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DERECHO ADMINISTRATIVO I
1.1. El ciudadano.
1.1.1.- Concepto.-
En el Derecho Administrativo tradicionalmente se ha venido utilizando el término
"administrado" para designar al sujeto destinatario del ejercicio de potestades admi-
nistrativas, es decir, a la persona que se sitúa en una relación jurídico administrativa
como contraparte de la Administración Pública, y que suele coincidir con el término de
"particular".
Ahora bien, desde hace algún tiempo, se han efectuado ciertas reservas al término
"administrado", pues según su significado lingüístico parece expresar una simple posi-
ción pasiva del sujeto que soporta la acción de administrar, mientras que la posición
del administrado, desde un punto de vista técnico, no es siempre la de un mero sujeto
pasivo, sino que también puede ser la de un titular de situaciones jurídicas activas -
derechos, acciones,etc. - frente a la Administración Pública. Además, desde un punto
de vista político, esa acepción pasiva del término administrado parece contraria a la
ideología de la participación ciudadana en los asuntos públicos.
El término ciudadano tiene un sentido político netamente emancipador, como sujeto de
derechos frente al Estado.
Sin embargo, en sentido técnico estricto, el status de la ciudadanía se limita a las per-
sonas físicas y, en ocasiones, a los nacionales. Por esta razón, para evitar dejar fuera
de la noción a las personas jurídicas y a los extranjeros, hay que entender la palabra
"ciudadano" en un sentido amplio y, en todo caso, debe señalarse que la propia Cons-
titución -art. 149.1.18ª- utiliza el término "administrado". En definitiva, la utilización del
término "ciudadano" en la LPAC parece responder a una cierta finalidad de "política
legislativa" de estilo1.
1.1.2.- Las situaciones jurídicas de los administrados.
Normalmente, el administrado se encuentra frente a la Administración en dos tipos de
situaciones jurídicas: unas son posiciones de poder -situaciones jurídicas activas- y
otras son posiciones de deber -situaciones jurídicas pasivas-, si bien existen también
situaciones jurídicas mixtas e intermedias.
i.- Situaciones jurídicas activas.- -Los derechos subjetivos.-
El derecho subjetivo es un poder basado en un título jurídico específico que permite a
su titular, en su propio interés, exigir una conducta, positiva o negativa, a un tercero -
en este caso a una Administración Pública-. Dado que se trata de una posición de po-
der dirigida a satisfacer un interés de su propio titular, el derecho subjetivo -a diferen-
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En el articulado de la Ley 39/2015, sólo existe una referencia expresa a los administrados en el art. 101
dedicado a la ejecución forzosa.
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Derecho Administrativo I TEMA 1. La posición jurídica de los ciudadanos.
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Se introdujo esta reforma de la LRBR a través de la Ley Orgánica 14/2003, de 20 de noviembre
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La solicitud podrá presentarse por cualquier medio que permita tener constancia de:
a) La identidad del solicitante.
b) La información que se solicita.
c) Una dirección de contacto, preferentemente electrónica, a efectos de comunicaciones.
d) En su caso, la modalidad que se prefiera para acceder a la información solicitada.
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Artículo 18. Causas de inadmisión.
1. Se inadmitirán a trámite, mediante resolución motivada, las solicitudes:
a) Que se refieran a información que esté en curso de elaboración o de publicación gene-
ral.
b) Referidas a información que tenga carácter auxiliar o de apoyo como la contenida en no-
tas, borradores, opiniones, resúmenes, comunicaciones e informes internos o entre órganos o
entidades administrativas.
c) Relativas a información para cuya divulgación sea necesaria una acción previa de reela-
boración.
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Derecho Administrativo I TEMA 1. La posición jurídica de los ciudadanos.
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Derecho Administrativo I TEMA 1. La posición jurídica de los ciudadanos.
-Régimen de impugnaciones.
Las resoluciones dictadas en materia de acceso a la información pública son recu-
rribles directamente ante la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, sin perjuicio de la
interposición, con carácter potestativo y previo a su impugnación en vía contencioso-
administrativa, de la reclamación ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno u
órgano independiente que determinen las Comunidades Autónomas -art. 20.5 y 24,1 y
disposición adicional cuarta. La reclamación se interpondrá en el plazo de un mes a
contar desde el día siguiente al de la notificación del acto impugnado o desde el día
siguiente a aquel en el que se produzcan los efectos del silencio administrativo. El pla-
zo máximo para resolver y notificar es de tres meses, transcurrido el cual la reclama-
ción se entenderá desestimada (art. 23 y 24 de la Ley).
1.2.2. El derecho a participar en las funciones administrativas.
Configuración y límites.
Son numerosas las llamadas a la participación de los ciudadanos en la vida pública se
recogen en la CE (art. 9.2, 27.5, 48, 51.1, 87.3, 105 a, 129, 131.2), destacando el art.
23.1 (Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directa-
mente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas
por sufragio universal) que eleva la participación a la categoría de derecho fundamen-
tal aunque referida únicamente a la participación política6.
Sin embargo la fundamentación para la participación administrativa sí tiene un fun-
damento general y expreso en el art. 129.1 CE (La ley establecerá las formas de parti-
cipación de los interesados en la Seguridad Social y en la actividad de los organismos
públicos cuya función afecte directamente a la calidad de la vida o al bienestar gene-
ral). Este supuesto, como el resto de los supuestos constitucionales de participación
constituye derechos de configuración legal.
Es por eso que la ley dedica a la participación ciudadana un espacio relevante cuando
están en juego importantes intereses colectivos: Real Decreto Legislativo 7/2015, de
30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabili-
tación Urbana; Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de ac-
ceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de
medio ambiente (incorpora las Directivas 2003/4/CE y 2003/35/CE) o la LRBRL (art.
18.1 y 69 entre otros) que regula con detalle la participación de los vecinos en la ges-
tión municipal sin que ello pueda menoscabar la facultades de decisión que corres-
ponden a los órganos representativos regulados por la Ley.
i.- Las modalidades de participación funcional.
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SSTC 51/1984, 119/1995, 166/2001.
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Dichas iniciativas deberán ir suscritas al menos por el siguiente porcentaje de vecinos del
municipio:
a) Hasta 5.000 habitantes, el 20 por ciento.
b) De 5.001 a 20.000 habitantes, el 15 por ciento.
c) A partir de 20.001 habitantes, el 10 por ciento.
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En ocasiones, cuando las características del servicio lo permiten, las técnicas de parti-
cipación de los usuarios en la prestación de los servicios se articulan con la finalidad
de garantizar su adecuado funcionamiento y su mejora.
En atención al derecho a la calidad de la prestación de los servicios, la Administración
debe implantar modelos de gestión que permitan su mejora continua y la evaluación
de la calidad.
En este sentido existe “Carta de compromisos con la calidad de las administraciones
públicas españolas” aprobada por la Conferencia Sectorial de la Administración Públi-
ca de 2009.
En relación con las denominadas “Cartas de los Servicios”8 como documentos escritos
de acceso público, publicados en el Boletín Oficial correspondiente, que contiene in-
formación relativa a:
-servicios que presta.
- derechos concretos de los ciudadanos y usuarios en relación con los servicios.
-formas de colaboración o participación de los ciudadanos y usuarios.
-disponibilidad de libros de quejas y sugerencias.
-compromisos de calidad. Etc.
Además debe hacerse un seguimiento continuo del grado de cumplimiento de las
mismas.
D.- El derecho a formular quejas y sugerencias.
Vinculado a la calidad de los servicios públicos se regulan en la norma estatal o
en las autonómicas reguladoras de las mismas. Por sugerencia ha de entenderse la
iniciativa que formulan los usuarios para mejorar la calidad de los servicios, mientras
que las quejas son manifestaciones de la insatisfacción de los usuarios por los servi-
cios recibidos por motivos de tardanza, desatenciones o por cualquier otro tipo de ac-
tuación.
1.2.4.- Derecho a la protección de los datos personales
Presupuestos para la aplicación de la LOPDP.-
La LOPDP presenta su base constitucional en el art. 18.4 de la CE que establece
que “La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad per-
sonal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos” que es des-
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En el ámbito de la Administración General del estado se regula a través del Real Decreto
951/2005, de 29 de julio, por el que se establece el marco general para la mejora de la calidad
en la Administración General del Estado.
En Andalucía, DECRETO 317/2003, de 18 de noviembre, por el que se regulan las Cartas de
Servicios, el sistema de evaluación de la calidad de los servicios y se establecen los Premios a
la Calidad de los servicios públicos
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Derecho Administrativo I TEMA 1. La posición jurídica de los ciudadanos.
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Valencia, Cataluña, Baleares, castilla y León y Andalucía (art. 31).
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Suponen el derecho a que las Administraciones Públicas traten los asuntos que les
conciernen a los ciudadanos de manera equitativa e imparcial y por un plazo razona-
ble. En todo caso se trata de un derecho de configuración legal.
1.2.6.- Derecho de petición.
Configuración.- El art. 29 de la Ce establece que todos los españoles tendrán el
derecho de petición individual y colectiva, por escrito, en la forma y con los efectos que
determine la ley. Se trata de un Derecho fundamental y, por tanto, se regula mediante
la Ley Orgánica 4/2001, de 12 de noviembre, reguladora del Derecho de Petición
(LODP) como cauce de expresión en defensa de los intereses legítimos y como parti-
cipación ciudadana en las tareas públicas.
Sujetos del derecho. Aunque la CE reconoce el Derecho a los españoles, el art.
1.1 de la LODP, de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional extiende
el derecho a toda persona natural o jurídica prescindiendo de su nacionalidad.
Objeto de las peticiones (art. 3). Las peticiones podrán versar sobre cualquier
asunto o materia comprendido en el ámbito de competencias del destinatario, con in-
dependencia de que afecten exclusivamente al peticionario o sean de interés colectivo
o general.
No son objeto de este derecho aquellas solicitudes, quejas o sugerencias para cuya
satisfacción el ordenamiento jurídico establezca un procedimiento específico distinto al
regulado en la presente Ley.
Ejercicio del derecho. Se ejerce de manera tanto individual como colectivamente.
Tan sólo se establece la limitación que para los miembros de las Fuerzas o Institutos
armados, o de los Cuerpos sometidos a disciplina militar, se deriva directamente de la
Constitución, y determina que aquéllos solo pueden ejercer el derecho individualmente
y con arreglo a lo dispuesto en su legislación específica.
Las peticiones se formularán por escrito, pudiendo utilizarse cualquier medio, incluso
de carácter electrónico, que permita acreditar su autenticidad, e incluirán necesaria-
mente la identidad del solicitante, la nacionalidad si la tuviere, el lugar o el medio ele-
gido para la práctica de notificaciones, el objeto y el destinatario de la petición.
Tramitación y contestación de las peticiones. Recibido el escrito de petición, la au-
toridad u órgano al que se dirija procederá a comprobar su adecuación a los requisitos
previstos por la presente Ley declarando su inadmisión o tramitarse la petición corres-
pondiente.
Podrá requerirse al peticionario para que subsane la petición antes de decidir la inad-
misibilidad de la misma.
Mediante la cláusula de indemnidad del art. 1.1 se garantiza que del ejercicio de este
derecho no puede derivarse perjuicio alguno para el peticionario.
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