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LA CRIMINOLOGIA Y EL DERECHO PENAL

CONOCIMINETOS NO JURIDICOS CONOCIMIENTO PENAL

LA CRIMINOLOGIA Y EL DERECHO PENAL

El Derecho Penal históricamente se ha estructurado bajo el concepto de delito


en el sentido de que es un ente abstracto jurídico que tiene 3 presupuestos:

a.- La Tipicidad

b.- La Antijuricidad

c.- La Culpabilidad

d.- La Responsabilidad

La Tipicidad

Consiste en describir el tipo penal ósea la conducta delictiva. Ejemplo: El


homicidio, la violación, fraudes, estafa.

Esa descripción legal que se hace en cada artículo del código penal, es de
carácter general, de orientación jurídica para los abogados, jueces, policías,
etc. Tiene como naturaleza la abstracción de la realidad política, social, familiar,
moral, geográfica, etc.

La Antijuricidad

Significa que esa conducta típica es contraria a la legalidad osea con el acto
delictivo se esta vulnerando la ley final.

La Culpabilidad

Consiste en el nexo psicológico que pueda existir entre el autor y la victima y


corresponde a los abogados y jueces descubrir ese nexo para llegar a la
conclusión de la autoría.

Pero, el juez previamente debe establecer que en el momento de ejecutarse el


delito, el autor lo hizo en forma consiente y voluntariamente.

La Responsabilidad

De acuerdo al artículo 45 del código penal, el juez penal tiene la obligación de


fundamentar su fallo en los factores que en él se señalan
LOS ABOGADOS Y LOS JUECES

Conocimientos jurídicos

El error de la formación profesional y académica del abogado es que


históricamente la universidad prepara al profesional únicamente en
conocimientos jurídicos y de allí está el auge de la crisis del derecho penal,
pues, el texto legal penal que es teórico y dogmatico, no guarda relación con la
realidad que s la fuente del derecho.

La universidad imparte, en forma excluyente, solo conocimientos jurídicos,


médicos, contables, químicos, físicos, etc., cuando la realidad nos demuestra
que la actividad humana abarco el conocimiento que es único.

Conocimientos no jurídicos

El profesor Luis Jiménez de Asua, renombrado y verdadero cultivador y


especialista del derecho penal, en su libro “El Derecho Penal del ha
reconocido que el abogado, jueces, fiscales, policías y aun legisladores
deberían conocer la necesidad de aplicar los conocimientos no jurídicos que
proporciona la criminología con las disciplina de la antropología, sociología,
psicología, psicopatología, psicoanálisis, biotipología criminales, etc.

Precisamente, cabe señalar que en el año de 1876 se publico el libro del


medico italiano Cesar Lumbroso, especializado en psiquiatría “El hombre
delincuente en relación a la antropología, la jurisprudencia y a la psicología
experimental” hoy conocido en los manuales de derecho penal y de
criminología como “El hombre delincuente…..”.

Ese libro provoco una verdadera revolución en el campo de la justicia penal


¿Por qué?

Tal vez fuera un profesional ajeno a las ciencias jurídicas, como lo fue el
medico – psiquiatra Cesar Lumbroso, expuso que el delito no era “un ente
jurídico abstracto, sino un acto o acción humana”.

Los llamados penalistas no podían admitir que un profesional como Cesar


Lumbroso planteara una alternativa que a ellos no se ocurrió en la evolución
del pensamiento penal, cual es reconocer que solo el ser humano, normal,
anormal o enfermo mental puede ser el autor del delito.

Y, ademas de señalar que el delito era un acto o acción humana, era necesario
explicar las causas que impulsaban a cometer delitos y Lumbroso planteó esa
alternativa no para justificar el comportamiento delictivo sino para
complementar la aplicación de los conocimientos no jurídicos.
El criminólogo italiano Benigno Di Tullio en su obra “Criminología y Psiquiatría
forense”, planteó que era una “necesidad insuprimible” conocer las causas que
induce al ser humano a cometer acciones delictuosas.

La búsqueda de esas causas solo podían ubicarse en el estudio de la


personalidad del delincuente.

Los penalistas se preguntaran asombrados “para que explicas el delito”

La respuesta lo dio un eminente cultos de la ciencias penales: Don Luis


Jiménez de Asua cuando dijo: “No puede existir derecho penal sin criminología,
ni criminología sin derecho penal”.

Esa afirmación es real respecto a la justicia penal, pues en ella se señala que
no se puede separar el acto delictivo de la personalidad del autor.

Y por consiguiente toda investigación penal y policial fiscal debe comprender


ambos aspectos.

Precisamente, la crisis del Derecho Penal y de la justicia es la consecuencia de


que no se cumple con lo expuesto.

Como ejemplo, cito el libro del gran jurista italiano Enrique Jerri que apoyo la
tesis Lumbrosiana, cuando en 1881 publicó “Los nuevos horizontes del derecho
penal”.

La realidad actual nos demuestra que en la instrucción penal o investigación


penal no se hace ningún estudio sobre la personalidad del autor, pues, de
hacerse se puede conocer las causas de la conducta delictiva.

Los jueces penales no cumplen con el artículo 45 del código penal en el cual se
les obliga que en la determinación y aplicación de las penas deben tenerse en
cuenta tres aspectos básicos:

a.- Las carencias sociales que hubiere sufrido el autor.

b.- La cultura

c.- La costumbre
CONOCIMIENTO PERSONALIDAD Y

POLITICA DE REHABILITACION

El artículo IX del titulo preliminar del Código Penal dice:

“La pena tiene función preventiva, protectora y socializadora………”

El procesado condenado es un desconocido en la investigación penal, es decir


a los jueces solo les interesa que se ejecutó el delito, mas la persona del autor
solo es objeto para imponerle una pena sin tomar en consideración si es
normal, anormal o enfermo mental – es el derecho penal por resultado

LA VENGANZA DE LA SOCIEDAD

Transcribí “Enevilabidad”

En el año de 1943 el profesor español Mariano Ruiz publico un libro que


tiene absoluta vigencia “La actualidad de la venganza”.

En la base o contenido de la ley subyace la venganza de la sociedad que es la


aplicación de penas y el juez es el instrumento de esa venganza.

Cabe citar al gran jurista italiano Enrique Ferri cuando en 1895 publicó “El
homicida en la Psicología y en la psicopatología criminal”.

El coronel español “manual de Montesinos” derecho penal, dijo “En la puerta de


la cárcel se queda el delito, solo ingresa el delincuente” una gran verdad si
hubiera voluntad de conocer la política criminal que debe recaer en el autor del
delito.

OBJETO DE LA INSTRUCCIÓN O INVESTIGACION PENAL


PSICOLOGIA Y DERECHO PENAL

El análisis psíquico es importante para conocer las motivaciones psicológicas y


psicológicas del autor del delito y así está contemplado en los artículos del
código penal

1.- Articulo VII del titulo preliminar – principio de responsabilidad penal.

“La pena requiere de la responsabilidad penal del autor. Queda proscrita toda
forma de responsabilidad objetiva”

2.- El articulo 9 – momento de comisión del delito

“El momento de la comisión de un delito es aquel en el cual el autor o participe


ha actuado u omitido la obligación de actuar independientemente del momento
en que el resultado se produzca.

3.- Articulo 11 – bases de la punibilidad

“Son delitos y faltas las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por
la ley”

Articulo 20 – Causas que eximen o atenúan la responsabilidad penal

“Esta exento de responsabilidad penal:

1.- El que por anomalía psíquica, grave alteración de la conciencia o por sufrir
alteraciones en la percepción, que afectan gravemente su concepto de la
realidad, no posea la facultad de comprender el carácter delictuoso de su acto
o para determinarse según esta comprensión”

5.- Articulo 22 – Responsabilidad restringida por la edad

6.- Articulo 71 – Medidas de seguridad – Clases

7.- Articulo 45 – Presupuestos para fundamentar y determinar la pena.

“El juez, al momento de fundamentar y determinar la pena, deberá tener en


cuenta:

1.- Las carencias sociales que hubiese sufrido el agente

2.- Su cultura y sus costumbres….”


LIBRO SEGUNDO

TITULO I – “Delitos contra la vida, el cuerpo y la salud”

1.- Capitulo I – Homicidio

2.- Capitulo II – Aborto

3.- Capitulo III – Lesiones

4.- Capitulo IX – violación de la libertad sexual – Código de procedimientos


penales

Principio de la Instrucción

Objeto de la Instrucción

Articulo 72 “La instrucción tiene por objeto reunir la prueba de4 la realización
del delito, de las circunstancias en que se ha perpetrado y de sus móviles…..”

ESTUDIO PSICOLOGICO DEL DELINCUENTE

Es necesario un estudio psicológico del autor para conocer las motivaciones


emocionales y psicológicas que lo indujeron a ejecutar la acción delictiva lo que
le permitirá al juez hacer el juicio de reproche social y jurídico para establecer
el grado de culpabilidad en cada caso concreto.

Solo así puede conocerse el móvil y si en el momento de su acto criminal lo


hizo en forma consciente y voluntaria

Además la psicología nos permite apreciar todos los factores mentales y el


examen psíquico comprende la inteligencia, la carencia, la voluntad, el
temperamento y el carácter.

El estudio de la inteligencia y conciencia comprende la atención, la percepción,


la memoria, la imaginación, la asociación de ideas, la afectividad, las
emociones y las pasiones.

Para explicarnos el fenómeno delictuoso es obligatorio que el juez conozca la


psicología del autor al momento en que ejecutó el delito para conocer si actuó
con normalidad o anormalidad o enfermedad mental.

Se trata de averiguar las condiciones psicológicas que tuvo cuando ejecutó su


acción, como por ejemplo:
a.- La insensibilidad moral, pues generalmente el delincuente es indiferente por
el sufrimiento de la victima y sobre lo que pueda ocurrirle a él

b.- El egoísmo, que significa que la preocupación única es la propia


satisfacción y para justificar su accionar desconoce las prohibiciones legales,
sociales y morales.

c.- La imprevisión o sea no se preocupa por evitar errores que puedan


relacionarlo con el delito y tampoco tiene interés en borrar las huellas en la
escena del crimen.

d.- La vanidad es decir el deseo de ser admirado por lo que ha ejecutado,


creyéndose un héroe, este rasgo lo induce a revelar exageradamente su acción

e.- Falta de remordimiento, por una inmadurez emocional, carece de


afectividad y por ello carece de remordimiento al no sentirse culpable.

El remordimiento es un fenómeno rarísimo en los delincuentes y la excepción


es el delincuente pasional.

El delincuente pasional siente remordimiento, por que antes de cometer la


acción tenía sentido moral que fue rebasado por el impulso psicológico de la
pasión.

El derecho penal es un derecho de carácter social, jurídico y publico.

El error básico de la escuela clásica fue considerar el delito como un acto


jurídico, desconociendo que se trata de un acto humano y social.

¿Llegara un día en que dejen de ser necesarias en el derecho penal las


normas jurídicas?
¿Llegara un día en que deje de ser netamente jurídico la acción del estado?

El profesor Jiménez de Asua considera que ello es posible.

Es necesario una nueva concepción jurídica del derecho penal con la presencia
de los conocimientos antropológicos, psicológicos y sociales, lo que a su vez,
debe averiguar una nueva orientación de la justicia penal.

La idea es estructurar un derecho protector del delincuente.

Las normas jurídicas deben elaborarse teniendo en cuenta tanto el


conocimiento jurídico como los no jurídicos.

El juez debe aplicar las normas jurídicas pero adaptándolas a las disciplinas de
las ciencias sociales.
Por ello el penalista Florián dijo:

“El derecho penal es un conjunto orgánico de las aplicaciones jurídicas de la


antropología y sociología criminal”

El penalista argentino Sebastián Soler también reconoce esa tendencia social


de las normas jurídicas cuando afirma:

“Las normas de la ley penal regulan la conducta que los hombres deberán
observar con relación a la realidad social, en función de un fin colectivo
perseguido y de una valoración de los hechos”

¿Cumple el código penal en realidad una misión de defensa social?

La realidad delincuencial demuestra que el código penal y las leyes penales


con un criterio represivo no detienen el incremento de los delitos.

CONOCIMIENTOS JURIDICOS

Jaime Balmes decía “El castigo, lejos de corregir al castigado, lo que hace es
enseñarle a calcular mejor”.

1.- Ningún sistema penal represivo ha intimidado o detenido al delincuente.

2.- Sujerar el concepto del delito como “entidad aislada”

3.- El nuevo concepto del delito debe estar en la realidad: El delito es una
acción humana que refleja la personalidad del autor, que se ha desarrollado en
un medio social.

La realidad en el país demuestra que la criminalidad ha aumentado, y que la


represión como política de castigo no es acertada, pues el delito es un
fenómeno cultural, social que requiere la aplicación de conocimientos no
jurídicos como de la antropología, psicología, sociología, etc.

CAUSAS

La crisis del derecho penal y de la justicia penal, así como del sistema
penitenciario seguirá en tanto no se elabore y se aplique una autentica reforma,
complementándose la represión que prevé el código penal, con el conocimiento
causal que promueve la criminología, que precisamente, es una disciplina
multidisciplinaria.

León Tolstois decía “…. Donde hay un tribunal hay una injusticia”
Es necesario que los jueces posean conocimientos en ciencias sociales, y no
solo jurídicos, como ocurre con el actual sistema, ya que el delito es un
fenómeno personal y social, y verlo como una entidad jurídica.

El estudio de la personalidad permite conocer la normalidad o anormalidad que


tuvo al momento de ejecutar la acción delictiva o adolecía de enfermedad
mental.

Delincuente: victima de la justicia – todo el aparato de la justicia está preparado


para condenar.

Adolfo Prins, que fue director general de prisiones en 1888:

“¿Hasta cuando los tribunales europeos continuaran lanzando condenas sobre


los miserables delincuentes, tal como si se vertiera el agua gota a gota sobre la
mesa?

Y agrega: es un enorme error mantener la ilusión de creer en la transformación


del delincuente a base de continuas cadenas y encarcelamientos.

Es absurdo pensar que la persona que haya cometido un delito va a corregirse


pasando una temporada en la cárcel. La privación de libertad es cosa para ser
aplicada con mucha discreción. Prodigando condenas contra todos los que
desfilan ante los tribunales, se anula el efecto y se destruye, en su misma base,
el sistema de corrección.

El Código Penal, en su misma esencia, fomenta el delito. No aporta solución


alguna, ya que nadie remedia y ahí tenemos la realidad penal y p0enitenciaria.

La sociedad desprecia al delincuente y es odiado y temido.

Adolfo Prins, refiriéndose al aislamiento del preso escribió:

“Si se quiere preparar al delincuente para la libertad, ¿No es una locura


pretender inculcar sociabilidad a un hombre manteniendo encerrado en una
celda , que es todo lo contrario de la vida social, regularizando, durante las
veinticuatro horas del día, todos sus movimientos e incluso todos sus
pensamientos.

¿No es colocarlo al margen de todas las condiciones humanas de vida, no es


perderlo definitivamente para la libertad con el sistema celular de corrección?

Bajo pretexto de moralización, se encierra entre cuatro paredes…..”

Oscar Wilde, en su obra “El alma del hombre” escribió “una comunidad resulta
infinitamente mas brutalizada por el uso consuetudinario del crimen. La
consecuencia natural es que cuando mas castigos se impone, mayor numero
de crímenes originan, verdad reconocida ya por la mayoría de los legisladores
modernos, que han tratado de reducir los castigos en cuanto les ha sido
posible. Con la particularidad de que, siempre que así se hizo, el resultado fue
excelente. Mientras menos castigos, menos crímenes. Y cuando no exista
castigo alguno, es indudable que el crimen dejara también de existir, o si
ocurre, los médicos lo trataran como simple forma de locura. Pues aquellos que
ahora denominamos criminales no tienen en realidad la menor culpa”.

CRIMINOLOGIA CLINICA

En el prologo de su obra el profesor italiano Benigno de Tullio, dice:

“Mi larga experiencia, iniciada ya en el lejano 1920, me induce a estar mas


profundamente convencido de que solo el conocimiento de las condiciones
humanas y sociales de la criminalidad, puede hacer comprender la necesidad
de ampliar reformas penales que han de considerarse , sin embargo,
inaplazables, por el hecho de que el fenómeno de la criminalidad se continua
combatiendo con medios, no solamente idóneos, sino también en fuerte
contradicción con el desarrollo adquirido por las ciencias humanas, jurídicas y
morales”

Las reformas penales deben basarse en los resultados de las investigaciones


criminológicas.

Al respecto, el profesor Di Tullio, que fuera director del Instituto di Antropología


Criminale de la Universidad de Roma, afirma:

“Es de creer, en consecuencia que, por medio de los resultados de tales


investigaciones y de su influencia en la política criminal moderna, se pueda
reducir cada vez mas el profundo contraste existente entre los progresos, a
veces vertiginosos, que se vienen realizando en todo el campo de la vida social
moderna y los insuficientes y superados criterios que se continúan aplicando en
la lucha contra la criminalidad, aunque esta en todas partes se va desarrollando
tanto cuantitativamente como cualitativamente, forma cada vez mas grave…”.

Es decir que la crisis de la justicia penal por ser meramente represiva, requiere
de reformas reales teniendo en cuenta los resultados de la investigación
criminológica sobre el accionar delictivo del autor, pues toda persona es distinta
de las demás, por lo que no hay una responsabilidad igual para todos , cada
persona tiene una responsabilidad propia.

De lo expuesto, se deduce la necesidad de valorar los aspectos objetivos y


subjetivos del delito y del autor en una apreciación humana y social.

Por ello Di Tullio señaló: “Que el examen de la personalidad del reo debe
constituir una exigencia insuprimible para la justicia penal”
A través de los exámenes morfológicos, psicológicos y funcionales anamsico –
biográfico se puede conocer:

1.- El origen y el desarrollo del delito

2.- La personalidad del autor

3.-La capacidad para delinquir

4.- La peligrosidad social del reo

Estos conocimientos son básicos para que el juez pueda individualizar la pena.

Esta premisa la encontramos en el articulo 45 y 46 del código penal vigente


pero no la aplican los jueces.

También el legislador lo consigna en el artículo 72 del código de


procedimientos penales.

Por ello es necesaria la preparación criminológica de los jueces, de los


funcionarios policiales y penitenciarios.

La razón de esa preparación criminológica es que no se puede juzgar sin


conocer al autor, y que el juzgamiento debe estar orientado para reeducarlo y
con ello hacer posible a la integración en la vida social.

Al respecto, Di Tullio afirma:

“Es indispensable, por ello, que también la justicia, basándose en las ciencias
del hombre y las sociales, pedagógicas y morales, puede concurrir, cada vez
mas eficazmente, a la defensa de la persona humana por lo que es posible su
progresivo mejoramiento.

INSTRUCCIÓN

En la fase de instrucción del proceso penal debe estudiarse la personalidad en


forma rigurosa.

Debe conocerse el estado mental del autor en el momento de ejecución del


delito, pues el ser humano normal tiene la inteligencia y libre voluntad, capaz
de entender y querer.

Di Tullio, pág. 355 dice: “… que el juez, al valorar la responsabilidad del reo,
debe tener en cuenta lo que son presupuestos psicológicos y mas
precisamente antropológicos de la responsabilidad penal”

Ello significa que el juez debe tener un conocimiento criminológico de la


responsabilidad penal, para lo cual el estudio de la personalidad constituye una
exigencia real.
El Papa Pio II pronuncio un discurso a los participantes al V Congreso Nacional
de Estudios de la Unión de Juristas Católicos, realizado en Roma en 1954,
afirmando: “En lo que se refiere al lado subjetivo de la culpa, para un recto
juicio es necesario tener en cuenta no solo el hecho exterior, sino también los
influjos provenientes del interior y exterior que han cooperado en la revolución
del hecho culpable, como disposiciones innatas y adquiridas, impulsos e
impedimentos….”

El delito no solo es la infracción a una norma jurídica, sino que es una acción
humana en la cual hay un complejo proceso psíquico que deben convencerse a
través del examen psicológico y de la dinámica del delito.

Pio XII, consideró que “El juez humano, que no tiene la omnipresencia en la
omnisciencia de Dios, tiene el deber de formarse, antes de dictar la sentencia
judicial, una certidumbre moral que pueda hacer excluir toda razonable y seria
duda acerca del hecho exterior y la interna culpabilidad. No tiene sin embargo,
una inmediata visión del estado interior del acusado, tal como era en el
momento de la acción; Por el contrario, las mas de las veces no esta en
situación de reconstruirlo , con plena claridad, por los elementos de prueba y, a
veces, ni aun por la confesión del culpable….”

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