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CIENCIAS DE LA TIERRA
Ingeniería Económica
INVESTIGACION
GRUPO 2PM9
Primer Parcial
DE 1973 A 1983
A la disminución del crecimiento de la economía durante los primeros años de la década de
los 70, en parte causada por el deterioro de los precios del petróleo de 1973, el gobierno
respondió aumentando el gasto público e interviniendo más en la economía.
Esta decisión representó un cambio importante en la filosofía política y económica del
gobierno. Se pensaba que si este controlaba una parte importante de la inversión nacional,
y se hacía propietario de los sectores "estratégicos" de la economía como la energía, el
acero, las comunicaciones, la banca, etc., y si, además, se regulaba el funcionamiento de los
precios, se tendría un país más próspero, más equitativo y menos vulnerable a las presiones
políticas por parte de los sectores privados, nacionales y extranjeros.
La política de que el gobierno controlara cada vez más la economía hizo que aumentara el
número de empresas propiedad del estado y que se establecieran más y más regulaciones
y trámites.
El efecto inmediato del aumento en el gasto público fue incrementar el déficit fiscal (la
diferencia entre los ingresos y los egresos del gobierno) así como los préstamos externos.
La política de financiar así el déficit, y la obsesión por mantener fija la tasa de cambio,
hicieron inmanejable la economía.
Concretamente, las consecuencias de estas políticas fueron: (1) el déficit fiscal como
proporción del PIB, creció de 2.5% en 1971 a 10% en 1975; (2) el déficit de la cuenta
corriente de la balanza de pagos creció de 0.9 miles de millones de dólares en 1971 a 4.4
miles de millones de dólares en 1975; (3) la deuda pública creció de 6.7 mil millones de
dólares en 1971 a 15.7 miles de millones de dólares en 1975 y; (4) la tasa de inflación
aumentó de 3.4% en 1969 a 17% anual promedio entre 1973 y 1975.
Para 1976 esta forma de conducir la economía era insostenible, e irresponsable, ya que con
seguridad llevaría a graves crisis. La fuga de capitales era la expresión inequívoca de que
algo malo se estaba gestando en la economía.
Desafortunadamente, también se empezaron a derrochar las reservas de moneda
extranjera que podrían haber servido para pagar las deudas contraídas en nuestro comercio
externo. Así, poco tiempo después, y como era de esperarse, las reservas se agotaron y, por
primera vez en la historia de la nación, el peso empezó a flotar.
en el mercado de cambios. (Cuando el valor de una moneda en términos de otra, o sea su
tasa de cambio, la fija exclusivamente la interacción de la oferta y la demanda por esa
moneda, sin intervención del gobierno, se dice que la tasa de cambio se fijó por el
mecanismo de “flotación libre”).
Así las cosas, al poco tiempo de haber aplicado esta política el peso se devaluó 40%, el PIB
disminuyó su crecimiento, y la inflación creció. Por primera vez en 20 años el gobierno
mexicano acudió a la ayuda del Fondo Monetario Internacional.
No todos los factores que contribuyeron a la crisis económica de 1976 fueron internos. La
recesión mundial, que siguió al incremento del precio del petróleo en 1973, afectó a la
economía mexicana de tal manera que, según expertos, el desequilibrio de la balanza de
pagos de 1975 puede explicarse sobre todo por este acontecimiento y sólo en menor grado
por otros.
La recesión de 1976 duró poco. Pronto se descubrieron reservas de petróleo que liberaron
a la economía de restricciones financieras externas y estimularon la inversión privada.
al Presidente López Portillo se le ocurrió la cruel broma de anunciar a los mexicanos que, a
partir de 1976, en lugar de acostumbrarnos a vivir en la pobreza, deberíamos aprender a
administrar la abundancia
Las reservas de divisas, por su parte, no eran, pronto descubrimos, inagotables (nunca lo
habían sido). Pronto también los ingresos que se consiguieron de la venta del petróleo
fueron eficazmente derrochados
Al principio, la política de "crecimiento dirigido por el gasto público" produjo los resultados
que se esperaban: el PIB, el empleo y la inversión crecieron a tasas elevadas, aunque
también el peso había empezado a sobrevaluarse.
Por su parte, los esfuerzos del gobierno para obtener mayores ingresos de la venta del
petróleo estimularon a que se gastara más y a que aumentara el déficit fiscal. El efecto del
elevado déficit público, y de un peso sobrevaluado, propició un creciente desequilibrio en
la balanza de pagos.
El gobierno acudió a recursos del extranjero por medio de préstamos bancarios privados
ansiosos de hacer negocios con un país con tanto petróleo. Al principio lo que se pidió
prestado parecía razonable. Entre 1978 y 1980 la deuda pública total (externa más interna)
se incrementó de 26 a 34 mil millones de dólares.
Un hecho notable de este período fue el reducido aumento de las exportaciones no
petroleras y del sector industrial.
Como consecuencia del pobre desempeño de las exportaciones no petroleras, el equilibrio
de la cuenta corriente (diferencia entre exportaciones e importaciones) se hizo más
dependiente del petróleo y, ya para 1981, representaba el 73% de las exportaciones
totales. México se había transformado en un típico país petrolizado.
1981 la situación era realmente lamentable y los precios del petróleo seguían bajando.
La caída de los precios del petróleo en 1981 puso de manifiesto desequilibrios e ineficiencias
en la economía que antes se mantenían ocultas tras el velo de la abundancia petrolera.
Para el principio de 1982 el precio del petróleo seguía bajando, y el capital abandonando el
país. Todo esto pasaba cuando casi la mitad de la deuda tenía que pagarse ya.
El gobierno decidió devaluar el peso de 26 a 45 pesos por dólar.
La confiscación, de cuentas bancarias en dólares, a cuentas en pesos, pero a una tasa de
cambio mucho más baja que la del mercado. A estos dólares artificialmente subvaluados se
les bautizó, apropiadamente, “mexdólares”
Los hechos económicos más importantes de 1982 fueron entonces: (1) la drástica
devaluación del peso; (2) la disminución de la actividad económica (el PIB creció sólo a 0.6
por ciento ese año); (3) una inflación de casi 100% anual; (4) la disminución de las reservas
a sólo 18 mil millones de dólares (aproximadamente lo que en promedio se importaba de
mercancías en un mes en 1982) y; (5) un tremendo caos en los mercados financieros.
A lo largo de la década de los 70 el precio del petróleo, afortunadamente, aumentó, lo que
ayudó a disminuir el desequilibrio externo.
Suele culparse de la crisis mexicana de 1982 a factores externos como las altas tasas de
interés internacional y la recesión mundial.
En cuanto a los factores internos que contribuyeron a la crisis de 1982 sobresalen tres: (1)
la expansión del gasto público, (2) las tasas de interés reales negativas y (3) la apreciación
de la tasa de cambio que estimuló el gasto externo (importaciones).
C. Miguel de la Madrid (1982-1988)
La nueva administración inició su período enfrentándose a una aguda crisis económica y de
confianza de la población hacia el gobierno y hacia el futuro del país. A la administración de
De la Madrid le tocó la tarea de corregir los enormes desajustes fiscales y monetarios del
sexenio anterior.
El precio del petróleo continuó bajando y las tasas de interés internacionales se situaron por
arriba de los niveles que habían alcanzado en la década de los setenta.
En el período de 1982 a 1983 los salarios reales disminuyeron afectando seriamente las
expectativas y estimulando todavía más la fuga de capitales.
De 1984 a 1994
Para 1984, el gobierno de Miguel de la Madrid había relajado su política fiscal de manera
que la apreciación del peso que le siguió contribuyó a acelerar el deterioro del excedente
del comercio. Esto es, las importaciones aumentaron y la exportaciones disminuyeron. La
situación se agravó en 1985 debido, a una nueva disminución de 11% en el precio del
petróleo.
Puesto que para mediados de 1985 México no había cumplido con el plan trazado por el
Fondo Monetario Internacional, éste suspendió la ayuda agravando más la crisis de la
balanza de pagos de ese año
El terremoto de 1985 Posiblemente el desastre natural que más impacto ha tenido en el
México moderno es el sismo que sacudió al pacífico mexicano el 19 de Septiembre de 1985
y sus fatales consecuencias, especialmente en la Ciudad de México. El movimiento telúrico
tuvo una magnitud de 8.1° Richter, y ocasionó daños en varios estados del territorio
mexicano.
La crisis de la balanza de pagos de 1985 llevó al gobierno a poner en marcha políticas fiscales
y monetarias más estrictas, así como a establecer controles sobre el mercado de divisas. En
ese año se dieron los primeros pasos para la liberalización del comercio que, años después,
culminaría en el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) o simplemente
TLC (Tratado de Libre Comercio).
Más adelante, a mediados de 1985, se aplicaron medidas de ajuste adicionales con la
esperanza de volver a la estabilidad de precios y recuperar las exportaciones no petroleras.
Celebración del Mundial de Futbol de 1986, para México, el torneo significó una gran
inversión y una gran oportunidad para recuperarse económicamente de la crisis que había
comenzado unos años antes, la oportunidad de ver a grandes astros del deporte y el turismo
en general movilizaron a una gran cantidad de aficionados a nuestro país.
El país empezaba a recuperarse de los efectos del terremoto de 1985, surgió la recurrente
adversidad de siempre: el precio del petróleo empezó de nuevo a bajar. Se pensó entonces
que la manera de contrarrestar los efectos negativos del nuevo "shock" petrolero sería
devaluando el peso 30%, medida que estimularía, se esperaba, las exportaciones no
petroleras.
El precio del petróleo se redujo de $25 dólares el barril en 1985 a $12 dólares en 1986. Peor
aún, esto ocurría cuando el petróleo constituía más del 68% de las exportaciones totales de
México.
Plan Brady por medio del cual se le prestó a México 6 mil millones de dólares de dinero
fresco y se renegoció el 83% de su deuda.
1986 La crisis del petróleo provoca que PEMEX reduzca sus exportaciones a 470 millones de
barriles, una disminución de 12.5% con respecto al año de 1983, año en que había alcanzado
el nivel de exportaciones más alto hasta entonces
Pacto de Solidaridad Económica (PSE) que, más adelante, en 1988, cambiaría de nombre y
se transformaría en el Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico (PECE).
Con el fin de lograr el objetivo de una menor inflación, el Pacto de Solidaridad Económica
fijó como meta disminuirla en 2% mensual.
durante la administración de Miguel de la Madrid (1982-1988,) se aplicaron tres políticas
económicas de gran trascendencia: la liberalización del comercio, el Pacto de Solidaridad
Económica, y la disminución de la participación del gobierno en la economía.
DE 1995 DE 2005
Se decretó la venta de Teléfonos de México, al empresario de origen libanés Carlos Slim.
Aunque en principio se pretendió que el gobierno siguiera controlando el 50% de la banca
y las telecomunicaciones, y otro 30% perteneciera a inversiones mexicanas, hoy en día el
90% de los bancos son extranjeros, mientras que el estado está completamente retirado del
mercado financiero, mientras que TELMEX ha ejercido el mayor monopolio en
telecomunicaciones en la historia de nuestro país, y su dueño Carlos Slim ha llegado a ser el
hombre más rico del mundo según la revista Forbes.
Los inversores antes problemáticas sociales en el país terminaron por vender rápidamente
los tesobonos vaciando las reservas del Banco Central, y la inversión en cartera, que
representaba el 90 % de los flujos totales de inversión, salió del país tan rápido como había
entrado. Esta situación insostenible forzó al presidente entrante a abandonar la tasa de
cambio fija, en aquello que su predecesor llamó el "error de diciembre".
El peso se devaluó rápidamente, y el país entró en recesión en 1995. El crecimiento
acelerado de las exportaciones aunado al paquete de emergencia aprobado por el
presidente norteamericano Bill Clinton, amortiguaron la crisis. En menos de 18 meses la
economía estaba creciendo nuevamente, y el crecimiento promedio anual del PIB fue de
5,1 % entre 1995 y el 2000.
Los presidentes Zedillo y Vicente Fox continuaron con la liberalización comercial y durante
sus administraciones se firmaron diversos TLCs con países latinoamericanos y europeos, con
Japón e Israel, y mantuvieron la estabilidad macroeconómica, aunque poco redujeron la
desigualdad del ingreso y la brecha entre los estados ricos del norte y el sur, la clase urbana
y la rural. México se ha vuelto uno de los países más abiertos al libre comercio y la base
económica se ha reconfigurado en consecuencia.
En 1998, cuando quedó claro que el estado no podría recuperar los $552,000,000,000.00 de
deuda adquirida, el presidente Zedillo y el congreso decretaron que ésta se convertiría en
pública, es decir, que todos los mexicanos, durante dos generaciones, pagarían con sus
impuestos las deudas de los bancos.
Éste ha sido definitivamente uno de los golpes más duros que ha recibido la economía
mexicana en su historia, se dice que cada bebé mexicano nace debiendo $57,000,
correspondiente a la deuda pública del país, que en buena medida se deben a flagelos como
éste.
Huracán Wilma – Octubre 2005
Considerado como uno de los más intensos de la historia, este huracán fue el
decimosegundo de la temporada de huracanes de 2005, y el más devastador. Comenzó
como una depresión tropical en el mar Caribe y alcanzó tierras mexicanas el 15 de Octubre,
pasando sobre las zonas turísticas de Cancún y Cozumel, y devastando todo a su paso.
Aunque sólo se reportaron cuarenta y siete muertos, los daños causados por el huracán en
la zona turística de la Riviera Maya, ascendieron a veintidós mil millones de dólares, y
obligaron al gobierno y al sector empresarial mexicano a aplicar una campaña de rescate
sin precedentes.
La trata de personas, la pobreza, la indigencia y la violencia se dispararon desde finales de
2005. Por otro lado, los flujos de comercio de la droga, principalmente la marihuana y la
cocaína, también encontraron dificultades para cruzar la frontera, dejando el problema en
territorio mexicano, desencadenando en parte la violencia generada durante la guerra
contra el narcotráfico, los grupos del crimen organizado aprovecharon también la mano de
obra inmigrante para poder hacer frente a los constantes embates del gobierno federal.
La llegada del empresario panista Vicente Fox a la presidencia de México marcó el final de
setenta años ininterrumpidos de gobiernos priístas, señaló el fin de la llamada “dictadura
perfecta” y desplazó al partido reinante al tercer lugar en la vida política en México.
DE 2006 A 2016
La embestida del gobierno desencadenó una ola de violencia sin precedentes en el territorio
mexicano, puesto que los carteles de droga y los grupos del crimen organizado respondieron
y protegieron sus intereses con las armas; esta ola de violencia convirtió al México en el país
no en guerra con más muertos y violencia en todo el mundo durante al menos seis años.
La guerra contra el narcotráfico. Las primeras acciones ofensivas comenzaron apenas
empezado el sexenio. Para combatir a las bandas de criminales y narcotraficantes, el
gobierno privilegió el uso de la fuerza pública por medio de la policía federal y el ejército.
La crisis económica y financiera de 2008 –2009
Considerada como la peor crisis en 70 años, la crisis económica y financiera de 2008 afectó
a todos los centros mercantiles en el mundo, fue originada por la poca regulación de los
mercados, los altos precios de las materias primas, la inflación y la caída de los precios del
petróleo. Debido a la alta dependencia que la economía mexicana tiene de la
estadounidense, la crisis bancaria en ese país y la especulación en torno al precio del dólar
afectaron directamente a los mercados mexicanos.
El producto interno bruto se contrajo del 2,6% al -10.3% en un año. El desempleo y la
desocupación formal aumentaron de forma alarmante, y de acuerdo con el banco mundial,
diez millones de mexicanos cayeron en la pobreza en ese periodo, lo que elevó esta cifra al
51% de la población total del país.
En 2013, en el Congreso se legislaron cambios constitucionales en temas de energía,
política, educación, telecomunicaciones y justicia. Sin embargo, la mayoría de las
modificaciones no logró completar el proceso para ser una realidad.
Éstas son las principales reformas discutidas en el Congreso durante el primer año de
gestión de Enrique Peña Nieto, en donde la mayoría de las iniciativas legisladas tuvo el sello
del Pacto por México -—firmado entre el PRI, PAN y PRD para dar prioridad a las
coincidencias y avanzar en una agenda común— que se rompió en noviembre con la
discusión de la reforma energética.