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E - 14-816

Parálisis obstétrica del plexo braquial


MC Romaña
IN Goubier
Resumen. - La parálisis obstétrica del plexo braquial representa, en su forma más extensa, una
grave limitación funcional para el niño. Es un traumatismo que se produce durante el parto,
cuyas consecuencias funcionales varían de acuerdo a las fuerzas ejercidas y a la anatomopato-
logía de la lesión. Por lo tanto, existen grados de recuperación variables que van de la simple
conmoción con recuperación completa, a la avulsión de todas las raíces con una parálisis sen-
sitivomotora total del miembro superior. El tratamiento quirúrgico mediante injerto nervioso se
realiza después de la exploración y evaluación de las posibilidades de neurotización intra y
extraplexal, lo que permite dirigir la actividad nerviosa hacia los territorios más importantes.
Después de un período de recuperación de 2 a 3 años, el resultado funcional puede mejorarse
con una cirugía de las secuelas.

O 2003, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: plexo braquial, parálisis.

Reseña histórica En 1916, el tratamiento quirúrgico se vuelve una práctica


corriente, gracias estudio de Wyeth realizado en 81
a un

En 1764, Smellie describió por primera vez un caso de pará- pacientes operados, cuyos resultados a largo plazo 1421 no fue-
lisis bilateral del miembro superior como consecuencia de ron dados a conocer. En 1920, Taylor registra una serie de 200
un trauma durante un parto, con regresión espontánea. parálisis obstétricas de las cuales se operaron 70 1"1, pero
(Smellie, Collection of preternatural cases and observations in tampoco se precisaron los resultados.
Midwifery, compleating the design of illustrating his first volume En 1930, Lauwers propuso la neurotización en caso de avul-
on that subject, Londres 1764, pp. 504-505). Sin embargo, el sión de las raíces, e injertos nerviosos en una serie de nueve
término parálisis obstétrica fue utilizado por primera vez casos tratados por neurólisis (291. Después, durante unos cin-
por Duchenne de Boulogne en 1872, cuando observó cuatro cuenta años, los estudios internacionales se empobrecieron e
casos de parálisis del miembro superior como consecuencia incluso Thomas y Ombredanne discutieron el origen traumá-
de un trauma durante el parto " ID="I39 .14.7">1"1. En 1851, Danyau practicó tico del plexo, sugiriendo más bien lesiones medulares o pato-
por primera vez la disección de un plexo braquial en un logías congénitas (Ombredanne, Précis de chirurgie infantile,
recién nacido con parálisis obstétrica y descubrió un plexo París 1925, pp. 784-788) 141]. El desarrollo de la microcirugía y
hemático, sin ruptura (Danyau, Bull Soc Chir, París 1851, de la cirugía del plexo braquial en el adulto estimuló el inte-
tomo II, pp. 148-150). Erb, en 1877, dio su nombre a la des- rés del tratamiento quirúrgico de las parálisis obstétricas 121].
cripción clásica de la lesión de las raíces superiores [181. A fina-
les del siglo XIX se publicaron trabajos experimentales bio-
mecánicos y anatómicos que intentaron analizar los meca-
nismos fisiopatológicos de las lesiones obstétricas del plexo Epidemiología
braquial. En 1898, Duval y Guillain, observaron que durante
el descenso del hombro, las raíces C5 y C6 estaban sometidas Las parálisis obstétricas del plexo braquial (POPB) en el niño
a lesiones de estiramiento o de ruptura y que los ángulos son excepcionales. Su frecuencia se ha estimado del 0,05 al
entre las raíces nerviosas y la médula, favorecerían la pro- 0,145 % [351. Son dos veces más frecuentes del lado derecho que
ducción de lesiones durante la tracción [171. del izquierdo y excepcionalmente bilaterales (del 1,5 al 5 %).
Al comienzo del siglo XX se inició el tratamiento quirúrgico En la mayoría de las series (20], se observa un leve predominio
de estas lesiones. Kennedy operó tres pacientes en 1903, del sexo masculino (51 %).
resecando el neuroma y realizando una sutura directa cuyo A pesar de los progresos del tratamiento obstétrico, la pará-
resultado le pareció satisfactorio [261. Clark, Taylor y Prout en lisis obstétrica no ha desaparecido y se mantiene estable ~9~.
1905, describieron una técnica idéntica en siete pacientes ~11]. Algunos factores matemos están relacionados significativa-
mente con la aparición de una POPB: la primiparidad en
caso de presentación cefálica 111 y la sobrecarga ponderal

Marie-Claude Romaña : Chirurgien des Húpitaux. superior a 20 kg durante la gestación" ID="I39 .65.8">(1.371. Los factores como
jeon-Noel Goubier : Chef de clinique-assistant. el origen cultural, la paridad en caso de presentación de nal-
Service de chirurgie orthopédique et réparatrice de I’enfant, hôpital Armand Trousseau, 26, ave-
nue du Docteur-Arnold-Netter, 75571 Paris cedex 12, France. gas, los antecedentes obstétricos, el índice de Magnin y la
-

tipo C (10 %): el tronco primario medio se divide en dos Cuadro L - Correspondencia estadística de los miotomas según
ramas y participa en la formación de los troncos antero- Bonnel.
externo y anterointemo.

tú Ramas terminales
El tronco secundario posterior da origen al nervio axilar
(músculos deltoides y redondo menor) y al nervio radial
inervando los músculos de la región posterior del brazo y
del antebrazo (tríceps braquial, braquiorradial o supinador
largo, extensores corto y largo del carpo, extensor común de
los dedos, extensor propio del meñique, abductor largo del
pulgar, extensor corto y largo del pulgar, extensor cubital del
carpo). El tronco secundario anteroexterno da origen al ner-
vio musculocutáneo (bíceps braquial, coracobraquial, bra-
quial anterior) y a la raíz externa del nervio mediano iner-
vando los músculos de la región anterior del brazo y del
antebrazo. Excepcionalmente, el nervio mediano y el mus-
culocutáneo se unen para formar un nervio único 127].
El tronco secundario anterointemo da origen al nervio acce-
sorio del braquial cutáneo interno, al nervio braquial cutáneo
interno, al nervio cubital y a la raíz interna del nervio media-
no que se une a la raíz externa inervando los músculos de la

región anterior del antebrazo. A veces puede existir una


fusión de la raíz interna del mediano con el tronco secunda-
rio anteroextemo. Por último, las raíces externa e interna del
nervio mediano pueden estar separadas hasta el codo.

a Ramas colaterales
Se dividen en dos grupos:
-

un grupo anterior que comprende las ramas anteriores que


nacen de los troncos primarios y los troncos secundarios ante-
riores, para los músculos anteriores de la cintura escapular;
-

un grupo posterior que comprende las ramas posterio-


res que nacen de los troncos primarios y del tronco secun-
dario posterior, para los músculos posteriores de la cintura
escapular.
Las ramas colaterales anteriores comprenden los nervios sub-
clavio, el nervio pectoral lateral y el nervio del pectoral
medial. Los dos últimos se anastomosan para formar el ansa
de los pectorales. Las ramas colaterales posteriores compren-
den el nervio torácico largo (C5-C6), el nervio dorsalis scapu-
lae (C5 o C4-C5), el nervio supraescapular, el nervio subesca-
pular, los nervios del redondo mayor y del dorsal ancho.
a Anastomosis
El plexo braquial anastomosa con el plexo cervical
se
mediante una rama que proviene del C4 y se une al C5. depende de la cantidad variable de axones, el fenómeno de
Además, el nervio frénico puede presentar una parte de su canibalismo de los axones no lesionados por el traumatismo
origen en C5. El plexo se anastomosa con los nervios toráci- permite explicar la recuperación de la función perdida tran-
cos mediante la anastomosis de la rama braquial de Tl con sitoriamente.
los nervios torácicos T2 y T3 y con el simpático cervical En general, tanto la abducción del hombro como la rotación
directamente por medio de las ramas comunicantes o indi- externa dependen de C5 y C6. La aducción del hombro y la
rectamente mediante las pequeñas ramas que se unen al ner- rotación interna persisten, incluso en traumatismos que afec-
vio vertebral y después al ganglio estrellado, lo que permite tan a todas las raíces excepto Tl. La flexión del codo se para-
liza fácilmente con la lesión de C5 y C6, pero puede recupe-
explicar el signo de Claude Bernard-Horner. rarse parcialmente por la persistencia de un supinador largo
activo (C7-C8). Si Dl está intacto la flexión activa de la
ANATOMÍA FUNCIONAL muñeca es afectada con muy poca frecuencia incluso la
La inserción topográfica de los músculos permite numerosas extensión activa de la muñeca (C7-C8) puede estar presente
variantes, pero en general, se elige la descrita por Bonnel [7]. cuando D1 está indemne.
También es posible hacer corresponder a cada función del
miembro superior su raíz (cuadro 1), que también pueden ser
más o menos numerosas. En un traumatismo, una función de las lesiones
dada tiene más posibilidades de ser paralizada cuando Fisiopatología
depende de una cantidad reducida de raíces y tiene más ANATOMOPATOLOGÍA DE LAS LESIONES NERVIOSAS
posibilidades de no ser paralizada cuando depende de las
raíces más bajas, estadísticamente menos lesionadas que las Cualquier nervio sometido a una tracción desarrolla tres
altas. La participación de cada raíz en una misma función tipos de lesiones:
3
-

la
elongación sin solución de continuidad de las vainas
nerviosas, correspondiendo a la neuropraxia descrita por
Seddon 1%1 o al grado I de Suderland 1". Clínicamente, la
recuperación sin secuelas es rápida;
-

la ruptura de la estructura nerviosa corresponde a una


solución de continuidad. Son los fenómenos de axonotmesis
o de neurotmesis de Seddon. En la axonotmesis, el axón se

rompe en el interior de su envoltura y la regeneración ner-


viosa se efectúa sin error de dirección, clínicamente sin
secuelas. Cuando el axón y su vaina se rompen (grado II de
Suderland), la regeneración axonal puede efectuarse con un
error. Existe una recuperación con error de dirección que

provoca contracciones parásitas, los músculos agonistas y


antagonistas pueden ser estimulados simultáneamente. Por
último, la ruptura anatómica puede ser completa, sin con-
tacto entre las dos extremidades, lo que implica una ausen-
cia completa de recuperación:
-

la avulsión es un arrancamiento de las pequeñas raíces en


el nacimiento de la médula espinal. Con frecuencia completo,
este arrancamiento permite a veces encontrar el ganglio espi-
nal fuera del agujero de conjugación y la parte distal de la 3 Nacimiento por vía cefálica con tracción rotación de la cabeza, el hom-
raíz presenta un aspecto alargado. Esta lesión no permite nin- bro permanece fijo.
gún tipo de recuperación.

ANATOMOPATOLOGÍA SEGÚN LA PRESENTACIÓN


AL NACER

Cualquiera sea el tipo de presentación, es un traumatismo


ejercido sobre las raíces del plexo por tracción sobre la cabe-
za del niño o sobre el hombro, con un aumento brutal de la
distancia entre el mentón y el hombro.

Nacimiento en presentación cefálica


Las maniobras obstétricas para extraer el feto que nace por vía
baja, la cabeza en primer lugar, asocian la rotación de la cabe-
za y el descenso del hombro (fig. 3), lo que conduce a una trac-
ción responsable de lesiones nerviosas de estiramiento, rup-
tura y arrancamiento según la fuerza aplicada. El estudio
experimental de Métizeau 1"1 efectuado sobre cadáver, permi-
te comprender las consecuencias clínicas por extrapolación
con un nacimiento traumático por vía cefálica (fig. 4).
Cuando la tracción se ejerce con firmeza pero con modera-
ción, las primeras raíces que se estiran son C5 y C6. Se pro-
duce una elongación cuyo fenómeno ínfimo es la neuro-
praxia (fig. 4A). En este estadio, la recuperación clínica no
tiene secuelas y comienza rápidamente. Si la tracción persis-
te y sobrepasa los 20 kg, el epineuro se desgarra y se produ-
ce una ruptura por fuera del agujero de conjugación, ya sea
de C5 y C6, o del tronco primario superior (fig. 4B).
Clínicamente, esta lesión se manifiesta por una parálisis pro-
ximal del hombro y del codo, cuya calidad de recuperación
puede ser mediocre. Esta lesión puede coexistir con una elon-
gación de las raíces bajas que se manifiesta clínicamente por
una parálisis temporal de la muñeca y de la mano (fig. 4C).
Cuando la fuerza aplicada sobrepasa la capacidad de elasti-
cidad de las pequeñas raíces, C7 y después C8 son avulsio-
nadas de la médula en el interior del agujero de conjugación.
Por último, el traumatismo arranca a su vez Tl (fig 4D). Este 4 Mecanismo anatomopatológico de las elongaciones, rupturas y arranca-
tipo de lesión elimina toda esperanza de recuperación clíni- mientos según Métaizeau (A, B, C, D). Esquemas mostrando las corres-
ca, con un pronóstico funcional desfavorable del miembro pondencias anatomoclínicas de acuerdo al gradiente de fuerza ejercida.
superior, si no se tiene en cuenta la cirugía nerviosa. Esta
lesión afecta igualmente a las fibras simpáticas de la rama
comunicante de Tl con el ganglio estrellado, cuya manifes- la mano, con un hombro y un codo funcionales. Esta forma
tación clínica es el signo de Claude Bernard-Horner. clínica puede verse también en los nacimientos por cesárea.
Una variante de la presentación cefálica clásica es el naci-
miento con la mano en primer lugar. La tracción del miem-
bro superior en abducción puede conducir al arrancamiento Nacimiento en presentación de nalgas
de las raíces bajas, descrita por Klumpke-Dejerine. La mani- El nacimiento en presentación de nalgas puede provocar un
festación clínica es una parálisis completa de la muñeca y de traumatismo del plexo braquial cuando existe una retención

4
rior examinado. La palpación del miembro en el momento
de la estimulación (caída del brazo) sirve para examinar el
deltoides y proporciona datos muy útiles. El músculo exa-
minado puede ser calificado de 1 a 3, según la clasificación
del British Medical Council:
-

0: ninguna contracción;
-

1: contracción percibida por la palpación o un esbozo de


movimiento;
-

2: movimiento completo para la amplitud articular sin


gravedad o incompleto con presencia de gravedad;
-

3: movimiento completo sin gravedad. La cotación 3 en el


niño que no coopera agrupa en realidad las posibilidades de
cotación 4 o 5 en el niño que coopera.
En el niño más grande, es posible calificar:
-

4: movimiento completo contra resistencia;


-

5: movimiento simétrico con respecto al lado opuesto.


El examen neurológico, indispensable para eliminar las
5 Nacimiento de nalgas, con retención de la cabeza: la tracción se efectúa patologías centrales o medulares (isquemias antenatales,
en sentido contrario al mecanismo clásico y explica las avulsiones de las tumores cerebrales o medulares), trata de detectar los refle-
raíces proximales. jos neonatales arcaicos en el recién nacido, que desaparece-
rán al tercer mes de vida (reflejos de Moro, de la marcha
automática, de succión, etc.). El tono se explora mediante las
maniobras de suspensión ventral y la investigación del signo
de la cabeza. En este caso, la lesión se produce (fig. 5) por del pañuelo. Los reflejos musculares se obtienen de manera
tracción de los hombros en hiperextensión de la región cer- clásica.
vical, ocasionando un arrancamiento de las raíces proxima- Al nacer pueden presentarse dos grandes cuadros clínicos:
les C5, C6 y a veces C7: los elementos de protección de las -
la lesión de las raíces proximales se observa en el 75 % de
raíces altas no pueden ejercer su función, ya que la dirección los casos. El miembro está en rotación interna del hombro, la
de la fuerza de tracción se realiza de manera inversa. abducción y la flexión del codo están paralizadas. El tríceps,
Este tipo de nacimiento puede acompañarse de un estado de músculo plurirradicular, es en general funcional incluso con
muerte aparente por anoxia neonatal, que provoca una rela- una lesión de C7. En este caso, la muñeca está en general en

jación muscular y favorece el traumatismo nervioso. En este flexión, con desviación cubital y la mano cerrada (fig. 6);
caso puede producirse una parálisis bilateral. -

la lesión de todas las raíces es menos frecuente (un cuar-


to de los casos) pero mucho más dramática. El miembro
superior está fláccido, sin movilidad de la muñeca y de la
Examen mano, sin sensibilidad, los dedos cerrados. El miembro pre-
físico senta un aspecto marmóreo, producto de los trastornos vaso-
Varía según la edad del niño, pero requiere, sin embargo, motores.
características comunes. Debe efectuarse en un lugar calmo Excepcionalmente, la parálisis alcanza únicamente las raíces
sin interacciones parásitas que distraigan al niño. Después bajas con conservación de los movimientos del hombro y del
de un parto difícil, el recién nacido se presenta con el miem- codo (parálisis de Klumpke-Dejerine), ocasionada por una
bro superior fláccido y a menudo doloroso. La gesticulación tracción del miembro superior en abducción del hombro.
y las masas musculares son totalmente asimétricas entre el
miembro paralizado y el lado sano hipertónico en flexión
fisiológica. El lactante mayor o el niño se presentan a menu-
do con una actitud en rotación interna global del miembro, a 6Cuadro clínico de una

veces en flessum del codo y en supinación del antebrazo. En parálisis obstétrica del
la parálisis completa, la mano es péndula. plexo braquial con lesión
de C5, C6, C7 y CS.
En el recién nacido, el examen articular pasivo es normal.
Con el crecimiento, se detectan actitudes viciosas, resultado
de un crecimiento óseo sometido a la falta de equilibrio entre
los grupos musculares agonistas y antagonistas. El resultado
es una rigidez articular debida a la desaparición de la ampli-
tud articular normal, ya que la movilidad articular se des-
plaza hacia el grupo muscular más poderoso (hombro en
rotación interna, codo en flessum).
La prueba se efectúa en un primer tiempo en el niño senta-
do y requiere un cierto aprendizaje en el lactante y el niño
pequeño hasta los 3 o 4 años. A partir de este momento el
niño es capaz de cooperar.
En el pequeño lactante hasta los 4 o 6 meses, la prueba se
basa en el reflejo de estiramiento de un músculo, generando
una contracción-respuesta inmediata (reflejo miotáctico) o
en la excitación del territorio cutáneo próximo al músculo
o al grupo muscular estimulado (prueba del cepillo de dien-

tes). Cuando aparece la prensión voluntaria, incluso inci-


piente, la estimulación con pequeños objetos sonoros o
móviles permite apreciar la motricidad del miembro supe-

5
necesita anestesia general y gran experiencia radiológica y
7 Parálisis completa del ha sido reemplazado poco a poco por la resonancia magné-
plexo braquial izquierdo tica (RM). La RM, no invasiva, permite visualizar las raíces y
y signo de Claude Bernard los seudomeningoceles con la misma fiabilidad, es decir con
Horner (miosis, ptosis y
enoftalmía). el 15 % de falsos negativos y de falsos positivos ~"l

Historia natural de la enfermedad


Inmediatamente después del traumatismo, comienza la
recuperación. Si es escasa, el tratamiento quirúrgico con
exploración e injerto permite la redistribución de los poten-
ciales de neurotización según una estrategia que privilegie la
mano. Tanto la recuperación espontánea, como la recupera-
ción después de la cirugía nerviosa continúan evolucionan-
do durante 2 a 3 años. El tratamiento de las secuelas se debe
considerar una vez terminada la recuperación.
Existen tres tipos de secuelas:
-

las actitudes viciosas pueden aparecer en la infancia y


son la consecuencia del mal funcionamiento del equilibrio
A los signos descritos anteriormente se agregan otros dos muscular. Se producen en general en el hombro, con una
signos: actitud en rotación interna, actitud reducible que se fija con
-
el signo de Claude Bernard-Horner (fig. 7) aparece del el crecimiento, debido a la retracción del músculo subesca-
lado de la lesión, cuando se produce el arrancamiento de la
raíz C8 o Tl en el interior del conducto raquídeo. Consiste pular. Si esta retracción no se corrige, la cabeza se modela
sobre la cavidad glenoidea y la aparición de un «chaflán»
en la asociación de ptosis, enoftalmía y miosis por lesión de
las fibras neurovegetativas simpáticas que unen las raíces al impide cualquier intervención en los tejidos blandos. La
osteotomía de desrotación del húmero permite, en el niño
ganglio estrellado; más grande, transferir el sector de movilidad hacia una zona
-

la lesión del nervio


frénico, traumatizado también duran- más funcional.
te el parto, manifiesta por una parálisis del diafragma
se
En el codo, la actitud viciosa se debe al componente supina-
homolateral provocando a menudo una insuficiencia respira- dor del bíceps, generando un antebrazo en supinación y un
toria a veces grave. En la radiografía pulmonar simple, la flessum del codo. Estos dos problemas pueden tratarse
hemicúpula diafragmática se eleva y no existen movimientos mediante una osteotomía de desrotación del antebrazo, si el
diafragmáticos en la radioscopia. El diagnóstico de esta bíceps no es bastante potente (superior a 3) para practicar la
lesión asociada es necesario en caso de indicación quirúrgica. desviación del tendón del bíceps.
El miembro superior contralateral debe ser cuidadosamente La cirugía de transferencia muscular utiliza la capacidad
examinado, las parálisis obstétricas bilaterales son poco fre- muscular intacta, la de recuperación después de la evolución
cuentes, pero particularmente graves en los nacimientos en
espontánea o la adquirida luego de la cirugía nerviosa.
presentación de nalgas, con retención de la cabeza. Permite ya sea reanimar una función paralizada, o reforzar
Por último, el examen de los miembros inferiores contribuye una función preexistente pero débil. Es necesario, antes de
al diagnóstico diferencial excluyendo las hemiplejías infanti- toda transferencia, asegurarse de que la fuerza muscular del
les congénitas antenatales. músculo destinado a la transferencia sea superior a 3;
-

la alteración de la función del miembro superior tiene


como corolario un trastorno del crecimiento. Este crecimien-
Exámenes paraclínicos to deficiente con respecto al lado opuesto está relacionado
con la extensión y la gravedad de las lesiones (Gilbert A.
El examen físico es el más importante porque permite no Obstetrical paralysis meeting, París 1996-París 2002). Se mani-
solamente establecer el diagnóstico, sino también de manera fiesta por una desigualdad de la longitud del miembro supe-
frecuente determinar la localización de las lesiones. Dos exá- rior lesionado, poco visible en las parálisis proximales pero
menes paraclínicos pueden ayudar a detectar la localización importante en las parálisis completas, en donde la mano, si
de la lesión, fundamentalmente para establecer un pronósti- es poco funcional, es muy hipotrófica;
co y después una estrategia quirúrgica que conduzca a la -

los trastornos sensitivos son variables según los niños,


reparación. con una sensibilidad táctil dolorosa y térmica muy alteradas
La un examen doloroso, difícil de inter- en las lesiones completas. Los trastornos tróficos son casi
electromiografía es
pretar enel recién nacido. De acuerdo a la zona muscular siempre constantes, la piel presenta a menudo una sudora-
estimulada, este estudio es a menudo muy optimista o muy ción importante con las uñas quebradizas y a veces lesiones
pesimista en relación al valor real funcional del miembro de autofagia en el niño pequeño.
explorado. Puede ser necesario como documento de valor
medicolegal, pero este examen tiene poco valor pronóstico
(Gilbert A., Obstetrical paralysis meeting, París 1996-París Tratamiento
2002), excepto cuando indica una ausencia completa de recu-
peración en todos los dominios explorados. REHABILITACIÓN
Los exámenes neurorradiológicos son más útiles sin duda
para alcanzar los dos objetivos fijados. Utilizada desde hace Los objetivos de la rehabilitación son preservar las movili-
mucho tiempo, la mielografía ha permitido detectar la loca- dades articulares con el objeto de permitir la realización de
lización de las lesiones y diferenciar entre las rupturas y las los movimientos cuando se produzca la recuperación de los
avulsiones. Las raíces pueden visualizarse en el niño, dibu- músculos. La rehabilitación comienza después de las tres
jadas por el líquido de contraste, los seudomeningoceles primeras semanas de vida, para no provocar un estiramien-
confirman un arrancamiento. Es un examen delicado, que to suplementario y para permitir una cicatrización nerviosa

6
correcta. Además, el niño está dolorido. El miembro superior La recuperación completa y precoz es el resultado de las
se mantiene en un cabestrillo en rotación interna, codo pega- lesiones neuropráxicas del plexo braquial. Es generalmente
do al cuerpo "1. rápida, algunos días o semanas y no necesita ningún trata-
Durante el período de rehabilitación, se asocian tres tipos de miento quirúrgico. La kinesiterapia permite mantener las
trabajo: la movilización pasiva y sobre todo activa, el mante- movilidades articulares y estimular la recuperación de las
nimiento de las posturas y la ergoterapia. movilidades activas del niño depués del primer mes, cuan-
La movilización pasiva permite mantener los planos de des- do el dolor cesa.
lizamiento musculoaponeuróticos y la movilidad articular 151. La ausencia de recuperación coincide generalmente con la
Debe ser prudente para evitar el dolor de estiramiento ten- existencia de una parálisis del plexo grave e incluso total.
dinoso y muscular. La movilización pasiva ejercita esencial- Esta eventualidad implica la realización de exámenes com-
mente la abducción, la antepulsión, la retropulsión y la rota- plementarios con el objeto de investigar los signos de avul-
ción externa del hombro en posición codo pegado al cuerpo sión radicular (mielografía o resonancia magnética) y de
para estirar el músculo subescapular. Ejercita también la desnervación (electromiograma). En este caso la cirugía está
flexión del codo, la extensión de la muñeca y la flexión de los indicada y se plantea a partir del tercer mes.
dedos. Por último, la recuperación puede ser parcial en su topogra-
La movilización activa debe comenzar a partir de los prime- fía o en la intensidad de la fuerza muscular de los diferentes
ros signos de reinervación clínica, para facilitar la madura-
grupos. Cuando son parálisis proximales (flexión del codo y
ción funcional de las unidades motoras. En el niño pequeño abducción, rotación externa del hombro) reflejando una
es excepcionalmente analítica en su fase inicial, pero permi- lesión C5, C6 o C5, C6 y C7, la ausencia de recuperación de
te dentro de un movimiento global, hacer trabajar uno o un bíceps al tercer mes elimina una lesión de tipo I de
varios grupos musculares. La movilización activa refuerza el Suderland y se indica la cirugía «l A veces, pueden aparecer
deltoides y los rotadores externos del hombro, los flexores algunos esbozos de contracción y signos de reinervación
del codo, los extensores de la muñeca y del pulgar y los supi- debido a la existencia de un neuroma; sin embargo, esto no
nadores del antebrazo. De manera paralela, se utilizan acti- debe retardar la cirugía.
vidades lúdicas que hagan trabajar los dos miembros supe- Cuando son parálisis totales, la recuperación comienza a
riores para el tratamiento global de la utilización activa de veces en la mano (particularmente la flexión de los dedos)
los diferentes grupos musculares y favorecer su integración
cortical (juegos a dos manos con una pelota, apilamiento de poniendo de manifiesto lesiones regresivas de las raíces C8 y
TI (tipo I en la clasificación de Suderland). La recuperación
objetos con las dos manos, etc.). de las raíces C5 a C7 condiciona el pronóstico global.
Paralelamente a la movilización activa, ciertos equipos
médicos utilizan la electroterapia para luchar contra la
amiotrofia relacionada con la desnervación "31. Sin embargo, Técnicas quirúrgicas
sus aplicaciones son a veces difíciles en el niño y limitan su El principio del tratamiento quirúrgico es resecar el neuroma
práctica. (cicatrización de las raíces rotas) y reemplazarlo por un injer-
El empleo de férulas de postura es a menudo indispensable to nervioso. El nervio donador utilizado es el safeno externo.
para evitar las malas posiciones o poner el segmento del Los injertos nerviosos se disponen en «serie», de tres en pro-
miembro en una posición funcional. Puede utilizarse una medio y anastomosados a la extremidad de las raíces proxi-
férula para el hombro en abducción de 90° y en rotación males y distales mediante sutura y pegamento biológico. No
externa de 90°. Esta posición provoca a veces retracciones de obstante, la cantidad de nervios donadores es limitada y
los músculos supraespinosos, por lo que ha sido abandona- representa, por lo tanto, un factor que limita la reconstruc-
da poco a poco. La férula en rotación externa del hombro ción nerviosa. Actualmente, las raíces avulsionadas no pue-
codo pegado al cuerpo permite, fijando el omóplato contra el den ser injertadas a la extremidad proximal medular.
tórax, obtener la rotación externa en la articulación gleno- La planificación operatoria está estandardizada:
humeral ~’9~, para evitar una rigidez en rotación interna.
Pueden utilizarse otras ortesis, particularmente en el codo
-

primer tiempo: la exploración de las diferentes lesiones


del plexo es la etapa inicial. Se practica una vía supraclavi-
(ortesis helicoidal) en la muñeca y en los dedos (32]. cular solamente cuando las raíces superiores están lesiona-
Por último, la ergoterapia permite utilizar el conjunto del das (C5 a C7) y supra y subclavicular cuando están lesio-
miembro superior siguiendo la evolución psicomotora. Su nadas las raíces inferiores (C8-Tl). Cuando el neuroma se
objetivo principal es hacer trabajar todo el miembro en acti- extiende hacia los troncos secundarios, es necesaria la osteo-
vidades con una finalidad precisa para evitar la utilización tomía de la clavícula. Cuando existe una lesión, la disección
defectuosa del miembro lesionado ~"~. Se utilizan técnicas de de las raíces C8 y TI del tronco primario inferior puede rea-
rehabilitación sensoriomotoras y actividades lúdicas que lizarse solamente después de la sección de la clavícula;
permiten participar a toda la familia.
La rehabilitación debe tener en cuenta también los diferentes
-

segundo tiempo: la resección del neuroma es una etapa


trastornos sensitivos, incluso si son difíciles de evaluar [31. importante puesto que la sección nerviosa debe realizarse en
zona sana, a veces difícil de evaluar. El examen macro y
Esta rehabilitación comprende las estimulaciones repetidas
del tipo de contactos manuales, masajes, alternancia de frío microscópico permite a menudo identificar el recorte en
zona cicatricial de la zona sana, cuyos fascículos son perfec-
y calor, estimulación por medio del tacto de diversas estruc- tamente individualizables. Las pruebas de estimulación
turas de forma y consistencia diferentes.
directa son de interpretación difícil, ya que los elementos
nerviosos son muy pequeños con respecto a la extremidad
CIRUGÍA NERVIOSA del estimulador. Otros procedimientos permiten mejorar la
evaluación de esta zona; algunos autores utilizan el azul de
Indicaciones metileno para mejorar la visualización de los fascículos, el
La cirugía nerviosa se realiza en los primeros seis meses de estudio histológico extemporáneo y el empleo de los poten-
vida después de haber reunido los argumentos clínicos y ciales provocados somestésicos asociados con un estudio
paraclínicos que permitan evaluar el pronóstico de recupe- electromiográfico 1111;
ración del niño. Se consideran varias posibilidades: la recu- -

tercer tiempo: la repartición de los injertos nerviosos


peración espontánea y precoz, la ausencia de recuperación y debe ser judiciosa para recuperar el máximo de funciones sin
la recuperación parcial. gastar la reserva nerviosa.
7
Cuando las raíces C5, C6 o C5, C6 y C7 se rompen, las dife- bro superior sigue siendo un miembro de apoyo y su función
rentes ramas reparten sobre el nervio supraescapular
se se relaciona directamente con la calidad sensitivomotora de
(abducción y rotación externa del hombro), la raíz externa del la mano. Si el traumatismo ha respetado la raíz Dl, la recu-
mediano, el musculocutáneo (flexión del codo) y el tronco peración funcional global del miembro puede ser sorpren-
secundario posterior (extensión del codo, muñeca y dedos). dentemente buena [16].
Cuando la lesión del plexo es total, en la mayoría de los casos
es una ruptura C5, C6, C7 y una avulsión de C8 y Tl ~’6~. Si las
CIRUGÍA DE LAS SECUELAS
raíces rotas son injertables, es posible la reconstrucción. Si
solamente una o dos raíces son injertables, la raíz injertada La cirugía secundaria del plexo braquial se utiliza cuando ya
no puede distribuirse sobre todas las otras y el potencial de no existen posibilidades de recuperación nerviosa. En la
reconstrucción se limita a la parte anterior del plexo, favore- mayoría de los casos, las intervenciones de transferencia
ciendo principalmente la mano, sin subestimar la estabilidad muscular no se realizan antes de los 2 o 3 años, cuando la
del hombro y la flexión del codo. Otras técnicas de recons- recuperación espontánea o adquirida después de la cirugía
trucción son posibles, particularmente la neurotización del está agotada. Además, las intervenciones óseas se realizan
nervio del musculocutáneo mediante los nervios intercosta- mucho más tarde, en la pubertad.
les. Esta técnica solamente se utiliza en ausencia de parálisis
frénica. La neurotización del nervio supraescapular puede
realizarse por la rama anterior del nervio sural, el debilita- Transferencia tendinosa
miento del músculo trapecio es poco importante y permite, Las transferencias tendinosas utilizan un músculo sano o que
al final del crecimiento, la artrodesis del hombro si no se presenta una fuerza suficiente (superior o igual a 3) y se modi-
adquiere la estabilidad. fican inserciones distales y/o proximales para otorgarle
sus
una nueva acción. La condición sine qua non para efectuar
una transferencia muscular, es que las articulaciones movili-
a Resultados
zadas por el músculo transferido no deben ser rígidas 1".
Los resultados de esta cirugía comienzan entre los 6 meses y
un año después de la intervención y continúan durante 2 a 3
Reanimación de la abducción y de la rotación externa
años. Los resultados son excelentes sobre las lesiones proxi-
del hombro
males C5 y C6 (fig. 8) y C5, C6 y C7, pero en el 50 % de los
casos persiste una insuficiencia de recuperación de los mús- Es posible cuando se conserva la rotación externa pasiva del
culos rotadores externos del hombro con secuelas accesibles hombro. En caso contrario, se necesita una liberación del
a una cirugía secundaria. En las lesiones totales (C5-Dl), los músculo subescapular ~’°~. Cuando una transferencia es posi-
resultados deben juzgarse ante la poca recuperación antes de ble, las dos más comunes son: la transferencia del dorsal
la intervención, cuando la parálisis es completa. Este miem- ancho sobre la cabeza de los rotadores " ID="I406.58.8">[251 para la reanimación

8 Resultado de una parálisis del plexo braquial C5-C6 operada con exploración e injerto nervioso.

8
de la rotación externa y, si su inervación es respetada, la Intervenciones óseas paliativas
transferencia del trapecio 1111 para reanimar la abducción. La osteotomía de desrotación del húmero se utiliza en caso
Esta última intervención se utiliza poco, puesto que sus de déficit de la rotación externa, cuando los estadios de la
resultados funcionales son mediocres y poco estéticos. desinserción del subescapular y de la transferencia están
sobrepasados debido a la deformación de la cabeza humeral
Reanimación de la flexión del codo por actitud viciosa permanente 122], se realiza siempre al final
del crecimiento.
El músculo dorsal ancho puede utilizarse para la transferen-
cia bipolar cuando está inervado correctamente. El músculo La artrodesis del hombro debe practicarse solamente en caso
de hombro colgante y doloroso, cuando los músculos serra-
pectoral menor puede transferirse también cuando existe un to anterior y trapecio tienen una calificación de 4, para per-
bíceps funcional pero débil. La intervención de Steindler, a mitir una movilidad activa escapulotorácica correcta.
menudo asociada a la precedente, permite aumentar la fuer-
za de flexión del codo
Puede proponerse una osteotomía de desrotación del radio
fijando de manera más proximal la
inserción de los epitrocleares 1381. Por último, cuando ninguna para la actitud fija en supinación, manifestación de una
transferencia simple es realizable, puede proponerse una lesión grave y de un tratamiento tardío. Se realiza para mejo-
rar el aspecto funcional de la buena presentación de la mano
transferencia libre vascularizada del gracilis (recto interno)
ante el objeto, si existe una extensión activa de la muñeca.
reinervado por neurotización.
La artrodesis de la muñeca está indicada cuando no existe
El tendón del bíceps braquial puede ser reorientado para
luchar contra la supinación persistente 1431 cuando es reducti- ninguna posibilidad de utilización del efecto tenodesis (para
ble pasivamente. permitir la extensión o la flexión de los dedos). Reorienta la
muñeca para facilitar los apoyos estables.

Reanimación de la mano

Las posibilidades de reanimación de los músculos extrínse- Conclusión


cos son limitadas debido a la debilidad de los músculos rei-
nervados y del escaso potencial de los músculos disponibles. Las diferentes técnicas de tratamiento son complementarias y
Sin embargo, los tendones del pronador redondo, los flexo- permiten, cuando están asociadas, devolver al 75 % de los niños
res ulnar y radial del carpo pueden ser utilizados para rea- una movilidad suficiente a un miembro superior no dominante.
nimar la extensión de la muñeca y de los dedos en las pará- Incluso, si se realizan progresos en el futuro, la cirugía es sola-
lisis C5-C6 o C5 a C7, con resultados satisfactorios ílll. Al- mente un medio de recuperación. La prevención es muy impor-
gunos autores utilizan también los tendones del flexor tante tanto en el control de los embarazos (prevención de
superficial de los dedos y del palmar pequeño íll. madres obesas) como en las indicaciones de cesárea.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Romaña MC et Goubier IN. Paralysie obstétricale du plexus brochal. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et
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