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colección

Nuevas teorías econó micas


dirigida por Julio C. Neffa y Héctor Cordone
Edición: Primera. Julio de 2013
Tirada: 500 ejemplares

ISBN: 978-84-15295-43- 3

© 2013, Miño y Dáv ila srl / Pedro Miño

Prohibida su reproducción total o parcial, incluy endo


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Índice

Presentación ........................................................................................ 11
M a r t ín Sc hor r

1. Dinámica externa de la economía argentina. Un análisis a part ir de


las grandes firmas................................................................................ 19
Pa bl o M a nz a ne l l i y Ma r t ín Sc hor r

I. Introducción ................................................................................. 19
II. La cúpula empresaria en el co mercio exterior de la Argentina.... 23
III. La trayectoria estructural de la elite emp resaria .......................... 32
IV. Reflexiones fin ales ....................................................................... 39
Bibliografía ......................................................................................... 52

2. La extranjerización de la industria argentina en la posconvertibilidad.


Un análisis del poder económico sectorial .......................................... 55
Pa bl o M a nz a ne l l i y Ma r t ín Sc hor r

I. Introducción ................................................................................. 55
II. La ext ranjerización del poder económico industrial.................... 57
III. La fisonomía estructural de los diferentes segmentos del poder
económico industrial .................................................................... 67
IV. Reflexiones fin ales ....................................................................... 77
Bibliografía ......................................................................................... 79

3. Oligopolio y formación de precios. La industria argentina en la


posconvertibilidad ............................................................................... 83
Pa bl o M a nz a ne l l i y Ma r t ín Sc hor r

I. Introducción ................................................................................. 83
II. Metodología y fuentes de información ........................................ 89
III. Estructura de los mercados y formación de precios en la industria 92
IV. Oligopolios industriales, ganancia e inversión ............................ 101
V. Reflexiones fin ales ....................................................................... 105
Bibliografía ......................................................................................... 114

4. Inserción de la industria argentina en el mercado mundial: perfil de


especialización según densidad tecnológica de los productos ............ 117
M a r t ín Sc hor r y an dr é S Wa ine r

I. Introducción ................................................................................. 117


II. Una v isión general del intercambio co mercial de b ienes
industriales ................................................................................... 120
III. La clasificación de manufacturas según su complejidad
tecnológica ................................................................................... 123
IV. El análisis de las exportaciones según el contenido
tecnológico de los bienes ............................................................. 127
V. Las importaciones y el saldo co mercial según el contenido
tecnológico de las manufacturas .................................................. 133
VI. Reflexiones fin ales ....................................................................... 139
Bibliografía ......................................................................................... 142

5. ¿Sustitución de importaciones en la posconvertibilidad?


Una mirada desde la industria automotriz y la de bienes de capital ... 145
M a r ía Jo S é ca St e l l S y Ma r t ín Sc hor r

I. Introducción ................................................................................. 145


II. El sector automotor ...................................................................... 147
III. La industria de bienes de capital .................................................. 154
IV. Reflexiones fin ales ....................................................................... 165
Bibliografía ......................................................................................... 185

6. La industria del cuero en la posconvertibilidad: reactivación y


especialización regresiva .................................................................... 187
eSt e ba n Fe r r e ir a y Ma r t ín Sc hor r

I. Introducción ................................................................................. 187


II. Características productivas de la industria del cuero y marco
normativo ..................................................................................... 190
III. Rasgos estructurales de la industria ............................................. 195
IV. Dinámica productiva .................................................................... 202
V. Reflexiones finales: lineamientos de política para revertir la
primarización y la especialización regresiva ............................... 214
Bibliografía ......................................................................................... 217
7. La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad
y tensiones estructurales en la posconvertibilidad .............................. 219
eSt e ba n Fe r r e ir a y Ma r t ín Sc hor r

I. Introducción ................................................................................. 219


II. Perfiles de especialización internacional ..................................... 221
III.Características productivas de la industria en la Argentina ......... 224
IV. Estructura y dinámica reciente de la industria ............................. 231
V. Distribución del ingreso e informalidad en la industria de la
confección .................................................................................... 244
VI. Reflexiones fin ales ....................................................................... 248
Bibliografía ......................................................................................... 253

Sobre los autores .......................................................................................... 255


Presentación
Martín Schorr

E
n este lib ro se reúne una serie de trabajos realizados a lo largo de varios
años en el marco del Proyecto de Investigación “La industria argentina
en la posconvertibilidad: continu idades y rupturas en la d inámica y la
estructura del sector” (PICT 2008-0406), patrocinado por la Agencia Nacional de
Pro moción Científic a y Tecnológica. Este programa de estudio fue coordinado por
Daniel Azpiazu hasta su lamentable y repentino fallecimiento en agosto de 2011.
Por ello, y por muchas otras razones, esta obra está dedicada a su memo ria.
En las páginas que siguen el lector encontrará los resultados de una prolon -
gada y fructífera labor en equipo, la que se plasma, al menos, en dos cuestiones.
En primer lugar, en el hecho de que los trabajos compilados fueron discutidos
entre todos los autores en numerosas ocasiones y en instancias diversas, haciendo
propias las palabras de Kaldor, para quien “las ideas difícilmente afluyen en el
aislamiento –surgen como consecuencia de un proceso social– y a menudo es casi
imposible separar la contribución de un individuo en particular o constatar la medida
en la que los propios pensamientos fructificaron gracias a los pensamientos de
otros”1 . En segundo lugar, estrechamente relacionado, si bien el libro está compuesto
por siete artículos que versan sobre diferentes temáticas y que pueden ser leídos de
manera independiente, una lectura de conjunto puede resultar enriquecedora ya que
en ellos subyacen múltiples hipótesis y preguntas de investigación compartidas.
Esas preocupaciones analít icas surgieron de la necesidad de pro fundiza r
varias líneas de indagación que quedaron “abiertas” tras un estudio previo que
realizamos con Azpiazu, en el que se abordó el desenvolvimiento de la industria
argentina desde la última dictadura militar hasta mediados de la década de 2000,

1 Kaldor, N. (1969): Ensayos sobre estabilidad y desarrollo económico, Tecnos, Madrid.

11 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
ya en el marco de la denominada posconvertibilidad 2 . Pero, ad icionalmente, esos
focos de interés se inscriben en el intento de poner en discusión ciertas postu-
ras académicas y políticas que han estado muy en boga en los últimos años en
Argentina y que, co mo tales, en no pocas ocasiones han sido to madas co mo
“verdades reveladas” por vastos sectores. Al respecto, entre otros interrogantes
disparadores de las investigaciones que dieron origen a los artículos que aquí se
reúnen, se destacan los siguientes:

• Luego del abandono del régimen de convertibilidad, ¿se puede afirmar que
la Argentina ha atravesado un proceso de reindustrialización con creciente
control nacional y que ha sentado las bases para config ur ar un nuevo modelo
económico?
• En el t ranscurso del último decenio, ¿es posible reconocer la existencia de un
camb io estructural en el perfil de especialización p redominante en el sector
manufacturero local y en su inserción en la división internacional del trabajo?
Y en una línea similar, ¿se ha asistido a un proceso sostenido de sustitución
de importaciones?
• En los años recientes, ¿se han revertido ciertos legados crít icos del neolibe-
ralismo en diferentes frentes (reprimarización, dependencia tecnológica, des-
articu lación de la matriz fabril, concentración y centralización del cap ital,
extranjerización, etc.)?
• En su ma, ¿en la posconvertibilidad ha tenido lugar un p roceso de desarrollo
industrial (reindustrialización) o resulta más atinado referirse a una fase de
crecimiento?

Para dar respuestas a estos interrogantes comunes y claramente vinculados entre


sí, los siete estudios que integran este libro parten de la adopción de un enfoque
de neto corte heterodoxo en el que la economía necesariamente debe ser encarada
como economía política. Es decir, co mo una ciencia social en la que el poder y
su distribución desigual entre las distintas clases sociales y fracciones de clase
constituye uno de los ejes centrales del análisis.
A partir de este encuadre compartido, los artículos pueden ser divididos en
dos grandes bloques. Un primer grupo hace hincapié en la evolución y las trans-
formaciones sobrevenidas en los últimos años en el poder econó mico doméstico,
y en las relaciones que pueden establecerse entre tales cambios y el desempeño
estructural del sector fabril: “Dinámica externa de la econo mía argentina. Un
análisis a part ir de las grandes firmas” y “La extran jerización de la industria
argentina en la posconvertibilidad. Un análisis del poder económico sectorial”.
Por su parte, un segundo grupo de trabajos hace eje en la perspectiva sectorial

2 Azpiazu, D. y Schorr, M. (2010): Hecho en Argentina. Industria y economía, 1976-2007, Siglo


Veintiuno Editores, Buenos Aires.

12 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
focalizándose en distintas dimensiones: “Oligopolio y formación de precios. La
industria argentina en la posconvertibilidad”, “Inserción de la industria argentina
en el mercado mundial: perfil de especialización según densidad tecnológica de
los productos”, “¿Sustitución de impo rtaciones en la posconvertibilidad? Una
mirada desde la industria auto motriz y la de b ienes de capital”, “La industria
del cuero en la posconvertibilidad: reactivación y especialización regresiva” y
“La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad y tensiones
estructurales en la posconvertibilidad”.
La principal finalidad que perseguimos es que, mediante una lectura de con-
junto del lib ro, resulte posib le acceder a una amplia gama de evidencias que
permitan aproximarse a una visión más o menos “integral” sobre la trayectoria de
la industria argentina en el transcurso de la posconvertibilidad (con la debida iden-
tificación de las líneas de continuidad y de ruptura que pueden establecerse entre
esta etapa y lo acontecido durante la década de 1990). Ahora bien, a pesar de su
pretensión de “globalidad”, los enfoques asumidos son naturalmente parciales en
función de los marcos teóricos escogidos, las metodologías desplegadas, las fuentes
de información básica utilizadas y los posicionamientos político-ideológicos de
los autores. A pesar de esta inevitable parcialidad, que está presente en cualquier
investigación en ciencias sociales, a lo que se aspira, en última instancia, es a brin-
dar algunos elementos de juicio para el necesario debate social –hoy prácticamente
ausente– acerca de las características y los alcances de un plan de industrialización
para nuestro país.

I. Adelantando algunas conclusiones

Con sus respectivas especificidades, los siete artículos arro jan distintas con-
clusiones que aluden a la naturaleza acotada de la reindustrialización de la eco-
nomía argentina en la posconvertibilidad. Ello, por varias razones, entre las que
interesa resaltar apenas cuatro.
En p rimer lugar, a pesar de la notable expansión fabril que se verificó desde
med iados de 2002 (que hasta 2007/08, “dólar alto” mediante, se difundió, con
sus más y sus menos, a lo largo de todo el tejido manufactu rero ), casi no se
man ifestaron tendencias a un cambio estructural en el perfil de especialización e
inserción internacional de la industria doméstica respecto del período de vigencia
del neoliberalis mo. Se trata de una matriz productiva con un predominio marcado
y creciente de ramas afincadas en el procesamiento de recursos naturales (por
lo general, con bajo valor ag regado) y unos pocos ámbitos privilegiados de acu-
mu lación, co mo la armaduría auto motriz y el enclave ensamblador de productos
electrónicos en Tierra del Fuego.
En su mayoría, las manufacturas más relevantes se caracterizan por ser alta-
mente concentradas y estar controladas por capitales extranjeros y/o un puñado

13 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
de grupos económicos locales; por tener una inserción destacada en los mercados
mundiales por la v ía expo rtadora y/o a partir de una elevada demanda impor-
tadora; por presentar escasos eslabonamientos interindustriales y una reducida
capacidad generadora de emp leo; y por el hecho de que para las empresas líderes
que se desenvuelven en tales espacios, los salarios pesan mucho más co mo un
costo empresario que co mo un elemento dinamizador de la demanda interna.
De allí que no deba extrañar que, a la par de la ausencia de camb io estructural
en el ámb ito fabril, se hayan afianzado las tendencias a la concentración y cen-
tralización del capital con eje en una extranjerización sumamente acentuada, al
tiempo que se tornan cada vez más evidentes los límites objetivos que el perfil de
especialización predo minante le impone a la red istribución del ingreso.
En segundo lugar, ante lo restringido de la sustitución de importaciones (en
términos cuantitativos y cualitativos), el desempeño manufacturero en la poscon-
vertibilidad no logró revertir el cuadro histórico de dependencia tecnológica de
la industria argentina y, por esa vía, su carácter trunco. Entre otras cosas, esto se
expresa en el déficit comercial estructural de gran parte de las industrias (sobre
todo las de mayor densidad tecnológica), con la salvedad de unas pocas vincu -
ladas con las ventajas comparativas estáticas del país. Esa suerte de “dualidad
estructural” (que a part ir de 2007 derivó en saldos comerciales deficitarios en el
agregado sectorial, con la excepción de 2009 a raíz de los impactos domésticos
de la crisis mundial), es ind icativa de que en la últ ima década no se redujo la
“divisa-dependencia” característica del sector manufacturero local.
En ese marco es que se man ifiesta una de las “parado jas” del co mporta -
miento fab ril reciente : si b ien en los últ imos años, y de modo recurrente, la
industria ha sido catalogada como la “loco motora del crecimiento” y el sector
dinamizador y ordenador de un “modelo de acu mulació n con inclusión social”,
en los hechos la no reversión de la dependencia tecnológica terminó reforzando
la centralidad estructural y el poder de veto de los grandes proveedores de divisas
en la Argentina, cuyo ciclo de acumu lación y reproducción amp liada del capital
en la esfera productiva gira alrededor de activ idades con un bajo (o nulo) g rado
de industrialización. Estos sectores y los actores que los controlan resultaron
ampliamente favorecidos no sólo en términos estructurales, sino tamb ién por
las intensas transferencias intersectoriales del ingreso que tuvieron lugar tras la
“salida devaluatoria” de la convertibilidad por efecto de la dinámica que asumió
el co mportamiento de los precios relativos en la econo mía y en el interior del
sector manufacturero.
En tercer lugar, en un escenario sectorial que, por diferentes motivos, potenció
las tendencias a la concentración económica, de los análisis sobre la trayectoria
de la elite empresaria en la posconvertibilidad se desprenden algunos hallazgos
relevantes.
Por un lado, de la mano de la v igencia en el nivel interno de un “dólar alto”
(hasta 2007/08) y de mercados internacionales de commodities en franca expan-

14 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
sión, se manifestaron ciertas mod ificaciones en el perfil constitutivo de la cúpula
respecto del decenio de 1990. En lo sustantivo, las mis mas se asocian al fuerte
avance estructural en el seno del poder económico local de aquellas corporaciones
industriales con una marcada orientación exportadora (agroindustrias, elaborado-
ras de acero y alu min io, algunas fabricantes de productos químico-petroquímicos
y las terminales automotrices). Y de otras co mpañías que integran el panel de las
empresas de mayor envergadura del país que, merced a la exp lotación de recursos
naturales, también t ienen en los mercados externos una fuente decisiva de su acu-
mu lación (mineras, agropecuarias y, durante algún período, de la actividad hidro-
carburífera). Todo ello, en detrimento de d iversas firmas “mercado­internistas”
ligadas, sobre todo, a la prestación de servicios y varios rubros comerciales.
Por otro lado, esta vez como línea de continuidad con la convertibilidad, se
recrudeció el proceso de extranjerización a raíz de la marcada gravitación de las
empresas transnacionales en las industrias d inámicas y de mayor g ravitación
estructural, as í co mo de la intensa cent ralización del cap ita l que se verificó.
Ésta derivó en una importante desnacionalización de muchas firmas líderes de
distintas ramas manufactureras (frigorífica, cementera, siderúrgica, alimenticia,
derivados de petróleo, etc.).
Por último , cabe resaltar la estrategia privilegiada por las grandes empresas
fabriles de sustentar buena parte de su expansión y su consolidación de mercado
en la minimización de la inversión reproductiva (con márgenes de rentabilidad
muy elevados) y en la captación diferencial de excedentes, básicamente a través
de la fijación o ligopólica de precios y la percepción de una amp lia gama de
subvenciones estatales.
Así, se está en presencia de un poder económico cada vez más concentrado y
extran jerizado; con una creciente capacidad de veto a favor de su sólida inserción
exportadora en un sector manufacturero que, en términos generales, se caracteriza
por la señalada “dualidad estructural” en su posicionamiento comercial externo;
con una baja contribución en lo que se refiere a la amp liación de las capacidades
productivas domésticas (y, cuando lo hace, con una considerable demanda impor-
tadora); y con un esquema de acu mulación con eje en las ventajas comparativas
estáticas, la vigencia de salarios reducidos desde la perspectiva internacional y
una distribución funcional del ingreso sumamente regresiva. Está claro que este
poder económico, tan fortalecido en estos años de crecimiento fabril, no puede
ser la base de sustento de un “modelo de acu mulación con inclusión social” y, en
ese marco, de un cambio estructural en el perfil de la industria argentina. Máxime
cuando en la actualidad estos sectores se encuentran pugnando por una fuerte
devaluación co mo modo de maximizar sus ganancias (con sus consiguientes
efectos sobre el salario real).
En cuarto lugar, los estudios sobre la evolución en la posconvertibilidad de
sectores fabriles esp e cíficos arrojan una serie de evidencias que refuerzan lo ante-
dicho acerca del carácter acotado de la reindustrialización de los últimos años.

15 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
Por ejemp lo, en el caso de la industria automotriz y la de b ienes de capital
sobresale la debilidad de un planteo sustitutivo que apostó casi exclusivamente
al “dólar alto”, mientras se mantuvieron (e, incluso, se reforzaron) ciertos instru-
mentos que datan de la década de 1990. En los hechos, esto acarreó saldos comer-
ciales altamente deficitarios en el marco del proceso de “sustitución inversa” que
tuvo lugar ante el desaprovechamiento de la masa crítica existente para avanzar
por la vía sustitutiva (y pese al dinamis mo exportador de determinados produc -
tos). En otras palabras, la polít ica pública alentó el crecimiento de ambas indus-
trias pero no fue capaz de lograr una mayor integración del tejido manufacturero
y grados crecientes de autonomía nacional en actividades con un potencial para
nada desdeñable en términos de dinamización de encadenamientos productivos,
creación de emp leos (mayoritariamente calificados) y difusión del conocimiento
científico-tecnológico.
En otros casos, como en el de la industria del cuero y sus derivados (calzado
y marroquinería), la intervención estatal procuró la sustitución de importaciones,
pero a costa de afianzar un perfil de especialización regresivo a base de bienes
que resultan real o potencialmente co mpetitivos de los que se elaboran en países
cuya principa l ventaja “co mpetit iva” rad ica en niveles salariales ínfimos. Este
sesgo del funcionamiento de esta rama fabril se vincula con dos factores concu-
rrentes. Por un lado, con el hecho de que la apuesta sustitutiva quedó “presa” de
la necesidad de resolver algunos problemas macroeconómicos a corto (y muy
corto) plazo, co mo el de evitar la irrupción de un escenario de restricción externa,
antes que enmarcarse en una estrategia de desarrollo sectorial de mediano y largo
alcance. Por otro lado, con el peculiar manejo que se realizó de los derechos y los
reintegros de exportación que, en un contexto internacional favorable, terminó
incentivando ventas externas de cuero con escaso o nulo procesamiento y, en el
nivel interno, la emergencia de restricciones importantes en el abastecimiento de
materia prima, de allí la búsqueda de insumos alternativos (text iles, sintéticos,
etc.) y su correlato sobre la matriz productiva de la act ividad.
Finalmente, en el caso de la industria text il y de indumentaria, vale señalar
que se trata de un sector que se expandió de modo considerable en la posconver-
tibilidad, pero asociado a la consolidación de un seg mento informal muy grande,
con un rol destacado de micro, pequeñas y medianas unidades económicas, un
componente elevadísimo de trabajo precario, y cuya existencia y expansión son
cada vez más funcionales a la estrategia de acu mulación de los actores predo-
minantes. Ello, en el cuadro de una ostensible segmentación de los mercados
de consumo y una feno menal transferencia de ingresos a favor de los núcleos
productivos más concentrados (proveedores de insumos básicos y grandes marcas
de ropa) y de otros rubros económicos (comercial y financiero).

16 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
II. Del crecimiento al desarrollo:
la necesaria reindustrialización nacional

Reto mando las preguntas que ordenaron las investigaciones que dieron lugar
a los trabajos que integran este libro, resulta posible afirmar que en la poscon-
vertibilidad la industria argentina ha atravesado una fase de crecimiento pero no
de desarrollo.
Si bien los tremendos legados del neoliberalis mo imperante en el período
1976-2001 sobre el sector manufacturero doméstico no pueden ser revertidos “de
la noche a la mañana”, tampoco se debería soslayar que, a más de una década
del abandono de la convertibilidad , muchas de esas pesadas herencias, lejos de
haberse revertido, se han profundizado (en algunos casos con creces). Co mo se
desprende de las consideraciones que anteceden y de los distintos análisis que el
lector pod rá encontrar en los est udios que aquí se comp ilan, el ciclo reciente
de crecimiento sin desarrollo se encuentra estrechamente relacionado con las
modalidades que asumió el funcionamiento estatal.
Al respecto, el “fomento industrial” de los últ imos años puede ser dividido en
dos etapas. En la primera, que abarca desde 2002 hasta 2007/08, la “apuesta de
fondo” de las autoridades gubernamentales pasó por el sostenimiento de un tipo
de camb io elevado, casi sin políticas industriales activas y coordinadas (los pocos
instrumentos que se aplicaron, muchos de ellos concebidos e imp lementados en
el decen io de 1990, favorecieron fundamentalmente a las emp resas líderes y,
por ende, reforzaron en sus aspectos esenciales el statu quo heredado en lo que
respecta al perfil de especialización, la inserción internacional, la fisonomía del
poder económico, etc.). La segunda etapa es contemporánea con el pau latino
agotamiento del “dóla r alto” y la irrupción de la crisis mundia l a med iados de
2008: desde entonces y hasta el presente, se ha venido recu rriendo a algunas
medidas “novedosas” (como, por ejemp lo, las restricciones a las impo rtacio -
nes, diversos aumentos de aranceles, la búsqueda por redireccionar proyectos de
inversión a la esfera productiva, etc.); pero, en general, las mismas han quedado
subordinadas a la decisión de hacer prevalecer en la coyuntura ciertos equilibrios
macroeconómicos. En consecuencia, más allá de sus diferencias en cuanto a los
lineamientos privileg iados, las dos etapas reconocen un denominador co mún: la
ausencia de una estrategia y un plan de desarrollo industrial3 .
En ese contexto, si a lo que se aspira es a que el crecimiento manufacturero se
transforme en un proceso de desarrollo sectorial sostenido y sustentable, es cada
vez más evidente que se requiere una red efinición del “estilo de industrialización”

3 Durante el gobierno de Kirchner y en los de su sucesora, el señalado accionar gubernamental


se desplegó en consonancia con una política de ingresos que buscó recomponer con criterio
redistributivo los ingresos de los sectores populares en general, y de los trabajadores en par-
ticular (sobre todo, de los asalariados registrados). Y, por esa vía, servir como mecanismo de
incentivo de la propia producción fabril.

17 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
y de las polít icas de fo mento. Ahora bien, ello supone como requisito prev io el
contar con un diagnóstico pormenorizado sobre la situación y las perspectivas
de la industria local y de las diferentes ramas que la conforman, así co mo sobre
la ostensible heterogeneidad estructural que se manifiesta en los planos inter e
intrasectorial; elementos indispensables, a su vez, para el necesario debate social
sobre las formas que debería asu mir una reindustrialización nacional genuina (y
no acotada). Este libro pretende aportar algunos elementos a tales efectos.

Buenos Aires, mayo de 2013

18 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD
La industria del cuero en la posconvertibilidad:
6/ reactivación y especialización r egresiva

Esteban Ferreira y Martín Schorr1*

I. Introducción

L
a generación de emp leo, la d iversificación productiva, la mejo ra en el
balance comercial de la industria y la autonomía en la política económi-
ca están relacionadas con el desarrollo de las cadenas de valor. Es decir,
con la elaboración de bienes finales a partir de productos intermedios e insumos
nacionales, de alto valor agregado, intensivos en mano de obra y/o con alto con-
tenido tecnológico, para vender tanto en el mercado interno, co mp itiendo con
importaciones, como en el mercado externo.
La industria del cuero es un ejemplo , observable tamb ién en otros ámbitos
productivos, donde el eslabón intermedio intensivo en capital y fabricante mayor-
mente de commodities es un factor determinante para el desarrollo del resto de
los eslabones. En este caso, las curtiembres grandes son la fracción dominante
que, a part ir de su poderío econó mico fruto del alto g rado de concentración
teniendo como destino primord ial el mercado externo, logran la subordinación
del sector de b ienes finales que, consecuentemente , avan za en un p roceso de
especialización en bienes intensivos en insumos text iles y vinílicos con claras
desventajas competitivas en desmedro del aprovechamiento del cuero, materia
prima con ventaja co mpetitiva.
La part icularidad de esta industria radica en que su materia prima es un resi-
duo del mercado de carnes, por lo cual la demanda de cueros no impacta sobre
su oferta. En el caso argentino el estancamiento del stock ganadero y su faena,
desde hace casi cuarenta años, deja inamovible la oferta de cueros 2 . Un mercado

1* La versión original de este trabajo se culminó en julio de 2012 y fue publicada en Realidad
Económica, Nº 270, Buenos Aires, 2012.
2 Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la faena de 2011 es la más baja
desde 1974, mientras que el stock es un 14% inferior a ese año. Entre los años señalados, la

187 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


con oferta prácticamente inelástica tiene como condición necesaria –aunque no
suficiente– para la expansión de la cadena de valor, asegurar su provisión para
la industria.
Los países desarrollados, que son productores minoritarios de la materia prima
(excepto Estados Unidos), pujan por obtener los escasos cueros en estado bruto
y los denominados wet-blue dejando las etapas “sucias” a los países en desarro-
llo. Las naciones productoras, a su vez, recurren a mecanis mos para retener sus
cueros y desarrollar su industria curt idora y de manufacturas. En algunos casos
como India, Indonesia o Pakistán, existen restricciones a la exportación de cue -
ros crudos. En el caso de la India, inclusive, se limita la exportación de cuero en
cualquier estado de terminación para asegurarle el abastecimiento a la industria
manufacturera local. Esta mis ma problemática se refleja dentro del Mercosur,
donde Brasil y Uruguay gravan la salida de los cueros crudos y wet-blue.
Argentina también ha llevado adelante una política tendiente a retener cueros
que posibilitó el desarrollo de la industria curt idora. Sin embargo, al no p rolon-
garse el abastecimiento hacia los bienes final es, el eslabón intermedio se acomodó
dentro de la seg mentación internacional de la producción co mo proveedor de
materia prima para fabricantes de manufacturas de cuero en países con bajo costo
de mano de obra, en línea con las estrategias de las empresas transnacionales.
Con la materia prima asegurada, en un nivel inferior a la capacidad instalada
local y a la demanda mundial, la industria curtidora nacional adecuó su estructura
tecnológica y de mano de obra para insertarse en el mercado global de acuerdo
a sus requerimientos, es decir, commodities para fabricantes transnacionales de
manufacturas. La política pública se alineó a la demanda del “mercado”, resul-
tando en un escaso desarrollo de los bienes finales de la cadena y una tendencia
creciente, profundizada en los ú ltimos años a partir de las medidas de protección
al mercado interno para manufacturas text iles y de plástico, a su especialización
en segmentos que no gozan de ventajas comparativas ni competit ivas.
De este modo, la p roblemática de la industria del cuero g ira en torno a la
legislación vigente para el sector y las rig ideces de oferta de la materia prima.
Estos dos aspectos han estructurado una cadena de valor que se puede defi-
nir de acuerdo a su orientación por tipo de mercado. Por un lado, un reducido
número de curtiembres de gran porte, algunas de las más importantes de capitales
transnacionales, insertas en el mercado mundial co mo proveedoras de commo-
dities, principalmente de cuero semiterminado, y, por el ot ro, una buena can-
tidad de curt iemb res pequeñas y fabricantes de manufacturas (marroquinería ,
calzado, indumentaria, etc.) que destinan su producción esencialmente al mercado
interno.

faena por habitante cayó un 33% y el stock un 46% (véase http://www.minagri.gob.ar/site/index.


php, consultado el 21/3/2013).

188 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


El primer grupo, altamente concentrado, tiene el poder de co mpra de la mate-
ria prima determinando, en buena medida, la rentabilidad del sector frig orífic o y
de las manufacturas. Esto imp lica un factor de poder que ha asegurado su creci-
miento con muy buenos resultados: capacidad instalada para p rocesar todos los
cueros del país, tecnología de primera línea, escala de producción a nivel g lobal
y exportaciones que alcanzan al 80-90% de la p roducción 3 .
Por su parte, el sector orientado básicamente al mercado interno queda con -
formado por un gran nú mero de empresas pequeñas y med ianas intensivas en
trabajo y de alto valo r agregado, con escasa disponibilidad de materia prima, de
baja calidad y alto precio, aspectos que truncan su desarrollo, así co mo su poten-
cial inserción co mpetitiva en los mercados externos. Dentro de este esquema, las
curtiembres pequeñas tienden a desaparecer y las manufacturas vienen mutando
su producción hacia bienes de otros materiales perd iendo la ventaja generada
por el cuero local de alta calidad. La necesaria p rotección de la materia p rima
asegura la continuidad de la industria curtidora exportadora pero no alcan za a
estimular el eslabón de bienes finales intensivos en mano de obra y de alto valor
agregado. Así, la ausencia de desarro llo de las manufacturas debe entenderse
como resultado de las polít icas económicas para la cadena de valor. Este seg-
mento se mantiene en pequeñas y medianas empresas con escasa tecnología y
métodos productivos tradicionales, pese a los cuales todavía mantiene, aunque
decreciente, cierta inserción internacional a part ir del conocimiento del oficio en
productos de valor agregado, alto precio y calidad.
El Cuadro N° 1 resume las características de la industria. La inelástica oferta
de cueros trunca la expansión del sector curtidor y t iende a su concentración en
pocas firmas exportadoras, además de generar un reducido impacto sobre el sector
manufacturero local. En el resto de la cadena, integrada fundamentalmente por
pymes, el crecimiento está limitado por la escasa materia prima en el mercado
interno que ha derivado en una orientación creciente hacia productos no compe-
titivos en el mercado mundial, sólo viables para un mercado interno protegido.

3 Sadesa, líder del mercado, tiene diez plantas industriales distribuidas en Argentina, Uruguay, Pa-
raguay, Tailandia y China; además cuenta con una red comercial extendida en dieciocho países.
Arlei cuenta con tres plantas en Argentina y oficinas comerciales en ocho países, mientras que
La Hispano posee tres fábricas en Argentina y una en China, junto a tres oficinas comerciales
en el exterior. Las principales multinacionales son Fonseca y Toredo con una planta cada una
en el país. Sólo Sadesa y La Hispano venden regularmente en el mercado interno.

189 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Cuadro N° 1. Características estilizadas de la industria del cuero.

Origen Uso Procesos Destino Proceso Productos Destino


del cuero manuf acturas
85%
Curtiembres exportación
grandes (básicamente
semiter minado)
Mercado
Diseño, corte, Calzado de
Wet-blue interno (3%
aparado, ar mado cuero
Frigorífico Se miterminado exportación)
Ter minado 15% mercado Diseño, corte
Curtiembres
interno y rebajado, Marroquinería
chicas Mercado
(terminado) preparado y y otras
interno (10%
confección, manu facturas
exportación)
ar mado y de cuero
terminación

Fuente: Elaboración propia en base a información del sector.

Las características de la oferta de cuero y las políticas públicas han moldeado


una cadena productiva desequilib rada con escaso valor ag regado y tendencia
hacia su primarización, induciendo en los ú ltimos años una sustitución de manu-
facturas de cuero por otras intensivas en materiales textiles y sintéticos.
Además de estas consideraciones introductorias, el trabajo se o rganiza de la
siguiente manera. En la Sección II se describe el proceso de producción en la
industria considerando su agregación de valor por etapas y la legislación vigente,
ambos elementos determinantes de la estructura productiva. En la Sección III se
analizan los datos estructurales a partir de los dos últimos censos económicos
dividiendo las actividades en dos grupos de acuerdo a su orientación, de modo
de observar sus diferencias orgánicas. En la Sección IV se procura identificar
los principales rasgos distintivos del desempeño de la industria estudiada en la
posconvertibilidad. Finalmente, en las conclusiones se plantean, para la discusión,
algunos lineamientos de política industrial tendientes a revertir el regresivo perfil
de especialización sectorial v igente.

II. Características productivas de la industria del cuero y marco


nor mativo

De la cadena product iva se deriva una serie de subproductos con distinta


agregación de valor que son tenidos en cuenta en el marco normativo sectorial,
particularmente en los derechos y los reintegros a la exportación. En este sentido,
es apropiado describir las etapas productivas y luego su correlato en términos de
incentivos a la producción y la exportación.

190 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


II.1. Principales características de la cadena del cuero

El sector curtidor, transformador de piel en cuero, es un segmento maduro con


escasas innovaciones, únicamente en algunos procesos a partir de nuevos insumos
químicos, de modo que su competit ividad gira en torno a la disponibilidad de
materia prima co mo condición necesaria exógena a la industria, así co mo a la
tecnología y escala como condición interna.
La o ferta de materia prima para la industria del cuero no depende de su
demanda, sino de la faena de ganado que, a su vez, depende de su stock. Es decir,
el mercado de carnes determina la cant idad de cueros producidos. La escasez
de cueros, en relación con su demanda, es un fenó meno mundial de la rgo plazo
derivado de la mayor rentabilidad de la agricultura respecto de la ganadería y el
menor consumo de carne observado especialmente en los países centrales. En este
contexto, el acceso a materia p rima constituye una ventaja relevante que incide
en la localización de la industria curtidora en el nivel mundial.
El sector frigorífico es el que realiza las tareas de faena y desollado. La piel
se puede conservar “en crudo” por un plazo no mayor a las 24 horas, por lo
cual las ventas están pactadas con anterioridad, aspecto que permite a las cinco
principales curtiembres co mpradoras arbitrar sobre el precio. El frigorífico puede
salar el cuero para conservarlo por al menos seis meses, aunque requiere cierta
infraestructura carente en la mayoría de los establecimientos.
Una vez en la curtiemb re, las pieles entran en una secuencia de procesos que
las transforman en cuero. La act ividad industrial que permite la obtención del
cuero terminado se puede dividir en tres grandes etapas técnicas y subproductos
derivados: la p rimera termina con el cuero curt ido al cro mo 4 que genéricamente
se conoce como wet-blue (flo r, donde estaba inserto el pelo, y descarne, la parte
pegada a la carne del an imal); la segunda resulta en cueros semiterminados o
secos; la tercera se extiende hasta su acabado. Posteriormente, el cuero terminado
es utilizado para fabricar distintos tipos de manufacturas.
La p rimera etapa t iene por objeto estabilizar la estructura de la p iel, t rans-
formándola en material imputrescib le y p legable. Es la fase con menor valor
agregado y requiere un riguroso tratamiento de los afluentes dado el alto grado
de contaminación del cro mo. Los cueros wet-blue flor pasan a la siguiente etapa,
mientras que los cueros wet-blue descarne (sin la protección de los derechos) son
exportados casi en su totalidad privando al resto de la cadena de valor de esta
materia prima e incrementando el precio del escaso remanente en el mercado
interno.
En la segunda fase, el producto final es un co mmodity muy demandado por
los países fabricantes de manufacturas, ya que les permite ajustar rápidamente

4 Un porcentaje menor de cueros recibe curtido vegetal (tanino y otros ingredientes de ese ori-
gen) que no contamina el medio ambiente. Este proceso resulta más oneroso que el realizado
al cromo.

191 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


el tratamiento de su materia prima a los cambios en colores y terminaciones que
sus productos finales demandan 5 . La estructura de incent ivos de nuestro país
ha generado el aumento sistemát ico de las exportaciones de este subproducto,
que se analiza en el pró ximo apartado. La mayoría de estos cueros no alcanza a
convertirse en materia prima para los segmentos manufactu reros.
La tercera etapa es el terminado, que consta de un sinnúmero de técn icas
artesanales y/o industriales que le dan la calidad y la característica final al pro-
ducto, especialmente para pequeños lotes dirig idos al mercado interno.
En cuanto a las manufacturas, el proceso productivo comien za con el cuero
terminado al que, de acuerdo al producto final a obtener, se le realizan d istintas
operaciones. En todos los casos el corte, el rebajado y la preparación de partes
tienen lugar para, con la incorporación de otros insumos (cierres, herrajes, otros
materiales, etc.), iniciar el proceso de armado y aparado en el caso del calzado.
Los productos finales son diversos e incluyen a la talabartería, la marroquinería
en general, el calzado, la indu mentaria y la tapicería para autos y muebles. Los
cortes para tapicería (cortado en forma de sus componentes) también se incluyen
en esta categoría 6 .
El grado de industrialización de cada etapa se refleja en el valor del cuero.
Según los precios de exportación correspondientes al año 2011, un cuero wet-
blue flor oscila en alrededor de los tres dólares y med io por kilogramo; el mis mo
cuero en descarne registra un valor de un dólar y medio por kilogramo; un cuero
flor semiterminado ronda los veintitrés dólares por kilogramo; y un cuero flor ter-
minado se encuentra aproximadamente en los veintiocho dólares por kilogramo.
Por su parte, un cuero flor terminado transformado en manufacturas (calzado,
carteras, etc.) alcan za un valor que g ira en torno a los setenta-ochenta dólares
por kilogramo.

II.2. Marco normativo

El marco normat ivo que rige para la industria del cuero está conformado
principalmente por su tratamiento al co mercio exterior: por un lado, derechos
y reinteg ros a las exportaciones y, por otro , licencias no auto máticas, valo res
criterio y anti-dumping a las importaciones. La restricción a las exportaciones
de cuero, p ráctica habitual en los países productores de manufacturas, tiene larga
data en la Argentina. En 1967 se aplicó un cupo de exportación a los cueros cru-
dos y salados que se amplió en 1972 con la total p rohibición a las exportaciones
de cueros no industrializados. La p rohibición fue reemp lazada en 1992 por un
derecho de exportación del 15% para cueros crudos y wet-blue flor (no para el

5 Sin embargo, el mercado mundial de cueros terminados más que duplica al de semiterminados.
Para un análisis del mercado mundial de cuero, véase Ferreira, 2011.
6 Un estudio de las diferentes etapas en la cadena de valor del cuero puede encontrarse en Valle,
2003.

192 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


wet-blue descarne) que en 1994 se hizo decreciente hasta alcanzar un 5% en 1998.
Desde ese año se mantiene el mismo porcentaje a través de su renovación perió-
dica. Desde 2002, a este 5% se le adicionó otro 10% por los derechos establecidos
después de la devaluación para todas las materias primas, mientras que para el
resto de la cadena de valor se estableció en el 5% igualando en el tratamiento a
otras materias primas con los bienes finales.
Esta política generó la reconversión del sector curtidor: fuerte inversión en
tecnología de punta para ampliar su capacidad instalada hasta cubrir con creces
la oferta nacional de cueros y el desarrollo de p lanes de comercialización inte r-
nacional que alcan za a más de sesenta países y a cerca de mil millones de dólares
anuales. El estancamiento actual de la faena imposib ilita utilizar la capacidad
ociosa disponible, que alcanza al 40% según la entidad empresaria representativa,
esto es más de seis millones de cueros al año.
La estructura de incentivos a la producción derivada de los derechos de expor-
tación asegura el abastecimiento únicamente al primer eslabón de la cadena cue-
ro-manufacturas que, lógicamente, es el que menos valor agrega. Los derechos
vigentes, al no cu mplir con la premisa de ser decrecientes a med ida que au menta
el valor agregado, generan distorsiones importantes en el mercado local en cuanto
a disponibilidad y precios de la materia prima para la producción de manufacturas
(Cuadro N° 2). Es decir, este esquema permite exportar los cueros descarnes en
wet-blue y el resto de los cueros en semiterminado provocando el desabastec i-
miento del resto de la cadena, además de ser una señal que no diferencia entre
precios internos e internacionales.

Cuadro N° 2. Industria del cuero. Derechos de exportación, diciembre 2012 (en


porcentaje).

Derechos de exportación Derechos de exportación


Tipo de Cuero específicos. Res. Nº 91/1999 y generales. Res. Nº 11/2002 y Total
renovaciones* mo difi c atori as
Crudo – Salado 5 10 15
Wet-blue flor 5 10 15
Wet-blue descarne 5 5
Semiterminado 5 5
Terminado 5 5
Cortes para tapicería 5 5
Tapicería 5 5
Manufacturas 5 5

Nota: La base imponible para el cuero crudo-salado y el wet-blue flor es el precio en el mercado de
Chicago, lo que implica un derecho de exportación efectivo superior al 25% transformándose en una
barrera prácticamente infranqueable para la exportación.
* La última renovación se realizó a través del Decreto Nº 7/2012 y rige hasta el 31 de diciembre de 2015.
Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

193 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


En ese marco, los reintegros a la exportación no corrigen la distorsión. Ello,
por cuanto si bien presentan cierto escalonamiento, no respetan la complejidad
de cada etapa productiva y, por lo tanto, no llegan a estimular el valor agregado.
Los niveles de reintegros han sufrido importantes cambios durante los últimos
años (Cuadro N° 3) que han afectado los incentivos a la producción y la expo r-
tación de los distintos eslabones de la cadena de valor del cuero. Por otra parte,
la diferencia en valores absolutos marca el incentivo en cada etapa productiva.
Actualmente los cueros semiterminados y terminados tienen el mis mo nivel, los
cortes para tapicería med io punto porcentual por encima y la tapicería para mue-
bles otro med io punto 7 . La tapicería para autos, luego de cuatro años de tener el
mis mo n ivel que el cuero semiterminado, ha sido equiparada a las manufacturas.
A su vez, la d iferencia entre el semiterminado y el calzado y la marroquinería
no resulta significativa.

Cuadro N° 3. Industria del cuero. Reintegros a la exportación, 2000-2012 (en


porcentaje).

Tipo de Cuero 2000-2001 2002 2003-2006 2007-2012


Crudo – Salado 0,0 0,0 0,0 0,0
Wet-blue flor 0,0 0,0 0,0 0,0
Wet-blue descarne 0,0 0,0 0,0 0,0
Semiterminado 2,3 1,15 2,5 2,5
Terminado 5,0 2,5 2,5 2,5
Cortes para tapicería 6,0 3,0 3,0 3,0
Tapicería para autos 12,0 6,0 2,5 6,0
Tapicería para sillones 12,0 6,0 2,5 3,5
Manufacturas 12,0 6,0 6,0 6,0

Nota: entre 1995 y 1999 los reintegros fueron del 1,2 y 2,3% para cueros semiterminados y termina-
dos, respectivamente, y del 10% para tapicería y manufacturas (Decretos Nº 2275/94 y 998/1995 y
Resoluciones Nº 56/2002, 748/02 y 1029/2006).

Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

La estructura de incent ivos generada por los reintegros y los derechos de


exportación debe estimu lar la ag regación de valo r dentro de la cadena, por lo
cual los primeros deberían aumentar a med ida que se incrementa el valo r agre-
gado, mientras que los segundos deberían ser decrecientes en relación con la
suba del mis mo. Sin embargo, la actual estructura de derechos y reintegros no
estimula la agregación de valor más allá de la etapa intermed ia (curtiembres) y

7 Entre 2003 y 2006 los reintegros de los cortes superaban a los de tapicería. La Resolución Nº
1029/2006 aumentó un punto porcentual los correspondientes a tapicería para sillones.

194 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


deriva en un porcentaje muy significativo y creciente de exportaciones de cuero
semiterminado.
En cuanto a las importaciones, el marco regulatorio deviene de la aplicación
de valo res criterio y licencias no auto mát icas a las importaciones de marro -
quinería, materiales text iles y sintéticos, y para todo tipo de calzado, además
del anti-dumping para calzado con origen en China. El objetivo básico de estas
medidas es el de regular los precios y defender el mercado interno ante la pérdida
de competitiv idad, por au mento de costos internos por encima del nivel del tipo
de cambio, y el ingreso de importaciones procedentes de países asiáticos, acre -
centada por la crisis internacional desatada a mediados de 2008. Estas medidas
resultaron efect ivas generando un mercado interno amp liado para los b ienes
objeto de las mismas en el marco del crecimiento del consumo local que, ante
las características señaladas en el mercado de cueros, d io lugar a un proceso de
sustitución de bienes finales de cuero por otros que utilizan co mo insumo mate-
riales textiles y vinílicos (para más detalles, véase el apartado I V.3).
Por ú ltimo, cabe mencionar que a fines de 2012 se imp lementó la denominada
declaración jurada anticipada de importación, que a principios de 2013 reemplazó
a las licencias no automáticas, transformándose en la principal medida de control
y seguimiento de las importaciones.

III. Rasgos estructurales de la industria

La rigide z en la o ferta local de cueros y su creciente demanda internacio -


nal han producido cambios estructurales en la industria que atentan contra las
ventajas naturales de su co mpetit iv idad. Ello, en tanto los cueros se destinan
básicamente al exterior y la fabricación de manufacturas viene cediendo espacio
a la de materias primas alternativas que no go zan de la mis ma ventaja, perdiendo
posibilidades de inserción internacional conjuntamente con una mayor co mpe -
tencia con el producto importado en el mercado interno. En efecto, el proceso
de “sustitución inversa” se in icia en la década de 1990, principalmente en el
segmento de calzado, mientras que en los últimos años se ha extendido al resto
de las manufacturas de cuero.
A partir de la información resultante de los dos últimos Censos Nacionales
Econó micos realizados en el país (Cuad ro Nº 4), se observa que los camb ios
estructurales más relevantes se asocian a: a) una signific ativa reducción de locales
productivos especialmente en marroquinería, a la par de un aumento en calzado
textil y p lástico y sus partes; b) una disminución del emp leo en calzado de cuero a
prácticamente la mitad; c) un avance en la part icipación relativa en la producción
de las curtiemb res a casi las dos terceras partes del total; y d) una baja importante
en el nivel de integración, sobre todo en el segmento curtidor. La resultante es
una cadena de valor donde el primer eslabón pasa a ser el más relevante en lo

195 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


productivo, las manufacturas pierden alrededor de veinte puntos porcentuales en
el total de la producción y el sector de bienes finales de cuero pierde significación
en términos de fábricas y ocupados.

Cuadro N° 4. Industria del cuero. Co mparación intercensal, 1993-2003 (en por-


centaje).

Cambios en la estructura
Variación entre
Rama de 1993 y 2003 Grado de
actividad Locales Ocupados VBP* integración**
Locales Ocupados 1993 2003 1993 2003 1993 2003 1993 2003
Curtiembres -23,9 -3,2 13,1 12,9 27,5 31,8 43,6 62,9 24,6 19,1
Marroquinería -32,0 7,6 33,2 29,3 10,9 13,9 10,4 12,6 33,6 29,7
Calzado cuero -28,4 -48,2 34,7 32,3 31,8 19,6 24,9 11,4 35,0 39,7
Calzado textil
y plástico 3,7 -2,3 18,9 25,5 29,8 34,7 21,1 13,2 43,2 47,2

Nota: Códigos CLAnae CNE 2004/05 por rama de actividad: curtiembres, 19110; marroquinería,
18120 y 19120; calzado cuero, 19201; calzado textil y plástico, 19202 y 19203.
* Valor bruto de producción. ** Valor agregado/VBP.

Fuente: Elaboración propia en base a CNE 94 y CNE 04/05.

Por otra parte, las evidencias disponibles permiten concluir que tuvo lugar
un cambio estructural en la co mposición del eslabón calzado, donde el de cuero
pierde participación en todas las variab les y deja de ser el más importante en
materia de emp leo y producción. En ese marco, el segmento más relevante pasa
a ser el asociado a la fabricación de artículos de materiales text iles y de p lástico
(INDEC, 2006).
En el mis mo orden, el contraste dentro del sector cu rtido r en términos de
producción y valor agregado denota una mayor especialización en commodities
exportables en detrimento de bienes terminados para las industrias. Al respecto,
entre los dos censos económicos se acentuaron las diferencias tanto en el grado
de integración entre los segmentos productivos como en el respectivo nivel de
sofisticación de la producción: en 2003 la relación valor agregado/valor de pro -
ducción fue del 19% en curt iembres, el 30% en marroquinería, el 40% en calzado
de cuero y el 47% en calzado textil y de p lástico.
Se t rata, en definit iva, de la primarización de la cadena de valo r con menor
grado de integración y una mayor relevancia relativa del seg mento de calzado
text il y de plástico. La transformación p roductiva debe asociarse al marco legal
sectoria l en un contexto de escasez de cueros en el mercado interno , incre-
mento derivado de su precio relat ivo en los costos para manu facturas y cre-

196 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


ciente demanda en el mercado mundial. Pese a contar con una oferta de materia
prima fija, aunque asegurada por la legislación para su proceso, el segmento que
menos valor agregado genera, orientado crecientemente al mercado externo, se
fortaleció en el transcurso de la década de 1990; fenó meno que ha continuado
durante la posconvertibilidad. Es decir, la política pública permit ió aprovechar
el crecimiento de un nuevo mercado mundial de commodities profundizando la
especialización en ese segmento en lugar de fortalecer el segmento de manufac-
turas de cuero, intensivo en mano de obra y de alto valor agregado.
Ahondando en el análisis del últ imo relevamiento censal realizado en el país,
el Cuadro N° 5 resu me las principales variab les diferenciando por tamaño de
los locales y eslabón productivo. En cuanto a la primera dimensión, las fábricas
pequeñas y medianas alcanzan al 92% del total, determinan el 33% del emp leo,
el 27% del valor agregado y sólo el 16% del valor b ruto de producción. En otros
términos, se trata de una industria con fuerte predo min io de py mes, pero con
escasa relevancia agregada en la producción de bienes.

Cuadro N° 5. Industria del cuero. Principales variab les censales por segmento
productivo y tamaño de locales, 2003 (en porcentaje , valores absolutos y
miles de pesos de 2003).

Tamaño Facturación
Valor Valor de Ocupados G rado de
de los Locales Ocupados por local ($
agregado producción por local Integración**
locales* miles 2003)
Chicos 10,0 3,4 4,0 2,2 6 597 48,7
Curtiembres
Grandes 3,0 28,3 41,4 60,7 175 56.116 18,1

Chicos 28,4 7,0 6,1 3,1 5 303 51,4


Marro-
quinería Grandes 0,9 7,0 8,0 9,4 141 28.570 22,5

Chicos 30,6 12,4 8,8 5,7 7 513 40,8


Calzado
cuero Grandes 1,7 7,2 8,2 5,7 78 9.094 38,6

Calzado Chicos 23,1 10,7 8,0 4,7 8 558 48,1


textil y
plástico Grandes 2,4 24,0 15,4 8,5 183 9.640 49,0

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 18 2.738 26,2

* Chicos hasta $3 millones de 2003 y grandes más de $3 millones de 2003.


** Valor agregado/valor de producción.

Fuente: Elaboración propia en base a CNE 04/05.

El funcionamiento de la cadena de valor invita a estructurarla de acuerdo a


su orientación: por un lado, las curtiemb res grandes que destinan su producción
al mercado externo, por el otro, el resto de la cadena orientada mayoritariamente

197 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


al mercado interno. El primer grupo explica el 3% de los locales, el 28% de la
ocupación, el 61% de la producción y el 41% del valo r agregado; asimismo el
89% del empleo, el 97% de la producción y casi la totalidad de las exportaciones
del propio sector curtidor8 . Esto no quiere decir que las curt iembres grandes no
vuelquen producción en el mercado interno, sólo que es un destino secundario,
especialmente para las cinco primeras que centralizan la co mpra de cueros. Así,
se pone de manifiesto el grado de concentración en esta industria, mientras el
análisis de la estructura de exportaciones por tipo de producto permit irá avanzar
sobre el grado de sofisticación de los productos fabricados por este segmento.
El tamaño med io de los establecimientos en términos de ocupados y valor
de producción amp lía la co mp rensión de esta s ituación: las py mes en todos
los segmentos tienen en promed io entre cinco y ocho ocupados 9 , mientras las
curtiembres exportadoras llegan a un emp leo med io de ciento setenta y cinco
trabajadores superadas por los establecimientos de calzado de materiales dife-
rentes al cuero. En facturación, variable proxy de la escala med ia de producción,
las curt iemb res grandes duplican a las marroquineras de mayor porte y entre
cinco y seis veces a las de calzado. En suma, la oferta de cueros se concentra en
grandes empresas, básicamente orientadas al mercado externo, siendo el interno
un negocio marginal en el que las firmas dependientes del mis mo prácticamente
no tienen poder de negociación respecto de la co mpra de cueros. En los hechos,
esta última queda sometida al remanente de la demanda externa, ya que la pro -
ducción del sector curtidor pyme orientado al mercado local es insu ficie nte para
abastecer la demanda de los diferentes segmentos industriales.
Por su parte, el n ivel de integración en cada segmento acrecienta las diferen-
cias según el mercado de destino: la escasa agregación de valor de las grandes
curtiembres indica la simp leza de los bienes producidos, principalmente cuero
semiterminado, en g randes establecimientos intensivos en capital con alto valor
de producción por local. Es decir, una industria concentrada en pocas empre -
sas, pocos bienes, de escaso valor agregado y casi absoluta orientación al mer-
cado externo co mo p roveedoras de commodities, especialmente a Ch ina. El
resto de la cadena orientada al mercado interno, productor de b ienes finales, es
mayoritariamente py me y está subordinado al sector concentrado de curtiembres,
quedando supeditada la provisión de materia p rima en cantidad, calidad y precio
a la estrategia exportadora de las grandes firmas. La escasez co mienza para las
curtiembres medianas y chicas, orientadas principalmente al mercado interno, y
se prolonga hacia los fabricantes de manufacturas.

8 De acuerdo a datos del INDEC, en 2004 las primeras cinco empresas determinaban el 60%
de las exportaciones sectoriales. Según información de la Cámara de la Industria Curtidora
Argentina (CICA), el grado de concentración habría aumentando hasta 2009 ya que, en este
último año, cinco empresas explicaron el 65% de las exportaciones.
9 Considerando el trabajo terciarizado, los ocupados reales en las empresas pequeñas aumentarían
entre un 50% y un 90% alcanzado a un rango de entre nueve y doce trabajadores.

198 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Los niveles de productividad, salarios medios y su relación (variable proxy
de la tasa de exp lotación) terminan por caracterizar la estructura de la cadena de
valor y amplían info rmación en referencia a algunas de sus problemáticas más
salientes. En este sentido, de acuerdo a los datos proporcionados por el Cuadro
Nº 6, resulta posible afirmar que al mo mento del relevamiento censal realizado
a comienzos del decenio de 2000: a) la productividad promedio por ocupado era
más elevada en los establecimientos de mayor tamaño, con la excepción del cal-
zado text il y de plástico (la mayor tecnificación permite au mentar el rendimiento
de la mano de obra y reducir su participación en los costos); b) la productividad
en las curtiembres era mayor a la del resto de la cadena, denotando la distinta
intensidad en el uso de los factores de los diferentes eslabones productivos; c)
la productividad en las curtiembres grandes vis-à-vis la cadena orientada al mer-
cado interno era el 79% más elevada y respecto de cada uno de los eslabones era
superior entre el 26% y el 130%; y d) en términos relativos, la productividad era
más elevada en marroquinería que en calzado para cada rango de producción.
La remuneración a los asalariados sigue el mismo patrón, las diferencias en el
salario pro medio por segmento productivo y tamaño de empresa son aun mayores
que las observadas en la productividad: e) los establecimientos grandes pagaban
entre el 46% y el 92% más que los chicos, registrándose la mayor d iferencia en
curtiembres; f) a igual tamaño de unidad productiva, las remuneraciones en las
curtiembres superaban a las de manufacturas; g) en marroquinería las remune -
raciones eran superiores a calzado; y h) la diferencia salarial entre el segmento
de la cadena orientado al mercado externo y el orientado al mercado interno era
igual a la d iferencia de productividad, o sea del 79%.
Finalmente, siempre de acuerdo a las evidencias que constan en el cuadro de
referencia, la tasa de exp lotación denota ciertas peculiaridades: i) era más elevada
en las fábricas chicas que en las grandes, a excepción de calzado de cuero; y j) el
margen bruto del mercado interno era igual al del mercado externo.
Cabe señala r que el Censo Naciona l Econó mico 2004/ 2005 captó funda-
mentalmente al sector fo rma l de la industria, siendo que para estos cálcu los
resulta fundamental incluir el empleo informal a los efectos de no distorsionar
los resultados en materia de productividad del t rabajo y tasa de exp lotación. Las
características productivas en marroquinería y calzado generan un impo rtante
proceso de terciarización de etapas de la producción, básicamente en estableci-
mientos pequeños, de actividades tales como cosido y confección en el primer
caso y aparado en el segundo. En este sentido, es pertinente estimar el nivel de
informalidad por sector y tamaño de unidad productiva de modo de obtener una
aproximación mayor al n ivel de emp leo total del secto r, incorporando el prove-
niente de los talleres info rmales que realizan las tareas terciarizadas 10 .

10 La estimación del nivel de informalidad se realizó teniendo en cuenta la relación entre asala-
riados y no asalariados del censo resultando en niveles de trabajo no declarado en pequeñas
empresas, realizado en talleres externos, del orden del 55% en marroquinería y el 45% en cal-

199 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Cuadro N° 6. Industria del cuero. Productividad, remuneraciones y tasa de ex-
plotación, 2003 (en miles de pesos de 2003 y cociente).

Productividad Salario medio


Tamaño de Tasa de
media por ocupado anual
los locales* explotación**
($ miles 2003) ($ miles 2003)
Grandes 57,9 19,2 3,0
Curtiembres
Chicos 45,9 10,0 4,6
Grandes 45,5 14,2 3,2
Marroquinería
Chicos 34,6 9,1 3,8
Grandes 45,2 13,1 3,5
Calzado cuero
Chicos 28,2 8,3 3,4
Calzado textil y Grandes 25,4 11,7 2,2
plástico Chicos 29,8 8,0 3,7
Mercado externo 57,9 19,2 3,0
Mercado interno 32,4 10,8 3,0

* Chicos hasta $3 millones de 2003 y grandes más de $3 millones de 2003.


** Relación productividad/salario.

Fuente: Elaboración propia en base a CNE 04/05.

El cálcu lo ajustado por emp leo informal afecta los niveles de productividad
de las fábricas chicas y, consecuentemente, la tasa de exp lotación en el mismo
segmento. El Cuadro N° 7 muestra los nuevos resultados entre los que sobresalen
los siguientes: a) una amp liación en el d iferencial de productividad entre unidades
grandes y chicas; b) un nivel similar entre calzado de cuero y marroquinería por
tipo de fábricas; c) una mayor productividad de éstas respecto del calzado textil
y de plástico en las grandes empresas y similar en las chicas; y d) una intensifi-
cación de la brecha de productividad de acuerdo a la orientación de la produc-
ción: la productividad del sector exportador es el 128% más holgada que la del
mercado interno. En términos de tasa de explotación estos resultados denotan:
e) un mayor ma rgen bruto en las fábricas más grandes con la excepción de cal-
zado text il y de plástico; y f) la tasa de exp lotación en las unidades productivas
orientadas al mercado externo fue superior a la de las volcadas prioritariamente
al mercado interno.

zado. Cabe agregar que el INTI ha estimado un nivel de informalidad del 70% en el sector de
indumentaria que presenta aspectos productivos muy similares a los analizados en este trabajo
(véase http://www.inti.gob.ar/textiles/vestirconciencia/ –consultado consultado el 21/3/2013–,
así como el estudio “ La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad y
tensiones estructurales en la posconvertibilidad” en este mismo libro).

200 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Cuadro N° 7. Industria del cuero. Productividad, remuneraciones y tasa de ex-
plotación ajustadas por tasa de in formalidad, 2003 (en miles de pesos de
2003 y cociente).

Productividad
Tamaño de Salario medio Tasa de
media por ocupado
los locales* ($ miles 2003) explotación**
($ miles 2003)
Grandes 57,6 19,2 3,0
Curtiembres
Chicos 28,9 10,0 2,9
Grandes 45,2 14,2 3,2
Marroquinería
Chicos 17,7 9,1 1,9
Grandes 43,6 13,1 3,3
Calzado cuero
Chicos 19,2 8,3 2,3
Calzado textil y Grandes 25,1 11,7 2,1
plástico Chicos 20,8 8,0 2,6
Mercado externo 57,6 19,2 3,0
Mercado interno 25,4 10,8 2,4

* Chicos hasta $3 millones de 2003 y grandes más de $3 millones de 2003.


** Relación productividad/salario.

Fuente: Elaboración propia en base a CNE 04/05.

Este co mportamiento de la productiv idad, las remuneraciones med ias y su


relación tiene su correlato con el valor agregado de los b ienes fabricados en cada
tipo de planta y la escala de p roducción: en el caso de las grandes exportadoras
que se especializan en bienes de bajo valor agregado, básicamente cuero semiter-
minado, su escala de producción permite acelerar la rotación de los productos en
fábrica, es decir, acortar el t iempo desde que entran las pieles hasta que se expor-
tan los cueros, reduciendo costos financieros y aumentando la tasa de ganancia.
En suma, este panorama acredita los desiguales escenarios para la acu mulación
y la reproducción del capital de acuerdo a la orientación de la producción y el
tamaño las fábricas y las empresas.
Se trata de un perfil estructura l que condiciona el desarro llo de las manu-
facturas de cuero e invita a generar una estrategia para el conjunto orientado al
mercado interno tanto en relación con la subordinación del sector curtidor chico
al g rande respecto de la disponibilidad de cueros, co mo de las manufacturas en
referencia al sector curtidor en general.

201 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


IV. Dinámica productiva

El análisis de la evolución en los últimos años de las actividades producti-


vas de acuerdo a su orientación sólo puede realizarse parcialmente a partir de
las estadísticas oficiales, tanto por la forma en la que se agrupan los eslabones
productivos como por el tipo de empresas relevadas11 , de modo que se utilizarán
las herramientas disponibles de d istintas fuentes públicas y privadas con vistas
a alcanzar un mayor grado de certeza. Así, co mo variable proxy de nivel de acti-
vidad se tendrán en cuenta los datos aportados por las entidades empresariales
complementados con estimaciones propias. Por su parte, co mo apro ximación al
nivel de empleo se utilizará la información de emp leo registrado sumin istrada por
el Min isterio de Trabajo, Emp leo y Seguridad Social (MTEy SS). En cuanto al
nivel de informalidad de los eslabones finales, se supone que el empleo in formal
sigue la tendencia del formal.
Inicialmente se analizan los datos de comercio exterior que registran mayor
certidumb re y desagregación y permiten d ilucidar, particularmente para el sector
curtidor, la estructura productiva por tipo de bien fabricado. Posteriormente, se
estudia el nivel de actividad y el empleo por segmento y, en el último apartado, se
busca identific a r los rasgos prominentes del perfil de especialización productiva
que se ha ido afianzando en la últ ima década.

IV.1. Trayectoria y composición de las exportaciones

Co mo se apuntó, las ventas externas de la industria tienen un techo deter mi-


nado por la cantidad de cueros faenados. Las curtiembres han profund izado su
inserción externa alcan zando a más del 80% en los años recientes, por lo cual
el abastecimiento interno para los eslabones “aguas abajo” queda supeditado a
las variaciones de colocación de cueros en el mercado mundial. De este modo, los
camb ios en los montos exportados se explican por los vaivenes de la faena, las
mo d ificaciones en su co mposición por t ipo de p roducto y las variaciones de
los precios internacionales.
De acuerdo a la in formación provista por el Gráfico Nº 1, en 2011 las expor-
taciones totales se ubicaron en torno a los mil millones de dólares, superando
la caída de precios de 2009, año crít ico para el sector en el marco de la crisis

11 La Encuesta Industrial Mensual del INDEC (www.indec. gov.ar, consultado el 21/3/2013)


comprende a empresas de más de diez ocupados, por lo cual los resultados en cuanto a nivel
de producción no son muy adecuados teniendo en cuenta la gran cantidad de micro y pequeñas
firmas de esta cadena; es por ello que para la estimación del nivel de actividad se utilizan
fuentes alternativas. Por su parte, las tasas de variación en el nivel ocupacional de la misma
encuesta coinciden con las del empleo registrado del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social; en consecuencia, se tiene en cuenta esta última fuente (véase http://www.trabajo.gov.ar/
left/estadisticas/oede/estadisticas_nacionales.as, consultado el 21/3/2013).

202 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


internacional. Sin embargo, desde una perspectiva más amp lia se puede apreciar
su estancamiento, ya que el nive l alcanzado al final de la serie es el p ro medio
anual de todo el período. La dinámica de la crisis mundial y el co mportamiento
de la faena en los últimos años han desequilibrado el mercado interno de cueros
y el marco regu latorio ha pro fundizado la tendencia a la primarización de las
exportaciones.

G ráfic o N ° 1. Industria del cuero. Exportaciones totales, 1995-2011 (en millones


de dólares).

1.200

1.000

800

600

400

200

-
1995 19 96 1997 19 98 1999 2 000 20 01 2002 20 03 2004 2 005 200 6 2007 20 08 2009 20 10 20 11

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

El Gráfico N° 2 permite observar algunas de las alteraciones verificadas en


la estructura de las exportaciones sectoriales al calor de las modificaciones en
el esquema de incentivos y el tipo de cambio real. La devaluación de la moneda
doméstica a inicios de 2002 y la sanción de la Resolución Nº 748/2002 impu l-
saron cambios relevantes en la co mposición de las ventas externas, los cuales
se inscriben en un ostensible proceso de p rimarización. M ientras en 2001 el
cuero semiterminado representaba el 37% del total, en 2011 alcanzó al 58%. Este
aumento fue en detrimento de los cueros terminados (pasaron del 29% al 23%) y
especialmente de las manufacturas (del 25% al 7%). Incluso, en los ú ltimos años
las exportaciones de cueros crudos y wet-blue superaron a las de manufacturas. Si
bien el valor total de las exportaciones se mantuvo relat ivamente constante, los
camb ios entre los distintos segmentos de la cadena se orientan a una reducción

203 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


del valor agregado, estimándose actualmente por debajo de los exiguos guarismos
computados en el último relevamiento censal realizado en el país 12 .

Gráfico N ° 2. Industria del cuero. Exportaciones por segmento, 1995-2011 (en


porcentajes).

60 %
Crudo y wet-blue Semi terminado
Terminado Manufacturas
50 %

40 %

30 %

20 %

10 %

0%
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 201 1

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

Al interior del seg mento de manufacturas también se observan alteraciones


sustanciales derivadas, en gran med ida, de las modificaciones en los reintegros.
En efecto, a fines de la década de 1990 el crecimiento de las manufacturas es
exp licado por el salto en tapicería a raíz del au mento de su reintegro al n ivel
de los bienes industriales terminados (Gráfico N° 3). En 2002, la alteración de
reintegros sentó las bases para el despliegue de un proceso ininterru mpido de
desindustrialización. La igualación de los incentivos para el cuero semitermi-
nado, terminado y tapicería fo mentó lógicamente la exportación del seg mento
con menos valor agregado.

12 La estructura de exportaciones cambia considerablement e si se analiza en toneladas: en 2011


el 60% correspondió a wet-blue descarne, cerca del 25% a semiterminado y el 12% a cuero
terminado.

204 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Gráfico N° 3. Industria del cuero. Exportaciones de manufacturas, 1995-2011
(en porcentajes).

Cortes
20 %
Tapicería

Calzado-Marroquinería
16 %

12 %

8%

4%

0%
1995 1 996 19 97 19 98 19 99 20 00 20 01 2002 2003 2004 2005 2 006 2 007 2 008 2 009 20 10 2 011

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

El incremento de las exportaciones de cortes fue acorde a la mod ificación


señalada: durante cuatro años su reintegro estuvo por encima de la funda para
tapicería (Cuadro N° 3)13 . Es decir, el reintegro para los cortes era mayor al obte-
nido para el cosido de los mis mos; resultando en más cortes y menos tapicería,
en consecuencia menos valor agregado y empleo de mano de obra. Las ventas
de marroquinería y calzado crecieron entre 2003 y 2005 para luego estancarse,
arrojando en el ú ltimo decenio valores muy inferiores al de 1990, representando
en 2011 apenas el 6% del total de las exportaciones de la cadena14 .
En su ma, la actual estructura de los derechos de exportación permite la pro -
visión de materias primas para la industria curtidora (cueros crudos, salados y
wet-blue flor), mientras que los reintegros han generado una especialización cre-
ciente en cuero semiterminado. Dado que la materia prima indispensable de esta
cadena de valor tiene una oferta inelástica, este esquema no permite un acceso
razonable a los fabricantes de manufacturas para su desarrollo, sobre todo en los
segmentos de mayor valor agregado 15 .

13 La Resolución Nº 1029/2006 aumentó un punto porcentual el reintegro de la tapicería para si-


llones, ahora medio punto por encima de los cortes. Sin embargo, el correspondiente a tapicería
para autos se mantuvo por debajo del correspondiente a cortes.
14 Un análisis sobre el mercado mundial de marroquinería se puede encontrar en EEM, 2008a.
Para el caso de calzado se sugiere consultar MRECIC, 2010; y ProArgentina, 2005.
15 Una propuesta de estrategia para las exportaciones de marroquinería se encuentra en EEM, 2008b.

205 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


IV.2. Evolución de la producción y el empleo

En el segmento curtiemb res la cantidad de cueros procesados se corresponde


con la faena de ganado vacuno, la variación de stocks y las exiguas importaciones.
Sin embargo, el nivel de actividad no se puede determinar, ya que depende de la
composición por tipo de producto: si el nivel de co mplejidad de los productos
aumenta, el n ivel de actividad crece, y viceversa. El análisis anterior de las expor-
taciones, principal destino de la producción, hecha luz sobre la co mposición por
tipo de productos de este segmento.
Co mo se desprende del Gráfico Nº 4, la evolución de la faena y la acu mu-
lación de stocks entre 2007 y 2009 v iabilizaron el au mento de la p roducción de
cueros hasta ese año con un marcado decaimiento posterior hasta un nivel inferior
al de 2003. Po r su parte, el nivel de empleo creció hasta 2006 para caer por debajo
del nivel inicial desde 2009, siendo un indicador del estancamiento general de la
actividad. En consecuencia, la productividad de la mano de obra fue en ascenso
hasta 2009, en línea con la fabricación de bienes menos intensivos en mano de
obra, evolucionando al compás de la producción en los últimos años.

Grá fico N ° 4. Industria del cuero. Producción, emp leo y p roductiv idad en el
segmento curtidor, 2003-2011 (en índice base 2003=100).

180
Producción
160 Empleo
Producti vidad
140

120

100

80

60
2003 2004 20 05 20 06 20 07 20 08 2 009 2 010 20 11

Fuente: Elaboración propia con datos de CICA y MTEySS.

En el caso de las manufacturas de cueros (calzado, marroquinería, indu men-


taria, etc.), las posibilidades de expansión están asociadas a una mayor dispo-

206 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


nibilidad de cueros en el mercado interno, aspecto que se ha complicado en los
últimos años por la baja en la faena y las exportaciones de cueros semiterminados.
En este sentido, la crisis internacional que se viene manifestando desde mediados
de 2008 está operando a favor de mantener abastecido el mercado local, es decir,
la fuerte reducción de la demanda externa opera en contra de una baja mayor en
la disponibilidad interna de cueros en un contexto de escasa faena. La eventual
recuperación del mercado mundial podría jugar en contra del abastecimiento del
mercado interno de cueros.
En este contexto, el au mento de la producción de calzado en los ú ltimos años
responde especialmente al seg mento textil y plástico, apoyado mayoritariamente
por inversiones brasileñas 16 , y que se encuentra protegido por medidas de política
comercial. Por otra parte, el nivel de empleo registra un fuerte incremento en línea
con el de producción, arro jando un coeficiente de productividad relativamente
estable desde 2004 (Gráfico N° 5)17 .

Gráfico 5. Industria del cuero. Producción, empleo y productividad en el segmento


de calzado, 2003-2011 (en índice base 2003=100).

Producción
220
Empleo

190 Productividad

160

130

100

70
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Fuente: Elaboración propia con datos de CICA y MTEySS.

16 Entre las inversiones más destacadas de los últimos años se pueden mencionar a Vulcabras,
que produce las marcas Olympikus, Reebok e Ipanema; Dass hace lo propio con Nike, Fila,
Converse y Umbro; Camargo Correa con Havaianas; Paquetá con Adidas; y Cambuci con
Penalty.
17 El repentino salto de productividad de 2004 debería relativizarse por un incremento esperado en
el empleo informal al comienzo de la recuperación de la actividad y la capacidad ociosa inicial.
Las nuevas plantas industriales de capital brasileño son de un nivel de tecnificación superior a
la media del sector originando un incremento de la productividad.

207 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Por su parte, el nivel de actividad en marroquinería es el más d ifícil de diluc i-
dar por la ausencia de indicadores oficial es y privados y el nivel de informalidad
de la mano de obra. Partiendo de esta base, se ha estimado en función de la dis -
ponibilidad de cueros en el mercado interno y suponiendo que el empleo informa l
siguió la tendencia del formal. Al respecto, y tal como surge del Gráfico Nº 6, la
producción habría crecido hasta 2006, recuperándose en 2008 y registrado un baja
importante en 2009, fruto de la crisis en la provisión de cueros, estabilizándose
posteriormente a partir del incremento en la producción de bienes textiles y de
plástico con un nivel de productividad constante. Por su parte el empleo habría
crecido hasta el 2008, reduciéndose posteriormente por la menor disponibilidad
de cuero y manteniéndose luego a expensas del cambio en la co mposición interna
de la producción. En este esquema, la productividad de la mano de obra se habría
reducido, estabilizándose en un nivel inferior al del inicio de la serie, aspecto que
podría relativizarse en la medida en que el proceso de sustitución en la producción
se haya iniciado con anterioridad a 2009, incluso considerando la falta de registro
del empleo informal del sector en su carácter de intensivo en mano de obra.

Grá fico N ° 6. Industria del cuero. Producción , emp leo y p roductiv idad en el
segmento marroquinero, 2003-2011 (en índice base 2003=100).

180
Producción

160 Empleo

Productividad
140

120

100

80

60
2003 20 04 2005 2006 2007 20 08 2009 2010 20 11

Fuente: Elaboración propia con datos del MTEySS y estimaciones propias.

Por últ imo, considerando la in formación censal, las exportaciones por sector
y las estimaciones en cuanto a nivel de actividad de los últimos años, se puede
realizar una co mparación entre 1993, 2003 y 2011 a los efectos de confrontar la
evolución de la producción e inserción externa por segmento de la producción

208 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


(Cuadro N° 8). Desde esta perspectiva, resulta posible comprobar que en las dos
últimas décadas el valor de la producción de las curtiemb res se ha mantenido
relativamente estable en respuesta al co mportamiento de la faena vacuna, mien-
tras que en marroquinería la mejora en 2011 respecto a 2003 se debe más a un
aumento de precios que de cantidades. Los camb ios en el valor de la producción
de la cadena responden a las variaciones sufridas por el seg mento calzado: mien-
tras en 1993 superaba a curtiembres, en 2003 no llegaba a la mitad, recuperando
su nivel en 2011, aunque con una estructura productiva sesgada a los productos
text iles y de plástico.

Cuadro N° 8. Industria del cuero. Producción y exportaciones, 1993, 2003 y 2011


(en millones de dólares y porcentajes).

Coeficiente de
Valor de producción Exportaciones
exportación
1993 2003 2011* 1993 2003 2011 1993 2003 2011*
Curtiembres 993 1.163 1.108 598 879 943 60,2 75,6 85,1
Marroquinería 237 232 369 88 35 37 37,4 15,2 10,1
Calzado 1.046 455 1.191 92 18 33 8,8 3,9 2,8
Total 2.275 1.850 2.630 778 932 1.013 34,2 50,4 38,0

* Estimado en base a nivel de producción, precios mayoristas y tipo de cambio.

Fuente: Elaboración propia con datos del de los CNE 94 y 2004/05, INDEC y estimaciones propias.

En cuanto a las exportaciones, los comportamientos sectoriales son marc a-


damente disímiles denotando las transformaciones señaladas anteriormente. A
principios del decenio de 1990 las curtiemb res abastecían el mercado interno de
manufacturas que, a su vez, mostraban coeficientes de exportación significativos,
particularmente en el caso de marroquinería . Desde esa década la disociación
entre los sectores productivos es creciente: las curtiembres volcadas plenamente
a la exportación (en 2011 el co eficie nte exportador superó el 85%) y las manufac-
turas en notable retracción. Si bien las ventas externas del sector han au mentado,
su grado de complejidad se ha reducido, lo mismo que la disponibilidad de cueros
para ser procesados internamente. En este contexto, la especialización de los
bienes finales hacia materiales distintos al cuero se hace inev itable, co mo así
también su vulnerabilidad respecto de la competencia con los países asiáticos,
particularmente con China.
En su ma, las evidencias presentadas permiten inferir que el desempeño ha
sido magro en curt iembres y manufacturas de cuero a expensas de la escasez de
materia p rima, mientras que el seg mento de calzado de material text il y plástico
se ha expandido considerablemente en los últimos años.

209 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


IV.3. Tendencias en la especialización productiva

Co mo se señaló, en la posconvertibilidad se ha profundizado la primarización


de la cadena de valor del cuero y las dificu ltades para los fabricantes de manu-
facturas en los mercados internacionales por la crisis en el plano externo y por
la creciente escasez de cueros, aumento de su precio y deterioro de su calidad en
el remanente disponible para el mercado interno.
La co mpleja situación actual se puede abordar con la ayuda del G r áfic o N° 7.
Luego de cierta estabilidad en el mercado desde 2003, se produce la primera crisis
en 2006 con la fuerte suba en el precio del cuero salado (precio de referencia
para la materia prima de manufacturas); dicha alza se vincula con la reducción
temporaria del derecho de exportación con el objeto de atemperar el au mento en
el precio de la carne 18 .

Gráfico N° 7. Industria del cuero. Producción y exportación de cueros, precio interno


y disponibilidad para el mercado local, 2003-2011 (en índice base 2004=100).

140

120

100

80

Producción cueros
60
Expo cueros

40 Disponibilidad Cueros

Precio cuero salado


20
2003 2004 20 05 2006 2007 20 08 2009 2010 20 11
Nota: las series de producción nacional y exportaciones de cuero corresponden a unidades. El precio
del cuero salado es en dólares y la disponibilidad de cueros en unidades se construye a partir de su
consumo aparente y las variaciones de stocks.

Fuente: Elaboración propia con datos del mercado de cueros, INDEC y Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca.

18 La Resolución Nº 655/2005 redujo el derecho de exportación de los cueros crudos y wet-blue del
15% al 8% para forzar una suba del precio pagado a los frigoríficos y mejorar su rentabilidad.
El objetivo de fondo era contener el incremento en el precio de la carne. Ante la ineficacia de
la medida en el mercado cárnico y la presión de los integrantes de la cadena del cuero, seis
meses después la resolución mencionada fue derogada.

210 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


En 2007 au menta la producción nacional al calor de la faena y se inicia un
período de tres años de acu mulación de stocks por parte de las curtiembres que
superó la reducción de la demanda mundial, ocasionando una disminución en la
disponibilidad de cuero en el mercado interno.
La segunda crisis se inicia en 2009 y perdura hasta el presente. El au mento de
la faena, por liquidación de v ientres, en med io de la crisis internacional, acarreó
un desplome del precio interno del cuero pero no au mentó su disponib ilidad
para los fab ricantes de manufacturas, ya que las curt iemb res para sostener su
rentabilidad incrementaron las cantidades exportadas, en un mercado externo con
precios deprimidos, y acu mularon el resto de la oferta en stocks. Finalmente, la
marcada reducción de la faena en 2010 y 2011 conllevó un menor abastecimiento
de cueros para el mercado interno, pese a la liquidación de stocks, que derivó en
una importante suba de los precios; asimis mo la calidad del remanente también
empeoró dado que los mejores cueros tienen destino externo aunque estas ventas
hayan decrecido el último año por escasa demanda, si bien se mantienen los pre-
cios altos. A raíz de ello, las posibilidades de mantener la producción interna de
manufacturas en cantidad y precios co mpetitivos se han truncado, inhabilitando
estas exportaciones casi por completo, co mo se observara anteriorment e19 .
Las polít icas aplicadas para el mercado local (valores criterio, licencias no
automát icas y anti-dumping) han resultado efect ivas generando un mercado
interno ampliado en el marco del crecimiento del consumo local. El Gr áfic o N° 8
muestra las d iferencias en el co mportamiento del consumo privado interno y
las importaciones de marroquinería y calzado entre 2003 y 2011: durante los
primeros años de la recuperación las importaciones crecían más que el consumo,
proceso revertido en los últimos tres años generándose un nuevo mercado para
la producción local y viabilizando un proceso sustitutivo.

19 Siempre de acuerdo a las mismas fuentes de información, durante los primeros meses de 2012
la faena aumentó levemente ubicándose en el mediocre promedio del período bajo análisis
mientras la demanda mundial de cueros se mantuvo deprimida. En ese contexto, el precio del
cuero inició un proceso de baja, los stocks en las curtiembres comenzaron a incrementarse y la
disponibilidad interna para manufacturas aumentó ligeramente. Pese al mejor precio del cuero
y su mayor disponibilidad, la producción industrial se mantiene muy baja, al tiempo que su
escasa demanda interna y externa y su precio poco competitivo desalientan este segmento de
la cadena de valor.

211 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Gráfico N° 8. Industria del cuero. Consumo privado interno e importaciones de
marroquinería y calzado, 2003-2011 (en índice base 2004=100).

Impo marroquinería
165
Impo calzado
Consumo priv ado
140

115

90

65

40
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Nota: Consumo Privado: PBI a precios constantes. Importaciones de marroquinería y calzado: uni-
dades y pares respectivamente.

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

La otra cara de la sustitución de importaciones inducida por las medidas de


política económica es el camb io en la estructura productiva de las manufacturas.
Al respecto, las dificu ltades para exportar productos de cuero (disponibilidad y
precio de la materia prima más crisis mundial) y el mercado protegido para fabri-
car bienes de materiales text iles y sintéticos están induciendo una reconversión
en cuanto a productos y mercados: de un sector exportador de marroquinería y
otras manufacturas de cuero hacia otro productor de mercaderías de materiales
text iles y sintéticos para el mercado interno 20 . Es decir, una especialización en
bienes con una desventaja competitiva m anifiest a dada la oferta mundial de países
con bajos costos laborales.
Así, se está en presencia de un cambio estructura l regresivo asociado a la
orientación de la política pública (abastecimiento de materia prima únicamente
para el primer eslabón y protección de mercado en bienes finales textiles y de
plástico) y el co mportamiento del mercado de cueros. Allí, su baja d isponibilidad
y alto precio deja afuera de competencia a los fabricantes de manufacturas que
se ven obligados a reorientarse hacia el mercado interno protegido con otro tipo
de productos: un proceso de sustitución de bienes que competían en el mercado

20 Para un análisis sobre otros aspectos relevantes en la competitividad de la cadena de valor


vinculados a las materias primas, consúltese INTI, 2011b.

212 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


mundial por calidad y no por precio, hacia una oferta destinada al mercado interno
que compite por precio con mercadería del sudeste asiático.
Ante el escenario aludido, en la actualidad los integrantes de la cadena pro-
ductiva se encuentran transitando por situaciones diferentes:

Curtiembres. La rentabilidad es baja por unidad de producto, sobre todo en las


emp resas grandes especializadas en cuero semiterminado, de modo que la
ganancia depende esencialmente de los precios internacionales y la escala de
producción; en las curt iembres orientadas al mercado interno, más intensivas
en mano de obra por los procesos de terminación, cabe agregar la variación
interna de costos y la demanda del sector manufacturas. Los precios en el
mercado mundial han mejorado y superado el nivel previo a la crisis, pero el
volumen exportado, que había crecido entre 2008 y 2010, se ha reducido en
2011 por baja demanda. Por su parte, los costos internos aumentaron más que
el t ipo de camb io y el consumo de cueros curtidos del segmento manufacturas
se ha reducido en los últimos años. En este contexto, el sector curtidor está so-
bredimensionado. El ajuste se está realizando vía mayor concentración: si b ien
todo el segmento ha perdido rentabilidad, las grandes empresas exportadoras
mantienen relat ivamente su producción y tasa de ganancia, mientras que las
med ianas y chicas orientadas al mercado interno, con gran capacidad ociosa
y problemas amb ientales, están disminuyendo su producción, lo cual trae
aparejado la reducción de empleo y el cierre de plantas. El grueso de la co m-
pra del cuero crudo a los frigoríficos la realizan cinco emp resas que luego
distribuyen a otras de menor porte, determinando el n ivel de activ idad del
resto del sector. Mientras la p roducción total varía al rit mo de la faena, su
mercado de destino defin e al segmento que mejor se aco moda ante la crisis, el
proceso de concentración se encamina hacia un sector curtidor más pequeño,
orientado principalmente al mercado externo y especializado básicamente
en cueros semiterminados; el peso de las curtiembres mercado internistas es
cada vez menor.
Manufacturas. La exigua rentabilidad en el rubro cuero, fruto del aumento de
los costos internos, deja fuera de co mpetencia al sector en el mercado in-
ternacional: la caída del tipo de cambio real se suma al 37% de aumento en
dólares en el precio del cuero respecto de 2003. También se ha reducido la
demanda interna de productos de cuero, incluso del turismo. Po r su parte, el
segmento de materiales text iles y sintéticos, protegido por los valores criterio
y las licencias no automát icas, se está convirtiendo en el resguardo sectorial
con mayor rentabilidad a part ir de los menores costos de materia prima y la
posibilidad de fabricar volu men. En calzado el panorama es algo mejor dada la
protección para la totalidad del sector, de modo que el segmento “deportivo”,
que contiene algunos productos de cuero, mantiene la producción, aunque
sobresale el crecimiento del calzado de materiales textiles. La sustitución de

213 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


productos de cuero por la de otros materiales se ha profundizado en los últimos
años, aunque en el sector calzado viene de la década de 1990.

En defin it iva, la tendencia en la especialización es hacia b ienes de menor


valor agregado en curtiemb res y con desventaja competit iva en manufacturas.
El actual sistema de incentivos no favorece el desarrollo de la cadena de valor
del cuero en la Argentina.

V. Reflexiones finales: lineamientos de política para revertir la


primarización y la especialización regresiva

La insuficiente faena en relación con la demanda de cuero no es coyuntural.


El desplazamiento de la ganadería por la agricultura viene de larga data y la ten-
dencia no parece tender a revertirse. El “modelo sojero” y el boom de las materias
primas agrícolas se mantendrá al menos en el med iano plazo. Por lo cual se debe
trabajar bajo el supuesto de que la oferta de cueros será reducida.
El mercado mundia l es demandante excedente de cueros con tendencia de
precios al alza, lo que repercute en el p lano interno sobre el p recio del cuero
salado, las exportaciones de cuero semiterminado y la d isponibilidad de materia
prima para el segmento de manufacturas. En este contexto, la actual coyuntura
de crisis internaciona l mant iene un mín imo de cueros para las manu facturas
que, en las actuales circunstancias y estado de la política sectorial, sería el techo
de cueros para transformar; sin embargo, la palide z del mercado externo y la
ecuación de costos internos dificu ltan las exportaciones de bienes finales. Por lo
cual, la ausencia de política sectorial con otros criterios fortalecerá las tendencias
recientes: primarización de la cadena de valor, mayor concentración en el sector
curtidor (reducción del emp leo y cierre de emp resas mayoritariamente medianas
y pequeñas abastecedoras del mercado interno) y especialización regresiva en
manufacturas (menor producción de manufacturas de cuero exportables y cre-
ciente en bienes con desventajas competitivas).
Bajo este panorama debe analizarse el denominado “Plan Estratégico Indus-
trial Argentina 2020” (Min isterio de Industria, 2012)21 . El Plan reconoce la p ro-
blemática de la materia prima: “Es necesario consolidar una oferta de cuero de
calidad y cant idad adecuada, … permit ir que el productor local acceda a esa
oferta a un precio co mpetitivo, d iferente del p recio internacional… y efectuar
una distribución de cantidades entre mercado interno y externo coordinada con
los sectores de calzado y marroquinería”. El docu mento oficial tamb ién alude
al deterioro en la especialización productiva: “…reducir el porcentaje de ventas

21 Para un análisis de la cadena de valor del cuero y sus manufacturas en el marco del “Plan Es-
tratégico Industrial Argentina 2020”, véase INTI, 2011a.

Martín Schorr (coordinado r) 214


de cuero con bajo nivel de procesamiento y aumentar el grado de elaboración
del mis mo”. Incluso señala entre las propuestas que se debe “…trabaja r en la
estructura existente de incentivos con el objeto de fo mentar la exportación de
productos con mayor valor agregado”.
Sin embargo, los enunciados generales referidos a acciones básicamente hori-
zontales orientadas al sector primario, capacitación, formalización, innovación
tecnológica, diseño, finan cia mie nto, “marca argentina”, promoción de exportacio-
nes, asistencia técnica y asociativismo, no diferencian estrategias por tamaño de
empresas ni orientación de mercados. Incluso, se apunta que “se requiere art icular
el esfuerzo de todos los integrantes de la cadena con el apoyo del Gobierno”,
premisa aplicada previsib lemente sin éxito en todos los foros sectoriales durante
los últimos quince años dada la man ifiesta contraposición de intereses entre los
mis mos.
Dado este panorama, queda claro que los costos de no modificar la política
sectorial superan con creces a los de llevarla a cabo, pese a los inconvenientes
y las imperfecciones que ésta pudiera tener. Las instancias anteriores de política
sectorial han demostrado ser efectivas (modificaciones de reintegros y derechos),
por lo cual no es descabellado alcan za r las alian zas mín imas, dada la actua l
situación de crisis extrema, que permitan llevar adelante una política sectoria l
de industrialización.
El objetivo general de una estrategia para la cadena del cuero, sin descartar
necesarias políticas horizontales co mo las señaladas anteriormente, g ira en torno
a modificar la ecuación de rentabilidad desde las commodities hacia los bienes
terminados, para revertir el proceso de primarización en el sector curtidor, reducir
el precio relativo del cuero para manufacturas y volver a insertar las mismas tanto
en el mercado interno como externo. Los lineamientos sectoriales serían:

Sector curtidor. El agregado de valor, especialmente en pequeñas y medianas em-


presas orientadas al mercado interno, permit irá la supervivencia de las mismas
y oxigenará la oferta de cueros terminados para manufacturas. Este esquema
se puede llevar a cabo por med io de tres mecanis mos complementarios: a)
la modificación de la estructura de derechos y reintegros para incentivar el
agregado de valor, particu larmente incrementar el derecho de expo rtación
para cuero wet-blue descarne al n ivel “efectivo” de su símil flor y escalonar
ambos incentivos para cuero semiterminado y terminado; b) fijar cupos a la
exportación de cueros para garantizar materia prima en el mercado interno;
y c) la tecnificación en procesos de terminado de cueros de baja escala. Los
dos primeros mecanis mos apuntan a: 1) avanzar en el proceso de industria-
lización del cuero, especialmente para el mercado interno pero tamb ién para
la expo rtación; 2) asegurar la d isponibilidad y mejorar el precio de cueros
terminados para manufacturas; y 3) reducir el precio relativo interno de los
cueros descarne, materia prima subutilizada en manufacturas por baja dispo-

Martín Schorr (coordinado r) 215


nibilidad y precio 22 . La tecnificación de las curt iembres medianas y pequeñas
es el co mplemento indispensable para llevar adelante un proceso que incluya
cierta especialización en terminación de cueros con alta productiv idad. El
objetivo es, al menos, mantener la rentabilidad final de las curtiembres en la
med ida en que aumente su valor agregado 23 .
Manufacturas. Los ejes transitan por: a) el incremento en la productividad (tec-
nificación y mejoras en procesos y escalas de producción); b) el estímulo a
la fab ricación de productos de cuero; y c) la pro moción de exportaciones. El
mayor acceso al cuero en cantidad y precio derivado de las medidas para el
sector curtidor mejorará las condiciones de co mpetitividad de las manufactu-
ras, pero no serán suficientes para insertarse adecuadamente en los mercados,
en especial en los externos. Por ello el acceso a tecnología en gestión y pro-
cesos productivos se hace indispensable, lo cual impactará en un aumento de
la escala de producción y, por lo tanto, en la rentabilidad. Po r otra parte, los
productos de cuero pueden estimu larse a través de un mecanismo adicional
que premie la co mpra de cueros con un esquema tipo bono (porcentaje de
aportes patronales destinado a la co mpra de cueros) que permita el blanqueo
de personal, otro de los inconvenientes del secto r. De este modo, se podría
abaratar el cuero y motivar que la mano de obra no sea la variable de ajuste
para mejorar de rentabilidad. Sin embargo, el aspecto crucial será una poten-
te penetración de exportaciones en los mercados de alta y media gama con
productos de calidad y valor agregado. Para ello es indispensable la creación
de una entidad p ro motora público/p rivada que brinde p re y pos-financia-
ción de exportaciones, abarate y amp líe la part icipación en los principales
eventos internacionales (ferias, misiones comerciales, etc.), posicione el “cue-
ro argent ino” en el mundo y p ro mueva la creación de marcas; además de
fomentar la innovación tecnológica, el diseño y la capacitación tanto de tra -
bajadores como empresarios. En suma, una institución que genere estrategias
para el desarrollo del sector a largo plazo.

22 En 2011 el precio de exportación del cuero wet-blue descarne fue el 45% del wet-blue flor
(menor diferencia en los últimos años), mientras que en el mercado interno el cuero terminado
descarne es el 70% del flor. El incremento del derecho tendería a ampliar la brecha, acercarla
al nivel internacional, mejorar la competitividad de los fabricantes de manufacturas y disminuir
el incentivo a migrar de la materia prima cuero hacia el plástico o textil.
23 Las iniciativas tendientes a generar un acuerdo entre las curtiembres grandes y las terminales
automotrices para incrementar las exportaciones de tapicería profundiza la tendencia a la
concentración de las primeras y mejora su rentabilidad y estructura exportadora, pero tiene im-
pactos negativos sobre el resto de las curtiembres y los fabricantes de manufacturas por menor
disponibilidad de cueros en el mercado interno. En paralelo, constituye un beneficio ostensible
para las trasnacionales automotrices ya que les permite compensar importaciones en el marco
de la política comercial en curso.

Martín Schorr (coordinado r) 216


Un proceso industrializador requiere necesariamente de medidas sectoriales
que derriben las restricciones específic as al desarrollo en cada una de las activida-
des. En la cadena del cuero la puesta en marcha de un set de políticas articuladas
es indispensable para revertir el proceso de primarización y la especialización en
segmentos claramente desfavorables que el actual sistema de incentivos estimula
en el ámbito de las manufacturas. La puesta en marcha de medidas de política
económica de esta naturaleza será indefectiblemente menos costosa que las con-
secuencias de mantener el status quo actual.

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Martín Schorr (coordinado r) 217


La industria textil y de indumentaria
7/ en la Argentina.
Informalidad y tensiones estructurales en la
posconvertibilidad

Esteban Ferreira y Martín Schorr

I. Introducción

L
a industria textil y de indu mentaria es considerada tecnológicamente ma-
dura, es decir, sus innovaciones más importantes son incrementales, prin-
cipalmente de proceso al inicio y al final de la cadena de valor, y tamb ién
de incorporación de nuevas tecnologías en hilados y tintorería, las que luego son
trasladadas al resto del entramado. A su vez, los extremos son tradicionalmente
intensivos en mano de obra , aunque la producción p rimaria se ha tecnificado
mucho en las dos últimas décadas, y el resto de los eslabones industriales, los
intermedios, son básicamente intensivos en capital. Cada etapa da por resultado
una diversidad de productos alcanzando al final de la cadena una mult iplicidad
de bienes con variadas aplicaciones y usos, que en términos generales se pueden
clasificar en indumentaria, artículos del hogar y de uso industrial.
A diferencia de otras industrias en el país, la producción de todas las etapas
está destinada fundamentalmente al mercado interno que, al fabricar commodities
hasta los eslabones intermedios, tienen precios internacionales de referencia que
limitan la apropiación de renta potencial e inducen a generar mecanismos alter-
nativos para su retención por parte de los actores con mayor poder relativo.
El grado de tecnificación y la escala de producción son las barreras de entrada
y los factores de competitividad en el seg mento textil, mientras que la calidad
de la materia prima es determinante en la etapa primaria, lo mismo que el costo
de mano de obra en el segmento de la indu mentaria. China es el referente int er-
nacional y Brasil el regional, ambos con mano de obra más barata y escalas de
producción más elevadas que la Argentina. Al ser una industria madura, muchas
empresas locales están en la frontera tecnológica; sin embargo, los factores alu-
didos condicionan su competitividad en los mercados externos y en el interno. De
este modo, las políticas de protección se convierten en un instrumento decisivo

219 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


para el sostenimiento de las fábricas y las fuentes de trabajo especialmente en los
eslabones finales de la cadena de valor. Por lo cual, la d iferenciación de productos
y las innovaciones en los componentes y las funciones de los bienes finales se
transforman en factores de co mpet itiv idad adicionales y relevantes desde una
perspectiva de med iano y largo plazo.
En cuanto al t ipo de firmas, existe gran cantidad de productores primarios
con bajas escalas de producción y mayoría de pequeñas y medianas empresas en
el segmento de indumentaria. Por su parte, el entramado text il cuenta con rela -
tivamente pocas y grandes firmas en función de los factores de competitiv idad
señalados. La disponibilidad de mano de obra es esencial en el segmento de la
confección, siendo uno de los sectores de la industria manufacturera doméstica
con remuneraciones más bajas y peores condiciones laborales, lo cual genera
desincentivos para ingresar en la activ idad y baja calificación de los operarios
existentes, restringiendo ganancias de productividad esenciales que mejorarían
la co mpetitiv idad.
La desigual distribución del ingreso, la creciente p recariedad labora l y la
pobreza han generado el fraccionamiento del consumo de bienes finales por
estrato social en un reducido mercado de altos ingresos en el segmento formal y
el resto, de consumo masivo, mayoritariamente a través del mercado informal.
Es decir, el ú ltimo eslabón reg istra una marcada div isión en el tipo de b ienes
consumidos, los precios de venta al público y los puntos de comercialización de
acuerdo al nivel de ingreso de los compradores.
Así, las tensiones estructurales por la distribución del ingreso generado en
la industria se dirimen en función del poder relativo de los actores: los provee -
dores concentrados de insumos textiles comp rimen a los fabricantes de bienes
finales, los centros comerciales y bancos a las marcas de indumentaria y éstas a
los costureros que son los que soportan, en definit iva, el mayor peso del ajuste
por ser el eslabón más débil.
En este contexto, la informalidad se transforma en uno de los mecanis mos
más habituales para aumentar la cuota de ganancias de los actores productivos
con mayor poder relativo, abarcando la venta de tejidos para indu mentaria , la
confección de prendas en sí misma y la precariedad laboral de los trabajadores en
la etapa final. De allí que no resulte casual que el mercado de La Salada se haya
convertido en el principal centro de producción y ventas en el nivel nacional.
El resto del trabajo abo rda esta prob lemát ica a part ir de considerar, en la
Sección II, algunos aspectos destacados de la situación internacional y sus pers-
pectivas que revisten interés para el análisis de la realidad sectorial en el país. En
la Sección III se estilizan las características productivas de los eslabones más des-
tacados con el ob jeto de identifi ca r algunas condiciones estructurales relevantes.
La Sección IV aborda la evolución reciente de la industria a partir del seguimiento
analít ico de una variedad de ind icadores. Sobre la base de estas indagaciones,
en la Sección V se estudia la fo rma en la que se distribuye el ingreso dentro

220 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


de la industria. En las conclusiones se plantean, para la discusión, un conjunto
de reco mendaciones de polít ica sectorial tendientes a in flu ir sobre las falencias
estructurales y favorecer el desarrollo manufacturero futuro.

II. Perfiles de especialización internacional

La g lobalización, la creciente liberalización del co mercio internacional, las


estrategias de los países desarrollados y la expansión del capitalismo en Ch ina,
India y otras economías del sudeste asiático han tenido un fuerte impacto en la
evolución de la industria textil y de indu mentaria en los últimos años. Y, en con-
secuencia, son elementos insoslayables para la caracterización de la situación y
las perspectivas del sector en la Argentina.
En este sentido, una primera cuestión a resaltar pasa por el irreversible pro-
ceso de internacionalización y relocalización de la p roducción. Esta industria,
que históricamente actuaba en particular en mercados locales y/o regionales, fue
dando paso a un sector que opera en un mercado globalizado y que tiende a la
concentración en países que poseen abundancia de mano de obra.
Esta dinámica se vincu la con dos factores principales. Por un lado, con el
importante ro l de estas industrias en el desarrollo capitalista. Los procesos de
industrialización históricamente estuvieron asociados, en sus primeras etapas,
a la p roducción text il1 . Dent ro de este sistema se ha pro fundizado la d ivisión
internacional del trabajo sobre la base de la abundancia de mano de obra barata.
Este escenario exp lica los sucesivos procesos de relocalización ocurridos en el
último med io siglo 2 . Estos movimientos migratorios fueron aco mpañados por
la confo rmación de espacios de preferencia co mercial co mo los de México y
América Central con Estados Unidos y la amp liación de la Un ión Eu ropea.
Por otro lado, la creciente internacionalización del sector se relaciona con las
negociaciones multilaterales. Con el acuerdo del GATT (1947) se establecieron
las reglas generales de competencia; en la Ronda Uruguay (1994), que fundó la

1 Este fenómeno, inicialmente desarrollado por Gran Bretaña a fines del siglo XVIII, fue replica-
do más tarde por los Estados Unidos en el siglo XIX, por la economía japonesa en la inmediata
posguerra y por Corea del Sur en el decenio de 1960. En los últimos años el mismo modelo
de inserción en la economía mundial fue aplicado por China y otros grandes exportadores de
indumentaria del sudeste asiático (principalmente Indonesia, Tailandia, Bangladesh, Camboya,
Myanmar, Filipinas, Vietnam y Sri Lanka), que dinamizan sus economías a través de industrias
livianas e intensivas en mano de obra (Chang, 2002).
2 Esquemáticamente, se registran tres procesos de relocalización. El primero a fines de la década
de 1950 y principios de la de 1960 desde Norteamérica y Europa Occidental hacia Japón. El
segundo, en el decenio de 1970 e inicios del siguiente, desde Japón hacia Hong Kong, Taiwán
y Corea. El último, en la década de 1990, desde estos últimos tres hacia otras economías en
desarrollo de Asia, principalmente a China, Indonesia, Tailandia y Filipinas y, en menor medida,
hacia algunas naciones de Latinoamérica y de Europa Oriental (Gereffi, 1999).

221 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Organización Mundial del Co mercio (OM C), se estableció un régimen general
de comercio libre en el que se limitaron las medidas de defensa co mercial y los
derechos de importación con excepciones para productos agrícolas y textiles. El
proceso de globalización se aceleró en 2005 con la incorporación plena de los
text iles y la indumentaria a las normas generales de la OM C.
Un segundo aspecto relevante, motorizado en buena med ida por los acuerdos
de liberalización comercia l y la expansión de las economías asiáticas, es el incre-
mento de la tasa de crecimiento de la producción mundial text il en los últimos
veinte años, superando los ochenta millones de toneladas de producción de fibras
textiles en 2011, más del doble de lo fabricado en 1990. M ientras que en la década
de 1990 la fabricación mundial au mentó a una tasa acumulada anual del 3,1%,
entre 2000 y 2011 lo h izo al 4,2% pro medio por año 3 .
Co mo tercer punto de importancia y asociado al anterior, cabe destacar la
modificación en el cuadro mundial de la producción text il por tipo de fibra. Un
panorama de largo p lazo marca una creciente participación de las fibras sintéticas
por sobre las natura les y las art ificiales (Gráfico N° 1). Este co mportamiento
obedece a la aparición y el desarrollo de nuevos materiales y su incidencia en los
costos y en las tendencias de la moda. Propensión que se mantiene en la últ ima
década con rit mos de crecimiento en las fib ras industriales al menos del 50%
por encima de la tasa de aumento de las fibras naturales. A raíz de este desen-
volvimiento productivo, a co mienzos del decenio de 2010 las dos terceras partes
corresponden a fibras sintéticas y artificiales y el resto a naturales, cuando hasta
inicios de la década de 1990 éstas superaban a las primeras 4 .
El cuarto aspecto relevante, consecuencia de los anteriores, se vincula con
las formas organizat ivas de la p roducción de bienes finales encuadradas en dos
tipologías bien diferenciadas:

• prendas estandarizadas: no tan vulnerables a los cambios de moda y defini-


das como commodities, tales como t-shirt, jeans, prendas básicas, etc., que
corresponden a grandes volúmenes de producción basados en el bajo costo
de la mano de obra, siendo el elemento clave la calidad y el bajo precio; y
• productos de moda y técnicos: art ículos de producción muy segmentada, en
pequeños lotes con diseño, color, fo rmas, estructuras y nuevos materiales
determinados por las tendencias de la moda y ciertos nichos (deportes de alto
rendimiento, salud, protección, etc.). La diferenciación se logra en las últ imas
etapas del ensamble con tecnología y el emp leo de materiales especiales.

3 Véase http://www.cirfs.org/ (consultado el 14/3/2013).


4 Como se verá, en el caso argentino la estructura productiva por tipo de fibra se ha mantenido
prácticamente constante en el tiempo y es casi la inversa de la mundial.

222 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Gráfico N° 1. Industria text il y de indumentaria. Producción mundial por tipo de
fibra, 1950-2011 (en miles de toneladas).

80.000
Fibras artificiales
70.000 Fibras sintéticas

60.000 Lana
Algodón
50.000

40.000

30.000

20.000

10.000

0
1950 1960 1980 1990 2000 2011

Fuente: Elaboración propia en base a The International Rayon and Synthetic Fibres Committee (CIRFS).

En este contexto se pueden identificar tres perfiles de especialización. Por


un lado, aparecen las economías asiáticas, aunque tamb ién la de algunos países
de América Central, identificadas con la primera forma organizat iva que, ante
la apertura co mercial y en base a abundantes recursos humanos y condiciones
laborales muy precarias, se orientan casi exclusivamente a la expo rtación. Por
otro lado, se encuentran las economías más desarrolladas (como la de Estados
Unidos y d iversas naciones occidentales de la Unión Europea) basadas en el
segundo tipo de organización y que han desmantelado paulat inamente las áreas
más intensivas en mano de obra de la cadena de valo r, reservándose el control de
la misma a través del desarrollo del diseño, marcas, marketing y distribución. En
estos ámbitos se conserva la vanguardia del desarrollo científico-tecnológico y se
caracterizan por salarios altos y trabajadores califica dos en sus países de origen.
Por ú ltimo, en una situación intermedia y mucho más delicada, quedan las econo-
mías que pretenden mantener su producción y desarrollan práct icas comerciales
proteccionistas. Las mismas no abandonaron la fabricación de los bienes menos
diferenciados del mercado, buscan el autoabastecimiento de fibras, se orientan
básicamente al mercado interno, generan diseño y t ienden a desplazarse a nichos
de alto valor agregado. En este grupo aparecen algunos países latinoamericanos,
incluida Argentina, y de Eu ropa del Este.
El quinto punto relevante es la estrategia de los países más avanzados para
retomar la in iciat iva, consistente en el desarrollo de un conjunto de innovaciones

223 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


que permiten agregar valor a las fibras generando nuevas funciones. Se trata en
términos globales de text iles funcionales y text iles inteligentes. Los primeros
se definen como aquellos que no sólo desempeñan las funciones propias de los
artículos text iles convencionales, sino que además cumplen funciones no inhe -
rentes a su naturaleza text il, amp liando su aplicación a otros productos como en
la construcción y en otras técnicas (techos de terminales, air bag, silo bolsa, etc.).
Por su parte, los textiles inteligentes son materiales que reaccionan ante estímulos
externos, combinando las técnicas tradicionales de elaboración de tejidos con la
microelectrónica y la incorporación de censores (Marino, 2005).
El desarrollo de disciplinas co mo la microelectrónica, la b iología y la nano -
tecnología han permitido incorporar nuevos procesos y materiales a los productos
text iles. En la actualidad éstos se relacionan con sus mú ltiples aplicaciones en
áreas como automotriz, aeronáutica, construcciones, medicina, protección perso-
nal, confort, funciones interactivas, etc. Por el mo mento, los textiles innovadores
ocupan un pequeñísimo n icho del mercado por su elevado costo pero segura-
mente se irán mas ificando, reduciendo su valor. Estas innovaciones están en
pleno proceso de desarrollo y se espera que marquen la tendencia durante un par
de décadas. Todo este conjunto de innovaciones constituye una plataforma para
la producción en escalas medias y bajas, dado que se trata de bienes finales dife-
renciados y de alto valor agregado que podrían ser desarrollados e incorporados
en la industria nacional (al menos alguna gama de productos).

III. Características productivas de la industria en la Argentina5

Las disímiles estructuras productivas y tecnológicas en las etapas de la indus-


tria inciden en el grado de concentración, co mpetencia, rentabilidad y adopción
de innovaciones, y generan diversos “cuellos de botella” para el desarrollo del
sector text il y de indu mentaria. Es por ello que resulta de interés analiza r los
aspectos centrales de los eslabones más importantes.

III.1. Producción primaria

La mayoría de las hilanderías nacionales utiliza fibra de algodón como prin-


cipal insumo alcanzando una participación cercana al 70%, el poliéster explica
el 20% y el resto son otras fibras sintéticas y art ificiales (acrílico, nylon, rayón
viscosa, modal, etc.), y finalmente la lana.

5 Esta sección está basada en los desarrollos analíticos de INET, 2010.

224 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


En el caso del cult ivo del algodón, la p roducción primaria está atomizada,
aunque hay algunos grandes cosechadores, desmotadoras de algodón 6 de enver-
gadura e h ilanderías de peso. Existen diferentes canales de aprovisionamiento de
fibra. Uno de ellos son las cooperativas, donde pequeños y medianos productores
concentran su producción de algodón en bruto y comparten una desmotadora.
Otra forma es a través de acopiadores, que co mpran d irectamente a los pequeños
y med ianos productores para luego revender la mercadería. En tanto, como en
otros mercados de commodities, tamb ién existe el corredo r, que interactúa entre
comp radores y vendedores y recibe una co mis ión sin asu mir responsabilidad
financiera por la transacción. Los grandes productores orientan sus ventas hacia
desmotadoras privadas que, a su vez, destinan la fibra a la exportación y a las
hilanderías 7 . Finalmente, cabe resaltar que buena parte de las fibras artificiales
y sintéticas es importada.

III.2. Hilanderías

Se trata del segmento de la industria más intensivo en capital y se aboca bási-


camente a la elaboración de commodities. En este ámbito las ventajas competiti-
vas residen en las economías de escala que determinan elevados niveles óptimos
de producción 8 . Este proceso concentrador se intensificó en el decenio de 1990
con pérdida de empresas medianas que abastecían ciertos segmentos específicos
dejando huecos en el entramado productivo que no se han reconstituido en la
posconvertibilidad.
Por otro lado, es de v ital importancia para su competitiv idad la d isponibilidad
de materia prima a valores internacionales y en n iveles aceptables de calidad. En
ese sentido, la producción nacional cuenta con fibras naturales (básicamente algo-
dón, ya que la lana se exporta mayoritariamente sin hilar y la fibra de camélidos

6 Esas firmas pueden estar integradas o comprar el algodón en bruto a pequeños, medianos y
grandes cosechadores. Su actividad consiste en separar, desde el algodón en bruto, la fibra de
la semilla y la suciedad.
7 Si bien, en general, las hilanderías se abastecen de fibra nacional, el auge sojero provocó, desde
la década de 1990, el desplazamiento de la producción algodonera. Este fenómeno, sumado a la
expansión de la capacidad productiva de la industria local de los últimos años, implicó que
las hilanderías tengan que importar, fundamentalmente de Brasil por las ventajas arancelarias
asociadas al Mercosur y por tener fibra no contaminada en abundancia y de mayor calidad que
la nacional. Acerca de las características del complejo algodonero y al impacto de la expansión
sojera, véase Gorenstein, Ferreira y Schorr, 2012.
8 La empresa más importante del eslabón en el país es T N&Platex, con siete plantas productivas
distribuidas en cinco provincias, que producen alrededor de 4.000 toneladas mensuales (http://
www.tnplatex.com/, consultado el 4/4/2013). En segundo lugar, aparece Tipoití con capacidad
para producir 2.000 toneladas mensuales (www.tipoiti.com.ar, consultado el 4/4/2013) y como
tercer gran productor, con una escala de 700 toneladas mensuales, Algodonera Avellaneda, pro-
piedad del grupo Vicentín, que a diferencia de las otras dos compañías, también posee tejeduría
(http://www.vicentin.com.ar/, consultado el 4/4/2013).

225 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


sólo se procesa a nivel artesanal), así co mo con un productor de escala mundial
de fibras e hilados de poliéster (MAFISSA).
Respecto a la localización geográfica de la producción, se presentan tres
factores de atracción para la instalación de las fábricas: la cercanía a la prov isión
de la materia prima (generada principalmente en Chaco y, en menor med ida, en
Santiago del Estero, Formosa, Santa Fe y Corrientes), el acceso a los grandes
mercados (en especial el de Buenos Aires) y la utilización de los regímenes de
promoción industrial (La Rio ja, San Luis, Catamarca y San Juan).

III.3. Tejedurías

La demanda derivada de las hilanderías está compuesta por empresas produc-


toras de tejidos de punto, planos, trapos para limpieza, med icinales y otros para
diferentes industrias. Los clientes más importantes son las tejedurías de punto
–concentran alrededor del 65% de las co mpras–, debido a que, a diferencia de los
tejedores planos 9 , están menos integradas y predo mina en el mercado nacional la
elaboración de indu mentaria de tejido de punto sobre la plana.
A partir de la devaluación de 2002, por la recuperación del mercado interno y
el mayor costo de importación, las grandes hilanderías imponen condiciones de
venta a sus clientes. Su política co mercia l les permite regular en alguna medida el
funcionamiento “aguas abajo” de la cadena de valo r. En cuanto a la formación de
precios, los mismos están definid os por el mercado mundia l desde que los hilados
son productos de baja diferenciación. En esta dinámica, la oferta local t iene poco
margen para establecer precios superiores a los internacionales.

iii.3.1. te Je dur ía S de P unto

De acuerdo a información de las cámaras empresarias más rep resentativas


del sector, esta rama text il está integrada por cerca de quinientas empresas cuya
producción anual estimada es de ciento diez millones de kilogramos con el pleno
uso de su capacidad instalada. El 60% es elaborado por tejedurías sin hilandería
y el resto por tejedurías que cuentan con hilandería propia. Si b ien la mayoría de
las empresas son pymes, existen alrededor de diez firm as relativamente grandes.
No constituyen un segmento tan capital intensivo como el de las hilanderías y el
de las tejedurías planas. En general, la producció n se realiza en series cortas y
con bajo nivel de automat ización.
Un aspecto adicional es que las empresas suelen recurrir a otras que trabajan
para terceros para co mpletar su producción. Las condiciones de ingreso en este
segmento, al ofrecer sólo el servicio de tejido y no encargarse de la co mpra de

9 Cabe aclarar que los grandes usuarios de hilado de algodón entre las tejedurías planas son los
productores de denim que suelen operar con hilandería propia.

226 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


la materia prima ni de la venta del producto final, son más simples y se reg istra
un mayor grado de informalidad. Es habitual que las empresas destinen parte de
su estructura productiva al servicio de fason y complementen su oferta contra-
tando dicho servicio cuando deben atender pedidos que superan su capacidad
de producción.
Por ot ro lado, muchas tejedurías t ienen su prop ia tinto rería y, además de
utilizarlas al máximo de su capacidad, envían a tintorerías de terceros 10 . En gene-
ral, son pocos los fabricantes de telas que están integrados hacia atrás y/o hacia
adelante (no suelen confeccionar prendas ni tener canales de comercialización
propios). Sus proveedores son las hilanderías locales que le venden hilados tipo
bonetería (principalmente de algodón, poliéster y mezcla). También se abastecen
de insumos importados por falta de oferta nacional (fibras industriales), calidad
y/o precio. En cuanto a la co mpetencia en el secto r, los factores determinantes
son la diferenciación de producto a través del acabado de telas (tintorería y estam-
pería), diseño, calidad y precio.
Por su parte, la impo rtación de tejidos de punto no rep resenta una fuerte
amenaza debido a que la d iferenciación de p roducto y la existencia de series
de producción cortas, por el efecto de cambios de temporada y moda, actúan
como barreras naturales. En camb io, en el abastecimiento de telas planas, sí se
presenta una agresiva co mpetencia del exterior, aunque la mayoría de los talleres
de confección no tiene la escala suficiente para importar.
La relevancia del sector para una estrategia de mediano plazo rad ica en que
la tecnología de punta es efi cient e con baja escala de producción y permite incor-
porar diseño para confeccionar la prenda co mpleta. Los principales clientes del
sector son los fabricantes de prendas de vestir y los mayoristas y/o distribuidores
de telas, todos estrechamente vinculados al complejo productivo de La Salada,
ya que las bajas escalas de producción permiten co mplementarse con pequeños
fabricantes de bienes finales, confo rmando un in menso mercado in formal de
telas.

iii.3.2. te Je dur ía S de te la P la na

Las telas planas se caracterizan por su resistencia, rigide z y durabilidad. Den-


tro de la cadena representan un sector intensivo en capita l y escalas mín imas
relativamente elevadas. Se utilizan básicamente para la producción de pantalo -
nes, camisas, camperas y confecciones para el hogar (sábanas, toallas, cort inas,
manteles, etc.). Dado que la tela plana es un commodity, con gran competencia
proveniente de Brasil, Pakistán y crecientemente de Ch ina e India, el margen de
rentabilidad que puede aplicar el fabricante sobre los costos es muy bajo.

10 Entre las empresas medianas y grandes con tejeduría de punto, que operan en el sector con tin-
torería propia, se destacan Iteva, Texcom, Ritex, Sedamil, Guilford, Nortextil Balto y Amesud.

227 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


En cuanto a las firmas de tejido p lano con t intorería, en general son medianas
o grandes. Entre los productos más importantes de este segmento se destaca la
gabardina y particu larmente el denim. A diferencia de las empresas de tejidos
de punto y también de otras de tejido plano, los productores de denim, dada la
complejidad y especificidad de la tecnología aplicada y la intensa competencia
en el n ivel nacional e internacional, poseen estructuras de fabricación integradas
hacia las fases previas, es decir, además de tejer, realizan tareas de hilado. La
integración vertical en el segmento denim es una tendencia mundial.

III.4. Tintorerías

Atento al elevado costo de la tecnología aplicada, la intensidad de capital y la


escala mín ima requerida, las tintorerías de tejidos planos son muy pocas, lo que
representa un “cuello de botella” para este segmento. En cambio, las de tejidos
de punto son menos intensivas en capital y son eficientes en escalas medias de
producción por lo cual es un sector con potencial co mpetitivo en el país.

III.5. Indumentaria

Los clientes de las tejedurías, abocados a alguna fase de la elaboración de


indumentaria, se pueden dividir en marcas de ropa, fabricantes de ropa en talleres,
mayoristas y/o distribuidores de telas y supermercados. De acuerdo a estima-
ciones privadas y públicas 11 , el mercado informal sería de al menos el 40% en
facturación y el 60% en volumen, y es realizado fundamentalmente en el me r-
cado de La Salada y el co mplejo comercial de la calle Avellaneda en el barrio de
Flores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los productos allí elaborados
son revendidos en las ferias conocidas como “Las Salad itas” y en los comercios
del interior del país. Se trata generalmente de indumentaria estánda r, sin reque-
rimientos de mano de obra calificada, con escaso valor agregado y realizada con
tecnología básica.
El circu ito informal se orig ina en los distribuido res de telas, básicamente
del barrio porteño de Once, continúa en talleres de costura pequeños, precarios,
domiciliarios y clandestinos (todos con mano de obra práct icamente en negro
y a veces esclava) y finaliza con la co mercialización en los lugares antes men-
cionados. Las marcas de ropa, especialmente las grandes, se dedican al corte,
empaque y d istribución, la fabricación propiamente dicha es mayormente ter-
ciarizada en empresas pequeñas y talleres de confección, muchos de los cuales
trabajan tanto para el mercado formal co mo el informal. Este sistema es posible
dada su intensidad en mano de obra con reducida inversión por ocupado y, por

11 Véase Claves, 2009; Coatz y Kestelboim, 2012; y las estimaciones realizadas por el INTI Tex-
tiles (disponibles en http://www.inti.gob.ar/textiles/vestirconciencia/, consultado el 22/3/2013).

Martín Schorr (coordinado r) 228


lo tanto, escasas barreras de entrada siendo el bajísimo costo de la mano de obra
el principal factor de co mpetitiv idad 12 .
Los camb ios en el funcionamiento de este segmento de la industria desde
la década de 1990 se pueden resumir en : a) tendencia a la desverticalización de
la producción; b) abandono por parte de las marcas de la tarea de confección,
derivada a pequeños talleres; c) mayo r rentabilidad en corte, d iseño, marke-
ting y comercialización; y d) fuerte concentración en empresas grandes, menor
rentabilidad en emp resas chicas y creciente p roceso de info rmalidad. En este
contexto, la evolución de la producción local depende del poder de compra del
mercado interno en el mayoritario circuito informal y, en el mercado formal de
menor tamaño, de su costo relativo respecto a China y de las restricciones a las
importaciones que se puedan aplicar.
Las características estructurales señaladas de la cadena de valor confluyen
en que la actividad se ha mantenido sobre la base de salarios muy reducidos. De
acuerdo a un estudio del INTI Textiles 13 , el costo de la mano de obra en un taller
formal en la fabricación de un jean alcanza al 3% del valor de venta al público.
En camb io, en talleres informales ese valor sería la mitad debido a que el salario
a destajo equivale al 50% del estipulado por el Convenio Co lectivo de Trabajo
(CCT), además de obviarse cargas sociales y otros beneficios.
La ma nifiest a precariedad laboral t rae co mo consecuencia una baja oferta de
mano de obra local aco mpañada de escasa calificación y productividad; en otras
palabras, los deprimidos niveles salariales, la informalidad en la contratación y el
trabajo a destajo que identifican a la industria de la confección se convierten en
desincentivos para ingresar en la actividad. La búsqueda de bajos costos concen-
tra la demanda de trabajo en operarios no c alific ad os ofreciendo remuneraciones
muy inferiores a las del resto de los oficios en el sector.
En este contexto, la introducción de mano de obra barata de países vecinos
se ha convertido en la “vía de escape” para las empresas y marcas de ropa que
trabajan con talleres, reduciendo las remuneraciones promedio del sector de modo
considerable 14 . Los operarios bolivianos suelen ser “contratados” por salarios más
bajos, en condiciones de total precariedad laboral y con mejores resultados desde
el punto de vista de la productividad.

12 Para un análisis detallado de las diversas relaciones entre las marcas de ropa, los talleristas
intermediarios y los talleres de costura, consúltese D’Ovidio, 2007.
13 Véase, para un resumen de la investigación, Choren, 2009.
14 Las primeras noticias sobre las explotaciones sufridas por migrantes en el sector datan de fines
de la década de 1990, cuando las políticas neoliberales y el consecuente desempleo empujaron
a numerosos trabajadores desocupados a aceptar las pésimas condiciones laborales ofrecidas por
los talleres clandestinos. Sin embargo, esta problemática recién alcanzó estado público con el
incendio de un taller clandestino el 30/3/2006 que cobró la vida de seis inmigrantes procedentes
de Bolivia, cuatro de ellos menores.

Martín Schorr (coordinado r) 229


La terciarización de la producción está regulada por la Ley Nº 12.713 que
tiene por objeto garantizar a los trabajadores a do micilio condiciones equiva-
lentes a las de los trabajadores en fábrica. Para ello establece la registración de
todos los actores y exige una “etiqueta” que indique el taller donde fue realizada
la prenda. Además, contiene un “tarifario” que busca llevar a valor producto el
salario establecido en el CCT, clarifica el alcance de la responsabilidad solidaria
en la cadena y determina una sanción penal por incu mplimiento de la Ley 15 . Así,
posibilita la identificación del trabajo no registrado y determina las remunera-
ciones legales a los costureros, mientras que su evasión imp lica no sólo abaratar
costos, sino también licuar responsabilidad legal en la contratación de mano de
obra y transferir el riesgo emp resario 16 .

III.6. Diseño de indumentaria de autor

Es un nuevo segmento que se ha afian zado t ras la salida del rég imen de
convertibilidad y que cuenta con más de doscientos diseñadores. Se encuen-
tra mayoritariamente constituido por unidades productivas regulares de bienes
diferenciados con alto valor agregado que trabajan en buena medida con talleres
informales, aunque están más tecnificados y con mano de obra más calificada y
mejor remunerada que el pro medio de los que trabajan para La Salada, incluyendo
los vinculados a las marcas de ropa. La d iferenciación de productos se basa en la
creatividad y profesionalización del d iseño, convirtiéndose en un segmento inno-
vador dentro de la industria que, orientado al mercado “alternativo” de medio y
alto poder adquisitivo, no compite ni con el segmento de alto precio de las marcas
reconocidas ni con los productos importados de países del sudeste asiático 17 .

III.7. Canales de comercialización

Más del 60% de la indumentaria que circula por el país proviene de La Salada
y el circuito de la calle Avellaneda, luego es vendida al público en más de doscien-
tas ferias o Saladitas y en una mult iplicidad de co mercios tradicionales en todo el

15 Se puede encontrar un análisis pormenorizado de la Ley Nº 12.713 en Lieutier, 2010.


16 Desde hace unos años está en debate la actualización o modificación de la ley de trabajo a do-
micilio ya que en la práctica no se aplica. El sector empresario pugna por eliminar las sanciones
penales, morigerar la responsabilidad solidaria y desregular el precio por el trabajo a destajo. En
este sentido, el INTI Textiles ha realizado algunas actualizaciones al “tarifario” que permiten
trasladar las condiciones del CCT al pago por artículo. Al respecto, consúltese el programa de
certificación de condiciones laborales y ambientales (Compromiso Social Compartido) y el
portal “ Vestir(con)ciencia” (http://www.inti.gob.ar/textiles/compromiso.htm y http://www.inti.
gob.ar/textiles/vestirconciencia/, ambos consultados el 22/3/2013).
17 Para un análisis en profundidad de este segmento y su dimensionamiento económico véase
Marino, 2011.

Martín Schorr (coordinado r) 230


territorio nacional. Co mo se verá más adelante, el tipo de producto, la cantidad
de actores intervinientes en el proceso de comercialización y las modalidades
del canal co mercial determinan el precio final y la distribución de la renta en la
cadena de valor.
Dentro del mercado registrado, los canales de co mercialización más relevan-
tes son el tradicional y los shoppings, con participación creciente en los últ imos
años de franquicias (localizadas en shoppings), outlets y grandes tiendas (Cuadro
Nº 1).

Cuadro Nº 1. Industria text il y de indumentaria. Ventas por canal de co mercia -


lización, 2008 (en porcentaje).

Canal de come rcialización


Tradicional 34,0
Shopping 19,6
Franquicias 15,6
Propios/outlet 9,5
Grandes tiendas 8,2
Directa/Internet 7,1
Hipermercados 6,0

Fuente: Claves (2009).

Los shoppings, incluyendo franquicias, y las grandes tiendas contienen las


principales marcas de indu mentaria determinando el seg mento de alto precio
orientado a la población de mayores ingresos. La concentración en los puntos
de venta otorga un mayor poder relativo a los centros comerciales y los bancos
en relación con los fabricantes que les permite extraer un porcentaje mayor de
la renta sectorial a través de costos inmobiliarios, comisiones, ventas en cuotas
y promociones.

IV. Estructura y dinámica reciente de la industria

El anális is del sector text il y de indu mentaria está limitado por la escasa
información disponible sobre el segmento informal, predo minante especialmente
en la confección. Las estadísticas oficial es relevan básicamente a las actividades
formales de la cadena por lo cual los resultados son sólo parciales. De este modo,
luego de indagar en las fuentes de información del INDEC y el Min isterio de
Trabajo, Emp leo y Seguridad Socia l (MTEy SS) se procedió a utilizar fuentes

Martín Schorr (coordinado r) 231


alternativas. Ello, con el propósito de dimensionar el segmento de indumentaria
al menos en cuanto a la producción total y el empleo, entendiendo que el eslabón
intermedio –producción de textiles – se encuentra razonablemente cubierto por
las estadísticas oficiales, pese a registrar niveles de informalidad significativos
en algunas actividades.

IV.1. Evolución de la producción, el empleo y la informalidad

Durante la vigencia de la convertibilidad se produjo el desmantelamiento de


muchas actividades y segmentos del sector manufacturero, p roceso que afectó
particularmente a la industria text il y de indu mentaria . En efecto, mient ras las
fábricas y los ocupados en el total de la industria se redujeron el 10% y el 5%,
respectivamente, entre los censos industriales de 1994 y 2004/05, los sectores
bajo estudio retrocedieron en torno del 19% en materia de fábricas, mientras que
los ocupados disminuyeron el 27% en textiles y el 14% en indumentaria. Estas
industrias orientadas mayormente al mercado interno no soportaron la co mpe-
tencia de bienes importados desapareciendo activ idades esenciales dentro del
entramado productivo 18 .
En cuanto a la estructura de la industria bajo estudio, el Censo Nacional Eco-
nómico 2004/05 (CNE 04/05) arro ja algunos rasgos de importancia: a) las fábri-
cas textiles son casi la mitad de las de indu mentaria pero emplean más personal
y prácticamente duplican la facturación; b) lo anterior imp lica para el sector textil
que los locales tienen en promed io más ocupados, son más intensivos en capital
y registran niveles superiores de productividad laboral pro medio; c) por rango de
puestos de trabajo ocupados se observan resultados disímiles: en el sector textil
la mayor parte del emp leo y la producción se genera en las fábricas más gran -
des, mientras que en indumentaria el resultado es el inverso; d) la productividad
med ia de las grandes unidades productivas en confección es inferior a la de las
pequeñas, lo opuesto se registra en el sector text il; y e) el grado de integración en
indumentaria es superior al generado en text iles y, a su vez, en ambos sectores,
el de las pequeñas supera al de las grandes (Cuadro No 2).
Ev identemente el sistema de producción en las industrias de la confección,
con un alto nivel de terciarización de la costura en talleres info rmales, deriva en
que las compañías más grandes registren bajos niveles de producción y produc-
tividad, y una sustancial subestimación del nivel de empleo.

18 Un análisis intercensal completo se puede encontrar en Azpiazu, 2011; y Azpiazu y Schorr,


2011.

Martín Schorr (coordinado r) 232


Cuadro No 2. Industria textil y de indumentaria. Principales variables censales,
2003 (en valores absolutos, millones de pesos de 2003 y porcentaje).

Rango de Puestos Valor de la


Productividad Grado de
puestos Locales de producción Ocupados
($ miles por integración**
de trabajo productivos trabajo ($ millones por local
ocupado)* (%)
ocupados ocupados 2003)

Total textil 2.300 42.856 6.195 19 144,6 36,0

0-50 92,5 37,8 34,4 8 131,6 42,9

51 y más 7,5 62,2 65,6 154 152,4 32,4

Total 4.269 36.875 3.137 9 85,1 42,6


confecciones

0-50 97,2 63,3 67,3 6 90,4 44,6

51 y más 2,8 36,7 32,7 112 75,8 38,5

* Valor de producción/puestos de trabajo ocupados.


** Valor agregado/valor de producción.

Fuente: Elaboración propia con datos del CNE 04/05.

Por su parte, la información elaborada por el M TEySS sobre cant idad de


empresas y ocupados registrados permite in ferir que la información del Censo
corresponde casi exclusivamente a este segmento. A su vez, la evolución de la
industria formal ent re 2003 y 200919 muestra un incremento s ignificat ivo en
la cantidad de firmas y en el emp leo en ambos sectores, el cual es superior en
indumentaria respecto de text iles y en las empresas grandes en relación con las
de menor envergadura. Asimismo, si b ien au menta el n ivel p ro medio de ocupa-
dos por co mpañía en ambos sectores, al observar los datos por tamaño de firma
se comprueba que sólo las microempresas aumentan el pro medio de ocupados
decreciendo en las empresas grandes, med ianas y pequeñas (Cuadro No 3).

19 El último dato disponible en el MTEySS de empresas registradas corresponde al año 2009


(véase http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/oede/estadisticas_nacionales.asp, consultado
el 25/3/2013).

Martín Schorr (coordinado r) 233


Cuadro No 3. Industria textil y de indu mentaria. Empresas y emp leo reg istrado,
1996-1998, 2003 y 2009 (en valores absolutos y porcentaje).

Empresas Ocupados por


registradas Empleo registrado empresa
1996- 1996- 1996-
2003 2009 2003 2009 2003 2009
1998 1998 1998
Total textil 2.987 2.580 3.045 57.638 50.165 64.940 19,3 19,4 21,3
Grandes 2,9 2,7 3,4 41,5 41,5 45,9 274,0 297,3 287,6
Medianas 11,4 10,3 12,8 32,4 31,3 29,7 54,8 59,1 49,5
Pequeñas 31,6 30,6 34,6 19,7 20,1 18,7 12,0 12,8 11,5
Micro 54,1 56,4 49,2 6,4 7,0 5,8 2,3 2,4 2,5
Total confecciones 3.590 3.135 4.080 37.961 32.554 49.788 10,6 10,4 12,2
Grandes 0,4 0,4 0,8 17,1 15,5 23,4 470,8 388,1 374,1
Medianas 9,1 7,8 9,4 47,0 44,0 39,9 54,6 58,7 51,7
Pequeñas 29,4 29,4 36,5 25,2 28,2 27,2 9,1 10,0 9,1
Micro 61,1 62,4 53,3 10,6 12,3 9,5 1,8 2,0 2,2

Fuente: Elaboración propia con datos del MTEySS.

Estas evidencias estarían expresando que buena parte del au mento del empleo
en los últ imos años no ha sido reg istrado. Básicamente, porque con menor o
igual dotación de emp leados por empresa, aun considerando el incremento de fir-
mas registradas, sería imposible justifica r el au mento de la producción de bienes
obtenido por el INDEC, salvo un salto exponencial en la productividad laboral
(dato no computado estadísticamente y de d ifícil realización en una industria
con las características de la analizada). Igualmente, el au mento en la particip a-
ción relativa del emp leo registrado en las empresas grandes sería menor al real
por efecto de la terciarización; por su parte, en las empresas medianas, chicas y
micro el e mp leo es menor en términos relativos, lo cual sugiere el predo minio
del empleo informal.
Asimismo, en relación con el p ro medio 1996-1998, los mejores de la conver-
tibilidad, los guarismos correspondientes a 2009 muestran un nivel algo superior
en ambos sectores (nuevamente la mayor diferencia se observa en confecciones).
Finalmente, de los datos sistematizados se desprende que el sector formal de esta
industria casi no ha mod ificado su estructura en relación con la década de 1990
en cuanto al tamaño de firmas, con la excepción de las empresas grandes de
indumentaria que actualmente cuentan en pro medio con una dotación de personal
sustancialmente menor.

Martín Schorr (coordinado r) 234


En cuanto al nivel de actividad, seguramente la variable más subestimada en
el segmento textil dada su creciente inserción en el complejo productivo de La
Salada, los datos de la Encuesta Industrial del INDEC señalan un au mento de
la producción del orden del 17% entre 2003 y 2009 (por debajo del crecimiento
en la cantidad de empresas y el emp leo cub ierto po r el M TEySS) y del 32%
entre 2009 y 2012, arrojando un incremento similar de la productividad laboral
promedio en los últimos tres años pese a que la intensidad laboral registra una
leve caída (Gráfico No 2).

Gráfico No 2. Industria text il. Evolución del índice de volu men físico de la pro-
ducción (IVF), la productiv idad* y la intensidad laboral**, 1996-2012 (en
índice base 2002=100).

350
IVF Productividad
Intensidad laboral

250

200

150

100

50
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

* IVF/obreros ocupados.
** Horas trabajadas/obreros ocupados.

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

En su ma, sobre la base del segmento formal, el sector text il no habría alcan-
zado los niveles más elevados de la convertibilidad en materia de producción, los
habría superado en empleo y mantenido en cantidad de empresas. Sin embargo, la
creciente informalidad de los últimos años induce a presumir que la producción y
el empleo total (formal e info rmal) habrían superado los reg istros más altos de la
década de 1990. Por otra parte, la cantidad de ocupados por empresa de acuerdo
a su tamaño en el segmento formal no coincide con la expansión del sector desde
2003 convirt iéndose en un indicador del au mento de la informalidad.

Martín Schorr (coordinado r) 235


En el caso del segmento de indumentaria, la estimación de la evolución de la
producción y el emp leo es todavía más co mpleja a partir de la profundización de
la terciarización de la costura en talleres mayormente no registrados. Las empre -
sas y el empleo registrado alcanzan principalmente la etapa de corte, empaque
y distribución, por lo cual es significativo que en las firmas grandes, medianas
y pequeñas disminuye la cantidad de ocupados por empresa en pro medio entre
2003 y 2009, sugiriendo que la confección de prendas se realiza crecientemente
fuera de la empresa con emp leo info rmal (Cuadro Nº 3).
Los datos de la Encuesta Industrial del INDEC, referidos al sector formal,
indican que la producción física aumentó hasta 2008 retrocediendo levemente en
los años siguientes quedando por debajo del pico de la convertib ilidad, mientras
que la productividad y la intensidad laboral siguieron la mis ma tendencia aunque
por debajo del au mento de la producción. Sin embargo, dado el n ivel de informa -
lidad laboral y la generalizada terciarización de la producción, es menester utilizar
fuentes alternativas que permitan acercarse a la producción real del secto r.
En este sentido, el INTI Text iles ha elaborado una metodología que permite
estimar la producción y el emp leo en la confección que consiste en calcular el
consumo aparente por fase productiva (fibra, hilados, tejidos, bienes finales e
indu mentaria) considerando las mermas p ropias de cada etapa y suponiendo
productividad constante sin acumulación de stocks20 . Esta estimación arroja como
resultado que la producción total habría au mentado el 50% entre 2003 y 2012, en
lugar del 34% obtenido por el INDEC, es decir, la activ idad no registrada habría
ocupado un lugar protagónico en la recuperación acaecida en la posconvertibi-
lidad (Grá fico No 3).

20 Partiendo de la producción nacional de fibras se calcula su consumo aparente (producción +


importaciones - exportaciones) y, considerando las mermas promedio para su transformación en
hilados, se obtiene su producción. Replicando el procedimiento se puede estimar la producción
de tejidos y de bienes finales. Finalmente, de acuerdo a información de mercado se estima la
proporción que corresponde a indumentaria. Sobre las cuestiones metodológicas involucradas
en esta estimación, consúltese http://www.inti.gob.ar/textiles/vestirconciencia/ (consultado el
25/3/2013).

Martín Schorr (coordinado r) 236


Gráfico No 3. Industria de indumentaria. Evolución del índice de volu men físico
de la producción (IVF), la productividad*, la intensidad laboral** y la pro -
ducción total***, 1996-2012 (en índice base 2002=100).

500
IVF Productividad
450 Intensidad laboral
400 Producción total

350

300

250

200

150

100

50
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

* IVF/obreros ocupados.
** Horas trabajadas/obreros ocupados.
*** Producción segmento formal + producción segmento informal.

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC e INTI Textiles.

Por otra parte, la metodología mencionada permite estimar el emp leo total del
sector y, por lo tanto, el porcentaje de informalidad laboral. Así, entre los años
señalados, mientras el emp leo registrado creció el 57%, el emp leo no registrado
habría au mentado el 200%, alcanzado el sector a un total de casi ciento ochenta
mil ocupados en 2012, con un nivel de informalidad del orden del 65/70% desde
el 2004 hasta la actualidad (Gráfico No 4)21 .

21 Según cálculos de la Fundación Pro Tejer, los trabajadores afectados a la actividad de la con-
fección alcanzarían a 200.000 con un nivel de informalidad del 80% (Coatz y Kestelboim,
2012).

Martín Schorr (coordinado r) 237


Gráfico No 4. Industria de indumentaria. Evolución del empleo registrado, el no re-
gistrado y la informalidad, 1992-2011 (en valores absolutos y porcentaje).

200.000 80%
Empleo no registrado
180.000
75%
Empleo re gis trados
160.000
Informalidad (eje derecha) 70%
140.000
65%
120.000

100.000 60%

80.000
55%
60.000
50%
40.000
45%
20.000

0 40%
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Fuente: Elaboración propia con datos del MTEySS e INTI Textiles.

Este desempeño, en el marco de una fuerte recuperación de la demanda


interna y de la producción, invita a dos comentarios. Por un lado, de acuerdo a
las estimaciones del INTI Text iles, el nivel salarial de los trabajadores no regis -
trados está en el orden del 50% del de los registrados. Esto imp lica que el poder
adquisitivo de las remuneraciones de la mayoría de los operarios del sector, dada
la creciente informalidad, au mentó en menor cuantía que el determinado por el
CCT, resultando en montos próximos a los correspondientes a la línea de pobreza
entre 2003 y 201222 , ampliando su distancia en relación con el resto de las activi-
dades productivas y comerciales. Así, puede conclu irse que los costureros se han
convertido en “trabajadores marginales” ubicándose en el escalón más bajo en
la escala salarial. En otras palabras, la remuneración pro medio del sector tendió
a dis minuir vis-à-vis la del resto de las activ idades y se mantuvo prácticamente
en niveles de subsistencia.

22 Según datos del MTEySS, la remuneración promedio de los trabajadores registrados del sector
de la confección y de la madera es la más baja de la industria manufacturera. Tal retribución
resultó inferior al valor establecido para la línea de pobreza del INDEC entre 2003 y 2007 y
la superó en los cinco años siguientes teniendo en cuenta la misma fuente. Pero de acuerdo
a estimaciones privadas, como la encuesta de la deuda social que realiza periódicamente la
Universidad Católica Argentina, el nivel salarial se habría mantenido por debajo de la línea
de pobreza entre 2007 y 2012. Véase http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/oede/estadis-
ticas_nacionales.asp y http://www.uca.edu.ar/index.php/site/index/es/uca/observatorio-de-la-
deuda-social-argentina/ (ambos consultados el 25/3/2013).

Martín Schorr (coordinado r) 238


Por otra parte, el au mento de la producción y el empleo al menor costo posi-
ble, sin cumplir incluso con la legislación vigente, imp licó una mejor ecuació n
ganancia/salario durante el ciclo expansivo de los últ imos años redistribuyendo
ingresos en el interior del sector desde los trabajadores a los capitalistas. Es decir,
parte de la rentabilidad sectorial responde a la falta de cump limiento de las leyes
laborales por parte de los empresarios.
Si bien estos resultados pueden resultar llamativos, se condicen con la con -
solidación de un esquema p roductivo y de d istribución de la renta (desde la
confección hacia el d iseño, el corte y la d istribución de prendas, y desde las
actividades productivas a las financieras y co merciales) que es el corazón de la
cadena de valor y que no sólo impacta sobre el funcionamiento del mercado de
trabajo (p recariedad laboral, trabajo esclavo, salarios muy in feriores a los del
convenio colectivo de trabajo, etc.), sino tamb ién sobre la co mpetit ividad del
sector y sus perspectivas futuras.

IV.2. Comercio exterior y protección al mercado interno

El conjunto de los análisis que anteceden permite colegir la importancia de


la industria text il y de indu mentaria en materia de empleo y producción; sin
embargo, la escasa diversificación productiva del segmento text il y la organiza -
ción productiva cada vez más informal en indumentaria constituyen rasgos críti-
cos de indudable relevancia. Por ello, en un contexto internacional de producción
masiva a bajos precios, la problemát ica del co mercio exterior se hace evidente.
En efecto, la cadena de valor formal es estructuralmente defi citaria: durante el
período 1993-2001 registró un saldo co mercial negativo pro medio de doscientos
cuarenta millones de dólares, mientras que entre 2002 y 2011 ascendió a quinien-
tos sesenta millones de dólares, a partir de una baja pro medio en las exportaciones
del 18% y una suba de las importaciones del 22%. La situación se tornó aun más
compro metida a partir de 2007 cuando el déficit p ro medio se incrementó a ocho-
cientos cuarenta millones de dólares pese a la recesión de 2009 y el incremento de
las exportaciones. En resumidas cuentas, las importaciones ascendieron a más del
doble de la tasa de crecimiento de la economía en la posconvertibilidad, mientras
que las exportaciones resultaron más estables (Gráfico No 5)23 .

23 En los dos últimos años de la serie bajo análisis, las exportaciones se duplicaron, fundamen-
talmente por el rubro fibras ante el aumento de la producción de algodón y la disminución de
la demanda interna. Por su parte, las compras externas subieron algo más del 50% por tejidos
y prendas que alcanzaron el record del período.

Martín Schorr (coordinado r) 239


Gráfico No 5. Industria text il y de indumentaria. Evolución de la balan za co mer-
cial, 1993-2011 (en millones de dólares).

2.000
Saldo
Exportaciones
1.500
Importaciones

1.000

500

0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
-500

-1.000

-1.500

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

Examinando el co mercio por seg mento, la reducción en p ro med io de las


ventas externas entre los dos períodos analizados responde a la caída en fibras
y, en menor med ida, a hilados, ya que el resto de los rubros incrementaron sus
exportaciones, siendo particularmente importante la performance del segmento
fabricante de indu mentaria; eslabón tamb ién destacado por la baja en las impor-
taciones, aunque el total aumentó especialmente por el comportamiento en tejidos
e hilados. Finalmente, los saldos comerciales negativos más importantes también
corresponden a los eslabones señalados junto a indumentaria, los dos primeros
crecientes y el último decreciente (Cuadro No 4).

Martín Schorr (coordinado r) 240


Cuadro No 4. Industria textil y de indu mentaria. Expo rtaciones, importaciones y
saldo comercial por tipo de producto, 1993-2001 y 2002-2011 (en millones
de dólares).

Exportaciones Importaciones Saldo comercial


1993-2001 2002-2011 1993-2001 2002-2011 1993-2001 2002-2011
Fibra 389 242 65 109 324 133
Hilado 111 72 112 199 0 -127
Tejido 115 136 367 483 -252 -347
Hogar/industriales 10 18 104 100 -94 -83
Indumentaria 37 75 254 211 -217 -136

Total 663 543 903 1.102 -240 -559

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

En su ma, el eslabón con mejo r desempeño resultó ser el de indumentaria,


aunque se mantiene deficitario, mient ras que h ilados y tejidos mostraron las
mayores dificultades comerciales. Todo parece indicar que, al igual que en otros
sectores fabriles, la desindustrialización de la década de 1990 dejó muchos “casi-
lleros vacíos” en la cadena productiva que no han podido restablecerse en la
posconvertibilidad a partir de lo acotado de las políticas en materia de sustitución
de importaciones a mediano y largo plazo, generando una mayor dependencia
externa cuando la demanda interna crece, especialmente en los eslabones inte r-
med ios 24 .
Por su parte, el Cuadro No 5 muestra la estructura de exportaciones e importa-
ciones por segmento productivo. En el perfil de las ventas externas se resalta que
las fibras son el principal co mponente (aunque con una ponderación decreciente
en promed io entre períodos), mientras que tejidos e indumentaria au mentaron
su relevancia. En cuanto a las importaciones, se destaca que tejidos mantiene la
supremacía seguido de hilados e indumentaria. Claramente el intercambio co mer-
cial se organiza a partir de las ventas de commodities de bajo valor agregado y
compras de bienes intermedios y finales.

24 En referencia al desenvolvimiento de otras actividades manufactureras en los últimos años en


materia comercial externa, se sugiere consultar dos de las investigaciones que se incluyen en
este libro: “ Inserción de la industria argentina en el mercado mundial: perfil de especialización
según densidad tecnológica de los productos” y “¿Sustitución de importaciones en la poscon-
vertibilidad? Una mirada desde la industria automotriz y la de bienes de capital”.

Martín Schorr (coordinado r) 241


Cuadro No 5. Industria textil y de indumentaria. Estructura de las exportaciones
y las importaciones, 1993-2001 y 2002-2011 (en porcentaje).

Exportaciones Importaciones
1993-2001 2002-2011 1993-2001 2002-2011
Fibra 56,4 43,6 7,4 11,7
Hilado 18,3 13,7 12,2 18,3
Tejido 18,0 25,6 40,3 43,9
Hogar/industriales 1,7 3,3 11,5 8,6
Indumentaria 5,5 13,8 28,6 17,5

Total 100,0 100,0 100,0 100,0

Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC.

Las indagaciones que preceden son indicativas de que el desequilibrio estruc-


tural de las cuentas externas de la industria puede atemperarse sólo a mediano
plazo a part ir de la reco mposición del tejido industrial local en el marco de una
estrategia de sustitución de importaciones y una política de pro moción de expor-
taciones que apunte a rubros específicos. Co mo en otros ámbitos manufacture-
ros, las polít icas de protección únicamente pueden menguar en el corto plazo el
impacto negativo sobre el nivel de actividad del sector y su balanc e de divisas.
En relación con las medidas de protección del mercado interno, ante la apre-
ciación real de la moneda nacional y el consecuente crecimiento de la co mpe-
tencia externa incrementado por la crisis internacional desatada a mediados de
2008, el gobierno nacional ha venido aplicando mayores controles al comercio
internacional a través de valores criterio (VC)25 en la Aduana y de licencias no
automáticas (LNA) de importación en la Secretaría de Co mercio Exterio r26 .

25 Son valores o precios de la mercadería importada que cumplen la función de “precios de


referencia” sobre los cuales se pagan los derechos aduaneros e impuestos de importación. La
Aduana los determina a partir de información del comercio internacional quedando en manos
del importador probar que los precios a los cuales realizó la importación son los valores de
mercado.
26 Estas medidas fueron de particular importancia dada la dificultad, principalmente en indumen-
taria, para gestionar estudios anti-dumping o de salvaguardias debido a la gran atomización y
dispersión de los actores involucrados en el sector y los requisitos de representatividad en la
industria para gestionar estas medidas. La legislación local, de acuerdo a la OMC, establece
como requisito de representatividad de una rama de producción nacional que los denunciantes
de una práctica de dumping tengan una participación sobre la producción total de, por lo menos,
el 25%. Según las entidades sectoriales, ningún actor en el mercado nacional de indumentaria
tiene una participación superior al 2% de la producción total del país.

Martín Schorr (coordinado r) 242


Con estas medidas se pudo preservar a la producción textil y de indumentaria,
como la de muchos otros sectores industriales con presencia difundida de pymes.
Ello, por cuanto se logró que el crecimiento de las importaciones en el período
acompañara la expansión del consumo interno sin implicar desplazamientos sig-
nificativos de la producción nacional.
El primer conjunto de LNA correspondió a todas las categorías de sweaters
resultando ser en 2008 el único rubro de indumentaria donde no tuvo lugar un
crecimiento de la importación de más de dos dígitos. Posteriormente, entre octu-
bre de 2008 y junio de 2009 el gobierno aplicó nuevas licencias para la cadena de
valor en ciento cincuenta posiciones arancelarias ad icionales, que mit igó en parte
el daño que las importaciones ocasionaban a la industria local. En d iciemb re de
2012 había doscientos cincuenta y una posiciones arancelarias con LNA (Cuadro
Nº 6), con un claro predominio de las prendas y comp lementos de vestir de punto,
siendo el sector industrial más protegido por esta medida.

Cuadro No 6. Industria text il y de indumentaria. Cantidad de posiciones arance-


larias con licencias no automáticas por segmento, diciembre 2012 (en valores
absolutos).

Segmento Posiciones arancelarias

Hilado 20
Tejido plano 46

Tejido de punto 15

Prendas y complementos de vestir de punto 107

Prendas y complementos de vestir planos 44

Confecciones para el hogar 14

Otros 5

Total 251

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Fundación Pro Tejer.

Por su parte, el establecimiento de los valores criterio también fue una medida
importante que limitó la extensión de las operaciones de subfacturación en el
rubro. En efecto, a part ir de 2005 se dispusieron 1.105 VC en la industria, los
que impactaron sobre los precios de importación cuyo incremento en el medio
doméstico mejoró la posición co mpetitiva de la producción local.
Así, según datos de la Fundación Pro Tejer, entre 2008 y 2011, las importa-
ciones aumentaron en dólares el 15% (efecto VC) y dis minuyeron en toneladas
el 5% (efecto LNA). Sin embargo, las med idas de protección perdieron fuerza

Martín Schorr (coordinado r) 243


en 2011, cuando las importaciones declaradas se incrementaron tanto en dólares
como en toneladas.
En cuanto a las co mpras externas ingresadas a través del régimen de LNA
(Cuadro Nº 7), entre 2010 y 2011 han d isminuido en volu men un 5%, mientras
que en relación con 2008 lo hicieron el 37%. Por su parte, las importaciones rea-
lizadas mediante posiciones que no poseen LNA han au mentado el 8% en 2011
y el 28% desde 2008. Así, el impacto de esta restricción puede cuantificarse por
la reducción de la participación de las posiciones con LNA en el total, pasando
del 50% en 2008 a la tercera parte en 2011.

Cuadro Nº 7. Industria textil y de indu mentaria. Evolución de las importaciones


con y sin licencias no automát icas (LNA ), 2008-2011 (en toneladas y por-
centaje).

Var. Var.
2008 2009 2010 2011
2008/11 2010/11

Total 360.317 272.204 331.484 342.307 -5,0 3,3

Sin LNA 179.298 147.306 211.922 228.770 27,6 8,0

Con LNA 181.019 124.898 119.561 113.537 -37,3 -5,0


LNA sobre
total (%) 50,2 45,9 36,1 33,2

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Fundación Pro Tejer.

A partir de los resultados de 2011, cuando se hizo v isible el incremento gene-


ralizado de los costos internos que erosionó la co mpetit ividad del sector y un
declive en el nivel de actividad, se co menzaron a aplicar mayores controles cam-
biarios y nuevos instrumentos de administración comercial, co mo la Declaración
Jurada Anticipada de Importación (DJAI). Estas med idas resultaron en una baja
de las impo rtaciones registradas en el primer semestre de 2012. Por últ imo, a
principios de 2013 fueron eliminadas las LNA, por lo que la protección del mer-
cado interno se encuadra, en los hechos, en las DJAI.

V. Distribución del ingreso e informalidad en la industria de la


confección

La fuerte competencia en el co mercio mundial de productos estandarizados


text iles y de confecciones a partir de reducidos costos laborales condiciona a la
industria en el plano nacional y co mprime las posibilidades de mantener la ren-
tabilidad en las fases productivas. La aguda cris is económica de in icios de la

Martín Schorr (coordinado r) 244


década de 1990 d io origen a la co mercialización en los mercados informales de
indumentaria y el colapso de la convertibilidad consolidó a estos espacios como
el eje principal del sistema de p roducción y ventas en la industria de la confec-
ción 27 . Luego de la desaparición de gran cantidad de emp resas y la reducción
de empleo durante la convertib ilidad, desde 2003 la demanda laboral del sector
formal no alcanzó el rit mo de au mento de la o ferta de trabajo interna, por lo
cual los trabajadores se ubicaron crecientemente en el sector in formal. En otros
términos, la suba de la demanda de indumentaria en el mercado interno fue muy
superior al incremento de la oferta del mercado forma l28 .
Co mo se apuntó, el camb io de paradig ma productivo ha derivado en la tercia-
rización de la confección en talleres pequeños ajenos a la empresa principal. Si
bien esta práctica era usual ante au mentos temporales de la demanda, en la actua-
lidad se ha consolidado como el esquema de producción priv ileg iado 29 . De esta
forma, los salarios y las cargas sociales, co mponentes centrales de la estructura
de costos en una industria intensiva en mano de obra, se reducen sustancialmente
y la cuota de ganancia se incrementa.
Asimis mo, el deterio ro de la distribución del ingreso, el desemp leo y la
pobreza resultantes de la crisis del régimen convertib le frag mentaron el mercado
de consumo de indumentaria en un pequeño segmento de alto precio orientado
al 10% más rico de la población dominado por las marcas de ropa y los grandes
centros comerciales, y un in menso mercado masivo de bajo precio abastecido
por el mercado informal de La Salada y el circu ito de la calle Avellaneda en el
barrio porteño de Flores. La recuperación iniciada en 2003 fue aco mpañada por la
profundización de esta tendencia, es decir, la segmentación de mercado señalada
lejos de atemperarse, se agudizó.
En este contexto, la apropiación de la renta interna se realiza en tres niveles:
primero, por parte de los segmentos más concentrados, proveedores oligopó-
licos de insumos que imponen su poder de mercado (co mo en ot ras cadenas
donde el eslabón intermedio es el dominante)30 ; segundo, por parte de los centros
comerciales y bancos aumentando sus márgenes relativos a través de alquileres,
co mis iones, ventas en cuotas, etc.; tercero, por parte de las marcas de ropa

27 Sobre las ferias urbanas y sus diferentes dimensiones de análisis, véase el trabajo de Busso,
2011. Para un estudio del funcionamiento de la feria La Salada, consúltense Girón, 2011, y
Pogliaghi, 2008. Acerca de la trayectoria y las experiencias de los costureros inmigrantes en
La Salada, revísese Rivera Cusicanqui, 2011 y Hacher, 2011. Un estudio de La Salada desde
el punto de vista de la economía popular se encuentra en Gago, 2012.
28 El sector informal y sus implicancias en términos económicos, sociales y políticos ha sido
estudiado por muchos autores. Entre ellos, Tokman, 1987 ofrece un análisis integral desde la
experiencia latinoamericana.
29 Sobre el trabajo asalariado femenino y la historia de la industria textil en la Argentina, consúl-
tese Fernández y Legnazzi, 2012.
30 Véase en este mismo volumen el estudio “La industria del cuero en la posconvertibilidad: reac-
tivación y especialización regresiva”.

Martín Schorr (coordinado r) 245


reduciendo las remuneración de los costureros al nivel mínimo posible dado su
poder relativo respecto de los talleres informales y los trabajadores.
Por lo tanto, la frag mentación de mercados consolida un modo part icula r
de distribución del ingreso generado en la industria. El Cuadro Nº 8 expone, en
términos estilizados, la estructura de costos comparativa para un jean de similar
calidad vendido en un shopping (ropa de marca), y otro sin marca co mprado en
La Salada y revendido en una Saladita. En este ejercicio se supone que el taller
que produce para el mercado formal realiza todas las actividades en blanco.

Cuadro Nº 8. Industria de indumentaria. Estructura de costos “representativa” de


prendas tipo jean, marzo de 2011 (en pesos).

Marca (shopping) Saladita

Insumos: avíos y tela 24 20


Taller: Mano de obra 9 6
Taller: otros gastos 12 10
Procesos intermedios 15 10

Pre cio final e tapa industrial 60 46


Desarrollo de marca 75 0
Comercialización 90 24
Impuestos 75 0

Pre cio al público 300 70

Nota: el valor final del jean de marca es un promedio entre el valor de inicio de temporada, oferta
de liquidación y outlets.

Fuente: INTI Textiles.

De acuerdo a las ev idencias suministradas resulta posible conclu ir que: a)


mientras el precio industrial es el 75% en la Salad ita respecto del shopping, el
precio de venta al público en la primera se reduce a la cuarta parte del registrado
en el segundo; b) los costos de insumos y mano de obra son mayores en el mer-
cado formal; c) la ganancia del taller (inclu ida en el ítem procesos intermedios)
es mayor en el producto destinado al shopping; no obstante, en la realidad, d)
la producción para el mercado formal tiene un mix entre lo formal y lo in formal
de modo que los costos reales promed io son menores (de hecho son los mis mos
talleres que producen para ambos mercados)31 ; e) la part icipación de la mano

31 Según datos de la Defensoría del Pueblo del gobierno de la CABA y la cooperativa La Alame-
da, en la ciudad de Buenos Aires alrededor de cien marcas de ropa de primera línea utilizan o
utilizaron talleres clandestinos para la confección de sus prendas. Véase Lieutier, 2010.

Martín Schorr (coordinado r) 246


de obra en el costo final del producto destinado al shopping alcanza al 3% con
emp leo registrado (sería entre el 1,5% y 2% en el caso de ser no registrado); f) la
incidencia de la mano de obra en el costo del taller ronda el 15% en ambos casos,
mientras que los insumos son el rubro más importante; g) el precio de venta al
público en relación con el costo de la etapa productiva es cinco veces superior
en el caso del shopping, mientras que en la Saladita se incrementa “apenas” en
un 50%; h) el jean con origen en La Salada y luego vendido en la Saladita sólo
tiene costo de co mercialización, que incluye la rentabilidad, obviando el resto de
los ítems por no poseer marca y evasión de impuestos; i) el p roducto vendido en
shopping incluye una tasa impositiva del 33%, un costo por desarrollo de marca
(contiene la ganancia de la marca) y gastos de co mercialización, es decir, el costo
comercial y financiero (alquile r, co misiones, promociones bancarias, etc.).
Desde el punto de vista del taller de confección, al menos tres diferencias
marcan su preferencia por trabaja r para el mercado de La Salada. En prime r
término, es un mercado que opera al contado por fuera del sistema bancario,
por lo cual la ecuación financiera mejo ra el ingreso final del taller aunque el
precio pactado por el trabajo sea idéntico al del mercado formal. Segundo, dado
que buena parte de los part icipantes en La Salada producen y venden por sí
mis mos, pueden retener todo la renta de la etapa industrial32 . En tercer lugar, los
trabajadores de talleres con cierta independencia de las marcas e intermediarios
suelen elegir “autoexplotarse” con el objeto de aumentar sus ingresos, en lugar
de ser exp lotados por terceros sin compensación económica equivalente.
De modo que, a pesar de los bajos precios de venta al público en este seg-
mento, la rentabilidad de los pequeños productores es superior en términos rela-
tivos a la que obtienen como talleristas del mercado formal.
Así, el propio sistema de producción ha generado centenares de talleres de
confección que han adquirido cierta independencia de las marcas, proveedo-
ras iniciales de trabajo, que realizan su propia producción y es comercializada
por ellos mismos o por terceros en mercados informales de venta. Este sistema
productivo excluye a intermed iarios, centros comerciales, bancos y al Estado,
permit iendo internalizar un porcentaje mayor de la renta. Por otra parte, también
agrega la co mpra “en negro” de los insumos necesarios para la p roducción (prin-
cipalmente las telas), lo que permite incorporar al sistema a otros actores, antes
únicamente vinculados al mercado formal, que tamb ién evaden impuestos y, por
lo tanto, obtienen mayores márgenes de ganancia que en el mercado formal.
Desde el punto de vista de las marcas de indumentaria, Coatz y Kestelboim
(2012), en base a datos del INTI e información de mercado, realizaron un aná-
lisis similar con énfasis en los costos comerciales y financieros del mercado
formal, considerando el caso de un producto fabricado en el segmento registrado

32 En el caso de los talleres que trabajan a fason, también retienen un porcentaje mayor de la renta
porque hay menos intermediarios que en el mercado formal.

Martín Schorr (coordinado r) 247


y vendido en un shopping. El estudio arriba a que el precio al consumidor estaría
formado por: 18% en obtención de la materia prima, los procesos de la industria
text il (h ilado, tejido y t intorería) y la confección; 16% en diseño y desarrollo de
marca; 26% en impuestos; y 40% en costos comercial y financiero.
Si b ien los productos utilizados como parámetro pueden no ser iguales, los
costos de producción y la carga impositiva son similares a los resultantes en el
ejercicio que consta en el Cuadro Nº 8, mientras que el ítem desarrollo de marcas
es menor y el costo comercia l y fina nci ero mayor. Más allá de estas diferencias, lo
cierto es que los costos de ocupación (“llave” y co misión in mobiliaria), alquiler,
expensas, fondo de publicidad, descuentos por promoción, co misiones bancarias,
etc., se han transformado en un mecanis mo de extracción de renta que erosiona
la ganancia de las emp resas localizadas en shoppings y centros co merciales.
El poder de mercado de éstos transfiere rentabilidad desde lo productivo a lo
comercial y financiero.
La estrategia de las marcas de apuntar exclusivamente al segmento de altos
ingresos permite incrementar la ganancia total emp resaria (d iferencia entre el
valor de fab ricación industria l y el precio de venta al público), que pasó a ser
compart ida con los segmentos comercial y financiero. Éstos, en función de su
poder relat ivo, imponen condiciones crecientemente más onerosas a las marcas
que ven mermada su rentabilidad, reaccionando, a su vez, con mayor informali-
dad para reducir los costos de producción. Es decir, mientras el mercado premium
avala los altos precios de la ropa, los agentes ext ra p roductivos obtienen una
cuota de ganancia creciente, co mpensada en parte por las marcas de ropa con
informalidad en la confección.
En síntesis, las actividades no productivas han conseguido absorber una pro-
porción considerable de la renta, mientras que la salida “co mpetitiva” de la fase
industrial se ha dirig ido hacia la informalidad, perjudicando al Estado vía evasión
de impuestos y a los costureros vía precarización.

VI. Reflexiones finales

El modo de distribución no es independiente del modo de producción. En el


ámb ito específico de la industria text il y de indumentaria, el esquema prevale-
ciente de producción y comercialización genera una ganancia total empresaria
que permite la incorporación de mú ltip les actores no productivos que, en los
hechos, son los que mayor cuota de ganancia obtienen. La informalidad creciente
de los principales actores de la fase productiva es funcional a este sistema ya que
resuelve la pérdida de rentabilidad precarizando la mano de obra, variab le de
ajuste del sistema. Un camb io en el modo de producción y distribución debería
contener necesariamente la mejora de las condiciones labo rales y de la parti-
cipación de los trabajadores en el ingreso. Sin embargo, este proceso no se da

Martín Schorr (coordinado r) 248


espontáneamente, debe surgir de la discusión público-privada sobre la proyección
del sector en el mediano y largo p lazo. Esta perspectiva debería apoyarse sobre
el consumo sostenido del mercado interno y la tutela de la cantidad y calidad
del empleo.
En este sentido, se pueden considerar a priori al menos una serie de parámetros
a tener en cuenta en el mediano p lazo: a) se requiere cierta protección de las
importaciones a bajo precio que traban su desarrollo; b) su orientación mayorita-
ria sería al mercado interno con productos de valor agregado tanto en el segmento
de alto precio co mo en el de precio med io y bajo; c) tendencia hacia la elimina-
ción de intermediarios redundantes; d) un sistema productivo que no incentive
la terciarización sino la consolidación de talleres productivos independientes,
es decir, que realicen internamente todas las etapas de la costura33 , con salarios
de acuerdo al CCT, condiciones de seguridad adecuadas y alta productividad; e)
sistema de asistencia técnica, capacitación y capital de trabajo con mecan ismo
de adecuación de las condiciones laborales a partir de los desarrollos del INTI
Textiles.
Los ejes de las polít icas públicas se enmarcan en los siguientes ítems:

Distribución del ingreso en l a cadena de val or. La actual distribución de la


renta es un desincentivo a la agregación de valor y, además, se asocia a una
ostensible precarización de los trabajadores del segmento de confección. En
los últimos años actores ajenos al desarrollo productivo sectorial, co mo los
bancos a través de sus tarjetas de crédito y el sector in mobiliario , han ex-
traído márgenes ext raord inarios de rentab ilidad sin pro mover la act ividad
productiva. La sustentabilidad de la industria requ iere de un conjunto de
regulaciones que permita d istribuir rentas en favor de las etapas industriales
de la cadena de valor. Por otra parte, y no menos importante, el ajuste recae
sobre los costureros a través de condiciones laborales ilegales y salarios en
torno al 50% de los establecidos por el CCT. En este entorno, se registran
escasas califica cion es laborales, ausencia de maquinaria compleja y ambientes
de trabajo inadecuados en nu merosos aspectos. Todo esto conlleva niveles de
calidad y productividad exiguos y la disminución de operarios dispuestos a
trabajar en el sector (únicamente ingresan aquellos sin otra alternativa, sobre
todo extranjeros de países limítrofes dispuestos a soportar, al menos por un
tiempo, la serie de irregularidades señaladas). Para esta comp leja situación
aparece co mo una alternativa la pro moción de la integración vertica l entre
empresas y talleres de menor tamaño. El co mpro miso productivo entre etapas
del proceso genera mejoras en productividad y calidad. La mayor rentabilidad
de los talleres requiere amp liar las etapas de proceso productivo interno, la

33 El INTI Textiles estima que veinte ocupados con maquinaria conforman un taller en condiciones
de realizar internamente todas las etapas del proceso productivo.

249 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


capacitación y la tec nific ación . Para ello debería duplicarse el pago por prenda
de vestir que realizan las principales marcas (es decir, alcan zar el valor deter-
minado por el CCT) e identificar tecnológicamente el origen de las prendas
comercializadas bajo la consigna de tender a la formalización de los talleres
de la confección. Las marcas son el vehículo para la formalización del sec -
tor y las mejoras en calidad y productividad. En el mis mo sentido, distintas
in iciat ivas convergen en la conven iencia de crear polos product ivos para
la confección, no sólo porque permitiría reducir costos comunes, compartir
eventualmente tecnología y apuntar a la calidad y la eficiencia, sino también
porque contribuiría al blanqueo de la actividad y, por lo tanto, a eliminar una
restricción muy impo rtante para el desarrollo del conjunto del secto r.
Formalización de los costureros. En relación con el punto anterior, desde distin-
tos ámbitos públicos y privados se han planteado propuestas tendientes a regu-
larizar talleres y formalizar el trabajo, registrándose coincidencias importantes
que son el embrión de un programa conjunto. Sin embargo, los co mpro misos
a asumir por las partes son muy importantes y requieren la aceptación de un
cambio en las “reg las de juego” vigentes. El Estado co mo ente regu lador
es, en última instancia, el que debe marcar las pautas de funcionamiento del
sistema de producción y distribución sobre la base de su poder de policía ante
el incump limiento de la leg islación vigente.
Formación de recursos humanos. La política econó mica de la convertibilidad
indujo a la pérdida de c alific acio nes en todas las etapas del proceso productivo,
por lo cual es menester recuperar saberes, particularmente los necesarios para
la agregación de valor: d iseño, programación de máquinas microelectrónicas,
tintorería, terminación de prendas, etc. En este sentido, la oferta académica
ha progresado en los últimos años, pero es imp rescindib le actualizar con-
tinuamente la currícula de acuerdo a los avances tecnológicos, amplia r las
especializaciones y alcanzar la excelencia.
Incorporación de diseño e innovaci ón en l as empresas. M ientras en indu-
mentaria hay un segmento pequeño intensivo en diseño y diferenciación de
productos, el sector text il no es un demandante de innovaciones, salvo algu-
nas excepciones. Esto responde entre otras cuestiones a la existencia de una
escala mín ima de p roducción, al poder de este eslabón en la cadena de valor
y al mercado interno cautivo. Las iniciativas de política se encuadran en la
pro moción de p royectos para nuevos productos con diseño e innovación,
creación de ventajas intangibles y posicionamiento del d iseño, al menos a
escala regional.
Es peci alizaci ón en segmentos intensi vos en conoci miento. De acuerdo a la
estructura de la demanda interna y las condiciones de eficiencia p roductiva,
nuestro país tiene ventajas competitivas relativas para la fabricación de bienes
intensivos en conocimiento y de baja escala. Dentro de este espectro se des -
tacan las etapas de tintorería y terminación de tejidos de punto y prendas de

250 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


vestir. Se trata de procesos para el acabado con alto valor agregado aplicables
a bienes diferenciados. Estos eslabones se potencian tanto a través de nuevas
marcas o relanzamiento de actuales con un perfil que las identifique con la
aplicación de innovaciones y tecnologías de últ ima generación, co mo con
“premios” a fabricantes de bienes intensivos en conocimiento.
Promoci ón de exportaciones con innovación. Las características del mercado
mundial no otorgan demasiados grados de libertad para el desarrollo de un
sector exportador sin algún factor de diferenciación, incluso en condiciones
competitivas de precio y calidad. Por lo cual, en línea con el ítem anterio r,
la pro moción de expo rtaciones debería concentrarse en los segmentos con
ventajas relativas. Los esfuerzos en la búsqueda de nuevos mercados podrían
dirigirse, co mo plataformas disparadoras de un nuevo segmento exportador
diferenciado, a bienes con diseño, con funcionalidades distintas y a indumen-
taria de protección.
Nuevas exigenci as en normati va de seguri dad. La experiencia denota que
nuevas reglamentaciones pueden traccionar la incorporación de innovación
tecnológica. Este es el caso típico de la seguridad industrial, donde la imposi-
ción de mejores condiciones para los trabajadores crea nichos en el mercado
interno para bienes d iferenciados. La indu mentaria pro fesional de protec-
ción ante distintos riesgos (bomberos, salpicadura de ácidos, protección de
plaguicidas, alta visibilidad, etc.) es de cu mplimiento obligatorio en la mayoría
de los países desarrollados. Este conjunto de bienes comprende a los textiles
funcionales que ya cuentan con algunos desarrollos en el país y que se están
incorporando a otro conjunto de indumentaria de protección co mo es el caso
de los chalecos antibalas de fabricación nacional. En el mismo sentido, otro
sector clave para el crecimiento de la innovación y la incorporación de textiles
funcionales está conformado por la carrera espacial, las campañas antárticas
y las Fuerzas Armadas. En todos los casos se utilizan text iles diferenciados
que pueden desarrollarse en el med io doméstico y, por lo tanto, asegurarse la
transferencia de la tecnología en el marco de una masa crít ica de consumo.
De manera similar actúa la prohib ición de uso de sustancias potencialmente
dañinas para la salud que alienta el reemp lazo de productos e imp ide la entrada
al país de text iles muy económicos. La incorporación de este tipo de regula-
ciones asegura un mercado dinámico y alienta la conquista de otros.
Maqui nari a. Los bienes de capital del sector son prácticamente todos impor-
tados. Los correspondientes al rubro textil para altas escalas de producción
son de muy difícil fabricación en el país en función del estado actual de la
industria metalmecánica y de b ienes de capital, aunque no descartables en el
marco de una estrategia sectorial de mediano y largo plazo. Por su parte, los
utilizados para la confección, aunque relativamente simples, son fabricados
masivamente en China a muy bajo precio. No obstante, existe un conjunto
de bienes de capital para los eslabones donde el país cuenta con ventajas

251 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


relativas que pueden ser fabricados, ya que se aplican para la producción
a baja escala y co mponen segmentos de agregación de valor (por ejemp lo,
maquinaria de laboratorio para la creación de t inturas, para cocina de co lores
y para terminación de tejidos y prendas de vestir, entre otros). La fabricación
de estos bienes de capital específicos requiere tamb ién de ingenieros y téc-
nicos especializados y de una estrategia de desarrollo conjunto con el sector
de maquinarias y equipos. Tamb ién es dable continuar avanzando en el de-
sarrollo de maquinaria agrícola específica para la p roducción algodonera de
baja escala, especialmente en áreas secundarias y de menores rendimientos.
La posibilidad de fabricar bienes de capital de pequeño porte amerita activar
un conjunto de incentivos particulares en línea con las necesidades concretas
de los productores.

La industria textil y de indumentaria, a diferencia por ejemp lo de la cadena


del cuero, no posee ventajas competitivas naturales. En la fase primaria Brasil es
el gran productor de la región y Perú el que registra n iveles de calidad superiores.
En todo caso, las ventajas pasan por ser un sector tradicional en el país y tener una
de las elasticidades ingreso más altas de la economía. Es una de las actividades
industriales que más empleo genera, por lo cual su relevancia tanto social co mo
en el entramado industrial es indudable.
La ausencia de ventajas estáticas y dinámicas se traduce en un crónico déficit
comercial que se agrava, en términos de saldo de divisas, por el costo unitario
de los bienes de capital importados en los últ imos años, principalmente en el
segmento textil. Esto se explica básicamente por los baches en la estructura manu-
facturera, la falta de producción local de materias primas e insumos intermed ios y
la co mpetencia de China en el segmento de bienes finales. Es una industria muy
dependiente de la protección del mercado interno.
En este contexto, las polít icas de mercado e, incluso, las medidas heterodoxas
de carácter pu ramente horizontal t ienen pocas posibilidades de generar algún
grado de transformación que reste dependencia y genere vías propias de desarro-
llo e inserción internacional. Los cambios requeridos atañen a su funcionamiento
estructural, deben derribar las restricciones principales y crear las condiciones
para un desarrollo sustentable de largo plazo.
A partir de los ejes señalados es posible plantear un conjunto de medidas de
política económica que requieren necesariamente la articu lación entre las distin-
tas áreas de gobierno pertinentes. Por otro lado, el trabajo conjunto con el sector
privado y los sindicatos es una materia pendiente. El mis mo debería resultar en la
definició n y la aplicación de un p lan estratégico global para fabricar bienes finales
diferenciados de alto valo r agregado, que incorporen innovaciones tecnológicas
junto a un conjunto de maquinarias indispensables para el sector, además de ser
generadores de nuevas conexiones intersectoriales y de grados de autonomía en
el marco de un proceso de desarrollo.

252 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


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253 ARGENTIN A EN L A POSCONVERTIBILID AD


Sobre los autores

Martín Schorr. Licenciado en Sociología (UBA), Magíster en Sociología Económica (UN-


SAM) y Doctor en Ciencias Sociales (FLACSO). Investigador del CONICET y del Área
de Economía y Tecnología de la FLACSO. Docente en cursos de grado y posgrado en la
UBA, UNSAM y FLACSO. Coordinador del Proyecto de Investigación PICT 2008-0406
“ La industria argentina en la posconvertibilidad: continuidades y rupturas en la dinámica
y la estructura del sector” (Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica). Es
autor de numerosos estudios sobre el sector industrial de la Argentina.

María José Caste lls. Licenciada en Economía (UBA) y maestranda en Economía Política
con mención en Economía Argentina (FLACSO). Investigadora del Instituto de Estudios
Fiscale s y Económicos. Docente del Ciclo Básico Común y de la Facultad de Ciencias
Económicas de la UBA. Ha participado de varias investigaciones sobre la evolución y las
perspectivas de la industria de bienes de capital.

Este ban Fe rreira. Licenciado en Economía (UNLP) y Master in Economics (University of


London). Docente en la Maestría Procesos de Integración con énfasis en MERCOSUR
(UBA). Se ha especializado en temas industriales, de comercio internacional, la proble-
mática del ME RCOSUR y el desarrollo regional. Los resultados de sus investigaciones se
han publicado en diferentes revistas especializadas del país y el exterio r.

Pablo Manz anelli . Licenciado en Sociología (UBA) y maestrando en Economía Política con
mención en Economía Argentina (FLACSO). Becario de la Agencia Nacional de Pro-
moción Científica y Tecnológica. Investigador del Área de Economía y Tecnología de la
FLACSO y de l Centro de Investigación y Formación de la República Argentina. Docente
de la UBA. Es autor de diversos trabajos sobre la dinámica económica de la Argentina en
la posconvertibilidad, entre los que se destaca el libro Concentración y extranjerización.
La Argentina en la posconvertibilidad (junto con Daniel Azpiazu y Martín Schorr).

Andrés Waine r. Licenciado en Sociología (UBA), Magíster en Economía Política (FLACSO)


y Doctor en Ciencias Sociale s (FLACSO). Investigador del CONICET y del Área de
Economía y Tecnología de la FLACSO. Docente de la UBA y la UNSAM. Ha publicado
varios artículos en revistas especializadas y dos libros (en co-autoría) sobre temáticas
vinculadas a re stricciones al desarrollo económico y el rol de las clases dominantes en la
Argentina contemporánea.

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Esta edición se termin ó de im primir en julio de 2013,
en los taller es de Gr áfic a L AF s.r.l., ubic ados en
Monteagudo 741, San M artín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

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