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Cómo ayuda la tecnología en prevenir los desastres naturales

Las radiocomunicaciones contribuyen a la gestión de desastres al facilitar la predicción, detección y aviso


oportuno. ¿Cómo lo hacen?

Reducir la vulnerabilidad resulta crucial en una región que ha visto cómo la proporción de desastres naturales
ha aumentado a través de los años. El impacto es aún más devastador para aquellos que viven en áreas
remotas y aisladas sin acceso a la información básica y medios de comunicación que son esenciales para
proporcionar notificaciones de alertas vitales.

está entre los países que han registrado el mayor progreso en la reducción de riesgo de desastres en los últimos
años, gracias a los esfuerzos que el gobierno federal y las administraciones locales han puesto en esta materia.

Sin embargo, la acción gubernamental necesita del apoyo de la iniciativa privada y del sector social organizado,
los cuales pueden aportar sus conocimientos, tecnología y recursos para reducir los riesgos y maximizar la
eficiencia en la prevención y respuestas ante los desastres naturales.

Con el fin de mitigar el impacto de los desastres naturales, una difusión oportuna de información por parte de
las autoridades antes, durante y después de los desastres es crítico.

Las radiocomunicaciones hacen valiosas contribuciones a la gestión de desastres ya que facilitan la predicción,
detección y aviso oportuno a través de la utilización coordinada del espectro de frecuencias radioeléctricas y el
establecimiento de normas de radio y guías sobre el uso de sistemas de radiocomunicaciones.

En la respuesta a los desastres, las aportaciones que brindan las telecomunicaciones son sumamente
importantes. Los equipos de respuesta que son desplegados en las emergencias tienen una necesidad crítica
de servicios de telecomunicaciones confiables en los primeros días después de una emergencia. Igualmente,
importante es que los damnificados cuenten con la posibilidad de contactar a sus familiares y amigos.

Ciencia para prevenir desastres naturales


Para hacer frente a los desastres naturales, es necesario aplicar conocimientos científicos. En este ámbito
Colombia tiene bastantes fortalezas.

Investigadores de entidades y universidades concuerdan en que, si no fuera por el conocimiento adquirido en


los últimos 30 años, el número de muertos y damnificados hubiera sido mayor. Esto, porque de acuerdo con el
informe ‘Aplicación de la ciencia para la reducción del riesgo de desastres’, de la Oficina de las Naciones Unidas
para la Reducción del Riesgo de Desastres, la ciencia desempeña un papel protagónico en prevenir este tipo
de eventos al tener la infraestructura y la información para generar alertas tempranas e identificar zonas de
riesgo. Para esto, también se han creado nuevas tecnologías.

Colombia es ejemplo en la región. Quienes criticaron a la administración de Manizales por deslizamientos


recientes no consideraron que la ciudad cuenta con un sistema, desarrollado en los últimos 30 años, mediante
el cual 48 estaciones hidrometeorológicas recogen en tiempo real datos indispensables para generar alertas
tempranas. En este sentido Manizales es un ejemplo para el resto del país, además, porque en los últimos tres
años la ciudad ha ejecutado 9.000 millones de pesos en producir conocimiento científico necesario, con el fin
de mitigar el riesgo de ellos. Prevenir las consecuencias de los desastres naturales es una tarea compleja, que
comprende producir conocimiento altamente especializado para evaluar las amenazas naturales, detectar las
vulnerabilidades y evaluar los riesgos de una región, además de un trabajo multidisciplinario.

“Para elaborar, por ejemplo, un mapa de riesgo de una región, necesitamos de un equipo de geólogos,
hidrólogos, ingenieros, entre otros, para describir completamente la zona y así determinar el nivel de amenaza
o peligro. Pero la cuestión no para allí; a la hora de determinar la vulnerabilidad y el riesgo requerimos de
economistas o matemáticos expertos en probabilidades, y como estos estudios se hacen en regiones pobladas,
entonces, necesitamos de sociólogos, antropólogos, trabajadores sociales para determinar cómo la acción
humana puede aumentar o reducir esos riesgos”, explica el ingeniero civil y profesor de la Universidad Nacional
de la sede de Manizales Omar Darío Cardona.

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