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Nombre del estudiante:
Dhyana Thedis Salaya Carbajal.
Materia:
PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE
13va generación
INTRODUCCIÓN
Las profesiones han surgido a lo largo del tiempo para responder a las necesidades
sociales. Estas modifican sus objetivos y el acceso a ellas de
acuerdo a las circunstancias. 2
Siendo así, la importancia social y moral del ejercicio de una profesión reside en el
bien específico que aporta a la sociedad en general o a los miembros de la misma.
Por este motivo, el ejercicio de cada profesión exige una preparación integral que se
encuentre a la altura de las necesidades sociales.
El área de la docencia (práctica y ejercicio del que enseña) también exige esta
profesionalización y a lo largo del tiempo la preparación de los docentes ha tenido
un cambio paulatino que poco a poco le ha dado al magisterio el reconocimiento
social para ser considerado como una profesión. Esta profesionalización les ha dado
a los docentes el realce y reconocimiento a su labor.
En el presente escrito se presenta una breve investigación acerca de las labores que
se han hecho a lo largo de la historia en relación con en el tema de la
profesionalización docente en nuestro país.
PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE
Profesionalismo clásico
Se fundamenta en la comparación de la enseñanza con las profesiones con alto
estatus social (medicina, derecho, etc.). Jackson, en su libro "la vida en las aulas",
argumenta que el lenguaje que usan los profesores cuando hablan de su trabajo, es
prácticamente el lenguaje común. Por lo tanto, la enseñanza ni es técnica ni
compartida, y no cumple este requisito para ser una profesión.
Profesionalismo flexible
Si en el modelo clásico la base de la profesión se sitúa en el conocimiento científico,
en la concepción flexible de la profesionalización. Las comunidades profesionales
trabajan en sus contextos particulares, sobre sus áreas específicas, compartiendo
sus problemas e inquietudes de forma dialogada y con vistas a la mejora de su labor
docente. Esta mejora de su función docente se produce mediante la construcción
compartida de los significados de su práctica profesional.
Profesionalismo práctico
El profesionalismo práctico intenta dar dignidad y estatus al conocimiento práctico que las
personas tienen de la tarea que realizan. La validez y pertinencia de la experiencia docente,
en otros momentos vista como una debilidad de la profesión, es considerada como
fundamental y una fuente válida de conocimiento, más allá de la oposición teoría-práctica.
Las rutinas y el conocimiento que tienen los profesores de cómo hacer su trabajo (explicar
los contenidos, enseñar estrategias, crear un clima de trabajo en clase, relacionarse con
los padres y con otros 4 compañeros, etc.) constituyen el conocimiento práctico personal o
conocimiento del oficio.
Profesionalismo expandido
Profesionalismo complejo
La docencia es una actividad que aparece en las diferentes civilizaciones como una
función asignada a un grupo de individuos cuya especialización se explica por la
preocupación social de preservar y transmitir los valores que la definen y que
contribuyen a su mantenimiento en el tiempo, esta función adquiere relevancia
cuando se asume colectivamente que la superación de un nivel dado de
organización social se cifra en el nivel de educación que alcanzan sus integrantes.
Es decir, adquiere relevancia al ser considerada como una profesión ya que ofrece
el servicio social de enseñar y más que enseñar “educar”
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Historia de la profesionalización docente
Arnut (1998) en su libro “Historia de una profesión” nos refiere información acerca de
la historia de la profesionalización docente.
Origen de la profesión.
En los principios del México independiente el ingreso a la profesión docente era
autorizado por los ayuntamientos, así como por los gobiernos de los estados, esto a
partir de una serie de exámenes. El magisterio era una "Profesión libre", en el sentido
que sólo se daba licencia a las corporaciones que quisiesen tener bajo su control la
instrucción elemental.
Dado que no existían centros de enseñanza normal, la Compañía Lancasteriana
sustituyó a los maestros en la enseñanza de las primeras letras. Cuando los liberales
llegaron al poder, promovieron mayor injerencia del Estado en la instrucción primaria,
puesto que los ayuntamientos consolidan su facultad para autorizar el ejercicio de la
docencia, con lo cual se ve claramente la tendencia hacia la transformación del
magisterio en una profesión de Estado.
En 1823 se fundó en la ciudad de México la escuela Normal lancasteriana que
proporcionaba educación elemental e instruía a los jóvenes en las tareas del
profesorado
Entre 1885 y 1910 se pretende uniformar y centralizar la instrucción primaria del país,
entonces se unifican los planes y programas de estudio, tanto para la enseñanza
primaria como para la normal. Aunado a este proceso el carácter de empleador del
Estado y su facultad de autorizar licencias o títulos para ejercer la profesión,
aumentan su intervención reguladora.
Por otro lado, se empezó a hablar de la necesidad de exigir título profesional a los
docentes, por lo cual se le otorgó a la Escuela Normal para Profesores (ENM) la
facultad de autorizar el ejercicio de la docencia, de igual forma nace como un medio
para centralizar y uniformar la enseñanza, sin embargo, sus egresados eran
insuficientes dado que preferían quedarse en la ciudad de México. (Las normales de
provincia contrarrestaron esta situación). Con el auge que se le dio a la centralización
y el normalismo las sociedades magisteriales se hicieron notar buscando influir en la
política educativa, diseño de planes y programas y la selección de libros. Junto al
control municipal para la contratación de profesores surge la necesidad de
especializarse, primero en la Compañía Lancasteriana y luego en las escuelas
normales modernas.
Aun cuando se contaba con algunas escuelas normales en el país, cuando José
Vasconcelos extendió la educación elemental a las comunidades rurales, dada la magnitud
de la demanda por atender y los requerimientos de comunidades rurales no podía contratar
como profesores sólo a quienes ya habían sido capacitados para cumplir esta función. Por
ello recurrió a nombrar personal sin la formación 7 mínima deseable, quedando esta tarea
para ser aprendida años más tarde. Sin embargo, continuó la creación de escuelas
normales, especialmente rurales y de las misiones culturales donde además de formar
jóvenes profesores y promotores del desarrollo comunitario con una mentalidad
progresista.
Sin embargo, había fuga de maestros de la docencia a otros trabajos, pues los 9 incentivos
no eran muy llamativos que digamos. De igual en las normales se hizo presente la
deserción escolar, por abandono, inscripción en otras normal o renuncia para estudiar en
alguna escuela no normalista. Por tal motivo era menester crear políticas que permitieran
a los alumnos terminar sus estudios, así que se hizo obligatorio que los alumnos becados
terminaran sus estudios donde iniciaron, ejercieran la profesión diez años como mínimo, y
prestaran sus servicios iniciales dos años en escuelas rurales.
Existía también un embotellamiento escalafonario, causado por la distancia tan
estrecha entre las categorías, por la concentración del personal en servicio en los
altos puestos y la baja movilidad por reemplazo en los puestos más altos a causa de
no querer jubilarse.
Durante el gobierno de López Mateos, Bodet lleva a cabo el Plan de once años, el
cual comprendía un programa de expansión de las escuelas primarias federales (la
cobertura era su objetivo principal). Tras la creación de nuevos centros escolares,
los profesores vieron ampliado su mercado ocupacional y las probabilidades de
movilidad. Cabe mencionar que en 1959 la educación secundaria se independiza y
pasa a ser antecedente de la enseñanza normal.
La SEP sufre un debilitamiento del control sobre el personal docente, en beneficio de
la influencia sindical.
La SEP y el SNTE buscaban dar a la profesión docente el mismo rango que el resto
de las carreras universitarias, por lo que se creó un programa de licenciatura en
preescolar y primaria para el magisterio en servicio, dichos cursos estaban a cargo
de la Dirección General de Enseñanza Normal (DGEN).
Disputa de la profesión (1976-1988).
En 1978 la SEP creó delegaciones en cada entidad, con lo cual pretendían tener
mayor control sobre los sistemas escolares federales en los estados, acción que
para el sindicato representaba un atentado a sus intereses.
Volviendo al tema de la licenciatura, el presidente Miguel de la Madrid elevó al rango
de licenciatura todos los tipos y especialidades de la educación normal,
estableciendo el bachillerato como antecedente obligatorio de la enseñanza normal.
Al respecto la SEP y el SNTE, presentan diferencias, pues la primera se orientaba
porque fuera el bachillerato general el antecedente de la normal, mientras el segundo
abogaba por que fuera pedagógico. Finalmente, tras
insistencias del sindicato, se crean bachilleratos pedagógicos a cargo de las escuelas
normales.
Es preciso rescatar que el haber impuesto el bachillerato como antecedente de la
normal generó mayor desestimulación para ingresar a ella. Las autoridades se vieron
obligadas a la contratación de maestros no normalistas. Si a eso le agregamos que
la enseñanza normal era de calidad deficiente, los problemas se ahondan.
El camino a la profesionalización.
• El ejercicio de la función docente con apego a los fundamentos legales, los principios
filosóficos y las finalidades de la educación pública mexicana.
• El establecimiento de un ambiente de inclusión y equidad, en el que todos los alumnos
se sientan respetados, apreciados, seguros y en confianza para aprender.
CONCLUSIÓN
Entre las labores que se han realizado en nuestro país para profesionalizar la
docencia, han tenido un papel importante tanto el SNTE como la SEP. Hoy día
ambos se ocupan en ofrecer al sistema educativo profesionales comprometidos por
la educación, lo cual tratan de asegurar con la evaluación de ingreso, permanencia
y promoción del magisterio.
Por otro lado, quiero mencionar que la profesionalización docente tiene sus bases
en el compromiso individual de cada docente. En definitiva, a pesar de existir un
sinfín de personalidades y caracteres entre los docentes, es verdad que existen
maestros dispuestos a luchar por los ideales de justicia, democracia y equidad,
dispuestos a hacer de la nación un pueblo libre. En adición a esto, se debe
considerar el estímulo y apoyo para el trabajo de los profesores para construir una
cultura de profesionalización en las escuelas. Lo que parece evidente es que la
complejidad de la labor docente es un elemento clave para la profesionalización, y
además constituye la clave para prolongar el período de preparación profesional.
Queda por determinar si el incremento de tareas complejas (tareas de gestión de
clase, resolución de problemas, trabajo cooperativo, etc.) va en detrimento de otras
áreas del trabajo docente más morales y comprometidas con valores (como el
contenido y propósito del currículo y su relevancia para la vida de los alumnos) y que
parecen escapar del control de los profesores.
Referencias