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RODRIGUEZ MOGUEL”
............................................................................................................................................................. 1
Introducción........................................................................................................................................ 3
Derechos y obligaciones del ciudadano digital ................................................................................. 4
Ciudadanía y seguridad digital ........................................................................................................... 4
Valores de la ciudadanía digital ......................................................................................................... 5
Riesgos de la ciudadanía digital ......................................................................................................... 6
Resguardo de identidad ..................................................................................................................... 7
Impacto de pertenecer a la ciudadanía digital .................................................................................. 9
Conclusión ........................................................................................................................................... 9
Introducción
La ciudadanía digital supone la comprensión de asuntos humanos, culturales y sociales
relacionados con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como la
aplicación de conductas pertinentes a esa comprensión y a los principios que la orientan: ética,
legalidad, seguridad y responsabilidad en el uso del Internet, las redes sociales y las tecnologías
disponibles. La conformación de una ciudadanía digital es una prioridad en la agenda no sólo de
México, sino de todos los países que han incorporado el uso de las TIC a la educación, como parte
de la formación básica de los estudiantes. De ahí que la escuela adquiera un nuevo valor, pues se
le considera un espacio fundamental para fomentar entre la comunidad educativa una cultura de
uso de tecnologías sustentada en valores como la ética, la legalidad y la justicia. La estrategia
educativa HDT contribuye directamente a la construcción de esta ciudadanía a través del sitio en
Internet Clic Seguro, pues contempla no sólo que los estudiantes de estos niveles educativos
tengan acceso y sepan manejar las tecnologías necesarias para vivir y trabajar en el siglo XXI, sino
que también aprendan a usarlas con una verdadera actitud ciudadana basada en el respeto, la
convivencia armónica, la responsabilidad y la seguridad.
Es un sitio en Internet donde se ofrecen prácticos consejos para usar las TIC de forma segura, a la
vez que brinda orientaciones para que las personas que las utilizan, con énfasis especial en los
niños y jóvenes, aprendan a protegerse de las distintas situaciones de riesgos que hoy día están
presentes en los distintos espacios de su vida cotidiana: cuando están en la red, juegan
videojuegos, usan sus celulares o las redes sociales.
Es un sitio en Internet donde se ofrecen prácticos consejos para usar las TIC de forma segura, a la
vez que brinda orientaciones para que las personas que las utilizan, con énfasis especial en los
niños y jóvenes, aprendan a protegerse de las distintas situaciones de riesgos que hoy día están
presentes en los distintos espacios de su vida cotidiana: cuando están en la red, juegan
videojuegos, usan sus celulares o las redes sociales.
Es probable, y además deseable, que de la misma manera, lo que ya existe adentro se contagie
afuera del ciberespacio. Si así fuera, aprenderíamos a tumbar fronteras, a acercarnos a gente
distinta y distante, a construir más poderes sin centro, a tener más facilidades para expresar la
opinión propia, no sólo para escuchar la ajena. Democratizaríamos un poco más la democracia.
3. Los adultos deben acompañar y orientar a la infancia en su vida digital, en la educación para
un uso adecuado de las TIC que vaya más allá del conocimiento de aspectos puramente técnicos y
la prevención de peligros online. Por eso, la formación no debe limitarse al conocimiento de las
tecnologías y a las técnicas de protección online, sino que debe extenderse a las normas de
civismo y buen trato en el mundo virtual y a la educación emocional dirigida a trabajar el
asertividad, la empatía y el pensamiento crítico.
4. El acceso a las TIC debe procurarse a todos los niños y niñas como una herramienta orientada
a su desarrollo personal y social. Las oportunidades que brindan internet y las nuevas tecnologías
deben ser aprovechadas especialmente por la infancia en situación de exclusión y/o de
discapacidad. En este sentido es fundamental facilitar el acceso temprano y autónomo por parte
de éstos a Internet y a las tecnologías para facilitar su desarrollo personal y educativo.
6. Sin duda es necesario promover medidas efectivas y adecuadas para proteger los derechos de
los menores de edad contemplados en la Convención de las Naciones Unidas para los Derechos del
Niño. En estos momentos, la Unión Europea quiere modificar la política de protección de datos y
obligar a los menores de 16 años a contar con el consentimiento parental para utilizar los servicios
de Internet (cuentas de correo electrónico, redes sociales y descarga de aplicaciones). Hasta la
fecha, esta limitación se aplicaba a los menores de 14 años en España. Esta medida está lejos de
dotar de autonomía al adolescente, ya que ésta se fomenta mediante el empoderamiento de las
niñas y niños, no limitando sus decisiones. Internet ofrece una ventana abierta al mundo y una
amplia gama de oportunidades. De cuantas más oportunidades puedan beneficiarse los y las
adolescentes, mayor será su capacidad de resistencia ante los riesgos potenciales. Para ello, es
necesario educar a los niños y niñas en ciudadanía digital ética y responsable en el mundo digital.
Valores como el respeto a la diversidad y la tolerancia han de considerarse elementos esenciales
de la convivencia e interacción en el entorno virtual.
Diversos estudios sobre usos y costumbres en relación a las tecnologías llevan a concluir que los
chicos tienen una baja percepción de riesgo respecto a situaciones vinculadas a su interacción con
las TIC y que, en ocasiones, se han encontrado en situaciones desagradables.
Las situaciones más desagradables identificadas fueron: el ciberbullying –o acoso entre pares
mediante el uso de las TIC–, la exposición no deseada a contenidos pornográficos o violentos y la
interacción con un desconocido que solicita información personal o un encuentro presencial.
Resguardo de identidad
Las redes sociales no han incorporado nuevos riesgos a quienes usamos Internet puesto que ésta
ya era una Red Social. Sin embargo, sí se pueden destacar dos aportaciones de relevancia por
parte de estos contextos online que pueden comprometer nuestro bienestar.
Pérdida de privacidad. Es un hecho constatado que las redes sociales, en cuanto que giran en
torno a personas identificadas e identificables, han puesto en compromiso la privacidad de
quienes las usamos. La merma de privacidad es un daño en sí mismo, efectivamente, una pérdida.
Supone además un factor de riesgo o catalizador en otras circunstancias desagradables puesto que
cuanto más se sepa de una persona, sin duda, más vulnerable es: pensemos en el acoso de un
pederasta, en un caso de ciberbullying o en un traumático fin de una relación personal. Por otro
lado, un efecto derivado y poco deseable relacionado con la pérdida de privacidad es una
conformación de la identidad digital más compleja, compuesta de más informaciones, y más
diferida, en tanto que depende en mayor medida de lo que las demás personas refieran respecto
de uno.
Mayor exigencia para la ciber convivencia. Las redes sociales, suelo decir, son las “verbenas de
Internet”. Disfrutamos, pero todos estamos más juntos, rozamos más, incluso nos damos codazos
o empujones sin pretenderlo, tropezando unos con otros. Esto genera, como en las verbenas, más
amoríos y más peleas. El nivel de exigencia para la convivencia es elevado en las redes sociales
porque, efectivamente, nos “socializan”, en muchas ocasiones de forma abusiva y sin que lo
percibamos.
¿Cómo proteger la privacidad en las redes sociales? Seis claves para ayudar a los adolescentes.
La protección de la privacidad en general y en las redes sociales en particular debe ser un tema
relevante en la formación de los menores que, según los estudios, desde los once años comienzan
a coquetear con estos entornos. Para ello, se detallan seis acciones son las líneas que incentivar,
las competencias y actitudes que en ellos debemos ser capaces de estimular:
Se trata de un consejo clave, pero, en general, mal asumido. Enseñar a configurar las opciones de
privacidad es importante, pero considero que lo fundamental es ayudar a conocer cómo funcionan
y los efectos posibles de una mala configuración así como las limitaciones de estas opciones.
Es demasiado frecuente equivocarse y ubicar en lugar erróneo alguna información. Ya hace tiempo
Facebook realizó cambios en este sentido avisando de forma gráfica sobre en qué lugares, de qué
forma, se propagaría un determinado comentario. Además, aunque la acción ocasione el efecto
buscado, con frecuencia se desconoce qué otras implicaciones o consecuencias tiene. Se trata de
un terreno donde la iniciativa corre por cuenta de la red social. Lo mismo sucede en el proceso de
Se trata de datos esenciales y su especial relevancia debe ser puesta de manifiesto para dotarles
de una especial protección. En esta labor nos amparan las leyes, aunque, a pesar del gran camino
andado, no siempre son eficientes o aplicables.
Este es un aspecto clave. Los datos (imágenes, informaciones…) aunque en muy diferentes formas,
suelen tener origen en uno mismo. Ése es el primer filtro. Parece evidente, pero decimos
demasiadas cosas de nosotros mismos sin reflexionar sobre su oportunidad en diferentes
momentos o contextos.
En las redes sociales son demasiado abundantes los datos que unas personas aportan sobre las
demás y es, por desgracia y en especial en la adolescencia, muy común que lo hagan de manera
inconsciente, negligente, compulsiva o incluso temeraria. Frente a esto se ha de mantener una
actitud proactiva en defensa de la privacidad y ello supone tres acciones:
Los contactos, a quienes las redes sociales llaman “amigos”, son un factor clave en relación a la
propia privacidad. Sin embargo, es sabido que los adolescentes pueden sumar con facilidad varios
cientos de amigos que tendrán criterios al respecto desconocidos y dispares. Al margen de su
actitud, más o menos considerada, es importante conocer las condiciones en las que usan las
redes sociales. Estas condiciones hacen referencia a sus conocimientos y competencias y, en
relación con éstas, a sus configuraciones de privacidad. Así, un contacto que pudiera ser
considerado y respetuoso puede afectar de manera involuntaria nuestra privacidad con una
configuración y/o acción inadecuada.
En la base de todo esto está la cultura de la privacidad: valorarla y aprender a cuidarla. En este
sentido están haciendo una destacable labor las Agencias de Protección de Datos que, más allá de
la protección de datos personales realizan campañas de concienciación al respecto. Un recurso
online para la sensibilización temprana es “Las aventuras de Reda y Neto” Preservar la privacidad
merece realmente la pena porque Internet es un difusor de información muy potente y con
mucha, pero que mucha memoria.
Palabras clave: ciudadano digital, competencias digitales docentes, educación básica y media,
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Conclusión
El internet es un océano de información, sin embargo, esto no quiere decir que toda esta
información sea real o sea buena. Si toda la ciudadanía digital siguiera las normas al pie de la letra
no existirían problemas en el medio digital.