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ESCISION
EXCOMUNION
DISOLUCION
Tres momentos en la vida de
Jacques Lacan
Manantial
Jacques-Alain/ Miller
ESCISION
EXCOMUNION
DISOLUCION
Tres IDOillentos en la vida de
Jacques Lacan
· Manantial
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\� La scission de 1953: Suplemento al nûmero 7 de Ornicar?, Lyse, 1976
L'excommunication: Suplemento al nûmero 8 de Ornicar?, Lyse, 1977
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Cristina Navarr'o: ·La-es.cision.; L exêomüniô1H Rêvisi6n!· Adriana Torres
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y Juan Torrisi, respectivarnente-:
Carlos A. de Santos: Almanaque de la disoluciôn
Juan Delmont-Mauri: El seminario de Caracas
Impreso en Argentina
Queda hecho el depôsito que marca la Ley 11. 723
© de las ediciones qrlginal�s, ��varin Editeur, Paris.
© de esta ediciôp·y·de la .trad��tjôn al castellano
Edicio�es· Mànantial S_.R.L., 1987.
Avda. Santa Fe 13-85; 3er. piso; Buenos Aires, Argentina
ISBN-,,s�iliîiS-9
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Derechos: r��;rvados
Prohibida su reproducciôn total <?: parcial
EDICIONES MANÂNTIAL
LA ESCISION
Gané sin duda. Puesto que hice escuchar lo que pensaba sobre el
inconsciente, princi.pio de la practica.
A tal punto que crei ha.berlo olvidado, de lo cual dard testimonio quien
me compila. . ·,·:- ··
Jacques Lacan
Este 11-X- 76
Sobre esta publicacion
J.A.M.
Octubre 16, 1976
8 TRES MOM�NTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Abreviaturas utilizadas
1. La posguerra
1
RFP, abril-junio 1949, n° 2, pâgs. ·314-319.
10 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
5. La estabilizaèion
julio de 1953 - julio de 1956
17 de octubre de 1976
I
La posguerra ·
Para .dar -el tono del periodo de laposgue"a, reproducimos dos textos.
. Elprimero ·se· public6 sin firma en la RFP, pero sin ninguna·dificultqd .
se reconoce en él .la pluma de Jacques Lacan, quien en enero de 1952
todavia $e atiene-lo bastanle--<l-este reglamento como para espeçificar, en
los estatutos que propane para el lnstituto, que esas reg/as "conservan su
pleno efecto ".
El segundo simplemente es una solicitud de contribuciones para un
Instituto de Psicoanâlisis, que se lanza en 1949.
Referencias
Setiembre de 1949
REGLAMENTO Y DOCTRINA DE LA COMISION DE ENSENANZA
(POR JACQUES LACAN)
Artlculo I
Arti'culo II
Sobre las funciones delegadas a la Comisiôn de ���enariza,.
· y sobre su modo de elecciôn
Articulo III
Sobre el procedimiento de las relaciones de los candidatos
con la Comisiôn de Ensenanza en los momentos de su selecciôn prev'io.,
de su periodo de control y de su presentaciôn a la Sociedad PsicoanaUtica.
por las calificaciones personales del candidato, sin verse obligado a una reserva que en
el caso regular apunta a pres�rvar las premisas del anâlisis. . . ,
En todos los casos la Comisi6n puede exigir un amilisis complementano a t1 tulo
didâctico y nunca podra dispensar al candidato de la experienda de dos psicoanâlisis
al menos, controlados por ella en condiciones normales.
ArticuloIV
Sobre las calijicaciones persona/es, culturales y profesionales que debe reunir
el candidato a la formacion psicoanalitica y sobre las responsabilidades sociales
· de la Comisiôn.
1. · No hay responsabilidad mas dificil ni que merezca mayor atenciôn que la que
asume la Comisi6n en la selecci6n, en la entrada, de los candidatos.
.Competen al examen clinico las deficiencias que descalifican al candidato en su
capacidad de memoria o de juicio (afecciones que plantean amenaza de debilitamiento
intelectual, psicosis larvada, debilidad mental compensada) o. como agente de direc
ci6n (problemas psiquicos en forma de cnsis o de alternancias: epilepsias, e incluso
ciclotimia).
Hay que situar aqu{ en principio los defectos que dan pie a la degradaci6n del
soporte imaginario que la persona del analista da ·a las iden tificaciones de transferencia
por el homeomorfismo genérico de la imago del cuerpo: deformidades chocantes,
mutilaciones visibles o disfunciones manifiestas.
2. Pero, en una técnica que. opera sobre el destina mismo del paciente, la selec
ciôn, incluso antes de atender a la cultura y Ios conocimientos del candidato a la entra
da, debe tener en cuenta su personalidad.
Desde Juego, la salvaguardia del publico es garantizada por el psicoamilisis didac
tico, del que sabemos que a veces revela una estructura inconsciente, redhibitoria para
el ejercicio de esta técnica.
Esto solo subraya aun mejor la necesidad, tanto para el bien del candidato coma
para_ la economia de la ensefianza, de una apreciaciôn de la personalidad que debe exa
minar su mismo movimiento para medir su acuerdo con su oficio futuro.
Una benevolencia profunda y la concepci6n reverenciada de la verdad deben inte
grarse en el analista con una--reserva natural de la conducta eri el mundo :y el senti
miento de lîmites inmanentes en toda acci6n sobre su semejante.
Estas virtudes de sabidurîa tienen raîces en el carâcter que no sôlo hay que desci
frar como un dato bajo los obstaculos neur6ticos que pueden enmascararlas: se trata
de pronosticarlas, mas alla de las condiciones a menudo precarias que determinan el
equilibrio del momento biografico en que el sujeto se presenta.
Pues de este desarrollo moral depende que la ciencia de la que se dotarâ al practi
cante y la misma intuiciôn que manifiesta de su objeto no lo alejen de la paciencia, del
tacto, de la prudencia e incluso de la honestidad que requiere su ejercicio.
3. En segundo lugar, el examinador debe observar la formaci6n cultural del_ candi
dato, tal como se expresa en esa ·apertura de la inteligencia dirigida a las significaciones
y que anima el uso de la palabra.
En tales signos se podrîan medir, por un lado; los dones de comunicaci6n simpâ
tica y, por el otro, los de imaginaci6n creadora, que son los mâs preciados para la
,.
invenciôn analitica.
20 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
* Son las que pertenecen a la enseiianza superior, como por ejemplo la Escuela Normal
Superior. [T.]
LAESCISION 21
Articulo V
Sobre las condiciones ortodoxas de la enseiianza psicoanalitica
y sobre las responsabilidades cientificas de la Comisiôn.
Septiembre'de 1949
SOLICITUD DE CONTRIBUCIONES PARA UN INSTITUTO DE PSICOANALISIS
En este punto, los dos textos mas importantes son los estatutos riva
les propuestos para el Instituto por Nacht y Lacan.
El ep(grafe del texto de Nacht situa bastante bien su alcance teorico:
para el "psicoanalista clasico", "en la naturaleza" solo existe la "neuro
biologia huma.na" (estas lineas estan citadas en el prefacio del "Informe
de Roma" -cf. Escritos I, pag. 59). Los estatutos preveian que el lnstitu
to liberara a la Sociedad de sus tareas de ensenanza y formacion, y
entregara un diploma., cuyo "reconocimiento por los organos oficiales se
esforzaria en obtener". El dispositivo de direccion prèvisto en los articu
las 6, 8 y 10, le dejaba las ma.nos libres al Director del Instituto.
El texto de Lacan, formulado durante su breve mandata como dire�
tor del Jnstituto, se presenta, con una evidente intencion conciliatoria,
como un ''proyecto de enmienda" de los estatutos de Nacht.
Senalando "el pasaje de las psicoterapias a la escala de los fenomenos
sociales", no admite la necesidad de un Instituto sin advertir acerca de
"dos peligros: politico persona! de la direccion y formalizacion de los
estudios". En lo que respecta al primer punto, todo el esfuerzo de esa
concepcion se dirige a articular las relaciones de la Comision de Ensenan
za y el Comité Directivo del lnstituto. En /o que concie'!le a los estudios,
se presenta un esquema muy Ziberai de ensefianza superior, que prevé
la "confrontaciôn con las disciplinas afines".
La carta a Nacht, publicada en la pagina 40, figura en los archivas de
Jacques Lacan. El texto esta dactilografiado, las firmas son autôgrafas.
La carta alude al testimonio de siete personas, pero solo se cuentan seis
firmantes. Sin duda, el séptimo testigo es Lacan, quien por supuesto traba
j6 en la redaccion, si es que no es enteramente suya. 1,Se remitio un ejem
plar al Dr. Nacht? Indudablemente, puesto que el texto hallado parece
ser una copia con carbonico. No se indica ninguna fecha, pero ese env fo
solo puede situarse durante el periodo de la alianza mayoritaria_ anti
Nacht. Corno el ultimo pa"afo parece anunciar una proxima. iniciativa de
la Comision de Ensefianza concerniente al Jnstituto, que muy bien podr[a
ser el "Proyecto de enmienda" de Lacan, situamos esta carta a fines del
mes de diciembre de 1952.
LA ESCISION 25
Referencias
Elecci6n de Jacques Lacan para la Presidencia de la SPP y votaci6n de los estatutos del
Instituto propuestos por Sacha Nacht
Nota publicada con el titulo "Extracto de las actas de la sesiôn administrativa
del 20 de enero de 1953" en la RFP, tomo XVI, nO 4, octubre-diciembre 1952,
pâgs. 593-594.
26 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
17 de junio de 1952
VOTACION DEL REGLAMENTO DEL INSTITUTO
DE PSICOANALISIS, Y ELECCIONES
Noviembre de 1952
EST ATUTOS PROPUESTOS PARA EL INSTITUTO DE PSICOANALISIS
POR SACHA NACHT"
PROYECTO DE TRABAJO
Exposiciôn de motivos
Articulo 1
Articulo 2
Los medios de la asociaci6n consisten en los establecimientos que ha fundado
actualmente, a saber:
1) un centro de ensefianza del psicoanalisis;
2) un .centro de psicoanalisis y de psicoterapias donde se aplican tratamientos a
pacientes seleccionados por la consulta;
3) eventualmente, un centro de investigaciones referidas al psicoanâlisis teôrico y
practico.
Articulo 3
Articulo 4
Articulo 5
Administraciôn y funcionamiento
Articulo 6
Articulo 7
Articulo 8
El Comité de Direcciôn_comprende:
- al Directt,r del Instituto de Psicoanâlisis elegido entre los miembros de la
Asociaci6n y designado por la Asamblea para ejercer esas funciones por un lapso de
5 afios;
- a 2 secretarios designados por el director y nombrados por fa Asamblea por
5 afios;
- un secretario administrativo nombrado por el director por 5 afios.
El director nombra y revoca, dentro de los lîmites del presupuesto, a todo encar
gado y empleado, cualesquiera sean sus tîtulos y funciones, y fija los sueldos.
Articulo 9
Articulo 10
Articulo 11
Un Comité-de Honor agruparâ a las personalidades que acepten conceder su patro
cinio a la asociaciôn. El Consejo de Administraciôn otorga esta calidad a propuesta del
director; éste fija su nûmero.
Articulo 12
Articulo 13
Articulo 14
La Asamblea deliberativa de los miembros activos se reune todos los afios en el
mes de diciembre y cada vez que es convocada por el Consejo d� Administraciôn o a
pedido de la mitad de sus miembros. Su orden del dia es fijado por el Comité de Direc
ci6n.
Escucha los informes sobre la gestion del Consejo de Administraciôn, y sobre la
situaciôn econ6mica y moral de la Asociaci6n.
Aprueba el presupuesto del siguiente ejercicio, delibera sobre las cuestiones inclui
das en el orden del dia y efectûa, si corresponde, la renovaci6n de los miembros del
Consejo de Administraciôn o de la Comisi6n de Enseflanza.
El nombramiento del director, cuando es necesario, ocupa el primer lugar en el
orden del dia.
Articulo 15
Articulo 16
tes a las adquisiciones, pennutas, ventas de inmuebles necesarias para el fin perseguido
por la Asociaciôn, constituciôn de hipotecas sobre dichos inrnuebles, alquileres que
excedan los 9 aflos, ventas de bienes que pertenecen a la dofaci6n y préstamos, deben
ser sometidas a la aprobaciôn de la Asamblea General.
Las decisiones deliberativas del Consejo ·de Administraci6n referentes a la acepta
ci6n de donaciones y legados sôlo son vâlidas después de la aprobaci6n administrativa
prevista por las leyes y reglamentos en vigor.
Articula 17
Una vez por afto tendra lugar una Asamblea plenaria de miembros de honor, miem
bros activos y adherentes, asi como de invitados del Consejo de Administraci6n. Esta
reuniôn seguirâ a la de la Asamblea General, precedida a su vez por la del Consejo de
Administraciôn.
Articula 18
Los reglamentos intemos preparados por el Comité de Direcci6n y aprobados por
el Consejo de Administraci6n son adoptados por la Asamblea General. Conciernen a
la organizaciôn de los estudios, el funcionamiento de la Comisiôn de Enseflanza, de la
Biblioteca, del Centro de Psicoanâlisis y de toda otra actividad del lnstituto.
Articula 19
El acta de cada sesiôn es aprobada en la sesi6n siguiente. Toda recusaciôn minori
taria carece de valor, salvo en el caso en que la minoria, en aplicaci6n de los estatutos,
pueda solicitar que se plantee la cuestiôn a la Asamblea General, que es la que decide.
Articulo20
Las modalidades de votaciôn serân como sigue: las elecciones· para la Direcciôn,
para el Consejo de Administraciôn y para la Comisiôn de Enseflanza, son por voto
secreto, y por mayoria absoluta en la primera vuelta, y simple en •a segunda.
Para cualquier otra cuestiôn, la votaciôn se realizarâ levantando la mano y en las
mismas condiciones.
Se admite la votaciôn por correspondencia.
En el caso de que un miembro desee que la elecci6n o la yotaciôn de una resolu
ciôn se realice por voto secreto, debe formular fa solicitud antes de la votaciôn.
Articula 21
En caso de conflicto entre el Comité de Direcciôn y la Comisi6n de Enseflanza o la
Asamblea General, se forma una comisiôn paritaria, bajo la presidencia de una perso-.
nalidad aceptada por las partes, encargada de presentar a la votaci6n de la Asamblea
una o varias soluciones al conflicto.
LA ESCISION 33
Articulo 22
Artlculo 23
Los estatutos sôlo pueden ser modificados a propuesta del Consjeo de Adminis
traciôn o de la décima parte de los miembros de la Asamblea General; dicha propuesta
sera presentada a la secretaria por lo menos un mes antes de la sesiôn.
En la Asamblea deben estar presentes por lo menos las tres cuartas pai:-tes de los
miembros en ejercicio. Si no se alcanza esa proporciôn, habrâ una nueva convocatoria,
con un intervalo de quince- -dias; en esta segunda oportunidad podra deliberar sea
cual fuere el numero de miembros presentes.
En todos los casos, los estatutos sôlo pueden ser modificados con la aprobaci6n
de la mayoria de dos tercios de los miembros presentes.
El procedirniento serâ el mismo para el Reglamento Interna y las resoluciones
votadas por la Asamblea General.
Arti'culo 24
La Asamblea General-llamada -a pr-0aunciarse sobre la disoluciôn de la Asociaciôn,
especialmente convocada con dicho fin, deberâ contar al menos con la mitad mâs uno
de los miembros en ejercicio. Si esta proporciôn no se alcanza, se convocarâ nueva
mente a la Asamblea, pero con un minimo de 15 dias de intervalo, y esa vez, podra
deliberar sea cual fuere el .numero de miembros presentes.
En todos los casos, la disoluci6n sôlo puede ser decidida por una mayoria de dos
tercios de los miembros presentes.
i·
34 T.RES °MOM'ENTOS EN LA VIDA �E JACQUES LACAN
Estimado Presidente,
Enero de 1953
ESTA TUTOS PROPUESTOS PARA EL INSTITUTO DE PSICOANALISIS
PORJACQUES LACAN
Mi querido colega:
disposit ivo, encontraran que sera facil poner un punto final en cuanto nos haya puesto
de acue rdo.
Si me permiten ahora, aprovechando los deseos para el afio nuevo y la licencia
ritual que se asocia a ellos en todas las tradiciones, apelar a una broma intima, les diré
que presento aqui para nuestro cuerpo fragmentado el instrumenta de un espejo en el
que qui era el cielo que anticipe su unidad.
Si asi fuese, nuestra disensi6n cobrarfa retroactivamente su sentido: nachtriiglich,
coma se expresa nuestro maestro para poner de relieve no tanto la deformaci6n como
la his t oria, como la génesis misma del recuerdo.
Comprenderemos entonces que porque nuestra fundaci6n no fue vana, hemos
ôfrecid o sacrificio a esa Discordia que Heraclito coloca en el origen de todo y a la cual
noso tros, analistas, damos otro nombre.
Le ruego ! acepte mis mas afectuosos saludos.
:� .
Jacques Lacan.
Sigmund Freud
los estudiantes, solo preocupados -por inscribirse en ellas, en estas nuevas condiciones
ya no bastaba. Incluso el propôsito secundario que se pudo satisfacer en otra época,
ofrecer libre acceso a una cura calificada, tenia que adecuarse ahora a las obligaciones
de la Seguridad Social.
En sintesis, si todo necesitaba un centro, es decir una organizaciôn materialmente
diferenciada que ofreciese una respuesta adecuada a estas necesidades, las transaccio
nes legales, exigidas para su reconocimiento, imponîan que en el futuro fuese autôno
ma jurîdicamente.
Mâs aun, el retraso de su lanzamiento, con las urgencias que ocasionaba, requeria
una direcciôn a la que se concediese una muy amplia iniciativa en sus negociaciones
con los poderes pûblicos y los organismos profesionales.
Los peligros de dicho organismo eran dobles: politica persona! de la direcci6n y
fonnalizaciôn de los estudios.
En los presentes estatutos se verâ cômo qujso la Sociedad prevenir ésto: preser
vando la a1:1tonomîa de la Comisiôn de Ensefianza y articulândola con la Direcciôn
del Instituto en forma concertada. Esto tenia como fin afinnar su entero control sobre
el aspecto de la transmisiôn de la experiencia� del analista calificado al candidato psico
analista, que constituye la virtud del gradus psicoanal{tico, y mantener el principio de
estudios tan liberalmente concebidos como deben serlo aquellos que conducen a una
ciencia que merece entre todas ser calificada como humanista.
Por supuesto la formaci6n del psicoanalista seria inconcebible sin una auténtica
participaciôn en las investigaciones que fundan las categorias de la experiencia analî
tica, a saber:
1) El �omentario de textos originales, entre los cuales los textos de Freud revelan
una fecundidad jamâs igualada en este dominio, y que estâ lejos de agotarse con el
tiempo. Es la via mâs segura y la mâs racional para un acceso met6dico a los conceptos
fundamentales de la experiencia, entendiéndose que se desconoceria el movimiento de
estos conceptos sin una constante referencia a la forma actual de los problemas de una
antropologia a la cual contribuyeron esencialmente.
2) El curso de técnica controlada en el que el estudiante puede reconocer la fun
ci6n creadora de la praxis y el valor del anâlisis como ciencia de lo particular, poniendo
a prueba, en el transcurso de una experiencia, la relaciôn de las reglas con sus efectos
en el caso.
3) La crîtica clînica y fenomenolôgica que vuelve a cuestionar, en un piano de
indagaciôn. dirigida a la luz de los datos analiticos, tanto las normas de la psicopatolo
gia clâsica como el valor efectivo de la intervenciôn técnica misma.
4) Por ûltirno, el psicoanâlisis de nifios se revelô, en los registros de la conducta de
la experiencia y de su valor clinico, como sujeto a incertidumbres, cada vez mâs ricas
en problemas a medida que se les concede un interés mas ordenado. Sin duda, ésta es
la frontera donde se ofrece al anâlisis lo mâs desconocido por conquistar, donde su
1tleal de comprensi6n puede encontrar sus efectos mâs humanizantes. Todo el desarro
llo del nifio puede esclarecerse a partir de él; toda una clînica debe aim definirse junto
con los marcos de una sociologfa; pero sobre todo en ninguna parte ha sido menos
· dilucidada la relaciôn del hombre consigo mismo, ni su reconocimiento debi6
responder a un desafio mas esencial que aquél que resuena en el pensamiento cJâsico
con el dicho de Pascal: "un nifio no es un hombre".
Estas son las razones de la disposici6n de los · cuatro seminarios, pudiéndose
38 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
estimar que al seguir tres de ellos, el estudiante habra adquirido una disciplina que le
permita ulteriormente ordenar su reflexi6n y completar su cultura.
Pues si Freud nos advirti6 que un analisis didactico digno de este nombre de�e
presentar el caracter de no terminar con su ultima sesi6n, sino de prolongarse en una
transformaci6n continua del yo, la ensefianza te6rica tampoco podria limitarse a un
ciclo de conocimientos que se cierre de una vez y para siempre.
No es que el lnstituto no- se crea obligado a presentar ante las necesidades de
estudiantes del mas diverso origen todos los capitulos de una_ ensefianza elemental bajo
una forma agrupada. Pero su utilizaci6n debe quedar librada a la discreci6n de sujetos
que han sido elegidos tras demostrar cierta formaci6n personal. En sfntesis, el Instituto
se distinguirâ por no participar en exigencias formales de asistencia y de exâ.menes que,
por ejercerse con tal vez demasiada insistencia en nuestros dfas en los estudios supe
riores, muestran suficientemente que degradan su estilo sin elevar su nivel.
iEquivale ésto a decir que por eso el lnstituto cumplini su tarea de acuerdo con
una profesi6n que parad6jicamente Freud concibi6 como una de las tres funciones
humanas imposibles de cumplir?
No es éste el sitio para buscar el lugar del psicoanalisis en el sistem·a de las ciencias.
Se provocan tantas resistencias al subrayar lo que no es como al formular lo que es.
Pero el modo de ensefianza aqui preconizado para esta disciplina, para restaurar en el
ejercicio del magisterio la prirnacfa de la palabra y reconocer en sus efectos sobre el
oyente la instituci6n, incluso en la mudez, de un diâlogo, muestra una simetrfa
demasiado sorprendente con la experiencia del analisis didâctico como para no tocar lo
esencial del problema.
Si efectivamente puec:le decirse que ambos intercambios transforman a sus sujetos
por su sola mediaci6n, es porque el hecho humano del 'don permanece latente en todo
uso de la palabra, y este resorte jamas captado situa al anâlisis en el centro de todas las
ciencias del hombre.
Por eso el psicoanalisis no puede reducirse ni a la neurobiologfa, ni a la medicina,
ni a la pedagogfa, ni a la psicologfa, ni a la sociologfa, ni a la ciencia de las institucio
nes, ni a la etnologfa, ni a la mitologfa, ni a la ciencia de las comunicaciones, como
tampoco a la lingüistica: y sus formas disidentes se designan por si solas en tanto lo
hacen todo lo que no es.
No obstante, a todas les dio una inflexion decisiva, y de todas debe extraer su
informaci6n.
Por eso el Instituto, lejos de encerrar al psicoanalisis en un aislamiento doctrinal,
se considerarâ como el anfitri6n obligado de toda confrontaci6n con las disciplinas
afines.
Para la fonnaci6n de los sujetos, contaremos con el espfritu que se iluminani en
cada uno en el trabajo de mesa redonda o de equipo, estimulando la elaboraci6n cultu
ral, la reflexi6n met6dica tanto como la emulaci6n técnica, para hacerlo apto para una
funci6n que sin duda lo eleva a su dignidad eminente, pero también le otorga la carga
de una responsabilidad infinita.
Forjar la tradici6n de este espfritu es una empresa de gran trabajo y una apuesta a
largo plazo.
El Instituto se reconocera ante todo por el valor de sus alumnos, y éstos no solo
serân juzgados por su éxito como terapeutas sino por su participaci6n en la obra
humana.
LA ESCISION 39
Articulo I
Se declara una asociac1on que tiene coma finalidad enseflar ·el psicoanâlisis y
propagar su practica.
Este se entiende como la disciplina nacida de las investigaçiones de Freud y la
técnica sometida, bajo sus directivas, a la prueba de una experiencia uni\rersal.
Depende en su fundaci6n y en sus estatutos de la Sociedad Psicoanalîtica de Paris,
sociedad cientîfica cuyos miembros se agrupan en esta nueva asociaci6n para cumplir
en ella la doble funci6n de desarrollar esta disciplina y garantizar esta técnica.
Esta asociaci6n se denomina Instituto de Psicoanalisis. Su sede sociaj estâ en Paris;
su duraci6n es ilimitada.
Articulo 2
Los 6rganos del Instituto quedan inmediatamente clasificados segûn cuâl de sus
dos funciones sea en ellos dominante.
La funci6n I o de ensefianza superior y de investigaci6n comprende los semina
rios permanentes y Ios seminarios extraordinarios.
Los titulos esenciales de los seminarios permanentes, cuatro en total, fueron enu
merados en la exposiciôn de motivas.
Se nombra un profesor de seminario para cada uno de ellos por el lapso estatuta
rio de ejercicio de la Direcci6n del Instituto. Este es su titular, pero no forzosamente el
(mico, pudiendo ser llamados varios profesores a ensefiar paralelamente en el mismo
seminario.
Los profesores de seminario permanente sôlo pueden ser elegidos entre los
miembros activas de la Asociaci6n.
Los seminarios extraordinarios se crean seg(m la actualidad de las relaciones que
parezca necesario promover entre el psicoanalisis y cualquier otra disciplina, sin que
puedan expresarse ûtilmente en otra parte.
Ni la rûbrica ni el nûmero de estas seminarios estan · en principio sometidos a
ninguna limitaciôn.
Sus titulares se nombran por un lapso especîfico en cada caso y solo son elegidos
por el dominio particular que se les reconoce en esa ocasiôn. Tampoco tienen que justi
. ficar en principio ùna formaciôn psicoanalitica ni auténtica ni completa.
La funciôn II, o funciôn conjunta de practica y de cura, une dos 6rganos diferen
tes, y lo hace porque tienen en comûn el hecho de que son dos estândares que no se
presentan actualmenfe en ninguna otra parte. El primer estândar es el de una ensefian
za-tipo que comprende la clinica de las neurosis, las técnicas calificadas para su cura,
sus indicaciones y contraindicaciones, y las nociones elementales que penniten
comprender su modo de acci6n, reconocer su aplicaciôn adecuada, y advierten sobre
los peligros de su uso desconsiderado, incluso de su manejo en el sentido•contrario al
correcte. Su funci6n es agrupar los conocimientos que ·pueden hacer falta a Ios candi
datos de distintos origenes acerca de las bases de la técnica médica�
40 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Artîculo 3
Articulo 4
Articula 5
Administracion y funcionamiento
Articula 6
Articulo 7
Esta convocatoria anuncia el orden del dia proporcionado, segun el caso, por el
Director o por los solicitantes.
Es necesaria la presencia de siete de los miembros del Consejo para que sean vali
das sus deliberaciones.
El orden del dia de la sesi6n contiene por orden de prioridad las propuestas del
Director, las del presidente de la Comisiôn de Ensefianza, las de cualquier otro
miembro presente o ausente.
Las decisiones se toman por mayorîa de votos de los miembros votantes, pudiendo
los miembros ausentes votar por correspondencia, sin que, no obstante, su ausencia
pueda ser motivo para ·aplazar la de�beraciôn o la votaciôn.
El presidente, cuando falta el Director, es el presidente de la Comisiôn de Ense
fianza, o, en su defecto, lo es cualquier otro miembro designado por sorteo.
El voto del presidente de las sesiones decide en caso de empate.
Se labra acta de las sesiones. Las actas son fmnadas por el presidente de sesiôn y
el secretario administrativo presente. Estas son pasadas a un registro f oliado y rubri
cado por el. pref ecto de policia o su delegado.
Articulo 8
por ellos al Instituto, asi como con los diversos organismos que pueden tener que ver
con sus actividades.
Arti'culo 9
La Comisi6n de Ensefianza es elegida tradicionalmente por la Asamblea General
de la Sociedad Psicoanalîtica de Paris e inmediatamente confinnada en sus funciones
por el Instituto, teniendo voz en ambas asambleas las mismas e idénticas personas.
En el caso de que habiendo perdido uno o varios miembros su pertenencia a una
de ellas, surgiesen dudas sobre la validez de la votaciôn de la Sociedad, ésta sera confir
mada por una simple consideraci6n formai en la siguiente Asamblea deliberativa del
lnstituto.
La Comisi6n de Ensefianza continûa ejerciendo en el interior del Instituto las
funciones reglamentarias que se le adjudican en la fonnaci6n de los càndidatos psico
analîticos, y segûn la forma establecida por el documenta llamado ''Reglamento y
Doctrina de la Comisi6n de Ensefianza", publicado, después de su adopciôn por parte
de la Asamblea -Gener� de-k -Sociedad, -en el nûmero de julio-septiembre de 1949
de su 6rgano oficial.
Agrega a éstas las funciones que le son encomendadas por el presente estatuto, es
decir:
- la elecci6n y nombramiento de titulares de los seminarios permanentes,
quedando la limitaciôn de su nûmero librada a la discreciôn de su doctrina;
la propuesta de creaci6n de seminarios extraordinarios;
- la elecci6n y nombramiento de los titulares de esos seminarios;
- La aprobaciôn de los programas de prâctica y de la forma de distribuci6n de las
curas en el dispensario;
- la aprobaciôn del nombramiento de lectores y consultores.
Mantiene dos clases de sesiones:
1) Las sesiones llamadas estatutarias, una de las cuales al menos se celebra en fecha
regular, dentro de los ocho dias siguientes a la reuniôn anual de la Asamblea delibera
tiva, fijandose las demas por disposiciôn del presidente de la Comisi6n de Ensefianza,
quien debe comunicar la celebraci6n de las mismas con 15 dfas de anticipaci6n.
2) Las sesiones reglamentarias que conservan su frecuencia y su fecha mensual.
El director del Instituto es invitado a unas y a otras como representante del
Comité de Direcci6n. Tiene derecho de voto.
En las primeras, la sesi6n se abre con el orden del dia de la Comisi6n, que propone
y ordena, mientras que el director del lnstituto dispone, salvo intervenciôn del Consejo
de Administraciôn. La presidencia de la sesiôn se confia al director del Instituto y su
voto decide en caso de empate.
En las segundas, la sesi6n se abre con el orden del dia del Director, quien propone
· y ordena, disponiendo la Comisi6n, de acuerdo con su funci6n, las decisiones reque
ridas para el cursus de los candidatos. Por eso es presidida por su presidente traàicio
nal, es decir por el presidente de la Sociedad de Psicoanalisis, cuyo voto decide en caso
de empate.
Articula 10
20 de enero de 1953
ELECCION DE JACQUES LACAN PARA LA PRESIDENCIA DE LA SPP
Y VOTACION DE LOS ESTA TUTOS DEL INSTITUTO PROPUESTOS POR
SACHA NACHT
. Tenemos aquf do� de los textos que provocaron la ira de los alum;,os,
el reglamento sumamente formai de es�olaridad en el Instituto (que deter
minaba ademds la duraciôn media de un. psicoandlisis didâctico) y el
formulario de compromiso exigida a los alumnos. Los f echamos en mayo,
creyéndolos posteriores a. una reuniôn d�l Consejo de Administraciôn del
21 de abril (circular no reproducida).
La carta abierta de Jenny Roudinesco expresa con bastante exactitud
· el estado de animo de los jôvenes analistas, dado que ellos aprueban sus
términos en su primera reuniôn. Tenemos el comienzo de la respuesta de
Lacan; la, de Nacht nos falta.
La carta persona/ de Françoise Dolto, publicada aquf con su autoriza
cion, muestra que las tensiones eran tan fuertes que llegô incluso a inquie
tarse por su efecto sobre el anim_o de Jacq'fes Lacan.
La carta de Angelo Besnard no esta fechada. La situamos entre fines
de mayo y principios de junio, en el momento de las votaciones decisivas.
Por ûltimo, el texto mimeografia,do que titulamos ''Posiciôn de Daniel
Lagache, Françoise Dolto y Juliette Favez-Boutonier,,, esta fechado pero
no firmado. Se ,:econocen· facilmente en él el estilo y los temas de.Daniel
Lagache y se trata, evidentemente, de la exposiciôn de mo_tivos de la dimi
siôn de los tres primeras fundadores de la SFP.
Referencias
!
48 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE! ACQUES LACAN
Mayo de 1953
REG LAMENTO DEL ANALISIS DIDACTICO Y DE LA ESCOLARIDAD
EN EL INSTITUTO DE PSICOANALISIS
1 - Psicoanalisis didtictico
2 - Escolaridad
1
Correcciones en nuestro ejemplar. La ultima frase de este parrafo estâ tachada.
50 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
valerse de los examenes aprobados, ni para el ejercicio del psicoanalisis ni para el uso
del tîtulo de psicoanalista.
Se recuerda que_ el ejercicio del psicoanâlisis queda sometido a las reglas que rigen
el ejercicio de la medicina. El Instituto de Psicoanâlisis de ningun� manera se responsa
biliza por las transgresiones que cada uno pudiera cometer.
Mayo de 1953
FORMULARIO DE COMPROMISO A COMPLETAR POR
LOS ESTUDIANTES DEL INSTITUTO
· El que su scribe ( 1) ... declara haber sido informado por el Presidente de la Comi
siôn de Ensefianza o por el Director del lristituto de Psicoanâlisis y se compromete,
conforme al reglamento de la Comisiôn de Ensefianza, a no atribuirse el titulo de
psicoanalista ni ejercer el psicoanâlisis antes de haber sido autorizado a hacerlo por la
Comisiôn de Ensefianza.
(1) Nombre y apellido, titulo y direcciôn.
15 de mayo de 1953
CARTA DE JENNY ROUDINESCO
Al doctor N ach t,
Director del Instituto d� Psicoanâlisis
y al doctor Lacan,
Presiden·te de la Sociedad de Psicoanâlisis.
Queridos amigos:
Recibi hace unos dias una circular referida a las decisiones de la Comisiôn de
Ensefianza y un formulario de compromiso para· firmar que, debo decirlo, me confun
dieron. En primer lugar, no entiendo bien los papeles respectivos de la Sociedad y del
Instituto, por lo que me dirijo al Director de uno y al Presidente de la otra, en tanto
también me unen a ellos idénticos sentimientos de aniistad y agradecimiento por la
ayuda que representaron para mi fonnaciôn analitica. /
En abril de 1949, cuando sôlo existfa la Sociedatl, solicité comenzar un analisis
didactico; en esa época, la Comisiôn compuesta por siete miembros me dio su acuerdo.
Asumi entonces un comprom�o de honor de no atializar sin la - autorizaciôn de la
Comisiôn y de no atribuinne el titulo de analista antes de ser elegida miembro adhe·
rente de la Sociedad. Este compromiso no era unilateral, puesto que la Comisiôn y la
Sociedad se comprometian moralmente del mismo modo a conferirme dicho titulo
LA ESCISION 51
Jenny Roudinesco
16 de mayo de 1953
CARTA DE FRANÇOISE DOLTO A JACQUES LACAN
Mi querido Jacques:
Querria hablarte, aunque sôlo fuese por teléfono -no lo cons1go- y Daniel dice
52 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
que estas muy ocupado. Quienes estamos al servicio del espiritu del psicoamilisis,
al servicio de un mejor entendimiento interhumano mediante la busqueda de subli
maciones de la angustia, debemos ayudarnos mutuamente. Te suplico que no me
decepciones perdiendo la confianza en ti mismo. Tienes raz6n. Tus alumnos son los
(micos que respetan a la persona humana en su totalidad expresiva y en su originalidad
profunda -independientemente de sus propiedades genéticas-. Proyectaste tu sombra
de hombre libre sobre un camarada amedrentado, animalmente astuto, y lo creîste
capaz de actuar junto a ti hacia un· objetivo cultural, con tu fineza, socorriendo a su
fuerza. Pero la decepcié>n que experimentas debia llegar; que no se vuelva contra ti,
que eres una de las personalidades creadoras del grupo.
Si no te veo antes del martes, sabe que estoy contigo -sin exclusivismo-; cuento
contigo como con muchos otros. Paciencia.
Afectuosamente,
Françoise
17 de mayo de 1953
REUNION DE LOS ANALISTAS EN FORMACION
Jacques Ives; Missenard; Moïsi; Marlian; Perrier; Perrier Roubleff; Poige; Poligny;
Pruschy; Pujol; Raimbault, Emile; Raimbault, Ginette; Richaud; Roudinesco; Rudrauf
(ausente con aviso); Saunnier-Ligon; Schweich,.Jacqueline; Schweich, Miguel; Smagghe
(ausente con aviso); Storce; Trillat; Vidal; Wimphen.
24 de mayo de 1953
CARTA DE JACQUES LACAN A JENNY ROUDINESCO
Querida Sefiora:
La carta abierta que Ud. nos dirige, conjuntamente al Dr. Nacht y a mi, en su
nombre y en el cte1os candidatos, p1antea atgunas preguntas sobre el sentido de los
compromisos que se les pide, es decir sobre los estatutos del nuevo lnstituto y su
reglamento intemo.
La réplica inmediata del doctor Nacht plantea otra que a su juicio es prioritaria:
saber gué derecho me autoriza a recibir su carta al mismo tiempo que él, punto, le
dice, que con un poco mas de paciencia Ud. hubiese podido resolver sin mi ayuda,
como si ésta fuera una incongruencia, un paso en falso que habrîa podido evitar asi.
Me veo obligado a agregar a mi respuesta el problema de saber a titulo de qué se
la doy, y c6mo podra Ud. presentarla ante quienes la han tomado como intérprete.
Asi vista, la tarea que me incumbe podria parecer tremenda, si no fuese evidente
que todas estas cuestiones son tan solidarias que sôlo admiten una ûnica respuesta;
y es tan cierto que la respuesta del doctor Nacht, en su sencillez, es de una claridad ine
quivoca para quien sabe entenderla, y sôlo dejaria abierto el problema ûltimo de las
relaciones humanas entre el Instituto y los candidatos, si el comentario pûblico
dirigido a usted con el que la acompafiô no la hubiese resuelto también en opiniôn
de todos.
Partiré entonces de -ella y sefialar-é que indudablemente nadie podrîa haber tenido
nada que objetar a esta codestinaciôn si, dirigiéndose tan sôlo a nuestras personas, esta
carta las hubiese asociado en este homenaje de su reconocimiento por el que debemos
sentirnos sumamente honrados; inclusive si Ud. sôlo nos hubiera tomado como simbo
los del gran esfuerzo comûn destinado a reanimar a nuestra Sociedad después de la
guerra, en la medida en que éste culmina en el momento que vivimos.
Solo es, por lo tanto, a tîtulo de Director del Instituto y de Presidente de la Socie
dad, respectivamente, como puede reunirnos, tal como el doctor Nacht se lo hace
observar, remitiéndola a un comunicado cuyos términos sorprendentes no pasaron
inadvertidos para ninguno de los miembros de la Sociedad cuando; al mismo tiempo
que todos los lectores de la prensa médica, pudieron conocerlo�
Por lo demâs, el doctor Nacht estâ mejor situado que nadie para hacerle percibir
su alcance, ya que desde el principio, es decir desde que le pareci6 que era el momento,
tantas veces postergado, de darle a nuestro movimiento el Instituto cuya necesidad se
hizo sentir cada vez mâs en el curso de los afios de su larga presidencia, vencido final
mente el plazo de la misma, fue en la forma misma de dicho comunicado donde plan-
S4 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
te6 el principio de la nueva fundaciôn: permitir que la Sociedad vuelva a sus ocupacio
nes cientificas y trasladar al lnstituto, junto con el crédito ya adquirido en sus f uncio
nes de ensefianza, las obligaciones que· Ios candidatos, como contrapartida de los com
promises que habian asumiào, tenîan con ella.
El doctor Nacht le ha dicho que se trataba de las mismas personas y al mismo
tiempo le demostraba lo contrario. Usted declar6 no comprender nada entonces. Hay
aqui, por lo tanto, un error, que trataré de aclararle en su lugar.
Para hacerlo, en primer término, rendiré homenaje al coraje con que se propuso a
sî mismo para la tarea de dirigir el nuevo organismo, seguro del consentimiento de
todos, asî como a la elecci6n que supo hacer, entre sus alumnos mas distinguidos, de
quienes deberîan ayudarlo en la tarea, que exige mucho tacto, infinita discreci6n, de
validar ante cada uno los esfuerzos realizados desde la antigua perspectiva, y de desta
car ante todos las promesas ofrecidas por la nueva. Ud. sabe que nada desminti6 lo
bien fundado de esa elecciôn.
También puedo testimoniar que de parte de los estudiantes todo le era favorable;
mil palabras conmovedoras me recuerdan que el anuncio del nuevo Instituto fue reci
bido por ellos con una sensaci6n de inmensa esperanza, y si sus exigencias en un prin
cipio constituyeron para nosotros unaJuente de debates, el eco confuso que recibieron
de éstos sôlo provoc6 en ellos una entristecida reprobaciôn.
No crea que estos debates nos demoraron mucho tiempo. Poi violentamente que
nos hayan sacudido: queriamos llegar a un resultado; los estatutos fueron aceptados
por todos en términos de un verdadero acuerdo de caballeros, seguros como estabamos
de que el porvenir se encargarîa de conciliar, superândolas, nuestras divergencias
formates. Fueron votados dentro de los plazos que nos habîa impuesto nuestro
director, o sea en los idus dè enero, fecha tradicional para la renovaciôn dèl comité de
la Sociedad.
Estamos en las calendas de junio. Necesidades de instalaciôn, que induàablemente
era imprescindible satisfacer antes que ninguna otra, parecen haber retardado el cui
dado de dar forma a esta buena voluntad general. Sin embargo, llegaban a los alumnos
informaciones del secretariado general que les daban la ·idea de que se estaban operan
do profundas modificaciones en lo que ellos pensaban que debfa conservarse en los
nuevos estatutos, por · los cuales, por otra parte, poco se habian inquietado hasta ese
momento, de las formas anteriormente en vigencia.
As{, a pesar de la confianza que le brindan estos candidatos a· su profesor, de lo
que Ud. puede dar fe por la reuniôn del ultimo domingo, que no flaque6, sino que mas
bien se terne faltar a las formas del respeto, pese a la reserva de sus pensamientos que
se traduce en la mesura de sus palabras, un creciente malestar los ganaba, al cual Ud.
supo dar su representaciôn y su voz con ·paciencia y con calma. l,Qué hay que decir?
Al respecto no tendria nada que decir, siendo miembro de un Consejo del que soy
solidario, si la buena voluntad del director solo hubiera hecho que cuando Ud. reci
biese esta carta los candidatos pudieran ser informados, en el âmbito correspondiente,
digamos, de los estatutos. ·
Por esta razôn, como miembro de la-Sociedad de Psicoanalisis le haré una comuni
caciôn cientifica sobre la estructura de estos estatutos, no ejerciendo mis derechos de
Presidente mas que para autorizarla, si Ud. lo juzga correcto, a transmitir dicha
comunicaciôn a los candidatos, digamos que a titulo de invitados a esta sesiôn extraor
dinaria.·
Suponiendo conocidos los estatutos, me atendré a demostrar el necesario resulta-
LA ESCISION 55
Querido Lacan:
Acabo de encontrar en mi buzôn tu telegrama, a mi regreso del fin de semana,
esta maftana. Desolado, afligido, pero no puedo de ninguna manera, pese a haber con
siderado todas las combinaciones, liberarme para ir a Paris. iHay relaciôn entre tu
llamado y la reciente carta abierta a Nacht, de Jenny Roudine? iDel ·"Instituto· libre"
de Psicoanâlisis?
Sea como fuere y cualquiera fuera el tema que se discuta, declaro, por la presente
carta, pedirte que votes por mi (1) en el sentido que decidieses y en todas las votacio
nes que se sucedieran.
Esperando recibir pronto aclaraciones tuyas, y con mis cordiales anhelos de éxito,
A. Besnard
6 de junio de 1953
CARTA DEL SECRETARIO DE LA SPP A JACQUES LACAN
Dr. P. Marty,
Secretario de la Sociedad
Psicoanalitica de Parz's
Sefior Presidente:
Tengo el honor de informarle loque sigue.
Recib{ ayer a la mafiana el siguiente texto:
"Los cinco miembros abajo-firmantes de la Sociedad Psicoanalitica de Paris soli
citanque se incluya en el orden del dfa de la pr6xima reuni6n ordinaria de la Sociedad,
el 16 de junio de 1953, la siguiente cuesti6n: Retiro del mandata al Presidente actual
de la Sociedad."
A. continuaci6n figuran las firmas de los Sefiores Doctores Pasche, Bénassy, Lebo
vici, Diatkine, Cénac.
Ante este hecho nuevo consulté la opinion del Profesor Lagache, Vicepresidente
de la S ociedad, con quien conversé ayer a la noche. Después de haber examinado los
estatutos de la Sociedad, hemos convenido solicitarleque reûna, lo mâs pronto posible,
al Comité de la Sociedad, a fin de establecer el orden del dia de la sesi6n del 16 de
junio de 1953.
Con el mâs sincero respeto.
8 de junio de 1953
CARTA DEL SECRETARIO DE LA SPP A JACQUES LACAN
Sefior Presidente,
Tengo el honor de enviarle, adjunto, el ejemplar de los estatutos de la Sociedad
Psicoanalitica de Parisque me solicit6 esta maflana telef6nicamente.
Siendo este ejemplar el unico que me remiti6 Pasche en el mes de enero ultimo,
esta maflana hice tipear varias copias de él. Puede entonces conservar el original.
Con el ·mas sincero respeto.
P. Marty
58 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
9 de junio de 1953
CONVOCATORIA A LA REUNION DEL COMITE DE LA SPP
Mi estimado colega,
El Doctor Jacques Lacan, Presidente de la Sociedad Psicoanalîtica de Paris, soli
cita su asistencia a la reuniôn del Comité de la Sociedad que tendrâ lugar este viernes
12 de junio de 1953 a las 21 haras en su domicilia, 5 rue de Lille, Paris.
Con mis cordiales saludos.
El Secretario de la Sociedad
Dr. P. Marty
16 de junio de 1953
POSICION DE DANIEL LAGACHE, FRANÇOISE DOLTO
Y JULIETTE FAV.EZ-BOUTONIER
16 de junio de 1953
CINCO DIMISIONES EN LA SPP
el Dr. Jacques Lacan, tal como se manifest6 en la sesi6n adm.inistrativa del 2 de junio
de 1953, no puede otorgarle su confianza y ruega a su vicepresidente que asuma las
funciones de la presidencia hasta las elecciones del comité previstas por los estatutos."
Este texto es aprobado por la Sociedad por 12 s{, 5 no y 1 voto en blanco.
El Dr. Lacan entrega entonces su dimisi6n como Presidente de la Sociedad Psico
analitica de Paris.
El Prof. Lagache, habiende asmnido la Presidencia, en calidad de vicepresidente de
la Asamblea, da lectura al siguiente texto:
"Los firmantes, miembros de la Sociedad Francesa de Psicoanâlisis, Grupo de
Estudios e Investigaciones Freudianas, presentan su dimisi6n a la Sociedad PsicoanaH
tica de Paris.
Parfa, 16 de junio de 1953.
Firmado: J. Favez-Boutonier, F. Dolto, D. Lagache".
El Dr. Lacan presenta también su dimisi6n.
Este texto es firmado al instante por la "Dra. Reverchon-Jouve.
El Dr. Mâle, miembro asesor, asume la Presidencia y propone nombrar Presidente
de la Sociedad Psicoanalitica de Paris al decano en edad, el.Dr. Georges Parcheminey,
en virtud de la autoridad qtie su ancianidad le confiere.
El Dr. G. Parcheminey es elegido Presidente de la Sociedad Psicoanalitièa de Paris
hasta enero pr6ximo, por unanimidad de votos: Diatkine, Nacht, Bouvet, Cénac, Sra.
Marie Bonaparte, Mâle, Schlumberger, Pasche, Bénassy, Lebovici, Sra. Codet, Berge,
Marty (el Dr. Parcheminey 1 no tomô parte en la votaciôn).
1
La Sociedad Psicoanalitica de Paris tuvo el gran pesar de perder a su presidente, el Dr.
Parcheminey, fallecido en agosto de 19 53. Nuestra revista publicara un articulo necrologico en su
proximo numero.
El comité provisorio de la Sociedad esta presidido actualmente por el Dr. Mâle,
N
La SFP y la Internacional
16 de junio - 26 de julio de 1953
Referencias
El memorandum Lagache
Texto mimeografiado, sinfecha.
18 de ju�io de 1953
COMUNICADO OFICIAL DE LA SFP
Este comunicado tiene por objeto precisar los princ�pios, los fines y los medios de
nuestra acci6n.
En primer lugar, respecta de la Sociedad Psicoanalitica de Paris, que acabamos de
abandonar, no reconocemos ninguna diferencia doctrinal en lo que concierne a la
teoria y la técnica del psicoanâlisis. _Segûn nuestra manera de ver, la fracciôn mayorita
ria de la Sociedad Psicoanalitica de Paris y del lnstituto de Psicoamilisis es una "frac
ciôn sin principios" que apunta principalmente a la conquista y la conservaci6n del
poder. Las variantes técnicas de un miembro de esta Sociedad, y solo de uno, sirvieron
de pantalla y justificaciôn para las ambiciones personales de algunos hombres.
Dicho miembro sirviô de chivo emisario a esos hombres, incapaces de reconocer sus
propios errores y de replantear su conducta.
Si bien no estamos separados por diferencias doctrinales de orden psicoanalitico,
nos separan, en cambio, profundas diferencias de orden moral en la manera en que
concebimos y practicamos las relaciones humanas. Es facil demostrar que el psicoanali
sis, en su aspecta esencial, es decir la experiencia psicoanalitica, implica ciertos valores
morales, tales como la sinceridad, la bûsqueda de la libertad interior, el respeto por el
pr6jimo. Constatamos una oposiciôn irreductible entre el psicoanalisis asi entendido y
el clima autoritario, sea que ese clima reine en una Sociedad cientifica o en un lnstitu
to de f onnaci6n. Por eso nos alejamos de ese clima autoritario, no sin pesar por aigunos
colegas perfectamente humanos y honestos que no nos siguieron a(m. Nuestro objetivo
es constituir una Sociedad y un Instituto en un clima democratico de libertad, de
respeto mutuo y de solidaridad. Y agregamos inmediatamente que eliminar el autorita
rismo no es renunciar a la autoridad, a la organizaciôn, al rigor cientifico y técnico.
Convencidos de tales principios, sentimos como contradictorio contin�ar cola
borando con la Sociedad Psicoanalitica de Paris. La Sociedad Francesa de Psicoanali
sis se fund6 el 16 de junio. Responde a las necesidades de aliar a los estudios y a las
investigaciones freudianas una vida social satisfactoria y fecunda. No vemos por qué,
en el pr6ximo Congreso de Londres, no habrfa de ser reconocida por la Asociaciôn
Internacional de Psicoanalisis. Seria preciso suponer el éxito de una campafia tenden
ciosa que presentaria a los miembros de la Sociedad como sostenedores de aberracio
nes doctrinales y técnicas.
La Sociedad Francesa de Psicoanalisis asume las f unciones de ensefianza que
incumben a toda sociedad de psicoamilisis regular, en las formas que se han hecho
tradicionales y cuyo detalle se fijara mediante el reglamento de la Comisiôn de Estu
dios (anâlisis didâctico, control, seminario de técnica y de teoria de la técnica).
Para las partes teôricas, clinicas y practicas de la ensefianza, puede contar firme
mente con el apoyo y la colaboracion de la Câtedra de Clinica de las Enfermedades
Mentales. Ya desde el prôximo afio universitario, se organizarâ un centro de ensefianza
del psicoanâlisis en Sainte-Anne. Esta lnstituciôn (cuya forma exacta aûn no pudo
fijarse por falta de tiempo), ofrecien�o a nuestra Sociedad una audiencia mas amplia
LA ESCISION 65
25 de junio de 1953
CREACION DE LOS GRUPOS DE ESTUDIOS DE LA SFP
Estimado colega:
Se ha celebrado una primera reuniôn el 23 de junio de I 953 en la sede social de la
Sociedad F rancesâ de Psicoamilisis.
Tuvo por objeto definir Ios métodos de trabajo que pueden estimular y facilitar
al mâximo los estudios e investigaciones psicoanalîticas.
Los analistas en curso de formaciôn, presentes en esta reuniôn, dieron su acuerdo
a la fôrmula de Ios "Grupos de Estudios". Se agregarân a los grupos que elijan todos
aquellos practicantes y candidatos, los analistas aprobados que deseen conocer o pro
fundizar tal o cual aspecto de la materia psicoanalîtica.
Estos grupos representarân, por su actividad autônoma, un complemento original
de las formas de ensefianza tradicional que continuan siendo los fundamentos mismos
de la formaciôn psicoanalitica.
Hallarân un modo de expresiôn y de difusiôn de sus trabajos en el boletin que se
creara a tal efecto.
El interés de una râpida puesta en aplicaciôn de estos principios de trabajo justifi
cô la elecciôn de un comité provisorio, que tiene como tarea -recopilar las sugerencias
y precisar las condiciones y modalidades de funcionamiento de los grupos de estudio.
A continuaciôn, se leerâ la composiciôn de este comité provi�orio, asî como la
lista de participantes en los trabajos de la Sociedad Francesa de Psicoanâlisis hasta la
fecha del-_23 de junio.
Todos aquellos que se interesen por el movimiento asi creado estan invitados a la
66 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Sra. Amado, Sr. Anzieu, Dr. Bargues, Sr. Bejarano, R.P. Beirnaert, Srta. Muriel
Cahen, Dr. Clavreul, Sra. Dubuisson, Dr. Duche, Sr. Durandin, Srta. Gélinier, Dr.
Gessain, Dr. Granoff, Dr. Guiton, Srta. Jaeger, Dr. Liebschutz, Sr. Mannoni, Dr. J.Y.
Martin, Dr. Owsianik, Dr. Perrier, Dr. Perr.ier-Roublef, Dr. Pidoux, Dr. Poligny, Sra.
Polge, Dr. Pujol, Sr. Raimbaud, Srta. Raimbaud, Dr. Rouart, Sra. Dra. Roudinesco,
Dr. Rudrauf, Sr. Safouan, Dr. Saunier-Ligon, Dr. Schweich, Sra. Dra. Schweich.
Comité provisorio: Sr. Anzieu, Sr. Durandin, Dr. Liebschutz, Dr. Perrier, Dr.
Schweich.
8 de julio de 1953
PRIMERA REUNION CIENTIFICA DE LA SFP.
Anfiteatro de Sainte-Anne
. Prof. Lagache: Bernos· pedido a nuestro amigo Lacan que tome la palabra, pues
· todos conocen, a pesar de sus pequefios defectos, nuestra admiraciôn y afecto por él,
LA ESCISION 67
y porque siempre esta dispuesto a asumir su responsabilidad por medio de alguna inte
resante comunicaci6n cientifica.
Tuvimos una enorme satisfacci6n cuando "elegimos la libertad". Inutil decirles
que tenemos ahora mucho trabajo, creo que todo el mundo lo comprendi6, y tom6
todo esto muy en serio.
Cedo la palabra a nuestro amigo Lacan.
10 de julio de 1953
LISTA DE LOS ANALISTAS EN FORMACION
QUE ADHIRIERON A LA SFP
Sra. Amado; Sr. Anzieu; De. Bargues; Sr. Bejarano; R.P. Beimaert; Sra. Dra.
Boitelle; Srta. Cahen Muriel; Dr. Clavreul; Sra. Dubuisson; Dr. Duche; Sr. Durandin;
Srta. Gélinier; Dr. Gessain; Srta, Guéninchault; Sra. Dra. Guiton; Srta, Jaeger; Dr.
Lang; Dr. Liebschutz; Srta, Lehman; Sr. Mannoni; Dr. Martin, Jacques-Y.; Dr.
Missenard; Dr. Perrier; Sra. Dra. Perrier-Roubleff; Dr. Pidoux; Dr. Poligny; Sra. Polge;
Dr. Pujol; Sr. Raimbaud; Sra. Raimbaud; Dr. Rouart; Sra. Dra. Roudinesco; Sra. Dra.
Rudrauf; Sr. Safouan; Sra. Dra. Saunier-Ligon; Dr. Schweich; Sra. Dra. Schweich;
Sra. Dra. Smagghe; Sr. Vidal.
Comité provisorio: Anzieu, Durandin, Liebschutz, Perrier, Schweich.
Julio de 1953
EL MEMORANDUM LAGACHE
Resumen
.··.)'iJ
68 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
principios en lo. que concierne tanto a la duraci6n de la cura analitica como a la fre
cuencia y duraci6n de las sesiones.
II - Corno contrapartida, existe una oposici6n aparentemente irreductible respec-
to de la manera de concebir el papel de la autoridad y el estilo de las relaciones huma
nas en una organizaci6n social, particulannente en �na Sociedad de Psicoanalisis y en
un Instituto de Psicoanâlisis. La Sociedad Francesa de Psicoanalisis invoca una concep
ciôn democrâtica y hberal. Reprocha a la Sociedad Psicoanalitica de Paris haber dejado
que se desarrolle y prevalezca una politica autoritaria y personalista. Esta politica,
después de haber suscitado conflictos en el seno de la Sociedad Psicoanalîtica de Paris,
desembocô en otro conflicto, en el marco del Instituto de Psicoanâlisis, entre el
Comité Directivo y los alumnos.
III - Considerando a la Asociaci6n Psicoanalftica Intemacional como una institu
ciôn de espîritu liberal y democrâtico, la Sociedad Francesa de Psicoanalisis no solici
ta que condene a sus uadversarios" ni que la apruebe a ella misma; solicita, pura y
simplemente, que reconozca su derecho a existir.
II - Exposiciôn histôrica
rectificaci6n fue facil de obtener pero, como lo hizo notar el Dr. Nacht, el resultado
era el mismo. El Comité Directivo, reforzado por la presidente de honor y en un plazo
mas o menos breve por el secretario administrativo, salia de la gresca considerablemen
te reforzado. La Comisi6n de Ensefianza ya no tenia autonomîa, al haberse igualado su
composici6n a la del Consejo de Administraciôn. La gestiôn del lnstituto, la carrera
de los alumnos, su admisiôn en la Sociedad, todo parecîa estar desde entonces en
manos del bando autoritario, a causa de las disposiciones que le aseguraban prâctica
mente la mayorfa en todos los casos. Los acuerdos de enero caducaban. La derrota
liberal era completa. Al bando autoritario solo le quedaba explotar su éxito. Los incon
venientes del régimen autoritario se manifestaron entonces en un nuevo terreno: el
de las relaciones del lnstituto con los alumnos.
Las ensefianzas del Instituto habîan coinenzado en el transcurso de marzo (1953).
_ Muy pronto el descontento entre los alumnos empezô a manifestarse, inicialmente en ·
relaciôn con los derechos, importantes para ellos, que se les exig{an, y con su clasifica- .
ci6n en afios o ciclos cuyo principio era discl:l-1:ible y cuya a_plicaciôn suscitô muchos
descontentos. Una reuni6n del director y los alumnos no desembocô en mas decisio
nes practicas que la designaciôn de delegados de los alumnos. Unà reuniôn del director
y de estos delegados no logrô mayores resultados; la discusiôn se acalorô y el director,
después de algunas palabras poco afortunadas, interrumpiô repentinamente la entre
vista. Heridos en su amor propio, los alumnos, cada vez mas descontentos e inquietos,
especificaron sus reivindicaciones, subrayando que se les solicitaba que suscribieran.
estatutos y reglamentos que no conocîan y que, por lo demâs, las innovaciones consti
tuîan una ruptura del contrato respecto de las condiciones en que habian comenzado
su formaciôn psicoanalîtica. En �ste momento, la direcciôn, de manera por lo menos
poco oportuna, pidi6 a los alumnos que firmasen un compromiso de no autotitularse
psicoanalistas y de no practicar el psicoanâlisis antes de haber sido autorizados a· el19
por la Comisi(m de Ensefianza; ahora bien, muchos de ellos ya habian suscrito tal com
promiso al ser aceptados como alumnos por la Sociedad Psicoanalîtica; ciertos médicos
ya tenian, a sabiendas de todos, una clientela psicoterapéutica y psicoanalîtica. La
direcciôn dio marcha atrâs, explicô que ese documento sôlo estaba destinado a comple
tar el informe de ciertos alumnos. Pero la mayoria de los· alumnos no se sintiô ni
convencida ni tranquilizada. Entonces el director parecié eclipsarse detras de los secre
tarios cientificos;. algunos coloquios entre Ios secretarios cientificos y los alumnos no
llegaron a nada. El conflicto entre la autoridad de la c\irecci6n y los alumnos entraba
en un impasse. Por un tieinpo, el Comité Directivo pareci6 renunciar a retomar las
conversaciones en la forma en que habian comenzado.
Conviene subrayar el caracter espontâneo de la oposiciôn de los alumnos, que se
constituyô por la confluencia de muchos nûcleos, en un principio aislado. Segûn
nuestra interpretaciôn, debe considerarsela como una respuesta uagresiva"', aunque
moderada en sus formas, ante un clima de autoritarismo inquietante y humiliante.
Sôlo secundariamente los alumnos, confusos e incômodos, se volvieron contra los
profesores no envueltos en el conflicto, comunicandoles una mociôn razonable en el
fondo y medida en sus ténninos, _notificândoles la realizaciôn de una reuniôn plenaria
que se produjo -si mi recuerdo es exacto- uno de los ultimos domingos de mayo.
Se les habian comunicado los estatutos del nuevo Instituto y ellos habian comprendi
do perfectamente que ponîan no sôlo la administraciôn del Instituto y la direcci6n ·
de la enseflanza, sino también el acceso a la carrera psicoanalitica, en las manos del
LA ESCISION 73
III - Discusibn
1
vez mas autontanos, re1orzan -f
causas producfan los mismos efectos, el autoritarismo de la direcci6n suscit6 por sf
la oposici6n de los alumnos, atribuida por los responsables a errores psicol6gicos, a
"torpezas" demasiado numerosas para que no se las considerara sintomaticas. La frac-
ci6n autoritaria se revel6 incapaz de dominar esta situaci6n, lo que solo podfa hacerse
corrigiendo su manera de proceder; en conjunto, a pesar de las concesiones menores,
persever6 hasta el fin (es decir hasta la escisi6n) en las posiciones conquistadas y en
76 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
14 de julio de 1953
CARTA DE JACQUES LACAN AL PROFESOR N. PERROTTI
Querido amigo:
Tal como el profesor Lagache se lo hizo saber, algunos colegas, entre los que me
encuentro, nos separamos de la Sociedad Psicoanalitica de Paris para fundar una
Sociedad Francesa de Psicoanalisis. Esta decisi6n se tom6 con la intenci6n de respetar
los deberes que tenemos para con ios alumnos.
Nos pareci6 que no podiamos aprobar el destino que dio al lnstituto reciente
mente fundado el pequeiio equipo que lo habia tomado en sus manos; los conflictos
que sobrevinieron entre la direcci6n de ese Instituto y los alumnos, hacîan extremada�
mente urgente que no descuidâramos sus esperanzas, es decir que les preservasemos la
atm6sfera de confianza q.ue exigian para su trabajo.
78 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Efectivamente, continuamos n1,1estra tarea con la mayor parte de ellos y los verâ
también seguimos a Roma.
Lagache cumpli6 en hacerme saber que usted tenîa mucho interés en mantener en
pie su invitaci6n a todos los que habîan sido invitados desde el aflo pasado.
Créame que hicimos todo lo posible por evitar que ese cpnflicto estallase antes de
una reuni6n intemacional que hubiésemos querido mantener fuera de discusiôn. La
verdad nos obliga a decir que sôlo encontramos indiferencia respecto de este punto
de vista en· nuestros opositores; no por ello nos sentimos menos obligados a presentar
le excusas en nombre de todos.
Usted propuso la soluciôn mâs elegante para la nueva situaciôn. Estoy dispuesto,
por mi parte, a entregarle mi informe ya a fines del mes de agosto y a leerlo en una
reuniôn autônoma en el Congreso.
Pondré mi mayor esmero en este informe y usted sabe mejor que nadie, por el
diâlogo que mantuvimos durante nuestro encuentro en Amsterdam y que conserva
para mî un enorme valor, que estâ en el centro de los problemas que mas me preocu
pan y que desarrollé después ampliamente en mi enseiianza.
Muchos alumnos que hasta ahora habian retrasado su adhesi6n van a inscribirse.
Por. eso pienso que usted consentiria en prolongar para ellos los plazos de inscripci6n.
Mantendremos la misma c�ota. La Dra. Fulvia Pontani-Mayer puede ponerse en
contacta con el Sr. Didier Anzieu, 7 bis, rue Laromiguière,.Paris(ve),Secretario de la
Sociedad Francesa para el Congreso de Roma, en relaci6n con todas las cuestiones
prâcticas, tales como la distribuci6n conjunta de los informes del profesor Servadio y
del mîo, ventajas reservadas a los congresistas, programa del Congreso, fecha de nuestra
reuniôn (ya que serâ preciso prolongar un dia el Congreso), etc.
Por mi parte, desearia que el dia previsto desde ahora para mi informe, fuese
conservado, o · sea, si comprendi bien, el segundo dia. No obstante, aceptaré lo que
usted considere mâs conveniente.
No puedo concluir sin rogarle que transmita mis recuerdos al profesor Servadio y
que sepa disculparme por mi silencio. En las horas· que atravesamos, estaba poco
predispuesto a desahogos que no hubiesen podido evitar las dificultades en curso.
Ahora mismo le voy a escribir.
Con el afecto de siempre.
J.L.
14 de julio de 1953
CARTA DE JACQUES LACAN A MICHAEL BALINT
Queridîsimo amigo:
Perdôneme por responderle tan tarde, cuando usted accediô tan prontamente a
mi requerimiento. Se lo agradezco y no podré olvidar ni la confianza que me brindô ni
su generosidad.
Corno se habrâ enterado, han sucedido cosas que estân en todo de acuerdo con sus
propios términos: "interesting, startling, tragic, or non-essential" y hubiese preferido
no tener que exponerlas nunca fuera de _aquî.
LA ESCISION 79
Tenîa una gran esperanza en su articulo, en el intento que hice por remitir a
las nociones de principios un conflicto sin salida entre los estudiantes y la direcciôn
del nuevo Instituto. Este intento fracas6 como todos los que habia hecho anterior
mente en el mismo sentido a lo largo de la disensi6n ("curse of strifes") que persistia
desde el mes de noviembre en el interior de la Sociedad misma.
Hubo que llegar a una escisiôn que fue literalmente impuesta a nuestra minorîa,
aun cuando habîamos hecho todos los sacrificios para evitarla.
Naturahnente, ésto no podrîa explicarse en pocas lîneas. Nos fuimos, y la gran
mayoria de los alumnos nos siguiô.
Si quiere que le hable de todo esto, con gusto llegaré a Londres uno o dos dîas
antes del Congreso.
En la actual situaciôn sin duda conservo muchos motivos de amargura por el
pasado, pero se borran frente a la seguridad del presente y la mayor esperanza en el
porvenir.
En suma, la nueva Sociedad Francesa de Psicoanâlisis naciô bajo los mâs favorables
auspicios, los de la reacciôn sincera, la audacia y sin que tengamos que hacemos repro
ches.
Querido amigo, hasta pronto. Sepa que en gran medida siempre doy lugar en mi
ensefianza a la lînea espiritual de Ferenczi, y que me une a usted una gran simpatîa;
con mis mejores sentimientos,
J.L.
14 de julio de 1953
CARTA DE JACQUES LACAN A RUDOLPH LOEWENSTEIN
Mi querido Loew:
Si no le escribî antes sobre los acontecimientos -extravagantes {literalmente)
que acaba de atravesar nuestro grupo, fue a causa de la solidaridad que dominô mi
conducta desde que pertenezco a él. Ahora, como usted sabe, ese vînculo esta roto.
Dejé pasar algunos dias, tanto para permitir que el verdadero alivio que nos trajo esta
ruptura pudiera prodttcir --sus-efectos, como para dedicarme ante todo a la instalaci6n
de una comunidad de trabajo que se anuncia bajo los mejores auspicios; inesperados,
dirîa, si justamente no encontrasemos en ellos el fruto mismo de nuestro esftierzo de
estos ûltimos afios, el sentido de nuestro trabajo, los principios de nuestra ensefianza,
en sîntesis: todo lo que creîmos durante largos meses que nos estaba siendo arrebata
do, y que asî lo fue, de la manera mâs perniciosa para aquéllos a ·quienes habiamos
introducido en la disciplina psicoanalitica.
Me basta con decirle que inauguré la vida cientifica de la nueva Sociedad Francesa
de Psicoanalisis el ûltimo miércoles en ese anfiteatro de la Clînica que usted, querido
Loew, conoce, con-Wla comunicaciôn sobre "lo simbôlico, lo imaginario, y lo real",
ante una asistencia de· 63 personas, de las cuales 45 nos dieron su adhesi6n a partir de
entonces como candidatos a nuestra enseflanza y a nuestros trabajos.
Lagache, cuyo rigor de conducta desde el comienzo de la crisis no se desmintiô,
presidîa esa sesiôn. Si se le dice que por eso representamos al clan de los psicôlogos, no
lo crea en absoluto; le demostraremos, listas en mano, que entre nuestros alumnos
tenemos mâs médicos que la 2µ1tigua Sociedad, y de los mâs calificados. Tampoco
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-
80 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
podriamos atribuirnos exclusivamente el mérito. Ya que para ser justo, hay que consi
derar la participaciôn que tuvo en esto el comportamiento insensato de ese equipo. que
vio en la fundaciôn del Instituto la oportunidad de confiscar en su beneficio la autori
dad verdaderamente enorme que la antigua Sociedad habîa conquistado ante los estu
diantes. Esta autoridad, fundada en la buena fe de la gente que encontraba en la expe
riencia misma de su propio amllisis, de sus controles, el fundamento de la legitimidad
de los compromisos y de las reglas que se les imponian, se les presentô repentinamente
bajo la figura mas autocrâtica y mâs desagradable: en lugar de un colegio de mayores
respetados, entre los cuales cada uno segûn sus afinidades encontraba sus profesores y
sus recursos, vieron aparecer la figura ûnica de nuestro antiguo camarada Nacht que,
como usted sabe, nunca se destacô por -su buena disposiciôn, pero que ante dificulta
des imprevistas se manifestô bajo el aspecto de una falta de tacto y de medida, de una
brutalidad en sus declaraciones, de un desprecio por las personas, que no mencionarîa
aqui si no hubiese sido el objeto de hurla de los estudiantes durante muchos afios. Lo
apoyaban dos jôvenes sin experiencia didâctica: Lebovici, cµyo nerviosismo, reversi6n
de las sevicias cotidianas .de las que es objeto en su servicio en el hospital (pienso que
conoce suficientemente el modo de relaciôn que puede establecerse a veces entre
alumno y jefe de servicio como para que no tenga que ser explîcito al respecto)
siempre caus6 la mâs desagradable impresiôn a los estudiantes, casi diria la de uun· mal
tipo". El otro, Bénassy, muchacho bastante culto, que repentinamente, y ante el
estupor general, demostrô tener mentalidad de sargento, promotor de las mâs molestas
medidas, inst�urando el "pasar lista" en cursos a los que viene gente con el cabello
cano, pasando bruscamente ante la insurrecciôn de todos a confesiones irrisorias ,·
-"Debo reconocer que al fundar este Instituto, los habiamos olvidado" - para, ademâs,
concluir diciendo: "Ahora es demasiado tarde, hâganse olvidar''. Y para rematar,
toda una orient�ciôn general puesta en manos de un joven elegido por Nacht por su
�- notoria mediocridad, cuyo nombre no podrîa decirle nada porque ni siquiera era
miembro adherente de la Sociedad cuando fue elevado a sus funciones; de repente se
encontraba a cargo de la funciôn de designar para l9s alumnos en didâctico a los profe
sores que harian sus controles; incluso debi� designar analista, para aquellos que serian
desde entonces admitidos. Absurdo en sus iniciativas, bombardeando a los estudiantes
con las notas administrativas mas desconcertantes, aunqÙe por desgracia conformes a
las directivas de Nacht, los llev6 al colmo del desconcierto; debe considerârselo como
uno de los artifices del fracaso del lnstituto (porque no se puede llamar de otra manera
a una situaciôn en la que quedan 25 alumnos de los 83 que estaban convocados a ins
cribirse).
Y a ve hasta dônde hemos llegado.
Si analizo sus motivaciones, debo hacer justicia a Nacht, quien ni variô, ni se
dobleg6 en la persecuci6n de su prop6sito. Y porque si aûn agrupa a su alrededor a la
mayoria de nuestros antig�os colegas, lo debe a una constancia en su politica que serîa
digna de inspirar respeto ·si no hubiese procedido también· constantemente por los
medios mâ� inescrupulosos.
Si creyô que podrîa ganarme para su juego haciéndome la corte pacientemente
durante afios, reconozco que su decepciôn debe haberle resultado dura. Sin embargo,
s6lo obtuvo beneficios de esa relaci6n: infonnaciones, ideas, lecturas, con cuales se
orienta errôneamente por falta de base. Mi mujer lo recibiô y encontrô en mi cufiado,
el :pintor Masson, la hospitalidad que le pennitiô volver a casarse, fuera del anonimato
LA ESCISION 81
j,
minario de Nacht, llamado técnico, que, absorbiendo exclusivamente la actividad del
"tercer afio", constituîa la coronaciôn de la formaciôn psicoanalitica. Para subrayar
mejor aûn el alcance del asunto, mi seminario, reservado para el "primer aflo", estaba
ubicado en· horario simultaneo (hecho ûnico en todo el programa) con un seminario
asignado a Lagache bajo la misma rûbrica (excepto que los textos asignados a Lagache '.Ï
· ·1
generalmente eran inaccesibles para los lectores franceses).
El plato que nos servian con el tono de un " l, nO lo encuentra usted excelente?" ,1
los todavia bastante risuefios cômplices que lo habîan cocinado en la intimidad, iba
acompafiado por un postre del mismo gusto: se nos dijo que era de mâxima urge·ncia
politica que Nacht (ya tres veces prorrogado en su funciôn sobrepasando los limites
estatutarios) se mantuviese en la presidencia de la Sociedad hasta la votaciôn de los
estatutos del· lnstituto, que seguian en la indeterminaciôn y de los que se nos hacfa
pensar que seria preciso madurarlos làrgamente.
Debo decirque regresé a mi casa terriblemente desorientado y permaneciquince
dîas sin manifestar nada a nadie.
Omito el hecho de que Nacht, en cuya casa habia desayunado la vispera de ese
primer dia memorable, me habîa asegurado su intenciôn de cederme finalmente la
presidencia -curiosa forma de actuar para la cual nunca encontrô mejor excusa que
decir que su mujer le habria desaconsejado perturbarme hablândo�e iide loque se
iba a proponer el dia siguiente! ! Lo mas increible es que realmente parece haberla
considerado por ello responsable de haber ''alterado nuestras relaciones".
Naturalmente, todo esto fue utilizado por la princesa para agitar al grupo. Entre
tanto vino a verme Lagache para exponerme lo lamentable que eraque hubiésemos
dejado en manas de Nacht durante tanto tiempo una funciôn representativa para la
cual la neutralidad misma, si no la nulidad de sus posiciones doctrinarias, nos habia
parecido hacerlo particularmente apto, yque supo mantener con dignidad, concluyen-
LA ESCISION 83
rirmar
Las semanas de crisis que siguieron se manejaron en el marco de compromisos que
hacfa a los ocho que se habian agrupado en torno de él. Su fundamento consis
tfa en que para que pudiese llevar a cabo la tarea del Instituto, era preciso que fuese
"amo en su casa", es decir que siguiera siendo presidente de la Comisiôn de Ensefianza
al mismo tiempo que director del Instituto, puesto que habfa que admitir que no
podian mantenerlo por mucho tiempo mâs en una presidencia que me corresponderîa,
eso se admitia, pero con la que hasta aqui se habia conjugado la funciôn de presidir la
Comisiôn.
E� torno a este punto se inici6 la batalla.
Durante todo este tiempo y ya desde la primera sesi6n, me abstuve de todo ataque
persona) contra Nacht y limité mi oposici61) a mis votos. Me esforzaba por jugar un
papel mediador, lo que ..esta�cientemente indicado por las funciones que se me
confiaban con el consentimiento de todos.
En reuniones en la casa de la princesa, sostuve contra todos ·y sin desfallecer el
principio de que era preciso que se mantuviese la direcciôn del Instituto en quien habia
tomado la iniciativa de fundarlo -todos los testigos de mi acciôn se lo confirmarân
y a pesar de todas las presiones nunca admiti que yo pudiese sustituirlo, excepto en
caso de extrema necesidad.
Muy a pesar mio, fui testigo de sorprendentes llamados telefônicos de la princesa
a Anna Freud en los que calificaba a nuestros adversarios de gangsters y le planteaba
la cuesti6n de saber si la lntemacional reconocerîa a su grupo en caso de escisiôn ( a lo
cual se ·1e respondi6 que por supuesto serian reconocidos, tal como habia ocurrido con
otras escisiones de nivel nacional).
En efecto, desde el principio la escisi6n fue el instrumenta del chantaje de lo que
desde entonces era el grupo Nacht, y no dejô de ser tenida en cuenta hasta el momento
en que éste se hizo mayoritario.
Asi fue como se produjeron en re�idad las cosas. El Comité de Direcciôn del
84 TRES MOMENTOS EN. LA VIDA DE JA CQUES· LACAN
1
hacer examinar los temas por una comisi6n de cuatro miembros solamente, teniendo
desde luego en eUa voz preponderante el director del lnstituto, ûnico element� perma
nente, lo cual le aseguraba, por ser su secretariado el que designa a los otros tres, creo
que lo comprende, una probabilidad bastante interesante de no verse nunca contraria90.
El éxito de todas estas propuestas, a propôsito de las cuales escuché afirtnar câda
vez a uno o a varios miembros de su propio grupo que se trataba de un exceso al que
jamâs darian su adhesiôn, sin embargo siempre se obtuvo gracias a una técnfoa hâbil
mente acordada que consistia en, una vez rechazada una cuesti6n, hacerla Poner en
juego nuevamente por la princesa, en circunstancias en que sin advertirlo el canjunto,
la mayoria era favorable.
Este jueguito absolutamente desmoralizador . para los opositores tard() cuatro
meses en llegar a su fin y fue coronado por una sesi6n dedicada especialmente a dar a
la princesa Marie Bonaparte el premio por sus bùenos y leales servicios (premio que
tuvo que esperar hasta entonces) integrandola definitivamente y de por vida en el
conjunto de 1os miembros ·t1e1-=consejo de Administraciôn del Instituto (médico) de
psicoanâlisis, 6rgano que, nos lo hicieron saber comunicados a los peri6dicos, des
vincula definitivamente a la Sociedad Psicoanalitica de Paris de todo lo que concierne
a la enseflanza y a la habilitaciôn de psicoanalistas.
En una càrta abierta de Juliette Boutonnier verâ en qué se transfonn6 durante este
tiempo la nonî¼ii. de existencia de esta desafortunada Sociedad, y c6mo la "banda"
(la princesa dixit). ocupaba el tiempo de sus reuniones en conciliâbulos en las salas de
direcciôn del lristituto, de donde salîa en el momento en que terminaban los "traba
jos" futiles, a los ijue desde entonces se reducia la Sociedad, para iniciar la sesi6n admi
nistrativa, en la que comenzaban a ocuparse de asuntos serios.
Lo ultirnô, como usted sabe, consistiô en hacer dimitir al presidente de la Socie
dad para reparar finalmente el paso en falso de su imprevista elecciôn y reemplazarlo,
seg(m la expresiôn misma de Lebovici, por una persona aun mâs insignificante (y por lo
tanto mâs dôcil) que la que habia fracasado contra él la primera vez.
Y aquî volvemos a encontrar a los famosos estudiantes, olvidados en este asunto.
Efectivamente, éstos, a quienes desde la apertura del Instituto en marzo se les
exigieron cuotas de insGripc-ién absolutament� exorbitantes, en ese momento, es decir
mientras aun continuaba una lucha a la que ninguno de nosotros que los defendiamos
hizo la menor alusiôn ante ellos durante todo el aflo, habian osado entonces elevar un
reclamo, por otra parte ·en forma sumamente respetJ1osa para con sus directores y
profesores,. frente a cuya respuesta comenzaron estas autoridades a perder ante ellos
todo su prestigio. Una de ellas no vacilô en decirles que perdia cada mes 200.000
francos en ese asuntito; y ademâs que aunque se les pedia mucho dinero, por otro lado
el psicoanâlisis era una ocupaciôn que después permitia ganarlo en abundancia.
Esa misma persona no duda en decir, frente a uno de los delegados que estaba
presentândole quejas de sus-COmpafieros, que el papel que asumia hacia que le pronos
ticara un pésimo futuro analitico. La respuesta clave a todas las manifestaciones fue:
"Ustedes demuestran hasta qué punto estân mal analizados" (por lo demas, se trataba
de sus propios alumnos).
No hay que sorprenderse de que, en estas condiciones, los rechazados llegaran a
pensar que hacian un desplazamiento, pero fueron encaminados hacia una interpreta
ciôn mâs justa de sus reacciones frente al tenor de los compromisos que se les solicitô .
86 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JA<2QUES LACAN
que firmaran por segunda vez con respecto al Instituto, después de haberlos aceptado
de buen grado respecta de la querida vieja Sociedad. Esto despertô sus sospechas, y
pidieron ver los estatutos.
El efecto resultante fue indescriptible. Fue el momento que el grupo de nuestros
colegas, cada vez mas turbado y negandose a comprender nada de lo que ocurrfa, eligiô
para dar un ejemplo. Se habîa intentado intimidar a los estudiantes anunciandoles la
fonnaciôn de una Comisiôn de Disciplina y proponiéndo nombrar a su cabeza a un
ex magistrado (isic!). Esto causô cierto efecto. Pero era dificil que fuese definitivo con
gente que a(m no se habîa comprometido respecto del lnstituto. 1,Cômo se pudo
pensar que golpeando fuerte la intimidaciôn seria decisiva? Un tal Pasche, ex existen
cialista, llevado al rango de jacobino en la nueva instituciôn y que desde los primeros
conflictos me declarô que se trataba de tener en manos un poder cuyos efectos se lleva
rian "hasta sus ûltimas consecuencias" me hizo saber -con toda la estima en que él
tenfa a mi persona y a una enseflanza cuyos términos frecuentemente le habian resulta
do esclarecedores- que mi sola presençia en el lugar que ocupaba originaba la resisten i
cia de los estudiantes, que esto continuaba-porque�internamente ellos se sentian soste
nidos por mi, y que por lo tanto convenîa que nos separasemos.
Toda mi vida recordaré, a través de las palabras de este Robespierre que conserva l
1
ha cierta coherencia en su delirio, los convulsionados rostros de· quienes participaron
en este original acoso. No era un espectaculo agradable y, resistiendo a sus hostiga
mientos, me di el lujo de volver a verlo por segunda vez.
A decir verdad, esta segunda vez fue mucho mas calma. Se votô la mociôn de des
confianza propuesta por la Seflora Odette Codet por cuenta de la princesa, segura de
lo que hacia. Pero algunos de aquéllos en quienes el espectaculo precedente habîa
conmovido la-fibra del horror humano, se iran definitivamente para fundar una nueva
Sociedad, y me uni a ellos enseguida.
Ahora conoce usted toda la historia del asunto. Y puede imaginar lo que significô
esta experiencia para mi. Fui puesto a prueba por la mas constante y desgarradora
traiciôn. Alguien, Nacht, a quien habîa otorgado mi amistad, se comportô de tal mane
ra que cada vez que su mujer, por otra parte, trastomada por este asunto, llamaba por
teléfono a la mîa, podîa encontrar el indice seguro de que en las 48 boras siguientes
me asestarîa un nuevo golpe. No reparô en nada para atacarme. Una antigua discusiôn
que s� desenvolvîa en el terreno de la teoria y de la experiencia -planteada en torno a
una técnica que, justificada o no, yo habia defendido pûblicamente, a saber: el uso
regular de sesiones mas cortas en ciertos analisis, y especialmente en el analisis didac
tico, en el que la particular naturaleza de las resistencias me habîa parecido que lo jus
tificaba- fue resusitada por él, aun cuando yo habîa declarado publicamente que,
sometiéndome al principio de las normas establecidas por un reglamento profesional,
dado que pasabamos a un estadio de organizaciôn de la profesiôn, ya no retomarîa
esa practica, fuera cual fuere su interés para mi y que progresivamente la habîa regula
rizado en el aflo precedente, habiendo sometido definitivamente al tiempo reglamenta
rio a todos mis amilisis didacticos desde fines de ese aflo, sin que se hubiese podido
objetar en mi contra ningun incumplimiento desde entonces.
Se recordô un pretendido comproniiso de febrero de 1951 precisarnente a propô
sito de un anâlisis didactico particularmente exitoso, por el cual habrîa aceptado
atenenne a la nonna comûn, sin quererse recordar que también se me habia autorizado
en el mes de diciembre de 1951 a exponer ante la Sociedad las razones de esta técnica
que en efecto yo habîa empleàdo publicamente.
LA ESCISION 87
1
\
1
que antes habian pasado a examen de la Comisi6n pudieron explicar individualmente
qué beneficio obtuvieron en sus casos, demostrando en sus controles la calidad de su
formaci6n.
Nacht, al remitir a una declaraci6n que habria formulado una de nuestras cole
gas, médica de hospital, la sefiora Roudmesco p_ara nombrarla, respecto de estos
hechos, en una forma que se demostr6 que era falsa (él, Nacht, habrîa mentido)
logr6, con el impacto de este alegato reproducido ante cada uno de nuestros colegas de
la Comisi6n en el curso de una recorrida que le tom6 toda una tarde, que varios de
ellos firmaran un atestado seg(m el cual yo habria contraido realmente el compromiso
de que se trata en ocasi6n de la reuni6n de la Comisi6n de febrero de 1951. Lo hizo
con el (mico fin de presentarlo en esa forma, al dia siguiente, en una reuni6n de
estudiantes en la que, por otra parte, no caus6 ning(m efecto.
Se recurri6 a todos los medios pàra que mis estudiantes me abandonasen. Y
después de mi partida de la Sociedad, se hizo saber a esos estudiantes supuestamente
sospechosos de deficiencias en su iniciaci6n, que desde entonces podrîan presentarse
espontaneamente, es decir sin mi autorizaci6n, a fin de ser habilitados para los contro
les ante la Comisi6n de Ensefianza.
Pero ninguno me abandon6, ni siquiera pens6 en hacerlo. E incluso me atrevo a
decir que mis anâlisis continuaron sin verse sensiblemente afectados por este tomado
exterior.
También puedo decirle que lo que me ensefl6 esta experiencia en cuanto a la mani
pulaci6n y la debilidad de los hombres me lleva a dar una vuelta de pâgina en mi vida.
He visto c6mo un amigo se deja llevar cada vez mâs lejos en el sentido en que una
presi6n mâs fuerte que él lo arrastra contra uno, a qué concesiones llegan los mejores
a aconsejamos que accedamos tomando nuestro bien coma pretexto, la ligereza con la
que algunos consideran lo que no afecta sus intereses inmediatos y c6mo se liga a esas
maniobras a un hombre honesto y generoso consiguiendo por cansancio que haga la
primera concesi6n al deseo de paz, concesi6n que es una infamia.
Vi lo que puede ocurrir en un media de gente "analizada", como se dice, sabiendo
por el propio Freud que supera todo lo imaginable: en realidad jamâs habria imagina
do ésto. Me doy cuenta ahora, reviviendo para usted algunos aspectos, de lo que
pudieron ser para mî estas meses de pesadilla, y de que realmente solo pude sobrevivir
en medio de las horrorosas emociones que me causaron, prosiguiendo mi seminario de
textos y de contrai, sin haber faltado una sola vez y creo que sin haber visto afectadas
la inspiraci6n ni la calidad. Muy por el contrario, este afio fue especialmente fecundo y
creo haber promovido un auténtico progreso de la teorîa y la técnica propias de la
neurosis obsesiva.
Si, vivi gracias a esta labor a veces proseguida en una verdadera desesperaci6n -y
también gracias a una presencia cuya ayuda no tlaque6 ni un instante, aunque ella
misma, mi mujer, no haya-estado-al abrigo de intentos de quebrantarle la firmeza que
le vi en ciertos momentos-. Si, créame Loew, no quiero hablarle de lo mas abyecto;
pero, sin embargo, también eso se dio.
Lo que mâs me atormenta quiza es la actitud de cierto· numero de titulares y adhe
rentes. Gracias a Dios los mas j6venes demostraron otro temple, como le dije. Pero en
aquellos que conocieron la ocupaci6n y los afios que la precedieron, comprobé aterro
rizado una concepci6n de las relaciones humanas 9ue se manifest6 con el estilo y las
88 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
especialmente ante Heinz Hartmann, a quien, por otra parte, le enviaré un mensaje.
Usted sabe, Loew, que si pasa por Francia antes o después del Congreso, mi �.•
mujer y yo estaremos encantados de que venga con su mujer a visitarnos a nuestra casa
de campo, a la que siempre esta invitado. Podria decirle mucho mâs sobre lo que espe
ramos todos del futuro de nuestro trabajo. Bastante nos entregamos a él para descubrir
actualmente que, después de ésto, estamos muy retrasados con respecto a ustedes.
De todas fonnas, sepa que nuestra fidelidad hacia usted no se ha modificado.
Jacques Lac�
Segun_do manu�crito
J.L.
21 de julio de 1953
CARTA DE JACQUES LACAN A HEINZ HARTMANN
juzgar qué esfuerzo nos exigi6, siendo en realidad tan pocos como para poder ser efica
ces. Y para derribar a quienes habîan dado lo mâximo, tanto para el training como
para la animaci6n cientifica de la Sociedad, nuestros adversarios no dudaron en servirse
de quienes ellos llamaban, hace solo unos meses, en los términos de su habituai estilo,
la parte muerta de la Sociedad.
Aunque ahora me reprochen pretendidas libertades técnicas, siempre pudieron
controlar sus efectos y no Ios juzgaron desfavorables. Y en el momento en que me
conformé, después de meses, a la regla comûn sobre el principio admitido del contrai
profesional, ellos hacen de ésto un arma en mi contra.
Pero para comprenderlo basta con que vea lo que ocurre: aquellos a quienes se
hizo ascender para reemplazarme en el Congreso de Roma, se designan a si mismos;
son los que desde hace meses dirigen la maniobra.
No habla de Nacht, nunca mâs hablaré de él. Me entregué por entera a la ensefian
za y a la formaciôn de alumnos. Les inspiré el amor por nuestra técnica y los ayudé en
mis controles y en mis seminarios, responcliendo a una necesidad de conocer y com
prender que fuera de allî solo-encontraba,iesconfianza recelosa y tonta ironfa.
Si pudiera hacer pronto una indagaci6n en la fuente para saber lo que di a cada
uno de nuestros alumnos, veria que la realidad de la mayoria de dos tercios que nos
sigui6 no se debe solamente a las faltas de aquéllos a quienes verdaderamente debemos
llamar nuestros adversarios.
Querido Heinz Hartmann, lamento realmente que los ca6ticos acontecimientos de
afios pasados, y luego el aislamiento extrema que condiciona nuestra vida profesional
me hayan impedido hacer que usted pudiera conocerme mejor.
Pero cuen to con su autoridad para hacer respetar el trabajo auténtico, y movido
por la profunda preocupaci6n de dar vida a la ensefianza de un Freud que es el nuestro,
'
•
para restituir la voz de la raz6n en una lucha tan estéril en sus formas coma baja en sus
motivas, aportando una medida equitativa para preservar la audiencia que el psicoami
J lisis esta conquistando en Francia y que esa lucha solo puede perjudicar.
l
l lidad.
Le ruego que presente mis respetos a su mujer y que crea en mi confianza y fide
1 J.L.
1
j 26 de julio de 1953
LONDRES - XVIII CONGRESO INTERNACIONAL
EXTRACTO DEL INFORME DEL PRESIDENTE;DR. HEINZ HARTMANN,
SEGUIDO POR LA DISCUSION
·,
. d
92 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
11
mente debo informarles que, en fecha mas reciente, se produjo una escisiôn en esta
Sociedad. Hace algunas semanas, cinco de sus miembros dimitieron. Este hecho se
discutira mas adelante.
i
Ya mencioné que en Francia, cinco antiguos miembros de la Sociedad de Paris
dimitieron hace algunas semanas.Al hacerlo, también perdieron su condiciôn de miem
bros de la Asociaciôn Internacional. Se trata de los doctores Lagache, Lacan, Dolto,
Favez-Boutonier y Reverchon-Jouve. Se debatiô largamente esta cuestiôn (en el seno
del Ejecutivo Central). Las dimisiones se produjeron tras una reuniôn de la Sociedad
de Paris en la que el Dr. Lacan, entonces 'presidente, recibiô un voto de desconfianza.
Se debatfan serias desviaciones del anâlisis didactico que iban en contra de la expe
riencia y de las convicciones de la mayorfa.Por otra parte, los miembros renunciantes
formaron ahora un nuevb grupo y solicitaron su reconocimiento (por la .Asociaciôn
Internacional). Sostienen que las dificultades mas bien se deben a las incompatibilida
des de caracter que los llevaron a irse. El Ejecutivo Central piensa que antes de tomar
una decisiôn, deberfa aclararse la situaciôn mucho mas exhaustivamente de lo que serfa
posible hacerlo en este Congreso; nombrô un comité para establecer los hechos y
presentar un informe. El comité esta formado _por la Dra. K.R. Eissler, el Dr. Gree
nacre, la Sra.H.Hoffer, la Dra.Lampl-de-Groot y el Dr.Winnicot.
El Dr. Loewenstein subraya el hecho de que, seg(m las informaciones que posee,
la mayorfa de los estudiantes siguieron al grupo escindido. Pone el acento en los peli
gros inherentes a tal escisiôn para estudiantes y pacientes, comparandola con el divor
cio de los padres. Aboga por la tolerancia de ambas partes y porque se preserve el anali
sis didactico de los estudiantes y los analisis de sus pacientes.mas alla del partido que
ellos hayan tomado.
Dr. Hartmann: Gracias Dr. Loewenstein, su sugerencia es muy importante.
La Sra. Bonaparte aboga por que se estudie la situaciôn con mucho cuidado.
Afirma que la escisiôn se produjo a causa de una divergencia sobre la técnica. Conside
ra que la cuestiôn de la técnica es fundamental en el analisis en general y en el analisis
didactico en particular. En consecuencia, es indispensable, a su entender, estudiar de
cerca la técnica de los miembros del nuevo grupo, considerando especialmente que uno
de ellos prometi6 hace dos afios modificar su técnica pero no mantuvo su promesa.
El Dr. Nacht corrige al Dr. Loewenstein a propôsito del numero de estudiantes
que dejaron el Instituto. Cincuenta por ciento de los estudiantes estan en analisis con
miembros de la Sociedad Psicoanalitica de Paris;·Para responder a la preocupaci6n del
Dr. Loewenstein por la tolerancia respecto de los'.estudiantes y de sus pacientes, lee la
siguiente carta dirigida al Dr. Lagache, el 18 de junio de 1953: "...Los miembros del
Consejo, al comprobar que su colaboraciôn no puede ,asegurarse en lo sucesivo, deben
encontrar otra persona para los cursos y seminarios que usted iba a dirigîr y, a fin de
no imponer una experiencia demasiado dura a estudiantes y pacientes, desean que se
llegue a un acuerdo que deje al estudiante entera libertad y que asegure que no se ejer
za ninguna presi6n sobre él, cualquiera sea el lado en que esté ..."
El Dr. Loewenstein expresa su satisfacciôn con respecto a esta carta, pero mencio
na que dos estudiantes le dijeron que se encontraron con la suspensiôn de su control al
dia siguiente de su dimisiôn en el Instituto. Espera que solo se trate de un incidente
aislado y aprecia la decisiôn del Dr. Nacht y de la Comisiôn de Ensefianza en cuanto a
no dejar que estudiantes y pacientes sufran por la divisiôn que sobrevino entre los
"padres".
LA ESCISION 93
La Srta. Freud expone que como analista de niflos a menµdo se vio requerida por
padres para salvar a los hijos de las consecuencias de un divorcio, y que jamâs pudo
conseguirlo. En segundo lugar, a prop6sito del gesto dirigido a los estudiantes del otro
lado, que segûn el Dr. Nacht fue hecho con las mejores intenciones, es un hecho cono
cido que es casi imposible controlar el trabajo de un candidato cuyo amilisis didâctico
por una u otra razôn fue incompleto, insuficiente o proseguido segun bases diferentes.
Debe haber cierta armonia-�e -el -trabajo-del analista didâctico y el del control.
Es exactamente la complejidad de estas cuestiones la que llev6 al Ejecutivo Central a
proponer que este asunto no se tratara agui a la ligera, sin que pueda captarse el fondo
de las cosas en todos los puntos, sino que se confie a un comité compuesto por
personas perfectamente imparciales y totalmente versadas en la prâctica del anâlisis
didâctico.
El Dr. Zilboorg se refiere a las escisiones de la Sociedad de New York, donde
ningûJ) grupo perdiô su afiliaciôn a la Asociaci6n Internacional, y propone que quienes
dimitieron de la Sociedad de Paris sigan siendo miembros de la Asociaciôn Intemacio
nal durante el periodo de investi_gaciclo.
Dr. Hartmann: En lo que concieme a la escisi6n de la Sociedad de New York,
quienes partieron siguieron siendo miembros de la Asociaci6n intemacional porque
eran miembros de la Asociaciôn Americana, y la Asociaciôn Americana era una Socie
dad adherente de la lntemacional. Cuando el Dr. Lagache y los demâs abandonaron la
Sociedad de Paris, no siguieron siendo miembros de la Asociaci6n Intemacional
porque la Sociedad de Paris es la ûnica Sociedad adherente de la Intemacional en
Francia.
El Dr. Jones recuerda al Dr. Zilbourg que el grupo Rado fue reconocido por la
Asociaci6n Americana, y que por ello conservé su pertenencia a la Asociaci6n lnterna
cional. Subraya también que el Ejecutivo Central es la instancia a la que corresponde
examinar las solicitudes de aitliaciôn de personas ajenas a la Sociedad, y que conviene
que él investigue sobre esta nueva sociedad que viene de afuera, antes de aceptarla.
El Dr. Atkin subraya la importancia de las resoluciones que acaban de ser adopta
das por el Congreso, y que precisamente los asuntos de escisiôn deben ser objeto de un
examen minucioso por el Ejecutivo Central; en segundo lugar, subraya también la posi
ci6n de principio contra la propension a la fragmentaci6n de diversos grupos de la
lntern�cional. Dice que en el curso de conversaciones con algunos miembros y estu
diantes renunciantes, en ningun momento se mencionaron los problemas concernientes
al anâlisis didâctico, sino que la escisi6n se explicô por cuestiones personales. El se
manifiesta personalmente contrario a las escisiones motivadas por esas razones, aunque
cierto nûmero de miembros de la internacional parecen encontrar jusdficadas las esci
siones motivadas por querellas personales. La funci6n de la Intemacional deberia ser
la de promover una politica en esta materia, e inclusive ejercer su autoridad. Se debe
pedir al grupo francés que reconsidere su posiciôn y que difiera toda decisiôn hasta que
la investigaci6n del comité concluya. Si es inevitable una escisi6n, deberia extenderse
en varios aflos, de modo tal que, como lo sugiri6 el Dr. Loewenstein, no resulte dema
siado traumatizante para los estudiantes y los pacientes.
La Srta. Freud piensa que el Congreso debe estar informado sobre un desafortu
nado comportamiento que ya tuvieron Ios miembros dimisionarios del grupo francés.
Ellos informaron su decisi6n al medio no analitico en una circular que plante6 la
querella, sin dar sus razones, en el mundo externo. En consecuencia, las rnedidas de
apaciguamiento llegadan _demasiado tarde.
94 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Referencias
Circulares de la SFP
Textos mimeografiados
Comunicados de la SPP
Publicados en la RFP, tomo XVIII, el primero en el no 1, enero-marzo de 1954,
pâg. 160; el segundo en el no 2, abril:.;unio de 1954, pâg. 314.
8 de agosto de 1953
CIRCULARES DE LA SFP
Estirnado colega:
La comunicaci6n que encontrara adjunta a esta carta lo invita a nuestra confe
rencia de Roma. Para nosotros esta manifestaci6n · es el desenlace de los hechos que se
desarrollaron desde fines de junio y que quiza usted ignora a causa de las vacaciones.
Debe estar informado al respecto puesto que todo esto interesa a. cada uno de
nosotros a tîtulo personal. Estos hechos son los siguientes:
A continuaci6n de la escisi6n de junio, los representantes de la Sociedad de Paris
estimaron que debîan apelar �sin esperar al Congreso de Londres- -a la Asociaci6n
Intemacional, para reclamar apresuradamente el retiro inmediato de là "calidad de
miembros" de los analistas dimisionarios, es decir la supresi6n de su derecho a hacer
uso de la palabra en las reuniones internacionales futuras, y esto antes de la constitu-
ci6n de ·cualquier comisiôn de investigaci6n.
l
·
Esta medida bastante sorprendente, cuyas motivaciones nos abstendremos de inda-
gar, tuvo varias consecuencias. Hizo aun mas evidente el valor y la necesidad de nuestra
posici6n liberal en el conflicto de los meses pasados. Pennitio· a quienes estaban �n
Londres comprobar hasta qué punto la posici6n de nuestro grupo suscita comprensi6n
y simpatia y medir la amplitu� de los movimientos que, a través
· ·del mundo psicoanali-
· · ·
tico, confirman la significaciôn del nuestro. ·
Por eso la Sociedad Francesa de Psicoanâlisis decidi6 marcar. su presencia en el
piano intemacional, agrupando a sus miembros en Roma, en tomo del informe del
doctor Lacan. En las actuales circunstancias, es de extrema importancia que todos los
que adhieren a la nueva Sociedad o que sigan con simpatîa sus esfuerzos, hagan lo
imposible por asistir a la conferencia romana.
La experiencia de Londres demostr6 que la presencia y el numero, que favore
cen los contactos y los intercambios de impresiones, fortifican la posici6n de nuestro
grupo, augurândole una vitalidad creciente.
Es reconf ortante observar en tal sentido que varios de nuestros colegas italianos
nos han ofrecido -su ayuda. Gracias a ellos, la conferencia se organizarâ en las mejores
condiciones y contarâ en los medios italianos, en el propio coraz6n de Roma -ese ·
importante lugar- con una gran .audiencia.
A · muchos se les plantearân seguramente problemas materiales y econ6micos. Al
respecto, nuestros compafieros de Roma ya pusieron a nuestrâ disposiciôn cuartos de
estudiantes, de precio muy m6dico, con los que pueden beneficiarse quienes lo deseen.
El desplazamiento mismo puede facilitarse a través del censo de lugares libres en los
coches que van a Roma.
Estas cuestiones prâcticas se solucionarân ademâs con las sugerencias que usted
quiera hacemos. Piense sobre todo que esperamos de usted una respuesta tan râpida
como sea posible, y desde luego, una respuesta aîmnativa.
Fratemalmente,
Dr. François Perrier
Conferencia de Roma
26-27 de septiembre de 1953
Octubre de 1953
PQSICION DE LA SFP RESPECTO DE LA
COMISION DE INVESTIGACION
otro medio de desolidarizarse del prop6sito abusivo, reconocido ademas ante ellos, que
veian cumplirse a costa de los alum�os, no pudiendo ya validai-la por mas tiempo con
su presencia, sin traicionar a aquéllos en la encrucijada de su legitima i-eivindicaci6n. -
El punto -de vista formai, para no tocar aqui el fondo del problema, no dejaba de
· ser peligroso. Lo demostraron perfectamente las numerosas voces que se alzaron en el
Business Meeting en favor del mantenimiento provisional de la "calidad de miembros"
de los dimisionarios,_ y la rep_robaciôn planteada por el hech_o de que les_ fuese neg�da la
palabra, incluso_ p�ra responder a las acusaciones no controladas de tres de ·sus ·adve:r-·
sarios y, especialmente, a las de un·a personalidad que antes de intervenir debia haber
dimitido, por norma, a su funci6n en el Ejecutivo, segun la regla_ que prohtb� a
cualquiera tomar parte en un asunto �n el que es juez.
III - La SFP, no obstante, estaba dispuesta a aceptar la investigaciôn emprendida
sobre estas premisas formales, es decir a someter a examen de la Comisi6n de Investi
gaciôn sus estatutos, sus reglamentos y su Comité de Estudios, sus normas de forma
ciôn, su doctrina y su programa de ensefianza.
Considera, ea. -efect-e,-.que .fa---reoèneeida igualdad de derechos existente entre ella y
y la nueva SPP debe sancionar suficientemente en el piano intemacional la legitimidad
de su posici6n. Del mismo modo que la pérdida de hecho del monopolio de la ense
fianza por el pretendido Instituto de Psicoanalisis, que implica el fin de sus pretensio
nes de controlar el ejercicio de la profesi6n en el piano nacional, es practicamente una
garantfa suficiente contra las presiones que querîan ejercer sobre los alumnos con el
espejismo de una exclusividad, mîtica por lo demas en el estado actual de las cosas,
que se obtendrfa de la Orden de Médicos, de la Seguridad Social, e incluso de los
poderes publicos, mientras que se aduciria ante estos organismos el consentimiento as{
obtenido de los alumnos.
La SFP considera que la opinion en Francia esta ahora suficientemente informada
como para que la elecci6n de los candidatos se haga con conocimiento de causa, y
· nunca pensô, por su parte, en forzar las preferencias de nadie. Tiene confianza en los
resultados futuros para demostrar dônde esta la fuerza de los principios.
Pero su aceptaci6n de una investigaci6n supone una condici6n de buena fe, a
saber: que la Comisi6n esté realmente habilitada para recomendar su reconocimiento
inmediato -admitiendo que el respeto de los estatutos de la IPA la reduzca a una
fôrmula provisoria, postergandose hasta el pr6ximo Congreso su formulaci6n defini
tiva.
IV - Ahora bien, se produjo un nuevo hecho que justifica que se ponga en duda la
realidad de esta condici6n. La personalidad misma sefialada en el paragrafo II crey6
poder afirmar al presidente de la SFP, ante un testigo que ocupa la mas alta funci6n
en una de las Sociedades mas importantes, que en ningun casa se tomaria una decisi6n
favorable a la SFP en el Ejecutivo Central antes del pr6ximo Congreso.
Frente al hecho de que en tal caso, y si todo estuviese decidido de antemano, no
se entenderia bien cual podria ser el papel de la Comisi6n de Investigaciôn, se concedi6
que, en efecto, la Comisi6n de Investigaci6n estaba calificada no solo para investigar
sino para proponer una soluciôn.
A pesar de este paso atras, la afirmaci6n previa y espontanea en el sentido de que
nada se haria antes del prôximo Congreso, hace que subsista cierto malestar. Efectiva
mente, semejante afi.rmaciôn no seria adecuada para atenuar el desconcierto ante la
dificultad de una situaciôn en la cual, debido a las circunstancias, esta alta personalidad
es a la vez juez y parte.
100 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
V - Ante este nuevo hecho, la SFP, pese a su deseo de. entablar un diâlogo previo
con cada uno de los miembros de la Comisiôn, cuya completa imparcialidad no se pone
en duda, asi como tampoco su disposiciôn favorable, se ve obligada a plantear una
condiciôn previa al consentimiento de su investigaciôn., a saber: que la Comisiôn acepte
confinnar que, no habiéndose tomado ningu'1a decisiôn a priori, si los hechos lo deci
den, la Comisiôn esté en lo sucesivo en condiciones de proponet el reconocimiento
provisional de la SFP.
VI - Si esta garantia no pudiese acordarsele, la SFP se veria forzada a reconsider�
su posiciôn. J?e peticionaria se transformarîa en querellante, y advertiria al Ejecutivo
Central, cuya autoridad sôlo surge de sus deberes, sobre la responsabilidad que asume
adoptando una conducta como la que demostrarîa en ese caso.
Se negarâ a d·ar a una sanci6n de forma la falsa apariencia de una sanci6n de
fondo, sometiéndose a una investigaci6n que en ese caso s6lo serîa ficticia. Efectiva
mente, semejante equfvoco sôlo podrîa reforzar la posiciôn de una organizaciôn cuyo
Ejecutivo Central debe comprender que el solo hecho de que no pudo co�stituirse mâs
que por medios 4e fuerza, por lo menos abre un litigio, y que otorgarle sin examen una
aprobaciôn unilateral durante un tiempo considerable equivale a hacerse cargo de los
dafios irreversibles atinentes al prestigio que obtendrâ de ello durante ese tiempo.
Informaciôn
1 o de junio de 1954
INAUGURACION DEL INSTITUTO DE PSICOANALISIS
E/·10 de junio de 1954 tuvo lugar la inauguraciôn oficial del Instituto de Psicoanâ
lisis, bajo la presidencia del Sr. André Marie, ministro de Educaciôn Nacional y del Sr.
Paul Coste-Floret, ministro de Salud y de la Poblaciôn.
Este instituto, situado en el corazôn del Barrio Latino, guardiân de las tradiciones
universitarias y human'istas de Paris, comprende un Centro de Enseiianza teôrica y
prâctica del psicoanâlis'is, ûnico reconocido en Francia por la Asociaciôn PsicoanaUtica
Internacional 2 y un Centro de Tratamientos Psicoanali'ticos.
El Sr. Emile Roche, presidente del Consejo Econômico, quiso estar representado.
SÀ.R. el principe Georges de Grecia asistiô a la ceremonûz.
Entre las numerosas personalidades asistentes a esta ceremonia, se encontraron
el Sr. Prof. Piédelièvre, presidente del Consejo Nacional de la Orden de Médicos;
el Sr. Prof. Lejeune, profesor de la Facultad de Letras, representante del Sr. Sa"ailh,
rector de la Universidad de Paris; numerosos profesores de la Facultad de Medicina y - ·
de la Facultad de Letras; médicos de los hospitales de Paris y de lo� hospitales psi
quiâtricos, asi como eminentes personalidades de la magistraty,_r_a y de la admi'!-istra
ciôn.
1 Recordamos que la Soêiedad Francesa de Psicoanalisis fue fundada por ci�co miembros
dimisionarios de la Sociedad Psicoanalttica de Parîs. Un miembro titular y un miembro adherente
dimitieron desde ese momento a la Sociedad Psicoanalitica de Paris. Las renunciasque siguieron a
la fundaci6n del lnstituto de Psicoanâlisis tuvieron por causa inicial ciertas divergencias de opiniôn
concernientes a las reglas (duracion y ritmo de las sesiones) del psicoanalisis didactico.
� La Asociacion Psicoanali'tica Internacional agrupa desde 1911 a las sociedades psicoanali'
ticas actualmente existentes en todos los pa1ses del mundo. Esta asociacion organiza los congresos
cienti'ficos internacionates y vela porque la organizacion de las sociedades nacionales, al igualque
la formacion de futuros psicoanalistas, obedezcan a las normas dictadas y confirmadas por una
experiencia de mâs de cien aiios. (N. de la R.)
102 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Monsefior,
Sefior Presidente del Consejo Econ6mico,
Sefior Ministro,
Sefioras, sefiores:
Mi amigo Pierre Mâle les describi6, breve pero fielmente, la historia de la Sociedad
PsicoanaHtica de Paris, de la que el Instituto que hoy inauguramos es la necesaria
prolongaci6n.
Habrân podido notar hasta qué punto la historia de nuestra Sociedad- se confonde
con la del movimiento psicoanalftico en Francia.
Los médicos o psiquiatras interesados en el psicoanalisis por la Sra. Sokolnicka
(formada en Viena), se agruparon poco después de la Primera Guerra Mundial y luego,
con la participaci6n de la Sra. Marie Bonaparte, fundaron en 1926 la Sociedad Psico
anaHtica de Paris. Desde entonces se dirigieron a esta Sociedad todos los interesados en
el psicoanalisis. Algunos de ellos se convirtieron en psicoanalistas.
Asf, de entrada, esta Sociedad cientffica tuvo que asumir dos responsabilidades
aparentemente distintas: la de acumular, profundizar, desarrollar y difundir los datos
cientfficos del psicoanalisis y, al mismo tiempo, la de formar psicoanalistas.
Durante aproximadamente veintisiete afios, los miembros de la Sociedad Psicoana
lftica de Paris cumplieron esta tarea en forma mas que satisfactoria.
Conforme al progreso de la técnica psicoanah"tica, se desprendieron reglas practi
cas con respecto a la formaci6n de psicoanalistas, afirmandose la necesidad de crear
un organismo especializado.
El periodo "heroico" del psicoanalisis en Francia habia llegado a su fin.
Ese periodo debia mucho al entusiasmo generoso de Marie Bonaparte, quien,
en 1935, habia fundado un Instituto destinado a hacer conocer la teorfa psicoanalî
tica. Desgraciadamente, esta fundaci6n no sobrevivi6 a los acontecimientos de 1939-
1940.
Nuestro joven Instituto se siente feliz de rendir homenaje a quien tanto anhel6
su creaci6n y que esta hoy junto a nosotros.
La era de las realizaciones mas concretas comenzarfa a continuaciôn.
Sucediendo a una curiosidad impregnada de escepticismo, el interés auténtico por
el psicoanâlisis se generaliz6, quiero decir que no fue un hecho del publico en general
LAESCISION 103
solamente, sino también de los medios cientificos, fueran ellos médicos, filos6ficos,
sociol6gicos, psicolôgicos o pedag6gicos.
Inmediatamente después de la Liberaciôn, la psiquiatria francesa experirnentô un
renacimiento, y j6venes colegas se nos acercaron en forma cada vez mâs numerosa. La
extension de los servicios psiquiâtricos abiertos y de cura libre, aumentô considerable
mente las necesidades de psicoterapeutas formados en la técnica probada del psicoanâ
lisis clâsico.·
La Sociedad Psicoanalitica de Paris tuvo que hacer frente a una demanda en cons
tante crecimiento de informaciôn y de ensefianza, a medida que el psicoanâlisis iba
difundiéndose. Esta tarea hacia necesaria mâs que nunca la creaci6n de un organismo
especialmente destinado a asumirla.
Entonces, después de haber superado los obstâculos inherentes a toda creaciôn, la
Sociedad Psicoanalitica de Paris fundô este lnstituto de Psicoanâlisis hace poco mâs de
un afio. Perm{tasenos ahora precisar qué es esta casa y qué hacemos nosotros en ella.
En primer lugar, nuestro Instituto se hizo cargo de la ensefianza que hasta aqui
impartfa la Sociedad, con la ambici6n de enriguecerla sin debilitar por ello su solidez.
Ademâs, nuestro Centro de Enseiianza se completô con un Centro de Tratamiento Psi
coanal{tico.
Asi, nuestras actividades tienen como finalidad sistematizar las técnicas y elaborar
su teorfa, pero estas técnicas s6lo tienen valor concreto para quienes se entregan a la
prâctica del psicoanâlisis, y pensanios continuar en la tradiciôn de Claude Bernard, no
separando jamâs la experiencia clinica de la hip6tesis y de la doctrina.
La funci6n de nuestro Instituto es entonces a la vez teôrica y prâctica.
Aqui me veo obligado a hacer algunas precisiones de detalle que se imponen por
razones que expondré a continuaci6n.
De entrada, debo especificar que el doble e incluso triple programa de nuestro
Instituto no tiene nada de original, por lo menos en su estructura: corresponde al anhelo
formulado antafio por el propio Freud, en una época en que ese anhelo se manifestaba
mâs bien como un sueiio lejano. Y sin embargo, tuvo lugar una primera concreciôn
cuando el Dr. Eitingon fund6 en 1920 un Instituto de psicoanâlisis en Berlin. Desde
esa época, se fundaron Institutos analogos que funcionan en todos los paîses del
mundo.
La formaci6n teôrica se lleva a cabo a través de lecciones, conferencias, coloquios
y "seminarios", en el curso de l<;>s cuales se exponen la teorîa, la doctrina, el método
psicoanalîtico, asi como sus aplicaciones.
La tradiciôn de la clinica frB:Dcesa vuelve a encontrarse enteramente en las exigen
cias de la formaciôn psicoanalitica. Antes de acceder a los trabajos de nuestro Institu
t0, los médicos deben adquirir un conocimiento teôrico y concreto de la medicina y de
la psiquiatria dispensado por nuestros profesores de la Facultad y de los hospitales.
La enseflanza practica se propone enseflar la técnica psicoanalitica, y es con
mucho la parte mâs importante de nuestra actividad, al mismo tiempo que la mâs
particular.
Digo "particular" porque requiere previamente un psicoanâlisis personal, llamado
didâctico, al que debe someterse el futuro psicoanalista.
A continuaciôn de este anâlisis personal o por lo menos cuando la Comisiôn de
Ensefianza del Instituto juzga que este anâlisis estâ suficientemente avanzado, el candi
dato psicoanalista es autorizado a emprender esos tratamientos que llamamos andlisis
bajo contrai, que constituy�n la segunda parte de nuestra ensefianza practica.
104 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
por objeto fundir en una unidad fecunda todo lo que es necesario para la formacion
prâctica del psicoanalista, y muy especialmente darle la posibilidad de adquirir lo que
1
le es indispensable por encima de todo, quiero decir una técnica comprobada cuya
pieza maestra es el anâlisis ditlâctico. Es una pesa�a
:.-.,
responsabilidad, pero sabemos que
estamos en condiciones de asumirla.
Quiero expresar agui nuestro .sincero agradecimiento al Sr. Ministro de Educa
cion Nacional, asi como al Sr. Ministro de Salud y de la Poblaci6n, por haber consen
tido en honrar con su presencia esta ceremonia tan importante para nosotros.
Tengo que asegurar al Sr. Presidente André Marie, ministro de Educacion nacio
nal, que tiene pleno derecho de control de nuestra obra, tal como ya se lo he dicho.
El ejercicio de este derecho seria para nosotros un nuevo estîmulo.
nunciadas por nuestro director, nuestro presidente y el médico jefe de nuestro Centro
de Diagnôstico y Tratamiento.
Por haber seguido, desde hace ya tantos afios, los trabajos cie mis colegas, puedo
reconocer y apreciar su valor.
Quiero felicitar especialmente a nuestro director, el Dr. Nacht, por haber logrado,
tras meses de esfuerzos, crear y dar vida al lnstituto que inauguramos hoy oficial
mente. Fue necèsaria toda la ·inteligencia, la voluntad, la actividad, el dinamismo que lo
caracterizan para concretar, asistido por valiosos colaboradores, este triunfo.
· Corno alumna de Freud, junto a quien pasé tantos meses cada afio en Viena,
me siento feliz de comprobar la solidez de la formaciôn clasica impartida en nuestro
Instituto a los candidatos por nuestros colegas. Nuestra Sociedad, con el correr de los
afios, no cesô de enriquecerse con nuevos adherentes cuidadosamente formados y
seleccionados -tales como nuestro presidente actual, el eminente psiquiatra que es
Pierre Mâle-.
Y estaI11os especialmente orgullosos de la creaciôn del Centro de Diagnôstico y
Tratamiento adjunto al lnstituto, del que el Dr. Michel Cénac, uno de nuestros mas
antiguos colegas, notorio experto ante los tribunales, es médico jefe, dirigiéndolo con
tanta competencia. Un gran numero de pacientes encontraran en él generosa asistencia
a los problemas que los puedan aquejar.
Asi, la gran obra de de Freud encuentra en Francia una continuaciôn por 1a que se
hubiese felicitado.
Uno de sus mas antiguos e intimos discipulos, el Dr. Ernest Jones, durante tantos
afios presidente efectivo de la Asociaciôn Internacional de Psicoanâlisis, de la que sigue
siendo presidente honorario, quiso venir desde Inglaterra para honrar con su presencia
la inauguraciôn de nuestro lnstituto.'Tras haberlo hecho mis colegas, llega mi turno de
agradecerle.
Y estamos también profundamente agradecidos al Sr. ministro de Educaciôn
Nacional y al Sr. ministro de Salud Publica por haber aceptado presidir nuestra reuniôn
de hoy, brindando ·asi, mas alla de nuestro lnstituto, a la obra de Freud, cuya proyec
ciôn se extiende a todas las disciplinas relacionadas con el conocimiento del hombre,
un homenaje de Francia.
Monsefior,
Sefioras, Sefiores:
Hoy me presento aqui con un triple papel: como pr-esidente honorario de la
Asociaciôn Psicoanalitica lnternacional, como presidente honorario de la Sociedad
Psicoanalitica Britanica y sobre todo èomo miembro honorario de la Sociedad Psico
analitica de Paris. Me dirijo entonces a mis colegas de esta Sociedad. También tengo el
deber de transmitirles, en nombre de la Sociedad Britanica, sus sinceras felicitaciones
en ocasi6n de la creaciôn de este nuevo lnstituto y sus mejores deseos para su futuro.
Yo mismo no puedo sino expresar idénticos sentimientos.
La formaci6n de futuros psicoanalistas obedece en el mundo a reglas fijadas por la
LA ESCISION 107
· 26 de julio de 1955
GINEBRA - XIX CONGRESO INTERNACIONAL
EXTRACTO DEL INFORME DEL PRESIDENTE, DOCTOR HEINZ HARTMANN
Nos es grato estar persuadidos, trece aflos mds tarde, de que no hubo
ninguna exageraciôn por parte de Lacan la primera vez que lo escuchamos
(ver el seminario del 15 de enero de 1964 en Los cuatro conceptos funda
mentales del psicoanalisisJ referirse a la excomuniôn de la que erq, objeto.
Es lo que cada uno podrd verificar leyendo esta recopilacion.
Agradecemos a Jenny Aubry, Andrée Lehmann, Irène Roubleff y
Serge Leclaire, asz' como a Jacques Lacan, quienes nos permitieron reunir
1
1
Referencias
Recomendaciones de Edimburgo
Texto mimeogra/iado.
LA EXCOMUNION 115
4 de julio de 1959
LA SFP SOLICITA SU AFILIACION A LA IPA
Dr. Hesnard
President of "La Société Française de Psychan alyse"
to
The President of the International Associ�tion of Psychoanalysis
c/o Miss Pearl H.M. King, Hon. Secretary
37, Albion Street, Hyde Park
London W. 2 - England
Seflor:
D. Lagache
Vicepresidente
(por el Presidente, ausente de Paris)
Adjunto:
1. Informe sobre "La Société Française de Psychanalyse".
2. (En sobre separado) Documentos adicionales mencionados en el informe.
Documento adjunto:
Informe sobre la Sociedad Frances� de Psicoanalisis
I - lntroducciôn
III - Ensenanza
El anâlisis persona! sigue siendo el fundamento irremplazable de la formaciôn
analîtica. Su calidad y su profundizaciôn constituyen la mâxirna garantia del manteni
miento de una tradiciôn fecunda.
Sucede lo mismo en el caso de la experiencia de las curas controladas: los docentes
de la Sociedad aseguran controles colectivos e individuales.
Asî, en el periodo que se extiende desde. enero de 1957 _a diciembre de 1958:
- 28 alumnos fueron admitidos para iniciar anâlisis didâcticos (20 médicos, 8
no médicos).
� 22 fueron rechazados o se les aconsej6 un anâlisis terapéutico previo (7 médi
cos, 15 no médicos).
- 15 alumnos fueron autorizados a realizar tratamientos controlados ( 13 médi
cos, 2 no médicos).
La ensefianza complementaria, dispensada en gran parte en el marco de la "clini
ca de enfennedades mentales y del encéfalo" (profesor Jean Delay) se compone de
(ver Anexo no 3):
B - Seminarios:
Sra. F. Dolto : Psicoanalisis de niflos.
Sr. G. Favez: Técnica psicoanalîtica.
Sr. J. Lacan: Clinica psicoanalîtica: presentaciôn de casos.
·sr. D. Lagache: Investigaciones sobre los co nceptos fundarnentales del psico
analisis.
- Sres. W. Granoff, S. Leclaire, F. Perrier: Pro blemas prâcticos de la psicopa
tologîa analîtica.
D - Grupos de estudios:
Son la expresiôn colectiva de la investigaciôn y la practica co ti4ianas. Existen 3
grupos de estudios:
a) Psicoanalisis de nifi os;
b) Psicoanalisis y psicoterapia de grupo;
c) Psicoanalisis y psicoterapia de las psicosis.
IV - Actividades cientificas
l
• Barcelona 1958 (L�can, Pankow)
Co ngreso Intemacional de Psicologîa, Montreal 19 54 (Lagache)
Jomadas Intemacionales de Psicoanalisis (curso de perfeccio namiento orga
nizado por R. de Saussure)
• Lausana. 1954 (Favez-Boutonier)
• Lausana 1958 (Lagache)
118 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
28 de julio de 1959
COPENHAGUE - XXIO CONGRESO INTERNACIONAL
EXTRACTO DE LA SESION ADMINISTRATIVÀ
PRESIDENTE: Dr. W.H. GILLESPIE
. Hace dos o tres semanas recibimos una solicitud de afiliaci6n de la Sociedad Fran
cesa de Psicoanâlisis, firmada por el Dr. Lagache, su vicepresidente. Ante eso, aunque
esta solicitud esté acompafiada de amplios informes, el Ejecutivo Central concluy6
que era imposible en tan poco tiempo y en ausencia de ciertas-infonnaciones esencia
les, llegar a una decisiôn equitativa sin un examen mâs profundo. El Ejecutivo Central
decidiô recomendar al Congreso la formaciôn de un pequefio comité que tendra como
tarea investigar sobre el terreno e informar sobre los resultados de su investigaciôn al
Ejecutivo Central. Si el informe de este comité, que aûn no fue designado, se pronun
cia favorablemente, sin reservas e inequivocamente, el Ejecutivo Central podra luego
disponer que se acuerde un reconocimiento provisorio antes del pr6ximo Congreso.
Si no, el asunto debera diferirse hasta nuestro pr6ximo Congreso, al que de todas
: ..
120 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
2 de agosto de 1961
EDIMBURGO - xxno CONGRESO INTERNACIONAL
EXTRACTO DE LA SESION ADMINISTRATIVA
PRESIDENTE: Dr. W.H. GILLESPIE
1
6) Habrâ que ajustarse a la opiniôn del Secretariado y abstenerse por el moniento
de organizar grupos de estudios provinciales complementarios.
- Este resumen hace conocer la naturaleza de las especificaciones recomendadas por
el Comité de Investigaciôn, admitidas por el Secretariado y aceptadas por los represen
tantes de la Sociedad Francesa. Puesto que se retir6 la solicitud de admisi6n a la
categoria de Sociedad constituy_ente, no hay por qué votar en la sesi6n administrativa
i sobre este tema. Sin .embargo, el representante oficial de la Socied�d de Paris pidiô
hacer una declaraciôn. Se cede entonces la palabra al Dr. Lebovici.
1
l que fâcilmente podria producirse en otro pais. Se trata de las consecuencias que
pueden desprenderse del hecho de que uno o varios miembros, descontentos con su
sociedad, renuncien para formar un nuevo grupo. Su organizaciôn inevitablemente
·I
hace correr el riesgo de que se desarrollen elementos indeseables que podrian poner en
peligro el parvenir del movimiento psicoanalîtico intemacional.
A pesar de estos riesgos, la Sociedad Psicoanalitica de Paris desea dirigir su agrade
cimiento al Comité que asumirâ la responsabilidad del nuevo Grupo de Estudios.
Después de haberlo considerado cuidadosamente y haberlo discutido en privado, es de
la opini6n de que el control propuesto tenderâ a estimular los buenos elementos en la
Sociedad Francesa de Psicoanâlisis y eliminar en lo posible a los elementos indeseables.
Por ultimo, la Sociedad de Paris desea hacer conocer que esta dispuesta a ayudar al
Comité de Control en su dificil tarea, si éste lo desea.
122 TRES MOMENTOS EN LA VIDA l:>E JACQUES LACAN
S. Lebovici
Vicepresidente de la Sociedad Psicoanalitica de Paris
y �epresentante oficial
. de la Sociedad Psicoanalitica de Paris
en la sesi6n administrativa del 2 de agosto de 1961
2 de agosto de 1961
LAS RECOMENDACIONES DE EDIMBURGO
1
bienales sobre los progresos de los estudiantes y la confirmaci6n de su aptitud:
informe del analista sobre cada uno de sus alumnos en didâctico;
- informe del control sobre los estudiantes controlados;
- informe de los practicantes sobre sus casos.
Convendrâ:
I 0) Que todas las entrevistas con los candidatos, cuando se refieren a la selecci6n
inicial o a las visitas de control, se consignen en informes destinados a la Comisiôn de
Estudios. Con vendra instituir a este efecto un sistema de legajos confidenciales.
11) Que hasta nueva orden la ensefianza del psicoanâlisis de niflos se considere
inexistente, hasta que un programa totalmente renovado y completado se elabore y
someta a la aprobaciôn de la Internacional, que ofrece su ayuda respecto de este
punto.
12) Que se mantenga la actual medida de mantener apartados del programa de
formaci6n a los doctores Besnard y Laforgue. En loque concieme a los alumnos del
doctor Besnard, emprenderân una fonnaci6n analitica regular o no seran adrnitidos
como estudiantes de la Sociedad.
13) a. Que los doctores Dolto y Lacan se distancien progresivamente del progra
ma de formaci6n y que . no se les remitan nuevos casos de anâlisis didâctico o de
control.
b. Que toda modificaciôn en la situaci6n de los candidatos de los doctores Dolto
y Lacan, actualmente en anüisis o en control, se discuta con el Comité Consultivo
antes de cualquier iniciativa al respecto.
c. Que sus analisis y sus controles en curso se desenvuelvan conforme a todas las
otras recomendaciones precedentes.
14) Que en los proximos cuatro aiios el Comité Consultivo reciba infonnaciones
con motivo de Jas _.pr.omoclones-eoncemientes a los miembros asociados, practicantes
124 TRES MQMENT()S EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
y candid atos al analisis didâctico o a las adiciones al fichero (en su estado de junio de
. 1961).
1 S) Que la Comisi6n de Estudios constantemente mantenga contacto con todos
los estudiantes y particulannente con los mas j6venes de ellos.
16) Que se elabore una soluci6n para mejorar la elecci6n de los pacientes de con
trot propuestos a los estudiantes, al menos para su primer caso (paciente no psic6tico).
17) Dar alta prioridad en los proyectos a la adquisiciôn de un local.
18) Que se respeten las decisiones del Secretariado en cuanto a no alentar el de$8-
rrollo de nuevos grupos del interior en el actual periodo. En efecto, segun nuestra opi
. niôn, los analistas didactas de la Sociedad -soportan una carga suficiente por el
momento. Esto sera asî a menos que sobrevenga una coyuntura favorable, a saber:
que un miembro titular deje Paris para instalarse en provinci�.
19) Que se tomen medidas inmediatamente para q ue, si los actuales grupos
provinciales desean organizarse como S ociedad, no se presenten como sociedad psico
analitica.
20) Que la Comisi6n de Estudios dèmuestre la mayor circunspecci6n cuando se
trate de dar una respuesta "favorable" a un candidato de nacionalidad extran
jera y �specialmente cuando ese candidato esté destinado, a su retomo a su pais
de origen; a ocupar una posiciôn aislada o de pionero. Que, de todas maneras,
sean respetadas las condiciones correspondientes a las nonnas de la Intemacio
nal, a saber: que se haya solicitado la opiniôn de la Sociedad del pais de origen
antes de dar una respuesta Hfavorable".
II
De las Recomendaciones de &timburgo
a la Directiva de Estocolmo
Agosto de 1961 - Agosto de 1963
Referencias
Todos los documentos aqui reproducidos son informes o circulares mimeogra
fiadas de la SFP, exceptuada la Discusiôn de la Asamblea del 2 de julio de 1963 y
la Mociôn llamad� de los "mocionarios" (textos dactilografiados comunicados por S.
Lee/aire). Los extractos del XXI//O Congreso intemacional figuran en el /JP. Vol. 45,
partes 2-3, abril-julio de 1964, pâg. 468.
LA EXCOMUNION 127
28 de septiembre de 1961
CARTA DE JULIETTE FAVEZ-BOUTONIER AL PRESIDENTE DE LA IPA
Sra. Favez-Boutonier
Presidente de la Sociedad Francesa de Psicoanâlisis
al
Dr. M. Gitelson
President, International Psycho-analytical AssoèiatiQn
Sra. J. Favez-Boutonier
. .1/LÂ
. 128 TRES MOME�TOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
2 de mayo de 1962
INFORME DEL SECRETARIADO DE LA SFP
Este informe tiene la finalidad de infonnar a los miembros de la Sociedad sobre las
cuestiones que actualmente se plantean. Aunque se trate de problemas que son, desde
el origen, los de nuestro Grupo, en la presente coyuntura adquieren vinculaci6n con
nuestro nuevo status de Grupo de estudios afiliado a la Asociaci6n Psicoanalitica
lnternacional (IPA).
Esta exposiciôn comprende tres partes. La primera intenta recordar las razones
que condujeron al Secretariado a formular una solicitud de afiliaciôn de la Sociedad a
la IPA. · La segunda da cuenta de la negociaci6n efectuada con la 1PA y de sus resulta
dos. La tercera examina las consecuencias de nuestro nuevo status y analiza el conjun
to de la situaci6n.
Primera parte
I - Evocaciôn de algunos puntos hist6ricos
1
j
Ya en este nivel se comprueba la complejidad de los problemas del didactico que
convendria someter al debate, abierto en este caso a un pûblico no preparado. La
iniciaci6n analîtica con el resorte esencial de la experiencia de la cura pe.rsonal, obliga
a todos los que asumen responsabilidades didâcticas, al manejo de una reserva inicial
a partir de la cual puede comenzar la aventura del diâlogo.
5. En 1959, parece entonces justificado y oportuno renovar sin mas demora una
solicitud de aÎlliaciôn a la 1PA.
Esta vez ya no solo se apunta al principio del reconocimiento sino que por su
valor, sus consecuencias y su provecho cientifico, se persigue la inserciôn del grupo en
el lugar eminente que puede pretender en el medio analîtico intemacional.
130 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Segunda parte
La negociaciôn
Considerar que continûa la negociaciôn entre la Sociedad Francesa, por una parte,
y la Asociaciôn Internacional, por la otra, es �na vision simplista que no corresponde
a la realidad de la situaciôn. En efecto:
1. En el·mismo seno de la Sociedad Francesa existen, de hecho:
quienes no ven el interés de la gestion;
- quienes se oponen en forma mâs o men os explfcita;
- quienes, por diversos motivos, son partidarios de ella.
En realidad, una vez entablada la negociacion (tal como se dijo antes), el conjun
to del Secretariado se encuenfra comprometido en una gestion que desde entonces
trata de llevar tan lejos como sea posible en la linea de nuestro proyecto.
2. En la IPA, conviene distinguir:
a) La Comisiôn de investigaciôn
Evalua la importancia y la forma de las oposiciones que encontrarâ nuestra solici
tud. Su objetivo es recoger una informacion completa y circunstanciada y luego
presentar su informe al Secretariado del Ejecutivo.
En el curso de la negociaciôn, la vivacidad de las resistencias manifestadas conduce
a los investigadores a ubicarse como defensores de su informe.
b) El Ejecutivo Central
Constituye el organismo director de la IPA, y estâ dividido en tres tendencias:
- quienes consideran con interés a nuestro grupo: leyeron el informe presentado
por la Comision de Investigaciôn y estân convencidos de que nuestra Sociedad no
deberia permanecer fuera del movimiento analidco internacional;
- quienes desean la disolucion de nuestro grupo; con ellos no parece posible
ningûn diâlogo;
quienes no conceden importancia a la verdadera naturaleza de nuestra solici
tud.
Tercera parte
Las consecuencias de nuestro nuevo status
y el anâlisis de .la situaciôn
En el piano de la vida interna de la Sociedad, era inevitable que el reanudamiento
de relaciones y vînculos con la IPA volviera a actualizar conflictos no liquidados.
En realidad las gestiones sôlo habîan sida posibles a partir de la convicciôn (o del
postulado) de que la madurez dèl grupo pennitirîa evitar la compulsion a la repeticiôn
en el momento de la reactivaciôn de· Ios problemas.
Habiendo Uegado el tiempo en que, tras una fase de latencia, pueden surgir en el
grupo reacciones secundarias, parece oportuno preguntarse:
I. En qué es soportable la situaciôn que se nos plantea y en qué nivel de inter-
pretaciôn.
II. De qué manera se entiende y se soporta.
III. Las perspectivas que se abren desde entonces.
1. De las HRecomendaciones"
a) La mayoria de los articulos concierne a las nonnas de fonnaci6n intemacio
nalmente admitidas. En este sentido, no crean ninguna dificultad fundamental en nin
guno de nosotros. Si se intenta la comparaci6n con la situaci6n analîtica interpersonal,
-se puede decir que esta� nonnas delinean coordenadas analogas a las reglas que· utiliza
cualquier analista para delimitar el campo de la experiencia que debe conducir, y par
LA EXCOMUNION 135
esto, para dar sentido y localizaci6n topol6gica a las variables individuales significati
vas.
b) El espfritu o la letra de algunos articulos dan testimonio, por el contrario, de
una toma de posici6n autoritaria, cuyas fuentes de inspiraci6n conocemos. Y conviene
examinar todos sus aspectos y todas sus consecuencias posibles.
1. Desde 1953.
Posiciones doctrinarias, estilos, modos de experiencia se confrontan constante
mente en nuestros debates cientificos. Es bueno que asi sea.
Las dificultades surgen, en la SFP como en toda sociedad freudiana, cuando se
enfrentan las concepciones o no se articulan suficientemente en la etapa mas impor
tante: la que se vincula con el analisis didactico y la ensefianza, es decir con todo lo
que funda, determina, influye y marca la practica de cada analista.
Estas dificultades existian anterior e independientemente de toda if}tervenci6n de
la IPA. Se trata de saber en qué se transformaron después.
La intrusion de juicios abruptos o tendenciosos de un tercero en un debate tan
delicado y en un problema tan patente, solo puede inspirar, en efecto, la mayor inquie
tud en cuanto a sus consecuencias.
2. Después de Edimburgo.
Sefial:ibamos que no se desencaden6 ninguna reacci6n particularmente intensa o
peculiar por las informaciones difundidas desde el otofio ultimo y por las resefias de
mandato que· ocuparon la Asamblea de fin de afio.
Podemos preguntamos si es "el tiempo para comprender" lq que explica la actual
expresi6n de inquietud por parte de algunos.
Podemos preguntarnos también en qué medida no es la propia libertad de pala
bra y de comentario de algunos respecto del Grupo la que pudo desencadenar reaccio
nes paradôjicas en un auditorio sensibilizado a cualquier confidencia.
A la inversa, podemos preguntarnos si la discreciôn de los organismos responsables
y la reserva inherente a su posici6n no fue en si misma interpretada peyorativamente.
Al encontrar en el tercero IPA los rasgos de un supery6 persecutorio, lno tendiô
una fracci6n del Grupo a confundir Central Ejecutivo y Secretariado de la SFP, para
identificar censores y negociadores y desplazar la moci6n de desconfianza de unos a
otros?
Tenemos que desarrollar entonces ciertos puntos relativos a estos tres 6rdenes de
cuestiones.
"1) En lo que concierne al "tiempo para comprender", el presente texto confirma
su raz6n de ser. Debe colmar toda eventual laguna en las informaciones de cada uno.
b) En lo que concierne a la libertad de palabra, puede llegar entonces a evocar el
problema planteado a los didactas por los acontecimientos recientes.
LA EXCOMUNION 137
Cuando se seiiala pûblicarnènte a uno de ellos, dado que es consciente de las res
ponsabilidades y las soledades de su funcion, entre la· autocritica, la justificacion pro
domo y las sobrecompensaciones reactivas, solo puede callarse. De esta forma, se
respeta a si mismo y a la funciôn que tal vez no se respeta en él, y a la posiciôn que
debe tener respecte de �quelles a quienes analiza y cuya transferencia debe seguir sien-
do analizable.
Tarnbién es preciso que no se le baga imposible el silencio y, en este piano, detrac
tores y partidarios, exaltândose, pueden tener la misma funciôn perturbadora.
c) En lo que concieme a la discreciôn de los organismes responsables -Secreta
riado y Comisiôn de Estudios- sôlo podrian confirmar su tradicion y recordar su nece
sidad. Y en un perîodo en el que las intervenciones externas crean interferencias eno
josas en el despliegue _del tra�ajo analitico del Grupo, nadie deberia asombrarse de que
los responsables intenten, a través de su reserva, restaurar el clima de serenidad nece
sario para la objetividad de todo debate cientîfico.
Pues, en definitiva, sôlo.n.ebe tratarse ile problemas de este orden. Y si algunos de
nuestros vecinos o de nuestros interlocutores lejanos no se mostrasen capaces de
mantener una posiciôn estrictamente analitica, sumarnos a ellos en su terreno serià
hacer el juego a sus flaquezas.
Corno conclusiôn, en cualquier nivel que se planteen los problemas o los litigios,
conviene abordarlos y buscar su solucion en el marco de una ôptica puramente anali
tica.
Esto solo puede hacerse en la medid·a en que cada analista, sea cual fuere el esta
dio de su curriculum, no ponga en duda las intenciones de los miembros de los organis
mos responsables de no pensar ni responder solamente como analistas a las cuestiones
planteadas; y también en la medida en que cada uno someta sus intuiciones o reaccio
nes subjetivas a la disciplina del autoanâlisis.
Esta fôrmula, si nos mantenemos fieles a su verdadero senti do, no pue de sino pro
mover el progreso analitico y situar a nuestra Sociedad en el lugar del que es digna.
31 de julio de 1962
CARTA DE S. LECLAIRE Y W. GRANOFF AL PRESIDENTE DE LA IPA
Estimado Sefior:
·Însistentes rumores que nos llegan en visperas de vacaciones nos hacen pensar que,
para -1gunos, se trataria de volver a cuestionar las propias bases del status acordado a la
Sociedad F rancesa de Psicoanalisis en el Congreso de Edimburgo.
Pènsamos que, en el fondo, éstos son los remolinos inevitables en la evoluciôn de
una situaciôn dificil, y a través de esta carta sôlo queremos seiialar nuestro deseo de
que ·no ocurra nada capaz de alterar el sentido de nuestra empresa.
Nuestro objetivo de reintegrar el "hecho'� de nuestro Grupo en el movimiento
analitico internacional sôlo es realizable si podemos proseguir nuestro trabajo en este
climà de confianza reciproca, de simpatîa, de bûsqueda sincera que siempre encontra
mos tanto junto a ustedes como junto al Comité .Consultivo, y sobre todo si dispone
mos del tiempo necesario para cumplir efectivamente (y no solo "formalmente") las
refo·rmas necesarias.
:Nuestra preocupaciôn por mantener la unidad del Grupo y su estilo, nuestro respe
to fundamental por la personalidad de cada uno, son ante todo realistas y no se
oponen en nada a nuestra decisiôn de respetar paralelamente las "Recomendaciones"
que; nos fueron hechas; creemos que esta preocupaciôn y este respeto son, al contrario,
las t1nicas razones verdaderas de nuestra firmeza.
. èrea usted, estimado seflor, en nuestros afectuosos y sinceros sentimientos.
21 de enero de 1963
MOCION DEL_SECRETARIADO DE LA SFP
El Secretari.ado afinna que por ninguna taz6n de orden politico podria pretenderse
la puesta en posiciôn de exclusion de uno de los miembros fundadores de la Sociedad.
LA EXCOMUNION 139
1 o de febrero de 1963
CARTA DE SERGE LECLAIRE A LA Sra. PAULA HEIMANN
Doctora Paula Heimann
Preside�te del Comité Asesor
Estimada doctora Heimann:
Nuestras recientes conversaciones con vuestro Comité nos llevaron a examinar con
mayor precîsi6n Un cierto nûmero de puntos problemâticos (entre ellos, por ejemplo:
transfer-encia, -eontratransferenciar-3/ su incidencia en la estructura de una sociedad ana
litica).
Los organismos responsables de nuestra Sociedad decidieron entonces someter
esas cuestiones, asî como todas las observaciones y criticas que pudieron ser formula
das por los miembros- de vuestro Comité, a un anâlisis y un examen muy profundos.
Por el momento, no'podemos prejuzgar sobre los resultados de este cuestiona
miento, pero tenemos que informar desde ahora sobre este estado de cosas insistien
do en el hecho de que tal trabajo s6lo podria adquirir sentido después de cierto tiempo
de concluido. La mantendremos regularmente al corriente de la evoluci6n de esta
investigaci6n critica.
Por lo demâs, es evidente que esta nueva tarea no alterarâ en absoluto las modali
dades anteriores que regîan las relaciones de nuestros organismos responsables con
vuestro Comité. Muy por el contrario, tenemos · que confirmarle las propuestas que
habiamos hecho verbalmente en el curso de la reuni6n del 6 de enero y que tendian
a reforzar la calidad y la eficacia de nuestra colaboraci6n.
Esperamos que vuestro Comité sepa comprender que las cuestiones problemâti
cas s6lo pueden recibir una respuesta vâlida en el interior de nuestra Sociedad, y que
sabrâ, al mismo tiempo, hacerse intérprete de nuestra preocupaci6n ante el Ejecutivo
Central.
Le ruego acepte, estimada Dra. Heimann, mis respetos.
S. Leclaire
19 de mayo de 1963
EL INFORME TURQUET
vos de la SFP sobre el tenor del informe que seria remitido por el Comité Asesor al
Ejecutivo Central, en ocasiôn del Congreso de Estocolmo.
El Dr. Turquet improvisô entonces la traducci6n de este largo documento, redac
tado en inglés, en una versiôn oral que sin duda no pretendia revelar de modo total un
documento escrito -que no se nos hizo conocer directamente-.
El texto que sigue, por reproducir con la mayor fidelidad posible lo que se escu
chô entonces, y que fue anotado en el momento por uno de los oyentes, solo puede
tener el prop6sito de difundir una informaci6n reservada hasta entonces a un grupo
restringido. Dado que se tomaron otras notas en la noche del 19 de mayo, quien asume
aqui la responsabilidad de esta transmisiôn forzosamente imperfecta e incompleta,
agradecera a los colegas presentes en dicha reuniôn que rectifiquen eventuales inexac
titudes o aporten complementos.
Lo que sigue ahora cede la palabra al Comité Asesor, respetando el estilo de tra
ducciôn, las f6nnulas y expresiones mismas que se nos hizo escuchar.
F. Perrier
Consideraciones generales
Es dificil saber lo que ocurre en la SFP. Lo que domina, a los ojos del Comité
Asesor, es el problema Lacan. Es un problema que incluso desborda los asuntos inter
nos de la SFP para integraise en la cuestiôn del desarrollo del psicoanalisis en Francia.
- El hecho de que Lacan sea inaceptable para la IPA no parece haber sido cabal
mente captado por el Secretariado de la SFP.Conviene saber que debe ser excluido
de toda actividad concerniente a la enseflanza (training), y esto, para siempre.
- El problema también concierne a sus alumnos.Tiene un gran m1mero. La Socie
dad esta identificada con él -de alli el problema de la relaciôn de fuerzas-. El parve
nir dependera de las fuerzas que habrân de manifestarse.
- Secretariado y Comisiôn de Estudios carecen de pericia y de firmeza. Estos
organismos estân replegados sobre si mismos en su trabajo. Serîa preciso un contacto
con la manera en que las cosas son manejadas en las Sociedades IPA, en tales circuns
tancias.
- Las ideas de Lacan deberân ser sometidas a prueba. Para la SFP, él sirve de sar
gento reclutador.
- En el seno de la Sociedad hay un deseo de excluirlo sin excluirlo. El Comité
esta en contra de tal actitud. Se puede hablar de manera tentativa de eludir los requi
rements.
- Es preciso un cambio de actitud moral para pasar, de una sociedad tipo grupo
de estudios e investigaciones, al estilo y al funcionamiento de una sociedad afiliada a la
IP A, destinada a formar analistas.
- La "troika" (Granoff, Leclaire, Perrier) trabajô por una politica de reconoci
miento. Pero tienen debilidades -son jôvenes-, buscan para Lacan un lugar honora
ble- maniobran para mantener la cohesiôn del grupo-. El Comité Asesor trabajô
para impedir la explosiôn.
- Gran trabajo y grandes progresos en cuanto a la organizaci6n administrativa.
Inclusive se puede hablar de celo...pero Z,qué oculta esto?...
LA EXCOMUNION 141
Desde el punto de vista histôrico, primero el grupo buscô sobrevivir, antes que
ocuparse del training. Dificultad para reclutar didactas.
El grupo duda de su situaciôn en el mundo psicoanalitico -conciencia del peligro
de permanecer aislado.
- Con respecto a lâ Sociedad Psicoanalitica de Parîs, algunos contactos en el nivel
de Ios jôvenes.Lacan es para ellos un elemento aglutinante.
Habria que superar las rivalidades, llegar a acuerdos, intercambiar s�pervisores,
abrir las bibliotecas y los cursos por ambas partes.
- Actitud hacia Freud: es estudiado rigurosamente, pero sobre todo sus primeros
trabajos ... estudio obsesivo... trabajo de clérigos medievales... (sin duda para
demostrar que se es freudiano: querella de legitimidad con la SPP).
- Hay que abrir las ventanas sobre el psicoanâlisis contemporâneo.
- Cuestiôn de la transferencia:
Un abismo entre la SFP y la IPA.
Los candidatos hablan de transferencia en forma totalmente diferente de lo que es
costumbre escuchar. Lo teôrico prima sobre lo vivido -no se habla del fantasma-.
La transferencia negativa es ignorada.
No se valora la importancia para la transferencia del numero de sesiones (3 o 4) y
su distribuciôn.
- La calidad de los alumnos debutantes es excelente pero arruinada. Tienen
tendencia a practicar el psicoanâlisis como se va a comprar un traje en una gran tienda.
Cuestiôn Lacan
_Lacan no se da cuenta de que su posiciôn pone en peligro a la SFP.El artîculo 13
no se aplic6. Los argumentos dados no tienen peso. Nada puede_ predecirse sobre la _
142 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
No pedir a Lac� ·que cese su seminario sino que no figure en el programa de en
sefianza.
Que la Comisi6n de Estudios vete la presencia de los alumnos en ese semina
rio.
- Lacan es y seguirâ siendo siempre inaceptable como didacta. Conviene perfec
cionar garantias para su exclusion permanente. Toda tentativa de darle una categoria
especial sera desanimada y provocara un prejuicio desfavorable.
- Lacan como didacta es una amenaza: es preciso salvar a sus candidatos y prever
un plan para transferirlos a otros didactas. Es preciso un plan para mantener su exclu
sion de la ensefianza después de un eventual reconocimiento de la SFP.
Que trabaje en paz y a su manera como simple miembro de la Sociedad.
Como conclusiôn
Junio de 1963
LISTA DE MIEMBROS DE LA SFP
·Mrembros titulares
Sr: D. Anzieu, Dra. J. Aubry, Sra. P. Aulagnier, Dr. A. Berge, Dra. F. Dolto, Dra.
J. Favez-Boutonier,· Sr. G. Pavez, Dr. R_. Gessain, Dr. W. Granoff, Dr. A. Besnard,
Dr. J. Lacan, Dr. D. Lagache; Dr. J.L. Lang, Dr. G. Laurin, Dr. S. Leclaire, Sr. G.
Mauco, �r. F. Ferrier, Dr. R. Pujol, Dra. B. Reverchon-Jouve, Sr. M. Safouan.
Miembros asociados
Co"esponsales
Practicantes
Sra. E. Veill Uvy-Valensi, Sra. A. Anzieu, Dr. G. Barbier, Dr. R. Bargues, Sra. R.
Bargues, Dr. R. Bascou, Sra. D. Becker, R.P. L. Bemaert, Sr. A. Bejarano, Dr. P.
Benoit, Sra. N. Berry-Bertrand, Dr. D. Bonnet, Dr. F. Brisson, Sr. C. Brodeur, Srta.
Dra. H. Brunel, Dra. F. Caille-Winter, Dra. D. Chauvelot, Sra. L. Couty, Dr. A. Des
tombes, Dra. C. Destombes, Sra. S. Dongier, Dr. R. Dorey, Dr. R. Doron, Sra. P.
Dubuisson,, Dr. D.J. Duché, Dr. Cl. Dumézil, Dra. J. Dupont, Dr. P. Duquenne, Dr.
R. Durand de �ousingen, Sr. G. Durandin, Dra. S. Faladé, Dr. R. Gelly, Dra. H. Gold,
Dr. Ph. Gravel, Sra. Ch. Guillemet, Sra. E.R. Hawelka, Dra. N. Hesse-Smagghe, Sra.
U. Buber, Dr. R. lngels, -Dr. L. Israël, Srta. P. Jaeger, Dr. A. Kamouh, Sra. Kamouh,
Sra. D. Lambert-Wonnser, Dr. R. Lefort, Srta. A. Lehmann, Sr. P. Mathieu, Dr. Ch.
144 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Invitados
Dr. A. Abdoucheli, Sr. V. Ackennann, Sr. J. Ardoino, Dr. J. Ayme, Dr. R. Bailly,
Sr. B.· Barreau, Dr. J. Bergeret, Srta. F. Bocquet, Dr. P. Bour, Dr. M. Braesco, Dr. J.
Callier, Dr. Clément, DI'. J. Colrnin, Dr. C. Conté, Sr. X. Continaud, Dr. Coulon, Dr.
Crémieux, Dra. M. David, Sra. D. Desmedt, Dr. D. Doutriaux, Dr. M. Ducrochet, Sr.
B. Burey, Srta. Erichson, Dr. Foissin,Dra. M. Geber, Dr. J. Guilhot, Dr. C. Jeangirard,
Sr. P. Kaufman, Dr. R. Lanter, Dr. C. Launay,Dr. P. Lemoine, Dra. F. Leski-Oppenot,
Srta. Uvy, Sr. I. Marchand,Dr. P. Marcovitch, Dr. J.Y. Martin, Dra. H. Michel-Lauriat,
Sr. abate Oraison, Dr. J. Oury, Sra.. E. Poyart, Sr. P. Ricoeur, Dra. L. Richet, Dr.
\. Ryvlin, Sra. Rouy, Sra. Salomon-Bayet, Sra. A. Schutzenberger, Sra. Stern, Sra.
This, Dr. Verdeaux, abate Vergote, Dra. N. Wimphen, Dr. C. Wintrebert, Dr. Zeifman.
2 de julio de 1963
ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
tiempo, nunca habian asistido los candidatos, sobre todo desde que se plantean
problemas de relaci6n con la Asociaci6n Internacional se dio un cierto numero de
informaciones a los miembros titulares y asociados con las que no cuentan los practi
cantes que estân hoy en esta reuni6n.
Sin embargo no haré la resefia de los hechos, pues eso me llevarfa demasiado lejos
en la exposici6n que quiero hacerles para iniciar la discusi6n.
A decir verdad, pienso que hay cierta paradoja al hablar de sociedad de analistas
o de sociedad de anâlisis.
Frecuentemente me interrogué sobre qué podfa ser una sociedad tal, y me inte
rrogaba preguntândome si deberfa ser un sindicato, una asociaci6n de defensa profe
sional o bien un tipo de asociaci6n, circulo de ex, de ex de ·cualquier cosa, o como se
dice en nuestro titulo un grupo de investigaciones -sorprendiéndome completamente
cada vez, pues un grupo de investigaciones es generalmente un grupo bastante restrin
gido, compuesto por personas que se eligen entre ellos y que trabajan entre ellos-.
lSe trata de una escuela? Pues sucede que las sociedades de anâlisis· también tienen
una funciôn de formaci6n.
En sintesis, surgen muchas preguntas a las cuales, por el momento, no respondo.
Lo que puedo decirles es que me parece que son habituales en el mundo. Las
sociedades de anâlisis que tienen que hacer frente a todas esas exigencias que lés dije
(a saber: ser un sindicato, una asociaci6n profesional, una escuela, un grupo de inves
tigaciones, un circulo de ex) estân muy divididas y tienen grandes dificultades para
organizarse, aunque lo que se ve con mayor frecuencia en las sociedades de anâlisis es,
por un lado, personas que se consagran a la administraciôn de la Sociedad,-por-supues
to siendo simultâneamente analistas pero, en fin, un poquito relegados al nivel de ex
analistas, quienes por el mismo hecho de sus tareas de administraci6n apenas tienen
tiempo para ocuparse de trabajos de investigaci6n, y como suele decirse apenas tienen
tiempo para ocuparse de trabajos de anâlisis -son los administradores, los preceptores,
los que pasan lista, los que envfan ias convocatorias, en fin, quienes hacen todo el
trabajo molesto, pero en definitiva eso los divierte y al fin de cuentas estâ bien, porque
el anâlisis dej6 de interesarles;
- y luego, por otro lado, ustedes encuentran en esas sociedades a los analistas que
trabajan, que se dicen que después de todo esos problemas de administraci6n son
propios de la politica, eso no nos interesa, lo que nosotros queremos es trabajar y tra
bajar juntos, y esto con o sin la Sociedad, poco importa; forman parte de la Sociedad,
de tanto en tanto presentan alli comunicaciones, pero de lo que se llama propiamente
administraci6n, funcionamiento de la Sociedad, no se ocupan.
l También nosotros vamos a evolucionar hacia ese estado? Lo ignoro por com
pleto.
Siempre pienso que quizâ hay una ventaja, y ésta es una de las cosas mas impor
tantes que distinguen a nuestro grupo: saber que esta situaci6n existe, sabe� que esta
situaci6n nos amenaza.
Pero dejando de lado las suposiciones, l,qué idea podemos hacemos de una
Sociedad? Mâs exactamentè, de nuestra Sociedad. Es muy peligroso.
Si me refiero a los estatutos y a la costumbre, los fines de nuestra Sociedad, como
de toda sociedad pero sobre todo de la nuestra, son simultâneamente dispensar una
°
146 TRES MOMENTOS EN LA Vl DA DE JACQUES LACAN
solo se sabe cual es su etiqueta, se conoce su imagen, su reputaci6n y haga lo que haga,
diga lo que diga, intente hacer lo que intente hacer, inexorablemente permanece
pegado a esa etiqueta. Mientras que -pinto un cuadro quiza un poco caricaturesco,
pero en fin... -, mientras que concretamente podrîa decirse que Ios centros de
ensefianza que actualmente tenemos en la sociedad son extremadainente diversos.
No voy a recordarles aca las paginas que constituyen el programa de ensefianza ·
que ustedes reciben al comienzo de cada afio -recordar el seminario de Lacan, recor
d�r el seminario y el curso de Lagache, recordar el seminario sobre dibujo de la Sra.
Dolto, el curso de técnica de M. Favez, recordar sobre todo las cosas mas nuevas, a
saber el curso de propedéutica que se desenvuelve actualmente bajo la direcci6n de
Perrier con la colaboraciôn de un gran m1mero de titulares, asociados y practicantes
cada 15 dias, en la avenida del Observatoire-, el curso de Jean Laplanche en la Sorbo
na y su grupo de estudios sobre las psicosis, agui, en Ste. Anne; el grupo de trabajo que
se reûne una vez por mes en la calle Prony, en fin, los diferentes grupos que trabajan
alrededor o en el marco de ciertos __servicios hospitalarios, como el importantisimo
grupo de la Salpétrière, y el no menos -importante grupo formado en torno a la Sra.
Aubry en el Enfants-Malades.
Tenemos también servicios que, si no prâcticamente, al menos teôricarnente esta
rian a disposiciôn de aquellos alumnos que quisiesen trabajar en los servicios hospita
Iarios; quiero recordar los servicios de Schweich y recientemente el servicio de Nan
terre; en fin, consultorios que funcionan mientras tanto; en primer lugar la consulta
de la Sra. Dolto en Trousseau, cuya reputaci6n no tengo necesidad de recordar; la
comentada consulta de Lacan, en Sainte-Anne; la de Perrier y devez en cuando la mia.
Desafortunadamente, entre estas alternativas de trabajo me parece que hay poca
comunicaciôn; por ejemplo tengo la impresiôn de que es escasa entre el grupo del
Enfants-Malades y el de la Salpétrière.Me dirân que se trata de cosas muy diferentes y
que es completamente normal que cada uno se interese o participe verdaderamente en
el grupo que le interesa; es cierto, pero de alli a -ignorar o incluso desvalorizar Io que
ocurre en otra parte, hay un matiz diferencial.
En sintesis, esta pluralidad de centros de ensefianza, esta libertad de elecciôn y de
asistencia, desembocan en un caracter parcializado, tendencioso, cerrado, y si quieren,
para resumir las tendencias' tal como podemos verlas en el seno �e la Sociedad,
tenemos en el extremo, por ejemplo, a los defensores o los héroes de la imagen del
cuerpo y en el otro extremo a los pioneros del vocabulario de psicoanâlisis. Por otra
parte, sé que uno de los pioneros del diccionario de psicoanâlisis simultaneamente es
un partidario, y uno de los mâs interesados, no solo en los problemas de la imagen del
cuerpo sino inclusive en todo lo que se hace en la Sociedad. Es decir que este caracter
de orientaciôn parcializada, cerrada, no es en absoluto ineluctable, muy por el contra
rio.
A esto se agrega !a dispersiôn geografica, los grupos de provincia y su tendencia
natural a organizarse entre si.
Ha agui toda una serie de inconvenientes que son los propios corolarios de nuestro
estilo y de la elecciôn que hicimos para orientar a nuestra Sociedad.
A decir verdad, pienso que conviene respetar y a la vez desarrollar todo esto.
1'ambién conviene prevenir los inconvenientes que traté de hacerles entrever.
Tal es, segûn nos parece rnuy rapidamente esbozada, la situaciôn de la Sociedad en
sus problemas mâs inmediatos, los que son verdaderamente los problemas de todos los
dias y la vida de todos los dias.
148 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
todo lo que pudiera ser una condena a priori, de toda condena que pudiese fundarse
en un examen apresurado; pero pienso que no es menos necesario que todas esas posi
ciones se sitûen como no estando, de derecho, fuera de la critica; ninguna posfciôn de
ningûn didacta es, hablando con propiedad, intocable. Lo importante es saber c6mo se
plantea la cuestiôn, por quién y d6nde.
No solamente conviene negarse a toda condena a priori y apresurada; también
pienso que conviene cuidarse de todo lo que podrîa hacer de la posici6n del didacta
algo sagrado, algo intocable, es decir algo que no sea en absoluto accesible a la crîtica.
1,En gué condiciones debe producirse o· efectuarse esta crîtica? Evidentemente, en
el seno de un grupo completamente restringido, que por el momento es la Comisiôn
de Estudios. Por lo tanto, no les diré mâs al respecto, pues creo que sobre este punto,
tal vez, no es necesario que les dé mâs argumentos: comprenderan perfectamente que
una apertura a la crîtica de la posiciôn de didacta o de una acciôn de didacta no puede
hacerse fuera de un colegio limitado.
Entonces, l,Cuâl es sobre estos puntos de crîtica la doctrina de hecho de la Comi
siôn de Estudios, puesto-que poLelmomento es fa .Cemisiôn de Estudios la que esen
cialmente tiene que tratar el fundamento de estos problemas?
Los principios son relativamente simples. Corno acabo de decirles, la Comisiôn
de Estudios es el organismo que tiene que decidir sobre este problema en el seno de la
Sociedad; delegada por el Secretariado como responsable; es el organismo responsable
de los problemas de la fonnaciôn en todos los niveles, es decir desde la selecciôn hasta
la habilitaciôn del didacta.
En los ûltimos tiempos, la Comisiôn de Estudios comenz6 a trabajar en una nueva
forma al inaugurar un modo de trabajo que hasta el presente no existfa en las costum
bres de la Comisiôn de Estudios, es decir que se ha reunido una vez no para discutir
candidaturas o ciertos problemas particulares, sino justamente para discutir los funda
mentos de lo que recién les comentaba, a saber: el problema de la dimension didâctica.
Sôlo un principio, una regla, y ni siquiera por unanimidad, parecia desprenderse
por fm del seno de la Comisiôn de Estudios en esa reuniôn: en todos los casos en que
haya un problema de ese tipo nad� es posible hacer, ni te6rica, ni técnica, ni prâctica
mente, en cuanto a la posiciôn de un didacta, ya sea para habilitarlo, ya sea para discu
tir su técnica, si no es con su acuerdo.
Es el ûnico principio que puedo mencionarles, que no es exactamente un princi
pio reconocido unânimemente, pero sin embargo es un principio del que nadie pudo
apartarse y hasta que se demuestre lo contrario lo considero como un principio necesa
rio para el funcionamiento sano de una Comisiôn de Estudios.
Creo habar despejado lo mâs precisamente posible ante una asamblea tan grande,
el nudo del problema.
Me quedan ahora por examinar algunos puntos que, en suma, son los mâs actuales,
los que parecen mâs urgentes, los mâs problemâticos, los que nos fascinan a la mayoria
de nosotros, a saber: nuestras relaciones con el Comité delegado por la Asociaci6n
Internacional de Psicoanâlisis.
Tampoco haré la resefia de los hechos, dejando a la discusiôn y a la improvisaciôn
de la discusiôn la tarea de esclarecer a quienes no estuviesen suficientemente informa- ..
dos. Simplem�nte recordaré algunos puntQs. En realidad, este Comité, nuestros interlo-_
cutores, llegô hasta nosotros por solicitud nuestra, pues somas nosotros, la Sociedad,
quienes hicimos una solicitud ante la IPA. La IPA la examin6, con sus debilidàdes, con
sus fuerzas, con sus cegueras. La respondiô a su manera: la respondiô politicamente, la
150 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
respondiô en el fondo, la respondiô con astuc�, con picardîa, la respondiô de mala fe,
de buena fe, todo lo que ustedes quieran, pero respondiô a una solicitud nuestra.
Delegô un Comité de Investiga�iôn en primer lugar, que luego se convirtiô en el Comité
Asesor.
Actualmente nuestras relaciones con este Comité Asesor se situan en el nivel de un
intercambio lo mâs completo posible, y de una informaciôn lo mâs completa posible,
pero este Comité Ase·sor tiene actualmente una funci6n que es la de rendir cuenta,
seg(in su propia ôptica, de la situaci6n de la Sociedad, de preparar un informe que
someterâ al Ejecutivo, es decir al organismo respoQsable de la Asociaciôn Intema
cional.
No me detendré en todo lo què ha podido decirse sobre las personas que compo-
nen este comité, sobre la propia naturaleza de las personas que componen el Ejecutivo
de· la IPA. Simplemente lo que digo y pienso de esto es que no todos son horrorosos,
ignorantes, gente sin ninguna fonnaciôn analitica y que no comprenden nada de nada.
En sus informes, en las respuestas que. nos dieron, en las preguntas que nos plantearon,
nos dieron un testimonio de lo que puede ser un analista media no irnplicado en nues
tros problemas, afectado por ciertos limites, por ciertos particularismos locales y
personales; pero no obstante lo hicieron con mucha honestidad y de todos modos eso
continua siendo un testimonio de analista. Es el que serâ sometido a la Asociaci6n
lnternacional.
En el curso de todas estas negociaciones, de todas estas entrevistas, de todas estas
· peripecias, el Comité de la Asociaciôn lnternacional formulé un cierto numero de exi-
gencias, de recomendaciones. Estas exigencias, estas recomendaciones, se reforzaron,
se modificaron, se desviaron, se atenuaron y luego volvieron a reforzarse en tal o cual
sentido. Hay toda una serie de puntos histôricos que no puedo desarrollarles en una
exposiciôn general. Sea como f uere, nos encontramos actualmente, en visperas de una
reuniôn del Ejecutivo que se producirâ en el curso del Congreso de Estocohno a fines
de este mes, ante exigencias, recomendaciones, o consejos imperativos que evidente
mente estân reforzados.
Que estas exigencias impliquen dimensiones de ex�lusi6n, no se le escapa a nadie;
que hayamos intentado negociar en torno a estas exigencias distinguiendo entre los
principios y su aplicaciôn particular, es lo que ya expusimos extensamente.
No digo que sea un obstâculo irreductible. Digo que es preciso tenerlo en cuenta.
Digo también que la .ûnica orientaciôn, al menos para mî, es tratar de remitirse siem
pre a lo que podria llamarse una posici6n analitica, evitando todo lo que podria
ser aplicaci6n formalista de una regla, hasta incluso uso de un poder, pues es cierto que ·
en todo momento hay algo de este orden en el poder que uno usa como analista con
respecta a su paciente; en todo momento este poder corre el riesgo de deslizarse hacia
posiciones, no de autoridad, sino de autoritarismo, como alguna vez lo hizo notar
Lagache.
Pero ustedes dirân: ;,en qué consiste esa famosa posiciôn analitica que parece ser
el criterio supremo? Esta es justamente una de las preguntas que tenemos que plan
tearnos, pero lo que puedo decir al respecto de entrada, y lo que creo poder plantear
de entrada, es que esta famosa posiciôn analitica siempre es una posiciôn interrogativa.
He aqui, muy rapidamente esbozada, la dimensiôn del problema del anâlisis, y mas
particularmente del amilisis _didâctico.
Parece ser un hecho que en nuestra Sociedad el problema didâctico es un proble
ma mâs agudo que en cualquier otra Sociedad; pero les diré afortunadamente, por las
LA EXCOMUNION 151
mismas razones que acabo de enunciar. Afortunadamente, porque quizâ tenemos algu
nas probabilidades y quizâ también grandes riesgos, pero tal vez algunas probabilida
des, si no de responderlo, al menos de aproximar la respuesta. Evidentemente, esta nos
hace carrer grandes riesgos; volveremos sobre el punto en seguida.
Concretamente (para no escamotearles Ios problemas tampoco en este caso),
les recordaré que la prâctica y el testimonio de Françoise Dolto, su eficacia terapéu
tica con gran numero de pacientes, absolutamente sorprendente, dominante en su prâc
tica, nos llevan forzosamente a plantearnos la cuesti6n -no digo resolverla sino plan
tearla-, la cuesti6n de, por ejemplo, la dimension terapéutica, la preocupaci6n tera
péutica, la eficacia terapéutica en la perspectiva de un amilisis didâctico.
La preocupaci6n por el rigor aliada a la libertad de conducta que propane Daniel
Lagache a sus alumnos, su preoéupaci6n por una conceptualizaci6n abierta, arm6nica,
audible, por asi decir, plantean, aunque no sea muy visible, la cuesti6n de la posibili
dad de acuerdo · de tal concepci6n del anâlisis con lo que justamente el amilisis tiene,
al menas para algunos de nosotros, de esencialmente irreductible. La experiencia anali
tica es irreductible; 4en qué _puede abrirse y coqciliarse con esta preocupaci6n por una
conceptualizaci6n amplia y acorde yo diria con la de otras disciplinas? Es un pro
blema.
La prâctica y la ensefianza de Lacan, por cuanto prâctica y ensefianza estan para él
întimamente ligadas, siendo tan problemâticas una coma otra, debo decirlo, también
nos plantean un problema, y si frecuentemente se presenta como el mâs agudo, si se
presenta de todos modos como el mâs visible, incluso para algunos como el mâs escan
daloso, no es el unico, segun acabo de recordârselos, pues de todas maneras y cualquie
ra sea la prâctica de un didacta, ella constituye un problema.
Sea como fuere, para resumir la situaciôn en que nos encontramos actualmente
ante cierto numero de exigencias reforzadas, al Secretariado le pareci6 que nos encon
trarîamos ante dos trampas, siendo la primera trampa la de la pura y simple sumisi6n
en la forma o plazo que sea; la sumisi6n por principio a las exigencias planteadas.
Digo sumisiôn como también puede ser aceptaci6n, pues .para algunos no es forzosa
mente una sumisi6n, es aceptaci6n, la cosa puede comprenderse de distinta manera; sea
como fuere, el Secretariado consider6 esto coma una de las trampas, a saber: la sumi
si6n o la aceptaci6n pura y simple, a corto o largo plazo.
La otra trampa le pareci6 al Secretariado que era la ruptura -la ruptura provenien
te de nuestra parte, la ruptura provocada de tal o cual manera, la ruptura por exceso
de intransigencia de nuestra parte, en fin la ruptura por toda una serie de maniobras
que no es dificil hacer, es decir, provocar un estallido para desembocar en la ruptura-.
Sumisi6n o ruptura que de todas maneras en si mismas no resuelven ninguno de
los problemas que intenté exponerles hace un rato. Son dos vias que al Secretariado le
parecieron trampas.
lntentamos escoger nuestra propia via, indudablemente con un poco de retraso,
aunque siempre baya sido la misma, fijada desde el principio. Nuestra propia vîa es
examinar, criticar, asumir nuestros problemas, tales como se los describi hace un rato,
tales coma intenté situarlos en su esencia. ·
Digo bien, examinarlos, criticarlos y asumirlos. Asumir, quiere decir extraer las
consecuencias de nuestro examen critico.
Tal vez no hayamos avanzado mucho en- esta via, pero estamos comprometidos
con èlla. Las dificultades de este camino son grandes; por eso también en este punto
tenemos siempre la tentaci6n de simplificar. Con el pretexto de examinar nuestras difi-
152 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Discusiôn
Durante esta discusiôn general, varias intervenciones fueron poco audibles para la
taquigrafa, particularmente las del Sr. Kamouh y las Sras. Aubry y Aulagnier, de alli
los puntos suspensivos en el desa"ollo del texto, o algunos e"ores de interpretaciôn,
por los que la taquîgrafa se excusa de antemano.
Me gustaria que en el intervalo, tal vez ahora, se distribuya el texto de la mociôn.
No porque vayamos· a votarla en seguida, sino para que tengan la posibilidad, en el
transcurso de la discusiôn, de consultar esta mociôn, e incluso de plantear preguntas
sobre esta mociôn que, como verân, es propuesta por el Secretariado, ya fue aprobada
por el Secretariado.
Mociôn
El Secretariado reafirma los principios de su acciôn, a saber:
1) Continuar la organizaciôn de la Sociedad con el fin de hacerla mas apta para
realizar las dos tareas deîmidas en el artîculo 1 de sus Estatutos ("situar correctamente
al psicoanalisis" y "formar psicoanalistas dignos de este nombre'').
2) Garantizar las verdaderas condiciones de una investigaciôn abierta, sometida
a la critica, respetando la personalidad de cada uno, pero también velar por que cada
uno respete las condiciones y consecuencias de esta investigaci6n crîtica.
3) Mantener y sostener la demanda de afiliaciôn a la Asociaci6n Psicoanalitica
LA EXCOMUNION 155
(Aparte entre los Sres. Lagache y Leclaire.) El Sr. Lagache acaba de decirme que
presenté su ·posiciôn de manera tendenciosa. Fue una exposici6n tendenciosa de su
posiciôn cuando, respecta de los-J>roblemas planteados por la prâctica de cada uno,
hablé del rigor y la libertad de estilo, la preocupaciôn por una conceptualizaciôn abier
ta, que me parecia que era la suya, interrogandome y diciendo que a prop6sito de esto
podia plantearse la cuestiôn de su compatibilidad con la irreductibilidad de la expe
riencia analîtica. Me observa, por otra parte, acerca de esto, muy justamente porque ya
me lo habia seflalado en privado, que yo no conozco muy bien su posiciôn analitica.
Es cierto. ·.. y yo mismo entro en el marco de esas personas preocupadas por los limi
tes de un circulo relativamente restringido. Es cierto. Lamento haber podido dar asî
la sensaci6n de presentar tendenciosamente, hasta incluso, si comprend{ bien, de mane
ra mal intencionada, la posici6n de un �nalista eminente y ademas, en definitiva, uno
de los fundadores de nuestra Sociedad, no lo olvidemos. Pero pienso que, del mismo
modo que él me lo dijo directamente, del mismo modo que yo lo comento, deberia
ser posible, si fuera necesario -sin embargo, Lagache me dice que no siente la necesi
dad ni la exigencia-, entablar aquî una discusiôn sobre el fondo del problema. Pero
creo que la discusiôn debe ser posible. Sea como fuere, subrayo que acepto totalmente
la objeciôn y la critica de Lagache, y que he sido tendencioso al exponer su posiciôn
-que evidentemente él conoce mejor que yo-. Me disculpa muy sinceramente ante éL
La discusiôn continûa abierta.
Sr. Lagache (tras un silencio bastante prolongado en la asamblea): Tomaré la
palabra en nombre de todos. Se habl6 de la atmôsfera de libertad, de la libertad èarac
terîstica de nuestra Sociedad. Apenas si se percibe, a decir verdad, en el entusiasmo,
la espontaneidad con que las personas presentes solicitan intervenir. Resulta suma
mente deseable que la libertad no sea solamente libertad "de jure,,, sino una libertad
de derecho. No para meternos en intervenciones verbales tumultuosas; pienso que son
perfectamente mas convincentes las intervenciones ponderadas, con la condiciôn de
que todos tengan el coraje de exponer cabalmente su pensamiento.
Sra. Aubry: Tener el coraje de tomar la palabra para decir lo esencial es efectiva
mente el constante recuestionamien to. Es ia posiciôn analitica por excelencia. l,El
recuestionamiento de qué? De la posiciôn efectiva de cada uno frente a la formaciôn
de futuros analistas, puesto que parece que éste es el escollo con el que tropezamos, y
lo esencial sobre lo cual debe plantearse la discusiôn. Pero al mismo tiempo usted nos
ha dicho que esta discusiôn solo podia hacerse a puertas cerradas en el Secretariado,
en cierta forma, puesto que serian demasiado numerosos en el auditorio los que aûn
estân implicados en el proceso, de tal modo que no podrian tener posibilidad de di�cu
siôn. Si comprend{ bien su pensamiento. Entonces, efectivamente, eso hace que la
apertura desea ble de la discusiôn sea-imposible en los hechos dada la estructura misma
de la Sociedad.
Sr. Presidente: Es una de las paradojas.
Sra. Aubry: Si. EQtonces eso explica que no haya espontâneamente tantas inter
venciones.
Sr. Presidente: No nos anticipemos. No ·estamos demasiado apurados, y creo que
mâs bien seria perjudicial cerrar la discusiôn.
156 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Sr. Raimbault: z.Podrias desarrollar lo que decias soore las eventuales incompati
bilidades entre las necesidades de democracia y el espîritu analitico, la posici6n anali
tica? Parecias decir que en esto hay un problema.
Sr. Presidente: Es un punto de vista personal, no es el punto de vista del Secre
tariado, lo que es una anticipaci6n, a saber que el término democracia, inclusive aun
la preocupaci6n democrâtica en una asamblea analitica, como ademâs en toda asam
blea, probablemente recubre, si no la explotaci6n intencional, al menos la posibiliflad
de explotaci6n, bajo el signo del buen sentido y de lo que es razonable, la explotaci6n
de lo que para un analista es, en realidad, resistencia a los fen6menos inconscientes o a
la dimension de lo inconsciente. En otros términos, al proponer à una asamblea no
preparada algo fundarnentado analîticamente, cuanto mayor sea la oposici6n de la
asamblea en un primer movimiento, tendran mas probabilidades de pensar que esta
proposici6n esta bastante bien fundada, analiticamente hablando. Puede producirse
un fenômeno anâlogo incluso en una asamblea analîtica.
Sr. Raimbault: (Pregunta inaudfüle).
Sr. Presidente: Deberia serlo. Pero digo que creo que es un riesgo.Evidentemente
deberia serlo en mucho menor grado.
Sr. Lang: Quisiera saber por qué estamos aqui reunidos esta noche..
Sr. Presidente: Para informaci6n.
Sr. Lang: Evidentemente no dudo de que haya un gran nûmero de temas que dis
cutir mâs o menos superficial o profundamente, lo que darâ derecho a quienes nos con-.
vocaron a extraer algunas enseflanzas, precisiones, que probablemente les serân precio-
sas para la prosecuciôn de la vida del grupo del que se han hecho cargo. Es evidente.
Solo que creo que no basta. En la medida en que todos podemos venir aqui con nues
tros pequeflos problemas, con nuestras pequeflas cuestiones, con nuestras pequeflas
opiniones, sin que por eso formemos un grupo, en tanto no nos sintamos suficiente
mente implicados en lo que esta ocurriendo. Creo que si pudieses darnos con un poco
mas de precisi6n las razones mismas que hacen que hoy, en este momento, sea impor
tante reunir una asamblea general, que precisamente desborda el marco de las otras
asambleas generales por el nûmero, por el auditorio, y el provecho que el Secretariado
actual de la Sociedad pretende obtener, nos sentirîamos mâs implicados en la acci6n
en cuesti6n y pienso que no vendriamos ya tanto como espectadores o eventualmente,
si se es un poco mâs caradura, como interrogadores, a plantear preguntas que quizâ
no lleven muy lejos.
Sr. Presidente: Me resulta fâcil responder. En primer lugar, una cuestiôn de deta
lle: la ampliaci6n excepcional del auditorio, se debe simplemente a la aplicaci6n de los
estatu�os, eso no tendrîa que ser excepcional. Sobre lo que el Secretariado puede sacar
como provecho, por asî decir, de una confrontaci6n con la asamJ>lea general, si por un
lado es infonnaciôn sobre el conjunto de los miembros de la Sociedad, es seguramente
una orientaciôn para el Secretariado. Es de dos ôtdenes. En primer lugar, debe servir
al Secretariado como estimulante o, al revés, como inhibidor en ciertas empresas doc
trinales, ciertas empresas de fondo, recuestionamiento de tal o cual problema: la asam
blea puede decir perfectamente: �''Ah, pero no tocamos...", Q dar la sensaci6n de que
no hay que tocar o recuestionar ta1 o cual estructura o tal o cual problema.-En sintesis,
la funciôn de la asamblea es, en primer lugar, infonnar o moderar el ardor del Secre
tariado o, al contrario, estimular su apatîa, incitarlo a examinar tal punto en particular.
Segundo, sobre la cuesti6n de los problemas actuales y precisos, pienso que en el pun
to en que nos encontranios, se trata de preparar con el Secretariado la continuaci6n de
LA EXCOMUNION 157
los hechos, es decir el regreso. Pues no creo que en el punto en que nos encontramos,
es decir el 2 de julio, cuando el Congreso de Estocolmo comienza el 28, podamos inter
venir significa tivamente en el nivel de una acci6n completamente concertada, en el
nivel de las posibles o probables decisiones del Ejecutivo. Pero 1,quizâ la asamblea tiene
otra impresiôn sobre este punto? Quizâ piense que conviene que el Secretariado haga
todo lo posible para eso, antes del Congreso, para .dar ôrdenes, niveles de problemas,
es decir en cuanto a la funciôn de la asamblea.
Sr. Audouard: Yo también quisiera intervenir como integrante de un grupo
restringido. Evidentemente no lo hago sin tener conciencia, con cierta molestia, de esa
limitaciôn, pero también en nombre de esta misma limitaciôn que siendo, me·gustaria
decir algo ante el colegio de la Sociedad.
Hay una ambigüedad en cuanto a la palabra seminario. Hablamos mucho de semi
narios y justamente lo que nos falta es un seminario. 1,Por qué?
Evidentemente tenemos algo que lleva ese titulo y que es un curso cuyo carâcter
extremadamente precioso yo seria el ûltimo en discutir en absoluto. Pero es cierto que
si tuviésemos un seminario (es decir la posibilidad de un verdadero intercarnbio entre
discipulos que --se- saben tales, que se reconocen como tales, en posiciones completa
mente diferentes sobre ciertos puntos precisos desde luego, y que aceptasen venir a
tratar de mantener un diâlogo que de otro modo no se harâ, si no estâ previsto en el
maréo . de encuentros verdaderamente defmidos en el seno de la ensefianza de la Socie
dad), si existiese ta] seminario, pienso que poco a poco podrîa nacer un diâlogo. Inclu
sive sobre cuestiones de nuestro actual seminario, pues, para ser completamente franco
y sincero, y lo seré, pienso que, no obstante, en gran parte es alli donde surgen muchas
preguntas, pero que ellas no pueden plantearse. 1,Por qué? Porque la organizaciôn de la
ensefianza en la Sociedad no lo ha previsto, y muchas cuestiones que no pudieron ser
planteadas en el seminario deberîan poder serlo en otro seminario. Todas esas cuestio
nes en cierta forma reprimidas terminan por crear entre nosotros un malestar muy
grande y, por momentos, un sentirniento casi de incomprensiôn entre algunos de noso
tros.
Entonces, si esta noche esta permitido hacer una propuesta en cuanto a la organi
zaciôn futura de la enseflanza en el seno de la Sociedad, por supuesto seria que se pre
viese un verdadero seminario donde fuesen posibles los intercambios, incluso y, sobre
todo, sobre las cuestiones que son mâs susceptibles de distanciarnos a unos de otros.
Sr.. Presidente: A propôsito de esto haré notar que estas palabras se dirigen sobre
todo a los participantes de los distintos seminarios, pero que se hicieron tentativas de esa
clase en el nivel de lo que se llamô, con o sin razôn ciertas ensefianzas elementales.
Sr. Mauco: Me disculpo, voy a ubicarme en el piano de la democracia, en el mal
sentido del ténnino, es decir el buen sentido. Ustedes me dirân si desbordo, y probable
mente lo haga, las preguntas que es posible plantear aqui, pues ustedes lo dijeron muy
bien, se trata d� diplomacia y sobre todo de diplomacia internacional y solo un
pequeflo grupo puede hacerlo. En îm, si comprendi bien, y confieso que antes estaba
mal infonnado, la pregunta fundamental es 1� siguiente: l,La Sociedad Francesa debe
hacer todo lo posible por adherirse a la Internacional? Confieso que acâ tengo un ·
escrûpulo personal totalmente desinteresado, pues disfruto de los privilegios de perte
necer a dos Sociedades y de ser un seiior viejo; pienso en losjôvenes que podrian adhe
rirse a la Sociedad Francesa y que en el futuro, si la decisiôn fuese la ruptura, como
usted ieme, estarian privados de un contacto internacional, eventualmente de partici
paciones en trabajos y congresos de la Asociaciôn Psicoanalitica Internacional. Por lo
158 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Por lo tanto, la pregunta, la ûnica que en definitiva me planteo, para por fin hablar
aunque meta la pata, con la cuestiôn de Dolto y Lacan puesta completamente entre
paréntesis: si Dolto y Lacan muriesen de pronto, 1,qué seria de la herencia que ellos
dejan? l,Se consideraria esta herencia tan molesta coma sus personas? Es todo. (Aplau
sos.)
Sr. Presiden_te: Estaria tentado de preguntarle: z.molesto para quién? Pues en reali
dad su ejemplo es muy instructivo pero tiene doble sentido. Parece que usted se topo
con analistas que no la comprendieron; por eso, usted concluye que la primera cues
tiôn es imposible. Pero por el contrario pienso que la comunicaciôn es muy necesaria,
porque si esos pobres analistas extranjeros son tan ignorantes como usted dice sobre
la buena y justa prâctica, como pensamos durante un cierto tiempo que eran unifor
memente todos los miembros de la Sociedad de Paris, hay gran necesidad de ensefiarles
y por lo tanto de mantener el contacto con ellos. Es lo que hicimos con la gente de la
Sociedad de Paris, y debo decir que tuvimos éxito. Ahora, en cuanto a conocer la dis
tinciôn entre la idea y la persona, pienso que esta distinciôn en determinado momento
puede ser un aJ"glllllento diplomatico, y -nos �_servîmos !}e ella en una respuesta que
dimos al Ejecutivo Central. Por lo demâs, en fin, veo muy dificil que podamos distin
guir agui la idea de la persona.
Sr. Kamouh: La historia de todo el psicoanâlisis demuestra que en cada momento
fecundo del pensamiento analîtico siempre hubo personas, y tenfan la cualidad de ser
muy determinadas. Se los conoce, se los puede citar. Hubo grupos alrededor de (inau
dible), ésa no es una historia sôlo nuestra. Ocurre cada vez que el movimiento anali
tico se porie a reflexionar, como lo hacemos o tratamos de hacer nosotros, como un
grupo de investigacion y ya no como una perpetuaciôn de algo sagrado. Siempre hubo,
en el curso de toda la historia del psicoanâlisis, no habrfa de pasar solo en torno de
Freud después de todo, siempre hubo movimientos de investigaciones con una cierta
transferencia con quien tal vez fue un poco mâs lejos que los otros en el rigor de un
pensamiento o en la profundidad de una investigaci6n. Lo que determina que a este
efecto, nuestro grupo, en este sentido, en nada se distinga a mi entender de toda la his
toria actual y anterior del pensamiento psicoanalîtico. De donde resulta que la posi
cion prudente que siempre hay que mantener y que usted desarrolla en un informe, no
nos cierre los ojos a lo que es parte de un pensamiento fecundo, sea que gire alrededor
de X o de Y. Sucede efectivamente que alrededor de gente que no investiga no se ve
a nadie, no es para sorprenderse a cada rato, tampoco es algo nuevo.
Y ahora otra cuestiôn. Pero que no es una pregunta. Quiero decir que la historia
de la Sociedad Francesa de Psicoanâlisis después de todo solo tiene diez afios. Diez
afios para reclutar, diez afios para formar algunos alumnos, diciéndoles: nosotros bus
camos, busquen también ustedes. Creo que diez afios son pocos para hacer un balance
de la fecundidad de tal estilo o tal otro, podemos consignar que aûn hay investigaci6n,
ciertos alumnos de tal o cual docente, y que sigue en curso; y en este sentido, no
pienso que sea bueno precipitarse en las conclusiones· acerca del fruto de tal o cual pen
samiento, hasta incluso de ciertos movimientos aun nebulosos que pueden existir y
que pue den resolverse en uno o dos afios. A mi entender, creo que no hay que consi
derar todas esas cosas como verdaderamente graves. Me parece· que su gravedad es rela
tiva.
Justamente, si uno se coloca en la dimension analitica, es decir que con el pro
greso de tal pensamiento, con el progreso de, digamos, tal resto o transferencia, por
gué no, hay algo que puede dar frutos y que quai aun rio es aparente. Lo que deter-
160 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
mina que exista esta dimension, que no noto en el informe y que, por mi parte, consi
dero, en ultimo caso, al ser dificil de profundizar y no sôlo de conciliar sino de profun
dizar, que puede dar resultados.
Sr. Presidente: No respondo a Kamouh porque pienso que expresaba asi una preci
si6n, una opinion, que no llama inmediatamente a responder.
Sra. Aubry: i,Usted nos pregunta si debemos continuar existiendo, es decir ser
fieles a nosotros mismos, o no continuar existiendo? Porque parece que verdadera
mente es ése el dilema. Si ya no somos nosotros, no existimos mas.
Sr. Presidente: Lo que dije pretendi6 responder a la pregunta del Sr. Mauco. Evi
dentemente, es una dimension y por asî decir, una manera de plantear el problema. Es
cierto que la cuestiôn se planteô de esta manera en determinado momento de la pre
cedente asamblea, porque yo les recordaba los términos que habian sido empleados, no
por mi, sino en el curso de la discusion: iqué precio hay que pagar? Son los términos
que se emplearon.
Sra. Aubry: De lo que es preciso que estemos seguros es de que también esta cri
tica permanente de la que usted habla y esta posiciôn constante no se vean reaJmente
influidas ni en uno ni en otro sentido por exigencias; en otros términos que si, inter
namente, debemos restringir el rigor de los estudios, entonces ciertas criticas que se
plantearon parecen justificadas. (Inaudible.)
Sr. Presidente: Totalmente, son posiciones que se expusieron y de las que creo que
pueden testimoniar los que participan en los trabajos del Secretariado, del Secretaria
do ampliado, es decir que no constituye un colegio restringido porque en el Secreta
riado ampliado somos 14. Me pregunto ademas con insistencia, si las cuestiones que
usted plantea, si bien no las cuestiones politicas inmediatas, al menos las cuestiones de
doctrina, en cierta forma, fuera quiza de las cuestiones personales, no pueden encarar
se en un colegio de titulares mejor que en una de las comisiones. Tal vez serîa algo para
considerar.
Sra. Aubry: iAcaso el Secretarido consider6 algûn medio que permita incrementar
las confrontaciones de los cfrculos en el piano doctrinal?
Sr. Presidente: Por cierto, el Secretariado considerô una forma de reorganiza
ciôn, es decir algo que esta dicho en la mociôn, o aun mas exactamente continuar la
organizaciôn, es decir en realidad desarrollarla de manera que las diferentes actividades
estén mas coordinadas y también organizadas de manera tal que la asistencia pueda ser
en ella quizâs mas cômoda. Una cuesti6n de este orden también plantea la cuestion del
local. Desde luego, el Secretariado tiene cierto nûmero de proyectos de los que princi
paJmente se ocup6 Perrier como secretario cientîfico de la organizaciôn, de reforma,
de desarrollo.
Sr. Perrier: Si, exactamente, y si tomo la palabra en seguida, no es en absoluto
para bosquejar todo eso, sino para decir que, si no juzgué acertado intervenir desde
hace un rato cuando se hablô de la ensefianza, fue porque en vista de la amplitud de los
problemas que esta noche se plantean, me pareci6 dificil iniciar una discusion que
enseguida puede hacerss_ técnica. Es muy cierto que se plantean todos estes problemas
y que estân en pleno estudio. Eventualmente habrîa podido corregir lo que dijo Au
douard en lo que concierne a los seminarios y los cursos, recordândole que algunas
veces, en distintos niveles, intentamos instaurar diâlogos, y que si no tienen lugar en
forma mas habituai, no es porque no se haya dado la ocasiôn de hacerlo. Pues en reali
dad para un diâlogo también se necesita quien dialogue. Creo que en este piano hubo
LA EXCOMUNION 161
mas apertura que la que él dijo, en varios niveles, sin pretender entrar en detalles por
el momento.
Sr. Audouard: Sin embargo, esto no es del todo satisfactorio para mi. Comprendo
perfectamente lo que dices. Sé el esfuerzoque se hizo y habria podido hacer mâs si me
lo hubieses pedido. Si dije eso, no solo me referia a la finalidad de que la gente que
investiga, se conoce y ya dialoga, se reûna para dialogar entre si de manera mâs siste
mâtica. En realidad me referîa a un marco de cosas que llamaria un poco mâs solem
nes, para usar una palabra que es tonta pero sin e·mbargo describe un cierto estilo de
nuestra ensefianza. Cuando uno asiste al seminario de Lacan, encuentra cierta solem
nidad. A este. marco me refiero. Que el curso de Lacan se siga hacienda como se hace,
desde luego, pero tendria que haber algûn modo de inscribir un seminario, digo yo,
con el mismo nivel, dirîa, de interés, de participaciôn, de solemnidad en suma y quizâ
también de tema, un seminario donde puedan intercambiarse cosas con el Sr. Lagache,
con alumnos del Sr. Lagache, con la Sra. Dolto, con alumnos de la Sra. Dolto, en fin
cosas que no se dicen jamâs con este nive 1, con este nivel dirîa de elaboraciôn. Puesque
podemos encontrarnos -entre nosotros, entre alguBos, eso es cierto;que podemos cola
borar en la constituciôn de una propedéutica, también es cierto, pero sin embargo esto
no tiene el mismo importante carâcter de figurar en la ensefianza de la Sociedad, que
es loquequerîa decir hace un rato, y que pie.QSO puede ser conveniente.
Sr. Perrier: Sin embargo, quiero decir dos palabras, porque ocurre que las sesiones.
cientificas de la Sociedad siempre tuvieron la îmalidad de suscitar tales diâlogos y
las caracteriza toda la solemnidad necesaria. Sucedeque con mucha frecuencia, hay en
ellas pocos oyentes, y por lo menos puedo hacerles una confidencia: como secretario
cientîfico tengo una cierta dificultad para conseguir conferenciantes e incluso en
provocar discusiones de trabajo, pues no forzosamente tiene que haber un conferen
ciante magistral en cada sesi6n dentîfica. Pero si hablamos de todo esta, en seguida se
harâ apasionante, pues es un tema que todos consideramos importante y pienso que
corremos el riesgo, no de desviar, sino de extender demasiado el campo de los proble
mas en discusiôn esta noche.
Sr. Pujol: Una precisi6n a propôsito de la palabra "trampa", empleada esta noche.
;,Aquién se tiende una trampa? lY porqué?
Sr. Presidente: Pienso que sentimos el reforzamiento de las exigencias de exclusi
vidad coma una especie de provocaciôn, ya sea a la sumisi6n o a la ruptura. Ceder a la
provocaciôn me pareceque puede ser una trampa.
Sr. Pujol: También es una trarnpa ver trampas por todas partes.
Sr. Presidente: Es cierto.
Sr. Pujol: Ahora,queda por saber aquién se dirige la trampa.
Sr. Presidente: De acuerdo. Si tienes una opiniôn sobre la cuesti6n, dila.
Sr. Pujol: No, la audiencia es demasiado amplia. Tû mismo dices que hay cosas
que no pueden decirse.
Sr. Presidente: Es una cuestiôn de apreciaciôn personal.
Sr. Pujol: Tomaste la precauciôn de decirlo.
Sr. Presidente: Digo que sin duda hay preguntas a las cuales no podré responder,
pero en realidad no prohibi ninguna pregunta.
Sr. Pujol: Es la apreciaciôn que expusiste anteriormente, a saber: que dado que
ciertas cuestiones son competencia de ciertos organismos de la Sociedad y no de la
asamblea ampliada, ,atenciôn! 1,Quéquiere decir entonces esto?
Sr. Presidente: Pero, quizâ tienes otra opiniôn. z.Por qué no?
162 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Sr. Schweich: Est� introduce la cuestiôn de nuestro papel aqui. l Qué hacemos
aquî? Si el Secretariado tiene necesidad de aliento, todos estamos dispuestos a dar
aliento, pero si, en cambio, no se puede precisar...
Sr. Presidente: Si, se puede precisar, son las preguntas las que deben dar la ocasiôn
para hacer precisiones.
Sr. Schweich: lQué medio decidiô el Secretariado poner en practica para sostener
la afiliaciôn? i,Se puede hacer esa pregunta?
Sr. Presidente: Perfectamente.
Sr. Schweich: Yo la hago.
Sr. Presidente: Bien, por el momento el Secretariado no pudo paner en practica
y no decidiô poner en practica ot(O medio que el que consiste en exponer nuestra posi
ciôn doctrinal al Comité, encargandole o esperando que se encargue de hacerse intér
prete de ella ante el Comité asesor. Es decir que el Secretariado no creyô, no pudo
-también puede plantearse la cuestiôn de saber por qué no pudo, es cierto- llegar a
tomar decisiones que satisfagan al Comité.Cu.ando, por ejemplo, el Comité nos dice:
Ayudenos, muévanse para que se� posible sostener vuestra candidatura... todo ésto
puede interpretarse efectivamente de mil maneras: no tienen malas intenciones, casa
que por otra parte nos han dicho, que quieren ayudarnos. Y bien, hay que ayudarlos.
Hay que hacer lo que se debe. Pero, l,qué se debe hacer? l,Qué es lo que se puede?
Con esto tropieza el Secretariado, y el Secretariado tropieza con esto yo dirîa que por
razones de doctrina.
Sr. Perrier: Es preciso decir mâs, y no sôlo que el Secretariado tropieza en esas
cuestiones por razones de doctrina, ino es cierto?, porque al escuchar tu exposiciôn
hace un rato tuve la sensaciôn de que nos hiciste primera una revisiôn de todo lo que
caracterizaba por una parte a nuestras posiciones anal{ticas desde hace diez afios y
después una revisiôn de todos los problemas que tendiamos a dejar pendientes. Tu
exposiciôn fue una verdadera conferencia que pudo ensefiarnos muchas cosas, recor
darnos muchas preguntas que todos tenemos que hacernos. Verdaderamente fue una
exposiciôn técnica.Estaba claramente sustentada por dos razones.
Por una parte, definir o recordar lo que siempre determinô nuestras posiciones,
y por otra parte definirlas, tanto mâs cuan:to que me pareciô sobrentenderse en tu
exposiciôn que todas esas posiciones eran justamente no sôlo criticables, como lo son
todas por definiciôn, sino · muy directamente criticadas. Y cuando Maud Mannoni
decîa "se trata de las ideas o las personas" o "las personas o las ideas", no pienso que
planteara asî una mata pregunta. Pues, puesto que quisiste situar tu exposiciôn en el
nivel de las ideas, y expusiste un cierto numero de ellas, es preciso decir que constan
temente sobrentendiste en la primera parte de esta exposiciôn que, eventualmente,
podîan no ser aceptadas fuera de nuestro grupo.
A partir de lo cual expusiste las relaciones con la Internacional para evocar, sin
detallarlas demasiado (y sé que diste una conferencia informativa, al menos hiciste
una reuniôn informativa hace algunos dias para quienes de�earon obtener algunas pre
cisiones) describiste entonces el reforzamiento· de esas exigencias para definir la posi
ciôn que Pujol criticô: la de no caer en trampas.Y acabas de decir que se puede inter
pretar el reforzamiento de esas exigencias como una provocaciôn.
Ya éste es un vocabulario cornpletamente diferente del que empleaste en una
exposiciôn muy rnoderada, y por tal motivo, tal vez, insuficiente, insuficiente para que
todo el mundo baya comprendido, y creo que esto puede explicar una cierta dificultad
LA EXCOMUNION 163
del auditorio para situar las preguntas que hay que formular o no formular, o la fun
ci6n misma, la utilidad misma de este auditorio para el Secretariado.
Finalmente diste tu pronôstico personal y dijiste: en el actual estado de cosas,
creo que vamos hacia la ruptura. Aclaraste perfectamente que con esto se trataba de un
pronôstico personal, pero en la medida en que hiciste la exposiciôn total de la situa
ci6n de manera extremadamente objetiva pero al mismo tiempo como alguien que
conoce muy bien el problema y por otra parte como alguien que tiene posiciones
personales, me pregunto cômo se entendi6 este término ruptura una vez que lo
pronunciaste. Y cuando el Sr. Mauco hace un rato -volviô a plantear la cuestiôn de
saber si no debia hacerse todo lo posible para ser reconocidos o si hacia falta eventual
mente llegar a la ruptura, formulô la pregunta -io entendî mal?- como si la ruptura
pudiese ser cosa nuestra y que nosotros la proponiamos. Creo que hay una pequeiia
ambigüedad o un pequefio malentendido posible.
Sr. Presidente: Forzosamente.
Sr. Perrier: Quiza no justificaste suficientemente la dificultad de tu exposiciôn
sobre este punto. Si, de manera general, el Secretariado se vio enfrentado a exigencias
que verdaderamente pareœ-que-no,ôlo afectan a las personas sino que afectan verda
deramente a toda una serie de principios que estan en el centro mismo de nuestra expe
riencia y de nuestra disciplina, y de nuestra concepciôn del analisis, por eso, por
mucho que queramos ser reconocidos, también es necesario hacer reconocer algo, o
saber si no juzgamos que rechazariamos eventualmente, activamente entonces, algo de
todas maneras aceptable. Es evidente que tal vez no se pueda responder directamente
a esta pregunta, pues dependera de apreciaciones personales, pero, en fin, se plantea
en estos términos. Y si pudieses precisar un poquito mâs tu pensamiento en este piano,
creo que eso permitiria continuar la discusiôn mas facilmente.
Sr. Presidente: Sencillamente.
Todos saben que el punto litigioso de la negociaci6n fue el hecho de que se haya
agregado, después de las negociaciones de Edimburgo, un artîculo complementario que
no se nos habia leido. Este artîculo impone la exclusion progresiva, pero en definitiva
el principio de la exclusion de la lista de analistas y de funciones didacticas de Françoi
se Dolto y de Jacques Lacan. Esto se presta a muchas interpretaciones, que uno se
habia vendido, que uno se habîa comprado, que uno se habia dejado embaucar, que
no habîa comprendido nada, que se tuvo razôn, en fin, se dijo de todo. El problema se
plantea alrededor de este articulo.
Sin embargo, en el mes de julio pasado, cuando a su debido tiempo dimos testi
monio, se produjo un giro en el curso de esas negociaciones que consisti6 en cambiar
una medida, por naturaleza transitoria, de exclusiôn, o al menos de alejamiento a la
espera de las pruebas de que era infundado; y ese giro confirmô, a quienes lo duda
ban -pues habîa quienes lo dudaban, en esto se fundaba la negociaciôn- que lo que
se exigia era una exclusion definitiva.
En el ûltimo proyecto de informe que se nos presentô respecto de Jacques Lacan,
la fôrmula empleada fue la siguiente ... es decir, en el informe que se presentara al
Ejecutivo, el Comité dice: que nos hace saber, en su propio lenguaje, no sé cual es el
término en inglés, que Lacan resulta inaceptable para la IPA, que seg(m su opiniôn
Lacan debe ser excluido de las actividades de fonnaciôn de una vez y para siempre. A
. esto se Hama el reforzamiento de las exigencias.
A partir de esto seguramente puede decirse, con una perspectiva de ruptura que,
si no respondemos a esta exigencia, si no la satisfacemos, por supuesto, seriamos noso-
164 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
nes, entre ellas esta apertura que nos parecfa que a veces faltaba un tanto en nuestro
grupo. Para la Internacional creo que la palabra es reconocîmiento -creo que fue
Françoise quien lo hizo notar-, reconocimiento deseado; es preciso que nos reconoz
can por lo que somos como Sociedad (inaudible).
Si la respuesta de Londres, como usted <lice, es posible que sea el rechazo, pienso
que muchos de nosotros lo lamentariamos, pero dicho esto, creo que el (mico camino
que nos quedarfa abierto, y estâ abierto, es el de. tratar de tomar conciencia de
nuestros errores, y de hacer verdaderamente algo constructivo en el nivel de la Socie
dad. El futuro después nos dira... De todas maneras, francamente no veo qué otro
camino le queda a nuestra actual Sociedad, a menos que ella ya no exista, cosa que
considero una paradoja, de otra manera no estaria sentada en esta silla.
(En este punto se produce la intervenci6n del Sr. Lacan, seguida de una suspensiôn
de la sesiôn por algunos minutos, durante los cuales se distribuye el texto definitivo de
la mociôn.)
Sr. Presidente: i,Alguien quiere aun tomar la palabra o reflexionar durante uno o
dos minutos?
Sr. Anzieu: Quisiera volver sobre lo que decia Pujol concerniente a la trampa o no
trampa. Sôlo me introduje en esta negociaciôn a comienzos de este afio y en con
secuencia tengo una impresiôn que es reciente. Pero la impresiôn que tuve del contac
to con el Comité Internacional es la siguiente. Ellos nos propusieron hace dos afios las
recomendaciones. Dejo de lado el articulo discutido. Los otros tienen un carâcter gene
ral y enuncian principios generales. Si me acuerdo bien, tuvimos una asamblea en el
curso de la cual aceptamos esas recomendaciones. Y me pareciô que el comité interna
cional tenia la impresiôn, con o sin razôn -ésta es otra historia- que aviva voz apro
babamos sus recomendaciones, pero que en la prâctica continuabamos como antes.
Tengo la impresiôn de que si reforzô sus exigencias, como tu dijiste, y es un hecho
indiscutible, no pienso que sea una provocaci6n, no pienso que sea una trampa, tal vez
simplemente es una manera de demostrar que no se engafia para el caso de que nuestra
actitud fuese la de predicar blanco por un lado y practicar negro por el otro.
Sr. Presidente: Pienso que ésa fue en realidad la posici6n del Comité en cierto
momento, pero hace mucho tiempo. Asististe como nosotros a la lectura del informe,
y en lo que respecta al examen de cada una de las recomendaciones, ese informe
comentaba en realidad que se hizo todo lo necesario para que fuesen aplicada�, con esa
observaci6n perfectamente atinada de que la aplicaci6n integral demandaba tiempo.
Pero la adopciôn de las recomendaciones artfculo por articulo, excepto, por supuesto,
el articulo 13, se considt:raba satisfactoria en el informe.
Sr. Anzieu: Disculpen, pero lo que retuve de ese informe es que la prâctica de cier
tos analistas de nuestra Sociedad no se ajusta a ciertos puntos de esas recomendacio
nes. Siempre dejo de lado el famoso articulo 13. Fuera de este articulo, hay ciertos
articulos que en dos afios no fueron aplicados por ciertos analistas.
Sr. Presidente: La duraciôn de las sesiones. Eso forma parte del mismo problema.
Tengo el examen punto por punto ante mis ojos, que en conjunto estâ O.K.
Sr. Perrier: Puedo confirmarlo. Tomé nota de los comentarios sobre cada una de
las recomendaciones y ellas · coinciden con las de Serge respecto de esto. Creo que sin
embargo en el ultimo informe hubo exigencias reforzadas, no en el nivel de las reco
mendaciones precedentes, sino de nuevas recomendaciones. Por ejemplo, las que con
ciernen al carâcter obligatorio de los cursos. Esa recomendaciôn no figuraba en 1959.
Que llegue con forma de consejo o de anhelo es posible, pero en definitiva hay no obs-
LA EXCOMUNION 167
tante todo un ref orzamiento de una actitud que, mas allâ de las cuestiones personales
que se plantearon, concierne al espfritu mismo en el que pudimos concebir hasta
ahora, con o sin razon por otra parte, la transmision de la experiencia analitica en el
nivel del anâlisis didâctico, e incluso fuera de él.
Sr. Lefevre-Pontalis: En el tercer punto de la mocion, ;,queda de manifiesto que
mantener el pedido de afiliaci6n a la Asociaciôn Intemacional remite mâs alla de
Ios resultados del Congreso de Estocolmo, sea cual fuere el resultado de la decisiôn
tomada en ese momento?
Sr. Presidente: Pienso que si, pero en la hipôtesis de la ruptura habria que prever
un lapso.Seguramente...
Sr. Lefevre-Pontalis: i,Estâ sobreentendido?
Sr. Presidènte: Creo que si.
(El secretario general dice "no", y se èxplica.)
Sr. Granoff: No me parece que el articula de que se trata prevea algo mas alla de
Estocolmo. Es una opinion personal.
Sr. Lefevre-Pontalis: Mi opinion persona} es que es lamentable.
Sr. Presidente: Pienso que la interpretacion que da de ello es por cierto inexacta
y no estâ en el texto, pues el tiempo esencial es el de restaurar o desarrollar los inter
cambios con el movimiento psicoanalitico. Estâ en el texto. El pedido de afiliacion es
uno de esos tiempos. Si fracasa, habrâ que rehacerlo de otra manera, evidentemente no
de inmediato. En fin, no de inmediato, quiero decir no en el mismo Congreso.Pero es
una cuestion que me parece que reclama una respuesta totalmente positiva. Eso es lo
que implica restaurar o desarrollar intercambios con el movimiento psicoanalitico.
Sr. This: Entre las ultimas recomendaciones, estaba la recomendaciôn de retomar
un diâlogo con la Sociedad o con los miembros de la Sociedad parisiense de psicoanâ
lisis. Cuando se piensa en el papel que ciertos miembros pudieron desempefiar ultima
mente, en la cuchillada traidora que se pudo recibir, me parece que seria particular
mente util retomar un diâlogo con tal o cual miembro individualmente, de manera de
evitar que se reproduzca esta misma situacion. Creo que actualmente, en el contexto
francés, este diâlogo es cada vez mas posible.
Sr. Presidente: La cosa esta en curso.
Sr. This: Pero no simplemente en curso a nivel del Secretariado y que nosotros
continuemos ignorândola. Tal vez es tâcticamente deseable que no lo sepamos, pero
también me parece muy importante que lo sepamos y que lo hagamos individualmen
te, cada uno de nosotros.. Que hagamos todo lo posible para retomar el diâlogo. Es
mucho mâs deseable de lo que podria creerse a priori, y mucha mâs importante en
el piano polîtico. El hecho de volver a cuestionarnos a nosotros mismos, en el fondo,
nos muestra perfectamente, en funciôn de lo que estâ dicho, que todo esto es una
gran aventura, que un poco se presenta como un gran anâlisis que no fue truncado de
uno u otro lado. Al escuchar lo que se decîa esta noche, tenia la irnpresiôn de que las
cuestiones de dinâmica de grupo son vividas plenamente por cada uno de nosotros.
Sr. Smimoff: Me gustaria plantear una pregunta sobre la formulada por This.
La pregunta que él formula no carece forzosamente de importancia.Creo que respon
der a ella· con una afirmativa o una negativa es un poco prematuro; como tu lo haces,
me parece adelantarse demasiado. Sin embargo, ustedes son mucho mâs duchos que yo
en los contactas internacionales. Asisti a vuestras contorsiones en Edimburgo. Bastaba
verlos para percibir sus dificultades. Ahora bien, 1,se puede decir verdaderamente-en el
168 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
momento actual que, si nos topamos con un rechazo de parte de ellos en Estocolmo,
puede considerarse con tanta facilidad de parte nuestra una recuperaciôn?
Sr. Presidente: Por supuesto que no. No quiero decir que eso no siga estando en
nuestras intenciones.
Sr. Granoff: La vertiente radical de la respuesta no apuntaba a nuestras intencio
nes sfuo a los hechos.
Sr. Anzieu: En otros términos, por una parte votamos una mociôn en la cual
mantenemos, respaJdamos un pedido de afiliaciôn, en un piano ideal y teôrico, y por
otra ·parte sabemos que vamos hacia una ruptura que no tratamos de evitar en estas
diez aiios, que no tratamos de evitar ahora y, por lo tanto, como lo hace notar Smir
noff, se revela que esto harâ imposible presentar una nueva solicitud de afiliaciôn.
Sr. Presidente: Eres responsable de esta mociôn, eres tesorero, formas parte del
Secretariado. A pesar de eso, la pregunta estâ planteada.
Sr. Anzieli: Me pennito sin eml>argo hacer una observaciôn: tû mismo me hiciste
notar que en el interior del Secretariado hay un admirable reflejo de toda la Sociedad,
que hay opiniones, diferentes matices y que ello es completamente normal.
Sr. Presidente: Es sôlo una broma.
Sr. Anzieu: Y que es completamente normal que esos matices se expresen esta
noche como se expresan en su totalidad en el Secretariado de la Sociedad.
Sr. Perrier: Sin embargo quisiera decirte que me sorprende la f6rmula que empleas
cuando <lices que no se hizo nad.a para tratar de obtener a lo largo de diez afios ----:;n ·
definitiva es lo esencial- el reconocimiento que planteamos en la mociôn como un
deseo, en el nivel de una teorîa y de un ideal. Lo que puede decirse es que, desde hace
diez afios, el Secretariado y la Comisiôn de Estudios se dedicaron esencialmente a
hacer posible la aplicaciôn de las recomendaciones que se nos proponîan. No obstan
te hay que decir las cosas tal como son... ocurriô que, en cierto momento de la recien
te negociaci6n, pareciô que mucho mas allâ de las cuestiones que se habian planteado
en el nivel digamos del anâlisis didâctico, mucho mas allâ de ésto, habia una especie de
recusaciôn bastante general de todo lo que podîa representar el trabajo cientifico del
grupo, justamente en el nivel en que podia constituir la investigaciôn de la Sociedad. Y
en la medida en que cierta dimension de los problemas de la transmisiôn de la expe
riencia analitica pareciô completamente desconocida por ellos -mientras que estâ a
la cabeza de nuestras preocupaciones desde hace diez aiios-, nos pareciô que al �uerer
ceder en un punto a titulo de conciliaciôn y luego en otro y luego aim en otro, se llega
ba con eso simplemente a olvidar ese ejemplo dado por Freud, segûn el cual a veces
hay que defender una casa o un campanario, no lo sé exactamente, porque es lo que
se llama un punto estratégico, cuya importancia va mucho mâs allâ del valor aparente
que se pretende atribuirle si se quieren minimizar las cosas. En este nivel, saber que en
ciertos puntos no nos es posible dar respuesta, como dijo Serge, porque siempre se
puede prometer algo, pero también hay que saber qué se promete, en nombre de qué
y lo que eso significarâ. Significarâ decir a nuestros interlocutores que lo que nos piden
no es compatible con la idea misma que nos hacemos del anâlisis.
Para nosotros no es ir hacia una ruptura, es proseguir a nuestra manera un diâlogo,
tratando de hacerlo el mayor tiempo posible y en la forma mâs moderada, con gente
que consideramos analistas, pero analistas que, al no tener el mismo lenguaje, el mismo
vocabulario que nosotros, nos llevan a verificar que el trabajo que realizamos hasta
ahora no basta para que seamos escuchados por ellos.
No se trata tanto de nuestros errores -aunque tal vez tenemos errores que corre-
LA EXCOMUNION 169
gir, pero no tenemos que agitar especialmente nuestra culpa y considerarnos como acu
sados que deben responder a juicios-, se trata de observar que lo que constituye nues
tra investigaciôn y nuestro trabajo �o llegô a sus oîdos, y que al responder a sus exigen
cias simplemente se desconoceria lo esencial de nuestro trabajo en todos y cada uno de
los pianos de nuestras disciplinas mas cotidianas. Creo que en este nivel tenemos que
ver la cuestiôn. (Aplausos.)
l,A partir de qué mantener la negociaciôn? Creo que no es en absoluto mantener
un ideal, es mantener el dialogo en el nivel de los problemas analîticos que se plantean,
recordandoles que de cualquier manera que quieran manejarlos, siempre son problemas
analîticos. Y no hago mas que parafrasear a mi manera lo que dijo Serge a Io largo de
todo su discurso de hace un rato.
, Sr. Presidente: z.Alguien mas pide la palabra? Vamos a proceder a la votaciôn.
Recuerdo que estatutariamente sôlo votan los titulares y los asociados. A continuaciôn
de èsta votaciôn de la mociôn, a la cual tendran que responder por si, por no o en
blanco, es decir �probaciôn, desaprobaciôn o voto nulo, la asamblea general ordinaria
se cerrarâ, y se abrira la asamblea general extraorèlinaria que tiene como fin la modifi
caciôn de los estatutos. Esto irâ mucho mâs râpido porque son puntualizaciones mâs
que modificaciones.
Resultados de la votaciôn
Nûmero de votantes: 22
Si: 17
No: 4
Nulo: 1
La mociôn propuesta por el Secretariado es por lo tanto aprobada. Es necesaria
la mayoria absoluta. Cierro la asamblea general ordinaria.
(horu 0.30.)
11 de julio de 1963
LA LLAMADA MOCION DE LOS uMOCIONARIOS"
retardar la aplicaciôn de normas, contra las que no hay oposiciôn teôrica de 'ningûn
analista, hasta el momento lejano en que se llegue a una teorîa consumada del didâc
tico.
4) En lo que a ellos respecta, no ven ninguna contradicciôn entre dos imperativos
que les parecen esenciales para el porvenir de la Sopiedad, a saber: que, por una parte,
se observen las nonnas del didâctico y, por otra, que J. Lacan continue y profundice
su enseiianza.
Las posiciones extremas que conducen a ver en esto una contradicciôn, por
extraer conclusiones opuestas, se encuentran en el impasse que tienden a perpetuar.
5) Consideran esencial que se exploren todos los ejes de soluciôn posibles en el
marco fijado por el punto precedente, a fin de que por lo menos se preserve el resul
tado conseguido en Edimburgo: status de grupo de estudios asistido por el comité
consultivo.
6) Pero sea cual fuere el resultado del Congreso de Estocolmo (afiliaciôn, prôrroga
del status actual, prosecuciôn de las negociaciones, incluso la ruptura completa), la
. elecciôn permanecerâ igualrnente ineluctable: o bien la SFP lleva a término el esfuerzo
emprendido para satisfacer los fines que se fijô de entrada, llegando a ser asi una verda
dera sociedad de psicoanâlisis, o bien caerâ râpidamente en el estado de una "sociedad
erudita" que seguramente se dividirâ en centros de interés, si nô en camarillas, al
mismo tiempo que se debilitarâ su audiencia y la calidad de sus reclutados.
31 de julio de 1963
ESTOCOLMO - XXIIIO CONGRESO
EXTRACTO DE LA SESION ADMINISTRA TIV A
PRESIDENTE: Dr. M. GITE.LSON
mina una mayorfa de dos tercios para la elecciôn del Dr. Granoff, que se recibe con
aplausos.
2 de agosto de 1963
LA DIRECTIV A DE ESTOCOLMO
I
Ill
LLacan o Chicago
Septie bre-Noviembre de 1963
Referencias
Todos los rextos que aqui' Sf reproducen son informes o circulares mimeografzadas
de la SFP, con excepciôn de los figuientes textos:
Carta de Jacques Lacan a Serge JLeciaire.
Copia dactilografiada entret,lda por S. Lee/aire.
13 de octubre de 1963
MOCION VOTADA EN LA COMISION DE ESTUDIOS DE LA SFP
Mociôn de orden
J. Favez-Boutonier, D. Lagache,
W. Granoff, G. Favez
16 de octubre de 1963
CART A DE SERGE LECLAIRE A LOS MIEMBROS DE LA SFP
Estimado colega,
S. Leclaire
LA EXCOMUNION 175
19 de octubre de 1963
INTERVENCION DE SERGE LECLAIRE EN LAS JORNADAS DE OTONO
DE LA SFP
Antes de dejar a J.B. Pontalis la tarea de abrir la discusiôn, quisiera, por medio de
algunas palabras circunstanciales, agradecer su testimonio a Charles Melman y rendir
un homenaje a vuestra Asamblea, el de la verdad.
Estamos hoy agui reunidos y nos sabemos profundamente divididos.
Para abrir el diâlogo del modo mas amplio posible, creo que es bueno reconocer
este corte y que cada uno intente asumirlo lo mejor posible; fuera de esto, la unidad
equivale sôlo a sucumbir a la comodidad.
Me dirigiré en primer lugar a cada uno de los bandos, porque también ellos deben
continuar oponiéndose como conviene en toda gran Sociedad.
A Ios que ahora, en un futuro prôximo, van a tener que asumir las ingratas tareas
de la administraciôn del gi:upo y que tienen, eso espero, el sentido fortalecedor del
derecho, del gesto cumplido porque es necesario, porque es una forma incluso de
legîtima defensa ante un desafîo intolerable, les deseo coraje y buena suerte y también,
sobre todo, que reencuentren un dia la confianza de quienes hoy toman nota de este
corte.
A los ahora posibles proscritos, les pido que afirmen agui, con el ejemplo de Char
les Melman, su naciente pericia; que permanezcan tranquilos ante las paradojas de la
acciôn de los analistas; les pido que superen sus ganas de gritar, que superen la amargu
ra y la esperanza por momentos perdida ante un gesto que muestra ante sus ojos los
estigmas de una dignidad vacilante y de un coraje incierto.
Por ultimo, a todos los aquî reunidos, les digo que éste es el momento privilegia
do para instaurar, a través del reconocimiento de esta fractura, la necesaria dimension
de un verdadero intercambio.
Situo entonces los debates que van a abrirse bajo el signo del rasgo que tacha,
separa y, en definitiva, afecta el corazôn mismo de todo esto.
Sostener lo que la razôn considera imposible y la prudencia esconde, debe ser el
logro de nuestra Sociedad.
4 de noviembre de 1963
PREPARACION DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
Estimado colega:
Serge Leclaire
10 de noviembre de 1963
CARTA DE JACQUES LACAN
A SERGE LECLAIRE
Mi querido Leclaire:
Esta tarde, por primera vez, faltaré a una reuniôn plenaria de nuestra Sociedad.
Mi sola presencia, en efecto -sopesé bien lo que voy a decir- exigi.rza que la
Sociedad desaprobara la Hamada mociôn de orden del 14 de octubre.
En mi opinion, esta desaprobaciôn se impone ante una concertaciôn operada fuera
del debate y de la lînea que permitiô a sus participantes solicitar la confianza de la
Sociedad: sobre lo que significa la expresiôn francesa "au coin d'un bois" (en un lugar
solitario) concernien te a su iniciativa .
Ustedes saben dônde estoy.
Prosigo alli un trabajo continuado desde hace mas de un afio en las conc:Uciones
torturantes que ahora estân en conocirniento de todos. Es lo mejor que puedo hacer
por presentar y preservar los fines de nuestra Sociedad en lo que tienen de esencial.
Sinceramente.
Jacques Lacan
LA EXCOMUNION 177
10 de noviembre de 1963
ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
I. Comencemos par la mas simple, par exponer los hechos, es decir, las iniciativas
tomadas desde hace algunos meses par algunos de nosotros, entre los cuales me cuento,
y que hoy querrian no salamente "informar" a nuestra Sociedad sino ·decir claramente
la orientaci6n qu_e esperan que tome.
A continuaciôn de la AG de julio ultimo, redactamos un texto (éramos en ese
momento Aulagnier, Lang, Laplanche, Lefévre-Pontalis, Smirnoff, Widlë>cher). Esa
Asamblea, ustedes la recuerdan, concluy6 con la votaci6n casi unânime de una
,;'mociôn" -completamente inamovible- que no indicaba ningun camino a seguir; un
enorme male star llegô a inscribirse en sus fôrmulas vagas y equivocas. Algunos inten
tamos salir de él. No se trataba para nosotros de hacer J!Umero o de reclutar firmantes;
éramos seis, hubiéramos podido obtener un acuerdo mucho mas amplio sobre ese
texto, pero no era nuestro prop6sito: querîamos ante todo que fuese una toma de
posiciôn escrita que comprometiera a sus autores mas allâ de palabras <lichas y replica
das en la oscilaciôn de humores e influencias. Aunque desde ahora Ja mayoria de
ustedes lo conocen, no creo inûtil leer este texto: Mociôn.
Por una parte, esta mociôn fue remitida al presidente de nuestra sociedad, S.
Leclaire, al que dejamos la tarea de juzgar sobre las modalidades de su difusi6n y
empleo; por otra parte, fue comunicada par uno de nosotros a Lacan, a fin de que no
tomase conocimiento de ella par terceras.
Segun nuestra manera de ver, este texto -y la toma de posiciôn que testimonia
ba- debîa pennitir a quienes representarian a nuestra Sociedad en Estocolmo, y prin
cipalmente a Leclaire, comprobar que una parte de la Sociedad -que tenîa alguna
LA EXCOMUNION 179
El tîtulo o la funciôn
Es un problema sobre el que reflexioné con frecuencia-y que me parece muy difi
cil de resolver. Me parece que la necesidad del "titulo" a cualquier precio, revela cierta
inseguridad.
La realidad de los hechos aûn recientes de la ûltima guerra demostrô que el aval
internacional en todas las disciplinas podîa ser salvador en el piano de la supervivencia.
Por no citar mas que a Freud y también a Spitz y a Loewenstein, fue exactamente ese
aval el que les permitiô evitar las experiencias mas envilecedoras y sobrevivir. En un
registro menos dramatico, la exclusion de Hesnard planteô a nuestros amigos de la
Mediterranea problemas reales muy angustiantes. Pero, 1,sôlo la IPA puede dar este
aval?
Se puede� -pensar que existe cierta inquietud en cuanto a la posibilidad de funcio
nar como analista sin este tîtulo, inquietud que tiene a la inseguridad como corolario.
Ademâs, esta inseguridad es permanente en los medios médicos hospitalarios. Es
- bien sabido que en esos medios la autoridad por derecho divino juega un papel tal, que
quizâs explica las reacciones violentas que en realidad desembocan en otra sumisiôn de
parte de algunos de nuestros colegas. Sabemos que el valor persona! no es el ûnico
factor en juego, en medicina, para el acceso a las posiciones de autoridad. Ahora bien,
si el fin es la autoridad, la personalidad estâ inscripta en ella; si el fin son las posibili
dades que ofrece la funciôn, entances es posible evaluar en farma mâs valedera las con
cesiones aceptables, las que no desembocan en una destrucciôn o en una alienaciôn
en el conformismo.
Hasta este momento, la Universidad escapô en gran parte a este problema, y
parece que si bien existe la "mediocridad diplomada", también, por el contrario, todo
sujeto valioso segûn los criterios establecidos puede esperar encontrar en ella su lugar.
Una tradiciôn como ésta merece ser cultivada y en todo caso tenemos que poner en la
balanza y pesar cuidadosamente el grado de sumisiôn o de adaptaciô�, a pesar de la
desaprobaciôn que podemos permitirnos sin sentirnos degradados.
Ademâs, ;,es posible funcionar coma analista sin este tîtulo? No en el piano prac
tico, y este punto de vista material tiene una real importancia, pero también puede
plantearse la pregunta: j,Sôlo
, seremos analistas si somos reconocidos como tales por
otros, "llamados analistas, , o lo seremos porque nos reconocemos coma tales interior
mente? En todo caso, parece que en la relaciôn analitica el analista es reconocido
como tal por el analizado y por él mismo.
i,Qué sucederâ si nos negamos a convalidar la decisiôn de la Comisiôn de Estudios,
tratando de hacer abstracciôn de las consecuencias en el piano internacional?
Tensiones acrecentadas, sesiones en las que los duelos personales pasarân por enci
ma de la discusiôn cientîfica, olvido de la armonia y de la cortesîa.
Segûn Otto Fenichel, �s el destin o de la mayorîa de las socie dades de psicoanâlisis,
porque los psicoanalistas estiman que, coma el otro estâ analizado, se le puede decir
todo.
Me parece qu� en este momento y a tîtulo terapéutico provisorio, tal vez la Socie
dad podrîa obligarse a cierto decoro. Sentimos gran necesidad de una atm6sfera
calmante, incluso aunque a algunos les parezca un poco tonta.
186 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
iEs posible elaborar e integrar estas tensiones? Por mi parte, pienso que de todas
maneras existiran, .se expresaran y no se debe esperar que no existan: testimonian nues
tra inquietud por aproximar la sinceridad y la dimensiôn irreduçtible del analisis, pero
· por eso es necesario que se expresen en la palabra y no en el acting-out.
Es esta sinceridad la que me parece necesaria y creo que tengo que sefialar un peli
gro que nos acecha. Que cada uno de los miembros titulares aprecie de distinta manera
las cualidades intelectuales o éticas de los candidatos a los diversos niveles de la jerar
quîa es sin duda legîtimo. Que los criterios personales, asî como las opiniones sean
diferentes, tanto mejor;-pero me pareciô, en especial ultirnarnente en una elecciôn de
miembro titular que se rechazô, y en una reciente promociôn al Colegio de Didactas,
que intervinieron criterios distintos a los apuntados mas arriba, y esto es un rerrible
peligro para la Sociedad.
Quizas se me reproche abordar asî las cuestiones personales, pero creo que ahora
el tiempo del silencio quedô atras: me refiero al informe de maya de 1962, pagina 17:
''En lo que concierne a la libertad de palabra, por ella se puede llegar a evocar el pro
blema plariteado a los didactas por los acontecimientos recientes. Cuando sefiala publi
camente a uno de ellos, dada que es conciente de las responsabilidades y las soledades
de su funciôn, entre la autocritica, la justificaciôn pro domo y las sobrecompensacio
nes reactivas, solo puede callo.rse."' (Por mi parte, digo: si en la situaciôn �e.Jmâlisis y
no en el piano cientîfico.) "De esta forma, se respeta a si mismo y a la furiêîr>n que tal .
vez no se respeta en él, y a la posiciôn que debe tener respecta de aquellos a quiene.._
analiza y cuya transferencia debe continuar siendo analizable. También es preciso que.
no se le haga imposible el silencio y, en este piano, detractores y partidarios, exaltân
dose, pueden tener la misma funciôn perturbadora.n
Naturalmente no se trata agui ni de autocrîtica ni de justificaciôn pro domo,
pero me parece que actualrnente el silencio es imposible y ya que tuvo lugar la sesiôn
de hoy, esta opiniôn debe ser compartida.
Prâcticarnente, 1,qué hacemos?
Mi posiciôn:
1) Contactas con la IPA.
Repetirles una vez mas que las directivas son intolerables para el superyô colecti
vo y desembocan en reacciones paranoicas, en fragmentaciôn, en acting-out y, coma
un anâlisis salvaje, destruyen al paciente.
Evaluar, tanto coma se pueda, las exigencias futuras y tratai:' de saber si el precio
del titulo no se pagara con sangre.
2) Suspender de hecho durante un tiernpo las relaciones con la Internacional sin
hablar de ruptura, de manera tal que la afiliaciôn no pueda jugar ni coma movil ni
como instrumento. Una soluciôn elegante para la IPA hubiese sido continuar nombran
do a titulo personal a los analistas que le parecieran responder a sus criterios.
De esta manera, los jôvenes candidatos deseosos de obtener eventualmente el aval
ulterior de la IPA habrian elegido a sus analistas entre aquéllos. Los otros habrian
conocido anticipadamente las consecuencias de una elecciôn diferente. Pero tal vez la
actitud de la IPA apuntaba justamente a otros fines, y no al de integrar el movimiento
de la Sociedad Francesa. Es una pregunta que podemos plantearnos.
3) De aquî a 1965, someter a estudio los principales problemas que surgieron y
probablemente otros, pero por ejemplo seria posible proponer a las jornadas provincia
les . el estudio de la influencia del numero de sesiones y su distribuciôn en la elabora
ciôn de los mecanismos de defensa.
LA EXCOMUNION 187
se
los anâlisis llamados didâcticos.
Aparte de quienes consideran informados gracias a sus reuniones y a sus con tac
tos, sôlo quienes tuvieron la doble experiencia de un anâlisis con Lacan y con otro pue
den tener la experiencia vivida necesaria para fonnarse una opiniôn valida.
11 de noviembre de 1963
DECISION VOTADA EN EL SECRETARIADO DE LA SFP
El Secretariado,
tras haber escuchado a la Asamblea General del 10 de noviembre de 1963, preocu
pado por mantener en el seno de la Sociedad las posibilidades de un diâlogo abierto,
decide:
1) Hacer Io que sea necesario para que no se aplique la mociôn de la Comisi6n de
Estudios del 14 de octobre de 1963;
2) asegurar, en las mejores condiciones posibles, la continuaciôn del debate sobre
los problemas especfficos de la formaci6n psicoanalîtica, en particular del anâlisis
didâctico, y esto con el objetivo primordial de elaborar definiciones de los criterios de
apreciaciôn deontolôgicos, teôricos, clînicos, etcétera;
3) transmitir al prôximo Secretariado la consigna de someter a la Asamblea Gene
rai un primer informe sobre estos problemas (definidos en el punto 2) antes del 30 de
abril de 1964.
Comentarios y precisiones
costumbre, se adoptô al témiino de un debate colectivo abierto a todas las voces, sin
que se haya solicitado ninguna votaciôn para determinar su texto definitivo.
"Las mejores condiciones posibles'': el Secretariado eligiô confiar al colegio de
0
12 de noviembre de 1963
CONVOCATORIA A UNA NUEVA ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
Estimado colega:
15 y 16 de noviembre de 1963
CORRESPONDENCIA INTERCAMBIADA ENTRE P. TURQUET Y S. LECLAIRE
El miércoles a la noche, con gran sorpresa, recibi una carta del Dr. Berge con un
documento que parece fue difundido por encargo suyo y excrito por el Dr. Perrier,
LA EXCOMUNION 189
Berge trata de todos estos puntos. El tiene nuestra autorizaci6n para utilizarla a fin de
defender su reputaci6n, y le envîo también una copi� de la presente.
Sinceramente,
P.M. Turquet
19 de noviembre de 1963
ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
22 de noviembre de 1963
20 de noviembre de 1963
JACQUES LACAN
SEMINARIO DE LOS NOMBRES DEL PADRE
Anfiteatro de Sainte-Anne
desde hace diez aftos, puse en él. No creo poder hacer nada mejor que desarrollarlo
tal cual, excusândome de que no vaya a tener continuaciôn.
.............. ............................................
Les diré solamente, para tenninar, que si bien interrumpo este seminario, no dejo
por ello de excusarme ante quienes, desde hace largos afios, han sido mis fieles oyentes.
Son algunos de ellos, sin embargo, quienes vuelveil ahora por esa huella, en mi contra,
nutridos por palabras y conceptos que yoles enseflé, conociendo las sendas y camino$
adonde yo los he llevado.
En uno de esos debates, a veces confusos, en et curso de los cuales un grupo, el
nuestro, se vio arrastrado en una u otra direcciôn por torhellinos, una persona, uno de
mis alumnos, creyô que debia -me excuso ante él por tener que despreciar su esfuer
zo, que seguramente hubiera podido tener eco, y volver a llevar la discusiôn a un nivel
analitico- creyô que debia decir que el sentido de mi enseiianza seria que la verdad, su
verdadera posesiôn, es que no se la atrapa nunca.
iQué increîble con�asentido! iQué impaciencia infantil! ïHace îalta que tenga
gente que se designa no sé por qué como cuita entre aquellos a quienes mâs fâcil
les es seguirme! i,D6nde se ha visto una ciencia, aunque sea matemâtica, en la que
cada cap{tulo no remita al cap{tulo siguiente? Pero, 1.,es esto justificar una fun
ci6n metonîmica de la verdad? i.,Es que no ven que a medida que avanzaba, me
acercaba cada vez mâs a cierto punto de densidad al que, sin dar los pasos precedentes,
ustedes no podian llegar? Al escuchar semejante afirmaciôn, ino cabe invocar los atri
butos de la fatuidad y la necedad, propios de un intelecto formado con retazos, del
tipo de los que se recolectan para cumplir funciones en los comités de redacciôn?
·oe esta praxis que es el anâlisis, procuré enunciar cômo la busco, cômo la atrapo.
Su vèrdad es inestable, decepcionante, escurridiza. iNo estân ustedes en condiciones
de comprender que por eso la praxis del anâlisis debe avanzar hacia una conquista de
lo verdadero por el camino del engafio? Pues la transferencia no es en absoluto otra
cosa -la transferencia en lo que no tiene nombre en el lugar del Otro.
Desde hace mucho tiempo, el nombre de Freud no cesô de hacerse cada vez mâs
inoperante. Entonces, si mi marcha es progresiva, incluso si es prudente, lno lo es
acaso porque tengo que darles aliento en contra de la impostura, algo hacia lo cual el
anâlisis corre permanentemente el riesgo de deslizarse?
No estoy aqui para alegar en mi favor. Sin embargo debo decir que -habiendo,
desde hace dos aflos, confiado enteramente a otros el manejo, ·en el interior de un
grupo, de una politica, para dejar a lo que tenîa que decirles su espacio y su pureza
-nunca, en ningûn momento, les di pretexto para creer que no habîa diferencia para
mî entre el si o el no.
IV
La Jucha interna
y la fundaci6n de la Escuela Freudiana
Noviembre de 1963 - Junio de 1964
Referencias
27 de noviembre de 1963
CARTA DE SERGE LECLAIRE A SACHA NACHT
Al doctor S. Nacht
Vicepresidente de la IPA
Estimado seflor:
He aqui pues, para resumir nuestra conversaci6n de ayer, una nota sobre la actual
situaci6n de la Sociedad Francesa de Psicoanalisis.
El plan de este documenta es el siguiente:
1. Calendario de los acontecimientos recientes.
2. Cuadro de situaciôn;
- la crisis actual de la Sociedad;
- la cuestiôn de las relaciones con el Comité Asesor.
3. Conclusiones personales.
4. Notas anexas:
- sobre las "notas" cuya difusiôn escandaliz6 al Comité Asesor;
- sobre la cuesti6n Berge.
Espero que este documenta pueda serle de alguna utilidad.
Agradeciéndole muy sinceramente su accionar, que espero tenga un efecto apaci-
. guador, lo saluda respetuosamente.
S.L.
II - Cuadro de situaciôn
que dejar pasar, con un prudente silencio, algunas iniciativas del Comité que en
realidad constituian infracciones muy graves al secreto profesional y a la discreciôn
analitica.
IV - Notas anexas
.a) Las "notas" sobre el proyecto de informe que se nos presentô el 18 de mayo.
Este proyecto de informe se nos expuso el 18 de mayo con el prop6sito explicita de
provocar nuestras reacciones y llevar al conjunto de la Sociedad a tomar una posiciôn
clara. Esas notas fueron leidas en seguida al Secretariado ampliado y, a pesar de la
insistencia de muchas, no se las publicô en ese momento para evitar explosiones pasio
nales de protesta contra los juicios abruptos que contenia el proyecto. Después de
Estocolmo y la difusiôn de las uminutas" del Ejecutivo, no se puede tratar de sustraer
este
_ testimonio, de ningûn modo confidencial, al conjunto de la informaciôn.
b) Sobre la "cuestiôn Berge·� El nombre de Berge aparece en el proyecto de
informe bajo el titulo de "revisiôn de la lista de didactas". En efecto, se trataba alli
de la reproducciôn textual de com�ntarios expresados libremente por algunos miem
br.os de la Comisiôn de Estudios. Es esta manera de haber reproducido de modo
textual los comentarios expresados libremente (no concertados) la que nos parece
. criticable en el trabajo del Comité Asesor.
. En cuanto al fondo de la cuestiôn, Berge se mantenia a distancia de las actividades
de nuestra Sociedad. En el momento de la reorganizaciôn de nuestros métodos de
trabajo en la Comisiôn de Estudios (reseftas sobre los .casas, pasaje a 4 sesiones por
semana), nos hizo saber que no creîa, por su parte� que hubiera que cambiar na�a en
estas costumbres. Se plante6 entonces la cuestiôn� que no. se volvi6 a considerar, del
modo ulterior de comunicaciôn con Berge. Parece que ninguno de sus pares (didactàs
4e su generaciôn) creyô tener que comunicarle esta cuestiôn; tampoco yo fui comisio
nado para hacerlo, de ahi su sorpresa. La menciôn de su nombre fue por lo tan to una
torpeza de nuestra parte para con él.
LA EXCOMUNION 197
10 de diciembre de 1963
ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
a) Secretariado de la Sociedad:
Presidente ............... J.Favez-Boutonier
Vicepresidentes............ A.Berge, D.Lagache
Secretario general .......... W.Granoff
Secretario cientifico. ........ J.L.Lang
Tesorero ................ D.Anzieu
b) Comisiôn de Estudios:
Sefiores: D. Anzieu, G. Favez, W. Granoff, D. Lagache, S. Leclaire, F. Perrier.
El Presidente de la Sociedad forma parte por derecho propio de la Comisiôn de
Estudios y la preside.
11 de diciembre de 1963
CREACION DEL GEP
Estimado colega:
Diciembre de 1963
CIRCULAR DE LA SFP
Circular de informaciones
chazo de toda concesi6n real cada vez que intenta obtener de J. Lacan, por la persua
sion, sea una normalizaci6n de su prâctica, sea una conversion de sus funciones en una
erisefianza de la investigaciôn, ensefianza cuyo interés nadie discutirîa.
La posiciôn de J. Lacan consistiô en exigir una aceptaci6n o un rechazo absoluto
del conjunto de su prâctica y de su ensefianza, y ninguna de las tentativas destinadas a
obtener una soluciôn intermedia pudo llegar a buen término.
Recordemos los acontecimientos recientes sobre los cuales se publicaron docu
mentas:
1) Congreso de Estocolmo: Las exigencias del Comité Ejecutivo Central de la
Asociaciôn Psicoanalitica lnternacional se afirman con una. claridad creciente Gulio
1963).
2) Decisiôn de la Comisiôn de Estudios de suprimir el nombre de J. Lacan de la
lista de didactas ( 13 de octubre de 1963).
3) Asamblea General del 10 de noviembre en laque pareciô perfilarse, a través de
los contrastes, una voluntad comûn de estudiar a fondo y resolver el problema en los
plazos precisados, suspendiéndose mientras tanto la aplicaciôn de la decisiôn de la
Comisiôn de Estudios.
4) Asamblea General del 19 de noviembre, en la que la mayorîa de los miembros
presentes considero que una moci6n propuesta por S. Leclaire, como Presidente del
Secretariado, llevaba prâcticamente a un retorno al statu quo y a una prôrroga indefi
nida. (Publicaciôn de una nueva lista de didactas anexa a la decisiôn de la Comisiôn de
Estudios; puesta en estudio de los "problemas especificos de la formaciôn analîtica
,,
y particularmente del anâlisis didâctico. . _ . Se pre.viô un primer informe para antes
del 30 de abril de 1964.) Esta mociôn fue rechazada por 27 votos contra 16 y 1 abs
tenciôn.
5) A continuaciôn de esa votaciôn, S. Leclaire, F. Dolto y F. Perrier dimitieron al
Secretariado, y algunos dias mâs tarde S. Leclaire y F. Perrier anularon las reuniones
que tenian a su cargo en el marco de la ensefianza de la Sociedad; F. Dolto pidiô no
figurar mâs en el programa de ensefianza. Por ûltimo, M. Mannoni inf ormô al Secreta
riado que no daria su conferencia prevista para la reuniôn cien tifica del 3 de diciem
bre.
6) En la Asamblea General del 10 de diciembre se eligieron un nuevo Secretariado
y una nueva Comisiôn de Estudios.
El retira de cierto nûmero de miembros titulares, tanto de las tareas administrati
vas como de las actividades docentesque les habia confiado la Sociedad, hizo aun mâs
improbable su participaciôn en tareas prâcticas. En esas condiciones, el Secretariado
solo podia incluir a miembros decididos a garantizar el mantenimiento de tales activi
dades.
Este Secretariado fue elegido sobre la base de un programa en el que se destaca
claramente el deseo de limitar los efectos de la crisis (cf. anexo no 1).
Asimismo, la nueva Comisiôn de Estudios incluye, adenias de la Sra. J. Favez
Boutonier, Presidente de la Sociedad, a los Sres. D. Anzieu, G. Favez, W. Granoff, D.
Lagache, S. Leclaire, F. Perrier, lo cual sefiala perfectamente· la voluntad de la mayorîa
de los miembros de la Sociedad de que la selecciôn y la promociôn de alumnos prosiga
sobre la base de criterios puramente analiticos.
Al dîa siguiente de estas elecciones, el 11-12-1963, una carta firmada por J. Cla
vreul fue enviada simultâneamente a diferentes miembros de la Sociedad y al Secreta
rio Cientîfico, comunicândoles la creaciôn de un "Grupo de Estudio del Psicoamilisis".
200 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
El Secretariado
20 de abril de 1964
CARTA DE JEAN CLAVREUL A LOS MIEMBROS TITULARES
Y ASOCIADOS DE LA SFP
SEGUIDA POR UNA CARTA DE J. FAVEZ-BOUTONIER
Estimado colega:
Jean Clavrèul
Estimado colega:
J. Favez-Boutonier
Presidente
9dejunio de 1964
ASAMBLEA GENERAL DE LA SFP
"Sefiora Presidente:
"Le informo por medio de la presente car ta que la categoria de Grupo de Estudios
apadrinado por el Consejo Ejecutivo de la Asociaciôn Psicoanalitica Internacional, y
acordado a la Sociedad Francesa ·de Psicoanâlisis, fue derogada a partir del 10 de mayo
de 1964. Esta medida se hizo necesaria en razôn del hecho de que las condiciones y
recomendaciones enunciadas en el Congreso de esta Asociaciôn en ·Edimburgo y recor
dadas en el Congreso de Estocolmo no fueron observadas."
26 de junio de 1964
12 de junio de 1964
CIRCULAR DEL GEP, SEGUIDA POR U NA CARTA DE
FRANÇOIS PERRIER A JEAN CLAVREUL
Estimado colega:
Jean Clavreul
Podria ser que, por decencia, el Secretariado actual d�ita y que, bautizand<;> con
un nombre francés al FSG, organice, con su mayoria, una nueva sociedad y permita asi
establecer domicilios separados. Esta minima elegancia no es muy verosimil en los
tiempos en que vivimos.Por otra parte, qué importa...
Supongamos que se nos arrebate la sigla SFP; convendrâ sirnplemente que recor
demos y hagamos saber que nos apoyamos menos en las letras que en el espîritu, y
que las iniciales solo valen a partir de sujetos que conocen y hacen conocer sus
nombres propios.
Mâs allâ de toda sigla, presen te y por venir, estâ la existencia de un grupo y de
nuestros proyectos.
Estos proyectos no tendran mâs importancia por refugiarse en el misterio. Deli
nearlos es simplemente recordarlos, restaurar su relieve y evocar los medios de su reali
zaci6n, constantemente mejorados en el curso de diez aiios.
- Fidelidad a los objetivos primordiales a partir de una exigencia para la que sono
su hora en la escisi6n de 1953: cuestionar a Freud, al anâlisis y a nuestra experiencia.
Tomar distancia respecto de todo formalismo, todo dogmatismQ, todo conformismo.
Hallarse asî en condiciones de cuestionar nuestra disciplina en sus estructuras origina
les, reoriginadas siempre en cada uno de sus defensores, a partir de la experiencia inau
gural y necesaria del anâlisis didâctico.
Algunos primeros trabajos sobre la teoria de la formaci6n y de la ensefianza estân
en vîas de conclusion. Pueden ayudar a renovar instituciones que solo cobran si) senti-·
do si estan permanentemente abiertas a la exigencia de progresar. En particular,
pueden permitir que una comisiôn de estudios apoye su funcionamiento en criterios
anali ticos mej or articulados.
- Aunque estamos en condiciones de volver a poner en marcha por nuestra
propia cuenta y en muy poco tiempo los organismos en los que se apoya una sociedad
de anâlisis, conviene que no nos satisfagamos sôlo con su restablecimiento, sino que
constituyamos con él, a partir de una programaciôn adecuada, los aparatos que regis
tren y utilicen los datos y adquisiciones de una informaci6n teôrica enriquecida.
El argumento del repliegue de la Sociedad sobre s( misma fue engafiosamen te utili
zado con fines polîticos. Asî es cômo nuestro deseo de ubicarnos en una red de
comunicaciones internacionales se encontrô reducido y comproinetido en el impasse
de los ritos de reconocimiento formai. El FSG sabra tal vez pronto, a costa suya, que
llega demasiado tarde a las ceremonias ipistas. Las sociedades, reconocidas desde
siempre en el piano intemacional y exentas por ello de las prudencias reverentes a las
cuales no escapan los impetrantes, no ocultan su escepticismo en cuan to al apara to
internacional actual y sus manifestaciones cada vez mâs formales y vacias de con
tenido.
Es posible que el FSG sea el ultimo en descubrir que el verdadero diâlogo anali
tico a través del mundo ya no pasa forzosamente por el palabre rio de las celebraciones
congresistas. Nos toca a nosotros por lo menos saberlo para no dejar de lado, en ade
lante, las.verdaderas posibilidades de intercambio y comunicacion.
En este piano, podemos ubicar los instrumentas concretos necesarios para un diâ
logo. En definitiva, no es mas que un problema técnico.Encontraremos medios y dina
mismo para resolverlo, cuando entre nosotros ya no haya confusion posible sobre lo
que tenemos que hacer reconocer de nosotros, en el trabajo de cada uno y al servic= o
LA EXCOMUNION 209
del psicoanâlisis, por cuanto éste solo podria vivir en el movimiento de su progreso.
Afectuosamente,
Franç.ois Perrier
15 de junio de 1964
CIRCULAR DEL GEP, SEGUIDA POR UNA C ARTA DE
LA DRA. AULAGNIER A LA DRA. FAVEZ-BOUTONIER
Estimado colega:
Con el acuerdo de P. Aulagnier les remito adjunta copia de su carta destinada
primitivamente a una difusi6n mâs restringida.
La reserva que es buena costumbre en los medios analîticos pudo ser interpretada
por algunos alumnos como un signo de. debilidad, incluso de complicidad por parte de
quienes son en alguna medida responsables, al menos moralmente, en el seno de la
SFP. Hoy que la mâscara ha caîdo y que los miembros del FSG se expusieron a si
mismos al juicio de sus colegas y alumnos, podemos felicitarnos por no haber respon
dido a la provocaci6n con laque se nos enfrentô.
No menos tenemos que subrayar el alcance real de lo que algunos llamaron pûdi
camente simple divergencia de objetivo politico. Por ello me pareciô ûtil hacerles cono
cer este testimonio, cuya honestidad no puedo mâs ·que aprobar,que denuncia loque
hay de indefendible en la posiciôn adoptada por el Secretariado.
Jean Clavreul
11 de junio de 1964
Seflora Presidente:
En general desconfîo de los actos que me parecen gratuitos: por eso dudé en
enviarle esta carta que reconozco que es absolutamente inûtil. Si, de todas f onnas, le
escribo, es porque indudablemente puede ocurrirque el deseo sôlo tenga ·como soporte
la evidente gra tuidad del -gesto.
Asisti el martes a la noche a loque, si no fonnara parte de Ioque= era la SFP, me
habria parecido una de las mâs bellas farsas que jamâs se haya osado imaginar en el
mundo analitico: la Presidente ·de la SFP nos anunciaba que la Sociedad, cuyos dere
chos ella tenîa que defender en tanto Presidente, en realidad ya no existîa. Ul propia
Presidente nos informaba que loque gracias al esfuerzo y al trabajo de todos nosotros
habîa sido una Sociedad analitica digna de este nombre, era ·transformada por sus
210 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
i,Mi teoria? Hasta ahora, siempre. ·se reconociô ·mi deseo de permanecer lo mas
cerca posible de la clinica y, que yo sepa, nadie me tachô de antifreudiana; lo afinné
con bastante frecuencia en lo que fue la Sociedad; a veces, por el contrario, se sorpren..
dieron por encontrarme, sin razôn ademas, menos lac�niana que algunos de nuestros
colegas. ;,Entonces? Usted no ·nos reprocha ni nuest�o trabajo analitico, ni nuestra
concepciôn teôrica, usted nos reprocha haber rèchazado cierto compromiso: este
rechazo, como deberia saberlo, no tiene para nada el cara_cter de una defensa; fuimos
capaces, como los otros, de cuestionar todo lo que pod1a ser el lado pasional, reacti
vado para algunos por la situaciôn que se habfa instautado. Pude, como otros, esperar
por un momento la abdidaciôn de quien era considerado como obstaculo y tentanne
con la fascinaciôn que ejerce el poder y con la aureola seductora del papel de "desha
cedor de entuertos" y de "espiritu esclarecido'', pape! què pennitirîa escamotear el
enceguecimiento, 'la ambigüedad y la mala fe que se oc1:1ltaban tras la tergiversaciôn de
esos términos.
Estuve suficientemente cerca de quienes se llamaron "los mocionarios" como para
tener el derecho de decirle que mi elecciôn, lejos de ser una soluciôn fa.cil o una actitud
de evitamiento, incluso un retomo de la llarna transferencial, es el resultado de una
experiencia penosa que pagué con el precio de lo que significa para cualquiera ponerse
al desnudo ante si mismo, desnudar todo lo que se disiinula bajo los ténninos de ambi
ciôn justificada, libertad intelectual, verdad, incluso j_usticia a secas. Usted condena
esta elecciôn, ;,en nombre de qué dogma? Lo que se nos reprocha no es de ningûn
modo que nos apartemos de las reglas internacionales (usted sabe que esta aserciôn
serîa insostenible), ni nuestra herencia teôrica o nuestra formaciôn analitica (pues en
ese casa su lista se reducirîa mucho), sino exactamente el habernos negado a continuar
estando ciegos ante la duplicidad y la amoralidad de la soluciôn que se nos proponia.
Creo, Sefiora Presidente, que mi amargura éstâ, coma suele decirse, sobredeterminada:
el final de una Sociedad que, ante todo, debîa su exi$tencia al trabajo de quienes hoy
pasan par ser los acusados, no puede dejarme indiferente; la duplicidad y el oportu
nismo de quienes eran ayer nuestros amigos es una triste evidencia, pero créame que la
que lo que me resulta mâs desolador es el Secretariado: se me revelô coma el tes�uno- ·
nia viviente de lo que, segûn algunos, se oculta bajo el habïto de analista: el engafio, el
desconocimiento, la mala-k,-lo escandaloso propiamente dicho.
Porque a mi misma, coma analista, me ofende profundamente.
Crea, Sefiora Presidente, en la sinceridad de esta amargura. Sin duda es el ûltimo
testimonio que ofrezco desde mi lugar de analista.
P. Aulagnier
P.D. En calidad de miembro titular pienso que aûn tengo el derecho de pedirle
que tenga a bien leer esta -carta a los miembros del Secretariado y de- �a Comisiôn de
Estudios. No obstante, para el caso en que le fuese necesaria una autorizaciôn, envîo
una copia de ésta al Sefior Widlôcher.
Le infornio que envia una segunda copia al doctor Jean Clavreul quien, en toda
esta triste experiencia, tuvo el coraje de hacer de su nombre el portavoz de_l esfuerzo Y
de la esperanza de quienes esperaban salvaguardar, ep el seno de la SFP, el espîritu
analîtico.
212 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
J unio de 1964
REUNION DEL GEP
Las funciones de buz6n que cumplo desde hace seis meses para el GEP me llevan
hoy a hablarles de los problemas que se nos plantean a continuaci6n de los aconteci
mientos que sobrevinieron en las ûltimas semanas en la SFP y a hablarles de las solucio
nes que ya se alcanzaron.
En efecto, me vi llevado por mi posici6ri a recibir ecos provenientes de horizontes
bastante diversos y pronto se puso de manifiesto que los amilisis de la situaci6n estaban
muy cerca unos de otros y que las soluciones encaradas eran muy parecidas. Tomé
nota de ellas con' gusto, pues aunque los anâlisis son muy pesimistas, su convergencia,
por el contrario, nos da la posîbilidad de encarar, en UIJ futur� cercano, una salida
sa tisfactoria.
Consideren, por lo tanto, que lo que tengo que decirles no refleja mi 6pini6n
persona! exclusivamente, sino mâs bien que voy a decirles aqui, con la mayor aproxi
maci6n posible, 1o· que verbalmente o por escrito muchos de ustedes me confiaron.
La un�dad de la .SFP ya no existe. Al haberse constituido una parte d_e nuestros
colegas como Sociedad autônoma, estableciendo asî una especie de casta que se preten
derîa privilegi�da en el seno de la SFP, es totalmente evidente que se firm6 la condena
a muerte· de nuestra Sociedad. Los esfuerzos que hicimos estos ultimos meses o estos
ultimos afios para evitar que ocurriera semejante cosa se malograron. Este es un hecho
desolador, pero creo que ahora no nos queda mas que asumirlo. Por lo demâs, la
manera en que podamos librarnos de los perjuicios menores por supuesto constituye
un problema que debe ser examinado cuidadosamente, pero esta noche no estamos
aquî _reunidos por eso. Lo primero que debemos hacer es esforzarnos por tomar dis
tancia respecto de las circ�nstancias ocasionales de esta ruptura. Por lo tanto no
volveré sobre el tema.
Lo que hoy les propongo es despejar las lineas generales que los recientes aconteci
mientos tuvieron el mérito de hacer aparecer con claridad. Luego, a continuaciôn de
mi exposici6n, cederé la palabra a algunos de nuestros colegas a fin de que les hablen
de cierto nûmero de problemas particulares.
Resefia hist6rica
las decisiones tomadas nos puso de entrada en una posiciôn falsa respecto de la IPA.
Esto es accesorio. Mucho mas grave era la ausencia de lineas directrices que permi
tiesen singularizar a la Sociedad Francesa de Psicoanalisis respecto de las otras socieda
des psicoanaliticas, y particularmente respecto de la Sociedad de Paris. Asi, hubo que
contentarse finalmente con nociones muy vagas, consistentes en decir, por ejemplo,
que nos animaban los principios de la democracia y el liberalismo. Es preciso decir que
no se comprende bien cômo ·podrîan manifest-arse concretamente esos principios tan
generales en el funcionamiento de la Sociedad, salvo como una mayor ductilidad del
aparato administrativo.
Mucho mas sorprendente era por el contrario la reivindicaciôn hecha desde el prin
cipio por la SFP, en el sentido de ser una Sociedad Psicoanalitica coma las atras.
Y, en nombre de su propia conformidad te6rica y técnica, la SFP reivindic6 desde el
principio su derecho a adherir a la IPA. Habilidad politica, sin duda, y capaz de
manejar el porvenir. Pero de todos modos es una manera muy curiosa, para una
Sociedad, anunciar su posici6n dicienda que nada, o casi nada, la distingue de la Socie�
_<lad de la que se sep_ara. E.or sup..uesto., la SFP tenia .completa razôn para anunciar su
deseo de someterse a reglas sin las cuales no serfan posibles ninguna vida en sociedad
ni ning(m analisis. Pero limitarse a enunciar esa evidencia no es un programa de acciôn.
Entonces, confusion en su formaci6n, ausencia de Iineas directrices; este desorden
era el mismo que se manifestaba en la heterogeneidad de sus lideres. Ya que, real
mente, no habfa gran cosa en comun entre un Lagache y un Lacan, entre una Juliette
Favez y una Françoise Dolto. Asimismo, se puede decir que los alumnos se reclutaron
a la buena de Dios y por lo general sin saberse bien por qué.
Asi se pueden comprender los estatutos de la Sociedad, que reflejan este estado
de casas: son de una banalidad absoluta y no buscan de ningun modo traducir lo que
podria constituir la originalidad del grupo.
No culpemos a nadie por esta situaci6n. En efecto, no cabe duda, de que aunque
ya en ese momento algunos descubrfan perfectamente que partiamos en una direcciôn
completamente diferente de la oficialmente anunciada, nadie pudo comprender por
completo lo que ya estaba escrito en el destino de la SFP. Nadie pudo comprender,
porque hay un tiempo para comprender. Hay este tiempo ha llegado y es preciso que
nos lo expliquemos claramente.
i,C6mo podia evolucionar la SFP? Habiendo partido de reivindicar un certificado
de conformidad, deseosa de hacerse reconocer por la IPA, no era extrafio que, por esa
raz6n, la SFP pidiera entrar en esa categorfa, ofreciendo la sola ventaja de multiplicar
el numero de Presidentes de Sociedades y de revistas de escaso tiraje.
Quiza las cosas podrfan haber sucedido asi, y evidentemente es lo que esperaban
algunos de nuestros colegas. Pero habia algo muy distinto de ese conformismo en la
SFP. Es lo que poco a poco se vio aparecer en los trabajos de unos y otros, sobre todo
es lo que se hizo patente gracias a Lacan. Pues, durante estos once afios de existencia,
la SFP se caracteriz6 ante todo por la elaboraciôn progresiva de los trabajas de Lacan,
elaboraci6n que situ6 a la SFP de una manera resueltamente original, no solamente en
raz6n del indiscutible progreso que constituye la teorfa de Lacan, sino también
porque, es necesario decirlo, justamente fue Lacan quien permiti6 la apertura a las
ciencias humanas y el retorno a Freud, por lo cual, y con raz6n, la SFP pudo felicï
tarse.
No obstante, hay que agregar que si el trabajo de Lacan hubiese sido aislado, no
habria bastado en absoluto para constituir nuestra originalidad. Lo que fue verdade-
214 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
ramente notable es que cada uno por su parte, y en distintos grados, contribuyô a
demostrar que el aporte lacaniano volvia a cuestionar todo el campo analitico. Lo que
cada uno de nosotros demostrô, cualquiera fuera su antigüedad en el anâlisis, es que
estë1.ba profundamente marcado en su prâctica y su teorîa por una ensefianza que indu
dablemente dejô de ser letra muerta.
Atrapada entre su confesada vocaciôn por el conformismo y el estilo resueltamen
te original que el aporte lacaniano le hizo adoptar en los hechos, la SFP estuvo, desde
el principio, profundamente dividida.
Aqu( es donde hay que comprender el lugar directivo que en realidad asumiô.
la troica, es decir, el trio Leclaire-Perrier-Granoff. Esta troica fue una tentativa resuelia
y desesperada de conciliar el agua y el fuego, de permitirle vivir a la SFP, cuando desde
el principio se vio afectada por un mal incurable. Sin embargo, no tenemos derecho a
decir que el tra�ajo de la troica fue un fracaso, porque permitiô que se desarrollara la
teoria de Lacan, que la joven generaciôn tomara vuelo y, sobre todo, porque nos dio
ese tiempo para comprender que mencionaba hace un rato.
Después de la direcciôn de hecho que asumiô la troica, hubo otro fenômeno
importante, el de la politica de Leclaire. El proyecto de Leclaire, como ustedés saben,
era. introducir nuestras propias dificultades internas en el seno de la IPA, es decir,
introducir a Lacan y a la enseiianza .de Lacan en Ios medios intemacionales. A decir
verdad, este proyecto era de una audacia increfüle. Pues muy simplemente se trataba
de introducir un caballo de Troya en el seno de la IPA, se trataba de decir que Lacan
no podia ser apartado, siendo su ensefianza y su posiciôn especificamente freudianas.
Tarea verdaderamente incômoda por cuanto nuestros interlocutores se dejaban
dominar por lo que les chocaba en Lacan. Todos pensamos que eso podria tener éxito,
esperamos que lo tuviese.
Sin duda, se pudo reprochar a Leclaire todas las incidencias que implicaba tal poli
tica. Sin embargo no debemos olvidar que fue él, probablemente, quien primero, y
con mayor fuerza, percibiô todo lo que constituîa la originalidad de nuestra Sociedad.
Debemos rendirle este homenaje por no haber cedido jamâs en lo esencial, y porque
puso toda su energia, todo su tiempo, toda su pasiôn al servicio de la causa que soste
nîa para intentar forzar el destina, a pesar de las criticas frecuentemente malintencio
nadas que todos pudimos hacer a su persona. Esto nos permite decir hoy que su fraca
so no fue tal, pues él explorô realmente con bastante cuidado el impasse en el que estâ
bamos metidos, como para que podamos pensar que fue culpa suya el que no podamos
ver cumplido ese proyecto que no era solamente el de Leclaire sino el de todos
nosotros;
Hoy; cuando est os acontecimientos f o�an parte del pasado, sabemos que hubiera
sido vano mantener mucho tiempo mâs el equivoco que se hallaba inscripto desde el
primer dia de existencia de la SFP. Y, en primer lugar, quisiera decir por qué debemos
rescatar lo que constituye nuestra originalidad.
,Y bien! Es por una simple razôn, porque somos ambiciosos. Es porque tenemos
conciencia de estar en posesiôn de una herramienta excepcional, un rnedio de retomar,
de una manera completamente nueva, el campo psicoanalîtico, donde reina la esclero
sis y el aburrimiento. Lo que rechazamos es renunciar a esta herramienta, coma se nos
propone, a fin de entrar en el seno de la Intemacional. Pues es necesario que lo corn-
LA EXCOMUNION • 215
nas llamadas normales? Es cierto que esto no concordarîa con lo que se observa dia
tras dia, es decir que alguien muy "normal" puede ser muy mal analista, mientras que
un "neurotico" puede ser excelente analista. Con seguridad, no es esto lo que justifica·
la necesidad del anâlisis didâctico.
Pero, indudablemente, tampoco se emprende un anâlisis para hacer en definitiva
un primer aprendizaje de los misterios del inconsciente sobre uno mismo; el amilisis
personal no es una especie de trabajo prâctico que venga a ilustrar -conocimientos
teoricos.
Todo esto reahnente es muy poco satisfactorio.
Podrîamos comenzar desde el principio, interrogandonos, por ejemplo, sobre la
significacion de la demanda de un anâlisis didâctico, para desembocar en la paradoja
del hecho de que de una u otra manera la Sociedad analîtica, en lo que respecta al di
dacta, se ve llevaqa a darle una respuesta a partir del· momento en que el alumno esté
habilitado a devenir analista o, por lo menos, de hacer sus primeras armas como analista.
Se trata acâ de una dimension del anâlisis aun mâs problemâtica, pero para
permanecer a niveles relativamente simples y mâs accesibles a todos, diré que el anâlisis
didâctico no es evidentemente una formacion profesional, tampoco es una clase de tra
tamiento, de terapéutica, de curacion, que apunte a cierta adaptaciôn o a hacer que
el sujeto sea capaz de adaptarse a - cierta funciôn, la funciôn del analista. Tampoco
es sin duda un modo de adoctrinamiento, como algunas veces se ha denunciado y
como se verifica aun con mucha frecuencia.
Pero si es preciso resumir o dar, proponer una formula de lo que puede ser la ·
dimension propia del anâlisis didâctico, como quiza por otra parte la de todo otro anâ
lisis, diré con gusto que el anâlisis didâctico y la dimensiôn didâctica consisten esencial
mente en una apertura a una dimension irreductible; por consiguiente, a todos les es
Hcito advertir si se mantiene dicha dimension irreductible en la prâctica y en la técnica,
lo que no siempre es facil.
Hay que agregar ademâs que, como todo analisis, un anâlisis didâctico también es
el cuestionamiento de una organizaciôn libidinal, y que todas esas personas cuestiona
das en su organizacion libidinal se encuentran a con tinuaciôn, en el seno de una Socie
dad, confrontadas con quienes las cuestionaron y con otros que fueron cuestionados
por los mismos.
De todas maneras, y esto también de una manera relativamen{e superficial, cuando
uno se interroga sobre las dimensiones didâcticas se plantea el problema de los crite
rios -de los criterios de seleccion de candidatos, de selecciôn en todos los niveles, a
partir de la admisi6n o del no obstâculo al anâlisis didâctico, a partir de la admisi6n
al control, a partir de la admision al titulo de miembro asociado, de titular, y hasta
incluso la habilitacion para las funciones de didacta-.
Se en:cuentra planteado el mismo problema, a saber: i,COn qué criterios?
En sintesis, estamos confrontados en todos los niveles con una pregunta a la que·
ustedes comprenden bien que es infinitarnente m�s c6modo no responder; mâs vale
apegarse a ciertas costumbres, escamo�arla porque crearia demasiados problemas.
Creo que estâ en la linea de nuestra Sociedad escamotearlos minimamente.
i,Qué puede guiarnos en todo ésto? Pues parece que ya no queda ningûn criterio
o por lo menos yo no les doy ninguno, no les propongo ninguno, y a decir verdad los
organismos responsables no tienen ninguno muy firme, muy preciso. Los organismos
responsables se refieren a reglas, a costumbres, a apreciaciones que son personales, pero
cuyas coordenadas, como se fos recordaba hace un rato, se relacionan en realidad �on
LA EXCOMUNION 219
la idea que cada uno se hace de lo que el analisis debe producir realmente, aunque
sobre los criterios de selecciôn, incluso en el seno de un comité relativamente homogé
neo pueden intervenir puntos de vista muy heterogéneos.
Los lacanianos tienen también en el papel de la didactica una aproximaciôn al
problema mucho mas rigurosa que la que reina habitualmente en los medios psicoana
liticos, y esto debe incitarnos a tomar posiciôn desde ahora.
Pues lo que seguramente podemos decir desde ahora, en una primera aproxima
ciôn, es que el analisis de un candidato es ante todo una manera de introducirlo en esta
noci6n de falta del lado de su filiaciôn, del lado de su deuda hacia un padre que siem
pre sera un padre inaccesible, siempre faltante pero que, por el mismo hecho de esa
falta, lo introduce en una estructuraciôn simbôlica sin la cual no habrfa ningûn saber
posible.
Pero sobre esto pronto téndremos la ocasi6n de avanzar, puesto que muchos de
nuestros colegas estan estudiando el problema teôrico del didactico.
Lo que ya sabemos es que en todo caso no se gana nada diluyendo nuestras incer
tidumbres respecto del didactico, repartiendo entre los miembros del colegio de
didactas la responsabilidad de tomar a cargo un alumno. Dicho en otros términos, esa
ronda superflua no tiene otra razôn de ser que la de disminuir, de manera completa
mente artificial, la responsabilidad del analista cuando toma a su cargo a un nuevo
paciente, por razones terapéuticas o por razones Hamadas didacticas.
Pues tenemos que apartarnos de la distinci6n totalmente ficticia entre sujetos que
llegan al analisis porque son "neur6ticos" y que mas tarde se revelan como posibles
futuros analistas, y por otra parte los sujetos que llegan al analisis porque su estatuto
social es tal que su deseo de convertirse en analistas es considerado de in mediato como
legitimo por una Comisiôn de Estudios, inevitablemente fascinada por la ostentaci6n
de tf.tulos, a falta de poder conocer otra cosa del candidato.
Realmente parece que, por el momento, serfa aceptable una sola soluciôn: que el
sujeto que desee convertirse en analista sôlo ·sea admitido después de que su deseo de
ser analista haya sido efectivamente sometido a prueba por su analisis personal. Esto
supone, por supuesto, que sôlo el analista del candidato puede y debe tomar en ultima
instancia la decisiôn. Comprenderan entonces que, también en este punto, se desembo
ca necesariamente en una disminuciôn de la responsabilidad colectiva y an6nima de
una sociedad psicoana1itica, paralelamente con un agravamiento d� la responsabilidad
persona! del analista respecto de aquél que ha tomado a su cargo emprendiendo su
analis�s. Esto no supr�me en absoluto el derecho completamente legitimo que conserva
la sociedad, respecto de aceptar o rechazar a un nuevo colega.
En el tema de la formaci6n de nuevos analistas, aûn me parece necesario agregar
que los controles son particularmente importantes y plantean numerosos problemas.
lCuàndo debe tener lugar el primer control? lHay que tomar un control con el propio
analista? A estas cuestiones a las cuales solo se responde perpetuando la costumbre, es
urgente que p'odamos responder un poco mejor.
Asimismo, existe el-problema de fa ensefianza. Es cierto que debe ser desarrollada
y favorecida al maximo, pero me parece que dos 6rdenes de reflexi6n deben permitir
nos modificar los ha.bitos corrientes. En primer lugar, parece completamente vano
querer apartar artificialmente a los alumnos d� la ensenanza del psicoanalisis durante
los primeros afios de su formaci6n. Por una parte, porque cuando Uegan al analisis, fre
cuentement� ya tienen muchas nociones te6ricàs y casi si�mpre muy malas. Por otra
parte, puesto que escuchan hablar de psico�ilisis yendo al eine o leyendo Tintin,
220 TRES MOMENTOS EN LAVIDA DE JACQUES LACAN
realmente j,pOr qué no pennitirles acceder a una ensefianza que de todas m�èras �râ
mucho mejor?
Me parece que hay que hacer otra observaciôn concerniente a la necesidad de
suprimir deÏmitivamente todo. control respecto de los analistas en f onnaciôn. En
cuanto a ellos, porque no se entiende por qué dejarles creer que basta con dormir en un
curso para adquirir los conocimien tos necesarios. Y también por los profesores, porque
es preciso que éstos se percaten de que tendrân que dar curs9s interesantes si quieren
tener publico.
Por el contrario, este liberalismo en el piano formai debe permitir ser efectivamen
te exigente en lo que hace a las verdaderas cualidades de un analista. Quiero decir que
tenemos derecho a esperar alumnos que den pruebas, por sus trabajos personales, de
interesarse verdaderamente en la cosa analîtica y de participar efectivamente en la vida
de su Sociedad.
Por eso, habrîa que facilitar su participaciôn activa en los grupos de trabajo, los
que, a juzgar por su multip}.i_caciôn, parece que despiertan interés. Una parte importan
te de su actividad podria consagrarse particularmente a ·ese aruilisis de los trabajos
extranjeros que mencionaba anterionnente. Por un lado, ésta seria para ellos la ocasiôn
de formar su cultura analitica. Por otra parte, encontrarian la posibilidad de hacerse
conocer, de mostrar su aptitud en un momento en el que la ausencia de una experien
cia suficiente los aparta aûn de los trabajos clînicos y teôricos.
Jerarquîa en la Sociedad
Los problemas de jerarquîa en las sociedades psicoanaliticas son, con toda eviden
cia, poco satisfactorios actualmente. En efecto, hay toda una serie de grados entre el
alumno invitado y el miembro de la Comisiôn de Estudios, jerarqufa totalmente cri
ticable:
1) Porque muy poco corresponde al valor real de los analistas que se encuen tran
asî ca talogados.
2) Porque todas estas distinciones no responden a ninguna necesidad en el ftu1cio
namiento de la Sociedad.
3) Porque tal jerarquia instituye una concesiôn absurda a las ambiciones mâs
mezquinas.
Entonces, conviene evitar esta jerarquîa, contentândose con la ûnica· separaciôn
necesaria.
Por una parte, habrîa miembros a los que se reconoce que han adquirido un verda
dero dominio de la situaciôn analitica. Serîan miembros titulares que, considerando lo
que pensamos del amilisis llamado didâctico, estarîan entonces habilitados con pleno
derecho para la formaciôn analitica de candidatos.
Por otro lado, estarîan los miembros adherentes, es decir, todos los analistas en
ejercicio, desde el candidato mâs joven hasta el analista ya veterano.
Pero tal separaciôn no implicaria ninguna diferencia de derecho y ninguna diferen
cia de responsabilidad en la marcha de· la Sociedad, puesto que los mas jôvenes estân.
tan interesados como sus mayores en la buena marcha societaria y porque perfecta
mente pueden tener sobre ésta una visiôn mas �ueva y mâs rica. Por otra parte, habien
do demostiàdo los recientes acontecimientos en la SFP que ellos tienen de hecho un
gran poder, no se comprende por gué se les negaria ese poder por derecho. Las (micas
reservas que, no obstante, conviene hacer desde ahora, sôlo pueden concemir al modo
LA EXCOMUNION 221
de acceso a los puestos de responsabilidad, porque, por supuesto, es necesario que los
responsables sepan lo que es una sociedad·psicoanal{tica.
Por cierto, queda el- problema de los cargos administrativos. Justamente hace· falta
un Secretariado. Digamos solamente que hay que preverlo de manera talque no pueda
ser objeto de ninguna ambiciôn persona!. No es un problema insoluble. Se pueden esta
blecer asi presidencias rotativas, establecer un control efectivo del poder del Secreta
riado, particularmente de la Comisi6n.
Estos son problemas técnicos que planteo, naturalmente, sin pretender darles una
soluci6n.
Conclusion
Lo que acabo de decirles es a la vez una gran trivialidad y una gran nov�dad. Una
gran trivialidad porque las ideas que les desarrollé las escucho dec� por ustedes de mil
maneràs en estos ultimos meses. Una gran novedad, sin embargo, porque en las socieda
des psicoanaliticas nada.tœduœ---esas·:ideas,que estan en el aire, y porque, recientemen
te, se vio incluso a algunos de nuestros mejores colegas equivocarse groseramente en lo
que no puede ser otra cosa que un impasse.
Los 'psicoanalistas, lo hemos visto y lo hemos demos�rado, casi no corresponden al
ideal de uapatheia" que los alumnos imaginan en sus mayores. No tenemos vergüenza
por esta pasiôn, pues en ûltima instancia su objeto es justamente el amilis�s. Pero es
cierto sin embargo que aunque las rivalidades entre analistas s�n in�vitables, los desga
rramientos como los que acaban de producirse deben ser evitados en_ el futuro, no
porque haya que temer al desgarramiento en si, sino porque nos separan de nuestros
colegas y amigos.
Hoy tenemos la posibilidad excepcional de poder construir una Sociedad que sera
realmente analitica, porque asumirâ, desde el principio, la irreductible ambigüedad de
su posiciôn, la de tener que ser portadora de un descubrimiento que se renegaria si
dejase de ser escandaloso para cualquier sociedad, y ante todo para cualquier sociedad
psicoanalitica.
Todo me hace pensar que estamos todos mâs o menos de -acuerdo en- las lineas
generales que acabo de indicar. Pero seguramente hay excepciones. Y sobre todo hay
matices que no supe traducir. Es de lo que tenemos que hablar ahorà.
Jean Clavreul
21 dejuµio de 1964
FUNDACIOM DE LA EFP POR JACQUES LACAN
Fundo -tan solo como siempre lo estuve en mi relaciôn con la causa psicoanaU
tica- la Escuela Francesa de Psicoamilisis, cuya direcciôn asumo personahnente duran
te los cuatro prôximos afios, pues nada hoy me lo impide.
Este tîtulo en mi intenciôn representa al organismo donde debt! realizarse un trabajo
222 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
-que en el campo que Freud apriô restaura el filo cortante de la verdad-, que vuelve a
Uevar la praxis original que él µistituy6 bajo el nombre de psicoanalisis al deber que le
corresponde en nuestro mundo, que mediante una asidua critica denuncia sus desvia
ciortes y los compromisos que a,nortiguan su progreso, degradando su empleo.
Est� objetivo de trabajo �s indisoluble de una formaci6n que hay que dispensar
en este movimiento de reconqµista. Es deèir que estan habilitados para la rnisma con
pleno derecho aquéllos a quienes yo mismo he forrnado, y que estan invitados a
colaborar todos aquellos que puedan contribuir a poner a prueba la legitimidad de esta
fotinaéi6n.
Quienes lleguen a esta Escuela se comprometenin a cumplir una tarea sometida
a un control intemo y externo, Tienen en cambio .asegurado que no se escatimara nada
para que todo lo valioso que qagan tenga la resonancia que merece, y en el lugar que
convenga.
Para la ejecuciém del trabajo, adoptaremos la norma de µna elaboraci6n constante
en un pequefio grupo. Cada lino de éstos (tenemos un nombre para designar a estos
grupos) se compondrâ de tres personas al menos, y como maximo de cinco; cuatro es
la dimension justa. Mâs una encargada de la selecciôn, de la discusiôn y de dar el curso
merecido al trabajo de cada urto.
Tras un cierto tiempo de funcionamiento, a los integrantes de un grupo se les
propondrâ intercarnbiarse con los de otro.
El cargo de direcci6n no constituira una capitanfa cuyo desempefio se capitaliza
rfa por el acceso a un grado superior, y nadie tendra que considerarse retrogradado por
volver al rango de un trabajo de base.
Por la raz6n de que cualquier el]lpresa persona! pondra a su autor en las condicio
nes de critica y de control a l�s que todo trabajo a desarrollar sera sometido en la Es
cuela.
De ninguna manera esto ïrp.plica una jerarqufa en sentido contrario, sino una orga
nizaciôn circular cuyo funcionamiento, facil de prograrnar, se consolidarâ mediante la
experiencia.
Constituimos tres secciones, cuya marcha garantizaré secundado por dos colabo
radores para cada �na.
1) Secci6n de psicoatuilisis puro, o sea praxis y doctrina del psicoanalisis propia
mente dicho, lo cual no es otra cosa -se establecera en su mornento- que el psicoanâ
lisis didâctico.
Los problemas urgentes que hay que plantear sobre todos los desenlaces del didâc
ticô encontrarân aqui allanado el camino para una confrontaci6n sostenida entre per
sonas que tienen la experiencia del didâctico y candidatos en formaci6n. Su raz6n de
ser se fu"nda en lo que no hây que esconder: la necesidad que resulta de las exigencias
profesionales cada vez que arrastran al analizado en formaciôn a asumir una responsa
bilidad analitica, por pequefia que �a.
En el interior de este problema, y corno caso pa_rticular, debe situarse el de la
entrada en control. Preludio ·a la definici6n de este caso sobre criterios distintos de la
impresiôn de todos y de los prejuicios de cada uno. Pues se sabe que ésta es actualmen
te su (mica ley ,. cu��do la violaciôn de la regla irnplicada en la observancia de sus for
mas es permanente.
Desde el principio y en cualquier caso, se garantizara un control calificado en este
marcq al practicante en fonnaciôn en nuestra Escuela.
LA EXCOMUNION 223
Se propondran al estudio asi instaurado los rasgos a través de los cuales yo rnismo
rompo con los standards afirmados en la prâctica didâctica, asf como los efectqs que se
imputa a mi ensefianza sobre el curso de mis analisis cuando es el caso dè que mis
analizados asistan a ellos a titulo de alumnos. Se incluiran allf, si es necesa:rio, los uni-
. cos impasses que hay que deducir de mi posici6n en tal Escuela, a saber: aquel}os que
engendraria en mi trabajo la inducci6n misma a la que apunta mi ensefianza.
Estos estudios, cuya avanzada es el cuestionamiento de la rutina establecida, seran
colegidos por el directorio de la secci6n que velara por las vfas mas propicias para
sostener los efectos de su solicitàci6n.
Tres subsecciones:
Doctrina del psicoanalisis puro.
- Critica interna de su praxis como formaci6n.
- Control de psicoanalistas _en formaci6n.
Por ultimo, planteo como principio doctrinal que esta secciôn, la primer3r, como
también aquella cuyo destino daré en el titulo 3, no limita ni su reclutamiento a la cali
ficaci6n médica, no siendo el psicoanâlisis puro en si mismo una técnic� terapéutica.
2) Secci6n de psicoanâlisis aplicado, lo cual quiere decir de terapéutica y clinica
médica.
Se admitiran en ella grupos médicos -compuestos o no por sujetos psicoanaliza
dos, basta con que estén en condiciones de contribuir· a la experiencia psicoan�litica
por la crftica de sus indicaciones en sus resultados, por la puesta a prueba de las cate
gorias y las estructuras que introduje en ella a fin de sostener los lineamientos de la
praxis freudiana, esto en el examen clinico, en las definiciones nosograficas, incluso
en la posici6n de los proyectos terapéuticos.
También aqui tres subsecciones:
Doctrina de la cura y de sus variaciones.
- Casuistica.
- Informaci6n psiquiatrica-y prospecci6n médica.
Un directorio para autentificar cada trabajo como de la Escuela, y tal que su
composici6n excluya todo conformismo preconcebido.
3) Secci6n de relevamiento del campo freudiano. Asegurara prirneramente la rese
fia y la censura crftica de todo lo que ofrecen en este campo las publiq1ciones que se
pretenden autorizadas en él.
Emprenderâ la actualizaciôn de los principio� por los cuales la practica analitica
debe recibir su status en la ciencia. Status que, por mas que haya que reconocerlo
como particular, no podria ser el de una experiencia inefable.
Finalmente, llamara a instruir nuestra experiencia, asi como a comunicarla, por
aquello que el estructuralismo instaurado en ciertas ciencias puede aclarar de aquello
cuya funciôn yo demostré en la nuestra -en sentido inverso, nuesfra subjetivaciôn
puede ser recibida por esas misrnas ciencias comq inspiraciôn complementaria.
En ultimo caso, se requiere una praxis de la teorfa, sin la cual el orden de afinida
des que esbozan las ciencias que llamamos conjeturales, permanecera a merced de esa
deriva politica que se expande como la ilusi6n de un condicionamiento universal.
Por lo tanto, también tres subsecciones:
Comentario continuo del movimiento psicoanalitico.
Artièulaciôn con las ciencias afines.
Etica del _psicoanâlisis, que es la praxis de su teorfa.
224 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Referencias
El primer texto figura en el IJP, Vol. 45, partes, 2-3, abril-julio de 1964, pdg. 481,
al igual que en la RFP, tomo XXIX, no 4, julio-agosto 1965, pdg. 461. El segundo y el
tercera son circulares mimeografiadas de la AFP y de la SFP. El ûltimo figura en el
IJP, Vol. 47, parte 1, 1966, pâgs. 88-90.
226 TRES MOMENTOS EN LA VIQA DE JACQUES LACAN
Julio de 1964
EL FRENCH STUDY GROUP
Los Ores. Leclaire y Perrier dimitieron de sus posiciones oficiales en este Grupo de
Estudios apadrinado par la IPA. Con otros colegas, f onnaron un nuevo grupo: Grupo
de Estudio del Psicoanâlisis -que ya no esta afiliado a la Sociedad Francesa de
Psicoanâlisis. El Grupo de Estudio del Psicoanâlisis no tiene relaciôn con la IPA y no es
reconocido por ella.
Sobre las instrucciones del Dr. Gitelson, Presidente del Secretariado dé Ja IPA,
se dia aviso de que:
Los siguientes miembros titulares y adherentes de la Sociedad Francesa de Psico
anâlisis son considerados por el Consejo de la IPA coma miembros titulares y
miembros adheren�es del Grupo de Estudios Francés (French Study Gro�p) directa
�ente apadrinado por la IPA.
Miembros titulares
Sr. Anzieu, Dr. Berge, Sra. Dra. Favez-Boutonier, Sr. G. Favez, Dr. Granoff, Dr.
Lagache, Dr. Lang, Dr. Laurin, Sr. Mauco, Dr. Pujol.
Miembros adherentes
Dra. Breuer, Dr. Ebtinger, Prof. Dr. Kammerer, Sra. Lagache, Dr. Laplanche,
Dr. Lavie, Sr. Lefevre-Pontalis, Dr. Parrot, Dr. Schweich, Dra. Schweich, Dr. Sm_ir
noff, Dr. Widlôcher.
El Consejo de la IPA propane agregar de tanto_ en tanto (nombres) a esta lista,
tal coma lo solicita el Consejo del Grupo de Estudios, lo que se hara después de haber
consultado al Comité de Padrinazgo.
Una lista de estudiantes de este Grupo de Estudios se publicara en un numero
prôximo del Bolet in; dicha lista ha sida establecida por el Comité de Padrinazgo,
en colaboraciôn con el Consejo del Grupo de Estudios.
Julio de 1964
INFORMACION DIFUNDIDA POR LA APF
28 de septiembre de 1964
CIRCULAR DE LA SFP
19 de enero de 1965
DISOLUCION DE LA SFP
los siguientes miembros de la APF: Sr. D. Anzieu, Sr. G. Favez, Dr. J. Lang, Dr. C.
Laurin, Sr. G. Mauco, Dr. R. Pujol, Dr. M. Schweich.
Dr. Gillespie: Por lo tanto, la proposiciôn de admitir a esos miembros del nuevo
grupo, la APF, se somete a consideraciôn de la asamblea. iEstân de acuerdo para votar
al respecta en bloc (en francés en el texto)? 1,Hay preguntas? (Ninguna. Se vota).
Unanimidad para la elecci6n de los miembros· susodichos como miembros a tîtulo
personal (Aplausos.)
Dr. Zetzel: En cuarto lugar, demanda presentada por la APF con vistas a obtener
el status de Sociedad componente.
Este Grupo de Estudios primeramente fue homologado en 1959. Fue el primer
Grupo de Estudios apadrinado por un Comité nombrado por el Consejo Ejecutivo.
Corno se dijo en dos sesiones administrativas precedentes, este Comité trabaj6 mucha,
de una manera muy eficaz, y reuni6 una documentaciôn muy completa. El Grupo de
Estudios debiô realizar su programa durante un largo y difîcil camino de crecimiento,
complicado por problemas técnicos y ad�inistrativos de gran complejidad. Durante
todo este periodo, tuvo regulannente al corriente de sus acµvidades de formaciôn al
Comité nombrado por el Consejo Ejecutivo, enviandole informes.
El Comité de Padrinazgo de la APF respalda ahora totalmente el pedido de este
Grupo de Estudios de que se le otorgue la categorîa de Sociedad componente. Seg(m
el Comité, 'la APF estâ perfectamente en condiciones de ser reconocida como una
"orgm.izaciôn calificada para preparar a los estudiantes para la prâctica del psicoanâ- ·
lisis clinico" (articulo 6 [a] [II]). El numero actual de sus miembros estâ muy por enci
ma del mînimo requerido de miembros y de adherentes. La APF cuenta también con
siete analistas cuya competencia para llevar a cabo anâlisis didâcticos fue reconocida
por el Consejo (el mînimo es cuatro).
Tan to el Comité de Padrinazgo como el Consejo Ejecutivo llegaron a la conclusiôn
de que el desarrollo del psicoanâlisis en Francia se verîa alentado por el reconocimiento
de la APF como Sociedad componente. El Consejo Ejecutivo recomienda en conse
cuenèia a la Asociaci6n que se acuerde ahora el status de Sociedad componente a la
Asociaciôn Psicoanalitica de Francia.
Dr. Gillespie: Este pedido, respaldado por el Consejo, se somete entonces a la con
sideraciôn de la asamblea. z.Hay intervenciones? (No hay intervenciones.) En ese caso,
vamos a votar. (Se vota.) Por unanimidad. (Aplausos.) Creo que todavia hay algo que
decir sobre este tema, respecta del Comité de Padrinazgo, .que hizo un trabajo de
pionero en este campo -fue el primer Comité de esta clase-. En realidad, surgiô de un
Comité puesto en funciones cuando asumî por primera vez la Presidencia, hace ocho
afios. Este Comité trabajô con mucha intensidad durante cuatro afios, produjo un
informe completamente admirable para el Congreso de Edimburgo, y recuerdo que les
agradeci en los _términos mas calurosos que pude encontrar. Y no solamente hicieron
todo eso, sino que ademâs continuaron, como Comité de Padrinazgo, con los mismos
miembros, mâs la preciosa colaboraciôn del Dr. Solms. Entonces, creo que realmente
hay que decir un ·enonne gracias a este Comité por su trabajo realmente maravilloso
(really wonderfu[). (Aplausos.)
LA DISOLUCION
Prefacio
Nicolas Francion
I
Ahnanaque, 1979-1981
Noviembre-Diciembre de 1979
EL RESQUEBRAJAMIENTO
· que por 'futuro', se entiende entre los analistas, desde hace tiempo ya, la
muerte de Lacan y nada mâs."
JO de diciembre: El Departamento de Carteles hace aparecet un
nuevo 6rgano, Plus-un, con un informe de Charles Melman sobre la Asam
blea del 30: "(Ella) mostr6 la existencia de un resquebrajamiento profun
do en la Escuela. (El voto) expresa la oposiciôn fundamental de un grupo
numeroso a .la enseiianza de Lacan"; condena el desvio del psicoanâlisis en
"una nueva buena nueva" por Françoise Dolto, "el entusiasmo por el
feminismo" dè Serge Leclaire y Michèle Montrelay, y concluye: "A los
analistas que se oponen, con o sin razôn, a la ensefi.anza de Lacan, hay que
preguntarles claramente: lqué hacen ustedes en esta Escuela? l,Por qué les
importa tanto sufrir en ella? Si la lglesia se dice esposa mistica de Cristo,
lestos analistas querrîan buscarle camorra a Lacan?" Emociôn conside
rable en la Escuela Freudiana.
13 de diciembre: La- Conferencia anunciada se desarrolla en una
atmôsfera tensa; cf. mas adelante la intervenciôn de Jacques-Alain Miller;
Eric Laurent analiza en detalle las desviaciones teôricas a partir de Lacan.
14 de diciembre:. Reuniôn del Directorio de la Escuela; Lacan, que
permaneciô casi enteramente silencioso durante sus seminarios de noviem
bre y diciembre, decide -cambios en el seno de esta instancia; nombra a
Eric Laurent secretario de la Escuela, en reemplazo de Christian Simatos,
apreciado hasta entonces por su posiciôn de mediador.
15 de diciembre - 5 de enero: La emocié>n estâ en su cenit; campafla de
rumores, animada por Mme. A.: Lacari serâ operado el 21 de enero de un
tumor cerebral, etcétera; Michèle Montrelay y Claude Rabant preparan
una accié>n judicial; recoleccié>n de fi1mas con el fin de '�destituir" a
Lacan; etcétera.
·. --·
Enero de 1980
EL ESTREPITO
1 Se trata de las Sras. y Srs. Thémouraz Abdouchelli, Xavier Audouard, Lise Bahrmann,
Jean-Jacques Blévis, Hubert et Marguerite Brochier, Michel de Certeau, Pierre Delaunay, Agnès
Dupont-Link, Suzanne Ginestet-Delbreil, Olivier Grignon, Pierre-Paul et Marie;Lise Lacas, Guy
et Marie Françoise Lacal, Anne Levallois, Philippe Lévy, Alain Manier, Lucien Mélèze, Véronique
Mignard, Marianne Monnet, Michèle Montrelay, Solange Nobécourt, Elise Poyart, Claude Rabant,
François Roustang, Jean-Louis Serradet, Radmila Zygouris.
LA DISOLUCION 237
De febrero a julio
LAS ASAMBLEAS
21 de febrero: ".A los mil, de los cuales una carta testimonia el deseo
de continuar con él, Jacques Lacan les responde que funda, ese 21 de
febrero de 1980, la Causa Freudiana. Una carta prôxima harâ .conocer el
trabajo que pide a los que se ponen bajo esta égida."
25 de febrero: La seftorita Zécri convoca a una Asamblea General de
la EFP para hacer votar una modificaciôn estatutaria omitida ·el 30 de
septiembre.
10 de marzo: Carta de los firmantes del recurso de urgencia; Claude
Rabant y Henri Brochier atacan a !os "pequefios maestros", ponen de
manifiesto la colusiôn de la Escuela Freudiana y la Universidad, su trans
fonnaciôn en "oficina de prensa", agregando: "Una asociaciôn de analis
tas no puede fundarse .sebr-e-el ef-ecto -de un sôl6 nombre propio." La
noche misma, carta de Lacan invitando a sus alumnos a· reaccionar: "A
falta de lo cual la sigla que ustedes tienen de mi, EFP, cae en manos de
falsarios probados."
12 de marzo: Eric Laurent pone en circulaciôn un texto de apoyo a
Lacan, que firmarân mâs de 300 miembros de la EFP.
15 de marzo: Reuniôn convocada por Lacan en el PLM St-Jacques;
intervenciôn sorpresiva de· Louis Althusser, "en nombre de los analizan
tes"; primer numero de Delenda, boletin mimeografiado que serâ el ôrga
no de apoyo a Lacan durante todo ese periodo.
16 de marzo: Asamblea General; elogio de los "principios generales
del derecho" por Pierre Kahn, que denuncia "la asubjetivaciôn" practica
da por Lacan; Marianne Monnet condena "la tentaciôn del homicidio, del
devoramiento", y el upasaje al acto" del 5 de enero; Françoise Dolto
explica que disolver useria desaprobar todo lo que Lacan ha logra.do,
238 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
a
anular su obra''; Serge Leclaire am.incia que se retira la "'clandestinidad". diso
La modificaciôn estatutaria no es adoptada (271 votos a favor; 188 en tivai
contra, 14 nulos); la sefiorita·Zécri convoca una segunda Asamblea para el
27 4e abril, a fin de elegir de nuevo el Consejo de Administraciôn. una
24 de marzo: Lacan hace publica su lista para la prôxirna· elecciôn;
Françoise Dolto se presenta en otra lista, en compaflia de Jenny Aubry, escr:
Michèle Montrelay, Claude Rabant, Irène Roubief, etcétera. cuar
15 de abril: En su seminario, Lacan habla del obscurantismo, y por
primera vez nombrândola, se hurla de Françoise Dolto; en Delenda, Clau del
de Dumézil seflala "el énfasis imaginario" de la Esçuela, Pierre Legendre los
"la disputa jurfdica", Lucien Israël ariuncia ''una nueva etapa de la aven bloc
tura psicoanalitica''. con,
26-27 de abril: Jomadas de estudio por iniciativa de Delenda; Eric
Laurent, Michel Silvestre y Colette Soler ponen el acento en la "transmi
sié>n exotérica" de la experiencia analitica. treÎJ
27 de abril: Asamblea General; Françoise Dolto denuncia a los miem non
bros elegidos por Lacan para el Consejo, que se presentan segûn ella
"como comandos"; Claude Conté sostiene que el acto de disoluciôn
"forma parte de la enseflanza de Lacan"; la lista de Lacan es elegida de
nuevo en su totalidad, no teniendo lâ otra lista ningun elegido; el nuevo
Consejo propone enseguida a la minoria una separaciôn "amigable".
Mayo: En Entre-temps, boletin de la minoria publicado por Marianne resp
Monnet y Claude Rabant, Xavier Audouard explica por qué "1) Yo no soy y pt
lacaniano; _2) Soy antilacaniano"; Jean-Pierre Lehmann sefiala ''el deseo
del Dr. Lacan como deseo de la madre mortifera"; Jenny Aubry habla de
"excomunié>n" de los minoritarios; Lucien Mélèse trata a "los partidarios
de la Causa" de "mutantes, que cambian de piel, todos juntos, por orden".
abo
20 de mayo: Reuniôn publica del Comité de disoluciôn, del cual los
minoritarios, invitados, se mantienen separados. mie
22 de mayo: Verificando el fracaso de los intentos de concertaciôn,
el Directorio y el Consejo de Administraciôn deciden el cierre del local de Cla,
la calle Claude-Bernard. dejé
2 de junio: Delenda inaugura sus "Lunes de la disoluciôn", animados de
por Eric Laùrent, Jacques-Alain -Miller, Michel Silvestre y Colette Soler,
que durarân todo el mes de junio, sobre el tema "Divergencias en el del
psicoanâlisis"; Michèle Montrelay va a exponer su punto de vista. y d(
10 de junio: Lacan anuncia en su seminario su pr6ximo viaje a Vene
zuela; segunda reuniôn del Comité de disoluciôn, siempre boicoteado por Rat
los minoritarios. sus
16 de junio: Lacan hace sorpresivamente convocar para el 5 de julio inst
la Asamblea de disoluciôn. Mayoria requerida: dos tercios de los presen que
tes.
26 de junio: Carta de Christian Simatos, en nombre del Comité .de jurî
LA DISOLUCION 239
.d". disolucion: "(La disolucion es) condiciôn necesaria para que, retrospec
en tivamente, esta Escuela honre a sus miembros y a su trabajo."
a el 30 de junio: respuesta de Jean-Pierre Lehmann en Entre-temps: "Es
una sentencia de denuncia, de rechazo, de sospecha, de herejia".
.ôn; 2 de julio: Primer correo de la Causa; nuevo censo de carteles; Lacan
>ry, escribe: "En cuanto a la EF, yo preciso _que ella no tendrâ nada de P.
cuando yo haya acabado con ella ".
por 5 ·de julio: Asamblea general; 9 oraùores a favor, 9 en contra; la carta
lau del 5 de enero es aprobada por 294 votos contra 145, o sea por mâs de
dre los dos . tercios de los sufragios emitidos, pero las abstenciones (27)
. 'en- bloquean la disolucié>n jurîdica. El Consejo decid� la noche misma la
convocatoria de una segunda Asamblea para el 27 de septiembre.
�rie 11 de julio: Lacan vuela para Caracas.
.mi- 17 de julio: "Exigencia" dirigida a Lacan por Françoise Dolto y otros
treinta finnantes, de ��estabiecer· todos los medios que permitan la vida
�m normal de la asociaciôn''.
ella
:iôn
l de
Septiembre
evo LA DISOLUCION JURIDICA
le".
8 de septiembre: Solange Faladé hace publica la carta precedente, y
nne responde a Françoise Dolto: " l, Puedes creer que la asociaciôn pueda vivir
soy y pennanecer igual a si mismas gracias a algunas abstenciones?."
;;eo 10 de septiembre: Delenda publica el NO 1 de su nueva serie.
de
12 de septiembre: Segundo correo de la Causa.
,, 13-20 de septiembre: Contactos mayorîa-minoria, por intermedio de
·10s
n .
abogados.
los 17 de septiembre: Lacan invita por anticipado a la mayorîa de los
miembros de la EFP a un cocktail después de la Asamblea ..
on , 18 de septiembre: Una parte de los minoritarios (Michel Montrelay,
· de Claude Rabant), proponen el siguiente arreglo: dimisi6n de la mayoria,
dejando la Escuela a la minoria: cambio del nombre de la Escuela; division
dos de los bienes 2/3-1/3; anulaci6n de la Asamblea del 27 de septiembre.
Ier, 21 de septiembre: El Directorio hace saber que mantiene la Asamblea
1 el del 27; numero posvacaciones de Entre-temps, que atestigua de la dejadez
y de la falta de perspectivas de la minoria.
·ne 22 de septiembre: Hubert Brocher, Michèle Montrelay y Claude
por Rabant denuncian una "violaciôn de la palabra'\ y difunden el tenor de
4
sus proposiciones de arreglo, en las que ven el medio de 'preservar nuestra
llio institucion, constituida hace 15 affos, con las estructuras y las garantîas
;en- que ella ofrece a los psicoanalistas".
23 de septiembre: Nota del Directorio, que propone una "disoluciôn
de juridica por consentimiento general".
240 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE"JACQUES LACAN
''La
24 de septiembre: Respuesta a la carta del 22 de septiembre, firmada de l.
por unos cincuenta miembros, que ridiculiza las proposiciones de la mino
rîa: uEs la histori� del buen cuchillo del que se cambia la hoja después
de haber reemplazado el mango. l,El psicoanalista seria un crustâceo que
se proteje en el caparaz6n vaciado de otro marisco?''
26 de septiembre: Claude Rabant hace saber a Lacan que él votarâ la
disoluci6n, y pide su inscripci6n en la Causa Freudiana.
27 de septiembre: La disoluci6n juridica es votada por 343 votas de 1
contra 77, y 33 abstenciones; 32 miembros no votan; Solange Faladé y nov:
René Bailly son nombradas Hquidadores.
Lac
Octubre-noviembre luci
LA CAUSA FREUDIANA mie
------·-
242 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
1
Se trata de las Sras. y Sres. Jean Allouch, René Bailly, Pierre Bastin, Louis Beirnaert, Pierre
de Cabarrus, Diane Chauvelot, Jean Clavreul, Marcel Czermak, Juan David-Nasio, Alain Didier
Weil, Claude Dorgeuille, Claude Dumézil, Solange Faladé, Andrée Lehmann, Maud Mannoni,
Octave Mannoni, Charles Melman, Jeannine Monchonnat, Thérèse Parisot, André Rondepierre,
Guy Sapriel, Christian Simatos.
LA DISOLUCION 243
Febrero
LA ULTIMA FIEBRE
Marzo
EL FORO
EPILOGO
Con la realizaciôn del Foro de la Escuela, termina la época de la
disoluci6n.
La muerte de Jacques Lacan sobreviene el 9 de septiembre de 1981.
Los Consejos y los miembros del Directorio se reunen en Consejo estatu
.tario y, apoyândose en el trabajo de las comisiones surgidas del Foro,
conigen los estatutos y depositan el texto definitivo el 28 de septiembre;
Pierre Martin es nombrado presidente por un afio; comienza el examen de
las adhesiones; el 1 o de julio de· 198 5, la Escuela de la Causa Freudiana
contaba con 229 miembros, de los cuales una centena pertenecian a la
EFP, y 63 eran miembros asociados.
En otros âmbitos, se produce la fragmentaciôn, previst3: por Jacques
Alain Miller: escisiôn, a partir del final del afio 198 1, en el CERF, entre
Charles Melman y sus compafieros, Jean Clavreul y Solange Faladé,
después entre estos dos (dtimos; escisiôn, desde 1982, en el grupo llamado
de los "Carteles constituyerites"; division, en 1983, en el CFRP, creado
por Maud Mannoni; dispersion del grupo "Entretiempo"; etcétera. En ese
lado se cuentan hoy en dia una decena de denominaciones; numerosos son
los soli tari os.
JI
Jacques-Alain Miller
i Tod�s lacanianos!
13 de dic�embre de 1979
grada. tal g esto de Lacan, a quienes tal vertiente de su ensefianza no les gusta. Pero
fundamentalmente, todos no reivindican mas que el derecho de invocar a Lacan a su
manera.
Esto va mâs lejos todavîa. Mâs allâ del grupo "lacaniano" en el sentido estricto
-circunscripto por el Anuario de la Escuela Freudiana-, se escucha levantarse como
un rum or, cuya canciôn transcribiré as{; ''Pero también nosotros, jsomos lacanianos!
Nosotros, que hemos cuestionado a Lacan, que lo hemos combatido, que lo hemos.
caluminado o que lo calumniamos todavia, que lo hemos vendido, nosotros para
quienes él es insoportable, y desde hace 'IJl,Ucho, nosotros que lo abandofl.amos, que
hemos e sperado la desapariciôn de su Escuela, nosotros los del lnstituto, nosotros los
de la Asociaciôn, nosotros los del Cuàrto Grupo, nosotros los de la /PA, nosotros
también, ,somos Iacanianos!"
LA DISOLUCION 247
Sin duda la lôgica apropiada a la teorîa analitica es una lôgica inconsistente. Uste
des Io saben, esta expresiôn no es para nada una contradicciôn en los términos. Las
lôgicas inconsistentes son lôgicas que admiten un cierto mimero de objetos contradic
torios, y pueden implicar fôrmulas y sus negaciones (la llamada lôgica del significante
es evidentemente una lôgica de ese tipo). Pero para que una lôgica inconsistente siga
siendo una lôgica, es necesario que baya al menos una fôrmula que no pueda ser afir
mada al mismo tiempo que su negaci6n. Si no, esta lôgica es trivial. No es evidente que
la de Lacan, que parece tan abstrusa, no lo sea, si se la considera en si misma. 1,Cômo
una puesta-en-f6nnulas que incluye, por ejemplo, una astucia tan digna de sefialar, tan
fecunda, como el operador que Lacan dibuja con un rombo, y que abrevia tantas
operaciones diversas, seria otra cosaque un simil de lôgica? Lacan era el primero en
hablar, por otro lado, de sus seudo-matemas.
Ese fonnalismo presenta sin embargo un cierto carâcter automatico. Sabemos, por
ejemplo, ·que si situamos en algûn lugar al sujeto tachado, bueno, tenemos que ocupar
nos también del objeto a, del significante unario y del significante binario. Alli hay un
pensamiento, o un funcionamiento "ciego", en lo que desde Leibniz se reconoce la
lôgica pura. Pero lo automatico no permite para nada prever los puntos de "tyche",
aleatorios y fugaces, en los que el sujeto emerge de su indetenninaciôn, y que dan la
oportunidad de interpretar.
No se esta lejos, en Francia, de imputar a Lacan, precisamente porque su ensefian
za hace excepciôn, los efectos de confusion, de incertidumbre, de atolladero, incluso
de estancamiento, que se observan en la elaboraciôn teôrica de los psicoanaalistas. Es
sin embargo fuera de su ârea de influencia donde esos efectos son mâs manifiestos.
Seria mas sagaz darse cuenta de que ellos d�penden del psicoanâlisis mismo, en tanto
no es una disciplina constituida en la objetividad.
En vano se espera remedia.r lo precario de su status epistemolôgico por medio de la
estadistica; me limito a recordar la tentativa reciente de dos psiquia�as americanos,
de aislar lo que yo llamarîa los testemas de la teoria de Freud -proposiciones suscep
tibles de ser testeadas a voluntad, por ejemplo: "el suefio es la realizaciôn de un deseo".
El procedimiento es fundamentalmente no-analitico, puesto que desconoce que la
experiencia freudiana recae sobre un particular no armonizado con lo general. Pero el
"relato de caso", si satisface mejor esta ultima e�igencia, no por ello acredita la cons
trucciôn que se apoya en él, desde que escapa, por regla, a toda verificaciôn (ustedes
saben, por otra parte, lo que suele ocurrir cuando se reencuentra al psic6tico del cual
alguien contaba la cura...).
No son todavia mas que naderias: la dµicultad de teorizar. la experiencia analitica
tiene una causa mas fondamental, y que �_debe a que ella çstâ coordinada con un suj�
to_�yanescente, que implica c.omo tal la hip6tesis del inconsciente. La experiencia freu
diana tiene un carâcter tal que precisamenie alH donde el hecho empirico es mâs indu
dable es también mas evanescente.
Ha.y alli y�a hianç�, �11.Jlguiero, un vacio, constitutivos de la experiencia. Si la
·ensefianza de Lacan constituye una excepci6n, lo es porque él asume, si se puede decir,
esta hiancia, y la elabora. Los demas la amueblan.
· La tendencia--del psicoanalista es, en efecto, colmar el vacio en el cual se sostiene
su acto. 1,Con qué? En su "teorîa", con sustancias; es decir con fantasmagorfas, con
ceptuales, eruditas1 o literarias. Se describe un pais encantado del cual uno vuelve, y se
dice: "Asi es, yo fui, es asi''. Se procede como si el inconsciente pudiera ser represen-
.
. tado. Es la borràchera de los psicoanalistas. 0, para ser mas precisos, es Schwarmerei,
LA DISOLUCION 249
ilusi6n, dice Kant, que consiste en ver mas allâ de Ios limites de toda sensibilidad.
Locura, en efecto, en el sentido de "desarreglo de la imaginaci6n".
iEn la _p_râ.ç:tica, �Qr�, çuâl es la sustancia que se ofre�e al psicoanalist� par�gy_e
colme con �lla la"hianc� 4� la experiencia? Es él mismo, el psicoanalista �ismo, �s
tancializado, hipostasiado. La sobreestimaciôn de la resistencia llamada de transferen
cia no tiene otra fuente; -la de la contratransferencia -tampoco. No sabiendo encontrar
el apoyo que conviene del lado del sujeto, en eclipse, que habla, da su persona como el
objeto fundamental de la experiencia, y pretende experimentar en si mismo los fenô
menos esenciales. 0 también, se ofrece al paciente como el ideal. No hace otra cosa,
por otro lado, en la "teoria'', cuando se ocupa primera de garantizar su lugar de enun
ciaciôn, es decir se asegura lo que Kant llamaba una posic{ôn, un tono-gran-senor,
que le pennite adoctrinar a diestra y siniestra.
�n esta p�fSl��ç_tiva (llenar_�_I vacîo), no son tanto las identificaciones.con·el ana
lista las 9-�_t�rmin�tes, · como las identifiçacion�s.-dëran�ljita.:. El estilo de esas identi
ficaciones estâ notablemente estandarizado. Las identificaciones inducidas por la ense
fianza de Freud debîan mâs bien ubicarse en la primera vertiente: identificaciones del
analista con el saber, o mas exactamente con un tipo ideal de la racionalidad. Lacan,
me parece, precipita identificaciones totalmente contrarias: identificaciones con la
verdad, en tanto que estâ mâs allâ del saber, y por tanto� identificaciones con el anali
zante. Eso es lo que observamos hoy en dia en la Escuela Freudiana y sus alrededores;
las "m�neras sociales" del analista indudablemente han cambiado: representa al
tinarlista. La teoria se confunde, en su opiniôn, con la asociaciôn libre, y no se sostiene
mas que en un uYo, la verdad, hablo. "
La _orientaciôn de Lacan es contraria: el analista no obtiene su posicion de agente
de la identificaci6n; el inconsciente no es nada sustancial; la experiencia no podria
ser estructurada mas que a partir de su misma hiancia. Desde entonces, Lacan clasifi
ca los trabajos de los psicoanalistas, en su mayor parte, bajo la rûbrica de ulocos lite
rarios" (es una cita), y ubica contrariamente sus escritos bajo,el signo de las Juces (ver
la contratapa de los Escritos).
ïLas luces! Esta referencia tiene tanto mâs valor cuanto que exige ser calificada.
1,Quizâs ustedes conozcan las maximas del sentido comun segun Kant? Son tres:
pensar por si mismo; pensar poniéndose en lugar de cualquier otro; pensar siempre de
acuerdo consigo mismo. Esas maximas no son para nada las del discurso analitico: el
psicoanalisis supone que uno no piensa por si mismo, sino por otro; no recomienda pa
ra nada pensar en el lugar de cualquier otro ( comprensiôn, proyecciôn), sino que veri
fica que eso piensa y habla en el lugar del Otro; y finalmente, ''la asociaciôn libre"
disocia necesariamente al sujeto de él mismo.
Sin embargo, aqui se apela a "las luces" por la imputaciôn de uoscurantismo"
(seguimos con la contratapa) hecha en contra de quien desconoce esta evidencia, que no
se impone menos por la prâctica que por la lectura de Freud: el inconsci�,ite (freudia
.!19) estâ �s�çturado �ome �n- �nguaje. Unica via �propiada pàra-inantener abierta la
exp�riencia, y su hiancia constitutiva.
Esta hiancia, en efecto, se sostiene en el lenguaje, como antinômico de la referen
cia. "El simbolo es la muerte de la cosa", decia Lacan desde 1953; fôrmula dramâtica, y
bastante hegeliana, pero que conserva todo su poder para indicar, en el desprecio de la
dialéctica, la raiz de la obturaciôn anglosajona con relaci6n a Freud. No�!>�'!�--��+
hiagcia, �ino asumirla y elaborarl�: ahi esta toda la ensefianza de Lacan.
En esë ·punto no hay ·nada por descnbir, nada· por represéiitar': ·es necesario cons-
2S0 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
truir. Si, construir sobre el vacio. Pues la hiancia es elaborable, el agujero no es una
idea simple: z.no sabemos. cômo un agujero se diferencia de otro segûn la superficie en
la que se recorta? Se percibe por eso que la topologia es requerida por la experiencia
misma, desde que se respete, que no se tapone, el vacîo donde ella se despliega.
Vayamos a la conclusion. La tomo del fil6sofo de las luces, justamente.
l,Cômo discrirninar lo que seria o no serîa psicoanalitico? Decir lo que es o no es
analitico, éso es un juicio. z.Pero de qué depende, sino del gusto? 1,Podemos formular
alguna regla segun la cual alguien sea obligado a reconocer el carâcter "analîtico" de
algo? En el campo freudiano, "todo" se toma uno por uno.
Debido a eso, existe lo que yo llamaria una "estética" qel psicoanalisis. Hay luga�
p�ra µna �-$pecie ;de e_d ucaçiçm 9el gus.to, o del tacto, psicoanalitico, asunto de tiempo,
incluso de "control''.
Ese es un saber sin duda -pero que no se puede sostener. Y sin embargo, se deba
te, se mantienen controversias, se polemiza. La antinomia estâ constituida:
- el juicio analitico no se funda sobre conceptos, sino se podria discutir sobre el
tema, en el sentido kantiano, es decir decidir por pruebas;
- el juicio analîtico se funda en conceptos, pues de otra manera no se podrîa
siquiera discutir sobre el tema, es decir pretender el asentimiento del otro.
A "l�.. estética psicoanalitica" resp<;mde pues necesariamente una ''matemâtica",
que trata de alguna manera de la comunicabilidad universal de los juicios que gusta en
psicoanâlisis -es decir de lo que, de la experiencia freudiana, podria ser "enseflable a
todo el mundo, es decir cientîfico, pues la ciencia se abri6 el camino al partir de ese
postulado" (Lacan).
Entre la ''estética" y la "matemâtica" del psicoanâlisis la tension es grande. La
mayorîa sostiene que no hay mâs que estética. Ellos quisieran también que yo fuera el
que cree que no hay mas que matemâtica. No soy tan tonto: no-todo en la experien
cia puede ser "transmitido in,tegralmente"; sin embargo, no es que nada pueda serlo,
salvo que "lo obscuro pase por objeto".
· Entre lo que la experiencia ensefia, y lo que puede ensefiarse hay un hiato y tam
bién apuesta, para una Escuela que, reconozcâmoslo, �o existe todavia.
III
Los misterios de la Escuela Freudiana
Septiembre de 1980
Nicolas Francion* - El eco de la disoluciôn llegô lejos, bastante mas alla del
medio analitico. Pero la palabra corri6 muy por delante de la significaciôn. l,Qué sig
nificaci6n de la disoluciôn prevalecera? Esa es la apuesta. l,La disoluciôn sanciona un
fracaso puro y simple,. finalmente reconocido? Esa sera la tesis de algunos. No me
parece que pueda ser la de ustedes. Por eso la pregunta, l.qué significado quieren darle
al acto de Lacan?
- Ya tengo una objeciôn. Usted descuida el sentido que ese acto tiene en si
mismo, a saber, la desaprobaciém por Lacan de la Escuela Freudiana. Tenemos primero
que preguntamos en qué consiste exactamente esa desaprobaciôn.
Nicolas Francion - Por eso propongo que ustedes se expliquen a sf mismos por
q4é la disoluci6n, prueba de fracaso, no los aleja de continuar con Lacan. Después de
todo, a esta Escuela, jél no solo la fund6, sino que la dirigiô durante quince afios!
Entonces, i,POr qué no quedarse alli con él?
- jPero nadie quiere quedarse alli con él! Los que estan por la disoluci6n, lo
siguen-. Y aquellos que estân en contra, iquieren qùe se quede con ellos, se cuelgan a
sus faldones!
- Hay dos preguntas. Primero, todo el mundo siente que, en el futuro, a partir
de la disoluci6n, debera ser pensada la historia de la Escuela Freudiana. Es la disolu
ciôn la que, por un efecto de retroacci6n, pone de relieve lo que hemos vivido; hace
emerger la estructura, el sentido de nuestra experiencia comun. La disoluci6n es un
revelador, i,pero de qué exactamente? Esa es la primera pregunta. La segunda es: i,qué
buen uso puede darse a esa disoluci6n? Pues la disoluciôn no tomara su sentido mas
que retrospectivamente, a partir de lo que continuarâ, y que no es fa.cil de prever.
- No es fa.cil de prever, jes mas fâcil quererlo!
- En lo que atafie a la primera pregunta, el simple hecho de que Lacan haya pocti-
do, solo, y cuando nadie se lo esperaba, anunciar la disoluciôn de la Escuela, y ser
tomado en serio, muestra hasta qué punto esta Escuela era la suya. El demostrô de
alguna manera que la habfa hecho solo, al decidir, solo, deshacerla. Pienso que Jacques
Alain Miller tuvo raz6n al decir que esta Escuela se sostenfa solo por la ensefianza de
Lacan, y agtego, por mi parte: todo lo que alli se produjo encuentra en esa ensefianza
su raz6n suficiente. Que él haya tocado por ejemplo, como nadie lo habfa hecho, la
cuesti6n del goce femenino, que se haya comprometido en una via, la de los maternas,
la de los nudos, que hiciera caso omiso de las significaciones esperadas del psicoanâlisis,
todos esos factores tienen su importartcia.
- Exacto, pero poniendo todo el acento sobre Lacan, Lacan solo, se vela un
aspecta sin embargo esencial de la Escuela: la multitud que allî se reencontr6. Pues,
dado el extremo liberalismo de su funcionamiento, cada uno tenia la palabra en los
congresos, en las jomadas, en las asambleas. Por poco que lo quisiera, cada uno tenîa
voz en el asunto. Y eso, sin el menor riesgo, puesto que no habîa critica, y menos aûn
exclusion; ninguna, jamâs. El resultado de este increible laxismo es que, los mismos
que gozaron de una liber,tad sin igual, presenten a Lacan como un déspota, y que final
mente, i tuvo que excluirse él mismo para que eso terminara!
- No es en absoluto contradictorio con lo que yo decïa: ese "laxismo", prefe
rirîa decir esta democracia interna...
- No, esta anarquia.
- ...se habîa ·hecho posible, y balanceada, compensada, por el prestigio y la
autoridad incuestionada de Lacan. Habia allî una dialéctica, que pennitiô a la Escuela
funcionar a partir de. la mitad de los afios sesenta como asociaci6n atrapa-todo. No
tenîa necesidad de ser muy exigente en cuanto a la calidad de los adherentes, puesto
que la ensefianza de Lacan era al mismo tiempo la referencia y la cauci6n de todos.
Pero a la larga, eso creô una situaciôn imposible, inmanejable; por eso la disoluciôn.
- Yo no estoy en nada de acuerdo con la manera en que las cosas se encaran
aquî. Lo que alimenta vuestras crîticas debe, por el contrario; ser puesto en el activo
de la Escuela. Su gran mérito era precisamen te no tener ninguna presuposiciôn sobre la
''calidad" presunta de cualquiera, y considerar que sus actividades debian estar abiertas
a todos, a fin de permitir que cada uno, eventualmente, se las arreglara.
- Si, el mérito de la Escuela, y lo que detenninô su éxito, fue el de desencadenar
el psicoanâlisis, de destomillarlo, en el mismo momento. en que el poder polîtico
creaba una nueva red de servicios de salud mental. Hubo conexi6n del movimiento
lacaniano con el desarrollo institucional diversificado, programado por el Estado, y
este encuentro produjo este efecto de superficie que se pudo llamar "el psicoanalis
mo". Es un encuentro sorprendente, y que podria muy bien no haberse realizado.Pero
justamente porque Lacan liber6 al psicoanalisis de diversas supercherias, la Escuela
pudo acoger a gente que jamâs hubiera t�nido acceso a las sociedades tradicionales,
psic6logos, kinesi6logos, incluso filôsofos.
- Puesto que ustedes hablan de instituciones, haré notar que en la Escuela habia
un nucleo de personas que, desde antes de 1964, se preocupaban esencialmente por el
psicoanâlisis institucional, y que eso no dio gran cosa. Ese grupo no se extendi6
mucho.
- Hubo, efectivamente, durante varios congresos, un congreso dentro del congre
so, o sea doscientas .o trescientas personas reunidas en torno de un punto de vista ins
titucional sobre la psicosis. Es curioso verificar que a partir de la creaciôn de la "Sec
ciôn Clînica", hace tres afios, y de algunas intervenciones de otro estilo sobre las psi
cosis, ese minicongreso ces6 de reunirse.Pero eso no quita nada a lo que pudo ser la
presencia de los miembros de la Escuela en las instituciones, lo que fue profundamente
positivo. Es necesario creer que los significantes tomados de Lacan eran bastante
potentes puesto que conducîan a nuestros miembros a privilegiar el estudio clinico,
quiero decir la estructura, en detrimento de la novela, del delirio o de la sociologîa.
Y asi ellos aportaron en el centro de las instituciones una inquietud permanente, una
perturbaciôn, y también un fennento...
LA OISOLUCION 253
miento del estructuralismo, una gran reverencia por el saber, una gran dedicaci6n a
aprender. Piensen en los esfuerzos hechos para familiarizarse con la lingüîstica, por
ejemplo. En esa época, el psicoanâlisis estaba todavia situado como una de las "cien
cias del hombre", aun cuando la expresi6n era discutida. Las cosas cambiaron total
mente después de mayo del 68. Y al proponer su distinciôn entre el discurso universi
tario y el discurso analîtico, Lacan no solucion6 las cosas. No es sin duda lo que él
quiso, pero dio sus tîtulos de nobleza al obscurantismo.
Con mâs clialéctica, esta disoluciôn hubiera podido evitarse.
- Quieres decir que limanda las contradicciones, Lacan hubiera podido conservar
su Escuela. Todo estâ alli: él fue hasta el borde de...
- Escucha, he aquî alguien que grita a voz en cuello que fracas6, que no echa la
culpa a nàdie, iY todavîa se encuentra la forma de alabar su infalibilidad! De dos cosas,
una: o bien no es infalible, y por lo tanto no es infalible; o bien es infalible y como
dice que no lo es, y bien, ,él no es infalible!
,,
- Creo que nos hemos quedado en la superficie. Las "contradicciones de la que_
se habla son muy bien dominadas en otras sociedades, pero al precio de paraliz�r
completamente la formaciôn analîtica. Por ese lado Lacan asumi6 todos los riesgos,
fue hasta el fin de la l6gica del discurso analitico, hasta decir "el analista no se autori
za mas que de si mismo". Es normal que una instituci6n fundada sobre tal prin-
cipio conozca dificultades.
- Si, ese principio de autodeterminaciôn es tal vez contradictorio con todo tipo
de instituciôn.
- No es loque pensô Lacan.
- Lo que Lacan denomin6 el pase es un momento critico en el que el analizan-
te oscila del lado de la posici6n del analista, un momento de crisis, al que puede muy
bien seguir una forma de reparaciôn, incluso de estabilizaciôn, en el que se retoman los
viejos hâbitos, y se olvida al pasante que uno fue...
- No olvides que esta distinci6n es pertinente en si misma, y que fue fonnulada
de manera muy oportuna, pues, de alguna manera, protegi6 a la Escuela Freudiana del
marasmo universitario, de la influencia de todos los universitarios tardiamente llega
dos, que redescubrîan a Freud sobre los rastros de Lacan y desviaban su ensefianza (los
Deleuze, Derrida, y no continuo).Pero es cierto que esta distinci6n alentô a la comuni
dad lacaniana a vivir aislada, en tanto que se habia distinguido siempre por su apertura
intelectual, desde la época en que Lacan movilizaba en sus seminarios à Merleau-Ponty,
Lévi-Strauss, Koyré, Hyppolite.
- La oposici6n de los dos discursos no es para nada obscuran tista, pero f ue en ten
dida como "el psicoanalisis no tiene nada que ver con el saber".
- ,Lo que es exactaniente lo contrario de lo que dice Lacan!
- Sin duda, pero una nueva puntuaci6n deberia haber sido hecha · en un deter-
minado momento, y faltô.
- La contrapuntuaciôn fue el ideal, si puedo decirlo, de una transmisiôn integral
del saber psicoanalitico por la via de una formalizaciôn, que Lacan propuso baj o el
nombre de materna.
- iHay que creer que eso no fue suficiente!
- El punto de inflexion en la historia de la Escuela, lo situaria en 197 4- 75.
Para Lacan era el momento de modificar las cosas sobre la cuestiôn del saber. No
hagamos de Bossuet: la disoluciôn no ..�staba escrita al comienzo. Se podîa imaginar
LA DISOLUCION 255
que la instituciôn trataria sus propias contradicciones antes de que ellas se volviesen
explosivas.
- z.Por qué dices 1974-75?
- Primera, era el momento en que el Directorio de 1969 se vino ahajo. Hubiera
sido nonnahnen te la ocasiôn de modificar las cosas, de hacer un bal�nce, de renovar
el funcionarniento. Era necesario reunirse a discutir, relanzar la revista de la Escuela,
y finalmente Lacan repuso tal cual el mismo Directorio. Creo que en ese momento la
Escuela Freudiana se instalô en la eternidad. El esfuerzo de Lacan influyô sobre el
Departamento de Psicoanâlisis, sobre la Secciôn clînica, sobre Omicar?, donde quiso
que su seminario fuera publicado. El contaba con eso para "estimular a la Escuela",
decîa. Pero todo eso sôlo operô sobre los mârgenes.
- Si, se tuvo la sensaciôn de que, a partir de ese momento, Lacan prefiriô su des
canso a su Escuela. No queria "historias". Vivimos bajo la ley del "nada de historias".
Habfa algunos "agitados", y no era bien ser "agitado". Y es también par eso que noso
tros, en Ornicar?, nos esforzamos par no hacer demasiadas olas.
- Los ûltimos afios de bt--SFP, --los -dn�o -primeras aflos de la EFP, hasta 1969,
fueron muy agitados; se puede comprender que Lacan haya elegido luego la calma y la
continuidad.
- No por eso es menos una equivocaciôn. Cristalizando todo, él mismo preparô
la explosiôn. Dada la contradicciôn que él habîa establecido con, de un lado, la mâqui
na atrapa-todo, el colador, y del otro, la estructura de una Escuela, no podîa dejar
pasar las cosas, salvo provocando al mismo tiempo parâlisis y ebulliciôn.
- i El pasante pasado !
- Es eso, y justamente este olvido es aceptado, recomendado en las otras asocia-
ciones. Se dice: no dramaticemos, es un mal recuerdo, o bien un pecado de juventud.
Y todo vuelve al orden. Nada de pasiones, olvidemos la transferencia que se produjo.
- Cuando un Roustang asimila el pase a un momento ;de psicosis experimental,
esto significa que es necesario desear salir lo mâs râpido posible.
- Se habla de fracaso de la Escuela Freudiana. Pero no se puede hablar de fracaso
de la fonnaciôn. Y nunca alguien reprochô a Lacan el tener' fracasos en la formaciôn
de analistas. En las dos precedentes escisiones, algunos analizantes de Lacan, que se
distinguieron en el curso -de las rupturas, se encontraron en puestos eminentes en las
nuevas asociaciones.
- Hay ciertamente en el psicoanalisis, tal como Lacan lo practica, mantenimien
to de una apertura, de una llaga abierta, que es la de la transferencia al analista. U ste
des subrayan la relaciôn de rencor y de celos que puede subsistir respecto ·dè Lacan
mucho tiempo después del anâlisis. Pero lo sorprendente es hasta qué punto, para los
demâs,. todo eso se olvida muy râpido. Toda eso, es decir el resorte mismo d e la expe
riencia. El pase ·es el dispositivo que Lacan ha inventado para actuar sobre ese punto.
- Sî, él verificô que los analistas de la primera generaciôn no habian podido ter
minar su relaciôn con él, y él pensô que los de la segunda llegarîan, tal vez, hasta el
final, si se lo mantenîa lo mâs vivo posible, y si ellos eran Uevados a atestiguar sobre su
experiencia. El pase estâ hecho para que el analizante en vîas de volverse analista pueda
atestiguar sobre su transferencia. Para Lacan también significaba ofrecer .su prâctica a
la crîtica. Pero me parece que lo que se ganô del lado-de la fonnaciôn fue perdido del
lado de la instituciôn.
- Estoy de acuerdo en que Lacan se mostrô siempre dispuesto a sacrificar la vida
de grupo, su confort, sus ventajas sociales, a la autenticidad de la experiencia. Pero no
256 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
nos olvidemos que él dijo·en 1967, al crear el pase: hay un momento critico al final de >
un anâlisis; vamos a invitar a aquellos que lo atraviesan a atestiguar frente a un jurado:
este procedimiento tendrâ como resultado el hacer elaborable, comunicable cientifi
camente, algo que nunca pudo ser captado, y que las otras sociedades se esmeran, por
el contrario, en acallar; asi, nosotros vamos a paner a disposicion del publico resulta
dos objetivos. Ahora bien, es un hecho, no paso nada. Y Lacan concluyo, en ocasion
de las Jomadas de Deuville, a principios de 1978: el pase es un fracaso, no resultô lo
que yo esperaba. Todo el mundo lo escuchô. 1,Y gué se dijo? Dado que el fracaso es la
forma suprema de éxito en el campo freudiano 1ese fracaso prueba que todo va bien!
Ahora bien, me parece que Lacan simplemente entendia que habîa un cierto numero
de objetivos, y que esos objetivos no fueron alcanzados.
- Se puede ir aun mâs lejos: este pase, que tenia un objetivo de comunicacion,
de trabajo, que debia develar los misterios del "devenir analista", fue al contrario una
experiencia casi esotérica. En cuanto a la teoria sobre ese punto, quedô estacionaria,
incluso retrocediô.
J'odos los males de la Escuela se encontraron concentrados en el jurado del pase,
a cuyos miembros, en su totalidad, Lacan, de una manera especialmente insistente,
descalificô en ocasiôn de la disoluciôn.
- ïEs de cualquier manera por su culpa! iQué idea la de hacer elegir ese jurado
directamente por los seiscientos miembr6s de la Escuela! Bra la unica instancia elegida
de ese modo. Es normal que en defmitiva los mâs demagogos hayan podido encon trar
se alli. Habîa una incompatibilidad esencial entre la extrema delicadeza de la experien ..
cia y las personas elegidas para dirigirla y sancionarla. Y Lacan, en ese jurado, desempe
fiaba ·un papel aislado.
- Ese jurado fue elegido por la base desde el principio, desde 1969. En el momen
to en que partîan algunos notables que crearon el "Cuarto Grupo", Lacan habîa queri
do paner a toda la Escuela frente a la experiencia nueva q1:,1e él proponia.
- Si, pero hacia 1974-75, hubiera podido �odificar un poco las cosas. El dejô
hacer, y Clavreul dio a todo eso cl giro conocido.
- En el fonda, hay una paradoja. A partir de esta experiencia, que concernia al
analista como tal y no al grupo, el discurso de grupo se hizo coherente. El jurado de
acuerdo, reclutado por via demagôgica, se constituyo a partir de alli en un centra
activo de resistencia a la ensefianza de Lacan. Se estableciô, con arrogancia, sobre su
fracaso, y se puso a dar el tono.
Lacan, ustedes lo recuerdan, tuvo que hacer esfuerzos para dirigir, un poco contra
su opinion, al conjunto de esta comunidad hacia un nuevo tipo de experiencia, que
no tuvo durante varios afios su aproliaciôn. Por eso instituyô ese modo de elecciôn en
la base, que les ·choca. Pero el pase solo tomô cuerpo a partir del m9mento en que la
gente comprendiô que las exigencias que implicaba ese procedimiento eran un camelo,
que uno podîa muy bien conservar su lugar sin atestiguar nada. Entonces, arrastraron
los unos a los otros a este pase.
- i Y bueno, ustedes comprenden el pesimismo de Lacan! i Y que ya era tiempo
que todo eso termine!
- ;,Qué eso termine? 1,Qué? 1,La vida de grupo de los psicoanalistas? Seria nece
sario igualmente que nos preguntâramos para qu� sirve el grupo analitico. Si su unica
vocaciôn es, en defmitiva, la de obstruir la experiencia, entonces mas vale nada de
grupo.
- ;,Se acuerdan de cômo Ferenczi defmia en 1910 la misiôn de la Asociacion
LA DISOLUCION 257
- Si se quiere. Pero hay alti una paradoja, puesto que esa enseflanza es en sî
misma extraordinariament e abierta a todos los campos del saber.
- Si, pero a partir de 1968, y de la afluencia que sobrevipo, la Escuela se trans
formô en un mundo autosuficiente ...
- ...autocomplaciente, y victima de·una especie de sobrecalentamiento, del cual
dan testimonio esos enormes volûmenes ilegibles que recogen todas las intervenciones
hechas en los congresos y jomadas. Una gata no habfîa encontrado allî a su çria. No
coinprendo por qué Lacan permitiô que eso sucediera.Era contribuir a extraviar a todo
el mundo.
- El tomô el punto de vista de Sirius, es verdad.Dejô que la situaciôn empeorara
con una especie de deleite. ,Permaneciô neutral, mâs bien malévolo!
- Siempre dijo que la benevolencia no era su fuerte...
. - No estoy de acuerdo. El dio avisos muy precisos, muy medidos, pero muchas
veces poco escuchados. En el momento en que Guattari se lanzaba a sus elucubracio
nes, hacia 1971, lo retomô en un punto: no hay sujeto colectivo de enunciaci6n. Y
dijo lo que pensaba del Anti-Edipo en el final de su texto "El atolondradicho", en un
pârrafo.No fue--al Departamento de"Psicoanâlisis como heredero pasivo, sino que invitô
a los docentes a tomar como punto de referencia la posibilidad de un materna del
psicoanâlisis. Sostuvo de punta a punta a la Secciôn Clinica, que no habria existido
jamâs si él no lo hubiera querido. Todo eso estaba muy claro.Pero nadie quiso sacar
las consecuencias en la EFP.
· - Sin duda, sin duda, pero habia también otros signos, que con tradecian a
aquellos, y el resultado, era un "vale todo" bien sefi alado por la poubellication 1
monstruosa de la Escuela.
Y bueno, el vino estaba servido, habia que beberlo. Hasta las heces.
Las heces, eso fue la Asamblea del 30 de septiembre de 1979.
El alalî 2•
Es excesivo. No habia mâs que unos cuantos que insultaban a Lacan, que que
rian abiertamente tenninar con él. Y hubo una mayoria de dos tercios. No habîa ni
mâs, ni menos, hace diez afios, sobre la cuesti6n del pase.
- Si, pero esos pocos, muy decididos, sacaban partido de la tolerancia de Ios
otros, de su pasividad. Los lacanianos habîan terminado desorientados por el aparente
desinterés de Lacan, por la evoluciôn de su enseflanza, por su silencio. Los antilacania
nos creîan sentir que llegaba su hora, devenîan frenéticos.
Las cosas siguieron su curso.
- Es decir hacia el crimen.
- A su simulaciôn, sf, ciertamente.
Es fascinante: esa multitud que no tenîa mas que su nombre en la boca, esperan·
do la deposiciôn, la muerte...
- Y eso es lo mas gracioso: todos no pensaban mâs que en él, todos lo hubieran
dado todo por ser distinguidos por él, y al mismo tiempo, todos lo dejaban hundirse
sin tenderie la mano.
Todos, todos ... i No todos!
- En todo caso, desde la disoluciôn, todos se precipitan, ,fieles discipulos! Salvo
1
Se juega con publication (publicaciôn) y poubelle (r ecipiente de desperdicios) (N. del T.)
2
. En la caza, toque de acoso indicando que la presa fue avistada, o esta por tierra. (N. del T.)
;J
260 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
los mâs comprometidos. i Y aun ellos! Aquellos que quisieron someterlo a la justicia
explican que son quienes mâs lo quieren. .,
- iAhora comprendo por qué Freud burocratizô a su Intemacional. iSi no, ahî
esta loque pasa!
� 1,Entonces, podria ser de otra manera? 1,Estamos condenados a recomenzar?
l· .. o peor? �
- 1,Lo peor es siempre seguro?
IV
Jacques-Alain Miller
Reportaje en L :4 ne
�I
14 de febrero de 1981
Organicé una de esas jornadas, hace cinco afios creo, sobre los "maternas". ;Qué jaleo!
Suficiente para sacarme las ganas de continuar, a pesar del deseo de Lacan.
- ;.Por qué se habla de dominio? Debe haber una razôn.
- Porque, supongo, el bloqueo generalizado de esta instituci6n puso mas aun de
relieve las actividades en las que estaba implicado, con muchos otros, afuera, o en los
limites, y con el sostén de Lacan.
- iPor esta razôn usted se transformô en la peste de la Escuela Freudiana?
- Hay que tomar las cosas desde mas lejos. La Escuela Freudiana era un mundo
extremadamente abigarrado, y donde se podia, si uno querîa, dejar pasar los dfas tran
quilamente, dejandose llevar suavemente por una palabra poderosa. Por el solo hecho
de su afiliaci6n, uno se beneficiaba de la plusvalia que el trabajo de Lacan obtenfa
para todos. Ahora...
- De alguna manera, jLacan era el disimula-miseria de su Escuela!
- Ahora, este mundo esta sepultado, esa época esta perimida.Por varias razones,
en las que no cuento. Primero, por primera vez desde, hacîa treinta afios, Lacan no
anunciô este afio un seminario. Es el silencio, ensordecedor.Enseguida, porque Lacan,
cuestionado durante decenios, esta en vîas de ser reconocido:
- 1,Reconocido.?
- Si, reconocido como "un gran hombre", "un genio", "el mas grande de los
freudianos", y no continûo.El hecho nuevo es, pues, que los "lacanianos" ya no tie
nen, como era todavîa el caso en 1964, el monopolio de Lacan.El cual, por otra parte,
no cont6 nunca tanto con sus "alumnos", como con el desplazamiento del significante.
Vea lo que él escribîa de Freud: "menos asistido por sus discipulos que por esta propa
gaci6n", la propagaciôn del discurso.
- iLa ensenanza de Lacan no pertenece a nadie?
- A nadie. Pero menos que a otros, a aquellos a quienes él favoreciô durante
afios, y que hoy en dia anticipan y esperan su muerte.
- Usted es severo con ellos.
- Tome- pues, alli, en su informe, una de esas cartas que se escriben, en contra de
mi, parece. Esta por ejemplo. Lea esta frase.
- "Si se admite con Lacan que no hay el minimo co-nocimiento (co-nacimien
to), i qué es entonces para un psicoanalista ensefiar, cuando él sabe ademds del riesgo cier
to de alimentar con nuevas armas los discursos fundamentalmente hostiles al andlisis? ,,
- Es uno entre otros, y de los mas suaves.
- Nuestros compaii.eros del Nouyelle Observateur estiman que todo esto no da
confianza en el psicoanâlisis.
No es para nada la reflexi6n que me inspira la situaciôn.
- jUsted se vanagloria de ello!
- Yo me digo al contrario que· la instituci6n fundada por Lacan se ,, mantenfa
por la transferencia, soportada en -este caso por un "sujeto-supuesto-saber encarnado
y, lo que no arruinaba nada, que se sabe una parte. Desde que el soporte de la transfe-
rencia fue dafiado. ..
- iLo fue?
- Si� lo fue. Primero por la carta mortifera de diciembre ("Entonces, él mismo se
considera como un ejecutor", es la unica frase que la lectura de esas paginas infames
arranc6·a Lacanr Pero hay que reconocer que.Lacan misino habia afectado esa trans
ferencia por.la disoluciôn de su Escu�la, y.la amplia desaprobaciôn arrojada sobre ella. ·,
Y. sobre todo, esta. la vejez. Lacan durante mucho tiempo,- ofreci6· a los. suyos una
LA DISOLUCION 263
irnagen soberbia de poder, de turgencia vital. Es necesario ver c6mo uno · se congra
tulaba entonces, c6mo uno "plus-gozaba", si me animo a decir, por tener como direc
tor a un hombre increfüle, que analizaba multitudes de la man.ana a la noche, pero
también escritor y sabio, erudito pero fastuoso, irresistible, intratable, en fin, uno
como no hay dos, un hombre, yo lo vi, que vivia (jY sus pacientes también!) tres
segundos en uno, como <lice Baudelaire. Helo aqui envejecido, muy envejecido; la
duraci6n normal de la vida humana, estimaba Platon, es de ochenta y un afios. Muchos,
que lo veneraban -i,por qué no creerles? lo querrian mas bien muerto, ya enterrado,
"a dos pasos de la mas vil tierra", esta escrito.
- jEs insasienible!
- Perfectamente. Lea sus cartas, vea si exagero. En eso se transforma el fasci-
num, una vez disipado el halo fâlico que lo viste.
- 1,Le parece que el psicaanâlisis podrâ dar cuenta de esas acantecimientas?
- La hip6tesis del inconsciente nunca me pareci6 mejor fundada. Se pudo, por
otra parte, asistir durante el mes de enero a ese fenômeno de panico muy bien anali
zado por Freud en su Massènpsychologie, capitulo V. jEl Otro no existe, y se produce
el desbande..
- 1,Lacan quiso esa?
- Usted sabe que, para Lacan, el analizante trabaja, pero el acta psicoanali-
tico lo realiza el analista. El es, en ese sentido, como el héroe tragico, que se reduce,
al final de la experiencia, a no ser otra cosa que el desecho de su historia.Y bien, todo
ocurre como si ése fuera el destino de Lacan en la instituciôn que él fund6; fundada
por un acto, la palabra esta: helo aqui, tal. ..
- 1,Pera es éste un destina que Lacan quisa?
- Todo lo que puede decirse es que es un destino coheren te con su teoria de la
transferencia. Considere que hay en la vida humana otro acto que se Hama "jubilar
se". Si Lacan hubiera realizado ese acto, digamos hace un afio, un afio y medio, jqué
laureles le habrian trenzado los que hoy en dia lo entregan! Habria sido ... jpresi
dente de honor! Eso, en todo caso, no lo quiso. No es imposible -Lacan plante6 la
hip6tesis en 1964- que la posici6n del analista, si verdaderamente la sostiene, implica
para él el deber ser asediada, realmente, por sus analizantes, por haber sido el agente
del levantamiento, aun parcial, de la represi6n.
i, Y usted, alli dentro?
En un seminario, hace algunos afios, me llam6 amabletnen te "Mi fiel Aca tes".
i,... ?
Era un compafiero de Eneas.Muy bien, yo lo acepté, y no me desdigo.
Alguien me ha conf"zado: "A fuerza de denunciar a Jacques-Alain, jno se dan
ru.enta de que él se hace cada vez mâs real!"
- El odio, <lice Lacan, se dirige al ser. i,C6mo desarmarlos? ·i,Divorciarme, para
no ser mas el yerno? i,Callarme, puesto que todo buen razonamiento resulta ofensivo?
i,Ü no haber nacido? Es difîcil.
- 1,El parvenir?
- Por una parte, la fragmentaci6n: hay quienes querrian rehacer la EFP (1964-
1980), otros la SFP (1953-1963); muchos coincidiran por sus afinidades, en pequefios
grupos. Por otro lado, un punto de referencia, un punto de amarre: la Escuela de la
Causa Freudiana. Asediada, de contornos todavfa indefinidos, pero de posiciones fir
mes ... El destino del psicoanalisis esta ligado desde su origen tan to al discurso de la
ciencia como al discurso del histérico. Ninguno de los dos _es�â cerca de terminar ...
V
Jacques Lacan
El seminario de Caracas
Agosto de 1980
Eso le di yo a los mîos. Se los di para que supieran orien tarse en la prâctica. Pero,
:t ise orientan mejor que con la tôpica legada por Freud a los suyos?
Hay que decirlo: lo que Freud dibujô con su tôpica, Hamada segunda, adolece de
cierta torpeza. Me imagino que era para darse a entender dentro de los limites de su
época.
� Pero, z.no podriamos mas bien aprovechar lo que alli figura la aproximaciôn a mi
nudo?
Considérese el saco fofo que se produce como vînculo del Ello en su articulo que
debe decirse: ''Das /ch und das Es'�
W-Bn,.
El esquema de Freud
El saco, al parecer, es el continente de las pulsiones. iOué idea tan disparatada la
de bosquejar eso asi! Sôlo se explica por considerar a las pulsiones como bolitas, que
han de ser expulsadas por Ios orificios del cuerpo una vez ingeridas.
Sobre esto se abrocha un Ego, donde parece preparado el punteado de columnas
por contar. Pero esto no lo deja a uno menos enredado, pues el mismo se cubre con un
extrafio ojo perceptivo, donde para muchos se Iee también la marca germinal de un
embriôn sobre el vitelo.
Aûn no es todo. La caja registradora de algun aparato a la Marey estâ aquî de
complemento. Lo cual dice mucho en cuanto a la dificultad de referencia a lo real.
Por ultimo, dos barras sombrean con su juntura la relaciôn de este conjunto barro
co con el propio saco de bolitas. Y ya estâ designado lo reprimido.
La cosa deja perplejo. Digamos que no es lo mejor que hizo Freud. Podemos inclu
so confesar que no favorece la pertinencia del pensamiento que pretende traducir.
Qué contraste con la definiciôn que Freud da de las pulsiones, como vinculadas
a los orificios del cuerpo. Una fôrmula luminosa que impone otra figuraciôn que esta
botella. Cualquiera sea su tapôn.
;,No sera mâs bien, como me ha ocurrido decirlo, botella de Klein, sin adentro ni
afuera? l O aun, sencillantente, por qué no el toro?
Me contento con apuntar que el silencio atribuido al Eso como tal supone la pala
breria. La palabreria que la oreja esta esperando, la del "deseo indestructible" que ha
de traducirse en ella.
266 TRES MOMENTOS EN LA VIDA DE JACQUES LACAN
Primera Parte
LA ESCISION
V. La estabilizaci6n. . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Segunda Parte
LA EXCOMUNION
1
1 JO de febrero de 1963. Carta de Serge Leclaire a la Sra. Paula Heimann, 139
19 de maya de 1963. El informe Turquet, 139
Junio de 1963. Lista de miembros de la SFP, 143
2 de ju/io de 1963. Asamblea General de la SFP, 144
11 de julio de 1963. La llamada mociém de los "mocionarios ", 169
31 de julio de 1963. Estocolmo -XXlJJO Congreso Internacional, 170
2 de agosto de 1963. La Di.rectiva de Estocolmo, 171
Anexo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . � . • . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Tercera Parte
LA DISOLUCION
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-, ?�.:
,� Impreso _ en Mayo de 1987 en Ripari S.A., J.G. Lemos 246/48. Buenos Aires - Argentina.
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... pienso que no cons1"d eraran que se trata pdr m1 p;3
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a la anécdota o a la polémica, si les sefialo url hecho "55.1987.eJ. 2
za; designada como tal, ha sido sometida, por un orgaw;)111v '1- _
llam� el Comité Ejecutivo de una organizacioffirrtemacional 113.mada '
la International Psychoanalytica/ Association, a una censura ÏÏada _j
ordinaria, puesto que se trata nada menos que de proscribir esta
ensefianza, que ha de ser considerada coma nu/a en todo lo tocan
te a la habilitaci6n de un psicoanalista, y de convertir esta proscrip
ci6n en condici6n para la afiliaci6n internacionaJ de la sociedad psi
coanalitica a la cual pertenezco.
Y esto aun no es suficiente. Esta especificado que esta afiliaci6n
solo sera aceptada si se dan las garantias de que mi ensefianza nunca
podra, por intermedio de esta sociedad, entrar de nuevo en actividad
para la formaci6n de analistas.
Se trata pues de algo en todo comparable a lo que en otros sitios
se llama excomuni6n mayor. Con la salvedad de que ésta, en los sitios
en que se emplea este término, no se pronuncia jamas sin posibilidad
de remisi6n.
Existe en esta forma solamente en una comunidad religiosa desig
nada por el término indicativo, simb6lico, de sinagoga, y Spinoza la
padeci6. El 27 de julio de 1656 primero -peculiar bicentenario, ya
que corresponde al de Freud- Spinoza fuc objeto del kherem, exco
munién que corresponde justamente a la excomuni6n mayor: esper6
luego algùn tiempo para que le aplicaran el chammata que consiste en
affadir la condici6n de la imposibilidad de regreso. ( .. . )
No estoy diciendo -aunque la cosa no es imposible- que la
comunidad psicoanalftica es una iglesia. Inexorablemente, empero,
surge la pregunta sobre lo que en ella puede tener resonancias de
practica religiosa.
Manantiat·