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TRABAJO PRÁCTICO Nº1


(CONTINUACIÓN)

GRUPO DE TRABAJO Nº4:


Cerqueiro, Ma. Victoria.
Crocetti, Ma. Valeria
Echarte, Ma. Mercedes
Santos La Rosa, Mariano
Tkalecz, David

Actividades:
1.- Lectura analítica de las fuentes documentales y bibliográficas propuestas.
2.- Extraer de las fuentes:
2.1.- Las características más salientes de las conquistas de México y de Perú
(composición de la hueste, metodologías utilizadas, etc.)
2.2.- La visión que los españoles transmitieron de los lugares descubiertos y de
sus habitantes.
2.3.- La interacción entre españoles y nativos, a la luz de los relatos y desde
acciones concretas (intercambios comerciales, rebeliones, etc.)

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Desarrollo:
2.1.- Las características más salientes de la conquista de México:
Desde un principio, en su artículo "El Juego de la Estrategia en la Conquista de México"
Juan Batista González deja claro cuál es su opinión acerca del accionar de Cortés en México:
"No se comportó Hernán Cortés quijotezcamente, ni tampoco llevó a cabo la cruel conquista que
algunos, aviesamente, definen y condenan. Tenía demasiado sentido práctico para lo primero, y carecía de
maldad y medios para lo segundo"1

Cortéz contó con una ventaja inicial, la duda acerca de su divinidad o no de los blancos,
que hizo perder la iniciativa a Moctezuma. El jefe azteca trató de prolongar la práctica
tradicional de los señores aztecas. Según esta, gran parte del dominio sobre los pueblos del
"Anahuac" se basaba en el incentivo de la rivalidad entre estos grupos. Cortés aprovechó esta
coyuntura para intentar establecer alianzas entre los indígenas oprimidos por el pueblo mexica:
"...los embajadores mejicanos dan tantas quejas de Montezuma e de sus recaudadores, que les
robaban cuanto tenían, y sus mujeres e hijas, si eran hermosas, las forzaban delante dellos y de sus
maridos y se las tomaban, e que les hacían trabajar como si fueran esclavos, que les hacían llevar en
canoas e por tierra maderas de pinos, e piedra, e leña, e maíz e otros muchos servicios de sembrar
maizales, y les tomaban sus tierras para servicio de sus ídolos, e otras muchas quejas..." 2

Cuando la fama del capitán español como liberador de los oprimidos por el poder azteca
se extendió, logró incrementar aún más su número de aliados:
"Y como oyeron decir que los del pueblo de Cholula estaban muy de paz y sosiego después que los
mejicanos no entraban en él, y agora ansimismo en lo de Pepeaca y Tecamachlaco e Cachula, a esta causa
vinieron cuatro principales muy secretamente [...] e dicen a Cortés que envíe taules e caballos a quitar
aquellos robos e agravios que les hacen los mejicanos, e que todos los de aquel pueblo y otros
comarcanos ayudarán para que matemos a los escuadrones mejicanos"3

Sin embargo, el jefe azteca tarda poco en replantear su estrategia. Moctezuma trataba de
obligar al avance rápido de los españoles sobre la capital azteca, a fin de evitar la consolidación
de nuevas posiciones más allá de Cholula. Sus aliados indígenas trataron de evitar que Cortés
fuera hacia Tenochtitlán:
"Y cuando aquella nuestra partida entendieron los caciques mayores de Tascala [...] enviaron a
decir a Cortés que ya le habían dicho muchas veces que mirase lo que hacía e se guardase de entrar en
tan recia ciudad, donde había tantas fuerzas e tanta multitud de guerreros, porque un día u otro nos darían
guerra, e temía que no podríamos salir con las vidas"4

Según Paul Herrmann, el capitán español comprendió la intención de Moctezuma:


atraerlos a la capital, tratarlos amistosamente para luego atacarlos por sorpresa. En una ciudad
lacustre, esto es muy peligroso. Sin embargo, la retirada ya no era posible, por lo que decide
seguir avanzando. El plan de Cortés ahora sería tratar de tomar al jefe azteca aunque dudó
mucho:
"Y, sorprendentemente, cuando se enfrentaron a Moctezuma, obligándole a residir en los aposentos
que habitaban los españoles, este fue allí en buen grado, y confiadamente se sometió a su custodia: la
guardia castellana, en aquella incierta situación, proporcionábale mayor seguridad que la suya propia" 5

1
Bautista González, El juego de la estrategia en la conquista de México, p. 56.
2
Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, p. 175.
3
Díaz del Castillo, op. cit., p. 290.
4
Díaz del Castillo, op. cit., p. 173.
5
Bautista González, op. cit., p. 66.

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Su prisión tenía también por objeto que Moctezuma cediera sus poderes a favor del rey de
España, dandole un gran triunfo jurídico a Cortés. Sin embargo, Moctezuma a su vez intentó el
aislamiento de los españoles en la capital, mediante el ataque que se realiza a Veracruz, el punto
hispano más fuerte. Cortés reacciona ante esta nueva situación asesinando al jefe azteca que
atacó Veracruz y reimplantando su control sobre Veracruz. También se produjo la abdicación de
Moctezuma, lo que "dinamiza" el cambio de actitud entre aztecas y españoles. Poco después los
españoles tuvieron que escapar de la capital azteca.
El ataque de los aztecas es en masa, frontal, a fin de provocar la huida del enemigo. Esto
hacía muy fácil el empleo de las armas de fuego. Esta deficiencia táctica permitió a Cortés
transformar la desordenada huida en una retirada estratégica. Busca refugio entre sus aliados en
Tlaxcala y desde entonces, y debido a la firme voluntad de Cortés, la campaña tomó un decidido
matiz de conquista militar.
"La estación de acogida y socorro que, después de la 'Noche Triste', constituyó Tlaxcala para los
españoles, se transformaría en la gran base logística que alimentó el cerco de Tenochtitlán" 6

Se solidificó la alianza contra el poder mexica y comenzó una campaña ofensiva cuyo
objetivo era la ocupación de objetivos secundarios para que, una vez consolidados dirigir la
campaña hacia Tenochtitlán. Esto redujo el territorio controlado por los aztecas y consolida la
alianza cortesiana.
"La estrategia de aproximación indirecta de Cortés fue alcanzando uno por uno los objetivos
parciales cuya ocupación aconsejaba el eficaz servicio de información de los indígenas adictos a los
españoles"7

Según Sánchez Barba, en esta segunda etapa de la conquista de México, Cortés sigue
métodos similares a los utilizados por los Reyes Católicos en España, siendo muy similar las
tácticas aplicadas en las campañas de la conquista de Granada y la de Tenochtitlán: conquista
sistemática de todas las plazas hasta aislar el casco de la ciudad, el uso de operaciones anfibios.
Una vez conquistada Tenochitlán, Cortés no quería cometer el mismo error que los
aztecas, por lo que procuró que todos los pueblos aceptasen "voluntariamente" la autoridad del
rey de España:
"Que como se ganó la ciudad de Méjico y se supo en todas las comarcas y provincias que una
ciudad tan fuerte estaba por el suelo, enviaban a dar el parabien a Cortés de la vitoria y a ofrecerse por
vasallos de su Majestad"8

2.2.- La visión que los españoles transmitieron de los lugares descubiertos


y de sus habitantes:
Las cartas de relación escritas por Cortés están llenas de datos geográficos, en las
descripciones de los indígenas (su organización política y social, costumbres, vestidos, adornos,
comportamientos, sistemas de economía y producción). Cortés suele representar sus reacciones
y emociones ante estas nuevas culturas, aunque no le maravillan en exceso.
"Su ojo es sensible al paisaje que le rodea y plasma toda esa belleza tan desconcertante y llamativa
que encuentra y siente. Se detiene con especial énfasis en sus relaciones con los señores indígenas, los
pactos que realiza, sus dotes de persuación, su interés en razonar y en obtener un vasallaje voluntario" 9

6
Bautista González, op. cit., p. 73.
7
Bautista González, op. cit., p. 78.
8
Díaz del Castillo, op. cit., p. 415.
9
Bautista González, op. cit., p. 108.

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Los españoles quedan horrorizados ante ciertas prácticas rituales de los indígenas de esta
región. Por esto, sienten un miedo atroz por caer vivos en manos de los aztecas:
"...muy pocos quedamos vivos, y los que murieron fueron sacrificados, y con sus corazones y
sangre ofrecidos a los ídolos mejicanos que se decían Texcatepuca y Hicilobos" 10
"...metían a engordar muchos indias e indios y muchachos y estando gordos los sacrificaban y
comían, y demás desto las guerras que se daban unas provincias y pueblos a otras, y los que captivaban y
prendían los sacrificaban y comían; pues tener ecesos carnales hijos con madres y hermanos con
hermanas y tíos con sobrinas, halláronse muchos que tenían este vicio desta torpedade" 11

Y con respecto a sus aliados indios, en un primer momento, prima en Cortés una actitud
de desconfianza hacia ellos. Esto queda demostrado cuando uno de sus capitanes le recomienda
no ser tan cautelosos:
"<<Parece, señor, questán muy de paz, y no habemos menester tanta guarda, ni estar tan recatados
como solemos>>. Y Cortés dijo: <<Mira, señores: bien veo lo que decís; mas por la buena costumbre
hemos de estar apercibidos, que aunque sean muy buenos, no habemos de creer en su paz, sino como si
nos quisiesen dar guerra y los viésemos venir a econtrar con nosotros, que muchos capitanes por se
confiar y descuido fueron desbaratados>>"12

Sin embargo, la lealtad demostrada por sus aliados en Tlaxcala hace cambiar de opinión
a Cortés, principalmente luego del episodio de la "Noche Triste"
"Y demás de esto, Cortés los hizo amigos (a los de Tlaxcala) con los de Cholula, que a lo que
después ví e entendí, jamás quebrantaron sus amistades"13

2.3.- La interacción entre españoles y nativos, a la luz de los relatos y


desde acciones concretas (intercambios comerciales, rebeliones, etc.)
Desde un principio los jefes indígenas aliados estaban muy interesados en forjar lazos de
amistad duraderos con los españoles. Para esto, la mejor vía era lograr la unión de los españoles
con las hijas de los caciques:
"Otro día vinieron los mismos caciques viejos y trujeron cinco indias, hermosas doncellas y
mozas, y para ser indias eran de buen parescer y bien ataviadas, y traían para cada india otra india moza
para su servicio, y todas eran hijas de caciques"14

Rápidamente, los españoles condicionaron estas uniones a la conversión al cristianismo


de las indias. En caso de lograr esto, los españoles habrían dado el primer gran paso en la
conversión de los indios en tierra azteca:
"...para que con mejor vluntad tomásemos aquellas sus hijas para tenellas, como dicen, por
mujeres, que luego dejen sus malos ídolos y crean y adoren en Nuestro Señor Dios, ques el en que
nosotros creemos y adoramos, y verán cuánto bien les irá, porque demás de tener salud y buenos
temporales, sus cosas se les hará prósperamente y cuando se mueran irán sus ánimas a los cielos a gozar
de la gloria perdurable, y que si hacen los sacrificios que suelen hacer aquellos sus ídolos, que son
diablos, les llevarán a los infiernos, donde para siempre arderán en vivas llamas" 15.

Sin embargo, en un primer momento los jefes indígenas se niegan a acceder a este
cambio:
"¿Cómo quieres que dejemos nuestros teules, que desde muchos años nuestros antepasados tienen
por dioses y les han adorado y sacrificado? Ya que nosotros, que somos viejos, por te complacer lo
quisiésemos hacer, ¿qué dirán todos nuestros papas y todos los vecinos y mozos y niños de esta provincia,
sino levantarse contra nosotros?"16

10
Díaz del Castillo, op. cit., p. 601.
11
Díaz del Castillo, op. cit., p. 602.
12
Díaz del Castillo, op. cit., p. 150.
13
Díaz del Castillo, op. cit., p.
14
Díaz del Castillo, op. cit., p. 152.
15
Díaz del Castillo, op. cit., p. 153.
16
Díaz del Castillo, loc. cit.

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Aunque finalmente tuvieron que aceptar el poder y la autoridad de Cortés:


"...y se pacificó la tierra, y dende en adelante tenía Cortés tanta fama en todos los pueblos de la
Nueva España, lo uno de muy justificado, en lo que hacía, y lo otro de muy esforzado, que a todos ponía
temor, y muy mayor a Guatemuz, el señor e rey nuevamente alzado por rey en Méjico. Y tanta era la
autoridad y ser y mando que había cobrado Cortés que venían ante él pleitos de indios de lejos tierras, en
especial sobre cosas de cacicazgos y señoríos"17

Y tuvieron que aceptar ser convertidos al cristianismo:


"mas si bien se quiere notar, después de Dios, a nosotros los verdaderos conquistadores, que lo
descubrimos y conquistamos y desde el principio les quitamos sus ídolos y les dimos a entender la santa
dotrina, se nos debe el premio y galardón de todo ello primero que otras personas, aunque sean religiosos,
porque cuando el principio es bueno y medio alguno e al cabo todo es digno de loor"18.

Pronto, los indígenas debieron adaptarse a las costumbres, modos de vida y organización
españolas:
"...todos los más indios naturales destas tierras han deprendido muy bien todos los oficios que hay
en Castilla entre nosotros, y tienen sus tiendas de los oficios y obreros [...] son muy extremados oficiales
y ansimismo lapidarios y pintores, y los entalladores hacen tan primas obras con sus sotiles alegras de
hierro, especialmente entallan esmeriles y dentro dellos figurados todos los pasos de la Santa Pasión de
Nuestro Señor Redentor y Salvador Jesucristo, que si no las hobiese visto no pudiera creer que indios lo
hacían [...] han plantado sus tierras y heredades de todos los árboles y frutas que hemos traído de
España..."19
"...cada año eligen sus alcaldes ordinarios y regidores y escribanos y alguaciles y ficales y
mayordomos, y tienen sus casas de cabildo donde se juntan dos días en la semana... 20

Según García Añoveros, una vez lograda la conquista de México, Cortés trató de dar un
buen trato a los indios, emitir normas humanizadoras para las encomiendas, darles buenos
misioneros, etc. Cortés siempre fue agradecido con los pueblos que se aliaron a él.
"Después de la cruenta conquista, la tarea principal fue la de instaurar la paz. Labor difícil al
quebrantarse el poder azteca con la amenaza de la disgregación social y política. Cortés lo consiguió, a
pesar de los lógicos brotes de rebeldía, logrando el asentamiento del poder español que, a medio plazo, se
afianzó con mucha más fuerza, orden y cohesión que el azteca" 21.

En cambio, otros españoles como Pedro de Alvarado han pasado a la historia como
hombres crueles e inhumanos en el trato con los indios. Durante la conquista, Alvarado estaba
muy preocupado por capturar indios en calidad de esclavos como excusa de su rebeldía.
"...echó preso al cacique porque le dijeron los de Teguantepeque al Pedro de Alvarado que le
querían dar guerra toda aquella provincia [...] y a esta causa le echó preso. Otros españoles de fe y de
creer dijeron que por sacalle mucho oro; y sin justicia murió en las prisiones, y esto se tuvo por cierto.
Agora sea lo uno o lo otro, aquel cacique dio a Pedro de Alvarado más de treinta mil pesos, y murió de
enojo e de la prisión, e quedó a un hijo el cacicazgo, y le sacó mucho más oro que al padre" 22

Con respecto a la esclavización de indios, tanto Cortés como la Corona también estaban
involucrados en este tema:
"...en aquella provincia todos los teníamos ya pacíficos y no teníamos por tentontes dónde ir a
entrar, porque todos los pueblos de los rededores habían dado la obidiencia a Su Majestad, acordó Cortés,
con los oficiales del rey, que se herrasen las piezas y esclavos que se habían habido para sacar su quinto
después que se hobiese primero sacado el de Su Majestad"23

17
Díaz del Castillo, op. cit., p. 295.
18
Díaz del Castillo, op. cit., p. 604.
19
Díaz del Castillo, loc. cit.
20
Díaz del Castillo, op. cit., p. 605.
21
García Añoveros, Pedro de Alvarado, capitán de Hernán Cortés. P. 115.
22
Díaz del Castillo, op. cit., p.416.
23
Díaz del Castillo, op. cit., p. 297.

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Si bien la corona española pronto le quitó gran parte del poder político de Cortés, le dio la
posibilidad de hacerse de un gran patrimonio de tierras e indios:
"La conquista de México le reportó a Cortés una gran fortuna en oro indio y en posesiones. El
llamado Estado de Cortés comprendía grandes extensiones de tierra en sitios escogidos de México, minas
e indios tributarios, cuyo número era de 36.000 repartidos al menos en 32 pueblos"24

Además, y contra la opinión de García Añoveros, muchos españoles que participaron de


la conquista terminaron muy diconformes con Cortés:
"...se tomó todo el oro, lo más y mejor de la Nueva España para sí, y nosotros quedamos pobres en
las villas que poblamos con la miseria que nos cayó en parte..."25

Cabe agregar que no sólo Cortés y Alvarado se comportaron brutalmente como bien hace
notar Bernal Díaz del Castillo en su crónica, siendo pocos los españoles que se preocuparon
verdaderamente por la situación de los indios:
"Estando Sandoval en el pueblo de Naco atrayendo de paz todos los más pueblos de aquella
comarca, vinieron antél cuatro caciques de dos pueblos [...] y dijeron questaban en sus pueblos muchos
españoles [...] con armas y caballos y que les tomaban sus haciendas e hijas y mujeres, y que las echaban
en cadenas de hierro; de lo cual hobo gran enojo de Sandoval [...] Y Sandoval les dijo con palabras algo
desabridas si les parescía bien andar robando a los vasallos de Su Majestad, y que si era buena conquista
y pacificación aquella"26

BIBLIOGRAFÍA:

BATISTA GONZÁLEZ, Juan, El juego de la estrategia en la conquista de México, en Quinto


Centenario, Nº9. Madrid, Editorial de la Universidad Complutense, 1985.

DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal, Historia Verdadera de la conquista de la Nueva España.


Madrid, Espasa Calpe, 1975.

GARCÍA AÑOVEROS, Jesús M., "Pedro de Alvarado, capitán de Hernán Cortés.


Aproximaciones y diferencias", en Quinto Centenario, Nº9. Madrid, Editorial de la Universidad
Complutense, 1985.

SANCHEZ BARBA, Mario Hernandez, Historia Universal de América, Tomo I. Madrid,


Guadarrama, 1963.

24
García Añoveros, op. cit., p. 119.
25
Díaz del Castillo, op. cit., p.464.
26
Díaz del Castillo, op. cit., p. 508.

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