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Muy Estimado.

Mis saludos a ti en la cordialidad de mi alma, esperando que seas prosperado en el


entendimiento de tu alma, la perspectiva de la sabiduría, y los principios de las buenas
decisiones.
Me he propuesto escribirte no por conveniencia ni por efecto de causas que han llegado a
mis oídos de tus anteriores comportamientos, - porque no quiero juzgarte -, sino más bien
por audacia contra la costumbre de la sociedad humana, que aniquila la conciencia de los
que van surgiendo o desarrollándose en la vida, conforme el avance de los años. Esta
sociedad agusanada, podrida, sin entendimiento, cuya ley es la del “topo”, animal que
habita en madrigueras subterráneas donde la luz está ausente, en otras palabras, una
sociedad que a voluntad propia decide encubrirse de lo recto, de lo verdadero, de lo de buen
nombre; una sociedad que no soporta la verdad y la justicia; justicia no solo legal,
literalmente, sino mas bien la que se obra en acción de virtud.
Ahora bien, ¿sabes tú que existe algo llamado “razón”?, es decir, la facultad que cada uno
de nosotros posee y, que TU POSSEES igualmente, esa que nos permite conocer y
comprender las cosas que nos rodean; es el instrumento universal del hombre, de todo
hombre, esa que nos diferencia de ser máquinas, robots o animales. Este raciocinio que nos
permite examinar las cosas y juzgarlas. Por ella (razón) nosotros, los humanos, somos los
únicos seres racionales, es decir, el único capaz de pensar. Por lo tanto, transformamos con
los hechos las cosas presentes, además somos la coronación de la creación de Dios en el
día sexto. ¿Dios? Si, Dios, pero hablaré de él detalladamente en otro momento. Ahora NO.
No separándonos del tema, como la razón es el instrumento universal del hombre,
instrumento que piensa y toma decisiones, concede mucha importancia a la decisión, como
la que determina el destino, transformándola en una consecuencia ¿y porqué causa?,
simplemente por el acuerdo que tómanos en nuestro ser y posteriormente hacemos, en
otras palabras, la decisión es el pensamiento que elegimos en nuestra razón ante una
situación determinada y después la materializamos en la obra; así, entonces, el
pensamiento es el padre de la obra, el pensamiento que elegimos hacer es la decisión que
tomamos y ésta a la vez nos trasladará a un destino o situación posterior, incluso al que no
queremos.
Somos libres de escoger, eso es lo que no nos hace máquinas sino personas, eso es lo
que nos hace moralmente respetables como individuos. Los cielos y la tierra son
nuestros testigos que delante de nosotros está lo bueno y lo malo, la vida y la muerte, la
bendición y la maldición. Escoge pues la vida para que vivas tú y tus seres amados, así
como tu futura descendencia, tus retoños que algún día tendrás. Escoge pues lo bueno
para ti, para que el bien sea tu consuelo, escoge la bendición y no la maldición. Te ruego
que me prestes atención: ¡Hoy tienes tú la misma opción de escoger! la tierra y el cielo
son tus testigos de que eres libre de escoger, escoge la vida, la bendición y lo bueno. Tú no
eres una máquina, no eres víctima del destino ¡vota a la basura ese pesimismo, esa
delincuencia, esa matonería!
Eres libre para escoger, pero escúchame, tú no eres libre para no escoger, tú no puedes
decir: “Yo no escogeré entre lo bueno y lo malo”, porque negarse a lo bueno, es escoger lo
malo. No puedes escaparte de tomar una decisión, siempre estamos tomando decisiones.
Eres libre para escoger, pero no eres libre para escoger las consecuencias de tu decisión. Te
propondré un ejemplo: Tú eres libre de saltar al agua sin saber nadar, pero después que
hayas saltado al agua sin saber nadar, lo que escogiste tan libremente, empieza a escoger
por ti, ¿entiendes? Toda decisión tiene una consecuencia, eres libre para escoger, pero no
eres libre de la consecuencia que sucederá, porque la consecuencia elegirá por ti. Eres libre
para escoger beber coñac, pero no eres libre para decidir la consecuencia, porque esta
decidirá por ti. Eres libre para beber coñac con abundancia, pero no eres libre para decidir
no embriagarte, porque el coñac embriaga si lo tomas en abundancia, es más, esa
consecuencia que eligió por ti, nuevamente decidirá por ti, porque si te embriagas,
tambaleas como si existiese un ventarrón que te lleva hacia todos lados. Quizá no
entendiste, te propondré otro ejemplo: En una prueba eres libre para escoger o decidir no
estudiar, pero no eres libre para decidir sacarte una buena calificación, eres libre de
escoger no aprender, pero no eres libre para decidir no ser ignorante por el hecho de no
haber aprendido. En otras palabras se conoce como causa – efecto, la manzana podrida
pudre a la demás. Primero tomas tu decisión y después tu decisión escoge por ti, así
es la vida en toda orden de cosas. Dime, si embarazas a una jovencita, esa fue tu
decisión, pero la consecuencia será tener al bebé o no tener al bebé, porque las
consecuencias son tenerlo o no tenerlo. Si escoges tenerlo la consecuencia que elegirá por ti
es la vida del bebé, si escoges no tenerlo, la consecuencia que elegirá por ti será la muerte
del bebé, por eso, después que tomas una decisión, tu decisión escogerá por ti.
Cuando alguien toma grandes y buenas decisiones, otras pequeñas decisiones se van
originando producto de la decisión principal, es como si escoges agarrar un puñado de
arena, varios granitos se pueden ir desprendiendo de ese puñado principal.
Por otra parte, hay decisiones que no tienen grandes consecuencias, por ejemplo: si tienes
sed, tendrás varias opciones de escoger diversidad de bebidas, jugos, etc, etc, de diferentes
marcas y tamaños, con cafeína o sin cafeína, o incluso agua, pero estas decisiones no
tienen mayores consecuencias, pero hay otras decisiones que sí tienen una gran
profundidad de consecuencias. Así que, lo que quiero que entiendas es lo siguiente:
 Que existe el principio de la libertad de escoger
 Que existe el principio de una decisión equivocada.

Preguntas.
Javier, ¿Cuáles son tus razones para tomar una mala decisión?
Javier, ¿Cuál es tu motivación para escoger una mala decisión?
Javier, ¿Cuáles han sido las consecuencias de tus decisiones?
Javier, ¿Por qué crees que una mala decisión es buena para ti, si sus consecuencias eligen
tu mal?
Javier, si deseas no estudiar ¿Crees que la sociedad tendrá compasión de ti?
Javier, si la sociedad no tiene compasión de los ignorantes ¿La tendrá por ti?

Mi intención no es oprimirte, ni estresarte, porque sé que en ti existe esa capacidad para


conseguir lo que te propongas. Escoge lo bueno, escoge la vida, escoge el bien, para que
después estos te entreguen las consecuencias y goces de ellas. El árbol se conoce por los
frutos
Te propongo algunos ejemplos de buenas decisiones.
 Escoge agradecer el esfuerzo que tu madre hace por ti
 Escoge la verdad en vez de la mentira
 Escoge estudiar y aprender en clases
 Escoge superarte en tus notas
 Escoge el silencio y la obediencia a tu madre
 Escoger amar y proteger a los tuyos
 Escoge amar, respetar y perdonar a tu abuela (mamita)
 Escoge amar, respetar y perdonar a tu abuelo
 Escoge perdonar a tu padre
 Escoge respetar y amar a tu madre
 Escoge perdonar a tu madre
 Escoge dar en vez de recibir
 Escoge alegrarte del progreso de los demás
 Escoge progresar y avanzar, proponiéndote metas
 Escoge el esfuerzo y no la flojera
 Escoge las disciplinas en vez de las drogas
 Escoge ser varonil y alentado
 Escoge la vida en vez de la muerte
 Escoge la inocencia en vez de la delincuencia
 Escoge perdonar en vez de ofender y agredir
 Escoge la paz en vez de la violencia
 Escoge conseguir una biblia y leer el Nuevo Testamento, la Palabra de Dios, tú
mismo, sin que nadie te la cuente, escoge creerla porque es la verdad
Al leer esto quizás digas, que no eres capaz de hacer todas estas cosas, o
simplemente que no eres capaz, pero yo te digo, no es que no seas capaz, sino que
no estás dispuesto. Más que capacidad, es disposición. Si tienes disposición tendrás
capacidad. Si crees, serás capaz.
Escoge pues…de corazón. Mejor no mentirse a uno mismo, es un mal, peor.

Nota: Te propongo que después que leas esta carta, veas las películas y analices las vidas
de los protagonistas, y observes sus decisiones:
Ver primero: Manos milagrosas (caso vida real)
Ver segundo: De la calle a Harvard (caso de la vida real).

Saludos cordiales, mi deseo es que escojas para tu bien.

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