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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE

MÉXICO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

“Producción de verbos y sustantivos en infantes y cuidadores durante una tarea


de lectura conjunta.”

TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA
PRESENTA:

ALBERTO IRINEO AVENDAÑO

DIRECTORA DE TESIS:
DRA. ELDA ALICIA ALVA CANTO

Ciudad de México, 2017


Agradecimientos

Muchas gracias…
Índice

Resumen ..................................................................................................................................................................... 1
Introducción ............................................................................................................................................................... 1
Desarrollo del Lenguaje .............................................................................................................................................. 2
Comunicación Lingüística ....................................................................................................................................... 2
Estudios sobre la producción de sustantivos y verbos ............................................................................................... 8
Hipótesis de las restricciones cognoscitivas ......................................................................................................... 12
Hipótesis del enfoque específico del lenguaje ..................................................................................................... 15
Producción de sustantivos y verbos en infantes y adultos .................................................................................. 17
Justificación y propósitos ......................................................................................................................................... 22
Método ..................................................................................................................................................................... 24
Muestra ................................................................................................................................................................ 24
Escenario .............................................................................................................................................................. 25
Medidas ................................................................................................................................................................ 25
Instrumentos y Materiales ................................................................................................................................... 26
Procedimiento ...................................................................................................................................................... 28
Resultados ................................................................................................................................................................ 30
Discusión................................................................................................................................................................... 49
Referencias ............................................................................................................................................................... 55
Apéndice ................................................................................................................................................................... 59
Resumen

Introducción

1
Desarrollo del Lenguaje

Comunicación Lingüística

Se puede definir al lenguaje como la capacidad de comunicación o transmisión

de información mediante un sistema de signos arbitrarios, sonidos verbales o gestos

manuales que tienen una forma convencional y un significado que se combinan

siguiendo reglas determinadas (Mariscal, 2008).

El desarrollo del lenguaje se concibe como una interacción entre el entorno

psicoafectivo y sociocultural, y los mecanismos biológicos que sustentan las

competencias lingüísticas y cognitivas. Dicho desarrollo, abarca prácticamente toda

la vida del ser humano, comenzando desde el ambiente intrauterino y se prolonga

incluso más allá de la adolescencia (Billard, 2014). Desde los primeros años de vida

los infantes deben aprender los elementos, las reglas, la estructura y las

convenciones de este sistema para llegar a ser miembros de la sociedad en pleno

funcionamiento (Brandone, Salkind, Golinkoff, & Hirsh-Pasek, 2006), no obstante,

los infantes que están en el proceso de aprendizaje de sus lenguas nativas, lo hacen

con facilidad y no necesariamente requieren lecciones, sino que ocurre como una

función del desarrollo y la experiencia (Karmiloff & Karmiloff-Smith, 2002).

La comunicación lingüística comienza aproximadamente antes de que el infante

cumpla el primer año de edad cuando produce las primeras emisiones lingüísticas

que pueden ser de tres tipos: protopalabras, palabras ligadas al contexto y palabras

genuinas (Ortega-Pierres, 2007).

2
Las protopalabras son formas fonéticas consistentes e idiosincráticas que

preceden el surgimiento de las primeras palabras. Aparecen entre los 10 y los 12

meses de edad y son usadas por una convención entre el infante con las personas

más cercanas en su entorno, por ejemplo, llamar guagua a un perro. (Ortega-

Pierres, 2007). (Barrett, 1995; L.Bloom, 1973; Golinkoff & Hirsh-Pasek, 2001).

De forma simultánea, los infantes comienzan a emitir palabras que están ligadas

a contextos específicos, estas pueden ser similares en pronunciación y significado

a las palabras que usan los adultos, pero no se consideran palabras genuinas pues

el infante las utiliza en un contexto único, por ejemplo, llamar coche únicamente a

su auto de juguete, pero no si ve uno en un libro. A estas palabras se les llama

preléxicas. Las palabras ligadas al contexto se van descontextualizando de forma

gradual y así surgen las palabras genuinas, a las que los infantes les dan un

significado por similitudes perceptuales o funcionales (Golinkoff & Hirsch-Pasek,

2001). A partir de esta etapa el infante acumula de manera gradual su repertorio

léxico (Waxman, 1995).

Para que una emisión pueda ser consideradad como una

De acuerdo a Golinkoff y Hirsh-Pasek (2001), para que una palabra sea considerada

como genuina requiere cumplir 4 requisitos: 1. usarse de manera consistente para

expresar el mismo significado; 2. el sonido emitido por el infante debe aproximarse

al sonido convencional de la palabra; 3. la palabra debe usarse con la intención de

comunicar (no sólo como una respuesta imitativa de la palabra emitida por otro); y

4. debe utilizarse en ambientes y circunstancias diversas, es decir, no estar


3
contextualizada a una situación única.

Debido a que los infantes cuentan con un repertorio limitado de palabras y

carecen de un sistema sintáctico que facilite la comunicación, suelen emitir una

palabra a la vez y el lenguaje es referido a conceptos relacionados al aquí y ahora;

sus emisiones son sobre personas, objetos, situaciones y relaciones existentes en

el presente o en momentos cercanos al presente (Jackson-Maldonado, 1992).

Posteriormente, los niños se familiarizan con las palabras, reconocen su significado

y funcionalidad y son capaces de emplearlas en diferentes contextos (Alva, 2004).

Aprender una palabra involucra asociar un sonido a un referente. Por ejemplo,

los infantes aprenden a asociar la palabra conejo con la imagen de dicho animal. El

contexto en el cual se adquieren las primeras palabras determina el conocimiento

que se tiene de las mismas, ya que su uso refleja el contexto más frecuente en que

los padres y las madres los usan (Barrett, 1986; Barrett et al., 1991; Harris et al.,

1988 en Alva, 2004). Las relaciones entre las palabras que tienen que ser

aprendidas y sus referentes son arbitrarias y simbólicas, y por sí mismas no

muestran al infante aprendiz del lenguaje ninguna pista sobre la identidad de lo que

está siendo etiquetado, por lo tanto, aprender el significado de las palabras implica

aprender cómo los hablantes de determinada lengua asignan la relación de una

palabra con un referente (Woodward & Markman, 1998).

En las primeras etapas del desarrollo, el input lingüístico (lenguaje que escucha

diariamente) al que está expuesto el infante proviene casi en su totalidad del

contexto familiar. En la interacción entre la madre y el bebé, la madre utiliza un tipo


4
especial de habla conocido como materlalia, caracterizada por una elevación de

tono de voz, alto contenido emocional y referencias a situaciones próximas en

tiempo al momento de la interacción (Arias-Trejo & Hernández-Padilla, 2007). Estas

adaptaciones del input son utilizadas desde antes que los infantes comiencen a

utilizar el lenguaje verbal, antes de los 12 meses, y prosiguen hasta mucho después,

iniciando su descenso aproximadamente después de los 6 años (Del Río, 1996).

Este tipo de habla tiene como propósito retener la atención del infante hacia ciertas

características del lenguaje como la prosodia, la organización del habla, a mejorar

su comprensión por medio de información redundante (repetición constante de

palabras o vocalizaciones referenciales) y exagerando la acentuación de palabras

y frases (Karmiloff & Karmiloff-Smith, 2002).

Las palabras dejan de ser emisiones aisladas entre los 18 y los 24 meses de

edad cuando aparecen combinaciones de dos o más palabras, en las que se

aprecian o infieren algunas intenciones comunicativas para expresar relaciones

principalmente de pertenencia, de acción y de comparación. Dichas relaciones

suelen ser: agente - acción, agente - objeto, acción - objeto, acción - ubicación,

entidad - ubicación, poseedor - posesión, entidad - demostrativo, entidad - atributo

(Brandone, 2006; Hernández-Padilla & Alva, 2015).

Se ha documentado en población hispanohablante que entre los 22 y 29 meses

de edad ocurre un cambio significativo en la tasa de aprendizaje de palabras

después de que la cantidad de nuevas palabras es relativamente baja se muestra

un incremento notable, pasando de una producción de 50 palabras a 200 o más en

5
un corto periodo de tiempo. Esta rápida acumulación de vocabulario se ha

denominado explosión de vocabulario (Hernández-Padilla, 2007).

A los 30 meses, los infantes suelen ser capaces de responder a preguntas

hechas por su interlocutor e integrarse en pequeños diálogos (Owens, 2003),

comprenden y utilizan preguntas sobre objetos ¿Qué?, personas ¿Quién?, y sobre

eventos básicos ¿Qué está haciendo x?, ¿A dónde va x? (Brandone, 2006).

Salsa y Peralta (2009) afirman que, alrededor de los 36 meses los infantes ya

han logrado dominar muchas de las características gramaticales de su lengua y

posteriormente son capaces de utilizarlas para realizar una mayor variedad de

funciones. Los hablantes del español en esta edad, por ejemplo, ya tienen un cierto

control sobre la construcción de las oraciones y comienzan a aparecer las primeras

formas de oraciones complejas (Berman, 1995). Coinciden López-Ornar et al.

(1994); Aguado (1995); Serra et al. (2000) en señalar los tres años como el periodo

en que la mayoría de los infantes ya tiene un lenguaje organizado, pues los trabajos

en español sobre el ritmo de adquisición de los fonemas, los significados, las

combinaciones de palabras y el uso adecuado en función de los interlocutores y

contextos, así lo evidencian.

Entre los 36 y 48 meses, los infantes van tomando cada vez más conciencia de

los aspectos sociales de una conversación. En general, intentan utilizar frases

claras, bien construidas, adaptadas al oyente y parecen ser conscientes de las

convenciones que rigen la adopción de turnos (Elias & Broerse, 1996). También, el

tipo de verbos que utilizan parecen estar relacionados con el cambio de un lenguaje
6
más dirigido a los estados, actitudes y sentimientos, y menos dirigido hacia las

acciones (Bennett- Kaster, 1986). Durante este periodo, aproximadamente el 60%

de los intercambios entre el niño y su interlocutor están caracterizados por el intento

de los niños de controlar la conducta o de obtener información de su interlocutor

(Owens, 2003).

Como se describió anteriormente, el desarrollo del lenguaje se caracteriza por

un enriquecimiento gradual, el aumento de las capacidades discursivas, y una

diversificación del uso de palabras inicialmente referenciales a usos más complejos.

Por ello, es interesante conocer los cambios en la composición del vocabulario,

conocer los procesos, así como los factores que promueven el desarrollo.

Bassano (2000) y Jackson-Maldonado (2001) realizaron estudios sobre el desarrollo

del vocabulario temprano de infantes hispanohablantes, que se basaron en reportes

parentales tales como el MacArtur Communicative Develpment Inventories; y entre

otras conclusiones aseguran que el uso de dos verbos juntos ocurre a los 24 meses.

Los reportes parentales son instrumentos que de evaluación temprana del

desarrollo comunicativo-lingüístico; los padres evalúan las palabras que sus hijos

pueden producir y/o comprender. Se establece en estos inventarios diversas

categorías lexicales, entre otros: animales, juguetes, comida, verbos de acción,

exteriores, personas, artículos de casa, vehículos, ropa. Quintana (2004) realizó un

estudio con infantes hispanohablantes, en el que cual destaca que, durante el

primero año, los infantes no usan ningún tipo de marcaje formal en su lenguaje

(palabras función); más adelante, entre los 12 y los 18 meses comienzan a usar

7
marcadores morfológicos y sintácticos, al combinar dos palabras en las que se

aprecian o infieren algunas intenciones comunicativas para expresar relaciones de

pertenencia, de acción, de comparación,

Sustantivos y Verbos Como Principales Componentes del Lenguaje

En la investigación del desarrollo del lenguaje ha sido de interés conocer la forma

en la que se compone el vocabulario infantil. Por ejemplo, en un estudio realizado

por Ortega-Pierres y Alva (2004) en infantes mexicanos de 18 a 34 meses de edad

en interacción con infantes de la misma edad y con adultos. Encontraron que del

total de palabras que emitieron el 23% estuvo constituido por verbos y el 24% por

sustantivos; lo cual evidencia que en el vocabulario temprano de los infantes

predominan ambas categorías gramaticales desde sus primeras palabras. Esta

predominancia resulta interesante ya que existen diferencias sintácticas y

semánticas entre las categorías de palabras clasificadas como sustantivos y como

verbos (De la Vega, 2013).

La distinción sustantivo-verbo es central en las clasificaciones lexicalees

actuales, que generalmente involucran unas diez clases de palabras (es decir,

sustantivo, verbo, adjetivo, adverbio, pronombre, determinante, conjunción,

preposición e interjección). En estas clasificaciones, la definición de clase de

palabra se basa en criterios principalmente semánticos y gramáticos. Tanto

sustantivos como verbos pertenecen a la categoría de palabras contenido, que son

categorías abiertas de palabras sentido vinculadas arbitrariamente a un referente

real, en contraposición de las palabras función que sólo adquieren valor cuando
8
forman parte de un arreglo en una oración, y que carecen de sentido por sí mismas

(Alva & Hernández-Padilla, 2001).

Tradicionalmente, los sustantivos tienen la función de denotar entidades,

especialmente a objetos concretos, y tienen una función referencial a cosas que se

pueden recoger o manipular. Sin embargo, la clase semántica de sustantivos es

mucho más amplia, incluyendo abstracciones tales como amistad, familia, tiempo,

así como los nombres propios. (Bassano, 2000). En contraste con los sustantivos,

los verbos son utilizados para afirmar algo sobre entidades que los sustantivos

denotan, tienen una función predicativa. Denotan eventos, especialmente de

acciones, pero la categoría semántica de los verbos también incluye referencias a

estados, actividades mentales o actitudes. (Bassano, 2000). Dentro de la lengua

española, el verbo es considerado como un elemento complejo que da información

acerca de quién está realizando algo, cuándo lo realizó y si lo ha acabado o no;

también expresa esencia, estado o acción (Naves, 2006).

En español, la morfología de los verbos es relativamente compleja en

comparación con la morfología de los sustantivos, porque las conjugaciones

verbales deben tener en cuenta tanto a la persona como al número, y porque hay

un gran número de verbos irregulares en español (hasta 900), y estas

irregularidades aparecen en la raíz de las palabras en lugar de sus terminaciones

(Green, 1990). Si la complejidad relativa y la irregularidad de la morfología son

barreras para la adquisición del lenguaje de los niños, se podría esperar que los

niños que aprenden español tengan una mayor proporción de sustantivos que

9
verbos en sus vocabularios tempranos. En términos de la estructura gramatical

española, el orden de las palabras SVO es típico, aunque el orden de las palabras

VSO también es común. El español también es un lenguaje prodrop, lo que lleva a

la prominencia de los verbos, y se caracteriza por tener un orden de palabras

relativamente libre, pero esto significa que las frases sustantivas del sujeto pueden

ocurrir en cualquier punto de una oración (Borsntein, 2004).

Por tanto, el estudiar y conocer cómo los infantes manejan este tipo de palabras

en su entorno nos puede proporcionar indicios para conocer progreso cognitivo que

surge en su desarrollo (Ortega-Pierres y Alva, 2005).

Estudios sobre la producción de sustantivos y verbos

Con relación a lo mencionado, hay investigaciones que señalan una tendencia

en los infantes a aprender nombres de objetos antes que otra clase de palabras,

siendo los sustantivos el componente principal del vocabulario infantil (Getner,

1982). Al predominio del uso de los sustantivos en el léxico temprano se conoce

como noun-bias (tendencia al sustantivo) o sesgo nominal y se refiere a un sesgo

favorecedor de la producción de sustantivos sobre cualquier otro tipo de palabras.

Dicha tendencia ha sido descrita por diversos autores en idiomas como el inglés,

francés, holandés, alemán, italiano, español, hebreo, japonés, e incluso en idiomas

autóctonos como el kaluli, perteneciente a Nueva Guinea, y el navajo, perteneciente

a América del Norte (Gentner & Boroditsky, 2009).

Al respecto, Kauschke y Hofmeister (2002) proponen cuatro afirmaciones sobre

10
lo que implica el sesgo nominal: los sustantivos se adquieren antes que los verbos

y otras clases de palabras; los sustantivos forman la mayoría del vocabulario

temprano de los niños; los sustantivos en el léxico infantil se refieren

predominantemente a etiquetas de objetos; y una preferencia por el uso de

sustantivos promueve el desarrollo del lenguaje.

Desde una perspectiva explicativa distinta, otros estudios que observaron la

adquisición en idiomas como el coreano, chino mandarín y turco encontraron que

es la estructura lingüística del idioma aprendido un factor determinante para dicha

predisposición (Dhillon, 2010). Idiomas en donde se han reportado resultados

mixtos en los que se les han llegado a atribuir, incluso, un sesgo de producción a

los verbos. En concordancia con estos fenómenos, Bassano (2000), informa que los

verbos y sustantivos aparecen simultáneamente en francés. La interpretación de la

literatura sobre el sesgo nominal se complica por una amplia heterogeneidad entre

los resultados de los estudios de adquisición de las primeras palabras (Xuan &

Dollaghan, 2013).

Existen dos hipótesis que intentan responder la pregunta sobre el tipo de

palabras que predominan en el lenguaje de los infantes. La hipótesis de las

restricciones cognoscitivas (Gentner, 1982) destaca que el aprendizaje de

sustantivos sobre los verbos está mediado por ciertas predisposiciones cognitivas

del ser humano para aprender palabras que codifican contenidos con referentes

concretos, en tanto que, la hipótesis del enfoque especifico del lenguaje (Goldfield,

2000) resalta la influencia de las características estructurales de cada lengua en la

11
adquisición categorial y en el desarrollo lingüístico en general.

Hipótesis de las restricciones cognoscitivas

Gentner (1982) propuso una hipótesis en la que plantea que ciertos principios

operativos que se manifiestan como mecanismos de procesamiento, organización

y almacenamiento de información, son condición necesaria para el desarrollo del

lenguaje. El objetivo de este enfoque es encontrar un orden común en la adquisición

categorial de las lenguas (Slobin 1973) y establecer una posible secuencia universal

de adquisición de las estructuras lingüísticas.

Dicha hipótesis argumenta que los sustantivos se adquieren antes que los verbos

debido a una diferencia en la complejidad del tipo de significado que codifican

ambos términos. Los nombres refieren entidades del mundo real (significado

referencial) y los verbos codifican relaciones entre entidades (significado relacional):

por ejemplo, el verbo dar pone en relación tres elementos lexicales (el agente, el

objeto y el receptor). Además, los verbos ponen en relación nociones abstractas

que no están situadas en el mundo concreto, tales como causa o posesión (Getner,

1982).

Una versión revisada de dicha hipótesis da pie a la propuesta de la hipótesis de

las particiones naturales, la cual afirma que los objetos y las entidades concretas

son más fáciles de individualizar en el mundo ya que existe una distinción

perceptual-conceptual entre ambas categorías. Mientras que la categoría de los

verbos codifica conceptos de actividad, cambio de estado o relaciones causales; la


12
categoría de los nombres es conceptualmente más simple o más básica que otros

términos predicativos (Gentner, 1982), debido a que los referentes de los

sustantivos son más concretos (personas objetos) y más tangibles. Esta hipótesis

plantea que en el proceso del desarrollo se presentan diversos conjuntos de

percepciones altamente enlazables, que son universalmente conceptualizadas

como objetos y que tienden a ser lexicalizadas como nombres a través de todas las

lenguas (Rengifo, 2015).

Entonces, para Gentner los significados de las palabras son aprendidos en

función de su complejidad semántica, y parte del supuesto de que el aprendizaje de

la lengua se basa en un proceso de etiquetación de referentes: el infante tendría

que buscar los referentes a los cuales tendría que adherir los términos que escucha

en su entorno lingüístico, por ello el referente verbal es difícil de aprender ya que el

infante tendría que encontrar a cuál de los eventos de su alrededor va a aplicar la

etiqueta escuchada. Al ser el referente verbal (evento o acción) temporalmente

transitorio se convierte en una tarea más compleja de procesar en términos

cognitivos.

En relación a la hipótesis planteada y con el objetivo de evaluar la prevalencia

de las diferentes clases de palabras en el vocabulario temprano de los niños,

Bornstein et al. (2004) realizaron un estudio en el que investigaron la composición

del vocabulario de infantes en 7 idiomas distintos. Las participantes fueron las

madres de 269 niños de 20 meses de edad, monolingües ya sea del idioma español,

holandés, francés, hebreo, italiano, coreano o inglés, quienes contestaron reportes

13
parentales sobre el vocabulario de sus hijos. El reporte categorizaba las palabras

como sustantivos, verbos, adjetivos y palabras de clase cerrada (para todas las

demás categorías). Estos idiomas fueron seleccionados ya que varían entre sí

según las dimensiones de la morfología (la estructura de las palabras y los

elementos que las constituyen), la saliencia (posición de la palabras en las

expresiones), la frecuencia (número de veces que son utilizadas determinadas

palabras en el vocabulario de los adultos) y la pragmática (forma en que se ajusta

el discurso al interlocutor con fines comunicativos); criterios que han sido implicados

en la explicación de las similitudes y diferencias en la adquisición lexical de los

infantes.

El análisis muestra que las madres informaron de manera consistente que sus

hijos decían más sustantivos que verbos en cada uno de los 7 idiomas, y que cada

categoría de palabra estaba correlacionada positivamente con la misma categoría

de palabra de los otros idiomas. Esto sugiere que, independientemente de la

estructura de la lengua, los sustantivos asumen un lugar prominente en el

vocabulario infantil (Bornstein et al., 2004).

Los hallazgos de Bornstein et al. (2004) son consistentes con estudios anteriores

como el de Gentner (1982) realizado en infantes entre los 14 y los 29 meses de

edad, quien recopiló y analizó datos provenientes de diferentes estudios en 7

idiomas distintos utilizando diferentes metodologías. Los idiomas fueron el alemán

y el japonés en donde se usaron informes retrospectivos (se pidió a los padres que

escribieran los vocabularios de sus hijos), en inglés con reportes parentales (los

14
padres u otros cuidadores respondieron listas de vocabulario) y en los idiomas kaluli,

el chino mandarín y el turco mediante transcripciones de sesiones con los infantes.

Se hallaron consistencias en la producción de sustantivos en los idiomas

estudiados, en donde la proporción de sustantivos superaba a los verbos. La

producción de sustantivos osciló entre el 50% y el 85% de la producción total. Estos

hallazgos apuntan a un sesgo nominal para los infantes aprendices de las lenguas

estudiadas y respaldan la noción del sesgo universal al no mostrar diferencias

significativas entre idiomas con distintas dimensiones estructurales. Sin embargo,

la mayoría de estas investigaciones fueron efectuadas a partir de reportes paternos

y no de la observación directa.

Hipótesis del enfoque específico del lenguaje

Pese a la amplia evidencia y el soporte teórico del sesgo universal a la

producción de los sustantivos hay una creciente evidencia empírica de que esta

tendencia se ha sobreestimado. Los datos obtenidos en estudios realizados en

diferentes idiomas sugieren que la distribución de sustantivos y verbos en el habla

infantil puede estar relacionada con propiedades estructurales del lenguaje al que

está expuesto el infante durante su desarrollo (Dhillon, 2010).

Con este fundamento surge la hipótesis del enfoque específico del lenguaje, la

cual propone que lo que influye de una manera determinante en el desarrollo del

vocabulario temprano son tanto las características estructurales del lenguaje que

los infantes escuchan, como el conocimiento cultural y de socialización pueden


15
tener un efecto en la preferencia nominal o verbal (Choi & Bowerman, 1991;

Goldfield, 2000). Diversas características gramaticales y del discurso de diferentes

lenguas pueden afectar, también, la manera en que los niños perciben las palabras

en la lengua que están aprendiendo (Jackson-Maldonado et al. 2009).

Goldfield (1993) quien destaca la influencia de los componentes estructurales

del idioma en la composición categorial del vocabulario temprano, analizó la

producción temprana de sustantivos y verbos tanto en el habla infantil como en el

habla dirigida a niños en población angloparlante. Menciona que, el orden de los

constituyentes de las oraciones (Sujeto-Verbo-Objeto) influye en la percepción de

los sustantivos en inglés ya que los coloca en una posición saliente. También

menciona que el tipo de contexto y las interacciones lingüísticas que tienen las

madres con sus hijos, también favorecen la preferencia nominal. Por su parte, Tardif

(1996), sostiene que, si los sustantivos preceden a los verbos en la adquisición o

viceversa, depende de los factores lingüísticos tales como la posición del sustantivo

o verbo dentro de una oración.

Respecto a esta línea de discusión, Choi y Gopnik (1993) realizaron un estudio

longitudinal en el que analizaron el habla espontánea de nueve infantes coreanos

en interacción con sus madres. Los datos fueron recopilados de forma longitudinal

de los 14 a los 22 meses de edad. Los resultados mostraron que 6 de los infantes

experimentaron un desarrollo más temprano de verbos que de sustantivos; derivado

de estos resultados proponen dos explicaciones.

La primera se refiere a la estructura misma del idioma coreano que permite omitir
16
el sujeto y objeto de la oración mientras que el verbo es obligatorio y puede cumplir

la función de una oración completa. Además, por ser el coreano una lengua en la

que la estructura oracional se presenta como Sujeto-Objeto-Verbo, lo que permite

presentar los verbos en posición saliente en el enunciado. (Choi y Gopnik 1993). La

segunda es una comparación con el idioma inglés, y resalta los distintos estilos

comunicativos y de interacción con los niños, entre los cuidadores hablantes del

inglés y hablantes de coreano: los autores encontraron que las madres coreanas

utilizaban más verbos que susantivos en sus emisiones a diferencia de las madres

hablantes de inglés. También encontraron que las madres hablantes del coreano

producían más enunciados orientados a la descripción de la acción realizada “¿Qué

estás haciendo?” o “pon el auto en el garaje” que las madres hablantes de inglés,

las cuales producían más enunciados orientados a producir nombres con referentes

concretos “¿qué es esto?” o “esto es una pelota” (Choi y Gopnik 1993).

Los resultados de estas investigaciones aportan datos que permiten ampliar la

discusión sobre la influencia de otros factores, además del cognitivo, como

determinantes en el desarrollo del lenguaje.

Producción de sustantivos y verbos en infantes y adultos

Para que el desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida ocurra de forma

adecuada es necesario que exista un contexto social en torno al infante que le

brinde un input lingüístico para que este, de modo activo, construya

progresivamente su lenguaje. Por lo tanto, no se puede entender ni explicar dicho


17
proceso sin tener en cuenta la estimulación lingüística que el infante recibe a través

de los intercambios comunicativos, especialmente, con los adultos (Álvarez, 2006).

El lenguaje de los cuidadores se caracteriza por su capacidad de adaptarse

sintáctica y semánticamente a la capacidad e intereses del niño. Los cuidadores

hacen modificaciones en el tipo de lenguaje que utilizan al hablar a los infantes

según el grado de madurez lingüística que éstos manifiesten. Según maduran los

niños, los cuidadores van haciendo más complejas las sintaxis, amplían el

vocabulario que utilizan, y aumenta la longitud de sus enunciados a medida que

mejora la calidad de la frase infantil. (Acuña, 2004).

Las características del lenguaje adulto dirigido al infante son muy llamativas

y se producen sobre todo en situaciones de interacción diádica, en los momentos

precisos en que un adulto, generalmente la madre, y el infante constituyen una

auténtica pareja de interlocutores. Esto suele ocurrir cuando ambos interactúan

alrededor de una tarea conjunta. Las propiedades especiales del lenguaje del

cuidador o cuidadora juegan un papel esencial en la adquisición del lenguaje infantil,

además de facilitar la comunicación al niño y con el niño. Desde esta perspectiva

se postula que los interlocutores naturales del niño, los padres, realizan esta función

educativa de manera no deliberada o intencional (Del Río Pérez & Gràcia, 1996).

En estudios de interacción se ha documentado una constante diferencia de

producción de sustantivos y verbos por parte de infantes y adultos. Si bien, los

infantes generalmente suelen ser consistentes en la producción de sustantivos, las

madres, padres o cuidadores tienden a producir más verbos. Esto ha sido


18
observado en idiomas como el español (Casart & Iribarren, 2007; Jackson-

Maldonado et al., 2009), el inglés (Goldfield, 2000; Tomasello, Akhtar, Dodson, &

Rekau, 1997) y el italiano (Camaioni & Longobardi, 2001); así como en estudios de

reportes de padres bilingües del inglés y mandarín (Xuan & Dollaghan, 2013) e

incluso en idiomas poco estudiados como el navajo (Gentner & Boroditsky, 2009).

Con la finalidad de examinar el contenido y los aspectos pragmáticos del input

en los que los sustantivos y los verbos son utilizados en interacción infante-madre,

Goldfield (2000) realizó un estudio en el que participaron 100 díadas infante-madre,

con infantes de 20 meses de edad de habla inglesa. El estudio examinó los

siguientes aspectos: la distribución de sustantivos y verbos en el habla materna, el

enfoque pragmático de sustantivos y verbos en actos del habla materna, así como

la comprensión de verbos por parte de los infantes en el habla materna. Se

realizaron tres clasificaciones y 33 subcategorías de intervenciones de las madres

entre los que se medían el número de preguntas y actos de refuerzo dirigidos a la

producción de sustantivos y verbos, así como las imitaciones del habla materna por

parte de los infantes (Goldfield, 2000).

Los resultados mostraron que el enfoque pragmático del habla materna estaba

sesgado a favor de la producción de sustantivos y alentaban consistentemente a

sus hijos a producir sustantivos en vez de verbos. Las madres frecuentemente

ordenaban di x, preguntaban ¿qué es x?, y reforzaban la producción infantil de los

nombres de los objetos. Los actos de habla de las madres dirigidos a la producción

de lenguaje se centraron en nombrar las cosas en lugar de las acciones. Sin

19
embargo, más de un tercio del habla materna se utilizó para controlar el

comportamiento de los niños y las respuestas de los niños. Desde un punto de vista

pragmático se encontró que los verbos son usados por los padres y comprendidos

por los niños en contextos que se centran en el comportamiento del niño más que

en el habla infantil (Goldfield, 2000).

Estos resultados apoyan la noción del enfoque especifico del lenguaje; sin

embargo, también ponen en evidencia que, en este tipo de escenarios, los padres

se centren más dirigir las acciones de los infantes que en promover respuestas

verbales.

Por otra parte, se ha documentado que el contexto influye de manera importante

en el habla materna. Diversos estudios han comparado el juego con material lúdico

con la lectura de libros y se ha encontrado que el habla materna durante la lectura

de libros es estructuralmente más compleja, las madres utilizan un vocabulario más

amplio e incluye una mayor frecuencia de preguntas, de hablar acerca del mismo

lenguaje, de etiquetado y una menor frecuencia directiva y del discurso regulador

social (Goddard, Durkin y Rutter, 1985, Jones y Adamson, 1987, Lewis y Gregory,

1987, Snow y otros, 1976, Wiley, Shore y Dixon, 1989). Dunn, Wooding y Herman

(1977) encontraron similarmente que el habla materna durante las interacciones de

lectura de libros contenía una mayor frecuencia de predictores positivos del

desarrollo del lenguaje que en otros contextos como el juego libre, hora de la

comida, las interacciones del cuidado, y momentos en que las madres se ocupan

de labores domésticas. (O’Brien y Nagle, 1987).

20
En relación con lo anterior y con el objetivo de estudiar la influencia que tiene la

producción verbal de los padres sobre la producción léxica infantil, Valdés (2015),

realizó un estudio en el que se analizó la producción verbal de 30 díadas cuidador-

infante durante una tarea de lectura conjunta. El estudio se realizó con infantes de

30 meses de edad y a sus padres, a quienes se solicitaba leyeran el libro A boy, a

dog and a frog (Mayer, 1967), finalmente, se le indicó al cuidador que al terminar de

leer la historia este le pidiera al infante que contará nuevamente el cuento desde el

principio. Se realizó un análisis de la producción verbal de infantes y cuidadores

utilizando las medidas type/token.

Los resultados demostraron que existe una relación positiva entre la cantidad de

palabras y amplitud de vocabulario que usa el cuidador con las que produce el

infante, por lo que se consideran como predictores de las habilidades lingüísticas

de los infantes. Se describe además que los verbos y los sustantivos son las

categorías gramaticales más empleadas por infantes y cuidadores. Tanto infantes

como cuidadores produjeron más verbos respecto a la medida type, los cuidadores

produjeron una media de 30.16 sustantivos y 88.56 verbos y los infantes una media

de 8.66 sustantivos y 11 verbos. En la medida token los cuidadores produjeron una

media de 127.76 sustantivos y 208.46 verbos, mientras que los infantes produjeron

una media de 21.96 sustantivos y 19.5 verbos. En ambas medidas los adultos

produjeron considerablemente más verbos que sustantivos, sin embargo, la

amplitud de vocabulario (token) de los infantes se conformó mayoritariamente de

sustantivos, respecto a la diversidad léxica (type) produjeron más verbos (Valdés,

2015).
21
Respecto a la amplitud del vocabulario los resultados de la investigación son

consistentes con la literatura al señalar a los sustantivos como el tipo de palabra

que más producen los infantes, sin embargo, al considerar diversidad léxica, los

verbos son la categoría de palabra más producida. Los resultados difieren de lo

reportado en la literatura cuando se consideran ambas categorías type/token.

Justificación y propósitos

El interés por identificar los factores que tienen influencia sobre la composición

léxica en etapas tempranas del desarrollo, ha derivado en distintas perspectivas

explicativas. Especialmente la que afirma si dicha composición está influenciada

principalmente por aspectos de la capacidad cognitiva del infante, o bien, si son

aspectos específicos del input lingüístico; como la estructura del idioma, la

interacción y el contexto, lo que resulta determinante en la conformación del léxico

de los infantes.

La presente investigación pretende identificar las diferencias de producción

léxica entre cuidadores e infantes, especialmente, respecto a los sustantivos y

verbos, con el fin de conocer la relación que tiene el input lingüístico al que están

expuestos los infantes con la adquisición y desarrollo de su vocabulario temprano.

Por tratarse de un estudio en el rubro del desarrollo del lenguaje se optó por un

diseño longitudinal con cohortes cada 6 meses; así, el análisis se realizó en 4 grupos

de infantes infantes de 30, 36, 42 y 48 meses. Dichas edades, según lo reportado

en la literatura se sitúan después de la etapa descrita como explosión de


22
vocabulario. Se analizará la producción léxica durante una tarea de lectura conjunta

en un escenario experimental ya que, a diferencia de otros escenarios de interacción

entre adulto e infante, la lectura conjunta de libros promueve el uso de una mayor

diversidad y tasa de producción léxica, y complejidad sintáctica; además de que el

discurso de las madres durante la interacción incluye un mayor número de

preguntas que generan verbalizaciones por parte de los infantes. Esta diferencia fue

documentada por Hoff-Ginsberg (1991), en un estudio sobre el efecto que tiene el

contexto sobre la interacción en una población de 63 infantes de 18 a 29 meses de

edad que participaron junto con sus madres en diferentes contextos de interacción

que incluían la lectura de libros y juegos con juguetes, hora de la comida y hora de

vestirse.

Por lo anterior, el objetivo general de la presente investigación es conocer la

influencia del vocabulario de los cuidadores sobre el desarrollo del vocabulario de

los infantes mediante un análisis longitudinal de producción de sustantivos y verbos,

siendo el primero objetivo específico identificar si existen diferencias de producción

de sustantivos y verbos en infantes de 30, 36, 42 y 48 meses durante una tarea de

lectura conjunta. Identificar si existen diferencias en cuanto a la producción de

sustantivos y verbos de cuidadores principales de infantes de 30, 36, 42 y 48 meses

durante una tarea de lectura conjunta. Finalmente, analizar si existen diferencias en

la proporción de producción de la categoría gramatical predominante en el

vocabulario de infantes de 30, 36, 42 y 48 meses y de sus cuidadores en una tarea

de lectura conjunta.

23
Método

Muestra

La muestra estuvo constituida por un total de 120 díadas conformadas cada una

por un cuidador principal y un infante. Las mediciones se realizaron en 4 grupos de

30 infantes de 30 meses (𝑥̅ = 29.98 , 𝐷𝐸 = .58), 36 meses (𝑥̅ = 36.13 , 𝐷𝐸 = .36),

42 (𝑥̅ = 42.33, 𝐷𝐸 = .56) y 48 meses (𝑥̅ = 48.33 , 𝐷𝐸 = 1.00) de edad con un rango

de +/- 15 días en cada una de las edades.

Se consideró en la muestra a infantes mexicanos cuya lengua materna fuera el

español, nacidos a término y que tuvieran un desarrollo típico, es decir, que no

hayan presentado problemas de alto riesgo de tipo prenatal, perinatal o postnatal,

sin problemas auditivos, visuales ni de tipo neurológico. Además, se consideró que

los cuidadores de los infantes participantes fueran hispanohablantes mexicanos

nativos. Todos los criterios anteriormente mencionados fueron reportados por la

madre, el padre o el cuidador del infante.

Se invitó a los participantes del presente estudio a asistir al Laboratorio de

Infantes por medio de carteles colocados en el Sistema de Transporte Colectivo

Metro, el Metrobús de la Ciudad de México y en la GACETA de la UNAM, así como,

por medio de visitas al Museo de las Ciencias UNIVERSUM. De esta manera, los

padres, madres, o cuidadores de infantes interesados en participar, brindaron

información de cómo contactarlos (números telefónicos o correo electrónico) para

posteriormente concertar una cita y acudir al laboratorio voluntariamente con el

24
infante.

Escenario

La actividad de lectura conjunta se realizó en un espacio acondicionado para la

estancia del cuidador e infante durante su participación en el Laboratorio de Infantes

de la Facultad de Psicología de la UNAM, dicho espacio mide 4.0 x 3.0 metros y

cuenta con una mesa circular de 1.45 metros de diámetro y dos sillas acomodadas

lado a lado que permitía la interacción de las díadas. Además, el espacio contó con

juguetes con los cuales el infante tuvo la oportunidad de interactuar para

familiarizarse con el lugar y con el investigador. Se colocó una videocámara, la cual

estuvo ubicada en un soporte frente a los participantes con la lente orientada hacia

ellos sobre un soporte fijo a la pared a una altura de 1.60 metros del piso y a 1.90

metros de distancia de la diada, de manera que se pudo captar la imagen y audio

de los participantes.

Medidas

Con el fin de analizar el vocabulario se utilizaron las medidas type y token. La

medida type se refiere a las palabras no redundantes (diferentes entre sí) que juntas

generan la amplitud del vocabulario, mientras que la medida token se refiere a las

palabras redundantes, es decir el total de palabras emitidas por un individuo sin

importar si se repiten, sumadas conforman el vocabulario de redundancia (Alva,

2004).

La medidas de producción verbal, es decir, el número de palabras emitidas, se

25
codificaron con base en las categorías gramaticales descritas por Alva (2004), las

cuales toman en cuenta los diferentes sentidos o significados que puede tener una

palabras según el contexto en el que sean producidas, dichas categorías se refieren

a verbos, sustantivos, adjetivos, interjecciones, adverbios, artículos, pronombres,

preposiciones, y conjunciones. Para el presente estudio el análisis se centró en dos

de las categorías: los sustantivos y los verbos.

Para el análisis de proporción de producción se ponderó con base en la

producción individual de la categoría sustantivo y de la categoria verbo dividiéndola

entre el total individual de cada variable type/token, obteniendo así la proporción

individual por categoría de cada sujeto.

Instrumentos y Materiales

Con el fin de recabar los datos de los participantes se utilizó un cuestionario

sociodemográfico (Alva & Arboleda, 1992), para obtener información tal como la

fecha de nacimiento del infante, problemas al nacer, antecedentes de

enfermedades graves o problemas de audición o visión, si el infante acude a la

escuela, tiempo de asistencia y si le hablan en otro idioma, quién es el principal

cuidador con el que el infante pasa más tiempo, así como grado de escolaridad,

ocupación actual y edad del padre, la madre. Para la videograbación de la lectura

conjunta se utilizó una cámara digital Canon Vixia HF M40, la cual se instaló en el

escenario experimental antes de cada una de las visitas de los participantes.

Se empleó un libro por edad que se proporcionó a la díada para la realización de

26
una tarea de lectura conjunta. Los libros, su asignación por edad y una breve

descripción de contenido se muestran en la Tabla 1.

Tabla 1. Libros presentados a las díadas.

Grupo Libro Páginas Descripción del contenido

30 A boy, a dog, and a 30 Un niño y su perro van caminando en el


meses frog (Mayer, 1967). pantano. Encuentran una rana en el agua.
¿Pueden usar una red para atraparla?

36 Frog, where are 29 La rana está desaparecida y el niño no la


meses you? (Mayer, ve en ninguna parte. ¿Puede el niño y su
1969). perro encontrar a su nueva amiga?

42 One frog too many 28 Un niño, su perro y su rana abren un


meses (Mayer & Mayer, misterioso regalo sorpresa ¿La vieja rana
1975). será agradable con la nueva rana?

48 Frog on his own 30 Un niño, su perro y su rana pasean por el


meses (Mayer, 1973). parque. La rana se separa para explorar.
¿Podrán encontrar a su amiga?

Los títulos mencionados forman parte de una serie de libros para niños creados

por Mercer Mayer, los cuales carecen de contenido alfabético y presentan una

secuencia de imágenes en un rango de 28 a 30 páginas que tratan generalmente

de las aventuras de un niño con sus amigos animales. Estos libros de ficción

constan de una serie de láminas ilustradas y sin palabras, cuya trama involucra a

un niño, un perro y una rana en las diversas aventuras que tienen. Las láminas

presentan una secuencia de eventos, con un cierto predominio de acciones

27
simultáneas e imágenes difusas. Esta complejidad visual obliga a establecer relacio-

nes léxicas, con especial atención a los personajes y a la secuencia de los

acontecimientos (Acosta, Moreno, & Axpe, 2014).

Procedimiento

Una vez recabada la información otorgada por los cuidadores para el contacto

con el Laboratorio de Infantes se les llamó por teléfono o contactó vía correo

electrónico para poder agendar una cita. Previo a su llegada, se colocó una cámara

en el soporte y se preparó el libro correspondiente con la edad del participante. Al

inicio de su visita se le informó al cuidador del infante en qué consistiría su

participación y que la tarea en la que participaron requería ser grabada en audio y

vídeo, por esta razón, se solicitó a los cuidadores firmar un consentimiento en el

que accedían ser grabados junto con el infante. Posterior a esto, el investigador

solicitó al cuidador responder un cuestionario sociodemográfico (Alva & Arboleda,

1992) con el fin de obtener datos que fueron utilizados para fines de inclusión o

exclusión de la muestra.

Una vez obtenida la información general de ambos participantes, el investigador

proporcionó verbalmente al cuidador la instrucción siguiente para realizar la tarea:

“Le proporcionaremos un libro ilustrado que no contiene palabras, por favor narre a

su hijo/a una historia con base en los dibujos del libro y cuando haya terminado de

contarle la historia, dé el libro a él/ella y pídale que le cuente la historia a usted.

Cuando terminen de contar ambas historias, por favor abra la puerta del cubículo

en señal de que han terminado.” Inmediatamente después de esto, el investigador


28
facilitó el libro antes citado, encendió la cámara para comenzar la grabación y salió

de la habitación cerrando la puerta del cubículo.

Durante la participación de las díadas, se mantuvo la puerta del cubículo cerrada,

así como factores óptimos para el desarrollo del estudio, tales como la ausencia

durante el estudio del investigador, el cual únicamente accedió al cubículo para

recabar los datos sociodemográficos, proporcionar el libro, encender o detener la

grabación de la videocámara y brindar la instrucción propia de este estudio al

cuidador, todo lo anterior, con el fin de no distraer ni influir en el desempeño de la

díada. Si por alguna razón los participantes deseaban salir de la habitación o el

infante comenzaba a llorar o a negarse a participar en la tarea, la videograbación

se detenía y la sesión de lectura conjunta se daba por concluida.

Cuando la díada terminaba la actividad el cuidador abría la puerta de la

habitación en señal de haber concluido para que el investigador entrara al cuarto y

detuviera la videograbación. Para finalizar la visita, el experimentador agradeció la

colaboración de los participantes y se proporcionan algunos folletos al cuidador que

contenían información acerca de la etapa de desarrollo en la que el infante se

encuentra, así como un obsequio para el infante por haber participado en la

investigación, (un vaso entrenador, una playera o una pelota).

Una vez obtenido el vídeo, se realizó la transcripción y codificación de las

emisiones verbales para el análisis de la producción de verbos y sustantivos. Los

corpora del habla obtenidos se trabajaron en una base de datos en las que el

investigador realizó la transcripción completa de las grabaciones obtenidas para la


29
contabilización de las emisiones verbales de los participantes, en la cual se

registraron todas y cada una de las palabras emitidas. En caso de que el

investigador haya encontrado una dificultad para transcribir alguna palabra que sea

poco comprensible, se apoyó en otros tres investigadores expertos en lenguaje para

dilucidar e identificar la palabra emitida de acuerdo al contexto, en caso de que no

se llegue a un acuerdo entre expertos, esta fue categorizada como ininteligible. Una

vez realizada la transcripción, el total de las palabras emitidas fueron agrupadas en

9 categorías gramaticales de acuerdo a lo descrito por Alva (2004).

Resultados

Los datos se analizaron a partir de la clasificación funcional de cada palabra

emitida en una de las nueve categorías gramaticales por medio de la variable token

y la variable type. De las nueve categorías gramaticales, las que fueron de interés

central en este trabajo son los sustantivos y los verbos, aunque se incluyen las

comparaciones de las otras siete categorías para tener un panorama completo de

qué tipo de categorías de palabras predominan en la producción de infantes y de

cuidadores, así como poder observar qué categorías aumentan sus emisiones

conforme aumenta la edad. A continuación, se reporta la estadística descriptiva de

los datos obtenidos.

Con el fin de describir la producción léxica se obtuvieron los promedios de

producción de palabras en cada variable y categoría gramatical. La tabla 1 muestra

la media y desviación estándar de la producción de palabras que los infantes

tuvieron en las variables type/token por categoría gramatical y por grupo de edad
30
durante la tarea de lectura conjunta. Utilizando el mismo orden en la tabla 2 se

presentan los datos de producción de los cuidadores principales.

31
Tabla 1
Producción de palabras type/token de infantes de 30, 36, 42 y 48 meses durante una tarea de lectura conjunta

Edad Medida Sustantivo Verbo Adjetivo Adverbio Artículo Pronombre Preposición Conjunción Interjección
Type 7.93 9.20 2.87 5.30 2.70 4.17 1.53 2.37 4.03
30 (DE) (3.59) (5.68) (2.15) (2.32) (1.51) (2.18) (1.18) (1.81) (2.92)
meses
Token 19.40 15.67 5.37 16.07 10.03 12.07 3.67 6.93 8.03
(DE) (8.66) (9.74) (6.73) (12.96) (8.59) (9.12) (4.46) (9.01) (8.31)

Type 14.43 21.70 4.87 8.40 4.00 6.97 3.53 3.67 6.17
36 (DE) (5.64) (7.21) (4.07) (3.22) (1.51) (3.65) (1.66) (1.92) (5.86)
meses
Token 30.67 39.90 9.50 28.23 17.33 25.53 11.63 16.13 10.30
(DE) (10.89) (15.30) (8.26) (14.94) (9.95) (14.66) (7.71) (11.76) (9.29)

Type 14.33 28.23 7.67 9.23 4.07 7.73 3.77 3.40 4.43
42 (DE) (5.18) (10.00) (3.47) (2.98) (1.23) (3.34) (1.10) (1.33) (4.05)
meses
Token 32.30 47.27 12.73 30.13 23.83 24.97 11.27 22.97 6.27
(DE) (15.28) (20.93) (7.42) (13.29) (14.51) (12.80) (5.98) (14.14) (5.71)

Type 23.33 36.20 6.23 10.67 4.93 8.17 4.37 4.37 4.33
48 (DE) (8.39) (13.51) (3.57) (3.66) (1.53) (2.94) (1.30) (1.71) (2.12)
meses
Token 47.30 53.77 15.23 35.23 42.43 34.63 18.37 38.03 6.53
(DE) (21.56) (23.37) (13.84) (26.52) (28.56) (18.31) (11.77) (24.49) (5.01)

Media de producción; DE desviación estándar.

32
Tabla 2.
Producción de palabras type/token de cuidadores en los grupos de 30, 36, 42 y 48 meses durante una tarea de lectura conjunta
Edad Medida Sustantivo Verbo Adjetivo Adverbio Artículo Pronombre Preposición Conjunción Interjección
Type 28.10 84.70 15.20 19.03 6.87 14.56 7.37 7.03 14.83
30 (DE) (6.65) (26.04) (6.07) (5.28) (1.41) (4.70) (1.30) (1.67) (7.19)
meses
Token 111.23 165.07 31.47 76.83 75.77 86.60 52.60 79.57 37.43
(DE) (27.41) (60.33) (13.54) (32.84) (27.35) (42.14) (21.64) (34.37) (22.10)

Type 46.43 103.37 18.80 22.60 6.50 14.93 6.80 9.27 18.57
36 (DE) (16.17) (35.81) (10.14) (8.65) (1.63) (5.14) (1.65) (2.72) (7.70)
meses
Token 143.10 205.03 37.50 116.43 85.83 102.00 68.37 98.37 47.60
(DE) (48.42) (76.68) (15.58) (110.20) (29.02) (47.41) (24.62) (43.53) (26.64)

Type 35.77 100.43 24.23 22.57 5.67 15.80 6.60 7.10 14.97
42 (DE) (9.24) (32.40) (9.19) (5.33) (1.32) (4.25) (1.73) (1.92) (7.61)
meses
Token 122.53 186.87 59.00 88.83 85.73 99.10 56.63 90.97 35.50
(DE) (42.92) (78.88) (24.13) (39.21) (32.55) (49.47) (20.03) (42.64) (21.78)

Type 52.63 112.83 21.27 26.80 6.57 15.80 7.63 8.33 15.93
48 (DE) (13.51) (25.82) (6.50) (8.43) (1.48) (4.21) (1.45) (2.11) (7.74)
meses
Token 147.03 189.10 47.80 101.30 99.67 105.37 70.20 96.17 37.70
(DE) (39.22) (50.74) (19.29) (47.58) (34.06) (50.09) (28.69) (32.12) (23.69)

Media de producción; DE desviación estándar.

33
34
Para tener una representación más clara de los datos, en la Figura 1 se presentan los

datos correspondientes a la tabla 1 (producción de infantes). Como se puede observar,

existen consistencias en la producción de los infantes; la producción token siempre es

mayor que type si se compara con su misma categoría gramatical, también es posible

apreciar el aumento de producción type/token en cada categoría gramatical (con

excepción de la categoría interjección) conforme la edad de los infantes aumenta.

Producción type/token de infantes


60.00
Promedio de palabras

50.00

40.00

30.00

20.00

10.00

0.00
Sustantivo Verbo Adjetivo Averbio Artículo Pronombre Preposición Conjuncion Interjeccion
Categoría gramatical

30 Type 36 Type 42 Type 48 Type


30 Token 36 Token 42 Token 48 Token

Figura 1. Media de producción type/token de las 9 categorías gramaticales por grupos de edad durante
la tarea de lectura conjunta.

En la figura 2, que representa los datos de la tabla 2 también se observan

consistencias en la producción de los cuidadores; la media de producción token siempre

es mayor que la de types respecto con su misma categoría gramatical, también hay una

tendencia a un aumento de producción type/token conforme aumenta la edad entre los

35
grupos pero no es tan prominente como el de los infantes, el grupo de 36 meses tienen

un mayor promedio de palabras en comparación con el grupo de 42 y 48 meses en

ambas variables, principalmente en las categorías de interés: sustantivos y verbos.

Dichas diferencias se analizarán con detalle más adelante.

Producción type/token de cuidadores


250.00
Promedio de palabras

200.00

150.00

100.00

50.00

0.00
Sustantivo Verbo Adjetivo Adverbio Artículo Pronombre Preposición Conjunción Interjección
Categoría gramatical

30 Type 36 Type 42 Type 48 Type


30 Token 36 Token 42 Token 48 Token

Figura 2. Media de producción type/token de las categorías gramaticales en grupos de edad por
cuidadores durante la tarea de lectura conjunta.

Sobre los datos obtenidos se aplicó la prueba de normalidad de Shapiro-Wilk a las

categorías de interés principal: sustantivo y verbo en las variables type/token. Los

resultados mostraron que para los cuidadores sólo el grupo de 36 meses no tuvo una

distribución normal en las variables, mientras que en el grupo de 42 meses la única

categoría que no presentó una distribución normal fue sustantivo type. Con base en los

resultados de la prueba de normalidad de optó por realizar análisis paramétricos.

36
Para cumplir con el primer propósito específico el cual fue identificar si existen

diferencias de producción de sustantivos y verbos en infantes en los grupos de edad de

30, 36, 42 y 48 meses, se realizaron análisis de varianza de un factor. Los resultados en

la variable type para los sustantivos muestra que existen diferencias en la producción de

acuerdo a la edad (F(3,116)= 33.927; p=.000), la prueba post hoc de Bonferroni muestra

que los intervalos en los que hubo diferencias estadísticamente significativas fueron los

intervalos 30-36 meses (MD= -6.520; p= .000), y 42-48 meses (MD= -9.011; p= .000).

Para la variable token mostró diferencias en la producción de acuerdo a la edad (F(3)=

17.665; p= .000) la prueba post hoc Bonferroni muestra que los intervalos 30-36 meses

(MD= -11.211; p= .026) y 42-48 meses (MD= -15.033; p= .001) tuvieron diferencias

estadísticamente significativas.

En la Figura 3 se representan de forma conjunta las medias de producción de infantes

de los sustantivos type/token. Las diferencias estadísticamente significativas se

presentaron en los intervalos de edad 30-36 meses y 42-48 meses para la producción

type/token, mientras que los grupos de 36 y 42 meses tuvieron medias de producción

similares en sus respectivas variables.

37
Figura 3. Diferencias de producción de sustantivos type/token en infantes.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Respecto a la producción de verbos, en la variable type el análisis de varianzas de un

factor mostró que existen diferencias en la producción de acuerdo a la edad (F(3,116)=

42.581; p=.000), en la Figura 4 es posible observar el aumento de producción en los

intervalos de edad, la prueba post hoc Bonferroni muestra que los intervalos 30-36 meses

(MD= -12.475; p= .000), 36-42 meses (MD= -6.544; p= .056) y 42-48 meses (MD= -7.967;

p= .010) tuvieron diferencias estadísticamente significativas. Para la variable token el

analisis mostró diferencias en la producción de acuerdo a la edad (F(3,116)= 25.354; p=

.000), en la prueba post hoc Bonferroni sólo el intervalo 30-36 meses (MD= -24.257; p=

.026) tuvo diferencias estadísticamente significativas.

38
Figura 4. Diferencias de producción de verbos type/token en infantes.
†P ≤ .10, *p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Para identificar si hubo diferencias significativas entre la producción de sustantivos y

verbos se realizó una prueba t de Student para muestras relacionadas a cada grupo de

edad en las variables type/token. Como se puede observar en la Figura 5 los resultados

de la variable type mostraron que la producción de verbos comienza a ser

significativamente mayor que la de sustantivos a partir del grupo de 36 meses (t(29)= -

5.768; p= .000), siendo también significativa a los 42 meses (t(29)= -9.895; p= .000) y a

los 48 meses (t(29)= -7.455; p= .000).

39
Figura 5. Diferencias de producción de infantes entre sustantivos y verbos en la variable type.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Para la variable token los resultados de las pruebas muestran que los cuatro grupos

presentaron diferencias estadísticamente significativas, sin embargo (como se puede

apreciar en la Figura 6), para el grupo de 30 meses dicha diferencia favorece a la

producción de sustantivos sobre los verbos (t(29)= 2.229; p= .029), a partir del grupo de

36 meses (t(29)= -4.127; p= .000), la producción de verbos es significativamente mayor

que la de sustantivos manteniéndose a los 42 meses (t(29)= -5.850; p=.000) y a los 48

meses (t(29)= -1.849; p= .000).

40
Figura 6. Diferencias de producción de infantes entre sustantivos y verbos en la variable token.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Para el segundo propósito el cual fue identificar si había diferencias de producción de

sustantivos y verbos de los cuidadores principales entre los grupos de 30, 36, 42 y 48

meses de edad, se realizaron análisis de varianza de un factor, que mostró en la variable

type hubo diferencias en la producción de acuerdo a la edad (F(3,116)= 24.993; p= .000),

la prueba post hoc Bonferroni mostró diferencias significativas en los intervalos 30-36

meses (MD= -18.326; p= .000), 36-42 meses (MD= 10.683; p= .005) y en 42-48 meses

(MD= -16.883; p= .000). Para la variable token mostró diferencias en la producción de

acuerdo a la edad (F(3,116)= 5.345; p= .002), la prueba post hoc Bonferroni mostró una

diferencia significativa sólo en el intervalo 30-36 meses (MD= -31.850; p=.016). En la

Figura 7 se pueden observar las diferencias de producción entre los grupos de edad,

para la variable type es notable el grupo de 36 meses que resultó con una producción

41
significativamente más alta respecto al grupo de 30 meses y al de 42 meses, también el

intervalo 42-48 resultó significativo, por su parte, para la variable token el único intervalo

en la que hay un aumento significativo es de los 30 a los 36 meses.

Figura 7. Diferencias de producción de sustantivos type/token en cuidadores.


*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Para la producción de verbos el análisis de varianza de un factor mostró que la variable

type tuvo diferencias significativas de producción de acuerdo a la edad (F(3,116)= 4.459;

p= .005), la prueba post hoc Bonferroni mostró diferencias significativas en los intervalos

30-36 meses (MD= -6.520; p= .000), y en 42-48 meses (MD= -9.011; p= .000). Para la

variable token no se obtuvieron diferencias significativas (ver Figura 8).

42
Figura 8. Diferencias de producción de verbos type/token en cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Para identificar las diferencias de producción de sustantivos y verbos se realizó una

prueba t de Student para muestras relacionadas a cada grupo de edad en las variables

type/token. Los resultados de la variable type muestran que los 4 grupos presentaron

diferencias estadísticamente significativas, en la figura 9 se puede observar que en el

grupo de 30 meses (t(29)= -13.451; p= .000), 36 meses (t(29)= -11.714; p= .000), 42

meses (t(29)= -12.893; p= .000) y, 48 meses (t(29)= -16.252; p= .000) la producción de

verbos es significativamente mayor que la de sustantivos.

43
Figura 9. Diferencias de producción de cuidadores entre sustantivos y verbos en la variable type.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Los resultados en la variable token (ver Figura 10) muestran que los 4 grupos tuvieron

diferencias estadísticamente significativas favoreciendo la producción de verbos sobre

sustantivos, el grupo de 30 meses (t(29)= -6.176; p= .000), 36 meses (t(29)= -7.373; p=

.000), 42 meses (t(29)= -6.312; p= .000) y, 48 meses (t(29)= -7.56 p= .000).

44
Figura 10. Producción de Sustantivo vs Verbo token cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Finalmente, para cumplir con el tercer propósito de la investigación el cual fue analizar

si existen diferencias en la proporción de producción de sustantivos y verbos en infantes

y cuidadores, se obtuvo la proporción de producción de sustantivos y verbos a partir del

total token y type total de cada participante, posteriormente se realizó una prueba t de

Student para muestras independientes.

Los resultados de la prueba sobre la variable type muestra que los infantes en los

grupos de 30 meses (t(58)= 3.067; p= .003), 42 meses (t(58)= 2.914; p= .005) y 48 meses

(t(58)= 2.804; p= .007) tuvieron una producción significativamente mayor de sustantivos

que los cuidadores en los mismos grupos de edad (ver Figura 11).

45
Figura 11. Proporción de sustantivos type en infantes y cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

En cuanto a la proporción de verbos type en la Figura 12 se presentan las diferencias

de producción, la prueba mostró que los cuidadores produjeron significativamente más

verbos que los infantes en los grupos de 30 meses (t(58)= -11.888; p= .000), 36 meses

(t(58)= -6.247; p= .000), 42 meses (t(58)= -5.067; p= .000) y 48 meses (t(58)= -4.171; p=

.000). Pese a que las diferencias son significativas en los 4 grupos es posible apreciar

que la brecha de producción se reduce conforme la edad de los infantes aumenta.

46
Figura 12. Proporción de verbos type en infantes y cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Sobre la producción en la variable token, para la producción de sustantivos sólo el

grupo de 30 meses (t(58)= 2.280; p= .026) mostró diferencias estadísticamente

significativas siendo mayor la producción de infantes en comparación de los cuidadores,

en la Figura 13 es posible observar que a los 36, 42 y 48 meses las proporciones de

producción son similares.

47
Figura 13. Proporción de sustantivos token en infantes y cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Por último, para la producción de verbos de la variable token (ver Figura 14) los

cuidadores presentaron una proporción de producción mayor que los infantes en los

grupos de 30 meses (t(58)= -5.734; p= .000) y 48 meses (t(58)= -2.190; p= .033), y

mostrando una tendencia de mayor proporción de los cuidadores en el grupo de 36

meses (t(58)= -1.778; p= .081).

48
Figura 13. Proporción de sustantivos token en infantes y cuidadores.
†P< .10, *p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.

Discusión

En el estudio sobre el desarrollo del lenguaje hablado el conocer la composición del

vocabulario temprano aporta información valiosa acerca de los mecanismos y elementos

cognitivos que hacen posible la proeza del manejo del sistema de la comunicación

lingüística. La palabra, como unidad de análisis a través de las características de sus

categorías gramaticales funcionales permite analizar la influencia los factores cognitivos

del desarrollo y de factores externos como el input lingüístico al que está inmerso desde

el momento del nacimiento. Por ello, el propósito general de la investigación fue

identificar las diferencias de producción de sustantivos y verbos de infantes y adultos en

interacción diádica durante la realización de una tarea de lectura conjunta.

49
El primer propósito fue identificar las diferencias de producción de sustantivos y

verbos de los infantes entre los grupos de edad. En principio, este propósito se refiere al

análisis del desarrollo de lenguaje en el aspecto del número total de palabras emitidas

(token) y al aumento del repertorio léxico (type), lo que indica una mayor riqueza en

cuanto a contenido y una especialización en el uso de las categorías adquiriendo mayor

domino y posibilidad de combinaciones de palabras. La relación verbo-sustantivo permite

ver los estilos comunicativos de los infantes

Los resultados muestran que el desarrollo del uso de sustantivos tanto para el uso

total de emisiones como la cantidad de palabras distintas utilizadas tuvo un aumento casi

paralelo (ver Figura 3) en el primer semestre de comparación. El aumento de emisiones

totales y no redundantes era esperado puesto que se trata de periodos en los que los

infantes no dejan de aprender palabras diariamente. Aun siendo el contexto de lectura

conjunta limitado en cierta forma para este tipo de palabras puesto que el número de

peronajes que aparecen en la historia es limitado, el aumento implica que los infantes

tienen participaciones y emisiones más prolongadas. A una especial atención e interes

en los sujetos de la historia, además de prestar atención a elemetos en la historia que no

son tan centrales como los personajes, por ejemplo, objetos con los que se interactuan,

descripción de lugares.

Sin embargo, en el periodo de tiempo entre los 36 y 42 meses no hubo un aumento

significativo ni gráficamente perceptible para ninguna de las medidas, sino que puntúan

de forma muy similar, pese a ello, no hay una diminución en su producción sino que se

mantiene, esto puede deberse a los estilos comunicativos o a la necedidad de los infantes

50
de poder expresar más allá que aspectos concretos de su ambiente, sino de estructurar

diálogos más complejos, establecer relaciones o de explicar la secuencia de acciones

que trancurren en la historia. Según… en esta etapa los infantes comienzan a estructurar

oraciones complejas a partir de las simples, es decir ya existe un dominio estrucutral del

lenguaje, sin embargo en este etapa el infante explora el aspecto funcional…

Entre los 42 y 48 meses vuelve a ocurrir un aumento significativo tanto para las

emisiones totales como para las palabras no redundantes. En esta etapa, los infantes ya

con el dominio estrucutral de la lengua comienzan a interactuar de forma más proactiva

y tienen la capacidad de mantener y seguir los tópicos conversacionales. El aumento de

producción puede deverse entre otras cosas al otro uso de los sustantivos, es decir, usos

más abstractos que se pueden atribuir a los personajes, como la amistad, o aspectos

emocionales como felicidad, enojo, libertad etc.

Por otra parte, la producción de verbos tuvo un desarrollo distinto al de los

sustantivos, gráficamente es apreciable que hay un aumento entre todos los grupos de

edad para ambas variables, sin embargo, las pruebas muestran que para la variable type

el aumento es significativo entre todos los intervalos. Es decir que, en los lapsos

estudiados, los infantes no dejaron de aprender nuevos verbos, lo que implica para

aspectos de la narrativa que cada vez los infantes son capaces de identificar más

relaciones entre los eventos ocurridos en la historia…

Sin embargo, para la medida token, sólo hubo un aumento significativo en el

intervalo entre los 30 y 36 meses. Este resultado puede implicar que si bien, el

aprendizaje de las diferentes palabras predicativas es constante, su uso se especializa,

51
implica saber qué es lo que representa una palabra, es decir expresar más usando pocas

palabras, pero adecuadas al contexto.

Cuando se realiza la comparación directa entre la producción de las categorías

sustantivo y verbo es notable que, a los 30 meses de edad, los sustantivos token tienen

una producción significativamente mayor que los verbos, mientras que en la variable

type, pese a que la producción es mayor, no es significativa. A partir de los 36 y hasta

los 48 meses la producción de verbos siempre es significativamente mayor que la de

sustantivos. Dicha diferencia permite apreciar cómo el lenguaje infantil comienza a

estructurarse de forma similar a como lo hace el habla adulta

Las investigaciones sobre el concepto de verbo a menudo estudian la habilidad que tienen

lo niños para aprender y distinguir el significado de los verbos con un particular dominio

semántico (Behrend, 1990). Conforme los infantes van practicando e interactuando con los

demás, empiezan a especializarse en el significado del verbo e incrementa su capacidad de

trasladarlos a nuevas situaciones, momentos y personas (Cohen, 1980; Jackson-

Maldonado, 1992; Yont, Snow y Vernon-Feagans; 2002; Kuhl, 2004; Ibarra y Naves,

2005).

P2: cuidadores
Tòpico Desarrollo: Aumento de la producción total de palabras (token)
Tòpico Desarrollo: Aumento de la variabilidad de palabras (type)

El segundo propósito de la investigación fue identificar las diferencias de


52
producción de los cuidadores entre las cuatro edades durante la realización de la tarea

de lectura conjunta. Esta observación brinda información acerca de la conformación del

vocabulario adulto dirigido a los infantes, las diferencias entre los grupos de edaddes los

infantes brinda información de la adecuación del input o bien de los cambios en la forma

que los cuidadores se comunican.

Los cambios en la producción de los cuidadores se presentaron de manera

distinta. Para la producción de sustantivos type, de los 30 a los 36 meses la hubo un

aumento significativo para mostrar una disminución significativa de los 36 a los 42 meses,

finalmente de los 42 a los 48 meses el aumento de producción nuevamente fue

significativo. Respecto a la medida token sólo hubo un aumento significativo de los 30 a

los 36 meses. Sin mostrar diferencias significativas en las edades posteriores.

Para la producción de verbos, en la medida type tuvo un aumento significativo entre los

30 y 36 meses sin diferencias entre los 36 y 42, para volver a aumentar entre los 42 y

48. Respecto al total de emisiones, pese a que gráficamente se aprecian cambios de

producción estas diferencias no fueron significativas.

Respecto a las diferencias de producción de verbos y sustantivos los datos

concuerdan con los reportado por Camaioni (2001), tanto para las variables type como

token la producción de verbos representa la categoría con mayor producción. En la

variable que representa la variabilidad de palabras es notable que hay una tendencia al

aumento de producción conforme la edad de los infantes avanza

El aumento de producción nos indica que, si bien la estructura gramatical que manejas

los adultos pese a estar adaptada a los infantes no modifica su estructura, la producción
53
de verbos se mantiene vigente, pero tiende a aumentar en respuesta al desarrollo del

infante quine cada vez presente participaciones más estructuradas.

P3: Diferencias de proporción

Las diferencias de proporción del uso de sustantivos muestra que para la amplitud

del vocabulario a los 30 meses no hay diferencias significativas entre la producción de

infantes y cuidadores, posteriormente a partir de los 36 y hasta los meses los infantes

producen significativamente más sustantivos que los cuidadores.

Respecto al total de emisiones, la medida token a los 30 meses los infantes tienen

una mayor producción de sustantivos, y dejan de mostrar diferencias a partir de los 36

meses, es decir a los 36, 42 y 48 meses la producción de infantes y cuidadores es similar

en términos de proporción.

La producción de verbos muestra que, respecto a la variabilidad de palabras, los

cuidadores producen significativamente más verbos a lo largo de las 4 edades en

comparación con los infantes. Esta consistencia no es apreciable en cuanto al total de

las emisiones en la medida token, la única edad en la que tanto infantes como cuidadores

presentan una producción similar es a los 42 meses, respecto a los 30, 36 y 48 meses

los cuidadores fueron más consistentes a producir significativamente más verbos.

Finalmente, sobre le tercer propósito de la investigación el cual fue identificar si

había diferencias en la proporción de producción de sustantivos y verbos no da la

posibilidad de comparar la composición del vocabulario de ambas partes del diálogo, ya


54
que si bien en cuestión de cantidad de palabras y diversidad en las categorías se espera

que los cuidadores tengan una producción considerablemente más alta el criterio de las

proporciones nos permite equiparar y comparar a los infantes y a los cuidadores.

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Apéndice
Apéndice A. Definición de categorías gramaticales (Alva, 2004).

Categoría No. Definición Ejemplos


gramatical

Sustantivos 1 Todos los nombres que designan Incluyen: adjetivos sustantivos.


objetos, eventos y seres vivos. Se trata Verbos empleados como sujetos
de nombres comunes, genéricos o de oración. Nombres compuestos
individuales. por dos palabras pero que se

59
refieren a un único sitio.

Verbos 2 Parte de la oración que indica estado, Los verbos compuestos se


esencia o acción de los sujetos de una consideran como una sola unidad
oración. ya que expresan los auxiliares de
tiempo y la persona del verbo
principal.
Adjetivos 3 Palabras que modifican los sustantivos Incluye aquellos sustantivos que se
de las oraciones. Son modificados del emplean como adjetivos y que se
tipo ordinal, de cualidad o de estado. supone por la cualidad que poseen
como objetos a su vez designan o
modifican el sujeto de una
oración.
Adverbios 4 Modificadores de lugar, tiempo, modo,
etcétera. Expresan circunstancias de
tiempo, lugar, modo, afirmación y
negación.
Artículos 5 Palabras que son determinantes de los Ej., La, de la, de los, etc.
sujetos e indican género y número de
los mismos. Se incluyen los casos que
indican el sujeto que sufre y en quien
recae la acción.
Pronombres 6 Todas las palabras que sustituyen un Se incluye las de tipo interrogativo
sujeto previamente mencionado y que ej. quién.
no tienen significado por sí mismas. Pronombres interrogativos que
están unidos a un sujeto funcionan
como adjetivos y como tales se les
codifica.
Preposiciones 7 Palabras que unen cualquier elemento Ej., Va a comer.
de la oración con su complemento.
Conjunciones 8 Palabras que unen lógicamente dos o Ej., Luego entonces.
más elementos de una oración, y que,
así mismo, dan continuidad a la oración
por una conclusión.
Interjecciones 9 Cualquier palabra que no tiene un valor Ej., Wow, Ay, Auch.
sintáctico y sin embargo tienen
contenido semántico. Generalmente
expresa emociones.

Otra unidad de análisis es la razón type/token (el número de palabras no redundantes dividido entre
el número de palabras emitidasO o su expresión inversa. Esta razón puede considerarse como un
indicador de contenido; una mayor proporción de palabras diferentes entre sí “types” implicaría una
mayor cantidad de información y, por ende, una mayor riqueza de contenido. La diversidad lexica se

60
estima a través del número de palabras diferentes y refleja la riqueza y lo extenso del repertorio del
vocabulario del hablante.

También la diferenciación de las clases gramaticales en grupos encabezados por los sustantivos o

por los verbos parece ser una clase de análisis interesante, débil desde un punto de vista formal,

pero muy atractivo desde su perspectiva psicológica.

Factores que intervienen en la producción verbal

La variable de la edad afecta específicamente la a la producción verbal. Entonces, si la edad es un

factor determinante para el desarrollo del lenguaje, las palabras incrementarán significativamente

con la edad, así como, diferencialmente, el uso de cada una de las categorías gramaticales.

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61

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