Sunteți pe pagina 1din 8

EL MUNDO DEL SIGNO Y SU FILOSOFIA

LUZ EIDA NARVAEZ


LUCENY MELO TOBAR

Programa de Licenciatura en Lengua Castellana y Literatura VI Semestre


Facultad de Educación
UNIVERSIDAD DE NARIÑO

“a menudo el verdadero sentido y significado de las cosas y las palabras, lo


encontramos, al decir las mismas cosas con otras palabras” charles Chaplin

RESUMEN

Mediante este artículo, se intenta tener un concepto preciso acerca de cómo la


filosofía entra en juego con el signo lingüístico, además, la importancia que tiene la
semiótica en nuestro acontecer diario y en el mundo en general. Igualmente, cabe
resaltar el valor que tienen los signos lingüísticos, ya que, son instrumentos para
representar las cosas y que son necesarios para que el hombre se pueda comunicar.

Pretendemos de igual manera, hacer una relación entre lengua, lingüística,


filosofía y semiótica; la lengua según Saussure (1983), s p. “es un sistema de signos
en el que sólo es esencial la unión del sentido y de la imagen acústica, y donde las
dos partes del signo son igualmente psíquicas”. Además es adquirida, convencional
y particular de cada sociedad, concreta e integral; en cuanto a la lingüística y la
filosofía son las ciencia que estudian el lenguaje y sus fenómenos asociados y
finalmente la semiótica, que es la que se ocupa del estudio de los signos en general,
que trata de los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas”.

Así pues, estos cuatro conceptos nombrados anteriormente funcionan como


signos y sin ellos no habría vida social ni un pensamiento individual, ni mucho menos
colectivo, por ejemplo, las palabras que son escritas o habladas son de vital
importancia para el ser humano; asimismo, tener esas características que se las
puede plasmar de diferentes formas y eso tiene significado y un significante; de ahí
que el estudio de esos signos lingüísticos lo llámanos lengua. Ahora bien, la diferencia
entre lingüística y semiótica es que la primera sólo estudia los signos lingüísticos,
palabras y significados y la semiótica estudia a todos los signos en general, pero, de
igual manera estas dos disciplinas se complementan para poder entender cada uno
de los fenómenos por decirlo así existentes en cualquier contexto en el cual nos
encontremos. Por tanto, se ha aclarado que sin duda la lingüística en sus diferentes
ángulos integra al signo, dándole así significado, como lo decíamos en el segundo
párrafo de este texto. Sin embargo, queremos tomar unos puntos donde veremos la
presencia del signo en el contexto:
INTRODUCCIÓN

Primero, el significado y el contexto, bien sabemos que la lengua y las


palabras tienen múltiples acepciones; un amplio significado que se lo puede reducir
dependiendo el contexto donde se ubique el hablante, dentro de ese contexto
podemos encontrar problemas de tipo filosófico, argumentativo e interpretativo,
problemas culturales entre otros factores que de una u otra manera hacen del signo
algo ilógico. Además, encontramos un contexto semántico, que es donde un signo
adquiere su valor con referencia al significado de los otros signos. Este campo
semántico permite seleccionar las acepciones de las palabras y atribuirle un
significado preciso al signo o palabra expresada. Por otro lado, está el contexto
situacional, es la relación del signo con: el hablante, el espacio, el tiempo y el diálogo
establecido por éste; dentro de este campo se utiliza algunas palabras o expresiones
que se refieren a lugares como por ejemplo (aquí, allá, allí) entre otros que permiten
dar un significado por la situación en el espacio del hablante; hay que tener en cuenta
que para entender el significado real depende de la ubicación en el tiempo de la
persona que lo dice y de la capacidad de pensamiento que permite razonar y crear un
juicio crítico y analítico de las diversas expresiones del lenguaje.

También, encontramos otro tipo de situación, por ejemplo en el caso de los


hablantes en un diálogo donde sólo la situación decide en cada circunstancia quién
es quién, quién toma el papel de yo, del tú o de él, ahí nos damos cuenta, que ocurre
un fenómeno de comunicación en cuanto a los diversos signos existentes en una
conversación. En un contexto se trata de ver los diversos signos en el mundo físico,
los cuales se apoyan en el mundo exterior que nos rodea. Este campo nos ayuda a
interpretar el sentido de las palabras, Wittgenstein (1993. Pág. 74), nos dice “no
puedo entender un lenguaje que no conozco”, ya que, el lenguaje es muy selectivo y
económico. Cabe decir, que la realidad no sólo se aprovecha para los signos
lingüísticos, sino que en él se apoyan muchas otras clases de signos, como los que
se utilizan en los códigos de caminos y otros signos no lingüísticos.

Segundo, identificar que el contexto cultural es el más amplio de todos los


espacios existentes, ya que, hay un cúmulo de conocimientos donde el hablante, por
el simple hecho de vivir en comunidad tiende a experimentar sensaciones y a trasmitir
sentimientos; encontramos conocimientos históricos, conocimientos adquiridos en la
escuela y conocimientos obtenidos por la experiencia; igualmente, hay ideologías que
son las que forman ese mismo contexto cultural y son las que aportan a la
interpretación y al significado de las palabras a través del signo.

Tercero, vemos que el signo lingüístico es arbitrario y que la lengua nunca


es igual a otras en su organización, ya que, cada lengua tiene su propio sistema, su
propia interpretación y su propia filosofía. Asimismo, encontramos la ordenación de
los signos que consta del orden de las palabras conocido como el proceso de sintaxis,
es por eso que la lógica en este campo es difícil de comprenderla, puesto que muchos
de nosotros los hablantes desconocemos el significado de palabras de un lugar, y nos
cuesta entender su significado hasta tal punto de pensar que son palabras
incoherentes y carentes de significado.

Por otro lado, el léxico y la segmentación de la realidad, mencionan que las


diferentes organizaciones de las lenguas se manifiestan no sólo en el ordenamiento
de las palabras, sino también en la manera de ver una realidad a través de ellas y que
tal realidad, se puede ver desde muchos puntos de vista; según el interés y el
pensamiento de cada persona, de cada comunidad lingüística; puesto que, la historia,
la economía, la educación y su misma cultura son el fundamento de relacionarse con
su entorno y experimentar diversidad de significaciones que se le da a un contexto.
Es así que, la lengua debe de ajustarse a las necesidades de la realidad, y los
hablantes de una lengua se condicionan a ver la realidad según su lengua. Muchas
personas están acostumbradas a utilizar una sola lengua que es la materna,
dificultando así el aprendizaje de otras lenguas, por ejemplo el castellano, el inglés, el
francés, las lenguas indígenas, entre otras; por eso, aprender otras lenguas es
conocer la variedad de significados que tiene el mundo, ya que, el conocer y el
aprender proporciona a la persona relacionarse con su entorno y llenarse de
significados.

Ahora bien, Wittgenstein (1988, pág.74-75), deduce que “ hay diferentes


juegos de lenguaje” Por ende, en nuestro contexto encontramos infinidad de reglas
que establecen cierta analogía entre la comunicación y el juego, buen ejemplo de ello
es el juego de ajedrez donde la comunicación y las reglas son códigos que están
constituidos por una serie de elementos, unas reglas que indican cómo utilizar el
código y como concretarlo en nuestros juegos, para crear así una infinidad de
oraciones o mensajes; Además, toda lengua es un código. Constituido por un sistema
de signos, que se utilizan para producir mensajes y un sistema de fonemas, con los
cuales se puede formar los signos; para la producción de mensajes es necesario
apoyarse en unas reglas o elementos gramaticales, que ordenen y den sentido a la
palabra u oración que se desea expresar.

Debemos agregar que, la comunidad lingüística tiene un código al que se le


llama usualmente lengua y al mensaje la realización concreta del código que se lo
conoce como habla; por eso cabe mencionar lo que dice Raúl Abila (1977 pág. 49-
51 )“se la aprende básicamente escuchándola pero se aprende la lengua
prácticamente, sin darnos cuenta, tenemos de ella un conocimiento inconsciente y
para hablar no necesariamente requiere que tengamos conciencia del código que
utilizamos, porque en realidad todo hablante normal tiene en su cerebro una gramática
perfecta que aplica cuando se comunica lingüísticamente”.

A su vez debemos señalar, las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas,


estos dos factores recalcan que para la producción de un mensaje se necesita de un
proceso de selección y de combinaciones, debido que, cuando hablamos
seleccionamos un código y los elementos que necesitamos para nuestras finalidades
comunicativas, del mismo modo, se puede seleccionar y combinar fonemas y formar
signos; si nos damos cuenta todo gira en torno al signo aplicándolo a través de la
filosofía puesto que, ésta fue un punto de partida para los liguistas de poder estudiar,
analizar y reflexionar a cerca del signo. No obstante, la lengua supone un conjunto de
paradigmas y de reglas que nos indican cómo se combinan los elementos para formar
sintagmas en el habla. En resumidas cuentas, el mundo que nos rodea está lleno de
diversos signos y significados, que estos son interpretados de distintas maneras en
cualquier lugar del mundo, según, Abila (1977 pág.42-45) en su libro “la lengua y los
hablantes”, se refiere a el valor que tiene el signo para cada persona es muy distinto,
dado que, cada individuo le da un nombre a sus cosas y experiencias, de acuerdo a
su punto de vista, a su sentir y a su criterio esto puede crear unos signos gráficos:
sonoros, señales, números, códigos, etc., que forman parte del sistema de signos.

Desde luego, en cualquier clasificación del signo como elemento del proceso
de significación, siempre aparece como alguna cosa que está en lugar de otra, es por
eso, que se caracteriza al signo por su estructura racional, que relaciona una cosa con
otra y dirige a la persona a una noción de plantear una serie de códigos, que
transmiten esos elemento asociados, del mismo modo, los signos son el resultado de
unas reglas de codificación cambiantes, de ordenes no determinados, y que son una
entidad momentánea dentro de la semiótica filosófica, la cual juega un papel
importante en el lenguaje simbólico y en la teoría de los signos.

Según, Saussure (1983. Pàg.31), nos hace diferenciar dos clases de signos:
los naturales que son los fenómenos que se localizan en la naturaleza, y los signos
artificiales que son creados por los seres humanos; ambos sirven para representar lo
real y para comunicarnos con otros, que pueden variar con el tiempo, contexto,
situación o un dominio social. Además, el signo está compuesto de dos criterios, uno
es el significado que es el concepto o ideas abstraídas por un hablante de su realidad,
y dos, el significante que es el nombre de los objetos y es el proceso que trata de
implicar las imágenes mentales de las cosas, sonidos, la audición y la formación de la
imagen. Dicho de otro modo, no sólo existen signos lingüísticos sino también no
lingüísticos, el signo lingüístico, es la conjunción de una imagen acústica (significante)
y un contenido significativo (significado), es decir, el concepto con la imagen que
tenemos en nuestra mente y que se materializa fonéticamente cundo la expresamos,
en cambio, son signos no lingüísticos todos aquellos que remiten la realidad sin pasar
por una lengua, por ejemplo, los gestos, las imágenes y sistemas convencionales
visual, y los gritos o la música.

Por tanto, todos los signos tienen una finalidad comunicativa, y es necesario
que exista un significado de dicho signo, para poder generar el proceso comunicativo,
de lo contrario, solo se quedaría como signo y no se podría establecer ningún tipo de
comunicación, porque como dice Umberto Eco (1996. Pàg. 19), “el signo permite las
relaciones sociales” .Existes distintos tipos de signos que van según el intérprete;
pueden ser signos humanos o no humanos; ámbito en que se dé: culturales y
naturales; estructuras que pueden ser: verbales y no verbales y según la relación que
exista con el significado: iconos, índices y símbolos. Del mismo modo, como se
mencionaba antes, la arbitrariedad del signo tiene que ver básicamente con el
significado que la cultura le da a las palabras, sin embargo, existen signos que no son
mutables y otros que cambian dependiendo del contexto, cultura, uso, etc., además
Eco necesitó, también de la intervención de la semiótica filosófica de Saussure, la
cual encamina al estudio de los signos en el seno de la vida social e individual, esta
nos enseña las leyes que rigen a los signos y la combinación de un concepto con una
imagen donde precisamente no puede ser un aspecto físico.

Por consiguiente, el sistema de signos pueden ser, aprendidos o también


pueden ser involuntarios según la necesidad que tengamos. Eco( 2000. Pàg.26-30)
nos dice, que “un individuo normal, ante un problema, dificultad nos vemos obligados
a entrar en un sistema de signos, por más ridículo que sean para lograr nuestro
propósito de algún modo, como signo que ante un dolor se ve obligado a entrar
inmediatamente a este sistema para poderse comunicarse con el doctor y así resolver
su problema”. Esto nos hace ver, que algunos signos están vinculados a la posibilidad
de realizar operaciones prácticas, otros implicados más directamente en actitudes
“ideológicas” que al fin de cuentas, todos son fundamentales para la interacción social.

También, se puede decir, que los códigos más comunes son los idiomas que,
corresponden a códigos lingüísticos y filosóficos que pueden ser: orales o escritos, a
su vez estos nos ayudan a transmitir un mensaje, para ser entendidos por los demás,
es por eso, que es importante toda clase de signos y el estudio de la semiótica dentro
de la filosofía; ya que, esta aporta mucho en la estructura lingüística dando una
esencia vital al lenguaje. Además, todo signo, que nos rodea es interpretado de
diversas maneras por los hablantes de una comunidad, región y país, estas, a su vez
tienen en cuenta el contexto físico, semántico, de situación, el cultural, el orden de la
oración y las estructuras sintácticas y pragmáticas que cada frase, monema, lexema,
etc., tienen. Así pues, la teoría del signo lingüístico, desarrollada por Saussure (1997.
pàg.75), quien lo concibió como “la asociación de una imagen acústica o significante
y un significado”, que viene hacer el concepto o definición.

Toda la estrategia que implique la utilización del signo y código, conlleva a que
existan unas reglas, las cuales nos ayudan a mejorar nuestro léxico o manera de
hablar, pues como profesionales debemos tener un léxico amplio que no solo nos
servirá para llevarlo a cabo en nuestro trabajo, sino que nos servirá para toda nuestras
vidas. Y cada palabra, que digamos será asumida en el contexto donde nos
desarrollemos, por ende, la comunicación tiene un código que se llama lengua, por
eso es de vital importancia la filosofía dentro del lenguaje para poder razonar, y dar
un juicio crítico a cada palabra, signo o código. Ahora bien, al relacionar lo anterior
mente dicho con la educación podemos ver, que como futuros docentes tenemos un
compromiso muy grande, que es comunicar y trasmitir conocimientos siguiendo unos
estándares para que, los estudiantes según el grado que se desempeñen podrán ir
intensificando cada vez más el conocimiento, pues somos seres que necesitamos usar
diferentes tipos de signos tanto lingüísticos como no lingüísticos para informar
cualquier hecho, y así aportar a la sociedad, creando ciudadanos pensantes,
analíticos y buenos oradores dentro del lenguaje.

Así mismo, como ya lo hemos mencionado los signos son la fuente, con la cual
podemos comprender un contexto tanto social, político, pedagógico, cultural,
educativo, económico, tecnológico, etc., esto nos lleva a una comunicación con el
mundo que nos rodea y así poder entender todo lo que pasa en nuestro entorno, como
ya es bien sabido, los signos no solo son lingüísticos, sino que también son no
lingüísticos, entonces la tarea que tendría aquí la filosofía es fundamentalmente
ordenar como un rompecabezas para formar los distintos conceptos que surgen de la
cotidianidad y los mismos juegos del lenguaje, igualmente, saber que las palabras
tienen múltiples significados según el contexto donde nos encontremos, teniendo en
cuenta, que algunos significados se adquieren con referencia al significado de los
otros signos y según las situaciones de los hablantes en el espacio, tiempo y diálogo;
puesto que, existen un cumulo de conocimientos que el hablante tiene que dominar
por el mero hecho de vivir en una cierta comunidad.

De la misma manera, las lenguas tienen unas organizaciones gramaticales


dadas para producir una serie de oraciones y signos acordes a la lengua de mayor
prestigio. Entre otras cosas, el signo (lingüístico y no lingüístico), la filosofía, la lengua,
el lenguaje y el habla, establecen una relación entre sí muy importantes, así poder
comprender y utilizar una comunicación adecuada, pues como profesionales en la
enseñanza y como individuos, siempre tenemos la necesidad de comunicar, de
trasmitir algo, para ello debemos usar cada una de las herramientas o códigos
existentes dentro de una lengua, para hacernos comprender debido a que, la
utilización de los signos y de la filosofía son la base, para poder llevar a cabo esta
actividad (comunicación), que puede ser de forma oral o escrita. Además, todos los
días utilizamos los signos tanto para hablar como para escribir.

CONCLUSIÓN

Respecto a todo lo planteado, se puede concluir, en primera instancia, la


semiótica para desarrollarse plenamente necesita de partes fundamentales como la
pragmática, que se encarga de estudiar las relaciones entre significantes y usuarios,
es decir, estudia el empleo de los signos por los seres humanos y sus diferentes
maneras de relacionarse en el mundo. En segundo lugar, encontramos la semántica
que estudia el significante y significado tanto de palabras, enunciados y oraciones de
esta; en tercer lugar, encontramos a la sintaxis que se encarga de la relación de los
significantes entre sí. El signo en todo caso será todo aquello de carácter visual,
auditivo, olfativo, táctil, y gustativo que representa o evoca otra cosa, algo que tenga
un mensaje o significación para un emisor o receptor, permitiéndole al hombre
comunicarse y además pensar, hablar, organizar y construir algo real o ficticio; de
acuerdo con Roland Barthes (1964,p.18). “el signo es como una moneda, esta
moneda vale por un determinado bien que se puede adquirir con ella, pero vale
también en relación con otras monedas, de mayor o menor valor”.

“La lengua es una extraordinaria creación cultural del hombre. No sólo le permite
crearse un mundo propio de ideas y concepto, sino también, a través de ella, puede
comunicarse con los demás. Es un instrumento eficaz para elaborar el conocimiento,
expresar la vida emocional, desarrolla la creación en el campo científico y literario.
Pero, igualmente, es una manera de integrarse a la comunidad y de afirmar la
personalidad. Toda lengua está formada por código -conjunto de signos- y las
relaciones que se establecen entre ellos. Este código va cambiando y enriqueciéndose
a través del tiempo. Por eso, se dice que la lengua está permanentemente en
transformación”. (Ovilio Figueroa (1998, p. 10)

BIBLIOGRAFIA

 http://html.rincondelvago.com/signo-linguistico_1.html

 Lenguaje. Relación paradigmática, sintagmática. Inmutabilidad, mutabilidad.


Expresión. Comunicación. Elementos, Ovilio Figueroa, Venezuela , 1998

 https://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20060918091507AAAE9rP

 SAUSSURE, Ferdinand: Curso de lingüística general, Alianza Editorial,


Madrid, 1983:

 http://www.monografias.com/trabajos16/linguistica/linguistica.shtml#ixzz33bi2
Yqd0.

 Wittgenstein, Ludwig. 1988. Investigaciones filosóficas. Traducido por


A.García Suárez y U.Moulines. Barcelona: Crítica

 http://www.monografias.com/trabajos901/juegos-lenguaje-mundo-
vida/juegos-lenguaje-mundo-vida2.shtml#ixzz33bw0vO4r

 http://www.youtube.com/watch?v=XaNxQqTz_Bs

 Conesa, francisco y Nobaldo Jaime filosofía del lenguaje Heider , Barselona


1990, el signo linguistico semiótica (pag 64 a 98)

 EL SIGNO Las fuentes teóricas de la semiología: Saussure, Peirce, Morris


Juan Magariños de Morentin (Buenos Aires: Edicial, 1983). Ferdinand de
Saussure. Cours de Linguistique Générale. Paris, Payot, 1972. La Editorial
Losada. de Buenos Aires, ha publicado numerosas ediciones de la versión
castellana de Amado Alonso. Las referencias del texto, indicadas entre
paréntesis al final de cada cita, son traducción del autor y remiten a la edición
francesa de 1972.

 Teoría de los signos según Roland Barthes, Roland Barthes (1964, p.18).
Elementos de Semiología. Alberto Corazón Editor. Madrid.

 La lengua y los hablantes de Raúl Abila. Editorial trillas México, 1977; Volumen
2 de Cursos Básicos Para Formación de Profesores: área de Lenguaje y
Comunicación; Volumen 2 de Área de lenguaje y comunicación; procedencia
originas Universidad de Texas; digitalizado el 15 Oct 2008; número de páginas
135 páginas

 La noción de “uso” en el Tractatus de Wittgenstein

 Límites de la semiótica según F. de Saussure

 La conciencia lingüística de la filosofía Carlos Nieto Blanco; editorial Trotta


1997

 Tratado de la semiótica Umberto Eco; publicado por editorial Lumen, S.A,


Ramón Miquel i planas, Barcelona; en lengua castellana para todo el mundo ;
quinta edición, 2000

S-ar putea să vă placă și