Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Hoy, 7.000 millones de personas habitan el planeta y, desde 2007, la mitad reside
en ciudades. Se estima que hacia 2050 se alcancen los 9.000 millones y que las
ciudades no detengan su crecimiento, llegando a acoger al 60% de la población
mundial en 2030 y al 70% en 2050. Y es que cada vez somos más habitantes, y
más urbanos, y las ciudades más grandes y difusas. Actualmente, existen 502
aglomeraciones urbanas que superan el millón de habitantes, 74 que superan los
5 millones, 29 megaciudades por encima de los 10 millones, 12 que superan los
20 millones y 1 ciudad con más de 30 millones de habitantes. Y estas áreas
urbanas, a pesar de concentrar a más de 3.500 millones de personas, apenas
cubren el 5% de la superficie terrestre.
Los desafíos que plantea esta expansión urbanizadora para la calidad de vida
humana y la sostenibilidad medioambiental son incuestionables. El aumento
demográfico en las ciudades y el cambio en sus patrones de producción y
consumo comienzan a chocar con los límites de unos recursos naturales finitos. Y,
si no se introducen cambios, en 2030 será necesario el equivalente a dos planetas
Tierra (huella ecológica mundial). Más del 70% de las emisiones de CO2 proceden
de usos urbanos (15.000 millones de toneladas en 1990, 25.000 millones en 2010
y en 2030 se prevén 36.500 millones). Por otro lado, se calcula que unas 200.000
personas migran cada día a una ciudad, y los suburbios urbanos crecen bajo un
modelo que no responde a las necesidades básicas de sus ciudadanos.
Aproximadamente, mil millones de personas (una sexta parte de la población
mundial) vive en uno de los 200.000 asentamientos precarios (slums) existentes, y
se estima que este número se duplicará en las próximas tres décadas. En las
ciudades africanas, casi dos tercios de la población habitan en slums (solo en
Kibera, barriada de Nairobi, viven más de un millón de africanos). Y en América
Latina, la región más urbanizada y desigual del planeta, el 80% de la población
vive en ciudades y más de una cuarta parte en villas miseria.
Japón tiene una cultura tradicional muy rica, en especial por sus artes escénicas.
Las danzas, las obras teatrales, y la música que podemos encontrar en cada
género tienen un inmenso valor cultural, y no es nada raro que hoy en día sean
más los extranjeros que se interesan por conocer estas disciplinas. Si bien las
artes escénicas japonesas y sus variantes son realmente muchísimas, en esta
entrada voy a presentarte algunas de las más importantes.
Teatro Kabuki
Teatro Noh
El teatro Noh (能) es otra arte escénica destacada de Japón. Se trata de una
forma de teatro tradicional dramático, cuyas obras tienen un avance pausado, en
donde se usa un lenguaje aristocrático muy difícil de entender incluso hasta para
los japoneses. Es un poco más antigua que el teatro Kabuki, ya que esta forma de
teatro se desarrolló durante el periodo Muromachi (333-1573). Sus obras tratan al
igual que el kabuki sobre hechos históricos o leyendas del folclore tradicional,
aunque también es muy frecuente la temática de demonios y divinidades.
En el teatro Noh, los actores principales usan unas máscaras muy llamativas, con
las que representan a muchos personajes. La mayoría de estas tienen un gran
atractivo, y algunas son un tanto aterradoras. La música que acompaña las obras
es monótona y pausada, como dándole un toque de intriga al espectador. Las
narraciones tienen un toque fuerte y antiguo, tanto así que parecen una especie
de conjuro.
Kyōgen
El Kyōgen (狂言) es una rama del teatro Noh, la cual se caracteriza por tener
obras cómicas en las cuales los actores le buscan el chiste fácil a las situaciones
ordinarias. Se trata de una forma tradicional de teatro cómico hablado, que tiene
lugar de manera muy breve entre los actos del teatro Noh, en donde varios actores
representan sucesos históricos o religiosos desde una perspectiva de comedia.
Las marionetas son muy pesadas, y tienen que manejarse de a tres personas. Son
muy articuladas, y aprender el manejo de estas conlleva muchos años. Las
vestimentas de las marionetas son muy elegantes, y sus movimientos y
expresiones muy son realistas, a tal que pareciera que las marionetas cobraran
vida sobre el escenario. Las obras tratan principalmente sobre sucesos históricos
y romances del antiguo Japón.
Gagaku
Los instrumentos usados en el Gagaku son el Shō (un órgano de boca cuyo
sonido representa la llamada del ave fénix), el Hichiriki (un Oboe de doble
lengüeta), la flauta traversa o “Ryūteki”, el Biwa y el Koto ente otros. Su música es
muy común en las bodas tradicionales de Japón.
Kagura
En las danzas y actuaciones de Kagura, los actores suelen usar máscaras y trajes
coloridos con las que representan a distintas deidades, mientras la obra es
acompañada por músicos que tocan tambores japoneses (taiko) y una flauta
llamada Yokobue.
Rakugo
El Rakugo (落語) es un arte escénico de entretenimiento, basado en monólogos,
chistes y largos cuentos relacionados al antiguo Japón. Al igual que el kabuki y el
bunraku, este arte se desarrolló durante el periodo Edo, y sus obras son
representadas por un narrador o “Rakugoka”.
Ritos de iniciciación
Las lágrimas bañan las mejillas de Shadrack Nyongesa, de 14 años, mientras sus
mayores lo increpan antes de embadurnarlo de entrañas de vaca. Este ritual
pretende curtirle el carácter. “Si puedes soportar que tu tío te arroje tripas de vaca
a la cara –dice el periodista bukusu Daniel Wesangula–, serás capaz de soportar
cualquier cosa”.
Canción de la circuncisión
El padre de Sadik cubre con una manta a su hijo recién circuncidado. Su transición
de niño a hombre es así de cruda: hasta ahora era el niño de su madre; desde
ahora es el hijo de su padre. Quedará eximido de las tareas domésticas y vivirá en
su propia cabaña, escuchando los consejos de su padre en vez de los cuentos de
su abuela.
Colección de armas
Drew Moore, de 11 años, posa con su colección de armas de aire comprimido en
su dormitorio, en cuya pared hay escrita una definición: “niño: ruido cubierto de
mugre”. En su comunidad de Arkansas, la caza y la virilidad son inseparables. “No
es que no nos guste un hombre que no cace –dice su madrastra, Callie–, pero el
que caza nos encanta”.
De caza
En Queens, Nueva York, y arropado por los hombres de su familia y por las
tradiciones jasídicas, Levi Tiechtel celebra su bar mitzvah en su decimotercer
cumpleaños. Hace miles de años que los judíos celebran este rito, que
conmemora la edad en la que el varón alcanza la madurez personal y pasa a ser
responsable de sus propios actos, positivos y negativos.
Fortalecimiento de cuerpo y carácter
Demostración de fuerza
Al pie de una pancarta que insta a los ucranianos a que nadie “mancille el honor
de tu país”, los niños aprenden tácticas básicas de combate en un campamento de
verano situado a las afueras de Kiev. Es una experiencia diseñada para preparar a
los chicos para el servicio militar y para inspirar en las chicas un profundo
sentimiento patriótico.
Comando de salvamento
Tras recorrer casi 90 kilómetros en cinco días por la ruta de los Apalaches, una de
las travesías de senderismo más famosas del mundo, Victor Rivera abraza a un
compañero de clase. Su instituto masculino, el St. Benedict’s Prep de Newark, en
Nueva Jersey, inculca una visión concienzuda de la masculinidad. El lema del
centro es: “Lo que daña a mi hermano, me daña a mí; lo que ayuda a mi hermano,
me ayuda a mí”.
EL SANTUARIO DE LA MONARCA
La mariposa Monarca existe sobre la Tierra desde hace millones de años. Muchos
más millones que los que el hombre tiene de existir. Viven nueve meses, 12 veces
más que cualquier otra mariposa.
Pesan menos de un gramo y recorren en su vida siete mil 500 kilómetros durante
su viaje de ida y vuelta de Canadá a México. Para un hombre, en proporción al
peso y la estatura, significaría ir y venir al sol con sus propias fuerzas. Su cerebro
es más pequeño que la cabeza de un alfiler, y sin embargo encuentran su camino
de regreso a México desde Canadá sin haber venido
antes y sin que las guíen mariposas que ya han
estado aquí.
El hecho de alimentarse de esa planta, venenosa para otras especies, las hace
indeseables para los depredadores naturales de las orugas y mariposas comunes,
ya que absorben el veneno y las protege a lo largo de sus dos largos viajes.
Parten de Canadá en agosto y llegan a Michoacán a finales de octubre. En
Michoacán la gente creía que eran las almas de los muertos que regresaban cada
año, ya que se alimentan de los campos de flores unos cuantos días y luego
desaparecen al terminar la fiesta de muertos, con una gran reserva de grasa en el
vientre, remontándose a lo más alto de los bosques de la Sierra Madre
michoacana a dormir colgadas de los oyameles. Despiertan en febrero. A partir de
entonces es un espectáculo verlas: vuelan, toman agua y se alimentan hacia
mediodía, cuando los rayos del sol las calientan. Millones de mariposas vuelan
ante nuestros ojos asombrados haciendo el sonido que hace la nieve al caer. Hora y
media a caballo y una hora más de caminata en la punta de la montaña valen la pena con tal
de contemplar ese espectáculo mágico que termina volviéndose una experiencia mística.
Los mayas contruyeron grandes templos y grandes ciudades como Nakbé, San
Bartolo (en el norte del Petén), Tikal, Palenque, Copán, Calakmul, así como
Uaxactún, Piedras Negras. Los monumentos de las mayas más notables son las
pirámides que construyeron en sus centros religiosos.
• Período Preclásico
Existen algunos fragmentos del Chilam Balam de Chumayel donde se afirma que
éstos provenían de una migración que se produjo en el núcleo original maya que
ciertos arqueólogos han encontrado en la zona maya guatemalteca conocida
como El Petén, cuando en el Preclásico medio se comezaron a desarrollar
ciudades monumentales, en la Cuenca del Mirador, como Nakbé, ca 1000 AC El
Mirador, ca 600 AC, Cival, ca 450 AC y San Bartolo ca 400 AC con sus ahora
famosos murales del Preclásico, los más finos y antiguos del área Maya. Estas
grandes ciudades, ya contaban con todas las características que hicieron famosos
a los Mayas del periodo Clásico, y dando lugar a la duda si los Olmecas y Mayas,
de hecho fueron culturas que se desarrollaron independientemente.
• Período Clásico
También llamado Periodo Teocrático, abarca desde los años 320 a 987 dC
aproximadamente. Recibe este nombre porque en un principio se creyó que fue el
grupo sacerdotal el que detentó el poder político y que toda la vida económica,
social y cultural se desarrolló en torno a la religión. Consecuencia una fuerte
estratificación social. Las zonas arqueológicas más conocidas de este periodo
son: Tikal, Uaxactún, Piedras Negras, Cancuén, Dos Pilas, Machaquilá, Aguateca,
Palenque, Yaxchilán, Kankí,Bonampak, Quiriguá, Tulum, Edzná, Oxquintok,
[[Ceibal[[, Xamantún, Copán, Yaaxcanah, Cobá, El Cedral, Ichpaatún, Kantunilkín,
Kuc (Chancah), Kucican, Las Moras, Mario Ancona, Muyil, Oxlakmul, Oxtancah,
Oxhindzonot, Pasión de Cristo, Río Indio, San Antonio III, Nohkuo Punta Pájaros,
San Manuel, San Miguel, Punta Molas, Tamalcab, Templo de las Higueras,
Tupack, Xlahpak, Tzibanché y Kohunlich. Los dos principales centros de la zona
del Petén son Uaxactún y Tikal. Uaxactún (889 dC), localizado varios kilómetros al
sur de Tikal, tiene el templo maya más antiguo que se conoce en la región, y es el
primer lugar en donde se observó la existencia de la bóveda falsa. Tikal (292 adC-
869 dC), enclavado en el corazón de la selva muestra una gran influencia
teotihuacana y llegó a poseer 40 mil habitantes en su momento culminante. Este
centro dependía de una complicada red comercial y se encontraba enclavado en
un lugar estratégico, entre dos sistemas fluviales que iban al Golfo de México y al
mar Caribe. Copán, en Honduras, cuyo esplendor se dio hacia el año 736 dC, fue
el centro científico del mundo maya, en donde la astronomía se perfeccionó al
punto de determinar la duración del año tropical, de crear las tablas de eclipses y
de idear una fórmula para ajustar el calendario, más exacta que la usada en la
actualidad. Cien años después de la destrucción de Teotihuacan, los centros
mayas entraron en crisis, se despoblaron, y sus ciudades fueron invadidas por la
selva, que anonciba la desaparición del pueblo maya.
• Período Posclásico
Abarca los años 1000-1687 dC Una vez abandonados los centros ceremoniales
mayas del periodo clásico, la fuerza generadora de esta época va a ser una
corriente migratoria identificada étnicamente con los mayas arraigados en la
región, que traía consigo una cultura mestizada de fuerte contenido náhuatl.
El territorio del que provenían los putunes era el delta de los ríos Usumacinta y
Grijalva, una región de ríos, riachuelos, lagunas y pantanos en donde
predominaba el transporte acuático. Esto hizo de los putunes unos excelentes
navegantes y mercaderes, que controlaban las rutas marítimas comerciales
alrededor de la península de Yucatán, desde la Laguna de Términos en
Campeche hasta el centro de Sula en Honduras.
Hacia el año 1000, Chichén Itzá formó una alianza con los cocomes de Mayapán y
los xiu de Uxmal. Dicha alianza es conocida con el nombre de Confederación o
Liga de Mayapán, rota en 1194 por Hunacc Ceel, líder de los cocomes. Las
hostilidades desembocaron en la derrota tanto de los itzaes como de los xiu. El
auge de Chichén-Itzá y de sus gobernantes maya-toltecas terminó en caos hacia
fines del siglo XIII. Los itzaes abandonaron su ciudad y se dirigieron a las selvas
desiertas del Petén. Allí, en el lago Petén-Itzá, fundaron una nueva población
localizada en la isla de Tayasal.