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Cómo calcular cimentaciones anulares

22 junio, 2016 Cimentaciones, Estructuras curiosas, Geotecnia, Hormigón 18 Comments


Un caso especial que se suele dar con frecuencia en depósitos o torres es que su zapata sea de
forma anular con simetría de revolución.

En este caso, el cálculo de esfuerzos para armar la zapata no es inmediato y no suele venir
recogido en los programas de cálculo convencionales.

En este post os dejamos una metodología para poder obtener los esfuerzos de una zapata anular y
así poder armarla convenientemente.

El primer paso es calcular las propiedades geométricas de la cimentación.


Supongamos que tenemos una zapata anular de radio exterior r2 y de radio interior r1, entonces el
área y momento de inercia de la cimentación vendrá dada por:

Y el radio al centro de gravedad de la zapata, r0, viene dado por:

Y si la zapata tiene un canto C, el momento de inercia a flexión y a torsión de la zapata vendrá


dado por:
El segundo paso es obtener el giro de la zapata debido al Momento que la solicita,
con la expresión:

Donde:

E es el módulo de deformación del hormigón


G es el módulo de elasticidad transversal que podemos tomar:

ν es el módulo de Poisson del hormigón (por lo general 0.2)

Kc es el módulo de balasto de la zapata (por si no sabes cómo calcularlo, lo explicamos en un


post hace poco titulado “Breve resumen del coeficiente de balasto”.
El tercer paso, es comprobar las tensiones bajo la zapata y para eso solo tenemos
que usar la ley de Navier:

Ojo con que no se despegue la zapata ni superemos las tensiones admisibles.

Por último, obtener los esfuerzos para los cuales hay que armar la zapata. Basta con
seguir las siguientes fórmulas:
 Momento para armar a flexión perimetral:

 Momento para armar a torsor:

 Momento para armar a flexión transversal:


El mayor valor de los dos momentos siguientes:
Donde las tensiones son:
 Cortante para armar o comprobar la zapata:

Espero que os pueda ser útil e interesante.

Fuente: JALIL, W.A.: “Calcul des Fondations Annulaires et Circulaires d’ouvrages de Révolution”
Annales de l’Institu Technique du Bâtiment et des Travaux Publics, Junio 1969

Breve resumen del Coeficiente de Balasto


26 octubre, 2015 Cimentaciones, CTE, Edificación, Geotecnia 40 Comments
Uno se cree que un tema está más que trillado, como puede ser el coeficiente de balasto, cuando
todavía me sorprende encontrar proyectos donde está mal aplicado o simplemente no se molestan
en hacerlo correctamente.
Con el fin de dejar mi granito de arena para que el uso de este concepto esté mejor aplicado en los
proyectos, dejo el post de hoy: un pequeño compendio sobre lo que es el Coeficiente de balasto,
cómo se deduce de los ensayos el valor del K30 y cómo manejar ese valor para utilizarlo en
nuestros cálculos estructurales. Además, recopilo varias formulaciones que creo que os pueden ser
interesantes para los que el tema ya lo domináis.
El coeficiente de balasto Ks es un parámetro que se define como la relación entre la presión que
actúa en un punto, p, y el asiento que se produce, y, es decir Ks=p/y. Este parámetro tiene
dimensión de peso específico y, aunque depende de las propiedades del terreno (esto no se le
escapa a nadie) no es una constante del mismo ya que también depende de las dimensiones del
área que carga contra el terreno (esto es lo no toda la gente no tiene tan claro).

Veamos cómo podemos estimar el valor del coeficiente de balasto. Existen dos maneras para
poder realizar dicha estimación:
1. Mediante el Ensayo de Placa de Carga
En España, el ensayo de placa de carga se rige según la normativa del Laboratorio de
Transportes NLT-357/98 (viales) o la UNE 7391:1975 (cimentaciones). En la foto anterior podemos
ver una placa circular que carga al terreno. De la placa salen unos comparadores que nos permiten
medir el asiento que sufre el terreno al cargar la placa.
El cociente de la carga entre el asiento nos proporciona el coeficiente de balasto asociado a las
dimensiones de la placa. Existen varios tipos de placas, las cuadradas de 30×30 cm o las
circulares de 30, 60 o 76,2 cm de diámetro. Por tanto, el coeficiente viene generalmente
respresentado por una K y el correspondiente subíndice que identifica a la placa con la que se
realizó el ensayo.

Lo usual es que los laboratorios proporcionen el coeficiente de balasto de la placa cuadrada de 30


cm de lado, el K30. Existen muchos autores que han proporcionado varios valores del K30 para
diferentes clases de suelos. Os dejo algunas de las tablas más interesantes que conviene tener:
Pero claro, una cosa es tener el coeficiente de balasto de una placa cuadrada de 30 cm de lado y
otra muy distinta es tenerla para el tamaño real cimentación. Aunque sea el mismo terreno, el valor
debe ser corregido por las dimensiones de nuestra cimentación. Para ello, fue Terzaghi (1955)
quien propuso las siguientes formulaciones:
 Para una zapata cuadrada de lado B(m) el coeficiente de balasto valdrá:
 Para suelos cohesivos:
 Para suelos arenosos

 Para suelos de transición (entre arenas y arcillas)

%cohesivo es el porcentaje del suelo que se puede suponer cohesivo y %arenoso el porcentaje que
se supone arenoso. (%cohesivo+%arenoso=100)
 Si lo que tenemos es una losa rectangular de lados B(m) y L(m) (L>B):

2. En función de otras características del terreno.


Estamos hablando de correlaciones del coeficiente de balasto con otros parámetros del terreno
como pueden ser:

 En función del módulo de deformación:


 Fórmula de Vogt:

 Fórmula de Vesic:
 Fórmula de Klepikov:
Siendo A el área de la cimentación y ω un coeficiente de forma que viene dado por:

 Fórmula de la Universidad de Buenos Aires:

 En función de la tensión admisible de la cimentación:


 Fórmula de Bowles:

Siendo FS el factor de seguridad empleado para minorar la tensión admisible (entre 2 y 3)

 En función del CBR:


Se puede usar la siguiente gráfica que relaciona el índice portante de California (CBR) con el
coeficiente de balasto de una placa de 30’’ de diámetro.
 En función de la resistencia a compresión simple qu (suelos cohesivos):

 En función del ensayo SPT:


 En suelos cohesivos:

 En arenas secas:
Y por tanto para una cimentación de BxL:

 En arenas sumergidas Y por tanto para una

cimentación de BxL:
Todo lo anterior queda dicho para el coeficiente de balasto vertical, es decir, el utilizable a
zapatas y losas. Para el caso de pantallas o pilotes se debe considerar el coeficiente de balasto
horizontal. Para ello ya hicimos un post hablando de una forma de estimarlo: “La verdadera
historia del Ábaco de Chadeisson“. Pronto haremos otro post recopilando varias formulaciones
para su estimación.

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