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Si el proceso contable se basa en la documentación original de una organización: ¿Se


consideraría fraude el alterar las cifras de los estados financieros para mostrar situaciones más
convenientes que la actual, considerando que es pasajera?

Bravo, Lambretón y Márquez (2007) explican que:

“La preparación intencional de estados financieros dolosos da origen a lo que se considera


como reportes financieros fraudulentos. El origen del dolo puede ser la distorsión de los
registros de las transacciones de la empresa (manipular el registro de compra de
mercancías, por ejemplo), la falsificación de operaciones (ventas ficticias) o la aplicación en
forma errónea de una norma contable (registrar como activo un concepto que es un gasto).”

Mencionan además que entre los posibles motivos para generar información manipulada o con
errores, se encuentra la de presentar información ficticia y que genere expectativas aceptables
para el público externo.

Con base a lo expuesto, se infiere que presentar información alterada con dolo o con errores en
los estados financieros sin importar la situación en la que se requiera, constituye un fraude y por
lo tanto una infracción a la ley, que puede castigarse con la cárcel para quien los genere y
coadyuve a ello.

Otros costos además de los personales es la afectación a todos los involucrados en tener interés
en esta información como inversionistas, acreedores, empleados y clientes. La relevancia en la
transparencia de la información financiera, es la de tomar decisiones de calidad y ofrecer
certidumbre a sus interesados (Bravo, et. al., 2007).

Existen varios motivos posibles por los que se generan estos estados financieros dolosos.

Por ejemplo, los administradores de la compañía pueden manipular la información financiera

para incrementar de manera ficticia el valor de una empresa que se pretende poner en venta, para

cumplir con las expectativas de los accionistas o bien para obtener un préstamo. Pero también

pueden ser motivos personales los que impulsan a reportar información distorsionada: para lograr

el bono de desempeño, para obtener un ascenso o para evitar un despido por bajo desempeño,

entre otros.

Los costos personales de realizar acciones que contravienen la ética financiera pueden ser
altos. Las personas que autorizan o preparan reportes financieros dolosos cometen un delito que

se castiga con muchos años de cárcel, además de cuantiosas multas económicas. Pero el
verdadero costo de este tipo de fraudes se ve reflejado en todos aquellos que se ven afectados
por los

reportes fraudulentos: inversionistas, acreedores, empleados y clientes. Por si esto fuera poco,

la empresa misma pierde su prestigio.

Como se comentó con anterioridad, es responsabilidad de la administración de una empresa

contar con los dispositivos de control interno que permitan presentar un valor justo de sus
operaciones y de la posición financiera que guarda, para evitar engaños a los usuarios de los
estados financieros. También es su obligación contratar a ejecutivos financieros honestos que
practiquen conductas éticas.

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