xe8
poner en constante amenaza al rey enemigo. (33.fxg6+ fxg6 34.¦xe8 £xg4+) 33...£xg4+
34.¢f1 £h3+ y las blancas no pueden ganar.
SMYSLOV-TRIFUNOVIC
(Agram, 1955) 31...¦g8
32.£e7!
Diagrama 262
XABCDEFGHY La manera más simple de ganar. Después del
8r+-+-trk+( cambio de damas las negras no pueden
7zpp+-+pzpp' impedir la pérdida de material, pues además
6-+-tR-vll+& de la amenaza a sus peones tienen que vigilar
5+-wq-vL-+-% su alfil.
4-+L+-+-+$
3+P+-+-+-# 32...£xe7
33.¦xe7 ¦ae8
2P+-+QzPPzP"
34.¦xe8 ¦xe8
1+-+-tR-mK-! 35.f5 a6
xabcdefghy 36.¢f3 ¦c8
37.¥d4 b5
24.¦xf6! 38.¥d3 ¦c1
39.fxg6+ fxg6
215
 40.h4 ¦d1
41.¢e2 ¦h1
42.h5 ¦h2+
43.¥f2 ¢g7
44.hxg6 h5
METODOS DE CONDUCIR LA LUCHA
I. ATAQUE Y DEFENSA
El ambiente de un activo plan estratégico es
dirigir la acción contra la posición enemiga y
poner en peligro sus puntos débiles; esto es en
pocas palabras, el ataque. Una ventaja
posicional generalmente sólo puede
aprovecharse mediante el ataque; por lo tanto
los principios para conducir correctamente el
ataque forman una parte importante de la
estrategia ajedrecística. La mayor parte de las
partidas de este libro contienen ejemplos de
ataque, algunos con éxito, otros no. Ahora nos
limitaremos a un resumen de los principios
que han sobresalido en los capítulos
precedentes.
1. Para la victoriosa ejecución de un ataque es
necesario poseer alguna clase de superioridad;
ésta puede ser de varios tipos: mejor
coordinación de nuestras piezas, mayor
movilidad de los peones, la ocupación de
columnas abiertas y diagonales, local
superioridad en una sección particular del
tablero (mayoría de peones en un flanco,
concentración de piezas en un flanco).
2. El objetivo de ataque no puede ser elegido
a voluntad; el ataque debe estar dirigido a los
puntos débiles de la posición enemiga.
3. Un requisito para el ataque en un flanco es
o bien tener superioridad en el centro o un
firme centro aunque pasivo.
4. El bando que ataca debe procurar abrir el
juego y utilizar en grado máximo el poder de
acción de sus piezas.
5. El ataque se apoya en un plan estratégico
determinado, al cual contribuyen muchos
elementos diferentes, v. gr.: agresión doble,
provocación a las piezas enemigas, la clavada,
la combinación de sacrificio, etcétera.
Ocupémonos ahora de la defensa. Es lógico
que el objetivo del bando que se defiende
debiera ser opuesto al que ataca. Si por
ejemplo, la apertura del juego es un elemento
216
45.gxh5 ¦xh5
46.¥d4+ ¢g8
47.¥e4 a5
48.¢f3 Abandonan.
importante en la conducción del ataque,
entonces mantenerlo cerrado en lo posible es
la tarea del defensor. Esta regla fundamental
difícilmente admite una excepción; la apertura
de la posición del bando que está a la
defensiva, a excepción de que sea parte de un
contraataque, es siempre un error. Con todo,
es sorprendente ver cuán a menudo se repite
este error; Reti, en su libro Masters of the
Chessboard, (Maestros del tablero), nos
facilita un buen ejemplo de una partida de
Morphy (diagrama 263).
Diagrama 263
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zppzp-+pzpp'
6-+-zp-+-+&
5+-+-sn-+-%
4-+-+P+-+$
3vL-wQ-+-+P#
2P+-+LzPP+"
1+-+R+RmK-!
xabcdefghy
Aquí las negras tienen dos peones más y su
posición es completamente sólida. Las
blancas sólo tienen ligera compensación en
sus dos alfiles y ventaja de espacio (el
pequeño centro). Un jugador familiarizado
con los principios del juego posicional
moderno encontraría el plan correcto:
contener el avance e5 de las blancas y
mantener la posición cerrada. Después del
correcto 1...f6 2.f4 ¤c6 (o g6) las negras
estarían con ventaja. Sin embargo, en tiempo
de Morphy la teoría de defensa de Steinitz era
desconocida; la mayoría de los maestros de
aquel tiempo hubieran cometido sin duda el
mismo error que el adversario de Morphy
quien quiso liberarse con ...f5; error éste que
muy pronto ocasionó dificultades a las negras;
y Morphy pudo ganar elegantemente la de defensa, y en los comienzos de este siglo el
partida doce jugadas más tarde. Ataque Español era un arma muy temida. Sin
Esto no significa, sin embargo, que todo embargo, Tartakower era de opinión que las
intento de liberarnos de una posición negras no tienen nada que temer si se
oprimida sea, en principio, malo. Pero las defienden correctamente; él creía que este
maniobras liberadoras son jugables solamente ataque era rutinario e ineficaz.
después de una gradual liquidación de la
presión enemiga, el mejoramiento en la 13...¤d8
coordinación de nuestras piezas, y la
extensión de nuestro espacio defensivo. Las Las negras tienen aquí dos posibilidades y
maniobras liberadoras no deben ser causa de cada una tiende a planes completamente
medidas defensivas sino más bien ser el distintos, estratégicamente.
resultado de una operación defensiva a) Retirada del caballo (13...¤a5). Con esto
correctamente conducida. las negras proyectan emplear sólo una
La técnica de la defensa y la preparación del pequeña parte de sus fuerzas para defender el
impulso liberador han tenido su efecto en la rey, concentrándose principalmente en el
teoría de las aperturas; un caso importante y flanco de dama.
de interés es el Ruy López. b) La continuación de la partida (13...¤d8).
Las negras consideran que el flanco de dama
EVANS-ROSSOLIMO permanecerá pasivo y que la lucha estará
(EUA “Abierto”, 1955) concentrada en el ala de rey. Como lo
demuestra la partida las negras no sólo tienen
1.e4 e5 buenas perspectivas de defensa sino también
2.¤f3 ¤c6 posibilidad de realizar el avance liberador f5.
3.¥b5 a6
4.¥a4 ¤f6 14.a4
5.0−0 ¥e7
6.¦e1 b5 Si las blancas pretender alcanzar alguna
7.¥b3 d6 superioridad en el flanco de rey, esta jugada
8.c3 0−0 en unión de la próxima es la continuación más
9.h3 ¤a5 lógica, ya que así cierran el flanco de dama.
10.¥c2 c5
11.d4 £c7 14...¦b8
12.¤bd2 ¤c6
13.d5? Es prematuro 14...b4 a causa de 15.¤c4! con
la amenaza ¤fxe5.
Diagrama 264
XABCDEFGHY 15.c4
8r+l+-trk+(
7+-wq-vlpzpp' Después de 15.axb5 axb5 16.c4 b4 el ataque
6p+nzp-sn-+& de las blancas en el flanco de rey tendría
5+pzpPzp-+-% menos posibilidades de éxito porque las
4-+-+P+-+$ negras podrían operar más tarde en la
3+-zP-+N+P# columna a abierta.
2PzPLsN-zPP+"
15...b4
1tR-vLQtR-mK-!
xabcdefghy En aquella época 15...¥d7 era considerado
por la teoría como lo mejor; pero esta partida
Al bloquear el centro las blancas preparan el demuestra que aún después del bloqueo total
famoso Ataque Español en el flanco de rey; del ala de dama las negras no están
que se caracteriza por las jugadas ¤f1, ¢h1, condenadas a una pasividad permanente.
g4, ¤g3 y ¦g1. En muchas partidas las negras
no lograron encontrar un satisfactorio sistema 16.¢h2 ¤e8
217
 17.g4 g6 25.¦h1?

Jugadores poco familiarizados con las
sutilezas del Ruy López encontrarán
sorprendente esta jugada. La intención es
impedir la ocupación de f5 por el caballo
blanco (¤f1-g3-f5) y también fortalecer el
flanco de rey de las negras preparando más
tarde ¤g7 y ¤f7.
Las blancas todavía confían en un ataque;
ahora pretenden preparar h4 después de retirar
su rey a g1. Mejor es 25.¦ag1, aunque
después de esto las negras pueden preparar el
avance f5 mediante 25...¦g8.
25...f5

18.¦g1 f6 Ahora las negras se libran de su posición

19.¤f1 ¤f7 oprimida; después de los cambios que siguen
20.¤g3 ¤g7 obtendrán la mejor posición de peones.

Diagrama 265 26.gxf5 gxf5

XABCDEFGHY 27.exf5 ¤xf5
8-trl+-trk+( 28.¤xf5 ¥xf5
7+-wq-vlnsnp' 29.¦hg1 ¦g8
6p+-zp-zpp+&
5+-zpPzp-+-% Desde luego, no interesa 29...¥xh3? 30.£d3.
4PzpP+P+P+$
3+-+-+NsNP# 30.¤g5 ¤xg5
31.¥xg5 ¥xg5
2-zPL+-zP-mK"
32.¦xg5 ¥xc2
1tR-vLQ+-tR-! 33.£xc2 ¦xg5
xabcdefghy 34.¦xg5

Las negras tienen sus piezas bien colocadas y
su adversario no tiene oportunidad de dirigir
un ataque eficaz sobre el flanco de rey. En
posiciones similares las blancas tienen a
menudo oportunidad de sacrificar su caballo
en f5 con buen efecto; pero aquí tal maniobra
es imposible a causa del caballo de g7; v. gr.:
¤f5? gxf5 22.gxf5 ¢h8 seguido de ¦g8. A
partir de la posición del diagrama las negras
tienen posibilidades de jugar para ganar en
cuanto estén preparadas para efectuar el
avance f5, lo cual, por supuesto, requiere una
preparación muy meticulosa.
21.b3 ¥d7
22.¥e3 ¢h8
23.£d2 ¦be8
24.¦g2 £c8!
Las negras tienen ahora una ligera ventaja
gracias al peón blanco débil de f2. En la
partida las negras pudieron ganar después de
treinta y tres jugadas, pero ello fue debido al
débil juego desarrollado por las blancas. Una
defensa correctamente conducida debe oponer
los mayores obstáculos al ataque adversario, y
al mismo tiempo estar combinada con un
buen plan estratégico (v. gr.: la preparación de
un contraataque o la obligada transición a un
final). Está claro que posiciones de diferentes
caracteres exigen diferentes métodos
defensivos. Por lo tanto, nosotros
consideraremos separadamente los métodos
más importantes en las tres secciones
siguientes.

218
 A. REPULSIÓN DE LAS AMENAZAS TÁCTICAS

En muchos casos es suficiente limitar la Diagrama 266

defensa a rechazar las amenazas tácticas XABCDEFGHY
enemigas. Este es el caso cuando un bando 8r+-+-trk+(
consigue los fundamentos para su ataque 7+l+-vlpzpp'
(ventaja de espacio, mejor coordinación de las 6p+-+psn-+&
piezas, superioridad en el desarrollo) a costa 5wq-+-+-vL-%
de una desventaja posicional; el defensor sólo 4-sn-zP-+-+$
tiene que esquivar el ataque inmediato y 3+-sN-+N+-#
entonces la balanza automáticamente se
2-zP-+-zPPzP"
inclina a su favor.
1+LtRQ+RmK-!
SPASSKY-GELLER xabcdefghy
(Torneo de Candidatos, 1956)
Después de 15...¥xf3 16.£xf3 £xd4, las
1.d4 d5 blancas, con la pareja de alfiles y buena
2.c4 e6 coordinación de sus piezas tienen varias
3.¤c3 c5 posibilidades tácticas (17.¦fd1 o 17.¤e4).
4.e3 ¤f6 Entonces la posición estaría dinámicamente
5.¤f3 ¤c6 compensada, igual que en la partida.
6.a3 cxd4
7.exd4 ¥e7 16.¤e5 ¦ac8
8.¥d3 dxc4 17.¦e1 ¤bd5
9.¥xc4 0−0
10.0−0 a6 Ambos bandos sitúan sus fuerzas según hace
11.¥g5 necesario el peón aislado. Con su próxima
jugada las blancas inician un peligroso ataque
La continuación 11.¥a2 b5 12.d5 exd5 contra el rey enemigo.
13.¤xd5 ¤xd5 14.¥xd5 ¥b7 conduce a la
igualdad. 18.£d3
Amenazando 19.¤g4!
11...b5
12.¥a2 ¥b7 18...g6
13.¦c1 b4! 19.£h3!
14.axb4 ¤xb4
15.¥b1 Con la amenaza 19.¥h6 seguido de ¤xf7!

Con esta hábil maniobra en el flanco de dama 19...£b4!

(11...b5, 13...b4!) las negras han conseguido
el control de d5, perjudicando así al peón
blanco aislado. Por su parte, las blancas han
obtenido una ventaja de espacio en el flanco
de rey y la base de e5, que pudiera muy bien
ser útil para instalar su caballo, dándole
posibilidades de ataque.
15...£a5
En vista de la amenaza anterior, las negras
dan mayor protección a su alfil de e7, y
combinan esto con una medida que les ofrece
activo contrajuego en forma de un ataque al
peón blanco de d4.
20.¥h6 ¦fd8
21.¥a2

A fin de justipreciar el sistema defensivo de

las negras debemos considerar si la jugada
21.¤xf7 hubiera sido peligrosa para ellas. Un
minucioso análisis después de la partida
demostró que las negras habrían podido
219
resistir la embestida: v.gr.: 21.¤xf7 ¢xf7 Después de 27.bxc3 ¤e4! 28.¤h6+ ¢g7
22.£xe6+ ¢e8 23.¥g5! £d6 24.£h3 ¤xc3 29.¤g4 h5 y las blancas también están
25.bxc3 ¥d5 26.¥xf6 £xf6 27.£xh7 ¥f7; y perdidas.
la partida, aunque todavía muy viva está
bastante igual. 27...¢g7
28.bxc3 ¥c5
21...¦d6
También es posible 28...¤e4.
Importante jugada defensiva que por el
momento se opone a la amenaza ¤xf7. 29.£g3 £xg3
30.hxg3 ¢xh6
22.¥g5 £xd4 31.¥xe6 ¤e4
32.¦e2 ¤xc3
Diagrama 267 33.¦b2 ¥c6
XABCDEFGHY 34.¢h2 ¥b5
8-+r+-+k+( 35.f3 ¢g7
7+l+-vlp+p' 36.¦b3 ¥d4
6p+-trpsnp+& 37.¥c8 a5
5+-+nsN-vL-% 38.¦a3 a4
4-+-wq-+-+$ 39.g4 g5
3+-sN-+-+Q# 40.g3 ¢f6
41.f4 ¥c6
2LzP-+-zPPzP"
42.¥f5 h6
1+-tR-tR-mK-! 43.Abandonan.
xabcdefghy
Un aspecto característico de esta partida fue la
Momento crítico en el ataque. Ahora las combinación de mera defensa y activo
blancas debieran continuar 23.¤xd5 ¤xd5 contrajuego. Las negras fueron capaces de
24.¤xf7! ¦xc1! 25.¤h6+! ¢g7 26.¥xc1 ¤f4 proteger sus puntos amenazados y parar todas
27.¥xf4 £xf4 con igualdad. En la partida las amenazas que presionaban al mismo
tratan de fortalecer su ataque, pero fracasan tiempo en d5 y hacia el final en f7. Una
ante la defensa tan precisa de su adversario. defensa tan activa no es siempre posible: pero
aun cuando un jugador por las amenazas
23.¦cd1? ¤f4! enemigas se vea obligado a limitarse a una
24.¥xf4 £xf4 pasiva protección de los puntos amenazados,
25.¦xd6 ¥xd6 por lo menos debe procurar que sus piezas
26.¤xf7 obtengan el máximo de coordinación y que
aquellas que forzosamente están sujetas a una
Probablemente Spassky confió en esta jugada; defensa puramente pasiva lo estén en un
pero falló al no descubrir la fina táctica de grado mínimo.
Geller. Por supuesto, 26.¢xf7? 27.¥xe6+ está Es un error típico del principiante ponerse a la
fuera de consideración. defensiva al primer signo de amenaza
enemiga: el guardarse contra peligros
26...¦xc3! inexistentes puede significar, en ocasiones,
darle al oponente toda posibilidad de
El sacrificio de la calidad tiene un doble contrajuego. Una defensa correctamente
propósito: primero, apartar la torre de la conducida esquiva las amenazas tácticas del
casilla atacada sin pérdida de tiempo; y contrario lo más económicamente posible; a
segundo, lograr las negras el control de su nuestras fuerzas deben permitírseles el
casilla e4. máximum de su poder funcional.

27.¤h6+

220
 B. EL CONTRAATAQUE

La frase bien conocida “el ataque es la mejor Diagrama 268

defensa” es un dogma muy importante en la XABCDEFGHY
estrategia ajedrecística. Conducir un ataque 8r+-wq-trk+(
siempre linda con cierto riesgo; comprometer 7zpl+-zppvlp'
la posición enemiga necesita una completa 6-zpnzp-snp+&
preparación de nuestras reservas y por lo tanto 5+-zp-+-+-%
la parte defensora tiene bastante espacio para 4-+-+PzP-sN$
obtener superioridad en otra parte del tablero; 3+-zPP+-zP-#
además, el ataque exige a menudo medidas
2PzP-sN-+LzP"
radicales, tales como avance de peones, que
como consecuencia dejan importantes
1tR-vLQ+RmK-!
debilidades en la posición del que ataca. El xabcdefghy
jugador que conduce una defensa
activamente, debiera por lo tanto, llevar 10...¤d7
siempre en la mente la posibilidad de un
contraataque en un momento adecuado. Muy buena jugada: no solamente las negras
incrementan la potencia de su alfil de g7 y
BISGUIER-FUDERER preparan el avance b6-b5-b4, sino que
(Interzonal, 1955) también fortalecen el control de las casillas
centrales y dificultan el avance d4; v. gr.:
1.e4 c5 11.¤df3 b5 12.d4? cxd4 13.cxd4 £b6 14.¥e3
2.¤f3 d6 e5 y las negras ganan un peón, o 12.¥e3 £b6
3.g3 ¤f6 13.£d2 b4 14.d4 bxc3 15.bxc3 ¤a5 y las
4.d3 b6 negras tienen buen contrajuego en el flanco de
5.¥g2 ¥b7 dama.
6.0−0 g6
7.¤h4 11.a4?

Las blancas preparan el avance f4 con el fin
de atacar en el flanco de rey. Aunque este
plan es frecuentemente adoptado en tales
posiciones, en realidad no es eficaz; las
blancas debieran prestar más atención al
centro y con jugadas tales como c3, ¤bd2,
¦e1 y d4 intentar obtener superioridad en el
mismo.
7...¤c6
8.f4 ¥g7
9.¤d2 0−0
10.c3
La posición de las blancas parece buena y
elástica. Sin embargo, la partida demuestra
que sus peones poseen poco poder dinámico;
su avance puede aún causarle muchos
trastornos a las negras.
Esta jugada solamente demora un tiempo el
avance de las negras b5; por otra parte, abre la
columna de torre que resulta ventajoso para
las negras. Mejor es 11.¤df3 o 11.f5.
11...a6
12.f5
Esta es la lógica continuación del plan
iniciado por las blancas en su jugada séptima,
las blancas pretenden abrir la columna f y
aumentar entonces la presión en el flanco de
rey con la maniobra ¤d2-f3-g5; la desventaja
es que ello facilita a las negras el importante
punto estratégico d4.
12...b5
13.axb5 axb5
14.¦xa8 £xa8
15.fxg6 hxg6
16.¤df3 £a2!

221
 Diagrama 269 pueden permitir a su oponente el avance c4,
XABCDEFGHY en vista de las amenazas tácticas que
8-+-+-trk+( seguirían.
7+l+nzppvl-'
6-+nzp-+p+& 23...£a4!
5+pzp-+-+-% 24.¤f3
4-+-+P+-sN$
3+-zPP+NzP-# Con la esperanza de librarse de la molesta
clavada con 25.¤bd4; pero las negras bien
2qzP-+-+LzP"
pronto lo evitan.
1+-vLQ+RmK-!
xabcdefghy 24...¦a8
25.¥g5 ¥c8
Ahora se pone de manifiesto que la jugada
undécima de las blancas (a4), aparentemente Una jugada muy útil que prepara trasladar el
innocua, ha perjudicado su posición: la alfil a g5. Esto es sólo una parte de la
entrada de las piezas negras no sólo le combinación final que impedirá a las blancas
desintegran el flanco de dama, sino que tomar la torre negra en h8 con jaque.
también aumenta la fuerza del futuro avance
b4. La continuación 17.d4 cxd4 18.cxd4 £a7 26.¦e1 ¤ge5!
19.¥e3 e5 hace perder un peón a las blancas. 27.¤xe5

17.¦f2 £b1 Después de 27.¤fd2 ¥g4! 28.¦a1 £xa1

29.¤xa1 ¦xa1; las negras tienen decisiva
Previniendo otra vez d4; v.gr.: 18.d4 cxd4 ventaja.
19.cxd4 ¤xd4! 20.¤xd4 ¥xd4 21.£xd4
£xc1+. 27...¥xe5

18.¤d2 Ahora las blancas están amenazadas de perder

una pieza. La mejor defensa es 28.¢g2
Con esto las blancas virtualmente abandonan después de lo cual las negras pueden obtener
su ataque en el ala de rey, dejando a las un ventajoso final (28...¤d4 29.¤xd4 ¥xd4
negras que continúen su acción, 30.£xa4 ¦xa4 31.¥xe7 ¥xb2 32.¥xd6 ¥d4
imperturbable, en el flanco de dama. quedándose con un peón amenazador en b4) o
bien aceptar un sacrificio de dama (28...¥g4!?
18...£a1 29.¦a1 £xa1 30.¤xa1 ¦xa1).

Por supuesto, no es posible 18...£xd3?? 28.¦a1!

19.¦f3.
Cayendo en una celada.
19.£c2 ¤de5
28...£xb3!
Amenazando 20...¤xd3. Ahora las blancas 29.Abandonan.
están completamente obligadas a mantenerse
a la defensiva. Si 29.£xb3, entonces 29.¦xa1 30.£c2
(30.¢g2 ¤d4) ¥h3.
20.¥f1 ¤g4
21.¦e2 b4 El contraataque no es sólo el mejor método de
22.¤b3 £a7! defensa; es uno de los modos más efectivos
23.c4 de conducir toda la lucha en ajedrez. Al
esquivar los ataques enemigos no debemos
Esta jugada, que facilita a las negras el control nunca olvidar que aun en las posiciones más
de d4, fue criticada por algunos difíciles pueden haber ocultas posibilidades
comentaristas; pero las blancas difícilmente que sólo necesitan ser descubiertas. El
222
contraataque tiene también un fuerte efecto
psicológico; el momento en que el que ataca
C. DEFENSA PREVENTIVA
Exactamente igual que en la ciencia médica se
concede más o menos importancia a la
prevención de las enfermedades, así también
en la estrategia moderna del ajedrez se
emplean con frecuencia medidas preventivas
para oponerse a un ataque enemigo antes de
que el mismo se haya desarrollado. Por
defensa preventiva queremos significar: el
fortalecimiento de los puntos débiles con
anticipación a un ataque enemigo, eliminando
así las posibilidades tácticas antes de que
puedan producirse.
Podría pensarse que este método de defensa
está en contradicción con la regla que exige
economía en la defensa; pues hemos señalado
que sólo deben preocupar las verdaderas
amenazas, y éstas deben neutralizarse con el
mínimum de nuestras fuerzas. Esta
contradicción es sólo una apariencia; la
defensa preventiva se hace, y es efectiva,
cuando necesita menos tiempo y fuerza que la
repulsión de un ataque directo. De ahí que
queremos hacer notar lo que llamamos
economía en la defensa. En muchos casos es
indispensable, y su omisión puede ocasionar
que el ataque enemigo sea más intenso, como
ocurre en el siguiente ejemplo.
SÄMISCH-GRÜNFELD
(Carlsbad, 1929)
Diagrama 270
XABCDEFGHY
8r+l+-tr-mk(
7zp-zp-wq-snp'
6-+-+-zp-sN&
5+-zpPzp-zp-%
4-+P+P+P+$
3zP-zPL+R+R#
2-+-+-wQ-zP"
1+-+-+-mK-!
xabcdefghy
Las negras tienen una posición muy sólida y
en vista de su mejor alfil están en condiciones
de obtener ventaja. Sin embargo, las blancas
tienen sus fuerzas concentradas en actitud
amenazadora en el flanco de rey; por lo tanto
223
se convierte en defensor decide con
frecuencia el destino de la partida.
las negras debieran antes que nada prestar
alguna atención a la defensa. La principal
amenaza es producir una ruptura en la
columna h con ¦hg3, que las negras debieran
oponerse con la jugada preventiva 29...¤e8!;
si entonces las blancas juegan 30.¦hg3 (en
vez de la superior 30.¦h5 ¤g7 con
repetición), las negras obtienen muy buen
juego después de 30 ...¢g7! 31.¤f5+ ¥xf5
32.gxf5 h5. Sin embargo, las negras se
equivocan al no tomar las precauciones
necesarias, permitiendo a su oponente
emprender un ataque decisivo.
29...¥d7?
30.¦hg3 ¥e8
31.h4! gxh4
32.¦g2 h3
33.¦xh3 ¥g6
34.¦f3! ¦ab8
35.£h4!
La partida virtualmente ha terminado; las
negras no pueden hacer nada contra las
amenazas de ¦gf2 y g5, después de lo cual
cae el peón de f6.
35...¦b3
36.¦gf2 ¦xc3
37.g5 ¤e8
O 37...¦xd3 38.gxf6! ¦xf3 39.fxe7 ¦xf2
40.exf8£+ ¦xf8 41.£e7, etc.
38.gxf6 £d8
Hay una bonita terminación después de
38...¤xf6 39.¦xf6 ¦xf6 40.¦xf6 ¦xd3
41.¦xg6! £xh4 42.¦g8#.
39.¤g4 ¦xd3
Una tentativa final; pero la posición es
desesperada.
40.¦xd3 ¥xe4
41.¦e3 ¤d6
42.¤xe5 ¥f5
43.¦xf5! ¤xf5
 44.¤g6+ ¢g8 opuesta; la razón es que la superioridad de
45.¦e7! espacio de las blancas es mayor en el flanco
de dama, mientras que en el flanco de rey son
La culminación de la jugada cuarenta y tres las negras las que aventajan en espacio.
de las blancas; tres piezas blancas están
atacadas y sin embargo ninguna puede 11...e4
capturarse.
Diagrama 271
45...¦f7 XABCDEFGHY
46.¦xf7 ¢xf7 8r+l+-trk+(
47.¤e5+ ¢f8 7+pwqnvlpzpp'
48.£xh7 Abandonan. 6p+p+-sn-+&
5+-zPp+-+-%
La defensa preventiva es muy importante 4-zP-zPp+-+$
como un medio de contener un avance de 3zP-sN-zPN+-#
peones enemigos, y puede utilizarse contra
2-vLQ+-zPPzP"
una mayoría numérica o, como en la siguiente
partida, contra una superioridad puramente
1+-mKR+L+R!
cualitativa. xabcdefghy

NIMZOWITSCH-BERNSTEIN Las negras han alargado la cadena de peones

(Carlsbad, 1923) bloqueados e intentarán atacar el eslabón
blanco de e3 mediante el avance f7-f5-f4. Si
1.¤f3 ¤f6 ahora las blancas descuidadamente juegan
2.d4 d5 12.¤d2, la partida continúa 12...¤g4 13.¤b3
3.c4 e6 f5 14.h3 ¤h6, y no hay manera de evitar que
4.¤c3 ¥e7 las negras lleven a efecto la importante
5.e3 0−0 ruptura f4. Sin embargo, Nimzowitsch
6.a3 a6? encuentra una excelente maniobra de cuatro
7.c5! jugadas para detener el avance de las negras
en el flanco de rey.
Tal avance en el Gambito de Dama es por lo
general un arma de doble filo. Sin embargo, 12.¤h4! ¤b8
en este caso las blancas están en condiciones 13.g3 ¤e8
de hacerlo porque su contrincante, con su 14.¤g2 f5
última jugada ha perdido un tiempo en la 15.h4
lucha por el centro.
Ahora que la ruptura f4 ha sido virtualmente
7...c6 paralizada para siempre, las blancas podrán
dedicar su entera atención a las acciones en el
Ahora tenemos una familiar cadena de ala de dama. Aunque las negras pueden tratar
peones. de liberarse con b6, permanecerán sin
embargo con una clara desventaja posicional.
8.b4 ¤bd7
9.¥b2 £c7 15...¥d8
10.£c2 e5 16.a4 b6
11.0−0−0 17.b5!

Ya hemos señalado una maniobra similar en
el capítulo del rey. El rey de las blancas se
mueve hacia el ala en que se adelantarán sus
peones; pero a pesar de la anticipada pérdida
de la protección de los peones, el rey estará
más seguro en este flanco que en el ala
224
Después de la anterior jugada de las negras
este avance es muy fuerte porque pone bajo
amenaza al peón de dama. La amenaza es
ahora 18.bxc6 £xc6 19.¤xd5! £xd5?
20.¥c4.
 17...¤f6
18.¤f4 axb5
19.axb5 £f7
20.¥e2
Es prematuro 20.bxc6 ¤xc6 21.¤cxd5
(21.cxb6 ¤a5! 22.¤a4 ¥d7) 21...¤xd5
22.¤xd5 ¥e6! seguido de ¥b3 y las negras
ganan la calidad. Con la jugada de la partida
las blancas mantienen la tensión en el flanco
de dama e inclusive se beneficiarían si las
negras cambiasen alguno de los peones.
Más fuerte es 27...¤c4+ 28.¥xc4 dxc4,
aunque después de 29.¥c3! ¥xa4 30.¦xa4
¦xa4 31.£xa4 ¦xb6 32.£a5 ¤d7 (32...¤d5?
33.£a8+) 33.¦g1, las blancas aún conservan
ventaja posicional.
28.¦xa4 ¦xb6
29.¥c3!
No es bueno 29.¦ha1 ¤b3+ 30.£xb3 ¦xb3
31.¦xa8+ ¤e8 32.¢c2 ¦b7 y las negras
pueden conducir el ataque.

20...¥c7 29...¤b3+

Temporalmente las negras sacrifican un peón O 29...¤c4+ 30.¥xc4 ¦xa4 31.¥xd5! ¤xd5
a fin de eliminar la presión en d5 mediante el (31...¦xd4+? 32.¥xd4 £xd5 33.£c8+)
cambio del caballo de f4. Su contraacción está 32.£xa4 ¤xc3 33.£a8+ y las blancas tienen
bien concebida; falla únicamente contra una un final ganado.
combinación muy sutil.
30.£xb3! ¦xb3
21.cxb6 ¥xf4 31.¦xa8+ ¤e8
22.gxf4 ¥d7 32.¥d1!
23.¢d2!
El punto culminante del sacrificio de la dama.
La columna c ya no es conveniente para el Después de 32...¦b6 33.¥a4 ¦e6 34.¦b1 no
rey; y 23.b7 ¦a7 facilitaría los problemas de hay defensa adecuada contra la amenaza
las negras. 35.¦bb8. Por lo tanto las negras tratan de
sostenerse sacrificando la calidad; pero
23...cxb5 después de esto su dama es impotente contra
24.¦a1 ¤c6 las dos torres.
25.¥xb5 ¤a5
26.¥e2 ¦fb8 32...¦xc3
33.¢xc3 £c7+
Diagrama 272 34.¢d2 ¢f7
XABCDEFGHY 35.¥h5+! g6
8rtr-+-+k+( 36.¦ha1 £b6
7+-+l+qzpp' 37.¥e2 ¢g7
6-zP-+-sn-+& 38.¢e1 ¤c7
5sn-+p+p+-% 39.¦8a5 ¢h6
4-+-zPpzP-zP$ 40.¢f1 £b3
3+-sN-zP-+-# 41.h5! ¤e8
2-vLQmKLzP-+"
O 41...gxh5 42.¦c1 £b7 43.¦ac5 y el ataque
1tR-+-+-+R! contra el rey al descubierto es decisivo.
xabcdefghy
42.¦a6 £b2
Da la impresión que las negras, después de 43.hxg6 hxg6
recuperar su peón, alcanzarán igualdad; pero 44.¦6a2 £b7
su adversario logra conservar la iniciativa 45.¦a7 £b2
mediante una sorprendente maniobra. 46.¢g2! ¤f6
47.¦h1+ ¤h5
27.¤a4! ¥xa4? 48.¥xh5 gxh5
49.¦ha1 Abandonan.
225
Un concepto que tiene cierta semejanza a la
defensa preventiva es la teoría de la
“sobredefensa”, formulada por Nimzowitsch.
Explicaremos ahora lo que ésta realmente
significa.
Como ya sabemos, el carácter de toda la
posición puede ser determinado, o por lo
menos estar muy influido, por un punto
estratégico; pero naturalmente, el adversario
tratará de impedir o debilitar nuestro control
sobre dicho punto: de ahí que por anticipado
se fortalezca el punto estratégico mediante la
“sobredefensa”. El siguiente ejemplo ilustrará
este concepto.
Diagrama 273
XABCDEFGHY
8r+-wqkvlntr(
7zpp+l+pzpp'
6-+n+p+-+&
5+-+pzP-+-%
4-+-zp-+-+$
3+-+L+N+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tRNvLQ+RmK-!
xabcdefghy
En el diagrama 273 las blancas tienen un
importante punto estratégico en e5 que les da
ventaja de espacio en el flanco de rey. Tarde o
temprano las negras procurarán eliminar tal
peón dirigiendo contra el mismo una gran
presión con sus piezas (v. gr.: ¤g8−e7−b6,
£c7 o posiblemente ¥c5−b6−c7 combinado
con £b8). Por lo tanto las blancas deben
tomar una acción preventiva y cuidar el punto
e5 con todas las piezas posibles. El juego
podría continuar 1.¦e1 ¤ge7 2.¥f4 ¤g6
II. ATADURA
Este concepto, aplicado a la estrategia del
ajedrez se concibe de diferentes maneras.
Algunos autores lo toman para significar
cualquier maniobra bastante extensa orientada
a mejorar nuestra propia posición o a inducir
al adversario a cometer algún error táctico o
estratégico; algunos van tan lejos como para
aplicar este concepto a jugadas sin plan o a
movimientos de avance o retroceso de las
piezas.
En su libro Mi sistema, Nimzowitsch intentó
darle una definición más exacta; él la
226
3.¥b3 seguido de £e2. Las maniobras
blancas están dirigidas a la “sobredefensa” de
su punto estratégico.
Otro ejemplo interesante es la posición del
diagrama 274, que ocurrió en una partida
entre Nimzowitsch y Alekhine en Baden-
Baden, 1925.
Un importante punto estratégico es d4, cuyo
peón reduce la libertad de acción del alfil
negro. Las blancas deben mantener el control
sobre dicho punto y evitar verse obligadas a
tener que efectuar el avance d5.
Diagrama 274
XABCDEFGHY
8r+-+-trk+(
7+pzp-snpzpp'
6-vlnzp-+-+&
5zp-+-+q+-%
4-+PzP-+-+$
3zPPsNQ+-zP-#
2-vL-+NzPKzP"
1tR-+-+R+-!
xabcdefghy
Hasta aquí las blancas han tenido éxito en su
empresa, pero ahora las negras han colocado
sus piezas en directa presión sobre dicho
punto; por lo tanto se requiere reforzar la
“sobredefensa”: 1.¦ad1 ¦ae8 2.¦d2! £g5
3.¦fd1. Después de esto el alfil negro quedará
obstruido y carente de vida por largo tiempo.
Como resultado, las blancas consiguieron
ventaja posicional: v. g.: 3...¥a7 4.¤f4 ¤f5
5.¤b5 ¥b8 6. ¦e2 seguido de 7.¦ee1.
caracterizó como la manera de jugar en la que
una debilidad enemiga (por ejemplo, un
peón), es atacado alternativamente por lo
menos de dos modos (v. gr.: horizontal y
verticalmente) hasta que las piezas defensoras
sean apartadas a una posición desfavorable;
entonces la debilidad puede ser capturada o el
enemigo verse obligado a aceptar algunas
otras desventajas. En mi opinión el
significado de atadura debiera ser ampliado.
Creo que debiera incluir toda maniobra
posicional en la que la posición enemiga esté
alternativamente sujeta a diversas amenazas Amenazando 25.g4. De ahí que las negras
tácticas de distintas clases. más adelante se vean obligadas a debilitar su
En el siguiente ejemplo las blancas emplean flanco de rey.
la estrategia de “atadura”. Primero atacan el
flanco de rey para obligar a las piezas negras, 24...h5
especialmente la dama, a tomar una posición 25.£g3! £h8
desfavorable y entonces decidir la partida 26.¤g5 ¦ff8
mediante una simple ruptura en el centro. 27.£h4!

STEINITZ-SHOWALTER Amenazando 28.¤xe6+!. Después de la mejor

(Viena, 1898) defensa de las negras, 27.¦ae8, las blancas
pueden preparar la ruptura con c4 mediante la
Diagrama 275 jugada previa 28.¦d1!, pero la jugada de las
XABCDEFGHY negras suprime la necesidad de tal
8rwq-+-trk+( preparación.
7+-+lsn-zpp' 27...¤g8
6-zp-+p+-+&
5zpP+pzPp+-% Diagrama 276
4-+-sN-zP-+$ XABCDEFGHY
3+-zPLwQ-+-# 8r+-+-trnwq(
2-zP-+-+PzP" 7+-+l+-mk-'
1tR-+-tR-mK-! 6-zp-+p+p+&
xabcdefghy 5zpP+pzPpsNp%
4-+-+-zP-wQ$
La principal ventaja de las blancas es la fuerte 3+-zPL+-+R#
situación de su caballo en d4. El problema 2-zP-+-+PzP"
consiste en lograr una apertura de la posición 1+-+-+-tRK!
que permita utilizar la potencia superior de xabcdefghy
sus piezas. La mejor posibilidad de abrir la
posición estriba en el avance c4; pero si las 28.c4!
blancas lo juegan inmediatamente, las negras
pueden cubrir todos los puntos importantes Las maniobras de las blancas han
con sus piezas (£b7, ¦ac8, ¦fd8, y, en un desarticulado de tal manera la coordinación
momento adecuado, jugar dxc4 seguido de de las piezas enemigas, que la apertura del
¤d5).Por lo tanto Steinitz escoge la atadura juego con c4 desata repentinamente amenazas
anticipando su ruptura en el centro con irrefutables.
amenazas en el ala de rey.
28...dxc4
19.£f2 £d8 29.¥xc4 ¦fe8
20.¦e3! g6 30.¦d3 ¦a7
21.¦h3 ¦f7 31.¦d6 ¦b7
22.¢h1 ¢g7? 32.¦gd1 ¥c8
33.¤xe6+ ¥xe6
Esto facilita la tarea de las blancas; es mejor 34.¥xe6 £h7
22...¦g7 seguido de ...£c7 y ...¦af8. 35.¦d7+ ¦e7
36.¦xe7+ ¤xe7
23.¤f3 h6 37.£f6+ ¢h6
24.¦g1! 38.¦d8 ¦c7
39.h3 Abandonan.

227
 III. APROVECHAMIENTO DE LA SUPERIORIDAD
Al reproducir partidas llegamos con exponemos dos tipos diferentes de ventaja
frecuencia, en un momento determinado, a la posicional.
conclusión de que lo que falta es cuestión de
técnica. Sería, sin embargo un error pensar Diagrama 277
que la precisión y determinado juego ya no se XABCDEFGHY
necesita en tales casos. Repetidamente sucede 8r+-wq-trk+(
que una gran ventaja deja de aprovecharse o, 7zpp+-+p+p'
en otras palabras, plasmarse en cosa tangible 6-+n+lzp-+&
porque el bando más fuerte juega 5+-+p+-+-%
despreocupadamente y sin plan, o más aún, 4-+-+-+-+$
menosprecia las “contrachances” de su 3+-+-zPN+-#
oponente.
2PzP-+LzPPzP"
En este libro hemos tratado de persuadir al
lector de que cada posición en ajedrez
1tR-+Q+RmK-!
requiere un plan claramente concebido. Y esto xabcdefghy
se aplica inclusive en aquellas posiciones en
que el ganar es meramente cuestión de En el primer caso las negras tienen una
técnica. posición de peones seriamente debilitada
Nos interesa considerar los dos tipos de como resultado de un peón aislado en d5 y
ventaja: la material y la posicional. El dos doblados en el flanco de rey. Esto
aprovechamiento de la ventaja material hace proporciona a su oponente una ventaja
surgir varios problemas, especialmente decisiva, que puede ser aprovechada de
cuando el adversario tiene alguna forma de diferentes maneras: por ejemplo, las blancas
compensación posicional, como piezas pueden combinar un ataque en el flanco de
activamente situadas. Naturalmente, el plan rey con amenazas al peón de dama aislado, o
estratégico que debe adoptarse dependerá de bien pueden esperar y explotar en el final la
la posición particular, o sea la posición en sí, debilidad del enemigo. La superioridad de las
pero en la mayoría de los casos el bando blancas es de tal carácter perdurable que no es
superior debe procurar simplificar para llegar necesario un orden exacto de las jugadas;
a la fase final de la partida. La manera de solamente deben evitar que las negras
hacer esto ya la hemos estudiado en la sección eliminen algún peón débil (v.gr.: avanzándolo
correspondiente al cambio de material a d4, o con e3-e4) y adoptar un plan para
(capítulo VII). atacar las debilidades de las negras (v.gr.:
Cuando la ventaja es de tipo posicional £d2, ¦fd1, ¤d4, ¥f3, etc.).
debemos, considerar si es de carácter
permanente o transitorio. Si el adversario Diagrama 278
tiene peones desarticulados, un alfil malo o XABCDEFGHY
piezas que estarán largo tiempo encerradas y 8-+-tr-trk+(
fuera de juego, no importa entonces si el 7zpl+-wq-zpp'
bando activo pierde algún tiempo; es 6-+-vl-+-+&
suficiente fortalecer nuestra propia posición y 5+Pzpp+-+-%
privar al oponente de un efectivo contrajuego. 4-+-+p+n+$
Sin embargo, las cosas son completamente 3+P+-zP-+-#
distintas cuando la ventaja consiste en una 2PvL-+-zPPzP"
superioridad de iniciativa y coordinación de 1tR-+NtRNmK-!
piezas o de su concentración en una sección
xabcdefghy
particular del tablero. En este caso es
necesario adoptar un procedimiento muy
preciso, y cada tiempo debe emplearse con En el segundo Diagrama la posición es
exactitud y no debe pasarse por alto la completamente distinta. Aquí las negras
preparación de una decisiva solución tienen una decisiva ventaja posicional debida
combinativa. En los Diagramas 277 y 278 a su fuerte centro, su pareja de alfiles, sus
228
líneas abiertas y la excelente coordinación de
sus piezas. Pero su oponente tiene un peón
más. El aprovechamiento de la ventaja de las
negras requerirá un juego táctico muy preciso:
ESTILO INDIVIDUAL: JUEGO PSICOLÓGICO
En nuestro análisis de los elementos
estratégicos individuales hemos considerado
hasta ahora el ajedrez como un proceso
impersonal que tiene lugar con treinta y dos
piezas y sesenta y cuatro casillas. Esta es, por
supuesto, una presentación muy simplificada.
Una partida de ajedrez es una lucha entre dos
adversarios que se desarrolla bajo ciertas
condiciones concretas; pero las personas
nunca están libres de faltas, que son
inevitables en mayor o menor grado, influidas
por el humor particular, y que tienen
caracteres individuales. Todo esto se refleja
en la ejecución de una partida de ajedrez.
Cada jugador de ajedrez, ya sea un maestro
eminente o un simple aficionado, imprime a
sus partidas ciertos elementos de su personal
estilo de juego. Su estilo no es sólo el
conjunto de sus conocimientos ajedrecísticos
y puntos de vista sobre el juego; es en parte
suma la expresión de su carácter.
Si estudiamos las partidas de un jugador que
nos es personalmente desconocido, podemos,
por sus partidas, descubrir mucho de su
carácter; por otra parte, cuando conocemos
bien a alguno, podemos con bastante certeza
adivinar qué estilo de juego escogerá en una
determinada partida de ajedrez. Un hombre
prudente y deseoso en la vida no se enfrascará
en una partida arriesgada; una persona de
maneras frívolas conducirá su partida en
forma aventurada y a menudo sin una
valoración propia de las posibilidades
existentes para él y su oponente. El optimista
tiende a estimar en más su posición, mientras
que el pesimista ve peligros y dificultades en
cada posición.El estilo individual de jugar es
un reflejo del carácter del jugador.
Un problema sumamente importante es la
influencia de factores externos en el curso de
una partida. Un ejemplo es el estado del
torneo en el momento en que se juega la
partida: si un jugador en la última ronda
necesita solamente medio punto para ganar el
primer premio, conducirá su partida de una
229
las negras no pueden permitir
simplificaciones; el camino de la victoria se
apoya en un exacto y enérgico ataque en el
flanco de rey y en el centro.
manera distinta de como la jugaría si tuviese
que ganar a toda costa. El problema del
tiempo es también otro factor externo; así
también son nuestra disposición de ánimo y
las condiciones de fondo bajo la cual es
jugada la partida. Tampoco debemos olvidar
el estado de salud de los jugadores. Todo el
mundo sabe por propia experiencia cuán a
menudo un simple resfriado puede afectar
nuestro juego e influir en su resultado.
También podríamos llegar a algunas
conclusiones acerca de la preparación física y
de una excelente conservación vigorosa; pero
ocuparnos de estas materias no es la tarea de
un libro sobre estrategia ajedrecística.
Ahora podemos formular una pregunta
importante. ¿En dónde descansa el punto de
contacto entre la elección del plan estratégico
por un lado y el estilo individual y los
diversos factores externos por el otro?
El excampeón del mundo Dr. E. Lasker
estableció el profundo principio de que en
muchas ocasiones es imposible hablar de la
mejor jugada; existen más bien varias
posibilidades y entre ellas, una jugada puede
ser la mejor contra determinado adversario en
circunstancias particulares. En otras palabras,
el plan estratégico está determinado en
muchos casos por el estilo del contrincante y
las condiciones externas prevalecientes.
Diagrama 279
XABCDEFGHY
8-+-trr+k+(
7zp-zpqvlpzpp'
6-+pzp-sn-+&
5+-+-+-+-%
4-+-+P+-+$
3+P+-+-sN-#
2PvLP+-zPPzP"
1tR-+QtR-mK-!
xabcdefghy
E1 Diagrama 279 presenta una posición
(match por el campeonato del mundo entre
Tarrasch y Lasker en 1908) en que las negras,
con una posición oprimida, deben tener en
cuenta un ataque contra su propio rey.
Un pasivo plan de defensa podría ser 1...£e6
2.¤f5 c5 seguido de ¥f8. Sin embargo, en la
partida Lasker escogió un camino diferente y
objetivamente más débil: ¿Cuáles fueron sus
razones? Era bien sabido que Tarrasch podía
aprovechar una ventaja de espacio con gran
seguridad y maestría sin dar a su oponente
ninguna contra “chance”. Por lo tanto, Lasker
no quiso concretarse a una defensa
meramente pasiva contra Tarrasch en una
posición oprimida, de ahí que escogiera una
continuación en extremo arriesgada que le
concedió contrajuego a costa de un peón.
Como lo demostró el curso de la partida,
Lasker había juzgado bien a su adversario. La
partida continuó 1...¤g4?! 2.¥xg7! ¤xf2!
En esta coyuntura las blancas tienen dos
posibilidades: ganar un peón con 3.¢xf2
¢xg7 4.£d4+ seguido de £xa7, o jugar para
atacar mediante 3.£d4.Análisis posteriores a
la partida demostraron que la presión de las
negras es irresistible después de 3.£d4 ¤g4
4. ¤f5. ¿Significa esto que la jugada de
Lasker 1...¤g4 fue un error? Desde luego que
no. Lasker simplemente había juzgado la
posición sobre una base psicológica; él
presumía que Tarrasch preferiría más bien
escoger continuaciones claras que no
embarcarse en complicaciones que no
pudieran ser calculadas exactamente. Tarrasch
permaneció fiel a su estilo y continuó
16.¢xf2 ¢xg7 17.¤f5+ ¢h8 18.£d4+ f6
19.£xa7 ¥f8 20.£d4 ¦e5! lo que permitió a
las negras algún contrajuego en forma de
presión sobre el peón aislado; entonces
Lasker jugó enérgicamente y logró inclusive
ganar la partida aprovechándose de pequeños
errores por parte de su oponente.
En muchas posiciones nos hallamos en el caso
de tener que escoger entre dos o más planes
de valor prácticamente igual, pero que
conducen a tipos de juego completamente
distintos.
230
Diagrama 280
XABCDEFGHY
8r+lwq-trk+(
7zpp+nvlpzpp'
6-+-+psn-+&
5+-zpp+-vL-%
4-+PzP-+-+$
3+-sN-zPN+-#
2PzPQ+-zPPzP"
1tR-+-mKL+R!
xabcdefghy
A partir de la posición del Diagrama 280, que
surge del Gambito de Dama después de 1.d4
d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5 ¥e7 5.e3 0−0
6.¤f3 ¤bd7 7.£c2 c5, las blancas tienen dos
posibilidades. Primero pueden mediante
8.cxd5 ¤xd5 9.¥xe7 £xe7 10.¤xd5 exd5
11.¥d3 g6 12.dxc5, aislar el peón de dama
del contrario y, después de simplificaciones,
explotar esta debilidad. Alternativamente
pueden jugar 8.0−0−0 h6 (8...£a5 9.¢b1)
9.h4! £a5 10.g4, y asegurar una agresiva
posición en cualquiera de los dos lados y
emprender un ataque contra el rey enemigo.
Los teóricos no pueden ponerse de acuerdo
sobre cuál de estas dos continuaciones es
objetivamente la más fuerte: la elección debe,
pues, apoyarse sobre puros factores
psicológicos.
De gran importancia desde el punto de vista
psicológico es la elección de la apertura.
Debiéramos elegir aquella que, tanto como
sea posible, esté de acuerdo con nuestro
propio estilo y bien lejos del estilo del
adversario. A menudo merece la pena elegir
un sistema objetivamente más débil a fin de
afrontar al adversario con problemas
desagradables. Un clásico ejemplo es la
elección de Lasker en su partida contra
Capablanca en el Torneo de San Petersburgo
en 1914.
Tres rondas antes de terminar el torneo ambos
jugadores tenían igual número de puntos; sin
embargo, Lasker había jugado una partida
más y por lo tanto tenía que ganar este
encuentro si quería abrigar esperanzas de
asegurar el primer premio. Jugando con las
piezas blancas escogió la Variante del
Cambio del Ruy López (1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6
3.¥b5 a6 4.¥xc6), que entonces aún estaba
considerada completamente innocua. Nadie,
entonces, reconoció la profundidad de la idea
de Lasker, según expresan las observaciones
del Dr. Tarrasch en el libro del torneo:
“¿Por qué eligió usted la Variante del
Cambio?” le pregunté a Lasker al regresar del
almuerzo. “¿No tenía usted que jugar
sutilmente para ganar?”
“No tuve otra alternativa”, replicó Lasker:
“pues contra la defensa empleada por usted
contra Bernstein y conmigo no hay nada que
encontrar”. ¡Cuán radicalmente ha cambiado
la opinión acerca de la defensa y el ataque en
el, en un tiempo, temido Ruy López!
Tarrasch, sin embargo, no percibió la ironía
en la respuesta de Lasker. No era el temor a la
defensa Tarrasch (4.¥a4 ¤f6 5.0−0 ¤xe4)
sino una razón más profunda la que impulsó
al Dr. Lasker a escoger la anodina variante de
tablas en esta decisiva partida. A fin de
comprender esto permítasenos observar la
posición que surge después de las jugadas que
actualmente se usan: 4.¥xc6 dxc6 5.d4 exd4
6.£xd4 £xd4 7.¤xd4 ¥d6 (Diagrama 281).
Diagrama 281
XABCDEFGHY
8r+l+k+ntr(
7+pzp-+pzpp'
6p+pvl-+-+&
5+-+-+-+-%
4-+-sNP+-+$
3+-+-+-+-#
2PzPP+-zPPzP"
1tRNvL-mK-+R!
xabcdefghy
El diagrama muestra que las blancas tienen
mayoría de peones en el flanco de rey,
mientras que la mayoría de las negras en el
flanco de dama sufre menoscabo a causa de
los peones doblados. Naturalmente, las
blancas buscan un final que les permita
aprovechar su ventaja. Como compensación
las negras disponen de los dos alfiles y
objetivamente visto, tienen quizás mejor
juego: pero a fin de poder utilizar sus dos
alfiles deben jugar activamente y estar
dispuestas para emprender el ataque. Sin
embargo, Lasker sospechaba que su oponente
se había sentado frente al tablero con la
intención de hacer tablas, a fin de asegurar así
la conquista del primer premio del torneo.
Pero esto está en oposición con el carácter de
la posición que surge de la Variante del
231
Cambio en el Ruy López. El cálculo
psicológico de Lasker en esta partida estuvo
acertado. Capablanca jugó pasivamente y
como consecuencia en el final perdió la
partida y el primer lugar del torneo.
Al estudiar las partidas de jugadores
rutinarios podemos distinguir una preferencia
por particulares tipos de posición. Alguno
procurará obtener un juego posicional
tranquilo, otro optará por posiciones
complicadas, un tercero intentará atacar en la
primera oportunidad, y un cuarto puede estar
inclinado a la defensa. Los estilos de juego
pueden mostrar considerables variaciones, y
no hay ningún eminente maestro cuyo estilo
no esté influido en parte por su predilección o
temperamento personal.
Por lo general, en la literatura ajedrecística se
clasifican los estilos de juego en dos grupos
fundamentalmente diferentes; éstos son los
estilos combinativos y posicionales. El
jugador combinativo gusta de resolver
problemas de dificultades tácticas, sintiéndose
feliz cuando la partida se desarrolla con gran
viveza y cuando se producen posiciones que
permiten combinaciones sorprendentes. El
jugador posicional se contenta con pequeñas
ventajas que sistemáticamente tratará de
aumentar; evitará combinaciones que no estén
claras así como el juego complicado cuyo
desenlace no se pueda precisar con exactitud.
Pero un gran maestro no se inclina por
ninguno de los dos lados. El está dispuesto a
conducir un ataque incisivo de un modo
combinativo aun cuando prefiera un juego de
tipo posicional y tranquilo, y viceversa. Su
predilección se manifiesta en aquellas
posiciones cuyo carácter admite la elección de
un plan estratégico. Por ejemplo, en el
Diagrama 280 Smyslov y Petrosian casi es
seguro que preferirían la continuación 8.cxd5,
mientras que Bronstein y Geller casi
probablemente se decidirían por 8.0-0-0.
Un profundo conocimiento del estilo de juego
de nuestro oponente es una parte muy
importante en la preparación general para un
torneo o un match. Un típico ejemplo de la
importancia de tal preparación psicológica es
el famoso match entre Alekhine y Capablanca
en 1927. Alekhine sometió el juego de su
adversario a un perfecto examen y llegó a
ciertas conclusiones que él describió en el
libro del Torneo de Nueva York de 1927. En
el match adaptó su estilo de acuerdo con los
descubrimientos que había hecho.
Capablanca, por su parte, confiado a causa de
su victoria en el torneo de Nueva York,
consideró innecesario estudiar detalladamente
el estilo de su oponente; esta negligencia
demostró ser una de las causas principales de
su derrota en la competencia de estos dos
gigantes del ajedrez.
Existen algunos elementos psicológicos que
no están directamente relacionados con el
estilo del oponente o con una valoración
exacta de la posición. A esta categoría
pertenecen aquellas celadas preparadas con la
intención de engañar a un confiado adversario
y llevarle por determinado camino mediante
la oferta de una ventaja material o posicional.
En una partida entre Nimzowitsch y Leonardt
en San Sebastián en 1911, se llegó a la
posición del Diagrama 282 después de 26
jugadas.
Diagrama 282
XABCDEFGHY
8-+-+-tr-mk(
7+-zpr+-zpp'
6-zpq+lzp-+&
5zp-zp-zp-+-%
4-+P+P+PzP$
3+-+PsN-tR-#
2PwQP+-zP-mK"
1+-+-+-tR-!
xabcdefghy
Con sus últimas jugadas las negras trataron
repetidamente de obligar a las blancas a jugar
c4 a fin de poder situar su dama en d4.
Adivinando la intención de las negras,
Nimzowitsch se ingenió para tender una
bonita celada. La partida continuó 27.¦1g2
£d6 28.£c1! ; y en esta situación Leonardt,
que no se había percatado aún de la celada
que se le tendía, siguió confiadamente su plan
original: 28...£d4? ; pero después de 29.¤d5!
su dama quedó encerrada e indefensa contra
la amenaza 30.c3. Las negras intentaron
29...¦xd5 30.c3! £xd3 31.exd5 £xc4
32.dxe6 £xe6 33.£c2, pero las blancas
ganaron pocas jugadas después. Este es un
ejemplo de celada táctica; pero también es
posible la celada estratégica. He aquí un caso
de encubrir nuestro verdadero plan estratégico
simulando otro, de manera que el adversario
tome medidas contra este último.
232
Diagrama 283
XABCDEFGHY
8-+-+-trk+(
7+ptr-+-zpl'
6-wq-+p+-zp&
5zp-+pzPp+-%
4-+-zP-zP-+$
3zP-+LwQ-+P#
2-zP-tR-+P+"
1+-+-+-tRK!
xabcdefghy
Veamos la posición del Diagrama 283 que se
produjo en una partida entre Thelen y Treybal
en Praga, 1927. El verdadero plan de las
blancas era ocupar la columna c sin permitir a
su oponente la oportunidad de efectuar
grandes cambios. Sospechando que su
adversario temía ataques contra el rey, las
blancas colocaron sus piezas como si
intentaran emprender un ataque contra el
flanco de rey. Sus cálculos fueron correctos;
las negras trasladaron la torre de la columna c
a f7 como medida preventiva contra un ataque
imaginario; entonces las blancas pudieron
jugar ¦c1 y llevar a cabo su verdadero plan,
que les proporcionó la victoria veinte jugadas
después.
Veamos ahora los problemas psicológicos
relacionados con los trastornos motivados por
el control del tiempo. ¿Cuál es el plan
apropiado que debe seguirse cuando usted
dispone de tiempo suficiente para reflexionar
y su adversario por el contrario se halla
apremiado ante el reloj? Un error frecuente y
propio de los jugadores inexpertos es jugar
rápidamente, cosa que les ocasiona
la pérdida completa de su ventaja.
El procedimiento correcto es buscar
dificultades tácticas y problemas estratégicos.
De ningún modo debe hacerse una jugada sin
obedecer a un plan, sino que cada una de
nuestras jugadas debe orientarse a fortalecer
la propia posición: un plan de campaña
definido y debidamente meditado ejerce
fuerte efecto psicológico a un jugador
apremiado por el tiempo.
 Diagrama 284
XABCDEFGHY
8-+-+-+k+(
7zp-+r+-+-'
6-zp-+-zpp+&
5+-snPzp-+-%
4-wq-+P+-zp$
3+L+-wQP+P#
2P+R+-+PmK"
1+-+-+-+-!
xabcdefghy
En posiciones en las que tenemos una clara
ventaja, material o posicional, no debemos
prestar atención a las dificultades de tiempo
del adversario, sino proceder tranquilamente
para aprovechar nuestra ventaja. Cuán
equivocado es en tales casos jugar a base de
los apuros de nuestro adversario con su reloj;
lo sé por propia experiencia, adquirida en una
partida que me costó mi lugar en el Torneo de
Candidatos de 1956. En esta partida, que se
jugó casi al final del Interzonal de
Gotemburgo, se dio la posición del Diagrama
284.
Comprendí perfectamente que la superioridad
de mi caballo sobre el alfil malo de mi
oponente me daba una ventaja definitiva. El
modo correcto de aprovechar mi ventaja era
como sigue:
233
1. Bloquear el flanco de rey con g5.
2. Retirar la dama a la casilla d6 y trasladar el
rey a la de b8.
3. Ocupar con la torre la columna de alfil de
dama abierta y obligar el cambio de una o
ambas piezas mayores.
Siguiendo este plan yo hubiera alcanzado un
final ganador. Desdichadamente me regocijé
al mirar el reloj de mi oponente y observar
que solamente disponía de segundos para
efectuar sus tres próximas jugadas. Como
resultado decidí darle algunas sorpresas a fin
de trastocar su modo de pensar. La partida
siguió 37...a5? 38.¥c4 a4? 39.a3 £b1??
40.£c3! y ahora mi adversario había superado
la dificultad en su reloj y mi dama quedaba
virtualmente atrapada. Como que 40...¤b3
41.¥xb3 seguido de ¦g7 es desesperado,
probé 40...£d1 41.¦c1 £d4 42.£xd4 exd4
43.¦d1, pero entonces abandoné.
¿A qué conclusiones se puede llegar después
de este ejemplo tan desafortunado? Pues,
simplemente, que no debemos conceder
excesiva importancia a las dificultades del
reloj y el tiempo. Siempre es mejor adoptar un
plan estratégicamente basado en la solidez.
Especialmente en posiciones favorables
resulta ilógico buscar complicaciones
basándose en dificultades de tiempo por parte
del adversario.
 CONFORMIDAD Y CONTRADICCIÓN EN EL AJEDREZ
La aplicación de las leyes del ajedrez Diagrama 285
Mate en 3 jugadas
constituye un problema filosófico muy
interesante, aunque extremadamente difícil.
XABCDEFGHY
Aunque ello merece ser tratado 8-+-+-+-+(
detalladamente, es imposible llegar a incluirlo 7+-zP-zP-zP-'
en este libro. Nos limitaremos a la cuestión de 6-+-zPkzP-+&
los principios que se emplean en la estrategia 5+-+-+-+-%
ajedrecística. 4-+-+K+-+$
La relación entre las piezas y el tablero de 3+-+-+-+-#
ajedrez puede expresarse sin duda 2-+-+-+-+"
matemáticamente. Después de todo, la 1+-+-+-+-!
cuestión es básicamente el movimiento xabcdefghy
particular de las piezas individualmeute y su
mutua coordinación, aunque también se
Pero la máquina empleó doce minutos,
extiende a amenazas, protección, captura,
mientras que yo soy capaz de hacerlo en un
jaque y mate. Nosotros podríamos sin gran
minuto. ¿Cuál es entonces la diferencia entre
dificultad expresar matemáticamente los
el poder pensador de un ajedrecista y el
principios del juego correcto en un simple
trabajo de una máquina? El ajedrecista no se
final de partida (v. gr.: ¢+¦ contra ¢, o ¢+¥
detiene a examinar todas las posibilidades de
contra ¢). Pero con mayor número de piezas
la posición; automáticamente, y en cierto
la tarea resulta más y más complicada y
grado de manera subconsciente, rechaza todas
pudiera resultar imposible en muchos casos a
las jugadas claramente malas, permitiéndole
pesar de todas las posibilidades facilitadas por
así resolver su problema en un tiempo
las matemáticas modernas.
relativamente corto. Por otra parte la máquina
En relación con esto, en años recientes se ha
debe examinar un número enorme de
hablado de la construcción de un autómata de
variantes, y a pesar de la extraordinaria
ajedrez, o, mejor dicho, de usar una máquina
rapidez con que trabajan los electrones, el
cibernética moderna (un aparato electrónico
proceso toma mucho tiempo.
capaz de resolver problemas lógicos de
Está completamente claro que este método no
matemáticas extremadamente difíciles) para
puede emplearse para jugar una partida. Si la
jugar partidas o resolver problemas de
máquina tuviese que calcular solamente siete
ajedrez. Es importante la pregunta de si tal
jugadas anticipadas en una posición con
máquina sería capaz de jugar ajedrez, porque
treinta alternativas, ¡necesitaría 10.000 años
en su contestación descansa la clave del
para elegir la jugada correcta!
verdadero carácter de las leyes del ajedrez.
El segundo método consiste en enseñar a la
Es materia sencilla enseñar a la máquina
máquina los principios más importantes de
cibernética las reglas básicas acerca del
estrategia y táctica. Una máquina cibernética
movimiento y captura de las piezas. Pero esto
puede resolver no sólo operaciones
no es suficiente; la máquina debe en realidad
matemáticas sino también lógicas, aun las
jugar. Para esto pueden usarse dos métodos.
más complicadas. Y, después de todo, los
Con el primero el autómata examina todas las
principios de estrategia y táctica tienen forma
posibles variantes y por eliminación escoge la
lógica. Este intento también fue hecho en la
mejor jugada. Este método puede utilizarse
Unión Soviética y en verdad la máquina fue
para resolver problemas en los que el número
capaz de jugar una partida de ajedrez: pero
de jugadas posibles sea relativamente
jugaba muy débilmente y fue derrotada por un
pequeño; por ejemplo, un autómata
jugador aventajado.
electrónico en la Unión Soviética (ver Ajedrez
Bien podemos preguntar cómo es esto
en la URSS, 1956, página 177) fue capaz de
posible, pues sabemos que el cerebro
resolver el problema del Diagrama 285
electrónico ha dado brillantes demostraciones
(1.e8¥! ¢xd6 2.c8¦, o bien 1...¢xf6 2.g8¦).
en muchos campos científicos. La razón es
que el juego de ajedrez rebasa los límites de la
234
lógica y entra en el campo de la dialéctica.
Este es un campo que está fuera del alcance
de la máquina más perfecta; es un campo de
actividad reservado para el cerebro humano y
siempre permanecerá así. Un ejemplo lo hará
ver más claro. Nosotros podemos enseñar a la
máquina el principio de que un alfil es más
fuerte que un caballo o viceversa; pero no
podemos enseñarle que un alfil es más fuerte
o más débil que el caballo, dependiendo ello
de una serie de otros factores. Por lo tanto los
ajedrecistas no debemos temer que el uso de
un aparato electrónico dé motivo para acabar
con el desarrollo del juego de ajedrez y hacer
imposible su práctica. El motivo por que el
ajedrez es un juego tan exquisito es porque
tiene carácter personal y es capaz de exponer
a la luz todas las facetas del pensamiento
humano.
La tesis de que el ajedrez pertenece al campo
de la dialéctica debe, por supuesto, exponerse
sobre alguna base.
Para hacerlo, consideremos la ventaja
material. Cuando decimos que la superioridad
material es una ventaja, expresamos
simplemente algo muy claro (aunque
debemos recordar, que el bando
materialmente más débil puede tener alguna
forma de compensación). Sabemos que la
superioridad material es uno de los elementos
que permiten decidir una victoria.
Pero examinemos ahora el Diagrama 286 que
contiene una posición poco antes del
aplazamiento de una partida Pachman-
Hromadka, Campeonato de Praga, 1944.
Diagrama 286
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7+-+-+-+-'
6-+-+-+k+&
5+-zp-zp-+-%
4-+P+P+K+$
3+-+N+-+-#
2-+-+-+-+"
1vl-+-+-+-!
xabcdefghy
Si les hubiera tocado jugar a las negras,
después de 1...¥d4 yo hubiera empleado el
plan correcto para ganar 2.¤e1 ¥f2 3.¤f3
¢f6 (3...¥d4 4.¤h4+ ¢f6 5.¢h5) 4.¢h5 ¥g3
5.¤h4! ¥f2 6.¤f5 ¥g1 7.¤h6 ¥d4 8.¤g4+
235
¢e6 9.¢g6 seguido de ¤g4−f6−h7−g5+ y
¢f5. Desdichadamente me tocaba jugar a mí
y aproveché la oportunidad para ganar una
inmediata ventaja material con la errónea
jugada 1.¤xc5, después de lo cual ya no se
puede ganar la partida: el peón de alfil no
puede aprovecharse sin la ayuda del rey, el
cual, no obstante, solamente puede prestar el
necesario apoyo permitiendo que caiga su
peón de rey. Si, por otra parte, las blancas
hubieran adoptado el plan que
equivocadamente rechazaron, habrían llegado
probablemente a una posición como la del
Diagrama 287.
Diagrama 287
XABCDEFGHY
8-+-+-+-+(
7+-+-+-+-'
6-+-mk-+-+&
5+-+-zpKsN-%
4-+P+P+-+$
3+-+-+-+-#
2-+-+-+-+"
1vl-+-+-+-!
xabcdefghy
Pero a partir de ésta, después de 1.¤f7+ ¢c5
2.¤xe5 ¥c3 las blancas tampoco pueden
ganar, a pesar de sus dos peones de ventaja.
Existen también otros casos de aparente
contradicción en ajedrez. Un ejemplo es la
desventaja de tener la obligación de jugar
(zugzwang). Sabemos que el tiempo es un
importante factor en una partida; el derecho a
realizar una jugada es algo que nosotros, bajo
circunstancias normales, nunca
renunciaríamos. Pero es el caso que algunas
veces se producen posiciones en las que la
obligación de realizar una jugada es una
verdadera desventaja y a veces decisiva. Y
esto no se reduce solamente a posiciones
sencillas como muestran los Diagramas 288 y
289.
En el primero son las blancas las que están en
posición de “zugzwang”, en el segundo, son
las negras. En esta última posición las negras
tienen aún dos jugadas de peones disponibles
(g5 y h5), pero ello no alterará la posición.
Otro ejemplo de la naturaleza dialéctica del
ajedrez es la cuestión del carácter de la
posición. En muchas posiciones el carácter
está determinado por elementos que
aisladamente son completamente opuestos, excelente coordinación de todas sus piezas y
pero que juntos producen unidad; producen el columnas abiertas para sus torres. Aquí
equilibrio de la posición. Un ejemplo es la pueden apreciarse elementos en contraste: el
ventaja material en oposición a un superior estático (blancas) contra el dinámico (negras).
desarrollo y coordinación de piezas. El equilibrio de esta posición es un ejemplo
de la dialéctica unidad de los contrastes.
Diagrama 288 El carácter dialéctico del ajedrez brota aún
XABCDEFGHY con más fuerza cuando consideramos los
8-+-+-+-+( factores psicológicos. El hecho de que en una
7+p+-+-mk-' posición particular la misma jugada pueda
6-+p+-zpp+& resultar buena o mala según sea el carácter o
5zp-zP-+-+p% la naturaleza del adversario, es una
4-+-zP-+-+$ contradicción evidente; pero que puede ser
3+P+-vlNzP-# comprendida después de un profundo estudio
de la aplicación de las reglas del ajedrez.
2-zP-+-wq-zP"
En este libro nos hemos ocupado de muchos
1+-+Q+-+K! principios de la estrategia del ajedrez, y ahora
xabcdefghy podemos preguntar, ¿qué carácter tienen estos
Las blancas están en zugzwang principios? La mayoría de las relaciones de
semejanza valederas en ajedrez han sido
Diagrama 289
XABCDEFGHY establecidas empíricamente, inspirándose en
la práctica magistral. Pero ellas tienen una
8-+rmk-+-+( validez limitada porque el ajedrez está lleno
7zp-trqsn-zp-' de contradicciones.
6P+n+p+-zp& Exactamente igual que en la naturaleza, en la
5+-+pzPp+-% sociedad humana, en el pensamiento humano,
4LzP-zP-zP-zP$ así también ocurre en las complicaciones del
3+-tR-+N+-# ajedrez, que están más allá del alcance de
2-+R+-+P+" simples reglas lógicas. En el ajedrez se
1+-wQ-+-mK-! presentan con frecuencia situaciones que no
xabcdefghy pueden ser explicadas mediante los dogmas
Las negras están en zugzwang usualmente admitidos en la teoría
ajedrecística; y cuanto más alto es el nivel del
Diagrama 290 ajedrez y más avanzada su teoría, más a
XABCDEFGHY menudo ocurren estos casos; pero tales
8r+-+-trk+( singularidades y peculiaridades características
7zplzpq+pzpp' tienen su origen en el propio ajedrez. Puesto
6-+-vl-sn-+& que los principios del ajedrez son solamente
5+-+-+-+-% advertencias en el camino, ellos no pueden ser
considerados en todas las circunstancias como
4-+-sN-+-+$ indicadores dignos de confianza para seguir
3+-sN-zP-+-# un procedimiento correcto. Existen jugadores
2PzP-+-zPPzP" que, además de poseer un dominio
1tR-vLQ+RmK-! fundamental de los principios del ajedrez,
xabcdefghy emplean algo más: la intuición de un artista.
Esto les ayuda a descubrir posibilidades
En el Diagrama 290 la posición es igual, ocultas, desentrañar combinaciones
juzgada según el estado de la teoría de hoy sorprendentes y crear partidas de duradero
día. Las blancas tienen superior estructura de valor estético.
peones: no solamente tienen un peón más, En esta unión de elementos científicos y
sino que el peón negro de c7 está aislado y en artísticos descansa la verdadera grandeza del
una columna abierta. Por su parte las negras ajedrez: ese maravilloso producto del cerebro
tienen piezas más efectivas: disponen de la humano.
pareja de alfiles, ventaja de desarrollo,
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