pero que no participaron en el programa, hubo una reducción significativa de
vinculación a pandillas, participación en crímenes, arrestos, consumo de dro- gas ilegales y conductas agresivas (Chaux, 2005a; Tremblay et ál., 1995, 1996). En Colombia, varios programas educativos están buscando el desarrollo de competencias ciudadanas. De hecho, el Ministerio de Educación Nacional creó un Programa Nacional de Competencias Ciudadanas que busca que las competencias ciudadanas sean una prioridad de formación en todos los cole- gios públicos y privados de Colombia, tanto como las matemáticas, el lenguaje o las ciencias (Chaux, 2009). El programa incluye los Estándares Nacionales de Competencias Ciudadanas que definen lo que el Ministerio espera que los estudiantes logren en todos los colegios de Colombia en temas de convivencia, participación y pluralidad (Ministerio de Educación de Colombia, 2004). El pro- grama ha generado un gran movimiento en todo el país a favor de la educación basada en el desarrollo de competencias ciudadanas, aunque claramente toda- vía existen muchos retos por hacer efectivo el propósito del programa (Acosta, 2008; Chaux y Velásquez, 2009). Por ejemplo, la descentralización del sistema educativo colombiano permite que en las distintas regiones e instituciones edu- cativas se facilite la innovación, pero también lleva a que haya muchas zonas sin el conocimiento, las estrategias pedagógicas o la capacidad de gestión ne- cesaria para llevar a la práctica un programa como éste. Buscando crear estrategias específicas para poner en práctica las competen- cias ciudadanas en la escuela, nuestro grupo de investigación diseñó y puso en marcha el programa multicomponente Aulas en Paz (Chaux, 2007; Chaux, Bus- tamante, Castellanos et ál., 2008; Ramos, Nieto y Chaux, 2007). Aulas en Paz fue inspirado en el Programa de Prevención de Montreal, pero con un énfasis mucho mayor en estrategias pedagógicas para el desarrollo de competencias ciudadanas (Chaux, Bustamante, Castellanos et ál., 2008). El programa consta de tres componentes: 1) un currículo ofrecido a todos los estudiantes de cada clase y que busca desarrollar competencias ciudadanas relacionadas con la agresión, el manejo de los conflictos y la intimidación (esto es, bullying) (cua- renta sesiones al año). Éstas están distribuidas en veinticuatro sesiones exclusi- vas de competencias ciudadanas y dieciséis sesiones llevadas a cabo en la clase de lenguaje y en las que se integran el desarrollo de competencias de lenguaje y competencias ciudadanas; 2) talleres con todos los padres de familia (cua- tro talleres al año) y visitas a cada uno de los hogares del diez por ciento de los estudiantes con mayores problemas de agresión (cuatro visitas al año). Estos talleres y visitas tienen por objetivo que sus familias puedan apoyar el apren- dizaje de competencias ciudadanas que ocurre en la escuela; 3) talleres de re- fuerzo en competencias ciudadanas realizados en espacios extracurriculares en grupos heterogéneos compuestos por dos niños con problemas recurren- tes de agresión y cuatro que se destacan por sus comportamientos prosociales