Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Todos los seres vivos se parecen en que realizan una serie de funciones, llamadas
funciones vitales. Son las funciones de nutrición, relación y reproducción.
El roble, el gato o la tortuga son seres vivos que vemos a simple vista. Son seres
macroscópicos.
Existen otros seres vivos tan pequeños que no podemos observarlos ni siquiera con una
lupa. Para verlos necesitamos un instrumento llamado microscopio. Por eso se llaman
seres microscópicos o microorganismos. A pesar de su reducido tamaño, estos seres
también realizan las funciones vitales.
La célula es la parte más pequeña de los seres vivos que tiene vida propia, ya que realiza
las tres funciones vitales: se nutre, se relaciona y se reproduce.
Todos los seres vivos estamos formados por células. Pero ¿en qué se parecen y en qué
se diferencian las células de los animales de las de los vegetales?
Células animales y vegetales
Las células animales y vegetales se parecen mucho. Ambas tienen membrana celular,
citoplasma, orgánulos y núcleo.
Los cloroplastos son unos orgánulos verdes que captan la luz y fabrican los
nutrientes.
La pared celular es una estructura rígida que rodea la membrana celular y
protege a la célula.
Los seres vivos formados por dos o más células, se llaman seres pluricelulares. En estos
seres vivos todas las células se coordinan para que el organismo pueda realizar las
funciones vitales.
Niveles de organización
El primer nivel de organización son las células. El conjunto de células de un tipo que
realizan la misma función forma un tejido. Un ejemplo es el tejido muscular, que nos
permite realizar movimientos.
El conjunto de tejidos distintos que realizan una función constituye un órgano, como el
estómago o el intestino.
Varios órganos que realizan conjuntamente una función forman un sistema o aparato,
como el aparato digestivo. Y el conjunto de todos estos niveles forma un organismo,
Para que podamos realizar la función de nutrición es necesario que intervengan varios
aparatos:
Los seres humanos somos vivíparos, es decir, nacemos del vientre de nuestras madres.