Sunteți pe pagina 1din 52

!

" #
1. Justificación.
2. Metodología de Trabajo para la Elaboración del Protocolo.
3. Introducción. Marco Teórico.
4. Criterios de derivación de casos.
5. Aspectos Teóricos a tener en cuenta en relación a
a. La Entrevista.
i. Método.
ii. Características del entrevistador.
iii. Desarrollo Evolutivo
b. El Informe.
i. Sintomatología asociada a abusos sexuales en menores.
ii. Indicadores o criterios a tener en cuenta en la valoración
de abusos sexuales. La Escala Sex Abuse Legitimacy
(SAL) de Gardner (1987).
6. Actuaciones ante la revelación de un Incidente de Agresión Sexual. El
itinerario.
a. Revelación de un incidente de agresión sexual sufrido antes del
ingreso en Acogimiento Residencial.
b. Revelación de un incidente de agresión sexual sufrido durante el
Acogimiento Residencial
c. Revelación de un incidente durante el Seguimiento.

7. Intervención:
a. Intervención a Corto Plazo
i. Actuaciones ante la víctima.
ii. Actuaciones ante el agresor.
b. Prevención / Intervención Educativa.
i. Respecto a la actuación adulta.
ii. Desde la Intervención individual y grupal.
c. Intervención Terapéutica a Medio y Largo Plazo.

8. Formación.
a. Dirigida a los Centros.
i. En referencia al Registro de la Incidencia.
ii. En referencia a las Actuaciones.
b. Dirigida a los Evaluadores.
i. En referencia al Informe.
ii. En referencia a la Intervención

9. Bibliografía.
10. Anexos

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
1) JUSTIFICACIÓN

Los datos referidos al año 2010 evocan el dato de que 17 menores de la red
residencial, un 3% del total, manifestaron o dejaron evidencia de, conductas sexuales
que fueron objeto de valoración/intervención. Entendiendo que la presencia de
conductas hipersexualizadas, las manifestaciones sobre un conocimiento excesivo
según edad y, por su puesto, la revelación de un episodio de abuso sexual, entre
otros, deben ser tratadas con cierta especialización a la hora de abordar un posible
caso de abuso sexual.
Desde el Programa de Acogimiento Residencial de la Unidad de Infancia y
Familia, se detecta la necesidad de elaborar un itinerario común a seguir ante la
sospecha o evidencia de que un menor ha sido o es objeto de este tipo de maltrato.
Es por ello por lo que, el objetivo general al que responderá el documento será el
de dar la mejor respuesta ante una posible situación de abuso sexual en un niño y
para ello será necesario:
- Estar informado acerca de abusos sexuales a menores.
- Aprender a reconocer las situaciones de riesgo.
- Aprender a reaccionar con eficacia y saber dónde y cómo acudir en caso de
necesidad.
- Discriminar funciones de los diferentes agentes y unificar actuaciones bajo
criterios comunes.
- Ser capaces de crear un clima de confianza y comunicación que facilite la
detección del abuso.
- Prevenir e Intervenir educativamente sobre aspectos que desarrollen factores
protectores ante el riesgo de darse cualquier incidente de índole sexual.
- Dar la mejor respuesta la responsabilidad judicial pero además, a la
administrativa, dentro de la especialización que se requiere desde cada
respuesta.
Estos serán, en definitiva, los objetivos a alcanzar y, por lo tanto, los motivos que
justifican la elaboración de este Protocolo.

Para tener un encuadre general sobre las actuaciones a llevar a cabo, será
necesario marcarnos un marco jurídico al intervenir desde el ámbito de la protección

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
en particular. Así, en la situación actual del estado español, las competencias de
protección de menores han sido traspasadas mayoritariamente a las Comunidades
Autónomas. El Código Penal de 1995, en la línea abierta por la reforma de 1989, ha
traído consigo un cambio en el bien jurídico que ha de protegerse en los delitos
sexuales, se encuadra dentro de los delitos contra la libertad sexual. Según el artículo
191, la actuación en los delitos sexuales requiere la presencia de la denuncia de la
persona agraviada o una querella del Ministerio Fiscal (por ejemplo, en el caso de
menores). En estos delitos el perdón del ofendido o del representante legal no
extingue la responsabilidad penal. Se trata de evitar situaciones de chantaje o de
extorsión sobre la víctima o sus familiares durante el proceso. En el Caso de Menores,
serán sus padres o representantes legales quienes velarán por sus derechos,
derivando en nuestro caso, en la administración y los técnicos.

Desde una perspectiva legal, comete abuso sexual el que, sin violencia ni
intimidación, atenta contra la libertad sexual de una persona, sea ésta mayor o menor.
Aunque en el nuevo Código Penal se ha ampliado las conductas punibles al abuso de
autoridad y al engaño, se dejan sin recoger otras formas de presión más sutiles a
través de las cuales puede conseguirse el consentimiento de la víctima y que, sin
embargo, pueden producir consecuencias psicológicas tan negativas como cuando
hay una coacción explícita.
Por ello, la posibilidad de demostrar a nivel práctico la existencia de abusos
sexuales a un menor, y por tanto condenar al abusador, es muy limitada y suele
quedar restringida frecuentemente a aquellos casos en los que existen pruebas físicas
del contacto sexual: heridas en los genitales o desgarros, restos de semen, etc.

La creciente conciencia social sobre el problema de abusos sexuales a


menores, hasta no hace pocos años en el más absoluto anonimato, ha hecho que la
preocupación por el menor y la atención al mismo sea la base principal en la mejor
atención y cuidado de nuestra infancia (Urra y Vázquez, 1993; Vázquez, 1995; López,
1995, y Pérez y Borrás, 1996). Hacer un buen informe pericial que con prontitud
confirme o descarte un abuso sexual a un menor puede ser la mejor llave para evitarle
una segunda victimización.

De forma tradicional, el peritaje psicológico en el ámbito jurídico se ha realizado


en el campo de la psicología clínica (imputabilidad de un acusado, responsabilidad en
enfermos mentales, valoración de secuelas y déficits intelectuales). El eje central en el
informe pericial en abusos sexuales es la propia víctima y las cuestiones relacionadas

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
con ella. En este caso podremos hablar de la psicología del testimonio (Alonso-
Quecuty, 1991) donde analizar, demostrar y establecer la fiabilidad y validez del
testimonio del menor es el elemento básico en la elaboración del informe y donde ha
de fundamentarse su desarrollo y conclusiones.
Alonso Quecuty (1999) dice que la tarea del psicólogo comienza con la
preparación de la entrevista. Para ello, se debe estudiar cuidadosamente todas y cada
una de las páginas del sumario del caso. Esta es una de las diferencias más
importantes existentes entre la entrevista en una pericial de credibilidad y las clásicas
entrevistas utilizadas en casos de niños víctimas de este tipo de delitos, en las que el
psicólogo garantiza su objetividad enfrentándose a la entrevista sin haber recibido
ningún tipo de información sobre el caso. En los peritajes de credibilidad, esta
objetividad conlleva un considerable riesgo de pérdida de información. La entrevista
forense maximiza la importancia de disponer de toda la información útil que es posible
obtener del niño evitando posibles sesgos en las preguntas. Sólo una vez analizadas
todas las declaraciones formuladas por el niño y los restantes testigos, incluyendo la
del presunto agresor, se está en condiciones de entrevistar al menor. Además, hace
un exhaustivo análisis de las cuestiones abordadas por los psicólogos respecto de la
psicología del testimonio en el caso de menores abusados o violados o al menos
sospechados de hechos de esta naturaleza. Afirma que hay psicólogos que listan
entre los síntomas de abuso sexual en menores de edad pre-escolar los siguientes:
trastornos de sueño, enuresis, pataletas, rabietas, dificultad de concentración,
rechazan bañarse, o conducta sexualizada. De ser así, en la práctica la totalidad de
los niños menores de cinco años sería considerada como víctima de una agresión
sexual. Ve como otro obstáculo las evaluaciones de "fiabilidad del menor" que se
focalizan en la personalidad del menor: su simpatía, su extroversión o su sinceridad. El
problema del análisis subjetivo del menor llega a su extremo más peligroso cuando la
evaluación de la credibilidad del menor se realiza desde su "honestidad probada".
Finalmente advierte, está el problema del momento en el que se detectan los
síntomas. Aún con un listado de síntomas válido y fiable, con excesiva frecuencia los
síntomas se detectan durante el proceso que sigue a la denuncia de un presunto
abuso. La pregunta aquí es: ¿Qué ha causado la alteración en el menor? ¿Un episodio
de abuso sexual o el estrés derivado del procedimiento judicial en el que se ha vista
involucrado tras denunciarlo? Ningún psicólogo podría honestamente responder a
esta pregunta con un cien por cien de certeza. Más aún, ese psicólogo al que se le
pide que evalúe la credibilidad del menor si no es el último en entrar en el
procedimiento, al menos no es el primero en hacerlo.
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
En cuanto a la obtención de la información de una pericial, en primer lugar se
debe recoger toda la Información posible acerca del menor y de los hechos que se
denuncian. Para ello es importante efectuar un estudio del expediente judicial y
mantener una entrevista con la madre o cuidador previo a la exploración, en la que se
recoge todos los datos biográficos que se consideren necesarios, así como los datos
referentes al delito, a la evolución del menor, a la revelación y a las manifestaciones
comportamentales derivadas de los hechos que se han denunciado.
La valoración de la credibilidad del testimonio de un menor está constituida por
la aplicación de diversas técnicas cuyos resultados deben ser integrados entre sí, para
posteriormente poner en relación esta valoración con el resto de la exploración y por
último, con la globalidad de los datos disponibles sobre el menor, con el fin de obtener
una visión de conjunto que proporcione más garantías a la valoración.
Asimismo, hay que considerar el número de recuperaciones que ha efectuado
el menor, ya que generalmente habrá referido el episodio en varias ocasiones y a
diferentes personas, en distintas condiciones, con el consiguiente riesgo de que
algunas de estas personas haya podido inducir, mediante un interrogatorio defectuoso,
información que puede quedar incorporada al relato original, distorsionando el mismo
(preguntas inductivas).
Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo trascurrido desde el acto delictivo
hasta la revelación del mismo, así como el que ha transcurrido desde ésta hasta la
denuncia, y hasta el momento de la exploración, ya que en muchas ocasiones no se
trata de investigar un hecho reciente.
En cuanto a la obtención del testimonio sobre el abuso, la literatura
especializada recomienda una técnica mixta en la que se distingue dos fases: la
primera está constituida por un formato narrativo y la segunda, por un formato
interrogativo. El formato narrativo consiste en dejar hablar al sujeto libremente, con lo
que se obtiene menos cantidad de información aunque potencialmente de mayor
exactitud, ya que al ser información espontánea no cabe la posibilidad de que la
información que proporciona el sujeto esté mediatizada por la formulación de las
preguntas. En cuanto al formato interrogativo, este consiste en la obtención de
información mediante una serie de preguntas que se formulan al sujeto. Esta
modalidad puede proporcionar más información pero ésta puede ser menos ajustada a
la realidad debido al efecto potencial que las preguntas puedan tener sobre las
respuestas del sujeto, por lo que se deben extremar las precauciones para evitar la
inducción de información. Existen modelos de entrevistas que tiene como objetivo
mejorar el recuerdo, teniendo en cuenta el apunte anterior con respecto a tiempo
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
trascurrido entre el incidente y el momento de la revelación, como la Entrevista
Cognitiva, la Entrevista de Elaboración Narrativa, La Entrevista Paso a Paso y la Guía
de Poole y Lamb, debiendo, en todas ellas, el entrevistador estar entrenado.

Concluyendo, en los últimos años ha aumentado el número de niños que prestan


su testimonio en los juzgados. Muchos casos se han sobreseído por entrevistas
realizadas inadecuadamente o por el empleo de preguntas sugerentes. Teniendo en
cuenta esto, la especialidad de algunas técnicas y la formación en las mismas, la
distorsión en los recuerdos por las numerosas entrevistas a las que se someten a los
niños antes y durante el proceso judicial, la sugestionabilidad y la interferencia en los
resultados de una prueba específica si se ha realizado anteriormente; optaremos por
actuaciones de las mínimas interferencias a través de un abordaje eficaz para dar
atención especializada con resultados eficientes, entendiendo que, nuestro objetivo
será la protección de nuestros niños detectando e interviniendo sobre estas
situaciones de desprotección, informando sobre los indicios detectados e interviniendo
terapéuticamente, y, el sistema judicial, estableciendo la credibilidad del testimonio a
través sus peritos dando la respuesta al mismo. Para ello, el documento recoge
instrumentos, formas de proceder y un itinerario de actuación ante una situación de
abuso sexual que será el eje vertebrador de la intervención ante una situación de este
tipo.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
2) METODOLOGÍA DE TRABAJO PARA LA ELABORACIÓN DEL
PROTOCOLO.

Para la elaboración del presente Protocolo, los Técnicos de la UIF y la


Responsable de Valoración de Abuso Sexual de la Asociación Irisada, desde
Septiembre 2009 a Noviembre 2010 realizan una revisión Bibliográfica (contenida en el
Apartado de Bibliografía del presente documento), la conceptualización de la
Valoración y Definición de líneas de Actuación (Elaboración de Itinerario Itinerario y
Valoración), todo ello respondiendo a las principales demandas realizadas desde el
área residencial, “¿cómo procedemos ante una posible situación de abuso sexual?”, y
desde la Comunicación/ Valoración del mismo, “¿cuál será el objetivo general de la
ésta?”. Teniendo en cuenta estas demandas y los documentos trabajados hasta ese
momento, quedaban dos aspectos concretos por definir, que se han traducido en este
protocolo, en la Elaboración de un Itinerario de Actuación y en la definición de los
Objetivos del Psicólogo en el abordaje de éstas Incidencias.

En Enero-Febrero 2011, se realiza la presentación a Irisada por parte de la Psicóloga


Responsable de la Valoración de Casos de Abuso Sexual de los Equipos de Atención
Directa de la Asociación Irisada, llevando a cabo la 1ª Revisión y Aportaciones al
primer borrador.

El 04/03/11 se presenta este documento a los Técnicos de la UIF, revisando y


recogiendo aportaciones igualmente.

Con fecha 09/06/2011 se realiza la Presentación del Borrador del Protocolo a todos
los Psicólogos de la Red con el Objetivo de llevar a cabo la 2ª Revisión y recogida de
Aportaciones.

En Diciembre de 2011 se realiza la Presentación del Documento Final.

Teniendo en cuenta que el Objetivo del presente Protocolo es que resulte ser una
herramienta útil para toda la red y pueda dar respuesta a toda la casuística acontecida,
lo que se propone es que a partir de Enero de 2012 se lleve a cabo la puesta en
práctica del Protocolo para realizar la Valoración de la utilidad del mismo, recogiendo
aportaciones durante este año de pilotaje por parte de todos los agentes y en Enero
2013 evaluar la aplicabilidad del Documento.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
3) INTRODUCCIÓN.

Una de las cuestiones más difíciles a la que se enfrentan los profesionales en el


estudio del maltrato y, específicamente, del abuso sexual infantil, es su correcta
detección, que deriva, en gran parte, de la imposibilidad de establecer una definición
unificada y reconocida por parte del colectivo de profesionales implicados.

Según el Código Penal vigente, el criterio diferenciador entre abuso y agresión


sexual es el uso de la violencia en las agresiones y el uso de la seducción, la
insistencia o el engaño en el abuso. Siguiendo este criterio, las investigaciones indican
que la incidencia general de los casos de ASI es similar en el ámbito familiar y en el
extrafamiliar, si bien parece que en el primero se producen más abusos y en el
segundo más agresiones. En cualquier caso, las investigaciones señalan una mayor
incidencia de los casos de ASI por familiares y personas conocidas, sobre los casos
de agresiones sexuales por parte de desconocidos.

En función de lo anteriormente expuesto, quedan más delimitados los conceptos


de abuso sexual y agresión sexual, que pueden ser definidos como:
Abuso sexual: cualquier forma de exposición del menor a estímulos sexuales o
utilización del mismo como estímulo sexual, sin mediar violencia o intimidación. Esta
definición abarca desde la exposición del menor a material pornográfico o
proposiciones verbales explícitas hasta el acceso carnal, que puede incluir la
penetración vaginal, oral, anal, digital o caricias.
Agresión sexual: cualquier forma de exposición del menor a estímulos sexuales o
utilización del mismo como estímulo sexual, mediando violencia o intimidación.
Para determinar la existencia del abuso sexual se han utilizado tradicionalmente tres
criterios:
• La edad de la víctima (como máximo diecisiete años).
• La edad del agresor, que debe superar entre cinco y diez años a la del menor
(cinco años si la víctima es menor de doce años y diez años de diferencia si la
víctima es mayor de doce). Pese a esto, algunos autores consideran que solo
se puede hablar de abuso si la diferencia de edad es de al menos quince años.
• Empleo de fuerza, presión o engaño. Hay autores que consideran que si se
da este criterio puede hablarse de abuso, independientemente de la edad del
agresor, con lo que se da cabida en esta categoría a los abusos entre iguales.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
De aquí se desprende que para que se dé abuso debe existir una relación de
desigualdad, bien por edad, madurez o poder, entre el agresor y la víctima, y la
utilización de un menor como objeto sexual, entendiéndose que la acepción de la
expresión "objeto sexual" incluye las interacciones en las que se utiliza a un menor
para la estimulación sexual del agresor o de otras personas, ya que según Cantón y
Cortés, se parte del supuesto de que un niño no debe implicarse en actividades
sexuales para las que por su estadio evolutivo no comprende ni se encuentra
capacitado para dar su consentimiento.

Gran parte de los abusos sexuales a menores se producen en el ámbito


familiar y, aunque se han llevado a cabo numerosos estudios orientados a delimitar un
perfil de las familias incestuosas, no se ha identificado un modelo único, pero sí una
serie de características que con frecuencia puede observarse en este tipo de familia:
• Familia aglutinada: límites externos cerrados y rígidos y confusión interna de
roles.
• Familia cerrada en sí misma: no deja traslucir su problemática interna. No
solicita ayuda
ni acepta soluciones ajenas al núcleo familiar (psicólogos, médicos,
trabajadores sociales,
etc.). Poco permeable a las influencias externas.
• Socialmente aislada: relaciones sociales escasas y superficiales, pocos
recursos sociales.
• Estructura patriarcal rígida (padre rígido y autoritario).
• Madre sometida (en ocasiones con conocimiento y/o consentimiento de la
situación).
• Comunicación deficiente entre los miembros de la unidad familiar.
• Consumo de sustancias (alcohol y/o drogas).

La agresión sexual a menores generalmente no es fruto de un único delito sino


que conlleva abusos repetidos en el tiempo, pudiendo alcanzar meses o años de la
vida del niño. También la forma agresiva sigue unos parámetros similares;
generalmente no se trata de una acción impulsiva, violenta o inesperada sino que se
desarrolla de forma sutil y poco a poco en el tiempo.

Además, la coacción física no parece ser el elemento clave en la agresión


sexual a menores, pero sí la psicológica. Esta se establece en función de tres polos:
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
• La autoridad. El agresor suele ser una persona de confianza del menor y
generalmente adulto o mayor que él, por lo cual suele disponer de una autoridad
moral implícita. Siguiendo la teoría de la disonancia cognitiva, en este momento al
niño se le plantea la necesidad de creerse lo que sucede como normal y aceptable
porque lo dice el agresor. Es decir, el niño adquiere un sentimiento de auto
culpabilidad si no reacciona como se espera de él.
• El secreto. Una vez que el agresor pide al niño que no lo comente con nadie, a
éste se le plantea otro dilema; romper el secreto significa violar una de las
creencias básicas de la infancia que, además, traería consecuencias negativas
para él, fruto de la amenaza formulada por el agresor, o bien para las personas
que le rodean: madre, hermanos, etc. En cualquier caso, siempre se observa como
culpable por la situación.
• La indefensión. Siguiendo la teoría de la indefensión aprendida, con el paso del
tiempo y fruto del miedo inducido, el niño ha aceptado la situación, al tiempo que
se ve incapaz de actuar delante de ella ara cambiarla, aunque pudiera. Dos
factores agravan el proceso: la dificultad para narrar los hechos (la forma de
hacerlo y a quién, puesto que desconfía de los adultos) y su propio desarrollo
evolutivo a nivel psicológico que le puede impedir entender qué está bien y qué
está mal.

Por último, es importante señalar la distinción entre los conceptos de abuso y


explotación sexual. Este último término se refiere también a las situaciones en las que
el menor es forzado física o psicológicamente a realizar actividades sexuales con
adultos, solo que en este caso interviene un móvil económico (Hartman y Burges,
1989).

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
4) CRITERIOS DE DERIVACIÓN DE CASOS.

- Cuando un menor/es verbalice/en que han ocurrido, visto o participado en


incidentes de índole sexual en el hogar u otros contextos. Cuando se trate de
rumores, debe de apreciarse indicios e indicadores que apoyen la probabilidad
de ser cierto.
- Cuando el equipo educativo detecte un incidente entre menores en el hogar,
donde se sospeche o confirme que han habido abusos sexuales.
- Cuando un menor/es verbalice/en haber sido víctima o haber agredido
sexualmente a otros, ya sea antes, durante o después del acogimiento
residencial.
- Cuando se detecten indicios físicos o comportamentales relevantes en los
menores: hemorragias genitales y anales, cambios en la conducta adaptativa
del menor, conducta sexualizadas, masturbaciones compulsivas, etc.
- Cuando agentes de otros recursos comunitarios (profesores, monitores…),
notifiquen incidentes de índole sexual en dicho contexto.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
5) ASPECTOS TEÓRICOS A TENER EN CUENTA EN RELACIÓN A :
a) ENTREVISTA.
i) MÉTODO.

Sesgos del entrevistador y peligro de sugestión

Un entrevistador sesgado es aquel que mantiene a priori unas determinadas


creencias acerca de si han ocurrido o no ciertos sucesos y, como resultado, moldea la
entrevista para conseguir la declaración del entrevistado que resulte acorde con sus
creencias.

Ambiente, materiales y momento

El ambiente de la entrevista debe garantizar que el niño se sienta


razonablemente a gusto, sobre todo si se trata de un preescolar. Un ambiente
centrado en el niño que reduzca las posibilidades de distracción y que potencie la
familiaridad puede facilitar un procesamiento óptimo de la información. El ambiente
debe ser privado, informal y libre de perturbaciones y de instrumentos accesorios que
puedan distraer al niño; un lugar en el que se sienta seguro y que garantice la
confidencialidad.

La entrevista debe realizarse en un entorno relajado y tranquilo. Idealmente,


debería ser en una habitación tranquila y confortable, sin interrupciones. El
entrevistador puede mostrarse cercano al menor, sentándose a su lado y adaptándose
a su léxico

Presencia de otros adultos

Siempre que sea posible la entrevista se debe celebrar sin la presencia de los
padres o de adultos que puedan tener algún interés en el caso. Sin embargo, conviene
tener presente que los niños menores de seis años a menudo experimentan ansiedad
por la separación en situaciones con las que no están familiarizados. En estos casos,
el entrevistador puede pedirle a sus cuidadores que lo preparen para quedarse solo.
También puede indicar al niño dónde lo van a estar aguardando sus padres o
educadores (persona de referencia vinculada al menor) y permitirle de cuando en
cuando que compruebe que siguen allí. Si esto no da resultado se puede permitir que
se siente a su lado una persona de apoyo que no pertenezca al entorno familiar más
inmediato y debidamente instruida para que no intervenga.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Registro de la entrevista

Las respuestas del niño (verbales y no verbales) y la forma de preguntar


utilizada para conseguir estas respuestas deben registrarse de la manera más fiable
posible, sobre todo si el entrevistado es un preescolar. Se han de realizar las
anotaciones más relevantes durante la entrevista, el resto es recomendable
memorizarlo y escribirlo al final de la misma con el fin de evitar que el menor
entrevistado se sienta incómodo y violento.

Sin embargo, no cabe duda que lo ideal sería grabar las entrevistas siempre
que las circunstancias lo permitieran para evitar que el/la menor repita la información
en posteriores sesiones o ante diferentes profesionales. Sin embargo, valoramos que
puede ser una técnica delicada en este caso, sobre todo tratándose de una población
menor de edad con medidas de protección. Además, la valoración que proponemos
(incidencias) no pretende ser un peritaje de abusos sexuales, lo cual ésta práctica
correspondería al área judicial.

Entrevista de Investigación

Antes de proceder a entrevistar al niño es necesario conocer la historia de las


alegaciones. El entrevistador debe comprobar si el niño ha hecho alguna revelación de
los supuestos abusos sexuales y, si es así, a quién. Asimismo, debe indagar sobre las
circunstancias de la revelación y si ha sido entrevistado anteriormente.

También debe averiguar si el niño tiene un historial previo de abusos sexuales


y si el supuesto perpetrador ha tenido problemas policiales anteriormente.

Conviene además, elaborar un breve historial familiar sobre malos tratos,


exposición del niño a pornografía, a actividades sexuales entre adultos, al consumo de
alcohol/drogas y a violencia doméstica.

La obtención de un historial detallado permite aplicar la guía de forma


individualizada, capacitando al entrevistador para poder plantear preguntas más
directas que ayuden al niño a recordar, a centrarse en el tema o a superar la evitación.

Actualmente los niños tienen más conocimientos sexuales y los han aprendido
a una edad más temprana que hace un par de décadas. Es preciso realizar un análisis
de la información sexual que posee y de sus fuentes de información.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
La evaluación formal o informal del nivel evolutivo facilitará el planteamiento de
unas expectativas realistas sobre el tipo de información y el nivel de detalles que el
niño podría aportar cuando se le pregunte por el abuso sexual.

El conocimiento de su competencia lingüística es fundamental para poder


plantearle después preguntas en un lenguaje apropiado y para no impacientarse
cuando no responda o se limite a contestar con monosílabos.

El objetivo fundamental de cualquier entrevista de investigación es reunir datos


que faciliten el proceso de toma de decisión legal: cuanto mayor sea la información
base, tanto más eficaz será la decisión adoptada. En los casos de abuso sexual es
necesario disponer de una información lo suficientemente amplia como para basar en
ella la decisión final y rechazar otras posibles interpretaciones.

La entrevista se suele dividir en tres fases fundamentales. La primera implica


básicamente, el establecimiento de una buena relación con el niño, de manera que se
sienta lo suficientemente confortable como para decidirse a hablar. Durante este
tiempo, el entrevistador debe reunir información general. Este tipo de datos le
ayudarán a establecer el rapport con el niño, a evaluar su nivel de desarrollo cognitivo
y lingüístico, a identificar problemas que puedan requerir la ayuda de otros
profesionales y, finalmente, a establecer una conversación espontánea sobre temas
de interés para el entrevistador.

Durante la segunda fase el entrevistador se ocupa ya de un modo más directo


de la cuestión del supuesto abuso sexual, objeto fundamental de la investigación.
Puede comenzar interesándose por actividades rutinarias del niño, sobre la naturaleza
y calidad de sus interacciones con otras personas significativas y sobre otros aspectos
de su vida que puedan ser relevantes. Al intentar obtener datos y pruebas sobre los
supuestos abusos sexuales debe tener un especial cuidado en ir avanzando
progresivamente desde técnicas menos conductivas a otras más conductivas. Se ha
de ir confrontando a lo largo de la entrevista información que nos genere duda o sea
contradictoria, pero evitar hacerlo al final porque podemos generarle mucho malestar y
estrés al menor.

La tercera y última fase es el cierre de la entrevista. Se ha de dar oportunidad


al niño/a a que plantee dudas y/o preocupaciones sobre la misma y generar en éste/a
un estado emocional, lo más positivo posible.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
a) Fase Preliminar

El objetivo de esta fase es por una parte, crear un contexto que optimice la
concentración, memoria, comunicación, motivación y regulación emocional del niño y
por otra, desarrollar el suficiente rapport como para que su participación sea total y
honesta.

El entrevistador puede ganarse la confianza del niño a través de actividades


como el juego, el dibujo y la charla sobre sus actividades favoritas. En el caso de un
abuso real, un mayor rapport entre el niño y el entrevistador podría ayudar a que éste
superara su renuencia provocada por el miedo, la vergüenza o la desconfianza. En
aquellos casos en que sea muy probable que vaya aleccionado, un mayor rapport
podría facilitar la revelación del intento de aleccionamiento por parte de un adulto.

Desde el punto de vista del menor, la entrevista puede constituir su primera


oportunidad para hablar a los adultos que estén dispuestos a escuchar sin espíritu
crítico y con calma. La seguridad que se dé al menor de que no es responsable de la
actividad sexual en la que se ha visto involucrado puede constituir un factor central y
positivo, convirtiendo la entrevista en una experiencia terapéutica. Tanto este aspecto
como el investigativo están primordialmente destinados a establecer qué le pasó al
menor.

Con el lenguaje adecuado a la madurez del menor, es importante comenzar a


la vez por ayudarlo/a para que tenga sentido la entrevista y permitirle que se presente
a sí mismo/a y describa su contexto habitual. El objetivo es dirigir al menor a las áreas
que son de interés para el entrevistador, siempre sin acudir a la sugerencia directa, en
tanto que se le facilita que relate su historia. En este momento, el entrevistador se
puede centrar en uno o varios sucesos específicos de su vida (la fiesta de
cumpleaños, una salida del colegio...). Al hacer esto, se moldea la forma de la
entrevista (preguntas abiertas) para que el/la menor mantenga la narración libre en el
resto de la entrevista.

El niño debe tener muy claro lo que el entrevistador espera de él y éste, por su
parte, tener cuidado a la hora de establecer las reglas de la entrevista con objeto de
contrarrestar sus falsas suposiciones. Explicarle al niño cuál es el papel y los objetivos
que persigue el entrevistador es fundamental para que después proporcione la
información adecuada cuando se le plantee una pregunta abierta. Es útil averiguar
cuánto sabe acerca del propósito de la entrevista, ya que generalmente los/as niños/as
mayores están muy conscientes de ello, mientras que los/as más pequeños pueden

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
variar. Con niños pequeños es muy importante centrarlos en el tema, ya que tienden a
divagar y a distraerse con facilidad. El entrevistador debe mantener un ambiente de
entrevista estructurado, aunque no restrictivo, limitando si es necesario las actividades.

b) Fase Sustantiva o Interrogatorio

Métodos tradicionales:

Existen dos métodos tradicionales para llevar a cabo la entrevista de


evaluación en casos de supuesto abuso sexual.

La primera de ellas es la denominada entrevista narrativa, consistente en


realizar una única pregunta acerca de qué sucedió y recoger así la información
aportada por el/la entrevistado/a.

La otra forma es la entrevista interrogativa, en donde se preparan con


antelación una serie de preguntas con el fin de que el/la entrevistado/a responda a
cuestiones concretas.

En la práctica, se ha observado la conveniencia de combinar ambos


procedimientos, favoreciendo en primer lugar la narración libre del/la menor para
posteriormente recabar cuestiones más específicas a través de preguntas que amplíen
la narración espontánea del/la entrevistado/a.

En el proceso de la entrevista, la narrativa libre parece ser un método


diagnóstico más sensible que una entrevista estructurada, pero resulta menos
riguroso. Por tanto, el entrevistador debe oscilar entre preguntas abiertas (que
permitan la expresión de la espontaneidad) y preguntas directas que aclaren algún
dato importante. Las preguntas deben ser cortas, contener una sola idea y construirse
bien gramaticalmente.

Asimismo, la entrevista debe avanzar desde aspectos más neutrales hacia


cuestiones más significativas emocionalmente para el/la menor.

Los estudios cognitivos han dejado muy clara la necesidad de que las
preguntas que se formulen guarden relación con el nivel de conocimiento y la
capacidad de razonamiento del niño, y de que las respuestas se interpreten teniendo
en cuenta su nivel de desarrollo en este sentido. Si no entiende lo que se le pregunta
se incrementa la probabilidad de que realice conjeturas y que se deje influir por el
entrevistador.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
También hay que tener en cuenta que los preescolares razonan en función de
lo que pueden ver y no basándose en conceptos invisibles o suposiciones. La
valoración se debe complementar con representaciones escénicas o a través del
dibujo por parte del los mismos.

Los resultados indican que la declaración espontánea del niño en forma de


recuerdo libre es más exacta, aunque menos completa, que la obtenida con preguntas
específicas. Una vez que el niño haya hecho una narración libre del suceso, el
entrevistador también puede pasar a las preguntas relativamente abiertas de ¿qué?,
¿quién?, ¿dónde? Estas preguntas pueden ser muy útiles para obtener información de
niños de preescolar. Las preguntas relativas al ¿cuándo? y ¿por qué? pueden resultar
más difíciles para los de cinco a siete años de edad o más pequeños.

Cuando se utilicen preguntas del tipo sí-no, éstas deben combinarse con otras que
requieran que el niño elabore, justifique o clarifique con sus propias palabras las
respuestas dadas. Siempre que haga falta utilizar preguntas que centren su atención
en ciertos sucesos, personas o lugares, la pregunta debe ir seguida de otra abierta
para obtener una narración libre sobre ese aspecto al que desea dirigir la atención del
niño. Aunque las preguntas centradas pueden influir y distorsionar las explicaciones,
excluirlas por completo no es una postura realista ni aconsejable. Lo que sí es
recomendable es hacer preguntas “indicio” que puedan estimular el recuerdo del
suceso y después, realizar preguntas abiertas que tuvieran que ver con las mismas.

La entrevista puede ir acompañada por la representación de los hechos a través


del dibujo y de la escenificación. Se suelen utilizar muñecos anatómicos como
complemento a la valoración pero dado a que no estamos realizando un peritaje sobre
abusos sexuales, unido a las críticas que hablan de las desventajas de su uso, no se
cree recomendable utilizarlos

La transición a la fase de interrogatorio propiamente dicha desde la fase


anterior, se puede conseguir utilizando frases tipo “Tengo entendido que te ha podido
pasar algo. Por favor, háblame de eso”, o preguntándole si hay algo de lo que quiera
hablar o quiera contar.

En la mayoría de las ocasiones los/as menores se mostrarán reticentes a


volver a relatar lo ocurrido. En estos casos no se debe insistir en que hable. Por el
contrario, se le debe decir que no queremos que nos lo cuente, sino que nos importa
cómo se sintió en ese momento y cómo se siente ahora. De esta forma (generando un
buen clima de empatía) es muy posible que el/la menor se sienta a gusto con el

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
entrevistador, no sufra tanto por lo pasado y viva como algo positivo el relatar los
hechos.

Con los que se sienten muy avergonzados y/o turbados al describir los abusos,
el entrevistador debe mostrarse paciente y mantenerse neutral.

Se puede también contribuir a superar la renuncia a revelarlo, explorando las


ansiedades que la alimentan. Se le podría decir:”A veces los/as niños/as quieren
contarle a alguien lo que les pasó, pero les preocupa lo que puede pasar si lo dicen.
¿Puedes entender por qué? Se sigue entonces examinando las razones, y a falta de
iniciativa por parte del menor para dar alguna, se le pueden plantear algunas
alternativas: poder ser castigado o perder el amor o el vínculo por ello. A veces es
posible preguntarle quién sufriría más como consecuencia de la revelación y en qué
forma se daría ese sufrimiento.

Hay más posibilidades de ayudar al niño/a para que hable, si se le nombran


explícitamente sus ansiedades.

Es importante darle al menor la firme seguridad de que a pesar de sus temores


la revelación es lo mejor. La experiencia ha demostrado que la mayoría de los/as
niños/as se ven profundamente aliviados al final de las entrevistas de revelación. Sin
embargo, debe respetarse su resistencia, especialmente cuando es cada vez más
evidente que desde su punto de vista todo estará perdido y que tiene muy poco para
ganar con una mayor revelación. Una revelación parcial puede haberle deparado
suficiente alivio.

Un punto de partida para poder valorar el incidente, podría ser la exploración


de los diferentes tipos de contacto físico entre la gente. La palabra tocar puede ser
entendido por el/la menor como tocamiento manual, y es importante que entienda su
sentido más amplio. Es decir, que pueden haber formas de tocar “buenas” y otras
“malas” que nos hacen sentir incómodos, raros... También es posible hablar sobre
otros/as niños/as que han conversado con el entrevistador acerca de haber sido
tocados por un adulto en alguna parte especial o privada de sus cuerpos (tal como la
que puede tapar un bañador). Tras esto se le podrá preguntar si él/ella ha tenido
alguna de esas experiencias sin sugerirle quién pudo ser el abusador.

A medida que avanza la entrevista, se alienta al menor para que describa los
actos sexuales en los que estuvo involucrado con la mayor descripción espontánea,
lenguaje y detalle posible.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Puede preguntársele al menor si estaba de pie, sentado o acostado, y la
posición del presunto abusador en relación a él/ella. Es importante permitir que
describa dónde tuvo lugar el abuso (habitación, clase, baño...). Estas preguntas son
más difíciles con los más pequeños. Por esto, es útil aclararlo sugiriéndoles que
supongan que la mesa del cuarto de la entrevista es, por ejemplo, una cama...
También resultan útiles los dibujos. Tras esto puede determinarse con claridad en qué
lugar estaban otras personas cuando se cometió el abuso.

Es importante averiguar qué persona/as pudieron haber presenciado la


actividad sexual o quién más estuvo involucrado.

También es necesario esclarecer el momento en el que se produjo el abuso y


su frecuencia, si bien estos conceptos pueden no ser confiables tratándose de
niños/as muy pequeños.

A menudo los/as menores abusados tienen dificultades para hacer un relato


completo de todas las actividades abusivas. Es recomendable valorar evitando hacerle
sugerencias, el alcance completo del abuso.

Sonsacar detalles relacionados: como la excitación sexual del abusador, la


interrupción o la aparición de otra persona por sorpresa, etc.

Es importante explorar los sentimientos y las experiencias de los/as menores a


través de preguntas directas tales como “¿Cómo te sentiste?”. Sin duda, deben
nombrarse el dolor y la molestia física. Si el entrevistador percibe que el/la menor
disfrutó en algo, también está indicado, decirle: “A algunos niños/niñas o chicos/chicas
les gustan que los toquen, y a otros/as no. Me pregunto cómo lo sentiste tú”.

Hay otros aspectos emocionales importantes que requieren ser explorados. Por
ello, aunque a algunos/as menores pueden no disgustarles todas las experiencias,
casi todos/as son conscientes de la índole prohibida o de la “crudeza” de la actividad
en la que estuvieron involucrados/as. Son motivo de confusión adicional para ellos/as
los sentimientos ambivalentes y de lealtad o positivos que pueden tener en relación
con el abusador.

Es importante explorar la naturaleza de la relación entre el menor y el


abusador, y la calidad de los mandatos casi invariables de guardar el secreto. Se le
podría, por ejemplo, preguntar qué es lo que diría el abusador si supiera que el/la
menor está contando, y cuánto sabe el/la menor acerca de su reacción probable. El
uso de la palabra “secreto” debería surgir por iniciativa del menor.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
c) Fase de terminación de la entrevista:

Durante la fase de cierre hay que abordar varias cuestiones. En primer lugar, si
el niño tiene que someterse a un examen médico se le debe aclarar el proceso
(siempre que no acudiera con anterioridad). En segundo lugar, se le debe dar también
la oportunidad de preguntar y de manifestar sus preocupaciones sobre la entrevista, el
abuso o las consecuencias de la revelación. Las respuestas deben ser lo más
directas posible. Y en tercer lugar, hay que procurar implicar al niño en una breve
conversación de tipo general o en juego no dirigido con objeto de establecer un
periodo de transición que le permita dominar los sentimientos despertados por la
rememoración de los abusos sexuales. El objetivo es que no deje la entrevista en un
estado emocional de estrés, sino lo más positivo posible.

Al final de la entrevista al niño debe quedarle una sensación de autoconfianza y


de liberación de la carga que representaba el mantenimiento del secreto. Asimismo, el
entrevistador debe tener mucho cuidado en no provocar equívocos haciendo
promesas que luego no pueda cumplir o realizando afirmaciones sobre el futuro curso
de los acontecimientos que no se correspondan después con los hechos. Por último, el
entrevistador le da las gracias por su participación en el proceso de entrevista, nunca
por haber revelado los abusos.

Es importante concluir la entrevista de una manera positiva. Se puede volver a


hablar de temas neutros o positivos para el/la menor. Además, se le debe reforzar por
el esfuerzo realizado en la rememorización de los hechos, a pesar de la dificultad y la
ansiedad que le ha podido generar el relatar algunos aspectos de la experiencia vivida.
Se trata en último término, de generar confianza en el/la menor y de facilitar las
posibles intervenciones futuras.

En relación al abusador (cuando se trate de otro menor):

Todos los aspectos en cuanto a la entrevista a la víctima de los abusos deben


ser tenidos en consideración cuando se trata de evaluar al agresor. No debemos
olvidar que se trata también de un menor que ha vivido experiencias vitales muy
fuertes y perjudiciales para su desarrollo y que han hecho que desarrolle estrategias
de afrontamiento inadecuadas ante los problemas.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Por ello, es importante tomar las mismas precauciones a la hora de llevar la
entrevista; tanto para establecer un rapport adecuado, como para obtener la
información de la manera más completa y precisa que permita plantear la mejor
alternativa de intervención.

La entrevista realizada tiene entre uno de sus objetivos valorar si se han


producido los abusos o no. Por ello, puede ser utilizada tanto para valorar a la víctima
como al agresor. Igualmente, otro de los objetivos principales es valorar las
consecuencias ocasionadas por la agresión, y éstas pueden y se dan tanto en la
víctima como en el agresor; si bien en el agresor suelen existir mayormente
condiciones que propician el abuso y que también deben ser detectadas y trabajadas a
nivel terapéutico.

ii) Características del entrevistador:

El profesional debe realizar la entrevista con una mente abierta y mostrarse


accesible y cercano con el niño, aunque procurando que éste no lo vea como un
amigo, un compañero o un aliado. Por el contrario, es importante que lo perciba como
un individuo paciente, agradable, que lo apoya y neutral.

Conviene distinguir entre lo que es adoptar una actitud de apoyo generalizada


que estimule la memoria de los recuerdos reales del niño y lo que es la utilización de
técnicas que los sesguen hacia ciertas respuestas seleccionadas. Aunque la
sugestibilidad se reduce significativamente cuando el niño se siente confortable, hay
que procurar no reforzarlo de manera selectiva.

Es importante que mientras se interactúa con el niño el entrevistador evite


cambios repentinos de conducta, de estado de ánimo, de entonación o de otros tipos
de reactividad. Asimismo, debería mantenerse al nivel de sus ojos aunque evitando
adoptar posturas inapropiadas para el mantenimiento de una posición neutral.
Finalmente, tampoco debe invitarlo a tomar un aperitivo o a dar un paseo fuera o
cualquier otra actividad que de alguna manera dé a entender que deja de ser una
parte neutral para transformarse en un amigo.

El proceso de evaluación de incidentes de supuestos abusos sexuales puede


requerir la intervención de distintos profesionales y expertos. Sin embargo, es
importante que haya un solo profesional al frente del caso, que sea el responsable de
reunir e integrar toda la información.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
iii) Desarrollo Evolutivo

Primera infancia (2-6 años):

De los 2 a los 3 años: Identificación según el sexo, disfrute en la exhibición del


propio cuerpo y la exploración del de los demás.
De los 3 a los 6 años: Exploración del rol asociado a cada género a través del
juego simbólico.

Segunda infancia (6 a 12 años):

Represión de la conducta sexual, menos juegos exploratorios aunque sigue


habiéndolos. Interiorización de lo que es sexualmente permitido o no a nivel social.
Comienzan a participar más de grupos de iguales, comienzan a interiorizar el
desarrollo moral. Ya se sienten chicas o chicos, independientemente de sus
gustos.

Adolescencia:

Es el momento máximo del desarrollo de la identidad sexual en un plano


emocional producto del deseo sexual, además de los cambios fisiológicos,
estructurales y funcionales del organismo. Desaparece la exploración de la
conducta sexual en la familia y con su grupo de iguales y aparecen los primeros
contactos sexuales con sus iguales. El adolescente comienza a identificarse con
su grupo de iguales, se fomenta la amistad y la búsqueda de afecto.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
b) EL INFORME.

i) SINTOMATOLOGÍA ASOCIADA A ABUSOS SEXUALES EN


MENORES.

El psicólogo/a elaborará el informe utilizando el modelo que se adjunta en los


Anexos y, para ello, tendrá en cuenta la sintomatología descrita en la bibliografía
sobre abuso sexual que a continuación se detalla:
En edad Preescolar:
Problemas nocturnos: Sueños desencadenados por lugares, personas,
objetos, etc. Relacionados con la experiencia del abuso.
Conductas sexuales inadecuados a la etapa evolutiva de los menores:
verbalizaciones, gestos, etc.
Somatizaciones: enfermedades causadas por estrés psicológico (vómitos,
asma, etc.)
Ansiedad, miedos, irritabilidad, etc.
Erotización prematura.

En edad escolar: (puede continuar alguna sintomatología anterior)


Desconfianza crónica en el adulto.
Agresividad sexual hacia otros niños.
Cambios bruscos en el rendimiento escolar.
Intenso sentimiento de culpa.
Conductas represivas y regresivas.
Excesiva obediencia y deseo de complacer.
Aislamiento
Resistencia a quitarse la ropa.
Inicio de pequeños delitos.
Conducta sexualizada
Baja Autoestima.

En la preadolescencia-adolescencia: (puede continuar alguna sintomatología


anterior)
Promiscuidad
Inhibición sexual
Problemas de Identidad sexual
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Abuso de drogas
Intentos de mutilación o suicidio.
Ideas autodestructivas
Desordenes psiquiátricos.
Conductas antisociales o delictivas

ii) INDICADORES O CRITERIOS A TENER EN CUENTA EN LA


VALORACIÓN DE ABUSOS SEXUALES. LA ESCALA SEX ABUSE
LEGITIMACY (SAL).

El objetivo de la Escala SAL (Gardner, 1987) es ayudar a los entrevistadores a


objetivizar sus resultados. Los criterios de la escala resultan más aplicables cuando se
trata de abusos sexuales cometidos en el seno de la familia.
Los ítems se formulan de manera que cuanto mayor es el número de respuestas
afirmativas, mayor es la probabilidad de que el abuso sexual se haya producido,
aunque su puntuación (3, 2 o1) depende de la categoría a la que pertenezcan (alto,
medio o bajo Grado Diferenciador).
En este caso, y teniendo en cuenta la línea en la que hemos definido los motivos de la
valoración, no será el objetivo la cuantificación de la puntuación sino la orientación del
evaluador, apoyándonos en estos criterios, de los Indicios observados en la Valoración
Técnica y Conclusiones del Informe.

De Alto Grado Diferenciador:

Se detecta amenazas, coacción o seducción donde se obliga a los menores


a participar en actividades sexuales sin consentimiento.
Detección del secreto y resistencia a contar lo sucedido. Temor a las
represalias y a defraudar a los adultos. Se detecta complicidad y
encubrimiento entre los menores implicados.
Asimetría entre los menores implicados en el incidente: respecto a la edad,
capacidad cognitiva, habilidades, fuerza física, etc.
Búsqueda de placer y bienestar personal
Confesión por parte de los menores, que han participado en estos
episodios

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Se observan lesiones físicas como consecuencia del abuso y el respectivo
parte de lesiones.
Cambios drásticos a nivel personal, social y/o académico.
Se detecta malestar emocional en los menores. Durante el incidente y/o la
manifestación del abuso.
Conductas sexualizadas: gestos, verbalizaciones, etc. y conocimientos
sexuales inadecuados a la etapa evolutiva de los menores.
Presentan sentimientos de culpa y llegan a negar lo ocurrido, por miedo a
represalias más que por las consecuencias de la manifestación (aunque
también).
Coherencia y consistencia en la argumentación de los menores implicados.
Habría que tener en cuenta, que en niños muy pequeños no se cumple
dicho criterio, ya que tienen limitada la capacidad memorística y tienden a
olvidar en caso de que el incidente no haya sido traumático.

Con Moderado Grado Diferenciador:


Antecedentes o sospechas de haber experimentado abusos sexuales en el
pasado.
Vulnerabilidad en los menores (escaso conocimiento sobre sexualidad,
pocas habilidades de autoprotección, historia de abusos, patrón de apego
inseguro, etc).
Existencia de ambivalencia afectiva hacia el agresor.
En el relato: aportan datos sobre cómo, dónde, con qué frecuencia
sucedían dichos contactos, progresión de la conducta sexual, aportan
información novedosa en la valoración. Además hablan de emociones,
pensamientos, aspectos inesperados y detalles descriptivos (olores, sangre,
etc.), reproducen interacciones y conversaciones. Las verbalizaciones
suelen ser en primera persona a través de la evocación espontánea
siguiendo un hilo conductor lógico y no se trata de una letanía ensayada, el
menor cambia la manera de comentar determinadas cosas. El menor
puede hacer correcciones espontáneas, no recordar parte del incidente,
dudar de su propio testimonio, etc. En niños muy pequeños y/o
traumatizados la descripción que hacen de la frecuencia, los contextos,
detalles, etc. son relativos.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Bajo Grado Diferenciador:
Sintomatología en el menor: desórdenes psicosomáticos, síntomas
depresivos, retraimiento, conductas regresivas, etc.
Perfil psicológico de los menores implicados: Buscan aceptación y afecto,
son sumisos, dominantes, etc.
Se observan detalles sospechosos al detectar el incidente: están a oscuras,
sin parte de la ropa, en la misma cama, etc. Al igual que se detectan
reacciones de alarma o sorpresa al ser pillados.
No existe motivación para inventar lo que relatan.

6) ACTUACIONES ANTE LA REVELACIÓN DE UN INCIDENTE DE


AGRESIÓN SEXUAL. EL ITINERARIO.

En el Itinerario partimos de que el incidente puede producirse en diferentes


momentos relacionados con el ingreso, la permanencia o no del menor en el sistema
de protección, así como con la baja del mismo.
Los diferentes momentos a los que hacemos alusión son:
• Revelación de un Incidente de agresión sexual sufrido antes del ingreso en
Acogimiento Residencial.
• Revelación de un Incidente de agresión sexual sufrido durante la permanencia
del menor en Acogimiento Residencial.
• Revelación de un Incidente de agresión sexual sufrido durante el Seguimiento
tras la revocación de la medida.
Las actuaciones llevadas a cabo serán diferentes en función del momento en el
que el menor haya sido objeto de abusos sexuales.

a) REVELACIÓN DE UN INCIDENTE DE AGRESIÓN SEXUAL SUFRIDO


ANTES DEL INGRESO EN ACOGIMIENTO RESIDENCIAL.

1º Informar del incidente al responsable del hogar (Director o Coordinador).

2º Elaboración de la Ficha de Derivación. El Director o Educador que hubiere estado


acompañando al niño y sea el testigo durante la revelación será quien recoja la
información aportada por éste en la Ficha elaborada a tal fin y que se recoge en los
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
anexos, acompañado del parte de lesiones si lo hubiese. Es importante recoger la
información fiel al relato o incidente, recogiendo las mismas expresiones que utiliza el
menor.

3º Se remite la documentación anterior a la Unidad de Infancia.

4º Derivación al Psicólogo/a del Equipo de Atención Directa para llevar a cabo una
entrevista del relato y elaboración de informe. Así mismo, el psicólogo/a deberá
apoyarse en: Observación, Informe de terceros, detección de sintomatología asociada,
antecedentes, indicadores y criterios… Se recomienda que los menores implicados
sean entrevistados o escuchados las menos veces posibles y si puede ser por una
misma persona. Se deben evitar reuniones o asambleas con el propósito de abordar el
incidente o de recabar información. Se trata así de evitar la posible revictimización de
los menores implicados y de evitar sesgo (aportar información sexual por ejemplo)
ante una posible valoración profesional futura. Sin embargo no es contradictorio
escuchar las demandas de los menores y preocuparnos por lo sucedido.

5ª Emisión de Informe de Intervención Especializada con la Valoración de Indicios de


Abuso Sexual y remisión a DGPMF y Familia con la Propuesta que proceda.

b) REVELACIÓN DE UN INCIDENTE DE AGRESIÓN SEXUAL SUFRIDO


DURANTE EL ACOGIMIENTO RESIDENCIAL

Cuando un menor es objeto de abusos sexuales durante su permanencia en


Acogimiento Residencial hay que atender a si hay indicios físicos o no.

Si hay indicios físicos:


1º Informar del incidente al responsable del hogar (Director o Coordinador).

2º La persona responsable ha de acudir al facultativo para que emita parte de


lesiones.

3º Tras obtener el parte de lesiones poner la denuncia correspondiente en la comisaría


local más próxima.

3º Elaboración de la Ficha de Derivación. El Director o Educador que hubiere estado


acompañando al niño y sea el testigo durante la revelación será quien recoja la

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
información aportada por éste en la Ficha elaborada a tal fin y que se recoge en los
anexos, acompañado del parte de lesiones si lo hubiese.

4º Se remite la documentación anterior a la Unidad de Infancia y familia para su


posterior remisión a DGPMyF y a Fiscalía de menores.
5º Se deriva a Intervención Especializada para trabajar las consecuencias a corto,
medio y a largo plazo.

Si no hay indicios físicos, se lleva a cabo el mismo itinerario que si el


incidente se hubiera producido antes del ingreso en el sistema de protección.

c) REVELACIÓN DE UN INCIDENTE DE AGRESIÓN SEXUAL SUFRIDO


DURANTE EL SEGUIMIENTO TRAS REVOCACIÓN DE LA MEDIDA.

Cuando el incidente se produce durante el seguimiento que realiza el Equipo de


Atención Directa, se deberá informar a la Unidad de Infancia y Familia para su
comunicación a la Dirección General de Protección del Menor y la Familia y a los
Servicios Sociales Municipales.

En ambos casos, será la Intervención Especializada quién realice la Valoración


de Indicios de Abuso Sexual adaptando el Protocolo en función de sí hay Indios físicos
o no.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
6) INTERVENCIÓN:
a) INTERVENCIÓN A CORTO PLAZO
i) ACTUACIONES ANTE LA VÍCTIMA.
Proteger al niño. En este punto se sugiere que se siga el protocolo de pautas
generales elaborado en su momento por el Programa Psicoeducativo de
Menores para los casos de abuso sexual.
Compruebe que el niño no ha padecido heridas. Busque a un profesional para
que lo examine.
Denuncie el caso a las autoridades. En necesario informar inmediatamente a la
dirección del Centro. Paralelamente, hay que impedir que el agresor se
acerque más al niño. Proteja a la víctima y hágale saber que hay personas que
le van a ayudar: “Sé que te sientes fatal pero todo se arreglará “o“ “Vamos a
contarle a la policía lo que ha pasado”.
NO ALARMARSE NI EXPRESE ANGUSTIA ANTE EL/LA NIÑO/A. El menor ha
de percibir seguridad en sus cuidadores, ya que muestran que saben lo que
hacer ante estos casos.
Crea al niño y tranquilícele asegurando que confía en él. Utilice expresiones
como “siento que esto te haya sucedido” o “gracias por ser sincero y contarme
lo que te ha pasado”.
Agradézcale el valor que ha tenido y manifieste que está orgulloso por su
actitud: “¡Has sido muy valiente al decírmelo!” o “Estoy muy orgulloso de ti por
habérmelo contado”.
Deje claro que piensa que el agresor es el único responsable de lo ocurrido:
“Tú no has hecho nada malo” o “tú no tienes la culpa de lo ocurrido. Él (o ella)
sabía que estaba haciendo algo incorrecto”.
Sea positivo ante el niño y manifieste su confianza en que todo irá bien: “No
volverá a ocurrir” o “Hay muchas maneras de evitar que vuelva a pasar”.
Sea comprensivo con el niño. Déjele que hable y se desahogue: “Es normal
que odies a esa persona. No te culpes por ello” o “Sé que sientes rabia y eso
es bueno: te ayudará a sentirte mejor más tarde”.
Muéstrele su cariño y consuélelo, pero deje que sea él quien decida cuando
necesita un beso o un abrazo: “Te quiero tanto como antes y te seguiré
queriendo. Esto no cambia nada, no te preocupes”.
Ser comprensivo con el/la menor: “entiendo que te sientas así…”

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
No es responsable de lo que puede suceder después de haber contado lo
sucedido.
Enfatizar que va a salir a adelante, va ha recibir ayuda
No sancionar por haber participado en algún episodio de índole sexual.
No cambie el trato hacia el mismo/a, ni tienda a protegerle.
El trato ante la víctima debe ser individualizado, en base a sus propias
necesidades.

ii) ACTUACIONES ANTE EL AGRESOR (En el caso en que sea otro niño del
Centro).
Estas actuaciones son algunas orientaciones a tener en cuenta en estos casos
teniendo siempre en cuenta que se trata de otro menor y, que éste, también tendrá su
propia Historia de Desprotección.

Mantener una postura vigilante y observadora. Esto nos facilitará la detección de


posibles conductas inadecuadas sexualmente. Asimismo, se controlan posibles
situaciones en las que se dé persuasión, engaño, condiciones de sorpresa,
aproximación, amenaza (con o sin violencia física),… entre los menores (agresor y
víctima).
Sancionar las conductas hipersexualizadas y/o agresivas. Debe haber coherencia,
firmeza y afecto en el sistema de disciplina. El Equipo Educativo debe seguir el
mismo criterio. La sanción o castigo debe aplicarse inmediatamente después de
producirse la conducta. Debemos cumplir el castigo que le hemos impuesto y no
levantarlo bajo ningún concepto. La sanción o castigo gana en efectividad cuando
al menor se le retira algún privilegio importante para él (aunque dependerá del
caso algunos ejemplos son: no poder ver la televisión, no poder ir a entrenar…).
Asimismo, es importante que el menor cumpla con su sanción en un ambiente
relajado (no es necesario seguir enfadado ni seguir recordando el incidente
continuamente).
Desarrollar la capacidad empática o empatía. Se trata de que el menor sea capaz
de “ponerse en el lugar de otra persona en cuanto a lo que pueda estar pensando,
sintiendo y el motivo por el cual actúa de determinada manera”. En este punto se
puede aprovechar cualquier situación que surja, se puede trabajar a través de una
película, canción, comentando experiencias personales… Por ejemplo, en el caso
de estar viendo una película donde al protagonista vive determinadas experiencias
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
se puede comentar “me puedo imaginar lo que esta persona puede estar pasando”
y hacer preguntas tales como: “¿Cómo crees tú que puede sentirse el
protagonista de la historia?; ¿Qué crees tú que puede estar pasando?; ¿Por qué
crees tú que ha actuado así?; ¿Cómo hubieses reaccionado tú ante esta
situación?.
Potenciar la autoestima. Es importante reforzar aquellas conductas adaptativas
(por ejemplo, realizar correctamente las tareas, cumplir con las normas del
Centro…). Se recomienda aplicar premios o refuerzos sociales tanto verbales (“así
me gusta que te portes”, “eres un buen chico”…) como afectivos (gestos
afectuosos, acercamientos, besos…). Asimismo, es importante valorar
positivamente sus aspectos personales, físicos, caracteriales y sus capacidades.
Todo ello en su conjunto repercutirá en la construcción de un autoconcepto más
positivo.

b) PREVENCIÓN / INTERVENCIÓN EDUCATIVA.

.Respecto a la actuación adulta:


• Es muy importante que los menores desarrollen una vinculación afectiva sana y
segura con los adultos (cuidadores). Dado a que los menores que residen en
hogares de protección han desarrollado patrones de apego inseguro respecto a
sus progenitores, hace que busquen afecto y atención de manera desajustada
respecto a los demás. En muchas ocasiones, tienden a hacerlo a través de
conductas sexuales inadecuadas. Por este motivo, es necesario que obtengan un
modelo afectivo alternativo adecuado que les contingente y coherente a sus
demandas.

• Los cuidadores han de poseer o adquirir habilidades y estrategias de afrontamiento


ante incidentes de abusos sexuales entre menores. El adulto ha de ser accesible,
comunicativo y ha de saber afrontar los problemas con calma y de manera
efectiva.

• Proporcionar seguridad a la víctima y evitar la ocurrencia de futuros nuevos


abusos. Es necesario potenciar la capacidad en la víctima, de informar de manera
inmediata de ulteriores episodios de abusos, en esta fase educativa-informativa.
Se trata de una actuación puramente pedagógica, a través de la cual, el niño

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
(víctima o agresor) debe comprender su propia sexualidad como la de los demás
de forma adecuada a su edad. Asimismo, es clave enseñar al niño a distinguir
cuando un acercamiento adulto posee intencionalidad sexual y a identificar
determinadas situaciones peligrosas asociadas con el abuso, así como a poner en
práctica las estrategias adecuadas para evitarlas.

• Es fundamental que el adulto supervise y controle en todo momento al grupo de


menores, intentando mantener distancia entre los agresores y las víctimas de
manera adaptativa: planificando actividades individuales, habitaciones separadas,
estar atentos a ruidos nocturnos, etc.
• Los cuidadores han de estar atentos a indicadores; ya sean físicos, emocionales o
conductuales, que hagan sospechar de la posible ocurrencia de episodios de
índole sexual. Habría que descartar cualquier otro motivo que pudiera explicar
indicadores detectados.

Desde la Intervención individual y grupal:

Los cuidadores han de actuar como modelos respecto a la enseñanza de


dichos objetivos durante la intervención educativa cotidiana con dichos menores. Sin
embargo, sería necesario aplicar talleres grupales con los mismos y realizar terapia
individualizada, con el propósito de que interioricen dichos objetivos y a la vez, se
fomente la cohesión y el respeto dentro del mismo.

Eliminar sentimiento de culpa y fomentar la autoestima y la confianza en sí misma.


La víctima puede pensar que ha aceptado el abuso o simplemente puede haber
disfrutado ocasionalmente con el mismo. Probablemente se infravalore a sí mismo
por haber participado en dichos incidentes. Reforzar sus avances, proponer ropa,
apoyar el deporte, etc. El agresor suele presentar un bajo concepto de sí mismo,
dado que también ha sido víctima en su momento de dicho abuso y el agredir a
sus iguales refuerzan “poder” y minimizan su miedo. Habría que canalizar
adecuadamente la construcción de su autoestima: reforzar rendimiento escolar,
potenciar habilidades para el deporte, etc.

Tratar los miedos: Crear un ambiente seguro para el niño víctima de abusos;
separar del agresor, estar más cerca del adulto, dejar lámpara encendida, dar un
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
juguete que le conceda protección. Instaurar rituales tranquilizadores: darse un
baño, escuchar un cuento, cantar una canción, etc. Proporcionarles conductas
incompatibles con la ansiedad: ejercicios de relajación, leer, escuchar música, etc.
Los menores agresores actúan por medio del miedo, buscan hacerse fuertes y
reforzar su poder a través de la violencia física, psicológica o sexual. Es necesario
comprender el motivo de su actuación y hacerle sentirse seguro en dicho contexto
y con sus cuidadores.

Fomentar habilidades sociales y/o interpersonales y la capacidad empática: Tanto


el la víctima como en el agresor, para potenciar relaciones sociales adecuadas y
mejorar la satisfacción personal, además de ser capaces de ser sensibles y
comprender la situación del otro. La adquisición de dicho objetivo ayudará a los
niños a regular sus emociones, su psique y su comportamiento respecto a los
demás.

Fomentar la expresión de sentimientos y el autocontrol: De manera que canalicen


sus emociones adecuadamente.

Educar en valores (respeto, intimidad…)

Afrontar la realidad familiar: Es la causa de haber desarrollado patrones de apego


inseguro, lo cual genera cierta vulnerabilidad respecto a la búsqueda de afecto
inadecuado, y en ocasiones ha sido en dicho ámbito donde se han iniciado en
conductas sexualmente desadaptativas.

Aplicar Programas educativos afectivos-sexuales: Por un lado se ha de dar


información sexual adecuada a la edad del niño y por otra, modificar actitudes
negativas e ideas distorsionadas sobre la sexualidad. Se ha de trabajar la
educación sentimental y erótica y modificar la conducta sexual inadecuada.

c) INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA A MEDIO Y LARGO PLAZO.

Con respecto a la Intervención a Medio-Largo Plazo (objeto de Trabajo dentro del Plan
de Formación del Protocolo), se establecerán objetivos de Intervención personalizados
entendiendo 2 líneas de Trabajo:

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
• Intervención centrada en los síntomas. Descripción de consecuencias e
intervención (depresión, ansiedad, TEP, conductas hipersexualizadas…).
• Intervención abordanda por Áreas (Emocional/Afectivo Sexual, Cognitiva y
Emocional).

7) FORMACIÓN.

a. DIRIGIDA A LOS CENTROS.

i. En referencia al Registro de la Incidencia.


ii. En referencia a las Actuaciones.

Para combatir abusos sexuales en menores es necesario:


1.1 Estar informado acerca del desarrollo de la conducta sexual y abusos
sexuales a menores.
1.2 Aprender a reconocer las situaciones de riesgo.
1.3 Aprender a reaccionar con eficacia y saber dónde acudir en caso de
necesidad.
1.4 Prevenir e Intervenir educativamente sobre aspectos que desarrollen factores
protectores ante el riesgo de darse cualquier incidente de índole sexual.

El contenido, de forma general, estará compuesto por:


Desarrollo evolutivo de la conducta sexual: El apego juega un papel
fundamental en todo el proceso.
Conceptos Básicos sobre Abuso sexual, Tipología y Causas
.Indicadores abuso sexual en los menores (Emocionales, conductuales y
físicos)
Actuaciones Básicas ante una situación de abusos sexuales, con respecto al
Procedimiento, a la Víctima y el Agresor.
Prevención e intervención educativa ante menores que han agredido o han
sido víctimas de abusos sexuales.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
b. DIRIGIDA A LOS EVALUADORES.

i. En referencia a la Valoración y el Informe.


ii. En referencia a la Intervención.

El Contenido, de forma general, estará compuesto por:


Desarrollo evolutivo de la conducta sexual.
Proceso de Valoración e Informe de Incidencias.
Conceptos Básicos sobre Abuso sexual, Tipología y Causas.
Indicadores abuso sexual en los menores (Emocionales, Conductuales y
físicos) y Criterios.
Prevención e intervención terapéutica ante menores que han agredido o han
sido víctimas de abusos sexuales. Modelos y Métodos de Intervención.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
8) BIBLIOGRAFÍA:

Dossier sobre abusos sexuales de menores en acogimiento Residencial,


elaborado por la Unidad de Infancia y Familia.
Documento Valoración e Intervención en abusos sexuales para el PAR. 2003.
Rafael Alonso Cristóbal, Noelia Cabrera Ramírez, Mª Teresa Cruz Hernández,
Emilio J. García Méndez, Ana E. García López, Luisa Maldonado Cárdenes,
Elena Mª Ortega Fernández
Manual de Psicología Forense. Blanca Vázquez Mezquita. Editorial Síntesis.
Guía para la Evaluación del Abuso Sexual Infantil. José Cantón Duarte. María
del Rosario Cortés Arboleda. Ed. Pirámide.
Programa de Educación Sexual para Centros de Menores en Asturias.
Manual de violencia familiar. Enrique Echeburua y Paz de Corral. Editorial Siglo
Veintiuno. 1998.
Alonso-Quecuty, M.L. (1994). Psicología y Testimonio. En M. Clemente
(comp.). Fundamentos de la Psicología Jurídica (pp. 171-184). Madrid:
Pirámide.
Abuso sexual en la infancia: victimas y agresores. Un enfoque clínico. Enrique
Echeburua y Cristina Guerricaechevarría. Editorial Ariel. 2000.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
9) ANEXOS:

Itinerario.
Ficha de recogida de información de la víctima y del agresor
Informe de Incidencias/Comunicación.

Resumen de las Fases de la Entrevista

Esquema – resumen: Cómo formular preguntas no sesgadas en la entrevista


de evaluación de abusos sexuales.
Principales consecuencias a corto plazo del abuso sexual en niños y
adolescentes (Echeburúa y Gerricaecheverría 1998).

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Itinerario Abuso Sexual

REVELACIÓN
INCIDENTE
DURANTE DEL
ANTES DEL DURANTE SEGUIMIENTO
ACOGIMIENTO
ACOGIMIENTO TRAS REUNIFICACIÓN
RESIDENCIAL
RESIDENCIAL

Recepción Recepción
Recoger Incidente Con Indicios físicos Incidente Con Indicios físicos Incidente
(literal y condiciones) (EID)
Parte de lesiones
Parte de lesiones
Derivar a CENTRO Actuación Inmediata
entrevista con Actuación Inmediata + Informe + Informe
Actuación Inmediata Psicólogo incidencia incidencia
Informar al Remitir a UIF y
Remitir a UIF Ayuntamiento Ayuntamiento
Entrevista del relato
(abierta, cerrada Remitir DGPMF
Observación Remitir DGPMF y Fiscalía
Informes de terceros. y Fiscalía
Detectar sintomatología asociada
Correlato con Hª propia y familiar. Recepción
Recepción
Antecedentes. Sin Indicios físicos Sin Indicios físicos Incidente
Incidente
Indicadores y criterios. (EID)
Definición del agresor. Intervenció
Conocimiento Derivar Inter. Conocimiento
Especializada
UIF Especializada UIF

Análisis sobre
Análisis sobre Análisis sobre
Indicios
Indicios Indicios
Elaboración de Informe
Establecer Elaboración de Informe Establecer Elaboración de Informe
Establecer actuaciones actuaciones
actuaciones con respecto con respecto
Remitir a UIF
con respecto al agresor Remitir a UIF al agresor Remitir a UIF
al agresor
Indicios Indicios
Si No Indicios Indicios Indicios
Indicios
No Si No
Derivar a Trabajo Si
Remitir DGPMF Terapéutico y Derivar a Informe sobre
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA y Fiscalía remitir a DGPMF Remitir DGPMF Trabajo Terapéutico y Remitir DGPMF Objetivos terapéuticos y
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA y Fiscalía remitir a DGPMF y Fiscalía remitir a DGPMF

Trabajar consecuencias Trabajar consecuencias Trabajar consecuencias


Actuación Medio/ Largo Del Maltrato y Del Maltrato y Del Maltrato y
Plazo Sintomatología Sintomatología Sintomatología
2-. Ficha Recogida de Información Abuso Sexual.

Ficha Recogida de Información Abuso Sexual.

NOMBRE Y APELLIDOS DEL/


LA MENOR.

FECHA DE NACIMIENTO.

CENTRO DE REFERENCIA.

EDUCADOR/A QUE RECOGE


LA INCIDENCIA.

FECHA Y HORA DE LA
MANIFESTACIÓN.

CONDUCTA ANTES DE LA
MANIFESTACIÓN
(DONDE SE ENCONTRABA EL
NIÑO, QUÉ HACE, QUIÉN
ESTABA…)

DESCRIPCIÓN DE LA
REVELACIÓN/ INCIDENCIA
(QUIÉN, CUANDO, CÓMO,
ESPECIFICAR EL
VOCABULARIO
EXPRESADO,…)

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
QUÉ PASÓ DESPUÉS DE
MANIFESTAR LA INCIDENCIA.
(QUIÉN, CÓMO,…)
(CONDUCTUAL).

DESCRIPCIÓN DE LA
EMOCIÓN, ANTES, DURANTE Y
POSTERIOR.

RESPUESTA DEL EDUCADOR


ANTE LA MANIFESTACIÓN DEL
NIÑO.

ACTUACIÓN POR PARTE DEL


CENTRO.

Nota: Se hace distinción entre la MANIFESTACIÓN e INCIDENCIA, entendiendo que,


la primera describe el momento del relato en que el o la menor describe el supuesto
abuso y la segunda el hecho en sí.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
2-. INFORME DE INCIDENCIAS/COMUNICACION

INFORME DE INCIDENCIAS/COMUNICACION

Menor/es:

Hogar:
EID asignado:
Fecha de emisión del Informe:
Proyecto de Intervención Especializada con Menores en Desamparo y
sus Familias

La información contenida en el presente documento tiene carácter confidencial. Las


personas que accedan a la información contenida en el presente documento tienen el deber de
guardar el secreto profesional. La información contenida en el presente documento sólo podrá
ser comunicada a un tercero para el cumplimiento de fines relacionados con las funciones
legítimamente encomendadas. El tratamiento indebido de la información contenida en el
presente informe está penado por la ley.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
I.- DATOS GENERALES: (De las personas que protagonizan el incidente).
Descriptivamente el apartado deberá responder a ¿Quién/es?, ¿Dónde?,
¿Cuándo? y ¿Dónde?. Tener en cuenta si se produce antes, durante o
después del acogimiento residencial, los diferentes contextos, etc.

II- MOTIVO DEL INFORME:

III- ANTECEDENTES: (Para contextualizar los incidentes). A través del


expediente e informes de terceros, se contextualizará el incidente a través de
los antecedentes.

III- OTROS DATOS DE INTERÉS: (Datos importantes que puedan esclarecer o


complementar los hechos: Trastornos, medicación, etc.)

V- TÉCNICAS E INSTRUMENTOS UTILIZADOS:

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
VI- INFORMACIÓN RECABADA SOBRE EL INCIDENTE: Recogerá
descriptivamente la información de la Ficha de comunicación de la incidencia,
la información recabada con la persona a quién se realiza la revelación del
incidente y entrevista con el menor.

VII- INFORMACIÓN DE TERCEROS: (Colegio, Centro de Salud, Técnico


asignado al caso, revisión expedientes, etc.).

IX – SINTOMATOLOGÍA ASOCIADA AL INCIDENTE:

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
X- VALORACIÓN TÉCNICA Y CONCLUSIONES: Valoración de la incidencia a
través de las fuentes consultadas, indicadores y sintomatología asociada.

XI- PROPUESTA DE INTERVENCIÓN:

En Santa Cruz de Tenerife a de de 20 .

La Psicóloga/Psicólogo de
La Psicóloga/Psicólogo del Equipo de La Psicóloga/Psicólogo
Intervención Especializada de los
Valoración e Intervención Especializada del Centro (…)
Equipos de Atención Directa de la
de Casos de Primera Acogida.
Asociación Irisada.

Coordinadora del Equipo de Valoración El Director del


La Psicóloga Responsable de la Centro (…)
e Intervención Especializada de Casos
Valoración de los Equipos de
de Primera Acogida.
Atención Directa de la Asociación
Irisada.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
3-. RESUMEN DE LAS FASES DE LA ENTREVISTA

F. PRELIMINAR F. SUSTANTIVA O F. TERMINACIÓN


INTERROGATORIO
OBJETIVOS:
Crear un contexto que optimice la OBJETIVO: OBJETIVO:
concentración, memoria,
Obtener la mayor información No terminar la entrevista en un
comunicación, motivación y
relativa a los incidentes ocurridos. estado emocional de estrés, sino
regulación emocional del niño/a.
lo más positivo posible.
Desarrollar el suficiente rapport
para que la participación sea total
y honesta.
No se debe insistir en que Utilizar primero la narrativa Aclararle al niño/a si debe
hable. libre sin hacer mención del pasar por examen médico y
abuso en sí. cuál es el proceso.
Convertir la entrevista en una
experiencia terapéutica. Cuidar el vocabulario utilizado Dar la oportunidad de que el
para no inducir las respuestas. niño/a pregunte y manifieste
Mostrar actitud de apoyo
sus preocupaciones por la
generalizada. Establecer cuándo se produce
entrevista.
el abuso y la frecuencia.
Debe realizarse en un entorno
Establecer un periodo de
relajado y tranquilo. Adecuar las preguntas al nivel
transición que le permita
evolutivo.
No se deben realizar juicios no dominar los sentimientos
críticas sobre el Afrontar la resistencia a la despertados por la
comportamiento. revelación. rememoración de los abusos.
Procurar celebrar la entrevista Explorar la nza. de la relación Generar confianza en el/la
sin la presencia de los padres entre el/la menor y el agresor. menor.
ni de otros adultos.
Registrar de manera fiable la Facilitar las posibles
No acudir nunca a la entrevista. intervenciones futuras.
sugerencia directa.
Registrar de manera fiable la
Evaluar formal o informalmente entrevista.
el nivel evolutivo.
Aclarar las expectativas del
niño/a.
Registrar de manera fiable la
entrevista.

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
4-. ESQUEMA – RESUMEN: CÓMO FORMULAR PREGUNTAS
NO SESGADAS EN LA ENTREVISTA DE EVALUACIÓN DE
ABUSOS SEXUALES.

¿QUÉ HACER? ¿CÓMO HACERLO?


• Las instrucciones suelen hacer referencia a la
necesidad de escuchar atentamente a las preguntas y
no apresurarse en responder.
• Contar todo aunque pueda no parecer importante.
• Recordar que el entrevistador no estaba presente y no
sabe lo que pasó.
• Darle permiso para corregir al entrevistador (“Si digo
algo que no sea verdad, dime… No, eso no es
verdad”)
Aclarar las
expectativas del • Aclararle: “Si no entiendes una pregunta que yo te
niño haga, dime: no entiendo eso, o no sé lo que quieres
decir. Dime que te lo pregunte de nuevo con otras
palabras, pero si sabes la respuesta, dímela”.
• Es conveniente realizar un ensayo para cerciorarnos
de que comprende las instrucciones. Con esta finalidad
se le pueden plantear preguntas sin sentido:
“¿Cuántas gazintas hay en una botaluza?”, “¿Qué
he desayunado?”
La transición a la • “Tengo entendido que te ha podido pasar algo. Por
fase de favor, háblame de eso.”
interrogatorio se
puede conseguir con • “¿Hay algo de lo que quieras hablar o contar?”
frases como: ¿”Hay algo que piensas que yo debería saber?

Favorecer la • Dirigirle de vez en cuando preguntas del tipo:


narración libre: • Cuéntame más sobre eso.
• ¿Y qué ocurrió luego?
• Explícame más sobre eso.
• ¿Y después qué pasó?
• Háblame sobre eso.

Si hay reticencia a • No se debe insistir en que hable. Se le debe decir que


relatar lo ocurrido no queremos que nos lo cuente, sino que nos importa
cómo se sintió en ese momento y cómo se siente
ahora.
• Es útil averiguar cuánto sabe acerca del propósito de la

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
entrevista.
• También se le puede decir: “A veces los niños
quieren contarle a alguien lo que les pasó, pero les
preocupa lo que puede pasar si lo dicen. ¿Puedes
entender por qué?” (se examinan sus razones, o se
le plantean: el castigo, la pérdida de afecto, etc.).
También se le puede preguntar quién sufriría más
como consecuencia de la revelación y en qué forma se
daría ese sufrimiento.
• Se le puede pedir que hable de las reglas de su hogar
sobre la seguridad y la intimidad, de su mejor o peor
experiencia, o con quién le gusta y con quién no le
gusta estar.
• “¿Qué problemas puedes resolver tú sólo?”, “¿Con
qué problemas tienes que pedir ayuda a alguien de
fuera de tu familia, de tu hogar?”
Ampliar el • “Puede haber formas de tocar buenas y otras
significado de “tocar” malas que nos hacen sentir incómodos, raros”…”
¿Has tenido alguna experiencia parecida?”
• “¿Qué partes te tocaron?” “con qué lo hicieron?”
“¿lo tocaron con partes del cuerpo?” “¿cuáles?”
Después de la • ¿Qué?, ¿quién? ¿dónde? pueden ser útiles para niños
narración libre, se de preescolar.
puede pasar a
preguntas • ¿Cuándo? ¿por qué? pueden resultar más difíciles
relativamente para los de 5 a 7 años o más pequeños.
abiertas • “¿Qué hizo?” “¿Qué dijeron?”, “¿Quién estaba?”…
• Cuando se usen preguntas del tipo sí-no, estas deben
combinarse con otras que requieran que el niño
elabore o clarifique con sus propias palabras. Por
ejemplo, si a la pregunta “¿dónde sucedió?”
responde “en el cuarto de baño”, se debe continuar
con una pregunta general como: “cuéntame todo lo
que recuerdes sobre lo que sucedió en el cuarto de
baño”
Se puede preguntar • Se pueden mencionar irritaciones o hemorragias
acerca de señales o sufridas, visitas al hospital, etc.
sospechas del
abuso sin llegar a • “Antes has dicho algo de una cama. Cuéntame algo
mencionarlo en sí sobre eso”
• “Mencionaste que eso ocurrió cuando estabas en
casa de tu tío. Cuéntame todo lo que pasó cuando
llegaste a esa casa”.

Se puede hacer uso • Tras invitarle para que juegue y relacione a los
de muñecos o muñecos son las personas involucradas, es
dibujos (cuando se conveniente permitir que dé a cada uno, los nombres
utilicen) de las personas que conoce en su vida real.
UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA
INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
• Se determinan los nombres que da a las partes del
cuerpo.
• Se puede preguntar “¿quién más lo hace?”, “¿con
quién?”, “quién realiza los juegos con la muñeca
más pequeña?”, “¿qué tipo de juegos son?”
Es importante • Se puede preguntar si estaba de pie, sentado o
permitir que acostado, y la posición del presunto abusador
describa el dónde
• Lugar del abuso (habitación, clase, baño…)
• En qué lugar estaban otras personas cuando se
cometió el abuso.
• Se pueden emplear dibujos, o suponer que los
muebles o el área de la sala representa los diferentes
lugares posibles.
Es importante • Esto puede no resultar muy fiable con niños pequeños.
también aclarar la
frecuencia • Si se hace referencia a varios episodios, se le pregunta
por el primero, por el último y por otro episodio en
medio que recuerde.
Emociones de las • “A algunos niños les gusta que les toquen, y a
personas otros no, porque sienten dolor o molestias. Me
involucradas pregunto cómo lo sentiste tú” “¿cómo lo sintió él,
ellos…?”
Tipo de relación • Se le pregunta qué es lo que diría el abusador si
entre el menor y el supiera que está contando esto. “¿Qué haría o diría?”
abusador
• La palabra “secreto” debería surgir por iniciativa del
menor.
Cuando sea • Hay que tranquilizarlos/las diciendo que sólo se intenta
necesario retomar comprender una respuesta anterior y que no se busca
preguntas anteriores una respuesta diferente.
(aparentes
contradicciones, por • Aparentar sentirse desorientado (“un momento… no
ejemplo) sé si lo recuerdo bien. Has dicho que fulanito
estaba en tu cama… cuéntame cómo pasó”)

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
5.- PRINCIPALES CONSECUENCIAS A CORTO PLAZO DEL ABUSO
SEXUAL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES (ECHEBURÚA Y
GERRICAECHEVERRÍA 1998):

Tipos de Síntomas Periodo evolutivo


efecto
Problemas de sueños Infancia y adolescencia
Físicos

Cambios en los hábitos de comida Infancia y adolescencia


Pérdida de control de esfínteres Infancia
Conductuales Consumo de drogas o alcohol Adolescencia
Huidas del hogar Adolescencia
Conductas autolesivas o suicidas Adolescencia
Hiperactividad Infancia
Bajo rendimiento académico Infancia y adolescencia
Emocionales Miedo generalizado Infancia
Hostilidad y agresividad Infancia y adolescencia
Culpa y vergüenza Infancia y adolescencia
Depresión Infancia y adolescencia
Ansiedad Infancia y adolescencia
Baja autoestima y sentimientos de Infancia y adolescencia
estigmatización
Rechazo del propio cuerpo Infancia y adolescencia
Desconfianza y rencor a los adultos Infancia y adolescencia
Trastorno de estrés postraumático Infancia y adolescencia
Conocimiento sexual precoz Infancia y adolescencia
Sexuales

Masturbación compulsiva Infancia y adolescencia


Excesiva curiosidad sexual Infancia y adolescencia
Conductas exhibicionistas Infancia
Problemas e identidad sexual Adolescencia

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA
Sociales Déficit en habilidades sociales Infancia
Retraimiento social Infancia y adolescencia
Conductas antisociales Adolescencia

UNIDAD DE INFANCIA, FAMILIA


INSTITUTO DE ATENCIÓN SOCIAL Y SOCIOSANITARIA

S-ar putea să vă placă și