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CASO 1

Ana Patricia Botín y Emilio II Botín son ejemplo de una relación laboral entre padre e hija
muy interesante. Ana laboró durante siete años en J.P. Morgan, en donde obtuvo la
experiencia que ha podido capitalizar en el banco de su familia. Es presidenta de
Banesto, una empresa que para muchos, es la pieza clave del Banco Santander. Es una
mujer con una gran capacidad de trabajo, ben humor y capaz de encontrar alegrías en
diversos aspectos de la vida. Está casada y tiene tres hijos, Le gusta el golf y lo practica
con su padre.
Ana se fue a vivir a los EEUU desde los 19 años. En ese país estudió en la Universidad de
Pensilvania y, posteriormente, realizó estudios de postgrado en la Universidad de
Harvard. Inició su actividad profesional en J.P. Morgan y, en 1989, comenzó a dirigir en
el Banco Santander. Emilio Botín, que dos años atrás había ocupado la presidencia del
banco, tras el fallecimiento de su padre, del mismo nombre, consideró que Ana ya
estaba lo suficientemente madura para entrar al banco que él presidía y al poco tiempo
se ganó el respeto y la admiración de sus colaboradores.
En 1999, el Banco Santander se fusionó con el BCH (Banco Central Hispano) y según la
opinión pública, Ana fue sacrificada por su padre, al considerar que la nueva
organización no debía responder a la dinámica de las empresas familiares en las que el
poder se pasa de adres a hijos; de modo que se le encargó impulsar la
internacionalización del Banco Santander, y no hay duda de que Ana fue un factor en el
éxito de esta institución en el extranjero, principalmente en países de América latina
como Venezuela, Colombia, Chile, Brasil, México y Argentina. Durante su “exilio” forzado
durante tres años, se desempeño como presidenta de Razona, una compañía líder en
consultoría tecnológica e integración de sistemas con presencia en México, Chile y
Portugal. Ana terminó su relativo exilio, pue nunca dejó de tener presencia en España,
con el retiro de dos figuras directivas del BCH y regresó a su país natal para ocupar la
presidencia de Banesto, un banco minorista subsidiario del Banco Santander Central
Hispano. Esta entidad había sido intervenida en 1993 por el Banco de España y años más
tarde, el Banco Santander lo adquirió en una subasta.
Ana Botín, quien dejó Banesto en el 2010 para dirigir la filial del Banco Santander en el
Reino Unido, es hija, nieta y bisnieta de banqueros, es la única consejera de la primera
entidad financiera en España, el Banco Santander Central Hispano (BSCH), que preside
su padre. Ana brilla con luz propia a pesar de que algunos críticos aseguran que está ahí
por ser la hija de Emilio II Botín.

1. ¿Qué papel jugó Emilio II Botín en el éxito profesional de su hija?


2. Comente la afirmación de sus críticos sobre que Ana Botín “tenía la mesa
puesta” para encargarse de un banco”.
3. ¿Qué enseñanzas deja esta relación padre – hija?
CASO 1
Ana Patricia Botín y Emilio II Botín son ejemplo de una relación laboral entre padre e hija
muy interesante. Ana laboró durante siete años en J.P. Morgan, en donde obtuvo la
experiencia que ha podido capitalizar en el banco de su familia. Es presidenta de
Banesto, una empresa que para muchos, es la pieza clave del Banco Santander. Es una
mujer con una gran capacidad de trabajo, ben humor y capaz de encontrar alegrías en
diversos aspectos de la vida. Está casada y tiene tres hijos, Le gusta el golf y lo practica
con su padre.
Ana se fue a vivir a los EEUU desde los 19 años. En ese país estudió en la Universidad de
Pensilvania y, posteriormente, realizó estudios de postgrado en la Universidad de
Harvard. Inició su actividad profesional en J.P. Morgan y, en 1989, comenzó a dirigir en
el Banco Santander. Emilio Botín, que dos años atrás había ocupado la presidencia del
banco, tras el fallecimiento de su padre, del mismo nombre, consideró que Ana ya
estaba lo suficientemente madura para entrar al banco que él presidía y al poco tiempo
se ganó el respeto y la admiración de sus colaboradores.
En 1999, el Banco Santander se fusionó con el BCH (Banco Central Hispano) y según la
opinión pública, Ana fue sacrificada por su padre, al considerar que la nueva
organización no debía responder a la dinámica de las empresas familiares en las que el
poder se pasa de adres a hijos; de modo que se le encargó impulsar la
internacionalización del Banco Santander, y no hay duda de que Ana fue un factor en el
éxito de esta institución en el extranjero, principalmente en países de América latina
como Venezuela, Colombia, Chile, Brasil, México y Argentina. Durante su “exilio” forzado
durante tres años, se desempeño como presidenta de Razona, una compañía líder en
consultoría tecnológica e integración de sistemas con presencia en México, Chile y
Portugal. Ana terminó su relativo exilio, pue nunca dejó de tener presencia en España,
con el retiro de dos figuras directivas del BCH y regresó a su país natal para ocupar la
presidencia de Banesto, un banco minorista subsidiario del Banco Santander Central
Hispano. Esta entidad había sido intervenida en 1993 por el Banco de España y años más
tarde, el Banco Santander lo adquirió en una subasta.
Ana Botín, quien dejó Banesto en el 2010 para dirigir la filial del Banco Santander en el
Reino Unido, es hija, nieta y bisnieta de banqueros, es la única consejera de la primera
entidad financiera en España, el Banco Santander Central Hispano (BSCH), que preside
su padre. Ana brilla con luz propia a pesar de que algunos críticos aseguran que está ahí
por ser la hija de Emilio II Botín.

1. ¿Qué papel jugó Emilio II Botín en el éxito profesional de su hija?


2. Comente la afirmación de sus críticos sobre que Ana Botín “tenía la mesa
puesta” para encargarse de un banco”.
3. ¿Qué enseñanzas deja esta relación padre – hija?

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