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El Fideicomiso en Panamá

De acuerdo con la Ley Núm. 1 de 5 de enero de 1984, regulada a través de


Decreto Ejecutivo 16 de 3 de octubre de 1984, los fideicomisos en Panamá son un
instrumento flexible y seguro para canalizar para proteger bienes. Siguiendo esta misma
línea, según la Ley Núm. 1 en su artículo 1 define el fideicomiso como “un acto jurídico
en virtud del cual una persona llamada fideicomitente transfiere bienes a una persona
llamada fiduciario para que los administre o disponga de ellos en favor de un
fideicomisario o beneficiario, que puede ser el propio fideicomitente”. Es decir que, un
fideicomiso viene siendo un contrato o convenio en virtud del cual se transmiten bienes,
cantidades de dinero o derechos de propiedad personal a otro individuo para que este
administre o invierta dichos bienes en beneficio propio o en de un tercero (Rodríguez,
2014).

Por otro lado tenemos los sujetos del fideicomiso, que vienen siendo: (1) el
fideicomitente, que es el titular de los bienes o derechos que serán transferidos al
fideicomiso para el cumplimiento de un objeto o finalidad; (2) el fiduciario, que es el que
recibe la propiedad en fideicomiso y se obliga a darle al bien el destino previsto en el
contrato, en el cual puede establecerse un plazo o el cumplimiento de una condición; y
(3) el fideicomisario, que es el beneficiario, quien recibe los bienes del encargo
establecido e inclusive los bienes del fideicomiso.

En virtud de la Ley Núm. 1/84, los fideicomisos panameños podrán crearse con
cualquier tipo de bienes, incluso los bienes futuros, y para cualquier propósito legal u
objetivo, ya sean los propósitos mientras vive o mortis causa. Asimismo, se sostiene la
noción de que los bienes del fideicomiso constituyen un patrimonio autónomo,
separado de los bienes de propiedad de los fideicomitentes, lo cual implica su exclusión
de la garantía general de los acreedores del fideicomisario, ya que los registros contables
de los bienes se realiza por separado, de tal manera que no pueden confundirse con los
otros bienes que el fideicomisario tiene o administra. El patrimonio que se encuentra en
los fideicomisos también se excluirá de los acreedores del beneficiario, ya que no es el
propietario de la bienes y sólo tiene una expectativa con respecto a la transferencia de
los bienes, o parte de ellos, o recibe sus rendimientos periódicamente, de manera que
su/sus acreedores no tienen ningún derecho sobre tales bienes, a excepción del
secuestro o embargo de los rendimientos que deben recibir efectivamente el
beneficiario correspondiente.

Siguiendo esta misma línea, en fecha 10 de mayo de 2017, a través de la Ley


Núm. 21/17, se introdujeron nuevas disposiciones en la Ley. Núm. 1/84. Debemos
resaltar que la Ley Núm. 1/84 se conserva principalmente como la norma sustantiva en
cuanto al ejercicio de la actividad per se, dejando a la Ley Núm. 21/17 todo lo
relacionado al rol estatal sobre la vigilancia y regulación de los fideicomisos. De igual
forma, ciertas disposiciones del Decreto Ejecutivo No. 16 de 3 de octubre de 1984,
particularmente en temas de procedimiento, fueron traídas a la nueva Ley Núm. 21/17
y el referido decreto quedó derogado. (Díaz, 2017)
Según la abogada Díaz (2017), los cambios más relevantes que efectuó la Ley
Núm. 21/17, serían los siguientes:

1. Se restringe la actividad exclusivamente a fiduciarios con Licencia.


a) Con la Ley Núm. 1/84, era posible que cualquier persona natural o
jurídica fuera fiduciario, siempre que no lo hiciera de manera
profesional y habitual. Posibilidad que dejó de existir, pues según lo
que establece el artículo 130 de la Ley Núm. 21/17 se otorga un plazo
de 6 meses a los fiduciarios que no sean titulares de licencia, para
solicitarla. Al vencimiento de ese término, quien no la haya solicitado
deberá haber hecho las gestiones conducentes bien sea a la extinción
del fideicomiso o a la sustitución del fiduciario.

2. Se delimitan las que se considerarán actividades permitidas a los


fiduciarios.
a) Antes de la Ley Núm. 21/17, los fiduciarios no tenían una restricción
a la realización de otra actividades además de la administración de
negocios fiduciarios. Pero la nueva ley incluyó dentro de los servicios
fiduciarios: los servicios legales, contables y administrativos.

3. Se establece de forma expresa la neutralidad fiscal del acto de aporte de


un activo al fiduciario y de su restitución por el fiduciario al mismo
fideicomitente.
a) Este reconocimiento efectuado mediante la creación del nuevo
artículo 41 numeral c) que se adiciona a la Ley Núm. 1/84 sostiene la
neutralidad fiscal de la transferencia de activos por parte de su
propietario al fiduciario para la constitución de un fideicomiso, la cual
se encontraba mencionada en una opinión de la Dirección General de
Ingresos de Panamá, lo cual no proporcionaba la necesaria seguridad
jurídica a dicho acto. Por tanto, esta nueva norma reconoce que el acto
de transferir un activo de cualquier tipo al fiduciario, si bien es un
acto traslaticio de dominio, “no constituye un acto de disposición del
bien en el que medie el pago de un valor de venta ni constituye una
adquisición por parte del fiduciario de un activo para sí mismo, sino del
recibo de un activo para los fines establecidos en el contrato, por lo
cual no se causan los impuestos que puedan estar asociados a dicho
traspaso, por ejemplo, en el caso de inmuebles o participaciones
accionarias”.

Finalmente, otras características de los fideicomisos en Panamá, citando Carles


Barraza (2017):
1. El artículo 37 de la Ley Núm. 1/84 garantiza expresamente la
confidencialidad en la ejecución del fideicomiso. Se estipula que los
agentes, representantes, empleados y demás personas implicadas en su
ejecución deben mantener el secreto de la operación. La violación de
esta disposición es sancionado con un máximo de seis (6) meses de
prisión y una multa de hasta 50.000 dólares estadounidenses.
2. De acuerdo con los artículos 5 y 9 de la Ley Núm. 1/84, el acuerdo
fiduciario puede contener cualquier cláusula legal que pueda ser
necesaria por el fideicomitente, es decir, pueden crearse para cualquier
propósito, siempre que el derecho y la paz no se vean perturbadas.

3. La Ley Núm. 1 establece que las acciones de ejecución, modificación y


extinción de un fideicomiso, así como la transferencia, transmisión o
impuestos de los fondos fiduciarios y los ingresos o los intereses
producidos por los bienes y propiedades que pertenecen a la confianza
están exentos de todos los impuestos, contribuciones, cuotas o
gravámenes, siempre que los fideicomisos impliquen las siguientes
ventajas:
a. Los intereses pagados por los bancos ubicados en Panamá a sus
clientes por las cuentas de ahorro y depósitos a plazo fijo
mantenidos en Panamá.
b. Sueldo o salarios pagados a los directores, funcionarios y
ejecutivos de las empresas situadas en el extranjero, fuera de
Panamá.

Bibliografía:
1) Carles Barraza (2017) “El fideicomiso en Panamá”. Asesoría y Servicios Legales
[en línea]. Disponible en: http://www.alcabco.com/es/servicios/fideicomisos/el-
fideicomiso-en-panama/
2) Díaz, A. I. (2017) “Fideicomisos En Panamá: Cambios Introducidos Por La Ley
Núm. 21 del 10 de mayo de 2017”. Assets Trust [en línea]. Disponible en:
http://www.assetstrust.com/articulos/20-nueva_ley_fideicomisos_panama
3) Ley Núm. 1 del 5 de enero de 1984, por la cual se regula el Fideicomiso en
Panamá y se adoptan otras disposiciones.
4) Ley Núm. 21 del 10 de mayo de 2017, que establece las normas para la
regulación y supervisión de los fiduciarios y del fideicomiso en Panamá.
5) Rodríguez, M. (2014) “¿Qué es un fideicomiso?”. La Estrella de Panamá [en
línea]. Disponible en: http://laestrella.com.pa/economia/que-es-un-
fideicomiso/23775665

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