La globalización en todas sus vertientes es un fenómeno sumamente
importante, pero es en el plano económico donde su repercusión es mayor. Tenemos que ser conscientes que su expansión camina de la mano del progreso económico. Al analizar la situación de los distintos países, podremos observar que los países con un índice de globalización mayor, se corresponden generalmente con los países que tienen un mayor crecimiento. Por el contrario, los países que menos posibilidad de crecimiento tienen son los que su índice de globalización es menor. Al discutir las ventajas y desventajas de negociar acuerdos de integración, especialmente entre naciones con economías asimétricas, siempre está presente la preocupación por el impacto en la economía y en la sociedad. Esto exige un examen de los objetivos que se persiguen con la celebración del respectivo acuerdo y establecer si el país cuenta con las condiciones para la aplicación y la puesta en marcha de este tipo de tratados. El principal argumento para la negociación de acuerdos es la relación que existe entre el nivel de exportaciones con el crecimiento y la reducción de la pobreza. Se trata de un análisis bastante conocido que enfatiza las bondades de reducir barreras arancelarias para aumentar la competitividad. Sin embargo, descuida variables internas como la productividad, la investigación y el desarrollo o el capital humano y social, que son en realidad las que determinan el éxito o el fracaso de los acuerdos de comercio. Si bien es cierto que el Tratado de Libre Comercio (TLC) que negocia Colombia con Estados Unidos crea las condiciones normativas para mejorar los niveles de comercio e integración, su sola suscripción no garantiza el crecimiento del comercio y la economía de los dos países. El régimen cambiario colombiano es de control parcial o de doble mercado ya que se ejerce control sobre algunas operaciones y sobre otras se permite la libertad del mercado. En dicha regulación intervienen el Congreso de la República, el Gobierno Nacional, la Junta Directiva del Banco de la República y el Departamento de Cambios Internacionales del Banco de la República. El Congreso de la República se encarga de la ley marco, el Gobierno Nacional en ejercicio de su potestad reglamentaria la desarrolla y la Junta Directiva del Banco de la Republica se encarga de regular los cambios internacionales dentro de los parámetros señalados por el Congreso y el Gobierno, mientras que el Departamento se encarga de su reglamentación. El objeto principal, al ejercer un control sobre los cambios internacionales, es el de incentivar el desarrollo económico a partir de condiciones que faciliten la internacionalización de la economía colombiana y su competitividad en relación con los mercados externos. Por otra parte, el Estado se ha propuesto estimular la inversión de capitales del exterior en el país y de Colombia en el exterior, aplicando controles a los movimientos de capital y armonizando las políticas y regulaciones cambiarias con las políticas y regulaciones en el exterior. La tasa de cambio influye en emprendimientos proyectados y negocios que operan en los frentes enseguida enunciados, por lo cual se la debe administrar, procurando prever sus movimientos, para aprovechar las oportunidades que otorga o minimizar sus impactos, no obstante ser una variable macroeconómica imbuida de las complejidades estudiadas.
Al haber devaluación o depreciación de la moneda nacional se incentivan las
exportaciones. El producto nacional se abarata para los compradores extranjeros y el exportador obtiene más unidades de la divisa nacional, por cada unidad de la moneda fuerte de referencia con la cual transa.
La devaluación encarece la compra de activos fijos productivos (máquinas,
equipos y herramientas) en el exterior, pues se requieren más unidades de la moneda nacional para adquirir una unidad de la divisa de referencia aceptada por el vendedor extranjero. Conjugando los dos puntos anteriores, la devaluación beneficia al exportador y perjudica al importador y viceversa.
Los movimientos de la tasa de cambio, antecedidos por las variaciones de la
inflación, efectivamente alteran los precios de transacción en los mercados, iniciando por la tasa de interés.