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Unidad 4

Clasificación
de las
Constituciones

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OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Al concluir esta parte del curso, el estudiante:

Identificará y explicará las diversas clasificaciones de las constituciones y las


características particulares de cada una.

Introducción

Decía el Maestro Jorge Carpizo que antes de ahondar en el estudio de la


clasificación de las constituciones, debemos conocer que existen dos ópticas para
acercarnos a este problema: la tradicional, que consiste en tratar de resaltar la o
las características más relevantes de la constitución escrita o codificada; es decir,
circunscribir el análisis a lo que expresa la constitución escrita. De acuerdo con los
diversos autores, éstas características o el énfasis puesto en ellas, cambian y no
son las mismas.

La segunda óptica es la ontológica, que fue empleada por Loewenstein, y que


consiste en hacer una comparación entre la constitución escrita o codificada y la
realidad en que se aplica.

¿Por qué este empeño en clasificar las constituciones? Primero, porque la


clasificación es útil al derecho comparado y sirve para comprender, a primera
vista, las notas sobresalientes del sistema político de un país; segundo, porque
tiene una importancia política que nos lleva de la mano a plantearnos el problema
de qué tipo de constitución es la mejor. Desde este punto de vista, la primera
clasificación de las constituciones –identificando aquí, aunque no es correcto,
constitución con gobierno-, la realizó Aristóteles; y tercero, porque tiene un valor
didáctico, ya que es una forma de poder conocer, con un método, una diversidad
de constituciones.

Tres aspectos han servido para clasificar las constituciones:

 Atendiendo a su estructura,
 Según el procedimiento de modificación o sustitución y
 Teniendo en cuenta su efectividad.

1. Según su formación jurídica

a) Codificadas

Es el texto legal en el que se plasman los principios fundamentales sobre los que
descansa la organización del estado, los límites y las facultades del Estado, así
como deberes y derechos de los individuos. Es el texto específico que contiene la
totalidad o casi la totalidad de las normas básicas, y que debe ser respetado por
cualquier otra norma de rango inferior.

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 Ventajas de la Constitución apuntada

Respecto a esta clasificación, considera Esmein que es preferible una


Constitución escrita a otra no escrita o consuetudinaria, debido a que una
Constitución escrita permite una mayor certidumbre jurídica y concede ventajas de
técnica jurídica, ya que se conoce con mayor precisión qué normas son
constitucionales y cuáles no lo son, otorga ventajas, debido a que es sencillo
ubicar la jerarquía y la unidad del sistema en ese tipo de régimen y
automáticamente se coloca en la cúspide de ese régimen jurídico el documento
madre y, a partir de este, emanarán las demás instituciones.

A partir del pensamiento de Esmein se concluyen tres ventajas de las


constituciones escritas:

La superioridad de la ley escrita sobre la costumbre, lo cual se había reconocido a


finales del siglo XVIII, ya que desde entonces existía la necesidad de llevar a un
rango superior las reglas constitucionales.

También desde el siglo XVIII es importante el reconocimiento del pacto social que
implica una Constitución dictada por la soberanía nacional, lo cual es interesante
desde la óptica de la legitimación de los principios jurídicos que emanan de la
soberanía nacional.

En una Constitución escrita hay claridad y precisión en cuanto al contenido y esto


elimina confusiones, y en una Constitución no escrita, la ambigüedad suele ser un
riesgo.

b) Dispersas

Este tipo de clasificación es conocido también como Constitución consuetudinaria,


en el cual no existe un texto específico que contenga la totalidad, o casi la
totalidad de las normas básicas, sino que estas están contenidas a lo largo de
diversas leyes, cuerpos legales y usos repetidos. Un ejemplo sería la Constitución
no escrita de Inglaterra cuyas fuentes de derecho las podemos encontrar en los
grandes textos históricos como la Carta Magna (1215), la Petición de Derechos
(1628), el Habeas Corpus (1679), el Bill of Rights (1689) y el Acta de
Establecimiento (1701).

2. Según su reformabilidad

James Bryce encontró que se solía clasificar a las constituciones en escritas o


estatutarias y en no escritas o consuetudinarias. El calificó a esta clasificación de
anticuada, de torpemente expresada y de que se prestaba a confusiones, porque
junto a toda constitución escrita existen costumbres y decisiones judiciales que la
completan, la amplían o la modifican y, a su vez, en las denominadas
constituciones no escritas, se encuentran estatutos y leyes constitucionales.

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En consecuencia, Bryce se dio a la tarea de tratar de encontrar un criterio certero
para clasificar las constituciones, y se percató de que las constituciones modernas
contienen el principio de que las normas constitucionales poseen una jerarquía
superior a las leyes secundarias y, por tanto, no son reformables por el poder
legislativo sino sólo por un órgano y un procedimiento especiales. En cambio,
existen otras constituciones para cuya reforma se sigue el mismo procedimiento
que para cualquier norma ordinaria. Este autor afirmó que estuvo buscando
denominaciones para distinguir estas diferentes clases de constitución. A las del
primer tipo pensó en llamarlas cambiantes y fluidas, y a las del segundo, estáticas,
sólidas o cristalizadas; pero, aunque no fuera perfecto, prefirió denominar flexibles
a las del tipo más antiguo, las que poseen elasticidad y se adaptan y alteran sin
perder sus notas más importantes, y rígidas a aquellas cuya estructura es dura y
fija.

Bryce indicó que en Europa, en aquel entonces, todas las constituciones eran
rígidas con la excepción de las del Reino Unido, Hungría e Italia. Sin embargo,
Bryce mismo se dio cuenta de que su clasificación no establecía una línea precisa,
sino que era solo un criterio que podía auxiliar para poder clasificar las
constituciones. Así, señaló que mientras desde la perspectiva jurídica, de iure, a la
Constitución de la República de África del Sur (Transvaal) se le podía tener por
rígida, desde la perspectiva de facto siempre se le había considerado como
flexible.

En cambio, la constitución inglesa, flexible en cuanto se modifica igual que


cualquier norma ordinaria, contiene primordialmente las mismas características en
cuanto a su sistema de gobierno desde 1689 y 1701, e indicó que las reformas
más importantes efectuadas a partir de ese último año sólo se lograron después
de largas y difíciles controversias.

Las primeras constituciones rígidas fueron las cartas reales de las colonias
británicas en América del Norte, en el siglo XVII, ya que esas cartas eran
inmodificables por las legislaturas coloniales; en esta forma se precisó que existía
un instrumento superior a esas legislaturas. El mérito de Bryce, y lo que subsiste
de su pensamiento en este aspecto, reside en haberse percatado de que su
clasificación no era rígida, no consistía en una regla matemática, sino que era sólo
un instrumento que podía ayudar para el conocimiento de diversas constituciones.

a) Constituciones rígidas o pétreas

Como ya vimos, las constituciones rígidas son aquellas que requieren de un


procedimiento especial y complejo para su reformabilidad; es decir, los
procedimientos para la creación, reforma o adición de las leyes constitucionales es
distinto y más complejo que los procedimientos de las leyes ordinarias.

En la práctica, las constituciones escritas son también constituciones rígidas; es


decir, cuando en un Estado encontramos que existe Constitución escrita,

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descubrimos que esta tiene un procedimiento más complejo de reforma o adición
que el procedimiento para la creación, reforma o adición de una ley ordinaria.

La principal critica formulada a las constituciones rígidas por la teoría tradicional es


la dificultad que presentan para elevar a la categoría constitucional nuevos
principios o reformar los existentes; sin embargo, el argumento pierde su fuerza
primitiva porque dentro de los ordenamientos jurídicos actuales no hay
constituciones absolutamente rígidas, directa o indirectamente, ofrecen
oportunidades de renovación y adaptación. Este es el caso de la Constitución
mexicana, que no obstante ser rígida por prever en el artículo 135 que para su
reforma se requiere un proceso más complicado que el del artículo 72 para leyes
ordinarias, ha sido reformada en multitud de ocasiones.

b) Constituciones semirrígidas

Son aquellas que prohíben la reforma de una o varias de sus cláusulas. El


procedimiento para reformarlas se sitúa en la zona intermedia de la ley común y la
rigidez de la Constitución en cuanto a los requisitos previstos de quórum, trámites
especiales, ratificación por referéndum y otros previstos a ese efecto.

c) Constituciones flexibles

Constituciones flexibles son aquellas que para su modificación y sustitución siguen


un proceso común, análogo al de las normas ordinarias. En Inglaterra, por ejemplo
tanto las normas constitucionales como las legales tienen idéntico proceso de
creación, modificación y cambio y los poderes competentes para tales fines son
también iguales.

La crítica efectuada a estas constituciones es contraria a la formulada contra las


constituciones rígidas. Se ha dicho que una norma constitucional flexible abre el
camino a la práctica de llevar cualquier postulado al plano constitucional sin haber
pasado por un previo período de madurez y reformar o sustituir de manera sencilla
los existentes colocando, de esta manera, los preceptos fundamentales rectores
del Estado, que requieren un período de prueba, al ritmo de la opinión variable.

3. Según su origen

a) Otorgadas

Las constituciones otorgadas se dice que corresponden tradicionalmente a un


Estado monárquico, donde el propio soberano es quien precisamente las otorga;
es decir, son aquellas en las cuales el monarca, en su carácter de titular de la
soberanía, las otorga al pueblo. En este caso, se parte de las siguientes premisas:

 Desde la perspectiva del monarca, es él quien la otorga, por ser el


depositario de la soberanía.

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 Es una relación entre el titular de la soberanía –monarca— y el pueblo,
quien simplemente es receptor de lo que indique el monarca.
 Se trata de una Constitución en la cual se reconocen los derechos para sus
súbditos.

b) Impuestas

Hay constituciones que son impuestas por el Parlamento al monarca, refiriéndose


al Parlamento en sentido amplio, con lo que se alude a la representación de las
fuerzas políticas de la sociedad de un Estado, de los grupos reales de poder en un
Estado que se configuran en un órgano denominado Parlamento. En este tipo de
Constitución, es la representación de la sociedad la que le impone una serie de
notas, determinaciones o de cartas políticas al rey, y éste las tiene que aceptar.
Por lo tanto, existe en el caso de las constituciones impuestas, una participación
activa de la representación de la sociedad en las decisiones políticas
fundamentales.

c) Pactadas

En las constituciones pactadas la primera idea que se tiene es el consenso. Nadie


las otorga en forma unilateral, ni tampoco las impone debido a que si son
impuestas y no se pactan carecerían de un marco de legitimidad. Estas
constituciones son multilaterales, ya que todo lo que se pacte implica la voluntad
de dos o más agentes; por lo tanto, son contractuales y se dice que parten de la
teoría del pacto social. Así, se puede pactar entre comarcas, entre provincias,
entre fracciones revolucionarias, etc.

Las constituciones pactadas o contractuales implican:

 Una mayor evolución política que en aquellas que son impuestas u


otorgadas
 En las pactadas hay, una fuerte influencia de la teoría del pacto social
 En aquellas que son pactadas este pacto o consenso se puede dar entre
diversos agentes políticos todos aquellos grupos de poder real que estén
reconocidos por el Estado.
 Así, aún tratándose de una monarquía, cuando se pacta los gobernados
dejan de ser súbditos y se consagran como un pueblo soberano.

d) Por voluntad de la soberanía popular

Son aquellas cuyo origen es directamente la sociedad, la cual por lo general se


manifiesta a través de una asamblea. Por lo tanto, no es que la sociedad pacte
con los detentadores del poder público, sino que la propia Constitución surge de la
fuerza social.

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4. Según su efectividad

a) Dogmáticas: Las constituciones dogmáticas contienen normas abstractas y


organizan instituciones generales. Los primeros estatutos constitucionales fueron
de tipo dogmático, tomaron al hombre teórico e independiente del mundo real y le
adjudicaron muchos derechos rodeados de principios apriorísticos.

b) Orgánicas: Las constituciones orgánicas recogen al hombre en una


determinada realidad, le brindan derechos concretos, vinculados a prescripciones
prácticas. Plantean reglas positivas y modelan instituciones concretas.

5. Clasificaciones de Karl Loewenstein

Karl Loewenstein criticó las clasificaciones “tradicionales” o “anticuadas y se refirió


específicamente a las más conocidas: escritas y no escritas, rígidas y flexibles,
monárquicas y republicanas, parlamentarias y presidenciales, de sistema
unicameral y bicameral, unitarias y federales.

Loewenstein, después de haber descartado los criterios anteriores, se abocó a la


tarea de presentar nuevos criterios “más orientados a la sustancia y a la esencia
de la Constitución”, y así nos habló de:

 Constituciones originarias y derivadas, y


 Constituciones ideológico-programáticas y utilitarias

a) Constitución originaria: es aquella que crea un nuevo principio funcional para


el proceso del poder político y para la formación de la voluntad estatal; es decir, es
originaria en cuanto no sigue principios funcionales asentados o construidos por
otras leyes fundamentales. Como ejemplos señaló el parlamentarismo británico, el
presidencialismo norteamericano y las constituciones soviéticas.

b) Constitución derivada: es aquella que adapta a su realidad y a sus


necesidades los principios funcionales de una constitución originaria; es decir, que
introduce, con sus propias peculiaridades, los principios del proceso del poder
político y para la formación de la voluntad estatal contenidos en otra constitución a
su normatividad constitucional.

El propio Loewenstein escribió que la decisión sobre si una constitución es


originaria o una simple copia, a menudo implica un juicio de valor subjetivo, y en
ello tiene toda la razón, porque no siempre es fácil precisar hasta dónde una
constitución es original y hasta dónde no. Así, hay constituciones que
calificaríamos como derivadas si únicamente nos atuviéramos a los principios del
proceso del poder político y para la formación de la voluntad estatal. Pero que,
desde otros ángulos, podrían ser originarias como en el caso de la mexicana de
1917 con su declaración de derechos sociales.

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c) Ideológico-programáticas y utilitarias: Esta clasificación responde al criterio
de si la constitución tiene un programa ideológico y si está cargada
ideológicamente, o si solo presenta un cuadro utilitario con la finalidad de regular
el mecanismo del proceso gubernamental.

Como ejemplos de constituciones utilitarias señaló la Constitución Federal


Alemana de 1871 y la francesa de 1875. Entre las ideológicas enumeró a la
mexicana de 1917 y a ley fundamental de Bonn de 1949.

El propio Loewenstein aceptó que las clasificaciones que había propuesto tenían
el mismo defecto del que adolecen las clasificaciones tradicionales, ya que no
toman en cuenta la transformación que ha sufrido la constitución escrita en la
realidad sociopolítica, al no lograr en muchas ocasiones su finalidad:
institucionalizar la distribución del ejercicio del poder político, siendo la constitución
escrita frecuentemente un cómodo disfraz de la concentración del poder en unas
solas manos.

Por lo anterior, Loewenstein se preocupó por encontrar una nueva clasificación, y


este análisis, que denominó ontológico, consiste en estudiar y contrastar el
contenido de la constitución escrita con la realidad constitucional, o sea con la
realidad del proceso del poder. Esta clasificación parte de la tesis de que una
constitución escrita no funciona por sí misma,

Sino que será lo que los gobernantes y gobernados hacen de ella en la práctica. Y
conforme al criterio ontológico que apuntó, clasificó a las constituciones en
normativas, nominales y semánticas.

d) Constitución normativa: es aquella en la que la realidad del proceso político


se realiza de acuerdo con lo señalado en la norma constitucional; existe
adecuación entre realidad y norma. Como ejemplo, destacó a la Gran Bretaña,
Suecia, Estados Unidos e Italia.

e) Constitución nominal: es aquella en donde no existe una concordancia


absoluta entre la realidad del proceso político y las normas constitucionales, a
causa de una serie de factores de índole social y económica, como la falta de
educación en general, la inexistencia de una clase media independiente; sin
embargo, hay la esperanza de que esa concordancia se pueda dar tarde o
temprano, debido a la buena voluntad de los detentadores y de los destinatarios
del poder. La constitución nominal tiene una función educativa y su meta es la de
convertirse en una constitución normativa. Como ejemplos, destacó a México,
Argentina, Uruguay y Costa Rica.

f) Constitución semántica: es aquella en la que el proceso del poder está


congelado en beneficio de quienes efectivamente detentan el poder. Es decir, no
hay concordancia entre la realidad y la norma escrita, y si no existiese ninguna
constitución escrita, el proceso real no sería muy diferente al que acontece. En
estos casos, la constitución más bien sirve para estabilizar y eternizar a los
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detentadores del poder que como un instrumento para limitar al propio poder.
Como ejemplos destacó casi a todos los estados islámicos.

Loewenstein insitió en que para conocer si una constitución es normativa, nominal


o semántica, no nos podemos conformar con analizar la constitución escrita, es
preciso conocer la realidad el proceso del poder, ya que las constituciones
nominales y semánticas presumen de ser normativas. Este distinguido autor indicó
que su clasificación ontológica era un primer intento que tendría que ser matizado
y precisado, pero que tenía el mérito de haber quebrado los criterios tradicionales,
faltos de sentido realista y apartados de las experiencias constitucionales actuales.

6. Propuesta de clasificación de Jorge Carpizo McGregor

Este autor establece que para conocer el sistema constitucional o constitución en


sentido estricto de un país, hay tres preguntas fundamentales:

 Cómo están establecidos y cómo operan en la realidad las garantías o


derechos individuales
 Que mínimos económicos y sociales se les aseguran a los individuos y
cómo operan en la realidad
 Cuál es la estructura del sistema político; esto es, cuál es la realidad del
principio de separación de poderes y el régimen de partidos políticos

A partir de estos conceptos clasifica las constituciones en:

a) Democráticas: Aquellas que realmente aseguran ampliamente al individuo sus


garantías individuales, le garantizan un mínimo digno de seguridad económica y
no concentran el poder en una persona o grupo.

Como ejemplos señala a Gran Bretaña, Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda,


Bélgica y Suiza.

b) Cuasi-democráticas: Son aquellas en las que el individuo tiene


constitucionalmente aseguradas toda una serie de garantías individuales y un
digno mínimo económico, pero en la realidad, estos postulados, aunque no son
simple letra sin contenido, no se cumplen bien. El respeto hacia la persona
humana es incompleto. Son países cuya estabilidad política no es muy firme, la
situación económica no es muy próspera y las desigualdades sociales y
económicas son fuertes.

Como ejemplos menciona a México, la India y Tanzania.

c) De democracia popular: Se configuran primordialmente en los países


socialistas donde el énfasis no se encuentra puesto en la garantía de los derechos
humanos, sino en el aseguramiento del mínimo económico digno. La persona
humana tiene un valor diferente al que se le da en las constituciones

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democráticas, ya que la persona realmente se encuentra subordinada a los fines
del estado. Una característica suya es que generalmente sólo existe un partido
político, y en los países donde se admite más de un partido, los otros no tienen
ninguna posibilidad de alcanzar el poder.

Como ejemplos menciona a Hungría, Checoeslovaquia, China, Albania, Bulgaria y


Rumania. Seguramente la situación ha cambiado con la ciada del bloque soviético.

d) No democráticas: Son aquellas en las que no se aseguran los derechos


humanos ni los mínimos económicos, y el principio de separación de poderes y el
del sistema de partidos políticos se resume en la voluntad de quien detenta el
poder. Son sistemas en los cuales la concepción democrática de la vida no opera.
La voluntad de una o de varias personas determina la voluntad política del país.

Es el caso de los regímenes dictatoriales.

6. Comentario final

Toda esta doctrina es propuesta desde un punto de vista puramente político y


jurídico, descartando el movimiento clasista histórico; la especulación político-
jurídica independiente de las relaciones de clases se convierte en discusión sin
contenido real.

Al enfocar todo el conjunto doctrinal con el método materialista dialéctico


encontraremos su inutilidad; las constituciones, se llamen flexibles o rígidas,
legisladas o consuetudinarias, llegan hasta el momento en que el interés de la
clase dominante lo juzgue conveniente; surgirán, entonces, la invención de los
canales jurídicos, los sentidos renovados y los mecanismos requeridos para las
nuevas circunstancias.

ENLACES

Carpizo, Jorge, La democracia y la clasificación de las constituciones. Una


propuesta, Anuario Jurídico IX. II Congreso Iberoamericano de Derecho
Constitucional (pág. 351), [En línea], 1ª Edición, México, UNAM IIJ, 1982, [Citado
25-11-2012], Formato pdf, Disponible en
biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/805/24.pdf

Carbonell, Miguel, Constitución, Reforma Constitucional y Fuentes del Derecho de


México. Capítulo Octavo: La Constitución Mexicana y su normatividad. [En línea],
1ª Edición, México, UNAM IIJ, 1998, [Citado 25-11-2012], Formato pdf, Disponible
en
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/4/1657/10.pdf, ISBN 968-36-6831-3

Sobre la clasificación de las constituciones. Síntesis de la Conferencia


pronunciada en el Colegio de Abogados de La Libertad el 2 de septiembre de

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1977 dentro del foro “Bases para la reforma de la Constitución”, y reseñada en el
diario “La Industria” del 3 de septiembre de 1977, [En línea], [Citado 25-11-2012],
Formato pdf, Disponible en
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2188/12.pdf

Esquema de clasificación de las constituciones, [En línea], Chile, Pontificia


Universidad Católica de Valparaiso, [Citado 25-11-2012], Formato pdf, Disponible
en
http://www.educarchile.cl/Userfiles/P0001/File/esquema%20clasi%20const.
pdf

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

Instrucciones: Elija falso (F) o verdadero (V)

1. Atendiendo a su formación jurídica, las constituciones se clasifican en


codificadas y dispersas o consuetudinarias (F) (V)

2. Constitución rígida o pétrea es aquella que plasma por escrito los principios
fundamentales sobre los que descansa la organización del estado, los
límites y las facultades del Estado, así como deberes y derechos de los
individuos (F) (V)

3. Constitución dispersa o consuetudinaria es aquella que no existe en un


texto específico que contenga las normas básicas, sino que estas están
contenidas a lo largo de diversas leyes, cuerpos legales y usos repetidos.
(F) (V)

4. Atendiendo a su origen, las constituciones se clasifican en rígidas o


pétreas, semirígidas y flexibles (F) (V)

5. Constitución codificada es aquella que requiere de un procedimiento


especial y complejo para su reformabilidad. (F) (V)

6. Constitución flexible es aquella que para su modificación y sustitución


sigue un proceso común, análogo al de las normas ordinarias (F) (V)

7. Atendiendo a su reformabilidad las constituciones se clasifican en


otorgadas, impuestas, pactadas y por voluntad de la soberanía popular.
(F) (V)

8. Constitución impuesta es aquella en la que es la representación de la


sociedad la que le impone una serie de notas, determinaciones o de cartas
políticas al rey, y éste las tiene que aceptar. (F) (V)

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9. Constituciones otorgadas son aquellas que parten de la teoría del pacto
social. (F) (V)

10. Constituciones por voluntad de la soberanía popular son aquellas cuyo


origen es directamente la sociedad, la cual por lo general se manifiesta a
través de una asamblea. (F) (V)

11. Atendiendo a su efectividad, las constituciones se clasifican en dogmáticas


y orgánicas. (F) (V)

12. Constituciones orgánicas son aquellas que contienen normas abstractas y


organizan instituciones generales. (F) (V)

13. Constituciones dogmáticas son aquellas que plantean reglas positivas y


modelan instituciones concretas. (F) (V)

14. Karl Loewenstein clasifica las constituciones en normativas, nominales y


semánticas. (F) (V)

15. Constitución normativa es aquella que introduce los principios del proceso
del poder político y para la formación de la voluntad estatal contenidos en
otra constitución, a su normatividad constitucional. (F) (V)

16. Constitución nominal en donde no existe una concordancia absoluta entre


la realidad del proceso político y las normas constitucionales (F) (V)

17. Constitución semántica es aquella en la que el proceso del poder está


congelado en beneficio de quienes efectivamente lo detentan. (F) (V)

18. Tena Ramírez clasifica las constituciones en democráticas, cuasi-


democráticas, de democracia popular y no democráticas. (F) (V)

19. Constituciones no democráticas son aquellas en las que el individuo tiene


constitucionalmente aseguradas toda una serie de garantías individuales y
un digno mínimo económico, pero en la realidad estos postulados no se
cumplen bien (F) (V)

20. Constituciones de democracia popular son aquellas donde el énfasis no se


encuentra puesto en la garantía de los derechos humanos, sino en el
aseguramiento del mínimo económico digno (F) (V)

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