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Jóvenes, amor y sexualidad

CHRISTIAN BEAULIEU

JÓVENES,
AMOR
Y
SEXUALIDAD

Edición Revisada
Título original: JEUNES, AMOUR ET SEXUALITÉ.
Le Renouveau Novalis
Traducción: Fr. José Guillermo Ramírez G. OFM
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INTRODUCCIÓN...

¿QUIERES?

La primera pregunta que se ha de hacer a quien quiere adentrarse en


el amor es la siguiente: ”¿Quieres? ¿Estás dispuesto a todo? ¿Estás
listo a abandonarlo todo, a partir? ¿Quieres despegar, levantar vuelo?
¿Quieres llegar hasta el final?”.

¿Estás decidido a todo, sí o no? Esta es la única pregunta! ¿Resuelto


a darlo todo? ¿Resuelto a no detenerte ante nada, a no quedarte con
nada? ¿Listo para el vértigo? ¡Resolverse a amar es como ponerse en
órbita!

El amor lo exige todo. Quizá esto era lo que le producía miedo a Santa
Angela de Foligno, esa gran apasionada del amor: “No me fío del
amor, y sobre todo del amor de Dios”.

La primera resolución que se ha de tomar en la vida es “Viviré un gran


amor, el más grande de los amores”. ¡Renunciar a tomarla es un gran
pecado!

Y luego uno tiene que decirse: “Mi vocación es el amor. Pasaré mi vida
amando. Mi vida no tiene sentido sino en el amor”.

“¡El amor no es amado! Tenemos que hacer que el amor sea amado!”,
podemos repetir con san Francisco de Asís.

Partir

Cuando el tren en su vaivén


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Pasaba a gran velocidad,


Contaba yosus vagones;
Cuando los barcos se van,
Cuento sus velas;
Pero cuando tú te vas,
¿Habré de contar tus pasos?
Lloro en tus brazos.

Jean-Guy Olivier
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CAPITULO I

CUANDO LLEGA EL TIEMPO DE AMAR

Era preciso que un rostro respondiera


a todos los nombres del mundo.
Paul Éluard

UN CORAZÓN PARA AMAR

Hace algunos años un muchacho muy joven, perdió, a causa de una


enfermedad, ambas piernas; al año siguiente perdió los ojos... Cinco
años y medio más tarde, sólo le quedaban unas semanas de vida.
Oyendo llorar a su madre al lado, le hace esta observación: “¿Por qué
lloras, mamá? Ciertamente no tengo ya mis piernas, ni mis ojos... ¡Pero
tengo un corazón para amarte!”.

Un corazón para amar, ¿no es lo que mejor describe a un joven? Aquel


que no haya percibido en sí mismo esta capacidad fantástica, ¿qué
entiende de su entusiasmo por la vida?

Si uno tomara tiempo para detenerse, ¿no descubriría en cada ser


humano una admirable reserva de amor? ¿No ves esa mina de oro
escondida, esa isla de los tesoros, ese mar de corales de este mundo
maravilloso de todo joven? ¿Ese fuego que no consume, estas alas
que lo llevan, ese instinto que lo despierta, cómo no gozarse en él?
En el adolescente como en el hombre hay de todo: “A los quince años
algunos han encontrado la verdad que otros a los sesenta no han
logrado encontrar.”

Para un joven ¿qué es lo que más importa? Nada cuenta sino el amor.
Para él, el amor es cuestión de vida o muerte.
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El más grande apasionado del mundo, Jesús, repitió más de cien


veces: “Ama y vivirás”. Renunciar al amor es escoger la muerte. “La
medida del amor es amar sin medida”.

TU AMOR DESEMPLEADO

¡Son tan ricos los jóvenes! Ricos de corazón, ricos de amor, ricos de
vida, ricos de energías! ¡Qué grandes bienes poseen! Es como lo que
Jesús veía en los jóvenes: que tenían muchos bienes (cf. Lc 18,23).

¿No eres tú uno de esos jóvenes ricos de amor? ¿No has percibido en
el fondo de ti mismo esa fuente de vida, ese gusto de hacer felices a
los otros, ese deseo loco de compartir? ¡Esa necesidad de ver felices
a los demás! Hay tanto amor en el joven! ¿No lo percibes a tu
alrededor?

¿Y quién no ha observado semejante riqueza en toda una clase de


jóvenes? ¿Sabes por qué los jóvenes son tan tristes? La causa es su
amor no empleado. Es su ternura reprimida, su riqueza no compartida,
su generosidad retenida, he ahí la fuente de sus mayores sufrimientos.

¿Cuando te sientes desbordante de vida y no sabes a quién o a qué


ofrecerla, cómo no sorprenderse de que te invada la tristeza?
¿Cuando tienes toda una riqueza para compartir y nadie te la reclama,
cómo no sentirte profundamente frustrado? Cuando no tienes a qué o
a quién consagrar lo mejor de tus fuerzas vivas, ¿cómo no sentirte
como con las alas cortadas frente a un porvenir bloqueado?

¿Comprendes mejor ahora por qué el joven rico partió apesadumbrado


después de su encuentro con Jesús: “Era muy rico”(Lc 18,23). ¡Bienes
mal empleados! Una riqueza no compartida!
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¡Cuánta energía despilfarrada en tanta juventud! ¿Comprendemos la


necesidad de cierta música “electrizante”? ¿No es la ocasión de un
desfogue de energía mal canalizada? ¿No hemos visto realmente este
amor no empleado en el corazón de los nuestros?

Vieron ustedes el filme “El Niño Salvaje (L’Enfant Sauvage)”? Es la


historia de un niño de doce años encontrado viviendo en los bosques.
No había sido educado en una familia, sino con las fieras. Un institutor
y una anciana dama se hacen cargo de él.

El niño es casi imposible de domesticar. Ellos lo logran mal que bien.


Pero el niño huye nuevamente a los bosques.

Después, como atraído por un amante, regresa. El amor, con el tiempo,


siempre es más fuerte que el temor.

Y es esta la escena decisiva. La dama, como una madre, se esfuerza


por expresarse con dulzura. El rostro del niño sigue duro. Luego, de
repente, él toma las manos de la anciana dama, la mira y sin decir
palabra se las coloca sobre su propio rostro. Sólo se ven los dos
rostros bañados en lágrimas.

DOS ROSTROS BAÑADOS EN LAGRIMAS

¡Ahí está todo! ¿Qué hay que ajustar? El niño salvaje es cada uno de
nosotros. ¡Cuánto tiempo ha sido necesario para que nos dejáramos
domesticar por el amor! ¡Cuán rebeldes éramos a toda forma de
ternura!
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“Los hombres no lloran”, se decía a los muchachos. “¡Muéstrate bien


independiente! No reveles tus sentimientos al hombre que amas”, se
aconsejaba a las muchachas.

¡Qué bárbaros han sido algunos en las cosas del amor! “¡No quiero
que me amen! Y sobre todo, ¡no se me acerquen!”, suplicaban.

Por mucho tiempo tuvieron a buena distancia a aquellos que los


amaban, sobre todo a sus padres. Mordidas por el mal, las víctimas
más inocentes buscan a su vez morder a otros, sobre todo a aquellos a
quienes más aman.

Después, un buen día, hubo una mirada, un apretón de manos, un


gesto tierno, que han revelado algo en ellos. De ahí en adelante ya las
cosas no han sido iguales: “¡Dos rostros en que han aparecido las
lágrimas!”. ¡Como una estrella, ese día nació el amor!.

“A medida que hablas existo yo”, puede confesar la persona amada.

¿QUÉ ES EL AMOR?

Están muy de moda las encuestas. Hagan una encuesta: “¿Estás


enamorado?” Quizás te quedarás sorprendido con las respuestas. “Yo
quisiera... pero no sé. El amor, ¿crees en él? ¿Amar para qué?”.

Si avanzas un poco más, pregunta: “¿Qué es el amor?” Quedarás


admirado de que la gente no lo sepa. ¿Nadie? ¡Sí! Los que han hecho
el viaje antes que tú. ¿Los otros, qué saben de la satisfacción que se
siente amando?
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Los que han pasado por allí siempre hablan de él con lágrimas en los
ojos. ¡Lágrimas de admiración! ¿Por qué? ¡Porque todavía están bajo
el influjo del choque de la sorpresa, de la admiración!

¡Sí, estar bajo el impacto de la admiración toda una vida, hasta más
allá de la muerte, es una parte esencial del amor!

En el amor todo comienza por la admiración. ¿Acaso este no es el


comienzo de toda vida, de todo conocimiento? Nuestro amor no crece
acaso según nuestra capacidad de encontrar incesantemente esta
admiración inicial?

Creo que todo se acaba también por la admiración. Quedarse


admirado toda la vida: ¿es posible? Lo pienso más y más.

¡Dejarse sorprender por la vida a cada paso, he ahí la forma de


permanecer enamorado! Vivir “de sorpresa en sorpresa”, pues la
persona amada será una incógnita por descubrir. ¡La admiración
conduce a maravillarse! ¿Has sentido el deseo de conservar esta
admiración y morir maravillado? Si es así, estás en el amor.

EL SUFRIMIENTO DE AMAR

¿Por qué los que aman están tan a menudo al borde de las lágrimas?
Ellos saben que todo amor conlleva cierta medida de sufrimiento.
¿Sabrá amar aquel que no ha conocido el sufrimiento de amar, el que
no conoce la herida del amor?

¡No es sorprendente que tantos se prevengan contra el sufrimiento de


amar! Pero entonces de qué habrá que protegerse: ¿del sufrimiento, o
del amor?
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He aquí lo que escribió un poeta hindú:

“El que tiene un amor, tiene un dolor;


el que tiene dos amores, tiene dos dolores;
el que tiene cien amores, tiene cien dolores;
el que no tiene amor, no tiene dolor”.

El que no tiene amor, no tiene dolor... ¿Pero para quién y para qué
vive?. ¿Por qué no aceptar las heridas del amor?

Heridas que nos abren al otro y a los otros. Heridas dichosas que
algún día se volverán luz.

Ojalá puedas entrar en el amor como eres y no como hubieras querido


ser. Con tus riquezas y tus debilidades. Con tus audacias y tus dudas.
Porque el mal de amor es incurable. “¡Feliz el que muere de amor!”

Como lo subraya Marcel Proust: “Lo que nos cura del sueño no es
menos sueño, sino más sueño, todo el sueño”. Yo diría también: lo que
nos cura de la enfermedad del amor no es menos amor, sino más
amor, todo el amor. El amor fuerte y sólido, pero también el amor
herido y frágil ofrecido y dado sin medida.

ARRANCARLE EL CORAZÓN

La Madre Teresa cuenta el testimonio de una madre de doce niños el


mayor de los cuales sufría una incapacidad grave, física y mental.
Cuando la Madre Teresa le ofreció tenerlo en el hogar donde sus
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Hermanitas cuidan a tales niños, para que pudiera estar más presente
a los otros once, la mujer se puso a llorar y le hizo notar:
“Madrecita, no diga eso; y sobre todo, no lo haga. Ese es el más
grande regalo que Dios nos ha hecho a mí y a mi familia. Todo nuestro
amor está centrado en este niño. Si usted nos lo quitara, nuestra vida
quedaría totalmente vacía. Sería como si nos quitara el más bello
regalo de Dios”. Desarraigar a este niño impedido habría arrancado el
corazón de esta madre.

Si llegaran a hacerte una operación para quitarte todos los


sufrimientos y las heridas de tu vida pasada, ¿no habría el peligro de
quitarte al mismo tiempo lo mejor de ti mismo?

¿Qué quedaría de tu belleza profunda, de tu comprensión de la vida,


de tu capacidad de amar? Entonces ¿no quedaría un gran vacío, un
boquete abierto en el fondo de ti mismo? ¿A tu vez no tendrías el gusto
de suplicar: “Sobre todo no me quites mi más grande riqueza! Sobre
todo no me prives de lo que puede hacerme más hombre o más mujer,
al aumentar mi capacidad de amar.”

ESTO NO VA EN REDONDO

Un joven que intentaba suicidarse me llama a media noche. Después


de escucharlo por largas horas, oigo que me confiesa: “Christian, si
necesitas de mí para ayudar a jóvenes de la calle, para sacar a alguien
del barro, para llevar un poco de esperanza a los que no la tienen en
absoluto, no te detengas. Si alguien me llamara para darme el gusto
de prestar un servicio a alguien, no importa en qué lugar del mundo,
quizás esto me sacaría de mi desesperación.
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“Si alguien necesitara de mí, seguramente esta sería mi tabla de


salvación. Yo estaría pronto a cambiar de ciudad, a dejar un buen
salario, a trabajar solamente por la alegría de sentirme útil. Entonces,
por lo menos mi vida tendrá sentido. Hazme una señal cuanto antes,
para que no sea demasiado tarde.”

Al colgar el teléfono me sentí invadido por una gran tristeza. ¿Qué es


lo que pasa? ¿En dónde estamos? Mientras alguien está listo a ofrecer
su amor y sus servicios gratuitamente al mundo y nadie parece
necesitarlo, hay algo que marcha mal en nuestra sociedad.

¿Cuándo estará libre este joven de su desesperanza? El día en que


su vida sea útil a alguien. La desesperanza es un mal que se delata.
Es una enfermedad del alma que siente un vacío terrible porque la
persona no encuentra ningún sentido a su existencia. La desesperanza
puede superarse. Basta permitir a la persona desesperada encontrar el
sentido que le falta y todo se puede salvar.

¿Y TÚ QUÉ VES?

Habías soñado con un mundo más hermoso. A veces, por desgracia


demasiado pronto, se derrumban tus sueños! Te acuerdas cómo
conociste el reverso del decorado. Tú desesperabas de la vida más
que lo que ella te da. “¿Qué? ¿Es esto la vida?”, fue tu observación.
Mientras más está en ebullición tu entusiasmo de vivir, más amarga es
la desilusión. Para ti, ya nada será igual.

Buscas a quién, a qué consagrar tu vida. Estás allí frente a un futuro


incierto. ¡Bloqueas a menudo tus salidas! “Calle sin salida! Vía
cerrada!” te indican los avisos! “No futuro” te grita la mayoría! ¿Quién
no experimentaría un sentimiento extraño y difuso de temor, de terror,
de angustia?
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Peor todavía, creías que te amaban, y te han abandonado! Esperabas


todo de una persona. Tú la habías sobrestimado, quizás te habías
hecho de ella un ídolo. ¡Y ahora ahí te tienes, desencantado! Sombrío,
amargado, herido... ¡Qué soledad la tuya! Te quedas indiferente frente
a todo. Siempre tienes que empezarlo todo de nuevo.

“¿Para qué existo? ¿También yo tengo derecho al bienestar? ¿Hay


alguien que me espera? ¿Dónde estará mi lugar? ¿Haré felices a los
míos?” Estas son las preguntas que te haces con inquietud.

¿Has comprendido suficientemente esta profunda crisis interior en tu


corazón de joven, con su cortejo de inquietudes, de vacilaciones, de
perplejidad? ¿Has medido toda la dimensión de este sufrimiento?
¡Cuántos jóvenes no has visto así presa de una soledad y de un
desasosiego espantosos!

LOS PATOS SALVAJES

Mi padre era granjero y tenía cría de aves de corral. De muchacho me


gustaba observar los patos. En tiempo de las migraciones, las aves
salvajes pasaban por sobre nuestra isla situada en su corredor de
vuelo. Asistíamos entonces a un extraño fenómeno. Cuando una
bandada de gansos o de patos sobrevolaba la granja, nuestros
animales domésticos se enloquecían. Parecían olvidar sus alas
cortadas, e intentaban emprender el vuelo agitando frenéticamente sus
alas.
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Estos patos, que no conocían grandes espacios, súbitamente eran


presa de un ansia de volar, como invadidos por una pasión súbita de
origen desconocido. Ellos revelaban esta animación siempre tan
intensamente, en cada migración. Qué hermoso era verlos con la
cabeza al aire, el cuello tenso, el pico hacia adelante, misteriosamente
decididos a dejar el suelo, con su cuerpo pesado y las patas inhábiles
intentando emprender el vuelo para unirse con sus congéneres.

¿Es posible sentir gusto estando aprisionado en un corral de alambre


de púas? ¿Qué otra cosa queda sino caer en un tedio mortal? ¿ Quién
no soñaría con el aire libre, el espacio abierto? Algún día quisiera uno
partir y salir al ancho espacio...

Nuestros infortunados patos domésticos se arrojaban contra las vallas


puntiagudas, se lastimaban en ellas y, sin alientos, se llanzaban hacia
adelante perdiendo buena cantidad de plumas. Después, cuando
terminaba la estación migratoria, parecían resignarse a su suerte, y
volvían a chapucear en su estanque y pasaban contentos su pico en
busca de las míseras migajas. Sin embargo, estaban hechos para algo
más que eso...

LAS ALAS DEL AVE HERIDA


QUE LLEVAN A LA CIÉNAGA

Un día en tu vida has visto una pareja feliz, tus padres quizás,
amigos... Has observado a un hombre “feliz en el amor”, quizás una
prometida, un ser de una calidad excepcional... ¿qué sé yo? Por
medio de estos testigos, que vuelan por sobre tu cabeza como patos
salvajes, descubres que estás llamado a “vivir en el amor todos los
días, amar siempre...”.
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Todos necesitamos ver volar patos salvajes por sobre nuestras


cabezas. Nos dan el gusto de partir, de echarnos a volar, de volar más
alto. Todo hombre debe subir a lo alto o caer por debajo de sí mismo.
“Más alto, siempre más alto... es el amor el que va y viene por nuestros
caminos.”

Por desgracia, a menudo nos parecemos a los albatros de que habla


Beaudelaire, incapaces de levantar vuelo porque su cuerpo es
demasiado pesado para la capacidad de sus alas. El amor no pesa, es
liviano. Son las pasiones de la carne las que pesan demasiado, y
arrastrándonos hacia abajo, nos impiden emprender el vuelo.

Es natural que el gusano se arrastre por el fango, porque está hecho


para el barro y el barro para él. Pero es muy triste que los patos de
corral se contenten con gusanos y barro. Más trágico aún es el caso
de las alas del ave herida que llevan hacia el barro. Todavía más
dramático es el caso de jóvenes despellejados vivos, ahogados en una
existencia en donde se sienten demasiado estrechos!

Te lo digo yo...

Te lo digo a ti, que no crees sino en el amor,


Tiene que sangrar el corazón y el alma herirse en él;
Tiene que haber llanto de sangre y mucha ternura
Para llegar a ser hombre al final de nuestros días..

Tengo cuarenta años largos y tus veinte años están cercanos


Te lo digo a ti que no crees sino en el amor;
La paz se gana en el fuego si tu corazón lo atraviesa;
La alegría se gana en las heridas que uno encuentra al andar.
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Te lo digo a ti mi hermano herido;


El amor es el combate en donde el sufrimiento expira;
Te lo digo a ti hijo del porvenir;
El amor es esa agua azul que nuestras lágrimas purifican.
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CAPITULO II

CE QU’IL EN FAUT D’AMOUR


(HACE FALTA AMOR)

Hay seres cuya vida entera


es una herida
y sin embargo no cesan
de vivir.
(Christian Chabanis)

¿QUIERES OCUPARTE DE MÍ?

Hace uno años me encontré con un joven de quince años que


mostraba las secuelas profundas de su consumo de drogas cada vez
más fuertes. “Por qué las tomas cada vez más fuertes? ¿Qué te
pasó?”.

Esta fue su respuesta: “Cuando yo era niño, mi papá y mi mamá se


separaron. Yo viví de un hogar sustituto a otro. Por fin volví a ver a
papá y mamá. Pregunté a mi papá si quería cuidarme y él me
respondió: “Tengo demasiado trabajo, los negocios me acaparan
demasiado. Nunca tendría tiempo para ocuparme de ti. Trata de
defenderte como puedas...”

“Entonces fui a ver a mi madre para saber si ella por lo menos quería
ocuparse de mí. “Tú lo sabes, te pareces demasiado a tu papá. No me
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gustaría vivir contigo los problemas que tuve con él. Desenrédate
como puedas...”

Este joven, mirándome directamente a los ojos, me espeta: “Mi papá,


no está interesado, mi mamá no se preocupa por mí; tú por lo menos,
quieres interesarte por mí?”

¿Quieres ocuparte de mí? Esta es la pregunta fundamental que todo


joven se plantea un día. Todo amor, toda relación suscita otras
preguntas: ¿Valgo yo para ti? ¿Soy importante a tus ojos? ¿Qué valor
tengo para ti? ¿Seré capaz de hacer feliz a alguien? ¿Qué puedo
aportar algún día a alguien?”

La pregunta de fondo planteada por todo joven en su sexualidad: “n1


Quieres interesarte por mí? ¿Soy yo alguien para ti?”

Nadie escapa al amor!

El amor es cuestión de vida o muerte. Uno puede morir porque no es


amado. Que dejen de amarte y verás que se produce en ti un choque
terrible! Una especie de crisis que bloquea todo! Una falta de aire que
necesariamente deja huellas!

Pero en cuanto alguien comienza a amarte, renace la vida! En ti brota


una nueva vida. Como muy bien lo dice Jean Gabin en el poema
Ahora lo sé (Maintenant je sais): “Lo que he aprendido se reduce a
tres o cuatro palabras: El día en que alguien te ame será hermoso. No
tengo más palabras para decirlo: Muy hermoso”.

¿ESTARÁS EN EL AMOR?
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Ah! Estamos hechos para amar! Como el ave para volar, como el pez
para nadar. Como los ojos para ver la luz, y el corazón para amar a
Dios. Todo hombre está hecho para amar y ser amado!

Sin lugar a dudas esta es la necesidad fundamental del ser humano!


¿Qué serías sin amor? “San amor uno no es absolutamente nada!”,
canta Edith Piaf. “ n1 Qué sería yo sin ti que vienes a mi encuentro?
¿Qué sería yo sin ti?”, escribe el poeta Aragón. “Sin el amor de mi
padre, de mi madre, dónde estaría yo?”, pregunta el niño. Si estás en
el mundo es porque un hombre y una mujer se amaron tiernamente,
por lo menos así lo esperas.

Qué extraña fuerza la del amor! ¿Quién puede explicar su nacimiento?


Un buen día el amor conmueve todas las fibras de tu ser. ¡No hay una
sola fibra de tu ser que no vibre! ¡Una fuerza misteriosa, una atracción
vertiginosa! ¿Por qué ella? ¿Por qué él? ¿Quién lo sabe?

“Un muchacho se encuentra con una muchacha, semejante a cualquier


otra muchacha, narra tan bellamente Stan Rougier. Luego, sin saber ni
porqué ni cómo, todo en su presencia comienza a tener una
importancia soberana. La más pequeña chispa ilumina el mundo.
Todas las cosas se ordenan para formar un cuadro maravilloso, como
las limaduras de hierro en un campo de fuerza de un imán”.

“Por qué me amas?” pregunta el novio a su prometida. -”Porque te


amo”, responde. Y es todo! no busquemos más explicaciones! Es una
experiencia difícilmente comunicable que a veces se parece a un golpe
de un rayo. Más a menudo por un descubrimiento progresivo. Y todo
se ilumina...

“De repente me he vuelto alguien!”, reconoce el amado. “El sol se ha


levantado al mismo tiempo que apareciste tú!. Tú fuiste mi canto de
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amor al comienzo de la primavera”, exclama extasiado el poeta. “ ¿Qué


sería de mí sin ti sino un corazón de madera dormido. Qué esa hora
detenida en el tablero de mi reloj. De ti he aprendido todo sobre las
cosas humanas. Y desde entonces he visto el mundo a tu manera...”,
canta Leo Ferré.

¿Quién no puede decir al amado o a la amada: “Tú me has dado a mí


mismo, de tus manos he recibido mi alma”.

Es cierto que todo esto tiene que ser acrisolado por el tiempo. El
primer amor no siempre es eterno, pero está allí de todos modos!

DESOLLADOS VIVOS

Es un hecho irrefutable: de amor y para el amor hemos sido hechos.


Pero ¿Cuál es el temor más común en el mundo? El miedo al amor!
¿Quién, aun siendo muy joven, no ha sido herido por el amor? A tales
jóvenes heridos por el amor, Pablo VI los llamaba los “desollados
vivos”. Cuánta razón tenía!

Cuando no amas, nada te afecta. Te has hecho una coraza para


proteger tu corazón de los rayos del amor. Te has inmunizado contra
todo! Pero desde que el amor se infiltra por una ventana entreabierta
-qué imprudente eres! - hete ahí frágil, vulnerable. Al mismo tiempo
floreció e amor y nació el temor de ser herido por él. La flor no asume
riesgos para reventar y expandirse?

En todo amor hay un cierto sufrimiento. Si no querías sufrir, no debías


haber comenzado a amar.
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Félix Leclerc canta: “Amar pesa toneladas”. Toneladas de noches en


blanco para la madre de familia: “n1 Cuándo volverá él? Cómo será
él?...”. Toneladas de preocupaciones para el padre: “Cómo alimentar
tantas bocas? ¿Cómo irá a resultar esto...? ¿Cómo vamos a llegar a
esto? Toneladas de preguntas par ale joven: “Voy a hacer feliz a
alguien? ¿Lograré hacerlo bien?..”

“Amar pesa toneladas”, es verdad! “Pero no amar es todavía más


pesado”, dice el cancionero. La única desdicha verdadera consiste en
no amar.Renunciar al amor, en efecto, es escoger la muerte.

¿DE QUÉ SIENTES MIEDO?

La Madre Teresa encontró un día en una calle de Calcuta una


muchachita de doce años que no había comido nada desde hacía
varios días. Ella podía leer el hambre en sus ojos. La Hermana se
acerca y le ofrece pan. El niña mira pero rehusa comerse el pan. Ella
insiste: “Cómelo, es para ti! ”Y la niña responde: “Temo comer tu pan
porque me he acostumbrado a sufrir el hambre. Y si como ahora,
cuando me falte de nuevo tendré todavía más hambre”.

Cuántos jóvenes viven este temor respecto al amor! “Quisiera amarte,


ser amado por ti... Pero tengo tanto miedo! Temo que me vaya mal,
decepcionarme, herirme. Temo que te alejes, que partas con mi
corazón. miedo de que me abandones y entonces quede más solo que
nunca...”

¿Pero, me dirás, por qué el joven tiene miedo de amar? Ante todo se
tiene miedo a sí mismo. Miedo de decepcionar. Miedo de no poder
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responder a las expectativas del otro. En fin, miedo de no ser capaz de


estar a la altura de la situación.

De todo tiene miedo el joven. Sin embargo Jesús repitió tantas veces:
”Por qué temen ustedes? ¡No se inquieten por nada!”. ¡No tengan
miedo! , aparece trescientas sesenta y seis veces en el Nuevo
Testamento: una vez por día, inclusive para los años bisiestos! “Yo
estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”(Mt
28,20).

¿Qué es lo que repite sin cesar Juan Pablo II a os jóvenes? “No


tengan miedo! Adelante! Levanten la cabeza! Nunca atrás, siempre
adelante!”. San Juan nos lo dice también: “El amor perfecto vence al
temor”(1 Jn 4,18).

Sin embargo el joven sigue teniendo miedo. ¿Por qué? A menudo se


siente “sobrante”, no se siente “deseado”.

LA NECESIDAD DE SER CONFIRMADO

¿Sabes cuál es el peor de los sufrimientos del mundo? ¿El cáncer, la


lepra, el SIDA? Seguramente no. Sino el de no existir para nadie!

¿Conoces la mayor necesidad de un niño? El saberse amado,


indudablemente! Pero además, el ver que sus padres se aman.
Porque en la cabeza del niño existe una lógica: “Si yo existo en el
mundo es porque papá y mamá se han amado”. Es la evidencia misma.
Si ve que ya no se aman, él ya no ve su razón de estar en el mundo.
¿Entonces para qué vivir?
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Para amar de verdad, avanzar en el amor, un joven necesita ser


reforzado. Todo joven necesita saber que es bello, importante, amado.
¿Quién se lo va a decir sino sus padres ante todo?

Un día pregunté a un hombre que había desempeñado un papel


importante en la rehabilitación de los jóvenes en las penitenciarías del
Canadá, cómo había llegado a realizar ese trabajo.

El me confió: “Cuando yo era adolescente, vivía en la calle, en


Montreal. En aquel tiempo, yo era un pequeño dependiente en una
tienda de comestibles. Pero el dinero ganado honradamente no
alcanzaba para mis necesidades. Entonces aprendí a “bandearme”.
Me llamaban golfillo, un “bum”. Me hacían entender que yo tenía
“madera” de bandido, y que algún día yo me metería dentro del
“gremio”.

“Después, un buen día, un joven jocista me llevó a la Central para ver


al “Padrecito”, como le decían al Padre Henry Roy. Entré en su oficina
hacia las ocho menos veinte de la noche. Le conté mis problemas, mis
cien golpes... Hacia las ocho, comenzó a sonar el teléfono. Eran los
organizadores del Congreso de la JOC que lo llamaban desde el Foro
de Montreal para presionarlo a dirigirse a una turba de ocho mil
personas que lo esperaban impacientemente desde hacía varios
minutos.

“Entonces el Padre les respondió: “Háganlos cantar, entreténganlos...


Yo tengo ante mí un joven de catorce años y esta noche él es lo más
importante”. Al colgar el teléfono, me dijo: “¿Ves? Tú eres más
importante que una turba de ocho mil personas. Sólo tienes que hacer
un pequeño cálculo, y al punto te dará cuenta de que hay millares de
personas que encontrarás en tu vida. Serán mejores o peores según lo
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que tú seas. Tú vales más que veinte mil personas... Tú, el obrerito,
vales millones”.

¿FLORES EN LA SALA DE VELACION?

Quien nunca oyó a su padre decirle: “Tú trabajas bien, tendrás éxito en
la vida, tienes valor, serás apreciado...”, ¿cómo puede creer que él
mismo es importante y que vale?

Hace unos años un joven se mató en un accidente de moto. En la sala


de velación su padre me habla de todas las cualidades de su joven
hijo: su habilidad, su determinación, su espíritu de iniciativa... Sin
embargo unas semanas antes este joven me había confiado,
desilusionado: “Quizás nunca sabré si soy importante para mi padre, si
él me ve cualidades, si está orgulloso de su muchacho...”. Jamás lo
supo.

¿Por qué esperar que ya no estén presentes nuestros seres queridos


para decir que los amamos? ¿No es demasiado tarde? ¿Cuánto
tiempo hace que no le dices a tu padre que lo amas? ¿Cuántas veces
en tu vida has agradecido a tus padres por el dinero que consiguen
para vestirte, alimentarte, darte estudios? ¿Cuánto hace que no
ofreces una flor a tu madre?

Cuando muera tu madre le ofrecerás flores en la sala de velación. Sin


duda la corona más bella que haya! ¿Pero no será demasiado tarde
para expresarle tu amor? El amor se expresa con flores. Entonces no
esperes que sea demasiado tarde!

LOS QUE SELLAN UN PACTO DE AMOR


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Un día, botella en mano, un joven completamente borracho vino a


verme en mi oficina. “¿Qué te pasa? ¿Por qué has bebido tanto?
-Tenía algo importante para decirte. Entonces bebí para poder
decírtelo. - ¿Y qué es eso tan importante que tienes para decirme? -Te
amo! Es todo! Yo también te amo mucho, tú lo sabes!”.

Algunos no pueden expresar sus sentimientos sin haber bebido. Es


triste, ¿verdad? Por qué temer expresar los propios sentimientos de
afecto y de ternura? Algunos entre los hombres sobre todo, consideran
los sentimientos como una debilidad, una falla de la personalidad. Sin
embargo ¿no son acaso la más bella riqueza de un ser humano? ¿Y
quién puede amar sin esta maravillosa capacidad de confiar sus
sentimientos más tiernos?

¿Acaso no es la ternura lo que hace más bello y atractivo al ser


humano? ¿No es acaso esta capacidad infinita de ternura de Dios lo
que hace que él sea el más humano? ¿El porvenir no es acaso de la
ternura? El porvenir será de la ternura, o no habrá porvenir.

Juan Pablo II afirma: “El porvenir pertenece a los que hacen un pacto
de ternura con el mundo”. Los y las que tienen más futuro en el amor
son los y las que sean más aptos para la ternura.

Vuelvo a mi joven borracho... “Mi madre no comprende por qué yo


bebo más y más, por qué yo no terminé los estudios de la escuela, por
qué yo no “funciono” en absoluto... ¿Vienes conmigo a ver a mi
mamá?”. Le pido que espere unos minutos mientras organizo algunos
asuntos endientes.

Vuelvo y no lo encuentro; se ha ido llevándose mi coche, en estado de


embriaguez. Se lo llevó del patio! No llamo a la policía; un padre no
Jóvenes, amor y sexualidad 25

hace esto normalmente en una situación semejante. Con los jóvenes,


pienso a menudo en el Dr. Olievenstein, quien cuida jóvenes
drogadictos y dice: “Estos gamberros son nuestros hijos!”. Entonces
todo cambia!

¿QUIÉN ME AMA A PESAR DE TODO?

Una media hora más tarde, la policía me avisa que el joven ha tenido
un accidente, que mi automóvil está gravemente averiado, que una
mujer está herida gravemente. Voy al puesto de policía porque quiero
saber por qué me ha robado de esa forma. Después de haberlo
escuchado largo rato, termino por comprender.

En el pasado él ha robado ya y lo han castigado... Al robar, al destruir


mi auto, la pregunta que él inconscientemente me hace es: “Eres tú
como los demás? También tú te vas a resentir conmigo después de mi
brutalidad, y me vas a dejar caer? Puede alguien amarme a pesar de
mis errores, después de mis “cuatrocientos golpes”? Quién quiere
amarme a pesar de todo, no solamente en las buenas, sino también en
las malas? ¿”Por lo menos tú sí me amarás?”

Estas son las preguntas de tantos y tantos jóvenes! ¿Qué no harían


por comprobar el amor que decimos tenerles? A veces el joven, al
darse cuenta de que el amor es más bien serio, se sienten invadidos
por el pánico. “ ¡No es posible! Ella no puede amarme tanto así! Esto
no puede durar. Es demasiado bello para ser verdadero!”.

Entonces con frecuencia se escapa, abandona, o hace cualquier


tontería para desalentar a la que lo ama! Y cuando ésta, se aleja al no
comprender ya lo que sucede, él, que la ha hecho sufrir esta prueba,
sale diciendo: “Yo bien sabía que ustedes todas son iguales, tú como
Jóvenes, amor y sexualidad 26

las otras! No son capaces de amar a un hombre como yo! ¿Entonces


para qué seguir?...”

¿Quién no ha rechazado alguna vez un amor por temor a ser


desilusionado?

MI PADRE NO TUVO INFANCIA

En un fin de semana que animaba yo para quinientos jóvenes, uno de


ellos está ahí, muy tímido, acomplejado, alejado del grupo. Tomo
tiempo para sentarme. “ ¿Por qué permaneces aparte? ¿Por qué no te
juntas más con el grupo para participar?

- Tú sabes que, por lo menos aquí, yo hago esfuerzos por participar...


Pero en la escuela, cuando los jóvenes toman la ducha, nunca voy
allá... Cuando estamos en la playa en verano, nunca me quito la
camisa... - ¿Por qué? - Tengo señales por todas partes en mi cuerpo.

- ¿Y de dónde resultaron esas marcas? ¿Quién te las hizo? - Mi


padre era un hombre extremadamente violento. El me pegó hasta la
edad de dieciséis años. Llevo las señales de por vida. - Y cuando
estás a la mesa, o viendo televisión con tu padre, ¿qué sientes? - Por
mucho tiempo odié a muerte a mi padre. Hubiera querido hacerle lo
que él me había hecho. Pero un día, estando en oración, lo comprendí.

“De niño, mi padre probablemente nunca recibió la ternura, el afecto,


las caricias de un papá. Probablemente nunca le dijeron que lo
amaban, que era hermoso, importante. Mi padre no tuvo infancia.
¿Qué más quieres que espere yo de él? Entonces comprendí a mi
padre y le perdoné. Ahora estamos en camino de llegar a ser los más
grandes amigos”.
Jóvenes, amor y sexualidad 27

Para progresar en el amor, se necesita perdonar, el perdón es


necesario, esencial. De lo contrario la vida no marcha. Se queda
bloqueada, frenada.

¿Acaso no dijo: “Todo lo que desatéis quedará desatado, lo que atéis


quedará atado” (Mt 18,18)? Tu padre quizás faltó para contigo. Pero
¿cuándo lo desatarás para que viva en abundancia? Cuántos padres
en su lecho de muerte, se irán de esta vida sin saber si sus hijos los
han comprendido y les han perdonado.

Ciertos hijos han sido tan heridos, que se han visto obligados a cortar
con ese pasado tan doloroso. Ya no tienen memoria. No quieren ya
recordar esos tiempos de angustia. “Sobre todo no me hables de mi
pasado. Ya hemos dado vuelta a esa página, nunca volvamos a ella!”

Sin embargo, para tener un proyecto de futuro hay que asumir la


propia historia anterior. No hay futuro sin pasado! No hay proyecto sin
herencia!.

NO ESTAMOS SOLOS

Después de tanto tiempo en que yo iba hacia tu corazón,


Después de tanto tiempo que yo marchaba hacia ti,
Hoy mi amor es el cielo de mi vida,
Puesto que te he encontrado como se encuentra una flor.
Jóvenes, amor y sexualidad 28

El sol se levantó al mismo tiempo que tú,


Tú fuiste mi canto de amor al comienzo de la primavera,
Y mi cielo se ha vuelto azul y mi tierra ha reverdecido,
Cuando te miré en el fondo de mi corazón.

Ya no estamos solos puesto que nos amamos,


Ya no estamos solos, puesto que Dios está en ti,
Mi amor, mi amor, yo lo afirmo, créeme:
Menos agua tiene el océano que el amor que tienen nuestros
corazones.
Jóvenes, amor y sexualidad 29

CAPITULO III

LOS OJOS ILUMINADOS DEL CORAZÓN

Felices vuestros ojos,


porque ven lo que veis. Mt 13,16.

CON LOS OJOS DEL CORAZÓN

El 5 de julio de 1981, moría Coleta, una gran discapacitada. Apenas


tenía veinte años. A los catorce años su vista disminuyó rápidamente,
hasta el punto de que tuvo que abandonar la escuela. Pronto quedó
ciega. Entonces tuve la felicidad de conocerla.

“Coleta, ¿cómo vives el hecho de haber perdido la vista a los catorce


años? - Es muy duro. Yo ya estaba discapacitada, pero teniendo la
vista podía desplazarme, salir, ir a la escuela, distraerme, ver la
televisión, ver a los amigos... Pero después, ya no hay nada de esto...

- ¿Coleta, no has pedido a Jesús que te devuelva la vista? - Lo pensé,


me respondió. Pero prefiero no pedírselo. - ¿Por qué? - Cuando tenía
mis ojos yo veía todo, todo lo miraba. Pero en realidad yo no veía
nada. Perdí mis ojos - los ojos de mi cuerpo - y comencé a ver con
otros ojos, los del corazón, los del alma, y esto es mucho más bello...
Temo que al recobrar mis ojos, ya no pueda ver lo que veo’.

Ella había perdido los ojos del cuerpo, pero descubría los ojos
iluminados del corazón. “Solamente se ve bien con el corazón, lo
esencial es invisible para los ojos”. Ella encontraba en el fondo de sí
misma una nueva capacidad de amar. Ella había encontrado una
Jóvenes, amor y sexualidad 30

fuente insospechada que habitaba en ella y le hacía posible el ver el


interior de las personas.

“Tienen ojos que no ven”, dice Jesús (Mc 8,18). “Pero los ojos son
ciegos, hay que buscar con el corazón”. Y tú, puedes ver el mundo con
los ojos del corazón?

EL ESPEJO DE LOS OJOS

Tú quieres saber quién eres, a quién te pareces! Ante todo no te mires


en el espejo. El espejo es mentiroso: no puede sino reflejar tu propia
percepción. Mírate más bien en el espejo de los ojos de alguien que te
ame.

Esos son los ojos que te dirán quién eres, qué precio tienes, qué tan
precioso eres!

Tanto mejor si eres creyente, porque los ojos en los que te mirarás
serán los de Jesús! Te maravillarás: te verás como nunca te habías
visto!

“Cada uno de nosotros, escribe Jean Guitton, hace, produce, e


inclusive existe, en proporción a aquello de que lo cree capaz alguien
que lo ama. El secreto de la educación y del amor es imaginar a cada
ser un poco mejor de lo que es en realidad”.

“Lo más verdadero en un individuo, lo que es más él mismo, son sus


posibilidades, que su historia no libera sino imperfectamente”(Paul
Valéry).
Jóvenes, amor y sexualidad 31

PARA VER, ME BASTA CERRAR LOS OJOS

¿Sabes por qué te ama Dios? Te ama no tanto por lo que has hecho en
el pasado, ni por lo que eres en el presente, sino por lo que estás
llamado a ser. Dios vislumbra ya lo que serás dentro de diez, veinte,
cincuenta, sesenta años... Entonces él no puede hacer otra cosa sino
maravillarse y regocijarse!

Cuando vas al fotógrafo, él vislumbra el positivo a través del negativo


que le muestras. Ve este negativo ampliado, desarrollado, retocado,
acabado. Entonces lo pasará con seguridad al revelador! De la misma
manera debes amar al otro vislumbrándolo desarrollado y mejorado.

Pienso en Bernardo, el hermano de Coleta, también discapacitado. A


su padre, que intenta mostrarle unas imágenes de Jesús, la respuesta
del muchacho es: “Pero papá, para ver a Jesús no necesito de tus
imágenes ni de tus fotos... Me basta cerrar los ojos y veo a Jesús”.

¿Quién no ha cerrado alguna vez los ojos para ver mejor? Tus padres
a menudo han cerrado los ojos sobre tus errores para verte mejor. Si
Dios no hubiera cerrado los ojos sobre tu pasado, dónde estarías? El
moribundo, para ver por fin la vida, necesita cerrar los ojos.

¿Quieres aprender a amar? Aprende a cerrar los ojos para ver mejor.

¿MIRADA DE CAZADOR, O DE ADMIRADOR?

Partamos de una comparación. Vas de paseo en automóvil con un


cazador a la orilla de un bosque, un buen domingo de otoño en la
tarde. En medio del paisaje encantador, se te van los ojos admirando
este bosque de colores tornasolados. Pero el cazador no se contenta
Jóvenes, amor y sexualidad 32

con admirar y contemplar. Su mirada escrutadora ve pasar los lobos,


los venados, las liebres. Aquí o allá sorprende una perdiz, un faisán o
algún ave rara. El los ve muy bien. Sin embargo tú no ves nada... y
más bien quisieras que él mirara la vía.

¿Qué quieres? El es un cazador, y mira con ojos de cazador. Aunque


no tenga el fusil en la mano, él mira con ojos de cazador. Su presas ya
están en sus redes aún antes de haberlas atrapado. El consuela sus
ojos de esta cacería que nunca realizará. Y ve tantas presas, que se
permite ser un conductor mediocre, inclusive peligroso al volante.

Cuando te encuentras con personas, ¿qué ves? Tienes mirada de


cazador?

Ustedes, los muchachos, cuando observan a las muchachas, ¿qué


miran? Y ustedes, las muchachas, cuando observan a los muchachos,
¿qué miran? ¿Su mirada es superficial o profunda? ¿Pueden ir más
allá de lo que ven en el exterior, para mirar en el corazón del otro?

Un hombre, una mujer, es más que su apariencia, su exterior. ¿Acaso


no se dice a menudo que “lo más bello está en el corazón”?

Cuando miras el paisaje ¿qué es lo que ves? “Cuando tu ojo está


sano, afirma Jesús, todo el resto estará sano”(Mt 6,22).

Todo está en la mirada.

BROTABA UN AGUA PURA Y FRESCA!

En donde pasé mi infancia, me gustaban mucho las fuentes de agua


fresca que brotaban del flanco de las orillas del río. Por desgracia, casi
Jóvenes, amor y sexualidad 33

cada año, los derrumbes del terreno me ocultaban estas fuentes y me


hacían perder su rastro.

¿Saben cómo lograba volver a encontrar mis fuentes enterradas? Me


sentaba en el borde de la orilla y observaba. Cuando veía zonas de
limo o de barro, me llenaba de alegría, pues me decía: “Si hay barro
debe haber agua!”.

Entonces, sentándome muy cerca de la fuente bloqueada, con mis


manos infantiles, muy cuidadosamente quitaba las hojas muertas del
último otoño, luego las piedras que obstruían el paso. Y entonces
brotaba una fuente de agua pura y fresca. Un agua milagrosa!

¡Cuántas personas tienen un corazón del cual nunca ha brotado nada,


porque se ha obstruido la fuente! No olvides: en el fondo de cada
corazón, inclusive del duro como una roca, puedes hacer brotar el
agua milagrosa que allí se esconde. Rompe suavemente esta roca y el
agua brotará como una fuente refrescante, como una perla preciosa
finalmente hallada.

Aquella belleza escondida la encontramos en tu corazón al detenernos


en él! Qué fuente inagotable se encuentra cuando se ahonda en él!
Qué tesoro escondido se descubre. al perforar el muro endurecido!
Qué agua de fresca fuente, limpia e inagotable se bebe al rasguñar
siquiera un poco las costras de hormigón que los años han ido
depositando sobre tu frágil corazón. Es así como, detrás de la dureza
de tu corazón, puedes intentar buscar el agua milagrosa de una roca
que puede volverse un tesoro.

BUSCA EL TESORO
ENCUENTRA LA PERLA RARA
Jóvenes, amor y sexualidad 34

¿Buscas un tesoro? ¡Cierto que sí! ¿Quién no lo busca? ¿Pero por


qué agotarte corriendo por todas partes? ¿ Evadiéndote todas las
noches? Tú lo tienes dentro de tu corazón!

¿Y qué haces cuando te viene la idea de que puede estar tan cerca?
Lleno de alegría irás cavando cada vez más profundamente hasta
finalmente encontrarlo!

¿No has visto el tesoro de tu corazón? No has oído que alguien te


dice: “¡Qué tesoro eres tú!” ¿Qué esperas para creértelo y vivir de
esto?

Eres como un buscador de perlas preciosas. ¿Quién no las busca?


¿Pero por qué buscas en otros lugares? ¿Acaso no tienes en tu
corazón esta perla tan ansiada? Ella habita en ti!

Una bella parábola se ha transmitido a través de todos los tiempos..


Me parece que Jesús debía contarla con una bella voz fuerte: “El reino
de los cielos puede compararse a un tesoro que estaba escondido en
un campo y un hombre lo descubrió: lo esconde nuevamente y, lleno
de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.

“El Reino de los cielos se parece también a un mercader que busca


perlas finas. Habiendo encontrado una de gran valor, va y vende todo
lo que tiene y compra el campo. (Mt 13,44-46)

El amor se parece al hallazgo de un buscador de perlas preciosas.


Desde que encuentra una en el fondo de este mar donde tantas veces
se ha sumergido, lleno de gozo se lo comunica a todo el mundo: “Miren
la bella perla que he encontrado. Qué perla tan rara, única!”
Jóvenes, amor y sexualidad 35

Pero lo que no les dice a ustedes es que quizás se sumergió ciento


cincuenta veces en el mar antes de encontrarla. Quizás solamente
después de las ciento cincuenta y una veces ha sido recompensado de
todo su trabajo! “Cien veces en el empeño...”.

Si te has sumergido ciento cincuenta veces en el corazón de una


amiga, en el corazón de una persona amada y cuya perla todavía no
has encontrado, no concluyas que no la hay. Más bien has de concluir
que no te sabes sumergir. Valor, sumérgete de nuevo, seguramente la
encontrarás algún día!.

MÁS GRANDE QUE TODOS


LOS ESPACIOS DEL MUNDO

¿Tienes idea de cuánta agua puede haber en el océano? Sin embargo


“el océano tiene menos agua que el amor que tiene tu corazón”, nos lo
asegura el poeta 1

Un océano sin fondo, es una buena descripción de tu corazón! Creado


a imagen y semejanza de Dios, es un infinito en ti. “Porque si la
criatura es terriblemente limitada en su superficie, es infinita en
profundidad. Es profunda hasta Dios, afirma el filósofo Gustavo
Thibon.

Quien se aventure a amarte, jamás podrá tocar fondo. Las almas, en


efecto, no tienen fondo. “Como la más profunda de las fuentes de las
más profundas aguas”, escribe la poetisa Anne Hébert.

El que crea haber tocado el fondo del ser amado, que no se engañe.
No ha chocado contra el fondo de un alma, sino contra su propia
1
André Daigneault, Le doux Feu, Éditions Le Renouveau, 1974.
Jóvenes, amor y sexualidad 36

incapacidad de amar. Jamás agotarás a la persona amada. Quien se


imagine haber agotado el objeto de su amor, a menudo apenas lo ha
tocado superficialmente.

LA VISTA SE PIERDE EN EL FONDO DE TI MISMO

Nunca llegarás a comprender del todo a la persona amada! Un


corazón es “más grande que todos los espacios del mundo”, afirma el
místico Yves Girard. Por eso el que se aventura a pretender abarcarlo,
pronto se da cuenta de que es una aventura sin fin.

El que te ama se encuentra delante de ti como en el borde del infinito.


Impresión de vértigo! El fondo de ti mismo se pierde a la vista...
igualmente el fondo del otro. ¿Quién no quedará pasmado frente a
semejante profundidad? ¿A quién no se le corta el aliento? Nunca
acabarás frente a este mundo que se te abre infinitamente...

Desconfío siempre de los que afirman categóricamente: “Yo la conozco


de memoria; sé todo acerca de ella. No hay secretos entre nosotros...”.
No. Cuando tú amas, confiesas: “Mientras más te conozco, tengo la
impresión de conocerte menos. Mientras más te descubro, más me
falta por descubrir en ti”.

En asuntos de amor, siempre hay de qué admirarse, va uno de


sorpresa en sorpresa, de admiración en admiración...

Un descubridor del Nuevo Mundo tuvo esta expresión maravillosa: “La


conquista de un alma vale más que la conquista de un imperio”. ¡Qué
gran verdad decía!
Jóvenes, amor y sexualidad 37

Toda una vida no será suficiente para viajar por el mundo del otro.
Nunca acabará uno de visitar su propio planeta. Como el encargado de
encender los froles de El Principito, uno se da cuenta de que nunca
acaba de ver cada día centenares de amaneceres y anocheceres de
sol en el planeta del otro. Esta visita de su mundo amado ¿quién la
acabará? ¿Cuándo habrás visto todo?

ASÍ VA EL AMOR

En cosas de amor, nunca se llega a la cima, siempre hay un más allá


por descubrir. Mientras más te acercas a la cima, más se te escapa,
más parece alejarse ella. “Más lejos, siempre más lejos!”. Así es el
amor!

En amor, ya no hay fronteras. El alma es como un país sin fin; sus


fronteras son colocadas cada vez más lejos. Mientras más avanzas,
más retroceden las fronteras. Sí, el amor siempre ha hecho retroceder
las fronteras de lo posible. Como el astronauta que busca sin fin
descubrir el cosmos, tu descubrimiento del amor es sin fronteras.

En amor no hay nada trazado de antemano. Es como un camino en el


mar. El mar se abre donde tú te aprestas a entrar. E inmediatamente se
cierra detrás de ti. Verdaderamente no hay camino en el mar. Dios es
el único que puede “abrir un camino en el mar, trazar un paso en el
mar profundo”(Is 43,16) El amor puede ayudarte a atravesar el mar del
otro sin perderte en él.

En cosas de amor, no hay condiciones: “Iré hasta los confines del


mundo, me dejaría teñir de rubia si me lo pidieras. Iré a descolgar la
luna, iré a robar fortunas si me lo pidieres. Bien pueden reírse de mí,
haré cualquier cosa si me lo pidieres”. Qué pensarías de un
Jóvenes, amor y sexualidad 38

enamorado que dijera: “Te amo; pero has de saber que si te vas, no me
iré contigo; si cambias, no te seguiré más...”.

En asuntos de amor no hay envejecimiento sino una eterna juventud!


Miren a la gente que se ama, ustedes no pueden adivinar la edad de
ellos. Tienen la edad de su corazón, de su amor. Ahora bien, el amor
no tiene edad. Lucas me escribía un día: “No olvides que uno no es
joven sino mientras Dios habita en nuestro corazón y que uno envejece
cuando el corazón se aleja de El”.

En amor no hay adultos, sino niños. Un niño nunca está terminado,


acabado, detenido. Un niño es inacabado. ¡Una sinfonía inconclusa!
Como un niño, el amor siempre tiene un porvenir.
Jóvenes, amor y sexualidad 39

Cuántas veces
hay que hablar de amor

Cuántas veces hay que hablar de amor


Cuánto tiempo hay que vivir
Cuántas veces hay que seguir los propios caminos
Para que se quede en el entorno...
Cuántas noches, cuántos días
Cuántas veces: yo te amo...
Cuánto tiempo hay que seguir siendo el mismo
Cuántas veces hay que hablar de amor.

Cuántas veces hay que hablar de países,


Cuántos cantos, cuántas danzas,
Para que tu corazón aprenda su cadencia
Y para que se sienta obedecido
Cuántas veces he de verme traicionado
Por mi semejante, por mi hermano,
Para encontrar mis viejos caminos
Cuántas veces hay que mencionar países.

Tantas veces que tiembla al viento la hoja


Tantas veces que se piensa en ello,
Tan a menudo que en el ruido muere el silencio,
Tanto así como mil años,
Tantas veces como flores en los campos,
Cuantas lágrimas en la lluvia
Tantas como copos de nieve esparcidos
Tenemos que hablar de amor tan a menudo...

Gilles Vigneault
Jóvenes, amor y sexualidad 40
Jóvenes, amor y sexualidad 41

CAPITULO IV

¿QUE LENGUA HABLAS EN AMOR?


¿CUAL ES EL IDIOMA DEL AMOR?

Se necesitan dos,
o por lo menos -qué dolor- haber sido dos
para comprender un cielo azul,
para mencionar una aurora!

Gastón Bachelard

EL IDIOMA DEL CORAZÓN

Hace unos años me pidieron animar un fin de semana de Pentecostés


para algunos millares de jóvenes en Luxemburgo. Como yo conocía
muy poca cosa de este pequeño país, deduje que en Luxemburgo todo
el mundo hablaba francés. Cuál no sería mi sorpresa al llegar y
encontrar jóvenes de por lo menos once países diferentes, que se
encontraban allí reunidos. Había alemanes, austríacos, belgas,
flamencos y luxemburgueses, que hablan un dialecto germánico...
¡Qué sorpresa!

¿Cómo haría yo para transmitir mi mensaje en sus lenguas? Un joven


de dieciséis años me hizo notar: “Es muy sencillo, el Espíritu Santo se
encargará de todo, es Pentecostés! ¿Lo crees? ¿Pero cómo? - ¿Qué
idioma habla el Espíritu Santo?, me pregunta a quemarropa. - ¡Espero
que él hable francés! - No, me respondió, el Espíritu Santo no sabe
sino un idioma. - ¿Ah sí? ¿Cuál? - El habla el idioma del corazón.
Habla con tu corazón, todos los jóvenes pueden comprender este
idioma.”
Jóvenes, amor y sexualidad 42

Entonces yo me pregunté qué idioma hablaba yo mismo. ¡Es


importante! Nuestros ojos hablan, nuestros gestos hablan, nuestros
silencios hablan, nuestra sexualidad habla. Infortunadamente también
pueden hablar mal...

Quisiera preguntarte: ¿qué idioma hablas tú? ¿Cómo te expresas a


través de tu sexualidad? ¿Qué mensaje lanzas a las personas con
quienes te encuentras por medio de tus gestos, de tus miradas?

En 1953 el Socorro Católico pedía voluntarios para trabajar de buena


voluntad en Alemania en los campos de personas desplazadas.
Momo, un francés, se presenta como voluntario. Unos días más tarde,
alguien le pregunta: “Hablas alemán? - Ni una palabra, responde. -
Entonces cómo vas a poder desempeñarte?” La respuesta no se hizo
esperar: “El beso es un lenguaje internacional”.

CIERRA TODAS LAS PUERTAS

Julio, un joven de veinte años, es sordomudo. Es de una calidad


humana excepcional, de una rara belleza de corazón. A quien le
pregunta su secreto, él con gestos le dice:

“Cada día agradezco a Dios el ser sordomudo, porque tengo una gran
ventaja sobre ustedes los “oyentes”, y sobre ustedes los “parlantes”.
Ustedes hablan mucho, pero muchas veces despilfarran sus palabras
en palabras inútiles para no decir nada. Ustedes oyen muchas cosas,
pero muchas veces tan triviales... Yo, que no puedo ni hablar ni oír, he
Jóvenes, amor y sexualidad 43

aprendido a escuchar a mi corazón, a hablar con mi corazón. Y éste


habla muchísimo más!”.

Gracias, de todo corazón, Julio, tú me has hecho comprender una


verdad esencial la belleza está en el interior! Y no está en lo que se
dice, sino en lo que se calla que nace del amor. Medita este
pensamiento en el silencio.

¡Y cuánto silencio se necesita para poder escuchar al amor!

¿Qué puede entenderse de las palabras de la persona amada si antes


no se han escuchado sus silencios? “Las palabras pronunciadas no
tienen valor sino en la medida en que proceden del silencio, y las
palabras recibidas, no tienen valor sino en la medida en que dejan una
huella muda y ayudan en algo a tu tesoro silencioso”, afirma el filósofo
Gustavo Thibon.

Sobre todo, calla! ¡Escucha! Como un enamorado de la música cierra


todas las puertas para escuchar mejor una sinfonía, cierra tú todo para
abrirte mejor!

SI PUDIERAN VERSE LOS CORAZONES...

Un estudiante de colegio, ciego de nacimiento, afirmaba un día: “Para


mí es bella toda la gente que encuentro. - ¿Pero cómo haces para ver
tan bello el mundo? - Cuando ustedes miran, miran el exterior que les
salta a la vista. Pero yo, al no ver el exterior, miro el interior. Y cuando
tú miras a alguien desde el interior hacia el exterior, él es siempre
bello. - Ahora veo!
Jóvenes, amor y sexualidad 44

Jacques Lebreton, sin ojos y sin manos, afirma: “El hombre tiene en sí
mismo más cosas que las que posee en el exterior”. Y añadir: “Dos
ojos abiertos, para el que se sirve de ellos, son dos ventanas hacia la
belleza de la naturaleza y de la vida, y, para el que los mira, dos
aberturas hacia la infinitud del hombre”. Ya ves para qué sirven los
ojos!

“Tienen ojos y no ven” dice la Palabra de Dios. Mientras tanto, otros


ven sin ojos.

“Ah! si pudiéramos ver los corazones, esos fabulosos objetos!”.

MIENTRAS MAS PROFUNDO,


MAS ESCONDIDO ESTA

En la vida, mientras más profundo está algo, más escondido está.


Mientras más esenciales son las cosas, están situadas más en las
profundidades. Y no es la primera mirada, sino una mirada más
profunda. En el amor, como en la vida, se va, de una realidad
escondida, a otra realidad todavía más escondida. Aquí entra en juego
el pudor en la sexualidad.

La naturaleza envuelve a los vegetales con tegumentos para que


puedan subsistir hasta el día en que deberán desarrollarse. En el
orden espiritual, el pudor se parece a estos tegumentos. Una
envoltura diáfana puesta por la naturaleza alrededor de los sentidos
para evitar que el espíritu tenga un contacto demasiado brusco con la
vida, para que pueda acostumbrarse poco a poco.

El abrirse al amor, a la vida, a la luz, no sucede de un golpe, sino poco


a poco. Así como no se manifiesta de un golpe uno a otro, así tampoco
Jóvenes, amor y sexualidad 45

de un golpe se desnuda interior y físicamente delante del otro. El


pudor es esta reacción de protección del ser profundo, una defensa de
la intimidad espiritual.

El que quiere mostrarlo todo rápidamente, demuestra que quizás no


tiene nada qué revelar. Bien sabido es que el amor nace, no tanto de lo
que se manifiesta cuanto de lo que se oculta.

UN SECRETO ANTE TODO


ES PARA GUARDARSE

Quien habla del despertar de la sexualidad, habla también del


despertar de un sentimiento de pudor. En un primer acercamiento lo
podemos describir como una reserva o una vergüenza frente al
encuentro sexual. Pero esto viene de más lejos. Porque más que una
reserva, un temor, una vergüenza... más que todo esto, el pudor es
ante todo una sorpresa.

¿Cómo no iba a darse una sorpresa, e inclusive una turbación tan viva
en el descubrimiento de la propia sexualidad? El pudor brota desde lo
más profundo del ser. El despertar de la sexualidad, en efecto,
conlleva algo así como el nacimiento de un secreto de la propia
persona en su más grande intimidad.

Y como en todo secreto, el primer movimiento es el de guardarlo,


retenerlo... De esta retención de un secreto es de donde nace el pudor.
Quien no sabe guardar un secreto o el secreto de otro, hiere
profundamente su ser en su más grande intimidad. Un día vendrá el
abandono del secreto, pero cuando sea llegado el tiempo. No antes.
En la más grande intimidad, en las mejores condiciones. De otra
Jóvenes, amor y sexualidad 46

manera es una grave profanación de lo que es lo más sagrado de cada


uno.

“El verdadero sentido del pudor, observa Paul Tournai, es esta


retención de un secreto que será entregado un día al ser elegido con
quien establecerá un día un lazo indefectible, un compromiso”.

“Hay un vínculo entre desnudez física y desnudez espiritual, escribe


Guy Durand. Colocarse desnudo ante alguien significa entregar el
propio ser para que sea visto. Ahora bien, siempre hay una cierta
resistencia a revelarse, a entregarse a otro. Uno generalmente no se
confiesa en público, sino en la intimidad. De ordinario las palabras de
amor no se gritan, sino que se murmuran suavemente al oído. De igual
manera, no estamos prestos para el amor sino cuando el otro nos ha
domesticado”.

Además, el pudor es también el temor instintivo de no ser reconocido


en su justo valor, de no ser reconocido como persona. Se tiene miedo
de ser reducido al propio cuerpo, a su sexo, de ser considerado como
un objeto.

LOS MUCHACHOS Y LAS MUCHACHAS


JUEGAN CON EL AMOR

Un joven de 17 años ligado en amistad con una estudiante, María


Cristina, reconoce que está admirado de ver cómo los jóvenes de su
escuela, que casi no se conocen, van rápidamente a la expresión de
su afecto. ¿No será que están quemando etapas?

“Lo malo que encuentro, dice, es que los muchachos y las muchachas
de mi clase juegan con el amor. Queman su capacidad de amar... Para
Jóvenes, amor y sexualidad 47

mí, el amor significa algo, también los gestos del amor. Mi madre me
trajo al mundo a los 18 años de edad. Pero ella no estaba preparada
para entregarse, y yo sufrí las consecuencias. Y los jóvenes de mi
clase tampoco están preparados... Es precisamente la edad en que
todo despierta, en que se descubre al otro.

“Pero algunos quieren quemar las etapas, ir demasiado rápido y no se


toman el tiempo para amar... El amor exige tiempo. Es como un árbol
que crece. No se tira de las hojas para hacerlas crecer! Es muy
suavemente, desde el interior, poco a poco... 2

Porque, como ves, en la vida como en la sexualidad, algunos hablan


mucho para no salir diciendo nada al final. Hablan d todo y de nada,
para distraerse, para pasar el tiempo. Hablan porque están
angustiados, para bajar la tensión, para distensionarse. “En el vacío”
también porque en su interior no hay nada que los ocupe, que les tome
su tiempo.

Y tú, en tu sexualidad, ¿qué dices? ¿De qué hablas? ¿Qué


manifiestas?

Algunos mienten sin cesar. En su sexualidad algunos también mienten.


Son incoherentes. Dicen más de lo que creen. Sus “decires” y sus
“haceres” no corresponden. Engañan.

“El símbolo sexual no es un lenguaje verdadero sino cuando todo el


resto de la existencia dice la misma cosa”, afirma J.P. Lintanf 3. Pero
viendo a algunos, se diría que para amarse no hace falta el amor. Ellos
hacen gestos de amor sin amor, promesas sin mañana, escenarios sin

2
Daniel-Ange,Ivre de vivre, Fayard/Le Renouveau, 1985.
3
J.P.Lintanf, Sexualité, Amour, Charité, Les Éditions du cerf, 1974.
Jóvenes, amor y sexualidad 48

contenido. Sin embargo la sexualidad es un lenguaje, pero no


cualquier lenguaje!

Juan Pablo II lo ha recordado bellamente en su mensaje a los jóvenes


de Francia:

“Es difícil hablar de la sexualidad en la época actual, marcada por un


desenfreno que no carece de explicación pero favorecido
lamentablemente, por una verdadera explotación del instinto sexual.

“Jóvenes de Francia, la unión de los cuerpos siempre ha sido el


lenguaje más fuerte que dos seres pueden decirse mutuamente.

“Por esto un tal lenguaje, que toca al misterio sagrado del hombre y de
la mujer, exige que nunca se realicen los gestos del amor sin que se
hayan garantizado las condiciones de una entrega total y definitiva del
uno al otro, y se haya asumido públicamente el compromiso en el
matrimonio”.

EL LENGUAJE DEL COMPROMISO

La sexualidad es un lenguaje, pero no cualquier lenguaje. Ella apela


también al compromiso porque ella es lenguaje y compromiso. Es el
lenguaje del compromiso!

Algunos prometen “el oro y el moro” a la persona a quien dicen o creen


amar. Pero ellos hacen brillar mucho más que lo que son capaces de
realizar. “El lenguaje del cuerpo no debe expresar promesas mayores
que las que puede garantizar”, al decir de Jean Le Du.
Jóvenes, amor y sexualidad 49

Si yo hablo, al mismo tiempo me comprometo. De otra manera hablo


para no decir nada, o “por hablar”, o “en el vacío”. Me envanezco de
todo y de nada y me agoto “diciendo nada”. De la misma manera, en
su sexualidad, algunos no dicen nada, no expresan nada.

Otros tartamudean al hablar. En la sexualidad también, algunos


tartamudean, colocan palabras en lugares inapropiados. A veces
presentan gestos cuando no es el tiempo de hacerlo, dan caricias
demasiado pronto... Cuántas palabras despilfarradas, cuántos gestos
perdidos en nombre del amor que nunca se recuperará!

Por ejemplo, en los gestos de afecto, en lugar de decir “yo te amo”,


algunos expresan “yo me amo”. En las relaciones sexuales, algunos
deberían confesar al otro: “Esta noche yo me amo tanto, que quisiera
hacer el amor conmigo mismo”. Algunos aman como los gatos aman
los ratones para jugar con ellos, deleitarse con ellos.

Jacques Prévert hace esta constatación deliciosa: “Tú dices que amas
las flores y las cortas. Dices que amas a las aves, y las enjaulas. Dices
que amas los peces y te los comes. Entonces, cuando dices que me
amas, siento miedo”.

Dios amaba las aves, les inventó los árboles. Cuando el hombre
comenzó a amar a las aves, construyó jaulas. ¿Pero qué clase de
amor es el que no hace libres? ¿Puede haber un amor verdadero que
no libere?

CREEMOS EN LA BELLEZA,
EN LA SERIEDAD DE LAS RELACIONES
Jóvenes, amor y sexualidad 50

No existe verdadera sexualidad humana sin compromiso. De otra


manera, se reduce la sexualidad, se la minimiza. Numerosos son los
jóvenes que consideran las relaciones sexuales como un medio rápido
de “conocer al otro”. Como un “atajo” hacia el conocimiento más íntimo
de la otra parte! Es un encuentro sin densidad humana, sin mañana,
sin futuro! Allí no se compromete nada que valga la pena. Se quiere ir
por el camino más corto sin tener que esperar y sin pagar el precio. Es
el tributo al siglo de la velocidad!

Sin embargo, se necesita tiempo para domesticarse y conocerse de


verdad. “Es el tiempo que tomas para tu rosa, que hace que la rosa
sea importante”. El otro, como es misterio, no se descubre sino con el
tiempo. El que cree pasar por el atajo más corto, devalúa el signo más
precioso del amor.

“En amor como en economía, la inflación de los signos arruina los


valores y hace difícil los intercambios!”, como muy bien dice J. Julien.
“En verdad, el encuentro sexual no es un epifenómeno, implica a todo
el ser en lo que tiene de más íntimo”, afirma Jacques Lacourt. El
abrazo estrecho de los cuerpos es signo de comunión profunda entre
dos seres.

“El amor, el don real, substancial de las personas mismas a través de


su cuerpo, es uno de los actos más graves, más profundos que pueden
realizar el hombre y la mujer, escribe Jacques Lacourt. Lleva a cabo
una comunión tan íntima que compromete toda la persona en todo su
misterio. Esta unión por medio del cuerpo en el amor sobrepasa en
fuerza y en grandeza a toda otra forma de comunión por los solos
sentimientos. ¿Quién podrá medir sus implicacones?”.

ESTA UNION ES COSA SAGRADA


Jóvenes, amor y sexualidad 51

Así pues, la sexualidad humana es portadora de sentido, ella


compromete a la persona entera. ¿Cuál es su sentido? “¿La
sexualidad para qué sirve? ¿Eso para qué?”, se dirá en una forma
popular.

La sexualidad genital es signo de amor y de amistad, de comunión


profunda entre dos personas. Ella es signo de don y de comunión. Es
signo de un compromiso recíproco y permanente.

Nosotros, como cristianos, creemos en la belleza, la seriedad, la


gravedad de las relaciones sexuales. Inclusive diría yo, en el misterio
de la sexualidad. Ella es una realidad bella y poderosa que toma a la
persona en sus profundidades vitales. No es una realidad superficial,
sino un excepcional medio de fecundidad, un medio de expresión
único. No es un medio cualquiera para expresarse. Es una forma
privilegiada!

Esta unión entre el hombre y la mujer es algo sagrado. Es la imagen


de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. “Por esto los órganos genitales
son sagrados. Están reservados para una obra divina: ser al mismo
tiempo signo de la vida trinitaria y fuente de la vida”.

EL BESO

Miren las cosas como quieran: el amor es don y acogida. El beso es un


bellísimo símbolo de amor, es el signo del don y de la acogida a un
mismo tiempo.

Un beso no se da verdaderamente si no es acogido. Unos labios de


mármol, una estatua, no acogen un beso, se necesita que sean labios
Jóvenes, amor y sexualidad 52

vivos. Ahora bien, labios vivos son labios que acogen y dan al mismo
tiempo.

El beso es un gesto admirable y precisamente por esto no hay que


prostituirlo, jugar con él, hay que reservarlo como el signo de algo
extremadamente profundo.

El beso es el intercambio de aliento, que significa el intercambio de


nuestras profundidades: yo soplo en ti, yo expiro en ti y te aspiro en mí
de tal manera que yo esté en ti y tú estés en mí.

Por medio del beso yo me descentro a fin de que ya no esté en mí


mismo mi propio centro, sino que en adelante mi centro seas tú.

Eres tú a quien amo, tú que eres mi centro, vivo para ti y por ti. Sé que
tú también te descentras, tú ya no eres para ti mismo tu propio cntro, tú
estás centrado en mí.

Yo estoy centrado en ti, yo vivo para ti. Tú estás centrado en mí, tú


vives para mí y ambos vivimos el uno para el otro.

Amar es vivir para el otro (he ahí el don) y vivir por el otro (he ahí la
acogida).

Amar es renunciar a vivir en sí, para sí y por si.

François Varillon

Viniste después del medio día, la tierra reventaba


Y la tierra y los hombres cambiaron de sentido
Y yo me encontré como un amante
Jóvenes, amor y sexualidad 53

Controlado como una viña.

Tú viniste,yo estaba muy triste, dije sí,


A partir de ti dije sí al mundo
Muchachita, te amo como un muchacho
No puede amar sino su infancia.

Tú viniste las orillas liberaban el río


Para guiarlo hasta el mar
Tú viniste más alta al fondo de mi dolor
Que el árbol separado del bosque sin aire
Y el grito de la tristeza de la duda se rompió
Ante el día de nuestro amor.

Paul Éluard
Jóvenes, amor y sexualidad 54

CAPITULO V

LOS GRITOS DEL CORAZON Y DEL CUERPO,


MENSAJES PARA DECODIFICAR

Conozco en ti un escondite
donde ningún otro me puede
engañar, donde,
aunque tú quisieras,
no podrías matar mi amor.

Gustave Thibon

¿CREEES QUE SOY CAPAZ?

Michel, vencedor en la carrera, recibe una medalla de oro en los


Juegos Olímpicos especiales para los discapacitados. Temblando está
de pies en el podium, llevando al cuello su medalla del premio.

Con los ojos fijos como a la expectativa de un objetivo preciso, hubiera


querido ser oído por todo el mundo, a través de la televisión. “Ahora,
cuando he ganado en los Juegos olímpicos, creen ustedes en mí?
¿Creen que yo puedo tener éxito en la vida? ¿Han visto ustedes de
qué soy capaz?”

Un poco más tarde, romperá a llorar diciendo: “¿Crees que ahora


mamá podrá creer que yo soy capaz de hacer algo bueno?”

He ahí el grito de muchos jóvenes a sus padres y a los adultos: “


¿Creen en nosotros? ¿Saben ustedes que somos capaces de hacer
Jóvenes, amor y sexualidad 55

algo bello? ¿Esperan todavía algo grande de nuestra parte? ¿Cuántas


“medallas de oro” habrá que ganar, qué pruebas habrá que superar
para que ustedes nos tengan confianza y nos amen?” ¿Quién
comprenderá su mensaje?

¿QUÉ NO HARÍA UNO POR CONSEGUIRSE UN NOMBRE?

La violencia de una persona agresiva es un lenguaje, la expresión de


una petición de ayuda, de un grito de socorro. Por tanto hay que
comprender lo que esta violencia quiere decir y saber decodificar su
mensaje. Ah si pudiéramos entender estos gritos y decodificar estos
mensajes!

Un ex-detenido declaraba un día: “Cuando los policías son duros


conmigo, cuando los guardianes me golpean, sé cómo reaccionar.
Siempre me han pateado; y para vengarme yo a mi vez atropello.

“Pero cuando un policía o un guardián me habla como se habla a un


hombre, continúa, cuando me respetan y me muestran ternura,
entonces me descontrolo, ya no sé cómo reaccionar... Pero a veces me
sucede que sigo agrediéndolos por miedo a ser lastimado o a ser
atrapado. Cuando uno nunca se ha sentido amado, las primeras
señales de amor nos hacen más mal que bien; entonces a veces
herimos...”

¿Saben por qué algunos adolescentes son tan groseros, tan hirientes
en casa? Es que no pueden soportar que sus padres se atormenten a
causa de ellos. Al mostrarse mentirosos ellos esperan de una vez por
todas desalentar a sus padres para que no los amen. Desapegarlos de
ellos así, para que dejen de infligirles la intolerable tortura de verlos
sufrir por sus faltas. Así sufrirían ellos solos.
Jóvenes, amor y sexualidad 56

ROMPER LA IMAGEN QUE UNO SE HACE DE ELLOS

Así es en relación con el consumo de la droga! Michel comenzó a


tomarla, pero él sabe muy bien que esto no le produce ningún
beneficio. “Por qué no paras antes de que se te vuelva un hábito?”, le
dije. “Desde que fumo,mi padre, que nunca me hablaba, ahora saca
tiempo para charlar conmigo. Temo que al dejar de fumar, él deje de
hablarme. Prefiero continuar tomándola por ahora...”

El consumo de la droga, como la violencia, es un mensaje que hay que


saber descifrar.

Martín, joven atleta brillante y sociable, tiene un serio problema de


droga. Sin embargo se siente querido por sus padres, tiene éxito en la
universidad, se encuentra muy bien entre sus amigos... ¿Entonces por
qué se droga?

Hacia los quince años, frecuentó grupos donde le dijeron que él quizás
estaba llamado a una vocación. A él le dio mucho miedo.
Inconscientemente, se puso a destruirse con la droga para romper la
imagen que daba a los adultos. Destruyó su imagen para estar seguro
de que ni su entorno ni Dios esperen de él más de lo que él está
dispuesto a dar.

¿No han visto jóvenes caer en la droga con el deseo confesado o no,
de romper la imagen que la gente tiene de ellos? Cuántos mensajes
por decodificar en quien opta por la droga! ¿Quiere hacer que su
padre pague el haberlo ofendido o abandonado? ¿Busca un mundo de
relaciones fáciles, sin frustraciones, sin rechazos, sin exigencia de
esfuerzos? ¿Quiere huir hacia lo irreal y la irresponsabilidad, huir del
Jóvenes, amor y sexualidad 57

mundo de la reaalidad que él juzga demasiado duro de soportar y


construir? Sin embargo, como afirma Solovief: “No se trata de
transformar la sociedad en paraíso, sino de luchar por evitar que ella
se vuelva un infierno“.

QUIERO PROBARME QUE...

De la misma manera, en su sexualidad cada uno lanza una multitud de


mensajes, a menudo confusos. Como en la droga o en la violencia, es
indispensable decodificar los gestos de la sexualidad humana.

A menudo en los gestos más ordinarios de la genitalidad hay un doble


mensaje. Es importante captarlo y preguntarse: “¿Qué es lo que la
persona quiere decir cuando busca una relación sexual con alguien?”.

A veces algunas muchachas se preguntan: “Me he encontrado un


muchacho muy epecial. Pero quiere ir tan rápido a las relaciones
sexuales... ¿Por qué? ¿Por qué no puede esperar? ¿Por qué pide
tanto y tan pronto?”

Todo joven que, en las visitas, exige pronto caricias íntimas y, con
mayor razón relaciones sexuales, deja entrever un alto grado de
ansiedad. Al tener una gran necesidad de tener la prueba de que él es
capaz, se lanza en busca de una relación sexual. A menudo esto es en
él el signo de una falta de esperanza en lo que él es y en lo que puede
llegar a ser. Es un S.O.S. que lanza, un llamamiento para pedir ayuda.
La masturbación también es casi siempre el signo de una falta de
esperanza.

El lanza un llamamiento que podría también traducirse así: “¿Soy un


hombre? ¿Será que soy agradable? ¿Soy bueno? ¿Puedo dar la
Jóvenes, amor y sexualidad 58

vida?”. He ahí un joven que se siente mal consigo mismo, falto de


esperanza; y esto se traduce en una angustia profunda que él quiere
reducir... por medio de la sexualidad.

Como tiene miedo de perder esta persona que le interesa, hace cuanto
puede para tomar todo lo que puede antes de que ella lo abandone. Lo
que lo conduce tan pronto a la genitalidad es su angustia. Si él
estuviera seguro de su mutuo amor, se tomaría todo el tiempo. Sabría
esperar.

La sexualidad compulsiva es a menudo la expresión de la angustia, de


la desesperación: “¿Soy alguien?”. Tales relaciones no producen nada
que valga la pena. No están centradas en el bien del otro, sino
totalmente sobre sí mismo.

¿SALE GANANDO O PERDIENDO ELLA?

De igual manera, hay que tratar de comprender el mensaje que lanza


una joven cuando acepta acostarse con su amigo.

Es frecuente ver muchachas acostarse con su amigo por temor. En


efecto, en muchos casos lo que las mueve a acostarse con el amigo es
el temor de perderlo. El amigo le hace creer a ella: “Si tú me amas, es
normal que hagamos el amor...”. Como ella no quiere perderlo, se
rinde. Pero ¿sale ella ganando o perdiendo? ¿De hecho, qué es lo que
la ha motivado? ¿Es el amor o el miedo de quedarse sola de repente?

El amor se rebaja cuando se va a la sexualidad por una razón que no


es el amor. Y al reducir la sexualidad a la liberación pasajera de una
pulsión exterior, sin relación con la vida y el amor, se rebaja la
perrsona.
Jóvenes, amor y sexualidad 59

“Pero desde que tengo relaciones sexuales me siento mejor, más


equilibrada”, afirman algunas. Es posible, pero entonces ¿no estás
tomando a tu amigo como un medio de terapia? ¿Es normal y moral
tomar a alguien como objeto terapéutico? ¿Dónde está el amor en todo
esto?

Cuando una joven es desgraciada y vejada en casa, corre más peligro


de ir a buscar una respuesta a su soledad y a su aislamiento en las
relaciones sexuales. Ella busca entonces en ellas una presencia, una
amistad, un calor humano. La relación sexual no se las da siempre,
porque ella espera encontrar algo distinto de lo que la relación está
llamada a dar. Jamás las relaciones sexuales han dado el amor. Ellas
pueden expresarlo y alimentarlo, pero no pueden producir el amor, que
es de un orden más interior, más espiritual.

Escuchemos lo que dice sobre esto Jean Vanier: “Mi experiencia me


muestra que la pulsión sexual es un grito que pide la relación, más que
un grito que pide placer. Ella brota a menudo donde la persona se
siente sola y angustiada. Ella busca entonces un contacto sexual del
orden de la genitalidad. Pero más profundamente, ella está buscando
un vínculo amoroso con alguien. Pero al msmo tiempo tiene miedo de
la relación y de los vínculos”.

¿HAY ALGUIEN QUE ME QUIERA?

Otra razón que mueve a una muchacha hacia la sexualidad, es algo


que ella lleva: “¿Dime si soy amable, importante? ¿Soy bella,
deseable? ¿Hay alguien que me quiera?”
Jóvenes, amor y sexualidad 60

En efecto, es más fácil para una muchacha creer que su cuerpo es


deseable que aceptar que su persona es amable. No son las
relaciones sexuales las que le demuestran que su persona es amable
y que ella es importante. ¿Quién le asegura que su amigo la desea por
su gracia interior y su belleza profunda, y no por la atracción de su
cuerpo? ¿Después de la relación, la joven no podrá hacer notar:
“¿Quién me asegura que tú me amas por mí misma? ¿No me amas por
lo que tengo, por lo que te doy, por lo que hago?”

En fin, a veces también por vengarse algunas muchachas aceptan


hacer el amor con un hombre que se encuentran. Por hacerle pagar lo
que otros le han hecho. Algunas te confiesan: “Cuando odio a un
hombre, me acuesto con él. Me deleito de tenerlo a mi disposición,
débil, mendigando mi cuerpo... rebajado, degradado...”

Ella entonces se toma su desquite por los hombres que la han


engañado, y luego la han abandonado. A veces es una venganza
contra el propio padre, que a lo mejor era un gran débil, alcohólico, o
tenía otro vicio, y nunca le dio el amor y la ternura que ella necesitaba
cuando era niña.

Se constata que la pulsión sexual puede ser destructora. Que el amor


puede ser seductor, manipulador. Puede ser utilizador de los demás
como objetos o el deseo de ejercer un poder sobre otro. En efecto, la
sexualidad está muy a menudo ligada a la agresividad y la violencia;
ella puede entonces destruir a una persona.

A VECES OBLIGADO A ESCAPARSE EN LOS SUEÑOS


Jóvenes, amor y sexualidad 61

¿Acaso no hay que decodificar los gritos del joven que se refugia en
los sueños? La realidad es a veces tan dura, que no es de admirar que
se vea obligado a veces a escaparse en los sueños: allí por lo menos
está consigo mismo! En lugar de hacer frente a la realidad y de tratar
de resolver sus problemas con un comportamiento responsable,
escoge la irresponsabilidad y la inconsciencia huyendo hacia los
sueños.

Soñar es un privilegio de la juventud. Porque, sin los sueños, a veces


sería el infierno; el encerramiento total de la persona en la
desesperación. Los sueños son un signo de salud: es el rechazo de la
muerte, una manera de reaccionar a un sufriiento demasiado intenso.

¡Afortunadamente existen los sueños! Ciertamente los sueños no


producen bienestar, pero a veces permiten sobrevivir. Por eso no hay
que romper demasiado pronto un sueño so pretexto de hacer volver a
la persona a la realidad, porque esta realidad puede serle
insoportable.

Pero no se puede soñar siempre, porque los sueños tienen la


propiedad de desconectarnos completamente de la realidad. Cuando
la realidad es intolerable, uno huye hacia un sueño inaccesible.
Mientras más disminuido, empobrecido en cuanto a relaciones, más
tiene uno la tendencia a refugiarse en lo imaginario. Mientras más
grandes son las heridas, más riesgo existe de refugiarse a la sombra
de los sueños.

No podemos dejar que alguien se instale en los sueños, pues éstos


son un lugar de aislamiento. Los jóvenes que consumen droga lo
saben muy bien. Ellos comenzaron a tomarla para estar menos solos,
para comunicarse. Sin embargo, aun siendo muchos, cada uno está
terriblemente solo, encerrado en su sueño, desligado de toda
Jóvenes, amor y sexualidad 62

comunicación verdadera con los demás, “solo en su mundo”, “perdido


en su propia isla”.

EN UN AISLAMIENTO CADA VEZ MAS FUERTE

Como la droga, el peligro de la masturbación, es el aislamiento. Se


busca el placer por sí mismo. Y se sirve de la persona representada en
la imaginación como de un objeto.

Como para otras formas de sexualidad genital, la tendencia actual es a


trivializar la masturabación. “No tiene importancia, es normal; es cosa
de la adolescencia, ya pasará...”

Sin embargo, la masturbación puede a veces ser dañina porque tiende


a servirse de las personas no tal como ellas son, sino tal como se las
imagina, y a encerrarse en los sueños. Esta persona existe en el
imaginario solamente y no en la realidad. Alguien que tiene madurez
es capaz de enfrentar la realidad, de amar y de servir a los demás tal
como son y no tal como quisiera que fueran.

La masturbación encierra al joven en sí mismo, en un aislamiento cada


vez más fuerte. Ella lo proyecta en un mundo de excitación imaginaria.
Sintiéndose solo, aislado, desconectado del mundo, busca calmar su
angustia, hacer bajar la tensión por medio de la masturabación, como
un calmante. Pero como se siente tan solo después, a vecs inclusive
todavía más solo, su angustia aumenta y lo incita a buscar otros
placeres, otras compensaciones cada vez más fuertes. Entonces se da
un círculo vicioso...

La masturbación comenzada en la juventud arriesga a encerrar al


joven en una sxualidad genital orientada no hacia la comunión y la
Jóvenes, amor y sexualidad 63

donación, sino hacia el placer egoísta. Además, dado que la


masturbación es un acto solitario, puede reforzar el miedo a la relación
con otros.

UN LLAMAMIENTO COLOSAL A LA TERNURA

Hay que decodificar los actos de la sexualidad genital para


comprender las necesidades más profundas de las personas y
ayudarles a caminar hacia la respuesta más satisfactoria para ellos.

Jeremías, un gran muchacho muy dócil, que sufre de angustia, tiene


grandes dificultades en el nivel de la comunicación y de la relación. Es
fuertemente atraído por las muchachas con quienes trata, sensible a la
belleza del cuerpo de ellas. Se acerca suavemente a ellas para
tocarlas.

En esta atracción, hay algo bello. Pero, por otra parte, Jeremías no es
consciente de las necesidades profundas de estas muchachas. La
pulsión sexual es tan fuerte, que mueve a buscar la unión de los
cuerpos sin garantizar primero la unión de los corazones, de los
espíritus y de las almas. Al no realizar estas uniones, al rehusar pasar
por los diferentes estadios, no percibe el llamamiento a la amistad que
las muchachas le lanzan. Es incapaz, por lo demás, de convertirse en
soporte, y por tanto incapaz de sentirse responsable.

Cuántos jóvenes viven las relaciones sexuales sin percibir la


responsabilidad. “La inmadurez afectiva es precisamente un ruego de
ser amado, de ser tocado, de estar en el centro, de ser visto como
único, pero sin tener responsabilidades para con alguien. Es el deseo
de ser amado sin hacer el esfuerzo de amar, sin asumir una
Jóvenes, amor y sexualidad 64

responsabilidad para con alguien. Es un deseo de fusión”(Jean


Vanier).

Entablar relaciones sexuales cuando se está precisamente en este


estadio de inmadurez puede impedir el llegar a ser capaz de amar, de
servir y de ser responsable de otro.

Escuchemos lo que Jean Vanier nota con tanta propiedad: “Para vivir
una relación sexual es indispensable que la persona tenga una cierta
madurez afectiva y fidelidad respecto a otra persona. Personalmente
creo que las personas que inician relaciones sexuales al principio de
su adolescencia, sin tener la madurez afectiva, se hacen un mal. Viven
en su cuerpo y en su psiquismo realidades que a la hora de la verdad
no pueden sobrellevar ni integrar. Se puede hacer la pregunta de si la
experiencia precoz de la sexualidad no frena los procesos necesarios
para la madurez de la personalidad. Para mí, sigue siendo un
interrogante, y grave.

NI ANGELES NI BESTIAS

Recibiendo las confidencias íntmas de numerosos jóvenes, encuentro


evidente que lo esencial es vivir profundas relaciones de amistad. Pero
no nos engañemos, ¡los jóvenes no son ni ángeles, ni bestias! También
se da la búsqueda del placer sexual que se mezcla a su encuentro.
No todo proviene del orden afectivo y de la búsqueda de ternura. La
pulsión sexual se da y está allí. Y ésta también es grande. Hay allí
algo muy hermoso. Qué maravillosa es esta atracción profunda hacia
el otro y este deseo de intimidad para dar la vida!

Este grito de la persona que siente la necesidad de ser abrazada,,


tocada, amada, de vivir una experiencia de intimidad con alguien
puede llegar a ser tan intensa que la persona como que es arrastrada
Jóvenes, amor y sexualidad 65

irresistiblemente hacia la relación sexual. Pero no es tanto la relación


sexual como tal lo importante para ella, sino la proximidad de los
cuerpos. Y es muy importante distinguir esto.

Ningún psicólogo serio puede afirmar que el deseo sexual es


solamente una pulsión que pide ser liberada. Es ante todo y por sobre
todo un grito que debe reconocerse por sí mismo.

En toda manifestación de afecto y de sexualidad, ante todo se da este


grito del corazón y del cuerpo que quieren ser amados, tocados con
ternura por otro. Un llamamiento increíble a ser rodeado de afecto,
considerado, tocado! Un llamamieneto desgarrador a la ternura, a
reventar el corazón y los cielos! Es ante todo el grito que toda persona
lanza en su sexualidad.

“Háblame, háblame, necesito de la presencia de alguien. Háblame,


háblame, necesito ternura. Mal del siglo, de siempre, mal de amistad,
mal de amor. No me quiero, no río, soy mujer, soy niña...”, canta Nana
Mouskouri.

“Quiero ser amado. Quiero amar. Es el grito de la humanidad.


Entonces les digo: “Amen”, como canta Jean-Yves Sauvageau. Este
grito brota de la fragilidad del niño en cada uno de nosotros, de la
inseguridad del adolescente, de lo profundo de todo ser humano.

TANTAS MÁSCARAS COMO PELLEJOS TIENE LA CEBOLLA

Estas son las más grandes preguntas que cada uno de nosotros se
plantea en cuanto a la sexualidad: “¿Valgo yo para algo? ¿Alguien en
el mundo me ama como soy? ¿O es preciso que yo aparezca siempre
interesante, seductor, capaz? ¿Cree alguien en mí lo suficiente para
interesarse por mí y vivir una alianza de amor conmigo?” Es el grito de
Jóvenes, amor y sexualidad 66

toda persona humana. Y es primero y ante todo la petición de lazos de


amistad y de un reconocimiento, antes que una necesidad sexual.

Mientras no se ha obtenido la respuesta a estas preguntas, uno sigue


gritando. Guarda en sí mismo una duda, una porción de angustia.
Tiene uno miedo de ser uno mismo, de mostrarse tal cual es y de ser
nuevamente rechazado. Mientras sea así, llevaremos máscaras, no
solamente para escondernos, para disimular nuestra debilidad o
embellecer nuestra apariencia, sino por temor de que se nos haga
demasiado mal, por incapacidad de ser verdaderos.

“Amar a un ser, escribe Louis Evely, es llegar justamente a darle


seguridad, a persuadirlo de que se quite sus máscaras y se atreva a
ser él mismo. Todos nosotros circulamos enmascarados, todos
aparentamos que somos honestos, sinceros, generosos, satisfechos,
fingimos no tener necesidad de nadie. Es terrible quitarse la máscara y
aparecer desnudo, vulnerable, verdadero.

“Cuán necesario es que nos amen para que nos atrevamos a tener
esta confianza, cuán necesario es que el que nos pide este abandono
él mismo se haya despojado plenamnte de sus máscaras, porque
tenemos tantas máscaras, como pellejos tiene la cebolla”.

Querido amigo,

Acabo de leer tu carta donde me expresas temor de ser homosexual.


No sabes qué pasa. Te sientes atraído por los del mismo sexo que tú.
El otro sexo no te dice nada. Sientes miedo de lo que te sucede.
Jóvenes, amor y sexualidad 67

Me dices que jamás te has sentido bien con las muchachas. Siempre
tienes miedo de estar frente a ellas. Por mucho tiempo has querido
ocultarte esto pero no puedes hacer siempre como si no pasara nada.
Tienes vergüenza, lo reconoces; ya no te comprendes...

¿Qué vergüenza abrirte a alguien? Buscas a alguien que no te


condene, que no te juzgue. Necesitas ser acogido, comprendido,
aceptado como eres. Has tocado a mi puerta...

También me dices que tu carta es un grito para pedir auxilio. ¡Un


S.O.S. desgarrador! “Por qué yo? ¿Por qué permite Dios esto? ¿Nací
así? ¿Qué he hecho de malo? Se diría que muchos me juzgan sin
saber si soy “uno” o ... ¿Será que soy paranoico? Ya no estoy seguro
de nada, ni de mí, ni de los demás...”. Comprendo muy bien tu
malestar!

Has intentado ver la reacción de algunos camaradas tuyos sobre este


asunto. Ellos han intentado consolarte con trivialidades.
Probablemente te han dicho que es un mal momento, pero que eso ya
pasará. Otros te han dejado entender que no hay problema, que no es
problema ser esto o aquello... No te has sentido comprendido, e
inclusive a menudo te has sentido juzgado. ¿Qué hacer entonces?

Te planteas preguntas graves. Primero, la de la normalidad: “Soy


normal o no?” Todo joven se plantea un día esta pregunta. Pero reviste
un carácter más doloroso cuando se trata del amor y de la sexualidad.

Viene luego la segunda pregunta: ¿Qué van a pensar mis padres si se


dan cuenta? ¿Me amarán mis padres, mis amigos, si descubren que
soy homosexual?”
Jóvenes, amor y sexualidad 68

La tercera pregunta podría formularse: “Tengo un provenir posible en


cuanto al amor?” ¿Es posible tener una idea exacta de lo que puede
representar para ti el hecho de proyectarte en el futuro sin saber si
serás capaz de amar a alguien, de fundar un hogar?

Como eres cristiano, tampoco dejarás de plantearte estas angustiosas


preguntas: “¿Soy pecador al ser homosexual? ¿Qué piensa la Iglesia
de tales personas? ¿Cómo nos acoge Dios?”

Tener que hacer frente a semejantes preguntas tan fundamentales


siendo tú tan joven, no deja de ser temible y se siente como una
prueba tremenda. Prueba que puede convertirse en drama interior
como tú me lo expresas. Sería muy bueno que pudieras contar con
una presencia acogedora, un oído atento que ve lo que tú no puedes
decir. Un oido que sepa escuchar hace tanto bien en una situación de
estas!

Mi primer consejo es muy sencillo. No concluyas demasiado pronto


que tu orientación homosexual es fundamenal y definitiva diciendo: “No
puedo hacer nada”. Quizás es así, pero qué sabes tú de esto a los
dieciséis, dieciocho años, o inclusive a los veinte...?

Sé que algunos camaradas a quienes te has manifestado sobre este


punto te han aconsejado: “Ensaya con las muchachas, no tienes nada
qué perder y lo comprobarás”. Quizás te arriesgas entonces a
quemarte las alas. Ensayando corres el peligro de concluir demasiado
pronto: “Esto no funciona”. ¿Quizás todavía no has llegado a la plena
madurez que te permita vivir armoniosamente tu sexualidad?
¿Entonces para qué quererlo a toda costa?

Conozco jóvenes que se sintieron gravemente desilusionados en sus


primeras relaciones. ¿Por qué? No porque no fueran capaces, sino
Jóvenes, amor y sexualidad 69

porque no estaban preparados para entregarse en cuerpo y alma a


una experiencia tal: demasiado pronto, demasiado pronto! Sin
embargo no son homosexuales.

El error de camino que algunos cometen entonces, es el de ir a buscar


demasiado pronto, experiencias con personas del mismo sexo como
“solución de facilidad”. “Esto es más fácil, menos comprometedor. Allí
al menos se sabe a qué atenerse”. ¿No es esto una solución de
facilidad?

En toda relación, el temor al otro, el temor de la diferencia es una


realidad que se ha de tener en cuenta. A menudo uno quisiera que el
otro fuera como uno mismo, a imagen de uno, según nuestro modelo...
Uno quiere hacer del otro un espejo donde mirarse. Uno quisiera
hacerlo semejante a la idea que uno se ha hecho de él. Pero el otro es
bien diferente de uno. El crecimiento armonioso de la sexualidad es
aceptar y favorecer esta diferencia. Pero para algunos el camino por
recorrer no es nada fácil y tranquilo. Es largo el camino que conduce a
la libertad verdadera.

Yo te invito por tanto a no desistir demasiado fácilmente en este


camino de crecimiento que quieres emprender. Te esperan peligros. Se
imponen decisiones. Estás llamado, como cualquier otro, a ser feliz,a
realizarte. Nadie de nosotros está invitado para vivir en angustia y
culpabilidad, a hacerse desdichado a causa de su orientación sexual.
Tú estás invitado a vivir en armonía en una situación que te limita y a
vivir feliz en ella, a pesar de todo...

Te sugiero por tanto consultar a una persona competente en el tema.


Busca y encontrarás la luz para iluminar tu camino!
Jóvenes, amor y sexualidad 70

Un amigo que te lleva en el corazón.

Christian

__________________________

Tú decías que me amabas

Que hay de nuestras pasiones perdidas


Emocionado, emocionado
Por locas promesas
Cuando tú decías
Amarme.

Qué hay de nuestras pasiones perdidas


Perdido, perdido
A la menor ternura
Y tú decías
Amarme.

Que hay de nuestras pasiones perdidas


Decepcionado, decpecionado
de mi muerta juventud
Cuando tú decías
Amarme.

Jean-Guy Olivier
Jóvenes, amor y sexualidad 71

CAPITULO VI

LA MODERACION TIENE MUCHO MEJOR GUSTO

Donde no hay amor, poned amor


y recogeréis amor,
porque en la tarde de esta vida,
en el último evento,
seréis juzgados sobre el amor.

San Juan de la Cruz

ESTAMOS HECHOS PARA EL ROSTRO

Un prisionero cuenta cómo su vida cambió de un día para otro. “Yo


vivía en un estado de violencia intensa. Extremadamente rebelde como
consecuencia de grandes heridas, amurallado detrás de las barricadas
de la desconfianza y del rencor. Un buen día, casualmente, pedí un
cigarrillo a un guardián...

“El se tomó el tiempo para detenerse, mirarme y esbozar una sonrisa...


A partir de ese momento, ya nunca fui el mismo! Te lo aseguro,
cuando alguien te ha sonreído, puede ser el final de tus miserias.”

Estamos hechos para la sonrisa, la mirada, el rostro de cada cual. No


puedes pasar sin esto! Cuando alguien te hace una atención, al punto
descubres que eres alguien!

Desgraciadamente, cuántas personas hay a quienes no has hecho


ninguna atención! ¿Sabes lo que te falta? ¿Cuántas noches llamadas
dizque de amor, pasadas al lado de un cuerpo cuyo nombre no se
Jóvenes, amor y sexualidad 72

sabe, cuyo rostro no se recuerda, a cuyos ojos no se ha mirado, al que


no has visto dibujar una sonrisa, sin ternura, sin comunión!

Algunos no han reconocido a esta o a aquel con quien se acuestan: “Si


poco importa con quién se acuesta uno, bien se comprende que no se
ama. Sobre todo, no te apegues. No es necesario saber mi nombre...
De todos modos, más vale no volverse a ver...”

Y sobre todo, que no se me diga que estas personas “hacen el amor”.


¿Más bien no deshacen el amor? ¿El otro no ha sido reducido a ser
más bien un objeto en lugar de ser un sujeto? ¿Cuántos amores “sin
rostro”! Cuántas masacres cuotidianas del amor! ¿También tú tomas
parte en ellas, quizás?

LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO MUCHO!

¿Qué pensar de los juegos “sexuales” sin futuro entre adolescentes?


“¿Qué tiene de malo eso?” oímos decir con frecuencia. ¿Qué hay de
malo en estas diversiones siempre que los dos consientan en ello? No
hay nada malo en hacerse un bien!...

Es un hecho que la práctica de estas experiencias precoces entre


jóvenes está muy extendida. Abundan las estadísticas 4. Es necesario
mirar de cerca este fenómeno5.

Las razones que se dan para permitirse estos juegos heterosexuales


merecen que nos detengamos en ellas también muy de cerca. Un

4
Dossier Cohabitation juvénile. A. Norvez, Chalet 1979.
5
Au risque d’aimer, Jacques Lacourt - Droguet & Ardant, 1982, pgs. 66 a 93.
Jóvenes, amor y sexualidad 73

hecho se da: quieren ponerse al día: “¿Marchas o no?...”. Es una


moda, al parecer: “Si no marchas al paso de la mayoría, aparecerás
como mal marchista. Para estar “in”, “al día”, “a la moda”, debes pasar
por esto”, se dice! De otra manera te clasifican como “straight”. “Todo
el mundo lo hace, hazlo también!” Es cierto que la presión social es
muy fuerte para los jóvenes.

Pero las estadísticas no cuentan que más y más jóvenes quisieran “no
haberlo hecho”. Esto no se publica en grandes titulares, pero es un
hecho. Las encuestas confirman en efecto que las relaciones sexuales
precoces sin amor están en marcado descenso en América del Norte.

“La americana pasaría bien sin el acto sexual”, titula un artículo de


6
periódico . Una mayoría apabullante de americanas prefieren la
ternura al acto sexual en su relación amorosa, revela una encuesta
importante realizada en Estados Unidos. A la pregunta planteada en
muchos diarios, “Estaría dispuesta a renunciar al acto sexual a cambio
de la ternura?”, 72% de 100.000 lectoras respondieron que serían muy
felices de no hacer el amor a cambio de sentirse mimadas y
acariciadas. Otra cifra interesante, 40% de las que preferían renunciar
al acto sexual tienen menos de 40 años.

En los años 80 se asiste en Estados Unidos sobre todo, pero también


en Quebec y en otros muchos países, a una “contrarrevolución sexual“.
¿Qué se constata en esta contrarrevolución? Que la mujer es incapaz,
como el hombre, de disociar por largo tiempo vida sexual y vida
amorosa sin provocar un desequilibrio grave. “En su gran mayoría,
escribe el antropólogo Donald Symons, las mujeres quieren tener un
sentimiento de amor o de ternura para su comparte. El sexo por el

6
Le Soleil, miércoles enero 18 de 1985.
Jóvenes, amor y sexualidad 74

sexo no les interesa”. Esto es igualmente verdadero de los hombres


aunque ellos no lo reconozcan tan abiertamente.

Las relaciones de una noche no producen nada que valga. Y para


todos, solamente generan frustraciones, decepciones. “La relaciones
sexuales en el marco de las relaciones amorosas y comprometidas son
algo absolutamente delicioso... Pero hacer el amor con un muchacho
una noche, es insignificante...”, confiesa a la revista Time una antigua
luchadora de la revolución sexual. Los tiempos han cambiado mucho!
¿Que lo tengan en cuenta los señores!

¿EN LAS RODILLAS DEL BUEN DIOS?

“Pero si se aman, hacen notar los adolescentes, entonces por qué no


hacer el amor? ¿Qué mal puede haber en hacer un bien? ¿Qué de
malo hay en estas diversiones desde el momento en que los dos
consienten? “Después de todo, Dios es amor, él está en favor del
amor; entonces, amemos sin temor”, avanzan otros.

Un cancionero canta: “Nosotros, los enamorados, dormimos sobre las


rodillas del buen Dios...” Gustosametne responderíamos: “¡Eso no es
tan seguro!” Perfectamente puedes estar enamorado o hacer el amor
sin estar en absoluto en las rodillas del buen Dios!

Entre nosotros, hay que reconocerlo, estos juegos sexuales entre


adolescentes son mucho más frecuentemente peligrosos que
inofensivos. El Talmud afirma: “Pensamos que una mala inclinación es
primero un pasajero, luego un huésped y finalmente el dueño”. Un
proverbio español dice que “Los hábitos son al principio como hilos de
araña, pero después se vuelven gruesos cables”.
Jóvenes, amor y sexualidad 75

¿No es jugar con fuego? Como decía muy bellamente Charles Péguy:
“Basta un fósforo para quemar toda una cosecha”. Uno no produce un
incendio si no sabe cómo apagarlo. Corre el riesgo de quemarse en
él”.

LA DECEPCION PUEDE SER AMARGA

Estas aventuras entre jóvenes a menudo son amores sin amor,


palabras sin compromiso, encuentros sin intimidad, placeres sin
alegría, promesas sin garantía, unión de cuerpos con cuerpos sin
unión de corazones... ¿Y entonces esto a dónde lleva? ¿Qué bienestar
verdadero produce? La decepción puede ser amarga.

¡Bienestar de ocasión, pero no ocasión de bienestar! ¿A menudo no


engendra rutina y cansancio en lugar de provocar una perpetua
admiración? En estas experiencias ¿cada uno no es más bien un
espectador, un mirador, un ensayador que otra cosa? ¡Una más, una
menos! “Hoy se ama con el cuerpo, mañana se amará con el corazón y
con el alma”, pretenden. ¡Veamos, pues! Nuestros actos nos siguen!.

Las experiencias sexuales con compañeros ocasionales dejan a los


jóvenes frustrados, decepcionados. La mayor parte no quedan
satisfechos con estas relaciones. Quedan a menudo con la idea de
que la sexualidad es “eso”.

Ellas causan a menudo pesadumbre las más de las veces. Estos


placeres de un momento pueden provocar la ruina de toda una vida,
como se ve con frecuencia. “Placeres de amor no duran sino un
momento! Pesares de amor duran toda la vida”, dice la canción.
Placeres que duran el tiempo de una rosa, que al amanecer se abre y
a la tarde se seca.
Jóvenes, amor y sexualidad 76

“Pero se hace por placer!”, insisten los jóvenes. “Lástima, a quien


quiere el placer, el placer se le escapa”, escribe el eminente
psiquiatra Víctor Frankl.

Como dice el mensaje publicitario: “Yo, yo por mi parte digo no!”. Vale
la pena saber decir no, en ciertos momentos, para elevarse hacia
placeres más duraderos! “Al renunciar al placer como fin, se encuentra
en la posición de encontrarlo como gracia y el céntuplo”.

DE AVENTURA EN AVENTURA

¿Quién no ha sentido después de estas noches llamadas de amor, una


pesadumbre cierta? Triste está la carne sin ternura.

“Pero son aventuras de una noche, de un verano en la playa, no más”,


dirán algunos. Otros son claros sobre el compromiso que ellos
asumen: “¡Sobre todo es sólo por una noche! Nada de apegarte a mi.
No hay amor allí. Es pasajero, puntual. Es todo!”. Algunas de estas
aventuras durarán quizás cuando mucho la estación, el tiempo del
camping... ¿Y después, qué?

¿Pero qué valen estas aventuras deliberadamente sin futuro? ¿No


duran más que el tiempo de un suspiro y después qué se ha logrado?
Con más frecuencia decepciones y hereidas que otra cosa, allí
siempre se sale perdiendo.

Anne Philippe lo expresa bien en su bello poema a la memoria de su


gran amor conyugal con el célebre actor Gérard Philippe: “Nada es
menos aventurero que las aventuras. Allí no se da nada esencial,
gracias a lo cual se piense en guardarse, mas se hace tan mal, que, de
Jóvenes, amor y sexualidad 77

aventura en aventura, a fuerza de emplear palabras y gestos no


merecidos, poco a poco se pierde, como un tejido se desgasta por el
tiempo sin haber podido servir”(NO LO ENTIENDO BIEN)

Biritte Bardot, la célebre actriz de los años 60, renombrada por su


belleza física muy notable y sus aventuras no menos conocidas,
reconoce la misma realidad en una entrevista concedida a Jean Cau:
“He tenido muchos amantes en mi vida. Se decía entonces que yo era
perversa. Le aseguro, señor Cau, no es un problema de perversidad,
es un problema de ternura. Para mí, la sola presencia que cuenta para
mí, en la cual puedo apoyarme, es la de un hombre. Pero, dígame, ¿de
qué hombre? Nunca encuentro a nadie; los mismos pasan y pasan
como un tiovivo.

“Entonces, cuando estoy en plena depresión, cuando me ahogo, me


agarro de una viga, la primera que pasa... Pero creo que no hay sino
vigas. A pesar de todas las cachetadas que he recibido, lo creo; y si no
creyera, sería atroz.

EL QUE PASA DE UNA A OTRA

Cuántos jóvenes por algún tiempo se pegan de una tabla, “la primera
que pasa...”! ¡Cuántos jóvenes después de muchas experiencias,
“jamás se encuentran con nadie”! Es como si el amor se les escapara
de las manos! Entonces van en busca del amor imposible, seguros de
encontrar en la morena lo que faltaba en la rubia, pasando de la una a
la otra sin amar de verdad a ninguna de ellas.

¡Cuántos Don Juanes no se encuentran en el amor! Como han perdido


la verdadera comunicación, multiplican los ensayos de contactos.
Como son incapaces de placeres profundos, siembran los placeres
fugaces. Como son ineptos para guardar cosa alguna, cogen todo lo
Jóvenes, amor y sexualidad 78

que pasa al alcance de su mano. Son eternos adolescentes que no


han alcanzado la edad de estabilizar su corazón

Anouilh dice crudamente: “A Don Juan no le gusta el vino; sólo le gusta


destapar las botellas!” Es un impotente de la relacion personal. Debe
recomenzar sin cesar porque fracasa cada vez.

No quiere apegarse a una muchacha en particular para amarlas a


todas, según cree. Pero se engaña cuando pretende ruidosamente
amar a todas las mujeres más bien que a una sola. Porque por querer
amar a todas, no ama a nadie.

El que pasa de una a otra no ama. Para amar, hay que salir de sí
mismo; aquel coge todo para sí mismo. Es demasiado amigo de sí
mismo para amar. No busca tanto suscitar el amor, cuanto
experimentar su propio poder.

A menudo está desesperado del amor. Piensa que ama tanto cuantas
noches hay. Repitiendo indefinidamente el mismo escenario para
intentar disminuir su angustia, su impotencia de amar lo hace
recomenzar siempre en el mismo punto, en cero. Sí, la desesperación
en los jóvenes los lleva directamente al descontrol de su sexualidad.

Cuántos comportamientos sexuales en los jóvenes son signos de una


desesperación. “Hay un nexo entre erotismo y absurdo. Cuando ya
nada tiene sentido, queda el placer instantáneo y sus artificios”,
escribe el filósofo Paul Ricoeur. Los corazones de veinte años
presienten este desespero, y apresuran a devorar la vida a dentelladas
mientras ella todavía conserva algún sabor.

“¿La licencia sexual no será también un signo de desesperación en


una cierta juventud? añade Ricoeur. En un mundo juzgado absurdo,
Jóvenes, amor y sexualidad 79

donde reina el desempleo, el anonimato de las grandes ciudades, la


violencia ciega, ¿el desenfreno sexual no será una especie de
evasión, como también lo es la droga? El desorden de la carne tiene
su origen en un drama del espíritu”.

JUGAR AL DON JUAN

Si les creemos a algunos muchachos en la cafetería o en el Colegio,


se habrían acostado con un número impresionante de muchachas.
Esto no es de admirar. ¿De dónde viene esta necesidad de establecer
su récord, de mostrar su ficha? ¿No dan entonces signos evidentes de
una cierta impotencia, de cierta inmadurez?

Algunos se precian de hacer el Don Juan. Ahora bien, muchos


psicoanalistas y psicólogos han observado que la virilidad aparente de
tales sujetos esconde a menudo una real impotencia. “Muchos se
sienten inquietos al encontrar a la propia madre en cada mujer...”,
escribió A. Hesnard. La infidelidad marital, más a menudo de lo que se
cree vulgarmente, reposa en un conflicto íntimo: es el signo, no de
libertad y potencia, sino precisamente de lo contrario”.

Hay allí un signo de inmadurez afectiva, “Los Don Juan y las


mesalinas, los “playboys” y los volubles son frecuentemente personas
incapaces de un comportamiento adulto, de relación sexual
satisfactoria, incapaces de amar. Cambiar de compañero es como una
exigencia de su capacidad psicológica de apegarse realmente a una
persona de amarla”7.

El hombre playboy estima que los demás, sobre todo las mujeres,
están hechas para él. Son sus accesorios de diversión, sus juguetes.
7
Guy Durand, Éthique de la rencontre sexuelle, Éd. Fides, 1971.
Jóvenes, amor y sexualidad 80

El ser humano allí queda reducido a ser un mero objeto. “En estos
juegos, en efecto, el otro es percibido fundamentalmente como un
instrumento de placer o de diversión, no como una persona; es
percibido como una cosa, como un objeto, no como un sujeto
personal” 8. Reducir a alguien a no ser sino un vulgar objeto de placer,
que se tira a la basura cuando ya no nos gusta, ¿se dan cuenta de lo
que esto significa?

Igualmente algunas mujeres son insaciables, consumidas por un fuego


tan ardiente que devoran un compañero tras otro. “Ignorando que el
problema tiene su origen en ellas mismas, en su propia ineptitud para
amar, están condenadas a buscar perpetuamente a aquel que las hará
conocer “el gran estremecimiento”. La historia nos ofrece numerosos
ejemplos de estos comportamientos borrascosos de hombres o
mujeres que buscan eternamente un espejismo”9.

No es multiplicando las experiencias sexuales como se prepara la


persona para conocer y gustar el amor. El matrimonio, en efecto, se
asemeja a una casa donde se tiene la seguridad de no encontrar sino
lo que se ha llevado allí.

El medio más seguro para entrar allí con las manos llenas, es no
malgastar, en la casualidad de los encuentros y lazos mediocres, el
tesoro de ternura y de generosidad que constituye el fondo de un
corazón joven, y reservarlo y acumularlo para el beneficio y la felicidad
de un solo ser amado para siempre.

COMO UNA BESTIA BRUTA!

8
Guy Durand, Éthique de la rencontre sexuelle, Éd. Fides, 1971.
9
Guy Durand, Éthique de la rencontre sexuelle, Éd. Fides, 1971.
Jóvenes, amor y sexualidad 81

¡Cuán molesta es la tendencia a apropiarse de las cosas, de las


personas cuando se necesita de ellas! Cuántos no ven sino el lado
útil, agradable o dañino de las realidades que los rodean! Ningún
comportamiento es tan cercano al del primitivo, del niño o inclusive del
animal.

“Cuando el lobo devora la oveja o se acopla con la loba, como dice


Jean Guitton, no les pide que estén a su paso”. El carácter individual
de la oveja y de la loba se le escapa. No es tal oveja la que le interesa,
sino una oveja; no es esta loba, sino una loba. La necesidad sexual
del animal es una necesidad abstracta, general. Ël perro no ama una
perra, simplemente quiere perra; el lobo quiere loba; el toro quiere
vaca y no una vaca determinada”.

Y cuando el hombre se abaja a amar de esta manera, a querer mujer,


no importa cuál mujer, y la mujer a querer hombre, no importa cuál
hombre, se rebajan al nivel de la animalidad. La prostitución está en
este nivel.

El deseo sexual humano, en lugar de dirigirse a un compañero sin


importar cuál, se limita a un ser singular. Pedro ama a Francisca y no
ama sino a Francisca. Todas las demás mujeres que pudieran
presentársele ya no le interesan. No ama sino a Francisca.

“¡Cuán a menudo el ser humano se comporta en este aspecto como un


ser bruto! No ve la individualidad propia y distintiva de las cosas y de
las personas a quienes se acerca; no capta de ellas sino ciertos
caracteres accidentales, periféricos, como el aspecto útil o agradable;
no busca sino utilizar las cosas para su propio bien” 10.

10
Benoit Gariépy, Contre vents et marées, Anne Sigier, 1983.
Jóvenes, amor y sexualidad 82

Tú debes absolutamente ir hacia los seres sin que intervenga la


necesidad, de otra manera no percibirás de ellos sino su superficie.

COMO JUGOS DE NARANJA O DE LIMON

¡Cuánto necesitamos aprender a amar! Algunos aman a las personas


como yo amo los jugos de naranja. Cuando necesito más vitamina C,
me gusta coger naranjas para sacarles todo el jugo posible. Una vez
que les he sacado lo mejor de ellas mismas, me desencarto muy a
gusto de sus cáscaras. ¿Qué quieres que haga?

Algunos aman a su amigo, a sus padres como yo amo las naranjas y


los limones: les extraen todo el jugo, hasta la última gota, cogiéndolos
todos y tirándolos luego. Una vez que les han sacado todo lo que
pueden, les dan la espalda.

Siempre estamos tentados a tomar a las personas, no como personas,


sino como simples ocasiones, o incllusive como cosas, objetos. Puesto
que sirven para lo que las necesitamos, nos servimos de ellas. Una
vez que nos hemos servido bien de ellas y que ya no sirven, las
dejamos de lado. Se ensaya a ver... Se va hacia el otro para ensayar...
Como si se pudiera ensayar un corazón de un hombre o de una mujer!
Como si un cuerpo fuera una mercancía! Con tal que esté a nuestro
servicio, poco importa lo que representa ante nuestros ojos!.

San Agustín tiene toda la razón cuando nos pone en guardia: “No
debemos amar a los hombres como los gastrónomos aman las
comidas, porque no es amar a los hombres el querer asimilárselos
uno”. No hay que amarlos para uno mismo, sino para ellos mismos.
Jóvenes, amor y sexualidad 83

ESO NO SE HACE

Las aventuras premaritales lejos de ser un preludio al amor, le ipiden


nacer, frenan su crecimiento, y a menudo lo destruyen. Inclusive
sucede que las relaciones fuera del matrimonio matan el amor.

La historia de Tamar y de Amnón narrada en la Biblia, es muy


significativa 11. Amnón pide a la muchacha que se acueste con él. Tamar
rehúsa: “No, hermano mío, no me fuerces, pues esto no se hace”. Ella
piensa en el matrimonio, porque las relaciones van unidas a él. “Habla
al rey, le dice ella, él no rehusará entregarme a ti”.

Pero el joven no piensa sino en poseer a la muchacha y satisfacer su


deseo: “El la dominó, le hizo violencia y se acosto con ella”. Cumplido
el acto, Amnón le cogió un odio muy fuerte: “Sí, el odio que le cogió,
prosigue la Biblia, sobrepasó en mucho al amor que había sentido por
ella”. Amnón le dijo: “Levántate, vete!”. Ella le dijo: “No, pues si me
echas, este segundo mal es peor que el que me hiciste primero”.

Viendo semejantes ejemplos fue como el pueblo judío sacó una


experiencia de vida, y de ella hizo un código de vida: nada de
relaciones sexuales fuera del matrimonio. Norma no arbitraria sino que
nace de la experiencia y del análisis de la realidad. Esta lección de la
vida, la retomó la Iglesia católica y ha hecho de ella un código para el
camino de los suyos 12.

El pensamiento oficial de la Iglesia católica es claro y firme: “La


utilización de la función sexual no tiene su verdadero sentido y su
rectitud moral sino en el matrimonio legítimo” 13.

11
2 Samuel 13,1-21.
12
Conferencia episcopal alemana, Documenttion Catholique, n. 1634, 1973.
13
Congregación para la Doctrina de la fe, “Declaración sobre algunas cuestiones de ética
sexual”, Documentation Catholique, n.1691, 1976.
Jóvenes, amor y sexualidad 84

Para la fe católica, la sexualidad es, indudablemente, signo y


orientación hacia un don total un compromiso del propio ser todo
entero, del uno para con el otro, hasta la muerte.

“La donación física total sería una mentira si no fuera el signo y el fruto
de una donación personal, total, en la cual está presente toda la
persona, aun en su dimensión temporal. Si se reserva algo, lo que sea,
o la posibilidad de decidir de otra manera en el futuro, deja de ser un
don total” 14

¿FLOR VIVIENTE O FLOR SECA?

“Un encuentro sexual,


que no es vivido
en un contexto
de un compromiso total
y de amor fiel
parece, a primera vista,
un acto de amor, pero en realidad,
difiere tanto
como una flor cortada difiere
de una flor viva;
la flor cortada puede parecer bella
y llena de vida
pero está condenada
quiérase o no,

14
Juan Pablo II, Exhortación apostólica: la familia, Ediciones Paulinas, 1982.
Jóvenes, amor y sexualidad 85

a secarse bien pronto”.

Cardenal L. J. Suenens

LA CARTA DEL NIÑO POR NACER

Ah! si todo joven pudiera escuchar el canto del niño por nacer, el canto
que él quizás introducirá en el mundo mañana...

Si es verdad que un niño viene a nuestros corazones, a nuestros


pensamientos mucho antes de que venga a nuestros cuerpos,
entonces jóvenes, escuchen hablar a este niñito de mañana, el de
ustedes.

Vengo de lejos, de muy lejos, de por allá... Estoy en camino desde


siempre. Habito ya, en secreto, en tus pensamientos, en tus sueños.
Vengo al mundo en tu corazón mucho antes de ser concebido por tu
cuerpo o en él.

“Los enamorados están solos en el mundo”, ¿no te sucede que lo


dices tú mismo? Aunque lo quisieras, no lo podrías. Porque todo amor
está orientado hacia la vida que ha de venir, hacia el hijo que ha de
nacer.

“El amor no ha permitido a Dios quedarse solo”, oí decir en alguna


parte. El amor tampoco te lo permitirá, porque tú te asemejas a Dios,
tejido en el tejido divino. Y el amor, como en Dios, se difunde en otro,
en un hijo, en una familia.

En amor, la fórmula 1 + 1 = 2 debe transformarse en la fórmula de la


fecundidad de la pareja 1 + 1 = 3.
Jóvenes, amor y sexualidad 86

“El hombre está hecho por y para el amor”, te gusta repetir. Ante todo,
“hecho por amor”, ¿lo sería yo mismo? Tengo la sensación de que yo
quizás pudiese venir al mundo sin haber sido verdaderamente
deseado. Esto me da miedo pensarlo. Un accidente ha sucedido tan
rápido; una debilidad, ¿qué sé yo? Algunos con tanta frecuencia
juegan con el amor...

Es verdad que nosotros, los hijos, grabamos muy pronto todo lo que
sentimos desde el seno de nuestra madre. ¿Y tú, olvidas que nosotros
no olvidamos nada? Nunca dudes de lo que pasa en la cabeza y en el
corazon de un niño. A veces me siento presa del espanto...

Si algún día llegara yo a oír: “Este niño, es un accidente del camino, un


error de termómetro, no era querido; pero hubo que recibirlo. Si
hubiera que volver a empezar, tomaríamos más medidas”. Tiemblo
pensándolo.

Yo quisiera ser amado, esperado, querido, deseado. Yo no quisiera,


sobre todo, que mi nacimiento sea un naufragio en una tierra no
preparada, en una isla perdida...

Ser deseado es, para mí, un derecho que está por encima de un
capricho de un joven que desea solamente satisfacer una necesidad
natural de desahogarse. Hacer el amor es una cosa, preparar el nido
de amor al hijo que puede brotar de allí, es otra cosa. Pero las dos
cosas deberían ser una sola.

“Hacer el amor no es suficiente... Hay que construir el amor como se


construye el propio nido. Cuando se quiere un hijo, hay que prepararle
una cuna. Esta cuna es el mundo entero.
Jóvenes, amor y sexualidad 87

¿Cómo quieres que yo no me sienta a veces como una carga


demasiado pesada para ti? Con toda la importancia que das al dinero,
a los viajes, a tu bienestar material, me da por pensar que yo podría
venir al mundo sólo cuando tú hayas podido ofrecerte todo eso.
Inclusive entonces, temo sentir una gran incomodidad porque por mi
presencia ya no podrás pagarte ciertos lujos. Nacido en semejante
ambiente, ¿cómo puedo sentirme “hecho para el amor”?

Cuando más tarde tú hayas de decirme cómo se hace para ser feliz en
la vida, ¿podrás mostrarme entonces el filme de tu vida con alegría y
orgullo? ¿Podrás exclamar frente a ese filme: “Hijo mío, mira cómo se
prepara uno para ser feliz en la vida”?

Tú, mi futuro padre, tú, mi futura madre, oyes resonar mi grito en tu


carne? ¿En qué mundo me harás nacer? ¿Vas a prepararme un
mundo vivible, una tierra habitable?

Tú que durante años te has intoxicado con música endiablada que no


expresa sino violencia y desenfreno, ¿sabrás escuchar la suave
música de mi corazón? Si esta música ensordecedora te ha sacado de
ti mismo, ¿cómo podrás escucharme cantar muy suavemente en el
fondo de tu corazón?

Tú que no piensas sino en la moda, en los carros deportivos, en los


paseos en moto, en sacarte el millón en la lotería, que no hablas sino
de hockey, fútbol y béisbol, ¿sabrás hablarme de amor a mí cuando te
diga: “Háblame de amor”? ¿Sabrás prepararme un lecho bien cálido
en el fondo de tu corazón, lejos de la amargura, de la indiferencia, de
la soledad...?

Antes de lanzar mi primer grito de vida, de esbozar mi primera sonrisa


cristalina, de balbucir mis primeras palabras: “Papá, Mamá, yo te amo”,
Jóvenes, amor y sexualidad 88

necesito dos miradas capaces de admirarse, dos manos que se


busquen, dos alientos que se junten hasta el fondo del alma. Necesito
también dos “sí” libremente pronunciados, dos cuerpos habitados por
dos corazones que canten el canto de amor de los enamorados.

Tu futuro hijo que desde ya te ama.

Mi corazón

Mi corazón
De débiles esperanzas
Que conocía tus ojos
Y aún soñaba en ellos.

Tus manos sobre mí se han cerrado


Antes que yo haya podido beber en ellas;
Tú me tomaste de la mano el día
En que yo quería creer en el amor.

Mi corazón
De pálidos recuerdos
Que creía encontrarse mejor
Apretando tu cuerpo.

Tú me tomaste de la mano el día


En que yo quería creer en el amor;
Mas yo creía en él mejor mirándote
Que lo que he creído en él amándote.

Mi corazón
De frágiles esperanzas
Jóvenes, amor y sexualidad 89

Que conocía tus ojos


Y aún soñaba en ellos.

Jean-Guy Olivier
Jóvenes, amor y sexualidad 90

CAPITULO VII

EL MATRIMONIO DE ENSAYO...
¿QUÉ PIENSAS DE ÉL?

No se puede vivir por ensayo,


no se puede morir solamente por ensayo.
No se puede amar solamente por ensayo,
aceptar un hombre únicamente por ensayo
y por un tiempo.

Juan Pablo II

SALTA! SALTA!

Un día un incendio amenazaba consumir completamente un inmueble.


En el tercer piso, un niño estaba aprisionado por las llamas. En la
calle, su padre le gritaba: “Salta, Salta!” El niño, oculto detrás de una
espesa nube de humo, responde: “Papá, no puedo saltar, no te veo!”
Y el padre le seguía gritando: “Salta, Salta! Tú no me ves, pero yo te
veo. Salta!”

Eso es la fe! Si no hay fe, no hay amor! Y no hay fe sin salto! No hay
amor sin riesgo! No hay vocación sin lanzarse al infinito! Hay que ver
cómo algunos quieren garantías para el futuro matrimonio; hay que
preguntarse si ellos aman de verdad!

En todo matrimonio, aun en el mejor preparado, hay una parte de


misterio, de salto hacia lo desconocido. Hay que dar lugar a lo
imprevisible, a las sorpresas, a la admiración!
Jóvenes, amor y sexualidad 91

Ningún soldado abrazará a su mujer diciéndole: “Yo me voy para una


guerra de cien años”. Después, mirando hacia atrás, es cuando él
sabrá cuánto tiempo duró la guerra.

Ningún novio puede tampoco decir a su prometida: “Nos amaremos


toda la vida, es cosa garantizada”. Más bien podría decir: “Te prometo
amarte cada día como el primer día de nuestro amor. Te prometo
casarme contigo cada mañana. Te prometo amarte hoy más que ayer y
menos que mañana”.

La verdadera fidelidad nos hace recomenzar cada día como la primera


mañana. Se decía a menudo antiguamente: “El matrimonio tiene éxito
a condición de recomenzarlo sin cesar...” siempre con la misma
persona. La verdadera fidelidad consiste en hacer renacer
indefinidamente lo que nació una vez. Pero lo que no es capaz de
renacer, quizás nunca había nacido...

“La fidelidad no consiste en recordar el juramento pasado para frenar


la amenaza de una evolución, de una novedad; la fidelidad es hacer
suceder cada día esta evolución, esta novedad así amenazadas”. De
esta manera el amor tiene su oportunidad de no morir jamás.

¿QUÉ VALE UN AMOR SIN RIESGO?

Sin esta fe, ¿dónde encontrar la valentía, la capacidad de asumir


riesgos? Sin esta fe, la pesona es incapaz de comprometerse en
proyectos a largo plazo.

Si no tienes confianza, ¿cómo quieres hacer promesas a alguien? ¿Y


para toda la vida? Nietzche tenía toda la razón: “El hombre no puede
definirse por su capacidad de prometer”. Algunos no pueden
Jóvenes, amor y sexualidad 92

comprometerse para con otro porque no se fían de sí mismos. Les falta


confianza.

“Sólo la persona que tiene fe en sí misma, escribe Erick Fromm, es


capaz de tener fe en los demás, porque solamente ella tiene la certeza
de que mañana ella misma será igual a como es hoy, y que por lo tanto
sentirá y actuará como siente y actúa hoy. La fe en sí mismo es una
condición de la aptitud para prometer. Lo que importa en el amor, es
tener fe en su propio amor, en su poder de suscitar el amor en los
demás y en su estabilidad”.

Tener fe en alguien significa igualmente tener fe en sus virtualidades,


en sus posibilidades, en su futuro. Tener fe en el otro es ayudar al otro
a desarrollarse. Esta fe exige valentía; hace asumir riesgos. “Para
amar, como para dejarse amar, hay que tener el valor de juzgar ciertos
valores como de importancia definitiva, y entonces, dar el salto y
apostarlo todo sobre ellos”.

Amar significa precisamente comprometernos sin ninguna grantía,


entregarnos sin reserva, esperando que nuestro amor engendrará el
amor en la persona amada. Esta fe es un arte que se aprende, lo
mismo que un niño aprende a caminar.

“Amar, escribe Louis Evely, es esperar al otro por siempre, darle


crédito, no recordar lo que ha hecho, sino abrirle todas las grandes
puertas del porvenir”.

Por desgracia hoy las personas no quieren ya asumir riesgos. Dudan;


lo postergan. Prefieren el ensayo. ¿Qué pensar del matrimonio de
ensayo?
Jóvenes, amor y sexualidad 93

¿Y ESTO A DONDE LLEVA?

¿Por qué los jóvenes viven juntos?

Para unos puede ser una forma de agredir a sus padres.


Menospreciando las prohibiciones. “Después de todo, somos libres...
Vamos a mostrarles de qué somos capaces... “

Para otros, es una reacción a la dimensión social del matrimonio:


¿“Por qué se entromete el mundo metiendo la nariz en nuestros
asuntos? Son problemas nuestros. ¿Qué tienen que decir la sociedad
o inclusive la Iglesia sobre nuestro amor? Es cosa que nos atañe sólo
a nosotros...“

Para algunos, la cohabitación sin compromiso puede ser el síntoma de


un temor frente al compromiso o la duración, es decir, una angustia
profunda. Para otros, vivir juntos es la afirmación de una voluntad de
verificar y de afirmarse: “Estoy hecho para eso?...”

El matrimonio de ensayo está cada vez más de moda. Pero la moda no


es la norma.

“La estadística no es un oráculo destinado a sondear la voluntad de


Dios, hace notar muy acertadamente el cardenal Ratzinger. Ella es
importante... pero no es normativa. Lo que hace la mayoría puede ser
igualmente falso y es susceptible además de modificarse muy
rápidamente. Una de las tareas de la Iglesia consiste en echar sin
cesar una mirada crítica sobre la historia, sobre todo cuando una
civilización ha venido a ser tan enferma como infortunadamente se
puede afirmar de la nuestra”.
Jóvenes, amor y sexualidad 94

Hay que hacer un importante esfuerzo de lucidez para buscar el


significado real de tal cohabitación... ¡Pero no se engañen! Las
motivaciones que ustedes dan a su párroco, a sus padres, a sus
amigos, a ustedes mismos son muy diferentes. En el fondo, ¿saben
ustedes por qué deciden vivir juntos?

¿A qué lleva esto? A corto plazo, se pueden obtener ciertos efectos


benéficos: disminución de la angustia, ventajas financieras,
alejamiento de los padres, conocimiento más profundo del otro...

¿Pero a largo plazo? He ahí por qué examinaremos un cierto número


de puntos susceptibles de cuestionar un estado de hecho que se
vuelve más y más una moda pero que no por ello es de las más felices.

UN ENSAYO NUNCA ES ABSOLUTAMENTE CONCLUYENTE

Primer punto: un ensayo es y seguirá siendo siempre un ensayo.


Nunca es absolutamente concluyente. No garantiza en nada la
armonía sexual o el éxito de la pareja en el matrimonio.

A menudo sucede que una pareja marcha bien durante el período de


ensayo... y a partir del día en que esta misma pareja se casa “las
cosas ya no marchan en absoluto”. ¿Por qué? Durante el período de
ensayo, se vive bajo la mirada del otro con la amenaza de una ruptura
posible. Se vive solamente en función de las expectativas del otro. No
se es uno mismo, se hace un efuerzo. Después se abandona el
esfuerzo y todo se derrumba...

A la inversa, algunas parejas que no han tenido éxito en una vida de


ensayo entre dos, llegan a vivir en verdadera armonía en el
matrimonio.
Jóvenes, amor y sexualidad 95

También se ve en algunas parejas para quienes este tiempo de


“ensasyo” ha sido en verdad un tiepo de descubrimiento del cuerpo y
de la personalidad necesario para el equilibrio futuro de la pareja.
Todo es posible! Pero reconozcamos que un ensayo nunca es
absolutamente concluyente.

EN UN ENSAYO SIEMPRE SE ES
MAS O MENOS ESPECTADOR

Segundo punto: en el matrimonio de ensayo, admitámoslo, siempre


se es, más o menos espectador. “Se quiere un tiempo para ver”, se
ensaya “a ver”... Allí se está como en un espectáculo “para ver cómo
va a evolucionar el asunto”. No sabiendo demasiado a qué atenerse,
se observa.

Ahora bien, no se puede a un mismo tiempo vivir el momento presente


con el placer y observarse mientras se lo vive. Sin embargo es esto lo
que sucede entre las parejas que viven un ensayo... “a ver”. Como lo
afirma el moralista Xavier Thévenot: “En tales parejas existe el riesgo
de que los compañeros, en lugar de dejarse llevar a vivir la relación
presente en su intenidad, se sitúan como espectadores de sí mismos
para saber “cómo van a evolucionar las cosas”.

De ahí vienen algunos problemas relacionales. Los sexólogos por lo


demás observan que “la actitud de espectador” que toman algunos
cónyuges agrava los síntomas de la impotencia y de la frigidez.

EN UN ENSAYO A MENUDO SE DA
LA SOSPECHA Y LA DESCONFIANZA
Jóvenes, amor y sexualidad 96

Tercer punto: en el centro de una pareja “de ensayo, a menudo se da


la sospecha y la desconfianza. “Están juntos para ensayar por si las
cosas no marchan”. Esto es capital!

¿Han refleixonado bien esto? En el centro de su relación de pareja de


ensayo, está la sospecha y la desconfianza. “Se sospecha de sí
mismo, de no ser capaz de dar la medida, se sospecha de que la otra
persona no va a corresponder a lo que se espera de ella”.

¿Pero cómo quieren ustedes construir una relación humana verdadera


cuando la sospecha es su base? La confianza mutua es indispensable
en toda relación humana seria. Fiarse del otro, tenerle confianza es
necesario. ¡Es esencial!

Seguramente en un comienzo no se tendrán todas las garantías de


que durará toda la vida. ¿Qué será un amor en donde por anticipado
se tengan todas las garantías? El amor encontrará su solidez en los
esfuerzos que cada uno aporta para conservarlo siempre vivo.

La pareja de ensayo siempre tiene un pensamiento subyacente: “En


caso de que...” Y todo pensamiento subyacente constituye un peligro
en las relaciones. “Ciertamente, en ninguna pareja, lo hace observar
Xavier Thévenot, existe una relación sin pensamientos subyacentes,
pero en el “matrimonio de ensayo” el pensamiento subyacente me
parece ser la constitución misma de la pareja. Lo cual es grave”.

UNO SE COMPROMETE A CONDICION DE QUE...


Jóvenes, amor y sexualidad 97

Cuarto punto: me casaré contigo a condición de que... ¡A cuántas


parejas jóvenes les he oído decir: Ël o ella no tiene sino que
cambiar...Yo lo amaré para siempre a condición de que....

Pero un amor condicional no es amor. Es un negocio, un contrato en


que se introducen cláusulas, donde “no hay crédito”. Se puede
ensayar un automóvil, comprarlo, cambiarlo por un modelo más
reciente. El amor no!

Es extraño, en el matrimonio de ensayo se hace compromiso a


condición de que... ¿Se ama de verdad en semejante contexto? ¿Qué
pensarías de alguien que dijera a su amiga: “Yo te amo, pero a
condición de que no cambies...”

El amor no puede crecer plenamente en una relación cuando es


condicionado. “Permaneeremos juntos si nos amamos, si las cosas
entre nosotros marchan”. ¿No habrá en el uno o en el otro de los
compañeros este signo de interrogación? De allí resulta una angustia
inevitable a pesar del éxito engañoso de algunas relaciones sexuales.

Inclusive algunos jóvenes se sienten mal para captar la seriedad del


matrimonio de ensayo. Pedro, estudiante de medicina, casado
después de un período de vida común, se explica: “El matrimonio de
ensayo, no creo en él... Esto me parece curioso. Uno, o se
compromete, o no se compromete. No es posible comprometerse con
un signo de interrogación. Se toma la decisión, o no se la toma. A mi
modo de ver, en este truco, no se ha tomado la decisión, por tanto no
es una vida común con un proyecto de matrimonio. No se puede vivir
juntos y ver si las cosas van a marchar o no.

“El hecho de que marche o no depende de nuestra determinación. No


puede durar a menos que se tome la decisión de que dure. Si no se
Jóvenes, amor y sexualidad 98

toma esta decisión, los acontecimientos, la vida común, no pueden


tomarla en lugar de nosotros. Y tiene que fallar. Tomar por criterio el
hecho de que la vida común va bien o no, es invertir las cosas”.

El acto sexual nos compromete al uno para con el otro, so pena de


deshumanizarlo. No puede ser vivido como un juego como un ensayo.

JAMAS PODRÉ VOLVER A CONFIAR

Quinto punto: en el fondo, con el matrimonio de ensayo y la unión


libre, se prepara sin reconocerlo siempre, “una puerta de salida”. Se
vive juntos mientras las cosas vayan bien... Y cuando no vayan bien,
se separarán por las buenas, sin armar tragedias!

¿Qué pensar de una unión que se funda en “una puerta de salida” en


lugar de apoyarse en un surco que nos abre a todo el resto, como una
puerta de entrada? ¿No nos parece extraño esto? ¿Qué pensarían
ustedes de un empresario que construyera su edificio según la “puerta
de salida”? Ciertamente la puerta de salida hace falta. Pero
obviamente, no a la entrada!

Sexto punto: si hay separación, ¿cómo será vivida por las partes
implicadas? ¿No es posible haber empeñado toda la propia persona a
otra en una experiencia profunda que se habrá llevado a cabo por dos,
tres, cuatro o cinco años, sin que algo se rompa en la persona. ¿Y qué
decir de lo que se ha roto en la otra persona?

El peligro de que nuestro corazón sea herido en lo vivo, y de que


tengamos dificultad para recuperar la confianza no puede dejarnos
indiferentes. “Jamás podré confiar en alguien como lo he hecho”,
reconocen muchos después de tales experiencias.
Jóvenes, amor y sexualidad 99

SE QUIERE TENER PRUEBAS

Séptimo punto: otra razón que se da para el matrimonio de ensayo o


para la unión libre, es que se quiere “tener pruebas”. Se quiere
poner a prueba su propio amor. Si se tiene tanto interés en esto, es
porque se tienen dudas al respecto.

En el fondo, a menudo ¿en todo “matrimonio de prueba”, en toda


“unión libre”, no habrá más bien una falta de fe? Todo gran proyecto,
toda gran aventura, todo gran descubrimiento exige como punto de
partida “tener fe”. No hay amor sin fe!

¡Pero cuántos comprometidos carecen de confianza! Confianza viene


de fianza, y fianza implica fe. Aquel a quien le falta la fe es incapaz de
comprometerse en proyectos a largo plazo.

El que ama cree. “El amor es un acto de fe, y quien tiene poca fe tiene
poco amor”. Parecería que se está leyendo el evangelio. Sin embargo
es la afirmación de un psicoanalista, Erich Fromm en su bellísimo libro
El Arte de Amar. “La práctica del arte de amar exige la práctica de la
fe”, afirma. ¿La fe en quién? En sí mismo, en el otro, en el amor, y en
Dios.

¿Cómo llega el hombre de ciencia a un descubrimiento? ¿Cómo los


grandes exploradores se lanzan a la aventura en alta mar? ¿Cómo los
grandes enamorados que nos han precedido se han lanzado en la
aventura de toda una vida, sino a causa de su fe?.La fe es
indispensable para tales proyectos.
Jóvenes, amor y sexualidad 100

¿QUÉ VALOR TIENE UN REGALO HECHO


POR UN TIEMPO LIMITADO?

Octavo punto: el matrimonio de ensayo permite planear la posibilidad


de un don de sí para un tiempo meramente limitado. Mientras que
el amor es el don total de sí al otro.

¿Pero qué es un don? Un don es un acto que está más allá de todo
interés y en el cual no hay vuelta atrás del sujeto sobre el asunto, sin
lo cual ya no es un regalo, donación, sino un cálculo. El don es
desinteresado; es gratuito.

¿Pero qué vale un don si uno se reserva la posibilidad de retomar la


cosa dada dentro de un tiempo? ¿Quién no ve la injuria que se hace al
amor cuando uno se reserva la posibilidad de echar atrás su
compromiso? ¿Quién no admitirá el carácter extraño de un don
cuando, por precaución, se pretende recuperarlo después de ofrecido?

El don de una persona humana a otra persona humana no puede


hacerse por un tiempo. Escuchemos al cardenal Ratzinger: “La
donación corporal total de dos seres el uno al otro se vuelve mentira
cuando no es la expresión y la realización del don pleno y verdadero
de dos seres, el uno al otro, un don que conlleva igualmente la
dimensión del tiempo: si yo rehúso al otro mi futuro, ya desde ahora
mismo no le estoy totalmente presente, le rehúso algo esencial de mí
mismo”.

PARA LO MEJOR Y PARA LO PEOR


(EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS)
Jóvenes, amor y sexualidad 101

“El amor sin fidelidad no es amor, sino un engaño”, afirma el cardenal


Hoeffner. Por tanto la unión es para en las buenas y en las malas.
Un amor verdadero siempre es de por vida. En la vida y en la muerte!
El matrimonio jamás puede ser para un tiempo. Es una contradicción.

“Un futuro esposo que no dijera con una firme voluntad: “Sólo para ti, y
por siempre”, ciertamente no entraría en el matrimonio, sino que
pasaría por un lado. “El matrimonio de ensayo”, “los matrimonios por
un tiempo” no son matrimonios sino mentiras de vida”. 15

El médico suizo Th. Bover escribe al respecto: “Las cosas esenciales


de la vida: nacer, procrear, educar o morir, no se pueden hacer por
ensayo, sino solamente en forma definitiva. Lo mismo es para el
matrimonio, porque pertenece a las cosas esenciales”.

Igualmente la Conferencia episcopal alemana delara: “El don sexual


personal solamente puede ser consumado; no puede hacerse por vía
de ensayo”.

Juan Pablo II ayudó a los jóvenes del Canadá a reflexionar: “Preparaos


para el compromiso digno y verdadero del matrimonio. Reaccionad
contra muchas incitaciones y no confundais la experiencia prematura
del goce con el don de sí en el amor lúcidamente consentido para
siempre. Cuando hombre y mujer, unáis vuestras vidas, estad resueltos
a hacerlo con toda generosidad, deseando cada uno ante todo el
bienestar del otro, juntos deseando dar la vida y preparar el bienestar
de vuestros hijos. Preparaos para el único compromiso digno del amor
humano: el compromiso en el matrimonio para construir una obra con
la dimensión de toda una vida. Y que la palabra de Cristo sea también

15
Cardenal Hoeffner, “La Morale sexuelle à la lumière de la foi”, Documentation
Catholique, no. 1628,1973.
Jóvenes, amor y sexualidad 102

allí vuestra luz: “Nadie tiene amor más grande que el que da su vida
por aquellos a quienes ama”(Jn 15,13).

¿Y SI YA NO HAY AMOR?

A menudo se presenta una objeción al matrimonio, a un proyecto de


vida a largo plazo, a un matrimonio “de por vida”, la cual puede
expresarse así: “De nada sirve mantenerse juntas dos personas si ya
no se aman”. ¿Qué pensar de esto?

“Que los que se aman se unan desde que se amen, que sigan unidos
mientras se amen, pero que, desaparecido el amor, nada ni nadie
puede impedirles separarse e ir cada uno por su lado, rehacer su vida
en compañía de otra persona”. He ahí la nueva moral!

La objeción es seria. Aquí tocamos un punto neurálgico de la


concepción del amor. Vale la pena detenernos en él, porque dice
mucho sobre el amor.

En efecto, algunos optan por la unión libre con preferencia al


matrimonio para conservar esta libertad de abandonarse si las cosas
no resultan. Algunos inclusive entran en el matrimonio con esta idea:
“Si las cosas no marchan, nos abandonamos; si ya no hay amor, nos
dejaremos...”

Esta actitud nace de una incomprensión: entre “ser amoroso” y “amar”.


Ser amoroso no es necesariamente amar; ser amoroso es un estado,
mientras que amar es un acto. Ahora bien, se asume un estado, pero
se decide un acto.
Jóvenes, amor y sexualidad 103

Algunos (los adolescentes sobre todo!) son amorosos y sin embargo


no aman. Ellos tienen amor con el amor, pero no con la persona
amada. Viven según el “feeling”; los sentimientos los hacen “viajar”.
Pero aquí no se trata del amor verdadero!

Estar en el amor es importante! Y tanto mejor si ustedes son amorosos,


pero no se queden allí! Es una buena cosa, en verdad, pero no es lo
mejor, porque no se puede hacer de esto la base de toda una vida. Es
un sentimiento noble, pero no es sino un sentimiento; hoy está,
mañana puede no estar, esfumarse...

LOS SENTIMIENTOS SE VAN


COMO LAS OLAS DEL MAR

Los sentimientos vienen y se van como las olas del mar. Un


sentimiento no dura; el conocimiento perdura, el amor dura, los
principios permanecen... En cambio el amor activo, que no sólo es
sentimiento sino también decisión, está impregnado de permanencia.
El amor, además de ser un sentimiento, es sin embargo un acto de
voluntad, una decisión tomada a pesar de todo.

Yo puedo siempre decidir amar. Aun cuando el sentimiento se haya


desmoronado, puedo decidir amar; quiero tu bien, quiero que tú seas
feliz, quiero tu bienestar... “El hecho de dejar de ser amoroso no
significa en manera alguna dejar de amar; porque amar es un acto
consciente y voluntario que se asume”.

Lo que comenzó a nacer se hace crecer, y corresponde a cada uno de


nosotros el llevarlo a buen término. Como se puede ayudar a un fruto
para que salga bueno, así se ayuda al amor adesarrollarse. Estas
cosas de la vida del amor, no están hechas de una vez por todas, sino
Jóvenes, amor y sexualidad 104

que hay que hacerlas! El amor es un arte que se aprende y se


desarrolla.

A propósito del amor, el filósofo Alain escribió lo que sigue: “La


verdadera cortesía consiste en probar lo que se debe probar”. ¿Se
debe probar el amor? Hay que esforzarse por probarlo! “Pero, se dirá,
¿se puede forzar el amor? Es imposible, no se gobierna el amor!” Y
sin embargo...

Se llega a ocultar muy bien los propios sentimientos! ¿Por qué no se


podría llegar a cambiar voluntariamente los sentimientos,
desarrollarlos moviéndose como un gimnasta? Se obliga a las
personas al respeto, a la discreción, a la justicia... ¿Por qué va a ser
distinto respecto al amor? El amor abandonado a sí mismo no es
natural, y el deseo mismo no lo es por mucho tiempo. Pero hay que
querer ser fiel para llevar al amor a su culminación.

“Hay que escoger ser fiel, escribe Alain; hay que escoger hacer una
buena elección... Así, sin duda no hay un solo amor que no pueda
llegar a ser grande y bello si se lo jura; y el más bello amor no va lejos
si no se le ve correr. Pero más bien hay que llevarlo en brazos, como
un hijo querido”.

Mis queridos Enrique y Clara:

Cuando nos encontramos la otra noche, me manifestaron su intención


de no vivir juntos sino cuando se hayan casado. Les dijeron: “¡Es una
locura! Antes de comprometerse definitivamente entre los dos es
necesario conocerse físicamente y probarse en la vida diaria...”
Jóvenes, amor y sexualidad 105

Y ustedes dicen: “Respetar ciertas etapas nos parece que más bien
nos ayuda a conocernos mejor. No solamente no queremos vivir juntos
antes, sino que tenemos la intención de no tener relaciones sexuales”.

Ustedes agregaron: “Quizás no es eso lo que se realizará. Sentimos la


fuerza del deseo que nos empuja al uno hacia el otro, la ternura que
nos hace fundirnos el uno ante el otro... Y entre nuestros compañeros
somos los únicos que queremos vivir así: esto produce vértigo, e
inclusive, si percibimos todo el sentido de nuestro proyecto, también
dudamos un poco de nosotros mismos...”

Ustedes se alegran de tener, uno y otra, un tiempo para vivir solos:


más entre sus padres, y menos juntos. Esto les permite encontrarse y
conocerse mejor. Esta distancia, esta autonomía de cada uno, la
encontrarán ustedes entre sus amigos que por su parte han escogido
vivir juntos sin ser casados.

También me dijeron ustedes: “Tenemos la impresión de conocernos


mejor que algunos de nuestros coetáneos que viven juntos desde hace
tiempos y jamás han abordado entre ellos ciertos temas. Esperamos
que una vez casados, el compartir de la vida diaria nos permitirá
profundizar en un verdadero diálogo entre nosotros. Esto nos parece
importante, para hoy lo mismo que para mañana.

Escuchándolos a ustedes yo pensaba en otras parejas que habían


resuelto no comenzar la vida común sino después del matrimonio, en
una experiencia muy diferente de la de us-tedes: uno de ellos había
vivido en pareja antes y había terminado mal. También ellos querían
construir su vida de pareja sobre otras bases.

Pienso también en las parejas de las cuales me han hablado ustedes y


que ponen en discusión la elección que ustedes han hecho. Ustedes
Jóvenes, amor y sexualidad 106

son sensibles a lo que ellos están viviendo. Pero sin compartir la vida
diaria, ustedes ya están haciendo la experiencia de un amor concreto
al hacer frente juntos a las dificultades de la vida.

En nuestra conversación de la otra noche, ustedes subrayaron con


fuerza los valores de la sexualidad, ligada a la entrega total del hombre
y de la mujer uno para el otro. La decisión que ustedes tomaron de no
vivir juntos sino cuando estén casados, significa, más firmemente que
para otros, el antes y el después del matrimonio y su carácter de
compromiso definitivo.

Al hacer esta elección, ustedes confían en la experiencia de los


cristianos que los han precedido y que, fieles a la tradición de la Iglesia,
han hecho la misma elección que ustedes. Incluso aunque ustedes
vivan esto de otra manera que las generaciones precedentes. Porque
ustedes quieren inventar su propio camino.

En nuestros próximos encuentros volveremos sobre las etapas que


marcan su itinerario, explorando juntos lo que es para ustedes y para
la Iglesia el matrimonio, al cual ustedes se preparan. Esto nos ayudará
a avanzar juntos...16

Francisco, presbítero.

16
Revista Fêtes et Saisons, oct. 1984, París, Cerf.
Jóvenes, amor y sexualidad 107

Tu nombre

Escribí tu nombre en la arena,


pero la marea se lo llevó.
Grabé tu nombre en la corteza,
pero el árbol fue convertido en papel.
Imprimí tu nombre en este papel,
pero se arrugó.
Incrusté tu nombre en el mármol,
pero la piedra se rompió.
Grité tu nombre sobre los techos,
pero el viento se lo llevó.
Esculpí tu nombre en el hielo,
pero la primavera lo fundió.
Entonces escondí tu nombre
en lo profundo de mi corazón,
y el tiempo lo ha preservado
para la eternidad.
Jóvenes, amor y sexualidad 108

CAPITULO VIII

LOS ESPONSALES:
EL TIEMPO DEL DESEO

Cuando decimos
mi país, mi novia,
quiere decir,
no que nosotros los poseemos,
sino que les pertenecemos
sin reserva.

Kierkegaard

AMAR ES RENUNCIAR
A TODO MEDIO DE PODER

Una niñita, Helena, se quemó en el último grado. Por algunos días


estuvo en cuidados intensivos con prohibición de visitas. Después de
tres días, se permite al papá verla, pero con muchas precauciones,
sólo por un minuto y detrás de un vidrio. A la madre se le pidió no
dejarse ver por el momento para evitar a la niña el excesivo
sentimiento. Mientras el padre se aproximaba para ver a la niña, la
madre se econde detrás de su esposo para no ser vista por la niña.

La pequeña Helena ve a su padre detrás del vidrio que los separa y


pregunta: “Papá, por qué no vino mamá? Dile que venga a verme, me
siento tan mal sin ella... Tengo tanto deeo de verla!...”

De regreso en el corredor, la madre hace notar: “Habría sido tan fácil


dejarme ver inmeditamente a mi hijita. Pero, como me daba cuenta de
Jóvenes, amor y sexualidad 109

que yo podía hacerle daño yendo demasiado rápido, preferí esperar y


perrmanecer escondida. Amo tanto a mi niñita que no quise
aparecérmele”. He ahí un verdadero amor!

Jean Lacroix lo dice con gracia: “Amar es prometer al ser amado no


emplear jamás un medio de poder sobre él”. Amar es renunciar a toda
fuerza, a toda presión sobre la persona amada. Amar es esperar todo
el tiempo que se necesite para hacer crecer el deseo.

Amar es hacer de modo que el corazón esté lo mejor preparado para


recibir todo lo que se está en condiciones de ofrecerle. Amar es
acercarse lo más posible a la persona amada pero dejándole todo el
espacio libre. Amar es estar tan apegado al otro, que no haya
necesidad de pegársele.

SU ESPOSA SALIO DEL CORAZON DE EL

Leyendo el Génesis me he admirado de ver cómo Adán, el primer


hombre, tuvo su primer encuentro con Eva. El solo, andaba como un
alma en pena buscando el alma hermana. Sentía un vacío. Buscaba lo
que había de completarlo: la mujer.

“No es bueno para el hombre estar solo, dice el Señor. Voy a hacerle
una ayuda adecuada”(Gn 2,18).

Y ustedes saben cómo encontró a su esposa? El Señor hizo caer


sobre él un profundo sueño. Y en su sueño fue donde le fue dada su
esposa. De la costilla de Adán, de su lado, de su corazón fue de
donde salió ella.
Jóvenes, amor y sexualidad 110

¿Qué significa esto? Para encontrar aquella para quien está hecho tu
corazón, necesitas primero buscarla en tu corazón. Hay que haberla
esperado, deseado, orado desde el fondo de tu corazón por largo
tiempo. Tú la presientes primero en ti, la conoces en tu corazón antes
de reconocerla en aquella a quien estás llamado a amar por sobre
todo. De allí, del fondo de tu corazón es de donde debe salir aquella
que te está destinada.

¿Te causa sorpresa el esperar por tanto tiempo antes de encontrar la


persona para la cual tu corazón está hecho? Esta espera no es vana,
porque para reconocer a la persona que se ha de amar, debes primero
haberla conocido en tu corazón.

Solamente si la has visto primero en tu interior, la reconocerás en el


exterior entre otras mil. Entonces, cuando descubras la persona
amada, te invadirá un sentimiento extraño. Desde los primeros
encuentros, reconoces: “Qué curioso, es como si nos conociéramos
desde hace tiempos. Me parece haberte conocido siempre. Tú estabas
en mí sin que yo lo supiera”.

PERMANECER INDEFINIDAMENTE
EN SU ANSIA

En el amor hay una ley vieja como el mundo, una ley de oro: ver pero
no tocar.

Nuestros primeros padres miraron el fruto del árbol de la vida. “Miren,


las había dicho Dios, pero no toquen! Deseen, contemplen, pero no
pongan la mano sobre el fruto antes de tiempo!”. Les habría bastado
un amor para desear el fruto con todo el corazón, sin poner la mano en
él. Pero ellos no tenían este amor. Y nosotros tampoco lo tenemos.
Jóvenes, amor y sexualidad 111

¿Qué es la amistad? La amistad es estar allí delante del ser amado a


quien necesito como el agua, como el pan... Es esa fortaleza de alma
que nos hace acercarnos lo más cerca posible al ser mismo que nos
es necesario, como un alimento, pero permanecer allí en nuestra
hambre mirando, contemplando de lejos.

Simone Weil evoca a propósito esta “parte superior del alma que no se
alimenta sino de hambre”. La amistad es esta capacidad de
permanecer indefinidamente en el propio deseo. Es el milagro por el
cual se tiene esta fuerza de alma para mirar a distancia el fruto, el
corazón del corazón del ser amado sin tocar, sin poner la mano, sin
apropiárselo. Esta fuerza no siempre la tenemos.

Ës la fuerza de alma que Eva no tuvo, escribe Simone Weil, y sin


embargo ella no tenía necesidad del fruto. Si ella tenía hambre en el
momeneto en que miraba el fruto y si a pesar de esto ella hubiera
permanecido indefinidamente mirándolo, sin dar un paso hacia él,
habría realizado un milagro análogo al de la perfecta amistad”.

Quizás ustedes recuerdan a María Magdalena, que amaba a Jesús


con una amistad tan profunda. Éste, después de su muerte, se le
aparece en el huerto. Al reconocerlo, ella se arroja a sus pies para
retenerlo, para conservarlo cerca de sí. Pero él le dice: “No me toques,
no me retengas...”(Jn 20,17). No pongas la mano sobre la persona
amada, como para retener el agua en la mano, más bien abre la mano
en lugar de cerrarla. ¡Qué amistad tan maravilosa!

Si las víctimas de nuestro amor pudieran hablar, quizás dirían: “Ámame


un poco menos, déjame libre! Soy prisionero de tu amor. Puesto que
dices amarme, quieres controlar toda mi vida, quieres forjar a tu gusto
Jóvenes, amor y sexualidad 112

mi propio bienestar. Con sólo que no me amaras tanto, al fin podría yo


ser yo mismo”.

EL DESEO DE TODO COMPROMETIDO

Algunos terapeutas sugieren a parejas “en dificultad”, no tener


relaciones sexuales por un tiempo. ¿Saben ustedes por qué? Para
reencontrarse. Para hacerles revivir el tiempo del noviazgo que ellos
han dejado de vivir en el interior de su vida de pareja o que nunca
vivieron antes de su matrimonio.

¿En qué consiste el tiempo del noviazgo?

En el amor, viene un tiempo en que quisieran no hacer otra cosa sino


amarse! No ser sino una sola carne! No dos, sino uno! Comulgar con
el otro, descender a su corazón, llegarse hasta su alma, entrar en su
espíritu, he ahí el deseo de toda pareja de novios!

Nos invade un deseo irresistible de un encuentro con el otro en lo


mejor de sí mismo! Es la fuerza de los encuentros. Misterio que nos
sobrepasa! Impresión de vértigo que nos domina! Potencia extraña
que nos invade, que tiene repercusión en toda la sexualidad! Es el
tiempo del deseo.

¿POR QUÉ NO ESPERAR?

¿Qué hacen entonces los novios? ¿O mejor, qué deberían hacer los
novios? Primero pasar al reconocimiento: “Tengo hambre de ti, de
encontrarme contigo, como nunca. Tengo una sed insaciable de
Jóvenes, amor y sexualidad 113

descubrir quién eres tú. Un fuego devorador de conocerte en lo más


bello de tí mismo. Un deseo más fuerte que nunca!”.

“Yo quisiera hacer el amor contigo. No ser sino una sola cosa contigo!
Tengo el deseo de rendirme a lo más bello de tí. Ir hasta donde nunca
jamás he ido. A tu misterio más profundo! A tu aspecto más
inalcanzable! A aquello que me has ocultado por un sano pudor! A ese
transfondo de ti a donde no has permitido llegar a ningún otro, porque
lo guardabas para aquel que estaba destinado a ti por siempre.”

Esta confesión debe hacerse. Es bien hermosa. Nada reprensible hay


en esta fuerza de encuentro que habita en ti! Por el contrario, es el
signo de un amor más fuerte que todo.

Pero una vez hecha esta confesión, normlmente debería proseguirse el


diálogo así: “Te deseo... Pero solamente somos novios! ¿Entonces por
qué no esperar? ¿Por qué no permanecer con nuestra hambre, con
nuestra sed? Ellas se intensificarán más y así se engrandecerá
nuestro corazón. ¿Por qué no permanecer con nuestro apetito, con
nuestro deseo? Nuestro corazón se dilatará más y nos abrirá aun más
el uno al otro”.

Es el tiempo del noviazgo.

EL QUE QUIERE VIAJAR LEJOS


PREPARA SU MONTURA

Esta debería ser la actitud de los novios, sobre todo de los novios
cristianos!
Jóvenes, amor y sexualidad 114

Cuando los padres de ustedes se vistaban cuando su padre sentía


este deseo y “hacía avances”, la madre de ustedes generalmente
respondía: “ ¡Espera! ¡Esperemos! Será mejor después!” ¡Qué
sabiduría! ¡Hacer esperar a alguien para acrecentar su deseo es todo
un arte.

El que no sabe esperar no sabe amar. El que no ha aprendido a


esperar desde sus primeras visitas, ¿cómo podrá aprender a amar?

Una de las grandes pruebas del amor es saber esperar. Cuando


alguien sabe esperarte a pesar de todo, ¿no te da una garantía de
amor?

Algunos jóvenes han tenido todo al alcance de la mano. Jamás han


aprendido a esperar. ¡Ya no desean nada! ¡Qué drama! ¿Cómo van a
poder amar?

¿Pero quién sabe esperar hoy? No se consigue quién sepa esperar.


“El amor, en la mayoría de los hombres, está dominado por el deseo, y
el deseo no tiene los riñones bien cubiertos”, hace notar alguien. Por
tanto, como dice el proverbio, “el que quiere ir lejos, ha de preparar su
montura”.

Los gourmets finos saben mucho de esto: más que de comer, se trata
de entretener el hambre. Los finos degustdores de vino también lo
reconocen: más que de beber, se trata de saber entretener la sed!

El amor no espera nada más cuando ha logrado todo lo que desea.


Está condenado, como la gente menuda, a “vivir de privaciones” o a
morir. Nos corresponde escoger!
Jóvenes, amor y sexualidad 115

¿CÓMO VIVO MI NOVIAZGO?

Cuando dije que iba a ser sacerdote, mis conocidos me dijeron: “No
serás capaz. ¿Cómo vas a hacer para vivir sin mujer, sin hijos...?” Yo
sentía cierto temor, lo reconozco. Pero me sentía llamado a vivir un
noviazgo perpetuo, de por vida. Esto también es una vocación.
Entonces pedí a Jesucristo que me acompañara cada día.

También yo, sacerdote, cuando etoy ante una persona a quien amo
profundamente, quiero comunicarme, llegar a su corazón, descender
hacia su alma. Pero he renunciado por propia elección a llegar a ella
por la genitalidad.

Vivo mi noviazgo comunicándome por la palabra, por la ternura, por la


mirada, por los mil y un contactos que sirven para comunicarse con los
demás. Permaneciendo mi apetito, mi hambre, mi corazón se
engrandece, mi capacidad de amor crece. Entonces estoy más en
capacidad de dejar pasar el amor. Así permanzco por siempre como un
ser de deseos. ¿Quién es más un ser de deseos que el consagrado?

¡Dime lo que deseas, y te diré quién eres! En la vida obtienes en la


medida en que deseas. Amará más aquel que más desea.

“Promesa de lo imposible, escribe Gustavo Thibon, y por consiguiente,


jamás cumplida: aun los más elevados instantes de bienestar son
expectativa y nostalgia. Cada plenitud hace crecer un nuevo vacío, el
beber atiza la sed. El signo de un gran amor consiste en no detener,
sino conetener una promesa divina. Se ama no en la medida en que se
posee, sino en la medida en que se espera”.

Un deseo puede educarse. Un deseo puede crecer y profundizarse.


¿Por qué el deseo? El deseo existe para hacer crecer a nuestra alma.
Jóvenes, amor y sexualidad 116

Para dilatar nuestra capacidad de acogida al amor. Al engrandecerse


el alma, aumenta su capacidad de ser colmada por el amor. Dilata el
corazón.

“Hazte capacidad, decía Dios a santa Catalina de Siena, para que yo


me vuelva torrente en ti”. ¿Eres tú este vacío, esta “capacidad” en
espera del torrente? “Cuando Dios -el Amor- quiere regalar a un alma,
la hace desear mucho”, dice a menudo san Agustín.

PERMANECER COMPROMETIDOS
TODA NUESTRA VIDA

¿No es maravilloso que la pareja sea invitada a vivir sus compromisos


cada mes, según el ritmo que la naturaleza le ha impuesto? Los que
renuncian a vvir estos compromisos, después de algún tiempo corren
el peligro de volver trivial su sexualidad, de ensombrecerse en la
rutina, o en la indiferencia.

¿Conocen ustedes la mejor y más segura forma de matar el amor? No


hay necesidad de disputas, de traiciones, de mentiras. Basta no hacer
nada, no escribirse, no hablarse más, no mirarse. La indiferencia mata
a fuego lento.

¿Y qué es lo que nos ayuda a salir de la indiferencia? Es esa


capacidad de admirarse siempre, de maravillarse sin cesar, de
recomenzar cada mañana, de esperar a pesar de todo, como
prometidos.

COLOCAR LA MANO SOBRE LOS SERES


Jóvenes, amor y sexualidad 117

El prometido existe, todo en tensión hacia el objeto de su deseo y


permanece con su hambre, con su apetito. ¿Qué se aprende entonces
de las lecciones de la vida? Descubre cómo es de importante no
colocar la mano sobre las cosas y sobre los seres, como un
propietario. El prometido no es propietario; casado deberá recordarlo
siempre.

Cuántas veces llegamos a apropiarnos de las cosas -qué digo,- de las


personas, según nuestras necesidades! Incluso a menudo el
enamorado no ve sino el lado útil, agradable o nocivo de las realidades
que lo rodean!

“El no se demora mucho en la contemplación pura y virginal de los


seres, afirma el filósofo Benoit Gariépy; no se detiene mucho en las
miradas sobre un objeto; pronto ha terminado con las bellezas de la
naturaleza y del arte: no busca sino usar las cosas para su propio
bien...

“Sé gratuito y desinteresado en la contemplación; permanece abierto y


receptivo hacia lo que se te ofrece profusamente por el puro placer de
conocer la belleza plena de todo ser. Como todo hombre digno de tal
nombre, tú naciste espectador: abre los ojos, mantén una mirada
límpida sobre el universo: entonces verás los rasgos de Dios” 17

NO QUEMES LAS ETAPAS

Los enamorados, e inclusive los prometidos, que van demasiado


rápido a la exresión carnal de su amor ¿no muestran así una señal de
pobreza de amor? ¿Muchas veces no es la falta de imaginación de
ciertos enamorados, la pobreza de sus conversaciones, la penuria de
17
Benoit Gariépy, Contre vents et marées, Éd. Anne Sigier, 1983.
Jóvenes, amor y sexualidad 118

sus recursos amorosos, el aburrimiento puro y simple lo que los lleva a


tomar los medios al alcance de la mano? En lugar de alimentar el
amor, la comunicación carnal impide profundizarlo.

“El arte y la verdad del amor exigen saborear las etapas, escribe Louis
Evely. Prometidos que no han conocido largamente la alegría increíble
de mirarse solamente a los ojos, son bárbaros del amor. Un país no se
visita atravesándolo! Si quemas las etapas, es que no sabe disfrutar el
paisaje. Toda prisa es signo de aburrimiento! La presencia, la
proximidad, las miradas, una simple mano que se da, son fuentes de
alegrías inagotables para todos los que se aman de verdad, y cada
uno de estos gestos no revela todas sus riquezas de sentido y de
admiración sino a los que los dejan explayarse largamente en el
tiempo”18.

Algunos, yéndose por el camino rápido del amor físico, llegan pronto al
enfrentamiento difícil del encuentro de dos diferencias y corren el
peligro de entrar en una especie de escamoteo del verdadero diálogo.
“Esto puede verse en los noviazgos: aquellos que acortan el tiempo y
se entregan ya el uno al otro,se mienten un poco a sí mismos cada día.
Creen sellar el compromiso de su corazón, cuando en realidad
atenúan su profundidad, ya que una plena responsabilidad no se
asume en la clandestinidad, sino mediante un “sí” ante la Iglesia o una
firma ante el Estado civil”(Paul Tournier).

TANTAS VECES CUANTAS...

Cuántas alegrías produce el esperarse, el respetarse! ¿Quién no se ha


dado cuenta de que cuando se está privado de relaciones sexuales
pueden pasar mil y una cosas diferentes entre las cosas más bellas?
18
Louis Evely, Amour et Mariage, Office Central du livre, 1966.
Jóvenes, amor y sexualidad 119

¿Quién no ha descubierto cómo cada uno puede entonces llegar a


tener más inventiva en la expresión de su amor?

“Pero, dirán muchos, las relaciones sexuales entre prometidos (novios)


no deben tratarse en el mismo plano que las relaciones sexuales entre
dos jóvenes que apenas comienzan a conocerse”? Es verdad.
“¿Entonces por qué no está permitido hacer el amor? No hay nada de
malo, puesto que se han prometido para toda la vida”.

¿Qué responde la Iglesia a esta objeción? Al ir a la unión sexual, los


que se aman realizan el signo del matrimonio sin el matrimonio. Por
tanto no está completo.

¿Pero cuál es la razón más profunda que hace que en la fe católica


sólo dentro del matrimonio tenga todo su sentido la unión sexual?

Lo que Dios ha querido hacer de la unión de los esposos cristianos es


el signo del inmenso amor que él tiene a la humanidad. El ha querido
que al mirar a la pareja prodigarse la ternura, compartir sus alegrías y
sus sufrimientos, entregarse el uno al otro, descubramos el amor que
Dios tiene a la humanidad. ¿Pero qué amor es este? Su amor para con
los hombres y las mujeres de la tierra es un amor único, fiel, fecundo,
indestructible, indisoluble.

El que quiere responder a esta invitación de ser signo de este amor


divino, acepta vivir un amor fiel, fecundo, duradero, total y definitivo.
¿Qué amor puede ser signo del amor de Dios hacia los hombres si no
es definitivo, en la vida y en la muerte, para lo mejor y para lo peor,
pase lo que pase?

¿Saben ustedes cómo ama Dios? Cuando alguien lo golpea en la


mejilla derecha, él presenta la izquierda, él toma siempre sobre su
Jóvenes, amor y sexualidad 120

corazón a aquel o aquella que se extravía como una ovejita; espera


siempre el regreso de aquel o aquella que se ha ido lejos; ama a su
enemigo; perdona setenta veces siete... Este es el amor del cual son
signo y sacramento los y las que se casan!

He ahí también cómo están invitados a amar los que aceptan por el
matrimonio amar como Dios ama: “Tantas veces como la hoja tiembla
ante el viento; tantas veces como se piense en ello; tanto tiempo como
mil años; tantas veces cuantas flores hay en los campos; tantas veces
cuantas lágrimas en la lluvia; tantas veces cuantos copos de nieve
caen en la nevada...”
Jóvenes, amor y sexualidad 121

LA ALEGRIA DE SABER ESPERAR

El gesto de coger la flor es tan virgen


como el de lanzar el grano
- y el que no sabe esperar la cosecha
no sabe nada de la alegría
y del amor del sembrador:
simplemente ha desplegado sus manos
y se ha embriagado en su gesto;
no ha sembrado...

Gustavo Thibon

El amor no puede fallarme...

No soy yo quien contiene mi amor, es mi amor el que me contiene. Yo


no tengo que velar sobre él, porque él pertenece al mundo de las
cosas divinas que no temen nada de los remolinos de la existencia. Lo
que debo hacer es velar sobre mí para llenarme lo más posible de este
misterio que me rodea. El amor no puede fallarme, pero yo puedo
fallarle al amor. Mi alma es al amor lo que los pulmones al aire: el aire
es inagotable y no se niega primero: sólo los pulmones pueden
desfallecer y dejar de respirar.

Gustavo Thibon
Jóvenes, amor y sexualidad 122

CONCLUSION

MÁS ALLÁ DE LAS ESTRELLAS...

Quizás ha llegado el momento de concluir.

Cuando eras niño seguramente te sorprendiste contemplando en el


cielo la multitud de las estrellas. Quizás hiciste esta sencilla pregunta:
“Papá,dime qué hay más allá de las estrellas?” Porque el niño sabe
bien que hay otra cosa...

¿Quién puede decir en serio que no hay nada más allá de las estrellas,
del espacio y del tiempo, del amor?...

Más allá del amor, debe haber algo... Porque el amor es no solamente
más fuerte que la vida, sino también más fuerte que la muerte. La
prueba, por lo demás, es que algunos descubren con estupefacción
que no se amarán de verdad sino más allá del tiempo y de la muerte,
en la eternidad.

Pero ¿qué será ese más allá? Por el hecho de nosotros no saber qué
es, no deja de haber algo más allá del amor...

En el amor, hay lo que se sabe. Pero también hay que confesar la


parte de insondable, innombrable, que nos asusta y nos fascina a la
vez.

¿Pero qué se sabe del amor cuando se es joven? Se lo imagina. A lo


largo del camino es cuando se sabe cuánto cuesta. No hay
conocimiento sino en la relación, en el amor... Con el tiempo, se
descubre que no se puede saber radicalmente, que siempre nos
sobrepasará.
Jóvenes, amor y sexualidad 123

A los veinte años, uno cree que sabe todo acerca del amor. A los
ochenta años, sabe uno que nunca lo sabrá. La juventud no hace sino
imaginar el amor, la vejez lo realiza.

El amor, ¿pero a dónde lleva? ¡Nadie lo sabe! “Cuando eras joven, dijo
Jesús a Pedro, te atabas la cintura e ibas a donde querías; pero
cuando seas viejo, extenderás las manos y será otro quien te ceñirá y
te llevará a donde no querías ir”(Jn 21,18).

Mientras más se avanza en la vida, más se da uno cuenta: no se sabe


amar. El que ama sabe que no sabe amar. Y a menudo este es su gran
sufrimiento. Razón de más para adentrarse en él, y cuanto antes, en
donde estemos. Porque esto tiene un sentido. Pero admitamos que
nos sobrepasa, como un misterio.

JAMAS ACABAREMOS DE COMPRENDER

El amor es un misterio, nunca se dirá suficientemente. ¡Fácil de decir!


Pero de comprender, o mejor, de saborear, no tan fácil! ¿Quién no ha
tratado de comprender el amor en su misterio?

¿Qué es un misterio?

Es algo demasiado deslumbrante que nos enceguece por su excesiva


luminosidad. Es algo demasiado cargado de sentido, que nos
sobrepasa por todos los lados y que nunca acabaremos de
comprender. Cuya anchura, longitud, altura y profundidad se nos
escaparán siempre...
Jóvenes, amor y sexualidad 124

Más que cualquier otra, la persona amada es un misterio y lo seguirá


siendo siempre. ¡Misterio inagotable! Nunca la conoceremos más que
de una manera muy imperfecta, inadecuada.

Algunos se imaginan que en una pareja, a veces se conocen tanto que


ya no hay misterio. Sin embargo, mientras más se entra en el misterio
del amor, más misterio hay. Los que han avanzado en amor son
también los que comprenden mejor que les queda un infinito por
comprender. Que nunca acabarán de comprender!

Por lo demás, ¿no somos un misterio para cada uno de nosotros? ¿La
mujer no es un misterio para ella misma? ¡Y qué misterio! Se la conoce
bien poco, y a menudo, qué mal conocida! “La verdadera mujer es ante
todo un ama”, observa Gustavo Thibon. Entonces ¿cómo admirarse de
que se nos escape siempre su conocimiento? ¿Que ella sea algo muy
distinto siempre? Jamás llegaremos al final de lo insondable del otro.

UN AMOR IMPOSIBLE

“Es sencillo amar, correr, cantar, sonreír a la vida...”, dice el canto


popular. ¡Vamos a ver!

¡Amar, uno quisiera, pero amar no es sencillo! Qué difícil es amar! ¿El
amor será a veces incomprensible? ¿Por qué es necesario que el otro
jamás sea lo que uno quisiera? ¿Se ha medido toda lar esponsabilidad
del amor? ¿Quién ama de verdad como quisiera amar?

¿Pero, entonces, qué quiere decir amar? “Y no sabemos lo que es el


amor”, confiesa Jacques Prévert. Tiene razón. Tampoco nosotros, aun
después de escribir estas líneas.
Jóvenes, amor y sexualidad 125

El amor existe. Y es la exigencia esencial. Pero es imposible todo a la


vez. “Yo soy la promesa que no puede sostenerse y mi gracia consiste
en esto mismo”, nos recuerda el amor.

Los hombres quieren el amor.. Pero cuando está ahí y cuando se


expresa, le sienten miedo.

Y sin embargo ninguna otra cosa es más importante, creo yo.

¿Te acuerdas de Jesús? El Amor hace hombre! Este hombre


maravilloso no habló sino de amor. Fue la palabra misma del amor.
Pasó su tiempo amando, hablando de amor, construyendo el amor, y
helo rechazado por todos, inclusive por sus amigos.

El amor que está ahí es imposible. Se diría que rebaja demasiado, que
llama a ir demasiado lejos. Nadie lo quiere cuando se manifiesta en
toda su pureza, en su inocencia.

“Los hombres quieren el amor, cuando está y cuando se expresa, les


da miedo de él hasta el punto de matarlo para acallarlo...”¿Qué hemos
hecho del amor? Estaba ahí y lo hemos matado.

Y sin embargo, nos hace falta este Amor para amar. ¡Cuán importante
es ir a buscar el Amor para que nos dé la capacidad de amar!

¿VIENE DEL CIELO?

¿De dónde viene el amor? ¿Cuál es su fuente? ¿Viene de lo alto? ¿De


abajo? ¿Salió de los abismos? ¿Viene del cielo?
Jóvenes, amor y sexualidad 126

Para explicar el amor, habría que ir mucho más allá del amor. Porque
el amor es más que el amor. “Sentir el ser sagrado estremecerse en el
ser querido”, escribe muy acertadamente Víctor Hugo, cuando define el
gran amor. El amor, en efecto, sobrepasa al amor. Es divino. ¿Qué
sería un amor que no fuera eterno?

¿Quien remonte la corriente del río del amor no encontrará su fuente?


El origen del amor hay que buscarlo en Dios mismo.

¿Acaso no hay un no sé qué de Dios en todo amor, en toda


experiencia sexual, en todo deseo?

El pequeño rapaz, declara Jean Guitton, que, en un rincón de la calle,


corteja a una niñita utilizando las palabras de la última canción o del
último filme, hace una experiencia espiritual decisiva. Ella le hace
descubrir en el encuentro con la otra persona, un bienestar
insospechado que le revelará una de las claves de la existencia
humana: Dios amor hizo al hombre a su imagen, libre y capaz de amar.

El hace el descubrimiento de otro mundo. “Mi alma insatisffecha ha


encontrado allí el gusto de lo eterno”, decía Beaudelaire. Es un hecho
que la sed del hombre es insaciable. Nadie en el mundo puede
calmarla. “Ella miraba a Dios y yo Lo miraba a través de sus ojos, y el
cielo era más bello”, escribe Dante acerca de Beatriz.

UNA REALIDAD CON DOS CARAS

¿No descubrimos en el msiterio del amor una especie de sacramento


de eternidad? Un sacramento, ¿qué quiere decir? “El signo sensible
de una realidad invisible, es decir, de una realidad espiritual,
Jóvenes, amor y sexualidad 127

trascendente, divina. En este signo y por medio de él es como Dios se


da al hombre en su verdad trascendente y en su amor”.

El amor es una realidad dotada de dos caras:una ordinaria, comun y


simbólica, la otra ideal y escondida a los sentidos; la una temporal y la
otra intemporal. ¿Quién ha soñado jamás que con ocasión del gesto
humano del amor se encontraría inserta en la duración del tiempo una
semilla de eternidad? ¡Misterio insondable! “Este sacramento es
grande!” exclama san Pablo.

En todo amor humano se encontrará inserta una semilla eterna! Qué


inseminación tan maravillosa! ¿No hay algo de divino allí dentro? ¿No
hay una experiencia de Dios en todo amor?

¿No se descubre que hay en este amor humano, limitado, finito, el


presentimiento de otro amor? “El amor viene de Dios y el que ama ha
nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios,
porque Dios es amor”(1 Jn 4,4). “Este amor ha sido derramado en
nuestros corazones por su Espíritu que él nos ha dado”(Rm 5,5). “El
que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”(1 Jn
4,17).

El Cantar de los Cantares termina en una frase notable: “Las llamas


del amor -se trata del amor de una pareja- son ardores de fuego, son
llamas de Dios!”.

“La vida conyugal es ya, a mi modo de ver, reconoce Jean Guitton, una
iniciación al amor divino. No solamente o primero como medio de
procreación, ni aun como medio de unión de las almas. Ella es una
iniciación al amor divino por una razón muy oculta: porque las llamas
del amor son las llamas de Yahvé”.
Jóvenes, amor y sexualidad 128

USTEDES VERAN A DIOS

¡Un día ustedes verán a Dios en el amor que se tienen! Sí, todos los
que aman tienen un presentimiento de eternidad. Miran de entrada un
porvenir más vasto que los sobrepasa, hacia un infinito que los
envuelve. Un día los enamorados que son ustedes, verán a Dios:
“Bienaventurados los corazones puros, porque ellos verán a Dios”(Mt
5,8).

¿Qué es entonces la pureza? ¿Es ver lo invisible? ¿Creer en lo


invisible?” ¡Sí, eso es! “Bienaventurados los que creen sin haber
visto”(Jn 20,29).

Los corazones puros ven el fondo del alma como un lago de aguas
limpias. Descubren a Dios allí, en el fondo de su amor. Reciben al otro
como un don de Dios, a menudo el más bello regalo, donde Dios está
encerrado.

Los corazones puros están prendados de la aurora, aun de la noche; y


saben que la aurora comienza a la media noche!

UN AMOR ETERNO

Esperan lo eterno. ¿“Qué puede darme un amor que no sea eterno?”,


podrían preguntar los jóvenes. Todo amor es un sueño de eternidad.
¿El lenguaje del amor no habla acaso de siempre, para siempre,
hasta siempre?
Jóvenes, amor y sexualidad 129

El joven sueña con amor eterno! “Acaso no hemos sido hechos para lo
infinito?” ”Nuestro amor es en la vida y en la muerte! ”Ni más ni
menos! Amar es querer eterno al otro. “Amar afirma Gabriel Marcel, es
decir al otro: tú, tú no morirás”. Amar es esperar en el otro por siempre.

Pero el otro muere. Y nosotros también. Ningún ser humano es eterno.


Ningún amor humano calma al ser humano que tiene hambre de amar!

“Los corazones de veinte años lo presienten y se empeñan en devorar


la vida a dentelladas mientras ella conserva algún sabor. Hasta el día
en que ellos descubren que ningún ser humano es el amor, y se rinden
a la evidencia de que sólo hay amor eterno en Aquel que es el Amor
eterno”, escribe Christian Chabanis.

“Quién de nosotros no ha conocido en su juventud, escribe Stan


Rougier, esos insomnios pesados con el tormento de lo Esencial? El
ser joven busca en todas partes el perfume y las huellas del Absoluto”.

Sólo un amor que dure por siempre puede contentarlo.

¿PERO EL DESEO DE QUÉ?

“Finalmente, cuando dos seres se estrechan mutuamente, anota Paul


Evdokimov, no saben lo que hacen; no saben lo que quieren; no saben
lo que buscan; no saben lo que encuentran. ¿Qué significa este deseo
que los impulsa al uno hacia el otro? ¿Es l deseo del placer? ¡Sí,
seguro!”

¿Pero el placer de qué? ¿Es el placer simplemente, por sí mismo? Si


es así, el placer está en corto circuito, porque el placer no tiene su
Jóvenes, amor y sexualidad 130

sentido en sí mismo, lleva más lejos. Es figurativo anuncia otra cosa


más. ¿Pero qué?

Anuncia que la vida es mucho más que la vida; que la vida es única,
universal, toda en todos, y que en este misterio es en el que hace
participar el gozo sexual; que el hombre no se personaliza sino cuando
se sumerge también en el río de la vida...

El placer del encuentro más íntimo de dos seres invita a cada uno de
ellos a volverse hacia la alegría en plenitud. Alegría que no puede sino
sospecharse! Alegría que se realizará en su plenitud cuando nada
venga a quebrantar nuestros amores. Alegría que se saborea mejor
entre dos: “Entre dos se pueden ver mejor las estrellas”. Esperando ser
tres y vivir el amor en tres dimensiones: el bienestar en Dios... El gozo
de la comunión sin fin!

Pero las palabras nos fallarán siempre para expresar lo que nos
supera de esta manera.

Yo quisiera hablarte... ¿Pero cómo hablarte?

Yo quisiera hablarte con mi corazón de niño...


Jóvenes, amor y sexualidad 131

YO QUISIERA HABLARTE

Yo quisiera hablarte con mi corazón de niño


Como se habla a veces cuando las lilas blanquean
Hablarte de mi vida, hablar de mis heridas,
Yo quisiera hablarte como murmura el viento.

Hablarte de todos los que ya se han ido,


Hacia la casa de allá, donde mi padre me espera
Yo quisiera hablarte de lo que nunca he dicho
De todo lo que vivía y no ha envejecido.

Yo quisiera hablarte de este adolescente


Que fui un día y que sigo siendo a veces
Yo quisiera hablarte de sus ojos puros y grandes
Cuando el amor se miraba en ellos como un bello diamante

Yo quisiera hablarte antes de marcharme


Pero cómo hablarte cuando mi corazón sangra
Yo quisiera hablarte un poco más de mi vida
Hablarte de mi madre de las calles de Saint Henri

Yo quisiera hablarte antes que la muerte llegue


Para que tú bebas el agua que brota de mi corazón
Yo quisiera hablarte esta noche de primavera
Para poder yo existir tal como soy de verdad!

André Daigneault
Jóvenes, amor y sexualidad 132

BIBLIOGRAFIA

DURAND, Guy, Éthique de la rencontre sexuelle, Montréal, Fides,


1971.
FROMM, Erick, L’Art d’aimer, Paris, Édition de l’Épi, 1986.
GARÉPY, Benoit, Contre vents et marées, Québec, Éditions Anne
Sigier, 1983.
LACOURT, Jacques, Au risque d’aimeer, Limoges, Droguet et Ardant,
1982.
LE DU,Jean PUYO, Jean, Quand est venu le temps d’aimer, Éditions
Droguet et Ardant, Belgique, 1974.
THIBON, Gustave, Ce que Dieu a uni, Paris, Fayard, 1962.
VANIER,Jean, Homme et femme, Il les fit, Fleurus/Bellarmin, 1984.
Jóvenes, amor y sexualidad 133

JOVENES, AMOR Y SEXUALIDAD

Chritian Beaulieu

“El hombre no puede vivir sin amor”(Juan Pablo II).


Pero ¿Qué es el amor verdadero? ¿Qué papel juega la sexualidad en
el amor? ¿Cómo responder a las preguntas de los jóvenes sobre las
relaciones prematrimoniales, la fidelidad, el matrimonio...?

A nuestro mundo herido que ya no cree en la posibilidad del amor y


que sin embargo se muere de no ser amado, este libro le lleva la
esperanza. Partiendo de las experiencias del joven de hoy, de sus
aspiraciones y de sus miserias, Christian Beaulieu quiere introducirnos
en algunas pistas que podrán ayudar no solamente a los jóvenes, a los
y las adolescentes, sino también a sus padres, sus educadores y sus
pastores.

Jóvenes, amor y sexualidad, un libro para leer y releer, solos o en


grupo. Este libro, lleno de esperanza, de valor y de poesía, rebosa
frescura evangélica. Un texto que ofrece un verdadero evangelio de
ternura, una Buena Noticia para los jóvenes de hoy.

Christian Beaulieu fue ordenado sacerdote en 1968. Escribe


regularmente en la revista Je crois. Ha sido responsable del
movimiento La Rencontre durante diez años. Está en constante
contacto con los jóvenes, las parejas en dificultades, los marginados.
No se contenta con ayudarles, sino que a menudo ellos se convierten
en testigos comprometidos en la evangelización.
Jóvenes, amor y sexualidad 134
Jóvenes, amor y sexualidad

Barrancabermeja, noviembre 20 de 1997

Sr. Pbro.
CIPRIANO LACROIX
INSTITUTO SECULAR PIO X
POPAYAN

Paz y Bien.

Te estoy enviando el libro, en disquete e impreso.

Como te comenté,me parece que puede servir para orientar a los


muchachos, aunque de pronto conviene hacer algunas
adatpaciones, sobre todo las poesías.

Mirando los otros libros del mismo autor, me llamanmucho la


atención por sus temas. ¿No tienes intención de publicarlos? Me
gustaría traducirlos y utilizarlos para los jóvenes.

En cuanto a precio, puedes calcular de acuerdo con las


informaciones que tengas, o después podemos hablar sobre este
punto, para ver si debo o debes.

Bueno, te deseo muchos éxitos y una feliz temporada de visita de tu


Superior General, con muchos frutos para tu Instituto.

Con sentimientos de cordial aprecio y mis mejores votos,

Fr. José Guillermo Ramírez G. ofm.

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