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DERECHO PROCESAL I

PRIMERA UNIDAD: DERECHO PROCESAL ORGANICO

I. INTRODUCCION

1.- Fundamento del Derecho Procesal:

El Derecho Procesal existe porque los individuos constantemente tienen conflictos jurídicos. Dentro de una sociedad
reglamentada con normas jurídicas es común y frecuente que las partes tiendan a desconocer o a emplear en forma
imperfecta las normas que regulan la convivencia humana. Esta es una situación que ha existido desde siempre.
Frente al desconocimiento de una norma jurídica o, más bien, frente a un conflicto jurídico, caben dos alternativas:

- Que los propios interesados resuelven ese conflicto directamente.


- Que las partes recurren a un tercero ajeno al conflicto para que le dé solución.

El Derecho Procesal surge cuando estos interesados en conflicto no son capaces de darle solución armónica al litigio, en
cuyo caso debe recurrirse a un tercero imparcial, el cual es, precisamente, un órgano del Estado, esto debido a que la
administración de justicia es una tarea del Estado y no de los particulares, es una de las funciones públicas del Estado a
través de los órganos competentes (los tribunales de justicia).
Para estos efectos, el Estado se organiza a través de sus órganos públicos (organización de tribunales en el país),
organizados jerárquicamente, en forma piramidal, en cuya cúspide se encuentra la Corte Suprema, y la base la integran
los diversos juzgados de letras.
Es importante señalar que de toda esta organización de tribunales sólo uno es el competente para conocer y resolver el
litigio.
Esta función que ejercen los tribunales de justicia es soberana (al igual que las demás funciones del Estado); por ello es
que se ejercen dentro de los límites territoriales del país, sin la intervención de los otros poderes del Estado. Esto quiere
decir que nadie puede revisar los fundamentos de los fallos judiciales por ser éste un poder autónomo.

2.- Formas de solucionar los litigios:

Los conflictos jurídicos doctrinariamente pueden solucionarse de distintas formas; de todas ellas podemos mencionar al
menos tres: la autotutela o autodefensa, la autocomposición y la heterocomposición (esta última se vale del Proceso
como medio de solución).

A) La Autotutela o Autodefensa:

La autotutela consiste en la reacción directa y personal de aquel sujeto que se encuentra en conflicto jurídico, y que se
hace justicia por sí mismo, lo que implica una reacción violenta; es decir, aquí hay fuerza de por medio (es un medio de
solución violento o forzado del conflicto jurídico). Esta fuerza puede ser de cualquier tipo, puede ser física o moral; pero,
sea como sea la fuerza se trata de una pugna contra los más elementales principios del derecho.
Los particulares no pueden autotutelar sus derechos, siempre habrá que recurrir a otro mecanismo de solución. Sin
embargo, en el evento que se recurriese a este mecanismo, ello no constituye una solución definitiva del conflicto, sólo
será una solución fáctica del momento (solución de hecho).
La autotutela no excluye a la forma jurídica de solución por tratarse de una solución fáctica del momento.

B) La Autocomposición:

Aquí el conflicto jurídico se soluciona por ambas partes. Los propios interesados son los que concurren a la solución.
Se define la autocomposición como la sumisión o renuncia total o parcial del derecho de la parte que ha sido
perjudicada por el quebrantamiento de la norma jurídica a favor de la otra, y en virtud de esto se da solución al
conflicto.
La autocomposición implica una actitud de reconocimiento de una de las partes o la anuencia de una de las partes a
favor de la otra, o también puede consistir en concesiones recíprocas entre las partes.
En nuestro ordenamiento jurídico se contempla esta forma de solución (no es excluyente de la vida judicial). Existen
varios ejemplos: contrato de transacción, la conciliación, el avenimiento, el desistimiento, la renuncia de algún derecho,
etc.
La autocomposición puede ser unilateral o bilateral, dependiendo a si las concesiones provienen de una de las partes o
de ambas. Si las concesiones provienen de una de las partes es unilateral (Ejemplo: desistimiento, el allanamiento a la
demanda, etc.). Lo normal es que sea bilateral, es decir que haya concesiones recíprocas de ambas partes, aquí hay un
acuerdo de por medio (Ejemplo: conciliación, avenimiento, etc.).
En la autocomposición podría intervenir un tercero para colaborar a lograr la solución. Aquí lo importante es que el
tercero no impone la solución a las partes. El conflicto se va a solucionar por voluntad de los propios litigantes (acto
voluntario). Ejemplo: conciliación (artículo 263, Código de Procedimiento Civil).
C) La Heterocomposición:
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Aquí interviene un tercero que es el que impone la solución a las partes. El conflicto se soluciona con la intervención del
tercero. Esta forma de solución se caracteriza porque hay un tercero imparcial que se encuentra en una posición
jerárquicamente superior a las partes, de manera tal que puede imponer su decisión.

Esta es la situación cuando intervienen los Tribunales de Justicia en la solución del conflicto. El juez es un tercero
imparcial que está por sobre las partes en conflicto por ser un órgano público. La resolución que adopte este tercero
tiene que ser acatada.
Que se pueda imponer una decisión judicial significa que la solución debe ser acatada y de no ser así se puede hacer
uso de la fuerza (porque los tribunales no sólo dan decisiones teóricas).
Aquí el tercero puede ser cualquier tribunal, puede tratarse de un juez ordinario, de un juez especial o bien de un juez
arbitral.
El juez no puede utilizar cualquier medio para solucionar el conflicto, sino que más bien se vale de uno. El medio a
través del cual se vale este tercero para dar solución al litigio es el PROCESO. El Proceso es el medio para satisfacer las
pretensiones procesales de las partes, porque tanto el demandante como el demandado hacen valer sus pretensiones
de uno respecto del otro.
El Proceso es el medio más perfecto que existe para solucionar conflictos jurídicos, porque en primer lugar, a través de
este medio, las partes pueden hacer valer sus derechos con absoluta libertad. Además, el Proceso es la forma que da
mejores posibilidades a los litigantes para hacer valer sus derechos (el juez da la posibilidad a las dos partes de hacer
valer sus derechos). Esa es una característica que se cumple en todas las etapas del juicio.
El Proceso es un medio que no sólo le interesa a los litigantes, sino que también al Estado. El Proceso le sirve al Estado
para mantener la tranquilidad y la paz social, para mantener el orden jurídico. Ejemplo: en aquellos casos que afectan a
la familia, al matrimonio, etc.
El Proceso, también, se tiene que tramitar o se tiene que sustanciar de una forma específica para llegar a la solución del
conflicto. El Proceso debe estar regulado por el ordenamiento jurídico, y de aquí surge el concepto del “Procedimiento”.
El procedimiento es el conjunto de reglas legales que regulan el proceso. En este sentido no se aplicará el
procedimiento que el juez imponga, sino que será el que corresponda y que está determinado por la naturaleza de la
acción (no es lo mismo un litigio civil que un litigio penal).
Desde un punto de vista material, el Proceso es lo que se conoce con el nombre de “expedientes”, los que se
encuentran conformados por todos los escritos, documentos y actuaciones de toda especie.

3.- Concepto de Derecho Procesal:

El Derecho Procesal no está definido en la ley. Definiciones del concepto hay muchas dependiendo del sentido que se
tome.
Por el contenido o por la materia que se estudia, el Derecho Procesal puede ser definido de la siguiente manera: “Es
aquella rama del derecho que estudia la organización de los tribunales de justicia, señalando sus atribuciones y
competencias, y que establece las normas de procedimiento a que deben someterse las partes litigantes como todos
los tribunales con motivo de un Proceso”.
De esta definición se puede concluir que el Derecho Procesal se puede dividir en dos partes: Derecho Procesal Orgánico
y Derecho Procesal Funcional.

- El Derecho Procesal Orgánico es aquella rama del Derecho Procesal que comprende el estudio de la
organización de los tribunales de justicia y de sus atribuciones y competencias. Se preocupa del estudio de los
órganos jurisdiccionales (los tribunales de justicia, que son los órganos que ejercen la jurisdicción).

- El Derecho Procesal Funcional, por su parte, es aquella rama del Derecho Procesal que estudia las normas de
procedimiento a que deben someterse tanto los tribunales como las personas que concurren ante ellos
planteando pretensiones procesales. Se preocupa del estudio de los distintos procedimientos que se deben
aplicar para la solución de los conflictos. El Derecho Procesal Funcional admite varias subclasificaciones, porque
el procedimiento no es uno sólo. Ejemplo: Derecho Procesal Civil, Derecho Procesal Penal, etc.

En cuanto a las normas aplicables, el Derecho Procesal Orgánico está regulado o consagrado fundamentalmente en el
Código Orgánico de Tribunales; y el Derecho Procesal Funcional se encuentra regulado fundamentalmente en los
códigos de procedimientos (Código de Procedimiento Civil, para contiendas civiles; Código de Procedimiento Penal y
Código Procesal Penal, para contiendas penales). Además hay otras leyes que contemplan procedimientos, por ejemplo,
en el Código del Trabajo, en el Código de Minería, en el Código de Justicia Militar, etc.

4.- Características más importantes del Derecho Procesal:

Las características más sobresalientes del Derecho Procesal son las siguientes:

a) Es una rama autónoma del derecho: Esta es la característica más importante del Derecho Procesal. Este
Derecho tiene sus propias instituciones, su propia doctrina y sus propias fuentes. Es una rama del derecho que
se desarrolló a partir del siglo XIX.
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b) Forma parte del Derecho Público: Principalmente porque está regulando una actividad del Estado, que es la
administración de justicia (resolución de los conflictos jurídicos). También forma parte del Derecho Público
porque regula la relación entre el Estado y los particulares, en donde el Estado se encuentra en una relación de
supremacía porque los tribunales están dotados de una potestad pública.

c) Las normas del Derecho Procesal son de orden público: Relacionado con la característica anterior. Las normas
del Derecho Procesal, como regla general, son normas de orden público, lo que significa que las partes y los
propios tribunales deben respetarlas y aplicarlas tal cual como están establecidas. Las partes no tienen la
posibilidad de dejar sin efecto o derogar las normas procesales en virtud de acuerdos.
El principio de “autonomía de la voluntad” es inaplicable en el Derecho Procesal (en materia de derecho
privado prima ese principio). Ejemplo: las partes no pueden acordar la disolución de los tribunales, no pueden
acordar la disolución de las normas de procedimientos, etc. Hay que aplicar las normas procesales, ya que éstas
son irrenunciables, salvo algunas excepciones.

d) Las normas procesales regulan la forma en que se realiza la actividad jurisdiccional: Se dice que el Derecho
Procesal es formal, otros dicen que es instrumental, otros señalan que las normas procesales son normas-
medio, esto en el sentido que las normas procesales regulan la forma en que se realiza la actividad
jurisdiccional. Se dice que es instrumental porque las normas procesales sirven de instrumento para la
aplicación o realización de la ley o del derecho material, la norma procesal sirve para hacer cumplir la ley de
fondo que ha sido infringida (garantía para el ordenamiento jurídico en general). Si se infringen las leyes de
fondo, se utilizan las normas procesales.

5.- Fuentes del Derecho Procesal:

1) Fuentes Directas: Son todos aquellos antecedentes de los cuales emana el Derecho Procesal y cuya aplicación es
obligatoria, de manera que frente a un caso concreto los tribunales están obligados a aplicar estas fuentes. Sirven
directamente para la solución del litigio, su aplicación es inexcusable. El juez que ignora estas fuentes comete falta.
Todas estas fuentes constituyen una obligación de los tribunales para aplicarlas, no pueden desconocerlas para aplicar
derecho.
Las fuentes directas o principales son:

a) La Constitución Política: La fuente más importante es la Constitución. La Constitución tiene importantes normas
procesales y dentro de estas normas está un capítulo sobre el Poder Judicial.

b) Las Leyes Procesales: Leyes en el amplio sentido de la palabra (decretos, leyes, códigos de procedimiento, etc.).

c) Los Tratados Internacionales: Los tratados internacionales vigentes en Chile que hayan sido ratificados.
Ejemplo: el Código de Derecho Internacional Privado (Código de Bustamante), que contiene importantes normas
sobre extradición, etc.

d) Los Autos Acordados: Está constituido por normas dictadas por los propios tribunales de justicia (del propio
Poder Judicial), y más específicamente de los tribunales superiores, y que se dictan para una correcta aplicación
de las leyes.
2) Las Fuentes Indirectas: Son antecedentes de los cuales emana el Derecho Procesal, pero que se diferencia de los
anteriores en que constituyen un antecedente cuya resolución no es obligatoria (antecedentes que no son obligatorias
para el juez).
Aquí estamos hablando de ciertos antecedentes que pueden servir para los efectos de una correcta aplicación de las
leyes o las determinadas normas procesales. Los tribunales no están en la obligación de aplicar estas fuentes. Prestan
mucha utilidad cuando hay vacíos, por ejemplo, cuando la ley es oscura.
Las fuentes indirectas son:

a) El Derecho Extranjero.

b) Las Fuentes Históricas.

c) La Jurisprudencia: Consiste en los fallos que dictan los tribunales, es la opinión de los tribunales sobre una
determinada materia de derecho.

d) La Doctrina: Opinión de los tratadistas, doctores del Derecho Procesal.

e) La Costumbre: Constituye una fuente, aunque en el Derecho Procesal tiene muy poca aplicación.
1) FUENTES DIRECTAS:

A) Las Normas Constitucionales:


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La Constitución establece las normas rectoras (fundamentales en el ordenamiento jurídico). La Constitución da los
lineamientos generales sobre las que va a descansar el ordenamiento jurídico.
Dentro de la Constitución se encuentran reguladas todas aquellas materias que tienen que ver con el Poder Judicial
(Capítulo VI, artículos 70 y siguientes). En segundo lugar, dentro de la Constitución, hay otro tipo de normas que se
refieren al Proceso. Por último, hay otro conjunto de normas que dicen relación con el proceso penal.
En el artículo 73 de la Constitución se reconoce la función jurisdiccional que cumplen los tribunales de justicia.

Art. 73, inciso 1º, CPE: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer
ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la
República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes,
revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.

El artículo 73 de la Constitución debe ser relacionado con el artículo 1º del Código Orgánico de Tribunales, que señala
más o menos lo mismo.

Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas
y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley”.

De aquí se desprenden que ninguna otra autoridad del Estado se puede atribuir funciones jurisdiccionales a menos que
la propia ley se las conceda. Todo órgano que ejerce jurisdicción, por el sólo hecho de ejecutarla, actúan como un
tribunal de justicia. Además se establece la jerarquía que le cabe a la Corte Suprema.
La Constitución, también, señala en el artículo 74 que:

Art. 74, inciso 1º, CPE: “Una ley orgánica constitucional determinará la organización y atribuciones de los
tribunales que fueren necesarios para la pronta y cumplida administración de justicia en todo el territorio de la
República. La misma ley señalará las calidades que respectivamente deben tener los jueces y el número de
años que deban haber ejercido la profesión de abogado o de personas que fueren nombradas ministros de Corte
o jueces letrados”.

Esta ley orgánica constitucional la cumple actualmente el Código Orgánico de Tribunales.

Se establece también la forma de proceder en general al nombramiento de los magistrados (artículo 75, CPE). De esta
norma constitucional se desprende algo muy importante y que es que en Chile existe un sistema mixto de
nombramiento de magistrados. Este sistema consiste en que el Poder Judicial propone a los candidatos, formando las
respectivas ternas o quinas (esto dependiendo del cargo a llenar), y los nombramientos los efectúa el Ejecutivo
(concretamente el Presidente de la República). En el caso de los ministros de la Corte Suprema, el nombramiento
también le corresponde al Presidente pero con acuerdo del Senado (aquí intervienen tres poderes del Estado).

También se establece la responsabilidad de los jueces en el ejercicio de sus funciones propias. Este es un principio
fundamental en la administración de justicia (artículo 76, CPE).

Art. 76, CPE: “Los jueces son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta de observancia en
materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento, denegación y torcida administración de la justicia
y, en general, de toda prevaricación en que incurran en el desempeño de sus funciones”.
“Tratándose de los miembros de la Corte Suprema, la ley determinará los casos y el modo de hacer
efectiva esta responsabilidad”.

Se establecen también otras causales de cesación o de expiración de las funciones judiciales. Ejemplo: la edad (artículo
77, CPE).

Por otra parte, la Constitución asegura la igualdad ante la justicia para todas las personas sin ninguna distinción. Este
principio se desprende de la norma del artículo 19, nº 3, relativa a la igual protección de la ley en el ejercicio de sus
derechos.

Art. 19, nº 3, inciso 1º, CPE: “Toda persona tiene derecho a defensa jurídica en la forma que la ley señale y
ninguna autoridad o individuo podrá impedir, restringir o perturbar la debida intervención del letrado (abogado)
si hubiere sido requerida...”.

Esta es igualdad ante la ley porque el legislador y el constituyente se han preocupado de que las partes enfrenten un
juicio en igualdad de condiciones, esto independiente que la persona cuente o no con los medios económicos para
costear una defensa judicial (lo que importa es que ambas partes estén asesoradas). En caso que la persona no pueda
costearse la defensa existe varios mecanismos para que cuente con ella, por ejemplo: el abogado de turno, la
corporación de asistencia judicial, etc.

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El otro principio fundamental es que toda sentencia de un órgano que ejerce jurisdicción debe fundarse es un proceso
legalmente tramitado. Aquí se consagra el principio del “debido proceso”.

Art. 19, nº 3, inciso 4º, CPE: “Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un
procedimiento y una investigación racionales y justos”.

El Proceso es la forma mediante el cual se va a ejercer la jurisdicción de acuerdo con las reglas que la ley establece. La
ley procura que ambas partes cuenten con las mismas posibilidades de ejercer sus derechos dentro de ese proceso.
El debido proceso es aquel que permite a ambos litigantes por igual hacer valer sus derechos y, particularmente, el
derecho de defensa.

En el artículo 19, nº 3, también hay importantes normas en materias procesales-penales. Se establecen los mecanismos
para castigar los delitos, etc.

B) Las Leyes Procesales:

Las leyes procesales son la fuente directa y la más importante porque es el legislador el que regula, a través de estas
normas, las distintas situaciones y materias propias del Derecho Procesal, partiendo de los lineamientos básicos que la
Constitución asegura.
¿Cómo saber la naturaleza de una ley? y ¿cómo saber si es que hay una ley procesal?. La única manera de diferenciar
las leyes es precisamente por el contenido de las normas, porque, desde el punto de vista formal, las leyes son más o
menos iguales. En síntesis, hay que determinarlo no por la fundamentación de la ley, sino por el contenido.
De esta manera, si la ley está referida a los tribunales de justicia o a los procedimientos evidentemente será una ley
procesal, así por ejemplo, puede tratarse de una ley orgánica que tiene que ver con los tribunales o bien de una ley de
procedimientos.
El juez que se vea enfrentado a la ley procesal deberá aplicarla al caso que le competa resolver.

La aplicación de la ley procesal tiene importancia cuando el proceso está en trámite. Un proceso está en trámite cuando
no ha sido fallado por sentencia definitiva, firme o ejecutoriada (las diligencias son válidas cuando se ha respetado la
ley vigente).
En el caso de la aplicación de las leyes rigen los mismos principios del Derecho Civil, concretamente en lo que
dice relación con la interpretación de la ley en el caso concreto. En esta tarea se aplican las normas de interpretación
del Código Civil (artículos 19 al 24), porque los códigos procesales no contienen normas de interpretación de la ley.
Si el juez, ante un caso determinado, advierte que hay vacíos en la ley (porque las leyes no son estáticas, se van
modificando a las necesidades del momento) aquí se realiza una aplicación que consiste en la integración de la norma y
en que el juez debe recurrir a otros métodos para resolver el conflicto jurídico y si no hay una ley que lo resuelva debe
aplicar los principios de equidad pertinentes. Esto incluso lo establece al artículo 170, nº 5 del Código de Procedimiento
Civil, cuando dice que las sentencias de los tribunales deben conservar los fundamentos de derecho o bien los
principios de equidad. El juez que ha sido legalmente requerido, siendo competente, no se puede excusar de conocerlo
y resolverlo, exista o no ley que resuelva el conflicto.

* Vigencia de la ley procesal:

Para los efectos de aplicar la ley procesal hay que analizar la vigencia de la ley en el tiempo, en el espacio y en cuanto
a las personas.

-o- Vigencia de la ley en cuanto al tiempo:

La regla general es que las leyes procesales rigen “in-actum” (de inmediato), es decir, tan pronto como la ley entre en
vigencia (cuando se publique en el Diario Oficial), antes que la ley disponga otra cosa y hasta el día que es derogada
(cuado queda sin efectos sus disposiciones por dictarse una ley nueva que la remplace o que disponga que queda sin
efectos las disposiciones de la ley antigua).
Sin perjuicio de lo anteriormente señalado, hay ciertas situaciones que una ley puede ser aplicada a situaciones
anteriores a su entrada en vigencia, en cuyo caso se dice que la ley tiene efecto retroactivo. Al revés puede ocurrir el
fenómeno que una ley que ha quedado sin efecto pueda aplicarse a causas que van más allá de su vigencia, aquí se
habla de “ultra actividad de la ley”.
Todo esto hay que analizarlo con respecto a los procesos, y esto se puede referir tanto a cambios que se introduzcan en
la competencia de los tribunales o bien a cambios en el procedimiento.

a. Cambios en el procedimiento: Las leyes que introducen cambios en los procedimientos. Ejemplo: la nueva
reforma procesal penal, si el juicio no se ha iniciado se rige la nueva ley procesal.
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Si los procesos están en trámite, todos las actuaciones que se hayan verificado en el proceso de
acuerdo con la ley antigua son plenamente válidas; las nuevas actuaciones se deberán adecuar a la ley nueva,
porque la ley procesal rige in-actum.
Aquí se presentan algunos problemas de irretroactividad, es decir hay algunos casos excepcionales en
que no obstante haberse dictado una nueva ley va a seguir aplicándose la ley antigua. Esto ocurre en los
siguientes casos:

o Si se trata de plazos o de actuaciones que ya se hayan iniciado. Por ejemplo, en un proceso civil en trámite
se dicta una nueva ley procesal que modifica el procedimiento y ella se traduce en que se van a reducir
todos los plazos a la mitad; si estaba esperando el plazo para apelar la sentencia definitiva, de cinco días se
reduce a tres, en este caso el plazo se seguirá rigiendo por la ley antigua. En otras palabras, si el plazo está
corriendo se regirá por la ley vigente al momento del inicio del cómputo de dicho plazo. Al contrario, si el
plazo no está corriendo se regirá por la ley nueva.

o El segundo caso dice relación con la prueba de los actos y contratos. Si la nueva ley procesal al cambiar el
procedimiento, por ejemplo, modifica los medios probatorios (suprime la prueba testimonial) el acto o
contrato se puede probar por los mismos medios de prueba vigentes al momento de la celebración de ese
acto o contrato (a través de los medios de prueba que establecía la ley antigua). La razón es de Derecho
Civil, debido a que, de acuerdo al Código Civil, en todo acto o contrato legalmente celebrado se entienden
incorporadas las leyes vigentes al tiempo de su celebración.
Si la nueva ley introduce modificaciones no en los medios probatorios, sino en la forma de rendir la
prueba (por ejemplo, las formalidades distintivas) se aplica la ley nueva. Esto está consagrado en la ley
sobre efecto retroactivo de las leyes, ubicada en el apéndice del Código Civil (artículos 23 y 24, Ley de
efecto retroactivo de las leyes).

b. Cambios en la competencia: Las leyes que introducen cambios en la competencia. En cuanto a la competencia
de los tribunales, si hay modificaciones en ella, significa que la misma ley le puede entregar más atribuciones al
tribunal o restringirle atribuciones y competencias (ejemplo: los juzgados de letras a los que se les quita la
competencia penal y ésta pasa a los tribunales orales en lo penal).
La ley también podría eventualmente suprimir tribunales en esta materia. Ejemplo: los juzgados de
letras del crimen con la nueva reforma procesal-penal.
Pero ¿qué pasa con el proceso en trámite?. En esta materia hay discusiones doctrinarias. Si el juicio
estaba en trámite al momento que se dictara la nueva ley, ¿debe continuar siendo conocido por el tribunal
antiguo o se debe pasar al tribunal nuevo?.
Estos problemas, en los casos que se introduzcan modificaciones a la competencia de los tribunales, se
solucionarán de acuerdo a normas que establezca la misma ley. Siempre se disponen disposiciones transitorias
(normas concretas que prevén estos posibles problemas). En la mayoría de los casos se ha establecido que los
mismos tribunales siguen conociendo los casos. En otros casos se ha establecido que los procesos dentro de un
cierto plazo van a pasar al nuevo tribunal competente (ejemplo: ley que modificó el control de armas, se pasó
de los tribunales militares a la justicia ordinaria).

-o- Vigencia de la ley en cuanto al espacio:

Esto se refiere al territorio en el cual debe aplicarse la ley procesal. Como la función que imparten los tribunales es una
función estatal (administración de justicia) la ley procesal se tiene que aplicar dentro de las fronteras del Estado, vale
decir, dentro de los límites geográficos del país.
Aquí impera el principio de “territorialidad de la ley”. Todos los conflictos jurídicos que ocurren en el territorio de Chile
se van a regir, en materia procesal, por la ley chilena. Así se desprende del artículo 14 del Código Civil y también del
artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales, que señalan que los tribunales chilenos deben conocer todos los asuntos
judiciales que se produzcan dentro del territorio de la República.
Lo anteriormente señalado no quiere decir que en determinadas situaciones no se puedan aplicar normas procesales
internacionales. Por ejemplo, en Chile se puede hacer cumplir las sentencias del derecho extranjero cumpliendo con los
requisitos que la ley chilena exige en esta materia (ejemplo: en materia de exhortos, etc.).
La ley chilena es posible que sea extraterritorial respecto de ciertos delitos específicos cometidos en el extranjero y que
pueden ser juzgados por los tribunales chilenos (artículo 6º, Código Orgánico de Tribunales).
De los artículos 242 al 251 reglamentan la materia de resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros.

-o- Vigencia de la ley en cuanto a las personas:

La regla es que la ley procesal chilena se aplica por igual a todas las personas, por el principio de igualdad ante la ley
consagrado en la Constitución; de acuerdo a esto no se distinguen entre chilenos o extranjeros. La ley procesal no
considera para los efectos de su aplicación las condiciones de la persona (la raza, el sexo, etc.), así lo señala el artículo
5º, inciso 1º, del Código Orgánico de Tribunales.

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En materia de competencia, existe un factor determinado para establecer el tribunal competente, que es el “Fuero”, el
cual no significa un privilegio para aquella persona que goza de él, porque no significa que esté en una situación de
superioridad ante otra que no lo tenga. El fuero, lo único que implica es que el asunto judicial lo va a conocer u tribunal
de mayor jerarquía, y eso es un beneficio para el que no tiene Fuero. En síntesis, el Fuero no es excepción al principio
de igualdad ante la ley.

Cuando se aplica una ley procesal que rige in-actum está aplicación tiene importancia en los procesos que están
actualmente en tramitación, entendiéndose por tales todos aquellos procesos en los cuales no se ha dictado sentencia
definitiva que se encuentre firme o ejecutoriada (sentencia inamovible, no caben más recursos en su contra).
Esta ley procesal tiene importancia frente a estos procesos y no respecto de aquellos procesos que ya están afinados o
terminados.
Esto reviste importancia porque la sentencia judicial firme o ejecutoriada que establece derechos se incorporan éstos al
patrimonio de la persona y, por ello, no se puede afectar estos derechos, por que están amparados por la Constitución.
Los procesos nuevos caen de lleno dentro de la aplicación de la nueva ley procesal.

C) Los Autos Acordados:

Los autos acordados son normas procesales que emanan de los tribunales superiores de justicia, de carácter general y
que son dictados en uso de las facultades económicas de los tribunales (artículo 3º, Código Orgánico de Tribunales)
para una mejor administración de justicia, y sirven para llenar ciertos vacíos que pueden tener las leyes o que sirven
para la aplicación de una determinada ley en la práctica, y son de carácter obligatorio.

Art. 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales tienen, además, las facultades conservadoras,
disciplinarias y económicas que a cada uno de ellos se asignan en los respectivos títulos de este Código”.

Esta importante fuente del Derecho Procesal puede ser dictada por la Corte Suprema o por alguna de las Cortes de
Apelaciones. Esto tiene importancia para determinar el aspecto de la obligatoriedad del auto acordado.
Si el auto acordado lo dicta la Corte Suprema éste es obligatorio en todo el territorio de la República, vale decir, todos
los tribunales del país quedarán sometidos a ese auto acordado. Ejemplo: el auto acordado de la Corte Suprema sobre
la forma de sentencias, el auto acordado de la Corte Suprema sobre substanciación del recurso de inaplicabilidad de las
leyes, el auto acordado de la Corte Suprema sobre vista de la causa (ver apéndice del Código de Procedimiento Civil),
etc.
Si el auto acordado lo dicta una Corte de Apelaciones, es obligatorio dentro de la jurisdicción de la respectiva Corte y
debe ser aplicado en dicha jurisdicción. Este auto acordado tiene una aplicación más restringida.
Los autos acordados se publican en el Diario Oficial. El Código Orgánico de Tribunales establece claramente el auto
acordado que dicta la Corte Suprema (artículo 96, inciso final, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 96º, inciso final, Código Orgánico de Tribunales: “Todos los autos acordados de carácter y aplicación
general que dicte la Corte Suprema deberán ser publicados en el Diario Oficial”.

Lo mismo cabe decir (respecto de la publicación de los autos acordados en el Diario Oficial) sobre los autos acordados
que dicta la Corte de Apelaciones, para que no se alegue desconocimiento.

D) Tratados Internacionales:

Los tratados internacionales son normas jurídicas que obligan a dos o más Estados en relación con materias
determinadas.

Dentro de las normas de un tratado internacional es posible que existan normas procesales o que se regulen materias
procesales. Si es así, constituye una fuente del Derecho Procesal, porque esas normas habría que aplicarlas en la
medida que el tratado internacional haya sido ratificado por Chile y que se encuentre vigente, de esa manera tiene una
naturaleza de ley.
Ejemplo: el Código de Derecho Internacional Privado o “Código de Bustamante”, que se aplica en Chile, es una
importante fuente del derecho internacional, y en ese Código se regulan materias procesales internacionales (la
extradición, los exhortos internacionales, etc.).

2) FUENTES INDIRECTAS:

A) Las Fuentes Históricas:

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Esta fuente hace posible comprender el porque de las instituciones vigentes, el grado de evolución que ha
experimentado esta disciplina contribuyendo de esta forma a la correcta interpretación e inteligencia del derecho
nacional vigente. Ejemplo: nuestro Código Orgánico de Tribunales tiene por antecedente la ley de organización y
atribuciones de los tribunales de 1865.

B) El Derecho Extranjero:

El Derecho Chileno no es un derecho aislado en el contexto mundial. Todo está inserto dentro de un contexto histórico,
dentro del cual Chile tiene antecedentes en otros derechos de otros países. Por ejemplo: el Código Napoleónico de
Francia, del Derecho Español, el Derecho Alemán, etc. Por otro lado, las instituciones del derecho procesal chileno no se
han generado íntegramente en nuestro país, sino que la mayor parte de ellas emanan de las españolas. Se puede decir
que nuestros códigos de procedimiento y nuestras leyes orgánicas de tribunales arrancan de ese país.

C) La Jurisprudencia:

La jurisprudencia consiste en los fallos uniformes que pronuncian los tribunales de justicia sobre una determinada
materia de derecho (fallos en un mismo sentido, uniformes). Dicho de otro modo, la jurisprudencia es un conjunto de
precedentes reiterados en que los tribunales superiores de justicia hacen aplicación en casos concretos sometidos a su
juzgamiento de los preceptos decisorios y ordenatorios de los litigios
Aquí hay que destacar cuando la jurisprudencia emana de los tribunales superiores en el sistema chileno, porque los
fallos de los tribunales inferiores están siempre sometidos a la posibilidad de revisión por el principio de la “doble
instancia” que consiste en que lo que un juez inferior resuelve puede ser modificado o alterado por un tribunal superior.
Particularmente interesa la jurisprudencia de la Corte Suprema como máximo tribunal de la República.
La Corte Suprema, entre sus funciones como máximo tribunal está la de ir uniformando la jurisprudencia de los
tribunales en Chile. Esto se logra a través del “recurso de casación en el fondo” (este recurso se aplica cuando una
sentencia ha sido dictada con infracción de ley, y esa infracción es decisiva en la parte resolutiva del fallo). La Corte
Suprema puede invalidar la sentencia de los tribunales inferiores en virtud de este recurso y con ello, además, va a fijar
el verdadero sentido y alcance de las normas.
Un solo fallo no es jurisprudencial, ya que debe existir una pluralidad de fallos sobre la misma materia.
La jurisprudencia constituye un antecedente porque lo que se resuelve en un caso no tiene que ser necesariamente
idéntico que otro.

D) La Doctrina:

La doctrina es la fuente que consiste en la opinión de los tratadistas, en este caso del derecho procesal. Tampoco es
obligatoria. Esta fuente tendrá más o menos importancia en la medida que sea el prestigio del autor. Por ejemplo, en
problemas procesales es frecuente que se cite al tratadista uruguayo Eduardo Couture. Sin embargo en Chile la
doctrina no es abundante.
La doctrina si tiene importancia, además de lo dicho anteriormente, en el caso que las leyes tengan algunas
deficiencias, ya que éstas no son perfectas y van quedando obsoletas.
Tiene por misión la de interpretar al legislativo para que se reflexione sobre la ley.

E) La Costumbre:

En el Derecho Procesal la costumbre prácticamente no tiene aplicación, y se sigue la máxima del Derecho Civil (artículo
2º, Código Civil). La costumbre tiene importancia en el derecho comercial.

Art. 2º, Código Civil: “La costumbre no constituye derecho sino en los casos en que la ley se remite a ella”.

La costumbre solamente se aplica en algunos casos respecto de algunas practicas que ha adoptado los tribunales.
Ejemplo: la ley no señala en ninguna parte cómo se dicta un oficio, sino que ha sido una costumbre que se ha ido
perpetuando. Sin embargo no está referido a aspectos sustanciales.

II. LA JURISDICCION

1.- Introducción:

La Jurisdicción es una de las instituciones o conceptos básicos en el Derecho Procesal (junto con la acción y el proceso).
En Chile, en materia civil, para que los tribunales puedan conocer de un conflicto jurídico tienen que ser requeridos o, lo
que es lo mismo, deben actuar a petición de parte. Los tribunales no pueden actuar de oficio, esto significa que para
que un juez pueda ejercer función jurisdiccional necesita que una de las partes del litigio deduzca una acción,
concretamente lo que se exige es que una de las partes demande a otro.
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Cuando el tribunal es requerido formalmente y en algún asunto de su competencia, a través de una demanda, el juez
debe ejercer su jurisdicción, no se puede excusar, debe conocer el asunto. El medio que tiene el juez o instrumento de
cual se vale es el Proceso.
La regla general es que la jurisdicción es una actividad propia de los tribunales de justicia y es distinta de cualquier otra
función pública y que consiste en general en resolver conflictos jurídicos con efecto de cosa juzgada. Lo importante a
destacar es que el tribunal es un tercero imparcial y que está por sobre las partes porque está en una posición jurídica
distinta al ser un órgano público y eso es lo que permite que su sentencia sea acatada.

2.- Acepciones de la palabra Jurisdicción:

Dentro del Derecho Procesal una misma palabra -dentro de las cuales encontramos a la jurisdicción- se aplica con
distintos significados, siendo algunos no realmente correctos.
Dentro de las acepciones de la palabra jurisdicción encontramos:

a) La palabra jurisdicción se suele utilizar para referirse al territorio, al “ámbito territorial” en el cual un tribunal
ejerce sus atribuciones. Ejemplo: un juez de Concepción ejerce jurisdicción en las comunas de Concepción,
Penco, Chiguayante y San Pedro de la Paz. Esta es una acepción equivocada.

b) Se suele confundir la jurisdicción con la “competencia”. La jurisdicción no es lo mismo que la competencia, son
aspectos relacionados pero completamente diferentes. La competencia es la cuota de jurisdicción que tiene
cada juez en particular y que le permite conocer de determinados asuntos (no de todos). Se puede decir
entonces que existe una relación de género a especie, donde la jurisdicción es el género y la competencia es el
espacio dentro del género (artículo 108, Código Orgánico de Tribunales).

c) Se utiliza frecuentemente para referirse a las “prerrogativas o facultades” que tienen los tribunales para
resolver ciertos conflictos jurídicos. Esta acepción sin ser mala es insuficiente porque jurisdicción no es una
mera facultad, es mucho más que eso, es un verdadero deber porque es inexcusable.

d) Por último, la verdadera acepción o sentido de la palabra es el siguiente: la jurisdicción es “una función”,
porque constituye una de las tareas más importantes que cumple el Estado mediante la cual se reestablece el
imperio del Derecho cuando se ha desconocido la norma. Esto significa que toda función jurisdiccional le
corresponde al Poder Judicial, o al menos lo normal es que así sea, puesto que existen otros órganos públicos
-que no se encuentran dentro del Poder Judicial- que también pueden ejercer funciones jurisdiccionales, en los
casos que la ley lo señala. Ejemplo: el Congreso Nacional (juicios políticos respecto de ciertas autoridades), la
Contraloría General de la República, el Tribunal Calificador de Elecciones, etc. Desde este punto de vista estos
órganos actúan como tribunales.
Por otro lado, no toda función propia del Poder Judicial es siempre jurisdiccional, aunque normalmente lo
es. Así lo señalan los artículos 2º y 3º del Código Orgánico de Tribunales.

3.- Concepto de Jurisdicción:

- Concepto de Eduardo Couture: “Es la función pública realizada por los órganos competentes del Estado, con las
formas requeridas por la ley, en virtud de la cual por acto de juicio se determina el derecho de las partes con el
objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica mediante decisiones con autoridad de cosa
juzgada, eventualmente factibles de ejecución”.

- Concepto de Juan Colombo: Este autor define la jurisdicción como: “El poder que tiene los tribunales de justicia
para resolver por medio del Proceso, con efecto de cosa juzgada, los conflictos de relevancia jurídica en cuya
solución les corresponde intervenir”.

La jurisdicción no debe definirse como la facultad de administrar justicia, ya que es muy vago. El concepto de la
jurisdicción dice relación con el contenido de la función, que es la resolución de los conflictos jurídicos.
Colombo sostiene que la administración de justicia, y más concretamente la palabra justicia implica un juicio de valor o
más bien filosófico, por lo mismo es variable (por el transcurso del tiempo).

* Análisis del concepto de Couture:

a) Sostiene que la jurisdicción es una función pública, es decir, está tomando la correcta acepción del término.
Considera a la jurisdicción como una tarea que le compete al Estado (no es una función privada que le
corresponda a los particulares).

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b) Añade que la función jurisdiccional es realizada por los órganos competentes del Estado; por regla general son
los tribunales de justicia, ya que como mencionamos anteriormente otros órganos también pueden ejercer
funciones jurisdiccionales.

c) Agrega el autor que la jurisdicción debe hacerse por las formas requeridas por la ley; esto quiere decir que esta
actividad de los tribunales no se puede llevar a efecto de cualquier forma sino que debe hacerse cumpliendo las
formalidades legales. La ley reglamenta el ejercicio de la jurisdicción, no el juez, y para esto existen los
procedimientos. El medio para el ejercicio de la jurisdicción es el Proceso, el que tiene que demostrar como la
ley lo indica.

d) La finalidad, según esta definición, que se persigue con el ejercicio de la jurisdicción es objetivo, es puntual, es
uno sólo: es resolver conflictos jurídicos o controversias de relevancia jurídica.
Este conflicto se resuelve mediante ciertas decisiones que adoptan los tribunales de justicia. El conflicto
se debe resolver a través de los procedimientos legales que debe aplicar el juez y a través de una decisión
especial que es la sentencia definitiva, que es el acto típico a través del cual el juez resuelve. El proceso, sin
embrago, puede terminar y el conflicto puede resolverse dentro del proceso sin el procedimiento del juez, lo
que no significa que en ese caso la actividad jurisdiccional no se ha desarrollado cabalmente. Ejemplo: al llegar
a un acuerdo entre los litigantes (conciliación, avenimiento, etc.).
Si la jurisdicción se ejerce, el juez tiene que pronunciarse. Para que haya jurisdicción completa el juez
debe conocer el asunto y resolverlo.

e) Esta decisión de los tribunales debe ser con autoridad de cosa juzgada. Eso es lo más importante de la
jurisdicción. La cosa juzgada es un efecto que produce la sentencia definitiva en algún momento. Sin cosa
juzgada no existe actividad jurisdiccional a cabalidad.
El efecto de la cosa juzgada permite obtener el cumplimiento efectivo de la sentencia y, además, que no
se vuelva a discutir el mismo asunto, ni por las mismas partes, ni por el mismo fundamento.

f) Se decide mediante un fallo eventualmente factible de ejecución . Esto significa que en el caso que el vencido
(aquel que resultó condenado a una determinada prestación) no cumple voluntariamente, la parte vencedora
está facultada a solicitarle al juez la ejecución o cumplimiento forzado de esa sentencia. Este cumplimiento
debe ser solicitado, por ello es eventual. Si por el contrario, el vencido cumple voluntariamente con la
prestación, no es necesario ejecutar el fallo.

4.- La Jurisdicción en nuestro derecho positivo:

Ni la ley ni la Constitución contienen un concepto de la jurisdicción, sino que tanto la Constitución como el Código
Orgánico de Tribunales se refieren más bien al contenido de la Jurisdicción para señalar en qué consiste la actividad de
los tribunales. Tampoco se puede decir que el derecho positivo contemple disposiciones orgánicas respecto de la
jurisdicción, es decir no está reglamentada sino que se deduce de las disposiciones constitucionales y legales.

Art. 73, inciso 1º, CPE: “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer
ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley. Ni el Presidente de la
República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, avocarse causas pendientes,
revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos”.

Art. 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La facultad de conocer las causas civiles y criminales, de juzgarlas
y de hacer ejecutar lo juzgado pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley”.

Tanto la Constitución como el Código Orgánico de Tribunales se refieren a la jurisdicción como una facultad, lo cual no
es erróneo pero tampoco es exacto, ya que hay que entenderla como el “poder-deber” de los tribunales, ya que es
inexcusable y no una mera prerrogativa (artículo 3º, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

ASPECTOS DEL ARTICULO 1º DEL CODIGO ORGANICO DE TRIBUNALES

a) Primer Aspecto: La función de los tribunales puede consistir en lo siguiente (contenido de la jurisdicción):

• Conocer las causas civiles y criminales: tanto la norma constitucional como la norma legal han sido
cuidadosos al poner los verbos en ese orden, porque consistiendo la jurisdicción en la resolución de los
conflictos jurídicos, los tribunales no pueden resolver un conflicto sin que previamente conozcan de ese
litigio.
La facultad de conocer las causas civiles y criminales consiste en que el tribunal queda informado
de ese asunto a través de las partes (a través de los propios litigantes) y no de los tribunales, porque
impera el principio de pasividad de los tribunales.

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Conocer significa que el juez queda informado del asunto; para estos efectos, las partes tienen que
suministrarle ese conocimiento a través de los escritos correspondientes (de demanda y de contestación de
la demanda).
Sin embargo, no basta que las partes informen al juez sus pretensiones, además es necesario que
prueben o demuestren la verdad de los hechos que sostienen (lo que prueban son los hechos y no el
derecho).
Producida la prueba el juez está en condiciones de fallar en la mayoría de los casos.

• Juzgarlas (las causas civiles y criminales): consiste en la facultad de resolver cuál de las partes tiene la
razón (finalidad de la sentencia, declarar el derecho). Esto quiere decir, en síntesis, que uno de los dos tiene
que tener la razón.
En otras palabras, o se va a acoger la demanda (dar la razón al demandante en todo o en parte), o
se rechaza la demanda (significa que se le da la razón al demandado).
Este juzgamiento tiene la particularidad que el juez lo lleva materialmente a través de la sentencia
definitiva (con toda la información que el juez ha tenido).

• Hacer ejecutar lo juzgado: la jurisdicción también puede consistir en hacer ejecutar lo juzgado. Esta es una
etapa que podría faltar, pero no obstante este momento no exista, es importante destacar que la
jurisdicción se ejercita, porque esta etapa dependerá de la actitud que tenga el vencido.

b) Segundo Aspecto: Lo referente a la “causa”:

Los tribunales lo que conocen y resuelven son causas o juicios, las que podemos definirla diciendo que
consisten en la controversia jurídica y actual entre partes sometidas a un tribunal de justicia. Para que haya
juicio se supone que tiene que haber una controversia jurídica entre partes.
La causa se define como la controversia jurídica actual entre partes sometida al conocimiento de un
tribunal de justicia.
Los elementos para que exista una causa son los siguientes:

• Debe haber una controversia jurídica: significa que tiene que haber una disputa entre dos o más personas y
que tenga relevancia jurídica.

• Tiene que ser actual: el conflicto tiene que referirse concretamente sobre determinados derechos. Hay un
derecho comprometido y no una mera expectativa.

• Se tiene que producir un conflicto entre “partes”: entre los sujetos que sostengan pretensiones
contradictorias o que tengan intereses contrapuestos y estas partes llevan el nombre de “demandante”
(titular de la pretensión) y “demandado” (destinatario de la pretensión). Las partes pueden ser personas
naturales o jurídicas, puede haber más de una persona en una parte, esto independientemente que si las
partes comparecen en un juicio.

• El tribunal de justicia no puede faltar jamás: porque tiene que existir un órgano público imparcial para
resolver el conflicto. El tribunal puede ser de cualquier naturaleza o clase, dependerá de la naturaleza del
asunto que se está discutiendo, eso determinara el tribunal a intervenir.

En síntesis, el juicio o la causa no es otra cosa que este conflicto jurídico y actual que se somete al
conocimiento de los tribunales de justicia, vale decir, cuando el conflicto pasa a la instancia judicial, cuando sale
del ámbito de los particulares.

c) Tercer Aspecto: Se deduce que la jurisdicción le pertenece exclusivamente a los tribunales que establece la ley.
En Chile todo órgano que ejerce jurisdicción pasará a ser un tribunal de justicia en lo que esa función se
refiere.
Las potestades de un tribunal que ejerce jurisdicción son las siguientes:

• El derecho que tiene todo juez a conocer el litigio (la “gnotio”). Esto va a depender de la acción que se
deduzca. Nunca el juez puede actuar de oficio (o de propia iniciativa). Esto es válido para el inicio del juicio
como para cuando éste progresa o avanza.

• Facultad que tiene el juez para que las partes comparezcan al juicio dentro de un cierto plazo (la “votio”).
Esto está referido fundamentalmente al demandado con el objeto de que se defienda y haga valer sus
derechos. Para eso la ley establece un plazo (el juez lo emplaza al juicio para que haga valer sus derechos).

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Esto tiene una consecuencia negativa si no se hace presente en el juicio, porque no se podría
defender en ese plazo.

• Potestad del uso de la fuerza que tienen los tribunales en la forma en que la ley lo describe (la “coertio”), o
sea, durante la tramitación del juicio. Esto para los efectos que el proceso pueda avanzar y facilitar la
tramitación de ese juicio. Sirve para resolver cualquier obstáculo que impida al juez o a las partes actuar
adecuadamente. Esto está referido tanto a las personas como a los bienes. Ejemplo: el juez puede disponer
medidas de apremio personales, puede imponer multas, arrestos, embargo a los bienes para facilitar el
desarrollo del proceso, etc.

• Facultad del juez para resolver el conflicto o facultad de juzgarla (la “iuditium”). El juez no puede dejar de
resolver el conflicto respecto del cual lo ha conocido, exista o no exista ley (si existe ley deberá aplicarla y si
no existe precepto legal deberá aplicar otros principios).
Sin embargo, esta potestad siempre está limitada por la propia actividad de los litigantes (los límites
de las propias partes en juicio), de lo contrario habrá vicio procesal.

• Facultad de ejecución (la “executio”). Esta facultad está muy relacionada con el uso de la fuerza ante el
juicio mismo. Esto está en relación con la atribución de los tribunales de ejecutar su sentencia y, para ello,
está auxiliado por la fuerza pública, a petición de parte. Esta es otra manifestación del imperio de los
tribunales.

Todas estas potestades o elementos que comprenden la jurisdicción normalmente se dan todas, sin
embargo algunas de ellas podrían faltar, sin perjuicio de ello igual se da ejercicio a la función jurisdiccional.
Ejemplo: el caso de la fuerza puede no ser necesaria.

5.- Características de la Jurisdicción:

Respecto a las características de la jurisdicción, en la doctrina no hay coincidencia única en materia (ya que depende
de los autores).
No obstante lo anterior, se pueden señalar las siguientes características que son las más importantes:

- El origen de la jurisdicción en Chile emana de la propia Constitución.


- Se trata de una función pública.
- Conceptualmente es unitaria.
- Las autoridades encargadas de ejercer la jurisdicción son los tribunales de justicia.
- La jurisdicción es privativa de los tribunales de justicia.
- Se ejercita a través del Proceso y mediante actos procesales.
- Es indelegable.
- Es improrrogable.
- Su finalidad última es la cosa juzgada.
- La parte de jurisdicción que le corresponde a cada juez o tribunal constituye su competencia.
- Es territorial.
- Está amparada por el imperio.

1) El origen de la jurisdicción en Chile emana de la propia Constitución (tiene rango constitucional): El origen
emana del artículo 73 de la Constitución. Esta característica revela la importancia que tiene dentro del
ordenamiento jurídico chileno la función de los tribunales de justicia, porque el constituyente establece la idea
fundamental y la ley se encarga de desarrollar la regla que emana de la norma constitucional.

2) Se trata de una función pública: Esta característica quiere decir que la jurisdicción es una de las labores
esenciales que desarrolla el Estado, por que la finalidad es reestablecer el orden jurídico quebrantado y eso
ocurre cuando las otras funciones públicas son insuficientes por sí solas.

3) Conceptualmente es unitaria (unidad de conceptos): La jurisdicción se dice que es unitaria en doctrina, porque
el concepto de la jurisdicción es invariable; es decir, siempre los tribunales de justicia cuando ejercen
jurisdicción van a cumplir una labor idéntica o semejante que consistirá en resolver los conflictos de intereses
de relevancia jurídica.
Esto significa también que la jurisdicción no acepta clasificaciones o divisiones, y cuando se habla de
clasificaciones en materia judicial (en materia del ejercicio de la jurisdicción), lo que se está clasificando es la
competencia. Desde el momento que hay tribunales que pueden conocer determinados asuntos o materias
distintas, se habla entonces de una clasificación de competencia, la que puede ser, por ejemplo, civil o penal,
contenciosa o no contenciosa.
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4) Las autoridades encargadas de ejercer la jurisdicción son los tribunales de justicia: En el sistema chileno la regla
general es que la jurisdicción la ejercen determinados órganos públicos, que son los tribunales. Esas son las
autoridades que señala la Constitución y las leyes; por lo mismo, no corresponde señalar que el ejercicio de la
jurisdicción le compete exclusivamente al Poder Judicial. La regla general es que así sea, sin embargo hay casos
que la propia Constitución o las leyes determinan atribuciones jurisdiccionales para otros órganos públicos.
En síntesis, todo órgano que ejerce jurisdicción está calificado como tribunal de justicia, es lo
característico (es la función la que caracteriza al órgano y no al revés).

5) La jurisdicción es privativa de los tribunales de justicia: Esta característica está muy relacionada con la anterior.
Los órganos precisos para dirimir los conflictos son los tribunales. Esta función no puede ser encomendada a
órganos diferentes. Es una función propia de los tribunales con exclusión de otros órganos públicos o privados.

6) Se ejercita a través del Proceso y mediante actos procesales: El instrumento del que se vale el Estado para el
ejercicio de la jurisdicción es precisamente el Proceso, y éste no es otra cosa que un conjunto de actos
procesales que emanan ya sea del tribunal, o de las partes, o de un terceros eventualmente. Esta es la función
que se ha establecido para poder desarrollar esta importante función. El medio idóneo es el Proceso y éste se
va desarrollando a través de los actos procesales.

7) Es indelegable: Esto significa que esta función que le compete a los tribunales no puede ser entregado a otras
autoridades o a otro órgano distinto de los tribunales. En consecuencia, un tribunal de justicia no puede
encomendarle esta función a otros órganos públicos.
Esta característica no debe ser confundida con la delegación de competencia, porque si un tribunal
delegara la jurisdicción no sería tribunal de justicia.
En ciertos casos la ley permite que un tribunal encomiende determinadas atribuciones o la práctica de
determinadas diligencias a otro tribunal, pero jamás podrá delegar el fallo del asunto. Una atribución o la
competencia se puede dejar cuando los antecedentes de que se trata se tenga que practicar en un territorio
jurisdiccional distinto al donde se encuentra el juez que conoce el proceso. Ejemplo: si el proceso se está
tramitando en Concepción ante un juez dependiente de la Corte de Apelaciones de Concepción, dentro de este
proceso es necesario prestar declaración a un testigo que vive en Iquique; para ello, el juez de Concepción
puede entregar atribuciones al juez de Iquique sobre una materia de terminada (prestar declaración al testigo).
Esto se hace a través de los denominados “exhortos”.

8) Es improrrogable: Lo que significa que las partes no pueden encomendar su ejercicio a otras autoridades
distintas de los tribunales. En este caso, la prórroga es siempre entendida del punto de vista de los litigantes, la
delegación es vista desde el punto de vista de los tribunales (esta es la diferencia con la característica anterior).
Las partes no pueden efectuar convenios o acuerdos en esta materia. El principio de la autonomía de la
voluntad es inaplicable en esta materia.
Esto no impide que las partes, cumpliendo ciertas condiciones puedan celebrar acuerdos para los
efectos de prorrogar la competencia, cumpliendo ciertos requisitos que la ley procesal establece a este
respecto.
En asuntos civiles judiciales contenciosos, la ley permite a los litigantes acordar que un asunto judicial
pueda ser conocido por un tribunal relativamente incompetente. El asunto civil contencioso puede ser conocido
por un juez territorialmente diferente al que es naturalmente competente. Esto obedece a muchas causas, entre
ellas la falta de conveniencia de los litigantes.

9) Su finalidad última es la cosa juzgada: Esta característica es talvez la más importante de todas. Lo que se
persigue con el ejercicio de la jurisdicción es que los tribunales resuelvan el conflicto jurídico estableciendo en
la sentencia una verdad inamovible, es decir que transcurrida toda la tramitación del proceso llegue un instante
en que esa verdad judicial quede completamente afirme, inamovible; ahí se habrá producido la cosa juzgada.
La jurisdicción no consiste simplemente en resolver un conflicto sino que además se debe cumplir el
efecto de la cosa juzgada a través de la sentencia.
El efecto de la cosa juzgada es la que permite hacer cumplir la decisión de los tribunales (es la última
palabra). A través del efecto de la acción o de la excepción de la cosa juzgada, efecto que impide que se pueda
volver a discutir entre los litigantes, sobre el mismo asunto y sobre los mismos fundamentos.

10) La parte de jurisdicción que le corresponde a cada juez o tribunal constituye su competencia: Todos los
tribunales sin excepción ejercen jurisdicción, lo que les permite resolver ciertos asuntos litigiosos. Lo que ocurre
es que la jurisdicción en Chile, como en el resto de los demás países, está reglamentada en cuanto a su
ejercicio, y esto significa que el legislador ha establecido lo que se llama “reglas de competencia”, entregándole
a determinados tribunales ciertos asuntos y a otros tribunales asuntos distintos, de modo tal que no todos
puedan conocer de los mismos asuntos (lo que sin dudas es bueno para la administración de justicia).
La competencia es la facultad que tiene cada juez individualmente, en particular, para conocer de
aquellos asuntos que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones.
La competencia constituye una limitación al ejercicio de la jurisdicción.

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11) Es territorial: Ello significa que se ejerce necesariamente sobre un territorio determinado. Este espacio territorial
es variable, depende en cada caso del tribunal que corresponda. Ejemplo: los jueces de letras tienen como
espacio territorial la comuna o una agrupación de comunas; la Corte Suprema ejerce jurisdicción sobre todo el
territorio de la República. Eso lo fija la ley. La ley asigna el territorio jurisdiccional de cada tribunal. El juez o
tribunal puede actuar válidamente dentro de ese respectivo territorio.
Esta característica de la territorialidad de la jurisdicción es lógica, porque la jurisdicción emana de la
soberanía y la soberanía de ejerce territorialmente dentro de los límites de la República.
Esta característica tiene algunas excepciones y entre esas excepciones se puede citar las situaciones
previstas en el artículo 6º del Código Orgánico de Tribunales.

12) Está amparada por el imperio: El ejercicio de la función jurisdiccional está regulado por el imperio que gozan los
tribunales de justicia, amparada por la posibilidad de usar la fuerza pública para hacer respetar las decisiones
judiciales y para dar eficacia al proceso (para que no haya trabas en el desarrollo del proceso). Le permite
remover todo tipo de obstáculo que impida el ejercicio normal de la Jurisdicción. Esto se nota con luces propias
a través del fallo.

6.- Los momentos de la Jurisdicción:

Son las etapas que representan el desenvolvimiento del ejercicio de la función jurisdiccional dentro del proceso. La
doctrina dentro de esta materia distingue algunas fases o etapas de la jurisdicción (que se ubican en el artículo 1º del
Código Orgánico de Tribunales).

a) Primera Etapa: Fase del conocimiento del asunto: En esta fase se abre la instancia judicial y aquí lo importante
es la información que los propios litigantes le puedan entregar al tribunal, porque los tribunales de justicia
conocen lo que se llama la verdad procesal, precisamente a través del proceso y por la información que le dan
los litigantes. Esto aunque el juez tome conocimiento por otras vías del asunto y eso complementado con los
antecedentes probatorios suministrados por los propios litigantes.
Los tribunales tienen que aplicar el procedimiento legal. Esto significa que la acción deducida, según su
naturaleza, se someterá al procedimiento que la ley indique, de lo contrario la acción sería anulable.

b) Segunda Etapa: Momento de la decisión del asunto (juzgamiento): Esta es la etapa característica del ejercicio
de la jurisdicción. Presupone necesariamente de la primera etapa (presupone de un conocimiento cabal previo
del asunto) y esta fase carecería de eficacia si no existe el tercer momento o tercera etapa, que es la fase de
ejecución (decidir acerca del conflicto jurídico a través de la sentencia definitiva).

c) Tercera Etapa: Fase de ejecución del asunto: Lo importante el legislador o constituyente la contempla como tal,
vale decir, hacer ejecutar lo juzgado. Sin en ese momento faltan las otras fases sería ilusoria, no se exigiría el
cumplimiento (no habría jurisdicción).
Esta tercera etapa depende de la parte perdedora, si se niega a pagar la prestación.
Esta ejecución, a petición de parte, los tribunales la ordenan a la fuerza pública, que en Chile no
depende de los tribunales ni del Poder Judicial. Hay que recurrir a la fuerza pública y para eso hay que requerir
a la autoridad administrativa, la que no puede dudar de la legalidad de la orden, como tampoco puede calificar
los fundamentos de la resolución (artículo 11, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 11, Código Orgánico de Tribunales: “Para hacer ejecutar sus sentencias y para practicar o
hacer practicar las actuaciones que decreten, podrán los tribunales requerir de las demás autoridades el
auxilio de la fuerza pública que de ellas dependiere, o los otros medios de acción conducentes de que
dispusieren”.
“La autoridad legalmente requerida debe prestar el auxilio, sin que le corresponda calificar el
fundamento con que se le pide ni la justicia o legalidad de la sentencia o decreto que se trata de
ejecutar”.

7.- Límites de la Jurisdicción:

El ejercicio de la función jurisdiccional tiene algunas limitaciones, porque la ella debe realizarse siempre dentro de un
tiempo determinado y dentro de un determinado ámbito territorial. Es decir, hay límite en el tiempo y límite en el
espacio en el ejercicio de la jurisdicción.

a) Límites temporales: En Chile la generalidad de los tribunales es que son perpetuos, lo que significa que ejercen
la jurisdicción indefinidamente, salvo en el caso de los tribunales arbitrales.

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Los jueces arbitrales tienen un lapso determinado para ejercer sus funciones jurisdiccionales, y en este
sentido la ley establece la limitación al ejercicio de los tribunales arbitrales (artículo 235, inciso 3º, Código
Orgánico de Tribunales).

Art. 235, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Si faltare la designación del tiempo, se
entenderá que el árbitro debe evacuar su encargo en el término de dos años contados desde su
aceptación”.

En este artículo se establece que pueden ejercer la función jurisdiccional los jueces árbitros en dos años
desde que conoce hasta que falla.
En algunos otros tribunales especiales los miembros duran un tiempo determinado. Ejemplo: el Tribunal
Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones, pero eso significa que los magistrados se van renovando y
no que el órgano terminará sus funciones.

b) Límites en cuanto al espacio: Está referido al instante en que los tribunales ejercen la jurisdicción. Se suele
hablar aquí de límites internos y límites externos.

o Límites Externos: Está dado por el punto hasta donde se extiende la jurisdicción de los tribunales y este se
puede mirar desde el punto de vista de los tribunales chilenos como de los tribunales extranjeros. Hay que
ver hasta donde llegan las atribuciones de los tribunales chilenos y hasta donde llegan las atribuciones de
los tribunales extranjeros.
En Chile la jurisdicción constituye una manifestación de la soberanía, la que es esencialmente
territorial y se delimita por las fronteras. Siendo la jurisdicción una emanación de la soberanía ésta no
puede ir más allá de los límites del país. Esta situación es similar a la de los tribunales extranjeros que
ejercen jurisdicción dentro de los límites territoriales donde se ejerce sus respectivas soberanías.

Hay otra limitación externa y está dada por las atribuciones que ejercen los otros poderes públicos
chilenos (más concretamente por el ejecutivo y el legislativo). Cada poder del Estado ejerce sus propias
atribuciones y, en este sentido, el ejercicio de la jurisdicción tiene una limitación:, que es precisamente
hasta donde llegan las atribuciones de los otros poderes del Estado.
Al Poder Judicial le está prohibido ejercer funciones que son propias de los otros poderes del Estado,
o que la Constitución y las leyes le ha atribuido a los otros poderes.

Art. 4º, Código Orgánico de Tribunales: “Es prohibido al Poder Judicial mezclarse en las
atribuciones de otros poderes públicos y en general ejercer otras funciones que las determinadas en
los artículos precedentes”.

Por otro lado, los otros poderes estatales, a su vez, no se pueden inmiscuir en las funciones que son
propias del Poder Judicial.

Art. 12, Código Orgánico de Tribunales: "El Poder Judicial es independiente de toda otra
autoridad en el ejercicio de sus funciones".

Esto demuestra la separación de poderes del Estado, que en estos días está cada vez más atenuada
que en tiempos anteriores.

o Límites Internos: Estos límites, a diferencia de los anteriores, deben ser analizados desde el punto de vista
de los tribunales exclusivamente (los otros se analizan desde fuera de los tribunales).
El ámbito en el cual los tribunales ejercen jurisdicción internamente está dado por las “reglas de
competencia”, eso es lo que fija las atribuciones de cada tribunal en particular porque es imposible que,
dentro del sistema chileno, un solo tribunal ejerza toda la jurisdicción; o por el contrario, que todos los
tribunales del sistema la ejerzan unitariamente en relación a un mismo asunto.
El ejercicio de la jurisdicción debe ser delimitado al interior de los tribunales, por eso existen las
reglas de competencia (artículos 108 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales).
Cuando ocurre un conflicto jurídico en definitiva habrá un solo tribunal que va a conocer de ese
asunto. La competencia es el límite interno, desde el punto de vista de los tribunales, al ejercicio de la
jurisdicción.

8.- Equivalentes Jurisdiccionales:

Como el nombre lo indica, es algo que equivale a la jurisdicción, pero no es lo mismo aunque produce los mismos
efectos.
En el fondo, son otros medios que sirven para dar solución al conflicto jurídico, y en los cuales no hay un
pronunciamiento del tribunal a través de la sentencia definitiva, pero que producirán el mismo efecto que la jurisdicción
(efecto de la cosa juzgada).
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* Definición de equivalentes jurisdiccionales según Juan Colombo: “Se trata de actos procesales destinados a resolver
ciertos conflictos de intereses de relevancia jurídica con efecto de cosa juzgada”.

El concepto de equivalentes jurisdiccionales proviene de un autor italiano (Carnelutti) y posteriormente fue


ampliamente recogido por la doctrina. Estos equivalentes sustituyen legítimamente al proceso como forma de solución
del conflicto, y esa es su importancia.
En algunos casos estos equivalentes jurisdiccionales pueden operar dentro de un proceso, en otros casos no se requiere
de eso. Ejemplo: la conciliación, la transacción y todos los medios de autocomposición en general son equivalentes
jurisdiccionales.
Los presupuestos para que pueda operar un equivalente jurisdiccional son:

- Debe existir necesariamente un conflicto jurídico: Sin conflicto jurídico es imposible hablar de equivalente
jurisdiccional. Este conflicto jurídico no puede ser cualquiera, sino que tiene que versar o referirse a derechos
disponibles para las partes. Eso significa que esos derechos no pueden tener el carácter de irrenunciables; por
ejemplo, en materia de derechos de familia está involucrado el orden público. Estos derechos no pueden ser
objetos de acuerdo entre los litigantes (son indisponibles para las partes). Ejemplo: no pueden las partes
discutir la validez de un matrimonio.

- Es necesario que exista una manifestación o declaración de voluntad expresa de los sujetos en conflicto, en el
sentido de ponerle fin al litigio. En algunos casos excepcionales para que operen los equivalentes
jurisdiccionales es necesaria la manifestación de voluntad de uno solo de los sujetos, al menos en el inicio.
Ejemplo: el disentimiento de la acción.

- Es necesario que el ordenamiento jurídico autorice expresamente que la solución del conflicto jurídico se pueda
hacer a través de alguno de los equivalentes jurisdiccionales. Esto es lógico, porque la vía normal de solución es
el Proceso, de manera que cualquiera otra forma de solución distinta debe estar autorizada por la ley.

Entre las características principales de los equivalentes jurisdiccionales se puede señalar que producen, finalmente, el
efecto de cosa juzgada, lo que puede dar lugar tanto a la acción como a la excepción de cosa juzgada. La acción
permite exigir el cumplimiento de lo acordado y la excepción es la que impide volver a discutir el asunto.

Entre los equivalentes jurisdiccionales más importantes podemos destacar tres: la transacción, la conciliación y el
avenimiento.

a) Transacción: En términos generales se puede decir que la transacción es un contrato de carácter procesal que
tiene como finalidad fundamental resolver un conflicto y que produce los mismos efectos que la sentencia
(artículo 2446, inciso 1º, Código Civil).

Art. 2446, inciso 1º Código Civil: "La transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual".

Aquí hay dos cosas muy importantes respecto de las cuales puede tener lugar la transacción:

o La transacción puede servir para prevenir la jurisdicción (precaver), anticiparse a la jurisdicción.

o También sirve para ponerle término a un proceso en trámite (juicio pendiente).

Colombo dice que la transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un
conflicto sometido al proceso o lo resuelven antes de que se haya iniciado el proceso con el objeto de evitarlo o
prevenirlo.
Para estos efectos las partes deben hacerse concesiones recíprocas, es decir, ambos deben renunciar
en parte a sus derechos o pretensiones o a sus aspiraciones procesales.
La transacción tiene que versar sobre derechos disponibles y en ella no tienen ninguna intervención el
juez, porque es extrajudicial.
Esta transacción se perfecciona con el solo consentimiento de las partes y lo más importante es que
produce cosa juzgada en última instancia.

b) Conciliación: Según Colombo, la conciliación también es un acto jurídico procesal en virtud del cual, a iniciativa
del juez que conoce de un proceso, logran las partes dentro de su desarrollo ponerle fin con mutuo acuerdo.
Hay una diferencia sustancial entre la conciliación y la transacción, ya que en la conciliación siempre se
va a requerir un juicio en trámite, o sea es siempre judicial, y no extrajudicial como lo es la transacción.
La otra diferencia importante entre ambos equivalentes es que en la conciliación le cabe la intervención
al juez que conoce del proceso, y en la transacción no interviene el juez.

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Las características principales de la conciliación son las siguientes:

o Se requiere de la existencia de un proceso.


o Para que pueda lograrse la conciliación se requiere necesariamente del acuerdo de las partes, no
obstante la intervención del juez.
o Le cabe la intervención al juez que conoce del proceso en el procedimiento para obtener la
conciliación. Es el juez el que tiene que hacer el llamado a la audiencia a las partes (hoy día es un
trámite obligatorio en los juicios civiles) y posteriormente al juez le cabe participación dentro de la
audiencia, le corresponde al juez las bases de arreglo.
o La conciliación tiene ciertas limitaciones porque no puede ir más allá de la competencia específica
de los tribunales. En la conciliación no se pueden celebrar acuerdos que excedan las discutidas en el
juicio (asunto concreto discutido).
o Por último, produce también el efecto de cosa juzgada, se desprende del artículo 267 del Código de
Procedimiento Civil.

La conciliación hoy día siempre tiene que tratarse en los juicios civiles. Los jueces siempre tienen que
intentar la conciliación entre los litigantes, porque la ley establece este trámite con carácter de obligatorio
(artículo 262, Código de Procedimiento Civil).

Art. 262, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: "En todo juicio civil en que legalmente sea
admisible la transacción, con excepción de los juicios o procedimientos especiales de que tratan los
Títulos I, II, III, V y XVI del Libro III, una vez agotados los trámites de discusión y siempre que no se trate
de los casos mencionados en el artículo 313, el juez llamará a las partes a conciliación y les propondrá
personalmente bases de arreglo”.

Es una diligencia esencial en todo juicio, no puede ser omitida del procedimiento en los casos que
corresponda. Si el juez dicta sentencia en juicio sin hacer el llamado obligatorio a conciliación, se habrá omitido
un trámite o diligencia esencial, y esa sentencia puede ser anulada.

c) Avenimiento: Es el acuerdo que logran directamente las partes de un proceso en virtud del cual se pone
término al conflicto jurídico sometido a juicio expresándose ese acuerdo ante el juez que conoce la causa.
El avenimiento, a diferencia de la transacción y la conciliación, no tiene una regulación normativa, no
está tratado en forma sistemática en la ley. Hay referencia sobre el avenimiento en el artículo 434, nº 3 del
Código de Procedimiento Civil.

Art. 434, nº 3, Código de Procedimiento Civil: “El juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de
dar cuando para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno de: el acta de avenimiento pasada ante
tribunal competente y autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación”.

Constituye un título ejecutivo, es decir es un antecedente o un instrumento que sirve para iniciar una
ejecución respecto de las obligaciones que contiene y con eso se está reconociendo que produce cosa juzgada.
Las características del avenimiento son las siguientes:

o Requiere el acuerdo de las dos partes para poner término al litigio que está sometido a proceso.
o En dicho acuerdo no participa el juez, no le cabe intervención alguna al juez.
o Se tiene que referir necesariamente a derechos disponibles.
o Produce cosa juzgada.
o Para que produzca efectos el avenimiento debe hacerse valer dentro del proceso y requiere de un
pronunciamiento del tribunal aceptándolo

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9.- Clasificaciones de Jurisdicción:

Para algunos autores la jurisdicción es susceptible de clasificación, aunque esto es discutible porque la
jurisdicción es una sola. Más bien se puede hablar de las distintas atribuciones que cumplen los tribunales de justicia.
Prieto-Castro afirma que la jurisdicción como función es única y que por ello más que de clases de jurisdicción
es propio hablar de manifestaciones de la jurisdicción.
De esta manera se puede hablar de: jurisdicción contenciosa; jurisdicción no contenciosa; jurisdicción
conservadora, disciplinaria y económica; y jurisdicción ético-profesional.

A) Jurisdicción Contenciosa:

Esta jurisdicción contenciosa equivale al concepto de jurisdicción que no es otra que aquella potestad de los
tribunales para resolver conflictos jurídicos entre partes con efecto de cosa juzgada (artículo 73 de la Constitución y
artículo 1º del Código Orgánico de Tribunales), referida a las causas civiles y criminales.
La materia más importante de la jurisdicción contenciosa es la existencia del conflicto jurídico (oposición de
intereses entre las partes). Aquí no hay armonía de pretensiones, los intereses son opuestos.
Esta es la actividad fundamental de los tribunales. A esta actividad los tribunales deben su razón de ser. La
jurisdicción es la actividad que caracteriza a un órgano como tribunal.

B) Jurisdicción No Contenciosa o Voluntaria:

Esta actividad no está definida como tal en el Código Orgánico de Tribunales. Podemos decir que en el Código
de Procedimiento Civil existe un libro completo (Libro Cuarto) en el cual se trata los actos judiciales no contenciosos;
ahí, dentro de las normas generales, se hace mención a la actividad de los tribunales en este asunto.

Art. 817, Código de Procedimiento Civil: “Son actos judiciales no contenciosos aquellos que según la ley
requieren la intervención del juez y en que no se promueve contienda alguna entre partes”.

El Código Orgánico de Tribunales, por su parte, en su artículo 2º también se refiere a esta importante función de
los tribunales.

Art. 2º, Código Orgánico de Tribunales: “También corresponde a los tribunales intervenir en todos aquellos
actos no contenciosos en que una ley expresa requiera su intervención”.

Aquí en la doctrina existe una discusión acerca de la naturaleza jurídica de esta función que cumplen los
tribunales. Algunos autores señalan que es una actividad judicial, otros consideran que se trata de una actividad
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administrativa de los tribunales -nuestro código no la califica, pero la trata aparte (tiene un trato distinto)- porque no se
resuelven conflictos jurídicos entre partes, en estos actos judiciales no contenciosos no se promueven contiendas. En
consecuencia, la finalidad de la intervención de los tribunales es otra, muy distinta. Tampoco se debe decir que hay una
sola finalidad porque intervienen los tribunales, ya que depende de cada acto en particular o cada caso concreto.
Ejemplo: en algunos casos los tribunales intervienen para proteger los derechos de los incapaces (nombramiento de
tutores y curadores), en otros casos intervienen con el objeto de servir de solemnidad respecto de ciertos actos
jurídicos en particular, en otros casos los jueces actúan para controlar que se hayan cumplido los requisitos que la ley
exige para precaver fraudes, también para que se constituya un estado jurídico nuevo.
En el artículo 817 del Código de Procedimiento Civil se desprenden los requisitos para que estemos en
presencia de un acto jurídico no contencioso. Estos son requisitos para que los tribunales ejerzan estas funciones, son
dos requisitos copulativos:

- Que no se promueva contienda alguna entre partes.


- Que los tribunales deban intervenir en ese acto judicial no contencioso, porque la ley es la que exige la
intervención. El acto judicial no contencioso debe estar regulado en la ley.

Aquí nadie tiene algo en contra de alguien, no se formulan peticiones en contra de alguien, de lo contrario
habría contienda. Por lo mismo, en esta clase de actos, se habla de interesados o solicitantes o también “pensionarios”,
y no de partes. Tampoco hay juicio, sino que aquí se habla de “gestiones judiciales”.
Puede suceder que un acto judicial no contencioso se transforme en contencioso. Aquí ocurre otro problema,
será contencioso si se formula oposición del acto (judicialmente dentro de la gestión), y se somete a los trámites
contenciosos.

* Diferencias entre la jurisdicción contenciosa y la voluntaria:

Existen algunas diferencias importantes entre la jurisdicción contenciosa y la no contenciosa. Podemos


mencionar las siguientes:

a) La primera diferencia dice relación con la existencia del conflicto.

 En la jurisdicción contenciosa existe el conflicto, ese es el presupuesto de estos actos.

 En la jurisdicción no contenciosa no habrá jamás conflicto, no se promueve contienda alguna.

b) La segunda diferencia dice relación con el conocimiento y fallo.

 Tratándose de la jurisdicción contenciosa los tribunales de justicia están obligados a conocer y fallar el
asunto una vez que han sido formalmente requeridos y no se pueden excusar de ejercer su función ni
aun a falta de ley (artículo 10, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

 En los actos judiciales no contenciosos la situación no es la misma, ya que los jueces van a intervenir
solamente en la medida que la propia ley permita tal intervención, el sólo requerimiento no es
suficiente.

c) La tercera diferencia dice relación con la apreciación de la prueba, que es una atribución de los tribunales. En
todo acto judicial no basta con hacer alegaciones sino que hay que acreditar los hechos porque el juez es un
tercero imparcial que no conoce la verdad.

 En materia de pruebas, tratándose de la jurisdicción contenciosa, los tribunales están sometidos a


rigurosas reglas de apreciación de la prueba, de valoración probatoria. Ejemplo: la ley señala la
reglamentación de los testigos. En consecuencia, el juez debe someterse a la ley en esta materia. Aquí
impera lo que se denomina el sistema de prueba legal o tasada.

 En los actos judiciales no contenciosos los jueces gozan de mucha mayor libertad en esta materia,
porque los tribunales aprecian prudencialmente el mérito de las pruebas, vale decir, según lo que ellos
estiman. Es un régimen absolutamente diferente, cada juez no está atado a ninguna norma legal. Los
interesados se pueden valer de cualquier prueba, rendirla en el asunto sin mayores formalidades (lo
que también constituye otra diferencia con la jurisdicción contenciosa).

d) La cuarta diferencia dice relación a determinar el tribunal competente, diferencia en lo que al fuero se refiere.

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 En los asuntos contenciosos el fuero es un elemento de la competencia que se considera para
establecer el tribunal que debe conocer de ese asunto, y eso significa que varía la jerarquía del tribunal.
Ese asunto va a ser conocido por un tribunal de mayor jerarquía del que habría correspondido, incluso
podría variar la clase de tribunal. Ejemplo: no por uno ordinario, sino por uno especial.

 En los actos judiciales no contenciosos, en cambio, el fuero de los interesados no se considera, no tiene
ninguna relevancia en la competencia. El asunto siempre va a ser conocido por el tribunal naturalmente
competente. Al respecto, el artículo 133, inciso 2º en su parte final señala que no se considerará el
fuero de que gocen los interesados en los asuntos no contenciosos. El artículo 827 del Código de
Procedimiento Civil con cuerda con el anterior: “En los asuntos no contenciosos no se tomará en
consideración el fuero personal de los interesados para establecer la competencia del tribunal”. En
síntesis, no hay variación de la jerarquía en el tribunal en la jurisdicción no contenciosa.

e) La quinta diferencia dice relación con la forma de la sentencia que se dicta en uno y otro caso. Lo formal dice
relación con la exteriorización de un acto; se refiere a los requisitos externos de la sentencia para calificarla de
tal. Estos requisitos son distintos en uno y otro caso.

 En materia de jurisdicción contenciosa el legislador es particularmente exigente con las sentencias


definitivas. Para este efecto se debe cumplir, además de los establecidos en el artículo 170 del Código
de Procedimiento Civil, con otra serie de requisitos contenidos en el auto acordado de la Corte Suprema
sobre la forma de las sentencias (apéndice del Código de Procedimiento Civil). Esto demuestra la
importancia que tiene la decisión del asunto y si los requisitos no se cumplen la sentencia es nula.

 En los asuntos judiciales no contenciosos el legislador es muchos menos exigente, ya que establece
menores requisitos para la sentencia (artículo 826, Código de Procedimiento Civil).

Art. 826, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Las sentencias definitivas en los
negocios no contenciosos expresarán el nombre, profesión u oficio y domicilio de los
solicitantes, las peticiones deducidas y la resolución del tribunal. Cuando éste deba proceder
con conocimiento de causa, se establecerán además las razones que motiven la resolución”.

f) Finalmente, la sexta diferencia dice relación con la cosa juzgada.

 En los asuntos de jurisdicción contenciosa, las sentencias que se dicten en esos juicios, una vez que se
encuentran firmes o ejecutoriadas producen el efecto de cosa juzgada siempre (tanto la acción como la
excepción de cosa juzgada).
 En la jurisdicción voluntaria no siempre se produce el efecto de cosa juzgada. Si la sentencia ha sido
negativa no produce nunca el efecto de cosa juzgada, o si siendo afirmativa no se ha cumplido tampoco
se produce el efecto de cosa juzgada. Ejemplo: en una posesión efectiva de la herencia no se acompaña
todos los antecedentes necesarios, por lo que el juez no le da lugar a la petición, eso no significa
posteriormente no se pueda volver a pedir lo mismo, y que el juez podría volver a dar lugar a lo que
negó (artículo 821, Código de Procedimiento Civil).

Art. 821, Código de Procedimiento Civil: “Pueden los tribunales, variando las circunstancias,
y a solicitud del interesado, revocar o modificar las resoluciones negativas que hayan dictado,
sin sujeción a los términos y formas establecidos para los asuntos contenciosos”.
“Podrán también en igual caso revocar o modificar las resoluciones afirmativas, con tal
que esté aún pendiente su ejecución”.

C) Jurisdicción Disciplinaria, Conservadora y Económica:

La jurisdicción disciplinaria, conservadora y económica se encuentra establecida en el artículo 3º del Código


Orgánico de Tribunales. El legislador expresamente se refirió a estas facultades como especiales.

Art. 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales tienen, además, las facultades conservadoras,
disciplinarias y económicas que a cada uno de ellos se asignan en los respectivos títulos de este Código”.

a) Facultades Conservadoras: Estas facultades emanan de una denominación histórica establecida en la


Constitución de 1833, en donde se creo la llamada “Comisión Conservadora” cuya función esencial es que en
receso del Parlamento, era velar por la observancia de las Garantías Constitucionales.
Este principio consagrado en la Constitución de 1833 y también en la Ley Orgánica de 1875, se traspasó
al Código Orgánico de Tribunales en el artículo 3º.
Las facultades conservadoras son atribuciones que tienen todos los tribunales y que tienen por finalidad
mantener y resguardar el respeto de las garantías constitucionales o proteger las garantías que la Constitución
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asegura a todos los individuos. En virtud de esto, los órganos estatales no deben rebasar los límites de la
actividad que la constitución y las leyes le han asignado.
Son facultades de carácter general, porque tienen por objeto velar por todas las garantías
constitucionales.
En cuanto a las manifestaciones de esta facultad que ejercen los tribunales, encontramos:

o Recurso de Protección: también llamada “acción constitucional de protección” que tiene por finalidad
proteger en general las garantías constitucionales que se indica en la Carta Fundamental en el artículo 20.
La finalidad es reestablecer el imperio del derecho, lo que le corresponde a la Corte de Apelaciones
respectiva, aceptando medidas concretas para resguardar esas garantías.

o Recurso de Amparo: o “Habeas Corpus”, reglamentado en el Código de Procedimiento Penal en los artículos
306 y siguientes, cuya finalidad específica es proteger el derecho a la libertad personal o seguridad
individual (art. 19, nº 7, CPE) en cualquiera de las formas que la Constitución indica.
En términos generales procede cuando un individuo es arrestado, detenido o preso, o bien cuando
sufre arraigo, en cuyos casos la Corte de Apelaciones respectiva adopta las medidas del caso si es que se
detecta alguna irregularidad.

o Recurso de Inaplicabilidad por Inconstitucionalidad: corresponde a la potestad de la Corte Suprema para


declarar, de oficio o a petición de parte, la inaplicabilidad de un determinado precepto legal contrario a la
Constitución. Este recurso se encuentra consagrado en el artículo 80 de la Constitución.

o Privilegio de Pobreza: referido a un beneficio de carácter constitucional que la ley proporciona a personas
de escasos recursos para que puedan comparecer a los tribunales en igualdad de condiciones frente a las
partes que gozan de medios para procurarse su defensa. A través de éste se trata de asegurar la garantía
indicada en el artículo 19 nº 2; esto es, la igualdad ante la ley.
La ley arbitra los mecanismos para que esto se realice, en algunos casos opera de oficia y en otros
hay que pedirlo, pero siempre debe haber igualdad.
Para hacer efectiva esta igualdad, el legislador establece, por ejemplo, la actuación gratuita de los
abogados de turno y de la Corporación de Asistencia Judicial, etc.

o Las Visitas: que los jueces deben practicar a los establecimientos penales o penitenciarios, en forma
semanal, y tienen por finalidad velar por los derechos de los presos. Todos los jueces que ejercen
jurisdicción del crimen tienen la obligación de realizar visitas (artículo 567, Código Orgánico de Tribunales
antiguo).

Art. 567, Código Orgánico de Tribunales: “El último día hábil de cada semana, todo juez de
letras que ejerza jurisdicción en materia criminal visitará, acompañado de su secretario, la cárcel o
establecimientos en que se encuentren los detenidos o presos a quienes procesa, a fin de indagar si
sufren vejaciones indebidas, si se les coarta la libertad de defensa o si se prolonga ilegalmente la
tramitación de su proceso”.

Este artículo se modificó con motivo de la reforma procesal penal, labor que ahora cumple el juez de
garantía, designado por el comité de jueces del tribunal de la respectiva jurisdicción (artículo 567 del Código
Orgánico de Tribunales actualizado).

b) Facultades Disciplinarias: Las facultades disciplinarias de los tribunales de justicia dicen relación con la
disciplina judicial. Estas tienen por finalidad reprimir aquellos hechos que son constitutivos de faltas
disciplinarias en que pueden incurrir los magistrados, los funcionarios, los abogados, los procuradores y los
particulares que intervengan en la administración de justicia.
Estas facultades disciplinarias se hacen efectivas ya sea de oficio o bien a petición de parte.
El objeto de que existan las facultades disciplinarias es el de mantener el prestigio de la justicia
(disciplina del Poder Judicial), el normal desenvolvimiento de los órganos jurisdiccionales y mantener la
compostura de los debates (particularmente en los escritos). En este sentido los tribunales pueden llamar al
orden.
Existen dos vías para asegurar esta disciplina judicial:

o En efecto se vigila y sanciona en lo que dice relación con la conducta ministerial de los magistrados y
funcionarios.

o También se vigila y sanciona en lo que dice relación con la conducta de las partes y de los profesionales
(abogados y procuradores) que ante esos tribunales comparecen.

La ley establece sanciones tanto para los primeros como para los segundos.

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En el primer caso, hay dos medidas para hacer efectiva la disciplina del juez o funcionario judicial: “el
recurso de queja” y la llamada “queja disciplinaria”. Esta tiene lugar cuando el juez o funcionario judicial incide
en faltas o abusos graves en el ejercicio de sus funciones ministeriales y estas faltas las puede cometer en las
resoluciones judiciales o bien fuera de ellas.
Si la falta se produce en la resolución judicial se aplica el Recurso de Queja. Por otro lado, si las faltas
son cometidas fuera de la resolución judicial, tiene lugar la Queja Disciplinaria (ejemplo: el abogado que llega
tarde o si el juez trata mal al abogado).
Es importante señalar que estas facultades disciplinarias se refieren exclusivamente a aquellos hechos
que no son constitutivos de delitos, porque si así fuese se habla de una responsabilidad penal.

c) Facultades Económicas: Son atribuciones de carácter general que tienen los tribunales para dictar o disponer
ciertas medidas para una buena administración de justicia. Son ciertas atribuciones indispensables para una
adecuada administración de justicia.
Estas facultades económicas son múltiples. Por ejemplo, la facultad que tienen los tribunales superiores
(Corte Suprema y Cortes de Apelaciones) para dictar los Autos Acordados, que son actos que emanan de los
tribunales superiores precisamente para una buena administración de justicia.
Podemos además mencionar dentro de estas facultades aquellas que se refieren a la Concesión de
Licencias, de permisos de los jueces. Todas aquellas instrucciones que suelen emanar desde la Corte Suprema o
de una Corte de Apelaciones a sus inferiores jerárquicos.
Además están todas las facultades administrativas que cumplen los tribunales en relación con el
personal de las cortes.
También se encuentra dentro de estas facultades económicas lo relativo a las normas que regulan la
intervención del poder judicial en el nombramiento de sus jueces (la confección de ternas o quinas para el
nombramiento de los magistrados).

D) Jurisdicción ético-profesional:

Antiguamente esta atribución la ejercían los Colegios de Abogados, pero desde que se transformaron en
asociaciones gremiales y desde que la colegiatura no es obligatoria para los abogados, dejaron de tener estas
atribuciones (Decreto Ley Nº 3.621, del 7 de febrero de 1981). Antes todas las infracciones a la ética de los funcionarios
judiciales las sancionaban los colegios.
Hoy día es una materia integrada a los tribunales ordinarios, concretamente si se estima que hubiera una
actitud de infracción a la ética, eso daría lugar a un acto judicial contencioso y cuyo conocimiento se va a someter a los
trámites del procedimiento sumario, a falta de otras normas.

10.- Órganos que ejercen la Jurisdicción:

La jurisdicción la ejercen todos los tribunales de justicia que comprenden la organización judicial del Estado.
El artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales es la norma clave en esta materia, porque señala a que tribunal
le corresponde ejercer estas facultades jurisdiccionales. El Código distingue tres clases de tribunales (no hay más que
estos):

o Tribunales Ordinarios
o Tribunales Especiales
o Tribunales Arbitrales.

Esta es una división que se hace de acuerdo a las materias o asuntos que conoce cada tribunal, esto porque los
tribunales de justicia no ejercen simultáneamente toda la jurisdicción.

A) Tribunales Ordinarios:

Estos tribunales son todos aquellos que constituyen dentro del sistema chileno la regla general; es decir,
cuando se habla de tribunales se va a tratar en el fondo de los tribunales ordinarios. Dicho de otro modo, estos
tribunales ordinarios son entonces, por antonomasia, los órganos jurisdiccionales en nuestro ordenamiento jurídico
(constituyen la generalidad en nuestro país).
De acuerdo al artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales, existen dos elementos fundamentales a considerar
en los tribunales ordinarios:

- Estos tribunales están establecidos y regulados en el Código Orgánico de Tribunales y las normas básicas de la
Constitución.
Esto quiere decir que el estatuto jurídico de estos tribunales es el Código Orgánico de Tribunales. Ahí se
encuentran todas las normas referidas a los órganos, atribuciones y competencias de estos tribunales.

- A estos tribunales les corresponde el conocimiento de todos los asuntos judiciales que se promuevan dentro del
territorio de la República. Esto significa que estos tribunales tienen la plenitud de la competencia en Chile; es

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decir, un tribunal ordinario tiene por ese sólo hecho la aptitud de poder conocer cualquier asunto judicial de
cualquier materia y además cualquiera sea la calidad de las personas que intervengan. La regla general es que
los tribunales ordinarios es el que ejerce la competencia, por lo menos estos tribunales existen en todas las
comunas del país, situación que se puede decir lo mismo en los tribunales especiales.

La enumeración de los tribunales ordinarios, según el artículo 5º, inciso 2º del Código Orgánico de Tribunales, es
la siguiente: Integran el Poder Judicial como tribunales ordinarios de justicia:

 La Corte Suprema.
 Las Cortes de Apelaciones.
 Un ministro de la Corte de Apelaciones.
 Un ministro de la Corte Suprema.
 El presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago.
 El presidente de la Corte Suprema.

(Estos cuatro últimos el Código Orgánico de Tribunales los denomina “presidentes y ministros
de Corte”).

 Los tribunales de juicio oral en lo penal.


 Los juzgados de letras.
 Los juzgados de garantía.

Todos estos tribunales tienen la calidad de ser ordinarios, algunos son permanentes y otros son accidentales,
esto último significa que se constituyen como tales cuando ocurre un hecho propio de su competencia y que justifica su
intervención como tribunal (no están establecidos permanentemente).
Los ministros y presidentes de corte forman parte de la Corte a la cual pertenecen, pero independientemente
de esas funciones pueden ejercer otras: como ministros son tribunales unipersonales.
Cada uno de estos tribunales ordinarios ejercen jurisdicción aplicándoseles las normas de competencia.

B) Tribunales Especiales:

También se contemplan en el artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales. Estos tribunales existen porque el
legislador ha estimado necesario quitarle competencia a los tribunales ordinarios, considerando la naturaleza o
especialidad del asunto judicial. Dentro de estos tribunales, hay algunos que forman parte del Poder Judicial y otros no.
Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales:

• Los Juzgados de Letras de Menores (conocen exclusivamente casos relativos a los menores de edad).
• Los Juzgados de Letras del Trabajo (asuntos especializados en materia de relaciones del trabajo).
• Los Tribunales Militares en tiempo de paz.

Todos estos tribunales tienen algunas características (elementos para calificar a un tribunal como especial):

- Lo que es clave para catalogar a un tribunal como especial es que están regulados por leyes especiales (una ley
orgánica especial que los establezca y señale sus estatutos). Ejemplo: los juzgados de letras de menores se
rigen por la Ley de Menores 16.618, los juzgados de letras del trabajo se rigen por las normas del Código del
Trabajo y los tribunales militares en tiempo de paz se rigen por el Código de Justicia Militar, y leyes
complementarias.
Estos tribunales especiales se les aplicarán las normas del Código Orgánico de Tribunales en todos
aquellos casos no regulados en las leyes especiales o en los cuerpos legales que los regulan.

- Se requiere de la existencia de un litigio cuya resolución debe encontrarse en leyes relativas a materias
especiales.

Otro grupo de Tribunales Especiales que no forman parte del Poder Judicial son, por ejemplo, los Juzgados de
Policía Local (tienen su propio estatuto, se les aplica la ley de municipalidades), los Tribunales Militares en tiempo de
guerra, etc.
En algunos comunas no hay tribunales especiales. En esos casos la jurisdicción la ejercen los tribunales
ordinarios, concretamente los jueces letrados de la comuna pertinente.

C) Tribunales Arbitrales:

Los tribunales arbitrales son aquellos que están constituidos por jueces que se denominan “árbitros”. Estos
árbitros no son jueces estatales, no son funcionarios públicos, en consecuencia no forman parte del Poder Judicial. Estos
tribunales son nombrados por las propias partes (lo que no deja de ser curioso) o por la autoridad judicial en subsidio.
Los Tribunales Arbitrales están regulados por el Código Orgánico de Tribunales en los artículos 222 y siguientes.
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Art. 222, Código Orgánico de Tribunales: “Se llaman árbitros los jueces nombrados por las partes, o por la
autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso”.

Estos tribunales tienen competencia que la legislador también, en algunos casos, se la ha quitado a los
tribunales ordinarios por tratarse muchas veces de asuntos técnicos o absolutamente privada entre los litigantes.
Ejemplo: partición de bienes, la liquidación de la sociedad conyugal, las diferencias que ocurrieren entre los socios de
una sociedad anónima, o de una sociedad colectiva o en comandita comercial, etc.
En estos asuntos la regla es que las partes pueden someter voluntariamente el asunto de arbitraje. Aquí lo que
prima es la voluntad de las partes. Si no se somete a arbitraje lo conoce la justicia ordinaria.
En otras ocasiones el legislador establece por excepción ciertas materias que deben necesariamente ser
resueltas por un árbitro, éstas se llaman “materias de arbitraje forzoso u obligatorio”. Ejemplo: liquidación de la
sociedad conyugal.
En otros casos, también excepcionales, la ley prohíbe someter ciertos asuntos específicos al conocimiento de
árbitros, en cuyo caso se llamarán “materias de arbitraje prohibido”. Ejemplo: los actos judiciales no contenciosos, los
actos criminales.
Los jueces árbitros no son nombrados por Decreto Supremo como el resto de los jueces, tampoco perciben
remuneración del Estado. A estos árbitros lo nombran las partes y si las partes no se ponen de acuerdo, los nombrará el
juez de letra..
Además, tienen el carácter de temporales, duran normalmente dos años en el ejercicio de sus funciones.
Ejercen jurisdicción, su sentencia produce cosa juzgada, pero carecen de imperio.

*** Otras clasificaciones de jurisdicción:

Además de la clasificación de los tribunales señalada anteriormente, se pueden mencionar otras:

a) Considerando el número de jueces que forman parte del tribunal, los tribunales se pueden clasificar en
tribunales unipersonales y tribunales colegiados:

• Tribunales Unipersonales: Son aquellos que están formados por un solo magistrado. Ejemplo: el caso más
típico son los juzgados de letras. El funcionario que ejerce en un juzgado unipersonal se denomina juez.

• Tribunales Colegiados: Son aquellos que están formados por varios magistrados. Ejemplo: los casos más
típicos son las Cortes (Corte Suprema, Cortes de Apelaciones). El funcionario que ejerce en un tribunal
colegiado se denomina ministro.
Esta clasificación incide directamente en el funcionamiento y en la forma de conocer los asuntos, ya que
es distinto el conocimiento que toma un solo juez al de varios jueces, es distinta la forma de tomar acuerdos.

b) Considerando si el fallo que dicta el tribunal debe o no ser conforme a derecho, aplicando la ley, se distingue
entre tribunales de derecho y tribunales de equidad.

• Tribunal de Derecho: Es aquel que falla conforme a derecho, ateniéndose a lo que la ley dice. El juez de
derecho falla ajustándose a normas preestablecidas.

• Tribunal de Equidad: Es aquel que no falla conforme a derecho. El juez de equidad crea el derecho
ajustándose a criterios de equidad al tiempo de resolver un caso.

Un tribunal siendo de derecho -que es la regla general- podría fallar de acuerdo a la equidad si no hay
ley que resuelva el conflicto. En cambio hay otros tribunales que son tribunales de equidad. Ejemplo: árbitros
arbitradores que no es abogado no puede fallar conforme a derecho. Para ser juez de equidad no es necesario
ser abogado.

c) Considerando las etapas o las fases del procedimiento en que el tribunal interviene, se dividen en tribunales de
instrucción y tribunales sentenciadores.

• Tribunal de Instrucción: Es aquel que tiene atribuciones jurisdiccionales para los efectos de instruir un
proceso; es decir, es aquel que conoce de una causa pero que no la falla por carecer de competencia.

• Tribunal Sentenciador: Es aquel que tiene atribuciones jurisdiccionales para poder juzgar algún asunto de su
competencia.

En Chile la regla general es que los tribunales sean tanto de instrucción como sentenciador. En cuanto a
esto, no hay mayores problemas en materia civil, aunque sí en materia penal. Aquí, dentro de la concepción del
Código Orgánico de Tribunales, no se contempla la dualidad de funciones. Esa es la principal crítica al antiguo
sistema penal.

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En la justicia militar, sin embargo, si se da esta división, en donde la instrucción le corresponde a un
funcionario llamado Fiscal y el juzgamiento se le entrega al llamado Juez Militar.

d) Considerando la jerarquía del tribunal, tenemos tribunales superiores y tribunales inferiores.

Esta clasificación tiene mucha importancia para los efectos de los recursos procesales. Tienen el
carácter de tribunales superiores la Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones. Los demás, vale decir, jueces
de letras son jueces inferiores.
Las partes tienen medios de impugnación de las resoluciones judiciales (para reclamar de las
resoluciones judiciales), para ver y analizarla a través de los recursos procesales, y particularmente por el
recurso de protección, que da una segunda instancia a cargo de los tribunales superiores de aquel que dictó la
sentencia.
Dentro de los tribunales superiores, el máximo es la Corte Suprema, que ejerce la superintendencia
sobre todos los otros tribunales del país.
Dentro de la organización judicial chilena, que es piramidal, existe una relación de subordinación entre
los distintos tribunales. Ejemplo: todo juez de letras tiene como superior a la Corte de Apelaciones, las que a su
vez tienen como superior jerárquico a la Corte Suprema.
Esta clasificación también cobra especial importancia en relación a las sanciones disciplinarias. En virtud
de esto, los tribunales superiores tienen atribuciones disciplinarias por sobre los inferiores.

e) Considerando el tiempo en que los tribunales ejercen sus funciones, tenemos jueces perpetuos y jueces
temporales.

• Tribunales Perpetuos: Son aquellos tribunales que están establecidos indefinidamente y se puede decir que
no tienen plazo. Este tipo de tribunales constituye la regla general en Chile.

• Tribunales Temporales: Son aquellos que se designan por un plazo o período determinado. En Chile
tenemos a los tribunales arbitrales como ejemplo, la duración de estos tribunales es de dos años contados
desde que aceptan (no de su nombramiento).

f) Considerando el momento en que el tribunal debe ejercer su función como tal, los tribunales se clasifican en
tribunales permanentes y tribunales de excepción o accidentales.

• Tribunales Permanentes: Son aquellos que están establecidos antes de que ocurra el hecho materia de su
competencia (regla general en Chile) y que además subsiste como tribunal después de que ha conocido y
fallado un asunto, independientemente del hecho objeto de su competencia.

• Tribunales de Excepción o Accidentales: Son aquellos que se constituyen en forma especial, sobre un asunto
determinado, después que el hecho ha ocurrido en la realidad; y una vez que el tribunal cumple el cometido
cesa como tribunal accidental. El juez pasará a formar parte de la respectiva corte (caso de los tribunales
unipersonales, establecidos en los artículos 50 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales).

III. LA COMPETENCIA

1.- Relación entre la Competencia y la Jurisdicción:

La competencia se encuentra íntimamente relacionada con la jurisdicción. Todos los tribunales sin excepción
ejercen la función jurisdiccional, porque todos están habilitados para poder resolver conflictos jurídicos. La competencia
viene a ser la jurisdicción específica que le corresponde a cada tribunal porque la ley limita el ejercicio de la jurisdicción
(la jurisdicción es el genero y la competencia la especie).
Los tribunales no conocen de todos los asuntos que se promuevan en un tiempo determinado. Esto significa que
el legislador, concede atribuciones a cada tribunal en particular para el ejercicio de la jurisdicción.
La competencia es la atribución específica que tiene un juez o un tribunal para conocer determinados asuntos
judiciales.
Como en Chile existe un sistema organizado de tribunales, el ejercicio de la jurisdicción se divide entre todos
estos tribunales, de manera que no todos conozcan de los mismos asuntos.
La competencia se encuentra regulada en el Código Orgánico de Tribunales en los artículos 108 y siguientes

2.- Concepto de Competencia:

La competencia, a diferencia de la jurisdicción, sí está definida en la ley, concretamente en el artículo 108 del
Código Orgánico de Tribunales.
El artículo 108 señala que “la competencia es la facultad que tiene cada juez (individualmente considerado) o
tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.
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Este concepto sin estar malo ha merecido críticas por parte de la doctrina, principalmente por dos razones:

a) Utiliza la palabra “facultad”: Esa palabra no da una idea exacta de lo que es, ya que significaría una
prerrogativa, una especie de atribución, lo que puede producir el equívoco de estimar que la competencia se
puede o ejercer quedando a la discreción del titular.
Tanto el ejercicio de la jurisdicción como el de la competencia es UNA OBLIGACION de los tribunales, es
un deber, es inexcusable, no queda entregado al arbitrio de los tribunales de conocer o no del asunto.
Hay que entenderlo como la “aptitud” más que una prerrogativa.

b) Dice que solamente la ley puede otorgarle la competencia a un tribunal: Esto no es así en la práctica. La ley es
la principal fuente, sin embargo no es la única, por ello es incompleta la definición; ya que un tribunal puede
tener competencia, además, porque las partes le han otorgado la atribución correspondiente, o bien un tribunal
puede tener competencia porque otro juez le entrega la atribución.
En síntesis, la competencia puede emanar de tres fuentes:

o La ley (como lo dice el Código Orgánico de Tribunales), que es la fuente principal.


o La voluntad de las partes, a través de la prórroga de competencia.
o De otro tribunal que entregue la atribución, a través de la delegación de competencia.

Las partes le pueden entregar competencia a un juez que naturalmente no la tiene a través de la
institución llamada “prórroga de competencia”.
La competencia que puede otorgar otro juez se denomina “delegación de competencia” (o
“competencia delegada”). Esto va a ocurrir cuando un juez que está conociendo de una causa dispone
atribuciones (diligencias) dentro del proceso que se deben cumplir en otro territorio jurisdiccional. Ejemplo: los
exhortos, en donde el juez que conoce de una causa le encomienda competencia específica a otro juez de otro
territorio jurisdiccional para interrogar testigos.

De este modo, este concepto legal (artículo 108 del Código Orgánico de Tribunales) se puede completar de la
siguiente manera: “La competencia es el poder-deber que tiene cada tribunal para conocer de los negocios o asuntos
que la ley, las partes u otro tribunal han colocado dentro de la esfera de sus atribuciones”.

3.- Elementos de Competencia:

El legislador considera ciertos elementos dentro de la competencia para poder determinar concretamente quién
va a conocer un asunto determinado. En base a estos factores o elementos se dan las distintas reglas legales. Estos
factores o elementos son:

a) La Cuantía del asunto: La cuantía es el valor de lo disputado en el juicio. Al respecto, el Código Orgánico de
Tribunales señala:

Art. 115, Código Orgánico de Tribunales: “En los asuntos civiles la cuantía de la materia se
determina por el valor de la cosa disputada”.
“En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.

En materia penal la cuantía se determina por la pena que la ley le asigna al delito. El Código Orgánico
de Tribunales le otorga mayores o menores penas a los delitos. Los hechos punibles se clasifican en crímenes,
simples delitos y faltas.
En los juicios civiles, la cuantía es de carácter económico (el valor es pecuniario), pero en ciertos casos
no es posible determinar el valor económico del asunto, porque el asunto no es susceptible de cuantía
pecuniaria; por ejemplo, los asuntos de familia (nulidad de matrimonio) son de mayor cuantía según el
legislador, frente a otros de menor cuantía.

b) La Materia: Consiste en la naturaleza del asunto judicial que le corresponde conocer al tribunal.
Esta materia tiene importancia porque el legislador en ciertos casos, considerando la especialidad de la
materia, ha establecido tribunales distintos a los ordinarios: tribunales especiales (la ley le quita competencia a
los tribunales ordinarios); también, dependiendo de la complejidad, se lo entrega a tribunales superiores; en
otros casos, dependiendo de las materias que se traten, puede pasar a tribunales arbitrales (arbitraje forzoso).

c) El Fuero (factor personal): Es la calidad personal de alguno de los litigantes, en virtud del cual los asuntos
judiciales van a ser conocidos por un tribunal de mayor jerarquía que el que naturalmente debía conocer.
En aquellos casos en que alguna de las partes tenga alguna calidad o investidura, ese asunto judicial no
va a ser conocido por el tribunal que natural o normalmente le correspondía hacerlo, sino que ese conocimiento
pasará a un tribunal de jerarquía superior.

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d) El Territorio (factor territorial): El territorio viene a ser el lugar que la ley establece para los efectos de
determinar la competencia. La ley siempre considera un lugar que hay que analizar. Este lugar puede ser el
domicilio del demandado (regla en asuntos civiles), el domicilio del interesado (asuntos no contenciosos), el
lugar donde se comete el delito o hecho punible (en materia penal), el lugar donde se encuentra la especie que
se reclama (en juicio civil), el lugar donde murió el causante, etc.
Todo tribunal tiene una extensión territorial determinada, dentro de la cual debe ejercer sus funciones.
De aquí que la competencia del juez está limitada por el territorio.

Todos estos elementos son los que el legislador considera dentro de la competencia. Los tres primeros se
llaman o forman parte de la “Competencia Absoluta” y el factor territorio es el que se considera para la “Competencia
Relativa”.

4.- Clasificaciones de Competencia:

Esta competencia que tienen los tribunales para conocer un determinado asunto, admite distintas
clasificaciones, según sea el particular punto de vista del cual se le mire:

I) Considerando la fuente de la cual emana la competencia, se habla de competencia natural, competencia prorrogada
y competencia delegada.

a) Competencia natural o propia: es la que emana de la ley (regla general dentro del sistema chileno).

b) Competencia prorrogada: es la que emana de la voluntad que las partes, expresa o tácitamente, acuerdan dar
atribución al tribunal para conocer un determinado asunto.

c) Competencia delegada: es aquella que emana de otro tribunal que le confiere atribuciones al juez cierta
competencia para determinadas diligencias dentro de su territorio.

* Diferencias entre la competencia prorrogada y competencia delegada:

- La competencia prorrogada siempre va a emanar de la voluntad o un acuerdo de las partes, ya sea éste
expreso o tácito.
En cambio, la competencia delegada tiene su origen en la voluntad de otro tribunal (no habrá acuerdo
de partes jamás).

- La competencia delegada se puede referir tanto a la competencia absoluta como a la relativa, ya sea en
materia civil o penal; es decir, no hay restricciones cualquiera sea la naturaleza del asunto. Un juez le puede dar
atribuciones a otro aunque este último sea absolutamente incompetente).
En cambio, tratándose de la prórroga de la competencia se trata exclusivamente de la competencia
relativa, porque dice relación con el territorio, además no opera sobre cualquier asunto judicial, solo se trata de
asuntos civiles contenciosos.

- Si se trata de la competencia delegada, el tribunal exhortado (a quien se le está encomendando la práctica del
asunto) solamente tiene atribuciones para practicar determinadas diligencias judiciales (aquellas que se
soliciten en el exhorto), y queda circunscrito a ellas, y nada más que ellas, sino será nulo. Jamás se le puede
facultar para juzgar del asunto que le corresponde al juez que conoce del proceso.
Por otro lado, en la competencia prorrogada, el tribunal ante el cual se produce la prórroga tiene
atribuciones igual que si fuera naturalmente competente. El juez queda en la misma situación que el
naturalmente competente, vale decir, puede conocer el asunto a cabalidad y fallar de acuerdo a eso. Sus
atribuciones son totales y no restringidas como en el caso anterior.

II) Atendiendo al contenido (si existe o no litigio), se habla de competencia contenciosa y competencia no contenciosa
o voluntaria.

a) Competencia contenciosa: facultad que tiene el tribunal para conocer de juicios o asuntos en los cuales se
promueve contienda entre partes, tanto en los asuntos civiles como en los asuntos penales.

b) Competencia no contenciosa: facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer asuntos donde no se
promueven litigios o contiendas entre partes, y siempre y cuando la ley exija la intervención del tribunal.

III) Atendiendo a la extensión de la competencia (en relación a los asuntos), la competencia puede ser común o
especial.

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a) Competencia común: es la facultad que tiene cada juez o tribunal y que le permite conocer de toda clase de
asuntos judiciales, ya sean civiles como penales indistintamente. Esta es la competencia que tiene, por ejemplo,
una Corte de Apelaciones, y es la competencia que hasta hoy día tienen en algunas regiones los jueces
letrados. Esto va a variar con la nueva reforma procesal penal, porque a estos jueces se les va a quitar
competencia penal y sólo tendrán competencia civil.

b) Competencia especial: es la atribución que tiene un tribunal determinado y que lo faculta para conocer sólo de
asuntos civiles o bien sólo de asuntos penales.

IV) Considerando el número de tribunales que pueden conocer de un asunto judicial, se habla de competencia
privativa o exclusiva y competencia acumulativa o preventiva.

a) Competencia privativa o exclusiva: es la que habilita a un solo tribunal para conocer de un determinado asunto
judicial con exclusión de los demás tribunales. Ejemplo: recurso de revisión por parte de la Corte Suprema.

b) Competencia acumulativa o preventiva: es la facultad que tienen dos o más tribunales para conocer de un
mismo asunto, pero previniendo cualquiera de ellos los demás dejan de ser competentes.
La ley establece dos o más tribunales competentes respecto de un mismo asunto. Por ejemplo, si el
demandado tiene más de un domicilio, la ley señala que cualquiera de estos jueces es competente, pero si uno
de estos previene del conocimiento del asunto los demás dejan automáticamente de ser competentes.
Ejemplos: los casos que indican los artículos 135, 140 y 143 del Código Orgánico de Tribunales.

V) Considerando el grado jurisdiccional o la instancia, se habla de competencia única instancia, competencia de


primera instancia y competencia de segunda instancia.

La “instancia” es el grado jurisdiccional en que un juez o tribunal conocen de un asunto determinado, con
amplias atribuciones para poder pronunciarse sobre todas las cuestiones de hecho o de derecho planteadas en ese
juicio o asunto (artículo 188, Código Orgánico de Tribunales).
Por eso se dice que la casación no constituye instancia, porque la Corte Suprema no tiene amplias atribuciones
como las tiene el juez de primera o segunda instancia. La Corte Suprema tiene atribuciones limitadísimas, porque la
Corte es el recurso de casación está limitada a la causal que se invoque en el asunto. Si el recurso de casación es en el
fondo, lo que se pretende es invalidar la sentencia por error de derecho, la Corte Suprema no puede revisar los hechos.

a) Competencia de única instancia: consiste en la atribución que tiene un juez o tribunal para conocer con
exclusividad del asunto y sin que su fallo -que el tribunal dicte- pueda ser revisado por un tribunal superior a
través del recurso de apelación. No se puede apelar del fallo, eso no significa que no pueda ser revisado por
otro recurso distinto de la apelación.

b) Competencia de primera instancia: es la atribución que tiene cada juez para conocer de un asunto determinado
y en que el fallo que aquí se pronuncie es susceptible de ser apelado. Puede ser revisado por un tribunal
superior si se interpone el recurso de apelación.
Es importante tener presente que la competencia será de primera instancia si se le permite apelar,
independientemente si el recurso se hacer valer o no, porque si no se apela la competencia será de primera
instancia.

c) Competencia de segunda instancia: facultad que tiene un tribunal para conocer de un recurso de apelación, es
decir para poder revisar por esta vía el fallo dictado por un tribunal inferior. El requisito para que se origine la
segunda instancia es a través del recurso de apelación. No hay segunda instancia si no se apela y se concede el
recurso.

VI) Se puede clasificar la competencia considerando la precisión o generalidad con que se puede determinar el tribunal
competente; así se habla de competencia absoluta y competencia relativa. Esta es la clasificación más importante.

a) Competencia absoluta: es aquella facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de un asunto
determinado considerando la clase, jerarquía y eventualmente la categoría de ese tribunal.

b) Competencia relativa: es aquella facultad que tiene un tribunal preciso para conocer de un determinado asunto
judicial dentro de una determinada clase, jerarquía o categoría.
En otras palabras, la competencia relativa es aquella que permite precisar qué tribunal dentro de una
determinada clase, jerarquía y categoría es el llamado por la ley a conocer de un determinado asunto (factor
territorial).

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La diferencia más importante entre ambas es que en el caso de la competencia absoluta no es posible precisar
concretamente el tribunal, solamente nos permite determinar la clase, jerarquía y categoría.

o Clase: tipo de tribunal (ordinario, especial, arbitrario).


o Jerarquía: dentro de los ordinarios determina si el asunto va a ser conocido por un juez letrado o por
la Corte de Apelaciones o por la Corte Suprema, o eventualmente por un tribunal accidental.
o Categoría: se da dentro de ciertos tribunales ordinarios, concretamente dentro de los jueces de
letras. Hay categorías de jueces de letras:
 Los jueces de letras de simple comuna o de agrupación de comunas.
 Los jueces de letra de capital de provincia.
 Los jueces de letra de comuna que es asiento de Corte de Apelaciones (comuna donde
existe una Corte de Apelaciones).

Las reglas de competencia relativa nos permiten precisar cuál es el tribunal en concreto que va a conocer de un
asunto. Ejemplo: el juez letrado de Puerto Montt.
El Código Orgánico de Tribunales establece una serie de reglas de competencia, tanto en la competencia
absoluta como en la competencia relativa.

* Paralelo entre la competencia absoluta y la competencia relativa:

a) Atendiendo a la finalidad de las reglas de competencia:

En los casos de las reglas de competencia absoluta sirven para establecer o para singularizar la clase,
su jerarquía y categoría del tribunal que debe conocer un asunto determinado.
Por su parte, las reglas de competencia tienen por finalidad singularizar el ejercicio de la jurisdicción en
un tribunal específico o concreto dentro de una determinada clase, de una determinada jerarquía o de una
determinada categoría.

b) Considerando los factores o elementos que se consideran, tanto en la competencia absoluta como en la
competencia relativa.

En la competencia absoluta, el legislador considera como factores para establecer el tribunal: la cuantía,
la materia y el fuero, y en consecuencia todas las reglas del Código Orgánico de Tribunales están relacionadas
con estos tres elementos.
En la competencia relativa se considera un solo factor, que es el territorio (factor territorial).

c) Considerando la naturaleza de las normas de competencia, vale decir, qué carácter tienen estas reglas legales.

Las reglas de la competencia absoluta son normas de orden público. Esto quiere decir que son normas
establecidas en el interés social, en la generalidad de las personas y no el solo interés de las partes; y, en
consecuencia, son normas irrenunciables (siempre deben ser aplicadas, el juez no debe desentenderse de la
norma legal).
En el caso de la competencia relativa las normas hay que distinguirlas. Si se trata de asuntos penales y
de los asuntos de la jurisdicción voluntaria las normas también son de orden público; y tratándose de los
asuntos civiles contenciosos son de orden privado, las partes pueden alterar las normas de competencia
relativa mediante un acuerdo y, en consecuencia, establecer un tribunal territorialmente distinto para que
conozca el asunto.

d) Considerando si el juez puede declararse incompetente para conocer de un asunto:

En el caso de la competencia absoluta, como se trata de normas de orden público, el juez está facultado
para declararse de oficio incompetente.
En el caso de la competencia relativa, y tratándose de asuntos civiles contenciosos, el juez no puede de
oficio declararse incompetente, porque estas son reglas de orden privado, de interés de los litigantes.

e) Considerando la admisibilidad de la prórroga de competencia:

En la competencia absoluta no se admite la prórroga de competencia, las partes no podrán celebrar


acuerdos en relación a la clase, jerarquía o categoría del tribunal que la ley establece.
En la competencia relativa, tratándose de los asuntos civiles contenciosos, sí se admite la prórroga de
competencia.

Todas estas reglas, tanto de la competencia absoluta como de competencia relativa, se deben analizar en un
momento preciso, concretamente cuando el juicio o gestión se inicio. En los asuntos civiles cuando se presenta la

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demanda (asuntos civiles contenciosos) o cuando se presenta la solicitud (asuntos civiles no contenciosos). En los
asuntos penales cuando se da inicio al procedimiento penal.
El juez, cuando es requerido, es cuando deben analizar su competencia. Dicho de otro modo, la primera
obligación que le asiste a un juez al ser requerido para que conozca de un negocio es examinar si tiene o no
competencia para conocer de ese asunto. Tratándose de las normas de la competencia absoluta nada impide que
dentro de la tramitación del juicio el juez pueda declararse incompetente de oficio en ese momento.

* Orden de aplicación de las reglas de competencia:

- En primer lugar, las primeras normas que habría que aplicar son “las reglas de competencia absoluta”. Esto
significa que habría que analizar los tres factores: cuantía, materia y fuero. Entonces, aplicando estas reglas de
competencia absoluta, se va a determinar la clase, jerarquía o categoría del tribunal.

- En segundo lugar, aplicamos “las reglas de la competencia relativa”, cuyo factor es el territorio, y a través de
estas reglas es posible precisar con exactitud cuál será el tribunal competente dentro de una determinada
clase, una determinada categoría o una determinada jerarquía.
Por ejemplo, si aplicamos las reglas de competencia absoluta se puede determinar que el tribunal
competente va a ser un tribunal ordinario y cuya jerarquía será una Corte de Apelaciones, pero sin precisar que
Corte. Para precisar cuál Corte de Apelaciones en concreto es la que va a conocer hay que aplicar las reglas de
competencia relativa para saber el territorio.

- Si aplicando las dos reglas anteriores no es posible precisar, aún dentro de un territorio determinado, cuál va a
ser el tribunal que va a conocer el asunto por existir en ese territorio varios tribunales con la misma
competencia, en ese caso hay que aplicar “las reglas de turno o de distribución de causas”, según el caso se
aplicará la que corresponda (estas son reglas complementarias).
Por ejemplo, si las reglas de competencia absoluta determinan que resultará competente un juez
letrado para conocer un asunto, y por otro lado, a través de las reglas de competencia relativa se señala que va
a ser competente el juez de letras de Concepción. En este ejemplo, estas reglas no son suficientes, porque en la
comuna de Concepción hay varios jueces de letra y todos tienen la misma competencia, por ello hay que aplicar
necesariamente reglas complementarias y con ellas sabremos cuál de todos esos jueces es el que deba resolver
el asunto.

- En cuarto lugar, se aplican las llamadas “reglas o principios generales de competencia”. Estas son reglas de
funcionamiento del tribunal, pero una vez que se sabe el tribunal competente.

5.- Principios o reglas generales de competencia:

Estas reglas corresponde aplicarlas una vez que se encuentra singularizado el tribunal; después de haber
aplicado las reglas de la competencia absoluta, las reglas de competencia relativa y, si procede, las reglas de turno o
de distribución de causa.
Estas reglas son normas de aplicación general para todos los tribunales cualquiera sea su clase (ordinario,
especial o arbitrario) ya sean inferiores o superiores, y dicen relación con el ejercicio de la función jurisdiccional misma,
por eso se dice que son reglas de carácter funcional. Ejemplo: hasta donde debe extenderse la competencia de un juez,
cómo se puede hacer ejecutar lo que el tribunal resolvió y qué tribunal es competente para eso, desde cuándo se
entiende que el tribunal competente tiene sus atribuciones jurisdiccionales (desde cuando se entiende que el asunto
queda radicado ante el juez), etc.
Estos principios están establecidos en el Código Orgánico de Tribunales a continuación de la definición de
competencia (desde el artículo 109 hasta el 114).

A) Primera regla: Principio de radicación o fijeza (artículo 109):

Es decir cuando queda radicado el asunto ante el juez (artículo 109, Código Orgánico de Tribunales).
El artículo 109 del Código señala lo siguiente:

Art. 109, Código Orgánico de Tribunales: “Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante
el tribunal competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente”.

Esta regla tiene algunos supuestos previos según se desprenden del mismo artículo 109. Para que la regla
opere tienen que darse ciertos requisitos:

- Debe existir una actividad jurisdiccional por un tribunal determinado . Un tribunal en concreto debe estar
conociendo de un asunto determinado. En otras palabras, una de las partes debe haber requerido a un juez en
asuntos civiles no contenciosos, en los asuntos penales de oficio o a petición de parte.

- El tribunal tiene que ser competente, tanto absoluta como relativamente.

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- El tribunal tiene que intervenir con arreglo a derecho en el conocimiento del asunto (que haya sido requerido
formalmente y que el tribunal aplique las normas legales que corresponda).

¿En qué momento se va a cumplir la radicación?. Esto va a depender de la naturaleza del asunto judicial, en
este sentido depende si es un asunto civil o un asunto penal.

 En los asuntos penales la causa va a quedar radicada desde que el tribunal ordena instruir sumario. Por otro
lado, en los asuntos que se van a regir por el nuevo Código Procesal Penal se entenderá radicado desde que el
juez de garantías formalice el procedimiento, desde que queda ejecutoriada la acción pertinente.

 En los asuntos civiles contenciosos, el asunto se entenderá radicado desde que se notifica formalmente la
demanda al demandado y no desde que se presenta la demanda.

 En los asuntos civiles no contenciosos la radicación se produce desde que el juez ordena dar curso al
procedimiento de que se trata.

¿Qué pasa si el asunto se presenta ante un tribunal incompetente?. Si un asunto se presenta ante un tribunal
que es incompetente, según la ley interesa conocer el caso de la competencia relativa. Si una demanda civil se
presenta en otro territorio no se entenderá radicado (se está fallando con uno de los presupuestos básicos) si el
demandado reclama o alega de la incompetencia. Si el demandado no dice nada (si no reclama la incompetencia) y
realiza cualquier gestión en el juicio se produce la radicación en ese momento porque estaría prorrogando la
competencia y además estaría aceptándola.

¿Qué se entiende por causas sobrevinientes?. El Código Orgánico de Tribunales señala que la competencia no
se alterará por causas sobrevinientes. De lo anterior se desprende que la causas sobrevinientes son cualquier hecho o
circunstancia que ocurre después de producida la radicación del asunto judicial. Ejemplo: cuando una de las partes
adquiere fuero después de que el asunto esté radicado; otro ejemplo es si la cuantía del juicio se altera.

Esta regla de la radicación tiene algunas excepciones, algunos casos en que precisamente se puede alterar o
modificar esta radicación. No obstante que un asunto esté siendo conocido por un determinado tribunal y no obstante
que se encuentre radicado en ese tribunal, puede pasar ese asunto al conocimiento de un tribunal distinto.
Estas excepciones son las siguientes:

a) La acumulación de procesos o acumulación de autos: En algunos casos es posible que causas que se tramiten
separadamente ante un mismo tribunal o ante tribunales distintos, se reúnan esos mismos procesos en uno
solo, esto con la finalidad de que se dicte una sola sentencia. Esto se debe al “principio de economía procesal”
que trata de evitar gastos excesivos a los litigantes, entre otras cosas.
Esto tiene lugar cuando la ley lo señale (artículos 92 y siguientes del Código de Procedimiento Civil). En
esos casos debe procederse a petición de parte a esta acumulación de procesos. La acumulación se va a hacer
sobre aquél que esté sometido al tribunal superior.
Esto tiene una ventaja evidente, porque de esta forma se tiende a evitar que se dicten sentencias
contradictorias.

b) El compromiso: Es sinónimo de arbitraje. Aquí puede suceder que un asunto judicial esté sometido al
conocimiento de un tribunal ordinario que esté radicado. Las partes podrán acordar que ese asunto se someta a
arbitraje, siempre y cuando la materia del asunto no sea de arbitraje prohibido, para eso las partes generan un
contrato de compromiso en que deciden someter ese asunto a arbitraje.
Se le quita competencia al tribunal ordinario y se la entrega al tribunal arbitral.
Aquí hay un compromiso que no es excepción a la regla de radicación, solamente al caso indicado
anteriormente, cuando el asunto judicial ya estaba siendo conocido por el tribunal ordinario; pero si el asunto
judicial no había sido sometido a la justicia ordinaria y el compromiso estaba pactado de antemano, no hay
ninguna excepción a la regla de radicación.

c) Las visitas: Visitas que ordenan los tribunales superiores de alguno de sus ministros a algún tribunal inferior.
Las visitas están reguladas en los artículos 553 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Las Cortes de Apelaciones tienen atribución para enviar a alguno de sus ministros para que realicen
visitas cuya finalidad es inspeccionar y vigilar al tribunal inferior a fin de que la administración de justicia se
practique como es debido.
En el ejercicio de este derecho de visita, el ministro visitador puede fallar asuntos pendientes ante el
tribunal visitado, en cuyo caso lo sustrae del conocimiento de ese juez. De allí que se diga que constituye una
excepción a esta regla de la radicación o fijeza.
Sin embargo, esta excepción es discutible porque aquí lo que cambia no es el órgano jurisdiccional (el
asunto sigue radicado ante el tribunal visitado) sino que se produce una sustitución en el magistrado que va a
fallar.

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B) Segunda regla: Principio de gradualidad (artículo 110):

Este principio de gradualidad es también conocido como “regla del grado”, y se basa de la norma del artículo
110 del Código Orgánico de Tribunales.

Art. 110, Código Orgánico de Tribunales: “Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez
inferior para conocer en primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del tribunal
superior que debe conocer del mismo asunto en segunda instancia”.

Esta regla se basa o parte del supuesto de la procedencia del recurso de apelación. Esta regla dice relación con
las dos instancias o grados en que el caso es conocido. La doble instancia es la regla general en nuestro derecho.
El Código dice que una vez que queda fijada con arreglo a la ley la competencia de un tribunal inferior para
conocer un asunto en primera instancia queda igualmente fijada la del tribunal superior que debe conocer el mismo
asunto en segunda instancia.
Lo que la ley quiere decir en este artículo 110 es que, establecido el tribunal inferior que debe conocer el asunto
en primera instancia, por ese solo hecho, queda automáticamente establecido el tribunal superior que puede conocer
ese negocio en segunda instancia.
Aquí hay dos presupuestos para que opere esta regla:

a) Que un determinado asunto judicial esté siendo conocido por un tribunal inferior en primera instancia (que es
tribunal sea competente).

b) Que sea procedente el recurso de apelación.

Esta regla descansa en el principio que establece la legislación procesal de la organización piramidal de los
tribunales. Basta con establecer cuál es el tribunal inferior que conocerá el asunto en primera instancia para saber el
superior podría conocerlo en segunda instancia. Esto es importante porque da certeza a los litigantes.
El tribunal que va a conocer del asunto en segunda instancia es el superior jerárquico inmediato del inferior que
ha conocido el asunto en primera instancia.
Todos los autores están de acuerdo en señalar que es improcedente la prórroga de competencia en segunda
instancia (las partes no pueden alterar el tribunal competente en segunda instancia).

C) Tercera regla: Principio de la extensión o alcance (artículo 111):

Art. 111, Código Orgánico de Tribunales: “El tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es
igualmente para conocer de todas las incidencias que en él se promuevan".
"Lo es también para conocer de las cuestiones que se susciten por vía de reconvención o de
compensación, aunque el conocimiento de estas cuestiones, atendida su cuantía, hubiere de corresponder a un
juez inferior si se entablaran por separado”.

Esta regla se denomina de la extensión o alcance porque nos permite saber hasta donde se extiende la
competencia de los tribunales. Este problema se plantea porque dentro de un juicio se pueden plantear cuestiones
accesorias (peticiones accesorias por las partes o incluso por terceros) distintas de la cuestión principal que se discute.
Ejemplo: en el juicio principal se discute el cumplimiento de un contrato de compraventa y que se indemnicen los
perjuicios, y dentro de este juicio se pueden plantear cuestiones accesorias o incidentes como la nulidad de alguna
actuación, la incompetencia del tribunal, etc.
En todo juicio siempre se distinguen: el asunto principal (asunto controvertido que da origen al litigio) y además
se pueden presentar o formular cuestiones accesorias o incidentes (otras controversias distintas de la principal).
La ley nos dice que el tribunal que es competente para conocer de un asunto principal lo es igualmente para
conocer de todas las incidencias que de él se promuevan. Aquí se da la extensión de la competencia.
Las cuestiones accesorias pueden ser varias o podría ser ninguna (artículo 82, Código de Procedimiento Civil).
Según este artículo es toda cuestión accesoria a un juicio que requiere especial pronunciamiento del tribunal, con o sin
audiencia de las partes.
Esto es importante también por el “principio de economía procesal”.

El inciso 2º del artículo 111 del Código Orgánico de Tribunales agrega que el tribunal que conoce el juicio
principal tiene competencia para conocer de todas las cuestiones que se susciten por vía de reconvención o de
compensación.

a) Reconvención: es la acción que puede hacer valer el demandado en contra de su demandante dentro del
mismo juicio valiéndose del mismo procedimiento, de manera que esta es una controversia distinta de la
principal (es otra acción). Aunque podría estar relacionado con la principal.
La ley nos dice que de esta reconvención conoce el mismo juez que conoce el asunto principal. Es otra
manifestación de la extensión.

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b) Compensación: Es un modo de extinguir las obligaciones y que opera cuando dos personas son recíprocamente
acreedores y deudores entre sí (artículo 1655, Código Civil). Así se extinguen las obligaciones porque son
acreedores entre sí.
En este sentido habría que señalar que la referencia de la compensación está de más. Esta no es una
manifestación de la regla de la extensión porque la compensación desde el momento que es una forma de
extinguir obligaciones va a constituir la defensa del demandado, en consecuencia forma parte de la cuestión
principal, lo va a resolver el tribunal de la causa.

Resumiendo esta regla, en virtud de la reglas de la extensión, el juez que conoce de un asunto tiene además
competencia a otras cuestiones como son los incidentes y como lo es la reconvención y la compensación.

D) Cuarta regla: Principio de la prevención o inexcusabilidad (artículo 112):

Art. 112, Código Orgánico de Tribunales: “Siempre que según la ley fueren competentes para conocer de
un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de
haber otros tribunales que puedan conocer del mismo asunto; pero el que haya prevenido en el conocimiento
excluye a los demás, los cuales cesan desde entonces de ser competentes”.

Relacionado con la competencia preventiva, el Código Orgánico de Tribunales señala que siempre que según la
ley fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales ninguno de estos tribunales puede
excusarse del conocimiento del asunto, pero aquel que haya prevenido excluye a los demás.
En esta regla se consagran dos principios fundamentales:

- La regla de la inexcusabilidad de los tribunales, en la medida que el tribunal es competente y que ha sido
legalmente solicitado no se puede excusar. De lo contrario incurre en el delito de denegación de justicia.

- Establece como fundamento de la competencia el hecho de la prevención. El que previno excluye a los demás
(cesa la competencia de los otros). El que previene es aquel que estima el demandado.

E) Quinta regla: Principio de la ejecución (artículos 113 y 114):

Los tribunales de justicia tienen lo que se denomina el “imperio”, que es la facultad o atribución para hacer
ejecutar lo juzgado, de esta forma la ley permite que se puedan cumplir las resoluciones judiciales. Los tribunales sin
imperio carecería de eficacia en su cometido.
Esto se puede analizar desde varios puntos de vista:

- Los tribunales están facultados para pedir directamente el auxilio de la fuerza pública a requerimiento de parte.

- Desde otro punto de vista, y de acuerdo al artículo 24 del Código de Procedimiento Civil, la ley le concede al
tribunal la facultad de disponer o decretar todas las medidas tendientes a dejar sin efecto lo que las partes
puedan hacer para burlar las resoluciones judiciales.
Si las partes se niegan o quebrantan lo que el tribunal ha ordenado cumplir, cometerían un delito que es
el “desacato”.

Esta regla de la ejecución tiene la importancia de que permite en la práctica hacer efectivas las resoluciones
judiciales.
El Código en esta materia señala:

Art. 113, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La ejecución de las resoluciones corresponde a los
tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única instancia”.

El artículo 113 del Código establece cuál es el tribunal competente para conocer la ejecución de las resoluciones
judiciales, y dice que la ejecución de las resoluciones le corresponde a los tribunales que las hubieren pronunciado en
primera o en única instancia, y no en segunda instancia.
La ejecución de las sentencias penales y las medidas de seguridad previstas en la ley procesal penal son de
competencia del Juzgado de Garantía que hubiese intervenido en el procedimiento penal. Eso guarda relación con el
artículo 14, letra f, en lo que a la ejecución de las sentencias judiciales se refiere.
Por otra parte, los tribunales que conozcan de los recursos de revisión, apelación, casación o de nulidad
(distinto de la nulidad procesal), tienen competencia para ejecutar los fallos que dicten o pronuncien para sustanciar
dichos recursos (el artículo 113, inciso 2º es una excepción de lo señalado en el inciso 1º).

Art. 113, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “No obstante, los tribunales que conozcan de los
recursos de apelación, casación o revisión, ejecutarán los fallos que dictaren para la substanciación de dichos
recursos. Podrán también decretar el pago de las costas adeudadas a los funcionarios que hubieren intervenido
en ellos reservando el de las demás costas para que sea decretado por el tribunal de primera instancia”.

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Es decir, estos tribunales pueden hacer cumplir todas las resoluciones para tramitar los recursos, no así la
sentencia que se dicte resolviendo el recurso. La sentencia no se cumple por la Corte de Apelaciones sino por el tribunal
inferior que corresponda.
El artículo 113 establece una parte del inciso final que no corresponde a la regla de ejecución en relación al
pago de las costas que se adeudan. Las costas son los gastos que demanda la tramitación del asunto.

Por otra parte, el artículo 114 del Código Orgánico de Tribunales señala lo siguiente:

Art. 114, Código Orgánico de Tribunales: “Siempre que la ejecución de una sentencia definitiva hiciere
necesaria la iniciación de un nuevo juicio, podrá éste deducirse ante el tribunal que menciona el inciso primero
del artículo precedente o ante el que sea competente en conformidad a los principios generales establecidos
por la ley, a elección de la parte que hubiere obtenido en el pleito”.

Tratándose de una ejecución de una sentencia definitiva y siempre que la ejecución de esa sentencia haga
necesario iniciar un nuevo juicio, el Código Orgánico de Tribunales dice que si se requiere iniciar un nuevo juicio
ejecutivo, éste se puede iniciar ante el mismo tribunal que pronunció la sentencia en primera o en única instancia o
bien ante el tribunal que resulte competente de acuerdo con las reglas generales de competencia, y eso lo elige el que
ganó el pleito.
La ejecución en una resolución judicial le corresponde al mismo tribunal que la conoce en primera o en única
instancia, queda excluido en consecuencia el tribunal de segunda instancia (no se puede ejecutar su resolución) ni
tampoco el tribunal de casación, ni tampoco el de revisión ni el de nulidad, salvo que sean resoluciones de trámite de
esos recursos y que se traten del cumplimiento de esa sentencia definitiva, y para ello es necesario iniciar un nuevo
juicio de carácter ejecutivo (con esa finalidad).
Ese juicio se puede plantear ante el mismo tribunal en primera o única instancia, o ante el que sea competente
según las reglas de competencia.

6.- Reglas de la Competencia Absoluta:

Estas reglas o normas son las primeras que corresponde aplicar con el objeto de conocer el tribunal
competente. Tienen por finalidad determinar la clase y jerarquía del tribunal que debe conocer de un determinado
asunto judicial y eventualmente la categoría del mismo. Los elementos o factores que la determinan la competencia del
tribunal son: cuantía, fuero y materia.
En otras palabras, aplicando estas reglas de la Competencia Absoluta podemos determinar si el asunto judicial
lo va a conocer un tribunal ordinario, un tribunal especial o un tribunal arbitral.
También dentro de cierta clase de tribunales, concretamente en los tribunales ordinarios, nos permite
determinar la jerarquía del tribunal, si va a ser en un Juzgado de Letras, la Corte de Apelaciones, la Corte Suprema, o
bien un ministro de Corte como tribunal accidental, etc.
En algunos casos, además, sirve para determinar la categoría, concretamente en el caso de los jueces letrados,
si éstos van a ser de simple comuna o juzgados de letras donde tiene asiento la Corte de Apelaciones, este último es el
de mayor categoría.

Estas reglas de competencia absoluta tienen algunas características importantes:

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 Estas reglas son de orden público, esto significa que se trata de normas legales que están establecidas en el
interés general de la sociedad y no en el interés particular de los litigantes.

 Como consecuencia de lo anterior, estas normas son irrenunciables, no es posible tratándose de estas normas
legales de la competencia absoluta que las partes realicen acuerdos tendientes a modificarlas.

 Los tribunales pueden declarar de oficio su incompetencia absoluta (o fundada en una regla de competencia
absoluta), sin perjuicio que las partes pidan su incompetencia.

 No es posible que se produzca la prórroga de la competencia en relación a ellas , precisamente porque no puede
haber acuerdos entre las partes.

 Utiliza o se fundamenta en ciertos factores o elementos de competencia: la cuantía, la materia y el fuero.

 Las partes podrían alegar la incompetencia absoluta del juez o tribunal en cualquier estado de la tramitación del
juicio y por distintas vías o medios.

A) Primer factor: La Cuantía:

El factor de la Cuantía se encuentra regulado en el Código Orgánico de Tribunales en los artículos 115 y
siguientes.
En cuanto a su definición hay que distinguir si se trata de un asunto civil o de un asunto penal.

Art. 115, Código Orgánico de Tribunales: “En los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por
el valor de la cosa disputada”.
“En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito lleva consigo”.

La ley dice que en los asuntos civiles la cuantía se determina por el valor de la cosa disputada; es decir, se trata
de un valor económico, pecuniario, la cuantía siempre se determina en dinero (artículo 115, inciso 1º, Código Orgánico
de Tribunales).
En los asuntos penales, la cuantía no tiene un valor monetario, sino que se determina por la pena que el delito
tiene establecido en la ley (artículo 115, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales). Esto, a su vez, determina la
gravedad de las infracciones, y según eso los hechos punibles se dividen en crímenes, simples delitos y faltas. Eso
determina la competencia del tribunal que va a conocer del hecho.
Considerando la gravedad, los delitos se clasifican en crímenes, simples delitos y faltas. La regla general es que
si se trata de un crimen o simple delito le corresponde conocer a los jueces de letra, y las faltas son normalmente
competentes de conocer un juzgado de policía local (sistema procesal antiguo).
Con la reforma procesal penal esto va a cambiar, porque los crímenes y simples delitos van a ser de
competencia de los nuevos tribunales de juicio orales en lo penal y las faltas van a ser de competencia de los juzgados
de garantía.

- Una falta se sanciona con penas que fluctúan entre 1 y 60 días con penas de prisión, multa o penas menores.
- Los simples delitos se sancionan con penas que fluctúan entre los 61 días y 5 años de presidio o reclusión.
- Los crímenes se sancionan con penas que fluctúan entre los 5 años y un día o superiores a eso (hasta presidio
perpetuo).

* ¿Cómo se determina la cuantía del asunto?:

En los asuntos penales no hay mayor problema para determinar la cuantía, porque frente a un hecho que
reviste caracteres penales basta ver lo que dice la ley penal, la que determinará que pena se le asigna a ese hecho. La
gravedad o levedad de un asunto penal lo determina la ley penal.

En materia civil la regla la da el artículo 115 inciso 1º: la cuantía se determina por el valor de la cosa disputada.
Esta situación no es siempre tan sencilla, no es tan fácil de precisar, puesto que depende del asunto o de las
pretensiones que se está haciendo valer en el juicio. De este modo, existen varias normas complementarias que
permiten conocer el valor de la cosa disputada. Las más importantes son:

a) Puede ser que el asunto discutido no es susceptible de apreciación pecuniaria, lo que ocurre en algunas
materias del derecho de familia. Aquí la cuantía es indeterminada en estos casos. Ejemplo: juicio de divorcio, la
nulidad de matrimonio.
La ley, en estos casos, establece que estos asuntos se reputan de mayor cuantía (artículos 130 y 131
del Código Orgánico de Tribunales). Si el asunto se estima de mayor cuantía significa desde luego que es
competente un juez de letra y además lo conoce en primera instancia, es posible proceder al recurso de
apelación (artículo 189, Código Orgánico de Tribunales).

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Este artículo 189 señala que habrá lugar al recurso de apelación en las causas que versaren sobre las
materias de que hablan los artículos 130 y 131 del Código.

b) Los juicios del contrato de arrendamiento. Aquí hay que distinguir:

• Si se trata de un juicio de desahucio o de restitución de la cosa arrendada, la cuantía se determina por el


monto de la renta convenido para cada período de pago, que es variable, depende del contrato (artículo
125, Código Orgánico de Tribunales).

• Si el juicio es de reconvención (se adeudan rentas), la cuantía de la cosa se determina por las rentas que se
adeudan (artículo 125, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 125, Código Orgánico de Tribunales: “El valor de lo disputado se determinará en los juicios de
desahucio o de restitución de la cosa arrendada por el monto de la renta o del salario convenido para
cada período de pago; y en los de reconvenciones, por el monto de las rentas insolutas”.

c) Si son varios los demandados, se aplica el artículo 122 del Código Orgánico de Tribunales y la cuantía se
determina del valor total de la cosa o cantidad debida.

Art. 122, Código Orgánico de Tribunales: “Si fueren muchos los demandados en un mismo juicio, el
valor total de la cosa o cantidad debida determinará la cuantía de la materia, aun cuando por no ser
solidaria la obligación no pueda cada uno de los demandados ser compelido al pago total de la cosa o
cantidad, sino tan sólo al de la parte que le correspondiere”.

d) Si en la demanda se hacen valer varias pretensiones, la cuantía se determina por el monto de todas las
pretensiones deducidas (acciones entabladas) aunque la acción es una sola (artículo 121, Código Orgánico de
Tribunales).

Art. 121, Código Orgánico de Tribunales: “Si en una misma demanda se entablaren a la vez varias
acciones, en los casos en que puede esto hacerse conforme a lo prevenido en el Código de
Procedimiento, se determinará la cuantía del juicio por el monto a que ascendieren todas las acciones
entabladas”.

e) Si se formula reconvención en un juicio, para los efectos de la competencia, la ley dice que se considerarán
separadamente el monto de la acción principal con el monto de la reconvención (artículo 124, Código Orgánico
de Tribunales).

Art. 124, Código Orgánico de Tribunales: “Si el demandado al contestar la demanda entablare
reconvención contra el demandante, la cuantía de la materia se determinará por el monto a que
ascendieren la acción principal y la reconvención reunidas; pero para estimar la competencia se
considerará el monto de los valores reclamados por vía de reconvención separadamente de los que son
materia de la demanda”.

f) El artículo 126 del Código Orgánico de Tribunales alude al caso del deudor que debe una suma de dinero y que
la hubiese pagado en parte. La ley dice que la cuantía se determina únicamente por el resto que no haya sido
pagado.

Art. 126, Código Orgánico de Tribunales: “Si lo que se demanda fuere el resto insoluto de una
cantidad mayor que hubiere sido antes pagada en parte, se atenderá, para determinar la cuantía de la
materia, únicamente al valor del resto insoluto”.

g) El artículo 128 señala que si el valor de la cosa disputada en los asuntos civiles aumentara o disminuyera
dentro de la tramitación del juicio, eso no tiene incidencia en la cuantía, ya que ésta queda determinada al
momento que se presenta la demanda.

Art. 128, Código Orgánico de Tribunales: “Si el valor de la cosa disputada se aumentare o
disminuyere durante la instancia, no sufrirá alteración alguna la determinación que antes se hubiere
hecho con arreglo a la ley”.

* ¿Qué importancia tiene hoy día el factor cuantía además de lo dicho?:

- En primer lugar, sirve para determinar el grado jurisdiccional en que el tribunal va a conocer del asunto. Esto
quiere decir para saber si va a ser conocido en única instancia o en primera instancia.
El artículo 45 del Código Orgánico de Tribunales se refiere a la competencia de los jueces de letra en
materia civil, esto en base a la cuantía para esos efectos; así, si la cuantía no excede de las 10 UTM el asunto
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será conocido en única instancia, y por el contrario, si la cuantía excede de las 10 UTM el asunto va a ser
conocido en primera instancia.

- Sirve para determinar el procedimiento aplicable al juicio en materia civil. En este sentido, existen juicios
ordinarios de mayor cuantía, de menor cuantía y de mínima cuantía.
Esta materia está regulada en el Código de Procedimiento Civil en los siguientes artículos: artículos 698,
703 y 729 del citado Código.

- La cuantía también influye para determinar las costas del juicio (es una antecedente para fijar o regular las
costas), específicamente las costas personales (honorarios de los abogados que intervienen).

* Acreditación en el expediente de la cuantía:

Para acreditar la cuantía en el proceso o expediente, hay que hacer algunas distinciones en esto:

a) En primer lugar, el caso que el demandante acompañe documentos a la demanda para justificar la cuantía. Si
en esos documentos aparece determinado el valor de la cosa disputada, de la cuantía precisamente se va a
determinar con el mérito de dichos documentos (artículo 116, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 116, Código Orgánico de Tribunales: “Si el demandante acompañare documentos que sirvan
de apoyo a su acción y en ellos apareciere determinado el valor de la cosa disputada, se estará para
determinar la competencia a lo que conste de dichos documentos”.

b) Si el demandante no acompaña documentos para acreditar la cuantía (porque no es obligación acompañar


documentos a la demanda) o si acompañándolos no figuran en ellos el valor de lo disputado, hay que
subdistinguir si la acción es real o personal. Esta acción puede ser real o personal, según lo sea el derecho que
se pretenda resguardar (artículo 117, Código Orgánico de Tribunales).
El derecho real está protegido por la acción real (artículo 577, Código Civil), y los derechos personales o
créditos están protegidos por la acción personal (artículo 578, Código Civil).

• Si la acción fuere real, la cuantía se determina por la apreciación que hagan las partes de común acuerdo
(artículo 118, inciso 1º). Este acuerdo incluso la ley lo promueve cuando el demandado realiza cualquier
gestión y no reclama de la cuantía.
Si no hay acuerdo entre las partes, el tribunal debe nombrar un perito para que avalúe la cosa y se
reputará por verdadero valor de ella (artículo 119, Código Orgánico de Tribunales).

• Si la acción es personal, la ley dice que el valor en la cuantía se determina por la apreciación que haga el
demandante en la demanda (artículo 117).

B) Segundo factor: La Materia:

La Materia es un factor que puede desplazar a la cuantía. Eso quiere decir que un factor desplaza al otro.
La materia es la naturaleza del asunto sometido al conocimiento y división de un tribunal (naturaleza de un
asunto determinado). Esto se determina por las leyes sustantivas, escapa al derecho procesal, se aplican las leyes de
fondo y que a su vez están en relación con el litigio.
¿De qué manera la materia influye en la competencia?. En general la especialidad de una materia afecta la
competencia, porque el asunto puede pasar al conocimiento de un tribunal especial (no siempre, pero en algunos casos
es así).

a) La materia en los asuntos penales: En relación a los delitos hay que distinguir en delitos comunes y delitos
especiales o militares. Los primeros están establecidos en la legislación ordinaria y los segundos en la
legislación procesal militar y leyes complementarias.
Según esto tenemos que de los delitos comunes conocen los tribunales ordinarios (juzgados de letras
con jurisdicción criminal) y según la reforma procesal penal le va a corresponder conocer de ellos a los
tribunales judiciales orales en lo penal y en algunos casos a los tribunales de garantía.
Si el delito es militar, lo conocen los tribunales militares. Ejemplo: delito de sedición (se pasa a un
tribunal especial por la especialización del asunto).
En otros casos ciertos delitos que están establecidos en leyes especiales son de conocimiento de un
ministro de corte. Ejemplo: las infracciones a la ley de Seguridad Interior del Estado cometida por civiles
(artículo 50, nº 1).
Algunos otros delitos, también considerando la materia del asunto van a ser de competencia de
ministros de la Corte Suprema (artículo 52, nº 2).
Las faltas, por su parte, las conocen los Juzgados de Policía Local.

b) La materia en los asuntos civiles: En los asuntos civiles, si la materia es de índole laboral o dicen relación con
aspectos de seguridad social o previsionales, esos asuntos son de competencia de juzgados del trabajo.
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En otros casos el asunto civil puede ser de conocimiento de un tribunal arbitral (artículo 227 del Código
Orgánico de Tribunales, materia de arbitraje forzoso).
Otros asuntos civiles pueden ser de competencia de juzgados de menores, siempre que en la comuna
existan estos tribunales.
Por último, hay ciertos juicios que según la materia se denominan juicios de hacienda (en que es parte
el Fisco). Estos juicios, regulados en el artículo 748, inciso 1º del Código de Procedimiento Civil, los conoce un
juez de letras de comuna asiento de Corte de Apelaciones; vale decir, aquí la materia incide en la categoría.

C) Tercer factor: El Fuero:

Este es un elemento personal, está referido a la persona de los litigantes.


El Fuero, como elemento de la competencia, es la calidad personal de alguno de los litigantes, y en virtud del
cual los asuntos judiciales van a ser conocidos por un tribunal de mayor jerarquía, lo que trae como consecuencia
mayores garantías procesales para los litigantes.
Este fuero hay que analizarlo tanto en materia civil como en materia penal, y lo más importante es que se trata
de un elemento de competencia pero en ningún caso es un privilegio para las partes. Las partes están en igualdad de
condiciones ante el juez, lo contrario atentaría contra el proceso.

a) El fuero en materia civil:

o Fuero Menor: Este fuero tiene lugar en aquellas causas civiles y de comercio cuya cuantía sea inferior a 10 UTM.
Estos asuntos, en principio son conocidos por un juez letrado en única instancia, pero si en estos asuntos son
parte determinadas personas que la ley indica, estos asuntos van a ser conocidos por el mismo juez letrado
pero en primera instancia. Es decir, en este caso no cambia la jerarquía del tribunal, pero sí lo que cambia es el
grado jurisdiccional. Esto tiene importancia desde el punto de vista jurisdiccional porque siendo en primera
instancia hay mayores garantías para los litigantes (artículo 45, nº 2, letra g, Código Orgánico de Tribunales).
Esta norma (artículo 45, nº 2, letra g) enumera cuáles son las personas que gozan de este fuero menor
o “fuero chico”:

 Los Comandantes en Jefe de las instituciones armadas.


 El General Director de Carabineros.
 Los ministros de la Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones.
 Los fiscales judiciales de estos tribunales.
 Los jueces letrados.
 Los párrocos y vicepárrocos.
 Los cónsules generales, cónsules o vicecónsules de las naciones extranjeras reconocidas por el
Presidente de la República.
 Las corporaciones y fundaciones de derecho público o de los establecimientos públicos de beneficencia.

o Fuero Mayor: Este fuero, también en materia civil (artículo 50 nº 2 del Código Orgánico de Tribunales), a
diferencia con el anterior, se trata de actos civiles que en principio deberían ser conocidos por un juez letrado,
pero por intervenir o ser parte determinadas personas que la ley indica, aquí se modifica la jerarquía del
tribunal y en lugar de ser un juez letrado aquí el juez competente va a ser un ministro de Corte de Apelaciones
que resulte competente, de acuerdo con el turno que la propia Corte establezca.
Según este artículo, quienes tienen este “fuero mayor” o “fuero grande” son las siguientes personas:

 El Presidente de la República.
 Los ex Presidentes de la República.
 Los Ministros de Estado.
 Los Intendentes y Gobernadores.
 Los Agentes Diplomáticos chilenos.
 Los Embajadores y los Ministros Diplomáticos acreditados con el Gobierno de la República o en tránsito
por su territorio.
 Los Arzobispos.
 Los Obispos.
 Los Vicarios Generales.
 Los Provisores.
 Los Vicarios Capitulares.

Es indiferente si estas partes actúen como demandantes o demandados.


Este ministro de Corte de Apelaciones es un tribunal unipersonal (no es competente en consecuencia la
Corte de Apelaciones) y conoce en primera instancia. La segunda instancia recae en la propia Corte de
Apelaciones.

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Hay algunos casos en que estas reglas tienen excepciones. Hay algunos casos civiles en que no se aplica el
fuero, en consecuencia es absolutamente irrelevante la calidad que tengan las partes o interesados, aquí se aplican los
factores de competencia anteriores (artículo 133 del Código Orgánico de Tribunales). Las excepciones son las
siguientes:

• Los juicios que se rigen por el Código de Minería o juicios de minas.


• Los juicios posesorios.
• Los juicios de distribución de aguas que se rigen por el Código de Aguas.
• Los juicios de partición, que es una materia de arbitraje forzoso.
• Juicios en que se tramiten breve y sumariamente.
• Tampoco se considerará el fuero que tengan los acreedores en el juicio de quiebra.
• No se considera el fuero que tengan los interesados en los asuntos judiciales no contenciosos.

b) El Fuero en materia penal:

Hay una regla es esta materia que dice que el tribunal competente para juzgar a un autor de delito tiene
competencia para juzgar a los cómplices y a los encubridores del mismo delito (artículo 168, inciso 1º, Código Orgánico
de Tribunales). Esto significa que si dentro de los autores de un delito hay personas que gozan de fuero mayor, ese
fuero arrastra a los cómplices, a los encubridores y a los demás autores (atrae al resto de los participantes).

Art. 168, Código Orgánico de Tribunales: “El tribunal competente para juzgar al autor de un delito lo es
también para juzgar a los cómplices y encubridores del mismo delito”.
“Si siendo muchos los autores de un delito o de varios delitos conexos, hubiere entre ellos individuos
aforados y otros que no lo sean, el tribunal competente para juzgar a los que gozan de fuero, deberá juzgar a
los demás autores y a los cómplices y encubridores”.

Al aplicar el fuero mayor significa que estos delitos en principio son materia de un ministro de Corte de
Apelaciones. Esto va a variar con la reforma procesal penal, que establece que hoy día los delitos que se rijan por la
nueva normativa van a estar sometidos a los tribunales orales en lo penal y no por un ministro de Corte (artículo 50, nº
2, Código Orgánico de Tribunales actualizado).
El fuero de los cómplices y de los encubridores no arrastra a los autores. Esta situación no tiene mayor
relevancia porque aquí la norma que rige es la del artículo 168 y ahí se parte de la base que la parte que tiene fuero es
el autor, sin interesar si los cómplices o encubridores gozan de ello.
Esta norma es distinta tratándose de los tribunales militares, donde cualquiera de los responsables puede tener
fuero y eso es diferente para generar la competencia del tribunal militar. Esta es una excepción del artículo 168, donde
por ejemplo, el fuero de un cómplice puede arrastrar a un autor (artículo 169, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto al fuero de los funcionarios judiciales, hay que distinguir:

- Si el delito lo comete o si interviene algún miembro de la Corte Suprema o de algún ministro de Corte de
Apelaciones o bien los fiscales judiciales de estos tribunales, así como los jueces letrados de ciudad asiento de
una Corte de Apelaciones, le corresponde conocer de estos delitos a un ministro de Corte de Apelaciones
(artículo 50, nº 3, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 50, nº 3, Código Orgánico de Tribunales: “Un ministro de la Corte de Apelaciones respectiva
según el turno que ella fije, conocerá en primera instancia de las causas por delitos comunes en que
sean parte o tengan interés los miembros de la Corte Suprema, los de las Cortes de Apelaciones, los
fiscales de estos tribunales y los jueces letrados de las ciudades de asiento de las Cortes de
Apelaciones”.

- Si el delito lo cometen los jueces letrados de simples comunas, en este caso va a ser competente para conocer
del asunto un juez letrado de comuna que sea asiento de Corte de Apelaciones (artículo 46, Código Orgánico de
Tribunales).

Art. 46, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces de letras de comunas asiento de Corte
conocerán en primera instancia de las causas criminales en que sea parte o tenga interés un juez de
letras de una comuna o agrupación de comunas incluidas en el territorio jurisdiccional de esa misma
Corte de Apelaciones”.

7.- Reglas de la Competencia Relativa:

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Estas son las normas legales que permiten precisar o determinar con exactitud al tribunal que debe conocer del
asunto judicial dentro de una clase de tribunal, dentro de una jerarquía o dentro de una categoría, fijado por las reglas
de competencia absoluta. Para estos efectos la ley se basa del factor territorial. Estas reglas nos permiten singularizar
el tribunal.
Estas reglas tienen características que podemos hacer notar:

a) En los asuntos civiles contenciosos estas reglas son de orden privado , están establecidas en el interés de los
litigantes.

b) Como consecuencia de lo anterior, en los mismos asuntos civiles contenciosos las partes pueden renunciar a las
normas que la ley establece y podrían celebrar acuerdos modificatorios. Esto se logra a través de la “prórroga
de la competencia”.
En los asuntos penales y en los civiles no contenciosos no se puede prorrogar la competencia.

c) En los asuntos civiles contenciosos, el tribunal no puede declararse de oficio incompetente en relación al
territorio; únicamente se podría declarar incompetente a petición de parte.

d) Estas reglas están destinadas a determinar la competencia entre tribunales de una misma jerarquía o de una
misma categoría y esta es una diferencia con las reglas de competencia absoluta.

e) Oportunidad que se puede alegar por las partes la incompetencia relativa. Diferencia con lo que sucede con la
competencia relativa, porque respecto de una regla de competencia absoluta se puede pedir la incompetencia
del tribunal en cualquier estado de tramitación del proceso. En cambio en las reglas de competencia relativa
solamente se podría alegar la incompetencia del tribunal dentro del plazo para contestar la demanda y debe
alegarla antes de hacer cualquier gestión en el juicio (término del emplazamiento).

El territorio para estos efectos es el lugar geográfico donde ocurre el hecho o donde sucede el evento que la ley
contempla o que considera para determinar la competencia y puede ser variable, no siempre es el mismo, porque por
ejemplo en algunos casos la ley considera como elemento territorial el domicilio del demandado y ese domicilio
determina el tribunal competente; en otros casos se considera al lugar donde se celebra el contrato; o bien donde la
obligación se deba cumplir; el lugar donde están ubicados los inmuebles; en materia penal, el lugar es aquel donde se
comete el delito (donde se da principio a su ejecución), el domicilio del causante, etc.

El TERRITORIO es el lugar geográfico que considera el legislador para los efectos de determinar la competencia
o es el lugar donde sucede el hecho que la ley considera para efectos de la competencia.
Este lugar es variable, el legislador da diversas reglas sobre esta materia. No siempre se considera el mismo
lugar. Ejemplo: el domicilio del demandado, donde las partes hayan acordado el contrato, donde se contrajo la
obligación, etc.

Estas reglas de competencia relativa sirven para dos efectos:

• Para determinar lo que se llama la “competencia horizontal” de los tribunales.


• Para determinar la “competencia vertical” de los tribunales.

La competencia horizontal se refiere a determinar dentro de una determinada clase cuál es el tribunal concreto.
La competencia vertical se refiere a que una vez determinado territorialmente el tribunal competente,
automáticamente se determinan además el tribunal superior que puede conocer de ese mismo asunto en segunda
instancia (principio de gradualidad, surge en este momento).

* Reglas de competencia relativa que establece el Código Orgánico de Tribunales:

Las reglas específicas que establece el Código Orgánico de Tribunales son las siguientes:

o Reglas de competencia relativa de los asuntos civiles contenciosos.


o Reglas de competencia relativa de los actos judiciales no contenciosos.
o Reglas de competencia relativa en materia penal.

A) Reglas de competencia relativa en los asuntos civiles contenciosos:

Hay una regla general en esta materia que está contenida en el artículo 134 del Código Orgánico de Tribunales
que establece que en general el juez competente para conocer de una demanda civil (contencioso) es el del domicilio
del demandado.

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Art. 134, Código Orgánico de Tribunales: “En general, es juez competente para conocer de una demanda
civil o para intervenir en un acto no contencioso el del domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio de
las reglas establecidas en los artículos siguientes y de las demás excepciones legales”.

Esta es una regla que, no obstante ser general, admite diversas excepciones, también señalado en el artículo
134 del Código. Estas otras excepciones son muy numerosas, al punto de entender a la regla general como
excepcional. Cuando se trata de determinar el tribunal competente de acuerdo al territorio hay que determinar si en ley
hay una regla especial, sino es así se aplica la regla general del artículo 134.

Las excepciones más importantes a la regla del artículo 134 del Código Orgánico de Tribunales son las
siguientes:

a) Será juez competente para conocer de un determinado asunto civil el que hayan establecido las partes en el
contrato o convención que celebran. Por lo tanto, prima la voluntad de las partes (artículos 135 y 138 del
Código Orgánico de Tribunales).
b) En el caso que no haya convención entre las partes va a ser tribunal competente para resolver el asunto civil el
que corresponda según la naturaleza de la acción deducida. De este modo se debe determinar si es mueble o
inmueble.
Si la acción es inmueble, en este caso a falta de convención la ley establece dos tribunales competentes
(competencia acumulativa). (artículo 135, Código Orgánico de Tribunales):

 El juez del lugar donde se contrajo la obligación, o


 El del lugar donde se encontrare la especie reclamada.

Podría ocurrir que los inmuebles (o también los muebles) por su ubicación estén situados en diversos
territorios jurisdiccionales. En este caso la ley señala (artículo 135, inciso final, Código Orgánico de Tribunales)
que será competente cualquiera de los jueces de esos territorios.
Si la acción es mueble, va a ser juez competente a falta de estipulación, la del domicilio del demandado;
es decir, se vuelve a la regla general (artículo 138, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
Si una acción tiene por objeto reclamar simultáneamente cosas muebles e inmuebles, la ley señala que
será juez competente la del lugar donde se encuentren los inmuebles. Esto puede ocurrir cuando en una
demanda se hacen valer varias pretensiones (artículo 137, Código Orgánico de Tribunales).

c) La tercera excepción dice relación al juicio que se deduzca. En esta materia distinguimos:

• En cuanto al juicio de petición de herencia, del de desheredamiento y del de validez o nulidad de


disposiciones testamentarias (artículo 148, Código Orgánico de Tribunales), será juez competente el del
lugar donde se hubiere abierto la sucesión del difunto o causante. Ese juez corresponde a la del último
domicilio del causante, según el artículo 955 del Código Civil.
• En cuanto a los juicios de distribución de aguas (que se rigen por el Código de Aguas), va a ser juez
competente para conocer de estos juicios el de la comuna donde se encuentre el inmueble del demandado
(artículo 144, Código Orgánico de Tribunales).
• En cuanto a los juicios que se rigen por el Código de Minería, va a ser juez competente el de la comuna en
que se encuentra la pertenencia minera de que se trate (artículo 146, Código Orgánico de Tribunales).
• En cuanto a los juicios de alimentos menores -los juicios de alimentos pueden ser mayores o menores
dependiendo de la edad-, demanda la cónyuge en conjunto con los menores de edad, en este caso será juez
competente el de la residencia del demandante o alimentario (artículo 147, Código Orgánico de Tribunales).

• En cuanto a los juicios posesorios o interdictos posesorios, va a ser juez competente el juez del lugar en
donde estén situados los bienes a que dicha posesión se refiere. Ahora, si los bienes están ubicados en
distintos territorios jurisdiccionales, será competente cualquier juez de esos territorios (artículo 143, Código
Orgánico de Tribunales).

B) Reglas de competencia relativa en los actos judiciales no contenciosos:

En estos asuntos, hay también una regla general y varias excepciones, de manera que habrá que ver cada acto
judicial no contencioso en particular o ver las reglas especiales de competencia, si están dentro de estas últimas prima
la regla especial.
La regla general en estos asuntos es la siguiente: va a ser el juez competente el del domicilio del interesado o
peticional (artículo 134, Código Orgánico de Tribunales).
Esta regla tiene excepciones. Las más importantes son las siguientes:

• Gestiones de apertura de una sucesión. Ejemplo: trámite de posesión efectiva. En este caso, va a ser juez
competente el del lugar donde se hubiere abierto la sucesión del difunto, o sea el último domicilio del
causante (artículo 134, Código Orgánico de Tribunales).

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• Nombramiento de tutores o curadores. Aquí será juez competente el del lugar donde tuviere su domicilio el
pupilo (incapaz) (artículo 150, Código Orgánico de Tribunales).

• Muerte presunta. Va a ser juez competente el del último domicilio del desaparecido (artículo 151, Código
Orgánico de Tribunales).

• Autorización para gravar o enajenar bienes raíces. Es juez competente el del lugar en que estén ubicados
los inmuebles (artículo 153, Código Orgánico de Tribunales).

C) Reglas de competencia relativa en materia penal:

Estas reglas sirven para determinar el juez competente para conocer de un delito. Aquí hay que distinguir si el
delito se cometió en Chile o en el extranjero.
La regla general es que los tribunales son competentes sobre los hechos que ocurran en Chile o en la república.
Excepcionalmente los tribunales chilenos pueden tener competencia sobre delitos que se cometan en el exterior.

* Delitos cometidos dentro del territorio de Chile:

Tratándose de los delitos que ocurran en Chile, hay que subdistinguir si se ha cometido un solo delito o si la
persona ha cometido varios delitos.
1) Cuando la persona ha cometido un solo delito (delito independiente), va a ser competente el tribunal del
territorio donde se hubiere cometido el hecho que da motivo al proceso (porque no se sabe a priori si el delito
se cometió o no). (artículo 157, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Esta regla tiene una excepción importante tratándose del un delito específico: “giro doloso de cheques”.
Para conocer de este delito es competente, según lo establece la ley de cuentas bancarias y cheques, el juez
del lugar correspondiente al domicilio que el girador del cheque tenga registrado en el banco al que
corresponda la cuenta corriente, sin importar el lugar donde se cometa el hecho (artículo 22, Ley de cuentas
bancarias y cheques).

2) Cuando se cometen varios delitos, la ley dice que debe ser juzgado por todos los delitos en un solo proceso,
esto independientemente que se hayan iniciado procesos por separado. Los procesos que se inicien contra esta
persona se deben acumular (acumulación de autos). Sin embargo, aquí se presenta el problema de determinar
cuál es el tribunal donde se van a acumular los procesos.
Puede ocurrir también que el juez donde se acumulen los procesos estime conveniente no acumularlos,
vale decir ordena la desacumulación y tramitarlos por separado. Esto ocurre cuando los procesos tienen
tramitación distintas, o sea cuando ocurren crímenes, simples delitos o faltas (artículo 160, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales).
En esta materia hay que analizar si los delitos son conexos o independientes (los delitos conexos son los
que están relacionados entre sí siempre que la ley lo dispone; los delitos independientes son aquellos que no
están relacionados entre sí).

i. Varios “delitos independientes” entre sí cometidos por una personas: Según la regla del artículo 160, se
deben analizar los casos. Las reglas son:

o Si estos delitos se cometen en un mismo territorio jurisdiccional, va a ser competente el juez de ese
territorio.
Si en la comuna hay varios jueces con la misma jurisdicción criminal, en ese caso los procesos
se deben acumular ante el juez que conozca el proceso más antiguo (artículo 159, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales).

o Si los delitos son cometidos en distintos territorios jurisdiccionales, aquí hay que atender a la gravedad
para determinar el tribunal competente, por la pena que la ley le asigna a cada uno de los delitos.
Según esto, sería juez competente el del lugar en que se cometió el último crimen o en defecto
el último simple delito (artículo 159, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). Esta regla es en el
entendido que los delitos sean de distinta gravedad.
Si los delitos son de la misma gravedad aquí va a ser competente o se acumula ante el juez
donde se cometió el último delito.

Estas reglas tienen una norma complementaria señalada en el artículo 163 del Código Orgánico de
Tribunales, esto cuando no se puede establecer con precisión en que comuna se ha cometido el delito. La
ley dice que va a ser juez competente el que primero comenzó a instruir el proceso.
Si los dos jueces comenzaron simultáneamente, en ese caso el juez competente lo va a determinar
la Corte de Apelaciones respectiva de la cual dependen esos jueces, entendiendo que ambos dependen de
la misma corte.
Si dependen de distintas cortes, resuelve la Corte Suprema.
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ii. Por último, en cuanto a los “delito conexos”, se entiende por tal aquellos que están íntimamente
relacionados, de manera que forman una sola materialidad en cuanto a los hechos.
Según el artículo 164, será juez competente para conocerlos en uno solo:

o El de la comuna en que se hubiere cometido el delito de mayor gravedad.


o Si todos los delitos fueren de igual gravedad, el de la comuna en que se cometió el último delito.
o Si no se supiere cuál fue el último delito, el juez de la comuna en que se cometió uno de ellos, y que
primero hubiere comenzado a instruir el proceso.
o Si varios jueces hubieren comenzado a instruirlo a un mismo tiempo, aquel que fuere designado por la
respectiva Corte de Apelaciones, o por la Corte Suprema, si los jueces dependen de diversas Cortes de
Apelaciones.

El artículo 165 del Código Orgánico de Tribunales enumera cuatro casos de delitos que la ley
considera conexos: los cometidos simultáneamente por dos o más personas reunidas; los cometidos por dos
o más personas en distintos lugares o tiempos, si hubiere precedido concierto entre ellas; los cometidos
como medio para perpetrar otro delito, o para facilitar su ejecución; y los cometidos para procurar la
impunidad de otros delitos.

Es importante señalar que muchos de los artículos están derogados en el nuevo Código Orgánico de Tribunales,
con motivo de la nueva reforma procesal penal (Ley Nº 19.708, del 5 de enero de 2001).

* Delitos cometidos fuera del territorio de Chile:

Excepcionalmente los tribunales chilenos pueden tener competencia para juzgar delitos cometidos en el
extranjero.
El Código Orgánico de Tribunales en el artículo 6º dice que quedan sometidos a la jurisdicción chilena ciertos
delitos determinados o específicos. Este artículo enumera taxativamente ciertos delitos (es una competencia
restrictiva). Todas estas figuras judiciales que se indican son relativas a hechos que afectan al país.
En este caso, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 167 del Código Orgánico de Tribunales, estos delitos van a
ser de la competencia de los tribunales con jurisdicción criminal de Santiago (tribunales ordinarios de carácter
permanente o eventualmente puede ser un tribunal accidental (depende del delito). Ejemplo: delitos contra la
seguridad del Estado, es competencia de un ministro de Corte y no de un juez del crimen.
Para estos efectos existe un Auto Acordado de la Corte de Apelaciones de Santiago (12 de febrero de 1935) que
señala que estos delitos los conoce el juez de turno en el momento que ocurre el hecho.

8.- Reglas de Turno y de Distribución de Causa:

Estas reglas se aplican siempre después que han sido aplicadas las reglas absolutas y relativas, porque primero
tiene que establecerse el tribunal competente, o sea precisarlo en cuanto a su territorio, y solamente en este caso va a
ser posible aplicar estas reglas. En consecuencia son complementarias a las absolutas y relativas.
¿Por qué es necesario complementar las reglas absolutas o relativas?. Lo que ocurre o puede ocurrir es que
precisado el territorio del tribunal existan dentro de éste varios jueces con la misma o análoga competencia (aunque no
siempre es así). Dentro de estos varios tribunales es sólo uno el que debe conocer el asunto.
Estas reglas no se aplicarán en aquellos casos de competencia acumulativa o preventiva, cuando la ley es la
que establece dos o más tribunales competentes. La demanda puede interponerse ante cualquiera de estos tribunales.

* Aplicación de las normas de turno o de distribución de causa:

Se debe determinar cuál de los tribunales de ese territorio será el que conocerá del asunto. Aquí hay que
distinguir si en ese territorio jurisdiccional existe o no Corte de Apelaciones.

a) Si en el lugar no hay Corte de Apelaciones:

Todos estos asuntos judiciales de cualquier naturaleza (civiles, penales, no contenciosos) se presentan ante el
tribunal que esté de turno en la semana en que ocurre el hecho de que se trata. Este turno se ejerce por semana entre
los distintos juzgados de ese territorio, y comienza a desempeñarlo el tribunal más antiguo y le siguen los demás según
el orden de antigüedad.
Durante la semana que ocurre el hecho, todos los asuntos judiciales se presentan ante el juez de turno, ese juez
deberá seguir conociendo los asuntos hasta su total terminación.
Puede ocurrir que en este territorio la jurisdicción se encuentre dividida entre los distintos juzgados. Podría
haber varios juzgados civiles y varios juzgados del crimen. Esto hay que estudiarlo lógicamente:

• Si el asunto es civil contencioso o si es no contencioso, éste se presentará ante el juzgado civil que esté de
turno.

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• En los asuntos penales o criminales se presentará ante el juez del juzgado del crimen que esté de turno.

b) Si en el lugar hay Corte de Apelaciones:

Aquí hay que distinguir cuál es la naturaleza del asunto judicial para determinar las reglas a aplicar. Hay que
distinguir si se trata de asuntos civiles contenciosos, asuntos no contenciosos y asuntos penales; porque aquí se podrán
aplicar tanto las reglas de turno como las reglas de distribución de causa.

• En los asuntos civiles contenciosos -que se inician siempre por demanda-, en ciertos casos la demanda se
debe presentar en la secretaría de la respectiva Corte de Apelaciones. Esto con el objeto de que se proceda
a designar a alguno de los jueces para que conozca de ese asunto.
La demanda no se presenta directamente ante el tribunal. El que designa el juzgado es
concretamente el Presidente de la Corte de Apelaciones previa información que le da el secretario de la
misma Corte, y para cuyo efecto a cada asunto se le asigna un número y se deja constancia en un libro
(artículo 176, Código Orgánico de Tribunales).
En la Corte de Apelaciones que tenga implementado un sistema computacional (ejemplo:
Concepción) las demandas civiles se presentan en la oficina de distribución de demandas. Aquí, entonces,
rige la regla de distribución de causas.

• En los asuntos civiles no contenciosos, corresponde que sean presentados al juzgado que se encuentre de
turno. No se aplica la distribución de causas (artículo 179, inciso 1º parte final, Código Orgánico de
Tribunales).
Si la jurisdicción está dividida entre los juzgados, deben ser presentados ante el juez de turno en lo
civil.

• En los asuntos penales, también hay que hacer alguna distinción, porque depende de cómo sea la forma en
que se inicia el asunto (los asuntos penales son variables en como se inician).

o Primer caso: Si se inicia por Querella Criminal. En este caso debe seguirse el mismo conducto de la
demanda civil. Debe se presentada ante el secretario de la Corte de Apelaciones respectiva (artículo
180, Código Orgánico de Tribunales) para que el Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva haga
la designación a alguno de los juzgados con competencia criminal.

o Segundo caso: Si se inicia por cualquier otra forma distinta de la querella (de oficio, por denuncia o por
requisición del Ministerio Público), debe ser presentada ante el juzgado de turno que se encuentre en
ese territorio (artículo 180, Código Orgánico de Tribunales).

* Excepciones a las reglas de turno y distribución de causas:

Estas reglas de distribución de causas tienen algunas excepciones. Hay casos en que no se van a aplicar estas
reglas no obstante que se den los supuestos para ello. Estos casos de excepción son los siguientes:
Será juez competente el tribunal que haya sido designado anteriormente a la presentación de la demanda de
que se trata:

a) Demandas presentadas en juicio iniciado por medidas prejudiciales. En ese caso se presenta la demanda ante
el juez designado para conocer la medida prejudicial (medida anterior al juicio, antes de interponerla).

b) Demandas presentadas en juicios que se hayan iniciado por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva. Esta
demanda ejecutiva se va a presentar ante el tribunal que haya conocido de esa gestión preparatoria. Ejemplo:
una persona que llama a otra a reconocer una deuda que no tiene constancia escrita.

c) Acción de desposeimiento, en que la demanda se debe presentar ante el mismo tribunal que conoció de la
gestión preliminar de notificación que ordena el artículo 758 del Código de Procedimiento Civil.

d) Demanda de cumplimiento de una sentencia judicial, cuando éste se pide ante el mismo tribunal que pronunció
la sentencia en primera o en única instancia (artículo 114 del Código Orgánico de Tribunales).

e) En materia de exhortos civiles, los casos se deben presentar para su tramitación y cumplimiento ante el tribunal
de turno.

Todas estas reglas señaladas tienen excepción tratándose de los tribunales de la Región Metropolitana, donde
no se aplican estas reglas porque los tribunales tienen asignado un territorio jurisdiccional (incisos finales de los
artículos 179 y 180 del Código Orgánico de Tribunales).

* Naturaleza jurídica de las reglas de turno y de distribución de causa:

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Dentro de esta materia, respecto de la naturaleza jurídica de las reglas de turno y de distribución de causa, hay
que determinar si son o no reglas de competencia. Esto es importante en el caso si se infringen estas reglas.
Al respecto hay dos teorías o posiciones que son extremas:

- Hay una parte de la doctrina que señala que, de acuerdo con el artículo 175, constituyen verdaderas reglas de
competencia, y se basan en que estas reglas son de naturaleza de orden público, son irrenunciables para las
partes.
Los que sostienen esta teoría se basan en lo que dispone el artículo 175, inciso 1º del Código Orgánico
de Tribunales. Según esta norma, estas reglas tienen por objeto dividir el ejercicio de la jurisdicción. Esta
doctrina estima que este sería un nuevo elemento que hay que agregar (quinto elemento, y se encontraría
dentro de las reglas de competencia relativa junto con el territorio).
En consecuencia, la infracción a esta normativa podría traer aparejada la incompetencia del tribunal.

- Otra parte de la doctrina sostiene que estas reglas no son normas de competencia, sino que sólo son reglas que
establece la ley con otra finalidad: para distribuir equitativamente el trabajo entre los distintos tribunales en
una misma comuna o en un mismo territorio.
Esta es la teoría que ha sido mayormente aceptada dentro de nuestra jurisprudencia.
Son normas de base para distribuir el trabajo jurisdiccional. Su carácter es que son reglas de carácter
económico para una mayor administración de justicia y desde el punto de vista de la competencia no revisten
mayor importancia.
La infracción de esta norma no acarrea la incompetencia del juez. (En Concepción es imposible que pase
por el sistema computacional).

9.- Prórroga de la Competencia:

Está materia se encuentra regulada desde el artículo 181 al 187 del Código Orgánico de Tribunales, lo que
demuestra que es una institución importante en el Derecho Procesal.
Esta prórroga es una atribución que se le da a las partes para que puedan cambiar el tribunal que debe conocer
del asunto, pero no cambiarlo en cuanto a su clase o jerarquía, pero sí puede cambiar el tribunal territorialmente
designado para conocer del asunto respetándose la clase y la jerarquía.
No hay impedimentos para alterar las reglas territoriales mediante un acuerdo entre las partes. Sin embargo,
son restrictivas, porque sólo se aplican para los asuntos judiciales contenciosos.

* Concepto de prórroga de la competencia: La prórroga de competencia “es el acto a través del cual las partes, expresa
o tácitamente, acuerdan en someter el conocimiento de un acto judicial determinado a un tribunal relativamente
incompetente y reuniéndose los demás requisitos legales”.

De este concepto surge una de las características más importantes y que se refiere únicamente a las reglas de
competencia relativa, es decir con reglas que estén referidas al factor territorial y nada más. No se puede prorrogar la
competencia tratándose de las reglas de competencia absoluta (no están referidas a los factores de la cuantía, la
materia y el fuero). En consecuencia no podrían acordar en ser juzgados por un tribunal que es absolutamente
incompetente. Se respeta la clase y la jerarquía.
Este tribunal al cual las partes de va a entregar competencia mediante este acuerdo, y que es relativamente
incompetente, tiene que se sin embargo absolutamente competente para conocer del negocio a la luz de los elementos
de la materia, del fuero y de la cuantía. Sólo debe ser incompetente en razón del territorio.

* Requisitos de procedencia:

La ley hace una serie de exigencias en esta materia para que pueda operar la institución de la prórroga. Para
que proceda la prórroga de la competencia, se debe cumplir con los requisitos que a continuación se detallan:

a. Primer requisito: Debe mediar un convenio entre las partes en litigio.

Este es un requisito básico o elemental para que se dé la prórroga. Este acuerdo se refiere a que la voluntad
de los litigantes debe ser concordante en esta materia, en que se le da competencia a un tribunal que es
relativamente incompetente.
Esta prórroga o acuerdo entre las partes respecto de la competencia puede ser expreso o tácito.

- El acuerdo es expreso cuando la prórroga de la competencia se realiza de manera fehaciente o en términos


claros y explícitos. La prórroga se produce cuando en el contrato o en un acto posterior las partes convienen en
ello (artículo 186, Código Orgánico de Tribunales).
En cualquiera de estos casos las partes deben señalar o designar con todas precisión el juez a quienes
se someten. Designar al juez significa señalar con precisión el territorio de ese tribunal. Ejemplo: se deja
expresamente que las partes se someten a los tribunales de Chillán siendo naturalmente competente el tribunal
de Concepción.
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- La prórroga es tácita cuando no consta de términos claros y explícitos, no consta fehacientemente por escrito, y
en ese caso la prórroga se deduce o se presume de ciertas actitudes que adoptan los litigantes en relación a
este punto. Hay que analizarlo dentro del punto de vista del demandante, por un lado, y del demandado, por
otro, porque los dos tienen actitudes diferentes.

Art. 187, Código Orgánico de Tribunales: “Se entiende que prorrogan tácitamente la competencia:
1.- El demandante, por el hecho de ocurrir ante el juez interponiendo su demanda;
2.- El demandado, por hacer, después de personado en el juicio, cualquiera gestión que no sea la de
reclamar la incompetencia del juez”.

Desde el punto de vista del demandante, esto se va a ocurrir cuando el demandante presenta su
demanda ante el tribunal relativamente incompetente (artículo 187, nº 1, Código Orgánico de Tribunales).
Desde el punto de vista del demandado, cuando éste hace cualquier gestión dentro del juicio que se ha
presentado ante un juez relativamente incompetente que no sea de reclamarle la incompetencia del tribunal
(artículo 187, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).
Los problemas que se pueden presentar en esta materia son, por ejemplo, si el demandado está rebelde
o no quiere comparecer al juicio, ¿la competencia se entiende prorrogada?. La respuesta es que la competencia
no se entendería prorrogada porque la ley exige que el demandado se haga parte en el juicio y realice cualquier
gestión.

b. Segundo requisito: Se requiere tener capacidad.

Esta capacidad la tienen en general todas las personas que según las leyes sustantivas son capaces de
comparecer en juicio por sí solas (en términos simples las que tienen capacidad de ejercicio). El incapaz podrá
prorrogar la competencia a través de sus representantes legales.
Dicho de otro modo, las personas facultadas para prorrogar esta competencia son todas las personas
que según la ley son hábiles para comparecer en juicio, y por las que no son hábiles pueden prorrogar sus
representantes legales (artículo 184, Código Orgánico de Tribunales).

c. Tercer requisito: Debe tratarse de un asunto civil contencioso.

La ley exige que para prorrogar la competencia debe tratarse de un asunto civil contencioso; de manera
que es absolutamente incompetente la prórroga en los asuntos penales y en los asuntos no contenciosos,
siempre debe conocer de ellos el juez naturalmente competente. (artículo 182, parte final).

d. Cuarto requisito: Es necesario que se trate de competencia de primera instancia.

Según el artículo 182 del Código Orgánico de Tribunales, la prórroga de competencia sólo procede en
primera instancia. No procede la segunda instancia jamás, porque se alteraría la regla del grado. La
competencia de segunda instancia siempre permanecerá inalterable.
Eventualmente en la competencia de única instancia se podría prorrogar la competencia porque no se
alteraría la regla del grado.

e. Quinto requisito: Procede exclusivamente entre tribunales ordinarios y de igual jerarquía.

Así lo dispone el artículo 182 del Código Orgánico de Tribunales. De este modo se excluyen los tribunales arbitrales y
especiales.

* Efectos de la prórroga de competencia:

La prórroga de competencia produce importantes efectos, estos son:

- El efecto más importante que se produce (efecto positivo) es que en virtud de la prórroga de competencia, se
atribuye competencia a un tribunal que no la tiene. En principio es un juez que no puede conocer del asunto.

- Como contrapartida de lo anterior (efecto negativo), en virtud de la prórroga de competencia se le está


quitando o privando de competencia al tribunal que según la ley la tiene (naturalmente competente).

- La prórroga afecta solamente a las partes que han intervenido en ella, entre los litigantes que han concurrido a
otorgarla (artículo 185, Código Orgánico de Tribunales). Este artículo señala algunos ejemplos: fiadores o
codeudores en caso que exista.

- Un último efecto que se produce es que la prórroga de competencia sirve para convalidar, especialmente si se
habla de la prórroga tácita, actuaciones procesales que en principio serían nulas y las transforma en válidas.

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¿Qué puede ocurrir si una demanda se presenta ante un tribunal relativamente incompetente?. Hay dos
posibilidades frente a esta situación (prórroga tácita):

o Una posibilidad es que pueda operar la prórroga tácita. Ese juez ante el cual se presentó la demanda puede
continuar conociendo de la causa. Hay prórroga de competencia desde el punto de vista del demandado.

o Otra posibilidad es que el demandado reclame de la incompetencia de los tribunales. Esto significa que este
demandado no acepta la competencia planteada y este reclamo da origen a lo que se llama una “cuestión de
competencia” que tendrá que resolverse. En principio la prórroga tácita no opera y aquí habrá que someterse a
lo que diga el juez.

** CONFLICTOS DE COMPETENCIA

Estos conflictos de competencia pueden ser de dos tipos:

 Cuestiones de competencia.
 Contiendas de competencia.

* Concepto de Conflictos de Competencia: “Incidencia formulada por las partes con los tribunales, los tribunales entre
sí, o entre los tribunales de justicia con las autoridades políticas o administrativas, relacionado con su competencia para
conocer de un negocio determinado”.

En algunos casos, puede ocurrir que se ponga en duda la competencia de un juez para conocer de un asunto o
negocio determinado.
Estos problemas de competencia pueden presentarse porque el conflicto se suscita entre las partes con el
tribunal. Algunas de las partes reclama de la incompetencia y eso da origen a la llamada “cuestión de competencia”,
que siempre es promovida entre las partes.
Otra situación que se produce es que el conflicto se plantea entre los propios tribunales entre sí; por ejemplo,
dos o más tribunales se pueden declarar competentes sobre el mismo asunto o que ninguno sea competente. Aquí
ocurre lo que se denomina "contienda de competencia".
Estos conflictos, en general, la ley intenta solucionarlos. En el caso de las contiendas entre tribunales, la ley
establece una autoridad para darle solución a la contienda que normalmente es el superior jerárquico, que es el que
tiene que dirimirla.
Si estamos en presencia de una cuestión de competencia la ley establece una tramitación porque constituyen
incidentes del juicio.

Los conflictos de competencia se pueden plantear:

- Entre las partes con los tribunales de justicia. Aquí se habla de cuestiones de competencia.

- Entre los tribunales de justicia entre sí (entre todo tipo de tribunales). Esto origina una contienda que se
soluciona con una autoridad determinada que la ley señala.

- Entre los tribunales de justicia y determinadas autoridades políticas o administrativas. Ejemplo: entre una Corte
de Apelaciones y el Servicio de Impuestos Internos. Aquí también se habla de contiendas y también la ley
señala la autoridad encargada de darle solución.
A) Cuestiones de Competencia:

Son aquellas incidencias que se promueven o formulan por las partes acerca de la falta de atribuciones de un
tribunal que ha sido requerido para conocer de un asunto y por lo mismo se estima que es incompetente. Se origina a
través de un reclamo de alguna de las partes.
Estas cuestiones de competencia se rigen por el Código de Procedimiento Civil y están tratados precisamente
dentro de los incidentes especiales (artículo 101 y siguientes del Código de Procedimiento Civil).

Art. 101, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Podrán las partes promover cuestiones de
competencia por inhibitoria o por declinatoria”.

Hay dos formas de promover una cuestión de competencia: a través de la “declinatoria” y por vía “inhibitoria”.

1) Por declinatoria: La declinatoria es la reclamación que hace la parte interesada (agraviada) ante el mismo
tribunal que se encuentre conociendo del asunto a fin de que se declare incompetente, y dentro de ese mismo
juicio el demandado reclama.
La parte agraviada tiene distintos medios o formas para alegar esta incompetencia, lo normal es
formulando una excepción de incompetencia antes de contestar la demanda. En este reclamo la parte le señala
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al juez cuál es el tribunal que se estima como competente, lo que se le pide es que se abstenga de seguir
conociendo la causa (artículo 111, Código de Procedimiento Civil).

Art. 111, Código de Procedimiento Civil: “La declinatoria se propondrá ante el tribunal a quien se
cree incompetente para conocer de un negocio que le esté sometido, indicándole cuál es el que se
estima competente y pidiéndole se abstenga de dicho conocimiento. Su tramitación se sujetará a las
reglas establecidas para los incidentes”.

2) Por Inhibitoria: La inhibitoria se plantea ante el tribunal que se estima como competente pero que no está
conociendo del asunto (al revés del caso anterior). Esto con la finalidad de que este tribunal se dirija al que está
conociendo el asunto para que se inhiba de dicho conocimiento y le remita los antecedentes (artículo 102,
Código de Procedimiento Civil).

Art. 102, Código de Procedimiento Civil: “La inhibitoria se intentará ante el tribunal a quien se crea
competente, pidiéndole que se dirija al que esté conociendo del negocio para que se inhiba y le remita
los autos. Si el recurrente pretende acreditar con documentos su derecho deberá acompañarlos a la
solicitud de inhibitoria, o pedir en ella los testimonios correspondientes”.

En este último caso podría ocurrir que el tribunal dirija una comunicación al otro y este último podría
acceder a la petición. Pero también puede ocurrir que no acceda a la petición y que se siga estimando
competente no obstante la petición hecha por el otro tribunal, en este caso se origina una contienda entre
tribunales.

La ley indica que la parte que opta por cualquiera de estas vías no puede abandonarla, no se puede cambiar al
otro sistema ni tampoco pueden emplearse simultáneamente los dos métodos (artículo 101, inciso final, Código de
Procedimiento Civil).

Art. 101, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Las que hayan optado por uno de estos medios, no
podrán después abandonarlo para recurrir al otro. Tampoco podrán emplearse los dos simultánea ni
sucesivamente”.

B) Contiendas de Competencia:

Son los conflictos que se promueven entre los tribunales directamente entre sí. Esto ocurre cuando todos los
tribunales se estiman que son competentes para conocer de un asunto determinado (sentido positivo), o bien cuando
ninguno de ellos se estima como competente (sentido negativo).
La contienda se puede promover no sólo entre tribunales, sino que también se puede promover entre tribunales
y otras autoridades políticas y administrativas. Ejemplo: un juzgado de letras y el director del Servicio de Impuestos
Internos.
Aquí interesa saber cuál es la autoridad llamada a solucionar el problema. Estos conflictos van a ser
solucionados por alguna autoridad que la ley indique (en la mayoría de los casos son autoridades judiciales). Esto va a
depender de la clase de tribunales que estén discutiendo la competencia.
Según esto tenemos que existen diferentes clases de contiendas de competencia, dependiendo de los
tribunales que intervengan:

• Contiendas de competencia que se susciten entre tribunales ordinarios entre sí.


• Contiendas de competencia que se promuevan entre tribunales ordinarios y tribunales especiales, o bien
entre tribunales especiales entre sí.
• Contiendas de competencia que se susciten entre los tribunales de justicia con las autoridades políticas o
administrativas que ejerzan funciones jurisdiccionales.
• Contiendas de competencia que se promuevan entre tribunales arbitrales entre sí.
• Contiendas de competencia que se susciten entre tribunales arbitrales con tribunales ordinarios o tribunales
especiales

1. Conflictos de competencia entre tribunales ordinarios entre sí . En este caso interesa ver la jerarquía de los
tribunales en los cuales la contienda se suscita. Aquí existen varias reglas:

a. Si los tribunales son de igual jerarquía, en este caso va a ser competente para dirimir esta contienda el
tribunal que sea superior común de ambos (artículo 190, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 190, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Las contiendas de competencia serán
resueltas por el tribunal que sea superior común de los que están en conflicto”.

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b. Si los tribunales no dependen de un mismo superior común (tienen distintos tribunales superiores), en este
caso va a ser competente para dirimir la contienda el tribunal superior de aquel que previno en el
conocimiento del asunto (artículo 190, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 190, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Si dependieren de diversos superiores,
iguales en jerarquía resolverá la contienda el que sea superior del tribunal que hubiere prevenido en el
conocimiento del asunto”.

c. Si los tribunales ordinarios fuesen de distinta jerarquía, en este caso va a resolver la contienda el tribunal
superior de aquel que tenga la jerarquía más alta (artículo 190, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 190, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Si los tribunales fueren de distinta jerarquía,
será competente para resolver la contienda el superior de aquel que tenga jerarquía más alta”.

2. Conflictos de competencia entre tribunales ordinarios y tribunales especiales; o entre tribunales especiales
entre sí. Ejemplo: entre un juez letrado de Concepción y un juez del trabajo de la misma ciudad, o entre un
juzgado del crimen con un juez militar.
En esta materia hay que distinguir:

a. Si los tribunales dependen de una misma Corte de Apelaciones, en este caso va a ser competente para
resolver el conflicto dicha Corte de Apelaciones (artículo 191, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 191, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Sin perjuicio de las disposiciones expresas en
contrario, las contiendas de competencia que se susciten entre tribunales especiales o entre éstos y los
tribunales ordinarios, dependientes ambos de una misma Corte de Apelaciones, serán resueltas por
ella”.

b. Si los tribunales dependen de distintas Cortes de Apelaciones, en este caso va a resolver la contienda
aquella Corte que sea superior jerárquico del tribunal que haya prevenido en el conocimiento del asunto
(artículo 191, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 191, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Si dependieren de diversas Cortes de
Apelaciones resolverá la contienda la que sea superior jerárquico del tribunal que hubiere prevenido en
el conocimiento del asunto”.

c. Si no pudieran aplicarse ninguna de las dos reglas anteriores resolverá la contienda la Corte Suprema
(artículo 191, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 191, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales: “Si no pudieren aplicarse las reglas
precedentes, resolverá la contienda la Corte Suprema”.

3. Conflictos de competencia entre tribunales de justicia y las autoridades políticas o administrativas que ejerzan
funciones jurisdiccionales. Aquí hay que hacer una distinción según si la contienda se promueve por los
tribunales inferiores de justicia y por los tribunales superiores de justicia, porque dependiendo de eso la
autoridad es distinta.

a. Si la contienda se promueve entre tribunales inferiores con autoridades políticas o administrativas, en este
caso le corresponde resolver la contienda a la Corte Suprema (artículo 79, inciso 3º, CPE; artículo 191, inciso
4º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 79, inciso 3º, CPE: La Corte Suprema “conocerá, además, de las contiendas de competencia que
se susciten entre las autoridades políticas o administrativas y los tribunales de justicia, que no
correspondan al Senado”.

b. Si la contienda de competencia se promueve entre los tribunales superiores de justicia con las autoridades
políticas o administrativas, es competente para resolver el Senado (artículo 49, nº 3, CPE; artículo 191 inciso
4º Código Orgánico de Tribunales).

Art. 49, nº 3, CPE: “Es atribución del senado conocer de las contiendas de competencia que se
susciten entre las autoridades políticas o administrativas y los tribunales superiores de justicia”.

4. Conflictos de competencia entre tribunales arbitrales entre sí. Estos conflictos son de rara ocurrencia. Aquí hay
que tener presente que estos tribunales arbitrales sólo para los efectos de la contienda de competencia, según
el Código Orgánico de Tribunales, tienen por superior jerárquico a la respectiva Corte de Apelaciones (artículo
190, inciso final, Código Orgánico de Tribunales).
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Art. 190, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces árbitros de primera, de segunda o
de única instancia tendrán por superior, para los efectos de este artículo, a la respectiva Corte de
Apelaciones”.

Según esta norma, las contiendas de competencia que se promuevan entre tribunales arbitrales entre sí
le corresponde resolverlas a la Corte de Apelaciones respectiva, aplicándose las mismas normas que señala el
artículo 190 respecto de los tribunales ordinarios. Es decir, resolvería la contienda de competencia la Corte de
Apelaciones que sea superior común de los tribunales que se están disputando la competencia.

5. Conflictos de competencia entre tribunales arbitrales con tribunales ordinarios o especiales .

Si la contienda de competencia se suscita entre tribunales arbitrales y ordinarios, o entre tribunales


arbitrales y especiales, se aplican las mismas reglas anteriores. Siempre que haya un tribunal arbitral
involucrado en una contienda de competencia se aplicará la norma del artículo 190.
De este modo, la contienda de competencia la va a resolver la Corte de Apelaciones respectiva, si los
tribunales en disputa tienen como superior común a dicha Corte, de lo contrario, si no tienen como superior
común a la misma Corte, va a ser competente para dirimir la contienda el tribunal superior de aquel que
previno en el conocimiento del asunto.

IV. ORGANOS JURISDICCIONALES (TRIBUNALES DE JUSTICIA)

1.- Introducción y concepto:

Las facultades jurisdiccionales normalmente, por regla general, las ejercen órganos que forman parte del Poder
Judicial, porque justamente por eso existe el Poder Judicial. Sin perjuicio a esto, existen otros órganos que no forman
parte del Poder Judicial y que sin embargo son tribunales de justicia.
Todo órgano público que resuelve conflictos jurídicos entre partes es un tribunal de justicia en la medida que le
corresponde ejercer esta función, independiente que forme o no parte del Poder Judicial. En consecuencia la jurisdicción
siempre la van a ejercer los tribunales de justicia.
Visto lo anterior, podemos entregar un concepto de lo que se entiende por tribunales de justicia:

* Concepto de Tribunal de Justicia: “Son aquellos órganos públicos que tienen por función primordial resolver conflictos
de intereses de relevancia jurídica con efecto de cosa juzgada, y sin perjuicio de poder cumplir otras funciones”.

2.- Características de los tribunales de justicia:

Las características principales y generales de los tribunales de justicia son los siguientes:

a) Se trata de un órgano público (órgano del Estado): Porque la jurisdicción le corresponde ejercerla al Estado a
través de los tribunales y eso se debe a que los conflictos jurídicos siempre tienen que ser dirimidos por un
órgano que es imparcial y que está por sobre los litigantes, y las partes no pueden hacerse justicia por ellos
mismos.

b) Todos ejercen jurisdicción: Dentro del sistema procesal chileno, existen diversas clases de tribunales, se
distinguen los tribunales ordinarios, especiales y arbitrales, atendiendo a la naturaleza de la materia que
conocen. Dentro de los tribunales ordinarios existen tribunales superiores e inferiores.
Cada tribunal es absolutamente independiente para ejercer la jurisdicción, cada tribunal de justicia
interpreta el derecho como lo estime conveniente. Los tribunales inferiores no están obligados con lo que
puedan resolver los superiores. Cada tribunal es autónomo.
Si la jurisdicción se ejerce de manera incorrecta, para eso existen los recursos procesales.

3.- Principios fundamentales de la organización judicial:

Existen ciertos principios fundamentales que rigen la organización judicial en Chile y que le dan una
individualidad propia al Poder Judicial. Estos principios son ciertas normas que se establecen tanto en la Constitución
como en el Código Orgánico de Tribunales y que sirven para regular la actividad de los tribunales.
Sobre estos principios descansa la organización del Poder Judicial y de los tribunales en Chile y por lo mismo se
trata de normas que le son aplicables a cualquier clase de tribunal.
Estos principios son los siguientes:

- Principio de la independencia del Poder Judicial (independencia de los tribunales).


- Principio de inamovilidad de sus miembros.
- Principio de responsabilidad.
- Principio de legalidad.
- Principio de territorialidad.
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- Principio de pasividad de los tribunales.
- Principio de sedentariedad.
- Principio de inavocabilidad.
- Principio de publicidad.
- Principio de gratuidad.
- Principio de gradualidad.

1) Principio de la Independencia del Poder Judicial:

Este principio se desprende de muchas normas, tanto constitucionales como legales. El artículo 12 del Código
Orgánico de Tribunales lo dice expresamente cuando señala que “el Poder Judicial es independiente de toda otra
autoridad en el ejercicio de sus funciones”.
El principio tiene también fundamento constitucional, de acuerdo a lo señalado en los artículos 7º y 73 de la
Carta Fundamental.
Este es el principio más importante que rige a los tribunales. Esto quiere decir dos cosas:

- Por un lado, el ejercicio de la jurisdicción le corresponde a los tribunales.


- Por otro lado, esto significa que ninguna autoridad ni ninguna persona se podrán inmiscuir en las funciones
jurisdiccionales (función privativa de los tribunales de justicia). Los tribunales son autónomos en la resolución
de las causas civiles y criminales (ellos resuelven sus asuntos como les parece de acuerdo a derecho).

Esta base fundamental de la organización de los tribunales puede mirarse desde una doble perspectiva: existe
una independencia orgánica y la independencia funcional.

a) Independencia Orgánica: referida al órgano jurisdiccional en sí. Significa que los tribunales de justicia son
soberanos para ejercer la jurisdicción al igual que los demás poderes del Estado.

b) Independencia Funcional: se refiere a las atribuciones en sí mismas al ejercicio de la jurisdicción. Los tribunales
aplican la ley o el derecho sin intervención de otras autoridades o de otros poderes del Estado. Esos actos del
Poder Judicial o de los tribunales no pueden ser revisados por otros poderes del Estado (artículo 73, inciso 1º,
CPE). Asimismo se le prohíbe al Poder Judicial intervenir, mezclarse en las atribuciones de los demás poderes
públicos (artículo 222, Código Penal).

El artículo 73, inciso 1º de la Constitución, en relación con este principio de la independencia, señala en forma
categórica que ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales,
avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos
fenecidos.

2) Principio de Inamovilidad:

Sirve para reforzar el principio anterior o para garantizar el principio anterior.


La inamovilidad significa que los miembros de los tribunales de justicia no pueden ser removidos de sus cargos
a menos que la Constitución o las leyes lo exijan (artículo 77, inciso 1º, CPE), esto no significa que los ministros no
puedan ser removidos.

Art. 77, inciso 1º, CPE: “Los jueces permanecerán en sus cargos durante su buen comportamiento; pero los
inferiores desempeñarán su respectiva judicatura por el tiempo que determinen las leyes”.

Garantiza el anterior principio (independencia del Poder Judicial) porque si los jueces fueran removidos por los
fallos que dicta entonces no hay independencia. El fundamento de este principio es garantizar la independencia del juez
en el ejercicio de sus funciones.
El principio de inamovilidad pretende que no se persiga a los magistrados por los fallos que dictan, o evitar que
los jueces estén temerosos por el contenido de sus sentencias (se trata de evitar el temor que puede asistir a un juez si
falla con apego de la ley).
Este principio de inamovilidad está garantizado por diversas normas constitucionales y legales, y es aplicable en
el caso de los tribunales ordinarios y algunos especiales. Se le aplica tanto a los jueces titulares o propietarios del cargo
como a los jueces que puedan nombrarse con el nombre de interinos o suplentes, así como también a los fiscales según
el artículo 352 de Código Orgánico de Tribunales.
Este principio tiene algunas excepciones. No obstante que los jueces gozan de esta inamovilidad, hay ciertos
casos en que los magistrados pueden ser destituidos de sus cargos y se acaba la inamovilidad en ese caso.
Hay varias causales que justifican estas excepciones a la inamovilidad:

o Causales de tipo penal cuando el juez comete delito.


o Causales que se exigen por el mal comportamiento del juez (sin llegar a cometer delito).
o Otras causales que la Constitución establece que justifican esta destitución.

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a) Delitos cometidos por el juez: Los magistrados pueden cometer dos tipos de delitos: los delitos comunes (como
cualquier persona) o delitos ministeriales.
Los delitos comunes son aquellos que los magistrados pueden llegar a cometer en su calidad de
persona como cualquier otro particular, porque ellos no están al margen de la ley. Estos delitos son
sancionables y están contemplados en el Código Penal y son sancionados al igual que cualquier persona con la
única particularidad de que van a ser tratados por un tribunal de mayor jerarquía y si el juez resulta condenado
por la comisión del delito común queda separado de sus funciones.
Aquí se trata de un verdadero impedimento para ejercer la magistratura (artículo 256, nº 6, Código
Orgánico de Tribunales).

Art. 256, nº 6, Código Orgánico de Tribunales: “No pueden ser jueces los que hubieren sido
condenados por crimen o simple delito”.

Los delitos ministeriales son aquellos que el juez comete en el ejercicio de sus funciones como tal, de
manera que la diferencia es que estos delitos ministeriales sólo los pueden cometer los jueces y no otras
personas (artículo 332, nº 9, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 332, nº 9, Código Orgánico de Tribunales: “El cargo de juez expira por haber sido declarado
responsable criminal o civilmente por delito cometido en razón de sus actos ministeriales”

Estos delitos ministeriales o que son cometidos por el juez en el ejercicio de sus funciones, reciben el
nombre genérico de “prevaricación”, y están contemplados en los artículos 223 y siguientes del Código Penal y
en el artículo 76 de la Constitución.

Art. 76, inciso 1º, CPE: “Los jueces son personalmente responsables por los delitos de cohecho, falta
de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el procedimiento, denegación y torcida
administración de justicia y, en general, de toda prevaricación en que incurran en el desempeño de sus
funciones”.

Esta responsabilidad por los delitos ministeriales no se puede hacer efectiva en forma tan simple, y es la
propia ley la que va a poner algunas trabas (no se puede llegar y pretender en forma directa que se haga
efectiva la responsabilidad del juez). Para estos efectos la ley señala que este tipo de delito se persigue por
medio de una acción especial llamada “querella de capítulos”, esto para los efectos de determinar si la
acusación es seria y si va a ser o no admitida.
Esta querella de capítulos está tratada en el artículo 253 del Código de Procedimiento Penal y en el
nuevo Código Procesal Penal, en los artículos 424 y siguientes.

Art. 424, Código Procesal Penal: “Objeto de la querella de capítulos. La querella de capítulos tiene
por objeto hacer efectiva la responsabilidad criminal de los jueces, fiscales judiciales y fiscales del
ministerio público por actos que hubieren ejecutado en el ejercicio de sus funciones e importaren una
infracción penada por la ley”.

La querella de capítulos es una especie de antejuicio y a través de este procedimiento se trata de


establecer previamente si la acusación entablada en contra del juez es o no admisible. Esto es para evitar
arbitrariedades, lo que se pretende es asegurar la seriedad de la acusación contra el juez y para proteger al
juez de las venganzas de aquel que resultó perjudicado por el fallo dictado.
Si se declara la admisibilidad de la acusación se inicia el verdadero juicio criminal y el funcionario va a
quedar suspendido de su cargo.

b) Mal comportamiento de los jueces: En estos casos se persigue la responsabilidad del juez por faltas o abusos
que no tienen una sanción penal (no son sancionados por el Código Penal), pero que sin embargo implican un
mal comportamiento como juez.
El artículo 337 del Código Orgánico de Tribunales indica los casos en que se presume de derecho que un
juez no tiene buen comportamiento. Ejemplo: si el funcionario fuere mal calificado por la Corte Suprema.
Hay distintos procedimientos para hacer cesar esta inamovilidad por mal comportamiento del juez.
Ejemplo: el juicio político (aplicable sólo a los tribunales superiores de justicia), los juicios de amovilidad, el
procedimiento constitucional (realizado por la Corte Suprema a requerimiento del Presidente de la República, a
solicitud de parte o de oficio).

c) Formas, motivos o causales de orden constitucional : Ejemplos: El traslado de los funcionarios judiciales que
autoriza el Presidente de la República con acuerdo de la Corte Suprema; asimismo, el Presidente puede
autorizar permutas (artículo 310, Código Orgánico de Tribunales; y artículo 77, inciso 3º, CPE). Por otro lado, el
artículo 77 inciso 2º de la Constitución señala estos motivos o causales de orden constitucional, en virtud de las
cuales, el juez cesa en el ejercicio de sus funciones:

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 Por edad, al cumplir 75 años de edad.
 Por renuncia.
 Por incapacidad legal sobreviniente.

3) Principio de Responsabilidad:

A través de este principio se pretende que los magistrados respondan de sus actuaciones cuando ejercen la
función jurisdiccional. Este principio tiende a hacer efectiva dicha responsabilidad sancionando al magistrado en el caso
que éste se aparte de las normas constitucionales y legales en el ejercicio de sus funciones propias.
Este principio es una de las mejores garantías de las que puede gozar una sociedad, porque contribuye a evitar
abusos y arbitrariedades, y garantiza así, la rectitud, decoro y ecuanimidad de la justicia.
Para comprender este principio hay que analizar distintos tipos de responsabilidad en las cuales podría incurrir
un juez:

a) Responsabilidad Penal: Significa que los magistrados al igual que cualquier otro particular podría cometer
delitos. En el caso de los magistrados ellos pueden incurrir, por un lado, en la comisión de delitos comunes, y
por otro lado pueden cometer delitos ministeriales y que genéricamente se conocen con el nombre de “delitos
de prevaricación”, ejemplo: cohecho, delegación de justicia, etc (artículo 76, CPE; y artículo 324, Código
Orgánico de Tribunales).

Art. 324, Código Orgánico de Tribunales: “El cohecho, la falta de observancia en materia sustancial
de las leyes que reglan el procedimiento, la denegación y la torcida administración de justicia y, en
general, toda prevaricación o grave infracción de cualquiera de los deberes que las leyes imponen a los
jueces, los deja sujetos al castigo que corresponda según la naturaleza o gravedad del delito, con
arreglo a lo establecido en el Código Penal”.

Estos delitos ministeriales solamente los pueden cometer los magistrados.


Existe una particularidad tratándose de estos delitos ministeriales para los efectos de perseguir la
responsabilidad penal y esta consiste en que no es posible que una persona persiga directamente ejerciendo la
acción penal, para ello es preciso que se deduzca o que se pida una especie de autorización previa antes de
entablar una acción contra un juez, que es un procedimiento preliminar (especie de antejuicio) que se denomina
“querella de capítulos” ante la Corte de Apelaciones respectiva. La Corte de Apelaciones es la que resuelve si
esa querella de capítulos es o no admisible.
Esto tiene por finalidad que las acusaciones contra los jueces sean serias. Si la Corte “da luz verde” se
inicia el juicio penal contra el juez. Todo este procedimiento es para los delitos ministeriales.

En el caso de los delitos comunes, si el juez incurre en hechos que tengan el carácter de delitos
comunes no existirá el antejuicio, no hay querella de capítulos. En este caso se ejercerá directamente la acción
penal pertinente. La única novedad es que los ministros del Poder Judicial tienen “fuero”, lo que implica que el
asunto no va a ser conocido por el tribunal natural sino que por otro distinto, de mayor jerarquía.
Por ejemplo, si el delito lo comete un juez letrado, en ese caso va a ser competente para conocer de
este asunto un juez de letras de comuna asiento de Corte de Apelaciones. Por otro lado, si el delito es cometido
por algún miembro de la Corte Suprema o Corte de Apelaciones, también por el factor fuero en este caso va a
conocer un ministro de Corte de Apelaciones.
Esta competencia se modificó a propósito de la reforma procesal penal. El fuero desaparece en materia
penal.

b) Responsabilidad Administrativa: Los magistrados pueden incurrir en lo que se denomina responsabilidad


administrativa o responsabilidad disciplinaria. Esta tiene lugar o se puede hacer efectiva respecto de hechos en
que incurre el magistrado y que no sean constitutivos de delitos penales sino que consisten en “faltas
disciplinarias”; es decir, en este caso el juez incumple sus obligaciones.
Aquí la sanción es distinta porque el juez que comete delito va a ser sancionado con una pena, pero el
juez que comete falta de disciplina se le aplica una sanción de tipo disciplinario, y que puede ser desde una
simple amonestación hasta la destitución.
Estas atribuciones disciplinarias las ejercen todos los tribunales y concretamente los superiores respecto
de los inferiores. Estas atribuciones disciplinarias se pueden ejercer de oficio o a petición de parte.
Los medios existentes para hacer efectiva esta responsabilidad administrativa son dos: el recurso de
queja y la queja disciplinaria o queja propiamente tal.

• El Recurso de Queja tiene por finalidad sancionar a un juez que ha cometido faltas o abusos graves en la
dictación de resoluciones judiciales (a petición de parte).
• Por otro lado, la Queja propiamente tal es el medio para hacer efectiva la responsabilidad disciplinaria
cuando el juez ha cometido faltas o abusos en el ejercicio de sus funciones ministeriales y no en la dictación
de resoluciones judiciales.
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c) Responsabilidad Política: Afecta exclusivamente a los magistrados de los tribunales superiores y por la causal
de “notable abandono de deberes”. De acuerdo a las normas constitucionales los magistrados de los tribunales
superiores de justicia están sometidos al juicio político y será el Senado al que le corresponderá determinar
dicha responsabilidad, que también trae aparejada la destitución del magistrado.

d) Responsabilidad Civil: Tiene por finalidad responder por daños y perjuicios que se puedan cometer con ocasión
de un delito o cuasidelito. Aquí interesa la responsabilidad civil que deriva de las funciones ministeriales
(artículos 325 y 326, Código Orgánico de Tribunales).
En este caso, si se trata de hacer efectiva la responsabilidad civil en contra de un magistrado por la
comisión de delitos ministeriales, es necesaria la autorización previa de la respectiva Corte de Apelaciones.

Este principio de responsabilidad es muy importante porque tiene por finalidad que los magistrados cumplan
sus funciones decorosamente de acuerdo a la Constitución y las leyes, porque son independientes e inamovibles. Si se
apartan de las normas aparece este principio de responsabilidad.

4) Principio de Legalidad:

Este principio dice relación con que la actividad de los magistrados en el sentido de que éstos deben cumplir la
función jurisdiccional con estricto apego a la ley. Eso significa que los jueces tienen que fallar conforme a derecho por
un lado (a no ser que la ley lo faculte para obrar de otra manera) y por otro lado, además, debe ajustarse en la
tramitación de los procesos de acuerdo a lo que la ley prescribe en cada caso.
El juez debe atenerse a lo que dice la ley. Sólo excepcionalmente puede apreciar la prueba en conciencia, pero
para ello se requiere que haya una disposición expresa.
Otro aspecto dice relación con la existencia de tribunales naturales o legales. Esto quiere decir que los asuntos
judiciales en Chile deberán ser conocidos y resueltos por el tribunal naturalmente competente, o sea por aquel que la
ley establece y no por un tribunal ad-hoc, creados para la ocasión. El tribunal debe estar establecido con anterioridad al
hecho de que se trata por regla general; y por excepción se admite bajo requisitos estrictos que se puedan modificar
estos tribunales naturales, caso que ocurre en materia de arbitraje en ciertos asuntos, en otros casos se faculta a las
partes para recurrir o no a arbitraje (facultativo). En los casos que es facultativo en realidad se está cambiando al
tribunal natural.

5) Principio de Territorialidad:

El principio de territorialidad está establecido en varias disposiciones legales y constitucionales.


Los tribunales, de acuerdo con el artículo 7º del Código Orgánico de Tribunales, solamente pueden ejercer su
potestad dentro del territorio que la ley les hubiere designado a cada uno.

Art. 7º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales sólo podrán ejercer su potestad en los negocios y
dentro del territorio que la ley les hubiere respectivamente asignado”.

La jurisdicción desde luego es ejercida dentro de los límites de la República (artículo 5º, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales). Excepcionalmente los tribunales chilenos, en materia penal, pueden tener competencia para
juzgar delitos cometidos en el extranjero (artículo 6º, Código Orgánico de Tribunales).
Dentro del territorio de la República, la ley le asigna a cada tribunal un determinado territorio. La competencia
de cada tribunal en particular se ejerce dentro del territorio que la ley le asigna a cada uno. Este territorio es variable,
por ejemplo, en los casos de los jueces de letra es una comuna (Ej.: Talcahuano) o una agrupación de comunas (Ej.:
Concepción, Penco, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Hualqui); lo mismo cabe decir de las Cortes de Apelaciones, las
que pueden abarcar una provincia, varias provincias, una región o parte de una región. La Corte Suprema abarca a todo
el territorio de la República.
Este principio no impide que en aquellos asuntos que conocen los tribunales se puedan dictar resoluciones o
diligencias que deban cumplirse o llevarse a efecto en un territorio jurisdiccional distinto. Eso es posible a través de la
competencia delegada, en cuyo caso será el juez de otro territorio el que realice las diligencias del juez que las dispuso.
Este principio de territorialidad admite algunas excepciones, es decir un tribunal va a poder ejercer sus
atribuciones más allá del territorio que le está asignado. Estas excepciones son:

a) Los Exhortos: que son diligencias realizadas en otro territorio jurisdiccional encomendadas por el juez que
conoce del asunto (artículo 7º, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales; y artículo 71, Código de Procedimiento
Civil).

b) Inspección Personal del Tribunal (se encuentra dentro de los medios probatorios): El tribunal se puede constituir
dentro de un lugar determinado. La ley permite en este caso que el magistrado pueda practicar fuera de su
territorio jurisdiccional ciertas diligencias cuando corresponda, sin perjuicio que pueda encomendar la diligencia
al otro juez.

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Dicho de otro modo, esta inspección personal del tribunal constituye el examen que el juez que está
conociendo de la causa hace por sí mismo a los hechos controvertidos (artículo 403, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).

c) Mandamiento de Detención o Prisión: en materia penal. Mandamiento que puede pedir un juez del crimen y que
se puede cumplir en cualquier lugar del territorio de la República, sin necesidad de un exhorto previo (artículo
283 inciso 2º, Código de Procedimiento Penal).

d) Competencia especial a jueces del crimen de Santiago : los jueces del crimen de Santiago tienen atribuciones
para que puedan practicar actuaciones o diligencias en cualquiera de las comunas de la Región Metropolitana,
en los asuntos sometidos a su competencia (artículo 43, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).

6) Principio de Pasividad:

Consiste en que los tribunales de justicia cuando ejercen jurisdicción solamente pueden actuar a petición de
parte interesada y no de oficio, salvo en el caso que la propia ley lo faculte para proceder de oficio (artículo 10, inciso
1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 10, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los tribunales no podrán ejercer su ministerio sino a
petición de parte, salvo los casos en que la ley los faculte para proceder de oficio”.

Este principio también tiene algunas excepciones donde los jueces pueden actuar de oficio sin requerimiento de
parte:

a) El Sumario en materia criminal. Dentro del juicio penal antiguo existe la etapa del sumario (investigación del
hecho punible), el juez reúne los antecedentes para comprobar el delito. El juez tiene amplísimas atribuciones
para actuar de oficio, incluso para iniciar el juicio.
Esto va a desaparecer como consecuencia del nuevo Código Procesal Penal.

b) Las Medidas para mejor resolver en los juicios civiles (artículo 159, Código de Procedimiento Civil). En este caso,
en la etapa de la sentencia (luego de la discusión, del período de pruebas) el juez puede disponer de oficio que
se cumplan determinadas medidas probatorias que son las “medidas para mejor resolver”. Ejemplo: que se
agreguen ciertos documentos que se estimen necesarios para esclarecer el derecho de los litigantes, el informe
de peritos, que los testigos amplíen sus declaraciones, etc.

c) La Declaración de Incompetencia Absoluta: los tribunales pueden declarar de oficio su incompetencia absoluta,
sin perjuicio que las partes pidan su incompetencia.

7) Principio de Sedentariedad:

Este principio significa que en Chile todos los tribunales tiene una sede en un determinado lugar, o tienen su
asiento en un determinado lugar que es concretamente una comuna determinada; y en este principio se trata de
establecer que los tribunales ejerzan sus funciones jurisdiccionales en ese lugar precisamente y evitar los tribunales
ambulantes.
Esto implica una serie de obligaciones que la ley establece. Así, los jueces, como consecuencia de este
principio, tienen la obligatoriedad de residir en la misma comuna a no ser que la propia Corte de Apelaciones autorice
una cosa distinta.

Art. 311, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces están obligados a residir constantemente en la ciudad
o población donde tenga asiento el tribunal en que deban prestar sus servicios.
“Sin embargo, las Cortes de Apelaciones podrán, en casos calificados, autorizar transitoriamente a los
jueces de su territorio jurisdiccional para que residan en un lugar distinto al del asiento del tribunal”.

También implica este principio que los jueces tienen la obligación de asistencia diaria a su despacho en el
tribunal donde está la sede y deben permanecer en su despacho por al menos cuatro horas. Esto como única forma de
cumplir aceptablemente con la función jurisdiccional.
Si el juez infringe una de estas reglas le recae una sanción de tipo disciplinario.

8) Principio de Inavocabilidad:

Significa que los tribunales no pueden avocarse al conocimiento de causas pendientes en otros tribunales, a no
ser que la ley le otorgue la facultad.
Estando en proceso un conocimiento de un tribunal de justicia no es lícito que intervengan otros tribunales a
sabiendas de ello (artículo 8º, Código Orgánico de Tribunales), porque precisamente el asunto lo debe conocer y fallar
el tribunal que está conociendo del mismo, esto en el entendido que es competente para conocerlo.

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Art. 8, Código Orgánico de Tribunales: “Ningún tribunal puede avocarse el conocimiento de causas o
negocios pendientes ante otro tribunal, a menos que la ley le confiera expresamente esta facultad”.

Una excepción de este principio consiste en el caso de las visitas que decretan los tribunales superiores, a
través de sus magistrados, a los tribunales inferiores; en este caso, el ministro visitador se puede avocar a realizar
procesos pendientes para fallarlos. Sin embargo, esto es discutible porque aquí el orden jurisdiccional no varía porque
el ministros visitador lo único que hace es sustituir a la persona que falla, pero el tribunal sigue siendo el mismo.

9) Principio de Publicidad:

Este principio significa que las actuaciones de los tribunales son públicas, porque son órganos públicos, de
manera que no hay razón para que las actuaciones sean reservadas o secretas, salvo ciertas excepciones (artículo 9º,
Código Orgánico de Tribunales).

Art. 9, Código Orgánico de Tribunales: “Los actos de los tribunales son públicos, salvo las excepciones
expresamente establecidas por la ley”.
Este principio significa fundamentalmente que los terceros ajenos al juicio y las partes litigantes o interesadas
pueden imponerse o tomar conocimiento de las actuaciones judiciales.
Por otra parte, también hay que agregar que este principio implica que en ciertos casos las actuaciones del
proceso se pueden realizar frente al público. Ejemplos: el nuevo juicio oral en materia penal, los alegatos ante los
tribunales superiores (defensas orales que se cumplen ante los tribunales superiores).
Es importante la función de los secretarios en esta materia. Dentro de la función de los secretarios se establece
que les corresponde dar conocimiento a cualquier persona que lo solicite de los procesos que tengan archivado en sus
oficinas y de todos los actos emanados del tribunal, salvo en los casos que el procedimiento sea secreto (artículo 380,
nº 3, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 380, nº 3, Código Orgánico de Tribunales: “Es función de los secretarios dar conocimiento a
cualquiera persona que lo solicitare de los procesos que tengan archivados en sus oficinas, y de todos los actos
emanados de la Corte o juzgado, salvo los casos en que el procedimiento deba ser secreto en virtud de una
disposición expresa de la ley;

Por consideraciones de interés público o por la necesidad de mantener la reserva sobre algún litigio, el
legislador ha consagrado ciertas excepciones a esta base fundamental de la publicidad:

a) En materia penal, la etapa del Sumario, que tiene el carácter de secreto por expresa disposición del Código de
Procedimiento Penal (artículo 78).

Art. 78, Código de Procedimiento Penal: “Las actuaciones del sumario son secretas, salvo las
excepciones establecidas por la ley”.

b) Los “acuerdos” de los tribunales colegiados , concretamente las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema.
Estos acuerdos son las deliberaciones que hacen los ministros del tribunal para fallar el asunto, son privados
según la ley.

Art. 81, Código Orgánico de Tribunales: “Las Cortes de Apelaciones celebrarán sus acuerdos
privadamente, pero podrán llamar a ellos a los relatores u otros empleados cuando lo estimen
necesario”.

c) En los juicios de nulidades de matrimonio o de divorcio , siempre que el tribunal lo estime conveniente y las
partes lo pidan (artículo 756, Código Procedimiento Civil).

Art. 756, Código de Procedimiento Civil: “En estos juicios podrá disponerse que el proceso se
mantenga reservado, siempre que el tribunal lo estime conveniente”.

d) El pliego de posiciones, esta es otra excepción de actuaciones que se mantienen en reserva. El pliego de
posiciones son preguntas que se le hacen a una de las partes en juicio es la confesión judicial, preguntas en
reserva mientras la confesión no se preste, incluso las preguntas se acompañan al juicio en un sobre sellado
(artículo 387, Código de Procedimiento Civil).

Art. 387, Código de Procedimiento Civil: “Mientras la confesión no sea prestada, se mantendrán en
reserva las interrogaciones sobre que debe recaer”.

10) Principio de Gratuidad:

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El principio de la gratuidad es un principio importante de la administración de justicia y consiste en que las
funciones que cumplen los tribunales de justicia y concretamente la administración de justicia en Chile es gratuita en el
sentido de que los litigantes o los interesados no deben remunerar a los jueces por el ejercicio de la función
jurisdiccional. Esto en atención de que son jueces estatales, son funcionarios públicos remunerados por el Estado.
Este principio es absoluto en cuanto a la gratuidad de los jueces del Poder Judicial. Pero tiene una excepción
importante tratándose de los tribunales arbitrales porque una de las características de estos tribunales es que no
forman parte del Poder Judicial (no son remunerados por el Estado), son terceros llamados a ejercer la jurisdicción y por
su función tienen derecho a un honorario que es de cargo de las partes (las partes deben pagar sus honorarios una vez
cumplido su cometido).
Este principio mira directamente al ejercicio de la jurisdicción, pero no significa que las partes no deban costear
algunos gastos. En el proceso pueden intervenir otras personas, otros auxiliares de la administración de justicia, que
tienen derecho a cobrar por sus servicios. El caso más concreto es la intervención de los receptores judiciales
(encargados de notificar), también se pueden incluir a los notarios, el conservador de bienes raíces, etc.
De cualquier modo, en ciertos casos también es posible que las partes, o alguna de las partes o interesados,
tenga absoluta gratuidad en todas las actuaciones o durante toda la tramitación del juicio, que ni siquiera tenga que
pagar a estos funcionarios auxiliares y esto ocurre cuando esa parte o interesado goza del beneficio del privilegio de
pobreza (artículo 591 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales). Es decir, en este caso se trata de que aquella
persona que no cuenta con los medios necesarios para procurarse una defensa en juicio, la ley arbitra los medios para
que esa persona pueda acceder a los tribunales en igualdad de condiciones con aquella parte que cuenta con los
medios.
También, en esta materia, la ley establece el derecho de la asistencia judicial, vela porque el principio se
cumpla. Ejemplo: la institución del abogado de turno (se designa mensualmente abogados tanto en lo civil como en lo
penal), también están las Corporaciones de Asistencias Judiciales (artículo 600, Código Orgánico de Tribunales). Los
abogados y procuradores de estas entidades, y los abogados y procuradores de turno cuando actúan en tal calidad, no
serán responsables del pago de las costas y demás cargos pecuniarios a que sean condenados sus patrocinados.

11) Principio de Gradualidad (regla del grado):

Principio básico dentro de la administración de los tribunales de justicia chilenos. El artículo 188 del Código
Orgánico de Tribunales habla o señala que un tribunal puede tener competencia para fallar un asunto en una sola
instancia -de modo que la sentencia sea inapelable- o para fallarlo en primera instancia. En este último caso de modo
tal que la sentencia quede sujeta al recurso de apelación (susceptible de ser apelado), independiente si el recurso se
ejecuta o no.

Art. 188, Código Orgánico de Tribunales: “La competencia de que se halla revestido un tribunal puede ser
o para fallar un asunto en una sola instancia, de modo que la sentencia sea inapelable, o para fallarlo en
primera instancia, de manera que la sentencia quede sujeta al recurso de apelación”.

La regla general en el sistema chileno es que los tribunales conozcan los asuntos en primera instancia. Los
asuntos judiciales están sometidos a una doble revisión judicial o doble grado jurisdiccional.
En materia penal el principio es casi absoluto en el sistema antiguo (se extiende a la mayoría de los casos).
En materia civil esto está condicionado a la cuantía (a la importancia pecuniaria del asunto), pero también la
regla general es que los asuntos se conozcan en primera instancia, porque la única instancia está reservada a asuntos
de muy baja cuantía.
Para estos efectos, para materializar el principio de la doble instancia, en Chile existe una organización
jerárquica o piramidal de los tribunales de justicia, existiendo tribunales inferiores y superiores.
Los tribunales inferiores son los jueces letrados, en ellos descansa la competencia de primera instancia
principalmente. En cuanto a los superiores, las Cortes de Apelaciones son los tribunales de segunda instancia por
excelencia, dependiendo de ese tribunal.
El fundamento que tiene este principio es evitar en lo posible que se dicten sentencias injustas o arbitrarias que
no se ajusten a derecho, es decir, subsanar eventuales errores que cometan los tribunales inferiores (eso se logra a
través de esta doble revisión). Esto da mayores garantías a los litigantes.
Cuando los tribunales conocen un asunto dentro de lo que se denomina “instancia”, tendrán amplias
atribuciones en cada grado jurisdiccional para conocer y pronunciarse de todas las cuestiones que han sido planteadas
en juicio de hecho y de derecho sin limitaciones.
La instancia es el grado jurisdiccional que comprende el estudio de los puntos de hecho y de derecho de un
conflicto debatido ante un determinado tribunal.
Esto es precisamente es lo que distingue a la instancia de la casación. En la casación no existen estas amplias
atribuciones que señalamos; la Corte tiene una competencia limitadísima o restringida, de acuerdo a la causal que se
invoque en el juicio. La casación nunca podrá revisar los hechos, sólo puede pronunciarse sobre una causal concreta
que se esgrime.
En síntesis, el recurso de casación, en la forma o en el fondo, no son instancia, pues en ellos sólo se examina el
derecho y no los hechos sobre los cuales verse el pleito.

4.- Tribunales de Justicia:

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Son los órganos públicos que ejercen la jurisdicción en Chile, eso es lo que caracteriza a los tribunales en Chile.
Esto significa que estos tribunales tienen las atribuciones suficientes para conocer de las causas civiles y criminales,
para juzgarlas y para hacer ejecutar lo juzgado.
Es importante tener presente dos cosas:

- En lo que se refiere al órgano jurisdiccional en sí (al órgano de que se trata).


- Otra cosa distinta es el magistrado o los magistrados (si es unipersonal o colegiado).

Esto es importante, ya que cuando se habla de competencia en un tribunal se habla de competencia o


incompetencia del órgano y no de la persona del juez (la competencia se da en base a factores objetivos que son la
cuantía, la materia, el fuero y el territorio). En otros casos debe considerarse la persona del magistrado, porque éste a
título personal puede estar afecto a ciertas inhabilidades y esto significaría que ese magistrado no pueda conocer ese
asunto, por ejemplo si es pariente de alguno de los litigantes.
Esto es así porque podrá estar afecto por la causal de implicancia o de inhabilidades personales, y en este caso
sigue siendo competente el mismo tribunal como órgano. La consecuencia de esto es que hay que reemplazar al juez.

Cuando se trata de incompetencia del tribunal, en ese caso hay que cambiar al órgano jurisdiccional (va a
conocer el asunto otro tribunal).

* Clasificaciones de los Tribunales de Justicia:

En esta materia, existen diferentes clasificaciones de los órganos jurisdiccionales:

1) La más importante es la que emana del artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales, y se realiza considerando la
materia o asuntos que los tribunales conocen, los tribunales se pueden clasificar en tribunales ordinarios, especiales y
arbitrales.

A. Tribunales Ordinarios: Son aquellos que constituyen la regla general del sistema judicial de Chile. Lo normal es
que haya un tribunal ordinario.
Lo que caracteriza aun tribunal ordinario para darle este carácter y que hace que distinga de los demás
fundamentalmente son los siguientes aspectos:

• Los tribunales de justicia están contemplados y regulados en el Código Orgánico de Tribunales. Este es su
estatuto jurídico. El Código Orgánico de Tribunales les señala sus atribuciones y competencias, a diferencia
de lo que ocurre en otros tribunales (especiales).

• Estos tribunales ordinarios detentan la plenitud de la competencia dentro del sistema de organización en
Chile. Pueden conocer de toda clase de asuntos, independiente de su materia o de las personas que
intervengan, y esto en el entendido incluso que no exista un tribunal establecido en forma expresa para
conocer de un asunto (si la ley nada dice significa que va a ser competente para conocer un asunto un
tribunal ordinario).

Integran el Poder Judicial como tribunales ordinarios de justicia:

o La Corte Suprema.
o Las Cortes de Apelaciones.
o Un ministro de la Corte de Apelaciones.
o Un ministro de la Corte Suprema.
o El presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago.
o El presidente de la Corte Suprema.
o Los juzgados de letras.
o Los tribunales de juicio oral en lo penal.
o Los juzgados de garantía.

Por excepción la ley le ha quitado competencia a estos tribunales ordinarios para entregársela a los
tribunales especiales y arbitrales.

B. Tribunales Especiales: Señalados también en el artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales. Estos tribunales
son aquellos órganos públicos que están establecidos por leyes especiales para conocer de determinadas
materias en atención a la naturaleza del asunto o bien considerando las personas que intervienen. Por lo mismo
son excepcionales frente a los tribunales ordinarios.
A falta de tribunales especiales, serán los tribunales ordinarios los que conocerán esos asuntos.
Las características que presentan estos tribunales especiales son las siguientes:

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• Se rigen en cada caso por las respectivas leyes especiales, las que le señalan sus atribuciones y
competencias. Ejemplo: los juzgados de letras de menores se rigen por la Ley de Menores 16.618, los
juzgados de letras del trabajo se rigen por las normas del Código del Trabajo, los tribunales militares en
tiempo de paz se rigen por el Código de Justicia Militar y los Juzgados de Policía Local se rigen por la ley
15.231 sobre las atribuciones de estos juzgados, y por la ley 16.287 que establece el procedimiento de los
juzgados de policía local.
Esto significa que por tratarse de leyes especiales, estas son las leyes que priman, de manera que
estos tribunales deben regirse por estos estatutos.
A estos tribunales especiales se les aplicarán supletoriamente las normas del Código Orgánico de
Tribunales en todos aquellos casos no regulados en las leyes especiales o en los cuerpos legales que los
regulan.

• Se requiere que se trate de un litigio cuya resolución debe encontrarse en leyes relativas a materias
especiales.

Estos tribunales especiales pueden o no formar parte del Poder Judicial, según lo que señala el mismo
artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales.
Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales:

o Los Juzgados de Letras de Menores.


o Los Juzgados de Letras del Trabajo.
o Los Tribunales Militares en tiempo de paz.

Otro grupo de Tribunales Especiales no forman parte del Poder Judicial e igualmente se rigen por sus
leyes especiales. Estos son, por ejemplo, los Juzgados de Policía Local, los Tribunales Militares en tiempo de
guerra, etc.

C. Tribunales Arbitrales: Estos tribunales se rigen por normas también especiales establecidas en el Código
Orgánico de Tribunales pero en forma independiente de los tribunales ordinarios (artículos 222 y siguientes).
Estos tribunales arbitrales la ley los define como los jueces nombrados por las partes, o por la autoridad
judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso (artículo 222, Código Orgánico de Tribunales).
Los tribunales arbitrales presentan una novedad y esto es que estos tribunales requieren de
nombramiento para cada caso, cosa que no ocurre con los tribunales ordinarios y arbitrales.
Los árbitros no están establecidos de antemano, hay que nombrar al tribunal para cada caso concreto.
Si no hay acuerdo entre las partes, los nombra la justicia ordinaria.
Estos tribunales no pertenecen al Estado, lo que no significa que sea una justicia privada, esto no es así
ya que éstos ejercen jurisdicción.
Lo otro novedoso que presentan los árbitros es que tienen un tiempo de duración determinado. Son
tribunales temporales y deben cumplir la jurisdicción normalmente en el plazo de dos años desde que el árbitro
acepta el cargo.
Estos tribunales arbitrales existen para que algunas materias de carácter íntimas o técnicas de los
litigantes sean extraídas del conocimiento de los tribunales ordinarios. Se trata de materias íntimas o técnicas
que demandarían mucho tiempo a los tribunales ordinarios. Ejemplo: partición de bienes, la liquidación de la
sociedad conyugal, etc.
En otros casos, la ley permite, también bajo ciertas condiciones, que las partes puedan entregarle a los
árbitros el conocimiento de ciertas materias que son de competencia de los tribunales ordinarios en principio y
en la que las partes voluntariamente le pueden otorgar competencia al árbitro (materia de arbitraje voluntario),
a diferencia de las anteriores que son materia de arbitraje obligatorio o forzoso (ciertas materias que deben
necesariamente ser resueltas por un árbitro).
En estos asuntos la regla es que las partes pueden someter voluntariamente el asunto de arbitraje. Aquí
lo que prima es la voluntad de las partes. Si no se somete a arbitraje lo conoce la justicia ordinaria.
En otros casos, también excepcionales, la ley prohíbe someter ciertos asuntos específicos al
conocimiento de árbitros, en cuyo caso se llamará “materia de arbitraje prohibido”. Ejemplo: los actos judiciales
no contenciosos, los actos criminales.

2) Considerando al número de jueces o el número de magistrados que forman parte del tribunal, los tribunales se
pueden clasificar en tribunales unipersonales y tribunales colegiados:

A. Tribunales Unipersonales: Son aquellos que están compuestos por un solo magistrado. El funcionario que ejerce
en un juzgado unipersonal se denomina juez. Ejemplo: jueces de letras.

B. Tribunales Colegiados: Son aquellos que están formados por varios magistrados. El funcionario que ejerce en un
tribunal colegiado se denomina ministro. Ejemplo: la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones.

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3) Atendiendo si el fallo que el tribunal va a dictar se fundamenta o no en derecho, se distingue entre tribunales de
derecho y tribunales de equidad (esta última no es una clasificación propiamente tal de los tribunales)

A. Tribunal de Derecho: Es aquel que fundamenta la sentencia en la ley, o aquel tribunal que falla con arreglo a
derecho.

B. Tribunal de Equidad: Es aquel que no falla con arreglo a derecho, no aplica la ley en la sentencia sino que se
ajusta a criterios de equidad. Ejemplo: en el caso de los árbitros arbitradores.

4) En atención a las fases del procedimiento en que el tribunal interviene, se dividen en tribunales de instrucción y
tribunales sentenciadores.

A. Tribunal de Instrucción: Es aquel que intervienen en aquella fase destinada a reunir todos los antecedentes o
reunir las actuaciones preparatorias en el juicio, o destinadas a tramitar la cuestión controvertida, intervenir en
la actividad probatoria de las partes, de manera que el asunto quede en estado de ser fallado; hasta ahí llega la
labor del tribunal de instrucción.
El tribunal de instrucción tiene atribuciones jurisdiccionales para los efectos de instruir un proceso; es
decir, es aquel que conoce de una causa pero que no la falla por carecer de competencia.

B. Tribunal Sentenciador: Es aquel que se limita a resolver el conflicto jurídico en la sentencia (tiene atribuciones
jurisdiccionales para poder juzgar algún asunto de su competencia).

En el sistema chileno no se contempla esta dualidad entre tribunales de instrucción y sentenciador. Todos los
tribunales en lo civil cumplen esta doble función.
En cambio, con la nueva reforma procesal penal se separan estas funciones y vamos a encontrar tribunales que
tendrán por función fallar las causas penales, pero no intervenir en la investigación.
También esta dualidad la podemos advertir en los tribunales militares que tienen competencia criminal, donde
hay un instructor y hay un sentenciador. La instrucción le corresponde a las fiscalías militares (instruyen los sumarios) y
los fallos se le entrega a los juzgados militares (jueces militares que cuentan con la asesoría de un abogado llamado
auditor).

5) Considerando la jerarquía del tribunal, tenemos tribunales superiores y tribunales inferiores.

Dentro de los tribunales inferiores encontramos a los jueces de letras. Por otro lado, tiene el carácter de
tribunales superiores la Corte Suprema y las Cortes de Apelaciones.
Esta es una clasificación tiene importancia en la procedencia de los recursos, porque lo normal es que si en un
juicio se deduce un recurso procesal (ejemplo: recurso de protección), ese recurso lo normal es que lo conozca un
tribunal superior y no el mismo tribunal que conoce de las resoluciones. Los recursos tienen por finalidad enmendar
“agravios” (total o parcial).
También tiene importancia esta clasificación para los efectos disciplinarios, específicamente para hacer efectiva
la responsabilidad disciplinaria y aplicar las sanciones. En virtud de esto, los tribunales superiores tienen atribuciones
disciplinarias por sobre los inferiores.

6) Considerando el tiempo en que los jueces de estos tribunales van a cumplir sus funciones, tenemos jueces
perpetuos y jueces temporales.

A. Tribunales Perpetuos: Son aquellos tribunales que ejercen sus funciones en forma indefinida y se puede decir
que no tienen plazo, es decir no están limitados en el tiempo. Este tipo de tribunales constituye la regla general
en Chile.

B. Tribunales Temporales: Son aquellos que están establecidos por un plazo determinado, de manera que la
jurisdicción tienen que ejercerla en un tiempo preciso también determinado. Ejemplo: tribunales arbitrales.

7) Considerando el momento en que el tribunal debe ejercer su función como tal (en atención a la permanencia de los
tribunales), se clasifican en tribunales permanentes y tribunales de excepción o accidentales.

A. Tribunales Permanentes: Como el nombre lo indica son aquellos que existen siempre. Este tribunal están
establecidos antes que el litigio se promueva y subsiste como tribunal una vez que el litigio se termina,
independientemente que exista o no un hecho de su competencia.

B. Tribunales de Excepción o Accidentales: Son aquellos que se constituyen o se forman después que ha ocurrido
un hecho de su competencia (no existe antes como tal). y una vez que el tribunal cumple el cometido cesa
como tribunal accidental (se extingue o desaparece). Ejemplo: Ministro de Corte como tribunal unipersonal.

5.- Tribunales Ordinarios:

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I. JUZGADOS DE LETRAS:

Los Juzgados de Letras se encuentran regulados en el Código Orgánico de Tribunales, en los artículos 27 y
siguientes.

* Concepto de Juzgados de Letras: Son tribunales unipersonales que ejercen jurisdicción normalmente en el territorio de
una comuna o agrupación de comunas según lo que la ley les asigna a cada uno, y en los cuales reside la plenitud de la
competencia en primera instancia.

* Características de los Juzgados de Letras:

- Tribunales ordinarios, ya que éstos se encuentran reglamentados en el Código Orgánico de Tribunales y forma
parte de la organización jerárquica del Poder Judicial.
- Tribunales unipersonales, puesto que son servidos por un solo magistrado.
- Tribunal de derecho, el juez que lo desempeña debe tramitar y fallar conforme a la ley.
- Tribunal de competencia común, porque generalmente conocen de todo tipo de materias.
- Tribunal inferior, en relación a los que tienen el carácter de superiores (Cortes de Apelaciones, Corte Suprema).
- Su territorio jurisdiccional es una comuna o agrupación de comunas.
- Son tribunales letrados, son servidos por jueces letrados por personas que deben tener el título de abogado.
- Son tribunales perpetuos, el cargo de juez de letras tiene el carácter de perpetuo, lo que equivale a decir que
no se desempeña por un tiempo determinado.
- Estos tribunales tienen el carácter de permanente, han sido establecidos para funcionar en forma continua, se
hallan o no suscitados los asuntos en que debe intervenir.
- Son remunerados por el Estado.
* Organización de los Juzgados de Letras:

En esta materia, nos referimos a analizar qué personas son las que conforman el tribunal (juzgado de letras).

a) Juez de Letras:

En los juzgados de letras, el juez es el funcionario más importante y tiene un tratamiento protocolar de “Usía”
(US) o “Su señoría” (SSa.). Los jueces deben ser abogados y debe haber cumplido un programa de preparación (de
formación).
Los jueces letrados son nombrados por el Presidente de la República, a propuesta en terna que confecciona la
correspondiente Corte de Apelaciones, de acuerdo a las normas constitucionales (artículo 75, inciso 7º, CPE).

Art. 75, inciso 7º, CPE: “Los jueces letrados serán designados por el Presidente de la República, a propuesta
en terna de la Corte de Apelaciones de la jurisdicción respectiva”.

En Chile, en general, intervienen dos poderes del Estado en el nombramiento de los magistrados (Poder Judicial
y Poder Ejecutivo). El Presidente elige al juez letrado de los tres candidatos propuestos por la Corte de Apelaciones
respectiva (sistema mixto de nombramientos).
Una vez nombrados los magistrados permanecerán en su cargo mientras conserven el buen comportamiento
según lo señala la Constitución y las leyes (artículo 77, CPE).

b) Secretario

Este tipo de tribunal cuenta con un Secretario de carácter permanente, que es abogado y que es nombrado de
la misma forma que el Juez.
Estos secretarios cumplen una función muy importante en los tribunales. Los secretarios son los “ministros de
fe” de los tribunales, y por ello es el encargado de “autorizar” o de dar fe a todas las actuaciones y todas las
resoluciones que emanen del tribunal. Por eso, si se examina cualquier resolución judicial, éstas siempre tienen al
menos dos firmas: la del juez y la del secretario. Esto no significa que el juez le pida la autorización al secretario, sino
que la autorización significa “dar fe”.
Además, le corresponde la custodia de los expedientes y de los documentos que existan en poder del tribunal
(artículo 379, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 379, Código Orgánico de Tribunales: “Los secretarios de las Cortes y juzgados, son ministros de fe
pública encargados de autorizar, salvo las excepciones legales, todas las providencias, despachos y actos
emanados de aquellas autoridades, y de custodiar los procesos y todos los documentos y papeles que sean
presentados a la Corte o juzgado en que cada uno de ellos debe prestar sus servicios”.

Además, estos secretarios tienen otras funciones, establecidas en el artículo 380 del Código Orgánico de
Tribunales. Entre las más importantes se destacan:
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o Es el encargado de practicar ciertas notificaciones que se hacen en la secretaría (notificaciones por el estado
diario). En las oficinas de la secretaría del juzgado, el secretario puede practicar notificaciones.

o Dar conocimiento a cualquiera persona que lo solicitare de las actuaciones o de los procesos que tengan
archivados en sus oficinas, a menos que esos documentos sean secretos por disposición expresa de la ley.

o Guardar con el conveniente arreglo los procesos y demás papeles de su oficina, sujetos a las órdenes e
instrucciones que la Corte o juzgado respectivo les diere sobre el particular.

o Las demás que les impongan las leyes.

c) Personal de Secretaría del tribunal:

El personal de secretaría tiene un número variable dependiendo de lo que diga la ley pertinente, y cumplen
funciones de colaboración en las distintas actividades del juez y del secretario en el desempeño de sus funciones. Estos
son los llamados “actuarios”.
Este personal tiene su rango y su propio escalafón, y dentro de ellos el más antiguo es el “Oficial Primero”. Este
oficial primero es el de mayor rango y cumple importantes funciones dentro del tribunal (puede subrogar al secretario
en ausencia de éste). El secretario subroga al juez y al secretario lo subroga el oficial primero, porque nunca puede
faltar el secretario.

* Clasificación de los Juzgados de Letras:

Existen dos clasificaciones importantes:

a) Considerando la competencia o la extensión de la competencia que tiene el juzgado, tenemos juzgados con
competencia común y juzgados con competencia especial (esta clasificación va a desaparecer a futuro). Esto
dependiendo si conocen o no causas civiles y criminales.
 Juzgados de letras con competencia común: son aquellos que conocen causas civiles y criminales.
Ejemplo: Tomé.

 Juzgados de letras con competencia especial: conocen ya sea causas civiles o causas penales. Ejemplo:
Concepción.

b) Desde el punto de vista del escalafón judicial o considerando la categoría del juzgado, se clasifican en juzgados
de letras de ciudad asiento de Corte de Apelaciones, juzgados de letras de ciudad que es capital de provincia y
juzgados de letras de comuna o agrupación de comunas.

 Juzgados de letras de ciudad asiento de Corte de Apelaciones: son las de mayor categoría. Ejemplo:
juzgado de letras de Concepción.

 Juzgados de letras de ciudad asiento de capital de provincia: Ejemplo: los juzgados de letras de Los
Ángeles.

 Juzgados de letras de comuna o agrupación de comunas: Ejemplo: juzgado de letras de Tomé.

Esta es una clasificación que tiene cierta importancia en materia de competencia, porque los jueces de
letras de ciudad asiento de Corte tienen competencia más amplia que los otros. Además incide en la jerarquía
(en el escalafón) y eso dice relación, entre otras cosas, en la remuneración.

* Competencia de los Juzgados de Letras (artículo 45, Código Orgánico de Tribunales):

Aquí se analiza la competencia actual con las modificaciones que indica la ley y la competencia que existe en la
mayoría de los juzgados del país.
Los juzgados de letras conocen o pueden conocer de toda clase de asuntos, ya sean civiles contenciosos,
penales y no contenciosos, porque tienen la plenitud de la competencia en primera instancia y excepcionalmente en
única instancia.

A) Competencia en materia civil contenciosa: En esta materia se distingue la competencia en única instancia y
competencia en primera instancia:

a. Competencia de única instancia: Aquí tiene importancia el factor de la cuantía. Según la ley, los jueces de letra
pueden conocer casos civiles en única instancia:

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o De las causas civiles cuya cuantía no exceda de 10 Unidades Tributarias Mensuales (artículo 45, nº 1,
letra a, Código Orgánico de Tribunales).

o De las causas de comercio cuya cuantía no exceda de 10 Unidades Tributarias Mensuales (artículo 45,
nº 1, letra b, Código Orgánico de Tribunales).

La ley precisa o distingue entre causas civiles y de comercio, aunque estas últimas son también causas
civiles, pero que se rigen por el Código de Comercio.

b. Competencia de primera instancia (plenitud de la competencia): Los jueces de letras conocerán en primera
instancia:

o De las mismas causas civiles y de comercio, pero cuya cuantía exceda de 10 Unidades Tributarias
Mensuales (artículo 45, nº 2, letra a, Código Orgánico de Tribunales), o bien que no sean susceptibles
de apreciación pecuniaria (artículos 130 y 131, Código Orgánico de Tribunales). Ejemplo: las cuestiones
relativas al estado civil de las personas.

o De las causas de minería, cualquiera que sea su cuantía (prima el factor materia). Las causas de minas
son asuntos civiles que se rigen por el Código de Minería (artículo 45, nº 2, letra b, Código Orgánico de
Tribunales).

o De las causas laborales y de menores, cuyo conocimiento no corresponda a los juzgados de letras del
trabajo y de menores respectivamente. Vale decir, conocen en aquellos casos en que en esa comuna no
existen jueces especiales del trabajo o de menores, de lo contrario esas materias son de competencia
de dichos tribunales especiales (artículo 45, nº 2, letra h, Código Orgánico de Tribunales).

o De las causas civiles y de comercio, cuya cuantía sea inferior a 10 Unidades Tributarias Mensuales,
cuando en ellas tengan interés o sean parte las personas que tengan “fuero menor”, señaladas en el
artículo 45 nº 2 letra g, Código Orgánico de Tribunales (los Comandantes en Jefe del Ejercito, de la
Armada y de la Fuerza Aérea; el General Director de Carabineros; los Ministros de la Corte Suprema o
de alguna Corte de Apelaciones; los Fiscales de estos tribunales; los jueces letrados, etc.).

B) Competencia en los asuntos judiciales no contenciosos: Aquí los jueces letrados tienen la plenitud de la
competencia.
Los jueces letrados conocen de todos los actos judiciales no contenciosos, cualquiera que sea la cuantía de los
mismos y cualquiera sea la calidad de los interesados (el fuero no se considera), salvo lo relativo al nombramiento de
curador ad litem, dispuesto en el artículo 494 del Código Civil (artículo 45, nº 2, letra c, Código Orgánico de Tribunales).

C) Competencia en materia penal: Aquí hay que hacer salvedades respecto de la nueva Reforma Procesal Penal.
De acuerdo al Código antiguo, los jueces de letras conocerán en primera instancia:

o De las causas por crimen o simple delito, salvo del juzgamiento de los delitos de vagancia y mendicidad
cometidos fuera de los límites urbanos de la ciudad, cuyo conocimiento corresponde a los Juzgados de
Policía Local (artículo 45, nº 2, letra d, Código Orgánico de Tribunales).

o De las causas por faltas que se cometan en la ciudad donde tenga su asiento el tribunal, siempre que
no haya en ellas Juzgado de Policía Local (artículo 45, nº 2, letra d, Código Orgánico de Tribunales).

o De las infracciones a la Ley de Alcoholes que trata el Libro II de dicha ley, con excepción de las
contempladas en los artículos 113 y 117, que se cometan fuera de la comuna asiento del tribunal.

Toda esta competencia es la competencia general de cualquier juez de letras, cualquiera sea su categoría, sea
un juez de simple comuna o de ciudad asiento de Corte de Apelaciones.

* Competencia especial de los jueces de letras de comunas asiento de Corte:

Los jueces de letras de comunas asiento de Corte conocerán en primera instancia:

- De ciertas causas criminales en que sean parte o tengan interés un juez de letras de una comuna o agrupación
de comunas que correspondan a la jurisdicción de esa misma Corte de Apelaciones (artículo 46, Código
Orgánico de Tribunales). Ejemplo: si un juez de Tomé comete un delito, eso lo va a conocer un juez de letras de
Concepción.

- De las causas de hacienda o juicios de hacienda, cualquiera que sea su cuantía (artículo 48, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).

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Los Juicios de Hacienda son aquellos en que es parte o tiene interés el Fisco y cuyo conocimiento le
corresponde a los tribunales ordinarios de justicia (artículos 748 y siguientes, Código de Procedimiento Civil).
Aquí hay que hacer una distinción según si el Fisco actúa como demandante o como demandado:

• Si el Fisco es demandado, en este caso siempre será juez competente el juez de letra de ciudad asiento de
Corte de Apelaciones. Ejemplo: si dentro de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de Concepción se
pretende demandar al Fisco, se debe realizar en Concepción.

• Si el Fisco es demandante, éste puede deducir la demanda ante este mismo tribunal (juzgado de letras de
comuna asiento de Corte de Apelaciones), o bien ante el juez competente del domicilio del demandado,
cualquiera que sea la naturaleza de la acción deducida (artículo 48, inciso 2º, Código Orgánico de
Tribunales).
Este es un caso de competencia acumulativa. El domicilio del demandado podría no ser la ciudad
asiento de Corte de Apelaciones.
- De los asuntos no contenciosos en que el Fisco tenga interés (artículo 48, inciso final, Código Orgánico de
Tribunales).

II. TRIBUNALES UNIPERSONALES, ACCIDENTALES O DE EXCEPCION:

Estos tribunales accidentales son aquellos que se forman especialmente para conocer de materias específicas
que la ley indica una vez que el conflicto jurídico se ha suscitado, por eso son accidentales a diferencia de los jueces de
letras que son permanentes. Una vez que cumplen su función estos tribunales desaparecen como tales.
Estos tribunales están conformados por los ministros de Corte individualmente considerados. Una vez que el
ministro de Corte culmina su labor como tribunal unipersonal, éste continuará formando parte del tribunal colegiado al
cual pertenece.

* Características de estos tribunales:

- Son tribunales accidentales, es decir, se constituyen específicamente para conocer de un asunto determinado.
Mientras el litigio no se ha promovido no existe como tal y el ministro continúa con su función normal en la
Corte del cual forma parte integrante.

- Son tribunales unipersonales. Están formados por un sólo juez.

- Son tribunales ordinarios. Están reglados en el Código Orgánico de Tribunales y forman parte de la organización
jerárquica del Poder Judicial.

- Son tribunales inferiores. El ministro como tribunal accidental es inferior porque ejerce competencia en primera
instancia y dependen de la Corte a la cual forman parte y esa Corte será el tribunal de segunda instancia.
Estos tribunales están en el mismo lugar del juez de letras (sometidos a las mismas reglas), en
consecuencia la organización es similar al Juzgado de Letras, cuentan con los mismos funcionarios:

o En primer lugar está el Ministro, vale decir cambia la figura del juez en los juzgados de letras por la del
ministro en estos tribunales accidentales.
o También hay un Secretario. En este caso, el secretario va a ser el mismo ministro de Fe de la Corte a la
cual pertenece el ministro.
o También cuenta con Personal de Secretaría, que son los mismos funcionarios subalternos de la Corte.

Estos tribunales ¿cómo llegan a conocer una vez que se han promovido, al no estar designados de antemano?.
En cuanto a la designación de estos tribunales hay que distinguir:

• En el caso de los Ministros de Corte de Apelaciones y de la Corte Suprema es necesario entrar a designarlos.
El nombramiento se hace por turno que la Corte fije para determinar cuál de sus jueces debe constituirse
como Tribunal Unipersonal en un caso concreto (artículo 50 y 52, Código Orgánico de Tribunales).

• Cuando se trata de los presidentes de la Corte Suprema y de la Corte de Apelaciones de Santiago (artículos
51 y 53, Código Orgánico de Tribunales) estos están designados de antemano.

1) Ministro de la Corte de Apelaciones (artículo 50):

A este respecto es importante señalar que la competencia penal de estos Ministros tiende a desaparecer.
Un ministro de la Corte de Apelaciones respectiva según el turno que ella fije, conocerá en primera instancia de
los siguientes asuntos:

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a. De las causas por los delitos contra la Seguridad Interior del Estado a que se refiere la Ley No. 6.026, de 12 de
febrero de 1937, cuando dichos delitos sean cometidos exclusivamente por civiles (artículo 50, nº 1, Código
Orgánico de Tribunales antiguo). Eliminado por la Ley 19.665.

b. De las causas civiles y criminales por crímenes o simples delitos en que sean parte o tengan interés
determinadas personas que indica la ley (los que tienen el Fuero Mayor, por ejemplo: el Presidente de la
República, los ex Presidentes de la República, los Ministros de Estado, los Intendentes y Gobernadores, etc.).
Estos casos en principio debieran ser conocidos por un juez letrado (artículo 50, nº 2, Código Orgánico de
Tribunales.
* La competencia criminal en esta materia desaparecerá con motivo de la reforma procesal penal.

c. De las causas por delitos comunes en que sean parte o tengan interés los miembros de la Corte Suprema, los
de las Cortes de Apelaciones, los fiscales de estos tribunales y los jueces letrados de las ciudades de asiento de
las Cortes de Apelaciones (artículo 50, nº 3, Código Orgánico de Tribunales). Eliminado por Ley 19.665.

d. De las demandas civiles que se entablen contra los jueces de letras para hacer efectiva su responsabilidad civil
resultante del ejercicio de sus funciones ministeriales (artículo 50, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).

e. De los demás asuntos que otras leyes le encomienden (artículo 50, nº 5, Código Orgánico de Tribunales).
Ejemplo: Ley 17.997 sobre Tribunal Constitucional.

2) Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago (artículo 51):

Tiene una competencia aún más restringida que el Ministro de Corte de Apelaciones. La ley señala que el
Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago conocerá en primera instancia:

a. De las causas sobre amovilidad de los ministros de la Corte Suprema (artículo 51, nº 1, Código Orgánico de
Tribunales).

b. De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros de la Corte Suprema o contra su fiscal
para hacer efectiva su responsabilidad por actos cometidos en el desempeño de sus funciones (artículo 51, nº
2, Código Orgánico de Tribunales).

3) Ministro de la Corte Suprema (artículo 52):

Un ministro de la Corte Suprema, designado por el mismo tribunal, conocerá en primera instancia:

a. De las causas a que se refiere el artículo 23 de la Ley No. 12.033. Esta se refiere a causas en que sea parte la
Corporación y empresas adheridas de venta de salitre y yodo en Chile (artículo 52, nº 1, Código Orgánico de
Tribunales).

b. De los delitos de jurisdicción de los tribunales chilenos cuando puedan afectar las relaciones internacionales de
la República con otro Estado (artículo 52, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).

c. De la extradición pasiva. Se refiere a aquellos casos en que un gobierno extranjero solicita al gobierno de Chile
la entrega de una determinada persona, un delincuente, para que sea juzgado en el extranjero (artículo 52, nº
3, Código Orgánico de Tribunales).

d. De los demás asuntos que otras leyes le encomienden (artículo 52, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).

4) Presidente de la Corte Suprema (artículo 53):

El Presidente de la Corte Suprema conocerá en primera instancia:

a. De las causas sobre amovilidad de los ministros de las Cortes de Apelaciones (artículo 53, nº 1, Código Orgánico
de Tribunales).

b. De las demandas civiles que se entablen contra uno o más miembros o fiscales judiciales de las Cortes de
Apelaciones para hacer efectiva su responsabilidad por actos cometidos en el desempeño de sus funciones
ministeriales (artículo 53, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).

c. De las causas de presas y demás que deban juzgarse con arreglo al Derecho Internacional. Por ejemplo, se
puede originar por situaciones de guerra, se da en arrestamientos en el mar, etc. (artículo 53, nº 3, Código
Orgánico de Tribunales).

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Presa marítima es el derecho de los beligerantes en cualquier parte del mar no sometido a la
jurisdicción de un Estado neutral para apresar las embarcaciones mercantes que enarbolen el pabellón
enemigo, así como las mercaderías que estén cargadas y que sean también de propiedad del enemigo.

d. De los demás asuntos que otras leyes entreguen a su conocimiento (artículo 53, nº 4, Código Orgánico de
Tribunales).

En estas causas no procederán los recursos de casación en la forma ni en el fondo en contra de la sentencia
dictada por la sala que conozca del recurso de apelación que se interpusiere en contra de la resolución del Presidente.

La competencia que tienen estos tribunales accidentales, en cualquiera de los casos, se caracteriza por ser una
competencia restrictiva, no hay plenitud de la competencia o de ejercicio de la jurisdicción, y está reservada a los
asuntos que la ley indica específicamente.
Respecto de cada tribunal accidental, la segunda instancia se va a deducir ante la respectiva Corte, con
exclusión del ministro que conoció en primera instancia. Esto también en el entendido que se deduzca el recurso de
apelación.

III. LAS CORTES DE APELACIONES:

Las Cortes de Apelaciones están reguladas en los artículos 54 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.

* Concepto de Corte de Apelaciones: Tribunales colegiados a los cuales les corresponde, por regla general, ejercer
competencia de segunda instancia en su calidad de superior jerárquico de los jueces de letras, y dentro de un territorio
jurisdiccional que es más amplio que el de los jueces de letra. Este territorio puede corresponder a una o varias
provincias o una región o parte de ella.

* Características de las Cortes de Apelaciones:

Las Cortes de Apelaciones presentan las siguientes características:

- Tribunales ordinarios, puesto que están reglamentados en el Código Orgánico de Tribunales y forma parte de la
organización jerárquica del Poder Judicial.
- Tribunal permanente, puesto que han sido establecidos para funcionar en forma continua, se susciten o no los
asuntos en que deben intervenir.
- Tribunal de derecho. Deben fallar conforme a la ley.
- Tribunal letrado, es decir los magistrados deben tener el título de abogado.
- Tribunal de competencia común. Están facultados para conocer de toda clase de asuntos cualquiera sea su
naturaleza.
- Tribunal colegiado, constituido por varios jueces. Esta diversidad de jueces opera en un plano de igualdad entre
ellos.
- Son, normalmente, tribunales de segunda instancia. Su misión fundamental es conocer de los recursos de
apelación. Por excepción, tienen competencia de primera o de única instancia.

* Organización de las Cortes de Apelaciones:

a) Presidente:

El Presidente es uno de los ministros que conforman el tribunal.


El artículo 57, inciso 1º, del Código Orgánico de Tribunales señala que las Cortes de Apelaciones serán regidas
por un Presidente. Sus funciones durarán un año contado del 1º de marzo, y serán desempeñadas por los miembros del
tribunal, turnándose cada uno por “orden de antigüedad” en la categoría correspondiente del escalafón.
Este presidente tiene importantes funciones que cumplir dentro del tribunal (artículo 90, Código Orgánico de
Tribunales). Entre las más relevantes podemos mencionar:

o Le corresponde presidir el respectivo tribunal en todas sus reuniones públicas (artículo 90, nº 1, Código
Orgánico de Tribunales).

o Además, le corresponde la instalación diaria de la sala o salas, según el caso, en que está dividida la Corte de
Apelaciones (unidades jurisdiccionales en que la Corte se puede dividir). Los ministros se sortean entre esas
distintas salas. Alguno de los ministros puede faltar y en ese caso el tribunal de igual manera tiene que
funcionar.
Se levantará acta de la instalación, autorizada por el secretario, indicándose en ella los nombres de los
ministros asistentes, y de los que no hubieren concurrido, con expresión de la causa que motivare su

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inasistencia. Una copia de esta acta se fijará en la tabla de la sala correspondiente (artículo 90, nº 2, Código
Orgánico de Tribunales).
Esto le permite a los abogados y al público en general saber debidamente como está confeccionada
cada sala.

o Formar o confeccionar el último día hábil de cada semana, en conformidad a la ley, la o las tablas de que deba
ocuparse el tribunal o sus salas en la semana siguiente. Las tablas son una nómina o un listado de los asuntos
judiciales que la Corte de Apelaciones debe conocer durante una semana (artículo 90, nº 3, Código Orgánico de
Tribunales). Si la Corte tiene varias salas se confeccionan tantas tablas según sea el número de salas.

En ausencia del Presidente de una Corte de Apelaciones, hará sus veces el ministro más antiguo de los que se
encontraren actualmente reunidos en la sala del tribunal (artículo 91, Código Orgánico de Tribunales).
Si las Cortes de Apelaciones cuentan con varias salas, independientemente del Presidente del Tribunal cada
sala tiene también un presidente (artículo 92, Código Orgánico de Tribunales), que le corresponde al ministro más
antiguo que la integra.

b) Los Ministros:

Los ministros son los magistrados que integran la Corte de Apelaciones (artículo 57, inciso 2º, Código Orgánico
de Tribunales) a los cuales les corresponde el ejercicio de las funciones jurisdiccionales dentro del tribunal.
Cada Corte de Apelaciones tiene un número variable de ministros de acuerdo a lo que la ley en cada caso
determine (artículo 56, Código Orgánico de Tribunales). Entre los ministros se incluye al Presidente, porque es un
ministro de Corte.
Según el artículo 56 del Código Orgánico de Tribunales, las Cortes de Apelaciones se compondrán del número
de miembros que a continuación se indica:

• Las Cortes de Apelaciones de Iquique, Copiapó, Chillán, Puerto Montt, Coihaique y Punta Arenas tendrán
cuatro miembros.
• Las Cortes de Apelaciones de Arica, Antofagasta, La Serena, Rancagua, Talca, Temuco y Valdivia tendrán
siete miembros.
• Las Cortes de Apelaciones de Valparaíso y Concepción tendrán trece miembros.
• La Corte de Apelaciones de San Miguel tendrá dieciséis miembros.
• La Corte de Apelaciones de Santiago tendrá veinticinco miembros.
El mínimo ministros que tiene una Corte es cuatro, según esta misma disposición, y el máximo es de 25, que
corresponde a la Corte de Apelaciones de Santiago.
Los ministros son nombrados por el Presidente de la República a propuesta en terna de la Corte Suprema
(artículo 75, CPE) y se mantienen en sus cargos mientras observen el buen comportamiento exigido por el legislador.
Cada ministro tiene su rango o escalafón (artículo 57, inciso 2º, parte final, Código Orgánico de Tribunales).

c) Los Fiscales Judiciales (artículo 58):

Funcionario auxiliar de la administración de justicia, que representa ante los tribunales, los intereses generales
de la sociedad. Los fiscales judiciales están regulados en los artículos 350 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales.
La función primordial de los fiscales judiciales es la de representar ante los tribunales de justicia los intereses
generales de la sociedad, principalmente, y por lo mismo, le corresponde intervenir en aquellos procesos en que se
entienda que está comprometido el interés general, tanto en causas civiles como en causas penales. Para estos efectos
los fiscales evacuan informes o dictámenes dando su parecer a la Corte.
Los fiscales judiciales obran, según la naturaleza de los negocios, o como parte principal, o como terceros, o
como auxiliares del juez (artículo 354, Código Orgánico de Tribunales).
En cuanto al número de fiscales que debe haber en cada Corte (artículo 58, Código Orgánico de Tribunales),
esto es variable, pero debe haber mínimo un fiscal por Corte. El máximo de fiscales que establece la ley lo encontramos
en la Corte de Apelaciones de Santiago, donde existen seis fiscales judiciales.
También son nombrados por el Presidente de la República a propuesta en terna de la Corte Suprema y, al igual
que los ministros, gozan de inamovilidad en el ejercicio de su cargo.

d) Los Relatores (artículos 372 y siguientes):

Es un funcionario también auxiliar de la administración de justicia cuya función primordial es de informar a la


Corte de Apelaciones de los distintos asuntos que deben conocer y para estos efectos deben hacer una relación de los
procesos (artículo 372, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).
Este funcionario debe su existencia al hecho de que se trata de un tribunal colegiado, de lo contrario no
existirían. En los juzgados de letras no existen porque el juez personalmente decide y conoce. En las Cortes de

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Apelaciones sería demasiado largo y engorroso que el propio tribunal o las salas en que se divide éste, si procede,
conocieran de los asuntos.
El informe que hacen los relatores es oral. La relación se hace mediante una exposición razonada y metódica
(artículo 374, Código Orgánico de Tribunales).
El número de relatores es variable (artículo 59, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 59, Código Orgánico de Tribunales: “Cada Corte de Apelaciones tendrá dos relatores. Las Cortes de
Apelaciones de Arica, Antofagasta, La Serena, Rancagua, Talca, Temuco y Valdivia tendrán cuatro relatores; las
Cortés de Apelaciones de Valparaíso y Concepción tendrán ocho relatores; la Corte de Apelaciones de San
Miguel tendrá diez relatores, y la Corte de Apelaciones de Santiago tendrá dieciocho relatores”.

e) Secretario (artículos 379 y siguientes):

La regla general es que cada Corte de Apelaciones tenga un solo secretario. Pero tratándose de la Corte de
Apelaciones de San Miguel y de Santiago tienen más, 2 y 3 respectivamente. La propia Carta regula las acciones de
cada Secretario (artículo 60, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 60, Código Orgánico de Tribunales: “Cada Corte de Apelaciones tendrá un secretario. La Corte de
Apelaciones de San Miguel tendrá dos secretarios. La Corte de Apelaciones de Santiago tendrá tres secretarios.
Cada tribunal reglará el ejercicio de las funciones de sus secretarios y distribuirá entre ellos el despacho de los
asuntos que ingresen a la Corte, en la forma que estime más conveniente para el buen servicio”.

Los secretarios son ministro de fe de la Corte de Apelaciones, encargados de autorizar todas las providencias,
despachos y actuaciones que emanen del tribunal y, además, le corresponde la custodia de los procesos y documentos
que estén en poder del tribunal (artículo 379, Código Orgánico de Tribunales).

f) Personal de Secretario o “actuarios” (artículos 379 y siguientes):

Cada Corte tiene un número variable de personal subalterno y que cumple con la misión de colaborar con las
funciones propias del tribunal (de los ministros y del secretario).

Las Cortes de Apelaciones, por su calidad de colegiados, necesariamente tienen un Presidente y un Relator.

* Funcionamiento de una Corte de Apelaciones:

La Corte de Apelaciones puede funcionar de dos formas: en forma ordinaria y en forma extraordinaria.

a) En forma ordinaria:

Este es el funcionamiento habitual que tiene lugar en todos aquellos casos en que la Corte funciona con el
mismo número de salas que la ley le indica. Esto según lo que señala el artículo 61 del Código Orgánico de Tribunales.
Este funcionamiento ordinario puede ser: en pleno o en sala.

- Funcionamiento ordinario en pleno: Es aquel en que la Corte funciona reunida como un solo cuerpo, como una
sola unidad jurisdiccional, con todos sus ministros o a lo menos con la mayoría absoluta que es el quórum
mínimo para funcionar (artículo 67, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 67, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Para el funcionamiento del tribunal pleno se
requerirá, a lo menos, la concurrencia de la mayoría absoluta de los miembros de que se componga la
Corte”.

El pleno se conforma exclusivamente por los ministros titulares (no se puede llamar a otros para que
funcionen en pleno) y es presidido por el Presidente de la Corte de Apelaciones.
El funcionamiento en pleno es excepcional (lo normal es que funcione en salas), se hace exclusivamente
para conocer de ciertos asuntos que por excepción la ley se la entrega al pleno para que sean resueltos
(artículo 66, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales). La regla general es que la Corte funcione en salas.

Art. 66, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “El conocimiento de todos los asuntos
entregados a la competencia de las Cortes de Apelaciones pertenecerá a las salas en que estén
divididas, a menos que la ley disponga expresamente que deban conocer de ellos en pleno.

El artículo 66, inciso 4º, indica los casos de excepción en que el tribunal debe funcionar en pleno. Estos
casos son:

o El ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y económicas.


o El conocimiento de los desafueros de los Diputados y de los Senadores.
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o De los juicios de amovilidad en contra de los jueces de letras.

En aquellas Cortes que tienen cuatro ministros (funcionan en una sola sala), desde el punto de vista
externo, es difícil determinar se está funcionando en pleno o en sala, pero jurídicamente es importante
determinar uno y otro procedimiento.

- Funcionamiento ordinario en salas: Es el funcionamiento habitual y que se hace cuando las Cortes de
Apelaciones se dividen en unidades jurisdiccionales que se denominan “salas” según lo que la ley señale para
cada Corte.
El artículo 66 señala que en general el conocimiento de los asuntos judiciales que sean de competencia
de la Corte de Apelaciones le corresponde a las salas en que se divide la misma Corte, a menos que se disponga
expresamente que se funcione en pleno (artículo 66, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales.

El artículo 61 señala cómo estarán divididas las Cortes en salas:

 Las Cortes de Apelaciones de Iquique, Copiapó, Chillán, Puerto Montt, Coihaique y Punta Arenas tendrán una
sola sala.
 Las Cortes de Apelaciones de Arica, Antofagasta, La Serena, Rancagua, Talca, Temuco y Valdivia tendrán se
dividirán en dos salas.
 Las Cortes de Apelaciones de Valparaíso y Concepción en cuatro salas.
 La Corte de Apelaciones de San Miguel en cinco salas.
 La Corte de Apelaciones de Santiago en siete salas.

Cada sala representa a la Corte de Apelaciones en los asuntos de que conoce (artículo 66, inciso 2º,
Código Orgánico de Tribunales).
Cada sala en que se puede dividir el tribunal estará formada por tres ministros, salvo la Primera Sala
que tendrá cuatro ministros. Formará parte de la Primera Sala el Presidente de la Corte, sin embargo, es
facultativo para él integrarla.
Las salas no podrán funcionar sin la concurrencia de tres jueces como mínimo (artículo 67, inciso 2º,
Código Orgánico de Tribunales).
Para la constitución de las diversas salas en que se dividan las Cortes de Apelaciones para su
funcionamiento ordinario, se sortearán anualmente los miembros del tribunal, con excepción de su Presidente,
el que quedará por pleno derecho incorporado a la Primera Sala, siendo facultativo para él integrarla. El sorteo
correspondiente se efectuará el último día hábil de enero de cada año (artículo 61, Código Orgánico de
Tribunales).
Si una sala no tiene a todos sus ministros titulares, en este caso el Presidente debe llamar a integrar a
otros funcionarios, pero la sala tiene que tener a lo menos un ministro titular para poder funcionar. Debe haber
al menos un ministro titular, seguidamente se llamará a integrar la sala al fiscal judicial y seguidamente a los
abogados integrantes hasta confeccionar el mínimo de tres (artículo 215, inciso 1º, Código Orgánico de
Tribunales).

Art. 215, Código Orgánico de Tribunales: “Si por falta o inhabilidad de algunos de sus miembros
quedare una Corte de Apelaciones o cualquiera de sus salas sin el número de jueces necesario para el
conocimiento y resolución de las causas que les estuvieren sometidas, se integrarán con los miembros
no inhabilitados del mismo tribunal, con sus fiscales y con los abogados que se designen anualmente
con este objeto”.

Los abogados integrantes son ajenos a la administración de justicia que, de acuerdo al artículo 215 del
Código Orgánico de Tribunales, son llamados a cumplir funciones en una Corte de Apelaciones, esto en el caso
de que falte o que se inhabilite un ministro titular. La ley dice que el llamamiento que se hace a estos abogados
integrantes se hará de acuerdo al orden de su designación en la lista de su nombramiento.
El número de abogados integrantes es variable y depende de la Corte de Apelaciones de que se trate
(artículo 219, Código Orgánico de Tribunales).

b) En forma extraordinaria:

Este funcionamiento tiene lugar cuando, para el desempeño de sus funciones, la Corte debe dividirse en un
mayor número de salas de aquel que la ley le establece. El motivo que justifica este funcionamiento extraordinario es lo
que la ley denomina “retardo” en el despacho de las causas (artículo 62, Código Orgánico de Tribunales).
De acuerdo al artículo 62, inciso 2º, se entenderá que hay retardo cuando dividido el total de causas en estado
de tabla y de las apelaciones que deban conocerse en cuenta, inclusive las criminales, por el número de salas, el
cuociente fuere superior a cien.
Esta es la situación a la que se encuentra la Corte de Apelaciones de Concepción hace mucho tiempo.

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En este caso, con toda seguridad, va a ocurrir que los relatores que tenga la Corte sean insuficientes. Producido
este caso y si no bastaren los relatores en propiedad, el tribunal designará por mayoría de votos los relatores interinos
que estime conveniente, quienes gozarán durante el tiempo en que sirvieren de igual remuneración que los propietarios
(artículo 62, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
Estos “relatores interinos” culminan su labor una vez que la Corte sale del retardo (de la misma manera que la
nueva sala).
Esta nueva sala se conformará por un ministro titular, por el fiscal judicial y con abogados integrantes (artículo
62, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
Dentro del funcionamiento extraordinario la Corte también lo puede hacer en pleno o en sala (normalmente es
en sala y excepcionalmente en pleno).

* Tramitación de un asunto ante en la Corte de Apelaciones:

En la Corte de Apelaciones, según la ley, la tramitación de los asuntos le corresponde a la Primera Sala
-naturalmente en los casos que las Cortes estén divididas en salas-, que por este motivo se denominará “sala
tramitadora” (artículo 70, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales), a menos que el asunto se encuentre radicado en
alguna de las otras salas del tribunal, en cuyo caso será esa misma sala la que tramite.

Art. 70, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La tramitación de los asuntos entregados a las Cortes
de Apelaciones corresponderá, en aquellas que se compongan de más de una sala, a la primera”.

¿Quién debe firmar las resoluciones judiciales en una Corte?. Para determinar si la resolución debe ser firmada
por todos los ministros o por uno solo de ellos hay que distinguir según sea la clase o materia de la resolución judicial
(artículo 70, Código Orgánico de Tribunales):

- Si la resolución fuera de mero trámite (providencias de mera substanciación) basta la firma de un solo ministro
(cualquiera de ellos).
- Si no se trata de una resolución de mero trámite deben firmar todos los ministros de la sala que corresponda.

Se entiende por “providencia de mera substanciación” las que tienen por objeto dar curso progresivo a los
autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre partes (artículo 70, inciso 3º, Código Orgánico de
Tribunales). En las Cortes de Apelaciones las resoluciones de mero trámite las dicta la sala tramitadora.
El fallo de segunda instancia debe tener las firmas de todos los ministros de la Corte.

* Formas de conocer y resolver los asuntos judiciales en las Cortes de Apelaciones:

El Código Orgánico de Tribunales dice, en el artículo 68, que las Cortes de Apelaciones resolverán los asuntos
“en cuenta”, o bien “previa vista de la causa” según corresponda. Esto no tiene nada que ver con el funcionamiento.

Art. 68, Código Orgánico de Tribunales: “Las Cortes de Apelaciones resolverán los asuntos en cuenta o
previa vista de ellos, según corresponda”.

Esto está referido a si la Corte de Apelaciones debe conocer el asunto con o sin formalidades, porque el
conocimiento en cuenta es un conocimiento informal, en cambio el conocimiento previa vista de la causa es formal (hay
que cumplir con una serie de formalidades). En este último caso tienen derecho a intervenir los abogados, en cambio
en el conocimiento en cuenta no tienen derecho a intervenir los abogados.

A) Conocimiento “en cuenta”:

Significa que la Corte de Apelaciones se va a imponer del asunto sin emplear un procedimiento especial y sin
formalidades, y esta cuenta no es otra cosa que la información que debe proporcionar el relator al tribunal respecto del
asunto judicial (también puede hacerlo excepcionalmente el secretario), privadamente (no intervienen los abogados de
las partes).
Esta es la forma que se utiliza para resolver cuestiones de mera tramitación y también tiene lugar en los casos
que la propia ley lo indique. Ejemplo: las peticiones de órdenes de no innovar.

B) Conocimiento “previa vista de la causa”:

La Corte de Apelaciones se va a imponer del asunto a través de un conjunto de actuaciones o trámites


siguiendo un procedimiento formal y dentro del cual tienen derecho a intervenir los abogados para formular los
alegatos. Este es un trámite de carácter público.
Esta es la forma general o habitual en que los tribunales conocen de un asunto determinado.

Esta vista de la causa está conformada por una serie de trámites o formalidades que deben cumplirse. Este
conjunto de actuaciones son las siguientes:

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 Dictación de la resolución en relación y su notificación legal a las partes.
 Inclusión del asunto judicial en tabla.
 El anuncio.
 La relación.
 Los alegatos.

El anuncio, la relación y los alegatos se cumplen el mismo día de la vista de la causa.

Formalidades de la Vista de la Causa:


1) Dictación de la resolución en relación y su notificación legal a las partes:

Resolución de mero trámite que se dicta para dar comienzo a la tramitación a la vista de la causa. La dictación
de la resolución “en relación” significa que la Corte ordena al relator hacer relación del proceso, a diferencia de lo que
ocurría en el procedimiento en cuenta en que el relator precisamente da cuenta a la Corte. El conocimiento en cuenta
es privado y la previa vista de la causa es pública (formalmente van a ser lo mismo, pero son distintos).
Esta resolución debe notificarse legalmente a las partes.

2) Inclusión del asunto judicial en tabla:

Este trámite requiere necesariamente que se haya cumplido el anterior.


Para poder incluir el asunto “en tabla”, la causa tiene que encontrarse en estado de poder figurar en tabla o
debe encontrase en “estado de relación”, de lo contrario no puede incluirse en la tabla.
¿Cómo saber si el proceso está o no en estado de relación?. Esto se sabe mediante una certificación que hace el
relator de la causa (artículo 69, inciso 1º, parte final, Código Orgánico de Tribunales). Se consideran expedientes en
estado de relación aquellos que hayan sido previamente revisados y certificados al efecto por el relator que
corresponda.
El relator deberá revisar detalladamente los expedientes y además debe verificar que se encuentren todos los
antecedentes necesarios para poder iniciar la vista. Esta es la condición para incluir el asunto en la tabla (ese
certificado).
La TABLA es la nómina o listado de los asuntos judiciales que una Corte de Apelaciones debe tratar durante una
semana. Esta tabla la confecciona el Presidente el último día hábil de cada semana y contendrá los asuntos que verá el
tribunal en la semana siguiente y que se encuentren en estado de relación (aquellos que hayan sido previamente
revisados y certificados al efecto por el relator que corresponda).
Si la Corte de Apelaciones consta de varias salas se confeccionarán tantas tablas como salas que tenga esa
Corte (artículo 69, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 69, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: En las Cortes de Apelaciones que consten de más de
una sala se formarán tantas tablas cuantas sea el número de salas y se distribuirán entre ellas por sorteo, en
audiencia pública.

A estas tablas se van a incluir todas aquellas causas que estén en “estado de relación” y que hayan sido
sorteadas.
La Tabla debe contener algunas menciones o requisitos. Aquí debemos distinguir entre las menciones o
requisitos esenciales y no esenciales:

i. Las Menciones Esenciales son aquellas que nunca deben faltar en una tabla, son las menciones mínimas que
necesita el abogado para defender su causa (artículo 163, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Estas menciones esenciales son las siguientes:

 Se debe indicar el Nombre de las Partes, las que se individualizan según aparezcan en la carátula del
expediente. Además debe incluirse el Número de Rol del expediente o de la causa.
Si las partes son varias -pluralidad de partes en proceso-, en este caso se individualiza también
como aparece en la carátula (el primero de los litigantes).

 El día en que la Corte va a tratar el asunto (el día de su dictación).

 El número de orden de cada causa dentro de la tabla.

 Debe indicarse el Número de Sala, en el entendido que la Corte está dividida en varias salas.

ii. Las Menciones No Esenciales son aquellas cuya omisión no produce ninguna consecuencia, toda vez que la ley
no las exige. Estas menciones agregan otros datos de la causa, que son:

 El nombre del relator.

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 Se agrega normalmente una letra mayúscula que indica el trámite de la causa (A y D normalmente).

(D): Si se trata de una apelación de una sentencia definitiva.


(A): Si se trata de una apelación de un incidente o resolución que no sea una sentencia
definitiva.
(C): Si se trata de un recurso de casación en la forma.

 Señalar en cada caso, cuando corresponda, el número de suspensiones que haya podido tener el
asunto. Esto porque la ley permite a los abogados suspender las vistas de los procesos.

Reglas del Código Orgánico de Tribunales para incluir el asunto en tabla:

a) El asunto tiene que estar en “estado de relación” (certificado que está en estado de relación, cada proceso
tiene que contar con este certificado).

b) Se van a incluir o figurarán en la tabla las causas a medida que van quedando en estado de relación y tan
pronto tan pronto como estuvieren en ese estado y de acuerdo con las fechas en que van quedando en ese
estado (se incluirá las que quedaron primero y así sucesivamente).
Esto es así a no ser que la causa tenga lo que se llama “goce de preferencia”. Si la causa goza de
preferencia no se va a respetar ese orden señalado. Esta Preferencia puede ser de dos tipos: una general y una
especial.

• Preferencia general: son causas que se van a incluir en la tabla ordinaria o semanal antes de aquellas
causas que no tienen ninguna preferencia y esto se debe a la materia del asunto (artículo 162, incisos 1º y
2º, Código de Procedimiento Civil; y artículo 319, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).
Entre estas cuestiones tenemos: las causas de alimentos, los juicios sumarios, los juicios ejecutivos,
cuestiones de competencia, asuntos penales, desahucios, etc.

• Preferencia especial: aquí hablamos de asuntos que son urgentes, que no se pueden demorar, y en este
caso estos asuntos se van a incluir en una “tabla complementaria” (anexa a la semanal) y que de ser
necesario se hace diariamente. Estas causas se agregan a la tabla complementaria por la urgencia.
Las consecuencias de esta preferencia especial es que estas causas se agregan a una tabla
extraordinaria y que se van a tratar antes que los asuntos de la tabla semanal u ordinaria.
Los asuntos que gozan de preferencia especial (artículo 69, inciso 5º, Código Orgánico de
Tribunales) son:

 el recurso de amparo
 el recurso de protección
 otros asuntos que la ley indica (apelaciones acerca del auto de procesamiento, apelaciones
relativas a la libertad provisional, etc.).
¿Para qué día se agregan estas causas?. Una vez que quedan en estado de figurar en tabla serán agregadas a la
mayor brevedad, normalmente es al día hábil siguiente, e incluso pueden llegar a ser agregadas el mismo día que
quedó en estado. Así, por ejemplo: el recurso de protección (normalmente al día subsiguiente hábil), la aprobación del
auto de procesamiento (cinco días máximo para agregar la causa a la tabla).

3) El Anuncio:

El Anuncio es un aviso que se le da a las partes y en general al público de que la Corte de Apelaciones va a
comenzar a tratar algún asunto en tabla. Este anuncio se efectúa colocando en un lugar visible un número que indica
que se está tratando una causa según el orden de la tabla. Si la causa fuera agregada se incluye una letra “A”.
Este número se mantiene fijo todo el tiempo dure la vista de la causa mientras no se pasa al asunto siguiente
(artículo 163, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 163, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Esta tabla se fijará en lugar visible, y antes de que
comience a tratar cada negocio, lo anunciará el tribunal, haciendo colocar al efecto en lugar conveniente el
respectivo número de orden, el cual se mantendrá fijo hasta que se pase a otro asunto”.

De todas las causas que figuran en la tabla no todas se ven en la oportunidad que se indica en la tabla, de
manera que solamente se anuncian aquellas causas que efectivamente se van a ver. Las otras causas que por cualquier
motivo no se pudieran ver (por petición de suspensión, por inhabilitación de algún ministro, por falta de tiempo) serán
anunciadas aparte, el relator las anuncia antes de comenzar la relación de las demás, para que los abogados lo sepan y
en un papel aparte (artículo 222, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

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Art. 222, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Las causas que se ordene tramitar, las suspendidas y
las que por cualquier motivo no hayan de verse, serán anunciadas en la tabla antes de comenzar la relación de
las demás. Asimismo, en esa oportunidad deberán señalarse aquellas causas que no se verán durante la
audiencia, por falta de tiempo. La audiencia se prorrogará, si fuere necesario, hasta ver la última de las causas
que resten en la tabla”.

4) La Relación:

Es una exposición o información razonada, metódica y objetiva que proporciona el Relator a la Corte de
Apelaciones, mediante la cual los ministros quedan instruidos o toman conocimiento de cada uno de los asuntos que
tienen que conocer o resolver.
El objeto es que los ministros queden instruidos de los asuntos judiciales sometidos a su conocimiento. Esto se
debe a la naturaleza que tiene una Corte de Apelaciones, que se trata de un tribunal colegiado, por ello es sumamente
difícil que los ministros tomen conocimiento personalmente de cada causa (artículo 374, Código Orgánico de
Tribunales).

Art. 374, Código Orgánico de Tribunales: “Las relaciones deberán hacerlas de manera que la Corte quede
enteramente instruida del asunto actualmente sometido a su conocimiento, dando fielmente razón de todos los
documentos y circunstancias que puedan contribuir a aquel objeto”.

Este informe es absolutamente objetivo y metódico. El relator se limita a narrar el proceso, no puede hacer
comentarios a título personal sobre lo que está escrito.
Los ministros, mientras dure la relación, pueden formular preguntas o hacer observaciones al relator.
A este trámite se permite la presencia de los abogados de las partes (esto es fundamental para después poder
alegar). Los abogados no pueden intervenir, no pueden interrumpir, como tampoco pueden ingresar a la sala una vez
que la relación ha comenzado.

5) Los Alegatos:

Constituye el último trámite de la vista de la causa. De todos los trámites señalados, los alegatos son los únicos
que pueden omitirse, esto dependiendo de lo que el abogado quiera (puede hacer o no uso de su derecho a alegar). No
se puede obligar a los abogados a formular los alegatos.

Los Alegatos son defensas verbales (orales) que se formulan ante los Tribunales Colegiados de los derechos de
alguna de las partes.

La ley señala que sólo pueden que realizar estas defensas orales en una Corte los abogados habilitados para el
ejercicio de la profesión, o bien, por excepción, se permite que puedan hacerlo aquellos postulantes que estén haciendo
su práctica para obtener el título de abogado en las Corporaciones de Asistencia Judicial (artículo 527, Código Orgánico
de Tribunales).

- Reglas sobre los alegatos que establece la ley:

Se regula la forma de hacer estos alegatos en el artículo 223 del Código de Procedimiento Civil y también en el
Auto Acordado de la Corte Suprema sobre vista de la causa (apéndice del Código de Procedimiento Civil) del año 1994.

a) Todo aquel que quiera alegar una causa deberá anunciarse previa y personalmente con el Relator de la causa .
Este acuerdo debe hacerse entes de que se inicien las audiencias y hay que señalarle también al Relator el
tiempo aproximado que va a ocupar para su alegato. Todo esto el Relator lo deja constancia en el proceso.

b) Estos abogados que se anunciaron para formular los alegatos (y no otros) tienen derecho a asistir a la relación y
para estos abogados constituye una obligación hacerlo (obligación de asistir a la relación y alegar).
Esta relación dura todo el tiempo que sea necesario, no se establece tiempo o plazo, para que la Corte
quede debidamente ilustrada.

c) La audiencia misma de los alegatos. Concluida la relación, se procederá a escuchar, en audiencia pública, los
alegatos de los abogados que se hubieren anunciado. Deben alegar según el siguiente orden:

o Primeramente alega el abogado del apelante o del recurrente.


o En segundo lugar el abogado del apelado o recurrido, y después que el Presidente de la sala le dé la
palabra.

Si hubiere pluralidad de partes, si son varios los apelantes, alegarán los abogados en el orden en que se
hayan interpuesto las apelaciones o recursos. Si son varios los apelados o recurridos, los abogados intervendrán
por el orden alfabético de las partes que representan.

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La duración de los alegatos de cada abogado se limitará a media hora como tiempo máximo en la
apelación. Este plazo el tribunal podría prorrogarlo si el interesado así lo pide. Es atribución del tribunal
conceder la prórroga.

d) Los abogados tienen derecho durante esta audiencia, una vez que ha concluido su alegato, a rectificar “errores
de hecho” (nunca de derecho, porque para eso ya alegó) que observen de la parte contraria, naturalmente sin
interrumpir al otro.

e) En cuanto a la forma del alegato, éstos son verbales siempre, eso significa que se prohíbe presentar defensas
escritas y se prohíbe, además, leer en los alegatos, sin perjuicio que el abogado pueda llevar una minuta del
alegato, pero tampoco de puede leer dicha minuta (artículo 226, Código de Procedimiento Civil).

f) El abogado tiene absoluta libertad para desarrollar su alegato de la manera que estime pertinente . La ley esto
no lo regula, sin perjuicio de que el presidente de la sala invite a los abogados a alegar sobre puntos concretos
-de hecho o de derecho- que el tribunal considere importante.

g) La ley establece una sanción para aquellos abogados que se anunciaron para alegar o para oír la relación y no
lo hicieron. Esta sanción la realiza la misma Corte (artículo 223, inciso final, Código de Procedimiento Civil), para
estos efectos la ley establece una multa que fluctúa entre 1 y 5 UTM, la que se duplicará en caso de reiteración
de la falta dentro de un mismo año calendario.
La multa tiene que ser efectivamente pagada por el abogado sancionado para que éste pueda volver a
alegar en esa Corte.

¿Qué ocurre al término de la vista de la causa?. Terminada la Vista de la Causa corresponde que la Corte
resuelva sobre el asunto que ha sido puesto a su conocimiento. Aquí hay dos posibilidades:

- Que la causa se resuelva de inmediato, tan pronto como termine la vista de la causa.
- Que la causa no se resuelva de inmediato, que se difiera o postergue la resolución del asunto sometido al
conocimiento del tribunal.

Tanto en aquellos asuntos sencillos como en los asuntos urgentes la Corte tendrá que adoptar las resoluciones
de inmediato. Por el contrario, si el asunto no reviste urgencia y también si es complejo, en ese caso no se resolverá de
inmediato.
En esta etapa los ministros pueden requerir de un mayor estudio individual para fallar.
En cualquiera de los dos casos, como el tribunal es colegiado, para adoptar una decisión (para dictar resolución
en el asunto) es necesario que exista “acuerdo” entre los miembros del tribunal. En la práctica se suele decir que una
causa ha quedado en acuerdo precisamente cuando la decisión no se toma de inmediato.

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- ¿Qué materias la Corte resuelve en cuenta y previa vista de la causa?

a) Asuntos que la Corte va a resolver en cuenta. Se utiliza este sistema en todos aquellos asuntos que son de
“mera tramitación”. Estos asuntos no deciden nada de fondo y cuya finalidad es darle curso al proceso, y
también se utiliza en todos aquellos casos que la ley así lo disponga; por ejemplo, las apelaciones de
resoluciones que no sean sentencias definitivas, peticiones que se pueden formular en una Corte de
Apelaciones de órdenes de no innovar, la admisibilidad de los recursos.

b) Asuntos que se conocen previa vista de la causa. Esta es la regla general en cuanto a la resolución de todos los
asuntos en una Corte y se aplica en general de todos los asuntos contenciosos, a menos que la ley diga lo
contrario.

* Competencia de las Cortes de Apelaciones:

En esta materia la norma que rige es la del artículo que rige es el 63 del Código Orgánico de Tribunales.
Las Cortes de Apelaciones fundamentalmente tienen competencia para conocer de las apelaciones, tal como lo
indica su nombre. De manera que, por regla general, la competencia de estos tribunales es fundamentalmente de
segunda instancia, como superior jerárquico de los Juzgados de Letras que tienen la competencia de primera instancia.
También la Corte de Apelaciones puede conocer de asuntos judiciales en otras instancias -ciertos asuntos que
conoce no por la vía del recurso de apelación-, entonces se suele clasificar la competencia de una Corte de Apelaciones
y se distingue en:

- Competencia de la Corte de Apelaciones en única instancia.


- Competencia en primera instancia (asuntos que la Corte va a conocer de los mismos en primera instancia). Si la
Corte de Apelaciones tiene esta competencia de primera instancia, le corresponde la segunda instancia a la
Corte Suprema.
- Competencia en segunda instancia, que es la regla general.
- Competencia por vía de consulta.

1) Competencia de única instancia de una Corte de Apelaciones:

Le corresponde conocer de esta forma en los siguientes asuntos:

a. De las recusaciones en contra de jueces de letras de la jurisdicción de la Corte de que se trata, o recusaciones
en contra de alguno de sus ministros como tribunal unipersonal (artículo 204, inciso 1º, Código Orgánico de
Tribunales).
La “Recusación” es la forma de inhabilitar a los jueces cuando existe una causal que la ley establece
para estos efectos.

b. De los recursos de hecho (medios de impugnación de resoluciones judiciales) que se deduzcan en contra de las
resoluciones dictadas por jueces de letras cuando éstos han cometido errores al pronunciarse acerca de un
recurso de apelación. Ejemplo: el juez de letras que concede un recurso de apelación improcedente o niega una
apelación que procede (artículos 196 y 203, Código de Procedimiento Civil).

c. De las contiendas de competencia entre tribunales de su jurisdicción, o contiendas de competencia que


intervengan tribunales arbitrales (artículo 190, Código Orgánico de Tribunales).

d. De la implicancia de los miembros (ministros) de la propia Corte de Apelaciones (artículo 203, Código Orgánico
de Tribunales).
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La “Implicancia” es otro medio para inhabilitar a los magistrados, y son más graves que las
recusaciones.

e. De los recursos de casación en la forma que se puedan deducir en contra de sentencias dictadas por los jueces
de letras o por alguno de sus ministros como tribunales unipersonales o de las sentencias definitivas dictadas
por jueces árbitros (jamás conoce de la casación en el fondo, porque ello le corresponde a la Corte Suprema).
La casación no se conoce en ninguna instancia, no constituye instancia porque lo que caracteriza a la
instancia son las amplísimas atribuciones para conocer de un asunto de hecho y de derecho, y en la casación la
Corte tiene atribuciones limitadas sólo a la causal que se invoca y nada más, aunque advierta que haya otras
causales.
El Código Orgánico de Tribunales (artículo 63, nº 2, letra a) incurre en un error al hablar de “única
instancia”, puesto que la casación no es instancia. El Código señala esto para dar por sentado que es
improcedente la apelación y nada más.

f. De los recursos de queja que se deduzcan en contra de jueces de letras, jueces de policía local, jueces árbitros
y órganos que ejerzan jurisdicción, dentro de su territorio jurisdiccional (artículo 63, nº 2, letra b, Código
Orgánico de Tribunales).
El recurso de queja tiene por finalidad hacer efectiva la responsabilidad disciplinaria cuando la
resolución judicial se ha dictado con faltas y abusos graves.

g. De los recursos de nulidad (de acuerdo a la ley 19.708 de enero de 2001) creados a propósito o para los efectos
de la nueva reforma procesal penal. El recurso de nulidad se deduce en contra de los asuntos penales de
acuerdo a la nueva ley (el antiguo Código de Procedimiento Penal no rige).

h. Por último, de la extradición activa, cuando se solicita la entrega de una persona para juzgarla.

2) Competencia de primera instancia de una Corte de Apelaciones:

En este grado jurisdiccional le corresponde conocer a las Cortes de Apelaciones:

a. De los recursos de amparo, que tienen por finalidad proteger la garantía de la libertad personal y la seguridad
individual cuando no se han guardado las formas que la Constitución indica.

b. De los recursos de protección, que tiene por objeto cautelar las otras garantías indicadas (no la anteriormente
señaladas) que la Constitución asegura a todos los individuos (artículo 63, nº 4, letra b, Código Orgánico de
Tribunales).

c. De los desafueros de diputados y senadores, para los efectos de perseguir la comisión de algún delito que
cometan estas autoridades (artículo 63, nº 4, letra a, Código Orgánico de Tribunales).

d. De los juicios de amovilidad dictados contra los jueces de letra (artículo 63, nº 4, letra c, Código Orgánico de
Tribunales).

e. Del ejercicio de las facultades disciplinarias, administrativas y económicas de los tribunales (artículo 66, inciso
4º, Código Orgánico de Tribunales).

f. De la querella de capítulos (artículo 328, Código Orgánico de Tribunales).

3) Competencia de segunda instancia de una Corte de Apelaciones:

Esta es la regla general en las Cortes de Apelaciones. Esta competencia, tal como indica el nombre de estos
tribunales, está referida al conocimiento de los recursos de apelación.
Los distintos casos de apelaciones que puede conocer una Corte de Apelaciones son:

a. Apelaciones que se deduzcan en causas civiles, criminales y actos de jurisdicción voluntaria que hayan sido
conocidas en primera instancia por los jueces letrados de la jurisdicción de la Corte o bien por alguno de sus
ministros como tribunal de excepción. Dentro de esto habría que agregar de las apelaciones que dicte un juez
de garantías.

b. Apelaciones que se puedan deducir en contra de resoluciones dictadas por árbitros de derecho o mixtos cuando
estos conozcan de materias propias de una Corte de Apelaciones (artículo 239, Código Orgánico de Tribunales).

c. Apelaciones que se deducen en contra de las resoluciones que dicten los jueces de policía local de la misma
jurisdicción de la Corte en aquellos casos que la ley establezca ese recurso, porque no siempre procede.

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d. Apelaciones deducidas en causas laborales y de menores dictadas por juzgados de letras del trabajo y juzgados
de letras de menores respectivamente, de la misma jurisdicción de la Corte.

4) Competencia por vía de consulta:

La CONSULTA es un trámite procesal a través del cual un tribunal superior va a revisar una resolución que es
dictada por un inferior cuando no se haya dictado el recurso de apelación y en los casos que la ley lo indique (al hablar
de tribunales inferiores nos referimos a jueces de letras y alguno de sus ministros como tribunal unipersonal).
Esta es una competencia es una competencia excepcional porque está restringida a los casos que la ley lo
indique y procede tanto en las causas civiles como penales actualmente. A futuro se va a acabar la competencia en
materia penal (es un trámite que desaparece en las causas penales).
Por ejemplo, debe consultarse la sentencia definitiva en los juicios de nulidad de matrimonio, en los juicios de
hacienda si la sentencia es desfavorable al Fisco. En materia penal si se condena a una persona por delito que merezca
una pena aflictiva o si se trata de una pena mayor a un año; también debe consultarse en materia de libertad
provisional.

* Acuerdos en las Cortes de Apelaciones:

Los ACUERDOS no son otra cosa que las discusiones de carácter privado de los miembros del tribunal colegiado
respecto del asunto judicial sometido a su conocimiento y específicamente tendiente a obtener el fallo o resolución del
mismo.
Estos acuerdos son privados, son deliberaciones donde no están presentes los abogados de las partes. Los
abogados salen de la sala una vez terminados los alegatos.

- Reglas en materia de acuerdos:

Desde el punto de vista legal, hay acuerdo para adoptar un fallo (cuando terminan las deliberaciones) cuando
existe mayoría legal de votos sobre la parte resolutiva de la sentencia y al menos sobre uno de sus fundamentos
(artículo 85, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 85, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Se entenderá terminado el acuerdo cuando se obtenga
mayoría legal sobre la parte resolutiva del fallo y sobre un fundamento, a lo menos, en apoyo de cada uno de
los puntos que dicho fallo comprenda”.

Los fallos judiciales materialmente tienen tres partes: expositiva, considerativa y resolutiva (o dispositiva). La
“expositiva” es aquella en que se indica en qué consiste la controversia del juicio y quiénes son las partes. La
“considerativa” son todos los fundamentos del fallo. En la parte “resolutiva” va la decisión.
La sentencia puede tener varias decisiones (a lo menos debe haber acuerdo).

En una Corte de Apelaciones las resoluciones tienen que adoptarse por mayoría, los ministros deben deliberar.
La “Mayoría Legal” existe cuando hay mayoría absoluta de votos conformes de miembros del tribunal que concurrieron
a la vista de la causa, sin perjuicio que la ley establezca una mayoría distinta.
Estos acuerdos son secretos, no pueden estar presentes las partes. Esta norma es sin perjuicio de que la Corte
pueda llamar a los relatores u otros funcionarios. En estas deliberaciones los ministros pueden llamar a los relatores o a
cualquier funcionario del orden judicial que estime pertinente (artículo 81, Código Orgánico de Tribunales).

¿Quiénes toman parte en los acuerdos?. Deben tomar el acuerdo todos los miembros que concurrieron a la vista
de la causa (artículo 76, Código Orgánico de Tribunales). La ley establece una obligación a los relatores en esta materia
y que es dejar constancia en el expediente de que ministros estuvieron presentes (artículo 372, inciso 5º, Código
Orgánico de Tribunales).
Excepcionalmente puede ocurrir que sea necesaria una nueva vista de la causa. Si no se falla de inmediato (si
no hay decisión por algún motivo) eso da origen a una nueva vista de la causa. Va a suceder esto cuando ocurran
ciertos hechos entre el término de la vista de la causa y el acuerdo, y se refieren a hechos que impiden adoptar el
acuerdo. Ejemplo: el fallecimiento de algún ministro, o destitución de algún ministro, etc.

¿Cómo debe procederse al acuerdo?. En esta materia, los ministros primero establecerán con precisión cuáles
son los hechos. Seguidamente, el tribunal analiza el derecho aplicable y explican las leyes que correspondan a esos
hechos establecidos (artículo 83, Código Orgánico de Tribunales).

En cuanto al orden de votación de los ministros, dará primero su voto el ministro menos antiguo y se termina
por el del Presidente, esto para que no tenga influencia en los demás (artículo 84, Código Orgánico de Tribunales).

Terminado el acuerdo debe procederse a redactar la sentencia. Siempre hay que nombrar un ministro redactor.
Este ministro es normalmente el que está de turno en la semana. Este ministro redactor tiene que elaborar un
“proyecto de sentencia” de acuerdo con la decisión del tribunal que tiene que ser aprobado por el resto de los
ministros. En el proceso se deja constancia de ese ministro redactor.
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Puede ocurrir que no todos los ministros tengan la misma opinión. Si esto llega a ocurrir, ese ministro debe
redactar el “voto disidente” de la minoría del fallo, porque debe ser incluido ese voto de minoría en el fallo (artículo 89,
inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 89, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “En los autos y sentencias definitivas e interlocutorias
de los tribunales colegiados, se expresará nominalmente qué miembros han concurrido con su voto a formar
sentencia y qué miembros han sostenido opinión contraria”.

Estos acuerdos se adoptan en todos los casos, ya sea que se falle de inmediato, o ya sea que se falle con
posterioridad.
En la práctica se dice que una causa queda en acuerdo cuando no se falla de inmediato. Dependiendo de la
complejidad del asunto y de la urgencia se falla o no de inmediato. Si es urgente se falla de inmediato (ejemplo:
asuntos penales, recurso de amparo) al igual que aquellos asuntos sencillos. Se va a dilatar la decisión en aquellos
asuntos complejos, aquí se aplica el artículo 82 del Código Orgánico de Tribunales.
IV. LA CORTE SUPREMA

La Corte Suprema se encuentra regulada en los artículos 93 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Este tribunal es el de mayor jerarquía que existe en la organización judicial en Chile. Su sede es la capital de la
República (artículo 94, Código Orgánico de Tribunales). Ejerce jurisdicción sobre todo el territorio del país. La Corte
Suprema tiene el tratamiento protocolar de “Excelentísima Corte”.
En cuanto a sus características, la Corte Suprema es:

o Un tribunal ordinario, porque se encuentra reglamentado en el Código Orgánico de Tribunales y forma parte de
la organización jerárquica del Poder Judicial.
o Un tribunal permanente, porque ha sido establecido para funcionar en forma continua, se susciten o no los
asuntos propios de su competencia.
o Un tribunal de derecho, porque debe fallar conforme a la ley.
o Un tribunal letrado, porque sus magistrados deben tener el título de abogado.
o Un tribunal de competencia común, porque está facultado para conocer de toda clase de asuntos, cualquiera
sea su naturaleza.
o Un tribunal superior, es el tribunal de mayor jerarquía de la organización judicial en Chile.
o Un tribunal colegiado, porque está constituido por varios jueces.
o Su competencia es en última instancia.

* Funciones de la Corte Suprema, en relación al carácter de tribunal de más alta jerarquía:

a) Ejerce la superintendencia directiva, correccional y económica de todos los tribunales de la República, con
excepción del Tribunal Constitucional, del Tribunal Calificador de Elecciones, de los tribunales electorales
regionales y de los tribunales militares de tiempo de guerra. Da siempre las directrices sobre los demás
tribunales (artículo 79, inciso 1º, CPE).

b) Le corresponde velar por la observancia de la Constitución, y para cuyo efecto la Corte Suprema tiene la
facultad de dictar inaplicables los preceptos legales contrarios a la Constitución. Esta función la puede ejercer
de oficio o a petición de parte (artículo 80, CPE).

c) Le corresponde velar por la correcta y uniforme aplicación de las leyes por parte de los tribunales, para cuyo
efecto tiene competencia exclusiva para conocer de los recursos de casación en el fondo, si los demás
tribunales aplican mal la ley al dictar el fallo, la Corte Suprema puede invalidar la sentencia (artículo 79, inciso
2º, CPE).

d) Le corresponde velar por las garantías constitucionales para cuyo efecto conoce de los recursos de protección.

e) Le corresponde ir informando la jurisprudencia a través del conocimiento de los distintos recursos,


particularmente a través del recurso de casación.

f) Además, la Corte Suprema tiene otras obligaciones que le imponen las leyes. Ejemplos: dar cuenta al Presidente
de la República de las dudas y dificultades que les hayan ocurrido en la inteligencia, aplicación de las leyes y
vacíos que noten en ellas (artículo 5º, Código Civil; y artículo 102, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales).
La Corte Suprema debe informar al Presidente de la República y emitir dictámenes respecto de
cualquier punto sobre la administración de justicia, siempre y cuando esa consulta no diga relación con un
proceso en trámite.
Le corresponde, además, conferir los títulos de abogado (artículos 521 y 522, Código Orgánico de
Tribunales) en audiencia pública y por el pleno de ministros de la Corte Suprema.

* Organización de la Corte Suprema:

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En síntesis son las mismas de la Corte de Apelaciones, salvo algunas excepciones. Integran la Corte Suprema:

a) Presidente de la Corte Suprema:

El presidente es un ministro nombrado por la propia Corte de entre sus miembros y dura tres años en sus
funciones, no pudiendo ser reelegido (artículo 93, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales). Debe cumplir funciones
parecidas a las que realiza el Presidente de la Corte de Apelaciones: tramitación de los asuntos, él es quien dicta las
resoluciones de mero trámite, etc.

b) Los Ministros:

La Corte Suprema se compone de 21 ministros, uno de los cuales es su Presidente. Estos ministros de la Corte
Suprema tienen el tratamiento honorífico de “Señoría”.
En este caso del nombramiento de ministros y fiscales judiciales de la Corte Suprema los hace el Presidente de
la República que elige de una quina, que en cada caso propone la propia Corte Suprema, y con acuerdo del Senado.
Este adoptará los respectivos acuerdos por los dos tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especialmente
convocada al efecto.
Si el Senado no aprueba la proposición que adopta el Presidente de la República, la Corte Suprema deberá
completar la quina y debe proporcionar un nuevo nombre en sustitución de la persona que ha sido rechazada, y se
repite el mismo procedimiento hasta que se apruebe un nombramiento (artículo 75, inciso 3º, CPE)
La Constitución agrega que cinco de los miembros de la Corte Suprema deben ser abogados extraños a la
administración de justicia. Estos ministros no provienen del Poder Judicial y deben cumplir con los requisitos que la
Constitución establece: tener a lo menos quince años de título, haberse destacado en la actividad profesional o
universitaria y cumplir los demás requisitos que la ley establece (artículo 75, inciso 4º, CPE).
En este último caso también, si se trata de nombrar a estos cinco ministros, hay que formar también una quina
confeccionada por la Corte Suprema de entre los abogados que se presenten previamente a concurso público de los
antecedentes para llenar la vacante. Este artículo de la Constitución hay que concordarlo con el 283 del Código
Orgánico de Tribunales.

Art. 283, Código Orgánico de Tribunales: “Para proveer el cargo de ministro o fiscal judicial de la Corte
Suprema, este tribunal enviará al Presidente de la República una lista de cinco personas, en la que deberá
figurar el ministro más antiguo de Corte de Apelaciones que esté en lista de méritos. Los otros cuatro lugares se
llenarán conforme a lo establecido en el inciso primero del artículo 281. Ello no obstante, podrán integrar la
quina abogados extraños a la Administración de Justicia, elegidos por méritos”.

c) Fiscal Judicial:

Funcionario que representa “el interés general de la sociedad”. En la Corte Suprema hay un Fiscal Judicial a
diferencia de las Cortes de Apelaciones que pueden tener más.
Es el jefe de la Fiscalía Judicial, que forma parte de los auxiliares Administración de Justicia, y su función
principal es representar los intereses generales de la sociedad ante los tribunales de justicia.
Este Fiscal, en los casos en que interviene, lo hace principalmente evacuando informes en relación a los asuntos
judiciales a la Corte.
De este Fiscal dependen el resto de los fiscales judiciales del país (de las Cortes de Apelaciones).

d) Los Relatores:

Cumplen exactamente la misma función que hacen los relatores de las Cortes de Apelaciones, que es la de
informar a la Corte de los asuntos que deben conocer considerando que es un tribunal colegiado. Hace lo que se llama
la “relación” de los procesos. La Corte Suprema consta de ocho relatores.

e) Secretario:

Al igual que el de las Cortes de Apelaciones es ministro de fe pública dentro del tribunal, encargado de autorizar
todas los actos, despachos y diligencias de la Corte Suprema, así como custodiar los procesos, etc. Para ser secretario
es menester ser abogado.

f) Pro-secretario:

Este funcionario no existe en ningún otro tribunal de la República. También es abogado. Tiene como función
primordial subrogar al secretario cuando corresponda en su ausencia; además, dependiendo de lo que la Corte
disponga, podrá desempeñarse como relator del tribunal (artículo 285 bis, Código Orgánico de Tribunales).
g) Personal de Secretaría:

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Personal subalterno que colabora en las actividades propias del tribunal.
En la Corte Suprema hay una novedad en cuanto a este personal de secretaria porque se contempla en el
Código Orgánico de Tribunales que especialmente forman parte de este personal “cinco oficiales auxiliares” que
prestan sus servicios como escribientes de los miembros del tribunal en la forma que la propia Corte Suprema lo estime
(artículo 498, inciso final, Código Orgánico de Tribunales). Estos deben haber cursado a lo menos cuarto año de
Derecho y duran tres años en el ejercicio de sus funciones.

* Funcionamiento de la Corte Suprema:

En la Corte Suprema también existe el funcionamiento ordinario y extraordinario, y también la Corte Suprema
puede funcionar en salas especializadas o bien en pleno (artículo 95, Código Orgánico de Tribunales). La determinación
de la forma como funcionará corresponde a la propia Corte (artículo 95, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
En la Corte Suprema, es el propio tribunal el que determina una u otra forma de funcionamiento. Ella lo
determinará según el mismo artículo 95, inciso 2º del Código Orgánico de Tribunales. Aquí no existe la causal del
“retardo”, éste puede existir como no (no es la única causal para funcionar extraordinariamente).
En el funcionamiento, tanto el ordinario como el extraordinario, la Corte decide en salas que son
“especializadas”, a diferencia de lo que ocurre en la Corte de Apelaciones donde las salas no son especializadas.
. Al hablar de SALAS ESPECIALIZADAS significa que cada sala conocerá de ciertas materias que sean de
competencia de la Corte Suprema, a diferencia de lo que ocurre en la Cortes de Apelaciones donde conocen
indistintamente, cualquiera de sus salas, de todas las materias que sean de competencia de la Corte.

a) Funcionamiento ordinario de la Corte Suprema (3 salas):

Es el funcionamiento habitual que tiene la Corte Suprema, en cuyo caso funcionará dividida en tres “salas
especializadas” para conocer materias que la ley determine. Para que el tribunal funcione en pleno se requiere que una
ley expresamente lo indique.
La distribución de las tres salas especializadas es la siguiente:

o La Primera Sala o sala civil, conoce materias de índole civil.


o La Segunda Sala o sala penal, conoce materias de índole penal.
o La Tercera Sala o sala constitucional, conoce de asuntos constitucionales y contencioso
administrativo.

b) Funcionamiento extraordinario de la Corte Suprema (4 salas):

Es aquel que ocurre cuando la Corte Suprema funciona dividida en cuatro salas especializadas, las que se
distribuyen de la siguiente manera:

o La Primera Sala o sala civil.


o La Segunda Sala o sala penal.
o La Tercera Sala o sala constitucional.
o La Cuarta Sala o sala laboral o previsional.

En este caso la Corte Suprema hace una nueva distribución de los asuntos entre las cuatro salas, manteniendo
en general las mismas materias del funcionamiento ordinario, salvo los asuntos laborales que se le entregan a la Cuarta
Sala, asuntos que antes pertenecían a la Primera Sala (en el funcionamiento ordinario).
Todo esto sin perjuicio de entregarle a todas las salas del tribunal el conocimiento del recurso de protección,
tanto para el funcionamiento ordinario como para el funcionamiento extraordinario. Esto porque los recursos de
protección han proliferado de tal manera que la Tercera Sala se ha visto recargada para conocer de todos esos recursos
que se deducen ante la Corte Suprema, por lo tanto, se distribuyó en todas sus salas para que sea equitativo. Esto se
ha hecho sin alterar en su esencia la especialidad de la sala
Corresponderá a la propia Corte Suprema mediante auto acordado, establecer cada dos años las materias que
conocerán cada una de sus salas, esto tanto para el funcionamiento ordinario como en el extraordinario, según lo que
dispone el artículo 99 del Código Orgánico de Tribunales. El último auto acordado que está rigiendo en esta materia es
el auto acordado del 27 de marzo de 2000 (publicado en el Diario Oficial el 14 de abril de 2000).
La ley permite previamente que la misma Corte Suprema, siempre mediante auto acordado, pueda modificar la
distribución de las materias de que conoce entre las distintas salas (artículo 99, inciso 3º, Código Orgánico de
Tribunales).
La propia Corte Suprema, también mediante auto acordado, debe establecer la distribución de sus ministros
entre las distintas salas especializadas, tanto en el funcionamiento ordinario como en el extraordinario (artículo 95,
inciso 5º, Código Orgánico de Tribunales). La distribución de ministros que se efectúe debe permanecer invariable por
un período de, a lo menos, dos años.
Lo otro novedoso es que el Presidente de la Corte Suprema puede integrar cualquiera de las salas, a diferencia
del Presidente de la Corte de Apelaciones que se integra a la Primera Sala. La integración a las salas del Presidente de
la Corte será facultativa (artículo 95, inciso 6º, Código Orgánico de Tribunales).

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Cada sala en que se divida la Corte Suprema será presidida por el ministro más antiguo, cuando no esté
presente el Presidente de la Corte.
El quórum para que la Corte funcione en sala es de al menos de cinco ministros. En este sentido hay otra
novedad en relación a la Corte de Apelaciones porque la ley señala que las salas de la Corte Suprema no pueden
funcionar con abogados integrantes, de lo que se deduce que debe funcionar con ministros del propio tribunal (artículo
218, inciso 2º; y artículo 95, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales).
Art. 218, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Las salas de la Corte Suprema no podrán funcionar
con mayoría de abogados integrantes, tanto en su funcionamiento ordinario como en el extraordinario”.

En cuanto al pleno, éste requerirá de un quórum de al menos once miembros del tribunal para poder funcionar
de esa manera. El pleno se conforma exclusivamente por miembros titulares.
Si la Corte Suprema funciona extraordinariamente, al igual que en la Corte de Apelaciones, es necesario llamar
nuevos relatores (artículo 95, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales). Estos relatores interinos, durante el tiempo que
sirvan en el cargo, gozarán de igual remuneración que los titulares.

* Competencia de la Corte Suprema:

Aquí hay que distinguir entre la competencia que le corresponde al tribunal pleno y aquella que le corresponde
a las salas.

a) Competencia de la Corte Suprema en pleno:

Corresponde a la Corte Suprema en pleno conocer, entre otras materias, las siguientes (artículo 96, Código Orgánico de
Tribunales):

- Conocer del recurso de inaplicabilidad por inconstitucionalidad (reglado en el artículo 80 de la Constitución).

- Conocer de las cuestiones de competencia que corresponda.

- Conocer en segunda instancia, de las apelaciones que se deduzcan en las causas por desafuero de senadores y
diputados a que se refiere el artículo 58 de la Constitución.

- Conocer en segunda instancia, de los juicios de amovilidad fallados en primera instancia por alguna Corte de
Apelaciones o por el Presidente de la Corte Suprema, seguidos contra jueces de letras o Ministros de Cortes de
Apelaciones, respectivamente.

- Ejercer las facultades administrativas, disciplinarias y económicas que las leyes le asignan.

- Conocer de todos los asuntos que leyes especiales le encomiendan expresamente.

b) Competencia de la Corte Suprema en salas:

Según el artículo 98 del Código Orgánico de Tribunales, las salas de la Corte Suprema conocerán, entre otras
materias, las siguientes:

- De los recursos de casación en el fondo. El auto acordado lo distribuye en salas, y de acuerdo a esto si el
recurso incide en materia civil va a la Primera Sala, si incide en materia penal va a la Segunda Sala, si fuere en
materia laboral o previsional va a la Cuarta Sala en el funcionamiento extraordinario (a la Primera Sala en el
funcionamiento ordinario).
- De los recursos de casación en la forma, deducida en contra de sentencias dictadas por las Cortes de
Apelaciones o por un tribunal arbitral de segunda instancia formada por árbitros de derecho.
- De los recursos de nulidad en materia procesal penal cuando corresponda.
- De las apelaciones deducidas contra las sentencias dictadas por las Cortes de Apelaciones en los recursos de
amparo y de protección.
- De los recursos de revisión de sentencias.
- De los recursos de queja.
- De los demás negocios judiciales de que corresponda conocer a la Corte Suprema y que no estén entregados
expresamente al conocimiento del pleno.

La incidencia de estas materias determinará a cuál de las salas corresponde que las conozca.

* Tramitación en la Corte Suprema:

Esta tramitación le corresponde al Presidente del tribunal, lo que constituye una novedad respecto de la
tramitación de los asuntos en las Cortes de Apelaciones (la que corresponden a la Primera Sala o “sala tramitadora”).

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En las Cortes de Apelaciones las resoluciones de mero trámite las dicta la sala tramitadora. En cambio, en la
Corte Suprema, quien dicta las resoluciones de mero trámite o decretos es el Presidente de la Corte Suprema y no la
Primera Sala.
Para los efectos de que el asunto judicial sea entregado a alguna de las salas no hay sorteo para ello (como
ocurre en las Cortes de Apelaciones), porque las salas son especializadas, de manera que el Presidente distribuye
directamente los asuntos a las salas que corresponda según sea la especialidad de la materia que la Corte va a
conocer.

* Formas de resolver y conocer los asuntos de la Corte Suprema:

Aquí tenemos que la Corte Suprema puede conocer y resolver los asuntos en cuenta o previa vista de la causa.
Así se desprende del artículo 105 del Código Orgánico de Tribunales.

Art. 104, Código Orgánico de Tribunales: “Dentro de las horas ordinarias de su funcionamiento y antes de
la vista de las causas, el tribunal se ocupará con preferencia, según el orden que fije el Presidente, en los
asuntos que deban resolverse en cuenta, en el estudio de proyectos de sentencias, y en el acuerdo de las
mismas”.

En este caso, se aplican las mismas normas que rigen en las Cortes de Apelaciones; es decir, para determinar
qué asuntos se conocen en cuenta y qué asuntos se conocen previa vista de la causa, hay que atender a la naturaleza
del asunto judicial de que se trata.

o Si se trata de un asunto que es de mero trámite, se resolverá “en cuenta”. Lo mismo cabe señalar en todas
aquellas materias que dicen relación a las facultades disciplinarias, conservadoras y económicas, que también
se resuelven en cuenta.

o Por el contrario, en general todas las materias contenciosas, civiles o penales, y todos los asuntos no
contenciosos, se deben conocer “previa vista de la causa”, en general porque en cada caso hay que ver lo que
la ley disponga. Si hay norma especial se conocerá de la manera que dice esa ley especial.

En cuanto a la vista de la causa, en la Corte Suprema sigue las mismas reglas de las Cortes de Apelaciones.
También hay que cumplir con los mismos trámites o actuaciones que se cumplen en la Corte de Apelaciones.
En cuanto a las formalidades hay algunas variaciones en la vista de la causa dependiendo de la naturaleza del
asunto. Ejemplo: en cuanto a la duración de los alegatos el plazo es más largo.
Es el Presidente de la Corte Suprema quien forma la tabla para cada sala, según el orden de preferencia
asignado a las causas (artículo 105, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).
En el caso de la cuenta diaria de la Corte Suprema, ésta le corresponde despacharla al Presidente, también de
acuerdo a las atribuciones específicas que le entrega la ley (artículo 105, nº 3, Código Orgánico de Tribunales).

V. LOS JUZGADOS DE GARANTIA

Los Juzgados de Garantía se encuentran regulados en los artículos 14 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales.
Son aquellos tribunales que están constituidos por uno o más jueces, que tienen competencia en un territorio
jurisdiccional determinado, y que se dividen en secciones de varios jueces que resuelven unipersonalmente los asuntos.

Art. 14, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los juzgados de garantía estarán conformados por uno
o más jueces con competencia en un mismo territorio jurisdiccional, que actúan y resuelven unipersonalmente
los asuntos sometidos a su conocimiento”.

Estos tribunales tienen por finalidad fundamental asegurar y proteger los derechos de aquellas personas que
intervienen en un proceso penal de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal, de manera que estas funciones que
tienen los tribunales la van a realizar durante la investigación de los hechos que está a cargo del Ministerio Público, que
es la novedad fundamental del nuevo proceso penal.
El Ministerio Público es un organismo cuya función es dirigir en forma exclusiva la investigación de los hechos
constitutivos de delito, y no ejerce funciones jurisdiccionales.

* Características de los Juzgados de Garantía:

Las características más importantes que presentan estos juzgados de garantía son las siguientes:

- Son tribunales ordinarios, porque está regulados por el Código Orgánico de Tribunales (su estatuto jurídico es el
Código Orgánico de Tribunales).
- Son tribunales unipersonales, pero que tiene composición múltiple. Eso quiere decir que cada tribunal está
compuesto por un número variable de jueces (artículo 16, Código Orgánico de Tribunales). Cada uno de estos
jueces detenta la plenitud de la jurisdicción en forma independiente.
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- Se trata de tribunales de derecho, es decir, resuelven conforme a la ley.
- Son tribunales letrados.
- Su competencia es de primera instancia.
- Son tribunales inferiores.
- Son tribunales permanentes, han sido establecidos para funcionar en forma continua.

Estos tribunales son muy similares a los jueces letrados.


En cuanto a su territorio jurisdiccional donde ejercen sus atribuciones, el juzgado de garantía tiene su asiento
en una determinada comuna del territorio de la República (artículo 16, Código Orgánico de Tribunales) con el número
de jueces y con la competencia que en cada caso se indican.
La extensión de la competencia que ejerce el tribunal se puede extender a una comuna o a una agrupación de
comunas, también dependiendo de lo que diga la ley (artículo 16, Código Orgánico de Tribunales).

* Competencia de los Juzgados de Garantía:

De acuerdo al artículo 14, inciso 2º del Código Orgánico de Tribunales, corresponde a los jueces de garantía:

a. Asegurar los derechos del imputado y de los demás intervinientes en el proceso penal, de acuerdo a la ley
procesal penal. Estos tribunales tienen que hacer respetar en cada caso las normas legales pertinentes.

b. Dirigir personalmente las audiencias que sean pertinentes, de acuerdo con el nuevo Código Procesal Penal.

c. Conocer y fallar las faltas penales de conformidad con el procedimiento contenido en la ley procesal penal
(artículo 14, inciso 2º, letra d, Código Orgánico de Tribunales), también de acuerdo a la nueva ley procesal
penal, sin perjuicio de lo que dispongan las leyes especiales.
Estos asuntos no son de competencia de los tribunales orales en lo penal (que van a conocer de las
causas por crimen o simple delito).
Esto no quiere decir que todas estas faltas van a ser en la totalidad del conocimiento de los juzgados de
garantía.

d. Les corresponde hacer ejecutar o cumplir las condenas criminales y medidas de seguridad, de acuerdo con la
nueva ley procesal penal.

e. Conocer y resolver de los demás asuntos que las leyes les encomienden.

* Estructura jurídica de los Juzgados de Garantía:

Estos juzgados de garantía tendrán el número de jueces variable que indica la ley (artículo 16, Código Orgánico
de Tribunales).
La forma de distribuir los asuntos o causas entre estos jueces de los juzgados de garantías es de la siguiente
manera: si hay varios jueces se hace de acuerdo a un procedimiento objetivo y general, que según la ley debe ser
anualmente aprobado por un comité de jueces del juzgado.
Este “comité de jueces” no es otra cosa que una reunión de jueces del tribunal, validos tanto para los juzgados
de garantía como para los tribunales orales en lo penal. Este comité de jueces existe en aquellos tribunales en que
existan tres o más jueces.
Al comité de jueces de los tribunales de garantía les corresponde conocer de las materias que indica la ley
(artículo 23, Código Orgánico de Tribunales). Ejemplo: además de asignar las causas, debe designar el personal del
juzgado o tribunal, a propuesta en terna del administrador, etc.

VI. LOS TRIBUNALES ORALES EN LO PENAL

Se encuentran regulados en los artículos 17 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.


También son tribunales ordinarios creados por la reforma procesal penal, de única instancia, y que están
compuestos por varios miembros que ejercen sus funciones en una o más salas y dentro de un territorio jurisdiccional
determinado.
Estos tribunales tienen su asiento en una comuna determinada del territorio de la República (artículo 21, Código
Orgánico de Tribunales). Este mismo artículo señala las comunas que comprende ese territorio jurisdiccional en cada
caso.

* Características de los Tribunales Orales en lo Penal:

Las características principales de estos tribunales orales en lo penal son las siguientes:

- Son tribunales ordinarios.

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- Son de carácter permanente , porque están establecidos antes que el litigio se promueva y subsiste como
tribunal una vez que termina.
- Son colegiados, ya que están integrados por varios jueces
- Son inferiores, desde el punto de vista de la organización.
- Son tribunales de derecho, fallan conforme a la ley.
- Tienen competencia especial para conocer de causas por crimen o simple delito, sin perjuicio de otras materias.
- Desde el punto de vista de la jerarquía dependen de la Corte de Apelaciones pertinente.
- Tienen una característica muy particular en relación a otros tribunales (artículo 21 a, Código Orgánico de
Tribunales): en ciertos casos estos tribunales pueden ser ambulantes, se pueden constituir y funcionar en
localidades situadas fuera del lugar de asiento si eso es necesario, pero siempre que forme parte del territorio
jurisdiccional del tribunal.

Estos tribunales, en cuanto al funcionamiento, lo hacen en una o más salas, las cuales está integradas por tres
de sus miembros. Cada sala la dirige un juez presidente.
También la distribución de los asuntos entre las salas se hace de acuerdo con un procedimiento objetivo y
general que debe ser aplicado por un Comité de Jueces del tribunal.
Como son tribunales colegiados para los efectos de adoptar sus decisiones estos tribunales orales en lo penal se
rigen por las reglas relativas a los “acuerdos” (de las Cortes de Apelaciones). Esto quiere decir principalmente que las
decisiones se adoptan por mayoría de sus miembros.

* Competencia de los Tribunales Orales en lo Penal:

Según el artículo 18, los tribunales orales en lo penal les corresponde:


a. Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito.
b. Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral.
c. Resolver sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados que hayan sido puestos a disposición de estos
tribunales.

6.- Tribunales Arbitrales:

Establecidos en el artículo 5º, inciso final, del Código Orgánico de Tribunales en término genérico.
Los Tribunales Arbitrales o “jueces árbitros” se rigen por lo dispuesto en el Título IX del Código Orgánico de
Tribunales (artículos 222 y siguientes).
El estatuto de estos tribunales no es el mismo que el de los tribunales ordinarios. En el caso de estos tribunales
arbitrales, la ley los remite expresamente a un título especial.

* Concepto de Tribunales Arbitrales: La ley lo define en el artículo 222 y dice que se llaman árbitros los jueces
nombrados por las partes, o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso.

El concepto nos está indicando algo importante, distinto del resto de los otros tribunales y es que deben ser
nombrados de una forma especial (distinto de los otros tribunales, salvo en alguna medida en el caso de los tribunales
accidentales). Cada árbitro tenemos que nombrarlo para cada caso en particular que sea necesario, o que se le
entregue al conocimiento de estos tribunales.
Los árbitros no están establecidos de antemano, hay que nombrar al tribunal para cada caso concreto.
La ley dice que pueden ser nombrados por las partes o, en su defecto, por la autoridad judicial en subsidio. Por
lo tanto, debe imperar la voluntad de las partes, y si las partes nombran al árbitro hay que respetar esa voluntad.
Podría ocurrir en ciertos que las partes, debiendo nombrar a un árbitro, no lo hagan (esto suele pasar en la
práctica). En este caso concreto, el árbitro debe ser nombrado por la justicia ordinaria, supliendo la voluntad de las
partes. Eso se produce cuando el litigio no se ha promovido.
Hay otro caso en que el árbitro puede ser nombrado por el testador o causante. Ejemplo: en la partición de
bienes una vez que ocurre el fallecimiento del causante. Lo que ocurre es que en este caso es que las partes no
necesariamente deben respetar el nombramiento hecho por el causante del partidor de bienes, y pueden nombrar a
otro. Si no hay acuerdo entre las partes, el partidor de bienes lo designa la autoridad judicial en subsidio (artículo 1325,
inciso 6º, Código Civil).

* Características de los Tribunales Arbitrales:

Las características de todo tribunal arbitral son las siguientes:

- No forman parte del Poder Judicial : No son tribunales ni ordinarios ni especiales, sino que son otra categoría; los
árbitros son personas extrañas a la administración de justicia, pero que cumplen funciones jurisdiccionales.

- Tampoco son tribunales privados, ejercen la función pública y cumplen la misma tarea que cualquier juez.

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- En cuanto a la competencia, principalmente emana de la voluntad de las partes y no de la ley, lo que es una
diferencia notable con los otros tribunales; todo esto a menos que la ley prohíba el arbitraje (materias de
arbitraje prohibido) o que la ley obligue a someter un asunto a arbitraje (materias de arbitraje forzoso).

- Los jueces árbitros pueden ser letrados o iletrados ; es decir, pueden o no ser abogados. Esto depende de la
calidad con que vaya a ser designado árbitro:

 Si es nombrado como “árbitro de derecho” o como “árbitro mixto”, necesariamente tiene que ser
abogado.
 Por el contrario, si el árbitro es designado por la calidad de “arbitrador” (o también llamado
“amigable componedor”) no necesita ser abogado.
 Si el árbitro es “mixto”, en este caso también necesita ser abogado, porque el árbitro mixto falla de
acuerdo a derecho y tramita como un arbitrador.

- Son tribunales accidentales, se constituyen cuando es necesario y después que ha ocurrido en la práctica algún
hecho propio de su competencia. Es indispensable que el litigio ocurra, y bajo ese presupuesto hay que entrar a
designarlo. Por lo mismo, estos tribunales arbitrales van a tener competencia sólo para conocer de ese asunto
específico.

- Carecen de imperio, no pueden disponer de la fuerza pública cuando es necesario ejecutar sus resoluciones. De
manera que, en este caso, si una resolución o sentencia dictada por un árbitro debe ejecutarse; y, en la medida
que hay resistencia de aceptar la decisión del árbitro, la forma de hacerla cumplir es a través de los tribunales
ordinarios, para que estos requieran el auxilio de la fuerza pública.

- Los árbitros no son estatales, no forman parte del Poder Judicial, no pertenecen al Estado como ocurre con el
resto de los tribunales, porque van a ser servidos por personas ajenas a la administración de justicia. De esta
característica surge una consecuencia y es que no son remunerados por el Estado como ocurre con el resto de
los magistrados, pero como las funciones no son gratuitas estos jueces deben ser remunerados por las partes
(excepción al principio de gratuidad).
La remuneración se fija mediante acuerdo entre las partes y el árbitro.

* Fuentes del Arbitraje:

No tiene nada que ver con el nombramiento de la persona del árbitro. Más bien, se refiere al origen del
arbitraje, de dónde emana la obligación de someter un asunto a arbitraje (situación que es independiente al
nombramiento).
Desde este punto de vista hay dos grandes fuentes del arbitraje:

 La voluntad de las partes.


 La ley.
A) Voluntad de las partes como fuente de arbitraje:

Las partes son las soberanas en esta materia. Deciden libremente si le entregan o no un asunto al conocimiento
de un juez árbitro, a menos que esté prohibido por la propia ley (materia de arbitraje prohibido) o que también que sea
la ley la que obligue someter el asunto a arbitraje (materia de arbitraje forzoso). Sin embargo estos últimos casos son
excepcionales.
Las partes, en este caso, hacen una cosa muy sencilla y se traduce o manifiesta en que ellos deciden sustraer el
conocimiento de un asunto judicial, presente o futuro (el litigio puede existir o no aun), de los tribunales ordinarios de
justicia, y con la finalidad de entregárselo a un árbitro o tribunal arbitral. Esta es una especie de renuncia a que el
asunto sea conocido por los tribunales ordinarios y se lo entregan a un juez árbitro.
Esta manifestación de voluntad de las partes se puede exteriorizar a través de dos actos jurídicos distintos:

o El Contrato de Compromiso.
o La Cláusula Compromisoria.

Ambos actos jurídicos, tanto el contrato de compromiso como la cláusula compromisoria, son fuentes de
arbitraje.

a) El Contrato de Compromiso:

Es una convención entre las partes, mediante la cual éstas deciden sustraer un asunto del conocimiento de los
tribunales ordinarios para entregárselo a un tribunal arbitral que se designa con toda precisión en el mismo acto.
Lo característico del Contrato de Compromiso es, en primer lugar, la renuncia de que cada asunto sea conocido
por la justicia ordinaria y, en segundo término, que se designa con toda precisión al o los árbitros que deben conocer de
ese asunto en el mismo acto (a diferencia de lo que ocurre en la cláusula compromisoria).
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Este contrato de compromiso es siempre solemne, lo que significa que debe constar por escrito (artículo 234,
Código Orgánico de Tribunales).

En cuanto a las menciones o requisitos que debe tener este acuerdo, tenemos que distinguir entre los
elementos esenciales (aquellos que no pueden faltar en el acto) y los elementos de la naturaleza (aquellos que no
siendo esenciales se entienden pertenecer al acto; pueden faltar):

1. Elementos esenciales:

i. Nombre y apellido de las partes litigantes.


ii. Nombre y apellido del árbitro o los árbitros nombrados.
iii. El asunto o materia del arbitraje

Si falta cualquiera de estos elementos el acto es nulo, no producirá efectos jurídicos.


2. Elementos de la naturaleza:

i. La calidad con que es nombrado el árbitro o calidad que se le otorga al árbitro (de derecho,
arbitrador, mixto).
ii. Lugar en que deba seguirse el juicio arbitral.
iii. Tiempo que se le entrega al árbitro para desempeñar su cometido o función.

En cualquiera de estos casos, si las partes nada dicen en relación con estos elementos, la ley suple
el silencio de las partes (la ley da la solución, artículo 235, Código Orgánico de Tribunales).

 Si las partes nada dicen en qué calidad es nombrado el árbitro, se entiende que es árbitro de
derecho.
 Si falta la expresión del lugar, se entiende que es el lugar en que se ha celebrado el contrato de
compromiso.
 Si falta la designación del tiempo, se entiende que este debe cumplirlo en el término de dos
años, contados desde su aceptación.

En cuanto al plazo, hay que hacer algunas observaciones al plazo de dos años. Este hay que entenderlo como
un plazo efectivo durante el cual el árbitro está en condiciones de desempeñar sus funciones.
Si durante este plazo de dos años ocurren ciertos impedimentos que indica la ley durante los cuales el árbitro
no pueda cumplir su función, ese período se le descuenta de ese plazo de dos años (el plazo se entenderá suspendido).
Esto ocurre, por ejemplo, en aquellos casos en que el árbitro deba remitir el expediente a un tribunal superior
(artículo 235, inciso final, Código Orgánico de Tribunales).
Los dos años no son tan cronológicos por las razones dadas.
Si el árbitro dicta sentencia definitiva dentro del plazo de dos años, la ley señala que en esta materia la
sentencia se puede notificar fuera del plazo a las partes; incluso más, en ese caso el árbitro también podría
perfectamente dictar resoluciones en relación a posibles recursos que se deduzcan en contra de la sentencia (artículo
235, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales).

b) Cláusula Compromisoria:

La cláusula compromisoria es un acto jurídico distinto del anterior, no es igual al contrato de compromiso, no
obstante que en ambos las partes someten un determinado asunto judicial al arbitraje.
La cláusula compromisoria se define como un acuerdo de voluntades mediante el cual las partes deciden
sustraer determinados asuntos litigiosos, presentes o futuros, del conocimiento de los tribunales ordinarios de justicia
para ser entregados o ser sometido a arbitraje y obligándose las partes a nombrar al árbitro en un acto posterior.
En esto último está la diferencia con el contrato de compromiso. Mientras en el contrato de compromiso las
partes designan al árbitro en ese mismo contrato, en la cláusula compromisoria las partes no designan a la persona del
árbitro, sino que se obligan a hacerlo en un acto posterior.
Esto se debe porque pueden ocurrir dos situaciones:

- Que a las partes les interese la persona del árbitro, en ese caso hay que recurrir al contrato de compromiso.
- Que a las partes no les importe la persona del árbitro, pero si interesa someter el asunto a arbitraje, para lo cual
hay que recurrir a la cláusula compromisoria.

En el contrato de compromiso es importante señalar que la persona del árbitro es fundamental para las partes,
por eso se designa inmediatamente en ese mismo contrato. En la cláusula compromisoria no es así, lo que interesa es
someter el asunto a arbitraje, no es relevante el nombre del árbitro.
Ambas formas son habituales en la práctica.

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Como en la cláusula compromisoria no existe nombramiento de árbitro, no es aplicable a este acto el artículo
234 del Código Orgánico de Tribunales. La cláusula compromisoria es consensual, a diferencia del contrato de
compromiso que es solemne (la solemnidad es que debe hacerse por escrito en cualquier instrumento, ya sea público o
privado). En la cláusula compromisoria basta el consentimiento y estaría perfecto.
Tratándose de la cláusula compromisoria, para efectos de prueba, es conveniente que conste por escrito para
efectos probatorios. En este caso, bastaría como elemento que se indique o se individualice a las partes y en segundo
término que se indique la materia que se somete a arbitraje; no va el nombre del árbitro porque se trataría del contrato
de compromiso.
Si existe cláusula compromisoria, ¿cuándo se nombrará al árbitro?. Esta es la obligación que los litigantes
contraen en ella. Ellos nombran al árbitro posteriormente en un acuerdo de voluntades; si no lo hacen o no se ponen de
acuerdo la autoridad judicial lo nombrará (artículo 222, Código Orgánico de Tribunales), interviene la justicia ordinaria
no para que conozca el litigio, sino para que nombre al árbitro

B) La ley como fuente de arbitraje:

En algunos casos la ley también puede ser fuente de arbitraje, aunque lo normal es que sea por el acuerdo de
las partes.
En ciertos casos, el legislador señala cuales materias o asuntos necesariamente hay que someter a arbitraje.
Aquí prima la voluntad del legislador y se prescinde de la voluntad de las partes.
En estas materias no queda otra posibilidad en el caso de un litigio que recurrir a la justicia arbitral (estaría
prohibido recurrir a la justicia ordinaria). Estas materias se denominan “materias de arbitraje forzoso u obligatorio”, y
por lo mismo requieren de un texto legal expreso que así lo establezca (fundamentalmente es el artículo 227 del Código
Orgánico de Tribunales).
Si en estos casos se recurre a la justicia ordinaria, éstos se declararán absolutamente incompetentes en razón
del factor materia (por eso la voluntad de las partes no rige en estos casos).
* Calidad que pueden tener los árbitros (calidad en que pueden ser designados los árbitros):

Al hablar de “calidad” nos referimos a las facultades que tendrá el árbitro para fallar como para tramitar un
asunto; o bien, qué reglas o normas debe aplicar un árbitro que conoce un asunto judicial determinado (procedimiento
a utilizar y formas para fallar). Estas calidades están establecidas en el artículo 223 del Código Orgánico de Tribunales.
Los jueces árbitros puede tener o ser nombrados por tres calidades distintas:

o Arbitro de derecho.
o Arbitro arbitrador o amigable componedor.
o Arbitro mixto.

a) Arbitro de derecho (artículo 223, inciso 2º):

El árbitro de derecho se define como aquel que falla con arreglo a la ley y se someten, tanto en la
tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva (en los aspectos formales), a las mismas
reglas establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.
¿Qué quiere decir esto?. En base al concepto de arbitro de derecho, se desprenden dos aspectos
importantes:

• El juez para resolver el asunto debe ajustarse estrictamente a la ley. Por ser de derecho debe ser abogado.

• En cuanto al procedimiento (tramitación del juicio) y en la dictación de la sentencia definitiva debe aplicar
las mismas normas legales que aplica un juez letrado ordinario, y esto depende de la naturaleza de la
acción que se deduzca en la demanda; por ejemplo: aplicar las reglas de procedimiento ordinario, del
procedimiento sumario, podría aplicar procedimientos especiales, etc.


b) Arbitro arbitrador o amigable componedor (artículo 223, inciso 3º):

El arbitrador es aquel que falla de acuerdo a su prudencia y equidad; se aplican principios de equidad
para fallar el asunto. No falla conforme a derecho, y por lo misma razón no se exige que éste sea abogado
(aunque puede serlo pero no se exige eso).
En cuanto al procedimiento y fallo (aspecto formal) debe aplicar las reglas que le otorguen las partes en
el acto constitutivo del compromiso, y si éstas no le han dado reglas al árbitro, en este caso se deben aplicar las
normas de procedimiento que establece el Código de Procedimiento Civil para esta clase de actos (artículos 636
y siguientes del Código de Procedimiento Civil). Estas son normas supletorias de la voluntad de las partes (esta
es una novedad importante).
Estos árbitros podrían aplicar dos tipos de procedimiento, a diferencia del árbitro de derecho que
depende de la naturaleza de la acción. Estos procedimientos pueden ser:

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o El que le otorguen las partes.
o El que establece el Código de Procedimiento Civil.

c) Arbitro mixto (artículo 223, inciso 4º):

Es una mezcla, tiene las dos calidades anteriores. Participa de ambas calidades a la vez, en el sentido
que el árbitro mixto falla igual que un árbitro de derecho (con arreglo a la ley), y tramita igual que un árbitro
arbitrador (según las reglas que le den las partes o en su defecto las normas que establece el Código de
Procedimiento Civil).
Como falla igual que un árbitro de derecho necesariamente tiene que ser abogado.

* Constitución del Tribunal Arbitral:

Los árbitros son tribunales esencialmente accidentales, no son permanentes, lo que significa que los tribunales
arbitrales, para cada caso, hay que crearlo o constituirlo, porque no existen de inmediato.
Los pasos a seguir para que se constituya un tribunal arbitral son los siguientes:

1º = Nombramiento de los árbitros.


2º = Aceptación y juramento del árbitro nombrado.
1) Nombramiento de los árbitros:

Hay distintas formas de nombrar a los árbitros. Estas son:

• La regla general es que sean nombrados por las partes.


• También pueden ser nombrados por la justicia ordinaria en subsidio.
• Pueden ser nombrados también por el causante o testador (con ciertas restricciones).
• Por último, algunos dicen que la ley podría nombrar árbitros (aunque es bastante discutible).

a) Nombramiento de árbitros por las partes:

Este nombramiento se hace por un acto típico que es el contrato de compromiso (esto es lo normal).
Esto presupone un acuerdo, y lo que importa es la persona del árbitro.
Las partes también podrían nombrar al árbitro no en el contrato de compromiso, sino que podrían
hacerlo en aquellos casos en que ya están obligados por la cláusula compromisoria, que también requiere
acuerdo. También puede ocurrir cuando existe una materia de arbitraje forzoso, porque no queda otro camino
que designar al árbitro.
La diferencia de estos casos es que, existiendo cláusula compromisoria o bien tratándose de una
materia de arbitraje forzoso, si las partes no se ponen de acuerdo el árbitro deberá ser nombrado por la justicia
ordinaria.
En cualquier caso en que las partes nombran al árbitro:

o Se requiere el consentimiento unánime de todas las partes interesadas en el asunto, no se designa por
mayoría (artículo 232, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

o El nombramiento debe constar por escrito; o sea, es solemne (artículo 234, Código Orgánico de
Tribunales).

En cuanto a las a las capacidades de las partes que se exige para nombrar a un árbitro, hay que
distinguir en cuanto a la libertad que tienen los litigantes para nombrar al árbitro (la calidad que pueden
revestir los árbitros):

 En cuanto a los árbitros de derecho, en esta materia la ley no es exigente (podrían existir incapacidades
entre los interesados) porque este árbitro de derecho es el que le da mejores garantías a los litigantes
(se equipara al juez letrado).
 Si se nombra un árbitro arbitrador se requiere que las partes sean mayores de edad y que tengan la
libre disposición de sus bienes (artículo 224, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
 Para los árbitros mixtos son las mismas exigencias que los árbitros arbitradores, pero si existen
incapaces y si hay motivos de manifiesta conveniencia este nombramiento debe ser aprobado por la
justicia ordinaria; la justicia ordinaria debe autorizar el nombramiento (artículo 224, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales).

b) Nombramiento de árbitros por la justicia ordinaria:

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Este es un sistema que se aplica cuando fracasa la voluntad de las partes, en cuyo caso no queda otro
camino que recurrir a la justicia ordinaria. Por esa razón el artículo 222 señala “en subsidio”, que quiere decir en
defecto del acuerdo.
Este sistema se aplicaría en dos casos:

o Cuando existe cláusula compromisoria y no se ponen de acuerdo las partes.


o Si se trata de una materia de arbitraje forzoso u obligatorio y no se ponen de acuerdo entre las partes.

El nombramiento tiene que hacerlo el juez de letras competente y para este efecto tiene que ser
requerido por alguna de las partes mediante solicitud escrita (no actúa de oficio). En este escrito se pide que se
nombre un árbitro, para cuyo efecto se deberá citar a todos los interesados a un comparendo a una audiencia a
un día determinado y hora determinada.
Esta resolución debe notificarse a todos los interesados en este nombramiento del árbitro. El Código
Orgánico de Tribunales dice, en el artículo 232, en su parte final, que en esta audiencia se debe proceder en la
forma establecida en el Código de Procedimiento Civil para el nombramiento de peritos. En otras palabras, para
el nombramiento de árbitros se aplican las mismas reglas que se utilizan para el nombrar peritos (artículo 44,
Código de Procedimiento Civil).
Esta audiencia tendrá lugar solamente con las partes que asistan. En este caso se entiende que si no
asisten todos, que hay desacuerdo entre las partes, y en este caso tendría que nombrar el árbitro el juez
ordinario.
En la audiencia hay varias finalidades que cumplir, la más importante es nombrar al árbitro. Fuera de
eso habrá que determinar:
• Las partes deben determinar el número de árbitros a nombrar.
• En segundo lugar, deben determinar la calidad, aptitudes o títulos que el árbitro debe tener.
• Lo otro que debe determinarse es el punto o materia del arbitraje (eso debe quedar claro).

Si en ese comparendo no hay acuerdo sobre la persona del árbitro, también decide el juez (él hace el
nombramiento).
Las limitaciones que tiene el juez letrado para designar al árbitro, en el caso que no haya acuerdo entre
las partes, son las siguientes (artículo 232, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales):

o El juez solamente puede nombrar un solo árbitro (a diferencia del nombramiento que hacen las partes,
las que pueden nombrar a más de un juez árbitro).

o El nombramiento que haga el juez no puede recaer en ninguna de las dos primeras personas que hayan
sido propuestas por las partes.

c) Nombramiento de árbitros por el testador o causante:

Este nombramiento que puede hacer el testador o causante solamente sería para el efecto de proceder
a la partición de bienes que componen la herencia. Esto lo permite el Código Civil (artículo 1324) y lo puede
hacer en su testamento o en un instrumento público aparte.
Aquí hay una particularidad en el sentido que los herederos del testador podrán no respetar la voluntad
del causante en cuanto a la persona del árbitro o partidor de bienes, esto va a ocurrir después de la muerte del
causante y si esta situación ocurre los interesados pueden nombrar un nuevo árbitro (artículo 1324, Código
Civil). Es decir, los herederos no quedan necesariamente obligados a la voluntad del testador (es lícito nombrar
otro árbitro).
d) Nombramiento de árbitros por la ley:

El nombramiento de árbitros por ley es discutible, porque para algunos autores no es posible que la ley
sea la que designa un árbitro.
En este caso el legislador, respecto de ciertas materias específicas, señala el tribunal que debe entrar a
conocer de los litigios que se puedan producir, con la particularidad que este tribunal está señalado en forma
permanente, por lo tanto no sería un tribunal accidental, y de ahí que sea discutible.
Por ejemplo, así sucede con la Superintendencia de Compañías de Seguros, que la ley señala que en
litigios sobre materias que tengan que ver con seguros, éstos serán resueltos por esta superintendencia y para
ello aplicará el procedimiento arbitral.
En este caso, la mayoría de la doctrina señala que no estaríamos frente a un tribunal arbitral; más que
eso se trataría de un verdadero tribunal especial (la ley por la complejidad de la materia establece el tribunal
concreto para conocer el asunto).
En síntesis, se trataría más bien de un tribunal especial que aplicaría el procedimiento arbitral.

2) Aceptación y juramento del árbitro nombrado:

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Para que estos tribunales arbitrales, en cualquier caso, puedan desempeñar sus funciones es necesario dar un
segundo paso, que se cumpla una segunda formalidad, partiendo de la base que el árbitro estará nombrado. Este paso
se refiere a la “aceptación del cargo” y el “juramento del árbitro”.
Esto se debe a que el nombramiento del árbitro no obliga en principio al árbitro designado a aceptar dicho
nombramiento. Las personas que son designadas árbitros son libres para aceptar o no dicho nombramiento. Si la
persona designada se niega, esa circunstancia no trae ninguna consecuencia en su contra.
La ley exige que el árbitro, si decide aceptar el nombramiento, debe declararlo expresamente (artículo 236,
Código Orgánico de Tribunales). Esto significa que debe constar por escrito esta aceptación.
Si es nombrado por escritura pública, la aceptación podría constar en esa misma escritura. Otra forma habitual
es que el árbitro manifieste la aceptación al momento de ser notificado.
Junto con aceptar, el árbitro tiene que jurar desempeñar sus funciones o cargo con la debida fidelidad y en el
menor tiempo posible (artículo 236, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 236, Código Orgánico de Tribunales: “El árbitro que acepta el encargo deberá declararlo así, y jurará
desempeñarlo con la debida fidelidad y en el menor tiempo posible”.

Este juramento debe hacerse ante un ministro de fe (la ley no lo dice expresamente, pero todo juramento se
debe realizar ante un ministro de fe).

La importancia de estas formalidades (aceptación y juramento) tiene que ver con la fecha en que se realiza,
fecha que, a su vez, tiene importancia en relación al cómputo del plazo que las partes le dan al árbitro para el
cumplimiento de sus funciones como tal, para que conozca y resuelva el asunto. El plazo es contado desde que el
árbitro designado acepta y jura.
Una vez que el árbitro acepta el cargo, éste queda obligado a desempeñarlo (artículo 240, Código Orgánico de
Tribunales).

* Organización de todo tribunal arbitral:

Dentro de la organización de un tribunal arbitral se distingue a la persona del árbitro (que es el magistrado) y
también existe otro funcionario que es el actuario.

a) El Arbitro:

El juez árbitro tiene que cumplir con ciertos requisitos para poder desempeñarse como tal (artículo 225, Código
Orgánico de Tribunales). Estos requisitos son:

- Tiene que ser mayor de edad.


- Tiene que tener la libre disposición de sus bienes.
- Tiene que saber leer y escribir.
- Si se trata de árbitros de derecho o de árbitros mixtos, necesariamente tiene que ser abogado. Esto como
consecuencia lógica que estos árbitros fallan conforme a derecho.

La ley establece además que ciertas personas, no obstante que reúnen estos requisitos, en ciertas situaciones
tienen limitaciones y, en consecuencia, no podrían ser designados árbitros. Ejemplo: no puede ser designado árbitro el
juez ordinario que está conociendo el litigio. Estos jueces y en general los funcionarios judiciales -ministros de
tribunales superiores de justicia, los fiscales, los notarios- tampoco pueden ser designados árbitros (artículo 317 y 480,
Código Orgánico de Tribunales).

b) El Actuario:

En el arbitraje es el nombre que toma el ministro de fe encargado de autorizar todas las resoluciones y en
general de todos los actos que emanen del tribunal arbitral.
El tribunal arbitral normalmente está constituido por el árbitro y por un actuario. Sin embargo, hay algunos
casos en que podría no existir este ministro de fe, lo que constituye una diferencia importante con el resto de los
tribunales. Esto va a depender de la calidad que tenga el árbitro:

- Si se trata de un árbitro de derecho, como es el que más se asemeja al juez letrado, la ley exige un actuario, no
se puede prescindir de este funcionario, de manera que todas las actuaciones o sustanciaciones que se lleven a
efecto en un tribunal arbitral deben ser autorizadas por un actuario (artículo 632, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil). Puede ser cualquier ministro de fe: notario, receptor judicial, secretario de un tribunal
ordinario, etc.
Si en el lugar donde se lleva a efecto el arbitraje no existe ministro de fe, en este caso la exigencia
sigue siendo la misma, pero el árbitro estará facultado para nombrar a cualquier persona como actuario
(artículo 632, Código de Procedimiento Civil).

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Art. 632, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Toda la substanciación de un juicio arbitral se
hará ante un ministro de fe designado por el árbitro, sin perjuicio de las implicancias o recusaciones que
puedan las partes reclamar; y si está inhabilitado o no hay ministro de fe en el lugar del juicio ante una
persona que, en calidad de actuario, designe el árbitro”.

Si el árbitro va a ser un partidor de bienes, en este caso todos los actos de la partición deben ser
autorizados por un secretario de tribunales superiores de justicia, o por un notario o bien por un secretario de
un juzgado de letras (artículo 648, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

- Tratándose de los árbitros arbitradores o de los árbitros mixtos, lo que prima es la voluntad de las partes. Hay
que estarse en primer lugar a lo que hayan acordado las partes, si acuerdan que exista un actuario se valen a
eso, pero si no dicen nada queda entregado al criterio del propio árbitro la designación de un actuario (artículo
639, Código de Procedimiento Civil).
La ley, sin embargo, si le impone una sola limitación y se refiere a la dictación de la sentencia definitiva
que tiene que ser necesariamente autorizada por un ministro de fe, o en su defecto por dos testigos
cualesquiera (artículo 640, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

* Expiración de las funciones del árbitro:

La regla general es que las funciones del árbitro terminen con el pronunciamiento de la sentencia definitiva
dictada en el juicio arbitral.
Sin perjuicio de lo anterior, la ley señala que las funciones del árbitro terminan en forma anticipada sin haberse
dictado la sentencia definitiva en el juicio. Hay varias causales que establece el legislador en esta materia (artículos 240
y 241, Código Orgánico de Tribunales):

• Si las partes deciden de común acuerdo acudir a la justicia ordinaria o a otros árbitros (artículo 240, nº 1,
Código Orgánico de Tribunales).

• La enfermedad del árbitro, porque aquí no operan las mismas reglas de los tribunales ordinarios de justicia
(artículo 240, nº 3, Código Orgánico de Tribunales).

• Si por cualquier causa el árbitro se ausenta del lugar del juicio. Ejemplo: cambio de domicilio del árbitro, etc.
(artículo 240, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).

• El maltrato o injuria a la persona del árbitro por alguna de las partes (artículo 240, nº 2, Código Orgánico de
Tribunales).

• La revocación que hagan las partes de común acuerdo de la jurisdicción del tribunal arbitral (artículo 241,
Código Orgánico de Tribunales).

* Competencia de los tribunales arbitrales:

¿Qué materias o asuntos conocen los árbitros?. Aquí hay un factor dentro de los elementos de la competencia
absoluta que predomina, que es la Materia o naturaleza del asunto judicial. Los factores del fuero y la cuantía no
interesan en estos juicios.
El factor materia es importante porque dependiendo de la naturaleza del asunto judicial la ley establece o no la
obligación de someter el asunto a arbitraje; y en otros casos, también considerando la materia, la ley prohíbe someter
un asunto a arbitraje.
Esto nos lleva a señalar que en relación a las distintas materias se puede hacer una clasificación, así tenemos:

- Materias de arbitraje prohibido.


- Materias de arbitraje forzoso u obligatorio.
- Materias de arbitraje voluntario.

A) Materias de arbitraje prohibido:

Son casos excepcionales. Aquí estamos en presencia de materias que la ley no permite que sean sometidas a
arbitraje, en consecuencia prima a la voluntad de las partes, prima el orden público (porque puede estar comprometido
el interés general).
En estos casos el tribunal competente será el tribunal ordinario o el tribunal especial que corresponda, pero
jamás un tribunal arbitral. Si esto último llegase a ocurrir, es absolutamente incompetente en razón a la materia.
Los principales asuntos de arbitraje prohibido son:

a. Asuntos que versen sobre alimentos (artículo 229, Código Orgánico de Tribunales). Esto hay que entenderlo
restrictivamente a los juicios de alimentos futuros forzosos.

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b. Cuestiones que versen sobre el hecho de pedir separación de bienes entre el marido y la mujer (artículo 229,
Código Orgánico de Tribunales).

c. Las causas criminales, cualquiera que sea el delito que se trate de investigar (artículo 230, Código Orgánico de
Tribunales).

d. Asuntos de competencia de jueces de policía local (asuntos civiles o penales de competencia del juez de policía
local) (artículo 230, Código Orgánico de Tribunales).

e. Causas que se susciten entre un representante legal y su representado (artículo 230, Código Orgánico de
Tribunales).

f. Aquellas causas en que debe ser oída la Fiscalía Judicial de la Corte de Apelaciones respectiva (artículo 230,
Código Orgánico de Tribunales). Ejemplo: juicios de nulidad de matrimonio.

g. Los actos judiciales no contenciosos.

h. Los asuntos que son de competencia de tribunales especiales por la especialidad debe ser entregado al
conocimiento de esos tribunales especiales.

B) Materias de arbitraje forzoso u obligatorio:

Aquí sucede lo contrario al caso anterior, puesto que es también el propio legislador el que señala que ciertas
materias necesariamente tienen que ser conocidas por tribunales arbitrales. Estas son cuestiones que necesariamente
deben resolverse por árbitros, por eso el arbitraje es forzoso, considerando la materia. En estos casos el resto de los
tribunales (cualquiera otra clase de tribunales) son absolutamente incompetentes.
Estos asuntos normalmente se le consideran muy técnicos o íntimos entre ciertas personas, que “distraerían”
un poco a los tribunales ordinarios, por esa razón son conocidos por los tribunales arbitrales. Estas materias requieren
un texto legal expreso; la norma más importante, en esta materia, es el artículo 227 del Código Orgánico de Tribunales.
La enumeración del artículo 227 es genérica (no es taxativa, no son los únicos casos), esto en razón de lo que
establece el número 5 del mismo artículo.
Los casos más sobresalientes son:

a. La liquidación de una sociedad conyugal, que es un caso muy común (artículo 227, nº 1, Código Orgánico de
Tribunales).

b. La partición de bienes (artículo 227, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).

Aquí hay que señalar que, en relación a esta materia, hay una norma importante, que señala que es posible que
estas materias de arbitraje forzoso se puedan resolver sin la intervención del tribunal arbitral (artículo 227, inciso final).
Esta norma le da la posibilidad a los propios interesados resolver por sí mismos cualquiera de estos asuntos, si todos
ellos tienen la libre disposición de sus bienes (plena capacidad) y concurren al acto de que se trata. Ejemplo: que los
propios comuneros resuelvan la partición de bienes.
En el fondo, lo que está prohibido es que estos asuntos puedan ser conocidos por los tribunales ordinarios o
especiales.

C) Materias de arbitraje voluntario:

Estos asuntos serían todas aquellas materias que no son de arbitraje prohibido o de arbitraje forzoso (los demás
entran dentro de esta categoría). Por lo mismo aquí no cabe hacer una enumeración, porque estas cuestiones
constituyen la regla general (esto es lo que prima).
En estos casos habría que concluir que el legislador le es indiferente que las partes la sometan a arbitraje o la
sometan al tribunal que es normalmente competente (justicia ordinaria).

* Conflictos de arbitraje:

No es normal que ocurra, pero puede pasar cuando un mismo asunto judicial fuese, a la vez, una materia de
arbitraje forzoso, por un lado, y por otra parte constituyese también el mismo asunto una materia de arbitraje
prohibido.
Esto podría ocurrir, por ejemplo, en una partición de bienes -que es una materia de arbitraje forzoso- en la cual
tengan interés un representante legal y su representado -que es una materia de arbitraje prohibido-.
En estos casos, predomina el arbitraje forzoso (artículo 230, inciso final, Código Orgánico de Tribunales). Este
inciso está dentro de la norma que se refiere a aquellas materias que no pueden someterse a arbitraje (materias de
arbitraje prohibido), y agrega que esto es así sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 227 (materias de arbitraje
forzoso).
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* Arbitros de segunda instancia o “segunda instancia en el juicio arbitral”:

El arbitraje no es otra cosa que un juicio (porque los árbitros conocen solamente juicios, no pueden intervenir en
actos judiciales no contenciosos), y este juicio arbitral -que tiene esta denominación porque se somete al conocimiento
del árbitro- se suele tramitar como todo juicio tanto en primera como en segunda instancia.
Cualquier juicio se puede tramitar en una doble instancia porque esa es una de las características de nuestros
procedimientos: la posibilidad que el asunto sea conocido por dos tribunales distintos, por uno inferior y por otro
superior, siempre que se deduzca el recurso de apelación.
En cuanto a los tribunales arbitrales, depende de la calidad con que haya sido nombrado el árbitro para ver si
procede la doble instancia:

a) Si el árbitro es de derecho, en este caso hay que decir que el recurso de apelación procede. Esta es la regla
general (que exista la doble instancia), obviamente si se deduce el recurso de apelación, a menos que las
partes hayan excluido del arbitraje el recurso de apelación (que le otorguen al árbitro la competencia de única
instancia), esto porque los recursos se pueden renunciar.
¿Qué tribunal conoce de la apelación?. Si la apelación es procedente, aquí podrían haber dos tribunales
competentes en esta materia:

o Podría conocer del recurso el mismo tribunal que había conocido esta apelación si se hubiese interpuesto en
un juicio ordinario, es decir, la Corte de Apelaciones respectiva.

o Podría conocer, además, un tribunal arbitral de derecho que haya sido designado por las partes. Esto quiere
decir que el recurso de apelación también puede ser sometido a arbitraje (artículo 239, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).

Habrá que estarse, en esta materia, a la voluntad de las partes. Las posibilidades son las siguientes:

• Que se renuncie al recurso de apelación en el arbitraje.


• Que haya apelación, como es de derecho esta apelación la conoce en principio la Corte de Apelaciones
respectiva, o bien un tribunal arbitral de segunda instancia designado por las partes.

b) Si el árbitro fuese mixto, se aplica la misma norma (opera la misma norma anteriormente señalada).

c) En el caso de los árbitros arbitradores (si el árbitro ha sido designado con la calidad de arbitrador), la regla es
distinta. En este caso, el recurso de apelación tendría lugar cuando las partes (los propios interesados) han
acordado la procedencia de este recurso, para ello se requiere manifestación de voluntad expresa de las partes
en el acto constitutivo del compromiso.
Debe haber voluntad expresa de que se reservan de este recurso ante un tribunal que también deben
designar, constituido por arbitradores (artículo 239, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales; artículo 642,
Código de Procedimiento Civil), de lo contrario, si las partes no dicen nada, se entiende que no hay recurso de
apelación.

En síntesis, en materia de arbitraje la situación de la segunda instancia es bastante diferente de lo que puede
ocurrir ante la justicia ordinaria, porque, tratándose de los tribunales ordinarios y los tribunales especiales, una vez que
queda fijado el tribunal inferior automáticamente se fija cual va a ser el tribunal de segunda instancia. De lo que se
infiere que ante la justicia ordinaria va la procedencia del recurso de apelación; en el caso de los tribunales arbitrales,
concretamente de los árbitros arbitradores, es distinto, porque si no se dice nada no hay recurso de apelación.

* Pluralidad de árbitros:

El artículo 231 del Código Orgánico de Tribunales establece que las partes tienen derecho, en materia de
arbitraje, a nombrar dos o más árbitros para la resolución del litigio. Esto es también en el entendido que son las partes
las que nombran (en este sentido no hay límites), pero si el nombramiento emana de la justicia ordinaria (en caso de
desacuerdo de las partes) solamente se puede designar un solo arbitro.
Cuando la pluralidad existe, en este caso hay dos situaciones que podrían darse en la tramitación del juicio
arbitral:

a) Que no se produzcan problemas entre los árbitros. Es decir, que siempre exista acuerdo durante la tramitación del
juicio para la dictación de las resoluciones.

b) Que los árbitros no se pongan de acuerdo para dictar resoluciones judiciales. El problema se presenta o se puede
presentar cuando existe un número par de árbitros y ambos operan en sentido contrario; el problema se suscita porque
no hay mayoría.

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En este caso podría suceder que las propias partes previendo esto hayan nombrado un tercer árbitro para que
dirima o resuelva estas discordias que puedan presentarse. Este tercer árbitro actúa exclusivamente en caso de
discordia (artículo 233, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 233, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “En el caso de ser dos o más los árbitros nombrados,
las partes podrán nombrar un tercero que dirima las discordias que entre aquellos puedan ocurrir”.

Otro caso que también se puede dar es que las partes autoricen a los propios árbitros para que ellos nombren
en caso de ser necesario a este tercero (artículo 233, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales.

Art. 233, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Podrán, también, autorizar a los mismos árbitros para
que nombren, en caso necesario, el tercero en discordia”.

El tercero se conoce con el nombre de “tercero en discordia” (artículo 233, Código Orgánico de Tribunales).

En la tramitación del juicio arbitral, si hay pluralidad de árbitros, todos ellos deben concurrir al pronunciamiento
de la sentencia y, además, deben realizar los distintos actos de procedimiento del juicio (todo esto se traduce en la
dictación de las resoluciones judiciales), a menos que las propias partes dispongan otra cosa (artículo 237, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
Entonces, si en este caso los árbitros no se ponen de acuerdo, tienen que reunirse con el tercero (naturalmente
si lo hay) y en ese caso la mayoría dirimirá la discusión. Aquí se aplicarán las mismas reglas que para dictar “acuerdos”
en las Cortes de Apelaciones (artículo 237, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

Aquí se puede presentar el problema cuando son varios los árbitros y no existe tercero y, en consecuencia, no
se pueda dirimir la discordia. Para solucionar esta situación hay que revisar ciertas reglas que da el Código Orgánico de
Tribunales que permiten resolver discordias entre árbitros a falta del tercero en discordia. Aquí hay que ver la calidad
con que hayan sido nombrados los árbitros:

a) Arbitro de derecho: Aquí hay que hacer una distinción según si la resolución a dictarse en el juicio es o no
apelable.
Si la resolución fuere apelable, en este caso cada opinión de los árbitros se estimará como una
resolución distinta y los autos se tienen que elevar al tribunal superior que resuelva respecto del punto o los
puntos que hayan motivado el desacuerdo de los árbitros (artículo 238, inciso 2º, Código Orgánico de
Tribunales; y artículo 631, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Este tribunal de alzada podrá ser el tribunal
ordinario que corresponda -Corte de Apelaciones correspondiente- o bien un tribunal arbitral de segunda
instancia designado por las partes.
Si la resolución es inapelable, en este caso hay que analizar si la materia es de arbitraje voluntario o
bien de arbitraje forzoso:

o Si fuera una materia de arbitraje voluntario, en este caso queda sin efecto el compromiso. Se termina el
arbitraje (artículo 238, inciso1º, Código Orgánico de Tribunales).
o Si fuera una materia de arbitraje forzoso, en este caso hay que nombrar nuevos árbitros (artículo 238,
inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

b) Arbitro mixto: Para los árbitros mixtos se aplican las mismas reglas que para el árbitro de derecho.

c) Arbitro arbitrador: Aquí hay que hacer la misma distinción si el asunto es o no apelable.
Si la resolución fuere apelable, los antecedentes tendrían que elevarse al tribunal arbitral de segunda
instancia para que estos resuelvan conforme a la equidad. Tribunal constituido por arbitradores (artículo 238,
inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
Si la resolución es inapelable, hay que distinguir:

o Si es materia de arbitraje voluntario, se termina el compromiso.


o Si es materia de arbitraje forzoso, también habría que proceder al nombramiento de nuevos árbitros.

De todo lo dicho anteriormente, es importante destacar que las partes normalmente deber prever (sobre todo si
el número de árbitros es par) en caso de posibles discordias la designación de un tercero en discordia.

Además de lo dicho con respecto a la apelación, se puede señalar en cuanto a la procedencia de los recursos
que:

- Si se trata de un tribunal arbitral de derecho, las resoluciones que estos árbitros de derecho dictan durante el
proceso son susceptibles de los mismos recursos que serían procedentes contra las resoluciones de los
tribunales ordinarios. Esto a menos que las partes hayan renunciado a estos recursos o bien los hayan sometido
a arbitraje.

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- En cuanto a los árbitros arbitradores, los recursos proceden en la medida que las partes lo acuerden,
particularmente la apelación. El recurso de casación en la forma se estima que procede, no así la casación en el
fondo porque es un recurso de derecho (opera cuando se infringe la ley) y los árbitros arbitradores no fallan
conforme a derecho.

7.- Subrogación e Integración de los Tribunales de Justicia:

Esta materia está regulada en los artículo 206 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales (Título VIII) y tiene
bastante aplicación práctica.
La administración de justicia como tal no se puede paralizar, debe ser siempre continua en el tiempo. Desde
este punto de vista, la justicia no se puede paralizar por la necesidad que tienen las partes que se administre justicia
(que es una necesidad permanente); y el Estado como detentador de la función jurisdiccional debe velar porque esto se
cumpla.
Según esto, la administración de justicia no podría quedar paralizada ni haber interrupciones al ejercicio de las
funciones jurisdiccionales.
Esta continuidad, en la práctica, se podría ver alterada porque podrían darse ciertas circunstancias que impiden
que un magistrado ejerza la jurisdicción. Ese juez en algún momento podría faltar y no estar presente cuando deba
ejercer estas funciones, esto se puede deber a múltiples razones. En todos estos casos, cualquiera que sea el motivo
que tenga el juez (impedimentos a título personal porque el órgano judicial siempre va a existir como tal) hay que
reemplazarlo de inmediato.
El impedimento que puede afectar a un juez puede ser un impedimento absoluto (ejemplo: fallecimiento) o bien
un impedimento parcial (ejemplo: vacaciones) y puede referirse a un proceso determinado como a todos los procesos
del tribunal (ejemplo: cuando tenga alguna causal de inhabilidad en un proceso determinado).
Estas son normas que se aplica para toda clase de tribunales, sean estos unipersonales o colegiados.
Aquí existen dos instituciones procesales importantes para sustituir al juez impedido:

o La Subrogación.
o La Integración.

A) Subrogación:

La ley no la define. Se considera que “es el reemplazo automático, por el solo ministerio de la ley, de algún
magistrado cuando está impedido de desempeñar sus funciones como tal, por alguna causa legal”.
Que opere por el solo ministerio de la ley significa que ese magistrado reemplazante no requiere de
nombramiento, sino no sería automático. La ley es la que suple el nombramiento.
Lo normal es que estas reglas de subrogación rijan en los tribunales unipersonales, pero también puede operar
tratándose de tribunales colegiados (todo el tribunal).

a) Subrogación de los jueces letrados:

Aquí hay que hacer una serie de distinciones en cuanto a la cantidad de jueces que hayan en la comuna.

1. Si en la comuna o agrupación de comunas hay un solo juez de letras: Ejemplo: la comuna de Tomé. La
subrogación de hace de la siguiente manera:

o 1º: El primero que subroga es siempre el Secretario del mismo tribunal, siempre que sea abogado,
según la ley (artículo 211, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

o 2º: A falta de este secretario debe subrogar al juez el Defensor Público, el cual es un funcionario auxiliar
de la administración de justicia. Si hubiera más de un defensor público, subrogará el más antiguo de
ellos (artículo 213, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

o 3º: Si ni el secretario ni el defensor público pueden subrogar al juez, lo hará alguno de los abogados
subrogantes, nombrados para estos efectos en terna por la respectiva Corte de Apelaciones. Estos
abogados son llamados en el mismo orden en la lista formada en el mes de enero de cada año (artículo
213, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

o 4º: A falta de estos abogados subrogantes, debe subrogar el secretario abogado del juzgado del
territorio jurisdiccional más inmediato aún cuando dependan de distintas Cortes de Apelaciones. Si este
secretario no puede subrogar, lo hará el juez de este juzgado más inmediato (artículo 213, inciso 3º,
Código Orgánico de Tribunales).

2. Si en la comuna o agrupación de comunas hay dos jueces de letras: Ejemplo: la comuna de Coronel. Aquí da lo
mismo si son de igual o de distinta jurisdicción, pero debe haber dos.

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En este caso la subrogación opera de la siguiente manera:

o 1º: En primer lugar subrogará el Secretario Abogado del respectivo tribunal (artículo 211, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).

o 2º: A falta de este secretario, en este caso debe subrogar el Secretario del otro Tribunal aunque sean de
distinta jurisdicción (artículo 212, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

o 3º: A falta del secretario abogado del otro juzgado, debe subrogar el Juez de este otro Juzgado de la
comuna (artículo 212, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

o 4º: Si ninguno de los anteriores puede subrogar, le corresponde al Defensor Público, y si hay más de
uno, subrogará el más antiguo de ellos (artículo 213, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

3. Si en la comuna o agrupación de comunas hay tres o más jueces de una misma jurisdicción: La subrogación
opera de la siguiente manera:

o 1º: En primer lugar subroga el Secretario Abogado del mismo tribunal (artículo 211, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).

o 2º: A falta de este secretario, el Secretario Abogado del Juzgado que le siga en orden numérico y el del
primero reemplazará al del último (artículo 212, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

o 3º: A falta de estos secretarios debe subrogar el Juez del Tribunal que siga en el orden numérico.

4. Si en la comuna o agrupación de comunas hay tres o más jueces de distinta jurisdicción: Ejemplo: Concepción,
Talcahuano. La subrogación opera de la siguiente manera:

o 1º: Debe subrogar el Secretario Abogado del tribunal respectivo (artículo 211, inciso 1º, Código
Orgánico de Tribunales).

o 2º: A falta de este secretario, debe hacerlo el Secretario del Tribunal de las misma jurisdicción que le
siga en orden numérico (artículo 212, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

o 3º: Si ello no es posible, subrogará el juez del juzgado de la misma jurisdicción, también que le siga en
orden numérico.

o 4º: A falta de todos los anteriores, subrogará el Secretario Abogado o en su defecto el Juez del Juzgado
de la otra jurisdicción a quien le corresponda el turno en la semana siguiente (artículo 212, inciso 3º,
Código Orgánico de Tribunales).

- ¿Tienen los subrogantes las mismas facultades que el juez que están subrogando? (facultades de los subrogantes).
Aquí hay que distinguir quién es el que está subrogando y para ello hay dos reglas fundamentales en esta materia:

• Si subroga el juez letrado o un defensor público o el mismo secretario abogado del tribunal; en este caso
tendrían las mismas atribuciones del magistrado subrogado. Esto quiere decir que tramitan los procesos y lo
fallan con las mismas atribuciones del subrogado (artículo 214, inciso 4º, Código Orgánico de Tribunales).

• Si el que subroga es un abogado subrogante (en las comunas en que hay un solo juez) o bien si subrogan
secretarios de otros tribunales; en este caso, las atribuciones no son tan amplias como los anteriores. Estos
subrogantes podrían tramitar igual como lo haría el titular, pero en cuanto a la sentencia no pueden dictar
el fallo (pueden dejar el proceso en estado de sentencia). Excepcionalmente podrían también dictar
sentencia cuando le corresponde reemplazar al magistrado por inhabilidad de éste, por causal de
implicancia o recusación.

b) Subrogación de la Corte de Apelaciones:

La subrogación de la Corte de Apelaciones es extraordinaria, porque no ocurre con tanta frecuencia por la
composición de la Corte.
Esta subrogación se podrá dar en los siguientes casos:

1. Si en una sala de la Corte de Apelaciones están todos los ministros titulares inhabilitados, en este caso la ley
dice que el conocimiento de los asuntos debe pasar a otra de las salas del mismo tribunal (artículo 216, inciso

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1º, Código Orgánico de Tribunales). Esto es aplicable al caso que la Corte de Apelaciones cuente con más de
una sala.
En este caso la subrogación opera entre los miembros de la misma Corte de Apelaciones.

2. Cuando la inhabilidad afecta a la totalidad de los ministros de la Corte de Apelaciones de que se trata -ya sea
que tenga una o más salas-, en este caso la subrogación se va a producir, de acuerdo al Código Orgánico de
Tribunales, con los miembros de otra Corte de Apelaciones (artículo 216, inciso 2º, Código Orgánico de
Tribunales).
En este caso, es importante destacar que los ministros de la Corte que debe subrogar no se constituirán
en la Corte subrogada. El asunto debe pasar a la Corte que según la ley debe subrogar (artículo 216, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
Ejemplo: las Corte de Apelaciones de Chillán y Concepción se subrogarán recíprocamente.

c) Subrogación de la Corte Suprema:

Respecto de la subrogación de la Corte Suprema, podrían suceder dos situaciones especiales:

- Que la Corte Suprema no pueda funcionar alguna de sus salas, por inhabilidad o impedimento de la mayoría de
los ministros titulares.

- Cuando la inhabilidad o impedimento afecte a la totalidad de la Corte.

En cualquiera de estos casos, el reemplazo se hace de acuerdo a reglas especiales que establece el artículo 218
del Código Orgánico de Tribunales.
La ley señala que en los casos que no pudiere funcionar la Corte Suprema por inhabilidad de la mayoría o de la
totalidad de los miembros, hay que llamar a los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago, y deben ser llamados
por orden de antigüedad (artículo 218, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
En este caso, estos ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago pasan a desempeñarse como “ministros
subrogantes” de la Corte Suprema y esto será para completar el mínimo para que una sala funcione o bien para
reemplazarlos a todos.

B) Integración:

Esta integración también “es un reemplazo automático, por el solo ministerio de la ley, de uno o más miembros
de los tribunales colegiados están impedidos o inhabilitados para desempeñar sus funciones como magistrado”.
La integración opera exclusivamente en los tribunales colegiados.
La finalidad de la integración es permitir que el tribunal colegiado pueda funcionar con el quórum mínimo legal.
Diariamente el Presidente de la Corte Suprema o de la Corte de Apelaciones debe preocuparse de la integración
de las salas de cada tribunal. Es función del presidente llamar al funcionario que debe integrar el tribunal, en el orden
que la ley establece (artículo 90, nº 2; y artículo 105, nº 1, Código Orgánico de Tribunales).

a) Integración de las Cortes de Apelaciones:

¿Cómo se va a completar el tribunal o la sala, en su caso, cuando falta alguno de los miembros titulares?. Según
el Código Orgánico de Tribunales la Corte o las Salas, en su caso, se integran en la forma siguiente (artículo 215, Código
Orgánico de Tribunales):

- 1º: Se puede llamar, cuando esto es posible, a Ministros no inhabilitados de la misma Corte de Apelaciones; es
decir, con ministros de otra sala de la misma Corte.

- 2º: Si esto no es posible, el reemplazo le corresponde al Fiscal Judicial o los Fiscales Judiciales, en su caso,
también en la medida que es posible y por el orden de antigüedad de ellos.

- 3º: Debe recurrirse a los Abogados Integrantes de la respectiva Corte. Cada Corte de Apelaciones tiene un
número variable de abogados integrantes y son llamados de acuerdo al orden de designación en la lista de
nombramiento (esto es lo normal).
b) Integración de la Corte Suprema:

Respecto de la Integración de la Corte Suprema, hay que distinguir si los miembros impedidos de actuar son
menos de la mayoría o si son más de la mayoría.

- Si el impedimento afecta a menos de los miembros de la mayoría de la sala, se aplica la misma regla de la
Corte de Apelaciones (artículo 217, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales):

o 1º: Se llama a integrar, en la medida de lo posible, a los Ministros no inhabilitados de la misma Corte
(de otra sala).
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o 2º: Si lo anterior no es posible, se llama al Fiscal Judicial de la Corte Suprema.

o 3º: Si tampoco esto es posible, se llama a los Abogados Integrantes, también según el mismo orden de
designación de su nombramiento.
Estos abogados integrantes de la Corte Suprema son llamados de acuerdo a la especialidad de
las salas; de acuerdo a la especialización del abogado (artículo 217, Código Orgánico de Tribunales).

- Si el impedimento afecta a más de la mayoría de sus miembros, se va a integrar llamando a los ministros de la
Corte de Apelaciones de Santiago, por orden de su antigüedad hasta que se complete el quórum mínimo
(artículo 218, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
* Abogados Integrantes:

Estos Abogados Integrantes, antes que nada, son funcionarios que no forman parte del Poder Judicial y que son
nombrados por el Presidente de la República para integrar una sala de la Cortes de Apelaciones o de la Corte Suprema,
en el caso que alguno de los miembros titulares de estos tribunales no puedan cumplir sus funciones, con la finalidad
que estos tribunales tengan su mínimo para poder funcionar. Esta es la única función que cumplen.
De acuerdo al artículo 219 del Código Orgánico de Tribunales, estos abogados integrantes son designados por
el Presidente de la República según las reglas que aquí se contienen:

- En el caso de la Corte de Apelaciones el nombramiento es anual, y se hará en el mes de enero de cada año.
- En el caso de la Corte Suprema, el nombramiento se hace cada tres años, y se hará en el mes de enero en que
comienza el trienio respectivo.

El número de abogados integrantes es variable según la Corte. Ejemplos: La Corte Suprema cuenta con doce
abogados; la Corte de Apelaciones de Concepción tiene nueve. El máximo de abogados integrantes la tiene la Corte de
Apelaciones de Santiago, con 15 abogados; y las que menos tienen (ejemplo: Chillán) cuentan sólo con tres abogados
integrantes.
Para los efectos del nombramiento, en el mes de diciembre, la propia Corte de Apelaciones debe confeccionar
una lista de abogados, también de composición variable, según lo que la ley indique (artículo 219, inciso 2º, Código
Orgánico de Tribunales). Esta lista la Corte de Apelaciones la remite a la Corte Suprema y este tribunal confeccionará
las ternas con estos abogados (confeccionará tantas ternas como sean los cargos a llenar, por ejemplo, la Corte de
Concepción con nueve ternas). Posteriormente, el Presidente de la República elige uno de cada terna.
En el caso de la Corte Suprema, la situación es parecida. La propia Corte Suprema forma la lista en el mes de
diciembre en que termine el trienio que corresponde con 45 nombres de abogados, posteriormente la misma Corte
confecciona las ternas (doce ternas en total), y el Presidente de la República elegirá uno de esa terna.
Estos abogados integrantes deben cumplir algunas condiciones (requisitos comunes para todos los casos:

 Residencia en la misma ciudad donde funcione la Corte.

 Debe cumplir los mismos requisitos para ser ministros de la respectiva Corte, con excepción del requisito del
límite de edad que establece la Constitución.

 Estos abogados integrantes deben haberse destacado en la respectiva actividad profesional o universitaria.

 Por último, tienen que tener cierto tiempo de ejercicio profesional. En el caso de la Corte de Apelaciones hay
que tener a lo menos doce años de ejercicio profesional, y en el de la Corte Suprema quince años como mínimo.

Estos abogados integrantes perciben una remuneración, a diferencia de otros miembros del Poder Judicial que
eventualmente son llamados a integrar una Corte (fiscal judicial, etc.); y esta remuneración es por cada audiencia que
el abogado concurra. Esta remuneración es equivalente a una treintava parte de la remuneración mensual de un
ministro titular, por cada audiencia que concurran.
En la Corte Suprema es importante considerar que los abogados integrantes, dado el actual sistema que hay en
la Corte Suprema, una vez que son nombrados por el Presidente de la República y considerando la especialidad de
estos abogados, la propia Corte determina la o las salas que deben integrar de preferencia, de acuerdo a la
especialidad de las materias (artículo 217, inciso 3º, Código Orgánico de Tribunales).

8.- Inhabilidades de los magistrados:

Los magistrados, como persona y no como órgano jurisdiccional, pueden tener en determinados momentos
ciertos impedimentos para ejercer la jurisdicción. Esto se traduce en que ese magistrado pierde su competencia para
conocer de una determinada causa en la cual incida la inhabilidad.
Esto no significa que el tribunal al que pertenece ese magistrado, como órgano jurisdiccional, sea
incompetente. El asunto judicial seguirá radicado en el mismo tribunal.

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A este respecto, la ley establece causales que hacen que un magistrado pueda perder a título personal la
competencia, estas son causales subjetivas, no afectan nunca al órgano jurisdiccional.
Estas inhabilidades están conformadas por las IMPLICANCIAS y RECUSACIONES, que se pueden hacer valer en
contra de los magistrados a título personal.
Las implicancias y recusaciones están reguladas en los artículo 194 y siguientes del Código Orgánico de
Tribunales.
* Concepto de Implicancias y Recusaciones: Se trata de “medios que la ley establece para los efectos de que, tanto los
magistrados como también los funcionarios judiciales, pierdan sus atribuciones para intervenir en el conocimiento de un
determinado asunto judicial por afectar alguna causal que establece la misma ley”.
En cualquier caso que se pretenda inhabilitar al juez hay que fundar la inhabilidad en alguna causal que
establece la ley.
* Fundamento de las Implicancias y Recusaciones:

Se debe a que, por una parte, los magistrados tiene que ser siempre imparciales cuando conocen y juzgan un
asunto y no pueden estar influenciados; y, por otro lado, desde el punto de vista de las partes, estas implicancias y
recusaciones, permiten mantener la igualdad de los litigantes frente a los tribunales.
El magistrado perdería la imparcialidad es uno de estos casos, por ello el legislador trata de evitar esto y lo que
trata de obtener es el prestigio de la justicia (que los jueces fallen estrictamente apegados a la ley).

* ¿A quiénes se aplican estas causales?:

Esta es materia regulada en los artículo 194 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales, titulado “de la
implicancia y recusación de los jueces y de los abogados integrantes”. Pero se aplica en general a todos los
magistrados, unipersonales y colegiados, también se aplica a los ministros de Corte, y también se aplica a otros
funcionarios judiciales (funcionarios auxiliares de la administración de justicia: los jueces árbitros, a los peritos cuando
deban intervenir, etc.).

* Diferencias entre las implicancias y recusaciones:

Existen diferencias entre las implicancias y recusaciones no obstante que ambas son causales de inhabilidad.
El artículo 195 establece las causales de implicancia, que son más graves (ejemplo: ser el juez parte en el pleito
o tener en él interés personal, etc.); y el artículo 196 establece las causales de recusación (ejemplo: ser el juez
ascendiente o descendiente ilegítimo, hermano o cuñado legítimo o natural del abogado de alguna de las partes, etc.).
Las diferencias más importantes son:

a. Las implicancias son irrenunciables, porque son de orden público. En cambio las causales de recusación pueden
ser renunciadas por estar al beneficio de las partes.

b. Las implicancias deben declararse de oficio por el tribunal, sin perjuicio que esto pueda ser solicitado por las
partes. Las recusaciones, por lo general, se hacen valer normalmente a petición de parte interesada.

c. Aquellos magistrados que se ven afectados por alguna causal de implicancia y que fallan un asunto con
manifiesta implicancia cometen delito, porque lo que está en juego es el orden público. Esto no sucede en las
causales de recusación, porque pueden ser renunciadas.

d. Las causales de implicancia constituyen de por sí una causal de casación, basta que el magistrado esté
comprendido en alguna causal de implicancia para que la sentencia que dicte pueda ser anulada. En cambio, en
el caso de la recusación, para que la sentencia pueda ser anulada, la causal tiene que haberse declarado por el
tribunal, o bien estar pendiente su tramitación.

e. Los tribunales que conocen de una y otra (implicancias y recusaciones) son distintos.

f. Las causales de implicancia revisten mayor gravedad que las de recusación.

* ¿Cómo se hacer valer las implicancias y recusaciones?

- En el caso de las Implicancias, el juez la puede hacer de oficio desde el momento mismo que detecta que la
causal se produce, o bien a petición de parte (artículo 200, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 200, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “La implicancia de los jueces puede y debe ser
declarada de oficio o a petición de parte”.

El magistrado tiene la obligación de declararse de oficio inhabilitado, si el juez falla comete delito.
Naturalmente que las partes podrían pedir la declaración de implicancia si el juez no advierte de inmediato la
causal de inhabilidad (eso no impide que las partes lo hagan valer).

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- En el caso de las Recusaciones, la regla general es que se haga valer a petición de parte interesada y
excepcionalmente de oficio.

Para estos efectos, los magistrados cuando advierten que pueden estar afectados por una inhabilidad lo
dejan constancia en el proceso (artículo 199, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 199, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los jueces que se consideren comprendidos
en alguna de las causas legales de implicancia o recusación, deberán tan pronto como tengan noticia de
ello, hacerlo constar en el proceso, declarándose inhabilitados para continuar funcionando, o pidiendo
se haga esta declaración por el tribunal de que formen parte”.

Si se trata de recusaciones, las partes podrían aceptar esta declaración de inhabilidad (constancia) que
el juez hace, o bien no decir nada, para ello hay un plazo de 5 días, si excede el plazo se considera que ha
renunciado.

En cualquier caso, tanto en las causales de implicancia y recusación, las reclamaciones que se hagan en juicio
dan origen a incidentes que deben ser tramitados por las reglas que la ley establece.
Cabe recordar que estas causales, también son aplicables a los abogados integrantes de la Corte Suprema y de
las Cortes de Apelaciones. Cuando se solicita o se alega la inhabilidad de los abogados integrantes, la ley señala que
pueden ser inhabilitados sin expresión de causa por los abogados o procuradores de las partes. Esto se hace valer por
medio del relator pertinente (artículo 198, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
Esta recusación, en el caso de los abogados integrantes, tiene que ser antes de la audiencia en la cual
corresponda que se vea la causa de que se trate. Además la parte debe pagar un impuesto (fiscal). Monto que es
variable si se trata de un abogado integrante de la Corte Suprema o de las Cortes de Apelaciones (artículo 198, inciso
final, Código Orgánico de Tribunales).

* ¿Qué tribunal conoce de estas inhabilidades?

a) En el caso de las Implicancias:

Si se trata de un tribunal unipersonal, es el propio tribunal el que debe conocer de la misma; serán los mismos
jueces que tendrán que pronunciarse (artículo 202, Código Orgánico de Tribunales).
Si se trata de miembros de tribunales colegiados, conoce de la implicancia el mismo tribunal pero con exclusión
del o los miembros de cuya implicancia se trata (artículo 203, Código Orgánico de Tribunales).

b) En el caso de las Recusaciones:


La regla general es que es competente para conocer estas inhabilidades el tribunal superior jerárquico
inmediato, salvo en el caso de los miembros de la Corte Suprema, en cuyo caso le corresponde conocer a la Corte de
Apelaciones de Santiago (artículo 204, Código Orgánico de Tribunales).
En el caso de las inhabilidades de los árbitros (recusación en contra de jueces árbitros), es competente para
conocer de ellas el juez letrado ordinario donde se siga el juicio arbitral (artículo 204, inciso 4º, Código Orgánico de
Tribunales).

- “La recusación amistosa”:

Procedimiento bastante especial que tiene lugar antes que se pida una recusación, antes de alegarla
formalmente ante el tribunal competente. En este caso, la ley señala que podrá el recusante ocurrir al mismo recusado
exponiéndole la causal de fundamento a esta recusación y señalándole que sea declarada sin más trámite (artículo 124,
inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Si no se acepta esto, o si se rechaza esta solicitud, podrá deducirse la recusación ante el tribunal
correspondiente (artículo 124, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

¿Qué pasa si se acepta la recusación o la implicancia?. Si se declara judicialmente la inhabilidad, el asunto


judicial sigue siendo de competencia del mismo tribunal porque la incompetencia se debe fundar exclusivamente en los
factores de la cuantía, materia y fuero. No se puede declarar la incompetencia en un factor personal del juez.
Si el juez letrado a título personal está inhabilitado, significa que hay otro magistrado y nada más. Ahí operan
las reglas de subrogación.
En el caso de los tribunales colegiados, hay que reemplazarlo, y aquí operan las reglas de la integración; y si se
inhabilitan a todos los ministros, opera la subrogación de la Corte.
9.- Tribunales Especiales:

Se contemplan en el artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales. Este artículo es el principal en esta materia.
Estos tribunales existen porque el legislador ha estimado necesario quitarle competencia a los tribunales
ordinarios, considerando la naturaleza o especialidad del asunto judicial. Dentro de estos tribunales, hay algunos que
forman parte del Poder Judicial y otros no.
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Forman parte del Poder Judicial, como tribunales especiales:

• Los Juzgados de Letras de Menores.


• Los Juzgados de Letras del Trabajo.
• Los Tribunales Militares en tiempo de paz.

Existen otros tribunales especiales que no forman parte del Poder Judicial, que la ley establece en forma
genérica. Ejemplo: Juzgados de Policía Local, tribunales aduaneros, etc.
La particularidad de estos tribunales es que se rigen cada uno por su propia ley, que constituye su estatuto
jurídico. Esto significa que esas leyes especiales establecen las atribuciones y la organización de cada una de estos
tribunales en particular. Y se les aplicarán las normas del Código Orgánico de Tribunales en todos aquellos casos no
regulados en las leyes especiales.

I. TRIBUNALES DE MENORES:

El estatuto de los Tribunales de Menores, según el artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales, es la ley
16.618 que fija el texto definitivo de la ley de menores (Apéndice del Código Orgánico de Tribunales).
Esta ley es de carácter general en materia de menores, no sólo está referida a la judicatura de menores, sino
que además hay reglas sustantiva y de procedimiento.
Los artículos 18 y siguientes de la ley 16.618 establecen “la judicatura de menores, su organización y
atribuciones”.
El mismo artículo 18 se encarga de ratificar la norma del artículo 5º del Código Orgánico de Tribunales al
señalar que los tribunales de menores forman parte del Poder Judicial y se regirán por lo dispuesto en la ley, además en
la ley sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias y, por último, también se rigen por las normas
pertinentes del Código Orgánico de Tribunales relativas a los jueces letrados que no se opongan a estas leyes
especiales.
Estos tribunales tienen, en general, una organización similar a la que tienen los Juzgados de Letras. Los
funcionarios fundamentales que tienen estos tribunales son: el Juez de Letras de Menores y el Secretario, cada uno con
las mismas atribuciones de los Juzgados de Letras.
Además existen otros funcionarios importantes. Por ejemplo, los Asistentes Sociales, encargados de evacuar los
informes sociales que el tribunal les pida en la causa que corresponde; y los Receptores, visitadores propios del tribunal
encargados de practicar las notificaciones.

* Competencia de los Tribunales de Menores (artículo 26 de la ley 16.618):

Fundamentalmente conocen de los siguientes asuntos:

a) Determinan a quién le corresponde la tuición de los menores.

b) Conocer de las demandas de alimentos deducidas por menores de edad, o bien por el cónyuge del alimentante
cuando solicite alimentos conjuntamente con los hijos menores.

c) Autorizar la adopción cuando el adoptado sea también menor.

d) Nombrar guardadores a menores de edad cuando se requiera.

e) Les corresponde también conocer de todos los asuntos en que aparezcan menores de edad inculpados de
crímenes, simples delitos o faltas.
Esto no significa que si un menor de edad comete un crimen se denuncia a los tribunales de menores,
sino que antes el juez ordinario pide al juez de menores una “declaración de discernimiento” a aquellos
menores de edad (mayores de 16 años y menores de 18). Si se declara que tiene discernimiento se pode a
disposición de los tribunales ordinarios (artículo 28, Ley 16.618).

Los jueces de menores tienen por territorio jurisdiccional la comuna que corresponda que la ley indica o, en su
caso, la agrupación de comunas. En este sentido son similares a los jueces letrados.
Todos los asuntos relativos a menores que ocurran dentro de la comuna o agrupación de comunas son de
competencia del Juzgado de Menores. En el caso que no haya Juzgado de Menores, en este caso todos los asuntos que
son de competencia de estos jueces serán conocidos por el juez letrado ordinario.
En los juicios de menores sólo serán admisibles los recursos de apelación y de queja, sin perjuicio del recurso de
reposición, en su caso (artículo 36, Ley 16.618).

II. JUZGADOS DE POLICIA LOCAL:

Estos tribunales especiales no forman parte del Poder Judicial y también se rigen por su estatuto propio que
viene a ser en este caso la ley 15.231 (del 23 de mayo de 1978), de Organizaciones y Atribuciones de los Juzgados de

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Policía Local; y la ley 18.287 que establece el Procedimiento aplicable. De manera que estas dos leyes son
complementarias, a diferencia de lo que ocurre con los jueces de menores.
Estos tribunales tienen una particularidad en el sentido de que desde el punto de vista de su organización son
tribunales municipales. Dependen de la municipalidad que corresponda y funcionan en locales que son municipales. No
están dentro del escalafón del Poder Judicial.
En cuanto a su remuneración los funcionarios de estos tribunales son con cargo a los fondos de la
municipalidad.
El personal que atiende a estos tribunales figura en la planta de los empleados municipales y se rigen por tanto
por el estatuto administrativo como por la ley 15.231.
Estos tribunales deben su razón de existencia al hecho de que se crearon fundamentalmente para conocer de
todas las infracciones de la normativa del tránsito y esa constituye la competencia fundamental de estos tribunales.

* Competencia de los Juzgados de Policía Local:

La competencia está establecida en los artículos 12 y siguientes de la ley 15.231 de Organización y Atribuciones
de los Juzgados de Policía Local.

Principalmente la competencia de estos Juzgados de Policía Local son las siguientes:

a) Fundamentalmente esta competencia está referida a infracciones de la Ley de Tránsito (Ley 18.290).

b) Infracciones a ordenanzas o reglamentos de la alcaldía.

c) El conocimiento de las faltas penales que no son de competencia de los tribunales ordinarios.

10.- Abogados y auxiliares de la Administración de Justicia:

A) Los Abogados:

Están regulados en el Código Orgánico de Tribunales en los artículos 520 y siguientes.


Toda la organización de los tribunales descansa sobre la figura del Abogado. Los abogados, aún cuando no son
propiamente auxiliares de la administración de justicia, tienen gran importancia, porque son quienes defienden en juicio
los derechos de las partes.
El artículo 520 del Código Orgánico de Tribunales los define y dice que “los abogados son personas revestidas
por la autoridad competente de la facultad de defender ante los Tribunales de Justicia los derechos de las partes
litigantes”.
Esta definición es incompleta, porque se refiere únicamente a una determinada función de las muchas que
puede cumplir el abogado. La señalada es la función más característica que cumplen los abogados. Por ejemplo, un
abogado puede cumplir la función de consultoría jurídica, lo que no implica intervenir en pleitos; la magistratura; etc.
¿Porqué se justifica la intervención del abogado en los pleitos tal como lo señala el Código?. En el sistema
chileno hay varios fundamentos:

 Porque los abogados le facilitan al juez el conocimiento de las cuestiones jurídicas controvertidas (es un trabajo
que facilita la tarea del juez). Eso supone ya un estudio previo de cada asunto determinado.

 Porque en el sistema chileno la actividad de los tribunales se rige por el principio de la pasividad, eso significa
que los tribunales no pueden dar inicio de oficio al proceso, así como tampoco pueden darle curso o tramitarlo
de oficio. Para romper este principio de pasividad se precisa de un impulso procesal. Los abogados, en esta
materia, cumplen una tarea fundamental, debido a que tienen los conocimientos suficientes para darle este
impulso. Se supone que los abogados conocen mejor que nadie el derecho (los procesos son de carácter técnico
y señala cuestiones de derecho porque se trata de aplicar la ley en un caso concreto).

 En el sistema chileno la ley exige directamente la intervención de un abogado (Ley 18.120 de Comparecencia
en Juicio). Se aplica a todos los juicios, contenciosos o no contenciosos, y ante toda clase de tribunales. Toda
gestión judicial debe ser patrocinada por un abogado habilitado. Esto está referido a la defensa de los derechos
en juicio (las personas no se pueden defender por sí solas).

* Requisitos para ser abogado (artículo 523, Código Orgánico de Tribunales):

Para poder ser abogado se requiere:

- Tener veinte años de edad.


- Tener el grado de licenciado en Ciencias Jurídicas otorgado por una Universidad, en conformidad a la ley.
- No haber sido condenado ni estar actualmente procesado por crimen o simple delito que merezca pena
aflictiva.

102
- Antecedentes de buena conducta. Estos los puede requerir la Corte Suprema mediante las averiguaciones que
ella estime oportuna y necesaria.
- Haber cumplido satisfactoriamente una práctica profesional por seis meses en las corporaciones de asistencia
judicial a que se refiere la Ley No. 17.995, circunstancia que deberá acreditarse por el Director General de la
respectiva Corporación.

Reunidos estos cinco requisitos, el candidato a abogado está en condiciones de solicitar su título profesional a la
Corte Suprema, lo que se hace mediante una solicitud escrita donde acompañará los documentos acreditando los
requisitos anteriores. Estos documentos son:

• Certificado de Nacimiento.
• Certificado correspondiente otorgado por la Universidad.
• Extracto de Filiación de la persona.
• Acreditar su buena conducta, mediante dos testigos.
• Certificado que da el director de la respectiva Corporación de Asistencia Judicial.

Este último requisito tiene una particularidad si los postulantes son funcionarios del Poder Judicial. Esta
obligación de la práctica se entiende cumplida por aquellos funcionarios o empleados del Poder Judicial por el hecho de
haber desempeñado sus funciones durante 5 años. A estos funcionarios la ley los dispensa de realizar la practica en el
entendido que dichos funcionarios se hayan desarrollado en el escalafón del Poder Judicial.
La Corte Suprema puede disponer de cualquier medida para averiguar el cumplimiento de estos requisitos,
especialmente en el caso de los averiguadores de la buena conducta.
Acreditados todos estos requisitos, la Corte Suprema les fija día y hora para otorgarles el título el que será
otorgado en audiencia pública en dicho tribunal. Para estos efectos debe reunirse el pleno de la Corte (formado por
todos los ministros) y el secretario (artículo 521, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 521, Código Orgánico de Tribunales: “El título de abogado será otorgado en audiencia pública por la
Corte Suprema reunida en tribunal pleno, previa comprobación y declaración de que el candidato reúne los
requisitos establecidos por los artículos 523 y 526”.

En la audiencia indicada, después que el postulante preste juramento de desempeñar leal y honradamente la
profesión, el presidente del tribunal, de viva voz, lo declarará legalmente investido del título de abogado (artículo 522,
inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).
De lo actuado en esta audiencia se deja constancia por el secretario en un libro que se llevará especialmente
con este objeto, en seguida se entregará al abogado el título o diploma que acredite su calidad de tal, firmado por el
presidente del tribunal, por los ministros asistentes a la audiencia respectiva y por el secretario.
Ciertas actuaciones que son desempeñadas en tribunales solamente la pueden desarrollar los abogados.
El procurador judicial puede ser el mismo abogado patrocinante, vale decir como encargado de la defensa y
hacer las distintas presentaciones ante los tribunales.
Tratándose de las defensas orales ante los tribunales de justicia solamente las puede efectuar el abogado (esto
es aplicable desde luego a los alegatos ante las Cortes). Los alegatos sólo pueden hacerse por un abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión; sin embargo, excepcionalmente también podrán alegar los postulantes que se
encuentren realizando su practica judicial en la Corporación de Asistencia Judicial.

Art. 527, Código Orgánico de Tribunales: “Las defensas orales ante cualquier tribunal de la República sólo
podrán hacerse por un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión. No obstante, los postulantes que
estén realizando su práctica para obtener el título de abogado en las Corporaciones de Asistencia Judicial
creadas por la Ley No. 17.995, podrán hacer tales defensas ante las Cortes de Apelaciones y Marciales en favor
de las personas patrocinadas por esas entidades. Para estos fines el representante de ellas deberá otorgar al
postulante un certificado que lo acredite como tal”.
* Los Abogados habilitados para el ejercicio de la profesión. En primer lugar es importante destacar que no basta o no
es suficiente que la persona tenga el título de abogado, sino que es indispensable que éste se encuentre habilitado para
el ejercicio de la profesión. El abogado habilitado es aquel que no tiene algún impedimento para el ejercicio de su
profesión (es aquel que no está suspendido del ejercicio profesional, que no ha sido objeto de esta medida disciplinaria
o sujeto a condena).
Todos los abogados tienen que pagar una patente municipal dos veces al año, en la Municipalidad respectiva,
que corresponde al domicilio del abogado.
Entonces, el abogado habilitado es aquel que no sólo tiene impedimentos para ejercer, sino que también
estuviese al día en el pago de su patente municipal (obligación contenida en la ley de rentas municipales). Esto último
es discutible porque este pago de patente no está señalado en la ley como una condición para poder ejercer. La propia
ley de rentas municipales establece que el no pago de esta patente trae como sanción una multa.

B) Auxiliares de la Administración de Justicia:

Este tema está contenido en el Título X del Código Orgánico de Tribunales (artículos 350 y siguientes).

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1) La Fiscalía Judicial:

La Fiscalía Judicial antiguamente se denominaba “Ministerio Público”. Hoy toda referencia a éste último
organismo debe entenderse a la Fiscalía Judicial, esto para diferenciar a la Fiscalía del actual Ministerio Público, el que
es un organismo que cumple funciones dentro del procedimiento legal. Este organismo interviene en la investigación de
los delitos a través de los fiscales del Ministerio Público y conforme al nuevo procedimiento penal (reemplaza la función
que cumplían los antiguos jueces del crimen).
La Fiscalía Judicial es un órgano auxiliar de la administración de justicia que tiene por misión representar ante
los tribunales de justicia los intereses generales de la sociedad.
¿Quiénes componen la Fiscalía Judicial?. La Fiscalía Judicial, de acuerdo con el artículo 350 del Código Orgánico
de Tribunales, es ejercido por el fiscal judicial de la Corte Suprema, que será el jefe del servicio, y por los fiscales
judiciales de las Cortes de Apelaciones, los cuales forman un escalafón jerárquico.
Los fiscales judiciales pueden actuar como parte principal de un juicio, como tercero o como auxiliar de la
administración de justicia (artículo 354, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 354, Código Orgánico de Tribunales: “Los fiscales judiciales obran, según la naturaleza de los negocios,
o como parte principal, o como terceros, o como auxiliares del juez”.

En general debe ser oída en ciertos casos que la ley señala. Esto significa que a los fiscales judiciales les
corresponde evacuar informes en aquellos asuntos que deben ser oídos.
Esto de ser oídos significa que debe emitir una opinión sobre el asunto judicial de que se trata. Ejemplo: juicios
de estado civil de las personas; juicios de responsabilidad civil de los jueces; ciertas contiendas de competencia; y en
general, en todo negocio respecto del cual las leyes prescriban expresamente la audiencia o intervención del ministerio
público.
Estas funciones son independientes de los tribunales y en estos informes los fiscales establecen las
conclusiones que estime ajustadas a derecho.
La intervención de estos fiscales judiciales puede ser solicitada en todos aquellos casos que los tribunales lo
estimen conveniente.
Los fiscales judiciales gozan de inamovilidad y tienen el mismo tratamiento que los magistrados (artículo 352,
Código Orgánico de Tribunales).

Art. 352, Código Orgánico de Tribunales: “Los fiscales judiciales gozan de la misma inamovilidad que los
jueces, tienen el tratamiento de Señoría y les es aplicable todo lo prevenido respecto de los honores y
prerrogativas de los jueces por los artículos 308 y 309”.

Tratándose de la primera instancia en la tramitación, se suprimió la intervención de la Fiscalía Judicial


(antiguamente llamado Ministerio Público). Actualmente la Fiscalía Judicial está abocada a negocios de segunda
instancia.
2) Los Defensores Públicos:

Regulados en los artículos 365 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.


Estos auxiliares de la administración de justicia tienen por función defender, ante los tribunales, los derechos e
intereses de los menores, de los incapaces, y de las personas ausentes (que han salido de Chile).
Esta intervención, que es la fundamental del defensor público, se debe a la incapacidad o especial situación en
que estas personas se encuentran y que les impide desempeñarse adecuadamente por sí mismos.
La ley dice que al menos debe haber un Defensor Público en cada territorio jurisdiccional de un juzgado de
letras (artículo 365, Código Orgánico de Tribunales) y, precisamente, le corresponde actuar ante los juzgados de la
respectiva comuna.
Una de las funciones principales que cumplen los defensores públicos es la de dictaminar o evacuar informes o
“vistas”, en que a través de ellos manifiestan su parecer en relación a un determinado asunto judicial. Sin embargo,
esta opinión no es de ninguna manera obligatoria para los tribunales.
Hay casos en que estos defensores públicos deben actuar en forma obligatoria y en otros casos en que es
facultativo pedir la opinión. Los casos obligatorios los señala el artículo 366 del Código Orgánico de Tribunales y los
casos de intervención facultativa se indican en el artículo 369 del mismo Código.
Dentro de los casos de intervención obligatoria, podemos citar los siguientes:

a) En los juicios que se susciten entre un representante legal y su representado.


b) Tratándose de los actos de los incapaces en general.

Independientemente pueden cumplir otras funciones distintas. Por ejemplo, la función de representación
judicial. Pueden tener la representación de ciertas personas incapaces, o ciertos ausentes (artículo 367, inciso 1º,
Código Orgánico de Tribunales).
3) Los Relatores:

Se encuentran regulados en los artículos 372 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
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La existencia de los relatores se debe o tiene su fundamento en el carácter colegiado de ciertos tribunales. En
los tribunales colegiados, por la composición del tribunal, es necesario que exista otro funcionario que le suministre el
conocimiento al tribunal del asunto, como una manera de hacer más expedita la administración de justicia. Con ello se
evita que los magistrados se pongan en conocimiento personalmente del asunto judicial; sin perjuicio que los propios
ministros entiendan necesario estudiar personalmente el proceso.
Las funciones fundamentales de los relatores las encontramos en el artículo 372 del Código Orgánico de
Tribunales. Según esta norma, a los relatores les corresponde:

- Dar cuenta diaria de todas las solicitudes (escritos) que se presenten con el carácter de urgente y en general de
los negocios que la Corte respectiva disponga. Esta “cuenta diaria” es para que la Corte resuelva.

- Poner al conocimiento de las partes o de sus abogados el nombre de las personas que van a integrar el tribunal,
en el caso a que se refiere el artículo 166 del Código de Procedimiento Civil.
Esto para que los abogados puedan hacer uso del derecho de inhabilitar a alguno de los miembros del
tribunal, particularmente en el caso de los abogados integrantes. Dicho de otro modo, las partes o sus
abogados a nombre de ellos tienen derecho a inhabilitar a los abogados integrantes; y esa información la da el
relator.

- Revisar los expedientes que se les entreguen y certificar que se encuentren en “estado de relación” . Esta
función es una de las fundamentales y significa que el relator debe verificar que estén todos los antecedentes
necesarios para que la Corte pueda entrar a conocer del asunto. Esta revisión se hace antes de que el asunto
ingrese a la tabla (es un requisito para que el asunto esté en tabla).
En síntesis, esta función significa que el relator tiene que ver:

o En primer lugar, que estén todos los tramites cumplidos.


o En segundo lugar, que los trámites estén acompañados de todos los documentos que sean necesarios
tener a la vista y relacionados con el asunto.
o Finalmente, que estén todos los cuadernos necesarios al expediente.

Si el asunto no está en estado completo, el relator informa al Presidente y la Corte adoptará las
providencias necesarias.
- Hacer relación de los procesos. Esta es función más importante de los relatores, y significa que debe informar a
los ministros del asunto judicial que deben conocer en forma metódica, objetiva y sin dar apreciaciones
personales con la finalidad que los ministros queden informados del asunto.
En esta relación se permite que estén presentes los abogados de las partes (antiguamente la relación
era privada).
- Anotar el mismo día de la vista de la causa los nombres de los ministros que hubieren concurrido a ella, si no
fuere despachada inmediatamente (si no se falla de inmediato). Esto es importantísimo para saber qué
ministros van a dictar la sentencia.

- Cotejar con los procesos los informes en derecho . Puede ocurrir que en la segunda instancia los tribunales
ordenen informar en derecho a petición de parte.
Los informes en derecho consisten en opiniones de juristas prestigiosos sobre alguna materia de
derecho que sea discutible o que sea de difícil solución. Opinión por escrito que hace un abogado y que se
agrega materialmente al proceso.
En este caso les corresponde a los relatores cotejar estos informes de derecho con los procesos
respectivos con la finalidad de verificar si están conformes o disconformes con los hechos del proceso.
4) Los Secretarios:

Se encuentran regulados en los artículos 379 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Los secretarios son los ministros de fe de los respectivos tribunales. Entre sus funciones (artículo 379 y 380):

- Les corresponde “autorizar” o dar fe de todas providencias, despachos y actuaciones que emanen de los
tribunales, y además les corresponde custodiar los procesos y todos los documentos del respectivo tribunal.
Esto último se refiere que éstos son los responsables de guardar todos los documentos que no se incorporen
materialmente al proceso (ejemplo: libros de contabilidad, cheques, letras de cambio, etc.).

- También deben practicar notificaciones por el estado diario.

- Deben dar copia y, en general, el conocimiento a cualquiera persona que lo solicitare de los procesos que
tengan archivados en sus oficinas, y de todos los actos emanados del tribunal, salvo los casos en que el
procedimiento deba ser secreto.

105
Estos secretarios tienen funciones generales y especiales. Las generales son aquellas que corresponden a todos
los secretarios de las cortes y juzgados (artículo 380, Código Orgánico de Tribunales); y las especiales sólo pertenecen
a los secretarios de determinados tribunales.

o Secretarios de los Juzgados de Letras: ellos harán al juez la relación de los incidentes y el despacho diario de
mero trámite, el que será revisado y firmado por el juez (artículo 381, Código Orgánico de Tribunales).
o Secretarios de los Juzgados del Crimen: ellos proveerán por sí solos las solicitudes de mera tramitación y
realizarán órdenes de citación a testigos o a inculpados (artículo 382, Código Orgánico de Tribunales).
o Secretarios de Cortes de Apelaciones que consten de una sola sala: ellos está obligados a hacer la relación de la
tabla ordinaria durante los días de la semana que acuerde el tribunal.
5) Los Receptores:

Los receptores se encuentran regulados en los artículos 390 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Según el artículo 390 del Código Orgánico de Tribunales, los Receptores son ministros de fe pública encargados
de hacer saber a las partes, fuera de las oficinas de los secretarios, los decretos y resoluciones de los Tribunales de
Justicia y de evacuar todas aquellas diligencias que los mismos tribunales les cometieren.
También a los receptores les corresponde intervenir en los procesos en la recepción de la prueba testimonial y
en la diligencia denominada absolución de posiciones (confesión de parte).
Para cumplir con sus funciones deben retirar de la Secretaría del tribunal los expedientes de los procesos.
Deben dejar constancia en el proceso de las actuaciones que practiquen.
El receptor actúa normalmente dentro del mismo territorio jurisdiccional del tribunal al cual está adscrito.
Excepcionalmente, con autorización del propio tribunal, puede realizar diligencias o podrá practicar las actuaciones en
otra comuna comprendida dentro del territorio jurisdiccional de la misma Corte de Apelaciones (artículo 391, Código
Orgánico de Tribunales). Con este trámite se evita confeccionar un exhorto.

Art. 391, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales: “Los receptores ejercerán sus funciones en todo el
territorio jurisdiccional del respectivo tribunal. Sin embargo, también podrán practicar las actuaciones
ordenadas por éste, en otra comuna comprendida dentro del territorio jurisdiccional de la misma Corte de
Apelaciones”.

6) Los Procuradores del Número:

Regulados en los artículos 394 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.


Todo procurador es un representante de parte ante los tribunales judiciales. Su función fundamental es
representar a las partes ante los tribunales superiores de justicia y muy especialmente ante la Corte Suprema. En Chile
las partes no pueden comparecer personalmente ante los tribunales de justicia.
Los Procuradores del Número, de acuerdo al artículo 394 del Código Orgánico de Tribunales, son oficiales de la
administración de justicia encargados de representar en juicio a las partes (son una especie de mandatarios judiciales).

7) Los Notarios:

Los Notarios están regulados en los artículos 399 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Son ministros de fe pública, encargados de autorizar y guardar en su archivo los instrumentos que ante ellos se
otorgaren; de dar a las partes interesadas los testimonios o copias que pidieren; y de practicar las demás diligencias
que la ley les encomiende.
Los Notarios tienen que actuar dentro del respectivo territorio jurisdiccional que les está asignado. Ningún
notario puede ejercer sus funciones fuera del territorio que se le ha sido asignado.
Entre sus funciones la más importantes es la de autorizar las escrituras públicas, las que son una especie de
instrumento público o auténtico, que se caracteriza por ser entregada por un notario público con las solemnidades
legales correspondientes e incorporadas a un protocolo o registro público (artículo 403, Código Orgánico de Tribunales).
Los Notarios efectúan protocolizaciones de documentos, esto significa el hecho de agregar un documento al
final del Registro de un Notario, a solicitud de parte (artículo 415, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

8) Los Conservadores:

Se encuentran regulados en los artículos 446 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Son ministros de fe encargados de llevar ciertos registros conservatorios de bienes raíces, de comercio, de
minas, de prenda agraria, de prenda industrial, etc. Esto se debe a que la transferencia de los inmuebles requiere dejar
constancia. Ejemplo: en el Registro de Comercio se deja constancia de las sociedades.
De acuerdo al artículo 447, hay un conservador en cada comuna o agrupación de comunas que constituya el
territorio jurisdiccional de juzgado de letras.
A estos le va a corresponder practicar las inscripciones que ordenan las leyes en sus respectivos registros y dar
las copias y certificados que se soliciten.

9) Los Archiveros:

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Se hallan regulados en los artículos 453 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.
Los Archiveros son ministros de fe pública y su función primordial es la de custodiar los documentos que la ley
señala. Son los procesos judiciales terminados o cumplidos, de los tribunales de la jurisdicción (de los jueces de letras
que existen en la comuna o agrupación de comunas y de los jueces árbitros de ese mismo territorio).
También se archivan los protocolos de las escrituras públicas de los notarios.
A estos archiveros también les corresponde dar copias a las partes interesadas de los documentos que existen
en ese archivo (artículo 455, nº 4, Código Orgánico de Tribunales).

10) Los Asistentes Sociales Judiciales:

Regulados en los artículos 457 del Código Orgánico de Tribunales.


Son auxiliares de la administración de justicia cuya función es la de informar a los tribunales de justicia acerca
de los aspectos sociales, económicos, ambientales, educacionales y demás que se requieran en relación a las partes o a
hechos y situaciones que han provocado el juicio (artículo 457, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Es muy común en los Juzgados de Menores. En cada juzgado especial de menores debe haber por lo menos un
asistente social judicial (artículo 457, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).

11) Los Bibliotecarios Judiciales:

Los Bibliotecarios Judiciales se encuentran regulados en el artículo 457 bis del Código Orgánico de Tribunales,
introducido por la ley 19.390.
Este artículo señala que los bibliotecarios judiciales son auxiliares de la administración de justicia cuya función
es la custodia, mantenimiento y atención de la Biblioteca de las Cortes en que desempeñen sus funciones.

12) Los Administradores de tribunales con competencia en lo criminal:

Se encuentran regulados en los artículos 389 A al 389 G, del Código Orgánico de Tribunales.
Son creación de la Reforma Procesal Penal. Son funcionarios auxiliares de la administración de justicia
encargados de organizar y controlar la gestión administrativa de los tribunales orales en lo penal y de los juzgados de
garantía (artículo 389 A, Código Orgánico de Tribunales). Estos tribunales no tienen secretarios.
Sus funciones son la de administrar con la finalidad que estos tribunales funcionen (la distribución del personal,
evaluar al personal a su cargo, la distribución de causas, llevan la contabilidad y administran la cuenta corriente del
tribunal, etc,).
Para ser administrador de un tribunal con competencia en lo criminal no se requiere ser abogado, pero sí debe
poseer un título profesional relacionado con las áreas de administración y gestión, otorgado por una universidad o por
un instituto profesional (artículo 389 C, Código Orgánico de Tribunales).

SEGUNDA UNIDAD: DERECHO PROCESAL FUNCIONAL (TEORIA GENERAL DEL PROCESO Y REGLAS COMUNES A
TODO PROCEDIMIENTO)

I. INTRODUCCION

1.- El Derecho Procesal Funcional:

El Proceso constituye el medio a través del cual los tribunales de justicia (que son los terceros imparciales)
solucionan los conflictos. El Proceso es el medio más perfecto o idóneo para solucionar conflictos jurídicos, porque es la
forma que da mejores posibilidades a los litigantes para hacer valer sus derechos
El Proceso se puede tramitar en base a distintas reglas que son las que constituyen los procedimientos (el
procedimiento es el conjunto de reglas que regulan el Proceso). Los procesos no se sustancian siempre de la misma
manera.
La aplicación de un procedimiento no puede ser entregada a alguna de las partes. El procedimiento se debe
aplicar objetivamente dependiendo de la naturaleza de la acción que se deduzca.
La fuente inmediata y directa del procedimiento es el Código de Procedimiento Civil, que no es la única, hay
leyes procesales complementarias.

El Derecho Procesal Funcional lo podemos definir como aquella rama del Derecho Procesal que estudia las
normas de procedimiento a que deben someterse tanto los tribunales como las personas que concurren ante ellos
planteando pretensiones procesales. El Derecho Procesal Funcional admite varias subclasificaciones, porque el
procedimiento no es uno sólo. Ejemplo: Derecho Procesal Civil, Derecho Procesal Penal, etc.

2.- Estructura del Código de Procedimiento Civil:

El Código de Procedimiento Civil está estructurado en 4 libros, 925 artículos y un título final. Cada uno de estos
cuatro libros se divide a su vez en títulos, y algunos de estos en párrafos.

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En cuanto al ámbito de aplicación, podemos decir que considerando el tenor del artículo 1º del Código de
Procedimiento Civil, actualmente las disposiciones se aplican a todas las contiendas civiles entre partes
(excepcionalmente también se pueden regir por el Código de Procedimiento Civil los asuntos penales) y a los actos
judiciales no contenciosos en que la ley exige la intervención de los tribunales.
Si bien los procedimientos penales se rigen por el Código de Procedimiento Penal, el Código de Procedimiento
Civil no deja de tener aplicación en tal materia, pues el artículo 43 del Código de Procedimiento Penal hace aplicable a
los procesos criminales las disposiciones comunes a todo procedimiento contenidas en el libro I del Código de
Procedimiento Civil, en todo aquello que no se oponga al Código de Procedimiento Penal.
El Código de Procedimiento Civil regula en forma metódica y ordenada el procedimiento de las contiendas
civiles entre partes y los actos de jurisdicción no contenciosa cuyo conocimiento corresponda a los tribunales de
justicia.

Los Libros del Código de Procedimiento Civil son los siguientes:

A) Libro Primero: Disposiciones Comunes a todo Procedimiento: Aquí se aplican todos los procedimientos sin distinción
alguna, incluso los penales. En el Libro Primero se contienen normas básicas, de aplicación general, rigen para toda
clase de procedimientos.
Se incluyen materias importantes como todo lo relativo a las partes, la forma de comparecer en juicio, las
partes indirectas, terceros, las actuaciones judiciales, los plazos, las notificaciones, los incidentes, los mandatos
judiciales, etc.

B) Libro Segundo: Del Juicio Ordinario: El Libro Segundo es importante porque, en primer lugar, si la acción deducida
en la demanda no tiene establecida una tramitación especial, debemos aplicar las disposiciones del Libro Segundo, se
trata del “juicio tipo” o juicio básico.
Además es importante porque no obstante que un procedimiento sea especial (distinto del juicio ordinario) se
pueden llegar a aplicar las normas pertinentes del Libro Segundo en todas aquellos trámites que no estén
expresamente regulados dentro de las normas de procedimiento especial. Ejemplo: dentro del procedimiento ejecutivo
o dentro del juicio sumario no se contienen normas respecto a la forma de la declaración de testigos, luego en eso se
aplican las normas pertinentes del Libro Segundo, según lo que dice el artículo 3º del Código de Procedimiento Civil.

Art. 3º, Código de Procedimiento Civil: “Se aplicará el procedimiento ordinario en todas las gestiones,
trámites y actuaciones que no estén sometidos a una regla especial diversa, cualquiera que sea su naturaleza”.

C) Libro Tercero: De los Juicios Especiales: Se reglamentan una serie de procedimientos cuya tramitación es distinta a
los juicios ordinarios. El asunto tiene un procedimiento especial dependiendo de la naturaleza de la acción deducida.
Dentro de estas reglas destacan el juicio ejecutivo, el juicio sumario, etc.
Cabe señalar que en este Libro Tercero no están todos los procedimientos especiales, pero sí los más
importantes. Por ejemplo, el procedimiento de menores está contenido en la Ley de Menores.

D) Libro Cuarto: De los Actos Judiciales No Contenciosos: El Libro Cuarto se aplica en aquellos casos en que no se
promueve contienda entre partes (normas para juicios donde no hay contienda).
El Libro Cuarto está subclasificado de la siguiente manera:

- En el Título I, que contiene disposiciones generales para todos los actos judiciales no contenciosos.
- En los títulos siguientes, donde se reglamentan algunos actos judiciales no contenciosos (no están tratados
todos los actos judiciales no contenciosos en el Libro Cuarto).
3.- Aplicación de las normas del Código de Procedimiento Civil en un caso determinado:

Aquí hay que distinguir si estamos en presencia de un asunto contencioso o no contencioso.

a) En el caso de los juicios (asuntos contenciosos):

- Lo primero que hay que analizar es determinar la naturaleza de la acción que vamos a deducir; es decir,
concretamente hay que ver si esa acción tiene o no establecida, dentro de las normas del Código de
Procedimiento Civil, las reglas especiales del Libro Tercero del Código. Ejemplo: si la acción es ejecutiva,
tiene un procedimiento especial y se utiliza el procedimiento ejecutivo.
En consecuencia, en estos casos se aplican esas normas especiales del Libro Tercero y esa es la
forma de enfrentar el juicio.
Estas reglas especiales del Libro Tercero deben complementarse con las normas del Libro Primero.
Si las reglas especiales del Libro Tercero son insuficientes, si dentro de estas normas especiales
existiese un vacío legal en alguna materia, concretamente se aplican supletoriamente las normas
pertinentes del Libro Segundo, precisamente en lo no contemplado (esto por aplicación del artículo 3º).

- Si la acción no tiene establecida una tramitación especial en el Libro Tercero, en este caso corresponde
aplicar derechamente las disposiciones del Libro Segundo (las normas del Juicio Ordinario), también
complementando estas reglas con las normas del Libro Primero.
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b) En el caso de los actos judiciales no contenciosos:

Aquí hay que ver en cada caso si el acto judicial no contencioso de que se trate está o no reglamentado
especialmente en el Libro Cuarto.

- Si el acto está reglamentado en el Libro Cuarto, debemos aplicar esas normas especiales. Por ejemplo, el
nombramiento de tutores y curadores (artículos 838 y siguientes, Código de Procedimiento Civil), de la
dación de la posesión efectiva de la herencia (artículos 877 y siguientes, Código de Procedimiento Civil),
etc.
También estas reglas especiales del Libro Cuarto se deben complementar con las normas del Libro
Primero y también con las normas pertinentes del Título I del Libro Cuarto. De existir algún vacío, por
aplicación del mismo artículo 3º, habrá que aplicar las normas pertinentes del Libro Segundo. Ejemplo:
individualizar a un testigo.

- Si el acto no está expresamente reglamentado en el Libro Cuarto sino que en alguna otra ley distinta
(ejemplo: el pago por consignación, se encuentra reglamentado en el Código Civil) habrá que aplicar a cada
acto judicial no contencioso las normas especiales que lo reglamentan y luego habrá que aplicar las
disposiciones generales del Libro Cuarto.
Todo esto, a su vez, complementado por las normas del Libro Primero. Si llegase a existir algún
vacío en la tramitación habrá que aplicar las reglas pertinentes del Libro Segundo.

4.- Campo de aplicación del Código de Procedimiento Civil:

Esto está dicho en el artículo 1º, cuando dice que “las disposiciones de este Código rigen el procedimiento de
las contiendas civiles entre partes y de los actos de jurisdicción no contenciosa, cuyo conocimiento corresponda a los
Tribunales de Justicia”.

Art. 1º, Código de Procedimiento Civil: “Las disposiciones de este Código rigen el procedimiento de las
contiendas civiles entre partes y de los actos de jurisdicción no contenciosa, cuyo conocimiento corresponda a
los Tribunales de Justicia”.

Esto significa que, interpretando esta norma contrariu censu, el Código de Procedimiento Civil no se aplica en
principio en los siguientes asuntos:

a. Las contiendas en materia penal, porque esas se rigen por otras normas, a menos que las leyes procesales
penales (Código de Procedimiento Penal, Código Procesal Penal, etc.) se remitan al Código de Procedimiento
Civil, de lo contrario no se pueden aplicar.

b. En todos aquellos casos, ya sea referido a contiendas o actos judiciales no contenciosos, sometidas a una
tramitación especial o que estén expresamente excluidas de la aplicación de éste Código.

5.- El Procedimiento:

El procedimiento es el conjunto de principios y disposiciones que regulan el proceso, y está constituido por una
serie de actos procesales que se desarrollan gradual y sucesivamente en el tiempo y que se encuentran relacionados
entre sí, culminando con la dictación de la sentencia definitiva.

* Características que presenta en Chile el procedimiento civil:

Los aspectos más relevantes que presenta el procedimiento civil en Chile son los siguientes:

a) El procedimiento es escrito, porque predominan las actuaciones escritas, predomina la escrituración por sobre
la oralidad. Esto no significa que no hayan ciertos procedimientos que son orales o verbales.
Aún siendo escrito, no significa tampoco que todas las actuaciones son escritas. Ejemplos: la
declaración de un testigo es verbal, la formulación de los alegatos, etc.

b) La publicidad de las actuaciones: Los actos de los tribunales son públicos y esto se traduce en que las
actuaciones de los procedimientos deben ser públicas, a menos que la propia ley señale lo contrario (que las
actuaciones sean secretas), y esto significa que la actuación puede ser conocida por las partes o por terceros
(función importante que cumplen los secretarios). Incluso más, las partes o los interesados pueden solicitar
copias de las actuaciones a su costa.

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c) Por regla general están estructurados sobre la base de la “doble instancia”: Consiste en una doble revisión
jurisdiccional que es importante porque se da plena garantía a los litigantes, siempre que se deduzca el recurso
de apelación.
Habrá dos grados en la tramitación del asunto, a menos que la ley señale expresamente lo contrario.
Significa la posibilidad de revisar las actuaciones judiciales, pero no cualquier revisión, sino que es
aquella que realiza el tribunal superior jerárquico si se interpone el correspondiente recurso de apelación.
Interponer el recurso de apelación significa que la parte agraviada con la resolución que dicta el tribunal inferior
puede interponer el recurso de apelación para que el superior jerárquico la revise y la enmiende con arreglo a
derecho.
Esto es importante porque con esto se permite minimizar las posibles injusticias que se cometan al
dictarse resoluciones judiciales, porque siempre está la posibilidad del error.

d) Por último, podemos decir que ni las partes ni el juez tienen la posibilidad de entrar a sustituir los
procedimientos legales.
Los procedimientos que la ley establece son de aplicación obligatoria. Se debe aplicar el procedimiento
que corresponda de acuerdo a la naturaleza de la acción deducida. No se pueden modificar las reglas de
procedimiento, salvo que la propia ley lo permita. Ejemplo: el caso del procedimiento de los árbitros
arbitradores.

* Clasificación del procedimiento:

El procedimiento contemplado en nuestra legislación procesal civil se clasifica desde varios puntos de vista. Las
más importantes son las siguientes:

1) Atendiendo a la naturaleza de las normas que vamos a aplicar o la naturaleza de la materia del asunto judicial,
tenemos que el procedimiento puede ser civil o penal.

o Procedimiento Civil: contemplado fundamentalmente en el Código de Procedimiento Civil con las leyes
procesales complementarias (ejemplos: Código del Trabajo, la Ley 16.618 de Menores).

o Procedimiento Penal: contemplado fundamentalmente en el Código de Procedimiento Penal, el Código Procesal


Penal y otras leyes (ejemplos: Código de Justicia Militar, la Ley de Seguridad del Estado).

2) Considerando la tramitación que tenga el juicio, tenemos que distinguir entre procedimiento ordinario o común y
extraordinario o especial (de acuerdo a la clasificación que fluye del artículo 2º del Código de Procedimiento Civil).

o Procedimiento Ordinario o Común: la ley dice que el procedimiento ordinario es el que se somete a la
tramitación común o normal ordenada por la ley.

o Procedimiento Extraordinario o Especial: es aquel que se rige por las disposiciones especiales que para
determinados casos la ley establece. Ejemplos: existen procedimiento ejecutivo de carácter común (cuando se
aplican las reglas del Libro Tercero del Código) y procedimiento ejecutivo especial (ejemplo: el procedimiento
ejecutivo que establece la Ley de Bancos).

3) Considerando la forma en que se va a sustanciar el juicio o ritualidad del juicio, podemos distinguir entre
procedimiento oral o verbal, procedimiento escrito y un procedimiento mixto (intermedio).

o Procedimiento Escrito: es aquel en que predominan las actuaciones en que debe dejarse constancia
documentada en el proceso. Son aquellos en cuya tramitación hay un predominio de lo literal, de las
actuaciones escritas.

o Procedimiento Oral o Verbal: es aquel en que predominan las actuaciones de palabra o de viva voz y no las
escritas (no predomina lo literal). Ejemplo: el procedimiento sumario (artículo 682, Código de Procedimiento
Civil).

o Procedimiento Mixto: es aquel en que se mezclan todas las actuaciones anteriores, orales y escritas,
indistintamente, sin que exista un predominio de una o de la otra.

4) Considerando el fin que se persigue con el ejercicio de la acción (la finalidad misma de la acción que pretende el
actor o demandante), tenemos que el procedimiento puede ser de conocimiento, ejecutivo y cautelares o precautorios.

o Procedimiento de Conocimiento: son aquellos que se siguen con el objeto de que el tribunal declare o
establezca un determinado derecho controvertido entre dos partes; es decir, este es el procedimiento típico que
se utiliza cuando hay un juicio (donde está la controversia).

110
Aquí se puede hacer una subclasificación, porque esto es muy amplio. La finalidad específica que se
podría perseguir con este procedimiento podría ser:

• La condena civil de la parte contraria , que consiste en que la parte contraria sea condenada a una
prestación determinada. Ejemplo: pagar un saldo de proceso, etc.

• El procedimiento declarativo en general, en donde no se persigue la condena de la parte contraria sino que
el tribunal declare la existencia de un derecho, pero sin imponer una condena. Ejemplo: los juicios en que se
persigue la declaración de nulidad de un contrato.

• El procedimiento constitutivo, que es aquel en que el tribunal, a través de la sentencia, constituye estados
jurídicos nuevos y opera fundamentalmente en el campo del derecho de familia. Ejemplo: juicio de divorcio.

o Procedimiento Ejecutivo o de Ejecución: es totalmente distinto al anterior, lo que se persigue con la acción que
se deduce es obtener el cumplimiento forzado o compulsivo de una determinada obligación o de una
determinada prestación que consta fehacientemente en forma indiscutida.

o Procedimientos Cautelares o Precautorios: son aquellos que tienen por finalidad asegurar el resultado de otra
acción distinta.

5) Según la cuantía de lo disputado en un juicio (clasificación que se aplica al procedimiento ordinario -juicio tipo- y en
algunos casos al procedimiento ejecutivo), se habla de procedimientos de mínima cuantía, de menor cuantía y de
mayor cuantía (se desprende de los artículos 698 y 703 del Código de Procedimiento Civil).

o Procedimiento de Mínima Cuantía: estamos frente a este tipo de procedimiento cuando el valor de lo disputado
en juicio no excede de 10 UTM.

o Procedimiento de Menor Cuantía: cuando el valor de lo disputado excede de las 10 UTM y siempre que no sea
superior a las 500 UTM.

o Procedimiento de Mayor Cuantía: cuando el valor de lo disputado en juicio excede de las 500 UTM.

II. TEORIA GENERAL DEL PROCESO

1.- Introducción:

Para entender la Teoría General del Proceso hay que considerar tres conceptos básicos:

 Acción
 Jurisdicción
 Proceso

Estos tres elementos están estrechamente vinculados, no se pueden concebir separadamente.

- La Jurisdicción en materia civil no se puede realizar de oficio por los tribunales, al menos para dar inicio a un
juicio, la iniciativa siempre tiene que estar en la voluntad de las partes. Para que un tribunal pueda comenzar a
conocer de un asunto judicial es necesario que alguna de las partes exija o requiera formalmente de la
intervención del juez (del tercero imparcial).

- Aquí entra en juego el concepto de La Acción. Es necesario ejercitar la acción procesal entendida como el acto
para provocar a la actividad jurisdiccional del Estado (para provocar la participación al juez). La acción es una
manifestación de voluntad de alguna de las partes en litigio, porque en principio nadie puede ser obligado a
deducir una acción; es un acto eminentemente voluntario o potestativo, depende de quien se dice titular de un
derecho.
¿Cómo se ejerce la acción?. Esta acción civil se ejerce a través de una demanda, ese es el único medio
idóneo para ejercer la acción civil, es la única forma para que el juez pueda intervenir.

- El Proceso es el medio que establece la ley para el ejercicio de la jurisdicción, es el medio más perfecto que se
conoce y a través del cual las partes hacen valer sus pretensiones y a través del cual el juez conoce del asunto
y lo resuelve.
El proceso es el instrumento destinado a satisfacer pretensiones procesales de las partes. Es también el
medio de que se vale la función jurisdiccional del Estado para desarrollar su actividad.
El proceso se inicia con la demanda y termina normalmente con la sentencia definitiva (se inicia con un
acto de parte y se termina con un acto del juez).

111
2.- La Acción:

La palabra “acción” se utiliza con diferentes acepciones. Esto va a depender de cuál sea la rama del derecho
que se trate:
a) En el Derecho Mercantil, la palabra acción se utiliza para referirse a la parte o cuota en que se divide el capital
de una sociedad anónima.

b) En el Derecho Penal, la acción es sinónimo de la conducta del sujeto que comete delito constitutiva de lo ilícito
(ejemplo: la acción punible de homicidio).

c) En el Derecho Civil, la acción se usa como el medio para proteger los derechos subjetivos (ejemplo: la acción
reivindicatoria protege el derecho de dominio).

d) En el Derecho Procesal, la palabra acción también se suele ocupar con significados distintos:

• Como sinónimo de derecho subjetivo: La acción sería el derecho subjetivo deducido en juicio. Esta acepción
es discutible.

• Como sinónimo de demanda: También es discutible porque la demanda es el acto procesal a través del cual
se ejercita la acción, de ahí que sea erróneo considerar estos términos como sinónimos puesto que ambos
conceptos son distintos.

• Como sinónimo de pretensión: Lo que tampoco es correcto porque la pretensión consiste en que un sujeto
se atribuye un derecho determinado, es el contenido de la acción deducida a través de la demanda. De ahí
que acción y pretensión sean distintas y exista entre ellas una relación de género a especie.

• Como un acto que sirve para provocar la actividad jurisdiccional del Estado: Es un concepto autónomo y es
el verdadero sentido o significado de la palabra acción. Para Eduardo Couture “la acción es el poder o la
facultad de provocar la actividad jurisdiccional del Estado”.

* Naturaleza jurídica de la acción:

Esta concepción también ha tenido distintas interpretaciones y existen diversas teorías para explicar la
naturaleza jurídica de la acción. El problema radica en determinar que relación existe entre el derecho subjetivo y la
acción.
Las teorías que explican la naturaleza jurídica de la acción son principalmente dos:

- La teoría privatista, monista o clásica de la acción.


- La teorías dualistas o modernas de la acción.

A) La Teoría Privatista, Monista o Clásica de la Acción:

Esta teoría está obsoleta. Sus partidarios sostienen que existe una equivalencia entre los conceptos de acción y
de derecho subjetivo, y por eso se llegó a decir que la acción era el mismo derecho subjetivo puesto en ejercicio (en
movimiento), producido por la trasgresión de una norma jurídica (la acción es una manifestación dinámica del derecho).
Esta teoría no sirve para explicar una serie de casos que se pueden producir en la práctica:

 Es insuficiente para explicar la hipótesis de la existencia de derechos sin una acción destinada a tutelarlos.
Ejemplo: las obligaciones naturales (artículo 1470, Código Civil).
 Tampoco sirve para explicar las llamadas acciones infundadas, que están constituidas por aquellos casos en
que el demandante o actor interpone la demanda y pierde el juicio porque no existía el derecho que reclamaba
(si no tenía derecho significa que tampoco tenía acción).
 También es insuficiente para explicar el caso de las acciones posesorias, que no amparan derecho alguno
porque la posesión es un hecho y no un derecho.

B) Las Teorías Dualistas o Modernas de la Acción:

Los autores que sostienen estas teorías concuerdan, a diferencia de la tesis anterior, que el derecho subjetivo
debe separarse de la acción. Estas teorías postulan que el derecho subjetivo y la acción son cosas diferentes.
Hay una diferencia entre el derecho a la acción y la acción misma, y se hace esta distinción porque la acción es
la facultad de todo sujeto de poder acudir a los tribunales de justicia solicitando que se realice el ejercicio de la
jurisdicción.

112
Tener derecho a la acción significa tener o ser titular de un derecho subjetivo respecto del cual esa persona
está ejerciendo la tutela pertinente.

El Código de Procedimiento Civil no establece ningún concepto de acción. En todo caso hay que decir que,
considerando la época en que se redactó, nuestro Código contiene impresiones cuando utiliza la palabra acción, porque
está inspirado en la teoría monista o clásica. Así en diversos artículos del Código de Procedimiento Civil se puede
observar que ese fue el sentido que le asignó la comisión redactora del Código. Ejemplo: artículo 17 del Código de
Procedimiento Civil, aunque la demanda es una y las pretensiones pueden ser varias, no como dice el Código.

La ACCION es la potestad o poder jurídico que tiene una persona o sujeto de derecho para poder concurrir
voluntariamente ante los tribunales de justicia, reclamando la satisfacción de una o más pretensiones por estimar que
el derecho le ha sido desconocido.
La característica fundamental de la acción es la voluntariedad por parte del sujeto que acciona. Esta
voluntariedad se traduce en que ni la ley ni nadie puede obligar a una persona a entablar una acción contra alguien.
Excepciones a esto la encontramos, por ejemplo, en los casos del artículo 21 y el caso que se conoce como “jactancia”
(artículo 269, Código de Procedimiento Civil), etc.

* Elementos de la acción:

Los elementos de la acción son los siguientes:

a) Existencia de un sujeto activo, que es el actor o demandante, y este puede ser todo sujeto de derecho, ya sea
persona natural o persona jurídica.

b) Existencia de un sujeto pasivo, que no es el demandado como se piensa, sino que viene a ser el Estado, porque
el demandante dirige la demanda contra el Estado, a través de los tribunales de justicia, reclamando protección
en la persona del juez.

c) Existencia de un objeto, que es la finalidad que se persigue con la acción que no es otra cosa que el ejercicio
jurisdiccional del Estado.

d) Existencia de una causa, que sería el fundamento, es decir, la existencia de un determinado conflicto jurídico
que debe resolverse.

Distinto es el caso de la pretensión, donde basta la afirmación del sujeto que acciona de que él estima tener un
derecho, exista o no, que lo determinará la sentencia, y por ello es posible accionar aunque no exista ese derecho
subjetivo.

* Clasificaciones de la acción:

Cuando se habla de clasificación no es propiamente de la acción, sino que debemos tomar en cuenta otros
elementos. La doctrina no acepta clasificar la acción puesto que ésta es un concepto único.
Se habla de clasificaciones de la acción considerando otros aspecto o elementos:

A) Considerando la finalidad que tiene en vista el demandante (ya que no siempre se pide lo mismo en la demanda), la
acción puede ser de condena, declarativa, consultiva, ejecutiva y precautorias o cautelares.

 Acciones de condena: Son aquellas cuya finalidad es obtener una condena, que se le imponga al demandado el
cumplimiento de una determinada prestación de dar, hacer o no hacer algo; por ejemplo, pagar el precio.

 Acciones declarativas: Son aquellas en que la finalidad del actor es obtener la simple declaración por parte del
tribunal de un derecho controvertido o de una situación jurídica incierta; por ejemplo, obtener la declaración de
nulidad de un contrato.

 Acciones constitutivas: La finalidad es obtener una sentencia que constituye estados jurídicos nuevos o que
modifica un estado jurídico existente; por ejemplo, las acciones de divorcio, de nulidad de matrimonio, de
incapacidad para suceder, etc.

 Acciones ejecutivas: Tiene por finalidad el cumplimiento forzado de una obligación que consta fehacientemente
en un título ejecutivo, lo que ocurre ante la resistencia de la persona obligada.

 Acciones precautorias o cautelares: La finalidad de estas acciones precautorias o cautelares es obtener una
resolución judicial que permite asegurar la efectividad del derecho sustancial, o que asegure el resultado de la
acción deducida; por ejemplo, la prohibición de celebrar actos y contratos mencionada en el artículo 290 n° 4
del Código de Procedimiento Civil.
113
B) Considerando el procedimiento que se va a aplicar, tenemos una acción ordinaria, una sumaria, una ejecutiva, y
una cautelar.

 Acciones ordinarias: Son todas aquellas que se tramitan conforme al procedimiento ordinario o común (se les
aplican las normas del juicio ordinario o procedimiento común). Desde este punto de vista todas las demás
acciones reciben el nombre genérico de extraordinarias o especiales.
Dentro de estas acciones especiales es posible nombrar la acción sumaria, la acción ejecutiva, y la
acción cautelar.

 Acciones sumarias: Son aquellas que se caracterizan por aplicárseles un procedimiento más breve y
concentrado en aquellos casos que esa acción requerida por su naturaleza dé una tramitación rápida para que
sea eficaz.

 Acciones ejecutivas: Son aquellas que se caracterizan porque se les aplica un procedimiento de apremio y de
medidas compulsivas ante la resistencia del deudor. Ejemplo: embargo de bienes.

 Acciones cautelares: Son aquellas que se tramitan con un procedimiento accesorio al procedimiento principal,
con el objeto de conseguir una providencia o resolución asegurativa del tribunal, también dentro de un
procedimiento breve, destinada a asegurar el resultado de la acción principal.

C) Considerando la naturaleza del derecho que le sirve de fundamento, las acciones pueden ser patrimoniales o de
familia.

 Acciones patrimoniales: Las acciones patrimoniales permiten garantizar los derechos del patrimonio, que son
aquellos que pueden ser avaluados en dinero. Las acciones patrimoniales pueden proteger derechos reales o
personales.

 Acciones de familia: Las acciones de familia garantizan derechos de familia, no avaluables en principio en
dinero. Ejemplo: lo referente al estado civil de las personas.

D) Considerando la materia sobre la cual versa la acción, se habla de:

 Acciones civiles.

 Acciones penales.

Cada una de ellas tiene una finalidad propia.

E) Considerando el objeto o la naturaleza del bien al que acceden, tenemos acciones muebles e inmuebles.

 Acciones muebles: Las acciones son muebles, cuando las cosas en que han de ejercerse o que se deben son
muebles.

 Acciones inmuebles: Son acciones inmuebles aquellas en que las cosas sobre que han de ejercerse o que se
deben son inmuebles.

F) Considerando si la acción puede o no subsistir por sí sola, las acciones pueden ser principales o accesorias.

 Acciones principales: Son aquellas que pueden subsistir por sí solas una vez ejercidas, la acción tiene vida
propia.

 Acciones accesorias: Son aquellas que no pueden subsistir por sí solas, requieren de otra acción principal para
poder subsistir. Ejemplos: acciones cautelares, acción reconvencional, la adhesión a la apelación, la acción
prendaria, etc.

* Importancia de determinar la naturaleza de la acción:

a. Sirve para determinar el tribunal competente: La ley en muchos casos precisamente establece reglas de
competencia considerando la naturaleza de la acción.

b. Sirve además para establecer el procedimiento aplicable al juicio: Vale decir la rapidez del procedimiento.

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c. Sirve para efectos probatorios del juicio: Es decir, sobre quién va a recaer el peso de la prueba. Se establece la
prueba que debe rendirse en el juicio y admitirse por el tribunal, todo ello porque los hechos controvertidos del
juicio tienen que ser correspondientes con la naturaleza de la acción.

d. Sirve para determinar el contenido de fondo de la sentencia definitiva: Porque en la decisión del asunto
controvertido el tribunal debe estar de acuerdo con todas las acciones deducidas en la demanda y en la
contestación de ella (artículo 170, nº 6, Código de Procedimiento Civil). La decisión debe contener todas las
acciones y excepciones que se hayan hecho valer en juicio.
* Acción y pretensión:

La Pretensión es el acto en cuya virtud se reclama ante un órgano judicial, y frente a una persona distinta, la
resolución de un conflicto entre esa persona y el autor de la reclamación.
La confusión de ambos conceptos -de acción y pretensión- proviene de la circunstancia de que normalmente en
el proceso civil se ejercitan juntas.
La acción se satisface con la dictación de una sentencia en el proceso que se ha originado por el ejercicio de la
misma. Desde el punto de vista de la pretensión, ésta se satisface en la medida que se dicte una sentencia que
favorezca al actor (la sentencia favorable se produce cuando hay concordancia entre la pretensión y el derecho.

Los elementos de la pretensión son los siguientes:

a) También en la pretensión tenemos la existencia de un sujeto activo, que es el actor o demandante.

b) Existencia de un sujeto pasivo, que en la pretensión es el demandado (en la acción es el Estado).

c) Existencia de un objeto, que es el beneficio jurídico que el demandante pretende obtener (beneficio jurídico que
se reclama). Esto responde a la pregunta qué es lo que se pide con la demanda (ejemplo: reconocer mi calidad
de dueño, de heredero, etc.).
Este objeto no debe confundirse con el objeto físico, con la cosa material pedida. Ejemplo: si se cobra
una determinada suma de dinero, el objeto que se persigue es que se reconozca el derecho personal de crédito,
la titularidad de ese derecho.

d) Existencia de una causa, que está establecida en la ley, en el artículo 177 inciso final del Código de
Procedimiento Civil, definida como el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio. Esto equivale al
porqué se pide:

i. Si son derechos personales, esta causa va a ser el hecho jurídico que engendra la obligación (el
contrato, el cuasicontrato, etc.).

ii. Si son derechos reales, en este caso para determinar la causa hay que analizar los modos de adquirir de
los cuales nacen los derechos reales (la ocupación, la accesión, la tradición, etc.).

* Ejercicio de la acción:

La acción depende exclusivamente de la voluntad del actor (es un derecho potestativo), y esto significa que el
actor puede deducir su demanda en el momento que crea más oportuno, no tiene plazo. Si la acción estuviere prescrita
igual se puede deducir esa acción mientras la parte demandada no alegue la prescripción de la acción.
En nuestra legislación no se obliga al demandante a ejercitar una acción. Sin embargo, hay casos de excepción
en que se establece el ejercicio forzado de la acción, bajo ciertas sanciones si no se hace.

- Requisitos al ejercicio de la acción:

Para que esta acción que se ejercita pueda prosperar es necesaria la concurrencia de ciertos requisitos que
pueden ser de fondo o forma.
Los requisitos de forma son aquellos que se requieren para que esta acción pueda ser admitida a tramitación.
Los requisitos de fondo dicen relación con la pretensión (lo que se requiere es que la pretensión sea fundada para que
prospere la acción, y el probar los hechos en que se funda).

Los requisitos de fondo son:

 Que el actor tenga derecho a la acción. Quien ejercita la acción debe ser titular de un derecho subjetivo
material respecto del cual invoca la tutela jurídica.

 Que la protección judicial que persigue el actor se traduzca en un provecho actual, material o moral. La
contienda debe versar sobre aspectos concretos, debe existir un derecho controvertido y no meras
expectativas.
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 Por último, es necesario que el actor tenga un interés. Si ese interés falta la protección desaparece.

Los requisitos formales son los siguientes:

o Capacidad en el actor: La persona que acciona tiene que tener capacidad de ejercicio, si no la posee tiene que
actuar debidamente representado por su representante legal.

o Capacidad en el demandado: También se requiere capacidad de ejercicio del demandado actor, si no la tiene, la
acción hay que dirigirla contra representante legal.

o Cumplimiento de las formalidades legales: Estas formalidades están referidas a ciertas exigencias que la ley
hace al escrito de demanda (artículo 254, Código de Procedimiento Civil). Si no se cumplen con estos requisitos,
dependiendo de su importancia, podría no ser admitida a tramitación mientras no se subsane el requisito
omitido.
Respecto de los requisitos no muy graves, la demanda será admitida a tramitación, pero el demandado
puede impugnarla por el vicio que adolece (por eso hay que ser muy cuidadoso al redactar la demanda).

o La acción se debe ejercer ante el tribunal competente: Esto significa que la demanda debe presentarse ante el
tribunal que la ley señale, respetando tanto las reglas de competencia absoluta como relativa.
La demanda podría ser presentada ante un tribunal relativamente incompetente, por prórroga tácita
(artículo 187, nº 1, Código Orgánico de Tribunales).

- Medio a través del cual se ejercita la acción:

La acción debe realizarse a través de un vehículo, de una presentación que se hace al tribunal: mediante la
demanda.
La Demanda puede ser definida como el medio procesal para ejercitar la acción civil. Jurídicamente es un acto
procesal del demandante que se cumple por escrito, por regla general, y en ese escrito el demandante hace valer sus
pretensiones al tribunal. La jurisprudencia ha dado un concepto de demanda, diciendo que es el medio legal para hacer
valer la acción, o también como el medio que tiene el demandante para hacer deducir la acción, siendo esta la forma
de hacer valer el derecho que se reclama.

- Oportunidad para ejercitar la acción y las excepciones:

El Código no establece la oportunidad que tiene el demandante para presentar la demanda, de modo entonces
que ella puede ejercitarse cuando el actor lo estime conveniente.
Esta regla tiene algunas excepciones en la práctica, hay ciertos casos en que debe ejercerse la acción y si así
no se hace el actor pierde su derecho (se habla de ejercicio forzado de la acción).
Las excepciones son las siguientes:

- El caso previsto en el artículo 21 del Código de Procedimiento Civil.


- El caso de la jactancia (artículo 269, Código de Procedimiento Civil).
- El caso de las medidas prejudiciales precautorias (artículo 280, Código de Procedimiento Civil).
- Las reservas de acciones en el juicio ejecutivo (artículos 473 y 474, Código de Procedimiento Civil).

1) Situación del artículo 21 del Código de Procedimiento Civil:

Este es un caso que se refiere a la situación que podría ocurrir cuando una acción le corresponde a varias
personas y de todas ellas sólo una la ejercita. En esta situación, el demandado tiene un derecho, y éste consiste en que
puede pedirle al tribunal que la demanda sea puesta en conocimiento de las otras personas que no la ejercieron, esto
con el objeto de que eligiesen si se adhieren a ella o no.
Hay varias posibilidades respecto a las personas que no ejercieron la demanda:

- Que se adhieran a la demanda ya interpuesta, en cuyo caso pasan a ser parte del juicio (asumen el rol procesal
de demandante). Estas personas tienen que actuar a través de un mismo mandatario o procurador común, es
decir, deben actuar por una sola cuerda.

- Que declaren que no se van a adherir a la demanda . La ley dice que caducará su derecho; significa que pierden
su acción (renuncian a la acción) y ya no podrán demandar en el futuro.

116
- Que no expresen voluntad. Si las partes nada dicen, a ellos les afectará el resultado del juicio. En este caso
podrán comparecer en cualquier estado del juicio, respetando lo obrado.

Este es una manifestación del principio de la economía procesal, se evita que un mismo demandado se vea
enfrentado a varios juicios. También se evita que el tribunal dicte sentencias contradictorias.
Los requisitos para hacer valer el artículo 21 son los siguientes:

o Que se haya iniciado un juicio, que la demanda haya sido presentada y notificada al demandado. El juicio se
entiende iniciado cuando se notifica legalmente al demandado.
o La acción interpuesta le corresponde a varias personas.
o De esas varias personas sólo una de ellas la haya ejercitado.
o Que el demandado pida al tribunal que la demanda se ponga en conocimiento de las personas que no la
dedujeron. Esta petición se entiende que tiene que hacerla antes que conteste la demanda y dentro de los
términos del emplazamiento.

2) Caso de la Jactancia:

Constituye un ejercicio forzado de la acción. En términos jurídicos existe jactancia cuando una persona
manifiesta que le corresponde un derecho del cual no está gozando, y esa declaración perjudica a otro.
El perjudicado puede obligar judicialmente a esta persona que dice tener el derecho para que deduzca la
demanda, y si no lo hace dentro del plazo que la ley señala (diez días), también pierde su acción.

Art. 269, Código de Procedimiento Civil: “Cuando alguna persona manifieste corresponderle un derecho de
que no esté gozando, todo aquel a quien su jactancia pueda afectar, podrá pedir que se la obligue a deducir
demanda dentro del plazo de diez días, bajo apercibimiento, si no lo hace, de no ser oída después sobre aquel
derecho. Este plazo podrá ampliarse por el tribunal hasta treinta días, habiendo motivo fundado”.

3) Medidas prejudiciales precautorias:

Las medidas prejudiciales precautorias son aquellas que el demandante puede solicitar al tribunal antes de
presentar su demanda, con el objeto de asegurar el resultado de la acción que pretende deducir.
Si el tribunal accede a esta petición de medida prejudicial precautoria el solicitante deberá presentar su
demanda en el término de diez días. Si no se deduce oportunamente se considerará la demanda dolosa (se considerará
doloso su procedimiento).

Art. 280, Código de Procedimiento Civil: “Aceptada la solicitud a que se refiere el artículo anterior, deberá
el solicitante presentar su demanda en el término de diez días y pedir que se mantengan las medidas
decretadas. Este plazo podrá ampliarse hasta treinta días por motivos fundados”.
“Si no se deduce demanda oportunamente, o no se pide en ella que continúen en vigor las medidas
precautorias decretadas, o al resolver sobre esta petición el tribunal no mantiene dichas medidas, por este solo
hecho quedará responsable el que las haya solicitado de los perjuicios causados, considerándose doloso su
procedimiento”.

4) Reserva de acciones en el juicio ejecutivo:

En el juicio ejecutivo podría ocurrir que el demandado en este juicio, al deducir oposición de la demanda,
expresa que no tiene medios probatorios para acreditar sus excepciones; para ello puede pedir reserva de su derecho
para plantear sus excepciones en un juicio ordinario posterior.
En este caso, tiene el demandado la obligación de deducir la contestación de la demanda en un juicio posterior,
en un plazo de quince días contados desde que se le notifique la sentencia definitiva, y si no lo hace se procede a
ejecutar la sentencia en un juicio ejecutivo.

* La Pluralidad de Acciones (artículo 17, Código de Procedimiento Civil):

El Código en esta materia no utiliza adecuadamente la palabra acción, puesto que más bien se refiere a
“pluralidad de pretensiones” porque para dar curso a un proceso (y al ejercicio de la jurisdicción) basta deducir sólo una
acción.

Art. 17, Código de Procedimiento Civil: “En un mismo juicio podrán entablarse dos o más acciones con tal
que no sean incompatibles”.
“Sin embargo, podrán proponerse en una misma demanda dos o más acciones incompatibles para que
sean resueltas una como subsidiaria de otra”.

Esta es una manifestación más del principio de economía procesal, con el objeto de disminuir pleitos y evitar así
a las partes un desgaste innecesario.
117
Como señalamos anteriormente, hay que hacer presente que en realidad este artículo 17 del Código de
Procedimiento Civil se está refiriendo a la pluralidad de pretensiones más que a la de acciones, ello porque la acción es
una sola.
En este caso, en una misma demanda el demandante hace valer varias pretensiones simultáneamente. Esto
constituye una mera facultad para el demandante o la parte que ejerce la acción (esto basado en un principio que
señala que en derecho “la facultad se opone a la obligación”).
El Código dice, en el artículo 17, que “en un mismo juicio podrán.....”, de manera que es una facultad y por ello
el demandante es libre y soberano de hacer valer esta atribución.

- Casos en que se pueden deducir varias acciones:

a) Cuando las acciones son compatibles, es decir, que todas las pretensiones que se hacen valer en una demanda
sean compatibles entre sí, que estén sometidas a un mismo procedimiento y además que sean todas de la
misma competencia del tribunal donde se deduce la demanda.
Que sean compatibles significa que ambas pretensiones pueden ser acogidas simultáneamente por la
sentencia que se dicte en el juicio, o sea, no hay contradicción entre las pretensiones.
Ejemplos: puede solicitarse la demanda se resolución de un contrato de compraventa, y además puede
darse una segunda pretensión que puede ser la indemnización de perjuicios (artículo 1479, Código Civil); otro
ejemplo: en un juicio de arrendamiento es muy común que en una demanda de desahucio se pida la restitución
del bien inmueble arrendado, y se pide además hacer valer otras pretensiones: el pago de las rentas que se
adeuden, el pago de las cuentas de servicios (luz, agua potable, etc.).

b) Cuando las acciones son incompatibles. Podrán hacerse valer dos o más pretensiones en una misma demanda
que sean incompatibles, pero que sean resueltas una en subsidio de la otra, y así tienen que alegarse o
formularse. Si no se hace valer una pretensión en subsidio de la otra, la demanda queda incomprensible y el
juez no puede acogerlas simultáneamente en la sentencia.
Ejemplo: no se puede pedir simultáneamente el cumplimiento de un contrato y su resolución, sólo se
pueden hacer valer una en subsidio de la otra.
El demandante verá cuál pretensión formula en forma principal (cuál se resuelva primero).

Hay otros casos en un mismo proceso en que es posible que se reúnan varias acciones pero ya no en una
misma demanda. Esto va a ocurrir fundamentalmente en dos casos:

o El primer caso tiene lugar si estamos en presencia de la acumulación de autos o acumulación de procesos
(artículos 92 y siguientes, Código de Procedimiento Civil). Esto significa que en un mismo proceso se reúnen o
juntan dos o más expedientes que se tramitan separadamente, ya sea ante un mismo tribunal o ante tribunales
distintos, y que materialmente se juntan en uno solo, en los casos que la ley indica.

En este caso se acumulan acciones, porque cada proceso son derivaciones de las acciones.
Esta acumulación de autos se debe al principio de economía procesal, que trata de evitar gastos
excesivos a los litigantes y se pretende evitar que se dicten sentencias contradictorias.

o El segundo caso sería cuando en que en un juicio que está en tramitación el demandado deduzca reconvención.
En un juicio el demandado puede tener una acción que puede hacer valer en contra de su demandante,
independiente de la acción del demandante. En este caso, también por el principio de economía procesal, la ley
le permite a ese demandado hacer valer la pretensión en el mismo juicio ya iniciado (puede interponer una
acción reconvencionada).
La Reconvención es la demanda que deduce el demandado en contra de su demandante dentro del
mismo juicio ya iniciado por el demandante. Esta reconvención es una manifestación del principio de la
extensión o alcance.

3.- La Demanda:

La importancia de la demanda es que es el medio procesal para hacer valer la acción. De eso se derivan una
serie de consecuencias: esta demanda es el medio que existe para que los tribunales puedan ejercer la jurisdicción en
materia civil.
La demanda constituye un acto procesal, una actuación que hay que practicar, y por la importancia de ella la
ley la reglamenta minuciosamente, por lo tanto, la demanda tiene que cumplir con una serie de formalidades y cuya
omisión trae algunas consecuencias (esto va a depender de la gravedad de la situación). El demandante tiene que ser
cuidadoso al redactar la demanda.
* Requisitos o formalidades de la demanda:

En cuanto a los requisitos o formalidades que debe cumplir la demanda, la ley establece varios requisitos de
distinta naturaleza:

118
- En primer lugar hay requisitos generales, que se exigen no sólo a la demanda sino que a todo escrito.

- En segundo lugar hay requisitos específicos o especiales, propios del escrito de demanda (artículo 254, Código
de Procedimiento Civil).

- Por último, existe un tercer grupo de requisitos que se exigen por las leyes procesales, distintas a las del
artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.

1. Dentro del primer grupo de requisitos generales o comunes a todo escrito:

• Toda demanda se encabeza con lo que se una “suma”, que es una especie de resumen de la demanda, en
que se indica en forma sucinta todas las pretensiones que se formulan en el escrito de la demanda. Dicho
de otro modo, la demanda se encabezará con una suma que indica su contenido o el trámite de que se trata
(artículo 30, Código de Procedimiento Civil).

• La demanda se debe hacer en papel simple. Antiguamente la demanda se escribía en “papel sellado” (de
acuerdo con la ley de timbres y estampillas).

• Todo escrito, y por ende toda demanda, tiene que ser firmado (aunque la ley no lo exija expresamente).

• La demanda hay que presentarla con todas las copias necesarias para notificar a las partes.

2. Por otro lado, existe un segundo grupo de requisitos específicos o especiales que se contemplan en el artículo
254 del Código de Procedimiento Civil.

3. Finalmente, existe un tercer grupo de requisitos exigidos por otras leyes procesales. Ejemplo: los requisitos que
exige la ley 18.120 que debe cumplir no sólo la demanda sino que todo primer escrito que realizan las partes
(porque la demanda puede no ser el primer escrito) y que señala que tiene que cumplir con el llamado
“patrocinio y poder” (quién va a ser el abogado que va a patrocinar o defender los derechos en el juicio).

Cualquier defecto de la demanda autoriza a la parte contraria para que presente una excepción dilatoria
(excepciones de procedimiento), si no cumple con los requisitos del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil.

* Notificación legal de la demanda y emplazamiento:

Siempre que se presenta un escrito a un tribunal competente, ese tribunal debe resolver ese escrito o, dicho de
otra forma, debe “proveerlo” para darle curso al proceso.
Esta demanda hay que ponerla en conocimiento del demandado en forma oficial, tiene que ser notificado
judicialmente, porque el demandado tiene que tomar conocimiento de la situación mediante una forma que la ley
autorice (artículo 38, Código de Procedimiento Civil). Lo normal es que se haga personalmente y se entregue una copia
al demandado (artículo 40, Código de Procedimiento Civil).
Con esta notificación o comunicación se produce lo que se denomina el “emplazamiento”, que es un trámite
muy importante o esencial en todo juicio; todo demandado tiene que estar siempre emplazado. Sin emplazamiento no
hay juicio, porque el demandado no va a tener oportunidad de defenderse en el juicio.

La ley establece para estos efectos un plazo que es variable y adecuado o prudente. La duración es variable
para contestar la demanda, depende del juicio de que se trate.

El emplazamiento de un juicio está constituido por dos elementos esenciales. Estos son los siguientes:

- La notificación legal de la demanda al demandado.

- Debe transcurrir íntegramente el plazo que la ley le da al demandado para defenderse (para contestar la
demanda).

Cualquiera de estos elementos que falle o incumpla quiere decir que no hay emplazamiento en ese juicio y
todas las actuaciones posteriores que puedan hacerse en ese juicio serán nulas, porque falla el elemento esencial
referido a que no se le permite al demandado que se defienda. Tanto es así que el juez le permite al demandado retirar
la demandada no notificada.

* Efectos de la notificación de la demanda:

Esta notificación de la demanda produce efectos muy importantes que antes de realizarse no las producía (no
pasaba absolutamente nada).
119
Los efectos de la notificación de la demanda son de dos tipos:

 Efectos netamente procesales.


 Efectos civiles

1) Efectos netamente procesales:

Una vez que la demanda ha sido notificada legalmente se generan efectos o consecuencias tanto respecto de
las partes como respecto del tribunal.

a) Efectos en relación al tribunal:

- El tribunal no puede desentenderse de esa demanda. Esto significa que el juez está obligado a tramitar ese
proceso y debe proveer todos los futuros escritos que se le presenten y además, más importante aún, queda
obligado a fallarlo (a dictar sentencia definitiva). Esta es una derivación del principio de inexcusabilidad de los
tribunales.

- Partiendo de la base que el juez es competente y que se cumplen los requisitos formales de la demanda, el
tribunal tiene que admitirla a tramitación, salvo que sea incompetente (situación que puede declararse en ese
momento o posteriormente).
b) Efectos en relación a las partes:

· Efectos respecto al demandante:

- El demandante una vez que se notifica la demanda ya no la puede retirar. Lo único que cabría es que se
desista, lo cual no deja de ser trascendente porque si se desiste pierde la acción (artículo 148, Código de
Procedimiento Civil).

- Este demandante queda obligado a acatar la sentencia que se dicte en ese juicio, también como consecuencia
de la notificación.

- Por último, ese demandante no puede iniciar un nuevo juicio fundado en el mismo motivo que planteó en su
demanda primitiva, en contra de su mismo demandado, ante un nuevo o el mismo tribunal, porque ya hay
juicio, el asunto ya está sometido a un juez.

· Efectos respecto al demandado:

- Al demandado, la notificación de la demanda, le genera lo que se denomina una “carga procesal” en su contra
(obligación con respecto al demandado). Esto consiste a que el demandado está obligado a contestar la
demanda (defenderse); esto no es una obligación propiamente porque él verá si ejerce o no ese derecho (el
demandado verá si ejercita o no ese derecho).
El legislador establece o determina oportunidades para los litigantes, pero no los obliga a las partes,
ellas son libres para hacer valer los derechos que la ley establece.
Si el demandado no se defiende, habiéndole dado la oportunidad para hacerlo, esto generará
importantes consecuencias negativas en su contra. Esto, sin embargo, no significará que tenga el juicio perdido
y que el demandante se considere vencedor; el juicio igual tiene que cumplirse completo y ese demandado en
cualquier estado del juicio podría comparecer, pero ya no puede contestar la demanda y eso le puede repercutir
en la sentencia.
Si el demandado no contesta la demanda vencido el plazo, el juicio sigue adelante, y se entenderá que
se hizo el trámite (se entenderá contestada la demanda).

- El demandado también queda obligado, comparezca o no, a acatar el fallo.

2) Efectos de naturaleza civil:

Existen también efectos civiles que se derivan de la notificación legal de la demanda. Así, por ejemplo:

o Se interrumpe la prescripción (artículos 2503 y 2518, Código Civil).


o El deudor queda constituido en mora (artículo 1551, nº 3, Código Civil).
o Se transforman en litigiosos los derechos para los efectos de sucesión (artículo 1911, inciso 2º, Código Civil).

* Responsabilidades del demandante al deducir la demanda:

El demandante puede interponer demandas infundadas, pero de hacerlo queda expuesto a eventuales
responsabilidades.
Las responsabilidades pueden ser de distinta naturaleza:
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a) Responsabilidad civil: En virtud de esta responsabilidad civil el demandante tiene que responder o debe
indemnizar los perjuicios ocasionados producto de su demanda infundada al demandado.
Por ejemplo, cuando se pide una medida prejudicial precautoria el demandante está obligado
posteriormente a ejercer la acción que corresponde dentro de un plazo y si no lo hace su procedimiento se
considera doloso, de mala fe y se debe indemnizar (artículo 298, Código de Procedimiento Civil).

b) Responsabilidad penal: El demandante que irresponsablemente interpone una demanda podría incurrir en
responsabilidad penal, esa demanda podría dar origen a un delito. Ejemplo: injurias en la demanda, por ello hay
que medir las palabras que se utilicen en la redacción de la demanda (artículo 426, Código Penal).

c) Responsabilidad procesal: Significa que el demandante tiene que tener la convicción de que realmente va a ver
prosperar sus pretensiones en la sentencia. El demandante tiene que se estudioso antes de interponer la
demanda, porque los juicios se pueden ganar o perder. Si el demandante pierde el juicio tiene que pagar las
costas a la otra parte.
En general las costas son los gastos que demanda la tramitación de un juicio.
Si el demandante es vencido totalmente en el juicio está obligado a pagar las costas de la parte
contraria (los gastos de la parte contraria).
Esta situación es válida tanto para las demandas como para los incidentes que se promuevan en el
juicio (se deben pagar las costas de la demanda infundada como de los incidentes).
* Actitudes del demandado después de notificada la demanda:

Una vez notificada la demanda legalmente, el demandado podría principalmente asumir las siguientes
actitudes:

o Podría contestar la demanda.


o Podría no hacer nada.
o Podría aceptar la demanda, es decir, allanarse a ella.
o Podría contestar la demanda y además deducir, en ese mismo acto, reconvención.

Lo normal va a ser lo primero, vale decir, que conteste la demanda y se defienda, y donde el demandado hará
valer todas sus excepciones y defensas que estime pertinentes.

* Extinción de la acción:

La extinción de la acción se refiere al término de la misma después que ésta ha sido ejercitada. Puede haber
varios motivos por los cuales se extingue:

- Se dice que la única forma de extinguir la acción es la renuncia del interesado o titular de la acción. Esta es la
opinión mayoritaria.

- La acción una vez que ha sido deducida también se puede extinguir por la dictación de la sentencia.

- También se menciona como causal de extinción a la prescripción.

- El desistimiento, que opera una vez que el juicio se ha iniciado (artículo 148, Código de Procedimiento Civil).
También por avenimiento, transacción y conciliación.

4.- La Excepción:

En su más amplio significado, es todo medio de defensa que utiliza el demandado en contra del demandante
para oponerse a sus pretensiones deducidas en la demanda.
La excepción es la potestad que tiene el demandado para oponerse a la acción del actor. Desde este punto de
vista, las excepciones equivalen a la reacción del demandado

* Clasificación de las excepciones:

Nuestra ley procesal hace algunas distinciones en materia de excepciones y hace una clasificación de ellas. De
este modo, el demandado frente a la demanda puede defenderse de distintas maneras:

o Simples alegaciones o defensas.


o Excepciones Dilatorias.
o Excepciones Perentorias.
o

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a. La simple alegación o defensa consiste en la actitud del demandado cuando niega los hechos de la demanda.
Esta es una actitud ante la cual el demandante tiene que acreditar sus pretensiones.
Cuando se deducen excepciones, significa que en el proceso se alegan hechos nuevos que tienen por
objeto desconocer el ejercicio de la acción y aquí es el demandado quien debe probar los hechos de la
excepción.

b. Las excepciones dilatorias son las alegaciones que formula el demandado, cuya finalidad es corregir vicios de
procedimiento sin afectar el fondo de la acción deducida y con ello se paraliza el juicio hasta que se corrija el
defecto. Por ejemplo: cualquier defecto formal de la demanda (artículo 303, Código de Procedimiento Civil).
Cuando el demandado ejercer esta acción no entra a contestar la demanda, puesto que tiene un vicio.

c. Las excepciones perentorias son las alegaciones del demandado que dicen relación con el fondo de lo discutido
(miran el fondo del asunto) y persigue la extinción de la acción. Ejemplo: el demandado alega la prescripción, el
pago de la deuda, etc.
El demandado debe oponer esta excepción en el escrito de contestación de la demanda (artículo 309, nº
3, Código de Procedimiento Civil). Si se oponen con posterioridad a la contestación de la demanda, el tribunal
no debe considerarlas por oponerse extemporáneamente.
Cuando los autores se refieren a las excepciones perentorias, hacen la distinción entre las perentorias
propiamente tales y las que constituyen simples defensas.
Nuestro Código de Procedimiento Civil no distingue a la excepción de la defensa, para él son conceptos
sinónimos. Ejemplo: artículo 309 que establece los requisitos de contestación de la demanda y de ellas debe
contener las excepciones que se oponen a la demanda y la exposición clara de los hechos y fundamentos de
derecho en que se apoyan (artículo 309, nº 3, Código de Procedimiento Civil); en términos amplios comprende
excepciones perentorias como a las simples defensas.

* Resolución de las excepciones:

Para determinar la resolución de las excepciones, debemos distinguir si se trata de simples defensas,
excepciones perentorias y excepciones dilatorias.

- Las excepciones perentorias, lo mismo que las defensas que puede presentar el demandado, forman parte de la
controversia. La controversia se determina, desde el punto de vista procesal, por las pretensiones del
demandante y las excepciones que haga valer el demandado en su contestación. Esto es lo que tiene que
resolver el juez en la sentencia (debe resolver todas las acciones y todas las excepciones).
Las excepciones perentorias y las defensas el juez debe resolverlas en la sentencia definitiva.

- Las excepciones dilatorias no se resuelven en la sentencia, sino que se resuelven previamente, puesto que
puede suspender o paralizar el juicio. Se tiene que fallar antes que la acción principal, porque hay un vicio por
resolver y por ello se debe fallar aparte de la sentencia principal.
Estas excepciones dilatorias son de previo y especial pronunciamiento. Dependiendo de la magnitud del
vicio hay algunas que no se pueden corregir y otras que son subsanables.

5.- El Juicio:

El juicio no es lo mismo que el proceso.


El Proceso es el medio para solucionar los conflictos jurídicos, compuestos por varios actos procesales unidos
entre sí (demanda, sentencia, etc.). Todos estos actos se tienen que desarrollar de una cierta manera, lo que constituye
el procedimiento ordenado por la ley y que será la forma en que se desarrolle el proceso.
El juicio es otro concepto: es el contenido del proceso y, en consecuencia, este juicio está dado por el litigio o
controversia jurídica entre las partes desde el momento en que se somete al conocimiento del tribunal.

* Elementos del juicio:

En relación a los elementos del juicio hay que distinguir entre requisitos de existencia y requisitos de validez:

a) Requisitos de Existencia:

- La existencia de una controversia de orden jurídico.

- Es necesario que la controversia sea actual: la controversia tiene que referirse a situaciones concretas en que
exista un derecho comprometido y no a meras expectativas o situaciones teóricas o abstractas.

- La existencia de partes que hagan valer intereses contrapuestos.

122
- La existencia del tribunal, que es el órgano llamado por la ley para conocer de la contienda. No interesa la
naturaleza del tribunal.

b) Requisitos de Validez: son ciertas condiciones para que el juicio pueda permanecer en el tiempo hasta que se
resuelva:

- La competencia del tribunal llamado a resolver la contienda; el tribunal llamado a conocer de ese juicio debe
ser competente al menos tendrá que ser absolutamente competente, es decir, que tenga facultades para
conocer ese juicio considerando la materia del asunto, el fuero de las partes y la cuantía.

- La capacidad de las partes; las partes litigantes deben ser capaces y esta capacidad está referida a la
capacidad de ejercicio. Las partes tienen que ser capaces de comparecer ante los tribunales personalmente o a
través de un mandatario judicial. Si la parte no tiene esta capacidad de ejercicio tendrá que actuar a través de
su representante legal.
El demandante también tiene que tener especial cuidado que su representante sea capaz y de dirigir la
demanda contra alguien con capacidad de ejercicio, de lo contrario será todo nulo en ese juicio.

- La observancia o cumplimiento de las formalidades legales para la realización de los distintos actos de
procedimiento que conforman el proceso. Esto está referido a los actos de procedimiento, requisitos que deben
cumplirse en todo proceso, a todas las diligencias que son esenciales.
El proceso puede presentar defectos más o menos graves, las consecuencias jurídicas serán distintas según
las diligencias que se transgredan.
Si esto no es así la parte perjudicada o afectada tiene derecho a reclamar de estos vicios por nulidad
procesal y por excepción dilatoria.

* La Relación Procesal:

La relación procesal se genera como consecuencia del juicio. Desde el momento que la demanda es notificada
legalmente al demandado se producen ciertas relaciones jurídicas dentro del proceso.
El demandante y el demandado, como partes, desde este momento quedan ligados entre sí en el proceso,
independientemente que el demandado comparezca o no al juicio (el demandado no se puede desentender de la
demanda), y además existe un vínculo entre estas dos partes con el tribunal.

La relación procesal es el vínculo jurídico que nace en el proceso, con la notificación legal de la demanda, y que
une a las partes entre sí y a éstos con el tribunal.

Esto supone que ha existido una demanda presentada ante un tribunal competente y ha sido legalmente
notificada al demandado (antes de ello no hay juicio, habría sólo un proceso iniciado).

6.- Exteriorización del Proceso: el expediente:

El proceso, como realidad que es, se exterioriza en lo que se denomina “expediente”. Allí se deja constancia de
todos los escritos que presenten las partes, todas las actuaciones judiciales de cualquier tipo y todos los documentos
que se presenten o verifiquen en el juicio (artículo 29, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 29, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Se formará el proceso con los escritos, documentos y
actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el juicio”.

Además, ninguno de estos elementos materiales del proceso se pueden retirar del expediente sin la
autorización del juez (artículo 29, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 29, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Ninguna pieza del proceso podrá retirarse sin que
previamente lo decrete el tribunal que conoce de la causa”.
Hablar del EXPEDIENTE es referirse al aspecto material del proceso. Es menester que la idea de proceso se
materialice, se concrete. El proceso se forma con los escritos, documentos y actuaciones de toda especie que se
presenten o verifiquen en el juicio (artículo 29, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Aquí el legislador utiliza tres palabras distintas: escritos, documentos y actuaciones (estos conceptos no son
idénticos):

A) Los escritos:

Los escritos en general se pueden definir como toda presentación o solicitud que formulan las partes o terceros,
de carácter formal, y mediante la cual se hacen valer las pretensiones de los litigantes.
El escrito es sinónimo de solicitud. Estos escritos tienen que ser formales, y en esta materia la ley distingue dos
tipos de formalidades:

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 Formalidades comunes o de carácter general.
 Formalidades especiales, propias de cada escrito en particular.

Esta es una distinción muy importante porque las formalidades generales deben cumplirse siempre, en cambio,
las formalidades especiales están establecidas para ciertos escritos, no para todos. Ejemplos:

- El artículo 254 del Código de Procedimiento Civil establece requisitos especiales para el escrito de demanda.
- Tratándose del escrito de contestación de la demanda, se debe cumplir con los requisitos del artículo 309 del
Código de Procedimiento Civil.
- El escrito de apelación debe contener los requisitos contenidos en los artículos 189 y 190, inciso 1º, del Código
de Procedimiento Civil.

Dentro de los requisitos generales, la ley establece varias formalidades que siempre deben cumplir los escritos:

a) Los escritos, actualmente, se presentan al tribunal en papel simple (artículo 31, inciso 1º, parte inicial, Código
de Procedimiento Civil). Antiguamente se presentaba en “papel sellado” como lo indicaba el artículo 80 del DL
3.475 de 1980, conocido como ley de timbres y estampillas.

b) Todo escrito se debe encabezar con lo que se denomina una “suma”. Esta suma indica resumidamente el
trámite de que se trata o bien su contenido. En otras palabras es el encabezamiento sobre lo que se tratará el
escrito (artículo 30, parte final, Código de Procedimiento Civil).

c) Los escritos se presentan al tribunal por conducto del secretario (esa es la forma de presentarla físicamente al
tribunal). No se presentan directamente al juez, sino que se debe dirigir a la secretaría del respectivo tribunal
(artículo 30, parte inicial, Código de Procedimiento Civil).
d) Cada escrito se deben acompañar tantas copias según sea la cantidad de partes que hay que notificar la
resolución de ese escrito (artículo 31, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Estas copias tienen que ser concordantes con el escrito mismo; no puede haber diferencias entre la
copia y el escrito, incluso la ley establece la obligación del secretario de confrontar las copias con el escrito.
El artículo 31, inciso 2º, establece algunos casos de excepción respecto de algunos escritos donde no es
necesario entregar copia, estos son escritos que inciden en aspectos de mero trámite en el juicio. Ejemplos: los
escritos que tengan por objeto personarse en el juicio, acusar rebeldías, pedir apremios, prórroga de términos,
señalamiento de vistas, etc.
Esta formalidad de dejar copias es muy importante porque la ley establece una sanción si no se cumple
con esta obligación. Si no se entregan copias del escrito o si son disconformes substancialmente entre aquellas
y el escrito original, no le correrá plazo a la parte contraria y el tribunal debe imponer una multa al litigante que
incumpla con esta obligación (artículo 31, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil), y sin perjuicio de lo anterior,
el tribunal tiene que ordenar que estas copias se acompañen dentro del tercer día, bajo apercibimiento de
tenerse por no presentado ese escrito (artículo 31, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil).

e) Los escritos tienen que ser firmados por la parte o por el apoderado, según corresponda . Además el primer
escrito tiene que ser firmado por el abogado patrocinante. Este es un requisito importante, no obstante aquello
la ley no lo señala expresamente.

B) Los documentos:

Hay diferencias entre un escrito y un documento. Un escrito también es un documento, pero la ley se está
refiriendo a todos aquellos documentos o instrumentos desde el punto de vista del medio probatorio que se acompaña
al juicio para probar un hecho. El documento es considerado como un medio de prueba.
Un escrito es sinónimo de solicitud de parte, el documento está tomado como medio probatorio para comprobar
un hecho controvertido en el proceso. Ejemplos: una escritura pública, una partida de defunción, una carta, etc.

C) Las actuaciones de toda especie:

Estas actuaciones corresponden a las distintas diligencias que se vayan verificando en el proceso. Son los
distintos actos procesales que van conformando el expediente. Ejemplos: la realización de un comparendo en una
audiencia, la declaración de un testigo, la diligencia de una confesión de parte, una notificación, etc. En todos estos
casos hay que dejar constancia por escrito y se incorporan materialmente al proceso (van formando parte del
expediente).

Todos estos escritos, documentos y actuaciones se deben ordenar cronológicamente a medida que se van
produciendo. El proceso en este sentido es muy ordenado.

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* ¿Cómo se presentan los escritos?: Todo escrito se presenta siempre por conducto del secretario del tribunal que
corresponda (del tribunal competente que está conociendo de la causa); salvo el primer escrito que se presenta en
aquellas comunas en que hay varios tribunales con la misma competencia, en cuyo caso se presentará, si hay Corte de
Apelaciones, ante el secretario de dicho tribunal, y si no hay Corte de Apelaciones el escrito se dirigirá al juzgado de
turno.
El secretario recibirá el escrito con las copias que se acompañen y debe proceder de inmediato a poner en cada
foja del escrito su media firma o un sello autorizado del tribunal (que se conoce como “cargo”). Esto va en el escrito y
en las copias (artículo 32, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
Este sello tiene mucha importancia porque ahí va la fecha, que es fundamental en todo escrito porque indica la
fecha de presentación (esa es la fecha que tiene validez).
La ley dice también que el secretario debe dar recibo de los documentos que se le entreguen; esto constituye
una obligación en la medida que la parte lo exija (normalmente no se exige) (artículo 32, parte final, Código de
Procedimiento Civil).

Art. 32, Código de Procedimiento Civil: “Entregado un escrito al secretario, deberá éste en el mismo día
estampar en cada foja la fecha y su media firma, o un sello autorizado por la respectiva Corte de Apelaciones y
que designe la oficina y la fecha de la presentación. Deberá, además, dar recibo de los documentos que se le
entreguen, siempre que lo exija la parte que los presenta, sin que pueda cobrar derecho alguno por los servicios
a que este artículo se refiere”.

El secretario una vez que tiene el escrito en su poder debe presentarlo al juez para su despacho, para que el
juez resuelva ese escrito. Este despacho la ley dice que puede ser el mismo día que se entregue el escrito o el día
siguiente hábil a la entrega, normalmente es esto último, a no ser que la parte solicite que se resuelva inmediatamente
en casos urgentes aún después de la hora (artículo 33, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 33, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Todo escrito será presentado por el secretario al
tribunal para su despacho el mismo día en que se le entregue o al día siguiente hábil si la entrega se hace
después de la hora designada al efecto. En casos urgentes podrá el interesado recabar el despacho inmediato
aun después de la hora designada”.

* La división del proceso o del expediente:

Desde el punto de vista material, el proceso en principio forma una sola unidad (un solo tomo), eso es lo
normal. En casos excepcionales, sin embargo, se permite dividir un expediente, y esto se puede deber
fundamentalmente por dos razones:

- Por la cantidad de actuaciones que lo componen.


- Por la calidad de esas actuaciones, o por contenido de las actuaciones.

a) División del expediente en razón de la cantidad o volumen de las actuaciones: Cuando un expediente se divide
por la cantidad de actuaciones se habla de “tomos”, y, en consecuencia, el expediente puede estar formado por
uno o varios tomos; esto por razones de manejo. Esto lo fija y ordena el juez.

b) División del expediente en razón de la calidad de la materia o contenido de las actuaciones: Esta división da
origen a los “cuadernos” o ramos. No es lo mismo, entonces, que se hable de un tomo que de un cuaderno.
Esto ocurre fundamentalmente porque en un proceso se puede discutir distintas cuestiones o
incidentes. En un juicio se pueden formular incidentes, y éstos se tramitan en cuadernos separados en el mismo
proceso (porque el incidente es un “juicio pequeño” y se tramita aparte para no entorpecer el proceso
principal).
En otros casos es la ley la que ordena que se formen estos cuadernos, como ocurre por ejemplo en el
juicio ejecutivo, en donde hay un cuaderno principal (donde va la controversia) y un cuaderno de apremio
(donde va todo lo relativo a los apremios).

Todas las piezas del proceso (escritos, documentos y actuaciones) se tienen que agregar cronológicamente y en
forma sucesiva al proceso, según el orden que se vayan produciendo o verificando las actuaciones, y aquí también el
secretario tiene la obligación de ir enumerando cada foja del expediente, con letras y con números. Esto es lo que se
denomina “foliación del expediente”.
Hay algunos casos en que no resulta posible agregar materialmente al proceso algunas piezas (ejemplos: un
libro de contabilidad grande), en esos caso, estos antecedentes van a quedar fuera del expediente dejándose la debida
constancia (artículo 34, Código de Procedimiento Civil).

Art. 34, Código de Procedimiento Civil: “Todas las piezas que deben formar el proceso, en conformidad al
artículo 29, se irán agregando sucesivamente según el orden de su presentación. Al tiempo de agregarlas, el
secretario numerará cada foja en cifras y en letras. Se exceptúan las piezas que, por su naturaleza, no puedan
agregarse o que por motivos fundados se manden reservar fuera del proceso”.

125
En otros casos las partes pueden pedir por motivos fundados que un determinado antecedente se mantenga
fuera del proceso, esto es lo que se denomina “mantener en custodia una determinada pieza del proceso”. Ejemplo:
junto con una demanda ejecutiva se pueden acompañar documentos mercantiles (cheques, letras de cambio, etc.); por
razones de seguridad es conveniente pedir la custodia de estos documentos por parte del secretario, dejando la debida
constancia (artículo 34, parte final, Código de Procedimiento Civil).

Cuando se va formando un expediente se habla también de “documentación” o “incorporación” de alguna


determinada pieza del proceso. Esto dependiendo de la naturaleza de la actuación o pieza:

o En el caso de las actuaciones orales o verbales, debe documentarse, debe efectuarse su transcripción por
escrito; aquí hablamos de documentación de la actuación.. Ejemplo: la declaración de un testigo, debe
documentarse porque los testigos declaran de viva voz.

o Por el contrario, si la actuación es escrita (que es lo normal), se habla de incorporación, basta con agregarlo al
proceso. Ejemplo: el escrito de demanda.

* Mantención y consulta del expediente:

La ley dice que el proceso se mantendrá en la oficina de la secretaría del tribunal, bajo custodia y
responsabilidad del secretario del tribunal (artículo 36, Código de Procedimiento Civil; artículo 380, nº 4, Código
Orgánico de Tribunales).

Art. 36, Código de Procedimiento Civil: “El proceso se mantendrá en la oficina del secretario bajo su
custodia y responsabilidad. Los autos no podrán retirarse de la secretaría sino por las personas y en los casos
expresamente contemplados en la ley. Corresponderá al secretario velar por el estricto cumplimiento de lo
establecido en el artículo 393 del Código Orgánico de Tribunales”.

Art. 380, nº 4, Código Orgánico de Tribunales: “Es función de los secretarios guardar con el conveniente
arreglo los procesos y demás papeles de su oficina, sujetándose a las órdenes e instrucciones que la Corte o
juzgado respectivo les diere sobre el particular”.

En relación con esto, las partes, y en general cualquier persona, tienen derecho a examinar los expedientes e
imponerse de las actuaciones judiciales. Esto se debe al principio de publicidad de los tribunales chilenos.
Las actuaciones de los tribunales son públicas por lo que, en principio, no hay inconveniente en conocer los
expedientes. Sin embargo, es evidente que no está permitido retirar los expedientes del juzgado, salvo excepciones
que la ley contempla de funcionarios que pueden retirar el expediente (artículo 37, Código de Procedimiento Civil).

En el caso que los propios litigantes o un tercero necesite retirar o recuperar algún documento que haya sido
agregado materialmente al proceso, esto va a depender de la naturaleza del documento; por ejemplo: un pasaporte, un
carnet de identidad.
La ley permite retirar ciertos documentos (exclusivamente referido a los documentos), y para este efecto el
interesado tiene que presentar una solicitud al juez, en virtud de la cual solicita la devolución de ese documento; y no
basta que lo pida, sino que el tribunal además tiene que acceder al hecho (el juez tiene que resolver favorablemente).
¿Cómo se procede en este caso?. Una vez que se ha ordenado la devolución, la parte interesada o el tercero
debe proceder a lo que se llama “el desglose de los documentos” (esto está contemplado en el artículo 29, inciso 2º en
relación con el artículo 35 del Código de Procedimiento Civil).

Art. 29, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Ninguna pieza del proceso podrá retirarse sin que
previamente lo decrete el tribunal que conoce de la causa”.

Art. 35, Código de Procedimiento Civil: “Siempre que se desglosen una o más fojas del proceso, deberá
colocarse en su lugar una nueva foja con la indicación del decreto que ordenó el desglose y del número y
naturaleza de las piezas desglosadas. No se alterará, sin embargo, la numeración de las piezas que queden en
el proceso, y se conservará también la de las que se hayan separado en el nuevo expediente de que pasen a
formar parte, agregándose la que en éste les corresponda”.

El Desglose es el reemplazo del documento incorporado al proceso por una foja que indique que reemplaza a
ese documento que ha sido retirado y se indica la resolución del juez que mandó retirarlo, y con ello se permite que
continúe la unidad del proceso.
La ley dice que no se debe alterar la foliación del proceso (artículo 35, Código de Procedimiento Civil).

7.- Los Principios Formativos del Proceso:

Son ciertas ideas o conceptos de carácter fundamental que le dan forma a un determinado sistema,
considerando la finalidad del proceso.

126
Estos principios no tienen una consideración expresa en el ordenamiento jurídico, sin embargo se deducen de la
propia ley. Lo que ocurre es que nuestra legislación procesal se ha inspirado en algunos principios que le dan la
característica propia al derecho chileno. Su valor no es sólo teórico, pues las repercusiones practicas de los principios
puede manifestarse en diversos campos.
Estos principios normalmente se estudian por parejas, ya que habitualmente un principio se opone a otro; se
presentan por medio de dos conceptos contradictorios, mediante un binomio. Ejemplo: la oralidad se contrapone a la
escrituración.
En la doctrina tampoco hay conceptos unánimes de estos principios.

1) Principio de oralidad y de escritura:

El Principio de Oralidad se refiere a que en el proceso predominan las actuaciones verbales o de viva voz, tanto
en las actuaciones de las partes como a las pruebas que se puedan rendir.
El Principio de la Escritura es aquel que predominan en el proceso las actuaciones documentadas, tanto en las
alegaciones de las partes como en las pruebas que se puedan formular. En otros términos, se estará frente al principio
de la escrituración cuando la forma literal constituya el medio normal de comunicación entre las partes y el juez.

Es importante destacar que en un proceso nunca las actuaciones van a ser cien por ciento escrito u oral.
En doctrina estos principios presentan importantes ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, el sistema oral da
una marcha más acelerada al proceso y evita así el retardo (es más rápido); por otro lado, el principio de la
escrituración presenta la ventaja de la seguridad en el proceso.
En Chile hay manifestaciones de ambos principios con una clara diferencia entre materia civil y penal.

- En materia civil se mantiene el principio de la escrituración (ejemplo: procedimiento ordinario de mayor


cuantía), con la sola excepción del juicio sumario, en que incluso se permite que la demanda pueda presentarse
oralmente, aunque se permite que las partes presenten minutas escritas (artículo 680, Código de Procedimiento
Civil).

- En materia penal, en el nuevo procedimiento penal predomina el principio de la oralidad, el cual deriva de otros
dos principios que son los de inmediación y de concentración (principios connaturales al de la oralidad).

2) Principio de mediación y de inmediación:

Está referido a la vinculación que tiene el juez con los distintos actores que tiene un proceso, si es directo o
indirecto.
La Inmediación es el principio es el principio en virtud del cual se pretende asegurar que el juez o tribunal esté
en una íntima relación personal con los sujetos del proceso, lo que significa que el juez recibe directamente, sin
intermediarios, los actos del proceso o los escritos de las partes.
La Mediación es el principio en virtud del cual el juez no se encuentra en una permanente e íntima relación
personal con los sujetos del proceso, sino que tal vinculación tiene lugar a través de un agente intermediario (los
escritos se le hacen llegar a través del secretario).

En el proceso penal se caracteriza el principio de la inmediación, en cambio en materia civil, en general, en las
peticiones de las partes prima el principio de la mediación. En nuestro proceso, no obstante existir el principio de la
inmediación, por la cantidad de procesos y por el recargo de trabajo de los jueces, en la práctica no se realiza.

3) Principio dispositivo e inquisitivo:

Estos principios están relacionados con la preponderancia de la iniciativa que puedan tener de las partes o el
tribunal para reconstruir los hechos relevantes para resolver el litigio y darle trámite al proceso.

El Principio Dispositivo es aquel que la iniciativa en la proposición y en la producción de las pruebas del juicio
queda reservada especialmente a las partes, y el juez se limita a ordenar la recepción de estas pruebas, es decir, a su
dirección formal.
El Principio Inquisitivo implica que la labor de reconstrucción de los hechos en juicio y la aportación de las
pruebas corresponde tanto a las partes como al juez.

Actualmente, en el proceso civil los litigantes aportan las pruebas, pero con algunos cambios en el último
tiempo. Esto indica que el legislador en el campo probatorio se está inclinando fuertemente hacia el principio
inquisitivo. Ejemplo: se pueden citar las medidas para mejor resolver, en que el juez puede disponer de oficio (artículo
159, Código de Procedimiento Civil).

4) Principio de la continuidad y de la concentración:

127
El Principio de la Continuidad o consecutivo obligatorio establece que el proceso se tiene que ir desarrollando a
través de diversas etapas y cada una de ellas está constituida por una serie de actuaciones, y estas etapas se tienen
que ir cumpliendo separada y sucesivamente.
Dentro de este principio el juez tiene que ir solucionando en forma previa todos los incidentes (cuestiones
accesorias) que se vayan produciendo en el curso del proceso y antes de dictar la sentencia definitiva.

El Principio de la Concentración, por su parte, tiene por finalidad reunir o concentrar en una sola audiencia, o en
el menor número de audiencias, todas las actuaciones del proceso; es decir, que se planteen las alegaciones, se rinda
la prueba y que los incidentes se solucionen en la sentencia definitiva.
En el principio de la concentración no existe señalado o establecido un momento específico para realizar un
determinado acto, situación que sí ocurre en el principio de la continuidad.

En Chile, impera el principio de la continuidad, sin embargo existe una excepción a esto en el juicio sumario que
tiende al principio de la concentración.

5) Principio de la publicidad y del secreto:

El Principio de la Publicidad permite que las partes y terceros puedan tomar conocimiento de las distintas
actuaciones que se están realizando. Esta publicidad constituye el mejor medio de garantizar el derecho de las partes.
En el Principio del Secreto las actuaciones del proceso deben ser mantenidas en reserva y no pueden ser
conocidas por los litigantes o interesados ni mucho menos por terceros.

En materia civil rige el principio de la publicidad por regla general. En materia penal en el procedimiento
antiguo impera el principio del secreto en la primera etapa de sumario penal (artículo 78, Código de Procedimiento
Penal), esto va a cambiar con la reforma procesal penal donde el juicio es oral y público.
Cabe advertir que este principio de la publicidad es perfectamente posible conciliarlo con el principio de la
escritura, como ocurre en nuestro derecho.

6) Principio de la instancia de parte y del impulso oficial:

Esto se refiere a lo que se denomina el impulso procesal, que es la fuerza para que un proceso avance. Esto va
a depender si ese impulso emana de las partes o del propio juez (que son los protagonistas del proceso y ese impulso
no puede venir más que de ellos). Si esa fuerza procede de los litigantes se habla de instancia de parte, si por el
contrario emana del tribunal se habla de impulso oficial.

En el Principio de Instancia de Parte son los propios litigantes los que tienen la facultad de dar, iniciar y hacer
avanzar el proceso a través de los escritos.
En el Principio de Impulso Oficial el juez tiene la facultad de hacer avanzar el proceso sin perjuicio de las
atribuciones de las partes.

El sistema chileno en el proceso civil siempre se va a iniciar por impulso de parte y para hacerlo avanzar se
requiere de la voluntad de las partes. Esto, sin embargo no es absoluto, ya que puede el juez disponer ciertas
atribuciones sin que se lo pidan las partes.

7) Principio de la bilateralidad y de la unilateralidad:

El Principio de la Bilateralidad, también llamado de Contradicción o Audiencia, quiere decir que durante la
tramitación del proceso todas las atribuciones del juicio se deben realizar con la intervención de ambas partes del
proceso; es decir, la parte contraria debe tener conocimiento del acto solicitado por su contendor y por eso se dice que
el proceso en Chile es contradictorio, porque existe la posibilidad que las dos partes puedan hacer valer sus
pretensiones o derechos.
La bilateralidad no significa que necesariamente tengan que intervenir las dos partes en un mismo acto para
que éste tenga validez, sino que el legislador quiere darle la oportunidad a la parte de informarse (a través de la
notificación pertinente) y defenderse a la otra parte.
Este principio de la contradicción, audiencia o bilateralidad, no es sino aplicación de la vieja máxima latina
“audiatur et altera pars”, y de la otra que establece “nemo anauditus domnari pottest” (nadie puede ser ordenado sin
ser oído y vencido en juicio).
El Principio de la Unilateralidad es excepcional en nuestro sistema y en virtud de este principio el legislador, en
ciertos casos, permite que se lleve a cabo un acto sin el conocimiento de las dos partes o que se ejecute una
providencia antes de ser notificada a la parte a quien afecta. Ejemplo: las medidas precautorias(artículo 302, inciso 2º,
Código de Procedimiento Civil).

8) Principio de valoración probatoria:

Dice relación con la forma que tiene el juez para el efecto de dar por acreditado un hecho en un juicio.
128
En general el juez puede dar por acreditado los hechos controvertidos en la sentencia, en la medida que esos
hechos han sido probados. Conclusión a la cual llega mediante la valoración o apreciación probatoria.
Existen tres sistemas fundamentales de valoración probatoria:

o El sistema de la prueba legal.


o El sistema de la libre convicción.
o El sistema de la sana crítica.

a) El sistema de prueba legal: Es aquel que se caracteriza porque el propio legislador establece cuales son los
medios probatorios que pueden ser utilizados por las partes, y además señala, en cada caso, cuál va a ser la
eficacia o valor probatorio de cada uno de ellos, de manera que el juez sólo debe aplicar las normas
correspondientes.
Este es el sistema predominante en nuestro Código de Procedimiento Civil.

b) El sistema de libre convicción: Es aquel en que todo el establecimiento de los hechos depende de la conciencia
del juez, que no está regido u obligado a normas legales a este respecto, y ni siquiera debe dar razones de sus
decisiones.

c) El sistema de sana crítica: En este caso, el juez se debe regir por ciertas reglas no escritas, pero son reglas del
correcto entendimiento humano, como las reglas de lógica en que debe fundarse la sentencia. En este caso el
juez sí tiene que dar razones del establecimiento de la verdad.

En Chile se aplica el primer sistema por regla general en el procedimiento civil, y excepcionalmente la ley
faculta a los jueces a apreciar las pruebas de acuerdo a las reglas de la sana crítica. Ejemplo: el informe de peritos, la
prueba de testigos, etc.

9) Principio del formalismo y del aformalismo:

De acuerdo al Principio del Formalismo, las distintas actuaciones que se deben verificar en el proceso deben
guardar ciertas formas en el proceso, que en cada caso determine el legislador. La ley regula la manera de efectuar
ciertos actos procesales sin que esto quede entregado al criterio del juez y las partes.
Por otro lado está el Principio del Aformalismo o de libertad de las formas procesales, donde la ley sólo se
encarga de numerar o mencionar las actuaciones que deben cumplirse, pero las formas de los actos quedan entregadas
a las personas que participan en los actos (a la experiencia profesional de los que intervienen en la administración de
justicia).

Hay que buscar un justo equilibrio entre ambos principios. En nuestro país rige el principio del formalismo, en
materia civil, con excepción de los alegatos en los tribunales colegiados.

10) Principio de la fundabilidad y de la infundabilidad:

En el Principio de la Fundabilidad, tanto las partes como los propios tribunales tienen que exponer siempre las
razones o motivos en sus actuaciones, o al menos en las más importantes.
Los litigantes siempre tienen que fundamentar sus peticiones; lo mismo en el evento de la contestación.
Ejemplo: lo que establece el artículo 254, nº 4 del Código de Procedimiento Civil, al decir que la demanda debe
contener una enumeración precisa y clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya.
Esta misma exigencia es válida para los tribunales, cuando deciden el asunto litigioso deben exponer las
razones de sus decisiones judiciales, los fundamentos de derecho y de hecho en que el fallo se apoye (artículo 170, nº
4, Código de Procedimiento Civil).
Por otro lado, el principio contrario es el Principio de la Infundabilidad, que es lo opuesto a lo anterior.

11) Principio de la preclusión y de la libertad:

El Principio de la Preclusión consiste en que, dentro del proceso, las actuaciones deben cumplirse en su debido
momento, y de no ser así ese derecho se extingue o se pierde. Es decir, cada actuación se encuentra establecida en un
período determinado en el proceso, transcurrido el cual la actividad no puede realizarse.
El Principio de la Libertad significa que en el proceso no hay etapas para cumplir los actos procesales, y estos se
pueden cumplir con libertad en cualquier parte del proceso.

En Chile rige el principio de la preclusión, y éste tiene diversas manifestaciones prácticas. Las principales
manifestaciones que puede asumir este principio son las siguientes:

- Existencia de los plazos: Ninguna actuación procesal puede realizarse más allá del plazo fijado por la ley para su
ejercicio. En el procedimiento civil son todos fatales o perentorios.

129
- La consumación procesal: Consiste en que una determinada actividad se agota con el ejercicio del derecho
correspondiente. Es un impedimento que tiene la parte para cumplir por segunda vez el derecho que ya se
realizó con anterioridad.

- La eventualidad procesal: Esto significa que las partes tienen que hacer valer simultáneamente los distintos
medios para accionar en forma conjunta, en caso que uno de ellos falle o sea desestimado. Ejemplo: las
excepciones dilatorias, que deben deducirse todas conjuntamente y en un mismo escrito.

- La incompatibilidad: Consiste en que, en algunos casos, si la ley otorga varios medios procesales para hacer
valer sus derechos pero con la condición de que uno solo de éstos puede ser acogido, estos medios no se
pueden acoger simultáneamente donde uno descarta a los otros. Ejemplo: para alegar la incompetencia relativa
de un tribunal puede alegarse por vía declinatoria o inhibitoria, pero nunca por ambas.

- La cosa juzgada: Significa que en un determinado momento la vida procesal se agota y eso significa impedir
más adelante renovar la discusión en torno al mismo asunto (se traduce en la prohibición de volver a discutir lo
ya decidido).
La cosa juzgada supone un proceso terminado donde se han agotado todos los trámites procesales.

12) Principio de la economía procesal:

Este es un principio que pretende que el proceso se desenvuelva en el menor tiempo posible, con el menor
número de actuaciones posibles y con el menor gasto para los litigantes; y para ello se pretende un ahorro de acciones
y de tiempo para las partes.
Esto se puede lograr a través de las concentraciones de las acciones judiciales. Ejemplos:

o Ahorro de actuaciones.
o La acumulación de autos.
o Pluralidad de pretensiones.
o La reconvención.
o Los incidentes.
o
13) Principio de la buena fe procesal:

Se supone que la buena fe procesal debe actuar siempre. Las partes en el proceso tienen un deber moral de ser
veraces, y esto significa que deben desarrollar las acciones a través de la búsqueda de la verdad, evitando las
dilaciones innecesarias o que se cometan abusos. Persigue, entonces este principio, no desvirtuar los fines de un acto;
en fin, actuar lealmente.
Este principio no tiene oponente o contradictor. No hay legislación que sancione como principio formativo la
mala fe procesal.

La importancia de todos estos principios es que sirven de base a todo nuestro ordenamiento judicial, y tienen
que tenerlos en vista las propias partes o interesados y el juez o tribunal.

III. LAS PARTES O SUJETOS DEL PROCESO

1.- Concepto de Parte:

Existen muchas definiciones del concepto de “parte”. Para estos efectos, entenderemos por Parte a quien
pretende y frente a quien se pretende la satisfacción de una pretensión.
Este concepto de parte es estrictamente de orden procesal.
Las partes siempre hay que mirarla en relación a las pretensiones pasivas o activas de un proceso.

2.- Clasificación de las Partes:

En un juicio siempre habrá partes directas o principales y pueden haber partes indirectas o terceros. Esta es la
diferencia entre los actos judiciales no contenciosos y los juicios.

A) Partes Directas o Principales:

Toman el nombre de “demandante” y “demandado”. Esa es la denominación más genérica de las partes, sin
embargo, se les puede dar otro nombre a estas partes según sea la naturaleza del juicio o recurso que puede
interponerse. Así, por ejemplo:

130
- En el juicio ejecutivo se habla de ejecutante y ejecutado.
- En una apelación se denominan apelante y apelado.

El Demandante es la parte que ejercita la acción, y éste es aquel que pide al tribunal el reconocimiento o la
declaración de un derecho determinado; es el que formula una pretensión.
El Demandado es aquel sujeto en contra del cual se formula la pretensión y tiene que hacerse cargo de las
pretensiones para defenderse.

Por excepción se pueden reunir ambas calidades en una sola persona, dentro de un mismo juicio, lo que
acontece en caso de producirse la reconvención.

B) Partes Indirectas o Terceros:

En general son aquellas partes no originarios de la situación procesal -es decir, no inician el juicio- a los cuales
la ley les permite intervenir posteriormente en el juicio si es que tienen algún derecho que hacer valer.
Estos normalmente son ajenos a la contienda misma, pero el tercero tiene un interés en el resultado del juicio y
es lo que lo motiva a intervenir.
No hay que confundir a estos terceros con otros terceros que no son y nunca van a ser parte en un juicio pero si
van a tener participación en un juicio, como los testigos, los peritos, etc.
En general se llama Tercero a toda persona que es extraña a la litis. Pero hay algunos que pueden intervenir en
el proceso por tener interés en el resultado. Hay otros terceros que no son parte indirecta y ellos son extraños a la litis
pero pueden tener participación en el proceso, como los testigos, peritos.
Las partes indirectas pueden intervenir en el juicio de distinta forma dependiendo de cuál es el interés que tiene
en el juicio, y hay que ver si ese interés es o no concordante con las pretensiones de las partes; y debido a ello se
pueden clasificar en:

o Terceros Coadyuvantes
o Terceros Excluyentes
o Terceros Independientes

El tercero coadyuvante es aquel que concuerda con el interés de alguna de las partes, este es un verdadero
“colaborador” de alguna de las partes. El tercero excluyente es el que hace valer un derecho contradictorio con el
interés de los litigantes. Y el tercero independiente es similar al anterior, pero que hace valer un derecho
independiente.

3.- Pluralidad de Partes (“Litis Consortio”):

La relación procesal en cualquier juicio puede ser simple o múltiple. Esto dependiendo de la cantidad de partes
que intervengan. Según esto, la relación procesal:

- será simple cuando intervengan un solo demandante y un solo demandado.


- será múltiple cuando una parte (demandante o demandado) o ambas a la vez están conformadas por varias
personas; es decir, habrá varios demandantes, o varios demandados, o conjuntamente varios demandantes y
demandados a la vez.

Cuando esta relación procesal es múltiple hablamos de Pluralidad de Partes, y todas estas personas que litigan
conjuntamente como parte se denominan “colitigantes” o “litis consortes” (también se conoce como “litis consortio”).
Las partes en juicio siempre son dos, no hay que confundirse; lo que ocurre es que cada uno de estas partes
puede estar conformada por varias personas.

* Clasificación de la litis consortio o pluralidad de partes:

Esta pluralidad de partes admite clasificaciones considerando diversos factores:

a) Atendiendo al número de sujetos que conforman cada parte en el juicio, la litis consortio puede ser activa,
pasiva o mixta.

• Si existen varios actores o demandantes y un solo demandado, se habla de “litis consortio activa”.
• Si son varios los demandados y hay un solo actor o demandante, se habla de una “litis consortio pasiva”.

131
• Si conjuntamente se reúnen varios demandantes y varios demandados, estaremos en presencia de una
“litis consortio mixta”.

b) Atendiendo al momento en que se origina, la litis consortio se clasifica en litis consortio inicial y litis consortio
sucesiva.

• La “litis consortio inicial” sería la pluralidad de partes que tiene su origen con la iniciación del juicio mismo,
es decir nace al momento de interponerse o deducirse la demanda en el juicio. Esto ya sea porque la
demanda la deducen varios demandantes contra un solo demandado, o por un actor contra varios
demandados, o por muchos demandantes contra varios demandados (artículo 18, Código de Procedimiento
Civil).

Art. 18, Código de Procedimiento Civil: “En un mismo juicio podrán intervenir como demandantes o
demandados varias personas siempre que se deduzca la misma acción, o acciones que emanen directa
e inmediatamente de un mismo hecho, o que se proceda conjuntamente por muchos o contra muchos
en los casos que autoriza la ley”.

• La “litis consortio sucesiva” sería la pluralidad de partes que se forma con posterioridad a la notificación de
la demanda, es decir, después que ya existe un juicio planteado ante los tribunales.
Esto va a ocurrir en todos aquellos casos en que después de notificada la demanda advienen al
juicio terceros, en alguna de sus tres calidades (ya sean coadyuvantes, excluyentes o independientes).
Ejemplo: artículo 21, Código de Procedimiento Civil.

c) Considerando la obligatoriedad de que se dé la litis consortio (o la necesidad que se aplique en un momento


determinado), tenemos litis consortio facultativa o voluntaria y la litis consortio obligatoria o necesaria.

• En la “litis consortio facultativa o voluntaria” se va a producir la pluralidad de partes por la propia voluntad
de los colitigantes, espontáneamente. Estos sujetos no tienen ninguna obligación a recurrir a esta
institución.
El artículo 18 del Código de Procedimiento Civil se refiere a este caso, cuando expresa que “en un
mismo juicio podrán intervenir.......”.

• En la “litis consortio obligatoria o necesaria” va a ser la ley la que exija que las partes actúen
conjuntamente, en determinados casos.
Así acontece en la situación prevista en el artículo 19 del Código de Procedimiento Civil, cuando
indica que “si son dos o más las partes que entablen una demanda o gestión judicial y deducen las mismas
acciones, deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un sólo mandatario”.
La misma regla se va a aplicar en el caso que sean varios los demandados que opongan idénticas
excepciones o defensas (artículo 19, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

* Casos en que tiene lugar la pluralidad de partes o litis consortio (artículo 18):

a. Cuando se deduzca la misma acción por varias personas. En este caso la ley dice que estas varias personas
tienen que obrar conjuntamente a través de un mandatario común (están representados por una misma
persona).

b. Cuando se deduzcan acciones diversas que emanen directa e inmediatamente de un mismo hecho. Por
ejemplo, las diversas acciones indemnizatorias que se originen con motivo de un accidente a varias personas.

c. Cuando se procede conjuntamente por muchos o contra muchos en los casos que autorice la ley. Por ejemplo,
en ciertos juicios en que el Fisco demanda contra sus deudores morosos por el incumplimiento de obligaciones
tributarias.

Todos estos casos están señalados en el artículo 18 del Código de Procedimiento Civil. Debe tenerse en cuenta,
sin embargo, que este artículo se refiere a una mera facultad por la forma que utiliza el legislador al señalar el verbo
“poder” y no el verbo deber.

* Nombramiento del mandatario o procurador común:

Hay ciertos casos que contempla el propio legislador en que es necesario litigar conjuntamente. Esta obligación
se traduce en el nombramiento del mandatario o procurador común. Esta es la situación que se contempla en el artículo

132
19 del Código de Procedimiento Civil, en el cual las partes deben actuar conjuntamente estableciendo un mandatario o
procurador común.

Art. 19, Código de Procedimiento Civil: “Si son dos o más las partes que entablan una demanda o gestión
judicial y deducen las mismas acciones, deberán obrar todas conjuntamente, constituyendo un solo
mandatario”.
“La misma regla se aplicará a los demandados cuando sean dos o más y opongan idénticas excepciones
o defensas”.

Las condiciones que establece este artículo 19 son las siguientes:

- Se requiere que existan varios demandantes o varios demandados.


- Que hagan valer las mismas acciones o pretensiones, o bien, que opongan idénticas defensas o excepciones.

Reuniéndose estas condiciones los litigantes deberán obrar conjuntamente a través del mandatario o
procurador común. Esto se le llama “litigar por una sola cuerda” en el juicio. Esta disposición tiene el carácter de
obligatoria, ya que se indica que deberán obrar todos conjuntamente.

¿Cómo se designa este mandatario común?. Aquí se aplica la regla del artículo 12, que dice que el procurador
común será nombrado por acuerdo de las partes a quienes haya de representar (artículo 12, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil), dentro del plazo razonable que señale el tribunal (artículo 12, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil).
Si las partes no se ponen de acuerdo respecto de la persona del mandatario o procurador común, el
nombramiento tiene que hacerlo el tribunal que conozca la causa.

Este nombramiento puede ser revocado una vez nombrado por acuerdo unánime de las mismas partes, o por el
tribunal a petición de alguna de ellas (artículo 14, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Este procurador común tiene que ceñirse a las reglas que le den las partes (debe someterse a las instrucciones
de los propios interesados), y en caso que no exista acuerdo en este punto, dice la ley que este procurador común está
facultado para “proceder por sí solo y como se lo aconseje la prudencia” (artículo 15, Código de Procedimiento Civil).

* Excepciones a la constitución de procurador común (artículo 20):

El artículo 20 establece algunas excepciones a la constitución del procurador común, en que las partes no están
obligadas a litigar conjuntamente por medio de un procurador común.
Esto va a ocurrir:

o Si son distintas las acciones de los demandantes o las defensas de los demandados (artículo 20, inciso 1º,
Código de Procedimiento Civil).

o También pueden obrar separadamente desde el momento que aparezca que hay incompatibilidad de intereses
entre las partes que litigan conjuntamente (artículo 20, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

4.- Capacidad de las Partes:

Aquí hay que distinguir la capacidad para ser parte en juicio, para comparecer en juicio (capacidad procesal) y
para pedir en juicio (ius postulandi):

a) Capacidad para ser parte en juicio:

Esto significa determinar que aptitud debe tener un sujeto para aparecer en juicio, para figurar como
demandante o como demandado.
Esta materia se rige por las reglas sustantivas o por las reglas del Derecho Civil, y en consecuencia hay que
concluir que para ser parte en juicio o para ser titular de una relación jurídica procesal basta con tener la capacidad de
goce. Esto rige tanto para las personas naturales como para las personas jurídicas.
Por capacidad de goce se entiende la aptitud legal para adquirir derechos (es un elemento de la personalidad,
por lo que ninguna persona carece de ella).
En el Código de Procedimiento Civil no existen reglas en materia de capacidad para ser parte en juicio, de allí
que se aplican las normas de las leyes sustantivas.

b) Capacidad para comparecer en juicio:

Esta capacidad para comparecer en juicio se denomina también “capacidad procesal”. Esto está referido a la
aptitud que se requiere para poder ejercitar la acción o, en su caso, poder formular la excepción.

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Hay diferencias con el caso anterior, porque en la capacidad para ser parte en juicio basta la capacidad de goce
y en esta capacidad para comparecer en juicio se exige la capacidad de ejercicio, y ésta la tienen todos aquellos sujetos
que son capaces de ejercitar derechos por sí mismos sin el ministerio o autorización de otro.
Todas aquellas personas que la ley declara incapaces (que carecen de capacidad procesal) deben suplir esta
deficiencia con la representación legal.
Esto es importante que se cumpla estrictamente, teniendo en cuenta que quien ejerce la acción (demandante)
tiene que tener capacidad de ejercicio, porque de lo contrario le van a interponer una excepción dilatoria (artículo 303,
nº 2, Código de Procedimiento Civil); y si fuera el demandado el que carece de la capacidad procesal, y no obstante ello
se le notifica la demanda, esa notificación que se le haga a esa persona no producirá efectos válidos, porque hay
defectos en el emplazamiento (nulidad de todo lo obrado) (artículo 768, nº 9, Código de Procedimiento Civil).

c) Capacidad para pedir en juicio:

La capacidad para pedir en juicio o el “ius postulandi” es propia del Derecho Procesal. Esta es la capacidad para
hacer peticiones a los tribunales.
Esta capacidad está regulada por las leyes procesales.
Esto tiene un fundamento, y se debe a que el proceso exige una capacidad especial, técnica, que es la típica del
Derecho Procesal y, por lo mismo, este tipo de capacidad la tienen ciertas y determinadas personas que la ley procesal
establece, y la poseen estas personas porque tienen conocimientos jurídicos o se presume que los tienen (no la tiene
cualquier sujeto, no la tiene el representante legal, por ejemplo).
Quien tiene este “ius postulandi” esta habilitado para hacer peticiones a los tribunales de justicia, y para esto se
requiere que esta persona tenga un mandato judicial (que es distinto al mandato civil).

Este representante se va a llamar procurador o mandatario judicial, y el representado se va a llamar mandante


o poderdante.
Esto está reglamentado especialmente en la ley 18.120, que establece las normas de comparecencia en juicio y
además se encuentra regulado en los artículos 4º y siguientes del Código de Procedimiento Civil).

5.- Las Tercerías:

Son las intervenciones de terceros en juicio como partes indirectas. El fundamento de las tercerías es bastante
lógico y se debe a la complejidad que tienen las relaciones jurídicas en la actualidad.
Si bien es cierto que el litigio se produce por dos sujetos claramente identificados (demandante y demandado),
también es cierto que, durante el desarrollo del proceso, pueden verse afectados de esa controversia otras personas.
Por estos motivos la ley permite la intervención de terceros.
Esto constituye un ejemplo más del principio de economía procesal.
Los terceros pueden hacer valer sus derechos en ese mismo juicio y en la medida que justifiquen su interés en
los resultados del mismo. Ese interés puede ser concordante con el de alguna de las partes directas, o bien puede tener
un interés propio en oposición a las partes o independiente.
Desde este punto de vista, los TERCEROS son todas las personas que sin ser partes directas en el juicio, están
facultadas para intervenir en él después de su inicio, por tener interés actual en sus resultados, y haciendo valer
determinadas pretensiones que pueden ser armónicas o concordantes, contradictorias e independientes de las de las
partes.

* Procedencia e improcedencia de tercerías:

La regla general es que la ley permite la intervención de los terceros como partes indirectas en los diferentes
juicios y procedimientos, con los requisitos que debe reunir todo tercero; esto es lo que se denomina “intervención
permitida de terceros”.
Sin embargo, hay otros casos en que la ley permite la intervención de terceros con ciertas limitaciones; esta es
la “intervención restringida de terceros”. Así sucede tratándose del juicio ejecutivo, en donde la ley regula
minuciosamente la intervención de terceros, estableciéndoles condiciones que deben tener (artículo 518, Código de
Procedimiento Civil). Según esta norma en el juicio ejecutivo son admisibles las tercerías de dominio (de los bienes
embargados), de posesión (de los bienes embargados), de prelación (derecho para ser pagado preferentemente) y de
pago (derecho para concurrir en el pago a falta de otros bienes).
Además existen casos en que nuestro legislador no admite la intervención de terceros, situación que es
excepcional. Esto ocurre en ciertos procedimientos ejecutivos especiales (procedimiento de realización de la prenda
agraria o de la prenda industrial).

* Requisitos para la intervención de terceros:

Para poder admitir la intervención de un tercero en un juicio cualquiera es indispensable que se cumplan ciertos
requisitos:

a) Primer requisito: Ser efectivamente una parte indirecta, un tercero, no puede haber figurado en la causa como
demandante o demandado.
134
b) Segundo requisito: Debe existir un juicio en tramitación, es decir, un juicio pendiente (aquel juicio en que no se
ha dictado sentencia; o bien, aquel en que habiéndose dictado sentencia, éste no se encuentra firme o
ejecutoriado).

c) Tercer requisito: El tercero tiene que tener un interés actual en los resultados del juicio, esto significa que el
tercero tiene que tener un derecho comprometido y no meras expectativas.
La ley lo señala también en forma categórica, cuando dice que “se entenderá que hay interés actual
siempre que exista comprometido un derecho y no una mera expectativa, salvo que la ley autorice
especialmente la intervención fuera de estos casos (artículo 23, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

d) Cuarto requisito: La intervención del tercero tiene que estar permitida.

* Clases de intervención de terceros:

Esto dice relación con la calidad que debe reunir el tercero, concretamente el derecho que ese tercero puede
hacer valer en el juicio.
Aquí hay que partir del supuesto que los terceros siempre intervienen en juicio voluntariamente, la intervención
no es forzada.
Desde este punto de vista, hay tres calidades con las cuales puede intervenir un tercero en juicio, lo que da
origen a tres clases de tercerías:

 Terceros coadyuvantes
 Terceros excluyentes
 Terceros independientes
A) Terceros Coadyuvantes:

Los terceros coadyuvantes son personas que, sin ser partes directas en el juicio, pueden intervenir después de
su inicio, por tener un interés actual en su resultado, y sosteniendo o haciendo valer pretensiones armónicas y
concordantes con las de alguna de las partes directas.
Se ubican en la misma posición jurídica que tiene alguna de las partes directas, es decir, está en la misma
situación procesal, ya sea del demandante o demandado. Esto quiere decir que este tercero queda equiparado con la
parte respectiva, constituye una sola parte con ese litigante.
Por esta razón algunos denominan a estos terceros coadyuvantes como “terceros colaboradores”, esto significa
que si hay una sola identidad tienen que litigar en una misma cuerda, constituyendo un mandatario o procurador
común (artículo 23, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil). Ese procurador común tendrá que ser designado de
común acuerdo o en su defecto por el tribunal.

Art. 23, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Los que, sin ser partes directas en el juicio, tengan
interés actual en sus resultados, podrán en cualquier estado de él intervenir como coadyuvantes, y tendrán en
tal caso los mismos derechos que concede el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un
procurador común, continuando el juicio en el estado en que se encuentre”.

¿En qué momento puede intervenir este tercero coadyuvante?. El juicio tiene que estar iniciado (se inicia desde
que se notifica formalmente la demanda) y puede hacerlo en cualquier estado del juicio, tanto en primera como en
segunda instancia, tal como lo señala el inciso 1º del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil.
Este tercero cuando interviene tiene que respetar todo lo obrado en el juicio.
Cuando el tercero coadyuvante interviene se puede originar un incidente, se puede generar una oposición de la
parte contraria o del mismo litigante; este juicio es un incidente que el juez tiene que resolver.

B) Terceros Excluyentes:

Los terceros excluyentes son aquellos que concurren al juicio también después de iniciado, pero en este caso lo
hacen reclamando o sosteniendo una pretensión propia e incompatible con las pretensiones de las partes directas. De
manera que el interés que hace valer este tercero es contradictorio, tanto con el demandante como con el demandado;
por lo mismo, también se le denomina también “opositor”. Ejemplos: la tercerías de dominio o de posesión.
Esta situación es totalmente distinta al tercero coadyuvante desde el momento que hablamos de “pretensiones
incompatibles” en el accionar del tercero en contra del demandante y demandado dentro del mismo juicio.
Esta intervención de este tipo de tercero está permitido a fin de evitar nuevos juicios en el juicio principal. Esta
es otra manifestación más del principio de economía procesal (artículo 22, Código de Procedimiento Civil).

Art. 22, Código de Procedimiento Civil: “Si durante la secuela del juicio se presenta alguien reclamando
sobre la cosa litigada derechos incompatibles con los de las otras partes, admitirá el tribunal sus gestiones en la

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forma establecida por el artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su presentación,
continuando el juicio en el estado en que se encuentre”.

Este artículo merece una observación, porque se refiere al artículo 16 del Código de Procedimiento Civil y eso
puede llevar a algún equívoco. Esta remisión al artículo 16 hay que entenderlo únicamente a que este tercero debe
actuar separadamente de las partes. El artículo 16 permite separadamente hacer alegaciones propias, eso significa que
no puede constituir procurador común.
Este tercero excluyente también puede intervenir en cualquier estado del juicio, dada la redacción del artículo
22: “si durante la secuela del juicio....”. Cuando interviene este tercero se entiende que acepta todo lo obrado con
anterioridad a su presentación, y continua el juicio contra las partes directas en el estado en que se encuentre.
También su presentación puede dar origen a reclamaciones de las partes directas, en cuanto a que se pueden
oponer.
Aquí el problema es determinar cómo debe intervenir en juicio. Este es un problema que no ha sido resuelto
actualmente por la doctrina. En esta materia ahora hay tres intereses en juego: el interés del demandante, el del
demandado y el del tercero. Las posiciones doctrinarias más importantes son:

- Hay autores que sostienen que debería suspenderse el juicio principal mientras se resuelve o clarifica el
derecho del tercero. La tramitación del tercero constituye un incidente y se tramita incidentalmente (en
cuaderno separado).

- Otros autores sostienen que aquí lo lógico sería generalizar todos los casos de terceros excluyentes, al igual
como sucede en el caso de las tercerías de dominio; esto significa que este tercero iniciaría un nuevo juicio en
contra del demandante y demandado, y esta nueva acción se tramita separadamente y ambos juicios -el
primitivo y la tercería- deberían fallarse en la misma sentencia.

La jurisprudencia mayoritariamente ha estimado que la tercería debe tramitarse separadamente y fallarse en


forma independiente.

C) Terceros Independientes:

Estos terceros independientes son aquellos que también concurren al juicio después de iniciado y hacen valer
un interés propio, autónomo o independiente del que han hecho valer las partes directas. Esto significa que el interés
del tercero no concuerda exactamente con el interés de las partes, pero tampoco lo excluye en forma absoluta; es una
posición intermedia a las dos anteriores (artículo 23, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

Art. 23, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Si el interés invocado por el tercero es independiente
del que corresponde en el juicio a las dos partes, se observará lo dispuesto en el artículo anterior”.

Ejemplo de esta tercería la constituye el interés que podría hacer valer un arrendatario en un juicio ejecutivo,
puede intervenir en la ejecución para ejercer su derecho y lograr que se respete su arrendamiento.
Por la naturaleza de la pretensión que hace este tercero independiente hay que concluir que debe actuar
independientemente o en forma separada a las partes, es decir, se encuentra una situación procesal similar a la del
tercero excluyente. No actúa a través de mandatario o procurador común.

6.- La Comparecencia ante los Tribunales:

Esto significa determinar de qué forma las partes intervienen ante los tribunales de justicia cuando quieren
hacer valer un determinado derecho.
En esta materia hay dos grandes sistemas para comparecer ante los tribunales de justicia, y esto es válido para
actuar en la vida del derecho:

- Que lo haga por sí el interesado, personalmente.


- Que lo haga representado, a través de ciertos mandatarios o representantes legales.

En esta materia tiene mucho que ver la capacidad de la persona. Una persona incapaz nunca va a poder actuar
por sí sólo, sino que lo podrá hacer a través de sus representantes legales que la ley le señala.
En otros casos la parte o interesado podría concurrir personalmente ante los tribunales, o bien podría hacerlo
representado, pero no legalmente sino que podría recurrir a la representación convencional.
En el caso de las personas jurídicas, éstas siempre tienen que tener un representante o administrador, o sea,
una persona que actúe por ella.

¿Cuál es el sistema imperante en Chile?. En Chile para determinar cuál es el sistema que el legislador utiliza hay
que hacer algunas distinciones y fundamentalmente hay que determinar si se comparece ante un tribunal inferior o
ante un tribunal superior (si se verifica ante un juez letrado o ante alguna Corte).

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o Comparecencia ante los tribunales inferiores: La regla ante los jueces letrados es que las partes concurran
debidamente representadas. En principio ante un tribunal inferior no se admite la comparecencia personal; esto
significa que se debe recurrir a los mandatarios judiciales -esto aún cuando la parte sea capaz de ejercicio- y
excepcionalmente la ley permite, ante los tribunales inferiores, la comparecencia personal.
Ante los juzgados de letras se admite la comparecencia a través de cualquier mandatario judicial.

o Comparecencia ante los tribunales superiores : Ante las Cortes de Apelaciones (tribunales de segunda instancia)
las partes podrían comparecer en primer lugar personalmente, y en segundo lugar, representadas por ciertos
mandatarios judiciales que son, exclusivamente, los abogados o los procuradores del número (artículo 398,
inciso 1º, parte final, Código Orgánico de Tribunales).
Ante la Corte Suprema, se puede comparecer solamente representado por ciertos mandatarios
judiciales que son los abogados habilitados o procurador del número (artículo 398, inciso 1º, parte inicial,
Código Orgánico de Tribunales).

Art. 398, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Ante la Corte Suprema sólo se podrá
comparecer por abogado habilitado o por procurador del número y ante las Cortes de Apelaciones las
partes podrán comparecer personalmente o representadas por abogado o por procurador del número”.
* Normas legales de comparecencia en juicio:

En cuanto a las normas legales que regulan la comparecencia, la ley regula esta materia en el Título II del Libro
Primero del Código de Procedimiento Civil (artículos 4º y siguientes).
La regla es que toda persona que deba comparecer en juicio, a su propio nombre o como representante legal de
otra, debe hacerlo en la forma que determine la ley (artículo 4º, Código de Procedimiento Civil). La ley determina esta
comparecencia fundamentalmente en el artículo 398 del Código Orgánico de Tribunales y se regula especialmente en la
ley 18.120 sobre comparecencia en juicio (apéndice del Código de Procedimiento Civil).
Esta comparecencia es válida o es aplicable no sólo a los juicios, sino que también a los actos judiciales no
contenciosos. Esto porque la ley 18.120 expresamente lo dice en el artículo 1º, y además el artículo 4º del Código de
Procedimiento Civil está inserto en las disposiciones comunes a todo procedimiento y este Libro es de aplicación
general a todo procedimiento en juicio.

* Obligaciones de la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio:

Las obligaciones de la ley son las siguientes:

- En primer lugar, establece la obligación de designar mandatario judicial.


- En segundo lugar, establece la obligación de designar abogado patrocinante.

Estas son dos funciones diferentes, independientes, no obstante que ambas calidades puedan reunirse en una
sola persona. Debe cumplirse obligatoriamente con ambas, de lo contrario la comparecencia no se ajusta a la ley.
Nos referimos a todos los casos en que la ley obliga a actuar en juicio debidamente representado; en los casos
en que la ley permite actuar personalmente (ejemplo: recurso de protección), no es necesario cumplir con estos
requisitos.
La ley 18.120 se encarga de señalar las personas que pueden ser mandatarios o procuradores judiciales
(artículo 2º, Ley 18.120):

 Los abogados habilitados para el ejercicio de la profesión.


 Los procuradores del número.
 Los estudiantes de tercero, cuarto o quinto año de las Escuelas de Derecho.
 Los egresados de Derecho hasta un cierto tiempo.
 Los mandatarios que designe la Corporación de Asistencia Judicial.

A) Obligación de designar mandatario judicial:

Ninguna persona puede comparecer ante los tribunales de justicia si no lo hace representada por un mandatario
judicial, independiente de la capacidad que tenga la parte o interesado, porque es una capacidad propia del Derecho
Procesal.
El artículo 2º de la ley 18.120 precisamente establece esta regla, salvo casos de excepción en que se podría
comparecer en juicio.

Art. 2º, inciso 1º, Ley 18.120: “Ninguna persona, salvo en los casos de excepción contemplados en este
artículo, o cuando la ley exija la intervención personal de la parte, podrá comparecer en los asuntos y ante los
tribunales a que se refiere el inciso primero del artículo anterior, sino representada por un abogado habilitado
para el ejercicio de la profesión, por procurador del número, por estudiante actualmente inscrito en tercero,
cuarto o quinto año de las Escuelas de Derecho de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales de alguna de
las universidades autorizadas, o por egresado de esas mismas escuelas hasta tres años después de haber

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rendido los exámenes correspondientes. La autoridad universitaria competente certificará, a petición verbal del
interesado, el hecho de estar vigente la matrícula o la fecha del egreso, en su caso. La exhibición del certificado
respectivo habilitará al interesado para su comparecencia”.

¿Quiénes pueden actuar como mandatarios judiciales?. Pueden ser mandatarios o procuradores judiciales
aquellas personas que señala el artículo 2º de la Ley 18.120, que son las siguientes:

a) Abogado habilitado para el ejercicio de la profesión: Se entiende por tal a aquel que no tiene impedimentos
para el ejercicio de la misma. Esto significa que este abogado no debe estar suspendido del ejercicio de su
profesión.
Los únicos que pueden suspender a los abogados para el ejercicio de la profesión son los tribunales de
justicia, haciendo uso de sus facultades disciplinarias (jurisdicción disciplinaria), una medida como ésta se debe
imponer por resolución judicial, tiene que haber una sentencia ejecutoriada; y también puede imponérsele a
título de pena y no sólo como una medida disciplinaria.

b) Procurador del numero: Los procuradores del número están regulados en los artículos 394 y siguientes del
Código Orgánico de Tribunales.
Los procuradores del número, son oficiales de la administración de justicia encargados de representar
en juicio a las partes (artículo 394, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

c) Estudiante actualmente inscrito en tercero, cuarto o quinto año en las Escuelas de Derecho : También tienen
“ius postulandi” los estudiantes actualmente inscritos en tercero, cuarto o quinto año de las Escuelas de
Derecho de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales de alguna de las universidades autorizadas.

d) Egresados de derecho por cierto tiempo: Los egresados de las mismas escuelas hasta tres años después de
haber rendido los exámenes correspondientes.

e) Mandatario que designe la Corporación de Asistencia Judicial : Estos mandatarios son los mismos egresados de
las Escuelas de Derecho, cualquiera que sea el tiempo que haya transcurrido después de haber rendido los
exámenes correspondientes, para el solo efecto de realizar la práctica judicial necesaria para obtener el título
de abogado en esta corporación (artículo 2º, inciso 2º, Ley 18.120).

Todas estas condiciones o calidades hay que acreditarlas ante el tribunal pertinente y normalmente son los
secretarios los que se preocupan de que el mandatario reúna las condiciones necesarias. El interesado debe exhibir, ya
sea su título o documento de que acredite esa calidad que dice tener. Ejemplos:

- El abogado puede acreditarlo con el recibo del pago de la patente.


- El procurador del número tendrá que acreditarlo con el respectivo decreto con que fue nombrado.
- El estudiante de derecho debe acreditarlo con un certificado que otorga la autoridad universitaria a petición del
interesado (artículo 2º, inciso 1º, parte final, Ley 18.120).
- En el caso de los postulantes de están haciendo la practica profesional se acredita con un certificado que otorga
el director de la corporación.
- Por último, en el caso de los egresados de la carrera de derecho, la autoridad universitaria debe preocuparse de
entregarlo.

· Excepción de la obligación de designar mandatario judicial:

Los casos de excepción en que no se requiere de esta representación a través de mandatario judicial son los
siguientes:

a. Cuando la propia parte solicite al juez autorización para comparecer y defenderse personalmente (artículo 2º,
inciso 3º, Ley 18.120). El juez puede conceder la autorización (no es obligación) atendida la naturaleza y
cuantía del litigio o las circunstancias que se hicieren valer. El juez, aún cuando autorice, posteriormente, en
cualquier momento, puede exigir la intervención de abogado.

Art. 2º, inciso 3º, Ley 18.120: “Para la iniciación y secuela del juicio podrá, sin embargo, solicitarse
autorización para comparecer y defenderse personalmente. El juez podrá concederla atendida la
naturaleza y cuantía del litigio o las circunstancias que se hicieren valer, sin perjuicio de exigir la
intervención de abogados, siempre que la corrección del procedimiento así lo aconsejare. Las
resoluciones que se dicten en esta materia sólo serán apelables en el efecto devolutivo”.

b. Tampoco se requiere la actuación de mandatario en aquellas comunas en que el número de abogados en


ejercicio sea inferior a cuatro (artículo 2º, inciso 9º, Ley 18.120). Este es un hecho que le corresponde
determinar a la Corte de Apelaciones respectiva.

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Art. 2º, inciso 9º, Ley 18.120: “Las obligaciones consignadas en el primer inciso del artículo 1.º y de
este artículo, no regirán en aquellos departamentos en que el número de abogados en ejercicio sea
inferior a cuatro, hecho que determinará la Corte de Apelaciones correspondiente”.

c. Cuando la propia ley exija la comparecencia o intervención personal de la parte, para ciertos trámites. Ejemplo:
cuando el juez solicita la comparecencia personal tratándose de la audiencia de conciliación civil (artículo 264,
inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); la confesión en juicio de la parte contraria, denominada “absolución
de posiciones” (artículo 388, Código de Procedimiento Civil).

Art. 264, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “A los comparendos de conciliación deberán
concurrir las partes por sí o por apoderado. No obstante, el juez podrá exigir la comparecencia personal
de las partes, sin perjuicio de la asistencia de sus abogados”.

d. Tampoco se requiere mandatario judicial ante tribunales determinados, en donde se puede comparecer
personalmente (artículo 2º, inciso 11º, Ley 18.120). Ejemplos: ante los Juzgados de Policía Local, ante los
Juzgados de Menores, ante los árbitros arbitradores, ante el Servicio de Impuestos Internos, ante la Contraloría
General de la República, etc.

e. Tampoco es necesario tratándose de determinados asuntos judiciales por la naturaleza de los mismos (artículo
2º, inciso 11º, Ley 18.120). Ejemplos: en las causas electorales, en las solicitudes que se hagan ante el Código
de Minería, en el recurso de amparo, en los recursos de protección, respecto del denunciante en materia
criminal, etc.
B) Obligación de designar abogado patrocinante:

Esta es una obligación independiente de la anterior. Esta obligación está establecida en el artículo 1º de la ley
18.120.

Art. 1.º, inciso 1º, Ley 18.120: “La primera presentación de cada parte o interesado en asuntos contenciosos
o no contenciosos ante cualquier tribunal de la República, sea ordinario, arbitral o especial, deberá ser
patrocinada por un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión”.

Esta obligación es para los efectos de la defensa en el juicio (no para los efectos de comparecer). El abogado
patrocinante es el que defiende los derechos en juicio de las partes, por eso es que la ley le encomienda esta misión
exclusivamente a los abogados.
De todas las personas que pueden ser mandatarios los únicos que pueden patrocinar son los abogados
habilitados, por eso ocurre en algunos casos que se le otorguen estas dos condiciones a una sola persona: por un lado
sea patrocinante (para la defensa) y por otra parte sea mandatario judicial (para que actúe).
Esta obligación de designar abogado patrocinante debe cumplirse en la primera presentación que se efectúe
ante los tribunales, que cada parte realiza ante el respectivo tribunal de justicia. La primera presentación puede ser o
no la presentación o la contestación de la demanda.

¿Cómo se entiende cumplida esta obligación del patrocinio?. La obligación se entiende cumplida por el hecho de
poner el abogado su firma en esa primera presentación e indicar, además, su nombre completo, apellidos y domicilio.
Si no se cumple con estos requisitos, la ley dice que sin esos requisitos la solicitud no puede ser proveída y se
tendrá por no presentada para todos los efectos legales. Las resoluciones que al respecto se dicten no serán
susceptibles de recurso alguno (artículo 1º, inciso 2º, Ley 18.120).

Art. 1º, inciso 2º, Ley 18.120: “Esta obligación se entenderá cumplida por el hecho de poner el abogado su
firma, indicando además su nombre, apellidos y domicilio. Sin estos requisitos no podrá ser proveída y se tendrá
por no presentada para todos los efectos legales. Las resoluciones que al respecto se dicten no serán
susceptibles de recurso alguno”.

-o- EL PATROCINIO:

El Patrocinio debemos definirlo en base al artículo 528 del Código Orgánico de Tribunales como un acuerdo o un
acto en virtud del cual una persona le encomienda a un abogado habilitado la defensa de sus derechos en juicio.
Esta defensa consiste en algo mucho más importante que la simple representación. La defensa implica todo lo
referente a la forma o a la dirección (al contenido) en que se van a formular los derechos y el negocio de las partes
(esbozar las presentaciones, preparar las acciones y excepciones, etc.).

Este patrocinio, desde el punto de vista contractual, cabe calificarlo como un mandato (se aplican las mismas
reglas que hay en el Derecho Civil para el mandato), porque la parte le está solicitando una determinada gestión al
abogado; en este caso, la gestión es la defensa de los derechos en juicio. Visto de esta manera, se perfecciona por el
solo consentimiento, basta la mera aceptación del abogado y del cliente respecto de las obligaciones que generan.

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Art. 528, Código Orgánico de Tribunales: “El acto por el cual una persona encomienda a un abogado la
defensa de sus derechos en juicio, es un mandato que se halla sujeto a las reglas establecidas en el Código Civil
sobre los contratos de esta clase, salvo la modificación establecida en el artículo siguiente”.

Formalmente la Ley 18.120 hace las exigencias señaladas en el artículo 1º para demostrar que la obligación se
ha cumplido.
Esta exigencia del artículo 1º (que quede constancia en la primera presentación del patrocinio) no constituye en
sí el contrato de patrocinio. Esta exigencia es un simple acto procesal que establece la ley, que deja constancia de un
hecho y que da a entender que el abogado aceptó el patrocinio y por lo mismo asume la defensa.

· Extinción del patrocinio:

En esta materia hay que señalar una regla que señala el artículo 1º, inciso 3º, de la Ley Nº 18.120 de
Comparecencia en Juicio, que señala que “el abogado conservará este patrocinio y su responsabilidad mientras en el
proceso no haya testimonio de la cesación de dicho patrocinio”.

Art. 1º, inciso 3º, primera parte, Ley 18.120: “El abogado conservará este patrocinio y su responsabilidad
mientras en el proceso no haya testimonio de la cesación de dicho patrocinio”.

Sin perjuicio a lo anteriormente señalado, el patrocinio podría extinguirse por las siguientes causas:

a) Por renuncia del propio abogado patrocinante: Cuando el patrocinio termina por la renuncia del abogado
patrocinante (por su voluntad), éste debe ponerla en conocimiento de la parte y debe, además, informarle el
estado del asunto. Esta renuncia tiene que notificársela a la parte, y mientras eso no sucede sigue conservando
su responsabilidad (artículo 1º, inciso 4º, Ley 18.120).
El inciso 4º del artículo 1º de la ley 18.120 señala que “si la causa de la expiración fuere la renuncia del
abogado, deberá éste ponerla en conocimiento de su patrocinado, junto con el estado del negocio, y conservará
su responsabilidad hasta que haya transcurrido el término de emplazamiento desde la notificación de su
renuncia, salvo que antes se haya designado otro patrocinante”.

b) Por revocación del patrocinio: En este caso la situación es al revés a la anterior. El patrocinado o poderdante es
el que pone término al patrocinio; para este efecto, basta la sola manifestación de voluntad de la parte.
Esa revocación puede ser expresa o tácita. Es expresa, cuando consta fehacientemente la voluntad del
patrocinado de poner término al patrocinio. Es tácita cuando, se deduce de la ejecución de ciertos actos de la
parte, por ejemplo, si la parte procede a nombrar a otro patrocinante.

c) Por fallecimiento del patrocinante: Termina por muerte del abogado patrocinante, ya que también acaba la
persona humana. Si fallece la parte no se termina el patrocinio, porque el juicio no termina y el abogado
mantiene la responsabilidad por sucesión.
Si la causa de expiración fuere el fallecimiento del abogado, el interesado deberá designar otro en su
reemplazo en la primera presentación que hiciere (artículo 1º, inciso final, Ley 18.120).
Por otro lado, siempre se debe tener presente que no termina por la muerte del mandante el mandato
de los abogados (artículo 529, Código Orgánico de Tribunales).

· Excepciones a la obligación de nombrar patrocinio:

Hay juicios en que no se exige la designación de abogado patrocinante. Estos casos corresponden a los mismos
que casos excepcionales a la designación del mandatario judicial (artículo 2º, incisos 9º, 10º y 11º, Ley 18.120). Es
decir:

-o- EL MANDATO JUDICIAL:

El mandato judicial es un contrato en que una persona confía a otra persona habilitada para estos efectos la
representación de sus derechos en un juicio o gestión judicial (artículo 395, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 395, Código Orgánico de Tribunales: “El acto por el cual una parte encomienda a un procurador la
representación de sus derechos en juicio, es un mandato que se regirá por las reglas establecidas en el Código
Civil para los contratos de esta clase, salvas las modificaciones contenidas en los artículos siguientes.

El mandato judicial siempre implica otorgar facultades determinadas al mandatario en el sentido que se trata de
facultades específicas para actuar en juicio, y ahí está la diferencia con el patrocinio, porque la persona del mandatario
judicial viene a sustituir a la persona del litigante. El mandatario va a actuar por él, pero la dirección de este negocio
judicial la va a tener siempre el abogado defensor patrocinante.
El mandato judicial está regulado en el Código de Procedimiento Civil, fundamentalmente en los artículos 6º y
7º. La Ley 18.120 lo único que establece, en cuanto al mandato judicial, es la sanción que se aplicaría si no se
constituye legalmente este mandato.
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A este mandato judicial se le aplican las normas del Código Civil en todo aquello que no aparezca modificado
en las leyes procesales.

· Diferencias entre el mandato civil y el mandato judicial:

Hay diferencias fundamentales entre el mandato civil y el mandato judicial. Estas diferencias dicen relación con
los siguientes aspectos:

o En cuanto a la forma de perfeccionarse entre uno y otro.


o En cuanto a la persona del mandatario.
o En cuanto a las facultades que debe tener el mandato, según se trate de uno u otro caso (dice relación
con la libertad que tiene todo mandante si da o no las facultades que quiera a su mandatario).
o En cuanto a la extensión del mandato.

a) Primera diferencia: En cuanto a la forma como se constituyen:

El mandato civil es un contrato consensual, esto significa que se perfecciona por el mero consentimiento de las
partes o contratantes (artículo 2123, Código Civil).

El mandato judicial es un contrato solemne, y su solemnidad consiste en que debe constar necesariamente por
escrito.
¿Cuáles son las formas en que se constituye el mandato judicial?. Esta materia está reglamentada
fundamentalmente en el artículo 6º del Código de Procedimiento Civil. El inciso 2º de este artículo contempla tres
formas en que se constituye el mandato judicial:

o Por escritura pública otorgada ante notario: El Código dice “por escritura pública otorgada ante notario o ante
oficial del Registro Civil”, sin embargo esto último se entiende derogado, porque en la práctica el oficial del
Registro Civil carece de esa atribución.

o Mediante un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez arbitro, y suscrita por todos los otorgantes.

o Mediante una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del tribunal que esté conociendo
de la causa. Aquí hay que agregar a esta frase un funcionario que, aunque el Código no lo dice, también podría
autorizar esta declaración escrita; este funcionario es el jefe de la unidad de administración de causas, en el
caso de los juzgados de garantía y los tribunales de juicio oral en lo penal (artículo 4º, ley 18.120). Este artículo
hay que agregarlo al artículo 6º, inciso 2º, nº 3 del Código de Procedimiento Civil.

En síntesis, estos tres casos que contempla esta norma están dados por escritura pública (que es escrita), por el
título que viene a ser el acta (que también es escrito) y la declaración escrita.
De estos tres casos que contempla esta norma, la regla general es el tercer caso, que es lo que normalmente se
hace. Esta declaración escrita se cumple en la primera presentación que hace la parte. Ejemplo: en el escrito de
demanda se puede señalar en un otrosí de él.

El artículo 6º hay que complementarlo con otras normas que establecen otras formas de constituir mandato
judicial, por ejemplo:

 De acuerdo a las normas especiales en donde hay que nombrar al mandatario o procurador común (artículos 12
y siguientes, Código de Procedimiento Civil).

 Hay otra regla que se refiere al mandato judicial que se le puede dar a una persona cuando se trata del cobro
de cheques, letras de cambio, pagarés; la ley señala en esos casos que la forma de constituirlo es mediante un
“endoso de cobranza” (artículo 29, inciso 2º, Ley 18.092). En este caso, el endoso le confiere al procurador
todas las atribuciones propias del mandato judicial.

 Por último, hay otra forma que es nueva y que está establecida en el artículo 54 de la Ley Nº 19.718 (“ley de
defensoría pública”, publicada el 10 de marzo de 2001), aplicable exclusivamente a los asuntos penales y que
se rijan por el nuevo Código Procesal Penal.

b) Segunda diferencia: En cuanto a la persona del mandatario:

Tratándose del mandato civil, la parte del mandante tiene plena y absoluta libertad para elegir a la persona del
mandatario y, en consecuencia, puede elegir cualquier persona, sin restricciones para ello (no requiere de ninguna
condición especial).

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En cambio, en el caso del mandato judicial esto no es posible, la parte no goza de libertad para elegir al
mandatario judicial, porque aquí necesariamente el mandato judicial tendrá que otorgarse a alguna de las personas
habilitadas por ley (artículo 2º, Ley 18.120). Para ello la persona tendría que tener “ius postulandi”.

c) Tercera diferencia: En cuanto a las facultades de que goza el mandatario:

Tratándose del mandato civil, también el mandante tiene absoluta libertad de otorgarle a su mandato las
facultades que estime pertinentes, de tal suerte que si quiere las restringe o no.

En el mandato judicial la situación no es así, porque en el mandato judicial hay ciertas facultades que jamás se
pueden restringir, son inherentes al mandato judicial, basta el hecho de otorgarse un mandato judicial para que estas
facultades se entiendan incorporadas de pleno derecho, porque la ley las establece; estas son ciertas facultades
mínimas que tiene que tener todo mandato judicial, de lo contrario (si se limitan) no podría representar a la parte. Las
partes no las pueden restringir ni eliminar.

· Facultades del mandato judicial:

En el mandato judicial hay que hacer una distinción tratándose de las facultades del mandatario. Aquí hay que
distinguir las llamadas “facultades ordinarias” y las llamadas “facultades extraordinarias o especiales”. Esta distinción
es fundamental.

• Facultades Ordinarias: son aquellas que siempre están comprendidas en un mandato judicial, son inherentes o
propias del mandato, no requieren si quiera de mención, porque la ley las establece. Ejemplos: deducir
recursos, ofrecer pruebas, etc.

• Facultades Extraordinarias: son aquellas que no se entienden incorporadas de pleno derecho, en consecuencia
se requiere de una expresa mención por parte del mandante. El mandante tendrá que declarar expresa e
inequívocamente que le otorga estas facultades al mandatario.

¿Dónde están establecidas estas facultades del mandato judicial?. Están establecidas en el artículo 7º. En el
inciso 1º se establecen las facultades ordinarias, y en el inciso 2º las facultades extraordinarias.
Ejemplo: en una demanda siempre se hace mención al artículo 7º, y si no se dice nada se entienden
incorporadas a las facultades ordinarias del inciso 1º.

¿Cuándo se entienden conformadas las facultades del inciso 2º?. Las facultades del inciso 2º, como dice el
Código de Procedimiento Civil requieren expresa mención. La ley señala una enumeración de varias facultades que
podrían darse.
Aquí se ha presentado un problema referido a determinar qué significa esa “expresa mención” que señala el
legislador. El problema que se planteó es saber si había que enumerarla una por vez o había que hacer una referencia
genérica del inciso 2º (esto en el entendido de que se tienen que hacer las facultades extraordinarias).
La jurisprudencia ha dicho que es suficiente o bastaría una referencia genérica al inciso 2º. Basta decir que el
mandatario se le otorgan todas las facultades del inciso 2º del artículo 7º.
Si el mandante quiere restringirle facultades, tendría que indicarlo en forma expresa e inequívoca.

ø Facultades Ordinarias:

Estas facultades del inciso 1º son todas aquellas que se le dan a un mandatario judicial para que pueda
desempeñarse normalmente en representación de su parte o interesado, de lo contrario no podría hacerlo bien.

Art. 7º, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “El poder para litigar se entenderá conferido para todo el
juicio en que se presente, y aun cuando no exprese las facultades que se conceden, autorizará al procurador
para tomar parte, del mismo modo que podría hacerlo el poderdante, en todos los trámites e incidentes del
juicio y en todas las cuestiones que por vía de reconvención se promuevan, hasta la ejecución completa de la
sentencia definitiva, salvo lo dispuesto en el artículo 4 o salvo que la ley exija intervención personal de la parte
misma. Las cláusulas en que se nieguen o en que se limiten las facultades expresadas, son nulas. Podrá,
asimismo, el procurador delegar el poder obligando al mandante, a menos que se le haya negado esta
facultad”.

Las características de las facultades ordinarias son las siguientes:

o Son legales, porque están establecidas en la ley, y prima la voluntad del legislador que la voluntad del
mandante.

142
o Son esenciales, en cuanto a que no se puede limitar o restringir, existen aún contra la voluntad de los
interesados.

o Son de carácter general, porque comprenden actos ilimitados para ejercer el mandato judicial, de manera que
un mandatario, en uso de estas atribuciones ordinarias, queda habilitado para ejercer todos los actos que
estime convenientes para esa representación. Estas facultades no son taxativas como sí lo son las especiales.

¿En qué consisten estas facultades ordinarias?. En cuanto a las facultades que confiere, esto lo señala el mismo
artículo 7º, inciso 1º en términos genéricos:

a) En primer lugar, estas facultades autorizan para que el mandatario tome parte o para que actúe en todos los
trámites o incidentes del juicio, del mismo modo que podría hacerlo el poderdante o mandante.

b) También queda autorizado para intervenir en todas las cuestiones que se promuevan por vía de reconvención.

c) Este mandatario puede intervenir durante todo el juicio y hasta la ejecución completa de la sentencia definitiva.
Esta última frase significa, por supuesto, que el mandatario puede intervenir después de la dictación de la
sentencia definitiva.

En virtud de estas atribuciones ordinarias, el mandatario puede intervenir en todos los trámites del
cumplimiento de la sentencia.
Doctrinariamente se ha discutido si estas facultades ordinarias habilitan al mandatario para iniciar un nuevo
juicio de ejecución o para intervenir en ese nuevo juicio, porque la ejecución de la sentencia se puede iniciar y cumplir
en el mismo juicio que se dictó o también se puede iniciar un nuevo juicio ejecutivo aparte (artículo 114, Código
Orgánico de Tribunales). Mayoritariamente se estima que deberían servir, de acuerdo con lo que señala la ley.

ø Facultades Extraordinarias:

Son las atribuciones que se dan a un mandatario judicial y que requieren de una mención expresa al momento
de otorgarse el mandato judicial, es decir, no están incorporadas de pleno derecho como las facultades ordinarias.

Art. 7º, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Sin embargo, no se entenderán concedidas al
procurador, sin expresa mención, las facultades de desistirse en primera instancia de la acción deducida,
aceptar la demanda contraria, absolver posiciones, renunciar los recursos o los términos legales, transigir,
comprometer, otorgar a los árbitros facultades de arbitradores, aprobar convenios y percibir.

En cuanto a sus características, podemos señalar las siguientes:

o Son convencionales, son distintas a las que están establecidas por la ley, desde el momento que requieren de
una expresa mención por parte del mandante (su origen no es la voluntad del legislador sino la de las partes
contratantes). Esto significa que el mandante las regula a su voluntad y él verá si las otorga o no, y, por lo
mismo, pueden restringirse o suprimirse.

o Son accidentales, y no esenciales como las anteriores, porque para que existan requieren de una cláusula
especial.

o Son especiales, porque son específicas para determinadas actuaciones concretas y relevantes en un proceso.
Estas atribuciones son muy importantes porque van más allá de lo normal.

o Son dispositivas, en el sentido que, en general, todas estas facultades del inciso 2º implican actos de
disposición patrimonial del mandante o que afecta patrimonialmente al mandante.

La enumeración de las facultades extraordinarias es la siguiente:

 Desistirse en primera instancia de la acción deducida.


 Aceptar la demanda contraria.
 Absolver posiciones (confesión en juicio).
 Renunciar los recursos o los términos legales.
 Transigir.
 Comprometer.
 Otorgar a los árbitros la facultad de arbitradores.
 Aprobar convenios.
 Percibir.

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a) Desistirse en primera instancia de la acción deducida: Esta facultad significa que el mandatario podría
retractarse de la demanda, con ello se está manifestando la intención del demandante de no continuar adelante
con la acción inicial.
Este desistimiento de la demanda se debe producir después que ha sido legalmente notificada al
demandado, nunca opera antes, porque sólo después de notificada la demanda existe juicio, antes no lo hay (no
produce mayores efectos).
Esta es una facultad extraordinaria por la gravedad que reviste, porque si se da un mandato, en general
es para los efectos que se litigue; y también tiene una indudable repercusión en lo patrimonial, porque el
desistimiento extingue la acción.

b) Aceptar la demanda contraria : Esto está en relación con el artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, que
permite allanarse a la demanda dentro de las actitudes que puede asumir el demandante. Ese allanamiento
significa aceptación de la demanda y ocurre en todos aquellos casos en que el demandado estima que es
inoficioso que se siga adelante en el juicio (si no hay mayores posibilidades de defensa o de ganar).
Esta es una facultad extraordinaria porque implica aceptar anticipadamente una condena, aceptando
todos los aspectos de hecho y de derecho en la demanda, de manera que también tiene una repercusión
patrimonial. Esta facultad, en principio, es incompatible con la esencia del mandato judicial, porque nadie da un
mandato judicial para ello.

c) Absolver posiciones: La absolución de posiciones no es otra cosa que la confesión judicial provocada en juicio;
es provocada porque es a petición de la parte contraria.
Esta confesión debe prestarla la parte misma, en el caso de que así lo exija la parte contraria. Sin
embargo, en ciertos casos, el mandatario judicial que cuenta con esta atribución podría prestar la confesión por
su mandante, sobre hechos propios de este último.

d) Renunciar a los recursos o los términos legales : La renuncia de los recursos es sinónimo de abandonar
anticipadamente el derecho que tiene una parte, ya sea para deducir un recurso o para valerse de un plazo que
la ley otorga o términos legales (plazos legales).
Esto tiene que ser expresamente manifestado en el proceso. No es lo mismo que desistirse, ya que el
desistimiento opera una vez que el derecho se ha ejercido; la renuncia es anticipada, antes que se haga valer el
derecho.

e) Transigir: Esto es lo mismo que decir la facultad para celebrar un contrato de transacción (regulada en el
Código Civil, artículos 2446 y 2448).
Esta transacción también es una facultad extraordinaria, porque implica llegar a un acuerdo con la parte
contraria para darle solución al litigio o para precaver un litigio eventual; y eso implica también que las partes
renuncien a derechos que les corresponde como única forma de lograr el acuerdo (tienen que existir
concesiones recíprocas entre las partes), y en consecuencia también tiene repercusión patrimonial.

f) Comprometer: Consiste en someter un asunto a arbitraje o a compromiso; es decir, en este caso se trata de las
facultades que tendrá el mandatario para someter el asunto judicial al conocimiento de árbitros.
Este también es una facultad extraordinaria porque el tribunal natural para conocer un asunto es el
tribunal ordinario, se le está sustrayendo facultades al tribunal ordinario para entregárselas al tribunal arbitral.

g) Otorgar a los árbitros la facultad de arbitradores : Esta es una atribución extraordinaria porque dentro del
arbitraje la ley prefiere al árbitro de derecho, porque es el que da mejores garantías a las partes, puesto que se
asemeja mucho al juez letrado (en cuanto al procedimiento que ocupa y en cuanto al fallo); en cambio, el
árbitro arbitrador no (falla conforme de acuerdo a su prudencia y equidad y tramita de acuerdo a las facultades
que le entregan las partes en el acto constitutivo del compromiso o en su defecto a las normas que le entrega
el Código de Procedimiento Civil a estos árbitros).
Es extraordinaria por estas razones e implica restarle a un árbitro la atribución que tendría un árbitro de
derecho.
Esta facultad de entregarle a los árbitros el carácter de arbitradores hay que concordarlo con el artículo
224, inciso 1º del Código Orgánico de Tribunales, en cuanto a que sólo las partes mayores de edad y libres
administradoras de sus bienes podrán dar a los árbitros el carácter de arbitradores, a menos que los propios
tribunales de justicia lo autoricen por motivos de manifiesta conveniencia.

h) Aprobar convenios: Estos convenios son acuerdos entre deudores y acreedores, y que están referidos
precisamente con la forma de pagar deudas. Esto es propio de los procedimientos de quiebras, regulado en la
ley de quiebras.
El mandatario debe estar revestido de esta atribución por expresa mención del poderdante; también de
carácter patrimonial porque incide en el patrimonio mismo del representado.

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i) Percibir: Esta facultad se refiere a la atribución del mandatario para recibir las sumas de dinero, especies o
frutos a que puede ser condenada la parte contraria.

¿Qué ocurre en un juicio si el mandatario judicial no se le otorgan o se le restringen las facultades del inciso 2º
del artículo 7º?.
En este caso, ese mandatario judicial, en primer lugar, puede desempeñar su mandato normalmente. Respecto
de todas aquellas facultades que no se le hayan concedido a este mandatario judicial, la ley dice que, para poder hacer
uso de todas o algunas de estas atribuciones, ese escrito debe ser firmado por la propia parte junto con el mandatario,
ante el secretario del tribunal (artículo 2º, inciso 6º, Ley 18.120) o en su defecto ante el jefe de unidad administrativa
que tenga a su cargo la administración de causas penales en los nuevos tribunales.
En síntesis, lo importante aquí es que en ciertos casos en que el mandatario no tiene las atribuciones del inciso
2º igual puede tenerlas, siempre que cuente con la firma de la parte junto con la del mandatario judicial.

· Situación especial de la facultad de delegar:

Dentro del artículo 7º, inciso 1º, en su párrafo final se establece la facultad de delegación del mandato judicial.

Art. 7º, inciso 1º, parte final, Código de Procedimiento Civil: “Podrá, asimismo, el procurador delegar el
poder obligando al mandante, a menos que se le haya negado esta facultad”.

La delegación del mandato judicial constituye otra diferencia con el mandato civil, porque en el mandato judicial
el mandante no tiene necesidad de autorizar la delegación como ocurre en el mandato civil. En el mandato judicial si
nada se dice se entiende conferida la facultad de delegar.
Esto significa que el mandatario judicial puede traspasar sus atribuciones a un tercero, que va a ser la persona
que se le delegan las atribuciones que tenía primitivamente el mandatario judicial (naturalmente este tercero tiene que
tener “ius postulandi”). Todo esto a menos que se le limite o que se niega expresamente la facultad de delegar.
Entonces, ¿qué naturaleza tiene esta facultad de delegar?, ¿es ordinaria o extraordinaria?. No sería ni la una ni
la otra, porque las facultades ordinarias no se pueden restringir, y las facultades extraordinarias requieren expresa
mención.
Se puede catalogar como una atribución especial, al momento que si no se dice nada se entiende incorporada.

· Duración y término del mandato judicial:

El mandato judicial durará mientras en el proceso no haya constancia de ha cesado o expirado de su mandato
(artículo 10, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 10, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Todo procurador legalmente constituido conservará su
carácter de tal mientras en el proceso no haya testimonio de la expiración de su mandato”.

Esto es muy importante porque ese mandato, si se analiza desde el punto de vista civil, podría estar terminado,
pero sin en el proceso no consta sigue vigente y el procurador mantiene su responsabilidad.
Las causales de terminación del mandato judicial son las mismas que operan para el patrocinio. Estas son:

- Que la parte revoque al mandatario.


- Por la renuncia del procurador, que deberá ponerla en conocimiento de su mandante, junto con el estado del
juicio (artículo 10, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
- Por la muerte del procurador.

El mandato judicial no termina por la muerte del mandante, no es causal de expiración (artículo 5º, Código de
Procedimiento Civil; artículos 396 y 529, Código Orgánico de Tribunales).

· Paralelo entre mandato judicial y patrocinio:

Las principales diferencias entre una institución y otra son las siguientes:

a) En cuanto al objeto o finalidad de cada una: El objeto del patrocinio es la defensa de los derechos de una parte
en juicio. En cambio, en el caso del mandato judicial, el objeto que pretende es la representación judicial de esa
parte, pero no asumir la defensa (esa representación tiene que estar en concordancia con la defensa).

b) En cuanto al sujeto activo: En el patrocinio el sujeto activo solamente puede tener la calidad de abogado. En
cambio, tratándose del mandato judicial, la ley enumera otras personas además de los abogados que podrían
desempeñarse como mandatarios judiciales (artículo 2º, Ley 18.120).

c) En cuanto a la forma de constituir uno y otro: El patrimonio se constituye o perfecciona de acuerdo a las normas
del mandato civil, es decir, es consensual, basta el acuerdo para que esté perfecto. En cambio, tratándose del
mandato judicial, éste es solemne; en este caso, la solemnidad es la escrituración.
145
¿Qué ocurre si no se cumple con estas obligaciones de designar patrocinante y mandatario judicial?
(naturalmente en los casos que procede):

- Si la obligación de designar patrocinante no consta en la primera presentación, la ley dice que si no se cumple
con esto la solicitud (el escrito) no podrá ser proveída, es decir, a ese escrito no se le puede dar curso en el
proceso, y la solicitud se tendría por no presentada para todos los efectos legales (artículo 1º, inciso 2º, Ley
18.120). El artículo 1º, además, agrega que estas resoluciones que a este respecto dicte el tribunal no serán
susceptibles de recurso alguno.

- En el caso del mandato judicial, si éste no es legalmente constituido en el proceso al momento de presentar la
primera presentación, la ley dice que el tribunal se limitará a ordenar la debida constitución del mandato dentro
de un plazo máximo de tres días. Una vez extinguido este plazo y sin otro trámite se tendrá por no presentado
para todos los efectos legales, y las resoluciones que se dicten a este respecto no son susceptibles de recurso
alguno (tampoco se puede reclamar).
Lo mismo es válido o aplicable para la delegación del mandato.

* Casos de comparecencia especial:

A) Agencia Oficiosa:

La comparecencia de una persona sin mandato o Agencia Oficiosa establecida en el artículo 6º, incisos 3º y 4º,
del Código de Procedimiento Civil.
La ley señala que es posible la admisión de casos de comparecencia de una persona que obre sin poder de otro.
A esta persona se le llama agente oficioso.

Art. 6º, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Podrá, sin embargo, admitirse la comparecencia al juicio
de una persona que obre sin poder en beneficio de otra, con tal que ofrezca garantía de que el interesado
aprobará lo que se haya obrado en su nombre. El tribunal, para aceptar la representación, calificará las
circunstancias del caso y la garantía ofrecida, y fijará un plazo para la ratificación del interesado”.

En principio la persona por quien actúa no está obligada a aceptar la intervención del agente oficioso. Para que
esta figura jurídica opere en la práctica es necesario que este agente oficioso presente una fianza o garantía llamada
“fianza de rato” y el interesado debe ratificar lo obrado en su nombre. En segundo lugar el tribunal debe calificar y
apreciar la fianza que se ofrezca y debe establecer un plazo dentro del cual el interesado debe proceder a ratificar estas
situaciones.
Este agente oficioso debe ser persona capaz para actuar ante los tribunales, y puede no tener ius postulandi, en
cuyo caso tendrá que cumplir con lo establecido en la ley 18.120 de comparecencia en juicio (deberá designar
mandatario judicial y debe conferir patrocinio).

Art. 6º, inciso final, Código de Procedimiento Civil: “Los agentes oficiosos deberán ser personas
capacitadas para comparecer ante el respectivo tribunal, en conformidad a la Ley Orgánica del Colegio de
Abogados, o, en caso contrario, deberán hacerse representar en la forma que esa misma ley establece”.

Si el interesado, dentro del plazo que el juez señala, no ratifica, esas acciones no producen efecto y serían
nulas.
La garantía es para responder de cualquier perjuicio o daño que puede originar la actuación.

Los requisitos de procedencia de la agencia oficiosa son los siguientes:

a) Que una persona comparezca al juicio o a una gestión no contenciosa asumiendo la representación de otro, y
sin tener mandato o sin tener representación de esa persona.

b) Que esta persona (agente oficioso) ofrezca fianza o garantía que posteriormente el interesado (a quien
representa) aprobará lo obrado, es decir, las actuaciones que el agente oficioso realice. Esta fianza se
denomina “fianza de rato”.

c) Que se hagan valer motivos o circunstancias calificadas, que hay que indicarlo al momento de comparecer.
Ejemplo: la ausencia interpectiva del demandado.

d) Es necesario que esta agencia oficiosa cumpla, además, con los requisitos que establece la ley de
comparecencia. Si el agente oficioso no tiene ius postulandi tiene que hacerse representar, a su vez, por un
mandatario judicial y además debe conferir patrocinio.
El tribunal, admitiendo la comparecencia del agente oficioso, tiene que señalar plazo en la resolución para los
efectos de la ratificación del interesado. Aquí podrían ocurrir dos casos:

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o Que el interesado ratifique. Si el interesado ratifica, produce el efecto de convalidar todas las actuaciones
practicadas a su nombre en juicio o gestión.

o Que el interesado no ratifique. Si el interesado no ratifica, las actuaciones no producen ningún efecto, son
nulas, por no existir mandato o representación.

B) Representación de las personas jurídicas:

Es un tema bastante común que en un juicio actúe como demandante o demandado una persona jurídica. En
esta materia, las personas jurídicas siempre tienen que contar con un representante legal, de lo contrario no podrían
actuar en general (esto es aplicable no sólo en juicios).
La ley hace algunas distinciones y establece quienes son estos representantes legales de las personas jurídicas
(artículo 8º, Código de Procedimiento Civil). El Código distingue entre: las sociedades, sean civiles o comerciales, y las
corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica.

- Las sociedades: tratándose de las sociedades, éstas son representadas por su gerente o por su administrador.
Para estos efectos (para saber quién es el gerente o el administrador) hay que analizar los estatutos de la
sociedad.

- Las corporaciones o fundaciones: el representante es el presidente dichas corporaciones o fundaciones.

Todo esto de acuerdo al artículo 8º del Código de Procedimiento Civil. Y todos estos representantes legales
tienen a lo menos las facultades del inciso 1º del artículo 7º, no obstante -dice el Código- cualquier limitación
establecida en los estatutos.

Art. 8º, Código de Procedimiento Civil: “El gerente o administrador de sociedades civiles o comerciales, o el
presidente de las corporaciones o fundaciones con personalidad jurídica, se entenderán autorizados para litigar
a nombre de ellas con las facultades que expresa el inciso 1 del artículo anterior, no obstante cualquiera
limitación establecida en los estatutos o actos constitutivos de la sociedad o corporación”.

Hay además, tratándose de ciertas personas jurídicas, representaciones especiales y para lo cual hay que
analizar cuál es la legislación de fondo aplicable en cada caso. Ejemplo: si se trata de las municipalidades, las
representa legalmente el alcalde; en el caso del Fisco, las representa legalmente el Consejo de Defensa del Estado, y
esto se cumple con los abogados o procuradores fiscales; etc.

Lo mismo que en el caso de anterior, estos representantes legales de las personas jurídicas, para actuar en
juicio tienen que cumplir necesariamente con lo que establece la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio, si no
poseen el ius postulandi (deben nombrar mandatario judicial y abogado patrocinante).

C) Representación de las personas ausentes:

De acuerdo al artículo 11 del Código de Procedimiento Civil, debemos entender por “ausente” a toda persona
que ha abandonado el territorio de la República y que se ve enfrentado posteriormente a un juicio, o bien que tiene
interés en alguna gestión no contenciosa.
La ley proporciona algunas reglas para ver quien representa al ausente. En esta materia hay que hacer dos
grandes distinciones:

- Si la persona todavía no se ausenta del país pero existe motivo para ausentarse.
- Cuando la persona se ha ausentado y está en el extranjero.

a) Cuando la persona todavía no se ausenta del país pero existe motivo para hacerlo:

La ley dice que si existe motivo justificado o fundado para que esa persona se ausente del país, el interesado
puede solicitarle al juez una medida prejudicial que consiste en que se le exija a esta persona que constituya en el lugar
donde se va a entablar el juicio un apoderado que lo represente y bajo apercibimiento de nombrársele un curador de
bienes (artículo 285, Código de Procedimiento Civil).
Art. 285, Código de Procedimiento Civil: “En el caso del inciso 1º del artículo anterior podrá también
pedirse que aquel cuya ausencia se teme, constituya en el lugar donde va a entablarse el juicio apoderado que
le represente y que responda por las costas y multas en que sea condenado, bajo apercibimiento de
nombrársele un curador de bienes”.

Aquí se aplican las normas pertinentes del Código Civil (artículos 473 y siguientes; Título XXVII del Libro Primero
del Código Civil) y del Código de Procedimiento Civil (artículo 845).

b) Cuando la persona se ausentó del país y está en el extranjero:

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En este caso hay que ver o analizar si esta persona que se ausentó dejó o no constituido en Chile un
mandatario.

o Si dejó constituido mandatario para que lo represente: Aquí hay que analizar este mandato y ver que facultades
se le dieron a ese mandatario. Concretamente hay que analizar si ese mandatario tiene atribuciones para
representarlo en juicio y específicamente para contestar demandas.
Si tiene estas atribuciones no hay problemas y se sigue con él (artículo 11, Código de Procedimiento
Civil).

Si no tiene atribuciones para contestar demanda, hay que ver si el ausente tiene o no domicilio conocido
en el extranjero; si lo tiene, hay que entrar a notificarlo por exhorto internacional; si no tiene domicilio conocido
o se ignora su paradero, en este caso tiene que asumir su representación el defensor de ausentes o defensor
público, y será a éste a quien se le debe notificar la demanda.

o Si el ausente no dejó constituido mandatario: En este caso también hay que distinguir si el ausente tiene o no
domicilio conocido en el extranjero.
Si se conoce de el paradero del ausente, en este caso hay que notificarlo por exhorto.
Si se ignora su paradero, hay que designarle un curador de bienes (artículo 473, Código Civil; artículo
845, Código de Procedimiento Civil).

* Interrupción de la tramitación del juicio:

La instancia puede interrumpirse sea que se litigue personalmente o a través de un representante legal. Hay
que distinguir dos situaciones: el fallecimiento de la parte que litiga y el término de la representación legal.

1) Fallecimiento de la parte que litiga: ¿Qué ocurre en el fallecimiento de la parte?. Hay que distinguir:

a. Fallecimiento de la parte que litiga personalmente : En este caso la ley dice que si durante el juicio fallece
alguna de las partes, el juicio quedará en suspenso; es decir, se procede a la paralización de pleno derecho o
por el solo ministerio de la ley de la tramitación del juicio, esto es así cuando el juez o la parte contraria no
tenían conocimiento de ello en el momento. Es decir, desde el momento que fallece se paraliza el
procedimiento, lo que se haga posteriormente será nulo, y debe entrarse a notificar a los herederos de esta
persona con el objeto que comparezcan y hagan uso de su derecho (artículo 5º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 5º, Código de Procedimiento Civil: “Si durante el juicio fallece alguna de las partes que obre
por sí misma quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de los
herederos para que comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento
para contestar demandas, que conceden los artículos 258 y 259”.

b. Fallecimiento de la parte que no litiga personalmente : Si la parte que fallece no litigaba personalmente o que lo
hacía debidamente representado, en este caso no se suspende la tramitación del juicio, de manera que su
muerte es irrelevante a la consecución del juicio.

2) Término de la representación legal: ¿Qué ocurre si se actúa a través de un representante legal y sucede que, de
acuerdo a la ley, esa representación legal termina o se extingue?.
Si el demandante, por ejemplo, es menor de edad y durante el juicio cumple la mayoría de edad, en este caso el
tribunal permite interrumpir la instancia, porque esta representación legal se acaba desde el momento que sucede el
hecho que en concepto de la ley sustantiva se pone fin a la representación.
Esto tiene que constar fehacientemente en el expediente, o bien tiene que comparecer al juicio la propia
persona interesada (artículo 9º, Código de Procedimiento Civil). Esto significa que, en principio, la representación que
tenía el representante legal continúa, no cesa de inmediato; esto es importante porque las actuaciones que haga el
representante son válidas hasta que comparezca la parte representada.

Art. 9º, Código de Procedimiento Civil: “Si durante el curso del juicio termina por cualquiera causa el
carácter con que una persona representa por ministerio de la ley derechos ajenos, continuará no obstante la
representación y serán válidos los actos que ejecute, hasta la comparecencia de la parte representada, o hasta
que haya testimonio en el proceso de haberse notificado a ésta la cesación de la representación y el estado del
juicio. El representante deberá gestionar para que se practique esta diligencia dentro del plazo que el tribunal
designe, bajo pena de pagar una multa de un cuarto a un sueldo vital y de abonar los perjuicios que resulten”.

Cabe señalar que en este artículo 9º no se contempla la situación si fallece el representante legal, ni hay
tampoco disposición alguna que lo contemple. En este caso hay que aplicar la regla que da el artículo 5º del Código de
Procedimiento Civil, y hay que distinguir si ese representante legal actuaba personalmente o si lo hacía a través de
mandatario judicial.

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IV. LAS ACTUACIONES JUDICIALES

1.- Introducción:

Esta materia hay que estudiarla en el contexto del proceso. El Proceso materialmente esta constituido, además
de los escritos y documentos, por varias actuaciones judiciales necesarias, cuyo número no se puede señalar.
Estas actuaciones están ligadas entre sí, porque no se trata de señalarlas aisladamente, sino que dentro de un
contexto general.
El proceso, además de las actuaciones judiciales, podría estar formado por escritos y documentos de toda
especie (artículo 29, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil), que es lo que constituye el aspecto material del
expediente.
Los Escritos, que son las presentaciones que hacen las partes en el proceso, siempre tenemos que asociarlas
con requisitos que hacen las partes. En esta materia, hay dos grandes grupos de requisitos:

- Requisitos generales o comunes, que se aplican a todos los escritos sin distinción.
- Requisitos especiales o específicos, que son propios para cada escrito en particular y que no siempre se exigen.

Dentro de los requisitos generales, tenemos:

1. Deben presentarse en papel simple.


2. Deben ser firmados por la parte o por su mandatario judicial, según corresponda.
3. Se deben presentar por conducto del secretario del tribunal.
4. Deben encabezarse con una suma, que indique su contenido o el trámite de que se trata.
5. Deben acompañarse tantas copias simples como sean las partes a notificar la resolución que recaiga en el
escrito, salvo excepciones legales (artículo 31, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Además, la copia tiene
que se concordante con el escrito.
Si no se entregan estas copias o si éstas no son concordantes con el original, a la parte contraria no le
corre plazo.

En esta materia el secretario tiene algunas obligaciones:

• Tiene la obligación de ponerle al escrito, y a cada copia, el timbre o cargo que indique la fecha de recepción
(esto es fundamental en juicio para efectos del plazo).
• Debe presentar el escrito al juez para que lo despache, lo resuelva.
• Debe dar recibo de los documentos acompañados a los escritos, si las partes lo solicitan.

2.- Las actuaciones judiciales o actos procesales o actos de procedimiento:

Este juicio se desarrolla a través de determinadas actuaciones judiciales, actos procesales o actos de
procedimiento. Este conjunto de actos o diligencias, sea que los ejecute el juez o las partes, está regido por normas que
en su totalidad constituyen el procedimiento.

* Concepto de actos procesales:

- Definición de Eduardo Couture: “Acto procesal es un acto jurídico emanado de las partes, de los agentes de la
jurisdicción o aún de terceros ligados al proceso susceptibles de crear, modificar o extinguir efectos procesales.

- Definición de Juan Colombo: “Los actos procesales son aquellos que producen efectos en un proceso o en
alguno de sus equivalentes jurisdiccionales legitimados para solucionar conflictos jurídicos”.

En suma, son todas las diligencias que se vayan desarrollando en el proceso.

* Clasificación de las actuaciones judiciales:

Atendiendo al sujeto de la cual el acto emana, tenemos:

- Actos procesales provenientes de las partes.


- Actos procesales provenientes de los órganos jurisdiccionales o de sus auxiliares.
- Actos procesales emanados de terceros.

a) Actos procesales provenientes de las partes: Aquí incluimos a todas las actuaciones que provengan de las
partes directa o indirectamente (del demandante, del demandado y eventualmente de terceros). Ejemplo: la
presentación y contestación de la demanda, la confesión, la formulación de una tercería, etc.

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Normalmente a los actos procesales incluimos a los escritos, que es una especie de actuación que
tienen por finalidad general hacer o formular solicitudes a los tribunales, que pueden ser de fondo o para dar
curso al proceso.

b) Actos procesales provenientes de los órganos jurisdiccionales o de sus auxiliares: Consiste en todas las
diligencias que realice el tribunal y cualquiera de los auxiliares de la administración de justicia. Estas
actuaciones del órgano jurisdiccional son, en general, la dictación de las distintas resoluciones judiciales, actos
que solamente pueden emanar de los tribunales.
Dentro de los actos que cumplen los funcionarios de la administración de justicia encontramos, por
ejemplo, la realización de las notificaciones.

c) Actos procesales emanados de terceros que no son parte del juicio: Actos de terceros que también pueden
cumplir diligencias en un proceso. Ejemplo: la declaración que prestan testigos en juicio, los informes periciales
emanados de peritos, etc.

* Requisitos de los actos judiciales:

Los requisitos de los actos procesales los establece la ley procesal, y son ciertas condiciones que se establecen
en la ley para que el acto pueda producir sus efectos, para que el acto sea válido. Si no se cumplen estas actuaciones
carecerán de valor.
Estos requisitos son los siguientes:

o Deben ser practicadas por el funcionario que indica la ley.


o Deben practicarse en días y horas hábiles, y algunos en lugares hábiles.
o De toda actuación debe dejarse testimonio escrito en el proceso.
o Deben ser autorizadas por el funcionario que indica la ley.

A) Las actuaciones judiciales deben ser practicadas por el funcionario que indica la ley:

Aquí se aplica el artículo 70 del Código de Procedimiento Civil, que señala que las actuaciones necesarias para
la formación del proceso deben ser practicadas por el tribunal que conoce de la causa. Esa es la regla general sobre
quien los conoce, a menos que la propia ley encomiende expresamente las diligencias al secretario o a otro ministro de
fe.

Art. 70, Código de Procedimiento Civil: “Todas las actuaciones necesarias para la formación del proceso se
practicarán por el tribunal que conozca de la causa, salvo los casos en que se encomienden expresamente por
la ley a los secretarios u otros ministros de fe, o en que se permita al tribunal delegar sus funciones, o en que
las actuaciones hayan de practicarse fuera del lugar en que se siga el juicio”.

Los casos en que las actuaciones no las va a practicar el mismo tribunal que conoce de la causa son los
siguientes:

- Cuando la propia ley le encomiende la práctica de la diligencia al secretario o a otro funcionario. Por ejemplo, en
materia de notificaciones la ley encarga ejecutar estas actuaciones al secretario del tribunal o al receptor.

- Cuando la ley permite al tribunal delegar sus funciones. Por ejemplo, en ciertos casos la ley faculta al juez para
delegar la atribución de la tasación de costas procesales (artículo 140, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
Aquí lo que se requiere es autorización expresa de la ley, de lo contrario tendría que hacerlo el juez que conoce
de la causa.

- Aquellas actuaciones que tengan que cumplirse o llevarse a efecto en un territorio jurisdiccional distinto. En
este caso, por el principio de la territorialidad el juez no podría practicar actuaciones en un territorio
jurisdiccional distinto, y para esto es necesario delegar competencia y esto se produce por los llamados
exhortos; es decir, a través de una comunicación escrita en que el juez solicita a un tribunal de un territorio
jurisdiccional distinto que practica una determinada actuación; por ejemplo, para tomar prueba testimonial.

B) Las actuaciones judiciales deben ser practicarse en días y horas hábiles, y algunas actuaciones especiales en
ciertos lugares hábiles:

Las actuaciones judiciales deben practicarse en días y horas hábiles (artículo 59, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil) y algunas actuaciones especiales deben practicarse en ciertos lugares hábiles. Para estos efectos
se considerarán días hábiles los no feriados, y son horas hábiles las que median entre las ocho y las 20 horas (artículo
59, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

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Aquí le corresponde al legislador establecer cuáles son los días feriados (en general se dice que son feriados los
domingos y festivos). En esta materia, hay varias leyes que establecen esto, entre ellas la Ley Nº 2.977 del año 1915,
que señala cuales son los días feriados.
Sin perjuicio de esta regla general, existen ciertos casos de excepción en que las actuaciones judiciales pueden
llevarse a efecto en días y horas que habitualmente serían inhábiles:

- Cuando los tribunales habilitan para la práctica de actuaciones judiciales día y hora inhábiles, y para esto la
parte interesada debe solicitarlo al tribunal, cuando haya casos urgentes en que así lo exige (artículo 60, inciso
1º, Código de Procedimiento Civil). Esta es una mera atribución del juez, no está obligado a hacerlo.
Se estimarán urgentes para este caso, las actuaciones cuya dilación pueda causar grave perjuicio a los
interesados, o a la buena administración de justicia, o hacer ilusoria una providencia judicial (artículo 60, inciso
2º, Código de Procedimiento Civil).

- Otro caso de excepción lo constituye la notificación personal, ya que dependiendo del lugar en que se realice la
ley permite que se practiquen en cualquier día y cualquier hora.

- Tratándose de actuaciones penales o criminales no hay días ni horas inhábiles, ni se suspenden los plazos por la
interposición de días feriados.

El artículo 60 del Código de Procedimiento Civil hay que complementarlo con el artículo 314 del Código
Orgánico de Tribunales. Este último establece lo que se denomina “feriado de vacaciones” que tiene lugar durante el
mes de febrero de todos los años (desde el 1º de febrero hasta el primer día hábil de marzo). Este sería feriado y no se
podrían practicar actuaciones judiciales en materia civil, porque en lo penal no corre. Este mismo artículo señala que
ciertas y determinadas actuaciones se pueden practicar en este período, por ejemplo, no hay problemas para practicar
actuaciones en los actos judiciales no contenciosos, en los juicios posesorios, en los juicios de alimentos, en los juicios
del trabajo, en las medidas prejudiciales y precautorias, etc.

C) De toda actuación debe dejarse testimonio o constancia escrita en el proceso:

De toda actuación deberá dejarse testimonio escrito en el proceso (artículo 61, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil). La ley establece en este artículo que esta constancia escrita debe hacerse cumpliéndose las
formalidades que aquí se indican:

- Esta constancia escrita debe contener lugar, día, mes y año en que se verifique, y en algunos casos la hora
cuando la ley lo exija.
- También debe dejarse testimonio de las formalidades con que se haya procedido.
- De las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan.

A continuación (luego de realizarse estas actuaciones), y previa lectura, deben firmar todas las personas que
hayan intervenido; y si alguna persona no sabe o no quiere hacerlo se deja igualmente constancia.
De este artículo 60 del Código de Procedimiento Civil se desprende que la constancia de la diligencia debe ser
completa y circunstanciada.
Art. 61, Código de Procedimiento Civil: “De toda actuación deberá dejarse testimonio escrito en el proceso,
con expresión del lugar, día, mes y año en que se verifique, de las formalidades con que se haya procedido, y
de las demás indicaciones que la ley o el tribunal dispongan”.
“A continuación y previa lectura, firmarán todas las personas que hayan intervenido; y si alguna no sabe
o se niega a hacerlo, se expresará esta circunstancia”.
“La autorización del funcionario a quien corresponda dar fe o certificado del acto es esencial para la
validez de la actuación”.

D) Las actuaciones judiciales deben ser autorizadas por el funcionario que indica la ley:

El Código señala que esta autorización del funcionario es esencial para la validez de la diligencia (artículo 61,
inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
Autorizar la diligencia significa que el funcionario a quien corresponde dar fe del acto debe firmar la
autorización. Este funcionario es variable, depende de lo que la ley señale, normalmente corresponde al secretario y,
por excepción, a otros funcionarios.
Además de lo anteriormente señalado, hay ciertos requisitos que podrían exigirse para determinadas
actuaciones que están determinadas en la ley (artículos 62 y 63, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: cuando es
necesario que se interrogue un intérprete o aquellas actuaciones en que se toma o presta juramento.

* Forma en que pueden ordenarse o decretarse las actuaciones judiciales:

Esto es importante porque dependiendo de la forma en que la actuación se ordene, esa actuación o diligencia
se va a llevar a efecto ya sea inmediatamente o después de transcurrido cierto caso. Es importante para determinar en
que oportunidad se llevará e efecto la actuación después de que el juez lo decrete.
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Hay tres formas en que las actuaciones judiciales pueden ordenarse o decretarse:

 Diligencia con conocimiento de la parte contraria.


 Diligencia con citación de la parte contraria.
 Diligencia con audiencia de la parte contraria.

a) Diligencia con conocimiento: Es aquella que se puede llevar a efecto tan pronto como se notifique a la parte
contraria la resolución que ordena dicha diligencia (artículo 69, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil), de
manera que en este caso el conocimiento es sinónimo de notificación judicial.

Art. 69, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Cuando se mande proceder con conocimiento o
valiéndose de otras expresiones análogas, se podrá llevar a efecto la diligencia desde que se ponga en
noticia del contendor lo resuelto”.

El requisito es notificar a la parte contraria con arreglo a la ley.

b) Diligencia con citación: Es aquella que se puede llevar a efecto después de transcurridos tres días fatales luego
que se ha notificado a la parte contraria de la resolución que se ordenó. Hay que esperar tres días para que la
parte contraria se pueda oponer o plantear observaciones dentro de ese plazo (artículo 69, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).

Art. 69, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Siempre que se ordene o autorice una diligencia
con citación, se entenderá que no puede llevarse a efecto sino pasados tres días después de la
notificación de la parte contraria, la cual tendrá el derecho de oponerse o deducir observaciones dentro
de dicho plazo, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente”.

Según esto, después de la notificación hay dos posibilidades que se pueden presentar:

o Que la parte no se oponga una vez transcurridos los tres días.


o Que la parte se oponga dentro de esos tres días.

Si no hay oposición transcurrido el plazo de tres días, se cumple la diligencia.


Si hay oposición de la parte contraria dentro del plazo de citación, se formulará un incidente. Eso
significa que esa oposición hay que tramitarla y el juez debe fallarla, y sólo una vez que el tribunal resuelva este
incidente, y en la medida que el fallo de este incidente sea favorable se cumple aquella diligencia. Si es
desfavorable esta diligencia no podrá practicarse.
Entonces, si hay oposición la diligencia queda en espera hasta que se resuelva la oposición (si se
rechaza se efectúa la diligencia, si se acepta no se realiza).

c) Diligencia con audiencia: Son aquellas que no pueden llevarse a efecto sin que antes se oiga a la parte
contraria. Esto significa que cuando se pide la diligencia el juez tiene que “conferirle traslado” a la parte
contraria y para cuyo efecto tiene un plazo de tres días para exponer lo que estime conveniente.
Estas diligencias dan origen de inmediato a un incidente, donde se pide a la parte contraria conferir
traslado para que sea oída en audiencia. Si este incidente se resuelve favorablemente a la parte que solicitó la
diligencia, se cumplirá la actuación solicitada. Si el juez la rechaza, en ese caso se entiende no llevar a cabo la
diligencia.

Por ejemplo, el artículo 336, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil, que está referido a ciertas
actuaciones en el período probatorio, donde se puede pedir aumento de este período probatorio. En este caso,
la prueba puede rendirse en Chile o en el extranjero:

o Si es dentro de la República, se otorgará con previa citación.


o Si es en el extranjero, se otorgará en audiencia de la parte contraria.

Esto significa que si se pide aumentar el período probatorio en Chile, esta audiencia es con citación, de
manera que el juez al acceder a la audiencia debe dictar la resolución correspondiente. Si es en el extranjero,
debe hacerse en audiencia, por ello el juez debe “conferir traslado”, lo que significa que le está considerando a
la parte contraria un plazo de tres días para contestar.

De estas tres formas la regla general es que sea diligencia con conocimiento, o sea, que se realice tan pronto
como se notifique la resolución que acoge la petición de parte para realizar la actuación. Para los demás casos, la ley
señala la forma (si no se dice nada, se realiza notificando la resolución a la parte contraria).

3.- Los Exhortos:


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El exhorto es la forma de materializar la competencia delegada, siempre que sea necesario realizar una
actuación judicial, y esto ocurre cuando se practican diligencias en un territorio jurisdiccional distinto a aquel en que se
lleva el proceso (artículo 71, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

* Concepto: “Es una comunicación escrita que envía un tribunal que conoce de un proceso (tribunal exhortante) a otro
tribunal de distinto territorio jurisdiccional (tribunal exhortado) y por medio de la cual se solicita a este último practicar
una o más determinadas diligencias determinadas que han de practicarse en ese otro territorio jurisdiccional”.

* Requisitos para que opere:

Los requisitos o condiciones de los exhortos son los siguientes:

- Que se trate de practicar diligencias fuera del territorio jurisdiccional del juez que conoce la causa.
- Que el juez que conoce del proceso ordene expresamente delegar atribución mediante resolución judicial.
- Que se encomiende una o más diligencias concretas, determinadas. Esta delegación no puede referirse en
ningún caso a dictar sentencia (no puede referirse al fallo del proceso), no se puede delegar esta facultad.

* Contenido del exhorto:

Es importante el contenido del exhorto; es muy importante que se le va a decir al otro juez y que antecedente
se le van a acompañar. Este contenido y todo este antecedente debe ser fiscalizado por la parte interesada.
En general es necesario acompañar al exhorto de todos los escritos, resoluciones o actuaciones necesarias para
que se pueda cumplir adecuadamente la diligencia, sin perjuicio de que el “oficio” o la comunicación contenga todas las
explicaciones y facultades necesarias. Siempre esto es a petición de parte.

Frente al exhorto hay que ver el contenido y cómo se va a diligenciar en el otro tribunal.

a) Contenido en general: El contenido del exhorto es sumamente importante para el efecto de que las diligencias
que se encargan puedan tener éxito. Esto por la razón que el tribunal exhortado no es el que lleva la causa y no
conoce los hechos.
Esto significa que toda la información al juez hay que proporcionarla, a través del contenido del exhorto.
Todo exhorto debe contener:

 Los escritos, documentos y explicaciones necesarias , para que el tribunal exhortado pueda practicar las
diligencias encomendadas adecuadamente (artículo 71, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Dentro de
esto debe contenerse las resoluciones y actuaciones que sean menester incluir.
Por ejemplo, el tribunal que conoce de la causa ordena exhortar a otro juez para que presten
declaración testigos en el otro tribunal. Aquí habrá que incluir la copia de la resolución de los hechos que
recibió, la copia de escritos presentados por las partes de la lista de testigos, la constancia de la notificación
de la resolución que recibió la causa de prueba, escritos en que conste la personería de los mandatarios de
la parte. Tendrá que señalarse en el exhorto si se faculta para disponer del arresto o detención de testigo,
todo lo que sea necesario para llevarla a cabo; habrá también que indicar sobre qué hechos se pretende
que declare.

 Además, el exhorto debe ir firmado por el juez y por el secretario del tribunal, y si este es colegiado deberá
ser firmado por su presidente y secretario (artículo 72, Código de Procedimiento Civil).

b) Diligenciamiento del exhorto: Quien debe diligenciar el exhorto es precisamente la parte interesada que solicitó
esa comunicación (esto es de responsabilidad del solicitante). Aquí se aplica el artículo 73 del Código de
Procedimiento Civil.

Art. 73, Código de Procedimiento Civil: “En las gestiones que sea necesario hacer ante el tribunal
exhortado, podrá intervenir el encargado de la parte que solicitó el exhorto, siempre que en éste se
exprese el nombre de dicho encargado o se indique que puede diligenciarlo el que lo presente o
cualquiera otra persona”.

El exhorto en principio lo puede diligenciar el mismo representante o mandatario judicial de la parte que
lo pide ante el tribunal exhortado, a menos que el exhorto señale expresamente que lo puede diligenciar
cualquier persona que tenga capacidad para actuar ante los tribunales, es decir, debe tener ius postulandi
(artículo 2º, inciso 5º, Ley 18.120). Si fuere la misma persona o si fuera otra, igual tendrá que acreditar su
calidad ante el tribunal exhortado. En esta materia se aplican las reglas de comparecencia.
El exhorto se realiza directamente de tribunal a tribunal, sin intermediario entre ambos, y una vez que
el tribunal recibe el exhorto está obligado a practicar las diligencias que solicite el exhorto dentro de su

153
territorio jurisdiccional exclusivamente. En consecuencia el juez exhortado no puede practicar diligencias
distintas, porque se estarían excediendo en sus atribuciones (artículo 71, Código de Procedimiento Civil).

* Clasificación de los exhortos:

Estas comunicaciones son susceptibles de clasificarse en: exhortos nacionales e internacionales.

a. Exhortos nacionales: Los exhortos nacionales, tal como lo indica su nombre, son aquellas comunicaciones entre
tribunales chilenos, dentro de la República, y a su vez pueden subclasificarse en simples exhortos y exhortos
ambulantes o circulatorios.

o El simple exhorto es la comunicación de un tribunal a otro determinado, con la finalidad que practique
determinadas diligencias.

o El exhorto ambulante o circulatorio es aquel que debe ir pasando por distintos tribunales chilenos
exhortados que deben intervenir en diligencias determinadas con las atribuciones que se le señalan
(pasa de uno a otro y así sucesivamente, y el último lo devuelve al tribunal original).

La forma de remitir el exhorto es a través de Correos de Chile (artículo 77, Código de Procedimiento
Civil). Sin perjuicio que el tribunal exhortante, en casos calificados, disponga que el exhorto se le entregue a la
parte que lo pidió (sea llevado por mano).

b. Exhorto internacional: Es aquel que debe ser cumplido por una autoridad judicial extranjera y en territorio
extranjero (artículo 76, Código de Procedimiento Civil).
En los tribunales nacionales la comunicación es directa, de tribunal a tribunal, sin embargo acá no es
directa -por ello constituye una novedad-, se dirige comunicación por conducto de la Corte Suprema en Chile y
ésta, según la ley, debe enviar el exhorto al Ministerio de Relaciones Exteriores para que sea éste el que lo
despache o le dé curso a dicho exhorto, de la forma en que esté establecido en los tratados internacionales
celebrados con el respectivo país o en la forma que señale el Gobierno (artículo 76, inciso 1°, Código de
Procedimiento Civil).
A través de esta misma vía o mecanismo se reciben los exhortos de los tribunales extranjeros que
deben cumplirse en Chile.

4.- Plazos o términos:

El concepto de Plazo no lo encontramos en la ley procesal, pero sí en el Código Civil, en el artículo 1494. Desde
el punto de vista civil, el plazo se define como “el hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o la extinción de un
derecho”.
Si vamos al campo procesal, diremos que plazo es el tiempo que concede la ley, juez o parte para la ejecución
de un acto determinado dentro del proceso, o el período dentro del cual se permite realizar una determinada materia
en el proceso.
En materia de plazos, en principio se rigen por las leyes sustantivas (Código Civil, en los artículos 48 al 50), y
esas disposiciones deben entenderse modificadas o complementadas por las normas procesales aplicables.

* Clasificaciones de los plazos:

Estos plazos son susceptibles de clasificarse según los distintos puntos de vista o criterios que se considere.

A) Considerando el origen del plazo en materia procesal, distinguimos entre plazo legal, plazo judicial y plazo
convencional.

- Plazo legal: Es aquel que fija el legislador, o el que está señalado en la ley. Esto es lo que ocurre en la mayoría
de los casos. Ejemplo: plazo de contestación de la demanda (artículo 259, Código de Procedimiento Civil).

- Plazo judicial: Es aquel que señala el juez, siempre y cuando esté facultado por la propia ley para fijarlo.
Ejemplo: los jueces tienen atribuciones para fijar plazos especiales de prueba (artículo 340, inciso 2º, Código de
Procedimiento Civil).

- Plazo convencional: Es el que emana del convenio de las partes. Los plazos convencionales son aquellos que se
pueden fijar por acuerdo de las partes. Ejemplo: las partes pueden restringir el número de días que dure la
causa probatoria (artículo 328, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

B) Considerando el momento en que el plazo se va a iniciar (cuando empieza a correr o contar), se distingue entre
plazo individual y plazo común (artículo 65, Código de Procedimiento Civil).

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- Plazo individual: Es aquel que comienza a correr para cada parte desde el momento mismo en que se notifica la
resolución correspondiente; es decir, este plazo individual podría empezar a correr en momentos distintos para
cada parte de acuerdo al instante en que se haya notificado. Ejemplo: el plazo para apelar es individual, el
demandante podrá apelar cuando se le notifica, podrían ser fechas distintas (artículo 189, inciso 1º, Código de
Procedimiento Civil).

- Plazo común: Es aquel que corre conjuntamente para todas las partes desde el momento en que se practica la
última notificación. Ejemplo: el término probatorio (plazo para rendir prueba), éste corre desde que es
notificado el último (artículo 327, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

En esta materia, la regla general es que el plazo sea individual, la excepción es que sean comunes, y para que
un plazo tenga esta última calidad es necesario que la ley lo diga expresamente (artículo 65, Código de Procedimiento
Civil).

C) Considerando el momento en que precluye el derecho que debe ejercerse, se clasifica en plazo fatal, y plazo no
fatal (ambos plazos se extinguen o terminan en un momento determinado).

- Plazo fatal: Es aquel cuyo vencimiento se extingue el derecho o precluye el derecho para ejercer una
determinada actividad procesal, es decir, un derecho que debió ejercitarse, y una vez vencido el plazo no podrá
ejercitarse posteriormente. Ejemplos: el plazo de contestación de la demanda (artículo 259, Código de
Procedimiento Civil); el plazo para oponerse al desahucio (artículo 590, Código de Procedimiento Civil).

- Plazo no fatal: Es aquel a cuyo vencimiento aun es posible realizar la actividad procesal a menos que el trámite
se dé por cumplido en rebeldía. Esto quiere decir, por ejemplo, que si existen cinco días para ejercitar en el
juicio un determinado derecho ese podría ejercerse al día sexto y séptimo mientras la parte contraria no acuse
la rebeldía, es decir, mientras la parte contraria no le pida al juez que dé por cumplido el trámite en rebeldía de
la otra parte.

La regla general dentro de nuestro sistema es que los plazos sean fatales. Así lo señala el artículo 64 del Código
de Procedimiento Civil, que señala en el encabezado que “los plazos que señala este Código son fatales.....”, de manera
que si los plazos los establece el Código Orgánico de Tribunales, el Código de Procedimiento Penal u otra ley no son
fatales, a menos que la ley lo señale expresamente.
Este artículo dice que son fatales cualquiera sea la forma en que se exprese; basta que se señale en el Código
de Procedimiento Civil para que sea válido. Estos plazos se aplican a las partes pero no se aplica a las actuaciones
propias del tribunal; por ejemplo, si no se dicta sentencia se puede hacer después, no precluye el derecho pero sí se
sanciona al juez.

D) Considerando las unidades de tiempo del plazo, se habla de plazos de días, plazos de meses y plazos de años (en
algunos casos se habla de plazos de horas, pero son excepcionales).

- Plazos de días: Constituye la regla general dentro del procedimiento. Ejemplos: el plazo para rendir prueba será
de veinte días en juicio ordinario (artículo 328, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil); el plazo para apelar
deberá interponerse en el plazo de cinco días (artículo 189, Código de Procedimiento Civil).

- Plazos de meses: Son excepcionales y se establecen para los efectos del abandono del procedimiento (artículo
152, Código de Procedimiento Civil).

- Plazos de años: Son aun más excepcionales y están establecidos para los efectos de la prescripción. Ejemplo: la
prescripción de la acción ejecutiva (artículo 442, Código de Procedimiento Civil).

Esta es una clasificación que tiene importancia para efectos del cómputo del plazo. Aquí se aplica el artículo 66
del Código de Procedimiento Civil que debe complementarse con el artículo 50 del Código Civil. En esta materia, todos
los plazos son completos y corren hasta el último día inclusive.
En el caso de los plazos de días, la ley establece que estos se entienden suspendidos durante los días feriados.
En cuanto a los plazos de meses y años se cuentan ininterrumpidamente, estos son plazos seguidos, salvo que
la ley exprese otra cosa. Ejemplo: el artículo 152 del Código de Procedimiento Civil, que establece que el procedimiento
se entiende abandonado cuando las partes han cesado en su prosecución durante seis meses; este plazo se cuenta
incluyendo el mes de febrero, que corresponde al feriado para el Poder Judicial.

E) Considerando la posibilidad que el plazo se extienda más allá de su duración, distinguimos entre plazo prorrogable
e improrrogable.

- Plazos prorrogables: Son todos aquellos que podrían durar más allá del tiempo que la ley señala como duración
(permite ser ampliados).

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- Plazos improrrogables: Son aquellos que no permiten ser ampliados más allá de la duración de su plazo. No
pueden extenderse o ampliarse más allá de la duración que la ley señala.

La ley dice que solamente son prorrogables los plazos judiciales o los que fija el tribunal (artículo 67, Código de
Procedimiento Civil), esto bajo ciertas condiciones:

o Que se solicite la ampliación antes del vencimiento del plazo.


o Que se alegue justa causa (esgrimir algún fundamento), la cual será calificada por el juez prudencialmente.

En esta materia, la regla general es que los plazos legales no pueden ser prorrogados por el tribunal, a menos
que la propia ley faculte al juez.
La calidad de prorrogable o improrrogable de un plazo no tiene nada que ver con el carácter de fatal o no fatal
del mismo. Aquí lo que se pide es la ampliación del plazo para ejercer el derecho.

5.- La rebeldía:

Esta es una institución del derecho procesal que se regula en los artículos 78 al 81 del Código de Procedimiento
Civil.
La rebeldía en términos generales consiste en la declaración en forma expresa que hace un tribunal acerca de
la pérdida o extinción de un derecho luego de expirado un plazo no fatal y, en consecuencia, el trámite debe darse por
cumplido en ausencia de la parte, esto con la finalidad que el proceso tenga que seguir avanzando.
La rebeldía no opera para los plazos fatales que indica el Código de Procedimiento Civil (se extinguen por el solo
ministerio de la ley), aquí es innecesaria la rebeldía; y el Código lo establece para los plazos judiciales (artículo 78,
Código de Procedimiento Civil).

Art. 78, Código de Procedimiento Civil: “Vencido un plazo judicial para la realización de un acto procesal sin
que éste se haya practicado por la parte respectiva, el tribunal, de oficio o a petición de parte, declarará
evacuado dicho trámite en su rebeldía y proveerá lo que convenga para la prosecución del juicio, sin certificado
previo del secretario”.

Mediante la declaración de rebeldía el tribunal declara cumplido el trámite procesal de que se trate y resolverá
el juez lo que convenga para la continuación del juicio sin certificado previo del secretario.

* Efectos de la rebeldía:

La rebeldía tiene efectos distintos según si se produce en primera o segunda instancia.

a) En primera instancia: Si el litigante está rebelde, éste no puede ser olvidado del juicio por la parte contraria, hay
que seguir notificándolo de las resoluciones que se dicten o que recaigan en el juicio.
La rebeldía en primera instancia tiene por tanto efectos particulares, se refiere a un trámite específico.

b) En segunda instancia: Esto produce consecuencias distintas para las partes (en segunda instancia hablamos de
apelantes y apelados). Si no comparece el apelante el recurso se le extingue y se acaba la apelación; y si es el
apelado el que no comparece, el recurso se puede tramitar en su rebeldía sin necesidad de notificarle las
resoluciones.
La rebeldía en segunda instancia produce efectos generales.

6.- Las resoluciones judiciales:

Las resoluciones judiciales están insertas dentro de los actos procesales. En este sentido, las resoluciones
judiciales son una especie de actuación judicial.
Estas resoluciones judiciales tienen una particularidad y es que se trata de actos procesales que emanan de los
órganos jurisdiccionales.

* Concepto:

La ley no da un concepto de las resoluciones judiciales, por ello hay que ajustarse a lo señale la doctrina. En
esta materia, existen muchas definiciones de resoluciones judiciales que dan los autores:

- Concepto de Sergio Rodríguez Garcés: Las resoluciones judiciales son “pronunciamientos escritos del juez de la
causa, dictada en el proceso, y relativo a actos de procedimiento, actuaciones y/o actuaciones de la
controversia”.

156
- Concepto de Mario Casarino Viterbo: Las resoluciones judiciales “es todo acto que emana del tribunal, destinado
a sustanciar o fallar la controversia material del juicio”.

Las resoluciones constituyen verdaderas declaraciones de voluntad de los tribunales como emiten sus
pronunciamientos.

* Finalidades de las resoluciones judiciales:

a) Sirven para sustanciar y tramitar el proceso, esto significa que el juez o tribunal puede disponer u ordenar las
diligencias o actuación que se pronuncien en el proceso.

b) Pronunciarse respecto de solicitudes que hacen valer las partes a través de los escritos.

c) Los jueces fallan la controversia a través de una resolución especial que es la sentencia definitiva.

Dentro de un proceso, los tribunales pueden dictar innumerables resoluciones judiciales. La más importante es
la sentencia definitiva, tanto para el tribunal como para las partes.
Lo que pretenden las partes es que el juez dicte sentencia y lo que pretende el tribunal es que se resuelva el
litigio.

* Clasificaciones de las resoluciones judiciales:

a. Atendiendo a su contenido (artículo 158, Código de Procedimiento Civil):

o Sentencias definitivas.
o Sentencias interlocutorias.
o Autos.
o Decretos, providencias o proveídos.

b. Atendiendo a la clase de tribunal que lo pronuncie:

o Resoluciones emanadas de los tribunales ordinarios.


o Resoluciones emanadas de los tribunales especiales.
o Resoluciones emanadas de los tribunales arbitrales.

c. Considerando el grado jurisdiccional:

o Resoluciones de única instancia.


o Resoluciones de primera instancia.
o Resoluciones de segunda instancia.

d. Atendiendo a la nacionalidad del tribunal que dicta la resolución:

o Resoluciones dictadas por tribunales nacionales.


o Resoluciones dictadas por tribunales extranjeros.

La ley chilena considera esta clasificación para el efecto de la ejecución de estas resoluciones, en este
sentido, para su ejecución, se seguirán los procedimientos que establezca la ley chilena, en cuanto no se
modifiquen los tratados internacionales respectivos (artículo 242, Código de Procedimiento Civil).
Se establecen reglas para las resoluciones dictadas por tribunales chilenos y reglas para las
resoluciones dictadas por tribunales extranjeros (artículos 242 y siguientes, Código de Procedimiento Civil).

* Importancia de la clasificación del artículo 158 del Código de Procedimiento Civil:

La clasificación del artículo 158 del Código de Procedimiento Civil es la más relevante de todas. Esta
clasificación es importante porque:

- Dependiendo de la clase de resolución, distintas serán sus requisitos, de forma y de fondo, que se exigen.

- Dependiendo de la clase de resolución de que se trate, diferentes serán los recursos procesales que pueden
hacerse valer en su contra.

157
- Dependiendo de la naturaleza de estas resoluciones, distintos serán los efectos que producen cada una de
ellas. Esto es particularmente importante respecto de la cosa juzgada.

- En relación a las notificaciones, dependiendo de qué resolución se trate, habrá que determinar la manera de
notificar.

- En relación con los tribunales colegiados, para lo cual será distinto el número de ministros que deben intervenir
en la dictación de la resolución.

- También tiene importancia para determinar en cada caso la forma en que los tribunales superiores van a
conocer de ciertos recursos (si se conocen en cuenta o previa vista de la causa).

* Clasificación de las resoluciones (clases de resoluciones):

Atendiendo a su contenido las resoluciones se clasifican en sentencias definitivas, sentencias interlocutorias,


autos y decretos (artículo 158, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil):

1) Decretos, providencias o proveídos:

Se entiende por decreto, providencia o proveído aquella resolución judicial que solamente tiene por objeto
determinar o arreglar la sustanciación del proceso (artículo 158, inciso 5º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 158, inciso 5º, Código de Procedimiento Civil: “Se llama decreto, providencia o proveído el que, sin
fallar sobre incidentes o sobre trámites que sirvan de base para el pronunciamiento de una sentencia, tiene sólo
por objeto determinar o arreglar la substanciación del proceso”.

Este artículo 158, inciso 5º, del Código de Procedimiento Civil hay que concordarlo o relacionarlo con el artículo
70, inciso 3º, del Código Orgánico de Tribunales, que señala que “se entienden por providencias de mera sustanciación
las que tienen por objeto dar curso progresivo a los autos, sin decidir ni prejuzgar ninguna cuestión debatida entre
partes”.
Significa que estos decretos permiten darle curso progresivo a los autos, o sea, no resuelven aspectos de fondo,
son de mero trámite. Ejemplo: la resolución que recae sobre un escrito de demanda, dar curso a la demanda.
Este tipo de resoluciones tienen como características dos aspectos:

- A través de ellos los tribunales no pueden fallar ninguna cuestión de fondo debatida entre las partes.
- Tienen por finalidad dar curso progresivo a los autos (disponer diligencias).

2) Autos:

Auto es una resolución judicial que falla un incidente sin establecer derechos permanentes a favor de las partes
(artículo 158, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil). Se diferencian de los decretos en que estos últimos jamás van a
decidir o resolver incidentes.

Art. 158, inciso 4º, Código de Procedimiento Civil: “Se llama auto la resolución que recae en un incidente
no comprendido en el inciso anterior”.

Un incidente es una cuestión accesoria que se plantea en el transcurso del juicio y que requiere de un
pronunciamiento especial del tribunal.
Estos derechos permanentes no están definidos, esto en consecuencia se trata de una cuestión de hecho.
La doctrina ha dicho que derecho permanente es aquel que después de adquirirlo, al fallarse por el tribunal,
subsiste en el tiempo incorporándose al patrimonio del sujeto, y subsiste una vez terminado el proceso.
Ejemplo: en un juicio de alimentos, se puede pedir alimentos provisorios (incidente) y se resuelve a través de un
auto, por lo tanto no constituyen derechos permanentes, habrá que esperar para ello la sentencia definitiva.
3) Sentencias interlocutorias:

Las sentencias interlocutorias son aquellas que fallan un incidente del juicio pero estableciendo derechos
permanentes a favor de las partes, o bien que resuelve sobre algún trámite que debe servir de base en el
pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria (artículo 158, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 158, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil: “Es sentencia interlocutoria la que falla un incidente del
juicio, estableciendo derechos permanentes a favor de las partes, o resuelve sobre algún trámite que debe
servir de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva o interlocutoria”.

De lo anteriormente señalado se desprende que esta sentencia tiene dos funciones distintas o es de dos tipos:

i. La que falla un incidente estableciendo derechos permanentes a favor de las partes.


158
ii. La que resuelve sobre un trámite que debe servir de base a la resolución de una posterior sentencia.

- La interlocutoria que resuelve un incidente que establece derechos permanentes a favor de las partes. Esta no opera
de pleno derecho, hay que tramitarla y constituye un incidente. El juez debe fallarlo, si lo hace favorablemente será
sentencia interlocutoria porque son derechos permanentes. Por ejemplo, estas sentencias interlocutorias que resuelven
un incidente la encontramos en:

o La sentencia interlocutoria que resuelve el desistimiento de la demanda.


o La que declara el abandono del procedimiento por inactividad de las partes.
o La que declara desierto un recurso de apelación.
o La que se pronuncia sobre una excepción dilatoria.

- La interlocutoria que resuelve sobre un trámite para dictar posteriormente sentencia, no se resuelven incidentes. Por
ejemplo, éstas las encontramos en:

o La resolución que recibe la causa a prueba (sirve de base para dictar sentencia definitiva).
o La resolución que cita a las partes a oír sentencia (si no se cumple con esto la sentencia es nula).

La interlocutoria es posible clasificarla de otra forma (segunda clasificación) para determinar la procedencia del
recurso de casación. Según sea procedente o improcedente el recurso de casación las sentencias interlocutorias se
clasifican en:

 Interlocutorias que ponen término al juicio o hacen imposible su continuación. Ejemplos: la que acepta el
desistimiento de la demanda o la que declara abandonada el procedimiento.

 Interlocutorias que no ponen término al juicio o no hacen imposible su continuación. Ejemplo: la que recibe
causa de prueba.

4) Sentencias definitivas:

Las sentencias definitivas son resoluciones judiciales que ponen fin a la instancia, resolviendo la cuestión que
ha sido objeto de juicio (artículo 158, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 158, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia,
resolviendo la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio”.

De manera que para que la sentencia sea calificada de definitiva, deben cumplirse dos requisitos:

- Debe poner fin o término a la instancia de que se trate.


- Que la resolución judicial resuelva la cuestión o asunto que ha sido objeto del juicio.

La instancia, para estos efectos, es cada uno de los grados jurisdiccionales fijados por la ley a los diversos
asuntos que se entregan a los tribunales de justicia para su conocimiento y fallo.

Estas sentencias definitivas también admiten clasificación:

Dependiendo de la instancia en que se pronuncie la sentencia por los tribunales, las sentencias se pueden
clasificar en:

a) Sentencias de única instancia.


b) Sentencias de primera instancia.
c) Sentencias de segunda instancia.

A su vez, las sentencias definitivas de segunda instancia se pueden subclasificar en: confirmatorias,
modificatorias y revocatorias, según lo que vaya a hacer esa sentencia de segunda instancia en relación a la primera
instancia (según que mantenga, modifique o revoque lo resuelto en primera instancia).

• Sentencias confirmatorias: son aquellas que mantienen en todas sus partes la sentencia de primera
instancia.
• Sentencias modificatorias: son aquellas que le hace alguna alteración sin cambiarla totalmente.
• Sentencias revocatorias: son aquellas que resuelven en sentido opuesto o contrario al fallo de primera
instancia.

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Además de esta clasificación, existe otra clasificación doctrinaria. En este sentido, considerando el contenido de
la sentencia, tenemos sentencia definitiva de condena, sentencia declarativa y sentencia constitutiva:

a. Sentencia definitiva de condena: es aquella que impone una determinada prestación y que por este motivo
permite exigir su cumplimiento forzado.
b. Sentencia declarativa: es aquella que se limita a un determinado pronunciamiento acerca de una sentencia y
sin que esto permita obtener el cumplimiento forzado de esa decisión.
c. Sentencia constitutiva: es aquella que crea estados jurídicos nuevos y producen efecto absoluto. Ejemplo:
sentencia de nulidad de un matrimonio.

* Otros tipos de sentencias:

A) Sentencia de término:

El Código de Procedimiento Civil en alguna de sus disposiciones establece las sentencias de término. Usan esa
expresión, por ejemplo, el artículo 98, que se refiere a la regla de acumulación de autos.
A pesar de ello nuestro Código no señala que debe entenderse por estas. La doctrina ha entendido que
sentencia de término es aquella sentencia, tanto definitiva como interlocutoria, que pone término o que recae en la
última instancia del juicio.
De este modo si un juicio se falla en única instancia, la sentencia que recae en esa única instancia tendrá la
calidad de sentencia de término. Si el juicio se sigue tanto en primera como en segunda instancia, será sentencia de
término la que recae en la segunda instancia.

B) Sentencia firme o ejecutoriada:

Sentencia inamovible, no es susceptible de ser alterada, permite exigir su cumplimiento.


Esto se encuentra regulado en el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, que señala cuando debe
entenderse que la resolución está firme o ejecutoriada.

Art. 174, Código de Procedimiento Civil: “Se entenderá firme o ejecutoriada una resolución desde que se
haya notificado a las partes, si no procede recurso alguno en contra de ella; y, en caso contrario, desde que se
notifique el decreto que la mande cumplir, una vez que terminen los recursos deducidos, o desde que
transcurran todos los plazos que la ley concede para la interposición de dichos recursos, sin que se hayan hecho
valer por las partes. En este último caso tratándose de sentencias definitivas, certificará el hecho el secretario
del tribunal a continuación del fallo, el cual se considerará firme desde este momento, sin más trámites”.

Para determinar cuando una sentencia se encuentra firme o ejecutoriada hay que distinguir y ver si proceden o
no recursos en su contra (artículo 174, Código de Procedimiento Civil):

a) Si no procede recurso alguno en contra de la resolución (cuando la ley no contempla recurso) se entenderá
firme o ejecutoriada desde que la resolución se notifica legalmente a las partes.

b) Si proceden recursos en su contra, hay que distinguir si estos recursos se interpusieron o no.

o Si se interponen o se hacen valer recursos, se entenderá firme o ejecutoriada desde que se notifique el
decreto que lo manda a cumplir una vez terminados los recursos.
Así, por ejemplo, si se ha dictado sentencia en primera instancia en que proceden recursos en su
contra (es apelable), y una de las partes apela ante el tribunal de segunda instancia, que dicta una nueva
resolución (ya sea confirmando, modificando o revocando la primera sentencia), de este modo el
expediente debe ser devuelto al tribunal de primera instancia, el que debe dictar un decreto en que ordene
cumplir con esa sentencia (se llama “cúmplase”) y hay que notificarlo legalmente a las partes, y desde que
se practica esta última notificación se entiende firme o ejecutoriada.

o En el caso de que procedan los recursos pero no se interponen o no se hacen valer por las partes, se
entenderá firme o ejecutoriada la resolución desde que se agotan todos los plazos que la ley establece para
interponer tales recursos, sin que estos se hayan hecho valer.
En este caso la ley dice que si se trata de sentencia definitiva el secretario del tribunal debe
certificar el hecho o continuación del fallo (lo que certifica es el hecho que transcurrieron los plazos y no se
hizo valer el recurso, ahí se entiende firme o ejecutoriada).
Así por ejemplo, para apelar se tiene por lo general un plazo de diez días, si nada se dijo en ese
término una vez transcurrido, se entiende que esa resolución quedó firme o ejecutoriada.

Hay otras sentencias que sin estar ejecutoriadas (no están en el artículo 174) se pueden cumplir no obstante
que existan o puedan existir recursos pendientes en su contra. Estas son las sentencias que causan ejecutoria.

160
C) Sentencias que causan ejecutoria:

Se entiende por sentencias que causan ejecutoria aquellas que pueden hacerse cumplir no obstante existir
recursos pendientes en su contra. Ejemplo: cuando se concede un recurso de apelación en el sólo efecto devolutivo.

* Requisitos de las resoluciones judiciales:

Toda resolución judicial debe cumplir con ciertas exigencias que la ley hace, que son variables, por lo que no
siempre estos requisitos serán los mismos, porque depende de cuál sea la clase de resolución judicial. En algunos casos
la ley es más exigente (por ejemplo, en la sentencia definitiva) y en otros casos es mucho menos exigente (por ejemplo,
en los decretos).
Estos requisitos pueden ser:

 Requisitos de carácter general, aplicables o comunes a todas las resoluciones.


 Requisitos de carácter especial, establecidos para cada resolución en particular.

1) Requisitos de carácter general:

Los requisitos generales se indican en el artículo 169 del Código de Procedimiento Civil, estos son:

- Debe señalar en letras la fecha en que se expide y el lugar de expedición de la misma. Ejemplo: “Concepción,
ocho de octubre del dos mil uno”.

- La firma del juez o de los jueces que la dicten o intervengan en el acuerdo.

- La autorización del secretario del mismo tribunal que pronunció la resolución (artículo 61, inciso final, Código de
Procedimiento Civil; artículo 380, nº 2, Código Orgánico de Tribunales).
Por excepción hay resoluciones que dicta el secretario y en ese caso debe autorizar el oficial primero del
tribunal, esto en el caso de la facultad de dictar decretos (artículo 33, inciso 2º, Código Orgánico de Tribunales).
El juez o tribunal que dicte la resolución debe ser el mismo que está conociendo del proceso,
excepcionalmente lo hace el secretario u otro juez distinto, en el caso de resoluciones que lo dicte un tribunal
que se le haya delegado competencia en determinado asunto.

2) Requisitos especiales:

Estos requisitos especiales dependen de la resolución de que se trate. De esta manera tenemos:

A. Requisitos especiales de los decretos:

Atendiendo a su naturaleza deben indicar cual es la diligencia o trámite que se ordena para dar curso al
proceso.

B. Requisitos especiales de los autos y sentencias interlocutorias:

De acuerdo al artículo 171 del Código de Procedimiento Civil, en los autos y las sentencias interlocutorias se
tendrían que indicar, en cuanto a la naturaleza del negocio lo permita, las siguientes menciones:

- Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la resolución (artículo 170, nº 4, Código
de Procedimiento Civil).

- La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se pronuncia
el fallo (artículo 170, nº 5, Código de Procedimiento Civil).

- Siempre debe contener la decisión del asunto controvertido, porque tanto la sentencia interlocutoria como los
autos resuelven incidentes (artículo 171, Código de Procedimiento Civil).

Los dos primeros puntos no siempre se cumplirán (no tienen carácter imperativo), depende de la naturaleza del
asunto (artículo 171, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: la resolución que recibe la causa de prueba es una
sentencia interlocutoria, pero no resuelve ningún incidente, para lo que no será necesario que contenga las
consideraciones de hecho o de derecho.
Estos dos primeros requisitos están señalados en el artículo 170, nº 4 y nº 5, que se establecen para la
sentencia definitiva, pero también se aplican para las interlocutorias o autos.

C. Requisitos especiales de las sentencias definitivas:

161
Para examinar estos requisitos de la sentencia definitiva hay que ver si se trata de sentencias definitivas de
única, primera o segunda instancia.

a) Requisitos especiales de las sentencias definitivas de única o de primera instancia:

Las sentencias definitivas de única instancia y de primera instancia deben cumplir con los requisitos especiales
que señala el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil y además con los requisitos especiales que contempla el
auto acordado de la Corte Suprema sobre la forma de las sentencias de 1920 (apéndice del Código de Procedimiento
Civil) y que es complementaria a la norma del artículo 170.
Los requisitos del artículo 170 son:

- Debe contener la designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio (artículo 170, nº
1, Código de Procedimiento Civil). Esto está referido a individualizar al demandante y demandado en la
sentencia (este requisito se repite en el auto acordado).

- La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de sus fundamentos (artículo
170, nº 2, Código de Procedimiento Civil), también se repite en el auto acordado.

- La enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el demandado (artículo 170, nº 3, Código de
Procedimiento Civil). Se repite en el auto acordado.

Estos tres primeros requisitos (los numerandos 1, 2 y 3 del Código de Procedimiento Civil) constituyen la
parte expositiva del asunto.

- Debe contener las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia (artículo
170, nº 4, Código de Procedimiento Civil). Estas son todas las argumentaciones que el juez debe realizar en el
fallo, es la parte medular del fallo, la más importante.

- La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se pronuncia
el fallo (artículo 170, nº 5, Código de Procedimiento Civil). El juez tiene que citar las disposiciones legales que
sirven de apoyo a su decisión y a falta de ley debe señalar los principios de equidad aplicables.

Estas exigencias se refieren a la necesidad que los fallos de los tribunales de justicia estén fundados, el juez
debe dar las razones de sus decisiones para evitar las arbitrariedades.
Estos requisitos de los numerandos 4 y 5 constituyen la parte considerativa de la sentencia, que es la parte
fundamental.

- La decisión del asunto controvertido (artículo 170, nº 6, Código de Procedimiento Civil). Se deben establecer
con precisión en qué consiste la resolución que dicta el juez, se acoge la demanda o se rechaza la demanda.

Esta parte de la sentencia es la parte resolutiva o dispositiva del fallo.

En consecuencia, una sentencia definitiva de única o primera instancia cuenta con tres partes claramente
determinadas:

o Parte expositiva.
o Parte considerativa
o Parte resolutiva.

Esto distinción entre las partes expositiva, considerativa y resolutiva tiene importancia:

 Para los efectos del recurso de casación en el fondo, que tiene por objeto invalidar una sentencia dictada con
infracción de la ley, esto tiene influencia en lo dispositivo, porque se aplicó mal la ley.

 Otra anomalía que puede presentar un fallo es que existan diferencias entre la parte considerativa y resolutiva,
ya que no puede se fundamentar algo y luego resolver otra cosa. En el caso que existiere tal contradicción debe
estimarse que esa sentencia carece de considerandos o parte considerativa, y por consiguiente el fallo que se
hubiere dictado en esas condiciones es susceptible de anularse a través de un recurso de casación en la forma.

 Si los considerandos del fallo fuesen insuficientes o erróneos, en este caso la sentencia no es anulable, porque
cumple con las condiciones, pero existe la posibilidad de enmendar los errores a través del recurso de
apelación.

162
Esta resolución de la sentencia debe ser completa, lo cual significa que el juez tiene que pronunciarse respecto
de todas las acciones y excepciones formuladas por las partes, pero se puede omitir en esta decisión la resolución de
pretensión o defensas incompatibles con las que fueron aceptadas.
También hay que considerar que el juez en la sentencia tiene que pronunciarse por aquellas acciones o
excepciones que se deduzcan oportunamente en el juicio (ya que hay plazos corridos y fatales). Si de hecho se hacen
valer acciones o excepciones con posterioridad, extemporáneamente, ellas no deben ser consideradas por el juez.
Otra limitación que tiene el tribunal es que debe pronunciarse sobre las mismas acciones y excepciones que se
han hecho valer posteriormente, no de otra, y si no se cumple estaría fallando la decisión y la sentencia sería anulable.
Por excepción el juez en el fallo puede hacer otros pronunciamientos que no hayan sido emitidas por las partes, como
cuando la ley le permite actuar de oficio (artículo 160, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: la declaración de
incompetencia absoluta.

Art. 160, Código de Procedimiento Civil: “Las sentencias se pronunciarán conforme al mérito del proceso, y
no podrán extenderse a puntos que no hayan sido expresamente sometidos a juicio por las partes, salvo en
cuanto las leyes manden o permitan a los tribunales proceder de oficio”.

El auto acordado de la Corte Suprema de 1920 contiene las mismas menciones del artículo 170, pero además
agrega otras.

- Consignar si se ha recibido o no la causa a prueba.


- Consignar si las partes fueron o no citadas para oír sentencia en los casos previstos por la ley.

Los números 1 al 4 del auto acordado constituyen la parte expositiva; en la parte considerativa están los
requisitos en los números 5 al 12; y en la parte resolutiva, los números 11 al 16.
¿Qué importancia tiene que un requisito esté en el artículo 170 o en el auto acordado?

Esto tiene vital importancia en el caso de omisión por parte del juez (en caso de que la sentencia no cumpla las
condiciones), porque son distintas las consecuencias que se siguen por estas omisiones.

• Si se omite alguno de los requisitos legales la sentencia puede ser recurrida de casación.
• Si se omite algún requisito del auto acordado no es posible deducir el recurso de casación en contra del fallo,
salvo que lo contemple le ley. El juez que infringe el auto acordado se podría hacer merecedor de sanción
disciplinaria, pero no puede invalidar la sentencia.

Las sentencias definitivas de única o primera instancia, lo mismo vale para los auto acordados y sentencia
interlocutoria, deben cumplir con un requisito que no está en el artículo 170 y es que las sentencias deben tener un
pronunciamiento acerca de las costas del juicio o del incidente (artículo 144, Código de Procedimiento Civil).

Art. 144, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “La parte que sea vencida totalmente en un juicio o en
un incidente, será condenada al pago de las costas. Podrá con todo el tribunal eximirla de ellas cuando
aparezca que ha tenido motivos plausibles para litigar, sobre lo cual hará declaración expresa en la resolución”.

Esto no significa que el juez siempre tenga que condenar a una de las partes en costas; en ciertos casos el juez
puede eximir del pago de la obligación, siendo lo importante es el pronunciamiento.

b) Requisitos especiales de las sentencias definitivas de segunda instancia:

Aquí hay que distinguir de que clase de sentencia de segunda instancia se habla: si es modificatoria,
reformatoria o confirmatoria. Los requisitos de una y otra son diferentes.

- Segunda instancia confirmatoria: Es aquella sentencia de segunda instancia que no introduce variación a la
sentencia de primera instancia, mantiene la decisión del tribunal anterior tal cual, por este motivo la sentencia
no cumple con ningún requisito especial y no contiene parte expositiva ni tampoco considerativa, lo único que
hace es confirmar la sentencia.
No obstante lo anterior, hay casos en que la sentencia confirmatoria debe cumplir con ciertos requisitos,
esto se refiere al caso en que la sentencia de primera instancia adolezca de defecto, o sea que la sentencia de
primera instancia no cumpla con los requisitos del artículo 170 (la sentencia confirmatoria debe cumplir con los
requisitos del artículo 170).
Podría ocurrir que en esta situación la sentencia de primera instancia adolezca de un vicio importante,
como por ejemplo, que adolezca de falta de decisión o la falta del fallo de alguna acción o excepción, en este
caso el tribunal de segunda instancia tiene dos posibilidades:

o Anular de oficio la sentencia de primera instancia o casarla de oficio (casación de oficio).


o Ordenar al inferior que complete la sentencia y entre tanto suspender el fallo del recurso (ordenarla que
subsane el defecto).
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- Segunda instancia modificatoria o revocatoria : Se entienden que son sentencias modificatorias o revocatorias
las que modifican o revocan respectivamente en su parte dispositiva la de otros tribunales. La modificatoria
altera en parte y la reformatoria totalmente la decisión.
Estas sentencias tienen que contener los mismos requisitos del artículo 170. No obstante esto, si el fallo
de primera instancia reúne todos los requisitos del artículo 170 la sentencia revocatoria o modificatoria no
necesita contener los números 1, 2 y 3 del artículo citado (parte expositiva del fallo), basta con hacer una
referencia de ellos.
En la parte de la decisión esta sentencia modificatoria o revocatoria debe señalar en qué consiste esa
nueva decisión, y si es revocatoria deberá decirlo expresamente.
Hay casos en que la sentencia definitiva de segunda instancia puede contener ciertos pronunciamientos
que se deben hacer por primera vez en el juicio. Estos casos son:

• La situación del artículo 310 del Código de Procedimiento Civil, que permite que en segunda instancia,
frente al tribunal superior, se hagan valer ciertas excepciones taxativamente indicadas por la ley. Estas
excepciones deben ser resueltas por el tribunal de segunda instancia y ese va a ser un primer y único
pronunciamiento.
Si se deduce durante la tramitación de un recurso de apelación, va a ser resuelto precisamente por
el tribunal de segunda instancia.

• Otro caso excepcional se produce cuando el tribunal superior emite un pronunciamiento de acciones o
excepciones hechas valer en primera instancia pero respecto de los cuales no hubo pronunciamiento por el
tribunal inferior (se abstuvo) por ser incompatibles con los que fueron aceptados en el fallo (el tribunal de
segunda instancia está autorizado para pronunciarse).
Frente a esta posibilidad el tribunal de alzada puede pronunciarse sobre estas acciones y
excepciones sin que se requiera un pronunciamiento del tribunal inferior (artículo 208, Código de
Procedimiento Civil).

• Otro caso tiene lugar en presencia de un juicio sumario, y en este caso el tribunal superior está facultado
para pronunciarse, a petición de parte, sobre todas las cuestiones que fueron discutidas en primera
instancia y respecto de las cuales no hubo pronunciamiento. Entonces, en este caso, no es necesario
devolver el expediente al tribunal inferior para que se pronuncie ya tampoco puede invalidar de oficio.

• Otro caso de excepción se refiere a la declaración de oficio que la ley permite hacer a los tribunales. Por
ejemplo, la declaración de incompetencia absoluta.

D. Requisitos especiales que debe cumplir la primera resolución que se dicta en un proceso:

Esta primera resolución, fuera de las exigencias generales, debe cumplir con un requisito especial, el cual
consiste en que se debe señalar el número de rol que va a tener el proceso. Esta exigencia se da, por regla general, en
la primera resolución que se dicte en el proceso.
El número es el que va a tener el proceso durante toda la tramitación (artículo 51, Código de Procedimiento
Civil) y tiene mucha importancia para los efectos de notificación por el estado diario.

7.- Las notificaciones:

Para estudiar las notificaciones es necesario analizar las resoluciones judiciales (tienen directa relación con las
resoluciones judiciales, no se concibe por sí sola), porque el artículo 38 de Código de Procedimiento Civil dice que “las
resoluciones judiciales sólo producen efecto en virtud de notificación hecha con arreglo a la ley, salvo los casos
expresamente exceptuados por ella”. Sin la notificación esa resolución no producirá ningún efecto.
De estas regla del Código de Procedimiento Civil se concluye que no basta con que los tribunales pronuncien las
resoluciones judiciales, sino que además se requiere un acto posterior, que es la notificación. Además, la notificación
debe hacerse “con arreglo a la ley”, no basta cualquier forma de notificar.
La resolución judicial viene a ser un acto complementario a la notificación.

* Fundamento de las notificaciones:

El fundamento de estos actos de comunicación son que en todo proceso intervienen y actúan como sujetos
procesales el juez y las partes. Tanto el juez como estas partes realizan dentro del proceso actos íntimamente
relacionados y vinculados entre sí, que deben ser comunicados.
En el sistema procesal chileno, dentro del sistema civil, siempre existen dos posibilidades de comunicar las
actuaciones o resoluciones:

- Que se haga en forma inmediata a la dictación de la resolución pertinente (se produce por la presencia física de
las partes ante el tribunal).

164
- Que no se haga en forma inmediata a la dictación de la resolución de que se trata (no tiene lugar la presencia
física de las partes entre ellas y frente al juez).

En Chile, por regla general, no existe una comunicación directa de las partes entre ellas y el tribunal, porque las
actuaciones no se realizan en presencia física de las partes, salvo excepciones; por ejemplo, el comparendo entre las
partes. Esta situación se debe al “principio de la mediatividad”, que hace que la comunicación no sea directa, situación
que es propia de los procedimientos escritos.
En los procedimientos escritos la comunicación entre los sujetos del proceso no es inmediata, los actos de uno
no son conocidos por el otro en el momento mismo en que se producen.
En consecuencia, como no existe presencia física hay que idear un sistema de comunicación para que los actos
que efectúa el tribunal sean conocidos por el otro y viceversa. Por tal razón es que existe el acto procesal denominado
“notificaciones”.

En el sistema chileno, la notificación, de acuerdo con el artículo 38, debe hacerse con arreglo a la ley y ésta
establece varias formas de realizar la notificación (dependiendo de cada caso en particular).
Notificar las resoluciones judiciales constituye la regla general para que ellas produzcan sus efectos, salvo
excepciones que el mismo artículo 38 señala expresamente. Hay casos en que hay resoluciones judiciales que pueden
producir efectos sin ser notificadas, pero para ello se requiere que estos casos estén “expresamente establecidos en la
ley”. Por ejemplo:

 En materia de apelaciones, cuando no aparece el apelado no será necesario notificarle la resolución que se
dicte (artículo 202, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

 Tratándose también de las apelaciones, la resolución que declare la deserción por la no comparecencia del
apelante producirá sus efectos respecto de éste desde que se dicte y sin necesidad de notificación (artículo
201, inciso final, Código de Procedimiento Civil).

 En materia de medidas precautorias, se podrán llevar a efecto dichas medidas antes de notificarse a la persona
contra quien se dictan, siempre que existan razones graves para ello y el tribunal así lo ordene (artículo 302,
inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).

* Concepto de notificación:

No existe una definición legal de notificaciones en el Código, por lo tanto debemos recurrir a la doctrina, donde
encontramos numerosas definiciones de notificación.

- Definición de Alessandri: “Notificación es una actuación judicial que tiene por objeto poner en conocimiento de
las partes una resolución judicial”.

- Definición de Hugo Alsina: “La notificación es el acto por el cual se pone en conocimiento de las partes una
resolución judicial”.

- Definición de los autores españoles López Moreno y Rafael Gallinol: “Es el acto de poner en conocimiento de los
litigantes o de los terceros, sean parte o no en el juicio o gestión no contenciosa, con las formalidades prescritas
por la ley, cualquiera diligencia o resolución judicial que pueda interesarles”.

Las notificaciones pueden tener un concepto amplio o restringido. El concepto amplio significa que la
notificación puede tener un contenido variado que en cada caso hay que precisar para que la parte sepa a que
atenerse. El concepto restringido corresponde al ya dado anteriormente, es una idea de comunicación sin importar el
contenido de la resolución.

* Concepto amplio de la notificación:

El concepto amplio de la notificación tiene un contenido variable. Hay que analizarlo en cada caso si la
notificación lleva consigo:

o La citación de la parte.
o El emplazamiento.
o El requerimiento.

Nuestro legislador procesal se refiere a estos tres conceptos, pero no establece normas especiales para cada
uno de ellos como ocurría en la legislación española de donde derivó la nuestra.

a) Citación: La citación es un acto de intimación mediante el cual la persona que es notificada debe comparecer
obligatoriamente y en forma personal al tribunal a una audiencia.
165
Mediante la citación el juez ordena la comparecencia ante él de una persona determinada (las partes o
a un tercero), por lo tanto no importa el contenido.
La comparecencia se debe realizar en un tiempo o momento determinado, generalmente en un hora y
día específico, y que la persona debe cumplir. Ejemplo: los testigos, que son notificados y citados.

b) Emplazamiento: El emplazamiento es el llamamiento que hace el tribunal a la parte para que comparezca
dentro de un plazo determinado, variable en cada caso, con el objeto de hacer valer sus derechos,
fundamentalmente de defensa.
Ejemplo: la notificación de la demanda lleva implícita el emplazamiento del demandado.

c) Requerimiento: El requerimiento es el acto por el cual el tribunal ordena a las partes o a terceros hacer o no
hacer algo específico, pero que no consista en una comparecencia ni citación ante él, según lo que le señale el
tribunal para lo cual puede haber o no un plazo.
Ejemplo: en el juicio ejecutivo, se debe requerir de pago al deudor para que adopte una conducta.

- Diferencia entre estos conceptos y las notificaciones:

En el caso de la notificación, éste es un acto de comunicación porque su finalidad es poner en conocimiento de


las partes una resolución o una diligencia determinada. En principio en la notificación no importa el contenido de la
comunicación.
En cambio, cuando una resolución se comunica para que la parte adopte una conducta determinada, más que
un acto de comunicación se estará en presencia de un acto de intimación, como lo es la citación, el requerimiento o
emplazamiento. Por lo tanto, debe necesariamente analizarse el contenido de la comunicación.

- Semejanzas entre estos conceptos y las notificaciones:

La notificación y los tres conceptos anteriormente detallados son una comunicación judicial que pone en
conocimiento de las partes lo que el juez ha resuelto para que produzcan sus efectos legales.

* Reglamentación legal de las notificaciones:

Las notificaciones están reglamentadas en el Título V, del libro I del Código de Procedimiento Civil (artículos 38
al 58) en forma particularizada, pero también se les aplican las reglas comunes a todas las actuaciones judiciales.

* Requisitos generales:

Del artículo 38 del Código de Procedimiento Civil se desprende que para que una resolución surta efectos
legales se requiere:

- Que sea notificada.


- Que esa notificación sea practicada en forma legal.

* Reglas comunes a toda clase de notificaciones:

El Código establece ciertas reglas comunes a todas las notificaciones, cualquiera sean éstas. Estas reglas
comunes son las siguientes:

a. No se requiere el consentimiento del notificado para la validez de la notificación (artículo 39, Código de
Procedimiento Civil).

b. La notificación no debe contener declaración alguna del notificado (artículo 57, Código de Procedimiento Civil),
salvo que a menos que la resolución lo ordene o que por su naturaleza requiera esa declaración la resolución
ordene o que, por su naturaleza, requiera esa declaración.

c. Las notificaciones deben cumplir con los requisitos generales de las actuaciones judiciales, lo que significa que
éstas:

 Deben ser realizadas por el funcionario competente que indica la ley. Este funcionario es variable, no
siempre es el mismo. Ejemplos: los secretarios, los receptores judiciales, etc.
 Se deben practicar en horas, días y en algunos casos en lugares hábiles.
 De ellas se debe dejar constancia escrita en el proceso, con los pormenores que la ley exige.
 A diferencia de las actuaciones judiciales, no deben ser autorizadas por el ministro de fe que la practicó.

* Clases de notificación en nuestro sistema procesal:

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Considerando la forma y requisitos con que deben efectuarse y los casos en que proceden las notificaciones se
clasifican de la siguiente manera:

1. Notificación personal, que se subclasifica en: a) la notificación personal propiamente tal; y b) la notificación
especial del artículo 44 del Código de Procedimiento Civil (que es substitutiva de la anterior).

2. Notificación por cédula.

3. Notificación por estado diario.

4. Notificación por avisos.

5. Notificación ficta o presunta legal.

6. Notificación tácita

7. Ciertas notificaciones especiales.

1) NOTIFICACION PERSONAL:

La notificación personal (propiamente tal) es aquella que se hace a la persona misma del notificado,
entregándosele copia integra de la resolución judicial y de la solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita (artículo
40, Código de Procedimiento Civil).

Art. 40, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “En toda gestión judicial, la primera notificación a las
partes o personas a quienes hayan de afectar sus resultados, deberá hacérseles personalmente,
entregándoseles copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que haya recaído, cuando sea escrita”.

Esta es la forma más perfecta, efectiva o segura de notificar las resoluciones judiciales:

- Porque se realiza a la persona misma del notificado, ya que el funcionario que la practica entra en contacto
directo e inmediato con la persona del notificado.
- Por el contenido, ya que es necesario que se entregue copia íntegra de la resolución y de la solicitud respectiva.

Todo esto da seguridad en la práctica, lo que no ocurre con otras formas de notificación, particularmente con la
notificación por estado diario.

* Forma en que se practica la notificación personal:

Esta notificación, para los efectos de su práctica, surge del concepto del artículo 40 del Código de
Procedimiento Civil, es decir, se debe realizar mediante la entrega que debe hacer el ministro de fe pertinente a la
persona del notificado de una copia íntegra de la resolución y de la solicitud en que hubiere recaído cuando fuese
escrita. Para estos efectos, es necesario que junto con cada escrito se acompañen tantas copias cuantas sean las partes
a notificar la resolución que recaiga en ese escrito (artículo 31, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil), sólo con las
excepciones que la ley establece.

Art. 31, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Junto con cada escrito deberán acompañarse en papel
simple tantas copias cuantas sean las partes a quienes debe notificarse la providencia que en él recaiga, y,
confrontadas dichas copias por el secretario, se entregarán a la otra u otras partes, o se dejarán en la secretaría
a disposición de ellas cuando la notificación no se haga personalmente o por cédula”.

Si estas copias no se entregan, o son insuficientes en relación al número de partes, o si las copias son
disconformes con el escrito original, a la parte contraria no le corre plazo; esto es sin perjuicio que el tribunal imponga
una multa a la parte que no acompañó con copias el escrito, y ordenará que se acompañen las copias dentro de tercero
día bajo apercibimiento de tenerse por no presentado.
De esta notificación hay que dejar constancia en el proceso. Esta constancia tiene que suscribirla el ministro de
fe que practicó la notificación y también puede llevar la firma del notificado, a menos que este último no quiera o no
pueda, y de ello se dejará igualmente constancia (artículo 43, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 43, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “La notificación se hará constar en el proceso por
diligencia que subscribirán el notificado y el ministro de fe, y si el primero no puede o no quiere firmar, se
dejará testimonio de este hecho en la misma diligencia”.

Esta constancia, además debe indicar a quién se notificó, la fecha, hora y el lugar donde se llevó a efecto. La ley
dice que en el caso de la notificación personal, el ministro de fe tiene que señalar el medio como comprobó la identidad
del notificado (artículo 43, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil).
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Art. 43, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “La certificación deberá, además, señalar la fecha, hora
y lugar donde se realizó la notificación y, de haber sido hecha en forma personal, precisar la manera o el medio
con que el ministro de fe comprobó la identidad del notificado”.

Si el notificado no quiere o no puede firmar, sencillamente se dejará constancia de dicha situación en esa
diligencia.
La finalidad de esta constancia es que en la causa quede una prueba fehaciente de haberse procedido en todo
conforme a las disposiciones legales.

* Funcionario competente para practicar la notificación personal:

Los funcionarios facultados para practicar una notificación personal tienen que ser personas individualizadas
por la ley. Este funcionario es variable, y pueden ser: el secretario del tribunal, el oficial primero de la secretaría, el
receptor judicial, el notario público u oficial del Registro Civil que existan en la localidad y por un ministro de fe ad-hoc.

a) El secretario del tribunal: Podría practicar esta diligencia el secretario del tribunal que conoce de la causa
(artículo 380, nº 2, Código Orgánico de Tribunales; artículo 41, Código de Procedimiento Civil).

Art. 380, nº 2, Código Orgánico de Tribunales: “Es función de los secretarios: autorizar las
providencias o resoluciones que sobre dichas solicitudes recayeren, y hacerlas saber a los interesados
que acudieren a la oficina para tomar conocimiento de ellas, anotando en el proceso las notificaciones
que hicieren, y practicar las notificaciones por el estado diario”.

Este funcionario solamente puede practicar la notificación personal en su oficio (en su secretaría). El
secretario no puede practicar esta diligencia en el domicilio del notificado, por esta razón no es habitual que los
secretarios practiquen notificaciones personales, porque eso supone que la persona del notificado acepte
voluntariamente a acudir a sus oficinas para ser notificado. Es decir, se requiere del consentimiento de las
partes para poder verificar esa notificación personal.

b) El oficial primero de secretaría: También puede notificar válidamente el oficial primero del tribunal, legalmente
autorizado y bajo responsabilidad del secretario (artículo 58, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).

Art. 58, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Las funciones que en este título se
encomiendan a los secretarios de tribunales, podrán ser desempeñadas bajo la responsabilidad de
éstos, por el oficial primero de la secretaría”.

También, al igual que en el caso de los secretarios, el oficial primero sólo puede practicar notificaciones
personales en la oficina de la secretaría del tribunal correspondiente. Por lo mismo, de la misma manera que en
el caso de los secretarios, se requiere del consentimiento del notificado.

c) El receptor judicial: Este funcionario es el que constituye la regla general en materia de notificaciones
personales -y notificaciones en general- porque es quien está autorizado para llevarlas a efecto fuera de las
oficinas de los secretarios (artículo 390, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales).

Art. 390, inciso 1º, Código Orgánico de Tribunales: “Los receptores son ministros de fe pública
encargados de hacer saber a las partes, fuera de las oficinas de los secretarios, los decretos y
resoluciones de los Tribunales de Justicia y de evacuar todas aquellas diligencias que los mismos
tribunales les cometieren”.

Los receptores pueden practicar notificaciones en cualquier lugar habilitado para tal efecto, siempre que
no sea la secretaría del tribunal.

d) El notario público u oficial del Registro Civil, en su caso, que existan en la localidad: Estos dos funcionarios
solamente pueden practicar notificaciones personales en aquellos lugares en que no exista receptor judicial
(artículo 58, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).

e) Un ministro de fe ad-hoc: Podría practicar esta diligencia un ministro de fe ad-hoc, que debe ser un empleado
del tribunal, nombrado por el juez, para el sólo efecto de realizar esta notificación personal (artículo 58, inciso
2º, parte final, Código de Procedimiento Civil).

En el caso del notario, del oficial del Registro Civil y del ministro de fe designado por el juez, pueden practicar
notificaciones personales en cualquier lugar siempre que no sean las oficinas de la secretaría.

* Lugares, días y horas en que se puede practicar esta notificación:

168
Esta materia es esencialmente variable porque la ley establece varios lugares y momentos en que se puede
realizar la notificación personal (artículos 41 y 42, Código de Procedimiento Civil).
Lo del lugar es importante para ver cuál es el funcionario que puede intervenir en la notificación.
Aquí hay que partir de la regla general y básica en materia de notificaciones (como actuación judicial que es), y
que consiste en que ellas se deben practicar en días y horas hábiles (artículo 59, Código de Procedimiento Civil). Ahora,
tratándose de una notificación personal, hay reglas particulares y que dependen de los lugares en que se realiza la
diligencia.
La notificación personal sólo puede realizarse válidamente en alguno de los lugares siguientes:

a. En los lugares y recintos de libre acceso al público. En este caso la notificación se podrá realizar en cualquier
día y a cualquier hora, con la sola limitación de causar la menor molestia al notificado (artículo 41, inciso 1º,
primera parte, Código de Procedimiento Civil). Ejemplo: la plaza de armas.
La excepción a esta regla la señala el propio artículo 41, que establece que, tratándose de los juicios
ejecutivos, el requerimiento de pago no podrá hacerse en publico (artículo 41, inciso 1º, parte final, Código de
Procedimiento Civil).

b. En la morada o lugar en que pernocta el notificado. Esta regla denota más bien el lugar que sirve de
alojamiento de la persona (por transitorio que él sea); no se aplica el concepto de domicilio que reglamenta el
Código Civil.
En estos lugares la diligencia se puede realizar en cualquier día, entre las seis y las 22 horas.

c. En el lugar en que el notificado ordinariamente ejerce su industria, profesión o empleo (lugar ordinario de
trabajo). La palabra “lugar” quiere significar con toda amplitud el recinto abierto o cerrado, grande o pequeño
en que el notificado realiza su actividad. Ejemplos: el comerciante en su establecimiento, el chofer en el
autobús, el comerciante ambulante en la calle, etc.
La notificación, al igual que en el caso anterior, se realiza en cualquier día entre las seis y las 22 horas.

d. En cualquier recinto privado donde se encuentre la persona a notificar (distinto de los anteriores) y al cual se
permita el acceso al ministro de fe.
En este caso, la notificación igualmente se puede practicar entre las seis y las 22 horas.

e. En el oficio del secretario del tribunal. Allí la notificación personal sólo puede practicarla el secretario del
respectivo tribunal o, en su defecto, el oficial primero.
Tratándose de este caso, se aplica la regla general del artículo 59, es decir, la actuación debe
practicarse en días y horas hábiles (cualquier día no feriado), entre las ocho y las 20 horas.

f. En la oficina o despacho del receptor o del ministro de fe que practica la notificación . Aquí también se aplica la
regla del artículo 59, esto es, en días y horas hábiles, entre las ocho y las 20 horas.

g. En la casa que sirve como despacho para el tribunal. Esta denominación comprende todas las oficinas,
aposentadurías y dependencias de que consta el inmueble destinado al funcionamiento del tribunal.
Aquí se distingue a la secretaría del tribunal de las otras dependencias, porque en la secretaría sólo
puede notificar el secretario o el oficial primero, en cambio, en los otros lugares del inmueble pueden notificar
los demás. Sin embargo, existe una excepción que determina que los jueces no pueden ser notificados en el
local en que desempeñan sus funciones (artículo 41, inciso 4º, parte final, Código de Procedimiento Civil); se
prohíbe notificar al juez mientras está desempeñando sus funciones en el tribunal.

Con todo, hay casos en que el tribunal puede habilitar otros sitios para la notificación personal (artículo 42,
Código de Procedimiento Civil). La ley concede al juez la facultad de permitir que la diligencia sea practicada en un
lugar inhábil.
Para que pueda disponerse la habilitación del lugar se requiere de las siguientes condiciones:

- Que el notificado carezca de habitación conocida en el lugar en que debe efectuarse la notificación.

- Que el ministro de fe certifique que ha hecho todas las indagaciones posibles para averiguar la habitación del
notificado sin lograr éxito. Esta constancia del ministro de fe debe ser detallada y dejarse establecida en la
certificación correspondiente.

El juez con el mérito de esa certificación dicta una resolución habilitando lugar.

Actualmente, con las últimas modificaciones que se hizo a la ley el año 1995, se ampliaron los lugares
habilitados y las horas en que esta notificación personal puede practicarse. Antiguamente esto era mucho más
restringido; así, por ejemplo, no se podía notificar en cualquier lugar o recinto público.

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En los casos en que la persona a notificar no es habida después de haber sido buscada, la ley contempla una
forma especial de practicar la notificación personal, que es la forma que contempla el artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil. Hay que tener presente que, tratándose de la notificación personal, hay dos formas de practicar la
notificación:

a) La notificación personal propiamente tal, que será la forma en que se entrega la copia íntegra de la resolución a
la persona misma del notificado.

b) La notificación que dispone el artículo 44, que es otra forma de practicar la notificación personal. En este caso,
las copias se le van a entregar a cualquier persona adulta que esté en el domicilio o en el lugar donde se
practique la notificación, y si no hay nadie, las copias de dejarán en dichos lugares.

* Casos de procedencia de la notificación personal:

En primer lugar, hay que tener presente que este tipo de notificación no constituye la regla general (que lo es la
notificación por el estado diario). La notificación personal es excepcional, aun cuando se puede practicar siempre,
debido a su seguridad.
Los casos expresamente contemplados en la ley son los siguientes:

1. La primera notificación a las partes o personas a quienes hayan de afectar los resultados en una gestión judicial
o en un juicio (artículo 40, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
La palabra “gestión judicial” es general, debe interpretarse ampliamente y no en forma restringida, está
referida tanto a los asuntos contenciosos como los no contenciosos, con la salvedad de que tratándose de los
contenciosos no hay demandado, sólo existe la parte interesada a la que se notifica por el estado diario.
La ley dice en este artículo que la primera notificación es una gestión judicial. Lo que se ordena realizar
personalmente es la primera notificación, de tal suerte que no siempre la demanda se va a notificar
personalmente, sólo se hará personalmente cuando sea la primera notificación, y no será así cuando el juicio se
inicie por una medida prejudicial.

2. Cuando se exige para la validez de ciertos actos (artículo 47, inciso 1º, primera parte, Código de Procedimiento
Civil).
Así sucede por ejemplo tratándose de la cesión de un crédito, cuando habla de la cesión de un crédito
nominativo para su validez requiere notificación personal (artículo 1902, Código Civil).

3. Cuando los tribunales lo ordenan expresamente (artículo 47, inciso 1º, segunda parte, Código de Procedimiento
Civil).

4. Puede usarse en todo caso (artículo 47, inciso final, Código de Procedimiento Civil).
Esto significa que siempre se puede practicar la notificación personal; dicho de otro modo, cualquier
resolución judicial que se notifique personalmente está bien notificada desde el momento que la ley permite
que se pueda usar en todo caso.

5. Si han transcurrido seis meses sin que se dicte resolución alguna en el proceso, para que una notificación se
considere válida tiene que hacerse personalmente o por cédula (artículo 52, Código de Procedimiento Civil).

6. Cuando debe notificarse a terceros que no sean parte en el juicio o a quienes no afecten sus resultados (artículo
56, Código de Procedimiento Civil).
Aquí se habla de terceros extraños a la litis y la notificación deberá hacerse personalmente o por cédula.

7. Cuando la ley expresamente lo exige. Esto requiere de una norma legal expresa que así lo contemple.

-o- NOTIFICACION DEL ARTICULO 44

Esta clase de notificación es un caso excepcional y, aunque el Código de Procedimiento Civil no le entrega
ninguna denominación, posee varias denominaciones doctrinarias, no obstante que jurídicamente es la misma forma de
realizar la notificación personal y produce los mismos efectos. Así, por ejemplo, la doctrina conoce a este tipo de
notificación como “notificación sustitutiva de la personal”, o “notificación especial del artículo 44”, o “notificación
personal subsidiaria”, entre otras denominaciones.
La notificación personal propiamente dicha supone necesariamente que las copias íntegras de la resolución y la
solicitud deben ser recibidas por el propio notificado de manos del ministro de fe. Sin embargo, puede ocurrir en la
práctica que esta entrega no se pueda materializar por diversos motivos, pero en general porque la persona a notificar
no es habida no obstante que se conoce su paradero, su domicilio, etc.
En estos casos, no va a ser posible practicar la notificación personal en la forma tradicional. Para esta que esto
sea posible, el legislador ha establecido una situación que reglamenta el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil y

170
que exige el cumplimiento de una serie de requisitos por las consecuencias que va a originar al practicar la notificación
personal de esta forma.
Estos requisitos o condiciones son las siguientes:

o Que la resolución a certificar deba hacerse personalmente.


o El ministro de fe tiene que haber buscado a la persona a notificar y sin que esta persona sea habida. Este hecho
tiene que certificarse en el proceso por el ministro de fe.
o Debe además acreditarse que la persona a notificar se encuentra en el lugar del juicio y hay que acreditar
también cuál es su morada o lugar de trabajo, lo que debe certificar el ministro de fe pertinente.
o Cumplido todo lo anterior, la parte interesada en que la notificación se practique debe solicitarlo al juez por
escrito.
o Se requiere de una resolución judicial que ordene expresamente practicar esta notificación en la forma del
artículo 44.
o Debe procederse a entregar las copias por el ministro de fe.
o Debe dejarse constancia en el proceso de la notificación.

Detalladamente podemos explicar los requisitos o condiciones para practicar la notificación del artículo 44:

1) Debe tratarse de una resolución que debe notificarse personalmente: Tenemos que estar en presencia de una
resolución judicial que es necesario notificar personalmente. La notificación del artículo 44 no se aplica a otra
clase de notificación que no sea la notificación personal.

2) La búsqueda que tiene que hacer el ministro de fe de la persona a notificar sin que ésta sea habida : La ley dice
que esta búsqueda se tiene que realizar en dos días distintos, y hay que hacerla en lugares determinados que la
ley indica, que son: la habitación de la persona a notificar o el lugar donde habitualmente ejerce su industria,
profesión o empleo. Además, se requiere como condición que el sujeto a notificar no sea habido (artículo 44,
inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Naturalmente, de todas estas actuaciones debe dejarse testimonio escrito en el proceso. El ministro de
fe tendrá que certificar en el proceso que buscó a la persona durante dos días distintos en alguno de los lugares
señalados sin ser habido.

3) Tiene que acreditarse que la persona a notificar se encuentra en el lugar del juicio: Se requiere que se acredite
en la causa que la persona a notificar se encuentra en el lugar del juicio y cuál es su morada o lugar en que
ejerce su industria, profesión o empleo. Estas dos circunstancias se acreditan con una certificación del ministro
de fe (antiguamente se comprobaba con testigos).

4) Cumplido lo anterior, la parte interesada en que la notificación se practique debe presentar una solicitud al juez
para que autorice u ordene esta forma de notificación que indica el artículo 44.
En este caso, no basta la certificación del ministro de fe, sino que además se requiere que la parte
interesada solicite al juez que ordene la realización de este tipo de notificación.

5) A consecuencia de esta solicitud, tiene que existir una resolución expresa del tribunal que ordene practicar esta
notificación del artículo 44: El juez ordenará esta forma de notificación en la medida que estén acreditados
todos los supuestos anteriormente señalados.

Cumplidas todas estas condiciones preliminares, se estaría en condiciones de poder efectuar la notificación del
artículo 44.

* Cómo se practica la notificación del artículo 44:

La ley señala que, en este caso, cumplidos los requisitos antes señalados, el ministro de fe encargado de
practicar esta diligencia debe entregar las copias a que se refiere el artículo 40 a cualquier persona adulta que se
encuentre en la morada o en el lugar en que la persona a quien se notifica ejerce su profesión, empleo o industria
(artículo 44, inciso 2º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
Podría ocurrir que en estos lugares mencionados no haya nadie, o bien que no haya ningún adulto presente. En
estos casos, la ley dice que si nadie hay allí, o si por cualquiera otra causa no es posible entregar dichas copias a las
personas que se encuentren en esos lugares, se fijará en la puerta un aviso con indicación de la demanda, con
especificación exacta de las partes, materia de la causa, juez que conoce en ella y de las resoluciones que se notifican
(artículo 44, inciso 2º, segunda parte, Código de Procedimiento Civil). Esto no hay que interpretarlo tan estrictamente
porque puede no tener puerta el inmueble (ejemplo: un sitio).
Agrega el Código que si en los lugares mencionados donde se supone que está la persona a notificar se
encuentre en un edificio o recinto (condominio) al que no se permite el libre acceso, el aviso y las copias se deben
entregar al portero o encargado del edificio o recinto, dejándose constancia en el proceso de esta circunstancia
(artículo 44, inciso 3º, Código de Procedimiento Civil).
171
En estos dos últimos puntos se ve la importancia de esta notificación.
Luego que se ha practicado la notificación en la forma indicada anteriormente, tiene lugar una exigencia
posterior, la que consiste en que el ministro de fe deberá dar aviso de ella al notificado, dirigiéndole con tal objeto una
carta certificada por correo, dentro del plazo de dos días contado desde la fecha que se practicó la notificación o desde
que se reabran las oficinas de correo (artículo 46, Código de Procedimiento Civil). Esto es por razones de seguridad.
También se debe dejar constancia en el expediente de este hecho (del envío de la carta certificada). Además de
lo anterior, debe dejarse constancia de la fecha, la oficina del correo donde se hizo y el número del comprobante
emitido por la oficina de correo. Este comprobante deberá ser pegado al expediente a continuación de la certificación.
El Código agrega, en la parte final del artículo 46, que la omisión en el envío de la carta certificada no invalidará
la notificación, pero hará responsable al infractor de los daños y perjuicios que se originen (estamos en presencia de un
vicio procesal, porque se está omitiendo una formalidad, pero no hay nulidad). El tribunal, previa audiencia del
afectado, le corresponderá determinar la sanción a aplicar (las que señala el artículo 532 del Código Orgánico de
Tribunales).

La consecuencia de la práctica de la notificación del artículo 44 es que la persona a notificar queda igualmente
notificada en forma personal, obviamente en la medida que se cumplan todas las condiciones antes reseñadas.

2) NOTIFICACION POR CEDULA:

Esta es una notificación que se practica materialmente entregando en el domicilio de la persona a notificar una
cédula que debe contener copia íntegra de la resolución judicial y los datos necesarios para su acertada inteligencia
(artículo 48, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Esta cédula se entrega en el domicilio del notificado por el ministro de fe en la forma establecida en el inciso 2º
del artículo 44 (artículo 48, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil). Es decir, la cédula se le debe entregar a cualquier
persona adulta que se encuentre en el domicilio del notificado (es igual a la notificación del artículo 44 en cuanto a la
forma en que se entrega, pero no en cuanto al contenido). Si no se puede entregar esa cédula, ésta se deja fijada en la
puerta.
Entonces, esta notificación por cédula se puede practicar:

- Entregándole materialmente a cualquier persona adulta que se encuentre en el domicilio del notificado.

- En el caso que no haya nadie o no sea posible entregar la cédula, la notificación se practica fijándose en la
puerta del domicilio la cédula que se debe entregar.

En esta notificación no es necesaria o es improcedente mandar carta certificada.


¿Qué se entiende por “datos necesarios para su acertada inteligencia”?. Esta exigencia la hace el legislador
porque, tratándose de la notificación por cédula, no se entrega copia integra de la solicitud, de ahí que se exijan esos
datos. Los datos necesarios para su acertada inteligencia vienen a reemplazar a la copia íntegra de las notificaciones
anteriores.
Estos datos son todas aquellas menciones que debe contar la cédula para que el notificado pueda comprender
que es lo que se le está notificando. Esto por la sencilla razón que las resoluciones judiciales son muy técnicas y se le
entregaran de esa manera a las partes, éstas no las entenderían. Estas menciones pueden ser, por ejemplo, el tribunal
que conoce de la causa, el número de rol del proceso, la individualización de las partes, la materia, etc.

* Funcionario competente para practicar la notificación por cédula:

En esta materia hay diferencias importantes con la notificación personal, puesto que la notificación por cédula
no la puede practicar el secretario del tribunal ni tampoco el oficial primero, porque éstos no solamente están
habilitados para notificar en las oficinas de las secretaría (es decir, no pueden salir del recinto).
El funcionario habilitado para practicar la notificación por cédula es el receptor judicial, y si en el lugar no hay
receptor judicial se aplican las reglas que vimos anteriormente en la notificación personal.

* Días, horas y lugares hábiles para practicar la notificación por cédula:

En relación a los días y horas para practicar la notificación por cédula, también hay claras diferencias con la
notificación personal, porque aquí la ley no establece reglas especiales (como sí lo hacía en el caso de la notificación
personal), de manera que esta notificación por cédula se puede practicar válidamente en los días y horas que establece
el artículo 59 del Código de Procedimiento Civil (regla general de las actuaciones judiciales). Esto significa que deben
practicarse en días y horas hábiles, es decir, entre las ocho y las 20 horas.
El lugar hábil para practicar esta notificación es el domicilio del notificado. Para estos efectos, el domicilio no es
otro que aquel que haya sido designado por la parte en la primera gestión que haya realizado ante el tribunal. La ley
establece una carga procesal para ambos litigantes, y esta consiste en la obligación de consignar sus respectivos
domicilios en la primera gestión (artículos 254, nº 2, y 309, nº 2, Código de Procedimiento Civil).
Las partes litigantes tienen la obligación de señalar, en su primera gestión judicial, un domicilio conocido, con el
cual figurarán en el curso del proceso. Esta es una exigencia que hace la ley durante la primera presentación que hacen
las partes.
172
Para los efectos de la notificación por cédula, el legislador se preocupa que este domicilio señalado por las
partes esté ubicado en un lugar que permita practicar estas diligencias sin inconveniente. El domicilio que designa cada
parte en su primera presentación debe ser conocido dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el tribunal
respectivo, y esta designación se considerará subsistente mientras no haga otra la parte interesada, aun cuando de
hecho cambie su morada (artículo 49, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil).
Esta designación del domicilio es una carga procesal, es una obligación, un deber que tiene que cumplirse,
porque si la parte no lo hace sufrirá ciertas consecuencias procesales. Si se incumple esta designación -ya sea que el
domicilio se señale o forma incorrecta, o bien, que no se señale (ejemplo: en rebeldía)-, significa que aquellas
resoluciones que de acuerdo con el artículo 48 debían notificarse por cédula se le van a notificar por el estado diario.
Esta es una sanción transitoria, porque ésta se aplica mientras el litigante no cumpla con la obligación (artículo 53,
Código de Procedimiento Civil).

También de esta notificación debe dejarse constancia escrita en el proceso (artículo 48, inciso 3º, Código de
Procedimiento Civil). Se debe dejar constancia de la notificación con expresión del día y lugar, del nombre, edad,
profesión y domicilio de la persona a quien se haga la entrega de la cédula.

* Casos de procedencia de la notificación por cédula (artículo 48):

a) Las sentencias definitivas. Aquí la ley no distingue pero cabe concluir que deben notificarse por cédula las
sentencias de única y primera instancia, y no las de segunda instancia (se notifica por el estado diario, según el
artículo 221).

b) La resolución que recibe la causa a prueba. Es la resolución que da comienzo al termino probatorio, fijando los
hechos controvertidos en el juicio y que deben probarse.

c) Las resoluciones que ordenan la comparecencia personal de las partes al tribunal. Ejemplo: la resolución que
cita a las partes a una audiencia de conciliación.

d) En todos los casos en que el tribunal expresamente lo ordene. Tiene que disponer expresamente que una
resolución se notifique por cédula.

e) Cuando debe notificarse resoluciones a terceros a quienes no afecten sus resultados. Ejemplo: notificación a
testigos o peritos para que comparezcan (artículo 56, Código de Procedimiento Civil).

f) Cuando han transcurrido más de seis meses sin que se dicte resolución alguna en el proceso, la primera
resolución posterior debe notificarse personalmente o por cédula (artículo 52, Código de Procedimiento Civil).

g) En los casos que la ley lo ordene expresamente. Ejemplo: artículo 233, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil.

* Diferencias entre la notificación por cédula y la personal.

 En cuanto al contenido de lo notificado. En la notificación personal se entrega copia íntegra de la resolución


judicial y de la solicitud; en la notificación por cédula se entrega copia íntegra de la resolución judicial y los
datos acertados para su acertada inteligencia.

 En relación a los lugares en que se practica una y otra. La notificación personal se practica en diversos lugares
habilitados; la notificación por cédula solamente se practica en el domicilio del afectado, en la medida que se
designe concretamente.

 En cuanto a entrega de la notificación. En la notificación personal es necesario para su validez que se entregue
la copia a la persona misma a notificar; en la notificación por cédula las copias se entregan a cualquier persona
adulta distinta del notificado, o incluso son entregar las copias a persona alguna.

 En cuanto al funcionario competente para practicar una y otra. Entre los funcionarios competentes para
practicar la notificación personal están el secretario y el oficial primero; en la notificación por cédula, no es
posible que estos funcionarios puedan practicarla.

* Diferencia entre la notificación por cédula y la del artículo 44 (otra forma de practicar la notificación personal).

 La notificación del artículo 44 es una forma de suplir a la notificación personal propiamente tal, pero
judicialmente sigue siendo personal; en cambio, la notificación por cédula no es personal (lo que se entrega es
distinta a la otra).

173
 La notificación del artículo 44 requiere para ser practicada de una resolución judicial (que el juez lo ordene
expresamente); mientras que, tratándose de la notificación por cédula, la regla es que sea la ley la que ordena
que sea practicada.

3) NOTIFICACION POR EL ESTADO:

Esta es una forma muy particular de practicar notificaciones, porque, en este caso, ocurre una verdadera ficción
legal en que el notificado se presume que toma conocimiento de la resolución aunque no la conozca, por el sólo hecho
de señalarse en una nómina, que se denomina “estado”, la circunstancia de haberse dictado resolución en un proceso
(artículo 50, Código de Procedimiento Civil).
En otras palabras, la notificación por el estado diario es aquella que se practica mediante la inclusión, con las
formalidades legales, en un estado que se forma en cada tribunal diariamente del numero de resoluciones que se
forman en el proceso dicho día.
Esta es la regla general de notificaciones en el procedimiento chileno, a menos que la ley disponga otra cosa.
El funcionario encargado de confeccionar y de practicar la notificación por el estado diario es el secretario, o el
oficial primero por delegación. El secretario del tribunal, o el oficial 1º por delegación, formará el “estado”, con la lista
de todas las causas en que se han dictado resoluciones ese día.
Por el solo hecho de indicarse en este estado diario, se supone de derecho que las partes han tomado
conocimiento de las resoluciones. Tales resoluciones han sido legalmente notificadas a las partes.
De la simple lectura de la parte, evidentemente no es posible saber el contenido de las resoluciones, para lo
cual deberá verla en el expediente.

* Casos de procedencia de la notificación por el estado diario:

Esta forma de notificación constituye la regla general, y se aplica respecto a todas las notificaciones que deben
practicarse, personales o por cédula, las que son excepcionales. Si la ley nada dice sobre la forma de notificar se hará
de esta manera.
Respecto del litigante que no hubiera señalado su domicilio (que se debe señalar respecto de la notificación por
cédula), la notificación se hará por el estado diario mientras no se fije domicilio (artículo 53, Código de Procedimiento
Civil).

* Formas como se practica esta notificación:

Se debe distinguir:

• Cómo se confecciona el estado.


• Constancia en el proceso.
• Formalidades posteriores

A) Cómo se confecciona el estado (formación del estado diario):

Esta confección material del estado diario es tarea del secretario del tribunal. Este estado es una nómina o lista
que se hace en un formulario en que se señalan todas las causas en las cuales se ha dictado resolución judicial en un
día determinado (este día es el mismo en que el estado se confecciona), de manera que lo primero que tiene que
ocurrir es que el juez dicte la resolución pertinente.
Las menciones del estado diario (contenido), señaladas en el artículo 50, inciso 2º, Código de Procedimiento
Civil, son las siguientes:

- Señalar la fecha en que se confecciona (de emisión del estado).

- Se deben indicar todas las causas en que en ese día se hayan dictado resoluciones judiciales. Estas causas se
individualizan por un determinado número de rol (que se le asigna a todo proceso cuando se inicia, con la
primera resolución que se dicte) (artículo 51, Código de Procedimiento Civil).

- Apellidos de demandantes y demandados. Si son varios los demandantes o demandados, se individualizarán


según el orden que aparezcan en la carátula del expediente. Ejemplo: Congreve y otros.

- Firma y sello del secretario o del oficial primero de que se trate.

- Numero de resoluciones dictadas ese día en cada uno de los procesos que allí se mencionan (providencias).

Estas menciones son esenciales, de manera que no se pueden omitir o señalar erróneamente, y si así ocurre la
notificación es nula.

B) Constancia en el proceso:

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Esta constancia es algo aparte de la confección del estado. Se debe dejar testimonio de que se practicó la
diligencia en el proceso, y aquí se aplica la regla general en materia de notificaciones (artículo 61, Código de
Procedimiento Civil). Esta constancia debe hacerla el secretario del tribunal correspondiente, y en su defecto el oficial
primero.
Si no se deja constancia, la notificación es nula.
Los errores u omisiones en dicho testimonio no invalidarán la notificación y sólo serán sancionados con multa de
media a una unidad tributaria mensual, a petición de parte o de oficio (artículo 50, inciso final, Código de Procedimiento
Civil).

C) Formalidades posteriores:

La fijación del estado diario se mantendrá en la secretaría del tribunal. La ley dice que, una vez confeccionado,
el estado debe mantenerse en un lugar visible o accesible al público, cubiertos con vidrios o en otra forma que impida
hacer alteraciones en ellos.
Este estado debe permanecer ahí durante tres días seguidos y posteriormente se encuadernarán por orden
estricto de fechas, procediendo a su posterior archivo.
Si la causa no es incluida en el estado que corresponde, no es posible que estas resoluciones se incluyan en
estados posteriores. La única forma es que la parte interesada lo pida y el juez lo ordene.

4) NOTIFICACION POR AVISOS EN LOS DIARIOS:

Esta forma de notificación se hace previa orden del juez, mediante la publicación de avisos en los diarios o
periódicos que la ley señala (artículo 54, Código de Procedimiento Civil).

Art. 54, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Cuando haya de notificarse personalmente o por cédula
a personas cuya individualidad o residencia sea difícil determinar, o que por su número dificulten
considerablemente la práctica de la diligencia, podrá hacerse la notificación por medio de avisos publicados en
los diarios o periódicos del lugar donde se sigue la causa, o de la cabecera de la provincia o de la capital de la
región si allí no los hay. Dichos avisos contendrán los mismos datos que se exigen para la notificación personal,
pero si la publicación en esta forma es muy dispendiosa, atendida la cuantía del negocio, podrá disponer el
tribunal que se haga en extracto redactado por el secretario”.

Este artículo señala que esta notificación se hará en diarios o periódicos en el lugar que se sigue la causa. Para
definir que se entiende por periódicos, hay que recurrir a la Ley Nº 18.776 en relación con la Ley Nº 16.643, que señala
que “es toda publicación periódica que se edita a lo menos cuatro veces a la semana”.
Esta notificación es excepcional y supletoria. Es excepcional, porque este tipo de notificación es de escasa
aplicación o recurrencia; y es supletoria, porque no tiene vida propia, ya que como dice el artículo 54 se aplica en los
casos en que a la persona que haya de notificar personalmente o por cédula sea difícil de determinar (es supletoria a la
notificación personal o por cédula, pero jamás de la notificación por el estado diario).

* Presupuestos para cumplir esta notificación:

La ley exige ciertos presupuestos para cumplir esta notificación:

a) Es necesario que en el proceso se haya dictado alguna resolución que deba notificarse personalmente o por
cédula.

b) Debe tratarse de alguno de los casos de urgencia que la ley indica. Estos casos son:

o Cuando deba notificarse a personas cuya individualidad sea difícil de determinar. Ejemplo: los poseedores
de hecho.
o Cuando haya que notificar a personas cuya residencia sea difícil de determinar (normalmente utilizado para
la nulidad de matrimonio).
o Cuando deba notificarse personalmente o por cédula a personas que, por el número de ellas, dificulten la
práctica de la notificación.
* Forma en que se practica esta notificación:

Cumpliendo los presupuestos básicos, la notificación se debe realizar cumpliendo con los requisitos que la ley
señala (artículo 54, Código de Procedimiento Civil). Para estos efectos el Código establece lo siguiente:

a) La notificación se debe realizar por medio de avisos publicados en los diarios o periódicos del lugar donde se
sigue la causa (comuna), y si en esa comuna no hay diario debe hacerse en los diarios de la cabecera de la
provincia, o a falta de ellos en los de la capital regional (artículo 54, inciso 1º, primera parte, Código de
Procedimiento Civil).

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b) Estos avisos deben contener los mismos datos que se exigen para la notificación personal, o sea, en el aviso
debe inscribirse íntegramente la copia de la resolución y de la solicitud. Por otro lado, la ley se pone en el caso
que la publicación en esta forma sea muy costosa, y en esos caso, considerando la cuantía del asunto, el juez
puede disponer que se haga un extracto de la resolución que debe redactar el secretario del tribunal (artículo
54, inciso 1º, segunda parte, Código de Procedimiento Civil).

c) Tiene que existir también una resolución judicial que ordene practicar esta notificación. Esta resolución el juez
dicta debe señalar:

• La autorización de la sustitución de la notificación.


• Los diarios donde se debe publicar la notificación (cuál va a ser el diario en que la publicación se va a
hacer).
• La cantidad de veces de publicación, que en ningún caso puede ser inferior a tres, en días distintos.
• Si la notificación es la primera de una gestión judicial, va a ser necesario, además del cumplimiento de las
formalidades anteriores, que se publique en el Diario Oficial correspondientes a los días 1º o 15 del mes
pertinente o al día siguiente hábil si es feriado -el Diario Oficial se publica todos los días excepto los
feriados- (artículo 54, inciso final, Código de Procedimiento Civil). Este caso normalmente tendría aplicación
tratándose de la notificación de la demanda que generalmente es la primera notificación del proceso.

d) El inciso 2º del artículo 54 señala además que “procederá el tribunal con conocimiento de causa y con
audiencia del Ministerio Público”.

o Esto del “conocimiento de causa” se extrae de las reglas de los actos no contenciosos, particularmente del
artículo 818 del Código de Procedimiento Civil. Esto significa que el tribunal debe proceder con el mérito de
ciertos antecedentes y concretamente significa que deberá acreditarse al juez que concurren las
circunstancias o presupuestos para efectuar esta notificación.

o La “audiencia del Ministerio Público” hoy en día no se aplica, porque actualmente no existen representantes
del Ministerio Público en los tribunales de primera instancia, porque antiguamente existían los “promotores
públicos” que eran los representantes en primera instancia de los intereses de la sociedad.
En segunda instancia el Ministerio Público está representado por la Fiscalía Judicial, es decir, por los
fiscales de las Cortes.

De esta notificación también debe dejarse constancia en el proceso, labor que es cumplida por el secretario.
Para hacer esta constancia, la parte interesada debe llevarle los respectivos diarios en que se publicó las notificaciones;
en la practica se acostumbra pegar el recorte del aviso en el proceso, y se anotan las fechas de publicación.

5) NOTIFICACION TACITA O PRESUNTA:

A esta forma de notificación se refiere o la regula el artículo 55 del Código de Procedimiento Civil.

Art. 55, inciso 1º, Código de Procedimiento Civil: “Aunque no se haya verificado notificación alguna o se
haya efectuado en otra forma que la legal, se tendrá por notificada una resolución desde que la parte a quien
afecte haga en el juicio cualquiera gestión que suponga conocimiento de dicha resolución, sin haber antes
reclamado la falta o nulidad de la notificación”.

Aquí estamos en presencia de una situación especial porque en realidad, de acuerdo al artículo 55, podría
ocurrir que la resolución no haya sido notificada, no obstante la resolución podría llegar a producir efectos válidos. Se
denomina notificación tácita porque ocurrida ciertas circunstancias la ley presume notificada a una persona en forma
legal.
El artículo 55, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil, señala que aunque en el proceso no se haya
practicado la notificación, o bien si esa resolución ha sido notificada de una manera distinta a la que la ley señala, se
tendrá por validamente notificada desde el momento que la parte a quien afecte realice en el juicio cualquier gestión
que suponga el conocimiento de la resolución y sin haber reclamado antes de la notificación o de la nulidad de la
misma.
Ejemplo: si se presenta una demanda y la resolución no se notifica, y el demandado contesta dicha demanda,
es evidente que se produjo la notificación tácita porque ese es un acto que supone el conocimiento de la resolución; o
bien, que esa demanda haya sido incluida en el estado diario, pero mal notificada (porque al ser la primera notificación
debería ser personal), y nadie se percata de ello, y la parte ha realizado cualquier gestión sin haber reclamado de esa
situación, se entenderá también validamente notificada.

* Los supuestos legales para que opere la notificación tácita:

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Los supuestos legales que tienen que ocurrir para que se produzca esta notificación tácita son los siguientes:

- Que la resolución judicial no haya sido notificada en forma alguna.


- Que la resolución haya sido notificada en una forma distinta a la que la ley señala.

Reunidos estos supuestos (cualquiera de los dos), se va a entender notificada la resolución desde el momento
en que la parte realice en el juicio cualquier gestión que supone conocimiento de la resolución. Además de lo anterior,
es necesario que esta gestión que realice la parte, se haga antes que se reclame la nulidad o falta de notificación.

* Notificación tácita en el incidente de nulidad de una notificación (artículo 55, inciso 2º):

También es un caso de notificación presunta en que, cumplida ciertas condiciones, se entiende notificada
legalmente y se refiere a cuando alguna de las partes pide al juez la nulidad de la notificación.

Art. 55, inciso 2º, Código de Procedimiento Civil: “Asimismo, la parte que solicitó la nulidad de una
notificación, por el solo ministerio de la ley, se tendrá por notificada de la resolución cuya notificación fue
declarada nula, desde que se le notifique la sentencia que declara tal nulidad. En caso que la nulidad de la
notificación haya sido declarada por un tribunal superior, esta notificación se tendrá por efectuada al
notificársele el "cúmplase" de dicha resolución”.

Aquí se parte del supuesto que la resolución ha sido mal notificada. Ejemplo: si la resolución debía ser notificada
por cédula y ha sido notificada por el estado diario.
En este caso, la parte afectada debe solicitar al juez que se declare nula la notificación pertinente, lo que da
origen a un incidente que hay que tramitar y todo incidente debe ser resuelto por el juez. Si el tribunal da lugar a esta
nulidad, es decir, declara nula esta notificación, en este caso, por disposición legal (por el solo ministerio de la ley) o
automáticamente se tiene por notificada a la parte de la resolución cuya notificación se declara nula, desde el momento
mismo en que se le notifique la resolución que declara la nulidad.
Ejemplo: el demandado solicita la nulidad de la notificación de la demanda; esa resolución que acoge la nulidad
al notificarse produce el efecto de haber notificado a la otra.
Esta situación produce como consecuencia jurídica la notificación de la otra resolución cuya notificación había
sido declarada nula.
Esto es importante porque hasta un tiempo atrás, cuando se declaraba nula una notificación había que volver a
practicarla, lo que era un contrasentido, porque la parte ya había tomado conocimiento de la resolución (esto va en
beneficio del principio de economía procesal). Gracias a esto, hoy en día es innecesario volver a notificar la resolución
cuya notificación se anuló.
En este mismo caso, si la nulidad la declara un tribunal superior, la notificación se tendrá por efectuada cuando
se le notifique a la parte el “cúmplase” de dicha resolución. Aquí no se entiende notificarse la resolución cuando se
notifica la resolución del superior cuando declara la nulidad, sino cuando se notifica el cúmplase y el cúmplase lo
decreta el tribunal inferior.

6) CASOS DE NOTIFICACIONES ESPECIALES:

Lo que se ha dicho en materia de notificaciones son los casos más importantes, aplicables a todos los
procedimientos, pero tratándose de procedimientos especiales, la ley establece formas distintas de practicar
notificaciones. En estos casos, como se trata de normas especiales, prevalecen a las normas del Código de
Procedimiento Civil.
Esto ocurre en los siguientes casos:

a. En los juicios de menores (artículo 35, Ley Nº 16.618 de menores): Se permite en estos procedimientos las
notificaciones por carta certificada (esto no está en el Código de Procedimiento Civil).

b. En materia de procedimiento penal ordinario: Se contempla una notificación especial que consiste en la
“notificación en persona” al procesado mismo y no al representante o mandatario de éste (no se le puede
entregar al abogado). Ejemplo: el auto de procesamiento y sentencia definitiva.

También en el procedimiento penal se contempla la “notificación por oficio”, haciéndola al jefe de hogar,
en que el procesado se encuentra privado de libertad.

c. En el procedimiento penal militar: Hay notificaciones especiales por carta certificada e incluso se permite
cualquier forma de notificación que el tribunal ordene en casos urgentes.

Hay casos especiales en que se restringen las notificaciones, es decir, que no se pueden utilizar todas las
formas establecidas en el Código de Procedimiento Civil. Ejemplo: el artículo 629 del Código de Procedimiento Civil
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establece que los juicios arbitrales serán notificados personalmente o por cédula, salvo que las partes unánimemente
acuerden otra forma de notificación.

Art. 629, Código de Procedimiento Civil: “En los juicios arbitrales se harán las notificaciones personalmente
o por cédula, salvo que las partes unánimemente acuerden otra forma de notificación”.

Tratándose de juicios especiales, deberá verse en cada caso esas normas especiales lo que establezca la ley, y
si se contemplan reglas distintas, se aplican esas reglas especiales.

8.- Los efectos de las resoluciones judiciales:

Existen varios efectos que se pueden estudiar, partiendo de la base de que la resolución judicial referida debe
estar notificada a las partes en forma legal para que produzca sus efectos. No basta con la sola dictación de la
resolución (si una resolución no se notifica es lo mismo que no se haya dictado).
Normalmente los efectos de las resoluciones judiciales se producen después de notificadas, y algunas después
de quedar firmes y ejecutoriadas (relacionado con el artículo 174, Código de Procedimiento Civil); en este último caso,
no es suficiente la sola notificación de la resolución, porque se necesita que la resolución se encuentre firme y
ejecutoriada al menos para el caso de la cosa juzgada.
Respecto a los efectos que producen estas resoluciones, podemos mencionar las siguientes:

o El desasimiento del tribunal.


o El efecto de cosa juzgada, a través de dos variantes: la acción y la excepción de cosa juzgada.

Existen también otros efectos que producen las resoluciones judiciales. Ejemplos: la declaración de derecho que
se produce por la resolución, la retroactividad del derecho, etc.

A) El Desasimiento del Tribunal:

El desasimiento está contemplado en el artículo 182 del Código de Procedimiento Civil.


Es un efecto que producen las sentencias, tantos las definitivas como las interlocutorias, en virtud del cual una
vez que han sido notificadas a alguna de las partes, el tribunal que la dictó no podrá alterarlas o modificarlas en manera
alguna (artículo 182, inciso 1º, primera parte, Código de Procedimiento Civil).
Para que se pueda producir este efecto, es necesario que la sentencia se notifique a alguna de las partes. Por
este sólo hecho, el tribunal que dicto la resolución no puede alterarla o modificarla.
Esto constituye para el juez que dicta la sentencia una prohibición legal; este tribunal deja de tener
competencia en relación a este asunto que ya ha sido resuelto (a la cuestión debatida que se resolvió).
La razón que se impida al juez de que altere o modifique su sentencia radica en que en el sistema chileno
impera el principio de la doble instancia, lo que significa que será el superior jerárquico el que tiene atribuciones para
modificar la sentencia, en el entendido de que ésta se haya apelado.

* Requisitos o condiciones para que el desasimiento se produzca:

Los requisitos para que se produzca el desasimiento, establecidos en el artículo 182 del Código de
Procedimiento Civil, son los siguientes:

- Que en el juicio se haya dictado una “sentencia”, definitiva o interlocutoria (no de autos ni de decretos).
- Que la sentencia haya sido notificada legalmente a alguna de las partes (a cualquiera de ambas).

* Excepciones al efecto del desasimiento:

Son casos en que, no obstante que una sentencia haya sido notificada a alguna de las partes, podría ser
modificada por el tribunal que la pronunció.
Estas excepciones en las que no opera esta institución son las siguientes:

a) El recurso de aclaración, agregación o rectificación: Este recurso, que establece el mismo artículo 182 del
Código de Procedimiento Civil, consiste en que cualquiera de las partes puede solicitar al mismo tribunal que
pronunció la sentencia que aclare los puntos oscuros o dudosos de la sentencia. También se puede pedir que
salve omisiones, o bien rectificar errores de copia, referencia o de cálculos numéricos que aparezcan de
manifiesto en la sentencia.
En este caso, a través de este recurso, el mismo tribunal que pronunció la sentencia puede hacer estas
rectificaciones.
Este recurso se puede hacer valer a petición de parte (como todo recurso), o bien de oficio por el
tribunal (el mismo juez que pronunció la sentencia tiene una facultad oficiosa). En este caso, el juez podrá de
oficio, dentro de los cinco días siguientes a la primera notificación de la sentencia, hacer las rectificaciones a los
errores cometidos (artículo 184, Código de Procedimiento Civil).

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b) Ciertas sentencias interlocutorias, que pueden ser modificadas o dejadas sin efecto por el mismo tribunal que
las pronunció, a través del “recurso de reposición”, y no obstante que esté notificada alguna de las partes. Aquí
se requiere de texto legal expreso que permita el recurso de reposición.
Ejemplos de estas sentencias interlocutorias que pueden ser objeto de recurso de reposición: la
resolución que recibe la causa a prueba; la resolución que declara la inadmisibilidad del recurso de casación, la
resolución que cita a las partes a oír sentencia, etc.

c) El caso del incidente de nulidad procesal de lo obrado por falta de emplazamiento: Este es un incidente que
puede ser planteado por el demandado rebelde (el que no ha comparecido al juicio) ante el mismo juez que
haya pronunciado la sentencia definitiva o interlocutoria, el que puede alegar la nulidad de lo obrado por falta
de emplazamiento en cualquier estado del juicio. En este caso puede reclamar el rebelde aunque la sentencia
haya sido notificada a alguna de las partes.

* Los autos y decretos en relación al desasimiento:

Los autos y decretos no producen el efecto del desasimiento, por cuanto éstos pueden ser siempre modificados
por el mismo tribunal que los dicta. Estos autos y decretos pueden enmendarse a través de un recurso de reposición.
En principio las sentencias no pueden ser modificadas por el mismo tribunal. Para que el auto o decreto pueda
ser modificado por el mismo tribunal, la parte debe hacer valer el recurso de reposición. Este es un recurso que siempre
se interpone y lo conoce el mismo tribunal que ha dictado la resolución judicial (artículo 181, Código de Procedimiento
Civil).

Art. 181, Código de Procedimiento Civil: “Los autos y decretos firmes se ejecutarán y mantendrán desde
que adquieran este carácter, sin perjuicio de la facultad del tribunal que los haya pronunciado para modificarlos
o dejarlos sin efecto, si se hacen valer nuevos antecedentes que así lo exijan”.
“Aun sin estos antecedentes, podrá pedirse, ante el tribunal que dictó el auto o decreto, su reposición,
dentro de cinco días fatales después de notificado. El tribunal se pronunciará de plano y la resolución que
niegue lugar a esta solicitud será inapelable; sin perjuicio de la apelación del fallo reclamado, si es procedente
el recurso”.

B) El Efecto de Cosa Juzgada:

Las partes cuando deciden ir a juicio (cuando concurren a los tribunales de justicia) lo que pretenden es que se
resuelva un conflicto jurídico cuando no ha sido posible la solución por otras vías. A las partes les interesa obtener del
tribunal una decisión que resuelva el conflicto, a través de una sentencia inamovible, en virtud de la cual no se pueda
volver a discutir del mismo asunto, ya sea en el mismo proceso o en otro, de lo contrario seguiría la incertidumbre
jurídica.
Además, a las partes les interesa que la decisión del asunto establezca una condena, y que esa decisión judicial
se pueda cumplir efectivamente en la práctica sin nuevas resoluciones. Esto es lo que constituye la “Cosa Juzgada”.

La cosa juzgada está compuesta por la acción (exigir el cumplimiento en el caso de las sentencias
condenatorias) y la excepción (impedir que se vuelva a discutir del mismo asunto). Esto da origen a dos efectos
prácticos:

 Efecto negativo: Se traduce en que no se puede discutir del mismo asunto en el mismo tribunal o en otro. La
parte condenada no puede en un nuevo juicio discutir la cuestión ya decidida.

 Efecto positivo: La parte respecto de la cual se ha reconocido un derecho puede exigir que se cumpla ese
derecho y sin que ningún tribunal le pueda negar el cumplimiento del mismo.

* Características de la cosa juzgada:

La doctrina señala que, dado los dos aspectos que reviste, la cosa juzgada tiene dos características: el ser
coercitiva e inmutable.

a. Es coercitiva: Esto significa que la parte que perdió en el proceso está obligada a cumplir la prestación que le
impone la sentencia, y si no lo hace voluntariamente puede ser obligado por medios compulsivos, valiéndose de
la fuerza.

b. Es inmutable: Significa que las partes del juicio tienen que respetar lo fallado tal cual como se indica en la
sentencia, por lo tanto, no se puede volver a discutir lo fallado. Esa resolución no se puede modificar, después
de vencidos todos los recursos y todos los plazos.

* Fundamento de la cosa juzgada:

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El fundamento de esta cosa juzgada es el mantenimiento del orden social. A la sociedad le interesa que los
litigios tengan un fin, que ellos no puedan renovarse indefinidamente. Esta certidumbre judicial se logra a través de la
cosa juzgada.

* Concepto de cosa juzgada:

La ley no la define, sólo se limita a reglamentar sus efectos o los requisitos en diversas disposiciones.

La doctrina dice que la cosa juzgada es “la presunción que lo fallado por el juez es la verdad”. También se dice
que “es el efecto que la ley atribuye a las sentencias firmes y ejecutoriadas por considerarlas como expresión de la
verdad” (esto porque proviene de la autoridad judicial).
Que sea una presunción de verdad no quiere decir que sea una verdad absoluta, porque puede ocurrir que esa
verdad planteada en el juicio no sea el fiel reflejo de la realidad; pero, una vez agotadas las prueba, no queda nada por
discutir.

* Clasificación de la cosa juzgada:

En la doctrina se suele clasificar a la cosa juzgada en: cosa juzgada formal y cosa juzgada material.

a) Cosa juzgada formal: Es el efecto que solamente permite el cumplimiento de la sentencia en forma provisional,
y que a la vez impide renovar la discusión en el mismo proceso en que la sentencia se dicta, pero que al mismo
tiempo establece la posibilidad de volver a plantear el mismo asunto en un juicio ordinario posterior distinto.
Esto se debe a que, en ciertos casos, determinadas materias se ventilan en procedimientos breves y
sumarios, sin que las partes puedan ejercer de plenitud sus derechos y, por lo tanto, deja abierta la posibilidad
de volver a plantear el asunto en un proceso de lato conocimiento. Esto, sin embargo, es poco frecuente.
Ejemplos: la reserva en el contrato de arrendamiento, que se hace en un proceso breve y que deja la
posibilidad de volver a revisar el asunto e un juicio ordinario posterior, pero la sentencia igual se cumple; en el
juicio ejecutivo, con la reserva de acciones y derechos; la reserva en los interdictos posesorios; etc.

b) Cosa juzgada material o sustancial: Es aquella que autoriza cumplir la sentencia sin ninguna restricción o
limitación, e impide que lo resuelto en ese juicio se pueda volver a discutir en el mismo juicio o en otro
posterior. Esta es la regla general en cuanto a los efectos de las resoluciones en Chile (constituye el verdadero
efecto de cosa juzgada).

* Efectos de la cosa juzgada:

Estos efectos son las consecuencias jurídicas que surgen de la institución de la cosa juzgada. Estos son:

- La acción de cosa juzgada, que permite el cumplimiento de la resolución judicial.


- La excepción de cosa juzgada, que evita que entre las mismas partes, sobre una misma cosa, e invocando
análogas razones se vuelva a discutir sobre una sentencia anterior.

A) Acción de Cosa Juzgada:

Es el efecto que produce una resolución judicial que se encuentra firme o ejecutoriada, o bien aquella que causa
ejecutoria, para obtener el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución del fallo.
Este cumplimiento siempre se obtiene a petición de parte y los tribunales, en general, jamás pueden ordenar de
oficio el cumplimiento de la sentencia.
El cumplimiento se logra mediante las reglas que para tal fin proporcionan las disposiciones del Código de
Procedimiento Civil.

· Titular de la acción de cosa juzgada (artículo 176, Código de Procedimiento Civil):

Según el artículo 176, la acción de cosa juzgada corresponde a la persona a cuyo favor se ha declarado un
derecho en el juicio (es aquella parte que obtuvo la resolución favorable, ya sea el demandante o demandado).
La acción puede corresponderle incluso a los herederos de la parte vencedora. Del mismo modo, la acción
puede ser dirigida en contra de quien resulte condenado por esa resolución o en contra sus herederos o sucesores.

· Requisitos de procedencia de la acción de cosa juzgada:

Los requisitos o condiciones para que proceda esta acción de cosa juzgada, son los siguientes:

- Que exista una resolución judicial condenatoria que se encuentre firme o ejecutoriada, o que cause ejecutoria.
- Que la parte que ha obtenido en el juicio solicite expresamente el cumplimiento de la resolución judicial.
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- Que la prestación que impone esa resolución sea actualmente exigible.
- Que la acción no esté prescrita.

a) Es necesario que exista una resolución judicial condenatoria que se encuentre firme o ejecutoriada, o que cause
ejecutoria. Lo que significa que imponga una prestación determinada, es decir, una obligación que consista en
dar, hacer o no hacer algo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los autos y decretos firmes también
producen la acción de cosa juzgada (artículo 181, inciso 1°, parte primera, Código de Procedimiento Civil).

b) Debe existir una solicitud expresa de la parte que ha obtenido en juicio. Esto significa que aquel litigante en
cuyo favor se declaró un derecho por resolución judicial debe presentar un escrito al tribunal en que pida el
cumplimiento de lo resuelto, y ello se desprende del artículo 233, inciso 1º, del Código de Procedimiento Civil,
que dice que “cuando se solicite la ejecución de una sentencia...”.
Las resoluciones sólo pueden cumplirse en la medida que la parte interesada lo pida. Naturalmente lo
dicho es en el entendido de que la sentencia no se cumpla voluntariamente, ya que puede acatar lo resuelto en
forma extrajudicial y voluntaria.

c) La prestación que impone en la resolución debe ser actualmente exigible. Estando cumplido lo anterior, esto
podría fallar, y de ser así no tendría lugar la ejecución.
Esto significa que la prestación no debe estar afecta a ninguna modalidad (condición, plazo o modo) que
impida llevar a efecto o exigir dicha prestación.

d) Es necesario que la acción no esté prescrita. La prescripción, si existe, operaría como un modo de extinguir la
acción.
En el caso de la acción ejecutiva, prescribe por regla general en tres años (si no se ejerce en ese plazo,
la acción prescribe y no se puede exigir su cumplimiento. La prescripción puede ser tanto ordinaria como
extraordinaria (artículo 2515, Código Civil).

· Procedimiento para hacer efectivo el cumplimiento de una resolución judicial:

Esta materia se encuentra regulada en el Libro I, Título XIX (artículos 231 y siguientes) del Código de
Procedimiento Civil. Aquí se distingue:

- Procedimiento para hacer cumplir la resolución por tribunales chilenos.


- Procedimiento para hacer cumplir la resolución por tribunales extranjeros.

En cuanto al primero, la ejecución de las resoluciones corresponde a los tribunales que las hayan pronunciado
en primera o en única instancia. En el caso que la ejecución de origen a un nuevo juicio, en ese caso existen dos
tribunales competentes: el que la pronunció en primera o en única instancia, o bien el que resulte competente de
acuerdo a las reglas de competencia.

B) Excepción de Cosa Juzgada:

El fundamento de la excepción de cosa juzgada es similar al de la acción, esto es, la seguridad social; por lo
tanto, se trata de evitar la prolongada e indefinida repetición de los juicios entre las mismas partes y sobre la misma
materia (una acción que se inicia se agota con el mismo juicio). También con ello se evita que los tribunales dicten
fallos contradictorios sobre la misma materia.
Este fundamento puede tener excepciones, en ciertas situaciones muy particulares, en donde la ley permite que
una sentencia que esté ejecutoriada pueda ser objeto de una nueva revisión, a través de un recurso extraordinario
denominado “recurso de revisión”, y del cual conoce exclusivamente la Corte Suprema (artículos 810 y siguientes,
Código de Procedimiento Civil).

· Concepto de excepción de cosa juzgada:

La excepción de cosa juzgada es un efecto de las resoluciones judiciales que la ley reconoce de las sentencias
firmes o ejecutoriadas, y en virtud del cual no puede volver a discutirse entre las mismas partes una misma materia e
invocando razones análogas, en atención a que ello ha sido resuelto en una sentencia anterior.

La finalidad es evitar nuevas discusiones sobre el mismo asunto, entre las mismas partes y la misma materia.
Este efecto emana exclusivamente de las sentencias definitivas e interlocutorias firmes, tengan el carácter de
condenatorias o absolutorias.

· Titular de la excepción de cosa juzgada:

La persona que puede invocar la excepción, lo dice expresamente la ley (artículo 177, Código de Procedimiento
Civil), corresponde a:

181
- El litigante que haya obtenido en el juicio, el que va a triunfar en sus pretensiones.
- Por todos aquellos que según la ley aproveche el fallo.

De este modo, la excepción de cosa juzgada puede hacerla valer tanto el litigante que gana como el que pierde
en el juicio, en este último caso para evitar una condena más perjudicial.

· Características de la excepción de cosa juzgada:

Esta excepción de cosa juzgada presenta algunas características o particularidades. Estas son las siguientes:

a. Es renunciable: Significa que necesariamente debe ser alegada en un nuevo juicio, en forma oportuna, y si no
se alega se entiende renunciada.
De esto se concluye que el tribunal no puede declararla de oficio, debe ser alegada (artículo 177, Código
de Procedimiento Civil).

b. Es relativa: La cosa juzgada sólo puede beneficiar a los que han intervenido en el pleito o a sus herederos
(artículo 3º, inciso 1º, Código Civil).
La excepción de cosa juzgada podrá ser invocada por alguna de las partes del juicio,
independientemente de la posición que hubieren podido tener en el litigio anterior
Excepcionalmente, hay algunas sentencias que producen efectos generales y absolutos, y por lo tanto,
esos efectos no pueden ser discutidos por nadie y afectos a todos (producen efectos “erga omnes”). Ejemplo: lo
relativo al estado civil de las personas (declaración de matrimonio nulo, etc.).

c. Es irrevocable: Ello quiere decir que no puede ser alterado lo resuelto por una sentencia judicial una vez firme o
ejecutoriada, por ninguna autoridad del país. Esta es la regla general (artículo 9º, inciso 2º, Código Civil).
Sin embargo, hay casos de excepción donde ciertas sentencias producen cosa juzgada formal, y en ese
caso la sentencia puede ser modificada posteriormente en otro juicio.

d. Es imprescriptible: Lo que significa que no obstante el transcurso del tiempo puede alegarse la excepción de
cosa juzgada en cualquier tiempo. Se puede alegar siempre, basta que se vuelva a plantear un nuevo juicio sin
consideración a plazo.

· Requisitos de procedencia:

Esto se traduce en la llamada “triple identidad” y se requiere que entre el primer juicio que ya fue resuelto y el
nuevo juicio posterior exista esta triple identidad. En otras palabras, se requiere que entre el juicio ya resuelto y aquel
que se pretende iniciar o que ya se promovió, exista la triple identidad que indica el artículo 177 del Código de
Procedimiento Civil.
Esta triple identidad debe ser copulativa, de manera tal que faltando uno de estos requisitos no puede alegarse
en el segundo juicio la excepción de cosa juzgada.
El artículo 177 del Código de Procedimiento Civil se refiere a:

• Identidad legal de personas.


• Identidad de la cosa pedida.
• Identidad de la causa a pedir.

Esta triple identidad se analiza, el juez en el segundo juicio debe analizar la sentencia que fue dictada en el
primer juicio en relación con la nueva demanda que se plantea. Así se desprende del artículo 177.

Art. 177, Código de Procedimiento Civil: “La excepción de cosa juzgada puede alegarse por el litigante que
haya obtenido en el juicio y por todos aquellos a quienes según la ley aprovecha el fallo, siempre que entre la
nueva demanda y la anteriormente resuelta haya:
1. Identidad legal de personas;
2. Identidad de la cosa pedida; y
3. Identidad de la causa de pedir.
“Se entiende por causa de pedir el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio”.

a) Identidad legal de personas (“eadem personae”): Significa que en ambos juicios, tanto el demandante como el
demandado deben ser jurídicamente las mismas personas. Deben figurar en ambos juicios con la misma calidad
jurídica, aunque físicamente sean distintas.
Ejemplo: En un primer juicio aparece como demandante Pedro y demandado Pablo; en el segundo juicio
puede ser demandante Pedro y demandado Diego en representación de Pablo.
Siendo personas físicamente distintas puede generarse la identidad exigida por la ley. Ejemplo: el
heredero y el mandatario o representante.
182
b) Identidad de la cosa pedida (“eadem res”): Se refiere al “objeto del juicio”, o sea, el beneficio jurídico inmediato
que se reclama en el juicio; por lo tanto, tanto en el primer juicio como en el segundo debe existir una identidad
en el objeto jurídico (no material sino jurídico). Ejemplo: se discute la calidad de dueño, mero tenedor o
poseedor.
Este objeto o beneficio jurídico hay que buscarlo en la parte petitoria de la demanda.
Podría ocurrir que tratándose de estos dos juicios distintos puedan reclamarse dos objetos materiales
distintos, pero son los mismos objetos jurídicos. Ejemplo: en un primer juicio el objeto material es una casa, y en
el segundo juicio el objeto material es un automóvil; sobre ambos objetos jurídicos que se reconozca la calidad
de heredero.

c) Identidad de la causa de pedir (“eadem causa petendi”): Para Planiol la causa de pedir “es el hecho jurídico o
material que sirve de fundamento al derecho que se reclama o la excepción que se opone”.
Por otro lado, el artículo 177, inciso final, del Código de Procedimiento Civil señala que “se entiende por
causa de pedir el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio”. Así como la cosa pedida es la cosa
jurídica que se reclama, la causa de pedir es el fundamento legal de esa petición.
Esto responde al porqué se está pidiendo algo en el juicio.
Ejemplo: en un juicio se puede reclamar un objeto determinado porque se adquirió por compraventa: el
fundamento es el contrato de compraventa; se podría plantear en un segundo juicio colocando como
fundamento que se adquirió por causa de muerte: el fundamento en un testamento y el objeto jurídico es que
se reconozca la calidad de heredero. Aquí no se da la triple identidad.

· Forma y oportunidad de hacer valer la excepción de cosa juzgada:

La ley procesal establece distintos medios para hacer valer la excepción y distintas oportunidades dentro del
proceso. Esto se debe a la gravedad que implica la excepción.
Es posible que pueda ser alegada la excepción de cosa juzgada:

- Como excepción perentoria: La cosa juzgada es de naturaleza perentoria (de fondo) y se podría alegar al
contestar la demanda en el segundo juicio.

- Como excepción dilatoria: Por la gravedad que reviste, la ley permite que se alegue con el carácter de “mixta”,
o sea, como dilatoria siendo perentoria. Lo que significa que pueda ser alegada dentro del término del
emplazamiento y antes de que se conteste la demanda. De acogerse el juicio se termina con la dilatoria.

- Como fundamento de un recurso de apelación.

- Como fundamento de un recurso de casación (artículo 768, Código de Procedimiento Civil).

- Como fundamento de un recurso de revisión (artículo 810, nº 4, Código de Procedimiento Civil).

· Paralelo entre la acción y excepción de cosa juzgada:

a) En cuanto a las resoluciones judiciales que produce el efecto:

o La acción nace solamente de sentencias condenatorias.


o La excepción nace tanto de la sentencia condenatoria como de la absolutoria.

b) En cuanto al titular:

o La acción la puede hacer valer aquella persona en cuyo favor se ha declarado un derecho en el juicio.
o La excepción, en cambio, la puede alegar aquel que la ha obtenido en el juicio y por todos aquellos que
según la ley aprovecha el fallo.

c) En cuanto a la forma que se hace valer:

o La acción se hace valer por una demanda por ser una acción.
o La excepción tiene diversas oportunidades para hacerla valer. Ejemplo: a través de las alegaciones,
recursos procesales, etc.

d) En cuanto a la prescripción:

183
o La acción prescribe, de acuerdo con las reglas generales (artículo 2515, Código Civil), en tres años la acción
ejecutiva y en cinco la acción ordinaria.
o La excepción en tanto habida consideración de su naturaleza es imprescriptible.

e) En cuanto a las resoluciones que producen una y otra:

o La acción emana de sentencias definitivas e interlocutorias firmes o ejecutoriadas, así como de aquellas que
causan ejecutoria y que tengan el carácter de condenatoria.
o La excepción, por su lado, sólo proviene de las sentencias definitivas e interlocutorias firmes o
ejecutoriadas, y no aquellas que causen ejecutoria.

C) Otros efectos de las resoluciones judiciales:

Al margen de estos efectos del desasimiento y la autoridad de cosa juzgada, en doctrina se señalan otros
efectos de las resoluciones judiciales. Entre ellos podemos mencionar a la declaración del derecho que hace la
sentencia y el efecto retroactivo que contiene la sentencia declarativa.

1. Declaración del derecho que hace la sentencia (es un presupuesto de la cosa juzgada). Este efecto tiene
importancia en las sentencias declarativas y en las sentencias constitutivas.
En las sentencias declarativas -aquellas que se limitan a reconocer un derecho preestablecido- la
resolución que el fallo contiene en la parte resolutiva, por lo general, produce efectos retroactivos. Estas
sentencias sólo producen efectos respecto de las partes por el efecto relativo de las sentencias judiciales.
En las sentencias constitutivas -aquellas que atribuye a las partes nuevos derechos, o que las habilita
para ejercitar nuevos derechos- la resolución de fallo se proyecta hacia el futuro. Estas sentencias tienen
efectos absolutos.

2. Retroactividad: Esta materia es importante para precisar la época desde la cual los derechos que emanan de la
sentencia declarativa van a producir sus efectos.
Al respecto, hay sentencias cuyos efectos se retrotraen en el tiempo (al pasado) reconociendo un
derecho preexistente al juicio (existencia de una controversia). Este es el caso de las sentencias declarativas,
por regla general.
En tanto que hay otras sentencias que sólo se proyectan en sus efectos para el futuro, es decir, desde
que la sentencia se encuentra firme. En este tipo de sentencias el derecho nace con ella.

184
- INDICE -

PRIMERA UNIDAD: DERECHO PROCESAL ORGANICO ......................................... 1

I. INTRODUCCION ....................................................................................................... 1
1.- Fundamento del Derecho Procesal ......................................................................... 1
2.- Formas de solucionar los litigios ........................................................................... 1
- La Autotutela o Autodefensa ............................................................................. 2
- La Autocomposición .......................................................................................... 2
- La Heterocomposición ....................................................................................... 2
3.- Concepto de Derecho Procesal .............................................................................. 3
4.- Características más importantes del Derecho Procesal .......................................... 4
5.- Fuentes del Derecho Procesal ................................................................................ 5
* Fuentes Directas ................................................................................................... 6
- Las normas constitucionales .............................................................................. 6
- Las leyes procesales ........................................................................................... 8
· Vigencia de la ley procesal ............................................................................. 9
- Los autos acordados ........................................................................................... 12
- Los tratados internacionales .............................................................................. 12
* Fuentes Indirectas ................................................................................................. 13
- Las fuentes históricas ......................................................................................... 13
- El derecho extranjero ......................................................................................... 13
- La jurisprudencia ............................................................................................... 13
- La doctrina ......................................................................................................... 14
- La costumbre ..................................................................................................... 14

II. LA JURISDICCION .................................................................................................. 15


1.- Introducción ........................................................................................................... 15
2.- Acepciones de la palabra Jurisdicción ................................................................... 15
3.- Concepto de Jurisdicción ....................................................................................... 16
* Análisis del concepto de Eduardo Couture ........................................................... 16
4.- La Jurisdicción en nuestro derecho positivo .......................................................... 17
* Aspectos del artículo 1º del Código Orgánico de Tribunales ............................... 18
5.- Características de la Jurisdicción ........................................................................... 21
6.- Los momentos de la Jurisdicción ........................................................................... 24
7.- Límites de la Jurisdicción ...................................................................................... 25
8.- Equivalentes jurisdiccionales ................................................................................. 27
- Transacción ........................................................................................................ 28
- Conciliación ....................................................................................................... 28
- Avenimiento ...................................................................................................... 29
9.- Clasificaciones de Jurisdicción .............................................................................. 30
* Jurisdicción Contenciosa ...................................................................................... 30
* Jurisdicción No Contenciosa o Voluntaria ........................................................... 30
- Diferencias entre la jurisdicción contenciosa y voluntaria ................................ 31

185
* Jurisdicción Conservadora, Disciplinaria y Económica ....................................... 34
- Facultades conservadoras .................................................................................. 34
- Facultades disciplinarias .................................................................................... 36
- Facultades económicas ...................................................................................... 36
* Jurisdicción Etico-Profesional .............................................................................. 37
10.- Órganos que ejercen la Jurisdicción .................................................................... 37
- Tribunales ordinarios ......................................................................................... 37
- Tribunales especiales ......................................................................................... 39
- Tribunales arbitrales .......................................................................................... 39
* Otras clasificaciones de Jurisdicción .................................................................... 40

III. LA COMPETENCIA ................................................................................................ 43


1.- Relación entre la Competencia y la Jurisdicción ................................................... 43
2.- Concepto de Competencia ..................................................................................... 43
3.- Elementos de Competencia .................................................................................... 44
4.- Clasificaciones de Competencia ............................................................................ 45
* Diferencias entre la competencia prorrogada y competencia delegada ................ 46
* Paralelo entre la competencia absoluta y la competencia relativa ........................ 49
* Orden de aplicación de las reglas de competencia ............................................... 51
5.- Principios o reglas generales de competencia ........................................................ 51
* Principio de radicación o fijeza ............................................................................ 52
* Principio de gradualidad ....................................................................................... 54
* Principio de la extensión o alcance ....................................................................... 55
* Principio de la prevención o inexcusabilidad ....................................................... 56
* Principio de la ejecución ....................................................................................... 56
6.- Reglas de la Competencia Absoluta ...................................................................... 58
* Primer factor: La Cuantía ..................................................................................... 59
- ¿Cómo se determina la cuantía del asunto? ....................................................... 60
- Importancia tiene hoy día el factor cuantía ....................................................... 62
- Acreditación en el expediente de la cuantía ...................................................... 62
* Segundo factor: La Materia .................................................................................. 63
- La materia en los asuntos penales ...................................................................... 63
- La materia en los asuntos civiles ....................................................................... 64
* Tercer factor: El Fuero ......................................................................................... 64
- El fuero en materia civil .................................................................................... 64
- El Fuero en materia penal .................................................................................. 66
7.- Reglas de la Competencia Relativa ........................................................................ 67
* Reglas de competencia relativa que establece el Código Org. de Tribunales ...... 68
- Reglas de competencia relativa en los asuntos civiles contenciosos ................. 69
- Reglas de competencia relativa en los actos judiciales no contenciosos ........... 70
- Reglas de competencia relativa en materia penal .............................................. 71
· Delitos cometidos dentro del territorio de Chile ............................................ 71
· Delitos cometidos fuera del territorio de Chile .............................................. 73
8.- Reglas de Turno y de Distribución de Causa ......................................................... 73
* Aplicación de las normas de turno o de distribución de causa ............................. 74
186
- Si en el lugar no hay Corte de Apelaciones ....................................................... 74
- Si en el lugar hay Corte de Apelaciones ............................................................ 74
* Excepciones a las reglas de turno y distribución de causas .................................. 75
* Naturaleza jurídica de las reglas de turno y de distribución de causa .................. 76
9.- Prórroga de la Competencia ................................................................................... 77
* Concepto de prórroga de la competencia ............................................................. 77
* Requisitos de procedencia .................................................................................... 77
* Efectos de la prórroga de competencia ................................................................. 79
* Conflictos de Competencia ................................................................................... 80
- Cuestiones de Competencia ............................................................................... 81
- Contiendas de Competencia .............................................................................. 82

IV. ORGANOS JURISDICCIONALES (TRIBUNALES DE JUSTICIA) ................... 86


1.- Introducción y concepto ........................................................................................ 86
2.- Características de los tribunales de justicia ........................................................... 86
3.- Principios fundamentales de la organización judicial ............................................ 87
* Principio de la Independencia del Poder Judicial ................................................. 87
* Principio de Inamovilidad .................................................................................... 88
* Principio de Responsabilidad ............................................................................... 90
- Responsabilidad Penal ....................................................................................... 91
- Responsabilidad Administrativa ........................................................................ 92
- Responsabilidad Política .................................................................................... 92
- Responsabilidad Civil ........................................................................................ 92
* Principio de Legalidad .......................................................................................... 93
* Principio de Territorialidad .................................................................................. 93
* Principio de Pasividad .......................................................................................... 94
* Principio de Sedentariedad ................................................................................... 95
* Principio de Inavocabilidad .................................................................................. 95
* Principio de Publicidad ......................................................................................... 96
* Principio de Gratuidad .......................................................................................... 97
* Principio de Gradualidad ...................................................................................... 98
4.- Tribunales de Justicia ............................................................................................. 99
* Clasificaciones de los Tribunales de Justicia ....................................................... 100
5.- Tribunales Ordinarios ............................................................................................ 104
A) JUZGADOS DE LETRAS .................................................................................. 104
* Concepto de Juzgados de Letras ........................................................................... 104
* Características de los Juzgados de Letras ............................................................. 105
* Organización de los Juzgados de Letras ............................................................... 105
- Juez de Letras .................................................................................................... 105
- Secretario ........................................................................................................... 106
- Personal de Secretaría del tribunal .................................................................... 106
* Clasificación de los Juzgados de Letras ............................................................... 107
* Competencia de los Juzgados de Letras ............................................................... 107
- Competencia en materia civil contenciosa ........................................................ 108
- Competencia en los asuntos judiciales no contenciosos .................................... 109
187
- Competencia en materia penal ........................................................................... 109
- Competencia especial de los jueces de letras de comunas asiento de Corte ..... 109
B) TRIB. UNIPERSONALES, ACCIDENTALES O DE EXCEPCION ............... 110
* Características de estos tribunales ........................................................................ 110
- Ministro de la Corte de Apelaciones ................................................................. 111
- Presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago .......................................... 112
- Ministro de la Corte Suprema ............................................................................ 112
- Presidente de la Corte Suprema ......................................................................... 113
C) LAS CORTES DE APELACIONES ................................................................... 114
* Concepto de Corte de Apelaciones ....................................................................... 114
* Características de las Cortes de Apelaciones ....................................................... 114
* Organización de las Cortes de Apelaciones ......................................................... 114
- El Presidente ...................................................................................................... 114
- Los Ministros ..................................................................................................... 115
- Los Fiscales Judiciales ....................................................................................... 116
- Los Relatores ..................................................................................................... 116
- El Secretario ...................................................................................................... 117
- El Personal de Secretaría ................................................................................... 117
* Funcionamiento de una Corte de Apelaciones ..................................................... 117
- En forma ordinaria ............................................................................................. 117
- En forma extraordinaria ..................................................................................... 120
* Tramitación de un asunto ante en la Corte de Apelaciones .................................. 120
* Formas de conocer y resolver los asuntos judiciales en las C. de Apelaciones ... 121
- Conocimiento “en cuenta” ................................................................................. 121
- Conocimiento “previa vista de la causa” ........................................................... 121
· Dictación de la resolución en relación y su notificación legal a las partes .... 122
· Inclusión del asunto judicial en Tabla ............................................................ 122
ø Reglas del Código Org. de Tribunales para incluir el asunto en tabla ...... 123
· El Anuncio ...................................................................................................... 124
· La Relación .................................................................................................... 125
· Los Alegatos ................................................................................................... 126
ø Reglas sobre los alegatos que establece la ley ........................................... 126
* Competencia de las Cortes de Apelaciones .......................................................... 128
- Competencia de única instancia de una Corte de Apelaciones ......................... 128
- Competencia de primera instancia de una Corte de Apelaciones ...................... 129
- Competencia de segunda instancia de una Corte de Apelaciones ..................... 130
- Competencia por vía de consulta ....................................................................... 131
* Acuerdos en las Cortes de Apelaciones ................................................................ 131
D) LA CORTE SUPREMA ...................................................................................... 133
* Funciones de la Corte Suprema ............................................................................ 133
* Organización de la Corte Suprema ....................................................................... 134
- El Presidente ...................................................................................................... 134
- Los Ministros ..................................................................................................... 134
- El Fiscal Judicial ................................................................................................ 135

188
- Los Relatores ..................................................................................................... 135
- El Secretario ...................................................................................................... 135
- El Pro-secretario ................................................................................................ 135
- El Personal de Secretaría ................................................................................... 136
* Funcionamiento de la Corte Suprema .................................................................. 136
- Funcionamiento ordinario .................................................................................. 136
- Funcionamiento extraordinario .......................................................................... 137
* Competencia de la Corte Suprema ....................................................................... 138
- Competencia de la Corte Suprema en pleno ...................................................... 138
- Competencia de la Corte Suprema en salas ....................................................... 138
* Tramitación en la Corte Suprema ......................................................................... 139
* Formas de conocer y resolver los asuntos en la Corte Suprema .......................... 139
E) LOS JUZGADOS DE GARANTIA ..................................................................... 140
* Características de los Juzgados de Garantía ......................................................... 141
* Competencia de los Juzgados de Garantía ........................................................... 141
* Estructura jurídica de los Juzgados de Garantía ................................................... 142
F) LOS TRIBUNALES ORALES EN LO PENAL .................................................. 142
* Características de los Tribunales Orales en lo Penal ............................................ 143
* Competencia de los Tribunales Orales en lo Penal .............................................. 143
6.- Tribunales Arbitrales ............................................................................................. 144
* Concepto de Tribunales Arbitrales ....................................................................... 144
* Características de los Tribunales Arbitrales ......................................................... 144
* Fuentes del Arbitraje ............................................................................................ 145
- Voluntad de las partes como fuente de arbitraje ................................................ 146
· El Contrato de Compromiso ........................................................................... 146
· La Cláusula Compromisoria ........................................................................... 147
- La ley como fuente de arbitraje ......................................................................... 148
* Calidad que pueden tener los árbitros ................................................................... 149
- Arbitro de derecho ............................................................................................. 149
- Arbitro arbitrador o “amigable componedor” ................................................... 149
- Arbitro mixto ..................................................................................................... 150
* Constitución del Tribunal Arbitral ....................................................................... 150
- Nombramiento de los árbitros ........................................................................... 150
- Aceptación y juramento del árbitro nombrado .................................................. 153
* Organización de todo Tribunal Arbitral ............................................................... 154
- El Arbitro ........................................................................................................... 154
- El Actuario ......................................................................................................... 154
* Expiración de las funciones del árbitro ................................................................ 155
* Competencia de los tribunales arbitrales .............................................................. 156
- Materias de arbitraje prohibido .......................................................................... 156
- Materias de arbitraje forzoso u obligatorio ........................................................ 157
- Materias de arbitraje voluntario ......................................................................... 158
* Conflictos de arbitraje .......................................................................................... 158
* Arbitros de segunda instancia o “segunda instancia en el juicio arbitral” ............ 158

189
* Pluralidad de árbitros ............................................................................................ 159
7.- Subrogación e Integración de los Tribunales de Justicia ....................................... 162
* Subrogación .......................................................................................................... 162
- Subrogación de los jueces letrados .................................................................... 163
- Subrogación de la Corte de Apelaciones ........................................................... 165
- Subrogación de la Corte Suprema ..................................................................... 165
* Integración ............................................................................................................ 166
- Integración de las Cortes de Apelaciones .......................................................... 166
- Integración de la Corte Suprema ....................................................................... 167
* Abogados Integrantes ........................................................................................... 167
8.- Inhabilidades de los magistrados ........................................................................... 168
* Concepto de Implicancias y Recusaciones ........................................................... 169
* Fundamento de las Implicancias y Recusaciones ................................................. 169
* ¿A quiénes se aplican estas causales? ................................................................... 169
* Diferencias entre las Implicancias y Recusaciones .............................................. 169
* ¿Cómo se hacer valer las Implicancias y Recusaciones? ..................................... 170
* ¿Qué tribunal conoce de estas inhabilidades? ...................................................... 171
- “La recusación amistosa” .................................................................................. 172
9.- Tribunales Especiales ............................................................................................. 172
A) TRIBUNALES DE MENORES .......................................................................... 173
* Competencia de los Tribunales de Menores ......................................................... 173
B) JUZGADOS DE POLICIA LOCAL .................................................................... 174
* Competencia de los Juzgados de Policía Local .................................................... 174
10.- Abogados y auxiliares de la Administración de Justicia ..................................... 175
* Los Abogados ....................................................................................................... 175
- Requisitos para ser abogado .............................................................................. 176
- Los Abogados habilitados para el ejercicio de la profesión .............................. 177
* Auxiliares de la Administración de Justicia ......................................................... 178
- La Fiscalía Judicial ............................................................................................ 178
- Los Defensores Públicos ................................................................................... 179
- Los Relatores ..................................................................................................... 179
- Los Secretarios .................................................................................................. 181
- Los Receptores .................................................................................................. 182
- Los Procuradores del Número ........................................................................... 182
- Los Notarios ...................................................................................................... 182
- Los Conservadores ............................................................................................ 183
- Los Archiveros .................................................................................................. 183
- Los Asistentes Sociales Judiciales ..................................................................... 183
- Los Bibliotecarios Judiciales ............................................................................. 184
- Los Administradores de tribunales con competencia en lo criminal ................. 184

SEGUNDA UNIDAD: DERECHO PROCESAL FUNCIONAL ...................................... 185

I. INTRODUCCION ....................................................................................................... 185


190
1.- El Derecho Procesal Funcional .............................................................................. 185
2.- Estructura del Código de Procedimiento Civil ...................................................... 185
3.- Aplicación de las normas del Código de Proced. Civil en un caso determinado ... 187
4.- Campo de aplicación del Código de Procedimiento Civil ..................................... 188
5.- El Procedimiento .................................................................................................... 188
* Características que presenta en Chile el procedimiento civil ............................... 188
* Clasificación del procedimiento ........................................................................... 189

II. TEORIA GENERAL DEL PROCESO ...................................................................... 192


1.- Introducción ........................................................................................................... 192
2.- La Acción ............................................................................................................... 192
* Naturaleza jurídica de la acción ............................................................................ 193
- La Teoría Privatista, Monista o Clásica de la Acción ....................................... 193
- Las Teorías Dualistas o Modernas de la Acción ............................................... 194
* Elementos de la acción ......................................................................................... 195
* Clasificaciones de la acción .................................................................................. 195
* Importancia de determinar la naturaleza de la acción .......................................... 197
* Acción y pretensión .............................................................................................. 198
* Ejercicio de la acción ............................................................................................ 198
- Requisitos al ejercicio de la acción .................................................................... 199
- Medio a través del cual se ejercita la acción ..................................................... 200
- Oportunidad para ejercitar la acción y las excepciones ..................................... 200
· Situación del artículo 21 del Código de Procedimiento Civil ........................ 200
· Caso de la Jactancia ........................................................................................ 201
· Medidas prejudiciales precautorias ................................................................ 202
· Reserva de acciones en el juicio ejecutivo ..................................................... 202
* La Pluralidad de Acciones .................................................................................... 202
- Casos en que se pueden deducir varias acciones ............................................... 203
3.- La Demanda ........................................................................................................... 204
* Requisitos o formalidades de la demanda ............................................................ 204
* Notificación legal de la demanda y emplazamiento ............................................. 205
* Efectos de la notificación de la demanda ............................................................. 206
- Efectos netamente procesales ............................................................................ 206
· Efectos en relación al tribunal ........................................................................ 206
· Efectos en relación a las partes ...................................................................... 207
- Efectos de naturaleza civil ................................................................................. 207
* Responsabilidades del demandante al deducir la demanda .................................. 208
* Actitudes del demandado después de notificada la demanda ............................... 208
* Extinción de la acción ........................................................................................... 209
4.- La Excepción ......................................................................................................... 209
* Clasificación de las excepciones .......................................................................... 209
* Resolución de las excepciones ............................................................................. 210
5.- El Juicio ................................................................................................................. 211
* Elementos del juicio ............................................................................................. 211
- Requisitos de Existencia .................................................................................... 211
191
- Requisitos de Validez ........................................................................................ 211
* La Relación Procesal ............................................................................................ 212
6.- Exteriorización del Proceso: el expediente ............................................................ 212
- Los escritos ........................................................................................................ 213
- Los documentos ................................................................................................. 214
- Las actuaciones de toda especie ........................................................................ 214
* ¿Cómo se presentan los escritos? ......................................................................... 215
* La división del proceso o del expediente .............................................................. 215
* Mantención y consulta del expediente .................................................................. 217
7.- Los Principios Formativos del Proceso ................................................................. 218
* Principio de oralidad y de escritura ...................................................................... 218
* Principio de mediación y de inmediación ............................................................. 219
* Principio dispositivo e inquisitivo ........................................................................ 219
* Principio de la continuidad y de la concentración ................................................ 220
* Principio de la publicidad y del secreto ................................................................ 220
* Principio de la instancia de parte y del impulso oficial ........................................ 221
* Principio de la bilateralidad y de la unilateralidad ............................................... 221
* Principio de valoración probatoria ....................................................................... 221
* Principio del formalismo y del aformalismo ........................................................ 222
* Principio de la fundabilidad y de la infundabilidad .............................................. 223
* Principio de la preclusión y de la libertad ............................................................ 223
* Principio de la economía procesal ........................................................................ 224
* Principio de la buena fe procesal .......................................................................... 224

III. LAS PARTES O SUJETOS DEL PROCESO .......................................................... 225


1.- Concepto de Parte .................................................................................................. 225
2.- Clasificación de las Partes ..................................................................................... 225
* Partes Directas o Principales ................................................................................ 225
* Partes Indirectas o Terceros .................................................................................. 225
3.- Pluralidad de Partes o “Litis Consortio” ................................................................ 226
* Clasificación de la litis consortio o pluralidad de partes ...................................... 226
* Casos en que tiene lugar la pluralidad de partes o “litis consortio” ..................... 228
* Nombramiento del mandatario o procurador común ............................................ 228
* Excepciones a la constitución de procurador común ............................................ 229
4.- Capacidad de las Partes .......................................................................................... 229
* Capacidad para ser parte en juicio ........................................................................ 230
* Capacidad para comparecer en juicio ................................................................... 230
* Capacidad para pedir en juicio ............................................................................. 230
5.- Las Tercerías .......................................................................................................... 231
* Procedencia e improcedencia de tercerías ............................................................ 231
* Requisitos para la intervención de terceros .......................................................... 232
* Clases de intervención de terceros ........................................................................ 232
- Terceros Coadyuvantes ...................................................................................... 232
- Terceros Excluyentes ......................................................................................... 233
- Terceros Independientes .................................................................................... 234
192
6.- La Comparecencia ante los Tribunales .................................................................. 235
* Normas legales de comparecencia en juicio ......................................................... 236
* Obligaciones de la Ley Nº 18.120 de Comparecencia en Juicio .......................... 236
- Obligación de designar mandatario judicial ...................................................... 236
- Obligación de designar abogado patrocinante ................................................... 239
* El Patrocinio ......................................................................................................... 240
- Extinción del patrocinio ..................................................................................... 241
- Excepciones a la obligación de nombrar patrocinio .......................................... 242
* El Mandato Judicial .............................................................................................. 242
- Diferencias entre el mandato civil y el mandato judicial .................................. 242
- Facultades del mandato judicial ........................................................................ 244
· Facultades Ordinarias ..................................................................................... 245
· Facultades Extraordinarias ............................................................................. 246
ø Situación especial de la facultad de delegar .............................................. 249
- Duración y término del mandato judicial .......................................................... 250
* Paralelo entre mandato judicial y patrocinio ........................................................ 250
* Casos de comparecencia especial ......................................................................... 251
- Agencia Oficiosa ............................................................................................... 251
- Representación de las personas jurídicas ........................................................... 253
- Representación de las personas ausentes ........................................................... 254
* Interrupción de la tramitación del juicio ............................................................... 255

IV. LAS ACTUACIONES JUDICIALES ...................................................................... 257


1.- Introducción ........................................................................................................... 257
2.- Las actuaciones judiciales o actos procesales o actos de procedimiento ............... 258
* Concepto de actos procesales ............................................................................... 258
* Clasificación de las actuaciones judiciales ........................................................... 258
* Requisitos de los actos judiciales ......................................................................... 259
* Forma en que pueden ordenarse o decretarse las actuaciones judiciales ............. 262
3.- Los Exhortos .......................................................................................................... 263
* Concepto ............................................................................................................... 264
* Requisitos para que opere ..................................................................................... 264
* Contenido del exhorto .......................................................................................... 264
* Clasificación de los exhortos ................................................................................ 265
4.- Plazos o términos ................................................................................................... 266
* Clasificaciones de los plazos ................................................................................ 266
5.- La rebeldía ............................................................................................................. 269
* Efectos de la rebeldía ............................................................................................ 270
6.- Las resoluciones judiciales .................................................................................... 270
* Concepto ............................................................................................................... 270
* Finalidades de las resoluciones judiciales ............................................................ 271
* Clasificaciones de las resoluciones judiciales ...................................................... 271
* Importancia de la clasificación del art. 158 del Código de Proced. Civil ............ 272
* Clasificación de las resoluciones .......................................................................... 272
- Decretos, providencias o proveídos ................................................................... 273
193
- Autos .................................................................................................................. 273
- Sentencias interlocutorias .................................................................................. 274
- Sentencias definitivas ........................................................................................ 275
* Otros tipos de sentencias ...................................................................................... 276
- Sentencia de término ......................................................................................... 276
- Sentencia firme o ejecutoriada .......................................................................... 276
- Sentencias que causan ejecutoria ....................................................................... 277
* Requisitos de las resoluciones judiciales .............................................................. 278
- Requisitos de carácter general ........................................................................... 278
- Requisitos especiales ......................................................................................... 278
· Requisitos especiales de los decretos ............................................................. 278
· Requisitos especiales de los autos y sentencias interlocutorias ..................... 279
· Requisitos especiales de las sentencias definitivas ........................................ 279
· Requisitos especiales que debe cumplir la primera resolución que
se dicta en un proceso .................................................................................... 284
7.- Las notificaciones .................................................................................................. 284
* Fundamento de las notificaciones ......................................................................... 284
* Concepto de notificación ...................................................................................... 285
* Concepto amplio de la notificación ...................................................................... 286
* Reglamentación legal de las notificaciones .......................................................... 287
* Requisitos generales ............................................................................................. 287
* Reglas comunes a toda clase de notificaciones .................................................... 287
* Clases de notificación en nuestro sistema procesal .............................................. 288
A) NOTIFICACION PERSONAL ........................................................................... 288
- Forma en que se practica la notificación personal ............................................. 289
- Funcionario competente para practicar la notificación personal ....................... 290
- Lugares, días y horas en que se puede practicar esta notificación .................... 291
- Casos de procedencia de la notificación personal ............................................. 293
NOTIFICACION DEL ARTICULO 44 ................................................................. 294
- Cómo se practica la notificación del artículo 44 ............................................... 296
B) NOTIFICACION POR CEDULA ....................................................................... 297
- Funcionario competente para practicar la notificación por cédula .................... 298
- Días, horas y lugares hábiles para practicar la notificación por cédula ............. 298
- Casos de procedencia de la notificación por cédula .......................................... 299
- Diferencias entre la notificación por cédula y la personal ................................. 299
- Diferencia entre la notificación por cédula y la del artículo 44 ......................... 300
C) NOTIFICACION POR EL ESTADO .................................................................. 300
- Casos de procedencia de la notificación por el estado diario ............................ 301
- Formas como se practica esta notificación ........................................................ 301
· Cómo se confecciona el estado ...................................................................... 301
· Constancia en el proceso ................................................................................ 302
· Formalidades posteriores ................................................................................ 302
D) NOTIFICACION POR AVISOS EN LOS DIARIOS ......................................... 302
- Presupuestos para cumplir esta notificación ...................................................... 303

194
- Forma en que se practica esta notificación ........................................................ 303
E) NOTIFICACION TACITA O PRESUNTA ........................................................ 304
- Los supuestos legales para que opere la notificación tácita .............................. 305
- Notificación tácita en el incidente de nulidad de una notificación .................... 305
F) CASOS DE NOTIFICACIONES ESPECIALES ................................................. 306
8.- Los efectos de las resoluciones judiciales .............................................................. 307
* El Desasimiento del Tribunal ............................................................................... 308
- Requisitos o condiciones para que el desasimiento se produzca ....................... 308
- Excepciones al efecto del desasimiento ............................................................. 308
- Los autos y decretos en relación al desasimiento .............................................. 309
* El Efecto de Cosa Juzgada .................................................................................... 309
- Características de la cosa juzgada ..................................................................... 310
- Fundamento de la cosa juzgada ......................................................................... 310
- Concepto de cosa juzgada .................................................................................. 310
- Clasificación de la cosa juzgada ........................................................................ 311
· Cosa juzgada formal ....................................................................................... 311
· Cosa juzgada material o sustancial ................................................................. 311
- Efectos de la cosa juzgada ................................................................................. 311
· Acción de Cosa Juzgada ................................................................................. 312
ø Titular de la acción de cosa juzgada .......................................................... 312
ø Requisitos de procedencia de la acción de cosa juzgada ........................... 312
ø Procedimiento para hacer efectivo el cumplimiento de una resolución .... 313
· Excepción de Cosa Juzgada ........................................................................... 313
ø Concepto de excepción de cosa juzgada .................................................... 314
ø Titular de la excepción de cosa juzgada .................................................... 314
ø Características de la excepción de cosa juzgada ........................................ 314
ø Requisitos de procedencia ......................................................................... 315
ø Forma y oportunidad de hacer valer la excepción de cosa juzgada ........... 316
· Paralelo entre la acción y excepción de cosa juzgada .................................... 317
* Otros efectos de las resoluciones judiciales ......................................................... 318
- Declaración del derecho .................................................................................... 318
- Retroactividad .................................................................................................... 318

INDICE ............................................................................................................................... 319

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