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Ministro
Daniel Olesker
Subsecretario
Lauro Meléndez
pgainza@mides.gub.uy
www.mides.gub.uy
ISBN 978-9974-8196-8-9
Índice general
5 :: Prefacio
7 :: Prólogo
9 :: Presentación del Departamento de Perspectivas Transversales
11 :: sección 1 | convenciones
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW)
Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios
y de sus familiares
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad
Convención Interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación
contra las personas con discapacidad
Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en materia de enseñanza, 14 de diciembre de 1960
Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
(“Convención de Belém do Pará”)
ley 18.620 / “Derecho a la identidad de género y al cambio de nombre y sexo en documentos identificatorios”
Prefacio
Hacia una sociedad igualitaria, sin racismo ni discriminación
Estamos empeñados en diseñar, implementar y evaluar las políticas sociales con una
perspectiva de derechos humanos. Esto implica pensar a las personas como sujetos
de derechos y no como objetos de asistencia. E implica, también, reconocer el primer
derecho: el derecho a la igualdad y a la no discriminación.
Pensar de esta manera supone, entre otras cosas, transformar la forma en que cons-
truimos nuestros diagnósticos e incorporar una mirada especial para aquellos cuyos
derechos son vulnerados más fácilmente sea por su género, su edad, su origen étnico/
racial, su orientación sexual, etc.
Supone, a la hora del diseño de las acciones, abrir espacios de participación real para
los múltiples actores de la sociedad civil.
En los casos de los grupos y colectivos sociales discriminados, los pactos, tratados y
convenciones, las observaciones y recomendaciones generales de los comités y órga-
nos de los tratados, así como principios y declaraciones internacionales, se constitu-
yen en herramientas legitimantes de acciones individuales y de luchas colectivas que
demandan por derechos y, al hacerlo, empujan por una sociedad más justa.
Entendemos que sistematizar y difundir esas normas que comprenden a todas y todos
los habitantes del planeta es parte de nuestra responsabilidad como Estado garante
de derechos. En este momento en el que culmina la consulta ciudadana abierta por
el Plan Nacional Contra el Racismo y la Discriminación -con una serie de diagnós-
ticos construidos en distintos puntos del país, con distintos colectivos- creemos de
fundamental interés publicar este material como herramienta para la construcción
de acciones concretas que avancen en el combate al racismo y a la discriminación de
todo tipo.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Quienes creemos en una sociedad igualitaria, con justicia social, no podemos ignorar
lo que resta por hacer ni posponerlo sin fecha. Que este compendio de instrumentos
de derechos sean una guía para cumplir con ésta nuestra responsabilidad.
Andrés Scagliola
Director Nacional de Política Social
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Discriminación / Convenciones
Prólogo
Hacer políticas sociales con enfoque de derechos humanos también implica la rea-
lización de diagnósticos que nos permitan conocer la realidad y que delimiten las
fronteras de trabajo efectivo para diseñar las políticas, respetando los principios de
igualdad y no discriminación. Fortalecer los espacios de interacción de las personas
que sufren discriminaciones y el estado, es una forma de avanzar. Es posible hacerlo
a través de programas serios y bien diseñados, para eso la información y una agenda
de investigación es imprescindible.
Debemos lograr que todas las personas del país accedan de la misma forma a todos
los servicios que brindamos sin ningún tipo de discriminación.
Daniel Olesker
Ministro de Desarrollo Social
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
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SECCIÓN 1
Convenciones
Discriminación
Documentos relevantes en los ámbitos
internacional y nacional para la erradicación
de la discriminación y el racismo
Discriminación / Convenciones
Parte I
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Discriminación / Convenciones
Artículo 2 Los Estados Partes condenan la discriminación contra la mujer en todas sus
formas, convienen en seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones,
una política encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer y, con
tal objeto, se comprometen a:
a) Consagrar, si aún no lo han hecho, en sus constituciones nacionales y en
cualquier otra legislación apropiada el principio de la igualdad del hombre
y de la mujer y asegurar por ley u otros medios apropiados la realización
práctica de ese principio;
b) Adoptar medidas adecuadas, legislativas y de otro carácter, con las sancio-
nes correspondientes, que prohíban toda discriminación contra la mujer;
c) Establecer la protección jurídica de los derechos de la mujer sobre una base
de igualdad con los del hombre y garantizar, por conducto de los tribuna-
les nacionales competentes y de otras instituciones públicas, la protección
efectiva de la mujer contra todo acto de discriminación;
d) Abstenerse de incurrir en todo acto o práctica de discriminación contra
la mujer y velar por que las autoridades e instituciones públicas actúen de
conformidad con esta obligación;
e) Tomar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra
la mujer practicada por cualesquiera personas, organizaciones o empresas;
f) Adoptar todas las medidas adecuadas, incluso de carácter legislativo, para
modificar o derogar leyes, reglamentos, usos y prácticas que constituyan
discriminación contra la mujer;
g) Derogar todas las disposiciones penales nacionales que constituyan discri-
minación contra la mujer.
Artículo 3 Los Estados Partes tomarán en todas las esferas, y en particular en las esferas
política, social, económica y cultural, todas las medidas apropiadas, incluso de
carácter legislativo, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer,
con el objeto de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y
las libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el hombre.
Artículo 4 1. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de carácter tem-
poral encaminadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la
mujer no se considerará discriminación en la forma definida en la presente
Convención, pero de ningún modo entrañará, como consecuencia, el man-
tenimiento de normas desiguales o separadas; estas medidas cesarán cuan-
do se hayan alcanzado los objetivos de igualdad de oportunidad y trato.
2. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales, incluso las con-
tenidas en la presente Convención, encaminadas a proteger la maternidad
no se considerará discriminatoria.
Artículo 5 Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para:
a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres,
con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas con-
suetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 6 Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter
legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres y explotación de la
prostitución de la mujer.
Parte II
Artículo 7 Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país y, en parti-
cular, garantizarán a las mujeres, en igualdad de condiciones con los hombres,
el derecho a:
a) Votar en todas las elecciones y referéndums públicos y ser elegibles para
todos los organismos cuyos miembros sean objeto de elecciones públicas;
b) Participar en la formulación de las políticas gubernamentales y en la ejecu-
ción de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas las funciones públi-
cas en todos los planos gubernamentales;
c) Participar en organizaciones y en asociaciones no gubernamentales que se
ocupen de la vida pública y política del país.
Artículo 8 Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar a la
mujer, en igualdad de condiciones con el hombre y sin discriminación alguna,
la oportunidad de representar a su gobierno en el plano internacional y de
participar en la labor de las organizaciones internacionales.
Artículo 9 1. Los Estados Partes otorgarán a las mujeres iguales derechos que a los hom-
bres para adquirir, cambiar o conservar su nacionalidad. Garantizarán, en
particular, que ni el matrimonio con un extranjero ni el cambio de nacio-
nalidad del marido durante el matrimonio cambien automáticamente la
nacionalidad de la esposa, la conviertan en ápatrida o la obliguen a adoptar
la nacionalidad del cónyuge.
2. Los Estados Partes otorgarán a la mujer los mismos derechos que al hombre
con respecto a la nacionalidad de sus hijos.
Parte III
Artículo 10 Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con
el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar, en condi-
ciones de igualdad entre hombres y mujeres:
a) Las mismas condiciones de orientación en materia de carreras y capaci-
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Discriminación / Convenciones
Artículo 11 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar
la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo a fin de asegurar
a la mujer, en condiciones de igualdad con los hombres, los mismos dere-
chos, en particular:
a) El derecho al trabajo como derecho inalienable de todo ser humano;
b) El derecho a las mismas oportunidades de empleo, inclusive a la apli-
cación de los mismos criterios de selección en cuestiones de empleo;
c) El derecho a elegir libremente profesión y empleo, el derecho al as-
censo, a la estabilidad en el empleo y a todas las prestaciones y otras
condiciones de servicio, y el derecho a la formación profesional y al
readiestramiento, incluido el aprendizaje, la formación profesional su-
perior y el adiestramiento periódico;
d) El derecho a igual remuneración, inclusive prestaciones, y a igualdad
de trato con respecto a un trabajo de igual valor, así como a igualdad
de trato con respecto a la evaluación de la calidad del trabajo;
e) El derecho a la seguridad social, en particular en casos de jubilación,
desempleo, enfermedad, invalidez, vejez u otra incapacidad para tra-
bajar, así como el derecho a vacaciones pagadas;
f) El derecho a la protección de la salud y a la seguridad en las condicio-
nes de trabajo, incluso la salvaguardia de la función de reproducción.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 12 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar
la discriminación contra la mujer en la esfera de la atención médica a fin de
asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso a
servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación
de la familia.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 1 supra, los Estados Partes ga-
rantizarán a la mujer servicios apropiados en relación con el embarazo, el
parto y el período posterior al parto, proporcionando servicios gratuitos
cuando fuere necesario, y le asegurarán una nutrición adecuada durante el
embarazo y la lactancia.
Artículo 13 Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la
discriminación contra la mujer en otras esferas de la vida económica y social
a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, los
mismos derechos, en particular:
a) El derecho a prestaciones familiares;
b) El derecho a obtener préstamos bancarios, hipotecas y otras formas de cré-
dito financiero;
c) El derecho a participar en actividades de esparcimiento, deportes y en to-
dos los aspectos de la vida cultural.
Artículo 14 1. Los Estados Partes tendrán en cuenta los problemas especiales a que hace
frente la mujer rural y el importante papel que desempeña en la super-
vivencia económica de su familia, incluido su trabajo en los sectores no
monetarios de la economía, y tomarán todas las medidas apropiadas para
asegurar la aplicación de las disposiciones de la presente Convención a la
mujer en las zonas rurales.
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Discriminación / Convenciones
2. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar
la discriminación contra la mujer en las zonas rurales a fin de asegurar en
condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, su participación en el de-
sarrollo rural y en sus beneficios, y en particular le asegurarán el derecho a:
a) Participar en la elaboración y ejecución de los planes de desarrollo a
todos los niveles;
b) Tener acceso a servicios adecuados de atención médica, inclusive in-
formación, asesoramiento y servicios en materia de planificación de la
familia;
c) Beneficiarse directamente de los programas de seguridad social;
d) Obtener todos los tipos de educación y de formación, académica y no
académica, incluidos los relacionados con la alfabetización funcional,
así como, entre otros, los beneficios de todos los servicios comunitarios
y de divulgación a fin de aumentar su capacidad técnica;
e) Organizar grupos de autoayuda y cooperativas a fin de obtener igual-
dad de acceso a las oportunidades económicas mediante el empleo por
cuenta propia o por cuenta ajena;
f) Participar en todas las actividades comunitarias; g) Obtener acceso a
los créditos y préstamos agrícolas, a los servicios de comercialización
y a las tecnologías apropiadas, y recibir un trato igual en los planes de
reforma agraria y de reasentamiento;
h) Gozar de condiciones de vida adecuadas, particularmente en las esfe-
ras de la vivienda, los servicios sanitarios, la electricidad y el abasteci-
miento de agua, el transporte y las comunicaciones.
Parte IV
Artículo 15 1. Los Estados Partes reconocerán a la mujer la igualdad con el hombre ante
la ley.
2. Los Estados Partes reconocerán a la mujer, en materias civiles, una capa-
cidad jurídica idéntica a la del hombre y las mismas oportunidades para el
ejercicio de esa capacidad. En particular, le reconocerán a la mujer iguales
derechos para firmar contratos y administrar bienes y le dispensarán un
trato igual en todas las etapas del procedimiento en las cortes de justicia y
los tribunales.
3. Los Estados Partes convienen en que todo contrato o cualquier otro instru-
mento privado con efecto jurídico que tienda a limitar la capacidad jurídica
de la mujer se considerará nulo.
4. Los Estados Partes reconocerán al hombre y a la mujer los mismos derechos
con respecto a la legislación relativa al derecho de las personas a circular
libremente y a la libertad para elegir su residencia y domicilio.
Artículo 16 1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar
la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el
matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán en con-
diciones de igualdad entre hombres y mujeres:
a) El mismo derecho para contraer matrimonio;
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Parte V
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Discriminación / Convenciones
4. Los miembros del Comité serán elegidos en una reunión de los Estados Par-
tes que será convocada por el Secretario General y se celebrará en la Sede de
las Naciones Unidas. En esta reunión, para la cual formarán quórum dos
tercios de los Estados Partes, se considerarán elegidos para el Comité los
candidatos que obtengan el mayor número de votos y la mayoría absoluta
de los votos de los representantes de los Estados Partes presentes y votan-
tes.
5. Los miembros del Comité serán elegidos por cuatro años. No obstante, el
mandato de nueve de los miembros elegidos en la primera elección expi-
rará al cabo de dos años; inmediatamente después de la primera elección
el Presidente del Comité designará por sorteo los nombres de esos nueve
miembros.
6. La elección de los cinco miembros adicionales del Comité se celebrará de
conformidad con lo dispuesto en los párrafos 2, 3 y 4 del presente artí-
culo, después de que el trigésimo quinto Estado Parte haya ratificado la
Convención o se haya adherido a ella. El mandato de dos de los miembros
adicionales elegidos en esta ocasión, cuyos nombres designará por sorteo el
Presidente del Comité, expirará al cabo de dos años.
7. Para cubrir las vacantes imprevistas, el Estado Parte cuyo experto haya
cesado en sus funciones como miembro del Comité designará entre sus
nacionales a otro experto a reserva de la aprobación del Comité.
8. Los miembros del Comité, previa aprobación de la Asamblea General, per-
cibirán emolumentos de los fondos de las Naciones Unidas en la forma y
condiciones que la Asamblea determine, teniendo en cuenta la importancia
de las funciones del Comité.
9. El Secretario General de las Naciones Unidas proporcionará el personal y
los servicios necesarios para el desempeño eficaz de las funciones del Co-
mité en virtud de la presente Convención.
Artículo 20 1. El Comité se reunirá normalmente todos los años por un período que no
exceda de dos semanas para examinar los informes que se le presenten de
conformidad con el artículo 18 de la presente Convención.
2. Las reuniones del Comité se celebrarán normalmente en la Sede de las
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Parte VI
Artículo 24 Los Estados Partes se comprometen a adoptar todas las medidas necesarias en
el ámbito nacional para conseguir la plena realización de los derechos recono-
cidos en la presente Convención.
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Discriminación / Convenciones
Artículo 29 1. Toda controversia que surja entre dos o más Estados Partes con respecto a
la interpretación o aplicación de la presente Convención que no se solucione
mediante negociaciones se someterá al arbitraje a petición de uno de ellos.
Si en el plazo de seis meses contados a partir de la fecha de presentación
de solicitud de arbitraje las partes no consiguen ponerse de acuerdo sobre
la forma del mismo, cualquiera de las partes podrá someter la controversia
a la Corte Internacional de Justicia, mediante una solicitud presentada de
conformidad con el Estatuto de la Corte.
2. Todo Estado Parte, en el momento de la firma o ratificación de la presente
Convención o de su adhesión a la misma, podrá declarar que no se con-
sidera obligado por el párrafo 1 del presente artículo. Los demás Estados
Partes no estarán obligados por ese párrafo ante ningún Estado Parte que
haya formulado esa reserva.
3. Todo Estado Parte que haya formulado la reserva prevista en el párrafo 2
del presente artículo podrá retirarla en cualquier momento notificándolo al
Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 30 La presente Convención, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés
y ruso son igualmente auténticos, se depositarán en poder del Secretario Ge-
neral de las Naciones Unidas.
En testimonio de lo cual, los infrascritos, debidamente autorizados, firman la
presente Convención.
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2 Convención internacional sobre la protección
de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares
Preámbulo
Los Estados Partes en la presente Convención,
Teniendo presente que los problemas humanos que plantea la migración son aún
más graves en el caso de la migración irregular, y convencidos por tanto de que se
debe alentar la adopción de medidas adecuadas a fin de evitar y eliminar los movi-
mientos y el tránsito clandestinos de los trabajadores migratorios, asegurándoles a la
vez la protección de sus derechos humanos fundamentales,
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Discriminación / Convenciones
Artículo 1 1. La presente Convención será aplicable, salvo cuando en ella se disponga otra
cosa, a todos los trabajadores migratorios y a sus familiares sin distinción al-
guna por motivos de sexo, raza, color, idioma, religión o convicción, opinión
política o de otra índole, origen nacional, étnico o social, nacionalidad, edad,
situación económica, patrimonio, estado civil, nacimiento o cualquier otra
condición.
2. La presente Convención será aplicable durante todo el proceso de migra-
ción de los trabajadores migratorios y sus familiares, que comprende la
preparación para la migración, la partida, el tránsito y todo el período de
estancia y de ejercicio de una actividad remunerada en el Estado de em-
pleo,0 así como el regreso al Estado de origen o al Estado de residencia
habitual.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
Artículo 9 El derecho a la vida de los trabajadores migratorios y sus familiares estará pro-
tegido por ley.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
Artículo 14 Ningún trabajador migratorio o familiar suyo será sometido a injerencias ar-
bitrarias o ilegales en su vida privada, familia, hogar, correspondencia u otras
comunicaciones ni a ataques ilegales contra su honor y buen nombre. Todos
los trabajadores migratorios tendrán derecho a la protección de la ley contra
tales injerencias o ataques.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 17 1. Todo trabajador migratorio o familiar suyo privado de libertad será tratado
humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser huma-
no y a su identidad cultural.
2. Los trabajadores migratorios y sus familiares acusados estarán separados
de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y sometidos a un
régimen distinto, adecuado a su condición de personas no condenadas. Si
fueren menores de edad, estarán separados de los adultos y la vista de su
causa tendrá lugar con la mayor celeridad.
3. Todo trabajador migratorio o familiar suyo que se encuentre detenido en
un Estado de tránsito o en el Estado de empleo por violación de las dispo-
siciones sobre migración será alojado, en la medida de lo posible, en locales
distintos de los destinados a las personas condenadas o a las personas dete-
nidas que esperen ser juzgadas.
4. Durante todo período de prisión en cumplimiento de una sentencia im-
puesta por un tribunal, el tratamiento del trabajador migratorio o familiar
suyo tendrá por finalidad esencial su reforma y readaptación social. Los
menores delincuentes estarán separados de los adultos y serán sometidos a
un tratamiento adecuado a su edad y condición jurídica.
5. Durante la detención o prisión, los trabajadores migratorios y sus familiares
tendrán el mismo derecho que los nacionales a recibir visitas de miembros
de su familia.
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Discriminación / Convenciones
Artículo 18 1. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán iguales derechos que
los nacionales del Estado de que se trate ante los tribunales y las cortes de
justicia. Tendrán derecho a ser oídos públicamente y con las debidas ga-
rantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido
por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter penal for-
mulada contra ellos o para la determinación de sus derechos u obligaciones
de carácter civil.
2. Todo trabajador migratorio o familiar suyo acusado de un delito tendrá de-
recho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad
conforme a la ley.
3. Durante el proceso, todo trabajador migratorio o familiar suyo acusado de
un delito tendrá derecho a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informado sin demora, en un idioma que comprenda y en forma
detallada, de la naturaleza y las causas de la acusación formulada en su
contra;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación
de su defensa y comunicarse con un defensor de su elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas;
d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser
asistido por un defensor de su elección; a ser informado, si no tuviera
defensor, del derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de
la justicia lo exija, a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente
si careciera de medios suficientes para pagar;
e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la
comparecencia de los testigos de descargo y a que éstos sean interroga-
dos en las mismas condiciones que los testigos de cargo;
f) A ser asistido gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no
habla el idioma empleado en el tribunal;
g) A no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse culpable.
4. En el procedimiento aplicable a los menores, se tendrá en cuenta su edad y
la importancia de promover su readaptación social.
5. Todo trabajador migratorio o familiar suyo declarado culpable de un delito
tendrá derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se la haya impuesto
sean examinados por un tribunal superior, conforme a lo prescrito por la
ley.
6. Cuando una sentencia condenatoria firme contra un trabajador migratorio
o un familiar suyo haya sido ulteriormente revocada o el condenado haya
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 19 1. Ningún trabajador migratorio o familiar suyo será condenado por actos u
omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el
derecho nacional o internacional; tampoco se impondrá pena más grave
que la aplicable en el momento de la comisión. Si con posterioridad a la
comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el
interesado se beneficiará de esa disposición.
2. Al dictar una sentencia condenatoria por un delito cometido por un tra-
bajador migratorio o un familiar suyo, se deberán considerar los aspectos
humanitarios relacionados con su condición, en particular con respeto a su
derecho de residencia o de trabajo.
Artículo 20 1. Ningún trabajador migratorio o familiar suyo será encarcelado por el solo
hecho de no cumplir una obligación contractual.
2. Ningún trabajador migratorio o familiar suyo será privado de su autoriza-
ción de residencia o permiso de trabajo ni expulsado por el solo hecho de
no cumplir una obligación emanada de un contrato de trabajo, a menos
que el cumplimiento de esa obligación constituya condición necesaria para
dicha autorización o permiso.
Artículo 22 1. Los trabajadores migratorios y sus familiares no podrán ser objeto de me-
didas de expulsión colectiva. Cada caso de expulsión será examinado y
decidido individualmente.
2. los trabajadores migratorios y sus familiares sólo podrán ser expulsados del
territorio de un Estado Parte en cumplimiento de una decisión adoptada
por la autoridad competente conforme a la ley.
3. La decisión les será comunicada en un idioma que puedan entender. Les
será comunicada por escrito si lo solicitasen y ello no fuese obligatorio por
otro concepto y, salvo en circunstancias excepcionales justificadas por razo-
nes de seguridad nacional, se indicarán también los motivos de la decisión.
Se informará a los interesados de estos derechos antes de que se pronuncie
la decisión o, a mas tardar, en ese momento.
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Discriminación / Convenciones
4. Salvo cuando una autoridad judicial dicte una decisión definitiva, los inte-
resados tendrán derecho a exponer las razones que les asistan para oponerse
a su expulsión, así como a someter su caso a revisión ante la autoridad com-
petente, a menos que razones imperiosas de seguridad nacional se opongan
a ello. Hasta tanto se haga dicha revisión, tendrán derecho a solicitar que
se suspenda la ejecución de la decisión de expulsión.
5. Cuando una decisión de expulsión ya ejecutada sea ulteriormente revocada,
la persona interesada tendrá derecho a reclamar indemnización conforme a
la ley, y no se hará valer la decisión anterior para impedir a esa persona que
vuelva a ingresar en el Estado de que se trate.
6. En caso de expulsión, el interesado tendrá oportunidad razonable, antes o
después de la partida, para arreglar lo concerniente al pago de los salarios y
otras prestaciones que se le adeuden y al cumplimiento de sus obligaciones
pendientes.
7. Sin perjuicio de la ejecución de una decisión de expulsión, el trabajador mi-
gratorio o familiar suyo que sea objeto de ella podrá solicitar autorización
de ingreso en un Estado que no sea su Estado de origen.
8. Los gastos a que dé lugar el procedimiento de expulsión de un trabajador
migratorio o un familiar suyo no correrán por su cuenta. Podrá exigírsele
que pague sus propios gastos de viaje.
9. La expulsión del Estado de empleo no menoscabará por sí sola ninguno de
los derechos que haya adquirido de conformidad con la legislación de ese
Estado un trabajador migratorio o un familiar suyo, incluido el derecho a
recibir los salarios y otras prestaciones que se le adeuden.
Artículo 24 Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho, en todas partes,
al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Artículo 25 1. Los trabajadores migratorios gozarán de un trato que no sea menos favora-
ble que el que reciben los nacionales del Estado de empleo en lo tocante a
remuneración y de:
a) Otras condiciones de trabajo, es decir, horas extraordinarias, horario
de trabajo, descanso semanal, vacaciones pagadas, seguridad, salud,
fin de la relación de empleo y cualesquiera otras condiciones de trabajo
que, conforme a la legislación y la práctica nacionales, estén compren-
didas en este término;
b) Otras condiciones de empleo, es decir, edad mínima de empleo, res-
tricción del trabajo a domicilio y cualesquiera otros asuntos que, con-
forme a la legislación y la práctica nacionales, se consideren condicio-
nes de empleo.
2. No será legal menoscabar en los contratos privados de empleo el principio
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 28 Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a recibir cual-
quier tipo de atención médica urgente que resulte necesaria para preservar su
vida o para evitar daños irreparables a su salud en condiciones de igualdad de
trato con los nacionales del Estado de que se trate. Esa atención médica de
urgencia no podrá negarse por motivos de irregularidad en lo que respecta a la
permanencia o al empleo.
Artículo 29 Todos los hijos de los trabajadores migratorios tendrán derecho a tener un
nombre, al registro de su nacimiento y a tener una nacionalidad.
Artículo 30 Todos los hijos de los trabajadores migratorios gozarán del derecho funda-
mental de acceso a la educación en condiciones de igualdad de trato con los
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Discriminación / Convenciones
Artículo 31 1. Los Estados Partes velarán porque se respete la identidad cultural de los
trabajadores migratorios y de sus familiares y no impedirán que éstos man-
tengan vínculos culturales con sus Estados de origen.
2. Los Estados Partes podrán tomar las medidas apropiadas para ayudar y
alentar los esfuerzos a este respecto.
Artículo 33 1. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a que el Es-
tado de origen, el Estado de empleo o el Estado de tránsito, según corres-
ponda, les proporcione información acerca de:
a) Sus derechos con arreglo a la presente Convención;
b) Los requisitos establecidos para su admisión, sus derechos y obligacio-
nes con arreglo a la ley y la práctica del Estado interesado y cualesquie-
ra otras cuestiones que les permitan cumplir formalidades administra-
tivas o de otra índole en dicho Estado.
2. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas que consideren apropiadas
para difundir la información mencionada o velar por que sea suministrada
por empleadores, sindicatos u otros órganos o instituciones apropiados. Se-
gún corresponda, cooperarán con los demás Estados interesados.
3. La información adecuada será suministrada a los trabajadores migratorios
y sus familiares que la soliciten gratuitamente y, en la medida de lo posible,
en un idioma que puedan entender.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 36 Los trabajadores migratorios y sus familiares que estén documentados o se en-
cuentren en situación regular en el Estado de empleo gozarán de los derechos
enunciados en la presente Parte de la Convención, además de los enunciados
en la parte III.
Artículo 38 1. Los Estados de empleo harán todo lo posible por autorizar a los traba-
jadores migratorios y sus familiares a ausentarse temporalmente sin que
ello afecte a la autorización que tengan de permanecer o trabajar, según
sea el caso. Al hacerlo, los Estados de empleo deberán tener presentes las
necesidades y obligaciones especiales de los trabajadores migratorios y sus
familiares, particularmente en sus Estados de origen.
2. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a ser infor-
mados plenamente de las condiciones en que estén autorizadas esas ausen-
cias temporales.
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Discriminación / Convenciones
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 44 1. Los Estados Partes, reconociendo que la familia es el grupo básico natural
y fundamental de la sociedad y tiene derecho a protección por parte de la
sociedad y del Estado, adoptarán las medidas apropiadas para asegurar la
protección de la unidad de la familia del trabajador migratorio.
2. Los Estados Partes tomarán las medidas que estimen apropiadas y entren
en la esfera de su competencia para facilitar la reunión de los trabajadores
migratorios con sus cónyuges o con aquellas personas que mantengan con
el trabajador migratorio una relación que, de conformidad con el derecho
aplicable, produzca efectos equivalentes al matrimonio, al igual que con
sus hijos solteros menores de edad que estén a su cargo.
3. Los Estados de empleo, por razones humanitarias, considerarán favora-
blemente conceder un trato igual al previsto en el párrafo 2 del presente
artículo a otros familiares de los trabajadores migratorios.
Artículo 46 Los trabajadores migratorios y sus familiares estarán exentos, con sujeción a la
legislación aplicable de los Estados de que se trate y a los acuerdos internacio-
nales pertinentes y las obligaciones de dichos Estados dimanantes de su parti-
cipación en uniones aduaneras, del pago de derechos e impuestos en concepto
de importación y exportación por sus efectos personales y enseres domésticos,
así como por el equipo necesario para el desempeño de la actividad remunera-
da para la que hubieran sido admitidos en el Estado de empleo:
a) En el momento de salir del Estado de origen o del Estado de residencia
habitual;
b) En el momento de su admisión inicial en el Estado de empleo;
c) En el momento de su salida definitiva del Estado de empleo;
40
Discriminación / Convenciones
Artículo 48 1. Sin perjuicio de los acuerdos aplicables sobre doble tributación, los traba-
jadores migratorios y sus familiares, en lo que respecta a los ingresos en el
Estado de empleo:
a) No deberán pagar impuestos, derechos ni gravámenes de ningún tipo
que sean más elevados o gravosos que los que deban pagar los nacio-
nales en circunstancias análogas;
b) Tendrán derecho a deducciones o exenciones de impuestos de todo
tipo y a las desgravaciones tributarias aplicables a los nacionales en
circunstancias análogas, incluidas las desgravaciones tributarias por
familiares a su cargo.
2. Los Estados Partes procurarán adoptar las medidas apropiadas para evitar
que los ingresos y ahorros de los trabajadores migratorios y sus familiares
sean objeto de doble tributación.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
bajador migratorio que haya sido admitido para ejercer un empleo podrá
ser autorizado a realizar trabajos por cuenta propia. Se tendrá en cuenta el
período durante el cual el trabajador haya residido legalmente en el Estado
de empleo.
Artículo 55 Los trabajadores migratorios que hayan obtenido permiso para ejercer una ac-
tividad remunerada, con sujeción a las condiciones adscritas a dicho permiso,
tendrán derecho a igualdad de trato respecto de los nacionales del Estado de
empleo en el ejercicio de esa actividad remunerada.
Artículo 56 1. Los trabajadores migratorios y sus familiares a los que se refiere la presente
parte de la Convención no podrán ser expulsados de un Estado de empleo
salvo por razones definidas en la legislación nacional de ese Estado y con
sujeción a las salvaguardias establecidas en la parte III.
2. No se podrá recurrir a la expulsión como medio de privar a un trabajador
migratorio o a un familiar suyo de los derechos emanados de la autoriza-
ción de residencia y el permiso de trabajo.
3. Al considerar si se va a expulsar a un trabajador migratorio o a un familiar
suyo, deben tenerse en cuenta consideraciones de carácter humanitario y
también el tiempo que la persona de que se trate lleve residiendo en el Es-
tado de empleo.
43
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 57 Los trabajadores migratorios y sus familiares incluidos en las categorías parti-
culares enumeradas en la presente Parte de la Convención que estén documen-
tados o en situación regular gozarán de los derechos establecidos en la parte
III, y, con sujeción a las modificaciones que se especifican a continuación, de
los derechos establecidos en la parte IV.
Artículo 58 1. Los trabajadores fronterizos, definidos en el inciso a) del párrafo 2 del ar-
tículo 2 de la presente Convención, gozarán de los derechos reconocidos
en la parte IV que puedan corresponderles en virtud de su presencia y su
trabajo en el territorio del Estado de empleo, teniendo en cuenta que no
han establecido su residencia habitual en dicho Estado.
2. Los Estados de empleo considerarán favorablemente la posibilidad de otor-
gar a los trabajadores fronterizos el derecho a elegir libremente una activi-
dad remunerada luego de un período determinado. El otorgamiento de ese
derecho no afectará a su condición de trabajadores fronterizos.
Artículo 60 Los trabajadores itinerantes, definidos en el inciso e) del párrafo 2 del artículo
2 de la presente Convención, gozarán de todos los derechos reconocidos en la
parte IV que puedan corresponderles en virtud de su presencia y su trabajo en
el territorio del Estado de empleo y que sean compatibles con su condición de
trabajadores itinerantes en ese Estado.
44
Discriminación / Convenciones
Artículo 62 1. Los trabajadores con empleo concreto, definidos en el inciso g) del párrafo
2 del artículo 2 de la presente Convención, gozarán de los derechos reco-
nocidos en la parte IV, con excepción de lo dispuesto en los incisos b) y c)
del párrafo 1 del artículo 43, en el inciso d) del párrafo 1 del artículo 43 en
lo referente a los planes sociales de vivienda, en el artículo 52 y en el inciso
d) del párrafo 1 del artículo 54.
2. Los familiares de los trabajadores con empleo concreto gozarán de los de-
rechos que se les reconocen a los familiares de los trabajadores migratorios
en la parte IV de la presente Convención, con excepción de lo dispuesto en
el artículo 53.
Artículo 63 1. Los trabajadores por cuenta propia, definidos en el inciso h) del párrafo
2 del artículo 2 de la presente Convención, gozarán de los derechos reco-
nocidos en la parte IV, salvo los que sean aplicables exclusivamente a los
trabajadores que tienen contrato de trabajo.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 52 y 79 de la presente Con-
vención, la terminación de la actividad económica de los trabajadores por
cuenta propia no acarreará de suyo el retiro de la autorización para que ellos
o sus familiares permanezcan en el Estado de empleo o se dediquen en él
a una actividad remunerada, salvo cuando la autorización de residencia
dependa expresamente de la actividad remunerada concreta para la cual
fueron admitidos.
45
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
res, así como las consecuencias de tal migración para las comunidades de
que se trate.
Artículo 65 1. Los Estados Partes mantendrán servicios apropiados para atender las cues-
tiones relacionadas con la migración internacional de trabajadores y sus
familiares. Sus funciones serán, entre otras:
a) La formulación y la ejecución de políticas relativas a esa clase de mi-
gración;
b) El intercambio de información, las consultas y la cooperación con las
autoridades competentes de otros Estados Partes interesados en esa
clase de migración;
c) El suministro de información apropiada, en particular a empleado-
res, trabajadores y sus organizaciones, acerca de las políticas, leyes y
reglamentos relativos a la migración y el empleo, los acuerdos sobre
migración concertados con otros Estados y otros temas pertinentes;
d) El suministro de información y asistencia apropiada a los trabajadores
migratorios y sus familiares en lo relativo a las autorizaciones y for-
malidades y arreglos requeridos para la partida, el viaje, la llegada, la
estancia, las actividades remuneradas, la salida y el regreso, así como
en lo relativo a las condiciones de trabajo y de vida en el Estado de
empleo, las normas aduaneras, monetarias y tributarias y otras leyes y
reglamentos pertinentes.
2. Los Estados Partes facilitarán, según corresponda, la provisión de servicios
consulares adecuados y otros servicios que sean necesarios para atender a
las necesidades sociales, culturales y de otra índole de los trabajadores mi-
gratorios y sus familiares.
Artículo 67 1. Los Estados Partes interesados cooperarán de la manera que resulte apro-
piada en la adopción de medidas relativas al regreso ordenado de los tra-
bajadores migratorios y sus familiares al Estado de origen cuando decidan
regresar, cuando expire su permiso de residencia o empleo, o cuando se
encuentren en situación irregular en el Estado de empleo.
2. Por lo que respecta a los trabajadores migratorios y sus familiares que se
encuentren en situación regular, los Estados Partes interesados cooperarán
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Discriminación / Convenciones
Artículo 68 1. Los Estados Partes, incluidos los Estados de tránsito, colaborarán con miras
a impedir y eliminar los movimientos y el empleo ilegales o clandestinos de
los trabajadores migratorios en situación irregular. Entre las medidas que se
adopten con ese objeto dentro de la jurisdicción de cada Estado interesado,
se contarán:
a) Medidas adecuadas contra la difusión de información engañosa en lo
concerniente a la emigración y la inmigración;
b) Medidas para detectar y eliminar los movimientos ilegales o clandes-
tinos de trabajadores migratorios y sus familiares y para imponer san-
ciones efectivas a las personas, grupos o entidades que organicen o
dirijan esos movimientos o presten asistencia a tal efecto;
c) Medidas para imponer sanciones efectivas a las personas, grupos o
entidades que hagan uso de la violencia o de amenazas o intimidación
contra los trabajadores migratorios o sus familiares en situación irre-
gular.
2. Los Estados de empleo adoptarán todas las medidas necesarias y efectivas
para eliminar la contratación en su territorio de trabajadores migratorios en
situación irregular, incluso, si procede, mediante la imposición de sancio-
nes a los empleadores de esos trabajadores. Esas medidas no menoscabarán
los derechos de los trabajadores migratorios frente a sus empleadores en
relación con su empleo.
Artículo 69 1. Los Estados Partes en cuyo territorio haya trabajadores migratorios y fami-
liares suyos en situación irregular tomarán medidas apropiadas para asegu-
rar que esa situación no persista.
2. Cuando los Estados Partes interesados consideren la posibilidad de regu-
larizar la situación de dichas personas de conformidad con la legislación
nacional y los acuerdos bilaterales o multilaterales aplicables, se tendrán
debidamente en cuenta las circunstancias de su entrada, la duración de su
estancia en los Estados de empleo y otras consideraciones pertinentes, en
particular las relacionadas con su situación familiar.
Artículo 70 Los Estados Partes deberán tomar medidas no menos favorables que las apli-
cadas a sus nacionales para garantizar que las condiciones de trabajo y de vida
de los trabajadores migratorios y sus familiares en situación regular estén en
consonancia con las normas de idoneidad, seguridad y salud, así como con los
principios de la dignidad humana.
Artículo 71 1. Los Estados Partes facilitarán, siempre que sea necesario, la repatriación al
Estado de origen de los restos mortales de los trabajadores migratorios o de
sus familiares.
2. En lo tocante a las cuestiones relativas a la indemnización por causa de
fallecimiento de un trabajador migratorio o de uno de sus familiares, los
Estados Partes, según proceda, prestarán asistencia a las personas interesa-
das con miras a lograr el pronto arreglo de dichas cuestiones. El arreglo de
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
Artículo 73 1. Los Estados Partes presentarán al Secretario General de las Naciones Uni-
das, para su examen por el Comité, un informe sobre las medidas legisla-
tivas, judiciales, administrativas y de otra índole que hayan adoptado para
dar efecto a las disposiciones de la presente Convención:
a) En el plazo de un año a partir de la entrada en vigor de la Convención
para el Estado Parte de que se trate;
b) En lo sucesivo, cada cinco años y cada vez que el Comité lo solicite.
2. En los informes presentados con arreglo al presente artículo se indicarán
también los factores y las dificultades, según el caso, que afecten a la apli-
cación de la Convención y se proporcionará información acerca de las ca-
racterísticas de las corrientes de migración que se produzcan en el Estado
Parte de que se trate.
3. El Comité establecerá las demás directrices que corresponda aplicar respec-
to del contenido de los informes.
4. Los Estados Partes darán una amplia difusión pública a sus informes en sus
propios países.
Artículo 74 1. El Comité examinará los informes que presente cada Estado Parte y trans-
mitirá las observaciones que considere apropiadas al Estado Parte intere-
sado. Ese Estado Parte podrá presentar al Comité sus comentarios sobre
cualquier observación hecha por el Comité con arreglo al presente artículo.
Al examinar esos informes, el Comité podrá solicitar a los Estados Partes
que presenten información complementaria.
2. El Secretario General de las Naciones Unidas, con la debida antelación a
la apertura de cada período ordinario de sesiones del Comité, transmitirá
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo copias de los
informes presentados por los Estados Partes interesados y la información
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
8. Las disposiciones del presente artículo entrarán en vigor cuando diez Es-
tados Partes en la presente Convención hayan hecho las declaraciones a
que se hace referencia en el párrafo 1 del presente artículo. Los Estados
Partes depositarán dichas declaraciones en poder del Secretario General
de las Naciones Unidas, quien remitirá copia de ellas a los demás Estados
Partes. Toda declaración podrá retirarse en cualquier momento mediante
notificación dirigida al Secretario General. Dicho retiro no será obstáculo
para que se examine cualquier asunto que sea objeto de una comunicación
ya transmitida en virtud del presente artículo; después de que el Secre-
tario General haya recibido la notificación de retiro de la declaración no
se recibirán nuevas comunicaciones presentadas por una persona, o en su
nombre, con arreglo al presente artículo, a menos que el Estado Parte de
que se trate haya hecho una nueva declaración.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 84 Cada uno de los Estados Partes se compromete a adoptar las medidas legisla-
tivas y de otra índole que sean necesarias para aplicar las disposiciones de la
presente Convención.
Artículo 87 1. La presente Convención entrará en vigor el primer día del mes siguiente a
un plazo de tres meses contado a partir de la fecha en que haya sido depo-
sitado el vigésimo instrumento de ratificación o de adhesión.
2. Respecto de todo Estado que ratifique la Convención o se adhiera a ella
después de su entrada en vigor, la Convención entrará en vigor el primer
día del mes siguiente a un plazo de tres meses contado a partir de la fecha
en que ese Estado haya depositado su instrumento de ratificación o adhe-
sión.
54
Discriminación / Convenciones
Artículo 89 1. Todo Estado Parte podrá denunciar la presente Convención, una vez trans-
curridos cinco años desde la fecha en que la Convención haya entrado en
vigor para ese Estado, mediante comunicación por escrito dirigida al Secre-
tario General de las Naciones Unidas.
2. La denuncia se hará efectiva el primer día del mes siguiente a la expiración
de un plazo de doce meses contado a partir de la fecha en que el Secretario
General de las Naciones Unidas haya recibido la comunicación.
3. La denuncia no tendrá el efecto de liberar al Estado Parte de las obliga-
ciones contraídas en virtud de la presente Convención respecto de ningún
acto u omisión que haya ocurrido antes de la fecha en que se hizo efectiva
la denuncia, ni impedirá en modo alguno que continúe el examen de cual-
quier asunto que se hubiere sometido a la consideración del Comité antes
de la fecha en que se hizo efectiva la denuncia.
4. A partir de la fecha en que se haga efectiva la denuncia de un Estado Parte,
el Comité no podrá iniciar el examen de ningún nuevo asunto relacionado
con ese Estado.
Artículo 90 1. Pasados cinco años de la fecha en que la presente Convención haya entrado
en vigor, cualquiera de los Estados Partes en la misma podrá formular una
solicitud de enmienda de la Convención mediante comunicación escrita
dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas. El Secretario Gene-
ral comunicará acto seguido las enmiendas propuestas a los Estados Partes
y les solicitará que le notifiquen si se pronuncian a favor de la celebración
de una conferencia de Estados Partes para examinar y someter a votación
las propuestas. En el caso de que, dentro de un plazo de cuatro meses a
partir de la fecha de dicha comunicación, por lo menos un tercio de los
Estados Partes se pronuncie a favor de la celebración de la conferencia, el
Secretario General convocará la conferencia bajo los auspicios de las Nacio-
nes Unidas. Toda enmienda aprobada por la mayoría de los Estados Partes
presentes y votantes en la conferencia se presentará a la Asamblea General
de las Naciones Unidas para su aprobación.
2. Tales enmiendas entrarán en vigor cuando hayan sido aprobadas por la
Asamblea General de las Naciones Unidas y aceptadas por una mayoría de
dos tercios de los Estados Partes en la presente Convención, de conformi-
dad con sus respectivos procedimientos constitucionales.
3. Cuando tales enmiendas entren en vigor, serán obligatorias para los Esta-
dos Partes que las hayan aceptado, en tanto que los demás Estados Partes
seguirán obligados por las disposiciones de la presente Convención y por
toda enmienda anterior que hayan aceptado.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
3. Toda reserva podrá ser retirada en cualquier momento por medio de una
notificación a tal fin dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas,
quien informará de ello a todos los Estados. Esta notificación surtirá efecto
en la fecha de su recepción.
Artículo 92 1. Toda controversia que surja entre dos o más Estados Partes con respecto
a la interpretación o la aplicación de la presente Convención y no se solu-
cione mediante negociaciones se someterá a arbitraje a petición de uno de
ellos. Si en el plazo de seis meses contados a partir de la fecha de presenta-
ción de la solicitud de arbitraje las Partes no consiguen ponerse de acuerdo
sobre la organización del arbitraje, cualquiera de las Partes podrá someter
la controversia a la Corte Internacional de Justicia mediante una solicitud
presentada de conformidad con el Estatuto de la Corte.
2. Todo Estado Parte, en el momento de la firma o la ratificación de la Con-
vención o de su adhesión a ella, podrá declarar que no se considera obligado
por el párrafo 1 del presente artículo. Los demás Estados Partes no estarán
obligados por ese párrafo ante ningún Estado Parte que haya formulado
esa declaración.
3. Todo Estado Parte que haya formulado la declaración prevista en el párra-
fo 2 del presente artículo podrá retirarla en cualquier momento mediante
notificación dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas.
Artículo 93 1. La presente Convención, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, in-
glés y ruso son igualmente auténticos, se depositará en poder del Secretario
General de las Naciones Unidas.
2. El Secretario General de las Naciones Unidas enviará copias certificadas de
la presente Convención a todos los Estados.
56
3 Convención sobre los derechos de las personas
con discapacidad
Preámbulo
Los Estados Partes en la presente Convención,
a) Recordando que los principios de la Carta de las Naciones Unidas que pro-
claman que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el re-
conocimiento de la dignidad y el valor inherentes y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana,
b) Reconociendo que las Naciones Unidas, en la Declaración Universal de De-
rechos Humanos y en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, han
reconocido y proclamado que toda persona tiene los derechos y libertades enun-
ciados en esos instrumentos, sin distinción de ninguna índole,
c) Reafirmando la universalidad, indivisibilidad, interdependencia e interrela-
ción de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, así como la ne-
cesidad de garantizar que las personas con discapacidad los ejerzan plenamente
y sin discriminación,
d) Recordando el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cul-
turales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Ra-
cial, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes, la Convención sobre los Derechos del Niño y la
Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los traba-
jadores migratorios y de sus familiares,
e) Reconociendo que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resul-
ta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la
actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad,
en igualdad de condiciones con las demás,
f) Reconociendo la importancia que revisten los principios y las directrices de
política que figuran en el Programa de Acción Mundial para los Impedidos y
en las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas
con Discapacidad como factor en la promoción, la formulación y la evaluación de
normas, planes, programas y medidas a nivel nacional, regional e internacional
destinados a dar una mayor igualdad de oportunidades a las personas con discapa-
cidad,
g) Destacando la importancia de incorporar las cuestiones relativas a la discapa-
cidad como parte integrante de las estrategias pertinentes de desarrollo sosteni-
ble,
h) Reconociendo también que la discriminación contra cualquier persona por
razón de su discapacidad constituye una vulneración de la dignidad y el valor
inherentes del ser humano,
i) Reconociendo además la diversidad de las personas con discapacidad,
j) Reconociendo la necesidad de promover y proteger los derechos humanos de
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
todas las personas con discapacidad, incluidas aquellas que necesitan un apoyo
más intenso,
k) Observando con preocupación que, pese a estos diversos instrumentos y acti-
vidades, las personas con discapacidad siguen encontrando barreras para parti-
cipar en igualdad de condiciones con las demás en la vida social y que se siguen
vulnerando sus derechos humanos en todas las partes del mundo,
l) Reconociendo la importancia de la cooperación internacional para mejorar
las condiciones de vida de las personas con discapacidad en todos los países, en
particular en los países en desarrollo,
m) Reconociendo el valor de las contribuciones que realizan y pueden realizar las
personas con discapacidad al bienestar general y a la diversidad de sus comuni-
dades, y que la promoción del pleno goce de los derechos humanos y las liberta-
des fundamentales por las personas con discapacidad y de su plena participación
tendrán como resultado un mayor sentido de pertenencia de estas personas y
avances significativos en el desarrollo económico, social y humano de la sociedad
y en la erradicación de la pobreza,
n) Reconociendo la importancia que para las personas con discapacidad reviste
su autonomía e independencia individual, incluida la libertad de tomar sus pro-
pias decisiones,
o) Considerando que las personas con discapacidad deben tener la oportunidad
de participar activamente en los procesos de adopción de decisiones sobre políti-
cas y programas, incluidos los que les afectan directamente,
p) Preocupados por la difícil situación en que se encuentran las personas con dis-
capacidad que son víctimas de múltiples o agravadas formas de discriminación
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra índole, origen nacional, étnico, indígena o social, patrimonio, nacimiento,
edad o cualquier otra condición,
q) Reconociendo que las mujeres y las niñas con discapacidad suelen estar ex-
puestas a un riesgo mayor, dentro y fuera del hogar, de violencia, lesiones o
abuso, abandono o trato negligente, malos tratos o explotación,
r) Reconociendo también que los niños y las niñas con discapacidad deben gozar
plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales en
igualdad de condiciones con los demás niños y niñas, y recordando las obliga-
ciones que a este respecto asumieron los Estados Partes en la Convención sobre
los Derechos del Niño,
s) Subrayando la necesidad de incorporar una perspectiva de género en todas las
actividades destinadas a promover el pleno goce de los derechos humanos y las
libertades fundamentales por las personas con discapacidad,
t) Destacando el hecho de que la mayoría de las personas con discapacidad viven
en condiciones de pobreza y reconociendo, a este respecto, la necesidad funda-
mental de mitigar los efectos negativos de la pobreza en las personas con discapa-
cidad,
u) Teniendo presente que, para lograr la plena protección de las personas con
discapacidad, en particular durante los conflictos armados y la ocupación ex-
tranjera, es indispensable que se den condiciones de paz y seguridad basadas en
el pleno respeto de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas
y se respeten los instrumentos vigentes en materia de derechos humanos,
v) Reconociendo la importancia de la accesibilidad al entorno físico, social, eco-
nómico y cultural, a la salud y la educación y a la información y las comunicacio-
58
Discriminación / Convenciones
nes, para que las personas con discapacidad puedan gozar plenamente de todos
los derechos humanos y las libertades fundamentales,
w) Conscientes de que las personas, que tienen obligaciones respecto a otras per-
sonas y a la comunidad a la que pertenecen, tienen la responsabilidad de procu-
rar, por todos los medios, que se promuevan y respeten los derechos reconocidos
en la Carta Internacional de Derechos Humanos,
x) Convencidos de que la familia es la unidad colectiva natural y fundamental de
la sociedad y tiene derecho a recibir protección de ésta y del Estado, y de que las
personas con discapacidad y sus familiares deben recibir la protección y la asis-
tencia necesarias para que las familias puedan contribuir a que las personas con
discapacidad gocen de sus derechos plenamente y en igualdad de condiciones,
y) Convencidos de que una convención internacional amplia e integral para pro-
mover y proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad
contribuirá significativamente a paliar la profunda desventaja social de las per-
sonas con discapacidad y promoverá su participación, con igualdad de oportu-
nidades, en los ámbitos civil, político, económico, social y cultural, tanto en los
países en desarrollo como en los desarrollados,
Convienen en lo siguiente:
Artículo 1 Propósito
El propósito de la presente Convención es promover, proteger y asegurar el
goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y
libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover
el respeto de su dignidad inherente.
Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias fí-
sicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar
con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la
sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
Artículo 2 Definiciones
A los fines de la presente Convención:
La “comunicación” incluirá los lenguajes, la visualización de textos, el Braille,
la comunicación táctil, los macrotipos, los dispositivos multimedia de fácil
acceso, así como el lenguaje escrito, los sistemas auditivos, el lenguaje sencillo,
los medios de voz digitalizada y otros modos, medios y formatos aumentativos
o alternativos de comunicación, incluida la tecnología de la información y las
comunicaciones de fácil acceso;
Por “lenguaje” se entenderá tanto el lenguaje oral como la lengua de señas y
otras formas de comunicación no verbal;
Por “discriminación por motivos de discapacidad” se entenderá cualquier
distinción, exclusión o restricción por motivos de discapacidad que tenga el
propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce
o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y li-
bertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social, cultural,
civil o de otro tipo. Incluye todas las formas de discriminación, entre ellas, la
denegación de ajustes razonables;
Por “ajustes razonables” se entenderán las modificaciones y adaptaciones nece-
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Discriminación / Convenciones
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Discriminación / Convenciones
Artículo 9 Accesibilidad
• A fin de que las personas con discapacidad puedan vivir en forma indepen-
diente y participar plenamente en todos los aspectos de la vida, los Estados
Partes adoptarán medidas pertinentes para asegurar el acceso de las per-
sonas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, al en-
torno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos
los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a
otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en
zonas urbanas como rurales. Estas medidas, que incluirán la identificación
y eliminación de obstáculos y barreras de acceso, se aplicarán, entre otras
cosas, a:
a) Los edificios, las vías públicas, el transporte y otras instalaciones ex-
teriores e interiores como escuelas, viviendas, instalaciones médicas y
lugares de trabajo;
b) Los servicios de información, comunicaciones y de otro tipo, incluidos
los servicios electrónicos y de emergencia.
• Los Estados Partes también adoptarán las medidas pertinentes para:
a) Desarrollar, promulgar y supervisar la aplicación de normas mínimas
y directrices sobre la accesibilidad de las instalaciones y los servicios
abiertos al público o de uso público;
b) Asegurar que las entidades privadas que proporcionan instalaciones y
servicios abiertos al público o de uso público tengan en cuenta todos
los aspectos de su accesibilidad para las personas con discapacidad;
c) Ofrecer formación a todas las personas involucradas en los problemas
de accesibilidad a que se enfrentan las personas con discapacidad;
d) Dotar a los edificios y otras instalaciones abiertas al público de señali-
zación en Braille y en formatos de fácil lectura y comprensión;
e) Ofrecer formas de asistencia humana o animal e intermediarios, inclui-
dos guías, lectores e intérpretes profesionales de la lengua de señas, para
facilitar el acceso a edificios y otras instalaciones abiertas al público;
f) Promover otras formas adecuadas de asistencia y apoyo a las personas
con discapacidad para asegurar su acceso a la información;
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Artículo 15 Protección contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes
• Ninguna persona será sometida a tortura u otros tratos o penas crueles, in-
humanos o degradantes. En particular, nadie será sometido a experimentos
médicos o científicos sin su consentimiento libre e informado.
• Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter legislativo, ad-
ministrativo, judicial o de otra índole que sean efectivas para evitar que las
personas con discapacidad, en igualdad de condiciones con las demás, sean
sometidas a torturas u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradan-
tes.
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Discriminación / Convenciones
Artículo 19 Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad: Los Estados
Partes en la presente Convención reconocen el derecho en igualdad de condi-
ciones de todas las personas con discapacidad a vivir en la comunidad, con op-
ciones iguales a las de las demás, y adoptarán medidas efectivas y pertinentes
para facilitar el pleno goce de este derecho por las personas con discapacidad
y su plena inclusión y participación en la comunidad, asegurando en especial
que:
a) Las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir su lugar
de residencia y dónde y con quién vivir, en igualdad de condiciones con
las demás, y no se vean obligadas a vivir con arreglo a un sistema de vida
específico;
b) Las personas con discapacidad tengan acceso a una variedad de servicios
de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de la co-
munidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar su
existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar su aislamiento o
separación de ésta;
c) Las instalaciones y los servicios comunitarios para la población en general
estén a disposición, en igualdad de condiciones, de las personas con disca-
pacidad y tengan en cuenta sus necesidades.
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Discriminación / Convenciones
Artículo 24 Educación
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad
a la educación. Con miras a hacer efectivo este derecho sin discriminación
y sobre la base de la igualdad de oportunidades, los Estados Partes ase-
gurarán un sistema de educación inclusivo a todos los niveles así como la
enseñanza a lo largo de la vida, con miras a:
a) Desarrollar plenamente el potencial humano y el sentido de la digni-
dad y la autoestima y reforzar el respeto por los derechos humanos, las
libertades fundamentales y la diversidad humana;
b) Desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la creatividad
de las personas con discapacidad, así como sus aptitudes mentales y
físicas;
c) Hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera
efectiva en una sociedad libre.
2. Al hacer efectivo este derecho, los Estados Partes asegurarán que:
a) Las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema gene-
ral de educación por motivos de discapacidad, y que los niños y las
niñas con discapacidad no queden excluidos de la enseñanza primaria
gratuita y obligatoria ni de la enseñanza secundaria por motivos de
discapacidad;
b) Las personas con discapacidad puedan acceder a una educación pri-
maria y secundaria inclusiva, de calidad y gratuita, en igualdad de
condiciones con las demás, en la comunidad en que vivan;
c) Se hagan ajustes razonables en función de las necesidades individua-
les;
d) Se preste el apoyo necesario a las personas con discapacidad, en el
marco del sistema general de educación, para facilitar su formación
efectiva;
e) Se faciliten medidas de apoyo personalizadas y efectivas en entornos
que fomenten al máximo el desarrollo académico y social, de confor-
midad con el objetivo de la plena inclusión.
3. Los Estados Partes brindarán a las personas con discapacidad la posibilidad
de aprender habilidades para la vida y desarrollo social, a fin de propiciar su
69
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 25 Salud
Los Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad tienen dere-
cho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por motivos
de discapacidad. Los Estados Partes adoptarán las medidas pertinentes para
asegurar el acceso de las personas con discapacidad a servicios de salud que
tengan en cuenta las cuestiones de género, incluida la rehabilitación relaciona-
da con la salud. En particular, los Estados Partes:
a) Proporcionarán a las personas con discapacidad programas y atención de la
salud gratuitos o a precios asequibles de la misma variedad y calidad que a
las demás personas, incluso en el ámbito de la salud sexual y reproductiva,
y programas de salud pública dirigidos a la población;
b) Proporcionarán los servicios de salud que necesiten las personas con disca-
pacidad específicamente como consecuencia de su discapacidad, incluidas
la pronta detección e intervención, cuando proceda, y servicios destinados
a prevenir y reducir al máximo la aparición de nuevas discapacidades, in-
cluidos los niños y las niñas y las personas mayores;
c) Proporcionarán esos servicios lo más cerca posible de las comunidades de
las personas con discapacidad, incluso en las zonas rurales;
d) Exigirán a los profesionales de la salud que presten a las personas con dis-
capacidad atención de la misma calidad que a las demás personas sobre la
base de un consentimiento libre e informado, entre otras formas mediante
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Discriminación / Convenciones
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
8. La elección de los otros seis miembros del Comité se hará con ocasión de
las elecciones ordinarias, de conformidad con las disposiciones pertinentes
del presente artículo.
9. Si un miembro del Comité fallece, renuncia o declara que, por alguna otra
causa, no puede seguir desempeñando sus funciones, el Estado Parte que
lo propuso designará otro experto que posea las cualificaciones y reúna los
requisitos previstos en las disposiciones pertinentes del presente artículo
para ocupar el puesto durante el resto del mandato.
10. El Comité adoptará su propio reglamento.
11. El Secretario General de las Naciones Unidas proporcionará el personal
y las instalaciones que sean necesarios para el efectivo desempeño de las
funciones del Comité con arreglo a la presente Convención y convocará su
reunión inicial.
12. Con la aprobación de la Asamblea General, los miembros del Comité esta-
blecido en virtud de la presente Convención percibirán emolumentos con
cargo a los recursos de las Naciones Unidas en los términos y condiciones
que la Asamblea General decida, tomando en consideración la importancia
de las responsabilidades del Comité.
13. Los miembros del Comité tendrán derecho a las facilidades, prerrogativas e
inmunidades que se conceden a los expertos que realizan misiones para las
Naciones Unidas, con arreglo a lo dispuesto en las secciones pertinentes de la
Convención sobre Prerrogativas e Inmunidades de las Naciones Unidas.
77
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Convenciones
Artículo 41 Depositario
El Secretario General de las Naciones Unidas será el depositario de la presente
Convención.
Artículo 42 Firma
La presente Convención estará abierta a la firma de todos los Estados y las
organizaciones regionales de integración en la Sede de las Naciones Unidas, en
Nueva York, a partir del 30 de marzo de 2007.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 46 Reservas
1. No se permitirán reservas incompatibles con el objeto y el propósito de la
presente Convención.
2. Las reservas podrán ser retiradas en cualquier momento.
Artículo 47 Enmiendas
1. Los Estados Partes podrán proponer enmiendas a la presente Convención
y presentarlas al Secretario General de las Naciones Unidas. El Secreta-
rio General comunicará las enmiendas propuestas a los Estados Partes,
pidiéndoles que le notifiquen si desean que se convoque una conferencia de
Estados Partes con el fin de examinar la propuesta y someterla a votación.
Si dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha de esa notificación, al
menos un tercio de los Estados Partes se declara a favor de tal convocatoria,
el Secretario General convocará una conferencia bajo los auspicios de las
Naciones Unidas. Toda enmienda adoptada por mayoría de dos tercios de
los Estados Partes presentes y votantes en la conferencia será sometida por
el Secretario General a la Asamblea General para su aprobación y posterior-
mente a los Estados Partes para su aceptación.
2. Toda enmienda adoptada y aprobada conforme a lo dispuesto en el párrafo
1 del presente artículo entrará en vigor el trigésimo día a partir de la fecha
en que el número de instrumentos de aceptación depositados alcance los
dos tercios del número de Estados Partes que había en la fecha de adopción
de la enmienda. Posteriormente, la enmienda entrará en vigor para todo
Estado Parte el trigésimo día a partir de aquel en que hubiera depositado
su propio instrumento de aceptación. Las enmiendas serán vinculantes ex-
clusivamente para los Estados Partes que las hayan aceptado.
3. En caso de que así lo decida la Conferencia de los Estados Partes por con-
senso, las enmiendas adoptadas y aprobadas de conformidad con lo dis-
puesto en el párrafo 1 del presente artículo que guarden relación exclu-
sivamente con los artículos 34, 38, 39 y 40 entrarán en vigor para todos
los Estados Partes el trigésimo día a partir de aquel en que el número de
instrumentos de aceptación depositados alcance los dos tercios del número
de Estados Partes que hubiera en la fecha de adopción de la enmienda.
80
Discriminación / Convenciones
Artículo 48 Denuncia
Los Estados Partes podrán denunciar la presente Convención mediante noti-
ficación escrita dirigida al Secretario General de las Naciones Unidas. La de-
nuncia tendrá efecto un año después de que el Secretario General haya recibi-
do la notificación.
81
4 Convención Interamericana para la eliminación
de todas las formas de discriminación contra las
personas con discapacidad
Reafirmando que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos huma-
nos y libertades fundamentales que otras personas; y que estos derechos, incluido el
de no verse sometidos a discriminación fundamentada en la discapacidad, dimanan
de la dignidad y la igualdad que son inherentes a todo ser humano;
Artículo III Para lograr los objetivos de esta Convención, los Estados parte se comprome-
ten a:
1. Adoptar las medidas de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de
cualquier otra índole, necesarias para eliminar la discriminación contra las
personas con discapacidad y propiciar su plena integración en la sociedad,
incluidas las que se enumeran a continuación, sin que la lista sea taxativa:
a) Medidas para eliminar progresivamente la discriminación y promo-
ver la integración por parte de las autoridades gubernamentales y/o
entidades privadas en la prestación o suministro de bienes, servicios,
instalaciones, programas y actividades, tales como el empleo, el trans-
porte, las comunicaciones, la vivienda, la recreación, la educación, el
deporte, el acceso a la justicia y los servicios policiales, y las actividades
políticas y de administración;
b) Medidas para que los edificios, vehículos e instalaciones que se cons-
truyan o fabriquen en sus territorios respectivos faciliten el transporte,
la comunicación y el acceso para las personas con discapacidad;
c) Medidas para eliminar, en la medida de lo posible, los obstáculos ar-
quitectónicos, de transporte y comunicaciones que existan, con la fi-
nalidad de facilitar el acceso y uso para las personas con discapacidad;
y
84
Discriminación / Convenciones
Artículo IV Para lograr los objetivos de esta Convención, los Estados parte se comprome-
ten a:
1. Cooperar entre sí para contribuir a prevenir y eliminar la discriminación
contra las personas con discapacidad.
2. Colaborar de manera efectiva en:
a) la investigación científica y tecnológica relacionada con la prevención
de las discapacidades, el tratamiento, la rehabilitación e integración a
la sociedad de las personas con discapacidad; y
b) el desarrollo de medios y recursos diseñados para facilitar o promover
la vida independiente, autosuficiencia e integración total, en condicio-
nes de igualdad, a la sociedad de las personas con discapacidad.
Artículo V 1. Los Estados parte promoverán, en la medida en que sea compatible con sus
respectivas legislaciones nacionales, la participación de representantes de
organizaciones de personas con discapacidad, organizaciones no guberna-
mentales que trabajan en este campo o, si no existieren dichas organizacio-
nes, personas con discapacidad, en la elaboración, ejecución y evaluación
de medidas y políticas para aplicar la presente Convención.
2. Los Estados parte crearán canales de comunicación eficaces que permitan
difundir entre las organizaciones públicas y privadas que trabajan con las
personas con discapacidad los avances normativos y jurídicos que se logren
para la eliminación de la discriminación contra las personas con discapaci-
dad.
85
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo VIII 1. La presente Convención estará abierta a todos los Estados miembros para
su firma, en la ciudad de Guatemala, Guatemala, el 8 de junio de 1999 y, a
partir de esa fecha, permanecerá abierta a la firma de todos los Estados en
la sede de la Organización de los Estados Americanos hasta su entrada en
vigor.
2. La presente Convención está sujeta a ratificación.
3. La presente Convención entrará en vigor para los Estados ratificantes el
trigésimo día a partir de la fecha en que se haya depositado el sexto ins-
trumento de ratificación de un Estado miembro de la Organización de los
Estados Americanos.
86
Discriminación / Convenciones
Artículo XII Los Estados podrán formular reservas a la presente Convención al momen-
to de ratificarla o adherirse a ella, siempre que no sean incompatibles con el
objeto y propósito de la Convención y versen sobre una o más disposiciones
específicas.
87
5 Convención relativa a la lucha contra las
discriminaciones en materia de enseñanza,
14 de diciembre de 1960
Después de haber decidido, en su décima reunión, que esta cuestión sería objeto de
una convención internacional y de recomendaciones a los Estados Miembros,
Artículo 2 En el caso de que el Estado las admita, las situaciones siguientes no serán con-
sideradas como constitutivas de discriminación en el sentido del artículo 1 de
la presente Convención:
a) La creación o el mantenimiento de sistemas o establecimientos de ense-
ñanza separados para los alumnos de sexo masculino y para los de sexo fe-
menino, siempre que estos sistemas o establecimientos ofrezcan facilidades
equivalentes de acceso a la enseñanza, dispongan de un personal docente
igualmente calificado, así como de locales escolares y de un equipo de igual
calidad y permitan seguir los mismos programas de estudio o programas
equivalentes;
b) La creación o el mantenimiento, por motivos de orden religioso o lingüís-
tico, de sistemas o establecimientos separados que proporcionen una ense-
ñanza conforme a los deseos de los padres o tutores legales de los alumnos,
si la participación en esos sistemas o la asistencia a estos establecimientos es
facultativa y si la enseñanza en ellos proporcionada se ajusta a las normas
que las autoridades competentes puedan haber fijado o aprobado particu-
larmente para la enseñanza del mismo grado;
c) La creación o el mantenimiento de establecimientos de enseñanza priva-
dos, siempre que la finalidad de esos establecimientos no sea la de lograr
la exclusión de cualquier grupo, sino la de añadir nuevas posibilidades de
enseñanza a las que proporciona el poder público, y siempre que funcionen
de conformidad con esa finalidad, y que la enseñanza dada corresponda a
las normas que hayan podido prescribir o aprobar las autoridades compe-
tentes, particularmente para la enseñanza del mismo grado.
90
Discriminación / Convenciones
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
derecho a ejercer actividades docentes que les sean propias, entre ellas
la de establecer y mantener escuelas y, según la política de cada Estado
en materia de educación, emplear y enseñar su propio idioma, siempre
y cuando:
i) Ese derecho no se ejerza de manera que impida a los miembros de
las minorías comprender la cultura y el idioma del conjunto de la
colectividad y tomar parte en sus actividades, ni que comprometa
la soberanía nacional;
ii) El nivel de enseñanza en estas escuelas no sea inferior al nivel
general prescrito o aprobado por las autoridades competentes;
iii) La asistencia a tales escuelas sea facultativa.
2. Los Estados Partes en la presente Convención se comprometen a tomar
todas las disposiciones necesarias para garantizar la aplicación de los prin-
cipios enunciados en el párrafo 1 de este artículo.
Artículo 8 Cualquier controversia entre dos o varios Estados Partes en la presente Con-
vención respecto a su interpretación o aplicación que no se hubiere resuelto
mediante negociaciones, se someterá, a petición de las partes en la controver-
sia, a la Corte Internacional de Justicia para que resuelva al respecto, a falta de
otro procedimiento para resolver la controversia.
Artículo 10 La presente Convención no tendrá por efecto menoscabar los derechos de que
disfruten los individuos o los grupos en virtud de acuerdos concertados entre
dos o más Estados, siempre que esos derechos no sean contrarios a la letra o al
espíritu de la presente Convención.
92
Discriminación / Convenciones
Artículo 14 La presente Convención entrará en vigor tres meses después de la fecha en que
se deposite el tercer instrumento de ratificación, aceptación o adhesión, pero
únicamente respecto de los Estados que hubieren depositado sus respectivos
instrumentos de ratificación, aceptación o adhesión en esa fecha o anterior-
mente. Asimismo, entrará en vigor respecto de cada uno de los demás Estados
tres meses después del depósito de su instrumento de ratificación, aceptación
o adhesión.
Artículo 15 Los Estados Partes en la presente Convención reconocen que ésta es aplicable
no sólo en su territorio metropolitano, sino también en todos aquellos territo-
rios no autónomos, en fideicomiso, coloniales o cualesquiera otros cuyas rela-
ciones internacionales tengan a su cargo. Los Estados Partes se comprometen
a consultar, si fuera necesario, al gobierno o demás autoridades competentes
de esos territorios, antes o en el momento de la ratificación, aceptación o ad-
hesión, para obtener la aplicación de la Convención a esos territorios, y a no-
tificar al Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura a qué territorio se aplicará la Convención,
notificación que surtirá efecto tres meses después de recibida.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
94
6 Convención Interamericana para prevenir, sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer (“Convención de
Belém do Pará”)
Afirmando que la violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos
humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el
reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades;
Capítulo I
DEFINICION Y ÁMBITO DE APLICACIÓN
Artículo 1 Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la
mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte,
daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito
público como en el privado.
Artículo 2 Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y
psicológica:
a) que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra
relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido
el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación,
maltrato y abuso sexual;
b) que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y
que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de per-
sonas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo,
así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier
otro lugar, y
c) que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que
ocurra.
Capítulo II
DERECHOS PROTEGIDOS
Artículo 3 Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado.
Artículo 5 Toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales y contará con la total protección de esos
96
Discriminación / Convenciones
Artículo 6 El derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye, entre otros:
a) el derecho de la mujer a ser libre de toda forma de discriminación, y
b) el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de patrones estereoti-
pados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en con-
ceptos de inferioridad o subordinación.
Capítulo III
DEBERES DE LOS ESTADOS
Artículo 7 Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y
convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, polí-
ticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a
cabo lo siguiente:
a) abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y
velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e institu-
ciones se comporten de conformidad con esta obligación;
b) actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la vio-
lencia contra la mujer;
c) incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas,
así como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar
y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrati-
vas apropiadas que sean del caso;
d) adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hosti-
gar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de
cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propie-
dad;
e) tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislati-
vo, para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para modificar
prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la
tolerancia de la violencia contra la mujer;
f) establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya
sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección,
un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos;
g) establecer los mecanismos judiciales y administrativos necesarios para ase-
gurar que la mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo a resarcimien-
to, reparación del daño u otros medios de compensación justos y eficaces,
y
h) adoptar las disposiciones legislativas o de otra índole que sean necesarias
para hacer efectiva esta Convención.
Artículo 8 Los Estados Partes convienen en adoptar, en forma progresiva, medidas espe-
cíficas, inclusive programas para:
a) fomentar el conocimiento y la observancia del derecho de la mujer a una
vida libre de violencia, y el derecho de la mujer a que se respeten y protejan
sus derechos humanos;
97
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 9 Para la adopción de las medidas a que se refiere este capítulo, los Estados Partes
tendrán especialmente en cuenta la situación de vulnerabilidad a la violencia
que pueda sufrir la mujer en razón, entre otras, de su raza o de su condición
étnica, de migrante, refugiada o desplazada. En igual sentido se considerará a
la mujer que es objeto de violencia cuando está embarazada, es discapacitada,
menor de edad, anciana, o está en situación socioeconómica desfavorable o
afectada por situaciones de conflictos armados o de privación de su libertad.
Capítulo IV
MECANISMOS INTERAMERICANOS DE PROTECCION
Artículo 10 Con el propósito de proteger el derecho de la mujer a una vida libre de violen-
cia, en los informes nacionales a la Comisión Interamericana de Mujeres, los
Estados Partes deberán incluir información sobre las medidas adoptadas para
98
Discriminación / Convenciones
Capítulo V
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 15 La presente Convención está abierta a la firma de todos los Estados miembros
de la Organización de los Estados Americanos.
Artículo 19 Cualquier Estado Parte puede someter a la Asamblea General, por conducto
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 20 Los Estados Partes que tengan dos o más unidades territoriales en las que
rijan distintos sistemas jurídicos relacionados con cuestiones tratadas en la
presente Convención podrán declarar, en el momento de la firma, ratificación
o adhesión, que la Convención se aplicará a todas sus unidades territoriales o
solamente a una o más de ellas.
Tales declaraciones podrán ser modificadas en cualquier momento mediante
declaraciones ulteriores, que especificarán expresamente la o las unidades te-
rritoriales a las que se aplicará la presente Convención. Dichas declaraciones
ulteriores se transmitirán a la Secretaría General de la Organización de los
Estados Americanos y surtirán efecto treinta días después de recibidas.
100
Discriminación / Convenciones
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SECCIÓN 2
Declaraciones y principios generales
Discriminación
Documentos relevantes en los ámbitos
internacional y nacional para la erradicación
de la discriminación y el racismo
7 Declaración sobre la eliminación de la discriminación
contra la mujer, 7 de noviembre de 1967
La Asamblea General,
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta
su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la per-
sona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres,
Convencida de que la máxima participación tanto de las mujeres como de los hom-
bres en todos los campos es indispensable para el desarrollo total de un país, el bien-
estar del mundo y la causa de la paz,
Artículo 2 Deberán adoptarse todas las medidas apropiadas a fin de abolir las leyes, cos-
tumbres, reglamentos y prácticas existentes que constituyan una discrimina-
ción en contra de la mujer, y para asegurar la protección jurídica adecuada de
la igualdad de derechos del hombre y la mujer, en particular:
a) El principio de la igualdad de derechos figurará en las constituciones o será
garantizado de otro modo por ley;
b) Los instrumentos internacionales de las Naciones Unidas y de los organis-
mos especializados relativos a la eliminación de la discriminación en contra
de la mujer se aceptarán mediante ratificación o adhesión y se aplicarán
plenamente tan pronto como sea posible.
Artículo 3 Deberán adoptarse todas las medidas apropiadas para educar a la opinión pú-
blica y orientar las aspiraciones nacionales hacia la eliminación de los prejui-
cios y la abolición de las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole
que estén basadas en la idea de la inferioridad de la mujer.
Artículo 4 Deberán adoptarse todas las medidas apropiadas para asegurar a la mujer en
igualdad de condiciones con el hombre y sin discriminación alguna:
a) El derecho a votar en todas las elecciones y a ser elegible para formar parte
de todos los organismos constituidos mediante elecciones públicas;
b) El derecho a votar en todos los referéndums públicos;
c) El derecho a ocupar cargos públicos y a ejercer todas las funciones públi-
cas.
Estos derechos deberán ser garantizados por la legislación.
Artículo 5 La mujer tendrá los mismos derechos que el hombre en materia de adquisi-
ción, cambio, o conservación de una nacionalidad. El matrimonio con un
extranjero no debe afectar automáticamente la nacionalidad de la mujer, ya sea
convirtiéndola en apátrida o imponiéndole la nacionalidad de su marido.
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Discriminación / Declaraciones y principios generales
Artículo 7 Todas las disposiciones de los códigos penales que constituyan una discrimi-
nación contra las mujeres serán derogadas.
Artículo 8 Deberán adoptarse todas las medidas apropiadas, inclusive medidas legislati-
vas, para combatir todas las formas de trata de mujeres y de explotación de la
prostitución de mujeres.
Artículo 9 Deberán adoptarse todas las medidas apropiadas para asegurar a la joven y a la
mujer, casada o no, derechos iguales a los del hombres en materia de educación
en todos los niveles, y en particular:
a) Iguales condiciones de acceso a toda clase de instituciones docentes, in-
cluidas las universidades y las escuelas técnicas y profesionales, e iguales
condiciones de estudio en dichas instituciones;
b) La misma selección de programas de estudios, los mismos exámenes, per-
sonal docente del mismo nivel profesional, y locales y equipo de la misma
calidad, ya se trate de establecimientos de enseñanza mixta o no;
c) Iguales oportunidades en la obtención de becas y otras subvenciones de
estudio;
d) Iguales oportunidades de acceso a los programas de educación comple-
mentaria, incluidos los programas de alfabetización de adultos;
e) Acceso a material informativo para ayudarla a asegurar la salud y bienestar
de la familia.
Artículo 10 1. Deberán adoptarse todas las medidas apropiadas para garantizar a la mu-
jer, casada o no, los mismos derechos que al hombre en la esfera de la vida
económica y social, y en particular:
a) El derecho, sin discriminación alguna por su estado civil o por cualquier
otro motivo, a recibir formación profesional, trabajar, elegir libremente
empleo y profesión, y progresar en la profesión y en el empleo;
b) El derecho a igual remuneración que el hombre y a igualdad de trato
con respecto a un trabajo de igual valor;
c) El derecho a vacaciones pagadas, prestaciones de jubilación y medidas
que le aseguren contra el desempleo, la enfermedad, la vejez o cual-
quier otro tipo de incapacidad para el trabajo;
d) El derecho a recibir asignaciones familiares en igualdad de condicio-
nes con el hombre.
107
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
108
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de las Américas elegidos
democráticamente, nos hemos reunido en Santiago, Chile, con el fin de continuar el
diálogo y fortalecer la cooperación que iniciamos en Miami en diciembre de 1994.
Desde entonces, se ha logrado un progreso significativo en la formulación y ejecu-
ción de proyectos y programas conjuntos para aprovechar las grandes oportunidades
que se nos presentan. Reafirmamos nuestra voluntad de continuar en esta trascen-
dental empresa, que requiere de esfuerzos nacionales progresivos y de una dinámica
cooperación internacional.
109
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Hoy instruimos a nuestros Ministros Responsables del Comercio que inicien las ne-
gociaciones correspondientes al ALCA de acuerdo con la Declaración Ministerial de
San José, de marzo de 1998. Reafirmamos nuestra determinación de concluir las ne-
gociaciones del ALCA a más tardar en el año 2005 y a lograr avances concretos para
finales del presente siglo. El acuerdo del ALCA será equilibrado, amplio y congruente
con la Organización Mundial de Comercio (OMC), y constituirá un compromiso
único.
Hemos observado con satisfacción el trabajo preparatorio realizado por los Minis-
tros Responsables del Comercio durante los últimos tres años, lo cual ha fortalecido
nuestras políticas comerciales, ha fomentado la comprensión de nuestros objetivos
económicos y ha facilitado el diálogo entre todos los países participantes. Valoramos
la importante contribución del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Orga-
nización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Económica de las Naciones
Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su calidad de Comité Tripar-
tito.
110
Discriminación / Declaraciones y principios generales
El proceso de negociación del ALCA será transparente, y tomará en cuenta las dife-
rencias en los niveles de desarrollo y en el tamaño de las economías de las Américas,
con el fin de generar oportunidades para la plena participación de todos los países.
Alentamos a todos los sectores de la sociedad civil a participar y a contribuir en el
proceso de manera constructiva, por medio de nuestros respectivos mecanismos de
diálogo y consulta, y mediante la presentación de sus puntos de vista a través del me-
canismo creado en el proceso de negociación de ALCA. Creemos que la integración
económica, la inversión y el libre comercio son factores claves para elevar el nivel de
vida, mejorar las condiciones laborales de los pueblos de las Américas y lograr una
mejor protección del medio ambiente. Estos temas se tomarán en consideración a
medida que avancemos en el proceso de integración económica en las Américas.
111
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
una participación dinámica de la mujer en todos los ámbitos del quehacer de nues-
tros países, constituye una tarea prioritaria. Seguiremos auspiciando la plena integra-
ción a la vida política y económica de las poblaciones indígenas y de otros grupos
vulnerables, respetando las características y expresiones que afirmen su identidad
cultural. Desplegaremos especiales esfuerzos para garantizar los derechos humanos de
todos los migrantes, incluidos los trabajadores migrantes y sus familias.
La superación de la pobreza sigue siendo el reto más grande al que se enfrenta nues-
tro Hemisferio. Estamos conscientes de que el crecimiento positivo observado en las
Américas en los últimos años no ha solucionado todavía los problemas de inequidad
y exclusión social. Estamos decididos a eliminar las barreras que niegan a los pobres
el acceso a la nutrición adecuada, a los servicios sociales, a un medio ambiente sano,
al crédito y a los títulos legales de sus propiedades. Proporcionaremos un mayor apo-
yo a las micro y pequeñas empresas, promoveremos las normas laborales fundamen-
tales reconocidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y utilizaremos
nuevas tecnologías para mejorar las condiciones de salud de todas las familias en las
Américas, con el apoyo técnico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS),
logrando mayores niveles de equidad y desarrollo sostenible.
Con profunda satisfacción, constatamos que la Paz, valor esencial para la convivencia
humana, es una realidad en el Hemisferio. Destacamos el establecimiento de Centro-
américa como una zona de paz, democracia y desarrollo y reconocemos los esfuerzos
para la eliminación de las minas antipersonal y la rehabilitación de sus víctimas.
Continuaremos fomentando la confianza y la seguridad entre nuestros países a través
de medidas tales como las señaladas en las declaraciones de Santiago y San Salvador
sobre Medidas de Fomento de la Confianza y la Seguridad. Alentamos la solución
pacífica de las controversias.
Al forjar una alianza contra las drogas y al aplicar la Estrategia Hemisférica contra las
Drogas, acogemos con beneplácito el inicio de las negociaciones formales en la re-
unión de la Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas (CICAD),
a celebrarse el 4 de mayo próximo en Washington, en el marco de la Organización
de los Estados Americanos (OEA), a fin de establecer un procedimiento objetivo
para evaluar multilateralmente las acciones y la cooperación destinadas a prevenir y
combatir todos los aspectos del problema de las drogas y sus delitos conexos, que esté
basado en los principios de soberanía, integridad territorial de los Estados, responsa-
bilidad compartida y con un enfoque integral y equilibrado.
112
Discriminación / Declaraciones y principios generales
nuestras acciones. Como Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre
Cambio Climático, subrayamos la importancia de trabajar en conjunto para avanzar
en el cumplimiento del acuerdo alcanzado en la Conferencia de Kyoto, Japón, y pro-
mover su ratificación en nuestros países. Asimismo, cooperaremos estrechamente en
la preparación de la Conferencia de las Partes que se celebrará en noviembre de este
año en Buenos Aires, Argentina.
113
9 Observaciones generales
Introducción
1. La igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de todos los derechos huma-
nos es uno de los principios fundamentales reconocidos por el derecho internacional
y recogidos en los principales instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales protege dere-
chos humanos que son fundamentales para la dignidad humana de toda persona. En
particular, su artículo 3 prevé la igualdad de derechos del hombre y la mujer al goce
de los derechos que enuncia. Esta disposición se basa en el párrafo 3 del Artículo 1
de la Carta de las Naciones Unidas y en el artículo 2 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos. Salvo la referencia al Pacto Internacional de Derechos Económi-
cos, Sociales y Culturales, es también idéntica al artículo 3 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, que se redactó al mismo tiempo.
2. En los trabajos preparatorios se dice que el artículo 3 se incluyó en el Pacto, al igual
que en el referente a los derechos civiles y políticos, para indicar que, además de prohi-
bir la discriminación, se deben reconocer expresamente esos derechos tanto a la mujer
como al hombre, en pie de igualdad, y se deben arbitrar los medios adecuados para
garantizar a la mujer la posibilidad de ejercer sus derechos. Además, aunque el artículo
3 constituye hasta cierto punto una repetición del párrafo 2 del artículo 2, no por
ello es menos necesario reafirmar la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
Ese principio fundamental, enunciado en la Carta de las Naciones Unidas, debería
ser subrayado constantemente, en especial porque hay todavía muchos prejuicios que
constituyen un obstáculo para su plena aplicación.1 A diferencia del artículo 26 del
PIDCP, el artículo 3 y el párrafo 2 del artículo 2 del PIDESC no son disposiciones
autónomas, sino que deben leerse juntamente con cada derecho específico garantizado
en la parte III del Pacto.
3. El párrafo 2 del artículo 2 del Pacto que nos ocupa garantiza la no discriminación fun-
dada, entre otros motivos, en el sexo. Esta disposición, así como la garantía del disfrute
por igual de derechos por parte de hombres y mujeres que recoge el artículo 3, están
íntimamente relacionadas entre sí y se refuerzan mutuamente. Además, la eliminación
1. Proyecto de Pactos Internacionales de Derechos Humanos, Informe de la Tercera Comisión (A/5365), 17 de diciembre de 1962,
párr. 85.
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
El marco conceptual
La igualdad
6. La esencia del artículo 3 del Pacto es que la mujer y el hombre deben disfrutar en pie de
igualdad de los derechos enunciados en él, noción que lleva en sí un sentido sustantivo.
Si bien en las disposiciones constitucionales, las leyes y los programas de los gobiernos
se puede hallar la expresión de igualdad de trato formal, el artículo 3 preceptúa tam-
bién que los hombres y las mujeres disfrutarán en la práctica por igual de los derechos
enunciados en el Pacto.
7. El disfrute de los derechos humanos sobre la base de la igualdad entre hombres y mu-
jeres debe entenderse en sentido lato. Las garantías de no discriminación e igualdad
en los instrumentos internacionales de derechos humanos prevén la igualdad tanto de
facto como de jure. La igualdad de jure (o formal) y de facto (o sustantiva) son con-
ceptos diferentes pero conectados entre sí. La igualdad formal presupone que se logra
la igualdad si las normas jurídicas o de otra naturaleza tratan a hombres y mujeres de
una manera neutra. Por su parte, la igualdad sustantiva se ocupa de los efectos de las
normas jurídicas y otras y de la práctica y trata de conseguir no que mantengan, sino
que alivien la situación desfavorable de suyo que sufren ciertos grupos.
8. La igualdad sustantiva de hombres y mujeres no se logrará sólo con la promulgación
2. Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC), Observación general Nº 4 (1991): El derecho a una vivienda
adecuada (párrafo 1 del artículo 11 del Pacto), párr.6; Observación general Nº 7 (1997): El derecho a una vivienda adecuada
(párrafo 1 del artículo 11 del Pacto): el desahucio (párr. 10).
3. CDESC, Observación general Nº 12 (1999): El derecho a una alimentación adecuada (artículo 11 del Pacto), párr. 26.C
4. CDESC, Observación general Nº 11 (1999): Planes de acción para la enseñanza primaria (artículo 14 del Pacto), párr. 3; Observa-
ción general Nº 13 (1999): El derecho a la educación (artículo 13 del Pacto), párrs. 6 b), 31 y 32.
5. CDESC, Observación general Nº 14 (2000): El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud (artículo 12 del Pacto), párrs.
18 a 22.
6. CDESC, Observación general Nº 15 (2000): El derecho al agua (artículos 11 y 12 del Pacto), párrs. 13 y 14.
7.
116
Discriminación / Declaraciones y principios generales
No discriminación
10. El principio de no discriminación es el corolario del principio de igualdad. A reserva
de lo que se indica en el párrafo 15 infra sobre medidas especiales de carácter temporal,
prohíbe tratar de manera diferente a una persona o grupo de personas a causa de su
estado o situación particulares, como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, las
opiniones políticas u otras, el origen nacional o social, el nivel económico, el nacimien-
to u otras condiciones como la edad, la pertenencia étnica, la discapacidad, el estado
civil y la situación de refugiado o migrante.
11. Constituye discriminación contra la mujer “toda distinción, exclusión o restricción
basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconoci-
miento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la
base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra
esfera”.8 La discriminación por sexo se puede basar en la diferencia de trato que se da
a la mujer por razones biológicas, como la negativa a contratar mujeres porque pueden
quedar embarazadas, o en supuestos estereotípicos como orientar a la mujer hacia em-
pleos de bajo nivel porque se considera que la mujer no está dispuesta a consagrarse a
su trabajo como se consagraría un hombre.
12. Se produce discriminación directa cuando la diferencia de trato se funda directa y ex-
presamente en distinciones basadas de manera exclusiva en el sexo y en características
del hombre y de la mujer que no pueden justificarse objetivamente.
13. Se produce discriminación indirecta cuando la ley, el principio o el programa no tie-
nen apariencia discriminatoria, pero producen discriminación en su aplicación. Ello
puede suceder, por ejemplo, cuando las mujeres están en situación desfavorable frente
a los hombres en lo que concierne al disfrute de una oportunidad o beneficio particu-
lares a causa de desigualdades preexistentes. La aplicación de una ley neutra en cuanto
al genero puede perpetuar la desigualdad existente o agravarla.
14. El género afecta al derecho igual del hombre y la mujer a disfrutar de sus derechos. El
género alude a las expectativas y presupuestos culturales en torno al comportamien-
to, las actitudes, las cualidades personales y las capacidades físicas e intelectuales del
hombre y la mujer sobre la base exclusiva de su identidad como tales. Las hipótesis y las
expectativas basadas en el género suelen situar a la mujer en situación desfavorable con
respecto al disfrute sustantivo de derechos, como el de actuar y ser reconocida como
8. Véase el artículo 1 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
117
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
9. Sin embargo, como excepción a este principio general, razones que concurran específicamente en un candidato masculino pue-
den inclinar la balanza a su favor, lo cual ha de evaluarse objetivamente y teniendo en cuenta todos los criterios pertinentes para
cada uno de los candidatos. Se trata de un imperativo derivado del principio de la proporcionalidad.
10. PDESC, Observación general Nº 3 (1990): La índole de las obligaciones de los Estados Partes (párr. 2, art. 2).
11. De acuerdo con las Observaciones generales Nos. 12 y 13 del PDESC, la obligación de cumplir lleva en sí el deber de facilitar y el
de proporcionar. En la presente observación general, la obligación de cumplir incluye también el deber de promover la elimina-
ción de todas las formas de discriminación contra la mujer.
118
Discriminación / Declaraciones y principios generales
tenga un efecto negativo en la capacidad del hombre y la mujer para disfrutar de sus
derechos humanos en pie de igualdad.
Obligación de proteger
19. La obligación de proteger exige que los Estados Partes tomen disposiciones encamina-
das directamente a la eliminación de los prejuicios, las costumbres y todas las demás
prácticas que perpetúan la noción de inferioridad o superioridad de uno u otro sexo y
las funciones estereotipadas del hombre y la mujer. La obligación de los Estados Partes
de proteger el derecho enunciado en el artículo 3 del Pacto comprende, entre otras
cosas, el respeto y la aprobación de disposiciones constitucionales y legislativas sobre
la igualdad de derechos del hombre y la mujer a disfrutar de todos los derechos huma-
nos y la prohibición de toda clase de discriminación, la aprobación de instrumentos
legislativos que eliminen la discriminación e impidan a terceros perturbar directa o
indirectamente el disfrute de este derecho, la adopción de medidas administrativas y
programas, así como el establecimiento de instituciones públicas, organismos y pro-
gramas para proteger a la mujer contra la discriminación.
20. Los Estados Partes tienen la obligación de supervisar y reglamentar la conducta de los
agentes no estatales de manera que éstos no violen la igualdad de derechos del hombre
y la mujer a disfrutar de los derechos económicos, sociales y culturales. Esta obligación
se aplica, por ejemplo, cuando los servicios públicos han sido total o parcialmente pri-
vatizados.
Obligación de cumplir
21. En virtud de la obligación de cumplir, los Estados deben tomar medidas con objeto de
que, en la práctica, el hombre y la mujer disfruten de sus derechos económicos, sociales
y culturales en pie de igualdad. Estas disposiciones deben comprender:
Hacer accesibles y asequibles los remedios apropiados, como la indemnización, la
reparación, la restitución, la rehabilitación, garantías de enmienda, declaraciones,
excusas públicas, programas educativos y de prevención. - Establecer cauces ade-
cuados para la reparación, tales como tribunales o mecanismos administrativos a los
que todos tengan acceso en pie de igualdad, sobre todo los hombres y mujeres más
pobres, desfavorecidos y marginados.
Crear mecanismos de control con objeto de que la aplicación de normas y principios
orientados a promover el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales
por parte de los hombres y las mujeres en condiciones de igualdad no tenga efectos
perjudiciales no deseados en individuos o grupos desfavorecidos o marginados y, en
especial, sobre mujeres y niñas.
Elaborar y poner en práctica políticas y programas para el ejercicio a largo plazo de
los derechos económicos, sociales y culturales por parte de hombres y mujeres en pie
de igualdad. Pueden incluirse en este apartado la adopción de medidas especiales
provisionales a fin de acelerar el disfrute en pie de igualdad por parte de las mujeres,
el análisis de los progresos realizados en la aplicación de normas sobre la igualdad de
géneros y la asignación de recursos fundada en consideraciones de género.
oner en práctica programas de educación y formación en materia de derechos huma-
nos para jueces y funcionarios públicos.
Poner en práctica programas de concienciación y capacitación sobre la igualdad, des-
tinados a los trabajadores que se dedican a la realización de los derechos económicos,
sociales y culturales a nivel de base.
Integrar en la enseñanza académica y extraacadémica el principio de la igualdad de
119
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
120
Discriminación / Declaraciones y principios generales
a las mujeres de las zonas rurales, a las mujeres que trabajan en industrias predomi-
nantemente femeninas y a las mujeres que trabajan en el hogar, que a menudo se ven
privadas de este derecho.
26. El artículo 9 del Pacto obliga a los Estados Partes a reconocer el derecho de toda perso-
na a la protección social y, en particular, a la seguridad social y a la igualdad de acceso
a los servicios sociales. El artículo 3, leído en relación con el artículo 9, obliga, en
particular, a igualar la edad obligatoria de jubilación para hombres y mujeres, a velar
por que las mujeres perciban la misma prestación de los sistemas públicos y privados
de pensiones y a garantizar individualmente el derecho a la licencia de paternidad o
maternidad y la licencia compartida por ambos.
27. Según el apartado 1) del artículo 10 del Pacto, los Estados Partes deben reconocer la
necesidad de conceder a la familia la más amplia protección y asistencia posibles y que
el matrimonio debe contraerse con el libre consentimiento de los futuros cónyuges. El
artículo 3, leído juntamente con el artículo 10, obliga a los Estados Partes, en particu-
lar, a proporcionar a las víctimas de violencia en el hogar, que son principalmente mu-
jeres, el acceso a un alojamiento seguro, así como a los oportunos remedios y recursos
y a la reparación de los daños y perjuicios de orden físico, mental y moral, a cuidar de
que los hombres y las mujeres tengan igualdad de derechos a la hora de contraer libre-
mente matrimonio; en especial, la mayoría de edad para contraer matrimonio debe ser
la misma para hombres y mujeres, los menores de ambos sexos deben estar protegidos
por igual frente a las prácticas que fomentan el matrimonio infantil, el matrimonio
por procuración o el matrimonio forzado, y debe garantizarse la igualdad de derechos
de las mujeres a la propiedad conyugal y a heredar en caso de fallecimiento del marido.
La violencia de género constituye una forma de discriminación que va en menoscabo
de la aptitud para disfrutar de los derechos y libertades y, en particular, de los derechos
económicos, sociales y culturales en pie de igualdad. Los Estados Partes deben tomar
disposiciones apropiadas par eliminar la violencia contra hombres y mujeres y actuarán
con la diligencia debida para prevenir, investigar, mediar, castigar y obtener reparación
por los actos de violencia cometidos contra ellos por actores privados.
28. Según el artículo 11 del Pacto, los Estados Partes deben reconocer el derecho de toda
persona a un nivel de vida adecuado para sí y para su familia, lo que incluye una vi-
vienda adecuada (párr. 1) y una alimentación adecuada (párr. 2). Según el artículo 3,
leído juntamente con el párrafo 1 del artículo 11, la mujer debe tener derecho de pro-
piedad, usufructo u otra forma de intervención sobre la vivienda, la tierra y los bienes
en plena igualdad con el hombre y acceder a los recursos necesarios a tal efecto. La
aplicación del artículo 3, juntamente con el párrafo 2 del artículo 11, supone que los
Estados Partes han de velar en particular por que las mujeres tengan acceso o control
sobre los medios de producción de alimentos y a combatir las prácticas consuetudi-
narias, en cuya virtud no se permite a la mujer comer hasta que los hombres hayan
terminado su comida o sólo se le permite ingerir alimentos menos nutritivos.12
29. El artículo 12 del Pacto obliga a los Estados Partes a tomar medidas para el pleno ejer-
cicio del derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física
y mental. Según el artículo 3, leído juntamente con el artículo 12, deben eliminarse
los obstáculos jurídicos y de otro tipo que impiden que hombres y mujeres tengan
igualdad de acceso a los servicios de salud pública. Se incluye aquí en particular el
12. En el párrafo 26 de la Observación general Nº 12 del PDESC se analizan otros ejemplos de obligaciones y posibles infracciones
del artículo 3 en relación con los párrafos 1 y 2 del artículo 11.
121
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
análisis de las formas en que las funciones asignadas a ambos géneros afectan al acceso
a condiciones de base de la salud, como el agua y la alimentación, la eliminación de las
restricciones legales en materia de salud reproductiva, la prohibición de la mutilación
genital femenina y la formación adecuada del personal que se ocupa de los problemas
de salud de la mujer.13
30. Según el párrafo 1 del artículo 13 del Pacto, los Estados Partes deben reconocer el de-
recho de toda persona a la educación; según el apartado a) del párrafo 2, la enseñanza
primaria debe ser obligatoria y disponible para todos gratuitamente. La aplicación del
artículo 3, juntamente con el artículo 13, exige en particular la adopción de normas
y principios que proporcionen los mismos criterios de admisión para niños y niñas en
todos los niveles de la educación. Los Estados Partes velarán, en particular mediante
campañas de mentalización e información, por que las familias desistan de dar un
trato preferente a los muchachos cuando envíen a sus hijos a la escuela, así como por
que los planes de estudio fomenten la igualdad y la no discriminación. Los Estados
Partes deben crear condiciones favorables para seguridad de los menores, en particular
del sexo femenino, al ir y volver de la escuela.
31. A tenor de los apartados a) y b) del párrafo 1 del artículo 15 del Pacto, los Estados
Partes deben reconocer el derecho de toda persona a participar en la vida cultural y
a disfrutar de los beneficios del progreso científico. La aplicación del artículo 3, leído
juntamente con los apartados a) y b) del párrafo 1 del artículo 15, exige, en particular,
superar los obstáculos de tipo institucional y de otra índole, tales como los basados en
tradiciones culturales y religiosas, que impiden la participación plena de la mujer en la
vida cultural y en la educación e investigación científicas, así como dedicar recursos a
la investigación de las necesidades sanitarias y económicas de la mujer en condiciones
de igualdad con las del hombre.
32. La manera más adecuada de hacer efectivo el derecho previsto en el artículo 3 del
Pacto variará de un Estado a otro. Cada Estado Parte tiene un margen discrecional
a la hora de adoptar los métodos para cumplir su obligación primordial e inmediata
de garantizar la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer al goce de todos sus
derechos económicos, sociales y culturales. Entre otras cosas, los Estados Partes debe
integrar en los planes nacionales de acción a favor de los derechos humanos estrategias
adecuadas para garantizar la igualdad de derechos del hombre y la mujer al goce de los
derechos económicos, sociales y culturales.
33. Estas estrategias se deben fundar en la determinación sistemática de políticas, programas
y actividades adecuados a la situación y el contexto reinantes en el Estado, según se des-
prende del contenido normativo del artículo 3 del Pacto y se especifica en relación con el
nivel y la naturaleza de las obligaciones de los Estados Partes a que se refieren los párrafos
16 a 21 supra. En esa estrategia se debe prestar atención en particular a la eliminación de
la discriminación en el goce de los derechos económicos, sociales y culturales.
34. Los Estados Partes deben reexaminar periódicamente la legislación, las políticas, las
estrategias y los programas en relación con los derechos económicos, sociales y cul-
turales, y adoptarán los cambios necesarios para que aquéllos estén acordes con las
obligaciones resultantes del artículo 3 del Pacto.
13. Observación general Nº 14 del PDESC, párrs. 18 a 21.Observación general Nº 14 del PDESC, párrs. 18 a 21.
122
Discriminación / Declaraciones y principios generales
35. Puede ser necesario adoptar medidas especiales provisionales para acelerar el igual
disfrute por la mujer de todos los derechos económicos, sociales y culturales y para me-
jorar la posición de facto de la mujer.14 Las medidas especiales provisionales se deben
distinguir de las medidas de política y de las estrategias permanentes adoptadas para
lograr la igualdad del hombre y la mujer.
36. Se alienta a los Estados a que adopten medidas especiales provisionales para acelerar el
logro de la igualdad entre el hombre y la mujer en el disfrute de los derechos previstos
en el Pacto. Tales medidas no deben considerarse discriminatorias en sí mismas, ya
que se basan en la obligación del Estado de eliminar las desventajas causadas por las
leyes, tradiciones y prácticas discriminatorias, pasadas y presentes. La índole, duración
y aplicación de tales medidas deben determinarse teniendo en cuenta la cuestión y el
contexto específicos y deben reajustarse cuando las circunstancias lo requieran. Los
resultados de esas medidas deberían supervisarse para interrumpir éstas cuando se
hayan alcanzado los objetivos para los que se adoptaron.
37. El derecho de las personas y los grupos a participar en el proceso de adopción de deci-
siones que puedan influir en su desarrollo debe ser parte integrante de todo programa,
política o actividad concebidos para que el Gobierno cumpla sus obligaciones en vir-
tud del artículo 3 del Pacto.
Remedios y responsabilidad
38. Las políticas y estrategias nacionales deben prever el establecimiento de mecanismos e
instituciones eficaces, en caso de que no existan, con inclusión de autoridades admi-
nistrativas, mediadores y otros órganos nacionales en materia de derechos humanos,
así como tribunales. Todos estos órganos deben investigar y examinar las presuntas
infracciones del artículo 3 y ofrecer remedios apropiados. En cuanto a los Estados
Partes, deben velar por que dichos remedios se apliquen efectivamente.
Violaciones
40. Los Estados Partes deben cumplir su obligación inmediata y primordial de garantizar
la igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos económicos,
sociales y culturales.
41. El principio de igualdad del hombre y la mujer es fundamental para el disfrute de
cada uno de los derechos específicos enumerados en el Pacto. La omisión del deber de
garantizar la igualdad de fondo y de forma en el disfrute de cada uno de esos derechos
14. Véase a este respecto la Recomendación general Nº 25 sobre el párrafo 1 del artículo 4 de la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer, adoptada por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra
la Mujer, la Observación general Nº 13 del PDESC y los Principios de Limburgo sobre la aplicación del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales
123
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
OBSERVACIÓN GENERAL Nº 20
Observación General N. 20 al Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y
Culturales (PIDESC): la no discriminación y los derechos económicos, sociales y culturales
124
Discriminación / Declaraciones y principios generales
que se deben adoptar medidas especiales en favor de todos los niños y adolescentes, sin
discriminación alguna. En el artículo 13 se dispone que “la enseñanza primaria debe
ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente” y que “la enseñanza superior debe
hacerse igualmente accesible a todos”.
5. En el Artículo 1.3 de la Carta de las Naciones Unidas y el artículo 2.1 de la Declara-
ción Universal de Derechos Humanos se prohíbe la discriminación respecto del goce
de los derechos económicos, sociales y culturales. Los tratados internacionales sobre la
discriminación racial, sobre la discriminación contra las mujeres y sobre los derechos
de los refugiados, los apátridas, los niños, los trabajadores migratorios y sus familiares
y las personas con discapacidad incluyen el ejercicio de los derechos económicos, so-
ciales y culturales15, mientras que otros tratados exigen la eliminación de toda discri-
minación en ámbitos concretos, como el empleo y la educación.16
Además de la disposición común sobre igualdad y no discriminación del Pacto y del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el artículo 26 de este Pacto contie-
ne una garantía independiente de protección igual y efectiva de la ley y ante la ley.17
6. En anteriores observaciones generales el Comité examinó la aplicación del principio de
la no discriminación a los derechos concretos reconocidos en el Pacto en relación con la
vivienda, la alimentación, la educación, la salud, el agua, los derechos de autor, el trabajo
y la seguridad social.18 Además, la Observación general Nº 16 concierne a la obligación
de los Estados partes, en virtud del artículo 3 del Pacto, de asegurar la igualdad entre los
géneros, y las Observaciones generales Nos. 5 y 6 se refieren a los derechos de las personas
con discapacidad y de las personas de edad, respectivamente.19 La presente observación
general tiene por objeto aclarar la comprensión por el Comité del artículo 2.2 del Pacto
incluidos el alcance de las obligaciones del Estado (parte II), los motivos prohibidos de
discriminación (parte III) y la aplicación en el plano nacional (parte IV).
15. Véanse la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre
la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, la
Convención sobre el estatuto de los Apátridas, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención internacional sobre la
protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares y la Convención sobre los derechos de las
personas con discapacidad.
16. Convenio Nº 111 de la OIT, relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación, y Convención de la UNESCO relativa
a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza.
17. Véase la Observación general Nº 18 (1989) del Comité de Derechos Humanos, relativa a la no discriminación.
18. Véanse las Observaciones generales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales Nos. 4 (1991): El derecho a una
vivienda adecuada; 7 (1997): El derecho a una vivienda adecuada (art. 11, párr. 1); 12 (1999): El derecho a una alimentación
adecuada; 13 (1999): El derecho a la educación (art. 13); 14 (2000): El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud
(art. 12); 15 (2002): El derecho al agua (arts. 11 y 12); 17 (2005): El derecho de toda persona a beneficiarse de la protección de
los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea
autor(a) (apartado c) del párrafo 1 del artículo 15); 18 (2005): El derecho al trabajo (art. 6), y 19 (2008): El derecho a la seguridad
social (art. 9).
19. Véanse las Observaciones generales del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales Nº 5 (1994): Las personas con
discapacidad y Nº 6 (1995): Los derechos económicos, sociales y culturales de las personas mayores.
125
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
discriminación y que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el recono-
cimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos reconocidos en
el Pacto.20 La discriminación también comprende la incitación a la discriminación y el
acoso.
8. Para que los Estados partes puedan “garantizar” el ejercicio sin discriminación de los
derechos recogidos en el Pacto, hay que erradicar la discriminación tanto en la forma
como en el fondo21:
a) Discriminación formal. Para erradicar la discriminación formal es preciso asegu-
rar que la Constitución, las leyes y las políticas de un Estado no discriminen por
ninguno de los motivos prohibidos; por ejemplo, las leyes deberían asegurar iguales
prestaciones de seguridad social a las mujeres independientemente de su estado
civil.
b) Discriminación sustantiva. Abordando únicamente la forma no se conseguiría la
igualdad sustantiva prevista y definida en el artículo 2.2.22 En el disfrute efectivo
de los derechos recogidos en el Pacto influye con frecuencia el hecho de que una
persona pertenezca a un grupo caracterizado por alguno de los motivos prohibidos
de discriminación. Para eliminar la discriminación en la práctica se debe prestar
suficiente atención a los grupos o individuos que sufren injusticias históricas o son
víctimas de prejuicios persistentes en lugar de limitarse a comparar el trato formal
que reciben las personas en situaciones similares. Los Estados partes deben, por
tanto, adoptar de forma inmediata las medidas necesarias para prevenir, reducir
y eliminar las condiciones y actitudes que generan o perpetúan la discriminación
sustantiva o de facto. Por ejemplo, asegurar que todas las personas tengan igual
acceso a una vivienda adecuada y a agua y saneamiento ayudará a superar la dis-
criminación de que son objeto las mujeres, las niñas y las personas que viven en
asentamientos informales y zonas rurales.
9. Para erradicar la discriminación sustantiva en ocasiones los Estados partes pueden
verse obligados a adoptar medidas especiales de carácter temporal que establezcan di-
ferencias explícitas basadas en los motivos prohibidos de discriminación. Esas medidas
serán legítimas siempre que supongan una forma razonable, objetiva y proporcionada
de combatir la discriminación de facto y se dejen de emplear una vez conseguida una
igualdad sustantiva sostenible. Aun así, algunas medidas positivas quizás deban tener
carácter permanente, por ejemplo, la prestación de servicios de interpretación a los
miembros de minorías lingüísticas y a las personas con deficiencias sensoriales en los
centros de atención sanitaria.
10. Tanto las formas directas como las formas indirectas de trato diferencial constituyen
discriminación conforme al artículo 2.2 del Pacto:
a) Hay discriminación directa cuando un individuo recibe un trato menos favorable
que otro en situación similar por alguna causa relacionada con uno de los motivos
prohibidos de discriminación, por ejemplo, cuando la contratación para puestos en
20. En el artículo 1 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, el artículo 1
de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y el artículo 2 de la Convención
sobre los derechos de las personas con discapacidad figuran definiciones similares. El Comité de Derechos Humanos hace una
interpretación parecida en su Observación general Nº 18 (párrs. 6 y 7) y ha adoptado posiciones similares en observaciones
generales anteriores.
21. Véase la Observación general Nº 16 (2005): La igualdad de derechos del hombre y la mujer al disfrute de los derechos económi-
cos, sociales y culturales (art. 3) del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
22. Véase también la Observación general Nº 16 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
126
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Esfera privada
11. A menudo se observan casos de discriminación en la familia, el lugar de trabajo y otros
sectores de la sociedad. Por ejemplo, los actores del sector privado de la vivienda (como
los propietarios de viviendas privadas, los proveedores de crédito o los proveedores de
viviendas públicas) pueden negar directa o indirectamente el acceso a una vivienda o a
hipotecas por motivos de etnia, estado civil, discapacidad u orientación sexual, mien-
tras que algunas familias pueden negarse a escolarizar a sus hijas. Los Estados partes
deben por lo tanto aprobar medidas, incluidas leyes, para velar por que los individuos y
entidades no apliquen los motivos prohibidos de discriminación en la esfera privada.
Discriminación sistémica
12. El Comité ha constatado periódicamente que la discriminación contra algunos gru-
pos subsiste, es omnipresente, está fuertemente arraigada en el comportamiento y la
organización de la sociedad y a menudo implica actos de discriminación indirecta o
no cuestionada. Esta discriminación sistémica puede consistir en normas legales, polí-
ticas, prácticas o actitudes culturales predominantes en el sector público o privado que
generan desventajas comparativas para algunos grupos y privilegios para otros.
127
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Pertenencia a un grupo
16. Al determinar si alguien está comprendido en una categoría respecto de la cual exis-
ten uno o más motivos prohibidos de discriminación, la decisión se basará, a menos
que exista una justificación para no hacerlo, en la autoidentificación del individuo en
cuestión. La pertenencia también incluye la asociación con un grupo afectado por uno
de los motivos prohibidos (por ejemplo, el hecho de ser progenitor de un niño con dis-
capacidad) o la percepción por otras personas de que un individuo forma parte de uno
de esos grupos (por ejemplo, en el caso de una persona cuyo color de piel se asemeje al
de los miembros de un grupo o que apoye los derechos de un grupo o haya pertenecido
a ese grupo).
Discriminación múltiple23
17. Algunos individuos o grupos sufren discriminación por más de uno de los motivos
prohibidos, por ejemplo las mujeres pertenecientes a una minoría étnica o religiosa.
Esa discriminación acumulativa afecta a las personas de forma especial y concreta y
merece particular consideración y medidas específicas para combatirla.
Motivos expresos
18. El Comité ha planteado permanentemente la preocupación respecto de la discrimina-
ción formal y sustantiva con respecto a muy diversos derechos del Pacto en contra de
los pueblos indígenas y las minorías étnicas, entre otros.
Raza y color
19. El Pacto y muchos otros tratados, como la Convención Internacional sobre la Elimi-
nación de todas las Formas de Discriminación Racial, prohíben la discriminación por
motivos de “raza y color”, lo que incluye el origen étnico de las personas. La utilización
del término “raza” en el Pacto o en la presente observación general no implica la acep-
tación de teorías que tratan de probar la existencia de razas humanas distintas.24
128
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Sexo
20. El Pacto garantiza la igualdad de derechos de hombres y mujeres en cuanto al goce
de los derechos económicos, sociales y culturales.25 Desde la aprobación del Pacto, el
concepto de “sexo” como causa prohibida ha evolucionado considerablemente para
abarcar no solo las características fisiológicas sino también la creación social de estereo-
tipos, prejuicios y funciones basadas en el género que han dificultado el ejercicio de los
derechos económicos, sociales y culturales en igualdad de condiciones. De este modo,
constituirían discriminación la negativa a contratar a una mujer porque pueda quedar
embarazada o asignar predominantemente empleos de bajo nivel o a tiempo parcial a
mujeres por considerar, de forma estereotipada, que no están dispuestas a consagrarse a
su trabajo como se consagraría un hombre. La denegación de la licencia de paternidad
puede constituir también discriminación respecto de los hombres.
Idioma
21. La discriminación por motivos de idioma suele guardar estrecha relación con el trato
desigual por motivos de origen nacional o étnico. Las barreras lingüísticas pueden di-
ficultar el goce de muchos de los derechos culturales reconocidos en el Pacto, incluido
el derecho a participar en la vida cultural garantizado en el artículo 15. Por lo tanto,
la información sobre los servicios públicos, por ejemplo, debe estar disponible, en la
medida de lo posible, en las lenguas minoritarias, y los Estados partes deben asegurarse
de que todo requisito lingüístico en las esferas del empleo y la educación se base en
criterios razonables y objetivos.
Religión
22. El término religión debe entenderse de forma amplia, de conformidad con el dere-
cho internacional. Este motivo prohibido de discriminación comprende la religión o
creencia que se elija (o el hecho de no profesar ninguna), individualmente o en una
comunidad, que se manifieste pública o privadamente en el culto, la observancia, la
práctica y la enseñanza.26 Puede haber discriminación religiosa, por ejemplo, cuando
no se da acceso a una minoría religiosa a la universidad, al empleo, o a los servicios de
atención de salud a causa de su religión.
25. Véanse el artículo 3 del Pacto y la Observación general Nº 16 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
26. Véase también la Declaración de la Asamblea General sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación
fundadas en la religión o las convicciones, proclamada por la Asamblea General en su resolución 36/55, de 25 de noviembre de
1981.
129
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Posición económica
25. La posición económica, como motivo prohibido de discriminación, es un concepto
amplio que incluye los bienes raíces (por ejemplo, la propiedad o tenencia de tierras)
y los bienes personales (por ejemplo, la propiedad intelectual, los bienes muebles o la
renta) o la carencia de ellos. El Comité ya ha señalado antes que algunos de los dere-
chos recogidos en el Pacto, como el acceso a servicios de abastecimiento de agua o la
protección contra el desahucio, no deben depender de la situación en que se encuentre
una persona en cuanto a la tenencia de la tierra, como el hecho de vivir en un asenta-
miento informal.28
Nacimiento
26. La discriminación por motivos de nacimiento está prohibida y el artículo 10.3 del
Pacto dispone expresamente, por ejemplo, que se deben adoptar medidas especiales
en favor de todos los niños y adolescentes, “sin discriminación alguna por razón de
filiación”. Por tanto, no deberá darse un trato distinto a quienes nazcan fuera de ma-
trimonio, tengan padres apátridas o sean adoptados, ni tampoco a sus familias. El
nacimiento como motivo prohibido de discriminación también incluye la ascendencia,
especialmente sobre la base de la casta o sistemas similares de condición heredada.29
Los Estados partes deben adoptar medidas, por ejemplo, para prevenir, prohibir y eli-
minar las prácticas discriminatorias dirigidas contra miembros de comunidades basa-
das en la ascendencia y actuar contra la difusión de ideas de superioridad e inferioridad
en función de la ascendencia.
130
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Discapacidad
28. En la Observación general Nº 5 el Comité definió la discriminación contra las per-
sonas con discapacidad31 como “toda distinción, exclusión, restricción, preferencia o
denegación de ajustes razonables sobre la base de la discapacidad, cuyo efecto es anular
u obstaculizar el reconocimiento, el disfrute o el ejercicio de derechos económicos, so-
ciales o culturales”.32 Debe incluirse en la legislación nacional la denegación de ajustes
razonables como un motivo prohibido de discriminación en razón de la discapacidad.33
Los Estados partes deben ocuparse de la discriminación, como la prohibición relativa
al derecho a la educación, y la denegación de ajustes razonables en lugares públicos,
como instalaciones sanitarias públicas, y en el lugar de trabajo34, por ejemplo, mientras
los lugares de trabajo estén organizados y construidos de forma que sean inaccesibles
para las personas que se desplazan en sillas de ruedas, se estará negando efectivamente
a esas personas el derecho a trabajar.
Edad
29. La edad es un motivo prohibido de discriminación en diversos contextos. El Comité
ha destacado la necesidad de ocuparse de la discriminación contra los trabajadores
desempleados de más edad que buscan trabajo o acceso a la capacitación y readies-
tramiento profesional, y contra las personas de más edad que viven en la pobreza con
acceso desigual a las pensiones universales de las personas de más edad como resultado
de su lugar de residencia.35
Con respecto a los jóvenes, el acceso desigual de los adolescentes a los servicios de salud
sexual y reproductiva equivale a discriminación.
Nacionalidad
30. No se debe impedir el acceso a los derechos amparados en el Pacto por razones de
nacionalidad36, por ejemplo, todos los niños de un Estado, incluidos los indocumenta-
dos, tienen derecho a recibir una educación y una alimentación adecuada y una aten-
ción sanitaria asequible. Los derechos reconocidos en el Pacto son aplicables a todos,
incluidos los no nacionales, como los refugiados, los solicitantes de asilo, los apátridas,
los trabajadores migratorios y las víctimas de la trata internacional, independientemen-
te de su condición jurídica y de la documentación que posean.37
31. En el artículo 1 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad figura la siguiente definición: “Las perso-
nas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que,
al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones
con las demás”.
32. Véase la Observación general Nº 5, párr. 15, del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
33. Véase el artículo 2 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad: “Por “ajustes razonables” se en-
tenderán las modificaciones y adaptaciones necesarias y adecuadas que no impongan una carga desproporcionada o indebida,
cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de
condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales”.caso particular, para garantizar a las
personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y
libertades fundamentales”.
34. Véase la Observación general Nº 5, párr. 22, del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
35. Véase además la Observación general Nº 6 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
36. Sin perjuicio de la aplicación del párrafo 3 del artículo 2 del Pacto, cuyo texto es: “Los países en desarrollo, teniendo debidamente
en cuenta los derechos humanos y su economía nacional, podrán determinar en qué medida garantizarán los derechos econó-
micos reconocidos en el presente Pacto a personas que no sean nacionales suyos”.
37. Véase también la Observación general Nº 30 (2004) del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, sobre los dere-
chos de los no ciudadanos.
131
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Estado de salud
33. El estado de salud se refiere a la salud física o mental de una persona.40 Los Estados
partes deben garantizar que el estado de salud efectivo o sobreentendido de una per-
sona no constituya un obstáculo para hacer realidad los derechos garantizados en el
Pacto. Los Estados a menudo se escudan en la protección de la salud pública para justi-
ficar restricciones de los derechos humanos relacionadas con el estado de salud de una
persona. Sin embargo, muchas de esas restricciones son discriminatorias, por ejemplo,
la de dispensar un trato distinto a una persona infectada por el VIH en lo que respecta
al acceso a la educación, el empleo, la atención sanitaria, los viajes, la seguridad social,
la vivienda o el asilo.41 Los Estados partes deben adoptar medidas también para com-
batir la estigmatización generalizada que acompaña a ciertas personas por su estado de
salud, por ejemplo, por ser enfermos mentales, por tener enfermedades debilitantes,
como la lepra, o por haber sufrido fístula obstétrica en el caso de las mujeres, que a
menudo obstaculiza su pleno goce de los derechos consagrados en el Pacto. Negar a un
individuo el acceso a un seguro médico por su estado de salud será discriminatorio si
esa diferencia de trato no se justifica con criterios razonables y objetivos.
38. Véanse las Observaciones generales Nos. 14 y 15 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
39. Véanse las definiciones en los Principios de Yogyakarta sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos
en relación con la orientación sexual y la identidad de género.
40. Véase la Observación general Nº 14, párrs. 12 b), 18, 28 y 29 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
41. Véanse las directrices publicadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el
Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (2006), “Directrices internacionales sobre el VIH/SIDA y los dere-
chos humanos, versión consolidada de 2006”. Disponible en línea en: http://data.unaids.org/Publications/IRC-pub07/JCL1252-
InterGuidelines_es.pdf..
132
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Lugar de residencia
34. El ejercicio de los derechos reconocidos en el Pacto no debe depender del lugar en que
resida o haya residido una persona, ni estar determinado por él. Por ejemplo, no debe
depender del hecho de vivir o estar inscrito en una zona urbana o rural o en un asenta-
miento formal o informal, ni de ser un desplazado interno o llevar un estilo de vida nó-
mada tradicional. Es preciso erradicar, en la práctica, las disparidades entre localidades
y regiones, por ejemplo, garantizando la distribución uniforme, en cuanto al acceso y la
calidad, de los servicios sanitarios de atención primaria, secundaria y paliativa.
Medidas legislativas
37. La aprobación de leyes para combatir la discriminación es indispensable para dar cum-
plimiento al artículo 2.2. Se insta por lo tanto a los Estados partes a adoptar legislación
que prohíba expresamente la discriminación en la esfera de los derechos económicos,
sociales y culturales. Esa legislación debe tener por fin eliminar la discriminación for-
mal y sustantiva, atribuir obligaciones a los actores públicos y privados y abarcar los
motivos prohibidos de discriminación analizados en los párrafos anteriores. También
deben revisarse periódicamente, y modificarse en caso necesario, las demás leyes, para
asegurarse de que no discriminen, ni formal ni sustantivamente, en relación con el
ejercicio y el goce de los derechos recogidos en el Pacto.
133
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
prestar atención a la necesidad de garantizar el goce efectivo de los derechos sin dis-
criminación alguna. Debe exigirse a las instituciones públicas y privadas que elaboren
planes de acción para combatir la discriminación, y el Estado debe educar y capacitar a
los funcionarios públicos, y poner esa capacitación también a disposición de los jueces
y los candidatos a puestos del sistema judicial. La enseñanza de los principios de igual-
dad y no discriminación debe integrarse en el marco de una educación multicultural e
incluyente, tanto académica como extraacadémica, destinada a erradicar los conceptos
de superioridad o inferioridad basados en los motivos prohibidos de discriminación
y a promover el diálogo y la tolerancia entre los distintos grupos de la sociedad. Los
Estados partes también deben adoptar medidas adecuadas de prevención para evitar
que se creen nuevos grupos marginados.
134
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Introducción
1. En su 20° período de sesiones (1999), el Comité para la Eliminación de la Discrimina-
ción contra la Mujer decidió, en virtud del artículo 21 de la Convención, elaborar una
recomendación general sobre el párrafo 1 del artículo 4 de la Convención sobre la elimi-
nación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Esta nueva recomendación
general complementaría, entre otras cosas, recomendaciones generales previas, incluidas
la recomendación general No. 5 (séptimo período de sesiones, 1988) sobre medidas espe-
ciales de carácter temporal, la No. 8 (séptimo período de sesiones, 1988) sobre la aplica-
ción del artículo 8 de la Convención y la No. 23 (16° período de sesiones, 1997) sobre la
mujer y la vida pública, así como informes de los Estados Partes en la Convención y las
observaciones finales formuladas por el Comité en relación con esos informes.
2. Con la presente recomendación general, el Comité trata de aclarar la naturaleza y el
significado del párrafo 1 del artículo 4 a fin de facilitar y asegurar su plena utilización
por los Estados Partes en la aplicación de la Convención. El Comité insta a los Estados
Partes a que traduzcan esta recomendación general a los idiomas nacionales y locales y
la difundan ampliamente a los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales del Estado,
incluidas las estructuras administrativas, así como a la sociedad civil, en particular a
los medios de comunicación, el mundo académico y las asociaciones e instituciones
que se ocupan de los derechos humanos y de la mujer.
42. Véanse las Observaciones generales Nos. 3 y 9 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Véase también la
práctica del Comité en sus observaciones finales sobre los informes de los Estados partes en el Pacto.
43. Véanse las Observaciones generales Nos. 13, 14, 15, 17 y 19 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como
sus nuevas directrices relativas a los informes (E/C.12/2008/2).
135
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
44. Puede haber discriminación indirecta contra la mujer cuando las leyes, las políticas y los programas se basan en criterios que
aparentemente son neutros desde el punto de vista del género pero que, de hecho, repercuten negativamente en la mujer. Las
leyes, las políticas y los programas que son neutros desde el punto de vista del género pueden, sin proponérselo, perpetuar las
consecuencias de la discriminación pasada. Pueden elaborarse tomando como ejemplo, de manera inadvertida, estilos de vida
masculinos y así no tener en cuenta aspectos de la vida de la mujer que pueden diferir de los del hombre. Estas diferencias
pueden existir como consecuencia de expectativas, actitudes y comportamientos estereotípicos hacia la mujer que se basan en
las diferencias biológicas entre los sexos. También pueden deberse a la subordinación generalizada de la mujer al hombre.
45. “El género se define como los significados sociales que se confieren a las diferencias biológicas entre los sexos. Es un producto
ideológico y cultural aunque también se reproduce en el ámbito de las prácticas físicas; a su vez, influye en los resultados de tales
prácticas. Afecta la distribución de los recursos, la riqueza, el trabajo, la adopción de decisiones y el poder político, y el disfrute de
los derechos dentro de la familia y en la vida pública. Pese a las variantes que existen según las culturas y la época, las relaciones
de género en todo el mundo entrañan una asimetría de poder entre el hombre y la mujer como característica profunda. Así pues,
el género produce estratos sociales y, en ese sentido, se asemeja a otras fuentes de estratos como la raza, la clase, la etnicidad, la
sexualidad y la edad. Nos ayuda a comprender la estructura social de la identidad de las personas según su género y la estructura
desigual del poder vinculada a la relación entre los sexos”. Estudio Mundial sobre el papel de la mujer en el desarrollo, 1999:
Mundialización, género y trabajo, Naciones Unidas, Nueva York, 1999, pág. 8.
136
Discriminación / Declaraciones y principios generales
no sólo a través de actos individuales sino también porque se reflejan en las leyes y las
estructuras e instituciones jurídicas y sociales.
8. En opinión del Comité, un enfoque jurídico o programático puramente formal, no
es suficiente para lograr la igualdad de facto con el hombre, que el Comité interpreta
como igualdad sustantiva. Además, la Convención requiere que la mujer tenga las
mismas oportunidades desde un primer momento y que disponga de un entorno que
le permita conseguir la igualdad de resultados. No es suficiente garantizar a la mujer
un trato idéntico al del hombre. También deben tenerse en cuenta las diferencias bio-
lógicas que hay entre la mujer y el hombre y las diferencias que la sociedad y la cultura
han creado. En ciertas circunstancias será necesario que haya un trato no idéntico de
mujeres y hombres para equilibrar esas diferencias. El logro del objetivo de la igualdad
sustantiva también exige una estrategia eficaz encaminada a corregir la representación
insuficiente de la mujer y una redistribución de los recursos y el poder entre el hombre
y la mujer.
9. La igualdad de resultados es la culminación lógica de la igualdad sustantiva o de facto.
Estos resultados pueden ser de carácter cuantitativo o cualitativo, es decir que pueden
manifestarse en que, en diferentes campos, las mujeres disfrutan de derechos en pro-
porciones casi iguales que los hombres, en que tienen los mismos niveles de ingresos,
en que hay igualdad en la adopción de decisiones y la influencia política y en que la
mujer vive libre de actos de violencia.
10. La situación de la mujer no mejorará mientras las causas subyacentes de la discrimi-
nación contra ella y de su desigualdad no se aborden de manera efectiva. La vida de la
mujer y la vida del hombre deben enfocarse teniendo en cuenta su contexto y deben
adoptarse medidas para transformar realmente las oportunidades, las instituciones y
los sistemas de modo que dejen de basarse en pautas de vida y paradigmas de poder
masculinos determinados históricamente.
11. Las necesidades y experiencias permanentes determinadas biológicamente de la mujer
deben distinguirse de otras necesidades que pueden ser el resultado de la discrimina-
ción pasada y presente cometida contra la mujer por personas concretas, de la ideología
de género dominante o de manifestaciones de dicha discriminación en estructuras e
instituciones sociales y culturales. Conforme se vayan adoptando medidas para elimi-
nar la discriminación contra la mujer, sus necesidades pueden cambiar o desaparecer o
convertirse en necesidades tanto para el hombre como la mujer. Por ello, es necesario
mantener en examen continuo las leyes, los programas y las prácticas encaminados al
logro de la igualdad sustantiva o de facto de la mujer a fin de evitar la perpetuación de
un trato no idéntico que quizás ya no se justifique.
12. Las mujeres pertenecientes a algunos grupos, además de sufrir discriminación por el
hecho de ser mujeres, también pueden ser objeto de múltiples formas de discrimina-
ción por otras razones, como la raza, el origen étnico, la religión, la incapacidad, la
edad, la clase, la casta u otros factores. Esa discriminación puede afectar a estos gru-
pos de mujeres principalmente, o en diferente medida o en distinta forma que a los
hombres. Quizás sea necesario que los Estados Partes adopten determinadas medidas
especiales de carácter temporal para eliminar esas formas múltiples de discriminación
múltiple contra la mujer y las consecuencias negativas y complejas que tiene.
13. Además de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer, otros instrumentos internacionales de derechos humanos y documen-
tos de política aprobados en el sistema de las Naciones Unidas incluyen disposiciones
sobre medidas especiales de carácter temporal para apoyar el logro de la igualdad.
Dichas medidas se describen usando términos diferentes y también difieren el signifi-
137
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
cado y la interpretación que se les da. El Comité espera que la presente recomendación
general relativa al párrafo 1 del artículo 4 ayude a aclarar la terminología.46
14. La Convención proscribe las dimensiones discriminatorias de contextos culturales y
sociales pasados y presentes que impiden que la mujer goce de sus derechos humanos y
libertades fundamentales. Su finalidad es la eliminación de todas las formas de discri-
minación contra la mujer, incluida la eliminación de las causas y consecuencias de la
desigualdad sustantiva o de facto. Por lo tanto, la aplicación de medidas especiales de
carácter temporal de conformidad con la Convención es un medio de hacer realidad
la igualdad sustantiva o de facto de la mujer y no una excepción a las normas de no
discriminación e igualdad.
Artículo 4, párrafo 2
La adopción por los Estados Partes de medidas especiales, incluso las contenidas en la pre-
sente Convención, encaminadas a proteger la maternidad no se considerará discriminato-
ria.
46. Véase, por ejemplo, la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial que prescribe
medidas especiales de carácter temporal. La práctica de los órganos encargados de la vigilancia de los tratados, incluido el
Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Comité de
Derechos Humanos demuestra que esos órganos consideran que la aplicación de medidas especiales de carácter temporal es
obligatoria para alcanzar los propósitos de los respectivos tratados. Los convenios y convenciones aprobados bajo los auspicios
de la Organización Internacional del Trabajo y varios documentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura también contemplan de manera explícita o implícita medidas de ese tipo. La Subcomisión para la Promoción
y Protección de los Derechos Humanos examinó esta cuestión y nombró un Relator Especial encargado de preparar informes
para que los considerara y adoptara medidas al respecto. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer examinó el
uso de medidas especiales de carácter temporal en 1992. Los documentos finales aprobados por las conferencias mundiales de
las Naciones Unidas sobre la mujer, incluso la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995 y
el examen de seguimiento del año 2000 contienen referencias a medidas positivas como instrumentos para lograr la igualdad de
facto. El uso por parte del Secretario General de las Naciones Unidas de medidas especiales de carácter temporal es un ejemplo
práctico en el ámbito del empleo de la mujer, incluidas las instrucciones administrativas sobre la contratación, el ascenso y la
asignación de mujeres en la Secretaría. La finalidad de estas medidas es lograr el objetivo de una distribución entre los géneros
del 50% en todas las categorías, y en particular en las más altas.
138
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Terminología
17. En los trabajos preparatorios de la Convención se utilizan diferentes términos para
hacer referencia a las “medidas especiales de carácter temporal” que se prevén en el pá-
rrafo 1 del artículo 4. El mismo Comité, en sus recomendaciones generales anteriores,
utilizó términos diferentes. Los Estados Partes a menudo equiparan la expresión “me-
didas especiales” en su sentido correctivo, compensatorio y de promoción con las ex-
presiones “acción afirmativa”, “acción positiva”, “medidas positivas”, “discriminación
en sentido inverso” y “discriminación positiva”. Estos términos surgen de debates y
prácticas diversas en diferentes contextos nacionales.47 En esta recomendación general,
y con arreglo a la práctica que sigue en el examen de los informes de los Estados Partes,
el Comité utiliza únicamente la expresión “medidas especiales de carácter temporal”,
como se recoge en el párrafo 1 del artículo.
47. Las palabras “acción afirmativa” se utilizan en los Estados Unidos de América y en varios documentos de las Naciones Unidas,
mientras que “acción positiva” tiene uso difundido en Europa y en muchos documentos de las Naciones Unidas. No obstante,
“acción positiva” se utiliza también en otro sentido en las normas internacionales sobre derechos humanos para describir sobre
“una acción positiva del Estado” (la obligación de un Estado de tomar medidas en contraposición de su obligación de abstenerse
de actuar). Por lo tanto, la expresión “acción positiva” es ambigua porque no abarca solamente medidas especiales de carácter
temporal en el sentido del párrafo 1 del artículo 4 de la Convención. Las expresiones “discriminación en sentido inverso” o
“discriminación positiva” han sido criticadas por varios comentaristas por considerarlas incorrectas.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Declaraciones y principios generales
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
recuerda a los Estados Partes que la legislación, como las leyes generales que prohíben
la discriminación, las leyes sobre la igualdad de oportunidades o los decretos sobre la
igualdad de la mujer, puede ofrecer orientación respecto del tipo de medidas especiales
de carácter temporal que deben aplicarse para lograr el objetivo o los objetivos propuestos
en determinados ámbitos. Esa orientación también puede figurar en legislación referente
específicamente al empleo o la educación. La legislación pertinente sobre la prohibición
de la discriminación y las medidas especiales de carácter temporal debe ser aplicable al
sector público y también a las organizaciones o empresas privadas.
32. El Comité señala a la atención de los Estados Partes el hecho de que las medidas
especiales de carácter temporal también pueden basarse en decretos, directivas sobre
políticas o directrices administrativas formulados y aprobados por órganos ejecutivos
nacionales, regionales o locales aplicables al empleo en el sector público y la educación.
Esas medidas especiales de carácter temporal podrán incluir la administración públi-
ca, la actividad política, la educación privada y el empleo. El Comité señala también a
la atención de los Estados Partes que dichas medidas también podrán ser negociadas
entre los interlocutores sociales del sector del empleo público o privado, o ser aplicadas
de manera voluntaria por las empresas, organizaciones e instituciones públicas o priva-
das, así como por los partidos políticos.
33. Comité reitera que los planes de acción sobre medidas especiales de carácter temporal
tienen que ser elaborados, aplicados y evaluados en el contexto nacional concreto y
teniendo en cuenta los antecedentes particulares del problema que procuran resolver.
El Comité recomienda que los Estados Partes incluyan en sus informes detalles de los
planes de acción que puedan tener como finalidad crear vías de acceso para la mujer y
superar su representación insuficiente en ámbitos concretos, redistribuir los recursos y
el poder en determinadas áreas y poner en marcha cambios institucionales para acabar
con la discriminación pasada o presente y acelerar el logro de la igualdad de facto. En
los informes también debe explicarse si esos planes de acción incluyen consideraciones
sobre los posibles efectos colaterales perjudiciales imprevistos de esas medidas y sobre
las posibles fórmulas para proteger a las mujeres de ellos. Los Estados Partes también
deberán describir en sus informes los resultados de las medidas especiales de carácter
temporal y evaluar las causas de su posible fracaso.
34. En el marco del artículo 3, se invita a los Estados Partes a que informen sobre las
instituciones encargadas de elaborar, aplicar, supervisar, evaluar y hacer cumplir las
medidas especiales de carácter temporal. Esta responsabilidad podrá confiarse a insti-
tuciones nacionales existentes o previstas, como los ministerios de asuntos de la mujer,
los departamentos de asuntos de la mujer integrados en ministerios o en las oficinas
presidenciales, los defensores del pueblo, los tribunales u otras entidades de carácter
público o privado que tengan explícitamente el mandato de elaborar programas con-
cretos, supervisar su aplicación y evaluar su repercusión y sus resultados. El Comité re-
comienda que los Estados Partes velen para que las mujeres en general, y los grupos de
mujeres afectados en particular, participen en la elaboración, aplicación y evaluación
de dichos programas. Se recomienda en especial que haya un proceso de colaboración
y consulta con la sociedad civil y con organizaciones no gubernamentales que repre-
senten a distintos grupos de mujeres.
35. El Comité recuerda y reitera su recomendación general No. 9 sobre datos estadísticos
relativos a la situación de la mujer, y recomienda que los Estados Partes presenten datos
estadísticos desglosados por sexo a fin de medir los progresos realizados en el logro de
la igualdad sustantiva o de facto de la mujer y la eficacia de las medidas especiales de
carácter temporal.
142
Discriminación / Declaraciones y principios generales
36. Los Estados Partes deberán informar acerca de los tipos de medidas especiales de
carácter temporal adoptadas en ámbitos específicos en relación con el artículo o los
artículos pertinentes de la Convención. La información que se presente respecto de
cada artículo deberá incluir referencias a objetivos y fines concretos, plazos, razones de
la elección de medidas determinadas, medios para permitir que las mujeres se bene-
ficien con esas medidas e instituciones responsables de supervisar la aplicación de las
medidas y los progresos alcanzados. También se pide a los Estados Partes que indiquen
el número de mujeres a las que se refiere una medida concreta, el número de las que
ganarían acceso y participarían en un ámbito determinado gracias a una medida espe-
cial de carácter temporal, o los recursos y el poder que esa medida trata de redistribuir,
entre qué número de mujeres y en qué plazos.
37. El Comité reitera sus recomendaciones generales 5, 8 y 23, en las que recomendó la
aplicación de medidas especiales de carácter temporal en la educación, la economía,
la política y el empleo, respecto de la actuación de mujeres en la representación de sus
gobiernos a nivel internacional y su participación en la labor de las organizaciones in-
ternacionales y en la vida política y pública. Los Estados Partes deben intensificar esos
esfuerzos en el contexto nacional, especialmente en lo referente a todos los aspectos de
la educación a todos los niveles, así como a todos los aspectos y niveles de la formación,
el empleo y la representación en la vida pública y política. El Comité recuerda que
en todos los casos, pero en particular en el área de la salud, los Estados Partes deben
distinguir claramente en cada esfera qué medidas son de carácter permanente y cuáles
son de carácter temporal.
38. Se recuerda a los Estados Partes que las medidas especiales de carácter temporal de-
berán adoptarse para acelerar la modificación y la eliminación de prácticas culturales
y actitudes y comportamientos estereotípicos que discriminan a la mujer o la sitúan
en posición de desventaja. También deberán aplicarse medidas especiales de carácter
temporal en relación con los créditos y préstamos, los deportes, la cultura y el esparci-
miento y la divulgación de conocimientos jurídicos. Cuando sea necesario, esas medi-
das deberán estar destinadas a las mujeres que son objeto de discriminación múltiple,
incluidas las mujeres rurales.
39. Aunque quizás no sea posible aplicar medidas especiales de carácter temporal en rela-
ción con todos los artículos de la Convención, el Comité recomienda que se considere
la posibilidad de adoptarlas en todos los casos en que se plantee la cuestión de acelerar
el acceso a una participación igual, por un lado, y de acelerar la redistribución del po-
der y de los recursos, por el otro, y cuando se pueda demostrar que estas medidas son
necesarias y absolutamente adecuadas en las circunstancias de que se trate.
143
10 Principios de Yogyakarta
Preámbulo
Recordando que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y dere-
chos, y que toda persona tiene derecho al disfrute de los derechos humanos, sin dis-
tinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición;
Preocupado porque en todas las regiones del mundo las personas sufren violencia,
hostigamiento, discriminación, exclusión, estigmatización y prejuicios debido a su
orientación sexual o identidad de género; porque estas experiencias se ven agravadas
por otras causales de discriminación, como género, raza, edad, religión, discapacidad,
estado de salud y condición económica, y porque dicha violencia, hostigamiento,
discriminación, exclusión, estigmatización y prejuicios menoscaban la integridad y
dignidad de las personas que son objeto de estos abusos, podrían debilitar su sentido
de estima personal y de pertenencia a su comunidad y conducen a muchas a ocultar
o suprimir su identidad y a vivir en el temor y la invisibilidad;
Consciente de que históricamente las personas han sufrido estas violaciones a sus
derechos humanos porque son lesbianas, homosexuales o bisexuales o se les percibe
como tales, debido a su conducta sexual de mutuo acuerdo con personas de su mis-
mo sexo o porque son transexuales, transgénero o intersex o se les percibe como tales,
o pertenecen a grupos sociales que en algunas sociedades se definen por su orienta-
ción sexual o identidad de género;
PRINCIPIO 1
El derecho al disfrute universal de los derechos humanos
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Los seres
humanos de todas las orientaciones sexuales e identidades de género tienen derecho
al pleno disfrute de todos los derechos humanos.
Los Estados
a) Consagrarán los principios de la universalidad, complementariedad, interdepen-
dencia e indivisibilidad de todos los derechos humanos en sus constituciones
nacionales o en cualquier otra legislación relevante y garantizarán la realización
práctica del disfrute universal de todos los derechos humanos;
b) Modificarán toda legislación, incluido el derecho penal, a fin de asegurar su
compatibilidad con el disfrute universal de todos los derechos humanos;
146
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Principio 2
Los derechos a la igualdad y a la no discriminación
Todas las personas tienen derecho al disfrute de todos los derechos humanos, sin
discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género. Todas las
personas tienen derecho a ser iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección
por parte de la ley, sin ninguna de las discriminaciones mencionadas, ya sea que el
disfrute de otro derecho humano también esté afectado o no. La ley prohibirá toda
discriminación de esta clase y garantizará a todas las personas protección igual y efec-
tiva contra cualquier forma de discriminación de esta clase.
Los Estados
a) Si aún no lo hubiesen hecho, consagrarán en sus constituciones nacionales o en
cualquier otra legislación relevante, los principios de la igualdad y de la no dis-
criminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, inclusive
por medio de enmienda e interpretación, y garantizarán la efectiva realización
de estos principios;
b) Derogarán todas las disposiciones penales y de otra índole jurídica que prohí-
ban, o de hecho sean empleadas para prohibir, la actividad sexual que llevan a
cabo de forma consensuada personas del mismo sexo que sean mayores de la
edad a partir de la cual se considera válido el consentimiento, y garantizarán
que se aplique la misma edad de consentimiento para la actividad sexual entre
personas del mismo sexo y de sexos diferentes;
c) Adoptarán todas las medidas legislativas y de otra índole que resulten apropiadas
para prohibir y eliminar la discriminación por motivos de orientación sexual e
identidad de género en las esferas pública y privada;
d) Adoptarán todas las medidas apropiadas a fin de garantizar el desarrollo ade-
cuado de las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género,
según sean necesarias para garantizarles a estos grupos o personas el goce o ejer-
cicio de los derechos humanos en igualdad de condiciones. Dichas medidas no
serán consideradas discriminatorias;
147
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
PRINCIPIO 3
El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su persona-
lidad jurídica. Las personas en toda su diversidad de orientaciones sexuales o identi-
dades de género disfrutarán de capacidad jurídica en todos los aspectos de la vida. La
orientación sexual o identidad de género que cada persona defina para sí, es esencial
para su personalidad y constituye uno de los aspectos fundamentales de su autode-
terminación, su dignidad y su libertad. Ninguna persona será obligada a someterse
a procedimientos médicos, incluyendo la cirugía de reasignación de sexo, la esteri-
lización o la terapia hormonal, como requisito para el reconocimiento legal de su
identidad de género. Ninguna condición, como el matrimonio o la maternidad o pa-
ternidad, podrá ser invocada como tal con el fin de impedir el reconocimiento legal
de la identidad de género de una persona. Ninguna persona será sometida a presiones
para ocultar, suprimir o negar su orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Garantizarán que a todas las personas se les confiera capacidad jurídica en asun-
tos civiles, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de
género, y la oportunidad de ejercer dicha capacidad, incluyendo los derechos, en
igualdad de condiciones, a suscribir contratos y a administrar, poseer, adquirir
(incluso a través de la herencia), controlar y disfrutar bienes de su propiedad,
como también a disponer de estos.
b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de cualquier otra
índole que sean necesarias para respetar plenamente y reconocer legalmente el
derecho de cada persona a la identidad de género que ella defina para sí;
c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de cualquier otra ín-
dole que sean necesarias a fin de asegurar que existan procedimientos mediante
los cuales todos los documentos de identidad emitidos por el Estado que indican
el género o el sexo de una persona — incluyendo certificados de nacimiento,
pasaportes, registros electorales y otros documentos — reflejen la identidad de
género profunda que la persona define por y para sí;
d) Garantizarán que tales procedimientos sean eficientes, justos y no discriminato-
rios y que respeten la dignidad y privacidad de la persona concernida;
e) Asegurarán que los cambios a los documentos de identidad sean reconocidos en
todos aquellos contextos en que las leyes o las políticas requieran la identifica-
ción o la desagregación por sexo de las personas;
f) Emprenderán programas focalizados cuyo fin sea brindar apoyo social a todas
las personas que estén atravesando una transición o reasignación de género.
148
Discriminación / Declaraciones y principios generales
PRINCIPIO 4
El derecho a la vida
Toda persona tiene derecho a la vida. Ninguna persona será privada de la vida ar-
bitrariamente por ningún motivo, incluyendo la referencia a consideraciones acerca
de su orientación sexual o identidad de género. A nadie se le impondrá la pena de
muerte por actividades sexuales realizadas de mutuo acuerdo entre personas que sean
mayores de la edad a partir de la cual se considera válido el consentimiento, o por su
orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Derogarán todas las figuras delictivas que tengan por objeto o por resultado la
prohibición de la actividad sexual realizada de mutuo acuerdo entre personas del
mismo sexo que sean mayores de la edad a partir de la cual se considera válido
el consentimiento y, hasta que tales disposiciones sean derogadas, nunca impon-
drán la pena de muerte a ninguna persona sentenciada en base a ellas;
b) Perdonarán las sentencias de muerte y pondrán en libertad a todas aquellas per-
sonas que actualmente están a la espera de ser ejecutadas por crímenes relaciona-
dos con la actividad sexual realizada de mutuo acuerdo entre personas que sean
mayores de la edad a partir de la cual se considera válido el consentimiento;
c) Cesarán todos los ataques patrocinados o tolerados por el Estado contra las vi-
das de las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género y
asegurarán que todos esos ataques, cometidos ya sea por funcionarios públicos o
por cualquier individuo o grupo, sean investigados vigorosamente y, en aquellos
casos en que se encuentren pruebas apropiadas, se presenten formalmente cargos
contra las personas responsables, se las lleve a juicio y se las castigue debidamen-
te.
PRINCIPIO 5
El derecho a la seguridad personal
Toda persona, con independencia de su orientación sexual o identidad de género,
tiene derecho a la seguridad personal y a la protección del Estado frente a todo acto
de violencia o daño corporal que sea cometido por funcionarios públicos o por cual-
quier individuo o grupo.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas policíacas y de otra índole que sean necesarias a
fin de prevenir todas las formas de violencia y hostigamiento relacionadas con la
orientación sexual y la identidad de género y a brindar protección contra estas;
b) Adoptarán todas las medidas legislativas necesarias para imponer castigos pena-
les apropiados frente a la violencia, amenazas de violencia, incitación a la violen-
cia y hostigamientos relacionados con ella, motivados por la orientación sexual
o la identidad de género de cualquier persona o grupo de personas, en todas las
esferas de la vida, incluyendo la familia;
c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar que la orientación sexual o la identidad de
género de la víctima no sea utilizada para justificar, disculpar o mitigar dicha
violencia;
d) Asegurarán que la perpetración de tal violencia sea investigada vigorosamente y,
en aquellos casos en que se encuentren pruebas apropiadas, se presenten cargos
149
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
legales contra las personas responsables, se las lleve a juicio y se las castigue de-
bidamente, y que a las víctimas se les brinden recursos y resarcimientos apropia-
dos, incluyendo compensación;
e) Emprenderán campañas de sensibilización, dirigidas al público en general como
también a perpetradores y perpetradoras reales o potenciales de violencia, a fin
de combatir los prejuicios subyacentes a la violencia relacionada con la orienta-
ción sexual y la identidad de género.
PRINCIPIO 6
El derecho a la privacidad
Todas las personas, con independencia de su orientación sexual o identidad de gé-
nero, tienen derecho a gozar de su privacidad, sin injerencias arbitrarias o ilegales,
inclusive en cuanto a su familia, su domicilio o su correspondencia, así como derecho
a la protección contra ataques ilegales a su honra o a su reputación. El derecho a la
privacidad normalmente incluye la opción en cuanto a revelar o no información re-
lacionada con la propia orientación sexual o identidad de género, como también las
decisiones y elecciones relativas al propio cuerpo y a las relaciones sexuales o de otra
índole consensuadas con otras personas.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar el derecho de cada persona, con indepen-
dencia de su orientación sexual o identidad de género, a disfrutar de la esfera
privada, las decisiones íntimas y las relaciones humanas, incluyendo la actividad
sexual realizada de mutuo acuerdo entre personas mayores de la edad de consen-
timiento, sin injerencias arbitrarias;
b) Derogarán todas las leyes que criminalizan la actividad sexual que se realiza de
mutuo acuerdo entre personas del mismo sexo que son mayores de la edad a par-
tir de la cual se considera válido el consentimiento, y asegurarán que se aplique
una misma edad de consentimiento a la actividad sexual entre personas tanto del
mismo sexo como de sexos diferentes;
c) Garantizarán que las disposiciones penales y otras de carácter jurídico de apli-
cación general no sean utilizadas de hecho para criminalizar la actividad sexual
realizada de mutuo acuerdo entre personas del mismo sexo que son mayores de
la edad a partir de la cual se considera válido el consentimiento;
d) Derogarán cualquier ley que prohíba o criminalice la expresión de la identidad
de género, incluso a través del vestido, el habla y la gestualidad, o que niegue
a las personas la oportunidad de modificar sus cuerpos como un medio para
expresar su identidad de género;
e) Pondrán en libertad a todas las personas detenidas bajo prisión preventiva o
en base a una sentencia penal, si su detención está relacionada con la actividad
sexual realizada de mutuo acuerdo entre personas mayores de la edad a partir de
la cual se considera válido el consentimiento o con su identidad de género;
f) Garantizarán el derecho de toda persona a decidir, en condiciones corrientes,
cuándo, a quién y cómo revelar información concerniente a su orientación sexual
o identidad de género, y protegerán a todas las personas contra la divulgación
arbitraria o no deseada de dicha información o contra la amenaza, por parte de
otros, de divulgarla.
150
Discriminación / Declaraciones y principios generales
PRINCIPIO 7
El derecho de toda persona a no ser detenida arbitrariamente
Ninguna persona deberá ser arrestada o detenida en forma arbitraria. Es arbitrario el
arresto o la detención por motivos de orientación sexual o identidad de género, ya
sea en cumplimiento de una orden judicial o por cualquier otra razón. En base a la
igualdad, todas las personas que están bajo arresto, con independencia de su orienta-
ción sexual o identidad de género, tienen el derecho a ser informadas de las razones
del arresto y notificadas del carácter de las acusaciones formuladas en su contra; asi-
mismo, tienen el derecho a ser llevadas sin demora ante un funcionario o funcionaria
a quien la ley habilite para ejercer funciones judiciales, como también a recurrir ante
un tribunal a fin de que este decida sobre la legalidad de su detención, ya sea que se
les haya acusado o no de ofensa alguna.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar que la orientación sexual o la identidad de
género no puedan, bajo ninguna circunstancia, ser la base del arresto o la deten-
ción, incluyendo la eliminación de disposiciones del derecho penal redactadas
de manera imprecisa que incitan a una aplicación discriminatoria o que de cual-
quier otra manera propician arrestos basados en prejuicios;
b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias para asegurar que todas las personas bajo arresto, con indepen-
dencia de su orientación sexual o identidad de género, tengan el derecho, en base
a la igualdad, a ser informadas, en el momento de su detención, de las razones
de la misma y notificadas del carácter de las acusaciones formuladas en su contra
y, hayan sido o no acusadas de alguna ofensa, a ser llevadas sin demora ante un
juez, jueza u otro funcionario o funcionaria a quien la ley habilite para ejercer
funciones judiciales y a recurrir ante un tribunal para que este decida sobre la
legalidad de su detención;
c) Emprenderán programas de capacitación y sensibilización a fin de educar a
agentes de la policía y otro personal encargado de hacer cumplir la ley acerca
de la arbitrariedad del arresto y la detención en base a la orientación sexual o
identidad de género de una persona;
d) Mantendrán registros exactos y actualizados de todos los arrestos y detenciones,
indicando la fecha, lugar y razón de la detención, y asegurarán una supervisión
independiente de todos los lugares de detención por parte de organismos que
cuenten con un mandato adecuado y estén apropiadamente capacitados para
identificar arrestos y detenciones cuya motivación pudiese haber sido la orienta-
ción sexual o identidad de género de una persona.
PRINCIPIO 8
El derecho a un juicio justo
Toda persona tiene derecho a ser oída en audiencia pública y con justicia por un tri-
bunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, para la determi-
nación de sus derechos y obligaciones en la substanciación de cualquier acusación de
carácter penal formulada en su contra, sin prejuicios ni discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género.
151
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de prohibir y eliminar el trato prejuicioso basado en la
orientación sexual o la identidad de género en todas las etapas del proceso ju-
dicial, en procedimientos civiles y penales y en todo procedimiento judicial y
administrativo que determine los derechos y las obligaciones, y asegurarán que
no se impugne la credibilidad o el carácter de ninguna persona en su calidad de
parte, testigo/a, defensor/a o tomador/a de decisiones en base a su orientación
sexual o identidad de género;
b) Adoptarán todas las medidas necesarias y razonables para proteger a las personas
contra acusaciones penales o procedimientos civiles que sean motivados entera-
mente o en parte por prejuicios acerca de la orientación sexual o la identidad de
género;
c) Emprenderán programas de capacitación y sensibilización dirigidos a jueces y
juezas, personal de los tribunales, fiscales, abogados, abogadas y otras personas
en cuanto a las normas internacionales de derechos humanos y los principios de
igualdad y no discriminación, incluidos los concernientes a la orientación sexual
y la identidad de género.
PRINCIPIO 9
El derecho de toda persona privada de su libertad a ser
tratada humanamente
Toda persona privada de su libertad será tratada humanamente y con el respeto de-
bido a la dignidad inherente al ser humano. La orientación sexual y la identidad de
género son fundamentales para la dignidad de toda persona.
Los Estados
a) Asegurarán que la detención evite una mayor marginación de las personas en
base a su orientación sexual o identidad de género o las exponga al riesgo de
sufrir violencia, malos tratos o abusos físicos, mentales o sexuales;
b) Proveerán a las personas detenidas de un acceso adecuado a atención medica y
consejería apropiada a sus necesidades, reconociendo cualquier necesidad par-
ticular con base en su orientación sexual o identidad de género, incluso en lo
que respecta a salud reproductiva, acceso a información sobre el VIH/SIDA y
la terapia correspondiente, y a terapia hormonal o de otro tipo, como también a
tratamientos para reasignación de género si ellas los desearan;
c) Garantizarán que, en la medida que sea posible, todas las personas privadas de
su libertad participen en las decisiones relativas al lugar de detención apropiado
de acuerdo a su orientación sexual e identidad de género;
d) Establecerán medidas de protección para todas las personas privadas de su liber-
tad que resulten vulnerables a la violencia o los abusos por causa de su orienta-
ción sexual, identidad de género o expresión de género y asegurarán que dichas
medidas no impliquen más restricciones a sus derechos de las que experimenta
la población general de la prisión, en la medida en que esto pueda llevarse razo-
nablemente a la práctica;
e) Asegurarán que las visitas conyugales, donde estén permitidas, sean otorgadas
en igualdad de condiciones para todas las personas presas y detenidas, con inde-
pendencia del sexo de su pareja;
f) Estipularán el monitoreo independiente de los establecimientos de detención
152
Discriminación / Declaraciones y principios generales
PRINCIPIO 10
El derecho de toda persona a no ser sometida a torturas
ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes
Todas las personas tienen el derecho a no ser sometidas a torturas ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes, incluso por razones relacionadas con la orienta-
ción sexual o la identidad de género.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de impedir que se perpetren torturas y penas o tratos crue-
les, inhumanos o degradantes por motivos relacionados con la orientación sexual
o la identidad de género de la víctima, así como la incitación a cometer tales
actos, y brindarán protección contra ellos;
b) Adoptarán todas las medidas razonables para identificar a las víctimas de tor-
turas y penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes perpetrados por moti-
vos relacionados con la orientación sexual o la identidad de género y ofrecerán
recursos apropiados, incluyendo resarcimientos y reparaciones, así como apoyo
médico y psicológico cuando resulte apropiado;
c) Emprenderán programas de capacitación y sensibilización dirigidos a agentes de
la policía, al personal penitenciario y a todos los otros funcionarios y functiona-
rias de los sectores público y privado que se encuentren en posición de perpetrar
o impedir que ocurran dichos actos.
PRINCIPIO 11
El derecho a la protección contra todas las formas de explotación, ven-
ta y trata de personas
Toda persona tiene derecho a la protección contra la trata, venta y toda forma de
explotación, incluyendo la explotación sexual pero sin limitarse a ella, por causa de su
orientación sexual o identidad de género real o percibida. Deberá garantizarse que las
medidas diseñadas para prevenir la trata tengan en cuenta los factores que aumentan
la vulnerabilidad frente a ella, entre ellos las diversas formas de desigualdad y de dis-
criminación por orientación sexual o identidad de género reales o percibidas, o por la
expresión de estas u otras identidades. Tales medidas deberán ser compatibles con los
derechos humanos de las personas que se encuentran en riesgo de trata.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y otras de carácter pre-
ventivo y de protección que sean necesarias con respecto a la trata, venta y toda
forma de explotación de seres humanos, incluyendo la explotación sexual pero
153
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
sin limitarse a esta, basadas en una orientación sexual o identidad de género real
o percibida;
b) Garantizarán que dichas leyes o medidas no criminalicen la conducta de las
personas vulnerables a tales prácticas, no las estigmaticen ni de ninguna otra
manera exacerben sus desventajas;
c) Establecerán medidas, servicios y programas legales, educativos y sociales para
hacer frente a los factores que incrementan la vulnerabilidad a la trata, venta y
toda forma de explotación de seres humanos, incluyendo la explotación sexual
pero sin limitarse a esta, en base a una orientación sexual o identidad de género
real o percibida, incluso factores tales como la exclusión social, la discrimina-
ción, el rechazo por parte de las familias o comunidades culturales, la falta de
independencia financiera, la falta de vivienda, las actitudes sociales discrimi-
natorias que conducen una baja autoestima y la falta de protección contra la
discriminación en el acceso a la vivienda, el alojamiento, el empleo y los servicios
sociales.
PRINCIPIO 12
El derecho al trabajo
Toda persona tiene derecho al trabajo digno y productivo, a condiciones equitativas
y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo, sin discriminación
por motivos de orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de eliminar y prohibir la discriminación por motivos de
orientación sexual e identidad de género en el empleo público y privado, incluso
en lo concerniente a capacitación profesional, contratación, promoción, despido,
condiciones de trabajo y remuneración;
b) Eliminarán toda discriminación por motivos de orientación sexual o identidad
de género a fin de garantizar iguales oportunidades de empleo y superación
en todas las áreas del servicio público, incluidos todos los niveles del servicio
gubernamental y el empleo en funciones públicas, incluyendo el servicio en la
policía y las fuerzas armadas, y proveerán programas apropiados de capacitación
y sensibilización a fin de contrarrestar las actitudes discriminatorias.
PRINCIPIO 13
El derecho a la seguridad social y a otras medidas de protección social
Todas las personas tienen derecho a la seguridad social y a otras medidas de pro-
tección social, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de
género.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean
necesarias a fin de asegurar el acceso, en igualdad de condiciones y sin discrimina-
ción por motivos de orientación sexual o identidad de género, a la seguridad social
y a otras medidas de protección social, incluyendo beneficios laborales, licencia
por maternidad o paternidad, beneficios por desempleo, seguro, atención o bene-
ficios ligados a la salud (incluso para modificaciones del cuerpo relacionadas con
la identidad de género), otros seguros que cubran cuestiones sociales, beneficios
154
Discriminación / Declaraciones y principios generales
PRINCIPIO 14
El derecho a un nivel de vida adecuado
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, lo cual incluyealimenta-
ción adecuada, agua potable, servicios sanitarios y vestimenta adecuadas, así como
a la mejora continua de sus condiciones de vida, sin discriminación por motivos de
orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar el acceso de las personas a la alimentación, el
agua potable, los servicios sanitarios y la vestimenta adecuadas, en igualdad de
condiciones y sin discriminación por motivos de orientación sexual e identidad
de género.
PRINCIPIO 15
El derecho a una vivienda adecuada
Toda persona tiene derecho a una vivienda adecuada, lo que incluye la protección
contra el desalojo, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad
de género.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar la seguridad en cuanto a la tenencia y el acceso
a una vivienda asequible, habitable, accesible, culturalmente apropiada y segura,
incluyendo refugiós y otros alojamientos de emergencia, sin discriminación por
motivos de orientación sexual, identidad de género o estado marital o familiar;
b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean
necesarias a fin de prohibir la ejecución de desalojos que sean incompatibles con
sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y asegurarán
la disponibilidad de recursos legales u otros apropiados que resulten adecuados y
efectivos para cualquier persona que afirme que le fue violado, o se encuentra bajo
amenaza de serle violado, un derecho a la protección contra desalojos forzados,
incluyendo el derecho al reasentamiento, que incluye el derecho a tierra alternativa
de mejor o igual calidad y a vivienda adecuada, sin discriminación por motivos de
orientación sexual, identidad de género o estado marital o familiar;
c) Garantizarán la igualdad de derechos a la propiedad y la herencia de tierra y
vivienda sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de
género;
155
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
PRINCIPIO 16
El derecho a la educación
Toda persona tiene derecho a la educación, sin discriminación alguna basada en su
orientación sexual e identidad de género, y con el debido respeto hacia estas.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar el acceso a la educación en igualdad de condi-
ciones y el trato igualitario de estudiantes, personal y docentes dentro del siste-
ma educativo, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad
de género;
b) Garantizarán que la educación esté encaminada al desarrollo de la personalidad,
las aptitudes y la capacidad mental y física de cada estudiante hasta el máximo
de sus posibilidades y que responda a las necesidades de estudiantes de todas las
orientaciones sexuales e identidades de género;
c) Garantizarán que la educación esté encaminada a inculcar respeto por los dere-
chos humanos y las libertades fundamentales, así como por la madre, el padre y
familiares de cada niña y niño, por su propia identidad cultural, su idioma y sus
valores, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia e igualdad entre los sexos,
teniendo en cuenta y respetando las diversas orientaciones sexuales e identidades
de género;
d) Asegurarán que los métodos, currículos y recursos educativos sirvan para au-
mentar la comprensión y el respeto de, entre otras, la diversidad de orientaciones
sexuales e identidades de género, incluyendo las necesidades particulares de las y
los estudiantes y de sus madres, padres y familiares en este sentido;
e) Garantizarán que las leyes y políticas brinden a estudiantes, personal y docentes
de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género una protección
adecuada contra todas las formas de exclusión social y violencia, incluyendo el
acoso y el hostigamiento, dentro del ámbito escolar;
f) Asegurarán que no se margine ni segregue a estudiantes que sufran dicha exclu-
sión o violencia con el objectivo de protegerlas o protegerlos, y que se identifi-
quen y respeten, de manera participativa, sus intereses superiores;
g) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar que en los establecimientos escolares se admi-
nistre la disciplina de modo compatible con la dignidad humana, sin discrimi-
nación ni castigos basados en la orientación sexual, la identidad de género de las
y los estudiantes, o la expresión de las mismas;
156
Discriminación / Declaraciones y principios generales
h) Velarán por que todas las personas tengan acceso, en todas las etapas de su ciclo
vital, a oportunidades y recursos para un aprendizaje sin discriminación por
motivos de orientación sexual o identidad de género, incluyendo a las personas
adultas que ya hayan sufrido dichas formas de discriminación en el sistema edu-
cativo.
PRINCIPIO 17
El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud
Todas las personas tienen el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud
física y mental, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de
género. La salud sexual y reproductiva es un aspecto fundamental de este derecho.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar el disfrute del derecho al más alto nivel posible
de salud física y mental, sin discriminación por motivos de orientación sexual o
identidad de género;
b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias para asegurar que todas las personas tengan acceso a estableci-
mientos, productos y servicios para la salud, incluidos los relacionados con la
salud sexual y reproductiva, así como a sus propias historias clínicas, sin discri-
minación por motivos de orientación sexual o identidad de género;
c) Asegurarán que los establecimientos, productos y servicios para la salud estén
diseñados de modo que mejoren el estado de salud de todas las personas, sin
discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género; que
respondan a sus necesidades y tengan en cuenta sus singularidades, y que las
historias clínicas relativas a estos aspectos sean tratadas con confidencialidad;
d) Desarrollarán e implementarán programas encaminados a hacer frente a la dis-
criminación, los prejuicios y otros factores sociales que menoscaban la salud de
las personas debido a su orientación sexual o identidad de género;
e) Garantizarán que todas las personas estén informadas y su autonomía sea promo-
vida a fin de que puedan tomar sus propias decisiones relacionadas con el trata-
miento y la atención médica en base a un consentimiento genuinamente informa-
do, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género;
f) Garantizarán que todos los programas y servicios de salud, educación, preven-
ción, atención y tratamiento en materia sexual y reproductiva respeten la diver-
sidad de orientaciones sexuales e identidades de género y estén disponibles en
igualdad de condiciones y sin discriminación para todas las personas;
g) acilitarán el acceso a tratamiento, atención y apoyo competentes y no discrimi-
natorios a aquellas personas que procuren modificaciones corporales relaciona-
das con la reasignación de género;
h) Asegurarán que todos los prestadores de servicios para la salud traten a sus clien-
tes, clientas y las parejas de ellos y de ellas sin discriminación por motivos de
orientación sexual o identidad de género, incluso en lo concerniente al reconoci-
miento como parientes más cercanas o cercanos;
i) Adoptarán las políticas y los programas de educación y capacitación que sean
necesarios para posibilitar que quienes trabajan en el sector de salud brinden
a todas las personas el más alto nivel posible de atención a su salud, con pleno
respeto por la orientación sexual e identidad de género de cada una.
157
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
PRINCIPIO 18
Protección contra abusos médicos
Ninguna persona será obligada a someterse a ninguna forma de tratamiento, proce-
dimiento o exámenes médicos o psicológicos, ni a permanecer confinada en un esta-
blecimiento médico, por motivo de su orientación sexual o su identidad de género.
Con independencia de cualquier clasificación que afirme lo contrario, la orientación
sexual y la identidad de género de una persona no constituyen, en sí mismas, tras-
tornos de la salud y no deben ser sometidas a tratamiento o atención médicas, ni
suprimidas.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar la plena protección contra prácticas médicas da-
ñinas basadas en la orientación sexual o la identidad de género, incluso en este-
reotipos, ya sea derivados de la cultura o de otra fuente, en cuanto a la conducta,
la apariencia física o las que se perciben como normas en cuanto al género;
b) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar que el cuerpo de ningún criatura sea alterado
irreversiblemente por medio de procedimientos médicos que procuren imponer-
le una identidad de género sin su consentimiento pleno, libre e informado, de
acuerdo a su edad y madurez y guiándose por el principio de que en todas las
acciones concernientes a niñas y niños se tendrá como principal consideración
su interés superior;
c) Establecerán mecanismos de protección infantil encaminados a que ningún
niño o niña corra el riesgo de sufrir abusos médicos o sea sometido o sometida a
ellos;
d) Garantizarán la protección de las personas de las diversas orientaciones sexuales
e identidades de género contra procedimientos o investigaciones médicas caren-
tes de ética o no consentidas, incluidas las relacionados con vacunas, tratamien-
tos o microbicidas para el VIH/SIDA u otras enfermedades;
e) Revisarán y enmendarán todas las disposiciones o programas de financiamiento
para la salud, incluyendo aquellos con carácter de cooperación al desarrollo, que
puedan promover, facilitar o de alguna otra manera hacer posibles dichos abu-
sos;
f) Garantizarán que ningún tratamiento o consejería de índole médica o psicoló-
gica considere, explícita o implícitamente, la orientación sexual y la identidad de
género como trastornos de la salud que han de ser tratados, curados o suprimi-
dos.
PRINCIPIO 19
El derecho a la libertad de opinión y de expresión
Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión, con independen-
cia de su orientación sexual o identidad de género. Esto incluye la expresión de la
identidad o la personalidad mediante el lenguaje, la apariencia y el comportamiento,
la vestimenta, las características corporales, la elección de nombre o por cualquier
otro medio, como también la libertad de buscar, recibir e impartir información e
ideas de todos los tipos, incluso la concerniente a los derechos humanos, la orienta-
ción sexual y la identidad de género, a través de cualquier medio y sin tener en cuanta
a las fronteras.
158
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar el pleno goce de la libertad de opinión y de
expresión, respetando los derechos y libertades de otras personas, sin discrimi-
nación por motivos de orientación sexual o identidad de género, incluyendo los
actos de recibir y comunicar información e ideas, la promoción y defensa de los
derechos legales, la publicación de materiales, la difusión, la organización de
conferencias o participación en ellas – todo ello relativo a la orientación sexual
y la identidad de género - así como la difusión de conocimientos acerca de las
relaciones sexuales más seguras y el acceso a los mismos;
b) Asegurarán que tanto la producción como la organización de los medios de co-
municación regulados por el Estado sea pluralista y no discriminatori en lo que
respecta a asuntos relacionados con la orientación sexual y la identidad de géne-
ro, como también que en la contratación de personal y las políticas de promo-
ción, dichas organizaciones no discriminen por motivos de orientación sexual o
identidad de género;
c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar el pleno disfrute del derecho a expresar la iden-
tidad o la personalidad, incluso a través del lenguaje, la apariencia y el compor-
tamiento, la vestimenta, las características corporales, la elección de nombre o
cualquier otro medio;
d) Asegurarán que las nociones de orden público, moralidad pública, salud pública
y seguridad pública no sean utilizadas para restringir, en una forma discrimi-
natoria, ningún ejercicio de la libertad de opinión y de expresión que afirme las
diversas orientaciones sexuales o identidades de género;
e) Velarán por que el ejercicio de la libertad de opinión y de expresión no viole
los derechos y libertades de las personas en toda su diversidad de orientaciones
sexuales e identidades de género;
f) Garantizarán que todas las personas, con independencia de su orientación sexual
o identidad de género, gocen de acceso, en igualdad de condiciones, a la infor-
mación y las ideas, así como a la participación en debates públicos.
PRINCIPIO 20
El derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas
Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas, incluso
con el fin de manifestarse de manera pacífica, con independencia de su orientación
sexual o identidad de género. Las personas pueden crear reconocer, sin discriminación,
asociaciones basadas en la orientación sexual o la identidad de género, así como aso-
ciaciones que distribuyan información a, o sobre personas de las diversas orientaciones
sexuales e identidades de género, faciliten la comunicación entre estas personas y abo-
guen por sus derechos y hacer que dichas asociaciones les sean reconocidas.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar los derechos a la organización, asociación, re-
unión y defensa pacíficas en torno a asuntos relacionados con la orientación
sexual y la identidad de género, así como el derecho a obtener reconocimiento
legal para tales asociaciones y grupos, sin discriminación por motivos de orien-
tación sexual o identidad de género;
159
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
PRINCIPIO 21
El derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión,
con independencia de su orientación sexual o identidad de género. Estos derechos
no pueden ser invocados por el Estado para justificar leyes, políticas o prácticas que
nieguen el derecho a igual protección de la ley o que discriminen por motivos de
orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar el derecho de las personas, con independencia
de su orientación sexual o identidad de género, a profesar y practicar creencias
religiosas y no religiosas, ya sea solas o en asociación con otras personas, a que
no haya injerencias en sus creencias y a no sufrir coerción o imposición de creen-
cias;
b) Velarán por que la expresión, práctica y promoción de diferentes opiniones, con-
vicciones y creencias concernientes a asuntos relacionados con la orientación
sexual o la identidad de género no se lleve a cabo de una manera que resulte
incompatible con los derechos humanos.
PRINCIPIO 22
El derecho a la libertad de movimiento
Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territo-
rio de un Estado, con independencia de su orientación sexual o identidad de género.
La orientación sexual y la identidad de género nunca podrán ser invocadas para limi-
tar o impedir el ingreso de una persona a un Estado, su salida de este o su retorno al
mismo, incluyendo el Estado del cual la persona es ciudadana.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar que se garantice el derecho a la libertad de
160
Discriminación / Declaraciones y principios generales
PRINCIPIO 23
El derecho a procurar asilo
En caso de persecución, incluida la relacionada con la orientación sexual o la identi-
dad de género, toda persona tiene derecho a procurar asilo, y a obtenerlo en cualquier
país. Un Estado no podrá remover, expulsar o extraditar a una persona a ningún Es-
tado en el que esa persona pudiera verse sujeta a temores fundados de sufrir tortura,
persecución o cualquier otra forma de penas o tratos crueles, inhumanos o degradan-
tes en base a la orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Revisarán, enmendarán y promulgarán leyes a fin de garantizar que un temor
fundado de persecución por motivos de orientación sexual o identidad de género
sea aceptado como base para el reconocimiento de la condición de refugiado o
refugiada y del asilo;
b) Asegurarán que ninguna política o práctica discrimine a solicitantes de asilo por
su orientación sexual o identidad de género;
c) Garantizarán que ninguna persona sea removida, expulsada o extraditada a nin-
gún Estado en el que pudiera verse sujeta a temores fundados de sufrir tortura,
persecución o cualquier otra forma de penas o tratos crueles, inhumanos o de-
gradantes por su orientación sexual o identidad de género.
PRINCIPIO 24
El derecho a formar una familia
Toda persona tiene el derecho a formar una familia, con independencia de su orien-
tación sexual o identidad de género. Existen diversas configuraciones de familias.
Ninguna familia puede ser sometida a discriminación basada en la orientación sexual
o identidad de género de cualquiera de sus integrantes.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar el derecho a formar una familia, incluso a través
del acceso a adopción o a reproducción asistida (incluyendo la inseminación por
donante), sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de
género;
b) Velarán por que las leyes y políticas reconozcan la diversidad de formas de fami-
lias, incluidas aquellas que no son definidas por descendencia o matrimonio, y
adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole nece-
sarias para asegurar que ninguna familia sea sometida a discriminación basada
en la orientación sexual o identidad de género de cualquiera de sus integrantes,
incluso en lo que respecta al bienestar social y otros beneficios relacionados con
la familia, al empleo y a la inmigración;
c) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de garantizar que en todas las medidas o decisiones concer-
nientes a niñas y niños que sean tomadas por las instituciones públicas o priva-
das de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órga-
nos legislativos, una consideración primordial sea el interés superior del niño o la
161
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
PRINCIPIO 25
El derecho a participar en la vida pública
Todas las personas que sean ciudadanas gozarán del derecho a participar en la con-
ducción de los asuntos públicos, incluido el derecho a postularse a cargos electivos, a
participar en la formulación de políticas que afecten su bienestar y a tener acceso, en
condiciones generales de igualdad, a todos los niveles de funcionarias y funcionarios
públicos y al empleo en funciones públicas, incluso en la policía y las fuerzas arma-
das, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.
Los Estados
a) Revisarán, enmendarán y promulgarán leyes para asegurar el pleno goce del de-
recho a participar en la vida y los asuntos públicos y políticos, incluyendo todos
los niveles de servicios brindados por los gobiernos y el empleo en funciones pú-
blicas, incluso en la policía y las fuerzas armadas, sin discriminación por motivos
de orientación sexual o identidad de género y con pleno respeto a la singularidad
de cada persona en estos aspectos;
b) Adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar los estereotipos y pre-
juicios referidos a la orientación sexual y la identidad de género que impidan o
restrinjan la participación en la vida pública;
c) Garantizarán el derecho de cada persona a participar en la formulación de polí-
ticas que afecten su bienestar, sin discriminación basada en su orientación sexual
e identidad de género y con pleno respeto por las mismas.
PRINCIPIO 26
El derecho a participar en la vida cultural
Toda persona, con independencia de su orientación sexuales o identidad de género,
162
Discriminación / Declaraciones y principios generales
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurarles a todas las personas oportunidades para par-
ticipar en la vida cultural, con independencia de sus orientaciones sexuales e
identidades de género y con pleno respeto por estas;
b) Fomentarán el diálogo y el respeto mutuo entre quienes expresan a los diversos
grupos culturales que existen dentro del Estado, incluso entre grupos que tienen
opiniones diferentes sobre asuntos relacionados con la orientación sexual y la
identidad de género, de conformidad con el respeto a los derechos humanos a
que se hace referencia en estos Principios.
PRINCIPIO 27
El derecho a promover los derechos humanos
Toda persona tiene derecho, individualmente o asociándose con otras, a promover la
protección y realización de los derechos humanos en los planos nacional e interna-
cional, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género.
Esto incluye las actividades encaminadas a promover y proteger los derechos de las
personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, así como el dere-
cho a desarrollar y debatir nuevas normas relacionadas con los derechos humanos y a
trabajar por la aceptación de las mismas.
Los Estados
a) Adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que
sean necesarias a fin de asegurar condiciones favorables para actividades enca-
minadas a la promoción y realización de los derechos humanos, incluidos los
derechos pertinentes a la orientación sexual y la identidad de género;
b) Adoptarán todas las medidas apropiadas para combatir acciones o campañas
contra defensores y defensoras de los derechos humanos que trabajen en asuntos
relacionados con la orientación sexual y la identidad de género, así como aquellas
que ataquen a defensores y defensoras que luchan por los derechos humanos,
haciendo referencia a sus orientaciones sexuales e identidades de género;
c) Velarán por que las y los defensores de los derechos humanos, con independen-
cia de su orientación sexual o identidad de género y de los asuntos de derechos
humanos que defiendan, gocen de acceso a organizaciones y órganos de derechos
humanos nacionales e internacionales, de participación en estos y de comunica-
ción con ellos, sin discriminación ni trabas;
d) Garantizarán la protección de los defensores y las defensoras de los derechos
humanos que trabajan en asuntos relacionados con la orientación sexual y la
identidad de género contra toda violencia, amenaza, represalia, discriminación
de hecho o de derecho, presión o cualquier otra acción arbitraria perpetrada por
el Estado o por agentes no estatales en respuesta a sus actividades en materia de
derechos humanos. A los defensores y defensoras de los derechos humanos que
trabajan en cualquier otro asunto, debería garantizárseles la misma protección
contra tales actos basados en su orientación sexual o identidad de género;
e) Apoyarán el reconocimiento y la acreditación de organizaciones que promueven
163
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Los Estados
Establecerán los procedimientos jurídicos necesarios, incluso mediante la revisión de
leyes y políticas, a fin de asegurar que las víctimas de violaciones a los derechos hu-
manos por motivos de orientación sexual o identidad de género tengan acceso a una
plena reparación a través de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción,
garantía de no repetición y/o cualquier otro medio que resulte apropiado; Garantiza-
rán que las reparaciones sean cumplidas e implementadas de manera oportuna;
Velarán por que todas las personas tengan acceso a toda la información necesaria
sobre los procesos para obtención de reparaciones y resarcimientos; Asegurarán que
se provea ayuda financiera a aquellas personas que no puedan pagar el costo de obte-
ner resarcimiento y que sea eliminado cualquier otro obstáculo, financiero o de otra
índole, que les impida obtenerlo;
PRINCIPIO 28
El derecho a recursos y resarcimientos efectivos
Toda víctima de una violación de los derechos humanos, incluso de unaviolación
basada en la orientación sexual o la identidad de género, tiene el derecho a recursos
eficaces, adecuados y apropiados. Las medidas adoptadas con el propósito de brindar
reparaciones a personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, o
de asegurar el adecuado desarrollo de estas personas, son esenciales para el derecho a
recursos y resarcimientos efectivos.
Los Estados
a) Establecerán los procedimientos jurídicos necesarios, incluso mediante la re-
164
Discriminación / Declaraciones y principios generales
PRINCIPIO 29
Responsabilidad
Toda persona cuyos derechos humanos sean violados, incluyendo los derechos a los
que se hace referencia en estos Principios, tiene derecho a que a las personasdirecta o
indirectamente responsables de dicha violación, sean funcionarios o funcionarias pú-
blicas o no, se les responsabilice por sus actos de manera proporcional a la gravedad
de la violación. No deberá haber impunidad para quienes cometan violaciones a los
derechos humanos relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género.
Los Estados
a) Establecerán procedimientos penales, civiles, administrativos y de otra índole,
así como mecanismos de vigilancia, que sean apropiados, accesibles y eficaces,
a fin de asegurar que a quienes cometan violaciones a los derechos humanos
relacionadas con la orientación sexual o la identidad de género se las y los res-
ponsabilizará por sus actos;
b) Garantizarán que todas las denuncias sobre delitos cometidos en base a la orien-
tación sexual o identidad de género real o percibida de la víctima, incluidos
aquellos descritos en estos Principios, sean investigadas rápida y minuciosamen-
te y que, en aquellos casos en que se encuentren pruebas apropiadas, se presen-
ten cargos formales contra las personas responsables se las lleve a juicio y se las
castigue debidamente;
c) Crearán instituciones y procedimientos independientes y eficaces que vigilen la
redacción y aplicación de leyes y políticas para asegurar que se elimine la discri-
minación por motivos de orientación sexual o identidad de género;
d) Eliminarán cualquier obstáculo que impida iniciar procesos contra personas
165
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Recomendaciones adicionales
Todas las personas que conforman la sociedad y la comunidad internacional tienen
responsabilidades concernientes a la realización de los derechos humanos. Por lo
tanto, recomendamos que:
a) La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ad-
hiera a estos Principios, promueva su implementación a nivel mundial y los in-
corpore al trabajo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, incluso a nivel de trabajo de campo;
b) El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas adhiera a estos Prin-
cipios y considere de manera sustantiva las violaciones a los derechos humanos
basadas en la orientación sexual o la identidad de género, con miras a promover
el cumplimiento de estos Principios por parte de los Estados;
c) Los Procedimientos Especiales de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
presten la debida atención a las violaciones de los derechos humanos basadas en
la orientación sexual o la identidad de género e incorporen estos Principios a la
implementación de sus respectivos mandatos;
d) El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, de conformidad con su
Resolución 1996/31, reconozca y acredite a organizaciones no gubernamentales
cuyo objetivo es promover y proteger los derechos humanos de las personas de
diversas orientaciones sexuales o identidades de género;
e) Los Órganos de Vigilancia de los Tratados de Derechos Humanos de las Na-
ciones Unidas integren vigorosamente estos Principios a la implementación de
sus respectivos mandatos, incluso a su jurisprudencia y al examen de informes
estatales, y, de resultar apropiado, adopten Observaciones Generales u otros tex-
tos interpretativos sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos
humanos a personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género;
f) La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Conjunto de las
Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) desarrollen directrices sobre
la prestación de servicios y la atención a la salud que resulte apropiada y responda
a las necesidades de las personas en lo que concierne a su orientación sexual o
identidad de género, con pleno respeto por sus derechos y su dignidad;
g) El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados incorpore
estos Principios en los esfuerzos encaminados a proteger a personas que son per-
seguidas por motivos de orientación sexual o identidad de género, o que tienen
fundados temores de serlo, y garantice que ninguna persona sufra discrimina-
ción basada en su orientación sexual o identidad de género en lo que se refiere a
recibir ayuda humanitaria u otros servicios o en la determinación de su condi-
ción de refugiada;
h) Las organizaciones intergubernamentales regionales y subregionales comprome-
tidas con los derechos humanos, así como los órganos de vigilancia de los trata-
dos regionales de derechos humanos regionales, velen por que la promoción de
estos Principios sea un componente esencial en la implementación de los man-
datos de sus diversos mecanismos, procedimientos y otros arreglos e iniciativas
en materia de derechos humanos;
i) Los tribunales regionales de derechos humanos incorporen vigorosamente en su
jurisprudencia en desarrollo referida a la orientación sexual y la identidad de gé-
166
Discriminación / Declaraciones y principios generales
nero aquellos Principios que sean relevantes a los tratados de derechos humanos
de los que son intérpretes;
j) Las organizaciones no gubernamentales que trabajan en derechos humanos a los
niveles nacional, regional e internacional promuevan el respeto a estos Principios
dentro del marco de sus mandatos específicos;
k) Las organizaciones humanitarias incorporen estos Principios en cualquier opera-
ción humanitaria o de socorro y se abstengan de discriminar a las personas por
su orientaciónsexual o identidad de género en la provisión de asistencia y otros
servicios;
l) Las instituciones nacionales de derechos humanos promuevan el respeto a estos
Principios por parte de agentes estatales y no estatales e incorporen en su trabajo
la promoción y protección de los derechos humanos de las personas de diversas
orientaciones sexuales o identidades de género;
m) Las organizaciones profesionales, incluyendo aquellas en los sectores médico, de
justicia penal o civil, y educativo, revisen sus prácticas y directrices para asegu-
rarse de promover vigorosamente la implementación de estos Principios;
n) Las organizaciones con fines comerciales reconozcan su importante función tan-
to en cuanto a asegurar el respeto a estos Principios en lo que concierne a su
propia fuerza de trabajo como en cuanto a promoverlos a los niveles nacional e
internacional, y actúen de conformidad con dicha función;
o) Los medios de comunicación eviten el uso de estereotipos en cuanto a la orien-
tación sexual y la identidad de género, promuevan la tolerancia y aceptación de
la diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género humanas y sensi-
bilicen al público en torno a estas cuestiones;
p) Las agencias financiadoras gubernamentales y privadas brinden asistencia finan-
ciera a organizaciones no gubernamentales y de otra índole para la promoción
y protección de los derechos humanos de las personas de diversas orientaciones
sexuales e identidades de género.
ANEXO
Signatarios y signatarias de los principios de Yogyakarta
Philip Alston (Australia), Relator Especial de las Naciones Unidas sobre las ejecu-
ciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias y Profesor de la Facultad de Derecho de
la Universidad de Nueva York, Estados Unidos.
Maxim Anmeghichean (Moldavia), Asociación Internacional de Lesbianas y Gays.
Europa.
Mauro Cabral (Argentina), Investigador de la Universidad Nacional de Córdoba,
Argentina; Comisión Internacional de Derechos Humanos para Gays y Lesbianas.
Edwin Cameron (Sudáfrica), Magistrado de la Corte Suprema de Apelaciones,
Bloemfontein, Sudáfrica.
Sonia Onufer Corrêa (Brasil), Investigadora Asociada de la Asociación Brasileña
167
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
168
Discriminación / Declaraciones y principios generales
169
SECCIÓN 3
Leyes nacionales
Discriminación
Documentos relevantes en los ámbitos
internacional y nacional para la erradicación
de la discriminación y el racismo
Discriminación / Convenciones
11 Ley 18.104
“Igualdad de derechos y oportunidades entre
hombres y mujeres”
DECRETAN:
CAPÍTULO I
Promoción de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres
y mujeres en la República Oriental del Uruguay
Artículo 2 El Estado deberá adoptar todas las medidas necesarias para asegurar el diseño,
la elaboración, la ejecución y el seguimiento de las políticas públicas de manera
que integren la perspectiva de género, contando con el marco general y orien-
tador de esta ley.
173
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
CAPÍTULO II
Del Consejo Nacional Coordinador de Políticas Públicas
de Igualdad de Género
174
Discriminación / Leyes nacionales
Artículo 13 Será obligatoria la rendición de cuentas anual ante la Asamblea General, res-
pecto de los avances en la ejecución del Plan Nacional de Igualdad de Oportu-
nidades y Derechos, a realizarse en el marco de las actividades del 8 de marzo,
Día Internacional de la Mujer.
175
12 Ley 17.817
“Lucha contra el racismo, la xenofobia
y la discriminación”
DECRETAN:
Artículo 2 A los efectos de la presente ley se entenderá por discriminación toda distinción,
exclusión, restricción, preferencia o ejercicio de violencia física y moral, basada
en motivos de raza, color de piel, religión, origen nacional o étnico, discapa-
cidad, aspecto estético, género, orientación e identidad sexual, que tenga por
objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejerci-
cio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades funda-
mentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra
esfera de la vida pública.
Artículo 4 Dicha Comisión tendrá por objeto proponer políticas nacionales y medidas
concretas para prevenir y combatir el racismo, la xenofobia y la discrimina-
ción, incluyendo normas de discriminación positiva.
178
Discriminación / Leyes nacionales
Artículo 8 Los integrantes de la Comisión Honoraria durarán dos años en sus funciones,
pudiendo ser reelectos. En caso de sustitución, permanecerán en sus funciones
hasta que asuma el sustituto, excepto en caso de incapacidad o renuncia.
179
13 Ley 18.246
“Unión concubinaria”
Unión concubinaria
Regulación
El Senado y la Cámara de Representantes de la República Oriental del Uruguay,
reunidos en Asamblea General,
DECRETAN:
CAPÍTULO I
La unión concubinaria
Artículo 2 Caracteres. A los efectos de esta ley se considera unión concubinaria a la situa-
ción de hecho derivada de la comunidad de vida de dos personas -cualquiera
sea su sexo, identidad, orientación u opción sexual- que mantienen una rela-
ción afectiva de índole sexual, de carácter exclusiva, singular, estable y perma-
nente, sin estar unidas por matrimonio entre sí y que no resulta alcanzada por
los impedimentos dirimentes establecidos en los numerales 1º, 2º, 4º y 5º del
Artículo 91 del Código Civil.
CAPÍTULO II
Reconocimiento judicial de la unión concubinaria
CAPÍTULO III
Disolución de la unión concubinaria
182
Discriminación / Leyes nacionales
Artículo 10 Facción de inventario.Dentro de los treinta días hábiles posteriores a que haya
recaído sentencia firme, por la que se disponga la disolución de la unión con-
cubinaria, se procederá a la facción de inventario en autos de las deudas y
bienes adquiridos a título oneroso por los concubinos durante el período de
vigencia de la unión.
Si se suscitare controversia o existieren reclamos, se dejará constancia en acta,
tramitándose por el proceso extraordinario ante la misma sede y por cuerda
separada.
183
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
CAPÍTULO IV
Registro
CAPÍTULO V
Derechos y obligaciones de seguridad social
184
Discriminación / Leyes nacionales
185
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 19 Cumplido un año a partir de la entrada en vigencia de esta ley, quedarán ex-
186
Discriminación / Leyes nacionales
tendidos a las concubinas y concubinos -a que refieren los artículos 1º y 2º- to-
dos los derechos y obligaciones de seguridad social previstos para los cónyuges
según el ámbito de inclusión que corresponda, a que refieren los artículos 14 a
18 de esta ley o de disposiciones legales ya vigentes.
A los efectos de la generación de pensiones de sobrevivencia, los requisitos
previstos por los artículos 1º y 2º de esta ley deberán existir al momento de
configurarse la causal pensionaria.
Artículo 20 Para determinar los derechos y obligaciones de seguridad social a que hubiere
lugar, la prueba de los extremos requeridos por los artículos 1º y 2º de la pre-
sente ley se realizará en el organismo previsional que correspondiere según la
inclusión de los servicios respectivos, sin perjuicio de la eficacia que a tal fin
tendrá, en lo pertinente, el reconocimiento judicial obtenido conforme a lo
previsto en la ley.
Artículo 21 Los gastos que la aplicación de las disposiciones contenidas en el presente ca-
pítulo pudiere generar al Banco de Previsión Social, al Servicio de Retiros y
Pensiones Policiales y al Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Arma-
das, serán atendidos por Rentas Generales, si fuera necesario.
CAPÍTULO VI
Otras disposiciones
187
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
188
14 Ley 18.620
“Derecho a la identidad de género y al cambio de
nombre y sexo en documentos identificatorios”
DECRETAN:
Artículo 1 Derecho a la identidad de género. Toda persona tiene derecho al libre desarrollo
de su personalidad conforme a su propia identidad de género, con independen-
cia de cuál sea su sexo biológico, genético, anatómico, morfológico, hormonal,
de asignación u otro.
Este derecho incluye el de ser identificado de forma que se reconozca plena-
mente la identidad de género propia y la consonancia entre esta identidad y el
nombre y sexo señalado en los documentos identificatorios de la persona, sean
las actas del Registro de Estado Civil, los documentos de identidad, electora-
les, de viaje u otros.
Artículo 5 Efectos
1. La resolución que autorice la rectificación de la mención registral del nom-
bre y en su caso del sexo, tendrá efectos constitutivos a partir de la fecha en
que se haga efectivo dicho cambio en la partida de nacimiento.
Frente a terceros, la inscripción del acto que corresponda registrar en la
Dirección General de Registros, será oponible a partir de la fecha de su
presentación al Registro.
2. En ningún caso alterará la titularidad de los derechos y obligaciones jurí-
dicas de la persona cuyo registro se modifica ni será oponible a terceros de
buena fe.
3. El cambio registral del sexo permitirá a la persona ejercer todos los dere-
chos inherentes a su nueva condición.
4. A los efectos registrales, el cambio de cualquier dato que incida en la identi-
ficación del sujeto conforme a esta ley, no implicará el cambio de la titulari-
dad jurídica de los actos inscriptos en la Dirección General de Registros. A
estos efectos, el Registro siempre considerará la rectificación como un acto
modificativo que deberá vincularse con la inscripción anterior.
Artículo 6 Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de Discrimi-
nación. La Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra
forma de Discriminación (Ley Nº 17.817, de 6 de setiembre de 2004) tendrá a
su cargo brindar asesoramiento y acompañamiento profesional a las personas
que deseen ampararse en esta ley.
190
SECCIÓN 4
Acciones afirmativas
Discriminación
Documentos relevantes en los ámbitos
internacional y nacional para la erradicación
de la discriminación y el racismo
15 Observación general Nº 25 a la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer (CEDAW)
Introducción
1. En su 20° período de sesiones (1999), el Comité para la Eliminación de la Dis-
criminación contra la Mujer decidió, en virtud del artículo 21 de la Conven-
ción, elaborar una recomendación general sobre el párrafo 1 del artículo 4 de la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra
la mujer. Esta nueva recomendación general complementaría, entre otras cosas,
recomendaciones generales previas, incluidas la recomendación general No. 5
(séptimo período de sesiones, 1988) sobre medidas especiales de carácter tempo-
ral, la No. 8 (séptimo período de sesiones, 1988) sobre la aplicación del artículo
8 de la Convención y la No. 23 (16° período de sesiones, 1997) sobre la mujer y
la vida pública, así como informes de los Estados Partes en la Convención y las
observaciones finales formuladas por el Comité en relación con esos informes.
2. Con la presente recomendación general, el Comité trata de aclarar la naturaleza
y el significado del párrafo 1 del artículo 4 a fin de facilitar y asegurar su plena
utilización por los Estados Partes en la aplicación de la Convención. El Comité
insta a los Estados Partes a que traduzcan esta recomendación general a los idio-
mas nacionales y locales y la difundan ampliamente a los órganos legislativos,
ejecutivos y judiciales del Estado, incluidas las estructuras administrativas, así
como a la sociedad civil, en particular a los medios de comunicación, el mundo
académico y las asociaciones e instituciones que se ocupan de los derechos hu-
manos y de la mujer.
194
Discriminación / Acciones afirmativas
Artículo 4, párrafo 1
La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de carácter temporal enca-
minadas a acelerar la igualdad de facto entre el hombre y la mujer no se considerará
discriminación en la forma definida en la presente Convención, pero de ningún
modo entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas desiguales o se-
paradas; estas medidas cesarán cuando se hayan alcanzado los objetivos de igualdad
de oportunidad y trato.
195
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Artículo 4, párrafo 2
La adopción por los Estados Partes de medidas especiales, incluso las contenidas en
la presente Convención, encaminadas a proteger la maternidad no se considerará
discriminatoria.
Terminología
17. En los trabajos preparatorios de la Convención se utilizan diferentes términos
para hacer referencia a las “medidas especiales de carácter temporal” que se pre-
vén en el párrafo 1 del artículo 4. El mismo Comité, en sus recomendaciones
generales anteriores, utilizó términos diferentes. Los Estados Partes a menudo
equiparan la expresión “medidas especiales” en su sentido correctivo, compensa-
torio y de promoción con las expresiones “acción afirmativa”, “acción positiva”,
“medidas positivas”, “discriminación en sentido inverso” y “discriminación po-
sitiva”. Estos términos surgen de debates y prácticas diversas en diferentes con-
textos nacionales4. En esta recomendación general, y con arreglo a la práctica
que sigue en el examen de los informes de los Estados Partes, el Comité utiliza
únicamente la expresión “medidas especiales de carácter temporal”, como se re-
coge en el párrafo 1 del artículo 4.
196
Discriminación / Convenciones
19. Los Estados Partes deben distinguir claramente entre las medidas especiales de
carácter temporal adoptadas en virtud del párrafo 1 del artículo 4 para acelerar
el logro de un objetivo concreto relacionado con la igualdad sustantiva o de
facto de la mujer, y otras políticas sociales generales adoptadas para mejorar la
situación de la mujer y la niña. No todas las medidas que puedan ser o que serán
favorables a las mujeres son medidas especiales de carácter temporal. El estable-
cimiento de condiciones generales que garanticen los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales de la mujer y la niña y que tengan por objeto
asegurar para ellas una vida digna y sin discriminación no pueden ser llamadas
medidas especiales de carácter temporal.
20. El párrafo 1 del artículo 4 indica expresamente el carácter “temporal” de dichas
medidas especiales. Por lo tanto, no debe considerarse que esas medidas son
necesarias para siempre, aun cuando el sentido del término “temporal” pueda,
de hecho, dar lugar a la aplicación de dichas medidas durante un período largo.
La duración de una medida especial de carácter temporal se debe determinar
teniendo en cuenta el resultado funcional que tiene a los fines de la solución de
un problema concreto y no estableciendo un plazo determinado. Las medidas es-
peciales de carácter temporal deben suspenderse cuando los resultados deseados
se hayan alcanzado y se hayan mantenido durante un período de tiempo.
21. El término “especiales”, aunque se ajusta a la terminología empleada en el campo
de los derechos humanos, también debe ser explicado detenidamente. Su uso a
veces describe a las mujeres y a otros grupos objeto de discriminación como gru-
pos débiles y vulnerables y que necesitan medidas extraordinarias o “especiales”
para participar o competir en la sociedad. No obstante, el significado real del
término “especiales” en la formulación del párrafo 1 del artículo 4 es que las
medidas están destinadas a alcanzar un objetivo específico.
22. El término “medidas” abarca una amplia gama de instrumentos, políticas y
prácticas de índole legislativa, ejecutiva, administrativa, y reglamentaria, como
pueden ser los programas de divulgación o apoyo; la asignación o reasignación
de recursos; el trato preferencial; la determinación de metas en materia de con-
tratación y promoción; los objetivos cuantitativos relacionados con plazos de-
terminados; y los sistemas de cuotas. La elección de una “medida” en particular
dependerá del contexto en que se aplique el párrafo 1 del artículo 4 y del objetivo
concreto que se trate de lograr.
23. La adopción y la aplicación de medidas especiales de carácter temporal pueden
dar lugar a un examen de las cualificaciones y los méritos del grupo o las perso-
nas a las que van dirigidas y a una impugnación de las preferencias concedidas
a mujeres supuestamente menos cualificadas que hombres en ámbitos como la
política, la educación y el empleo. Dado que las medidas especiales de carácter
temporal tienen como finalidad acelerar el logro de la igualdad sustantiva o de
facto, las cuestiones de la cualificaciones y los méritos, en particular en el ámbito
del empleo en el sector público y el privado, tienen que examinarse detenida-
mente para ver si reflejan prejuicios de género, ya que vienen determinadas por
las normas y la cultura. En el proceso de nombramiento, selección o elección
para el desempeño de cargos públicos y políticos, también es posible que haya
que tener en cuenta otros factores aparte de las cualificaciones y los méritos,
incluida la aplicación de los principios de equidad democrática y participación
electoral.
24. El párrafo 1 del artículo 4, leído conjuntamente con los artículos 1, 2, 3, 5 y 24,
197
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
debe aplicarse en relación con los artículos 6 a 16 que estipulan que los Estados
Partes “tomarán todas las medidas apropiadas”. Por lo tanto, el Comité entiende
que los Estados Partes tienen la obligación de adoptar y aplicar medidas especia-
les de carácter temporal en relación con cualquiera de esos artículos si se puede
demostrar que dichas medidas son necesarias y apropiadas para acelerar el logro
del objetivo general de la igualdad sustantiva o de facto de la mujer o de un ob-
jetivo específico relacionado con esa igualdad.
198
Discriminación / Acciones afirmativas
199
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
200
Discriminación / Acciones afirmativas
Notas
1. Puede haber discriminación indirecta contra la mujer cuando las leyes, las polí-
ticas y los programas se basan en criterios que aparentemente son neutros desde
el punto de vista del género pero que, de hecho, repercuten negativamente en
la mujer. Las leyes, las políticas y los programas que son neutros desde el punto
de vista del género pueden, sin proponérselo, perpetuar las consecuencias de la
discriminación pasada. Pueden elaborarse tomando como ejemplo, de manera
inadvertida, estilos de vida masculinos y así no tener en cuenta aspectos de la
vida de la mujer que pueden diferir de los del hombre. Estas diferencias pue-
den existir como consecuencia de expectativas, actitudes y comportamientos
estereotípicos hacia la mujer que se basan en las diferencias biológicas entre los
sexos. También pueden deberse a la subordinación generalizada de la mujer al
hombre.
2. “El género se define como los significados sociales que se confieren a las dife-
rencias biológicas entre los sexos. Es un producto ideológico y cultural aunque
también se reproduce en el ámbito de las prácticas físicas; a su vez, influye en los
resultados de tales prácticas. Afecta la distribución de los recursos, la riqueza, el
trabajo, la adopción de decisiones y el poder político, y el disfrute de los derechos
dentro de la familia y en la vida pública. Pese a las variantes que existen según
las culturas y la época, las relaciones de género en todo el mundo entrañan una
asimetría de poder entre el hombre y la mujer como característica profunda. Así
pues, el género produce estratos sociales y, en ese sentido, se asemeja a otras fuen-
tes de estratos como la raza, la clase, la etnicidad, la sexualidad y la edad. Nos
ayuda a comprender la estructura social de la identidad de las personas según su
género y la estructura desigual del poder vinculada a la relación entre los sexos”.
Estudio Mundial sobre el papel de la mujer en el desarrollo, 1999: Mundializa-
ción, género y trabajo, Naciones Unidas, Nueva York, 1999, pág. 8.
3. Véase, por ejemplo, la Convención Internacional sobre la Eliminación de To-
das las Formas de Discriminación Racial que prescribe medidas especiales de
carácter temporal. La práctica de los órganos encargados de la vigilancia de los
tratados, incluido el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial,
el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Comité de De-
rechos Humanos demuestra que esos órganos consideran que la aplicación de
medidas especiales de carácter temporal es obligatoria para alcanzar los propó-
sitos de los respectivos tratados. Los convenios y convenciones aprobados bajo
los auspicios de la Organización Internacional del Trabajo y varios documentos
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura también contemplan de manera explícita o implícita medidas de ese
tipo. La Subcomisión para la Promoción y Protección de los Derechos Huma-
nos examinó esta cuestión y nombró un Relator Especial encargado de preparar
informes para que los considerara y adoptara medidas al respecto. La Comisión
de la Condición Jurídica y Social de la Mujer examinó el uso de medidas es-
peciales de carácter temporal en 1992. Los documentos finales aprobados por
las conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer, incluso la
Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995
y el examen de seguimiento del año 2000 contienen referencias a medidas po-
201
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
sitivas como instrumentos para lograr la igualdad de facto. El uso por parte del
Secretario General de las Naciones Unidas de medidas especiales de carácter
temporal es un ejemplo práctico en el ámbito del empleo de la mujer, incluidas
las instrucciones administrativas sobre la contratación, el ascenso y la asignación
de mujeres en la Secretaría. La finalidad de estas medidas es lograr el objetivo de
una distribución entre los géneros del 50% en todas las categorías, y en particu-
lar en las más altas.
4. Las palabras “acción afirmativa” se utilizan en los Estados Unidos de América
y en varios documentos de las Naciones Unidas, mientras que “acción positi-
va” tiene uso difundido en Europa y en muchos documentos de las Naciones
Unidas. No obstante, “acción positiva” se utiliza también en otro sentido en las
normas internacionales sobre derechos humanos para describir sobre “una ac-
ción positiva del Estado” (la obligación de un Estado de tomar medidas en con-
traposición de su obligación de abstenerse de actuar). Por lo tanto, la expresión
“acción positiva” es ambigua porque no abarca solamente medidas especiales de
carácter temporal en el sentido del párrafo 1 del artículo 4 de la Convención. Las
expresiones “discriminación en sentido inverso” o “discriminación positiva” han
sido criticadas por varios comentaristas por considerarlas incorrectas.
202
16 Prevención de la discriminación. El concepto y la
práctica de la acción afirmativa. Informe final
presentado por el Sr. Marc Bossuyt, Relator Especial
Informe final presentado por el señor Marc Bossuyt, relator especial, de conformidad con la
Resolución 1998/5 de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos.
Prevención de la discriminación. El concepto y la práctica de la acción afirmativa.
Introducción
1. En su Resolución 1998/5, la Subcomisión decidió, dado que el tema requería de
una investigación minuciosa e integral, nombrar a Marc Bossuyt, relator especial
con la tarea de preparar un estudio sobre el concepto y la práctica de la acción
afirmativa y lo autorizó a solicitar a la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos que enviara un cuestionario a los
gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no guberna-
mentales pidiéndoles que facilitaran la documentación nacional pertinente sobre
la acción afirmativa.
2. En su decisión 1999/106, la Subcomisión renovó esa misma autorización al re-
lator especial. El cuestionario fue enviado a los gobiernos, las organizaciones
internacionales y las organizaciones no gubernamentales.
3. El presente informe se ha preparado de conformidad con la decisión 2001/107
de la Subcomisión, en que recordando la decisión 1999/253 del Consejo Eco-
nómico y Social, la Subcomisión expresó su reconocimiento al relator especial
por su informe preliminar (E/CN.4/Sub.2/2000/11 y Corr.1) y su informe sobre
la marcha de los trabajos (E/CN.4/Sub.2/2001/15) y decidió pedir al secretario
general que recordara a los gobiernos, a las organizaciones internacionales y a
las organizaciones no gubernamentales que habían recibido el cuestionario que
presentaran sus respuestas. El 28 de septiembre de 2001 se envió un recordato-
rio. A este respecto, el relator especial quisiera expresar su profunda gratitud a
los gobiernos de Bolivia, el Canadá, Chipre, Colombia, España, Fiji, Georgia,
Grecia, Guatemala, Hungría, Israel, la Jamahiriya Árabe Libia, el Líbano, el
Pakistán, el Paraguay, la República Eslovaca, la República Unida de Tanzania,
Suiza, Tailandia y Trinidad y Tabago, así como a la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el Departamento de Asuntos Económicos
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
204
Discriminación / Acciones afirmativas
anteriores y presentes han estado destinados a las mujeres, los negros, los inmi-
grantes, los pobres, los discapacitados, los ex combatientes, los indígenas, otros
grupos raciales, determinadas minorías y así sucesivamente.
9. Una cuestión decisiva, que ocasionará mucha disconformidad, será el modo de
determinar qué grupos están lo suficientemente desfavorecidos para merecer un
trato especial. Pese a que tienen especial pertinencia algunos instrumentos in-
ternacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, en muchos casos los be-
neficiarios de las medidas de acción afirmativa se determinarán conforme a la
legislación de cada país.48
10. La legislación nacional normalmente comienza por una política de acción afir-
mativa dirigida a un grupo desfavorecido particular. Más tarde se suele hacer
extensiva a otros grupos. Esto plantea el problema de la incorporación de un
número excesivo de personas a los programas porque a veces se toma como situa-
ción de desfavor la pertenencia a algunos grupos definidos por la raza, el origen
étnico o el género. La autenticidad de la relación entre la acción afirmativa y la
compensación por discriminaciones pasadas o sociales depende de la medida
en que la raza, el origen étnico o el género en realidad sea un indicador del mal
social que deba erradicar el programa de acción afirmativa y de la medida en que
tener en cuenta la raza, el origen étnico o el género sea un método apropiado
para combatir la discriminación. Puede suceder que la acción afirmativa bene-
ficie a algunas personas sin que hayan sido objeto de discriminaciones pasadas
o sociales.49 Especialmente en los Estados Unidos, esta cuestión ha provocado
cierto debate.50 En tanto que originalmente la acción afirmativa estaba destina-
da a los norteamericanos descendientes de africanos, con el correr del tiempo
también se destinó a abordar las desigualdades de otros grupos desfavorecidos,
en su mayoría inmigrantes.51 Se planteó si los inmigrantes que llegaron volun-
tariamente a los Estados Unidos debían ser protegidos del mismo modo que los
descendientes de africanos que fueron sometidos a la esclavitud.52
Fundamentalmente, en los Estados Unidos los grupos protegidos son un conjun-
to de personas con distintos motivos legales para reclamar reparación, descen-
dientes de inmigrantes libres, de pueblos conquistados o de esclavos.
11. Otro aspecto es la teoría de las dos clases, que plantea la cuestión de quién re-
sulta beneficiado realmente de las políticas de favor. Parece ser que quien mejor
48. Por ejemplo, en los Estados Unidos se determinó que se tomarían medidas de acción afirmativa con respecto a los siguientes
grupos “protegidos”: los indígenas norteamericanos o los nativos de Alaska, quien proceda de los grupos autóctonos de Nortea-
mérica y mantenga su identidad cultural por afiliación a la tribu o aceptación de la comunidad; los isleños de Asia o del Pacífico,
quien proceda de los grupos autóctonos del Lejano Oriente, Asia sudoriental, Asia meridional o las islas del Pacífico; los negros,
quien proceda de cualquier grupo racial negro africano; los hispanos, personas de cultura u origen mexicano, puertorriqueño,
cubano, centro o sudamericano.
49. G. Moens. Affirmative Action, the New Discrimination, Sydney, The Centre for Independent Studies, 1985, pp. 81- 82.
50. L. Newton. “Reverse discrimination as unjustified”, International Journal of Ethics, 1973, Vol. 83, pp. 311- 312.
51. Véase C. Hamilton, “Affirmative action and the clash of experimental realities”, The Annals, 1992, Vol. 523, pp. 10 - 18. La
variada experiencia de los norteamericanos descendientes de africanos y los inmigrantes también da lugar a exigencias políticas
y una mentalidad diferentes con respecto a las deudas que tiene la sociedad.
52. N. Glazer. Affirmative Discrimination: Ethnic Inequality and Policy, Nueva York, Basic Books Inc. Publishers, 1978, pp. 198 –
200.
205
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
53. Para más información sobre la cuestión de la identidad racial en Sudáfrica, véase P. E. Andrews, “Affirmative action in South
Africa: transformation or tokenism”, Law in Context, 1999, pp. 91 - 93.
54. G. Moens, op. cit., pp. 82 - 83, cita a Sowell así: “No será ni un Rockefeller ni un Kennedy quien sea excluido para dar cupo a
otros; será un DeFunis o un Bakke. Sin contar la influencia personal que pueden ejercer sobre las decisiones de admisión, los
ricos pueden ofrecer a sus hijos la clase de educación privada que casi les garantizará que en las pruebas sacarán notas muy
superiores al nivel en que se proceda a la exclusión. Así como los alumnos que quedan excluidos es probable que salgan de los
segmentos inferiores de la escala social de la población blanca, es probable que los alumnos de las minorías escogidos salgan
de lo alto de la escala de las minorías. En pocas palabras, es una transferencia obligada de ventajas de quien menos se lo puede
permitir a quien menos lo necesita.” La Comisión India de 1953, que fue establecida para empadronar a las clases atrasadas que
debían ser objeto de medidas de acción afirmativa, se vio enfrentada al problema de las castas superiores que renunciaban a su
condición y su posición “para no perder la ayuda del Estado”. F. de Zwart, “Positieve discriminatie en identiteitpolitiek in India:
grenzen aan sociale constructies”, Tijdschrift voor beleid, politiek en maatschappij, 199, núm. 4, p. 268.
55. Por ejemplo, quien tenga una madre de apellido español y que considere conveniente cambiar de apellido pues en los Estados
Unidos la acción afirmativa también se aplica a los nacionales con apellidos españoles. N. Glazer, op. cit., p.200.
206
Discriminación / Acciones afirmativas
207
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
59. Al decir del presidente Lyndon Johnson sobre el propósito de los programas de acción afirmativa, “no se borran las huellas de
centurias con sólo decir “ahora sois libres de ir donde queráis, y hacer lo que queráis”... No se toma a quien durante años ha
estado encadenado y se le da la libertad, conduciéndolo a la línea de partida de una carrera y diciéndole “eres libre de competir
con los demás”, pensando que efectivamente se ha actuado con entera justicia... Procuramos... no sólo la igualdad como un
derecho y una teoría sino la igualdad como un hecho y la igualdad como consecuencia”. Extracto de un discurso del presidente
Johnson en una ceremonia de graduación de Howard University en junio de 1965 que cita S. M. Cahn (editor), The Affirmative
Action Debate, Londres, Routledge, 1995, p. xii.
60. Declaración sobre la Acción Afirmativa de la Comisión de Derechos Civiles de los Estados Unidos de octubre de 1977, p. 2, citada
en W. L. Taylor y S. M. Liss, “Affirmative action in the 1990: Staying the course”, The Annals, 1992, Vol. 523, p. 31.
61. Véase también T. Loenen, “Indirect discrimination: oscillating between containment and revolution”, en T. Loenen y P. R. Ro-
drigues (editores), Non-discrimination Law: Comparative Perspectives, La Haya, Kluwer Law International, 1999, pp. 195–211;
M. Selmi, “Indirect discrimination: a perspective from the United States”, en T. Loenen y P. R. Rodrigues (editores), op. cit., pp.
213-222; B. Vizkelety, “Adverse effect discrimination in Canada: crossing the Rubicon from formal to substantive equality”, en
op. cit., pp. 223-236; I. Sjerps, “Effects and justifications. Or how to establish a prima facie case of indirect sex discrimination”,
en op. cit., pp. 237-263.
208
Discriminación / Acciones afirmativas
62. Véase más información en T. L. Banks, “Equality, affirmative action and diversity in the United States”, C. R. Lawrence y M. J.
Matsuda, We Won’t Go Back: Making the Case for Affirmative Action, Boston, Houghton Mifflin Company, 1997.
63. En este caso, el Tribunal Supremo se negó a tratar directamente la cuestión de si se podían permitir preferencias por motivos de
raza y dictaminó en cambio que el asunto era discutible pues el peticionario, Marco DeFunis, terminaría sus estudios de derecho
aunque perdiera el caso.
209
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
64. En varios tribunales federales últimamente se ha impugnado el concepto de diversidad. La validez de la diversidad como objetivo
se puso en duda en un Tribunal de apelación federal en el asunto Hopwood v. Texas (78 F 3d 932, 5th Cir 1996, cert denied, 135
L Ed 1094, 1997). El Tribunal razonó que el gobierno no tiene un interés especial en que haya diversidad racial en la enseñanza
superior y que ello es incompatible con la idea de unos criterios de admisión indiferentes al color o basados en el mérito. Véase
asimismo Podberesky v. Kirwan (38 F 3d 52, 4th Cir 1994, cert denied, 131 L Ed. 1002, 1995), S. Thernstrom, “The scandal of the
law schools”, Commentary, diciembre de 1997, pp. 27-31. Además, en 1996 la Junta de Regentes de la Universidad de California
votó a favor de prohibir la utilización de los factores de raza, religión, sexo, color, origen étnico o nacional en las decisiones
de admisión, empleo o contratación en los nueve predios públicos de la universidad. Véase asimismo la proposición 209 de
California que prohíbe las preferencias por motivos raciales en la enseñanza superior. Véanse también las opiniones disidentes
de tratadistas que afirman que las preferencias raciales en la enseñanza superior son de todo punto de vista ineficaces y en
la mayoría de los casos constituyen un doble rasero manifiesto. Crearía un clima racial más sano dejar que los alumnos de las
minorías avanzaran por sus propios méritos. Por otro lado, estiman que el debate sobre el trato de favor en la enseñanza supe-
rior ha desviado la atención del verdadero problema: las enormes diferencias raciales en el rendimiento escolar en las escuelas
primarias y secundarias. Mientras existan esas diferencias, a su parecer, han de fracasar los esfuerzos por alcanzar la paridad en
la enseñanza superior. Otro problema es que no se ha acordado cuánta“diversidad” es suficiente ni cuánto daño se puede hacer
a terceros. S. Thernstrom y A. Thernstrom, “Racial preferences: what we now know”, Commentary, febrero de 1999, pp. 44-50.
65. Véanse asimismo K. Greenawalt, Discrimination and Reverse Discrimination, Nueva York, Borzoi Books in Law and American
Society, 1983, pp. 52 - 70; R. K. Fullinwider, The Reverse Discrimination Controversy, a Moral and Legal Analysis, Nueva Jersey,
Rowman and Littlefield, 1980, pp. 18 - 29, e I. Glasser, “Affirmative action and the legacy of racial injustice”, en P. A. Katz y D.
A. Taylor, Eliminating Racism, Profiles in Controversy, Nueva York, Plenum Press, 1988.
210
Discriminación / Acciones afirmativas
66. Véase M. O. Chibundu, “Affirmative action and international law”, Law in Context, 1999, pp. 31 - 32. Véase asimismo un docu-
mento elaborado por F. De Varennes, “Minority rights and the prevention of ethnic conflicts” (E/CN.4/Sub.2/AC.5/2000/CRP.3).
67. Cita extraída de J. D. Skrentny, The Ironies of Affirmative Action, Chicago, The University of Chicago Press, 1996, p. 113.
68. Véase P. A. Samuelson, Economics, Nueva York, McGraw-Hill Book Company, 1970, pp. 780 - 794.
211
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
31. Dos ideales de igualdad que son especialmente pertinentes para la acción afirma-
tiva son la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados. La elección de
un ideal determinará también qué programas de acción afirmativa se consideran
convenientes o adecuados, y qué visión de la justicia social quiere llevar a la prác-
tica la sociedad.69
32. El ideal de la igualdad de oportunidades es consecuente con el planteamiento de
que el objetivo de la legislación contra la discriminación es garantizar la reduc-
ción de la discriminación eliminando o depurando los procesos de decisión de
las consideraciones ilegítimas relacionadas con la raza, el género o la etnia que
perjudican a las personas. No se ocupa del resultado, excepto como indicador de
un proceso defectuoso. Este criterio es marcadamente individualista, ya que se
concentra en garantizar la equidad para el individuo. Proviene de una visión li-
beral de la sociedad que refleja el respeto por la eficiencia, el mérito y los logros.
33. Esta visión de la igualdad se considera “manejable” en la medida en que su ob-
jetivo se puede definir con cierto grado de certeza. Por ejemplo, en el contexto
del empleo, significa que las personas tienen derecho a concursar por los puestos
exclusivamente sobre la base de las características necesarias para el desempeño
satisfactorio de las respectivas funciones. El razonamiento es que las característi-
cas raciales, sexuales y étnicas no son pertinentes a la manera en que las personas
deben ser tratadas. Por tanto, es preciso seleccionar y contratar a las personas
sin tener en cuenta la raza, el género, el origen étnico, etc. La igualdad de opor-
tunidades promueve el libre albedrío y la libre competencia entre las personas.
Por tanto, permite la movilidad social, tanto ascendente como descendente, de
acuerdo con los talentos y los conocimientos personales. Las medidas de acción
afirmativa que correspondan a este ideal de igualdad de oportunidades serán,
evidentemente, medidas destinadas a crear capacidad y promover una adopción
de decisiones que no tenga en cuenta el género ni la raza (contratación afirmativa
y preferencia afirmativa).
34. Los críticos de la igualdad de oportunidades consideran que el objetivo debería
ser establecer los resultados de los procesos de decisión. Afirman que el propósito
principal es la mejora de la situación relativa de los grupos desfavorecidos. Este
planteamiento por lo general se ocupa de la posición relativa de los grupos o las
clases y no de los individuos. La igualdad no puede depender de la actuación
individual.
35. Mientras que según el criterio de la igualdad de oportunidad los talentos y las
capacidades no están distribuidos de manera uniforme entre la humanidad, se-
gún el de la igualdad de resultados, las capacidades y los talentos están distri-
buidos uniformemente. Hombres, mujeres, blancos y minorías étnicas tienen en
promedio los mismos talentos y capacidades. Así pues, la puesta en práctica del
ideal de la igualdad de oportunidades debería dar lugar a la igualdad de resulta-
dos, en el sentido de que los hombres, las mujeres, los blancos y las minorías ét-
nicas estarían representados en puestos de influencia y poder proporcionalmente
a su número total en la sociedad. Siguiendo este razonamiento, esto significa
que cualquier gran diferencia en los resultados debe por fuerza obedecer a la
69. Sobre esta cuestión, véase M. B. Abram, “Affirmative action: fair shakers and social engineers”, en C. McCruden (ed.), Anti-
discrimination Law, Dartmouth, The International Library of Essays in Law and Legal Theory, 1991, pp. 499 - 513; S. Fredman,
“Reversing discrimination”, The Law Quarterly Review, 1997, pp. 575 – 600.
212
Discriminación / Acciones afirmativas
70. Véase un resumen de todos los argumentos a favor y en contra de la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados en
C. McCrudden, Anti-discrimination Law, Dartmouth, The International Library of Essays in Law and Legal Theory, 1991, pp. XVI a
XVIII.
71. Véase, por ejemplo, acerca de la evolución de la acción afirmativa en Australia, G. Moens, op. cit., pp. 53 - 74, y sobre una historia
de la acción afirmativa en los Estados Unidos, D. McWhirter, The end of affirmative action, where do we go from here?, Nueva
York, Birch Lane Press, 1996.
72. T. Sowll (op. cit., p. 165) recuerda que en los Estados Unidos las políticas preferenciales en repetidas ocasiones han sido recha-
zadas en las encuestas de opinión pública. Sin embargo, la misma opinión pública de los Estados Unidos se ha mostrado muy
partidaria de que se impartan gratuitamente cursos especiales de enseñanza o de formación profesional para potenciar a los
grupos minoritarios.
73. Naciones Unidas, Departamento de Información Económica y Social y de Análisis de Políticas, Informe sobre la situación social
en el mundo, 1997 (E/1997/15), cap. VIII, párrafo 94.
213
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
214
Discriminación / Acciones afirmativas
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
80. Documentos de las Naciones Unidas A/C.3/SR.1257, párrafo 18; A/C.3/SR.1258, párrs. 18, 38, 45 y 47; A/C.3/SR.1259, párr. 33.
Véase M. Bossuyt, Guide to the “Travaux Préparatoires” of the International Covenant on Civil and Political Rights, Dordrecht,
Martinus Nijhoff Publishers, 1987, p. 55.
81. Documento de las Naciones Unidas E/CN.4/SR.122, pp. 8 - 11. E/CN.4/Sub.2/2002/21.
82. Comité de Derechos Humanos, Observación General núm. 18, párrafo 10, en HRI/GEN/1/Rev. 4 (2000).
83. Comunicación núm. 198/1985, en Selección de decisiones del Comité de Derechos Humanos adoptadas con arreglo al Protocolo
Facultativo, Vol. 2 (publicación de las Naciones Unidas, núm de venta: S.89.XIV.1).
216
Discriminación / Acciones afirmativas
84. Comunicación núm. 385/1989, en Documentos Oficiales de la Asamblea General, cuadragésimo octavo periodo de sesiones,
Suplemento núm. 40 (A/48/40), Vol. II, anexo XII, sec. P. E/CN.4/Sub.2/2002/21.
85. P. Thornberry, International Law and the Rights of Minorities, Oxford, Clarendon Press, 1991, p. 284. Refiriéndose al párrafo 4
del artículo 1 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial y al párrafo 1
del artículo 4 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, que sí contienen
declaraciones explícitas acerca de la legitimidad de medidas de acción afirmativa, señala que una interpretación contraria en el
contexto de los Pactos equivaldría a una extraordinaria falta de congruencia.
86. A. P. Vijapur, “The principle of non-discrimination in international human rights law: the meaning and scope of the concept”,
India Quartely, A journal of international affairs, 1993, p. 91.
87. Si bien lo admite M. Craven (op. cit., nota 3, p. 186) alega que, aunque el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
reconoce implícitamente una obligación por medio del requisito de que los Estados centren su atención en la situación de los
grupos vulnerables y desfavorecidos de la sociedad, se trata no obstante de una cuestión que convendría aclarar en una futura
Observación General.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
218
Discriminación / Acciones afirmativas
nes analfabetas, no son preferencias “injustificadas”, sino que servirían más bien
para situar a las personas desfavorecidas en condiciones de auténtica igualdad.89
58. La Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Dis-
criminación Racial, aprobada en 1966, se refiere en el párrafo 4 de su artículo
1 a las medidas tomadas en pro de determinados grupos raciales o étnicos o
de ciertas personas con objeto de garantizarles el disfrute o ejercicio en pie de
igualdad de los derechos humanos y libertades fundamentales: “Las medidas
especiales adoptadas con el fin exclusivo de asegurar el adecuado progreso de
ciertos grupos raciales o étnicos o de ciertas personas que requieran la protección
que pueda ser necesaria con objeto de garantizarles, en condiciones de igualdad,
el disfrute o ejercicio de los derechos humanos y de las libertades fundamenta-
les no se considerarán como medidas de discriminación racial, siempre que no
conduzcan, como consecuencia, al mantenimiento de derechos distintos para los
diferentes grupos raciales y que no se mantengan en vigor después de alcanzados
los objetivos para los cuales se tomaron.”
59. Este párrafo debe leerse junto con el párrafo 2 del artículo 2 de esa misma Con-
vención que impone a los Estados Partes la obligación de tomar medidas especia-
les para asegurar el adecuado desarrollo y protección de ciertos grupos raciales o
de personas pertenecientes a estos grupos, con el fin de garantizar en condiciones
de igualdad el pleno disfrute por dichas personas de los derechos humanos y
de las libertades fundamentales. Se subraya que la protección de ciertos grupos
no constituye una discriminación, siempre que esas medidas no se mantengan
después de alcanzados los objetivos para los cuales se tomaron.
60. Ambos artículos tienen su origen en el párrafo 3 del artículo 2 de la Declaración
de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discrimi-
nación Racial, adoptada en 1963. La razón de que la Convención haya abordado
en dos ocasiones el mismo problema estriba en que, mientras que el artículo 1
define la discriminación y su párrafo 4 hace referencia a un caso en el que la
aplicación de un trato diferente no debe considerarse discriminatoria, el artículo
2 versa sobre los derechos que la Convención impone a los Estados Partes; ambos
insisten en el carácter temporal de las medidas especiales, reacción inspirada en
el régimen de apartheid de ese entonces. En el debate sobre el párrafo dedicado a
las medidas especiales, algunos representantes indicaron que temían que pudie-
ran ser usados como arma por gobiernos deseosos de perpetuar la separación de
ciertos grupos del resto de la población o justificar el colonialismo. Sin embargo,
se dejó bien claro que el objetivo no era subrayar las distinciones entre diferen-
tes grupos raciales, sino más bien garantizar que los miembros de esos grupos
pudieran integrarse en la comunidad, con objeto de alcanzar el objetivo de un
desarrollo en pie de igualdad para todos los ciudadanos.90
61. En el Seminario sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
racial, celebrado en 1968, se abrió un debate importante sobre la legitimidad de
las reservas y las cuotas. Según uno de los participantes, las reservas y las cuotas
constituían un medio fundamental de promover la igualdad, de hecho y de
derecho, de las personas que habían sido víctimas de discriminación, pero otros
89. Documento de la UNESCO 11C/15, anexo III, párrafo 36 y E/CN.4/Sub.2/210, anexo III, párrafo 13.
90. Véase N Lerner. The UN Convention on the Elimination of All Forms of Racial Discrimination, Alphen aan den Rijn, Sijthoff&Noordhoff,
1980, pp. 32-39. Thornberry, op. cit., nota 13, pp. 265-268.
219
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
opinaron que convendría dar facilidades especiales a los grupos atrasados para
que pudieran estar a la altura general en cuanto a méritos.91
62. No se puede subestimar la importancia de la Declaración de la UNESCO sobre
la raza y los prejuicios raciales de 1978, pues a pesar de no ser más que una decla-
ración, concitó amplio apoyo, ya que se aprobó unánimemente por aclamación.
Se considera que ya forma parte de la normativa internacional de los derechos
humanos, puesto que se trata de un instrumento internacional de carácter gene-
ral que trata de la protección de la identidad cultural y de los grupos y el valor de
la diversidad. En su artículo 1, se establece que todos los individuos y los grupos
tienen derecho a ser diferentes, a considerarse y ser considerados como tales. Sin
embargo, el derecho a la diferencia no puede en ningún caso servir de pretexto a
los prejuicios raciales ni legitimar ninguna práctica discriminatoria ni justificar
la política de apartheid. El párrafo 2 del artículo 9 prevé que deben tomarse
medidas especiales a fin de garantizar la igualdad en dignidad y derechos de los
individuos y los grupos humanos dondequiera que ello sea necesario, evitando
dar a esas medidas un carácter que pudiera parecer discriminatorio en el plano
racial. En este artículo no se menciona “el progreso adecuado” entre los objeti-
vos de las medidas especiales, con lo que la Declaración resulta un poco menos
paternalista y muestra el debido respeto por los diferentes grupos.
63. En ese mismo artículo se agrega que deberá prestarse una atención particular a
los grupos raciales o étnicos social o económicamente desfavorecidos a fin de ga-
rantizarles, en un pie de total igualdad y sin discriminaciones ni restricciones, la
protección de las leyes y los reglamentos, así como los beneficios de las medidas
sociales en vigor, en particular en lo que respecta al alojamiento, al empleo y a
la salud y de facilitar, especialmente por medio de la educación, su promoción
social y profesional.92
64. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer de 1979 tenía un precedente en el artículo 3 de los Pactos In-
ternacionales: la Constitución autoriza expresamente medidas especiales para
proteger a los grupos más retrasados, es decir, a los integrantes de las castas y
tribus reconocidas. “Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a
asegurar a los hombres y a las mujeres igual título, a gozar de todos los derechos
económicos, sociales y culturales (civiles y políticos) enunciados en el presente
Pacto.”
65. Muchos representantes estimaron que este artículo no era más que una reitera-
ción de las cláusulas generales de no discriminación que figuran en el artículo 2
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como en el artículo 26 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Se señaló, sin embargo, que
el artículo 3 no se limita a establecer el principio de igualdad sino que insta a los
220
Discriminación / Acciones afirmativas
93. M. Bossuyt, op. cit., nota 7, pp. 75 - 79. Esos mismos argumentos fueron esgrimidos por los que estimaban que era innecesaria
una convención específica para las mujeres, habida cuenta de los textos ya existentes. MacKean comenta: “Algunos represen-
tantes consideraron que ese párrafo podía interpretarse como si decretara una igualdad ‘absoluta’ o ‘exacta’ o una ‘identidad
de trato’, pero otros adujeron que el objetivo perseguido era una igualdad efectiva de hecho, no la eliminación de las diferencias
entre el papel del hombre y el de la mujer en el matrimonio, sino más bien unas diferencias equitativas de derechos y respon-
sabilidades.” Se palpaba claramente la voluntad de potenciar la igualdad de hecho. Así, el representante de la URSS comentó
que la Tercera Comisión estaba “elaborando principios de igualdad de derecho; de esos principios se derivaría la equiparación
de hecho de los derechos humanos”. Añadió que la igualdad de derechos iba más allá de la mera ausencia de discriminación;
implicaba la existencia de derechos positivos en todas las esferas abordadas en el proyecto de pacto. W. MacKean, Equality and
Discrimination under International Law, Oxford, Clarendon Press, 1983, p. 182.
94. Comité de Derechos Humanos, Observación General núm. 4, párrafo 2, en HRI/GEN/1/Rev.4 (2000).
95. Adoptada el 25 de junio de 1975 en el 60o. periodo de sesiones de la Conferencia Internacional del Trabajo. Véase el documento
E/CN.6/603 de las Naciones Unidas.
96. La OIT ya había emprendido esfuerzos con miras a lograr el objetivo de igual remuneración para trabajo de igual valor. Véase OIT,
Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100), I. Brownlie, Basic documents on human rights, Oxford, Clarendon
Press, 1981, p. 200.
97. Véase el documento de las Naciones Unidas E/CN.6/632, párrafo 92.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
98. L. A. Rehof, Guide to the “Travaux Préparatoires” of the United Nations Convention on the Elimination of All Forms of Discrimi-
nation against Women, Dordrecht, Martinus Nijhoff Publishers, 1993, pp. 66 – 76.
222
Discriminación / Acciones afirmativas
99. Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Recomendación General núm. 23, Vida política y pública, párrafo
15, en HRI/GEN/1/Rev.4 (2000).
100. J. Hodges-Aeberhard y C. Raskin, Affirmative Action in the Employment of Ethnic Minorities and Persons with Disabilities, Gine-
bra, Oficina Internacional del Trabajo. Basaron su estudio en ocho estudios de casos del Canadá, la Federación de Rusia, Filipinas,
la India, el Líbano, Malasia, Noruega y Uganda.
101. Alison Sheridan (“Patterns in the policies: Affirmative action in Australia”, Women in Management Review, 1998, pp. 243 – 252)
ha elaborado un sistema de clasificación que ilustra la gran variedad de medidas de esta índole de “movilización afirmativa” en
el contexto de la lucha contra la discriminación sexual y la situación de desventaja de la mujer en el empleo.
102. El artículo 35 de la Ley de Relaciones Raciales del Reino Unido legitima “todo acto realizado para que un grupo racial particular
tenga acceso a instalaciones o servicios para satisfacer sus necesidades especiales en materia de educación, formación o bien-
estar social o a prestaciones afines”. El artículo 37 dice que se podrán adoptar medidas positivas para animar a miembros de
un grupo racial o personas de un mismo sexo a solicitar puestos o formarse para desempeñar funciones en que no hayan estado
suficientemente representados.
223
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Preferencia afirmativa
75. Preferencia afirmativa significa consideración del sexo o la raza de una persona
en la concesión o denegación de un bien social. Las medidas de preferencia afir-
mativa pueden significar dos cosas.
76. En primer lugar, pueden consistir en que cuando dos personas igualmente cuali-
ficadas solicitan un puesto, un ascenso, una beca, etc., se dé preferencia a la per-
sona que pertenece a un determinado grupo que sea beneficiario de las medidas
de acción afirmativa.
77. En segundo lugar, también pueden incluir otras medidas más radicales103 como,
103. Esto se refiere especialmente a los Estados Unidos, donde la aplicación del Decreto-ley núm. 11246 se dejó en manos de la
Oficina de Programas de Cumplimiento de Contratos Federales (OFCCP) y el Comité de Igualdad de Oportunidades en el Em-
pleo (EEOC). Estas entidades interpretaron la acción afirmativa como un conjunto de procedimientos concretos para obtener
determinados resultados en que se utilizaban plazos y objetivos. En la época del presidente Nixon, la acción afirmativa llegó a
significar el establecimiento de requisitos estadísticos basados en la raza, el color y el origen nacional para los empleados y las
instituciones docentes. Los diversos departamentos federales crearon los primeros planes importantes de “cupos”. Estos planes
de cupos son muy controvertidos y han sido objeto de abundante jurisprudencia. Aun así, la aceptación de los cupos y de las
reservas dependerá de la situación concreta en que se apliquen. Por ejemplo, la mayoría de los estadounidenses parecen aceptar
su utilización para corregir casos de discriminación histórica específica. Incluso los conservadores aceptan la idea de cupos
impuestos por decisión judicial cuando se ha demostrado en un Tribunal que en el pasado hubo discriminación.
224
Discriminación / Acciones afirmativas
104. Los cupos son objetivos de representación del personal dentro de una empresa o institución que están cuantificados y que deben
lograrse en un plazo definido con precisión. Estos cupos los impone el Estado o una orden judicial. Puede ocurrir que las empre-
sas o instituciones reciban la orden de garantizar que en el plazo de cinco años el 10 por ciento de su personal sean mujeres. Otra
posibilidad es que las empresas o instituciones deban lograr que por cada cuatro hombres empleados se contrate a una mujer.
Los cupos tienen la intención discriminatoria de limitar la participación de un determinado grupo en una actividad. Los objetivos,
por otra parte, son metas numéricas que una empresa o institución trata de lograr; dicho de otra manera, para lograrlos hace
falta únicamente “un esfuerzo de buena fe”. El propósito no es discriminatorio sino afirmativo: contribuir a aumentar el número
de miembros cualificados de un grupo desfavorecido en la empresa o institución. No obstante, con frecuencia en la práctica
los objetivos funcionan como cupos, imponiendo al empleador la obligación de rebatir la presunción de discriminación. Véase
N. Glazer, “The future of preferential affirmative action”, en P. A. Katz y D. A. Taylor, Eliminating Racism, Profiles in Controversy,
Nueva York, Plenum Press, 1988, pp. 329-339.
105. Véase un análisis de esta cuestión en R. T. Bron Affirmative Action at Work. Law, Politics and Ethics, Pittsburgh, University of
Pittsburgh Press, 1991, pp. 37-59; J. Edwards, “Collective rights en the liberal state”, Netherlands Quarterly of Human Rights,
1999, pp. 259-275.
106. Véase S. M. Lipset, “Equal chances versus equal results”, The Annals, 1992, Vol. 523, pp. 63 - 74. El dilema en los Estados Unidos
sigue siendo cuál es la mejor manera de superar la contradicción entre el credo igualitario de los Estados Unidos y el legado de
la esclavitud.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
107. Naciones Unidas, Departamento de Información Económica y Social y de Análisis de Políticas, Informe sobre la Situación Social
en el Mundo, 1997 (E/1997/15), párrafos. 105 y 106.
108. Véase el famoso dicho del juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos señor Blackmun: “para superar el racismo, primero
tenemos que tener presente la raza.” Regents of the University of California v. Bakk, 438 U.S. 265, 1978.
226
Discriminación / Acciones afirmativas
Pacto cuenta también con el respaldo de la práctica de los Estados y una fuerte
opinio juris expresada en varias conferencias internacionales y por expertos reco-
nocidos.
83. La no discriminación y la acción afirmativa hay que enmarcarlas en su justa
perspectiva para evitar que entren en conflicto entre sí. Mientras que el principio
de no discriminación elimina factores como la raza, el género, la nacionalidad,
etc., de los procesos de decisión de la sociedad, el objetivo de la acción afirma-
tiva se cifra en garantizar una igualdad plena y sustantiva teniendo en cuenta
esos mismos factores.109 Sin embargo, la acción afirmativa, en su aspiración a la
igualdad, puede a veces recurrir a medidas extremas, violando de ese modo el
principio de no discriminación. Por ello, es menester fiscalizar cuidadosamente
las medidas de acción afirmativa y no dejar que socaven el principio de no dis-
criminación propiamente dicho. A fin de comprender en qué momento la acción
afirmativa se convierte en discriminación, merece la pena examinar más de cerca
la labor preparatoria de varios instrumentos internacionales que contienen prin-
cipios de no discriminación.
84. Mientras se elaboraba la disposición sobre no discriminación que figura en el
artículo 7 de la Declaración Universal, la presidenta de la Comisión de Dere-
chos Humanos de las Naciones Unidas, señora Eleanore Roosevelt, afirmó que
la igualdad no significaba un trato igual para el hombre y la mujer en todas las
cuestiones, porque había ciertos casos en que era fundamental un trato dife-
rencial. Se trata de una clara enunciación de que la idea de “igualdad” no debe
entenderse sólo en su sentido normativo, sino también en su sentido formal.
85. La ambigüedad de la terminología utilizada en las disposiciones de no discrimi-
nación de los instrumentos internacionales de derechos humanos, que han usa-
do indistintamente los términos “distinción” y “discriminación” para referirse
a un mismo concepto, ha dado lugar a una gran confusión.110 Por ejemplo, se
advierte una incoherencia entre el artículo 2 de ambos pactos Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención Internacional sobre
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, la Declaración
de la UNESCO sobre la Raza y los Prejuicios Raciales, etc. Además, institu-
ciones jurídicas prestigiosas, como la Comisión de Derecho Internacional y la
Corte Internacional de Justicia, han formulado declaraciones al respecto.Véanse,
por ejemplo, las declaraciones de la Corte Internacional de Justicia en su opi-
nión consultiva sobre “Legal Consecuences for States of the Continued Presence
of South Africa in Namibia notwithstanding Security Council resolution 276
(1970)”, en el asunto de la Barcelona Traction (1970), y en su opinión consultiva
sobre Namibia (1971). Internacionales: el Pacto Internacional de Derechos Eco-
nómicos, Sociales y Culturales garantiza “el ejercicio de los derechos que en él
se enuncian, sin discriminación alguna”, mientras que el Pacto Internacional de
109. Véase el documento de las Naciones Unidas E/CN.4/SR.50, párrafo 9. Para una explicación del debate sobre “distinción” y
“discriminación”, que reapareció posteriormente durante la elaboración de los pactos internacionales, véase también J. T. Möller,
“article 7”, en A. Eide, et al. (eds.), The Universal Declaration of Human Rights: A Commentary, Oslo, Scandinavian University
Press, 1992, pp. 115-141.
110. obre la historia de esta ambigüedad, véase M. Bossuyt, L’Interdiction de la discrimination dans le droit international des droits
de l’homme, Bruselas, Bruylant, 1976, pp. 7 - 27; N. Lerner, Group rights and discrimination in international law, Publishers, 1991,
pp. 24-28; B. G. Ramcharan, “Equality and non-discrimination”, en L. Henkin (ed.), The International Bill of Rights, Nueva York,
Columbia University Press, 1981, pp. 258-259.
227
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
228
Discriminación / Acciones afirmativas
116. Esto es consecuente con las definiciones internacionales de discriminación. El término “discriminación” no fue definido en la
Declaración Universal ni en los dos pactos internacionales. La primera definición de discriminación puede hallarse en la Conven-
ción Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, que prevé que la expresión “discriminación
racial” denota “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o
étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad,
de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera
de la vida pública”. De manera similar, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
estipula que la expresión discriminación contra la mujer denota “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que
tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de
su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en
las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera”.
117. Véase C. Tomuschat, “Equality and Non-Discrimination under the CCPR”, en I. von Munch, Festschrift für Hans-Jürgen Schlo-
chauer, Berlín, Walter de Gruyter, 1981, pp. 712 - 716.
118. Opinión disidente del magistrado Tanaka, casos de África sudoccidental (segunda fase), Informe de la Corte Internacional de
Justicia de 1966, pp. 284 – 316.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
119. Tribunal Europeo de Derechos Humanos, op. cit., nota 66; M. Bossuyt, “Het discriminatieverbod van de Europese Conventie van
de Rechten van de Mens in de Rechtspraak van de Commissie na het Belgisch taalarrest”, Revue belge de droit international,
1972, pp. 503-528.
120. ste análisis de la no discriminación efectuado por el Tribunal Europeo ha sido citado aprobatoriamente por la Corte Interameri-
cana de Derechos Humanos, en su Opinión Consultiva OC-4/84, Propuesta de Modificación a la Constitución Política de Costa
Rica relacionada con la naturalización, del 19 de enero de 1984, párr. 57: “No habrá... discriminación en toda diferencia de
tratamiento del Estado frente al individuo, siempre que esa distinción parta de supuestos de hecho sustancialmente diferentes y
que expresen de modo proporcionado una fundamentada conexión entre esas diferencias y los objetivos de la norma, los cuales
no pueden apartarse de la justicia o de la razón, vale decir, no pueden perseguir fines arbitrarios, caprichosos, despóticos o que
de alguna manera repugnen a la esencial unidad y dignidad de la naturaleza humana.”
121. Véase también, T. Opsahl, “Equality in Human Rights Law, with special reference to article 26 of the ICCPR”, en M. Nowak (ed.),
Kehl, N. P. Engel Verlag, 1988, pp. 51-65.
230
Discriminación / Acciones afirmativas
ción núm. 172/1984, Zwaan-de Vries c. los Países Bajos, comunicación núm.
182/1984, Documentos Oficiales de la Asamblea General, cuadragésimo segun-
do periodo de sesiones, Suplemento núm. 48 (A/42/40), anexo VIII, secciones B
y D. Como el artículo 26 establece un principio general de no discriminación.
97. Varios autores han analizado los diferentes elementos constitutivos de la discri-
minación.122 Uno de estos elementos es el motivo en que se funda la distinción.
La enumeración de los motivos prohibidos en los instrumentos generales de de-
rechos humanos no es exhaustiva. Esta conclusión se desprende claramente de la
ampliación de las cuatro causas enumeradas en la Carta de las Naciones Unidas
(raza, idioma, religión y sexo) a las 12 que figuran en la Declaración Universal
de Derechos Humanos y en ambos Pactos y a las 13 del Convenio Europeo de
Derechos Humanos, así como del uso de la expresión “especialmente por razo-
nes de” que precede a la enumeración de esos supuestos.
98. Por consiguiente, una distinción basada en otro motivo puede ser arbitraria y
ciertas distinciones basadas en varias de las causas enumeradas no son necesa-
riamente ilegítimas. El motivo en que se funda una distinción es, sin embargo,
importante a la hora de determinar si la distinción es o no arbitraria. No obstan-
te, lo decisivo no es la causa propiamente dicha, sino la relación o conexión entre
ésta y la norma respecto de la cual se practica la distinción.
Es menester que exista una “conexión suficiente” entre la norma y la causa o,
en otras palabras, ha de considerarse que la causa es “relevante” para la norma
concreta con respecto a la cual se practica la distinción. El objetivo general o la
meta perseguida por la legislación en este sentido no es lo decisivo, pero sí lo es la
relevancia del motivo concreto con las normas específicas. Una distinción intro-
ducida por la legislación para lograr un objetivo perfectamente legítimo puede
ser, sin embargo, discriminatoria y, en calidad de tal, constituir una violación de
los derechos humanos, si la causa en que se basa la distinción no puede estimarse
relevante en relación con dicho derecho.
99. La sustitución del concepto de “irrelevante” por el concepto de “arbitrario” no
se reduce a reemplazar un término por otro. La diferencia reside en el nivel en
el que hay que evaluar el carácter ilegítimo de la distinción. Si se situara este
nivel en relación con los objetivos y finalidades generales de la legislación, la eva-
luación sería meramente política e inapropiada para la determinación judicial.
Toda la cuestión estriba, sin embargo, en que una norma jurídica no es necesa-
riamente legítima porque persiga un objetivo legítimo. La ley, considerada como
el mecanismo utilizado para alcanzar ciertos objetivos, ha de respetar una serie
de requisitos intrínsecos. El más importante de éstos es el principio de igualdad,
que prohíbe hacer distinciones basadas en motivos que sean irrelevantes para ese
derecho o libertad específico.
100.Aunque sigue necesitando un juicio de valor, en el que pueden influir conside-
raciones políticas, la evaluación de la significación de ese motivo mediante la
valoración de la conexión entre ese motivo y el derecho o la libertad de que se
trate no deja de ser un acto judicial. La identificación previa del motivo (en que
122. M. Bossuyt, op. cit., nota 32, p. 262; M. Bossuyt, “The principle of equality in article 26 of the International Covenant on Civil
and Political Rights”, en A. De Mestral (ed.) The Limitation of Human Rights in Comparative Constitutional Law, Cowansville,
Editions Yvon Blais, 1986. pp. 283-284; E. W. Vierdag, The Concept of Discrimination in International Law with Special Reference
to Human Rights, La Haya, Martinus Nijhoff, 1973, p. 176.
231
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Conclusiones
101.No hay duda de que una política persistente en el pasado de discriminación
sistemática de determinados grupos de la población puede justificar —y en al-
gunos casos incluso imponer— la adopción de medidas especiales con el fin
de superar las secuelas de una condición de inferioridad que aún afecta a los
miembros de tales grupos. “Acción afirmativa” o “acción positiva” es el término
apropiado para tales medidas especiales.
102.Una amplia gama de medidas son catalogadas de “acción afirmativa”. En efecto,
las medidas que se presentan como tal pueden revestir formas muy diferentes.
Esas medidas no suscitan controversia, mientras revistan la forma de “moviliza-
ción afirmativa” cuando, por medio de un proceso de contratación afirmativa,
se alienta activamente a determinados grupos a postular a un empleo o se les
convence de la necesidad de solicitarlo, o de “justicia afirmativa”, cuando se
procede a un examen meticuloso para cerciorarse de que los miembros de un
determinado grupo han sido tratados equitativamente en la asignación de un
puesto. El asunto es más delicado cuando las medidas revisten la forma de “pre-
ferencia afirmativa”. Pero incluso estas medidas no son cuestionables mientras se
dé la preferencia a los miembros de un grupo determinado únicamente si están
igualmente cualificados que otros que no pertenecen a ese grupo.
103.En los asuntos de derechos humanos, una preferencia sólo puede justificarse si
se basa en un motivo que es pertinente al derecho en cuestión. Por ejemplo, en
asuntos de empleo y educación el criterio principal es la competencia. Un ejem-
plo clásico es el de la contratación de un violinista para una orquesta. El criterio
decisivo debe ser la competencia del candidato para tocar el violín. No tienen
ninguna importancia el color, el sexo, la religión, el idioma o las ideas políticas
del candidato.
El factor determinante debe ser exclusivamente la habilidad del candidato para
tocar el violín. Para evitar que los miembros del jurado se vean influidos por fac-
tores irrelevantes, incluso convendría que la prueba del violín se hiciera detrás de
una cortina. Si alguien necesita cirugía de urgencia, todo lo que le interesará al
paciente es que el cirujano sea capaz de realizar la operación y cualesquier otros
factores tendrán a lo sumo una importancia periférica.
104.Sin embargo, para determinados asuntos, también pueden ser pertinentes y te-
ner que considerarse otros criterios distintos de la competencia. Algunos criterios
son pertinentes para ciertos asuntos y no para otros. Particularmente en el sector
público pueden considerarse pertinentes otros criterios distintos de la compe-
tencia como, por ejemplo, la representación proporcional de los distintos grupos
que componen una determinada sociedad. En el ámbito político, los miembros
232
Discriminación / Acciones afirmativas
del gobierno son nombrados sobre la base de la confianza que han depositado en
ellos los grupos políticos que constituyen la mayoría en el Parlamento. El factor
determinante es el de la “representatividad”.
En una sociedad heterogénea puede considerarse conveniente la representación
proporcional de los distintos grupos. En algunos casos el electorado puede inclu-
so ser dividido en función de criterios que se consideran particularmente impor-
tantes para el ejercicio del poder político. A veces dichos criterios pueden incluso
aplicarse en grandes sectores de la vida pública, por ejemplo la administración
pública, las fuerzas armadas, la Policía, el Poder Judicial.
105.No es posible hacer declaraciones generales tajantes sobre la medida en que
pueden aplicarse tales criterios. Todo depende de las circunstancias específicas
de la sociedad en que se adopten las medidas. Es preciso tomar en consideración
diferentes elementos históricos, culturales, sociológicos, económicos y de otra
índole que le sean propios a la sociedad en cuestión. Es función de los jueces
—administrativos, judiciales o incluso constitucionales o internacionales— ve-
rificar en cada caso particular si la norma o su aplicación respeta la prohibición
de la discriminación y el principio de la igualdad ante la ley a que todas personas
tienen derecho.
106.En los casos de “preferencia afirmativa”,123 hay que prestar una atención especial
al carácter “temporal” de las medidas adoptadas. Aunque en general se acepta
este requisito, en su mayoría estas medidas son de duración “indefinida” o “in-
determinada” y la ley no especifica ninguna fecha de cese. Es más, si se especifica
una fecha de cese, puede suceder que la medida se prorrogue sin un examen
previo del sistema de “preferencia afirmativa”. A menudo e invoca la necesidad
de las medidas sin que se pongan a prueba las formas menos controvertidas de la
acción afirmativa (la “movilización afirmativa” o la “equidad afirmativa”) y sin
que se haya examinado la proporcionalidad de las medidas adoptadas. Al cali-
brar la necesidad de las medidas adoptadas, es preciso verificar si hay suficiente
equilibrio entre los beneficios que han de reportar las medidas y sus eventuales
perjuicios, comprobando que las medidas en efecto logren los objetivos trazados,
por una parte, y vigilando los perjuicios ocasionados a las personas afectadas
por ella, por la otra. En la evaluación de las medidas deberían poder participar
las personas afectadas directamente por ellas. La cuestión principal reside en
determinar si los costos de promover un objetivo social pueden hacerse recaer
en algunas personas en razón de una culpa heredada en vez de en la sociedad en
su conjunto.
107.Es evidente que no es posible justificar ninguna medida a favor de miembros de
grupos anteriormente en desventaja mencionando únicamente el propósito de la
medida adoptada, por muy legítima que sea esa intención. Toda persona tiene
derecho al disfrute de los derechos y libertades fundamentales y nadie puede ser
objeto de discriminación en el disfrute de esos derechos y libertades fundamen-
tales, cualquiera que sea el objetivo que persiga la medida discriminatoria.
El efecto discriminatorio depende de las características de una medida concreta
utilizada para perseguir un objetivo determinado y no del objetivo en sí.
108. La prohibición de la discriminación sería un principio sin ningún valor norma-
tivo si pudiera justificarse cualquier distinción calificándola de medida de acción
123. Este párrafo se basa en notas entregadas al autor por Bruce Abramson.
233
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
234
Discriminación / Acciones afirmativas
124. Lord Denning: “De modo que si esa autoridad docente asignara a los varones a determinadas escuelas según el color de su
pelo o, lo mismo da, el color de su piel, parecería tan absurdo, tan caprichoso, tan falto de relación con cualquier sistema de
enseñanza digno de ese nombre que sería completamente ultra vires y este Tribunal tendría que prohibirlo de inmediato. Pero
si existieran razones pedagógicas válidas para una política, como ocurre por ejemplo en un sector en que los niños inmigrantes
tienen escasos conocimientos de la lengua inglesa y necesitan clases especiales, sería de todo punto correcto enviar a los que
se encuentran en peores condiciones a centros especiales de enseñanza, donde se beneficiarían de medios extraordinarios para
aprender inglés.” Citado por W. McKean, op. cit., nota 67, p. 246.
235
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Anexo
Extractos de algunas de las respuestas recibidas por el relator especial
E/CN.4/Sub.2/2002/21
17 de junio de 2002
La respuesta del gobierno de las Islas Fiji se refiere al párrafo 1 del artículo 3 de la Ley
de Aplicación de las Disposiciones de Justicia Social (cap. 5) de la Constitución de
Fiji mediante el establecimiento de programas de acción afirmativa y asuntos conexos
(Ley de Justicia Social de 2001), que dispone que “... por ‘acción afirmativa’ se en-
tiende las políticas del Estado destinadas a ayudar a grupos o categorías de personas
que se hallan en situación de desventaja para permitirles lograr la igualdad de acceso
con los grupos que no están desfavorecidos.
En Grecia las medidas de acción afirmativa guardan relación principalmente con los
programas de formación profesional, los criterios y requisitos de empleo en sectores
profesionales en que la representación de un sexo es baja y la asistencia a las personas
que tienen obligaciones familiares especiales.
Tales medidas se han adoptado en favor de las mujeres, los inválidos de guerra, perso-
nas de la minoría musulmana de Tracia y personas con obligaciones familiares.
236
Discriminación / Acciones afirmativas
Según el párrafo 6 del artículo 5 del Código de Trabajo de Hungría, una norma
relativa a una relación de trabajo puede prever la obligación de dar preferencia a un
grupo determinado de empleados en caso de igualdad de condiciones.
El gobierno de Israel declara que según un juez del Tribunal Supremo israelí, la ac-
ción afirmativa es una “distinción equilibradora” que forma “parte integral del prin-
cipio de igualdad” en lugar de ser una “excepción a él”.
Según otro juez: “Es probable que el ofrecimiento de iguales oportunidades dé lugar
a la igualdad únicamente cuando el punto de partida de las partes concurrentes sea
más o menos idéntico... La considerable disparidad en torno a la igualdad de oportu-
nidades, ya se derive de leyes discriminatorias del pasado que ya no están en vigor o
de prejuicios arraigados en la sociedad, aumenta las posibilidades de los grupos más
poderosos a la vez que disminuye las de los grupos más débiles. La acción afirmativa
tiene por objeto rectificar esta disparidad... Mediante la promoción de hecho, pro-
yectada e intencional, del grupo desfavorecido a niveles que se le hayan negado en
el pasado no sólo rectificamos las desviaciones de la desigualdad sino que también
creamos una nueva realidad que eliminará en última instancia las raíces ocultas de
la discriminación y sus consecuencias. De esta manera, el paso de la acción afirmati-
va, concebido esencialmente como medio para rectificar una desigualdad específica,
contribuye a la realización del principio general de la igualdad.”
237
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
las diferencias esenciales entre ellos o la naturaleza o esencia del asunto; 2) una dis-
posición o acto destinado a rectificar una discriminación previa o existente contra las
mujeres o una disposición o acto destinado a promover su igualdad...”
Según la respuesta del gobierno del Pakistán, la acción afirmativa en ese país con-
siste en programas y procedimientos que asignan una representación específica a los
habitantes de las provincias más pequeñas, a los no musulmanes, a las mujeres, a los
veteranos y a los discapacitados en la contratación y la admisión a instituciones de
educación superior de conformidad con un sistema prescrito de cupos. La acción
afirmativa de mayor envergadura a nivel nacional es el sistema de cupos, destinado a
garantizar una representación adecuada a diversas provincias según la proporción de
su población. Aunque el Punjab tiene más del 55 por ciento de la población del Pa-
kistán, ha aceptado mantener una representación del 50 por ciento para permitir que
residentes de provincias más pequeñas integren los servicios federales del Pakistán.
La acción afirmativa beneficia a las siguientes categorías: los habitantes de zonas eco-
nómicamente atrasadas, las mujeres, las minorías religiosas, los discapacitados, los
veteranos y sus hijos. Los programas de acción afirmativa se aplican en los siguien-
tes sectores: el empleo en la administración pública, las instituciones docentes y las
elecciones (los no musulmanes tienen electorados separados y eligen a sus propios
candidatos a las legislaturas).
En una decisión de 1992 la Corte Federal Shariat, el más alto tribunal del Pakistán
que determina si una ley es compatible o no con el islam, rechazó el sistema de cupo.
Sin embargo, el dictamen no se llevó a la práctica en “aras del interés nacional”. El
30 de junio de 1998 la Asamblea Nacional resolvió prorrogar por otros 20 años el
sistema de cupos sobre una base justa y equitativa a fin de proteger los derechos de
las zonas subdesarrolladas y de las minorías. En un dictamen que sentó precedente
el 6 de julio de 1998 se señalaba que “las disposiciones de la Constitución se han de
interpretar de tal modo que queden salvaguardados los derechos e intereses legítimos
de las unidades federales en yuxtaposición con la Federación en la medida de lo po-
sible... Las reservas, después de todo, procuran mitigar los efectos de las desventajas
sociales y no eliminar sus causas”. El Tribunal Supremo refrendó el dictamen. La
Constitución promulgada en 1973 preveía que durante 20 años “podrán reservarse
puestos a las personas pertenecientes a cualquier clase de zona para asegurar su ade-
cuada representación en el servicio del Pakistán”. En 1999 se enmendó la Constitu-
ción y el sistema de cupos fue prorrogado por otros 20 años hasta el año 2013.
Según la respuesta del gobierno de Tanzania, éste ha puesto en marcha diversos pla-
nes de acción afirmativa para promover a la mujer. Éstos ayudan a luchar contra la
discriminación de la mujer y determinadas minorías en sectores como el empleo, la
educación, la sucesión matrimonial, etcétera. En su respuesta el gobierno de Tailan-
dia se remite al párrafo 4 de la sección 30 de la Constitución de Tailandia (1997) que
dice así: “No se considerarán discriminación injusta las medidas determinadas por
238
Discriminación / Acciones afirmativas
el Estado para eliminar los obstáculos o promover la capacidad de las personas para
ejercer sus derechos y libertades al igual que las demás personas.”
El nuevo artículo 141 (4) del Tratado de Amsterdam dice así: “Con objeto de garan-
tizar en la práctica la plena igualdad entre hombres y mujeres en la vida laboral, el
principio de igualdad de trato no impedirá a ningún Estado miembro mantener o
adoptar medidas que ofrezcan ventajas concretas destinadas a facilitar al sexo menos
representado el ejercicio de actividades profesionales o a evitar o compensar desven-
tajas en sus carreras profesionales.”
Para mayor referencia sobre estos temas se pueden consultar las siguientes fuentes:
I. Capítulo Primero Generales
Comités: Documentos de los órganos creados por Convención (Discriminación Ra-
cial,
Discriminación contra la Mujer, Tortura, Comité de Derechos Humanos)
Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
Páginas web:
www.un.org.
www.un.org/Depts/dhl/spanish/resguids/spechrsp.htm.
www.ohchr.org/spanish/.
www.unhchr.ch/tbs/doc.nsf.
239
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Informes del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Huma-
nos
2003: A/58/36 (GAOR, 58th sess., Suppl. núm. 36)
2002: A/57/36 (GAOR, 57th sess., Suppl. núm. 36)
2001: A/56/36 + Corr.1 + Add.1 (GAOR, 56th sess., Suppl. núm. 36)
2000: A/55/36 (GAOR, 55th sess., Suppl. núm. 36)
1999: A/54/36 (GAOR, 54th sess., Suppl. núm. 36)
1998: A/53/36 (GAOR, 53rd sess., Suppl. núm. 36)
1997: A/52/36 (GAOR, 52nd sess., Suppl. núm. 36)
1996: A/51/36 + Add.1
1995: A/50/36 (GAOR, 50th sess., Suppl. núm. 36)
1994: A/49/36 (GAOR, 49th sess., Suppl. Núm. 36)
240
Discriminación / Acciones afirmativas
Este documento tiene por objetivo dar cuenta del marco teórico en el que se desarro-
llan las políticas públicas del MIDES a través de la DNPS. Por ello es que se discuten
conceptos clásicos de las políticas sociales como el universalismo, la focalización y las
acciones afirmativas.
Respetar los derechos implica para el Estado abstenerse de actuar de cualquier modo
que interfiera en el disfrute de los derechos de las personas.
La obligación estatal de proteger los derechos implica impedir que terceras partes
interfieran en el ejercicio de los derechos humanos. El hecho de que un tercero im-
pida a otros el ejercicio de sus derechos constituye por parte del Estado una falta por
omisión.
125. Nos referimos principalmente a las tendencias de descentralización y focalización de las políticas sociales; a la atención de la
emergencia y a la implementación de programas focalizados que apuntan a contextos de pobreza y vulnerabilidad.
241
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Que los derechos humanos sean universales, indivisibles e interdependientes para las
políticas sociales implica que las mismas se construyan de modo integral, articulado e
intersectorial. Las políticas sociales deben articularse en sistemas de protección social
integrales, sustentables y universales.
242
Discriminación / Acciones afirmativas
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Los criterios generalizadores de las políticas universales en algunos casos no han sido
efectivos para disminuir las brechas de desigualdad, lo que contribuyó en su momen-
to al surgimiento de criterios de focalización, los cuales también son cuestionados.
Más allá de los debates y los cambios de tendencias en el diseño de las políticas so-
ciales, no se ha logrado el acceso universal a la protección social. De modo que no
se trata de deficiencias del universalismo per se, o de la focalización per se, sino del
modo en que las estrategias universalistas o focalizadas se diseñan y llevan a cabo.
Desde la DNPS se entiende que hay que avanzar hacia la consolidación de planes y
estrategias que se sirvan de las dos estrategias. El Uruguay debe prestar servicios de
calidad de corte universal, lo cual no quita que se desarrollen estrategias focales para
que los distintos grupos accedan a esos servicios. Desde esta perspectiva, no se entien-
de al universalismo como una tendencia a estrategias de tabula rasa, sino que se aboga
por un universalismo sensible a las diferencias. Se trata pues de concebir las distintas
acciones del Estado –sean estas de prestación, de subsidio o de contralor- desde una
única matriz universal de protección social, que puede contener en su interior ac-
ciones focales. Y es justamente el marco de derechos humanos una herramienta que
permite articular en una matriz a las políticas sociales, donde el objetivo último es
garantizar el pleno ejercicio de derechos a todas las personas habitantes del territorio
nacional.
Algo de historia
Desde comienzos del siglo XX, Uruguay ha presentado rasgos universalistas en su
sistema de protección social. La protección social en este contexto se articulaba esen-
cialmente en torno a jefes de familia insertos en el mercado laboral formal. El con-
siderable éxito en su aspiración universal ubicó a nuestro país y a su sistema de pro-
tección social a la vanguardia de la región; la amplia mayoría de la población contaba
con mecanismos de protección social diversos y de calidad. Sin embargo, diversos
factores determinaron que hacia la segunda mitad del siglo pasado y comienzos del
244
Discriminación / Acciones afirmativas
Es con el comienzo del primer gobierno del Frente Amplio, en el año 2005, que
una amplia reformulación de las modalidades de protección social comienza a tener
lugar en el Uruguay; se amplían y diversifican las estrategias de atención asistencial
a poblaciones en situación de pobreza o vulnerabilidad social ( Plan de Emergen-
cia, Asistencia a la vejez, entre otros) y se avanza en la coordinación intersectorial
y multidimensional de políticas y proyectos (MIDES, Plan de Equidad, Gabinete
Social, Consejo Nacional de Política Social, entre otros). De este modo, se avanzó
en la construcción de estrategias amplias e integrales de abordaje a la pobreza y la
exclusión; de manera creciente se construyeron miradas y planes que abordaban los
diversos problemas sociales desde sus múltiples dimensiones, asignando los recursos
y las energías necesarias. La puesta en marcha del Plan de Atención Nacional a la
Emergencia Social (PANES) es quizás el ejemplo más elocuente de lo descrito. El
126. En el texto aludido se profundiza en torno a algunos otros cambios acontecidos en el modelo de protección social de América
Latina. “En el paradigma reciente, la focalización, la privatización, la mezcla entre lo público y lo privado y, en alguna medida,
la descentralización se combinan como piezas de un modelo dominante en el sector social. Estas tendencias se insertan en las
reformas privatistas de la seguridad social, la formación de mercados internos y mercados de aseguradoras de salud, y los cupo-
nes educativos para prestadores privados y la terciarización de prestadores de educación, como luego se verá”. (Filgueira et al,
2006: 5).
245
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Los resultados obtenidos a partir del nuevo encare de la gestión de las políticas socia-
les han sido positivos, particularmente en términos de incidencia sobre la pobreza y
la indigencia.
Sin embargo, debe señalarse que aún persisten algunas pautas de discriminación sis-
témica que determinan que determinadas poblaciones tengan posibilidades amplia-
mente superiores de caer en condiciones de pobreza y privación de derechos que
otras poblaciones. Es preciso identificar a las dimensiones de género, etnia/raza, edad
y ubicación geográfica como grandes determinantes de desigualdades, que deben
ser consideradas y abordadas desde las políticas sociales. Estas dimensiones operan
interrelacionadas en dinámicas de producción y reproducción de las desigualdades.
Es preciso que las políticas públicas (no sólo las sociales) incidan sobre estas diná-
micas, cortando los círculos de reproducción de las desigualdades en el acceso a los
derechos.
El primer eje planteado implica un amplio debate social en torno a los mínimos
sociales a ser garantizados por el Estado respondiendo acerca de la existencia de un
umbral mínimo de acceso a derechos por debajo del cual no debe situarse ningún
habitante del territorio nacional.
246
Discriminación / Acciones afirmativas
Focalización integrada
Se mencionó anteriormente que la tendencia a la focalización ha sido una caracte-
rística de las políticas sociales de las últimas décadas, en el Uruguay y en la región;
especialmente en aquellas políticas de abordaje a problemáticas asociadas a situacio-
nes de pobreza.
Según los datos del Repertorio de Políticas Sociales del MIDES, en nuestro país, 4
de cada 10 programas sociales actuales focalizan sus acciones en alguna población
vulnerable o excluida. Si bien aún prevalece la matriz universalista a la hora de la
conformación de nuevos programas, a partir de la década del 90s es creciente la
tendencia a la creación de programas focalizados. Complementariamente, lo que se
aprecia en este panorama es una proliferación de las iniciativas sociales del Estado
durante la última década, tanto de corte universal como focal. El desafío es entonces
el de lograr la óptima articulación entre las estrategias focales y universales. Es preciso
concebir todas las acciones como parte de una misma matriz de protección social y
de bienestar de acceso universal.
En este sentido, las políticas sociales no deben ser concebidas desde la focalización,
sino desde la universalidad; la focalización debe ser concebida como una herramien-
ta para el ejercicio universal de los derechos sociales. Y las acciones focalizadas, al
tiempo que deben aportar un amparo inmediato a quienes padecen situaciones de
exclusión o vulnerabilidad, deben apuntar a revertir las causas de esas situaciones.
El objeto de las políticas sociales no deben ser exclusivamente los individuos vulnera-
bles y excluidos; debe atenderse a las causas estructurales de las situaciones de exclu-
sión y vulnerabilidad. Es claro que las poblaciones que atraviesan las situaciones más
críticas merecen la atención prioritaria del Estado, pero las acciones emprendidas en
este sentido deben articularse en un marco integral de combate a la pobreza y otros
riesgos que enfrentan todos los individuos a lo largo de toda su vida.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
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Discriminación / Acciones afirmativas
Infantilización de la pobreza. Las situaciones de pobreza e indigencia inciden en mayor medida entre los
sectores de menor edad, afectando especialmente a personas menores de 13 años. Al 2009, las personas en
situación de pobreza representaban el 20,9% de la población total del país. En tanto que entre las personas
menores de 6 años, el 37,8% se encontraba en situación de pobreza. Y entre las personas de edades compren-
didas entre los 6 y 12 años, se trataba del 36,2%.
Enclaves territoriales de la pobreza. Si bien en términos promediales el país ha disminuido de manera cons-
tante la proporción de personas en situación de pobreza (en 2006 ascendía a 34,4% y en 2010 ha disminuido al
18.6% del total de la población), existen zonas del territorio nacional (especialmente en Montevideo y su área
metropolitana) con una alta concentración de la pobreza (casi 22%) y donde la disminución de los niveles de
pobreza es más lenta que en otras zonas. A su vez estas diferencias se profundizan si comparamos Montevideo
con un 22% de personas en situación de pobreza con las zonas rurales donde el porcentaje es de 6.2. (INE, ECH,
2010)
Mayor incidencia de la pobreza en la población afrodescendiente. La incidencia de la pobreza entre la
población afro es más del doble que la del promedio de la población total del país. El 45,3% de las personas que
se definen como afrodescendientes se encuentran en situación de pobreza. En Montevideo, esta cifra asciende
al 52%.
Dificultades para el acceso a empleos formales. Según datos del INE, en el 2009 un 32,2% de las personas
ocupadas no cuenta con seguridad social. Esta cifra asciende al 36,8% para el caso de las personas ocupadas
del interior del país. En tanto que entre las personas ocupadas del interior del país y en situación de pobreza,
quienes no cuentan con seguridad social representan el 76,2%.
Acceso diferenciado al empleo según género. Los niveles de desempleo son siempre mayores para las mu-
jeres que para los hombres, con diferencias cercanas a los 4 puntos porcentuales. Asimismo, las diferencias han
tendido a acentuarse en períodos de crisis y recesión, lo que implica que las consecuencias de estos periodos
sean absorbidas en mayor medida por las mujeres que por los hombres.
Dificultades para acceder a empleos de calidad por parte de los trabajadores más jóvenes. El des-
empleo y la informalidad son fenómenos que afectan especialmente a las poblaciones jóvenes del Uruguay.
Durante los últimos años, el desempleo ha sido siempre superior entre las personas con edades comprendidas
entre los 18 años y los 29 años que entre las personas de edades mayores. La diferencia ha sido en general
cercana a los 10 puntos porcentuales. Algo similar ocurre con la informalidad. Estos fenómenos, entre otros,
convierten a las poblaciones jóvenes (junto con las mujeres) en uno de los sectores más vulnerables ante eta-
pas de crisis o recesión económica.
Condiciones especialmente desfavorables para la inserción de las mujeres afro en el mercado laboral.
El Cuadro 1 presenta algunos datos que dan cuenta de las condiciones desfavorables para la inserción al mundo del
empleo para las mujeres y los afrodescendientes. La tasa de desempleo es sensiblemente mayor entre las mujeres
que entre los varones, también es mayor entre la población afro que entre la población no afro. Y esta situación
desigual se acentúa para el caso de las mujeres afro, entre quienes el desempleo alcanza el 14,3% al 2008. Frente a
la acumulación de características que generan vulnerabilidades -dado que se despliegan otros mecanismos sociales
de discriminación-, se genera una nueva realidad que coloca a la persona en una situación más grave en cuanto a su
accesibilidad a derechos.
La tasa de actividad es mayor entre la población afro que entre la no afro, y es particularmente mayor al promedio
para el caso de los varones afro. Asimismo, la inserción en el mundo del empleo de los varones afro es sensiblemente
más temprana que en el caso de los no afro. Los datos del Sistema de Información de Género de INMUJERES (en base
a la ECH del INE 2008) señalan que la tasa de actividad de los varones afro del tramo etario comprendido entre los 14
y 24 años es de 60,5%, en tanto que para la población no afro del mismo tramo de edad, la tasa de actividad es de
55,2%. Complementariamente, en los sectores de mayor edad, también es mayor la tasa de actividad de las pobla-
ciones afro, lo que seguramente dé cuenta de las mayores dificultades de esta población para acceder a los beneficios
de la seguridad social. Esta situación es coherente con los datos presentados en el Cuadro 2, donde también se puede
ser la situación de inequidad respecto a las mujeres.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
A lo ya señalado, debe agregarse el hecho de que las mujeres y las personas afro acceden a trabajos en promedio
de menor calificación y remuneración que el promedio de la población: el 42% de las mujeres afro se encuentran
ocupadas en trabajos no calificados (18 puntos porcentuales mayor al total de las mujeres uruguayas) y sobre los
varones afro, el 34% está ocupado en trabajos no calificados (10 puntos más que los varones no afro) (INMUJERES,
2010: 23).
Brecha educativa entre la población afro y no afro. El acceso a la educación presenta cortes sensibles se-
gún la ascendencia racial de las personas, con condiciones desfavorables para las personas afrodescendientes.
Aproximadamente, 6 de cada 10 personas afro de 20 ó más años de edad (62,7%) no han culminado el ciclo
básico. En tanto que entre las personas no afro este porcentaje es sensiblemente menor: 48,6%. Asimismo, el
porcentaje de personas sin instrucción formal o con instrucción primaria entre las personas afro de 20 ó más
años de edad (47,1%) es 10 puntos porcentuales mayor que entre las personas no afro (37,7%).
Entre las personas afrodescendientes de 20 ó más años de edad, aquellos con segundo ciclo completo y/o con
formación terciaria y universitaria representan el 26,1% de los casos; en tanto que entre el mismo tramo etario de
la población no afro, este grupo representa el 41,3% del total. La formación terciaria es alcanzada por el 17,4% de
la población no afro de 20 años ó más y sólo por el 7.4% de las personas afro de la misma edad. Esta dinámica de
menores niveles de instrucción formal y temprana inserción en el mercado laboral alimenta la reproducción de des-
igualdades en el acceso a empleos e ingresos de calidad.
Temprana desafiliación de secundaria de las personas trans. Las personas trans (transexuales, travestis
y transgenero) se encuentran situación de vulnerabilidad social. Tienen un promedio de vida de 40 años. Tie-
nen dificultades de inserción laboral por lo que una amplia mayoría tiene como principal actividad laboral el
trabajo sexual. Son objeto de discriminación en los lugares de estudio, de salud y maltratadas por la policía.
Muchas de ellas sufren una temprana desasociación del ámbito familiar debido a su identidad de género que no
corresponde con el orden establecido; y una temprana desafiliación del ámbito educativo, ya que sufren acoso
contante. Este último se da especialmente a nivel secundario, coincidiendo con el tiempo de consolidación de
la identidad. Cuando lograr llegar al ámbito universitario este tiene un nivel de retención más alto.
Cuando una persona trans consigue trabajo fuera del circuito de trabajo sexual, el nombre que figura en su cédula
de identidad, es fuente de acoso, despido, y discriminaciones de todo tipo. En muchos casos sus lugares de trabajo y
el desarrollo de su vida cotidiana se establecen en las márgenes de las ciudades, por lo cual la visualización de esta
población es acotada y se restringe a lo marginal, a lo nocturno, a lo prohibido, a “lo callejero”.
Por su parte, en las instituciones de salud o ámbitos públicos en general, no tienen un espacio asignado que las
acepte y respete. Si bien se difundió desde la Comisión de la Mujer de la IMM una guía para la atención de la diver-
sidad sexual en el primer nivel de los servicios de salud y fue publicada por el MEC la libreta de derechos de las per-
sonas travestis, transexuales y transgenero, generalmente cuando asisten a una consulta médica o cuando realizan
trámites en ámbitos públicos y privados, se les discrimina e incluso se les niegan servicios y beneficios debido a la
discordancia existente entre su cédula y su apariencia física. (Mujer Ahora, 2010)
Acceso diferenciado a cobertura de salud según ascendencia racial. Mientras que la población afro
atiende su salud mayoritariamente en el sistema público (46,9%), la población no afro se atiende en el sistema
mutual (54%).
250
Discriminación / Acciones afirmativas
Las acciones afirmativas buscan ejercer el poder (prestigio social, poder económico y
político) de manera redirigida, buscando consecuencias que corrijan la exclusión y la
desigualdad históricamente acumuladas.
127. Convención Internacional para la Eliminación de todas las formas de Discriminación racial, NNUU, 1969.
128. En las pasadas décadas también se utilizó el concepto de "discriminación positiva" para hacer referencia a este tipo de acciones,
pero actualmente ha caído en desuso debido a que existe un acuerdo generalizado “de utilizar la palabra "discriminación"
exclusivamente para designar distinciones "arbitrarias", "injustas" o "ilegítimas", el término "discriminación positiva" es un
contrasentido: la distinción a que se refiere se justifica y es legítima pues no es arbitraria y no puede llamarse "discriminación",
o es injustificada e ilegítima por ser arbitraria y no debe llamarse "positiva". En cambio, el término "acción positiva" es equi-
valente a "acción afirmativa". El primero es de uso más frecuente en el Reino Unido. En muchos otros países, se conoce con el
nombre de "políticas de preferencia", "reservas", "justicia compensatoria o distributiva", "trato de favor", etcétera” (Bossuyt
(2002)
251
Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
No cabe duda de que plantea un grave problema escoger y definir los grupos
que han de beneficiarse de programas de acción afirmativa. Ello muestra la
importancia de no basarse únicamente en la pertenencia a un grupo, sino
de tener en cuenta otros factores, como los de carácter socioeconómico, para
cerciorarse de quién tiene derecho a beneficiarse de esa acción. Esto supone
considerar la acción afirmativa desde un punto de vista más individual, ofre-
ciendo oportunidades de acuerdo con las necesidades de cada persona en vez de
únicamente debido a su pertenencia a determinado grupo. (Bossuyt, 2002)
252
Discriminación / Acciones afirmativas
Son múltiples los argumentos en favor del despliegue de medidas de acción afirma-
tiva. A modo de reseña corresponde consignar aquellos de mayor pertinencia para la
discusión que se propone:
las acciones afirmativas como herramienta para la reparación y compensación de
injusticias históricas con arraigo en la actualidad;
mecanismo específicamente dirigido a revertir pautas de discriminación estruc-
tural;
garante de la participación de minorías y grupos desfavorecidos en ámbitos de
toma de decisiones públicas;
contribución a la integración social de grupos excluidos con las diversas conse-
cuencias que esto puede implicar, como propiciar dinámicas de eficiencia so-
cioeconómica.
Identificamos como prioritarias, entre otras, dos poblaciones: las personas trans y
los colectivos afrodescendientes. En el primer caso, por la exclusión que suponen
tanto del sistema educativo como del mercado de trabajo. En el segundo caso, por la
situación estructural en la que fueron colocados históricamente y de la que el actual
sistema de políticas sociales no ha permitido una superación.
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Documentos relevantes en los ámbitos internacional y nacional para la erradicación de la discriminación y el racismo
Uruguay tiene, por un lado, una cultura poco proclive a las acciones afirmativas.
Por otro, la realidad de algunas acciones de este tipo de larga data, como la cuota de
ingreso de personas con discapacidad a la administración pública.
Desde la DNPS, en diálogo con otros actores que participan del diseño e imple-
mentación de políticas y programas sociales, se ha propuesto la implementación de
acciones afirmativas en el marco de algunos programas y servicios concretos. Algunas
de las líneas concretas de acción planteadas en este sentido, sobre las cuales se busca
fomentar la discusión, son las siguientes:
Compromiso Educativo (reserva de un número de becas para afrodescendientes,
con un componente específico sobre autoestima y educación como mecanismo
de ascenso social, como plan piloto y sujeto a evaluación);
Becas universitarias (aprendiendo de la experiencia de las becas Quijano y arti-
culadas con las becas del Compromiso Educativo);
Cursos de formación para el empleo de INEFOP en el interior del país (forma-
ción de cooperativas de colectivos afros y trans en localidades del interior);
Emprendimientos socioculturales (en zonas de frontera con concentración de
población afrodescendiente);
Fondo para iniciativas de comunicación social con énfasis en colectivos discri-
minados;
Guía de derechos, prestaciones y servicios sociales con énfasis de distribución en
pueblos con alta concentración de población afrodescendiente;
Campañas de bien público contra la discriminación (MIDES en apoyo del PN-
CRD);
Consultoría hacia la transversalización de la dimensión etnia/raza en los progra-
mas y pràcticas sociales del MIDES;
Promover un estudio sobre las prácticas discriminatorias en el acceso al mercado
de empleo para adoptar medidas específicas a partir de la institucionalidad ya
generada.
En todos los casos es preciso tener en cuenta que las posibilidades de acciones afir-
mativas son diversas y deben desarrollarse en relación con las situaciones en las que
se busca incidir.129
Bibliografía
• Bossuyt, Marc (2002) “Prevención de la discriminación. El concepto y la práctica de la acción afirmati-
va. Informe final del Relator Especial”, NNUU, Nueva York.
• CEPAL (2009): América Latina y la protección social: Avances y desafíos para su consolidación, Santia-
go de Chile.
• Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNPS) (2008): Plan de Equidad, Montevideo
• Filgueira et al. (2006): Universalismo Básico: Una alternativa posible y necesaria para mejorar las condi-
ciones de vida en América Latina. BID.INE (2009): Encuesta Continua de Hogares (ECH), Montevideo.
• INE (2010): Encuesta Continua de Hogares (ECH), Montevideo.
• Mujer Ahora (2010) “Perfil de la población trans en el Uruguay”. Mimeo.
129. Para mayor información en este sentido ver artículo en esta publicación: Bossuyt, Marc (2002) "Prevención de la discriminación.
El concepto y la práctica de la acción afirmativa. Informe final del Relator Especial"
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Discriminación / Acciones afirmativas
• Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) (2010) “La población afrodescendiente en Uruguay des-
de una perspectiva de género”, Cuadernos del Sistema de Información de Género, N.1, Montevideo.
• Segato, Rita (2006) “Racismo, discriminación y acciones afirmativas: herramientas conceptuales”, Serie
Antropológica N.404, Brasilia.
• VVAA (2005) “Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación”, INADI, Buenos Aires.
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