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Los científicos podrían predecir el cambio climático con más exactitud, tras descubrir que

las plantas consumen dióxido de carbono un 25 por ciento más rápido que se creía en un
principio.
El hallazgo realizado por un equipo internacional de investigadores podría ayudar a afinar
los esfuerzos para combatir el cambio climático, precisamente cuando las conversaciones
de Naciones Unidas encuentran problemas para acordar un pacto climático más amplio
que será el centro de una gran reunión en Sudáfrica el próximo diciembre.
Los científicos dicen que el cambio climático causará más sequías e inundaciones
extremas, así como subidas del nivel del mar, y que los estados deben reducir la polución
de carbono a la que culpa de calentar el planeta.
Una ciencia climática mejor y más precisa puede ayudar a cambiar las políticas
energéticas. Lisa Welp-Smith, del Instituto Oceanográfico Scripps, en California, descubrió
con su equipo un nuevo método para medir cuánto CO2 absorben y liberan las plantas. El
equipo utilizó marcadores de isótopos de oxígeno en el CO2 y los datos de más de 30
años de una red global que analiza muestras de aire para medir los cambios en gases de
efecto invernadero, la contaminación y otros factores.
"Lo que esto significa es que las plantas trabajan más deprisa de lo que pensábamos",
indicó a Reuters en Australia Colin Allison, químico atmosférico y uno de los autores del
estudio. El estudio se publicará el jueves en la revista Nature. CICLO DEL CARBONO Las
plantas juegan un papel crucial en el ciclo global del carbono, en el que el dióxido de
carbono es reciclado y reutilizado continuamente por plantas y animales, océanos y tierra.
La contaminación con carbono procedente de combustibles fósiles y de la quema de
árboles añade CO2 a la atmósfera, alterando el equilibrio que mantiene la temperatura del
planeta. Los hallazgos del equipo indican que las plantas absorben de 16 a 19 veces las
emisiones totales de CO2 de la humanidad, subrayando el poderoso papel que pueden
jugar en la regulación del clima. Welp-Smith y Allison indicaron que es demasiado pronto
para decir cómo podría afectar el descubrimiento a las previsiones de cambio climático,
realizadas con modelos informáticos en superordenadores que predicen cómo cambiará
el clima. "Si tenemos razón, y el GPP necesita revisarse al alza en torno a un 25 por
ciento, significa que nuestra comprensión fundamental sobre cómo funcionan las plantas
terrestres a escala planetaria es poco fluida", explicó Welp-Smith en un correo electrónico,
refiriéndose a las siglas en inglés de "producción primaria bruta", una medida de la
fotosíntesis.
Sin embargo, advirtió que eso no significa que las plantas estén retirando más carbono.
"Significa que hay más CO2 pasando a través de las plantas, no que se quede allí más
tiempo", agregó. Allison, miembro de la Organización australiana de Investigación
Científica e Industrial de la Commonwealth en Melbourne, dijo que el estudio ofrece una
estimación mejor de lo que realmente está pasando con la atmósfera.
"Aún es demasiado pronto para decir cuál será el impacto final de esto sobre las
estimaciones del cambio climático futuro. Pero controlarlo supone que a partir de ahora
tendremos unos límites mejores mejores que podrían modificar nuestra comprensión de
cuáles podrían ser esos impactos futuros", apuntó.
Listado de árboles
Los árboles son capaces de absorber una gran cantidad de CO2 a lo largo de su vida,
pero no todos los árboles poseen el mismo potencial de absorción. La especie, el tamaño
o su distribución en el bosque junto con otras especies, son factores que hacen que varíe
su capacidad de absorción de CO2. Los árboles que se plantan en el proyecto
Arboliza son siempre especies autóctonas, donde tratamos de priorizar aquellos árboles
que, según algunos estudios, son capaces de fijar más CO2 que otros.

A continuación te dejamos el listado de árboles por orden de absorción de CO2[1]

1. Pinus halepensis (Pino carrasco)


2. Pinus pinea (Pino piñonero)
3. Melia azederach (Melia)
4. Quercus ilex (Encina)
5. Quercus suber (Alcornoque)
6. Gleditsia triacanthos (Acacia de tres espinas)
7. Jacaranda ovalifolia (Jacaranda)
8. Ulmus minor (Olmo)
9. Brachychiton populneum (Braquiquito blanco)
10. Citrus aurantium (Naranjo)
11. Olea europae (Olivo)
12. Populus alba (Alamo)
13. Platanus x hispanica (Platano)
14. Cupresus sempervirens (Ciprés)
15. Laurus noviles (Laurel)
16. Cercis siliquastrum (Arbol del amor)
17. Prunus cerasifera (Ciruelo japonés)
18. Catalpa bignonoides (Catalpa)

Que unos árboles fijen más CO2 que otros no es el único factor a tener en cuenta a la
hora de plantar un árbol, ya que la multiplicidad de especies en nuestros bosques es
beneficiosa para todos en términos de biodiversidad y como parte del ciclo de vida de
otras especies arbóreas y animales. Anímate a participar en nuestro
proyecto plantando alguno de estos árboles.

Potus

Esta planta es de las más comunes en oficinas y hogares. Es originaria del sudeste
asiático (Malasia o Indonesia) y de Nueva Guinea, pero se adapta muy bien a cualquier
entorno gracias a su resistencia y a que no requiere grandes cuidados. Puede sobrevivir
en entornos de entre 17 y 30º de temperatura y sólo debe regarse cuando se nota la tierra
seca.

El potus, pese a ser tóxica para perros y gatos, es muy eficaz contra partículas como el
formaldehido, el xileno y el benceno, evitando irritaciones en los ojos, nariz garganta y
piel. La exposición prolongada al xileno y al benceno, por ejemplo, pueden ocasionar
dolores de cabeza, pérdida de apetito y somnolencia
“Cuna De Moises”
La NASA también colocó en su lista las plantas con flores del género Spathiphyllum. Son
plantas muy longevas, originarias de México, América tropical, Malasia y el oeste del
Pacífico, que se encuentran habitualmente alrededor de ríos y arroyos.
Estas plantas pueden crecer en ambientes con una temperatura superior a los 18º y sólo
debe evitar ser puesta en corrientes aéreas. Necesitan más cuidados que los potrus,
sobretodo en verano, ya que necesitan ser más regadas y apartadas de la luz solar
directa. Las plantas del género Spathiphyllum, sin embargo, pueden absorber los cinco
contaminantes en el aire analizados por el informe de Wolverton (Formaldehído, benceno
y xileno, monóxido de carbono y tricloroetileno)

Planta Sanseviera

La espada de San Jorge o lengua de suegra es de origen sudafricano y le encanta el


pleno sol. Requiere muy pocos riegos, siendo el exceso de agua su peor enemigo.

Sus tallos verticales la hacen ideal para interiores poco espaciosos, aunque si se cultiva
en exteriores puede aguantar temperaturas muy altas (hasta 40º) y muy bajas (-5º). Esta
planta es ideal para eliminar benceno, xileno y tolueno, tricloroetileno y formaldehído.

Sustancia
química Origen Efectos

Formaldehído Aglomerado o productos de madera Irritan los ojos, la nariz y la


prensada, alfombras, productos garganta. Pueden provocar dolores
hidrófugos, productos ignífugos, gas de cabeza y dermatitis alérgica
natural, keroseno, humo de tabaco

Benceno, Tintas, aceites, pinturas, plásticos, Irritan los ojos y la piel. La


Xileno goma exposición prolongada puede
ocasionar dolores de cabeza,
pérdida de apetito y somnolencia

Monóxido de Combustión de motores de Se combina con la hemoglobina de


carbono vehículos, combustión de leña y la sangre impidiendo su
gas, humo de tabaco. funcionamiento.

Tricloroetileno Líquidos para limpieza en seco, Se consideran agentes


tintas de impresión, pinturas, cancerígenos
barnices, adhesivos.

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