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Fuentes de Daño a la Formación en Operaciones de Pozo

1. Daño en la Perforación
La fuente más común de Daño a la Formación en pozos es durante el proceso de perforación. El
daño a pozo resulta de la invasión de la formación de partículas y filtrado del fluido de
perforación. El daño de causado por las partículas del lodo de perforación es considerado uno
de los más severos. La depositación de partículas de lodo de perforación alrededor del hoyo
puede reducir severamente la permeabilidad en esta crítica región; afortunadamente, sin
embargo, la profundidad de invasión de la partícula es generalmente pequeña, en un rango tan
pequeño como 1 pulgada y tan profundas como 1 pie. Para minimizar este daño, las partículas
del lodo de perforación deben ser más grandes que los poros de la formación, sugiriéndose que
el lodo debe tener un 5% vol. de partículas de lodo con un diámetro mayor a 1/3 del tamaño del
poro, para prevenir una significativa invasión de lodo en la formación. Ya sea pequeña la
invasión de partículas de lodo dentro de la formación, es frecuentemente reversible el daño a la
formación, realizando cañoneos especiales y/o estimulaciones.
El filtrado del lodo de perforación puede invadir la formación mucho más profundo que las
partículas del lodo, con profundidades de invasión que van desde 1 – 6 pies. Como el filtrado
entra a la formación, el revoque del lodo de perforación empieza a formarse en la cara de la
arena, que ayuda a disminuir el filtrado de lodo. Sin embargo, el revoque del lodo empieza a ser
erosionado por los esfuerzos de cizallamiento del lodo de perforación. La tasa dinámica de
filtrado para este balance entre el revoque del lodo de perforación y la erosión viene dada por la
siguiente expresión:

Donde uf es el flujo del filtrado de lodo en cm/hr, C es el coeficiente dinámico de pérdida de


fluido del revoque en cm3/cm2-hr1/2, t es el tiempo de exposición en hr, b es una constante que
cuantifica la estabilidad del revoque y y’ es la velocidad de cizallamiento en seg -1. Estudios en
este campo han demostrado que los valores de b se encuentran entre 2x10 -8 y 5x10-7 cm3/cm2.
El coeficiente de pérdida de fluido puede ser obtenido en laboratorio con una prueba dinámica
de pérdida de fluido.
La perforación de pozos horizontales han reportado secciones horizontales de hasta 8.000 pies,
que plantean nuevas problemáticas con significativa penetración, que se traducen en un daño
debido a los tiempos de exposición del lodo de perforación cuando la sección horizontal es
perforada. La forma del daño a lo largo de la sección horizontal es probablemente un reflejo de
la larga exposición cerca de la sección vertical del hoyo.

2. Daño en la Completación
Los daños en la formación durante la completación de un pozo pueden ser causados por la
invasión de los fluidos de completación dentro de la formación, por la cementación y el
cañoneo, o por la aplicación de las distintas técnicas de estimulación. El propósito primario del
fluido de completación es contener la alta presión en el fondo del pozo con respecto a la presión
del reservorio (sobrebalance), los fluidos de completación son forzados hacia la formación. Así,
si los fluidos de completación contienen sólidos o químicos que pueden ser incompatibles con
la formación, el daño causado puede ser similar al daño causado por el lodo de perforación. Es
muy importante que los fluidos de completación sean bien filtrados, para prevenir la inyección
de sólidos dentro de la formación. Es recomendado que los fluidos de completación no
contengan más de 2 ppm de sólidos con un tamaño menor de 2 micrones.
Los filtrados de cemento son otros de los potenciales fluidos que pueden ocasionar serios
daños, cuando éstos entran a la formación. Los filtrados de cemento generalmente contienen
una alta concentración de iones de calcio, por lo que daños por precipitación pueden ocurrir.
Sin embargo, el pequeño volumen de los filtrados de cemento limitan este daño a una zona muy
cercana del pozo.
El cañoneo es una inevitable consecuencia de la trituración de la formación en la inmediata
vecindad de los perforados. Este daño es minimizado realizando cañoneo bajo balance, esto es,
cuando la presión hidrostática es menor que la presión de la formación. Reglas generales sobre
el bajo balance requerido en zonas de gas y petróleo se pueden observar en las Figuras 1 y 2. El
sobre balance mínimo requerido para una permeabilidad de formación dada puede ser leída de
la tendencia de la correlación trazadas en las mencionadas figuras.

Una alternativa para realizar cañoneo bajo balance para la obtención de túneles de perforados
limpios, es cañonear con sobre balance extremo (Handren, Jupp y Dess, 1993). En esta técnica,
la presión en el pozo está por encima de la presión de fractura en el momento de que los
perforados son creados, con un gradiente de presión generalmente por encima de 1.0 lpc/pie.
Adicionalmente, la presión del fondo del pozo y la tubería de producción son parcialmente
llenados con gas para que la alta presión sea mantenida en una corta duración después que los
perforados sean creados. La configuración del pozo para el cañoneo con extremo sobre balance
es mostrado en la Figura 1. Esta técnica es pensada para crear una red de pequeñas fracturas
que se extienden desde el perforado creado, tal como se observa en la Figura 2, proporcionando
un lugar a los debris originados del cañoneo para alejarse de los túneles de los perforados.
Figura1. Configuración de pozo para cañonear con sobre balance extremo.

Figura2. Pequeñas microfracturas de los perforados creadas por extremo sobre balance.

Los fluidos de estimulación, diseñados para incrementar la productividad de los pozos, pueden
causar daño a la formación por sí mismos por invasión de sólidos o por la formación de
precipitados.

3. Daño originado por la Producción


El daño a la formación ocasionado durante la vida productiva del pozo puede ser causado por la
migración de finos o por precipitados. La alta velocidad en el medio poroso cercana a la cara de
la arena, puede a veces ser suficiente para movilizar los finos que pueden originar un
taponamiento de las gargantas porales. Numerosos estudios han demostrado que existe una
velocidad crítica, por encima de la cual empieza a ocurrir daño a la formación por migración de
finos. Desafortunadamente, esta velocidad crítica depende particularmente del tipo de roca y
fluido de forma compleja, por lo que la única forma de determinar esta velocidad crítica es a
través de análisis de inundación de núcleos (coreflood) en laboratorio.
Los finos pueden ser movilizados hacia la vecindad del pozo cuando empieza la producción de
agua. La Figura 5, se puede mostrar este mecanismo. Los finos son más probablemente
movidos cuando las fases que los moja es móvil, y puesto que la mayoría de las formaciones
son mojadas por agua, la presencia de agua móvil puede causar la migración de finos y un
posterior daño a la formación.

Figura 5. Migración de finos causados por el agua móvil.

La precipitación de sólidos, tanto material inorgánico del agua connata o sólidos orgánicos del
petróleo, pueden ocurrir cercano al pozo productor, debido a la reducción de presión cercano a
la cara de la arena. Estas fuentes de daño a la formación pueden ser frecuentemente removidas
con tratamientos de estimulación (estimulaciones ácidas para remover los precipitados de
carbonatos o solventes para la remoción de parafinas).
4. Daño originado por la Inyección
Los pozos inyectores son susceptibles a la formación de daño por la inyección de partículas
sólidas, por precipitación debido a incompatibilidad del agua inyectada y el agua de formación,
o por crecimiento bacterial. Los sólidos inyectados son siempre dañinos, si el agua de inyección
no es pasada por un proceso de filtración. La filtración debe remover todas las partículas
mayores a 2 micrones.
El daño por precipitación de sólidos puede ocurrir siempre que se mezcle el agua de inyección
con el agua de formación que conlleve a una supersaturación de una o más especies químicas.
El más común de los problemas es la inyección de agua con una alta concentración de iones de
sulfatos o carbonatos dentro de la formación con cationes divalentes, tales como calcio,
magnesio o bario. Debido al intercambio catiónico con las arcillas de la formación, pueden
liberar cationes divalentes dentro de la solución cuando una agua de diferente composición
iónica es inyectada, la precipitación puede ocurrir en la formación aún cuando el agua de
inyección es aparentemente compatible con el agua de formación. En otras palabras, el hecho
de que no ocurra una precipitación cuando una muestra de agua de formación es mezclada con
una muestra de agua de inyección, no es suficiente garantía que no ocurrirán precipitados
dentro de la formación. Procesos dinámicos como el intercambio catiónico deben ser
considerados.
El agua de inyección puede contener bacterias, la cual pueden taponar la formación como
cualquier otra partícula sólida. La bacteria inyectada puede también crecer en la vecindad del
pozo, causando severos daños a la formación. La inyección de agua debe ser testeada para
determinar presencia de bacterias, si existe la presencia de ellas, bactericidas deben ser
agregados al agua de inyección.

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