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Material didáctico
Segundo tema “Personalidad”
Febrero 2018
¿Qué es la personalidad?
La personalidad es uno de los elementos que adquieren más énfasis en el estudio de la
psicología. Así como existen varias teorías y modelos que explican el funcionamiento
psicológico de la persona. Hay un sinnúmero de definiciones que buscan explicar lo que
es la personalidad. Sin embargo, podríamos tomar la siguiente definición para guiarnos un
poco en la conceptualización de este término:
La medición de la personalidad
La medición de la personalidad es otro factor controversial en la psicología. Al igual que al
definirla, el llegar a un consenso acerca de cómo se debe medir la personalidad ha sido
una tarea que parece inconclusa, ya que las particularidades de cada sujeto hacen que
aparezcan supuestos teóricos muy diversos, y así mismo distintas formas de medición.
Con en el fin de buscar conocer las particularidades de la personalidad de cada individuo,
la psicología ha desarrollado distintas metodologías que buscan dar una solución al
problema de medir o evaluar la personalidad. Entre las principales estrategias que existen
para este fin tenemos las entrevistas personales, la observación directa, las pruebas
estandarizadas y las pruebas proyectivas. Cada metodología presenta ventajas sobre las
otras y por lo general se utilizan en conjunto distintos métodos con el fin de acercarse a
una imagen más exacta de la personalidad del sujeto.
Observación directa: Una de las maneras que presenta mayores beneficios en el
momento de querer conocer la personalidad de un individuo, es la de observar su
comportamiento y reacciones a lo largo de situaciones cotidianas durante un periodo largo
de tiempo. Este método se utiliza sobre todo con niños de edad escolar. Esta tarea por lo
general requiere contar con un ambiente que permita controlar las variables que podrían
influir en el comportamiento del sujeto de estudio, así como una guía que nos permita
centrarnos en las variables que se buscan medir. La mayor ventaja de esta metodología
es el ver de manera directa como las situaciones influyen en la conducta de la persona y
advertir las distintas conductas que la persona es capaz de mostrar en determinadas
situaciones. Sin embargo, este método presenta la dificultad de necesitar de un espacio
que permita observar libremente al sujeto sin influir en la conducta de este al sentirse
observado. Además, la tarea de observar trae consigo el riesgo de malinterpretar las
intenciones de una conducta, así como el costo tanto en recursos económicos como en
tiempo en sí, lo que podría traer resultados fallidos para el investigador.
La entrevista personal: La entrevista en si vendría a ser una conversación con un
propósito: el obtener información del entrevistado. Existen dos tipos de entrevistas, las
estructuradas en las cuales el orden y contenido de las preguntas se mantiene fijo sin
importar el individuo o la situación bajo la cual se aplique la misma; y las no estructuradas
que se dan cuando el entrevistador plantea preguntas al entrevistado según vayan
surgiendo temas y siguiendo la cautela del entrevistador en cuanto a que preguntar, y
modificando el curso de la entrevista en dependencia de lo que responda el evaluado.
Este método presenta como ventaja el poder controlar los aspectos que se esperan
evaluar y conocer algunas ideas o conductas que probablemente no aparecerían en la
vida cotidiana. Sin embargo, esta tarea depende de la agilidad del entrevistador para
obtener la información que busca recopilar, así como el riesgo de que el sujeto brinde
respuestas sesgadas por el hecho de saber que está siendo evaluado en el proceso.
Las pruebas estandarizadas: Quizás el método más común y utilizado para la medición de
la personalidad es el uso de pruebas estadísticamente normalizadas. Estas pruebas
tienen la ventaja de no depender directamente de las habilidades interpretativas del
observador, ni de las habilidades de un entrevistador. Esta metodología, también
conocida como pruebas objetivas o inventarios de la personalidad, por lo general constan
de una serie de estímulos generalmente hechos en forma de preguntas en los que las
respuestas ya están dadas en formato de selección múltiple. Estas pruebas cuentan con
el respaldo científico de haber sido comparadas en un estudio estadístico y normalizadas
bajo poblaciones que se consideran similares culturalmente a los individuos a los cuales
se le aplican. La mayor ventaja de estas pruebas es que generalmente nos permiten
comparar al individuo con lo que estadísticamente se espera de él, teniendo como
respaldo el estudio estadístico realizado para la elaboración de la prueba. Sin embargo, al
igual que en las entrevistas, la precisión de estas pruebas dependen de la veracidad con
que el examinado responda, pudiendo también presentarse un sesgo al momento de
evaluar los resultados de las pruebas, ya que el sujeto sabe que está siendo evaluado por
sus respuestas a estas pruebas. Algunos ejemplos de estas pruebas incluyen el 16 pf,
que es una prueba que consta de 167 preguntas, la cual busca medir la personalidad en
16 factores reconocibles dependientes de las respuestas del individuo; El MMPI 2 que es
un cuestionario diseñado para evaluar la personalidad desde un punto de vista más
clínico, con 567 reactivos que presentan respuestas de verdadero o falso, según el sujeto
se identifique con los enunciados.
Pruebas proyectivas: La teoría psicodinámica a menudo expresa que las personas no
tienen consciencia de las razones de sus conductas y por lo tanto expresan que las
pruebas estandarizadas no son tan confiables como se esperaría. Es por esto que
prefieren utilizar las pruebas proyectivas, las que en su mayoría constan de presentar al
sujeto estímulos ambiguos que podrían traer un número ilimitado de respuestas, las
cuales posteriormente son analizadas para conocer más de las características
inconscientes de la personalidad de los individuos. Estos estímulos podrían darse en
forma de frases incompletas como “Soy feliz cuando…” o como figuras sin ningún sentido
específico en los cuales se espera que el evaluado de un significado subjetivo de lo que
está observando. Entre este tipo de pruebas encontramos las frases incompletas de
Sachs que cuenta con una serie de frases que el sujeto debe completar, y la famosa
prueba de Rorschach que consta de una sucesión de manchas de tinta a las cuales el
sujeto debe dar un significado.
Otro tipo de pruebas proyectivas consta de dar una tarea al examinado en la cual se le
pide que la realice de manera espontánea. Esta tarea puede ser realizar un dibujo, o
escribir una historia. Entre las desventajas de este tipo de pruebas tenemos que el
examinador debe ser entrenado de manera rigurosa para poder interpretar los resultados
aportados por los sujetos que se someten a estas pruebas. En esta metodología la
capacidad de interpretación debe darse apegado a la teoría psicodinámica y se corre el
riesgo de no dar interpretaciones adecuadas si no se cuenta con el entrenamiento
necesario. Por otra parte, la gran ventaja de estas pruebas es la reducción del sesgo
causado por la rigurosidad de dar respuestas predeterminadas. Es por esta razón que en
la actualidad la mayoría de psicólogos, utilizan una combinación de varias de las
metodologías aquí explicadas buscando dar una imagen completa y exacta de la
personalidad de los sujetos.
Otro de los teóricos que hablo de la personalidad fue Abraham Maslow, plantea que las
personas poseen necesidades básicas siempre presentes, que son fuerzas que modelan
la motivación humana de forma discreta pero segura. Propuso que hay una necesidad
maestra, la tendencia al crecimiento, que gobierna y organiza todas las demás
necesidades, basándose en una jerarquía de cinco partes que van desde las necesidades
de supervivencia, relativamente fuertes, a las necesidades de crecimiento relativamente
débiles.
Las necesidades básicas están ordenadas según el principio de prepotencia o por el de
fuerza relativa. Por tanto, las necesidades fisiológicas ocupan la parte inferior de la
jerarquía indicando su relativa dominación, mientras que las necesidades de auto
realización se encuentra en la parte superior, señalando su relativa fragilidad.
Así las necesidades de protección y seguridad son características de los niños, los
jóvenes, y los animales inferiores, mientras que que las necesidades de valoración son
características de adultos y exclusivamente humanas.
La jerarquía indica que las necesidades son satisfechas secuencialmente, de abajo arriba.
Por tanto, antes de que una persona busque la valoración y la auto realización, deberá
tener las necesidades fisiológicas, de seguridad y de pertenencia satisfechas.