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O 2003, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.
En 1764, Smellie describió por primera vez un caso de pará- pacientes operados, cuyos resultados a largo plazo 1421 no fue-
lisis bilateral del miembro superior como consecuencia de ron dados a conocer. En 1920, Taylor registra una serie de 200
un trauma durante un parto, con regresión espontánea. parálisis obstétricas de las cuales se operaron 70 1"1, pero
(Smellie, Collection of preternatural cases and observations in tampoco se precisaron los resultados.
Midwifery, compleating the design of illustrating his first volume En 1930, Lauwers propuso la neurotización en caso de avul-
on that subject, Londres 1764, pp. 504-505). Sin embargo, el sión de las raíces, e injertos nerviosos en una serie de nueve
término parálisis obstétrica fue utilizado por primera vez casos tratados por neurólisis (291. Después, durante unos cin-
por Duchenne de Boulogne en 1872, cuando observó cuatro cuenta años, los estudios internacionales se empobrecieron e
casos de parálisis del miembro superior como consecuencia incluso Thomas y Ombredanne discutieron el origen traumá-
de un trauma durante el parto " ID="I39 .14.7">1"1. En 1851, Danyau practicó tico del plexo, sugiriendo más bien lesiones medulares o pato-
por primera vez la disección de un plexo braquial en un logías congénitas (Ombredanne, Précis de chirurgie infantile,
recién nacido con parálisis obstétrica y descubrió un plexo París 1925, pp. 784-788) 141]. El desarrollo de la microcirugía y
hemático, sin ruptura (Danyau, Bull Soc Chir, París 1851, de la cirugía del plexo braquial en el adulto estimuló el inte-
tomo II, pp. 148-150). Erb, en 1877, dio su nombre a la des- rés del tratamiento quirúrgico de las parálisis obstétricas 121].
cripción clásica de la lesión de las raíces superiores [181. A fina-
les del siglo XIX se publicaron trabajos experimentales bio-
mecánicos y anatómicos que intentaron analizar los meca-
nismos fisiopatológicos de las lesiones obstétricas del plexo Epidemiología
braquial. En 1898, Duval y Guillain, observaron que durante
el descenso del hombro, las raíces C5 y C6 estaban sometidas Las parálisis obstétricas del plexo braquial (POPB) en el niño
a lesiones de estiramiento o de ruptura y que los ángulos son excepcionales. Su frecuencia se ha estimado del 0,05 al
entre las raíces nerviosas y la médula, favorecerían la pro- 0,145 % [351. Son dos veces más frecuentes del lado derecho que
ducción de lesiones durante la tracción [171. del izquierdo y excepcionalmente bilaterales (del 1,5 al 5 %).
Al comienzo del siglo XX se inició el tratamiento quirúrgico En la mayoría de las series (20], se observa un leve predominio
de estas lesiones. Kennedy operó tres pacientes en 1903, del sexo masculino (51 %).
resecando el neuroma y realizando una sutura directa cuyo A pesar de los progresos del tratamiento obstétrico, la pará-
resultado le pareció satisfactorio [261. Clark, Taylor y Prout en lisis obstétrica no ha desaparecido y se mantiene estable ~9~.
1905, describieron una técnica idéntica en siete pacientes ~11]. Algunos factores matemos están relacionados significativa-
mente con la aparición de una POPB: la primiparidad en
caso de presentación cefálica 111 y la sobrecarga ponderal
Marie-Claude Romaña : Chirurgien des Húpitaux. superior a 20 kg durante la gestación" ID="I39 .65.8">(1.371. Los factores como
jeon-Noel Goubier : Chef de clinique-assistant. el origen cultural, la paridad en caso de presentación de nal-
Service de chirurgie orthopédique et réparatrice de I’enfant, hôpital Armand Trousseau, 26, ave-
nue du Docteur-Arnold-Netter, 75571 Paris cedex 12, France. gas, los antecedentes obstétricos, el índice de Magnin y la
-
tipo C (10 %): el tronco primario medio se divide en dos Cuadro L - Correspondencia estadística de los miotomas según
ramas y participa en la formación de los troncos antero- Bonnel.
externo y anterointemo.
tú Ramas terminales
El tronco secundario posterior da origen al nervio axilar
(músculos deltoides y redondo menor) y al nervio radial
inervando los músculos de la región posterior del brazo y
del antebrazo (tríceps braquial, braquiorradial o supinador
largo, extensores corto y largo del carpo, extensor común de
los dedos, extensor propio del meñique, abductor largo del
pulgar, extensor corto y largo del pulgar, extensor cubital del
carpo). El tronco secundario anteroexterno da origen al ner-
vio musculocutáneo (bíceps braquial, coracobraquial, bra-
quial anterior) y a la raíz externa del nervio mediano iner-
vando los músculos de la región anterior del brazo y del
antebrazo. Excepcionalmente, el nervio mediano y el mus-
culocutáneo se unen para formar un nervio único 127].
El tronco secundario anterointemo da origen al nervio acce-
sorio del braquial cutáneo interno, al nervio braquial cutáneo
interno, al nervio cubital y a la raíz interna del nervio media-
no que se une a la raíz externa inervando los músculos de la
a Ramas colaterales
Se dividen en dos grupos:
-
la
elongación sin solución de continuidad de las vainas
nerviosas, correspondiendo a la neuropraxia descrita por
Seddon 1%1 o al grado I de Suderland 1". Clínicamente, la
recuperación sin secuelas es rápida;
-
4
rior examinado. La palpación del miembro en el momento
de la estimulación (caída del brazo) sirve para examinar el
deltoides y proporciona datos muy útiles. El músculo exa-
minado puede ser calificado de 1 a 3, según la clasificación
del British Medical Council:
-
0: ninguna contracción;
-
jación muscular y favorece el traumatismo nervioso. En este flexión, con desviación cubital y la mano cerrada (fig. 6);
caso puede producirse una parálisis bilateral. -
veces en flessum del codo y en supinación del antebrazo. En parálisis obstétrica del
la parálisis completa, la mano es péndula. plexo braquial con lesión
de C5, C6, C7 y CS.
En el recién nacido, el examen articular pasivo es normal.
Con el crecimiento, se detectan actitudes viciosas, resultado
de un crecimiento óseo sometido a la falta de equilibrio entre
los grupos musculares agonistas y antagonistas. El resultado
es una rigidez articular debida a la desaparición de la ampli-
tud articular normal, ya que la movilidad articular se des-
plaza hacia el grupo muscular más poderoso (hombro en
rotación interna, codo en flessum).
La prueba se efectúa en un primer tiempo en el niño senta-
do y requiere un cierto aprendizaje en el lactante y el niño
pequeño hasta los 3 o 4 años. A partir de este momento el
niño es capaz de cooperar.
En el pequeño lactante hasta los 4 o 6 meses, la prueba se
basa en el reflejo de estiramiento de un músculo, generando
una contracción-respuesta inmediata (reflejo miotáctico) o
en la excitación del territorio cutáneo próximo al músculo
o al grupo muscular estimulado (prueba del cepillo de dien-
5
necesita anestesia general y gran experiencia radiológica y
7 Parálisis completa del ha sido reemplazado poco a poco por la resonancia magné-
plexo braquial izquierdo tica (RM). La RM, no invasiva, permite visualizar las raíces y
y signo de Claude Bernard los seudomeningoceles con la misma fiabilidad, es decir con
Horner (miosis, ptosis y
enoftalmía). el 15 % de falsos negativos y de falsos positivos ~"l
6
correcta. Además, el niño está dolorido. El miembro superior La recuperación completa y precoz es el resultado de las
se mantiene en un cabestrillo en rotación interna, codo pega- lesiones neuropráxicas del plexo braquial. Es generalmente
do al cuerpo "1. rápida, algunos días o semanas y no necesita ningún trata-
Durante el período de rehabilitación, se asocian tres tipos de miento quirúrgico. La kinesiterapia permite mantener las
trabajo: la movilización pasiva y sobre todo activa, el mante- movilidades articulares y estimular la recuperación de las
nimiento de las posturas y la ergoterapia. movilidades activas del niño depués del primer mes, cuan-
La movilización pasiva permite mantener los planos de des- do el dolor cesa.
lizamiento musculoaponeuróticos y la movilidad articular 151. La ausencia de recuperación coincide generalmente con la
Debe ser prudente para evitar el dolor de estiramiento ten- existencia de una parálisis del plexo grave e incluso total.
dinoso y muscular. La movilización pasiva ejercita esencial- Esta eventualidad implica la realización de exámenes com-
mente la abducción, la antepulsión, la retropulsión y la rota- plementarios con el objeto de investigar los signos de avul-
ción externa del hombro en posición codo pegado al cuerpo sión radicular (mielografía o resonancia magnética) y de
para estirar el músculo subescapular. Ejercita también la desnervación (electromiograma). En este caso la cirugía está
flexión del codo, la extensión de la muñeca y la flexión de los indicada y se plantea a partir del tercer mes.
dedos. Por último, la recuperación puede ser parcial en su topogra-
La movilización activa debe comenzar a partir de los prime- fía o en la intensidad de la fuerza muscular de los diferentes
ros signos de reinervación clínica, para facilitar la madura-
grupos. Cuando son parálisis proximales (flexión del codo y
ción funcional de las unidades motoras. En el niño pequeño abducción, rotación externa del hombro) reflejando una
es excepcionalmente analítica en su fase inicial, pero permi- lesión C5, C6 o C5, C6 y C7, la ausencia de recuperación de
te dentro de un movimiento global, hacer trabajar uno o un bíceps al tercer mes elimina una lesión de tipo I de
varios grupos musculares. La movilización activa refuerza el Suderland y se indica la cirugía «l A veces, pueden aparecer
deltoides y los rotadores externos del hombro, los flexores algunos esbozos de contracción y signos de reinervación
del codo, los extensores de la muñeca y del pulgar y los supi- debido a la existencia de un neuroma; sin embargo, esto no
nadores del antebrazo. De manera paralela, se utilizan acti- debe retardar la cirugía.
vidades lúdicas que hagan trabajar los dos miembros supe- Cuando son parálisis totales, la recuperación comienza a
riores para el tratamiento global de la utilización activa de veces en la mano (particularmente la flexión de los dedos)
los diferentes grupos musculares y favorecer su integración
cortical (juegos a dos manos con una pelota, apilamiento de poniendo de manifiesto lesiones regresivas de las raíces C8 y
TI (tipo I en la clasificación de Suderland). La recuperación
objetos con las dos manos, etc.). de las raíces C5 a C7 condiciona el pronóstico global.
Paralelamente a la movilización activa, ciertos equipos
médicos utilizan la electroterapia para luchar contra la
amiotrofia relacionada con la desnervación "31. Sin embargo, Técnicas quirúrgicas
sus aplicaciones son a veces difíciles en el niño y limitan su El principio del tratamiento quirúrgico es resecar el neuroma
práctica. (cicatrización de las raíces rotas) y reemplazarlo por un injer-
El empleo de férulas de postura es a menudo indispensable to nervioso. El nervio donador utilizado es el safeno externo.
para evitar las malas posiciones o poner el segmento del Los injertos nerviosos se disponen en «serie», de tres en pro-
miembro en una posición funcional. Puede utilizarse una medio y anastomosados a la extremidad de las raíces proxi-
férula para el hombro en abducción de 90° y en rotación males y distales mediante sutura y pegamento biológico. No
externa de 90°. Esta posición provoca a veces retracciones de obstante, la cantidad de nervios donadores es limitada y
los músculos supraespinosos, por lo que ha sido abandona- representa, por lo tanto, un factor que limita la reconstruc-
da poco a poco. La férula en rotación externa del hombro ción nerviosa. Actualmente, las raíces avulsionadas no pue-
codo pegado al cuerpo permite, fijando el omóplato contra el den ser injertadas a la extremidad proximal medular.
tórax, obtener la rotación externa en la articulación gleno- La planificación operatoria está estandardizada:
humeral ~’9~, para evitar una rigidez en rotación interna.
Pueden utilizarse otras ortesis, particularmente en el codo
-
8 Resultado de una parálisis del plexo braquial C5-C6 operada con exploración e injerto nervioso.
8
de la rotación externa y, si su inervación es respetada, la Intervenciones óseas paliativas
transferencia del trapecio 1111 para reanimar la abducción. La osteotomía de desrotación del húmero se utiliza en caso
Esta última intervención se utiliza poco, puesto que sus de déficit de la rotación externa, cuando los estadios de la
resultados funcionales son mediocres y poco estéticos. desinserción del subescapular y de la transferencia están
sobrepasados debido a la deformación de la cabeza humeral
Reanimación de la flexión del codo por actitud viciosa permanente 122], se realiza siempre al final
del crecimiento.
El músculo dorsal ancho puede utilizarse para la transferen-
cia bipolar cuando está inervado correctamente. El músculo La artrodesis del hombro debe practicarse solamente en caso
de hombro colgante y doloroso, cuando los músculos serra-
pectoral menor puede transferirse también cuando existe un to anterior y trapecio tienen una calificación de 4, para per-
bíceps funcional pero débil. La intervención de Steindler, a mitir una movilidad activa escapulotorácica correcta.
menudo asociada a la precedente, permite aumentar la fuer-
za de flexión del codo
Puede proponerse una osteotomía de desrotación del radio
fijando de manera más proximal la
inserción de los epitrocleares 1381. Por último, cuando ninguna para la actitud fija en supinación, manifestación de una
transferencia simple es realizable, puede proponerse una lesión grave y de un tratamiento tardío. Se realiza para mejo-
rar el aspecto funcional de la buena presentación de la mano
transferencia libre vascularizada del gracilis (recto interno)
ante el objeto, si existe una extensión activa de la muñeca.
reinervado por neurotización.
La artrodesis de la muñeca está indicada cuando no existe
El tendón del bíceps braquial puede ser reorientado para
luchar contra la supinación persistente 1431 cuando es reducti- ninguna posibilidad de utilización del efecto tenodesis (para
ble pasivamente. permitir la extensión o la flexión de los dedos). Reorienta la
muñeca para facilitar los apoyos estables.
Reanimación de la mano
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Romaña MC et Goubier IN. Paralysie obstétricale du plexus brochal. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et
Médicales Elsevier SAS, Paris, tous droits réservés), Appareil locomoteur, 15-001-A-10, 2002, 10 p.
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