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Lowe – Historia de la percepción

Historia de la percepción es un estudio de la interacción dinámica entre el contenido del


pensamiento y la institucionalización del mundo.
La fenomenología de la percepción es ese cable de conexión que por una parte es capaz de dar
un contexto inmediato a pensamiento y por otra queda determinado por la institucionalización
del mundo.
La historia de la percepción como vinculo intermediario entre el contenido del pensamiento y
la estructura de la sociedad.
Percepción:
 Descripción inmanente de la percepción como experiencia humana. Vinculo vital, sujeto
como perceptor, el actor de percibir y el contenido de lo percibido.
 Sujeto: desde una ubicación encarnada, enfoca el campo vivido, horizontal.
 Factores:
1) Medios de comunicación: enmarcan y facilitan el actor de percibir.
2) La jerarquía de los sentidos: los sentidos que estructuran el sujeto como perceptor
encarnado (oído, tacto, gusto olfato y gusto)
3) Presuposiciones epistémicas: ordenan el contenido percibido.
 1, 2 y 3 constituyen un campo de percepción que posibilita el conocimiento específico.
Cambian con el tiempo difiriendo de un periodo a otro.

Medios de comunicación
La cultura puede concebirse como oral, quirográfica, tipográfica o electrónica según el medio
de comunicación que la atraviesa.
Organiza y enmarca el conocimiento cualitativamente.
Son históricamente sucesivos, el nuevo se sobrepone al anterior, y este deja residuos que
afectan al posterior.

 La cultura oral:
- No tiene registros escritos. El habla tiene que satisfacer las dos funciones: conservar el
conocimiento y la comunicación.
- Se ayuda por el arte de la memoria, pero puede cambiar inadvertidamente el
contenido de los conocimientos.
- La recitación métrica de formulas y lugares comunes rítmicos ofrece una red de
comunicaciones para determinar el conocimiento. Lo que se puede recitar y repetir se
conservará.
- Tiende a ser un conocimiento conservador, no especializado y su contenido en
formulaico.

 Cultura quirográfica
- Inglaterra, comienzos siglo XIV
- La escritura logró separar del habla y la memoria, el concimiento.
- El lenguaje escrito conservaba el conocimiento después del acto del habla.
- Apareció un nuevo ideal, la lógica abstracta formal.
- El conocimiento de la escritura fue el monopolio de una elite de escriba.
- No pudo desplazar por completo a la cultura oral ya que “leer” era leer en voz alta. El
pueblo seguía confiando mucho más en lo que escuchaba.
- No logró superar la conexión oral entre el hablante y el contenido del conocimiento,
este último seguía organizado como retórica, polémica o disputación.
 Cultura tipográfica
- Mediado siglo XV
- La imprenta diseminó textos de diversos periodos y países, despertando la conciencia
de las diferencias y la necesidad de una comparación crítica. Estandarizó textos,
calendarios, diccionarios, mapas, cartas diagramas y otros.
- Sistematizó el pensamiento poniendo fin al problema de la corrupción por la memoria
o el manuscrito. Hubo un avance del conocimiento.
- Estandarizó la comunicación de conocimiento, haciendo pasar lo conocido al
contenido. El contenido formalizado, despersonalizado, en letras de imprenta, era
accesible a cualquier lector competente, calificado. Esto hizo posible el nuevo ideal del
conocimiento objetivo.

 Cultura electrónica
- Siglo XX
- Basada en medios eléctricos y electrónicos.
- No desplaza por completo a la cultura tipográfica. Un cambio a partir de la
comunicación por medio de la tipografía (con fijeza) a la comunicación por medio del
BIT (unidad estadística, traducción matemática de un lenguaje o imagen existente)
- Lógica binaria-digital de la ciencia de las computadoras, conocimiento de estadística y
probabilística.

Jerarquía de los sentidos


Los 5 sentidos humanos conectan al sujeto con el mundo. Ninguno en enteramente autónomo,
pero en conjunto nos dan la experiencia de la realidad.
- El sonido es la percepción capaz de penetrar bajo la superficie.
- El tacto es el más realista y seguro, es tangible y sustantivo (Podemos estar seguros de
los que vemos u oímos cuando lo toco). Es contacto físico y caracteriza a cada sujeto
como ser sensual y sexual que busca unión física con otro ser.
- La vista es un acto de distanciamiento, de juicio. Es una extensión en el espacio. Es más
segura cuando adoptamos la posición erecta porque desde esa perspectiva podemos
comparar y contrastar los objetos de nuestra atención. Analiza y mide, ver es una
percepción comparativa de cosas que hay ante nosotros, es el comienzo de la
objetividad.
La historia de la percepción propone que los medios de comunicación de cada periodo sean
orales, quirograficos, tipográficos o electrónicos subrayan diferentes sentidos o combinaciones
de ellos. Y el cambio en la cultura de los medios de comunicación conduce a uno en la
jerarquía de los sentidos.

Cultura oral: El oído es el principal. El conocimiento se comunica por el habla y el habla hay
que oírla cercana o instantáneamente. –nos conmueve más el sonido que la vista ya que el
primero nos rodea y el segundo nos distancia. El habla métrica, rítmica, constituye así la
comunicación oral/auditiva del conocimiento como suceso publico haciéndolo más intenso y
real. Oír es crecer.

Cultura quirográfica: En la Edad Media continúo siendo primordial el oído y el tacto.

Cultura tipográfica: Supremacía de la vista. La página impresa, con sus tipos estandarizados, su
puntuación y sus divisiones seccionales, gradualmente acostumbró al ojo a la presentación de
mensajes en un espacio formal y visual.
La estandarización de las tipos hizo que la información visual fuese más fidedigna que la
información auditiva y táctil. Es unisperspectiva y objetiva.
Cultura electrónica: Medios electrónicos han extendido y extrapolado vista y oído y alteraron
nuestra realidad cotidiana.
La revolución fotográfica del siglo XIX hizo que el objeto de la vista, la imagen visual fuese
mucho más exacta en sus detales que la ilustración impresa. Pero, aunque la fotografía es
capaz de perpetuar una imagen visual exacta, se ha perdido el contexto original (ver fuera de
contexto). La imagen fotográfica en el siglo XX es aceptada como “realista”, correlativamente
el teléfono, el fonógrafo, la radio, el tocadiscos y la video casetera han amplificado y extendido
el sonido a través del espacio y/o tiempo.
Cine y televisión crearon una realidad basada en la visión y el sonido extendidos, sin ninguna
referencia de otro sentido.
La surrealidad electrónica es multiperspectiva y ambiental.

Orden epistémico
Foucault propuso la idea de que el discurso es gobernado por reglas y presuposiciones
epistémicas inconscientes, y que, en conjuntos, estas reglas se modificaban de un periodo a
otro.
No hay una lógica universal en el discurso y el conocimiento resultante del discurso es
discontinuo.
Cada conjunto resultante de reglas epistémicas define un orden distinto, y cada orden se
apropia de un terreno distinto de conocimiento.

Cultura oral- quirografica Edad Media: Anagogía. Presupone un ser absoluto de Dios, todo
depende el él, lo cognoscente y el conocimiento.
Un ser trascendente creaba y sostenía el devenir inmanente, por lo tanto, solo podíamos
conocer por referencia a Dios, y este conocimiento era un asentimiento intelectual basado en
fe. Se percibía el mundo a través de señales como figura, metáfora, analogía símbolo y visión.

Renacimiento: Similitud y semejanza. La similitud renacentista propuso un mundo de orden


convergente y centrípeta. El universo correspondía al del ser humano. 4 figuras de semejanza:
A) basada en una escala graduada de proximidad espacial (Convenientia). B) sin imitación
espacial y capaz de conectarse desde ciertas distancias sin movimiento real (aemulatio). C)
unidad de todo el universo con el microcosmos humano en el centro (analogía). D) excitación
de las cosas al movimiento y unía hasta la más distantes (simpatía).
“buscar un significado es sacar a la luz la semejanza. Buscar la ley que gobierna los signos es
descubrir cosas que son similares”.

Sociedad estamental: Representación en el espacio. No temporal y clasificatorio, una


taxonomía estática.
La ciencia moderna abrió un espacio empírico de extensión infinita y el conocimiento dentro
de esta vasta expansión espacial fue una representación basada en la comparación de
identidad y diferencia, así como en la medición de nuevas matemáticas.
Aspiró a conocer global y científicamente, se podía comparar y medir con certidumbre todos
los fenómenos.
Se concebía el tiempo como otra dimensión, idéntica al espacio.

Sociedad burguesa: Desarrollo en el tiempo. Con el tiempo un orden en el espacio podría


conectarse con otro orden en otro espacio.
El desarrollo planteaba la dinámica (en oposición a la estática), la transformación (en oposición
al cambio especifico no relacionado), la estructura (en oposición a la taxonomía) y la totalidad
(como un todo espacio-temporal).
Definía y validaba los nuevos conocimientos de historia, sociedad, lenguaje, filosofía y psiquis
humana.
El sujeto comenzó a captar una nueva profundidad, una nueva reflexibilidad. La personalidad,
una persona individual.

Siglo XX: la razón analítica podía desarrollar conexiones dentro del espacio y tiempo objetivos.
El espacio y tiempo se han convertido en simples funciones dentro de un sistema, habiendo un
nuevo orden epistémico se funda en el sistema sincrónico de oposiciones binarias y de
diferencias sin identidad. Es un orden sistemático y sincrónico.
Ya no se piensa en el problema de la relación entre el concepto o significado y el objeto
intentado, ni en la explicación del cambio a través del tiempo.
El conocimiento se reduce al sistema sincrónico de la langue y está compuesto de unidades
que solo poseen valores diferenciales en su relación mutua.

Campo de la percepción
La dimensión espacial entre aquí y allí, la dimensión temporal entre ahora y entonces, son las
coordenadas preceptúales que definen el marco de vida para el sujeto. Es un campo
horizontal, porque el sujeto lo enfoca perspectivamente, desde lo íntimo y familiar hasta lo
distante y tipificado, con la intensión de vivir.
Esta constituido por el perceptor, el acto de percibir y lo percibido.
- En cada periodo la cultura de los medios de comunicación forja el acto del percibir.
- El sujeto queda delimitado por una diferente organización de la jerarquía de los
sentidos.
- El contenido de los percibido lo ofrece un conjunto distinto de reglas epistémicas.
El campo perceptual es una formación histórica que difiere de un periodo al otro.

Edad Media: cultura oral-quirográfica / sentidos: oído y tacto. / orden epistémico: anagogía.
Renacimiento: medios de comunicación en transición (quirografica-tipografica) / sentidos:
vista / orden epistémico: similitud.
Sociedad estamental: cultura tipográfica / sentidos: vista / orden epistémico: representación
en el espacio.
Sociedad burguesa: cultura tipográfica y complementada por la fotográfica / sentidos: vista /
orden epistémico: desarrollo en el tiempo.
Siglo XX: cultura electrónica / sentidos: extrapolación de vista y oído. / orden epistémico:
sistema sincrónico de oposiciones binarias y de diferencias sin identidad.
Darnton – los filósofos podan el árbol del conocimiento

La estrategia epistemológica de la enciclopedia.


La necesidad de ordenar y el fenómeno de clasificar se encontraban en la empresa más grande
de Diderot: la Enciclopedia (siglo XVIII). Siete volúmenes en folio incluyen una mezcla de
información sobre todas las cosas de la A a la Z.
La relación entre la información y la ideología en la enciclopedia plantea algunas cuestiones
generales de la conexión entre el conocimiento y el poder.
Ordenamos el mundo de acuerdo a las categorías que damos por supuestas, porque están
dadas y tienen un extraordinario poder de permanencia.
Las cosas se mantienen unidas porque pueden ordenarse en un sistema clasificatorio que no
es cuestionado. Por lo tanto, clasificar, es ejercer poder.
Un filósofo que intenta rehacer las fronteras del mundo del conocimiento, entra en terreno
tabú, ya que el conocimiento es un término ambiguo.
DydA se arriesgaron a trazar nuevas fronteras entre lo conocido y o desconocido, trastornando
el antiguo orden del conocimiento.
A partir de Aristóteles, DydA reordenaron la manera de pensar.
En el siglo XVI surgió la tendencia a comprimir el conocimiento en esquemas, que ilustraban
las ramas y las bifurcaciones de las disciplinas de acuerdo a los principios de la lógica ramista.
El famoso árbol del conocimiento de DydA, basado en el de Bacon y Chambers (ByC)
representaba algo nuevo. Intentaba trazar una frontera entre lo conocido y lo incognoscible
eliminando la mayor parte de lo que los hombres habían creído sagrado en el mundo del
conocimiento.
La metáfora de árbol del conocimiento comunica la idea de que el conocimiento se desarrolla
en un todo orgánico, a pesar de la diversidad de sus ramas.
DydA Esperaban establecer las verdaderas instituciones de la filosofía, porque creían que
podrían limitar el dominio de los cognoscible y deslindar una modesta variedad de la verdad.
La verdadera filosofía demostraba que podemos conocer lo que nos llega a través de los
sentidos y la reflexión. Enseñaba la modestia.
Diderot: formar un árbol genealógico de todas las ciencias y de todas las artes, en el que
mostrara el origen de cada rama del conocimiento y las conexiones que cada una tiene co las
otras y con su tronco común, que no ayudará a relacionar las diferentes partes con sus
principales secciones.
Chambers, como Bacon propuso un concepto del conocimiento como un todo integrado.
representó las divisiones del conocimiento como ramas de un árbol, relacionadas con las tres
principales facultades de la mente: La memoria (fuente de conocimiento histórico), la
imaginación (fuente de la poesía) y la razón (fuente de la filosofía.
Colocó a la teología al final de una serie de bifurcaciones y le dedicaron mas artículos que a
cualquier otro tema.
La rama “racional” se subdividia en 4: metafísica, religión, matemática y física. No tenia una
rama para la filosofía. Esto confundia y se perdía un punto Bacobiano primordiar: el arte y la
ciencia no provenían del funcionamiento de la mente. Por esto es que DydA se remontaron al
modelo de Bacon y no de Chambers.

El árbol del conocimiento de Bacon sugería que las artes y las ciencia surgían de las facultades
de la mente. Él ofreció a DydA el modelo que necesitaban, e inventaron un Mappemode, igual
que Bacon, que creó un pequeño globo del mundo intelectual. Al superponerlos se advierten
cambios en la topografía del conocimiento, que son claves para la invension de la enciclopedia.
DydA comenzaron por la historia, rama del conocimiento derivada de la memoria y la
dividieron en 4 subramas: eclesiástica (para DydA era una rama menos y para Bacon un rico
conjunto de subdivisiones), civil, literaria y natural (en la de DydA constituía la parte más
amplia y para Bacon era deficiente y le faltaba desarrollo).
Para DydA la historia civil y literaria está dividida entre las grandes naciones y los grandes
genios, entre los reyes y los hombres de letras, entre conquistadores y filósofos. Para Bacon La
historia literaria no revelaba la marcha progresiva de la razón, era deficiente y casi ni existía.

Las artes derivadas de la imaginación, las poesías eran parecidas en los dos árboles.
Las ciencias que derivaban de la razón, como la filosofía, tenía sus diferencias. Para los
enciclopedistas la filosofía era el tronco principal y de este brotaba una rama lejana que era: la
teología revelada. Junto a las supersticiones, adivinación, magia negra. DydA transmitían un
mensaje con la morfología de su árbol.
Dividían a la filosofía en 3 partes: divina, natural y humana. Colocando la ciencia de dios en la
cumbre. Al someter la religión a la filosofía, la descristianizaron, profesaban la ortodoxia.
Bacon incluía la teología natural pagana en la filosofía y ponía énfasis en su imperfección.
Separaba la religión de la filosofía y ponía énfasis en el gran daño que sufrieron al mezclarlas,
ya que resultaría una religión herética y una filosofía imaginaria y fabulosa.

Bacon ideo dos árboles del conocimiento: uno para la teología revelada y otro para la natural
mientras que DydA agruparon la teología natural y revelada y subordinaron ambas a la razón.

DydA trató en la parte central de su ensayo las conexiones sistemáticas de las artes y las
ciencias. Lo situó entre un examen de la génesis del conocimiento en las mentes de los
individuos y una exposición de su desarrollo dentro de la sociedad.

D’Alembert explicó que todo el conocimiento derivaba de las sensaciones y la reflexión. Del
conocimiento del yo, avanzo al conocimiento de los objetos externos, a la sensación de placer
y de dolor y de ahí a las ideas morales. También afirmó que el nacimiento del pensamiento
ético obligó al hombre a examinar la sustancia de su pensamiento o alma, y de inmediato que
no tenía nada en común con su cuerpo.
“es evidente que los conceptos puramente intelectuales de vicio y virtud, el principio y la
necesidad de leyes, la naturaleza espiritual del alma y la existencia de Dios y nuestras
obligaciones hacia el son fruto de las primeras ideas reflexivas producto de nuestras
sensaciones” (introducción a la enciclopedia).
Señaló que un conocimiento perceptivo del alma provenía “naturalmente” de las
consideraciones de la moral. “no es necesario reflexionar profundamente” añadió para
reconocer el dualismo entre cuerpo y alma.
Estableció sus propias credenciales de buen católico, y al reunir los argumentos con las
inconsistencias, los minó y le permitió al lector sacar sus propias conclusiones, en una parte de
la enciclopedia.
Escribió en lenguaje escolástico, cartesiano y lockiano que se codeaban en el discurso
filosófico.
Habló en contra de la excesiva coherencia en el método científico, afirmó, los filósofos debían
tomar la naturaleza como la encontraban, reducir sus fenómenos a sus principios subyacentes
y después reconstruir sistemáticamente esos principios.
Trató de demostrar la cohesion de las artes y de las ciencias examinando todas las ramas.
Cambió de un modo de argumentación epistemológico a otro morfológico, que culminó en su
examen del árbol del conocimiento.
- Empezó con la lógica, que la concideró de primera importancia, examinando las
ciencias de acuerdo con la cronología hipotética de su desarrollo. Siguió su estudio a
través de: la gramática, elocuencia, historia, cronología, geografía, política y bellas
artes, hasta llegar al árbol del conocimiento.
Esto le dio un panorama de todas las cosas, porque era el emblema de la totalidad del
conocimiento en el orden enciclopédico y en el orden genealógico.

Bacon demostró en su árbol que el conocimiento surgía de un todo orgánico, pero no


ilustró un argumento epistemológico pleno.

AyDA deseaban poner al día la vieja psicología de las facultades y por ello, podaron el árbol
de Bacon a la manera de Locke y, alinearon la morfología con la epistemología. Esto
redobló el poder de la argumentación, porque excluyó cualquier conocimiento que no se
derivara de las sensaciones y la reflexión.
D’ambert dejó espacio para “los hechos revelados” bajo el título de historia, pero sometió
la revelación a la razón y bajo el título de filosofía, la división más importante del
conocimiento.
La summa de DyDA excluía todo lo que no llegara a la razón a través de los sentidos. En su
árbol “la teoría natural” recibió un trato igual que “la teoría revelada”
Las doctrinas tradicionales de la iglesia, eran difícil de ubicar, dejaron de ser conocimiento.
Los elementos morfológicos y epistemológicos se combinaron para eliminar del mapa la
religión ortodoxa y relegarla al terreno de lo incognosible, excluyéndola del mundo
moderno del conocimiento.

D’ambert presento la historia como el triunfo de la civilización y la civilización como obra


de los hombres de letras.
Bacon aparece como el progenitor de la filosofía, el primer hombre que disipaba las
tinieblas y que restringía la razón a su esfera adecuada: el estudio de fenómenos naturales.
Descartes y su idea de las ideas innatas, implicaban un retroceso, porque hacía que la
razón se descarriara en un mundo que estaba más allá de la experiencia sensible, en tanto
que la escolástica por lo menos “conservaba de la secta peripatética la única verdad que
había enseñado: el origen de las ideas a través de los sentidos”.

Newton limitó la filosofía al estudio de los fenómenos observables, limitó el conocimiento


a los cognoscible. Para d’ambert era el perfecto filosofo moderno.

Pascal aparecía como un físico experimental que sentía debilidad por la teología.
Leibniz como un matemático que frecuentaba la metafísica

Todos los filósofos parecían avanzar en la misma dirección, barriendo con la superstición y
llevando en triunfo a la ilustración hasta ahora, la enciclopedia.

Los filósofos tienen un papel heroico, porque perseguidos o desdeñados, lucharon solos,
por las generaciones futuras que les otorgarían el reconocimiento que sus
contemporáneos les habían negado. D’Ambert reconoció la existencia de verdaderos
generales que le hicieron guerras, pero escribió como si no hubiera otra historia más que
la historia intelectual t los filósofos fueran sus profetas.

Voltaire proclamó la importancia de los hombres de letras y después los identificó con el
esfuerzo progresista de la historia. Él contribuyó en la enciclopedia: la historia progresaba
por medio de la perfección de las artes y las ciencias; estas mejoraban por los esfuerzos de
los hombres de letras y ofrecían la fuerza motriz para el proceso total mediante su
actividad como filósofos.
La enciclopedia se proclamó a sí misma en su portada como la obra de “un grupo de
hombre de letras”.

Legitimizó a los filósofos al identificarlos con gens de las letters y al presentarlos como la
fuerza motriz de la historia. Así como en las primeras partes del ensayo se demostró que
no había un conocimiento legitimo fuera de las ramas del árbol baconiano, en la última
parte se demostró que no había gens de letters legitimas fuera del círculo de los filósofos.
En la segunda parte se podó el árbol para adaptarlo a las necesidades de la epistemología
de las sensaciones, y en la primera parte se excluyó todo conocimiento que tuviera una
base empírica. Así el conocimiento no empírico, la doctrina enseñada por la iglesia, fue
desterrada y los guardianes de las fronteras en la tercera parte resultaron ser los filósofos.
En 1750 cuando los enciclopedistas reconocieron que el conocimiento significaba poder, y
al deslindar el mundo del conocimiento se propusieron conquistarlo.
La temporalidad

Tiempo vivido es personal, además de depender del mundo circundante con el cual
vive el sujeto.
Hay diversos tipos de tiempo socia: litúrgico o secular, arquetípico o histórico,
estacional o mecánico, cíclico o lineal, intersubjetivo u objetivo.
La representación en el espacio (orden epistémico de la sociedad estamental) ya no
pudo contener la dinámica de la sociedad burguesa, que constituía un campo
perceptual de cultura tipográfica, supremacía de la vista, el tiempo fue subjetivado
como una dimensión distinta del espacio.

Las nuevas experiencias del tiempo


El reloj mecánico fue inventado en la segunda mitad del siglo XIII y el reloj de péndulo
a mediados de siglo XVII.
La prevalencia de los relojes atestigua la nueva importancia del tiempo objetivo,
aunque solo fue un síntoma de los ritmos cambiantes de la vida en la sociedad
burguesa.

La urbanización y el tiempo
El factor crucial y determinante de este periodo fue el ritmo de la transformación
urbana. La metrópolis en ambos países, Londres y Partís, experimentaron una notable
expansión, así como algunas de las nuevas ciudades manufactureras.
La población urbana creció y la proporción de gente que vivía en las zonas urbanas
también aumentó. Cada vez más personas Vivian en un medio urbano. Las actividades
crecientemente especializadas y diversificadas de los poblados y las ciudades no
podían depender del ciclo natural del día y noche, de orto y ocaso. En cambio, habían
de ser más exactamente coordinadas por el tiempo del reloj. Así, el paso intensificado
de la urbanización expuso a un número creciente de personal al tiempo mecánico.

La mecanización y el tiempo
La mecanización del trabajo en la fábrica introdujo una experiencia del tiempo
exclusiva de este periodo.
Dentro de la fábrica, el trabajo se rutinizó, se estandarizó y fue dividido en una serie de
movimientos simplificados del tiempo. Mano de obra y tecnología se volvieron
mutuamente convertibles, dependiendo de lo cual era más fácil de conseguir y costaba
menos.
En la fábrica el ritmo fisiológico del obrero fue sacrificado en aras del ritmo artificial de
la máquina. Había que acostumbrarlo a servir al nuevo ritmo, el tiempo se volvió más
externo y represivo para el trabajador y la disciplina laboral surgió como problema
nuevo.

La racionalización y el tiempo
A mediados del siglo XIX, surge una nueva profesión de administradores o ingenieros
industriales para satisfacer la demanda de mecanización en el trabajo. Su tarea era
sistematizar la producción y lograr el uso más eficiente de la mano de obra y
tecnología, era el principio de la eficiencia. Por ej: taylorismo, disecaba el proceso
laboral en sus más simples movimientos mecánicos, cuanto más eficiente mejor.

El transporte y el tiempo
El desarrollo de la carretera para las carrozas y la vía del agua en este periodo y los
ferrocarriles y barcos de vapor en el siglo XIX, fueron respuesta a la demanda de la
industrialización y urbanización.
Los cambios de materia de transporte añadieron dos facetas importantes a la
experiencia del tiempo, la necesidad de estandarizar el tiempo y la conexión entre
tiempo de viaje y distancia. Para lo primero se utilizó, en 1852, la sincronización de
tiempo locales con el tiempo medio de Greenwich. En 1884 se firmó un acuerdo
internacional sobre el tiempo estándar y zonas de tiempo.
Con los nuevos medios de transporte el mundo se volvió más pequeño, y al mismo
tiempo se agrandó por las nuevas experiencias del viaje y del turismo.

La comunicación y el tiempo
La fabricación de papel se volvió menos costosa, aumento la alfabetización y la lectura
se volvió un pasatiempo popular. En la segunda mitad del siglo XIX, La invención del
cilindro y de las prensas rotativas, del estereotipo y linotipo convirtieron el periódico
en un medio de información de masas. El empleo del telégrafo y el cable aceleró la
publicación de noticias. Los periódicos ejercieron sobre el lector un efecto perceptual
diferente que el libro impreso.
Los periódicos redujeron el tiempo a los lo instantáneo y extendieron el espacio para
incluir todo y de todas partes.
La aceleración de la comunicación, la percepción del presente se volvió más
desconectada, necesitando una explicación o una interpretación.
La visualización y el tiempo
La fotografía daba un detalle y una precisión que la imprenta nunca podía alcanzar,
podía verse algo de lo que había ocurrido en otro lugar y en otro tiempo.
En el siglo XX, la fotografía ayudó a la ciencia del estudio del tiempo y el movimiento.
La información fotográfica dio a la gente mayor conciencia de la velocidad y el tiempo.
Urbanización, mecanización, transporte, comunicación y visualización: avances de la
sociedad burguesa. Reforzándose mutuamente, hicieron que la experiencia burguesa
del presente fuese más mecánica, discontinua y externa que antes. Nuevas y
diferentes experiencias del pasado y futuro.

Las distancias del pasado


No hay pasado en sí mismo, se ha perdido para siempre. Mas cada presente simboliza
un pasado en sus propios términos.
La “revolución” tiene un significado cambiante y a partir del siglo XVII alude al
derrocamiento político de un orden establecido y también significaba: restauración.

La conciencia de la tradición
Los habitantes de la sociedad burguesa, habiendo experimentado la discontinuidad
entre el presente y el pasado, enfocaron la tradición desde fuera como un “otro”
romántico.
Habiendo roto la tradición con lo mecánico, el presente lineal se volvió simple
“tradicionalismo”, una idealización de la tradición pasada, como otro romántico.
Los valores estaban atados a la época.

La temporalización de la nostalgia
“nostalgia” es una palabra que denota una forma de melancolía producida por la
prolongada ausencia de la patria o el lugar, en el siglo XVII. Fue temporalizada como el
anhelo de una época anterior y más familiar. El anhelo sentimental del burgués
enajenado se dirigía ahora hacia muchos pasados. Se descubrieron y conservaron
documentos y registros antiguos; proliferaron las sociedades de anticuarios y los
museos.
Antropología, arqueología y mitología son nuevas disciplinas que se interesan por el
recobrar el pasado.
La sociedad burguesa trató de consumar el pasado, para atenuar parte de su
enajenación en el presente mecánico y segmentado.
Walter Scott popularizó el género de novela histórica. Ésta integraba el tiempo externo
de un medio histórico con el tiempo interno de las emociones de sus protagonistas.
Los conflictos internos de los personajes quedaban subrayados por el medio histórico
de la trama. La nostalgia en la sociedad burguesa era provocada por la dislocación
espacio-temporal, cuando el burgués se encontraba ante una falta de coherencia entre
la sensibilidad interna y el medio externo.
La novela se popularizó, porque en este caso el sentimiento del lector iba dirigido hacia
otro tiempo, otro lugar donde podía disfrutar estrictamente.
El pasado fue aprovechado en la novela histórica para restaurar la coherencia
temporal que faltaba en el presente lector.

Extensión del paisaje temporal


El siglo XIX se interesó en la Edad Media. La literatura, folklore y religión medieval,
fueron temas favoritos de la pintura y la renovación gotica constituyó el principal estilo
arquitectónico del siglo XIX.
La historia, la geología y la arqueología extendieron sus estudios del pasado.
A mediados de siglo, había definido las principales etapas del tiempo geológico.
Hicieron remontar la antigüedad de la especie humana a tres épocas, las culturas de
piedra, de bronce y de hierro.

La desespacializacion de la historiografía
La modalidad del tiempo era fundamentalmente diferente de la modalidad del
espacio. La razón era histórica y que la comprensión de una época por otra constituiría
un problema.
Los historiadores del siglo XVII y XVIII, no tuvieron una adecuada comprensión de otras
épocas. Fueron capases de penetrar en los motivos específicos y cambiantes y en las
mentalidades de aquellas otras épocas. Nunca se plantearon la pregunta ¿Por qué?.
En la sociedad burguesa el desarrollo en el tiempo desespacializó la histografía. Con la
expansión del panorama histórico, el tiempo poseyó ahora una profundidad y una
diversidad de que antes había carecido.
El renacimiento ya había descubierto el anacronismo, que significa que cada época
poseía su propia herencia e integridad. Pero la sociedad burguesa descubrió el
concepto de historicismo.
El cambio de enfoque no fue resultado de simple acumulación de informes, sino del
desplazamiento de la representación en el espacio por el desarrollo en el tiempo.
Estos avances por recuperar un pasado que se había vuelto más fugaz y distante
conforme la sociedad burguesa experimentaba un presente más mecánico y
segmentado.

Visión del futuro


No hay futuro, aún no ha ocurrido.
En la sociedad burguesa, conforme al presente se desconectaba más del pasado, las
visiones del futuro se volvieron más materiales, seculares e inmanentes.

Expectativas de mejora material


En la segunda mitad del siglo XIX, se dispuso de un abasto de agua potable y de
cañerías; se difundió el uso de la electricidad; se popularizaron los ideales de sanidad y
limpieza. El ferrocarril, los tranvías y las bicicletas hicieron más conveniente el
transporte. Se inventó el telégrafo, el teléfono, la máquina de escribir, la pluma fuente
y hasta el lápiz con punta de plomo que alteraron las comunicaciones.
Innovaciones que le dieron a las clases superiores y medias un sentido de mejora y
bienestar material. Los pobres siguieron al margen.
Se desarrollaron El menudeo y la propaganda para las ventas.
En estos nuevos días de la reventa, los clientes se encontraban ante una gran variedad
de artículos bien empacados, producidos en masa. Se los estimulaba a comprar más de
lo que se habían propuesto originalmente.
La propaganda en grande escala de productos de marca apareció en periódicos y
revistas, para estimular las ventas, el apetito de bienes materiales del publico.
El nuevo apetito fue evidente en el mobiliario del hogar burgués, la idea de
“comodidad” para justificar las comprar innecesarias, como compensación por su
trabajo.
La esperanza de mejora material y el ideal de comodidad constituyeron una ideología
del consumo.
La ideología de consumir o innecesario fue indispensable para sostener la creciente
capacidad de la producción industrial.

Del milenio al progreso


El milenio era el fin de los tiempos, dependía enteramente de Dios.
El progreso planteaba cambios dentro del tiempo, como mejora gradual que dependía
del humano, racional.
Dos enfoques diferentes a la realidad, que denotaban dos sentidos enteramente
opuestos del futuro.
El cambio del milenio al progreso implicó una transformación de un mundo religioso
tradicional en un mundo burgués moderno.
En el renacimiento, las expectativas milenarias al parecer se intensificaron.
En la sociedad estamental, la fe en el progreso científico si afecto algunas visiones
milenaristas. La idea de progreso, seguía siendo limitada, aun no universalizada en una
filosofía para toda la humanidad. Se preocupaban por el pasado reciente y el futuro
inmediato.
En la sociedad burguesa, la idea de progreso se universalizó. El orden del progreso en
el tiempo había abarcado todo el mundo. La historia de tal mundo era un desarrollo
continuo y progresivo desde el pasado remoto hacia el futuro.
La transformación del milenio en progreso no solo fue un giro de una visión religiosa a
otra secular, sino un cambio fundamental en la experiencia del tiempo.
La idea de progreso presuponía una temporalidad inmanente, y ofrecía una visión
racional del futuro a sus creyentes burgueses. También era más optimista que ninguna
expectativa quiliasta. Se podía calcular el progreso con el intelecto y verificar su
realización con los propios ojos; pero la emoción humana quedaba atrás, insatisfecha,
como potencial dispuesto a otras clases de movilización.

De la utopía a la “eucronía”
Utopia, hasta la revolución francesa, era una crítica espacial al statu quo. Literalmente
significaba “en ninguna parte”, utopía estaba en el presente.
En la sociedad burguesa, apreció un nuevo tipo de utopía o “eucronia”, según Frank
Manuel, es la anticipación al futuro, un cambio de enfoque que proyecta un desarrollo
de la actualidad al futuro. El presente se siguió viendo como imperfecto; pero la
experiencia de la época con los rápidos cambios económicos había generado la
perspectiva de un futuro mejor. La eucronia presentó la visión de una comunidad
mejor organizada institucionalmente, junto con una formación jerárquica o una
igualitaria. Más aun, siendo inmanente, y no milenaria, la eucronia apuntaba hacia un
futuro calculable e inmediato. La nueva imaginación utópica reflejó las esperanzas de
la sociedad burguesa.

La novela científica y el fututo ambivalente


Al volverse el futuro más inmanente y secular la novela científica caracterizó la
anticipación burguesa del futuro. En los mundos imaginarios la novela científica, el
futuro no parecía totalmente hospitalario para la inclinación y la fragilidad humana.
Había un contraste entre el tangible presente humano y aquel futuro supuestamente
perfecto, y, sin embargo, demasiado blando.
El futuro de la novela científica era una revelación de cosas por venir. El busques
concebía un futuro aún más racional. Ésta alimentó la imaginación intelectual d sus
lectores, olvidó su sensibilidad emocional. Los personajes solían carecer de
profundidad o de refinamiento psicológico, se debía a una preferencia por la aventura
y a la dificultad inherente a extrapolar la emoción humana a un mundo racionalmente
construido. La visualización de un futuro científico empobreció inevitablemente la
dimensión humana, subjetiva. Y ello condujo a una ambivalencia ante el futuro de
algunas novelas científicas.
Wells, partidario de la visión científica del futuro, reconoció que su visión del futuro a
lo general y lo determinable; no podía penetrar en lo individual, lo específico.

La mejora de la muerte
El concepto de muerte sufrió una transformación. El ritual funcionaba como una
preparación para morir; capacitaba al moribundo a dar el paso de este mundo al otro.
En la sociedad burguesa hubo mayor preocupación por los que quedaban atrás. Los
testamentos se volvieron más elocuentes y seculares en sus provisiones. La muerte
ocasionó toda una etiqueta de costumbres y luto, que incluyó la impresión de tarjetas
para informar de una nueva defunción. En los entierros pasaron de los atrios de iglesia
a parcelas privadas, individuales en los cementerios. La sentimentalizacion de la
muerte, en beneficio de los dolientes, desplazó los rituales de muerte. Esta
sentimentalización también fue evidente en los retratos de moribundos.
El futuro estaba cerrado dentro de un tiempo inmanente, y se convirtió en una
amenaza, el dolor de los que quedaban atrás expresaba un sentimiento de que la
muerte ahora era la barrera ultima que ya no era posible salvar.
En la sociedad estamental, los rituales por los muertos tenían una perspectiva de
liberación, más allá del tiempo.
El cambio de la preparación ritual del moribundo a la sentimentalización de la muerte
indicó un sentido mucho más inmanente del futuro, que se volvió amenazante y
cerrado. Por ello las visiones del futuro tuvieron que ser más racionales y explicitas.
En la sociedad burguesa, la expectativa de mejoras materiales se difundió entre la
clase media y alta, al hacerse el futuro más inmanente dentro del tiempo, menos
escatológico, y al volverse el progreso más continuo.

El proceso temporal y la dinámica inmanente


La realidad de ha vuelto un proceso temporal. Cada una y todas las cosas necesitaban
tiempo para desarrollarse.
El nuevo orden epistémico era el desarrollo en el tiempo. Los cambios de tal realidad
debían explicarse inmanentemente, por causas tomadas de dentro del proceso mismo.
La dinámica, significó “las fuerzas motoras físicas o morales en cualquier esfera o las
leyes por las que actúan” desplazó a la tecnología y a la escatología.

La evolución de las especies


En los siglos XVII y XVIII, la ciencia de la historia natural había clasificado las especies y
los géneros por sus características idénticas o diferentes. Un sistema de clasificación
que ordenaba las especies y los géneros en un campo espacial, no temporal. Es un
orden taxonómico.
La historia natural era un orden taxonómico discontinuo dentro de una espacialidad
continua.
A finales del siglo XVIII y comienzo del XIX, la geología histórica y le estudio orgánico de
la vida dejaron atrás el orden taxonómico.
En 1785, james Hutton, propuso que los cambios en la tierra eran graduales, teoría del
uniformatarismo. Él concibió la tierra como una máquina que evolucionaba por si sola,
dotada con sus propias leyes. Sostuvo la creencia de Dios providencial. La naturaleza,
una vez creada por dios y separada de él, poseyó su propia regularidad, consistencia y
sabiduría. Hutton concibió el tiempo sin principio ni fin, en agudo contraste con la
cronología bíblica.
En 1830, chales Lyell, consolidó la teoría del uniformitarismo. Propuso una variedad
mucho mayor de agentes mecánicos de los cambios geológicos. El desarrollo en el
tiempo había llegado al escenario geológico. Ambos creían que la especies eran fijas y
no evolucionaban.
A finales de siglo XVIII, se estableció la distinción entre lo orgánico y lo inorgánico.
Propuso que las características de la entidad orgánica eran necesarias para la vida del
organismo y constituían una estructura jerárquica. El principio natural de estructura
hizo posible la nueva ciencia de la biología, en 1802. Lamarck, planteó una generación
espontánea de los inorgánico a lo orgánico, y la transformación entre las especies
orgánicas. Las especies se transformaban, luchaban por su vida y el mundo mismo
estaba contantemente en flujo.
Cuvier, dice que la función orgánica era la base de una anatomía comparada. La vida
no imbuía todo el universo, residía dentro del organismo
Darwin, en su teoría de la biología evolutiva, combinar el principio geológico del
uniformitarismo con el estudio de las especies orgánicas. los darwinianos explicaron el
desarrollo en función de 3 causas: la evolución (en el sentido mínimo de “descenso con
modificación”) la variación (en el sentido de la micromutación mendeliana, minúsculos
cambios fortuitos en la estructura o disposición de los genes, material último de la
herencia) y la selección natural ( reducción de la frecuencia de aquellas variantes a las
que en cada sucesiva generación les ocurre estar menos adaptadas que a otras a su
medio particular).
Concepto y evidencia se reforzaban uno al otro para formar un circuito perceptual.
Podría cubrir toda aparente discontinuidad de las pruebas visibles. El darwinismo creía
que, si excavábamos, retrocediendo en el tiempo, se demostraría la evolución de
especies y géneros.

Las épocas de la vida humana


En la sociedad estamental, la familia burguesa percibía la niñez como una edad
distinta, entre la infancia y la edad adulta. En su atuendo, juegos, costumbres y
enseñanza moral, el niño era distinto del adulto. La familia era institucionalización de
un espacio privado, emocional, como salvaguardia contra la nueva racionalización y
objetivación de la vida económica. El nuevo sentimiento hacia los niños ocupó un lugar
importante en la intimidad familiar. El concepto de niñez empezó siendo un fenómeno
urbano; burgués y de allí cundió por doquier.
En la sociedad burguesa, la juventud se convirtió en otra edad que separaba la niñez
de la edad adulta. Espacio intermedio entre la familia y la sociedad en general. E
hombre se quedaba en casa mucho más tiempo después de la niñez y debía ir a la
escuela para adquirir las virtudes necesarias de racionalización y disciplina, en
preparación del mundo adulto. En oposición, los jóvenes buscaron otros canales en las
organizaciones estudiantiles y el estilo de vida bohemio.
A finales dl siglo XIX y comienzos del XX, la prolongada preparación y la aplazada
gratificación que los jóvenes burgueses había de soportar condujo al fenómeno de la
adolescencia, que era, juventud con todos sus desenfrenados problemas de pubertad,
sexualidad e inquietud. Los problemas del adolescente eran nuevos y necesitaban
mayores esfuerzos que antes por disciplinar a la juventud. Freud, remitió esta
turbulencia a la sexualidad infantil, el infante se había vuelto padre del hombre.
De la infancia a la niñez, de la niñez a la juventud y la adolescencia, de la juventud a la
edad adulta: la vida en la sociedad burguesa fue cada vez más segmentada en fases de
desarrollo en el tiempo.
Los contemporáneos experimentaron la vida como una escala en desarrollo en la que
la maduración era una meta inalcanzable. Este fenómeno de segmentación de la vida
humana empezó con la burguesía y luego gradualmente se infiltró en las vidas de la
aristocracia y de las clases inferiores, al acudir, lentamente del centro urbano a los
campos.
En el siglo XX, la edad adulta volvió a segmentarse en adultez joven, edad madura y
vejez. La vida no termina con vejez sino con la muerte.

La evolución de la sociedad
En la sociedad estamental, el hombre había experimentado la jerarquía vertical, era un
orden en el espacio, que no se desarrollaba en el tiempo, y toda caída de semejante
orden necesitaba una revolución, es decir, una restauración.
La razón objetiva representó a la sociedad como un contrato social fundado en el
derecho natural. La teoría del contrato social formado en el derecho natural. La teoría
del contrato social fue una crítica racional y refutó sus pretensiones de privilegios y
prerrogativas especiales. Planeaba un acto contractual en la transición de la naturaleza
a sociedad. Fue pre evolucionista. Concibió la transición de la naturaleza a sociedad no
como un acontecimiento en el tiempo, sino como una distinción en el espacio.
Los habitantes de la sociedad burguesa experimentaron una estatificación horizontal
de clases, fundada por la institucionalización de la mano de obra. “clase” significó clase
social. Separó las clases superiores de las inferiores, confirmó la estatificación
horizontal de la sociedad burguesa, en contraste con la vertical de la estamental. En
esta sociedad burguesa el orden en el espacio, como el cambio a través de tiempo
requirieron explicaciones consientes.
A finales del siglo XVIII, Thomas Malthus sostuvo que el aumento demográfico siempre
superaría al crecimiento de la producción, conduciendo así inevitablemente a una
creciente pobreza.
La evolución flotaba en el aire, y la realidad se convirtió en un desarrollo en el tiempo.
Comte y Spencer vieron la sociedad como un sistema racional alojado en dos
compartimientos separados de tiempo y espacio. La sociedad en el espacio era una
estructura funcional, en que todas las fuerzas se unían para formar un orden de
estática social.
La razón objetiva era incapaz de comprender las diversas realidades, con sus distintos
motivos vigentes, en los diversos periodos de una sociedad. El orden epistémico del
desarrollo del tiempo contuvo esta contradicción. La mayoría de sus contemporáneos
creyeron que la razón objetiva bastaba para explicar el desarrollo en el tiempo.
La brecha entre la razón objetiva y totalidad social hizo que, más adelante la mayoría
de los pensadores académicos retrocedieran ante la dimensión temporal en sus
estudios. Una versión apropiada de la dinámica de la sociedad a través del tiempo
había de empezar con una crítica fundamental de la razón objetiva.

La racionalidad y la dinámica temporal


La sociedad burguesa atribuyó gran importancia a la razón objetiva. El conocimiento
del mundo y del ser humano se volvió más objetivo y especializado, reduciría la
intersubjetividad del mundo. Asique la objetivación, de un orden estrictamente
espacial a un continuo temporal.
El resultado fue que la vida de las especies, así como la realidad prospectiva de la
sociedad quedaron eliminadas por el objetivo desarrollo en el tiempo. La razón
objetiva acható a la vez la vida y la realidad prospectiva. ¿Cómo evolucionó? Esta fue la
contradicción fundamental del orden epistémico del objetivo desarrollo en el tiempo.
La crítica este objetivo llegó desde el romanticismo el idealismo hegeliano y el
materialismo histórico, aso como el concepto nietzscheano del eterno retorno.
El romanticismo, caracterizado como un sobrenatulismo, en el mundo de los
románticos todo era más íntimo, vivo e iluminado. Difirió fundamentalmente de la
anagogía cristiana, y la similitud renacentista. Para los románticos el mundo era
inmanente y natural.
El idealismo hegeliano, era una filosofía íntegramente mundana. Buscaba
reconciliación de la idea y la realidad. La idea era eterna pero esa eternidad no era una
negación del tiempo. El espíritu en su autoconciencia podía captar el desarrollo
inmanente de la idea, de los abstracto a lo concreto y podía conocer todas las
dimensiones del tiempo. El conocimiento de esta unidad transformaría el presente en
el eterno presente. El espíritu asciendo al conocimiento absoluto y se conoce a si
mismo como espíritu. El tiempo era a la vez, necesidad y la libertad de ese espíritu.
En contraste, marx, fincó la dinámica social en fuerzas materialistas historias. La crítica
marxista del objetivo desarrollo en el tiempo empezó con el concepto de enajenación
y el extrañamiento. La enajenación definió la interacción necesaria entre el ser
humano y el mundo. Del mundo, el ser humano obtenía su subsistencia. al mundo el
ser humano externalizaba una parte de si mismo, a saber, la mano de obra. La
enajenación como necesidad económica resultó en el extrañamiento del ser humano.
En el capitalismo industrial el grado de enajenación era mayor.
La sociedad era una totalidad, una estructura de muchos niveles que se desarrollaban
a diferentes ritmos. Estaban: la fuerza material de la producción, la estructura
económica, la superestructura legal y política y as formas correspondientes de
conciencia humana.
El tiempo de desarrollo no era externo a la persona humana.
La crítica marxista señaló la razón objetiva como ideología burguesa “no es la
conciencia de los hombres la que determina su existencia” sino su existencia social la
que determina su conciencia”. En oposición al objetivo desarrollo en el tiempo,
planteó una dialéctica de lo subjetivo y lo objetivo, conciencia y estructura, critica y
praxis.
Nietzsche también rechazó el objetivo desarrollo en el tiempo. “la conciencia en una
superficie”. Era otra reducción por la conciencia. La vida tenía su propio empuje y
fuerza.
Zaratustra “la vida no es la adaptación de circunstancias internas a externas, sino la
voluntad de poder que, laborando desde dentro, incorpora y somete más y más de lo
que esta fuera”
La iluminación del momento romántico, el eterno presente del espíritu hegeliano, la
dialéctica de la unidad marxista de teoría y práctica y el eterno retorno de Nietzsche,
cada cual, a su manera, rechazó el objetivo desarrollo en el tiempo.

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