El papel de las empresas es igualmente significativo a través de capitalizar el
talento disponible con la oferta de un desarrollo gratificante de las carreras
profesionales. Los trabajadores, a su vez, deberán replantearse su futuro profesional con una formación en progreso permanente, dominio de idiomas, forjándose con mente abierta al cambio y máxima flexibilidad, así como experiencia profesional nutrida, que incluya el desarrollo de habilidades adicionales a su especialidad en aspectos como comunicación, liderazgo, trabajo en equipo y habilidades comerciales, tanto para estar a la altura de nuevas posiciones y responsabilidades, como del nuevo perfil profesional que el mercado reclama.
Actualmente lo más requerido por las empresas es que el profesional tenga
habilidades interpersonales bien desarrolladas. “Es decir, que sepa relacionarse con otras personas de manera comunicativa, cordial, respetuosa y asertiva. Este es un rasgo muy requerido para profesionales para todos los cargos transversalmente, pues repercute de manera importante en el desempeño laboral, como obtener metas, trabajar colaborativamente con otras personas, crear buen ambiente laboral, realizar buenas negociaciones con proveedores o clientes”,