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EL ARTE DE HABLAR EN PÚBLICO

El arte de hablar en público se aprende en los cursos de oratoria

Nadie duda que saber comunicar es el medio fundamental para obtener resultados.

Pero los problemas comienzan por una mala praxis generalizada: habitualmente se recorren kilómetros y
kilómetros de lectura o de recepción pasiva ante la televisión, pero sólo se transitan metros en la práctica del arte
de hablar en público.

Al enfrentar el uso de la palabra en diferentes situaciones que escapan a la

conversación cotidiana se siente inseguridad: ya se trate de un examen, una pregunta fuera de contexto, de hablar frente
a un auditorio o de exponer por Radio o TV.

En la sociedad moderna la comunicación ha asumido un papel protagónico porque el crecimiento de las organizaciones, de
los medios, la globalización y la aceleración de la historia; han generado que el distanciamiento geográfico ya no sea el
problema por el desarrollo de la tecnología digital y de comunicaciones.

En el mundo actual una persona no es reconocida por lo que es o por lo que sabe sino por lo que demuestra. Ningún
examinador puede ingresar en el cerebro del examinado para saber lo que está pasando, debe basarse en lo que
recibe de él. Y si por procesos inhibitorios el canal que vincula al pensamiento con la palabra queda bloqueado, el emisor
pierde posibilidades y no existe una segunda oportunidad para brindar una primera impresión.

Por lo tanto, es necesario progresar en dos direcciones. Una interior en el autoconocimiento de las capacidades expresivas
y conocimientos, -para potenciar las fortalezas y para hacer del defecto una virtud-. Otra exterior, -para canalizar los
recursos hacia objetivos concretos -ya que toda situación de comunicación se presenta tanto como una posibilidad de
éxito-oportunidad como de fracaso-amenaza.

Al problema de falta de entrenamiento o gimnasia en el arte de hablar en público se suma una inhibición psicológica
conocida como miedo oratorio pánico escénico. El miedo hasta un cierto punto es positivo porque supone un interés por
el receptor y su valoración, es una señal de responsabilidad. Pero cuando se incrementa, el temor actúa en sentido
contrario inhibiendo la acción.

El curso sobre el arte de hablar en público prepara para solucionar ambos factores posibilitando la práctica en un marco
teórico que permite superar el miedo mediante el desarrollo de una creciente autoestima como un capital
invisible que condiciona los proyectos a los que una persona se puede dedicar. Una baja autoestima rebaja las metas y la
alta conduce a un círculo virtuoso.

La comunicación se integra también a la estrategia de Marketing personal. Ante la

crisis del empleo cada persona debe aprender a desarrollar su modelo personal para venderse a sí mismo activando de
ese modo el rol de la comunicación como aliado estratégico en el proceso de obtener resultados.

La palabra es la manifestación más elevada de la naturaleza humana. Ella expresa una idea, que puede generar otras
ideas. En este sentido, la comunicación conecta las partes más profundas del ser con el mundo externo como un juego
complejo que consiste en jugarse la vida conociendo primero lo que se quiere obtener, lanzando ideas que materialicen
en proyectos los ideales del espíritu, materializando lo abstracto en mensajes concretos y que finalice el proceso
consiguiendo los logros materiales.

Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza por lo tanto le otorgó su capacidad creadora. Esta posibilidad se sostiene en
la primera persona de los verbos creer y crear. Si yo creo en mi origen divino puedo crear. Y la palabra es el vínculo y el
lazo que permite transformar espíritu en materia en un reciclaje continuo.

El arte de hablar en público y escribir correctamente ha sido definido como Gramática. Sin embargo, muchas personas
que conocen sus reglas exactamente, no poseen facilidad de expresión. Lo que no se usa se pierde y el equilibrio sólo
puede recuperarse mediante un entrenamiento de las habilidades de comunicación.
Es por eso que desde hace algunos años surgió la conciencia de una oratoria práctica, que conservando los elementos de la
Retórica (arte del buen decir) se introdujo en las variables más importantes de la conducta humana.

La Psicología, la Sociología, la Filosofía, las Ciencias de la Educación y otras disciplinas humanísticas importantes,
aportaron elementos que permitieron su avance. Hoy, la Oratoria - ya como disciplina independiente - se encuentra en
condiciones de afirmar que la capacidad de expresión puede mejorarse mediante principios y técnicas específicas.

El curso del arte de hablar en público incluye la comunicación oral y escrita y permite desarrollar las habilidades
expresivas, potenciar la capacidad creativa para generar ideas y contenidos, aprender a organizarlos de un modo eficaz y
adquirir las técnicas y principios para producir mensajes claros y precisos que se adecuen a las características de cualquier
situación o auditorio.

FILOSOFÍA DEL CURSO

Se trata de mejorar la capacidad de comunicación del ser humano.

No es tan fuerte cómo los animales más poderosos , ni puede nadar bajo el agua como el pez, ni volar como el pájaro,
ni cambiar de colores como el camaleón y es tan indefenso que requiere del amor de sus padres para sobrevivir: ¿cómo
hizo entonces para convertirse en el dominador del planeta?.

Se vive en un mundo piramidal con soluciones que vienen impuestas desde arriba. Por eso se subestima el gran
poder que representa la comunicación con los demás, sin valorar adecuadamente este medio que ninguna otra especie
posee y que permite compartir ideas, teorías, conocimientos, miedos y esperanzas.

Sin embargo hoy la comunicación tiene dueños que transmiten un pensamiento único, el hombre se convierte
en masa, no accede a la lectura de las grandes obras de la humanidad, la ideología que prospera coincide con los
intereses de los poderosos y el consumo se apodera de la vida dejándolo sin tiempo para meditar.

Es el momento para preguntar sobre la comunicación interior y sobre la misión en la vida. La verdad tiene un
gran poder liberador ya que cuando la persona se descubre, su potencia crece.

No se puede no comunicar, lo hacemos aún estando en silencio.

Los secretos de la comunicación eficaz son : 1) escuchar la voz interior 2) saber claramente lo qué se quiere comunicar
3) aprender que el autoritarismo rinde menos que brindar un servicio. 4) que antes que hablar hay que escuchar.

Tenemos 2 orejas y una sola boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos. Al percibir al otro se
debe poner una alta atención como si uno fuera su vocero o su transmisor. Por eso las mejores empresas son las que
saben escuchar al cliente. Si la información es poder, reconocer el extraordinario valor de la escucha eficaz es la clave .
Cuánto con mayor interés uno escucha con mayor interés será escuchado.

El hombre recuerda el 5% de lo que oye, el 25% de lo que ve y el 90 % de lo que hace. Por lo tanto hay que
hacer de la escucha un acto, perfeccionándola con la práctica ya que si la necesidad es la madre del invento la
repetición es la clave de la destreza.

Así con la escucha, con la lectura y con el pensamiento se construye un mundo interior.

Hay también dos formas de vivir: la positiva que consiste en ir directamente al bien y la negativa que implica evitar el
mal. El mundo que se desea primero hay que crearlo en uno mismo para aumentar la potencia comunicativa y el poder
realizador. De la misma manera al proponer un mensaje positivo se logra que el interlocutor responda sí desde la primera
vez. Poner en su mente el sí inicial genera de inmediato una respuesta favorable.

Hay que aprender a reformular los mensajes emitidos. El locutor positivo es más rápido y eficaz. Levante sus dos manos.
Ahora baje su mano derecha. Ahora, no mantenga levantada su mano izquierda. Habrá observado en carne propia la
diferencia. Este ejercicio sugiere la importancia del cuidado y vigilancia de los pensamientos por que poblando la
mente de fórmulas positivas forjamos el camino de su realización.

¿PARA QUÉ SIRVE LA COMUNICACIÓN?.

¿Qué conviene desarrollar las competencias técnicas o las genéricas?.


En la sociedad actual el conocimiento es su valor fundamental pero el sistema educativo no brinda las herramientas para
comprender el mundo. La inseguridad invade la vida cotidiana. Una educación oficial formalista, falla en transmitir
destrezas laborales, en enseñar a descubrir la orientación vocacional, en desarrollar una metodología de estudio y de
pensamiento; se aleja también de valorar las competencias básicas . Bajo la idea de que apretando un botón se puede
buscar cualquier dato, se olvida que cada vez a menos gente le interesa apretar cualquier tecla.

Se desconoce la importancia de motivar el querer y el para qué del querer, lo que implicaría para generar el cambio
que se decida resaltar el amplio repertorio de lo valioso a lo largo de la cultura humana.

La relación personal con el saber abarca 4 estados posibles: sé lo que sé (mi saber es explícito), sé lo que no
sé (conozco mis lagunas),no sé lo que sé (mi conocimiento es tácito) y no sé lo que no sé (tengo lagunas que
desconozco que existen) .

La fórmula tipo es aumentar el capital intelectual explícito. Sin embargo esa actitud puede constituir un error ya que si el
saber se duplica cada 2 años y medio, la carrera por alcanzarlo está perdida de antemano. Son los programas de la
escuela que nunca se terminan.

Entonces es mejor aprender a prescindir deliberadamente. En lugar de brindar información a todos y llenar sus
casillas de e-mails, la gente puede recurrir al especialista cuando lo necesita.

Las competencias genéricas son las que no cambian con el tiempo, escuchar, argumentar,

cumplir promesas, manejar la lengua con soltura, recordar la herencia cultural , razonar deductivamente, comprender los
textos.

La transmisión no es la clave del éxito sino que el mismo depende de aprender a usar el conocimiento para producir la
acción eficaz . Además el saber difiere de la información en que como buen administrador la pone a trabajar. La pregunta
que surge es ¿de donde proviene el poder del hombre?.

El secreto del hombre está en el efecto mágico de la palabra. Como abracadabra ella abre lo que está cerrado. En el
inicio de la creación todo fue el verbo, es decir palabra. La palabra produce acciones: un decreto cambia el mundo físico:
cierre de importaciones, despido, etc.

La clave del lenguaje es que conecta personas con personas y no con cosas.

Motivando, la conversación produce impactos emocionales además de físicos. Pero como la energía atómica pueden
usarse tanto para el bien como para el mal. Si provoca miedo, el miedo inhibe. Si es poco creíble denota la
incongruencia entre lo que se dice y lo que se piensa, provocando incredulidad.

El hombre es el único habitante del planeta que se pregunta por el significado del ser. Y si puede interrogarse es por el
lenguaje, que lo hace humano y es su morada.

Las emociones negativas promueven la conservación, y las positivas la transformación. Las competencias genéricas logran
consecuencias favorables y son la condición necesaria para que prosperen las técnicas como en la venta, o en las de
cualquier profesión.

Un diálogo productivo expresa lo que se habitualmente se calla, la sinceridad es el dominio de la ética: “decir lo que se
piensa”, la comunicación es el dominio de la capacidad de acción, “dialogar con precisión ”. Las palabras mueven al
mundo. Escuchando bien, decidiendo con argumentos, realizando promesas responsables se reúne la competencia con
la sinceridad. Por lo tanto hay que distinguir el discurso defensivo que se limita a la conveniencia , a la ilusión,
a tener razón, a negar la verdad; del razonamiento productivo que levanta la venda de los ojos y sitúa cara a
cara con la verdad.

CONCLUSIONES

Todo crecimiento implica un proceso de cambio que se refleja en la paradoja de Heráclito : " Nunca nos bañamos dos
veces en un mismo río". Esto implica que ni el hombre ni el agua son los mismos la segunda vez. Esta
reflexión enfrenta el principio de identidad según el cual A es igual a A. Cuándo cambiamos ¿se sigue siendo uno
mismo?.

Desde que Dios impidió el crecimiento de la Torre de babel con la estrategia de crear las lenguas evitando así la
comunicación entre sus constructores, se pensó cada vez que un avance tecnológico sacudía a la humanidad,
llámese libro, telégrafo, radio, teléfono, la TV; que aportaría la solución al problema de la solidaridad y de la
comprensión entre la gente, apelando al argumento de su influencia en la comunicación.

Ahora la panacea parece ser internet. Pero el cuestionamiento surge de analizar para que sirve donde no hay
escuelas o electricidad es decir en los lugares donde no se produjo la condición previa de revolución
industrial. Además a diferencia de la TV que basta con encenderla, usar internet requiere un aprendizaje al que accede
sólo el 2,3% de la gente. La excitación de los internautas no alcanza a explicar el efecto de exclusión que se genera.

Fueron los poderosos y no los sabios como proponía Platón los que se apropiaron de la tecnología. Internet se
transformó en el Caballo de Troya moderno que conquista por seducción profundizando la contradicción de un
capitalismo sin consumidores.

Funcionar como comunidad tiene una ética: poner la verdad por encima de la conveniencia personal. Todavía queda un
camino: el del lenguaje, el diálogo fecundo donde nadie se puede imponerse por la fuerza, sino por el poder de la
argumentación. El arte de hablar en público facilita la comunicación en todos sus niveles ya que los cursos se orientan a
enfrentar auditorios, cámaras de TV, micrófonos, y conversaciones personales. Los cursos están desarrollados, ahora es
usted el que tiene la palabra.

* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor
de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.

La Oratoria es el Arte de hablar en Público; el orador es la persona que habla para persuadir a
los oyentes y mover su ánimo.

El Orador o Expositor debe poseer varias cualidades:

FÍSICAS: Vestirse en forma discreta, de acuerdo a la ubicación, sin colores ni hechuras


extravagantes; el saco abotonado, los bolsillos sin objetos voluminosos que deformen el
equilibrio del atuendo. Para las damas se recomienda maquillaje y peinados discretos.

EMOCIONALES: Demostrar seguridad y aplomo, evitando movimientos innecesarios, se


recomienda una posición erecta, pero sin rigidez, con los brazos colgados y sueltos al lado del
cuerpo. Los hombres con los pies separados uno del otro. Las damas adoptan la misma
posición pero con los pies a menor distancia.. Jamás esconda los brazos, no los cruce al frente,
no guarde las manos en los bolsillos ni las entrelace al frente, no las apoye sobre la mesa o la
silla. Manténgalas sueltas con naturalidad para acompañar su expresión oral. La voz debe ser
de timbre agradable, vigorosa, rica en modulaciones y en concordancia con el tema que
expone.

Haga contacto visual con el público, pasando ligeramente la mirada por todas las personas
deteniéndose sólo un poco. Proyecte su voz mirando al fondo con la cabeza erguida.

LENGUAJE: Use un lenguaje sencillo, coherente acorde al público, considere el tiempo que
tiene para hablar. Redacte con anticipación su discurso y acompáñelo con el lenguaje corporal.

INTELECTUALES: Utilice su memoria, inteligencia, sensibilidad e imaginación. Ayúdese con su


sentido común. Ejercítelo.

Mayerling Aparcedo

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