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Virginia Morales Baca

Taller de sensibilización para el manejo de las emociones en personal de la


universidad La Salle, Pachuca.

1. Marco Teórico.

1.1 ¿Qué son las emociones y desde donde abordarlas?


Las emociones constituyen un elemento clave de la persona, ellas son una de las
bases de interacción posibilitando la adaptación de las personas a las exigencias
del entorno (Chóliz Montañés, 2005). Aunado a lo anterior es importante resaltar
que las emociones posibilitan, y en gran medida condicionan, las relaciones que
sostenemos con las personas, razón por la cual el reconocimiento, aceptación y
adecuada expresión de las mismas constituye un área prioritaria de atención dentro
de la disciplina psicológica.
Es importante recordar que las emociones constituyen una respuesta natural del
organismo ante estímulos con los cuales entramos en interacción, es decir,
hablamos de un primer componente biológico que es la base orgánica de la
constitución emotiva de las personas (Bericat, 2012). Ésta base orgánica de las
emociones se expresa en cinco componentes básicos: Ira, Miedo, Felicidad,
Repugnancia y Tristeza; sin embargo como lo han señalado algunos autores (Chóliz
Montañés, 2005; Kinkead Boutin et al., 2011; Bericat, 2012) la línea entre estas
emociones básicas no es clara, y la expresión de las mismas muchas veces es
ambigua, lo cual dota de una complejidad considerable el estudio de las mismas.
Ahora, si bien es cierto que la existencia de componentes orgánicos han sido
abordados por múltiples investigaciones (Beer, et al., 2006; Beer, et al., 2010; Banjhi
& Beer, 2012) me parece importante resaltar el papel sociocultural en la
conformaciones de comportamientos relacionados con la regulación emocional y la
permisividad relacionada con las expresiones adecuadas para determinados
sectores, en este sentido se retoman las investigaciones de Ellis (2005) y el papel
de los componentes cognitivos en la identificación y posterior implementación de
estrategias de regulación emocional, aunado a ello cabe señalar el papel del medio
social en el que interactúan las personas como elemento dentro del que se
contextualizan las emociones individuales.
Una perspectiva basada en las nociones de la terapia racional-emotiva
complementada con los principios constructivistas basado en la premisa del
entrenamiento (Chóliz Montañés, 2002; Rendón Arango, 2007) constituyen la base
de este programa de intervención, pues se parte de la premisa de que las personas
tienen la facultad de aprender habilidades nuevas que fortalezcan aquellas con las
cuales ya cuentan, ello con la finalidad de propiciar en ellas una relación con el
ambiente mucho más estable y satisfactoria.
1.2 Las emociones en el trabajo.
Ahora bien, la relación que existe entre la regulación emocional y el desempeño
laboral ha sido explorada en algunos estudios que detallan que la regulación
emocional constituye un elemento de gran importancia al momento de salvaguardar
la integridad de los colaboradores dentro de la esfera del trabajo (Gracias y
Martínez, s.f) lo cual constituye un reto de gran envergadura ante las exigencias del
campo, en suma se trata de mediar la capacidad del entorno laboral con la
estabilidad emocional de las personas que colaboran dentro de dicho espacio, lo
cual busca no comprometer ninguno de ambas esferas (Feldman y Blanco, 2006)
razón por la cual es pertinente el desarrollo de técnicas dentro de la esfera laboral
que propicien en los colaboradores la adquisición de herramientas que posibiliten la
identificación, aceptación y expresión adecuada de las emociones ante situaciones
cotidianas dentro del desempeño laboral.
Las situaciones en las que se encuentran inmersas las personas dentro del trabajo
pueden desencadenar episodios en los que las respuestas no sean las más
adecuadas expresando el malestar emocional por medio de acciones violentas,
explosivas, desmedidas o exacerbadas, siendo estas manifestaciones de una
situación emocional poco atendida por las personas y que dificulta el desempeño
de las tareas asignadas dentro del trabajo. Como lo han mencionado algunos
autores (Feldman y Blanco, 2006) la reflexión sobre las emociones dentro de los
espacios laborales ha sido poco, sino que nada, explorado; motivo por el cual el
manejo de situaciones en las que éstas se desbordan es una peculiaridad más que
una generalidad.
Aunado a lo anterior, un estudio realizado por la universidad de Wharton 1 ha
demostrado la eficacia de los programas de capacitación dentro de las
organizaciones que han logrado incorporar el entrenamiento emocional como eje
clave para la administración de los recursos personales dentro del trabajo. Parte de
los resultados son ya imaginables: personas que tienen una mayor capacidad para
identificar y expresar sus emociones de forma asertiva no sólo reportan mayores
indicadores dentro de áreas como satisfacción personal y en su trabajo, sino que
desempeñan logran demostrar índices de desempeño más altos que aquellas
personas que no cuentan con una base en el manejo de las emociones.
A simple vista estos datos pueden ser atractivos por el aspecto organizacional, pues
reportarían mejores y más altos niveles de desempeño, sin embargo lo realmente
relevante es que las personas con dicha formación también reportan sostener
mejores relaciones sociales y laborales, lo cual es el elemento fundamental de este
programa, lograr que las personas establezcan un desempeño personal más
adaptativo y que repercuta en una mejor dinámica de vida.

1
Una versión breve de dicho trabajo se encuentra disponible en
http://www.knowledgeatwharton.com.es/article/la-gestion-de-las-emociones-en-el-trabajo-y-sus-efectos-
en-los-resultados/
1.3 Asertividad y entrenamiento emocional.
Las emociones, como se ha mencionado con anterioridad constituyen un entramado
fundamental para la vida, y en consecuencia, son un elemento clave para el
desempeño dentro de las esferas laborales en las que se pueden desempeñar las
personas. De igual forma se ha mencionado la importancia de la necesidad por
expresar las emociones de forma más funcional, o asertiva posible.
Debemos comprender que la asertividad hace referencia a la capacidad de las
personas por expresar sus necesidades, pensamientos y/o sentimientos de forma
clara sin que ello menoscabe o atente contra la integridad de la(s) otra(s)
persona(s). Esta definición de asertividad implica un autoconocimiento pleno, es
decir, se debe contar con la capacidad para saber cómo pienso, cómo me siento,
qué quiero y qué no ante una multiplicidad de situaciones; aspectos que muchas
veces son dados por ciertos y que, sin embargo constituyen el primer eslabón de
una serie de acciones que dificulta la expresión de un sentir. ¿Cómo puedo
expresarle a otra persona cómo me siento si ni siquiera yo soy capaz de saber de
qué forma me siento?, se trata, en un primer momento, de conocerse a sí mismo
para poder expresar de forma clara las necesidades pertinentes del ser.

Marco Contextual.
La Universidad de La Salle campus Pachuca es una de las escuelas a nivel medio
superior y superior privadas de mayor prestigio académico dentro de la entidad,
contando con una matrícula estudiantil de considerable cantidad. La Universidad
cuenta con un total de quince licenciatura en áreas cómo ingeniería, humanidades,
ciencias de la salud, administrativas y jurídicas; así mismo se ofertan diecisiete
posgrados en áreas como las anteriormente mencionadas. Como se puede
observar la universidad cuenta con una diversidad de áreas de conocimiento, siendo
su población estudiantil basta, y las exigencias de la misma constituyen la base de
la existencia del sistema educativo.
En este contexto, se ha logrado conocer que, como en muchos sistemas educativos
los procesos administrativos pueden saturar los espacios y a las personas
encargadas de proporcionar la atención solicitada; razón por la cual algunas
personas pueden verse sentirse rebasadas por los deberes, actuando de forma no
asertiva y brindando una atención no sólo deficiente sino incluso ofensivas.
La falta de regulación emocional puede repercutir de forma negativa en la prestación
de servicios por parte del personal administrativo y/o académico de La Universidad
de La Salle, razón por la cuál es imperante la atención a un área como las
emociones, con la finalidad de generar un espacio educativo acorde con las
expectativas del cuerpo estudiantil y con los principios básicos de la Universidad,
como institución encargada de preservar el saber.
Objetivo general.
Proporcionar a las y los participantes herramientas teórico-metodológicas efectivas
que les permitan identificar, regular y expresar de manera adaptable sus emociones,
haciendo énfasis en las emociones de índole más reactivas.

Objetivo particular
Propiciar en las/os participantes un espacio para la reflexión de su actuar diario en
el ámbito laboral, ejercicio que debe propiciar en ellas/os elementos para la
autoevaluación de su quehacer diario.
Detonar en las/os participantes una actitud empática y comprensiva a las
necesidades de las demás personas.
Dotar a las personas participantes de herramientas que posibiliten una interacción
basada en el diálogo y la cordialidad, entendiendo éstos elementos como
imprescindibles para brindar un servicio cálido y de calidad.

Metodología
El programa de intervención se estructura a partir de las premisas teórico-
metodológicas de la teoría racional-emotiva de Albert Ellis, el manejo de grupos de
contingencia y algunos elementos de la psicología constructivista para el
entrenamiento de las emociones. Para ello se plantea un el desarrollo de sesiones-
taller centradas en tres ejes: informar, sensibilizar y entrenar. Estas sesiones buscan
otorgar en un primer momento elementos conceptuales que permitan a las/os
participantes el reconocimiento racional de las problemáticas relacionadas con las
emociones y el manejo de éstas.
En un segundo momento se plantea el desarrollo de actividades que posibiliten la
sensibilización respecto al mal manejo emocional en situaciones propuestas por las
personas con la finalidad de visibilizar posibles alterativas de solución, aunado a ello
se busca generar en estas personas la empatía necesaria para poder capacitarse.
Éste sería la tercera etapa de este taller, la cual consiste en entrenar a las personas
para que ellos puedan afrontar las situaciones detonantes de angustia y estrés con
estrategias funcionales, basadas en la empatía, la escucha activa y la cordialidad.
La sugerencia del taller respecto a los tiempos se propone en sesiones de 3 a 4
horas efectivas por al menos 5 sesiones, dando como resultado un total de 20 horas
totales, ello con la finalidad de garantizar la adquisición de nuevas pautas de
interacción por parte de las personas participantes del curso-taller.
En cuanto a la disposición física se piensa en un espacio bien acondicionado y
posibilite la movilidad y libre expresión de las personas participantes. El material
necesario para las sesiones se puede hacer saber con al menos dos semanas de
anticipación para que las/os participantes cuenten con la posibilidad de adquirirlo y
poder asistir con él a las sesiones.
Referente al tamaño del (de los) grupo (s) se piensa en un máximo de 15 personas
y un mínimo de 10; esto atiende a una necesidad de manejo grupal, puesto que la
metodología se centra en un saber-hacer, se busca garantizar la dinámica grupal
respecto a la adquisición de los modelos de interacción propuestos por el taller.

Cartas descriptivas.

Sesión:1 Objetivos:
 Que las personas participantes se conozcan.
 Establecer un espacio amigable y propicio para la libre y espontánea expresión de
sentimientos.
 Explorar las expectativas de las personas respecto a su trabajo, sus sentires y sus
formas de interactuar en el espacio de trabajo.

Actividades:
 Actividad de presentación en el que las personas puedan decir su nombre, el área en la que trabajan, lo que
más le gusta de su trabajo y lo que menos le gusta. Una vez realizada esta acción se les pedirá a las personas
que se recuesten en el papel mural y soliciten a otra persona que les ayude a dibujar su silueta.

 Una vez que todas las personas cuenten con sus siluetas se les pide que traten de dibujar su rostro lo más
detallado posible. Posteriormente se les pide que mediten un poco respecto a ellos mismos ¿Cómo se sienten
ante una situación que les genera malestar? ¿Qué sensaciones despiertan en el cuerpo? ¿Qué piensan? ¿Qué
hacen? ¿Qué dicen? Una vez que hayan meditado en esto se les pide que traten de representar eso en la
silueta, por ejemplo “cuando me enojo siento dolor estomacal” por lo tanto dibujara algo en el área abdominal
que les permita reconocer a las demás personas ese malestar. Una vez hecho esto se pide que se compartan
las impresiones de todas las personas.

 Actividad en la que se propicie un reconocimiento inicial de las emociones: se les pide a los participantes que
identifiquen alguna de las emociones básicas y algunas de las emociones compuestas, una vez realizada esta
acción se les pide que escriban en un pequeño pedazo de papel dichas emociones, sin colocar nada más que
esto. Una vez que todas las personas han realizado esta actividad se mezclan los papeles y se colocan en una
bolsa, se les pide a las personas que saquen un papel y lo lean en voz alta, una vez hecho esto se les pide que
determinen quién consideran que es la persona a quien describen mejor esas emociones y por qué, de ser
posible se solicita que se den ejemplos de situaciones. Se da paso a la retroalimentación ¿De qué forma las
emociones nos han controlado en vez de nosotros a ellas?

 Una vez realizada esta actividad se pide a las personas participantes que visualicen posibles alternativas de solución a
los ejemplos en los que las personas fueron incapaces de expresar sus emociones de forma asertiva. Se anotan las
posibles respuestas en el pizarrón.

Materiales: Tiempo:
Un aula bien iluminada, pizarrón y plumones, hojas de papel y lapiceros
120 a 180 minutos aproximadamente.
suficientes para cada participante, un papel mural en el que quepa el
cuerpo completo de cada persona, plumones.
Sesión:2 Objetivos:
 Que las personas participantes (re) conozcan sus emociones y los patrones ante
las cuales se presentan.
 Proporcionar a los participantes estrategias para regular emociones

Actividades:
 Se les pide a los participantes que se sienten en círculo. Una vez que hagan esto se les solicita
que cierren los ojos, y mediten en una situación que les haya generado mucho malestar emocional,
el hecho puede ser reciente o no, lo que se pide es que se concentren en su sentir, ¿por qué se
desarrolló ese malestar? ¿Qué estaba pasando? ¿Qué están sintiendo? Una vez que las personas
hayan visualizado de forma clara se pide que elijan a algunas personas para que interpreten los
papeles de la escena, estas personas tienen que recrear lo que esta persona les diga mientras las
demás personas observan. Una vez que ha pasado la escena se solicita a las personas que
proporcionen su opinión así como a la persona que fungió como “director de la escena”. Se busca
que las personas cuenten con posibles alternativas de solución.
 Una vez realizada esta actividad se organizarán en parejas y se les pedirá que realicen el ejercicio
de “banco de niebla” aplicando demandas cotidianas de su trabajo, pasado un tiempo se invierten
los roles, una persona demanda y la otra intenta ser lo más asertiva posible.
 Se concluye la jornada con una técnica de respiración que posibilite a las personas regular la
respiración y concentrarse en situaciones más positivas.

Materiales: Tiempo:
Un espacio amplio y bien iluminado, hojas y papeles
suficientes para cada participante, pizarrón y plumones.
90 a 120 minutos aproximadamente.

Sesión:3 Objetivos:
 Permitir que las personas reconozcan elementos de sí mismas como positivas y
favorecer dichas cualidades al momento de resolver problemas.
 Favorecer la comunicación de las personas.

Actividades:
 Se les proporciona un espejo a los participantes, se les pide que, de forma individual digan su
nombre y se refieran a la persona en el espejo en tercera persona diciendo “tú (nombre) eres una
persona…” y mencionen todas las cualidades que tienen y/o que otras personas les han dicho
poseer. Al concluir se propicia la reflexión sobre las cualidades que poseemos todos, y de qué
forma éstas pueden ser claves para le resolución positiva de situaciones complejas.

Materiales: Tiempo:
Un espacio amplio y bien iluminado, hojas y papeles
suficientes para cada participante, pizarrón y plumones.
120 minutos aproximadamente.
Sesión:4 Objetivos:
 Propiciar en las personas la responsabilidad de lo que hace y dice.
 Que las personas acepten su sentir y eviten la transferencia dentro de la interacción con
otras personas.

Actividades:
 Se les explica a las personas que en la interacción con las demás personas es común asignarles a ellas
atributos negativos (lo que entenderemos como mensajes tú), los cuales tienden a otorgar a la otra persona
le responsabilidad de aquello que sucede. Lo que se trata es de construir mensajes más asertivos partiendo
de mensajes centrados en lo que uno siente, piensa, dice. Por ello se les pide a las personas que en parejas
que practiquen estos mensajes tú (Contigo no se puede dialogar/ No haces más que repetir y repetir/ Eres
un/a fantasma/ ¡Siempre haces lo mismo!/ De este asunto no entiendes absolutamente nada/ Mira, no me
enrolles/ Dilo tú, que lo sabes todo/ A veces, te preocupas más de los demás que de tu familia/Estás loco/a;
hazlo tú si quieres/ No te quiero ver con ese/a sinvergüenza de amigo/a que tienes/ Pareces tonto/a, hijo/a.
¿Por qué no saludaste ayer?/ No me traigas a nadie a casa. ¡Vete tú a saber con qué compañías andas!), los
discutan y posteriormente transformen estos mensajes tú en mensajes yo. Para ello se pide que atiendan
estas sugerencias: Para construir mensajes yo puedes seguir estos tres pasos:

1- Describir brevemente la situación o comportamiento que te disgusta o molesta. Describe y no juzgues. Ej.:
Levantáis mucho la voz y no logro escuchar lo que dicen. Me siento molesto.
2- Describir las consecuencias o efectos que dicho comportamiento o sentimiento tiene sobre ti (… y no logro
escuchar los que dicen)
3- Expresar los sentimientos que ese comportamiento te causa (Me siento molesto)

 Una vez realizada esta actividad se pide que realicen una escenificación en la que se vea claramente el papel
de los mensajes tú y su modificación a mensajes yo. Para concluir se les pide que evalúen las veces que
emiten mensajes tú a lo largo de su jornada diaria, reflexionen sobre posibles formas de transformar dichos
contenidos en mensajes yo. Dicho contenido se compartirá en la siguiente sesión.

Materiales: Un espacio amplio y bien iluminado, hojas y lapiceros Tiempo:


suficientes para cada participante.
120 minutos aproximadamente
Bibliografía

Banjhi, J. & Beer, J., 2012. Unpackin the neural associations of emotion and
judgment in emotion-congruent judgment. SCAN, Volumen 7, pp. 348-356.
Beer, J., John, O., Scrabini, D. & Knight, R., 2006. Orbitofrontal cortex and social
behavior: integrating self-monitoring and emotion-cognition interactions. Journal of
Cognitive Neurosciences, 18(6), pp. 871-879.
Beer, J., Lombardo, M. & Palacios Banjhi, J., 2010. Roles of media prefrontal and
orbitofrontal cortex in self-evaluation. J. Cogn Neurosci, 22(9), pp. 2108-2119.
Chóliz Montañés, M., 2002. Emociones sociales: Enamoramiento, celos, envidia y
empatía. En: Psicología de la motivación y de la emoción. Madrid: McGrw Hill, pp.
395-418.
Ellis, A., 2005. Manual de terapia racional emotiva. Bilbao: Desclée De Brouwer.
Feldman, L. & Blanco, G., 2006. Las emociones en el ambiente laboral: un nuevo
reto para las organizaciones. Revista de la Facultad de Medicina, 29(2).
Montañés, C., 2005. Psicología de la emoción: el proceso emocional. Valencia: s.n.
Rendón Arangón, M., 2007. Regulación emocional y competencia social en la
infancia. Diversitas: Perspectivas en psicología, pp. 349-363.

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