Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Complejos industriales
Primera edición: septiembre de 2001
Producción: CPDA
Av. Diagonal 647, ETSEIB, 08028 Barcelona
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las san-
ciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o pro-
cedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de
ella mediante alquiler o préstamo públicos, así como la exportación e importación de ejemplares para su
distribución y venta fuera del ámbito de la Unión Europea.
Índice p5
ÍNDICE
4 Distribución en planta
10 El sistema estructural
1.1 INTRODUCCIÓN
En esta primera lección se pretende realizar una introducción a la materia de complejos industriales,
así como una definición de la problemática general de su diseño.
En cierta forma se pretende que el estudiante tenga una visión global de la complejidad de la materia,
así como de lo que va a aprender a lo largo del curso.
Los complejos/plantas industriales son el reflejo de la sociedad, con lo cual a lo largo del tiempo han
ido evolucionando junto con ésta. En esta asignatura se quiere llenar de contenido el paso existente
entre la sociedad y su reflejo en los complejos industriales.
Sociedad
En la pre industria las grandes fábricas pertenecían a los estados (astilleros, fábricas de armas, etc.)
con lo que acostumbraban a ser obras faraónicas pagadas con dinero público. La optimización de los
edificios no era un objetivo prioritario, con lo que su diseño no era el más depurado que podía existir
(lo importante era la fabricación). Un ejemplo de ello se encuentra con Les Drassanes de Barcelona,
las cuales eran astilleros para crear barcos con los que poder comerciar y hacer guerras en el
Mediterráneo (ver Imagen 1.1).
En la pre industria, aparte de las grandes fábricas, existía una pequeña industria (talleres)
completamente artesanal (carpinteros, herreros, textiles, etc.). Se caracterizaba por el uso abundante
de la mano de obra, con procesos completamente manuales y nada mecanizados.
Los edificios anteriores a la revolución industrial estaban realizados, básicamente, de madera y obra
cerámica, con lo que el riesgo de incendios era muy elevado.
En los talleres pre industriales se aprecia en sí mismos la medida humana, teniendo semejanza a la
vivienda y sus dimensiones; puertas, ventanas, alturas eran algo mayores que las urbanas, pero
tenían como referencia al hombre, lo mismo puede decirse de sus materiales y formas constructivas.
En las imágenes 1.2 y 1.3 se aprecia el carácter puramente artesanal que tenían los pequeños
talleres privados.
Este periodo estuvo fuertemente influenciado por dos puntos importantes. El primero de ellos fue la
creación de la máquina de vapor (Imagen 1.4), la cual revolucionó completamente la industria.
Gracias a ella ya no era necesario que todos los movimientos mecánicos de las herramientas fueran
producidos por la mano del hombre, sino que se disponía de una energía para ello. Evidentemente se
lograron producciones mucho más elevadas que antaño y surgieron las primeras grandes fábricas
privadas. Se pasó de usar herramientas manuales a usar máquinas.
El otro punto importante que se produjo en este periodo de tiempo fue el uso, para la construcción,
del hierro. Se empieza a acrecentar la producción de éste atendiendo a dos causas, una debida a la
mejora técnica del proceso que supuso el uso del coque, lo que permitió la producción en masa, y
otra como consecuencia de la demanda exigida por la construcción de maquinaria.
A partir de ese momento la arquitectura de la industria adopta al hierro fundido como material
constructivo por varias razones: en primer lugar, porque la producción en masa del hierro abarató
costes; en segundo lugar, la estructura de la construcción se adaptó a los nuevos procesos
industriales, las dimensiones de las nuevas máquinas exigía grandes salas con el mínimo de
obstrucción, las columnas de hierro fundido reemplazan los pilares de madera; y en tercer lugar, la
frecuencia de los incendios en las fábricas llevó a investigar las posibilidades del hierro como material
para las estructuras de las fábricas (sustituyendo a la madera).
En ese momento la arquitectura industrial inició su proceso diferenciador. Los antiguos talleres
industriales (tal y como se ha comentado anteriormente) se basaban en la medida humana, teniendo
semejanza a la vivienda, mientras que con el paso de la herramienta a la máquina se provocó el
cambio de tomar como referencia la medida humana para situar el punto de referencia en la
maquinaria y sus instalaciones, siendo éste un aspecto que distingue esencialmente a la arquitectura
industrial de la primera industrialización.
Así pues, el hecho de que la sociedad avanzara tecnológicamente mediante nuevos inventos como el
de la máquina de vapor, provocó un cambio en la industria, en su arquitectura y en su construcción
que acabó afectando a los complejos industriales. Debido a la aparición de grandes fábricas la
población tiende a aglutinarse en puntos geográficos concretos en busca de trabajo (desertizando el
campo), con lo que se construyen grandes cantidades de viviendas al lado mismo de las industrias
(se crean grandes ciudades industriales). Además, por el hecho de usar la máquina de vapor se
empieza un proceso de contaminación de la atmósfera que genera una imagen sucia y oscura de las
ciudades que en aquel entonces se crearon. Un ejemplo de ello se puede apreciar en la imagen 1.5.
Otro hecho característico de este periodo de primera industrialización es que en muchos casos se
sumó la energía producida por la máquina de vapor con la energía hidráulica. Ello provocó la
aparición de industria en las zonas altas de los ríos (para aprovechar los posibles saltos naturales).
La consecuencia de este hecho fue la creación de colonias fabriles donde antes tan sólo había un
pequeño taller artesano que aprovechaba una turbina hidráulica. Estas colonias se desarrollaron
alrededor de una fábrica y debieron incorporar viviendas para los trabajadores, así como los servicios
que estos podían necesitar (iglesias, escuelas, etc.). Un ejemplo de ellas se muestra en la imagen
1.6.
Otro cambio significativo en el mundo industrial del siglo XX es la tendencia a agrupar las fábricas
lejos de las ciudades, en polígonos industriales. De esta forma se evitan las molestias que
provocaban a los habitantes de las ciudades y se consiguen conjuntos de edificios ordenados con
unas necesidades parecidas (ver Imagen 1.9). Esta es una necesidad que aparece en la sociedad por
su cansancio de la contaminación de todo tipo que provocaba el hecho de tener las fábricas al lado
de las viviendas. Una vez más, la industria se adapta a las necesidades de la sociedad.
Actualmente, ya en el siglo XXI, se están introduciendo una serie de cambios que alcanzarán su
máximo apogeo en un corto periodo de tiempo. Están entrando con mucha fuerza las Tecnologías de
la Información y Comunicación (TIC’s), basadas en una mayor informatización y robotización de los
procesos industriales. La tendencia es la de necesitar cada vez menos mano de obra no
especializada (en la cadena de montaje), sustituyéndose por robots controlados mediante
ordenadores (ver imágenes 1.10 y 1.11).
Otra tendencia actual es la aparición de los parques científicos (Imagen 1.12), los cuales son muy
parecidos a los polígonos industriales, pero con pequeñas matizaciones diferentes. Por ejemplo,
deben destinar una cierta cantidad de recursos a investigación, a cambio éstos consiguen unas
condiciones fiscales especiales.
Normalmente las empresas que se sitúan en los parques científicos son empresas que aplican altas
tecnologías y que cuidan bastante su imagen externa. Ello implica que el diseño de los edificios de
estos parques sea más depurado, novedoso y vanguardista.
Mediante estos parques científicos se pretende cambiar la imagen de los polígonos industriales
clásicos del siglo XX, los cuales acostumbraban a estar muy dejados y sucios.
Sociedad
Industria
Construcción Arquitectura
Se entiende como “Planta Industrial” a una instalación industrial compleja constituida por diferentes
secciones o sectores, físicamente separados en áreas, donde los edificios pueden tener un carácter
secundario o no existir, en los que se integra no sólo las funciones de producción (también
elementos auxiliares), y donde todo debe estar dirigido hacia la satisfacción de las necesidades
impuestas por este proceso industrial de producción. Así pues, dichas instalaciones son sólo un
medio (muy importante) de producción.Un ejemplo de planta industrial donde los edificios pueden
tener un carácter secundario o no existir se puede observar en la imagen 1.13.
En la imagen 1.14 se puede apreciar como las instalaciones son sólo un medio para conseguir una
producción. Lo más importante es el proceso productivo, aunque por sí solo no funcionaria (necesita
de una serie de elementos auxiliares).
Tal y como indica la definición de planta industrial anteriormente mostrada, una planta industrial es
una instalación compleja, para cuyo diseño hay que tener en cuenta multitud de factores. Así se
puede decir que la planta industrial es un sistema que se divide en una serie de subsistemas y que
todo junto se encuentra englobado en el sistema “empresa”.
Proceso productivo
Layout (distribución en planta)
Máquinas y equipos
Terreno
Edificios
Personal
Servicios auxiliares
Varios (en función de cada caso en concreto)
Para poder realizar un buen diseño de una planta industrial es necesario tener en cuenta todos los
subsistemas citados. En la figura 1.1 se puede observar de forma esquemática esta teoría de
sistemas.
SISTEMA EMPRESA
Fig. 1.1. Teoría de Sistemas
Los subsistemas del sistema planta industrial vienen a ser sus condiciones de contorno.
En esta teoría de sistemas cabe destacar que es absolutamente necesario que los edificios se
integren dentro del sistema planta industrial ... para satisfacer la finalidad y el objetivo a cumplir.
Para responder estas preguntas existen una serie de factores (internos y externos) que influyen en el
proceso de diseño de la planta. Estos son:
– Factores económicos
EXTERNOS / – Consideraciones humanas
DE ENTORNO – Factores ambientales
– Consideraciones estéticas
Requisitos sociales
En el diseño de la planta hay que considerar los requisitos sociales de la zona donde se va a
implantar la industria, así como las necesidades de sus trabajadores.
Localización
Se debe escoger correctamente el lugar donde ubicar la empresa; cerca de autopistas, cerca de
aeropuerto, cerca del mercado de consumo, cerca de las materias primeras, etc.
Materiales disponibles
Hay que tener en cuenta qué materiales para la construcción hay disponibles en la zona donde
se va a construir.
Condiciones de constructibilidad
Hay que asegurarse que lo que se quiere hacer, constructivamente hablando, es factible.
Así pues, se deben analizar todos estos factores en el momento de realizar el diseño de la planta
industrial, teniendo en cuenta que la solución final debe ser versátil, flexible, posible de ampliar,
estándar, funcional, estable y económica.
Con todo lo indicado en este capítulo se puede observar la complejidad y la multitud de factores a
tener en cuenta para realizar el diseño de una planta industrial. A modo de resumen se introduce la
figura 1.2, donde se pueden apreciar todos los requisitos y características que se han comentado
anteriormente.
Requisitos
Requ
Requisitos D.E.P.
económicos l.p.
económicos c.p.
EDIFICIO INDUSTRIAL
2.1 INTRODUCCIÓN
Esta lección es la primera de un conjunto de tres que persiguen el objetivo final de realizar una óptima
distribución en planta (Layout) de una industria.
+
Lección 3.- Elementos auxiliares del sistema de producción
Concretamente en esta lección 2 se explica cómo conocer el proceso industrial a implantar, cuáles
son sus necesidades, cómo reflejarlo gráficamente, y se introduce un procedimiento para realizar la
distribución en planta que en lecciones posteriores se completará.
2.2.1 Objetivos
El primer paso que se debe seguir para realizar una implantación de una industria es el conocer
perfectamente el proceso industrial a desarrollar. Para ello primero es necesario saber cuáles son los
objetivos que se persiguen con la definición de este proceso. Estos objetivos son los siguientes:
Disponer todos los medios para el máximo confort, satisfacción y seguridad del personal
Actualmente la normativa de seguridad es bastante estricta, con lo que ésta se debe tener en
cuenta en el momento de realizar el diseño. Además, está vigente la idea de que un trabajador
contento con su trabajo es más productivo que otro que no lo esté.
Si el cliente conoce:
Cliente
Conocimientos diseñador
Información complementaria
que se tiene que implantar para adquirir conocimientos prácticos. El hecho de ver estas
industrias parecidas no es para copiar su proceso directamente, sino que se debe observar,
estudiar, analizar, criticar y a ser posible mejorar para la nueva implantación.
Si el cliente no conoce:
de operaciones/proceso
- Diagramas de máquinas
de flujos
- Fichas de máquinas
Diagrama de proceso
En este diagrama se grafican todas las operaciones que intervienen en cada proceso industrial que
se tenga en la implantación. Se deben situar en el orden que precisa el proceso y que anteriormente
se debe haber estudiado. Puede ser necesario un diagrama de este tipo para cada proceso que se
desarrolle en la industria que se esté estudiando.
DIAGRAMA DE PROCESO
ENTRADA
MATERIAS PRIMAS
PROCESO 1
PROCESO 2
PROCESO 3
PROCESO 4
PROCESO 5
SALIDA
PRODUCTO ACABADO
Tratamiento 1
Tratamiento 2
En este diagrama existen bloques que representan cada una de las operaciones que se encontrarán
en la fábrica.
Diagrama de maquinaria
Diagrama de flujos
A todos los inputs y outputs les deben acompañar las cantidades con sus unidades (p.ej. m3/h, kW,
l/s, kg/hora, etc.) y el tipo o tratamiento previo (p.ej. agua tratada, aire filtrado, etc). De igual forma se
graficarán las cantidades del producto no acabado que pasa de una máquina a otra.
En la figura 2.3 se representa un ejemplo genérico de un diagrama de flujos. Se puede observar que
la base del dibujo es el mismo diagrama de maquinaria, añadiéndole las entradas y salidas de cada
máquina.
DIAGRAMA DE MAQUINARIA
ALMACENAJE
MATERIAL PRIMAS
MÁQUINA 1
MÁQUINA 2
MÁQUINA 3
MÁQUINA 4
MÁQUINA 5
MÁQUINA 6
ALMACENAJE
PRODUCTO ACABADO
Tratamiento 1
Tratamiento 2
DIAGRAMA DE FLUJOS
X0
ALMACENAJE
MATERIAL PRIMAS
X1
MÁQUINA 1
X2 X3
Input 1 (Xa)
Output 1 (Xb)
MÁQUINA 2
X4 X5 Output 2 (Xd)
Input 2 (Xc)
MÁQUINA 3 X7
X6 MÁQUINA 4
MÁQUINA 5
X8
X 13
X9 X 10
MÁQUINA 6
X 11 X 12
Tratamiento 1
ALMACENAJE
PRODUCTO ACABADO Tratamiento 2
X 14
¾ NOTA:
Se indicarán todas las cantidades de inputs y outputs de las máquinas, así
como, todas las cantidades del producto no acabado que pasa de una máquina
a otra.
X i = Cantidades
Fichas de máquinas
La información de cada máquina que interviene en el proceso industrial se debe reflejar en una ficha
de máquina. Existen gran variedad de tipos de fichas de máquinas, aunque en el fondo todas dan
más o menos la misma información. Acostumbran a poseer dos partes bien diferenciadas, una
primera de texto y una segunda de información gráfica. En la primera se indican las características de
las máquinas, tales como el nombre, el consumo, la capacidad de producción, los residuos, los
suministros energéticos necesarios, dimensiones, pesos, etc., así como otras características más
particulares como puede ser el hecho que necesite cimentaciones donde apoyar la máquina. En la
figura 2.4 se puede apreciar un ejemplo de esta primera parte.
La segunda parte de una ficha de máquina es aquella que da una información gráfica (tal y como se
ha comentado anteriormente). Esta consta básicamente de un croquis de la máquina (planta y/o
alzado), y en algunas ocasiones se adjunta una fotografía de la misma. Sobre el croquis se debe
representar:
Se acota, por ejemplo, dónde se encuentra la entrada de energía eléctrica para saber hasta
dónde se tendrá que llegar este suministro.
Se deben acotar los espacios de uso propio, de uso exclusivo y de uso compartido.
Es el espacio físico que ocupa la máquina, en el cual no puede haber nada más.
Es el espacio, aparte del propio de la máquina, que necesita esta para poder trabajar,
p.ej. el espacio donde está el operario manipulando. En este espacio no puede cohabitar
nada más, pues si no no se podría trabajar con esta máquina.
Es aquel espacio que puede necesitar la máquina en algunas ocasiones, pero se puede
compartir con otros usos. P.ej. pasillos para acceder a la máquina, o bien una zona
necesaria para abrir una puerta de la máquina para su mantenimiento. Estos espacios
pueden ser comunes a espacios compartidos de otras máquinas.
ENTRADAS
Suministros
Materias primas
Electricidad: Potencia: 74 kW
Granza de poliprepileno blanco virgen
procedente de los alimentadores más granza Tensión: 3 × 380
de polipropileno blanco recuperado procedente Frecuencia: 50 Hz.
del molino que entra a una frecuencia de 30 F.P.: 0,9
kg./h. Consumo: 22 kW/h
Aire comprimido: Consumo: 34 l/s
Presión: 12 kg/cm2
Agua de refrigeración: Caudal: 0,3 l/s
Temperatura: 10°C
SALIDAS
Residuos
Producto saliente
Productos
Depósito de polipropileno blanco de
dimensiones 250 × 350 × 100 mm. con un Restos de polipropileno blanco residuales de
peso de 0,35 kg. que salen a una frecuencia forma constante de peso 0,25 kg. con una
de 50 piezas/h. y son depositados en rampa frecuencia de 50 piezas/h. y que son depositados
transportadora en rampa transportadora.
Observaciones
Mediante las fichas de máquinas y los diagramas explicados se logra tener perfectamente definido
(de forma gráfica) el proceso industrial y su maquinaria de la actividad a implantar. Seguidamente se
debe aplicar un procedimiento para realizar un planeamiento óptimo.
Existen varios procedimientos pero uno de los más usados por su facilidad y reconocimiento por
varios autores es el Sistematic Layout Planning (SLP), el cual indica paso a paso la secuencia a
seguir para obtener la distribución en planta óptima para una implantación industrial.
A continuación se muestra el gráfico funcional (Fig. 2.5) de este procedimiento, con las
correspondientes actividades a realizar ordenadamente.
Cabe comentar que en este capítulo tan sólo se van a explicar las casillas del SLP que afecten al
proceso industrial, mientras que el resto se detallarán en el capítulo 4 de distribución en planta.
Análisis. Analizar las diferentes operaciones del proceso industrial y las diversas dependencias de
las zonas de la planta.
Síntesis. Reflejar en unos diagramas el análisis realizado anteriormente, dejando varias opciones
distintas.
Selección. Quedarse con la solución más adecuada para cada caso, posteriormente a realizar la
evaluación..
Antes de empezar la aplicación del SLP, se deben realizar estudios de mercado para saber qué
producto se necesita fabricar y qué cantidad es capaz de absorber el propio mercado de ese
producto. A partir de este punto, se realiza un análisis del producto conociendo las operaciones
necesarias para realizarlo, centrándose éste en un análisis Producto-Cantidad (P-Q).
ANÁLISIS P-Q
P Q
R 1
S
RECORRIDO DE RELACIONES
LOS PRODUCTOS ENTRE LAS
2 3 ACTIVIDADES
DIAGRAMA
RELACIONAL DE
RECORRIDOS Y/O
ACTIVIDADES 4
NECESIDADES DE ESPACIO
ESPACIO DISPONIBLE
5 6
DIAGRAMA
RELACIONAL DE
ESPACIOS 7
PERSONAL
FACTORES LIMITACIONES
INFLUYENTES SERVICIOS PRÁCTICAS
8 9
PROYECTO X PROYECTO Z
PROYECTO Y
VALORACIÓN
DETALLE
Fase siguiente
SECTOR
DETALLE
Repetir, en esencia, el mismo
ASECTOR
DETALLE
proceso para cada sector
BSECTOR
C
[Muther Pág. 28, Konz Pág. 38, Heredia Pág. 90, Phillips Pág. 134, Turner Pág. 104].
Es un análisis a realizar para todos los productos (o materiales, piezas, etc.) a fabricar. Se grafican en
una tabla las cantidades de cada producto ordenados de mayor a menor cantidad. Este análisis
corresponde a la casilla 1 del SLP (Sistematic Layout Planning) y forma parte de la definición del
proceso.
A modo de ejemplo, se muestra la figura 2.6, donde en la imagen pequeña se puede observar la
forma de establecer una curva colocando en orden decreciente las cantidades producidas por artículo
o variedad de producto. El gráfico P-Q tiene una curva parecida a una hipérbola y es generalmente
asintótica por sus dos extremos.
Cantidad
q
P
A B
Este gráfico está íntimamente relacionado con la maquinaria del proceso a preparar. En un extremo
de la curva (zona A de imagen grande de Fig. 2.6) se observan cantidades importantes de unos
pocos productos o variedades. Las fabricaciones correspondientes requieren, esencialmente,
condiciones y métodos de producción de grandes masas. Es aconsejable para estos productos
escoger un sistema de fabricación en serie con maquinaria especializada.
Realizada esta aclaración, cabe indicar que en lo que se refiere justamente al proceso industrial, las
casillas 2, 3 y 4 del SLP se sustituyen por los diagramas de proceso, máquinas, flujos y las fichas de
máquinas explicados anteriormente, los cuales realizan la función de análisis del SLP.
A partir de estos diagramas se puede conocer las necesidades de espacio (casilla 5 SLP) para cada
una de las operaciones del proceso y realizar un primer diagrama relacional de espacios (casilla 7) de
sólo la parte del proceso industrial. Evidentemente aquí ya influirá el espacio disponible (casilla 6), al
que deberá adaptarse la distribución en planta del proceso.
Antes de realizar este diagrama, se debe tener muy claro cuáles son los espacios necesarios para
cada operación del proceso. Para ello es muy importante el conocer el número de máquinas
necesario. Esta cantidad, en el caso de máquinas iguales trabajando en paralelo, se extrae
básicamente de la siguiente división:
El problema radica en que esta ecuación es muy teórica. Existen una serie de factores que también
deben considerarse para evitar problemas posteriores en el funcionamiento de la planta industrial. Así
pues, en el momento de escoger la cantidad de máquinas necesarias se deben tener en cuenta:
El mantenimiento
Se puede dar el caso de que halla máquinas que cada cierto periodo de tiempo necesitan unas
horas de mantenimiento. Si esto no se ha previsto, puede ocasionar distorsiones en la normal
funcionamiento del proceso industrial.
Entrando en el tema de los diagramas relacionales de espacios, cabe comentar que el espacio que
necesita cada máquina se extrae de las fichas de máquinas, explicadas anteriormente, y que junto
con la normativa vigente (Seguridad y Salud, NBE-CPI, etc.) se acaba hallando el espacio necesario
para cada operación del proceso industrial.
Una vez se tiene cada operación con su superficie necesaria, se representa en un papel
cuadriculado, o bien en un programa informático de dibujo, cada operación mediante un cuadrado.
Los cuadrados de las distintas operaciones deben estar a escala y mantener las proporciones entre
ellos.
Siguiendo el orden del diagrama de proceso, se unen los diferentes cuadros entre sí obteniendo el
diagrama relacional de espacios, que en este caso no es más que un primer esbozo de la distribución
en planta de las distintas zonas del proceso industrial a escala. De esta forma se ha conseguido
definir el proceso, representarlo y tener una primera idea de su distribución y espacio necesario. El
siguiente paso sería insertar todo esto en el conjunto de la planta junto con los elementos auxiliares,
punto que ya se explicará en el capítulo 4.
En la figura 2.7 se puede apreciar una parte de un diagrama relacional de espacios, a falta de unir los
cuadros entre sí.
Cortar
1
15 m2
Taladrar
2
21 m2
Acabado
3
18 m2
La forma de los flujos de materiales de los procesos industriales puede llegar a ser muy variada. En
este apartado se adjuntan algunos ejemplos, tanto para flujos horizontales (Fig. 2.8) como para flujos
verticales (Fig. 2.9).
La forma del proceso industrial puede venir delimitada por multitud de factores, como por ejemplo
cuántos accesos (calles) hay al edificio, la forma del edificio (cuadrado, rectangular, forma no regular,
etc.), si la parcela se encuentra en una esquina, desnivel del terreno (flujo vertical), etc.
EN RECTA EN “L”
CIRCULAR O EN “O”
EN “U”
EN “S” EN “S”
PLANTA 2
PLANTA 1
PLANTA 0
PLANTA 2
PLANTA 1
PLANTA 0
3.1 INTRODUCCIÓN
Tal y como se comentó en la lección anterior, esta es la segunda de un conjunto de 3 lecciones que
persiguen el objetivo final de realizar una óptima distribución en planta (Layout) de una industria.
+
Lección 3.- Elementos auxiliares del sistema de producción
Así como en la lección anterior se explicaban los elementos directos de producción (maquinaria,
operarios y materiales), esta lección 3 se centra en los elementos auxiliares de un sistema de
producción. Se indica qué son, cuáles son y qué aspectos (normativos y aconsejables) se deben
tener en cuenta en el momento de su diseño.
3.2 DEFINICIÓN
Los elementos auxiliares de producción son todos aquellos que quedan fuera del propio proceso
industrial principal. Sin ellos este proceso no se podría desarrollar, o bien sus condiciones no serían
adecuadas para el trabajo de los operarios desde el punto de vista de necesidades de éstos o desde
el punto de vista normativo de los lugares de trabajo.
Así pues, no se puede concebir la idea de realizar una distribución en planta sin tenerlos en cuenta,
pensando tan sólo en las necesidades del proceso industrial.
3.3 CLASIFICACIÓN
Los elementos auxiliares de producción pueden clasificarse en dos grandes grupos; servicios
generales de fabricación y servicios para el personal.
Los servicios generales de fabricación son todos aquellos servicios que están fuera del proceso
principal de fabricación pero que resultan esenciales para el normal funcionamiento de este proceso.
Dentro de estos servicios se incluyen las unidades de producción o transformación de energía, de
vapor, de agua de para el proceso, de aire comprimido, etc. Además también se incluyen las oficinas,
laboratorios, almacenes y talleres auxiliares (principalmente destinados a tareas de mantenimiento de
la planta).
Los servicios para el personal son aquellos que sirven para satisfacer las necesidades más básicas
de los trabajadores con el objetivo de que los operarios se encuentren lo más cómodos posible en el
lugar de trabajo y que se cumpla lo estipulado en la normativa vigente. Dentro de estos servicios se
incluyen comedores, servicios de higiene, servicios médicos, servicios recreativos y aparcamientos.
Comedores
Servicios de higiene
Servicios médicos
Servicios recreativos
Aparcamientos
Todos estos elementos auxiliares también deben tenerse en cuenta en el momento de realizar una
distribución en planta óptima de una industria. Por este motivo, en el resto del presente capítulo se
detalla cada uno de ellos indicando qué incluyen, qué normativa les es aplicable (sólo mencionarla,
no se entra en detalle de la normativa pues podría llegar a ser muy extenso) y qué recomendaciones
se dan para su diseño.
NORMATIVA
Desde el punto de vista normativo en el diseño de estos tipos de unidades auxiliares, cabe
comentar que la mayoría de ellas disponen de Reglamentos Específicos, los cuales indican
cómo debe ser su diseño dentro de una planta industrial.
RECOMENDACIONES
Las recomendaciones principales que se pueden dar para el diseño de las unidades auxiliares
para la producción son las siguientes:
3.4.2 Oficinas
De forma genérica, se entiende como oficinas aquellas dependencias donde se realizan trabajos
administrativos. La variedad de estos trabajos puede llegar a ser muy grande, como contabilidad,
ventas, dirección, realización de proyectos, etc.
NORMATIVA
En el diseño de las oficinas, la normativa más estricta normalmente acostumbra a ser las
Ordenanzas Municipales del municipio donde se implanta la industria. Estas pueden definir los
espacios mínimos necesarios, como deben ser sus divisiones interiores, su altura mínima, etc.
Por último, en cuanto a normativa se refiere, hay que tener en cuenta el Real Decreto 486/1997,
el cual da unas disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Este Real
Decreto define como deben ser los lugares de trabajo y es la trasposición de la Directiva
Europea 89/654/CEE. El Real Decreto es un poco ambiguo y por este motivo se realizó
posteriormente su guía técnica, Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos
relativos a la utilización de lugares de trabajo. Esta Guía Técnica se puede encontrar en la
página web del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales del gobierno español, concretamente la
dirección donde se puede hallar es: www.mtas.es/insht/practice/G_lugares.htm
Puede suceder, al igual que la NBE-CPI 96, que las Ordenanzas Municipales ya incluyan
aspectos indicados en el Real Decreto 486/1997. En ese caso puede ser que estas Ordenanzas
sean más restrictivas que el propio Real Decreto.
RECOMENDACIONES
Las recomendaciones principales que se pueden dar para el diseño de oficinas son las
siguientes:
Divisiones mínimas
Cuantas menos divisiones internas existan en las oficinas, más fácil es posteriormente el
realizar modificaciones en la distribución de los lugares de trabajo, o sea, más fácil resulta
adaptar las dependencias existentes a posibles reestructuraciones internas.
Paredes desmontables
Siguiendo con la idea anterior de las divisiones mínimas, en caso de que tenga que
haberlas, mejor que estas sean desmontables (p.ej. tipo Cartón-Yeso). De esta forma el
diseño tiende a ser lo más versátil posible.
nueva ubicación no se calculó para soportar ese peso. Este tipo de problemas se deben
prever y tener en cuenta para no limitar la flexibilidad de la distribución.
Posibles ampliaciones
En el diseño de las oficinas se deben tener en cuenta las posibles necesidades futuras de
ampliaciones de estas. Se pueden realizar dejando libre un espacio anexo a las oficinas
iniciales o también calculando una estructura capaz para soportar otra planta encima de la
actual y el día que sea necesaria construirla.
3.4.3 Laboratorios
INCLUYE
Normalmente cuando se habla de laboratorios dentro del mundo industrial se hace referencia a
laboratorios de control, o bien a laboratorios de investigación. Los primeros están enfocados en
la mayoría de ocasiones al control de calidad de los productos que se fabrican en la planta,
mientras que los segundos se dirigen a investigar nuevas técnicas, nuevos productos, nuevas
modificaciones sobre técnicas o productos existentes, etc.
NORMATIVA
La primera normativa que hay que analizar son las Ordenanzas Municipales, aunque la mayoría
de ellas no tratan sobre los laboratorios. Aparte de estas Ordenanzas, es probable que en
función de los materiales o maquinaria usados en el laboratorio, existan Reglamentos
Específicos, los cuales en caso de que existan hay que cumplir para el diseño de laboratorios
(p.ej. reglamento específico para productos radioactivos).
RECOMENDACIONES
3.4.4 Almacenes
INCLUYE
NORMATIVA
La normativa aplicable al diseño de los almacenes es las Ordenanzas Municipales (en caso que
digan algo al respecto), la NBE-CPI 96 (definiendo recorridos de evacuación, salidas de
emergencia, etc.) y reglamentos específicos en función del material a almacenar (p.ej. productos
contaminantes que no se pueden dejar en la intemperie).
RECOMENDACIONES
V1 > V2
NORMATIVA
La normativa aplicable al diseño de los talleres auxiliares es las Ordenanzas Municipales (en lo
referente a talleres mecánicos), la NBE-CPI 96 (definiendo recorridos de evacuación, salidas de
emergencia, etc.) y reglamentos específicos en función de las herramientas y maquinaria en
cuestión).
RECOMENDACIONES
Si el mantenimiento es habitual, situar el taller lo más próximo posible a donde estén las
herramientas o máquinas a realizar el mantenimiento. En caso de varias máquinas, mejor
situarlo en el centro de gravedad de estas. De esta forma se ahorran desplazamientos
(distancias menores).
3.5.1 Comedores
INCLUYE
Cocina completa
En este caso, el comedor es tipo restaurante, complicándose el aspecto de las instalaciones
a realizar.
Calienta-platos
La empresa ofrece un local donde los empleados pueden comer, pero tienen que traerse la
comida de sus casas.
Catering
Es el más habitual actualmente, la empresa contrata un catering, con lo que no es necesaria
toda la instalación ni el espacio para cocina dentro de la empresa.
....
Existen otras posibilidades, pero los mencionados antes son los más habituales en las
industrias actualmente.
NORMATIVA
RECOMENDACIONES
De todas formas, el ofrecer o no este servicio y que tipo de servicio se ofrezca siempre acaba
dependiendo de la política de la empresa que se va a implantar.
INCLUYE
Dentro de servicios de higiene se incluyen vestuarios y aseos (lavabos, WC, urinarios, etc.).
NORMATIVA
Normalmente los servicios de higiene están siempre bastante bien detallados en las Ordenanzas
Municipales. Además también se debe cumplir lo indicado en el Real Decreto 486/1997. Como
ejemplo se muestran algunas de las indicaciones de este Real Decreto al respecto:
Serán necesarios vestuarios cuando los trabajadores deban llevar ropa especial.
Se entiende como ropa especial la que sólo se utiliza para la actividad del trabajo.
RECOMENDACIONES
Cabe destacar la situación relativa de los vestuarios respecto al reloj de fichar de la empresa. Es
aconsejable que el operario, al llegar a la industria, vaya hacia los vestuarios, se cambie,
después fiche y finalmente acceda al lugar de trabajo. Al terminar su jornada laboral, es
recomendable que desde su lugar de trabajo se dirija hacia el reloj de fichar y después a los
vestuarios para cambiarse. Esto parece una tontería, pero el no hacerlo así (invertir el orden
entre los vestuarios y el reloj de fichar) ha traído muchos problemas de trabajadores que
permanecían un buen tiempo en los vestuarios para trabajar menos.
Entrar
En algunos casos se diseñan naves industriales sin conocer la empresa que después habitará en
su interior. En ese caso no se puede saber la cantidad de trabajadores que habrá posteriormente
en plantilla. Ello dificulta la elección de la cantidad de WC a implantar. Seguidamente se adjunta
un listado del número de inodoros aconsejables en función de los metros cuadrados de nave
industrial (recordar que es completamente orientativa, cabe la posibilidad de que posteriormente
no cumpla con la normativa vigente).
Superficie Aparatos WC
2
< 250 m 2 WC
2
251 – 400 m 3 WC
2
401 – 550 m 4 WC
2
551 – 750 m 5 WC
2
751 – 1000 m 6 WC
2
1001 – 1300 m 7 WC
2 2
A partir de 1300 m se instalará 1 WC más por cada 300 m o fracción en exceso.
Dentro de servicios médicos se incluyen las salas de curas para accidentes laborales y las salas
de visitas para medicina preventiva.
NORMATIVA
La primera normativa a aplicar en su diseño son las Ordenanzas Municipales, en caso que traten
el tema. Además la NBE-CPI 96 para recorridos de evacuación, salidas de emergencia, etc., y
finalmente el Real Decreto 486/1997. Este último, a modo de ejemplo, dictamina que:
Será necesario un local de primeros auxilios para empresas con actividades peligrosas
mayores de 25 trabajadores.
RECOMENDACIONES
Se aconseja disponer de salas de visitas para medicina preventiva sólo para grandes empresas;
para las medianas y pequeñas se aconseja utilizar las instalaciones de una Mutua privada.
Es aconsejable que el local de primeros auxilios tenga fácil acceso desde el exterior, para
posible caso de evacuación urgente mediante ambulancia.
Sala de reuniones
Estas salas están destinadas a reuniones de los trabajadores, no tienen nada que ver con
las salas de reuniones que se puedan disponer en las oficinas.
Bar
Es muy interesante disponer de un bar siempre que no haya ninguno cerca. Es un punto de
encuentro entre trabajadores de distintas zonas de la industria, aparte que los precios
acostumbran a ser más económicos.
Zona deportiva
Es un servicio que se ofrece en caso de que los operarios dispongan de tiempo libre en su
jornada laboral. Es muy adecuado para disipar tensiones del trabajo.
Guarderías
Es un servicio que se está usando cada vez más frecuentemente, debido al problema
creciente en la sociedad actual donde los dos cónyuges trabajan y tienen problemas para
vigilar a sus hijos.
Sala de descanso
En según que tipo de trabajos es bueno disponer de una sala de descanso para el personal
(trabajos muy duros o con largas jornadas laborales).
NORMATIVA
Para el diseño de cada servicio auxiliar descrito anteriormente se debe observar las
disposiciones indicadas en las Ordenanzas Municipales. Aparte se deberá cumplir con lo
estipulado en la NBE-CPI 96 y lo indicado en el Real Decreto 486/1997. Este último dice que
deberán existir zonas de descanso en el caso de que la seguridad o salud lo exijan (el Real
Decreto es muy ambiguo en este aspecto).
RECOMENDACIONES
3.5.5 Aparcamientos
NORMATIVA
Las Ordenanzas Municipales de cada localidad describen las dimensiones mínimas de las plazas
de parking y la cantidad de éstas.
RECOMENDACIONES
Tomar como dimensiones de referencia: 6x3 m para coches grandes, y 5x2,5 m para
coches pequeños.
Siempre debiendo cumplir con lo indicado en la normativa vigente.
Otro libro recomendado para esta lección, aunque bastante más teórico que el anterior, es
Arquitectura y Urbanismo Industrial de Rafael de Heredia.
4 DISTRIBUCIÓN EN PLANTA
4.1 INTRODUCCIÓN
Tal y como se ha ido comentando en las lecciones anteriores, esta lección es la última de un conjunto
de tres que persiguen el objetivo final de realizar una óptima distribución en planta (Layout) de una
industria.
Concretamente, en esta lección 4 se explica los pasos a seguir para aplicar un procedimiento (SLP)
con el objetivo de lograr una distribución en planta óptima de una industria. Para ello se necesita
considerar los conocimientos previos adquiridos en las dos lecciones anteriores y plasmarlos en una
solución de diseño de distribución en planta.
+
Lección 3.- Elementos auxiliares del sistema de producción
Así pues, se deben ubicar y repartir los elementos de producción en el terreno donde se va a realizar
la implantación. Ello deberá procederse teniendo en cuenta tanto los elementos directos de
producción (maquinaria, operarios y materiales) como los elementos auxiliares de producción
(servicios generales de fabricación y servicios para el personal).
De todas formas, en la lección 2 se explicó cómo realizar la distribución del proceso industrial
propiamente dicho, con lo que el conjunto proceso industrial será un elemento más a distribuir como
lo puedan ser las oficinas, los comedores, los almacenes, etc.
En la figura 4.1 se muestra el gráfico funcional de este procedimiento, con las correspondientes
actividades a realizar ordenadamente.
ANÁLISIS P-Q
P Q
R 1
S
RECORRIDO DE RELACIONES
LOS PRODUCTOS ENTRE LAS
2 3 ACTIVIDADES
DIAGRAMA
RELACIONAL DE
RECORRIDOS Y/O
ACTIVIDADES 4
NECESIDADES DE ESPACIO
ESPACIO DISPONIBLE
5 6
DIAGRAMA
RELACIONAL DE
ESPACIOS 7
PERSONAL
FACTORES LIMITACIONES
INFLUYENTES SERVICIOS PRÁCTICAS
8 9
PROYECTO X PROYECTO Z
PROYECTO Y
VALORACIÓN
DETALLE
Fase siguiente
SECTOR
DETALLE
Repetir, en esencia, el mismo
ASECTOR
DETALLE
proceso para cada sector
BSECTOR
C
[Muther Pág. 28, Konz Pág. 38, Heredia Pág. 90, Phillips Pág. 134, Turner Pág. 104].
Tal y como se indicó en lecciones anteriores, el SLP se puede desglosar en seis pasos bien
diferenciados:
Análisis. Analizar las diferentes operaciones del proceso industrial y las diversas dependencias
de las zonas de la planta.
Síntesis. Reflejar en unos diagramas el análisis realizado anteriormente, dejando varias opciones
distintas.
Selección. Escoger la solución más adecuada para cada caso, posteriormente a realizar la
evaluación.
Antes de la aplicación del SLP, se deben realizar estudios de mercado para saber qué producto se
necesita fabricar y qué cantidad es capaz de absorber el propio mercado de ese producto. A partir de
este punto, se realiza un análisis del producto conociendo las operaciones necesarias para realizarlo,
centrándose éste en un análisis Producto-Cantidad (P-Q). Este análisis Producto-Cantidad fue
explicado en la lección 2, correspondiendo a la casilla 1 del SLP.
La casilla 2 de “recorrido de los productos” se ha substituido por los diagramas de proceso, máquinas
y flujos explicados en la lección 2.
La casilla 3 de “relaciones entre actividades” está formada por dos partes. Una primera que hace
referencia a las operaciones del proceso industrial (ya explicado en la lección 2) y una segunda
global, donde el proceso industrial es una actividad más de la implantación.
Para realizar el paso indicado en esta casilla 3 del SLP, es necesario el realizar una Tabla relacional
de actividades.
La tabla de relaciones muestra las actividades y sus relaciones mutuas. Además, evalúa la
importancia de la proximidad entre las actividades, apoyándose sobre una codificación apropiada.
Esta tabla constituye uno de los instrumentos más prácticos y más eficaces para preparar un
planteamiento. La tabla relacional de actividades permite integrar los elementos directos de
producción con los elementos auxiliares de producción. Un ejemplo genérico de tabla relacional de
actividades se puede apreciar en la tabla 4.1.
Activ. 1 U U U U U E
2
Activ. 2 I A U U U
2 3
Activ. 3 A U U U
2
Activ. 4. I U E
2 4
Activ. 5 E U
2
Activ. 6 X
1
Activ. 7
La tabla puede compararse a una tabla matricial doblada en diagonal de modo tal que las casillas
«de-a» y «a-de» se encontrasen situadas una encima de la otra. La tabla de relaciones establece,
pues, los cambios de un modo total, es decir, en las dos direcciones (ver tabla 4.2).
La figura 4.2 muestra un aspecto adicional de utilización de la tabla. Cada casilla está dividida
horizontalmente en dos, la parte superior representa el valor de aproximación y la parte inferior indica
las razones que han inducido a elegir este valor. Para cada relación existe, pues, un valor y unos
motivos que lo justifican.
tipo de relación
actividad 1
causa de la relación
actividad 2
actividad 3
actividad 4
actividad 5
actividad 6
actividad 7
actividad 8
actividad 9
La escala de valores para la proximidad de las actividades queda indicada por las letras A, E, I, O, U
y X (indican los diferentes grados de necesidad de aproximación). A corresponde a una proximidad
absolutamente indispensable; X indica que la proximidad no es aconsejable y que las actividades
deben separarse.
Las vocales utilizadas tienen su origen en el una significado inglés de las palabras:
A Absolutamente importante.
E Especialmente importante.
I Importante.
O Proximidad Ordinaria.
U Sin importancia.
X Símbolo negativo que significa «no aconsejable».
En la tabla 4.3 se puede apreciar la relación de las letras con la intensidad de la relación entre
actividades (valor de aproximación), así como la relación de los números con el motivo o causa de la
intensidad de la relación entre actividades.
Las letras se situarían donde se indica “tipo de relación” en la tabla 4.2, mientras que los números se
situarían donde indica “causa de relación” de la misma tabla 4.2.
COLOR O
RELACIÓN TIPO DE INTENSIDAD DE LA RELACIÓN CÓDIGO MOTIVO O CAUSA
LINEA
Algunas de las principales razones son, aunque puedan encontrarse muchas otras:
No existen normas adoptadas universalmente en la industria para los tipos de actividades a graficar
en los diagramas relacionales de recorridos y/o actividades. Sin embargo, los colores usados en el
SLP son los que se utilizan más corrientemente.
X Marrón 1 Zigzag
XX Negro 2 Zigzag
Para unir cada pareja de actividades, se usa una línea coloreada o un determinado número de trazos
convencionales, quedando indicada la proximidad. Si se procede a establecer sucesivamente los
diagramas, es más rápido utilizar distintos trazos convencionales. Ello permite poder sacar copias y
evita el tener que cambiar de colores durante el trabajo. Por otra parte, los colores son los mismos
que se han utilizado para la tabla relacional y, por lo tanto, se hallan directamente relacionados con
ella. Como, por lo general, los colores no pueden reproducirse tan fácilmente como unas sencillas
líneas de lápiz, lo mejor es dibujar las líneas y después colorear encima cuando el diagrama se halle
ya terminado o a punto de ser interpretado. El colorido facilita ver si se han llevado todas las uniones
al gráfico.
Si se tuviera que designar una relación no aconsejable representada con una X o una XX, se utilizaría
una o dos líneas en zig zag, por analogía con un resorte que alejara una actividad de otra. También
puede utilizarse una línea de puntos para representar un valor de aproximación
Algunas de estas normas pueden parecer algo superfluas, pero siempre es preferible saber que se
tienen disponibles en caso de necesidad. Permiten suficientes alternativas y opciones para que pueda
establecerse el diagrama rápidamente de forma significativa y para que pueda presentarse a otras
personas.
En la tabla relacional, se empieza por marcar las uniones del tipo A, que se marcan en rojo. Se
dibuja el símbolo correspondiente al tipo de actividad y se inscribe la cifra en el interior. Se une luego,
mediante cuatro trazos, a la otra actividad A, representada por su símbolo afectado también de una
cifra.
Cuando se han dibujado ya todas las uniones del tipo A, esparciéndose sobre la hoja de papel, se
añaden las uniones que siguen a continuación en orden de importancia, o sea las E amarillo-naranja.
Normalmente será necesario redistribuir las uniones rojas antes de añadir las uniones amarillo-
naranja. Para las E, se trazan tres líneas entre los símbolos, los cuales llevan cifras como los
anteriores.
En este momento, si no ha sido efectuado antes, es preciso rehacer el dibujo para obtener un gráfico
geográficamente más correcto. Este nuevo diagrama en el que están comprendidas las E constituirá
la prueba número dos.
Se añaden a continuación las uniones I, de color verde, utilizando bien sea una hoja nueva, bien sea
efectuando un nuevo arreglo sobre la misma hoja, mejorando el dibujo y la orientación de las
actividades A, E y I.
Se sigue el mismo procedimiento para las uniones O de color azul, para las uniones X de color
marrón y para las XX de color negro. Estas uniones negras (de doble trazo en zig zag) tienen un
valor no aconsejable. Por lo general, las líneas zigzagueantes negras se marcan al mismo tiempo que
las líneas I de color verde.
De esta forma se pueden establecer sucesivamente de seis a ocho gráficos, teniendo buen cuidado
de darles un número de orden, antes de llegar a una solución satisfactoria, es decir, cuando todas las
casillas de la tabla ya han sido reproducidas con todas las uniones y sujeciones de proximidad o
alejamiento. Deben haber, pues, líneas rojas (4) cortas, líneas largas negras o marrones y líneas de
mediana longitud amarillo-naranjas (3), verdes (2) y azules (1).
En cuanto el diagrama queda concluido, representa el ideal de las relaciones entre las actividades,
independientemente de la superficie necesaria para cada una de ellas.
En la figura 4.3 se pueden apreciar el orden de dibujo de las distintas actividades en función de su
necesidad de aproximación o alejamiento.
En las figuras 4.4, 4.5 y 4.6 se muestra un ejemplo parcial de realización de un diagrama relacional.
En este caso, se parte de un diagrama ya medio hecho (figura 4.4) donde se aprecia el problema de
que los servicios higiénicos deben estar cerca de bastantes actividades al mismo tiempo. La figura
4.5 es parecida a la anterior, pero se ha simplificado el diagrama para poder apreciarlo más
claramente. Gracias a la realización del diagrama, se ha podido detectar este problema con los
servicios higiénicos.
En la figura 4.6, ya se puede observar la solución propuesta para el problema antes planteado. Se
decide descentralizar los servicios higiénicos.
Este pequeño ejemplo explicado se aplica a todas las actividades de la planta, moviéndolas las veces
que sean necesarias hasta llegar a un diagrama que satisfaga las relaciones más importantes
marcadas en la tabla relacional de actividades.
6 7 6 7
4 5 4 5
2 8
13
3 1
6 7
6 7
4 5
13 4 5
13
2 8
2 8
3 1
3 1
9
9
No en todas las ocasiones el diagrama relacional de recorridos y/o actividades será tan sencillo como
el mostrado en las figuras anteriores. En ocasiones se pueden presentar algunos casos con una gran
multitud de actividades y relaciones, como muestra el ejemplo de la figura 4.7.
Una vez terminado el diagrama relacional de recorridos y/o actividades, se debe proceder a la
realización del diagrama relacional de espacios (casilla 7 del SLP). Para ello, antes se debe pasar por
las casillas 5 y 6 del SLP, que son el conocer las necesidades de espacio de cada actividad (basado
en las fichas de máquinas y requerimientos de cada actividad de forma individual), y contrastarlo con
el espacio disponible en la parcela donde se quiere realizar la implantación.
Lo más frecuente es que un proyecto de planeamiento tenga que enfrentarse con la insuficiencia de
superficies disponibles más que con ningún otro factor, a excepción del factor financiero. La limitación
de las posibilidades de inversión se traduce, por lo general, en una reducción del espacio disponible.
Sea por la causa que sea, el caso es que no se podrá disponer de todo el espacio que se desearía; lo
cual significa que se debe efectuar un arreglo y ajustar el espacio que se necesita al espacio que se
puede poner lógicamente a disposición. Este ajuste es una de las etapas más delicadas del SLP.
Si las necesidades son superiores a las disponibilidades, es preciso reducirlas. Como norma general,
esta reducción no debe hacerse por una simple proporcionalidad entre todos los sectores que
intervienen. Es preferible reducir las necesidades allá donde pueda realmente hacerse con el mínimo
perjuicio para el funcionamiento total de la empresa. En otras palabras, es necesario valorar y
clasificar cada uno de los sectores para poder determinar cuáles pueden ser reducidos.
Normalmente, las zonas que se pueden disminuir son las de interés general, abiertas, adaptables,
que pueden cumplir varios objetivos. En definitiva, siempre se llega a encontrar espacio para los
almacenes o los despachos, si es necesario. Esta es la razón por la cual muchos proyectos de
planteamiento se acaban sin almacenes ni espacios adecuados para los Servicios.
Los espacio necesarios para los elementos directos de producción (proceso industrial) se explicaron
en la lección 2 de este mismo material.
En lo que se refiere a los espacios necesarios para los elementos auxiliares de producción, en la
lección 3 se dio una bibliografía de donde extraer superficies mínimas en función de casos prácticos,
las cuales complementadas con la normativa y las recomendaciones indicadas en la misma lección 3,
forman un buen referente para hallar los metros cuadrados mínimos necesarios de cada actividad.
Para realizar el diagrama relacional de espacios, la base es el diagrama relacional de recorridos y/o
actividades, pero esta vez sobre un papel cuadriculado (ver fig. 4.8) y aproximando el espacio
necesario de cada actividad a su tamaño de dibujo (también se pueden utilizar herramientas
informáticas de dibujo).
Almacen
1 15 m
2
Producción
2 21 m
2
Laboratorio
3 18 m
2
Con esto se termina la fase de análisis del SLP y ya se entra en la fase de síntesis.
Se parte del diagrama relacional de espacios y se modifica teniendo en cuenta una serie de factores
influyentes, como pueden ser el confort del personal y dónde se encuentran los abastecimientos de
servicios, y teniendo en cuenta también una serie de limitaciones prácticas como pueden ser
limitaciones urbanísticas u otras impuestas por la normativa vigente.
El resultado final de la fase de síntesis son varias opciones de distribución en planta adaptadas a las
necesidades de la industria.
A partir de las alternativas propuestas en la fase de síntesis se debe realizar una evaluación de estas
para poder seleccionar cuál es la óptima para la implantación que se esté realizando. A partir de
haber realizado esta selección, ya tan sólo falta el implantarla y realizar un seguimiento del proyecto
para comprobar que se esté ejecutando tal y como se había planeado.
5.1 INTRODUCCIÓN
En esta lección se muestra en que se debe tener en cuenta la salud laboral en una implantación
industrial. La inmensa mayoría de problemas de salud laboral que pueden aparecer en el trabajo
cotidiano de una planta industrial se pueden evitar si se tienen en cuenta en la fase de diseño de la
planta. Para ello es necesario un diseño muy depurado de los lugares de trabajo, así como de las
medidas preventivas a adoptar.
En este capítulo se realiza una breve explicación del marco legal existente en el tema de salud laboral y
posteriormente se indican las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, las
cuales se deberán tener en cuenta en el momento del diseño de una implantación.
Dentro de este marco general se encuentra el Real Decreto 486/1997, del 14 de abril, por el que se
establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Este Real Decreto
traspone al ordenamiento jurídico español la Directiva 89/654/CEE de 30 de noviembre, donde ya se
habían establecido las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
En este capítulo se ha dado una gran importancia al Real Decreto 486/1997 debido a que se considera
fundamental realizar un correcto diseño de los lugares de trabajo para obtener una buena distribución
en planta final de la industria.
Aunque esta Guía se refiere exclusivamente a dicho Real Decreto, es preciso tener en cuenta que
también se encuadra en la reglamentación general sobre seguridad y salud en el trabajo, constituida
principalmente (tal y como se ha comentado al principio de este mismo apartado) por la Ley 31/1995 y
el Real Decreto 39/1997.
Por lo tanto, junto a las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, cualquier
empresario debe asegurar también el cumplimiento de los preceptos de carácter general contenidos en
la Ley y Reglamento citados.
Buena parte de las materias reguladas en el Real Decreto 486/1997, condiciones constructivas de los
lugares de trabajo, iluminación, servicios higiénicos y locales de descanso, etc., estaban reguladas
anteriormente por la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, aprobada mediante
Orden del 9 de marzo de 1971. Esta Ordenanza General quedó parcialmente derogada, en sus partes
comunes, por la entrada en vigor del Real Decreto 486/1997.
Todo este marco legal se puede apreciar en la figura 5.1 que se adjunta seguidamente.
5.1 INTRODUCCIÓN
En esta lección se muestra en que se debe tener en cuenta la salud laboral en una implantación
industrial. La inmensa mayoría de problemas de salud laboral que pueden aparecer en el trabajo
cotidiano de una planta industrial se pueden evitar si se tienen en cuenta en la fase de diseño de la
planta. Para ello es necesario un diseño muy depurado de los lugares de trabajo, así como de las
medidas preventivas a adoptar.
En este capítulo se realiza una breve explicación del marco legal existente en el tema de salud laboral y
posteriormente se indican las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, las
cuales se deberán tener en cuenta en el momento del diseño de una implantación.
Dentro de este marco general se encuentra el Real Decreto 486/1997, del 14 de abril, por el que se
establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. Este Real Decreto
traspone al ordenamiento jurídico español la Directiva 89/654/CEE de 30 de noviembre, donde ya se
habían establecido las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
En este capítulo se ha dado una gran importancia al Real Decreto 486/1997 debido a que se considera
fundamental realizar un correcto diseño de los lugares de trabajo para obtener una buena distribución
en planta final de la industria.
Aunque esta Guía se refiere exclusivamente a dicho Real Decreto, es preciso tener en cuenta que
también se encuadra en la reglamentación general sobre seguridad y salud en el trabajo, constituida
principalmente (tal y como se ha comentado al principio de este mismo apartado) por la Ley 31/1995 y
el Real Decreto 39/1997.
Por lo tanto, junto a las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, cualquier
empresario debe asegurar también el cumplimiento de los preceptos de carácter general contenidos en
la Ley y Reglamento citados.
Buena parte de las materias reguladas en el Real Decreto 486/1997, condiciones constructivas de los
lugares de trabajo, iluminación, servicios higiénicos y locales de descanso, etc., estaban reguladas
anteriormente por la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, aprobada mediante
Orden del 9 de marzo de 1971. Esta Ordenanza General quedó parcialmente derogada, en sus partes
comunes, por la entrada en vigor del Real Decreto 486/1997.
Todo este marco legal se puede apreciar en la figura 5.1 que se adjunta seguidamente.
El Real Decreto 486/1997 se puede encontrar en la página web del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales, concretamente en la siguiente dirección:
http://www.mtas.es/insht/legislation/lugares.htm
Directiva 89/654/CEE de 30 de
noviembre (establece las Ley 31/1995 de 8 de noviembre, de
disposiciones mínimas de seguridad
Prevención de Riesgos Laborales.
y salud en los lugares de trabajo
Derogación parcial de la
Guía Técnica para la evaluación y Ordenanza General de
prevención de los riesgos relativos a Seguridad e Higiene en el
la utilización de lugares de trabajo. trabajo (1971).
El Real Decreto 486/1997 es de aplicación en todos los lugares de trabajo excepto los indicados en el
artículo 1 del mismo Real Decreto. Estos lugares son:
a) Los medios de transporte utilizados fuera de la empresa o centro de trabajo, así como a los
lugares de trabajo situados dentro de los medios de transporte (por ejemplo aviones, barcos,
trenes, vehículos de carretera, etc.).
b) Las obras de construcción temporales o móviles (aplicable el Real Decreto 1627/1997).
c) Las industrias de extracción, por ejemplo Minas (aplicable el Real Decreto 1389/1997).
d) Los buques de pesca (aplicable el Real Decreto 1216/1997).
e) Los campos de cultivo, bosques y otros terrenos que formen parte de una empresa o centro de
trabajo agrícola o forestal, pero que estén situados fuera de la zona edificada de los mismos.
Los lugares de trabajo de los apartados (a) y (e) están pendientes de una regulación específica, una vez
que se apruebe la correspondiente Directiva Europea. Mientras tanto, se les aplicará la Ordenanza
General de Seguridad e Higiene en el Trabajo aprobada por Orden del 9 de marzo de 1971.
En el artículo 2 del Real Decreto 486/1997 se da una definición de “lugares de trabajo”. Esta definición
es la siguiente:
Se entenderá por "lugares de trabajo" las áreas del centro de trabajo, edificadas o no, en las
que los trabajadores deban permanecer o a las que puedan acceder en razón de su trabajo. Se
consideran incluidos en esta definición los servicios higiénicos y locales de descanso, los
locales de primeros auxilios y los comedores (incluye también escuelas, hoteles universidades,
etc.).
Evidentemente todas las disposiciones sobre salud y seguridad laboral de la normativa vigente
afectarán a la implantación de una industria en el momento de su diseño. En este capítulo se explicarán
los aspectos a tener en cuenta en las distintas zonas del edificio industrial.
El empresario deberá adoptar las medidas necesarias para que la utilización de los lugares de
trabajo no origine riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores o, si ello no fuera posible,
para que tales riesgos se reduzcan al mínimo.
En cualquier caso, los lugares de trabajo deberán cumplir las disposiciones mínimas establecidas
en el Real Decreto 486/1997 en cuanto a sus condiciones constructivas, orden, limpieza y
mantenimiento, señalización, instalaciones de servicio o protección, condiciones ambientales,
iluminación, servicios higiénicos y locales de descanso, y material y locales de primeros auxilios.
Otras obligaciones del empresario en cuanto a seguridad y salud son las que se refieren a las
condiciones constructivas de los lugares de trabajo. Estas son las siguientes:
El diseño y las características constructivas de los lugares de trabajo deberán ofrecer seguridad
frente a los riesgos de resbalones o caídas, choques o golpes contra objetos y derrumbamientos o
caídas de materiales sobre los trabajadores.
El diseño y las características constructivas de los lugares de trabajo deberán también facilitar el
control de las situaciones de emergencia, en especial en caso de incendio, y posibilitar, cuando sea
necesario, la rápida y segura evacuación de los trabajadores.
Las dimensiones de los locales de trabajo deberán permitir que los trabajadores realicen su trabajo sin
riesgos para su seguridad y salud. A efectos de diseño, sus dimensiones mínimas serán las siguientes:
Las zonas de los lugares de trabajo en las que exista riesgo de caída, de caída de objetos o de contacto
o exposición a elementos agresivos, deberán estar claramente señalizadas.
Las abertura o desniveles que supongan un riesgo de caída de personas se protegerán mediante
barandillas u otros sistemas de protección de seguridad equivalente, que podrán tener partes móviles
cuando sea necesario disponer de acceso a la abertura. Deberán protegerse, en particular:
Las barandillas serán de materiales rígidos, tendrán una altura mínima de 90 centímetros y dispondrán
de una protección que impida el paso o deslizamiento por debajo de las mismas o la caída de objetos
sobre personas.
La anchura mínima de las puertas exteriores debe ser de 80 centímetros, y la de los pasillos de 1 metro.
Los muelles de carga deberán tener al menos una salida, o una en cada extremo cuando tengan gran
longitud y sea técnicamente posible. Así mismo, para evitar que un trabajador quede atrapado entre el
suelo inferior y las paredes del muelle de carga, se deberá habilitar una salida (por ejemplo, una
escalera entre el nivel inferior y el superior). Cuando el muelle tenga mucha longitud, se le deberá dotar
con dos escaleras. Una solución alternativa es construir uno o varios refugios (ver Fig. 5.2).
Las vías de circulación de vehículos no deben pasar cerca de elementos tales como pilares, estanterías
de almacenamiento, etc. que puedan desplomarse si el vehículo choca contra ellos, a menos que el
objeto esté debidamente protegido por barreras u otra protección adecuada. Además, cuando una vía
de circulación de trabajadores cerrada finalice en una puerta de salida al exterior que cruce con una vía
de circulación de vehículos, se deberían colocar barandillas o barreras a una distancia mínima de un
metro de la salida, con el fin de impedir que los trabajadores salgan directamente a la vía de circulación
de vehículos.
Las puertas y portones mecánicos deberán funcionar sin riesgo para los trabajadores. Tendrán
dispositivos de parada de emergencia de fácil identificación y acceso, y podrán abrirse de forma
manual, salvo si se abren automáticamente en caso de avería del sistema de emergencia. Así mismo,
las puertas de acceso a las escaleras no se abrirán directamente sobre sus escalones sino sobre
descansos de anchura al menos igual a la de los escalones.
Las rampas tendrán una pendiente máxima del 12% cuando su longitud sea menor que 3 metros, del
10% cuando su longitud sea menor que 10 metros o del 8% en el resto de los casos.
Las escaleras tendrán una anchura mínima de 1 metro, excepto en las de servicio, que será de 55
centímetros. Los escalones de las escaleras que no sean de servicio tendrán una huella comprendida
entre 23 y 36 centímetros, y una contrahuella entre 13 y 20 centímetros. Los escalones de las escaleras
de servicio tendrán una huella mínima de 15 centímetros y una contrahuella máxima de 25 centímetros.
Todos los peldaños de una misma escalera tendrán las mismas dimensiones. Se entiende por escaleras
de servicio aquellas cuyo uso es esporádico y restringido a personal autorizado.
La altura máxima entre los descansos de las escaleras será de 3,7 metros. La profundidad de los
descansos intermedios, medida en dirección a la escalera, no será menor que la mitad de la anchura de
ésta, ni menor de 1 metro. El espacio libre vertical desde los peldaños no será inferior a 2,2 metros.
En las figuras 5.3 y 5.4 se pueden observar otras disposiciones acerca del diseño de escaleras en una
implantación.
Las vías y salidas de evacuación, así como las vías de circulación y las puertas que den acceso a ellas,
se ajustarán a lo dispuesto en su normativa específica.
La normativa específica comprende el Real Decreto 2177/1996, de 4 de octubre, por el que se aprueba
la Norma Básica de la Edificación, NBE-CPI/96, Condiciones de Protección Contra Incendios en los
Edificios y las Ordenanzas Municipales de protección contraincendios en los municipios que las tengan.
De acuerdo con lo que establece la Disposición Derogatoria única del Real Decreto 486/1997, el artículo
24 y el capítulo VII de la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, seguirán vigentes
para aquellos lugares de trabajo a los que no se les aplica la citada NBE-CPI/96.
En todo caso, y a salvo de disposiciones específicas de la normativa citada, dichas vías y salidas
deberán satisfacer las condiciones que se establecen en los siguientes puntos de este apartado.
En caso de peligro, los trabajadores deberán poder evacuar todos los lugares de trabajo
rápidamente y en condiciones de máxima seguridad.
Las puertas de emergencia deberán abrirse hacia el exterior y no deberán estar cerradas, de forma
que cualquier persona que necesite utilizarlas en caso de urgencia pueda abrirlas fácil e
inmediatamente. Estarán prohibidas las puertas específicamente de emergencia que sean
correderas o giratorias.
Las puertas situadas en los recorridos de las vías de evacuación deberán estar señalizadas de
manera adecuada. Se deberán poder abrir en cualquier momento desde el interior sin ayuda
especial. Cuando los lugares de trabajo estén ocupados, las puertas deberán poder abrirse.
Las vías y salidas de evacuación, así como las vías de circulación que den acceso a ellas, no
deberán estar obstruidas por ningún objeto de manera que puedan utilizarse sin trabas en
cualquier momento. Las puertas de emergencia no deberán cerrarse con llave.
En caso de avería de la iluminación, las vías y salidas de evacuación que requieran iluminación
deberán estar equipadas con iluminación de seguridad de suficiente intensidad.
Los lugares de trabajo deberán ajustarse a lo dispuesto en la normativa que resulte de aplicación sobre
condiciones de protección contra incendios.
En todo caso, y a salvo de disposiciones específicas de la normativa citada, dichos lugares deberán
satisfacer las condiciones que se señalan en los siguientes puntos de este apartado.
Según las dimensiones y el uso de los edificios, los equipos, las características físicas y químicas
de las sustancias existentes, así como el número máximo de personas que puedan estar
presentes, los lugares de trabajo deberán estar equipados con dispositivos adecuados para
combatir los incendios y, si fuere necesario, con detectores contra incendios y sistemas de alarma.
Los dispositivos no automáticos de lucha contra los incendios deberán ser de fácil acceso y
manipulación. Dichos dispositivos deberán señalizarse conforme a lo dispuesto en el Real Decreto
485/1997 de 14 de abril sobre disposiciones mínimas de señalización de seguridad y salud en el
trabajo. Dicha señalización deberá fijarse en los lugares adecuados y ser duradera. La instalación
de alumbrado de emergencia, según establece la NBE-CPI 96, debe proporcionar una intensidad
de, al menos, 5 lux en los puntos donde estén situados los equipos de las instalaciones de
protección contra incendios que exijan utilización manual y en los cuadros de distribución del
alumbrado.
El Capítulo VII del Título II de la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo que, de
acuerdo con la Disposición Derogatoria Única del Real Decreto 486/1997, seguirá vigente para
aquellos locales a los que no se les aplique la NBE-CPI 96, y para aquellos que estén excluidos del
ámbito de aplicación del Real Decreto 486/1997 (ver apartado 5.3.1).
La exposición a las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no debe suponer un riesgo para
la seguridad y la salud de los trabajadores. Así mismo, y en la medida de lo posible, las condiciones
ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los
trabajadores. A tal efecto, deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas, los cambios
bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas, los olores desagradables, la irradiación
excesiva y, en particular, la radiación solar a través de ventanas, luces o tabiques acristalados.
En los locales de trabajo cerrados deberán cumplirse, en particular, las condiciones expuestas a
continuación en este mismo apartado.
La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y
25º.
La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70%, excepto en los locales donde existan
riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será el 50%.
Los trabajadores no deberán estar expuestos de forma frecuente o continuada a corrientes de aire cuya
velocidad exceda los siguientes límites:
Estos límites no se aplicarán a las corrientes de aire expresamente utilizadas para evitar el estrés en
exposiciones intensas al calor, ni a las corrientes de aire acondicionado, para las que el límite será de
0,25 m/s en el caso de trabajos sedentarios y 0,35 m/s en los demás casos.
Sin perjuicio de lo dispuesto con relación a la ventilación de determinados locales en el Real Decreto
1618/1980, de 4 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Calefacción, Climatización y Agua
Caliente Sanitaria, la renovación mínima del aire de los locales de trabajo será de 30 metros cúbicos de
aire limpio por hora y trabajador, en el caso de trabajos sedentarios en ambientes no calurosos ni
contaminados por humo de tabaco, y de 50 metros cúbicos en los casos restantes, a fin de evitar el
ambiente viciado y los olores desagradables.
En los lugares de trabajo al aire libre y en los locales de trabajo que, por la actividad desarrollada, no
puedan quedar cerrados, deberán tomarse medidas para que los trabajadores puedan protegerse, en la
medida de lo posible, de las inclemencias del tiempo.
La iluminación de los lugares de trabajo deberá permitir que los trabajodores dispongan de condiciones
de visibilidad adecuadas para poder circular por los mismos y desarrollar en ellos sus actividades sin
riesgo para su seguridad y salud.
La iluminación de cada zona o parte de un lugar de trabajo deberá adaptarse a las características de la
actividad que se efectúe en ella, teniendo en cuenta:
a) Los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores dependientes de las condiciones de
visibilidad.
b) Las exigencias visuales de las tareas desarrolladas.
Siempre que sea posible, los lugares de trabajo tendrán una iluminación natural, que deberá
complementarse con una iluminación artificial cuando la primera, por sí sola, no garantice las
condiciones de visibilidad adecuadas. En tales casos se utilizará preferentemente la iluminación artificial
general, complementada a su vez con una localizada cuando en zonas concretas se requieran niveles
de iluminación elevados.
Los niveles mínimos de iluminación de los lugares de trabajo serán los establecidos en la tabla 5.1:
Estos niveles mínimos deberán duplicarse cuando concurran las siguientes circunstancias:
a) En las áreas o locales de uso general y en las vías de circulación, cuando por sus
características, estado u ocupación, existan riesgos apreciables de caídas, choques u otros
accidentes.
b) En las zonas donde se efectúen tareas, cuando un error de apreciación visual durante la
realización de las mismas pueda suponer un peligro para el trabajador que las ejecuta o para
terceros o cuando el contraste de niveles de iluminación o de color entre el objeto a visualizar y
el fondo sobre el que se encuentra sea muy débil.
No obstante lo señalado en los párrafos anteriores, estos límites no serán aplicables en aquellas
actividades cuya naturaleza lo impida.
La iluminación de los lugares de trabajo deberá cumplir, además, en cuanto a su distribución y otras
características, las siguientes condiciones:
c) Se evitarán los deslumbramientos directos producidos por la luz solar o por fuentes de luz
artificial de alto nivel de iluminación. En ningún caso éstas se colocarán sin protección en el
campo visual del trabajador.
Los lugares de trabajo, o parte de los mismos, en los que un fallo del alumbrado normal suponga un
riesgo para la seguridad de los trabajadores dispondrán de un alumbrado de emergencia de evacuación
y de seguridad.
Los sistemas de iluminación utilizados no deben originar riesgos eléctricos, de incendio o de explosión,
cumpliendo, a tal efecto, lo dispuesto en la normativa específica vigente.
Por lo que respecta a la uniformidad de la iluminación, la tarea debería ser iluminada de la forma más
uniforme posible. Se recomienda que la relación entre los valores mínimo y máximo de los niveles de
iluminación existentes en el área del puesto donde se realiza la tarea no sea inferior a 0,8.
Por otro lado, con el fin de evitar las molestias debidas a los cambios bruscos de luminancia, el nivel de
iluminación en los alrededores debe estar en relación con el nivel existente en el área de trabajo. En
áreas adyacentes, aunque tengan necesidades de iluminación distintas, no deben existir niveles de
iluminación muy diferentes; se recomienda que dichos niveles no difieran en un factor mayor de cinco;
por ejemplo, el acceso y los alrededores de una zona de trabajo cuyo nivel de iluminación sea de 500
lux debería tener una iluminación de, al menos, 100 lux.
En la Guía del Real Decreto 486/1997 existe el Anexo A, donde se encuentran tablas de iluminación en
función de la actividad a desarrollar.
Los lugares de trabajo dispondrán de vestuarios cuando los trabajadores deban llevar ropa especial de
trabajo y no se les pueda pedir, por razones de salud o decoro, que se cambien en otras dependencias.
Se entiende por ropa especial de trabajo aquella que se utilice exclusivamente para dicha actividad, tal
como guardapolvos, batas, monos, trajes térmicos, trajes impermeables, o aquellos otros que tengan
por objeto garantizar condiciones asépticas, como por ejemplo los utilizados en industrias farmacéuticas
y de alimentación.
Los vestuarios estarán provistos de asientos y de armarios o taquillas individuales con llave, que
tendrán la capacidad suficiente para guardar la ropa y el calzado. Los armarios o taquillas para la ropa
de trabajo y para la de calle estarán separados cuando ello sea necesario por el estado de
contaminación, suciedad o humedad de la ropa de trabajo.
Cuando los vestuarios no sean necesarios, los trabajadores deberán disponer de colgadores o armarios
para colocar su ropa.
Los lugares de trabajo dispondrán, en las proximidades de los puestos de trabajo y de los vestuarios, de
locales de aseo con espejos, lavabos con agua corriente, caliente si es necesario, jabón y toallas
individuales u otro sistema de secado con garantías higiénicas. Dispondrán además de duchas de agua
corriente, caliente y fría, cuando se realicen habitualmente trabajos sucios, contaminantes o que
originen elevada sudoración. En tales casos, se suministrarán a los trabajadores los medios especiales
de limpieza que sean necesarios.
Si los locales de aseo y los vestuarios están separados, la comunicación entre ambos deberá ser fácil.
Las dimensiones de los vestuarios, de los locales de aseo, así como las respectivas dotaciones de
asientos, armarios o taquillas, colgadores, lavabos, duchas e inodoros, deberán permitir la utilización de
estos equipos e instalaciones sin dificultades o molestias, teniendo en cuenta en cada caso el número
de trabajadores que vayan a utilizarlos simultáneamente (p. ej. en un mismo turno).
Los locales, instalaciones y equipos mencionados en el apartado anterior serán de fácil acceso,
adecuados a su uso y de características constructivas que faciliten su limpieza.
Los vestuarios, locales de aseos y retretes estarán separados para hombres y mujeres, o deberá
preverse una utilización por separado de los mismos. No se utilizarán para usos distintos de aquellos
para los que estén destinados.
El número recomendable de locales de aseo es de uno por cada 10 trabajadores o fracción de éstos.
Para los espejos se recomienda uno por cada 25 trabajadores o fracción que finalicen su jornada
simultáneamente. En cuanto al número de duchas, se recomienda una ducha por cada diez
trabajadores o fracción que finalicen su jornada simultáneamente.
Los inodoros de los aseos dispondrán de descarga automática de agua y papel higiénico. En los
inodoros que hayan de ser utilizados por mujeres se instalarán recipientes especiales y cerrados. Las
cabinas de los retretes estarán provistas de una puerta con cierre interior y de una percha.
Los inodoros estarán en recintos individuales, y su número recomendable será el de uno por cada 25
hombres y uno por cada 15 mujeres, o fracción, que trabajen en la misma jornada.
Locales de descanso
Cuando la seguridad o la salud de los trabajadores lo exijan, en particular en razón del tipo de actividad
o del número de trabajadores, se dispondrá de un local de descanso de fácil acceso.
Las dimensiones de los locales de descanso y su dotación de mesas y asientos con respaldos serán
suficientes para el número de trabajadores que deban utilizarlos simultáneamente.
Las trabajadoras embarazadas y madres lactantes deberán tener la posibilidad de descansar tumbadas
en condiciones adecuadas.
Los lugares de trabajo en los que, sin contar con locales de descanso, el trabajo se interrumpa regular y
frecuentemente, dispondrán de espacios donde los trabajadores puedan permanecer durante esas
interrupciones, si su presencia durante las mismas en la zona de trabajo supone un riesgo para su
seguridad o salud o para la de terceros.
Tanto en los locales de descanso como en los espacios mencionados en el apartado anterior deberán
adoptarse medidas adecuadas para la protección de los no fumadores contra las molestias originadas
por el humo del tabaco.
Los lugares de trabajo dispondrán de material para primeros auxilios en caso de accidente, que deberá
ser adecuado, en cuanto a su cantidad y características, al número de trabajadores, a los riesgos a que
estén expuestos y a las facilidades de acceso al centro de asistencia médica más próximo. El material
de primeros auxilios deberá adaptarse a las atribuciones profesionales del personal habilitado para su
prestación.
La situación o distribución del material en el lugar de trabajo y las facilidades para acceder al mismo y
para, en su caso, desplazarlo al lugar del accidente, deberán garantizar que la prestación de los
primeros auxilios pueda realizarse con la rapidez que requiera el tipo de daño previsible.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartados anteriores, todo lugar de trabajo deberá disponer, como
mínimo, de un botiquín portátil que contenga desinfectantes y antisépticos autorizados, gasas estériles,
algodón hidrófilo, venda, esparadrapo, apósitos adhesivos, tijeras, pinzas y guantes desechables.
Los lugares de trabajo de más de 50 trabajadores deberán disponer de un local destinado a los
primeros auxilios y otras posibles atenciones sanitarias.También deberán disponer del mismo los
lugares de trabajo de más de 25 trabajadores para los que así lo determine la autoridad laboral,
teniendo en cuenta la peligrosidad de la actividad desarrollada y las posibles dificultades de acceso al
centro de asistencia médica más próximo.
Los locales de primeros auxilios dispondrán, como mínimo, de un botiquín, una camilla y una fuente de
agua potable. Estarán próximos a los puestos de trabajo y serán de fácil acceso para las camillas.
6.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se tratan las características que debe tener un edificio industrial. Son condicionantes
externos que influyen en el diseño. Se centran básicamente en lograr un alto grado de calefacción y/o
refrigeración natural, ventilación natural e iluminación natural, aprovechando al máximo los recursos
naturales de la zona donde se realice la implantación.
La primera función de un edificio industrial es albergar en su interior todas las dependencias surgidas
precisamente de la distribución en planta ya realizada. Así pues, su diseño estará directamente
relacionado con la actividad que se va a desarrollar en su interior.
Aunque la explicada en el parágrafo anterior sea la primera premisa a cumplir por el edificio industrial,
no es la única, siendo justamente las restantes las que aportan un toque de calidad al diseño. Estas
otras características del edificio industrial son las que se explicarán en el resto de capítulo, estando
directamente relacionadas con el entorno que rodea la implantación.
Estas técnicas se pueden analizar desde dos vertientes distintas para a la vez complementarias.
Estas son:
Una destinada al estudio del exterior del edificio y las técnicas pasivas.
La otra destinada al estudio de las técnicas activas.
Como técnicas activas se engloban todas aquellas que sean instalaciones que modifiquen de forma
artificial el clima en el interior del edificio (refrigeración, calefacción, instalaciones eléctricas, etc.).
Como el objeto de este material no es explicar de forma exhaustiva los distintos tipos de
instalaciones, este capítulo se centra en el estudio del exterior del edificio y las técnicas pasivas.
Así pues, dicho de otra forma, para analizar los condicionantes climáticos es necesario ver el
problema desde dos posibles vías de solución diferentes:
Sin duda, una de las tareas principales de un proyectista es la compatibilizar estos dos aspectos con
las exigencias funcionales del edificio analizadas en capítulos anteriores.
El conceder una importancia especial a la calidad exterior del edificio es el primer elemento en que se
basa la creación de unas condiciones de confort satisfactorias en el interior.
Las arquitecturas bioclimáticas dan ideas de por dónde se puede enfocar la resolución de este
problema.
Para que un edificio sea confortable debe ser fácil de calentar, pero también es necesario que se
mantenga fresco en verano y que tenga un consumo de energía lo más reducido posible.
También se pueden reducir las necesidades de calefacción aumentando la aportación solar mediante:
En la figura 6.1 se aprecia un ejemplo de una zona de producción rodeada de otras zonas que la
protegen de pérdidas de calor, con lo cual la climatización necesaria en la zona de producción será
mucho menor.
Alamacén
Oficina Personal
Salida
Técnica
Laboratorio
Almacén Entrada
Fig. 6.1. Organización de espacios
Los condicionantes a tener en cuenta para la orientación de las fachadas son los siguientes:
Estas indicaciones ayudan a orientar el edificio en función de la necesidad de sol y calor de las
distintas dependencias.
En invierno el viento acostumbra a ser frío, con lo cual es aconsejable buscar formas de proteger el
edificio del viento dominante de la zona. Para ello se puede utilizar:
La ventilación en verano
La circulación de aire, con aportación exterior, es una estrategia que provoca un impacto en el confort
psicológico del usuario.
Además, con la circulación de aire se tiende a refrigerar el edificio de manera que se evacuan las
calorías acumuladas en las paredes de las fachadas.
En caso de necesitar varios edificios en la misma parcela, es mejor agruparlos adquiriendo una forma
más compacta. De esta forma existen menos metros cuadrados de fachada, con lo que hay menos
superficie de intercambio de calor. Además, al juntar los edificios, unos protegen a otros de las
inclemencias climatológicas.
Los edificios están situados en un entorno climático y humano concreto. Lo que se puede hacer es
variar el microclima de una zona mediante:
Inercia térmica
Así por ejemplo, una pared que en invierno está todo el día expuesta al sol, transmite calor hacia su
interior, pero al mismo tiempo está acumulando calor. En el momento en que no haya sol va a
transmitir hacia el interior el calor acumulado, contribuyendo a la estabilidad térmica.
En verano puede pasar al revés. Si las paredes de un edificio han adquirido una temperatura baja
durante la noche, en el momento que se haga de día y la temperatura suba van a dar una sensación
de frescor al interior.
La cubierta es la superficie de un edificio que recibe más energía solar (sobre todo en verano). Ello
provoca que adquiera unas temperaturas muy elevadas y que transmita gran cantidad de calor al
interior del recinto. Por ello puede ser necesario el disponer de una sobrecubierta ventilada para
evitar que el calor acumulado llegue hasta el interior.
Aislamiento térmico
Resulta muy interesante la utilización de aislamiento térmico para paredes y techos. De esta forma se
reducen los choques térmicos, se reducen los puentes térmicos y se ayuda a conservar la inercia
térmica.
La ventilación natural se puede producir de tres formas distintas, en función de dónde estén las
oberturas y cuáles sean las condiciones climatológicas externas.
a) Aprovechando la diferencia de densidad entre aire frío y el aire caliente. Se sitúa la entrada de
aire en la parte baja de la fachada y la salida en la cubierta, donde la temperatura acostumbra a
ser más elevada (ventilación vertical). Esta diferencia de temperaturas provoca una corriente de
abajo a arriba (corriente por convección). En la figura 6.2, gráfico “a”, se observa esta solución.
b) Aprovechando la diferencia de densidad del aire entre fachadas opuestas. Esta diferencia de
densidad es provocada por la diferencia de temperatura entre la fachada expuesta al sol y la no
expuesta. Así pues, el aire entra por la fachada más fría (aire más denso) y sale por la fachada
más caliente (aire menos denso). La corriente de aire se produce por convección (ventilación
horizontal). La corriente de aire que se crea no es molesta para el personal. En la figura 6.2,
gráfico “b”, se observa esta solución.
Se crea una depresión instalando aspiradores. Esta extracción motiva que el aire entre por
depresión al interior del edificio mediante otras oberturas dejadas en los cerramientos del mismo.
Dos ejemplos de distinta colocación de los aspiradores se aprecian en la figura 6.3.
Las necesidades de luz suelen depender del tipo de proceso de fabricación de la planta. De forma
genérica, se dan los siguientes valores para diferentes tipos de actividades:
50 lux orientación
100 – 300 lux ejercicios sencillos
300 – 800 lux ejercicios normales
800 – 1500 lux ejercicios difíciles
1500 – 3000 lux ejercicios muy difíciles
5000 lux casos especiales
10000 lux iluminación a cielo abierto
La orientación y disposición del edificio es muy importante para lograr la cantidad y uniformidad
necesarias de luz natural.
Siempre es mucho mejor dotar de iluminación natural al edificio a través de lucernarios en la cubierta
que a través de ventanas en las fachadas. De esta forma se evitan posibles distracciones de los
operarios mirando por la ventana, y además las paredes acostumbran a estar ocupadas por
maquinaria, instalaciones, papeles, etc.
Así pues, en la figura 6.5 se pueden apreciar diferentes soluciones de lucernarios para distintos tipos
de cubiertas.
En la figura 6.6 se aprecian las uniformidades de luz natural en función de la solución de lucernarios
escogida.
7.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se van a describir los principales tipos de forjados, soleras y pavimentos que se
pueden encontrar en la construcción industrial (incluyendo las oficinas), haciendo especial hincapié
en sus características y las ventajas e inconvenientes de cada tipología mostrada.
7.2 FORJADOS
De viga y bovedilla
Unidireccional
Losas alveolares
Tradicional
Losa
Mixta hormigón - acero
En los forjados unidireccionales se deben considerar dos posibilidades estructurales, los formados
por viguetas y los constituidos por placas alveolares planas armadas.
Son forjados constituidos por viguetas o semiviguetas, generalmente de hormigón (aunque también
pueden ser de acero), dispuestas en una misma dirección y apoyadas sobre elementos estructurales
de mayor función estática como son las jácenas. Entre las viguetas se disponen las bovedillas, que
son bloques cerámicos o de hormigón agujereados con la función de aligerar el peso propio del
forjado.
Facilidad de enyesado
Las bovedillas disponen en su cara inferior de un ranurado que facilita la buena adherencia
de enyesados y revocos en los techos.
Actualmente existen bovedillas de poliestireno expandido que presentan además de las ventajas
anteriores otras ventajas muy significativas:
Ahorro energético
Con la utilización de bovedillas y núcleos aligerantes de EPS-Poliestireno Expandido, se
consigue un excelente aislamiento térmico entre plantas, muy importante para la utilización
económica y racional de las calefacciones individuales.
Resistencia al fuego
El EPS-Poliestireno Expandido ignifugado está clasificado en su reacción al fuego M1,
según la Norma UNE-23727-80.
Los forjados con losas alveolares son una variante de los forjados unidireccionales constituidos por
losas armadas. Se trata de elementos estructurales formados a partir de una losa de hormigón como
base, en la cual se le realizan agujeros longitudinales que aligeran su peso.
Cualesquiera que sean las exigencias de una construcción, las placas alveolares permiten una puesta
en obra muy rápida y sencilla.
En la figura 7.3 se observan placas alveolares después de su fabricación y antes del montaje en la
obra.
Las placas alveolares se montan sobre los apoyos sin necesidad de puntales, aun en el caso de
colocar capa de compresión de hormigón encima de ellas, puesto que en el momento de la
colocación son autorresistentes. Ver la figura 7.4, donde se ejemplifica su colocación:
Los elementos aligerantes utilizados en este tipo de forjados pueden ser de hormigón (no
recuperables), de poliestireno expandido (no recuperables), o bien de plástico (recuperables), lo cual
posibilita una amplia gama de formas y tamaños que hace de este tipo de forjados una solución de
gran versatilidad.
En los forjados reticulares, como medida complementaria, debe considerarse la fijación previa de los
bloques aligerantes antes del proceso de hormigonado, con el fin de evitar el desplazamiento de las
piezas.
La figura 7.5 muestra el proceso de encofrado de un forjado reticular con casetones recuperables,
mediante unos puntales inferiores.
7.2.5 Losas
La losa maciza de hormigón armado es un elemento portante sin nervaduras; constituye el sistema
más sencillo.
Pueden ser tradicionales (sólo hormigón y armadura) o mixtas (hormigón, chapa metálica y
armadura).
Losas tradicionales
Se realiza sobre encofrado de tablas que recubren toda la superficie. Encima del encofrado se
colocan las armaduras de hierro, las cuales son sencillas y de fácil colocación. Posteriormente se
vierte el hormigón.
La losa maciza ofrece la ventaja de ser, en casi todos los casos el sistema más económico para luces
inferiores a 4-5 metros.
Sin embargo, este sistema ofrece un conjunto pesado y presenta dificultades, una vez ejecutado,
para el paso de conducciones eléctricas y tuberías.
Este sistema es aconsejable en las cubiertas donde la considerable masa de hormigón favorece a la
absorción de ruidos aéreos. Sin embargo, el forjado con losa maciza presenta un pobre aislamiento
térmico.
Losas mixtas
Son las losas que se realizan utilizando chapas metálicas (en lugar de encofrado de madera), como
base y hormigón armado. En la construcción de forjados la utilización de losas sólidas tradicionales
de hormigón armado se está viendo sustituida cada vez más por losas que incorporan chapas
metálicas perfiladas (véase la Fig. 7.6 y la Fig. 7.7).
Las modernas chapas de acero perfilado con resaltes o embuticiones actúan como un encofrado
permanente durante el hormigonado y como una armadura contra la tracción una vez se ha
endurecido el hormigón.
La losa mixta consiste en una chapa perfilada de acero y un elemento superior de hormigón que
están interconectados (mediante conectores) de forma que puedan resistir los esfuerzos de cortante
horizontales en la unión acero-hormigón. Debe impedirse, completa o parcialmente, el deslizamiento
(desplazamiento relativo) en la unión, así como la separación vertical entre la chapa de acero y la
capa superior de hormigón.
Es indudable que el uso de chapas de acero perfilado acelera el proceso de construcción. También
se utilizan a menudo con hormigón ligero para reducir la carga muerta (peso propio) de los forjados.
A modo de resumen, cabe indicar que existe gran variedad de tipologías de forjados mixtos pero tan
sólo se diferencian entre sí por la sección de hormigón, el tipo de chapa metálica y/o el tipo de
conexión entre ambos.
7.3 SOLERAS
Se colocan en el suelo de la planta baja encima del terreno que previamente se tiene que haber
acondicionado (compactado, etc.). Encima de ellas se dispondrá el pavimento.
Además, a través de la solera se evita la entrada de vapor de agua en el edificio y se evitan las
perdidas caloríficas.
Macizas pesadas
Soleras
Macizas ligeras
Soleras pesadas
Habitualmente se utilizan para grandes superficies y para soportar cargas medias y altas. Por
ejemplo, naves industriales, talleres etc.
Las soleras pesadas se realizan con hormigón y se moldean in situ, utilizándose en almacenes,
garajes y edificios similares. Por lo general estas soleras se moldean con franjas de 4-5 metros de
anchura que recorren el edificio a lo largo.
Es necesario disponer juntas transversales para controlar las dilataciones térmicas y las retracciones
de la solera. Tales juntas pueden formarse simplemente cortando con un disco una ranura de 2,5 cm
de profundidad en la parte superior de la solera dentro de la 30 primeras horas tras el moldeado. Para
2
estas juntas se acostumbran a hacer pastillas cuadradas de más o menos 5 x 5 m .
El acabado superficial del hormigón puede realizarse mediante llana o fratás mecánico, operación
que se lleva a cabo cuando el hormigón todavía está en estado plástico pero con la suficiente
resistencia como para soportar el peso de la máquina y del operario. Otra alternativa posible es el
pulido mecánico de la superficie, que se lleva a cabo a los pocos días de endurecido el hormigón, que
previamente habrá sido tratado con el fratás mecánico. El pulido elimina 1 o 2 mm de hormigón de las
superficie y su objeto es el de mejorar la textura superficial y no el de corregir posibles deficiencias en
la nivelación.
Soleras ligeras
1. Lecho de grava: Material de relleno idóneo para completar el rebaje del terreno y de la capa de
tierra vegetal. Su cara superior debe permitir extender una lámina impermeable que impida la
pérdida de lechada de cemento de hormigón. Puede ser preciso “cegar” la cara superior con una
capa de arena o cenizas finas, especialmente si la membrana impermeable va a ir colocada
debajo del hormigón.
2. Membrana impermeable: Para evitar que la humedad penetre en el interior del edificio a través
del suelo puede usarse una lámina resistente de polietileno.
3. Capa de hormigón: Es el componente que constituye la base maciza plana sobre la que se aplica
el pavimento.
En las soleras ligeras el grosor de hormigón es menor que en las pesadas, por este motivo su peso
es inferior.
7.4 PAVIMENTOS
Los pavimentos, generalmente, se aplican sobre una base estructural (forjado), aunque también
pueden formar parte de la estructura del suelo (encima de una solera). La mayor parte de los
pavimentos deben cumplir una serie de funciones específicas, como:
1. Aspecto: Se escogen principalmente por su atractivo o efecto estético, pese a lo cual deben
reunir unas propiedades razonables de resistencia al desgaste. Por ejemplo: alfombras,
moquetas, parquets de madera, etc.
3. Higiene: se escogen cuando se desea una superficie impermeable, de fácil limpieza y con un
atractivo estético razonable. Ejemplos: Baldosas de gres, láminas y baldosas de cloruro de
polivinilo (PVC).
Pavimentos
Discontinuos
El pavimento continuo es aquel cuya superficie acabada no tiene juntas, o en todo caso son muy
pocas y escasamente perceptibles. Se incluyen chapados de todo tipo, moquetas y materiales
plásticos, además de terrazos in situ.
El pavimento discontinuo es aquel que está integrado por una sucesión de piezas, cuyas uniones
entre sí constituyen las juntas visibles (por ejemplo, baldosas de gres).
En el mercado existen muchísimos tipos de pavimentos, entre los más habituales se destacan los
siguientes:
Están constituidos por baldosas cerámicas, y las principales características son las siguientes:
Inerte: Su carácter inerte, es decir, que repele cualquier posibilidad de vida biológica, evita la
degradación del medio ambiente, pues el barro o la arcilla, una vez pasada la fase de cocción
adquiere la misma propiedad que la piedra o elementos de la naturaleza similares.
Pavimentos de terrazo
Los Pavimentos del terrazo proceden de Italia, donde el mármol se ha utilizado con frecuencia como
material de construcción.
La base de los pavimentos de terrazo está constituida por cemento blanco y mármol en proporción
1:2, no se utiliza arena. El agregado se obtiene troceando el mármol en fragmentos de 2-25 mm.
El espesor del terrazo depende del tamaño del agregado. El espesor estándar suele ser del orden de
15 mm. Se coloca sobre una capa de mortero (mezcla de cemento, arena y agua) de 25 mm de
espesor, cuando todavía está fresca dicha capa.
Para obtener un buen acabado de los pavimentos de terrazo, una vez colocadas las piezas deben
pulirse y abrillantarse mediante una máquina abrillantadora. En la figura 7.10 se observa un
pavimento de terrazo ya pulido y abrillantado.
Pavimentos de parquet
Los pavimentos de parquet se realizan mediante tiras de madera machihembrada. Se realizan con
maderas blandas o duras, en función de su uso. Las tablas se colocarán perpendicularmente a las
vigas y se fijan a ellas mediante clavos especiales de cabeza perdida. Los extremos de las tablas se
unen a tope en el plano del eje de la vigueta de apoyo.
En la imagen 7.11 se aprecia un parquet color cereza donde pueden distinguirse las lamas de madera
del parquet.
Actualmente, en vez de utilizar madera, se utiliza una pasta de madera prensada: se fabrica con
partículas de madera ligadas con resinas sintéticas y/o otros ligantes orgánicos.
Generalmente, se aplican sobre una base estructural (entablado de madera), aunque también pueden
formar parte de la estructura del suelo, como en el caso de los entarimados de piso. En este caso las
lamas de madera se encolarían directamente sobre la solera o forjado.
Tipos de parquet
Parquet tarima: Se denomina parquet tarima, al que está formado por una serie de lamas de
madera maciza en estado natural, de largos que varían entre los 50 y los 340 cm, anchos de
7 a 14 cm y gruesos entre 1,7 y 2,5 cm, siempre dependiendo de la clase de madera.
Estas lamas, que por lo general están machihembradas para un mejor ajuste entre sí, se
clavan sobre unos rastreles o listones que previamente se han colocado sobre un suelo
existente o preparado para el caso. Una vez clavadas y encoladas entre sí, debe
procederse al proceso de desbastado o acuchillado, pulido y barnizado para darle el
aspecto decorativo final. Las características que distinguen un parquet tarima son su
robustez, elegancia y calidez, aprovechando toda la belleza de la madera noble en la
decoración, así mismo su grosor determina que el poder restaurarse y barnizarse perdure a
través de generaciones.
Parquet encolado: Se conoce por parquet encolado a todo aquel que con los adhesivos
adecuados se pega a un suelo existente (solera o forjado) o preparado para el caso.
Normalmente se compone de una serie de tablillas que se van pegando una junto a la otra
en el suelo, con la posibilidad de formar dibujos distintos a la hora de colocarlos.
Estas tablillas de madera maciza en estado natural pueden ser de distintas medidas, siendo
por lo general de largos que varían entre los 20 y 45 cm, con anchos entre los 4 y los 7 cm.
y grosores entre los 0,8 y los 1,5 cm. Al igual que en el caso de las tarimas, después de
instaladas las tablillas se procede al proceso de desbastado, pulido y barnizado para darle
su acabado final.
Se debe destacar de los parquets encolados que al estar adheridos al pavimento de obra,
formando un solo cuerpo, son muy silenciosos al andar por encima de ellos, y que su
belleza, teniendo en cuenta el tamaño de las maderas, es espectacular, así como su
duración, por permitir varias restauraciones con el paso de los años.
Los de madera natural: sus lamas están compuestas por una base de madera
(normalmente de coníferas), en cuya superficie se pegan una serie de tablillas o lamas
de la madera noble que definirá el acabado del parquet. Dependiendo del grosor de
esta madera noble, que según el modelo y fabricante se presentan desde 0,1 a 0,6 cm,
el grosor total de las lamas estará entre 1 y 1,5 cm.
Pavimentos textiles
Los pavimentos de textiles, conocidos habitualmente como moquetas, pueden ser de fibras naturales
o bien de fibras sintéticas, y pueden usarse a su vez como revestimientos de suelos y de paredes.
Los revestimientos textiles pueden adherirse al soporte de dos formas distintas, mediante el pegado,
o bien, mediante el grapado. Según el anclaje, el soporte debe cumplir una serie de condiciones que
se especifican en la tabla 7.1.
Condición de la superficie
Soporte
Para adheridos Para grapados
Yeso Enlucida Guarnecida
Mortero de cemento Bruñida Fratasada
Hormigón Lisa Lisa
Madera Lisa Lisa
Metal Antioxidante Antioxidante
Los revestimientos textiles con fibras naturales utilizan lana vegetal como el algodón o mineral como
la fibra de vidrio, mientras que los revestimientos textiles con fibras sintéticas utilizan el polivinilo y la
poliamida.
En la figura 7.12 se muestran pavimentos de moqueta con una variedad de colores distintos
disponibles en el mercado, además pueden utilizarse moquetas con dibujos.
Pavimentos de goma
En la actualidad existen muchos tipos de pavimentos de goma, aunque cabe destacar que la mayor
parte de ellos están realizados con caucho. El espesor de dichos pavimentos oscila de 10 –20 mm y
2
tienen un preso propio de 12 a 16 kg/m .
Los lugares donde pueden usarse los pavimentos de goma son: instalaciones deportivas, aceras,
parques infantiles, vestuarios, alrededor de una piscina, etc...
Antideslizantes.
Reduce la contaminación acústica.
Trata con cuidado pies y articulaciones en lugares donde se vaya descalzo.
Resistente a la mayor parte de los ácidos y lejías.
Son totalmente reciclables.
Elásticos y resistentes a los cambios climáticos
La instalación puede realizarse sobre arena o gravilla o bien pueden también pegarse sobre asfalto u
otro subsuelo.
En la figura 7.13 pueden verse pavimentos de caucho, los más usados en el mercado.
8.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se pretende dar una visión global y generalizada de los distintos tipos de cubiertas,
centrándose en las cubiertas para naves industriales.
También se describen las distintas posibilidades para aislar térmicamente e impermeabilizar las
cubiertas, dos aspectos muy importantes en las envolventes de los edificios, así como posibles
soluciones para el problema de recogida de aguas pluviales.
La cubierta es, pues, la parte que de alguna forma cubre el hábitat y que adquiere un papel
preponderante en el ambiente protegido interno que se desee lograr.
Se presenta en las normativas actuales como aquel conjunto de elementos que constituyen el
cerramiento superior de los edificios y que están comprendidos entre la superficie inferior del último
techo y el acabado último en contacto con el ambiente exterior.
Las exigencias generales que debe satisfacer la cubierta empiezan por su propia estabilidad y
resistencia mecánica ante cualquier acción a la que se vea sometida (debe soportar su peso y las
posibles cargas de su uso). La garantía ante su deformación o hundimiento debe ser absoluta y para
ello cuenta con su soporte resistente.
La cubierta, además, debe proteger de las inclemencias climáticas, principalmente del agua de la
lluvia, y por ello debe proyectarse y construirse de forma tal que evite la filtración del agua,
asegurando su estanquidad. Por este motivo deben configurarse los mecanismos constructivos
adecuados para evitar filtraciones y favorecer la fácil evacuación de las aguas.
Ante los ciclos de calor y frío, la cubierta debe proporcionar el ambiente interior deseado mediante la
colocación de los adecuados mecanismos térmicos. Se completa el confort de este ambiente interior
con una protección acústica conveniente. La seguridad de su comportamiento ante el fuego completa
la lista de las exigencias que en la actualidad debe satisfacer la cubierta para que los aspectos
fisiológicos, sanitarios, psicológicos y sociológicos queden cubiertos.
De forma general, indicar que antiguamente la protección solar y la evacuación de las aguas de lluvia
eran los principales problemas a resolver, por lo que la cubierta, a modo de sombrilla o paraguas, se
presentaba con grandes pendientes, que eran suficientes para las mínimas exigencias planteadas.
desvía el agua hacia los caminos deseados. Por ello, las cubiertas inclinadas a base de simples
superposiciones de tablerías, pizarras, tejas, etc. han resuelto históricamente de forma satisfactoria
este problema. A medida que la pendiente de la cubierta se reduce, el desvío del curso del agua se
complica, ya que el solape abierto empieza a perder su efectividad como controlador del curso del
agua de lluvia en posiciones próximas a la horizontal.
El desvío del agua hacia los lugares deseados, exige en la cubierta no inclinada, que el solape sea un
solape soldado, puesto que la exigencia fundamental es la de estanquidad absoluta hacia el interior.
En definitiva se exige una “piel continua” como garantía de una envolvente estanca ante el agua de
lluvia.
Soporte resistente
Es el elemento constructivo (normalmente forjado o entramado metálico) que mantiene la
estabilidad de la cubierta. Explicado de otra forma, es donde se apoya la cubierta. En la figura
8.1 se puede apreciar un soporte resistente metálico.
Soporte base
Es el elemento sobre el que se coloca la membrana impermeabilizante. En ocasiones puede ser
el propio soporte resistente (en caso de forjado), aunque generalmente se trata de otros
elementos como las capas de formación de pendientes, aislamiento térmico, capas separadoras
y de difusión de vapor, etc. Es la parte inferior de la cubierta, su base.
Aislamiento térmico
Elemento constituido por una o varias capas de materiales y productos aislantes, que tienen por
objeto limitar las variaciones de temperatura, impedir las pérdidas térmicas y evitar la formación
de condensaciones en adecuado diseño con la barrera de vapor. En la figura 8.2 se aprecian
placas y rollos de material usados para el aislamiento térmico.
Membrana impermeabilizante
Recubrimiento formado por láminas (normalmente asfálticas) que se solapan y sueldan entre sí
formando una capa continua, entregándola al perímetro y puntos singulares de la cubierta y cuya
función es asegurar la estanqueidad de la misma. Existen varios tipos: membrana no adherida,
membrana adherida, membrana semi-adherida y membrana fijada mecánicamente. En la figura
8.3 se observa a un operario colocando una membrana impermeabilizante en obra.
Cubierta caliente
Es aquella cubierta en la que todas sus capas están compuestas de forma compacta, sin
ninguna cámara de aire entre ellas.
Cubierta fría
Es aquella cubierta que contiene entre sus distintas capas una cámara de aire. Ello implica un
mejor aislamiento térmico.
Cubierta autoportante
Sistema de cubierta basado en el principio que el elemento de cubierta debe funcionar a la vez
como elemento resistente. Normalmente acostumbra a estar formada por placas que realizan la
doble función de actuar por un lado como vigas y por otro como cubierta. Tan sólo necesita
soportes en los extremos de las placas. En la figura 8.4 se puede apreciar una cubierta curva de
chapa metálica autoportante.
En edificios de vivienda se usan básicamente cubiertas planas para aprovechar la cubierta como
azotea. En cambio, en edificios industriales, las necesidades más importantes a satisfacer son las
condiciones interiores de confort y el proceso industrial que se lleve a cabo. Por lo tanto, los edificios
industriales se caracterizan por tener cubiertas inclinadas (normalmente tipo sandwich) que dan un
buen aislamiento térmico y una buena evacuación de las aguas pluviales.
Las cubiertas se pueden clasificar en función de su forma, de los materiales usados y del orden en
que se aplican estos materiales en el proceso constructivo.
En general, se pueden clasificar las cubiertas más comunes en la construcción (aunque las hay de
otros tipos pero con un uso menos habitual) de la forma representada en el siguiente esquema:
Transitable
Tradicional
No transitable
Deck
Arcilla
Tradicional
Pizarra
Fibrocemento
- Cubiertas curvas
La cubierta plana es la más utilizada en el mundo de la edificación actual debido a las condiciones y
usos a los que se han visto sometidas las cubriciones planas de los edificios. Algunos usos muy
comunes para cubiertas planas son para terraza, para jardinería, para paso y aparcamiento de
vehículos, para maquinaria de instalaciones del edificio, etc.
Así pues la membrana impermeabilizante se coloca encima del aislamiento térmico (ver Fig. 8.6
y 8.7).
PLAQUETA
DE
MORTERO
DE
LÁMINA DE
POLIETILE
POLYDROS
SOLERA
Este tipo de cubiertas están constituidas (normalmente) por los siguientes materiales (orden
desde exterior hasta interior):
Tanto las cubiertas planas tradicionales como las invertidas pueden ser transitables o no
transitables.
Las cubiertas planas tradicionales transitables son las que permiten el tráfico de peatones y las
no transitables son las que no permiten el tráfico de peatones, pero deben ser accesibles para su
propio mantenimiento.
Cubierta Deck
Otra variedad de las cubiertas planas son las tipo Deck. Son aquellas cuyo soporte está formado
por chapas metálicas. Éstas pueden ser tradicionales o invertidas, en función del orden de
colocación de las distintas capas que componen la cubierta (tradicional, si la capa
impermeabilizante se encuentra encima del aislante térmico, e invertida, en caso contrario) .
En la figura 8.8 se puede apreciar la disposición de las distintas capas de una cubierta Deck.
1) Soporte base
La elección y preparación del perfil metálico es esencial para obtener el resultado
deseado en una cubierta Deck. Entre las características que debe poseer, destacan las
siguientes:
2) Barrera de vapor
La chapa perfilada constituye de por sí una buena barrera contra vapor. No obstante, en
el caso de locales de trabajo de humedad relativa alta, poco ventilados, temperaturas
exteriores e interiores bajas o en atmósferas agresivas en las cuales pueden aparecer
condensaciones intersticiales en la zona del aislante, se procederá a instalar una barrera
de vapor entre la chapa metálica y el aislamiento.
3) Aislamiento térmico
Dos son las funciones básicas que se precisan del aislamiento:
4) Impermeabilizante
No cabe duda que la impermeabilización es el apartado más importante de toda cubierta
Deck. Su misión principal es garantizar la estanquidad del sistema, así como asegurar
que el aislamiento mantenga íntegras todas sus propiedades.
5) Protección superficial
Este tipo de cubierta puede ser ligera o pesada. La cubierta Deck tradicional ligera es
aquella cuya membrana impermeabilizante no precisa protección adicional superficial y
su peso oscila entre 19 y 24 kg/m2.
Dentro de las cubiertas inclinadas, se realiza la siguiente clasificación (tipos más comunes):
Tradicionales
Metálicas
Fibrocemento
En la figura 8.11 se observa un esquema de una cubierta inclinada tradicional, en la 8.12 una
cubierta en ejecución de teja cerámica y en la 8.13 un edificio con teja de pizarra.
Fig. 8.14. Cubierta inclinada metálica con chapa simple con falso techo
Las cubiertas inclinadas metálicas tipo sandwich (Fig. 8.16) están constituidas por dos hojas de
chapa perfilada o grecada, entre las cuales se sitúa un aislamiento constituido por un fieltro de
lana de vidrio (normalmente). Esta cubierta se puede formar in situ, o bien utilizar paneles
prefabricados sandwich.
Las placas de fibrocemento (conocidas vulgarmente por uralitas) se han venido utilizando
durante muchos años en muchos países, entre ellos en España, para cubrir espacios,
generalmente en naves industriales y equipamientos agrícolas, y con menor frecuencia en
edificios residenciales o de use terciario.
Durante muchos lustros, estas placas de cemento con adición de fibras incorporaron derivados
del amianto, debido a su buen comportamiento frente a las elevadas temperaturas.
Sin embargo, investigaciones posteriores han verificado el carácter toxico del amianto y sus
derivados, y favorecedor de determinados tipos de cáncer, por lo que son muchos los países que
han dictado leyes prohibiendo su utilización y ordenando la destrucción controlada de los
materiales existentes. Francia y Suecia son los que más se han distinguido por su lucha para la
desaparición de este tipo de materiales.
Si se pretende evitar una demolición de la cubierta, que podría causar graves daños si se parte o
trocea voluntaria o involuntariamente, el mercado ofrece la posibilidad de encapsular
térmicamente a impermeabilizar la vieja cubierta, colocando en su parte superior unos paneles
prefabricados compuestos por un cuerpo inferior, que constituye el aislamiento térmico,
generalmente a base de poliestireno expandido, que se adapta perfectamente a la forma de la
cubierta existente de fibrocemento.
También es posible realizar cubiertas traslúcidas, teniendo éstas la misma forma que los perfiles
de fibrocemento. De esta manera se consigue una buena y uniforme iluminación por cubierta.
Esta solución de iluminación natural también es posible para otros tipos de cubiertas que no
sean de fibrocemento, mediante la utilización de placas traslúcidas, o bien, mediante claraboyas.
Los tirantes se destinan a absorber los impulsos horizontales en los apoyos debidos a la curvatura de
su estructura y son de acero de alta resistencia. Los contravientos constituyen un sistema de reserva
de seguridad, que se destina a transmitir directamente a las estructuras de soporte de la cobertura
esfuerzos excesivos debidos a la acción del viento. Están dispuestos regularmente, variando el
espacio en función de los diversos parámetros estructurales.
En la figura 8.4 ya se mostró un ejemplo de cubierta curva, y en la 8.17 se puede observar otro.
En la figura 8.18 se observa un detalle de un panel sándwich curvo, y en la 8.19 se muestra una
cubierta curva tipo sandwich realizado in situ en la obra.
Los canalones desembocan en bajantes verticales que conducen el agua desde la cubierta hasta el
nivel del suelo. En la figura 8.20 se aprecian detalles del sistema de sujeción de un canalón colgante
y el empalme de un canalón con un bajante.
Los canalones pueden estar ocultos por algún paramento vertical de la fachada, y también pueden
ser interiores entre dos aguas de dos naves (ver Fig. 8.21).
A partir del plano de cubiertas, se decide el número y situación de los bajantes. Éstos se deben
colocar de modo que queden uniformemente repartidos, pensando en un máximo de por ejemplo, 400
m2 de cubierta por bajante, instalando un mínimo de dos por cubierta para prever rutas alternativas
en caso de ensuciamiento de uno de los bajantes.
Es muy importante realizar un mantenimiento periódico de las cubiertas de los edificios, en especial
de los canalones y del empalme de éstos con los bajantes, pues son elementos que tiene una
utilización muy esporádica y que se pueden ir ensuciando por acumulación de polvo, hojas, etc.
Provocando que no estén en condiciones de uso cuando sean realmente necesarios.
En la figura 8.22 se puede ver el detalle de un canalón de una nave industrial; así mismo, en la figura
8.23 se aprecian dos detalles de bajantes para aguas pluviales.
Los materiales más usuales para canalones y bajantes son: cobre, acero (inoxidable, prelacado y
galvanizado), fibrocemento, PVC, aluminio, etc.
9.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se van a describir las fachadas como elemento de cerramiento de un edificio, sus
características básicas, tipos más comunes y funciones.
Así pues, los siguientes apartados se centran en las fachadas, las cuales forman parte de la
envolvente protectora que protege el interior del edificio de las inclemencias climatológicas.
Las fachadas deben proporcionar el ambiente interior deseado mediante la colocación del adecuado
aislante térmico, así como poseer una protección acústica conveniente. Además, un buen
comportamiento ante el fuego completa la lista de las funciones de las fachadas.
Son la cara visible de una construcción, con lo que el componente estético adquiere mayor
importancia. En su diseño se debe transmitir la imagen deseada por la empresa.
Fachadas ligeras
Fachadas pesadas
Fachadas ligeras
Son las de poco peso y precisan de una estructura auxiliar que las sustente. Pueden quedar
encajadas entre forjados de cada dos pisos y entre cada dos pilares (paneles) o estar
suspendidos inmediatamente delante del plano en el que están alineados los forjados y los
pilares.
Fachada pesada
Son las de mayor peso. Son fachadas a base de elementos autoportantes, ya sean materiales de
obra de fábrica o paneles prefabricados. Ellas mismas soportan su propio peso debiéndose
sujetar (no sustentar) en la estructura para que no se puedan caer.
Obra de fábrica
Bloque
Cerámico
Hormigón
Mampostería (piedra)
Hormigón
In situ
Prefabricado
Placas planas
Placas nervadas
Placas alveolares
Metálicas
Chapa
Simple
Sandwich
Acristalados
Muros cortina
Seguidamente se comentan más profundamente cada uno de los tipos de fachadas en función de la
clasificación realizada según el material usado para su construcción.
En cualquiera de los casos, estas fachadas no son de carga (no soportan las cargas del edificio),
pues si así fuera formarían parte de la estructura del edificio (no necesitando pilares).
Su ejecución en obra se basa en piezas individuales unidas mediante mortero de cal o de cemento.
Los bloques cerámicos son piezas paralelepípedas rectangulares formadas a partir de arcillas. Estas
piezas pueden ser macizas o agujeradas aligerando su peso propio (ver Fig. 9.1).
Los bloques de hormigón presentan la diferencia con los cerámicos que están formados a partir de
hormigón (tal y como su nombre indican). En la figura 9.2 se aprecia la forma de los bloques de
hormigón. En el mercado los hay de diversos tamaños y grosores.
Las fachadas de mampostería se basan en la utilización de piedras irregulares unidas entre ellas
mediante mortero. Dan una línea irregular a la fachada dotándola de un toque tradicional. Se
acostumbran a usar para decoración, siendo poco prácticas en cuanto a rapidez de construcción y a
economía.
Es una solución muy poco usual hoy en día, realizándose en casos muy excepcionales. Encarece
mucho el producto porque su realización es completamente manual, lo cual siempre es más caro que
la producción en serie industrializada.
Estas fachadas se forman a partir de placas prefabricadas de hormigón a medida. Estas placas se
conforman en fábrica con lo que su producción es mucho más industrializada (más económico). De
hecho, tal y como salen de fábrica son colocadas en obra.
De la fábrica se transportan a la obra, y allí se montan como un puzzle, una al lado de la otra, con la
ayuda de una grúa
Ventajas principales
Ahorro de tiempo debido a la sencillez de la puesta en obra.
Organización más eficaz y controlada del proceso constructivo.
Mejor calidad del producto final debido al control realizado en fábrica.
Las características más destacadas de los elementos prefabricados de hormigón para fachadas son
los siguientes:
Los elementos prefabricados para fachadas presentan gran homogeneidad en toda la pieza.
Bajo mantenimiento: una vez que la pieza está preparada y puesta en obra, su mantenimiento en
el tiempo es muy escaso (no hace falta pintar cada cierto tiempo como en las fachadas más
tradicionales ni tampoco reparar desperfectos debido a su gran calidad).
Repercusión del aspecto económico a largo plazo: es una ventaja siempre y cuando se entienda
el aspecto de costo, costo - beneficio, y de economía a largo plazo como algo que se va
ahorrando poco a poco. Los costes iniciales resultan más elevados que otros tipos de fachadas
más tradicionales (p.ej. fábrica de obra), pero no es necesario estar todos los años
manteniéndolas con reparaciones y pinturas.
Así pues, se necesita una programación previa y calendarización, pues los elementos fabricados
acostumbran a tener un tamaño considerable y según como esté la ejecución de la obra no
pueden entrar en ella. En ese caso, se perdería la principal ventaja que presenta el sistema
prefabricado, la rapidez.
Aparte de las características vistas hasta el momento, las fachadas prefabricadas de hormigón
presentan una serie de limitaciones:
Se debe prever un edificio que permita la modulación, es decir, que se pueda colocar un
elemento repetitivo aunque existan pequeños ajustes (estos deben ser pequeños), en caso
contrario se encarece la obra considerablemente.
La especificidad del proceso: una obra que utiliza prefabricados debe considerarse distinta desde
su inicio, debido al aspecto de la modulación y la coordinación con otros aspectos de la obra.
Esta modulación y la coordinación de los procesos de la obra van a tener que ver con los
sistemas de transporte y de colocación. El conocimiento de las reglas, normas y limitantes de los
prefabricados en cuanto a tamaño, peso, formas, tecnología, técnicas y anclajes resulta
fundamental para obtener un óptimo rendimiento al prefabricado.
Reparación de las piezas: debido a que durante el transporte pueden sufrir daños, o en el
momento de colocarlas se rompe o se cae y se despostilla, una vez colocadas debe verse la
forma de repararlas. Al terminar su reparación, la pieza debe verse como si nunca hubiese
estado dañada.
Siguiendo la clasificación del apartado 9.4, las fachadas prefabricadas de hormigón pueden utilizar
los siguientes tipos de placas:
Planas
Nervadas
Alveolares
Las placas planas son aquellas que no presentan ningún saliente en su forma final, siendo
completamente lisas.
Dos ejemplos de placas planas de hormigón prefabricado se pueden observar en las figuras 9.4 y
9.5.
Las placas nervadas tienen nervios de hormigón armado al final de la placa (en la junta con la
siguiente placa) que sirven para unir entre ellas las prácticas y dar más rigidez al conjunto (ahorrando
armado interior).
En la figura 9.6 se aprecia un ejemplo de fachada formada por placas prefabricadas nervadas de
hormigón armado.
Las placas alveolares son aquellas que, en lugar de ser una placa maciza de hormigón armado,
presentan agujeros longitudinales en su interior aligerando su peso propio (ideal en caso de no querer
sobrecargar la estructura).
En la figura 9.8 se aprecian distintas soluciones de colocación de las placas alveolares respecto a los
pilares de la estructura.
Fig. 9.8. Distintas colocaciones las placas alveolares respecto a los pilares de la estructura
Las chapas metálicas pueden ser de distintos materiales (aleaciones de acero, aluminio, etc.), y en
función de sus capas en los paneles se pueden clasificar de la siguiente forma:
Son paneles constituidos por una sola chapa grecada (Fig. 9.9), colocada directamente sobre la
estructura auxiliar del edificio y fijada a ella mecánicamente.
Este cerramiento puede admitir superficies traslúcidas o transparentes, las cuales pueden ser
puntuales o continuas, ajustadas a las placas grecadas entre las que van intercaladas.
En la figura 9.10 se observa el gráfico de una chapa simple con el entramado metálico posterior y los
pilares a los cuales va todo sujeto. Además, se refleja un muro de fábrica de obra en la parte inferior,
el cual es muy común en edificios industriales para evitar posibles golpes de maquinaria móvil de la
fábrica en las partes bajas de las fachadas.
Fig. 9.10. Detalle panel chapa grecada simple con su unión a la estructura
Se define como fachada sandwich tradicional la construida por cuatro componentes básicos: chapa
interior vertical fijada a la estructura horizontal auxiliar mediante fijación mecánica, estructura auxiliar
horizontal, aislamiento y chapa exterior vertical fijada a la estructura adicional mediante fijación
mecánica. Este cerramiento puede admitir superficies traslúcidas o transparentes, puntuales o
continuas, ajustadas a las placas grecadas entre las cuales van intercaladas.
El panel tipo sandwich se puede construir en la misma obra (in situ), o bien montarlo prefabricado. En
caso de formarlo en la misma obra, primero se realiza la estructura auxiliar, después se fija a ella la
chapa grecada interior, posteriormente se coloca el aislante por la parte de fuera y finalmente se
cierra todo mediante la chapa metálica exterior. Si el panel viene prefabricado, tan sólo es necesario
sujetarlo a la estructura auxiliar de forma mecánica.
Así pues, los paneles Sándwich prefabricados se fabrican en continuo por inyección de poliuretano
entre dos paramentos metálicos de chapa de acero galvanizada o prelacada (normalmente). El perfil
exterior puede ser liso, grecado, nervado o micronervado (el más usual es el grecado).
En la figura 9.11 se observa el gráfico de un cerramiento metálico tipo sandwich con el entramado
metálico posterior y los pilares a los cuales va todo sujeto.
En la figura 9.12 se puede apreciar el aspecto externo de una fachada realizada mediante panel
metálico tipo sandwich.
Normalmente, los muros cortina no se usan para fachadas de edificios destinados a zona de
producción, pero sí es bastante habitual utilizarlos para zonas de oficinas.
Los trabajos de encristalado se efectúan al exterior del edificio (es como una piel que recubre la
estructura). La pared cortina resiste a las fuertes ráfagas de viento, presenta un buen acabado
estético y da libertad de ejecución a formas irregulares para el vidrio.
Se pueden obtener dos tipos de acabados en función de la colocación del cristal respecto al
entramado de aluminio; el primero es que el cristal se coloca entre los perfiles de aluminio del
entramado (viéndose desde fuera la carpintería de aluminio), y el segundo es que el cristal se coloca
por delante del entramado de aluminio, con lo que desde fuera no se puede ver la carpintería de
aluminio.
El muro cortina puede ser térmico o no (en función de las capas de vidrio), pero lo más usual es que
sea de vidrio doble o triple. Se utiliza normalmente el vidrio simple para las marquesinas, donde el
aislamiento térmico carece de importancia.
En la figura 9.13 se muestra un muro cortina con entramado de aluminio visto desde fuera.
En la figura 9.15 se muestra la fachada muro cortina de un edificio con la carpintería no vista. Las
líneas que se observan son las juntas entre los cristales, no la perfilería de aluminio.
Por último, en la figura 9.16 se puede apreciar un edificio industrial con la zona de oficinas
acristalada.
10 EL SISTEMA ESTRUCTURAL
10.1 INTRODUCCIÓN
En la presente lección se explican las distintas tipologías estructurales que pueden aparecer en la
construcción industrial. Se dan sus características, se muestran imágenes de ejemplos y se realiza
una comparación entre ellas para saber cuándo es aconsejable utilizar una tipología u otra.
En ningún momento se tratará el cálculo de estructuras, pues se entiende que ello no es el objetivo
de esta asignatura. La lección es meramente descriptiva para que un Ingeniero Industrial en
Organización sea capaz de reconocer los diferentes tipos de estructura que se puede encontrar en el
mundo industrial.
Así pues, la función de una estructura es la de resistir la acción de las cargas y agentes exteriores a
los cuales puede verse sometido un edificio, sin que para ello pierda las formas y las calidades para
las cuales ha sido diseñado.
Ninguna estructura puede estudiarse por sí sola ni por separado del resto del sistema al que
pertenece. Este sistema está formado por el suelo sobre el que se asienta la construcción, por la
cimentación y por la propia estructura, dado que entre estos elementos existe siempre una
interacción. De hecho, la función de la cimentación es la de transmitir los esfuerzos de la estructura al
suelo.
Las características del suelo, conjuntamente con el tipo de estructura, marcan la cimentación
necesaria. También puede darse el caso en que el suelo y la cimentación condicionen la
estructura. Este sistema estructural formado por estos tres elementos es fundamental en el proyecto
del edificio, y aunque no sea objeto de este curso entrar en su cálculo, sí es de importancia sentar
unos criterios básicos que puedan permitir elegir el tipo y material adecuado para obtener la solución
idónea del entramado estructural. En la figura 10.1 se puede apreciar el esquema de un sistema
estructural y los subsistemas que lo componen.
La estructura de un edificio es una parte muy importante de éste que condiciona muchas veces su
morfología final. En el caso de construcciones industriales, por sus especiales características, el valor
de la estructura todavía aumenta más, ya que con gran frecuencia la solución que se proponga,
además de estar basada en las consideraciones, ya conocidas, pertenecientes a la implantación del
proceso industrial, viene también determinada por las posibilidades que los materiales disponibles
ofrecen para realizar la estructura precisa según la implantación.
Cualquier construcción debe alcanzar una finalidad, que no es sólo que la obra resista, sino que
además cumpla con unas determinadas funciones.
De manera general, las finalidades funcionales primarias de una estructura, o en general de una
construcción, pueden agruparse de la forma siguiente:
Aparte de estas funciones mencionadas, evidentemente una estructura debe desempeñar una
función estructural o estática, siendo capaz de resistir las cargas del propio edificio que sustenta.
Aparte de lograr que la estructura cumpla con las funciones descritas, se debe tener en cuenta que
en su diseño existen una serie de factores muy importantes que también influyen. Estos son los
siguientes:
Factor económico
Existen siempre unas condiciones o limitaciones de tipo económico después de cumplir todas las
demás. Siempre hay que elegir aquella solución que ofrezca los mejores resultados desde este
punto de vista, ya que con gran frecuencia suele ser el de más importancia.
Factor tiempo
Dentro de las condiciones económicas se debe considerar la eficacia de los materiales
disponibles. Este punto se refiere a que, para un caso determinado, pueden emplearse dos o
más materiales, siendo todos ellos igualmente válidos desde el punto de vista técnico, pero uno
de ellos da lugar a que se pueda finalizar la construcción en un plazo de tiempo inferior a los
demás (lo cual en muchas ocasiones implica un ahorro económico debido a que se puede
empezar antes la actividad deseada en el edificio); en ese caso y sobretodo en construcciones
industriales, debe emplearse el material que da lugar a la terminación de la obra en un tiempo
menor.
Factor estético
En las estructuras de tipo industrial, el factor estético, en general, no es de gran importancia,
pero en ocasiones puede interesar considerarlo, con lo que puede influir en la elección de un
determinado tipo estructural.
Factor disponibilidad
Igualmente, y de forma importante en determinadas regiones, para elegir la solución de
estructura se debe tener en cuenta las disponibilidades de materiales o de mano de obra
capacitada para su ejecución; así por ejemplo, hay lugares en los que de manera obligada las
estructuras a realizar deberán ser de madera por ser el único material disponible.
Factor utilidad
Las características propias de cada material influyen en el tipo estructural que se debe elegir. La
piedra, tanto natural como artificial, es apta para resistir la compresión y no lo es para la tracción
y por consiguiente, puede ser buen material para aquellos tipos estructurales que es estabilicen
por su propio peso y mala para otros tipos de solicitación. Por el contrario, cuando el problema
estructural a resolver es el de resistir esfuerzos de flexión o de tracción, el material natural por
excelencia es el acero o, en su defecto, el hormigón armado.
A estos factores se le tiene que añadir el que se podría llamar factor compatibilidad, el cual establece
las mutuas exigencias o influencias de unos factores con otros. Todos ellos pueden hacer el sistema
incompatible en el sentido de que, en muchas ocasiones, es imposible satisfacer todos los factores
plenamente, con lo que es necesario conformarse con resolver el problema aproximadamente. Por
ello se tiene que limitar al mínimo los inconvenientes y sacrificar, en parte, condiciones menos
importantes. Tan sólo puede pretenderse que la resolución del sistema se efectúe con el mínimo
error.
Aunque existen más tipos de estructuras, sólo se han considerado estos cuatro por ser los más
habituales actualmente en el mundo de la construcción. Seguidamente se entra más en profundidad
en cada uno de ellos.
BLOQUES CERÁMICOS
Los bloques cerámicos son piedras artificiales que se fabrican con arcilla moldeada, entrando
para su formación elementos como el agua y el fuego. Este material presenta unas
características de resistencia y de morfología que lo hacen apto para su empleo en todo tipo de
construcción. Se pueden usar como elemento estructural y como simple cerramiento.
Los bloques cerámicos poseen unas buenas características de resistencia a la compresión, pero
no así a la flexión ni a la tracción y, en general, su resistencia queda condicionada a la del
mortero que se utiliza para crear la fábrica. Se emplean actualmente muy poco para construir
estructuras resistentes (básicamente en viviendas) y únicamente se utiliza el bloque cerámico de
manera extensiva para la formación de muros de simple cerramiento, o sea, de
compartimentación entre dos medios distintos.
BLOQUES DE HORMIGÓN
Otro material utilizado en la construcción industrial, de características análogas a las del bloque
cerámico, son los bloques de hormigón (ver Fig. 10.3 y 10.4). Estos, tal y como su nombre
indica, están hechos de hormigón.
En general, tienen como ventaja frente al bloque cerámico su mayor economía, pero, sin embargo, las
fábricas que se construyen con ellos no llegan a tener las calidades estructurales que se obtienen con
los bloques cerámicos. A cambio presentan como ventaja una más rápida ejecución.
Se utiliza con gran profusión en todo género de construcción pero su papel también queda limitado,
en la mayoría de los casos, al de formación de muros no estructurales que separan ambientes
diferentes.
HORMIGÓN EN MASA
En el hormigón en masa no aparece ningún otro material que no sea el propio hormigón, es
decir, no se incluye acero. De esta forma, tal y como se ha indicado antes, se consiguen unas
muy buenas propiedades a compresión, pero unas propiedades casi nulas a tracción. Ello
provoca que apenas se utilice para estructuras de edificios.
Desde el punto de vista constructivo, el hormigón se caracteriza por exigir un encofrado o molde
en el cual se forma la pieza y una cimbra o apeo, que es el elemento sustentante de tal
encofrado, de forma que el conjunto del encofrado sea capaz de soportar el peso del hormigón
fresco y los empujes laterales que produce, de manera análoga a los que un líquido ejerce sobre
las paredes del recipiente que lo contiene.
El hormigón armado está formado por hormigón en masa y armadura de acero, lo cual provoca
que aproveche las calidades del hormigón para la compresión y las del acero para la tracción.
El hormigón armado es uno de los materiales estructurales por excelencia que, conjuntamente
con el acero, resuelve todos los problemas estructurales (ver Fig. 10.5). Además del hormigón
armado, las variedades de hormigón pretensado o postensado (pretensando o postensando el
acero) también ocupan un campo muy importante entre los materiales estructurales, que puede
competir incluso, a veces con ventaja, con el acero estructural para la solución del problema de
cobertura de grandes luces.
El hormigón pretensado se basa en tensar el acero del hormigón armado antes de hormigonar la
pieza (viga, pilar, forjado, etc.), mientras que en el postensado se realiza este tensado una vez
ya se ha hormigonado. En ambos casos se consiguen piezas de hormigón armado con acero
tensado, lo que implica una mejora de las calidades de la pieza.
Aparte de su buena resistencia estructural, sobre todo a las tensiones de compresión, hay que
resaltar también como calidades del hormigón armado:
En la figura 10.6 se pueden apreciar unas armaduras de acero preparadas para usar en el
hormigón armado.
Las estructuras prefabricadas de hormigón son también estructuras de hormigón armado con la
particularidad de que sus elementos (pilares, vigas, etc.) se pueden realizar en un taller. Debido
a esta peculiaridad se ha creído oportuno separarlo del hormigón armado in situ (realizado en
obra).
Las estructuras prefabricadas tienen la gran ventaja de salir de fábrica tal y como se van a
instalar en obra. De esta manera se consigue que la calidad del material y de las piezas sea muy
superior al hormigón en masa o hormigón armado que se tiene que hormigonar en obra,
encofrar, vibrar, etc. (in situ). De este modo, la garantía de la calidad de la estructura es mucho
mayor.
Además, se puede conseguir una producción más elevada y es mucho más sencillo realizar
piezas estructurales pretensadas y postensadas, lo cual da unas características resistentes
mejores a las piezas.
El problema que puede aparecer en las estructuras prefabricas es el transporte, que puede ser
muy costoso para piezas grandes (transportes especiales).
Los valores normales que se obtienen para su resistencia son tan elevados que las secciones
necesarias para resistir unas determinadas solicitaciones suelen ser en general muy pequeñas
comparadas con cualquier otro material estructural, lo cual hace de los aceros un material muy apto
para cumplir todas las condiciones que se requieren para la estructura de un edificio industrial (ver
Fig. 10.9).
Fig. 10.9. Nave industrial con estructura metálica (perfiles con secciones pequeñas)
La gran ventaja de la utilización del acero en las estructuras es su magnífica condición de resistencia
mecánica, que lo hacen un material muy apto para salvar económicamente grandes luces, así como
también para soportar fuertes cargas con secciones de piezas relativamente pequeñas comparadas
con el hormigón, que es el otro material estructural importante.
Además, el acero es un material que admite deformaciones elásticas para un determinado campo de
cargas y después de ello sufre deformación plástica hasta llegar a la rotura. Esta propiedad de
deformarse primero elásticamente para luego pasar a una zona de deformación plástica lleva a una
reducción sustancial de coste de las estructuras.
El problema de las estructuras metálicas es que el acero tiene poca resistencia a las temperaturas
elevadas, o sea, al fuego. Al aumentar la temperatura de servicio en una estructura metálica, el valor
del límite elástico disminuye muy rápidamente, y cuando se llega a temperaturas del orden de los 400
ºC, pasa a ser muy pequeño. Al reducirse el valor del límite elástico, se llega inmediatamente a una
disminución de la capacidad portante de la estructura, tanto si está solicitada por tracción como si es
por esfuerzos de compresión. Esta poca resistencia a altas temperaturas puede combatirse mediante
una protección adecuada de la estructura, con lo cual, aunque se logran resultados idóneos, hace
que el coste de la misma pueda incrementarse indebidamente.
No obstante, y a pesar de su poca resistencia al fuego, el acero constituye el material estructural por
excelencia para las estructuras de edificios industriales, en los cuales casi siempre hay que salvar
grandes luces y soportar cargas fuertes.
En la figura 10.11 se puede apreciar una nave sin terminar usando estructura metálica, mientras que
en la figura 10.12 se observa un ejemplo de nave industrial terminada con estructura metálica.
Es una tendencia actual que los ingenieros y arquitectos cada vez proyecten más sistemas mixtos
para producir estructuras más eficaces que las que se conseguirían con proyectos que utilizaban sólo
uno de dichos materiales. La figura 10.13 muestra el edificio de una fábrica para la industria
automovilística en Alemania.
Es necesario añadir que la combinación de núcleos de hormigón, pórticos de acero y forjados mixtos
se ha convertido en el método estándar de construcción para edificios comerciales de varias plantas
en bastantes países. Se ha avanzado mucho en lugares como, por ejemplo, Japón, donde el pórtico
de acero/hormigón armado es el sistema estándar en edificios altos.
La razón principal de esta preferencia es que las secciones y elementos que se muestran en la figura
10.14 son los más idóneos para resistir cargas repetidas causadas por seísmos, que requieren gran
resistencia y ductilidad.
Los elementos mixtos individuales como, por ejemplo, las vigas aisladas, pilares y forjados, aunque
de un alto nivel de calidad y resistencia, también suelen ser caros, especialmente en edificios con
espacios reducidos entre pilares, vigas con luces por debajo de los 9 m y cargas bajas. Por otra parte,
la construcción de forjados mixtos es muy competitiva si las luces aumentan hasta 12, 15 o incluso
20 m.
Otro factor importante a considerar es que la utilización de secciones de acero laminado, chapas de
acero perfilado y/o elementos mixtos prefabricados acelera la ejecución. Para obtener la máxima
eficacia y economía, la fabricación de las uniones debe ser económica y fácil de montar en obra.
Cabe indicar que en la unión de los dos materiales que integran las secciones mixtas, acero y
hormigón, éste último en cualquiera de las formas estructuralmente empleadas hasta el momento, en
orden a una utilización conjunta, es una consecuencia lógica del intento de aprovechamiento de las
características peculiares de dichos materiales, en la forma más adecuada, no sólo bajo el aspecto
resistente sino también en el constructivo. Así, las cualidades del hormigón como material formáceo
(lo cual permite su adaptación a superficies y volúmenes) y resistente a los esfuerzos de compresión,
se ligan a las netamente resistentes del acero en tracción.
En la figura 10.15 se pueden apreciar varias secciones de viga mixta, pilares mixtos y forjado mixto.
Elementos de
Pilar mixto acero
recubiertos o
rellenos de
hormigón
Encofrado
Losa mixta perdido
metálico
+ hormigón
Las ventajas principales que presentan las estructuras mixtas son las siguientes:
Su utilización se centra en :
Puentes, viaductos y pasarelas.
Edificación, en forjados y soportes, principalmente en edificios con luces y sobrecargas de
importancia. La rehabilitación y refuerzos de estructuras ha potenciado su uso (para
estructuras deterioradas, cambios de uso, etc.).
Características estructurales:
Reducción de canto en dinteles y más apreciable cuanto mayor sea la luz de la pieza.
Mayor esbeltez de soportes.
El incremento de rigidez mejora las condiciones de deformabilidad de la estructura.
Partiendo del concepto que la planta industrial es sólo un medio para la producción y que se deben
minimizar los costes de producción, se llega a la conclusión que una forma de optimizar estos costes
es reduciendo la inversión económica en la estructura (escoger la tipología más barata con las
mismas prestaciones) y haciendo que el plazo de puesta en uso de la planta sea el menor posible
(para empezar a producir lo antes posible).
Partiendo de esta base, se adjunta una tabla de comparación (Tabla 10.1) de los distintos tipos de
estructuras que se pueden usar para realizar una nave industrial, indicando cuál de ellos es el más
aconsejable en función de una serie de variables.
Los tipos de estructuras introducidos en la tabla son la estructura metálica, donde se diferencia el
acero y el aluminio (menos común que el acero), estructura de hormigón, donde se diferencia el
armado y el pretensado, y estructura mixta.
Las variables de entrada en la tabla son posibles casos que se pueden dar en el momento de diseñar
la estructura de una implantación industrial. Son los siguientes:
11.1 INTRODUCCIÓN
En el presente capítulo y el siguiente se introducen, de forma general, las instalaciones tanto
mecánicas como eléctricas necesarias para el buen funcionamiento de una planta industrial.
En ningún momento se pretende profundizar en el cálculo de estas, sino que el lector sepa cuáes son
y conozca las características principales de cada una de ellas.
Capítulo 11
Capítulo 12
En las instalaciones de agua fría, agua caliente, evacuación, saneamiento y climatización, las
descripciones y funciones pueden ser asimilables a las de una vivienda, extrapolándose a edificios
industriales. Mientras que las instalaciones de aire comprimido, protección contra incendios, vapor,
ventilación y eléctrica, son muy particulares de los edificios industriales. Unas, como la de aire
comprimido o vapor, porque generalmente sólo se realizan en edificios industriales. Otras, como la
instalación contra incendios, porque está básicamente enfocada a edificios de pública concurrencia y
en el caso de edificios industriales son locales de pública concurrencia.
Hay que garantizar un caudal, una presión, una temperatura y una calidad del agua que se distribuye.
En el diseño de un sistema de acometida y distribución de agua fría se deben tener en cuenta los
siguientes puntos:
Cálculo de las necesidades de agua (q, P, T, calidad) por usos, zonas, y global del edificio
Diseño de la acometida de agua
Diseño de la red de distribución de agua
11.2.1 Consumos
Para el cálculo de la red de distribución es necesario estimar los consumos de agua del edifico. En el
caso de un edificio industrial es preciso distinguir entre los siguientes tipos de consumo:
Consumo específico industrial. Comprende las necesidades de agua propias de los procesos
productivos
Consumo sanitario
Consumo de riego
Consumo contra incendios
11.2.2 Acometida
Una vez definido el caudal necesario para alimentar el edificio, se debe decidir el tipo de acometida.
Estas pueden ser:
Ventajas
El agua llega con unas garantías de potabilidad
No hay que hacer inversiones iniciales para la acometida
El mantenimiento de la acometida lo realiza la empresa suministradora
Inconvenientes
Hay que pagar un canon por el suministro de agua
No hay garantía de suministro
Si los estudios de aforo y de calidad de agua indican que ésta es adecuada para el uso que se
necesita, es posible utilizar el agua de pozos propios o ríos próximos.
Ventajas
No hay que pagar un canon por suministro de agua
Si el aforo y calidad del agua disponible es suficiente para las necesidades de la industria,
se dispone de una garantía de suministro
Inconvenientes
Hay que realizar inversiones iniciales para la acometida
El mantenimiento de la acometida lo realiza la propia industria
Directa
A través de un depósito
Acometida directa
Sólo es recomendable que la acometida sea directa (Fig. 11.1) cuando es propia y hay garantía de
suministro, y no hay necesidades críticas de agua en el edificio. Lo normal es instalar un depósito de
acumulación para garantizar una cierta reserva de agua.
A través de depósito
Por razones de espacio, los depósitos suelen enterrarse, aunque deben ser accesibles para efectuar
limpiezas periódicas. Los depósitos pueden ser prefabricados (metálicos o en plástico) o realizados
de obra de hormigón armado.
Para distribuir el agua por la planta se precisa un grupo de presión o conjunto de bombas que aspiren
del depósito e impulsen el agua a la red de distribución.
El agua que se distribuye deber garantizar unos requisitos de calidad para los diferentes usos. Los
tratamientos más comunes son:
Cloración
Sistema para potabilizar aguas captadas en ríos o pozos o mantener la potabilidad de aguas de red.
Si el agua potable se almacena en un depósito, el agua va perdiendo el cloro que está disuelto por
evaporación a la atmósfera, por lo que se debe ir reponiendo.
El sistema más común se basa en un circuito cerrado de bombeo desde el depósito de acumulación.
El agua es analizada y si necesita adicionarle cloro, se inyecta con una bomba de inyección desde un
depósito de cloro. El agua clorada es reinyectada en el depósito de acumulación.
Descalcificación
El agua contiene productos minerales disueltos que pueden precipitar en forma sólida si se someten a
temperaturas elevadas. Estos precipitados se adhieren y acaban obstruyendo diferentes
conducciones y elementos. Si el agua es bastante “dura” (alto contenido en minerales), estos
precipitados pueden ser importantes y se debe proceder a la descalcificación o desmineralización del
agua que vaya a pasar a un sistema de agua caliente o vapor. No se trata, pues, toda el agua, sino
sólo la que es necesaria.
Desmineralización
En procesos industriales más comprometidos, en los que se deba obtener agua completamente
desmineralizada, se la hace pasar por un a serie de resinas sintéticas catiónicas y aniónicas, donde
se produce el intercambio de modo que el agua quede desmineralizada.
El agua acumulada y tratada es distribuida hacia los diferentes puntos de consumo a través de las
tuberías de distribución.
La distribución se realiza por zonas, de modo que puedan realizarse cortes parciales de la misma en
caso de averías o mantenimiento. Puede ser interesante realizar una distribución en anillo, con una
tubería de igual diámetro, de modo que se pueda llegar a un punto de consumo desde dos caminos y
que se puedan ir añadiendo nuevos puntos de consumo fácilmente.
11.2.5 Materiales
Pueden utilizarse diferentes tipos de materiales:
Acero galvanizado
En ejecución vista y para diámetros importantes por su gran resistencia mecánica. Debe ir
galvanizado interior y exteriormente; las tuberías deben ser de sección circular y espesor uniforme.
Acero inoxidable
Cobre
Tuberías plásticas
Se utilizan para distribución de agua enterrada por tener una mínima flexibilidad, que facilita su
tendido y por no sufrir fenómenos de corrosión. Se usa en instalaciones empotradas. No se usan en
instalaciones vistas, pues no tienen resistencia mecánica para soportarse directamente (se deben
instalar en bandejas).
Las tuberías de agua fría se aíslan en sus tramos principales (para evitar condensaciones), en
ejecución vista, pero normalmente no es necesario aislarlas en instalaciones empotradas o en las
derivaciones finales de aseos. Las tuberías empotradas no pueden fijarse directamente a la pared,
pues debe permitirse su dilatación. Se instalan dentro de un tubo flexible de PVC.
Cuando los consumos de agua caliente son importantes, disponer de importante volumen de
acumulación permite reducir la potencia térmica del generador.
Son especialmente interesantes los sistemas de producción de ACS a bajas temperaturas con
energías renovables o residuales. Otra posibilidad son los sistemas de recuperación de calor de
refrigeración de espacios climatizados o cámaras frigoríficas.
Cuando los consumos son importantes, pero las puntas están menos distanciadas.
Se basa en la acumulación de una cantidad de agua caliente, para absorber los momentos iniciales
de una punta de consumo, produciendo simultáneamente e instantáneamente un caudal de agua
caliente mediante quemadores de gas. Estos acumuladores a gas deben tener el mismo tratamiento
que una sala de calderas de gas, en cuanto a ventilación de la sala, chimeneas, etc.
Producción individual
Cuando los consumos son poco importantes o están muy dispersos, se utilizarán sistemas de
producción individual en el propio punto de consumo, como pueden ser los termos eléctricos.
En los sistemas de acumulación y seminstantáneos existirá una red de distribución de ACS desde los
acumuladores a los puntos de consumo.
En redes de cierta longitud es importante instalar un tubería de recirculación de ACS con una bomba
de recirculación.
Los materiales utilizados son los mismos que para las tuberías de agua fría. Las tuberías principales
se deben aislar térmicamente.
En la industria se utiliza aire comprimido para diferentes aplicaciones como pueden ser:
El aire comprimido como energía de operación de máquinas y motores tiene aplicación en aquellas
situaciones en las que una instalación del tipo eléctrica pudiera ser peligrosa (atmósferas explosivas,
etc.)
Cuando la planta de producción de aire comprimido tiene cierta importancia, es necesario instalarla
en una sala específica o incluso en un edificio aparte. Normalmente se instala más de un compresor y
trabajan en paralelo, de modo que si hay una avería en uno de ellos se pueda suministrar al menos
parte del aire necesario.
Aspiración y filtrado de aire. El aire de aspiración puede ser de la propia sala o del exterior. Este
aire debe ser filtrado antes de entrar al compresor.
Secado del aire. El aire pasa por un refrigerador para que precipite la humedad y vapor de aceite
que se arrastra.
Acumulación del aire comprimido. Para atender demandas punta, aumentar la refrigeración del
aire, igualar las variaciones de presión en la red y evitar ciclos de carga / descarga del
compresor demasiado cortos.
Las tuberías de distribución se realiza normalmente con acero negro. Deben pintarse par protegerlas
contra la corrosión, y normalmente no son aisladas.
El concepto de instalaciones contra incendios empieza en la propia estructura del edificio, utilizando
unos materiales de construcción que garanticen una resistencia al fuego mínima, en caso de
siniestro, que permita la evacuación de los ocupantes en un tiempo prudencial.
Para edificios terciarios (oficinas, viviendas, colegios, etc.) este tipo de instalaciones y medidas está
reglamentado por la Norma Básica NBE-CPI-96. Todavía está pendiente de publicación una norma
equivalente para la industria, por lo que no hay normativa específica, sino criterios del ingeniero
proyectista que debe validar ante la administración en cada caso.
11.5.1 Sectorización
La sectorización del edificio es el primer principio de las medidas contra incendios. Los diferentes
sectores de incendio están delimitados por materiales resistentes al fuego, de modo que un incendio
en un sector quede contenido en el mismo en el tiempo suficiente para apagarlo sin que se propague
al resto del edificio.
En principio, cualquier edificio se compartimenta en sectores de incendio según diferentes usos (zona
de producción, almacén, oficinas, etc), especialmente aquellos locales de un riesgo especial de
incendios.
El hecho de que existan puertas cortafuegos entre sectores de incendio conjuntos no implica que
estén necesariamente cerradas: pueden estar en posición abierta y retenidas con un electroimán, de
modo que se cierren activadas por un sistema de detección de incendios en caso de alarma.
11.5.2 Evacuación
Además de sectorizar el edificio para evitar la propagación de un posible incendio, se debe diseñar
toda la estrategia de evacuación del mismo en caso de un siniestro, de manera que los ocupantes
puedan salir del edificio de manera rápida y segura.
Los diferentes sectores de incendios deben tener salidas al exterior o a escaleras o pasillos de
evacuación al exterior
En general, el número y situación de las puertas de salida de un sector debe ser tal que ningún
punto dentro del sector se encuentre a más de 45 m de una salida.
En el caso de naves industriales y en planta baja, se puede ampliar la distancia hasta una salida
hasta 100 m, siempre que no existan zonas con más de 25 m hasta un punto con dos
alternativas de evacuación.
Como norma general, todos los sectores dispondrán de más de una salida, previendo que una
de ellas pudiera estar bloqueada en caso de incendio.
Detectores
Existen detectores térmicos, ópticos de llama, ópticos de humos, ópticos lineales e iónicos de humos.
Los detectores de humos son los de aplicación general, excepto en aquellos lugares donde se
considere normal la presencia de humo, como cocinas, aparcamientos, etc. donde se instalarán
detectores del tipo térmico. Si el espacio es de gran altura (más de 15 m), los detectores de humos
pierden efectividad y se deben instalar detectores ópticos.
Pulsadores de alarma
Señalización de alarma
Se realizará la señalización de alarma de forma óptica y/o acústica: balizas luminosas, sirenas de
alarma, avisos a través de la red de megafonía, etc. Las centrales de incendios pueden incorporar
una transmisión de la alarma vía telefónica a un centro de Bomberos o de Seguridad remoto, cuando
el edificio esté desocupado.
Central de incendio
Actuará ante la detección de una alarma señalizando el lugar y realizando diversas actuaciones de
extinción como; disparo de sistemas fijos de extinción, cierre de puertas cortafuegos de sectorización,
parada de sistemas de climatización y/o arranque de sistemas de extracción de humos.
Son aquellos elementos que se utilizan para luchar contra el fuego de modo manual, como extintores,
mangueras, hidrantes y columnas secas.
Extintores
Por regla general se instalan extintores (Fig. 11.3) en todos los accesos a locales de riesgo especial,
y en las zonas generales, de modo que exista un extintor a menos de 15 m de cada punto ocupado o
2
por lo menos un extintor cada 300 m .
Mangueras
También llamadas BIEs (Bocas de Incendio Equipadas). Constan de una fuente de abastecimiento de
agua, una red de tuberías y las BIE necesarias en cada caso. Las normalizadas son de 25 y 45 mm
de diámetro.
Se instalan BIEs de modo que su separación máxima sea de 50 m, con mangueras de 25 m de largo.
Hidrantes
Columnas secas
Instalación para edificios de gran altura (mas de 24 m, unas 8 plantas) o construcciones subterráneas
a partir del segundo sótano. Constan de una tubería por la cual los bomberos pueden suministrar
agua desde la planta baja hacia la planta donde esté el incendio.
Esta instalación puede requerir la existencia de un depósito de acumulación de agua (ver Fig. 11.4).
Derivación: desde el punto de recogida del agua hasta el bajante más próximo
Bajante: tuberías verticales que van recogiendo derivaciones y llevan el agua hasta la parte baja
del edificio
Colectores: tuberías principales a nivel bajo del edificio que recogen horizontalmente diferentes
bajantes para conducir el agua al exterior del edificio.
Arquetas: pozos de pequeña dimensión enterrados en el nivel inferior del edificio donde se
produce el encuentro entre los bajantes y los colectores o donde se agrupan varios colectores o
donde se realizan cambios bruscos de dirección de colectores.
Las redes de evacuación de aguas fecales (y las mixtas) necesitan tuberías auxiliares de ventilación
que eviten el desifonaje de los aparatos sanitarios.
Es muy importante considerar el mantenimiento de estos equipos, pues todos ellos precisan de una
periódica limpieza para retirar los compuestos retenidos.
11.6.4 Materiales
Para los bajantes se pueden utilizar las tuberías de fundición y las de plástico (PVC). Las de fundición
son mucho más resistentes, pudiéndose emplear en instalación vista y donde sea preciso una
resistencia mecánica elevada. Las de PVC son mucho más económicas que las de fundición, pero
también más frágiles. Para las redes enterradas se emplean tubos de PVC, de fibrocemento y de
hormigón.
Cuando el edificio tiene varios niveles de sótano, puede ocurrir que el nivel final del colector principal
quede por debajo del nivel de conexión a la red pública de alcantarillado. En este caso, se hace
necesaria la construcción de un pozo de bombeo (ver Fig. 11.6), que eleve la altura de las aguas
residuales hasta el nivel de la red pública. La red de saneamiento debe sectorizarse de modo que se
evacue por gravedad todo lo que sea posible y el pozo sólo recoja aquellas aguas que no sea posible
evacuar por gravedad.
Los pozos están construidos con hormigón armado, sin grietas e impermeabilizados totalmente en su
interior. En el fondo del pozo se colocan dos bombas (una de reserva) en paralelo, de igual potencia y
caudal, sumergibles y extraíbles. Las dimensiones del pozo dependen del caudal a evacuar.
Las estaciones depuradoras tienen la misión de mejorar la calidad del agua residual, filtrando la
materia inorgánica y reduciendo la materia orgánica. El agua correctamente depurada puede verterse
directamente a ríos o al mar, o emplearse en otros usos y reciclarse.
Normalmente no es necesario instalar una propia estación depuradora, pues existen redes públicas
de saneamiento que conectan con depuradoras municipales. Pero si el edificio está aislado y debe
verter el agua a ríos o rieras, puede ser obligado instalar una estación depuradora antes de verter el
agua residual.
El vapor de agua tiene algunas evidentes ventajas respecto a otros fluidos calor-portadores:
Por unidad de masa, el vapor de agua cede una cantidad de calor mucho mayor que la que
puede ceder cualquier otro fluido.
El vapor se puede utilizar tanto como fluido calefactor como para producir energía mecánica,
expansionándolo a través de turbinas.
Las calderas de producción de vapor queman combustibles líquidos (fuel oil) o gaseosos (propano o
gas natural).
Los combustibles más usados son: madera y residuos vegetales, carbones naturales, carbones
artificiales, gasóleo, fuelóleo, gas natural, gases licuados del petróleo, gas ciudad, etc. En el momento
de seleccionar un tipo de combustible se deben estudiar las diferentes ventajas e inconvenientes:
La caldera debe incorporar un sistema de regulación automático que controle las normales funciones
de la misma, regulando las válvulas de combustible y de aire de combustión en función de la
demanda de vapor.
Una de las ventajas de las redes de vapor respecto a las redes de líquido es que el vapor se mueve
por la propia presión que tiene, no precisando equipos de bombeo.
Las tuberías de vapor tienen una pendiente no inferior al 4%, descendente en el sentido de
circulación del vapor, para facilitar la circulación y evacuación del condensado.
En la tubería de vapor se producen condensados debido a las pérdidas por radiación y convección.
Estos condensados pueden dañar los equipos terminales y disminuyen el rendimiento de la
instalación, por lo que hay que eliminarlos a medida que se van produciendo. Para ello, se instalan
purgadores de condensados en las líneas de distribución.
Normalmente, se emplean tuberías de acero negro, excepto en aquellas aplicaciones en que el vapor
se emplee de forma directa y no sea admisible el posible arrastre de partículas de la tubería, en cuyo
caso se empleará el acero galvanizado interior. Las tuberías van siempre convenientemente aisladas.
12.1 INTRODUCCIÓN
Tal y como se indicó antes, el presente capítulo es la continuación del anterior. En los dos se realiza
una introducción de las instalaciones más comunes necesarias para el buen funcionamiento de una
planta industrial.
Instalación de ventilación
Instalación de climatización
Instalación eléctrica
12.2 VENTILACIÓN
La ventilación se utiliza en el contexto industrial normalmente para eliminar los contaminantes
provenientes de procesos o máquinas. Si las fuentes de contaminación son débiles y de baja
toxicidad, y están repartidas por la sala o son móviles, se pueden obtener resultados satisfactorios
por métodos de dilución. Sin embargo, normalmente es más apropiado eliminar los contaminantes en
o cerca de su origen, por medio de extracciones puntuales y localizadas.
Las fuentes de contaminación industrial requieren a menudo gran cantidad de aire de extracción para
garantizar que se retiran efectivamente los contaminantes producidos. En estos casos, se debe
prestar especial atención al aire de reemplazo necesario (aire fresco), de modo que se introduzca sin
incomodidad para los ocupantes y sin afectar al proceso industrial.
Para algunos procesos, como las cabinas de pintura al spray, puede ser necesario filtrar el aire
fresco. También puede ser necesario retener los contaminantes del aire antes de lanzarlo a la
atmósfera. Existen para esto filtros y dispositivos especiales.
Ventilación mecánica, que se obtiene por medio de ventiladores (ver Fig. 12.1).
Ventilación natural de locales, basada en las fuerzas del viento y los efectos térmicos.
La única ventaja que aporta el sistema de ventilación natural es el coste, pues no se precisa ni
instalación ni mantenimiento.
Cantidad de aire requerida. El caudal de aire que se puede generar por ventilación natural está
limitado por la exposición del edificio a las fuerzas térmicas y del viento disponible.
Calidad de aire requerida. La ventilación natural proporciona muy pocas posibilidades de tratar el
aire de entrada. Si éste debe ser calentado, enfriado, filtrado o tratado de cualquier otro modo, se
requerirá emplear la ventilación mecánica.
Se usa cuando los niveles de contaminación son bajos o ésta se produce de forma dispersa y
repartida por todo el espacio. Es un sistema de ventilación general de la nave que recoge también los
contaminantes generados. En este caso se pueden plantear tres diferentes tipos de ventilación
mecánica por dilución:
Impulsión. El aire se introduce en el espacio con un ventilador y sale por varias aberturas de la
nave. La ligera presión positiva que se obtiene dentro de la nave respecto al exterior ayuda a
evitar la entrada de aire por fugas, por lo que este sistema es adecuado cuando se pretende
evitar entrada de aire del exterior o de otras partes del edificio.
Extracción. El ventilador se usa para extraer el aire desde la nave al exterior. Este sistema se
emplea para eliminar aire polucionado o caliente, como en cocinas, aseos, vestuarios y en
aquellas situaciones en que no se desee una salida incontrolada de aire contaminado de una
zona determinada. Si no se toman especiales precauciones, el aire que entra de forma no
controlada puede crear corrientes no deseadas, debiéndose considerar también el ruido que
puede transmitirse por las aberturas del aire fresco.
Sistema equilibrado (impulsión y extracción). En este caso se pueden controlar el aire extraído y
el de refresco. Se puede también decidir mantener una ligera presión positiva o negativa,
ajustando los caudales de los ventiladores. Se debe vigilar, en estos casos, la posición relativa
de las rejas de toma y descarga de aire, de modo que no haya recirculación de aire extraído a la
toma de aire fresco.
Extracción localizada
Cuando se llevan a cabo procesos con alta contaminación ambiental, se emplean métodos de
extracción de aire localizados, como las campanas extractoras. Estos métodos pueden ser
complementarios a los de una ventilación general de una sala o de una nave.
Existen muchos tipos de campanas extractoras para múltiples aplicaciones: cabinas de pintura, zonas
de soldadura, cocinas, laboratorios, etc.
Las cortinas de aires son potentes ventiladores que se instalan adyacentes a los accesos de
dimensiones importantes y descargan aire a una elevada velocidad tangencialmente a la abertura,
evitando de algún modo la mezcla de aire del interior con la intemperie.
12.3 CLIMATIZACIÓN
En las zonas de trabajo sedentario de personas (como las oficinas) y en algunos edificios industriales,
ya sea por condicionantes del proceso o por el intenso calor desprendido por el mismo, no es
suficiente con dotar de un sistema de ventilación mecánica, sino que es preciso acondicionar el
ambiente de trabajo.
Tipo ventana
Tipo roof-top
Plantas enfriadoras de agua condensadas por agua, con torre de recuperación. El equipo
principal puede estar alojado en una sala de máquinas y sólo debe ponerse en la intemperie la
torre de recuperación, de dimensiones más reducidas. Tiene un mantenimiento más elevado y
hay posibilidad de contaminación (legionella).
Calderas: a gas-oil o gas natural o propano. Solución más económica pero ocupa más espacio y
requiere más mantenimiento.
Bombas de calor: plantas enfriadoras reversibles. Solución compacta, con un solo equipo se
resuelven las necesidades de frío y calor.
Desde el punto de vista de la inversión inicial, la solución más económica será seguramente la de la
caldera y planta enfriadora (frente a la bomba de calor), pero es una solución que ocupa más espacio
y requiere más mantenimiento.
La bomba de calor es una solución más compacta, con un solo equipo se resuelven las necesidades
de frío y calor, y puede ser adecuada para instalaciones de tipo medio.
La planta enfriadora condensada por agua tiene la ventaja, frente a la de aire o bomba de calor, de
que el equipo principal puede estar alojado en una sala de máquinas, y sólo debe ponerse en
intemperie la torre de recuperación, de dimensiones más reducidas. El mantenimiento es más
elevado en la solución de condensación por agua y con riesgo de posibles contaminaciones
(legionella).
Estos sistemas de producción de energía proporcionan agua fría y/o caliente, que se distribuye por
equipos de bombeo y a través de redes de tuberías hasta los puntos de consumo, donde se trata el
ambiente a climatizar.
El agua fría y caliente se lleva hasta unas unidades de tratamiento de aire, que lo impulsan por redes
de conductos hasta los locales a climatizar. Se emplea el aire para ventilación y transporte de energía
(ver Fig. 12.6).
Sistema agua-aire
Cuando se emplea aire para ventilación y agua para el transporte de energía (Fig. 12.7).
Ventaja: las tuberías de agua ocupan menos espacio que los conductos de aire. Más económicos que
el sistema todo aire.
Inconveniente: Hay maquinaria repartida por todo el edifico y una tubería de agua recorriendo zonas
en las que un escape puede ser muy peligroso. El sistema más característico es el de unidades fan-
coil.
La gran ventaja es la climatización zonificada. Cada usuario puede seleccionar calor o frío.
Se emplea aire para ventilación y refrigerante para transporte de energía. Son normalmente equipos
de pequeña y mediana capacidad, del tipo partidos.
Desde el punto de vista industrial, las necesidades de renovación de aire se miden con renovaciones
por hora, que es el número de veces por hora que se renueva el volumen del local. Un posible valor
medio podría ser entre 6 y 10 ren/h, pero con valores extremos que van desde 4 ren/h (en grandes
almacenes) hasta 60 ren/h en cabinas de pintura.
Respecto a las cargas térmicas, se deben tener en cuenta: las cargas por radiación solar, por
transmisiones internas y las cargas de ventilación.
Para seleccionar los equipos frigoríficos principales, conviene tener en cuenta los coeficientes de
simultaneidad en el uso del edificio, de modo que la carga total no es la suma de las máximas de
cada zona, sino la máxima simultánea.
Por ser los equipos de climatización equipos en movimiento, son fuente de ruidos y vibraciones que
se deben controlar. Para evitar en lo posible la generación excesiva de ruido se tienen que especificar
equipos con velocidades de giro no muy elevadas (mejor 1450 rpm que 2900 rpm), las bancadas de
apoyo deben estar correctamente diseñadas, y se tienen que especificar correctamente el nivel de
acabado (aislamiento acústico) de algunos equipos, como los ventiladores, climatizadores y plantas
enfriadoras.
Para minimizar la transmisión de ruido aéreo por conductos de ventilación, se pueden instalar
silenciadores en los propios conductos.
Redes de conductos
Los conductos de chapa metálica galvanizada son resistentes a los golpes y se emplean en ejecución
vista y en intemperie. Los conductos de ventilación y extracción pueden estar sin aislar, pero los
conductos de climatización deben incorporar un aislamiento térmico y una barrera de vapor para
evitar la condensación de aire del exterior.
Dentro de las redes de conductos es muy importante la forma en que se realizan las curvas, cambios
de sección y las derivaciones, que deben ser lo más suaves posibles para provocar la menor pérdida
de carga posible.
Rejillas y difusores
Para impulsar y extraer el aire de un determinado espacio son precisos los elementos de difusión,
cuyo fin es introducir el aire de forma lo más homogénea posible, sin provocar corrientes de aire
molestas ni ruidos. Los diferentes tipos pueden ser:
El material empleado en las redes de tuberías para agua fría y caliente es el acero negro. Tanto unas
como las otras debe estar calorifugadas para evitar pérdidas de rendimientos de la instalación.
Ventilador
Sección de mezcla de aire
Sección de filtros de aire
Sección de batería de intercambio térmico para agua fría y caliente
Sección de humectación
Sección de recuperación de calor
El climatizador debe estar convenientemente aislado desde el punto de vista térmico y acústico.
Normalmente se instala sobre unos amortiguadores de muelles que absorben la vibración de los
ventiladores del climatizador.
El climatizador debe incorporar todos los elementos de control y mando necesarios para su correcta
operación: sondas de temperatura, humedad, presión, mando sobre ventiladores, humectadores y
válvulas de tres vías de las baterías de frío y calor.
Dentro de los equipos puramente de ventilación, se puede escoger entre los ventiladores axiales que
van desde pequeños hasta grandes caudales y presiones disponibles bajas y moderadas, y los
centrífugos para caudales medianos y grandes y presiones moderadas y elevadas. Para una misma
gama de caudales y presiones es siempre más económica una solución con ventiladores axiales.
Unidades fan-coil
Los fan-coils son en muchos aspectos similares a pequeños climatizadores, aunque con una
ejecución mucho más simple y en serie.
Existen unidades para ir vistas en pared y también unidades ocultas para pared y techo.
Normalmente, la distribución desde las centrales productoras de energía eléctrica hasta las
subestaciones de zona se realizan en alta tensión (por ejemplo 66.000 o 110.000 V). En estas
subestaciones de zona se transforma de alta a media tensión (a 20.000 o 24.000 V), que es como se
distribuye a cada pueblo o usuario importante. Finalmente, las estaciones transformadoras pasan de
media a baja tensión (380 V) que es la de consumo normal.
Desde el punto de vista del usuario industrial, éste puede escoger si quiere que la compañía le
suministre la energía en media o baja tensión. El Reglamento obliga a los usuarios a reservar un
espacio para una estación transformadora en el punto de consumo si la potencia a contratar es
superior a los 50 kW. El usuario puede escoger si desea contratar en baja tensión (en este caso la
E.T. la montará la Compañía y será propiedad de ella) o en media tensión (el usuario equipará la
E.T.).
Cuando se plantea una acometida en media tensión, la compañía eléctrica entrega la potencia al
centro de medida y seccionamiento. En este local se hallan los equipos necesarios para realizar la
medida de potencia consumida y la desconexión y protección de la red por parte de la compañía.
Tiene que ser un local independiente, con acceso exclusivo para la compañía suministradora. Desde
el centro de medida y seccionamiento se realiza la red, normalmente con cable enterrado hasta la
E.T. que deberá estar próxima al punto de consumo de electricidad.
La E.T. contiene los transformadores (de 24.000 V a 380 V) y los elementos de protección de los
mismos.
Las líneas eléctricas en alta tensión son utilizadas normalmente por las compañías eléctricas para
cubrir grandes distancias, pues es la solución más económica de la que se puede sacar mayor
rendimiento de los cables.
Las líneas enterradas se utilizan en espacios urbanos o polígonos industriales cuando no es posible
utilizar las líneas aéreas. Suelen ser cables de aluminio (más barato que el cobre) y pueden ir
directamente aisladas o instaladas bajo tubos protectores. Tienen menos rendimiento que las líneas
aéreas, son de mayor coste de instalación, pero tiene menos mantenimiento.
En el diseño de una red de baja tensión se debe tener como normas generales: la sectorización, la
seguridad y la flexibilidad. Así pues, la instalación debe estar sectorizada para que un error en un
punto concreto no afecte a la totalidad de ésta, debe ser segura y debe ser flexible para permitir
cambios fácilmente en su distribución para necesidades de la empresa en el futuro.
Cuadros eléctricos
Son los armarios en los cuales se alojan los elementos de mando y protección de los diferentes
circuitos eléctricos.
Pueden estar constituidos sobre armarios de plástico (los más pequeños) o sobre bastidores y
armarios metálicos (los más importantes).
Líneas y canalizaciones
La transmisión de la energía eléctrica desde la acometida eléctrica hasta los puntos de consumo se
realiza con conductores eléctricos de los cuales es necesario conocer algunos aspectos
fundamentales en cuanto al uso y aplicaciones.
Una opción es la de utilizar embarrados, que son canalizaciones prefabricadas en tramos de poca
longitud que se componen de una parte interior con tres secciones conductoras (una por fase) más
una para el neutro y otra para la línea de protección a tierra. Las cinco secciones están embutidas en
material aislante y acabadas en una envolvente metálica que les da rigidez. Tienen apariencia de
perfil metálico y las secciones se van atornillando entre sí, una a continuación de las otras. Sirven
para transmitir gran cantidad de corriente eléctrica donde los cables poseerían un diámetro tan
grande que no serían flexibles. Tienen una rigidez y una resistencia mecánica muy elevadas, pero su
precio es también elevado.
Otra método de distribución de energía eléctrica es por cables. Es el más utilizado tanto para
potencias moderadas como para salvar grandes distancias. Los cables vienen en carretes de mucha
longitud de manera que se puede evitar el tener uniones en los mismos cables. En instalaciones
interiores habitualmente se aconseja que los cables sean continuos entre dos cuadros eléctricos o
entre el cuadro eléctrico y el punto de consumo. Los cables se componen de los conductores y del
aislamiento. Los conductores habitualmente están conformados por cobre o aluminio, aunque el
primero es mejor conductor que el segundo. Esto significa que a igualdad de potencia se necesitan
menores secciones de cable en cobre que en aluminio. Además, el cable de cobre es más resistente
mecánicamente y más flexible, aunque también es más caro.
Es por este último motivo que en grandes longitudes se utilizan cables de aluminio reforzados con
una alma de acero, mientras que en instalaciones interiores se acostumbra a utilizar cable de cobre.
El haz de conductores se encuentra aislado en el cable por PVC o PER. El PVC es más económico,
pero el PER tiene un mayor rendimiento aislante.
El nivel de aislamiento del cable (750 V o 1000 V) marca la tensión que éste puede soportar sin
averías. En general, los primeros son unipolares (un conductor por cable), se utilizan para líneas
secundarias y tiene que ir dentro de un tubo o conducto cerrado. Los segundos pueden ser unipolares
o del tipo manguera (diversos conductores en un solo cable), se pueden instalar sobre bandejas o
conductos abiertos y por lo tanto se utilizan en líneas principales.
El tipo de instalación más convencional para cables pequeños y en circuitos individuales es bajo tubo,
ya sea rígido o flexible, tubo de plástico, PVC o acero galvanizado. Normalmente se utiliza tubo rígido
cuando la instalación es vista y se busca protección mecánica. Si el tubo va empotrado en una pared
o escondido en un falso techo, se recomienda la utilización de tubo flexible para su facilidad de
colocación.
En la figura 12.9 se puede apreciar tubos rígidos y flexibles de protección para cableado eléctrico.
Una alternativa a los tubos son las canaletas (Fig. 12.10), que son canalizaciones con perfiles de
sección prismática y con tapa, de forma que también quedan cerradas, pero con una facilidad de
acceso mucho mayor para instalación y mantenimiento. Pueden ser de PVC o acero galvanizado y
tiene mayor capacidad para alojar cables que los tubos.
Otra alternativa a los tubos son las bandejas (Fig. 12.11). Estas son perfiles rígidos, abiertos o
cerrados con tapa, de material plástico o metálico. Los cables no van libres en su interior, sino que se
grapan en la bandeja.
Para la distribución de potencias desde el cuadro general a los cuadros secundarios se puede
plantear una tipología en anillo o en estrella. En la de anillo se utiliza un embarrado que recorrerá el
edificio alimentando a los diferentes cuadros, pudiendo al final volver hasta el cuadro general para
cerrar el anillo. En este tipo, se consigue un cuadro principal mucho más sencillo y que ocupa menos
espacio, ya que sólo tiene dos salidas. El anillo de distribución ocupa también menos espacio que el
conjunto de cables equivalente. La ventaja más importante es la flexibilidad, ya que tiene muy bien
resuelta la posibilidad de ampliar nuevas salidas o mover las existentes. El inconveniente es que si el
embarrado sufre una avería, al ser una línea única, deja sin servicio todos los equipos que alimente.
En el tipo estrella (el más convencional) se instala una línea diferente para cada cuadro secundario
(ramificación de líneas) desde el cuadro principal, teniendo la instalación final una forma parecida a
una estrella.
13.1 INTRODUCCIÓN
En el presente capítulo se realiza una introducción histórica a la ordenación del territorio y se dan una
serie de parámetros a tener en cuenta en el momento de decidir la localización de una implantación
industrial.
La decisión sobre implantaciones de zonas industriales, así como los nuevos crecimientos en las
ciudades, responde a unas valoraciones previamente decididas.
Estas valoraciones pueden ser responsabilidad de los gobiernos o de los particulares, según el
ámbito, el sistema o las leyes de cada país o región.
Lo cierto es que antes de cada implantación industrial han existido un conjunto de decisiones
tomadas a diferentes niveles que la posibilitan. Es decir, alguien ha dotado la zona de infraestructuras
de transporte, de electricidad, de agua y quizás alguna institución o ministerio ha hecho escuelas en
la zona que han formado a las personas que hoy trabajan en la industria de la zona, etc.
Decidir estas variables o saber valorarlas en el momento de tomar una decisión sobre implantaciones
industriales es el objetivo de este y los dos capítulos siguientes del presente material.
Se debe reconocer que se habla de planificar o ordenar un territorio si previamente hay desorden, hay
caos o la ordenación que tiene no es consecuente con los objetivos que se han propuesto.
El territorio, como espacio físico donde se aposentan las actividades está en constante cambio y
transformación. Algunos de estos cambios son naturales, otros vienen producidos por la mano del
hombre, voluntaria o involuntariamente. Los cambios pueden ser rápidos o lentos, espontáneos o
provocados...
Estudiar algunos hechos históricos en este terreno puede ayudar a comprender la realidad en que se
vive y a tomar decisiones particulares o colectivas con más conocimiento y acierto. Este es uno de los
objetivos de este material.
En la Europa del siglo XIX, la revolución industrial representó un drenaje sin precedentes del campo a
la ciudad. Millones de personas perdieron su modo de vida y emigraron a las únicas zonas donde
había la expectativa de un puesto de trabajo, al entorno de las nuevas industrias que iban surgiendo
en el viejo continente.
Salta en pedazos la ciudad medieval o barroca, la ciudad desborda las murallas y se adapta a las
necesidades económicas del momento. La industria y la burguesía aparecen como fuerza emergente
y transformadora.
El crecimiento en extensión aún es discreto y limitado por las posibilidades del transporte en el
momento. La industria y la vivienda conviven en un territorio sobre explotado. Surgen las primeras
voces reclamando su ordenación.
A principios del siglo XIX aparecen pensadores como Owen o Fourier entre otros, reclamando
medidas “higienistas” para ordenar los espacios. Reclaman una ordenación entre zonas de trabajo y
de vivienda, y buscan espacios para el ocio. En algunos casos hacen propuestas de ciudades
alternativas a las que destinan todos sus bienes económicos. Son los pioneros en las primeras
reformas laborales poniendo límites a las interminables e insalubres jornadas laborales de mujeres y
niños.
Las condiciones de vida en estas aglomeraciones urbanas eran infames. En la Inglaterra de 1841, la
esperanza de vida de los hombres en las zonas rurales era de 44 años, en Londres no llegaba a los
35 y en la Manchester industrial rozaba los 22 años. Las tasas de mortalidad infantil eran muy altas
debido a la mala alimentación y a las enfermedades infecciosas derivadas de las condiciones
higiénicas y sanitarias.
El desorden sanitario, urbanístico y político que la aglomeración urbana comportaba y que alertó
a la clase política de la necesidad de un cambio en la ciudad.
La fuerte corriente de técnicos, arquitectos e ingenieros que se preocupaban por la ciudad y
trataban de resolver problemas técnicos como la ampliación de las calles y su salubridad.
El Plan Haussmann (1853), que lleva el nombre de su principal impulsor, derribó 27.000 casas de la
ciudad de París, la mitad de las existentes, para hacer las grandes avenidas que hoy identifican la
ciudad. Una ley sanitaria y una ley de expropiación fueron las bases legales de la propuesta.
La consideración histórica más importante de esta actuación es que por primera vez desde la esfera
pública se interviene sobre el campo privado, para que este pueda continuar funcionando.
La Ley de Ensanche de 1892 da apoyo legal al desarrollo de los planes de Madrid y de Barcelona y
de otros muchos que se fueron desarrollando en las ciudades españolas.
Las mejoras en el transporte de personas y de mercancías posibilita que la industria no deba estar
necesariamente al lado de las viviendas. Al igual que tampoco tiene por qué estar cerca de la materia
prima o del lugar de utilización del producto fabricado. El campo de posibilidades se amplia y la
ordenación del territorio refleja estas posibilidades. Surgen los polígonos industriales, surge la
especialización del suelo, la zonificación.
Especialmente relevantes son las propuestas de los racionalistas como la escuela Bauhaus a partir
de 1919. Esta escuela impulsó la idea de organizar el espacio de acuerdo con las funciones para las
que se crea. La propuesta fue aplicada a Alemania en primer lugar y luego en otras muchas ciudades
del mundo.
Todas las propuestas teóricas y prácticas convergieron en 1933, en la Carta de Atenas, uno de los
textos básicos del urbanismo moderno. Devolver el campo a la ciudad era uno de sus objetivos.
Analizaba las necesidades humanas y universales a partir de cuatro funciones: vivir, trabajar, circular
y cuidar el cuerpo y el espíritu. La nueva arquitectura de las ciudades debía dar salida a estos
objetivos.
Propugnaban la zonificación, o sea la separación de espacios entre industria y vivienda, así como la
introducción de zonas ajardinadas entre edificios aún a costa de una ciudad más compacta. Los
nuevos materiales, más dúctiles y ligeros, utilizados en la construcción, permitieron hacer grandes
cambios en la forma de las ciudades.
En los países industrializados las industrias potencialmente peligrosas han encontrado acomodo en
espacios alejados de los núcleos habitados, no sin que en algunos casos hayan destrozado entornos
más urbanos con anterioridad.
Las industrias no peligrosas o no contaminantes, o las que han adaptado su forma de trabajo para
cumplir las normativas vigentes, han podido retornar a los grandes núcleos urbanos buscando el
prestigio o la comodidad de la empresa. La estricta división en zonas se ha suavizado.
El reto de futuro y de presente de muchas empresas está hoy en el ahorro energético y el reciclaje de
los materiales utilizados y fabricados ya desde el momento de su construcción.
El reto de las personas y las ciudades es preservar el derecho de reposición de la energía y los
materiales utilizados.
Las leyes de cada país marcan las necesidades y los límites de la planificación.
En España, el derecho a la planificación y a la ordenación del territorio viene dado por la Constitución
Española.
En el Artículo 45 dice que los poderes públicos velarán para la utilización racional de los recursos
naturales.
Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales con el fin
de proteger y mejorar la calidad de vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose
en la indispensable solidaridad colectiva.
Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se
establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar
el daño causado.”
En el Artículo 47 dice que los poderes públicos regularan la utilización de acuerdo con el interés
general.
“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes
públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para
hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general
para impedir la especulación”.
Las Comunidades Autónomas, como Cataluña, tienen traspasadas algunas de las competencias de
ordenación del territorio. En Cataluña, éstas se recogen en el Estatut d’Autonomia de Catalunya.
“8. Puertos y aeropuertos con calificación de interés general, cuando el Estado no se reserve
su gestión directa.
9. Ordenación del transporte de mercancías y viajeros que tengan su origen y destino dentro
del territorio de la Comunidad Autónoma, aunque discurran sobre las infraestructuras de
titularidad estatal a que hace referencia el número 21 del apartado 1 del artículo 149 de la
Constitución, sin perjuicio de la gestión directa que se reserve el Estado.
10. Salvamento marítimo y vertidos industriales y contaminantes en las aguas territoriales del
Estado correspondientes al litoral catalán.
11. Las restantes materias que se atribuyan en el presente Estatuto expresamente como de
competencia de ejecución y las que con este carácter y mediante Ley orgánica sean
transferidas por el Estado.”
Además de esta normativa básica, se debe saber que en estos momentos la Normativa de la
Comisión Europea también está vigente en España. Sobre todo en el caso de las industrias se debe
tener en cuenta la Directiva 82/501. Después de la catástrofe de Seveso en 1976 (debido a una fuga
de gases tóxicos a la atmósfera), el consejo de la Comunidad Europea promulgó el año 1982 la
Directiva 82/501 sobre prevención de accidentes mayores derivados de determinadas actividades
industriales.
Esta norma clasifica las instalaciones según la actividad industrial que realizan y las cantidades de
sustancias peligrosas que se fabrican, procesan o almacenan. Estas clasificaciones son
determinantes en el momento de su ubicación.
También para aspectos muy concretos en cuanto a la clasificación y la calificación del suelo, la
edificación y las actividades permitidas, los municipios tienen normativa propia. La normativa
municipal, a través del Plan General de Ordenación y Planes subsiguientes, las Ordenanzas y las
Normativas, es competencia de cada municipio aunque la aprobación definitiva dependa
normalmente del gobierno autonómico.
De muchas de estas decisiones, como prevé la legislación correspondiente, son responsables los
propios gobiernos, pero su resultado incide directamente en la marcha de una ciudad, de una región o
de un país, y por lo tanto afectará directamente a la industria según su localización.
El objetivo de la segunda parte de este capítulo será saber interpretar la realidad de un territorio y
conocer los factores que le afectan. Saber valorar los efectos positivos y negativos en una primera
fase, para más adelante poder hacer propuestas para impulsar los valores que sean más favorables
para la implantación de una industria.
Por este motivo, el primer paso para realizar una implantación de una industria es elegir la
localización. Para tomar esta decisión es necesario conocer una serie de parámetros que ayudan a
definir las características de las distintas posibles localizaciones y ver cuál de ellas se adapta mejor a
las necesidades de la industria a implantar.
En este apartado se intenta acotar algunos de los parámetros más importantes a tener en cuenta en
el momento de decidir una localización industrial. También se estudia los parámetros susceptibles de
aumentar o disminuir según la voluntad de la propia industria y que puedan incidir en su desarrollo
futuro.
El hecho de plantearse una localización concreta, normalmente, viene dada porque alguien ha
tomado decisiones anteriores que la hacen más o menos atractiva. Son las decisiones que
previamente y quizás a lo largo de años han ido tomando los gobiernos de la ciudad, de la región o
del país. Es necesario conocer estas decisiones y estos hechos. Algunos son evidentes: carreteras,
ferrocarril, aeropuerto, proximidad con una gran ciudad, etc. Otros no son tan evidentes pero
fácilmente comprobables: nivel de estudios y formación del personal, precio del suelo, facilidades de
las administraciones, etc. Pero hay otros parámetros que van a incidir directamente en la industria y
que pueden no ser evidentes para la mayoría de la población, como podría ser el caso de una nueva
zona industrial prevista en el entorno de la localización y que puede ayudar o entrar en competencia
con la industria inicial.
En cualquier caso, la localización es una opción individual en la que cada industria valora y pondera
la opción más conveniente para ella.
Esta norma clasifica las instalaciones según la actividad industrial que realizan y las cantidades de
sustancias peligrosas que se fabrican, procesan o almacenan.
Además de esta norma existe legislación propia de cada país y/o región y puede que exista también
legislación del propio municipio.
Así pues, uno de los primeros parámetros a tener en cuenta en la localización es que la normativa
vigente en la posible ubicación permita la implantación del tipo de industria que se desea construir.
Las comunicaciones por tierra, mar y aire son determinantes en cualquier elección de localización
industrial.
Así pues, el parámetro geográfico es muy importante en la decisión de la elección del lugar de
ubicación de la empresa, debiendo permitir su implantación física y facilitando el transporte de
materiales y personal.
Tener la propiedad de un solar no quiere decir que dentro de él todo sea posible. Cada solar tiene
unas condiciones urbanísticas que definen la cantidad y la ubicación de la construcción que se quiera
hacer en ella. Conocer la Normativa Municipal y sus posibilidades es indispensable.
En lecciones posteriores se tratarán de las condiciones urbanísticas para que un solar sea edificable.
No todos los solares disponen de las mismas infraestructuras. Conocer la disponibilidad de energía
eléctrica o de gas y sus potencialidades puede ser definitivo para la ubicación de una industria.
Las infraestructuras de la telecomunicación, así como los servicios de aguas y su evacuación deben
quedar garantizados desde las primeras decisiones de urbanizar un solar para que este sea aceptado
como candidato a una localización industrial.
El primer punto a considerar dentro del estudio del entorno es la estabilidad política y social del país o
región donde se encuentra la posible localización. La seguridad de las personas es especialmente
necesaria si se trata de aconsejar, o no, la inversión industrial en un país con posibilidades de
conflicto. Los conflictos pueden ser políticos, sociales, étnicos, religiosos o de cualquier otro tipo.
Las condiciones de seguridad de las personas que trabajan en y para la industria a ubicar deben ser
máximas; de lo contrario, la operación está destinada al fracaso a corto término.
Por otro lado, el dinamismo del entorno es un factor a valorar muy positivamente. Es importante que
el entorno de la ubicación sea dinámico porque este mismo dinamismo puede tirar de la industria a
implantar en caso de estancamiento.
En cualquier posible localización se debe tener en cuenta que la zona disponga de suficiente capital
humano como para satisfacer las necesidades de personal de la empresa a implantar. Además de la
cantidad de personas, también se debe tener en cuenta su preparación (capital intelectual).
Las personas que deban trabajar en la industria deben disponer de una calidad de vida adecuada a
sus necesidades. Inciden en ello las posibilidades y el precio de la vivienda, la escuela para los hijos
e hijas, las zonas de ocio según las edades, las zonas deportivas y también las posibilidades de
relaciones sociales con personas de características semejantes.
Estas cuestiones son tan importantes como la buena resolución de los horarios y los traslados
laborales, o la formación de los propios trabajadores y directivos.
Estos y otros muchos parámetros se pueden enmarcar dentro de lo que se llamaría el bienestar
familiar, deduciendo que el salario aun con ser importante, no es el único parámetro a tener en
cuenta.
La calidad ambiental es especialmente valorada en todas aquellas industrias que han hecho un
esfuerzo para adecuar sus instalaciones a las normativas ambientales existentes.
Las exenciones fiscales y la voluntad de las administraciones por facilitar la implantación de una
industria pueden ser factores determinantes en el momento de elegir la ubicación más conveniente.
Así pues, tal y como se ha podido observar, la elección de una localización exacta depende de
múltiples factores. Estos se deben conocer todos de cada posible ubicación y valorar en función de
las necesidades de la industria a implantar (ponderando los que se crean más importantes para cada
caso concreto). Evidentemente, la elección óptima será aquella ubicación que mejor se adapte a los
requerimientos de la empresa.
14.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se explica la legislación aplicable al urbanismo en Cataluña, empezando por las
distintas figuras urbanísticas que definen el planeamiento y llegando hasta la clasificación del suelo.
Como se ha visto en los capítulos anteriores, Cataluña tiene competencias para ejercer el urbanismo
y la ordenación del territorio de acuerdo con la Constitución Española y el Estatut d’Autonomia de
Catalunya.
Hasta el día de hoy estas competencias se han ejercido con leyes y reglamentos que iban adaptando
las normativas estatales de acuerdo con sentencias judiciales, no siempre favorables a las
propuestas del Gobierno Autonómico.
En el 1997, el Gobierno español aprobó una nueva Ley del Suelo. Esta sólo es de aplicación para el
planeamiento nuevo. Para el antiguo sigue vigente la legislación anterior.
Desde hace unos meses, el Govern de la Generalitat ha mostrado su interés en redactar y aprobar
una Llei d’Urbanisme que recoja todos los reglamentos y leyes vigentes en Cataluña, mejorando y
acotando la nueva Ley del Suelo del Gobierno español. Así pues, este capítulo se referirá a la Llei
d’Urbanisme como la nueva normativa a debate, sin entrar a explicar explícitamente la nueva Ley del
Suelo del Gobierno español, que ya se incluirá en la Llei d’Urbanisme.
Con la intención de redactar y aprobar una nueva ley de urbanismo, la Generalitat inició un proceso
de debate con expertos y colectivos interesados en el tema para recoger opiniones. Fruto de este
debate es el redactado que en estos días (mayo 2001) se presenta al Parlamento para su aprobación.
Además de recoger la legislación vigente, hace propuestas nuevas de nomenclatura, de concepto y
también de tramitación y gestión.
La información del presente material se mueve entre la legislación hoy vigente en Cataluña y algunos
comentarios sobre la nueva normativa a debate. Así pues, antes de su publicación exige ya un
compromiso para su actualización.
a) De coordinación o territoriales
b) Reguladoras o generales
c) De actuación o parciales
a) Entre las figuras de coordinación o territoriales, se tienen los Planes Directores Territoriales de
Coordinación.
En Cataluña, la ordenación del territorio se desarrolla por medio del Plan Territorial General, los
planes territoriales parciales y los planes territoriales sectoriales, en los términos establecidos en la
Ley 23/1983, de 21 de noviembre, de política territorial.
Los aprueba el Govern de la Generalitat, previo paso por el Parlament. El Pla Territorial General de
Catalunya, fue aprobado en marzo de 1995.
Son planes que coordinan las grandes infraestructuras y los usos principales a que se han de destinar
las diferentes áreas que componen el territorio comprendido. Las determinaciones de estos planes
obligan a los instrumentos de planificación de los municipios. También deben ajustarse a ellos las
infraestructuras territoriales como son las carreteras, los acueductos, los puertos, etc.
Clasifican el territorio del término municipal en suelo urbano, suelo urbanizable (diferenciando entre el
que es “programado” y el que es “no programado”), y el suelo no urbanizable.
Pueden comprender uno o varios términos municipales siempre completos (ahorro de gastos para
pequeñas poblaciones).
Prevén la clasificación del suelo, la estructura general y orgánica del territorio, los sistemas de
comunicación, equipamientos comunitarios, centros públicos, espacios libres destinados a parques
públicos y zonas verdes. Fijan el aprovechamiento medio y el programa en dos etapas de 4 años el
desarrollo del plan. Prevén medidas de protección del medio ambiente. Y prevén su revisión.
En caso de no existir un Plan General Municipal, debería existir unas Normas Subsidiarias
Municipales o al menos Proyectos de Delimitación de Suelo Urbano.
“De contenido extenso”, permiten una clasificación del territorio similar a la de los Planes
Generales, pero sin llegar a prever suelo urbanizable programado.
Señalan el perímetro del suelo urbano y queda clasificado el resto como suelo no urbanizable.
Pueden ordenar el suelo urbano: alineaciones de calles y ordenanzas de la edificación.
Cuando las áreas están en suelo urbanizable la figura urbanística es el Plan Parcial. Mediante un
Plan Parcial se pasa un área de suelo urbanizable a suelo urbano.
Cuando el área a determinar está en suelo urbano, se utiliza el Plan Especial para cualquier tipo de
cambio urbanístico, concretamente, muchas veces se utiliza el Plan Especial de Reforma Interior
(PERI).
Además de las figuras antes descritas, la normativa vigente prevé otras figuras no encajables en el
esquema antes descrito:
Estudios de Detalle
Permiten ajustar aspectos ya contemplados en el planeamiento superior, sean planes generales
o parciales. Normalmente establecen alineaciones y rasantes, o bien ordenan volúmenes.
Proyectos de Urbanización
Son proyectos de obras. Su finalidad es llevar a la práctica en suelo urbano lo que dice el Plan
General, las normas subsidiarias o la delimitación de suelo urbano, y en suelo urbanizable lo que
dicen los planes parciales. Se encarga de definir la vialidad, el abastecimiento de agua, las
alcantarillas, la energía eléctrica, el alumbrado público, la jardinería, etc. En ningún caso ordena
volúmenes ni decide el régimen del suelo o de la edificación (ésta ya se debe haber hecho en
figuras urbanísticas superiores).
Planes directores
Planes de ordenación municipal
Normas de planeamiento
Complementados por:
Planes especiales
Planes de mejora urbana (específicos para el suelo urbano)
Planes parciales
Estas y otras novedades, como sería el Programa de Actuación Urbanística Municipal, vienen
presentadas en la propuesta que en Mayo del 2001 se debaten en el Parlament de Catalunya.
En la normativa urbanística vigente hasta la nueva Ley del Suelo del 1997, el suelo se clasificaba en:
Suelo urbano
Suelo urbanizable programado
Suelo urbanizable no programado
Suelo no urbanizable
Esta clasificación es muy importante por lo que significa en cada caso para la edificación de la
parcela. Así pues, en el momento de estudiar una posible localización para una implantación es muy
importante conocer de qué tipo de suelo se trata y, además, qué implicaciones conlleva este hecho.
Todo ello se ve con más detalle en los siguientes apartados.
Los espacios rurales se pueden diferenciar de los espacios urbanos por los tipos de actividades, por
la intensidad de la población, por la cantidad de la construcción, por el grado de transformación de la
geografía, etc.
Pero hay una diferencia fundamental. En el espacio rural es difícil diferenciar lo que es público y lo
que es privado. Los suelos tienen una privacidad “blanda“, no están cerrados, no tienen barreras
visuales, son transitables...
En el espacio urbano se diferencia muy claramente lo que es público y lo que es privado: plazas,
calles y espacios públicos por una parte, y los solares edificables por la otra. La privacidad es dura.
Los solares están cerrados.
El espacio urbano es la transformación del espacio rural. Este proceso se denomina urbanización.
Los espacios públicos se encuentran a continuación unos de los otros, tienen continuidad y son los
espacios vacíos de pueblos y ciudades. Mientras que los privados son los espacios parcelados, están
compartimentados y son los espacios llenos…
Un espacio parcelado, quiere decir que tiene privacidad, independientemente de que las actividades
que se desarrollan sean públicas o privadas.
Allí donde terminan los espacios públicos, empiezan las parcelas y al revés. Uno define al otro. El
planteamiento no es neutral. Se ordena el territorio de acuerdo con unas prioridades: red de calles,
red de espacios verdes, red industrial… La ciudad es la interrelación de las dos categorías del suelo.
El territorio y la topografía han decidido muchas veces la existencia y el crecimiento de los núcleos
urbanos, pero es el planeamiento el que autoriza la urbanización y permite convertir unos suelos
rurales en urbanos.
Los factores de localización han ayudado a tomar las decisiones de lo que es suelo rural y lo que es
urbano, ya sea por una voluntad activa de transformación o por una actitud pasiva del lugar y
favorable del entorno.
En ocasiones, el suelo urbano no es continuo y deja vacíos en que hay usos rurales, sobre todo en
las poblaciones pequeñas.
Delimitar el suelo urbano dentro las ciudades acostumbra a ser fácil. Para las zonas más difíciles de
apreciar la legislación establece las condiciones genéricas mínimas que debe cumplir todo suelo
urbano:
También se considera suelo urbano aquel que ha sido consolidado por la edificación, es decir,
aquellos suelos en que la edificación ocupa al menos 2/3 partes de las áreas aptas para ser
edificadas. Este último punto se creó para solucionar el problema surgido a partir de la edificación
ilegal de urbanizaciones que se produjo en España en la segunda mitad del siglo XX.
El suelo urbano debe ser suficiente para las necesidades de una ciudad o pueblo en los próximos
años y debe posibilitar una oferta suficientemente amplia para que la voluntad de unos pocos no
impida el crecimiento colectivo de una población.
Normalmente los suelos a urbanizar tienden a tener continuidad con los suelos urbanos.
Los responsables de tomar la decisión de qué cantidad de suelo urbano es precisa para una
población deben estudiar las necesidades de vivienda, de suelo industrial, terciario, de equipamientos
y servicio, de comunicaciones de las poblaciones y del entorno, y deben ser capaces de realizar
hipótesis para los próximos años.
Los polígonos industriales o las parcelaciones ilegales deben regularizarse, si ello es posible,
asumiendo sus propietarios los costes de urbanización. (No seria lógico que la sociedad asumiera el
gasto de traer los servicios a un suelo que se ocupó sin licencia y posiblemente a unos precios
inferiores a los del suelo urbano.)
Teóricamente en un solar es en el único sitio donde está permitido edificar, aunque posteriormente se
verá que existen excepciones en algunos casos concretos de suelos no urbanizables.
Programado
No programado
El suelo urbanizable programado debe ser programado de acuerdo con el programa del Plan General.
Este programa se divide en dos etapas de cuatro años y se revisará cada cuatro años. El Plan
General lo considera necesario y se compromete a gestionarlo.
Al suelo urbanizable no programado se le reconocen aptitudes para que sea urbanizado, pero no se
cree necesario en aquel momento pasarlo a urbano según la base de las previsiones del crecimiento.
Puede ser desarrollado mediante un P.A.U., Programa de Actuación Urbanística, mediante el cual
pasa a ser programado.
Así pues, el suelo urbanizable programado está destinado a satisfacer las necesidades de suelo
urbano a corto plazo, mientras que el no programado es una previsión a largo plazo.
Son aquellos espacios que el Plan dice que necesitan una especial protección, por sus valores
agrícolas, forestales y ganaderos. Les reconoce posibilidades para explotar los recursos naturales, o
preservar sus valores paisajísticos, históricos o culturales y también en defensa de la fauna, la flora o
el equilibrio ecológico.
Los propietarios no tienen la posibilidad de que sus terrenos sean urbanizados, y lógicamente
tampoco tienen obligaciones derivadas de ello.
Como se puede apreciar, suelo no urbanizable es una definición negativa, es un suelo que no sirve
para urbanizar. Esto indica la fragilidad en su valoración e invita a su ocupación con todas aquellas
actividades residuales que “sobran” en el suelo urbano.
Normativa posterior
La nueva Ley del suelo del gobierno español ha modificado en parte lo dicho hasta aquí en materia
de clasificación del suelo para nuevo planeamiento. En los casos de planes recientes (desde el 1997)
desaparece la concepción de suelo no urbanizable y todo el suelo pasa a ser urbano o urbanizable,
con derechos y obligaciones diferentes de las citadas hasta este momento. De todas formas, aún es
necesario ver cómo quedará este punto de forma definitiva en Cataluña después de la aprobación de
la nueva Llei d’Urbanisme.
a) Zonas
b) Sistemas
a) Zonas, son los suelos destinados a la edificación privada. La edificabilidad y los usos vienen
definidos en la normativa aplicable.
b) Sistemas, son suelos destinados a la ordenación de elementos públicos, como pueden ser calles,
parques, equipamientos comunitarios, centros públicos, etc.
Según la ley del suelo, los suelos cualificados de sistemas “configuran la estructura general y
orgánica del territorio”.
El destino de cada terreno, ya sea zona o sistema, se concreta según diferentes parámetros:
Combinando estas tres variables, se pueden obtener diferentes clases de suelo, que se van
designando por calificativos relacionados con el uso principal que en ellos se prevé: zona industrial,
zona escolar, zona de viviendas, etc.
No existe un listado de categorías zonales para fijar el destino de los suelos. Es decir, dos terrenos
con dos planeamientos diferentes, en dos municipios que los clasifiquen, por ejemplo, como “zona
industrial”, pueden tener una regulación de edificación y uso bastantes diferentes.
La diferenciación por zonas tiene diferentes características, según si el suelo que se zonifica es
urbano, urbanizable o no urbanizable. Eso es una exigencia de la Ley del Suelo que habla de usos
detallados (pormenorizados) en suelo urbano y usos globales en suelo urbanizable (usos que se
acabarán de detallar en el momento de convertirse en suelo urbano).
15.1 INTRODUCCIÓN
En este capítulo se profundiza en una serie de conceptos urbanísticos que han ido apareciendo en
los dos capítulos anteriores, pero que, para no complicar la explicación, se ha creído oportuno
comentarlos en un capítulo aparte.
De acuerdo con lo comentado anteriormente, los Planes Generales deben resolver las siguientes
determinaciones:
De cada una de estas aprobaciones debe darse publicidad en el BOE (Boletín Oficial del Estado) y en
algún diario de amplia tirada en la zona de actuación.
Estos trámites los aprueba el Ayuntamiento, excepto la aprobación definitiva que la hace la Comisión
de Urbanismo de Catalunya.
Este trámite exige definir la estructura básica de la ordenación que después será desarrollada por el
Plan Parcial correspondiente.
Por compensación
Por cooperación
Por expropiación
Se crea una Junta de Compensación entre los propietarios. Esta Junta redacta unos Estatutos y unas
Bases de Actuación que deben ser aprobados por la administración actuante, normalmente los
Ayuntamientos. Un miembro de la administración forma parte de la Junta.
El 60% de la propiedad del suelo es suficiente para tomar acuerdos sobre el Plan Parcial. La
presencia de un representante de la administración permite garantizar que se respetan los derechos
de los propietarios minoritarios.
Los objetivos de la Junta acaban cuando se han cedido los terrenos de cesión obligatoria a la
administración, zonas verdes, viales o equipamientos, más el 10% de aprovechamiento medio,
cuando se han urbanizado los terrenos acordados en el Plan Parcial, los viales, infraestructuras, etc.
y se han reparcelado las propiedades entre los diferentes propietarios de acuerdo con sus
aportaciones al desarrollo del Plan.
La reparcelación puede ser física o económica, según las posibilidades o las voluntades de los
diferentes propietarios.
Este sistema se utiliza cuando (por lo menos) el 60% de la propiedad no se pone de acuerdo en el
Sistema de Compensación y la administración está interesada en ejecutar el Plan Parcial.
En este caso la administración tramita o ejecuta el Plan Parcial por cuenta de la propiedad.
Los propietarios aportan el suelo de cesión obligatoria y la administración ejecuta las obras con cargo
a ellos.
Como en el caso anterior, se exige la reparcelación de las fincas restantes en las mismas condiciones
antes citadas.
La administración actuante puede pedir un avance en el financiamiento de las obras a efectuar en los
próximos seis meses.
En este sistema de gestión la administración lleva la iniciativa del Plan Parcial. Ésta expropia los
terrenos a sus propietarios y posteriormente ejecuta el Plan Parcial.
Se aplicará para polígonos o unidades de actuación completas e incluirá todos los bienes y derechos
de los mismos.
Este sistema de gestión también se acostumbra a utilizar para facilitar la rápida ocupación de los
sistemas generales.
Define las instalaciones realizando sus cálculos y incluye la memoria, pliego de condiciones y planos
necesarios para la ejecución de la obra. Además, incluye un presupuesto sobre el cual se decidirá la
cantidad económica a aportar por cada propietario en función de la superficie de terreno de la cual
disponía antes del Plan Parcial.
Así pues, es el proyecto técnico necesario para la ejecución de las obras de urbanización,
previamente determinadas por el planeamiento. En él se concreta la vialidad, el abastecimiento de
agua, el saneamiento, el alumbrado, la jardinería, etc.
Las reparcelaciones adjudican las parcelas resultantes a los propietarios de las primeras, en
proporción a sus respectivos derechos y a la administración competente, de acuerdo con la Ley del
Suelo.
Su objetivo es la justa distribución entre los afectados y la regularización de las fincas. También se
utiliza para poner las parcelas en zonas aptas para la edificación.
La reparcelación en el marco de los Planes Parciales puede ser física o económica (a cambio de
parcelas o de una suma económica).
Los Planes Especiales más usados son los Planes Especiales de Reforma Interior (P.E.R.I.).
Se utilizan en los centros antiguos de las grandes ciudades que han sufrido un proceso de deterioro.
Normalmente son de iniciativa pública, ya que difícilmente son rentables económicamente. Tratan de
la rehabilitación de alguna zona concreta o edificio concreto del casco antiguo de las ciudades.
En función del solar previsto, la ordenación de la edificación puede definirse a partir de los siguientes
parámetros:
En las ordenanzas de edificación se pueden encontrar una serie de parámetros que marcarán que
condiciones deben cumplir las edificaciones. Estos parámetros se pueden hallar todos o sólo algunos
en cada zona y sus valores dependen de cada municipio. La explicación de cada uno de ellos se
muestra a continuación y en el siguiente apartado hay un ejemplo de aplicación:
Alineación de vial
Es la línea que se establece como límite de la edificación a lo largo de las calles. Dicta dónde se
sitúan todas las fachadas de una misma calle.
Línea de fachada
Es el tramo de alineación perteneciente a cada parcela. Marca en cada parcela donde debe
situarse la fachada.
Anchura de calle
Es la distancia entre los dos lados de una calle. Algunas veces se toma como parámetro para
determinar la altura reguladora de los edificios. Por ejemplo, si la calle es de 10 metros de ancho
se permite PB+2 y si es de 12 metros PB+3.
Manzana
Superficie de suelo formado por alineaciones contiguas.
Profundidad edificable
Es la distancia entre la línea de fachada y el límite de la edificación permitida. Por ejemplo, 11
metros implica que sólo se puede construir hasta una profundidad de 11 metros desde la
fachada, independientemente de la profundidad de la parcela.
Pared medianera
Es la pared lateral de los edificios, antiguamente compartida por dos edificios contiguos.
Actualmente ya se construyen 2 paredes juntas (para evitar problemas de propiedad).
Retranqueo de la edificación
Marca si la edificación puede retrocede respecto a la alineación de vial. Puede ser sólo en planta
baja o en todo el edificio.
Separaciones
Distancia mínima de las edificaciones al límite de la parcela.
Edificaciones auxiliares
Edificaciones permitidas al margen de los parámetros de ocupación o del coeficiente de
edificabilidad. Por ejemplo, cobertizos para parking.
Vallas
Regulación sobre la altura y las características de los elementos de separación entre parcelas o
entre la parcela y la zona pública. Por ejemplo, que las vallas tengan una altura máxima de 2 m y
que sólo se puedan formar mediante vegetación.
Se pretende realizar una implantación de una industria con las necesidades siguientes:
2
Planta baja de 2000 m
2
Planta primera para oficinas de 1000 m
Altura total necesaria de 8,5 metros
2
Superficie de parcela: 100x60 m
Separación de la edificación a la línea de fachada, 12 m
Separación de la edificación a límites de parcela, 10 m
Ocupación máxima de parcela, el 50%
2 2
Coeficiente de edificabilidad: 0,6 m techo / m suelo
2
Parcela mínima edificable 100m
Altura máxima 9'50 m
Comprobar si esta parcela es apta para construir la industria que se quiere implantar.
Resolución:
2
La superficie total de la parcela es de 60 x 100 = 6000 m .
La ocupación máxima es de un 50 %, lo que implica que podrán ser ocupados en planta 6000 x 0,5 =
2 2
3000 m . La industria a implantar necesita 2000 m en planta, con lo cual este parámetro lo cumple
sobradamente.
2
En total se dispone de un área de 40 x 78 = 3120 m , necesitando tan sólo 2000 para la industria a
implantar. Cumple este parámetro.
2
La parcela mínima edificable es de 100 m , poseyendo la parcela estudiada una superficie de 6000
2
m . Cumple este parámetro.
La altura reguladora máxima es de 9,50 m necesitando tan sólo 8,5 m para la implantación del
ejemplo. Cumple este parámetro.
2 2 2
El coeficiente de edificabilidad es de 0,6 m techo / m de suelo. La parcela dispone de 6000 m de
2
suelo, con lo que aceptará un máximo de 6000 x 0,6 = 3600 m de techo. La industria a implantar
2 2
necesita 2000 m de techo en planta baja y 1000 m de techo para la primera planta, en total necesita
2 2 2
3000 m de techo. Como 3000 m es menor a los 3600 m permitidos en la parcela, también se
cumple este parámetro.
En el caso de que alguno de los parámetros anteriormente citados no se hubiera cumplido, esta
parcela no serviría para albergar esta industria, con lo que se hubiera tenido que descartar su compra
y buscar otra.