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ANÁLISIS DE SENTENCIAS
Escalona Johan
V-25.137.151
Introducción a la Criminalística
Abg. Yelena Martínez
SAIA A
Por su parte, el artículo 239 del Código Orgánico Procesal Penal, es del
siguiente tenor: “…El dictamen pericial deberá contener, de manera clara y
precisa, el motivo por el cual se practica, la descripción de la persona o cosa
que sea objeto del mismo, en el estado o del modo en que se halle, la relación
detallada de los exámenes practicados, los resultados obtenidos y las
conclusiones que se formulen respecto del peritaje realizado, conforme a los
principios o reglas de su ciencia o arte. El dictamen se presentará por escrito,
firmado y sellado, sin perjuicio del informe oral en la audiencia.”
Es por ello que, el juzgador, tal como lo señala la defensa, al darle valor
probatorio al informe psicológico, y a la declaración como experto del
ciudadano Gilberto David Bolívar, vulneró con ello lo dispuesto en el artículo
238 del Código Orgánico Procesal Penal, lo que de conformidad con lo
establecido en los artículos 191 y 195 del Código Orgánico Procesal Penal,
genera la nulidad de dichas actuaciones profesionales dentro del presente
proceso penal, tal y como lo estableció la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del estado Falcón, Santa Ana de Coro, en su Sentencia del 5
de abril de 2010, tal y como lo estableció la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del estado Falcón, en su Sentencia del 5 de abril de 2010.
Así mismo, forman parte del saber del juez, conforme a la lógica, a la
sana critica, y a los conocimientos científicos del juez, que una persona que
reciba insultos, trato vejatorio, humillante, insultos, groserías en forma
constante, y peor aún, en público, ante empleados de la pareja (hechos
acreditados por el juez de instancia) genera unas condiciones en la persona,
que sin lugar a dudas no permite el libre desenvolvimiento de la persona, ni su
tranquilidad y estabilidad emocional, generando ansiedad y temores, ante la
permanente agresión verbal y el trato humillante, elementos estos que
constituyen el tipo penal imputado, previsto en el artículo 39 de la Ley Orgánica
sobre El Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el cual es del
tenor siguiente: “…Quien mediante tratos humillantes y vejatorios, ofensas,
aislamiento, vigilancia permanente, comparaciones destructivas o amenazas
genéricas constantes, atente contra la estabilidad emocional o psíquica de la
mujer, será sancionado con prisión de seis a dieciocho meses…”.
DECISIÓN
DE LOS HECHOS
ANTECEDENTES
PUNTO PREVIO
SOLICITUD DE NULIDAD ABSOLUTA
DEL RECURSO
ÚNICA DENUNCIA
Ahora bien, estima la Sala pertinente transcribir parte del contenido del
recurso de apelación propuesto por la defensa del acusado.
“Con apoyo en el numeral 4 del artículo 452 del Código
Orgánico Procesal Penal, denuncio la violación de los artículos
26 y 49 de la Constitución, en relación con los artículos 239 y 242
del Código Orgánico Procesal Penal, por indebida aplicación, la
cual llevó a la juzgadora de la recurrida a fundar la sentencia
condenatoria en pruebas que nunca fueron incorporadas al
torrente probatorio del juicio oral, violentando el debido proceso,
toda vez que las pruebas documentales (experticias de equipos
de computación y del arma de fuego tipo revólver,), no fueron
promovidas por ninguna de las partes ni mucho menos admitidas
por el Tribunal de Control en la audiencia preliminar y por lo tanto
la valoración que de las mismas hizo la sentenciadora de la
recurrida, en orden a la sentencia de condena, implicó la
incorporación de tales experticias con violación de los principios
del juicio oral atinentes a la oralidad, inmediación y contradicción
de los elementos probatorios, lo cual sólo es realizable mediante
la incorporación por su lectura por tratarse de pruebas
documentales sujetas al procedimiento probatorio de orden
público pautado en el artículo 339 (numeral del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual resultaba por lo demás de imposible
cumplimiento en autos dado que -las probanzas en mención- no
fueron promovidas por el Ministerio Público y, en consecuencia,
mal podrían incorporarse por su lectura (DE HECHO NO LO
FUERON YA QUE EL MINISTERIO PÚBLICO NO PROMOVIÓ
NINGUNA PRUEBA DOCUMENTAL), y siendo así la juez no
podía atribuirles valor probatorio a los fines de la comprobación
del cuerpo del delito de porte ilícito de arma de fuego previsto y
sancionado en el artículo 277 del Código Penal.
Denuncia que se articula así:
Resulta palpable que el Ministerio Público, en su escrito
acusatorio inserto a los folios del 64 al 75, ambos inclusive, en el
capítulo V relativo a los medios de prueba, omitió promover las
experticias de los equipos de computación, fotocopiadora y arma
de friego (revólver,) presuntamente colectados en el
procedimiento policiaco. Es más y como se a punto supra, el
Ministerio Público, incumpliendo cori su carga probatoria, no
promovió ninguna prueba documental, limitándose a ofrecer para
el juicio oral solamente las declaraciones testimoniales de
testigos y expertos. El referido capítulo del libelo acusatorio
claramente alude en su numeral 1 (f. 72) a las
“DECLARACIONES DE EXPERTOS”, y en su última aparte el
Ministerio Púbico señala en términos confirmatorios que ‘las
declaraciones s4çnadas 1.], 1.2, 1.3, y 1.4 son de utilidad y
pertinencia para demostrar durante la celebración del Juicio Oral
y Público la existencia cierta de elementos criminalísticos
colectados, los cuales, según dice, incriminan en forma directa al
ciudadano LUIS ARCANGEL CALDERÓN BOLÍVAR Se refirió
así la Fiscalía del Ministerio Público, sin sombra de duda, a las
declaraciones de expertos sin llegar a mencionar las
documentales de las experticias.
En efecto, la Sala Penal ha expresado su criterio en
reiteradas ocasiones, señalando en su sentencia n° 468 de fecha
14/11/2006) lo siguiente:
´Empero, la Sala observa, que en el presente caso, las
mencionadas pruebas documentales valoradas por el Tribunal de
Juicio y con las cuales sustentó el fallo de condena, no eran
susceptibles de ser apreciadas como elementos probatorios
según el artículo 339 del Código-Orgánico Procesal Pena, toda
vez que no fueron promovidas por el Representante del
Ministerio Público en el escrito acusatorio, ni por la Defensa antes
de la celebración de la audiencia preliminar. En tal sentido, no
existen pruebas documentales que hayan sido admitidas por el
Tribunal de Control en la oportunidad respectiva o por el órgano
jurisdiccional al inicio del juicio oral, que pudieran haber sido
controvertidas por las pastes durante el debate, creando así
indefensión al ciudadano acusado HÉCTOR CELESTINO
URQUIOLA ESTABA y la inmotivación del fallo de condena´.
Tales circunstancias no fueron advertidas por la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, pues la misma afirmó en su
sentencia que el fallo del Tribunal de Primera Instancia en función
de Juicio: “se fundamentó en pruebas obtenidas legalmente e
incorporadas al debate con estricta sujeción a los principios que
en el juicio oral...’: lo cual resulta contrario a lo observado por
esta Sala, por lo que, en el caso “sub júdice” se vulneraron los
principios fundamentales al debido proceso relativos al derecho
a la defensa y a la tutela judicial efectiva, consagrados en los
artículos 49 (numeral 1) y 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. (Destacado de la Defensa)
No hay duda que el Juez de Juicio al valorar una prueba
documental no promovida, incurrió en un serio quebranto al
deber constitucional de imparcialidad que es connatural al debido
proceso y cuyo cumplimiento se encuentra garantizado en los
términos del artículo 26 del texto constitucional; lo cual, a su vez,
se traduce en tina seria violación a los derechos fundamentales
a la defensa, a la presunción de inocencia y al juez natural,
reconocidos en el artículo 49, ordinales 1 , r y 4 de la
Constitución, cuya tutela jurisdiccional, por tratarse de
manifestaciones concretas del derecho fundamental al debido
proceso, es de eminente orden público.
Como quien pues, que se han conculcado las garantías
primordiales del debido proceso, derecho a la defensa e
imparcialidad en el juzgamiento, como formas propias del juicio,
la Defensa le solicita a la Corte de Apelaciones que una vez
constatadas tales vulneraciones se sirva declarar con lugar el
presente recurso de apelación, anule el fallo apelado por
indebida aplicación de los artículos 239 y 242 del Código
Orgánico Procesal Penal, por aplicar la recurrida dichas normas
contraviniendo los claros lineamientos jurisprudenciales de la
Sala de Casación Penal en su función constitucional de velar por
la integridad e la legislación y la uniformidad de la jurisprudencia
y, en consecuencia, ordene la celebración del juicio oral ante un
juez distinto al que pronunció el fallo, todo de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 457 del Código Orgánico Procesal
penal” (sic).
Los Tribunales de Juicio son los llamados a aplicar las normas y las
Cortes de Apelaciones a verificar su correcta aplicación, lo cual debe hacer
motivadamente
DECISIÓN
La Magistrada Presidenta
Ninoska Beatriz Queipo Briceño
El Magistrado El Magistrado
Héctor Manuel Coronado Flores Paúl José Aponte
Rueda Ponente
La Secretaria,
Gladys Hernández González
HMCF/cm
Exp. Nº 2011-264
El Doctor PAÚL JOSÉ APONTE RUEDA consignó voto salvado.
VOTO SALVADO
“la prueba testimonial del experto, para que tenga pleno valor
probatorio, ha debido promoverse la prueba documental o pericial, pues
se entiende que lo dicho por el funcionario que practicó el examen
médico legal a la víctima, versa sobre la experticia realizada, y las
partes podrán impugnar la una o la otra, si existiese alguna
contradicción entre las mismas. Por otra parte, advierte la Sala, que el
sentenciador no puede establecer la legalidad absoluta del
testimonio de un experto, si el dictamen pericial no es ofrecido
como prueba y debatida en el juicio oral, pues de ser así, el sólo
testimonio carecería de eficacia probatoria”. (Negrillas del Magistrado
disidente).
La Magistrada Presidenta,
La Magistrada Vicepresidenta,
La Magistrada, El Magistrado,
BLANCA ROSA MÁRMOL DE LEÓN HÉCTOR CORONADO
El Magistra,
PAÚL JOSÉ APONTE RUEDA (Disidente)
La Secretaria,