Sunteți pe pagina 1din 166
(A Very aie I nia Manda dnd san tn fr dng nia por an an er Sto pa nce tina, eats Ope 1 (Ain, Re rie 19S pASeegmdo fia de L. 1. Pais, iti univers Michel de Certeau LA ESCRITURA DE LA HISTORIA Traduccién de Jorge Lépez Moctezuma Fine L. bree = RSID AD -IBEROAMERICAN DEPARTAMENTO DE HISTORIA Titulo original en frances: LeBeriture de Phistire Gallimard, 1978, Pais UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA BIRLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO De Certeaul, Michel La excrtra dela historia |. Historografia, 1 Loper Mecteruma, Jorge. HA 1 1.C3818.2006 DAR © Editions Gallimard, 1975, 1a, eet en espanol, 1999) 2a. relmpresion, 2006 DRO Universidad iheraamericana, A.C. rol, Paseo de la Reforma 880 Col, Lomas de Santa Fe México, DLE, C.P.01210 D.R. © Instituto Tecnoldgico y de Estudios Supetiores de Occdente ITESO) Periférico Sur Manuel Gomez Morin 8585, Tlaguepaque, Jalisco, México, C.P 45090, ISBN 968-859-120-3, Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico “Prohibida la venta en Espaiia”” indice Prélogo a la segunda edicion Escrituras ¢ historias Primera parte Producciones del ugar Capitulo L. Hacer historia 1-Un indicador: el tratamiento de la ideologia religiosa cn la historia 2. Practicas histéricas y praxis social 3. La historia, discurso y realidad 4. La historia como mito Capitulo 11. La operacién historiogrifica 1, Un iugar social Lo no dicho La institueién historica Los historiadores en la sociedad El que permite y el que prohibe: el lugar 2, Una practica Laarticulacién naturaleza-cultura ul Is 33 36 45 31 60. 67 oo 69 1 16 81 82 84 El establecimiento de fas fuentes 0 la redistribu del espacio Hacer resaltar Ins diferencias: las desviaciones del modelo90 El trabajo sobre el limite Critica e historia 3. Una eseritura La inversion de la escritura La cronologia o la ley enmascarada La construccién desdoblada El lugar del mucrto y el lugar del lector Segunda parte Produccién del tiempo. Una arqueologfa religiosa Introduceién, Cuestiones de método Capitulo 11: La inversién des o pensable. La historia religiosa del siglo XVUL 1. La religiGn en la époes 2, La interpretacién histérica x Capitulo IV. La formalidad de las practicas. Del sistema religioso a la ética de las luces (siglos XVU-XVITN) 1. De la divisidn de fas iglesias a la “raz6n de Estado” (siglo xvil) 2. Una nueva formalidad de las practicas: la politizacin de los comportamientos. 3. La ligica del “practicante”: una alternativa entre el deber de estado y el profetismo ~ 4. Laética filos6fica: “legalidad” y “utilidad” en el siglo XVII 5. Las leyes propias del grupo religioso: reduccién al silencio y administracién cultural 85 93 98 101 101 104 108 6 129 130 144 149 152 Tercera parte Sistemas de sentido: Lo eserito y lo oral Capitulo V, Etno-grafia. La orali otro: Léry ad o el espacio del 1. La “leccion de eseritura” en Jean de Léry (1578) . La reproduecién escrituristica Una hermienéutica del otro Lapalabra erotizada Visto yt ofdo: el ojo y el ofdo Capitulo VI. Elenguaje alterado. La palabra de la posesa L Transgresién ¢ interdiccion 2. Documentos alteradgs: los textos de las posesas 3. Yo es otro: “la perversidn del lenguaje” 4, Construccién y deconstruceién de un lugar 5. El cuaclro de nombres propios: una toponimia “alterada” 6. La mentira de la interpretacién Capitule VIL. Una variante: la e¢ icacién hagio-gratica 1. Historia y sociolo 2. La estructura del discurso 3. Una geografia de lo sagrado Cuarta parte Escrituras freudianas Capitulo VIL: L 0 que Freud hace con la historia, 208 206 2 214 22 227 239 242 245 248 251 254 258 263 267 A propésito de Una neurosis demoniaca en el siglo XVI. 273 1. Lo histétieo, produceién de la “Autklirung” freudiana Para una historia del siglo XVIL Del pasado legible al presente oculto, ‘Ocultar, trabajo de Ia historia Las sustituciones del padre Elacto y la ley Capitulo 1X. La ficcion de la historia. La escritura de Mbisés y el monoteismo 1. El discurso de fragmentos o el cuerpo del texto 2, Bscribir en la lengua de otro, ola ficcion 3. La tradicién de la muerte, o la eseritura 4, EL quid pro quo 0 ta comedia de lo “propio” 5. La novela de la historia 278 280 283 286 288 293 294 302 309 315 329 Prélogo a la segunda edicién Amerigo Vespucci el Deseubridor llega del mar. De pie, y revestido con ora va, como un crizado, leva las armas europens del sentido y tiene dears de si los navios que tracran ak Occidente los tesoros de un paraiso. Frente a si. la india América, mujer acostada, desnuda, presencia innominada de la diforen- Cia, cuerpo que despierta en un espacio de vegetaciones y animales exsticos." Escena inaugural. Después de un momento de estupor en ¢se umbral flanqueado Por una columnata de érboles, el conquistador va a escribir el cuerpo se la otra y trazar en El su propia historia, Vaa hacer de ella ef cuerpo historiado ~el Blasén— de sus trabajos y de sus fantasmas. Ella seré América “latina” Esta imagen erética y guerrera tiene un valor casi mitico, pues representa el comienzo de un nuevo funcionamiento occidental de Ii es- critura, Ciertamente, Ia escena de Jan Van der Straet revela la sorpresa ante esta tierra que Vespucci capté claramente, el primero de todos, como luna nuova terra todavia inexistente en los mapas*-un euerpo descoroci Go destinado a llevar el nombre de su inventor (Amerigo). Pero lo que se eshoza de esta manera ¢s una colonizacién del cuerpo por el discursi del poder, la escritura conquistadora que va a utilizar al Nuevo Mundo como una pagina en blanco (salvaje) donde escribird el querer occidental. Esta escritura transforma el espacio del otro en un campo de expansién para tun sistema de produccién, Partiendo de una ruptura entre un sujeto y ef "C8 La reproduce de I primera iin ® Cf, WIE. Washbumm, “El significado de descubrinventa en os silos XY. y XVV* en dere Hosvoricl Revies, 1962, ppd 38: Urs Biter, Dre Wile” und die "Zviliierten™ Grn la einer Geistes und Kulturgeschichte der exropischsibersecishen Begegnung, Machen, © Beck, 1976, yp. 19-80, objeto de su operacién, entre un querer escribir y un cuerpo escrito (0 por escribir), la escritura fabrica la historia oveidental. La escritura de la historia es el estudio de Ia escritura como préctica histérica, Si toda empresa cientifica tiene como caracteristicas, desde hace cuatro siglos, la producein de artefactos Lingilisticos auténomos (lenguas y discursos “propios”), y la capacidad de éstos para transformar las cosas y los cuerpos de los que ya se han separado (una reforma o revolucién del ‘mundo que los rodea segiin la Jey del texto), fa escritura de la historia nos remite a una historia “moderna” de Ia escritura, De hecho, este libro se con- cibi6 primeramente como una serie de estudios destinados a sefalar la eta- pas cronolégicas de esta practica: en el siglo XVI, la organizacién “etnogratica” dela escritura en su relacién con la oralidad “salvaje”, “primitiva”, “tradicio- nal” 0 “populat” a Ja que constituye como su otro (tercera parte de este libro); en los siglos XVII y XVII, la transformacién de las Eserituras cristia- nas, legibitidad de un cosmos religioso, en meras “representaciones" o en “supersticiones” marginadas por un sistema ético y téenico de pricticas ca- paces de construir una historia humana (segunda parte}; en los linderos del iglo XX, el regreso de la alteridad rechazada gracias ala pricticn escriturstica de Freud (cuarta parte); finalmente, el sistema actual de la “industria” historiogratica,? que sirve de base a tn lugar socioeconémica de produc: cién, a las reglas cientificas de una pericia, y a la construccién de un relato ‘o texto (primera parte), A estos estuidios se afiade el que se refiere, en el fin, del siglo XVIII, a la lucha de una racionatidad escrituristica “ilustrada”, revolucionatia y jacobina contra las fluctuaciones idiomiticas de las oralidades de los dialectos.* En lugar de proceder a una reconstruccidn cronolégica, demasiado ape~ gad a la ficcién de una concepeién lineal del tiempo,‘ hemos preferido hacer visibles el lugar presente, del que tom su forma estainterrogante, a particul rrdad del campo, del material y de los procesos (los de lahistoriografia “moder- nna”) que permitieron analizar la operacién escrituristica, junto con las diferen cias metodolégicas (semisticas, psicoanaliticas, etcétera) que inttoducen otras posibifidades tedricas y pricticas en el fimcionamiento occidental de la escritu- ra, Poresta razba sali6 un discurso ftagmentado por investigaciones ticticas que ‘obedecian cada una areglas propias:enfoxe socioepistemaligico (primera parte), segunda parte), semiético (tercera parte), psicoanalitico y freudiano La expresiin es de Marc "La india es el azo tniin rel bistro ene Ia naturaleza ‘vel hombee” y es "el fundamento de a ciencin humana. Acetea del insta histoiog fe M. de Certeny, "Esenturae histori, en Poliigne aujord” hui, diciembre 1975, pp. 65- * Michel de Certeau, Dominique Julia y Jacques Revel, Une poltigue dela langue La Revwition angaive te ptois, Galina Biblio des Histoites, 1875, 320 pp. infcap 83 {cuatta parte). Rehusar la ficcién de un metolenguaje que unifique el todo, es dejar aparecer Ia relacin entre procedimvientos cientificos limitados y to que les falta de lo “real” que estén tratando. Es evitar la ilusién, necesariamente dogmatizante, propia del discurso que pretende hacer creer que ests “ade cuado” a to real -ilusién filos6fica agazapada detris de las condiciones previas al trahajo historiogrifico y cuya ambicidn tenaz ha sido maravillo. samente expresada por Schelling: “EI relato de los hechos re nosotros doctrinal”. Este tipo de relato en en nombre de lo real La historiografia (es decit “historia” y “escritura”) Mleva inserita en su nombre propio la paradoja -y easi el oximoron- de la relacién de dos términos antinémicos: lo realy el discurso. Su trabajo es unirlos, y en las partes en que esa unién no puede ni pensarse, hacer coma si los uniera. Este bro nacié de tarelacion que el diseurso mamtiene con lo real del que tratan ® {Qué alianza existe entre la escritura y la historia? Ya era fundamental en la concepcida juddeo-cristiana de tas Escrituras. De agui se sigue el papel des. empetiado por esta arqueologia religiosa en la elaboracién moderna de lo historiografia que ha transformade los términos y el tipo misma de la rela. cidn pasada, para darie una figura de fabricacién y ya no de lectura o inter. pretacién. Desde este punto de vista, el nuevo examen de la opetatividad bistoriogrfica desemboca, por una parte, en un problema politico (los pio- cedimientos propios de un “hacer historia” nos remiten a ut “hacer la historia”), y por otra parte, en i palabra enunciadora), Por la fey de una escrituta “cientitiea ales es para gaia porque pretende hacer la ley 4 manera dle la cuestion del sujeto (el cuerpo y fa cuestion rechazada ala zona dela fiecivin o del silencio * Sobre este punt, ft. ME de Certeau v Réxi Diatectiques. wizs, 14. verano 1976, pp. Al Cte inf ap en prepara, bin, “EL discus histnive y Yo weal", en M, de Cenean, La fable du set. Langages sti cu ste Escrituras e historias “s Estudioso y benévoto, iero como soy con todos los muertos, sigo mi cami- to, de edad en edad, siempre joven, nunca cansado, durante miles de aioe." El camino ~“tni camino”-me recuerda esta expresion de caminante: "Carni, naba, erraba... corria por mi camino... caminaba como un viajero atrevieo” Caminar y/o escribir, tal es el trabajo sin tregua “impuesto por la fuerza del deseo, porel aguijén de una curiosidad ardiente.a la que nada puede detener™ Michelet, con “indulgencia” y “temor filial” mukiplica las visitas alos muer. ‘es, beneficiatios de un “didlogo extrafio, con la seguridad de que "no se puede reavivar 1o abandonado por la vida”. En el sepulcro en que habits ef historiador solo se encuentra “el vacio”.' Asi pues, esta “intimidad con el eire mundo” no representa ningun peligro2“Esta seguridad me vuelve mas be. volo con los que no me pueden perjudicar” Eltrato con el mundo muerto, definitivamente distinto del nuestro, se convierte cada dia en algo mds “joven” y atractivo. Después de haber atravesado una por una la Historia de Franca, {as sombras “regresaron menos tristes a sus tumbas”, alla las lleva el discurso, las seputta y las separa, las honra con Jos ritos fimebres que faltaban. Las “Hora”, cumpliendo con un deber de piedad filial, tal coro Pedia un suefio freudiano, escrito en la pared de una estacidn: “Se supliza cerrar los ojos”.* La ternura de Michelet va de un lado para otro introxa les Michels," eran del Espsitu(1869, proyecto indie de Pefacioa la isuae de Fn e01 Are sit 82,1973, pp. 7.59 8 3} Michele Préfice d'Histoire de Francee8, Mota, A. Colin, 1962, 9.175 24. Michelet, Herofsme del Esprits ep cp. 8 “Cte, pp 305-307 ciendo las sombras en el tiempo, “el todopoderoso hermoseador de las nuinas: (© Time beautifying of things!”.* Nuestros queridos muertos entran en el texto Porque no pueden ni dafiarnos ni hablarnos. Los fantasmas se meten en le escritura, sélo cuando callan para siempre. Otro duelo, mas grave, se afiade al primero: Tambien el pueblo es el separado. “Naci pueblo, tenia al pueblo en el coraz6n, peto st lengua... Su lengua me fe siempre inaecesible, nunca pude hacerlo hablar» “El pueblo tam- bin es silencioso, como para ser et objeto de un poema que habla de este silen- cio, Es cierto que sélo el pueblo “autoriza’ la manera de escribir de! historiador, pero por esta misma razén se halla ausente. Es una voz que no habla, in-fars, sélo existe fuera ce ella misma, en el discurso de Michelet, pero le permite ser un eseritor “popular”, rechazar el orgulo; val volverlo “grosero y bétbaro” le hace pender todo To que le quedaba de sutileza literaria.” “£1 otro" es el fantasma de la historiografia, el objeto que busca, hhonra y entierra. Un trabajo de separacién se efectia en esta proximidad ih- quietantey Tascinadora, Michelet se coloca en fa frontera, donde desde Virgitio hasta Dante se han construido todas las ficciones que todavia no eran historia, Este lugar sefiala una cuestidn ordenada desde entonces por practicas cientifi- cas, y de la que se encarga ahora toda una disciplina. “La bitsqueda histérica del sentido’, no es sino la bisqueda del Otro” * pero esta accidn contradicto- ria trata de envolver y ocultar en el “sentido” Ia alteridad de este extrafio. 0,10 {que es lo mismo, trata de calmar a los muertos que todavia se aparecen y ofrecerles tumbas escrituristicas El diseurso de la separacién: la eseritura La historia modema occidental comienza efectivamente con la diferencia en- tre el presente y el pasado. Por esta diferencia se distingue también de la scion (eliiosa), We Va CURT muna Tlegn a SepararSe Sm pee, Y CON seiva con esta arqueologia una relacién de deuda y de rechazo. 7 a Finalmente, hay un tercer corte que organiza el contenido en lo que va del trabajo a la naturaleza'y que supone una separaciin entre el disGirrso yC eierpo (GocTAly, La historia hace hablar al cuerpo que calla Supowe un desfasamniento entre [Wopacidad silenciosa de a realidad” que desea expresar y el lngar donde produce su discurso, protegida por Tvs +5. Aishele "EL Home dl Exp op it 9.8 Cito por olan Barthes, Michelet hoy"sen Are. 9.26 11 Mishel, "Et Herofsme del Esp op opp 1213, * Alphonse Daron, “Lengua e historia", en kur Congrés ternational des sciences historgues, More, 1970 16 tancia que la separa de su objeto (Gegen-stand). La violencia del euerpo llega basta la pigina escrita por medio de la ausencia, por medio de los doctomentos que el historiador pudo ver en una playa donde ya no esté la presencia que los dejé alli, ya través de un murmullo que nos permite of, como venido de muy lejos, el Sonido de a inmensidad desconocida que seduce y amenaza al saber Gna estructura propia de la cultura occidental modema se indica sin duda en este tipo de historiografia: Lainreligibilidad se establece en relacign al “otro”, se desplaza (0 progresa" al modiicar 104 5 peer pa iio, elt ites, heternor a las -etnoogi, histori, Piqua, pedayo. aia, eteétera-, se desarrolla una problemstica que elabora un “saber decit”™ {odo to que el otro calla, y que garantiza el trabajo interpretativo de una eien- cia (humana) al establecer una frontera que la separa de Ia regidn donde ta espera para darse a conocer. La medicina modema nos presenta un modelo de todo esto, a partir del momento en que el cuerpo se convicrte en un cuaidro legible, y por tanto iraducible en algo que puede eseribirse en un espacio de lenguaje. Gracias al despliegue del cuerpo ante la mirada, lo que se vey lo que se sabe pueden superponerse o cambiarse (tradtcitse). El cuerpo es una clave que espera ser descifrada, Lo que en los sigios XVII y XVIII hace posible la convertibilidad del cuerpo visto en cuerpo sabido, o de la organizacién espacial del cuerpo en organizacidn seméntica de un vocabu- lario -o fo contrario., es Ia transformacién del cuerpo en extensién, en interioridad abierta como un libro, en un cadaver mudo que se ofrece a las mmiradas. Se produce una mutacién andloga cuando la tradicién, cuerpo vivido, se despliega ante la curiosidad erudita en un grupo de textos, Una ‘medicina y-una historiografia modernas nacen casi simultineamente dé la separacién ete un sujeto que Se-TUpOTE sabe Teer y un objeto que se suponeeseri (BU. Ue HO coMDEE, peg lie debe ser descitia. fasion de una separacioi eiiire eT saber que provoca el discurs y el auei- po itude que To supone. fi oe HsToriografia separa en primer lugar sit propio presente de un pasado, pera repite siempre el gesto de dividiz. La cronologia se compone de eriodos™ (por ejemplo: edad media, historia thodema, historia contempo- "aiiea) wile Jos cuales se traza cada vez la decisin de ser giro 0 de no ser ‘mds lo dle se ha sido hasta entonces (Renacimienfo, Revolucién). Por tum, GBF Tempo "nievO" ha dado /ygara un discurso que trata com “muerto” todo lo que le precedia, pero que recibia un “pasado” ya marcado por rupturas anteriores E * Ctrenpaicular Miche Foucaul, Nousance de lclinigus. 1963, pp «=x Yalacdo, al 1461 UL M40 npn oy aWRY sp ounonnyn a 2ssanb, un 2p 0 ,32qes Jo¥anb,, uM ap opyiounuD 19 Uo9 optata odiono fap Fuprinaso v| msn 9p ‘opep vy as eusstu eff anb oxdedsa fa tejorio> ap edv9 pepo!oos eun ap ojoquiss 289 (opeyinsarns s9 anb ‘osinasip otwoa ou A) eonopid ovaeno ust “eanwoyrudts eo1}2eid vun xod sopezeydutaau opts tb ‘ureyue ap soy sof Sopor ood v e204 “exm1989 0] v axdUHaIS Baal SOU.,eI01 st 4990\,‘S0YBIS oxreno aay apsop ‘aiuapio0g ua ab avaavd ayy ieyeiBoyoysty e osvoe so ou? ‘ayuasaid jo ua uyzes Eun smMnstOD 2p UH ua as anb Asoniiuue soy 2p opestdos onan odutot un ap med v ‘ezuormo is anb peptatioe e| o19q "warded v|:ooueng ua auodns 2s nb rey un opmatss 984 2045 BU 4andyst09 S@.nquI9Sa YeIUaLID|9 Sp AUOY Ns “UoLdoNpOXd © Sefouasne o] o1oedsa omsn un te vjnomi anb oaneruosoidos ofeqea u 99 ayaasard ye ungezssone anb s2jeuoroypen souotoeiuasazdas sey v axtutisns ‘omgH9s9 of ‘O1oaya Uy “BaNLA98a BY :294 ¥| B OBL Ip & ont ap sOpeA auIaH an ©7898 un doo enyoaya 0s & ezzfoquus as oovfopered oywortampaooid as “Soni vj eniuoo ofeqen < axon wf ap ofeqeyy,zoqes un uo opesed Ip aeymnideoas op orSojtand (a ayuosaud ye opuaxpaouod “epmpiod yy vay anb ‘uaorapanead ‘osinosip [2 ua 69004 seyonut ayidas 9s an & azianun e] sod orb ousstiutpeoosd oyenxa un ap o1pout sod “opesed jo aspuarcuson ap zee © aonpoxd 28 apaop sen J2 anb seqoud ap vjex eyEAROHONSIy EY ono [9 anquios & wsuadiuoa anlywouatiodx ey pis9 oun ts UoroeuLe ts “osafoud jo ‘aseq ns 89 aapaocaad 07 qnonpau oi] un sezen ‘S0pt9 e1edesap so] woo eata popixpyos eun ap eprpsad e) sexdane ‘sand ‘sowaqap .uana ua SO}BUE, o}g]Sodtur £9 tA o1aey 0} 20d & ‘stuatUD souOLaRZITAID 9p Branouiadxo vy (ezzuvi0 n) opeziuv8i0 wy onb soxzanan soy ap viouasaid 2p od 9480 we 40029 afqrsodunt sa anb auodns pyoxBOUO3sty o| eyuoND Ns Jog ‘EDI P| Uo uproedionsed ap opoLL tm outod wIapistios ow eA puparsos exysontt orb ¥ ® auants 59 woo UotoeoyuOD wun uD —epeUO'sete UOKDOR & pep -1.tB]89~ soyynd jap ossnasip :oa:Sojoqud 69 seuwuny se!2u219 se] ap OSIMasip [2 8ISta 9p ound 21s9 apsaqq s1Hap1990 v wuoIsasqo ayant BT HHO aAfanA ) Ti2edes o awoueny setouge so uianu 9 aigo8 e014 wpoy anb 99 (ueuini ePID ¥]WaE 9 Oi s1q68 6 ono ap sogDs jo Ise OpuaieynstoD 365iantc0p soy 2p auarigo ab salioisastoa say te pepuNTas ne BituonoU9 ¢ (ox 4 Saher aitap grey BELTON OR TATA ob o| Ho pepione ey 3° (onpieNP 9.) odrud jo “anuop1o90 ug ‘auaNUA ¥| HOD BIUNSTpLUploeas ah 9p ‘ousia 0} 59 anb oo odon jo woo Huns Ugtoefor wun op ‘eyeIToLIONt son op sian “orsoums uyp anb sojdisafe Jeondnu gt sq ee epeurdueu o epesed ,camfou., wun v osaifau j9 ow09 PepHOpE e| 9p “aor soututiar sosno jeiUapra90 Uo!aP[al v| JeAzOstDD Ye & “opused au at sonst 3p opte9s ome “onsyresud ap emtenns, :(72-¢b1 “lsu ey ope 25g05°¢961 “PEATE SUOGHOS o Spear ting Pune peur agony ynun weINPeD DUN. HONPDUAIDH “NISC WHY HD pected pet oY sspareyea weg Vy svon)9amoye wonesy0.9 #7 0,eHOSSIY | >pMUD}HEHT WOU SHOT un 6 atuasaid un ania esmdns of ‘sand souodw je “uovorpen e| op pep -jyornse 2] zeredas ye aub (ooyysRoasnua £ oatperoma 34110 ap ord “et -vouan aqiauuantarede) upiodaau0a | woo Untto9 Ua pe SUH ON, ‘ofege vioey ‘wnat A equate ap auata anb erouasaud stoap 59 (oy) exqoyed- ,sopesed sodas so] ap wagered e, ‘ommuiae so eLLOyIK ‘SauuoUeCT ap oF SO ANU 7 ,itwa.rod un e opese! un ap apuan, -xa a8 anb oyqand je owsyu (9 ap oxpou > ENS ‘ousten ys 9p OM asrEpEAqO ou ened supsooas ostoaad s@ anb (ozorunt) ,orBajiaud,, 12 s9 euoIsty Fy “op -e2uowiau £ operas as ered owatunye un ‘fetiowatn ap ean a] anb exed pep -01008 8] ap o1paun ua W90}09 9s an o10s un $9 ay qysod 195 v ang|| oCuOUOINE aquosaud un anb wind spn wise opeztey arsfqo un 198 ap sofap(nanupipes) #309 2] AP BOURKE, UN o (oUfosHUPAO!) ,oPIO Jap woUALEN,, wh HaSMINSUOD (Copesed jap eioisiy) nnreny soy & (seorSoqvauas seis senBinue) pars201399 $0] “reasedepepyap piusow soy azita esoUetG BLUSH eC] PIPL HOIST e] ap , fe -tp2uo oupay, Ja ‘ouATOD [0 sod ‘69 “ugfoLOsqras 9p K eIOUDIsIx909 ap OsaDduc ‘up, sepfaran,, 2p asopugmnansip asitaryap anb sod aus1 ow sede um oooduuey owas‘, sopesed,, ap asopuyraueysip asmeuusye ap pepisadat aan ou odio f2p eyaredt e7 "opeaynenss omartsEud;mome,, un ep as uaxg sys, Senin Sel |e uesmdxe ow sexanur seuxioy se, ‘opdeafo sod “erpur e} wa “TeatapIo30 pep -temurs eun so uorSonnstiod eys9 ‘oquapraa o8fe 498 ap soley Sy, ‘qestiod sas ppand popnwuap! vaonu wun ab ‘ered ayqesuadiun ua opryranuia By 28 pep oquatIOK an uD anb o4f9A ap ‘opezeysas o} ap osaudas jo weanSiyaud “IBM Th 3p RST WL TOC wp SRREIUTS WS Sisdoy WE woroeyoxdronut op eworsts un ap 0 ,osaiToxd, un 2p "ugrosuapio wsomaq By satyex9s%p uUginysad sopsejas o , svIoUDAIAlDdee, { serouarsisay,, “OSInasIp [2p SeILey Se] U9 A SPIO Se] UD ASsENUISUE e “OPOr ap sesad e ‘aajana -uoioeay{dxo wan ua opeprayo orsar“jeUfare [a seU01999]98 Te opeaopuege otsipradsap- openaepeut sod aun opesed jap worsuaiduses j Pana #189 atb of opor oso “aiuasard pepmia!siroruy tun ap uotoeiuasardas | ey sauaigo exed opyprajo x95 aqop anb oj & ,oprpuarduros,, 49s apand anb of | ano upraoo}oe wun ‘nugstp 9s [eno fap ‘opesed yous ado ‘ostanyunjon 9 toxi09 aise sod opeurarap ofeqen (g *(seperaadionu-at fas uaqap anb sauo1a SeylBeidax se] eziceBIO SUOISIAIp Se]) oFsIqo ns K (S|UDSesd un op anued & _SRRLHSTOS 3S SR) Tg seNCIS|UT ty 9p opeymsod ja sand s0 91109 Py dominar” al cuerpo, de transformar la tradicién recibida en un texto produci- do; en resumen, de convertirse en pagina en blanco, que ella misma pueda Nenar. Préctica ambiciosa, activa, incluso utépica, ligada al establecimiento continuo de campos “propios”, donde se inscribe una voluntad en términos de raz6n, Esta practica tiene el valor de un modelo cientifico, no le interesa una “verdad” oculta que sea preciso encontrar, se constituye en un simbolo por la relacién que existe entre un nuevo espacio entresacado del tiempo y un modus ‘operandi que fabrica “guiones” capaces de organizar précticamente un dis- curso que sea hoy comprensible a todo esto se le lama propiamente “hacer historia”. Hasta ahora inseparable del destino de la escritura en el Occidente ‘modeto y contemporéneo, la historiografia conserva, sin embargo, la parti- cularidad de captar Ia creacién escrituristica en su relacién con los elementos que recibe, de operar en el sitio donde to dado debe ser transformado en construido; de construir representaciones con material del pasado, de situar- se finalmente en la frontera del presente donde es necesario convertir sitnul- Lineamente la tradicién en un pasado (excluirla), y no perder nada de ella (explotarla con méiodos nuevas). Historia y politica: un lugar ‘Supuesto su distanciamiento de la tradici6n y del cuerpo social, la historiografia se apoya como iltimo recurso en un poder que se dstingue efectivamente del pasado y de la totalidad de la sociedad. El “hacer historia” se apoya en un poder politico que crea un lugar propio (chidad, nacion, etcetera) donde u SRicticas). AT constituirse espacialmente y al distinguirse con el titulo de un querer autonomo, el poder politico da lugar también a exigencias del pensa- miento en los siglos XVI y XVIL Dos tareas se imponen, particularmente importantes desde el punto de vista de la historiografia, a la cual van a trans- formar por medio de juristas y “politologos”. Por una parte, el poder debe legitimarse, otorgar a la fuerza que lo vuelve efectivo una antoridad que lo hnaga creible. Por otra pacte, la relacin entre un “querer hacer historia” (suje- (0 de una operacién politica) y el “medio ambiente" en el que se divide et poder de decision y de accin, exige un andlisis de todas las variables que actian por las intervenciones que modifican esta relacién de fuerzas: exige también un arte de manipular la complejidad en Funcién de objetivos, y por consigniente, tin “eélculo” de las relaciones posibles entre un querer (el del principe) y un cuadro (los datos de una situacién) 20 Fs posible reconover en todo esto dos rasgos de Ig “eiencia’ iencia" que ruyen los “historidgrafos" dal siglo XVI al XV t senha ‘el. magistados yjursos al servicio del principe, que ocupan catgospuivile- jdos en i corte'y que deben poner de acuerdo para “utldad del Estaiay a “bien publico”, la verdad de la Tetra y la eficacia del poder —“Ia primera 9 opesed 1 “odious ap sw uo eontfod 3p 2018 apondl apuop oayqnd ouatiay un wuo!aiodosd 2 Seuryuas04 sat “S19 SH] Uo a}qopno euateRs& upto wyouareyaemaNOS MUONS EY 1 aSiu9paooxd ouan on, oloupen e| ,sozepod uasey, ‘ojapout ouio3 seu Sot stunsuy se] ewuexaid asquow oso uo sordiautid soy anb ages 1ojne [4,10 ousede,, bun of $9 0489 ‘o409y 9G] “OIA OF], ap OMNEUaLHLOD UN OLsGD Er ud 80] ojoxvinbeyy:t810297c s0| ap ase9 [9 $9. s9pod a woo sepeuor> ~21v ‘sepestysap souoroesado wenioas9 a8 apuop optunnsar dure [9 outo> ow ‘opesed jop uo}oe7qeuuesp vun oUDd wiuaseid as uotoeiseU Fy SISqPUe op £ uorooyndiuew wap oronpoid 1p 19 [eu [e eatuanauo 98 worsoy e} eyesRors0}s14 Bap o5vO [0 te, “etoisy oun ap vorstsodeuo9 w ofisto3 sen anb sopepysqes wedou se 48s0859u oj usu a Banfas&ssenmunjuny ey eso ns Bztjeauos "wzumyerUH “eyo xo pepatoos epaosofena Se ap o1paU 400 stoned ‘aap 3 ‘sojgand soy sopoy ap uigtaoa wrouorsadx9 tus sonant 50 werdesardas anb 0] 2p ooustmosa & opeztqouassajoud aycayearnba fa “1p W2 s194 Of Sour} Jap sapquas so] sopor ua ‘osoroaud orsvds: pecuroy 2B: ap zoe ow fs &"peaunitas epeouses aa "Popanns | euwanoNe 98 apuop opunwu Un “oslua9) odanl 9189 ap ,opun esuduia ns anb § To Nore Soy aust U9DDe Ho po} [a snd essen Cones Bur 2p bf a akmsns &euoseoge nua onod aero nb peoree 1.09 enasu as uauin Uoloendo a] 3p opts fo esayoutturonen sere s2prooudua aus onbuoray oto siotun wpa efap tower erses "ss 95 ous 0+ eure eLZDoU, ap onsay > algon uprerione cae tun ap eranoasuon oy mbesSopastd ry aoey agp ootod sondern +04 ogy onto iat sopeuensi Fy "opesed fp slope so eed Toes so soanalge ojs abi anbsoucronts ap sopeuesty poset onbsyeroun novpique watho9e, p10, eos, eojenpaie wed otoon cg uc-9te ¢y64Ssg sonny uoRoUMg‘waROUNMALIID pun aonqany¢ wo eno Senoisty w AU, uaqhe x24 Hf) SoWKUDNIODE So ISNA Dp une osx 2p sendy anus aya eoaepespion ap esSM Sr =p yA wa [3:00 e uae agi spent ep UBFH} apm AD Ea "NpHNSe HO Pe 9598 "PF Dy “ORL ZL RUMEN PoMRVIRY aKING, 3p PMAMEE FT WOFT PHI BD anb 6] 22] duuajuos y’& soperiorsty jap uptorsod e| rewey ap opertis Bian 98 oanyjod asquioy ja ‘ours 19 404 "vanyfod eplA e] 2p pupratioage ef Jopeisoisty ja Bred aywoUrosty eroafos anb woSts0 ap uoroesIst| 5g Peprany Bw ‘osomar spt $9 anb ua wpypeuu wus P| HD “osanasTp | re tpaptoa anb < “pepyeas yap osanastp ye wredas anb o1ands [> opeda|| e198 jeouny, ope op adiourd, 19 yias count ‘osmasip f2 10d opmnisuod ‘,2yqys0d edtouud,, 19 sspod [Sp EANsa|a PoHopA pl uo paceman na “ENNOgH Spa Ad aL omg eH of HAO s;ypuny]s Sub ap apr vigh -varigtamb aqfona & otsint ap ‘jab ua aod upisoy #18 ‘Sond ssy anehomSp noFsezqUEAIO uN UD eazNp -oxnut se] adroutud a enb uesadsa sauor993y set ‘prutytttsorea epor enuos ‘anb {s2 opus s010199a] ss & 11999 Hany Onto2 sc.o1deagy 99 { ov od epnruuiag jJopuases jap 4 owe fap osinostp Ja Za Bj ¥ sa anb “uotooy esou snl “osmosip Jp aq}969 2s apuop oaedsa un vuorosodoxd nb ‘uoso0y/ y 5° 4 wis ‘adiound yo 32004 ntzaqap anb oj ezseuv 9 ou on adioutad yo opt nt } piso ‘seanyiod souoronmsur sazofard sey ap & vanyod wonpuod el ap seizar | S81 22p0d 9 201998 apuop ons o sop 209;gnso ap een ropes e opuen: “Gjaaumbupy op auijtiavoiy atu0}s] Se] Ue A fea ‘Soy wo zeqnonsed opin ean woo wafput 2s *Z9A 8 8 wHONOY, & eolNAD “UorOENIS BMENXD Css ‘wapout efBojoanbie ns ua ‘ajqista spur ‘eysayiueuU as anb aqusyeatqure wo1o “Ipuoo wun UD ETfeY 9s QyeABQHIOISIY [9 ‘oanyjod sapod Ja aax9f0 9s opuop reZN} 19 ws om osad ‘soonrjod seuzafqoud soj v ouvais9 aszenUOIUa 10g “OatyTY ap SOUTLLIZ} Ud OFo]ONING Je aonpord ‘apuasasd |e a1ayanas onb oy uo epeseysop ‘anb oj e eproosed “opesed fp worovoqu9350 trun woo ‘ousosaid jap ope fe, ‘sand ‘eousop 96 situs ng ‘auaN ow onb snpod un wo estorg sodsous soy sopepyiqestodsar se 3090109 us oWoIqo8 2p souora99] sup upiquit‘oxssoeu [9p jo 46 us foseIrTeu E1es osm051p ng sezi[soww & mwonpa ap wore nj uadminsuoo & -sojenmet so viseq sIsa1 se] apsop~o1orsn = to u> niga sousapoursasred soy Soporte anb svanigonp so} ‘Soyajdxa sou 0 sows soutoy ofeg'2q194 eno [9p Yap [ap , Ope Te, isa amtoumeane ["2[q}Sod Bp98 9] ov oayeroLtosny sty ap odin oxst tun jeno ej uis & eAns pj $a ou anb uoraisod eun ua eUIO) onb dyed vy eoIpUT Una racionalizaciin de las précticas, el gusto de contar leyendas de antafio (“el encanto de la historia”, dirfa Marbeau),” las téenicas que permi- ten manipuiar Ia complejidad del presente, y la curiosidad tierna que rodea a los muertos de la familia, se combina en ei mismo texto para realizar simul- tineamente la “reduccién” cientifica y la metaforizacién narrativa de las es- trategias de poder caracteristicas de una actualidad, Lo real que se inscribe en el diseurso historiogritico, proviene de determinaciones de un lugar. Las telaciones efectivas que parecen caracteri- zar a este lugar de escritura son las siguientes: dependencia de un poder esta blecido por otros, dominio de las téenicas que se refieren a las estrategias sociales, juego con los simbolos y las referencias que tienen autoridad ante el publico, La historiografia moderna francesa, colocada del Indo del poder y apoyada en él, pero a una distancia critica, tiene en la mano, copiados por Ia ‘misma eseritura, los instrumentos racionales de operaciones que modifican equilibrios de fuerzas en el nombre de una voluntad conquistadora, Esta historiografia se une a las masas de lejos (detras de la separacién politica y social que las “distingue"), al einterpretar las referencias tradicionales que Jas vivifican, y es casi totalmente burguesa y ~jcomo no admiramos?-racio- nalista.® Esta situacion de hecho, se escribe en el texto. La dedicacién, mas 0 menos discreta hay que mantener la fiecion del pasado para que “se realice”™ el juego erudito de Ia historia), confiere al discurso una condicién de dewda con respecto al poder, que ayer erael del principe, y hoy, pordelegacién, el de luna instituciOn eientifica del Estado, o de su eponimo: el patron. Esta “refe- rencia a otra cosa” nos indica et lugar que autoriza, et detector de una fuerza organizada, en cuyo interior y en funciOn de la cual se realiza el analisis, Pero el mismo relaro, cuerpo de la ficcién, marca también, por los métodos emplea- dos y por el contenido tratado, por una parte una distancia que lo separa de ta deuda, y por otra parte los dos puntos de apoyo que permiten esta separacién’ tin trabajo téenico y un interés piblico, El historiador recibe de Ia misma actualidad los medios para realizar su trabajo y los elementos de determina- cién de su interés, Partiendo de esta estructuracin triangular, la historiogvafia no puede pensarseen los términos de una oposicién o de una adecuacion entre un sujeto yun objeto; eso sdlo seria el juego de fa ficcidn que ha eonstruido. Tamupoco se podria suponer, comollahistoriografiaa veces trata de hacémosfo creer que tn “comten- 70" mésantiguo en el tiempo explicariae presente. Por lo dems, cada historiador ‘loca su Fecha inaugural en el lugar donde detiene su investigacién, es decir, en “Eugene Morbeas, Le Charme de histoire, Pica, 1902 Cf p.ch:absenates de Jean- Ves Guiomar Life mation, Chane, 1974 9p. 179 45-68 24 las fronteras que le fija la especialidad.a la que pertenece. De hecho, su punto dle partda lo constituyen determinaciones presentes, La actualidad es st vers ~dadlero comienzo, ‘YanoSTo decia Lucien Febvre en su estilo tan caracteristico: “El pasado -eseribja es una reeonstruccién de las Sociedades y de fos seres humanos de antailo, hecha por hombres y para hombres comprometidos en la complica red de las realidades humanas de hoy en dia." Que esta posicién niegue al historiador fa pretension de hablat en nombre de la humanidad, Febvre'no lo habia admitido porque ereia que la obra histérica estaba exenta de la ley que la somete ala ligica de un ugar de produccién, v no solamente ala "mentalidad” de tuna época en un “progreso” del tiempo, Febvre sabia, como todo historiador, que escribir es salir al encuentro de la muerte que habita un lugar determinado, ‘manifestarta por medio de una representaci6n de las relaciones del presente con su“‘olro", y comatirla con un trabajo que consiste en dominat intelectualmente ‘a artculacién de un querer particular con las fuerzas presentes. Por tacos estos aspectos, la historiografia echa a andar las condiciones de posibilidad de una Produceién, yes al mistno tiempo el sujeto de su propio discurso. La produccién y/o la arqueologia La produccidn es, efectivamente, su principio de explicacién cuasi universal, puesto que la investigacién histérica toma todo documento como sintoma de lo que la ba producido, A decir verdad, no es tan facil “aprender del mismo producto que tenemos que descitrar y leer, el encadenamiento de los actos productores”.” En un primer nivel de analisis, podemos decit gue la produccién da nombre a una cuestién aparecida en Occidente con la prdctica mitica de la escritura, Hasta entonces, la historia se introduciendo en todas pactes uta epavacion entre lammateria (las Heche [a simplex historia) y el ornamentum (In presentacion, la escenogratia, el comentario) Trata We Encontar una Verdad de Tos Reshos bape le prolife, 5 s “Teyendas™, Tnstaurando asi un discurso conforme al “orden natural” de 18s cosas, en el mismo sitio donde proliferaban las mezclis de aural’ d¢ ls cosas, en-el mismo sitio donde proliferaban las mezelys de ilusidn y de verdad.* El problema va no se presenta de fa misma manera "Lavine Fete “Pritogo” a Chris Morac, vi esuis sar Historie et cue. A. Calin, Cahiers es Anas, 198, Vil "Cth if. pp. 78-79 ® Jean T. Desant Les lal mathimatiues, Sil, 1968p “Cf pe Felix Thtlemin, Der htertche Dishes bei Gregor vo Tos, Topol und Wirkickelt, Frankf MU Peter Lang, 1974, pp 3672, “Einl siglo xv, Rod. Agricola ateribe: "Hitoria, cj prima auresverias, naturel tn Tre 0-19 do epeiig sana w3eonyog etuoud93 m2 epmE em 3p Suen, “AMY (or 666-4 119"7I) apuowuary. yaad rarteneyy to a9 8 Ge ‘nt Bt prgn aaos-ee nung ry eo wap 9] ah ex o> on aosanpond esp eoeee oegy 2p votousgp seu upotsodss et s21¢e te ‘pwiesy ron seanag U8 .sB1) tno mone oa aT m8 eee MOENPLANTS LY Se $5¢'¢ 'EsB1 Hauery y ‘wets inyspueT pa ‘our mun ta emp HAL Sd 96 SONS PA epLEe oFFoORPT TMH a KOO Fe S822 dry "9fe005 pe /19,p9 oud sp anda sig Susy 189) uRURReOIADONIRA Ip vue seu: suo, 4 Osos ee upQUN 9 SESE, oguMNAY ant Fo5a4) Np He spe ap sou si1¥ anb sosinasip so] & sopeuusarap sasniny anua assooajqeisa apand anb voroe las ef; sapepryeauan, se] 9p o ,seapt, su] ap epotae] eLsO)sIy 21 20 se1gey Je OpeAdoada oy atu onb oyteoxIa}Ur [9 Uorstoosd seu UEP onbrod ‘opnacias aq soy & soaispa Sorxar soso ua opruai9p 24 ayy 1c Teatdeo sonposd anb ofeqe.n [2 oananposd 59.0)98, souwrd op aymvaiqe; jap onsodosd v xszyy 201 ouwoD ‘apuop sapeI90s. Soucyonnsur v £ soueny e ‘seott991 souoronzieBio v ‘sapeptsazau e aajana SISHEUD Jo “ISY’ 9¢,[B100S OrAMMS UN ‘OpemTUUazap ferOoS odons Un axduo1s 89 ‘uooonpoid ¥] ap sex2ys0 ap 941 souaut o yu ‘apuEss souat o spt oF tun a09 un ua peplanoe ns oosol9 enb fa, ajuatueuty *,uoroanpord vy ap sen -juvd putes ean auduiois 69 uptoonposd v7] “opetrunoe ‘opesed ofeqen us ‘eun guru *ugyaonpoidl ap ojuouunatsar un uss afgisod se woroonpoud punta “ocala sod “-pepatoos ua waata anb sonpraspin ap ugisanposd vf ap-jetaos Uotonjoaa vj ap opeuruzarep orpersa un ua UgIoonpord ¥] ap axdatats eye 95 ‘vorsonpoud ap sourgiqey optens ‘sand ysy,, “,ug!Sounsqe wun sa ppzau98 v9 votoonpoud gy, 012d ‘sopey sopor 10d uproonpasd Aup{ ‘Seypaysties uEas an 19 satoraxpuos su] undos A aousp.oey soyoajshes ou 0 ueas sapeprsaratt seise anb unos vayistaatp 2s tuorsonpoxd wy ‘9seq eIS9 op opuatted «soe ap su 2084 owoD Koy tip sen BIp al}duuns somtagap anb “eHOIsIy BL pO ap (Bur Bupogpunan) rewwsurepury uoforpadd eun (ny ay>1p4>142828) oouCAStY ‘oyps4 1m woo soluesiwoot> Sou Ife A “}eHOIEU EPL MST EY op (uoMyApOLg a1p) uptsonpoud wy ‘sepepisaoau seso seanjsnes wowed onb sorpow ap (Bu Bnazia atp) uoroonpoxd by sand sa (ny ay>ypya14o508 ays. a1p) oouspAsIy yeu sowed (3 ‘seu ses09 suundye K asmsan ‘owuomuefoye Un sou9) “sou! -09 1999q Po} 2}U8 OLyBSadOU s9 ‘HALA BIEd,, :JeIUDUrEpLN Of v OsaiAas uP) se oed oU0D,,*,272,9109 DuDWnY popisoD oMI0D,, soptideD “os Uaqep +. afcysias opunat f ‘pepyean x ‘orafyo 2, s9qes W'yoogana 21908 s1s97 Ss ua e yeorput xxeWy anb of seiaprsuoaar ostoaid sa ‘stsipue fap oj9iqo Jo adn) 45809 ou an oxad oow9isiy osmastp Jap ase v] BULIOY anb O] ZvoKpU IDep 59 “soploowea souuua: anus “eproouoasap anbune euiesaa9u uoisejar wun s9IRU>s Uod SoudIUaqIOD Sou uoLzonpadd v| ua onb 4eNIAs ap UY Y s91 riot “sey nd ap suuaucrry uounnusrades ryan jeg amb, 19 S20 PT ANA HIDE (6d odo sanbeuppem Seno 27 "A059 BE, ors 942 py sepa ‘vaan aa $9 opev98 of eHosaud 2488009 20d on k‘agha #9 prpi8e and aNd oN [p:oagprtovoysey tuys 3629p ojsunepanyT np:que MH EoWRqaq‘ofulssOpeseagns (a (296 4 ‘ta m¢gst ‘amoeme woos prdonneg inuarigg Hota eyo, ranmoy soy un mfojoanbe,, ‘wun op ousis [9 ofeq suod as onb opuarureuonsons Je Oy ,uoronpoud,, wun ' myouasajou vy Jod s9peyos sesja an ‘9a0u0941 So [9 & OpLLOStY ap ofeq -on fo uo ayvatuenanuioa vaaasedeat sopezn|sa1 soys9 “1204 9¢“wioypuodsat «IS OWO9,, 1992] ap opIUaput ofeqes: [9 40d sepsezejdusaas Je OFISUOD BAD] anb saqueRoxsayar Sopqluia Sey ELEN|N00 SOUISIIU Is & BOUL as anb oY osopy OS -masip Uh ayUDUTU[Os vUIDS BEEABOLIO}STY 2] ‘ySLA op opund 9189 apsacy 1 4OdtU98 J Ho 9I69.9Nb 0} 2p osuozta}DOK. [2 Zod odaxan [op o¥torta!SOK09 jo a4mnsns,, operons fa ‘opeymsod as s2 anb ov oxpruse ns 9p o19%4o ud 19 BZUBAT BND Oy altjos SO[Iy Sop So] WOU D uezeN anb wUUEA v] $0 {UOT _IpUOS TE WAI SPU GUIS TOSEATISSAUT | Sp OPUI|ASI jp OHI SS ON Wapio “nap wrouadixd ee omiazaon pp 21q0s wunoud ev auaeUtio} apuodsss ‘nb [wauy ugIsaons EAN Ap O|9eA SapeNd fa BuoTsTOoAd pepyeiodray Fy “svi nv] SB Ua SOYDaY Sof 1E90[09 ap A sazuy ¥ySa anb Oo} J19ap ap epURUtsp a1gop" | B aoRsHes J0peLOISTY [a anb so] OD SOPOT So] OID} OLUSIUML UA U2 TEAS -oidaz 0 sauodxa vied A setra|qoad Sop so] ap euesaoeu uorsen{uoo 2] reais -ap exed aauts pepyyesoduroy vf ‘ojuawow 289 w39I| SeA}UDI Pg .CHOISIE 2 2D arajqord yo repsoqe'erspod as peprresodias e] ap opexoquis axtiaueuayd K 03 soadsa oxdeouos un ap euaisndsip as anb ua oywatuow Jo ua.oj9s,, Mb pepsor so esta ap ound 2389 apsacy“pepreiodua ap ,,ordaouoo yseno,, 9 ua weBn{s09 ‘98 ‘uspio Un v £ UOLOETILE BUN v OpnuduE v sopronped ‘sopDLHa[2 Sop SOT “es | ~nyannso er ap “2yuatcraoy cya souaKe 0 Sy 53094 Se] 200% & ‘sou SEL _s0ua]| ap onisasqo isen9 opepn fa 10peLs0st fe 381x9 UOKORKUOY edna sapas ‘9p vusoy ua wso1dxo as epundas by, so1ue,, 389 anb of v sorfoptaud sopuess § AeBiono { sts2u98 ap souruura; us aonpes.as uoisano eoutLid 2°] FOpEgorg) Souayugna| 0] ae ouenustuanEaN i. .nigueo2- en “an Jed 249 “sod oya9y by 0] anb of v ,,04oay,, [2P WoxsHuAs e] aued BUN tod seuUa|goKd _AOROMPpONe, SP WPT LouspMINDsa,, BULIO] wan ‘oIUE) oO] Tod ‘aianbpe ‘Caonpora 5s and oy oo Seo oa eid DSTIOUT 3S 9195 9p. 9000 ( ~ POSSE TESTU Sp egueS Papen, bo oNsuON ‘pepighy, eee ee tismo se producen. Me ha parecido que era posible transportar acé lo que Marx jlama “el trabajo productive en el sentido econdmico del término”: “el trabajo sélo es proxluctivo si produce su contratio”, es decir, el capital. Sin dda, el discurso es una forma de “capital”, invertido en simabolos, transmisi- ble, susceptible de ser desplazado, acrecentado o perdido. Es claro que esta perspectiva vale también para el “trabajo” del historiador que la utiliza como instrumento, y que la historiografia, desde este punto de vista, depende todavia de lo que debe tratar: la relacin entre un ugar, un crabajo y este “aumento de capital”, que puede ser el discurso, Que el discurso entra mis bien, sein Marx, en la categoria de lo que genera el “trabajo improductivo”, no nos impide considerar la posibilidad de {tatar en estos términos las cuestiones presentadas a Ia historiografia y la que ella mismia nos presenta, ‘Tal vez, todo esto sea dar ya un contenido particular esta “arqueo- logia a la que Michel Foucault ha rodeado de nuevos prestigios. Por una parte, habiendo yo mismo comenzado mi carrera de historiadoren la historia religiosa y estando determinado por el dialecto de esa especialidad, me pre- unio sobre el papel que han podido desempefiar en Ia organizacion de Ia sociedad “escrituristica” modema las producciones e instituciones religiosas cuyo lugar ha tomado la arqueologia al transformarlas. La arqueologia me parecia ser el modo con que buscaba dar precisién al regreso de un “rechaza- do", un sistema de Escrituras euya modernidad ha construido aun ausente, pero sin poder eliminaslo. Este “andlisis” permitia al mismo tiempo reconocer en el trabajo presente un “trabajo pasado acumulado” y todavia determinate, Usando este modo, que hacfa aparecer, en el sistema de priicticas, continuida- des y distorsiones, hacia yo mismo mi propio andlisis. Este andlisis no tiene interés autobiografico, pero al restaurar en otra forma la relacién de produc cidn que un higar mantiene con un producto, me Hlevé a un examen de Ja historiografia en si misma, Entrada del sujeto en el texto: no con la maravillo- sa libertad que permite a Martin Duberman convertirse, durante su discurso, ‘en el interlocutor de sus personajes ausentes y de explicarse a si mismo al contar sus historias,” sino mas bien ala manera de una infranqueable laguna, que en el texto muestra siempre una carencia y obliga sin cesar a caminar, 2 escribir todavia més, Esta laguna, marca del lugar en el texto y cuestionamiento del lugar por el texto, nos lleva finalmente a lo que la arquealogia designa sin poder decirlo: la relacién entre el logos y una arché, “principio” 0 “co- ‘mienzo™ que constituye su otto. La historiografia se apoya en este “otro” que fa vuelve posible y puede colocarlo siempre “antes”, remontarlo siers- Cf Matin berg, Black Mountain, explvaion in communi NewYork Dito, 1973, 28 pre més atrés, o bien designarlo como lo que autoriza la representacién de “lo real” sin serle jamas idéntico. La arché no es nada que se pueda decir, slo se insimia en el texto por el trabajo de divisién o com la evocacién de la muerte Asielhistoriador s6lo puede escribir uniend en la prictica al “otro” ue lo impulsa a andar, con to “real”, al. que solo representa en ficciones. Fs, pues, historidgrafo. Endeudado con la experiencia que he adquitido, yo qui ra rendir homenaje a la escritura de la historia, 29 JeBny Jap sauoronporg o}ed wasn Capitulo Hacer historia* Problemas de método y problemas de sentido Latistorareigiona eset ‘campo de una conftontacion entre Ia historiografia y la arqueofogia a la que ha reemplazado parcialmente. En segundo lugar, ‘permite analizar la relacién que mtantiene la historia com la ideologia, de laque debe dar cuenta en términos dle produccién, Las dos euestiones se entrecruzain ¥ pueden considerarse juntas en el sector estrechamente circunscrito del “tratamiento” de la Teologia por los métodos de la historia. De un solo golpe, elhistoriador considera a a teologia como una ideologia teligiosa que funcio- hha en un conjunto mas vasto y da por supuesto que explica mejor las cosas, {Puede acaso et historiador reducit la teologia al resultado de esta operacidn? No, sin duda alguna, Pero como objeto de trabajo, la teolopia sc le presenta bajo dos formalidades igualmente inciertas en Ia hitoriograffa: como tn he. cho religioso v como un hecho doctrinal Este breve esto tratard deere ‘minar, a través de este caso particular, el modo como los historiadores tratan hoy dia estos dos tipos de hechos, y precisar cuales son los problemas cpiste- ‘mol6gicos que nos presenta su consideracién. * Esnudio publicado en Recherches de science religheuse, 11H, 1970, pp 1-820 se Uwo.oonposd Ho soused 234 epea eared aa sasoprunsues °® oot, un & sonanduut 2 sopinginstp‘pepisouna ap o ses ap sevaigo ue tovatsaos 1s eBojoas of & erni1q m “,uoroeaueriaa, ns us ‘rad ¥oidond sojoipsnoud fod septs ‘213 & snags rosed 3p enuej eves saoretisant se] :8Ro}ot ems a etary 1 U9 omste of sasenou> a5 oroezte8yea e| & toedisoNut | aihla sast9919 apiseondon cof fw wae ww oun Lp ‘ns ar ap alt of #4204 ap oanoe of 3p penton 4s € one [ep anique> € opus pe eBgo auoil09afenfta fp tyeand wom "Crgeone op P Ren soe HEMT, 2 nF |) Sse SxS Hw OD yp ‘apuaidutos as pypatoos wim owios opow: ja unas ‘sousfi0 “oy veo aqqescodo] eug.wo9 CHW OUST EPH UES ROTEL, _PEpIATHOnT ap Opou un waaro& waiuedio anb orxai j3-OpENDS SROSP Un so ‘eno 16e"FepTEAT EON y SURAT ION eae wan vat ~ WISH SOW "SURE eu 10g “Sojod Sop ama ‘sand ‘uposo eUOISIY T(E “Te100s stxead pun e eanejesduoyut vonopsd eun ezjua ‘nb owarumsoxs un wordt ‘suo3si | ap peptouorsiy wun dvqy (z ‘muisyut TOISHY P| 2 eptaIuoD Rk e1BoJORpI vI saD0tIODOH v LENIGO Sou eoupLodul9] 109 ugessonoysny e] sod esorStjau w1Fo}oopt wf ap onwonueyeD [3 (t soquamnais sauonsano se{ ‘ean 40d wun seurarexa oSuodosd 2 ‘soy psBouoysiy sosmosip ap & svonisesd ap ‘sand ‘opusnu, LEARY SHB Sp pepiear E[ e OUT | ap omMsIp ono uN oMIOS ToHOd o ME FEST|TT 9s Ou pjpaoo ould auatr Ou SfenBua][s aeey? org “SAID; Ws Hog oA on souorSejar Sef ap wzsy eine wy ToTdeS ap FOES =i uprowstiqey ns K osmDoy pe soustntay anb uaig spy “sudutote sod souutapred ap oBau [> sowo.z0o apuop & sejZojoapt sei uezayrfoud apuop vorstoaidun wou, wun 2p uo Bas “eLLO}SI] w] op uaditA vajas v| ua soursiout ©\ ered “Uy ua ‘e180}0—4 vf s9 anb reymonsed upfouy ef v sou of 10d © (eousgist eto. ep vioust9 ey v aruoxpuodsau9 ns ep , LOIS, eaquyed ¥1 9p odo f9 we uorsouso1 H89 onbiod ‘osmmosip um ua opras ns ua sep ~ti99je & sepeulsap tos o[9s 129% 0, 9p Uolsuosxe e|& peprsuap ef anbiod s:uo7Rs sesioaip sod eHraveu! Ua epeno winsonu BreuUsOs so]aadsH saquie 2) oroumad 1 “UpEASie PUPTTEALE A auiua!o uoroEuado manu wynonsoe “Ria pepraxoid ap worsens ean asor’ns sou, exzo3s1y, ap ugravjode wurst Py vzaqenyen ef A voisy vy exquyed wast eon us spunea ou seouesy [e popaySiquue euisrur ] uejuasand ou sorururop song ‘opuesed 89 0 oso ‘WTanb pupyeas o£ aap as anbuojaeandxs eGisiqa tse Gausis eye an Si Genouuas Tony OnE jSouTUIG GS Us out) wagon <1, eon ap wags w ofeq woLoe|21 nso (osmnasip 2) opeyNsas ns cud “HIP. wan) voHopAd vi90 eLioRsFY sod opuasNd “MIZE ISD 104 ¢ re Seip 48 nny omy Ho uc oun rT we pen pat 0 9 a ap ee sap ino sep uamusso 9 ps spa 0 afk pp we 4 2p, Agate ermeng97 aah 9 ‘manny rosea se ap o}enlzen (2.9 coo HOH ‘senijonta ace SUNT SUS toe OVO ‘eGo es es IT SRNNEGST TA Foy AHP TOMS ATE PU eo 1 (opromposd oyefqo 2) onuaxit -ayduioo je roriayatid eae (soronpord ose fa) oqiea ya mezramruran ® SopEAgT, sowiaa sou anb ua woods un ua —.n1foj0=y 42084, *,euOYSTY s8>e4,,— opNDS ap sepefies souorsaidxa O18 u9 seUI0} ap eyed} 36 “S|UAUTE|TOUES Sep ,"UOID -euuoystien ep sepepyrgisod uorsonpord ap seyfax opanysayiueus “SOUR oop 0 sottawouay words , sapepunBar,, ap SOUND) Ud © ,$0I>POUH, ap Uuotoury a anb ‘ojdusafa sod ‘fanbe ‘soatyuuar9 sosaaoud soy exp ua oq w2tay sea vanoadsied wyso ‘sputap o] Jog ‘woraerado wan ,oprua}u0D,, un an lugioejnomre wise ua seperdeo ups9s exo A KAM SeIAUEIL SepOL aC, ae . r(fewororpen sew of ap ayuanayediound “nyBojoar e] ap uatquier 4) voupsodwwayucs wyesBoUOySIY B] 9p UoLOmUTaP ‘aang eum fife epnp Us enuanod as ‘saquaiayIp so1adse ofeg “uapanoud ap -uop ap vongped e} ap ayuaurayuarpuadapu uaztp anb of sapuaxdisoa apand 98 ou ‘sand jsy “sovusrareworouny sod sopruyap £ sauorsessdo w sope tty upysa anbrod sootiorsty og “(,orxant0s Jp, 0) eLsONsty By SouELZeUET| anh amegoyfiua un ,u9,, weioy anb sodson9 os ou sosmasip sors (Z ‘enoysty ef 4 Sop, aris audurots upisa “euoysty ef 2p uéiqeq onb oyamy ua :soyonun sox30 ap po 18 0 uoKaenUNUED B YeHFasUL as amb £ UOHsoR e] AeI|ge tIapaNd anb sosma sip Sol 2p uoroury v| epwz0gse vpanb erouNUE FIS> aq SsUaLIEpUTY SeUOID -oiatt09 2p £ sozot90s sauorouny ap ‘sooKmUaIO sowworturpaooad ap ppywand un v upeuoroiodord uotsnostp eun ap puprsaseu wf “eura|qoud ye [etouase ‘outt09 eraprstod as 4 altezieIO) WoroeZHeWasIS ean ap pepttgssod ey oyarne 20 ne wo amd 35s pmo SP pepo ede Tw CN ‘ugtoensoutap pander ap o1afgo upsas ou anh owand “(jemoe wottorsty vanoerd By 9p vIouaptAs woo ‘asuronpap ueszased anbune) sopemmsod ousos sopeiuasard aquaueaueyy 42s aged “Eno 8] © & oun je unstoaud ,sopejrusod, $34], “oeUMLUEKa oRuodosd ‘a yeno [2 apsap e9stA ap owund jap A eyes aS anb exsaneU Bap auarAosd “oqqeN, 2puop apsap 2e8ny 9p wdoxd popuwmyronund wap awapiaa oydoy 13 euideo $9 ugtoeytamy esq “(esaquEs} UOKDeMHIS wf) swAKY Un & (vsO1d -f[01 suioisy wp orefqo un “,.emrapo%n,, epetuey] eUOrsty vf) oponad un 204 By cofaqen Wi ap seuoroxpuo9 se] od “1}Dap sa “oruoNIS>1 ep opond an =p. epeztj200] Anus wotrveid e sod aquawiatuapiae opeuruiaap vse SISHpUE 21S, osunosip un €poyapad oun ‘ous0ssty Oy 1, Un indicador: el tratamiento de la ideologia religiosa en Ia historia relaci6it entre historia y teologia es ante todo un problema intemo de la histo Cul oe! sipntehdo utboes deter toes ‘nel conjunto de un ‘Tempo? ;Cusles son los crterios para comprenderlo? {Cémo explicarlo en fan iG de los terminos que nos presenta el periodo estudiado? Cuestiones particu Jarmente dificiles y discutidas, # no ser que nos contentemos con un puro anilisisliterario de los contenidos o de su erganizacién;* por otra parte, debe- mos rechazar la facilidad de considerar la ideologia como si fuera tinicamente tun epifendmeno social, quitando toda especificidad ata afirmacion doctrinal.> Por ejemplo, qué relaciones podemos establecer entre la espirituali- dad o la feologia jansenistas por un lado, y por otro las estructuras socio- culturales 0 la dindmica social de Ia época’? Hay todo un abanico de espuestas. Asi, para Orcibal, fo que se debe buscar es una experiencia radical en su estado primario y en el texto mas? Primitivo. Pero, aun ali, la experiencia-se enajena entre los apremios de un lenguaje contemporineo; fa historia desu difision seri, pues, la historia de una degradacion progresiva. Aun cuando el historiador pera remontar Ia co- | riente hasta las fuentes mis primitivas, escrutando sin cesar en los sistemas Lstricns y lingtistics hasta encontrar la experiencia que ovaltan al desarro- Hlarse, nunca capta el origen sino solamente los estadios sucesivos de su pérdi- da, Por el contrario, Goldmann lee en la doctrina jansenista el resultado y el signo de la situacién econémica en ta que se encuentra una categoria social; al perder su poder, los hombres de toga se vuelven hacia el cielo de la predestina- cién y del Dios escondido, revelando ast rina coyuntura politica nueva que es cierra el porvenir, aqui, la espirtualidad, sintoma de lo que no dice, nos lleva al nilisis de una mutacin econémica y a una sociologia del fracaso.* * Muchas de las Hamada test de teologn, ef preciso confesarla, som fnizameateaniisis {erarioe de vn ave no 38 eitingen de los demés estos leraon sna por st beste de tener us ceo religoso como hace lelogt” fra deer lt en clipes cates nie en wa on as : a * Asis por elmo, en su gran Witeo Critien sant Eplise La conscience religieuce oe lew £4 e¥HOI310) fo [FP oomoyea Jo 0 aqua.oro ow Jap esouarayip a8 aqua Jo :soanalgo wo ~vstgj9t 9p Sojund soy souresa0au spur a4jana “seoupSowoy aymaUiBsorSio1 2 9p utlap anb sopepatoos uo sefouoaio sey ap uproeiuaweg, ey “AIX {© u2 0 THX offs Jo uo souatt offer oposs tn a ear anb ugrauny eu MAX Offs uo ‘suainbpry ‘ettoriy e| ap Sopostad soimosoyip soy ap O80, ©) Popnus owsrur fo susuioyqeqoud auan ow vantetd v4 “0}90}9 UI, ‘uasaud 2989 ¥ euossosqo opesed tn“, euapoUn, pepe ve EyuoKIaZ 2+ onb eAanu uoroenys wun ‘oustavasisa op Sued Jod ‘Syuacapenst suodns © 9d “LLE6T) HOUMA @P 0 (OZEN) s942A AP “(Z16L) WOSI|DOH], ap svoLOM Setoradn se] ap exuoa ua 4 (euaigo¥9 ‘seisanoua) searfioqorsos seanaprd so] 23 soauy ua wsooueyj uoloonod bun sruasoid sou Uotseisidiarul ap ,o[opotn, 919 «fotusto]05 9p URLGLUED £ wyFo|OUND B| 9p “eIFOIO1908 €| ap ane fe op -e ie] sesortyas sean azul sap sistgae [9 “Seg 27 fuga woo “opemoy ey nb etoueriodan of 2yuaiceaefSojoanbre eon uprqarererodiooun os1031d 208 Ja € vanaped 24 :09189]0190s ojapou jy o1so¥s bf ap OdtspISHe Opudy Un 9p PAoJyOW vf UOLTHTAN WY UD zeOsNQ Byjog "P1008 ootjoquuts 0] ap 0 oLeUeuN o] 2p UOFas BUD oprpad pprouas> lw 8 soHaHUH of 9p owsHOxD Un eqEdH & ‘wBojoUa Bl 2p opel fap equRAIS 80; tounao “uapio oxo v eqeanas as opnuas ana sosortijar ,soUSt9U,,, so nd 9p odumwo un wymgsuoo tious1o Py atusAu0d osouuioy un esotBi[ax eft cist BY © BLQe ,of2poUL, 2189 “cejndod esmjna ¥| 2p 0 sajomypaudso soyuaLsI09 Sb| 9p olpnysa etoey equnsdsut anb seuoroesinsoaut sey sptu za4 epeo nBUIp te veg -assnolqey WILL OP 0 (OFEI-GESI) HOOIE HEY aP “(OE6I-PEGI) Wo. UH ap (EBL) PUEILENS ap (6Z61-1Z61) 99S HUDF ap orEIQUODZUIG0S eLorsiy v| seamed uo ‘seouora uqeiuaaut as sub e1s0}sIq PI B UoIde|aL 4a , ahreuage, ottod opepanb exey as anb & e190 eUoysty Bun UD ,a[qusuad,, aWOULOYNP OPIS BEY veoIT\Iax ELIOISIY B] anb pique vo4dea ag “(se -S1 euoroqpen so} ap oso}8xja1 owsrunsod un £~(z¢6{) satuMoyy ap 14 > ©(¢ 261) ureaueyy ap janstas np amoung e| WOO o}opeLLoLuan ap otueted NUL UN a11UD OpIpLArp) ws29UE} PEDEIOOS BI UD 6C6T 2p SoM oWstUENSLID se Crust ‘iokeg dowuagy umy mousy wounae 31024N 9HOU 8 eUndey es9 opsEy eB) -¥e EI “8 “LSet “s “snneyndod sonny 1 sp #9 Yonge 3912 99 “69H OYA Y slowouNAL, fe EAHA BE 1 owns op expe fp ofGo wsepoy eI WY OU OS6L A) detaaE BRA atuaepMNLE |, Holts E4661 “omy pavsne fon 9p sopeosiy ‘puowsH GUD, "OEOLID =P") y ‘nosy ap namy.7 09°, [2 eytaiuewt anb uotarsod ej sod epnp ms vaydxa as oysay 13 “(e1DI9019 ‘oanvafoo artatosuocus [2 ‘ooruyd [9 ‘opmifes of) seunoy seno ofeq sondsop enuionous 98 Sarome Sop sonsanu ua apqrsta Sn “ojapow a3sq, “ep1og e104 efoue pepatsos eam anb of woo eurqutos os ‘eLOysIy wy © wuafe “epunjoxd ezafed vet un ‘fp Ua yrzoduann o| ap K jeunZow of 2p wm ¥| BWIO} ose134]23 0} *(douten ue e2ed) 1019104 um o (puowarg unas) ppezeuatue ardurats wonstL un op sgavit y ‘soqtoueuured seorBojodosiue semiotinso ap X saluaasuooUt soduronbie ap soudis so] sosoryas Sox0ja]03 soy ua arqnasap dauusey wea, “Bung ap vjonoso wap aiueape axluias < ‘uPUiaye 0 aueacowe efBojodoxue bP] 99 exidsur as onb ‘erouew ns ¥y ‘speo0s o sayenioafaqut sa109 Soe sete “Xo ojuaurfeuy uoHsas anb ,sapepipumyosd, ua oyynd0 soaucutiad anb ‘opts -uas ns ap sopeztreptjosap “sand ‘uepanb sojeunna0p sooy S07 ‘s9feuLL}3op © sajeuojamitysu sosorBifa1 seUIaISIS so] UD arotosduHo 28 K vscudxs 298 ‘wiowytp as onb ,efouaso,, num e ‘Diqmaoy| Jap O3Ns|uL opUOy un e “eps ‘nb eycray ef ap opnuas yo attuas puowrg “saivarapip Anu seiFojopoIoU 9p SOUND Ho supeIoUNKD UpIS> optENs UMP ‘seIFO[EUE op U9DaIED Ou Sou -oroisod sop se oprutsdar-ysena o8je ap & onreur3uo oe 2p uoroeunt oF} 9p osadiia [9 ‘seuusinbaue sasquimsoo ap sapepaiaos sey ap omuarunsSmnsat 1919 Wo 94 ‘osor84ja1 40205 Jap OsoIndruas@ Joperiosqo “opunTas [> 'SoyuRs 9p eyna0 ,eoIsyeFou,, bun v ¢,oaNs|uT, opnuas un e sesLazaX {e seULAZOP ‘| uo ezueLsuoo ap vprpigd wan eIsoHTUEUE “ELIDA ALOIS B] 9p oKsIpN 2] 49 on1zo8tH ‘orauiud [a ‘dautey ueA proury & puowiaigy Lay :ofapard as saottoqu anb sauorurdo ap oquaratezsap [o£ sojeipunua season sop sv] snus ‘opoyiod j2 aytmp seous9i9 so] ap sisi fe oprBso10 aruoureny|dxa souout © seit eany {> mezOquES repo soxquioU sop ‘SyuoMEDKfopeIE sear, Sapepo190s Se 2p ejojous | od epessvte Kee anpadsiod wun te “(oseuTioud je seroes8 wperedas oper asqos A) epesed pep 21008 wun ap vtotasayo9 Bap Jopeoyput tm omto9 wr9 HordITaN | ZPGI-ZE6) ‘agaaI Wotan] ap sapeprrentont se] ap ROIS ef Ua MUDAD}UF opueM ‘soUENSLD s2ta8u0 so] ap saz0peHOIsty 0 seiaAaxa ap UOISHOSIp ap o1af90 J> UaIg SHU ‘19 NOHBHOs ET “TPET-EEOT) S8MNONGLT ISAT ap OoRLUOUONIOIDOS SIST|yUE |> ‘osu 10d , soystasapous, o sestfeszompout sazopeUoyshy sof sod oUOTLAEAOLL Ha gmsand cajnaynios Seaanu se] 2p eet ses gyssaoide om upLSH OL SK ‘ordi yep pent woud vy armep an s129p sourapod ‘sofoy we1 st uIg protestante~ por las précticas. Al convertirse en un elemento social de dife- renciacién religiosa, Ia prictica recibe wna pertinencia religiosa nueva, Se reagrupa y se cuenta a las gentes en funcion de este eriterio, Hoy en dia, cuando toma a la préctica como base de una medicién ‘cuantitativa de la religién, fa sociologia hace resurgiren la ciencia na orga- nizacién histérica de la conciencia cristiana (que, por lo demés, no existia en el jansenismo). Acentia también un presupuesto latente en los origenes de hace cuatro siglos: una separacin entre los gestos objetivos y la creen- cia subjetiva, En el siglo XVII, la creencia comienza ya a disociarse de In practica ~fendmeno que en lo sucesivo no ha dejado de acentuarse. Para contarse y marcar las rupturas, los reformistas desconfiaban de las doct has e insistian en los actos sociales. Actualmente, en los trabajos que cuen- tan los gestos, el interés se fija en las précticas porque representan una realidad social, y lleva implicita una desvalorizacién cientifica de su signi- ficacién dogmética (remitida a “prejuicios” desengaiiados por el progreso ‘© aconvicciones privadas, imposibles de introducir en un andlisis cientifi- £0). La légica de este tipo de sociologta acrecienta el cisma entre tos by hos religiosos sociales y las doctrinas qi pretenden explicar su sentido.” Un punto de vista sociologico convirtié en seguida a las creencias mismas en hechos objetivos. Una sociologla del conocimiento teligioso ce desarroli6 en el momento en que el sentido se retiraba hacia “Io interior”. EL ‘mismo corte se encuentra en el terreno de las investigaciones consagradas 4 la ideologia, opuesto aparentemente al anterior. Pero tampoco en este terreno podemos nosotros, en nuestra relacién de historiadores con el siglo XVII, separar el conocimiento que de él tenemos, de la influencia que ejer- ce todavia sobre nuestros métodos de investigacion. El punto de vista so~ ciolégico sobre las ideologias y a ulileria conceptual que organizan nuestro analisis cultural (por ejemplo, la distincidn entre élites y masas, el criterio. de “la ignorancia” para juzgar la descristianizacion, etcétera) dan testimo- hio atin de la funcidn social que recibié el saber a lo largo del siglo XVI Cuando los diferentes estados europeos sucedieron a la unanimidad religio- ® fn su Intecition d'histoire do la pratique relgieue en France (Pot, 1945), Q. Le Bens Plates el problema de ta relscibn ere de "Prétion”y lar “cteencias" (tt, pp. {16-120 eo para 4, ese plural designs a "la fe". AL reaccionar cones In superabundancia de estas onsogrados Ins doctinas (ef su aticulo de 1933), Le Bras hace coro circuit con ley ideologias, pera bacer tar ef enigma de la relaciGa ence “In prctes” (= lo sociogico, lo ‘visible’, ae die) y “Tas ereealas” (que para 6! no ton on concepto sociologco, sino lo invisible, “ta tama” o ta gracia de in iuminacién interior’). Poco a poco cb matizando esta Aivisign, procedente de la distncion teoligien ene natcalers y sobrenstucal,y al mismo “iempo confiaré cada vex menos en ia prictica(cuyo nombre desapetece del tiule de Ta ‘eedicisn de ia frroduerion en 1986), A este segunda evoluciin lanbert dedicd el aiiele citado mas arriba: "Desarolo y superacin del estudio de Ia préctic relsiosa en Q. Le Brea’ 40 sa de la “cristiandad”, hubo necesidad de un saber que tomata cl relevo de las creencias y permitiera defini a cada grupo 0 a cada pais distinguiéndolo de los demas, En ese tiempo de la imprenta, de la alfabetizacién (todavia débil) y deta escotarizacién, el conocimiento se convierte en un insttumen, to de unidad y de diferenciacién: un corpus de conocimentos 0 un prado de saber divide a un cuerpo o aisla a un nivel social, y al mismo tiempo, se asocia a Ia ignorancia con Ia delincuencia, y a la masa se Ia tiene como el mas claro indicador de la misma ignorancia. Lo novedoso na son las div. siones sociales, sino el hecho de que un saber o una doctrina sea el meitio ‘te proponerias, de mantenerlas o de cambiarlas. También en las iglesias las diferencias de saberes se convierten en decisivas. La determinacién de lo que se conoce, cuando se es catdtico o reformado, proporciona a la comm. nidad su modo de identidad y de distineién. Los catecismos cambian, remodelados por la urgencia de definiciones que circunseriben a la ves contenidos intelectuates y limites socioinstitucionales, En la actualidad, trabajos muy recientes como el de R. Taveneaux, Feconstruyen organismos socioculturales, disefan citcuitos mentales y pie. den establecer la geogratia de grupos ocultos, basindose en hnellas insig- nificantes y en los puntos de reaparicién de ideas religiosas, tal como se \dentifican los citcuitos fisioldgicos gracias al vinje de un elemento visible a través del cuerpo opaco."* En suma, vuelven a tecorrer los caminos ayer abiertos por el uso que una sociedad hacia del saber. Privilegiando en esas ideas su actuacién pasada, explotindolas a su vez como los restos (a veces los tinicos visibles) de divisiones entre diferentes grupos, R. Taveneaus explcita la utilidad que tenian ayer subrepticiamente el servicio que pres- {aban a las sociedades que las portaban- pero en detrimento de su serttido “doctrinal” el que le daban sus contemporineos o el que todavia pueden conservar. La excesiva division de los métodos ha traido posteriormente el efecto de separar, cada vez mis, en cada obra doctrinal, un “objeto” socio ligico enfocado por la historia, de un “objeto” tedtico que parece abano- nado aun analisisliterario, ue earaterizan a Uva wnidad social com mito les sin para elaborar sa sociofgia muy fina de un grap de eliigos 41 01-680 e961 ‘psuageE xoaes Mp aBepoy, 7 gUHD004 UDI SOI-HOU Wl '6k6 ia sab uenpouonoy ¥7 pamsipee oe ‘got eR “nuaones ou owen ep uae «1a, os 359 ‘bea 9p oao-onand Kes et anea myasod Setuen tsk ‘oe 3p guy aso ates emu H}pEAIEAD 5] U9" de ee F ue ony6 ug see ae ap mc oon eed un oS 059 Ao "senopsd se pepe ee ' Soconbw eft 229083 2009 Je oUPOU, cpauad meesbonaey ss TELS Rage esas agree eas osadue) 1 pp suoddogt code cundaonas ou ous REMIT, ODA OSUET TY opvot mususteonn ‘psa evar ore senda od op 21 (2p Aan 91 ost sHlees Eons oe “wBUtzINp| "990% “ragayy ‘soeyon ‘Koqpticl 9p spaen & souetjaaq atuaurezoutas ‘sauni6> so 19S0]1y sauadyo ‘seiouapuay sesa anu ‘se00U090s vIped ox zoe “onvonunstag jap BUOISIEY “SSUUN 9] 8A “SopHpypPIUapY sD] ap E40} -sify“eyoursg ua ‘Auossyy fonyoojory ‘Sopst soperss Ua ‘ayyanyasaRsaystag) eme|] 9s vlueWTY UO Zopruyap d1qWOU UN dUIH EIaINbIS IN “sol|a v ‘varpap as anb estas woud (Ops Y9ISEOUET SHOR MAN) Sapy fo AL0ISIEE 219 fo pouanor jap soptun sopEis UD Uo!DeaXD v] apSap pEpHUPL Ns opUED sna, wpuy ;sorpmso ap ody 2489 soporgtu sn op vidoude as otw9-)? 7 uo}sty e| uasmyqstoo anb seunydeu sey ap ‘sou -o1oeutujap sel ap ‘sapepryeion se] ap oFUarWIOSUVASep |2 “so1UaWEey ap aqau || gun ap saaen v Uy UIs Uorsuaose visa 10d “opuBdoAo.d ‘saUaNy sus B >} ~uottreprasgapat ojsryua je odzono um epuvuorowsap ‘selouanyu ap soUNID) 4 ua eigo wun ap uoranoydxo w| wzeNsor 9¢ “oxISHEE of Jo, ,Sa10peziteI0 soidiound sns & pepiun ns sepuaiduios ap eyesi as “vondo vf ap 0 ,jurusu eyeso{y, 1 2p ‘ouepuayea ap ‘stsdieoody [ap ayen as unas ‘sapeptetoads> sowuauayip ana sozepod soj uedat ap & dousay, ap go wy auawUNLRRNCe rezepoisop 2p sony ua Ws "SHUTS Sey 9p OuaiuNst 12 “opoUed tn Se Cie re La reac re err iqGA|| SHB uorseywoUey ey esNUOD Ae[noWUIEd Uo “sSunMog souoFOaea Op OIOBU , SLApI Sel 9P ELO}STE, E] :opLIOU Ry o} OZaLET , OA1}99}09 AIURIOSUODUL,, [2 ,, SPAPI,, SD] ap :[oanyno oJapou up) Suldlogisme. Seine muy profs sustnuTdas por un “inconsciente coleet- waiterse, puede erecerodisminuicsegin nuestra voluntad iene Ia am- | plitud de los “fentémenos comprensibles”. De hecho, representa la necesi~ ¢ | dad que de #l tiene el historiador.y no es propiamente un instrumento de} | anadlisis; significa una necesidad de la operacién cientifica, y no una realidad jue se pueda captar en su objeto. . ese coneepeion manifesta ques imposible elimina del tabsio vistoriogdneoturtieolagasqueteyenchas Poe Pero al concederles el fugar de Tarovjes-atastaas de las esiructuras sosToeconémicas, suponiendo por afiadidura que las “ideas” funcionan de la misma manera que las estructuras, paralelamente y a otro nivel,” la “historia de las ideas” s6lo encuentra bajo la. forma de un “inconsciente”, la inconsistente realidad donde suefia descubri los historiadares, o mas exactamente, del grupo al que pertenecen. La volun tad de definirideoldgicamente I historia es propia de una élite social. Se funda en una division entre las ideus y el trabajo, Acostumbraba iguimente descuidar las relaciones entre Ins ciencias y sus téenicas, entre Ia ideotogia de tos historiadores y sus practicas, entre las ideas y su localizacin o las condi- ciones de su produccién en los conflictos socioecondmicos de una sociedad, etcétera, Nada tiene de notable que esta divisién, resurreccién y refuerzo de tun “elitismo” ya muy marcado a finales del siglo XVIII (Frangois Furet fo ba notado entre otros muchos), tenga por simbolo la yuxtaposicién entre una “histori de las ideas” y una “historia econdmica” f La biisqueda de la coherencia propia de un nivel ideoldgico nos remite, pues, al lugar de los que la claboran en el siglo XX. Gramset nos indica sin duda alguna su verdadero aleance, cuando dejando a vn lado la historia de las ideas, la sustituye por ls historia de los “intelectuales orgini- 0s", grupo particular, donde analiza fa relacidn entre la ‘posicibn” sosal que ‘ocupan y los discursos con que la manifiestan. “-upotema espn god ses ua ces con nese Duy tine wht ateencm anes octet tel pepo run esl ebjers SI'S mar ert propio com “reaps ta expres rsa no Sagres so completes 32 menu vets Cn medi en She emncm fo qs se pote come “ae Ce Antonie Gramsci, Ocwores Chose, Ed. Sociales, 1989, p. 432: “Cuando Ins diversas categories de intelectual fndiionales experimentan, con un espiita de cuerpo el seni= fniento desu contimidad bisrieaisnterumpiday de so calfiescin, se stan ellos mismos {mo auténomos e independicstes del grupo social dominante, Esta autoposicién tne conse ocncias de largo akanee en et dominio weokigio y politico: toda Ta filosofaideatite puede Stribwirae fScloente a ext posicion toads por et comple socal de fs fotelestats, 44 2. Practicas histéricas y praxis social Elexamen de todos estos “modelos” (euya lista y andlisis padriamos proton gat) tos revela dos problemas conexos: el desvanecimiento de Ia ideotogia ‘como una realidad que pueda ser explicada, y su reintroduccién como i referencia en fucién de Ia cual se elabora una historiografia. Como objeto de estudio parece eliminada —o siempre menospreciada-—- por los métodos actuales de investigacidn. Por el contrario, se presenta como el presupuesto de"*modelos” que catacterizan un tipo de explicacién; est implicada en cada sistema de interpretacién pot las caracteristicas que conserva, por los proce- dimientos que le son propios, por tas dificultades técuieas que le salen al encuentro y por los resultados obtenidos, Dicho de otra manera, ef ite hace historia en la actualidad parece que ha perdido los medios de eaptar tna afirmacién de sentido como objeto de su trabajo, pero encuentra la misma afirmacién en el modo de su propia actividad. Lo que desaparece del pro- ducto aparece en la produceién, Sin duda alguna, el término “ideologia” ya no es conveniente para designar Ja forma como surge Ia significacion en la Optica o “mirada” del historiador, El uso comin de este término data det momento en que el lenguaje se objetivizd; cuando, reciprocamente, los problemas de sentido fueron remi- tidos al proceso de la operacién y presentados en términos de selecciones historicas integradas en el desarrollo cientifico. Es necesario decir en seguida quese trata de una revolucién fundamental, ya que coloca el hacer historiogratico cn lugar del dato histrico. Camibia el significado de la investigncién: de un sentido revelado por la realidad observada pasa al andlisis de opciones 0 de organizaciones de sentdos implicadas por operaciones interpretativas. Esto no signifiea de ninguna manera que la historia renuncie a la realidad y se vuelva sobre sf misma para contentarse con exaninar sus proce S08, Mas bien, como veremos, lo que ha cambiado es fa relacidn con lo real Y sil sentido no puede ser captado bajo la forma de un conocimiento parti- cular que seria extraido de lo real o que le seria afiadido, se debe a que todo “hecho histirico” es el resultado de una praxis, signo de un acto y por cons uiente afimacién de un sentido, Es resultado de procedimientos que hat permitido articular un modo de comprensién con un discurso de “hiechos"?* Antes de precisar més esta situacin epistemoldgica que ya no nos permite buscar el sentido bajo la figura de una ideologéa mas o de un dato de ® Se puede mer i evolucin de I hstoriografa acer de fs nocién de “hecho hstrieo” comparando la explicacin de Henn-énée Marrow (“Qué es un bec histric?™ en Lite 1 st méthodes, op. ci. pp. 494-1800) y los problemas planteados por Fangois Pure en Le Golf y P Nora (ed), Fare de Pasir, Gallimacd, 1974, Upp. 42-61 15619 spa ust np uoowuel sure aon asued 8 2p 2434 soPM9 wos SENN} #961 AC Ry “[egtpsaaaBoHe ong ap MH tg ‘Sonby ons soso Sop austuons4s 2p.setapmig aimed p-moIny alegre ‘3961 Sm] so S91 7827 Mp sao} ey 9 wyuonny | MOTHS eI sssepy 3231-9 997-9 s96t Lz 'souar Nay 0 oun, ponbgurearg ms eoaey 2) Suse a soduan 02 eq ap pups 2p roneeBo.0. so, ante pte SINT ‘0-562 Ayo “eum py aypuPsoy rly a, lspone 90 CE ‘amsu tao [ang 2mpmayy 39 cgtomueseg Hop Pues wow ro dusts ob 00i8om saegep ap Unctrymo epee ots w EAPLN0 OMe ab os tc os sep sous 9 (96 Anan sean #09 pmo nya) seaaatsod se Opes pun yetedea 40 appaeety won¥an 2p eo ap wereauton Goose haar] "HOTA 'H Pa osmeny orBoyny | opypraco te [Soon anu espera 8961 POD] “apays sax MP SOIMaMME eT syOKoL OE ttn ep v ao aN WENA MIDE 9x OS oy snpeFORLEEE US 2b eojugpee ezuryonta sod omsmaeu! pp ones ye apuodsauos sab eueetansasugeeyean pepsi ms epor K "961 "010 LisT-bGeE “aon, p second Sceorund 89 auopuod nang p susan 10 stejsing ‘apnety, Yap Paste eye) ‘Koay, 9p ojjeqea ie aqelauuase so anb ‘epezrus ap 0 Kaxydgs op oyaadse ayso w sorowsd a1q 180d o21y{ as opruayuoo ns ap ezanbus ears ey Zan yey, “ootigRojode awa “Ma1gSIp SUSIE 0 SPL JOIO~IHD MIs Bays OM SoIpNISD SoIse ap o;qBI0pIS 9 uotoeyode 0] ‘owstuasuel fa 89 Sajen se] ap wan ‘seONST £3}e1BH00 ourouadar oysea [9 21qos ‘19 ap sanidsap sono some ap o ‘puowzrg op 50 g8auipasoq] Jod operdope [euoroipen oue{NgedoA {2 2190s UOs|11) 2p 50} « OueuIseID oUUsTHELUNY fo UD vonSTzIEd K woyorsode sisaB9x9 wap uoronodad 1 angos s9Knog [OP O 9BqNT ap ‘d JOP SofeqEN SOf g"]AX Of8ts [9p sord ~1ounad ap ,souopeniesuos,, sofojoar soj a1gos mnessepy "Wap O1qy| Wes [> visey ‘Sono ap & anpeyy-prEUsogt ‘g [9p seU9sx Se] Uos Odi 2189.0 “UsDoURyy PEpISIOAREA tf ap ayusIqurE je soyestx9 somUa9 ap 0 scanspysa]oa sorpout 9p ojdurafo od ‘seroustid so v soysarido opnuowu v £0, andeixn so.p3ny ap outs ‘saiuaiayp,, svoisgjoapy sauotarpesl op aiuouse[0s out ueSuanoad ‘sono se0a}qeiss tued “sau09 ap odn asa s1faui09 op weyeA ‘nb sorpryso 60] anb ap sourarttupe sou oN "uoIoeALOSgo 2p sasuiny so] e SoU ~s9yu0d ,seUuID,, “eLOYSIy ¥] 9p opyfar Jo Ua ‘sand “equyI09 sIS!}EUE se BrOIpO19 “eIsISaxB0Nd pepotoos ‘a © spsaiayu ap seuipat ‘sepesodns seood9 ap so1s01 owoo soperaprstio9 “soangoxa 0 soo13ojo03 sovHasa So] ope mas wey as LAX TAX SOIBIS S01 ap So1ges,, SapuRIa So] ap ¥q9 ¥] 9p “UaIG O g,"SojeMsTdSA sa}UaLLIO9 sex}O UE "uenanous a8 ousitastet [ap soonstis}oesva owos sopesapisu09 sowwowaf9 se| ap Soyonia anb £ evodp oy ap souawugaay so] ap oun so anb ise opuots “eonggord ,uorjaqay, ‘oussiuaste! jo woo osordijan LAX of8is Je opeay yuapt ey 495 “opomt outsita fot «WIP 9} pupa Yap oft] ov pepan True ex soMIOya1 ap 21188 eau op 0 ‘SUAISaONS SOMTISTALIOJ3I So] 9p o watRsHEd vp upronSuo|oud or 1961 “Word ‘anuciny aouarnne> 0] 2p suosouic 9 Seda! WOS 5134 SUI 37 “861 "yg ambos ap Sui 36s rseg ‘ay ap anudsoied 01 © wouonpadt by ua aquosuy 9j 25 ou K ‘eueNsHI9 Uo!>EPeN PL Woo BINA RM ap orDadse 1p ofeq ,owistutuiny,, 18 epioge ag ‘souuewoduy swuauiqends 9 seueuoseut seuap 0] sod ‘svonsejoase sajuou09 se] v anb .euuToyasaAd, wf v SPE OP PIP tH 9S JAX OFBIS fap SomdtouLLd So} ap o4pnyse fa Fopta!> 404 ‘ugtoedinsaaat ap odn Te Asgzarut ja saouorus unziiaout‘sopemypnso!sos souoroezzTe90] Se] U>Ig SPL ‘ous ‘Soxouosiad suorouoyUr se] O}e} ON“, SEIKOPOUO,, SO] ap 0 SBONISHISD|Oa savoranayisur se] ap vf anb wo4q seu, seyfa0G,, se op PUIOHSHY Uy J999I0A05 2p ‘aruamnysuoa sod & “serxopouo se] e ugtotsodo wun ap eULioy Bf ofeq ue enuasoad as anb soe ‘sosorfifa souatuguay Sof aniua sevBaqiaud ap opeynsax fp ‘sor9ajo sono ana ‘opyen uey “ore ejonosa ey enuOD ,,21gH,, ByaN9s9 21 9p saieqap soy 0 ‘opeisa J> & viso}3I ¥] aNLD SOyDALJUOA SO} “1S ‘sosorSy]21 sopepryvar se v aay eynonied ‘ugiajsod wan sopepiorsty re uelig anb sauoroems & sopesiy uaa as z0 epED ‘0124 “o1pmis9 Jap soatiafgo ap uoioeuuuarap ey uo ood seAa 9p UOTD99]98 ‘9 oI woodsedy “ayudIO9 SOIT ax HYDITOLOASIG e] Ho WoISaxd oproiafo Uueq anb sorsmfaad soy auqnasop exp wa Koy uaytunrad sou “eo1ojom>ysid> Spt UOIxe[}as eun euNse epap urs X ‘odwan y> ua owaIWe>|e 1a sowsnu soya uojanaa anb souojopnyts svy soougysty ,sojoinfoud., 80} 2c] ‘ougiuayo agysuasdto> ap oda jens o fe ayqysod aafona “opep oan our un ua ‘au & sapeparsos sei exquiea anb esoxfijar o earurguoda “eaxnjod srxtad by ap apand 0] oooduies ‘uoroonperd ns ap esp ua Koy asrezuepriosap apand ou osmosip [2 owWo:) “,eLoIsIY v] a9eq,, anb uorooe vy ua saarer sus duran omsyur ye enanod9 “C,euO|sIY 199eq,) 12984, [9 UPLOWAIPISMOD U9 euro) 2101814 B{ opuEND “erstA ap ound aise apsaq_‘SeIDUD!9 ap saIOpesMEISL 9 sopnuas ap sosopepury ‘soo1s9}SI Soj0” B aatJa1 98 SOSIOAIP K SAL -einoned seando op uoroiny ta expesRoLOIstY UpeD op UO!sezTUNBIO C7 Opto -a|quis2 uapio wn ap UgIoearasHoD vf HOO opeUIAHIOD & ai|9 wun v OpeALases ofonf ‘seno 10d seun sepezianejar Seapr ap opruyjaput ofant un e soutest -2iaq] anbiod ‘saropewosiy so] uo etoxtduat eyosony o| ap fanrt ye ewuaueonum vatioisry moroeiaxdiaiu vj zydea woo [9 & eqesed 2] out09 ‘soureyuarUo9 sou -apod 01 0104 4, ory puownsey ap woisepp sisay P| 10d odwwan aovy opeayumyd ura] qosd pp ‘Soousorsty sorpmisa ap san & resDpIstOD B SOLIDLANIOA "TERIP yesfouoysiy vy uo wadasnde anb sorarpur Soy TEpsovaL ostoaud $9 feuOIsty eI Lamarea de los compartimentos socioideolbgicos es particularmente isible en la historiografia religiosa francesa, Es un rasgo, muchas veces subrayado, de la sociedad francesa, Los trabajos cienificos nos revelaban la posicin universitaria en esta materia, Privilegiaban a los ‘catdlicos liberales” sobre los “catdlicos intransigentes” (con excepcién de Ia obra de René Rémond, estos iltimos han sido estudiados por ingleses o norteamericatos, que no se interesan del misto modo en los problemas franceses);” 0 bien aban la preferencia al “modemnismo” cientifico o social, “sobre el integristno"* (Cuyo interés histérico acaba de ser demostrado por Poulat).” Los debates internos de la sociedad francesa han traido consigo un fixismo historiogrifico, ‘¥ durante mucho tiempo, la reproduccién indefinida de cartes formals, cuando ‘ya una erudicién nueva modificaba el contenido. Esta esquematizacion traia como efecto el reempleo actual de los “partidos” opuestos de antafio —reformadas contra catélicos, jansenistas contra jesuitas, modernistas contra integristas, etcéiera— y las banderas pro- venian mds de las situaciones socioculturales que de las convicciones perso- nales, Las polémicas antiguas organizaban la investigacién cientifica sin sa- berlo, Los historiadores se “metian en la sotana, el habito 0 la toga de sus predecesores, sin darse cuenta que se trataba de vestimentas de controversistes © de predicadores que defendian cada uno su causa”.® Algunos silencios atestiguan hoy en dia la huella de este pasado reciente, aun en estudios magistrates sobre la sociedad y el pensamiento clisicos: discrecién de Goubert en lo referente a las teologias"* o aun a la religi6n;® ausencia de referencias a Ia literatura religiosa en Ia interpreta cién que Foucault nos da del episteme clisico."* Pero también, y reciproca- mente, silencio del abate Cognet sobre la historia sacioecondmica en la Espiritualidad moderna,” o bien, por el contrario, en muches trabajos con sagrados a las temporalidades de las abadias, la presién social que hacia que muchos clérigos historiadores no prestaran atencién a la vida religiosa de esas mismas abadias, " Cie René Rémond, La Droiteen France de 1815 @ nos jours Aubiee 1954. Se tienen ls pecspectivas anplo-americanas con Richard Griffiths; The Reactionary Revolution, Londees, 166; Eugen Weber, L'dcion faneaice, Stock, 1962; eedtern, ™ File Pola, ingrisme et athlete ntgra,Cesterman, 1969, el debate que ostuvo con Pal Droulers. en Archives de Socoloie der Religions, 28,1968, 131 “152 Lucien Feber, du coeur Reiger 57 site, Senpeay 1957, 9.146, "Bn Reais le Beauvais de 16008 1730, Seve, 1860 En Ancien Rime, A Co, 1969, YM Fewcul, Ler Ao eer choses, Gallina 1965, 0p. 1 L, Copuct La Spiritual moderne, Aube, 1966, a reseda de M, Nenad ea Rev His de Egh de France, 54,1968, 9p. 101-103, 48. La mutacién de los “prejuicios” en objetos de estudio Liberados de situaciones conflictivas que se alejan cada vez mas de noso- tros, nos es mis fécil descubrir su huella en los estudios arriba citados, Nosotros mismos estamos ya en otro lado. A medida que se borran las divisiones que todavia ayer organizaban a una época y a su historiografia, estas iiltimas pueden ser anafizadas en los mismos trabajos de aque tiempo, La terminacién de un periodo aumenta nuestra lucidez, pero esta compren- sion, que se considera “mejor” y que serd en lo sucesiva la nuestra, se debe al hecho de que nosotros mismos nos hemos desplazado; nuestea situacién ‘nos permite conocer la de ellos de una manera muy diferente a como ellos ta conocieron.* Lo que hace posible a relativizacin de los debates de ayer, y porto tanto la identificacion de las presiones que ejercieron sobre el discurso cien- tifico, es la posicidn mieva de la religion ent muestra sociedad Lejos de ser una fuerza, una amenaza, un conjunto de grupos v de cuerpos constituidos, como ocurtia ayer, el cristianismo francés se libera hy gn dia de su pesantez social al satirse de eompartimentos cerrados, Deja de constituir lugares propios, vigorosos pero cerrados, en la nacién, Se von- vierte en una regia mal definida y mal conocida de ta cultura francesa. Una historiografia religiosa puede ahora convertirse en el objeto de un nuevo exo. tismo, semejante al que conduce al endlogo hacia los “salvajes” del interior o hacia fa brujeria francesa, Sociatimente, el eristianismo existia mis inten ‘mente cuando se le concedia menos lugar ayer en el tiempo que el que se le concede hoy en el mundo. Podia uno callarse o ser parcial, cuando se trataba de enftentamientos, de adversarios o de grupos encetrados en su vitalidad propia, Ahora se dice que ya no constituye una fuerza, y que por necesiad se ha “abierto”, “adaptado” y conformado a una situacidn donde se convicrte enel objeto de una curiosidad “imparcial” y en signo lejano de “valores”. La renovacién de la historia religiosa no significa, pues, un avance del ctistianismo, sino fa disolucién de sus instituciones y sus doctrinas en las nuevas estructuras de la nacién, el paso de un estado de cuerpo opace y resistente a un estado de transparencia y movimiento. "Chic Ias observeciones de D. Juli, P Levin, D. Nordmn y A. Vaace, “Reltevinnes acerca Ia hstriografis foncesa contenporinea™, en Recherches ot Débats 47, [96h py 39.34 2 Acerca dl intesésetolinco y (reo, que ee co ye se presta ahora la tetigié, 9 se enplica ala vez fa murleza de wna nueva "erisidad” Ia renova de for estooe ‘rca de ls ideclogin (en lo scesivo tnd por inceiles, pero porters de en shabutsive gue debe dessifrrse). ef: M. le Certeo, La Culture au pluie col 1018; 1834, ph TT 3s Las Revaluciones de Io ereble™ 49 {0 s14 gn o46 eo “tenon ower ou 696 990) 261 ney sa > ade wena teed soporpt 9p sodn soruarayyp spublts Pop 2p SOURS woo ag SyuH BUaMIUD 3s “EANduoS9p Soult oYann “Riad s{ onb senuona fey 9 ondond otra oxaup un spusape vortdiny rotten ued ou seiony se ap spaen w sazqtiog sv seauoon9& optpnsfo ol sponses 121N%) “opesed un anitonsay, 9p 041431 ap pepiigisod ey nos so “OPIN @[ oo sopeuorsiy fap upise|asB 99acoAny erouopuay Luo w8feqen apuop pepatsos ap Stouspotoezeo souo19eB}s9aur st] ap owumlins [a ua atuasaid vatdgtowsysds Sere ean & olvauryeuy 4 * so4say,stonpoid ap « spiououtuad teaneyen 20 Sanus Pepitat1ut 3p soydiocuad e saiecdhstpunydsoxquavosout op Feaoragaeisay ns 8 ofeqea es ap searSq}apcroustsaigdiy see 1opotoiry {8 2onpuod ‘Seip sansonu uo unttoo syn 294 wpeD‘eansadstad visa, ;tisi9}9 ‘sama sojapotu ‘soo1tpto%9 Sojapout:soquetngop ap SeHos Jepuaidtdos & smmtsuo9 ueyad anb sojepoutse10qufa 2p peprecess “322240 Yopeuoisiy jo opestoous vy anb sosauunoop soy &S3}qosned ‘9 sB20u09 ap pepioedes v| eunuexa vorgwazgord wistuad ey opesed 19p oiuarus}20u09 qe serseid opetunyxa ‘op Zit O18 se82H!epusiaxd oxo jo “Uoisuaidaioa us 9p sauotDIpuoa se ange | Zuasued o| axgos wBousiut 2s euoysiy ap oda rouuid up “eproouones "wouult9g3 298 spond arsadso epr> ‘soand sosea soy v uesadns sargndeo OP SU] aP ¥j9Z0U ey anb ua sosto 504 opuend unt A "J804 0] ap sousiereod “op SeL 9p eth & wprauaiee] vozoreaesd unos ‘uojst 9p soiaadsa sop “on 238 uo APH] Sojod Sop soy ap oun 204 elouasajaud ap ez1jtA0u 28 bough e{ Hawd¥9 2 sodnu@ so o sopoyad so opuaynas ‘antotuaiuapyas OsmaSIP UN HD UoIoe|a ES9 9p o|LoURsap 1 59 oxdoad oana!gO ng ‘enyAUD “obefes ns 2iteurs}oid afody 25 rouOIY Vouoo BT ‘en Of ete sta {pot osmwunaT9 tu wapand ou Pepys | ap seus sop seg “oprymisodne oo {10 1044 stu op oporysa 959 eat o ‘axed wu sod -(opunas|9p taney TP eHBRHN & dosteudiuoo 2p sopour ss soyzunpanoud sus Opes {(? Banewotgoud | uaragas os anb oe joe pepataos y) royuaia UotonaaG * {04 epooytdr oxno> yet 0 & (spased pepatoes wun U2 eons, 0 apund 40 “ufprus> 2opeuoysiy Ja anb of) opi20ua> owod tea o} ‘dou uals ossoal Fw» sojmsayp Ann souottsod sop up e310} argos uoiaeSouaiu | ensand Suesioverst {2p woferus e ‘Seuorseuode seo sop souretdnon ig 124 0] ap sauotysod sog Pepaeas £ ossnosip “epoysyy eg os soup ose 03 gopop sansnoqy ‘xx off op wyesSovciy wap mtn 9p oma Onan "apse ‘toma eonedoeor aprons eb o owaramoone nb Jaq to siseas eustgndd eh ‘opeztipjnaas vu os «2lgestad, 0} puop "esanu ny ‘pepoiaos oun v (oydafo 0d1AX O15 [9p ED "so¥ft[91 PEsEpO4 pepoioos wun ap osed jap spAeN e Worstaidaloa ap seItDists SOP anna ugraeya4 bap wana ose9 un uadayo SOU $e}9M9919 Se] +» SO2UOISHY sopHus, 2p ppnafopur aries wun UpiqceD, sisixa ‘opesuad ep ue doy aynuutod anb of K ojsaruuestad fe 0 epia vy & rq BzyuRaK0 onb oj axa ‘t09p 89 ‘aquasaud un K opesed um anus 2quessoUt UOIS ~Prayuod | PayFoadsa onb PoqoHSIY uoouny eun ‘sand “ostx9 Ig -.opnuas,, aan anb of 3 ‘woroqay9p 8] azar 98 anb ee pepatoos e| oUrs ropuaidiuog sp wiauus wun SP9P! ‘SopoIpte ayuouuej0s ot uesuanoUD 2s ‘omtonLUIDa}UODE Up 0 BFOIO9p1 un 3p ,oouieisty opniuas, j2 wosnq as anb 2 ojauiout ja apsoq, ‘opaptasdeaoo Stuocaeagoe armed anb ,opntas, 42 £ “oralgo un ao opruantioa ty as anh PNUD, [9 eH}U9 Lore} | soaps osaooud [ap ocusta ital qaad [a opun “HUBS FISD SoU soLOIDISOd Sop sess anua LoLsesRdas E7 “eIoUDH=p>4 9p solUNd Sono unas apypuaiklatos 49s aqap exp ua Koy anb pepytg’S4anut ap soxdio ‘wad sns opesed un e eqeuorozodoid anb uor2otaw9 pf sod epiuodat toxet Browysp e] © ajoraeos urnuasaidax seuma seis seUeNsHI SeIDU90%9 sto seifojoap! so] anb uototsod wuss] ua tenuonouts 25 s0Ke ap exaoLoisty, #1 9p upisuaidatoo ap sopou soi ‘ses09 st] 190 ap pout aisa undag on SuesBoroysry widoud ensonu ap o1afqo jo axmysu09 nb eLOST, EY uo yesBoworsty ns siqaosur a eood9 vusstar¥| ap so}uatuofe soso woD sauotoeyar Se] smutiqeqax “Sososanapaud sonsenu ap uorsuaidi0s ap opout ja & sede eum ap sefouersunaato Se] ,soromfaud, otto9 seusexa ajaisod wioee $9 sot {UoIoEMHS D170 ap uoIouny Ug “a;qustiod ua sHJ9At09 sowaqap ‘sai0]Ne SoAgTAL “Sosiosou ena [& ‘e1ofgo jap eps] jap esud 98 & unqesuad jeno of ap wolouny {® ojanbye outod “sazoyne soy ap ape} jap 4e1s9 ap wlap zuotorpUoD ap mquies uoWeztueso eT “operpniso 395 apond anb oposed un uD saouoHt eiguiea 9s ‘sazopeuiersty sms ap vando w ua epeisruaut ‘pepotoos eun ap aisiata ‘Ke ugtovzrmes0 © “uep2fau vs anh EL Y UOIdEDITS 8] voKspoUT a8 oputAD lusoaredesop sozopeuoysiy so} ap o wuoisty ef ap ,solomntoxd, s07] Entre estas dos formnas hay tensién, pero no eposicisn, Porque es un hecho que el historiador se halla en una posicién inestable. Sida la prioridad a lun resultado “objetivo”, si intenta colocar en su discurso la realidad de una sociedad pasada y si desea devolver la vida aun desaparecitio, reconoce siem- pre en toda reconstruccién el orden y el efecto de su propio trabajo. El diseur- 50 destinado a decir /o otro sigue siendo sw discurso y el espejo de su opera- ida. Por el contratio, cuando vuelve a sus précticas y examina sus postulados para renovarlos, el historiador deseubre presiones que se originan mas allé de su presente y que se remontan a onganizaciones anteriores, de las cuales st trabajo es ef sintoma, no la fuente. Ast como el “modelo” de ta sociologia religiosa implica (entre otras cosas) la condicién nueva de la prictica o del onocinniento en el siglo XVI, no de otra manera los métodos actuales evan consigo disimulados como acontecimientos y cambiados en cédigos oen pro- blematicas de Ia investigacién, antiguas esiructuraciones e historias olvidadas. Fundada, pues, en el rompimiento entre un pasado, que es su objeto, Y un presente, que es el lugar de su préctica, la historia no cesa de encontrar al presente en su abjeto y al pasado en sus précticas. Esta poseida por la extrafieza de lo que busca, ¢ impone su ley alas regiones lejanas que conquis- tay cree datles la vida Lo intermedio, situacién de la historia y problema de lo real Un trabajo incesante de diferenciacidn (entre acontecimientos, entre periodos, entre aportaciones, entre scries, etcétera) es, en historia, la condicién que per. mite relacionar elementos distintos, y por lo tanto, comprenderlos: Este trabajo Se apoya en la diferencia que existe entre un presente y un pasado, Supone siempre al acto que presenta una novedad y se separa de una tradicién para ‘onsiderarla como un objeto ce conocimienito. El corte decisivo en cualquier ciencia (una exclusién es siempre necesaria cuando se procede con rigor) toma en historia la forma de un limite original que constituye a una realidad ‘como “pasada”, y que se explicita en las téenicas proporcionadas ala tarea de “hacer historia”. Ahora bien, este corte pareve ser negado por Ia operacion ala que da origen, puesto que lo “pasado” regresa a la prctica historiografica. El ‘muerto resueita dentro del trabajo que postulaba su desaparicién y que postu- laba también la posibilidad de analizarlo como objeto. La condicién de este limite, necesario y negado a ta vez, caracte- riza ala historia como ciencia humana. Es “humana”, no en cuanto tiene al hombre por objeto, sino porque su prictica reintroduce en el “sujeto” de la ciiencia lo que ya haba distinguido como su objeto, Su funcionamiento nos 52 envia del uno al otro polo de lo “real”. La actividad productora y el periodo conocido se alteran reciprocamente. EI corte que habia puesto entre ellos tuna decisin generadora de trabajo cientifico (y fuente de “objetividad") comienza a tambalearse, Se invierte, se desplaza, avaniza. Este movimiento se debe precisamente al hecho de que el corte ha sido impuesto y no puede ser sostenido, En el curso del movimiento que desplaza los tétminos de Ia rela- cidn inicial, la misma relacion es el lugar de la operacidn cientifica, Pero es umn lugar cuyas mutaciones, como un eorcho que flota en el agua, siguen Jos movimientos mas vastos de las sociedades, sus revoluciones econoni a8 y politicas, las relaciones complejas entre generaciones o entre clases, eicétera. La relacidn cientifica reproduce el trabajo que asegura a unos grupos el dominio sobre otros hasta convertirlos en objeto de posesidn: Dero ca testimonio también del trabajo de fos muertos, el cual, gracias a.una especie de energia cinética, se perpetiasilenciosamente junto con Ia super- vivencia de estructuras antiguas, “continuando”, dice Marx, “su vida vegetativa” (Fortve-getation)." El historiador no escapa ni del estado latente ni de la pesadez de un pasado que todavia esté ahi (inercia que el “tradicionalista llamaré “continu dad”, con Ia esperanza de presentarla como la “verdad” de la historia), Ya no puede hacer abstraceién de los distanciamientos y de las exclusiones que definen la Epoca o la categoria sociat a la que pertenece. En su operacion, las Permanenicias ocultas y las rupturas instauradoras se amalgaman, Y esto lo demuestra claramente ia historia, nuesto que tiene por abjeto diferenciatlas.®" La frigil y necesaria froatera entre un objeto pasado y una praxis presente comiienza a tambalearse desde el momento en que al postulade ficticio de un dato que debe ser comprendido, o sustituye el examen de una operacion siempre afectadapor determinismos y que siempre puede ser reconsiderads, siempre dependiente del lugar donde se efectia dentro de una sociedad, y por lo tanto especificada por problemas, métodos y funciones propias. La historia se desatrolla, pues, alli, en esas fronteras donde una sociedad se une con su pasado y con el acto que lo distingue de él; en las lineas que trazan la figura de una actualidad al separarla de su otto, pero ue borran o modifiean continuamente el retorno del “pasado”. Como en la Pintura de Mird, el rasgo que dibuja las diferencias con contornos precisos y hace posible una escritura (un discurso y una “historicizacian”) se ve atravesado por un movimiento contrario. Hay vibracién de limites. La rela- ‘Ko Maes, Dos Kept, Rein, 194,119. 7 (pier pefico) te, Oeste, Pgiade. 1965. .9 49 "Estes lo que ha hecho tar insistentmenteM, Fel enpaiculares Arche dasa 1960, pp 16-17 ss cust peeaen, ‘HPs eAanH) (961 “UO “ams 2BD,1p aan 2 sone vosne9p es ESNOE We, {901-8001 a6 '§ tne THs), seaRny esHa9 sep ofan [ows esa oe SX, 12 "0Ne9jopmBAL EH HAA ap UNL apt '%e8C-19C "Z| MIO 9 SEY) 9>yugtooe onanuwsued op rajouedo vosnnuuld se7, 49f-¢ M956) Net “adoarg) aioe) Fppeviuou 1, 03 (opens vrtqo ows epgap eu aaah setunuons seins Ivars uonsetx envousronogoaey ue-9¢ Oesepng't1 > do auSer OF ty uat-ort “8d "99 on aner0 soso 19 2am ap envoy (N19 B08) Bonus WoleELESIoS 1 © woud wien w 9p ‘sseus em 9p wins yap suusoge “1 1-t 8d "Y96t ‘9t Se cep ue “sonayao eojooid ef ap eunsty wun op topoige & seuaoag, ‘96-Fe a ¥set es SEI "you 2974 07 ua *,opestes of 2p wBoferoe eon 9p seanrodcod sopitoy, soraROdN siuseuem>ased sompnie Sounds upiques x “¢ze “ “Ge-ie un ‘aFgMIUG 9p amtoy Oa 3p Sesotouajis sauorou se} 499029 94 vaHgIsIy EIaUaID WY gy 2igisuasdwuoD UL SPABE_UN oMLOD o otoIPAadsap uN oUIOD opeiapisuod e}Qey anb setiOZ two asueruayjua anb ation opeyur otwsiorynusts un anb ud oItetWOUL Jo woxpL S0u DUNO} PI ap BI4OISIE BT "SOPOYDIU sns & seloUDsIxD sns AwOIpHLIO} [B ‘opworpiad e4 anb oj ap eivana ep ag ‘apuardutoa ou e& anb soyatqo so} v us -aufoy "Ualq undies anb souorsuaudutoo ayauseorun eosng ou woIDeFsaxut WL sorafqo sns us aquowyjend} vozasede soatjqua19 Sosa90sd $0] U9 0410 fap Goradiust vj aod oueiqe staqgosd jo anb sousapuaidsos oqop oN ‘sepusvype ayuowescrofia wer ‘oBrequia us ‘OpIs UeY ojuDIUTeUOTOURY & sou olo|puos seéna vioustouod ap peprun ef ¢ “ayqisuordaoaun axyania 3] as anb of ‘4409 0 01895 un oxo “wioqH UOIOeasdoUT NS ap 1031 [A ,",oatiTod 1asaNb, {nap opuuss fa “jeuo!ove o ,jouosaa pepiyeuostad, | ap e72femyeu p|* poprT “mUl09 ap vlouaroue9 auiony Hod sods ap upLoewHJo} ef, :SeUIFTUa sonuUOS woo edo} 9g “uo ns eAUaNOUS ‘seonQUOd® soMOIDELIEA sey ap opuaried _epurgord euojsty,, eun zeideo wied oot9isuy sistgue wa valUoUOI® eHO>) B{ auatauaa onb “eUlA ‘gap WofseNsowap a]qrjoU ef ‘SeUIa;goud So1s9 Uy 4,.cjouedsa,, puprun ej 2p “eongus;goud upiquiey uplounde w woo peprun esa biquiea owg.y? cerdoud peprun owoo vynpeie3 axmnstiog 9s oWW9-y? ‘oontuguoD90100S s1st]eUE osomfts un arfans aoey anb ewidive ja so ~vunyeey~ ofeqen ns op wu JP eUusyt erouaistxa ef oFojpuP oustLONAY Un TUDSAId Ie]NA HII oy .OOMOTSHY 0} Ba] qusuadsEpUT 59 ‘quosdnc] aarp ‘oouorsiy ou o7,,:sajeanyyn seutog Sty ap & seapl sey ap ‘nua4uutD0U09 Un ap OUaKS [9 Ofeq OpeD0]09 BM 2s aNb UpIOTALSOAU v] v Ope ‘1ssodoud , jeuo.oean, tn sod (sauied seiyo ua onto “eartay> 28 ou 4) vjeuas 98 BHLOISTY &} 9p woIsuatUNP EUP) "eIOUAID eu ap ososBoud J addozEde ane nb ‘opesouat 0] opoy v “2oueaw ns Uo exquaROUa & ¥fosad anb oprooUodsap o| 22) sy] onload ns © up oprpaayx ojuaxtesorSipord oywartroouos un anb axquiou 19 82 ,.oa1ayd, ois ‘peptivas ua ‘anbiog “Stmy ap 0 og 2p saIquHOsIp sou ‘i814 ap sovund so] we vdods as onb ugisay ap s1dadsa wun Ag2p 98 “BLOISTY +s 6 ‘prounye9 “saanyndod ovompea 18 genes sey amos 2p £210 407 ‘OEUOS SIE ye SET 1°) "ZO6U “dedasg “suaypow outodrg.) map ouorne) D7 “esa 2444 pO, aigos 11. SIL yet uadnas “oponuey ap swing 97 “NY AO 8 EDU 4, ¥{ ap aseq wun ap 0 ‘opeaytusis un ap ‘ersuaigat ap oqund un ap cysase {e euoy, i99}00 pepyequaus, eun 3p eanou poproedo m9 o"YeuLAO osjaduat 2982, oans9j09 fap vowed wap, eIs9 294 Bune 1S wpeates {afeaqes peprpuKy -od*oonupd,, un wuoysiy ej 9 Sous sepos sod equanoua juoudagy asUoyyy 9p eames opr esustau ‘ato J0q 42891 04994 By, an 9]q}SUAHE oat 0] Uo> uossuaudiwod ap opous un auayuewt anb upHaejare| ap eisuepIas 9 ‘gwuowesioaid set 0 *,omo, ns Hoo oaneadiayur opoigts un ap Uo!DEINON) -uoo bj Sojenjoe souoIdeBASaAUE suf ap aquapuaidios SoULoW! ou Oyaadse ONO -uotaejat Sornaqap“eouo1si to} geoK xv] ap oUt YeUsD}U UO|sUa} HIS OC) {rIPUOIEEE ns ap sEIDUarSIaN Se] JONNe Jap Sa¥OI2OR Se] TES99 IHS UULGLIOD 28 spuop uoroerado e] ue peptun us exjuanou> ‘Soousfoss1a4 so/Zojopora4 soapuos Jod ope, ‘orpnase fap oFefgo yo an wioueau ap “epanbsng wan 2p tgysajt09 Wa 0 oyejat Ud aufoLawOD 96 yeAIDg 2p SoMtONS Soy ap sisH]IPJ> “oustos ug uoroujas eso # edmnsns anb oF3/q0 Un 42239 ap zedeour BAGO vm sod oysenduy oxpotuiavut Opes, un UD ps2 BUOIS Bap PEIDA EL + S0|818 omyeno ayunmp dopanTur7 fap 0 eUNIEIE-) 2p sapesRyonuAse Seu -oroeiiiojsuen se] 3p 9 ¥ sofeqen sus ap BorRofopoyaus wanna wun 9p ozEn [2 uuodersns ‘aruasaud ygesRouio3st ej weusuuep Seago seAna “ampe'| AO 37 fonuouung £04, axrotg ‘varetHa|qoud ns ua & wFojoporatH ns Uo Opezlie21 1y ab ofegen jo 6 ‘oqaey vy anb soqtarustaow so] outs ‘e]qRq apuop apsap vin] [9 wsr9a1d of9s on BC JopeLoysiy fo ‘awvauOLasog “eNdtUE SPU 5 ~ojpue atzas wun uo oxDin-yw eqeaozos anb oduay oust Te “a}U>s9Kd LILO} bun ap uoronjona ay 9 wxquoser a6 1q (8761) oralqo oursHA ye SopEAeSUOS SOIpRs ap aL9s e] Ua JopELIOstY OULOD HOTOeNNIS BIdoud NS ap WatEEXd fa OD ‘oxoanr ns ap woroeruasaud ey eqzunsineut aanqa4 uaton eX ‘osaooud un 3p o1 ~erount 2 “opesed un ap ouoysiy v| wun seor|gquuis asad ‘sapensisap septa sop ap onsandiuos ‘o1gg {4 “uoroeRnsoaut ns ap sede} se] BAU LopEHOIsT, [2 apuop orovyazg un ap "euersy ap sexqo se Uo ‘opipadcad an as ‘qemyno © e2tti940990190s 0810] o.axq o!oump eum ap sist [> ‘oydwafas0g eerBouossiy of 2p oprudquod Je 0 eAAIOY B|w Hasa4jan 95 ‘nb sesoucur seyonte op stip sonsont Uo efanay as [eIMOUIEpuny ULSEMHES BI ono [2 uo9 uprovyas vy ‘3|qU}s> OULOD aszesopisuod apand souNLUIy) so] 2p ‘ounduru anb ej ua ayaeiquiea eauarayax eun 9 eLorsty e| ¥zyteALO ANb UOID donde ha estado ausente. Es también ef momento en que otras ciencias hhacen el balance de las motestias que les han produecido sus propios éxitos. El fibro de Miche! Foucault nos presenta esta interrogante. Lo expresa a través de utr objeto perdide por ta historia, pero que no se puede suprimit: ta locura, constituida por todo lo que ha excluido la raz6n. Ciertamente, si consideramos todo esto, eI esfuerzo del autor para devolver a le locura su lenguaje propio tiene que resulta un fracaso y contradecirse; el autor vaci la entre la “recuperacién” de la locura bajo el signo de un nuevo tipo de ‘comprensién y el crecimiento indefinido del signo abstracto (Ja locura) destinado a designar un casillero vacio incapaz de ser lenado por la historiografia.” Pero queda este hueco abierto delante de Ia razén cientifica bajo Ia forma de objetos que la razén rodea sin decidirse a atacarlos. Los estudios consagrados a la brujeria, al milagro, ala locura, ala cultura “sal- vaje”, eteétera, se han multiplicado desde entonces, Sefalan un enfrenta- miento donde la etnologia y el psicoandlisis han permitido a la historia cexplicitar su inquietante extrafeza. La*razin” cientifica esté indisolublemente unida a fa realidad que encuentra a su sombra y a su otto en el momento en que los exeluye. Esta movilizaci6n de la historiografia hasta los limites que especi- fican y relativizan su discurso, se reconoce todavia bajo ta forma, més spistemolégica, de trabajos consagrados a los modos de difercnciacién entre las ciencias. También aqui Miche! Foucault tiene valor de signo. Vol- viendo a tomar analisis anteriores, principalmente fos de Canguilhem, nos ‘muestra cme la historia se divide (y se define) en funcién de una combi- nacidn sincrénica de diseursos que se contradistinguen mutuamente y se tefieren a reglas comunes de diferenciacion."® Pase lo que pase con las posiciones propias del autor, su obra describe y precipita el movimiento que Teva a la historia a convertirse en un trabajo sobre el limite: a situarse en relacién con otros discursos, a plantear la diseursividad en su relacion con un eliminado, a medir los resultados en funcion de objetos que se le capan; pero también a establecer continuidades al aislar las series, a pre- cisar métodos al distinguir los distintos objetos que se captan en un mismo hnecho, a revisar y 2 comparar las periodizaciones diferentes que hacen apatecer diversos tipos de analisis etcétera, En lo sucesivo, “el problema Ano esté en latradicién y en las huellas, sino en la division y en el limite”. Hablemos de finite o de diferencia mas bien que de discontinui- dad (sérmino demasiado ambiguo porque parece postular la evidencia de un corte en la realidad), Entonces podremos decir que el limite se convierte “Che a este respecto, Is aguas observacioner de Jacques Demi, Levit ol diffrence. Seul, pp S1-97 ("Capito bistria de le loot. MM. Fouceult, Ldrohedloie du revoir op cit, yp. 29-101: “Las sepsladades discursiyas" “en instrumento y objeto de investigacidn a la vez." Este concepto ‘operatorio de la préctica historiografica, es el instrumento de su trabajo y el lugar de su examen metodoldgico, Eldiscurso de la historia Un paso mis, y la historia seré enfocada como un texto que organiza unt des de sentido y lleva a cabo transformaciones cuyas reglas pueden determi narse, En efecto, si la historiografia puede recurrir a los procedimientos semiolégicos para renovar sus pricticas, ella misma se les offece como un objeto, en cuanto constituye un relato o un discurso propio. Tal vez hasta ahora los ensayos consagrados a la historia desde esta Perspectiva no son totalmente convincentes en cuanto postulan Ia univocidad del género “histirico” através de lossiglos, Asilo hace Roland Barthes cuando se pregunta si “la narracién de acontecimientos pasados, sometida... ala san cign de la ‘ciencia’ histérica, colocada bajo la caucidn imperiosa de lo ‘real Justificada por principios de exposicién ‘racional’... difiere verdaderamente, Por alin rasgo especifico, por una pertinencia indudable, de fa narracién ima. Binaria, tal como nos la presenta la epopeya, la novela o el drama”.*? Queter responder a esta pregunta baséndose tinicamente en el examen de algunos toriadores clisicos” ~Herodoto, Maquiavelo, Bossuet y Michelet. jo es acaso suponer demasiado pronto la homologia de todas esos discursos. apro- vechar con demasiada facilidad los ejemplos mas inmediatos de la nattacién muy alejados de las investigaciones presentes; tomar el discurso fuera del gesto ue fo constituye en una relacién especifica con la realidad (pasada) de la que Se distingue, y no tener en cuenta, por consiguiente, las modalidades sucesivas de dicha relacin; finalmente, negar el movimiento actual que converte al dis- ‘curso cientifico en la exposicidn de las condiciones de su produccién, més ‘bien que en la “nacracién de los acontecimientos pasados”? Resulta que a través de las obras “elisicas”, la condicién de un escrito “historico” parece definida por una combinacion de siguificaciones linicamente articuladas y presentadas en términos de hechos. Para Roland Barthes, en efecto (si omitimos los detalles de su argumentacin lingtistica), los “hechos” de que habla la historia fumcionan como indicadores, Gracias 2 las relaciones establecidas entre hechos, 0 ala elevacién de ellos al valor de sintomas para una época entera, 0 8 la “leccién” (moral o politica) que orge- 8 tid, pp. 12 y 17 * Rohnd Barthes, "El Discurso de I bstrin” en Social Science informarion, vt 4, 1967. pp (65-75. Debe compacatse con "Fl efecto de lo tea", del mismo autor, en Communications 11, 1968, np. 88:90. y “La Etcrinow del aconteciniento", ea Communications, 2, 1968, py, 108-113, 7 6S SUL-E04 88 etnamnsd 4 me st ye POH D-ILL GUBI ‘INAS saMbuoNURE sKAy HIDE MG MONEY Ey dana} J@ Sea “apgtsod of v Seun “ueBI0}0 anb sea {9 nes uandunsip as seurjdrasip se] uatg spur ‘uoLovo4yitan v] ap 408 Ja Uo 0 worse ecui0} Hua wrouosaptp oun oUiO ExEsed OU HK , SEUELUMK, SEIOLIDID St} “2eN2,, SBIaNA}D aNUG UOFoUnSIp v| anb ‘oBequID UIs “as ereypNy “vIOUAID BL ap sous jp uo eoasedvas yeas | Ny 59 Ofe4“9[qIS0d 0} op o WozEA B| ap ano (© vadssep & vaLoysiy erouat9 Bap onudD [> Ua eNUaNOUD 9s 2791) [3 «c CHoySHY Bod wpeansney> 19s apand ayuounjos 4 ey “toigy azaueuuiad “oFo]yue ofepour un owoo epetrdett ‘eaqupLUas taNjonUsa vy Tensed wo!sezyteas oun ours 9 ou opersapiuew aqustutemse OssaarUn [2 anb se] op sauoroeurqutoa soy ssiue peprigisod eun owoa ajuatuyiony aqiouoa 8 ‘anIp Sou *worwoye eamIoNNsS BL OtUOD IS _toloeasagiueu ap sapepytg sso 9p upseHU eu cd, enemas UodetMy Bue ee oouorsiy of ‘ou oraumy ua somaUHa]> 2p uo!aeULTOssUEN Bf & UoIsEZTULIO 11 Me sapgisod sauotoourguod Se{ ap sisipe fe ajuady ‘axs\jaud a6 1s 0 “fens 4a] un ap omanueuorouny jap soueauozut ap saedeo soyepou so} aital} anb ‘seuutaan fy weg sestiad apand as "S14 9p oyund aso apsacq [Pi90s uoroanposd v] 2p (eoUpIsty 0) soy ‘ned xtiouoae wun ua vpquasu yw pepranoe esa e apgisod o1yon vy ant of 2p woloepronja n| ue aqdauyfeuy ‘Sojopow somo v UorSNIE adey fe, So] 2) =s18a4 89] enb 0] Uo uo}oeALo1;UCD Bs ‘sHaNaDUd w sopeLorarodaud (sosafqo So|& S9|qusuad,, 199108 e sopeunsep) ,S0]apouL, ap torDvaL> % uo ppeoy dt US “.SopMNSHODAL, o SopeLIeY soia{yo so| WoO aiuauiEeIpoULUT vp sou 28 ou eA “opeZE|dsap ey a6 tloualayar B| UaIG SEYY -astoDaUEASaD & ezUaILHOD {91 of © etouarajea vy anb smmouoD & oy>a%=p Soup} ou ‘osmasip 9p odn onto ap eidoud ,upr9oy,, een ap erouetzede ey exo} soyoayy Sof 2p U9} “Baie 15 0 (upRznaTMA BHO}SIY Wy ta “oUENUOD a J0d ‘astopuarxa BuLd) BO unuato eros ef ep soaredesap ,osed anb o,, 2p omar yo ‘sand “tg ‘19a um $9 wustU v2 Sopen sey 9p ‘S9UOD anpoud ap woissans ef us & onmuod fo ue Bust Is ¥ apuarduiod a8 wot 2 aquawesoidioas & ‘eso1anpoxd pepranoe erdasd ns opuerojse ows outit 189 w apuaucusoo ou seuiap of Jod 4 “opesed un ua asiaay apand anb ofeqean 2 ‘oduran oust je‘ ofeqen ordosd ns eyuano sony ‘oteja1 un owroa exepanb auluisis “earigjomiaysida won}i9 wun $9 ou euOISIy e7 “opeurUasap “oper 9p swsad ‘59 anb ‘ofeqen un sod opniios un opep uty 2s popoizes enon un sojeno So] a SauoLorpUCD Se] HOS OFafgo fa ‘o|LEUTAUIaI9p [0 3qNSOd 9afaMA a4 Aoy an uorooms BK woroonpoud visa ap aquasaxd 0308 ja ‘sowuarumpano.d 501 9P seats) © “sa ann fg ZO}aRHO UM ap £ aA uM 9p “eLIEISKY Ue “AssEIDOsIP apand ou ‘sopnuas ap worsonpoad wv “ssp Se ‘sopo}at soy ¥ 3194431 38 ab 8s signs un 2p upyrnos0s ] 59 Ja, 1 {88 HD “do “38 0} 2p opoge 14.) Pranansonse aaa an axgrosep soqueg ““ouea), 2 UD Year of 2p feuasays apn, ee “Std Pa Pee "dd “PI 59-12 oo ‘avon of 2p extnosp "SOR 4 ‘sistqwue a1s@ 4 “(.xistyeamtonnsa, onuaruntsout 19 opor ap opluas {2 $9 [21) .21qvstiad,, of eiogey9 nb se] uo seuoroIpuoD sey B etOUaID wis9 40d EpIPED -uoo pepuiotd vf ap onsownsss ep ,jUnIov HLFOTSIY Plouar9 ¥] Ua UoIDEATE By ap o1uarunisoureasap fq, 9[q}84foiu1 JamMbpend ap we 98 ou O1Dg «9 «219131{a1Ut 0] ous J294 0] OWE ou s9 eLIOASH]] | ap oUdS Je oatsaans of ua,, anb stoap souapod “esa ap ound aise apsaq, ‘eyf2 U2 eHIpuan anb opniuag jo A ,eAUstAH wS09,,v{Z94 By v ABSaACK®,, 9p sopod J9 woo mpejoaine ouster osa sod 398 ap tu “epurgoud pepryeay KUN Soffa 9p spaen e efratra anb annutiad 9p ‘soysoq ap optaruvioyse fo 408 ap O13 -ojjaqad jo ation ou ex -opestiod un ap o ayqesuad un ap operounua fa Wo assez siue3s0 apand anb yeqran peuateu fap aued 39s e esed ,vau,,0] ap oueyngesoa 12 anbiog “souo1oo4y ap 0 sepuaa| ap uoroonposd e] ua asiezzquN uapand onSaons Of ua onb sarejnonted soysaq B SepeUNsep eioye eIsey seiqeled 2p prunynat ean ap pepryiqiuodsip ey wsasdxa ,owsifeaL,, j2“Jwa1 of B o«LOTaS tun an uaig seu ‘sy year of v uoysaype wun iod sepeytuty Souact Ua 95 01 -ueno u9 sopnittas rejnuuoy exed seide sya o4oaq eq as “uBUisap anb svsoo se] wo9 waniajo Uo!seIOE euN Jod sepeuparse BE 198 JOpod ou Fe ‘seaqujed se] anb soareg ‘afenuay fap opexiaisop wy as anb pepyeas w| “opesse9 2) ‘un ap zoLour [9 Ha ‘vinbiyax owo uaonponutas {(opesed) opipiad jad o3]e aigos ‘o19ajo to ‘ueAode a8 sosinostp Sosa sopoy, wezar9ae ‘sojeiwaumnsop so} 2p ‘eyesio105 vf 9p ‘soasnen Sof 9p ‘eonstpotiad wou} ap ‘out O1EHP Tap “enstjear e[aA0tt vy 9p yeru>e oWfanwsap J> wo9 UOIDeja1 UD atid of SOME "A “ELOISIY e] ap onsodaid & .osvd ssp Jap orBnsaud f2,, epues9ng, +e .0OLOISIY BoLoeLINU e| ePOr ap opwoLUs SpAaL Ja OUIS PSO9 ‘eo wounU 498 opond uotarase eis anh UIs “psod ysv snadaL ap Jef@p ou Je vourufes of ayuouunaytng “eat o} vans ou oots9)sty osmnastp {g,, ‘osmNasip UN seaiuejd ap ‘ofenup| je euro s1uawreesozou “eioueUL wun‘, ous}, UN 2p 191904 B Ofeq re]T90 UD aysIst09 an “ootjeATOLIO}SI OsIMasip {9p OLOUAE fo dx of 9p 0,3939,, BLUR] SOUTER" “OUST Ys Wo 2|qysoodeUT FosIMOSIp [BOLL “orxe atuaiayan um sod sepeisaye uaa 9s anb ‘seuieu eu o seorojoapt seam -oniysa sey Hos oatppAROWOIS OssnosIp [ap opHayluSts [3 “aygusoU o| ap UID -dsouoo wun » (oxdord ows auatas 2opsLo}sy [9 anb of) opvjow of wostaaL setwap 01 10d nb ‘sopyuas erounus pepyypor U2 anb ise opuals ‘soyoayp sey409 ap torsade] 8c, SamMOyLUTS outs soyDay OME) OU auNpaL AND axquOY, Fe 59 sopeworsiy ja, evsorsty e] ap opnuas 72 ,reajdun09,, v axdwars apuon anb norovoynusts 2p oszoqud un eUzO}s epLD UD Av ‘OxmIUD OssMAsTp Ye wzIU

S-ar putea să vă placă și