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Contenido
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 4
1.1. Presentación del Plan .......................................................................................................... 4
1.2. Entidades involucradas. ...................................................................................................... 8
1.3. Bloque de constitucionalidad y marco legal ....................................................................... 9
1.4 Lineamientos del Plan Nacional del Buen Vivir en relación al Fenómeno Socio Económico
de las Drogas ................................................................................................................................. 14
1.4.1 Alineación de la política al Plan Nacional del Buen Vivir 2017-2021 ............................ 16
1.5 Proceso de construcción y aprobación del Plan ................................................................ 17
1.6 Proceso de participación ciudadana ................................................................................. 18
CAPÍTULO 2. DIAGNÓSTICO DEL FENÓMENO SOCIO ECONÓMICO DE LAS DROGAS ....................... 20
2.1 Situación de la problemática ............................................................................................. 20
2.2 Evaluación de la política pública en materia de drogas, período 2007-2017 ................... 25
2.3 Alternativas de acción seleccionadas ................................................................................ 27
2.4 Argumentación y criterios de priorización, mapeo de actores sociales e institucionales 30
CAPÍTULO 3. LINEAMIENTOS GENERALES ......................................................................................... 32
3.1 Política Nacional de Drogas ............................................................................................... 32
3.2 Enfoques Estratégicos del Plan ......................................................................................... 32
3.3 Objetivo General del Plan ................................................................................................. 33
3.4 Principios Rectores del Plan .............................................................................................. 33
CAPÍTULO 4. EJES, OBJETIVOS, ESTRATEGIAS Y LÍNEAS DE ACCIÓN ................................................. 35
4.1 Ejes del Plan....................................................................................................................... 35
4.1.1 Eje 1. Reducción de la Demanda ................................................................................... 35
4.1.2 Eje 2. Reducción de la Oferta ........................................................................................ 35
4.2 Objetivos, estrategias y líneas de acción del Eje 1. Reducción de la Demanda ................ 36
4.2.1 Objetivo 1: Evitar o retrasar el uso o consumo de drogas. ........................................... 36
2
4.2.2 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 1 ............................................................... 37
4.2.3 Objetivo 2: Brindar atención integral e intersectorial a las personas que presentan uso
o consumo problemático de drogas. ............................................................................................ 45
4.2.4 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 2 ............................................................... 45
4.3 Objetivos, estrategias y líneas de acción del Eje 2. Reducción de la Oferta ..................... 50
4.3.1 Objetivo 3: Disminuir la oferta de drogas destinadas al consumo interno ................... 50
4.3.2 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 3 ............................................................... 52
4.3.3 Objetivo 4: Prevenir la producción ilícita de drogas. .................................................... 59
4.3.4 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 4 ............................................................... 60
4.4 Matriz resumen de los Objetivos, Estrategias y Líneas de Acción. ................................... 65
4.5 Metas e Indicadores por objetivo ..................................................................................... 69
4.5.1 Indicadores y Metas del Objetivo 1: Evitar o retrasar el consumo de drogas. ............. 69
4.5.2 Indicadores y Metas del Objetivo 2: Brindar atención integral e intersectorial a las
personas que presentan uso o consumo problemático de drogas. .............................................. 69
4.5.3 Indicadores y Metas del Objetivo 3: Disminuir la oferta de drogas .............................. 70
4.5.4 Indicadores y Metas del Objetivo 4: Prevenir la producción ilícita de drogas .............. 71
4.6 Articulaciones intersectoriales para la ejecución del Plan ................................................ 72
4.7 Territorialización de la política .......................................................................................... 74
4.8 Componentes Transversales de la Política ........................................................................ 75
4.8.1 Evidencia y conocimiento científico sobre el fenómeno socio económico de las drogas
75
4.8.2 Cooperación Internacional ............................................................................................ 78
4.8.3 Comunicación ................................................................................................................ 79
4.8.4 Normativa ...................................................................................................................... 79
CAPÍTULO 5. DETERMINACIÓN DE PROGRAMAS Y PROYECTOS INSTITUCIONALES ......................... 81
CAPÍTULO 6. MECANISMO DE SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN .......................................................... 83
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 89
ANEXOS ............................................................................................................................................. 91
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CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
La información resultante de los diálogos ciudadanos se conjugaron con los datos científicos y
técnicos que cada una de las instituciones que componen el Comité Interinstitucional de Drogas han
desarrollado como parte de su gestión. El resultado del trabajo institucional y la participación
ciudadana corresponsable permite que el Gobierno Nacional entregue al pueblo ecuatoriano el Plan
Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio Económico de las Drogas 2017-2021.
Lejos de ser un instrumento rígido, este documento asume el dinamismo con el cual se desarrolla el
fenómeno de las drogas y propone programas, estrategias y acciones para los siguientes cuatro
años. Con un enfoque multisectorial, el Plan representa la mejor respuesta que ahora tenemos para
enfrentar esta problemática, la prevención integral, entendida ésta como el conjunto de políticas y
acciones prioritarias y permanentes a ser ejecutadas por el Estado, las instituciones y personas
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involucradas, encaminado a intervenir con participación intersectorial sobre las diferentes
manifestaciones del fenómeno socio económico de las drogas.
Ello sirvió para que el enfoque que se presenta en el Plan Nacional de Prevención Integral y Control
del Fenómeno socio económico de las Drogas base su accionar por sobre todo en el respeto
irrestricto a los derechos humanos, así como con un enfoque de salud pública. Más allá de la
estadística y de la fría gestión pública, este documento pretende hablar a los hombres y a las
mujeres que enfrentan este problema y de las alternativas que como Estado y sociedad brindamos
para que lo superen con dignidad y respeto a su existencia como individuos, como familia y como
comunidad.
Todo ello se ha logrado gracias al diálogo, máxima premisa que impulsa la gestión del Presidente
Lenín Moreno Garcés, quien encargó de manera pública esta tarea a la SETED en junio del 2017. El
esfuerzo de estos meses de trabajo se condensa en este Plan Nacional, pero éste tan solo es el inicio
del reto que nos espera como Estado y sociedad civil. Con la participación activa de cada de las
instituciones que componen el Comité Interinstitucional, este Plan se implementará y desarrollará
en diversos frentes. Su éxito o efectividad se medirá en función de la satisfacción que sienta la
ciudadanía al ver que sus hijos e hijas se alejan del problema de las drogas o, en el mejor de los
casos, ni siquiera lo lleguen a conocer.
Esta ocasión debe ser aprovechada para extender un agradecimiento público a los diferentes
actores del sector público y privado por brindar sus aportes muy oportunos. De la misma manera,
vale mencionar que la invitación para participar activamente de la construcción de la política de
drogas es permanente, y que las instituciones encargadas de liderar este proceso mantienen una
apertura total frente al diálogo con el propósito de robustecer las acciones que nos permitan
acercarnos a la materialización del objetivo del presente plan: evitar, retrasar y reducir las
consecuencias del fenómeno socio económico de las drogas.
Justificación.-
El fenómeno de las drogas a nivel mundial representa una problemática cada vez más compleja,
dinámica y multicausal, que genera daños en la salud, en la convivencia social y seguridad
ciudadana, pues desintegra a la sociedad y sobre todo, su núcleo central que es la familia. Esta
situación problemática demanda un abordaje integral, multidisciplinario, inmediato y basado en
evidencia científica por parte del Estado, con el involucramiento activo de la sociedad a través de
sus distintos actores.
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en Estudiantes de 9no EGB, 1ro y 3ro de bachillerato, realizada entre noviembre y diciembre del
2016, se identifica que: el 9,6% de estudiantes afirmaron haber consumido marihuana en el último
año, en tanto que el 2,3% de estudiantes señalaron haber consumido cocaína en el mismo periodo;
en cuanto a la pasta base de cocaína se reflejó un consumo por parte del 1,9% de estudiantes; y,
respecto de heroína, el 2,5% de estudiantes afirmaron haberla consumido en el último año.
Otros estudios relacionados con el Índice de Concentración Territorial de Drogas, determinan que
el fenómeno se centraliza en las zonas 8, 9 y 4, mientras de acuerdo al índice de Concentración
Territorial de Alcohol, la problemática tiene una mayor presencia en las zonas 9, 6 y 3. En lo que se
refiere al costo del fenómeno socio económico de las drogas en Ecuador, para el año 2015 fue de
más de 214 millones de dólares, lo que representó el 0,22% del PIB. Estudios de mortalidad por uso
y consumo de drogas en el año 2015 señalan que se suscitaron 8.693 fallecimientos relacionados al
consumo de drogas en el Ecuador, lo que representa el 13,42% del total de fallecimientos a escala
nacional.
Nuestro país ha distinguido el problema de las drogas como un fenómeno socio económico, lo que
demanda una intervención intersectorial e interinstitucional. En el pasado, si bien existió
intervención por parte del Estado respecto de esta problemática, la misma fue dispersa y aislada de
una política nacional, pues el Ecuador no contó, hasta ahora, con una política de prevención
integral, que sitúe a la persona en el centro del actuar estatal.
El presente Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio Económico de las
Drogas 2017-2021, constituye una definición clara y estructurada de la política pública respecto de
esta problemática, siendo el marco en torno al cual se deben desarrollar planes, programas y
acciones gubernamentales encaminadas a quitarle el espacio a las drogas y afianzar un adecuado
desarrollo del ser humano. Se enmarca en la plena vigencia de los mandatos constitucionales, a fin
de prestar la atención a las adicciones como un problema de salud pública, que requiere la adopción
de medidas de prevención integral, tratamiento y rehabilitación a las personas consumidoras;
garantizando la no criminalización del consumo de drogas, conforme lo dispone la Constitución de
la República en el artículo 364.
La construcción del Plan refleja un proceso participativo, de confluencia entre las distintas
instituciones y todos los niveles del Estado, en donde se han recogido los aportes de la sociedad civil
y otros actores, que han permitido consolidar el criterio de corresponsabilidad en el abordaje del
problema de las drogas, afianzando la formulación de este documento sobre la base de los vínculos
entre Estado y sociedad.
Las intervenciones en materia de prevención integral y control del fenómeno socio económico de
las drogas se verán obligadas al cumplimiento de los principios de corresponsabilidad,
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intersectorialidad, participación ciudadana, inclusión, interculturalidad, género, promoción de la
salud; con base en la evidencia científica.
En esta línea, este instrumento que está dirigido a todos los niveles del Estado, se constituye en una
herramienta que permite hacerle frente en conjunto a las complejidades y retos que representa el
problema de las drogas, a través de estrategias articuladas y efectivas desde un enfoque de
derechos humanos y salud pública.
Nuestro marco constitucional desarrolla y garantiza ampliamente los derechos de las personas, a lo
largo de todo el ciclo de vida, promoviendo la implementación del Régimen del Buen Vivir. Esto
conlleva el reconocimiento de la condición inalterable de cada persona como titular de derechos,
sin discriminación alguna. Además, las personas son valoradas en sus condiciones propias,
celebrando la diversidad, buscando eliminar el machismo, el racismo, la xenofobia y toda forma de
discriminación y violencia, para lo cual se necesita de políticas públicas y servicios que aseguren
disponibilidad, accesibilidad, calidad y adaptabilidad. Los problemas de desarrollo son vistos como
derechos insatisfechos y el Estado debe estar en condiciones de asumir las tres obligaciones básicas
que tiene: respetar, proteger y realizar. Respetar significa que el mismo Estado no vulnera derechos.
Proteger significa que el Estado vela para que ningún tercero vulnere derechos y en caso de hacerlo,
obligar a las reparaciones correspondientes. Realizar significa que el Estado debe actuar
proactivamente para garantizar plenamente los derechos, especialmente para aquellas personas
que tienen impedimentos para hacerlo.
En este contexto, uno de los retos más importantes, desde el enfoque de derechos, es generar
capacidades para promover una población resiliente, enlazando la prevención, mitigación y
adaptación con la salud, lo cual es esencial para desarrollar entornos más comunitarios y seguros.
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1.2. Entidades involucradas.
Las entidades gubernamentales involucradas en la ejecución del presente Plan son:
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1.3. Bloque de constitucionalidad y marco legal
Para un óptimo entendimiento del Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno
Socio Económico de las Drogas 2017-2021 y de los lineamientos que éste abarca, es de suma
importancia hacer una descripción exhaustiva de la base legal que lo cobija.
En este contexto, a continuación se presenta la articulación del bloque constitucional que guía
este Plan:
BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD
Norma nacional o Contenido de la disposición Derecho(s) tutelado
Internacional
Constitución de la Art. 364: Las adicciones son un problema Acceso a la salud y
República del Ecuador de salud pública. Al Estado le atención integral
corresponderá desarrollar programas
coordinados de información, prevención y Derecho a la
control del consumo de alcohol, tabaco y información
sustancias estupefacientes y
psicotrópicas; así como ofrecer Libertad individual;
tratamiento y rehabilitación a los libertad ambulatoria
consumidores ocasionales, habituales y
problemáticos.
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Todo niño tiene derecho a las medidas de
protección que su condición de menor
requieren por parte de su familia, de la
sociedad y del Estado.
Artículo 32. Correlación entre
Deberes y Derechos
1. Toda persona tiene deberes para con
la familia, la comunidad y la humanidad.
2. Los derechos de cada persona están
limitados por los derechos de los demás,
por la seguridad de todos y por las justas
exigencias del bien común, en una
sociedad democrática.
Declaración Universal Artículo 25 1. Toda persona tiene derecho Salud
Sobre Derechos a un nivel de vida adecuado que le Educación
Humanos asegure, así como a su familia, la salud y el Buen vivir
bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y
los servicios sociales necesarios; tiene
asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez y otros casos de pérdida de
sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su
voluntad.
Artículo 26, 2. La educación tendrá por
objeto el pleno desarrollo de la
personalidad humana y el fortalecimiento
del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la
comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y todos los grupos
étnicos o religiosos; y promoverá el
desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento
de la paz.
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El bloque de constitucionalidad presentado es complementado con Leyes específicas relacionadas
con la naturaleza de este plan como son:
En relación específica al consumo de cigarrillos, la Ley Orgánica para la Regulación y Control del
Tabaco a través del Artículo primero insiste sobre la importancia de promover el derecho a la salud
protegiendo a los habitantes de las consecuencias del consumo de productos de tabaco y sus efectos
nocivos, responsabilizando –como indica el Artículo 3 de la Ley Orgánica en cuestión- a la Autoridad
Sanitaria Nacional en la formulación y ejecución de políticas y estrategias.
Con respecto al tratamiento de la problemática de las drogas y sus diversos aristas, la Ley Orgánica
de Prevención Integral del Fenómeno Socio Económico de las Drogas y de Regulación y Control del
Uso de Sustancias Catalogadas Sujetas a Fiscalización, a través del Artículo 3:
“declara de interés nacional las políticas públicas que se dicten para enfrentar el fenómeno
socio económico de las drogas, así como los planes, programas, proyectos y actividades que
adopten o ejecuten los organismos competentes, precautelando los derechos humanos y
las libertades fundamentales, mediante la participación social y la responsabilidad pública y
privada, en procura del desarrollo humano, dentro del marco del buen vivir o Sumak
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Kawsay. Dichas políticas se basarán de manera prioritaria en evidencia científica que
permita la toma de decisiones y la atención a grupos de atención prioritaria”.
Adicionalmente, el Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio Económico
de las Drogas busca resaltar la importancia de prevenir el consumo de las niñas, niños y adolescentes
a través de la participación activa del sector de la educación. En el Artículo 3 literal n) de la Ley
Orgánica de Educación Intercultural señala que es uno de los fines de la educación el garantizar el
acceso “plural y libre a la información y educación para la salud y la prevención de enfermedades,
la prevención del uso de estupefacientes y psicotrópicos, del consumo de bebidas alcohólicas y otras
sustancias nocivas para la salud y desarrollo”.
En concordancia el Artículo 6 literal a) ibídem señala como una responsabilidad del Estado el
garantizar “bajo los principios de equidad, igualdad, no discriminación y libertad, que todas las
personas tengan acceso a la educación pública de calidad y cercanía”.
Por otro lado, parte fundamental del conocimiento integral yace en canalizar las iniciativas de
prevención en varios ámbitos, dentro de lo cual la Educación Superior juega un rol fundamental. En
este sentido, el tercer inciso del Artículo 86 de la Ley Orgánica de Educación Superior establece que
la Unidad de Bienestar Estudiantil de cada institución formulará e implementará programas y
proyectos de información y prevención integral del uso de drogas, bebidas alcohólicas, tabacos y
derivados del tabaco, y coordinará con los organismos competentes para el tratamiento y
rehabilitación de las adicciones en el marco del Plan Nacional de Prevención Integral y Control del
Fenómeno Socio Económico de las Drogas.
Desde luego, es importante considerar que para lograr un tratamiento adecuado de la problemática
de las drogas es necesario contar con una línea de acción en el ámbito de la seguridad. Esta se
ampara bajo lo estipulado en la Ley de Seguridad Pública y del Estado, la cual a través del artículo
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11 declara que los órganos ejecutores de seguridad estarán a cargo de las acciones de defensa,
orden público, prevención y gestión de riesgos, tomando en cuenta que corresponde a la Policía
Nacional el coordinar los esfuerzos públicos, comunitarios y privados para lograr la seguridad
ciudadana, la protección de los derechos, libertades y garantías de la ciudadanía. Adicionalmente,
esta institución coordinará su actuación con los órganos correspondientes de la Función Judicial.
Por otra parte, a través del Artículo 23 del mismo instrumento estipula que a través de la seguridad
ciudadana se deberá fortalecer los mecanismos necesarios para garantizar los derechos humanos,
en especial el derecho a una vida libre de violencia y criminalidad, la disminución de los niveles de
delincuencia, la protección de víctimas y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los
habitantes del Ecuador. Con el fin de lograr la solidaridad y la reconstitución del tejido social, se
orientará a la creación de adecuadas condiciones de prevención y control de la delincuencia, del
crimen organizado, del contrabando, del narcotráfico, tráfico de armas, entre otros delitos.
En relación a lo anterior, el Artículo 220 del Código Orgánico Integral Penal señala que:
De forma complementaria, el Artículo 228 de dicho Código acerca de la cantidad admisible para uso
o consumo personal indica que “la tenencia o posesión de sustancias estupefacientes, psicotrópicas
o preparados que las contengan, para consumo personal, será regulada por la normativa
correspondiente”.
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“son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen
derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación”.
Finalmente, y de gran relevancia con la problemática de las drogas, el Artículo 25 estipula que toda
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud,
el bienestar, la asistencia médica y los servicios sociales, entre otros.
En cuanto a la Ley Orgánica de Cultura, es necesario señalar lo referente a la igualdad real, que hace
mención al ejercicio de los derechos culturales sin discriminación étnica, etaria, regional, política,
cultural, de género, por nacionalidad, credo, orientación sexual, condición socioeconómica,
condición de movilidad humana, o discapacidad, e implica medidas de acción afirmativa de acuerdo
a la Constitución.
Garantizar una vida digna para todas las personas, a más de ser un mandato constitucional, es un
imperativo moral. Precisamente el primer eje, se orienta al ideal de lograr una sociedad más justa y
equitativa construida a través de la promoción de la igualdad en todos los ámbitos y la erradicación
de todo tipo de discriminación, exclusión y pobreza.
La proyección del Ecuador al 2030 prevé que exista una reducción de los niveles de sedentarismo,
se mejoren los patrones de alimentación y se incremente la actividad física en todos los grupos
etarios, contribuyendo a disminuir los niveles de estrés y el número de muertes a causa de
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enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, obesidad, entre otras. También se pondrá
énfasis en el combate al consumo de drogas, alcohol y tabaco, especialmente, en los adolescentes
y jóvenes.
Se buscará una reducción de los niveles de violencia social, el garantizar el acceso equitativo a
adecuados sistemas de justicia y los procesos de rehabilitación social se realizarán de manera
integral y en cumplimiento de los derechos.
El Estado contará con la capacidad de prevención, previsión y respuesta para la lucha contra el
crimen organizado, enfatizando el combate a la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes.
Además, la aplicación de políticas públicas de prevención y control del delito internacional,
permitirán el combate efectivo al tráfico ilícito de drogas, reduciendo su comercialización y
consumo.
Dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2017 – 2021, se definieron intervenciones emblemáticas en
cada uno de los ejes y dentro de las 16 intervenciones emblemáticas propuestas para el primer eje
se plante intervenir en la “Prevención y Control del Uso y Consumo de Drogas”. Dicha intervención
busca reducir el impacto que provoca el uso y consumo de drogas en nuestro entorno,
implementando estrategias que permitan fortalecer la prevención integral, control y reducción de
la oferta.
En este sentido, la Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio Económico de las Drogas es
una política prioritaria cuyo objetivo general es evitar, retrasar y reducir las consecuencias de
carácter sanitario, económico, social y de seguridad ciudadana del consumo de drogas con un
enfoque de salud pública y de derechos humanos; el énfasis de la misma está en la prevención y
promoción de la construcción de proyectos de vida basados en una educación en valores a nivel
integral, fomentando así la toma de decisiones de manera consciente, corresponsable y autónoma,
y a su vez, impulsando una formación cultural con actividades de recreación, ocio y esparcimiento.
De acuerdo a lo descrito en la intervención emblemática citada del Plan Nacional de Desarrollo 2017
– 2021, los principales actores involucrados en esta intervención son: Ministerio de Educación,
Ministerio del Deporte, Ministerio de Salud Pública, Ministerio del Interior, Ministerio de Inclusión
Económica y Social, Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, Secretaría Técnica de
Drogas, Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, Gobiernos Autónomos Descentralizados;
los cuales son los actores fundamentales en la articulación del presente plan.
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1.4.1 Alineación de la política al Plan Nacional del Buen Vivir
2017-2021
Para el periodo 2017 – 2021, el Plan Nacional de Desarrollo responde a una lógica integral de gestión
estatal y social, que reconoce la responsabilidad de las distintas funciones del Estado, niveles de
Gobierno, la sociedad y diversos actores económicos en el cumplimiento de los objetivos y metas
nacionales.
Una de las características del Plan Nacional para el Buen Vivir actual, con relación a los anteriores,
es que el Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa se concibe como un
sistema dinámico y complementario con las distintas herramientas de planificación nacional y
territorial; que aportan al cumplimiento de metas nacionales.
En este sentido, el Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio Económico
de las Drogas, articulado por la Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas, se encuentra
alineado de la siguiente manera:
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1.5 Proceso de construcción y aprobación del Plan
Para la construcción del Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio
Económico de las Drogas 2017- 2021, se realizó en primer lugar una revisión y análisis de los Planes
Nacionales de los países de la región y lineamientos de Organización de Estados Americanos, entre
los que se incluyen los siguientes:
•Plan de acción •Plan Nacional de •Plan Nacional de •Estrategia de Lucha contra •Plan Nacional
Hemisférico sobre Drogodependencia Reducción de la el Narcotráfico y control contra el
Drogas 2016-2020 2009-2016 Demanda de de cultivos excedentarios Narcotráfico
Drogas 2016-2020 de coca 2016-2020 2014-2020
Este análisis permitió tener una visión ampliada del abordaje técnico del fenómeno a nivel
internacional, en base al cual se definió los ejes: reducción de la oferta y reducción de la demanda
en el Plan Nacional.
Además, se recogió como insumo la experiencia internacional basada en evidencia científica, para
esto se realizaron seminarios y conversatorios con la Organización Panamericana de la Salud, y con
el Instituto Youthpeace para analizar la experiencia de Islandia. En base a estos insumos se
desarrolló el concepto del buen uso del tiempo libre para la prevención integral en niños, niñas,
adolescentes y jóvenes.
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Como se ha mencionado, la construcción del presente Plan ha sido realizada con fundamento en
aportes de Organismos Internacionales de control y fiscalización de drogas y se ha enriquecido con
experiencias internacionales que han sido analizadas detenidamente, lo cual valida teórica y
conceptualmente la formulación de este documento.
En este sentido, la Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas, generó mesas de diálogo y
de trabajo, recopilando información relevante desde diferentes sectores sociales a nivel nacional.
En este proceso se llevaron a cabo 121 mesas de diálogo, divididas de la siguiente manera: 65
instituciones educativas en zonas de mayor incidencia del fenómeno, 14 instituciones de educación
superior en zonas de mayor incidencia con un total de 1.380 personas participantes; asimismo se
suscribieron 118 Acuerdos por la Prevención con instituciones de educación superior, 51 Acuerdos
por la Prevención con Gobiernos Autónomo Descentralizados; 18 mesas de diálogo con
representantes de la industria que maneja sustancias catalogadas sujetas a fiscalización (en
adelante SCSF) que representaron a 146 empresa; y 150 pactos éticos suscritos con empresas para
prevenir el desvío de SCSF.
En el siguiente gráfico se ilustra los actores que fueron parte de este proceso de participación
ciudadana para la construcción de este Plan.
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Proceso participativo para la construcción del Plan
Todos los aportes y propuestas ciudadanos, fueron analizados y recopilados para la construcción del
Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio Económico de las Drogas. La
sistematización de los aportes ciudadanos se encuentran en el “ANEXO 2: Sistematización del
proceso participativo” de este Plan.
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CAPÍTULO 2. DIAGNÓSTICO DEL FENÓMENO SOCIO
ECONÓMICO DE LAS DROGAS
En lo que respecta al consumo de drogas como la marihuana, cocaína, pasta base de cocaína y
heroína, en la Encuesta sobre Uso y Consumo de Drogas en Estudiantes de 9no EGB, 1ro y 3ro de
Bachillerato del año 2016, se evidencia una dinámica de aglomeración territorial y diferencias por
género. La prevalencia anual del consumo de marihuana fue de 9,6%. Respecto de los hombres la
prevalencia anual fue de 13,2% y de 5,9% en mujeres. Las prevalencias a nivel territorial de
marihuana se muestran con una mayor presencia en Morona (15,3%), Manta (13,3%) y Loja (12,8%).
Con una menor prevalencia anual dentro de los estudiantes se encuentran el consumo de cocaína,
pasta base y heroína con el 2,3%, 2,0% y 2,5%, respectivamente. En estudiantes los niveles de
consumo divididos por género son mayores en los hombres. En el caso de la cocaína la prevalencia
anual en hombres fue de 3,1% y en mujeres 1,4%. La prevalencia anual del consumo de cocaína se
observa con una mayor intensidad en las provincias de la sierra y costa siendo los dominios de
Quevedo (3,4%), Durán (3,2%) y Esmeraldas (3,2%) los que mantienen un mayor consumo. De igual
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manera, el consumo de pasta base sigue la misma dinámica con una mayor prevalencia en los
hombres (2,7%) en comparación a las mujeres (1,1%), en este caso, las prevalencias más elevadas
por dominio se encuentran en Milagro (3%), Guaranda (2,9%) y Guayaquil (1,9%). La prevalencia de
heroína o “H” en los hombres es mayor que en las mujeres con 3,5% y 1,8%, respectivamente; con
una presencia mucho más acentuada en la región costa en los dominios de Santa Elena (6,7%), La
libertad (6,4%) y Durán (5%).
Además, en relación al Índice de Concentración Territorial de Drogas del año 2016 se puede
observar que los circuitos categorizados con una concentración muy alta de presencia del fenómeno
de las drogas representan el 2,83% de los circuitos, los de categorización alta el 12,08%, el 20,57%
media, los de una categorización baja el 46,32% y los de categorización muy baja el 18,21%. La
mayoría de circuitos con una concentración muy alta se encuentran localizados en la provincia del
Guayas.
En el Ecuador durante el año 2011, 6 de cada 10 mujeres declararon ser víctimas de algún tipo de
violencia de género a lo largo de su vida. Superior a este promedio se encuentran las provincias de
Morona Santiago, Tungurahua y Pichincha (entre otras). Finalmente, el uso del tiempo dentro de
los hogares ecuatorianos refleja que se destina en mayor medida el tiempo a ver televisión (10 horas
y 14 minutos) en comparación al tiempo que se dedica para compartir en familia (6 horas y 12
minutos) o hacer deporte (cerca de 4 horas). Esta dinámica de uso del tiempo se encuentra
relacionada con el involucramiento de los padres en el ámbito educativo, ya que a nivel nacional el
34,37% de los padres afirma que conversa con sus hijos acerca de cómo le está yendo durante sus
estudios.
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Asimismo, podemos evidenciar que el fortalecimiento de mecanismos de atención integral y
tratamiento al consumo problemático de drogas genera una pauta fundamental para mejorar la
calidad de vida de la población en general. En el Ecuador se registran atenciones relacionadas al
consumo de alcohol y otras drogas y atenciones por prevención del consumo de sustancias;
habiendo registrado desde el mes de enero hasta el mes de julio de 2017 la cantidad de 15.914
atenciones ambulatorias relacionadas a drogas. Del total de dichas atenciones, el 78,74% se
produjeron en hombres (12.530 atenciones) y el 21,26% en mujeres (3.384 atenciones); mientras
que la distribución por edades del total de atenciones ambulatorias relacionadas al consumo de
drogas se concentra la población 18 a 25 años. Con respecto al número de atenciones ambulatorias
según tipo de droga, se observó que en 2017 las atenciones corresponden a heroína con el 27,97%
(4.454 atenciones) que se concentran en el rango de edad de 15 a 17 años y de 18 a 25 años; en el
caso de múltiples drogas 16,72% (2.662) que corresponde a los grupos de 18 a 25 años y de 26 a 40
años; y, atenciones por alcohol con el 14,40% (2.292 atenciones). En el mismo sentido, se registra
que para el año 2015, los egresos hospitalarios debido al consumo de alcohol representaban el 48%
de las causas para el año 2015.
En este sentido, al realizar el análisis de los registros administrativos, se destaca algunos territorios
que concentran tanto atenciones ambulatorias como egresos hospitalarios. En el caso del alcohol,
las provincias con mayor tasa de atenciones por cada 10.000 habitantes son Cañar (9,31), Azuay
(8,85) y Carchi (8,44). Adicionalmente, en el caso de egresos hospitalarios por alcohol, las provincias
con mayor tasa son Cañar (5,84), Azuay (5,43) y Morona Santiago (4,85). Referente al consumo de
tabaco, las provincias con la mayor tasa por cada 10.000 habitantes son Pastaza (0,58), Chimborazo
(0,45) y Napo (0,41). En relación a los egresos hospitalarios relacionados con esta sustancia, la
provincia que mayor tasa tiene es Cañar (0,04).
Mientras que el análisis por drogas ilícitas, acerca de la marihuana, las provincias con mayor tasa de
atenciones por cada 10.000 habitantes son Orellana (7,37), Carchi (4,24) y Morona Santiago (2,73);
mientras las provincias con mayor tasa de egresos hospitalarios por cada 10.000 habitantes son
Galápagos (1,02), Azuay (0,31) y Santa Elena (0,14). En el caso de la cocaína, las tasas de atenciones
por cada 10.000 habitantes más altas a nivel nacional corresponden a Guayas (3,54), Orellana (2,48)
y El Oro (2,14). Por otra parte, las provincias que mayor tasa de egresos hospitalarios concentran
son Galápagos (1,02), Pichincha (0,31) y Zamora Chinchipe (0,18). Con referencia a las mayores tasas
de atenciones por heroína por cada 10.000 habitantes se encuentran en las provincias de Guayas
(20,65), Santa Elena (8,01) y Galápagos (4,31). Mientras que la tasa de egresos hospitalarios
relacionados a esta sustancia apunta a Imbabura (0,21), Cañar (0,13) y Cotopaxi (0,11).
Por otro lado, tomando la consecuencia más alarmante del consumo de alcohol, tabaco y otras
drogas podemos observar que en el año 2015, se suscitaron 8.693 fallecimientos relacionados al
consumo de drogas en el Ecuador, lo que representa el 13,42% del total de fallecimientos, mientras
22
que la tasa bruta de mortalidad por consumo de drogas se sitúo en 534 casos por cada millón de
habitantes. Estos casos pueden fraccionarse en muertes atribuibles directamente al consumo y
otras que son parcialmente atribuibles, siendo estas últimas una estimación. En este contexto, del
total de muertes relacionadas al consumo de drogas en 2015, sólo el 5,18% se atribuye a muertes
directas, mientras que el 94,82% restante corresponde a muertes sólo parcialmente relacionadas
con dicho consumo, es decir, indirectas.
En lo que respecta a oferta de otras drogas, no está cuantificada una cantidad exacta; sin embargo,
se cuenta con algunos datos que dimensionan de cierta manera su magnitud. En primer lugar, en
2016, se registraron 19.828 incidentes por venta de drogas, siendo Guayas y Azuay las provincias
con mayor tasa de incidentes por cada 10.000 habitantes y con mayor incidencia de venta de drogas.
En 2016, se registraron 11.220 casos de tráfico de drogas de los cuales el 92,26% corresponde a
casos de microtráfico donde se aprehendieron 12.329 personas y un total de 14’052.561 gramos de
droga incautada, de la cual el 80,6% corresponde a marihuana, el 12,9% a pasta base de cocaína, el
5,9% a clorhidrato de cocaína y el 0,6% a heroína. Más del 80% de la marihuana incautada se localizó
en Esmeraldas, Guayas, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas; 95% de la cocaína incautada se
localizó en Guayas; 80% de la heroína incautada se localizó en la misma provincia; y cerca del 65%
de la pasta base de cocaína incautada se concentró en El Oro, Guayas y Pichincha. En tercer lugar,
de acuerdo a los datos de la Encuesta sobre Uso y Consumo de Drogas en Estudiantes de 9no EGB,
1ro y 3ro de bachillerato 2016, los cantones donde los estudiantes afirmaron en mayor porcentaje
que se les ofreció marihuana fueron Loja, Quito y Orellana; en los que en mayor porcentaje se les
ofreció cocaína fueron Esmeraldas, Quevedo y Azogues; en los que en mayor porcentaje se les
ofreció heroína fueron Santa Elena, La Libertad y Guayaquil; en los que en mayor porcentaje se les
ofreció pasta base de cocaína fueron Azogues, Esmeraldas y Morona.
Dentro de esta economía ilegal e internacional, el Ecuador cumple un rol de país de recepción,
almacenamiento, y tránsito de drogas hacia mercados internacionales de consumo, dada su
ubicación geográfica y proximidad a dos de los principales productores mundiales de drogas
derivadas de cultivos ilícitos como son Colombia y Perú. Es imprescindible resaltar que no existe
evidencia reciente para asegurar que Ecuador sea productor de alguna droga. En relación a esto,
para el año 2014 no se evidencia la existencia de cultivos de coca. Con respecto a plantas de
amapola, se registra evidencia de la existencia de las mismas, pero estas se han generado de manera
silvestre y sin fines de procesamiento para derivados opiáceos. Finalmente, con respecto a la
23
marihuana, la ONUDD aún no ha tenido acceso a información oficial que conlleve el análisis de su
situación en el país (ONUDC, 2015).
Dentro del encadenamiento productivo del tráfico ilícito de drogas, el Ecuador también tiene
incidencia en el tránsito de precursores químicos y otros elementos habilitantes al proceso de
transformación de pasta base de cocaína en clorhidrato de cocaína en los centros clandestinos de
refinamiento o laboratorios que se encuentran en países vecinos.
En cuanto a la oferta de servicios de salud, la política debe fortalecer la capacidad de respuesta por
medio de los diferentes servicios de atención integral, seguimiento y monitoreo de los casos de uso
y consumo problemático. Así como la integración del sector público y privado en la provisión de
servicios de atención integral.
Adicionalmente, se debe desarrollar mecanismos que incluyan integralmente a las personas con uso
y consumo problemático de drogas. Para ello es necesario establecer estrategias de
acompañamiento y seguimiento en la inclusión social, comunitaria, educativa y laboral de personas
con uso y consumo problemático drogas y personas privadas de la libertad por delitos relacionados
sustancias sujetas a fiscalización.
24
2.2 Evaluación de la política pública en materia de drogas,
período 2007-2017
Para abordar el análisis de la política pública respecto del fenómeno socio económico de las drogas
es necesario iniciar por la consideración del proceso constituyente que da como resultado la
Constitución de la República del año 2008, la Constitución de Montecristi, en la cual el Estado
ecuatoriano incorpora importantes avances respecto de la consideración de las adicciones como un
problema de salud pública y por tanto se instaura la no criminalización del consumo de drogas, lo
cual sumado a las concepciones de proporcionalidad de la pena, establece el marco constitucional
en función del cual la política pública debe desarrollarse.
Para evaluar y valorar la política pública siempre es necesaria la remisión a la norma constitucional
y legal, pues en un estado constitucional de derechos, las políticas públicas deben tener
correspondencia a dichas normas. En este aspecto, la normativa relacionada con las drogas era la
Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Ley 108), promulgada el 17 de septiembre de
1990, con sus respectivas reformas y codificación. La Ley 108 establecía que el Consejo Nacional de
Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, CONSEP, sea el ente rector de la generación
de políticas en materia de drogas en el Ecuador.
En el marco de la Ley 108, el Ecuador asumió la atención al problema de las drogas con un peso
mayor en el ejercicio del poder punitivo, relegando el tema preventivo a un segundo plano, pues
esta era la norma que contemplaba las sanciones para las actividades ilícitas relacionadas con tráfico
de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización y el control del uso lícito de dichas sustancias. En el
ámbito de la prevención, la Ley 108 establecía que el CONSEP coordine la ejecución de actividades
preventivas del uso indebido de sustancias con las instituciones y organismos públicos en las áreas
de su competencia.
La Constitución de la República en su artículo 364 respecto de las adiciones señala que “Las
adicciones son un problema de salud pública”. Esta consideración de las adicciones permitió la
intervención y desarrollo de políticas públicas, planes y acciones para afrontar los problemas a la
salud por el uso o abuso del alcohol, tabaco y otras drogas. Bajo esta consideración el Ministerio de
Salud Pública, MSP, expidió su primer Reglamento para la Regulación de los Centros de
Recuperación para Tratamiento a Personas con Adiciones o Dependencias a Sustancias Psicoactivas
25
en el año 2010; y, como un reconocimiento de la salud mental como una dimensión importante de
la salud de la población el MSP aprobó y dispuso el cumplimiento obligatorio del Plan Estratégico
Nacional de Salud Mental 2014-2017 y del Modelo de Atención en Salud Mental a partir del año
2014. Con estas acciones afirmativas el Estado aplicó el enfoque centrado en el sujeto y el respeto
a los derechos humanos, brindando atención a las personas dependientes con procesos
terapéuticos integrales considerando al individuo, familia y sociedad para la disminución de los
daños asociados al consumo problemático.
Para adecuar el precepto constitucional establecido en el artículo 364 que, en ningún caso se
permitirá la criminalización de los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos ni se
vulnerarán sus derechos constitucionales, con la realidad jurídica del país, el extinto Consejo
Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópica, CONSEP, acogió el informe técnico del
Ministerio de Salud Pública y aprobó la Resolución 001 CONSEP-CD-2013, el 21 de mayo de 2013,
que incluye la tabla de cantidades máximas admisibles de tenencia de drogas para el consumo
personal. Por otro lado, en julio de 2014, el extinto CONSEP resolvió expedir las tablas de cantidades
de sustancias estupefacientes y psicotrópicas para sancionar el tráfico ilícito de mínima, mediana,
alta y gran escala, establecido en el artículo 220 del Código Orgánico Integral Penal.
En el mes de octubre de 2015 se promulgó la Ley Orgánica de Prevención Integral del Fenómeno
Socio Económico de las Drogas y de Regulación y Control del Uso de Sustancias Catalogadas Sujetas
a Fiscalización, con la cual se genera una concepción integral de la problemática relacionada con las
drogas, considerando las distintas aristas sanitarias, económicas, sociales y de seguridad ciudadana.
Con el objetivo de resguardar y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables a
actividades ilícitas relacionadas con las drogas, se ha desarrollado e impulsado la iniciativa de
Desarrollo Alternativo Preventivo, creada como una política social encaminada a potenciar la
incorporación de dicha población en proyectos socio económicos, productivos o de servicio. De
manera paralela, para abordar el fenómeno socio económico de las drogas desde un enfoque
integral se implementó la Red Nacional de Prevención Integral de Drogas procurando ejecutar
proyectos y acciones en conjunto con los Gobiernos Autónomos Descentralizados, sin embargo, el
establecimiento de un modelo de gestión local en prevención integral sigue siendo un objetivo a
cumplir por el Estado ecuatoriano.
26
La nueva concepción de la política pública ahora permite y dispone la integración y articulación de
la institucionalidad del Estado y la sociedad civil para el desarrollo de actividades de prevención,
tratamiento, rehabilitación e inclusión social, proceso en el cual la Secretaria Técnica de Prevención
Integral de Drogas cumple un papel fundamental en el la asesoría, coordinación y direccionamiento
de la política y el desarrollo de planes, programas y acciones.
Uno de los efectos a corto plazo de la aplicación de la Ley Orgánica de Prevención Integral fue el
acceso e intercambio de información con los las distintas Carteras de Estado que conforman el
Comité Interinstitucional de Drogas, lo que contribuyó a la generación de evidencia para el diseño,
implementación, seguimiento y evaluación de las estrategias de intervención emergente.
La política pública de drogas ha tenido una notable transformación positiva a través de estos últimos
años, si bien es cierto la evidencia indica la necesidad de revisar aspectos de la Ley y la Justicia sobre
drogas en Ecuador, ha sido claro el avance en la articulación y complementariedad de los servicios
que el Estado ofrece a la ciudadanía para abordar el fenómeno socio económico de las drogas.
El desarrollo que ha tenido la política pública ha permitido identificar la necesidad de contar con el
presente Plan Nacional de Prevención y Control del Fenómeno Socio Económico de las Drogas, que
será la guía de las entidades públicas y privadas para el abordaje integral de la problemática de las
drogas.
Por este motivo, los diferentes países se han visto en la necesidad de adoptar una posición clara
frente a esta problemática, formando parte de un cambio de paradigma que se aleja del enfoque
tradicional punitivo, cuyo desempeño ha sido deficiente para conseguir mejoras notables relativas
a la prevalencia de consumo, calidad del tratamiento a consumidores y su oportunidad de
recuperarse (Latin American Commission on Drugs and Democracy, 2016). En concordancia con
estos planteamientos, el Plan Nacional de Prevención Integral y Control del Fenómeno Socio
Económico de las Drogas se enmarca conceptualmente dentro de una propuesta de política pública
desde los enfoques de salud pública y de respeto a los derechos humanos.
27
las áreas de prevención, tratamiento y reducción de daños, sin dejar de lado la aplicación de la ley
para hacer frente al tráfico de drogas y los crímenes asociados al mismo (The New York Academy of
Medicine). Estos cuatro pilares han sido implementados en varios países de Europa, América del
Norte y Asia, denotando cambios positivos en relación al número de consumidores, mortalidad
relacionada al consumo, crímenes relacionados a las drogas e incluso en relación a la incidencia de
enfermedades infecciosas como la hepatitis, la tuberculosis o el VIH. La motivación detrás de tomar
una posición de esta naturaleza yace en construir un enfoque de salud que busca tratar al individuo
dentro del contexto de la comunidad, involucrando a la misma en la resolución de otras
problemáticas sociales que influencian en el consumo de sustancias, como las relaciones familiares
problemáticas, uso inadecuado del tiempo libre, involucramiento parental insuficiente, entre otros.
Adicionalmente, los esfuerzos dentro de un enfoque de salud pública deben estar concentrados no
únicamente hacia la prevención del consumo, sino también en los daños asociados como
enfermedades, lesiones, discapacidades y mortalidad prematura (The Health Officers Council of
British Columbia, 2011). La protección de la salud debe concebirse a escala tanto individual, como
comunitaria, buscando la maximización de los beneficios a la mayor cantidad de la población posible
y cuidando que los daños asociados a las intervenciones de control no sobrepasen los daños de las
drogas mismas.
En este contexto, es de vital importancia el tomar en cuenta que el acceso a la salud pública puede
disminuir la vulnerabilidad de las personas, al mismo tiempo que puede ejercer un impacto sobre la
calidad de vida que estas y sus familias llevan, beneficiando a la sociedad en su conjunto
(Organización Mundial de la Salud, 2007). Es importante tomar en cuenta que vulnerabilidad, en
este contexto, se entiende como la probabilidad de caer en el riesgo de experimentar daños
relacionados con drogas (Ezrad, 2001). Estos pueden ser tanto una consecuencia de la manifestación
nociva del consumo excesivo, como de las limitaciones en aquellas condiciones que mitigan los
daños relacionados con el consumo de drogas, como el acceso a la salud o los servicios de índole
social. En este sentido, las intervenciones por parte del Estado deben estar diseñadas para combatir
los factores que incrementan esta vulnerabilidad en todas las escalas de la sociedad. De acuerdo al
ejemplo provisto por Ezrad, a escala individual, se puede canalizar el tratamiento trabajando en el
fortalecimiento de la autoestima y otras habilidades de protección frente al daño derivado del
consumo; paralelamente, a escala comunitaria, actividades de índole educativa y de cuidado infantil
pueden ser consideradas estrategias de reducción de vulnerabilidad en aquellas áreas donde la
problemática circundante al consumo de drogas se concentra, mientras a escala social, los esfuerzos
se pueden ver enfocados a mejorar las oportunidades de educación, disminuir la segregación y la
discriminación, en pro de evidenciar una reducción estructural en la vulnerabilidad a las daños
relacionados con el consumo (2001).
28
De forma complementaria, es necesario que además de enfocar la intervención en las tres escalas
antes descritas, se brinde atención de salud específica a las necesidades de la persona. En este
sentido, la epidemiología del consumo de drogas sugiere que para reducir el mismo es necesario
brindar atención tanto a los casos nuevos – a través de intervenciones preventivas-, como a los casos
existentes de consumo problemático – a través de intervención temprana, tratamiento y
mantenimiento (Ministerio de Salud Pública de Ecuador). Las intervenciones bajo este modelo han
probado ser muy efectivas, pues ofrecen alcanzar un mayor impacto si se aplican de manera
integrada y con continuidad en el tiempo, tal y como se está planteando en el presente Plan.
Lo expuesto establece una conexión directa con el enfoque de derechos humanos con el que se
busca enfrentar a la problemática de las drogas en Ecuador. Es de suma importancia resaltar que
dicho enfoque guarda una relación de coherencia con la concepción del fenómeno de las drogas
como un problema de salud pública. Esto se debe principalmente a que el colocar énfasis en el
cumplimiento de los derechos humanos subraya, de forma clara, las responsabilidades del Estado
en el tratamiento de la problemática (Ezrad, 2001). Las obligaciones adquiridas por los Estados en
el marco de los derechos humanos juegan un rol importante en relación al consumo de drogas desde
dos ejes: el primero, enfatiza la responsabilidad del Estado de brindar servicios para todos los
ciudadanos –lo cual puede minimizar el riesgo asociado con el consumo de drogas-; mientras el
segundo, deja claro que el fracaso por parte del Estado de proteger, respetar y materializar sus
obligaciones en materia de derechos humanos, puede contribuir con las precondiciones para que
existan daños relacionados con el consumo de drogas.
Con frecuencia, se ha presentado una postura de escepticismo en cuanto a la afirmación de que las
personas que enfrentan cuadros de consumo problemático de drogas reciban los mismos beneficios
en términos de servicios de salud pública que sus pares que no consumen (Hunt, 2004). Esto puede
derivar de una costumbre de estigmatización y discriminación estructural a este tipo de pacientes,
frente a lo cual ha surgido una reacción por parte de algunos estados en pro de la democratización
de los servicios de salud. Este concepto engloba la necesidad por parte de los profesionales e
instituciones del campo de la salud de perseguir la equidad social y valorar al individuo dentro del
contexto de comunidad, mudando de un enfoque centrado en el paciente y la concepción de su
tratamiento como el de una enfermedad que requiere la intervención médica promedio de
cualquier paciente con un cuadro de adicción, al de un enfoque centrado en la persona, motivado
por su bienestar, la importancia de contar con condiciones sociales favorables e incrementando el
conocimiento acerca del individuo y su ambiente familiar, y comunitario (Tang, y otros, 2016). Es
por esto que, de forma paralela a los esfuerzos por consolidar al fenómeno de las drogas como una
problemática de salud pública, se busca eliminar la discriminación y la criminalización de la cual los
consumidores han sido sujeto, garantizado y promoviendo el cumplimiento de sus derechos como
miembros de una sociedad que busque la equidad.
29
Otro aspecto que merece mención dentro del enfoque en discusión es el rol que juega el Estado en
el cumplimiento del derecho a la información por parte de los ciudadanos, lo cual –en la actualidad-
la mayoría de gobiernos democráticos han incorporado en sus políticas públicas (Roberts, 2011).
Tomando en cuenta que es deber del Estado el garantizar un ambiente donde los individuos puedan
tomar decisiones sobre su propia vida, es imperante ofertar los medios e insumos para que dichas
decisiones sean informadas y orientadas a la búsqueda del bienestar y la salud integral. Por este
motivo, es de suma importancia contar con información sobre riesgos y daños relacionados a la
salud, cuando se elabore un plan para enfrentar de forma efectiva la problemática de las drogas
(The Pew Charitable Trust and MacArthur Foundation, 2015).
30
de las mujeres y la oferta de drogas, se debe tomar en cuenta que generalmente son las mayores
responsables de los hijos en una familia, lo que ha generado en muchos casos que las actividades
económicas en las que incursionan para sustentar su hogar, se relacionen al tráfico ilícito de drogas,
lo que se evidencia en que una de cada dos mujeres que se encuentran privadas de libertad, lo estén
por delitos relacionados a drogas.
Lo indicado determina como actores clave dentro de estos criterios a los siguientes:
Familias
Estudiantes
Profesores
Profesionales de los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE)
Adultos mayores
Niñas, niños y adolescentes
Mujeres embarazadas
personas con discapacidad
Personas privadas de la libertad
Personas con enfermedades catastróficas
Víctimas de violencia doméstica y sexual
Víctimas de maltrato infantil
Víctimas de desastres naturales o antropogénicos
Policía Comunitaria
Líderes Barriales
Organizaciones barriales
Instituciones Públicas en territorio
Gobiernos Autónomos Descentralizados
Institutos de Educación Superior
Organizaciones No Gubernamentales
31
CAPÍTULO 3. LINEAMIENTOS GENERALES
El presente Plan Nacional toma el enfoque de salud pública, el cual busca identificar
necesidades de salud en las poblaciones y los factores determinantes que los
explican. Además, se encarga de asegurar que los daños asociados con las
intervenciones de control, no sobrepasen los daños de las drogas mismas.
Dentro de este enfoque, la capacidad del sistema de salud para brindar atención a
toda la población influye en las consecuencias del uso y consumo de drogas. El
acceso a la salud pública disminuye la vulnerabilidad y ejerce un impacto sobre la
calidad de vida de los individuos y sus familias.
32
Enfoque de derechos humanos
33
b) Intersectorialidad.- Los distintos sectores involucrados, deberán
coordinar y cooperar entre sí, optimizando esfuerzos y recursos,
mediante la intervención transversal, intersectorial, multidisciplinaria y
complementaria, para la generación y aplicación de las políticas públicas
sobre la materia.
e) Prevención Integral para toda una vida.- Los planes, los programas y
los proyectos de prevención integral de drogas deben basarse en
acciones que inicien desde la infancia temprana y se mantengan a lo
largo de la vida.
34
CAPÍTULO 4. EJES, OBJETIVOS, ESTRATEGIAS Y LÍNEAS DE
ACCIÓN
La reducción de la demanda abarca todas las acciones e iniciativas que estén relacionadas a la
prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, reducción de riesgos y de daños y reinserción
social.
35
4.2 Objetivos, estrategias y líneas de acción del Eje 1.
Reducción de la Demanda
La evidencia científica demuestra que cualquier uso y consumo drogas antes de los 15 años de edad,
representa mayores riesgos físicos, sociales y mentales en la persona (CICAD, 2015). Dichas
conductas a temprana edad, pueden desarrollar un consumo problemático de drogas y perjuicios
asociados al mismo en el futuro, comparado con aquellas personas que inician el consumo de dichas
sustancias en edades superiores a los 15 años (Hingson, Heeren, & Winter, 2006).
En Ecuador, según los resultados obtenidos de la “Encuesta Nacional de Uso y Consumo de Dogas
Ilícitas en Estudiantes de Enseñanza Media” de 2016, se desprende que la edad promedio de inicio
en uso y consumo de drogas ilícitas es 14,71 años ( Secretaría Técnica de Drogas, 2016).
Este objetivo pretende englobar todas las acciones que tengan que ver con la promoción de la salud
y la prevención al uso y consumo de drogas. La promoción de la salud, comprende acciones
enfocadas en: la familia, instituciones educativas, las relaciones con los pares, el buen uso del
tiempo libre, la actividad física, la conducta alimentaria, las relaciones sexuales responsables, el uso
y consumo de drogas y el entorno político, social y laboral, que son temas directamente
relacionados con la vida y la salud de las personas, que además interactúan entre sí. Las personas
que han contado con la seguridad, el apoyo y las oportunidades para desarrollar sus potenciales, es
más probable que posean las habilidades y capacidades requeridas para estar sanos, y que eviten
los riesgos que amenazan su salud (Garcia, Ramos, & Fernandez, 2001).
La prevención se enfoca según el tipo de uso o consumo de drogas del grupo poblacional al que se
desea intervenir, siendo las acciones llevadas a cabo de prevención universal, las cuales se
desarrollan para toda la población, sin hacer distinción del tipo de consumo que realice. Las acciones
de prevención selectiva se dirigen a grupos de personas que están en mayor riesgo para el consumo
de drogas y los problemas que este acarrea. Por último las acciones de prevención indicada están
destinadas a personas concretas que presentan un comportamiento de alto riesgo de generar en el
futuro un consumo problemático de drogas.
En virtud de lo anterior, con la finalidad de retrasar la edad de inicio del primer uso y a su vez
prevenir el consumo de drogas, este objetivo se enfoca, a través de la potenciación de los factores
protectores y la reducción de los factores de riesgo relacionados al uso y consumo de drogas, en
promocionar la salud e implementar programas de prevención, en diversas actividades que
fortalezcan las actitudes positivas del ser humano, fomentando su desarrollo y bienestar.
36
4.2.2 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 1
Eje 1:
Reducción de la Demanda
OBJETIVO 1
EVITAR O RETRASAR EL USO O CONSUMO DE DROGAS
Estrategia 1:
Disminuir factores de riesgo en el ámbito social
1.1. Mejorar los espacios públicos para crear ambientes que favorezcan la salud
con ámbito de aplicación de acuerdo a la realidad de cada Gobierno
Líneas de Autónomo Descentralizado y en coordinación con los mismos.
acción 1.2. Generar procesos de prevención integral territorial de drogas adaptados a la
realidad de los Gobiernos Autónomos Descentralizados y en coordinación
con los mismos.
Estrategia 2:
Reducir factores de riesgo en el ámbito comunitario-familiar e individual
2.1. Desarrollar habilidades de crianza y convivencia armónica del individuo en
su familia y comunidad, principalmente en los territorios priorizados
Líneas de 2.2. Promover procesos de comunicación asertiva y discusión familiar sobre el
acción uso de drogas.
2.3. Implementar procesos de prevención selectiva e indicada que apunten a
evitar la transición del uso esporádico al consumo problemático de drogas.
Estrategia 3:
Disminuir factores de riesgo en niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
3.1. Implementar procesos de prevención e identificación oportuna de
comportamientos de riesgo asociados al uso y consumo de drogas a través de
Departamentos de Consejería Estudiantil, Departamentos de Bienestar Estudiantil
Líneas de y Direcciones de Talento Humano
acción 3.2. Capacitar a los responsables del hogar y maestros en la transmisión y
desarrollo de habilidades para la vida en niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
3.3. Generar procesos culturales, deportivos y recreativos sostenidos que
promuevan el buen uso del tiempo libre
Estrategia 4:
Fortalecer factores protectores en el ámbito social.
4.1. Generar campañas comunicacionales con mensajes preventivos
estandarizados y basados en evidencia
Líneas de 4.2. Fomentar y desarrollar normas e instrumentos legales que desalienten el uso
acción y consumo de drogas.
37
Estrategia 5:
Potenciar factores protectores en el ámbito comunitario-familiar e individual
5.1. Crear y fortalecer grupos comunitarios que fomenten la cohesión social y el
Líneas de sentido de pertenencia
5.2. Generar campañas locales para fomentar la participación ciudadana en
acción
actividades de promoción de la salud y prevención del uso y consumo
problemático de drogas
Estrategia 6:
Mejorar factores protectores en el sistema educativo
6.1. Generar campañas escolares para estimular el involucramiento parental en
las actividades educativas
Líneas de 6.2. Capacitar a los profesionales de consejería estudiantil, departamentos de
bienestar estudiantil en la intervención temprana del desarrollo de conductas
acción
positivas
6.3. Garantizar la convivencia armónica entre todos los actores que conforman la
comunidad educativa
Esta estrategia busca determinar territorialmente las causas sociales que ponen en riesgo a las
personas en relación al uso y consumo de drogas para posteriormente desarrollar acciones
encaminadas a que las personas tengan un mayor control de su propia salud. Abarca intervenciones
destinadas a beneficiar y proteger la salud y la calidad de vida de la sociedad con una perspectiva
territorial mediante la promoción de la salud y la prevención universal. Se plantea realizar esta
estrategia en coordinación con las instituciones involucradas directamente con el territorio y que
conocen de manera amplia su realidad particular.
1.1 Mejorar los espacios públicos para crear ambientes que favorezcan la salud con ámbito
de aplicación de acuerdo a la realidad de cada Gobierno Autónomo Descentralizado y en
coordinación con los mismos.
La evidencia científica muestra que los individuos tienen características diferentes y viven
en entornos también diversos que los harán más o menos vulnerables al uso de sustancias
(CICAD, 2013). Es importante que dentro de los territorios se establezcan las acciones
pertinentes por parte de los GADs y otras entidades relacionadas con la provisión de
servicios y espacios públicos que permitan que los entornos en los que se desarrollen las
personas sean adecuados.
38
1.2 Generar procesos de prevención integral territorial de drogas adaptados a la realidad
de los Gobiernos Autónomos Descentralizados y en coordinación con los mismos.
Esta estrategia abarca aquellas medidas que buscan mejorar las dinámicas que se presentan en la
relación filio-parental y en la comunidad, desde varias aristas. Se incluyen en esta estrategia los
programas de prevención que brindan herramientas a padres y madres para aprender a
comunicarse mejor con su familia, a mantener la disciplina, la implementación consistente de las
reglas, y otros enfoques para el manejo de la familia que contemplen la supervisión y monitoreo de
actividades, debido a que estos programas ayudan en la disminución de los factores de riesgo
asociados al consumo de drogas en adolescentes.
Los factores de riesgo en la familia son muy diversos, algunos de ellos como formas de
crianza inadecuada de los niños y niñas por desconocimiento o falta de educación, violencia
intrafamiliar o la convivencia con padres alcohólicos pueden incrementar la probabilidad de
consumo de drogas en cualquiera de los integrantes de la familia. Tomando en cuenta esto,
esta línea de acción establece la necesidad de que se generen procesos de desarrollo de
habilidades en los hogares para que su relación sea armónica y los niños y niñas sean
educados mediante normas que propendan a un buen comportamiento social.
39
2.2 Promover procesos de comunicación asertiva y discusión familiar sobre el uso de
drogas.
La adolescencia puede ser un momento de grandes oportunidades para niños y niñas, sin embargo
exige el compromiso de la familia para superar los peligros y vulnerabilidades propios de esta etapa
y estimular el saludable crecimiento y desarrollo con el fin de que el adolescente logre con éxito las
tareas propias de esta etapa.
Las conductas de riesgo en adolescentes son determinantes en la salud, siendo las principales
responsables de la morbimortalidad en esta etapa, entre las cuales se mencionan el consumo de
drogas, embarazo precoz, mala alimentación, infecciones de transmisión sexual, depresión y suicidio
entre otras. Estas implican un deterioro considerable en la salud del adolescente afectando su
calidad de vida, la inserción con igualdad de oportunidades en la sociedad y gran parte de las
enfermedades crónicas no transmisibles del adulto.
La familia juega un rol primordial en la prevención de conductas de riesgo, siendo el primer agente
protector y facilitador del desarrollo sano en el adolescente, en cuyo interior se educa y su grado de
funcionalidad permitirá que éste se convierta en una persona autónoma, capaz de enfrentarse e
integrarse a la vida.
En la familia los padres y adultos significativos son fundamentales por la influencia que ejercen en
el desarrollo de hábitos de vida, formas de expresar afectos, relacionarse con los demás, de resolver
conflictos y de desarrollar conductas de autocuidado. Los estilos de crianza parental pueden tener
un efecto positivo o negativo en la incidencia de conductas de riesgo adolescente, comprobándose
que a mayor apoyo parental y control conductual hay menor consumo de drogas, autoagresión,
violencia y depresión entre otras.
40
Líneas de acción de la Estrategia 3:
La estrategia busca potenciar las características protectoras frente al uso y consumo de drogas que
a nivel estatal. Con esta estrategia se plantean acciones macro que tengan alcance a la mayoría de
la población a través de campañas comunicacionales que contengan mensajes preventivos,
estandarizados y focalizados a los distintos grupos poblacionales. Este punto abarca las normas y
reglas generales de convivencia que reducen el consumo de drogas enmarcados en los principios de
la prevención ambiental. Además se desarrolla la estrategia con acciones que promuevan
41
actividades y espacios en los que las personas tengan la oportunidad de hace buen uso del tiempo
libre a través de diversas actividades que surjan motivadas por el interés de cada territorio.
La comunicación e información sobre drogas hacia las personas debe ser responsable y debe
tratar de llegar a la mayor parte de la población. La presente línea de acción busca que a
través de una campaña de comunicación masiva se informe a la ciudadanía sobre los tipos
de droga, sus riesgos y consecuencias, para que puedan tomar decisiones informadas sobre
el consumo de estas sustancias. Se recalca que los mensajes transmitidos sean
estandarizados, para que la información sea única y no contraponga criterios que puedan
generar confusión en la población.
Generar una convivencia armónica y participativa entre los miembros de la comunidad se presenta
como un factor protector frente al uso y consumo de drogas. Este proceso hace que se desarrolle
un sentido de pertenencia entre los miembros de la comunidad, que los jóvenes tengan modelos a
seguir positivos y que les ayuden a desarrollar habilidades pro-sociales con su entorno. Además, los
espacios creados por y para la comunidad permiten tener una retroalimentación de las acciones
llevadas a cabo que están relacionadas estrechamente con la realidad de cada territorio.
5.1 Crear y fortalecer grupos comunitarios que fomenten la cohesión social y el sentido de
pertenencia.
Los procesos de identificación y pertenencia a una comunidad son relevantes dentro del
desarrollo de las personas en un entorno favorable. Algunas personas pueden llegar a usar
drogas para compensar la pérdida de rituales y de pertenencia en una sociedad moderna
42
(CICAD, 2013). Tomando en cuenta lo anterior, esta línea de acción propone que se generen
grupos dentro de las comunidades para que los ciudadanos de dichas localidades se
articulen a los mismos y compartan el sentimiento de pertenencia que funcione como un
factor de protección.
Parte de las acciones propuestas en este plan requieren que la comunidad conozca de la
disponibilidad de los distintos programas que se realizarán en su localidad. Esta línea de
acción busca que a través de mecanismos territoriales se comunique a la ciudadanía de la
oferta de dichos programas para que se inserten y participen activamente en los mismos.
Las acciones que apuntan a mejorar factores protectores en el ambiente educativo, se concentran
en las habilidades sociales y académicas de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, incluyendo el
mejoramiento de las relaciones con los pares, el desarrollo y potenciación de las habilidades para la
vida donde se incluyen el auto-control, la capacidad para resolver problemas efectivamente, y las
habilidades para rechazar el uso de drogas.
Con esta estrategia se busca además brindar espacios en donde se aclare de manera veras y con
evidencia los conceptos erróneos que podrían tener los miembros de la comunidad educativa
relacionados al uso y consumo de drogas. En estos espacios es imprescindible que las personas que
están a cargo del cuidado y educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes se involucren
activamente y así lograr un discurso y acciones encaminadas hacia un solo objetivo tanto desde el
ámbito educativo, como desde las familias.
Se enmarcan aquí también las acciones relacionadas con la prevención temprana del uso y consumo
de drogas, al identificar aquellas conductas que la evidencia científica ha demostrado estar
relacionadas al fenómeno. Dar una atención temprana a estas conductas, reducirá la probabilidad
de que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes se involucren en el uso y consumo de drogas
posteriormente.
Por último la estrategia busca generar espacios libres de violencia entre los miembros de la
comunidad educativa, los cuales desarrollan lazos fuertes entre los pares y entre las personas a
cargo de la educación académica de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. La convivencia
armónica en el ámbito educativo se presenta como un fuerte factor que reduce la posibilidad de
que sus miembros usen o consuman drogas.
43
Líneas de acción de la Estrategia 6:
6.3 Garantizar la convivencia armónica entre todos los actores que conforman la
comunidad educativa.
44
4.2.3 Objetivo 2: Brindar atención integral e intersectorial a las
personas que presentan uso o consumo problemático de
drogas.
Este objetivo plantea realizar un tratamiento integral de las personas que presentan un uso o
consumo problemático de drogas, estableciendo estrategias relacionadas a la generación de
servicios de atención integral con la participación de los diferentes actores sociales y Carteras de
Estado, fundamentales en el proceso de dar respuesta a las necesidades de estas personas, sus
familias, la comunidad y el entorno.
45
Estrategia 4:
Implementar un modelo de intervención de reducción de riesgos y daños asociados al uso y
consumo problemático de drogas
4.1. Generar espacios de comunicación asertiva con grupos sociales
específicos que fomenten la integración social.
Líneas de acción 4.2. Implementar y fortalecer los servicios extramurales de atención integral
para personas con uso y consumo problemático de drogas
Las carteras de Estado que forman parte del Comité Interinstitucional deberán, según sus
competencias institucionales, desarrollar rutas y protocolos de actuación frente a situaciones de
uso y consumo problemático de drogas.
Este sistema brindará seguimiento y monitoreo de la atención a las personas con uso y
consumo problemático de drogas dentro del Sistema Nacional de Salud, con la finalidad de
contar con una base de datos de pacientes que han culminado el proceso de atención
integral, con información sobre sus recaídas, deserciones, reingresos y seguimiento, con el
objetivo de detectar factores de riesgo e implementar programas que fortalezcan los
factores de protección.
Estrategia 2: Implementar servicios de atención integral intersectorial para la población con uso
o consumo problemático de drogas, con énfasis en grupos en situación de vulnerabilidad como
niños, niñas, adolescentes, personas privadas de libertad, en situación de calle y otros
46
Líneas de acción de la Estrategia 2:
2.1. Ampliar la Red de Atención Integral en Salud, a personas que presentan un uso o
consumo problemático de drogas en las modalidades de tratamiento que la Autoridad
Sanitaria determine
El uso o consumo problemático de drogas afecta a todos los ámbitos de la vida del individuo,
la familia y en general de la sociedad. La presencia de esta problemática requiere atención
prioritaria y debe ser abordada a partir de perspectivas que permitan atención
multidisciplinaria adecuada con respecto a los efectos o daños ocasionados por el consumo.
Es de suma importancia lograr adecuar las intervenciones y los servicios de tratamiento a
los problemas y necesidades particulares de cada paciente, para que dicha persona supere
su problema de consumo. Teniendo como premisa que el mejor tratamiento para el uso y
consumo problemático de drogas es una combinación de terapia ambulatoria, medicación
y seguimiento continuado, con objeto de obtener los máximos beneficios posibles y
mantenerlos. (Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, 2003)
Estos programas permitirán mejorar los servicios brindados por los ESTAD para personas
con uso y consumo problemático de drogas a nivel individual y familiar; mediante de la
adecuación y potenciación de los centros ya existentes, con un equipo de profesionales
cualificados. Estos programas colaboran a la disminución de factores de riesgos asociados
al uso y consumo, y al fortalecimiento de factores de protección.
En Ecuador se ha evidenciado que las personas que tienen problemas relacionados al uso y consumo
de drogas se enfrentan a ciertas formas de exclusión en diferentes aristas de la sociedad. Al
respecto, se considera imprescindible desarrollar estrategias que generen inclusión económica y
social a favor de este grupo, orientados a preservar y recuperar el ejercicio de sus derechos y
obligaciones.
En los programas desarrollados a través del objetivo, se plantea articular a los diferentes campos de
acción de la sociedad para establecer mecanismos de mejoramiento en la calidad de vida de la
población, misma que influye directamente al relacionamiento familiar y social de estas personas.
47
factores de protección y disminuyan los factores de riesgo que se enfrenta un individuo cuando
atraviesa problemas relacionados al fenómeno socio económico de las drogas.
Alrededor de las personas con consumo problemático de drogas, se han formulado estigmas
y prejuicios, que han llevado a la vulneración histórica de derechos y exclusión
socioeconómica, educativa, laboral, comunitaria y familiar por parte de sus diferentes
actores. En este sentido, la política de inclusión, debe ser abordada desde diferentes
ámbitos, enfoques y perspectivas. Para garantizar la inclusión integral y cumplimiento de
derechos del individuo en todos sus niveles que le permitan desarrollar su vida con calidad.
48
padres para hacer frente a las problemáticas asociadas al uso y consumo de drogas. Los
programas de inclusión familiar son eficaces en el tratamiento de problemas de
comportamiento como conducta agresiva, uso y consumo de drogas, falta de habilidades
sociales y dificultades académicas (OEA, 2013).
El modelo de intervención de reducción de riesgos y daños busca incluir a todas aquellas estrategias
en los niveles de tratamiento, prevención e inclusión social que tienen como finalidad disminuir de
una manera jerárquica y variada, los efectos negativos del uso de drogas ya sea en el ámbito social,
comunitario – familiar e individual (Junta Nacional de Drogas de Uruguay, 2015). Adicionalmente de
acuerdo a la Comisión Interamericana del Control del Abuso de Drogas, la reducción de daños hace
referencia a las políticas, programas y prácticas que se proponen aminorar los efectos sociales,
económicos y sobre la salud asociados con el consumo de drogas, disminuyendo los riesgos
inherentes a la adquisición de drogas, al uso y a la abstinencia y atenuando las consecuencias
negativas en la salud del consumidor, en su relación con la familia y la comunidad, con la ley o en su
vida laboral. (Comisión Interamericana del Control del Abuso de Drogas, 2013).
En este sentido el Plan plantea que el ente rector de la salud pública diseñe e implemente un modelo
de esta naturaleza, con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas en condición de
riesgo, estableciendo procesos de prevención y atención integral.
4.1. Generar espacios de comunicación asertiva con grupos sociales específicos que
fomenten la integración social
Es indispensable fortalecer los lazos familiares como pilar fundamental dentro del proceso
terapéutico y de rehabilitación de las personas con uso y consumo problemático de alcohol
y otras drogas, generando prácticas de afrontamiento ante este fenómeno psicosocial. Cabe
mencionar que el rol comunitario juega un papel indispensable para una adecuada
adaptación social permitiendo el fortalecimiento de la autonomía y habilidades sociales
para su contribución dentro del entorno comunitario.
49
4.2. Implementar y fortalecer los servicios extramurales de atención integral para
personas con uso y consumo problemático de drogas
Disminuir la oferta de drogas, de acuerdo con las realidades territoriales y respetando los derechos
humanos, mediante el control e investigación del delito de tráfico ilícito de sustancias catalogadas
sujetas a fiscalización destinados al consumo interno. La disminución de oferta de drogas es una
prioridad estratégica en los ámbitos de la seguridad y justicia del estado ecuatoriano. La Ley de
Seguridad Pública del Estado en su artículo 3 establece como deberes del Estado el:
50
Adicionalmente, el Código Orgánico Integral Penal (COIP), en su artículo 220, plantea que las
sanciones para el Tráfico Ilícito de Sustancias Catalogadas sujetas a fiscalización estarán
relacionadas a:
“aquella persona que oferte, almacene, intermedie, distribuya, compre, venda, envíe,
transporte, comercialice, importe, exporte, tenga, posea o en general efectúe tráfico ilícito
de sustancias estupefacientes y psicotrópicas o preparados que las contengan, en las
cantidades señaladas en las escalas previstas en la normativa correspondiente, será
sancionada con pena privativa de libertad” (Art. 220, COIP)
Por lo tanto, mediante el marco legal del estado ecuatoriano y mediante la relación entre oferta y
demanda de sustancias sujetas a fiscalización enfocadas al tráfico para consumo interno1 de drogas
(TCI), los objetivos y estrategias propuestas serán comprendidas a partir de una lógica de economía
criminal con un importante componente territorial, el cual pretende la creación de ‘zonas de
impunidad’2 , y la facilitación de las transacciones ilegales asociadas al expendio de drogas, y otras
actividades delictivas conexas.
Una comprensión de las realidades nacionales está caracterizada por la existencia de un orden social
paralelo, donde la ilegalidad es socialmente aceptada y favoreciendo así, el cometimiento de delitos.
Estas áreas por lo general han asistido a procesos de descomposición del tejido social y/o de un nivel
deficitario de integración urbana y social; factores que por su relación, han sido aprovechados y
dinamizados por las organizaciones criminales. Indudablemente, la rápida dinámica de difusión de
las organizaciones criminales, la capacidad de penetración en las economías e instituciones
nacionales y, la función envolvente, manejada bajo lógicas de corrupción, infiltración camuflada y
cooptación (Pontón y Rivera, 2013) necesariamente requieren de un efectivo control e investigación
del delito del tráfico para consumo interno.
En base a esta problemática, se establecen una serie de estrategias y líneas de acción para
disminuir efectivamente el tráfico para consumo interno a nivel nacional.
1
El tráfico para consumo interno de drogas (TCI) es un fenómeno asociado al mercado del narcotráfico, estructurado con el propósito de
favorecer y maximizar las ganancias de un actor ilegal, basándose en un modelo organizacional que le garantiza estabilidad y protección
al asentarse en un determinado territorio y acompañado de mecanismos para constreñir el comportamiento colectivo de las personas.
2
Por ‘zonas de impunidad’ o espacios grises, se entiende como aquellas zonas o terrenos idóneos para el surgimiento y consolidación de
los mercados locales de drogas en su interacción con el espacio urbano y las múltiples formas de violencia y crimen.
51
4.3.2 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 3
Eje 2.
Reducción de la oferta
Objetivo 3:
Disminuir la oferta de drogas destinadas al consumo interno
Estrategia 1:
Reducir la disponibilidad de drogas, así como la capacidad de personas y organizaciones de
ofertar sustancias sujetas a fiscalización en mercados de consumo interno
1.1. Diseñar e implementar nuevas bases para la Unidad Contra el Tráfico para
Consumo Interno (UCTCI) en las Sub-Zonas priorizadas
Líneas de 1.2. Fortalecer las capacidades de las Unidades Zonales y Subzonales
acción Antinarcóticos a nivel nacional
1.3. Incrementar las capacidades de las Unidades de Apoyo antinarcóticos
1.4. Fortalecimiento general de las capacidades antinarcóticos a nivel nacional
Estrategia 2:
Contrarrestar los delitos relacionados con el tráfico ilícito de drogas, desde las fases de
producción, transporte, distribución y comercialización
2.1. Fortalecimiento de la investigación, interdicción y desarticulación de grupos
delictivos organizados de tráfico para consumo interno
2.2. Implementación de la “Sala de Vigilancia Técnica para el sistema
antinarcóticos enfocado al tráfico para consumo interno”
2.3. Priorizar la intervención en zonas de riesgo por la presencia de fenómenos
Líneas de de violencia y conflicto relacionados al tráfico de drogas para consumo interno,
acción mediante el análisis geoespacial
2.4. Desarticular grupos delictivos organizados (GDO) de tráfico para consumo
interno en territorios priorizados, mediante la ejecución de un plan de acción
policial de carácter anual
2.5. Judicializar los casos de tráfico para consumo interno (TCI) sobre la base de
investigaciones de calidad.
Estrategia 3:
Impactar las economías criminales dinamizadas por el tráfico de drogas y otros delitos
conexos
3.1. Fortalecimiento de la inteligencia e investigación criminal.
3.2. Fortalecimiento de la planificación y ejecución de operaciones policiales
Líneas de interagenciales.
3.3. Intensificar la coordinación e intercambio de información operativa entre
acción
servicios policiales, a fin de conducir operaciones integrales en contra de grupos
de delincuencia organizada (GDO), en territorios priorizados y zonas de riesgo.
52
Estrategia 4:
Impulsar la normalización y recuperación de la seguridad ciudadana y el orden público en los
territorios afectados por el tráfico ilícito de drogas y delitos conexos
4.1. Fortalecer procesos sostenidos de control y gestión territorial, de manera
corresponsable y participativa con la ciudadanía.
4.2. Fortalecimiento de la prevención del delito, control, vigilancia y
mantenimiento del orden público y gestión territorial de seguridad ciudadana, que
Líneas de fomente el desarrollo de competencias sociales e institucionales en el ámbito local
acción frente a fenómenos de inseguridad, violencias y otros eventos perturbadores a la
convivencia pacífica.
4.3. Difusión de las operaciones antinarcóticos ejecutadas a través de la Policía
Comunitaria.
4.4. Fortalecimiento de los servicios estratégicos de "Escuela segura".
Estrategia 5:
Investigar y contrarrestar los efectos del tráfico ilícito de drogas en la seguridad ciudadana y
convivencia pacífica
5.1. Producción de estudios y análisis estratégicos del delito de tráfico para
consumo interno
5.2. Implementación de la Unidad de Información y Coordinación Conjunta-UICC,
Líneas de con la capacidad para análisis georeferencial, prospectivo estratégico y operativo
acción del delito de tráfico para consumo interno.
5.3. Alianzas estratégicas con actores públicos y privados para promover la
investigación del fenómeno del tráfico ilícito de drogas, su vinculación con la
seguridad ciudadana y violencia.
Se plantea reducir la oferta de drogas de acuerdo a las realidades territoriales y respetando los
derechos humanos. Para un efectivo control del delito de tráfico ilícito de sustancias catalogadas
sujetas a fiscalización se debe trabajar sobre el diseño e implementación de logística que permita
un despliegue territorial eficiente y fortalecido en zonas y poblaciones vulnerables a la comisión de
delitos.
53
Líneas de acción de la Estrategia 1:
1.1. Diseñar e implementar nuevas bases para la Unidad Contra el Tráfico para Consumo
Interno (UCTCI) en las Sub-Zonas priorizadas:
Dentro de esta línea de acción se busca desconcentrar las bases especializadas en el control
del tráfico para consumo interno, tener un mayor despliegue policial que permita contar
con talento humano seleccionado y altamente capacitado en control del microtráfico.
1.2. Fortalecer las capacidades de las Unidades Zonales y Subzonales Antinarcóticos a nivel
nacional:
Es necesario que las Jefaturas y las Unidades antinarcóticos por cada zona estén mejor
equipadas, esto debido a que actualmente sus medios no son suficientes para atender todas
las problemáticas derivadas del tráfico de drogas y sus delitos conexos. Debido a la situación
actual de los países vecinos es importante efectuar un correcto control en distintos
territorios con el fin de evitar la oferta de drogas para el consumo interno.
Todas las unidades policiales que prestan apoyo en temas antinarcóticos deben tener un
mayor alcance con el fin de complementar el trabajo de control de sustancias catalogadas
sujetas a fiscalización. Entidades como la unidad de químicos son fundamentales para
colaborar en el levantamiento y análisis de sustancias, los cuales deben estar
descentralizados.
Es importante fortalecer todas las capacidades a nivel nacional con el objetivo de mejorar
la efectividad en las operaciones antinarcóticos.
Estrategia 2: Contrarrestar los delitos relacionados con el tráfico ilícito de drogas, desde las fases
de producción, transporte, distribución y comercialización.
54
Debe existir infraestructura especializada en análisis del territorio y georreferenciación, así mismo
se deben realizar planes específicos para zonas vulnerables a la producción y zonas vulnerables al
tráfico de drogas a nivel nacional.
2.4. Desarticular grupos delictivos organizados (GDO) de tráfico para consumo interno en
territorios priorizados, mediante la ejecución de un plan de acción policial de carácter
anual:
55
2.5. Judicializar los casos de tráfico para consumo interno (TCI) sobre la base de
investigaciones de calidad:
Se debe perfeccionar los protocolos judiciales en delitos vinculados con drogas ilícitas, así
como capacitar al personal policial y judicial en materia de rutas y cadenas de custodia.
Estrategia 3: Impactar las economías criminales dinamizadas por el tráfico de drogas y otros
delitos conexos
Si bien las acciones de interdicción ejecutadas por la Policía Nacional de manera conjunta, y
en determinados casos con otros cuerpos de seguridad, han permitido alcanzar resultados
favorables en materia de incautación de drogas y desarticulación de organizaciones y
personas relacionadas con esta actividad ilícita, el fortalecimiento de la investigación
mediante una visión estratégica busca intensificar la coordinación e intercambio de
información operativa entre servicios policiales, a fin de conducir operaciones integrales en
contra de grupos de delincuencia organizada (GDO), en territorios priorizados y zonas de
riesgo previamente identificadas.
56
Estrategia 4: Impulsar la normalización y recuperación de la seguridad ciudadana y el orden
público en los territorios afectados por el tráfico ilícito de drogas y delitos conexos
Se incrementarán los servicios Estratégicos del Ministerio del Interior y la Policía Nacional, con el fin
de trabajar sobre espacios públicos mal utilizados, aportando con la rehabilitación de los mismos.
Todo el trabajo que se realiza debe tener una correcta sensibilización y difusión, esto
permitirá tener una mayor presencia en las zonas intervenidas y también visibilizar las
acciones que se ha desarrollado.
57
4.4. Fortalecimiento de los servicios estratégicos de "Escuela segura":
Se continuará con la implementación del proyecto ¨Escuela Segura¨, el cual es parte de los
servicios estratégicos que brinda la policía en territorio, se busca incrementar el control en
los alrededores de las instituciones educativas con el fin de evitar el expendio de drogas a
menores de edad.
Estrategia 5: Investigar y contrarrestar los efectos del tráfico ilícito de drogas en la seguridad
ciudadana y convivencia pacífica.
La investigación para contrarrestar los efectos del TCI en la seguridad ciudadana son derechos
constitucionales fundamentales para lograr una convivencia de paz en el territorio. La ejecución de
dichas estrategias requiere una mayor investigación y capacidad de producción de información y
estrategias por parte de la Policía Nacional y sus unidades especializadas.
5.1. Producción de estudios y análisis estratégicos del delito de tráfico para consumo
interno:
Una estrategia efectiva por tanto, buscará establecer una mayor producción de estudios y
análisis estratégicos del delito del TCI mediante el fortalecimiento de la Unidad de
Información y Coordinación Conjunta (UICC), mediante una mayor capacidad para análisis
georeferencial, prospectivo estratégico y operativo del delito de tráfico para consumo
interno.
58
5.3. Alianzas estratégicas con actores públicos y privados para promover la investigación
del fenómeno del tráfico ilícito de drogas, su vinculación con la seguridad ciudadana y
violencia:
De igual manera, no es posible contrarrestar los efectos del TCI sin la generación de alianzas
estratégicas con actores públicos y privados para promover la investigación del fenómeno
para el tráfico ilícito de drogas, su vinculación con la seguridad ciudadana, la violencia y
otros delitos asociados a esta problemática. Estas acciones generan análisis que permitan
una mejor toma de decisiones para contrarrestar los efectos del tráfico para consumo
interno.
Así mismo, se plantea la vigilancia de sustancias no controladas que puedan ser utilizadas en
procesos de producción de drogas y representan una alternativa a las organizaciones delictivas;
estos procesos serán fortalecidos con la participación activa y corresponsable de la industria que
maneja dichas sustancias químicas.
Para reforzar el cumplimiento del objetivo, se contemplan los procesos que cierran el ciclo de las
sustancias aprehendidas y comisadas, a través de su disposición final.
3
El término sustancias catalogadas sujetas a fiscalización hace referencia a los precursores y sustancias
químicas específicas, así como a las plantas que contienen principios activos estupefacientes o psicotrópicos
que sirvan para la producción de drogas.
59
4.3.4 Estrategias y Líneas de Acción del Objetivo 4
Eje 2.
Objetivo 4:
Prevenir la producción ilícita de drogas.
Estrategia 1:
Optimizar los procesos de control del uso lícito y administración de sustancias catalogadas
sujetas a fiscalización.
1.1. Revisar, adecuar y desarrollar normativa para el control y administración de SCSF.
1.2. Desarrollar estudios de oferta y demanda de uso lícito de SCSF a nivel nacional.
1.3. Realizar estudios para la actualización de la lista de vigilancia.
Líneas de
1.4. Ejecutar actividades de control del uso y manejo lícito de SCSF, priorizando zonas
acción
de frontera, puertos y aeropuertos.
1.5. Ejecutar adecuadamente el depósito y disposición final de las sustancias
catalogadas sujetas a fiscalización aprehendidas.
Estrategia 2:
Fomentar la corresponsabilidad de la industria en el manejo adecuado de sustancias
controladas y vigiladas, para evitar su desvío hacia actividades ilícitas.
2.1. Implementar códigos de conducta para el manejo adecuado e implementación de
controles internos de sustancias controladas y vigiladas.
2.2. Capacitar a la industria en el manejo adecuado y prevención del desvío de
Líneas de sustancias controladas y vigiladas.
acción 2.3. Generar instrumentos de cooperación con asociaciones, entidades gremiales, y
otros representantes de la sociedad civil afines a la industria que maneja sustancias
controladas y vigiladas, para el establecimiento de buenas prácticas en el uso y
manejo lícito de dichas sustancias.
Estrategia 3:
Fortalecer medidas para evitar el tráfico ilícito de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización
destinadas a la producción ilícita de drogas.
3.1. Intensificar actividades coordinadas de control e interdicción, priorizando zonas
Líneas de de frontera, puertos, aeropuertos y perfil costanero.
acción 3.2. Monitoreo del territorio nacional para prevenir la existencia de cultivos ilícitos de
plantas que contienen principios activos, destinadas a la producción ilícita de drogas.
Estrategia 4:
Generar proyectos de desarrollo alternativo preventivo en poblaciones en situación de riesgo
Líneas de 4.1. Mejorar las cadenas de producción de mayor impacto económico en las
acción poblaciones intervenidas
60
Definiciones conceptuales de las Estrategias y Líneas de Acción:
Estrategia 1: Optimizar los procesos de control del uso lícito y administración de sustancias
catalogadas sujetas a fiscalización
Esta estrategia está diseñada para la mejora de las actividades de control administrativo en el uso y
manejo lícito de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización, a través del análisis, desarrollo y
adecuación de normativa, así como la optimización de los procesos de inspección y fiscalización a
los sujetos de control.
Las entidades con competencia en el control del uso lícito de sustancias catalogadas sujetas
a fiscalización y preparados que las contengan, deben de forma permanente evaluar la
normativa que les permite su accionar, con la finalidad de contar con instrumentos jurídicos
actualizados y que generen un control eficaz. Estas acciones deben enmarcarse en el
cumplimiento fiel de las convenciones internacionales sobre fiscalización y el marco
constitucional.
1.2. Desarrollar estudios de oferta y demanda de uso lícito de SCSF a nivel nacional
El país debe contar con estudios especializados que den cuenta de las necesidades y usos
de las sustancias catalogadas sujetas a fiscalización, considerando que la gran mayoría de
dichas sustancias son importadas. Estas investigaciones y sus resultados orientarán y
permitirán una adecuada planificación de las acciones de control y fiscalización de las SCSF,
para prevenir su desvío y uso ilícito.
61
De conformidad con lo establecido en la normativa vigente, las entidades de control
competentes deberán realizar estudios respecto de las sustancias que se identifiquen como
precursores para la producción ilícita de drogas, con observancia de la realidad nacional y
regional, manteniendo información actualizada.
1.4. Ejecutar actividades de control del uso y manejo lícito de SCSF, priorizando zonas de
frontera, puertos y aeropuertos
Busca generar corresponsabilidad del sector industrial en el uso y manejo adecuado de las SCSF,
para evitar su desvío hacia actividades de producción ilícita de drogas, convirtiéndolos en aliados
estratégicos del Estado para tal fin. La corresponsabilidad debe trascender el cumplimiento de la
normativa y procurar la concientización y sensibilización de todos los involucrados, para el efecto se
impulsará la capacitación de los representantes técnicos, el establecimiento de controles internos,
así como mecanismos de información oportuna de actividades inusuales o sospechosas,
instrumentando dichas acciones a través de acuerdos de cooperación y participación.
62
de control interno. Estas acciones fortalecerán la corresponsabilidad en el manejo de las
sustancias en mención, previniendo el desvío de las mismas hacia actividades ilícitas.
Estrategia 3.- Fortalecer medidas para evitar el tráfico ilícito de sustancias catalogadas sujetas a
fiscalización destinadas a la producción ilícita de drogas:
63
Estas acciones tendrán especial énfasis en zonas de frontera, puertos, aeropuertos y perfil
costanero.
3.2. Monitoreo del territorio nacional para prevenir la existencia de cultivos ilícitos de
plantas que contienen principios activos, destinadas a la producción ilícita de drogas
Se deberán realizar operaciones conjuntas entre las entidades de la fuerza pública y aquellas
encargadas del control de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización, a fin de monitorear,
identificar e intervenir cultivos ilícitos de plantas que contengan principios activos
estupefacientes o psicotrópicos, destinadas a la producción ilícita de drogas.
Implementar medidas que potencien las cadenas de valor, generadoras de ingresos económicos, en
las poblaciones vulnerables a incidir en actividades ilícitas relacionadas al tráfico de drogas.
4.1. Mejorar las cadenas de producción de mayor impacto económico en las poblaciones
intervenidas
Posteriormente, analiza su ejecución, los actores que participan en ella y finalmente sus
fortalezas y debilidades, que determinan acciones necesarias a ser coordinadas entre
entidades públicas y privadas, con la participación directa de la comunidad en cada uno de
las etapas antes detalladas.
64
4.4 Matriz resumen de los Objetivos, Estrategias y Líneas de
Acción.
Tabla: Matriz de resumen de Objetivos, Estrategias y Líneas de Acción del Plan Nacional De Prevención Integral Y
Control Del Fenómeno Socio Económico de las Drogas 2017-2021
Objetivo General: Evitar, retrasar o reducir las consecuencias del fenómeno socio económico de las drogas.
Objetivos
Eje Estrategias Líneas de Acción
Específicos
Mejorar los espacios públicos para crear ambientes que favorezcan la salud con
ámbito de aplicación de acuerdo a la realidad de cada Gobierno Autónomo
1.1. Disminuir
Descentralizado y en coordinación con los mismos.
factores de riesgo
Generar procesos de prevención integral territorial de drogas adaptados a la
en el ámbito social
realidad de los Gobiernos Autónomos Descentralizados y en coordinación con
los mismos.
Desarrollar habilidades de crianza y convivencia armónica del individuo en su
1.2. Reducir factores familia y comunidad, principalmente en los territorios priorizados.
de riesgo en el Promover procesos de comunicación asertiva y discusión familiar sobre el uso de
ámbito comunitario- drogas.
familiar e individual Implementar procesos de prevención selectiva e indicada que apunten a evitar
la transición del uso esporádico al consumo problemático de drogas.
Eje 1: Reducción de la demanda
65
Objetivos
Eje Estrategias Líneas de Acción
Específicos
2.1 Fortalecer la
detección y
derivación de
Implementar un Sistema Nacional de Información, Seguimiento y Monitoreo de
personas que
los casos de consumo problemático de drogas atendidos en el Sistema Nacional
presentan uso o
de Salud.
consumo
problemático de
drogas.
2.2 Implementar Ampliar la Red de Atención Integral en Salud, a personas que presentan un uso o
servicios de consumo problemático de drogas en las modalidades de tratamiento que la
Eje 1: Reducción de la demanda
66
Objetivos
Eje Estrategias Líneas de Acción
Específicos
3.1 Reducir la Diseñar e implementar nuevas bases para la Unidad Contra el Tráfico para
capacidad de las Consumo Interno (UCTCI) en las Sub-Zonas priorizadas.
Organizaciones Fortalecer las capacidades de las Unidades Zonales y Subzonales Antinarcóticos
para ofertar a nivel nacional.
sustancias sujetas
a fiscalización en
Incrementar las capacidades de las Unidades de Apoyo antinarcóticos.
mercados de
consumo interno.
3.2. Contrarrestar Intensificar la investigación del delito a través del Proyecto de Sala de
los delitos Vigilancia Técnica para el sistema antinarcóticos enfocado al tráfico para
relacionados con el consumo interno.
tráfico ilícito de Priorizar la intervención en zonas de riesgo por la presencia de fenómenos de
drogas, desde las violencia y conflicto relacionados al tráfico de drogas para consumo interno,
fases de Desarticular grupos delictivos organizados (GDO) de tráfico para consumo
producción, interno en territorios priorizados, mediante la ejecución de un plan de acción
transporte, policial de carácter anual.
Eje 2: Reducción de la Oferta
distribución y Judicializar los casos de tráfico para consumo interno (TCI) sobre la base de
comercialización. investigaciones de calidad.
3.3. Impactar las
economías
3. Disminuir Intensificar la coordinación e intercambio de información operativa entre
criminales
la oferta de dinamizadas por el servicios policiales, a fin de conducir operaciones integrales en contra de
drogas grupos de delincuencia organizada (GDO), en territorios priorizados y zonas de
tráfico ilícito de
riesgo.
drogas y otros
delitos conexos.
3.4. Impulsar la Diseñar e implementar planes y acciones de prevención del delito, control,
normalización y vigilancia y mantenimiento del orden público y gestión territorial de seguridad
recuperación de la ciudadana, que fomente el desarrollo de competencias sociales e
seguridad institucionales en el ámbito local frente a fenómenos de inseguridad, violencias
ciudadana y el y otros eventos perturbadores a la convivencia pacífica.
orden público en Plan de acción para la difusión de la información a Policía Comunitaria de
los territorios operaciones antinarcóticos ejecutadas.
afectados por el
tráfico ilícito de
Plan de acción de fortalecimiento de servicios estratégicos "Escuela segura".
drogas y delitos
conexos.
3.5. Investigar el Proyecto para el fortalecimiento de la Unidad de Información y Coordinación
tráfico ilícito de Conjunta-UICC, con la capacidad para análisis geo referencial, prospectivo
drogas en la estratégico y operativo del delito de tráfico para consumo interno.
seguridad
Alianzas estratégicas con actores públicos y privados para promover la
ciudadana y
investigación del fenómeno del tráfico ilícito de drogas, su vinculación con la
convivencia
seguridad ciudadana y violencia.
pacífica.
67
Objetivos
Eje Estrategias Líneas de Acción
Específicos
4.1. Optimizar los Revisar, adecuar y desarrollar normativa para el control y administración de
procesos de SCSF.
control del uso Desarrollar estudios de oferta y demanda de uso lícito de SCSF a nivel nacional.
lícito y Realizar estudios para la actualización de la lista de vigilancia.
administración de Ejecutar actividades de control del uso y manejo lícito de SCSF, priorizando
sustancias zonas de frontera, puertos y aeropuertos.
catalogadas
Ejecutar adecuadamente el depósito y disposición final de las sustancias
sujetas a
catalogadas sujetas a fiscalización aprehendidas.
fiscalización.
4.2. Fomentar la Implementar códigos de conducta para el manejo adecuado e implementación
corresponsabilidad de controles internos de sustancias controladas y vigiladas.
de la industria en Capacitar a la industria en el manejo adecuado y prevención del desvío de
Eje 2: Reducción de la Oferta
68
4.5 Metas e Indicadores por objetivo
A continuación se presenta una propuesta de indicadores y metas, los cuales están sujetos a revisión
con las contrapartes operativas.
1.1. Prevalencia de año de algún tipo de droga en estudiantes de 9no de Educación General Básica,
1ro y 3ro de Bachillerato del Sistema Nacional de Educación.
1.2. Edad promedio del primer consumo de drogas en estudiantes de 9no de Educación General
Básica, 1ro y 3ro de Bachillerato del Sistema Nacional de Educación.
Metas:
1.1. Reducir la Prevalencia de año de algún tipo de droga en estudiantes de 9no de Educación
General Básica, 1ro y 3ro de Bachillerato del Sistema Nacional de Educación de 12,65% a
11,65% en 2021.
Línea base 2016: 12,65%
Meta 2021: 11,65%
1.2. Retrasar Edad promedio del primer consumo de drogas en estudiantes de 9no de Educación
General Básica, 1ro y 3ro de Bachillerato del Sistema Nacional de Educación de 14,62 años a
15 años en 2021.
Línea base 2016: 14,62 años
Meta 2021: 15 años
69
2.5. Porcentaje de la población con uso y consumo problemático de drogas que requieran
tratamiento no residencial, atendida.
Metas:
2.1. Disponer del Sistema Nacional de Información, Seguimiento y Monitoreo de los casos de
consumo de drogas a nivel nacional.
Línea base 2016: 0%
Meta 2021: 90%
2.3. Disponer de un mayor número de personas insertadas en los ámbitos, tanto laboral como
educativo.
Línea base 2016: 0
Meta 2021: 50% de personas con consumo
2.5. Incrementar el porcentaje de la población con uso y consumo problemático de drogas que elijan
ser atendidos en tratamiento no residencial.
Línea base 2014: 3.31%
Meta 2021: 5%
Metas:
3.1. Aumentar la desarticulación de grupos delictivos organizados relacionados con tráfico ilícito de
drogas para consumo interno.
Línea base 2017: En revisión
Meta 2021: En revisión
70
3.2. Reducción estadísticamente significativa de la facilidad de acceso a marihuana, cocaína, heroína
y/o pasta base en estudiantes de 9no de Educación General Básica, 1ro y 3ro de Bachillerato del
Sistema Nacional de Educación.
Línea base 2016: Meta 2021:
Marihuana: 21,38% Marihuana: 20,32%
Cocaína: 9,38% Cocaína: 8, 66%
Heroína: 12,07% Heroína: 11,22%
Pasta base: 6,12% Pasta base: 5,54%
Metas:
4.2. Fomentar la suscripción de códigos de conducta a las empresas para el manejo adecuado de
SCSF.
Línea base 2014: 0 %
Meta 2021: 50% de personas/empresas calificadas para el manejo de SCSF
4.3. Realizar operativos conjuntos de interdicción para prevenir el tráfico ilícito de sustancias
catalogadas sujetas a fiscalización destinadas a la producción ilícita de drogas.
Línea base 2014: 0
Meta 2021: 2021: 24 operativos (6 por año).
71
4.6 Articulaciones intersectoriales para la ejecución del Plan
Entidades
Ejes Objetivos del Plan Entidades Ejecutoras
Articuladoras
72
Secretaría Técnica de Prevención Integral de
Drogas
Ministerio del Interior
Policía Nacional del Ecuador
Ministerio de Inclusión Económica y Social
Ministerio de Acuacultura y Pesca del Ecuador
Ministerio de Industria y Productividad
3. Prevenir la
Gobiernos Autónomos Descentralizados
producción ilícita
Instituto de Economía Popular y Solidaría
de drogas.
Agencia Nacional de Transito
Agencia Nacional de Regulación Control y
Vigilancia Sanitaria
Servicio Nacional de Aduana del Ecuador
Secretaría Técnica Ministerio de Defensa
de Prevención Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
EJE 2 Integral de Drogas Agrocalidad.
Reducción
de la Y
oferta Secretaría Técnica de Prevención Integral de
Ministerio del Drogas
Interior Ministerio del Interior
Policía Nacional del Ecuador
Ministerio de Salud Pública
Servicio Nacional de Aduana del Ecuador
4. Disminuir la Fiscalía General del Estado
oferta de drogas Función Judicial
destinadas al Ministerio de Defensa
consumo interno. Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
Agrocalidad
Agencia Nacional de Transito
Agencia Nacional de Regulación Control y
Vigilancia Sanitaria
73
4.7 Territorialización de la política
Con el objetivo de mejorar la gobernabilidad del territorio y disminuir el consumo de drogas a través
de la recuperación de espacios públicos y la implementación de actividades para el buen uso del
tiempo libre, se estableció una Estrategia de Intervención Territorial.
Esta estrategia se desarrolla en tres etapas secuenciales que completan ciclos de despliegue de
servicios de instituciones públicas y privadas, que en conjunto pretenden llegar al objetivo de
mejorar la gobernabilidad y disminuir el consumo de drogas en el territorio priorizado.
La Estrategia de Intervención Territorial a partir de las tres etapas, se basa en 5 ejes de acción:
74
La aplicación de esta Estrategia se ha planificado mediante el reporte de información con una
temporalidad específica, a través de un sistema informático en el cual se alimentará la información
necesaria para medir la gestión de cada uno de los actores involucrados.
Las estrategias planteadas serán ajustadas en función de las capacidades de los servicios en
territorio considerando las realidades y dinámicas que se desarrollan en el territorio intervenido.
El fenómeno socio económico de las drogas se muestra como una problemática hermética e
indeterminada (OEA, 2013) lo que significa que es compleja de enfrentar. Esto se acentúa tomando
en cuenta que el desarrollo de este problema social se manifiesta de manera diferente según las
realidades específicas de cada país e inclusive al interior de sus territorios, lo que también se
relaciona a las políticas adoptadas por las distintas naciones, su posición geográfica, niveles de
desarrollo económico, entre otras características de cada territorio. En este contexto, la políticas
pública4 debe tener en cuenta que para abordar el fenómeno socio económico de las drogas se debe
contar con información y evidencia científica que permitan alimentar su diseño y ejecución, para
que ésta maximice su impacto, al mismo tiempo que minimice el costo de su implementación.
4
La política pública se define como un curso de acción de la gestión pública que institucionaliza la intervención pública en respuesta a un
problema social identificado como prioritario, y que se convierte de esta manera en materia de política de Estado (Senplades, 2011)
75
permiten desarrollar evidencia y conocimiento científico sólido que pueda caracterizar de manera
más precisa al fenómeno socio económico de las drogas en el Ecuador e inclusive establecer sus
potenciales causas o determinantes, lo cual busca sustentar la formulación de las políticas públicas
de prevención integral de drogas, direccionando su accionar hacia los territorios y poblaciones que
deben ser priorizados para generar un mayor impacto.
En la actualidad, el país cuenta con algunas fuentes de información y evidencia científica sobre el
fenómeno socio económico de las drogas, dentro de estas destaca el esfuerzo realizado por la
Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas para generar un Sistema Integrado de
Indicadores que recopilan los datos de varias instituciones estatales. Mediante esta información se
ha generado también un Índice de Concentración Territorial de Drogas y un Índice de Concentración
Territorial de Alcohol, los cuales permiten identificar la intensidad con la que se manifiestan las
problemáticas de drogas y de alcohol a un nivel de desagregación territorial bastante amplio.
Por otro lado, existen otras fuentes de información como encuestas de salud, consumo de alcohol,
tabaco y otras drogas en distintos grupos etarios que han sido levantadas tanto por entidades
públicas como por universidades e inclusive instituciones internacionales como la ONUDD. Lo que
da cuenta que el país si cuenta con una batería de información, sin embargo, no es tan amplia como
la que se ha desarrollado en otros países como Colombia, Estados Unidos o Reino Unido.
Dado lo anterior, dentro de este componente se establece una estrategia con dos líneas de acción
que buscan potenciar el desarrollo de evidencia y conocimiento científico sobre el fenómeno socio
económico de las drogas como base para la formulación e implementación de políticas públicas. A
continuación se describe la mencionada estrategia con sus respectivas líneas de acción.
Es importante destacar que este sistema considera un componente que busca receptar y recopilar
información geográfica a fin de poder establecer dónde se encuentra concentrado espacialmente
76
en Ecuador el fenómeno socio económico de las drogas y generar análisis oportunos para la
intervención por parte del Estado a través de políticas públicas.
La investigación, estudios y análisis desde varios enfoques y disciplinas, comprende un proceso vital
en la generación de insumos para la toma de decisiones, ya que permiten comprender de mejor
manera el fenómeno socio económico de las drogas y sus principales causas o determinantes.
Dentro de esta estrategia se plantea el fomentar la generación de este tipo de insumos, además de
generar otros espacios como redes de investigación con universidades, instituciones, ONG o
colectivos, además de fortalecer el Centro Científico de Referencia Nacional (laboratorio químico).
Esto permitirá enriquecer el diseño de varias políticas de drogas y el acercamiento del conocimiento
del fenómeno socio económico de las drogas a la población.
Los Sistemas de Alerta Temprana se incorporan a los Sistemas Nacionales de Información de Drogas
con el objetivo de aportar insumos fundamentales en el monitoreo sobre la realidad del consumo
de drogas en un país o territorio. Permiten vigilar no sólo la aparición y consumo de nuevas
sustancias psicoactivas NSP sino también los cambios que pudieran producirse incluso en los
patrones de consumo de sustancias (nuevos usos de drogas) ya conocidas en el ámbito local, así
como en sus composiciones químicas. Este último aspecto es relevante teniendo en cuenta que el
cambio en la modalidad de un consumo (vía de administración, contexto de uso, etc.), así como la
modificación química de una sustancia (nuevos adulterantes, etc.), pueden suponer nuevos riesgos
desconocidos para los usuarios de drogas, así como nuevos desafíos para el sistema de salud que
debe dar respuesta a ellos.
Dentro de este proceso es fundamental fomentar la interconexión entre los SAT existentes a nivel
regional, mediante este mecanismo se busca que los países puedan compartir a través del sistema
las alertas y eventos relevantes que cada uno de ellos maneja a su interior teniendo en cuenta que
las problemáticas descriptas sobre el fenómeno de NSP y nuevos usos de drogas afectan a toda la
región.
77
4.8.2 Cooperación Internacional
Debido a las características transnacionales del fenómeno socio económico de las drogas, la
cooperación internacional es indispensable para su abordaje. La agenda internacional debe tomar
en cuenta las necesidades actuales de cada uno de los países, acogiendo recomendaciones de los
diversos organismos internacionales.
Es importante subrayar que la materialización de este principio es efectiva cuando los Estados
cumplen plenamente sus obligaciones a nivel nacional y prestan cooperación a los estados que lo
requieren.
78
Además de los mecanismos regionales, es importante impulsar los instrumentos de cooperación
birregionales, como el Diálogo Especializado de Alto Nivel CAN-UE, que identifica sectores
específicos de cooperación a nivel nacional en diferentes áreas de la temática sobre drogas, los
cuales deben ser asociados y consensuados en el ámbito comunitario con la finalidad de potenciar
los Planes de Acción que en materia de cooperación ofrezca la Unión Europea.
4.8.3 Comunicación
La estrategia comunicacional es prioritaria para la implementación del Plan Nacional de Prevención
Integral y Control del Fenómeno Socio Económico de las Drogas 2017-2021. La política pública
orientada a la prevención integral de las drogas es un tema de trascendencia social, que requiere
unificar la política comunicacional de las instituciones involucradas, de forma permanente y
orientada a informar y educar.
4.8.4 Normativa
Este componente transversal tiene como propósito el desarrollo normativo y actualización del
marco legal relacionado con el fenómeno socio económico de las drogas. En ese sentido, se
establecen tres estrategias que buscan garantizar la no criminalización del consumidor, optimizar la
aplicación del marco jurídico necesario para atender dicho fenómeno de manera integral, como un
79
problema de salud pública, con enfoque de derechos humanos y sin que ello implique la impunidad
para los infractores de la ley penal.
Las líneas de acción, por su parte, van dirigidas a implementar mecanismos que permitan
racionalizar el uso de prisión preventiva en delitos menores relacionados con drogas, a través de
medidas alternativas al encarcelamiento, y de ser el caso prestar la atención de salud cuando se
identifique en el infractor presenta un cuadro de uso y consumo de drogas.
Y respecto del sistema penal, mantener el sistema de escalas como una herramienta que permita la
aplicación proporcional de las penas.
Para la consecución de lo indicado se plantean 3 estrategias, con sus respectivas líneas de acción:
80
CAPÍTULO 5. DETERMINACIÓN DE PROGRAMAS Y
PROYECTOS INSTITUCIONALES
Los proyectos de implementación se desarrollarán a partir de la aprobación del presente Plan
Nacional, en un documento complementario de carácter operativo. A continuación se presenta la
ficha metodología en la cual se receptará los perfiles de los proyectos de todas las entidades
involucradas:
Logo de la institución
ejecutora
PERFIL DEL PROYECTO
81
Objetivos del proyecto
Objetivo general o propósito del proyecto:
Objetivos específicos:
1.
2.
3.
n.
Indicadores y metas del proyecto
Indicador: Meta (texto y número):
1.
2.
3.
n.
Presupuesto referencial
Componentes: Presupuesto:
1.
2.
3.
n.
Presupuesto total referencial:
Articulaciones intersectoriales (Descripción):
Logo de la institución
ejecutora
CRONOGRAMA VALORADO POR COMPONENTES
1.
2.
3.
4.
PRESUPESTO TOTAL:
82
CAPÍTULO 6. MECANISMO DE SEGUIMIENTO Y
EVALUACIÓN
Los mecanismos de seguimiento y evaluación del Plan Nacional de Prevención Integral y Control del
Fenómeno Socio Económico de las Drogas 2017-2021 se basan en un sistema que contempla las
siguientes etapas:
1. Formulación Estratégica
2. Selección de indicadores
3. Definición de líneas base y metas
4. Definición de la estructura del sistema de seguimiento
5. Evaluación del plan
6. Definición de actores y roles en el sistema de seguimiento y evaluación
1. Formulación Estratégica
La formulación estratégica corresponde al Plan Nacional de Prevención Integral y Control del
Fenómeno Socio Económico de las Drogas 2017-2021, este es un plan sectorial que se encuentra
alineado a los instrumentos de planificación nacional. La estructura de este instrumento de
planificación considera dos ejes de intervención: Reducción de la Demanda y Reducción de la Oferta.
Dentro del eje de Reducción de la Demanda se articulan 2 objetivos, el primero contiene 6
estrategias y 16 líneas de acción; y el segundo contiene 4 estrategias con 9 líneas de acción. Por otro
lado, en el eje de Reducción de la Oferta se establecen dos objetivos, el primero contiene 5
estrategias con 13 líneas de acción; y el segundo contiene 4 estrategias con 11 líneas de acción.
Por otro lado es indispensable tomar en cuenta que el objetivo principal del plan es: Evitar, retrasar
y reducir las consecuencias del fenómeno socio económico de las drogas. Por lo cual las metas de los
indicadores deberán enmarcarse dentro del cumplimiento de este objetivo.
2. Selección de indicadores
En cuanto a la selección de indicadores para el seguimiento y evaluación se debe tomar en cuenta
que la etapa en la que se encuentra la formulación estratégica no permite contar todavía con
indicadores de gestión y de resultado, ya que todavía no se establecen los programas y proyectos
institucionales que se articulen a cada línea de acción y objetivo. Sin embargo, si se cuenta con un
83
indicador de impacto que condensa los resultados de todas las intervenciones que se contempla
realizar en el plan, así como también se han presentado una propuesta de indicadores y metas con
respecto a cada uno de los objetivos del presente Plan en la sección 4.7.
Este indicador forma parte de los indicadores del Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021 y se
encuentra homologado, por lo cual constituye el indicador principal del Plan Nacional de Prevención
Integral y Control del Fenómeno Socio Económico de las Drogas 2017-2021.
Es relevante mencionar que otros indicadores tanto de gestión como de resultados deberán ser
definidos posteriormente, una vez que se cuente con la batería de programas y proyectos
institucionales.
84
Tabla – Línea base, anualización y metas por dominio – prevalencia de último año de consumo
de alguna droga ilícita en estudiantes de 9no de Educación General Básica, 1ro y 3ro de Bachillerato del
Sistema Nacional de Educación
LINEA
ANUALIZACIÓN META
DOMINIO BASE OBSERVACIÓN
2016 2017 2018 2019 2020 2021
CUENCA 14,76% 14,76% 14,76% 14,76% 14,76% 14,76% CONSTANTE
GUARANDA 6,00% 6,00% 6,00% 6,00% 6,00% 6,00% CONSTANTE
AZOGUES 11,89% 11,89% 11,89% 11,89% 11,89% 11,89% CONSTANTE
TULCAN 6,58% 6,58% 6,58% 6,58% 6,58% 6,58% CONSTANTE
LATACUNGA 5,51% 5,51% 5,51% 5,51% 5,51% 5,51% CONSTANTE
RIOBAMBA 8,66% 8,66% 8,66% 8,66% 8,66% 8,66% CONSTANTE
MACHALA 11,98% 11,98% 11,98% 11,98% 11,98% 11,98% CONSTANTE
ESMERALDAS 10,79% 10,79% 10,79% 10,79% 10,79% 10,79% CONSTANTE
GUAYAQUIL 13,17% 12,80% 12,42% 12,04% 11,67% 11,29% DISMINUCIÓN SIGNIFICATIVA
DAULE 5,97% 5,63% 5,29% 4,95% 4,61% 4,27% DISMINUCIÓN SIGNIFICATIVA
DURAN 12,52% 12,13% 11,75% 11,36% 10,98% 10,59% DISMINUCIÓN SIGNIFICATIVA
IBARRA 8,51% 8,51% 8,51% 8,51% 8,51% 8,51% CONSTANTE
LOJA 15,93% 15,93% 15,93% 15,93% 15,93% 15,93% CONSTANTE
BABAHOYO 7,58% 7,58% 7,58% 7,58% 7,58% 7,58% CONSTANTE
QUEVEDO 11,31% 11,31% 11,31% 11,31% 11,31% 11,31% CONSTANTE
PORTOVIEJO 13,72% 13,30% 12,87% 12,45% 12,02% 11,60% DISMINUCIÓN SIGNIFICATIVA
MANTA 16,17% 15,81% 15,45% 15,09% 14,72% 14,36% DISMINUCIÓN SIGNIFICATIVA
MORONA 21,02% 21,02% 21,02% 21,02% 21,02% 21,02% CONSTANTE
TENA 9,69% 9,69% 9,69% 9,69% 9,69% 9,69% CONSTANTE
PASTAZA 15,09% 15,09% 15,09% 15,09% 15,09% 15,09% CONSTANTE
QUITO DISMINUCIÓN NO
14,43% 14,16% 13,88% 13,61% 13,33% 13,06%
SIGNIFICATIVA
AMBATO 13,39% 13,39% 13,39% 13,39% 13,39% 13,39% CONSTANTE
ZAMORA 16,33% 16,33% 16,33% 16,33% 16,33% 16,33% CONSTANTE
LAGO AGRIO 10,28% 10,28% 10,28% 10,28% 10,28% 10,28% CONSTANTE
ORELLANA 14,69% 14,69% 14,69% 14,69% 14,69% 14,69% CONSTANTE
SANTO DOMINGO DISMINUCIÓN NO
12,84% 12,81% 12,79% 12,76% 12,73% 12,70%
SIGNIFICATIVA
SANTA ELENA DISMINUCIÓN NO
12,99% 12,95% 12,91% 12,88% 12,84% 12,80%
SIGNIFICATIVA
LA LIBERTAD DISMINUCIÓN NO
11,14% 11,11% 11,08% 11,05% 11,03% 11,00%
SIGNIFICATIVA
MILAGRO 10,91% 10,89% 10,87% 10,84% 10,82% 10,80% DISMINUCIÓN SIGNIFICATIVA
Fuente y elaboración: Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas
85
Tomando en cuenta que dentro del diagnóstico se identificó que las zonas de planificación en donde
existe mayor intensidad del fenómeno socio económico de las drogas corresponden a Zona 4, Zona
5, Zona 8 y Zona 9, las intervenciones consideradas en el plan ejercerán un mayor esfuerzo en estos
territorios más problemáticos, por lo cual las metas planteadas por dominio buscarán que se
generen disminuciones estadísticamente significativas del indicador en Guayaquil, Daule, Durán,
Portoviejo, Manta y Milagro; disminuciones no estadísticamente significativas en Quito, Santo
Domingo, Santa Elena y La Libertad, esto significa que se busca genera una disminución de cierta
cantidad de población estudiantil que consume drogas, pero que en términos del marco de
levantamiento de información se encuentran dentro del intervalo de confianza del indicador
medido en 2016.
Con esta focalización se alcanzaría la disminución planteada en la meta nacional. Sin embargo, es
válido mencionar que para los otros dominios el planteamiento de las metas es mantener los valores
del indicador, sin perjuicio de que si se ejecutarán intervenciones en otros territorios y que se
esperaría que en estos también disminuya el indicador.
Finalmente, una vez que se cuente los programas y proyectos se establecerán las líneas de base y
metas para los indicadores de los objetivos específicos, los programas y proyectos.
Tabla –
Criterios de semaforización del cumplimiento de las metas de los indicadores
86
Los criterios descritos serán aplicados a los indicadores que se establezcan a lo largo de la
planificación estratégica. En este sentido para el seguimiento deberán plantearse indicadores para
los programas/proyectos y para los objetivos específicos. Mismos que permiten realizar el
seguimiento al componente operativo y estratégico del plan. Finalmente, también se realizará el
seguimiento bienal al indicador general del plan.
El esquema de seguimiento anterior permitirá en primer lugar que se garantice que las instituciones
ejecutoras reporten los indicadores de producto/resultado que se establecen en sus programas y
proyectos, lo que dará lugar a la generación de informes trimestrales con alertas sobre los
resultados que reflejan dichos indicadores. Por otro lado, a través del reporte institucional o la
medición de los indicadores de resultado de los objetivos específicos se producirán informes
semestrales.
87
6. Definición de actores y roles en el sistema de seguimiento y evaluación
Los actores y sus roles dentro del sistema de seguimiento y evaluación se definen de la siguiente
manera: todas las entidades involucradas en la ejecución de programas y proyectos deben reportar
los indicadores de producto/resultado; las entidades que publican los indicadores a definirse para
los objetivos específicos deberán reportarlos; y el indicador principal del plan lo reportará la
Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas. Adicionalmente, el seguimiento y evaluación
del Plan, en concordancia con lo establecido en el numeral 1 del artículo 23 de la Ley orgánica de
prevención integral del fenómeno socio económico de las drogas y de regulación y control del uso de
sustancias catalogadas sujetas a fiscalización, estará a cargo de la Secretaría Técnica de Prevención
Integral de Drogas. A continuación se resumen las entidades y sus roles en el sistema de seguimiento
y evaluación.
Tabla
Actores y roles en el sistema de seguimiento y evaluación
Seguimiento y evaluación
Secretaría Técnica de Prevención Integral de Drogas
Fuente y elaboración: SETED
88
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90
ANEXOS
ANEXO 1:
Documento de diagnóstico ampliado.
ANEXO 2:
Ficha metodológica para perfiles de proyectos
ANEXO 3:
Fichas técnicas de indicadores
ANEXO 4:
Glosario
91