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LOS SENTIDOS NOS ENGAÑAN

la percepción humana es la integración de los estímulos recibidos por los sentidos (ojo,
oído, olfato, tacto y gusto) con nuestras experiencias. Cada sentido tiene una parte del
cerebro o varias encargadas de controlarlo; este órgano clasifica los estímulos recibidos
según nuestra subjetividad y nosotros los organizamos a través del lenguaje” dicho lo
anterior se puede decir que los sentidos si nos engañan ya que sólo reciben una pequeña
parte de la información que halla en el exterior y la podemos percibir de cualquier manera,
aquí podemos citar la frase que dice 'nada es lo que parece’.
ilusiones ópticas, ruidos que solo nuestra mente escucha, entre otras muchas cosas, un
ejemplo de ello es la magia ya que Los magos utilizan la distracción para desviar la atención
del público hacia un punto, mientras que en otro lugar está sucediendo algo que no
percibimos, Cuando el cerebro no recibe señales de los sentidos se desorienta y se ve
obligado a fabricar su propia realidad para llenar ese vacío y es allí cuando podemos percibir
algo que no es real.

otro aspecto seria la percepción selectiva que tenemos en algunos casos a grandes rasgos,
la persona no puede percibir todos los estímulos que le llegan al mismo tiempo y reduce su
campo perceptual en función a aquello que desea percibir, normalmente ocurre cuando
nuestros deseos nuestras ganas, de que algo suceda de determinada manera, afectan a la
forma en que opera nuestra percepción. un ejemplo Si tenemos hambre y estamos
haciendo dieta, nos fijamos más en las personas que se están comiendo un pastel por
la calle, y nos parece que hay más personas que comen pasteles. Pero no es cierto.

No cabe la menor duda de la sugestión que el ser humano ejerce sobre su percepción y, de
esta sugestión, surgen todo tipo de consecuencias. Entre ellas destacan la superstición o la
mala suerte, por ejemplo, que no son más que modificaciones subjetivas sobre cómo
interpretamos la realidad. Curiosamente, uno de los errores más comunes de nuestra
percepción es que, en muchos casos, somos incapaces de criticar nuestros propios errores y
reconocer nuestros fallos. La percepción hace de las suyas y no nos permite juzgarnos con
objetividad a nosotros mismos.

En conclusión, los sentidos si nos engañan y con algunos de los aspectos que tocamos lo
podemos comprobar porque en múltiples ocasiones las cosas no son como las percibimos,
el cerebro fabrica imágenes no fidedignas y que hace sentir las cosas de manera distinta de
como ocurren en la realidad, simplemente porque la evolución le exigió elaborar una serie
de trampas para compensar su debilidad y así ayudar a la humanidad a vivir mejor.

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