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JULIO, 2016
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIATRICAS
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
SEDE CENTRO OCCIDENTAL
BARQUISIMETO ESTADO LARA
JULIO, 2016
ii
RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD EN MUJERES PERTENECIENTES AL
PROGRAMA ESPERANZA PARA UNA FAMILIA DE UNBOUND
iii
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
SEDE CENTRO OCCIDENTAL
BARQUISIMETO ESTADO LARA
________________________________
(FIRMA)
C.I. - 5.243.516
iv
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
SEDE CENTRO OCCIDENTAL
BARQUISIMETO ESTADO LARA
DECLARACIÓN DE AUTORIA
REINALDO NORIEGA
C. I. V-11.729.224
LAMOC 1401
reinaldojnoriega@hotmail.com
CEL. 0426-5547681
v
AGRADECIMIENTO
A Dios quien con su Espíritu Santo me enseña a ser fuerte y salir vencedor
ante las adversidades.
A mis reinitas Adriana y Gabriela, quien con su amor, ternura e inocencia son
una fuente de inspiración constante en mi vida.
vi
ÍNDICE GENERAL
Pp.
LISTA DE CUADROS………………………………………………………… ix
LISTA DE TABLAS……………………………………………………………. x
LISTA DE GRÁFICOS………………………………………………………… xi
LISTA DE FIGURAS…………………………………………………………... xii
RESUMEN……………………………………………………………………… xiii
INTRODUCCIÓN…………………………………………….………………... 1
CAPÍTULO
I EL PROBLEMA................................................................................ 4
II MARCO TEÓRICO...............................................................................18
Antecedentes.....................................................................................18
Bases Teóricas...................................................................................37
Fundamentos Legales...................................................................... 108
vii
IV RESULTADOS…………………………………………...................... 123
Presentación de resultados…………………………………………… 124
Análisis y discusión de resultados…………………………………… 141
REFERENCIAS…………………………………………………..................... 160
ANEXOS………………………………………………………………………... 173
A. Instrumento de Recolección de Datos…………………………. 174
B. Validación de Instrumentos……………………………………… 180
C. Confiabilidad de instrumentos……………………………………. 201
viii
LISTA DE CUADROS
Cuadro Pp.
ix
LISTA DE TABLAS
Tabla Pp.
1 Correlaciones……………………………………………………………. 138
5 Coeficientes……………………………………………………………... 140
x
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico Pp.
Figura Pp.
xii
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIATRICAS
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
SEDE CENTROOCCIDENTAL
BARQUISIMETO ESTADO LARA
RESUMEN
2
En este segundo capítulo se describe desde la Teoría del Aprendizaje
Social de Bandura, específicamente desde el Determinismo Recíproco, cómo
las conductas resilientes y espirituales están mediadas por la interacción de
factores ambientales e individuales, dándose una aproximación para
comprender los procesos de aprendizajes subyacentes al desarrollo de la
resiliencia y al de las prácticas espirituales. Posteriormente se exponen las
teorías que sustentan la investigación y el marco conceptual que involucra a
todas las variables de estudio.
En el Capítulo III, se hace una descripción del marco metodológico que
siguió el autor para el desarrollo de la investigación, que incluye: la
descripción y operacionalización de las variables Resiliencia y Espiritualidad;
la estructura de los instrumentos elaborados y utilizados para recoger la
información de la muestra; la forma en que esta muestra fue seleccionada; la
validez y confiabilidad de los instrumentos en base a una prueba piloto; y las
técnicas utilizadas para la recolección y análisis de los datos.
En el Capítulo IV se presentan los resultados obtenidos, primero de
manera “cruda”, simplemente ofreciendo los datos estadísticos descriptivos y
porcentuales, con cuadros y tablas obtenidos por SPSS 22; luego, haciendo
el análisis e interpretación de dichos resultados, con gráficos e inferencias
desde el criterio del autor, fundamentándose en el marco teórico de la
investigación. Por último, en el Capítulo V, se plantean las conclusiones del
estudio, exponiéndose los aportes e innovaciones que representan los
resultados obtenidos, la relevancia de estos hallazgos desde el ámbito local,
nacional e internacional, así como las recomendaciones, referencias y
anexos de la investigación.
3
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
4
La resiliencia se ha definido básicamente como la capacidad de salir
fortalecido ante la adversidad (Vanistendael, 2003), funcionando como un
recurso personal que permite afrontar, adaptarse y asimilar operativamente
no solo eventos muy duros o traumáticos (como la muerte, separación o
enfermedad), sino también problemas cotidianos, desde los más pequeños y
triviales, hasta los más graves y delicados, saliendo la persona más
“madura”, con actitud positiva y cualidades renovadas ante dichos
problemas.
En una consideración conceptual del término, Rutter (Op.Cit) citado por
Muñoz y De Pedro (2005), señala que la resiliencia no es un atributo
meramente genético ni solo adquirido durante el desarrollo, sino que es el
producto de un proceso interactivo entre el individuo y su medio a través del
tiempo. Así, desde la perspectiva del “determinismo recíproco”, Bandura
(1987) plantea que los factores psicológicos internos y la conducta se
influyen mutuamente, ésta última determina en parte cuál factor ambiental
será afectado, mientras que el ambiente afecta a su vez los comportamientos
desarrollados. De modo que el entorno es influenciado por la persona tanto
como su conducta es regulada por el entorno, en un proceso de doble vía.
De esto se deriva que, para estudiar y promover un recurso tan
importante como la resiliencia, es fundamental considerar tanto los factores
internos del individuo que la caracterizan o favorecen, como las condiciones
ambientales que podrían influenciarle de forma negativa o positiva. Entre los
factores asociados a la resiliencia que se han investigado, hay uno que está
tomando especial protagonismo por ser un común denominador del género
humano en su búsqueda de felicidad y realización. Este factor es la
“espiritualidad”, un término muy antiguo pero, a la vez, bastante nuevo y
actual para la sociedad, particularmente para la ciencia.
El boom de búsqueda espiritual que ha experimentado el mundo
moderno, principalmente a partir del siglo XX, con sus motivaciones
individuales y colectivas por alcanzar un mayor grado de salud, bienestar y
5
sentido, cada vez han hecho más evidentes las relaciones entre dicha
búsqueda y el logro de esos objetivos. Se observa que las personas con
mayores creencias o actitudes de vida espiritual no sólo resisten más las
adversidades, sino que tienden a hacer de ellas la fuente de nuevos
proyectos, habilidades y disposiciones interiores que les proporcionan
plenitud y felicidad, junto a una actitud abierta, optimista y confiada hacia el
futuro (Norwood, 2006).
En este sentido, Florence Nightingale (McCrae, 1995), madre de la
enfermería moderna, consideró por propia experiencia que la espiritualidad
no era un privilegio de algunas personas, instituciones o religiones, sino una
potencialidad que es intrínseca a la naturaleza humana, que es desarrollable
gradualmente y que constituye uno de los recursos más eficaces para
enfrentar el estrés y lograr superar situaciones conflictivas o traumáticas.
Otros personajes como Indira Gandi, Martin Luter King y Nelson Mandela
pensaron lo mismo, según Gallo (2010).
La psicología ha ido realizando un replanteamiento interesante al
constructo “espiritualidad”, impulsada por investigaciones desde otros
campos afines a la salud y bienestar humano como la medicina, psiquiatría,
enfermería, educación y trabajo social. Por ejemplo, Koenig (2000), revisó
1200 estudios sobre este tema, constatando empíricamente que la
espiritualidad proporciona un mayor bienestar emocional, incide
positivamente en el sistema inmunológico y favorece el estado de salud, lo
que implica menor vulnerabilidad ante enfermedades cardiovasculares,
cáncer y depresión, siendo las dos primeras causas principales de mortalidad
en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2012).
Espiritualidad se ha definido por Park, Paterson y Seligman (2004)
como la creencia personal de que existe un propósito o significado universal
en las cosas que ocurren en la propia vida y el mundo, y de que existe algo
superior que nos guía y protege. Para Koenig (Op.Cit), es la búsqueda de
significado o propósito existencial y una relación con lo que se cree como
6
sagrado, trascendente o un ser superior. Para Miller y Thorensen (2010),
citado por Calzadilla (2014), esta búsqueda proporciona vitalidad, sentido de
vida, sensación de alivio o paz, permitiendo encontrar belleza, bondad en la
vida cotidiana. Es un concepto muy diferente a “religiosidad”, la cual se
refiere al grado de observancia y compromiso con una religión determinada.
Desde la terapia cognitiva de Beck (1999), según refiere Riso (2005), la
espiritualidad, al igual que la religión, forma parte de un conjunto de
superestructuras cognitivo/afectivas motivacionales o valorativas que no
pertenecen al “esquema nuclear” del paciente (el cuál contiene las clásicas
creencias erróneas y de la que parten los sesgos cognitivos causantes de
conductas o actitudes no operativas) sino más bien a otro nivel interno, a las
que Beck junto a otros autores llama “modos” o “esquemas supraordinales”.
Para Beck, citado por Roehlkepartian y otros (2006), la espiritualidad
incluye cualidades que todo ser humano puede desarrollar, como
comprensión, conciencia de las interconexiones entre ella y otras personas o
seres vivos, experiencia del misterio y del asombro, generosidad y gratitud.
Por otra parte, la espiritualidad, aunque es un fenómeno humano
netamente individual y que trasciende los condicionamientos o
modelamientos que surgen de la religión o de la sociocultura, puede
explicarse o circunscribirse dentro del marco de la teoría del aprendizaje
social de Bandura (1987): los efectos benéficos que produce su vivencia
tales como serenidad, alegría, paz, actitud respetuosa, tolerante o
compasiva, entre otros, pueden servir como modelos motivadores para
iniciarse en dicha experiencia, autorreforzándose luego su práctica en la
propia vida mediante un proceso de motivación intrínseca y autorregulación
cognitiva-conductual para procurarse bienestar interior y felicidad.
El interés científico por el estudio correlacional de la resiliencia y la
espiritualidad ha ido cobrando relevancia en los últimos años, no solo por el
hecho de que ambos estén asociados positivamente con la salud, sino
también porque se ha observado que las personas resilientes tienen
7
frecuentemente un alto nivel de espiritualidad o buscan en ella la fuente para
salir vencedores de sus adversidades y adaptarse exitosamente ante las
mismas (Rodríguez y otros, 2011).
Según Castronovo y Migaly (2014), en la última Conferencia Mundial de
Psicoterapia realizada el 2013 en California, varios estudios meta-analíticos
mostraron que las personas que usan ciertas estrategias espirituales y
religiosas para hacer frente a dificultades tienen un mayor bienestar físico y
emocional. Igualmente, el modo que organizan sus pensamientos frente a lo
transcendental también ha mostrado ser relevante: por ejemplo, si alguien
espera que las cosas les sean solo regaladas o hechas por Dios tiene un
efecto muy diferente a si considera que él o ella misma debe hacer las cosas
con “colaboración” de lo “superior”, manteniendo un locus de control interno
alto.
En esta misma Conferencia, comentan Castronovo y Migali (2014), se
resalta que las prácticas espirituales en la psicoterapia han cobrado
protagonismo: el mindfulness (conciencia plena), el yoga y la meditación u
oración ayudan a comprender y manejar mejor las emociones, aumentan la
capacidad de auto-regulación y permiten recuperarse más rápido de las
adversidades; la evidencia de ello ha aumentado exponencialmente en los
últimos cuatro años.
Además, las habilidades para la resolución de problemas y la
activación de recursos como la resiliencia ahora se consideran dos caras de
la misma moneda, pues buscar lo que la gente hace o puede hacer bien
muchas veces es la clave para encontrar la solución.
A nivel latinoamericano se han realizado algunos estudios
correlacionales importantes entre la resiliencia y la espiritualidad. Por
ejemplo, en México, Zabala y otros (2006) estudiaron a pacientes con
diabetes mellitus tipo 2 y encontraron que aquellos que reportaban tener una
relación íntima con Dios y una fe que les motivaba a adaptarse a un estilo de
vida saludable y a tener más aprecio por ellos mismos, sufrían menos de
8
ansiedad ante su estado de salud que aquellos pacientes que no reportaban
tales creencias y actitudes de fe.
En Medellín, el equipo de psicólogas y enfermeras conformado por
Jaramillo y otros (2005), realizó un estudio con mujeres maltratadas,
encontrándose que aquellas con mayor espiritualidad reportaban menor
número de síntomas depresivos y estrés postraumático.
En Venezuela, son varios los estudios en el tema de la resiliencia y su
promoción en diferentes contextos. Por ejemplo, en el CIPPSV, solamente en
su sede de Barquisimeto, se han realizado cinco tesis sobre el tema de
resiliencia, entre las cuales, Torres (2012) hace una propuesta para
fortalecer la resiliencia en madres de niños con diversidad funcional.
Por su parte, la espiritualidad como variable independiente que afecta
positivamente la salud y el sistema inmunológico ha sido planteada por las
doctoras Navas y Villegas (2006) en una amplia revisión bibliográfica del
tema. Sin embargo, la correlación entre ambas variables, al parecer, no ha
sido estudiada en el país.
En este contexto, surge la inquietud para con este tema de
investigación. “Unbound”, una organización internacional sin fines de lucro y
con proyectos en 20 países alrededor del mundo, desarrolla en el Estado
Lara uno de sus programas sociales denominado “Esperanza para una
Familia” (EPUF), cuyo fin es promover el desarrollo del potencial que hay en
niños, jóvenes y familias en situación de pobreza, para que logren ser
personas autosostenibles y vivan con dignidad.
El programa EPUF ayuda a esta población través de un
apadrinamiento personalizado proveniente de Estados Unidos y otros países,
facilitándoles beneficios directos para que los niños y jóvenes estudien
(útiles, calzado y vestuario escolar), los ancianos y personas con
discapacidad tengan acceso a alimentación, medicamentos y servicios de
salud, mientras que las madres de familia obtienen acceso a capital para
realizar pequeños emprendimientos productivos.
9
El programa EPUF cuenta en la actualidad con más de cuatro mil
apadrinados, los cuales son visitados en sus mismos hogares, sectores o
barrios por “promotoras sociales” (personal contratado de Unbound) para
conocer y acompañar de forma personalizada la evolución del apadrinado
desde su propio contexto sociofamiliar. Además, cada promotora se reúne
con las madres de estos apadrinados una vez al mes en algún lugar de su
propia comunidad, conformando pequeños “grupos de madres” o “grupos de
autoayuda” (integrados por 15 a 30 madres cada uno), que son espacios
donde las representantes reflexionan, comparten experiencias, reciben
formación y se brindan apoyo mutuo en sus necesidades.
Estas mujeres se organizan al servicio de sus propios hijos o
representados integrándose en una de las cinco comisiones de trabajo:
correspondencia (que apoya la realización de cartas personales de sus hijos
para sus “padrinos"), educación (que apoya el seguimiento y refuerzo
educativo de los apadrinados escolarizados), finanzas (que apoya la entrega
de beneficios a los apadrinados y las iniciativas de generación de ingresos
para el mismo grupo), salud (que apoya las actividades médicas en beneficio
de los apadrinados) y recreación (que apoya la realización de actividades
recreativas y deportivas con los apadrinados).
Siendo los únicos criterios de aceptación para ser beneficiario del
programa Esperanza Para Una Familia (EPUF) vivir en situación de pobreza
y estar dispuesto a respetar y cumplir los compromisos y políticas internas de
Unbound, la mayoría de las madres de los apadrinados conforman familias
con solo uno o dos salarios mínimos de ingresos mensuales, pero hay casos
en que esto varía, sobre todo en familias con más de 10 años en el
programa, que han ido superándose poco a poco a nivel económico. Algunas
mujeres son trabajadoras formales o informales, pero otras se dedican
completamente a labores del hogar, realizando quizás alguna actividad
productiva a nivel doméstico.
10
En cuanto a su ubicación geográfica, la mayoría de estas mujeres viven
en zonas urbanas o semiurbanas de Barquisimeto, mientras que otras viven
en localidades urbanas o rurales fuera de la ciudad. La mayoría profesa la fe
cristiana pero desde diversas tradiciones o prácticas religiosas (católicas,
evangélicas, testigos de Jehová, etc.), mientras que otras no practican
ninguna religión, aunque tienen su particular manera de creer y de
relacionarse con Dios. En cuanto a su estado civil, la mayoría vive en
concubinato y otras son madres solteras que asumen generalmente toda la
responsabilidad familiar.
Como Unbound apadrina al niño desde que inicia en preescolar o
primaria hasta que obtiene un título profesional técnico o universitario, el
rango de edad de sus madres oscila ampliamente, pero la mayoría podría
ubicarse entre los 20 y 50 años de edad. El nivel educativo de estas mujeres
es muy variable: pocas son profesionales mientras que el mayor porcentaje
tiene un nivel de bachillerato (completo o incompleto) y otras, de primaria
(normalmente las que están iniciando o tienen menos tiempo dentro del
programa).
Partiendo de esta realidad, Unbound quiere que a través de un proceso
de formación, promoción y desarrollo continuo de la autoestima y
capacidades o talentos de estas mujeres, ellas logren empoderarse del
programa EPUF y alcancen autosuficiencia económica mediante la
combinación del apoyo institucional y la generación, por parte de sí mismas,
de proyectos o emprendimientos productivos que les generen ingresos y les
ayuden a romper con el ciclo de la pobreza, en beneficio propio y de sus
familia.
Para lograr este objetivo, Unbound tiene como base la no
discriminación de nadie por razones religiosas ni de ningún tipo y promueve
una espiritualidad entre las mujeres representantes basada en cinco valores
fundamentales: relación personal con Dios (visto como bueno, compasivo
con todos y “papá” de todos); dignidad humana (basada en la igualdad
11
fundamental de todas las personas); respeto mutuo (aceptación,
tolerancia…); integridad (honestidad, sinceridad…); y responsabilidad en la
vida cotidiana.
Específicamente, los grupos de madres que se reúnen en los barrios El
Tostao y Santa Rosalía, ubicados al oeste de Barquisimeto, comparten la
mayoría de las características sociodemográficos antes señaladas. Las
familias que habitan estos sectores no tienen terrenos propios. Algunas
poseen casas de bloque o adobe (con techos de zinc, la mayoría) y otras,
ranchos de zinc. Tienen acceso a luz, agua y cloacas, pero no poseen calles
asfaltadas y pocas aceras. La inseguridad y violencia en muy alta en estos
barrios. En su mayoría, estas mujeres tienen más de 7 años en el Proyecto.
En la cotidianidad de sus vidas, algunas de las mujeres de estos
“grupos de madres” muestran características de poca resiliencia, tales como:
actitudes pesimistas, escasa disponibilidad para asumir compromisos con el
grupo, dificultades de interrelación y de comunicación para con los demás,
conducta hostil o agresiva ante adversidades que se presentan en el
programa y baja capacidad de autoevaluación o de autocrítica (para asumir
errores y responsabilidades).
Otras deficiencias en cuanto a características resilientes son las pocas
habilidades para el trabajo en equipo (tales como fijación de objetivos,
conducta solidaria, respeto al disenso) y para la resolución de problemas.
Estas particularidades personales generan malestar tanto para ellas mismas
como para el resto de las integrantes de los grupos de madres.
Normalmente, las características y conductas señaladas reflejan lo
que dichas mujeres viven en sus propios hogares y contextos personales
diarios, siendo más notorio entre ellas los casos de disfuncionalidad familiar,
problemas conyugales, trastornos conductuales de los hijos, escaso
rendimiento académico o deserción escolar de los mismos. Estas madres
son más propensas a abandonar el programa sin lograr el objetivo de
mejorar su situación económica y sin aprovechar los espacios de formación
12
que se les ofrecen (como talleres de crecimiento personal, oportunidad para
cursos en oficios productivos, entre otros) para su desarrollo humano.
Pero otras mujeres de estos grupos de madres muestran una mayor
capacidad para reponerse ante diversos embates o situaciones personales
muy adversas, como enfermedades graves, abandono por parte de su
pareja, desempleo, falta de vivienda, muerte de algún hijo o familiar cercano,
entre otros, superando dichas situaciones con mayor fortaleza interna,
perseverando y afrontando a su vez con más eficacia los retos, cambios y
dificultades que se les presentan dentro del programa EPUF de Unbound.
Entre algunas características resilientes que muestran estas mujeres en
sus grupos, están su capacidad de autocrítica, mayor facilidad para
relacionarse con sus compañeras y con el personal de Unbound, iniciativa
para las actividades, optimismo, sentido del humor ante las adversidades y
mayor compromiso o responsabilidad con sus propios valores y con los que
promueve la organización.
Se observa también que algunas mujeres, aunque no la mayoría,
ayudadas por los valores que promueve Unbound y aferrándose a sus
creencias o a su fe en Dios, asumen actitudes o conductas que denotan una
alta espiritualidad. Por ejemplo, según ellas mismas expresan, Dios es
alguien central en sus vidas y a quien le deben todo, mostrándole gratitud y
respeto. Otras conductas espirituales son: demostrar gratitud hacia los
demás (vistos como instrumentos de Dios); gestos de compasión, servicio y
de ayuda solidaria hacia otros; sinceridad y transparencia en el manejo de
sus responsabilidades personales y desde la “comisión” que integran en el
grupo de madres; tolerancia y respeto hacia sí mismas y hacia los demás.
Estas mujeres ven a Dios como alguien bueno que les ama, les cuida y
les ayuda. Buscan en la oración o meditación personal y/o comunitaria una
forma de fortalecerse interiormente, de dar sentido a sus sufrimientos y de
tener esperanza ante lo que ellas mismas consideran y refieren como
“pruebas”, oportunidades que Dios pone en su camino para crecer y
13
aprender. Muestran también un mayor interés por aquello que tiene que ver
con el conocimiento de Dios o de ellas mismas, como lecturas espirituales o
de autoayuda, charlas, reflexiones, talleres e incluso música de meditación.
Tomando en cuenta estas observaciones, el autor del presente trabajo
se ha planteado las siguientes preguntas: ¿existe correlación significativa
entre la resiliencia demostrada por las madres del programa Esperanza para
una Familia y sus niveles de espiritualidad? Y de ser así ¿cómo es la relación
existente entre la resiliencia mostrada por estas mujeres y su espiritualidad?
Objetivos de la Investigación
Justificación
15
Este estudio también podría motivar otras investigaciones a nivel de
prevención en salud, para el análisis y promoción de técnicas o “estilos de
vida espiritual y resiliente”, que se traducen en hábitos saludables de
pensamiento y procesamiento de la información, de autorregulación
emocional y autorrefuerzo conductual/motivacional operativos, en particular
para las mujeres y madres adultas. Se enriquecería de este modo el trabajo
terapéutico y la consejería clínica.
A nivel social, la comprensión y promoción de la espiritualidad asociada
a la resiliencia puede tener un impacto significativo. En el programa de
Unbound, Esperanza para una Familia, si las madres ven fortalecida su
resiliencia a través de la espiritualidad no solamente podrían asumir un rol
más activo, participativo, protagónico y operativo en sus grupos de madres,
sino que les daría mayores oportunidades de romper por sí mismas con los
factores que las mantienen en la pobreza, siendo a su vez modelos positivos
y eficaces de superación personal para sus hijos y familias.
Más allá de Unbound, esta investigación puede dar luces sobre los
aspectos cognitivo-conductuales asociados a la espiritualidad que favorecen
la resiliencia, protegiendo a las mujeres ante el riesgo de traumas, estrés,
enfermedades somáticas o ciertos trastornos mentales, en especial a
aquellas madres más expuestas a circunstancias de pobreza, violencia,
enfermedad o pérdida, que son muchas en Venezuela y no abordadas
adecuadamente por el Estado. Ello permitiría disminuir la prevalencia de
dichas patologías u otras asociadas al estrés (cáncer, problemas
cardiovasculares o gástricos, etc.), y por ende, el coste económico para
quiénes podrían padecerlas.
A nivel pedagógico, esta investigación puede ayudar a comprender la
espiritualidad como un valor universal que, junto a la resiliencia, podría
promoverse y enseñarse desde la infancia (incluso en colegios “laicos”),
simplemente por su potencial para contribuir a desarrollar personalidades
más sanas y fuertes ante las adversidades. Sin embargo, los primeros y
16
principales modelos para que el niño se motive a creer en Dios y a practicar
una espiritualidad, son sus padres y, en especial, la madre. Por ello la
importancia de conocer y promocionar esta dimensión en las mujeres.
A nivel científico, en general, esta investigación probablemente sea la
única en Venezuela y podría ser una oportunidad para aportar desde la
realidad nacional, una luz teórica y empírica en este tema que, en el ámbito
de la psicología internacional, es de primera relevancia, brindando mayor
validez a otros estudios que al respecto se han realizado en diversos países
y culturas en los últimos años.
Esta tesis podría ayudar al CISSPV a abrirse institucional y
científicamente a un tema de investigación que quizás le resulte poco
conocido y común (el de la espiritualidad), pero que a su vez podría ayudarle
a enriquecer la comprensión, por parte de sus Orientadores Conductuales,
sobre este aspecto tan humano y medular en la vida y en la toma de
decisiones de las personas atendidas, aprendiendo incluso a aprovecharlo,
como profesionales, para promover en sus clientes actitudes resilientes ante
las adversidades personales concretas que plantean las mujeres adultas en
consulta.
En el CIPPSV, este trabajo se enmarca en la línea de investigación nº
1 (“aprendizaje de la conducta”), temática nº 1.2 (comportamiento del adulto),
área de “etapas de la adultez” y tema “resiliencia”. Siendo éste un constructo
tan amplio y multidimensional, su estudio representa un grande y necesario
reto a fin de aportar mayor comprensión empírica sobre su naturaleza y
factores asociados de manera significativa, uno de los cuales parece ser la
“espiritualidad”.
17
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
21
Cannor-Davidson Resiliencia Scale, CD-RISC, consiste en 25 items que
evalúan la habilidad individual para responder al estrés y a la adversidad.
Tiene fuertes propiedades psicométricas, con un constructo definido y validez
discriminante, una consistencia interna en su escala total de alfa Cronbach =
0,97 en el presente estudio, rango de correlación total de items desde 0,30
hasta 0,70 y un coeficiente de correlación interclases de 0,87.
Depression, Anxiety and Stress Scale – 21, DASS – 21, en español
Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés – 21, comprende tres sub-escalas
de 7 items. En este estudio se utilizaron las escalas de Depresión y
Ansiedad. En este estudio, la confiabilidad alpha de Cronbach para ambas
sub-escalas fue de 0,93 y 0,87, respectivamente.
Life Events Checklist, LEC, es un autorreporte de 17 items que clasifica
los períodos en la vida expuestos a eventos potencialmente traumáticos. Ha
demostrado tener un constructo adecuado, validez convergente y
discriminante en la autoevaluación de exposición traumática. Sin embargo,
su confiabilidad no ha sido calculada y los items no necesitan ser
relacionados.
Brief Emotional Intelligence Scale, BEIS -. 10, en español Escala Breve
de Inteligencia Emocional, utiliza 10 items de los 33 items de la Escala de
Inteligencia Emocional (Schutte et al., 1998), que evalúan el funcionamiento
emocional inter e intrapersonal. Tiene buena consistencia interna, con
coeficiente alfa de Cronbach igual a 0,83 en el presente estudio.
Daily Spiritual Experience Scale, DSES, es un autorreporte que mide
las percepciones que tienen los participante sobre la calidad de su vida
espiritual. Tiene alta confiabilidad y consistencia interna, con un coeficiente
alfa de 0,97 en el presente estudio.
Lubben Social Network Scale – Revised, LSNS – R, en español Escala
de Red Social de Lubben, evalúa el nivel de soporte social percibido de
familiares y amigos. Tiene adecuada consistencia interna, con confiabilidad
de 0,79 para la subsecala de Familia y 0,84 para la subescala de amigos.
22
Los resultados señalaron que la muestra era altamente victimizada, con
un promedio de 9 experiencias violentas reportadas durante su infancia. El
análisis de regresión jerárquica múltiple indicó que después de controlar la
exposición a victimización infantil, otros potenciales eventos traumáticos y los
síntomas presentes de depresión y ansiedad, una mayor resiliencia durante
la adultez temprana estaba asociada con mayor espiritualidad, mayor
inteligencia emocional y apoyo social de los amigos (no así de la familia).
En cuanto a la espiritualidad, los autores concluyen que el sentido de
estar conectado a un poder superior, encontrando fortaleza y alivio en lo
divino, y el sentirse bendecido, son aspectos que están relacionados con la
resiliencia. Sugieren que las personas con estos recursos, así como los
grupos y organizaciones, pudieran facilitar prácticas espirituales y
conectividad a otros adultos jóvenes, para favorecer un funcionamiento
resiliente de estos ante una etapa de la vida marcada por la incertidumbre y
los retos que implica hacer su propio camino separadamente de los padres.
Finalmente, los autores añaden que la investigación clínica debería
abordar a aquellos individuos que parecen más aislados y cómo la conexión
con los pares a través de la formación de comunidad y prácticas espirituales,
así como con un poder superior, están ambos ligados a una mayor
resiliencia.
Para la presente investigación, el estudio citado anteriormente tiene
varios aportes importantes: en primer lugar, algunas de las mujeres
atendidas en los grupos de la muestra son adultas jóvenes y luego, aunque
no se tiene información sobre experiencias de victimización sufridas en su
infancia, es probable que hayan estado presentes de forma significativa en
varios casos, considerando los niveles de violencia familiar y comunitaria que
vive la población venezolana desde hace años, en especial los habitantes de
sectores marginados o socioeconómicamente menos favorecidos.
Igualmente el hecho de contar con el soporte social del grupo de
madres de Unbound en su comunidad, junto al sentido de conexión espiritual
23
con Dios que promueve la fundación a nivel individual y grupal, podrían
constituirse en factores favorecedores del funcionamiento resiliente en dichas
madres.
Otra investigación, realizada por Leeson et. al (2014) y titulada en
español “Espiritualidad y Recuperación de la Calidad de Vida después del
Trasplante de Células Madre Hematopoyéticas”, tuvo como objetivo: primero,
explorar los cambios en la espiritualidad entre pacientes receptores del
trasplante de células madre hematopoyéticas (HSCT, por sus siglas en
inglés) desde el pre hasta el post trasplante, y durante los primeros 12 meses
después del trasplante; segundo, evaluar el grado en el que la espiritualidad
previa al trasplante predecía importantes aspectos de la calidad de vida en el
postrasplante. Fue una investigación de campo exploratoria, correlacional de
diseño longitudinal.
La investigación se hizo con 220 participantes adultos que estaban
recibiendo Trasplante de Células Madre Hematopoyéticas HSCT y el
consiguiente cuidado en The University of Wisconsin Carbone Cancer
Center, USA. El rango de edad de la muestra fue de 19 a 74 años, con una
media de 51 años. 34% tenían diagnóstico de leucemia, 31% de linfoma y
31% mieloma múltiple. 121 recibieron trasplante autólogo y 99 trasplante
alogénico. La mayoría era de raza blanca (96,8%), hombres (61,8%),
casados (82,7%), con niveles de educación de bachiller a universitario la
mayoría, así como también una mayoría cristiana protestante (25,5%) y
católica (23,2%).
Entre los instrumentos usados por los autores de este estudio,
estuvieron: The Funcional Assessment of Chronic Illness Therapy Spirituality
(FACIT – Sp), The Inventory of Depression and Anxiety Symptoms (IDAS),
The Fatigue Symptom Inventory (FSI), The Brief Pain Inventory (BPI) y The
Functional Assessment of Chronic Illness Therapy (FACIT).
Funcional Assessment of Chronic Illness Therapy Spirituality, FACIT –
Sp, en español Evaluación Funcional de Espiritualidad en Terapias de
24
Enfermedades Crónicas, es un autorreporte de 12 items que describe
diferentes aspectos de espiritualidad vividos por el participante en la última
semana. Ha sido usado exitosamente en estudios anteriores con población
cancerosa, teniendo en esta muestra buena confiabilidad para ambas
subestacalas: alfa = 0,79 – 0,87 para significado/paz; y alfa = 0,85 – 0,89
para fe religiosa.
The Inventory of Depression and Anxiety Symptoms , IDAS, en español
Inventario de Síntomas de Depresión y Ansiedad, evalúa síntomas de
depresión y ansiedad en la última semana. Ha mostrado fuerte validez
convergente, teniendo en esta muestra buena confiabilidad, con alfa de
Cronbach de 0,89 – 0,91 para depresión y de 0,77 – 0,86 para ansiedad.
Fatigue Symptom Inventory, FSI, en español Inventario de Síntomas de
Fatiga, está formado por 20 items que evalúan el grado en que la fatiga
interfiere en habilidades funcionales durante la última semana (actividades
diarias, ánimo y relaciones). Ha sido validado en muchas poblaciones de
pacientes con cáncer y mostró muy buena consistencia interna en este
estudio (alfa de Cronbach = 0,93 a 0,94).
Brief Pain Inventory, BPI, en español Inventario Breve de Dolor, usa la
subescala de funcionamiento del Pain Inventory para medir el grado en cual
el dolor interfiere con las actividades diarias, el ánimo y las relaciones. Esta
subescala ha mostrado validez en muestras de población con cáncer y una
excelente confiabilidad en la muestra de este estudio (alfa de Cronbach =
0.95 – 0,97).
Funtional Assessment of Chronic Illnes Therapy, FACIT, en español
Evaluación Funcional de Terapia en Enfermedades Crónicas, evalúa
bienestar físico y funcional en la última semana. Ha mostrado validez y
confiabilidad en muchas poblaciones con cáncer, con una consistencia
interna muy buena en las sub-escalas de bienestar físico (alfa de Cronbach =
0,80 – 0,94) y de bienestar funcional (alfa de Cronbach = 0,82 – 0,86).
25
Para cubrir el primer objetivo de la investigación, se usó estadística
descriptiva para caracterizar el FACIT midiéndose los cambios en la sub-
escalas de significado/paz y fe religiosa en cinco momentos diferentes de
evaluación. Mientras que para el segundo objetivo, se usaron modelos de
regresión lineal de efectos mixtos, para determinar el grado en el cual el
significado/paz y fe religiosa del pretrasplante producía respuestas en la
calidad de vida (depresión, ansiedad, fatiga, dolor, bienestar físico y
funcional) así como los cambios en las mediciones de esta calidad de vida,
en cinco momentos diferentes (antes del trasplante y a 1, 3, 6 y doce meses
después del mismo).
Se encontró, a través de estadística descriptiva, que el significado/paz
disminuyó al mes del postrasplante y volvió a niveles del pretrasplante a los 6
meses del trasplante, mientras que la fe se incrementó desde el
pretrasplante hasta los seis meses del trasplante. Los modelos de regresión
lineal de efectos mixtos (en cinco momentos diferentes de medición),
indicaron que un mayor nivel de significado/paz en el pretrasplante (no así la
fe religiosa), predijo menos depresión, ansiedad y fatiga, así como mejor
bienestar físico y funcional durante los 12 meses siguientes al trasplante.
Los autores concluyeron que la capacidad de encontrar significado y
paz podría facilitar la recuperación después de HSCT, sugiriendo que la
espiritualidad podría ser un factor de resiliencia que debería considerarse
para mejorar la calidad de vida en pacientes de HSCT.
En el contexto actual de Venezuela, donde la escasez de productos
farmacéuticos y de salud básicos aumentan el estrés en las personas
enfermas así como el riesgo de mortalidad y disminución en su calidad de
vida, más aún en personas pobres por lo costoso de los productos (cuando
tienen la suerte de conseguirlos), la espiritualidad podría constituirse en un
factor de resiliencia necesario e importante.
En la muestra de la presente investigación, algunas madres del
programa de apadrinamiento han sufrido patologías graves (entre las cuales
26
está el cáncer), por lo que el estudio citado anteriormente apoyaría la
hipótesis de que en ellas la espiritualidad sería una fuente de fortaleza y
adaptación en la etapa inmediata y posterior al diagnóstico así como en sus
etapas de tratamiento, dando un significado y propósito trascendental a su
enfermedad.
Estas últimas ideas han sido confirmadas con algunas investigaciones
en el contexto regional latinoamericano. Por ejemplo, Quiceno et. al (2013),
en su trabajo titulado “Resiliencia, percepción de enfermedad, creencia y
afrontamiento espiritual religioso y calidad de vida relacionada con la salud
en pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide”, tuvieron como objetivo
evaluar las relaciones entre resiliencia, percepción de enfermedad, creencias
y afrontamiento espiritual/religioso, y calidad de vida en 41 pacientes con
diagnóstico de artritis reumatoide (AR) de la ciudad de Medellín, Colombia.
Se trata de un estudio de campo, ex-post-facto, correlacional, de corte
transversal.
Los pacientes fueron tomados de la Fundación para el Paciente con
Artritis Reumatoide (FUNPAR) en Medellín, siendo en su mayoría mujeres
(95,1%), amas de casa (56,1%), de nivel socioeconómico medio (78%), con
un promedio de edad de 57 años y 9 años con diagnóstico de AR, recibiendo
tratamiento farmacológico (92,7%).
Entre los instrumentos utilizados por los autores de este estudio,
estuvieron: Escala de Resiliencia RS, Cuestionario Breve de Percepción de
Enfermedad IPQ-B, Inventario de Sistema de Creencias SBI-15R, Escala
Estrategias de Afrontamiento Espirituales SCS y Cuestionario de Salud MOS
SF-36. El primero, la Escala de Resiliencia (Resilience Scale, RS),
desarrollada por Wagnild y Young (1993), es un cuestionario de 25 items que
evalúa la resiliencia tanto en población clínica como en no clínica. El alfa de
Cronbach del instrumento calculado para esta muestra fue de 0,92.
La Escala de Estrategias de Afrontamiento Espirituales (The Spiritual
Coping Strategies Scale, SCS), evalúa las estrategias de afrontamiento
27
espiritual religioso y no religioso tanto de personas sanas como con alguna
patología. Los alfas de Cronbach calculados en este estudio para el
afrontamiento religioso y no religioso fue de 0,76 y 0,61, respectivamente.
El Inventario de Sistema de Creencias (System of Belief Inventory, SBI-
15R), mide las prácticas y creencias religiosas y espirituales y el soporte
social derivado de ellas en las personas con algún tipo de enfermedad. . El
alfa de Cronbach calculado para este caso fue de 0,87. Por su parte, el
Cuestionario Breve de Percepción de Enfermedad (Illness Perception
Questionnaire, IPQ-B), evalúa la representación cognitiva emocional de las
personas en momentos de enfermedad. Está formado por 8 ítems, y cada
uno conforma una dimensión, por tanto no se le efectúa el análisis alfa de
Cronbach.
El Cuestionario de Salud MOS SF-36 (Medical Outcomes Study 36-
Item Short-Form Health Survey, SF-36), mide de forma general el estado de
salud y calidad de vida para población clínica y no clínica. Comprende 36
ítems, con un sistema de respuesta tipo Likerttt. Está conformado por 8
dimensiones: función física (α = 0,73), rol físico (α = 0,92), dolor corporal (α =
0,50), salud general (α = 0,91), vitalidad (α = 0,97), función social (α = 0,96),
rol emocional (α = 0,80) y salud mental (α = 0,89). Por otro lado, el MOS SF-
36 comprende dos índices sumarios: el índice de salud física y el índice de
salud mental.
Los resultados calculados con el Coeficiente r de Pearson, mostraron
correlación entre las diferentes variables del estudio con las creencias y
prácticas religiosas y espirituales (SBI-15R y SCS), observándose que la
dimensión “control personal” del IPQ-B y las dimensiones “competencia
personal”, “aceptación de sí mismo y de la vida” y “resiliencia total” de la
escala RS tuvieron correlaciones positivas con la dimensión “estrategias de
afrontamiento espiritual no religioso” del cuestionario SCS.
De igual manera, la dimensión “competencia personal” de resiliencia
tuvo una correlación positiva con la dimensión “apoyo social religioso” del
28
SBI-15R. Por otro lado, las dimensiones “creencias y prácticas religiosas y
espirituales”, “apoyo social religioso” y el “SBI-15R total” tuvieron
correlaciones positivas con la dimensión “estrategias de afrontamiento
religioso” de la escala SCS.
En el análisis de regresión lineal múltiple usado para medir el peso de
las variables sociodemográficos/clínicas, y de la resiliencia, percepción de
enfermedad, creencia y afrontamiento espiritual religioso sobre la CVRS
(calidad de visa relacionada con la salud), las consecuencias de la
enfermedad del IPQ-B y el tratamiento farmacológico tuvieron un peso
negativo sobre la calidad de vida a nivel físico, mientras que la aceptación de
sí mismo y de la vida (en la Escala de Resiliencia) y el estrato
socioeconómico lo tuvieron positivamente sobre la salud mental.
Los autores concluyeron que en este estudio se aprecia que variables
positivas como la resiliencia y la religión/espiritualidad tienen íntima relación
entre sí porque apuntan a una visión optimista de la vida, promueven
emociones positivas y pueden servir como marcos protectores para la salud
mental y la percepción de enfermedad de los pacientes con AR, ya que
reducen el afecto negativo, lo cual tiene afinidad con lo hallado en la
literatura con muestras de enfermos crónicos. La percepción de la calidad de
vida de los pacientes con AR es mediada por las representaciones de la
enfermedad y por factores salutogénicos como un afrontamiento de tipo
trascendental y la resiliencia.
Para la presente investigación, los hallazgos y conclusiones de Quiceno
et al. (Op.Cit) representan un aporte relevante, puesto que la percepción de
la calidad de vida de las madres del programa de apadrinamiento podría
estarse viendo afectada por su situación socioeconómica personal aunada
por la ya citada crisis nacional a nivel del sector salud. Al favorecerse una
visión optimista y positiva de la vida, desde una interpretación espiritual, ante
las adversidades cotidianas como podrían ser una enfermedad o la escasez
de medicamentos, dichas madres podrían disminuir su vulnerabilidad a
29
pensamientos catastróficos, estresantes o negativos asociados depresión u
otras patologías mentales concomitantes con enfermedades físicas crónicas.
En esta misma línea, Pérez et. al (2012) realizaron una investigación
titulada “Afrontamiento y adaptación y su relación con la perspectiva
espiritual en el paciente con VIH/SIDA”, cuyo objetivo fue Identificar el
proceso de afrontamiento y adaptación y su relación con la perspectiva
espiritual en 100 pacientes con VIH/SIDA de una Institución de Salud Pública
en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Los pacientes tenían al menos 6 meses diagnosticados con la
enfermedad, hospitalizados (8%) o en cuidado externo (92%), y no estaban
en fase terminal. La mayoría fueron hombres (86%), con nivel educativo de
bachillerato completo (64%), empleados (62%), cristianos (católicos 66% y
otras denominaciones 22%), de estratos socioeconómicos medios bajos a
bajos (93%) con edades entre 21 y 40 años (promedio de 31 años caballeros
y 38 las mujeres), conformando en su mayoría familias atípicas (46%). Para
recoger la información los autores usaron los siguientes instrumentos: Roy's
Coping and Adaptation measurement Scale en su versión española
(EsCAPS) y el Spiritual Perspective Scale (SPS).
Roy's Coping and Adaptation measurement Scale en su versión
española, EsCAPS, en español Escala de Roy para medición de
Afrontamiento y Adaptación, comprende 47 items, con cuatro respuestas
opcionales tipo Lickert. Permite identificar las estrategias de afrontamiento y
adaptación que las personas usan para responder a las dificultades o
situaciones críticas. Tiene cinco sub-escalas, estrategias o factores de
afrontamiento/adaptación: “Recursivo y Centrado”, “Físico y Enfocado”,
“Proceso de Alerta”, “Procesamiento Sistemático”, “Conociendo y
Relacionando”. Posee buena capacidad psicométrica, con una confiabilidad
alfa de Cronbach igual a 0,88.
The Spiritual Perspective Scale, SPS, en español Escala de Perspectiva
Espiritual, mide comportamientos y creencias espirituales. Tiene una
30
consistencia interna de α = 0.91. Otra investigación en Colombia con mujeres
víctimas de maltrato, arrojó un α = 0,80 (Jaramillo D., Ospina D., Cabarcas
G., Humpreys J., Op.Cit).
Los cinco subgrupos de pacientes identificados, presentaron diferentes
dinámicas en cuanto al mayor o menor uso de las 5 estrategias de
afrontamiento. En la mayoría de pacientes se identificó una alta perspectiva
espiritual ante la vivencia de la enfermedad. Una débil pero significativa
correlación se encontró entre los procesos de afrontamiento y adaptación y
los componentes de la perspectiva espiritual.
En este estudio, los autores afirman que la perspectiva espiritual juega
un importante rol en la experiencia de tener VIH/SIDA según los pacientes,
tanto a nivel de sus conductas como de sus creencias más profundas. Estas
sirven de guía en aspectos de la vida diaria, convirtiéndose en una fuente de
soporte y de fortaleza interior, que promociona la superación personal y un
óptimo nivel de bienestar.
Los pacientes evocan aspectos espirituales con sus amigos, en
momentos del día en que comparten con otras personas, en sus lecturas,
teniendo incluso hábitos regulares de oración y meditación. Adicionalmente,
el perdón se manifiesta como un aspecto muy importante relacionado a la
espiritualidad en los pacientes, tanto a nivel religioso como no religioso,
promocionando un sentido de conexión con uno mismo, con otros y con un
ser superior.
Los autores concluyen que, habiendo esta relación positiva entre la
espiritualidad y el afrontamiento/adaptación en enfermos con VIH/SIDA, los
terapeutas deben tener muy en cuenta estos recursos internos de sus
pacientes en el cuidado o atención de los mismos. En este sentido, una vez
más se observa cómo la espiritualidad puede ser un recurso de resiliencia
ante situaciones adversas. En particular para esta investigación, los aportes
de Pamela Reed en la construcción de su Escala de Perspectiva Espiritual
podrían guiar la definición de algunos indicadores de espiritualidad para la
31
muestra de madres de Unbound a investigar, tanto en el aspecto cognitivo
(creencias) como conductual (prácticas o expresiones de espiritualidad).
Otra población en la que se ha abordado, a nivel latinoamericano, la
relación entre espiritualidad y resiliencia, ha sido la de estudiantes
universitarios. Salgado (2012) realizó una tesis doctoral titulada “Efectos del
bienestar espiritual sobre la resiliencia en estudiantes universitarios de
Argentina, Bolivia, Perú y República Dominicana”.
Los objetivos de la citada investigación fueron (1) determinar el impacto
que la cultura ejerce en el efecto de la dimensión religiosa del bienestar
espiritual sobre la resiliencia en estudiantes de Psicología de universidades
nacionales de cuatro países latinoamericanos; (2) establecer la asociación
que existe entre los niveles de las variables estudiadas; (3) comparar la
resiliencia entre estudiantes de Psicología de universidades nacionales,
según género, condición laboral, religión y país de procedencia y (4)
comparar la dimensión religiosa del bienestar espiritual según los mismos
criterios.
Se trató de una investigación de diseño no experimental, exploratorio,
correlacional y transversal, de tipo comparativa transcultural con enfoque
ético-émico para poder descubrir aspectos de las culturas investigadas. La
muestra estuvo conformada por 308 estudiantes de ambos sexos y solteros
de entre 17 y 25 años de edad, que cursaban el primer año en las Facultades
de Psicología de las universidades nacionales de zonas urbanas de
Argentina (82), República Dominicana (79), Perú (74) y Bolivia (73)
seleccionados a través de un muestreo de conveniencia en cada país.
El 81,8% de las personas incluidas en la muestra fueron mujeres. En
cuanto a religión, el 66,6% de la muestra era católica, el 18,1% cristianos
evangélicos y el resto de otras denominaciones no cristianas, agnósticos o
ateos. El 28,20% de la muestra trabajaban (mayormente los estudiantes de
Bolivia y República Dominicana). Como instrumentos se utilizaron la Sub-
Escala de la Dimensión Religiosa de la Escala de Bienestar Espiritual de
32
Paloutzian y Ellison y la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young. Ambos
instrumentos ya han sido descritos en las investigaciones anteriormente
citadas.
Entre los principales resultados se encontró que: Primero (1), la cultura
ejerce un impacto en el efecto de la dimensión religiosa del bienestar
espiritual sobre la resiliencia, específicamente en los estudiantes de
Psicología de las universidades nacionales de República Dominicana y
Bolivia. En los estudiantes de Perú y Argentina no se halló ninguna relación.
Segundo (2), se halló que existe asociación significativa entre los
niveles de la dimensión religiosa del bienestar espiritual y los niveles de
resiliencia (con sus respectivos factores de competencia personal y
aceptación de uno mismo y de la vida) en los estudiantes de Psicología de
las universidades nacionales de Bolivia y República Dominicana. En los
estudiantes de Perú y Argentina no se halló dicha asociación. Tercero (3), no
existen diferencias significativas en la resiliencia, según género, condición
laboral y religión. Sin embargo, según país de procedencia si se hallaron,
donde el mayor promedio se observó en República Dominicana, en segundo
lugar en Perú, en tercer lugar en Bolivia y en último lugar, en Argentina.
Cuarto (4), existen diferencias significativas en la dimensión religiosa
del bienestar espiritual según género, donde las estudiantes mujeres
presentan mayores niveles que los estudiantes varones; según condición
laboral, donde los que trabajan y estudian al mismo tiempo presentan
mayores niveles que los que solo estudian; según religión, los estudiantes no
católicos presentan mayores niveles que los católicos; y por último, según
país de procedencia, donde los estudiantes de República Dominicana
presentan el mayor bienestar espiritual en la dimensión religiosa, en segundo
lugar Bolivia, en tercer lugar Perú y en último lugar, los estudiantes de
Argentina.
33
En los tres primeros países mencionados, los niveles de espiritualidad
fueron medios y altos, mientras que en Argentina, el nivel fue bajo para la
muestra. La autora concluye que la espiritualidad es un factor favorecedor de
la resiliencia, atribuyéndole incluso una relación causal con ésta última. Hace
una larga disertación sobre la importancia de valorar y considerar la
espiritualidad como parte del componente formativo en las universidades, a
pesar de la postura de rechazo o desprecio que muchos académicos
adoptan ante este tema en nombre de la ciencia.
Sugiere finalmente, entre otras cosas, que las futuras investigaciones
empíricas en el área correlacional de ambas variables deberían enfocarse en
tres contextos diferentes para hacer más válidas y generalizables estas
conclusiones: Familia (soporte social; manejo de conflicto interparental y
entre padres e hijos; funcionamiento familiar: cohesión, adaptabilidad y
comunicación); Universidad (estilo docente y clima social en el aula) y
Comunidad (soporte social, redes de apoyo y acontecimientos vitales
estresantes) que podrían tener un efecto explicativo directo o indirecto sobre
la relación entre el bienestar espiritual y la resiliencia.
Esta sugerencia dada por Salgado justamente constituye un estímulo
para abordar el presente estudio, ya que las mujeres del Programa de
Apadrinamiento Esperanza para una Familia de la Fundación Unbound,
participan conformando pequeños grupos de apoyo solidario, donde se
fomenta una espiritualidad basada en la fe en Dios, según la dimensión
religiosa o personal que cada persona tenga, y que “se caracteriza por la
autenticidad, integridad, transparencia, franqueza, inclusión, relación, mutua
corresponsabilidad y respeto, dialogo, aprendizaje mutuo, encuentro
personal y fuerza en la diversidad” (Manual de Apadrinamiento de Unbound
2015, página 1-3).
El acercamiento y revisión de una micro-realidad social y cultural
venezolana como la que representan estos grupos de mujeres, ofrecería otra
perspectiva científica en cuanto a las relaciones que pudieran existir entre la
34
espiritualidad y la resiliencia demostrada por dichas mujeres particularmente
ante la pobreza y situaciones adversas asociadas.
Para finalizar, siguiendo con una muestra poblacional parecida a la del
anterior estudio pero ubicada en el contexto nacional, Rivas (2012) también
realizó una tesis doctoral titulada “Fortalezas de Carácter y Resiliencia en
Estudiantes de Medicina de la Universidad de los Andes en Mérida,
Venezuela”.
Los objetivos de esta investigación fueron: (1) describir las fortalezas de
carácter (entendida como las cualidades positivas que poseen las personas y
que potencian su bienestar) de los estudiantes de la carrera de medicina
considerando las variables: edad, género, curso académico y presencia de
hijos; (2) describir los factores de resiliencia de los estudiantes de la carrera
de medicina considerando las variables: edad, género, curso académico y
presencia de hijos; y (3) relacionar las variables fortalezas de carácter y
factores de resiliencia presentes en los estudiantes de medicina. Se planteó
una investigación de campo, exploratoria, transversal y correlacional.
Participaron 522 estudiantes de primero a sexto año de medicina, la
mayoría cursando el primero o segundo año de carrera (50,95%) con un
rango de edad entre 16 y 42 años (21,99 años, como media). Más de la
mitad de la muestra eran mujeres (58,62%) y el 90,42% reportaron no tener
hijos. Se aplicó el Cuestionario de Fortalezas de Carácter (VIA) de Peterson
y Seligman, y la Escala de Resiliencia (Connor Davidson Resilience Scale,
CD-RISC).
Esta última escala ya ha sido descrita anteriormente, sin embargo, la
autora de la investigación citada realizó un análisis factorial exploratorio al
CD-RISC con rotación varimax, para simplificar la interpretación de los
factores con el fin de determinar las sub-escalas de resiliencia en los
estudiantes de medicina, encontrándose las siguientes: (1) Aceptación
positiva del cambio; (2) Competencia personal; (3) Control; y (4)
Espiritualidad. También calculó la consistencia interna de estos cuatro
35
factores o sub-escalas, obteniéndose un α = 0,88 para la resiliencia total, y
0,85 – 0,82 – 0,62 – 0,42 para los cuatro factores respectivamente.
El Cuestionario de Fortalezas de Carácter (VIA) (Values in Action),
consta de 240 ítems tipo Líkert y mide el grado en que los estudiantes
poseen cada una de las 24 fortalezas, ordenadas bajo 6 virtudes. El
coeficiente alfa de Cronbach indica una alta confiabilidad y consistencia
interna de los ítems que componen el Instrumento VIA, ya que todos están
por encima de α = 0,65. Las que presentan mayor confiabilidad son:
Espiritualidad y Perseverancia (0,83), Perdonar (0,82) y Humor (0,80).
Los resultados señalan que la principal fortaleza autopercibida por los
estudiantes fue la esperanza, seguida de gratitud, bondad, honestidad y
equidad. Las fortalezas con puntuaciones más bajas fueron: humildad,
autorregulación, prudencia, apreciación de la belleza y perdonar. Curiosidad
y mente abierta resultaron la principal fortaleza en los más jóvenes, en los de
mayor edad, la espiritualidad y la humildad. El género femenino, mostró
puntajes superiores en perdonar, humildad y espiritualidad. Sexto año
presentó puntajes superiores en humildad y prudencia. Estudiantes con hijos
mostraron mayor humildad y espiritualidad.
En resiliencia, los de menor edad, presentaron valores más altos en
resiliencia total, y aceptación positiva al cambio, el género femenino valores
más altos en competencia personal y espiritualidad. Primer año, valores más
altos en resiliencia total y aceptación positiva del cambio y control. Mayor
espiritualidad, en los de sexto año y con hijos. Estudiantes sin hijos
presentaron valores más altos en resiliencia total, aceptación positiva del
cambio, y control. Se mostraron relaciones significativas positivas entre la
mayoría de fortalezas y la resiliencia total y sus sub-escalas.
La autora concluye que lo importante del modelo salutogénico
abordado, desde la psicología positiva, es que cada persona reconozca y
utilice en la cotidianidad sus fortalezas y capacidades más desarrolladas,
aceptando la necesidad de cultivar aquellas menos manifiestas en su
36
comportamiento. Estos aportes son una luz teórica y empírica desde el
paradigma de la psicología positiva que podría iluminar y sustentar el
desarrollo epistemológico y metodológico del presente estudio.
Se observó que todas las fortalezas de carácter (incluso la
espiritualidad) se relacionan positivamente con las 4 sub-escalas de
resiliencia, mientras que las personas adultas y con hijos mostraron mayores
puntajes de espiritualidad asociada a resiliencia, lo cual podría predecir
resultados similares en los grupos de mujeres del programa de
apadrinamiento de Unbound ya que en su mayoría son adultas y madres.
Según los estudios citados, la actual investigación internacional y
regional apunta hacia una correlación consistente entre las variables
resiliencia y espiritualidad, así como en un particular interés científico por la
medición empírica de ambos constructos en la línea cuantitativa y cuasi-
experimental.
43
Determinantes consecuentes, resiliencia y espiritualidad
47
Consecuencias autoproducidas. Aunque algunas actividades se
mantienen por la anticipación de sus consecuencias, en opinión de Bandura
(Op.Cit.), por lo general la conducta se produce sin necesidad de
reforzamiento externo inmediato, gracias a la capacidad de simbolización
(abstracta y lingüística) y de reacción de los seres humanos ante su propio
comportamiento y pensamiento. Las personas tienen capacidad de
autodeterminación y pueden dar sentido o valor a lo que viven y perciben. En
este proceso, el individuo se impone a sí mismo ciertas normas de conducta
o estándares de desempeño, respondiendo ante sus propias acciones de
forma autorrecompensante o autopunitiva.
El autor define el “autorreforzamiento” como el proceso en el que los
individuos mejoran y mantienen su propia conducta aplicándose a sí mismos
recompensas cuando su comportamiento se ajusta a estas normas
autoprescritas. El “autocastigo” es el proceso contrario equivalente. La
“autorregulación” se refiere tanto a los efectos de reducción como de mejora
que tienen las influencias autocorrectivas. Según la teoría del Aprendizaje
Social (Bandura, Op.Cit.), el reforzamiento autorregulado aumenta el
rendimiento fundamentalmente a través de la función motivacional.
Bandura (Op.Cit.) afirma que las personas crean autoinducciones al
condicionar la autorrecompensa a un cierto nivel de desempeño, a fin de
persistir en su esfuerzo hasta que su conducta se asemeje a las normas o
nivel autoprescrito. Así, la conducta genera autorreacciones (de rechazo o
admiración) a través de una autovaloración, la cual depende de los criterios
personales internos usados para evaluar dicha conducta, las normas de
rendimiento autoimpuestas, la comparación interpersonal o social que hace
el individuo y el valor que le asigna a la actividad como tal.
En la teoría del aprendizaje social, los “valores” se refieren a aquellos
incentivos que son más significativos para el individuo y que varían para
cada quien: aprobación social, dinero, posesiones materiales, estatus social,
libertad de acción, relación interpersonal determinada, etc. Los incentivos
48
más valiosos para alguien puede que no lo sean para otra, motivándole a
realizar las actividades necesarias para conseguirlos, mientras que los
incentivos poco valiosos no tienen ese efecto motivador. Cuanto más alto es
el valor dado al incentivo, mayor es la motivación y el nivel de rendimiento
personal por alcanzarlo (Bandura, Op.Cit.).
En el ámbito de la resiliencia, los procesos de autorreforzamiento son
relevantes ya que las personas suelen gratificarse cuando tienen una
sensación de orgullo personal al superar dificultades o manejar situaciones
adversas inesperadas de manera adecuada y exitosa por ellas mismas, tal y
como observa Bandura (Op.Cit.). El autorrefuerzo podría mejorar la
autoestima (modificando autoconceptos negativos) e impulsar hacia una
mayor autoeficacia para superar futuras desaveniencias, en función de los
valores que motivan a la persona.
En el programa EPUF, las representantes de los apadrinados son
orientadas a planificar y desarrollar objetivos personales realistas de
superación económica y familiar, ya que una mejor calidad de vida es
indicador del valor central que se le da al ser humano y a su dignidad dentro
de Unbound. Pero también se les invita a celebrar el logro de dichos
objetivos, en cada una de sus etapas intermedias, lo cual les estimula a
plantearse nuevas metas.
En tal sentido, las madres suelen gratificarse por estos pequeños logros
intermedios a través de periódicos procesos de evaluación comunitaria sobre
su participación, desempeño y evolución en el programa, donde las otras
compañeras reconocen sus avances y se animan mutuamente en aquellas
áreas que necesitan mejorar.
Por otra parte, en el ámbito de la espiritualidad, la autorregulación juega
un papel fundamental. Normalmente, desde la infancia las personas copian
de sus modelos no sólo patrones de conducta o adecuación social, sino los
criterios de valor que guían dichas conductas. Entre estos valores y criterios,
el aspecto religioso, supersticioso o sobrenatural, sobre todo en la cultura
49
latinoamericana, suele tener un papel importante y el niño asume estas
conductas y creencias como parte de su proceso de pertenencia y
aceptación social, que puede ser reforzada directamente con mayor
aceptación y reconocimiento, o reforzada vicariamente observando modelos
atractivos y/o poderosos en este ámbito (eclesial, pastoral, espiritual).
Sin embargo, en una sociedad globalizada y democrática donde cada
quien asume distintas posturas o evaluaciones sobre un mismo tema y
donde la libertad de pensamiento y de culto es un valor central, la persona va
confrontándose con diversos modelos de religiosidad y espiritualidad,
encontrando inconsistencias no solo entre las diferentes creencias
espirituales y religiones, sino en el interior de ellas mismas.
En ese proceso lo común es que, durante la etapa de juventud y/o
adultez, haciendo uso de su libre albedrío y de su capacidad de abstracción,
el observador procesa las informaciones contradictorias hasta el punto que,
según Bandura (Op.Cit.), encuentra un criterio personal y auténtico en base
al cual evaluar sus conductas y tomar sus propias decisiones.
En el tema de la espiritualidad, la persona se confronta a esta crisis tarde
o temprano, debiendo decidir entre lo que tradicionalmente ha aprendido o
ha reconocido como socialmente aceptado, y lo que él o ella misma
considera que puede conducirlo auténticamente hacia un propósito y sentido
de vida pleno desde un punto de vista trascendental o espiritual.
En este proceso, juegan un papel básico los modelos positivos de
personas que, profesando una creencia espiritual, viven consistentemente
conforme a dicha creencia y manifiesta una vida integrada, coherente,
realizada y feliz. Impulsado por estos modelos, en unos casos, o por un
deseo intrínseco de dar sentido y paz a la propia vida, en otros, la persona
emprende el viaje interior que le lleva a encontrarse consigo mismo y con ese
Ser Superior que quizás antes visualizó lejano o ausente, en una experiencia
personal y subjetiva, pero real para ella o él.
50
Cuando este encuentro se da de manera sincera y auténtica, la persona
experimenta paz, tranquilidad, consuelo, alivio, esperanza, fortaleza, alegría
y una serie de emociones positivas que le conducen hacia un estado de
bienestar y armonía interior, según lo atestiguan las historias personales de
quienes así lo han vivido, tanto dentro de las estructuras religiosas como
fuera de ellas. Esta experiencia se hace tan motivadora por sí misma, que el
individuo ya no necesita de refuerzos vicarios para creer en su valor
intrínseco, autorregulando su vida y acciones en función de lo que pueda
mantener dicha conexión espiritual.
Las personas pueden autorreforzar su espiritualidad haciendo
actividades que les procuran bienestar físico y serenidad emocional, tales
como la meditación, el yoga, el mindfullness, la oración y reflexión sagrada,
escuchar música o lecturas de autoayuda, entre otras. O pueden hacer
autoevaluaciones reforzantes de conductas virtuosas en sintonía con su
propia espiritualidad, que no necesariamente son agradables o placenteras
por sí mismas.
Un ejemplo de lo anterior sería autoelogiarse o reconocerse por ofrecer
comida a un indigente, por brindar un gesto perdón y reconciliación hacia un
ofensor, por hacer un servicio sin esperar recompensa material, por
reconocer honestamente un error personal, o por no sucumbir ante una
tentación en contra de su integridad ética-moral.
La creencia y relación personal con lo que considera un Ser Superior
que le ama, acepta, ayuda o protege, está en la base de la espiritualidad de
muchas personas, fungiendo como criterio de valor fundamental para la
interpretación, evaluación y valorización de los diversos acontecimientos de
sus vidas, incluso los más dolorosos y traumáticos, y por consiguiente, para
la toma de decisiones. En síntesis, tanto la resiliencia como la espiritualidad
pueden ser promovidas, al menos inicialmente, por factores reforzantes
externos (materiales, sociales o simbólicos), a su vez que son motivados por
51
la observación de modelos positivos fuertes (resilientes) y de búsqueda
trascendental de sentido y propósito (espirituales).
Pero posteriormente, cada quien desarrolla este potencial en la medida
de que enfrenta y supera situaciones adversas (en el caso de la resiliencia),
y mediante la experiencia personal y subjetiva de búsqueda de felicidad en lo
trascendente (en el caso de la espiritualidad), al replantearse
responsablemente sus valores personales más básicos y su posición con
respecto a lo que la gente o la sociedad considera como aceptable o no a
nivel espiritual y religioso. La auotorregulación de la propia conducta en base
estos valores podría considerarse como el motor de la vida espiritual,
mientras que la relación personal con lo que se considera un Ser Superior,
su combustible o motivación intrínseca.
54
Resiliencia
Antecedentes teóricos
56
En este sentido, Bonanno (2004) define la resiliencia como la habilidad
que poseen las personas adultas para mantener niveles de funcionamiento
físico y psicológico relativamente estables y sanos, así como la capacidad
para generar nuevas experiencias y emociones positivas, después de haber
sido expuestos a eventos potencialmente muy disruptivos en la vida diaria
que generan estrés agudo, tales como separación inesperada de un ser
querido, desastres naturales o problemas económicos.
Jiménez y Arguedas (2004) afirman que la resiliencia es la capacidad
para “activar” las fortalezas y proteger la propia integridad al enfrentar
adversidades, construyendo a partir de éstas. Para Muñoz y De Pedro (2005)
la resiliencia es un continuo que refuerza las “opciones” y oportunidades de
la persona al aplicar sus capacidades y recursos internos para enfrentarse a
situaciones de riesgo o que pongan en peligro su desarrollo, superarlas,
mejorar su calidad de vida y hacer posible sus proyectos de futuro.
Por su parte, Carretero (2010) la define como una capacidad, fruto de la
interacción de variables personales con factores ambientales, que permite al
individuo enfrentarse y resolver de manera adecuada e integrada en su
medio cultural, diferentes situaciones de adversidad, riesgo o traumáticas por
diferentes motivos, permitiéndole alcanzar una situación normalizada y
adaptada a su entorno cultural.
Para la población de mujeres adultas de Unbound acá estudiadas, las
fuentes de estrés son múltiples y están relacionadas a problemas cotidianos
no necesariamente traumáticos. Tomando en cuenta este contexto,
sintetizando los conceptos más actuales del término y según el modelo
teórico descrito seguidamente, el autor de esta investigación define
“resiliencia” como el proceso que permite a una persona activar sus factores
protectores ante situaciones de riesgo, adversas o estresantes, respondiendo
de manera consciente, automotivada y eficaz ante dichas situaciones para
salir más fortalecida, adaptada o integrada a su entorno.
57
Modelo teórico
60
En el contexto estudiado, los grupos de madres de El Tostao y Santa
Rosalía se enfrentan día a día con la común adversidad de la pobreza y han
lidiado en el presente o en el pasado con algunos de los eventos estresores
mencionados en el diagrama modelo: separación, muerte de un ser querido,
problemas laborales, desempleo, enfermedad, actos violentos en manos del
hampa, entre otros. Ante el riesgo generado por estos eventos, algunas
mujeres cuentan con o hacen uso de factores protectores internos y externos
que les permiten desarrollar atributos o conductas resilientes, logrando como
resultado un nivel funcional de integración social y de afrontamiento efectivo
de estas dificultades o de las situaciones por ellas desencadenadas.
Desde el ámbito de Unbound, el Programa de apadrinamiento EPUF se
presenta como un elemento de intervención directa para ayudar a las madres
y familias a romper con el ciclo de la pobreza generando procesos
individuales y grupales de participación y empoderamiento. Las madres no
sólo reciben ayuda material y económica, sino capacitación humana en áreas
de relaciones interpersonales, planificación, trabajo en equipo y toma de
decisiones en cuanto a la inversión de los beneficios individuales que reciben
mes a mes por padrinos desde Estados Unidos.
A su vez, los pequeños grupos formados por las madres les brindan a
ellas, en muchos casos, el apoyo moral y emocional que necesitan para lidiar
con problemas diarios. Este apoyo grupal y la formación comunitaria son
factores que ayudan a las mujeres del programa a ser resilientes, afrontando
con mayor éxito la adversidad y logrando poco a poco su autosuficiencia
económica.
Características de la resiliencia
70
en el caso de la neuroplasticidad, debido a que no hay posibilidad de ser
cuantificada o evaluada por el autor de este trabajo.
71
En el ámbito del vecindario, la polarización ideológica imperante en el
país hace que las organizaciones civiles no cumplan adecuadamente, en
muchos casos, su rol de apoyo a la mujer, condicionando la participación de
ésta a una determinada tendencia política. Por ello, a nivel local, los grupos
de madres de Unbound junto a otros órganos civiles y religiosos constituyen
su principal fuente de soporte comunitario, considerándose precisamente
como grupos de “autoayuda o apoyo mutuo”, que permiten a las mujeres
brindarse una base moral y emocional entre sí, haciéndoles conscientes de
su dignidad personal y de su potencial para superar la pobreza
solidariamente.
De esta manera, de busca fortalecer no solo a las madres y
apadrinados, sino a todo su núcleo familiar a través de estrategias
psicoeducativas y de empoderamiento económico. Por otro lado, los mismos
autores (Juby y Rycraft, Op.Cit) distinguen cuatro tipos de apoyo social:
emocional, informativo, social e instrumental.
3.1 Apoyo emocional: cuando se favorece la autoestima del individuo
mediante una actitud comprensiva y no enjuiciadora hacia éste, por ejemplo,
el que brinda una promotora social u otra compañera del grupo de EPUF a
una madre soltera del Programa en riesgo de maltratar a su hijo por el estrés
de su pobreza.
3.2 Apoyo informativo: cuando la fuente de estrés de la persona se
mantiene por falta de conocimiento y se le brinda a ella la información
necesaria para entender y afrontar efectivamente el problema. Por ejemplo, a
través de talleres para padres se orienta a las mujeres de Unbound cómo
comprender y abordar la conducta inadecuada de sus hijos, partiendo de
ellas mismas, mejorando su autoconocimiento y estima personal; también se
les orienta como invertir y manejar eficientemente sus finanzas familiares. Un
factor clave que mantiene el ciclo de la pobreza es justamente este
desconocimiento y Unbound trata de abordarlo “enseñando a pescar más
que dando el pescado”.
72
3.3 Acompañamiento social: cuando la persona es motivada a integrarse
en actividades comunitarias o recreativas grupales. En Unbound, las
representantes de los apadrinados son motivadas, pero también
comprometidas desde un principio, a participar una vez al mes en una
reunión grupal con otras 20 o 30 representantes de y en su mismo sector, a
fin de organizar mejor el desarrollo operativo del Programa al servicio de sus
hijos en esos sectores.
El grupo, a su vez, se organiza en cinco pequeños subgrupos llamados
“comisiones de trabajo”, cada uno encabezado por una madre líder. Desde
estas comisiones, las madres se brindan un apoyo mutuo partiendo del
servicio específico que les corresponde asumir, siendo acompañadas a su
vez por una promotora comunitaria o trabajadora social contratada por
Unbound-Proyecto Barquisimeto, que las supervisa, orienta y anima en el
desempeño de sus funciones.
En fin, la necesidad de trabajar en equipo para poder cumplir con todas
sus funciones, los lazos de compañerismo y de amistad que surgen de estos
procesos de socialización y la integración general que se produce por el
hecho de reunirse mensualmente o con más frecuencia todas las madres de
las cinco comisiones para reflexionar y orar, compartir temas formativos,
evaluar y planificar en sus grupos, constituye un eje fundamental del
Programa de apadrinamiento sin el cual el acompañamiento personalizado
que pretende brindar Unbound y el desarrollo de las nueve características de
Esperanza para Una Familia no serían posibles.
3.4 Apoyo instrumental: referido al aporte material (dinero, vestido,
alimentos, subsidios, entre otros), es particularmente útil y necesario para
familias pobres en crisis, ya que reducen el estrés ante el riesgo de pasar
hambre o sufrir penalizaciones legales ante la incapacidad de cubrir gastos
básicos.
En el caso de Unbound, la motivación inicial que se les brinda a las
madres y familias en pobreza es básicamente instrumental, ya que el aporte
73
mensual que envía el padrino (aproximadamente 20 dólares) no se entrega
en efectivo, sino en beneficios tangibles necesarios para la educación de los
apadrinados (útiles, calzado y ropa escolar) o para la alimentación, salud y
cuidado de éstos si no son escolarizados, como en el caso de niños muy
pequeños, en condición especial o personas ancianas (en cuyos casos se
proporcionan víveres, medicinas y artículos de aseo personal).
El apoyo instrumental de Unbound a las familias en pobreza busca
inicialmente cubrir necesidades materiales significativas y urgentes que
ponen en riesgo incluso la salud e integridad de sus miembros (como por
ejemplo, una cama, un colchón, una cocina de gas, un techo de zinc del
hogar en mal estado, un escaparate para tener un lugar adecuado donde
tener la ropa, una mesa donde comer juntos como familia).
En la medida de que estas necesidades básicas son cubiertas, se les
forma y motiva a las madres a que inviertan el aporte de los padrinos en
pequeños negocios a nivel familiar así como en la capacitación en oficios
productivos (peluquería, panadería, repostería, costura, elaboración de
detergentes, por ejemplo) que puedan ayudarles a ser menos dependientes
del programa o de terceros.
A través de una cultura de tolerancia y de respeto, las madres
aprenden a responsabilizarse mutuamente y a tomar protagonismo activo y
democrático en las decisiones del Programa, a la par de otros valores
fundamentales como la integridad, la sinceridad y el liderazgo desde el
servicio humilde y equilibrado a los demás, como parte de las políticas de
Unbound, lo cual favorece su resiliencia colectivamente (Suárez, 1993).
74
la persona debería demostrar procesos de afrontamiento efectivo junto a una
mente y cuerpo sanos, aún cuando enfrenta situaciones adversas.
En la literatura se describen muchas de estas consecuencias
(integración, autocontrol personal, ajuste psicológico, crecimiento personal,
afrontamiento efectivo), pero según Garcia-Dia et al. (Op.Cit), la integración y
el afrontamiento efectivo son muestras claras de resultados de la resiliencia.
Igualmente, para esta investigación, ambos factores son tomados en cuentas
para la medición global del constructo.
Integración: desde el enfoque de Garcia-Dia et al. (Op.Cit), la integración
indica el ajuste o adaptación positiva que la persona muestra ante las
nuevas circunstancias resultantes después de atravesar una crisis, evento
adverso o traumático, según el ciclo evolutivo en que esté (niñez,
adolescencia, adultez, vejez). En el caso de de las madres del Programa
EPUF, podría incluir conductas como aprendizaje y práctica de nuevas
habilidades sociales y productivas; tener un trabajo y/o participar activamente
en las actividades del grupo de madres y otras organizaciones; interacciones
sociales funcionales, entre otras.
Afrontamiento efectivo: según Garcia-Dia et al. (Op.Cit), se describe
como el manejo exitoso de un evento adverso en el presente. Las autoras
mencionan como ejemplo de afrontamiento la redefinición de objetivos y
metas; el recobrase físicamente (en el caso de personas enfermas); el
ajustarse psicológicamente (en el caso de personas con traumas); y el
crecimiento personal.
Respecto a ésta última, Pargament (1997), plantea un modelo de
afrontamiento religioso-espiritual, el cual describe cómo la utilización de
creencias y comportamientos religiosos o espirituales es efectiva para
prevenir y aliviar las consecuencias negativas de eventos estresantes, y para
facilitar la resolución de problemas. Según este modelo, existen tres tipos de
afrontamiento religioso-espiritual: el autodirigido (las personas confían en sí
mismas más que en Dios para resolver sus problemas), el evitativo (la
75
responsabilidad es dejada en manos de Dios) y el colaborativo (se establece
una dinámica compartida entre la persona y Dios para enfrentar el estrés). La
autora destaca este último como el más efectivo y eficaz.
Pobreza y resiliencia
77
promisoria y positiva tanto para la psicología como para todas las ciencias
sociales y de la salud.
Algo análogo ocurre con la presente investigación. La palabra
anglosajona “Unbound” significa “sin cadenas, sin límites, sin ataduras”, y
designa de manera global la misión de esta Fundación: ayudar a los pobres y
marginados a romper con las cadenas y ataduras generadas por la pobreza.
Las familias y grupos atendidos en este estudio, al momento de ser
admitidas en el programa EPUF, comparten muchas de las características
descritas anteriormente por ser la pobreza extrema un criterio de inclusión.
Las familias y en particular, las mujeres y madres, vienen cargadas con
una cantidad de factores de riesgos que las mantienen en el ciclo de la
pobreza, pero también con potencialidades que Unbound busca descubrir,
valorar y promover bajo el lema “superando juntos”, es decir, en equipo, en
comunidad. Se le quiere transmitir a la madre, a la familia apadrinada: “No
estás sol@, tú puedes superarte, confío en ti”. La “esperanza” que transmite
el Programa de apadrinamiento no es solamente en que existe un Dios
amoroso que cuida y guía la vida de todos, sino también que ese Dios regala
talentos y capacidades a cada quien para superarse como persona y poder
alcanzar una vida autónoma, plena y feliz.
En la medida de que avanzan dentro del Programa EPUF, se nota que
muchas mujeres desarrollan un mayor sentido de autoeficacia, se proponen
metas y se esfuerzan por alcanzarlas, haciéndose más responsables de sí
mismas y empoderándose de los asuntos relacionados al manejo del mismo
Programa. El sentido de pertenencia a la Fundación, el apoyo social recibido,
la formación en valores y la efectiva superación de límites económicos a
través del aporte de los padrinos extranjeros, unida a la esperanza de ver a
sus hijos superarse a través de los estudios gracias en parte al Programa,
son factores que favorecen procesos y respuestas resilientes de las mujeres
ante la adversidad, haciéndoles personas más positivas y optimistas.
78
Instrumentos que intentan medir la resiliencia
80
Espiritualidad
Antecedentes teóricos
Para Koenig (2012, en Koenig, H., & García, K., 2013), la espiritualidad
es una conexión y búsqueda personal de lo sagrado o trascendente, siendo
lo sagrado referido a la Divinidad, mientras que la Trascendencia indica algo
que está fuera y dentro de la persona a la vez, conocida en las tradiciones
occidentales como Dios, Alá, HaSehen o un Poder Superior, y en las
tradiciones orientales como Realidad o Verdad Última, Vishnu, Krish o Buda.
La espiritualidad está íntimamente relacionada con lo supernatural y la
religión, aunque se extiende más allá de la religión y la precede. Incluye en
su definición factores humanistas, valores morales e indicadores de salud
mental como armonía, serenidad, relaciones de amistad o conexión con
otros, esperanza, significado y propósito de vida.
Según Seligman et. al (Op. Cit), la espiritualidad consiste en tener un
conjunto coherente de creencias acerca del propósito superior y significado
del mundo y del universo, que le permiten a la persona conocer donde
encaja en este esquema más grande de cosas; creencias sobre el significado
82
y propósito de la vida que moldean la conducta diaria y que son para el
individuo una importante fuente de alivio y bienestar. Incluye entre estas
creencias la fe religiosa, aunque no las limita a ésta.
Para el citado autor, la espiritualidad es una fortaleza de carácter
asociada a la virtud de la “trascendencia”, que engloba otras seis fortalezas
(el disfrute de la belleza/excelencia, la gratitud, la esperanza, la fe, el perdón,
el sentido del humor y la pasión o entusiasmo), definiendo “fortaleza de
carácter” como un rasgo moral o característica psicológica cuyo desarrollo
hace posible el logro de la felicidad personal.
Rodríguez et al., (Op.Cit), partiendo del modelo propuesto por Koenig y
de una amplia revisión del concepto, afirman que la espiritualidad es una
función, cualidad o capacidad filogenética de tipo adaptativo para la
evolución y supervivencia de la especie humana, que permite y motiva la
búsqueda personal intrínseca de significado y propósito, conexión y paz,
esperanza y felicidad, expresada a través de valores y creencias teológicas y
filosóficas, unidas a prácticas y actitudes individuales o institucionales.
Tomando en cuenta los planteamientos anteriores, el modelo teórico de
referencia que se expone a continuación y los aportes de las madres del
programa EPUF acá estudiadas, el autor de esta investigación define la
“espiritualidad” como una capacidad y motivación humana universal de
búsqueda y conexión con un Ser Trascendente o Dios y con un sentido de la
propia vida, con el fin de encontrar felicidad, bienestar y dar respuesta a
cuestiones existenciales (como el por qué y para qué se está en este mundo,
el sufrimiento y la pérdida, el valor de la vida y el significado de la muerte),
relacionándose estrechamente con y manifestándose a través de la
religiosidad, la práctica de valores humanos o morales y la salud mental.
83
Modelo teórico
84
Koenig opina desde un punto de vista terapéutico que, aunque su
modelo no permite la investigación científica de la espiritualidad (ya que toda
persona sería “espiritual” en cierto modo y no habría, por tanto, grupos
control con los cuales se pudieran hacer comparaciones experimentales), sí
parece ser adecuado para la atención clínica en salud pues, al no excluir a
nadie, los pacientes pueden definir por sí mismos lo que consideran espiritual
o no en ellos sin sentirse discriminados por sus prácticas o creencias.
El Modelo de Espiritualidad de Rodríguez et al. (Op.Cit), adopta el
diagrama y la idea general del modelo de Koenig, pero parte de un concepto
de espiritualidad más amplio, no limitado a la conexión o búsqueda de lo
trascendente o sagrado como un fin en sí mismo sino como un medio para
alcanzar la felicidad personal y/o estados de salud mental positivos, siendo el
aspecto clave su función “adaptativa” para el género humano.
Las personas podrían buscar en otros ámbitos como el arte, la música,
el trabajo, la familia, la naturaleza o hasta la ciencia, esta realización o
felicidad, propósito o sentido de vida, y ello también sería considerado como
“espiritualidad”, siempre y cuando dicha búsqueda no conduzca a
desadaptación o implique conductas destructivas para la persona, para otros
85
o para la especie humana. La premisa para Rodríguez et al. (Op.Cit) y
también para el autor del presente estudio, es que una auténtica
espiritualidad por su función adaptativa, siempre respeta a la vida (propia y
de los demás), los genuinos derechos y el igual valor o dignidad de toda
persona en este planeta, como miembros de la misma familia humana .
Una novedad que surge de esta definición de Rodríguez at al., (Op.Cit)
y que se refleja en su adaptación al modelo de Koenig, es que puede
practicarse una religión sin espiritualidad y que también se puede tener una
vida secular sin espiritualidad, lo cual está representado en las secciones no
sombreadas de los círculos “religión” y “secular”, siendo ambos escenarios
factores que aumentan el riesgo de ceder a estados de salud mental
negativos y la vulnerabilidad ante enfermedades relacionadas al
funcionamiento psiconeuroinmunológico, como se señala en la figura 4.
86
Esto sucede porque, aunque una persona aluda a razones religiosas,
espirituales, seculares o filosóficas para comportarse de determinada manera
en su búsqueda de bienestar o felicidad, si dicha conducta no respeta la
integridad personal o la de los demás generando(les) malestar y daño físico,
psicológico o moral, estaría contradiciendo la función adaptativa de la
espiritualidad acá planteada.
Por ejemplo, si una persona musulmana se convence de que Alá le
llama a inmolarse por él y decide voluntariamente suicidarse, estallando en
medio de gente inocente por la creencia de que debe salvar así a los infieles
que no aceptan el Islam, estaría asumiendo un comportamiento con
motivación religiosa, pero no espiritual. Igualmente podría decirse del
cristiano que se autocastiga físicamente o mentalmente, creyendo que con
eso calma la ira de Dios por sus pecados.
Lo último es denominado por Pargament et al. (1998, en Rodríguez et
al., Op.Cit) como afrontamiento religioso negativo, un patrón cognitivo
conductual de enfrentar la adversidad a través la apreciación religiosa
condenatoria o demoníaca, la reapreciación del poder de Dios como temible,
el descontento espiritual, la auto-punición y el descontento religioso
interpersonal, todo lo cual genera ansiedad, depresión y otros estados de
infelicidad.
Lo contrario, según la autora y que entraría en el ámbito de la
espiritualidad por su función adaptativa ante el estrés, sería lo que ella llama
el afrontamiento religioso positivo, que emplea la apreciación religiosa
benevolente, la colaboración con los demás, la búsqueda de apoyo y
conexión espiritual, la purificación religiosa y el perdón.
Análogamente, una persona puede sentirse realizada en el ejercicio
secular de su profesión y estar convencida de que su misión en el mundo es
hacer avanzar la ciencia o la sociedad a través de su trabajo, pero si éste le
conduce conscientemente la creación de armas de destrucción masivas u
otras cosas con fines evidentemente dañinos, no podría hablarse de
87
espiritualidad. Lo mismo podría afirmarse del secular que desde la política o
la acción social busca darle sentido y propósito a su vida, pero que favorece
prácticas o estructuras injustas y corruptas en detrimento de la población que
pretende servir (o parte de la misma), porque no piensan ideológicamente
igual a él o ella. Esto tampoco sería una conducta con motivación espiritual.
La otra novedad en el Modelo adaptado por Rodríguez et al., (Op.Cit)
es que la espiritualidad en su conjunto también favorece el desarrollo de la
resiliencia ante dichos riesgos y adversidades, como se señala en la figura 4.
Para afirmar esto, los autores se basan en la evidencia empírica constatada
por 24 estudios científicos realizados desde el año 2002 hasta el 2010,
encontrados en diversas bases de datos como ProQuest, MIDLINE, OvidSP
y otras. Precisamente, esta correlación entre la resiliencia y la espiritualidad
es lo que se pretende demostrar concretamente en la población de mujeres
del programa EPUF de Unbound investigadas aquí.
Características de la espiritualidad
88
Conexión con lo Trascendente. Se refiere a la búsqueda de y
contacto con lo que la persona considera un Ser Superior, Sagrado, Divino.
Las palabras “búsqueda” y “conexión” aluden a un deseo, indagación activa y
apreciación subjetiva de relación íntima y/o personal con dicha
Trascendencia. (Koenig, 2012; Rodríguez et al., Op.Cit). La oración y la
religiosidad intrínseca son maneras de canalizar y manifestar esta búsqueda
y conexión trascendente.
Oración. La oración es una forma privilegiada de procurar contacto o
conexión con lo Trascendente en todas las religiones y aún fuera de ellas.
Benson (2000, en Navas y Villegas, 2007), luego de estudiar por 30 años el
poder de la oración y específicamente en el efecto que tiene sobre el cuerpo
la meditación trascendental o forma budista de conectarse con la
trascendencia “vaciando” la mente, reporta que todas las formas de oración
producen una respuesta de relajación que combate el estrés, calma el
cuerpo y promueve la sanación.
La oración entendida como diálogo directo y personal con Dios en la
tradición cristiana, ha demostrado tener un efecto positivo medible en la
realidad cuando se trata de pedir por el propio bienestar o por el de otras
personas, incluso desconocidas y distantes geográficamente, como lo
indican los estudios de Byrd (1988) y varias otras réplicas posteriores del
mismo (Sicher, Targ & Moore, 1998; Harris, Gowda, Kolb et. al.,1999;
Thorensen & Harris, 2002; en Salgado, Op.Cit). También puede vivenciarse a
través de la música u otras experiencias sensoriales (Kelly, 2004).
Religiosidad intrínseca. Para Koenig et. al. (Op.Cit), la “religión” es un
sistema organizado de creencias, prácticas, rituales y símbolos diseñados
para facilitar la cercanía a lo sagrado o transcendente, donde el aspecto
comunitario y el apego a una tradición o institución es importante. Mientras
que lo “secular” se entiende como toda actividad humana no referida
directamente a religión, ni a Dios ni al espíritu sino a cuestiones materiales
relacionadas con la vida corriente de las personas en los planos social,
89
político, técnico, filosófico, económico, científico, artístico o cultural en
general.
La religiosidad, por su parte, se ha entendido como el conjunto de
prácticas y creencias institucionales asociadas a religiones específicas
(Richards y Bergin, 2005). En tal sentido, Koeinig afirma que el compromiso
positivo con los demás desde un contexto comunitario religioso sería un claro
indicador de espiritualidad: asistencia al culto semanal, participación en
estudios de lectura sagrada, grupos o cadenas de oración, donación de
dinero y tiempo a actividades eclesiales o servicios voluntarios de los propios
talentos en ayuda de aquellos menos afortunadas o más vulnerables y que
implican cierto grado de sacrificio o sufrimiento personales virtuosos como la
compasión (Koenig, 2000).
De hecho, Allport y Ross, (1967, en Rodriguez, 2006) distinguen dos
tipos de religiosidad, la intrínseca y la extrínseca. La religiosidad intrínseca
es la expresión integrada de los pensamientos y prácticas religiosas de una
persona que se toma la religión muy en serio, asumiéndola plenamente en su
vida cotidiana y encontrando en ella el fundamento de sus motivaciones, aún
en la soledad.
Algunos autores como Fehring, Miller y Shaw (Martínez et al., 2004)
consideran que la religiosidad intrínseca, es equivalente a o sinónimo de
espiritualidad. El autor de esta investigación plantea, además, que este tipo
de religiosidad es una característica interna de la espiritualidad ya que
permite al individuo sentirse pleno o fluir espontáneamente en el ejercicio de
las prácticas y principios que inspiran su religión o su fe particular,
reflejándolas en todos los aspectos de su vida.
La religiosidad extrínseca, por su parte, es la que se limita a hacer uso
de las formas, ambientes y rituales de la religión, no para conectarse con la
Divinidad o lo Sagrado, sino para usarlos en la satisfacción de otras
motivaciones como aprobación social, seguridad, status, superstición o
simple tradición impuesta.
90
Este tipo de religiosidad se ubicaría en la parte blanca del círculo
“Religión” que no intercepta con el círculo gris de espiritualidad en el Modelo
de Rodríguez et. al. (Op.Cit), ya que la incoherencia entre la fe y la vida o el
aparentar creer en algo que en realidad no se acepta, tiende a producir
disonancias cognitivas que no favorecen la autoestima y salud mental.
Mientras que la religiosidad intrínseca coincidiría con la otra parte gris del
círculo de religión que se une al de la espiritualidad.
93
morales), motivando la conducta personal en cada uno de estos ámbitos
(Rodríguez, 1985).
En este sentido, el Modelo de Rodríguez et al. (2011) no precisa qué
valores humanos se correlacionan más con la espiritualidad, sin embargo, se
incluyen aquí los que a criterio del autor de esta investigación, son los más
pertinentes a la vivencia espiritual de las mujeres del Programa EPUF
estudiadas. Las diez primeras se definen desde la perspectiva institucional
del Manual de Políticas Internas de Unbound (2015), y las últimas cuatro
como fortalezas de carácter según la Psicología Positiva (Seligman et al,
2005):
1. Dignidad humana: considerar que toda persona tiene el mismo valor,
pues todas son igualmente hijas de Dios.
2. Servicio: acto de ofrecer los propios talentos, conocimientos y
capacidades a otra persona o a la comunidad para procurarle un bien, sin
ánimo de lucro económico.
3. Compasión: ponerse en el lugar del otro, empatía con el sufrimiento
ajeno que lleva a servirle (no a tenerle lástima).
4. Solidaridad: brindar apoyo al compañero del mismo grupo en caso de
que tenga una necesidad o reto que no pueda o no sepa afrontar por sí solo.
5. Respeto: tratar al otro con consideración y amabilidad, sin juicios de
valor y sin dañar o rebajar su dignidad personal.
6. Responsabilidad: cumplir los deberes del propio rol y los compromisos
libremente asumidos ante sí mismo y ante los demás; responder por las
consecuencias positivas o negativas de los propios actos y decisiones sin
culpar a otros.
7. Integridad: ser sinceros y honestos consigo mismo y con los demás.
Tener una sola cara o forma de ser en todas las circunstancias.
8. Tolerancia: tener apertura y actitud positiva ante los cambios,
aceptación o paciencia ante las propias frustraciones y ante las diferencias
de los demás.
94
9. Perdón: renunciar al deseo de venganza, recordar las ofensas sin
resentimiento, dar otra oportunidad al agresor cuando éste lo pide.
10. Mutualidad: interdependencia, acompañarse en el camino, trabajar
en equipo.
11. Humildad: no buscar ni desear sobresalir; ser feliz por el hecho de
que los propios logros hablen por sí solos pero sin buscar ser el centro; no
verse a sí mismo necesariamente como alguien especial, aunque los demás
si le consideren como tal.
12. Gratitud: estar muy consciente de todas las cosas buenas que le
pasan a uno, sin dar nunca nada por sentado o merecido; tomarse tiempo
para expresar el agradecimiento y apreciar la bondad de los demás.
13. Entusiasmo: ser enérgico y apasionado; levantarse cada día y mirar
hacia delante deseando vivir más días; entregarse a uno mismo, en cuerpo y
alma, en todas las actividades en que se toma parte.
14. Justicia: no dejarse llevar por sentimientos o prejuicios personales
para sesgar las propias decisiones en relación a otros; al contrario, darle a
cada quien en forma leal y equitativa lo que le corresponde, dejándose guiar
por los más altos principios de moralidad.
Cada uno de estos valores y/o rasgos morales, en el contexto de las
mujeres de Unbound, están condicionados por un común denominador: la
creencia en un Dios bondadoso y compasivo que les ama, les capacita para
superarse y para ser mejores personas, más felices y útiles para sí mismas y
los demás, empezando por sus hijos y familias. Dichos valores se
manifiestan en conductas concretas, tal y como lo indica la definición de cada
uno. Junto a los indicadores de salud mental, la religiosidad intrínseca o
positiva y las actividades seculares cotidianas como familia, trabajo, diversión
y otras, la práctica de estos valores sería un reflejo de esa conexión con Dios
y de esa búsqueda de sentido de vida llamada acá espiritualidad.
Para efectos de la presente investigación, el autor ha tomado solo la
mitad de este conjunto de valores mencionados para su medición, ya que
95
considera que son representativos de la espiritualidad común vivida y
promovida desde Unbound en sus grupos de madres y en las diversas
actividades de la organización a nivel internacional, donde se cuenta con
personas (padrinos, apadrinados y trabajadores) de diversas razas, culturas
y religiones. Estos valores universales son: Dignidad humana, servicio,
respeto, responsabilidad, integridad, tolerancia y gratitud.
96
Spiritual Perspective Scale (SPS) Esta escala hace referencia al conocimiento
desarrollada originalmente por Reed de sí mismo, a un sentido de conexión con un
(1986, 1987a) ser de naturaleza superior o a la existencia
de un propósito supremo
Index of Core Spiritual Experiences/ Mide las experiencias cruciales que ha vivido
INSPIRIT, de Kass, Friedman, una persona en relación con la existencia de
Laser-man, Zuttermeister y Benson un Ser Supremo
(1991)
97
Spiritual Coping Strategies (SCS), Esta escala comprende dos dimensiones que
desarrollada originalmente por evalúan las estrategias de afrontamiento
Baldacchino y Buhagiar (2003). religioso y las estrategias de afrontamiento
no religioso. Fue desarrollada originalmente
con enfermos cardiacos, aunque se puede
utilizar con población en general o que tenga
otro tipo de enfermedades
100
utiliza sus recursos para ganar prosélitos para ninguna religión específica ni
para adoctrinar a los apadrinados ni a familias en una fe particular.
Muchos padrinos se unen a Unbound como una expresión de su fe y
a su vez, muchos apadrinados reciben sus beneficios y consideran su
relación con sus padrinos como signo del amor personal de Dios hacia ellos.
En este sentido, Unbound está abierto a tales conceptos, esperando ser un
pacificador ecuménico interreligioso en un mundo lastimado y dolorido,
fomentando un respeto profundo entre las diversas tradiciones de fe y
culturas, de modo que cada persona vea y ayude a la viabilidad cultural de
los otros. Lo mismo se aplica al interior de los Proyectos y grupos de madres
en el programa.
Unbound está abierto a la participación de todas las personas de
cualquier religión, o incluso de aquellos que no profesan o practican una
determinada religión (agnósticos), en tanto se adhieran y acepten las
políticas del programa y actúen en solidaridad y en el mejor interés de los
apadrinados y las pequeñas comunidades que Unbound espera construir en
las zonas donde sirve. En este sentido, Unbound promueve cinco valores
fundamentales, considerándolos universales a toda cultura:
1. La fe: se promueve que las personas crean y busquen a Dios desde
sus contextos culturales y religiosos propios, y que sirvan con amor (es decir,
con generosidad, alegría, desinterés) a los demás, en especial al que sufre y
al más necesitado, como una expresión de esa fe.
2. La dignidad humana: Cada persona es igual en dignidad y valor.
Unbound valora el “ser más” y no tanto el “tener más”. Los beneficios
tangibles del apadrinamiento proporcionan satisfacción a necesidades
básicas, pero hay otros muchos beneficios del Programa que son intangibles,
como el apoyo y servicio solidario entre las madres de los grupos, el lograr
un sentido de pertenencia, una gran esperanza, una auto-imagen más fuerte
y un alto concepto de sí mismo, que ayudan a restaurar la dignidad de la
persona apadrinada.
101
El programa de apadrinamiento de Unbound se propone dar poder a la
persona apadrinada para llegar a ser simultáneamente apoyo para sí misma
y para la comunidad, favoreciendo su formación académica y profesional.
Esto significa también trabajar con las madres o representantes de los niños
para ayudarles a adquirir y utilizar las habilidades necesarias que les
permitan incrementar los ingresos familiares y lograr autosuficiencia
económica.
3. Las relaciones de respeto mutuo: aceptando la igual dignidad de toda
persona, Unbound promueve el respeto como un valor central, velando
porque se viva entre los padrinos y sus apadrinados, entre éstos y el
personal del Proyecto, mediante relaciones multiculturales recíprocas y de
mutuo crecimiento, sin prejuicios religiosos, ideológicos ni de otro tipo. La
opción por los pobres no es solo cuestión de dar, sino también de “recibir” de
ellos, esperando que aporten al Programa su trabajo, compromiso y sus
talentos en la medida de sus posibilidades, con amor, integridad y
responsabilidad.
4. Integridad: entendida como honestidad y transparencia, es un valor
esencial para la autenticidad personal y para que un grupo, comunidad u
organización funcionen eficiente y efectivamente, por lo cual Unbound se
preocupa por promoverla entre los grupos de madres, sabiendo que la mejor
manera de hacerlo es dando el ejemplo desde casa, es decir, desde el
personal del Proyecto que labora al servicio de ellos.
Las madres y apadrinados son animadas a tener una vida íntegra y se
les exhorta escribir cartas auténticas (no mentiras) a sus padrinos, así como
también a utilizar los recursos del apadrinamiento para los fines específicos a
los cuales son destinados (estudios del apadrinado, necesidades básicas de
este no solventables por los padres o inversión en negocios familiares
productivos), llevando cuentas claras ante el grupo de madres y ante el
Proyecto. Este valor implica necesariamente el siguiente.
102
5. Responsabilidad: El programa “pertenece a los apadrinados”, en el
sentido de que todos los recursos administrados por Unbound provienen
esencialmente de y por medio de las personas que viven en pobreza.
Consecuentemente, Unbound debe ser responsable y honesto con las
personas apadrinadas. Todas las decisiones referentes a las finanzas y al
programa de Unbound se hacen como si las personas apadrinadas
estuvieran votando sobre una determinada decisión o política. Además, las
mismas familias escogen los beneficios tangibles que desean recibir del
apadrinamiento, según sus necesidades personales concretas.
Este valor es esencial entre las madres de los grupo, quienes desde su
incorporación al apadrinamiento se comprometen con asumir las normas,
exigencias y políticas de Unbound, resumidas básicamente en: garantizar
que sus hijos estén estudiando y vayan lo mejor posible académicamente,
entregando al Proyecto un reporte académico cada lapso; velar porque el
apadrinado escriba al menos dos cartas al año a sus padrinos; participar
activamente en las reuniones mensuales de su grupo respectivo y en una
comisión de trabajo dentro del mismo; asistir ellas y sus hijos apadrinados en
las actividades formativas y recreativas que se le convoque; y cumplir las
normas básicas de convivencia, integridad personal y respeto mutuo.
Se entiende que tanto la identidad, visión y misión de Unbound como
sus cinco valores fundamentales son una expresión de espiritualidad, en el
contexto amplio del término, tal y como se ha definido en esta investigación.
Además, el Programa EPUF implica la vivencia de otro racimo de valores
correlacionados, que ya se han mencionado entre los factores asociados a la
espiritualidad.
Partiendo de su conexión con Dios y de mirar en el servicio al prójimo
(empezando por sus hijos, familias y compañeras de grupo en el Proyecto)
una misión que Dios les confía para su propia realización y crecimiento
individual y comunitario, las mujeres de Unbound cuentan con esta
103
espiritualidad quizás como su principal “factor protector” ante la pobreza,
siendo protagonistas de su desarrollo y promoviendo así su resiliencia.
Unbound proporciona a las madres, además de la espiritualidad, otros
“factores protectores externos” necesarios para desarrollar características
resilientes, principalmente una amplia red de apoyo social (los grupos de
madres, el personal que labora para Unbound y los padrinos), que le brinda a
cada mujer: apoyo emocional (en momentos de crisis familiar, económica o
moral) y apoyo instrumental (el aporte de 20 dólares mensuales en forma de
beneficios tangibles e intangibles para el apadrinado y/o la familia en sus
necesidades).
Igualmente, Unbound les brinda apoyo informativo (talleres de
desarrollo humano y habilidades productivas para las mujeres) y
acompañamiento personal a través del la participación en el grupo de
madres y comisión de trabajo, de las visitas a sus hogares por parte del
personal del Proyecto y de la comunicación personalizada de los padrinos
con ellas y los apadrinados a través de las cartas.
Simultáneamente, el Programa EPUF de Unbound favorece en las
mujeres el desarrollo y activación de “factores protectores internos”
predictores de resiliencia, en especial un locus de control interno
(empoderando y poniendo las decisiones del apadrinamiento en sus propias
manos), optimismo (fomentando la esperanza de un futuro mejor partiendo
del propio esfuerzo personal valiente y constante, pero también confiando en
que Dios bendice su esfuerzo), el reconocimiento de la posibilidad de superar
la pobreza mediante la propia iniciativa o trabajo proactivo; la promoción de
la lectura, la reflexión y del estudio, dentro y fuera de los grupos de madres;
el humor y el sentido de pertenencia a Unbound a nivel local y mundial.
105
otros que han pasado las mismas dificultades que ellas (como falta de una
casa, sanación de una enfermedad, logros académicos de los hijos).
Las mujeres ven que Dios está presente en sus familias, trabajos,
vecinos, compañeras del grupo de madres de Unbound y hasta en las
personas que no son tan afines o cercanas a ellas, viendo su amor protector
y providente en todo ello. En cuanto a sus familias, consideran que Dios les
brinda bienestar y protección a sus hijos, trabajo y salud a sus miembros,
armonía y unidad entre todos, paciencia y fortaleza para salir adelante juntos.
Consideran que sus hijos y esposos son signos directos del amor de Dios
hacia ellas.
El trabajo lo ven como el principal medio que Dios usa para ayudarles
económicamente, dándoles la salud, la capacidad y el ánimo necesaria para
hacerlo, considerando la prosperidad que en momentos gozan por su trabajo
como bendiciones de Dios. En los vecinos o personas de la calle, piensan
que Dios se manifiesta a través de la bondad y honestidad de algunas
personas, o en la humildad de quienes llegan a ellas pidiendo alguna ayuda
material, pero no en aquellas personas que se muestran agresivas, violentas
o mentirosas. Sin embargo, dicen que a todas ellas Dios quiere que les
muestren amor y les ayuden cuando lo requieran.
En cuanto a las otras madres de Unbound, compañeras de grupo en el
Programa EPUF, las mujeres expresan que Dios se manifiesta en la
solidaridad y trabajo en equipo que realizan, el entusiasmo y optimismo para
asumir sus responsabilidades. Consideran que Dios es quien lleva la
fundación y hace posible la ayuda de los padrinos. Otras, sin embargo,
opinan que algunas compañeras son egoístas y pesimistas, no reflejando a
Dios con estas actitudes.
Respecto a quienes no piensan igual que ellas en aspectos religiosos o
políticos (lo cual se da dentro de los mismos grupos), las mujeres creen que
Dios los tiene a todos vivos por alguna razón o propósito y que cada persona
debe descubrirlo. Dicen que la religión de cada quien es respetable y
106
siempre que las personas busquen a Dios y hagan el bien con sinceridad a
los demás, Dios está con ellos. No así con los que obran mal o dicen
mentiras, aunque digan creer en Dios o hagan obras solidarias sociales.
En concreto, la espiritualidad ayuda a las mujeres, según ellas, a
mejorar su capacidad de relacionarse adecuadamente con los demás,
haciéndolas más espontáneas, auténticas, sinceras, pacientes, prudentes,
misericordiosas y tolerantes, más solidarias y generosas. También dicen que
la espiritualidad les permite encontrar un sentido a sus múltiples problemas y
sufrimientos: todo lo que pasa es para algo bueno, los sufrimiento les
enseñan a crecer y Dios sabe que ellas tiene el potencial para superarlo,
dándoles la capacidad cuando ponen de su parte. Algunas mujeres piensan,
desde una perspectiva más mística, que el sufrimiento les purifica del pecado
y les enseña a amar a Dios como Jesús les ama a ellas desde la cruz.
Según las mujeres de EPUF, la espiritualidad les permite enfrentar y
superar los problemas en sus vidas, agravados por su situación de pobreza,
dándoles la capacidad, el valor, la serenidad, la paz, la confianza en ellas
mismas y en Dios que les ayuda. Piensan que Unbound les ha favorecido en
el cultivo de esta espiritualidad a través de los grupos de madres, en
particular con los espacios de oración y reflexión que se tienen en cada
reunión, y a través de los talleres de crecimiento personal que reciben en el
Programa, lo cual ha aumentado su autoestima y fortaleza ante las
dificultades.
En esta última línea, las madres consideran que la espiritualidad les ha
ayudado a salir más fortalecidas de eventos muy estresantes y duros como:
accidentes graves de hijos y/o familiares cercanos a quienes han tenido que
atender en su convalecencia; crisis conyugal; muerte de un hijo; desempleo
temporal de ella o de su esposo que les puso en grave situación económica;
enfermedad y/o discapacidad de un hijo(a); cáncer y todo el proceso de
quimioterapias; grave situación de inseguridad con vecinos del barrio o asalto
107
en manos del hampa. Esto sería indicador de el primer atributo de la
resiliencia ya considerado, llamado por Garcia-Dia et. al,. (Op.Cit) “rebote”.
También la espiritualidad estaría favoreciendo su “determinación”, otra
característica resiliente, permitiéndoles a las madres tener mayor firmeza y
perseverancia para enfrentar las dificultades y en particular para superar su
condición de pobreza, planteándose metas realistas para ello. Igualmente, al
fomentar una visión de Dios que les da capacidades, talentos y que confía en
ellas, las madres afirman su sentido se “autoeficacia”, tercera característica
de resiliencia, junto a una mejor autoestima.
Por último, las mujeres muestran también un deseo y actitud de buscar
“apoyo social”, cuarta característica de resiliencia, al involucrarse en el
Programa y participar en los grupos de madres, cumpliendo proactivamente y
en equipo las responsabilidades asumidas, buscando la amistad de sus
compañeras así como orientación y ayuda del Proyecto en aspectos
económicos claves de sus vidas.
En tal sentido, el formar comunidad o principio de subsidiaridad,
mutualidad e interdependencia, forma parte inspiradora y transversal en la
espiritualidad de Unbound para romper el ciclo de la exclusión, el egoísmo y
la pobreza. El lema institucional “superando juntos” resume muy bien esta
espiritualidad y actitud resiliente que se quiere vivir y promover en toda la
familia Unbound, en especial entre las mujeres madres de familia.
Fundamentos legales
109
mencionado o abordado directamente en ninguna. Este empoderamiento
promovido por el ejecutivo puede ser un factor que favorezca el desarrollo de
características resilientes de las mujeres al promover su autoeficacia y
determinación personal, más aún cuando son de estratos pobres y se
integran o buscan formas comunitarias de participación y organización para
el logro de sus propias metas comunes de superación, bienestar y felicidad,
tales como grupos civiles, religiosos, políticos (consejos comunales u otros)
o, en el presente caso, los grupos de madres del Programa EPUF.
110
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Diseño de la investigación
Sistema de variables
112
Cuadro 1.
Operacionalización de las variables.
VARIA DEFINICIÓN DIMEN SUB- INDICADORES ITEMS
BLES CONCEPTUAL SIÓN DIMENSIÓN
Resi- Proceso que permite ATRIBUTOS Rebote 1,2
liencia a una persona activar Determinación 3,4
sus factores Soporte social I 5,6,7
n 8,9,10
protectores ante Autoeficacia s
situaciones de FACTORES Locus de control t 11,12,13
riesgo, adversas o Interno r
PROTECTORES u
estresantes, respon- Práctica reflexiva 14,15,16
INTERNOS m
Trabajo proactivo e 17,18,19
diendo de manera
Humor n 20,21
consciente, automo- t
Sentido de pertenencia 22,23
tivada y eficaz a o
Participación 24,25
dichas situaciones
Comunitaria
para salir de ellas
más fortalecida,
Comparación social A 26,27
pasiva
adaptada o integrada CONSECUEN- Integración 28,29
a su entorno. CIAS Afrontamiento efectivo 30,31
Espiri- Capacidad y CONEXIÓN Oración 1,2,3
tualidad motivación humana CON LO
TRASCENDENTE Religiosidad intrínseca 4,5
universal de
búsqueda, conexión BÚSQUEDA DEL Significado 6,7
con un Ser SENTIDO DE
Propósito 8,9
Trascendente y con VIDA I
un sentido de la n
INDICADORES Conexión humana s 10,11
propia vida, para DE SALUD t
Bienestar r 12,13
encontrar felicidad, MENTAL
u
bienestar, dando Paz m 14,15
respuesta a e
Esperanza n 16,17
cuestiones t
existenciales, la cual PRÁCTICA DE Dignidad humana o 18,19
se manifiesta a VALORES 20,21
Servicio
través de la Respeto 22,23
B
religiosidad, la 24,25
Responsabilidad
práctica de valores
Integridad 26,27
morales y la salud
mental. Tolerancia 28,29
Gratitud 30,31
113
Sistema de hipótesis
Población
Muestra
Donde:
k: es una constante que depende del nivel de confianza que se asigne.
El nivel de confianza indica la probabilidad de que los resultados de la
investigación sean ciertos: por ejemplo, un 95,5 % de confianza es
equivalente a decir que puede haber una probabilidad de equivocarse del
4,5% en la medición de la variable. El nivel de confianza lo establece el
investigador. Los valores de k se obtienen de la tabla de la distribución
normal estándar N (0,1). Los valores de k más utilizados y sus niveles de
confianza son:
Valor de k 1,15 1,28 1,44 1,65 1,96 2,24 2,58
Nivel de confianza 75% 80% 85% 90% 95% 97,5% 99%
N: es el tamaño de la población o universo (número total de personas
posibles entrevistadas o encuestadas).
e: es el error muestral deseado, en porcentaje. El error muestral es la
diferencia que puede haber entre el resultado que se obtiene preguntando a
una muestra de la población y el que se obtendría si se le preguntase al total
de ella. Esta diferencia la establece el investigador.
115
p: proporción de individuos que poseen en la población la característica
de estudio que se desea medir. Este dato es generalmente desconocido y se
suele suponer que p=q=0.5, que es la opción más segura.
q: proporción de individuos que no poseen esa característica, es decir,
es 1-p.
Para efectos del presente estudio, el autor fijó un error (e) del 5%
(0.05), lo cual quiere decir que si, por ejemplo, el 50% de las madres en la
muestra a las que se les aplique la escala de resiliencia arrojan un nivel
“alto”, entonces el 45% al 55% de la población total (32 a 39 mujeres)
mostrarán también un nivel alto de resiliencia. Por su parte, se escogió un
nivel de confianza 95%, que es un nivel aceptable para ciencias sociales
(Hernández et. al., Op.Cit). También se ha asumido que las mujeres que
presentan características o niveles altos de resiliencia y espiritualidad estén
en una proporción del 50% en relación a las demás, ya que se espera que
estos niveles varíen de un caso a otro debido a factores personales.
En tal sentido, el tamaño de la muestra fue:
116
La distribución de la muestra en cada racimo fue proporcional al tamaño
de estos, según la fórmula:
nh = nh´ (n/N) Donde:
nh = tamaño ajustado de la unidad muestral h (racimo h).
nh´ = tamaño de unidad muestral sin ajustar (tamaño real del racimo h)
(n/N) = relación entre el tamaño total de la muestra y el tamaño de la
población, que equivale a la desviación estándar de cada
elemento en cada racimo.
De manera que para la presente investigación, se obtuvieron los
siguientes valores o números de unidades de análisis (mujeres) para cada
unidad muestral (racimo o grupo de madres), que en total suman 59 mujeres,
la cantidad de la muestra total:
n1 (Grupo Santa Rosalía 1) = 23 (59/70) = 19 mujeres
n2 (Grupo Santa Rosalía 2) = 14 (59/70) = 12 mujeres
n3 (Grupo Santa Rosalía 3) = 21 (59/70) = 18 mujeres
n4 (Grupo El Tostao) = 12 (59/70) = 10 mujeres
n (tamaño de muestra total) = 59 mujeres
117
Técnicas e instrumentos de recolección de datos
Validez y confiabilidad
Validez
Confiabilidad
Procedimiento de la investigación
122
CAPÍTULO IV
RESULTADOS
Características de la muestra
124
Características de resiliencia
125
Los cuatro indicadores de características resilientes mostrados con
mayor frecuencia por las mujeres son la comparación social pasiva (80% de
las madres dijo “siempre” y 14%, “casi siempre”), el afrontamiento efectivo
(80% de las madres dijo “siempre” y 12%, “casi siempre”), el locus de control
interno (76% de las madres dijo “siempre” y 15%, “casi siempre”) y el sentido
de pertenencia (porcentajes iguales al anterior). Por su parte, los cuatro
indicadores de características resilientes mostrados con menos frecuencia
por las mujeres son (de menor a mayor): trabajo proactivo, práctica reflexiva,
soporte social e integración.
Los cuatro enunciados o items con más alto puntaje, al promediar las 59
unidades de análisis en el intervalo del 1 al 5, fueron (de mayor a menor):
126
1°. El ítem 19 (indicador de “trabajo proactivo”): Aprendo habilidades que me
ayudan a realizar oficios productivos, haciendo cursos o por mi propia
cuenta.
Cuadro 2.
3. Persevero con firmeza para alcanzar las 41 69,49 7 11,86 10 16,95 0 0,00 1 1,69
metas que me planteo en la vida (ejemplo:
busco los medios para obtener mi propia
casa, un trabajo digno, una mejor calidad
de vida, una profesión…).
127
4. Cuando encuentro obstáculos para el logro 36 61,02 12 20,34 8 13,56 2 3,39 1 1,69
de mis objetivos en la vida, trato de
superarlos con determinación (ejemplo: si
emprendo un negocio y tengo alguna
pérdida no me desanimo sino que sigo
intentándolo)
DETERMINACIÓN / PROMEDIO 38 64,41 10 16,95 9 15,25 1 1,69 1 1,69
5. Recibo apoyo de una persona adulta 40 67,80 10 16,95 8 13,56 1 1,69 0 0,00
significativa, cercana, que me hace pensar
que “sí puedo” salir adelante (ejemplo: mi
pareja, un familiar, un amigo o amiga…).
6. En momentos de dificultad busco el apoyo 18 30,51 14 23,73 16 27,12 4 6,78 7 11,86
de personas confiables dispuestas a
ayudarme (ejemplo: un profesional, un
pastor, un sacerdote, un miembro de
Unbound…).
7. Aprovecho el apoyo que instituciones o 43 72,88 8 13,56 6 10,17 0 0,00 2 3,39
personas competentes pueden brindarme
en momentos difíciles de mi vida (ejemplo:
ayuda de Unbound, de mi Iglesia, del
Estado…).
SOPORTE SOCIAL / PROMEDIO 33 55,93 11 18,64 10 16,95 2 3,39 3 5,08
11. Tomo decisiones por mí misma en 43 72,88 11 18,64 3 5,08 1 1,69 1 1,69
cuanto a lo que quiero para construir mi
propio destino.
12. Elijo libremente los pasos hacia donde 45 76,27 10 16,95 3 5,08 1 1,69 0 0,00
deseo ir, luego de pensar en los caminos
que Dios me ilumina.
13. Soy creativa para realizar acciones que 47 79,66 7 11,86 2 3,39 1 1,69 2 3,39
afectan positivamente mi vida (por
ejemplo, para decidir y usar los
beneficios mensuales del
apadrinamiento).
LOCUS DE CONTROL INTERNO / 45 76,27 9 15,25 3 5,08 1 1,69 1 1,69
PROMEDIO
128
14. Leo libros, folletos, revistas u otros 20 33,90 17 28,81 13 22,03 4 6,78 5 8,47
textos que tratan sobre temas de
superación personal o de autoayuda.
15. Reflexiono a través de lecturas de 30 50,85 11 18,64 11 18,64 4 6,78 3 5,08
crecimiento personal o de autoayuda
para superar situaciones difíciles de mi
vida.
16. Aprovecho con interés las reflexiones 38 64,41 12 20,34 7 11,86 2 3,39 0 0,00
que hacemos en las reuniones de mi
grupo de madres para orientar
positivamente mis acciones.
PRÁCTICA REFLEXIVA / PROMEDIO 30 50,85 13 22,03 10 16,95 3 5,08 3 5,08
17. Hago actividades productivas para 27 45,76 9 15,25 16 27,12 3 5,08 4 6,78
obtener dinero por mí misma, sin esperar
que solo me llegue de una fuente externa
(Dios, pareja, gobierno, Unbound…).
18. Aprovecho las oportunidades que me 32 54,24 12 20,34 9 15,25 1 1,69 5 8,47
dan Unbound u otras organizaciones
para generar mis propios ingresos.
19. Aprendo habilidades que me ayudan a 21 35,59 9 15,25 16 27,12 4 6,78 9 15,25
realizar oficios productivos, haciendo
cursos o por mi propia cuenta.
TRABAJO PROACTIVO / PROMEDIO 27 45,76 10 16,95 14 23,73 2 3,39 6 10,17
20. Soy capaz de reírme de mis propios 36 61,02 12 20,34 8 13,56 1 1,69 2 3,39
errores, teniendo la disposición para
corregirlos.
21. Encuentro alivio a mis sufrimientos 28 47,46 17 28,81 9 15,25 3 5,08 2 3,39
pensando con buen humor en las
situaciones adversas que los
provocaron.
HUMOR / PROMEDIO 32 54,24 14 23,73 9 15,25 2 3,39 2 3,39
22. Me identifico con la visión, misión, 34 57,63 16 27,12 8 13,56 0 0,00 1 1,69
valores de Unbound, tratando de vivirlos
con coherencia en mi vida diaria.
23. Me siento una miembro importante 56 94,92 2 3,39 1 1,69 0 0,00 0 0,00
dentro de la gran familia que es
Unbound.
SENTIDO DE PERTENENCIA / PROMEDIO 45 76,27 9 15,25 4 6,78 0 0,00 1 1,69
26. Pienso que puedo superarme con la 50 84,75 6 10,17 3 5,08 0 0,00 0 0,00
ayuda del programa al igual que lo han
logrado otras madres de Unbound.
129
27. Cuando comparo mi situación 44 74,58 9 15,25 3 5,08 3 5,08 0 0,00
económica familiar con la de algunas
madres en el programa de
apadrinamiento, noto que ha mejorado.
COMPARACIÓN SOCIAL PASIVA / PROM. 47 79,66 8 13,56 3 5,08 1 1,69 0 0,00
28. Las situaciones adversas de mi vida me 34 57,63 10 16,95 6 10,17 4 6,78 5 8,47
han impulsado a aprender nuevas
habilidades para salir adelante (ejemplo:
la pobreza me llevó a aprender y
practicar ciertos oficios dignos como
peluquería, cocina, costura… para
conseguir más dinero).
29. Al superar las adversidades me he 32 54,24 14 23,73 10 16,95 0 0,00 3 5,08
adaptado a las nuevas situaciones
poniendo en práctica mis talentos para
ayudar a otros(ejemplo: a mi familia, a
mis vecinos, a mis compañeras de
Unbound…)
INTEGRACIÓN / PROMEDIO 33 55,93 12 20,34 8 13,56 2 3,39 4 6,78
30. Me planteo nuevos objetivos en la vida 43 72,88 7 11,86 5 8,47 0 0,00 4 6,78
luego de sufrir fracasos o adversidades
(ejemplo: después de separarme de mi
pareja me propuse seguir adelante,
trabajando y educando a mis hijos)
31. Para enfrentar el estrés diario me 50 84,75 8 13,56 1 1,69 0 0,00 0 0,00
esfuerzo por superar las adversidades
sin desesperarme ni rendirme (ejemplo:
si en mi barrio hay mucha inseguridad
procuro igualmente salir a la calle
cuando sea necesario pero teniendo
precaución y confiando en Dios).
AFRONTAMIENTO EFECTIVO / PROMEDIO 47 79,66 7 11,86 3 5,08 0 0,00 2 3,39
Características de espiritualidad
130
de 4,54 + 0,33. El puntaje promedio que más se repite entre estos ítems
(moda) es el de 4,83, siendo el máximo de 4,93 y el mínimo de 3,61 (rango
de 1,32).
131
71% de todas las madres están en el rango “siempre” y “casi siempre” de
características conductuales de Espiritualidad.
Los cuatro enunciados o ítems con más alto puntaje al promediar las 59
unidades de análisis, en el intervalo del 1 al 5, fueron:
132
Los cuatro indicadores que obtuvieron menos puntaje fueron (de menor
a mayor):
Cuadro 3.
F % f % f % f % f %
133
4. Asumo compromisos con la religión 21 35,59 10 16,95 19 32,20 2 3,39 7 11,86
que profeso porque es esencial para
mi vida de fe (ejemplo: participando
en misas o cultos, ayunando, dando
ofrendas o diezmos).
5. Me siento motivada a practicar 33 55,93 12 20,34 12 20,34 1 1,69 1 1,69
espontáneamente los principios
espirituales que inspiran a mi religión
(ejemplo: alabar y adorar a Dios,
bendecir los alimentos, perdonar,
ayudar a personas necesitadas…).
RELIGIOSIDAD INTRÍNSECA / PROM 27 45,76 11 18,64 16 27,12 1 1,69 4 6,78
10. Tengo amistades que me ayudan 33 55,93 13 22,03 11 18,64 1 1,69 1 1,69
en mi desarrollo espiritual (ejem-
plo: compañeras del grupo de ma-
dres Unbound, hermanos de Igle-
sia y amigos de otros ambientes)
11. Me relaciono de forma respetuosa, 52 88,14 4 6,78 3 5,08 0 0,00 0 0,00
cordial, afectuosa con quienes
interactúo diariamente (ejemplo:
con mis familiares, vecinos, cole-
gas de trabajo y otras personas)
CONEXIÓN HUMANA / PROMEDIO 43 72,88 8 13,56 7 11,86 1 1,69 0 0,00
134
12. Siento bienestar, armonía conmigo 47 79,66 7 11,86 5 8,47 0 0,00 0 0,00
misma, con Dios y con lo que me
rodea.
13. Me siento satisfecha como persona 46 77,97 7 11,86 6 10,17 0 0,00 0 0,00
al practicar mi espiritualidad en los
distintos ámbitos de mi vida
(ejemplo: familia, pareja, trabajo,
grupo de madres de Unbound…)
BIENESTAR / PROMEDIO 47 79,66 7 11,86 5 8,47 0 0,00 0 0,00
14. Me siento en paz, segura aún en 51 86,44 5 8,47 3 5,08 0 0,00 0 0,00
situaciones de amenaza o riesgo,
porque pienso que Dios me
protege.
15. Mantengo la paz, la serenidad aún 44 74,58 12 20,34 3 5,08 0 0,00 0 0,00
en situaciones de dolor o
adversidad, sabiendo que Dios
está cerca para apoyarme.
PAZ / PROMEDIO 48 81,36 8 13,56 3 5,08 0 0,00 0 0,00
16. Tengo esperanza de que las cosas 50 84,75 6 10,17 3 5,08 0 0,00 0 0,00
pueden cambiar para bien cuando
realizo las actividades planificadas
en el grupo de madres.
17. Mejoro el desempeño de mis 49 83,05 7 11,86 3 5,08 0 0,00 0 0,00
labores con la esperanza de que
todo esfuerzo dará sus frutos
positivos.
ESPERANZA / PROMEDIO 50 84,75 6 10,17 3 5,08 0 0,00 0 0,00
18. Trato a todos con dignidad porque 54 91,53 4 6,78 1 1,69 0 0,00 0 0,00
creo que toda persona es igual
ante los ojos de Dios.
19. Aprecio la dignidad, el valor interior 54 91,53 3 5,08 2 3,39 0 0,00 0 0,00
de toda persona, en especial de
los más vulnerables (por ejemplo:
niños, ancianos, personas pobres,
enfermas o con discapacidades).
DIGNIDAD HUMANA / PROMEDIO 54 91,53 4 6,78 1 1,69 0 0,00 0 0,00
135
22. Muestro respeto hacia quien me 49 83,05 8 13,56 2 3,39 0 0,00 0 0,00
rodea, tratándole con amabilidad,
sin distinguir su rango social,
político, económico, religioso o
educativo.
23. Cuando alguien me trata 31 52,54 11 18,64 10 16,95 3 5,08 4 6,78
injustamente, reclamo mis
derechos a la otra persona de
forma respetuosa, sin ser agresiva
(ejemplo: si alguien se me adelanta
en una cola para comprar un
producto regulado, se lo hago
notar con claridad pero sin
mostrarme alterada ni ofenderla
con palabras groseras).
RESPETO / PROMEDIO 40 67,80 10 16,95 5 8,47 2 3,39 2 3,39
24. Cumplo con responsabilidad los 52 88,14 5 8,47 2 3,39 0 0,00 0 0,00
compromisos que asumí
libremente en el programa de
apadrinamiento desde mi grupo de
madres (ejemplo: asisto a las
reuniones mensuales y talleres,
elaboro las cartas regulares,
entrego las calificaciones escolares
de mis hijos y participo en mi
comisión de trabajo).
25. con responsabilidad mis fallas, 50 84,75 6 10,17 3 5,08 0 0,00 0 0,00
asumiendo las consecuencias
negativas de mis actos o
decisiones.
RESPONSABILIDAD / PROMEDIO 51 86,44 6 10,17 2 3,39 0 0,00 0 0,00
26. Pienso que soy una persona 49 83,05 8 13,56 1 1,69 0 0,00 1 1,69
íntegra, sincera, que tiene una sola
cara en cualquier situación.
27. Evito prácticas deshonestas (como 36 61,02 10 16,95 3 5,08 3 5,08 7 11,86
por ejemplo: hablar por las
espaldas de los demás,
manipularlos, difamarlos o
explotarlos, tomar lo que no es
mío, mentir, “bachaquear”…).
INTEGRIDAD / PROMEDIO 43 72,88 9 15,25 2 3,39 1 1,69 4 6,78
28. Acepto a las personas tal como 47 79,66 6 10,17 5 8,47 1 1,69 0 0,00
son, aunque piensen diferente que
yo sobre ciertos temas.
29. Soy capaz de ver a los demás 46 77,97 6 10,17 6 10,17 1 1,69 0 0,00
como hermanos(as), aún cuando
vivan estilos de vida diferentes.
TOLERANCIA / PROMEDIO 47 79,66 6 10,17 5 8,47 1 1,69 0 0,00
30. Agradezco a Dios por sus regalos 56 94,92 2 3,39 1 1,69 0 0,00 0 0,00
amorosos para mí y para los
demás (por ejemplo: por mi vida,
salud, alimentos, familia, trabajo,
medio ambiente, bienes
materiales…).
136
31. Expreso mi gratitud a los demás 51 86,44 6 10,17 2 3,39 0 0,00 0 0,00
por cualquier favor, servicio o
acción positiva, directa o indirecta,
hacia mi persona.
GRATITUD / PROMEDIO 54 91,53 4 6,78 1 1,69 0 0,00 0 0,00
137
Gráfico 1: Dispersión de valores de resiliencia y espiritualidad
Tabla 1.
Correlaciones.
N 59 59
N 59 59
138
Regresión Lineal
RESILIENCIA=1,052+0,728*ESPIRITUALIDAD
Tabla 2.
Variables entradas/eliminadasa
Variables Variables
Modelo introducidas eliminadas Método
b
1 ESPIRITUALIDAD . Intro
Tabla 3.
139
Tabla 4.
Tabla 5.
Coeficientesa
Coeficientes
Coeficientes no estandarizados estandarizados
Modelo B Error estándar Beta t Sig.
1 (Constante) 1,052 ,546 1,928 ,059
ESPIRITUALIDAD ,728 ,119 ,628 6,099 ,000
140
Análisis y discusión de resultados
Características de resiliencia
147
Gráfico 9: Distribución porcentual de las mujeres según la frecuencia de
sus indicadores de “Conexión con lo Trascendente”
148
Gráfico 11: Distribución porcentual de las mujeres según la frecuencia
de sus “Indicadores de Salud Mental”
149
No obstante, el indicador con promedio más bajo y en comparación a
las demás variables (pero igualmente con valores altos en la escala total que
alcanzan a casi dos tercios de la muestra) es el de “religiosidad intrínseca”, lo
cual muestra que las mujeres tienden menos a manifestar su espiritualidad
con señales, ritos o costumbres religiosas tradicionales de manera
espontánea o internamente motivadas. Es decir, más de la tercera parte de
las mujeres estudiadas no ven en las conductas inspiradas en o exigidas por
la religión algo fundamental en sus vidas.
Esto último podría guardar relación con el hecho de que buena parte de
la muestra fuese católica (61%), cuya población en su mayoría no suele estar
muy comprometida con sus principios o deberes religiosos (PBC, 2010); y
también por el hecho de que el 22% de las mujeres profesan otras creencias
diferentes al cristianismo o no se identifican con ninguna religión.
Aunque más del 70% de las mujeres expresan comunicarse con Dios
“siempre” o “casi siempre”, llama la atención que este indicador sea el
segundo con menores valores promedio en comparación al resto. La misma
característica socio-demográfico religiosa de la muestra mencionada
anteriormente puede ser un factor explicativo de este fenómeno ya que
precisamente dentro del catolicismo la cultura de “hablar con Dios a través de
la lectura bíblica” es mucho menos arraigada que en otras denominaciones
cristianas, donde este aspecto suele ser más reforzado y modelado desde la
familia, incluyendo también la escucha frecuente de música y predicaciones
que tienen que ver con la proclamación del evangelio (Grzona, 2012).
Los indicadores de integridad y respeto en la muestra, aunque sus
valores promedio absolutos no son bajos, están entre los cuatro últimos del
estudio quizás por las variables socioeconómicas que afectan
significativamente a los sectores más pobres de Venezolana, a los cuales
pertenecen las mujeres de Unbound.
Esto último se refleja en la diferencia de cerca del 30% en la
distribución de las madres según la frecuencia de emisión de conductas
150
entre los ítems de los mismos indicadores, ya que cuando se trata de
contrastar tales valores en los contextos estresante, amenazantes y
humillantes de las colas o búsquedas diarias de alimentos producidas por la
escasez de productos en el país, la práctica de dichos valores se hace
menos sencilla para las mujeres de Unbound quienes, como toda madre,
buscan la supervivencia propia y de sus hijos mostrándose fuertes en medio
de un ambiente que se torna cada vez más competitivo, agresivo y hostil.
151
Regresión lineal
152
La tabla 4 (Resumen del ANOVA) informa sobre si existe o no relación
significativa entre las variables. El estadístico F permite contrastar la
Hipótesis Nula de que el valor poblacional de R es cero, lo cual, en este
modelo de regresión lineal simple, equivale a contrastar la hipótesis de que la
pendiente de la recta de regresión b vale cero. El nivel crítico (Sig.) indica
que si se supone que R = 0, no es probable (p=0,000) que R en esta muestra
tome el valor de 0,628. Lo cual implica que R > 0 y en consecuencia, que
ambas variables están linealmente relacionadas (George & Mallery, 2003).
Por otro lado, la tabla 5 (Coeficientes) proporciona los
correspondientes errores típicos tanto de las constante a (valor de la
ordenada en el origen o de la resiliencia cuando la espiritualidad es cero)
como de la constante b (coeficiente de regresión o pendiente). Basados,
pues, en los planteamientos teóricos de Rodríguez et al (2011) y en la
ecuación lineal que surge al calcular la regresión simple de Y (resiliencia)
sobre X (espiritualidad): RESILIENCIA=1,052+0,728*ESPIRITUALIDAD,
154
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
155
conexión humana (las 3 primeras son “prácticas de valores” y la última es
“indicador de salud mental”)
La oración (de la sub-dimensión “conexión con lo trascendente”) y el
significado (de la sub-dimensión “búsqueda de sentido”) no resultaron estar
entre de los indicadores más notorios, siendo estos elementos los que
tradicionalmente se han venido incluyendo más en los estudios sobre
espiritualidad y en los instrumentos que intentan medirla a nivel científico. Sin
embargo, un 70% y 78% de las mujeres siempre o casi siempre dicen asumir
estas conductas, respectivamente, lo cual sigue siendo una cantidad
elevada, a criterio del autor de esta investigación.
Por otra parte, concretándose el objetivo 3, se demostró que existe una
correlación positiva (R=0,628) y significativa (p<0,000) entre ambas
variables, además de que dicha relación sigue una tendencia lineal en donde
la espiritualidad, definida en los términos de esta investigación, puede
predecir en un 40% (coeficiente de regresión R²=0,395) la variación o
varianza de los valores de resiliencia en las mujeres de la muestra. Estos
resultados apoyan empíricamente los de otras investigaciones
correlacionales en el tema a nivel internacional, que sugieren un papel causal
o predictivo de la espiritualidad sobre la resiliencia.
La espiritualidad, tal y como se ha definido en esta investigación, se ha
considerado una variable que antecede a la resiliencia por ser una cualidad
asociada filogenéticamente al ser humano y que presenta fines adaptativos o
de supervivencia para la especie, mientras que la resiliencia, aunque
mediada por factores protectores internos como la personalidad o la
neuroplasticidad, está condicionada más por procesos de aprendizaje. Sin
embargo, ambos constructos se desarrollan mediante procesos de
determinismo recíproco entre las potencialidades individuales internas y los
factores ambientales externos definidos por la sociocultura.
156
Recomendaciones
AH MIN, J., YOUNG - EUN, J., DAI-JIN, K, HYEON-WOO, Y., JIN KIM, J.,
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172
ANEXOS
173
ANEXO A
174
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTRIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS, PSICOLÓGICAS
Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
Por favor, antes de empezar a diligenciar ambas escalas, lea las instrucciones
generales.
175
176
177
178
179
ANEXO B
180
181
182
183
184
185
186
187
188
189
190
191
192
193
194
195
196
197
198
199
200
ANEXO C
201
RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD EN MUJERES DE LOS SECTORES
SANTA ROSALÍA Y EL TOSTAO PERTENECIENTES AL PROGRAMA DE
APADRINAMIENTO DE UNBOUND
DATOS PRUEBA PILOTO
9 Sujetos-Cuestionario 31 ítems (escala tipo Lickert)
AUTOR: REINALDO NORIEGA
TUTOR(A): TANIA MENDOZA
202
CORRELACIONES PRUEBA PILOTO INSTRUMENTO A (por SPSS 22)
203
Resumen de procesamiento de casos (por SPSS 22):
N % Estadísticas de fiabilidad
Casos Válido
9 100,0 Alfa de N de
Cronbach elementos
a
Excluido 0 0,0 ,720 31
Total 9 100,0
a. La eliminación por lista se basa en todas las variables
del procedimiento.
204
RESILIENCIA Y ESPIRITUALIDAD EN MUJERES DE LOS SECTORES
SANTA ROSALÍA Y EL TOSTAO PERTENECIENTES AL PROGRAMA DE
APADRINAMIENTO DE UNBOUND
DATOS PRUEBA PILOTO
9 Sujetos-Cuestionario 31 ítems (escala tipo Lickert)
AUTOR: REINALDO NORIEGA
TUTOR(A): TANIA MENDOZA
205
CORRELACIONES PRUEBA PILOTO INSTRUMENTO B (por SPSS 22)
206
Resumen de procesamiento de casos (por SPSS 22):
Estadísticas de fiabilidad
N %
Casos Válido
9 100,0 Alfa de N de
Cronbach elementos
a
Excluido 0 0,0 ,717 31
Total 9 100,0
a. La eliminación por lista se basa en todas las variables
del procedimiento.
207
208