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Abstracto
Las terapias cognitivas y cognitivas conductuales para la psicosis implican hablar con los
pacientes sobre su los síntomas y la situación de la vida, y tratando de dar sentido a estos
problemas en términos de un cognitivo formulación de psicosis. El objetivo es participar
en debates de colaboración que conduzcan al fomento
de maneras menos angustiantes y más constructivas de entender la psicosis, y el
comportamiento probable de promover la recuperación. Los ensayos de tratamiento
controlados aleatorios recientes proporcionan pruebas contundentes de que las terapias
pueden tener un impacto significativo en los síntomas y los problemas presentados por las
personas con psicosis. Este documento describe el enfoque de formulación y tratamiento
de la conducta cognitiva la terapia para la psicosis, proporciona una revisión breve de los
resultados de los ensayos de tratamiento controlados recientes, y aborda las cuestiones
relativas a la forma en que las terapias conductuales cognitivas podrían integrarse
servicios de salud mental.
Formulación
Cognitivo y las psicoterapias cognivitas conductuales se recomienda hablar con las
personas con psicosis sobre sus síntomas y la situación de la vida, para escuchar con
empatía, a continuación, para basarse en la teoría psicológica en un tratar de entender las
relaciones entre creencias, angustia y experiencia actual y pasada en términos de una
formulación cognitiva de psicosis (Kingdon & Turkington, 1994; Fowler et al., 1995;
Chadwick et al., 1996).
En la toma de sentido de psicosis terapeutas cognitivos extraer de un conjunto de
supuestos generales sobre la forma en que la gente afronta las amenazas salud, sobre la
naturaleza de la psicosis, y en modelos clínicos de trabajo de delirios y las voces que son
coherentes con la evidencia (véase Fowler et al., 1995, chapters 1 ± 10 para revisión).
La asunción central del cognoscitivo enfoque de la psicosis es la idea de que las creencias
y las experiencias de psicosis pueden derivar procesos cognitivos que se encuentran en
continuo con normalidad. Los pists cognitivos asumen que las personas con psicosis, como
todos nosotros, estamos tratando de dar sentido a la mundo y sus experiencias. Los
síntomas y comportamientos que caracterizan la psicosis se supone que derivan de la
forma en que una persona se adapta a las amenazas derivadas de cualquier circunstancias
sociales o las consecuencias de vulnerabilidad biológica. Creencias ilusorias y las creencias
acerca de las voces se ven como surgir en el contexto de cómo un individuo tiene sentido
de la experiencia psicótica y los eventos de la vida, aunque mediado por los sesgos en el
razonamiento y juicio social (Garety & Hemsley, 1994; Penn et al., 1997). Depresión en
psicosis puede estar asociada con un predicamento que conduce a la desmoralización y a
la pérdida de control (<biblio>). Ansiedad en psicosis puede entenderse en el contexto de
la las experiencias traumáticas se asociaron a la en fermedad Psy-chotic (e.g. McGorry,
1993).
Desde una perspectiva clínica, es importante señalar que el núcleo disfunción psicótica
subyacente anomalías de experiencia se presume que surgen en los procesos cognitivos
automáticos que ocurren sin conciencia.
Esto puede ayudar a explicar por qué psicópata ex- perience comúnmente se siente
personalmente significativo y exigente de explicación, y por qué las personas con psicosis
suele venir a explicar experiencias psicóticas como dando a entender que el mundo ha
cambiado y no a sí mismos (un fenómeno comúnmente vistos como falta de Insight). La
experiencia de la psicosis de la persona es que de repente comienzan a tener experiencias
extrañas, sin conciencia de la razón.
Actualmente existen tres libros que describen técnicas de tratamiento de terapia cognitiva
conductual para psicosis en detalle (Kingdon & Turkington, 1994; Fowler et al., 1995;
Chadwick et al., 1996). Hay un considerable grado de solapamiento entre las tech- niques
utilizados por los diferentes grupos. Sólo un esbozo del enfoque utilizado por nuestro
grupo y evaluados en el estudio de Londres±East Anglia se resumen aquí. Además caso
detailswith ilustraciones están descritos en el manual de tratamiento (Fowler et al., 1995 y
un reciente capítulo Fowler et al., 1998). En nuestro enfoque la comprensión sicológica
abre el camino para la intervención terapéutica. Terapia cognitivo-conductual para la
psicosis se basa en la comprensión y el sentido de colaboración, y es más que dudoso o
didáctico.
Hemos descrito terapia cognitivo-conductual para la psicosis como estructurado y de
tiempo limitado enfoque de la gestión de los problemas de las personas con psicosis que
tiene tres objetivos principales: reducir la angustia y la discapacidad asociada con
sintomatología psicótica residual; para reducir la perturbación emocional; y promover la
participación activa del individuo en la regulación del riesgo de recaída y la incapacidad
social. Tomar Cuenta de la heterogeneidad de los problemas presentados por las personas
con psicosis, la terapia cognitivo-conductual es cuidadosamente adaptados a las
necesidades de las personas. No es un paquete de intervención; en lugar de las técnicas
utilizadas son guiados por una formulación cuidadosa de los problemas del individuo. El
número de sesiones y la duración del tiempo necesario para la terapia cognitiva
conductual variará, dependiendo de la complejidad y gravedad de los problemas
presentados, y el grado en que las personas están dispuestas a comprometerse en una
relación terapéutica colaborativa. Involucrar intervenciones raramente en menos de 10
sesiones, y generalmente duran entre 15 y 20 períodos de sesiones. Tiempo de contacto
implica normalmente alrededor de los 6 meses de sesiones semanales (a veces
comenzando con 2 o 3 semanas de sesiones dos veces por semana), seguido por alrededor
de 3 meses de sesiones quincenales. A menudo puede continuarse por contacto, mensual
o semanal, 6- sesiones de refuerzo por un período adicional de alrededor de 6 meses.
Sugerimos que es útil para ver el proceso de la terapia cognitivo-conductual como una
serie de seis etapas. Revisemos estas etapas brevemente a continuación.
Depende en gran medida de la capacidad del paciente para participar en una alianza
terapéutica y la habilidad del terapeuta en la promoción de este. Esto es cierto de
cualquier terapia, pero es particularmente importante en la terapia con personas con psy-
chosis. Creemos que la clave para abordar estos problemas es el establecimiento de una
relación psicoterapéutica en la que el cliente se sienta comprendido y involucrados. Lograr
esto puede ser problemático, en particular con las personas que presentan alucinaciones
paranoicas o voces donde a menudo hay una discrepancia inicial entre el terapeuta y el
paciente' s ver De su situación. La solución implica un enfoque flexible a la terapia que es
sensible a las creencias y emociones del cliente y comienza a trabajar desde la perspectiva
del cliente.
Terapia cognitivo-conductual para la psicosis comienza con un período en el que la
construcción y el establecimiento de una relación terapéutica de colaboración es de suma
importancia. El punto de partida es una postura neutral por parte del terapeuta en la que
el terapeuta escucha atentamente y facilita la divulgación de la perspectiva del paciente
acerca de sus problemas. El terapeuta se mueve gradualmente hacia la evaluación más
estructurada la entrevista, en la que el terapeuta intenta desentrañar las circunstancias
particulares de la vida, acontecimientos y experiencias que proporcionaron el contexto
para la formación y el mantenimiento de las creencias delirantes, voces y la paranoia. La
formación de una relación de confianza es la piedra angular para la labor posterior.
Ejemplo: Michael
Michael era un 31-año-viejo con 10 años de historia de la esquizofrenia. Él había tenido nueve
hospitalizaciones que solían ser precipitado por intento suicida. Le recetó medicamentos
neurolépticos que sacó de forma coherente. Él tenía su propio apartamento, pero pasó mucho
tiempo con sus padres y asistió a un hospital de día tres días a la semana. En la primera sesión
fue bastante asqueroso y se quejó de que no había estado durmiendo bien y estaba pasando
por un mal parche. Dijo que se sentía muy abajo y que estaba siendo perseguido por las voces
y sentía suicida. Después de un corto tiempo, es claro que Michael fue escuchar las voces en
los períodos de sesiones. Tenía una mirada ansiosa y encantada y se acobardó en su silla
claramente atendiendo a las voces.
La primera etapa fue la de reconocer la angustia de Michael y para intentar evaluar la gama de
problemas que Michael estaba experimentando. El terapeuta dijo que ap- peared que Michael
estaba sujeto a horrible, casi insoportable sentimientos y que parece que estas estaban
relacionadas con lo que las voces decían de él. A continuación, la terapeuta le preguntó si era
posible que Michael para decirle que el terapeuta lo que las voces decían. Era difícil para
Michael a decir exactamente lo que las voces decían, pero sí dijo que las voces le llamó
nombres y se burlaron de él Se centró entonces en intentar mirar la gama de problemas que
Michael estaba experimentando, y cuidadosamente evaluado desencadenar eventos y
reacciones. Además de las voces Michael también experimentó fuertes sentimientos paranoica
cuando en la calle e interactuar con otros. Había experiencias que otros pudieran leer su
mente y que transmiten ideas a otros. Incluso las pequeñas interacciones sociales podrían
desencadenar tal paranoia que también estarían vinculados con la extrema auto-despectivo
sentimientos que él fue un desperdicio y que todos despreciado. Las voces pasaría entonces a
unirse en la exacerbación y alimentando las graves sentimientos de negatividad y auto-odio.
Michael dice que fue destacado a sufrir. En ocasiones se sentía como Cristo, pero en otras
ocasiones se sintió absorbido por el mal y considera viciado. La presencia de estos
sentimientos selfderogatory incapacitante y riesgo asociado de auto-daño y los intentos de
suicidio sugiere la necesidad de utilizar estrategias de afrontamiento cognitivo
conductual±métodos para ayudar a Michael: (a) se reco- nise las secuencias que conducen a la
acumulación de los sentimientos y de la posibilidad de interrumpir dichas secuencias; (b) le
ayuda a reconocer que esos períodos de tiempo eran limitados y; c) ofrecer algunas estrategias
básicas destinadas a ayudar a gestionar o conseguir a través de tales períodos. El objetivo era
alentar a Michael para obtener una greatersense de control a pesar de sus sentimientos.
Michael gradualmente aprendió a prepararse para las actividades y los tiempos de días
probabilidades de desencadenar episodios, para utilizar retirada estratégica en los días malos,
y desarrollar procedimientos de supervivencia básica para administrar cuando los episodios
ocurrió.
Este último se centraron principalmente en pasivo en lugar de afrontamiento activo,
centrándose en reconocer que el tiempo limitado de malas épocas y "alejarse de la tormenta
hasta que pasa". Durante este tiempo las sesiones también intentó poner los problemas
actuales en un contexto de desarrollo. Varias características parecía importante. Michael había
sido intimidado en la escuela y se burlaron. Nunca había sentido un éxito, a diferencia de
su hermano, quien había pasado los exámenes y trabajado. Michael también describe un
evento traumático sobresalientes de ser golpeado y acosadas sexualmente por un grupo de
adolescentes de su conocimiento cuando él era 19. Gradualmente en el transcurso de los
próximos tres meses, la naturaleza y las características de las voces se hizo más clara. Las voces
fueron las de los tres hombres que habían atacado a él. Estas voces se burlaron de él acerca de
su sexualidad, y formularon diversas críticas y comentarios insultantes implicar que él no era
nada. La terapia continuada por intentar dar sentido a Michael problemas en términos de una
formulación que vincula sus experiencias, creencias y síntomas actuales. Se sugirió que
posiblemente Michael tenía algún tipo de enfermedad que le hacía vulnerable a tener
experiencias alterado, especialmente cuando están bajo estrés terrible. También se hizo
hincapié en que la manera en que Michael había aprendido a verse a sí mismo en relación con
otros tiene una importante influencia sobre sus experiencias y el estado emocional. Parece que
lo que dice la voz parecía ser coherente con la manera en que él había aprendido a verse a sí
mismo, sino también el hecho de que parecían reflejar los recuerdos de los episodios
traumáticos de su pasado. Lo peor fue que Michael's tendencia a verse a sí mismo
negativamente la polarización fue su experiencia actual de otras personas, y que las voces eran
recreando experiencias traumáticas en el pasado de una manera que hicieron parecer que
continuaban en el día a día. Debido a sesgos en la manera en que Michael era percibir el
mundo no fue capaz de ver que su vida podría no ser la pesadilla que él sentía. La implicación
de esta formulación se ofrece para ayudar a Michael entender que él tenía que aprender a
distinguir lo que estaba en su mente y qué eventos se fuera. Se discutieron las formas de
probar la idea de que posiblemente otros no parece tan mal de él y lo alentó a que re-
etiquetar algunas de las anomalías que experimentó como experiencias psicóticos asociados
con la enfermedad. Otro im- portant tack estaba negociando la relación de Michael con las
voces. Estos eran poderosas figuras abusivas que Michael considera como totalmente en el
control de él. El objetivo era fomentar la fortaleza de Michael como un individuo, así como a
distanciarse de las voces en su cabeza y 'paseo' de sus burlas con su autoestima intacta. Se
colocó un considerable esfuerzo en animar a Michael a adoptar una visión más razonable del
mismo. El terapeuta le animó a referirse a sí mismo como 'OK, una buena persona" con valor
real como un cuidado particular que a menudo era querido por la gente entró en contacto con
y amado por sus padres, incluso si se encuentra a veces su dependencia tratando. Como
resultado de este trabajo a los 9 meses de edad, aunque las voces a menudo recurrieron con
contenido similar, hubo una notable disminución de la frecuencia y la angustia asociada con
ellos. Su paranoia también disminuyó notablemente. Permaneció moderadamente deprimidos
y vulnerables a episodios severos de auto-odio sin embargo logró estos episodios sin recurrir a
autolesiones. Estas ganancias se mantuvieron a los 9 meses después del final de la terapia.
Las conclusiones