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Los pioneros en el estudio de la penetración de la leyenda troyana en España
fueron Agapito Rey y Antonio García Solalinde, Ensayo de una bibliografía de las
leyendas troyanas en la literatura española, Bloomington, Indiana University, 1942.
Véase también, por seguir con estudiosos españoles, Julio Pallí Bonet, Homero en
España, Barcelona, Universidad, 1953. Recientemente se pueden encontrar un
excelente estudio en T. González Rolán, Mª F. Del Barrio Vega y A. López Fonseca,
Juan de Mena. La Ilíada de Homero (Edición crítica de las Sumas de la Yliada de
Omero y del original latino reconstruido, acompañada de un glosario latino-
romance), Madrid, Ediciones Clásicas, 1996. Utilísima es la obra de Juan Casas
Rigall, citada más arriba, para el siglo XIII hispánico, especialmente para el Libro de
Alexandre, la obra histórica alfonsí y, aunque le dedica mucho menos espacio, para
la Historia Troyana Polimétrica.
9
9 GONZÁLEZ ROLÁN, T., DEL BARRIO VEGA, Mª F., y LÓPEZ FONSECA, A. Juan de Mena. La Ilíada
de Homero (Edición crítica de las Sumas de la Yliada de Omero y del original latino
reconstruido, acompañada de un glosario latino-romance), Madrid, Ediciones
Clásicas, 1996, pág. 8 de la “Introducción”.
NICOLÁS LATORRE VICO 3
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
La aportación de la Eneida10 virgiliana será esencial, así como la
de su comentarista Servio. Ovidio11 trata el asunto troyano en
las Heroidas y en los libros XII, XIII y XIV de las Metamorfosis. La
Aquileida de P. Estacio, integrada en los Libri Catoniani gozó de
gran difusión como texto en las escuelas medievales. Los
trágicos latinos también escribieron numerosas piezas sobre el
tema, siendo lógicamente Séneca el que más huella dejaría.
También las Fábulas de Higino, compilación mitográfica del s. I o
II, tiene referencias a la leyenda de Troya.
Recuérdese el concepto de “autoridad” de la Edad Media,
el prestigio de lo escrito, y la valoración de los autores antiguos
tan diferente a la moderna12. Esto hará, junto al
desconocimiento del griego en la Europa occidental, que se
convierta en la obra de referencia para el conocimiento de la
guerra de Troya la llamada Ilias Latina13, conocida también por
Homerus Latinus o por Homerulus. Consta la obra de 1070
hexámetros que condensan los 15.693 de la Ilíada y que
resultaron ser casi la única vía de conocimiento del poema
homérico en la cultura europea occidental hasta que en 1358
apareciera la traducción latina de Leoncio Pilato, que ponía la
obra al alcance de muchos lectores desconocedores del griego.
Hasta el s. X, la Ilias Latina formó parte de los Libri Catoniani, de
amplio uso escolar, si bien a partir del s. XIII se separó para
formar grupo con otros textos de naturaleza épica como la
10
Su huella se aprecia en la Crónica Silense, la Crónica Najerense y la Chronica
Adefonsi Imperatoris.
11
Las Heroidas y las Metamorfosis están muy pesentes en la General estoria de
Alfonso X.
12
Curtius, en el capítulo dedicado a los autores leídos en las escuelas, dice: «Entre
los autores que se leían en las escuelas medievales hay escritores paganos y
escritores cristianos. La Edad Media no distingue en la literatura latina entre “edad
de oro” y “edad de plata”; no conoce el concepto de lo “clásico”; todos los
escritores son autoridades con idéntico derecho. Veamos algunos testimonios
medievales acerca de los autores leídos en las escuelas. Hacia 975, Walther de
Espira enseñaba a Virgilio, a “Homero” (es decir, la llamada Ilias Latina, tosca
refundición de la Ilíada, en 1070 hexámetros, escrita en el s. I d. C), a Marciano
Capela, Horacio, Persio, Juvenal, Boecio, Estacio, Terencio, Lucano. Esta selección
no es casual, sino normativa; la encontramos en la base de otras listas más
tardías». E. R. Curtius, Literatura Europea y Edad Media Latina, I, FCE, Madrid, 1955,
págs. 79-80. Siguen otras listas que van ampliando la nómina de autores a Donato,
Catón (Disticha Catonis), Esopo, Avieno, Sedulio, Juvenco, Próspero de Aquitania,
Teodulo, Arator, Prudencio, Cicerón, Salustio, y Ovidio.
13
Muy recientemente ha sido publicada una traducción española moderna de la
Ilias Latina, acompañada de la primera versión española de Dictis cretense y Dares
frigio: La Ilíada latina. Diario de la guerra de Troya de Dictis cretense. Historia de la
destrucción de Troya de Dares frigio, Introducciones, traducción y notas de Mº
Felisa del Barrio Vega y Vicente Cristóbal López, Madrid, Gredos, 2001. Esta es la
edición que manejaremos para las citas de estas obras y de la que a menudo será
deudora nuestra exposición.
NICOLÁS LATORRE VICO 4
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
Aquileida de Estacio. Aunque fue atribuida a diferentes autores,
hasta hace poco se consideró anónima. En 1875 se reparó en
dos acrósticos, uno al principio y otro al final del poema, en los
que puede leerse ITALIC<V>S SCRIPSIT, lo que llevó a pensar que se
tratara de un ejercicio de juventud de Silio Itálico. Pero en 1890
en un códice humanístico de Viena, aparece una inscriptio
encabezando el poema: BEBII ITALICI POETAE CLARISSIMI EPITHOME IN QVUATUOR
VIGINTI LIBROS HOMERI ILIADOS, con lo que el autor podría muy bien ser
P. Baebius Italicus, miembro del círculo de jóvenes poetas de
que se rodeó Nerón. La obra habría sido escrita, pues, en torno
al 65 d. C. Pera la atribución no es segura para muchos14. Juan
de Mena tradujo la obra al castellano en 1442 por encargo de
Juan II15. Aunque sin correspondencia exacta, la Ilias Latina está
dividida, como el poema homérico, en 24 cantos, pero de
extensión desigual y menguante conforme se avanza en la
narración. Mª F. del Barrio16 resume las preferencias del autor
del texto latino, que van a marcar una tendencia en posteriores
14
Seguimos la exposición de Mª F. del Barrio Vega, en su introducción a La Ilíada
Latina, ed. cit. En ella se abordan cuestiones relativas a la transmisión del texto, su
presencia en España, contenido y estructura de la obra, comparación con el modelo
homérico, sus modelos literarios, la técnica compositiva, la lengua y el estilo. Existe
una edición moderna del texto latino, la de M. Scaffai, Baebii Italici Ilias Latina.
Introduzione, edizione critica, traduzione italiana e commento, Bolonia, 1982 (1997
2ª ed.). En Internet se puede descargar gratuitamente el texto en la dirección
www.intratext.com/LAT/Default.htm. En la misma página, se pueden descargar los
Disticha Catonis, De excidio Troiae de Dares Frigio, las Periochae Homeri Iliadis et
Odyssiae y las Etimologías de Isidoro de Sevilla, por citar algunos de los utilizados
en este trabajo.
Los dos fragmentos que forman el acróstico son:
Iram pande mihi Pelidae, Diva, superbi
Tristia quae miseris iniecit funera Grais
Atque animas fortes heroum tradidit Orco
Latrantumque dedit rostris volucrumque trahendos
Illorum exsangues, inhumatis ossibus, artus.
Confiebat enim summi sententia regis,
protulerant* ex quo discordia pectora pugnas,
Sceptriger Atrides et bello clarus Achilles.
vv. 1-8
vv. 1063-1070
15
Véase la edición moderna de T. González Rolán, cit. con un estudio introductorio
sobre la presencia de la materia troyana en la Edad Media y el Renacimiento (págs.
7-51).
16
Introd. a ed. cit., págs. 27-29.
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acercamientos al tema: 1º) Los episodios de carácter
sentimental (súplicas de Crises a Agamenón; súplicas de Príamo
a Aquiles; encuentro de Héctor y Andrómaca; enfrentamientos
debidos a la pasión amorosa , como los de Aquiles y Agamenón
por Briseida y el de Menelao y Paris por Helena). 2º) Episodios
protagonizados por Héctor y Eneas (es decir, el punto de visto
filotroyano). 3º) Episodios tópicos en la poesía épica, como el
catálogo de las naves. Y lo que menos interesan son las
asambleas de dioses y hombres, las intervenciones de los dioses
en las batallas y sus interpelaciones a los héroes. Se toma así
partido por una visión de la leyenda más racionalista, tendencia
que se acentuará con Dictis y con Dares. Algunas de las
divergencias con el modelo griego se explican por la influencia
de Virgilio y de la elegía erótica latina, especialmente Ovidio.
Las Periochae Homeri Iliadis et Odyssiae atribuidas a
Ausonio (h. 310- h. 394) debieron de tener una difusión limitada
y además, por su drástica brevedad (muchos cantos se
despachan con una sola línea) poco podían influir en la
conformación de la materia troyana. Todo lo contrario de lo que
sucederá con los relatos de Dictis y Dares que veremos más
adelante. Contemporáneo de estos parece ser el original del
anónimo Excidium Troiae, texto en prosa, con notable difusión
en la Europa medieval, que sigue fuentes mitográficas griegas, a
Estacio, Virgilio (para los viajes de Eneas), Plutarco y Dionisio de
Halicarnaso. Casas Rigall17 señala el uso que de esta obra se
hace en la General estoria, y da como casi segura su lectura por
el autor del Alexandre y, ya en el s. XV, su manejo por Enrique
de Villena.
Pero el verdadero protagonismo en la transmisión y la
recreación del ciclo troyano lo van a tener dos obras que, a
despecho de su escaso valor literario, se erigirán en la
referencia obligada durante todo el medioevo: la Ephemeris belli
Troiani de Dictis (s. IV) y De excidio Troiae historia de Dares (ss.
V o VI d. C.).18 En la introducción a la primera versión española
17
Ed. cit. pág. 22. El Excidium Troiae fue editado E. Atwood y V. Whitaker: Excidium
Troiae, Cambridge (Massachusetts), The Mediaeval Academy of America, 1944. Su
prólogo sigue siendo el mejor estudio sobre la obra y su difusión.. Existe una edición
más reciente: Alan Bate, Excidium Troiae, Frankfurt am Main-Bern-New York, Peter
Lang, 1986.
18
Estas obras tan influyentes han sido, no obstante, descuidadas por la
investigación. Las únicas ediciones fiables son: Eisenhut, Werner, Dyctis Cretensis.
Ephemeridos belli Troiani libri a Lucio Septimio ex Greco in Latinum sermonem
translati, Leipzig, Teubner, 1973. Y Meister, Ferdinandus, Daretis Phrygii de excidio
Troiae historia, Leipzig, Teubner, 1873 (reimpresión, 1991). La única versión
española publicada en español es la muy reciente de Vicente Cristóbal, cit. supra,
con una útil y precisa introducción que aprovechamos para nuestra exposición.
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MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
de ambas, Vicente Cristóbal nos dice: «Dictis y Dares pasan por
ser los autores de unas desaparecidas crónicas (escrita en
griego la de Dictis; en frigio o en griego la de Dares), sobre la
guerra de Troya, que fueron halladas en la época romana y
traducidas posteriormente al latín. Ambas obras pretenden ser
testimonios coetáneos, auténticos y fidedignos, de la propia
guerra de Troya, anteriores, por tanto, a Homero, y escritos
nada más y nada menos que por hombres que participaron en la
contienda: un soldado del bando griego, cretense, que combatía
a las órdenes de Idomeneo (Dictis), y un frigio que sufrió el
asedio dentro de las murallas de Troya (Dares). Uno y otro texto,
en consecuencia, adoptan perspectivas distintas —y
complementarias— frente a los hechos: el relato de Dictis es
filogriego y escrito desde el campo griego; el de Dares,
filotroyano y escrito dentro del recinto de la ciudad sitiada. Lo
que conservamos son los textos latinos de unos originales
griegos —cuya existencia se ha comprobado en el caso de
Dictis, siendo sólo presunto en el caso de Dares—, originales
que, desde luego, no se remontan a tanta antigüedad como
pretenden hacernos creer sus autores»19.
Los originales griegos remontarían al s. II d. C.. Su
antihomerismo parece remitir al ambiente de la segunda
sofística. En la supuesta epístola de Cornelio Nepote, dirigida a
Salustio, y que encabeza el relato de Dares, se lee:
Y en lib. V, 194:
20
V. Cristóbal, Introducción a ed. cit. Pág. 120.
21
García Gual, Carlos, Los orígenes de la novela, Madrid, Istmo, 1972, pág. 150.
NICOLÁS LATORRE VICO 8
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
por Paris, viaje de la flota griega a Troya, peste en el
campamento griego, enfrentamiento entre Agamenón y Aquiles,
amor de Aquiles por Políxena, muertes de Patroclo y Héctor,
rescate del cadácer de éste, llegada y muerte de Pentesilea,
muerte de Memnón, muerte a traición de Aquiles, muerte de
Paris, caída de Troya (con la traición de Antenor y Eneas y el
episodio del caballo), regreso de los griegos a la patria, regreso
de Ulises a Ítaca, donde se hijo Telégono le da muerte
accidentalmente. El autor de la obra tiene parece haber
recogido tradiciones procedentes de la épica posthomérica, de
los líricos, de la tragedia y de la poesía helenística. Pero no pudo
desde luego sustraerse, a pesar de su antihomerismo, a la
influencia del gran rapsoda (sobre todo en lo que tiene que ver
con Ulises) y no es difícil descubrir el conocimiento que de la
Eneida tenía el autor, por más que trate de apartarse
voluntariamente de ella.
De excidio Troiae historia consta de un solo libro.. Es por
extensión y por estilo obra bastante inferior a la de Dictis,
aunque, como hemos visto, mucho más influyente que la de
aquel22. No todos están de acuerdo en que la obra conservada
sea la traducción de un original griego (como sí se ha
confirmado en el caso de la Ephemeris). No obstante, y por sus
peculiaridades narrativas, son muchos los que se inclinan por la
tesis de que la obra sería un resumen del presunto original
griego. Dares se remonta en su relato a la expedición de Jasón y
los argonautas, que recalan en la costa de Troya y se apoderan
22
En Etimologías I, 42, Isidoro se refiere así a Dares:
XLII. DE PRIMIS AVCTORIBVS HISTORIARVM. [1] Historiam autem apud
nos primus Moyses de initio mundi conscripsit. Apud gentiles vero
primus Dares Phrygius de Graecis et Troianis historiam edidit, quam in
foliis palmarum ab eo conscriptam esse ferunt.
Para el estudio de la difusión de Dares, véase la tesis doctoral de Louis
Faivre D’Arcier: “La circulation des manuscrits du De Excidio Troiae de Darès
le Phrygien”, Tesis de l’Ecole National des chartes, 2000, que hace una
clasificación de los manuscritos y estudia la recepción y difusión del autor. Se
accede libremente a un resumen en Internet, al que pertenecen estas
palabras sobre la proliferación de manuscritos de Dares en las abadías
benedictinas: «D'un point de vue “sociologique”, l'étude des possesseurs
attestés et de l'aspect des manuscrits, donne une image essentiellement
“cléricale” de la diffusion de Darès. En effet, ce sont surtout les bibliothèques
des monastères bénédictins que l'on rencontre. Néanmoins, la majorité des
ordres religieux médiévaux sont représentés, y compris les cisterciens,
pourtant réputés pour être réfractaires aux études classiques. La fin du Moyen
Age voit, chez les possesseurs de Darès, émerger des bibliothèques de types
nouveaux, entre autres celles de particuliers». El resumen se encuentra en la
siguiente dirección de Internet: http://theses.enc.sorbonne.fr/document.html?
id=101. En este sitio se puede pedir autorización para acceder a la tesis
doctoral.
27
V. Cristóbal, Introducción a ed. cit., pág. 148.
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MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
años” después de la guerra. M.A. Marcos Casquero28 recuerda
que cuando Sainte-Maure y otros autores critican a Homero «no
hay que pensar en el viejo Homero» sino en el “Homerus
latinus” autor de la Ilias Latina, afirmación que habría que
matizar seguramente. Del Roman de Troie se hicieron
prosificaciones en francés ya desde el s. XIII. Se conservan cinco
con distintas dataciones. Últimamente diversos estudiosos han
planteado la posibilidad de que la HTP no derive directamente
del original francés, sino de una de estas prosificaciones. Casas
Rigall29 cree que el poema francés es el texto más próximo a los
escritos ibéricos, aunque señala posibles rastros de las
prosificaciones en algunas obras. M. A. Marcos Casquero
describe de manera elocuente la novedad que supone Sainte-
Maure en el tratamiento de la materia troyana: «El resultado es
una novela típicamente medieval. Ante nuestros ojos desfilan
heroicos caballeros y hermosas damas; se multiplican las
escenas bélicas en que se pone a prueba el valor y destreza de
los paladines que se acometen en duelos personales o aniquilan
con su arrojo personal a incontable número de enemigos; se
describen sus bruñidas y resplandecientes armaduras, sus
pabellones y estandartes, sus emblemas y sus corceles. Todas
las asambleas, todas las batallas, todas las treguas tienen una
indudable impronta medieval. Pero a ello supo Benoît agregarle
un nuevo elemento coetáneo que, si pudo hallarlo in nuce en
sus fuentes, no es menos cierto que su desarrollo y su
imbricación en el argumento resulta un genial hallazgo del poeta
francés. Nos referimos a las cuatro historias de amor que
emergen estratégicamente colocadas a lo largo del relato: la de
Jasón y Medea, la de Paris y Helena, la de Troilo y Briseida, y la
de Aquiles y Políxena. Aparte de lo anterior, se descubren en
Benoît una larga serie de elementos típicamente medievales
que en modo alguno se encontraban en sus fuentes latinas. Se
trata, sobre todo, de temas derivados de relatos populares,
romances y cuentos maravillosos en los que predomina la
magia, la brujería, las hadas o los elementos portentosos que
llenan las consejas relatadas al amor de la lumbre»30.
En 1287, más de ciento veinte años después de la
aparición del Roman de Troie, Guido delle Colonne hace una
traducción en prosa latina del poema francés, alcanzando un
28
M. A. Marcos Casquero, “El tema troyano en la Edad Media. Guido delle Colonne
¿traductor de Bennoît de Sainte-Maure?, Estudios Humanísticos. Filología, 15
(1993), pág. 82.
29
Op. cit., pág. 26.
30
M. A. Casquero, art. cit., pág. 89.
NICOLÁS LATORRE VICO 13
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
éxito en toda Europa sin precedentes, gracias a la utilización
del latín, lengua internacional y de autoridad. La obra se llama
Historia destructionis Troiae31. El autor cita como fuentes
directas a Dictis y a Dares, pero silencia el nombre de Benoît, a
pesar de que está claro que el argumento procede íntegramente
de él. En cambio no parece haber leído realmente a Dares.
Según Marcos Casquero, Guido consultaría la obra de Dictis tan
sólo después de acabada la composición, realizando algunos
apuntes finales. Parece conocer directamente a Ovidio y cita a
Virgilio, Ptolomeo y Beda el Venerable, pero se trata de citas
indirectas, «elementos de erudición o pruebas de autoridad» sin
mayor valor. No se comporta, sin embargo, como un simple
traductor, pues a menudo «simplifica o selecciona, racionaliza o
discute, suprime u omite, al par que introduce abundantes
elementos de su cosecha, como son los frecuentes apóstrofes,
reflexiones morales, digresiones poéticas o consideraciones
eruditas o pseudo-eruditas»32. Por cierto, que llama la atención
la violenta misoginia de que hace gala en una época, la del
amor cortés, de culto a la dama e idealización de la mujer. La
obra de Guido delle Colonne eclipsó al Roman de Troie de
Benoît, y durante mucho tiempo fue considerada verdadera
“historia”. No sólo se difundió en la versión original latina, sino
que fue tempranamente traducida a diversas lenguas
vernáculas. Si aceptamos la datación propuesta por Menéndez
Pidal para la HTP, su autor no pudo conocer la obra de Guido. En
la Historia destructionis Troiae se basa el Filostrato de Boccaccio
(1340), que a su vez inspiraría el poema Troilus and Criseyde de
Chaucer. De Benoît-Guido y sucesivas traducciones al francés y
al inglés se llega al Troilo y Crésida de Shakespeare. También en
Inglaterra, pero a finales del s. XII compuso Joseph Iscanus su
De bello Troiano, obra en hexámetros, basada
fundamentalmente en Dares, que no gozó de la fama ni de la
repercusión que merecía.
En España, además de la Historia troyana polimétrica,
contamos con la traducción en prosa del Roman de Troie hecha
31
Griffin, Nathaniel E., Guido delle Colonne. Historia destructionis Troiae,
Cambridge (Massachusetts), Mediaeval Academy of America, 1936. Existe en
español una traducción reciente: Marcos Casquero, Manuel A., Guido delle Colonne.
Historia de la destrucción de Troya, Madrid, Akal, 1996. Véase también el artículo
del mismo autor citado más arriba. Mª Dolores Peláez Benítez publicó en 1999 la
única traducción castellana medieval completa existente de la Historia Destructionis
Troiae de Guido de Columna, realizada por Pedro de Chinchilla en 1443 y
conservada en el manuscrito 326 de la Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander,
hasta ahora inédito.
32
Marcos Casquero, art. cit. págs. 90-91.
NICOLÁS LATORRE VICO 14
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
por encargo de Alfonso XI y terminada en 1350, así como con un
par de traducciones al gallego. También de la primera mitad del
s. XIV son las Sumas de historia troyana33 que su autor atribuye
a un desconocido Leomarte y basadas en Benoît, Guido y
Alfonso X. Y a Leomarte se remonta la Crónica Troyana, primera
de las obras impresas en español sobre la materia troyana, que
conoció quince ediciones entre 1490 y 158734.
41
op. cit. pág. 105.
42
art. cit. págs. 136-154.
43
ibídem, págs. 151-152. Como ejemplo de modificación del texto Solalinde se
refiere a la traducción no literal que enmascara el sentido de los versos 13183-6 en
que Héctor echa en cara a Aquiles los amores contra natura con Patroclo. La
ampliación más llamativa es la descripción del sagitario traído por el rey Pitroplax
para luchar contra los griegos.
44
Casas Rigall, op. cit., págs. 236-238.
NICOLÁS LATORRE VICO 17
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
- La Polimétrica y la Versión de Alfonso XI no son
traducciones independientes de una versión del RT, sino
textos muy estrechamente filiados desde su propia
génesis. Ambos derivarían de una misma fuente
iberorrománica, como deja entrever la utilización de
refranes ajenos al texto francés.
- La fuente común iberorrománica sería una versión
intermedia, hoy desconocida, del RT en gallego o
portugués, que ha dejado huellas textuales sobre todo en
el ms. A de Alfonso XI, pero también en la HTP.
Así, la nueva propuesta de filiación entre estas obras sería
la siguiente:
Roman de Troie
Polimétrica Alfonso XI
“subçesore nouo vinçitur omnis amor” que quiere dezir: “todo amor es vençido por
el nueuo entendedor». M, 131 a.
47
Para más detalles, vid. Solalinde, art. cit. pág. 155 y M. Pidal, op. cit. págs. 100-
103.
NICOLÁS LATORRE VICO 19
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
La primera poesía es el lamento de Aquiles por la muerte
de Patroclo, 150 versos en sextinas octosilábicas. En Dictis,
Euforbo hería a Patroclo y Héctor lo remataba. En Dares Patroclo
cae, como Protesilao, en las primeras escaramuzas. Lo mata
Héctor, que no puede, sin embargo despojarlo. Dares relata así,
con su habitual sequedad, lo que ocurre inmediatamente
después:
. Postera die Grajugenae inducias petunt.. Achilles Patroclum
plangit, Grajugenae suos. Agamemnon Protesilaum magnifico funere
effert, ceterosque sepeliendos curat. Achilles Patroclo ludos funebres
facit.
Benoît recogió la versión moderna que hacía amantes a
Patroclo y Aquiles, si bien el autor de la HTP, como vimos más
arriba, solapaba esa relación no traduciendo literalmente los vv.
13183-6 del original, cuando Héctor se la echaba en cara a su
adversario. El poema comienza con las exequias de los griegos
muertos en combate para, en rápida transición, centrarse en
Aquiles, que da rienda suelta a su dolor quebrantándose la
cabeza contra el escudo, rompiéndose la frente y acusándose
de ser el causante de la muerte del amigo. Sus lamentos
adoptan el tono de la elegía amorosa. Acaba lanzando una
imprecación contra Héctor, perdiendo el sentido y haciendo a
los griegos temer por su vida.
[I] Los unos por sus Anchiles esto decía
cormanos, e con grand coita caía
por amigos, por hermanos, sobrel lecho amortecido,
los otros por sus parientes e los griegos que lo veíen
que veian todos quemados cuidaban que lo habien
e los polvos soterrados por siempre jamás perdido.
en tierras d'estrañias gentes, E creed que bien tres tanto
Anchiles, cosa certera, era ya mayor el lanto
por Patroclo el que era que se facía sobrel vivo
un amor con él contado, que sobrel muerto; e cuando
porque se amaron mucho, acordaba, iba dando
a estado es aducho grandes voces el cativo,
de morir, el mal fadado. tirando de sus cabellos
Ca, pues lo non veia vivo, cobriendo el lecho dellos.
fazia llanto muy esquivo, Mas griegos, por conhortarlo,
teniase por cofondudo, todos el lecho cercaron;
muy grave mientre loraba, e de Patroclo trabaron
48
Cassandra, postquam audivit patris consilium, dicere coepit quae Trojanis futura
essent, si Priamus perseveraret classem in Graeciam mittere. (Cap. 8). . Priamus
gavisus est, sperans Graecos causa recuperationis Helenae sororem Hesionam
reddituros, et ea quae inde a Trojanis abstulerant. Helenam moestam consolatus
est, et eam Alexandro conjugem dedit: quam ut aspexit Cassandra, vaticinari
coepit, memorans ea quae ante praedixerat (Cap. 11). Sobre Casandra véase
también RUIZ DE ELVIRA, ANTONIO, Mitología clásica, Madrid, Gredos, 1984, págs. 399-400.
GRIMAL, PIERRE, Diccionario de mitología griega y romana, Barcelona, Paidós, 1984,
págs. 89-90. APOLODORO, Biblioteca, III 12, 5. BOCCACCIO, GIOVANNI, Genealogía de los
dioses paganos, Madrid, Editora Nacional, pág. 383.
NICOLÁS LATORRE VICO 21
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
que ya huertos que m'quebranta, no t'partes por mill
e prados cuantos faz me loca de despecho! logares,
ha en Troya non los ¡Ay cativos si podieses,
caben, de gentios que este dapño
¡Ay mesquinos! pues partivos non lo vieses,
vos habedes destos brios pues tamaño
adevinos, e dexad aqueste fecho! es e de tantos pesares?
bien tenedes Gente mala, ¡Troya rica
entre vos muchos que saben mala gante, e nombrada,
el mal fado non vos sala ay que chica
que vos presto, ya de mente mal fadada!
Mal pecado, se quiera la vuestra vida; ¿Que sera la vuestra
es por esto grande pena honra?
que vos a mi non creedes. vos es presta Vos ardida,
Mal apresos, por Elena, despoblada
mal andantes, si aquesta cofondida
bien como esos guerra non fuere partida. e arada
vos, enantes Gente loca, seredes por grand
de mucho tiempo, morredes. gente dura, deshonra.
Vuestra joya e que poca ¿Ay troyanos
e vuestro bien, es la cura caballeros,
todo Troya que de vos mesmos muy loçanos
que vos tien habedes, e guerreros!
asi ardera a fuego. mas bien se yo ¡como seredes lorados!
Griegos ternan ¡malfadados! ¡Mas ninguno
muy grand bando, bien lo veyo que vos llore!
a vos vernan por pecados ca solo uno
sagudando, que todos por end morredes. que aqui more
Ylion entraran luego. ¡Ay astrosos, non fincara por pecados."
¡Ay que quexa, non oides! Esto dezia
que quebranto, pereçosos, la infante
que aquexa ¿non vos ides e mas queria
a mi tanto por non caer en aquesto? adelante
que non podria mas sin falla! ¡Ay que grand mal dezir, mas non la
¡Ay que coita, pasaredes! dexaron;
mal apresa, ¡Ay que mortal! fue tomada
que m'acoita ¿Non veedes por sandia,
que me pesa como vos esta tan presto? encerrada
de aquesta negra batalla! ¡Ay coraçon noche e dia;
¡Ay que pena quebrantado! como a loca la guardaron.
e que tanta ¿por cual razon
que me pena, mal fadado
53
op. cit. pág. 89.
NICOLÁS LATORRE VICO 30
MITO Y TRADICIÓN CLÁSICA EN LA HISTORIA TROYANA POLIMÉTRICA
«En este cuidado e en esta tristeza estudo Breyseda aquel día
desque sopo
las nuevas de su ida fasta la noche. E desque la noche fue Troilo
ver a Breyseda por conhortarla e por conhortarse él con ella».
VII Mas aquel hora ques que es tan firme e tan fuerte
siempre en la su postura,
maguer que nunca quedaban
de llorar, ambos pensando
vieron
quier ponga derecho o tuerto; en el plazo que venie,
el infante y la fermosa
que por saber por ventura catando el alba cuando
sol fablar non se podieron
que verie a Hector muerto vernie e los partirie.
nin decir ninguna cosa.
non desderia una vegada; Aquella noche a su grado
E echaronse abraçados
pues menos por mi, sin falla. por siempre les durarie;
en un lecho que y estaba;
Por mi mal, señor, fue dada mill razones han fablado
estando y acostados,
esta tregua en la batalla, por veer como podrien
cada uno asi lloraba
e por mal de mi pasaron por cual guisa o por cual arte
que sol decir non podrie
los griegos el mar aquende, por ellos seer desfecho
la grand coita e el cuidado
señor, pues que recabdaron por engenio o por arte
e el pesar que habia
de pasar a vos allende, aquel tan esquivo fecho.
de vevir desamparado.
e por mal el vuestro padre, Pensaban de la doncella
Del rey Priamo habien
que vos dexo aca doncella, esconderse si podrie,
ambos muy grandes
cuando morio vuestra madre o irse Troilo con ella;
despechos,
non morio e fincase ella, traicion decie que serie:
las lagrimas lles corrien
ca el a Troya non dexara si el a griegos fuyese,
muy espesas por los pechos.
nin fuera por traidor dado dar lo ian por alevoso;
Uno a otro conhortaba,
nin na mi non me matara e si ella se escondiese,
las lagrimas le tercia,
como m'mato mal pecado. saldria el rey por mintroso.
el conhortado lloraba
¡Mal pecado, diz, mesquino, ¡Dios, que fuerte que
e el conhortador emia
diz locura e diz tuerto! pecaron,
Breiseda, que habie consigo
ca pues me tanto mal vino dios que grande mal fezieron
muy gran coita porque se iba,
cierto es que yo soy muerto". cuantos les esto guisaron
dezia: "Troilo amigo,
Troilo, esto deciendo, e los en esto metieron!
¿asi perdio esta cativa
muy gravemiente loraba ¡Ay dios, nunca placer vean,
el servicio que ha fecho
las lagrimas le terciendo mas vivan desamparados
a señor tan grand sazon?
Breiseda, mas le pesaba non hayan lo que desean;
En vos yo rebtar derecho
del, ques quexaba tan cuanto dos enamorados
fago e muy gran razon,
fuerte, asi s'parten tan ambidos!
ca bien se que, si pesase
que della, que se veie Mucho fueron y villanos,
mucho a vos de la mi ida,
atan cerca de la muerte, por end fueron y destroidos
non cuido que me echase
que mas cerca non podie. todos griegos e troyanos,
Priamo atan escarnida
¿Que queredes que vos ca d'aquel hora adelante
nin yo non iria morar
diga?, por esta coita tan maña
a logar o en cuanto viva
asi estaban quexados fue Troilo el infante
non fare si non lorar
que amigo con amiga cogiendo tan brava saña
mi trista vida cativa".
nunca vistes tan cuitados; contra griegos e tan fuerte,
Troilo, cuando esto decia,
e non era maravilla, que el mesmo, por sus manos
el corazon le quebraba,
ca el plaço lo fazie vengandose, dio la muerte
toda la color perdia
en que se iria de la villa mas d'a mill griegos loçanos.
grandes palmadas se daba
Breiseda, e fincarie E pues que vos mucho diga,
en la fruente e en la cara,
Troilo desamparado en aquel vizio lorando
toda la sangre l'foie,
e non bien seguro della: estido con la su amiga
tal como muerto se para,
nin seria del ¡mal pecado! el infante muy cuitado
desi a pieza recodie
bien segura la doncella. besando la noche toda.
e decia: "la señor mia,
Aquella noche, maguera, Mas vieno claro el dia
en fuert punto fui nacido,
en que ellos asi estodieron, que partio aquella boda,
pues yo morir todavia
que les fue la postremera partio aquella alegria.
e non fuer de vos creido.
que ambos en uno tovieron
Mas, señor ¿como creredes
jamas en toda su vida,
que yo quisiese la muerte
besaban e abraçaban
del rey Priamo? Sabedes
muy fuerte por espedida,
Briseida es por fin conducida al campamento de los griegos para
ser entregada a Diomedes. Se ha vestido sus mejores galas para
salir de Troya y se despide de sus amigos y de Príamo. Tres hijos
de éste la van a acompañar, además de Troilo. La octava poesía
consta de 120 versos en cuartetas octosílabas (20 versos del RT,
13495-13514). El poeta se complace en la descripción del
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cortejo. Los amantes siguen llorando y abrazándose, están a
punto de caer de las caballerías. El momento más poético es el
llanto de los hermanos de Troilo cuando ven que los amantes
retienen las riendas. Los jóvenes se quejan de la poca distancia
que media entre la ciudad y el campamento griego:
E alli do la levaba
ibanse entrambos catando
uno a otro non fablaba,
atan fuerte iban lorando.
Cuando al facer non podien,
atan fuerte se abrazaban
que por poco non caien
de las bestias en que andaban;
e sin falla si cayeran
mill veces, si los hermanos
del infant non los tovieran
trabandolos con las manos
e teniendoles muy fuerte.
Mas non habian y consejo,
todos se piden la muerte
con el grand duelo sobejo
que habien porque los vien
ir reteniendo las riendas;
a Priamo maldecien
e maldecien las tiendas
en que los griegos moraban.
E maldecian la carrera
en que ellos asi andaban
porque tan pequeña era.
Troilo mucho dezie:
"non dura cuatro pasadas",
mas Breiseda bien querie
que duras cient mill jornadas.
vv. 1-28
El poeta acentúa el patetismo de la situación cuando Troilo cae
sin sentido del caballo. Al recuperarse pregunta a sus hermanos
si habría alguna excusa para pasarse a los griegos. Aquellos le
recuerdan que sería un traidor. Troilo desearía entonces estar al
menos prisionero de los griegos, pues así podría seguir viendo a
su amada. Al escucharlo, Briseida se desespera.
e dezia: "por dios, hermanos
¿ha cosa que me escusase
si yo dexase troyanos
e a griegos me tornase?"
E cuanto ellos le dezien
que serie traidor en ello
el corazon le partien,
duelo habriades de veello.
Ca decia: "¡ay mal apreso!
¿e por que yo non seria
se quier d'algun griego preso?
ca, maguer preso, veria
alguna vez mi señora,
e algund bien me faria,
54
HUIZINGA, Johan, El otoño de la Edad Media, Altaya, Barcelona, 1997, pág. 153.
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e dolienle las quexadas,
ca muchas veces aviene
que estas tales cabalgadas
amor, contra los que tiene
en su poder encerrados,
faz: e aquestas penas tales
sufren los enamorados.
vv. 1-35.
55
véase LÓPEZ ESTRADA, Francisco, Introducción a la literatura medieval española,
Gredos, Madrid, 1987, pág. 257.
56
Huizinga, op. cit., pág. 114, dice a propósito de este tipo de prendas entregadas a
los caballeros en los torneos: «En el hecho de llevar el velo o la ropa de la mujer
amada, que conserva el olor de su cabello o de su cuerpo, revélase el momento
erótico del torneo caballeresco con toda la transparencia posible. En la excitación
del combate, regalan las damas un adorno tras otro, de suerte que al terminar el
expectáculo se encuentran en sus asientos sin nada a la cabeza e incluso sin
mangas».
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tajo una manga muy bella
e diogela por pendon
que truxies por amor della.
Alli fue el alegria
tan esquiva e tan fiera
que por pocas aquel dia
Diomedes y muriera;
e asi se falso el amor
de Troilos el infante;
Diomedes por señor
finco e por bien andante;
vv. 139-154.
BIBLIOGRAFÍA: