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·Este primer paso implica necesariamente un estado de concentración óptimo. La lectura debe
ser atenta, es decir, hay que poner atención en aquellos indicios o palabras importantes que nos den
cuenta, por ejemplo, de la intención del autor, del lugar del relato (si es un texto narrativo, por
ejemplo), del tipo de lenguaje que se utiliza (para aclarar por consiguiente el tipo de texto), de quién
habla y qué dice, etc.
·Se recomienda hacer una lectura ámplia o exploratoria del texto, antes de hacer una lectura
detallada párrafo por párrafo. Dentro de las tareas del estudiante está en descubrir cual es la estrategia
de lectura que le trae más beneficios en torno al tiempo utilizado y la correcta comprensión.
·Este punto es el que abarca mayor cantidad de tiempo en nuestra lectura segmental.
·En rigor no deberíamos pasar al párrafo siguiente sin haber entendido el anterior. Si el texto
está bien cohesionado y es coherente, necesariamente debe haber un tema que una todos los párrafos y
la manera más fácil de descubrirlo es analizándolos por separado.
·Los textos escritos proponen ideas que se someten a una estructura determinada (sabemos que
por defecto todos los textos deberían tener al menos una introducción, un desarrollo y una conclusión).
Las ideas se organizan en párrafos (o en versos y estrofas, si es un poema). Al determinar el tema y la
idea principal de cada párrafo, el texto en su globalidad será más dócil de comprender.
Si hemos leído con atención sabremos dónde está la información, y siempre es recomendable
releer la oración o el párrafo que la contiene.
D) Responder con desición y tranquilidad:
Puede sonar inquietante que este punto sea un consejo para responder preguntas de PSU, pero a
veces suele suceder que nos dejamos llevar por distractores y supersticiones de distinto orden, por
ejemplo, pensar que no es posible que una letra de alternativa salga tantas veces seguidas. La base para
responder bien es la correcta comprensión de lo que leemos, y la única forma de mejorar este aspecto
es con una buena base de lecturas en el cuerpo. La clave para aprovechar la lectura recreativa es leer
cosas que nos gusten y en lo posible distintos tipos de textos (por ejemplo, desde poesía hasta cómics).