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RÉGIMEN DE PERSONAL DE LA CONTRALORÍA GENERAL

La ley 27785, establece que el régimen laboral de la actividad privada es el que va a regir
al personal de la Contraloría General. Ello es entendible debido a que este se encuentra
orientado a constituir un régimen de igualdad de oportunidades de empleo que asegure a
todos los ciudadanos el acceso a una ocupación útil que los proteja contra el desempleo y
el subempleo en cualquiera de sus manifestaciones (Larco, 2013).

Dicho régimen está concentrado en establecer ciertas condiciones igualitarias para el


personal trabajador (como ejemplo basta tomar al establecimiento de un máximo de 8
horas laborales diarias), y se encuentra regulado en el Decreto Legislativo 728°.

Adicionalmente a ello, es menester mencionar que la administración personal, además de


regirse por la anterior ley, se complementa por el reglamento interno y las disposiciones
dictadas por el contralor de la república. Finalmente, la política remunerativa es
establecida por el contralor general.

DESCONCENTRACIÓN DE LA CONTRALORÍA GENERAL

Según la ley 27785, la “Contraloría General cuenta con Oficinas Regionales de Control
como órganos desconcentrados en el ámbito nacional, con el objeto de optimizar la labor
de control gubernamental y cuyo accionar contribuirá activamente con el cumplimiento
de los objetivos del proceso de descentralización del país […]”.

Las contralorías regionales son las dependencias desconcentradas del Sistema Nacional
de Control y dependen directamente de una Gerencia de Coordinación Regional. Tienen
la responsabilidad directa de dirigir y ejecutar servicios de control y servicios
relacionados en las entidades públicas que se encuentran en su ámbito. Están a cargo de
un Contralor Regional (Contraloría General de la República, 2016).

Fácticamente, la Contraloría General de la República cuenta con una Sede Central


ubicada en la ciudad de Lima y para su desempeño desconcentrado cuenta con las
Oficinas de Coordinación Regional Lima Metropolitana, Lima Provincias, Centro
(Huancayo), Norte (Chiclayo) y Sur (Arequipa), así como con 20 Oficinas Regionales de
Control en las ciudades de Piura, Iquitos, Moyobamba, Cusco, Huaraz, Puno, Cajamarca,
Ica, Trujillo, Huánuco, Ayacucho, Abancay, Tacna, Moquegua, Huancavelica, Pucallpa,
Tumbes, Chachapoyas, Puerto Maldonado y Chimbote (Contraloría, 2015).
CONTROL DE LAS FUERZAS ARMADAS Y POLICÍA NACIONAL

La ley establece que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, son instituciones
reguladas directamente por dos ministerios como entes rectores, es decir el Ministerio de
Defensa y el Ministerio del Interior. Con respecto a ello la ley 27785° nos dice que “Sin
perjuicio de las Inspectorías Generales del Ejército, Marina de Guerra, Fuerza Aérea, y
de la Policía Nacional, cuyas competencias se circunscriben a asuntos netamente
castrenses y disciplinarios, dichas Instituciones contarán dentro de su estructura
organizativa con un Órgano de Auditoría Interna […]”

Al respecto de ello, los órganos de auditoría interna son tomados como los responsables
de llevar a cabo el control gubernamental en la entidad, que mantiene relación funcional
con la Contraloría General de la República, y forma parte del Sistema Nacional de Control
(Napurí, 2013), y en el apartado de las Fuerzas Armadas y la Policía nacional, estos se
regulan por las disposiciones generales del artículo 19° de la ley 27785°. Finalmente, las
Jefaturas de los Órganos de Auditoría Interna en relación a este tema, son designadas por
el Contralor General de la República

POTESTAD SANCIONADORA DE LA CONTRALORÍA GENERAL

A partir del 6 de abril de 2011, la Contraloría General está facultada para determinar y
sancionar por responsabilidad administrativa funcional a aquellos funcionarios y
servidores públicos por hechos considerados como infracciones graves o muy graves en
perjuicio del Estado, derivados de los informes de control emitidos por los órganos del
Sistema Nacional de Control. El procesamiento de las demás infracciones (que no son
graves ni muy graves) es competencia del Titular de la entidad pública (Contraloría
General de la República, 2016).

La Contraloría General asume esta nueva facultad con el propósito de orientar la conducta
de los funcionarios y servidores hacia una gestión transparente y eficaz, previniendo así
acciones que afecten los recursos públicos, buscando, asimismo, generar conciencia de
que resulta más ventajoso cumplir con la normativa vigente que intentar violarla
(Contraloría General de la República, 2016).

La Contraloría General de la República tiene la facultad de aplicar sanciones por la


comisión de infracciones relacionadas a incumplimientos que hubieren cometido las
entidades sujetas a control, sus funcionarios y servidores públicos, las sociedades de
auditoría y las personas jurídicas y naturales que manejen recursos y bienes del Estado,
con relación a obligaciones para con el Sistema Nacional de Control. Las infracciones
sujetas a la potestad por infracciones al ejercicio del control de la Contraloría General de
la República son reguladas en el artículo 42° de la Ley Orgánica del Sistema Nacional de
Control y de la Contraloría General de la República (Contraloría, 2015).

SANCIONES

Respecto a las infracciones sujetas a la potestad sancionadora por infracciones al ejercicio


del control, la Contraloría General, según la gravedad, aplica las siguientes sanciones
(Contraloría, 2015):

 Amonestación
 Multa
 Suspensión del Registro de Sociedades de Auditoría
 Exclusión definitiva del Registro de Sociedades de Auditoría.

De tratarse de infracciones en materia de responsabilidad administrativa funcional, la


Contraloría General aplica las siguientes sanciones:

 Inhabilitación para el ejercicio de la función pública de uno (1) a cinco (5) años.
 Suspensión temporal en el ejercicio de las funciones, sin goce de remuneraciones, no
menor de treinta (30) días calendario ni mayor de trescientos sesenta (360) días
calendario.

SUBCAPÍTULO II

La ley 29622°, que modifica a la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Control y de la
Contraloría General de la República, establece la facultad sancionadora exclusiva de la
Contraloría General de la República en materia de responsabilidad administrativa
funcional, sólo para los casos derivados de los informes de control emitidos por los
órganos del Sistema Nacional de Control (entiéndase, la Contraloría General, los Órganos
de Control Institucional y las Sociedades de Auditoría designadas), que identifiquen
responsabilidades graves o muy graves, por hechos cometidos o culminados a partir del
6 de abril de 2011; en cuyo caso las entidades deben inhibirse de realizar cualquier
proceso de deslinde de responsabilidades (Contraloría, 2015).
Las siguientes conductas infractoras en materia de responsabilidad administrativa
funcional son aquellas en las que incurren los servidores y funcionarios públicos que
contravengan el ordenamiento jurídico-administrativo y las normas internas de la entidad
a la que pertenecen, y se encuentran por lo tanto sujetas a la potestad sancionadora de la
Contraloría General (Contraloría General de la República, 2016):

 Incumplir las disposiciones que integran el marco legal aplicable a las entidades para
el desarrollo de sus actividades, así como las disposiciones internas vinculadas a la
actuación funcional del servidor o funcionario público.
 Incurrir en cualquier acción u omisión que suponga la transgresión grave de los
principios, deberes y prohibiciones señalados en las normas de ética y probidad de la
función pública.
 Realizar actos persiguiendo un fin prohibido por ley o reglamento.
 Incurrir en cualquier acción u omisión que importe negligencia en el desempeño de
las funciones o el uso de estas con fines distintos al interés público.

La normativa vigente regula 47 conductas y sus agravantes, que son consideradas


infracciones graves o muy graves. Las infracciones graves son sancionadas con:

 La suspensión temporal en el ejercicio de las funciones, no menor de treinta (30) días


calendario y hasta trescientos sesenta (360) días calendario, o
 La inhabilitación para el ejercicio de la función pública, o menor de uno (1) ni mayor
de dos (2) años.
 Las infracciones muy graves son sancionadas con:
 La inhabilitación para el ejercicio de la función pública, no menor de dos (2) ni mayor
de cinco (5) años.

EL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR

El procedimiento para sancionar la responsabilidad administrativa funcional se genera


en dos instancias: La primera, conformada por el Órgano Instructor, que es el encargado
de determinar la responsabilidad administrativa funcional, para la cual podrá iniciar
indagaciones previas y actuaciones que considere necesarias, así como emitir cargos y
recibir y evaluar los descargos; y el Órgano Sancionador, que emite resolución motivada
declarando la procedencia o improcedencia de la imposición de la sanción, contra la cual
cabe recurso de apelación en el plazo de quince (15) días hábiles.
La segunda instancia, está conformada por el Tribunal Superior de Responsabilidades
Administrativas. Esta, a su vez, se encuentra conformada por cinco vocales titulares del
tribunal y uno alterno. Constituye la máxima instancia administrativa en el
procedimiento sancionador, con autonomía para revocar, confirmar o modificar lo
resuelto en primera instancia. Contra la resolución motivada emitida solo cabe un
proceso contencioso-administrativo. Durante las investigaciones se respetará el debido
proceso, así como el derecho de los implicados a ejercer su defensa, presentar descargos
y, si lo consideran conveniente, podrán ser asesorados por un abogado (Contraloría
General de la República, 2016).

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