EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 269
de su imposible relación. El acto analítico solo es posible si
Subjetividades modernas y lucha
de los cuerpos
Agnes Aflalo
"El sujeto está condenado[ ... ] a su cuerpo, el cual se resis-
te de muchas maneras·á-Tievara-cabo-ladivisión del suje-
to. [... ]esta resistencia[ ... ] no impide que esta división le
aporte efectos verídicos, como el que Freud ha descubier-
to con un nombre cuya aprobación aún dudan sus discí-
pulos: la castración" .1
De la civilización a la era de la mundialización
l título "las subjetividades en la era de la tecnociencia"
E opone dos enunciados, uno de Lacan y otro de J.-A. Miller.
En 1953, Lacan habla, efectivamente, de "la subjetividad de la
época" (en singular) y en el 2011, J.-A. Miller considera más
apropiado hablar de las subjetividades (en plural).
El mundo ha cambiado en más de medio siglo. Y ese cam-
bio puede observarse a partir de cada uno de los discursos
formalizados por Lacan. En cada discurso hay un trato dife-
rente reservado al sujeto, lo que justifica el uso del plural: los
sujetos. Agreguemos que lqs suje!~s~on }_Ils¡_:parables de los
cuer_pos, porque el discurso es un l~zo cuyo lugar es el cuer-
22:._ Constatamos entonces que, a partir de la s~gundª_rnitad
del sigl()_.e_asado, hay dos modalidades esenciales que marcan
la manera de tratar a los cuerpos: segregación y concentra-
ción._Estas modalidades de los cuerpos solo tienen un objeti-
vo: resistirse a la división del sujeto, o sea no querer saber
nada de la sexuación, ni de esos dos sujetos hombre y mujer, ni
Lacan, J., "Réponses a des étudiants en philosophie sur l'objet de la
psychanalyse", Cahíers pour l'analyse 11°3 (mai 1966), Seuil, París,
1975.
recupera estas cuestiones.
El discurso capitalista y su sujeto
Como ocurre con cada di~QJ._rso, el d~.L~.!'lP.!§lis~2 da
cuenta de ~é.l pérdida d~ goce im:eosible de recuperar~2 Esta
pérdida de goce siempre es percibida como un robo, y reapa-
rece localizada siempre del lado del Otro, el amo. Freud des-
cribe los mismos desplazamientos de la libido en el circuito
de la pulsión. Pero Marx es el primero en anudar juntos a esos
dos desplazamientos desconocidos de la libido, y esto hace
que Lacan diga que es el inventor del síntoma.
El discurso capitalista rechaza la primera pérdida de goce
y prorroga su recuperación. El síntoma reitera sin cesar ese
doble movimiento: rechazo de la pérdida y recuperación, a
fin de totalizarla, que no falte. Este discurso ~-~!()E:~~.S. ~<:?nsu­
ma t,ma forclusión de la castración. En la época de Freud, el
malestar de la civilización se centraba esencialmente en la
pérdida, mientras que hoy, la :m:~~9:_i_a..l.~~~~i~E._S.~-~":_Il!!~ sobre
todo en ~1 segundo tiempo, el de la recupe~a<;_ión de g()ce sin
límites. Para Lacan, con el discurso del capitalismo debe
esClarecerse el discurso del inconsciente.
El capitalismo hizo emerger un nuevo sujeto. Es sin duda
un efecto del lenguaje, pero ya no está sujeto al significante
amo que está reprimido. Lo que quiere decir que los signifi-
cantes del Otro social ya no lo identifican. Esto se constata en
particular con la homosexualidad o el a):!~j~~(), jugadas sin-
tomáticas del DSM hoy en día. Estos sujetos r~c:_hazapla se_gr~­
gación inducida por el discurso dominante que los ~()l()ca res-
f F
l:i
pectivamente en las perversiones o en las psicosis. Estas pala-
bras-amo, demasiado usadas, ya no indexan el real que está
en juego y son rechazadas.
2
Aflalo, A., "El discurso capitalista", Scilícet, Los objetos a en la expe-
riencia psicoanalítica, y¡o Congreso de la AMP, Grama ediciones,
Bs. As., 2008.
270 VOLUMEN DEL VIII° CONGRESO DE LA AMP
Con mayor frecuencia e! sujeto capit}lista rehúsa la auto-
ridad del amo. Y la crisis de la autOridad nombra ese fenóme-
no de la declinación del amo en todos los niveles de nuestras
sociedades democráticas. Ahora bien, la función de las pala-
bras-amo es también la de mortificar al goce. Cuando el S1 es
reprimido, la mortificación de goce -castración- ya no opera.
La consecuencia a nivel del cuerpo es decisiva. Ya no hay
ningún límite a la producción del objeto a plus de goce. Es la
ex¡:>lotación a muerte. Porque lo que está implicado no es
solamente el tener sino también el ser. El sujeto, al no estar
identificado a ningún amo en particular, está mucl\0_ más
librado a la férula del amo absoluto. Cuando ya-UQ....Qpera
la -C:él~yagón, la muerte es el único principio de limitación
del goce.
El_capitalismo sufrió dos modificaciones mayores en estos
últimos treinta años. Ante todo se mundializó. Efectiva-
mente, tras la caída del muro de Berlín, las naciones comu-
nistas se adhirieron a la economía de mercado. Entonces es
lícito decir que ya no hay civilización sino mundialización, y
en ella los sujetos sufren sobre todo debido a adicciones sin
límite fl,lu,sjadas en la recueeración ilimitada del plus de goce.
Luego el capitalismo se "científico" -el c~phaHsmo 1mancie-
ro debería llamarse capitalismo científico. Su sujeto es el pro-
letario generalizado, porque no hay nada que le permita
hacer discurso, como lo muestra el fenómeno de los indigna-
dos. Ya no hace falta localizar al sujeto en la fábrica para
extraerle un plus de goce. La crisis financiera del2008lo mos-
tró, basta encandilado con inversiones con apariencia de
ganancias como las del casino, y reducidas a algunas ecua-
ciones matemáticas opacas (titrisation), para transformarlo,
frente a la primera crisis de confianza, en un "ciuQ.a?iin...Q. sin
dopicilip fijo", d~jarlo en la calle. El fenqmmg,,<;17.~~dad y
su s._~,tjsf.gcciQU ~"una idea de la expansión del fenó-
meno en el mundo.
EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 271
El discurso de la ciencia y su sujeto
La ciencia disminuye el efecto de una serie de funciones
del discurso: el significante se reduce a su efecto de 1etra; por
lo tanto el significante-amo ya no funciona; el objet9plus de
goce es rechazado; ladivisi~n <J~l..e:!:ti~<?.._~tá<i~sone_sta':!~_9-e
la castración porque el trabajo dialéctico de verdad ya no es
posible. L~ .\::~_!_9-ad _yJ.Q real Sing!J.lar__deJa libido__ están.disj.un-
tas. :m.jnic9_~~!_~~il:l:~g() ~!!:~_se di~c:urso_ obedece_a_le_yes_uni-
verséll~~d:':. I]._~_'!__!,!.ll'!..f.ª-!!~'!.-~ill.gular: el real del organismo
debe__Qistinguirse del real del cuerpo. El discurso analítico
mostró, efectivamente, que el cuerpo es un cuerpo parlante.
El sujeto de la ciencia data del cogito y no es más que un
vacío. Es un sujeto puro. Es decisivo percibirlo, porque la
ciencia ya no necesita r~currir a la intui<j_ón_~0_¡:p_orªl,____5g_al:>s_­
tiene deTcuer.PQ:_No ~_Rera más que sobre el organi~1_1!9_y_Eu
re'!!. Ese sujeto puro de la ciencia no existe en ninguna parte,
pero permite que nos demos cuenta que la cie~~!~J~J?.()I}_~@
V~O a la partedel suj_et() _gl:l:_~_~e _exp~t:!Sª ~:r:!-~Ua!lt'!S_~ª y g'Ue
está correlacionada ~_n-~_()~~!()t:l· El sujeto, neutralizado así
en su división, deviene universalizable. Se presta siempre a la
lógica de clases. Pero la li_!?~!_~_s_!Q.l}__9.el cuerpo J?.!.Ovoca una
disyunción entre lo univ_er!iéll.~e]_C:~~p_o y lo particular del
objeto a. El objeto a, conjunto vacío, es incorporal. Cuando es
rechazado comienza a galopar solo, separado de los cuerpos.
Pero también está dispuesto a volver a tomarlos en la prime-
ra ocasión. Es lo que le ocurre a cualquier objeto a natural o
industrial. Tomemos el ejemplo de la mirada que capta los
cuerpos en las sociedades que nos vigilan, en las calles pro-
vistas de un número cada vez mayor de cámaras, pero tam-
bién en las casas con las pantallas de la televisión o de las
computadoras, sin contar con las de los IPhone y demás table-
tas portables para todos lados y en todo momento. El regreso
del objeto del empuje al goce sobre el_org~nismo se mailifies-
ta en todas las clases de adiccion~E_ que componen los sínto-
mas contemporáneos. Del mismo modo la emancipación del
objeto oral provoca las epidemias mundiales de <?J?~slc!éld '?
272 VOLUMEN DEL Vlll° CONGRESO DE LA AMP
d~ anorexia, a partir de edades ya más tempranas. ElsuiE1o
de la__ciendaliberado del cu_grpo es__ té:1JB1Jié{l_l:!f!. sujeto des-
vergpn~ado.
El discurso de la evaluación y su sujeto
El discurs_o_ de la_ex,aluación se _d.ifurrg_ip_~n las democra-
cias dorrünªd~_EQ!.La._ci~!l,cia_yel c~italis_!!1o. 3 La evaluación
se~~~S~,51l a..rpg-E,orgue,_.pretende remediar la declinación de la
au~ridad y los desbordes de goce gue conlle~a. Ahora bien,
el malestar es debido a que esos discursos rechazan la singu-
laridad del sujeto sostenido por las palabras-amo y la libido.
La evaluación se propone como remedio aunque su solución
es tan universal como la de los otros discursos. Este discurso
refuerza pues, el malestar gue pretende combatir.
El cientificismo de la evaluación es mortal, ya que quiere
tratar y reducir a nada la libido rechazada por la ciencia.
Mientras el cuerpo está vivo, goza, y el goce nunca retorna a
cero. Está siempre en exceso o en falta. Este discurso lo expul-
sa para imponer su cultura de cero faltas. La "calidad" solo
apunta al paso de toda la libido al significante del conteo para
producir un sujeto sin resto, transparente. Pero solo la muer-
te produce un estado así. La evaluación también le produce
gangrena al capitalismo ya infectado por las teorías cogniti-
vas-comportamentales. El sistema bancario se dotó de robots
inteligentes que pasan órdenes de compra y venta sin afecto
en el momento de arruinar a la mitad del planeta. Las entida-
des de calificación aplican también estos principios de la eva-
luación para medir y mandar a la ruina a los Estados.
El malestar que induce la evaluación at~.c:_~-~-to~os los
cuerpos, desde los cuerpos del Estado, tratados como empre-
sas, hasta los diversos cuerpos de los oficios. Es la causa de 1~
depresión de los sujetos modernos, de los dolores de cabeza
de los businessman, la depresión de los policías, la depre de los
Miller, J.-A., Le cours d'orientation lacanienne, 2003-2004. Inédito.
EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 273
médicos, y también está el suicidio de los desocupados y de
los jefes de las empresas en Italia,4 de los jubilac:!_<:>s en
Armenia5 y de los jóvenes en Rusia, 6 etc. Este malestar mun-
dializado está compuesto por la sumatoria de los efectos par-
ticulares. Se manifiesta en todos los lugares de socialización
obligat()ria_lJ:l:an~_E~Q_~_<:_omo emp~~-~~s y que amplifican el
funcionamiento sádico de la evaluación. Lo constatamos en
las escuelas/ en los campus universitarios,8 en las ell).presas
y en las administraciones. Asistimos al r~torno de la burocra-
cia criminal en tiemJ?g~_q~pélZ. Es tan generalizada que el
acoso ~~!~!._c!-e__!()~~~P~~~-a~i~s ya está reconocido como deli-
to en numerosos países. 9 Ciertamente, la evaluación somete a
los sujetos _a una humillación que lleva al suicidio. Obliga a
una autocrítica codificada y regular: el sujeto privado de
palabra debe hacerse verdugo de sí mismo reconociendo su ~ ·~
decadencia. Porqu-e esta práctica de humillación erigida (.(.,' i q
como principio de management no termina con el tildado de r:ct~i
los defectos a eliminar. En realidad es el sujeto mismo quien
desaparece: ya sea por suicidio indirecto: el surmenaje mortal
-b~ut en USA o ka~i en Japón- o por suicidio directo,
una vez que se ha convencido de su indignidad. La evalua-
ción, y su voluntad de todo-ca-pazde ser cifrado, son un revi-
sionismo del ser. El psicoanálisis en Francia es tomado como
blanco con una virulencia inigualada: el método TCC de lava-
do de cerebro. Utiliza también la humillación y la incitación
al asesinato, porque los psicoanalistas no están decididos a
dejarse suicidar.
4
Courier international http/www.courrierinternational.com/ 2012/04
/17un-suicide-par-jour-chez-les-chomeurs.
5
C. J. http. /www.courrierinternational.com/breve2012/02/21 /vague
-de-suicides-chez-les-retraites.
6
C. l. http. /www.courrierintenational.com/ article2012/02/13 1un-taux
-de-suicide-alarmant-chez-les-jeunes.
7
Aflalo, A., Autime nouveaux spectres, nouveaux marches, Le champ
freudien editeur, París, 2012.
8
Ver le legabiehbyo o enfermedad del diploma en Japón.
9
En Francia, desde 2009.
274 VOLUMEN DEL VIII° CONGRESO DE LA AMP
Los nuevos métodos de la gestión del tiempo 10 dan una
idea acerca de la persecución del ser que producirá cada vez
más la muerte. La evaluación no tiene ningún oponente
excepto Dios, los psicoanalistas de orientación lacaniana y la
opinión ilustrada decidida a defender la democracia.
.en~ri lt1
La lucha de los cuerpos: segregación y concentración 11
Todas las construcciones sociales están fundadas en estas
realidades subjetivas, pero no se las nombra porque se hacen
a espaldas del sujeto. Todo aquello que se ocupa del sujeto
como un objeto, hasta como un objeto de estudio, tien.4_e__a
st:;gregarlo. Es lo que ocurre con las llamadas ciencias huma-
nas en general, y en particular con la evaluación.
Más ampliamente podemos decir, con Lacan, que la segre-
gación es una consecuencia de la transformación de la orga-
nización social por la cienci~, porque el sujeto es caoa vez
más cosificado. La civilización estaba construida sobre una
lógica que articula lo universal a lo particular. Freud mostró
que la identificación al líder la ordenaba. Cada uno de los que
se identificaban se percibían como semejantes, como herma-
nos. Es de lo que se trata en la fraternidad de los cuerpos. Los
que _no s~ _ic1~ntifican quedan excluidos. AgreguemQsJ con
La~a_n.!... q_1:1:~- son objeto de una segregac~ón. El)carnan el resto
de esta operación significante, y ?cupaJ~·__e_ntonces la posic:ión
de -ob[ét<? éxJ}1!!9.~~-~ado y satélite del objeto a.
Cada vez que un ser humano ocupa ese lugar para otro,
realiza la presencia de ese objeto para ese otro. Entonces su
función es la de hacer de pantalla a la verdad, obturar su divi-
sión de sujeto. Perp, la segregación producida primero por el
discurso dominante, es rechazada, en un segundo tiempo,
10 Godefroy, C., Time management system, el autor propone eliminar los
"ladrones de tiempo" y evaluar los resultados. http:/ /gestión-
temps.sevre-editions.fr 1index.hml.
11 Salvo raras excepciones, Lacan explora esos problemas sobre todo a
partir de los años '60 y hasta su muy última enseñanza.
EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 275
por el discurso universitario. Este rechazo de la segregaci~_n 1/
es el principio del campo de concentración. Lacan mostró,
efectivamente, que el dis.curso universitario es des-segreg~ti­
vo, ya que reprime la palabra-amo cuya función es la de iden-
tificar al sujeto h~~~-~cl~~~-~-~!J:g_~lar. La burocracia tiene como
principio aplicarle a todos, sin distinción, el mismo trato. Este
discurso se hace en nombre del amo, pero solo al precio de
librarlo de la verdad de su división de sujeto. El libro de Rithy
12
Pan sobre el campo S21, mecanismo mortal de los jemeres
r~s, nos da una idea de ello. Duch, su director, explica: "La
vida de la gente era un desperdicio". Es como decir que la
evaluación, discurso de la burocracia actual, no quiere saber
nada sobre las consecuencias del rechazo de la segregación ni
del repudio de la castración que encubre. Si solo hay segre-
gación de goce, entonces podemos decir que el principio del
campo, es la concentración, no de sujetos, sino de objetos de
goce, de un mismo goce. Sin dudas es la razón por la que
Lacan pudo decir, y no solo para causar buena impresión, que
campos de veraneo modernos son campos de concentración
para personas adineradas, a diferenciar, claro está, de los
campos de exterminio. El principio del campo de concentra-
ción es el sujeto reducido al estado de objeto para el goce del
otro, es d~ci~~!p~!!_~~~~ales. Cuando-al SUJeto se lo hace saté-
lite del cuerpo de un otro, es encerrado, enclaustrado, sateli-
zado, y ya no puede tener ningún movimiento más que el que
le es impulsado por la función de fetiche que cumple para
otro. Este fenómeno particular puede ocupar la primera
plana de los diarios cuando se trata del hecho de uno solo,
como en el caso Fritzl, llevado al cine en la película de
Jauffret, Claustria.13 Sin embargo, la suerte de estos sujetos
modernos concentrados en lugares cerrados no es la misma,
12
Rithy Pan, L'elimination, Grasset, París, 2012, y su película Duch, le
maitre des Jorges de l'enfer, 2012.
13
La película de Jauffret, Claustria se basa en el caso Fritzl descubierto
en 2008. Elizabeth Fritzl, austríaca de 41 años estuvo presa en el
sótano de su padre durante 24 años. Él la torturó, agredió y violó.
 276 VOLUMEN DEL VIII° CONGRESO DE LA AMP
depende de que el discurso dominante pueda o no extraerles
un plus de goce.
De la civilización a la mundialización
En el momento en que Lacan escribe su "Informe de
Roma" lo que produce el malestar en la civilización no está
muy lejos de lo que conoció Freud. Es la época delcapitalis-
m~i_ndl.l~t_!"ial y de la lucha de cla_~~~,_y_ ese ~-~i!alismo indus-
trial aún es _pat~!~a_l!~ta. El año pasado, mien!~~~.l::::A· Mil!er
daba su curso, la 1era de la mundializaciónreinplazó a ~vi­
lización y su malestar: el c_élE_italismo científico dominu la
evaluación propaga su cultura de muerte. Se tra~~-rn~§ bien
de la lucha de los cuerpos y la _plur_<!l_i~acifu:\__ fl~_l_Q~- ~:!lj~j:os
des-identificados.
E~primer_capitalismo y el manejo del objeto a e~__s_omp_~~i­
ble con la lógica de la s~~~ac!.§n mas..f__l!l_i11._a. Tiende a preser- ·
var el universal de la norma-macho al precio de rechazar la
excepción particular que niega y confirma ese universo en un
mismo movimiento. El cuerpo se sitúa más bien del lado del
tener. Lo sagrado es sostenido por la ontología: 51 y objeto a.
El segundo capitalismo científico de la mundialización
acentúa más ~i~nJ~-~~_¡:!i~nte sin límites-de(g~ce. Una ~ulti­
fo'JCW., b( tud de palabras-amo, un enjambre, con un poder obsceno y
feroz, organiza microsociedades religiosas como sectas. Se
propagan por todos lados en nuestras democracias multipli-
cando los efectos de segregación experimentados como la
dificultad de vivir juntos que preocupa a los intelectuales de
izquierda. 14 La mundialización marcada de esta forma por
ese sin límites, en el sentido de no todo, est<i_!fláS de ac~erdo
--
Tuvo siete hijos de él. La madre de la víctima pretende ignorar el
secuestro de su hija. Su padre le había hecho creer que la hija se
había unido a una secta.
14 Cf C. Lazarus-Matet, "el vivir juntos", intervención en las noches
del Observatoire 2011-2012. Pierre Sidon, intervención sobre la segre-
gación.
EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 277
conlos sujetos gue s~__s_2locan_en 1~. vertiente femeninélde la
se~t¿ación. En esta vertiente, el sacrificio profano, produce
más y más mártires. L~evaluación, aplicable a todos de la
misma manera, es ~es-segregativa en su ~ci_9~_miento. En
todas partes donde la democracia se mantiene, los campos de
concentración retrocedieron. Pero su nefasto discurso buro-
crático no deja sin embargo de propagarse con la evaluación.
Los fenómenos que produce son menos compactos que los de
los campos, pero tan devastadores como ellos por ser sin lími-
te, porque la evaluación está reforzada por la ciencia y el capi-
talismo.
Del pr!!!l~~~-él!_s_~gl_!~do capitalis~o, la evél~l!.él~ión le quita
la destreza al proletario para transformarla en una simple téc-
nica separada de su ser. C:oñ1o-quei·e-duce_a_nada-su pres-en-
cia corporaL cuañ.cio ya no es fuente de extracción de plus-
valía, el cuerpo se convierte en desperdicio.
El cuerpo desperdicio. Destaquemos que e~ r.e.~-~i:\~_(J~e_jé:l
ciencia a los cuerp~s v~~_ly_e m~-~-~~~!!~~!~~}_él~.!..~~él~!?Ees
sociales. El cuerpo que no está separado del objeto desperdi-
cio deviene él mismo desperdicio: se produce como desperdi-
cio. Y el segundo capitalismo, mundializado, acentúa esta ver-
tiente. Citemos el ejemplo de los niños tirados a la basura en
Grecia; o los ancianos concentrados en geriátricos y que mue-
ren en masa durante una canícula. También se concentran
cuerpos de los que todavía se puede sacar un plus de goce,
pero se los trata mejor: en los clubes de vacaciones, o en las
costosas resid_encias fla.!_a_ al!_c!élno_~_g_~nfermos. 15 Allí funciona
un Otro que no es el Otro malvado, sino uno muy atento.
El cuerpo tacho de basura. Recoge los desechos y se transfor-
ma además en tacho de basura. Lo testimonia cierta relación
contemporánea con el objeto oral ilustrada por la industria
agroalimentaria y la alienación que prescribe respecto a la
15
Cf Las residencias para seniors que se expanden en Francia y en
otras partes.
278 VOLUMEN DEL Vlll° CONGRESO DE LA AMP
carne contamin~~~__EgEJ.~- va~(l_l_9ca, los conservantes, las
aguas poiuc:iónadas, etc. Agreguemos los-medicamentos que
pueden inducir a patologías que necesitaráncurarse,-esto par-
tiendo de que las enfermedades orgánicas también han sido
fabricadas, como las "enfermedades psi". Lo atestigua asimis-
mo el rechazo de los cuerpos frente a la voluntad muy resuel-
ta a aplicarles toda clase de manipulaciones genéticas. Es una
nueva forma de eugenesia en la era de las tecllociencias.
El cuerpo desmembrado. El cuerpo ya no es un espacio cerra-
do sino abierto y cada vez más desmembrado debido a intru-
siones de toda índole: Se--deshace-en piezas sueftas-a--veces
contaminadas-como ocurrió con el caso de las prótesis PJ?, la
cuestión de la sangre contaminél~a, las h~_monas de_ creci-
miento. Las nano-tecnologías rematan esta fragmentación del
cuerpo para satisfacer el fantasma de la inmortalidad, inclu-
so de eterna juventud.
Los sujetos contemporáneos no solo buscan evitar la
muerte, más secretafil~~t~-~~!~~~!:-~~itar otr~eriªa, viva,
que el lenguaje le inflige al cuerpo: la castración. Es la que le
adjudica un cuerpo al sujeto, pero un cuerpo cerrado y del
que el ser sexuado queda enigmático para siempre.
El acto analítico versus El campo de concentración
En "I,.a proposición de 1967", Lacan anuda el psicoanálisis
en in_!~nsión_y__~r:t extensión a_.e~tir de t!es punto~ ~~_f_1:1ga: lo
simbólico del complejo de Edipo, lo imaginario de la sociedad
unificada a partir de la identificación y lo real del campo de
concentración. En otras palabras, alcanzar las subjetividades
de la época al final de un análisis no puede hacerse sin anali-
zar la lógica del campo de concentración. Se opone punto por
punto al acto analítico en el momento del pasaje al analista.
La ronda de los tres discursos provoca una bruma estadís-
tica que hace flotar a lo real. Solo el discurso analítico _puede
colocar lo real en su lugar P_<?!'9,___l!~rodufEl_!J.n nug__yQ sujeto
EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 279
que.il~l1II_!i_ó_l_a_s_<1_s~~~c:!c5EYY!_q_<!l1ElS'~-~1 _g_\l_~j~_C:Q~~t_r_11ía_f!_l111
destino. Los humanos sin duda son gregarios, pero la segre-
gación de los que viven en tropeles no es una fatalidad. En la
era)!~t~yti_s@R_Se~!P-).Íf9.do, los sujetos se plantean cada vez
más la cuestión de consentir en separarse.
El discurso analítico no reduce el ser al cuerpo. Lo sitúa a
nivel del tener y sitúa al ser del lado del objeto. Esto solo es
posible a condición de articular la dialéctica del ser y del
tener de la castración hasta terminar la búsqueda del ser,~e
no es falta-en~~~~-~!!!_Q_~~~=-c!~~f~lta. Porque en el inconsciente
no puede decirse nada del ser sexuado hombre o mujer.
El o~j~to no debe concentrarse, más bien tiene que con-
densar os efectos de di!').S~t:~Q9__U.~.!:~.Y~la..D__!]_!,!g_~Q!J.lOS gQZa-
dos p~r nuest!os fant~~~é:l-~:.NQ~_s_:t,tllP.!Qcl!l-_<;iQ,un_des~rdi-
cio, s~no debe___~c~pa! !.~EQ~is~~ ~-~~ll~ié!1_9:~ discur§o. ~
pue~!~ en juego_de}:_objeto-~n__~L~i.~.S_':l-!~9_anéllí~i~Q nQ_ti~ne
como- meta ..
realizar. la presencia_
·-·-·-·--·-···· ... -·
d~l. c::>bj_et()
-. .
P<l!é:l__I.!_I'l_ o_tr._QL si!l_Q
hacer semblap.t~ <ie o_l:>j~t() p9:ra _otro. El silencio del analista
no es el resultado de una humillación mórbida, sino una deci-
sión firme de acoger la palabra del analizante. El analista no
se reduce al objeto, por lo tanto puede hablar si hace falta. Se
rehúsa a los encasillamientos psi que fabrican la segregación
y los desperdicios. Más bien desperdicia porque lo que está en
juego en el discurso analítico se sitúa a nivel del ser-sexuado
y no en tener algunos bienes.
El sujeto no e~ imptllsado él }é,lll!liver:sali:z;(lc_!<)_n, -~ás .Q!en
se lo invita a p~()Q._~~:i.!J.~A!f~r~Il:ci~--~R~<?!l1~é1.4~t§~_~jQ__s!n-
g~lariza. El discurso analítico le da su lugar a la castración. El
sujeto no tiene que vérselas con un goce desenfrenado, sino
con un goce limitado y del que debe hacerse responsable. El
sujeto no está tomado en un fantasma pret-a-porter y que le
sirve a todos, construye el fantasma singular hasta que cesa
su búsqueda del ser. Luego, una vez alcanzado ese punto de
reversión de la verdad, y tras haber vaciado de su goce al
objeto, el sujeto ya no puede dejarse cautivar por la posición
de sacrificio a un dios oscuro. Saber que se es un desecho no
significa reducirse a eso, al contrario. Ya no se trata de obnu-
280 VOLUMEN DEL VIJI° CONGRESO DE LA AMP
bilarse frente el objeto a que no es más que un semblante, sino
de alcanzar lo imposible que él cubría en el centro de la
sexuación. Cada sujeto -~-~lJ_C:_~!!-_':'~~!ar~~-~!! __~()~:9 _a~ecuado
de arreglárselas con este i~pJ?_Si~~-=~9~S:i&_9-~ic!ellt!üc_<use
con el síntoma y con sus modos degoce que difieren según
-:::::--
los sujetos se ubiquen del_lado l:10mbre o del lado mujer.
Entonces ya no es cuestión de la fraternidad de los cuer-
pos que constituye el cimiento de la segregación y de los cam-
pos de concentración. Los sujetos pueden advenir en una fra-
ternidad transfigurada, porque se trata de una fraternidad de
discurso que hace emerger un nuevo sujeto: el analizante y el
analista son fruto del mismo discurso. ¿El discurso analítico
tiene acaso otro fin fuera del surgimiento de esos nuevos suje-
tos? En la era de la tecnociencia, esto puede ser una chance
para los sujetos con la condición que lo sea para una gran
cantidad.
TRADUCCIÓN GABRIELA ROTH
JuAN CARLOS INDART: Por la extensión del último trabajo ya
no hay tiempo para un poco de conversación con preguntas
y respuestas. Diré entonces, personalmente, que somos aquí
en la mesa ocho subjetividades en la era de la tecnociencia; y
están ustedes, más de dos mil, como público, y afuera millo-
nes y millones. De modo que hay que agradecer a los colegas
el habernos permitido hoy abrir la cuestión, una cuestión
muy concreta y que atañe a cada uno de nosotros. Por eso
admito escuchar un tono, no diría sombrío (se trabaja por el
psicoanálisis y su porvenir como nunca), pero sí serio, preo-
cupado, en lo que nos viene de los colegas europeos, La
Sagna y Aflalo. Al menos lo escucho si lo comparo con la ale-
gría optimista y el entusiasmo que nos viene de Brasil por vía
de Forbes. Somos subjetividades en la era de la tecnociencia,
y estamos entre los efectos que ponderamos. Del lado argen-
EL ORDEN SIMBÓLICO EN EL SIGLO XXI 281
tino también seguimos esta temática con el más alto interés,
aunque en la ocasión tengamos aún un poco de distancia res-
pecto de los terribles efectos que nos han sido descriptos. No
olvidamos que hace diez años tuvimos una gran bancarrota
derivada de la gestión burocrática y la tecnociencia, y si en
esa ocasión no llegamos a arrojar los niños a la basura, desde
entonces mucha gente vive de ella.
MARIE-HÉLENE BRoussE: Todas estas ponencias nos han
permitido pensar los términos del debate de manera a la vez
más documentada y más precisa. Muchas gracias a ustedes.
Puedo testimoniar que estas distintas ponencias producie-
ron para mí dos "más de saber". El primero es la necesidad,
incluso si es difícil, de diferenciar entre los saberes científicos
de un lado y el uso positivista de estos saberes dentro del dis-
curso del amo. Pienso que todos los intervenciones han mani-
festado esta necesida. Segundo estos trabajos me dieron ele-
mentos para pensar hoy en día la apertura de la cuestión de
la verdad, que es multicausal -retomando una palabra clave
de la ponencia del señor Polack-, aunque sea la verdad como
certeza, cuando la ciencia positiva se presenta como discurso
del amo, es decir del orden.
La v~~-~ad que prevalece en muchos campos de la vid_a
social hoy en día, especialmente en EE.UU., es la verdad jurí-
d~. El derecho como referencia para decir lo que es verda-
dero y lo que no lo es. El derecho es en la civilización con-
tell\poránea e~ campo donde se refugió la verdad c;omo__EEe-
senc,!_a_4~l.<?!d~:n,-~J!I!Q.2E.cg,__c,g_JJ.~u ~§!a~to 4e semblan~su
estru~tura _j~- fic,ción. Al revés, la ciencia y la mutacióf!_~pi­
tali~t'!__~(;!_l_giscurso del amo van en la dirección del ree~pla­
zo d~--~()_simbólico__y__Q.~l.?~mblante por lg.real. Pienso en el
título del libro de J. L. Milner, La política de las cosas. Ciencia y
discurso del amo de un lado, derecho y arte del otro, y entre
estos dos elementos, el psicoanálisis, resto inclasificable: ni lo
real del número o del goce consumidor, ni el puro semblante
formal dellenguage. Nos queda ser dupe du reste ...